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VALENTÍN LETELIER

Teoría de la Instrucción Pública *

SUMARIO

1.-La instrucción públic.a y la de los colegios particulares. 2.-La instruc-


ción pública y la instrucción doméstica. 3.-Si la enseñanza es una industria
sujeta a la ley de la oferta y la demanda. 4.-La enseñanza del Estado y la
de la Iglesia. 5.-0bjeciones contra el Estado docente. 6.-Medios de inter-
vención del Estado en enseñanza. 7.-La instrucción obligatoria. 8.-0bje-
ciones contra la instrucción obligatoria. 9.-La gratuidad de la enseñanza.
10.-Las libertades de enseñanza y de profesiones.

En los quince capítulos que preceden el territorio, se puede lograr este pro-
he desarrollado la teoría de la ed u c .a - pósito con más facilidad que por medio
ción, sin atender mucho ni poco a si la de la instrucción partfoular, siempre
enseñanza .debe ser 1pública o privada, ni varia y contradictoria.
a si caso de ser pública se debe adminis- Es verdad que sin ponerse de acuerdo,
trar por la Iglesia o por el Estado. por obra espontánea de la acción refle-
Toda enseñanza, en efecto, sea públi- ja, los colegios particulares dan a sus
ca, sea privada, debe estar adornada de alumnos una educación católica en los
los caracteres generales que determiné pueblos católicos, evangélica en los pue-
más arriba, abrazar las materias que su blos protestantes, mahometana en los
naturaleza requiere y darse en la forma pueblos mahometanos. Pero también lo
que la filosofía de las ciencias y la pe- es que .en las sociedades contemporá-
dagogía positivas disponen. neas donde tantos sistemas filosóficos se
Toca ahora determinar cómo se alcan- disputan el imperio de la inteligencia,
zan mejor los fines peculiares de la edu- no hay doctrina a 1g un a que sirva de
cación, si dándola a .domicilio o en cole- vínculo de unión entre los directores .de
gios particulares o en escuelas públicas; la instrucción particular.
si dirigida por la potestad secular o 1a Supuesto el actual desencuaderna-
teoría bajo el res pe et o pedagógico, es miento de los espíritus, sólo un sistema
menester estudiarla bajo el respecto po- de educación común .puede restaurar la
lítico. Tal será el objeto del presente ca- unidad del intelecto, imponiendo a todos
pítulo, con que me propongo finalizar la enseñanza de una misma doctrina.
esta obra. No se confundan los tiempos .ni las so-
Para dilucidar con acierto estos pun- ciedades. Lo que antes fué bueno, ahora
tos, no hay sino estudiar los a la luz de es malo; y esto que conviene aquí, cau-
las doctrinas que quedan establecidas. saría graves perturbaci?nes allá .. Nada
Desde las primeras páginas del presente es .absoluto. Si en los siglos medios pu-
libro, he venido demostrando que uno do la educación privad a generalizarse
de los objetos positivos de la educación en las clases superiores sin romper el
intelectual es el de ligar todos los espí-
ritus por los vínculos de una misma doc- * V.alentín Letelier: Filosofía de la Educa-
trina, y no hay duda e.n que por medio ción, Buenos Aires, Cabaut y Cía, Eds. 1927,
de la instrucción pública, una para todo pp. 619-703.

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66 ANALES DE LA UNIVERSIDAD DE CHILE

