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La Danza de la Serpiente de los mero ikoots

de San Mateo del Mar (Tehuantepec, Oaxaca)


desde la ética ambiental comparada
José María Filgueiras Nodar*

Resumen Abstract

Este texto describe la Danza de la Serpiente This paper describes the Snake Dance cel-
celebrada el día de Corpus Christi por los mero ebrated on Corpus Christi by mero ikoots of
ikoots de San Mateo del Mar (Tehuantepec, San Mateo del Mar (Tehuantepec, Oaxaca),
Oaxaca), resaltando su carácter de ritual de highlighting his character as a rainmaking
petición de lluvia. Partiendo de esta descrip- ritual. From this description, some conse-
ción se extraerán algunas consecuencias inte- quences interesting for comparative envi-
resantes para la ética ambiental comparada, ronmental ethics will be taken, through a
a través de una reflexión sobre las diferencias reflection on the differences between mero
entre la cosmovisión de los mero ikoots y la dico- ikoots worldview and Western dichotomy
tomía occidental naturaleza/cultura, así como nature/culture, and also the implications
sobre las implicaciones de dichas diferencias. of these differences.

Palabras clave: Huaves, mareños, rituales, Key words: Huave people, mareño people,
petición de lluvia, ética ecológica. rituals, rainmaking, ecological ethics

La ética ambiental comparada


La ética ambiental es una de las ramas más concepciones buscando puntos de confluencia
actuales de la ética, la parte de la filosofía que capaces de contribuir al diálogo intercultural,
analiza la bondad de las normas y estánda- así como ideas procedentes de otras culturas
res morales de los individuos (Guisán 2010, que puedan ayudar a resolver algunos de
Mackie 1977, Williams 1987). La problemática los problemas causados por la actual crisis
estudiada por la ética ambiental tiene que ver ambiental. Para entender adecuadamente
con las relaciones entre los seres humanos y aquellos aspectos de la ética ambiental com-
el medio ambiente natural que los rodea, así parada que han inspirado este artículo, se pre-
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como el status moral de dicho medio y sus sentarán a continuación (i) las ideas de J. Baird
componentes no-humanos (Attfield 2003, Callicott, probablemente el más destacado
Desjardins 2012, Jamieson 2008, Kernohan representante actual de la disciplina, así como
2012). La ética ambiental comparada, por su (ii) la reelaboración de dichas ideas desde una
parte, toma en cuenta que distintas cultu- perspectiva latinoamericana, que se considera
ras poseen diferentes concepciones sobre los más afín a los objetivos de este artículo.
temas estudiados y trata de contrastar estas

* Instituto de la Comunicación, Universidad del Mar (campus Huatulco), Ciudad Universitaria,s/n. Santa María Huatulco, Oax. C.P. 70989.
Email: jofilg@huatulco.umar.mx

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Las ideas de J. Baird Callicott Un punto importante en el desarrollo de
cualquier ética ambiental, afirma Callicott,
Callicott (1994) comienza su exposición de
es que, si se quiere que realmente produzca
manera histórica, recordando el modo en que
efectos sobre la conciencia de las personas,
la crisis ambiental a nivel planetario aparece
tal ética debe hallarse en consonancia con el
de un modo más o menos repentino ante la
contexto moral proporcionado por la cultura
opinión pública en los años 60, coincidiendo
a que pertenecen, de modo que cualquier
con una serie de hitos, como la publicación de
novedad a este nivel, para resultar convin-
Primavera Silenciosa de Rachel Carson (2010).
cente, debería en principio conservar cierta
Al respecto, Callicott (1994) narra cómo la
continuidad con dicho contexto. Un ejemplo
conciencia del “precio ambiental” que debería
de Lynn White ayudará a profundizar en
pagarse por el desarrollo económico y tecno-
esta idea: los beatniks, afirma, se rebelaron
lógico provocó que los años 70 fuesen consi-
contra el modelo tradicional de las relaciones
derados la ‘década del ambiente’, debido a la
entre hombre y naturaleza, de raíz cristiana,
multitud de medidas promulgadas para atajar
y sentían una fuerte afinidad por el budismo
la crisis. Tales medidas fueron dejadas de lado
zen, que propone un modelo diametralmente
durante los 80, lo hizo que la problemática
opuesto. Pero White (2007) duda de la viabi-
ambiental volviera a hacerse presente a fines
lidad de este modelo budista para persuadir
de esta década, pero ahora con mayor fuerza,
a la mayoría de los occidentales, puesto que
al aparecer en primer plano problemas como
“el zen […] está tan profundamente condicio-
el agujero en la capa de ozono o el cambio cli-
nado por la historia asiática como […] el cris-
mático. En los 90, prosigue, el mundo cobró
tianismo por la experiencia de Occidente 1 .
plena conciencia de que la crisis, antes limi-
tada a los países industrializados, se había Aunque la crisis ambiental haya sido ori-
vuelto global. ginada por Occidente, prosigue Callicott, hoy
en día se ha convertido en una amenaza de
Callicott se pregunta en qué medida es
escala planetaria, lo cual provoca que todas
posible que los filósofos ayuden a resolver
las culturas deban preocuparse por encon-
esta situación. Su respuesta parte del hecho
trar éticas ambientales capaces de propor-
de que las decisiones individuales se hallan
cionar una existencia armónica con el medio
constreñidas por poderosas fuerzas sociales.
natural, un objetivo al cual quiere contribuir
Éstas pueden ser estudiadas empíricamente
el presente trabajo, centrado en la cosmovi-
por sociólogos o economistas, quienes ayu-
sión de los mero ikoots. Según Callicott, sería
darán a comprender las bases estructurales
arrogante pensar que tales éticas sean expor-
de la crisis ecológica. Tal comprensión, a su
tables directamente de unas culturas a otras;
vez, hará mucho más fácil identificar qué ele-
al contrario, requerirán de numerosas adapta-
mentos deben ser modificados. Sin embargo,
ciones para ponerlas en sintonía con las tra-
semejante trabajo analítico no le parece sufi-
diciones intelectuales de culturas diferentes.
ciente, al igual que el recurso tan común a
Más aun, los filósofos de todas las tradiciones
infundir miedo en las personas, puesto que
deben ponerse a desarrollar éticas ambien-
éstas difícilmente se comportarán de un modo
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tales con los elementos de que disponen sus


responsable si no aceptan sinceramente una
propias culturas. Callicott narra brevemente
serie de valores relativos al medio ambiente.
su experiencia al respecto, que comenzó de un
Para Callicott, este hecho obliga a los filó-
modo relativamente limitado, puesto que se
sofos a trabajar en el desarrollo de una ética
ceñía a la discusión entre oriente y occidente
ambiental, algo que él mismo trató de hacer
(Callicott & Ames 1989), y que luego, merced
durante mucho tiempo, elaborando teórica-
a su contacto con el pensamiento de los pue-
mente las ideas de Aldo Leopold (Callicott
blos originarios de Norteamérica y con las
1987, 1989,1999).
1 El conocido estudio empírico de Minteer & Manning (2003) sobre cosmovisiones ambientales parecería prestar apoyo a las consideraciones de
White.

