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Resumen Abstract
Este texto describe la Danza de la Serpiente This paper describes the Snake Dance cel-
celebrada el día de Corpus Christi por los mero ebrated on Corpus Christi by mero ikoots of
ikoots de San Mateo del Mar (Tehuantepec, San Mateo del Mar (Tehuantepec, Oaxaca),
Oaxaca), resaltando su carácter de ritual de highlighting his character as a rainmaking
petición de lluvia. Partiendo de esta descrip- ritual. From this description, some conse-
ción se extraerán algunas consecuencias inte- quences interesting for comparative envi-
resantes para la ética ambiental comparada, ronmental ethics will be taken, through a
a través de una reflexión sobre las diferencias reflection on the differences between mero
entre la cosmovisión de los mero ikoots y la dico- ikoots worldview and Western dichotomy
tomía occidental naturaleza/cultura, así como nature/culture, and also the implications
sobre las implicaciones de dichas diferencias. of these differences.
Palabras clave: Huaves, mareños, rituales, Key words: Huave people, mareño people,
petición de lluvia, ética ecológica. rituals, rainmaking, ecological ethics
como el status moral de dicho medio y sus sentarán a continuación (i) las ideas de J. Baird
componentes no-humanos (Attfield 2003, Callicott, probablemente el más destacado
Desjardins 2012, Jamieson 2008, Kernohan representante actual de la disciplina, así como
2012). La ética ambiental comparada, por su (ii) la reelaboración de dichas ideas desde una
parte, toma en cuenta que distintas cultu- perspectiva latinoamericana, que se considera
ras poseen diferentes concepciones sobre los más afín a los objetivos de este artículo.
temas estudiados y trata de contrastar estas
* Instituto de la Comunicación, Universidad del Mar (campus Huatulco), Ciudad Universitaria,s/n. Santa María Huatulco, Oax. C.P. 70989.
Email: jofilg@huatulco.umar.mx
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Las ideas de J. Baird Callicott Un punto importante en el desarrollo de
cualquier ética ambiental, afirma Callicott,
Callicott (1994) comienza su exposición de
es que, si se quiere que realmente produzca
manera histórica, recordando el modo en que
efectos sobre la conciencia de las personas,
la crisis ambiental a nivel planetario aparece
tal ética debe hallarse en consonancia con el
de un modo más o menos repentino ante la
contexto moral proporcionado por la cultura
opinión pública en los años 60, coincidiendo
a que pertenecen, de modo que cualquier
con una serie de hitos, como la publicación de
novedad a este nivel, para resultar convin-
Primavera Silenciosa de Rachel Carson (2010).
cente, debería en principio conservar cierta
Al respecto, Callicott (1994) narra cómo la
continuidad con dicho contexto. Un ejemplo
conciencia del “precio ambiental” que debería
de Lynn White ayudará a profundizar en
pagarse por el desarrollo económico y tecno-
esta idea: los beatniks, afirma, se rebelaron
lógico provocó que los años 70 fuesen consi-
contra el modelo tradicional de las relaciones
derados la ‘década del ambiente’, debido a la
entre hombre y naturaleza, de raíz cristiana,
multitud de medidas promulgadas para atajar
y sentían una fuerte afinidad por el budismo
la crisis. Tales medidas fueron dejadas de lado
zen, que propone un modelo diametralmente
durante los 80, lo hizo que la problemática
opuesto. Pero White (2007) duda de la viabi-
ambiental volviera a hacerse presente a fines
lidad de este modelo budista para persuadir
de esta década, pero ahora con mayor fuerza,
a la mayoría de los occidentales, puesto que
al aparecer en primer plano problemas como
“el zen […] está tan profundamente condicio-
el agujero en la capa de ozono o el cambio cli-
nado por la historia asiática como […] el cris-
mático. En los 90, prosigue, el mundo cobró
tianismo por la experiencia de Occidente 1 .
plena conciencia de que la crisis, antes limi-
tada a los países industrializados, se había Aunque la crisis ambiental haya sido ori-
vuelto global. ginada por Occidente, prosigue Callicott, hoy
en día se ha convertido en una amenaza de
Callicott se pregunta en qué medida es
escala planetaria, lo cual provoca que todas
posible que los filósofos ayuden a resolver
las culturas deban preocuparse por encon-
esta situación. Su respuesta parte del hecho
trar éticas ambientales capaces de propor-
de que las decisiones individuales se hallan
cionar una existencia armónica con el medio
constreñidas por poderosas fuerzas sociales.