vinculo de unión entre fos espíritus, es tivamente relegadas al dominio de lo


porque no había más que una sola filo- subjetivo y de lo individual. Mas, si con
sofía para informar la enseñanza, la fi- las ciencias abstractas y las artes gene-
losofía católica. Pero en las sociedades rales se pueden constituir, como ya lo
cultas de nuestros dí.as, 1a simultánea demostré, sistemas integrales .de educa-
coexistencia de tantos sistemas ha crea- ción positiva; sistemas que sin ofender
do la necesidad de recurrir a la escuela ninguna conciencia, imponen la adhe-
pública como el medio más eficaz que sión universal a unas mismas doctrinas
pueda emplearse 1p ar .a restablecer la que satisfacen gran número de necesi-
unidad del intelecto. dades sociales, no se ve fundamento
Littré observa en algunas de sus obras plausible para .arrebatar de manos del
que la enseñanza fortifica las tendencias Estado la prerrogativa de dirigir esta
conservadoras de la sociedad, porque magna empresa de unificación y armo-
nada las favorece más que aquello que nía nacional.
une a los espíritus, nada las contraría Poner la en manos de los particulares
más que aquello que las divide. Pero es- es preparar su fracaso. Cuando la ense-
to no se puede decir sino de la instruc- ñanza está en manos de empresas parti-
ción pública, que es una e igual para to- culares, por el hecho de vivir condenada,
dos; no de la instrucción privada, que como toda industria, si no a lucrar, por lo
varía de colegio a ·colegio. menos a sostenerse con sus propios ren-
Más aún: cuando fuese posible impo- dimientos, tiene indispensablemente que
ner a todos los maestros privados la obli- poner a contribución a los padres de los
gación de enseñar una sola doctrina, con escolares. En Grecia, donde hubo, sin
un mismo espíritu, inspirados por el no- duda, filósofos que por amor a la verdad
bilísimo anhelo de hacer a todos partíci- enseñaban gratuitamente sus doctrinas,
pes .de la comunión de una sola verdad; las necesidades de la ·cultura y de 1a vi-
aun en tales condiciones, no se podría da convirtieron bien pronto la enseñan-
confiar .a la iniciativa particular el des- za en un medio de lucro. Protágoras de
empeño de este augusto deber, porque Abdera, de quien se dice haber sido el
sobre ser intermitente y precaria, de or- primero que imaginó vivir de la ense-
dinario sólo acomete empresas que la ñanza cobrando emolumentos, y Gorgías
tientan con el incentivo del lucro, y en y Zenón de Elea, exigían cien minas
todo caso, carece de medios para distri- (9.1·66 francos) por la instrucción com-
buir por igual los beneficios de la cultu- pleta; y el orador Isócrates, que alrede-
ra entre las varias comarcas de un gran- dor de su cátedra de elocuencia solía
de Estado. contar hasta cien discípulos, recibía de
En contra de esta doctrina, se ha ne- cada uno diez minas.
gado juntamente el derecho del Estado De análoga manera pasaban las cosas
a imponer la unidad de creencias y la en Roma. Era común que los padres de
posibilidad de realizar tamaña empresa. la clase más culta compraran esclavos
La historia misma de los cuatro últimos letrados, ordinariamente de nacionali-
siglos parece dar fuerza a esta objeción, dad griega, para encargarlos .de la edu-
porque durante ellos, aun puesta al ser- cación de sus hijos. Pero cuando querían
vicio de tiranías religiosas implacables, dar mayor desarrollo a esta cultura, pa-
no ha podido la enseñanza impedir sino gaban retribuciones mensuales o anua-
transitoriamente la dispersión de las les por los ocho meses del año escolar
conciencias. que iba de noviembre .a junio, a maes-
Por mi parte, juzgo aceptables las pre- tros de letras latinas (litteratores), o de
misas, pero no la conclusión. A semej.an- letras griegas (grammatici), o de retóri-
za de los individualistas, creo que en ca (rhetores), o de cálculo (c.alculatores).
una época de libertad, sobre todo de li- Lo mismo ocurrió en los siglos medios
bertad de imprenta, sería empresa frus- y modernos: dondequiera que la ense-
tránea la de intentar establecer por me- ñanza fué fundada por empre~as parti-
dio de la instrucción pública la unidad culares, de ordinario corporaciones ju-
de las creencias. Después de tan larga rídicas, ora laicas, ora eclesiásticas, se
experiencia histórka, es fuerza convenir sostuvo con los emolumentos pagados
!?n que las creencias han quedado definí- por los escolares.
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Ahora bien, fundada en estas condi- micilio; y hasta aquí sólo he hablado de
ciones, la instrucción particular no fué la primera.
nunca en los pasados siglos realmente No se confunda la enseñanza o in s -
común y sólo la aprovechaban los que trucción doméstica con la educación .do-
podían pagarla y que sabían apreciarla. méstica. La educación doméstka, pri-
De hecho quedó siempre excluída de sus mer grado de la educación refleja, existe
beneficios la generalidad de los niños antes de todo sistema docente, no se
porque sus padres o carecían de recur- puede ni suprimir ni reemplazar; corres-
sos para pagar los emolumentos escola- ponde por naturaleza a los padres y a
res o no tenían interés en pagarlos. los que se encargan de la crianza del ni-
Rousseau era perfectamente lógico cuan- ño y se reduce a una iniciación muy ge-
do junto con sostener la conveniencia de neral, pero a la vez muy empírica del
la enseñanza individual y doméstica, de- saber y de la vida.
claraba que el pobre no necesita educa- Por el contrario, la instrucción domés-
ción. En realidad, antes del siglo XIX, la tica es una forma especial y primitiva
instrucción, dirigida como estuvo ordi- de la educación sistemática; floreció en
nariamente por empresas particulares, Grecia y Roma antes de que se fundaran
no pudo rendir los frutos que hoy se es- escuelas de enseñanza colectiva; no exis-
peran de ella. te en las sociedades civilizadas sino en
¿Qué quiere .decir esto? Lo que quie- carácter excepcional, habiendo sido co-
re decir es que donde deja de ser públi- múnmente reemplazada por la instruc-
ca, la enseñanza pierde su carácter de- ción pública o por la de los colegios par-
mocrático e igualitario, se convierte en ticulares; se puede suprimir en absoluto
simple adorno de las clases oligárquicas, sin que se resienta la formación física,
y por el mismo hecho se inhabilita para intelectual y moral del educando; y se
cumplir sus fines peculiares. Por la na- confía siempre a personas .dedicadas a la
turaleza de las cosas, la instrucción no carrera de la enseñanza, porque los pa-
puede unir to.dos los espíritus si no es dres de familia, sea por falta de compe-
universal, ni puede ser universal si no tencia, o de voluntad, o de tiempo, nun-
es pública, ni puede ser pública sino ca la tornan a su cargo.
allí donde las tendencias .democráticas Cuando se proclama, con el ostensible
del pueblo la imponen a las potestades. propósito de derribar al Estado docente,
Si en los Estados aristocráticos, si en los que la educación es función inalienable
Estados antiguos, los gobiernos se mos- de los padres, se debe entender que se
traron de ordinario ad versos a la ense- alude a la educación doméstica, la cual
ñanza pública, es porque elia desarrolla corresponde por naturaleza, no .a forma
de suyo en los pueblos tendencias igua- alguna de la educación sistemática, la
litarias y democráticas, hostiles a las cual no puede corresponder sino a los
instituciones de privilegio. que se preparan especialmente para dar-
En las sociedades .cultas, .dDnde están la. Compuesta la gran mayoria de los
sancionadas así la igualdad de todos los padres de ignorantes tan faltos de cultu-
ciudadanos ante la ley como 1a inter- ra .como de letras, es tan absurdo reco-
vención del pueblo en el gobierno, no se nocer les el derecho de educar sistemá-
debe obedecer a semejante criterio. Co- ticamente a sus hijos como la capacidad
moquiera que el Estado entero no tiene para elegir la educación que les con-
más que un solo fin, decía Aristóteles, viene.
la educación debe ser una para todos los Hecha esta aclaración, recuérdese
ciudadanos; y lo que es yo, juzgo de to- ahora que uno de los objetos principa-
da evidencia que 1a ley debe reglar la les de la edu<!ación sistemática, cuales-
educación y que la educación debe ser quiera que sean su forma, su grado <;>_su
pública. naturaleza, es el de formar a los nm~s
para la sociedad y que con este propo-
II si to el maestro ;propende por un lado .ª
dotarles de ciertos modales, gustos, cri-
Pero hay dos clases de enseñanza pri- terio, aptitudes, tendencias y hábitos, '1
vada: la que se administra en colegios por otro lado, a extirpar los errores, vi-
particulares y la que se administra a do- cios, supersticiones, falsos modos de ver
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y de pensar que las influencias reflejas se forma en un medio donde no la sien-


