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LA VIA HERAKLEIA, CAMINO DEL FRIGIANISMO Y DE LA

HELENIZACIÓN -de "El frigianismo en la Cultura Ibérica", capítulo 12º


(Parte LXXXI de: "Los bueyes de Gerión en el tesoro de El
Carambolo")-.
Publicado por Angel Gómez-Morán Santafé
en TARTESSOS Y LO INVISIBLE EN EL ARTE (22/VI/2013)
ÍNDICE GENERAL: Pulsando la siguiente linea azul se llega a un índice general del blog. En el que se
contiene las más de cien entradas que hasta ahora hemos subido.
VER: http://loinvisibleenelarte.blogspot.com.es/2013/03/indice-de-entradas-con-algunas.html

COMENTARIO A LA IMAGEN SOBRE ESTAS LINEAS: Plano de la Ruta de Hércules -trazado sobre un
mapa de España (del Ministerio de Obras Públicas de 1878)-. En este podemos ver el camino por el cual
transportarían sus mercancías -desde el corazón de Tartessos (Oretania) hasta sus enclaves en
Levante- los griegos y anatolios que llegaron a nuestro litoral durante la Primera Edad de Hierro
peninsular. Una vía abierta por los colonizadores anatólico-helenos (focenses, jonios y egeos), al
menos desde el siglo VII a.C.. La guía y poblaciones por las cuales pasaba, se deduce en base a la
datación de los hallazgos que se corresponden en estilo y época con los más antiguos habidos en las urbes
levantinas (de fundación greco-oriental). Asentamientos sitos en la actual provincia de Alicante, un
punto estratégico para internarse por tierra hacia las "fuentes de oro" del Guadalquivir, tal como
veremos.

La "obligatoriedad" de establecerse en esta zona se debió -a mi entender- fundamentalmente al


dominio que los fenicios tenían desde muy temprana época sobre las el paso por Gibraltar (un
Estrecho no solo muy vigilado por los púnicos, sinó a su vez peligroso para cruzarse en embarcaciones
ligeras). A su vez este área de costa -comprendida entre los ríos Júcar y el Segura-, elegida por los
primeros colonizadores llegados desde las islas y costas de Anatolia; estaba muy cercana a
Cartagena y a Almería, tierras que por entonces gozaban de grandes yacimientos argénteos y
plúmbeos (algunos conservados hasta época moderna, como las Minas de la Unión).

Cuanto hemos explicado, daría una especial relevancia a los asentamientos de la zona alicantina, desde
los cuales se podía arribar en pocas jornadas a los puertos helenos sitos en Cataluña (Emporion
-Ampurias-) o a los del Sur de Francia (Massilia -Marsella-). Incluso, en épocas de verano y de buen
tiempo, era posible realizar singladuras más directas por "alta mar", llegando en apenas unos días a
los enclaves griegos de Magna Grecia (el Sur de Italia), vía Cerdeña-Sicilia y alcanzando desde estas
-con cierta brevedad- las costas helenas. Consecuentemente, partiendo del litoral alicantino y en los
meses de bonanza, precisaban menos de dos semanas para llevar hasta el Egeo (a sus islas o
Anatolia), los metales allí cargados. Unas ricas mercancías procedentes de las orillas del rio Tartessos, o
de las actuales Murcia y Almería. Ya que desde esos puertos hoy de Alicante y tan cercanos a la
posterior Cartago Nova, era posible internarse por tierra en unos pocos días hasta las fuentes del
Guadalquivir, donde se podía comerciar con Tartessos los metales preciosos de los ríos y de las
costas del Atlántico (por entonces plenos de minas de cobre, oro, plata y estaño).

ABAJO: Nave "fenicia" de un bajorrelieve propiedad del Museo de Beirut, fechado hacia el siglo II a.C.
(agradecemos a esta entidad nos permita divulgar la imagen). En esta vemos una embarcación de altura
y gran calado, muy pesada y que se correspondería de algún modo con aquellas que La Biblia
menciona como "Naves de Tarshis" -que ya hemos estudiado en varios artículos anteriores-.

BAJO ESTAS LÍNEAS Y GUARDANDO LOS COLORES DE LOS TRAZADOS QUE HEMOS DIBUJADO
EN EL MAPA SUPERIOR, RECOGEMOS UNA BREVE EXPLICACIÓN DE LAS DIFERENTES VÍAS
MARCADAS Y DE SUS RECORRIDOS. POR SU PARTE Y PARA ILUSTRAR EL ARTÍCULO,
INTERCALAREMOS ALGUNAS FOTOS EXPLICATIVAS ENTRE LOS PÁRRAFOS DE LA EXPOSICIÓN
SOBRE LAS RUTAS DE HÉRAKLES:

1)- EN EL MAPA -primera imagen-, EN COLOR ROJO: La Ruta Heraklia por tierra, que comenzaba en
Cádiz y terminaba en las colonias griegas de Levante (Hemeroskopéion, Alonis y Akra Leuke). Como
recuerdan las fuentes clásicas, este camino concuerda con el que más tarde también llamaron el "de Anibal"
(e incluso de Augusto). Una vía que comenzaba en Gadir (Cádiz), seguía hasta Rotea (Rota), pasaba a
Ugia (Utrera) y llegaba desde Orippo (Dos Hermanas) a Híspalis (Sevilla). Más tarde subía por Carmo
(Carmona) a Obúlcula (La Monclova), y de allí llegaba por Astigi (Ecija), a Corduba (Córdoba). Proseguía
igual que lo hace la actual N-5 a Iliturgi (Andújar), donde cruzaban el rió Tartessos (posterior Betis),
desviándose en Mentesa Oretana (Villanueva de la Fuente) y llegando así hasta las fuentes del actual
Guadalquivir. Transcurriendo desde allí por la Oretania ("provincia" turdetana que en gran parte se
corresponde con Jaén), cruzando las ciudades de Obulco (Porcuna), y Cástulo (Cazlona), siguiendo
hacia el nacimiento del rio Segura. Donde ya bajarían por el Nacimiento del Segura hacia la
actual Alcaraz, llegando a Albacete, debiendo pasar seguramente por Libisosa (hoy Lezuza) (1);
arribando más tarde a a Saltigi (Chinchilla del Monte Aragón), tres lo que se encaminarían hacia la costa,
terminando el camino en las colonias griegas de Alonis (Villajoyosa), Hemeroskópion (Denia) o Akra Leuke
(¿Cabezo Lucero?, ¿Alicante?).

2)- EN EL MAPA -primera imagen- Y EN COLOR ROSA: Hemos marcado una "prolongación" o variación
cartaginesa a la Ruta de Hércules, que cambiaría desde la Oretania sus ciudades de destino; vía
posiblemente abierta tras fundar los púnicos Cartago Nova . Por lo que hemos de suponer que esta
otra no solo conduciría a las colonias griegas refundadas por Cartago (como Alicante), sino también a estas
otras zonas más púnicas. Se trata así, del posible "Camino de Aníbal" por el que los conquistadores de
Iberia venidos de Cartago, se dirigirían desde los enclaves del alto Guadalquivir hacia las costas de
la actual Cartagena. Pese a ello la antigua via utilizada por los helenos (que hemos marcado en
rojo), debió ser igualmente seguida por los nuevos colonizadores, pues no hay que olvidar que
Alicante fue fundada en el 231 a.C. por Amílcar. La variación de la Ruta Heraklia que presentamos en
color rosáceo, se menciona en algunos textos y pasaría por ciudades de tanta importancia como las
actuales Caravaca y Mula. Siendo esta última un relevante yacimiento ibérico con un santuario
dedicado al caballo. De aquel recinto sagrado de los iberos en adoración al equino, algunos deducen que
tomó nombre la ciudad de Mula (desde el recuerdo al templo del caballo y de la voz de orígen árabe
"acémila").

3)- EN EL MAPA -primera imagen- Y COLOR AZUL: Con este tono hemos marcado la ruta de Mainake
hasta Tartessos, mencionada por varias fuentes (2). En ellas nos hablan de cómo los griegos de esta
colonia cercana a Malaka, accedían a Tartessos y a la desembocadura de sus rios, a través de un
camino terrestre, que duraba cinco jornadas. Así hemos destacado la ruta de Mainake en color azul,
poniendo como destinos Híspalis (la Spal fenicia, Sevilla), al igual que la desembocadura del
Guadalquivir, tanto como la de los rios de Onoba (Tinto y Odiel) -junto a las ricas minas de Rio Tinto-.

BAJO ESTAS LÍNEAS Y EN IMAGEN: Fotografía de la calzada romana del siglo II a.C., sita en El
Puerto del Pico de la Sierra de Gredos (Cuevas del Valle -junto a Mombeltrán-). Paso de la trahumancia
ibérica, fue convertida en calzada por Roma uniendo las rutas del Sur, con la Meseta Peninsular
Norte. Una vía por la que subían los depósitos de hierro desde Arenas de San Pedro, hacia la actual
Ávila y a través de la cual circuló el ganado hasta la invención del transporte por carretera (tan solo
hasta hace unos decenios). Como hemos dicho, era una vía de trashumancia ibérica, que luego fue hecha
Calzada y más tarde se convierte por ley en Cañada Real (leonesa); habiendo sido uno de los nexos de
unión del comercio peninsular durante casi tres milenios. Transportando el ganado y metal por una ruta
gracias a la cual lograron grandes progresos las zonas que comunicaba; lugares que desde etapas
prerromanas, romanas (e incluso durante El Renacimiento), dominaron el mercado de la lana y de
las pieles (generando el famoso comercio del "paño" español, cuyo centro fue Béjar y que se exportaba por
toda Europa hasta hace unos siglos).
4)- EN EL MAPA -primera imagen- Y EN COLOR VERDE: La también llamada Vía de Herakles marina;
que partía desde Cádiz, pasaba el Estrecho y llegaba hasta las colonias griegas de Levante,
siguiendo hacia Massilia (o el Ródano) para alcanzar Italia. Esta ruta en verdad no era propiamente de
los griegos, sino que más bien sería abierta por los romanos, tras dominar las costas de la
Península Ibérica. De ello se entiende por qué el mito de Hércules narra que el héroe regresó hasta
la Hélade por ese camino (de mar) llegando a Roma, donde parte de sus bueyes le fueron
robados (simbolizando esta leyenda cómo aquel comercio de metales llevado a cabo por las colonias
griegas, fue heredado -o hurtado- por los latinos).

El motivo que nos lleva a deducir que los griegos no comerciaban por mar directamente desde Gadir a
Massilia, se halla fundamentalmente en la ausencia de bases helenas tras el Estrecho. Pero sobre
todo hay hechos históricos que hacen evidente cómo los fenicios desde comienzos del I milenio a.C. y
hasta la caida de Cartago, capitalizaban el paso por Gibraltar (no dejando cruzar esta "línea de las
Columnas" a otros barcos, ni menos mercadear libremente aquellos ricos metales del Atlántico que ellos
obtenían junto a Gadir). Por su parte un hecho más impedía llegar a los comerciantes mediterráneos
libremente hasta las costas oceánicas; siendo este que los barcos de "ese mar nuestro" fueron
mucho más ligeros a los que se precisaban en el Atlántico. A este motivo se debe la necesidad de
tener enclaves en las cercanías de Gibraltar, para cambiar las mercancías -o bien de embarcación-,
antes de internarse en el Océano ,o de dirigirse al Mare Nostrum. Por cuanto decimos, se entiende que
los marinos mediterráneos no se aventurasen siquiera a cruzar el Estrecho, ni menos a navegar en las
costas atlánticas -so pena de naufragar por ataques de los fenicios, o debido al oleaje y las corrientes-.

Continuando con las diferencias entre la navegación en un lado y otro del Estrecho, el motivo de un
calado y peso distinto para naves como las griegas (mediterráneas) y las atlánticas (a las que los
judíos llamaban de Tarshis). Residía en que este "mar nuestro" es menos peligroso en cuanto a olas,
pero lo era mucho más en lo que se refería a piratas. De tal manera, en una embarcación grande se
podrían cruzar sin problemas las aguas de Gibraltar (o las del Océano); pero su tamaño las hacía más
lentas, por lo que transportar en ellas ricos metales, era muy peligroso en singladuras
mediterráneas. Ya que aquella gran eslora podía delatar su preciada carga y ser abordadas con
facilidad habida cuenta su menor velocidad -a menos que fueran fuertemente escoltadas-. Acerca de la
flota fenicia, sabemos que estos guardaban con gran celo sus embarcaciones mercantes y en
especial las que iban hasta Gadir, tanto como el secreto de sus rutas. Habiendo de suponerse que
durante las singladuras desde Gadir a Cartago irían muy protegidas, o bien que trás el paso de Gibraltar
cambiaran las naves Atlánticas por otras más mediterráneas y ligeras (tanto como posiblemente
directamente cargasen las mercancías valiosas en puertos de nuestro litoral occidental y de ello la
afluencia de colonias fenicias en la zona de Granada y Málaga -como Sexi o Malaka-).

Cuanto narramos nos explica la existencia de la Mainake griega (junto a Malaka), como baluarte
heleno tolerado y vigilado por los púnicos, para comerciar los metales directamente con Tartessos,
pero bajo un control fenicio. Ya que -como decimos-, los fenicios asentados en Iberia desde comienzos
del I milenio a.C., cuidaban con gran esmero que ninguna otra nave ajena a las suyas, cruzara el
referido Estrecho y pudiera comerciar directamente con el Bajo Guadalquivir. De lo que ha de
suponerse que esta ruta de Mainake a Tartessos pudo nacer y seguirse en tiempos de la decadencia
de Fenicia, desde los asedios sufridos por Tiro y Sidón (672 a.C.) y hasta la reconquista del dominio
del mar por Cartago (535 a.C.). Unos años de enorme crisis púnica y en los que la historia narra que
Kolaios llega "casualmente" desde Samos hasta las costas de Tartessos (en un lugar próximo a donde
se sitúa Mainake) (3); tras lo que logra abrir relaciones de amistad con el rey del Bajo Guadalquivir.

El relato de Heródoto que hemos recogido en su texto completo (4) , narra un comercio abierto entre los
helenos y los turdetanos durante este siglo VII y VI a.C.; un mercado que pudieron realizar con cierta
libertad los focenses y los iberos hasta la nueva aparición de los Cartagineses en la Península.
Quienes a fines del siglo VI a.C. se reorganizan, proponiéndose volver a gobernar este área
mediterránea que antes había sido de Fenicia. Heredando así sus antiguas plazas, atacando a los que
no querían someterse y combatiendo a los griegos en los puertos de lo que fue el anterior área
comercial fenicia (vencenciendo y alejando de las costas de Tartessos a los focenses, hacia el 535 a.C.) -
ver citas referidas (3) y (4) donde podremos leer de primera mano y gracias a Heródoto, lo sucedido
en estos tiempos-.

BAJO ESTAS LINEAS: Otra imagen del famoso Puerto del Pico y de su calzada romana del siglo II
a.C.. Muestra de la importancia de las vías terrestres en nuestro territorio.

5)- EN EL MAPA -primera imagen-, Y EN COLOR AMARILLO: En tono amarillo, hemos marcado la unión
entre las colonias griegas del Sur: Hemeroskopéion (Denia), Alonis (Villajoyosa), Akra Leuke (que
situamos en Cabezo Lucero, aunque otros la ponen en Alicante), y mucho más al sur: Mainake. Esta
última a mi entender se trataba más de un enclave autorizado por los fenicios, que de un puerto griego
-propiamente dicho-; debiendo comprenderse la Mainake griega quizás como un "barrio" de la Malaka
púnica. Aunque parece lógico pensar que pudo ser una colonia que aprovechó los cien años de
decadencia de Fenicia, para establecer allí un pequeño baluarte, que los cartagineses no se atrevían
a atacar por entonces (puerto heleno desde el que abren otra ruta por tierra para llegar a Tartessos).

Pese a lo que más probablemente, fuera una urbe helena autorizada y desde la que los fenicios
comerciarían directamente con aquellos. Ello durante las épocas en las que Tiro y Sidón estaban
asediadas y sometidas al mismo ataque que la Fócida, todo lo que quizás pudo unir a griegos y a
púnicos durante un siglo. Pues -como dijimos-, tras el asedio de Asiria a las capitales fenicias y la
final caida de estas, se vivió un periodo de decadencia y de problemas en la franja de Oriente Medio
que perduró por más de un siglo (y que comienza en el 672 a.C.). En aquellos años de graves
problemas en Fenicia, debió abrirse la posibilidad de comercio libre con Tartessos para los helenos;
tanto como se hacía necesario a los púnicos unos nuevos "socios" y múltiples "pactos". Es esta la
época en la que aparecen en escena y en la Historia los samios llegando hasta tierras de
Turdetania, mencionados por Heródoto en la famosa historia de Kolaios de Samos -que hemos recogido en
citas (3) y (4) -.

COMENTARIO A LAS IMÁGENES: Sobre estas líneas un mapa detallado en el que he marcando en
amarillo la Ruta Terrestre de Hércules; comenzando desde las colonias griegas de Levante y llegando
hasta las ciudades de la Oretania. Nacimiento del rio Tartessos, desde el cual y siguiendo las orillas,
bajarían hasta alcanzar la desembocadura del Guadalquivir (por aquel entonces Lago Ligur); pudiendo
encaminarse desde allí a las minas Atlánticas de oro, plata y cobre. En el plano, en primer lugar hemos
marcado en la costa levantina (a nuestra derecha) los tres baluartes helenos: Hemeroskopéion,
Alonis y Akra Leuke -situando esta última en Cabezo del Lucero, Guardamar del Segura-. Tras ello, he
dirigido sobre mapa, las tres rutas hacia Oretania; saliendo la primera de Denia y llegando a Alcoy,
un punto donde se juntaría con la segunda (que procedería desde Alonis -Villajoyosa o bien Cala de
Finestrat, Benidorm-).

Una tercera vía vendría desde el puerto de Akra Leuke, que comunmente se ha identificado con
Lucentum (Alicante) pero que creo más acertado situar en Cabezo Lucero (Guardamar-Rojales). Ello
porque esta situación de Akra Leuke explicaría múltiples hallazgos (entre otros los de Cabez Lucero, Elche
y Monforte), ya que desde aquí y partiendo hacia Oretania era obligado pasar por la ciudad donde se
encontró la famosa Dama y por Monforte del Cid; tras lo que se uniría este camino a las otras dos
vías (en Villena). Por lo demás hemos marcado en rojo los principales hallazgos que describimos a
continuación (en párrafos contiguos a la explicación de las imágenes donde exponemos otras
características a destacar en el mapa).

BAJO ESTAS LÍNEAS: Reconstrucción geográfica de la Península Ibérica tal como la describe
Estrabón, dibujada e interpretada por el profesor García y Bellido (del libro "La España y los
esdpañoles de hace dos mil años, según la Geografía de Estrabón"; COLECCIÓN AUSTRAL, de la
editorial Espasa-Calpe -a la que agradecemos nos permita divulgar la imágen de esta página 144 del
mencionado volumen-). En el mapa de García y Bellido hemos marcado en rojo Hemeroskpion y
Obulco con sendas flechas, indicando esos lugares de partida y de tránsito de la Vía
Hercúlea (igualmente subrayamos en rojo la ciudad de Mainake, al Sur). Como podremos ver, Estrabón
entendía que Obulco (y las fuentes del rio Tartessos) se situaban justo detrás de Hemeroskopíon y
en dirección plena al Oeste -donde realmente está Albacete y el inicio del rio Anas (Guadiana), no el del
Guadalquivir-. Hechos como este reafirmarían de nuevo la esta idea de que la Bicha de Balazote
represente a un Aqueloo (dios de los rios). Al haber sido encontrado en este lugar cercano al que
Estrabón y otros autores clásicos marcaban como el del nacimiento del Guadalquivir (pese a que se trata
del origen del Guadiana y de las Lagunas del Ruidera, muy próximas a Balazote).

LA RUTA TERRESTRE DE HERAKLES:


Comentaremos a continuación el mapa de la Vía Herakleia -que vemos sobre el anterior de
Estrabón-. En el cual he marcado los diferentes puntos de importancia, tanto como lugares y
hallazgos arqueológicos a lo largo este camino del que Tito Livio describe como la ruta por la que
Hércules llevó los bueyes, tras robarlos a Gerión (5). Una metáfora mitológica que para cuantos la han
estudiado, indicaría que se trataba de la vía de los metales (o de las riquezas) a través de la cual los
griegos -y posteriormente los romanos-, transportaban el oro, la plata y el cobre, desde el Atlántico
Sur hasta el Mediterráneo. Todo lo que a mi juicio definitivamente obliga identificar los toros del rey
de Tartessos con los lingotes (piel de buey) y ellos con los pectorales de el tesoro de El Carambolo.
Forma de pellejo taurino que igualmente guardaban en su diseño algunos de los objetos sagrados y
de los templos en Tartessos. Una civilización donde fue común quesus altares, las plantas de los
santuarios -y hasta las tumbas-, tuvieran esa línea del lingote semejante a un cuero de res. Como
totem y símbolo taurino relacionado con las riquezas, adorado por los tartessios; lo que sin duda alguna
nos recuerda a las menciones al "becerro de oro" de las que tanto nos habla La Biblia(especialmente
en El Éxodo, al tratar de aquella figura que el hermano de Moisés fundió en metal precioso para
adorarla) (6) .

En otros de nuestros estudios hablaremos de la relación entre los cultos tartésicos y el mencionado del
Becerro de Oro (el dios "El" de Canaán). ya que en el presente artículo trataremos acerca de los
hallazgos y los puntos geográficos de la Ruta de Hércules -por la que "transitaron" aquellos bueyes
de Gerión-. Camino que hemos marcado sobre el mapa, y en el que incluimos unos números para
simplificar su explicación junto a la enumeración de sus restos arqueológicos más importantes. De
tal manera comenzamos la relación de los objetos iberos encontrados y de lugares situados en esta
vía, empezando desde el punto 1º que hemos puesto en Hemeroskópion, la actual Denia (junto a la
llamada Isla del descubridor, en el Cabo de la Nao).

