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556 / La modernización en Colombia

el trasfondo. A fines del día, el 10 de ma nación que había albergado al hom-


mayo de 1957, partió por avión, lle- bre a quien él había enviado al exilio
gando finalmente a España, la mis- casi cuatro años antes."'

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Una época de transición,1957-1965
El Frente Nacional Los estudiosos de la política cali-

D urante los meses que siguieron a


fican a estos regímenes legalmente
constituidos en los que se comparte
la caída de Rojas Pinilla, los dirigen- el poder como bn` rnbh` shunr+ pues en
tes liberales y conservadores desarro- ellos las élites políticas organizan los
llaron los detalles del acuerdo para sistemas democráticos caóticos me-
compartir el poder que fue llamado diante negociaciones adelantadas a
Frente Nacional. Según las disposicio- favor de sus electores.' La principal
nes del acuerdo, enunciadas en el ple- desventaja de estos acuerdos reside
biscito de diciembre de 1957 y en la en las restricciones que les imponen
legislación subsiguiente, los dos par- a los procesos democráticos. Y el Fren-
tidos gobernarían conjuntamente du- te Nacional fue una forma excepcio-
rante doce años. Luego se extendió nalmente limitada de coasociación,
este período a dieciséis años. La presi- que restringía el acceso a los proce-
dencia sería alternada en intervalos de sos electorales a los miembros de los
cuatro arios y todos los otros puestos partidos tradicionales del país. Sin
de elección popular serían comparti- embargo, cuando se concibió y du-
dos por partes iguales. Los políticos que rante sus primeros años de funciona-
no pertenecieran a los partidos Libe- miento, la mayoría de los colombia-
ral o Conservador no podrían ocupar nos lo consideró un mecanismo ideal
cargos de elección popular durante el para restablecer el gobierno demo-
período acordado. crático y poner fin a la Violencia.'

1 Jonattian Hartlyn, The Politics of Coalition Ruiz in Colombia, Nueva York, Cambridge University
Press, 1988, trata al Frente Nacional como un acuerdo coasociativo. Este término fue
acuñado por Arend Lijphart, "Consociational Democracy", World Polla, (21), ene., 1969,
135 Hubo un momento de pánico aquella tarde, cuando la comitiva que escoltaba a Rojas al pp. 207-225.
alropuerto regresó súbitamente al palacio presidencial. Al bajarse de su auto, Rojas 2 Para la década del sesenta, los colombianos habían designado al sangriento conflicto
tranquilizó a los espectadores cuando se volvió hacia ellos y dijo: "Perdonen. Casi se me desarrollado entre 1947 y 1965 como la Violencia, para distinguirlo de otros casos ante-
queda `131ackie' (mi perrito)". Semana, 17 de mayo de 1957, p. 7. riores de violencia civil y de casos posteriores a él.
T m` · onb` c d sq` mrhbhÏ m+ 0846 0854 . 559
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na se había debilitado. Y en la medi- la cooperación bipartidista en la for- ción a los principios conservadores.
Adicionalmente, permitió al gobier-
da que el Frente Nacional aumentó el ma de compartir el poder en las cor- Pero tres años de exilio le habían
no realizar una serie de reformas so-
tamaño del gobierno, e incrementó poraciones de elección popular, con dado oportunidad de reconsiderar su
ciales que fueron bien acogidas por
el amiguismo, el clientelismo, el derro- la promesa de que los liberales vota- posición. Suscribió entonces la pro-
la mayor parte de los ciudadanos. En-
che y la corrupción, tuvo el efecto adi- rían por un presidente conservador puesta de Lleras de compartir el po-
tre ellas, las principales fueron la no- der, llegando incluso a redactar él
table expansión de la educación pú- cional de alienar a los colombianos después de la caída de Rojas. 3 Los li-
de la política en general. No obstan- berales corrientes se mostraron espan- mismo la versión final del Pacto de
blica y el lanzamiento del publicitado
te, la insatisfacción popular con el tados ante la idea de votar por un con- Benidorm. Mientras que buena par-
programa de reforma agraria. Gracias
Frente Nacional semidemocrático fue servador —quizás induso por el odiado te del texto estaba dedicada a conde-
a este acuerdo, Colombia pudo conti- nar a Rojas y a su gobierno, conte-
nuar con la modernización social y eco- lenta en un comienzo. Durante los Laureano Gómez— como el precio
años iniciales, hubo un período de que habrían de pagar por restable- nía también la expresa aprobación
nómica que había transformado de tal
luna de miel, durante el cual los co- cer el gobierno civil. Pero la audaz de Gómez de la creación de "un go-
manera al país durante el siglo xx.
lombianos corrientes agradecieron a propuesta de López los llevó a consi- bierno o sucesión de gobiernos de
El entusiasmo popular por el Fren-
los líderes tradicionales por haber res- derar alguna forma de acción conjun- coalición amplia de los dos partidos". 5
te Nacional fue matizado por las crí-
tablecido el gobierno democrático. ta con sus tradicionales enemigos' La El paso siguiente para la consoli-
ticas que recibió de distintos sectores.
Inmediatamente después del derro- construcción de la coalición continuó dación del Frente Nacional colombia-
Algunos liberales se opusieron al re-
camiento de Rojas Pinilla, el 10 de cuando, meses después, el jefe del no se dio ocho meses después, en
quisito de que a los conservadores,
mayo de 1957, Colombia se vio res- Partido Liberal, Alberto Lleras Ca- marzo de 1957, poco menos de dos
que eran una minoría, se les debie-
tringida a la visión de los líderes tra- margo, viajó a Benidorm, España, meses antes de la caída de Rojas. El
ran garantizar cargos políticos a los que
dicionales que forjaron este pacto para obtener la aprobación de Pacto de Marzo, como se lo llamó, re-
no hubieran accedido en condiciones
único. Alfonso López Pumarejo reci- Gómez para el proyecto. pitió el llamado a compartir el poder
normales. Entre los enemigos del
bió honores como el hombre que, más Durante toda su carrera, Laureano y a la alternación en la presidencia.
Frente Nacional hubo una franja ra- Fue firmado por prominentes libera-
dical que eligió expresar su descon- que ningún otro, había suscrito el Gómez se había opuesto a acuerdos
bipartidismo como manera de supe- semejantes por considerarlos una trai- les y conservadores. El mismo grupo
tento en la manera tradicionalmente
colombiana de armarse en contra del rar el conflicto entre liberales y con-
gobierno. servadores. Años atrás, en 1946, ha-
La furia de quienes se encontraron bía hecho la inviable sugerencia de
3 Más detalles sobre las propuestas de López para promover el bipartidismo se encuen-
legalmente exduidos del gobierno se- que los líderes conservadores eligie-
tran en Álvaro Tirado Mejía, ed., Dk odmr` l hdmsn cd @knmrn KÏ ody Pumarejo, Bogotá, Banco de
gún las condiciones establecidas en el ran a su candidato presidencial para la República, 1986, p. 97, y en Alfonso López Pumarejo, N aq` r rdkdbs` r+ vol. 2, Jorge Mario
acuerdo aumentó con el transcurso ese período de entre una lista presen- Eastman, comp., Bogotá, Retina, 1980, pp. 641-642.
tada por el Directorio Liberal. Los 4 López y sus más cercanos colaboradores, en realidad habían estado buscando un acuerdo
del tiempo. También los ciudadanos con los conservadores que pusiera fin a la Violencia, al menos durante cinco años. En 1951,
corrientes se hastiaron pronto de esta conservadores rechazaron esta pro-
el lopista Alfonso Romero Aguirre, Caída y aniquilamiento del liberalismo, Bogotá, Iqueima,
modalidad de gobierno. En este sen- puesta como una ridícula estratagena 1951, p. 45, propuso una solución para el impasse político, en la alternación del control
tido, el acuerdo tuvo demasiado éxi- dirigida a unificar a los liberales para político del gobierno. En febrero de 1954, a medida que Rojas se mostraba cada vez más
to. Despolitizó ala sociedad colombia- derrotar a su candidato, Mariano Os- autoritario, los liberales expresaron de nuevo la posibilidad de una acción conjunta con
los conservadores. Un mes más tarde, el 25 de marzo, Alfonso López escribió en Dk S hdl on
na en un momento en que la creciente pina Pérez. López revivió la idea de que un regreso al gobierno tradicional podría lograrse a través de un acuerdo para
sofisticación y diversidad social ac- la colaboración entre liberales y con- compartir el poder, sancionado por un plebiscito nacional. Jorge Gartner, Mis memorias n
tuaban en detrimento de las creencias servadores una década más tarde, cdu` mdnr hmÛshkdr cd un cdrnbt o` cn+ Manizales, Imprenta Departamental de Caldas, 1991,
tradicionales de toda índole. Los po- cuando el país se vio afectado por pp. 319-320; Colombia, Cámara de Representantes, Onq pt · x bÏ l n rd enkhÏ dk Eqdmsd M` bhnm` k+
el efecto conjunto de la Violencia y el Bogotá, Imprenta Nacional, 1959, pp. 9-10.
líticos cada vez resultaban menos 5 Camilo Vásquez Cobo Carrizosa, Dk Eqdmsd M` bhnm` k+ rt nqhf dm x cdr` qqnkkn- L dl nqh` r cd B ` l hkn
interesantes para los colombianos, creciente autoritarismo de Rojas -

U‘ rpt dy B ` qqhynr` + B ` kh+ Carvajal, 1969, p. 164. Véanse las páginas 147-165 donde se expone
pues su impacto sobre la vida cotidia- Pinilla. En marzo de 1956, propuso el viaje de Lleras.
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de dirigentes políticos, autodeno- Diez días después de que Rojas sa- Alberto lleras Camargo se encon- La discordia conservadora se in-
minado Frente Cívico, planeó y eje- liera de Colombia, Laureano Gómez traba presente aquella noche. Como tensificó mientras Gómez preparaba
cutó luego el derrocamiento de Ro- notificó que debía contarse con sus lo recuerda Pedro Nel Giraldo, cuan- su regreso al país. Induso antes del
jas. Acordó también el nombre de opiniones. "Yo no adhiero a la candi- do Valencia denigró de Rojas y elogió Pacto de Sitges, la estrategia del exi-
Guillermo León Valencia como el con- datura de Guillermo León Valencia", a Gómez, "lleras alzó la vista más allá lado líder de atacar a los colaborado-
servador que se presentaría a las elec- le dijo a Camilo Vásquez. Y añadió del horizonte". Luego se dirigió a la res ospinistas de Rojas Pinilla se ha-
ciones como primer presidente de la hipócritamente: "El partido me aban- concurrencia "con palabras calibra- bía hecho evidente. El 4 de julio de
coalidón.° donó, y ahora no estoy obligado a de- das e intencionadas, de múltiples to- 1957, el editorial de El Siglo decía que
Durante los días inmediatamente cir qué se debe hacer". 7 nos y con timbrada voz de radiofonis- a Ospina Pérez, Gilberto Alzate y
siguientes a la caída de Rojas Pinilla, Cuando Valencia se enteró de la ta". Los liberales que habían asistido otros, que habían organizado el gol-
la mayoría de los colombianos, políti- oposición de Gómez, intentó aplacar aplaudieron su discurso con entusias- pe del 13 de junio de 1953, no se les
cos y no políticos por igual, supusieron al viejo caudillo mediante una serie mo, dejando a los conservadores con debía permitir participar en la re-
que Valencia, en efecto, sería presi- de declaraciones públicas. Pero Va- la sensación de que sería Alberto Lle- constitución del gobierno civil.
dente en 1958. No obstante, la candi- lencia era un político cuyos discursos, ras, y no Guillermo León Valencia, el Gómez regresó a Colombia el 5 de
datura de Valencia pronto naufragó aunque ingeniosos, "incurrían en in- próximo presidente de la nación." octubre de 1957, haciendo que su
debido a la división del Partido Con- exactitudes e imprudencias tan tor- Los dirigentes liberales no per- llegada coincidiera con una conven-
servador. Valencia no era un candida- pes que, si por una parte hacían reír, dieron tiempo en aplacar a Laureano ción de conservadores ospinistas que
to aceptable para Laureano Gómez y por la otra resultaban aterradores". 8 Gómez a expensas de Valencia y de se realizaba en Bogotá. Viajó direc-
su movimiento, al parecer porque los Prontdemsóuiparl los ospinistas. Menos de un mes des- tamente a Cali, donde sus seguidores
principales seguidores del político oratoria. En un discurso pronunciado pués del banquete de Medellín, Al- habían organizado una convención del
caucano eran aquellos conservadores en Medellín el 24 de junio de 1957, berto lleras viajó a España por se- partido. A su llegada, redactó una car-
que habían derrocado a Gómez en antes de un banquete ofrecido por pro- gunda vez. Allí, él y Laureano Gómez ta abierta a Luis Navarro Ospina,
1953. En un campo más sutil, Valen- minentes conservadores antioqueños, redactaron un documento en el que presidente de la reunión de Bogotá.
cia fue víctima de una división que dijo Valencia: "El retorno de Rojas se- suscribían explícitamente la paridad Fue una de las más polémicas de Gó-
tenía a la vez un carácter regional y ría el regreso de un prófugo y el de en las corporaciones de elección po- mez, y revivió la antigua acusación de
filosófico, y que siempre había enfren- Laureano Gómez el retorno del co- pular y de designación, y una alter- que los antioqueños —especialmen-
tado a los conservadores entre sí. Los razón de la patria". 9 Sus palabras ca- nación en la presidencia durante tres te los ospinistas— anteponían las pre-
conservadores moderados —los "na- yeron como agua helada sobre la au- períodos, en los cuales el primer de- ocupaciones económicas a todas las
cionalistas" de antaño— cuyo bastión diencia. No se trataba solamente de signado sería un conservador. Aun- demás:
era Antioquia y sus alrededores, se que Valencia elogiara al hombre a que el Pacto de Sitges fue redactado
habían resistido siempre a las pro- quien más detestaban los ospinistas y por Lleras, enunciaba claramente la El equipo que colaboró con el tirano
puestas de sus copartidarios más ideo- contra quien alegremente complota- tesis laureanista según la cual Rojas en la ruina de la República, que fue
lógicos, cuya fuente geográfica de po- ron en 1953 para derrocarlo, sino que Pinilla había sido un tirano, y su insensible ante el despilfarro y ante
der se extendía del norte de lo hizo ante los principales seguido- la inmoralidad administrativa, invo-
Asamblea Nacional Constituyente, ca ahora la grave situación económi-
Cundinamarca a Boyacá y Santander. res de Ospina Pérez.'° dominada por los ospinistas, una cor- ca que ellos contribuyeron a crear
poración espuria, "cuya invalidez mientras se enriquecían, para que la
6 El texto del Pacto de Marzo se encuentra en J. Bernardo García, La dwoknrhÏ m cd l ` xn+ B ` kh+ quedó demostrada por la insurrección opinión los perdone y para mantener
Imprenta Departamental, 1957, pp. 24-35. del país entero contra sus actos".' 2 usurpadas situaciones de predominio.
7 C. Vásquez, Op. bhs-+ p. 261.
8 HaÊc-+ p. 269.
9 Pedro Nel Giraldo, Cnm Edqm` mcn- It hbhn rnaqd t m gnl aqd y una · onb` + Medellín, Granamérica,
1963, pp. 472-473. 11 ahc-+ p. 473.
10 HaÊc-+ p. 472.
12 Este documento aparece en C. Vásquez, Op. cit., pp. 277-283.
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ocasiones a Mariano Ospina Pérez, a antes de la elección presidencial. Re-


Roberto Urdaneta Arbeláez, a Lucio currió al sencillo expediente de exi-
Pabón Núñez, a Gilberto Alzate Aven- gir, en un discurso transmitido por la
daño y a otros de los que habían ne- radio nacional, que las elecciones para
gociado con Rojas entre el 13 de ju- el Congreso se hicieran antes de la
nio de 1953 y el 10 de mayo de 1957. contienda presidencial.' s
Rechazaron también oficialmente la El disairso tuvo el efecto previsto.
candidatura de Guillermo León Va- Los miembros de la Junta Militar re-
lencia. unieron apresuradamente a los prin-
Luego de terminada la convención cipales políticos de la nación y les pi-
de Cali, Gómez se preparó de nuevo dieron que resolvieran el hl o` rrd-
para doblegar la política nacional a Después de varios días de negociacio-
su voluntad. Durante sus deliberacio- nes, Laureano Gómez obtuvo lo que
nes, los laureanistas habían decidido deseaba. Se acordó que las elecciones
que podían invalidar la candidatura de para el Congreso antecedieran a la
Valencia, al insistir en que los conser- elección presidencial y que, después
vadores que pertenecían al Congreso del voto, conservadores y liberales ra-
nacional, elegidos democráticamen- tificarían la candidatura de Valencia
te, eligieran su propio candidato pre- o bien encontrarían a otra persona
sidencial. Como era probable que los aceptable para ambos partidos. A cam-
candidatos laureanistas obtuvieran bio de ello, Gómez aceptó que el ple-
Rgura121 Laureano Gómez y Alberto Lleras Camargo en Sitges, España, julio biscito se realizara en la fecha previs-
una mayoría de cargos conservadores
de 1957 en la contienda electoral que se aproxi- ta, el 1 de diciembre de 1957. 16
maba, Gómez y sus seguidores esta- Los colombianos sancionaron por
Fuente: Archivo fotográfico de Álvaro Gómez Hurtado
rían en condiciones de nombrar al una mayoría abrumadora el Frente
primer presidente del Frente Nacio- Nacional en el plebiscito. Más de cua-
Si la división conservadora es un gran equipo de primeros auxilios prepa-
nal. Desde fines de 1957, las eleccio- tro millones de votos fueron consig-
mal, y si el país está arruinado, los rado para revivirlo de ser necesario,
responsables son ustedes." nes para presidente y para Congreso nados a su favor y sólo doscientos mil
Gómez elogió su propio tipo de
estaban establecidas para el mismo en su contra. Esto representó la ma-
Nadie contradecía a Gómez en la conservatismo doctrinario como la
día, y Guillermo León Valencia era el yor votación obtenida hasta entonces
campaña que emprendió para ven- única fe verdadera del partido. Mien-
único candidato proclamado para la en la historia nacional y se explicó, en
garse de los ospinistas. El 19 de octu- tras apelaba a la unidad del partido,
jefatura del país. La tarea de Gómez parte, por el hecho de que las muje-
bre de 1957, pronunció el último de deploraba la idea de unirse a "los de-
era, entonces, forzar la aceptación de res pudieron votar por primera vez.
sus mensajes doctrinarios, un discur- lincuentes", como llamaba a quienes
anticipar las elecciones para el Con- El plebiscito establecía asimismo
so titulado "Oro y escoria". Este dis- habían apoyado activamente o acep-
greso, de manera que tuvieran lugar que el 10% del presupuesto nacional
curso evocaba los primeros editoria- tado pasivamente a Rojas Pinilla. 14
les que había publicado cerca de En el transcurso de la reunión, los
medio siglo atrás en La Unidad. Con un laureanistas denunciaron en repetidas