imponen al espíritu plástico de la in- te, la educación no puede cultivar gér-
fancia. menes que suponen la vida de relación.
Ahora bien, la enseñanza doméstica, Cuantos tienen alguna experiencia pe-
que sólo actúa sometiéndose humilde- dagógica saben que la emulación es un
mente a las influencias del hogar, care- medio educativo cuya eficacia consiste
ce de aquella autoridad moral que se en hacer que el espíritu del escolar dé
requiere para contrarrestarla y no pue- de sí lo más que sus facultades natura-
de secundar sino de manera muy débil les se lo permitan. Sin la emulación, los
los propósitos de la educación sistemá- esfuerzos .del maestro se embotan frus-
tica. tráneamente en una masa poco menos
Solos, uno enfrente del otro, no tiene que inerte, porque es aquel sentimien-
el ayo me.dios eficaces para desarrollar to uno de los que más temprano trans-
en su discípulo los sentimientos sociales; forman al educando de simple capacidad
por obra de la misma situación en que la receptiva en verdadera facultad activa.
familia le coloca, está precisado a res- Cuando todavía él se muestra insensible
petar en su enseñanza todas las preocu- a los incentivos del interés y de la glo-
paciones de linaje con que se ha forma- ria, ya siente agitarse su ser al estímulo
do el educando, y éste no se hace hom- de la emulación. Ahora bien, para des-
bre para la sociedad, aun cuando se haga pertar este sentimiento es inútil dar
hombre para perpetuar con todos sus consejos, inútil crear incentivos, inútil
vicios, defectos, errores y supersticiones, atizar el .amor propio de los educandos
el espíritu de sus padres. si se les aisla del contacto con sus se-
Hace dieciocho siglos que lo observó mejantes.
el retórico Quintiliano: el niño que se La historia de la instrucción domésti-
educa a domicilio se expone a criarse ca está llena de anécdotas que prueban
muelle y afeminado, porque rodeado la existencia de una lucha sorda y per-
de halagos y atenciones excesivas, no se sistente entre el ayo por despertar en su
le deja vencer el menor estorbo, ni· discípulo el amor al estudio, y el discí-
afrontar el menor peligro, ni sufrir con- pulo por emanciparse de la férula del
trariedad alguna. Si habla, se le recom- ayo. Nunca lograron los preceptos, los
pensa con caricias y palabras que no se consejos, las amonestaciones y los cuen-
permitirían a un bufón; y siempre que tos morales del primero, vencer la resis-
quiere dar un paso, se le lleva de lama- tencia pasiva o poner término a las bur-
no para que no caiga. las irrespetuosas del segundo; y el mis-
Estos caracteres egoístas, voluntario- mo educando que hoy ejemplariza con
sos, dominantes, absorbentes, que oca- su .docilidad en la escuela, escandalizaba
sionan tantas contrariedades en el hogar ayer con su indisciplina en la casa. Es
y tantas inquietudes en la política, son que el maestro no cuenta en el hogar
obra .de la instrucción doméstica, no de éon el auxilio inapreciable de la emula-·
la educación pública. Cuando los hom- ción; es que la emulación sólo nace en-
bres se forman sometidos a la vida de tre persa.nas que están empeñadas en
relació.n, se hacen tan diestros y varoni- una misma tarea; es que sin la emula-
les para vencer en 1as luchas de la con- ción, la enseñanza gasta mucho mayo-
currencia, como tolerantes, abnegados y res esfuerzos y rinde mucho menos
justicieros en el trato de sus semejantes. frutos.
Esto se explica: en el aislamiento del A mi juicio, sólo en dos casos se pue-
domicilio, el educando no siente la ne- de preferir la enseñanza doméstica con-
cesidad de acomodarse al me.dio social, tra la enseñanza pública: 19 en el de los
y su ser moral se desarrolla a distancia niños que empiezan el estudio de las
de esta irreemplazable influencia educa- primeras letras; y, 29 en el de ciertos
dora. Es la necesidad de la acomodación .anormales físicos y mentales que por sus
social, o sea, de vivir con nuestros seme- defectos no se deben someter al régimen
jantes, lo que hace germinar en nues- de la emulación. Unos y otros, en efecto,
tros corazones los sen1imien tos de amis- requieren que el maestro los atienda de
tad, de amor, .de afecto, de respeto, de uno en un o, e o n ta 1 dedicación de es-
compañerismo, etc., y cuando el hombre fuerzos que la enseñanza colectiva, pro-
·=== - ;z~·

