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Conoce las principales diferencias entre una Administradora de Fondo de Pensiones (AFP) y la

Oficina de Normalización Previsional (ONP).

Cuenta de ahorro personal versus fondo común: en una AFP, el monto de tu pensión depende de
lo que acumules en tu fondo personal más la rentabilidad que tu AFP obtiene para ti. Si tu aporte
es constante, tu pensión será mejor al momento de jubilarte. En cambio, en la ONP aportas a un
fondo común del cual se pagará tu pensión y las pensiones de terceros.

Tiempo de aportación para jubilarte: en una AFP siempre recibirás una pensión de jubilación, sin
importar el tiempo que hayas aportado. Por el contrario, en la ONP el trabajador solo recibirá una
pensión de jubilación si demuestra haber aportado 20 años, caso contrario perderá todo lo
aportado.

Monto de pensión: la pensión promedio de las AFP es de S./ 1100 soles, un 60% más alta que la de
la ONP, además no hay un máximo de pensión. En el caso de la ONP el máximo de pensión es de
S./ 850 y este dependerá de las leyes o requisitos en el momento que lo solicites.

Multifondos: las AFP te ofrecen tres tipos de fondos con diferentes características de rentabilidad
y riesgo para invertir tu fondo de pensión. La ONP no te brinda estas opciones.

¿Qué son las AFP?


Alberto Pradas
(30/05/2015)0 comentarios
¿Qué es una AFP?
Las AFPs son Administradoras de Fondos de Pensiones, entidades privadas que tienen
por objeto administrar el dinero que mes a mes los trabajadores destinan para financiar
sus futuras pensiones.
Afiliarse a una AFP es obligatorio para los trabajadores dependientes, en
cambio si eres independiente, puedes hacerlo de forma voluntaria.
¿Para qué sirve una AFP?
La idea de cotizar en una AFP es generar un ahorro mensual que te permita
financiar una renta cuanto te hayas jubilado. Mientras más temprano empieces,
mejor será tu pensión ya que los intereses percibidos son proporcionales al
tiempo que has estado cotizando en tu AFP.
Si por razones de fuerza mayor no puedes seguir trabajando, estás protegido por
el Seguro de Invalidez y Sobrevivencia, el que te otorga una pensión si es que
no puedes seguir trabajando.

Las funciones principales de una AFP son recibir todos los meses las cotizaciones
de cada persona, esta cotización corresponde por ley al 10% del sueldo imponible
(sueldo bruto) del afiliado, más el adicional correspondiente al seguro y comisión.
Tipos:

Multifondos, ¿qué son?


Los multifondos corresponden a los 5 fondos de inversión (A, B, C, D y E) en que
la AFP separa los dineros de sus cotizantes, cada uno con distinto riesgo. El
afiliado elige el fondo en el que quiere estar, es decir elige el tipo de inversión y
nivel de riesgo en que se usarán sus fondos.
Método de afiliación: Si vas a trabajar como dependiente por primera vez, tu
afiliación es automática. Se inicia completando el formulario de incorporación en la
AFP que elijas a través de la página web o en una de las sucursales. En cambio,
si eres trabajador independiente, la afiliación es voluntaria, debes dirigirte tú
mismo a la AFP que elijas e iniciar todos los trámites necesarios.
¿Cómo se pagan las cotizaciones?
Las cotizaciones se pagan los primeros 10 días del mes y si el empleador se
atrasa, se le aplica un reajuste, intereses y una multa de media UF.
Si eres trabajador dependiente, es tu empleador quien debe preocuparse de hacer
el pago de tus cotizaciones. Si eres trabajador independiente, debes hacer tú
directamente los trámites en tu AFP.
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Requisitos a tener en cuenta para


jubilarse
Recomendaciones. Pasos para hacerlo, tanto con una AFP como con la ONP.

En el sistema nacional se debe acreditar tener 20 años de aportes al llegar a los 65 años de
edad.
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09 de Noviembre del 2014 - 08:00 » Textos: Clorinda Flores

483Shares
En las últimas semanas se puso en debate por primera vez si debe ser o no obligatorio
aportar a un sistema previsional para formar un fondo desde donde salgan las pensiones
que se entregarán a aquellas personas que se jubilen.

Según el gerente general de Prima AFP, Renzo Ricci, la obligatoriedad del aporte es la
forma más segura de que aquel trabajador que se jubile, tenga un ingreso en su vejez.

En ese sentido, dio algunas recomendaciones que un trabajador debe tener en cuenta
cuando llegue el momento de jubilarse.
Pasos. Ricci señaló que lo primero que se debe tener en cuenta es que la edad legal de
jubilación, tanto en la AFP como en la ONP, es de 65 años.

En el caso de la ONP, el trabajador deberá evidenciar un mínimo de 20 años de aportes, a


través de los documentos respectivos de las empresas donde trabajó.