15 El discurso, contenido en Ibid., pp. 73-77, fue leído por Guillermo Salamanca.
16 El acuerdo, conocido como El Pacto de San Carlos, se encuentra en /Ud., pp. 78-79. Entre
13 El Siglo, 13 de octubre de 1957.
sus signatarios estaban Laureano Gómez, Alfonso López Pumarejo, Mariano Ospina
14 Partido Conservador, Directorio Conservador de Cundinamarca, Oro y escoria, Bogotá, Pérez y Alberto Lleras Camargo. Además, firmaron Carlos Lleras Restrepo y Álvaro
Ediciones LV, 1958. Gómez Hurtado.
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debería ser asignado en lo sucesivo a señado un extraordinario acuerdo di- embargo, Alberto lleras era, sin duda, talidad de mis esfuerzos. Avancemos,
la educación." rigido a despolitizar un sistema cuyo el hombre más popular de Colombia pues, por las amplias sendas que se
Una fuerte campaña para las si- colapso fue casi completo durante la en aquel momento, el líder del par- abren ante nosotros, con la serena
guientes elecciones legislativas ocupó los truncada presidencia de Laureano tido político más grande del país, y confianza de quienes han sabido cum-
primeros meses de 1958. El Siglo publi- Gómez. Él era el hombre a quien cul- plir con su deber."
un liberal que le agradaba a Gómez
có una serie de fotografías en primera paba la mayoría de los colombianos y en quien confiaba. Al elegir a Lleras, Alberto Lleras no fue menos elo-
página donde mostraba a prominen- por la Violencia, que para entonces Gómez le dio el golpe de gracia a la cuente. En un discurso pronunciado
tes ospinistas festejando a Rojas Pinilla había cobrado más de doscientas mil candidatura de Guillermo León Va- en Medellín el 21 de abril, prometió
durante los primeros días del gobier- vidas. Era odiado por la mayor parte lencia e infligió una hiriente derrota que el Frente Nacional ayudaría a
no del general. Entretanto, los enemi- de sus compatriotas. Y, sin embargo, a sus enemigos ospinistas. Más impor- educar a los colombianos en los pro-
gos de Gómez describían a su antago- fue el centro de atención de todos tante aún, al promover la candidatu- cedimientos democráticos.
nista como un hombre que había durante los meses de marzo y abril ra de Lleras, Gómez de hecho propi-
establecido su propio régimen dicta- de 1958. ció los intereses de su propio partido. Y, ¿cómo se logra tan singular proce-
torial. El 16 de marzo, las elecciones No sólo en eso residía la extrañe- Cuando aceptaron a lleras, los libe- so de educación democrática?, [pre-
confirmaron la predicción de Gómez za de aquel momento. Convocado guntó]. Por lo pronto, quitando todos
rales se comprometieron a apoyar a los incentivos al sectarismo, que no
de que su partido ganaría. Cerca del para que de nuevo eligiera al monar- un conservador para el período pre- vive solamente de tradiciones, recuer-
60% de los conservadores votaron por ca, Laureano Gómez, el hombre que sidencial de 1970-1974, prolongando dos crueles y pasiones puras, sino que
los laureanistas. La mayor parte de los lo había sacrificado todo para defen- así el Frente Nacional a dieciséis años. se alimenta del indebido aprovecha-
conservadores restantes votaron por der al conservatismo, eligió a un li- De esta manera, Gómez, el líder de miento de los dineros públicos, del
candidatos ospinistas. Una vez termi- beral como primer presidente del una facción de un partido que no ha- reparto de empleos a los ineptos, de
nado el tonteo de los votos, fue evi- Frente Nacional. A fines de marzo de bría de tener una mayoría nacional la premiación de servicios y el encu-
dente que la candidatura de Valencia 1958, le escribió a Alberto lleras, isu- brimiento de la delincuencia."
durante muchos años, le garantizó no
estaba enterrada. Desde ese momen- giriéndolo como su candidato para las una, sino dos presidencias. Unos pocos se mostraron renuentes
to, se supo que serían Laureano Gó- elecciones de mayo! ' 8 Alberto Lleras tardó en aceptar la a aceptar la tutela que les ofrecían
mez y los liberales, cuyos candidatos La historia de las turbulentas se- candidatura hasta una semana antes Lleras y Gómez. Algunos de los más
habían obtenido el 60% de los votos, manas comprendidas entre la elec- de las elecciones. Durante aquellos fervientes seguidores de Rojas Pinilla
quienes elegirían al nuevo presidente. ción de Lleras y la contienda legisla- frenéticos días, él y Laureano Gómez intentaron sabotear las elecciones or-
La historia política de Colombia tie- tiva que la precedió se narran con promovieron con entusiasmo el acuer- ganizando un golpe militar. En Bo-
ne pocos momentos más llenos de ex- mayores detalles en otro lugar.i9 Bas- do mediante el cual Colombia pon- gotá, las tropas al mando del oficial
trañeza y paradojas que el período ta decir que los conservadores se sin- dría fm a la violencia. El 27 de abril, del ejército Hernando Forero, secues-
comprendido entre las elecciones tieron sorprendidos y muchos de ellos, Gómez cerró la campaña con una de- traron brevemente a Lleras Camargo.
legislativas de marzo y la contienda ultrajados, por el hecho de que Gómez claración de su confianza en el Fren- Rojas cruzó la frontera venezolana y
presidencial realizada a comienzos de hubiese elegido a un liberal. Lo con- te Nacional: se preparaba para hacer su entrada
mayo. Los líderes de la nación, en el denaron como traidor a su partido y triunfal en Bogotá. Gilberto Alzate
transcurso del año anterior, habían di- muchos desertaron de sus filas. Sin Estamos en los albores de una vida
nueva que aspira a la paz, al bienes- Avendaño llegó incluso a redactar una
tar y ala reconciliación [...J. Creo en proclama en nombre de la Asamblea
ella, y por eso le he entregado la to- Nacional Constituyente disuelta un
17 El texto del documento se encuentra en Colombia, Cámara de Representantes, Op. cit.,
pp. 42-45.
18 Laureano Gómez, Obras selectas, vol. 2, Bogotá, Imprenta Nacional, 1989, pp. 797-799.
Gómez le dijo a Lleras que el siguiente presidente debía ser un conservador. 20 L Gómez, Op. cit., vol. 2, p. 805.
19 Especialmente en John Martz, Colombia a Contemporary Political Survey, Chapel Hill, University 21 Alberto lleras Camargo, Sus mejores páginas, Bogotá, Compañía Grancolombiana de Edi-
of North Carolina Press, 1962, pp. 267-272. ciones, 1959, p. 193.
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[...] aquí vinimos a trabajar por la re- la rectificación fundamental de la el garrote sectario, en el disparo ho-
año antes, anunciando la reanudación vida de nuestro pueblo." micida, en el abuso y la crueldad que
construcción de la patria, no a oír pa-
del gobierno del general. Pero el in- labras destempladas que no vienen sólo esperaban una justificación des-
tento de golpe fracasó. Rojas regresó al caso. No vinimos a dañar el am-
Alberto Lleras dedicó la mayor par- de lo alto para desatarse."
a Venezuela y Alzate rompió su pro- biente de paz. 24 te de su discurso de posesión a la dis-
clama." Las elecciones se realizaron cusión sobre la Violencia. Había he- Fue un análisis formulado en el
el 4 de mayo de 1958 y Lleras obtuvo El 7 de agosto de 1958, Laureano cho lo mismo el año anterior en Sitges, idioma elitista de la política colom-
cerca de dos millones y medio de vo- Gómez se encontró, una vez más, en produciendo un documento lleno de biana tradicional. Sin embargo, trans-
tos. Un candidato conservador de el centro de la atención nacional cuan- referencias al derramamiento de san- mitió la intención de Alberto Lleras
protesta, surgido al último momento, do, como presidente del Senado, re- gre, cuya intensidad y persistencia de poner un pronto fin a la Violen-
Jorge Leyva, obtuvo seiscientos mil vo- cibió el juramento de Alberto Lleras escandalizaba a los colombianos y cia, de manera que pudiera dedicar
como presidente. Al advertir que ha- manchaba la imagen del país ante el su entera atención a promover el de-
tos.23
El espíritu de la armonía biparti- bía ocupado aquel lugar dos veces mundo. Lleras llamó a la terminación sarrollo económico de la nación. Esto,
dista invadió a Colombia en las se- antes, en 1934 y en 1950, cuando él de la Violencia "ese trabajo supremo", pensaba Lleras, sacaría a Colombia
manas que siguieron a la elección de mismo había asumido la presiden- afirmando que el conflicto llenaba a de su "precaria situación colonial"
Lleras. El 20 de julio, el Congreso se cia, Gómez expresó su esperanza por las figuras públicas de la nación "de ante las naciones desarrolladas del
reunió por primera vez en casi nue- el futuro de Colombia así como cier- un espíritu de contrición". La violen- mundo.28
ve años. Los miembros de la mayoría ta contrición por su antigua mili- cia había imbuido en ellos la decisión
laureanista-liberal se pusieron de pie tancia: de "enmendar sus errores" y de La primera presidencia
y aplaudieron cuando Laureano Gó- Cuando hayamos sido capaces de ma- del Frente Nacional
[...] arrepentirnos humildemente de
mez, quien había obtenido uno de los tar el sectarismo dentro de nosotros, que cualquiera de nuestras palabras
puestos del Senado el 16 de marzo, estaremos próximos a alcanzar la ar- o de nuestros actos hubiese podido La Violencia, que llegaba entonces a
entró a la sala. Los senadores proce- monía y la paz [...] iCuánto más grato contribuir al desbordamiento de la su undécimo año, continuó azotando
dieron a elegir a Gómez presidente es que de nuestros labios salgan pala- locura." grandes regiones del centro de Co-
de la corporación, como lo habían bras de amistad, de fraternidad, de lombia cuando se posesionó Alberto
hecho veinticuatro años antes, cuan- colaboración y simpatía, y no amar- Para Lleras, la Violencia era una Lleras a mediados de 1958. Muy por
gas voces destinadas a encender ren- enfermedad que había encontrado un
do Alfonso López Pumarejo era pre- coresy a promover discordias estériles! debajo de los picos que había alcan-
sidente electo del país. Gómez agra- medio ideal en las dases bajas de Co- zado en 1948 y 1950, años en los cua-
Todos nos hemos equivocado; pero la lombia. En sus palabras,
deció al Congreso y reiteró su apoyo dura mano que nos oprimió, nos hizo les murieron de cuarenta a cincuenta
al Frente Nacional. Cuando uno de comprender nuestro yerro y nos deci- Hemos comprendido, y tarde, pero mil colombianos en sus sectarias lu-
sus copartidarios comenzó a criticar dió a volver rápida y decididamente todavía a tiempo, que la cultura y la chas, el conflicto aún cobraba varios
a la Junta Militar que había goberna- las espaldas a los antiguos métodos civilización de nuestras costumbres miles de vidas cada año." Solamente
do al país desde la caída de Rojas, de lucha, para entregarnos a esta ta- eran epidérmicas y falaces, y que durante los primeros seis meses de
rea generosa y fecunda, destinada a nuestras voces de controversia e in-
Gómez lo hizo callar diciendo: 1958, más de dos mil trescientas per-
transigencia se iban transformando,
a medida que caían en las capas infe-
sonas murieron por causas relaciona-
riores de una sociedad primitiva, en das con la Violencia en Tolima, Valle
22 Detalles sobre el fallido golpe del 2 de mayo de 1958 se encuentran en El Espectador; 20 de
septiembre de 1992; Alvaro Valencia Tovar, Testimonio cd una época, Bogotá, Planeta, 1992,
pp. 335-347; J. Hartlyn, Op. cit., pp. 66-68; Daniel Lawrence Premo, "Alianza Nacional
Popular: Pbpulism and the Politics of Social Class in Colombia, 1961-1970", tesis inédita 25 L Gómez, Op. bhs-+ vol. 2, p. 810.
de doctorado, Austin, Universidad de Texas, 1972, p. 71. 26 Alberto Lleras Camargo, Dk primer gobierno del Frente Nacional, vol. 1, Bogotá, Imprenta
23 Hasta aquel momento, Leyva había sido uno de los protegidos de Laureano Gómez. Nacional, 1962, p. 60.
Después de las elecciones, Gómez se refirió a los conservadores que habían votado por 27 Iba
Leyva como "las basuras de la dictadura". Dk Siglo, 7 de mayo de 1958. 28 lbíd., p. 69.
29 Las cifras de la Violencia, año por año, se encuentran en el Anexo 2.
24 Dk Siglo, 21 de julio de 1958.
568 / la modernización en Colombia
Una época de transición, 1957 1965 /
- 569
y Caldas.3° Tolima, el más pequeño amnistía hasta mediados de 1959, y
de estos tres departamentos, fue el no se había terminado sencillamente ganizó de nuevo a su banda e inició
diseñó adicionalmente una serie de
más afectado, con más de mil víctimas. con el advenimiento del bipartidismo. operaciones en el occidente de Tolima
estrategias contra la Violencia. Inclu-
A fines de mayo de 1958, los líderes Si bien el ministro de guerra pudo y en el suroriente de Caldas.
so, antes de posesionarse, la Junta Mi-
tolimenses se quejaron en la prensa anunciar en mayo de 1959 que el fi- El segundo incidente, ocurrido en
litar le había permitido nombrar una
local de que estos disturbios estaban nal del conflicto estaba a la vista, al el norte de Tolima, ilustra con horri-
comisión de siete personas para que mes siguiente Lleras se encontró apla-
arruinando su departamento. Grupos estudiara este fenómeno e informara bles detalles el problema de las ban-
de bandidos encabezados por hom- sobre é1.32 Inmediatamente después de cando a un grupo de mujeres toli- das por fuera de la ley que actuaban
bres como R` mf l df q` + B ghro` r x Cdrpt h, menses que no veían que disminuye- periódicamente. El 18 de octubre de
posesionarse, creó un segundo comité
sd asolaban las tierras altas donde se ra el derramamiento de sangre." 1959, una banda de quince hombres
encargado de la rehabilitación de las Las dificultades atinentes a dete-
cultivaba el café, asesinando gente a víctimas de la Violencia." Como re- armados asesinaron a machete a doce
su antojo. Las dificultades inherentes
ner la Violencia se pueden ver en dos personas, entre ellas niños pequeños,
sultado de ello, se asignaron recur-
a la eliminación de estas bandas se incidentes ocurridos en Tolima en cuando desayunaban en su casa en el
sos públicos a una serie de activida- 1959. A comienzos de aquel año, el
aprecian en el hecho de que, a la mi- Alto del Oso, ubicado en el munici-
des de reubicación, de las cuales las joven Teófilo Rojas Varón 'B ghro` r(+
tad del período presidencial de Lle- más importantes tuvieron lugar en la pio de El Líbano. Esta atrocidad tuvo
ras, había cerca de ochocientos violen- uno de los alzados en armas, le escri- motivos tanto políticos como económi-
región del Ariari, en el Meta, en los bió al padre Germán Guzmán, quien
tos en diecisiete bandas dispersas por Llanos Orientales. Lleras envió tam- cos. Quienes la perpetraron eran per-
Tolima, mientras que otros quince de había sido párroco en el municipio sonas pobres que robaron todos los
bién a distinguidos ciudadanos a go- de El Líbano, uno de los más azota-
estos grupos eran periódicamente bernar los departamentos más aque- objetos de valor después de cometer
activos." dos por la violencia. Guzmán conocía los asesinatos. Las víctimas eran to-
jados por la Violencia. El principal a Teófilo Rojas desde la época en la
La Junta Militar que había gober- de ellos fue Darío Echandía, quien das liberales y los asesinos conserva-
nado desde mayo de 1957 hasta agos- que había trabajado en la Comisión dores. Esto sucedió como represalia
fue nombrado gobernador de Tolima. en el sur de Tolima. El joven, quien
to de 1958, cuando se posesionó Al- Los esfuerzos de Lleras por redu- al asesinato ocurrido, un día antes y
berto Lleras como presidente, ofreció por entonces sólo tenía veintitrés años, en la misma zona, de doce miembros
cir la Violencia tuvieron éxito, pero sólo había intentado beneficiarse del pro-
una amnistía a los grupos armados en en cierta medida. Durante 1959, las de una familia conservadora a ma-
cuanto asumió el poder. Y muchos la grama de amnistía del gobierno, ins- nos de bandidos liberales."
muertes ocasionadas por aquella se re- talándose en una finca en el munici-
aceptaron, con el resultado de que en dujeron en una tercera parte en com- La masacre del Alto del Oso fue
el transcurso de 1957 las muertes pio de Rovira. Pero muchos de sus investigada y sus autores pronto arres-
paración con el año anterior. Pero esto vecinos estaban interesados en saldar
causadas por la Violencia cayeron a significaba todavía que más de dos mil tados y puestos en manos de la justi-
2.877, cuando en 1956 habían llegado viejas cuentas, y esto, a su vez, hizo im- cia. Pero, tristemente, este caso fue
quinientos colombianos habían perdi- posible que Rojas asumiera de nuevo
a 11.136. Alberto Lleras extendió la do la vida por esta causa. El fenómeno la excepción y no la regla en la fase
la vida de un sencillo campesino. tardía de la Violencia en Colombia.
"Hable con esta gente para que no A fines de la década del cincuenta y
me persigan", le imploró Rojas Varón comienzos de la década del sesen-
30 Gonzalo Sánchez y Donny Meertens, Bandoleras, gamonaksy campesinos. El caso de la Violencia en
Colombia, Bogotá, El Áncora, 1983, p. 193.
al padre Guzmán." Pero el sacerdo- ta, la vida de los pobladores rurales
31 Germán Guzmán, La Violencia en Colombia. Parte descriptiva, Cali, Progreso, 1968, pp. 397-398; te no tenía el poder suficiente para en la Cordillera Central de los An-
James D. Henderson, Cuando Colombia se desangró, Bogotá, El Áncora, 1984, p. 259. protegerlo. Poco después, B ghro` r or- des continuó peligrando debido a las
32 Denominada Comisión para el Estudio de las Causas de la Violencia. Hicieron parte de
este grupo los generales Ernesto Caicedo López y Hernando Mora Angueira, los sacer-
dotes Germán Guzmán Campos y Fabio Martínez, y los abogados Absalón Fernández de
Soto, Otto Morales Benítez y Augusto Ramírez Moreno. 34 A. Lleras Camargo, El primer gobierno del Frente Nacional, Op. cit., vol. 1, pp. 391-394.
33 Este comité estaba conformado principalmente por miembros del gabinete y por oficia- 35 Germán Guzmán, Orlando Fals Borda y Eduardo Umaña Luna, La Violencia en Colombia.
Estudio de un proceso social, vol. 1, Bogotá, Tercer Mundo, 1962, p. 192.
les de alto rango del ejército. Se discute en Gonzalo Sánchez, "Rehabilitación y violencia
bajo el Frente Nacional", Análisis Político, (4), may.-ago., 1988, p. 21. 36 Se supuso que la banda había sido dirigida por el temible Sangrenegra. La masacre del Alto
del Oso se expone con mayores detalles en J. D. Henderson, Op. cit., pp. 260-264.
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extrañas, y dejemos de ser una repú- supranacional para los productos