DE LA INSTRUCCIÓN PÚBLICA 69

pia de la escuela pública, result,a abso- sistemático, ejerce incomparabile in-


lutamen1:e frustránea. fluencia educativa; y, 29 porque a domi-
Pero la mayor parte de las veces, aun cilio no aprovecha él más que lo que a él
los anormales, cuya educación requiere se le enseña, mientras que en la escuela,
una concentración más individual de es- además de los ejemplos que tientan su
fuerzos de parte del maestro, adelantan amor propio y su espíritu de imitación,
con mayor rapidez, según se ha obser- aprovecha también lo que se enseña a
vado, cuando se les somete a la acción los demás. Cuando oye allí que se re-
colectiva ,de la escuela, porque allí se conviene a uno por su pereza, ya sabe
sienten aguijoneados por los móviles que no debe ser perezoso; cuando oye
irresistibles del amor propio, de la emu- que otro es alabado por su aplicación, ya
lación y el espíritu de imitación. sabe que debe empeñarse en cumplir
Pues bien, los pedagogos saben que con sus deberes. El castigo impuesto a
para despertar estos sentimi~ntos, es in- los rebeldes morigera más a los que lo
dispensable someter a los educandos .a presencian que a los que lo sufren, y las
la ley de la concurrencia, dar ocasión a distinciones que se disciernen a unos po-
los mejores para que sobresalgan entre cos avivan en todos el deseo de alcan-
todos, aun cuando sean de más modesta zar las.
condición, y exponer a los de más ilus- Desde el punto de vista polfüco, las
tre abolengo a quedar rezagados, por democracias tienen que dar la preferen-
torpes o perezosos, si no vencen en bue- cia a la educación pública, porque la es-
na lid a sus competidores. Educado en el cuela común es una institución esencial-
aislamiento, el hombre no tiene térmi- mente democratizadora.
nos de comparación para apreciar lapo- Según lo han demostrado muchos edu-
tencia relativa de sus facultades, ni oca- cacionistas, forma la escuela una como
siones de lucha para desarroHar toda la república sujeta al régimen de la igual-
energía de su naturaleza. dad, república en que desaparecen las
En favor de la enseñanza doméstica, distinciones sociales de la fortuna y la
se ha solido observar que ella es más in - sangre, para no dejar subsistentes más
tensa, y de consiguiente más eficaz, por- que las de la virtud y el talento.
que a domicilio el maestro concentra en Todas aquellas preocupaciones de li-
un solo discípulo esfuerzos que en la es- naje con que el padre de familia atiza la
cuela tiene que dividir entre los alum- vanidad de sus hijos, atribuyendo a sus
nos más o menos numerosos de cada .antepasados méritos más o menos ima-
clase. ginarios, se disuelven en la escuela al
Pero desde luego se puede advertir en contacto con .aquellos condiscípulos que,
contra, como en su tiempo lo advirtió sin deber ni siquiera su nombre a sus
Quintiliano, que la voz del maestro no abuelos, sobresalen brillantemente mer-
se asemeja a un banquete cuyas viandas ced a sus solos esfuerzos personales.
sólo alcanzan para un número determi- Especialmente en los colegios del Es-
nado de comensales, sino a la luz del tado, que no tienen interés en halagar la
sol que alumbra .a todos por igual y sin vanidad de los nobles o de los ricos, es
consumirse; que la mayor parte de la muy frecuente que la fortuna y sangre
instrucción es de tal naturaleza que sin sean postergadas en homenaje a la vir-
in<!onveniente se puede dar simultánea- tud y a los merecimientos personales.
mente a muchos, y que de ordinario, sin Todos ,podemos recordarlo: un día in-
aumentar los esfuerzos, con la misma gresaron en la escuela un niño que, en
enseñanza con que se educa uno, se atención a los nobles antecedentes de
pueden educar varios. su linaje, recibió especiales muestras de
Desde el punto de vista moral, se pue- deferencia, y otro que, por su condición
de aún sostener sin incurrir en exage- humilde, fué objeto de menosprecio y de
raciones, que la educación pública es burla. Pero andando el tiempo, el prime-
mucho más rica y eficaz que la instruc- ro se hizo notar por su torpeza cuando
ción doméstica, por dos razones decisi- el segundo brillaba por la prontitud de
vas: 19 porque en la escuela el educando su ingenio; y mientras éste se afanaba
tiene que acomodarse a nuevas situacio- e.n el desempeño de sus tareas, el otro
nes y a un régimen que, por su carác1:er consumía su vida entregado a una pere-
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za invencible. El juicio de los condiscí- crían, educados a :domicilio, provoca de