Es decir, deberá presentar boletas, certificados de trabajo, entre otros.

Pero si está afiliado a una AFP, no es requisito tener un tiempo mínimo de aportación,
como tampoco es necesario presentar documentos que acrediten los años de aportación.

Las AFP llevan un registro de esas aportaciones en la cuenta personal del trabajador, en la
cual se detallan los aportes realizados por el empleador o los aportes que haya realizado
como trabajador independiente.

En la AFP se podrán jubilar a los 65 años, sin un tiempo mínimo de aportes, aunque el
monto de la jubilación dependerá de cuánto fondo acumuló.

Adelanto. En una AFP, un trabajador también se puede jubilar antes de los 65 años, siempre
que se cumpla con los siguientes requisitos:

- Al calcular la pensión, esta debe ser igual o mayor al 40% del promedio de las últimas
120 remuneraciones a la fecha de presentación de la solicitud.

- Además, debe de tener un mínimo de 72 meses de aportación dentro de los últimos 120
meses anteriores a la fecha de presentación de la solicitud.

Para saber más sobre este trámite, puede visitar www.prima.com.pe o escribir a:
servicios@prima.com.pe.

ome sus precauciones y analice, con cuidado, qué es lo que más le


conviene al momento de elegir entre aportar a una AFP o a la ONP.
En el sistema privado, las principales variantes son el sueldo del
trabajador, el tiempo de aportación y la rentabilidad del fondo.

Un estudio de Centrum Católica muestra que si un trabajador con el


sueldo mínimo (S/.750) aporta a una AFP por 20 años, al jubilarse (a los
65 años de edad) recibiría una pensión de solo S/.177 (con una
rentabilidad del fondo de 5% anual).

Pero si aporta 40 años, su pensión sería de S/.625. En las AFP es


importante tener la mayor cantidad de años de aporte posible para
acceder a un mejor retiro, afirma Lorena Masías, investigadora de
Centrum.

"Se estima que, por cada cinco años de aporte, tu pensión sube en 30%",
dice.

SISTEMA NACIONALEn la ONP hay límites al monto de la pensión.


Esta varía entre S/.415 y S/.900 al mes, detalla Masías.

"Por ello, si un trabajador gana el sueldo mínimo y solo puede contribuir


20 años, lo ideal es que se afilie al sistema nacional", indica.

Para remuneraciones más elevadas, en la mayoría de casos resulta más


conveniente pertenecer al sistema privado, refiere la investigación.

Por ejemplo, para un empleado que gana S/.2,333 y aporta por 20 años
en la AFP, su pensión sería de S/.550 al mes. Pero si cotiza por 40 años,
la pensión se eleva a S/.1,946 (con una rentabilidad del fondo de 5%
anual).

"En este último ejemplo, si la rentabilidad del fondo sube a 7%, se podría
recibir una pensión de S/.3,183. Ello nunca podría ser ofrecido por la
ONP, pues el límite es S/.900", aclara Masías.

El sistema de pensiones de Australia que


se construye a través del ahorro personal
Conocido popularmente como “Super”, este sistema se fundamenta en tres pilares:
empleador, individuo y Estado, que aportan a la pensión final, aunque el monto más alto
corresponde a un 9 por ciento del sueldo que debe pagar el empleados. Para el año 2020
este porcentaje debería aumentar a 12.
POLITICAS PUBLICAS ASIA PACIFICO 30 Marzo 2017
Pese a que se trata de un modelo de capitalización individual, el sistema de pensiones de
Australia es considerado uno de los mejores del mundo porque consigue que las personas
logren altas tasas de ahorro. Esto, porque además de los aportes obligatorios y voluntarios
que pueda realizar cada individuo, el Estado interviene en la compensación de aquellas
personas que luego de imponer ordenadamente tengan ingresos bajos. Una aproximación a
este sistema, en la siguiente nota.
Tres pilares para la construcción de uno de los sistemas
mejor valorados
Con un 9 por ciento del sueldo de cotización por parte de los empleadores, se inicia el
proceso de capitalización individual que tiene el Sistema Australiano de Ingresos de
Jubilación. Además de esta base obligatoria, agrega aportes voluntarios a través de una gran
cantidad de empresas administradoras de fondos o seguros. Sin embargo, el elemento
característico de este sistema es el aporte que realiza el Estado para mejorar la pensión
final, con el fin de que los jubilados no tengan ingresos muy bajos.
En comparación con otros países industrializados, Australia mantiene altas tasas de ahorro
individual y bajo gasto público en pensiones, no obstante el éxito del Super –de la palabra
jubilación en inglés superannuation- no solo se explica por las altas sumas de dinero que
ahorran las personas, sino por la combinación de tres tipos de aportes, conocidos como
pilares: cargo a empleadores, ahorro particular y programa de pensión estatal.