docenas de bandoleros que operaban un sector comercial modernizado que manufacturados por cada uno de los
coexistía con un sector empobrecido blica independiente"?' Tal lenguaje,
en la región. que revelaba la sensibilidad a la vul- países que lo integraban."
La obstinada violencia era sólo de pequeños terratenientes y campe- Alberto Lleras reconoció que mu-
sinos sin tierra. nerabilidad de Colombia frente a un
una de las facetas del turbulento es- chos de los problemas rurales prove-
Las desigualdades sociales y eco- mundo desarrollado que le vendía sus
cenario rural colombiano. Mientras nían del hecho de que el gobierno hu-
nómicas que se daban en la Colombia costosos productos manufacturados a
Alberto Lleras Camargo luchaba con biese adelantado a largo plazo una
rural fueron, en parte, el resultado de cambio de sus subvaloradas materias
los problemas de la Violencia, su país economía desarrollista. El año de 1958
las políticas gubernamentales dirigi- primas, lo ponía a tono con el análi-
alcanzó y sobrepasó el punto medio había estado marcado por invasiones
de su rápido paso de lo rural a lo ur- das a promover el desarrollo indus- sis económico de la drbt dk` cd k` cdodm,
cdmbh` + suscrito por la mayoría de los de tierra en Viotá y en Sumapaz, las
bano. El traslado de los colombianos trial. Desde fines de la década del mismas regiones donde los campesi-
treinta, los dirigentes nacionales se líderes latinoamericanos de su gene-
del campo a la ciudad estuvo íntima- ración. Formulada principalmente nos sin tierra habían ocupado las
mente ligado a la mecanización de la habían esforzado por modernizar el haciendas veinticinco años antes.
campo, con el fin de que produjera en los escritos del argentino Raúl
agricultura, proceso que tuvo efectos Lleras abordó la crisis del campo. re-
la materia prima necesaria para ali- Prebisch, director de la Comisión Eco-
tanto positivos como negativos. La curriendo a la tradición de reforma
mentar a la industria de sustitución nómica para Latinoamérica (Cepal),
comercialización de la agricultura in- agraria de su partido, específicamente
de importaciones. Alberto Lleras Ca- esta doctrina proponía un proteccio-
tensificó las desigualdades en las ga- a aquella establecida en la Ley 200 de
margo, quien había ingresado a la nismo dirigido a incrementar la susti-
nancias de los granjeros, dejando al 1936. Así, en su mensaje de año nue-
política en el momento en que la po- tución de importaciones para liberar
5% de los hacendados con el 43% de vo del 31 de diciembre de 1958, no
lítica económica desarrollista estaba a las economías en desarrollo de la
los ingresos totales y al 70% de ellos sólo apeló a una disminución de la
tomando forma en Colombia, perte- necesidad de adquirir costosos bie-
con menos del 26% en 1960. Las pe- dependencia económica de Colom-
necía a la tradición de las élites moder- nes fabricados en el extranjero." Para
queñas fincas de veinte hectáreas o bia mediante el incremento de la in-
nizadoras colombianas. En su discur- fines de la década del cincuenta,
menos constituían el 86% del total. La dustrialización, sino que prometió
so de posesión del 7 de agosto de 1958, cuando ya casi estaba terminada la
mayor parte de ellas producían café también la implementación de un
recordó a sus oyentes el gran esfuer- sustitución de importaciones en las
y alimentos básicos para los merca- programa de reforma agraria. La lu-
zo que la nación había hecho para economías latinoamericanas más de-
dos locales, y tendían a estar menos cha de Lleras por cumplir su prome-
promover la industrialización, y pi- sarrolladas, líderes como Lleras ex-
mecanizadas que las propiedades más sa de redistribución de tierras y de co-
dió su apoyo para ayudar a Colombia ploraban la idea de conformar blo-
grandes." El rápido crecimiento de Ionización de tierras baldías fue la
a consolidar su base industrial. Cua- ques de comercio regionales capaces
la población durante la década del actividad principal de su gobierno."
tro meses después, en su mensaje de de exduir productos baratos prove-
cincuenta ejerció una presión adicio- Lleras aclaró desde un principio
año nuevo, enfatizó en la necesidad nientes de países externos a Lati-
nal sobre estas propiedades peque- que su idea de reforma agraria se
de incrementar la prosperidad indus- noamérica y de ofrecer un mercado
ñas. Adicionalmente, había un nume-
roso grupo de agricultores sin tierra trial a todos los niveles. El fracaso en
que vivía en la penuria y en la incer- este ámbito, advirtió, podría someter
tidumbre económica. El sector agrí- a Colombia a potencias extranjeras y 38 Ha` + p. 225.
39 Las ideas de Prebisch se presentan en Walt W. Rostow, S gdnqhdr ne Dbnmnl hb F qnv sg eqnl C` uhc
cola colombiano presentaba entonces llevar a que los colombianos se con-
Gdl d sn sgd O+̀rdms+ Nueva York, Oxford University Press, 1990, pp. 378-379, 404-405. Las
una imagen en la que se mezclaba virtieran en "subalternos de fuerzas escuelas de pensamiento económico latinoamericano a partir de 1960 se exponen en
Albert O. Hirschman, ed., Latin @l dqhb` m Hrrt dr+ Drr` xr ` mc Comments, Nueva York, The Twenieth
Century Fund, 1961, pp. 3-42.
40 Véanse las observaciones de Lleras sobre este tema en Mt drsq` qdunkt bhÏ m hmct rsqh` k+ Bogotá,
Aedita, 1957, pp. 99-102. La Asociación Latinoamericana de Libre Comercio, creada en
37 Fierre Gilhodes, "la cuestión agraria en Colombia, 1958-1985", en: Álvaro Tirado Mejía,
1961 y que tuvo relativamente poco éxito, surgió de este interés.
ed., Mt du` ghrsnqh` cd B nknl ah` + vol. 3, Bogotá, Planeta, 1989, pp. 341-343; Jesús Antonio 41 Este discurso aparece en A. Lleras Camargo, Dk oqhl dq f nahdqmn cdk Eqdmsd M` bhnm` k+
Op. cit., vol.
Bejarano, "Las técnicas agropecuarias en el siglo xx", en: Álvaro Tirado Mejía, ed., Mt du`
1, pp. 221-236.
Ghrsnqh` cd B nknl ah` + vol. 4, Bogotá, Planeta, 1989, pp. 301-310.
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conformaba a la teoría liberal dásica dictador Fulgencio Batista. Castro lanzó


acerca de la relación del hombre con Durante la década del sesenta, región, los americanos suministraron
inmediatamente un extenso programa Lleras Restrepo se convirtió en el
la tierra. Los liberales del siglo xix una ayuda sustancial bajo el progra-
de redistribución de la tierra. Para fi- principal vocero de la iniciativa de
consideraban al agricultor como uno ma Alianza para el Progreso, lanza-
nes de 1959, había confiscado y dividi- reforma agraria de Lleras Camargo.
de los pilares de la sociedad capita- do por el presidente John F. Kennedy
do la mayor parte de las grandes pro- La continua perturbación en el cam-
lista, dando gran prioridad a su pro- en 1961. Kennedy y su esposa se en-
piedades privadas, entregándolas a po, unida ala aparición del Movimien-
tección y estímulo. Lleras expresó su contraban en Bogotá en la semana
campesinos, en una serie de ceremo- to Obrero Estudiantil Campesino
concepción liberal de la reforma en que se firmó la Ley 135. Posterior-
nias muy publicitadas. Esto alarmó a (MOEC), de inspiración castrista, con-
términos del candente asunto del mo- mente, Estados Unidos intentó hacer
los funcionarios estadounidenses y lle- tribuyó a generar un fuerte apoyo a
mento, la Guerra Fría: de Colombia el "modelo" de la Alian-
vó al secretario de Estado asistente, las medidas legislativas. La reforma za para el Progreso en América Lati-
Chester Bowles, a afirmar, en noviem-
En Rusia, en China, en Polonia, en bre de 1959, que los grandes cambios
fue redactada principalmente por na. Durante la duración del progra-
Hungría y, en general en todas las Carlos Lleras Restrepo. La Ley 135 del ma, Estados Unidos y las agencias
naciones sometidas a la dictadura co- en la tenencia de la tierra eran inevi- 13 de diciembre de 1961 contempla- internacionales de crédito le presta-
munista, el gran obstáculo al comu- tables en todo Latinoamérica. ba la creación de un instituto de re- ron a Colombia más de un billón de
nismo ha sido la resistencia heroica o forma agraria, el Instituto Colombia-
pasiva del campesino a la colectiviza- Sólo queda un interrogante [dijo dólares —el 11% de la financiación
ción de la tierra y a la destrucción del Bowles] ¿cómo se darán estos cam- no de Reforma Agraria —Incora—. total de la Alianza—, del cual gran
concepto de la propiedad privada. bios? ¿A través de una revolución san- Poco después de su aprobación, el go- parte fue asignado a los proyectos del
Esta sola consideración nos lleva a grienta, o a través de una planeación bierno lanzó un programa de redistri- Incora. 47 Una variedad de ayuda
sugerir que la creación de más pe- democrática a largo plazo?." bución y colonización de la tierra y periférica, como el envío de más de
queños propietarios será la manera la construcción de caminos rurales de mil voluntarios de los Cuerpos de Paz
más efectiva c d afirmar y de preser- Los colombianos de ambos parti-
dos hicieron eco a la preocupación de penetración. Se dispuso de crédito estadounidenses para trabajar en pro-
var el sistema político que los parti- para la financiación de estos progra-
dos tradicionales colombianos han Bowles. "Si el próximo Congreso no yectos de desarrollo durante la déca-
suscrito con coherencia." consigue aprobar una reforma agra- mas, los cuales continuaron la tenden- da del sesenta, hizo parte también de
ria", dijo el Conservador Diego Tovar cia hacia la modernización agrícola y la contribución de Estados Unidos.
Lleras procedió luego a ordenar a Concha en julio de 1960, "la revolu- hacia la racionalización de las gran- La reforma agraria fue bien aco-
los invasores que ocupaban tierras pri- ción será inevitable"." Dos meses más des propiedades." gida en Colombia y en el extranjero.
vadas a retirarse de ellas o a enfren- tarde, en un discurso titulado "En me- Estados Unidos apoyó la reforma El economista norteamericano Albert
tar la expulsión por parte del ejército. dio de la incertidumbre nacional", Car- agraria en Colombia. En respuesta a O. Hirschman, quien se desempeñó
La propuesta de reforma agraria los Lleras Restrepo informó que, con la velada amenaza de Alberto Lleras, como asesor durante la elaboración
de Lleras pronto recibió un gran ím- el éxito de la Revolución Cubana, el según la cual, a menos de recibir ayu- conceptual de la reforma, escribió
petu de los acontecimientos que se comunismo ya no sería considerado da estadounidense, habría una "re- que, con la aprobación de la Ley 135,
desarrollaban en Cuba. La víspera de "como una cosa remota y extraña, volución de la pobreza" en toda la Colombia "vivía lo que seguramente
su mensaje de año nuevo, fuerzas imposible de llegar jamás a tener
guerrilleras al mando de Fidel Castro consecuencias en naciones como la
ocuparon La Habana, derrocando al nuestra"."
46 Entre las mejores exposiciones extensas sobre la reforma agraria se encuentran Bruce
M. Bagley, "Political Power, Public Policy and the State in Colombia", tesis doctoral inédi-
42 lbíd., p. 249. ta, Universidad de California, Los Ángeles, 1979; Ernest A. Duff, Agravian Reform in Colom-
43 New York Times, 20 de noviembre de 1959. bia, Nueva York, Praeger, 1968; A. O. Hirschman, Int qmdxr Towards Progress: Studies of Economy
44 Albert O. Hirschman, ourneys towards Pmgress: Studies of Economic Policy-Making in Latín America, Fblicy-Making in Latin America, Op. cit., pp. 131-213. Buenas exposiciones más breves son J. A.
Bejarano, Op. cit., pp. 301-310; P. Gilhodes, Op. cit., pp. 341-354.
Nueva York, Doubleday-Anchor, 1965, p. 193.
45 Carlos Lleras Restrepo, Hacia la restauración democrática y el cambio social. Nuevo testimonio sobre la 47 La exposición de lo anterior se encuentra en J. S. Randall, Hegemony and Interdependence.
política colombiana, vol. 2, 2.' ed., Bogotá, Argra, 1963, p. 280. Colombia and the United States since the Wars of Independence, Athens, University of Georgia Press,
1992, pp. 231-235.
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Lleras. En 1962, Laureano Gómez octubre de 1958, después de su bre-


son sus mejores momentos" . 48 Des- prevaleciente sobre la tenencia de la ve exilio en España. Los rojistas ata-
tierra. Los candidatos ospinistas fue- apoyó a Belisario Betancur para el
pués de aprobada, la reforma no sa- caron al Frente Nacional en todos sus
ron especialmente efectivos en atacar período presidencial 1962-1966. Los
tisfizo las expectativas que suscitó. Sin aspectos, y se presentaron como una
un nuevo impuesto propuesto para las seguidores del caudillo, sin embargo,
embargo, sus logros no fueron delez- alternativa democrática al pacto con-
grandes propiedades." Esta estrate- sufrieron una grave derrota frente a
nables. El Incora no sólo concedió venido por hombres que habían dado
gia dio resultados cuando los candi- los candidatos ospinistas en las elec-
eventualmente tierra, en su mayor a Colombia, entre otras cosas, la Vio-
datos ospinistas para el Congreso pre- ciones para el Congreso realizadas en
parte proveniente del dominio públi- lencia.
co, a cerca de doscientas cincuenta mil valecieron sobre los laureanistas en las marzo de 1962, permitiendo así que
los ospinistas candidatizaran a Gui- Alfonso López Michelsen lanzó su
familias, sino que también contribu- elecciones realizadas en marzo de Movimiento para la Recuperación Li-
yó a consolidar la posición de los pe- 1960. Al ver que su facción se encon- llermo León Valencia para la presi-
dencia. Esta derrota fue amarga para beral en 1959, el año en que falleció
queños propietarios del sector agra- traba súbitamente en minoría, Gómez López Pumarejo. Pronto cambió su
rio colombiano." rompió con el gobierno y pronto se Laureano Gómez, quien intentó en-
cararla de la mejor forma posible. nombre a Movimiento Revoluciona-
La controversia suscitada por la re- convirtió en una de los más duros crí- rio Liberal (MRL) y se esforzó por re-
forma agraria ocasionó el resurgimien- ticos de la reforma agraria. A fines de "Estoy como nuevo", le dijo a Arturo
crear el entusiasmo que había susci-
to de la facción conservadora ospinista. 1960, atacaba la reforma por ser Abella poco después;
tado la Revolución en Marcha de su
En la misma medida, eclipsó al Siento que me han quitado una carga padre." El joven López esperaba
[...] un documento mal redactado,
laureanismo. Como fundador del confuso x abstracto, que peca contra de ladrillos que tenía sobre los hom- emular los triunfos de su padre en
Frente Nacional y por el hecho de la hermenéutica de todo el derecho, bros. Yo no puedo "hacer" candida- 1934 cuando, siguiendo al régimen de
haber apoyado a su primer presidente mientras que esconde sus deficiencias tos presidenciales. Ahora estoy tran- poder compartido de Enrique Olaya
liberal, Laureano Gómez se vio obli- y perjuicio en su excesiva extensión"." quilo y ya tengo escogido mi palco de Herrera (1930-1934), el viejo López
gado a apoyar la iniciativa de refor- preferencia para el espectáculo que
vamos a presenciar."
logró ganar las elecciones de 1934 con
ma cuando Lleras la anunció. Aun- Entretanto, Alberto Lleras y su
una plataforma reformista.
que lo hizo sin entusiasmo, pidiendo principal lugarteniente en la lucha El MRL atrajo a los activistas li-
por la reforma, Carlos Lleras, nego- Las elecciones para el Congreso y
compensaciones previas por cual- berales que valoraban la defensa mi-
ciaron los puntos más delicados de la los comicios presidenciales realizados
quier propiedad que se tomara, las en 1962 en Colombia fueron extraor- litante de los principios y desprecia-
acciones de Gómez le permitieron a Ley con Mariano Ospina Pérez, cuyos ban las concesiones. Fue la voz de los
seguidores habían reemplazado a los dinarios porque se presentaron dos
Ospina Pérez asumir el mando de las grupos de candidatos que se oponían ideólogos liberales, así como el
fuerzas que se oponían a la reforma. de Gómez como la facción principal laureanismo lo fue de los conserva-
del conservatismo." fuertemente al Frente Nacional. Al-
Ospina procedió a encabezar el gru- dores radicales. Su enfoque ideoló-
El ocaso del laureanismo y el avan- fonso López Michelsen, hijo de López
po de agroindustriales, de grandes y gico de la política contribuye a expli-
ce del ospinismo se prolongaron du- Pumarejo, se candidatizó como una
pequeños propietarios que se oponían car la antigua amistad de Alfonso
rante el resto del gobierno de Alberto alternativa auténticamente liberal
a toda modificación de la legislación López Pumarejo y Laureano Gómez.
a quienes se habían comprometido a
entregar la presidencia cada cuatro Los dos hombres, opositores políticos
años a la minoría conservadora. El se- en casi todos los aspectos, fueron lo
48 Albert O. Hirschmandournoys towanis Progress: Studiss of Ecorwmy Polity-Making in LatinAmmica, bastante cercanos durante su juventud
Op. cit., p. 213. Hirschman dedicó su libro a Carlos Lleras Restrepo y al economista brasilero
gundo grupo estaba encabezado nada
menos que por Gustavo Rojas Pinilla. como para nombrarse mutuamente pa-
Cebo Furtado.
49 Argumento presentado por David Bushnell, Colombia, a Nalion in Spite of Itself Berkeley, Este había regresado a Colombia en drinos de sus primogénitos, Alfonso y
University of California Press, 1993, 233-235.
50 A. O. Hirschman,jounitys towants Progress: sudies of Ecmwmy Policy-Making in LatinAmerica, Op.
bhs-+ p. 184, señala que, aunque el impuesto no se hubiera aplicado a la mayoría de los
pequeños cultivadores de café, estos se opusieron a él por principio. 53 Dk S hdl on+ 27 de octubre de 1985.
51 El Siglo, 29 de noviembre de 1960. 54 Mauricio Botero Montoya, Dk MRL, Bogotá, Universidad Central, 1990, p. 246.
52 B. M. Bagley, Op. cit., pp. 169-171.
576 / La modernización en Colombia Una época de transición, 1957- 1965 / 577