pulos cambió entonces como por encan- manera espontánea el .desarrollo de las
to: las distinciones fundadas en los ante- pasiones antisociales. Por ila naturaleza
cedentes de familia se olvidaron en de las cosas, las virtudes sociales sólo se
homenaje a las .distinciones fundadas en desarrollan en la sociedad, y la escuela
los méritos personales, y, según la .pala- es la sociedad de los educandos.
bra del Evangelio, los humildes fueron La influencia educador,a que la escue-
ensalzados, y humillados los orgullosos. la ejerce se patentiza de manera singu-
Es ésta una educación que, comprome- lar en la formación de los hábitos de to-
tiendo desde temprano al hombre en las lerancia. De ordinario, la educación do-
luchas de la vida, lo hace desarrollar su méstica no sabe inculcar el sentimiento
carácter y su inteligencia hasta donde la religioso sino acompañándolo con senti-
plasticidad de su naturaleza lo permite. mientos de horror a las doctrinas adver-
Ahora bien, la educación doméstica no sas y de odio a los que las profesan. Pe-
puede rendir frutos semejantes porque ro cuando la enseñanza pública no tiene
no despierta la emulación, sentimiento carácter confesional, ella neutraliza la
que sólo nace al calor de la lucha entre diversidad de creencias avivando 1os
individuos que están sometidos a la ley se.ntimientos .de recíproco afecto; la re-
común de la concurrencia. ligiosidad disminuye en beneficio de la
Na die podría desconocer en una de- humanidad, y la tolerancia abre campo
mocracia las ventajas que para la paz a la caridad sin exclusiones, a la confra-
social tendría un invento cuyo objeto ternidad humana, al amor universal.
fuese hermanar a las clases del Estado, Es en la escuela también en donde se
imbuyendo en las inferiores respeto a forma el sentimiento de esas relaciones
los méritos cívicos, a la hidalguía, a la de subordinación a los extraños que el
cultura, al patriotismo de las superiores, orden social impone. Por muy temprano
e inspirando a las superiores estimación que se verifique el ingreso escolar, uno
por la honradez, la lealtad, la laboriosi- recuerda to.da su vida la extrañeza que
dad de las inferiores. Si estos sentimien- le ·causó verse sometido de repente a la
tos de recíproco afecto nacieran entre férula de una persona a quien no está
patricios y plebeyos, entre patrones y subordinado por relaciones de consan-
obreros, no es dudoso 'que desaparece- guinidad. Hasta después de transcurrido
rían muchas de las dificultades que per- mucho tiempo, uno se resiste todavía a
turban el .desarrollo normal de las socie- creer que deba en realidad obediencia a
dades contemporáneas. una autoridad que no es la autoridad pa-
Pues bien, la escuela pública, la escue- terna.
la que se abre de par en par a los hijos Pero una vez que se convence, germi-
del pueblo y confunde en su recinto a nan en su ser con prodigiosa espontanei-
los vástagos de todos los linajes, rinde dad sentimientos morales que la educa-
en parte· frutos parecidos, porque crea ción doméstica sólo cultiva de manera
entre los condiscípulos relaciones de muy imperfecta. Dados los vicios inhe-
amistad y compañerismo, que los acon- rentes a esta educación, se puede decir
tecimie.ntos de ordinario respetan y, que que los hábitos de orden y de puntuali-
a través de los años se estrechan más y dad, que el respeto a la disciplina y a las
más si no son disueltas por un orgullo autoridades sólo se empiezan a formar
insensato. .d el día en que el educando es sometido al
Sin que intervenga el maestro, sin que régimen de la escuela; y .por cierto, es
la ordenen los reglamentos, la sola vida la escuela la que desarrolla aquel amor
escolar desarrolla la lealtad de carácter, al trabajo que la emulación y las recom-
la afabilidad para co.n los .amigos, la cor- pensas estimulan. En otros términos, el
tesía con los extraños, la estimación de educ.ando se forma mejor cuando el roce
los méritos reales, el afecto recíproco. con los otros le ofrece ejemplos que imi-
Si los individuos de las clases aristocrá- tar que cuando el aislamiento le hace
ticas se hicieron notar siempre por su creer que sólo él está sujeto a restriccio-
egoísmo, por su orgullo, por su desdén a nes, prohibiciones y cortapisas. Si mu-
los extraños, por sus modales insultan- chas veces la madre no obtiene de su hi-
tes, es porque el aislamiento en que se jo en años de penosos esfuerzos la dedi-
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TEOílÍ.:\ DE LA INSTRUCCIÓN PÚ'JLICA -· -;z;;:··

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~ación al estudio que el maestro obtiene Pero la enseñanza no nace, ni vive, ni