Aporte de compensación por edad promedio


El primer pilar es la pensión por edad promedio, consiste en que en función de los recursos
obtenidos durante todos los años de cotización, se introduce un aporte estatal, es decir,
proporciona un ingreso básico a aquellos que tengan activos menores al umbral mínimo de
pensión, establecido por ley en 1908. En el caso de que el cotizante sea una persona soltera,
podrá recibir aproximadamente un 28 por ciento del salario promedio, mientras que las
parejas obtienen un 41 por ciento.
Para Julie Agnew, investigadora del Center for Retirement Research del Boston College, en
un artículo publicado en 2013, aquellas personas que están por encima del umbral no
tienen, o se les elimina este beneficio. No obstante -asegura Agnew- que las personas deben
tener 65 años para calificar y que aproximadamente la mitad de los jubilados australianos
tiene su pensión con este beneficio, mientras un cuarto tiene una ayuda parcial y solo el
cuarto restante tiene ingresos por encima del umbral.

Programa de ahorro obligatorio


Conocido también como la “Garantía de Jubilación”, requiere que los empleadores hagan
un aporte a la jubilación de sus empleados de un 9 por ciento de su salario. Según
un estudio realizado por el Departamento del Tesoro Australiano, ello debería aumentar
progresivamente al 12 por ciento el año 2020. Esto se complementa con una ventaja fiscal
para las empresas por cada empleado que gane más de la cantidad mínima especificada.
Para Agnew, el 90 por ciento de los australianos tiene sus ahorros en ese fondo, cuyo total
general excede el Producto Interno Bruto (PIB) del país. Es por eso que a partir de 2005 los
empleados pueden escoger los fondos de su jubilación. Es decir, si se invierten en activos,
bonos, bienes raíces o en alternativas de capital privado.

El sacrificio salarial del ahorro voluntario


Este pilar conocido también conocido como el “sacrificio salarial” es el ahorro que se
realiza fuera de los fondos con ventajas fiscales. Aproximadamente, un 20 por ciento de
todos los cotizantes australianos utiliza este tipo de programas, cifra que coincide con la
mayoría de quienes se concentran en el extremo más alto de la distribución poblacional
según su nivel de ingreso.
Si bien la tendencia determina que a medida que las contribuciones de jubilación
aumenta, el ahorro voluntario no necesariamente se incrementa, para Agnew en
Australia es de conocimiento común que en la medida que se hagan más sacrificios
salariales, mejor se construirá la jubilación a futuro. Asimismo, la investigadora agrega que
es necesaria la realización de asesorías a los trabajadores para que tomen mejores
decisiones en función de su ahorro voluntario. “La Comisión Australiana de Valores e
Inversiones ha demostrado que los trabajadores son incapaces de discernir entre los buenos
consejos de los malos, por lo que el gobierno se encuentra en un proceso de
replanteamiento de sus modelos de asesoría”, aseguró.
De esta manera, el sistema de ingresos de jubilación de Australia ha producido altos
niveles de ahorro individual, sumado a un costo relativamente bajo para el gobierno.
Según Hazel Bateman, experto australiano en un artículo publicado sobre este modelo,
ningún sistema es perfecto. “El aspecto clave del caso australiano es la preocupación por
jugar en el sistema, mejorar las anualidades débiles y aumentar la alfabetización
financiera”, señaló.

El sistema australiano de pensiones en la realidad chilena


La experiencia australiana fundamentada en tres pilares fue analizado por César
Galleguillos, cientista político experto en sistemas de seguridad social del Instituto de
Asuntos Públicos de la Universidad de Chile, quien lo valoró por incentivar al ahorro.
“Cumple su cometido en cuanto a que crea la percepción de que la base de una buena
jubilación está en el ahorro y que todo lo demás es compensación, y no al revés. Esta es la
premisa de los sistemas de capitalización individual que en se cumpliría en este caso”,
destacó.
En cuanto a la posibilidad de que el Estado ponga un dólar, por cada dólar aportado por una
persona que no alcance el umbral de pensión, el experto se mostró de acuerdo con algo
similar en nuestro país. “La capacidad fiscal de Australia es mayor que la que tenemos en
Chile. Pero también sucede que las jubilaciones no son el eje central de los sistemas de
previsión social, las prestaciones son solo una parte de un conjunto de otros aspectos como
salud, educación, derecho a trabajar, etc. Entonces, el 13 por ciento del PIB designado a
seguridad social no debería irse solamente en mejorar las jubilaciones, por eso es necesario
fortalecerlas a través de otros mecanismos”, expresó.
En su conclusión, Galleguillos valoró el Super de Australia como un sistema bien
administrado. “En Chile tenemos algo similar, porque una parte importante de la
capitalización proviene del presupuesto público. Esto nos demostraría que el aporte privado
es importante, pero también que el Estado no es mejor administrador que los privados.
Actualmente en Chile existe un 70 por ciento de rentabilidad por parte de las AFP y un 30
por cierto de nominalidad”, comentó.

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