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EL LIDERAZGO

El liderazgo es el conjunto de habilidades gerenciales o directivas que un individuo tiene para


influir en la forma de ser o actuar de las personas o en un grupo de trabajo determinado, haciendo
que este equipo trabaje con entusiasmo hacia el logro de sus metas y objetivos.1 También se
entiende como la capacidad de delegar, tomar la iniciativa, gestionar, convocar, promover,
incentivar, motivar y evaluar un proyecto, de forma eficaz y eficiente, sea éste personal, gerencial
o institucional (dentro del proceso administrativo de la organización).

El liderazgo no entraña una distribución desigual del poder, ya que los miembros del grupo no
carecen de poder, sino que dan forma a las actividades del grupo de distintas maneras. Aunque,
por regla general, el líder tendrá la última palabra.

Otro de los conceptos que está ganando terreno en los últimos años es el de neuroliderazgo, el
cual hace referencia a una disciplina derivada de la neuroeconomía que se apoya en
conocimientos derivados de la psicología y la neurociencia para formar mejores líderes y lograr
una mejor administración empresarial.

La correlación entre el líder en atracción y en ideas es positiva. Pero por ser moderada debemos
buscar los casos en que las funciones del liderazgo en atracción y en ideas están superadas. En
particular, hay sugestivas informaciones sobre unos pocos grupos que indican que el iniciador
más frecuente de comunicaciones no es tan atractivo como podrían esperarse de la alta
correlación entre la atracción y liderazgo. A pesar de que los líderes en ideas tienen un 50 por
ciento de probabilidades de ser, los hombres más atractivos al finalizar la primera sesión del
grupo es bastante improbable que mantenga el alto puesto en atracción e ideas al promediar la
cuarta sesión. Bales sugiere que los líderes en el trabajo realizan cosas que desvían el afecto de
los otros miembros. En particular, Bales da a entender que el mayor iniciador puede no permitir
a los otros miembros oportunidades de reacción, comentario o realimentación, como
contribuciones a las ideas del líder.

Existen distintas clasificaciones de los líderes, que se establecen a partir de diversos criterios.
Cuando un líder es escogido por una organización, se habla de un líder formal. Los líderes
informales, en cambio, emergen de manera natural o espontánea dentro un grupo. De todas
formas, la clasificación más difundida es aquella que refiere al vínculo entre el líder y los sujetos
a los cuales influencia (es decir, sus seguidores). En este caso, existen liderazgos democráticos,
autoritarios y liberales (laissez faire). El líder democrático es aquel que, en primer lugar, fomenta
el debate y la discusión dentro del grupo. Después toma en cuenta las opiniones de sus seguidores
y recién entonces, a partir de criterios y normas de evaluación que resultan explícitas, toma una
decisión.
EL LIDERAZGO EDUCATIVO

Tal y como su nombre lo indica, se refiere a la toma de responsabilidades en un ámbito escolar


o institucional. Su mayor objetivo radica en formar a las personas en aras no solo de lograr un
objetivo en común, sino también para que adquieran el conocimiento necesario con el cual podrán
hacerse cargo de sus deseos personales, así como de su realización profesional. El liderazgo
educativo puede comenzar desde los niveles más básicos y continuar a lo largo de la formación
de una persona. Es por ello que abarca un gran número de grados, sin importar la edad de una
persona que sigue preparándose.

BENEFICIOS DEL LIDERAZGO EDUCATIVO

Ser líder es algo que nos conviene a todos, en tanto se aprenda de la manera adecuada. Los estilos
que enfoca el liderazgo educativo, nos demuestran que puede ser una medida muy efectiva y
especial para formar a personas que hagan grandes avances en muchos ámbitos. Dentro de las
ventajas que esto puede ofrecer, tanto dentro como fuera de las aulas, se encuentran las
siguientes:

