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UNIVERSIDAD TÉCNICA DE AMBATO

Facultad de Ciencias de la Salud


Medicina

Tema: Gripe Española.


Integrantes: Oliver Buestán
Amelia Castillo
Génesis Semblantes
María José Vásquez
Melanny Vizuete
Curso: Primer Semestre.
Paralelo: “A”
Docente: DRA.MG. Silvia Cáceres.
Fecha: Lunes, 09 de noviembre de 2015.

Ambato
Octubre-Marzo
2015-2016
Introducción

La gripe española fue una pandemia de gripe de increíble gravedad. A diferencia de


otras epidemias de gripe que afectan básicamente a niños y ancianos, muchas de sus
víctimas fueron jóvenes y adultos saludables, y animales, entre ellos perros y gatos.

Esta enfermedad fue considerada la pandemia más devastadora de la historia humana,


ya que en solo un año mató entre 50 y 100 millones de personas. Esta cifra de muertos,
que incluía una alta mortalidad infantil, se considera uno de los ejemplos de crisis de
mortalidad.

Los síntomas incluían los típicos de la gripe: fiebre alta, tos, cansancio, dolor corporal
y, en algunas ocasiones, diarrea y vómitos. Había también otros menos corrientes como
dificultades para respirar, hemorragias nasales violentas, marcas rojas en el blanco de
los ojos y manchas de color caoba en la cara.

Se cree que los primeros contagios de gripe española se dieron en Francia, entre
combatientes de la Primera Guerra Mundial. Los soldados fueron presa fácil, puesto que
su sistema inmune estaba debilitado por el uso de armas químicas y las tensiones de la
guerra. El movimiento de tropas provoco que la enfermedad no tardase en extenderse
por todo el mundo en pocos meses.
Objetivos

General

 Conocer el origen y la incidencia que tuvo la gripe española, así como el índice
de morbilidad que se obtuvo como consecuencia de esta pandemia.

Específicos

 Analizar la historia de dicha afección para posteriormente poseer fundamentos


de los antecedentes ocurridos en aquellos tiempos.
 Adquirir conocimientos sobre cómo se presentaba esta enfermedad, y las
consecuencias de aquellos síntomas en el organismo.
Gripe Española

La gripe española, la peor pandemia de la historia

Lo que sabemos ahora corre del año 1997 en Brevig, una pequeña aldea inuit en la
tundra helada de la península de Seward (Alaska). Un científico está sentado ante el
cadáver de una mujer joven que él y sus cuatro ayudantes esquimales acaban de
desenterrar del permafrost. La mujer es una de las víctimas de la gripe de 1918, y ha
estado sepultada allí en el hielo desde entonces. Gracias a este descubrimiento los
científicos pudieron realizar una serie de investigaciones y descubrir porque este brote
fue tan agresivo pero hasta un cierto punto porque todavía existen dudas acerca de esta
pandemia.

Partiendo de lo que se dijo anteriormente sabemos que 1918 fue el fatídico año en que
acababa la Primera Guerra Mundial, nueve millones de personas habían perdido la vida,
pero la humanidad seguía siendo castigada por un mal mucho más devastador; un
terrible virus de la gripe, conocido como “gripe española”.
La epidemia fue causada por el brote de la influenza virus A del tipo H1N1, el mismo
que pareció resurgir hace unos años, aunque, eso sí, mucho más virulento y mortal tanto
en personas ancianas como en individuos fuertes y jóvenes. En cuestión de meses, se
convirtió en pandemia y se llevó a la tumba, a casi 40 millones de personas; es decir,
cuatro veces más víctimas que dejara la gran guerra.

Sólo en España, el virus de la gripe española, causó la muerte a 300.000 personas. Es


por ello que esta gripe sea considerada la peor pandemia de la historia.

Tenemos que dejar claro que el origen de esta pandemia no fue España la enfermedad
surgió en los Estados Unidos, en el estado de Kansas, pero los Aliados de la Primera
Guerra Mundial la llamaron gripe española porque recibió una mayor atención de la
prensa en España que en el resto del mundo. Los países implicados en la Gran Guerra
no informaban sobre la epidemia para no desmoralizar a las tropas, de modo que las
únicas noticias venían en la prensa española. España fue el único que no censuró
información ya que era neutral en el conflicto.

Así que como gripe española pasaría a la historia, el primer brote, la ola de primavera de
la epidemia, se originara, al parecer, en los cuarteles militares estadounidenses en marzo
de 1918. El segundo brote, la ola principal de la pandemia global, tuvo lugar de
septiembre a noviembre de ese mismo año. Hubo, en numerosas zonas, una tercera ola,
muy grave, a principios de 1919.