BAJO ESTAS LÍNEAS: Diadema ibérica de Jávea del Periodo Orientalizante (cercana al siglo VI a.C.) y
propiedad del Museo Arqueológico Nacional, al que agradecemos nos permita divulgar la imagen. Foto
tomada de la portada del catálogo de Museo de Valencia en su Exposición de 2009 "Oro y plata, lujo y
distinción en la antigüedad hispana". Esta joya fue hallada en las laderas del Mongó, donde se localiza
la ciudad ibera de Diánon, sita junto a la griega Hemeroskopéion. Para más información sobre esta
pieza Ver: "Oro y plata, lujo y distinción en la antigüedad
hispana" http://www.museuprehistoriavalencia.es/ficha_exposicion.html?cnt_id=2445

ANÁLISIS DEL MAPA DE LA VÍA TERRESTRE DE HERAKLES:


1º.- PUERTO GRIEGO DE HEMERO-SKOPÉION ( = "observatorio diurno"):
Se localiza comunmente junto a la actual Denia, en cuyas cercanías se sitúa la ciudad ibera de
Diánon (), enclave indígena que se sabe coexistía al lado de la mencionada urbe griega. Unas
polis muy cercanas y que interpretamos convivían de un modo semejante al de Ampurias y su "barrio
vecino" ibérico; habida cuenta que el enclave massiliota tenía del otro lado de sus murallas el poblado
ibero de Indiketes. Por su parte, es extraña la coincidencia del nombre Hemera (cuya traducción es
"dia"), con el radical que domina la palabra "Diánon"; que parece proceder de la raiz
protoindoeuropea "díau" que significaba "luz" (origen de las voces modernas "día", "day", "tag"; tanto
como del nombre Zeus y de la palabra "dios").

Algo que resaltamos porque los historiadores consideran que la ciudad ibera que allí se situaba bajo en
nombre de Diánon -y que estuvo en monte Mongo (ver el mapa)- era así llamada tal como decía
Estrabón, al existir en esta un templo dedicado a la diosa Diana. Aunque habría que añadir que
más seguramente se trataría de una Diana ibérica, cuyo nombre pudo ser "Dana" o bien "Tana". Una
afirmación que me atrevo a expresar ya que creo que se trataría de un santuario de la Atenea creto-
chipriota, posteriormente romanizado como de Diana y que dió nombre a la urbe. Por lo que
considero, puede deducirse que era Tana (Dana) la diosa "autóctona" allí adorada, al existir una
deidad común entre las culturas egeas con esa denominación (A-Tana) -especialmente relevante en la
Creta Minóica y cuyo nombre que se traduce comúnmente por "la Señora"-.

Esta divinidad cretense y micénica a la que nos referimos ("A-Tana" Potnia), era la diosa del olivo y de
los animales, y dió origen a la posterior Atenea griega. Una "Señora de las bestias" y del árbol del
aceite, que como maternidad sagrada fue ya venerada en los patios de El Laberinto de Cnossos -al
menos desde mediados del II milenio a.C. (tal como manifiestan los textos de Lineal B)- (7) . Diosa
Atenea micénica (Atana), que pudo ser importada a nuestras tierras por los primeros colonizadores
venidos del Egeo, dando nombre a la sierra alicantina casi homónima a ella. Montañas que se sitúan
muy cercanas a Denia y llamadas de Aitana. Serranía cuyas últimas estribaciones se sitúan en el Mongó,
cumbre donde se supone estuvo la ciudad ibera de Diánon y el templo que llamaban "de Artemisa". De lo
que a mi juicio eran los mismos nombres los de la cordillera (Aitana), como el de la ciudad ibérica al
igual que el de diosa adorada en el templo de aquella polis autóctona. Por su parte, pudiera haber una
correspondencia de denominaciones entre el ibérico (Diánion) y el de su vecina ciudad helena, dada la
coincidencia de voces entre la palabra Hemero-skopion (de "Hemera" = "día") y el protoindoeuropeo "Dana",
"Tana" (que hemos de entender como "brillo", "luz" -de ello este epíteto de la Luna, que generó a divas
como Jano, Diana, o la propia Dana entre los celtas-).

Por cuanto exponemos, en mi opinión la diosa cretense Atana pudo significar originariamente además
de "la Señora", también "la luz"; referiéndose a una deidad relacionada con los puntos de guía, las
estrellas, el brillo de los astros (e incluso los faros de vigía marinos). Una función que sin lugar a dudas
hubo de cumplir durante la antigüedad esta Sierra Aitana. Cuyas montañas actuarían como un
magnífico observatorio (de vigilancia y orientación), habida cuenta que sus cimas alcanzan más de mil
quinientos metros (situándose casi a las orillas del mar). Conteniendo los picos alicantinos de Aitana,
una vegetación y orografía casi igual a la que tienen las montañas de la isla de Creta; cimas
minóicas que -por otro lado- sabemos eran sagradas y estaban dedicadas a diosas como la
mencionada antecesora de Atenea. Por cuanto pienso personalmente que la ciudad ibera junto a
Hemeroskopéion pudo estar dedicada a esa diva cretense y tener un nombre similar a Atana, denominación
que en época romana fue cambiada por el de Diana. Llamando los latinos finalmente a esa ciudad ibera,
Diánion; voz que como dije, se identificaría con el nombre heleno de su vecina Hemeroskopéion (que habría
de traducirse como "observatorio del dia").

Acerca de la localización de aquellas urbes, las describe Estrabón detenidamente en su Geografía (III, 4.
6) diciéndonos: "Entre el Soucro (Júcar) y Karchedon (8), no muy lejos del rio hay tres fundaciones de
los massiliotas, de ellas la más conocida es Hemeroskopeion que tiene sobre su promontorio un
santuario dedicado a la Artemisa de Éfeso, muy venerado. Sertorio estableció aquí su base marítima.
Es un lugar bien defendido y apto para nido de piratas, de lejos es visible para los que se acercan
navegando. Su nombre es Dianión, es decir, Artemisión; en sus cercanías hay buenas minas de hierro
y dos islas, la de Planesia y la Ploumbaria" (9) . Tal como explica García y Bellido en su maravilloso y
clásico estudio de la Geografía de Estrabón, isla Planesia claramente es Tabarca, tanto como -en su
opinión- Ploumbaria sería cualquier islote donde los griegos recogían quizás el plomo en las
cercanías al Mar Menor. Afirmando este autor que (10) :"sin duda su nombre procede del latín plumbus,
que se obtenía en Cartagena" . Aunque no nos extrañaría que aquella fuera igualmente la isla de
Benidorm, visible desde Villajoyosa y de la Cala de Finestrat (donde se sitúa Alonis), quizás por la
forma perfectamente triangular que guarda; lo que podría recordar a una punta de flecha o a un proyectil de
honda (llamados "glande" y que se fabricaban en plomo).

Para finalizar diremos que Plinio el Viejo también se refiere a Dianión, situándola en el límite de la
Contestania, junto al Sucro (Júcar) y Lucento (Alicante) (H.N. III, 4, 20) ; comentando más tarde que Ibiza
(Ebusus) distaba de Dianión 700 Estadios, una igual distancia que que la separaba de Cartago la Nueva
(Cartagena) (H.N. III, 10, 76) . Mientras Ptlomeo situaba a Dianión a 15º, 45´y 39º 30´. Siendo la relación de
plazas que menciona la Geografía de este grecoegipcio la siguiente (por orden de aparición): "Litoral
Contestano: Lucentun, Carquedón la Nueva, Punta Escombraria, Desembocadura del rio Táber, Alonai,
Desembocadura del rio Saitabis, Puerto Ilicitano, Desembocadura del rio Sucron // Litoral Edetano:
Desembocadura del río Pallantia, desembocadura del río Turia, Dianión" (11) .

BAJO ESTAS LÍNEAS: Plaza de la Colegiata de Játiva (Xátiva) importante ciudad íbera denominada
Saetibi, sita en el interior y en las cercanías de Dénia. Un enclave imprescindible para subir a las
montañas de Aitana desde Sagunto y la costa de Valencia, pudiéndose luego encaminar desde allí a
Alcoy y pasar más tarde a los llanos de Villena. Desde donde en dos jornadas se llegaría a Albacete;
internándose pronto y por esa ruta, en las fuentes del Segura y posteriormente a las del Guadalquivir. La
importancia de Játiva pues, radicaría en cerrar o abrir el paso desde la ciudad portuaria griega de Arse
(Sagunto), hacia Alcoy y a las tierras de Albacete, desde las que se llegaría a Oretania (Jaén) -VER MAPA
QUE ESTUDIAMOS; DONDE HEMOS MARCADO EN VERDE UNA VIA DESDE SANGUNTO A ALCOY,
QUE NECESARIAMENTE CRUZA JÁTIVA-.

Por su parte, en esta curiosísima población se conserva una enorme afición taurina, seguramente de
origen ibérico. Tanto que el toro figura en los escudos de sus más importantes familias. Algunas tan
insignes como los Borja, que dieron dos Papas a la Iglesia (Calixto III y Alejandro VI) y que tristemente
fueron tan denostados, fundamentalmente por organizar corridas de toros en el mismo Vaticano -y debido a
su origen valenciano, que les excluía de los círculos autóctonos; quienes por entonces odiaban estas
familias aragonesas que desde Alfonso V dominaban Italia-.
2º.- PUERTO GRIEGO DE ALONIS ():
.
Su nombre podría proceder de la voz "aliskomai" (que significa "tomar", "vencer"; o bien de
"aloe" o "aloife" (), que sería "jugo" o "grasa" y -por ende- "aceite" (quizás refiriéndose al aceite
de oliva o al olivo de Atana, Atenea -montes de Aitana...-). Como hemos dicho al finalizar el pequeño informe
sobre Dianión, Claudio Ptolomeo cita Alonaí situada entre las desembocaduras del río Táber y el río Saitibis,
en el litoral contestano (12) . Sobre la localización de la Alonis griega mucho se ha especulado,
aunque definitivamente parece que se debiera identificar con una ciudad muy posterior -romana- de
casi igual nombre y sita en Villajoyosa. Pese a ello, no hay que descartar que otros
varaderos privilegiados y próximos a ella, pertenecieran también a Alonis; refieriéndonos a puertos
naturales como la Cala de Finestrat junto a Benidorm (muy cercana al yacimiento de Poble Nou, donde
se localiza actualmente esta urbe helena). En la cita de Estrabón que recogimos unos párrafos más arriba,
veíamos que este mencionaba tan solo a Hemeroskopéion como una de las ciudades massiliotas -entre
el Júcar Cartagena-; aunque hace referencia a otras dos urbes focenses (sin especificar
nombres). Siendo seguro que una de ellas fuera Alonis, mientras la última se trataría probablemente
de Akra Leuke (de la que hablaremos a continuación).

Por su parte el geógrafo Artemidoro de Éfeso la describe como "una isla y ciudad de Massalia", lo que
nos obliga a adelantar la fundación de este puerto al menos al siglo V a.C.. Además al hablarnos de
isla, creemos que mencionaría la de Benidorm, ya que en Villajoyosa tan solo conocemos la antigua
existencia de un islote en un lugar llamado hoy Montíboli. Pequeña cala donde se ha construido la "Ciudad
del tenis" a comienzos de los años setenta, hecho este que hizo desaparecer (o unir a tierra) la diminuta isla
redonda que la referida playita tenía (que por su tamaño creemos no puede ser la que Artemidoro
menciona). Asimismo Pomponio Mela (en Corografía II, 5, 93) tambien escribe sobre aquellos enclaves,
diciendo que al lado opuesto del Turia y en Sucro (Júcar), lejos de Valencia y Sagunto: "El otro seno
llamado Ilicitano, tiene las ciudades de Allone, Lucentia e Illici".

Como hemos dicho los yacimientos de Poble Nou y Castetes (en Villajoyosa) contienen entre sus
ajuares funerarios piezas datables al menos a finales del VII a.C. y de todo el siglo VI. Encontrándose
entre los hallazgos más antiguos numerosos restos griegos (cerámica de figuras negras, que dan testimonio
de una presencia helena muy temprana). Siendo muy destacado el famoso torito de Villajoyosa, que ya
hemos mencionado en numerosas ocasiones y que tiene sobre su frente la figura del lingote,
exactamente igual en su forma al pectoral del tesoro de El Carambolo. Siendo a mi parecer un hecho a
destacar que precisamente en este lugar -en uno de los puertos donde finalizaba la Ruta de Herakles-
aparezca precisamente una escultura que podemos identificar plenamente con un "buey de
Gerión". Es decir un bóvido con la marca del lingote piel de toro en su frente; a modo sagrado y con
un simbolismo que sin lugar a dudas nos lleva a recordar que desde estos enclaves (como Alonis o
Hemeroskopéion) salía por mar el metal traido desde las fuentes del rio Tartessos, para exportarlo en
barco hasta el Egeo.

BAJO ESTAS LÍNEAS: De nuevo otra foto del torito de Villajoyosa, procedente de la Necrópolis de
Poble Nou y descubierto en los años 70. En este caso hemos elegido una imagen tal como fue hallado,
sin cornamenta, ni orejas o lengua; conservando sus vanos para poner allí estos apéndices. Como
sabemos, además se le colocaría otra pieza en la frente (entre las astas), en forma de lingote y quizás
de oro. Esta importante escultura ibérica, de los siglo VI al V a.C. (propiedad del Museo Arqueológico
de Alicante, al que agradecemos nos permita divulgarla) creemos que se correspondería
iconograficamente con el ganado que roba Herakles en tierras de Tartessos. Unos bueyes de
Geriones que como el que vemos en la foto, posiblemente se exhibieran en los templos de la época,
simbolizando el totem de las riquezas y de la prosperidad en aquella Ruta Heraklia.

Adorándose estas esculturas quizás como un dios de la fertilidad por aquel pueblo greco-
ibérico (focense, egeo o anatólico, asentado en nuestras tierras) que comerciaba con el bronce de
Tartessos, desde estas costas alicantinas. Siendo mi opinión personal que estas efigies de toritos
servirían para encomendarse a ellos en la Ruta de los Metales (Vía de Hércules); rogándoles un buen
camino antes de emprender el viaje comercial, o agradeciendo el éxito obtenido al terminar la singlaura.
Una la travesía por tierra en la que lograban alcanzar los bienes procedentes de la rica Tartessos.
Todo lo que podría celebrararse venerando a estos "becerros de bronce" a los que acoplarían
cuernos, lengua y orejas (seguramente de ese metal); tanto como una marca en su frente similar al
lingote de cobre y que quizás fuera hecha en oro (13) .
1/a.- PUERTO DE AKRA LEUKE:
.
Hemos numerado de este modo (1-a) la ruta que tendría que salir desde la siguiente colonia focense;
ciudad llamada "punta blanca" en griego () y también conocida como Leukade, e incluso
para muchos como Lucentum -ya que comunmente se ha identificado con Alicante-. Aunque su
verdadera localización es aún muy dudosa y que por ello la hemos marcado con una interrogación,
bajo la bahía de Alicante. Pese a que a mi entender podría haber estado en el emplazamiento donde
durante los años setenta y ochenta se ha excavado el yacimiento de Cabezo Lucero (entre
Guardamar de Segura y El Rojal). Por ello he pintado allí el hexágono de localización, en ese punto
del cual creo que se hallaba muy próximo el puerto de Akra Leuke griego. Sin olvidarnos de que
posiblemente del recuerdo de aquella ciudad -una vez desaparecida o destruida por los cartagineses- pudo
nacer la posterior Leukade; en un lugar distinto pero cercano y que definitivamente daría lugar a la
Lucentum romana (asentada en El Tosal, de Alicante).

Siendo así y por las dudas existentes acerca de la situación de Akra Leuke, hemos puesto el número
(1-a) en el punto de partida donde creemos que estaba. Muy cercano a Guardamar y desde el cual
encaminándonos hacia Villena y Albacete (para ir a las fuentes del Guadalquivir), se pasaría
obligatoriamente por Elche y por Monforte del Cid. De tal modo, la localización de Akra Leuke en
Cabezo Lucero (cuya traducción es la misma), explicaría el hallazgo de la Dama de Elche y de una
escultura muy similar y cercana, llamada la Dama de Cabezo Lucero, (encontradas ambas tan solo a
unos kilómetros de distancia y en la dirección a Villena, desde Guardamar).

De esta forma y suponiendo que Akra Leuke estaba en Guardamar y Rojales -Cabezo Lucero-,
sabiendo que debía haber un camino que condujera desde allí hasta Villena (para incorporarse en ese
punto a la ruta de los metales hacia Oretania). Ello explicaría la importancia de Elche, tanto como nos
daría también respuesta a la existencia de piezas como los toros "sagrados" hallados en Monforte
del Cid (población intermedia entre Villena y Elche). Lugar donde se encontraron al menos dos
esculturas de bueyes, entre las que destaca la figura que vemos en imagen -más abajo-, que se trata de
una basa de columna, con un torito en piedra caliza. Pieza que tiene unas características muy similares
a las del bóvido de Vilajoyosa; ya que lleva unos vanos donde introducir las orejas, los cuernos y
otro para una pieza sobre la frente, con forma de lingote. Todo lo que obliga a suponer que esta res
esculpida de Monforte del Cid, igualmente sería uno de estos "toros de Geriones" idealizados y que
se adorarían o venerarían en este camino de los metales.

BAJO ESTAS LINEAS: Dama de Cabezo Lucero, hallada en Guardamar de Segura en el año 1987 y
propiedad del Museo Arqueológico de Alicante (al que agradecemos nos permita divulgar la imágen).
Fechada en Periodo Orientalizante y -en mi opinión- de enorme influencia cretochipriota (concretamente
chipriota arcaico), es un claro ejemplo escultórico que nos puede indicar la procedencia de los
colonizadores de esta zona, durante esta etapa de los siglos VI y V a.C.. En otras ocasiones trataremos
más en profundidad acerca de esta interesante pieza, cuya relación con la Dama de Elche parece tan
indiscutible como evidente (no solo por sus adornos, ornamentación estilo y época; sino también por la
cercanía desde Cabezo Lucero a la ciudad Ilicitana, entre las que no habrá más de treinta kilómetros de
distancia).
Cuanto antes hemos expresado es lo que nos hace considerar que Akra Leuke estuvo en Cabezo
Lucero(junto a Guardamar) y no tanto Lucentum (Alicante). Habida cuenta que con esta hipótesis y
partiendo allí del camino hacia Oretania (pasando por Villena); nos explicaríamos los sucesivos
hallazgos de una Dama en ¿Akra Leuke?, tanto como otra en Elche y más tarde, los bueyes de Monforte
del Cid. Esculturas sagradas ibéricas que aparecen antes de llegar a Villena, donde ya se unirían las
rutas que procedían desde Hemeroskopion y desde Alonis (con esta última, venida de
Guardamar). Siendo Villena un punto de encrucijada de vías terrestres que se internaban desde la costa,
hacia el interior peninsular; por lo que no resulta extraño que allí fuera donde también se encontrase un
maravilloso tesoro (no hace mucho).

Aunque aquel hallazgo pertenece a épocas muy anteriores de las que hablamos, ya que el ajuar de
oro de Villena se debe datar a fines del II milenio a.C.. Una ocultación de la Edad del Bronce, que nos
indicaría como este camino o ruta del oro, -que comenzaba el litoral alicantino y llegaba hasta las fuentes
del Guadalquivir (pasando por Albacete)-, tendría seguramente sus orígenes en época de
Micenas. Puesto que en mi opinión, habría sido ya creado por gentes venidas de Oriente casi mil años
antes que los griegos; culturas que dejaron aquel tesoro escondido en tierras de Villena. Navegantes
procedentes de la Creta Minóica, de Chipre o de Biblos y de Oriente Medio; llegados desde zonas como
Ugarit o Ebla y que habrían podido crear y fundir el maravilloso ajuar de Villena (con un refinamiento y
calidad de trabajo que tan solo es comparable a la orfebrería de Egipto o al trabajo de joyería en
Mesopotamia).

Para finalizar diremos sobre Akra Leuke, que esta ciudad suponen también muchos que se trataba de
Alicante. Pese a ello, el término de Akra Leuke nunca puede ser fenicio ni cartaginés, todo lo que muestra
que hubo una fundación helena, previa y distinta a la Lucentum romana. Ciudad que algunos creen estuvo
asentada sobre el llamado Castro Albo alicantino. Un "Cerro Blanco" que se identifica hoy con el actual
yacimiento de Tosal de Manises (sito en un otero de Alicante llamado Monte de Santa Bárbara). Aunque en
mi opinión la Akra Leuke púnica sería una segunda ciudad, fundada ya en el recuerdo de la anterior
(y en lugar distinto). Ello es un hipótesis propia, por la que considero como una vez desaparecida la urbe
greco-ibérica -seguramente destruida por los cartagineses-, fue refundada por Amilkar en el Año 231
a.C. (esta vez, en la actual Alicante).

Los hechos que narramos enlazan con los que ya estudiamos en anteriores entradas, cuando vimos
como Tito Livio (en Ab Urbe Cóndita), escribió lo que le acontece al general cartaginés mientras se
encaminaba hacia Akra Leuke, parando a descansar con los suyos frente a Helike (Elche de la Sierra).
Plaza en la que unos reyezuelos iberos aprovecharon para tenderle una emboscada, acabando con
su vida y con su ejército; avalanzando sobre aquellos cartagineses manadas de toros con teas en
las astas o uncidos a carros ardiendo (14) . Todo cuanto nos hace comprender la sacralidad de los
bóvidos entre los iberos, que los usaban para realizar sus artimañas en las batallas (o como ardid
militar); razón que veo personalmente como el origen del toreo y de las fiestas populares hispanas, en las
que se juega con el toro.