Alvaro, quienes mantuvieron vivo el Congreso, López invocó "una revolu- lugar intermedio entre el Partido Li- conservadores que sencillamente no
estilo doctrinario de sus padres. ción para todos", denunciando a una beral y la guerrilla"." Y, por lo de- podían tolerar gobiernos de coalición.
El partido disidente de López Mi- clase dirigente que "encauza sus pro- más, un lugar transitorio. A fines de La dirigencia de la Anapo en sus
chelsen llegó a la cima de su popula- pios recursos a la adquisición de au- la década del sesenta, López había primeros tiempos provino primor-
ridad durante las elecciones de 1962, tomóviles de lujo, pieles, joyas y otra regresado al Partido Liberal, mien- dialmente de personas que habían
cuando obtuvo el 35% del voto liberal clase de gastos suntuarios"." tras que la línea dura del MRL conti- trabajado con Rojas Pinilla durante
para el Congreso —cerca del 20% del Después de alcanzar sus mayores nuaba apoyando un auténtico cambio su presidencia. Un momento impor-
total—. López había esperado enfren- éxitos en 1962, el MRL pasó a un in- revolucionario." tante de sus primeros años fue 1960,
tarse a Guillermo León Valencia en evitable declive; inevitable, porque la El Frente Nacional no sólo inten- cuando Gilberto Alzate Avendaño
la contienda presidencial, pero el comprensión que tenía López Michel- sificó el faccionalismo dentro de los murió súbitamente de complicaciones
presidente saliente, Lleras Camargo, sen de la palabra "revolución" se con- partidos políticos tradicionales, sino derivadas de su glotonería." Hasta
se lo impidió. Lleras se vio en la eno- traponía seriamente a la de sus co- que estimuló también la creación de entonces, el político caldense había
josa posición de prohibir que el nom- legas más radicales. En el mejor de terceros partidos. El más importan- encabezado su propia facción conser-
bre de López se imprimiera en los los casos, López era un socialdemó- te de ellos fue el encabezado por Gus- vadora conocida como alzatismo. Al-
votos para la presidencia. crata comprometido con la reducción tavo Rojas Pinillá. El movimiento de zate fue, desde luego, la persona que
El MRL fue el vocero político de de las desigualdades sociales. No te- Rojas era, en algunos aspectos, la con- mayor responsabilidad tuvo en llevar
los militantes políticos de izquierda. nía intenciones de oponerse al siste- traparte de aquel que encabezaba a Rojas Pinilla al poder en 1953. Por
Evocó hábilmente el éxito de Fidel ma capitalista al que su familia debía López Michelsen. Sus candidatos en consiguiente, cuando murió, muchos
Castro con lemas como "Pasajeros de su surgimiento de una relativa oscu- 1962 para las elecciones del Congreso de sus seguidores ingresaron a las fi-
la revolución, favor pasar a bordo". ridad en menos de un siglo. Desde se presentaron como miembros del las del rojismo.
López Michelsen alió a su movimien- marzo de 1961, el ala radical del MRL ala rojista del conservatismo. En esta El aspecto en que la Anapo dife-
to con el Partido Comunista, y pro- había proclamado que el partido no condición, eligieron dos senadores y ría radicalmente del MRL de López
clamó su solidaridad con todos los podía representar simultáneamente seis representantes, obteniendo el Michelsen era en su populismo. Ro-
otros grupos excluidos de la partici- "los intereses de dases capitalistas y 3,4% del voto popular.6' El general jas Pinilla proponía lo que él mismo
pación política por "las tácticas ma- terratenientes del país"." Un año más había llamado a su partido inicial- llamaba la "dialéctica de la panela",
cartistas" del Frente Nacional." En tarde, la línea dura del MRL envió al mente Alianza Nacional Popular Ca- queriendo decir con esto que cuando
su Plan de Enero de 1960, López y Congreso al comunista y activista agra- tólica, pero eventualmente se deci- subían los precios de los artículos bá-
sus seguidores suscribieron la comple- rio Juan de la Cruz Varela. López dió por Alianza Nacional Popular o sicos como la panela, agregando
ta nacionalización de los recursos del Michelsen protestó, negándose a com- Anapo. Durante sus primeros años, nuevas cargas a los pobres, el apoyo a
país y una reforma agraria que no se partir el liderazgo del partido con un la Anapo fue la vocera de aquellos su partido aumentaba. Su "Primera
viera entrabada por compromisos izquierdista de Sumapaz. La división
políticos. La plataforma incluía un sa- que produjo su acción subrayó el he-
ludo especial a Fidel Castro, "Gran cho de que el MRL era, en palabras 59 M. Botero Montoya, Op. cit., p. 188.
Capitán de la Revolución Cubana".56 de uno de los historiadores de este 60 Ibíd., p. 188. Uno de los muchos jóvenes que ingresaron a la política a través del movimiento
Durantelcmpñd1960arel movimiento, Mauricio Botero, "un de López y que luego se convirtió en revolucionario activo fue Jaime Bateman, fundador
del M-19 a comienzos de la década del setenta. Véase Patricia Lara, Siembra vientos y
recogerás tempestades. La historia del M-19, sus protagonistas y sus destinos, Bogotá, Planeta, 1986,
pp. 85-88.
61 César Augusto Ayala Diago, "Los orígenes del anapismo como variante colombiana del
55 »íd., p. 225. populismo, 1959-1965", en: Fabio López, comp., Ensayo sobre cultura política colombiana, Bogo-
56 El Plan de Enero se discute en Gustavo Gallón Giraldo, Entre movimientos y caudillos. 51) años tá, CINEP, 1990, p. 38.
de bipartidismo, izquierda y alternativas populares en Colombia, Bogotá. CINEP, 1989, pp. 73-74. 62 En palabras de su biógrafo, Alvaro Salom Becerra, Un ocaso en el cenit: Gilberto Alzate Avendaño,
57 Alfonso López Michelsen, Colombia en la hora cero, Bogotá, Tercer Mundo, 1963, p. 284. Bogotá, Tercer Mundo, 1985, p. 73, a pesar de sus continuos problemas gástricos, "esa
58 G. Gallón Giraldo, Op. cit., p. 74. invencible glotonería suya fue más fuerte que el dolor".
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plataforma anapista", revelada a fines en enero de 1962. Hubo otro golpe desprovistas de todo concepto de hu- Termina la Violencia, sigue
de 1961, prometió cambios sumamen- fallido más, contra Guillermo León manidad, que no saben nada de la el conflicto armado
te atractivos para los colombianos po- Valencia, a comienzos de 1963. virtud y alejadas de los más elementa-
Estas repetidas sublevaciones na- les principios de la moralidad social. La Violencia en Colombia tuvo su fase
bres: empleos bien remunerados, edu-
cación primaria y secundaria gratuita, cieron de la creencia rojista de que Quienes se encontraban detrás del final y más perversa durante los pri-
servicios médicos económicos y me- el gobierno estaba persiguiendo a su complot tenían meros años del Frente Nacional.
dicinas gratuitas, reforma urbana y líder. Cuando Rojas regresó a Colom- Cuando se posesionó Valencia, a me-
precios razonables de vivienda para las bia, en octubre de 1958, fue puesto [...] mentes impregnadas de crimen, diados de 1962, grupos de bandoleros
clases medias y bajas. Enfatizando en bajo arresto domiciliario y juzgado supurando jugos pestilentes y virus continuaban asesinando indefensos
por mala conducta en el cargo tres malos y perversos, alimentadas con campesinos y emboscaban patrullas del
su carácter de coalición, el de una la terrible podredumbre del odio, de
"alianza" que unía a los pobres, con meses más tarde. Fue hallado culpa- la intransigencia y de la estupidez.66
ejército y de la policía a voluntad. La
independencia de su filiación partidis- ble por el Senado colombiano y des- mayoría de los grupos armados eran
ta tradicional, la Anapo se convirtió en pojado de su pensión y honores mili- El anapismo abandonó pronto el pequeños, compuestos por diez o
lo que César Ayala ha llamado "un tares, junto con el derecho a votar y a golpe de Estado como vía al poder, e doce hombres, y casi todos se recla-
Frente Nacional para las clases depri- ocupar cargos públicos. Luego fue hizo sentir su voz más bien a través maban miembros de uno de los dos
midas", que ofrecía una alternativa sometido a arresto domiciliario mo- de los canales democráticos. Las elec- partidos tradicionales. La mayor par-
política a amplios sectores sociales dificado hasta mediados de 1960." ciones para el Congreso en 1962 se- te de los bandoleros eran campesi-
que carecían de espacio político y esta- Los intentos del gobierno por ha- ñalaron el comienzo del éxito de la nos jóvenes y analfabetas, atraídos a
ban descontentos con la nueva estruc- cer un caso ejemplar de Rojas Pinilla Anapo. El movimiento de Rojas Pinilla la vida del bandolerismo por las emo-
tura de poder establecida a fines de la se vieron frustrados y fueron luego habría de aumentar su popularidad ciones que despertaba y las fáciles ga-
década del cincuenta." utilizados en su contra. Los seguido- durante la década del sesenta, lle- nancias que producía."
En un primer momento, los ana- res del general utilizaron el juicio co- gando finalmente casi a derrocar al Numerosos factores se conjugaron
pistas creyeron que podrían llegar al mo un foro para atacar al Frente Na- Frente Nacional." para alimentar la difusa Violencia tar-
poder a través de un golpe militar. cional y a sus creadores. Fueron Sin embargo, ni la Anapo de Ro- día. Durante la época en la que pre-
Rojas Pinilla, después de todo, había especialmente críticos de Laureano jas Pinilla, ni el MRL de López Mi- sidió el gobierno nacional, Alberto
sido destituido del poder a través de Gómez, a quien acusaron de ser el chelsen pusieron gravemente en pe- Lleras no utilizó al ejército para per-
un golpe. Sus seguidores dentro del autor de la Violencia." Gómez, por ligro al Frente Nacional en 1962. seguir a los grupos de bandoleros con
ejército intentaron actuar en contra su parte, no midió sus palabras al ha- Guillermo León Valencia fue elegido vigor. Su temor era que un enfoque
de la Junta de Gobierno en noviem- blar de los rojistas. En un discurso presidente el 6 de mayo de aquel año. semejante sencillamente empeoraría
bre de 1957 y de nuevo en mayo de radial, en diciembre de 1958, descri- Su posesión fue uno de los principa- los combates. Se contentó entonces con
1958. Los rojistas trataron de derro- bió uno de sus intentos de golpe como les logros de aquel acuerdo único para fortalecer los puestos militares en
car a Lleras Camargo en dos ocasio- compartir el poder en Colombia. aquellas regiones donde continuaba
nes después de su posesión, la pri- monstruoso, horrible y revelador
mera en diciembre de 1958 y luego de mentes enfermas y criminales,
66 Dk Rhf kn+ 4 de diciembre de 1958.
67 Pudo hacerlo en las elecciones presidenciales de 1970, las que muchos consideraron que
había ganado Rojas, pero frustradas por fraude electoral de parte del presidente sa-
63 C. A. Ayala Diago, Op. cit., p. 32. liente, Carlos Iteras Restrepo.
64 Las transcripciones del juicio fueron publicadas por el gobierno en: Colombia, Senado, 68 Víctor A. Delgado Mallarino, "El delito sexual y la violencia", Qduhrs` cd k` r Et dqy` r @l ` c` r+
Dk oqnbdrn bnmsq` F t rs` un Qni` r Pinilla ante el B nmf qdrn cd B nknl ah` + 3 vol., Bogotá, Imprenta 1(3), ago., 1960, pp. 609-613, encontró que la edad promedio de los violentos estaba
Nacional, 1960. Rojas publicó su versión de lo que había sucedido durante su juicio en entre dieciocho y veinticinco años. La mayor parte de ellos era analfabetas. Jaime Arocha,
La Uhnkdmbh` dm d 0 P t hmcÊn- DeklIninantis dbnkÏ f hb` r x dbnmÏ l hb` r cdk gnl hbhchn dm un municipio
b` ehbt ksnm
Qni` r Ehmhkk` ` msd dk Rdm` cn+ Bogotá, Excelsion 1959.
65 Véase, por ejemplo, Daniel Valois Arce, Dmit hbh` l hdmsn cd K` t qd` mn F Ï l dy+ Bogotá, Pérez y Bogotá, Tercer Mundo, 1979, p. 24, encontró que la mayoría de los bandoleros eran
Díaz, 1959. pobres, no poseían tierra y trabajaban en las épocas de recolección del café.
580 / La modernización en Colombia Una época de transición, 1957 1965 / 581
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la Violencia, mientras que intentaba y asesinaban civiles, invariablemente los últimos tiempos de la Violencia, y derramamiento de sangre—. Esta apa-
poner en práctica aproximaciones tenían por objetivo a liberales. Los ban- que abarcaba gran parte de la zona rente paradoja se explica por el he-
pacíficas a la crisis. Una consecuen- doleros liberales, de forma análoga, cafetera, recibían café y otros artícu- cho de que la mayoría de los bando-
cia indeseada de su política fue con- actuaban casi exclusivamente contra los robados de parte de los violentos. leros liberales de la Violencia tardía
vencer a algunos de que el ejército los conservadores. Como los vecinda- La Violencia asolaba por lo general a proclamaban su lealtad tanto al divi-
en realidad actuaba en complicidad rios rurales, y muchas veces municipios la región durante las cosechas semes- sionista MRL como a los políticos lo-
con los bandidos. Era una inferencia enteros, tendían a ser de predominio trales de café, cuando se robaba a cales vinculados con este movimien-
fácil cuando asesinos como Sangrenegra liberal o conservador, la gente que ha- menudo este producto de haciendas to. Sánchez y Meertems, autores del
provocaban a los militares con notas bitaba en ellos con frecuencia ayuda- cuyos propietarios estaban demasia- mejor libro acerca de los bandoleros
enviadas a sus puestos desde las mon- ba a las personas por fuera de la ley y sus aliados políticos, afirman que,
do atemorizados para impedirlo."
tañas vecinas. Una de ellas decía: con quienes compartían su filiación
Los comerciantes locales y otros pe- en Tolima, Pedro Brincos, Desquite y otros,
política. En zonas de fuerte Violencia,
Carabineros de Murillo: los saluda su queños capitalistas adquirían estas [...] militaban [...] a la sombra del
los habitantes locales desempeñaban
amigo Sangrenegra quien los invita a haciendas a precios de ocasión, a me- MRL, que había copado el espacio de-
a menudo un papel activo en animar
la cuchilla de Requintaderos para un nudo a las viudas de las víctimas de la jado por los gamonales tradicionales
ensayo. Llévense unos 150 compañe-
a las fuerzas irregulares a las que
consideraban sus protectores. Esta di- Violencia. Así, una clase entera de y que, a nivel local y nacional, daba
ros a ver si charlamos. Los espero nuevos ricos ingresó a la estructura cabida a las más diversas interpreta-
para probar su valor a ver qué tan námica se hizo evidente cuando, des- ciones de su discurso revolucionario."
pués de la masacre de doce campesi- social en lugares como Quindío du-
guapos son?*
nos conservadores en las tierras altas rante los años de la Violencia tardía. Carlos Miguel Ortiz señala que, en
A fines de la década del cincuenta de Tolima, el 17 de octubre de 1959, Carlos Miguel Ortiz escribe que quie- Quindío, su filiación al MRL sirvió
y comienzos de la del sesenta, los ha- los conservadores que vivían en el nes eran ricos antes de la Violencia tanto a los bandoleros como a las élites
bitantes de Tolima y de Caldas roga- pueblo vecino de Santa Isabel envia- siguieron siéndolo después, pero tam- políticas, especialmente en aquellos
ron al gobierno que golpeara con fuer- ron al bandolero Cabo Yate a que ma- bién muchas personas de origen hu- municipios donde "no se habían sal-
za a los grupos de bandoleros, pero tara doce liberales cerca al Alto del milde ganaron prominencia social dado viejas cuentas" cuando comen-
sus ruegos fueron inútiles. Así, un dia- Oso. Esto llevó a los líderes cívicos durante ella." zó el Frente Nacional." Por su parte,
rio de Ibagué publicó lo que tituló en el pueblo liberal de El Líbano a Un aspecto especialmente irritan- los bandoleros utilizaron su alianza
"Una imagen realista del Tolima" a pedir protección de los famosos ban- te de la Violencia tardía fue la decla- con el MRL como una pantalla con-
mediados de 1959. Mostraba a dos doleros liberales, Roberto González ración de los violentos de que esta- veniente. De esta manera, bandole-
hombres contemplando una tumba (Pedro Brincos) y William Aranguren ban luchando en nombre del Partido ros oportunistas como Sangrenegra pa
abierta." (Desquite)." Liberal —en un momento en el que dían luchar contra el ejército mientras
Un conjunto de factores locales ali- La simple codicia y el deseo de los liberales que apoyaban al Frente cacareaban, "iViva el MRL y sus cam-
mentaron la Violencia tardía en Co- aprovecharse a costa de otros fueron Nacional luchaban por combatir el pañas!"."
lombia. El simple temor era una po- fuentes importantes de la Violencia
derosa fuerza de motivación. Cuando tardía en Colombia. Personas que ha- 72 Entrevista personal con Rafael Parga Cortés, Ibagué, Tolima, 24 de marzo de 1971; J.
los bandoleros conservadores asaltaban bitaban en toda la región afectada por Arocha, Op. a., pp. 190-193.
73 Carlos Miguel Ortiz Sarmiento, "The 'Business of the Violence': The Quindío in the 1950s
and 1960s", en: Charles Bergquist et al. Violente in Colombia. The C,onterriporary Crisis in Historical
,

itrspective, Wilmington, Delaware, Scholarly Resources, 1992, p. 151. Quindío se convirtió


69 G. Guzmán, Op. cit., p. 409.
en departamento en 1966. Su historia se narra en Alberto Bermúdez, Historia de un pueblo
70 Tribuna, 3 de septiembre de 1959.
rebelde. El Quindío; de la conquista al departamento, Armenia, Universidad del Quindío, 1992.
71 G. Sánchez y D. Meertens, Op. cit., p. 126. Los nombres, ocupación y género de las 74 G. Sánchez y D. Meertens, Op. bhs-+ p. 130.
víctimas de las masacres del 17 y del 18 de octubre aparecen en J. D. Henderson, Op. bhs-+ 75 Carlos Miguel Ortiz Sarmiento, "Las guerrillas liberales de los años 50 y 60 en el Quindío",
pp. 260-263. La misma fuente describe la tormentosa historia política de Santa Isabel y Anuario colombiano de historia social y de la cultura, (12), 1984, p. 142, nota 77.
El Líbano, pp. 153-180. 76 G. Guzmán, Op. bhs-+ p. 409.
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grupo de bandoleros a organizar sus En promedio murieron allí una doce-


Los factores ecológicos desempe- pués de 1948. 78 Varios días después,
depredaciones en el norte de este de- na de personas cada mes entre 1957 y
ñaron un papel crucial al permitir el joven dejó la finca de su madre para
partamento. Pronto el grupo regresó 1964, muchas de ellas en homicidios
que la Violencia tardía floreciera en seguir la cosecha de café cerca de Se-
a Tolima, donde se especializó en se- múltiples, como el cometido en el Alto
la Cordillera Central. Escarpada y lle- villa en el norte del Valle. Allí se unió
cuestrar motocicletas. En abril de 1957, del Oso. Los líderes locales se reunían
na de bosques, con enormes exten- a unos compañeros que le enseñaron
Aranguren y ocho personas más fue- esporádicamente para discutir mane-
siones inexploradas en sus puntos más a fumar marihuana y a disfrutar de
ron arrestadas después de asesinar al ras de reducir el derramamiento de
altos, la mayor parte de la región si- las atracciones disponibles para los jó-
conductor de un camión de la Com- sangre. A una de estas reuniones, rea-
tuada a menos de tres mil metros, venes vagabundos con dinero para
pañía Colombiana de Tabaco y de ro- lizada a comienzos de 1961, asistió el
estaba densamente poblada de aldeas gastar. Como lo recordaba la herma-
na de Aranguren, el joven se convir- bar el dinero de la nómina. Fue juz- bandolero Odcqn Aqhmbnr+ confidente de
y haciendas. Los grupos fuera de la
ley tenían fácil acceso a abrigo y su- tió en un irresponsable que dormía gado, condenado y enviado a Bogotá Cdrpt hsd-!
hasta el mediodía cuando estaba en a la cárcel La Picota.'" Mientras estu- A fines de 1961, Cdrpt hsd era el ban-
ministros, así como la capacidad de dolero más famoso de El Líbano. Or-
perderse en las montañas cuando casa, filmaba marihuana con sus pri- vo allí, le leyeron pasajes del libro K` r
f t dqqhkk` r cdk Kk` mn+ de Eduardo Franco ganizó una banda que llegó a contar
eran perseguidos por el ejército o por mos y nunca escuchaba los consejos de
Isaza, y una colección de discursos de con sesenta y cinco hombres, y recibió
la policía. La Cordillera Central te- los demás. Por esta razón, los miem-
Jorge Eliécer Gaitán. Así se elevó su apoyo en dinero de los terratenientes
nía la ventaja adicional de dominar bros de su familia le dieron el apodo
conciencia política. Poco después es- liberales, quienes lo consideraban su
el rico y densamente poblado valle del de Dk N qdiÏ m-!
capó de La Picota durante una suble- seguro contra los bandoleros conser-
Magdalena hacia el oriente y el valle Aranguren estaba obsesionado por
vación de prisioneros el 10 de mayo vadores. Su creciente éxito lo llevó,
del río Cauca hacia el occidente. Todo encontrar y matar al asesino de su
padre, un hombre llamado Ovidio de 1957. Regresó a Tolima donde se junto con Odcqn Aqhmbnr x R` mf qdmsf q` + a
esto, conjugado con la ausencia casi organizar uno de los actos más auda-
total de carreteras y la escasa presen- Hinojosa. Finalmente descubrió dón- unió ala banda de Chispas. Pero un des-
acuerdo lo llevó al norte del departa- ces de la Violencia. El 12 de abril de
cia del Estado en la región, hizo de de vivía. Armado con una pistola y un
mento, al municipio de El Líbano, 1962, emboscaron y aniquilaron una
la Cordillera Central un refugio para machete, y acompañado por sus pri-
donde estaban refugiados R` mf qdmdf q` + patrulla del ejército que viajaba por
los bandoleros durante los últimos mos, Dk N qdiÏ m se dirigió a la casa de
Odcqn Aqhmbnr x S ` qy‘ m (Noel Lombana la carretera entre El Líbano y Santa
años de la Violencia." Hinojosa, lo hizo salir y lo asesinó. En
Osorio). Para entonces, Aranguren ya Teresa. "El incidente del Taburete",
La compleja lógica de la Violencia el frenesí del momento, Aranguren y
había adquirido su propio nombre de como llegó a ser conocido, constituyó
tardía en Colombia puede apreciarse sus familiares asesinaron también a
a` s` kk` + Cdrpt hsd- Se instaló cerca de la una vívida prueba de la fuerza de los
en las narraciones de los mismos ban- la esposa de Hinojosa y a sus hijos.
vereda Santa Teresa, donde vivió con bandoleros en el norte de Tolima, y
doleros, hombres como William Aran- "Hoy se me enredó la pita", dijo Aran-
Rosalba Velásquez, cuyo padre era del fracaso del Frente Nacional en
guren 'Cdrpt hsd(- Nacido en una familia guren más tarde a sus primos. "De
propietario de una finca cafetera en poner fin a la Violencia. Este hecho
de terratenientes en Rovira, Tolima, ahora en adelante, mi destino es el
la región." fue transmitido a Guillermo León Va-
en 1936, Aranguren vio cómo un con- monten."
Cdrpt hsd se trasladó a El Líbano pre- lencia a comienzos de 1963, cuando
servador asesinó a su padre durante El joven violento huyó al Valle don-
cisamente cuando este municipio en- los habitantes de El Líbano le escri-
la Violencia que asoló a Rovira des- de cada cierto tiempo ayudaba a un
tró en la peor época de la Violencia." bieron amenazando con encargar a

