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1) Los actores involucrados en el contexto descrito por el autor, bajo la implementación de una

herramienta redistributiva como las retenciones, serían los asalariados, las personas de bajos
recursos, el Estado, como principales beneficiarios, y aquellos que se ven afectados o perjudicados
por esta medida serían los dueños de capital y recursos naturales vía ganancias y rentas. Los
asalariados y personas de bajos recursos, al desacoplar el precio internacional de las exportaciones
agrarias con las retenciones, significaría un menor precios para las materias primas agrarias y como
argentina exporta alimentos principalmente que están en la canasta básica de los asalariados estos
tendrían un precio de los alimentos menor y en consecuencia un salario real mayor. El Estado sería
un beneficiario dado que recaudaría mediante las retenciones con lo cual tendría más ingresos y
estos pueden ser utilizados para redistribuir esa renta en transferencias para las personas de bajo
recursos o algún tipo de asistencia social. Los claros perjudicados serían los rentistas, terratenientes,
compañías exportadoras que pagarían el impuestos y sobre las cuales el Estado se apropiaría de
parte de la renta agraria, pero estas lo trasladarían hacia los productores con lo cual también un
claro perjudicado serían los capitalistas agrarios, con tasas de ganancias menores podría
desincentivar la actividad y si cae la actividad puede caer la recaudación del impuesto o puede bajar
la producción de alimentos con lo que el esquema de retenciones debe estar bien constituido de
modo de no afectar pequeños productores sino que tengan el efecto progresivo buscado afectando
solo los excesos en ganancia en nombre de una mejor distribución del ingreso.
2) En la nota se hace referencia a las retenciones como un instrumento que “Apuntan a desacoplar
los precios internos de los internacionales, a mejorar la recaudación incidiendo progresivamente
sobre la estructura tributaria y a cambiar los precios relativos de los productos agrícolas”, en primer
lugar, los fisiócratas criticarían la intervención del gobierno en modificar los precios de los granos.
Bajo esta doctrina con el libre comercio podían alcanzarse dos objetivos, precios de granos altos y
precios de manufacturas industriales bajas. Formulando su teoría de la reproducción, bajo la cual la
agricultura es la única rama de la economía capaz de la renovación del capital anticipado junto con
la producción del producto neto o plusvalor, garantizar precios altos a los granos guiaría las
inversiones de capital en esta rama de la economía y así crecería la economía hacia la prosperidad y
la expansión. Esto solo se logra bajo el libre comercio o mejor dicho la libre exportación, la
importación de granos solo se garantizaba en épocas donde la cosecha sea mala, según Quesnay, al
comerciar libremente el precio del grano en Francia alcanzaría el nivel alto y estable del resto del
mundo, pero además se abaratarían los bienes industriales porque la competencia exterior haría
reducir la ganancia monopólica de los mercaderes industriales y los obligaría a recibir
remuneraciones más bajas al nivel necesario para la subsistencia. Entonces las retenciones, que
desacoplan el precio del grano con el resto del mundo, serían fuertemente criticadas por los
fisiócratas, pero además, una segunda critica vendría por el lado de la forma del impuesto. El
impuesto, según los fisiócratas, solo debería recaer sobre los terratenientes y deberían eliminarse
todos los impuestos directos e indirectos adicionales. Se aplicaría un único impuesto directo sobre
alguna proporción de la renta del terrateniente, para la Francia del siglo XVIII esto podría ser
considerado con algún grado de progresismo dado que el impuesto recaudaría sobre los
terratenientes incluida la nobleza. Pero en la actualidad las retenciones serian criticadas por los
fisiócratas dado que el impuesto se aplica a la exportación, a las compañías exportadoras y estas lo
trasladan hacia los productores. Los fisiócratas rechazaban cualquier impuesto sobre la producción
dado que encarecería los costos y el capital agrario debía tener la condición de inviolable. Cualquier
impuesto sobre la producción lo pagaría la población agrícola y provocaría desincentivos a guiar la
producción hacia ese sector y consecuentemente generar un menor producto neto. Estas serían las
dos criticas fundamentales que se desprenden de la política económica fisiocratica basada en el libre
comercio de granos, liberalización de precios y eliminación de los impuestos, solo debería gravarse
de manera directa y en alguna proporción la renta agraria.