BAJO ESTAS LÍNEAS: La famosísima Dama de Elche, propiedad del M.A.N. al que agradecemos nos
permita divulgar su imagen. En mi opinión esta escultura pertenecería a un templo -o palacio- de gran
importancia en el inicio (o final) de la Ruta de Hércules. Puesto que la ciudad de Ilici o Ilice (de los
iberos, romanos y cartagineses), se correspondió con una de las llamadas Helíke por los griegos, y que
estuvo entre las más importantes urbes ya desde el siglo VI a.C.. Referida en infinidad de fuentes
clásicas, ya vimos como Pomponio Mela habla de aquella escribiendo que "El golfo ilicitano tiene las
ciudades de Allone, y Lucentia con Ilice, de la que (este) recibe el nombre" (15) . Enclave heleno sobre la
que igualmente mencionamos lo que Plinio el Viejo nos transmitía en su Historia Natural, narrando: "En lo
que queda de la costa está el rio Táder, y la colonia inmune de Ilici, de donde viene el nombre de Golfo
Ilicitano; a ella están inscritos los icositanos. Luego están Lucento población de latinos y Dianio
(estipendiaria), el rio Sucro y antaño la población de igual nombre a este, límite de la Contestania" (16). En
otras ocasiones trataremos acerca del significado y ornamentación de esta Dama, aunque ahora la
presentamos como una muestra más de la estatuaria en este camino de los metales -desde sus
puntos principales de partida (o llegada)-.
1/b y 1/c ELCHE Y MONFORTE DEL CID (hallazgos):
En estas dos poblaciones situadas entre "nuestra localización" de Akra Leuke (Cabezo Lucero) y
Villena, han sido fuente de diferentes descubrimientos de importancia. Destacando la famosa Dama, que
fue encontrada casualmente hace casi ya siglo y medio junto a unas ruinas romanas. Pese a que la
pieza pertenece a época ibérica y representa a una diosa o reina principal de aquella Ilici (obra que
quizás sobrevivió al tiempo al ser trasladada hasta una villa o templo muy posterior). De un mismo modo,
más recientes y curiosos son los últimos hallazgos de Monforte del Cid -por cuanto se trata de toros-.
Bóvidos de gran tamaño y entre los que destaca una pieza que ya hemos mencionado varias veces, que
porta la frente también marcada con la forma del lingote (conteniendo un vano igual al de Villajoyosa
para colocar allí una pieza metálica y que imitaría el pectoral tartessio -o talento "keftiu"-).

Siendo estos dos toritos encontrados en Monforte, figuras esculpidas en piedra caliza, de los que un
segundo ejemplar (hallado hacia 1982), se trata de un monumento funerario. Una columna con basa
que sostiene al astado en su cumbre; monolito ibérico estudiado por Almagro Gorbea y Manuel Ramos
Fernández tras su descubrimiento en una gravera -fechándolo igualmente hacia el siglo V a.C.- (17) . Un
uso muy semejante hubo de tener el más famoso de los dos; del que ya hablábamos en anteriores
párrafos (y que recogemos en imágenes bajo estas lineas). Aunque este no se situaba sobre un pilar,
ya que era un verdadero "toro" de columna. Es decir, que contiene un agujero central para introducir en
su lomo un vástago que sujeta la referida columna, que se asentaría sobre aquel. La utilización de una
figura de bóvido en la zona baja y como una basa, mucho nos recuerda a la arquitectura oriental del
II y comienzos del I milenio a.C.; en especial a la de Mesopotamia (fundamerntalmente a la Aqueménide
y a la Asiria). Por su parte, este "toro" del pilar, ya dijimos que tiene varios vanos para encajar en la
cabeza sus cuernos, las orejas y la señal de la frente, Marca que sabemos era la del lingote y por lo
que hemos llamado "los Bueyes de Gerión" a las esculturas de becerros con ese vano frontal y
aparecidas en ese Camino de Hércules.

BAJO ESTAS LÍNEAS: De nuevo, el toro de Monforte del Cid fechado en el siglo VI a.C., perteneciente
al Museo de Elche (al que agradecemos nos permita divulgar la imágen). Encontrado en un santuario
junto a río, sostendría sobre sus lomos una estela, mientras en su frente llevaba la marca del lingote
"tartessio".
2.- SANTUARIO DE LA SERRETA DE ALCOY:

Regresando a las vías que procedían de Hemeroskopéion (Denia) y de Alonis (Villajoyosa), volvemos
al punto de encuentro entre estas dos. Una unión que se produciría en Alcoy y junto a la famosa
Serreta, desde donde se bajaría ya hacia los llanos que conducen a Villena. La importancia de este alto
-tras la Sierra de Aitana-, no solo se debería a constituir un cruce de caminos y un lugar de encuentro
entre los que iban hacia la meseta y los que se dirigían a la costa. Sino que además era el refugio
ideal para los habitantes del litoral en caso de razzias o problemas; ya que podían esconderse en
aquellos montes altos, cercanos al mar y riquísimos en aguas dulces. Tanto que muy cerca de Alcoy
se halla el pueblo de Polop de la Marina, cuyos caños nunca dejan de manar, de un modo tal que
incluso se recuerda que en la Edad Media -y en años de grandes sequías- hubieron de abastecer desde
Polop a poblaciones castellano manchegas muy lejanas (diciéndose que venían a recoger sus aguas desde
Sigüenza).

Ello daría lugar a diversos asentamientos ibéricos, entre los que destaca el llamado santuario de la
Serreta. Un baluarte en el alto de la Sierra de Alcoy de fundación jónica (al menos del siglo Vi a.C.),
que contiene algunas de las primeras epigrafías en idioma greco-ibérico encontradas. Habiéndose
hallado allí el famoso plomo que lleva su nombre y que se fecha entorno al siglo V a.C.. Una placa
escrita en idioma de los iberos, pero redactada en caracteres jónicos arcaicos; todo lo que confirma la
colonización llegada desde tierras anatólicas -o desde el Egeo más oriental- durante aquellos siglos
en los que Tartessos era el gran mito de los metales.

COMENTARIO A LAS IMÁGENES: Arriba, fachada del antiguo ayuntamiento de Alcoy, actual museo
arqueológico en que se albergan las interesantísimas piezas ibéricas halladas en La Serreta. Bajo
estas líneas, una foto de la ciudad de Alcoy y la sierra que la rodea, en cuyas cumbres se han
encontrado diversos restos, entre los que destaca el famoso santuario de La Serreta (con
inscripciones epigráficas greco-ibéricas muy tempranas). Tratándose esta escritura de una lengua
autóctona (ibero) recogida en un tipo de caracteres procedentes del Egeo y concretamente muy
ligados a los alfabetos jónicos del siglo VII a.C.; siendo una de las primeras formas de epigrafía
aparecidas en nuestra Península (auque posterior al alfasilabario turdetano). Todo lo explica cómo
las colonizaciones venidas desde el mar Jónico -de Chipre o Creta-, importaron los signos que más
tarde adaptan y desarrollan los iberos para redactar su lengua propia.
3.- VILLENA:
.
Llegamos a este punto en el que confluirían los tres caminos: El procedente de Hemeroscopéion, el
que venía de Alonis y el que partía de Akra Leuke (tanto si fuera esta última Alicante, o bien Cabezo
Lucero).Siendo muy destacable que estos tres se unieran en un lugar donde se ha encontrado no hace
mucho (en el año 1963) una de las ocultaciones de joyas más importantes, entre las pertenecientes a
la protohistoria. Siendo este el llamado Tesoro de Villena (del que antes hemos hablado) con una labor
maravillosa de orfebre y una manufacturación de oro y plata, en una cantidad y calidad, solo
comparables con los más ricos e importantes trabajos de Egipto o Babilonia en su misma época.
Puesto que ese ajuar oculto de Villena (compuesto de gargantillas, pulseras vasijas y etc) se fecha entre
los siglos XIII al X a.C.; un tiempo en el que parece que en nuestras tierras no pudo imaginarse la
existencia de una joyería de tanta calidad. Aunque no es así, y bastaría con observar los trabajos de
ofebre encontrados en los megalitos, datados incluso mucho antes al de Villena (entre los siglos XX
al XV a.C.), para darse cuenta de que las joyas proto-ibéricas contienen un trabajo incomparable -
incluso muy superior a las posteriores realizadas por fenicios, griegos, romanos y otros colonos-.

Nos referimos a las lúnulas o torques (de pulsera y collar) megalitistas, cuya labor de fundido y de
joyero constituyen piezas formidables y que -en mi opinión- son mejores a otras halladas en la Península
y fechadas en épocas muy posteriores (incluso en la romana). Obras en oro y plata muy similares a las
que se hacen y se fabrican durante este II milenio a.C. por toda la cuenca Atlántica (especialmente en
Portugal e Irlanda); donde también podemos hallar medias lunas y ornamentaciones de cuello y brazos, de
una calidad incomparable. Constituyendo aquellas joyas de la Edad del Bronce Ibéricas, un ejemplo de
trabajo de orfebrería nunca superado; ya que quizás al realizarse en "batido semifrío", contienen una
belleza y un diseño mucho más depurado que las que posteriormente se trabajaron al azufre -o con altas
temperaturas-.

Por lo demás, el hecho de que en Villena se encontrase ese tesoro datado en el II milenio a.C.,
indicaría la antigüedad de aquel camino del oro que estudiamos. Una ruta que seguramente se inicia
al menos quinientos años antes a la "llegada de Hércules"; refiriéndonos con esta metáfora mítica a los
griegos que se establecen en las ciudades de fundación massiliota cercanas de Alicante, para
llevarse el metal peninsular -"robar los bueyes"-. De este modo, el Tesoro de Villena -a mi modo de ver-
muestra y demuestra que este Camino de Hércules es muy anterior a la colonización focense. Puesto
que creo firmemente que desde aquellas playas del Levante -varaderos incomparables- y por los puertos
naturales alicantinos, entraron ya durante todo el II milenio a.C. gentes venidas desde Oriente Medio,
de Chipre, de Creta, de Ugarit o Ebla (e incluso desde Egipto, a través de sus navegantes bibliotas y
canaaneos).

Oleadas de marineros que vendrían durante etapas como el Minoico Medio (desde el 1800 a.C.) en
busca de los metales que tanto precisaban para defenderse y para comerciar. Mercaderes cuya ruta
natural sería navegar de cabotaje (bordeando los cabos) por Italia y Francia, llegando hasta Alicante. O que
bien -para no ser asaltados en sus barcos-, llegarían hasta nuestro litoral levantino por alta mar; navegado
así desde el Egeo o de la Jonia, a Creta, a Sicilia o Malta; y desde allí, a Cerdeña. Para pasar luego a las
costas alicantinas donde poder adquirir la plata y plomo de la actual Murcia y Almería, tanto como
para hacerse con el oro, cobre y estaño de las fuentes del Guadalquivir.

BAJO ESTAS LINEAS: Fotografía del Tesoro de Villena tal como la exhibe el Museo de Prehistoria de
Valencia (el original del ajuar se encuentra en Villena, en el museo que toma nombre de su descubridor
hace ahora cincuenta años). Como podremos ver en el mapa que analizamos, en esta población se unen
estos tres caminos: Dos de ellos viniendo de Alcoy y que partirían de Hemeroskopéion o de Alonis;
mientras otro llegaría a Villena desde Elche, Monforte del Cid, saliendo de Cabezo Lucero -Akra
Leuke-. Por lo que no es de extrañar que en Villena se haya encontrado (entre otros hallazgos
protohistóricos de importancia) este ajuar de un incomparable valor. Un tesoro fechado en épocas muy
anteriores al "Camino de Hércules" , todo lo que obliga a suponer que esta vía terrestre que unía el
Mediterráneo con las fuentes del Guadalquivir, era conocida y usada por gentes venidas desde
Oriente, al menos quinientos años antes a la llegada de los focenses.

4.- YECLA, EL CERRO DE LOS SANTOS:


El siguiente lugar en esta Ruta de Herakles que nos llevaría hasta Oretania, será otro punto común a los
tres puertos de partida. Una población que además goza de unos manantiales de fabulosa
salubridad, con un enorme poder curativo (llamadas "aguas de Pétrola"). Esas dos circunstancias (ser
el primer punto común a las tres vías y sus fuentes de sal) hicieron que fuera elegida para crear en
sus inmediaciones el santuario más famoso de etapa ibera. Nos referimos al llamado Cerro de los
Santos, situado en el Llano de la Consolación, junto a Yecla y que dista apenas unos kilómetros de Villena
-en la dirección desde la costa hacia las fuentes del Guadalquivir, que estudiamos-. Ello convertiría a Yecla
en una encrucijada importantísima en esta Ruta de los Metales, todo lo que explica el santuario allí
establecido; un recinto sagrado que permaneció en uso desde el siglo VI a.C. (hasta su destrucción tras los
edictos romanos que prohiben los templos paganos).

Por su parte, si deseamos conocer las jornadas de viaje que precisaban para llegar a este punto y desde
el mar, podemos calcular que Alcoy se situaba a dos días de camino de Hemeroskopéion y a una jornada
de Alonis. Mientras que Villena estaba a un día de Alcoy y a dos de Cabezo Lucero; de lo que debemos
considerar que se arribaba al Cerro de los Santos comunmente tras cuatro jornadas desde
Hemeroskopéion, tres días de camino partiendo de Alonis y otros tres saliendo desde Akra
Leuke (Guardamar de Segura). Además, tal como antes hemos expuesto, es sabido que las aguas de la
zona (llamadas fuentes de Pétrola) son muy sulfatadas y con unas enormes características
terapéuticas. Todo lo que le conferiría al lugar un carácter altamente sagrado, narrando algunas fuentes
clásicas que las sales obtenidas de sus pozos fueron un remedio que recetaban comúnmente los médicos
en época romana (18). Dichos manantiales salinos pasan precisamente por las faldas del Cerro de los
Santos, cuyos arrabales se denominan "Ramblas de las aguas saladas", donde de seguro paraban los
viandantes para reposar durante aquel camino de los metales.

Con el planteamiento expuesto podemos entender que ese lugar era el centro de reunión y hasta de
peregrinaje de los viajeros y de cuantos comerciaron el oro y la plata de las fuentes del Guadalquivir
y del Guadiana, desde los siglos VI a. hasta el comienzo de nuestra era (fechas en las que se datan las
esculturas y el templo ibérico del Llano de la Consolación). Entendiendo aquel santuario de Yecla como un
lugar donde los habitantes de la antigua Iberia irían a agradecer los bienes recibidos y a tomar baños
o aguas. Riquezas obtenidas a través del mercado y de la unión de tribus, lo que les obligaría a
mantener durante siglos abierta esa ruta, que partía desde el nacimiento de los rios Tartessos y el
Anas (tierras famosas por sus preciados metales) con las playas de Levante. Una vía
fundamentalmente comercial gracias a la cual obtendrían una enorme riqueza los iberos; por lo que no es
de extrañar que sus élites (reyezuelos, sacerdotes o guerreros) se hicieran retratar en piedra y
entregasen a este santuario del Cerro sus esculturas -seguramente como ofrenda del pacto comercial o
de la de hospitalidad obligada y recibida en aquel Camino de Hércules-.

Llamando enormemente la atención que estas obras en piedra del Llano de la Consolación, sean
comúnmente estatuaria civil o religiosa. Es decir que contengan retratos (propiamente dichos);
bustos e iconos de cuerpo entero, en las que representan a sacerdotisas y oferentes, pero más
comúnmente a matrimonios y a personajes en situación votiva (con un actitud que simplemente parece
el deseo de perpetuar su imagen). Todo lo que explicaría que son exvotos de clérigos, de reyes y de
comerciantes; pero no tanto de guerreros, ni de héroes militares, ya que apenas hay representaciones
de individuos armados. Lo que entendemos si consideramos este templo como un lugar sagrado por
su culto al comercio; debiendo comprenderse -a mi juicio- esa falta de armas en la estautaria de Yecla,
como el hecho manifiesto de que se trata de un recinto dedicado al "hospitium" y al mercado. Ya que los allí
iconografiados no desearon perpetuarse como soldados ni como generales; sino como personajes
civiles, quizás muy unidos por el comercio y sobre todo a la religión de todos. Un culto común que
creemos obligaba a cuidar de aquella ruta abierta y que nacía del pacto de mantenimiento de esta vía
del tránsito de los metales preciosos.
.
No es el momento ahora de analizar este punto sagrado de Yecla en profundidad, sobre el que ya hemos
tratado extensamente en algunos de nuestros artículos (19) . Aunque para todos los interesados les
recomendamos el libro de Mónica Ruiz Bremón intitulado "Los exvotos del santuario ibérico del
Cerro de los Santos", donde se puede comprender el significado y el origen de este importantísimo
yacimiento (20) . Por su parte, querríamos destacar que la estatuaria del Llano de la Consolación es
muy parecida a la que se da en Chipre en época prácticamente coetánea. Nos referimos a la
denominada del periodo arcaico-chipriota y que prolifera en esta isla entre los siglos VII a. V a.C.;
desarrollándose hasta el momento final en el que la cultura autóctona (eteo-chipriota) cae o se
extingue. Siglos en los que hemos de suponer que tras la invasión de aquella isla por los Asirios y luego por
los griegos, hubieron de huir las gentes de Chipre hacia otras tierras; estableciéndose muy
probablemente en las colonias y en lugares lejanos con los que habían comerciado. Siendo este
seguramente el caso del Levante español, que pudo recibir una oleada de cretochipriotas durante esos
siglos que comprenden del VI al III a.C.. Todo lo que explicaría no solo el auge de colonias como
Hemeroskopéion o Alonis, fundadas por massiliotas, pero enriquecidas muy probablemente a través
de aquellos que se refugian en el Occidente (escapando de las diferentes invasiones y convulsiones
de Oriente). Entendiéndose a su vez de este modo, la posterior permanencia y profusión por todo el
área levantino-turdetana de una estatuaria de tipo cretochipriota (que se produce en la zona
comprendida desde Alicante a Albacete y Jaén).

COMENTARIO A LAS IMÁGENES: Sobre estas líneas la famosa Dama oferente del Cerro de los Santos.
Muy semejante a la de Elche y a la de Cabezo Lucero, es un claro ejemplo de estatuaria de inspiración
egea en nuestras tierras. Un arte cuyo parecido con el que se realiza en Chipre poco tiempo antes, es
asombroso; pese a que la separación entre estas culturas y esculturas sea de miles de kilómeros
por mar, aunque apenas de cincuenta años en la Historia. Todo lo que me lleva a concluir que estas
damas, tanto como gran parte de las figuras realizadas durante los siglos VI a. III a.C. en el mundo
ibérico cercano a la Ruta de Hércules, son de origen cretochipriota y jónico (al igual que jónico -y no
ibérico- fue el alfabeto con el que los habitantes autóctonos escribieron su propia lengua ibera en
este área del Levante) -agradecemos el Museo Arquológico Nacional (propietario de la escultura en
imagen), nos permita divulgar su fotografía-.

ABAJO: Dama protochipriota existente en los fondos del Museo de Estambul (al que agradecemos
nos permita divulgar la imagen). Fechada hacia el año 560 a.C., podemos ver en ella su parecido con la
estatuaria levantina de unos siglos después. Similitudes muy destacadas en su forma de trabajo,
tanto como en su carácter, e incluso en sus ropas y en su joyería, hacen indiscutible esta unidad. La
unión entre Chipre y Creta con la cultura ibera que no nos debiera asombrar; puesto que para un
creto-chipriota acostumbrado a navegar (sin cabotaje) arribar hasta Alicante, tan solo supondría unas
jornadas más de las que habían de usar para llegar a Egipto -o a la misma Grecia
Occidental-. Pudiéndose calcular el trayecto en unas tres semanas de singladura; unos veinte días en
los que bastaría seguir simplemente dirección al Occidente puro, llegando a Malta, a Sicilia o Cerdeña, y
luego, a las costas peninsulares.

Entre los argumentos que esgrimen algunos para considerar que los colonizadores de Iberia no pudieron
venir desde zonas tan lejanas y en tiempos tan tempranos; está considerar que no "se atreverían" a realizar
largos trayectos, ni sabían orientarse en tramos sin cabotaje. Por su parte la singladura es relativamente
sencilla en verano, tanto que se puede hacer a día de hoy en un pequeño velero. En relación con la
orientación, basta pensar que desde el IV milenio a.C. se conocía el nombre de todas las estrellas y las
gentes atravesaban los desiertos. A todo ello, habría que añadir que hablamos de un momento histórico en
que los jóvenes estaban obligados en su mayor parte a ir a la guerra; batallando en unas condiciones
precarias, donde los tormentos y penas que sufrían los vencidos y prisioneros eran terribles. Por ello viajar
hasta el Occidente lejano en barco, debía ser un paseo digno tan solo de comerciantes ricos (nada
semejante en su peligro al deber común de las armas).
6.- CHINCHILLA (la antigua Saltigi y la Tumba de Pozo Moro):
Siguiendo con la Ruta de Herakles, más o menos en un día y caminando desde el Llano de Yecla
llegaríamos a Pozo Moro, que se encontraría junto a la antigua urbe ibera de Saltigi. Ciudad, Posada y
parada, mencionada en los Intinerarios de Antonino, como paso obligado entre la Meseta y Levante.
En cuyas inmediaciones se halla el sepulcro de Pozo Moro, excavado y estudiado en los años setenta y
ochenta principalmente por Almagro Gorbea. Encontrándose allí la tumba cuya fecha de su etapa más
antigua está entre los siglos VI y V a.C.. Monumento funerario turriforme, muy semejante a los
existentes en Ugarit (entre otros) y que los investigadores ya no dudan en considerarlo como neohitita. A
mi juicio frigio, pues tal como Fernando López Pardo explica, en aquel se representan escenas de
mitos sumerios catalizados por el mundo hitita. Habiendo realizado este autor un estudio iconográfico de
gran importancia, que junto con otras investigaciones recientes (como las de Jorge García Cardiel),
dejan bien claro que el origen de este enterramiento turriforme alabaceteño está en tierras de
Anatolia y en los siglos anteriores al VI a.C..

Acerca de ello ya hemos tratado en profundidad en varias de nuestras entradas (22) , tanto como
hablábamos de la herencia del mundo frigio en nuestra Península. Por su parte, en otros artículos
escribíamos sobre los herederos de Micenas, tanto como de la influencia de los dioses frigios en
nuestras tierras; lo que se observa sin duda sobremanera en la cultura ibérica de esta zona (23) . Por
cuanto decimos, recomendamos a los lectores interesados en la relación entre el mundo egeo o el
Neohitita con la tumba de Pozo Moro, leer o consultar nuestros artículos referidos. Entradas que
recogemos en las dos citas anteriores, donde se explica la gran unión e influencia de aquellas
civilizaciones anatólicas sobre las peninsulares. Tanta, que el tesoro de El Carambolo porta grabados
los emblemas de la diosa hitita Kubaba (quien sería la posterior diva Cibeles romana).

COMENTARIO A LAS IMÁGENES: Sobre estas lineas, murallas y entrada de la preciosa villa de
Chinchilla del Monte Aragón. Abajo, foto de la Tumba de Pozo Moro, en el Museo Arqueológico
Nacional de Madrid (al cual agradecemos nos permita divulgar la imégen). Monumento funerario neohitita
y contemporáneo en el tiempo a los años en que los súbditos de Midas -famoso monarca de Frigia-
hubieron de huir de su reino. Etapa durante la que ese territorio anatólico fue sucesivamente invadido,
tras lo que aquel gobernante Midas sería destronado; un rey conocido por su comercio de metales y por
convertir en oro todo cuanto tocaba (del que se dice, le asesinaron -o le "suicidaron"- quienes le
vencen).