natural, un objetivo al cual quiere contribuir
Éstas pueden ser estudiadas empíricamente
el presente trabajo, centrado en la cosmovi-
por sociólogos o economistas, quienes ayu-
sión de los mero ikoots. Según Callicott, sería
darán a comprender las bases estructurales
arrogante pensar que tales éticas sean expor-
de la crisis ecológica. Tal comprensión, a su
tables directamente de unas culturas a otras;
vez, hará mucho más fácil identificar qué ele-
al contrario, requerirán de numerosas adapta-
mentos deben ser modificados. Sin embargo,
ciones para ponerlas en sintonía con las tra-
semejante trabajo analítico no le parece sufi-
diciones intelectuales de culturas diferentes.
ciente, al igual que el recurso tan común a
Más aun, los filósofos de todas las tradiciones
infundir miedo en las personas, puesto que
deben ponerse a desarrollar éticas ambien-
éstas difícilmente se comportarán de un modo
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20 Filgueiras - Nodar
cosmovisiones polinesias, se extendió mucho (2001) podría denominarse “el final de las cer-
más allá de este eje. tidumbres”. Lo que interesa particularmente
a Rozzi es que este final de las certidumbres
Su libro Earth’s Insights es el reflejo de
resulta muy relevante para las cuestiones eco-
todo este trabajo. Se trata de una obra en la
lógicas: en apariencia, la ciencia tenía las ideas
cual Callicott hace un recorrido que, si bien
muy claras sobre diversos puntos (piénsese en
por razones obvias no puede ser exhaustivo,
un ejemplo como la capacidad de carga de un
trata de mostrar el “sabor” propio de diver-
ecosistema), pero esta certeza se ha acabado.
sas éticas ambientales. Presenta desde las
Una de las consecuencias de este hecho ha
raíces grecolatinas y judeocristianas del pen-
sido el desarrollo del principio de precaución,
samiento occidental, hasta el famoso concepto
y su admisión como el modus operandi por
de la ahimsa –no violencia, respeto a la vida–,
defecto, al menos en teoría, en casos en los
que aparece en el budismo y también en el
cuales no sabemos con exactitud lo que va a
jainismo, pasando por principios como el wu
suceder. Otra consecuencia, relacionada con
wei taoísta y otras aportaciones tomadas de
la anterior exposición de Callicott, podría ser
culturas muy diversas, entre ellas varias de
una mayor apertura a cosmovisiones prove-
Norte y Sudamérica.
nientes de otros ámbitos culturales y también
a discursos como los del arte, especialmente el
Ética ambiental comparada en perspectiva propio de cosmovisiones ajenas.
latinoamericana Mucho de lo expuesto por Rozzi resulta
especialmente aplicable a Oaxaca, un estado
Otros pensadores han profundizado en
habitado por 17 etnias originarias y que, por
la dirección señalada por Callicott, pero ya
este hecho, constituye una excelente plata-
desde una perspectiva orientada plenamente
forma para buscar la clase de apertura que se
hacia la realidad latinoamericana. Un ejem-
acaba de señalar, algo que será ejemplificado
plo destacado lo constituye Ricardo Rozzi2.
al tratar de los mero ikoots. Antes de ello,
En “Éticas ambientales latinoamericanas:
resulta conveniente contextualizar el tema de
raíces y ramas”, este autor señala que “no
los rituales de petición de lluvia, comenzando
toda la especie humana está en conflicto con
por las consideraciones de Johanna Broda.
la biodiversidad”. Aunque la crisis ambiental
afecte a todos los habitantes del planeta, no
todas las actitudes humanas generan proble-
Rituales de petición de lluvia en el área
mas ambientales, puesto que existen culturas
mesoamericana y en el Sur de Oaxaca
capaces de vivir en armonía con su entorno
natural. Observar estas culturas, en su opi- Esta autora trata de exponer los procesos
nión, “nos da una esperanza para superar la que han configurado la tradición cultural
ética ambiental”. Al mismo tiempo, afirma mesoamericana presente hoy día, a través del
que si se quiere consumar esta superación, estudio de los cultos prehispánicos, buscando
debe comenzarse por estudiar los sistemas de conexiones entre éstos y la ritualidad actual.
valores y las actitudes de las culturas que sí Refiriéndose primordialmente a los mexicas,
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2 Desde luego, este autor no es el único. Por el contrario, existe toda una escuela latinoamericana de pensamiento ambiental, con figuras tan desta-
cadas como Leonardo Boff, Enrique Leff o Augusto Ángel Maya (véase Noguera 2007 para una presentación panorámica).