Esta fue una virulencia letal por entonces, todavía no se habían descubierto los
antibióticos. En su mayoría la gente que murió durante la pandemia lo hizo por
neumonía causada por bacterias oportunistas que infectaron a quienes la gripe había ya
debilitado. Sin embargo, una parte de los afectados por la epidemia murieron apenas
unos días después de que se les manifestaran los síntomas de la enfermedad, víctimas de
una neumonía vírica más grave, originada por la misma gripe, que dejo sus pulmones
completamente encharcados de sangre o líquido. Además, la mayoría de los fallecidos
eran adultos jóvenes de entre 15 y 35 años, un grupo poblacional que rara vez muere de
gripe. Los investigadores detectaron mucho tiempo después que se trató de un gripe
transmitida por las aves, y no porcina. De modo que el virus de 1918 no tenía ningún
gen de tipo humano: era un virus de la gripe aviar, sin mezclas. Tenía, eso sí, 25
mutaciones que lo distinguían de un virus de la gripe aviar típico, y entre ellas debían
estar las que le permitieron adaptarse al ser humano. Se supo así que el virus de la gripe
española se multiplica 50 veces más que la gripe común tras un día de infección, y
39.000 veces más tras cuatro días. Mata a todos los ratones de laboratorio en menos de
una semana.

En apenas cuatro meses, el virus había dado la vuelta al mundo cobrándose 21 millones
de vidas humanas, y había regresado a las costas estadounidenses. Pero el asesino
microscópico aún seguiría matando al doble de personas durante un año más. Las
compañías farmacéuticas trabajaban día y noche para producir una vacuna, pero el virus
desapareció antes de que se pudiera siquiera aislarlo.

El virus

Hoy sabemos que el causante de la gripe, llamada también influenza, es un virus que se
transmite de una persona a otra a través de secreciones respiratorias expulsadas al toser,
estornudar y hablar. Es común en todo el mundo, incluso en los trópicos, donde puede
atacar en cualquier época del año. En el hemisferio norte, la temporada de gripe
transcurre de noviembre a marzo, mientras que en el hemisferio sur, de abril a
septiembre.

El virus de la gripe de tipo A (la forma más peligrosa en que se puede presentar esta
enfermedad) es pequeño en comparación con muchos otros, y suele consistir en una
esfera con proteínas que se proyectan a modo de púas. Cuando infecta una célula
humana, se reproduce con tanta rapidez que, a menudo en menos de diez horas, salen a
través de la membrana celular entre 100.000 y 1.000.000 de nuevas “copias” de este
virus.

Un rasgo temible de este organismo simple es su facilidad para realizar mutaciones. Se


reproduce tan rápido (incluso mucho más que el VIH) que sus numerosas “copias” no
salen exactas. Algunas cambian lo imprescindible para que el sistema inmunológico no
las detecte. Si el antígeno cambia lo suficiente, el sistema inmunológico casi no podrá
defenderse y puede producirse una pandemia.

Por otro lado, los virus de la gripe, o influenza, también infectan a animales, lo que
supone una amenaza para los seres humanos. Se cree que el cerdo puede alojar tanto a
variedades del virus que atacan a pollos y patos como a otras que afectan al hombre.

Si dos tipos de cepas, uno animal y otro humano, infectan al mismo cerdo, los genes de
ambos virus pueden mezclarse y producir una cepa de gripe totalmente nueva contra la
que el hombre no esté inmunizado. Hay quienes opinan que las comunidades rurales en
donde conviven aves, cerdos y personas muy cerca unos de otros —como suele ocurrir
en Asia, por ejemplo— son posibles fuentes de nuevas cepas de gripe.

¿Por qué fue tan letal?

El virus que causó la pandemia (epidemia a nivel mundial) de gripe de 1918, la mal
llamada "gripe española", vuelve a ser noticia. En las primeras décadas del siglo pasado,
este virus infectó casi un tercio de la población mundial y mató a más de 40 millones de
personas, más que las dos Guerras Mundiales juntas. Sin embargo, la razón de la
naturaleza tan devastadora de este tipo de gripe nunca ha sido totalmente entendida.