El destino de Frigia fue desolador, tanto que hubieron de huir de su país aquellas gentes herederas
del mundo neohitita -so pena de ser esclavizados o torturados hasta la muerte, por los que ocuparon su
reino-. El número de población que en masa se vió forzada al éxodo no lo conocemos, pero debía ser
muy numerosa debido a que el reino frigio contaba con una extensión que comprendía gran parte de
la actual Turquía. Todo lo que explica la aparición en ese momento de un tipo de estatuaria anatólica
y de determinadas religiones frigias, que se extendieron por el lejano Mediterráneo desde el siglo VII
a.C.. Destacando entre ellas en nuestras tierras el sepulcro de Pozo Moro, levantado en zonas cercanas al
Levante hispano; todo lo que nos lleva a comprender la construcción de este monumentos funerarios y la
aparición de estatuaria frigia en nuestra Península. Siendo la hallada en Chinchilla -a mi juicio- un
monumento perteneciente a una gran familia neohitita, quizás emparentada con el mismo rey Midas.

7.- BALAZOTE:
En algo menos de una jornada desde Chinchilla, llegaríamos a Balazote, donde a finales del siglo XIX
se encontró la famosa "Bicha" y de cuyo hallazgo ya hemos tratado extensamente. Para quienes
estén interesados en conocer el significado de esta escultura, que representa un Aqueloo -como toro
androcéfalo barbado-, les recomendamos lean nuestras tres anteriores entradas (dedicadas plenamente
a ello). Pese a lo ya escrito, añadiremos que la iconografía de un dios de los manantiales en este punto
de Albacete, es totalmente comprensible; puesto que algunos textos clásicos afirmaban que allí
nacía el mismo río Tartessos. Aunque en verdad no fuera el Guadalquivir el que mana en las
proximidades de Balazote, sinó el Guadiana,cuyos "ojos" proceden de estas tierras cercanas a Lezuza.
Unos hechos que diversos autores antiguos también mencionan y destacan (como puede verse en
Ptolomeo). Habiendo sido famosas estas tierras manchegas durante la Antigüedad, por su riqueza en aguas
y en metales preciosos (24) . De ello puede entenderse no solo el valor simbólico de La Bicha como un
Aqueloo dios de las fuentes, sino asimismo la significación de esta iconografía como la del protector
de las riquezas. Puesto que el nacimiento del Anas (Guadiana) era tenido igualmente por un lugar
con importantes yacimientos de auro-argentíferos.

COMENTARIO A LAS IMÁGENES: Arriba, una nueva foto que hemos trabajado para destacar la famosa
Bicha, desde una reproducción que guarda el Ayuntamiento de Balazote (al que agradecemos nos
permita divulgar la imagen). Mucho hemos hablado sobre esta interesante figura de la que sabemos es un
modelo típicamente anatólico-egeo.

BAJO ESTAS LÍNEAS: Estatua en bronce de unos quince centrímetos de altura y procedente de Urartu
(Turquía); fechada en el siglo VIII a.C., perteneciente a El Hermitage (museo al que agradecemos nos
permita divulra la imagen). Figura un dios Tammud (mitad hombre y mitad toro), aunque mejor sería
decir un Lamassu persa como custodio. La escultura componía una pieza de un trono (quizás de un
brazo de silla) y fue hallada en 1884 en el reino de Urartu (Toprak Kale). Vemos aquí uno de los
antecesores de la Bicha de Balazote, de la que hemos estudiado sus orígenes y significado en las
anteriores entradas.

ORETANIA:
Saliendo de Balazote y tras cruzar Alcaraz ya subiríamos hacia las fuentes del Segura, llegando en
unas dos jornadas más, hasta tierras de Jaén. Entraríamos entonces en Oretania, uno de los reinos
turdetanos que posiblemente estaban en alianza, o pertenecían al dominio de Tartessos. Siendo esta
la tierra donde el oro y la plata parece que abundaban por doquier y desde la que incluso se accedía
a los yacimientos de mercurio en Almadén -otro de los minerales más valiosos-. Un metal líquido
imprescindible para depurar y tratar el oro y la plata, cuyas minas de Ciudad Real (cercanas a Jaén)
fueron explotadas desde tiempos inmemoriales. Habiendo sido el mercurio (que daba nombre al
comercio) tanto a más valioso que el propio oro, al cual derrite y purifica como si se tratase de fuego.

En este área oretana y continuando la ruta desde Balazote hacia Cástulo (su capital o ciudad
principal), nos encontramos entre otros yacimientos arqueológicos -marcados en el mapa-:
.
-El Santuario ibérico de la Cueva de Lobera.
.
-Las tumbas reales de Hornos de Toya.
.
-El Santuario de El Pajarillo (con sus famosísimas esculturas de tipo orientalizante).
.
-Ibros, ciudad y sus murallas ciclópeas.
.
-Cástulo, junto a Linares (capital de Oretania).
.
-Los santuarios de Collado de los jardines, en Despeñaperros.
.
-El conjunto escultórico de Cerrillo Blanco (junto a Porcuna en lo que fue la ciudad de Obulko ibera).
.
-Finalmente y bajando por el rio Guadalquivir, desde Porcuna, llegaríamos en una jornada a Cordoba (Kart-
iuba, fenicia) y en otros dos días más, hasta la Spal fenicio-tartéssica (Sevilla).

Terminaremos esta disertación sobre el Camino de Hércules recogiendo algunas palabras de


Estrabón que explican perfectamente las comunicaciones en los márgenes del Guadalquivir: "Las
orillas del Betis son las más pobladas; el río puede remontarse navegando hasta la distancia aproximada de
mil doscientos estadios, desde el mar hasta Kordyba (Córdoba), e incluso hasta algo más arriba.(...)
pueden subir navíos de gran tamaño; hasta las ciudades de más arriba, como Ilipa (hoy Alcalá del Río),
sólo lo más pequeños. Para llegar a Kórdyba es preciso usar barcas de ribera, hoy hechas de piezas
ensambladas, pero que los antiguos las construían de un solo tronco. Más arriba de Kastoulón (Cástulo,
Cazlona junto a Linares) el río de ser navegable. Varias cadenas montañosas y llenas de metales siguen
la orilla septentrional del río aproximándose a él unas veces más, otras menos. En las comarcas de Ilipa
(Alcalá del rio) y Sisapón (Almadén, famosísima por sus minas), tanto la antigua como la moderna,
existe gran cantidad de plata. Cerca de las llamadas Kótinai (desconocidas, posiblemente las cercanías
del Segura) nace cobre y también oro. Cuando se sube por la corriente del río, estas montañas se
extienden a la izquierda, mientras que a la derecha se dilata una grande y elevada llanura, fértil, cubierta de
grandes arboledas y buena para pastos". (ESTRABÓN, Geografía 3, 2, 3-4 ; traducción tomada del libro ya
mencionado de Antonio García y Bellido)
COMENTARIO A LAS IMÁGENES: Arriba, torito del grupo escultórico del Cerrillo Blanco de Porcuna,
la antigua Obulko (propiedad del Museo Arqueológico de Jaén, al que agradecemos nos permita divulgar
su imagen). Su estilo, como vemos, es claramente influenciado por el tipo de escultura jonia o
cretochipriota; lo que creemos se debe a las "corrientes" llegadas hasta las orillas del Guadalquivir
a través del mencionado Camino de Hércules. Habiendo de deducirse que esta figura pertenecería a los
años en los que "los Arganthonios" (reyes de Tartessos) comerciaron con "los Kolaios de Samos"
(las gentes de la jonia). Un tiempo que debió transcurrir entre el 672 y el 535 a.C.; algo más de un siglo
en el que Tiro y Sidón -junto a los fenicios y los cartagineses- sufrían la tremenda presión de Asiria en sus
tierras y bases de origen.

Por cuanto podemos imaginar que en estos años de asedio sufrido en los principales enclaves
económicos púnicos, aquellos egeos o jonios que desearon acercarse hasta Tartessos para adquirir
sus metales, lo pudieron hacer con cierta libertad. Máxime si entraban por la vía terrestre que hemos
estudiado, escapando al control de las naves fenicias (cuyas bases se situaban fundamentalmente en El
Estrecho). Poco después, el cerco sirio se extendió por el norte de Oriente Medio hasta Anatolia;
zonas que cayeron igualmente bajo el dominio de los reyes de Mesopotamia. Unos hechos
que obligarían a huir a muchos de los helenos asentados en esta península -hoy Turquía- y en sus
costas; sabiéndose que los focenses tras el ataque de Harpago y la destrucción de sus ciudades,
lograron establecerse en Cerdeña principalmente.
.
Aprovechando aquellas tristes circunstancias vividas por los griegos navegantes, estos poco tiempo
después fueron atacados por los cartagineses; quienes deseaban recuperar el monopolio del
comercio de metales en el mar (primacía que tuvieron los púnicos hasta la caida de Tiro y Sidón). De tal
manera, Cartago vence a la flota helena en Alalia hacia el 535 a.C.; por lo que aquellos pocos
focenses que aún quedaban en este puerto parapetados o huidos, se dispersan hacia sus múltiples
colonias amigas (junto con otros muchos otros egeos, también obligados a escapar del asedio persa y a la
tenacidad fenicia). Gentes de amplia raiz y costumbres anatólicas, de los que probablemente una gran
parte se escondieron y asentaron en nuestras tierras, importando muchas de sus costumbres y de
sus artes al mundo ibero. Fruto de ello creemos que es la civilizacion greco-levantina, tanto como la
estatuaria, los templos, los santuarios e iconos, que hemos ido analizando a lo largo de la Ruta de
Hércules. Abajo, un semis de bronce del siglo II a.C. acuñado en Kástulo (Cazlona ciudad ibera frente a
Linares).

EL EXTRAÑO CASO DE MAINAKE:


Un último punto a tratar -en relación con la ruta de los metales griega- sería el caso de
Mainake;colonia helena en territorio turdetano, que casi podríamos asegurar estaba bajo el
control y autorización fenicia. Tanto que personalmente creo, se trataba de "un barrio" de Malaka
desde el cual los helenos comerciaban directamente con los púnicos y siempre sometidos a la
vigilancia y el beneplácito de estos. Aquella "extraña colonia helena" tan cercana a una base fenicia, se
llamó Mainake, lo que a muchos recuerda a Malaka; nombre que consideran como "raro" -o demasiado
coincidente- cuantos la han estudiado. Así acerca de esta "urbe" nos transmiten los textos antiguos
ciertas noticias de interés relacionando ambas ciudades, entre los que destacamos primero uno
de Estrabón que expresaba ideas semejantes a las expuestas: "En esta costa la primera ciudad es
Malaka (Málaga), distante de Kalpe (Gibraltar), tanto como ésta de Gadeira (Cádiz) (...) Creen algunos
que (Malaka) es la misma Mainake que, según hemos oído, era la última de las ciudades de los
foceos hacia Occidente, cosa que no es así, ya que ésta está más lejos de Kalpe y ha sido destruida,
aunque conserva todavía las trazas de una ciudad griega, en tanto que Malaka está más cerca y tiene una
planta fenicia" (25) .

Como decimos, varios autores refieren la "extraña" coincidencia de Mainake con el nombre
de la Malaka fenicia, tanto como el parecido de ella con otra ciudad vecina -confundida con
aquella- llamada comúnmente Mainoba o Mainóbora. Todo cuanto deja como cierto que esa base
focense fundada en el siglo VII a.C., estaría ya destruida unos doscientos años después de su
comienzo (cuando cesan las fuentes que la mencionan). Dichas confusiones e identificaciones entre
Mainake, Malaka, Mainoba (o Mainóbora) también se observan en un fragmento del periplo
marsellés ORA MARÍTIMA, del siglo VI a.C. -"copiado" por Rufo Festo Avieno- quien dice en sus
versos: (26) "el río de Malaka con la ciudad del mismo nombre, siglos atrás llamada Menake. Allí, delante
de la ciudad, hay una isla del dominio de los tartessios, consagrada, tiempo atrás, a la diosa Luna por los
habitantes del lugar. Cerca de la isla hay una laguna y un puerto espacioso. La ciudad de Menake está
colocada en lo alto". Fragmento del periplo en el que vemos la confusión entre Malaka y una urbe
llamada Menake, que bien puede referirse a la Mainake griega.

Por su parte, acerca de esta colonia griega al comienzo de este artículo hemos anotado como también las
fuentes comentan la existencia de un camino terrestre que llevaba hasta el mismo Tartessos en
cinco días; siendo ello igualmente recogido Rufo Festo Avieno (27) . Una vía "secreta" que conduciría en
pocas jornadas hasta el nacimiento del Guadalquivir, o bien hasta las desembocaduras de este río y
las del Tinto y el Odiel; debiendo entenderse así la frase "en cinco jornadas llegaban hasta el interior de
Tartessos". Por cuanto hemos expuesto, puede creerse que aquella ruta de cinco días desde Maikake,
fue una ruta que usaron -o abren- los griegos en el tiempo en que los fenicios no pudieron controlar
el comercio con la Turdetania (menos aún en tierras del interior). Periodo que se cita históricamente
como el del rey filoheleno Arganthonios y que fecharíamos entre los años 672-650 a.C. y el 550-535 a.C..
Es decir, desde las crisis de Tiro y Sidón, hasta la batalla de Alalia. Más de un siglo, en el cual
seguramente los focenses pudieron a comerciar directamente con Tartessos, sin el problema de la
rivalidad y control fenicios (habida cuenta la debilidad de la flota púnica ocupada en defender sus ciudades
de origen y principales baluartes comerciales).

Siendo -en mi opinión- aquellos los años en los que abrirían la ruta de Mainake a Tartessos, y en los
que esa colonia pudo florecer sin someterse a la presión fenicia. Pese a todo, también se observa
como estos griegos asentados junto a Malaka, no se atrevieron a atravesar en barco el Estrecho, lo
que denota dos hechos: Primeramente quizás el temor a navegar por aguas del Océano y de Gibraltar;
pero sobre todo el control de Gadir y de los puertos púnicos, sobre las costas cercanas a Tartessos -
quienes no dejarían llegar nunca por mar hasta el Bajo Guadalquivir (lo que obligaba a comerciar por
tierra)-. Todo ello, expresa a su vez, la importancia de estas vias terrestres en el mercado entre
Turdetania y los colonizadores jonios (quienes apenas podrían internarse hacia Tartessos por otra
ruta) (28). De cuanto podemos deducir, que quizás uno de los detonantes de la guerra cartaginesa-
focea fuera esta Mainake, colonia que quizás colmó la paciencia de los púnicos quienes deciden
atacar las bases helenas, destrullendo finalmente la flota griega en Alalia (en las fechas ya
mencionadas -cercana al 535 a.C.-).

BAJO ESTAS LÍNEAS: Códice alemán de 1467, miniado por JACOBO ANGELUS donde se encuentra
la Península Ibérica según la Geografía de Claudio Ptolomeo. Observemos en la costa Sur y sobre la
"V" de "Ibericvm" la marca de Maenuba -que se identifica comúnmente con Mainake- y que sitúa este
geógrafo describiéndola del siguiente modo: "desembocadura del rio Salduba (8º, 30´- 37º), Malaka
(8º,50´ - 37º, 30), Maínoba (9º, º15´ - 37º, 15´)" (Geog. III, 4, 6) .