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cosmovisiones polinesias, se extendió mucho (2001) podría denominarse “el final de las cer-
más allá de este eje. tidumbres”. Lo que interesa particularmente
a Rozzi es que este final de las certidumbres
Su libro Earth’s Insights es el reflejo de
resulta muy relevante para las cuestiones eco-
todo este trabajo. Se trata de una obra en la
lógicas: en apariencia, la ciencia tenía las ideas
cual Callicott hace un recorrido que, si bien
muy claras sobre diversos puntos (piénsese en
por razones obvias no puede ser exhaustivo,
un ejemplo como la capacidad de carga de un
trata de mostrar el “sabor” propio de diver-
ecosistema), pero esta certeza se ha acabado.
sas éticas ambientales. Presenta desde las
Una de las consecuencias de este hecho ha
raíces grecolatinas y judeocristianas del pen-
sido el desarrollo del principio de precaución,
samiento occidental, hasta el famoso concepto
y su admisión como el modus operandi por
de la ahimsa –no violencia, respeto a la vida–,
defecto, al menos en teoría, en casos en los
que aparece en el budismo y también en el
cuales no sabemos con exactitud lo que va a
jainismo, pasando por principios como el wu
suceder. Otra consecuencia, relacionada con
wei taoísta y otras aportaciones tomadas de
la anterior exposición de Callicott, podría ser
culturas muy diversas, entre ellas varias de
una mayor apertura a cosmovisiones prove-
Norte y Sudamérica.
nientes de otros ámbitos culturales y también
a discursos como los del arte, especialmente el
Ética ambiental comparada en perspectiva propio de cosmovisiones ajenas.
latinoamericana Mucho de lo expuesto por Rozzi resulta
especialmente aplicable a Oaxaca, un estado
Otros pensadores han profundizado en
habitado por 17 etnias originarias y que, por
la dirección señalada por Callicott, pero ya
este hecho, constituye una excelente plata-
desde una perspectiva orientada plenamente
forma para buscar la clase de apertura que se
hacia la realidad latinoamericana. Un ejem-
acaba de señalar, algo que será ejemplificado
plo destacado lo constituye Ricardo Rozzi2.
al tratar de los mero ikoots. Antes de ello,
En “Éticas ambientales latinoamericanas:
resulta conveniente contextualizar el tema de
raíces y ramas”, este autor señala que “no
los rituales de petición de lluvia, comenzando
toda la especie humana está en conflicto con
por las consideraciones de Johanna Broda.
la biodiversidad”. Aunque la crisis ambiental
afecte a todos los habitantes del planeta, no
todas las actitudes humanas generan proble-
Rituales de petición de lluvia en el área
mas ambientales, puesto que existen culturas
mesoamericana y en el Sur de Oaxaca
capaces de vivir en armonía con su entorno
natural. Observar estas culturas, en su opi- Esta autora trata de exponer los procesos
nión, “nos da una esperanza para superar la que han configurado la tradición cultural
ética ambiental”. Al mismo tiempo, afirma mesoamericana presente hoy día, a través del
que si se quiere consumar esta superación, estudio de los cultos prehispánicos, buscando
debe comenzarse por estudiar los sistemas de conexiones entre éstos y la ritualidad actual.
valores y las actitudes de las culturas que sí Refiriéndose primordialmente a los mexicas,
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logran vivir en armonía. aunque de forma aplicable a muchas otras


culturas de Mesoamérica, Broda resalta la
El principio de precaución es también un
enorme importancia del calendario, compar-
importante pivote de la ética ambiental com-
tido por todas las culturas del área, como base
parada y por ello interesa repasar brevemente
para su ritualidad. La hipótesis que defiende
el modo en que Rozzi lo caracteriza, aludiendo
es que “la continuidad de los rituales agríco-
en primer lugar a lo que utilizando la expre-
las indígenas después de la Conquista se basa
sión consagrada en el libro de Ilya Prigogine

2 Desde luego, este autor no es el único. Por el contrario, existe toda una escuela latinoamericana de pensamiento ambiental, con figuras tan desta-
cadas como Leonardo Boff, Enrique Leff o Augusto Ángel Maya (véase Noguera 2007 para una presentación panorámica).

La danza de la serpiente de los mero ikoots… 21


en la estructura del calendario mesoameri- conquistadores, el culto a los santos se con-
cano que era una herencia antigua derivada, a virtió en un punto donde se confrontaba, de
su vez, de la observación astronómica y de los manera dialéctica, la identidad étnica con las
ciclos de la naturaleza” (Broda 2003), hipótesis condiciones históricas concretas de domina-
que parece aplicable al caso de los mero ikoots. ción. Un hecho, debe destacarse, que ayudó en
gran medida a la supervivencia de las etnias.
Broda señala, para el caso de los mexi-
cas, la existencia de dos grupos diferentes de Así, el sincretismo que surge a partir del
cultos: los propios de las élites, manifestación siglo XVI recoge diversos elementos de los
del culto solar y llevados a cabo en el Templo cultos prehispánicos, entre ellos y de manera
Mayor, y los propios del pueblo, relacionados muy destacada, el culto agrícola, ligado a
con procesos agrícolas y celebrados en diver- fenómenos como el cultivo del maíz, los vien-
sos adoratorios naturales. En estos cultos, tos o las lluvias (tan importantes los dos últi-
observando la relación que tienen con el clima mos para el caso de San Mateo del Mar). Broda
y el entorno natural, es precisamente donde señala que, si dichos elementos perviven, es
Broda encuentra una mayor continuidad his- debido a que en el área se siguen dando las
tórica. Tales cultos agrícolas, después de la mismas condiciones climáticas y se siguen
Conquista y la subsiguiente evangelización, se repitiendo los mismos ciclos naturales (del
convirtieron en ritos locales, dejando de per- maíz, del camarón). Al mismo tiempo, “per-
tenecer a la ideología de la sociedad mexica dura la dependencia de las comunidades de
(que ya había dejado de constituir un ente una economía agrícola precaria, y el deseo de
autónomo). Además, se alejaron de las ciuda- controlar estos fenómenos” (Broda 2003). Para
des y pueblos grandes, que se hallaban bajo ilustrar su argumentación, Broda (2003) aporta
el dominio del catolicismo, y se convirtieron datos etnográficos sobre diversos ciclos de
en una expresión de la identidad de las etnias fiestas de la actualidad, entre ellos los relati-
originarias, que acabó por permitir la repro- vos a las peticiones de lluvia, que constituyen
ducción de sus sociedades. Broda, como se ha “un momento clave del ciclo anual de ritos
dicho, se refiere principalmente a los mexicas, agrícolas”. Así, menciona festividades como
pero es fácil ver que sus conclusiones parecen San Marcos (el 25 de abril); la Santa Cruz (3 de
mantenerse con respecto a muchos pueblos mayo), de gran importancia para numerosas
originarios actuales. etnias mesoamericanas, entre ellas los mero
ikoots; San Isidro Labrador (15 de mayo); San
Broda menciona asimismo la tesis de Félix
Juan (24 de junio) y la Ascensión de Cristo (de
Báez-Jorge relativa al culto de los santos como
fecha variable, entre finales de mayo y princi-
mediador simbólico con las antiguas deidades
pios de junio).
de la naturaleza3, y la vincula con la conocida
noción de reinterpretación simbólica propuesta A diferencia de Broda, Saúl Millán no está
por Bartolomé & Barabas (1982). Según Báez- interesado en buscar pervivencias de las anti-
Jorge, los santos se vinculan con las deidades guas cosmovisiones mesoamericanas, sino en
ancestrales, ligadas a los procesos naturales, encontrar patrones comunes en la actividad
y acaban por volverse un componente funda- ceremonial de las etnias del Sur de Oaxaca, los
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mental de las cosmovisiones de las etnias. Esa cuales, según él entiende, “descansan sobre
conexión explica la asociación entre los santos una lógica del intercambio” (Millán 1993).
y diversas deidades o héroes culturales, pre- De su interesante análisis se han destacado
sente en la cosmovisión de tantos pueblos algunas consideraciones sobre las peticiones
de la actualidad, entre ellos los mero ikoots. de lluvia entre los mero ikoots, que aparece-
Dado que dichos grupos aceptaban, al menos rán enseguida; previamente, se quisiera con-
en un nivel superficial, el catolicismo de los textualizar estos rituales de petición de lluvia

3 Este proceso no es exclusivo de Mesoamérica, sino que se dio también en otras áreas, como en Europa, en los primeros momentos del cristianismo.
“Sabemos que el culto a los santos se desarrolló para cristianizar las viejas creencias paganas, es decir, para orientar hacia la religión cristiana ritos,
mitos y lugares que correspondían a divinidades paganas (o precristianas)” (Walter 1999: 153).