77 Carlos Miguel Ortiz Sarmiento, Drs` cn x rt audqrhÏ m dm B nknl ah` + Bogotá, CEREC, 1985, argu- 81 El recuento del crimen, el arresto y el juicio posterior se encuentran en S qhat m` + 14 y 22
menta que la precariedad histórica del control del Estado sobre gran parte del territo-
rio nacional en Colombia fue lo que hizo posible la Violencia. de abril de 1957.
82 P. C. Téllez, N o- bhs-+ pp. 159-168.
78 Otro famoso bandolero, B ghro` r+ también oriundo de Rovira, sufrió traumas similares. 83 Exceptuando, desde luego, la operación militar de abril de 1952, en la que cerca de mil
Presenció la violación de una prima por la policía en 1949. quinientos habitantes de la vereda Santa Teresa y sus alrededores perdieron la vida.
79 Pedro Claver Téllez, B qÏ mhb` r cd k` uhc` a` mcnkdq` + Bogotá, Planeta, 1987, p. 156. 84 G. Sánchez y D. Meertens, Op. cit., p. 126.
80 HaÊc-+ p. 158.
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Cdrpt hsd de pacificar el municipio a Para mediados del año, unidades es- aquel año, un joven campesino lo en- pacificación, en 1962, no lo hizo en
menos que el batallón del ejército ra- pecialmente entrenadas perseguían contró en una cabaña abandonada. Colombia, sino en una reunión que
dicado allí lo hiciera prontamente." en caliente a Cdrpt hsd+ R` mf qdmdf q` x ` k Cdrpt hsd le pidió que le trajera bate- sostuvieron los líderes estadouniden-
La carta del 8 de enero de 1963 resto de los líderes. El ejército esta- rías para su radio; el campesino lo ses y latinoamericanos en Fort Gulick,
fue un duro enjuiciamiento de la in- bleció una base especial en la meseta delató a las autoridades. En menos en la zona del Canal de Panamá. Du-
capacidad del gobierno para mante- de Venadillo, un municipio cuya fron- de una hora, se vio rodeado por una rante los dos años anteriores, Colom-
ner el control de su territorio con la tera occidental limitaba con El Líba- unidad del ejército y fue muerto a bia y Estados Unidos habían realiza-
ayuda de las Fuerzas Armadas. Pero no, donde había vivido Cdrpt hsd duran- balazos. Su cuerpo fue llevado enton- do maniobras militares conjuntas y se
fue escrita en el momento en que co- te cinco años. Expulsado de los lugares ces en un helicóptero a El Líbano, San- habían reunido en numerosas ocasio-
menzaba a desenvolverse un ambicio- que frecuentaba, el bandolero huyó ta Teresa y otros pueblos del norte de nes a través de una organización lla-
so plan para terminar con la Violen- hacia el norte, al altiplano entre Tolima, donde se lo expuso durante mada Conferencia de Ejércitos Ame-
cia. Conocido en general como Plan Tolima y Caldas. Se detuvo el 15 de algún tiempo en las plazas de los pue- ricanos."
Lazo, la estrategia fue desarrollada agosto para bloquear el camino en- blos para que todos lo vieran. El ejér- La segunda fase del Plan Lazo im-
principalmente por el ejército. Y te- tre los pueblos La Italia y Marquetalia, cito quería que no hubiese duda acer- plicó una serie de actividades encu-
nía como centro a Tolima, específi- en Caldas. Luego asesinó a treinta y ca del hecho ni de las circunstancias biertas y psicológicas. Se realizaron
camente el norte del departamento. nueve conservadores indefensos y de su muerte. estudios de los violentos líderes y de
El Plan Lazo tenía dimensiones continuó hacia el este, hacia el río La mayoría de los bandoleros más sus seguidores, se enviaron agentes
tanto políticas como militares. Su as- Magdalena, ocultándose en un para- famosos cayeron a manos del ejército encubiertos a infiltrarse en sus ban-
pecto político estaba dirigido a obte- je rocoso e inhabitado al sur de Fa- entre 1963 y 1965, gracias a la soli- das y se disfrazaron soldados de vio-
ner el apoyo del político liberal más llan. Pensando que lo tenía acorrala- dez del programa militar organizado lentos para sembrar confusión entre
importante de Tolima, Alfonso Jara- do, el ejército pidió apoyo aéreo, un contra ellos y a la efectividad de su ellos y los civiles. Entre tanto, miem-
millo Salazar. De esta manera, se ganó helicóptero recientemente llegado de ejecución. El Plan Lazo estaba com- bros del ejército circulaban entre la
la confianza de la mayor parte de la Estados Unidos. No obstante, Cdrpt hsd puesto por cinco fases. La primera fue población civil convenciéndola de que
población liberal del departamento evadió a sus perseguidores, queján- su conceptualización inicial, adelan- su único objetivo era llevar la paz a
cuando Jaramillo aceptó el plan del dose luego de que no era correcto tada tanto en el contexto nacional las zonas asoladas por la Violencia."
gobierno contra la Violencia. A me- "que el presidente Kennedy de Esta- como en el interamericano. El éxito Los militares ofrecieron recompensas
diados de 1962, Jaramillo fue nom- dos Unidos, a cambio de mandar di- de Fidel Castro a fines de 1958 inten- por información que los llevara a la
brado gobernador de Tolima. Los nero para los pobres, hubiera man- sificó en gran medida el interés por captura de los violentos. También el
bandoleros locales perdieron así una dado helicópteros militares"." las técnicas de contrainsurgencia en lenguaje simbólico tuvo un lugar en
parte importante del apoyo regional. Sin embargo, a Cdrpt hsd no le que- toda América Latina. Así, cuando el el Plan Lazo. Cuando caían bandole-
Entretanto, el ministro de guerra de daba mucho tiempo de vida. Dejó de general Ruiz Novoa reveló su plan de ros famosos, sus cuerpos eran atados
Valencia, Alberto Ruiz Novoa, puso en recibir el apoyo local, era acosado por
práctica el componente militar del el ejército y condenado por sus exce-
Plan Lazo. Durante la primera mi- sos tanto por liberales como por con- 87 Información adicional sobre la cooperación militar entre Colombia y Estados Unidos se
tad de 1963, el ejército inició una servadores. Cdrpt hsd se ocultó en las encuentra en Alvaro Valencia Tovar, Testimonio de una época, op. cit., 1992, pp. 409-420, 421-
agresiva campaña contra los bando- montañas cercanas a Venadillo a co- 447; Gonzalo Bermúdez Rossi, El poder militar en Colombia, de la Colonia al Frente Nacional, Bogotá,
leros en toda la Cordillera Central. mienzos de 1964. El 18 de marzo de Americana Latina, 1982, pp. 123-125; James Daniel, Rural Violente in Colombia sine 1946,
Princeton, Princeton University Press, 1965, 129; Russell W. Ramsey, "Internal Defense in
the 1980s: the Colombian Model", Comparative Strategy, 4(4), 1984, pp. 356-362.
88 G. Bermúdez Rossi, Op. cit., p. 134, hace énfasis sobre la efectividad del programa de
guerra psicológica y de engaño establecido por el ejército. Evelio Buitrago Salazar,
85 Ibid., pp. 126, 143.
Zarpazo the Bandit. Memoirs oían Undercover Agent of the Colombian Army, Russell W. Ramsey, ed.,
86 Dario Fajardo, Violencia y desarrollo. Transformaciones sociales en tres regiones cafeteras del Tolima, traducción de Murray Lasley, Tuscaloosa, University of Alabama Press, 1977, es la narra-
1936-1970, Bogotá, Fondo Editorial Suramericana, 1979, p. 202. ción autobiográfica de un soldado que se infiltró en varias cuadrillas de bandoleros.
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a puntales suspendidos debajo de los La cuarta y última fase del Plan recibió ayuda externa militar y social, ros años en el poder, Castro había aco-
helicópteros y llevados de un pueblo a Lazo consistía en un período de tiem- gran parte de ella bajo los auspicios gido a visitantes colombianos, la ma-
otro para exponerlos públicamente. po dedicado al trabajo social y a la de la Alianza para el Progreso norte- yor parte de los cuales eran críticos
Desde abajo, los helicópteros se aseme- reconstrucción de las antiguas zonas americana. Significativa ayuda adicio- vehementes, incluso violentos, del
jaban a aves de presa que aferraran de Violencia. El programa del ejérci- nal fue canalizada hacia la Colombia Frente Nacional. Entre ellos se encon-
indefensas criaturas en sus garras." to, llamado Acción Cívico-Militar, con- rural durante la década del sesenta a traron líderes del movimiento de
La tercera fase del Plan Lazo con- templaba aspectos tan variados co- través de organizaciones caritativas López MiChelsen, el MRL, y Antonio
sistía en montar bases especiales como mo la construcción de carreteras, la católicas y el programa internacional Larrota, fundador del movimiento
la del norte de Tolima, desde la cual vigilancia armada, y la enseñanza de conocido como CARE." revolucionario MOEC. Larrota, cuya
se persiguió con éxito a Desquite. Este la lectura y la escritura. Otras ramas El Plan Lazo recibió una gran mo- organización había sido denunciada
campamento, y otros similares, servían del gobierno se unieron a este esfuer- tivación de la Guerra Fría. Las rela- por el Partido Comunista Colombia-
como bases para entrenar y enviar zo. El Incora adelantó programas de ciones entre Colombia y Cuba se en- no como extremista y anarquista, vi-
unidades antiinsurgencia que mata- redistribución de tierras y de reasen- friaron rápidamente a medida que vió en Cuba desde mediados de 1959
ron sistemáticamente a la mayoría de tamientos en las regiones más afecta- Fidel Castro avanzaba hacia la iz- hasta mediados de 1961. Cuando re- .
los bandoleros famosos de la Violen- das, y la Caja Agraria suministró prés- quierda después de 1959 y adoptaba gresó al país, viajó a Cauca donde se
cia tardía, entre 1963 y 1964. Los vio- tamos para los campesinos que una actitud hostil a fines del 1961, unió al bandolero liberal Adán de Je-
lentos eran emboscados, en algunos habitaban en ellas. Un programa de cuando Alberto Lleras Camargo se sús Aguirre (El Águila), quien pronto
casos, cuando llegaban a recibir el autoayuda comunitaria conocido como preparaba para recibir una visita de lo asesinó para cobrar la recompensa
dinero proveniente de las extorsio- Acción Comunal, organizado duran- Estado del presidente de Estados ofrecida por el gobierno por la cap-
nes a los campesinos; en otros, cuan- te la presidencia de Lleras Camargo, Unidos, John F. Kennedy, acompaña- tura de Larrota."
do viajaban desprevenidos por los ca- fue fuertemente promovido como do por su esposa. Dos semanas antes Los miembros del MOEC corrie-
minos y trochas de la montaña. Fue mecanismo para ayudar a que los cam- de la visita de Kennedy del 17 de di- ron con relativa mejor suerte en los
una campaña brutal y efectiva, ade- pesinos trabajaran conjuntamente por ciembre, Fidel Castro proclamó su fi- Llanos Orientales. En 1961, Ramón
lantada contra un enemigo inmise- el bien común y, a la vez, reforzó la liación al marxismo-leninismo. Una Larrota, hermano de Antonio, el mé-
ricorde." presencia del Estado en el campo. 9' Se semana más tarde, el 9 de diciembre dico anarquista Tulio Bayer y el ex
de 1961, Colombia rompió relaciones guerrillero liberal Rosendo Colmena-
diplomáticas con Cuba. Lleras Camar- res, lanzaron un movimiento revo-
89 Entrevista personal con Alberto Gómez Botero, El Líbano, Tolima, 4 de marzo de 1971. go explicó que esta medida se debía lucionario en el remoto pueblo de Santa
90 Alberto Gómez Botero, oriundo de El Líbano, Tolima, describe el terror que sentía a los intentos de Castro por derrocar Rita, ubicado en la ribera del río Vi-
mientras cabalgaba en medio de una de estas emboscadas, cuando se dirigía a su finca chada. El ejército acabó fácilmente con
cafetera a comienzos de 1964. Gómez Botero dice que no sólo se le pusieron los pelos de al gobierno colombiano."
punta, sino que incluso llegaron a levantar el sombrero que llevaba. Entrevista personal Los temores de Lleras tenían sóli- esta sublevación en octubre de 1961,
con Alberto Gómez Botero, 4 de marzo de 1971. A. Valencia Tovar, Op. cit., p. 413, ofrece dos fundamentos. Durante sus prime- y arrestó a Bayer y a Colmenares.
escalofriantes descripciones del asesinato de B ghro` r en una emboscada en Quindío el 22
de enero de 1963.
Otros líderes bandoleros que murieron durante esta campaña contra los violentos fue-
ron Odcqn Aqhmbnr (1963), Sangrenegra (1964) y Efraín González (1965). Sobre la espectacular 92 Información adicional sobre esta ayuda aparece en Fernando Cepeda Ulloa y Rodrigo
muerte de Efraín González, considerado por muchos como el último de los tristemente Pardo García-Peña, "La política exterior colombiana, 1964-1974", en: Álvaro Tirado Mejía,
famosos bandoleros, véase J. Tito Alba, Uhc` + bnmedrhÏ m x l t dqsd cd Deq` Êm F nmy‘ kdy+ 2.' ed., ed., Mt du` historia cd Bnknl ah` + vol. 3, Bogotá, Planeta, 1989, pp. 29-54; Francisco Leal Buitrago,
Bogotá, Tipografia Bermúdez, 1971, y P. C. Téllez, Op. a., pp. 112-119. "Surgimiento, auge y crisis de la doctrina de seguridad nacional en América Latina y
Las masacres perpetradas por los bandoleros del Tolima y su manera característica de Colombia", Análisis onkÊshbn+ (15), Bogotá, Tercer Mundo, ene.-abr., 1992, pp. 6-34.
mutilar a sus víctimas se discuten en Marfa Victoria Uribe Alarcón, L ` s` q+ qdl ` s` q x bnmsq` l ` s` q9 93 El discurso en el que anuncia el rompimiento se encuentra en A. Lleras Camargo, Dk
K` r l ` r` bqdr cd k` Uhnkdmbh` dm dk S nkhl ` + 0837,0853+ Bogotá, CINEP, 1978. primer f nahdqmn cdk Eqdmsd M` bhnm` k+ N o- bhs-+ vol. 4, pp. 89-98.
91 Este aspecto del programa de participación se discute en Humberto Triana y Antorvenza, 94 Eduardo Pizarro, "Revolutionary Guerrilla Groups in Colombia", en: Charles Bergquist
La acción comunal dm B nknl ah` 9 qdrt ks` cnr cd una du` kt ` bhÏ m dm 0/ 6 municipios, Bogotá, Imprenta a ` k-+ Hq9L dmdd in B nknl ah` - S gd B nmsdl onq` qx B qhrhr hm Ghrsnqhb` k Odqrodbshud+ Wilmington, Scholarly
Nacional, 1970. Resources, 1992, p. 176.
588 / La modernización en Colombia
Una época de transición, 1957 - 1965 / 589

Ambos fueron entregados a las au- [...] que en este país hay una serie de los comunistas en partes remotas del tia cuando el ejército los expulsó en
toridades civiles, las cuales los senten- repúblicas independientes, que no re- territorio nacional. Originadas como mayo de 1964.
ciaron a un corto período en prisión. conocen la soberanía del Estado co-
lombiano, donde el ejército colombia- zonas de autodefensa establecidas du- Cuando Álvaro Gómez acuñó la ex-
Ramón Larrota escapó. El 7 de di- rante la guerra civil de 1949-1953, con- presión repúblicas independientes, existían
ciembre de 1961, tres días antes de no no puede entrar, donde se le dice
que su presencia es nefanda, que ahu- tinuaron existiendo como comunas dos escuelas de pensamiento respecto
que Iteras Camargo rompiera rela- yenta al pueblo o a los habitantes [...]. agrarias autogobeniadas durante el al grado de peligro que representa-
ciones con Cuba, Larrota le escribió Hay la república independiente de régimen de Rojas Pinilla. Durante la ban. Según la primera, estos endaves
al Che Guevara para pedir ayuda mi- Sumapaz [...] de Planadas [...] de Río época de la desmovilización de las fuer- representaban una amenaza insigni-
litar. Tres días después, Larrota es- Chiquito [...] y ahora, tenemos el na- zas guerrilleras que siguió a la caída ficante o nula para la soberanía na-
cribió de nuevo a Cuba, informando cimiento de una nueva república in-
de Rojas, los comunistas del sur de
dependiente del Vichada. La sobe- cional y, por consiguiente, podía de-
a Fidel Castro que,
ranía nacional se está encogiendo Tolima se negaron a entregar las ar- járselos en paz. La segunda sostenía
Empeñados en luchar por una Co- como un pañuelo." mas. Ellos y su líder, Charronegro (Ja- que cada una de estas "repúblicas" al-
lombia libre del imperialismo yankee cobo Prías Alape), sabían que pronto bergaba a peligrosos revolucionarios,
y las oligarquías colombianas, este co- El discurso de Álvaro Gómez fue las necesitarían para defenderse de capaces de derrocar el régimen capi-
mando ha resuelto [...] tratar con us- oportuno por cuanto llegó dos días an- los anticomunistas que los rodeaban. talista en Colombia. Según el historia-
tedes asuntos relacionados con nues- tes de que Fidel Castro suscribiera El endave de Charronegro estaba si- dor Álvaro Valencia Tovar, quien como
tra Revolución.95
abiertamente al marxismo-leninismo, tuado al sur de Planadas, Tolima, una sargento coronel del ejército contri-
El movimiento revolucionario de diez días antes de que Colombia rom- región de estrechos valles y de escar- buyó a diseñar y a ejecutar el Plan
Tulio Bayer produjo una ola de en- piera relaciones con Cuba y dos se- padas montañas pobladas de bosques Lazo, la mayoría de los colombianos
tusiasmo en Colombia, dando a los manas antes de la visita de John F. que él y sus seguidores llamaron Mar- suscribía la primera. Marquetalia y
opositores conservadores del gobier- Kennedy. Esto incomodó al gobierno, quetalia. Esta ocupaba el extremo sur otros endaves, pensaban, evoluciona-
no la oportunidad de usarlo en su al punto que inició acciones contra la del departamento y estaba a cerca de rían como lo había hecho Viotá en
contra." Así fue como, el 29 de no- república independiente de Planadas, dos días de camino del endave más Cundinamarca, donde los habitantes
viembre, Álvaro Gómez Hurtado se un pequeño enclave comunista ubica- grande de Río Chiquito. Ciro Trujillo se habían convertido en pequeños pro-
dirigió al Senado sobre el asunto de do en el sur de Tolima. Aunque esta Castaño (El Mayor Ciro), comandaba pietarios y, con el transcurso del tiem-
los movimientos comunistas revolucio- operación se canceló sin comentarios Río Chiquito, una zona quebrada y po, "se habían integrado a la comuni-
narios a los que consideraba endémi- a comienzos de 1962, el entusiasmo bien irrigada que cubría una parte dad [capitalista] nacional"."
cos en Colombia. Gómez argumentó producido por las palabras de Álvaro del nororiente del departamento del La segunda perspectiva estaba en
que el gobierno permanecía cruzado Gómez en los círculos anticomunistas Cauca." Las dos regiones mantenían línea con la Guerra Fría del momen-
de brazos mientras los comunistas es- tocó una cuerda sensible. contacto a través de una formidable to, al sostener que el comunismo era
tablecían enclaves en todo el país. Las autoridades colombianas sa- trocha escondida, construida a fines de como una enfermedad contagiosa que,
Parece que nadie ha advertido, dijo bían desde hacía años que existían la década del cincuenta y comienzos a menos de ser combatida fuertemen-
irónicamente, pequeños enclaves controlados por de la del sesenta. Esta ruta fue la que te, se esparciría a toda la sociedad.
siguieron los comunistas de Marqueta- El sargento coronel José Joaquín

95 Las cartas de Larrota están publicadas en Alonso Moncada Abello, Un aspecto de la Violencia,
Bogotá, Promotora Colombiana de Ediciones, 1963, pp. 407-408. No hay evidencia de
que Guevara o Castro respondieran a la solicitud de ayuda de Larrota. 98 Algunas de las principales características de varios enclaves se presentan en A. Valencia
96 El movimiento es discutido en A. Valencia Tovar, Op. cit., pp. 370-396; A. Moncada Abello, Tovar, Op. di., pp. 450-454. El Pato, la tercera de las repúblicas independientes mencio-
Op. cit., pp. 391-430. Véase también Tulio Bayer, Carretera al mar, Bogotá, Iqueima, 1960, nadas por Gómez, estaba situada al otro lado del valle del río Magdalena, en el extremo
para una narración de ficción sobre el tema de su descontento con la sociedad y la oriental de la Cordillera Oriental, y se extendía desde Huila hasta la intendencia de
política colombiana. Caquetá.
97 Arturo Alape, K` paz, la violencia: testigos de excepción, 3.' ed., Bogotá, Planeta, 1987, p. 245.
99 A. Valencia Tovar, Op. crt., p. 452.
T m` · onb` cd sq` mrhbhÏ m+ 0846,0854 . 591
590 / 1.11 l nc dqmhy` bhÏ m dm B nknl ah`

