Documente Academic
Documente Profesional
Documente Cultură
Sin embargo, este esquema rígido ha sido trastocado por el reconocimiento que hace la
Carta Política, en su artículo 149, sobre la capacidad para resolver controversias y
administrar justicia de las autoridades de las comunidades campesinas y nativas,
estableciendo que pueden ejercer funciones jurisdiccionales dentro de su ámbito
territorial, de conformidad con el derecho consuetudinario, siempre que no violen los
derechos fundamentales de la persona; quedando así el principio de la exclusividad de la
función jurisdiccional relativizada.
Las consecuencias que se derivan del texto constitucional son muchas. Se trata en el fondo
de reconocer que frente al Sistema jurídico oficial existen otras formas en que los grupos
administran justicia y hacen Derecho, las mismas que cuentan con una estructura y lógica
propia, que no podrán ser comprendidas desde los conceptos y con los instrumentos del
sistema jurídico oficial.
En tal sentido, se presentan dos situaciones: en primer lugar, el Estado no es el único ente
capaz de administrar justicia y hacer Derecho. Diversos grupos sociales que se forman y
desarrollan dentro del Estado (por ejemplo, las comunidades campesinas y nativas)
pueden y son capaces de regularse por ellos mismos normativamente, tienen poder
jurisdiccional, porque constituyen un sistema propio capaz de organizarse y resolver sus
conflictos a través de normas que responden a sus formas de relacionarse y de
convivencia.
Y, en segundo lugar, se impone la necesidad de reflexionar sobre la existencia de estos
ordenamientos jurídicos distintos, propios de cada grupo social, basados en el derecho
consuetudinario, y cómo ello puede influir, específicamente en el Derecho Penal y en la
Política Criminal que se impulse desde el Estado.
Por lo que será menester de este artículo profundizar en el estudio de esta norma que será
contrastada en diversas realidades, no solo la peruana, sino también en países como
Bolivia y Argentina que tienen al igual que nosotros una diversidad demográfica y
cultural, lleno de diferencias, constituido por múltiples grupos que responden a patrones
culturales distintos.
En el caso peruano,Villavicencio considera que «es novedosa la introducción de la figura
del error de comprensión culturalmente condicionado». Haciendo mención a Zaffaroni,
define el error de prohibición como el que recae sobre la comprensión de la ilicitud del
hecho y precisa que cuando es directo concierne el conocimiento de la norma penal, su
vigencia y aplicabilidad. Así mismo, considera que el error de comprensión es la
inexigibilidad de la internalización y que debe entenderse por comprensión el más alto
nivel de captación humana que implica la internalización.
Además Zaffaroni señala que las diferencias en la comprensión del mundo pueden ser tan
grandes que, en situaciones extremas, hacen jurídicamente inexigible la comprensión de
la antijuricidad, porque no se le puede exigir a nadie que incorpore como suyos valores
ajenos, que incorpore a sus propias pautas de conducta otras diferentes, que responden a
una concepción del mundo y de sí mismo por entero distinta.
El artículo 15 del código penal dentro del marco legal peruano debe entenderse según
Felipe Villavicencio como un error propiamente dicho, que imposibilita la comprensión
de la antijuridicidad de la conducta, originado por el condicionamiento cultural del
individuo. Se trata de un error que, por su carácter invencible, excluye la culpabilidad y
toda sanción penal en el sentido que no se criminalice estas conductas socialmente
aceptadas por sus grupos culturales, ya que inclusive puede darse el caso que el sujeto
conozca la norma prohibitiva pero no la pueda internalizar por razones culturales y, por
lo tanto, no se le podría reprochar esa falta de internalización.
Iván Meini acota que esta figura fue creada por el profesor argentino Eugenio Raúl
Zaffaroni en la década de los ochenta del siglo pasado para contestar y proponer una
alternativa al trato que se le daba al indígena en algunos países sudamericanos, entre ellos
el Perú, Bolivia y Argentina, y en algunos países centroamericanos. A su vez en Derecho
Penal, el inimputable es incapaz. Esta asimilación de categorías ha llevado a muchos
autores a reivindicar que los indígenas no son inimputables, que no se les puede comparar
con un toxicómano, con un niño o con una persona que tenga alguna anomalía psíquica.