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dentro del panorama general de las activida- tratan de reducir esa irregularidad e incerti-
des ceremoniales llevadas a cabo en la zona dumbre. Al mismo tiempo, tales peticiones
sur del estado de Oaxaca. Al respecto, Millán son partes de un complejo mayor, ligado a las
(1993) distingue cuatro ciclos ceremoniales. tareas agrícolas (o pesqueras, como sucede
con los mareños) y sujetas al principio de reci-
El primero de ellos es el ciclo de los santos,
procidad. Dependiendo de la pluviometría de
que se extiende “entre el inicio de la siembra y
la zona, las peticiones se establecerán como
las primeras cosechas” (Millán 1993), es decir,
eventos esporádicos, llevados a cabo cuando
aproximadamente desde junio hasta octu-
la lluvia se retrasa más de lo habitual, o bien
bre. Durante este período encontramos picos
se integrarán al ciclo ceremonial y se repeti-
de actividad ceremonial en las fechas que se
rán periódicamente, tal y como sucede con los
corresponden con el comienzo de la siembra,
mero ikoots. A continuación, se expondrán
la limpia del maíz y el final de la temporada
brevemente algunas consideraciones sobre
de lluvias. El siguiente es el ciclo de invierno,
el calendario ceremonial de esta etnia, y el
el cual se extiende de noviembre a febrero y
papel que tiene en el mismo el día de Corpus
marca la transición entre un periodo de esca-
Christi, en el cual se escenifica la Danza de la
sez y otro de relativa abundancia. Este ciclo
Serpiente.
se inicia con la fiesta de Todos los Santos y
Difuntos –“una fiesta de cosecha” (Millán
1993)– y finaliza el día de la Candelaria, de
El Corpus como culminación de las peticio-
especial relevancia para los mareños de San
nes de lluvia para los mero ikoots
Mateo del Mar.
Los mero ikoots (también conocidos como
Millán diferencia también un ciclo de
huaves o mareños) son un grupo de unos
Cuaresma, con escasa actividad ceremonial,
27,000 individuos que habitan los municipios
exceptuando el día de San José (19 de marzo)
de San Mateo, San Dionisio y San Francisco
y los sucesivos Viernes de Cuaresma, del pri-
del Mar, así como la agencia municipal de
mero al penúltimo, cuya celebración provoca
Santa María del Mar, localidades ubicadas
la creación de un importante circuito comercial
alrededor de las lagunas que bordean el Golfo
en la región. El ciclo se inicia con el Carnaval
de Tehuantepec, al sur del Estado de Oaxaca.
y finaliza con la Semana Santa, dos celebra-
En palabras de Signorini (1979), los mero
ciones de carácter marcadamente opuesto, la
ikoots son “los representantes de una original
primera desordenada y vitalista, la segunda
«cultura lagunar»” cuya economía depende
formal y centrada en la muerte.
casi por completo de la pesca (sobre todo de
El último ciclo señalado por Millán es el camarón). Con algunas excepciones, caso de
ciclo de sequía, al que pertenecen las peti- los seris de Sonora, esta especialización en la
ciones de lluvia. La sequía, narra Millán, va actividad pesquera es una situación insólita
avanzando por el territorio oaxaqueño con para los pueblos originarios de México, que
el transcurrir de la Cuaresma. Este avance se suelen tener como ocupación principal la agri-
produce a distintos compases, lo cual influye cultura, primordialmente el cultivo del maíz.
en el ritmo y la cantidad de las actividades
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No obstante, al igual que los pueblos que se


ceremoniales; en las zonas tropicales, como el dedican a la agricultura, los mareños depen-
Istmo o la Costa, el número de celebraciones den de las lluvias, puesto que éstas resultan
suele aumentar. un elemento clave para la reproducción del
Un aspecto que debe tenerse en cuenta para camarón. Dadas estas circunstancias, no es
entender el sentido de las peticiones de lluvia de extrañar que los mareños hayan “hecho
enmarcadas en este ciclo es que, en las zonas del agua, en sus distintas manifestaciones, un
sin riego, “la lluvia es un don irregular, difícil centro de reflexión en torno del cual giran la
de prever y sujeto a las vicisitudes del cielo” economía y la mitología” (Millán 2003).
(Millán 1993), de modo que dichas peticiones

La danza de la serpiente de los mero ikoots… 23


Teniendo en cuenta la importancia que las hasta Semana Santa, y una segunda, dedicada
lluvias poseen para la pesca, los mareños nece- a las peticiones de lluvia, que se cierra preci-
sitan conocer con gran precisión el ciclo anual samente con la festividad de Corpus Christi.
de lluvias, hecho que les obliga a disponer de
Hay varias celebraciones que pertenecen
un muy detallado calendario. Según García
a esta fase de peticiones de lluvia; antes de
(2009), existen dos criterios clasificatorios uti-
exponerlas, es necesario explicar el modo en
lizados por los mero ikoots para organizar el
que los mero ikoots consideran que se pro-
año. El primero de ellos es de tipo causal, y
ducen las lluvias, debido a la acción de seres
sus variables definitorias son, por una parte,
sobrenaturales, ante los cuales los humanos
la temporada de lluvias y la temporada seca
ocupan una posición en tal medida subordi-
y, por otra, la presencia de vientos del sur o
nada que el único mecanismo de acción que
del norte. De acuerdo con este primer crite-
les queda abierto es el rito. Las lluvias se ori-
rio, el año se divide aproximadamente en dos
ginan a través de una acción conjunta del rayo
partes: la primera de marzo a agosto, caracte-
(teat monteok –‘señor rayo’) con el viento del
rizada por la presencia de lluvias y del viento
sur (müm ncherrek –la ‘señora-ciclón’), en la
del sur, y la segunda de septiembre a febrero,
cual el rayo saca agua del mar y la transforma
definida por la sequía y el viento del norte. La
mágicamente en agua dulce, que luego es
relación que existe entre los vientos y la sequía
arrojada sobre la tierra por las nubes, empuja-
o la lluvia es causal: el viento del norte (mas-
das por el viento del sur.
culino4) es anterior a la sequía, puesto que
es dicho viento el que provoca que la dese- El rayo tiene un enemigo muy peligroso,
cación del litoral, mientras que el viento del la serpiente (ndiük), que debe entenderse
sur (femenino) es relacionado con la aparición como una “metáfora mítica del aspecto hostil
de las nubes, anunciando la temporada de del agua” (Signorini 1994). Esta construcción
lluvias. mitológica de los mero ikoots hace referencia
a dos peligros que se hallan siempre presen-
El segundo criterio, de tipo cultural, toma
tes en el área que habitan, ambos relaciona-
en cuenta la existencia de los ciclos de activi-
dos con el agua: por un lado, la ausencia de
dad económica, que cobra mayor intensidad
agua dulce, que hace difícil o imposible el
en la segunda mitad del año, y ceremonial
crecimiento del camarón; por otro lado, las
(más acentuada en la primera mitad). Al tener
inundaciones, que debido a la conformación
en cuenta estos ciclos, aparecen nuevas aso-
topográfica del área constituyen una cons-
ciaciones: la época de lluvia, que favorece el
tante amenaza. Es necesario, entonces, que
desarrollo de los camarones, es asociada con
llueva, pero en la proporción adecuada, y la
el viento del norte, dado que éste produce
Danza de la Serpiente resultará un elemento
corrientes que facilitan su captura; la época de
clave para lograr esta proporción. Pero la
sequía y viento del sur se convierte “en el esce-
danza no es sino la culminación de todo un
nario de la vida ceremonial” (García 2009).
ciclo ceremonial de peticiones de lluvia que
Ambos ciclos, a su vez, se dividen en dos comprende diversas celebraciones, las cuales
subciclos: dentro de las actividades econó- se expondrán a continuación.
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micas es posible distinguir las fases de creci-


La primera de ellas es un proceso deno-
miento y “cosecha” del camarón. Asimismo,
minado ayac icec alcalde andy malwiid –que
en el ciclo de actividades ceremoniales se
Millán (1993) traduce como ‘el alcalde deja la
puede diferenciar (de un modo coherente
oferta a la cabeza del arenal’–, el cual se inicia
con lo explicado por Millán para el conjunto
en la Cuaresma y finaliza después de Semana
de las etnias del sur de Oaxaca) una primera
Santa. Este proceso implica una fase de tres
fase de Cuaresma, que va desde el Carnaval

4 En la cosmovisión de los mero ikoots, los puntos cardinales se encuentran diferenciados sexualmente, poseyendo el sur carácter femenino y el norte
masculino. Las mujeres son siempre enterradas en el lado sur del cementerio, mientras que los hombres lo son en el lado norte; del mismo modo,
la placenta de los recién nacidos se entierra en el sur de casa si es que éstos son niñas, o en el norte si son niños.

