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El pueblo azteca fue un pueblo muy buen escultor ya que podían realizar
esculturas de todos los tamaños en las que plasmaban temas religiosos o de la
naturaleza. Captaban la esencia de lo que querían representar y luego realizaban
sus obras con todo detalle. En las esculturas más grandes solían representar
dioses y reyes. Las más pequeñas las utilizaban para representaciones de
animales y objetos comunes. Los aztecas utilizaron la piedra y la madera y a
veces decoraban las esculturas con pintura de colores o incrustaciones de piedras
preciosas. En cuanto a la orfebrería, debido a sus conocimientos de física, los
aztecas emplearon varias técnicas como fundir el oro con la plata y demás.
Normalmente el metal se combinaba con piedras preciosas como la turquesa, la
amatista, el jade o el cristal de roca o con conchas. Además elaboraban todo tipo
de figuras y adornos para sus cuerpos como pulseras, collares, pendientes, etc. La
pintura en el pueblo azteca aparece ligada a la arquitectura. El color tiene un papel
fundamental. Se trata de un color plano, sin matices ni sombras y, posiblemente
con connotaciones simbólicas.
Otro rasgo del arte azteca son los adornos hechos con plumas, que tuvieron gran
importancia en América Central. Las plumas más apreciadas eran las del quetzal
(verdes) las del tlauquecholli (rojas) y las del xiuhtototl (azul turquesa). Con estas
plumas realizaban tapices y adornaban mantas, máscaras de rituales, escudos o
trajes de guerreros. Las ruinas aztecas indican una dominación de la grandeza
frente a la calidad de los materiales. Su arquitectura era menos refinada que la del
pueblo maya.
Arquitectura:
Miles de artesanos trabajaron sin descanso para construir y mantener los templos
y palacios. Pequeños templos se levantaron en lo alto de altas pirámides
construidas en tierra y piedra, con escaleras que conducían a sus portales.
Imágenes de piedra de los dioses, en general, con forma monstruosa, y relieves
con diseños simbólicos, eran dispuestas en los templos y en las plazas. Los
aztecas sobresalieron en la construcción de templos, pirámides y otros edificios.
México-Tenochtitlan (en náhuatl, Mēxíhco-Tenochtítlan), la capital del imperio
azteca, era una ciudad muy bien estructurada en términos de arquitectura e
ingeniería. Contenía originalmente varios templos, palacios, monumentos y
mercados.
Pintura:
Las pinturas aztecas eran hechas en paredes de templos, tejidos o vasijas de
cerámica. Con colores fuertes y vivos, los artistas representaban escenas de la
vida cotidiana, batallas, rituales e imágenes de personajes importantes del
imperio. Las pinturas eran chapadas, sin profundidad y, muchas veces, no
respetaron la proporcionalidad. Las obras pictóricas son hoy ricas fuentes de
información sobre la historia de la civilización.
Escultura:
Los aztecas tenían una escultura muy expresiva y bien acabada. Estas esculturas
tenían un realismo significativo. Los aztecas escultores utilizan principalmente
basalto, oro, piedras y cerámicas para hacer sus esculturas. Hicieron estatuas de
los cuerpos humanos, figuras sagradas, dioses aztecas, máscaras, calendarios e
imagen de animales. La escultura azteca más famosa es la Piedra del Sol
erróneamente conocida como Calendario Azteca. Hoy día podemos encontrar la
pieza en el Museo Nacional de Antropología de la Ciudad de México. Contando
con 3,7 metros de diámetro, la piedra tiene en el centro la imagen del dios sol,
mostrando los días de la semana azteca y versiones aztecas de la historia del
mundo, además de mitos y profecías. Los aztecas fueron hábiles artesanos.
Teñían algodón, hacían cerámica y decoraciones muy diversas en oro y plata.
Como artículos de lujo, esculpían muchas joyas finas talladas en jade.
Orfebrería azteca:
Los aztecas eran maestros en la fundición, combinando oro y plata, realizaban
joyas como collares, pendientes, pectorales, etc. También hacían figuras y
recipientes. Sobre todo hicieron piezas de joyería, aunque también se han
encontrado algunos recipientes y figuras unidas. Los metales se combinaron con
piedras preciosas como el jade, amatista y turquesas.
Música azteca:
La música azteca tiene unas características muy peculiares y estructurales y
dependían sobre todo de la lengua que poseyeran los artistas y de la región.
Evidentemente la música precortesiana era muy compleja, además de que la
escala musical no tenía existencia en esos momentos por ello se basaban en los
tonos que desarrollaban las personas en su habla.
“LA LITERATURA MAYA”