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CITAS:
.(1): En el Itinerario ANTONINO XXXI, vemos como la Via Augústea bajaba por esta misma ruta, llegando desde SALTIGI
(Chinchilla del Monte Aragón) a LIBISOSA (hoy Lezuza). En medio, cita otra parada denominada PARIETINIS que comunmente se
identifica con Ventorro de la Vereda, en Paerazos Viejos. Una "posada" más se menciona como "Cabeza del Guadiana" (CAPUT
FLUMINIS ANAE) que se dice es El Bonillo (cercana a Lezuza), todo lo que expicaría la aparición de la escultura del Aqueloo llamada
Bicha de Balazote en las inmediaciones de esta zona.
.
(2): Principalmente lo nombra Ora Marítima, de Rufo Festo Avieno, en los versos 178 y ss.
.(3): El texto referido se habla en en el libro I, 152 de LOS SIETE LIBROS DE LA HISTORIA, donde narra el descubrimiento de
Tartessos por Kolaios de Samos; que en pleno naufragio y casualmente fue arrastrado las costas de Turdetania. Posteriormete y en
el mismo Libro I, 163, Herodoto habla de las relaciones entre Tartessos y los focenses, narrando como el rey tartesio
Arganthonios (que vivió ciento veinte años y reinó ochenta sobre Tartessos), recibió amablemente a estos griegos, les regaló plata
para que fortificasen su ciudad contra los persas, y hasta los invitó a establecerse en sus tierras. Llevó Kolaios la noticia de la
existencia de Tartessos hasta Samos y lograron amurallar su ciudad gracias a la ayuda del referido Arganthonios, pero fueron
a pesar de ello vendidos por Harpagos en el año 545 a.C. J.. Es este el momento en que han de emigrar estos fócidos de su
tierra anatólica y primero llegaron a Kios, para luego tener que marchar a Occidente. Según Herodoto, parece que quisieron
establecerse en Tartessos; pero Arganthonios ya había muerto por entonces y su sucesor, no fue tan hospitalario (todo lo que hace
suponer que ya por entonces los cartagineses dominaban esta zona de nuevo, impidiendo su paso a ajenos). Por ello, los
focenses se establecen fundamentalmente en Córcega, en donde tenían fundada desde veintidós años atrás la colonia
portuaria de Alalia. Llegando al poco tiempo los cartagineses, quienes les atacan en sus baluartes principales y destrullen
Alalia antes del 531 a.C., destrozando la flota griega y su supremacía sobre el comercio marítimo (Thalassocracia). Por lo
demás, el referido hecho que narra Heródoto acerca de Arganthonios, hemos de interpretarlo como una dinastía tartessíca
que durante unos ciento veinte años pudo comerciar libremente con los helenos, habida cuenta la crisis de Fenicia. Pese a
ello y tras la expulsión de los focenses de sus tierras (que vimos se produce en el 545 a.C.), los cartagineses retomarían el
poder en la zona y aprovechan para atacar a los griegos en sus bases, expulsándolos del mercado de los metales atlántico
antes del 531 a.C..
.
(4): EL REFERIDO RELATO DE HERÓDOTO ES EL SIGUINENTE QUE RECOGEMOS DESDE TEXTO LIBERADO EL LA
RED: "Los Nueve Libros de la Historia", Herodoto de Halicarnaso (Traducción P. Bartolomé Pou, S. J. y Versión para eBooks
Brasil):
.
LIBRO I, CLIO
.-.CLXIII. Para decir algo de Focea, conviene saber que los primeros griegos que hicieron largos viajes por mar fueron estos focenses,
los cuales descubrieron el mar Adriático, la Tirsenia, la Iberia y Tarteso, no valiéndose de naves redondas, sino sólo de sus
penteconteros o naves de cincuenta remos. Habiendo aportado a Tarteso, supieron ganarse toda la confianza y amistad del rey de los
tartesios, Arganthonio, el cual ochenta años había que era señor de Tarteso, y vivió hasta la edad de ciento veinte; y era tanto lo que
este príncipe los amaba, que cuando la primera vez desampararon la Jonia, les convidó con sus dominios, instándoles para que
escogiesen en ellos la morada que más les acomodase. Pero viendo que no les podía persuadir, y sabiendo de su boca el aumento
que cada día tomaba el poder de los medos, tuvo la generosidad de darles dinero para la fortificación de su ciudad, y lo hizo con tal
abundancia, que siendo el circuito de las murallas de no pocos estadios, bastó para fabricarlas todas de grandes y labradas piedras.
.
-.CLXIV. Así tenían los de Focea fortificada su ciudad, cuando Hárpago, haciendo avanzar su ejército, les puso sitio; si bien antes les
hizo la propuesta de que se daría por tal de que los focenses, demoliendo una sola de las obras de defensa que tenía la muralla,
reservasen para el rey una habitación. Los sitiados, que no podían llevar con paciencia la dominación extranjera, pidieron un solo día
para deliberar, con la condición de que entretanto se retirasen las tropas. Hárpago les respondió, que sin embargo de que conocía sus
intenciones, consentía en darles tiempo para que deliberasen. Mientras las tropas se mantuvieron separadas de las murallas, los
focenses, sin perder momento, aprontaron sus naves y embarcaron en ellas a sus hijos y mujeres con todos sus muebles y alhajas,
como también las estatuas y demás adornos que tenían en sus templos, menos los que eran de bronce o de mármol, o consistían en
pinturas. Puesto a bordo todo lo que podían llevarse consigo, se hicieron a la vela, y se trasladaron Quío. Los persas ocuparon
después la ciudad desierta de habitantes.
.
-.CLXV. No quisieron los naturales de Quío vender a los focenses las islas llamadas Enusas, recelosos de que en manos de sus
huéspedes viniesen a ser un grande emporio, y quedasen ellos excluidos de las ventajas del comercio. Viendo esto los focenses,
determinaron navegar a Córcega, por dos motivos: el uno porque veinte años antes, en virtud de un oráculo, habían fundado allí una
colonia, en una ciudad llamada Alalia; y el otro por haber ya muerto su bienhechor Arganthonio. Embarcados para Córcega, lo primero
que hicieron fue dirigirse a Focea, donde pasaron a cuchillo la guarnición de los persas, a la cual Hárpago había confiado la defensa
de la ciudad. Dado este golpe de mano, se ligaron mutuamente con el solemne voto de no Abandonarse en el viaje, pronunciando mil
imprecaciones contra el que faltase a él, y echando después al mar una gran masa de hierro, hicieron un juramento de no volver otra
vez a Focea si primero aquella misma masa no aparecía nadando sobre el agua. Sin embargo, al emprender la navegación, más de la
mitad de ellos no pudieron resistir al deseo de su ciudad y a la ternura y compasión que les inspiraba la memoria de los sitios y
costumbres de la patria, y faltando a lo prometido y jurado, volvieron las proas hacia Vocea. Pero los otros, fieles a su juramento,
salieron de las islas Enusas y navegaron para Córcega.
.
-.CLXVI. Después de su llegada vivieron cinco años en compañía de los antiguos colonos, y edificaron allí sus templos. Pero como no
dejasen en paz a sus vecinos, a quienes despojaban de lo que tenían, unidos de común acuerdo los Tyrrenos y los cartagineses, les
hicieron la guerra, armando cada una de las dos naciones sesenta naves. Los focenses, habiendo tripulado y armado también sus
bajeles hasta el número de sesenta, les salieron al encuentro en el mar de Cerdeña. Dióse un combate naval, y se declaró la victoria a
favor de los focenses; pero fue una victoria, como dicen, Cadmea, por haber perdido cuarenta naves, y quedado inútiles las otras
veinte, cuyos espolones se torcieron con el choque. Después del combate volvieron a Alalia, y tomando a sus hijos y mujeres, con
todos los muebles que las naves podían llevar, dejaron la Córcega, y navegaron hacia Regio.
.-.CLXVII. Los prisioneros focenses que los cartagineses, y más todavía los Tyrrenos, hicieron en las naves destruidas, fueron sacados
a tierra y muertos a pedradas. De resultas, los Agyllenses sufrieron una gran calamidad; pues todos los ganados de cualquiera clase, y
hasta los hombres mismos que pasaban por el campo donde los focenses fueron apedreados, quedaban mancos, tullidos o
apopléticos. Para expiar aquella culpa, enviaron a consultar a Delfos, y la Pitia los mandó que celebrasen, como todavía lo practican,
unas magníficas exequias en honor de los muertos, con juegos gímnicos y carreras de caballos. Los otros focenses que se refugiaron
en Regio, saliendo después de esta ciudad, fundaron en el territorio do Cnotria una colonia que ahora llaman Hyela; y esto lo hicieron
por haber oído a un hombre, natural de Posidonia, que la Pitia les había dicho en su oráculo que fundasen a Cyrno, que es el nombre
de un héroe, y no debía equivocarse con el de la isla"
.
(5): TITO LIVIO; AB URBE CONDITA I, 7 .
.(6): Sin lugar a dudas y en mi opinión, el culto al Becerro de Oro, como deidad canaanea "El" o bien como recuerdo del Apis egipcio,
es muy cercano o igual al que estaba instituido en Tartessos. Un dios semita representado en el "gran toro" y común a otros muy
semejantes quie había en Anatolia durante en II milenio a.C. Un culto al bóvido heredado desde los dioses mesopotámicos e influidos
por el Apis egiocio, venerado por los pueblos hititas o de Mitani y en el que se realizaban sacrificios semejantes a los del "El"
canaaneo. Ritos que sobre todo consistían en glorificar al buey como símbolo de la riqueza y del metal. Unos metales que sin duda
alguna se representaban como este mismo dios, por lo que el culto al Becerro de Oro mencionado por La Biblia, es muy cercano al que
hubo en Tartessos. A continuación recogemos algunos pasajes que lo refieren y donde se ve la confusión que en los comienzos de
Israel aún existía entre las figuras de estos becerros y la adoración a Yahvé: "...construyó el rey -Roboam- dos becerros de oro y
dijo al pueblo: -Ya habéis subido bastante a Jerusalén. Aquí están tus dioses, Israel, los cuales te hicieron subir de la tierra de
Egipto-" (1º Reyes 12; 28) // // "...hizo de ello un Becerro fundido. Entonces todos dijeron: ¡Israel, estos son tus dioses, que te
sacaron de la tierra de Egipto! Cuando Aaròn vio eso, edificó un altar delante del becerro y proclamó: ¡Mañana será un día de
fiesta dedicado a Yahvé! (Éxodo 32; 4-5)
.
(7): En, El Mito de la Diosa, Anne Baring y Jules Cashford, recogen estas referencias a la ATANA POTNJIA en la Creta minoica y en
Micenas (pag 390, ed.Fondo de Cultura Económica, MEXICO 2003).
.
(8): Karkedon la Nueva es el nombre que usa Estrabón para Cartagena (Cartago Nova) descrito así por XERIF ALEDRIS; el
Nubiese, en su DESCROIPCIÓN DE ESPAÑA, EDITADO EN 1799 POR LA IMPRENTA REAL DE MADRID. DIODORO DE SICILIA,
25, 12 habla de la fundaciòn de Karchedon (Cartagena) por Asdrubal tras casarse con la hija de un rey de Oretania: "Contrajo
matrimonio con la hija de un rey íbero y fue proclamado por todos los íberos general con plenos poderes. Fundó, después,
una ciudad al mar a la que llamó Karchedon".
.
(9): Traducción tomada desde la del prof. Antonio Garcia y Bellido, en ESPAÑA Y LOS ESPAÑOLES HACE DOS MIL AÑOS
SEGÚN LA GEOGRAFÍA DE ESTRABÒN (Austral, Madrid 1983)
.
(10): Idem. (8) cita 228, pag 139.
.
(11): Geog. Claud. Ptolomeo. II, 6, 1-73 (14 y 15)
.
(12): Geog. Claud. Ptolomeo. II, 6, 1-73 (14)
-(13): Jose Luis Escarcena y Fernando Amores, defienden la tesis de que los pectorales de El Carambolo tenían como uso,
ponerlos en las frentes de los bóvidos antes de llevarlos a sacrificio. No podemos estar de acuerdo dada la delicadeza de trabajo que
contienen estas piezas de orfebreria de El Carambolo; aunque sí admitimos que se pusieran unas piezas similares (en oro o bronce),
con las que adornasen las cabezas de los toros antes de llevarlos al templo o durante las celebraciones. Ello supondría colocar unos
lingotes (áureos o cúpreos) sobre la cabeza y en forma de enjaezamientos de las reses sagradas. Aunque no hay que desechar que
quizás el que el toro hubiera nacido con una mancha de esta forma en la frente, quizás fuera lo que le convirtiera en propicio para ser
tenido por sagrado (como ocurría con el Buey Apis que había de llevar un triángulo blanco entre los cuernos). Inclinándome a pensar
que se hicieran ambas cosas: Adorar a los bóvidos con estas manchas entre las astas en forma de lingote y adornarlos con esas
piezas de enjaezamiento en las ceremonias (aunque aquellos "jaezos" nunca serían de la calidad, tamaño ni carácterísticas de los
pectorales de El Carambolo, sino unos simples "lingotes" o "talentos", a modo y símbolo del dinero). Los mencionados autores
mantienen esta tesis entre otras obras en: REVESTIDOS COMO DIOS MANDA. EL TESORO DEL CARAMBOLO COMO AJUAR DE
CONSAGRACIÓN JOSÉ LUIS ESCACENA CARRASCO y FERNANDO AMORES CARREDANO (SPAL 20 (2011): 107-14)
.
(14): EN EL MAPA QUE VENIMOS ESTUDIADO PODEMOS VER MARCADO ELCHE DE LA SIERRA (HÉLIKE), CERCANO A
BALAZOTE Y DONDE FUE MUERTO AMÍLCAR. Para los interesado en este temas ver nuestras entradas en las qu se explican
estos hechos con detenimiento y se analiza el pasaje de Tito Livio: 104º EL GUARDIÁN SAGRADO DEL GANADO Y SU TOTEM
SALVAJE -capítulo sexto de "EL FRIGIANISMO EN LA CULTURA IBÉRICA"http://loinvisibleenelarte.blogspot.com.es/2013/03/blog-
post.html Y la 105º EL HOMBRE-TORO, BOYERO O MAYORAL, GUARDIÁN DEL REBAÑO -de "EL FRIGIANISMO EN LA CULTURA
IBÉRICA", capítulo 7º http://loinvisibleenelarte.blogspot.com.es/2013/04/blog-post.html
.
.(15):Corografía de Pomponio Mela: II, 5, 93.
.(16): Historia Nat. Plinio el Viejo; III, 4, 20.
.(17): EL MONUMENTO IBÉRICO DE MONFORTE DEL CID; MARTÍN ALMAGRO GORBEA y RAFAEL RAMOS FERNÁNDEZ;
liberado en la red:http://rua.ua.es/dspace/bitstream/10045/4454/1/Lucentum_05_03.pdf
.
(18): Mónica Ruiz Bremón, "Los exvotos del santuario ibérico del Cerro de los Santos", Instituto de estudios de Albacete, 1989. Desde
la pag, 187 y ss. explica estas características sagradas de las aguas de Yecla en varios de sus capítulos. Identifcando la ciudad con la
de Egalasta citada por Plinio III,25 que la menciona junto a los Ilorcitani exponiendo en XXI 80 que en este lugar se extrae una sal que
llevan los médicos. Pese a ello Antonio García y Bellido considera que esta Egelastae estuvo cerca de Linares (cita 260, La españa del
siglo Primero de Nuestra Era", Madrid 1982)
..
(19): Para leer algunos de nuestros trabajos acerca de la relación entre el mundo chipriota y el Cerro de los Santos, tanto
como la existente entre la Jonia y La Serreta de Alcoy, consultar por ejemplo estas entradas (en el referido blog hay una serie
de exposiciones por las que veremos claramente como la colonización que trajo la escritura a Iberia es de origen claramente
Egeo y más concretamente cretochipriota):http://sobrelostextosibericosdemario.blogspot.com.es/2012/03/1-9-8.html
http://sobrelostextosibericosdemario.blogspot.com.es/2012/03/1-9-9_19.html
.
(20): Nos referimos al libro citado antes de Mónica Ruiz Bremón, "Los exvotos del santuario ibérico del Cerro de los Santos",
Instituto de estudios de Albacete, 1989.
.
(21): NERGAL Y LA DEIDAD DEL FRISO DEL «BANQUETE INFERNAL» DE POZO MORO FERNANDO LÓPEZ PARDO Universidad
Complutense de Madrid Archivo Español de Arqueología 2009, 82, págs. 31-68 ISSN: 0066 6742 doi: 10.3989/aespa.082.009.002
.
POZO MORO. LA CONSTRUCCIÓN DE UNA IDENTIDAD EN EL MUNDO ÍBERO // Jorge García Cardiel / ARQUEOWEB. REVISTA
SOBRE ARQUEOLOGÍA EN INTERNET 10, 2008
..(22): Ver entre otras entradas las siguientes: 36ª- LO INVISIBLE EN LA MITOLOGIA: Los bueyes de Gerión en el tesoro de EL
Carambolo (Parte VIII: Simbología neohitita en las joyas; un tesoro de rasgos frigios que bien pudo ser hecho, o regalado a
Arganthonio, por el rey Midas).-DESDE ESTA ENTRADA EXPONEMOS QUE EL DISEÑO DE EL TESORO DE EL CARAMBOLO
PUEDE SER FRIGIO O NEOHITITA- VER:http://loinvisibleenelarte.blogspot.com.es/2011/06/1-9-8.html
.
37ª- LO INVISIBLE EN LA MITOLOGÏA: Los bueyes del rey Gerión en el tesoro de El Carambolo (Parte IX: Interpretación y traducción
de los símbolos en las joyas). -DESCUBRIMOS QUE LOS SÍMBOLOS QUE CONTIENE EL COLLAR DE EL CARAMBOLO, SON
LETRAS DEL SILABARIO NEOHITITA (LUWIO), PUDIENDO TRADUCIRSE COMO "dios y rey"-
VER: http://loinvisibleenelarte.blogspot.com.es/2011/06/1-7-9.html
.
38ª- LO INVISIBLE EN LA MITOLOGÍA: Los bueyes de Gerión en el tesoro de EL Carambolo (Parte X: Los descendientes del rey
Midas y su posible tumba en Chinchilla del Monte Aragón -el monumento neohitita de Pozo Moro-). -RELACIONES ENTRE EL
MUNDO NEOHITITA (FRIGIO) Y TARTESSOS- VER: http://loinvisibleenelarte.blogspot.com.es/2011/06/1-8-9-y.html
.
39ª- LO INVISIBLE EN LA MITOLOGÍA: Los bueyes de Gerión en el tesoro de EL Carambolo (Parte X : Los descendientes del rey
Midas y su posible tumba en Chinchilla del Monte Aragón. El monumento neohitita de Pozo Moro -Continuación-).
VER:http://loinvisibleenelarte.blogspot.com.es/2011/06/1-8-8.html
.
40ª- LO INVISIBLE EN LA MITOLOGÍA: Los bueyes de Gerión en el tesoro de EL Carambolo (Parte XI: Arganthonios y Midas. ¿Era de
origen escita el monarca del oro?.). -DE NUEVO, LA RELACIÓN ENTRE EL MUNDO ANATOLIO DEL SIGLO VIII AL VI A.C. Y EL
SUDOESTE PENINSULAR- VER:http://loinvisibleenelarte.blogspot.com.es/2011/06/1_28.html
.
41ª- LO INVISIBLE EN LA MITOLOGÍA: Los bueyes de Gerión en el tesoro de El Carambolo (Parte XII: Midas. El rey de origen escita y
los adoradores del oro que comerciaron con Tartessos.). - DESCUBRIMOS CITAS HISTÓRICAS QUE MENCIONAN EL COMERCIO
ENTRE MIDAS (REY DEL ORO NEOHITITA QUE GOBERNABA GORDION) Y TARTESSOS-
VER: http://loinvisibleenelarte.blogspot.com.es/2011/07/1.html
.
(23): Acerca de la diosa Kubaba, de la herencia Canaanea y del Mitraismo ver: 96ª LOS HEREDEROS DE MICENAS: Su
establecimiento en Israel y su relación con Tartessos (De "Lo invisible en la mitología": Los bueyes de Gerión en el tesoro de El
Carambolo. Parte LXVII). HABLA ACERCA DE DÓNDE FUERON LOS PUEBLOS QUE CONFORMARON MICENAS, TANTO COMO
DEL ORIGEN Y LUGAR EN EL QUE SE ESTABLECIERON MUCHOS DE LOS LLAMADOS "DEL MAR": LAS COSTAS DEL ACTUAL
ISRAEL http://loinvisibleenelarte.blogspot.com.es/2012/10/blog-post_19.html
.
97ª LA INSCRIPCIÓN DE LA DIOSA FRIGIA KU-BABA EN EL COLLAR DE EL CARAMBOLO; PARTE PRIMERA: Posibles cultos a
Cibeles en Tartessos. (De "Lo invisible en la mitología": Los bueyes de Gerión en el tesoro de El Carambolo. Parte LXVIII). ANÁLISIS
DE LOS SELLOS DEL COLLAR DE EL CARAMBOLO, LLEGANDO A LA CONCLUSIÓN DE QUE EN ESTE SE HALLA ESCRITA LAS
PALABRAS NEOHITITAS DIOSA KU(baba) -Cibeles-http://loinvisibleenelarte.blogspot.com.es/2012/10/blog-post_26.html
.
98º LA INSCRIPCIÓN DE LA DIOSA FRIGIA KU-BABA, EN EL COLLAR DE EL CARAMBOLO; PARTE SEGUNDA: Cultos y ritos
heredados desde Frigia. (De "Lo invisible en la mitología": Los bueyes de Gerión en el tesoro de El Carambolo. Parte LXIX). LOS
MISTERIOS DE ATTIS Y CIBELES Y SU RELACIÓN CON RELIGIONES EXPORTADAS AL OCCIDENTE, EL COLLAR DE EL
CARAMBOLO Y SUS SELLOS http://loinvisibleenelarte.blogspot.com.es/2012/10/blog-post_28.html
.
99º El FRIGIANISMO EN LA CULTURA IBÉRICA. Parte Primera: Mithraismo y veneración al toro (De "Lo invisible en la mitología": Los
bueyes de Gerión en el tesoro de El Carambolo. Parte LXX). RELATA LA POSIBLE RELACIÓN ENTRE EL CULTO AL TORO EN LA
PENÍNSULA Y LA RELIGIÓN DE MITRA.http://loinvisibleenelarte.blogspot.com.es/2012/12/1-0-0-0-0-0-0-0-0-0-0-0.html
.
(24) De esa manera lo manifiesta Estrabón que nos dice en su Geografía:"Cerca de Cástulo hay un monte que por sus minas de
plata llaman Argentario; se dice que de él mana el Betis. Polibio refiere que éste y el Anas vienen de Celtiberia y distan entre sí unos
novecientos estadios" (ESTRABÓN, 3, 2, 1)
.
(25): Estrabón, IV 2.
.."En ella, la primera ciudad es Malaka, que dista tanto de Calpe como ésta de Gadeira; en ella hay un emporio que usan los indígenas
que viven la costa opuesta, y grandes talleres de salazón. Algunos creen que es la misma Mainake, que la tradición dice haber sido la
última de las ciudades focenses hacia el occidente; pero no es así pues ésta se halla más lejos de Calpe, y los vestigios de sus ruinas
demuestran ser una ciudad griega, mientras que Malaka está mas cerca y presenta planta fenicia. Sigue después la ciudad de los
exitanos, de la cual alaban también sus salazones".
.(26): Oda Marítima; Rufo Festo Avieno (versos 426-431)
.
(27): Ora maritima (versos 178-182)
.
(28): MAINAKE FUE CONFUNDIDA O QUIZÁS ERA LA MISMA QUE MAINOBA O MAINÓBORA. Así lo manifiestan algunos autores
como Pompinio Mela (II, 94) Plinio (III, 8) o PoIibio (II, 4, 7) la denominan de forma muy similar y describen como se hallaba en el río
Mainoba entre esta y Malaca. Según los itinerarios Antoninos (40), estaba situada a 12 millas o 18 kilómetros de Malaca. El
río Moenoba es el río Vélez, entre Málaga y Almuñécar. Hecateo (en su verso 8) cita esta como ciudad de los Mastienos, y con la
identifica con la posterior Mainoba. Estrabón en III, 2, 5, habla de Mainoba situándola junto a Onoba (lo que hace pensar que hubo otra
ciudad semejante de nombre en el litoral Atlántico. Por su parte, la distancia que indican los itinerarios varía en varios kilómetros;
considerando muchos que Mainóbora era la forma ibera de Mainake, lo que concuerda con los sufijos indoeuropeos "briga" que
pueden transformarse en "bora" o "pora" (Ipora, Segobriga, Maino-bora). Finalmente diremos que Hecateo de Mileto (v.8) de hacia la
llamaba Mainóbora; Pomponio Mela (II,94), Maenoba; Plinio (III,8) Maenuba (al igual que Ptolomeo III, 4, 6); mientras el Itinerario de
Antonino (40) la denominaba Menova .
ORÍGENES PENINSULARES, ATLÁNTICOS E INFLUENCIAS
ANATÓLICAS, EN EL TESORO DE "EL CARAMBOLO" -de "El
frigianismo en la Cultura Ibérica", capítulo 13º (Parte LXXXII de: "Los
bueyes de Gerión en el tesoro de El Carambolo")-.

Publicado por Angel Gómez-Morán Santafé


en TARTESSOS Y LO INVISIBLE EN EL ARTE (1/VII/2013)
ÍNDICE GENERAL: Pulsando la siguiente linea azul se llega a un índice general del blog. En el que se
contiene las más de cien entradas que hasta ahora hemos subido.
VER: http://loinvisibleenelarte.blogspot.com.es/2013/03/indice-de-entradas-con-algunas.html

COMENTARIO A LAS IMÁGENES: Arriba, portada de la Revista Arqueología en un número especial


que dedicó enteramente al "Oro en la España Prerromana" (hace unos veinticinco años). Ejemplar
monográfico de la revista que magníficamente dirigió Juan Antonio García Castro, y que trataba con
una gran profesionalidad y acierto el trabajo de los metales preciosos, en la Iberia anterior a la
dominación romana. Recogiendo entre sus páginas un dossier fotográfico que prácticamente reproducía
todas las piezas importantes de los tesoros "ibéricos" hallados. Por su parte, el texto resume en breves
capítulos practicamente cuanto entonces se conocía sobre el oro en nuestra Península antes de la llegada
de Roma; conteniendo mapas, gráficos y una documentación inigualable sobre el tema. Como decimos, la
labor de Juan Antonio García de Castro al frente de esta Revista Arqueología durante más de dos
decenios, fue inimaginable; publicando números en los que se aportaba una documentación valiosísima y
muy útil para cuantos amábamos el Mundo Antiguo.

EN LA PORTADA DE LA REVISTA ARQUEOLOGÍA: Fotografía del tesoro de Cadas de Reyes (en el


Museo de Pontevedra), fechado entorno al 1550 a.C.. A continuación tratamos acerca de la datación
de este tesoro y sobre algunos aspectos que lo relacionan con el oro llamado de "periodo ibérico".

BAJO ESTE PÁRRAFO: Puntas de flechas, junto a piezas de oro en láminas y anillas, de la Edad del
Bronce -hacia el 1300 a.C.-. Fondos procedentes de un hallazgo alentejano, propiedad del Museo
Arqueológico de Ébora, Portugal (al que agradecemos nos permita divulgar su imagen). A nuestra derecha
-en la foto-, podemos ver el las formas comunes del trabajo de oro durante la Edad del Bronce
peninsular. Una labor basada en el "batido en frio" remachado, obteniendo hilos o bien realizando
anillas en espiral, tanto como placas planas formadas a golpe de tas. Planchas remachadas con las
que montaban principalmente diademas y "coronas" -como las caracterísiticas de El Argar-; construidas
con tiras de oro y que se usarían cual símbolos sagrados o de poder. Dichos trabajos de oro en frio,
comienzan en el calcolítico peninsular, aunque se desarrollaron fundamentalmente a mediados del II
milenio a.C.. Una labor de batido y remache que queda obsoleta con la llegada de nuevas técnicas
de orfebrería a nuestras tierras, lo que sucede desde fines del II milenio a.C.. Desarrollándose por
entonces en Iberia unas formas novedosas de trabajar el oro, consiguiendo ya piezas realizadas en
fundido y a la cera perdida. A continuación tratamos sobre esta época y acerca de las técnicas del
oro prerromano, antecedentes directos del tesoro de El Carambolo.