24 Filgueiras - Nodar
semanas en las que el alcalde, el presidente ikoots. Esta celebración, de fecha variable
municipal y otras autoridades5 se dirigen a (entre el 21 de mayo y el 24 de junio) es una de
las lagunas y al mar para orar en solitario. las tres más importantes en San Mateo, junto
En la siguiente fase, se realiza una procesión con la fiesta de la Virgen de la Candelaria y el
pública hasta la orilla del mar, cargando a santo patrón de la localidad. Estas dos festivi-
cuestas a cinco santos, que serán introduci- dades, que se celebran respectivamente el 2 de
dos en el agua mientras las autoridades for- febrero y el 20 de septiembre, coinciden con
mulan una oración que ha sido divulgada por puntos de transición muy destacados entre las
Covarrubias (1980)6: distintas estaciones. El Corpus se ubica entre
ellas, no sólo a un nivel temporal, al cerrar la
Ea! Señor y Señora mis creadores: he venido a temporada seca e iniciar la de lluvias, sino
la boca del Mar Bendito, he prendido mis velas también al nivel de los significados simbólicos,
y confío en que nos reciban como siempre.
puesto que participa de elementos propios de
Estamos aquí para pedir lo que merecemos: les
pedimos las aguas benditas que vienen de la ambos, apareciendo como un “regulador de
morada de los relámpagos benditos, el viento las fuerzas naturales” (García 2009). La Danza
que nos traerá los mares benditos, para produ- de la Serpiente, el momento culminante de las
cir el movimiento bendito […] También pedi- festividades del día de Corpus, es quizá el ele-
mos que el mar bendito entre a las lagunas y mento regulador más relevante, como se mos-
traiga consigo los peces benditos, los camaro- trará a continuación.
nes benditos y todos los hijos de la laguna ben-
dita, para que los hijos de la tierra los coman,
para que no les falte nada.
La Danza de la Serpiente: significado y
desarrollo
La segunda celebración es la fiesta de la
Los mero ikoots poseen diversas leyendas
Santa Cruz, en la cual las familias de cada una
relacionadas con la Danza de la Serpiente. De
de las secciones en que se divide San Mateo
acuerdo con Millán (2003), esta danza narra la
celebran a su cruz. De acuerdo con Millán, la
historia de un pastor cuyo alter ego es el rayo
fiesta corre a cargo de estas familias, que coo-
y por ello es capaz de predecir el momento en
peran y finalmente reparten el excedente de
que la serpiente saldrá del cerro en el que vive
dicha cooperación.
y se dirigirá al océano. Para los mero ikoots,
La tercera celebración se lleva a cabo la vís- la unión del agua dulce (contenida dentro de
pera del día de Corpus Christi, cuando se rea- los cerros según su cosmovisión) con el agua
liza un recorrido por la comunidad, durante del océano representa un grave peligro, pues
el cual una tortuga (pój) va siendo presen- se relaciona con un mito en el cual Dios, harto
tada por las distintas casas, simbolizando el de los humanos, puso el mundo al revés de
modo en que la misma pasa de ser huérfana a forma que todo se inundó. Entonces, la llegada
encontrar unos padres y hasta unos padrinos, de la serpiente al mar, es decir, la unión del
quienes finalizarán el recorrido presentándola agua de los cerros con el agua oceánica, sig-
ante el altar del mayordomo. Según los mare- nificaría el regreso al caos, de modo que, para
ños, a diferencia de la serpiente, la tortuga es
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conjurar este peligro, el pastorcillo, armado


un animal domesticado, capaz de vivir junto con un fuete y un arco, debe luchar con la
a los seres humanos; por ello, el agua produ- serpiente hasta derrotarla. Oseguera (2009)
cida por la tortuga es cálida y jamás se sale de afirma también que, en San Mateo, el rayo se
control. identifica con el patrón del pueblo, y Signorini
El día de Corpus representa el cierre del (1994) relata una leyenda que ubica la Danza
ciclo de peticiones de lluvias para los mero de la Serpiente en el contexto del catolicismo

5 Millán (1993, 2003) aporta información más detallada sobre el sistema de cargos de los mero ikoots.
6 En el trabajo de campo se ha escuchado que el objetivo de esta oración, en la cual se mencionan, según uno de los informantes, a todos los
animales (incluyendo p. ej. los moscos o las chinches) no es sino “equilibrar la naturaleza”.

La danza de la serpiente de los mero ikoots… 25


sincrético de los mareños. Según tal leyenda, permiten adquirir un mayor conocimiento de
San Mateo mata a su amante, una serpiente, dicha Danza. Se expondrán así (1) los perso-
para proteger a su esposa, la Virgen de la najes; (2) el vestuario; y (3) el desarrollo de la
Candelaria. Tranfo (1979), por su parte, recoge misma.
dos leyendas que ayudan a contextualizar la
(1) El número de bailarines que participan
danza. Según la primera de tales leyendas:
en la danza parece ser variable. En el trabajo
de campo se observó la participación de nueve
Una enorme serpiente cornuda vivía en
la colina de Huilotepec. Durante un período
danzantes7 : los dos personajes principales del
de lluvias violentas, la serpiente salió de la baile, Neajeng (el Flechador) y Omalndiük (la
colina haciendo volcar sobre la tierra toda ‘cabeza de serpiente’), junto con los demás
la gran masa de agua de que estaba llena. bailarines, a quienes se denomina colectiva-
Siguió luego su recorrido hasta sumergirse mente das, uno de los cuales es el natan nejiüng
en el Océano, provocando así otra oleada de o capitán del grupo.
agua que inundó al pueblo. Intervino enton-
ces el Rayo que se lanzó contra la Serpiente, Las dos figuras protagónicas están bien
matándola, y evitó de tal modo una catástrofe definidas: Omalndiük representa las lluvias,
que parecía ya inevitable. Desde entonces, muy necesarias para la pesca, pero cuyo
cuando llueve mucho, la gente teme que el
exceso es peligroso. Este peligro hace nece-
reptil pueda nuevamente salir de las entrañas
del monte provocando una inundación, pero sario su control, tarea que debe llevar a cabo
sabe que el Rayo intervendrá en su ayuda el rayo, la entidad de carácter celeste repre-
salvándola del cataclismo (Tranfo 1979). sentada por el Flechador. En la cosmovisión
mareña, afirma Oseguera, los rayos regulan
las lluvias, y por tanto son los responsables de
La segunda leyenda también ilustra la
que la temporada lluviosa sea buena o mala
conexión entre el retorno cíclico de las lluvias,
para la comunidad.
con sus beneficios y sus peligros, y los perso-
najes de la Danza de la Serpiente Con respecto a los das, existen diferentes
versiones sobre su significado. Elisa Ramírez
Un hombre muy viejo vivía con su hija. (citada en Oseguera 2009) considera que estos
Un día cayó una lluvia muy fuerte. Llovía y danzantes “son los arbustos del monte que
llovía y no terminaba más, y se inundó todo. tienen que pasar (Omalndiük y el Flechador)
El viejo entonces dijo a su hija: “Prepárame al luchar”. Oseguera (2009), preocupado por
un machete, llena después de agua un
balde y ponlo en un rincón. Deja allí todo
hallar elementos de lo que López Austin
y sal. Cuando oirás el trueno, vuelve a casa (2001) denomina el ‘núcleo duro’ de la anti-
y me encontrarás muerto. Entonces debe- gua religión mesoamericana, considera que
rás volcarme encima el balde de agua”. El los das representan “a la corteza y al follaje
viejo era Rayo. Así la hija hizo todo como del árbol del Tamoanchan [puesto que] a dife-
le había dicho el padre, le dio el machete, rencia de la savia que recorre todo el tronco
preparó el balde lleno de agua y lo dejó en
y que es representada por los traslados del
un rincón de la casa. Luego se fue y des-
pués de algún tiempo oyó el rugido del Tirador y de Omalndiük, los das nunca hacen
Ciencia y Mar 2013, XVIII (50): 19-35

trueno; entonces volvió. Encontró al viejo un traslado y no se inmutan al paso del flujo
muerto, y junto a él una serpiente cortada de las fuerzas opuestas”. Para Estage (1982),
en dos por el machete. La hija vació, como a su vez, los movimientos efectuados por
le había sido ordenado, el balde de agua los das figuran “las ondulaciones de una ser-
sobre el viejo, y este resucitó (Tranfo 1979).
piente monstruosa”. Por su parte, Signorini
toma en cuenta el hecho de que la Danza de la
Después de haber contextualizado la Danza Serpiente (probablemente debido a la influen-
en el trasfondo proporcionado por la mitolo- cia de los religiosos que evangelizaron el área,
gía mareña, se presentarán tres elementos que como sugiere Oseguera) se haya relacionado

