Documente Academic
Documente Profesional
Documente Cultură
El Derecho indiano es aquel derecho que rigió en las Indias Occidentales durante el
período de dominación de la Corona Española. Podemos dar para este, dos tipos de
concepto, uno "estricto" o "restringido" y un concepto "amplio" según Alejo Alanis.
El estatuto jurídico de Las Indias es la de unión real a la Corona de Castilla, esto es,
son territorios estaduales independientes de Castilla, que acceden a este Reino por la
persona del Rey y por otros órganos gubernamentales comunes, como el Consejo de
Estado creado por Carlos I en 1520 (común para Castilla e Indias) encargado de dirigir
la política general y exterior, el Consejo de Hacienda creado en 1523, el Consejo de
Guerra y el Consejo de la Inquisición (ídem). Por tanto, jurídicamente hablando, las
Indias nunca fueron colonias de España. De hecho, la expresión "Colonia" no apareció
hasta fines del siglo XVIII por influencia francesa. Nunca se habló de las Indias como
colonias, ni en el período de los Reyes Católicos ni durante los reinados de la dinastía
Habsburgo. Se hablaba de los "Reinos de Ultramar ", "de aquellos y estos Reinos",
etc., dando a las Indias idéntica calidad, jerarquía, cultura y personalidad que el Reino
de Castilla. Tanto es así que los Reyes crearon un órgano de la misma importancia
que el Gran Consejo de Castilla, que es el Real y Supremo Consejo de Indias.
La importancia de la determinación de este estatuto jurídico estriba en la
argumentación jurídica utilizada en el proceso de emancipación americana: esto es
porque al ser apresado Fernando VII, el titular de la Corona Castellana y de las Indias,
desaparece el factor de unión entre la Península y las Indias. Estatuto jurídico de los
españoles Aquí se hace referencia a tanto los españoles venidos de la metrópoli como
aquellos nacidos en América.
El sistema legal de la época dividía a las personas por una lado en razas y por otro en
"cruzas" o "castas". Las personas de una "raza" eran aquellas que se reconocían
como sin mezcla, de sangre limpia, tratese de españoles (considerados blancos),
indígenas o negros, en tanto que las "cruzas" o "castas" eran aquellas sobre las que
se reconocían como de "sangre manchada", es decir descendientes de personas de
"razas" distintas. Aquellos de las “razas” principales -blancos e indios- estaban
cubiertos por la legislación de sus respectivas “repúblicas”. Las cruzas, clasificados
en una gran variedad de “castas” tenían, aunque en principio cubiertos por la
legislación de la “ República de los Españoles”; una situación más confusa, tanto social
como legal.1 Para empezar ni la sociedad colonial ni la Corona española encontraron
ningún problema con el mestizaje, este se veía como resultado natural de una política
oficial que promovía el matrimonio entre conquistadores y conquistados.
Consecuentemente las uniones entre conquistadores y las princesas indígenas
generaron una primera generación de mestizos vistos con buenos ojos. Sin embargo
y relativamente pronto, la Corona prohibió tales matrimonios y en consecuencia -en
adición a problemas legales- empezaron a jugar elementos de tipo religioso, ya que
muchos mestizos fueron afectados por el hecho de ser ilegítimos, lo que significaba
que sufrían un estigma que los restringía en todo tipo de actividad social, etc.
Sin embargo, aun como siendo de “sangre manchada”, los castas en general y
mestizos en particular eran percibidos como diferentes a los indios.
Consecuentemente el ordenamiento jurídico posiciono a las castas por debajo de
peninsulares y criollos pero por sobre los indios (En los pueblos de indios no podían
vivir españoles, mestizos, negros, ni mulatos aunque hubieren adquirido tierras en
ellos.)
La legislación indiana prohibía que los mestizos (de cualquier origen) tuvieran acceso
a cargos y oficios públicos, por ejemplo regidores o corregidores de indios. Tampoco
podían portar armas o sentar plazas de soldados. En general, y para empezar, las
castas estaban -en la ley- tratadas como un solo grupo, que incluía -y se asimilaba- al
tratamiento legal de los negros libres.
Los mulatos tenían una posición social más favorable que la de los negros, pero su
situación jurídica era igual a la de éstos, con las mismas restricciones, ya fueran libres
o esclavos. Los zambos tienen las mismas prohibiciones que negros y mulatos, pero
su condición social era mucho más inferior que la de éstos. Sin embargo - y a
diferencia de los indios- los miembros de las castas tenían la libertad para trasladarse
a vivir de un lugar a otro y sus miembros podían contratar su trabajo en donde y con
quien quisieran. (con tal que no fueran esclavos). Derivado de su condición de ser
sujetos (putativos) de la república de los españoles, todos los miembros de las castas
tenían el derecho de requerir los servicios del indio, en cualquier momento y cualquiera
que fuese su condición, sin que la ley les permitiese negarse, aun siendo llamados
por un extraño, estando en la calle.
Sin embargo, los negros y mulatos debían dar precedencia en la calle a los blancos y
mestizos, y estos a los blancos. En la medida que el proceso de mestizaje se
generalizó, y el sistema de castas se tornó más difuso y complejo, se consideró
necesario dictar leyes con el fin de regular la vida y actividades de todos estos grupos.
En los siglos coloniales se sucedieron unas a otras, las leyes sobre el uso y tenencia
de armas entre los indios y entre las castas: se prohíbe a mestizos, negros y mulatos,
tener caballos, yeguas y armas (1607); que ningún mestizo, mulato o negro libre lleve
espada , machete u otra arma, so pena de doscientos azotes “amarrado a un palo”
(1634); que se recojan las armas de fuego que haya en los pueblos y que no se
permitan juntas o marchas con pretexto de regocijos (1693); que ningún indio negro o
mestizo ni otra persona pueda cargar cuchillo, puñal, machete, ni daga (1710); que
“solo a los españoles se les permita llevar armas, como son espadas de cinco cuartas
y otras semejantes, bien acondicionadas y envainadas” (1776), etc.
En lo Civil:
En lo Penal:
Los delitos contra los indios debían ser castigados más severamente que de los
propios españoles (todos los delitos contra aquellos eran de acción pública) En
general, se reconoce el derecho indígena en todo aquello que no contravenga el
derecho indiano.
Tenían un estatuto jurídico sui generis, por una parte era considerado persona y por
otra como cosa: Este estatuto le otorgaba ciertas prerrogativas al esclavo y
obligaciones al amo:
Hay que distinguir entre las Autoridades de la Metrópoli: entre las cuales están:
El Rey de España
La Casa de Contratación de Indias
El Real y Supremo Consejo de Indias
El Virrey
El Gobernador
El Cabildo