Las guerrillas liberales del sur de Loaiza, un líder "limpio" del sur de To- a la que llamaban El Davis. Luego,
Matallana, contemporáneo de Valen- uno de los combatientes liberales, in-
cia Tovar, suscribía esta perspectiva Tolima habían compartido siempre lima, los miembros del Directorio Li-
los valores de la mayoría de los co- beral de Ibagué le enviaban las siguien- advertidamente, o porque no acep-
tradicional de la Guerra Fría. Afir- taba la regla de los comunistas que
mó, en 1963, que regiones enteras lombianos. Protegían celosamente la tes instrucciones:
libertad individual y perseguían sus ordenaba la redistribución de las ar-
del sur de Tolima "poco a poco fue- Ustedes son liberales khl ohnr y los otros mas tomadas en combate, regresó a
ron transformándose a la filosofa co- intereses individuales en fortalezas
son los bnl t mdr o comunistas, y con casa con un rifle que había obtenido
munista o procomunista".'" montañosas donde el Estado colom- ellos no podemos unirnos porque so-
biano nunca había establecido plena- en la lucha. Meses después, una pa-
Nunca se sabrá si la comuna de mos enemigos a muerte: los comunis-
mente su presencia. En este sentido, tas son enemigos de la propiedad que
trulla comunista se encontró con este
Marquetalia hubiera seguido los pa- hombre, cuyo nombre de batalla era
sos de Viotá hacia la respetabilidad vivían en un escenario que correspon- nosotros los liberales defendemos; los
día a la teoría clásica liberal. Los co- comunistas son enemigos de Dios, y Dk Ch` akn y, por órdenes de B g` qqnmdf qn+
burguesa, puesto que fue invadida y confiscaron el rifle. Esto enfureció a
destruida por el ejército. Esto fue es- munistas de B g` qqnmdf qn+ por su parte, nosotros somos creyentes católicos.
suscribían valores opuestos a los de Por eso ustedes no pueden ni deben Gerardo Loaiza, quien juró vengar
pecialmente desafortunado, debido a seguir aliados con ellos. Inmedia- este crimen contra la propiedad pri-
la equivocada percepción del coronel los liberales. Valoraban un comunita- tamente se debe romper esa unidad.
rismo semejante al descrito en las obras vada más valorada de un guerrillero.
Matallana de que el comunismo se es- Los liberales nos vamos a tomar el Pocas semanas después, el 11 de ene-
taba extendiendo por el sur de To- de Karl Marx y de otros socialistas utó- gobierno para acabar con los comu-
picos. ro de 1960, tres de los hombres de
lima. Las pocas docenas de familias nistas.102
Loaiza llegaron a los cuarteles comu-
que componían la república inde- El abismo ideológico que separa-
ba a las guerrillas liberales de Tolima, El Directorio Liberal prosiguió acu- nistas y pidieron hablar con B g` qqn,
pendiente de Marquetalia apenas
o los "limpios", de los comunistas, o sando a los comunistas de "romper la mdf qn- Cuando éste salió, lo asesina-
podían sobrevivir debido a la guerra ron a balazos y huyeron.'" El asesinato
intestina que sostenían con las guerri- "comunes", fue señalado y comenta- unidad y jerarquía de la familia", al
do desde comienzos de la Violencia. dar a las mujeres y a los niños armas y de B g` qqnmdf qn l ` qbÏ la movilización
llas liberales cuando el ejército colom- de las fuerzas liberales y comunistas.
biano preparó su ataque. Los comunistas consideraban que los uniformes y pedirles que lucharan al
liberales eran indisciplinados y cen- lado de los hombres. Esto, escribieron En la guerra que siguió, murieron
Las guerrillas liberales y comunis- cerca de cincuenta liberales, entre
tas que operaban en el sur de Tolima trados en sí mismos. Se quejaban del los liberales, "alejaba a las mujeres de
sus tareas consuetudinarias en el ho- ellos Gerardo Loaiza, y veinticinco co-
habían actuado conjuntamente a co- "morboso sentido de la propiedad
gar". 1°3 munistas. Esto permitió el surgimiento
mienzos de la década del cincuenta, privada, el individualismo enfermi-
El desacuerdo entre liberales y co- de nuevos líderes en ambos campos.
pero sus diferencias ideológicas eran zo y la tendencia bandoleril" de los
mtmistas en el sur de Tolima desen- El nuevo líder liberal fue un antiguo
insalvables y, pocos años después, liberales. Los despreciaban por no
cadenó una serie de acontecimientos ministro protestante llamado Jesús Ma-
luchaban entre sí. Cuando el ejército aceptar "que la lucha no era para en- ría Oviedo (Mariachi). Pedro Antonio
organizó su ataque contra Marque- riquecerse sino para alcanzar objeti- que contribuyeron a asegurar el éxi-
vos nobles y avanzados".'" to del Plan Lazo. En 1959, cuando la Marín (Thufijo, alias Manuel Marulanda
talia en mayo de 1964, el enclave Vélez), asumió el liderazgo de los co-
había sido reducido a una pequeña Los liberales, por su parte, des- Violencia se extendía a todo el depar-
tamento, los dos grupos se reunieron munistas.
región al occidente del pueblo de preciaban aquello que veneraban los La guerra civil entre las guerri-
Gaitania. comunistas. En una carta a Gerardo brevemente para realizar una acción
conjunta contra la policía en una zona llas que se desarrolló en Tolima a

100 Carlos Arango Z., E@QB + udhmsd ` Í nr9 cd L ` mpt ds` kh` ` K` T qhad+ Bogotá, Aurora, 1984, p. 210.
101 B nl ` mc` msd N khl ohn+ ex guerrillero de Marquetalia, en ahc-+ pp. 187-188. El libro publicado 102 "Comandante °limpio", en C. Arango Z., op. bhs-+ p. 188.
por el Partido Comunista, S qdhms` ` Í nr cd kt bg` cdk O` qshcn B nl t mhrs` cd B nknl ah` + Bogotá, Paz y 103 G. Sánchez, Dmr` xnr cd ghrsnqh` rnbh` k x onkÊshb` cdk rhf kn mr, Op. bhs-+
p. 266, citando un documento
Socialismo, 1960, admite que la excesiva rigidez ideológica de sus dirigentes durante la
de 1955. C.
década del cincuenta llevó a un rompimiento perjudicial entre sus fuerzas en el sur de 104 El mejor relato de un testigo presencial del incidente es el del B nl ` mc` msd '(khl ohn+ dm
Tolima y las de los liberales. Para más información sobre este rompimiento véase Gonza- Arango Z., Op. bhs-+ pp. 188-191. Véase también J. D. Henderson,
Op. a., p. 273.
lo Sánchez, Dmr` xnr cd ghrsnqh` rnbh` k x onkÊshb` cdk rhf kn ww+ Bogotá, El Áncora, 1985, pp. 264-271.
592 / La modernización en Colombia
Una época de transición, 1957 1965 /
- 593

comienzos de la década del sesenta condujo a doscientos cincuenta solda- Cordillera Central, cruzaron el valle en Colombia a comienzos de la déca-
era sólo un aspecto de la Violencia dos a un ataque por helicóptero con- del río Magdalena hacia las infran- da del sesenta. Los bajos precios del
amorfa que existía en aquel momen- tra los pocos hombres que habían per- queables montañas y selvas de la Cor- café y la desaceleración del crecimien-
to en esa región. Mientras que libera- manecido rezagados para defender su dillera Oriental, y de allí a las selvas to de la industria de sustitución de im-
les y comunistas se asesinaban entre sí cuartel. Las mujeres y los niños ha- prácticamente deshabitadas de Ca- portaciones (ISI), complicados por ni-
en el sur, y los bandoleros masacraban bían sido evacuados por una trocha quetá y de Meta.'" Reducidos así a veles inaceptables de deuda pública,
familias enteras en el norte, el ejérci- escondida que llevaba a Río Chiqui- una existencia itinerante, Tirofijo y sus afectaban a los ciudadanos corrientes
to implementó metódicamente el Plan to."» Los comunistas resistieron a compañeros reconstruyeron su movi- de diversas maneras. La inflación y el
Lazo. La fase militar del plan, pues- Matallana y a sus tropas durante todo miento como una fuerza guerrillera desempleo aumentaban continuamen-
ta en operación en 1963, había con- aquel día, y luego se retiraron hacia móvil.'" te. Los incrementos salariales, que se
seguido tal éxito contra los bandole- Río Chiquito antes del amanecer del La destrucción de las repúblicas mantuvieron constantes durante la
ros de Tolima que, a comienzos de 15 de junio. Incendiaron sus chozas independientes y la casi simultánea década del cincuenta, bajaron a co-
1964, el ejército pudo dedicarse al cuando partieron. Aunque la victoria eliminación del bandolerismo rural, mienzos de la década del sesenta y
problema de los comunistas del sur del ejército sobre unas pocas docenas cerraron el capítulo de la Violencia estaban en declive para mediados de
del departamento. Realizó entonces de campesinos pobremente armados en Colombia, conflicto que se había la década.
un ataque por sorpresa a Marquetalia, no pudiera llamarse gloriosa, y fra- iniciado en 1947 como una lucha de Estos signos de estancamiento
bajo el nombre secreto de "Operación casó en su objetivo de capturar a Ti- poder entre liberales y conservado- económico alimentaron la percep-
Soberanía". Los tres objetivos del plan rofijo, la Operación Soberanía logró la res. Durante los dieciocho años que ción popular de que hombres pode-
eran capturar a Tirofijo, liquidar la co- meta de eliminar la presencia comu- duró, cobró cerca de doscientas mil rosos y ricos, vinculados con asocia-
muna de Marquetalia y establecer una nista del sur de Tolima y sustituirla vidas. Sin embargo, con la huida de ciones gremiales como la SAC, la
presencia militar permanente en la por la del Estado colombiano. Tirofijo, El Mayor Ciro y sus seguidores, ANDI y Fenalco, manipulaban el sis-
región. 105
Tirofijo y sus seguidores pasaron los y la formación posterior de unidades tema en beneficio propio. El empeo-
Tres batallones, que contaban con años siguientes con su colega El Mayor revolucionarias comunistas ambulan- ramiento de la distribución del in-
cerca de dos mil hombres, fueron asig- Ciro en Río Chiquito. Este enclave fue tes, se garantizó para Colombia la con- greso durante la década del sesenta
nados a la operación Marquetalia." invadido y ocupado por el ejército en tinuación de una violencia política, parecía confirmar esta sospecha. Los
Se realizaron complejos preparativos septiembre de 1965. Entre tanto, las diferente del conflicto tradicional par- economistas Albert Berry y Miguel
para el ataque, que comenzó el 27 de otras repúblicas independientes fueron tidista que dio lugar a la Violencia. Urrutia concluyeron que, en 1965,
mayo. Los aviones bombardeaban los atacadas y sometidas por los milita- Colombia ocupaba el segundo lugar,
pueblos de la guerrilla mientras la ar- res. Al negárseles la posibilidad de después de Brasil, entre las principa-
tillería les lanzaba morteros. El 14 de defender una única región, los líde- Frustraciones de la Generación les naciones latinoamericanas en lo
junio, el sargento coronel Matallana res comunistas se retiraron de la del estado de sitio referente a la desigualdad en la dis-
tribución del ingreso. La mitad de la
El descontento popular se extendió población colombiana vivía en lo que
105 En enero de 1962, el ejército había establecido una base en Planadas, a un día de camino
de Gaitania, acabando así con la presencia de las guerrillas liberales en el sur de Tolima.
106 Los comunistas creyeron que los habían atacado de dieciséis mil a veinte mil hombres. En
aquel momento, el ejército colombiano tenía cerca de veinticinco mil hombres.
107 El relato de un testigo presencial, desde la perspectiva de los atacantes, es el de José
Joaquín Matallana, en Jacobo Arenas, B drd ` k et df n- T m` ghrsnqh` onkÊshb` c d k` r E@QB + Bogotá. 108 Véase Eduardo Pizarro, K` r E@QB + Bogotá, Tercer Mundo, 1992, para un mapa de las
rutas seguidas por S hqnehin y otros en su desplazamiento hacia el oriente. Para una mono-
Oveja Negra, 1985, pp. 205-229. Los atacados narraron sus versiones en Manuel
Marulanda, B t ` c dqmnr c d b` l o` Í ` + 2.' ed., Bogotá, Abejón Mono, 1973, pp. 79-80; Arturo grafía dedicada a las repúblicas independientes, véase José Jairo González, Dk drshf l ` c d
Alape, Ch` qhn c d t m f t dqqhkkdqn+ ed., Bogotá, Eco Editor, 1978, pp. 71-74; C. Arango Z., k` r qdoÛakhb` r hmcdodmchdmsdr+ Bogotá, CINEP, 1993.
Op. 109 En una reunión realizada en mayo de 1966, formaron las Fuerzas Armadas Revoluciona-
cit., pp. 125 (entrevista con Marulanda Vélez) y 155-160 (entrevista con Jaime Guaraca);
Jacobo Arenas, C h` qhn c d k` qdrhrsdmbh` dm L ` qpt ds` kh` + 2' ed., Bogotá, Abejón Mono, 1972. rias de Colombia (FARC). Mayores detalles sobre las FARC y su historia subsiguiente se
encuentran en E. Pizarro, K` r E@QB + Op. bhs-+ p. 110.
Una época de transición, 1957 1965 / 595
594 / La modernización en Colombia
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dedicar la mayor parte de su tiempo hecho de que la mayor parte de su


llamaron "niveles extremadamente jarse cada vez más de la política. La
creciente indiferencia frente a la po- a repartir cargos políticos según los crecimiento se dio en los sindicatos
bajos de vida"."o
términos del acuerdo del Frente Na- del sector público, les permitió una
A pesar de la promesa de que los lítica pudo apreciarse de la manera
cional, ofrecía banquetes de Estado y participación desproporcionada en
programas de bienestar social recibi- más gráfica en la aguda caída de la
disfrutaba de la cacería de patos en los asuntos nacionales.
rían prioridad bajo el Frente Nacio- votación durante los años del Frente
nal, los gastos en bienestar público no Nacional. La participación electoral su hacienda del Cauca." 4 Junto con el surgimiento del sindi-
se incrementaron sustancialmente, cayó dramáticamente después de Otro de los problemas de Valen- calismo en . el sector público llegaron
cia como jefe de la nación residió en los cambios en la UTC y en la CTC.
pues los ingresos tributarios colom- 1957, cuando alcanzó la cifra antes
la imagen anacrónica que proyecta- La primera, la federación sindical más
bianos eran demasiado bajos para insuperada del 72%. Para la segun-
ba. Parecía salido de una era en la grande del país a comienzos de la
financiar nuevos programas de im- da presidencia del Frente Nacional,
que a los liberales no se les permitía década del sesenta, se despojó de su
portancia." Tampoco pudo hacer poco más de un tercio de los posi-
ganar las elecciones, y los conserva- carácter confesional y desarrolló una
mucho el gobierno para ayudar a los bles votantes ejercieron su derecho
dores sólo podían hacerlo cuando re- nueva militancia. La CTC, domina-
desempleados. En un momento en el al sufragio.' '3
Guillermo León Valencia fue res- cibían el imprimatur del arzobispado. da por los liberales, expulsó a sus
que la mayoría de las naciones lati-
El político caucano intensificaba esta miembros comunistas en 1962. Dos
noamericanas estaban comprometidas ponsable en parte de que disminuye-
impresión al presentar la misma ima- años más tarde, los obreros comunis-
con políticas económicas estatales don- ra la aceptación del Frente Nacional.
gen emperifollada de su célebre pa- tas fundaron su propia federación, la
de predominaban los programas para Como conservador, nunca habría sido
dre, el poeta Valencia. Confederación Sindical de Trabaja-
crear empleo y grandes inversiones elegido si la población liberal predo-
Aunque la mayoría de los colom- dores de Colombia (CSTC).
gubernamentales en el sector públi- minante hubiera tenido la oportuni-
bianos manifestaron su descontento El sindicalismo colombiano reali-
co, el Estado colombiano desempeñó dad de votar por un candidato liberal. zó la extraordinaria hazaña de atraer
un papel relativamente insignificante Valencia fue un presidente mediocre. con la política a través de su creciente
No tenía una buena comprensión de indiferencia o su rechazo del mundo la atención del presidente Valencia y
en la economía." llevarlo a la acción a comienzos de
Justa o injustamente, muchos co- la economía, ni le interesaba este tema público, dos de sus minorías optaron
por atacar el sistema. La primera fue- 1965. Lo hizo al amenazar con una
lombianos culpaban al gobierno de —en un momento en el que el país huelga general, con la que culmina-
sus problemas sociales y económicos. se deslizaba hacia graves dificulta- ron los obreros. La segunda estuvo
conformada por una contraélite inte- ría la continua actividad huelguista de
Manifestaban su descontento al ale- des de carácter económico—. Parecía los primeros años de la década del
lectual y política llamada Generación
del estado de sitio. sesenta. Valencia respondió con leyes
Los sindicatos aumentaron su pro- de reforma laboral que ofrecían ma-
110 Albert Berry y Miguel Urrutia, L ` mm) Chrsqhat shnm in B nknl ah` + New Haven, Yale University porción de la fuerza laboral entre yor protección a los trabajadores. Las
Press, 1976, pp. 31, 40. 1958 y 1965, del 5,5% a un total del huelgas disminuyeron radicalmente
111 Los impuestos constituían sólo el 3,6 del PIB en 1964. Lauchlin Currie, @bbdkdq` shmf
13,4%."5 Esta rápida expansión y el después de estas medidas." 6 Un rasgo
Cdudknol dms- S gd Mdbdrrhsx ` q` c sgd L d` q` r+ Nueva York, McGraw Hill, 1966, pp. 191-193. En
1965, Lauchlin Currie desempeñó un papel cada vez más activo en la política económica
colombiana. Promovió una estrategia de desarrollo mediante la cual el gobierno haría de
la vivienda urbana "el sector líder". Se propiciaría que la mano de obra abandonara "el
campo improductivo", encontrara empleos en las zonas urbanas y mejorara así su nivel de 114 Durante uno de estos banquetes, Valencia se equivocó, presentando a Charles de Gaulle,
quien estaba en visita oficial a Colombia, ¡como presidente de España!
vida. Currie llamó a su programa Operación Colombia. Este fue adoptado por el último
115 J. Hartlyn, Op. bhs-+ pp. 183-184; Rocío Londoño, "Crisis y recomposición del sindicalis-
presidente del Frente Nacional, Misael Pastrana (1970-1974). mo colombiano, 1946-1980", en: Álvaro Tirado Mejía, ed., Mt du` ghrsnqh` cd B nknl ah` + vol.
112 Rosemary Thorp, por ejemplo, en Dbnmnl hb L ` m` f dl dms ` mc Dbnmnqmhb Cdudknol dms in Ftru ` mc 3, Bogotá, Planeta, 1989, p. 283, afirma que los sindicatos llegaron a su punto histórico
Bnknl ah` + Pittsburgh, University of Pittsburgh Press, 1991, p. 56, revela que mientras el gobier- más alto en su capacidad de organizar la mano de obra colombiana en 1965, al alcan-
no peruano tenía un 30% de participación en la totalidad de la inversión en el sector
zar un 15,5%.
público, la participación del gobierno colombiano era sólo del 17%. 116 La amenaza de una huelga general en enero de 1965 y sus consecuencias se analizan en
113 Robert Dix, B nknl ah` -, sgd Onkhshb` k Chl dmrhnmr ne B g` mf n+ New Haven, Yale University Press, Edgar Caicedo, B nmekhbsnr rnbh` kdr cdk rhf kn ww dm B nknl ah` + Bogotá, Ediciones Colombia, 1976,
1967, p. 162, presenta un resumen estadístico de la participación electoral durante el
pp. 248-249.
período comprendido entre 1946 y 1966.
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ej ap sazosajoid Á same!pmsa ap se!Jez -03 sauanf so' 61 - „samindod sapep E.T4110) uoinsaimetu as soue!qmolop
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598 / La modernización dm B nknl ah`

neocolonial de Colombia la exponía Colombia de sus bienes de capital


marxista en su enfoque, muchas de hasta las estridentes palabras de
Mauricio Torres, "los imperialistas "al chantaje del imperialismo" por cada vez más costosos.'"
estas obras se basaron en lo que Or- Los integrantes de la Generación
norteamericanos son y serán [...] los parte de las grandes potencias.'"
lando Fals Borda denominó investiga- del estado de sitio se dedicaron a los
más odiados por nuestro pueblo", sus La convicción de que Colombia se
ción acción, una forma comprometida análisis de la dependencia para orien-
de practicar las ciencias sociales que mensajes dieron cierta continuidad a encontraba en una relación neocolo-
nial respecto al mundo desarrollado tar sus críticas a la economía. Propu-
evitaba la objetividad "para tomar par- la crítica generacional colombiana.' 28
hizo que la política económica del go- sieron sustituir al oligárquico Frente
tido abiertamente sobre asuntos políti- LadenuciqhzoJrgClde
bierno resultara absolutamente inad- Nacional por un gobierno auténtica-
cos reales [...] para acelerar el proceso Frente Nacional, por permitir que las
misible para las contraélites. Mientras mente popular e intervencionista, mi-
del cambio estructural y revoluciona- ideas reformistas de la Alianza para
que los dirigentes gubernamentales nimizar las relaciones comerciales
rio".'" Fals Borda instó a sus colegas a el Progreso "circularan sin resisten-
basaban sus esquemas de moderni- con las naciones imperialistas de Oc-
ir más allá de la era newtoniana y uti- cia por todos los estratos de la vida
zación en el desarrollo capitalista y cidente y buscar la industrialización
lizar sus conocimientos en favor de nacional" se asemejó a las adverten-
en la integración al sistema comer- del país a través de la sustitución de
quienes habían sido víctimas de las cias de Laureano Gómez tres décadas
cial occidental, las élites que se opo- importaciones apoyada en altas tari-
políticas desarrollistas, "identificar a antes, según las cuales el desarrollo
nían al gobierno creían, con Lenin, fas. El socialista Antonio García, a fi-
los enemigos de clase" hasta el final y económico no debía adelantarse a ex-
que el imperialismo era la etapa más nes de la década del sesenta, instó a
forjar un partido revolucionario exi- pensas de regalar los recursos nacio-
alta y más explotadora del capitalis- los pensadores progresistas a realizar
toso.'" nales, hipotecar al país y corromper
mo. Por consiguiente, rechazaron en el análisis de la dependencia como
El nacionalismo y el antiimperia- el sistema político.'29 Las preocu-
su totalidad el desarrollismo económi- "la más trascendental categoría ana-
lismo ocuparon un lugar predominan- paciones de Laureano Gómez, expre-
co promovido por el Frente Nacio- lítica de las ciencias sociales en La-
te en el pensamiento de la Genera- sadas en 1915, según las cuales las
concesiones otorgadas a la United nal. Colombia no podría llegar a ser tinoamérica".' 32 Con anterioridad,
ción del estado de sitio. Desde el Mario Arrubla había escrito que los
modesto llamado de Jorge Gaitán Fruit Company ponían la soberanía un país moderno, argumentaban,
mientras su economía estuviese ata- académicos que deseaban compren-
Durán a que la burguesía colombia- nacional en peligro, constituyeron un
da y dependiera del comercio con der a Colombia desde una perspec-
na se convirtiera en "la punta de lan- paralelo a las afirmaciones de Mario
países más desarrollados. El café a tiva diferente de la de la dependen-
za contra el imperialismo" y en la Arrubla, cincuenta años después, se-
bajo precio beneficiaba a Estados cia "se reparten entre bufones y
fuente de la modernización nacional, gún las cuales la condición económica
Unidos, así como también la venta a villanos".' 33