A) EL TESORO DE "EL CARAMBOLO" Y SU RELACIÓN CON ORO EN LA EDAD DEL BRONCE:

Antes de comenzar a tratar del oro en la Hispania anterior a Roma, hemos de hablar sobre dos obras que
a fines de los años ochenta y comienzos de los noventa, presentaron los aspectos de la joyería en la
Península durante la Edad del Bronce y Hierro de un modo admirable. Nos referimos primero,
al resumen que dirigió Juan Antonio García de Castro en la Revista Arqueología (cuya portada hemos
recogido en imagen superior), tanto como al libro un poco posterior de Alicia Perea, intitulado
"Orfebrería Prerromana" (1) . En ambos estudios, podremos encontrar un minucioso recorrido acerca del
trabajo de oro en la Península, desde sus comienzos y hasta la dominación cartaginesa. Una historia áurea
que comprende principalmente todo el II milenio a.C. y termina con la orfebrería del siglo III a.C.; en
la que vemos como hay tres épocas fundamentales en el trabajo de los metales preciosos de
nuestras tierras:

1º-Primeramente el calcolítico y la Edad del Bronce; época que en la Península


comprende aproximadamente del 2700 al 1200 a.C. y etapa durante la que trabajaron este metal
precioso en frio, batiéndolo y sin fundir. Realizando preferentemente placas y anillas en espiral (a
baja temperatura y simplemente por calentamiento), tanto como algunos brazaletes o colgantes
remachados a martillo. Piezas del tipo que hemos visto en la anterior imagen (de Ébora), siendo muy
comunes las diademas o broches formados con placas. Entre las joyas de esta época, destacaríamos el
"extraño" tesoro de Caldas de Reyes, que curiosamente es fundido pese a datarse a mediados del siglo XVI
a.C. -más adelante tratamos acerca de este conjunto de Pontevedra cuyas fechas no nos encajan en tipo de
trabajo, ni en el conjunto de la orfebrería nacional-..

2º-En segundo periodo de la joyería peninsular se produce durante el Bajo Bronce, que se fecha
comúnmente entre el 1200 y el 750 a.C. Etapa de gran expansión en el trabajo de oro en nuestra
Península, tanto que han aparecido muestras de su joyería en gran parte del territorio nacional.
Aunque las zonas donde se han hallado tesoros correspondientes a esta época, son principalmente
aquellas muy ricas en minas de metales preciosos (fundamentalmente el litoral atlántico). Las piezas
áureas elaboradas durante estos siglos serán ya fundidas y trabajadas a la "cera perdida", con una
calidad y perfección inigualable (en mi opinión tan solo comparables a las de Mesopotamia y
Egipto). Pese a todo, es mi criterio que quizás habríamos de avanzar y cerrar más en el tiempo la
datación de las joyas de esta segunda época, pensando que muy posiblemente se hubieran de
fechar entre los siglos XI y el VIII a.C. (no tanto desde el XIII a.C.). Siendo coetánea esta orfebrería
peninsular del Bronce a los tiempos en que los micenios y los habitantes de Anatolia huyeron de sus tierras
conquistadas entonces por los "hombres de el Hierro" (dorios, Pueblos del Mar, neohititas, asirios y etc, que
expulsaron de sus lugares de origen a los herederos de civilizaciones del Bronce).

3º- En tercer término, hay un último tramo histórico en la orfebrería prerromana hispana; época que
comprendería desde el final del Bronce hasta la caida de Cartago. Es decir, desde mediados del siglo VIII,
hasta finales del III a.C.. En esta etapa que muchos llaman de orfebrería propiamente ibérica, en verdad se
desarrollan las influencias más orientales, que principalmente son de dos tipos: Greco-anatólicas y
fenicias. Apareciendo por entonces el granulado y la filigrana (tan típicamente fenicias), tanto como la
orfebrería de cordones de oro, las decoraciones hechas con hilos trenzados y todo tipo de adornos
egeos (o griegos).Pudiendo distinguirse en este tercer periodo tres tipos muy diferenciados de joyería
en la Península: La púnica -que apenas se diferencia de la que se crea en Tiro, en Sidòn y posteriormente,
en Cartago-. La greco ibérica (muy semejante a la que existe en tiempos coetáneos en EL Egeo o en la
Hélade e islas adyacentes). Y finalmente, la orientalizante (que predomina en Tartessos); que recoge o
aglutina aquellas piezas cuyo paralelo no existe en Oriente, aunque su inspiración claramente procede de
las gentes del Levante Mediterráneo (quienes colonizaron nuestras tierras desde el siglo VIII y VII a.C.).

A este último tipo correspondería el Tesoro de El Carambolo del que Alicia Perea escribe: "para el
que simplemente no existen paralelos próximos orientales y sin embargo se han pretendido
encontrar multitud de paralelos mediterráneos" (2) . Con esta última y sabia frase de Alicia Perea
podemos dar comienzo al análisis de El Carambolo y sus posibles orígenes e influencias.
Considerando que en realidad este tesoro debe tener influjos púnicos, anatólicos, griegos e ibéricos (o
peninsulares de El Bronce); una amalgama de estilos y formas diferentes de trabajar el oro, que darían
como resultado esta maravilloso ajuar que sin duda debió de pertenecer a un personaje de gran relevancia
tartéssico.

Sin atrevernos a decir que aquellas piezas halladas en el cerro cercano a Sevilla (con forma de carambolo),
eran el "tesoro real de los Artganthonios". Si creo firmemente que aquellas joyas fueron fundidas en
tiempos de esa dinastía filohelena de reyezuelos (o monarcas) que gobernó el Bajo Guadalquivir
entre el 670 y el 535 a.C. -un periodo de decadencia fenicia, y en el que los griegos pudieron
comerciar directamente con Tartessos-. Por cuanto considero nos es posible afirmar -como teoría
propia-, que en las joyas de El Carambolo se representan "los bueyes de Gerión". Bóvidos del rey de
Tartessos figurados en esos dos pectorales o frontiles, con forma de piel de toro. Pellejo de bóvido en
metal que como sabemos era el símbolo de la riqueza, del dinero y de la pecunia (tal como su nombre
indica -de "pecus" = animal-). Unos bienes que se medían en cabezas de ganado y que se tasaron en
ponderales numismáticos o metalúrgicos, con la efigie o la figura de un toro. Un diseño a modo de
piel de buey que se correspondía con el lingote egeo más antiguo y que sin duda alguna creemos
simbolizan aquellos bueyes del rey de Tartessos (Geriones). Toros que roba Heracles (los griegos) en un
mito que nos narrá "el trasiego" de metales que los helenos realizan desde el Bajo Guadalquivir
hasta sus tierras. Logrando durante una época hacerse con el mercado del cobre, estaño, plata y oro
del Atlántico. "Hurtándolos" de Tartessos, tras evitar el control de Fenicia que por entonces estaba en
una gran decadencia (entre el 670 y el 535 a.C., periodo de los diferentes asedios de sus capitales, Tiro y
Sidón).

COMENTARIO A LAS IMÁGENES: Sobre estas líneas, el brazalete de Estremoz, hallado en esta ciudad
portuguesa sita en las cercanías de la frontera con nuestra Extremadura. Agradecemos al Museo
Arqueológico Nacional nos permita divulgar la fotografía de la pieza en su propiedad, fechada en el Bronce
Final -comunmente considerada de los siglos XIII al X a.C.-. Pese a ello y a mi juicio, hemos de
pensar que este tipo de joyas pudieron ser fruto de las influencias de gentes venidas en los
comienzos del Hierro oriental. Migraciones llegadas desde el otro lado del Mediterráneo, buscando el
oro y la plata de nuestras tierras, provocando en la Península aculturaciones que habrían dado lugar a
este tipo de orfebrería maravillosa. Todo lo que e mi opinión personal pudo darse en un tiempo más
tardío al comúnmente aceptado, habiendo de datarse qquizás estas piezas como la de Estremoz, en
fechas comprendidas entre el siglo IX y el VIII a.C.. Algo que concordaría con un tiempo coetáneo para
la orfebrería Atlántica, como la de Galicia o de las Islas Británicas, cuyas joyas son muy semejantes a las
del Alentejo y otras zonas de Iberia. Por su parte Juan de Mata Carriazo, ya en 1973 afirma que aquella
orfebrería occidental es el antedecente directo del oro "tartesio" (concretamente del tesoro de El Carambolo.
EL CARAMBOLO 1973; Juan de mata Carriazo, pags. 170 y ss)-

BAJO ESTE PÁRRAFO: Uno de los brazaletes del Tesoro de Villena, del que hablábamos en nuestra
anterior entrada. Agradecemos al Museo Jose Soler de Villena nos permita divulgar la fotografía de esta
magnífica pieza que tanto se asimila a la de Estremoz. Un hecho que nos obliga a pensar como ambas
joyas son de etapas coetáneas y pertenecen a una misma época y cultura. Pese a ello, muy poco -o
casi nada- se sabe de quienes crearon estas maravillosas obras de arte en metal, comunmente
hechas a la "cera perdida" y posteriormente cinceladas con "tas". Aunque podemos determinar que en
nada se parecen a la joyería fenicia e incluso menos a la griega (helena) a la que se adelantan en siglos y
en técnicas de ejecución. Puesto que la manufacturación y el trabajo de estos objetos de oro
peninsulares de la Edad del Bronce tan solo es comparable a la de otros similares hechos en Egipto
o Mesopotamia; e incluso a los del Egeo (de Creta o de Chipre), realizados durante el periodo
micénico. Todo lo que obliga a pensar como la joyería ibérica se debió a pueblos llegados desde Asia
Menor -o desde el área cretochipriota- tras la caida de Micenas; gentes herederas de mundo Oriental
y mesopotámico, quienes a fines del II milenio a.C. gozaban de una alta tecnología en labores de
oro (cercana o comparable con el trabajo de oro y esmaltes más refinados de aquel entonces). -dichos
paralelismos ya los expone Carriazo en sus estudios. Ver: TARTESSOS Y EL CARAMBOLO, 1973; pag.170
y ss.-

B) LA RIQUEZA EN METALES DE LA PENÍNSULA Y EL PROBLEMA DE LA ÉPOCA EN LOS


DIFERENTES HALLAZGOS (hipótesis personal):
Como decíamos en párrafos anteriores, las fechas que dan a los tesoros peninsulares en muchos
casos no encajan con su estilo, o con las circunstancias históricas que le rodean. Este es el caso en
primer lugar del hallado hace ahora unos setenta años en Caldas de Reyes, cuyo peso inicial parece que
fue de unos veintisiete kilos de oro, de los cuales se han conservado algo más de la mitad -en varios
torques y cazoletas que guarda el Museo de Pontevedra-. Su época se fija entorno al 1550 a.C., pese a
que el estilo de sus piezas en nada nos recuerda cualquier otra obra del calcolítico o del Bronce Medio
ibérico (coetáneas a ese tiempo). Muy por el contrario, los enseres de Caldas de Reyes mucho se
parecen a los objetos de la primera Edad del Hierro (o a los de fines del Bronce) y a otras joyas
europeas o anatólicas de los siglos IX al VIII a.C. Concretamente a piezas frigias, con las que comparten no
solo su perfección y su maravillosa ejecución, sinó también algo de su diseño y simbolismo.

Por su parte, entre los enseres áureos de los anatolios también se halla la peineta -típicamente
escita-; aunque son las zonas de la "ruta del ámbar" donde más se da este artilugio como ajuar
sagrado. Llamando la atención su aparición entre los hallazgos de El Bronce en zonas como Suecia y
Escandinavia, que contienen peinetas de metal fechadas entre los siglos IX al V
a.C.. Mientras igualmente en España hay numerosas estelas "tartéssicas" en las que también vemos
el "gran peine sagrado" como atributo de guerrero; losas con soldados grabados y que lucen
aquella peineta en su ajuar de tumba, cincelado sobre la piedra. Unas estelas de guerrero cuyas
dataciones oscilan entre el siglo X y el VIII a.C., lo que "hace sospechar" que el tesoro del Museo de
Pontevedra pudiera pertenecer a esta época.

Por cuanto el ajuar de Caldas de Reyes -en mi opinión- pertenecería a una etapa similar a los de la
"ruta del ámbar", tanto como se asemeja enormemente a los tesoros de las Islas Británicas del Bajo
Bronce. Orfebrería anglo-irlandesa que hasta no hace tanto se fechaba entre el 1800 y el 1000
a.C., pese a que últimamente se ha bajado en gran manera su datación, creyendo que en realidad en la
imensa mayoría estas joyas pertenecen a un periodo que comprende desde el año 1150 al 800
a.C.. Una época que curiosamente coincide con la que se da a los ajuares de peninsulares en El
Bronce; entre los que destacan ocultaciones como las de Villena o las del litoral Atlántico, cuyos torques
y vasos son de un valor y una técnica inigualables. Todo lo que me obliga a unir estas joyas halladas en
España, en Inglaterra o en Irlanda, en un mismo bloque de orfebrería atlántica (que incluiría el de
Caldas). Tesoros del Atlántico en el Bronce Bajo cuyas fechas podemos imaginar que oscuilan entre
el siglo XII y el VIII a.C. y que serían el antecedente directo de otras joyas ibéricas como las de El
Carambolo.

-Además, y por todo lo anteriormente expresado, nos atrevemos a decir que el tesoro de Caldas de
Reyes considero hubiera que fecharlo en esos siglos del Bronce Final. De este modo y pidiendo
perdón a cuantos se sientan ofendidos por nuestra duda acerca de la datación común de aquel ajuar de
Pontevedra, añadiré que que no comprendo en base a qué criterios estilísticos, técnicos o de
analogías se afirma que el hallazgo de Caldas es del mediados del siglo XVI a.C.. Habida cuenta que
sus paralelos en la Península, en Las Islas Británicas, se fechan actualmente entre el 1150 y el 800
a.C.. Tanto como sus objetos similares de hallazgos en Escandinavia, se fijan en un periodo
comprendido entre el siglo IX y el V a.C.-

Para entender la importancia de la metalúrgia de nuestra Península durante la antigüedad, bastará


con leer las fuentes clásicas que innumerablemente lo refieren. Textos antiguos que tratan sobre la
abundancia de nuestras tierras en minas de oro, plata y plomo, cobre y hierro; y que hace ya casi un siglo,
recopiló magníficamente Adolf Schulten en su libro HISPANIA (3) . Sabio alemán que igualmente
dedicó una gran parte de su obra "Tartessos" a exponer esta riqueza minera de la Península como
explicación de los mitos e importancia del Bajo Guadalquivir y del litoral atlántico, desde la más
remota antigüedad. Unos yacimientos y ríos auríferos de los que -como decimos- trata Schulten en el
capítulo "Metales" de su obra "Hispania", donde recoge las referencias que sobre ello dan Estrabón,
Marcial, Aristóteles, Rufo F. Avieno, Plinio, Diodoro y Tácito (entre otros) (4) .

De tal modo, destacaron Plinio en Viejo y Justino, la riqueza en oro de Portugal y Asturias (el norte
hispano)(5). Mientras otros autores -como el zaragozano Marcial- describen la existencia de ese metal en
las aguas de los ríos de iberia, citando las pepitas que arrastraba el cercano a Bílbilis (Calatauyud, de lo que
suponemos es el Jalón el que arrastraría esas "arenas valiosas") (6) . Algo que se completa con numerosas
menciones de afluentes y manantiales que portaban restos preciosos, destacando Silio Itálico el Tajo como
rio aurífero (7) y Plinio, el Tormes y el Duero (que tomaba el nombre por ser "de oro") (8) . Por su
parte, Estrabón habla de las fuentes del Tartessos, que tenían tal riqueza que sus habitantes utilizaban
pesebres y barriles de plata y oro; algo que completa el mismo geógrafo al mencionar las riquísimas minas
de plata de Cartago Nova (que hoy son las de la unión y de las que también escribe Plinio) (9) . Una
abundancia que parece no solo se limitaba al sur peninsular y a la vertiente atlántica y cantábrica, sino que
hasta el Ebro era famoso por transportar plata en abundancia (10). Por su parte, Avieno hablaba en su Ora
Marítima de un rio del oro al que llama Criso y que sitúa en las proximidades de Malaka (11) ;
mientras Aristóteles menciona al Tader (el Segura) como portador de arenas cargadas de oro (13) .
Finalmente, hemos de incluir las conocidas citas de Estrabón al respecto, quien escribe acerca de las
mujeres de Iberia recogiendo este metal bateando arenas en las orillas de sus ríos y comentando asimismo
la existencia de oro dentro de las tierras de nuestra Península (metal que extraían "en polvo" -literalmente-,
al hablar Estrabón de sistemas de minería, como el de médulas para obtener el oro) (14) .

Unos textos clásicos que confirman lo que la geología describe, cuando estudiamos las vertientes
peninsulares que pudieron ser ricas en oro; plata y cobre. Destacando la abundancia aurífera de algunas
áreas, como la llamada "zona pírrica del Bajo Atlántico", que comprende desde Rio Tinto hasta el
Alentejo. Al igual que losyacimientos de Sierra Nevada o el Alto Guadalquivir en Andalucía; y mas al
norte, la zona de La Mancha -en la cuenca del Tajo -llegando a Ricomalillo- tanto como la de
Extremadura, que se extiende desde Calzadilla(en Cáceres) hasta la provincia de Lisboa (en
Portugal). Pasando luego a la mancha áurea del Duero, situada entre Salamanca y la desembocadura de
este rio, para llegar posteriormente hasta las múltiples minas o médulas de este metal -que existieron
en los rios de las zonas de los galaicos y astures (desde León a Galicia y Asturias)-. Unos yacimientos tan
abundantes como destacados, que conformaron la llamada Ruta de la Plata, cuyo comienzo en Rio
Tinto y su paso junto a Almadén, Calzadilla y el rico Duero, culminaba arribando a las Médulas
leonesas. Desde donde se pasaba ya a los numerosos puntos de oro que Galicia contenía, entre los
que destacaban el rio Miño y el Sil que hasta no hace mucho arrastraba este metal.

COMENTARIO A LAS IMÁGENES: Sobre estas lineas; parte del tesoro de Mooghaun (North)
encontrado en Co.Clare en 1854 (en el Museo Nacional de Irlanda, al que agradecemos nos permita
divulgar la imagen).Fechado en la Edad del Bronce, actualmente se considera que su época oscila
entre los siglos XI y IX a.C.. El paralelismo y similitudes entre la joyería peninsular de estos años y la
de Irlanda (o de Gran Bretaña)en El Bronce Final, hacen pensar que pertenecen a una misma
civilización. Cultura de buscadores del metal, seguramente llegados del Oriente Mediterráneo y que
recorrería el Atlántico durante el II milenio y comienzos del I milenio a.C. (principalmente entre el 1100
y el 900 a.C.). Gentes que crearon a su paso una orfebrería como la que vemos; una "consecuencia de
su empeño" por trabajar y hallar aquellos metales preciosos, que adquirían o encontraban en las minas de
las Islas Británicas y de la España Antigua. Por cuanto expreso, creo firmemente que el tesoro de Caldas de
Reyes pertenecería a la segunda etapa del oro en el Occidente europeo, que como hemos visto ya trabaja
este metal en fundido. Un periodo que va desde el siglo XII al VIII a.C. y que en nuestras tierras generó
joyas como las de Villena, Estremoz; o los torques del tipo Bercozana y Sagrajas (tan comunes en las
zonas de Extremadura y Alentejo).

BAJO ESTE PÁRRAFO: Torques del tesoro llamado de Valdeobispo (por otros de Monroy), compuesto
de cuatro bazaletes y un collar de oro puro. Fechado entre los siglos X al VIII a.C. y hallado en los años
ochenta en las inmediaciones de los llanos de Calzadilla (junto al embalse de Granadilla). Un ajuar que
fotografiamos tal como se presenta en el Museo Arqueológico de Cáceres (al que agradecemos nos permita
divulgar su imagen). Comparativamente podemos observar que es igual o muy semejante a los de las
Islas Británicas (tanto en fechas como en su trabajo y formas), todo lo que implica una unión entre
estas tierras cacereñas y la británicas durante esos años del Bronce Final.
Un tiempo en el que hemos de suponer, como los pioneros (seguramente llegados desde El Egeo, Oriente
Medio o Creta y Chipre) buscaron y trabajaron esos metales. Exporadores o comerciantes, llegados
por entonces hasta la Península como expedicionarios o colonos, quizás venidos a nuestras tierras
huyendo de las convulsiones que sufrieron sus tierras de origen, tras la aparición del Hierro -las
costas y zonas centrales de Anatolia, El Egeo, Oriente Medio y hasta Egipto-. Momento en que hordas de
"bárbaros proto-indoeuropeos" conquistaban con el "nuevo metal" extensas áreas hasta entonces
ocupadas y dominadas por culturas muy antiguas, procedentes del Bronce. Ello explicaría
claramente la aparición desde el siglo XI en el litoral atlántico de gentes que con este refinamiento
trabajaban el oro, metal que seguramente vinieron buscando para llevarlo hasta sus antiguos lugares de
origen. Donde ya comerciarían desde tiempos muy antiguos, el oro, la plata y el cobre que lograban obtener
en el lejano Occidente (lugar al que se vieron obligados a huir muchas de estas gentes pertenecientes a las
civilizaciones de El Bronce). La unión entre la orfebrería y el oro atlántico, con tesoros como los de El
Carambolo, los explica Juan de Mata Carriazo (Tartesos y el Carambolo; 1973)
C) EL CARAMBOLO Y SUS ANTECEDENTES HISTÓRICOS:

Entre las varias hipótesis acerca de las influencias y orígenes del tesoro de El Carambolo, este ajuar
no puede explicarse tan solo como un caso de orfebrería debido a colonización púnica. Ello por el
simple hecho de que nada hay semejante a las joyas de El Carambolo, en otros yacimientos púnicos
(nos referimos a los propiamente fenicios peninsulares). Siendo probado que ni siquiera hay joyería
equiparable a la del tesoro sevillano, entre los hallazgos de las ciudades púnicas mediterráneas más
importantes. No existiendo una orfebrería igual o manifiestamente paralela a esas de Sevilla, entre
las fenicias; hemos de plantearnos que los orígenes e influencias de este tesoro tartessio fuera muy
diverso (y no tan solo fenicio, como hoy se afirma).

Muy por el contrario, la idea de que los trabajos en oro de nuestras tierras tienen muy diferentes
influjos; unos llegados desde Oriente Medio o de las Islas y costas del Levante, y otros como fruto de
un desarrollo cultural propio (peninsular). Nos explicará por qué la joyería de la Península Ibérica es
de tal calidad y riqueza; nacidas unas del calcolítico, otras muchas de El Bronce y las últimas
englobadas como orientalizantes. Por ello, no se pueden definir simplemente como de fabricación e
influencias fenicias estas obras de una calidad inigualable y sin paralelos claros en el Mediterráneo. Pues
la orfebería ibérica es muy superior a toda otra joyería de aquella cultura púnica. Conteniendo piezas
de una enorme riqueza y en nada comparables con las halladas en Cartago, en Tharros, o en
cualquier puerto púnico; cuyos trabajos en oro y plata son muy pequeños y de un enorme influjo egipcio
(incluido las halladas en capitales como Tiro y Sidón).