mental de las cosmovisiones de las etnias. Esa cuales, según él entiende, “descansan sobre
conexión explica la asociación entre los santos una lógica del intercambio” (Millán 1993).
y diversas deidades o héroes culturales, pre- De su interesante análisis se han destacado
sente en la cosmovisión de tantos pueblos algunas consideraciones sobre las peticiones
de la actualidad, entre ellos los mero ikoots. de lluvia entre los mero ikoots, que aparece-
Dado que dichos grupos aceptaban, al menos rán enseguida; previamente, se quisiera con-
en un nivel superficial, el catolicismo de los textualizar estos rituales de petición de lluvia
3 Este proceso no es exclusivo de Mesoamérica, sino que se dio también en otras áreas, como en Europa, en los primeros momentos del cristianismo.
“Sabemos que el culto a los santos se desarrolló para cristianizar las viejas creencias paganas, es decir, para orientar hacia la religión cristiana ritos,
mitos y lugares que correspondían a divinidades paganas (o precristianas)” (Walter 1999: 153).
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dentro del panorama general de las activida- tratan de reducir esa irregularidad e incerti-
des ceremoniales llevadas a cabo en la zona dumbre. Al mismo tiempo, tales peticiones
sur del estado de Oaxaca. Al respecto, Millán son partes de un complejo mayor, ligado a las
(1993) distingue cuatro ciclos ceremoniales. tareas agrícolas (o pesqueras, como sucede
con los mareños) y sujetas al principio de reci-
El primero de ellos es el ciclo de los santos,
procidad. Dependiendo de la pluviometría de
que se extiende “entre el inicio de la siembra y
la zona, las peticiones se establecerán como
las primeras cosechas” (Millán 1993), es decir,
eventos esporádicos, llevados a cabo cuando
aproximadamente desde junio hasta octu-
la lluvia se retrasa más de lo habitual, o bien
bre. Durante este período encontramos picos
se integrarán al ciclo ceremonial y se repeti-
de actividad ceremonial en las fechas que se
rán periódicamente, tal y como sucede con los
corresponden con el comienzo de la siembra,
mero ikoots. A continuación, se expondrán
la limpia del maíz y el final de la temporada
brevemente algunas consideraciones sobre
de lluvias. El siguiente es el ciclo de invierno,
el calendario ceremonial de esta etnia, y el
el cual se extiende de noviembre a febrero y
papel que tiene en el mismo el día de Corpus
marca la transición entre un periodo de esca-
Christi, en el cual se escenifica la Danza de la
sez y otro de relativa abundancia. Este ciclo
Serpiente.
se inicia con la fiesta de Todos los Santos y
Difuntos –“una fiesta de cosecha” (Millán
1993)– y finaliza el día de la Candelaria, de
El Corpus como culminación de las peticio-
especial relevancia para los mareños de San
nes de lluvia para los mero ikoots
Mateo del Mar.
Los mero ikoots (también conocidos como
Millán diferencia también un ciclo de
huaves o mareños) son un grupo de unos
Cuaresma, con escasa actividad ceremonial,
27,000 individuos que habitan los municipios
exceptuando el día de San José (19 de marzo)
de San Mateo, San Dionisio y San Francisco
y los sucesivos Viernes de Cuaresma, del pri-
del Mar, así como la agencia municipal de
mero al penúltimo, cuya celebración provoca
Santa María del Mar, localidades ubicadas
la creación de un importante circuito comercial
alrededor de las lagunas que bordean el Golfo
en la región. El ciclo se inicia con el Carnaval
de Tehuantepec, al sur del Estado de Oaxaca.
y finaliza con la Semana Santa, dos celebra-
En palabras de Signorini (1979), los mero
ciones de carácter marcadamente opuesto, la
ikoots son “los representantes de una original
primera desordenada y vitalista, la segunda
«cultura lagunar»” cuya economía depende
formal y centrada en la muerte.
casi por completo de la pesca (sobre todo de
El último ciclo señalado por Millán es el camarón). Con algunas excepciones, caso de
ciclo de sequía, al que pertenecen las peti- los seris de Sonora, esta especialización en la
ciones de lluvia. La sequía, narra Millán, va actividad pesquera es una situación insólita
avanzando por el territorio oaxaqueño con para los pueblos originarios de México, que
el transcurrir de la Cuaresma. Este avance se suelen tener como ocupación principal la agri-
produce a distintos compases, lo cual influye cultura, primordialmente el cultivo del maíz.
en el ritmo y la cantidad de las actividades
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4 En la cosmovisión de los mero ikoots, los puntos cardinales se encuentran diferenciados sexualmente, poseyendo el sur carácter femenino y el norte
masculino. Las mujeres son siempre enterradas en el lado sur del cementerio, mientras que los hombres lo son en el lado norte; del mismo modo,
la placenta de los recién nacidos se entierra en el sur de casa si es que éstos son niñas, o en el norte si son niños.