126 Orlando Fals Borda, "The Negation of Sociology and its Promise: Perspectives of Social 130 Mario Arrubla, Drst chnr rnaqd dk rt acdr` qqnkkn bnknl ah` mn+ ed., Medellín, La Carreta, 1974,
Science in Latin America Today", K` shm @l dqhb` Qdrd` qbg Qduhdqd+ 15(1), 1980, p. 165. p. 222.
127 Mohammed Anisur Rahman y Orlando Fals Borda, "Romper el monopolio del cono- 131 Héctor Melo e Iván López, Dk hl odqhn bk` mc drshmn c dk b` e· + Bogotá, Latina, 1976, p. 149,
cimiento. Situación actual y perspectivas de la investigación-acción participativa en el fueron escritores antiimperialistas que citaban a Raúl Prebisch, datos de la Comisión
Económica para Latinoamérica (Cepa!) y cifras relativas a la producción colombiana de
mundo", @m‘ khrhr onkÊshbn+ (5), Bogotá, Universidad Nacional de Colombia, sep., 1988, p. 46; café para argumentar que los bajos precios de exportación y los altos precios de impor-
Orlando Fals Borda, Ghrsnqh` cd k` bt drshÏ m ` f q` qh` dm B nknl ah` + Bogotá, Publicaciones de la tación eran los culpables de la estrangulación del desarrollo económico del país.
Rosca, 1975, p. 149. Véase también su artículo "Filosofía de la participación y sus
implicaciones políticas", en: Gustavo Gallón, comp., Dmsqd l nuhl hdmsnr x b` t chkknr- 4/ ` Í nr cd 132 Antonio García, G` bh` una sdnqỀ k` shmn` l dqhb` m` cd k` r bhdmbh` r rnbh` kdr cdk cdr` qqnkkn+ Tunja, Uni-
versidad Pedagógica y Tecnológica de Colombia, 1972, p. 34.
aho` qshchrl n+ izquierda y alternativas onot k` qdr ten B nknl ah` + Bogotá, CINEP, 1989, pp. 281-287. El
argumento en favor de k` hmudrshf ` bhÏ m ` bbhÏ m más allá de Colombia puede seguirse en 133 M. Arrubla, Op. cit., p. 33. Véase Joseph L Love, "Economic Ideas and Ideologies in Latin
Charles W. Bergquist, "On Paradigma and the Pursuit of the Practicar, Latin @l dqhb` America sine 1930", en: Leslie Bethell, ed., S gd B ` l aqhcf d Ghrsnqx ne K` shm @l dqhb` + vol. 6,
Qdrd` qbg Qduhdv + 8(2), 1978, pp. 247-251.
parte 1, Dbnmnl x ` mc Rnbhdsx+ Nueva York, Cambridge University Press, 1991, pp. 393-460,
para un excelente análisis de la dependencia y su impacto en América Latina. El movi-
128 J. Gaitán Durán, Op. cit., p. 80; Mauricio Torres, La m` st q` kdy` cd k` qdunkt bhÏ m bnknl ah` m` + miento de la dependencia en los estudios latinoamericanos se presenta críticamente en
Bogotá, Iqueima, 1959, p. 142.
Robert A. Packenham, S gd Cdodmcdmd L nudl dms- Rbgnk` qrgho ` mc Onkhshbr in Cdudknol dms` k Rst chdr+
129 Jorge Child, López x dk odmr` l hdmsn khadq` k+ Bogotá, Tercer Mundo, 1974, p. 27; Laureano Cambridge, Harvard University Press, 1992.
Gómez, Hmsdqqnf ` msdr rnaqd dk oqnf qdrn cd B nknl ah` + Bogotá, Populibro, 1970, pp. 62-63.
600 / La modernización en Colombia Una época de transición, 1957 1965 / 601
-

La educación superior en Colom- o Conservador los exponía a las con- contemporáneo, Orlando Fals Borda, el gobierno burgués y capitalista de
bia fue transformada por la Genera- secuencias políticas de tratar temas Arrubla hacía un llamado a una aca- su país, y luego a una muerte prema-
ción del estado de sitio. El crecimiento sensibles. Así, la historia que escribían demia ideológica y agresiva, capaz de tura. En este sentido, Camilo Torres,
geométrico de institutos y universida- estaba cronológicamente alejada de iluminar el camino hacia la reforma más que cualquier otro, encarnó tanto
des durante las décadas del cincuen- sus lectores, y cargada de biografía y de una sociedad "gobernada por un las más grandes esperanzas como las
ta y del sesenta, unido a la creencia de historia política. Durante la déca- grupo de capitalistas que deciden so- más amargas frustraciones de su ge-
prevaleciente entre los académicos de da del cincuenta, los escritos históri- bre la vida y la muerte con sus juegos neración.'"
que los problemas nacionales podían cos colombianos merecieron su repu- especulativos".' 36 Nacido en una adinerada familia
solucionarse con la ayuda de las cien- tación de La academia activista logró su bogotana, Camilo Torres parecía desti-
cias sociales, tuvieron el efecto de máxima expresión en la Facultad de nado a ocupar altas posiciones en las
crear, al parecer de la noche a la ma- [...] una especie de extracto destila-
do con el exclusivo propósito de tor- Sociología de la Universidad Nacio- instituciones eclesiásticas colombianas.
ñana, un cuerpo de intelectuales ac- turar la memoria y, simultáneamen- nal de Colombia. Fundada a fines de Era físicamente imponente, agradable,
tivistas. Un número cada vez mayor te, adormecer el sentido crítico y la la década del sesenta por Orlando inteligente y, ante todo, enérgico.
de egresados viajaba al exterior para imaginación de los estudiantes. 134 Fals Borda y por el sacerdote Cami- Después de ser ordenado en 1954,
adelantar estudios de posgrado en las lo Torres Restrepo, sus profesores y el sacerdote de veinticinco años via-
mejores universidades de Europa y La Academia Colombiana de His-
estudiantes, por igual, buscaron com- jó a Estados Unidos y a Bélgica don-
de Norteamérica, para no mencionar toria, sus eruditos integrantes y su an-
binar el activismo social y los intere- de adelantó estudios de sociología. Al
las instituciones del bloque soviético. quilosado conocimiento fueron des-
ses académicos para lograr la trans- regresar al país, en 1959, fue nom-
Pronto regresaron para convertirse deñados por los nuevos historiadores
formación social. Pero lo hicieron de brado capellán de la Universidad Na-
en profesores de los conceptos más profesionales, cuya sede eran las
tal manera que esto obstaculizó sus cional. Inmediatamente después se vio
avanzados a nivel teórico y metodoló- universidades públicas. Los más vehe-
mejores esfuerzos. Las figuras prin- envuelto en grandes controversias.
gico. Al hacerlo, revolucionaron la mentes de ellos condenaron a la Aca-
cipales de la Facultad se dedicaron Durante su primer año en este cargo,
elaboración teórica y el contenido de demia por considerarla el equivalen-
con tal intensidad a fomentar el cam- se ganó la simpatía de los estudiantes
la escritura académica en Colombia. te académico del Frente Nacional,
bio revolucionario que, durante un al afirmar su deseo de "reemplazar
Este proceso fue especialmente evi- llena de hombres complacientes y pre-
tiempo, los egresados de sociología no el espíritu universitario burgués por
dente en el campo de la historia. sumidos, dedicados a monopolizar su
fueron contratados en ninguna par- un cristianismo revolucionario, social
Antes del Frente Nacional, la ma- oficio y a perpetuar el status quo. "En
te. La militancia de Camilo Torres fi- y colombiano".' 38 Respaldó sus pala-
yoría de los historiadores eran ciuda- Colombia, hasta hace muy poco", es-
nalmente lo llevó a rebelarse contra bras con obras, llevando un ministerio
danos prominentes, en su mayor parte cribió Mario Arrubla, "escribían úni-
abogados de profesión, que se agru- camente los miembros de las clases
paban en torno a la Academia Colom- dominantes [...1 para confirmar que 136 !bid., p. 11. Arrubla fue uno de los historiadores más serios de la Generación del estado
biana de Historia. Los miembros de sus privilegios sociales eran solida- de sitio. Su producción literaria dio inicio a la que llegó a ser conocida como la Nueva
la Academia evitaban escribir sobre rios". Arrubla continúa diciendo: "No Historia. De tendencia marxista, este grupo de escritores hizo énfasis en la historia
es tanto que sean reaccionarios, o económica y publicaron una gran cantidad de estudios monográficos y ensayos. Entre
temas controvertidos o recientes y
los más destacados se encuentran, Darío Jaramillo Agudelo, La nueva historia de Colombia;
preferían tratar temas de la época de empíricos, o apologéticos, sino que
Mario Arrubla et al., ed., Colombia hoy; Jaime Jaramillo Uribe, ed., Manual de historia de
la Independencia o de la Colonia. Lo sean todas esas cosas a la vez, con el Colombia, 3 vols.; Álvaro Tirado Mejía, Nueva historia de Colombia, 9 vols., Op. cit. Incluidos
hacían, en gran parte, debido a que agregado de un fondo de gran po- entre los escritores de la Nueva Historia están Jesús Antonio Bejarano, Germán Col-
breza intelectual". 1 " Al igual que su menares, Margarita González, Salomón Kalmanovitz, Medófilo Medina, Jorge Orlando
su militancia en los partidos Liberal Melo, Gonzalo Sánchez, Bernardo Tovar Zambrano, Hermes Tovar Pinzón y Miguel
Urrutia.
137 Véase José Eduardo Rueda Enciso, "La antigua Facultad de Sociología de la Universidad
Nacional y la creación de los Departamentos de Antropología", manuscrito inédito,
134 Darío Jaramillo Agudelo, comp., La nueva historia de Colombia, Bogotá, Colcultura, 1976, p. 8. Bogotá, Departamento de Antropología, Universidad Nacional de Colombia, 1992.
135 Mario Arrubla et al., eds., Colombia hoy, 6.' ed., Bogotá, Siglo XXI, 1980, pp. 8, 9. 138 Reforma Universitaria, 1(2), abr., 1960, p. 1.
602 / La modernización en Colombia Una época de transición, 1957 1965 /
- 603

activo a los barrios más pobres de sinos colombianos, preparándolos que moderara sus declaraciones pú- Camilo Torres estableció contac-
Bogotá. Atrajo a militantes estudian- para apoyar movimientos revolucio- blicas. to con integrantes del ELN después
tiles, como al fundador del MOEC, narios. El ensayo, que se hizo famoso A comienzos de 1965, tuvo lugar un de la toma de Simacota. De ahí en
Antonio Larrota, a una colaboración entre los círculos marxistas, ilustraba evento que deleitó a los marxistas- adelante, los acontecimientos se de-
que llevó a la fundación, en compa- la creciente radicalización del sacer- leninistas colombianos y puso a Ca- sarrollaron con rapidez. La izquier-
ñía de Fals Borda, de los Departamen- dote y, a la vez, su enojo ante el lento milo Torres en un sendero abier- da colombiana mostró un enorme en-
tos de Sociología y de Trabajo Social ritmo del cambio bajo el Frente Na- tamente revolucionario. El 7 de tusiasmo désde fines de 1964 hasta los
de la Universidad Nacional. cional.'" En él se refiría constan- enero, el antiguo estudiante univer- primeros meses del año siguiente. El
Un sermón pronunciado a media- temente a la frustración que experi- sitario Fabio Vásquez Castaño y die- odiado Ruiz Novoa, quien había en-
dos de 1962 puso fin a la capellanía mentaban los habitantes del campo en cisiete compañeros más se tomaron viado tropas a Marquetalia siete me-
de Camilo Torres. La sugerencia de Colombia. Esto revelaba su propio el pueblo de Simacota, en Santander, ses antes, fue reemplazado como co-
que los estudiantes revolucionarios sentimiento de impotencia ante un en nombre de una nueva organiza- mandante del ejército, por Gabriel
iban al cielo cuando morían luchan- gobierno nacional que había desace- ción revolucionaria, el Ejército de Li- Revéiz Pizarro. Las tropas del ejérci-
do por sus convicciones irritó a su an- lerado el ritmo de la reforma agra- beración Nacional (ELN). Pronto se to se trasladaron luego a Sumapaz y
tiguo protector, el cardenal Luis Con- ria. A fines de 1963, el gobierno, en- retiraron, dejando tras de sí un ma- atacaron la comuna de El Pato, en
cha, quien lo retiró inmediatamente cabezado entonces por el conservador nifiesto que decía, en uno de sus marzo de 1965. Colonos que se llama-
de su cargo. Torres prosiguió luego Guillermo León Valencia, vetó el pro- apartes, ban a sí mismos el Comando Guerri-
con su ministerio social mientras tra- yecto de Camilo Torres en los Llanos. llero de Guayabero le dirigieron una
bajaba en la Escuela Superior de Ad- Esto coincidió con las campañas mili- iVira la unión de los campesinos, obre- carta a Camilo Torres, en la que le
ros, estudiantes, profesionales y gen-
ministración Pública, entidad apoya- tares contra los diferentes endaves tes honradas que desean hacer de
rogaban:
da por el Estado, entre 1962 y 1965. comunistas. Colombia una patria digna para los
A comienzos de 1964, cuando el ¿Qué hacemos nosotros, Padre Ca-
Durante aquellos años colaboró tam- colombianos honestos! !Liberación o milo? ¿Quedamos con los brazos cru-
bién con el Instituto Colombiano de ejército se preparaba para lanzar muerter."2 zados? [...]. Ante la violencia del go-
Reforma Agraria —Incora—, promo- el ataque definitivo contra Marque- bierno, organizarnos; ahora somos
viendo un complejo programa de de- talia, Camilo Torres, Fals Borda y Un guerrillero murió en el ataque guerrilleros [...] Padre Camilo Torres,
sarrollo rural en los Llanos Orienta- otros, cabildearon sin éxito en contra y otros dos desertaron. Murieron tres reciba con esta nuestro respaldo a su
les.'39 Entre tanto, continuó con sus de esta operación. Luego Torres de- policías y los guerrilleros robaron cin- nuevo apostolado. Con hombres
conferencias e investigaciones sobre nunció a una dase dirigente que, en cuenta y cuatro mil pesos de la Caja como usted, con el aporte de los com-
Agraria. t43 batientes de Marquetalia, El Pato, Río
los problemas sociales colombianos en lugar de comunicarse con los pobres
la universidad, y asistió a congresos de Colombia —que, en su opinión,
de sociología con su amigo y colega conformaban el 85% de la población-
Fals Borda. En uno de ellos presentó , gastaba millones de pesos "en la ma- 142 Jaime Arenas, La guerrilla por dentro. Análisis del EIN colombiano, Bogotá, Tercer Mundo, 1971,
una ponencia en la cual argumenta- sacre de patrióticas guerrillas"."' Sus P. 48.
143 Fabio Vásquez Castaño viajó a La Habana con una beca otorgada por una universidad
ba que la Violencia había generado comentarios enfurecieron al cardenal cubana poco antes de que Colombia rompiera relaciones diplomáticas con el gobierno
conciencia de dase entre los campe- Concha, quien lo reprendió y exigió de Castro. Inspirado por la crisis de los misiles de octubre de 1962, él y otros estudiantes
colombianos que se encontraban en Cuba, solicitaron que se les entrenara en la guerra
de guerrillas y recibieron este entrenamiento. A mediados de 1964, Vásquez y otros
regresaron al departamento de Santander, donde organizaron el ELN. Después de un
139 Walter J. Broderick, Camilo Torres: A Biography of the Priest-Guerrillero, Nueva York, Doubleday, corto viaje a Cuba, a fines de 1964, Vásquez regresó a Colombia para organizar la opera-
1975, pp. 165-172. ción de Simacota. Para mayores detalles sobre lo anterior, véase J. Arenas, Op. cit., pp. 7-62;
140 Camilo Torres Restrepo, "Social Change and Rural Violente in Colombia", en: Irving Eduardo Pizarro, "Revolutionary Guerrilla Groups in Colombia", Op. cit., pp. 173-180;
Louis Horowitz, ed., Masses in Latin America, Nueva York, Oxford University Press, 1970, Oscar Castaño, El guerrillero y el político: Ricardo Lara Parada, Bogotá, Oveja Negra, 1984,
pp. 503-546. passim; Editorial 8 de junio, ¿De dónde venimos, hacia dónde vamos, hacia dónde debemos ir?,
141 W. J. Broderick, Op. cit., p. 206. Proletarización, Medellín, 8 de junio, 1975, pp. 107-112.
604 / La modernización en Colombia
Una época de transición, 1957 1965 /
- 605
Chiquito, Simacota y en la ciudad con contra de los oligarcas del Frente Na-
el de los estudiantes, los obreros y el Colombia en 1965 del progreso nacional después de 1950.
cional y los imperialistas yankees, y re-
pueblo en general, se producirá por Urrutia prosiguió señalando que el
fin en Colombia el cambio que tanto dactó una serie de mensajes a los co-
Los jóvenes radicales del Frente Uni- progreso del desarrollo "no sólo cam-
necesitamos.'" lombianos en los que explicaba sus
objetivos revolucionarios. 146 Pero en do de Camilo Torres pueden ser dis- bió radicalmente el estilo de vida de
Mientras que el ejército colombia- culpados por creer que el momento una gran masa de la población, sino
octubre de 1965 se vio obligado a sus-
no recorría Sumapaz a mediados de revolucionario decisivo era inminen- que lo mejoró de manera radicar?'
pender todas estas actividades. Las
1965, acción que coincidió con la in- te. En efecto, en 1965, Colombia se Para la mayor parte la Colombia
autoridades de Santander habían
vasión de Estados Unidos a Repúbli- encontró en medio de un cambio so- modernizada de 1965 era un vaso
decomisado documentos que lo im-
ca Dominicana, Camilo Torres inició plicaban como miembro del ELN. cial caótico y revolucionario, cuando medio vacío. Desde su perspectiva,
comunicaciones regulares con el ELN. el fogoso joven exsacerdote se unió a la modernización no había mejora-
Resultaba excesivamente peligroso
En julio visitó las montañas de San- para el líder del Frente Unido per-
la guerrilla a fines de aquel año. 149 do notablemente la suerte de la ma-
tander, donde se reunió con los líde- Perostabdunvlciópo yoría de los ciudadanos. A mediados
manecer en la vida civil mientras que
res de este movimiento. Para enton- sus colegas guerrilleros luchaban con- conducente a la solidaridad de grupo de la década del sesenta, el 45% de
ces había renunciado al sacerdocio y y a la conciencia de dase. La transfor- los colombianos eran considerados
tra el gobierno. Huyó para unirse a
estaba dedicado de lleno a la activi- ellos el 18 de octubre de 1965. Cami- mación social de Colombia, de hecho, pobres, sólo la mitad de la población
dad revolucionaria. Su misión era unir lo Torres dejó detrás de sí un cuerpo fragmentó a la sociedad de maneras rural tenía acceso al agua potable y
a la izquierda en un movimiento ca- de seguidores que lo adoraban, mu- que resultaron destructivas del espí- la mortalidad infantil era ocho veces
paz de derrocar al gobierno. 145 Lo ritu comunitario y cívico. mayor que la de los países más avan-
chos de los cuales creían que la revo-
hizo inmediatamente después de lución era inminente."' Pero la ma- Sólo unos pocos colombianos se zados. 15 ' La lista de los problemas
abandonar las montañas de Santan- yoría de los colombianos no fueron mostraron complacidos con los efec- sociales que aquejaba a la mitad más
der, llamando a su organización persuadidos por su retórica. El ciu- tos de la modernización sobre el país. pobre de la sociedad era intermina-
Frente Unido. dadano corriente consideraba a Ca- El economista Miguel Urrutia fue el ble. Entretanto, Colombia era extraor-
Agosto y septiembre fueron meses milo Torres de manera parecida a único de los principales académicos dinariamente deficiente en términos
de frenética actividad para Camilo como lo hizo un cafetero de clase me- que describió este proceso en térmi- de cultura cívica. En 1965, el ciuda-
Torres y quienes lo rodeaban. En el dia quien, algunos años después de nos positivos. "No cabe duda que los dano naturalizado Lauchlin Currie
breve lapso de ocho semanas fundó oírlo hablar durante su gira relám- beneficios del desarrollo económico en escribió que sus compatriotas colom-
un periódico, Frente Unido, recorrió pago por Colombia, observó: "Era un Colombia han sido muy superiores a bianos carecían de patriotismo, tenían
todo el país pronunciando discursos hombre formidable, pero sus ideas no los costos", escribió en una evaluación poco respecto por la ley y estaban
dirigidos a unificar a la izquierda en eran muy sensatas". 148
observación de Gómez Botero cuando explica que el tipo de revolución que buscaba
Camilo Torres en 1965 "resultaba completamente ilegítima a la luz de la aceptación casi
144 G. Guzmán, Op. cit., pp. 445-446. unánime del modelo capitalista por la población colombiana".
145 W J. Broderick, Op. cit., pp. 260-270. 149 Torres murió en un encuentro con una patrulla del ejército el 15 de febrero de 1966. Las
146 Los mensajes están publicados en John Álvarez García, Camilo Torres: biografía, plataforma, circunstancias que rodearon su muerte se narran en Alvaro Valencia Tovar, El fanal de
mensajes, Medellín, Carpel-Antorcha, 1966. Camilo, Bogotá, Tercer Mundo, 1976. Otros biógrafos de Torres fueron Gustavo Pérez
147 Cerca de veinte años después de este momento de ardor revolucionario, Arturo Alape Ramírez, Camilo Torres: profeta para nuestro tiempo, Bogotá, Interamerican Press Service, 1966,
observa que, al igual que Camilo Torres, muchos de los militantes de izquierda "creían y Orlando Villanueva Martínez, Camilo Torres: acción y utopía, Bogotá, Universidad Nacional
que había llegado el momento decisivo [...] que existían todas la condiciones objetivas de Colombia, 1995.
para lograrla [la revolución.]". "¡Cuántas veces", escribe Alape, "no pensamos que éra- 150 Miguel Urrutia Montoya, Cuarenta años de desarrollo. Su impacto social, Bogotá, Fedesarrollo,
mos toda la nación!". La paz, la violencia: testigos de excepción, Op. cit.,
pp. 233-234.
1991, pp. 12, 14.
148 Entrevista personal con Alberto Gómez Botero, 4 de marzo de 1971. Jorge Orlando 151 Rosemary Thorp, Economic Management, Op. cit., p. 224. Malcohn Deas, ed., /aún America in
Melo, "Algunas consideraciones globales sobre 'modernidad' y 'modernización' en el Perspectivo, Boston, Houghton MifIlin, 1991, sugiere que en 1965 la proporción de colom-
caso colombiano", Análisis político, (10), may.-ago., 1990, p. 32, amplifica el sentido de la bianos considerados pobres estaba a punto de disminuir. Fija este porcentaje en 45% en
1970 y en 43% diez años después.
Una época de transición, 1957-1965 / 607
606 / La modernización en Colombia