Ya que esta civilización marinera adoradora del fuego y del oro, creaba y fundía colgantes y adornos
decorativos de poco peso, en metales preciosos. Piezas que normalmente eran abalorios, colgantes o
pendientes, y que rara vez superan los cien gramos de oro (cuyo trabajo comunmente mucho nos
recuerdan a los egipcios). Es decir, que nos cuesta admitir la idea de que el Tesoro de El Carambolo
pueda ser "simplemente fenicio" (tal como ahora se afirma), observando que el resto de ajuares
púnicos, son muy inferiores y diferentes al de Sevilla (en su peso, en su ejecución, en su estilo y hasta
en su calidad de granulado). Por su parte, las joyas de El Carambolo no están trabajadas de igual forma
a las fenicias, donde las bolitas áureas se adhirieron con azufre o a altas temperaturas, bajo técnicas de
insuflar y pegar cada una, aprovechando al máximo el oro y ahuecando todo el metal. Así y como
decimos, entre las piezas de Cartago o Tharros -e incluso las de Fenicia-, tan solo podemos ver
zarcillos, colgantes y pequeños adornos comunmente egipciantes. Objetos de oro que por lo general
son de una importancia, una labor y un tamaño mucho menor a cualquiera de las piezas halladas en
Iberia y que actualmente "se dicen" fenicias (refiriéndonos a las diversas diademas, los cinturones y
-principalmente- a este mismo ajuar de El Carambolo).

Sin descartar que es evidente la existencia de unos claros rasgos púnicos en algunas de las joyas
ibéricas del periodo Orientalizante (fechadas entre los siglos VIII al IV a.C.); nuestra orfebrería de ese
tiempo también contiene influencias anatólicas, egeas, prehelenas y autóctonas. Pese a ello, como
decimos, nada que se considere semejante a El Carambolo (La Aliseda, Jávea o Lebrija) existe entre
lo hallado en yacimientos propiamente fenicios. Al igual que la orfebrería ibérica no puede tenerse
como nacida directamente desde la griega y ni siquiera de anatólica (precedente o coetáneas). Por lo
que habremos de considerar que la genial labor de orfebres en la Peninsula se debió a una tradición
autóctona nacida de la mezcla con los gustos de nuestros colonizadores durante los comienzos del
Hierro y venidos del otro lado del Mediterráneo (hacia el siglo XII a.C.). Dando como fruto una joyería
surgida a fines del Bronce ibérico que seguramente culmina en épocas más tardías (hacia el siglo
VIII a.C.). Trabajos en oro cuya técnica y refinamiento a mi juicio, fueron importados hasta nuestras
latitudes por gentes que huyeron de Creta, Chipre, del Egeo y de Oriente Medio. Llegados durante ese
periodo de convulsiones que fue la aparición en su área del Hierro y la invasión de los dorios.

COMENTARIO A LAS IMÁGENES: Fotografía de otra pieza perteneciente al Museo Arqueológico Nacional,
al que agradecemos nos permita divulgarla. En este caso se trata de media pulsera (partida) que forma
parte de "un depósito de fundición" también fechado en El Bronce y hallado en Extremadura.
Apreciándose en la foto un parecido innegable con los anteriores brazaletes que mostrábamos -el de
Estremoz y el de Villena-. Todo lo que implica la existencia por entonces de unos talleres de oro de
altísima calidad y extendidos por la mayor parte de la Península, fundiendo a gran escala este tipo de
orfebrería. Para imaginar en qué medida se fabricaron estas joyas en nuestras tierras, hemos de
pensar que tan solo un pequeñísimo porcentaje de cuantas joyas se hicieron, se ocultarían y
llegaron hasta nosotros -ya que el normal destíno sería la reutilización o bien la venta a tierras lejanas-.
Tras ello, y para calcular qué cantidad de ellas pudieron hacer por entonces, hay que añadir al número de
piezas encontradas, las ocultaciones que fueron descubiertas en épocas anteriores a las nuestras (que las
fundirían o reutilizarían, sin atender ni conocer su valor). Además, hemos de tener en cuenta entre las
ocultas, aquellas que se destruyeron por agentes tales como la maquinaria de cimentación y las técnicas
construcción (que han podido edificar en terrenos sin percatarse de la existencia un tesoro). Por último y
sumando a las consideraciones anteriores, las muchas otras piezas aún permanecen bajo la tierra -en
espera de ser descubiertas-. Podremos así calcular cuantas joyas hicieron de este tipo, y al observar los
centenares de piezas de esta época aparecidas; se hace evidente que a de fines del Bronce y en la
Península Ibérica, se fabricaron centenares de miles de estas (todo lo que puede explicar el número de
aquellas llegadas hasta nuestros días). -Tal como anteriormente hemos anotado; Juan de Mata Carriazo, ya
expone claramente desde 1965, que la orfebrería tartessia es heredera de la atlántica.

BAJO ESTAS LÍNEAS: Uno de los dos cuencos áureos hallados en Axtroki (Guipúzcoa) y fechados en
el siglo VII a.C. -Bronce Bajo- (agradecemos al Museo Arqueológico Nacional, nos permita divulgar la
imagen). Muy semejante a otras piezas del mismo tipo que contiene el tesoro de Villena; trás
observarlos y ver las coincidencias en su labor -tanto como en el trabajo áureo-; nos hace pensar que
probablemente el ajuar alicantino debiera fecharse en épocas más cercanas a este otro de
Guipuzcoa. De lo que en mi opinión el de Villena habría que datarlo en tiempos más próximos y
entorno a los siglos X y VIII a.C. (no tanto entre el XIII y el X a.C., como se considera actualmente) (14) .

Ello no solo relacionaría plenamente el hallazgo de Alicante con otros tesoros del Bronce Bajo ibérico
contemporáneo a las primeras colonizaciones -como el de Axtroki-; sino que además resolvería algunas
de las hipótesis sobre una desconocida etapa de orfebrería en la Península. Periodo que se ha
pretendido relacionar con el mundo megalítico (al menos del Bronce), pero que quizás debiera unirse más
a la Primera Edad del Hierro, con la llegada hasta Occidente de gentes procedentes de Oriente Medio
y del Egeo (huyendo de su lugar de origen desde el siglo XI a.C.). Un tiempo en el que -como decimos-, se
expande el nuevo metal en el otro lado del Mediterráneo, tanto que algunas de sus más antiguas
civilizaciones (como la Micénica) son conquistadas por "nuevos pueblos" armados con hierro. Obligando al
exilio a los antiguos moradores de áreas hasta entonces tan cultas como Creta, Chipre, las costas
de Anatolia, El Egeo o el Sur de Grecia.

Cuanto decimos sobre el oro en la Península, concuerda con las fechas y explicación que dan los más
expertos a los tesoros llamados del "Bajo Bronce". Investigadores entre los que destacan Almagro
Gorbea, Alicia Perea, o Ruiz-Gálvez (15) ; que explican la relación entre el ajuar de Villena, los de
Portugal y los de Europa Central. Una orfebrería que comunemnete se fecha entre los siglos XI y el
VIII a.C. y que ya se cataloga como perteneciente a "una misma civilización". De tal modo, estudiando el
parecido de las piezas de Villena con estos cuencos fechados en el siglo VII a,C, se nos hace evidente
que aquel tesoro alicantino pudiera ser más bien coetáneo al de Guipuzcoa; sin poder nunca
relacionarlo en el tiempo con etapas dolménicas ni del I milenio a.C.. Asimismo, la semejanza de los
enseres de Villena con tantas otras piezas que se catalogan como "orfebrería megalitista", debería
hacernos pensar que la verdadera datación de esas joyas (consideradas muchas del II milenio a.C.)
aleja en verdad esta orfebrería de esas fechas del Bronce. Más aún hay que reflexionar de su
relación con las construcciones pétreas gigantescas es anacrónica (pese a cuanto se han querido
vincular esta orfebrería y el dolmenismo). Acercándose su verdadera fecha ciertamente a periodos muy
posteriores y coetáneos a la caida de Micenas, e incluso a la introducción del primer Hierro en la Península.

Pese a ello y como es un hecho constatado la aparición de estos torques (pulseras collares o
brazaletes) junto a construcciones dolménicas; hay algo que fundamentalmente demostraría una
unión entre la civilizaciones de los megalitos y esta otra que fabricó las joyas a comienzos del
Hierro. Todo lo que pudo originarse habida cuenta que ambas culturas y épocas se interesaron por
las minas occidentales de metales preciosos. Así sería fácil entender que las gentes venidas del Egeo
o de Anatolia a comienzos del I milenio a.C. se habrían establecido en los mismos lugares que sus
antecesores -los constructores de aquellos rústicos monumentos de gigantescas piedras-. Áreas
atlánticas muy ricas en minas y que tras ser aculturadas por el megalitismo y por el Bronce, lo fue
por colonizadores aparecidos durante la Primera Edad del Hierro. Habiendo sido quizás para estos
últimos colonos -buscadores de oro y plata- una señal inequívoda de la existencia de yacimientos en la
zona, el ver en sus campos dolmenes, menhires o cromlechs. Construcciones antiquísimas que se
elevaban desde el V milenio a.C. en áreas occidentales donde se hallaban los mejores terrenos y
minas de ricos metales.

De tal manera, al establecerse a nuestra Península esas gentes que vedrían desde Oriente Medio -o de
Micenas en el II milenio a.C.-, simplemente observando los campos con megalitos, pudieron localizar
rápido las tierras de mejores minas -áureas o argénteas-. Por todo lo cual posiblemente respetaron y
reutilizaron aquellos monumentos ciclópeos, quizás como templos o nuevas tumbas y en señal de
cuanto significaban desde lo más remoto. Por lo demás y en mi consideración, los tesoros de esta
Primera Edad del Hierro que muchas veces se denominan dolménicos; realmente fueron enterrados
en aquellas construcciones, dando un uso posterior a estas y como veneración de su simbolismo
antiquísimo (seguramente como marcas de una cultura ancestral y de una tierra rica en metales). Todo lo
que aún lleva a fechar muchas de sus joyas a comienzos del II milenio a.C., pese a que en verdad tendrían
casí mil años menos. Es decir que -a mi juicio- fueron hechos en su gran mayoría tras la llegada a nuestra
Península de gentes venidas de este Mundo Oriental (creto-micénico), que se establecerían el los
campos con mejores minas; bastando para localizarlas buscar lugares plenos de megalitos. Zonas
que seguramente serían las más civilizadas y que estarían pobladas por gentes mineras y capaces de
generar una economía de metales (existente en esas zonas desde tiempos inmemoriales). Allí se
establecerían y de un mismo modo que aculturaban a los habitantes autóctonos; reutilizarían los
dólmenes o menhires, para enterrar sus objetos, ajuares y muertos. Todo lo que sucedería en un
tiempo y en una época inmediatamente previa al nacimiento de Tartessos.

Continuando con el comienzo del I milenio a.C., se hace indudable que este es un momento en el que
se desarrollan unos magnificos talleres de metales preciosos en la Península (junto a los yacimientos
mejores). Naciendo una orfebrería "pre-ibérica" de una calidad inigualable y cuyas artes mezclan
modelos de tipo muy lejano (¿Mesopotámicos, asirios, egipcios?...), tanto como diseños
postmicénicos, e incluso neohititas. Pese a ello, esta orfebrería es autóctona, propia, de origen
atlántico, y muy característica en su tipología; tanto que los rasgos de sus piezas áureas se
exportarán a otras zonas de Europa (como es el caso de las Islas Británicas y "la ruta del ámbar"). Siendo
aquellas piezas de origen pre-ibérico hechas en oro y plata, las joyas que comunmente se han
denominado "tesoros megalíticos" u "orfebreria del Bronce"; aunque -como hemos dicho
repetidamente-, en mi opinión hubieran de fecharse en etapas muy posteriores a las catalogadas (en
todo caso, poco antes de la aparición del Hierro y en etapas cercanas al nacimiento de Tartessos).

Por su parte, estos mismos talleres y minas, con el paso de los años (apenas uno o dos siglos más
tarde), creemos que dieron como fruto un segundo tipo de joyería autóctona; trabajos que ya
mezclarían modelos muy egeos, griegos y sobre todo púnicos. Naciendo así y por entonces, las
joyas que comúnmente han sido catalogadas como orientalizantes, de las que muchas se clasifican
como tartessias -y que actualmente se dice extrañamente tan solo son fenicias (o púnico-coloniales);
siendo este el caso de tesoros como: El Carambolo, La Aliseda, Lebrija o Jávea-. Obras que durante este
"último ciclo" de la orfebrería prerromana -comprendido entre los siglos VIII y V a.C.-, mezclaron las
técnicas autóctonas ibéricas (llamadas "del Bronce")con las influencias venidas de Fenicia, de Frigia o
de Grecia. Influjo que se produce después de las colonizaciones, por todo lo que el trabajo de oro
peninsular durante esas épocas -desde la "orientalizante" y tartessia a la cartaginesa- se parecerá al de
las piezas etruscas y a muchas de las anatólico egeas (conteniendo rasgos plenamente griegos y
fenicios).

La explicación que hemos presentado en los párrafos anteriores, es nuestra hipótesis acerca del origen e
influencias de las joyas tartéssicas (tanto como el estilo de la ofebrería que se fabricará en la Península
desde el siglo VIII a.C. hasta el final del dominio Cartaginés). Por cuanto considero que bajo estos
parámetros podríamos comenzar a comprender tesoros como el de El Carambolo, Lebrija y La
Aliseda. Ajuares que venimos estudiando en su simbolismo, en su técnica de fundición, en sus influencias,
en sus antecedentes y orígenes. Pese a que su análisis encierra algunas dificultades, dada la
complejidad cultural que comprenden y la fusión de las diferentes civilizaciones que contienen esas
joyas. Tanta que -como hemos demostrado en el caso de El Carambolo- llevan inscritos hasta signos
en idioma Luwio (o neohitita). Portando los sellos del collar hispalense, caracteres silábicos hititas que
significan: "Rey", "dios", "casa", "sagrado" (e incluso el nombre de la diosa frigia "Kubaba").

PARA CUANTOS ESTÉN INTERESADOS EN ESTOS ASPECTOS DE EL TESORO DE EL CARAMBOLO,


LES RECOMENDAMOS CONSULTAR LAS SIGUIENTES ENTRADAS DEL PREENTE BLOG:
.
34ª- LO INVISIBLE EN LA MITOLOGÍA: Los Bueyes de Gerión en el Tesoro del Carambolo (Parte VI:
Análisis de los símbolos. Conclusiones: ¿Relación entre El Carambolo y el rey Midas?) .-COMENZAMOS A
ESTUDIAR LA POSIBILIDAD DE QUE EL ORIGEN DEL DISEÑO EN EL TESORO DE EL CARAMBOLO
SEA ANATOLIO- VER: http://loinvisibleenelarte.blogspot.com.es/2011/06/1-2.html
.
35ª- LO INVISIBLE EN LA MITOLOGÍA: Los Bueyes de Gerión en el Tesoro del Carambolo (Parte VII:
Algunas ideas y conclusiones ya apuntadas; orientaciones sobre el carácter ibérico y la herencía del Bajo
Bronce; en las joyas de El Carambolo ). VER:http://loinvisibleenelarte.blogspot.com.es/2011/06/1_19.html
.
36ª- LO INVISIBLE EN LA MITOLOGIA: Los bueyes de Gerión en el tesoro de EL Carambolo (Parte VIII:
Simbología neohitita en las joyas; un tesoro de rasgos frigios que bien pudo ser hecho, o regalado a
Arganthonio, por el rey Midas).-DESDE ESTA ENTRADA EXPONEMOS QUE EL DISEÑO DE EL TESORO
DE EL CARAMBOLO PUEDE SER FRIGIO O NEOHITITA-
VER: http://loinvisibleenelarte.blogspot.com.es/2011/06/1-9-8.html

37ª- LO INVISIBLE EN LA MITOLOGÏA: Los bueyes del rey Gerión en el tesoro de El Carambolo (Parte IX:
Interpretación y traducción de los símbolos en las joyas). -DESCUBRIMOS QUE LOS SÍMBOLOS QUE
CONTIENE EL COLLAR DE EL CARAMBOLO, SON LETRAS DEL SILABARIO NEOHITITA (LUWIO),
PUDIENDO TRADUCIRSE COMO "dios y rey"-VER: http://loinvisibleenelarte.blogspot.com.es/2011/06/1-7-
9.html
.
38ª- LO INVISIBLE EN LA MITOLOGÍA: Los bueyes de Gerión en el tesoro de EL Carambolo (Parte X: Los
descendientes del rey Midas y su posible tumba en Chinchilla del Monte Aragón -el monumento neohitita de
Pozo Moro-). -RELACIONES ENTRE EL MUNDO NEOHITITA (FRIGIO) Y TARTESSOS-
VER:http://loinvisibleenelarte.blogspot.com.es/2011/06/1-8-9-y.html
.
39ª- LO INVISIBLE EN LA MITOLOGÍA: Los bueyes de Gerión en el tesoro de EL Carambolo (Parte X : Los
descendientes del rey Midas y su posible tumba en Chinchilla del Monte Aragón. El monumento neohitita de
Pozo Moro -Continuación-). VER: http://loinvisibleenelarte.blogspot.com.es/2011/06/1-8-8.html
.
40ª- LO INVISIBLE EN LA MITOLOGÍA: Los bueyes de Gerión en el tesoro de EL Carambolo (Parte XI:
Arganthonios y Midas. ¿Era de origen escita el monarca del oro?.). -DE NUEVO, LA RELACIÓN ENTRE EL
MUNDO ANATOLIO DEL SIGLO VIII AL VI A.C. Y EL SUDOESTE PENINSULAR-
VER:http://loinvisibleenelarte.blogspot.com.es/2011/06/1_28.html

41ª- LO INVISIBLE EN LA MITOLOGÍA: Los bueyes de Gerión en el tesoro de El Carambolo (Parte XII:
Midas. El rey de origen escita y los adoradores del oro que comerciaron con Tartessos.). - DESCUBRIMOS
CITAS HISTÓRICAS QUE MENCIONAN EL COMERCIO ENTRE MIDAS (REY DEL ORO NEOHITITA QUE
GOBERNABA GORDION) Y TARTESSOS- VER: http://loinvisibleenelarte.blogspot.com.es/2011/07/1.html
.
48ª- LO INVISIBLE EN LA MITOLOGÍA: Los bueyes de Gerión en el tesoro de El Carambolo (Parte XIX:
Análisis histórico y numerológico de los pectorales). -ANÁLISIS DE SUS FORMAS Y SIGNIFICADO
CALENDÁRICO DE SU DISEÑO Y GRANULADO- VER:http://loinvisibleenelarte.blogspot.com.es/2011/07/1-
6.html
.
96ª LOS HEREDEROS DE MICENAS: Su establecimiento en Israel y su relación con Tartessos (De "Lo
invisible en la mitología": Los bueyes de Gerión en el tesoro de El Carambolo. Parte LXVII). HABLA
ACERCA DE DÓNDE FUERON LOS PUEBLOS QUE CONFORMARON MICENAS, TANTO COMO DEL
ORIGEN Y LUGAR EN EL QUE SE ESTABLECIERON MUCHOS DE LOS LLAMADOS "DEL MAR": LAS
COSTAS DEL ACTUAL ISRAELhttp://loinvisibleenelarte.blogspot.com.es/2012/10/blog-post_19.html
.
97ª LA INSCRIPCIÓN DE LA DIOSA FRIGIA KU-BABA EN EL COLLAR DE EL CARAMBOLO; PARTE
PRIMERA: Posibles cultos a Cibeles en Tartessos. (De "Lo invisible en la mitología": Los bueyes de Gerión
en el tesoro de El Carambolo. Parte LXVIII). ANÁLISIS DE LOS SELLOS DEL COLLAR DE EL
CARAMBOLO, LLEGANDO A LA CONCLUSIÓN DE QUE EN ESTE SE HALLA ESCRITA LAS PALABRAS
NEOHITITAS DIOSA KU(baba) -Cibeles-http://loinvisibleenelarte.blogspot.com.es/2012/10/blog-
post_26.html
.
98º LA INSCRIPCIÓN DE LA DIOSA FRIGIA KU-BABA, EN EL COLLAR DE EL CARAMBOLO; PARTE
SEGUNDA: Cultos y ritos heredados desde Frigia. (De "Lo invisible en la mitología": Los bueyes de Gerión
en el tesoro de El Carambolo. Parte LXIX). LOS MISTERIOS DE ATTIS Y CIBELES Y SU RELACIÓN CON
RELIGIONES EXPORTADAS AL OCCIDENTE, EL COLLAR DE EL CARAMBOLO Y SUS
SELLOS http://loinvisibleenelarte.blogspot.com.es/2012/10/blog-post_28.html
.
COMENTARIO A LAS IMÁGENES: Arriba, fotografía de Estremoz por la noche, localidad de origen
dolménico (al igual que todo el área alentejena) y en cuyas inmediaciones se hallaron importantes
piezas de orfebrería del bronce -como el brazalete que vimos en las primeras imágenes-. Esta zona tan
próxima a Badajoz, se hallaba hace tres o cuatro mil años en un lugar inmejorable por sus condiciones
climáticas, y muy próxima a rios tan importantes como el Guadiana y el Tajo (navegables). Situada junto a
la llamada "brecha de oro" ibérica, pertenece a una tierra riquísima en ramas áureas y argénteas
existentes en Península (hace más de treinta siglos); que gozaba de una "falla abierta" plena de metales
preciosos. Zona minera que recorría su vertiente Atlántica de Norte a Sur, partiendo desde Huelva y
llegando hasta Galicia. Una terreno cuyo geosinclinal abierto en brecha, eran las mejores minas de
oro, plata, cobre y estaño de Europa (incluso del Mediterráneo y tan solo comparables con las del
Cáucaso en el extremo Este del Mar Negro).