7 La visita a que se hace referencia se llevó a cabo el 7 de junio de 2012.

26 Filgueiras - Nodar
con un famoso episodio bíblico: dado que la que con la derecha portan la ‘lanza’ (jeng),
serpiente es denominada Goliat –o Goliacho– “un pequeño artefacto tallado en madera
y el arquero es denominado David, entonces semejante a una cruz de malta con punta en
los danzantes serían las ovejas del rebaño la superficie superior y mango en la inferior”
de David. Aunque también menciona que, (Estage 1982). Durante la danza, esta lanza
como etnólogo, entiende “que las ovejas son es chocada en repetidas ocasiones contra el
las nubes que acompañan al rayo-David, que machete portado por Omalndiük.
éste triunfa sobre las aguas enemigas”, lo cual
(3) La danza se lleva a cabo el jueves de
representa, en su opinión, “un milagro de
Corpus, día grande de la fiesta (o aleahich
equilibrios sincréticos” (Signorini 1994).
yow), en la plaza principal de San Mateo, justo
(2) Todas las dimensiones de la Danza de antes de la puesta del sol. Durante todo el día,
la Serpiente se hallan impregnadas de un esta plaza ha constituido un polo de actividad
intenso simbolismo, y el vestuario no es una festiva: por la mañana, los maestros tar, figu-
excepción. A continuación, se expondrán rando ser unos herreros, gastan bromas a los
someramente algunos aspectos del mismo. asistentes; además, se lleva a cabo la corrida de
Neajeng, que porta una máscara de madera de mulas, con la participación de los grupos cere-
color rosado, viste saco, pantalón y sombrero moniales de Caballeros y Malinches (Millán
de color negro. Este color juega un importante 1993). Por la tarde, en los momentos previos a
papel en los rituales curativos de los mareños la danza, la plaza es invadida por los tör y los
y es identificado por Signorini con la “oscuri- lüw, jóvenes vestidos con atuendos terrorífi-
dad protectora” (Oseguera 2009). Neajeng va cos que persiguen a los niños para asustarlos.
armado con un arco y un fuete, cuyo ruido, en
Los danzantes llegan en procesión a la
la mitología de los mero ikoots, es asociado con
plaza desde la casa del mayordomo, en com-
el que hace el rayo al golpear a los caballos
pañía de Caballeros y Malinches, además
que lo transportan.
de las autoridades municipales. En la plaza,
Omalndiük, que viste un saco gris y un los das se dividen en dos grupos simétricos,
pantalón del mismo color arremangado a la ubicados de manera lineal sobre un eje Este-
altura de la rodilla, oculta su rostro tras una Oeste. Una parte del grupo, a la que se incor-
máscara de madera clara. Sus pies y pantorri- porará posteriormente el Flechador, mira
llas están cubiertos de pïnd, un lodo gris claro hacia el poniente, mientras que la otra, a la
que únicamente se obtiene en las cercanías de que se unirá Omalndiük, mira al oriente. El
San Mateo. En el simbolismo de los mareños, capitán de los das se situará entre las dos figu-
el color gris se relaciona con la tierra, con la ras protagónicas, “a modo de mediador, como
muerte y con la enfermedad, lo cual lo opone [...] si los dos antagonistas fueran demasiado
al negro de la curación. La cabeza de serpiente y peligrosamente poderosos para permitirles
que Omalndiük lleva amarrada a la espalda un contacto directo” (Estage 1982).
es también de color gris, y se halla adornada
La danza se divide en seis diferentes sones
con motivos geométricos en otros colores
(García & Oseguera 2001, Oseguera 2009)
(rojo, verde, amarillo y negro). Omalndiük va
denominados colectivamente como termo, los
Ciencia y Mar 2013, XVIII (50): 19-35

armado con un machete de madera, que afila


cuales son desarrollados por un grupo de tres
contra un círculo del mismo material ubicado
músicos, los monsenaab (‘los del tambor’),
sobre su muñeca izquierda. Viste también un
quienes tocan un tambor grande, uno más
sombrero de color marrón y una peluca rubia
pequeño y una flauta de carrizo.
hecha con crines de caballo, lo cual, en opinión
de los expertos, destaca su carácter femenino. Durante los cuatro primeros sones (lla-
mados respectivamente Noch Weak –“del
Los das se visten de forma más sencilla, con
cacho”–, Corpus Christi, Reendej Nbaj–
blusón y pantalón blanco, y un paliacate rojo
“colocación de las frutas”– y Monteoc –“los
en la cabeza. Con la mano izquierda, sostie-
que hacen milagros”–), el rayo da latigazos
nen una mascada del mismo color, mientras

La danza de la serpiente de los mero ikoots… 27


una y otra vez a la cabeza de la serpiente, obli- regresan sin música a la casa del mayordomo
gándola a seguir sus pasos entre los demás de la danza, momento que se conoce como
danzantes, en una serie de movimientos jmel ndiük (“se mete la serpiente”).
helicoidales. Esta dinámica sirve a Oseguera
Un aspecto interesante para comenzar a
para relacionar la Danza de la Serpiente con
relacionar lo expuesto con la ética ambiental
el modelo mítico del Tamoanchan, el lugar
comparada es que, aunque la Danza también
donde las fuerzas frías y calientes del cosmos
se representa en las otras dos festividades prin-
se conjugan a través de giros. En su opinión,
cipales de San Mateo (el día de la Candelaria y
la trayectoria de los danzantes en estos cuatro
el día del patrón de la localidad) sólo se baila
primeros sones establece “una serie de giros y
completa, es decir, incluyendo la decapita-
cruces en forma helicoidal, que se asemeja al
ción de la serpiente, el día de Corpus. Según
que se presenta en el árbol del Tamoanchan”
Signorini (1994), sólo en este día cobra “su ver-
(Oseguera 2009).
dadero significado y fuerza operativa”, rela-
En el quinto son, denominado Mondean cionada con la petición de lluvia. Desde luego,
Netil –“preparan su lanza”–, los dos protago- como reconoce el propio Signorini (1994) tal
nistas se acercan a los espectadores e inician un situación “es perfectamente comprensible,
recorrido por toda la plaza en sentido contra- dado que tendría poco sentido representar el
rio al de las manecillas del reloj, comenzando mito para pedir la lluvia el 21 de septiembre o
por el lugar donde se hallan las autoridades. el 2 de febrero”. Pero en las fechas del Corpus,
Durante el recorrido, Omalndiük, conducido que coinciden con el inicio de la temporada
por Neajeng, va tocando con su machete el lluviosa, resulta extremadamente factible soli-
cuello de todos los espectadores, quienes lo citar la lluvia. De hecho, la tradición mareña
reciben entre risas y en general, con un estado considera que, si no ha habido problemas,
de ánimo alegre, al considerarse de buena como un mal comportamiento por parte de las
suerte (probablemente por relacionarse con autoridades, las primeras gotas de lluvia de
los beneficios de las lluvias). Cuando han ese año deben caer justo en el momento en que
dado la vuelta completa a la plaza, vuelven finaliza la Danza. Tales consideraciones mues-
junto al grupo de los das, que se encuentra tran de forma palmaria el gran conocimiento
mirando al oriente. que los mero ikoots poseen de su entorno, y
justifican el prestigio de “«brujos» encargados
En el sexto son, llamado Ndean mi machet
de propiciar las lluvias” (Oseguera 2004) de
monteok –“monteok agarra su machete”–, los
que gozan a ojos de las demás etnias istmeñas.
dos protagonistas de la danza entran al atrio
Dicho esto, se comenzará a reflexionar sobre
de la iglesia. Omalndiük se arrodilla sumisa-
este ritual desde la perspectiva de la ética
mente en lado norte del mismo, apoyando la
ambiental comparada.
punta de su machete en la tierra y la frente en
el mango de éste. Neajeng, parado en posi-
ción dominante, despoja a Omalndiük de su
Las raíces histórico-culturales de la crisis
sombrero y lo coloca en la punta de la flecha
ambiental
de su arco, iniciando entonces una danza por
Ciencia y Mar 2013, XVIII (50): 19-35