en breves .días de perseverancia, es por- se desarrolla en las condiciones en que
que la autoridad escolar, a diferencia de se establece, se agranda y prospera una
la autoridad materna, obra auxiliada. por industria cualquiera, y si aquel que tie-
la influencia educadora del ejemplo. ne una idea de las mercaderías que ne-
En suma, los hechos que dejo enun- cesita pu2.de elegir con acierto entre una
ciados corroboran lo que senté más arri- y otra, el que no tiene instrucción algu-
ba, esto es, que la educación doméstic:i na carece de competencia para elegir
no desarrolla por completo el ser moral entre enseñanza y enseñanza.
de los niños, ni los dota de aquellos sen- U na industria se establece cuando es
timientos que .deben adornarles para reclamada por el consumo, y el consumo
que se puedan incorporar en la sociedad. la reclama en tanto cuanto la necesita.
Lo contrario sucede con la enseñanza:
cuanto mayor es la ignorancia, tanto
II I más se necesita la instrucción y tan to
menos generalmente se siente su nece-
A la misma conclusión se llega cuan- sidad.
do se atiende a la naturaleza de la ense- Los economistas sostienen que, a vir-
ñanza: en el concepto más e 1evado de tud de la ley de la oferta y la demanda,
las cosas, la enseñanza es una función cuando el Estado no interviene, la ini-
que provee al gobierno espiritual de los ciativa particular mejora la enseñanza y
pueblos, así como la política es una fun- funda escuelas dondequiera se las ne<:e-
ción que provee a su gobierno temporal. sita. Pero en el hecho ocurre una cosa
Ambas son funciones sociales, y bajo el diferente: las escuelas se abren en las
respecto filosófico es tan absurdo entre- más grandes poblaciones, donde es ma-
gar a la iniciativa particular la admi- yor la cultura y menor la necesidad, y
nistración de justicia como entregarle no en las poblaciones más atrasadas,
la administración <le la enseñanza. ¿Por donde es mayor la necesidad por ser me-
qué algunos piden libertad para elegir nor la cultura. No son éstas, entonces,
sus maestros y no la piden para elegir empresas industriales, sujetas a la ley
sus jueces? ¿Qué razones hay que acon- de la oferta y el pedido. Son empresas
sejen quitar a los particulares la tarea morales, sujetas a las necesidades de la
.de regir y juzgar los actos externos del cultura .
hombre, cuando de otro lado se quiere No es esto todo: entre varios indus-
encomendarles la de formar el intelecto triales que compiten ·en el mercado, se
de la sociedad? puede asegurar que aquél cuyas merca-
En nuestros días, los advt:or.,arlu~ t.lt! la deríd.:S má~ .c;;P C'nn.c:nmen. P~ Pl que 1nejor
instrucción pública están empeñados en satisface las necesidades del público. Pe-
adulterar la naturaleza de la enseñanza, ro en la enseñanza sucede a menudo lo
convirtiéndola en una industria para so- contrario, que aquél que la da mejor
meterla en este carácter a la ley de la encuentra menos consumidores, y el
oferta y la .demanda; y no hay duda que simple charlatán se forma un auditorio
a esta condición se la rebaja cuando en sobremanera numeroso. Dados tales an-
vez de una función pública se hace de tecedentes, es claro que los maestros no
ella un servicio doméstico. deben estar sujetos a la ley económica
En su sentir, esta industria debe ser de la concurrencia, aun cuando lo estén
tan libre que un ganapán cualquiera no a la ley moral de la emulación.
tenga más trabas para establecer una Cuando se estudia el repartimiento de
escuela que para abrir una tienda. Na- las industrias en cualquiera de los paí-
die puede suponer que el público carez- ses más adelantados de Europa, se nota
ca de competencia para juzgar entre en- que ellas proporcionan espontáneamen-
señanza y enseñanza cuando la tiene te la suma de mercaderías a las necesi-
para juzgar entre mercadería y merc'.l- dades de cada pueblo. Si en un momento
dería. Si es capaz de elegir entre los pin- dado escasea la provisión, sube el valor
tores al que hace mejores cuadros, ¿por y .de seguida aumenta la producción. Si,
qué sería incapaz .de elegir entre los por el contrario, hay superabundancia,
maestros al que da mejor educación? ,;;.~ · viene la depreciación y disminuye la
-. - ~-~---- .. -·~··- ~------ ·-===
ANALES DE L.\. U:>IIVEilSIDAD DE