3) La posición de los fisiócratas beneficia claramente al capitalista agrario, en términos de Quesnay


seria la clase productiva, llaman capitalista agrario al campesino y trabajador agrícola, solo esta
clase es la capaz de producir un mayor valor, es la única que realiza un trabajo productivo. En la
mente de los fisiócratas esta la idea de una revolución agrícola y un desarrollo del capital agrario.
Los campesinos franceses estaban inmersos en una doble presión de tributos por parte de la corona
y las viejas estructuras feudales. En este contexto los fisiócratas reconocen la propiedad de la tierra
por parte de los terratenientes, pero justifican que deben ser estos los que tienen que sostener a la
corona y los únicos sujetos a ser gravados por los impuestos. El programa económico de los
fisiócratas estaba a favor de la burguesía rural y directamente en contra de la nobleza feudal. La
reproducción del sistema económico estaba en manos de la agricultura, parte de la cosecha se la
quedaban los labriegos como medio de subsistencia otra parte se la llevaban los propietarios como
renta que esta a su vez mas otra parte de los labriegos era gastada en la ciudad, en la rama industrial
y servía como medio de subsistencia y materia prima de este sector. Este devolvía materias primas
en productos terminados, es así como se daba la reproducción del sistema siendo la clase productiva
los capitalistas agrarios y los principales beneficiarios, sin afectar a la corona que recaudaría en base
a la aristocracia terrateniente mientras siendo los nobles dueños de la tierra perjudicados sus rentas
por este sistema impositivo. Además, con la liberalización del comercio los industriales
manufactureros verían sus ganancias monopólicas reducidas a niveles de subsistencia con lo cual
los perjudicaría.