la plaza, al compás de la fanfarria tocada por Lo primero que debe mencionarse a la hora
una banda que incluye saxofones y tambores. de introducir tales reflexiones es la magnitud
Finalizada la danza, regresa al atrio y se ubica de la crisis ambiental que enfrenta hoy por hoy
de nuevo frente a Omalndiük, que se mantuvo el planeta. Se trata de una crisis que, dicho sin
arrodillado durante todo este tiempo, para exageración alguna, pone en peligro la sobre-
colocarle de nuevo su sombrero. Después, da vivencia de la vida sobre la Tierra (piénsese
tres giros en dirección contraria a las agujas del nada más, p.ej., en los efectos del calenta-
reloj hasta que Omalndiük se levanta y cami- miento global). Teniendo en cuenta las dimen-
nan juntos al campanario ubicado en el lado siones de esta crisis, resulta comprensible que
sur del atrio. Posteriormente, los danzantes el análisis de sus causas, sus consecuencias y

28 Filgueiras - Nodar
sus posibles soluciones haya sido objeto de un especialmente en su forma occidental”. El
amplio abordaje a diversos niveles. cristianismo destruyó lo que White denomina
el animismo pagano propio de las cosmovi-
En primer lugar, debe decirse que se trata
siones precristianas, estableciendo una dico-
de un análisis que responde a una demanda
tomía muy marcada entre el ser humano y
considerada como urgente por numerosas
la naturaleza, en la cual el primero tiene un
personas y grupos. El hecho de que los temas
papel superior que justifica cualquier explo-
ambientales hayan venido incluyéndose cada
tación de la segunda. Enseguida se retomará
vez con mayor intensidad en las agendas polí-
esta dicotomía entre ser humano y naturaleza,
ticas nacionales e internacionales resulta muy
y alguna de sus nefastas consecuencias.
significativo, más allá de que esta inclusión no
se haya traducido en resultados del todo posi- Antes, quisiera conectarse estas considera-
tivos o no todo lo positivos que cabría espe- ciones de White con una reflexión de Jamieson
rarse. La crisis también ha concitado grandes (2008), para quien “los problemas ambientales
esfuerzos a nivel teórico, provenientes de múl- representan un desafío para nuestros sistemas
tiples disciplinas, desde las ciencias naturales éticos y de valores”, en este caso el sistema que
y la ingeniería, hasta ciencias sociales como la podemos denominar occidental8, con su doble
economía. herencia judeocristiana y grecorromana (no
menos antropocéntrica que la primera). Tal
Un abordaje de especial interés para la
dualismo, evidentemente, no agota el espec-
ética ambiental es el que trata de establecer
tro de posibilidades de relación entre ambos
las raíces históricas y culturales de la crisis,
términos, aun dejando de lado la dificultad de
mostrando aquellos aspectos de la cosmovi-
un tratamiento unívoco del concepto occiden-
sión que pueden tener consecuencias negati-
tal de naturaleza9.
vas para el entorno. Un ejemplo señero de este
abordaje lo constituye el ya clásico artículo Se entenderá con mayor claridad lo que se
“Raíces históricas de nuestra crisis ecológica”, halla en juego aquí al reparar en un ejemplo
publicado por Lynn White Jr. en 1967. En este proporcionado por Eduardo Viveiros, uno de
texto, uno de los más influyentes para el desa- los principales críticos a la concepción occi-
rrollo de la ética ambiental, White analiza la dental de la naturaleza, cuyas críticas surgen
convergencia de dos tradiciones occidentales, de sus estudios sobre las etnias amazónicas. El
la científica (de carácter abstracto y aristocrá- aspecto que interesa a Viveiros es la dicotomía
tico) y la tecnológica (cuyo carácter era empí- naturaleza/cultura, (derivada del dualismo
rico y popular), y el rol de la convergencia de entre ser humano y naturaleza), de la que
ambas como originadora de la actual crisis dependen tantas categorías relevantes para la
ambiental. ética ambiental.
Dado que estas dos tradiciones se desa- De acuerdo con el perspectivismo que
rrollaron durante la Edad Media, White Viveiros encuentra en las sociedades ama-
juzga que deben conocerse las concepciones zónicas, el mundo está poblado por nume-
medievales relacionadas con las mismas, algo rosos sujetos (humanos o no) que captan la
imposible de hacer sin un conocimiento ade- realidad desde diferentes perspectivas. Tal
Ciencia y Mar 2013, XVIII (50): 19-35

cuado de lo que la religión cristiana opinaba perspectivismo implica una continuidad de


sobre la relación de las personas con su medio fondo entre naturaleza y cultura, manifiesta
ambiente físico. Al respecto, White (2007) con- por ejemplo en la consideración de que huma-
sidera que “el cristianismo es la religión más nos y no humanos, que se diferencian de un
antropocéntrica que el mundo ha conocido, modo patente a nivel somático, comparten

8 Evidentemente, no se pretende afirmar que exista un solo sistema occidental, pero a efectos de simplicidad expositiva podemos tratarlo como tal
tentativamente, siendo una inexactitud que no parece despojar de validez a las reflexiones del presente artículo.
9 Como acertadamente señala Kwiatkowska (2008: 53), “en la historia de las ideas occidentales, ningún otro concepto ha adquirido una gama tan
vasta ni tan cargada de significados como el término naturaleza”.

La danza de la serpiente de los mero ikoots… 29


una misma cultura, la cual para las socieda- diferente a los humanos (por ejemplo, el
des estudiadas por Viveiros se remonta a un humano es visto como tal por los humanos,
tiempo legendario en el cual tanto los huma- pero los jaguares, que pueden cazarlo, lo ven
nos como los demás animales eran seres como un pecarí o un tapir) porque sus cuer-
humanos (una idea común a muchas etnias a pos son diferentes de los cuerpos humanos. El
lo largo de todo el continente americano). De cuerpo funciona para estas sociedades como
este modo, cada especie se percibe a sí misma un plano intermedio entre el aspecto pura-
como si sus miembros fuesen seres humanos. mente subjetivo del alma, y la materialidad
del organismo. Por ello puede afirmar Viveiros
Para Viveiros (1996), el perspectivismo
(1996) que una representación no es lo mismo
amazónico no puede reducirse al concepto
que una perspectiva, ya que aquélla pertenece
tradicional de relativismo (como el defendido
al alma, y ésta es propia del cuerpo, entendido
por el relativismo cultural), sino que se halla
no tanto como una morfología determinada,
ubicado “de forma perfectamente ortogonal
sino como “un conjunto de modos de ser que
a la oposición entre relativismo y universa-
constituyen un habitus”.
lismo”, una ubicación que pone en duda las
categorías sobre las cuales se sustenta ese Estas reflexiones deben haber servido para
debate epistemológico. Basándose en estas reconocer la existencia de concepciones ajenas
reflexiones, Viveiros propone el término ‘mul- a la tradicional dicotomía occidental entre
tinaturalismo’ como antagonista del ‘multi- naturaleza y cultura, producto de la nítida
culturalismo’ propio de tantas concepciones separación entre ser humano y naturaleza.
actuales. A diferencia de lo que sucede con ¿Qué sucede con los mero ikoots, en particular
éstas, en el multinaturalismo, la naturaleza con la Danza de la Serpiente? ¿Es posible afir-
sería el elemento particular de la dicotomía, mar que este ritual expresa una concepción de
mientras que la cultura sería el elemento uni- la dicotomía naturaleza/cultura diferente a la
versal. Sin embargo, Viveiros (1996) considera occidental? Discutir esta posibilidad será el
tal inversión demasiado simétrica, dado que tema del siguiente epígrafe.
las propias categorías de naturaleza y cultura
en el pensamiento amazónico no pueden verse
como “provincias ontológicas [sino como] La dicotomía naturaleza/cultura para los
contextos relacionales, perspectivas móviles, mero ikoots.
en suma puntos de vista”. A diferencia de Para ello se retomarán las reflexiones
otros autores, que consideran que la dicoto- de Adriana Estrada (2009) en su artículo
mía debe considerarse inexistente, y por tanto “Naturaleza, cultura e identidad”, texto dedi-
abandonarse, Viveiros (1996) tiene en cuenta cado a estudiar la tradición oral de los mayas
esta herencia occidental, a la que otorga, para- contemporáneos con el fin de “encontrar evi-
fraseando a Levi-Strauss, un “valor sobre todo dencias que nos [hagan] pensar que entre los
comparativo” y trata de ponerla en perspec- mayas la distinción entre naturaleza y cul-
tiva, contrastándola con la categorización de tura, si bien en ocasiones se traza [de manera
las sociedades amazónicas. semejante a la occidental], también se desdi-
Ciencia y Mar 2013, XVIII (50): 19-35