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semanas en las que el alcalde, el presidente ikoots. Esta celebración, de fecha variable
municipal y otras autoridades5 se dirigen a (entre el 21 de mayo y el 24 de junio) es una de
las lagunas y al mar para orar en solitario. las tres más importantes en San Mateo, junto
En la siguiente fase, se realiza una procesión con la fiesta de la Virgen de la Candelaria y el
pública hasta la orilla del mar, cargando a santo patrón de la localidad. Estas dos festivi-
cuestas a cinco santos, que serán introduci- dades, que se celebran respectivamente el 2 de
dos en el agua mientras las autoridades for- febrero y el 20 de septiembre, coinciden con
mulan una oración que ha sido divulgada por puntos de transición muy destacados entre las
Covarrubias (1980)6: distintas estaciones. El Corpus se ubica entre
ellas, no sólo a un nivel temporal, al cerrar la
Ea! Señor y Señora mis creadores: he venido a temporada seca e iniciar la de lluvias, sino
la boca del Mar Bendito, he prendido mis velas también al nivel de los significados simbólicos,
y confío en que nos reciban como siempre.
puesto que participa de elementos propios de
Estamos aquí para pedir lo que merecemos: les
pedimos las aguas benditas que vienen de la ambos, apareciendo como un “regulador de
morada de los relámpagos benditos, el viento las fuerzas naturales” (García 2009). La Danza
que nos traerá los mares benditos, para produ- de la Serpiente, el momento culminante de las
cir el movimiento bendito […] También pedi- festividades del día de Corpus, es quizá el ele-
mos que el mar bendito entre a las lagunas y mento regulador más relevante, como se mos-
traiga consigo los peces benditos, los camaro- trará a continuación.
nes benditos y todos los hijos de la laguna ben-
dita, para que los hijos de la tierra los coman,
para que no les falte nada.
La Danza de la Serpiente: significado y
desarrollo
La segunda celebración es la fiesta de la
Los mero ikoots poseen diversas leyendas
Santa Cruz, en la cual las familias de cada una
relacionadas con la Danza de la Serpiente. De
de las secciones en que se divide San Mateo
acuerdo con Millán (2003), esta danza narra la
celebran a su cruz. De acuerdo con Millán, la
historia de un pastor cuyo alter ego es el rayo
fiesta corre a cargo de estas familias, que coo-
y por ello es capaz de predecir el momento en
peran y finalmente reparten el excedente de
que la serpiente saldrá del cerro en el que vive
dicha cooperación.
y se dirigirá al océano. Para los mero ikoots,
La tercera celebración se lleva a cabo la vís- la unión del agua dulce (contenida dentro de
pera del día de Corpus Christi, cuando se rea- los cerros según su cosmovisión) con el agua
liza un recorrido por la comunidad, durante del océano representa un grave peligro, pues
el cual una tortuga (pój) va siendo presen- se relaciona con un mito en el cual Dios, harto
tada por las distintas casas, simbolizando el de los humanos, puso el mundo al revés de
modo en que la misma pasa de ser huérfana a forma que todo se inundó. Entonces, la llegada
encontrar unos padres y hasta unos padrinos, de la serpiente al mar, es decir, la unión del
quienes finalizarán el recorrido presentándola agua de los cerros con el agua oceánica, sig-
ante el altar del mayordomo. Según los mare- nificaría el regreso al caos, de modo que, para
ños, a diferencia de la serpiente, la tortuga es
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5 Millán (1993, 2003) aporta información más detallada sobre el sistema de cargos de los mero ikoots.