Consecuentemente muchos de los pueblos buscadores de metales que viajaron durante el II milenio
a.C. desde Mesopotamia, Anatolia, Oriente Medio o el Levante; arribarían a zonas como Villena o
Estremoz. Unos puntos que finalmente se tomarían como entrada, refugio y camino del oro y de la
plata; debido a su cercanía y situación estratégica en la vía hacia las áreas
mineras. Así, Villena (donde se halló el famoso tesoro) debió ser lugar de refugio y encuentro de
aquellos primeros comerciantes del oro; debido a su situación apenas a setenta kilómetros de la costa
Mediterránea y camino de las fuentes del Guadalquivir o de las del Guadiana. Por su parte, Estremoz, se
halla igualmente a pocos kilómetros del mismo rio Guadiana ya en el tramo final y fronterizo de
Portugal, desde el cual se puede navegar hasta su desembocadura, junto a las Minas de Rio
Tinto (yacimiento cúpreo y de estaño, explotado por gentes venidas de Oriente al menos desde el 2700
a.C.). Siendo esta zona del Alentejo, donde hubo magníficas minas argénteas y de plata, en cierto modo
cercanas a las de mercurio de Almadén.

ABAJO: En las inmediaciones de Estremoz existen innumerables ejemplos de construcciones


megalíticas;sobre todo junto a la capital del Alentejo -en las cercanías de la ciudad llamada "ibera"
(Ébora)-. Cromlechs como el de Almendra que se sabe era un observatorio astronómico, o dólmenes como
el de la imágen, se suceden en estas tierras a cada pocos kilómetros. La fotografía está tomada en una
colina a pocos kilómetros de Estremoz y a unos cientos de metros de Redondo, en el dolmen
llamado "Antas de Candeeira", fechado entre los milenios VI al III a.C.. Curiosamente esta construcción
megalítica fue posteriormente reutilizada hasta por los ermitaños de la órden de Jeronimos, que más
tarde fundarían el monasterio de San Pablo (distante a unos dos kilómetros de este lugar). Frailes de
quienes se dice abrieron un boquete en sus lajas para observar el Sol y las horas; siendo ello un ejemplo de
cómo estas obras megalitistas han sido respetadas y utilizadas durante milenios (unas veces para enterrar
enseres y joyas, otras -entre los celtas- para celebrar ceremonias; e incluso entre los cristianos como centro
de eremitas). - como venimos explicando Juan de Mata Carriazo; hace ya cincuenta años, intuyó que la
orfebrería tartéssia o megalítica era el paso previo al oro de Tartessos.-

Continuando con El Carambolo, para afirmar -tal como actualmente se hace- que aquel ajuar en oro es
tan solo púnico, habríamos de mostrar que entre los hallazgos peninsulares fenicios se encuentran
objetos muy similares a este. Nos referimos al hecho fehaciente de que tendría que haber otras piezas
muy cercanas en diseño, forma y tamaño a las sevillanas, procedentes de los enclaves que los fenicios
mantuvieron en nuestro litoral y fechados en un tiempo cercano al tesoro del que hablamos (entre los siglos
VII a. V a.C.). Aunque los ajuares de joyas hallados en estos puertos costeros de tirios y sidonios
afincados en nuestro litoral -heredados luego por los cartagineses-, no son muy espectaculares ni
menos semejantes a esa joyas tartéssicas. Sinó que muy por el contrario la orfebrería fenicia es
bastante repetitiva en sus formas egipciantes, tanto como "humilde" en sus cantidades y calidades
de oro (principalmente en las colonias de Iberia).

Por cuanto, viendo estos tesoros fechados entre los siglos VII al V a.C., con una gran calidad en su
trabajo (y de una enorme cantidad de metal precioso) que proceden de teritorios cercanos o
vinculados a Turdetania. Puede decirse sin temor a equivocarnos que son orientalizantes, aunque
autóctonos. Ya que de común se encontraron en tierras de influencia tartessia (incluso en lugares muy
lejanos a la presencia fenicia), tanto como se han hallado próximos a las colonias griegas ibéricas. Unas
joyas del tipo oriental, pero muy significativas en sus formas y rasgos, que las diferencian
claramente de otro tipo de orfebrería -como la púnica o la griega- . Y dado que siempre aparecen en
el entorno turdetano, su normal clasificación es la que todos los grandes maestros de la arquelogía
le han dado, definiéndolas como "tartéssicas".

Todo lo que hemos expresado intenta refutar las últimas tesis que clasifican de púnicas estas pieza.
Manifestando por mi parte que no son simplemente "joyas fenicias"; algo que se demuestra al no haber
hallazgos semejantes a El Carambolo en Gadir, ni en Malaka, en Sexi, o en Adra -y largo etcétera de
puertos púnicos; es decir, en las colonias propiamente fenicias-. Habiéndose encontrado las ocultaciones
de grandes y valiosos tesoros tan solo en ciudades iberas como las sitas en las inmediaciones de
Alonis y de Hemeroskopion; o bien en territorios como la Extermadura española y portuguesa y en
áreas de Tartessos -La Aliseda o Cancho Roano (incluso donde no existe ningún testimonio de presencia
fenicia)-. De lo que ha de pensarse obligatoriamente que la cultura que promovió hace más de dos
mil quinientos años una orfebrería del tipo "Carambolo" (con tal calidad y utilizando aquellas cantidades
de oro puro) no debió no ser púnica, sinó más bien autóctona orientalizante. Es decir, una civilización
ibera nacida durante el Bajo Bronce y con influencias fenicias, pero también con influjos anatólicos
(o egeos y cretochipriotas). De todo cuanto se entiende la frase ya citada de Alicia Perea referente a El
Carambolo, diciendo sobre aquel: "simplemente no existen paralelos próximos o remotos y sin
embargo se han pretendido encontrar multitud de paralelos mediterráneos".

COMENTARIO A LAS IMÁGENES: Como decimos, el Alentejo fue tan rico en metales antaño como hoy
lo es en monumentos megalíticos. Dólmenes, menhires, alineamientos y piedras diversas, nos recuerdan
un tiempo en el que esta tierra debió estar plena de metales y de riquezas. En las imágenes, arriba,
Piedra de la fertilidad de San pedro de Corval, en las cercanías de Monsaraz (un símbolo milenario de la
fecundidad, que parece fue adorada en esta forma hace más de cinco milenios). Abajo, otro de los
"antas", en este caso el llamado dolmen de Oliva da Pega; también junto a Monsaraz y fechado en el
IV milenio a.C.. Estas construcciones fueron reultilzadas por muchas de las civilizaciones que les
precedieron; en concreto -en mi opinión- aquellos buscadores de oro llegados a nuestras tierras a fines del
II milenio a.C., los debieron considerar sagrados y quizás se valieron de ellos para conocer los
lugares ricos en metales preciosos. Puesto que la aparición del megalitismo y la de tierras ricas en
oro y plata, coinciden por toda la cuenca atlántica (desde Gibraltar hasta Irlanda y Escocia). Habiendo
sido quizás estas construcciones la referencia para establecerse entre aquellos exploradores que buscaban
minas, ámbar y joyas durante el II milenio a.C. Quienes viajarían hasta la costa atlántica para luego
comerciar lo obtenido de sus periplos, vendiéndolo en el Oriente mediterráneo.
Acerca de la procedencia de la joyería tartéssica, sin olvidar nunca que obviamente es de origen
orientalizante; hemos de tener en cuenta que también goza de rasgos propios. Es decir, que contiene
un carácter que personalmente considero nacido desde la cultura Occidental Atlántica -la del oro
autóctona-. Una civilización desarrollada fundamentalmente durante el II milenio a.C. y que culmina desde
el siglo XI al VIII a.C.; a la que considero como "madre" en gran parte de la posterior Tartessos. El reino
del Bajo Guadalquivir que a mi juicio no era propiamente heredero del megalitismo ni del colonialismo
fenicio-egeo; sinó de esta otra cultura creada por exploradores metalúrgicos llegados hasta el
Atlántico a fines del II milenio a.C. (en busca de ricas minas).

Sobre cuanto expongo, hace unos treinta años preparé una "tesis" que no pude acabar al haberla publicado
un tercero sin mi autorización. "Alguien" que se hizo con ella y quien tras "darle leves retoques", la firmó y
editó. Mi deseo por entonces (en 1984 y cuando estudiaba aún Derecho) era presentar un "paper"
preparatorio para ingresar en el seminario de Historia y especializarme en protohistoria Occidental. Bajo la
tesis referida, argumentaba la existencia de una civilización común en todo el Atlántico durante la
Edad del Bronce. Cultura que procedía de visitantes Orientales (egeos y anatolios principalmente)
quienes habrían viajado hasta nuestras tierras en busca de metales durante el III y el II milenio a.C.,
confirmando una "unidad histórica" entre el siglo X y el VIII a.C.. Exploradores llegados de Creta,
Chipre, Anatolia y Asia Menor; que generaron en sus repetidas "visitas" una civilización en las costas más
occidentales de Europa, con ciertos rasgos muy peculiares y comunes. Cultura que se extendería desde
el litoral Oeste peninsular (principalmente el andaluz), subiendo por todo el galaico portugués; y que
comprendía igualmente las Islas Británicas, ascendiendo en ocasiones por la "ruta del ámbar", hasta
"tocar" Escandinavia.

De tal manera proponíamos que la aculturación de las Islas Británicas, la de las costas Occidentales
de Europa y las de la Península, no fue como herederas del megalitismo; sino procedente de unas
colonizaciones llegadas del Levante mediterráneo. Todo lo que iría tomando forma gracias a las
repetidas llegadas por mar de metalúrgicos, quienes nos visitaron durante dos mil años y antes del
descubrimiento de El Hierro. Terminando por fraguándose una civilización común en esos litorales de
la primera Europa con unos rasgos muy concretos y definidos, ya hacia el 1150 a.C. -tiempo en el que
huirían en masa las gentes del otro lado del Mediterráneo-. Un hecho que entendíamos como
consecuencia directa de la aparición del "nuevo metal" en Oriente, al ser este siglo XII a.C. el
momento en el que se expande el Hierro (desde Asia Menor y por todo el Mundo Antiguo). Lo que
lógicamente obligó a huir a los habitantes de muchas de las civilizaciones de El Bronce levantinas;
que escapan de sus tierras al verse atacados por pueblos aculturados, nómadas, y armados con
aquel nuevo y resistente metal . Desde ese hecho y observando las coincidecias durante la Edad del
Bronce en Las Islas Británicas, en Galicia, en Portugal y en el Suroeste Penisular (especialmente en las
cuencas del Tajo, Guadiana y del Bajo Guadalquivir). Escribí -como digo- hace unos treita años el referido
estudio -de unas doscientas páginas- que intitulé "Las leyes de Tarschisch" y en donde proponía la idea
de esta civilización del Bronce Atlántico como origen de Tartessos.

Consecuentemente, teniendo en cuenta los múltiples rasgos comunes que existían durante los
milenios III y II a.C. por toda esta cuenca marítima que cubre desde Gibraltar hasta Cornualles (y las
Islas Británicas). Se me hizo evidente que el Atlántico Occidental contenía una Historia unitaria, que
permanecía con unos caracteres y costumbres muy semejantes por todo este área hasta el siglo VIII
a.C.. En base a ello me propuse demostrar que este era el origen de Tartessos, pese a lo que al ver mi
primer trabajo publicado por otra persona, ese hecho me desmoralizó tanto que dejé de estudiar y de
escribir sobre el tema. Aunque ahora (casi treinta años después), me propongo reiniciar el estudio y poder ir
demostrando cuanto en aquella tesis planteaba casi tres décadas atrás. Siendo uno de los puntos de
gran importancia la procedencia de algunos rasgos de la joyería tartéssica (especialmente por la
calidad y perfección); todo que a mi juicio vendría desde esta herencia de la orfebrería Atlántica.

COMENTARIO A LAS IMÁGENES: Arriba, un torques de plata hallado en Morval, Cornwall y


perteneciente a los siglos VIII al VII a.C. (encontrado junto a otros seis brazaletes, de oro, dos iguales a
este y el resto sin esa terminación en forma de campana). Estas joyas son casi iguales a las coetáneas,
que se encontraron en Portugal y en Extremadura; conteniendo un diseño practicamente idéntico a
estas de misma época, aparecidas en lugares tan dispares como Sintra, Sagrajas o
Calzadilla (Cáceres y Portugal). Un modelo de orfebre que aparece en varios yacimientos de Castilla y
León, siendo muy similar a otros que se descubrieron en Galicia o en Asturias, en La Mancha (Ciudad Real)
y en Andalucía (especialmente en la cuenca del Guadalquivir).

BAJO ESTAS LINEAS: Uno de los más famosos torques, el de Sagrajas (Extremadura), fechado entre
los siglos IX al VIII a.C. -perteneciente al Museo Arqueológico Nacional, al que agradecemos nos permita
divulgar su imagen-.Como podremos observar es muy parecido al anterior, tanto como a otros muchos
brazaletes y pulseras coetáneos hallados en Irlanda o en Gran Bretaña. Todo lo de demuestra una
cultura común, que creaba unas joyas casi iguales y que comprendía la Península Ibérica
(especialmente su lado Oeste -en especial Portugal, Extremadura y Galicia-) y las Islas Británicas.

BAJO ESTAS LINEAS: Oro de Cancho Roano.


COMENTARIO A LAS IMÁGENES: Para finalizar este artículo vamos a recoger algunas fotografías en las
que podremos comprobar los hechos históricos que hemos ido exponiendo, siendo muy de
destacar las coincidencias absolutas entre la joyería británica y la ibérica occidental (entre los años,
1150 al 800 a.C.). Arriba, una de las vitrinas del Museo Arqueológico de Badajoz -al que agradecemos nos
permita divulgar la imagen- en la que se encuentran zarcillos y pulseras del siglo VI a.C., procedentes
del yacimiento tartéssico de Cancho Roano (Zalamea de la Serena, Badajoz). Como podemos
observar su hechura y calidad es casi igual a la que contiene la joyería británica durante el Bajo
Bronce. Pulseras, collares y pendientes hallados en Irlanda o en Gran Bretaña y fechados
comúnmente entre los siglos XII y el VIII a.C.; pese a lo que consideramos que su arco de datación
debiera extenderse al menos hasta este periodo coetáneo con Tartessos. Ya que la cultura nacida en
el Bajo Guadalquivir se origina gracias al comercio de metales con el litoral altántico, lo que explica que las
piezas aparecidas en los yacimientos tartéssicos (cercanos al Guadiana o al Tajo), sean casi iguales a las
británicas, a las de Galicia o a las portuguesas (fechadas al menos desde el 1150 al 800 a.C.).

ABAJO: Uno de los múltiples torques hallados en la zona de Cornualles y datado entre los siglos XII al
VIII a.C. (propiedad del British Museum, al que agradecemos nos permita divulgar la imagen). Como
podremos analizar, este es casi igual a los de Cancho Roano y a tantos otros hallados en
Extremadura, en El Alentejo o en Castilla y Galicia.

.
ABAJO: Pebetero frigio del museo de Usak.
COMENTARIO A LAS IMÁGENES: Como hemos comprobado, la joyería de las Islas Británicas y la que
se realiza en la Península Ibérica durante este periodo del Bronce Bajo (desde el 1150 al 800 a.C.) es
casi idéntica. Algo que evidencia y constata que este área perteneció a una misma cultura. Civilización
metalúrgica que una vez diremos como creemos fue generada por las gentes venidas por mar hasta las
costas atlánticas, en sucesivas oleadas y principalmente desde el Egeo (de Oriente Medio y de Anatolia).
Consecuentemente muchos de aquellos modelos de orfebrería ibero-britano contienen ya rasgos muy
característicos y heredados desde formas hititas, frigias, minóicas o micénicas. En la imagen
de arriba hemos recogido un Thymiaterion (pebetero) frigio fechado hacia el siglo VII a.C., con un
diseño muy extraño y que en ocasiones comparte esta orfebrería occidental del Bronce Bajo
Europeo (agradecemos al Museo de Usak, nos permita divulgar la fotografía).

ABAJO: Estela tartéssica fechada hacia el siglo VII a.C. y llamada "Del alamillo" -encontrada en la
Dehesa del Boyal en el año 2000 (Ciudad Real)-. En su ortostato se observa un guerrero con una espada
del tipo utilizado entre Los Pueblos del Mar, quienes -como sabemos- eran gentes huidas de Anatolia
desde el siglo XIII a.C.. Población errante, sin hogar y marineros que atacaron diversos estados (como
el Egipto de Ramsés III) en busca de asentamiento -o de una patria-. Parece ser que llegaron al Sur
hispánico, tanto como a Cerdeña, donde se supone se establece uno de estos Pueblos del Mar,
denominado Sardanos (que daría nombre a la isla). Gentes llamadas "Sardas" y de los que sabemos
vestían con cascos de grandes cuernos y se armaban con espadas en forma de "lengua de
carpa" (todo lo que se corresponde con el tipo de soldado en el grabado de la estela fotografiada). Por su
parte, en el bajorrelieve tartéssico también vemos una peineta, esculpida sobre la piedra como
símbolo de poder. Peinetas que igualmente fueron atributo del guerrero entre pueblos cercanos a
los de El Bronce en la ruta del ámbar (especialmente en Suecia, donde se han hallado numerosos
peines en los ajuares de enterramiento, pertenecientes a una etapa entre los siglos IX al V a.C.). Todo
ello nos llevaria a relacionar el tesoro de Caldas de Reyes -presidido por una de esas peinetas de
oro-, con estas gentes y estos tiempos (muy posteriores a la datación que realmente se considera para el
ajuar de Pontevedra). Tanto como a considerar que esta ocultación de oro de Caldas, posiblemente
fue coetánea -o cercana- al mundo tartéssico (lo que se explicaría por el conocido hecho de que las
gentes del Bajo Guadalquivir iban comunmente hasta Galicia, en busca de la casiterita; un estaño acabado
en el Mediterráneo desde el siglo XV a.C., e imprescindible para fabricar el bronce).

ABAJO: "Candelabros de Lebrija".

COMENTARIO A LAS IMÁGENES: Arriba, dos de los famosísimos "Candelabros de


Lebrija"; Thymiaterion (o pebeteros) tartéssicos en oro puro y que algunos autores -como Alicia Perea-,
fechan en el siglo V a.C. (en vitrina, tal como los exhibe el Museo Arqueológico de Sevilla, al que
agradecemos nos permita divulgar las imágenes). A mi juicio estos extrañísimos "candeleros" tienen un
diseño muy relacionado con la joyería atlántica y más concretamente con modelos
centroeuropeos. Tanto que se nos plantea al analizarlos, unas posibles concomitancias con el
mundo "Hallstático", o celta más remoto. Influencias que también pudieran haber venido por mar y
que quizás se deban a modelos egeos o frigios (incluso persas); con un estilo de trabajo que en nada se
nos parece a la orfebrería griega ni a la púnica. Puesto que mucho más se acercan a las joyas de Centro
Europa, o a las de la ruta del ámbar -e incluso a algunas británicas en épocas ya influenciadas por el
mundo indoeuropeo, trás la llegada de los celtas a las islas-. De lo que consideramos estos
"candelabros" de Lebrija posiblemente un poco anteriores a la datación que actualmente se les da y
quizás más bien pertenecientes a los siglos VII y VI a.C.; por cuanto estarían muy influidos por la
orfebrería atlántica o la europea del Bajo Bronce.

ABAJO: El tesoro de El Carambolo una vez más y tal como lo expone el Museo Arqueológico de Sevilla,
al que agradecemos nos permita divulgar la imagen. Con un peso total de unos tres kilos de oro puro
y fechado entre los siglos VII al VI a.C.; aun conteniendo paralelismos con otras piezas fenicias y
helenas, no tiene parangón ni similitud alguna para afirmar que se trata de joyas mediterráneas,
propiamente helenas ni menos púnicas. Puesto que en mi opinión es un tipo de orfebrería nacida
desde las técnicas peninsulares del Bajo Bronce (las atlánticas, que repetidamente hemos
visto), unidas a inspiraciones o modelos fenicios y griegos -aportados por los colonizadores desde los
siglos VII al VI a.C.-. Por lo demás contiene letras y caracteres luwios (neohititas) en su collar.

------------------------------------------------------------
CITAS:
.
(1): ORFEBRERÍA ROMANA EN LA PENÍNSULA IBÉRICA, Alicia Perea; Madrid 1991.
.
(2): Alicia Perea, (op. cit) pag 208.
.
(3): HISPANIA, Adolf Schulten, recientemente reeditado por Ed. Renacimiento, Madrid 2004. "Capítulo Los Metales" pags. 116 y ss.
.
(4): Estrabón, Geog. 143 y 147 // Plinio, Hist. Nat. XXXIII 67 y 68; XXXIII 118 /// Tácito, Anales VI 19. // Diodoro V, 35 // MENCIONAN
LA GRAN RIQUEZA METALÚRGICA en oro DE LA PENÍNSULA. Plinio en Historia Natural XXXIII 118 habla de las minas de cinabrio
en Sisapo (las de mercurio de Almadén) que eran más valoradas que las de oro.
.
(5): Plinio, XXXIII, 78 y Justino XLIV 3-5.
.(6): Marcial, XII, 18 habla de este oro del Jalón, junto a su tierra natal (Zaragoza)
.
(7): Silio Itálico, I, 234 habla de la riqueza en oro del Tajo.
.
(8): Plinio XXXIII , 86

(9): Estrabón 151 sobre las fuentes del rio Tartessos y 147, sobre Cartago Nova y sus minas también mencionadas por Plinio XXXIII,
97.
.
(10): Tito Livio, A.U.C. XXXIV 21 ; Catón Gelio, II, 22, 29
.
(11): Oda Marítima, Rufo Festo Avieno, versos 419 y ss.

(12): Aristóteles, Sobre las Maravillas, 46


.
(13): Estrabón, III, 4, 5 //// Estrabón Geog. III, 2, 8 y 2, 9
-
(14): Almagro Gorbea, considera que Villena y Estremoz contienen contactos con El Bronce Centro Europeo y lo fecha desde fines del
XI al VIII y VII a.C. (Almagro, 1974, pag. 89). Por su parte, Schule cree que el tesoro de Villena es una ocultación hacia el año 1000
a.C., algo que comparte Ruiz Gálvez (Ruiz Gálvez, 1964, pag 386), quien lo fecha etre el siglo XI y el VIII a.C. y considera está
relacionado con los de tipo Bercozana con remates.
.
(15): Alicia Perea, (op cit.) pag. 208.

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