 Concientiza acerca de propósitos que son justos. Un líder bien educado sabrá mantenerse
en pie y que es lo que tiene que hacer para lograr que el ambiente que lo rodea sea más
justo. Puede lograrlo enfocándose en problemas sociales que necesiten ser cambiados, o
bien, mejoras que busquen beneficiar a los demás.
 Busca como involucrar a padres y tutores en la educación de sus hijos. Hoy en día, se ha
repetido que la educación no es algo que se límite a las escuelas, sino que se debe dar en
conjunto con lo que se aprende en el hogar. Un padre que se preocupa porque sus hijos
sean bien educados, sabe que esa responsabilidad no se queda tan solo en los salones de
clase.
 Aprueba las innovaciones en el sistema educativo. Está a favor de que los métodos
tradicionales, no son siempre los más efectivos para educar a las personas, sobretodo
cuando se sabe que no todas aprenden de la misma manera y que tampoco tienen los
mismos intereses. Es por eso que no se detiene en los esquemas de toda la vida, buscando
siempre métodos innovadores.
 No deja de lado los valores que son importantes. Tales como la responsabilidad, la
solidaridad y el respeto. En el mundo puede haber líderes que no tienen en claro lo que
es la buena moral, ni tienen presentes los valores más básicos. Esto es algo que tarde o
temprano, lleva al desorden por parte de quienes están descontentos. Es por eso que
cualquiera que aspire a ser un líder, debería tener presente todo esto.
 Enseña sobre la importancia que tiene el trabajo en equipo. Aprender a colaborar con los
demás, sobretodo si se trata de alcanzar un mismo objetivo, es algo que todos necesitamos
entender y poner en práctica, dejando de lado intereses propios. Esto es de gran utilidad
sobretodo, para transformar comunidades enteras o lograr emprendimientos relevantes,
tales como fundar una empresa, por ejemplo.
LIDERAZGO ESCOLAR

es uno de los factores claves para el desarrollo de una educación de calidad. El ejercicio de este
liderazgo recae principalmente sobre el director o directora del centro educativo. Para poder
comprender lo que es el liderazgo escolar resulta fundamental, en primer lugar, profundizar en
relación a lo que se entiende por liderazgo. En este sentido, durante el último tiempo diversos
autores han tratado la temática desde diferentes perspectivas, sin embargo, todos coinciden en
señalar que el liderazgo implica, necesariamente, ejercer un grado de influencia sobre otros. De
esta forma y tal como plantean Bush (2017), los líderes escolares exitosos son aquellos que
desarrollan una visión para sus escuelas y, a través de un proceso de influencia, logran el objetivo
deseado, articulando y compartiendo esta visión en cada oportunidad que tienen.

Producto de los diferentes procesos de descentralización en los cuales se ha transferido mayor


autoridad tanto a las escuelas y directores, como a los padres y apoderados, se ha puesto en relieve
la mayor necesidad del ejercicio del liderazgo por parte de los directores.

Por otra parte, el efecto del liderazgo de los directores y directoras de escuela en la calidad
educativa y el aprendizaje (UNESCO, 2005; Uribe, 2005 y Leithwood, Louis, Anderson y
Wahlstron, 2004) ha colocado al liderazgo escolar en el centro del debate educativo actual. En
este sentido, Bush (2017) plantea que, dejando de lado el proceso de enseñanza en el aula, el
liderazgo sería el elemento que más influencia tendría en el aprendizaje de los estudiantes, siendo
mayor el efecto en aquellos establecimientos educacionales que atienden a una población
vulnerable o se encuentran en circunstancias complejas (Anderson 2010, en Ulloa y Gajardo,
2016). En este sentido, hay quienes plantean que esto se debe a que el liderazgo cumpliría un rol
catalizador, promoviendo el desarrollo de condiciones favorables para el aprendizaje, como sería
por ejemplo, el compromiso de los estudiantes (Leithwood, Harris & Hopkins, 2008), o las
condiciones de trabajo en las escuelas y salas de clases (Ulloa y Gajardo 2016).

Para Unesco (2005: 195), un “buen liderazgo escolar consiste en transformar los sentimientos,
actitudes y opiniones, así como las prácticas, con objeto de mejorar la cultura de la escuela.” A
la misma vez, reconoce que en escuelas aisladas y con pocos recursos —como en muchas partes
de América Latina— la motivación e incentivos para ser un director/a innovativo, previsor y
participativo pueden ser mucho menores que en escuelas con contextos socioeconómicos más
favorables. Uribe (2005) destaca el liderazgo de docentes como un factor clave para convertir a
la escuela en una organización con cultura de calidad.

Según el estudio "El liderazgo escolar en América Latina y el Caribe El liderazgo escolar en
América Latina y el Caribe. Un estado del arte con base en ocho sistemas escolares de la región"
(UNESCO 2014) "Aun cuando no suelen estar identificados en las funciones generales que
consigna la normativa, los directores deben hacerse responsables de la implementación en su
centro escolar de un conjunto amplio de programas escolares y extraescolares que son
promovidos por las autoridades nacionales o subnacionales.

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