6 En el trabajo de campo se ha escuchado que el objetivo de esta oración, en la cual se mencionan, según uno de los informantes, a todos los
animales (incluyendo p. ej. los moscos o las chinches) no es sino “equilibrar la naturaleza”.
trueno; entonces volvió. Encontró al viejo un traslado y no se inmutan al paso del flujo
muerto, y junto a él una serpiente cortada de las fuerzas opuestas”. Para Estage (1982),
en dos por el machete. La hija vació, como a su vez, los movimientos efectuados por
le había sido ordenado, el balde de agua los das figuran “las ondulaciones de una ser-
sobre el viejo, y este resucitó (Tranfo 1979).
piente monstruosa”. Por su parte, Signorini
toma en cuenta el hecho de que la Danza de la
Después de haber contextualizado la Danza Serpiente (probablemente debido a la influen-
en el trasfondo proporcionado por la mitolo- cia de los religiosos que evangelizaron el área,
gía mareña, se presentarán tres elementos que como sugiere Oseguera) se haya relacionado
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con un famoso episodio bíblico: dado que la que con la derecha portan la ‘lanza’ (jeng),
serpiente es denominada Goliat –o Goliacho– “un pequeño artefacto tallado en madera
y el arquero es denominado David, entonces semejante a una cruz de malta con punta en
los danzantes serían las ovejas del rebaño la superficie superior y mango en la inferior”
de David. Aunque también menciona que, (Estage 1982). Durante la danza, esta lanza
como etnólogo, entiende “que las ovejas son es chocada en repetidas ocasiones contra el
las nubes que acompañan al rayo-David, que machete portado por Omalndiük.
éste triunfa sobre las aguas enemigas”, lo cual
(3) La danza se lleva a cabo el jueves de
representa, en su opinión, “un milagro de
Corpus, día grande de la fiesta (o aleahich
equilibrios sincréticos” (Signorini 1994).
yow), en la plaza principal de San Mateo, justo
(2) Todas las dimensiones de la Danza de antes de la puesta del sol. Durante todo el día,
la Serpiente se hallan impregnadas de un esta plaza ha constituido un polo de actividad
intenso simbolismo, y el vestuario no es una festiva: por la mañana, los maestros tar, figu-
excepción. A continuación, se expondrán rando ser unos herreros, gastan bromas a los
someramente algunos aspectos del mismo. asistentes; además, se lleva a cabo la corrida de
Neajeng, que porta una máscara de madera de mulas, con la participación de los grupos cere-
color rosado, viste saco, pantalón y sombrero moniales de Caballeros y Malinches (Millán
de color negro. Este color juega un importante 1993). Por la tarde, en los momentos previos a
papel en los rituales curativos de los mareños la danza, la plaza es invadida por los tör y los
y es identificado por Signorini con la “oscuri- lüw, jóvenes vestidos con atuendos terrorífi-
dad protectora” (Oseguera 2009). Neajeng va cos que persiguen a los niños para asustarlos.
armado con un arco y un fuete, cuyo ruido, en
Los danzantes llegan en procesión a la
la mitología de los mero ikoots, es asociado con
plaza desde la casa del mayordomo, en com-
el que hace el rayo al golpear a los caballos
pañía de Caballeros y Malinches, además
que lo transportan.
de las autoridades municipales. En la plaza,
Omalndiük, que viste un saco gris y un los das se dividen en dos grupos simétricos,
pantalón del mismo color arremangado a la ubicados de manera lineal sobre un eje Este-
altura de la rodilla, oculta su rostro tras una Oeste. Una parte del grupo, a la que se incor-
máscara de madera clara. Sus pies y pantorri- porará posteriormente el Flechador, mira
llas están cubiertos de pïnd, un lodo gris claro hacia el poniente, mientras que la otra, a la
que únicamente se obtiene en las cercanías de que se unirá Omalndiük, mira al oriente. El
San Mateo. En el simbolismo de los mareños, capitán de los das se situará entre las dos figu-
el color gris se relaciona con la tierra, con la ras protagónicas, “a modo de mediador, como
muerte y con la enfermedad, lo cual lo opone [...] si los dos antagonistas fueran demasiado
al negro de la curación. La cabeza de serpiente y peligrosamente poderosos para permitirles
que Omalndiük lleva amarrada a la espalda un contacto directo” (Estage 1982).