producción. Pero en el repartimiento de Estas observaciones se corroboran con


1J. ciencia, la iniciJ.tiv1 particular no lo que pasa a la vista de todos en nues-
proporciona la suma de enseñanza a las tros días y con lo que ha ocurrido antes,
necesidades de cada pueblo; y al contra- en el curso de la historia. En nuestros
rio, es impotente para repartir por igual dfas, la iniciativa individual no hace co-
lo;, b.;;neficios de l:l cultura. sa alguna de nota para fundar aquellas
Una de las pocas naciones donda se enseñanza3 especiales, la de minería, la
puede a preciar por sus resultados la efi- de agronomía, la de artes y oficios, que
cacia de la iniciativ::i particular, es sin todavía no han sido instituídas por el
duda, Ll Inglaterra. Pues bien, es un E.;tado; y en tod=is las naciones cultas se
educacionista inglés el que se ha en- observó siempre que cuando el poder
cargado de ü1formarnos que las escuelas público no intervenía, las instituciones
están allí muy m:.11 distribuídas; que particulares de enseñanza fueron menos
hay muchas en algunos pueblos donde numerosas y menos importantes que
se necesitan pocas, y poc;is en algunos cuando intervenía.
donde .se necesitan muchas: en una pala- Para mí no es.dudoso que si se llegara
bra, concluye, están distribuidas como a suprimir la intervención .de los pode-
quedan los granos de arena cuando se res públicos, el nivel de la cultura se de-
arroja un puñado al viento. primiría; y si en tal caso se desarrollara
Lo mismo ocurre en dondequiera que la iniciativa industrial, no sería para di-
la enseñanza está encomendada a la ini- fundir esta instrucción general, cuya ne-
ciativa particular. El industrialismo no cesidad sienten más bien los pueblos que
ha hecho nunc1 por la educación gene- los individuos, sería para proporcionar
ral de los pueblos, n:.ida que sea digno a los in teresado.s esta instrucción espe-
de notar.se. Si la iniciati\'a privada ha cial, cuya necesidad se siente más viva-
establecido a veces algunas fundacio- mente por el vulgo. Cuando la instruc-
nes notables, ha sido cuando renuncian- ción general no florece como verdadera
do a todo propósito de lucro, ha hecho empresa de civilización, tampoco pros-
de la enseñanza una tarea .de abnega- pera como simple empresa industrial.
ción, desinterés y sacrificio. A la indus- Con muy imperfecto conocimiento de
tria propiamente t:il la educación gene- lo que pasa en realid:id, se suele aducir
r.'.'11 debe poco, muy poco, casi nada apre- en contra de esta doctrina el grande
ciable. ejemplo de los Estados Unidos. En mé-
rito de datos superficialmente estudia-
"~.Jas (objetan los economistas) no es
dos, se afirma que en Norteamérica el
rl?. extrañar que las cosas ocurran así; Estado no interviene en el ramo de la
CU.:'tnrlo el Estado interviene, la inir.iati- cn::iefü.:ut:l.a y que la ln.:strucción popular,
va individual no pu2d.e ostentar su po- con su exuberante loz:mí.l, es obra de la
tenci:l, sus esfuerzos y sus obras. Renun- iniciativa particular.
cien los poderes públicos a la tarea de Pero no hay tal cosa, y en este caso,
administrar la enseñanza, y entonces las como en otros análogos, la afirmación se
instituciones particulares la darán de ha formulado precipitac.bmente, sugeri-
mejor calidad y se multiplicarán en la da por un estudio superficial de los he-
justa medida en que cada pueblo la ne- chos.
cesite". En los tiempos del se,;tmdo imperio
Pero ocurriría lo contrario: si en una napoleónico (1852-1870), la escuela libe-
soci2dad cuya culti.lra intelectual ha lle- ral encabezada por Laboulaye, enseñaba
gJ.do ya a la plenitud de su desarrolio, si que la nación rr.ás libre de la tierra era
en una sociedad cuvos miembros todos la norteamericana, proponiéndola como
están convencidos d2 las ventajas de la modelo al pueblo francés. En comproba-
instrucción, sería da.ble esperar que sus- ción de su aserto y en justificación de
pendida la enseñanza pública, se funda- su admiración, dicha escuela citaba
ra en grande la enseñanza privada; no las numerosas disposiciones de la Cons-
hay razón alguna par a esperar los mis- titución federal que prohiben al Congre-
mos frutos en un pueblo más o menos so restringir en lo menor la libertad de
atrasado, donde el vulgo mira la instruc- cultos, la de la palabra, la de prensa, la
ción como un adorno eliminable de lujo. de reunión, la de carg:ir armas, etc.
TEORÍ.\ DE LA INSTRC'CCIÓ.N" PÚDLICA 73

Cuán erróneo era el aserto y cuán injus- ploma que acredita estudios más largos
tificada la admiración bastaban a poner- y más sólidos, los consumidores prefie-
lo de manifiesto, por un lado, la exis- ren el que les habilita en menos tiempo
tencia d8 la esclavitud, y por otro, el y por menos dinero para ejercer una
funcionamiento en Utah de una auto- profesión.
cracia vitalicia, absoluta y casi irrespon... No se podrían citar hechos más deci-
sable. El error provenía de que para sivos para condenar la tentativa de en-
apreciar la suma de libertades de los tregar a la explotación industrial la di-
norteamericanos, se tomaba como medi... rección de la enseñanza.
da la Constitución feder1l y se prescin- Cuando la industria manifiesta seme-
día de las constituciones particulares. jante impotencia para desarrollar la en-
En un punto de vista semejante se co- señanza nacional, donde los poderes pú-
locan aquellos que incurren en el error blicos no acometen la tarea, es poco ra·
de sostení:!r que el servicio de la instruc· zonable esperar que dé mejores frutos si
ción es en Norteam2ricJ. extraño a las se restablece el régimen de la prescin-
funciones del Estado. Que la Federación dencia para satisfacer la ideología .de los
no lo ha tomado a su cargo es un hecho; economistas. Nadíe puede, con funda-
pero también lo es que muchas escuebs mento, esperar que en tal caso se levan·
universitarias y que la instrucción ge- ten escuelas, como por obra de magia,
neral en su cuasi totalidad han sido fun . . en las miserables villas, aldeas y case-
.dadas y son dirigidas por los Estados ríos de cada Estado. Lo poco que se de-
particulares. be a la iniciativa privada, lo ha hecho
La única rama de b enseñanza en que ella justamente cuando ha renunciado
la iniciativa particular se ha mostrado a toda mira industrial. No es el incenti-
realmente fecunda, es la de la instruc- vo del lucro lo que alienta a los misione-
ción especial, y sobre todo, la de la ins· ros cuando consagran su existencia a
trucción superior. Obras de la iniciativa convertir infieles con sus enseñanzas
individual son, en efecto, centenares de morales; el ignorado campesino que a la
universidades y escuelas universitarias sombra de un árbol enseña las primeras
que se hallan desparramadas por todo el letras a diez o doce niños, no va tampoco
territorio de la Federación, al lado de a la siga de un mezquino propósito de
otras fundadas por los Estados. ganancia. Su obra es obra de abnega-
Des,gracíadamente no es de envidiar ción, y por lo mismo, excepcional. Si la
esta fecundidad, porque si entre ellas enseñanza se encomendara a 1a indus·
hay algunas, sobre todo .aquellas que se tria, por ejemplo, en Chile, lo que ocu-
han fundado por la desinteresada mu- rriría de fijo sería que la mayor parte
nificencia de los millonarios, que gozan del Estado quedaría perpetuamente des-
de grande y justificado crédito, más de tituida de todo servicio docente, y junto
las tres cuartas partes son simples casas con degradarse, la instrucción se inhabi-
de comercio que, con rápidos simulacros litaría para aspirar a la universalidad.
de estudio, venden a destajo y desver- Por de contado, la precedente conclu-
gonzadamente los grados académicos, sión no implica la necesidad de entor-
los títulos profesionales y los certifica- pecer y mucho men?s la de proscr~?ir
dos de competencia. Sólo aquellas uni- las empresas industriales de educac1on.
versidades que se mantienen como em- Sólo implica la de que la enseñanza P.ú-
presas morales y de cultura siguen em- blica se persuada a que su deber es dis-
peñadas en la doble tarea de garantizar putarle en buena lid el campo y pro-
la seriedad de los estudios y de fornen ... pender sin intermitencias a ocuparlo por
tar las investigaciones cien tíficas. Las completo, poniendo sus escuelas en pie
demás no ocultan sus propósitos de lu- que hagan innecesarios los colegios par-
cro y parecen apostar entre sí a cuál ticulares.
exige menos estudios y condiciones para Sometida como tiene que estar la en·
otorgar sus grados y sus títulos. Al revés señanza pública a regímenes, educativos
de lo que pasa en los otros campos de la y planes de estudio más o menos unifor-
industria, en el de la enseñanza la com- mes, la privada, guiada a menudo por
petencia ha propendido a desmejorar la inspiraciones individuales, puede pres-
calidad de la mercadería, porque el di- tar el inapreciable servicio de ensayar
e: =·==·
74 ANALES DE L\ UNIVERSIDAD DE CHILE