4) Los mercantilistas tempranos tenían un enfoque de balance monetario con el cual exigían
regulaciones a la circulación de dinero y la prohibición enfática de la exportación de moneda, dado
que la riqueza de un país yacía en la acumulación de moneda. Sufrían del problema de la revolución
de los precios dados los flujos de oro y plata provenientes de las colonias y veían al comercio
exterior como la exportación de materias primas y la importación de caros productos terminados
que succionaban dinero fuera del país. Bajo esta visión, requerían fuertes intervenciones y dado que
la mayoría de sus principales exponentes eran comerciantes y trabajadores de la aduana, uno de sus
intereses también era la recaudación y la financiación de la corona, entonces las retenciones
tendrían un punto de vista favorable, no porque estén a favor de desacoplar los precio del resto del
mundo, sino que desincentivarían la exportación de materias primas para guiar la producción hacia
bienes manufacturados y además aumentarían la recaudación. Los continuadores del pensamiento
mercantilista en su máxima expresión bajo la figura de Thomas Mun no tenían como objetivo
limitar la salida de moneda, sino su enfoque seria de balanza comercial positiva, importando
materia prima para vender barata o exportando manufactura, ya no sería necesaria la función
coercitiva del Estado para regular la moneda, sino que debería alentar el comercio exterior, la
navegación y las industrias. Bajo la balanza comercial positiva el dinero fluiría de manera natural a
la nación consiguiendo precios altos bajo la forma de monopolios dado la conquista colonial o
precios bajos para sacarse de encima la competencia. El pensamiento consolidado de los
mercantilistas no difiere demasiado de los primeros dado que la riqueza sigue siendo la cantidad de
dinero, pero la forma de apropiarse del mismo es bajo el comercio exterior y una balanza comercial
positiva por lo cual no sería necesario regulaciones sobre la moneda y las importaciones dadas las
ventajas de comprar barato para vender caro materias primas. Entonces las retenciones no serían
problema para los mercantilistas, recaudaría más y podría usarse como guía para incentivar
industrias manufactureras. La única crítica podría venir del lado de la baja del precio del grano,
muchos mercantilistas sostenían que un precio alto del grano sería un medio para mantener a los
trabajadores esforzándose y tenían una paradójica afirmación de que el grano caro hace el trabajo
barato. Pero si de limitar los salarios al punto de que sirvan solo para la subsistencia el
abaratamiento del precio interno del grano sería una medida favorable.
El pensamiento de los mercantilistas era compatible con la posibilidad de regular la vida económica
a través de disposiciones estatales y estaban en sintonía con el ascenso del capital mercantil, los
intereses del comercio y las industrias de exportación debían anteponerse a los de la agricultura y la
exportación de materias primas con lo que las retenciones sería una medida más que aceptable para
ellos, claro que no tendría el fin de la redistribución del ingreso sino la explotación de la clase
trabajadora.
5) Las retenciones con respecto a la Ley de Hierro de los salarios, esta misma establece un mínimo
en el nivel de los salarios de los trabajadores de medios necesarios de subsistencia dado que los
empleadores tienen que elegir entre una gran cantidad de trabajadores, estos competirán entre sí y
bajaran su precio (salario) hasta los niveles mínimos de subsistencia. Si el salario depende del
precio de los alimentos de los trabajadores, como lo formula la ley de hierro, las retenciones harían
que caiga el salario dado que el precio interno de los alimentos bajaría y la competencia entre
trabajadores causa que solo exijan un salario equivalente a lo mínimo para subsistir.
Los mercantilistas eran partidarios de la explotación de la clase trabajadora y el límite legal a los
salarios, para Petty, contemporáneo de los mercantilistas, esto es permitir al trabajador lo justo para
vivir, porque si se le otorgaba el doble, trabajara la mitad de lo que hubiera trabajado de otro modo
y limitar sus jornales de manera que no puedan juntar tiempo para su incapacidad y falta de trabajo.
Los mercantilistas nunca terminaban de quejarse sobre la indolencia de los trabajadores o su falta de
disciplina para el trabajo industrial, es así que abogaban por una embrionaria ley de hierro de los
salarios. Aunque en sus rudimentarios esquemas de pensamiento económico entraban en
contradicciones como la de mantener un precio del grano alto abaratarían la mano de obra, porque
si el pan esta barato el trabajador trabajaría solo lo necesario para vivir, es así que bajo esta
paradójica visión el precio del grano alto haría que el trabajador se esforzara más.
Los fisiócratas estarían en línea con la ley de hierro de los salarios, en palabras de Quesnay “El
nivel de los salarios, y consecuentemente los disfrutes que los asalariados pueden obtener de ellos,
están fijos y reducidos a un mínimo por la extrema competencia entre ellos”. Los fisiócratas
confunden los capitalistas agrarios con el campesino y el trabajador de la tierra, la misma confusión
realiza con los industriales que considera artesanos. El trabajador de la tierra es capitalista porque
adelanta recursos y el artesano gasta nada más que en materias primas y mano de obra. No reconoce
la ganancia del capital por lo que las compensaciones que reciben ambos es la del adelantamiento
de recursos, por parte del capitalista agrario, y por las materias primas y costos de producción, del
artesano industrial, además de la compensación para la subsistencia de ellos y su familia. Es así que
los trabajadores solo reciben remuneración por sus costos de producción y medios de vida, tanto
capitalistas agrarios como industriales. Esta confusión teórica de industriales como artesanos pudo
haber sido facilitada por el bajo desarrollo del capitalismo industrial en gran escala en Francia del
Siglo XVIII. Es así como los fisiócratas al igual que los mercantilistas estaban en línea con una ley
de hierro de los salarios y aislando este punto solamente del resto del pensamiento de ambas
escuelas económicas, las retenciones servirían para abaratar el precio de la mano de obra.
6) La creación de riqueza por los mercantilistas tempranos estaba dada por la acumulación de
metales preciosos, siendo el dinero el principal componente de riqueza del país y luego los
mercantilistas más consolidados en el pensamiento de Mun, establecerían que la principal fuente de
riqueza es el comercio exterior y una balanza comercial positiva. Pero ambas posturas conducen a
lo mismo, que aumentar la riqueza de una nación seria con el crecimiento del valor de cambio, el
dinero. Las preocupaciones de los mercantilistas eran dos, los medios para adquirir moneda y el
comercio exterior y la balanza comercial. Mun, estableció que una balanza comercial positiva haría
que el dinero fluya al interior del país y gracias a esto la prosperidad del mismo. La elaboración de
materias primas y exportación de manufacturas nacionales era la fuente de riqueza del país e iba en
sintonía con un proceso de acumulación capitalista primitiva en manos de los comerciantes que
aspiraban las ganancias del comercio. Además del comercio de manufacturas otra forma de
acumular dinero, bajo esta visión de economía de capital monetario, era la de comprar barato a las
colonias y vender caro a otros. Así los mercaderes se enriquecían pagando las mercancías por
debajo de su valor y vendiéndolas a los consumidores a precios que excedían su valor. La
acumulación se daba por un intercambio de no equivalentes, la ganancia de uno era la perdida de
otro.
La escuela fisiócrata criticara esto último, argumentando que no se está creando riqueza nueva, sino
que es solo un intercambio de no equivalentes. El comercio exterior por sí solo no trae una mayor
ganancia. La verdadera riqueza de una nación surge del lado de la producción, en particular de la
producción agraria. Definirá en particular un sistema completo y un esquema de clases sociales y
acumulación que sería pionero en expresar a la economía como un todo. Desarrollarían una teoría
de reproducción del capital y producción de un plus valor, el producto neto. El cuadro de Quesnay
logra demostrar cómo se reparte el producto social entre las distintas clases sociales a lo largo del
tiempo en un flujo circular. El capital agrícola sería el único capaz de generar un valor extra que se
apropia el terrateniente en forma de la renta. El dinero solo es un medio, por lo que el intercambio
no es objeto de nueva riqueza sino la producción. La producción de un producto que reemplaza su
propio valor y rinde un cierto excedente, el ingreso neto y este tiene su origen en la productividad
física de la tierra. Dado que la clase industrial es estéril, no rinde más que la reposición de sus
costos de producción, la fuente de riqueza de un país está en la agricultura, en el capital agrícola y
un aumento de la inversión en este tipo de capital generaría un incremento en el producto neto. Por
esto que sus recomendaciones de política se basan en el libre comercio de granos, garantizar un
precio alto para guiar la inversión hacia esta rama de la economía y cobrar impuestos solo en el
excedente, en la renta de los terratenientes para que nada interfiera en el proceso de acumulación.

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