El indígena es como cualquier otra persona, solo que tiene una cosmovisión distinta a la
nuestra, como nosotros una distinta a la suya. Entiende el entorno que lo rodea y se
relaciona con ese entorno de una manera distinta a como lo hacemos nosotros. Ni mejor
ni peor, solo distinta.
Por lo que debe considerarse como una respuesta a las dificultades que implican los
juzgamientos penales por parte de la justicia estatal a personas que actúan en el marco de
sus pautas culturales diferentes (por ejemplo, miembros de las comunidades campesinas
y nativas). La justicia indígena no puede ser concebida bajo los fundamentos o desde el
enfoque de la justicia estatal, y mucho menos esperar que ésta se subordine o se
homologue a ésta última. En éste caso, la justicia estatal debe contar con instrumentos
jurídicos que le permitan, en los casos que lleguen a su conocimiento, aplicar las normas
penales en el marco de la diversidad cultural que caracteriza a nuestro país.
Lo que plantea Iván Meini es que no se puede ir en contra de la mayoría pero tampoco ir
en contra de la cultura minoritaria o no predominante. Lo que plantea el artículo 15 es
una cláusula de exclusión de responsabilidad penal que tiene un significado más potente
que la simple inimputabilidad.
Julio Armaza Galdós, explica que, en algunos casos, podría considerarse que la conducta
realizada por los indígenas es una conducta socialmente adecuada y, por tanto, atípica.
Cita como ejemplo la costumbre andina (en Ayacucho), de hurtar un cobayo para que el
curandero o chamán cure algunas enfermedades frotando el animal contra el cuerpo del
paciente. Según la costumbre referida la 12 práctica puede producir efecto curativo solo
si el cobayo ha sido sustraído. Por ello, es que en Ayacucho “hay un entendimiento tácito
de que no es hurto el apoderamiento del animal ulteriormente utilizado con propósitos de
cura”. (Cerezo, 2006: pág. 228).
El
ARTICULO 17.(INIMPUTABILIDAD).Está exento de pena el que en el momento del
hecho por enfermedad mental o por graveperturbación de la conciencia o por grave insu
ficiencia de la inteligencia. no pueda comprender la antijuridicidad de su acción ocondu
cirse de acuerdo a esta comprensión.
https://www.monografias.com/trabajos67/error-comprension-derecho-peru/error-
comprension-derecho-peru2.shtml
CONCLUSIONES
ZAFFARONI, Raúl Eugenio (2002). Derecho Penal, Parte General. Buenos Aires:
Ediar. pp. 533, 730-733.
Villavicencio, p. 89 s.
Diversidad cultural:
http://revistas.pucp.edu.pe/index.php/derechoysociedad/article/viewFile/17302/17589
https://www.unifr.ch/ddp1/derechopenal/anuario/an_2003_15.pdf
http://revistas.pucp.edu.pe/index.php/derechopucp/article/viewFile/2924/2844
https://books.google.com.pe/books?id=p7eElwNFQzQC&pg=PA414&lpg=PA414&dq
=error+de+comprensi%C3%B3n+bolivia&source=bl&ots=7le6hvfJPk&sig=8uMUtF2l
X_RdaBx7cPFW6UPTMVY&hl=es&sa=X&ved=0ahUKEwiM1tuikJzcAhUIUt8KHfC
zAiYQ6AEIYDAE#v=onepage&q=error%20de%20comprensi%C3%B3n%20bolivia&
f=false
Bibliografía: http://revistas.pucp.edu.pe/index.php/themis/article/viewFile/15581/16030
http://www.derecho.usmp.edu.pe/cedp/jurisprudencia/Acuerdo%20Plenario%20N1_200
9.pdf