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Carta del Obispo a las Familias

¡Que la Paz del Señor llegue a todas las familias de la Diócesis!

En la primera semana de octubre la Iglesia Católica en nuestro país propone


dedicar un espacio especial a nuestras familias. Mirando los rostros y pasos
de cada uno, aproximándonos a lo que viven por afuera y por adentro,
cuales son sus penas y alegrías. Y mirando el conjunto, los valores que la
sustentan y los vientos adversos que la debilitan.

Todas las instituciones: el trabajo, la enseñanza, el deporte, la política, los


medios de comunicación y también la familia, experimentan profundos
cambios. A tal punto que muchos padres pierden seguridad, no saben dónde
y cuándo decir sí o no, que valores son auténticos y permanentes y cuales
son moda o apariencia.

Pero sobre todo queremos descubrir cuales son las luces y esperanzas que
ofrece la Palabra de Jesús y que tanto bien nos haría volver a escuchar con
atención, en clima familiar y de oración, agradeciendo y pidiendo perdón.

Nunca están solos. Jesús los anima: “Yo estoy con ustedes”. Quiere entrar y
estar en cada hogar, ser el corazón que ilumina y consuela, la presencia que
alienta y perdona, ensancha el camino y sostiene en las horas de dolor.

Los invito a regalarse un rato cada día durante la próxima semana, para
sentir cómo el Espíritu Santo riega las arideces del amor humano y familiar.
Invitándolos a renovar en estos días el Amor matrimonial y familiar, los
encomiendo a la Sagrada Familia de Nazaret.

Salto 1 de octubre de 2010

Pablo Galimberti

Obispo de Salto

ORACIÓN POR LA FAMILIA

Padre lleno de bondad


Que nos revelaste en Jesús tu amor y tu ternura,
Renueva en todas nuestras familias
El afecto y apoyo mutuo,
La confianza y la fidelidad,
El diálogo, el respeto a la vida,
La comprensión y la paz.
Que los niños y los jóvenes crezcan
Como los discípulos y amigos de Jesús tu Hijo
Y como hermanos solidarios con todos.
Ayuda a nuestras familias,
Especialmente aquellas
Que pasan por pruebas y dificultades:
Las afectadas por la pérdida de valores,
La soledad o la migración y la falta de amor.
Padre fiel a tu amor por nosotros
Que María interceda como madre
Y nos ayude a ser discípulos de tu Hijo.
Que podamos hacer lo que Él nos diga
Y nuestras vidas sean la expresión
De la fidelidad al proyecto
Que nos ha regalado:
Vivir en familia.
Amén

1- Leer en familia la carta del Obispo.


2- Reflexionar sobre ella.
3- Crear un espacio, cada día de la semana, dedicado a estar juntos para: leer la palabra de
Dios, meditar, dialogar, rezar, etc.
4- Rezar la Oración por la Familia.
5- Reenviar, esta semana, a otras familias, para compartir y difundir el mensaje.
6- Sugerir, a que quienes la reciban, comuniquen, por este medio, sus opiniones.

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