es también de color gris, y se halla adornada
La danza se divide en seis diferentes sones
con motivos geométricos en otros colores
(García & Oseguera 2001, Oseguera 2009)
(rojo, verde, amarillo y negro). Omalndiük va
denominados colectivamente como termo, los
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la plaza, al compás de la fanfarria tocada por Lo primero que debe mencionarse a la hora
una banda que incluye saxofones y tambores. de introducir tales reflexiones es la magnitud
Finalizada la danza, regresa al atrio y se ubica de la crisis ambiental que enfrenta hoy por hoy
de nuevo frente a Omalndiük, que se mantuvo el planeta. Se trata de una crisis que, dicho sin
arrodillado durante todo este tiempo, para exageración alguna, pone en peligro la sobre-
colocarle de nuevo su sombrero. Después, da vivencia de la vida sobre la Tierra (piénsese
tres giros en dirección contraria a las agujas del nada más, p.ej., en los efectos del calenta-
reloj hasta que Omalndiük se levanta y cami- miento global). Teniendo en cuenta las dimen-
nan juntos al campanario ubicado en el lado siones de esta crisis, resulta comprensible que
sur del atrio. Posteriormente, los danzantes el análisis de sus causas, sus consecuencias y
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sus posibles soluciones haya sido objeto de un especialmente en su forma occidental”. El
amplio abordaje a diversos niveles. cristianismo destruyó lo que White denomina
el animismo pagano propio de las cosmovi-
En primer lugar, debe decirse que se trata
siones precristianas, estableciendo una dico-
de un análisis que responde a una demanda
tomía muy marcada entre el ser humano y
considerada como urgente por numerosas
la naturaleza, en la cual el primero tiene un
personas y grupos. El hecho de que los temas
papel superior que justifica cualquier explo-
ambientales hayan venido incluyéndose cada
tación de la segunda. Enseguida se retomará
vez con mayor intensidad en las agendas polí-
esta dicotomía entre ser humano y naturaleza,
ticas nacionales e internacionales resulta muy
y alguna de sus nefastas consecuencias.
significativo, más allá de que esta inclusión no
se haya traducido en resultados del todo posi- Antes, quisiera conectarse estas considera-
tivos o no todo lo positivos que cabría espe- ciones de White con una reflexión de Jamieson
rarse. La crisis también ha concitado grandes (2008), para quien “los problemas ambientales
esfuerzos a nivel teórico, provenientes de múl- representan un desafío para nuestros sistemas
tiples disciplinas, desde las ciencias naturales éticos y de valores”, en este caso el sistema que
y la ingeniería, hasta ciencias sociales como la podemos denominar occidental8, con su doble
economía. herencia judeocristiana y grecorromana (no
menos antropocéntrica que la primera). Tal
Un abordaje de especial interés para la
dualismo, evidentemente, no agota el espec-
ética ambiental es el que trata de establecer
tro de posibilidades de relación entre ambos
las raíces históricas y culturales de la crisis,
términos, aun dejando de lado la dificultad de
mostrando aquellos aspectos de la cosmovi-
un tratamiento unívoco del concepto occiden-
sión que pueden tener consecuencias negati-
tal de naturaleza9.
vas para el entorno. Un ejemplo señero de este
abordaje lo constituye el ya clásico artículo Se entenderá con mayor claridad lo que se
“Raíces históricas de nuestra crisis ecológica”, halla en juego aquí al reparar en un ejemplo
publicado por Lynn White Jr. en 1967. En este proporcionado por Eduardo Viveiros, uno de
texto, uno de los más influyentes para el desa- los principales críticos a la concepción occi-
rrollo de la ética ambiental, White analiza la dental de la naturaleza, cuyas críticas surgen
convergencia de dos tradiciones occidentales, de sus estudios sobre las etnias amazónicas. El
la científica (de carácter abstracto y aristocrá- aspecto que interesa a Viveiros es la dicotomía
tico) y la tecnológica (cuyo carácter era empí- naturaleza/cultura, (derivada del dualismo
rico y popular), y el rol de la convergencia de entre ser humano y naturaleza), de la que
ambas como originadora de la actual crisis dependen tantas categorías relevantes para la
ambiental. ética ambiental.
Dado que estas dos tradiciones se desa- De acuerdo con el perspectivismo que
rrollaron durante la Edad Media, White Viveiros encuentra en las sociedades ama-
juzga que deben conocerse las concepciones zónicas, el mundo está poblado por nume-
medievales relacionadas con las mismas, algo rosos sujetos (humanos o no) que captan la
imposible de hacer sin un conocimiento ade- realidad desde diferentes perspectivas. Tal
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8 Evidentemente, no se pretende afirmar que exista un solo sistema occidental, pero a efectos de simplicidad expositiva podemos tratarlo como tal
tentativamente, siendo una inexactitud que no parece despojar de validez a las reflexiones del presente artículo.
9 Como acertadamente señala Kwiatkowska (2008: 53), “en la historia de las ideas occidentales, ningún otro concepto ha adquirido una gama tan
vasta ni tan cargada de significados como el término naturaleza”.