Una de sus conclusiones es que en el pen- buja constantemente ante un mundo que se
samiento de tales sociedades, más que existir construye de manera distinta”10. Las eviden-
un mismo mundo categorizado de múltiples cias señaladas por Estrada tienen que ver con
maneras (como proponen los relativistas cul- aspectos como la sacralización del espacio, la
turales), lo que existe es una misma manera concepción de la persona humana así como
de categorizar múltiples mundos. Los anima- las relaciones entre ésta y los demás anima-
les –y los espíritus– ven las cosas de manera les, y también con la influencia de la conducta

10 Estas consideraciones de Estrada se usan en el presente artículo únicamente de manera heurística. No se trata de justificar a priori el uso de estas
categorías para aplicarse a la cultura mareña, ni siquiera de establecer comparaciones entre ésta y la de los mayas contemporáneos. Más bien, se
han entendido como guías capaces de orientar la reflexión en direcciones interesantes.

30 Filgueiras - Nodar
humana en la abundancia de recursos. Otra de cosmovisión occidental), nos ofrece un ejem-
las evidencias aportadas por Estrada se refiere plo claro de esta clase de interrelaciones.
a un aspecto especialmente relevante para el
Tener en cuenta algo ya mencionado, como
presente artículo: los rituales como un ámbito
que el ritual puede fracasar debido a la mala
en el que se interpenetran los dos términos de
conducta de las autoridades, constituye otro
la distinción occidental. Al respecto, afirma
destacado ejemplo. Muy conocida es la anéc-
Estrada (2009) que:
dota narrada por Signorini (1979), quien relata
que en 1976, la presencia de vientos del norte
fuera de temporada, aunada a la ausencia de
Los rituales de lluvia que se practican lluvias, con el consiguiente efecto negativo
en algunas regiones, donde se arrastra un en la pesca del camarón, fue atribuida por los
“palo” que se “planta” en el centro del miembros de la comunidad al mal comporta-
pueblo, son otra muestra de las distintas rela-
ciones que se tejen entre la naturaleza y la cul-
miento de sus autoridades, quienes estuvie-
tura mayas […] La plaza se convierte en un ron a punto de ser destituidos de los cargos
espacio en el que se entrecruzan lo animal y si llegaron a salvarse de tal humillación se
y lo humano, lo doméstico y lo salvaje, el debió únicamente a que el 16 de agosto fue un
monte y el pueblo, la naturaleza y la cul- día lluvioso. García (2003) narra por su parte
tura, sugiriendo intercambios fluidos entre que “en 1997, cuando las lluvias se retrasaron
estas esferas, en lugar de ser vistos como domi-
más allá de lo debido, algunas personas lanza-
nios excluyentes e impermeables. Las ceibas
como eje o centro del pueblo, símbolo de ron piedras al alcalde primero, acusándolo de
comunidad y de centro político también ser responsable de la sequía” 11 .
sugieren otro tipo de vínculos entre socie-
Los mero ikoots consideran que la prospe-
dad, naturaleza y espacio.
ridad material de la comunidad, cuya expre-
sión fundamental es el nivel de las capturas
de camarón, depende en un sentido causal e
Es interesante el modo en que Estrada rela- inmediato del comportamiento (y por tanto de
ciona los rituales de lluvia con los vínculos las virtudes personales) de sus autoridades.
existentes entre la sociedad, la naturaleza y el Por ejemplo, en San Mateo del Mar se cree que
espacio, generalmente sacralizado y cargado la regularidad de las precipitaciones depende
de contenidos simbólicos. Más interesante de las ofrendas dirigidas a Cerro Bernal; tales
aún es que Estrada considere que tales ritua- ofrendas son realizadas por las autoridades
les de petición de lluvia expresan una concep- comunitarias, quienes tienen la obligación de
ción diferente a la división occidental entre propiciar las lluvias, y que son cuestionadas
naturaleza y cultura, relación que se encuen- por la comunidad si no obtienen los resulta-
tra marcada por la mutua exclusión de ambas dos esperados.
esferas. En efecto, cuando se contempla un A pesar de que el presidente municipal tam-
ritual de petición de lluvia como la Danza de bién participa en los ritos, la mayor respon-
la Serpiente, o cualquier otro de los muchos sabilidad suele depositarse sobre el alcalde12
llevados a cabo por los mero ikoots, saltan a quien es para los mero ikoots, “literalmente
Ciencia y Mar 2013, XVIII (50): 19-35

la vista las interrelaciones existentes entre los […] una figura sagrada” (Millán 1993) y que
dominios de naturaleza y cultura. El modo en por ello debe tener un comportamiento inta-
que la mitología mareña explica la llegada de chable. En el trabajo de campo, se pudo escu-
las lluvias, en el cual aparece de modo mani- char acerca de alguna de las exigencias que
fiesto la sacralización de elementos como el se le imponen a las autoridades. En el terreno
viento (considerados como naturales en la del comportamiento sexual, por ejemplo, el

11 Además del caso ya mencionado, se quiere mencionar que, durante el trabajo de campo, uno de los informantes mencionó hallarse preocupado de
que, a causa de los intensos conflictos políticos que se estaban desarrollando en esos momentos al interior de la comunidad, los ritos no se hubieran
llevado a cabo apropiadamente, con los peligros que ello implicaba.
12 La figura del alcalde representa la cúspide del sistema de cargos de los mero ikoots, ubicándose por encima del propio presidente municipal.