mostraban a los ricos en sus juegos


desprovistos de un sentido de comu- [...] estamos llegando a una situación
de inexistencia de un contrato o pac- sugerían que la movilidad social y la
nidad de propósitos.'" buena vida asociadas con estas imá-
to social, en la medida en que no exis-
Sobrios analistas del escenario na- ten o desaparecen los elementos co- genes estarían disponibles para quie-
cional culpáron al Frente Nacional de munales globalizantes." 4 nes pudieran pagarlas. Esto, a su vez,
corromper la política. Álvaro Gómez reforzó la aceptación popular del ca-
Hurtado afirmaba que este arreglo La cultura de masas y el consumis- pitalismo de mercado y diluyó aún
hizo imposible tratar los problemas por mo, arraigados en el proceso de mo- más los llamados progresistas a la con-
sus propios méritos. Hizo que la polí- dernización, fueron criticados tam- ciencia de clase.' 56 •
tica nacional girara en torno a un eje bién por debilitar la unidad social. El Las instituciones sociales tradicio-
clientelista, despojó a los partidos tra- historiador social Alberto Mayor en- nales se debilitaron con la acometida
dicionales de sus fundamentos ideoló- contró que, para mediados de la dé- de la modernización. Las mujeres de-
gicos y redujo la política a "una técnica cada del sesenta, los colombianos pro- jaron sus hogares cada vez en mayor
para halagar a la gente".'" Álvaro Ti- medio se entregaban a un conjunto número, liberadas por las nuevas
rado Mejía señaló los efectos empa- de diversiones a las que antes nunca oportunidades educativas y de empleo,
lagosos del Frente Nacional sobre to- habían tenido acceso. así como por la adopción de nuevos
das las instituciones políticas. Encontró métodos anticonceptivos. En Colom-
que en una coyuntura crítica de la vida Televisión, deporte, novelas en serie
de mala clase, literatura y cine por- bia se difundió la píldora anticoncep-
colombiana, cuando el Estado hubie- tiva en lo que el historiador social
nográficos, revistas amarillas de gran
ra podido satisfacer las necesidades de Carlos Uribe Celis llamó "tiempo de
tiraje —escribió— tendían a ocupar
su pueblo de maneras innovadoras, el una fracción cada vez más importan- `records' mundiales".'" A mediados
acuerdo para compartir el poder des- Figura 122 El conjunto carrera Treinta
te de su tiempo libre."' de la década del sesenta, los gustos de
ilusionó y alienó a los colombianos. los jóvenes colombianos no diferían Fuente: Archivo fotográfico de El Espectador.
Esto, a su vez, los llevó cada vez más a Los críticos marxistas del enfoque mucho de los de los jóvenes europeos
tratar los problemas sociales aparte de desarrollista colombiano de la mo- o norteamericanos. Escuchaban la que se precipitaba hacia un futuro que
la política, recurriendo a limitadas dernización encontraron que la cul- habría de ser todo menos plácido.
misma música, llevaban los mismos va-
asociaciones gremiales, a la acción in- tura popular había desempeñado un queros y se deleitaban en la contracul- Los jets se alejaban del nuevo aero-
dividual y algunas veces a la violencia papel siniestro en la vida nacional. La puerto internacional de Bogotá sobre-
tura en la que predominaban la liber-
antisocial. El sentido de un propósito televisión, omnipresente en la Colom- tad sexual, la denuncia de la sociedad volando una ciudad treinta y cinco
compartido se perdió en la lucha de bia urbana en 1965, presentaba una burguesa y sus valores, y la incipiente veces más grande que aquella en la
todos contra todos. Bajo el Frente Na- visión de la sociedad liberal igualitaria, que había nacido Laureano Gómez
cultura de la droga.' 58
cional, el Estado se redujo a ser "un que los críticos consideraban contra- La Colombia de 1965 era, en sín- ocho décadas antes, la de las calles
negociador de intereses individuales". dictoria con las condiciones sociales polvorientas y sin asfaltar por las que
tesis, un lugar complejo e intrigante,
Así, escribe Tirado, prevalecientes. Las propagandas que

156 Este es el argumento presentado por Elsy Bonilla de Ramos, "Los sexos y la publicidad:
152 L. Currie, Op. cit., p. 152. el caso de la televisión colombiana", Desarrollo y sociedad, (11), CEDE, Universidad de los
153 Alvaro Gómez Hurtado en el prólogo a Raimundo Emiliani Román, Laureano el grande, Andes, may., 1983, pp. 75-91.
Bogotá, Nueva
Bogotá, Italgraf, 1989, pp. xx-xxi. 157 Carlos Uribe, La mentalidad del colombiano: cultura y sociedad en el siglo xx,
154 Alvaro Tirado Mejía, "Del Frente Nacional al momento actual: diagnóstico de una cri- América, 1992, pp. 101-102.
sis", en: Álvaro Tirado Mejía, ed., Nueva historia de Colombia, vol. 2, Bogotá, Planeta, 1989, p. 158 Véase Alonso Salazar y Ana María Jaramillo, Medellín: las subculturas del narcotráfico, 1975-
406. Véanse ulteriores reflexiones sobre el tema de la fragmentación social en la Colom- 1990, Bogotá, CINEP, 1992, donde se hace referencia al escenario de la droga en Medellín
bia moderna en su libro Sobre historia y literatura, Medellín, Lealon, 1991, pp. 17-18. en la década del sesenta. Su descripción es similar a la de la contracultura de la droga en
155 Alberto Mayor, "Historia de la industria colombiana 1930-1968", en: Alvaro Tirado Mejía, Estados Unidos en aquel momento.
ed., Nueva historia de Colombia, vol. 5, Bogotá, Planeta, 1989, p. 362.
608 / La modernización en Colombia

cabalgaron Dolores de Gómez y su na se vio obligada a pensar su disci-


hijo por nacer en 1888. plina de nuevo, a ampliar el univer-
¿Cómo puede describirse aquello so del pensamiento referente a la pro-
en lo que se había convertido Colom- ducción arquitectónica y a elevar al •
bia en el transcurso de una vida? Una nivel de complejidad del diseño.'"
manera de aproximarnos a ello es El Conjunto Carrera Treinta, di- Epílogo
mediante un símbolo: el edificio de señado por los arquitectos Luis Es-
apartamentos que se erguía en los lí- guerra y Ernesto Herrera, fue un El ocaso de los Centenaristas
mites occidentales de Bogotá el año producto de este movimiento, una obra
en que murió Laureano Gómez pue- de estudiado individualismo. Fue
de servirnos para este fin. Financia- también una metáfora de la Colom-
do por el Banco Central Hipotecario, bia de 1965. Construido por y para in-
estaba diseñado para albergar a co- El legado de los Centenaristas nes sociales y que aceptaba los enor-
tegrantes de la clase media emergen-
L
lombianos de clase media que tenían mes abismos que la separaban de cla-
te del país, se levantaba sobriamente
los medios para escapar del congestio- aureano Gómez murió en la-tarde ses superiores en el momento en que
sobre una ciudad llena de gente so-
nado centro de la dudad. El proyecto del 13 de julio de 1965. Su homólogo Laureano Gómez y Alfonso López
bria y diligente. Los apartamentos
de construcción, conocido sencillamen- liberal, Alfonso López Pumarejo, lo ingresaron a la vida pública, rechazó
debían su carácter único a una críti-
te como Conjunto Carrera Treinta, de- había precedido a la tumba más de progresivamente esta diferenciación
ca radical del diseño arquitectónico,
bía mucho a la atmósfera revoluciona- cinco años antes, y otros personajes de a medida que comenzó a imponerse
orgánicamente vinculada con la fre-
ria que predominó en la Universidad su generación los habían antecedido la modernización. La creciente rique-
cuente crítica violenta de todas las
Nacional y en su Facultad de Arqui- a ambos: los liberales Luis Eduardo za, los niveles más elevados de edu-
instituciones nacionales. Angular e in-
tectura a comienzos de la década del Nieto Caballero y Enrique Olaya cación y la extensión de la movilidad
conmovible, más notable que bello, el
sesenta. Por aquel tiempo, los estu- Herrera, los conservadores José de la social permitieron a los jóvenes co-
edificio proyectaba para el ojo enten-
diantes de arquitectura participaron Vega y Aquilino Villegas. Todos fue- lombianos juzgar críticamente a los
dido lo que la historiadora del arte,
en coloquios radicales, en los cuales ron miembros de la Generación del dirigentes que sus padres habían re-
Silvia Arango, describe como "un in-
se discutía el papel político de los ar- Centenario, hombres que dominaron verenciado. Estas percepciones cam-
teresante juego de luces y sombras".' 8°
quitectos. Críticas a la escuela moder- la sociedad y la política colombianas biantes, nacidas de una revolución en
Esa era, entonces, Colombia en
nista predominante por "formalista y entre 1930 y 1966.' las actitudes y valores en Colombia y
1965: un lugar de contrastes, de luz y
elitista" y la idea de considerar el acto Colombia experimentó cambios en otras partes del mundo, ha hecho
sombra, cuyo conjunto —cuya formi-
de diseño mismo como "reacciona- profundos durante las décadas de pre- difícil evaluar a los Centenaristas y su
dable historia—, aunque a veces des-
rio", paralizaron la actividad creativa dominio de los Centenaristas. Una legado. Las tentativas en este sentido
concertante, era siempre ilumina-
durante algún tiempo. Pero, en ge- población respetuosa de las distincio- han estado coloreadas por la violencia
dora, definiéndose siempre a sí misma
neral, su efecto fue beneficioso. La de nuevo de una manera sobria y, en
comunidad arquitectónica colombia- ocasiones, ennoblecedora.
1 Carlos Lleras Restrepo, quien se posesionó el 7 de agosto de 1966, fue el primer presi-
dente, desde Miguel Abadía Méndez (1926-1930) que no pertenecía a la Generación del
Centenario ni tampoco había recibido de ella el poder. Entre quienes sí lo recibieron
159 Silvia Arango, Historia de la arquitectura en Colombia, Bogotá, Universidad Nacional de Co- están Gustavo Rojas Pinilla, Alberto lleras Camargo y Guillermo León Valencia.
lombia, 1989, p. 237. Procesos análogos tuvieron lugar en los campos de la literatura y del Otros miembros prominentes de la Generación del Centenario fueron Eduardo y Enri-
arte. De ellos salió el realismo mágico de Gabriel García Márquez, y el arte figurativo único que Santos, Mariano Ospina Pérez, Luis López de Mesa, Roberto Urdaneta Arbeláez,
de Fernando Botero y de Alejandro Obregón. Acerca de este último, un crítico observó en Tomás Rueda Vargas, Miguel Jiménez López, Luis y Manuel Serrano Blanco, Francisco
1965: "¿Puede decirse que Obregón es un pintor pro-imperialista?". Alvaro Medina, Proce- José Chaux, Juan, Carlos y Fabio Lozano y Lozano, José Antonio y Manuel Montalvo,
sos del arte en Colombia, Bogotá, Colcultura, 1978, p. 439. Pedro Juan Navarro, Luis Cano, Fernando Gómez Martínez, Armando Solano, León de
160 Ibíd., p. 238. Greiff, José Eustasio Rivera, Ricardo Rendón y Porfirio Barba Jacob.

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social y política que acompañó su go- América Latina. Tal crecimiento su- que lo había caracterizado durante daba afuera, esperando atisbar al me-
bierno. Todo esto se ha conjugado ministró las bases de la transforma- toda su vida, para suscribir abiertamen- nos a López antes de su partida como
para ensombrecerlos y su contribu- ción que, en unas pocas décadas, hizo te el bipartidismo. Para entonces, él embajador de Colombia en Gran Bre-
ción a la historia de Colombia, per- que Colombia pasara de ser un país y sus colegas liberales habían com- taña. Había rumores de que el viejo
cepción compartida por muchos de intensamente subdesarrollado a ser prendido su intemperancia anterior político estaba enfermo y algunos adi-
los propios Centenaristas. Cuando se una nación en vía de rápida moder- y se habían arrepentido de ella, re- vinaron correctamente que aquel dis-
aproximaba al final de su vida, Luis nización. Este fue el principal legado conociendo que sus acalorados inter- curso sería su última alocución im-
López de Mesa escribió que su gene- de la Generación de los Centenaristas cambios habían producido de alguna portante.
ración había sido "una generación to- y de los millones de colombianos que manera la Violencia. La conversión López comenzó sus observaciones
cada de locura". 2 Laureano Gómez la apoyaron. Los Centenaristas mo- de Gómez, análoga a la de Pablo, gra- con una serie de reminiscencias de
opinó: "no son escasos ni afortunados derados evitaron la ideología y se con- tificó a los colombianos. Leyeron su su infancia y los primeros años de su
los rastros que la Generación del Cen- centraron más bien en la creación de extravagante elogio del Frente Nacio- carrera. Reflexionó nostálgicamente
tenario deja".' riqueza. Sólo cuando se examine este nal como prueba de que había aban- sobre su padre y otros personajes fa-
Sin embargo, juzgar a los Cen- aspecto del pensamiento y de las ac- donado su estrecho partidismo. Las llecidos tiempo atrás. Cuando comen-
tenaristas en términos de sus excesos ciones de los Centenaristas se com -. acciones del viejo caudillo durante los zó a hablar de su primera presiden-
políticos es una perspectiva miope y, prenderá plenamente el legado de primeros años del Frente Nacional cia, se mostró más animado. Evocó los
en última instancia, desorientadora; esta generación. confirmaron su cambio de posición. agitados años de la República Liberal
es desconocer la contribución enor- Pasó entonces tanto tiempo compar- y de la Revolución en Marcha, su pri-
memente significativa de los miem- tiendo con los liberales como lo ha- mer gobierno reformista y su liderazgo
bros moderados de esa generación, El lugar de Laureano Gómez
en la historia y en la bía hecho treinta años atrás, cuando inigualable del Partido Liberal. En-
hombres que aseguraron que el ex- trabajó al lado de Alfonso López para tusiasmado con su tema, aprovechó
traordinario desarrollo económico del historiografia colombianas
sacar a la vieja guardia conservado- la oportunidad para castigar públi-
país continuara sin interrupciones du- ra del poder. Un momento semejan- camente a Laureano Gómez por la
rante todo el período de su predomi- Laureano Gómez fue único entre los te de armonía bipartidista se dio en
militantes políticos de su generación. acalorada oposición a sus reformas.
nio. A pesar de la continua violencia mayo de 1959, cuando Gómez asistió "Se practicaba la oposición enton-
política, los Centenaristas moderados Nunca retrocedió ante una pelea y a una ceremonia en honor de López
ganó la mayoría de sus batallas polí- ces con caracteres de barbarie y de fe-
de ambos partidos buscaron y halla- Pumarejo. Esta tuvo lugar en la Univer- rocidad que ojalá hayan desapareci-
ron constantemente maneras de obs- ticas. Maestro en el arte de doblegar a sidad Nacional, y en ella se confirió el
su voluntad la democracia dirigida por do para siempre de nuestros anales",
taculizar a sus colegas extremistas. En doctorado gnmnqhr b` t r` al dirigente li-
las élites, frustró tan completamente dijo López, quien daba la espalda a
este sentido, conformaron un partido beral.
al Partido Liberal durante la década Gómez. Continuó aún más mordaz:
bipartidista y en gran medida apolí- El escenario era extraordinario.
tico, comprometido con hacer avan- del cuarenta que, al final de ella, los Fue presidido por el rector de la Uni- Quienes hoy miran con malos ojos la
zar al país en una dirección satisfac- extremistas liberales se armaron para versidad, Mario Laserna, y estuvieron existencia de cualquier brote de in-
toria para ellos y para la ciudadanía luchar contra el gobierno dominado presentes la mayoría de las principa- o3nformidad, pregonaban la consig-
en general. La constancia del creci- por los conservadores. les figuras públicas de la nación. El na de hacer imfiville la república. Las
miento económico colombiano duran- Más tarde en su carrera, Gómez vías de hecho, el atentado personal,
presidente Alberto Iteras Camargo, la acción intrépida, en una palabra, la
te la época del predominio de los pareció moderar su militancia, aban- Carlos Holguín y Mariano Ospina Pé-
donando el odio a los compromisos, violencia, que más tarde habría de
Centenaristas no tuvo paralelo en rez encabezaban la mesa, a la dere- dejar huella tan funesta en nuestras
cha del galardonado. Laserna estaba costumbres políticas hasta alcanzar las
ubicado a su izquierda, acompañado más bajas capas de la sociedad, se abría
2 López de Mesa, la crónica de los tres comendadores, Medellín, Editorial Universidad de Antioquia, camino en los círculos más altos y res-
1980, p. 157. de Laureano Gómez y de Darío
Echandía. Una muchedumbre aguar- ponsables. Con razón se ha dicho que
3 El Siglo, 27 de diciembre de 1957.

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