Una de sus conclusiones es que en el pen- buja constantemente ante un mundo que se
samiento de tales sociedades, más que existir construye de manera distinta”10. Las eviden-
un mismo mundo categorizado de múltiples cias señaladas por Estrada tienen que ver con
maneras (como proponen los relativistas cul- aspectos como la sacralización del espacio, la
turales), lo que existe es una misma manera concepción de la persona humana así como
de categorizar múltiples mundos. Los anima- las relaciones entre ésta y los demás anima-
les –y los espíritus– ven las cosas de manera les, y también con la influencia de la conducta
10 Estas consideraciones de Estrada se usan en el presente artículo únicamente de manera heurística. No se trata de justificar a priori el uso de estas
categorías para aplicarse a la cultura mareña, ni siquiera de establecer comparaciones entre ésta y la de los mayas contemporáneos. Más bien, se
han entendido como guías capaces de orientar la reflexión en direcciones interesantes.
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humana en la abundancia de recursos. Otra de cosmovisión occidental), nos ofrece un ejem-
las evidencias aportadas por Estrada se refiere plo claro de esta clase de interrelaciones.
a un aspecto especialmente relevante para el
Tener en cuenta algo ya mencionado, como
presente artículo: los rituales como un ámbito
que el ritual puede fracasar debido a la mala
en el que se interpenetran los dos términos de
conducta de las autoridades, constituye otro
la distinción occidental. Al respecto, afirma
destacado ejemplo. Muy conocida es la anéc-
Estrada (2009) que:
dota narrada por Signorini (1979), quien relata
que en 1976, la presencia de vientos del norte
fuera de temporada, aunada a la ausencia de
Los rituales de lluvia que se practican lluvias, con el consiguiente efecto negativo
en algunas regiones, donde se arrastra un en la pesca del camarón, fue atribuida por los
“palo” que se “planta” en el centro del miembros de la comunidad al mal comporta-
pueblo, son otra muestra de las distintas rela-
ciones que se tejen entre la naturaleza y la cul-
miento de sus autoridades, quienes estuvie-
tura mayas […] La plaza se convierte en un ron a punto de ser destituidos de los cargos
espacio en el que se entrecruzan lo animal y si llegaron a salvarse de tal humillación se
y lo humano, lo doméstico y lo salvaje, el debió únicamente a que el 16 de agosto fue un
monte y el pueblo, la naturaleza y la cul- día lluvioso. García (2003) narra por su parte
tura, sugiriendo intercambios fluidos entre que “en 1997, cuando las lluvias se retrasaron
estas esferas, en lugar de ser vistos como domi-
más allá de lo debido, algunas personas lanza-
nios excluyentes e impermeables. Las ceibas
como eje o centro del pueblo, símbolo de ron piedras al alcalde primero, acusándolo de
comunidad y de centro político también ser responsable de la sequía” 11 .
sugieren otro tipo de vínculos entre socie-
Los mero ikoots consideran que la prospe-
dad, naturaleza y espacio.
ridad material de la comunidad, cuya expre-
sión fundamental es el nivel de las capturas
de camarón, depende en un sentido causal e
Es interesante el modo en que Estrada rela- inmediato del comportamiento (y por tanto de
ciona los rituales de lluvia con los vínculos las virtudes personales) de sus autoridades.
existentes entre la sociedad, la naturaleza y el Por ejemplo, en San Mateo del Mar se cree que
espacio, generalmente sacralizado y cargado la regularidad de las precipitaciones depende
de contenidos simbólicos. Más interesante de las ofrendas dirigidas a Cerro Bernal; tales
aún es que Estrada considere que tales ritua- ofrendas son realizadas por las autoridades
les de petición de lluvia expresan una concep- comunitarias, quienes tienen la obligación de
ción diferente a la división occidental entre propiciar las lluvias, y que son cuestionadas
naturaleza y cultura, relación que se encuen- por la comunidad si no obtienen los resulta-
tra marcada por la mutua exclusión de ambas dos esperados.