La danza de la serpiente de los mero ikoots… 31


alcalde no puede tener amantes ni estar divor- antiguo lugar de residencia de Nijmeor Kang
ciado. Asimismo, según los expertos en la (la Virgen de Piedra) una divinidad marítima
cosmovisión huave, durante todo el periodo considerada por algunos estudiosos como la
en que ostenta el cargo el alcalde está sujeto deidad original de los mareños, que habría
“a una serie de restricciones rituales” (Millán huido del área tras la llegada de los evangeli-
1993) como la abstinencia sexual o la obliga- zadores españoles.
ción de trasladarse únicamente del Palacio
La relación de los humanos con los demás
Municipal a su casa y de su casa al Palacio.
animales es otro de los elementos señalados
Debido a que los mareños consideran que “el
por Estrada. Para iniciar los comentarios
bienestar entero de la comunidad, la abundan-
sobre este punto conviene mencionar que
cia de la pesca y la regularidad de las lluvias
los mareños otorgan un carácter simbólico a
[recaen] sobre sus espaldas” (Millán, 1993), el
diversos animales, como la tortuga de tierra,
incumplimiento de estas exigencias por parte
el lagarto o, muy especialmente, la serpiente.
del alcalde expone a la comunidad a diversos
Un aspecto relacionado, común a diversas
peligros. Además de mostrar el modo en que
etnias oaxaqueñas, es la existencia de dei-
la cosmovisión religiosa se liga con las activi-
dades o seres sagrados que se dedican a la
dades económicas y por supuesto la política,
conservación o protección de determinados
tal y como señala Millán (2003), estas conside-
elementos naturales. De modo semejante a
raciones hacen ver que los conceptos occiden-
lo que sucede con otras etnias, que poseen la
tales sobre la dicotomía naturaleza/cultura no
conocida figura del Señor de los Animales,
se corresponden, o no con exactitud, con los
encargado de proteger a determinados ani-
del pensamiento mareño.
males de su caza excesiva, entre los mero ikoots
Aparecen nuevos elementos de apoyo para existe el Rey de los Camarones, “un camarón
esta conclusión cuando se repara en otros grandísimo que se come a la gente que no res-
aspectos citados por Estrada para los mayas, peta las fiestas y entra en el mar cuando es
los cuales pueden encontrarse también en la fecha delicada” (Brockmann 2004). Este cama-
cosmovisión de los mero ikoots. Así sucede rón aparece en momentos sobresalientes del
con la sacralización del espacio; en efecto, los calendario ritual, como las fiestas de la Virgen
mareños reconocen la existencia de diversos de la Candelaria y San Mateo, y de forma muy
espacios sagrados. El ya mencionado Cerro destacada en Semana Santa, una época “espe-
Bernal, una elevación montañosa situada en cialmente peligrosa [porque] Dios se está
la costa de Chiapas, es considerado por los muriendo y no puede estar pendiente de sus
mareños como un lugar poblado de matrimo- hijos” (Brockmann 2004)13. Según Brockmann
nios de seres sobrenaturales, los monteoc o (2004), los mero ikoots reconocen también una
montiocs, que Lizama (1999) caracteriza como dueña de los pescados y de las tortugas: “la
“seres concebidos como los rayos, la lluvia, sirena”.
el viento, hacedores de milagros, naguales
Todos estos elementos (junto con algún
que velan por el bienestar del pueblo”. Y este
otro que se podría mencionar, caso del nagua-
cerro, un lugar que los estudios arqueológi-
lismo/tonalismo) parecen indicar que los
Ciencia y Mar 2013, XVIII (50): 19-35

cos (Navarrete 1976) vinculan con el culto a


mero ikoots, al igual que los mayas estudia-
Tláloc, divinidad nahua de la lluvia, es pre-
dos por Estrada (y probablemente muchos
cisamente el punto hacia el que dirigen sus
de los demás pueblos originarios que habitan
ofrendas las autoridades de San Mateo. La
México) no participan de la distinción occi-
isla de Monopostioc, ubicada en la Laguna
dental entre naturaleza y cultura o, si lo hacen,
Superior, es otro espacio considerado sagrado
es de un modo que no se ajusta plenamente a
por los mareños; en este caso, su importan-
la misma. Aclarado este punto, se continuará
cia se debe a que la isla se considera como el
explorando el tema desde la ética ambiental.

13 Cf. las afirmaciones de Rubeo (2000: 164), para quien en Semana Santa, “la fuerza del Bien se debilita: la muerte de Cristo-Dios […] genera una
alteración del orden cósmico que se refleja, en el plano humano y social, en el desorden institucional y la ruptura de las normas establecidas”.

32 Filgueiras - Nodar
Reflexiones finales como manifestación específica de universales
cognitivos o simplemente como un sistema de
Sin duda, el análisis de rituales como el
creencias que nos cabe solamente describir y
que se acaba de exponer puede ser un punto
demostrar su nexos internos? Esto no es una
importante para comenzar a explorar nuevas
pregunta fácil de responder, pero […] la idea
formas de relacionarnos con nuestro entorno.
es intentar experimentar estas nuevas formas
Tal y como muestra Latour (1993), la gran
de pensamiento diferentes, y hacerlo con
expansión material de Occidente depende en
humildad y respeto” (Rodríguez 2005).
gran medida de la constitución que “define a
humanos y no humanos, sus propiedades y Una respuesta que suscitará poca polémica,
sus relaciones, sus capacidades y sus agrupa- sin duda, es que también se puede aprender.
mientos”. La existencia de rituales en los cuales Hay mucho que podemos aprender de los
estas definiciones se muestran desdibujadas, mero ikoots, y de otros pueblos originarios,
debería llamar la atención sobre la existencia comenzando por las formas de relacionarse
de posibilidades alternativas. Recuérdense con el entorno natural. Sin duda, el pragma-
aquí las declaraciones de Rozzi, para quien el tismo ambiental de Light & Katz (1996), esa
conflicto entre los seres humanos y la biodi- corriente de la ética ambiental que, en vista de
versidad parece ser más acusado en las socie- la escasez de resultados de ésta, propone aban-
dades que aceptan la división occidental entre donar alguno de los debates teóricos que han
naturaleza y cultura. Entonces, será fácil ver acompañado a la disciplina desde sus comien-
que, contando con una constitución diferente, zos (en particular el debate sobre el valor
se crearán sociedades diferentes a las basadas intrínseco) y en su lugar buscar argumentos
en el modelo occidental. Sociedades en las capaces de revertir la crisis ambiental, apre-
cuales, tal vez, pueda existir un mayor nivel ciará el conocimiento de estas nuevas formas
de armonía con el entorno físico. de relación. De hecho, casi todas las corrientes
de la ética ambiental pueden beneficiarse de
Cuando se observan las peticiones de
estas aportaciones del enfoque comparado.
lluvia de los mero ikoots, el modo en que los
seres humanos se relacionan ritualmente con Para finalizar, retomando las reflexiones de
una naturaleza sacralizada, y las exigencias de da Silva, se quiere recordar también la nece-
respeto que se establecen en dicha relación, se sidad señalada por este autor de experimen-
toma conciencia de que se trata de un grupo tar con humildad y respeto el pensamiento de
que, al menos en cierto nivel de los significa- los pueblos originarios. Se cree que este seña-
dos y las narrativas simbólicas, vive en plena lamiento representa uno de los puntos más
armonía con el entorno. Esta clase de consi- oscuros de la relación de antropólogos y otros
deraciones hacen ver que es mucho lo que estudiosos, en realidad de todas las sociedades
se puede aprender de los mero ikoots (y de de corte occidental, entre ellas por supuesto
tantos otros pueblos originarios), en el terreno la mexicana, con dichos pueblos. Reflexionar
de la ética ambiental. sobre esta relación llevará a considerar el
modo en que la ética ambiental, en especial
Se apreciará esta línea de pensamiento al
su versión comparada, ofrece un camino para
reflexionar en unas declaraciones de Marcio
Ciencia y Mar 2013, XVIII (50): 19-35

lograr esa “descolonialización permanente


Ferreiro, cuando es cuestionado acerca de una
del pensamiento” de que habla Viveiros (2010:
propuesta de Viveiros, como es el tomar en
14) en Metafísicas Caníbales. El camino hacia
serio el pensamiento del Otro, escapándose
semejante descolonización pasa por la posi-
de la perspectiva (con pocas dudas colonia-
bilidad ya señalada de aprender de dichas
lista) que considera a la Antropología como
etnias, en particular de encontrar estrategias
una ciencia de lo exótico. Al respecto, Ferreiro
y argumentos susceptibles de ser aplicados a
comenta: “La pregunta es «¿qué podemos
la resolución de la crisis ambiental, la mitiga-
hacer con el pensamiento del Otro» que no sea
ción de sus efectos, etc. Este aprendizaje, por
tratarlo como mera emanación de su contexto
sus propias características, debe darse en un
social, político, económico, psicológico, etc., o

La danza de la serpiente de los mero ikoots… 33


marco de igualdad, que no ha sido el modo Callicott, J.B. 1999. Beyond the Land Ethics: more essays
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La ética ambiental, al ubicar a estos pueblos
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