Síntomas de la gripe española

Un cronista de la época describe los síntomas de la gripe española fiebre de 40 grados,


dolor agudo en la cuenca de los ojos, en los oídos y en la zona lumbar. Los síntomas
incluían los típicos de la gripe: fiebre alta, tos, cansancio, dolor corporal y, en algunas
ocasiones, diarrea y vómitos. Había también otros menos corrientes como dificultades
para respirar (por inflamación y hemorragias en los pulmones), hemorragias nasales
violentas, marcas rojas en la esclerótica de los ojos y manchas de color caoba en los
pómulos. Estas manchas cubrían toda la cara poco antes de la muerte varias horas más
tarde

¿Cómo se protegían?

Entre un 10% y un 20% de los contagiados morían en tan solo tres días, no había
medicinas eficaces, ni grandes remedios, ni protocolos sanitarios, ni se cumplían las
cuarentenas; sólo recursos de posguerra. La única forma de luchar contra el virus era
evitando el contagio.

Las autoridades sanitarias norteamericanas lanzaban mensajes básicos de precaución. Se


cerraron escuelas, iglesias, cines y teatros, se recomendó evitar las aglomeraciones y las
zonas concurridas. Los tranvías se vaciaron. Los hospitales cerraron sus puertas a las
visitas.

Los juicios se celebraban en la vía pública con mínima presencia para minimizar
riesgos.

Cuando el virus llegó a Chicago las autoridades repartieron entre los barrenderos
máscaras semejantes a las usadas contra el gas durante la guerra.

Se popularizaron entonces las máscaras de tela y gasa, aunque eran absolutamente


inútiles porque el virus podía penetrar fácilmente el tejido, pero eran muy baratas de
fabricar y tenían un efecto tranquilizador.

Índice de Mortalidad.

Se desconoce la tasa de mortalidad de la pandemia de 1918/1920, pero se estima que


murieron del 10% al 20% de los infectados. Con alrededor de un tercio de la población
mundial de aquel tiempo infectada, esta tasa de letalidad significa que entre un 3% y 6%
de la población mundial murió. La gripe pudo haber matado a 25 millones de personas
en las primeras 25 semanas. Estimaciones más antiguas indicaban que murieron entre
40 y 50 millones de personas, mientras que estimaciones actuales mencionan entre 50 y
100 millones.

Estudios Post- Epidemia

Gran parte de lo que conocemos sobre el mecanismo de acción de la gripe española es


gracias a la reconstrucción del virus que se llevó a cabo en 2003 y a posteriores pruebas
con él en ratones, embriones de pollo y células pulmonares humanas. De este modo se
sabe que el virus causante de la gripe española era un virus de la gripe aviar que sufrió
varias mutaciones que hicieron que pudiera infectar a humanos.

El virus “resucitado” se halla a buen recaudo en un Laboratorio de bioseguridad 3 en


U.S. Centers for Disease Control and Prevention.

La vuelta del virus a la vida provocó cierta polémica porque algunos veían la
posibilidad de que escapase de control y produjese una nueva pandemia.
Conclusiones

 La gripe española de 1918 fue la peor de las tres epidemias de gripe del siglo
XX.
 Las medidas sanitarias eran muy precarias tras la Primera Guerra Mundial
además no se contaba con antivirales, y además los estados, que trataban de
recuperarse del desastre, no pudieron tomar las medidas adecuadas para evitar
que la pandemia se propagara.
 Las comunidades rurales en donde conviven aves, cerdos y personas muy cerca
unos de otros son posibles fuentes de nuevas cepas de gripe.
Anexos
Bibliografía
- Arquehistoria. (28 de abril de 2009). Arquehistoria la actualidad de la historia.
Recuperado el 7 de noviembre de 2015

- Grayson, L. (2010). ¿Cuáles son los síntomas de la gripe española de 1918?


Recuperado el 7 de Noviembre de 2015, de
http://www.ehowenespanol.com/cuales-son-sintomas-gripe-espanola-1918-
hechos_347069/

- Jiménez, P. (23 de Octubre de 2014). ¿Cómo se protegía la población de la gran


gripe española de 1918? Obtenido de
http://www.cienciaxplora.com/naturaleza/como-protegia-poblacion-gran-gripe-
espanola-1918_2014102200054.html

- Wol.JW. (05 de Abril de 2005). La gripe española: lo que sabemos ahora.


Obtenido de http://wol.jw.org/es/wol/d/r4/lp-s/102005923#h=5

- Salud y Bienestar. (2012) Gripe Española. Madrid, capital territorial de España:


Autor.
- Adrián,C.(2010)Historia de una epidemia olvidada. La pandemia de gripe
española. Argentina: Universidad Nacional de Córdoba.

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