esferas. En efecto, cuando se contempla un A pesar de que el presidente municipal tam-
ritual de petición de lluvia como la Danza de bién participa en los ritos, la mayor respon-
la Serpiente, o cualquier otro de los muchos sabilidad suele depositarse sobre el alcalde12
llevados a cabo por los mero ikoots, saltan a quien es para los mero ikoots, “literalmente
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la vista las interrelaciones existentes entre los […] una figura sagrada” (Millán 1993) y que
dominios de naturaleza y cultura. El modo en por ello debe tener un comportamiento inta-
que la mitología mareña explica la llegada de chable. En el trabajo de campo, se pudo escu-
las lluvias, en el cual aparece de modo mani- char acerca de alguna de las exigencias que
fiesto la sacralización de elementos como el se le imponen a las autoridades. En el terreno
viento (considerados como naturales en la del comportamiento sexual, por ejemplo, el
11 Además del caso ya mencionado, se quiere mencionar que, durante el trabajo de campo, uno de los informantes mencionó hallarse preocupado de
que, a causa de los intensos conflictos políticos que se estaban desarrollando en esos momentos al interior de la comunidad, los ritos no se hubieran
llevado a cabo apropiadamente, con los peligros que ello implicaba.
12 La figura del alcalde representa la cúspide del sistema de cargos de los mero ikoots, ubicándose por encima del propio presidente municipal.
13 Cf. las afirmaciones de Rubeo (2000: 164), para quien en Semana Santa, “la fuerza del Bien se debilita: la muerte de Cristo-Dios […] genera una
alteración del orden cósmico que se refleja, en el plano humano y social, en el desorden institucional y la ruptura de las normas establecidas”.
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Reflexiones finales como manifestación específica de universales
cognitivos o simplemente como un sistema de
Sin duda, el análisis de rituales como el
creencias que nos cabe solamente describir y
que se acaba de exponer puede ser un punto
demostrar su nexos internos? Esto no es una
importante para comenzar a explorar nuevas
pregunta fácil de responder, pero […] la idea
formas de relacionarnos con nuestro entorno.
es intentar experimentar estas nuevas formas
Tal y como muestra Latour (1993), la gran
de pensamiento diferentes, y hacerlo con
expansión material de Occidente depende en
humildad y respeto” (Rodríguez 2005).
gran medida de la constitución que “define a
humanos y no humanos, sus propiedades y Una respuesta que suscitará poca polémica,
sus relaciones, sus capacidades y sus agrupa- sin duda, es que también se puede aprender.
mientos”. La existencia de rituales en los cuales Hay mucho que podemos aprender de los
estas definiciones se muestran desdibujadas, mero ikoots, y de otros pueblos originarios,
debería llamar la atención sobre la existencia comenzando por las formas de relacionarse
de posibilidades alternativas. Recuérdense con el entorno natural. Sin duda, el pragma-
aquí las declaraciones de Rozzi, para quien el tismo ambiental de Light & Katz (1996), esa
conflicto entre los seres humanos y la biodi- corriente de la ética ambiental que, en vista de
versidad parece ser más acusado en las socie- la escasez de resultados de ésta, propone aban-
dades que aceptan la división occidental entre donar alguno de los debates teóricos que han
naturaleza y cultura. Entonces, será fácil ver acompañado a la disciplina desde sus comien-
que, contando con una constitución diferente, zos (en particular el debate sobre el valor
se crearán sociedades diferentes a las basadas intrínseco) y en su lugar buscar argumentos
en el modelo occidental. Sociedades en las capaces de revertir la crisis ambiental, apre-
cuales, tal vez, pueda existir un mayor nivel ciará el conocimiento de estas nuevas formas
de armonía con el entorno físico. de relación. De hecho, casi todas las corrientes
de la ética ambiental pueden beneficiarse de
Cuando se observan las peticiones de
estas aportaciones del enfoque comparado.
lluvia de los mero ikoots, el modo en que los
seres humanos se relacionan ritualmente con Para finalizar, retomando las reflexiones de
una naturaleza sacralizada, y las exigencias de da Silva, se quiere recordar también la nece-
respeto que se establecen en dicha relación, se sidad señalada por este autor de experimen-
toma conciencia de que se trata de un grupo tar con humildad y respeto el pensamiento de
que, al menos en cierto nivel de los significa- los pueblos originarios. Se cree que este seña-
dos y las narrativas simbólicas, vive en plena lamiento representa uno de los puntos más
armonía con el entorno. Esta clase de consi- oscuros de la relación de antropólogos y otros
deraciones hacen ver que es mucho lo que estudiosos, en realidad de todas las sociedades
se puede aprender de los mero ikoots (y de de corte occidental, entre ellas por supuesto
tantos otros pueblos originarios), en el terreno la mexicana, con dichos pueblos. Reflexionar
de la ética ambiental. sobre esta relación llevará a considerar el
modo en que la ética ambiental, en especial
Se apreciará esta línea de pensamiento al
su versión comparada, ofrece un camino para
reflexionar en unas declaraciones de Marcio
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