nuevas formas didácticas y nuevos sis- IV


temas de educación. Que por lo común
las empresas particulares, animadas de Establecido que la enseñanza pública
propósitos meramente industriales, no realiza los fines de la educación de ma-
se curarán más que de halagar a los pa- nera más perfecta que la enseñanza do-
dres de familia en el acortamiento del méstica, debo ahora determinar cuál de
tiempo de estudio y con los exámenes y las dos potestades, si la temporal o la es-
los triunfos fáciles, no hay que dudarlo, piritual, es la llamada a prestar aquel
porque lo pasado nos permite anunciar servicio. Es este uno de los problemas
que las cosas no ocurrirán de otra ma- políticos de mayor trascendencia social
que en puntos de enseñanza discuten a
nera en lo futuro. Pero al fin y al cabo, la sazón los pensadores, los educacionis-
entre tantas empresas industriales, sue- tas y los repúblicos.
len surgir empresas de cultura, como las De ordinario, cuando se habla de ins-
sociedades de instrucción primaria de trucción pública, se quiere aludir sólo a
Chile, o como la Escuela de l:ls Rocas la del Estado; y cuando se habla de ins-
(Ecole des Roches) de Francia, que vi- trucción privada o libre, se quiere aludir
ven empeñadas en aventajar al Estado en el fondo a la de la Iglesia. Pero en
en la obra de la educación nacional, co- realidad, la enseñanza de la Iglesia es
rrigiendo defectos de la enseñanza pú.. una enseñanza pública al mismo título
blica. que lo es la del Estado. ¿Cuál de ambas
En suma, la enseñanza no logra sus potestades es, pues, la que debe encar-
fines sino cuando los poderes públicos garse de la dirección y la supervigilan-
la toman como una función, y los maes .. cia? O como dice Laurent: ¿cuál de las
tras como un sacerdocio. Instituidas en dos representa mejor a la sociedad, y sus
tod:.LS las sociedades cultas para satisfa- ideas, y sus sentimientos?
cer necesidades del orden moral, no la En principio no hay duda alguna: la
alcanzan las leyes de los economistas, enseñanza es por su naturaleza una ta-
que sólo atienden al respecto económico rea moral, cuyo desempeño corresponde
de las cosas. La supresión de la instruc- .al poder espiritual; pero se discute si es
ción pública, que los individualistas re- alguna de las Iglesias que dividen el in-
claman, no traería consigo el resultado telecto contemporáneo al que debe ha-
que la libertad de industria rinde de or- cer de poder espiritual para encargarse
dinario, cual es el de provocar el mejo- de estas augustas funciones.
ramiento de la mercadería; ocasionaría En este punto, como en todos los pun-
el efecto contrario, el desmejoramiento. tos de política, hay partidos antagóni-
Stuart Mill observaba una vez en la tri- cos porque hay diversidad de doctrinas.
buna del parlamento inglés que mien- Aun la. Iglesia católica, que en general
tras la intervención del Estado se ha li- se ha empeñado con particular esmero
mitado más y más en el comercio y la en mantener la unidad de las suyas, no
industria, se ha desarrollado más y más siempre se muestra consecuente en la
en el campo de la enseñanza. "Es que la práctica con las que enseña desde sus
intervención gubernativa produce aquí cátedras. En principio, sostiene que co-
los efectos opuestos, ad vierte Alcorta, rresponde a ella, institución esencial-
mente docente, dirigir por sí sola la
porque en vez de trabar el desenvolvi- enseñanza y observa que el Estado, ins-
miento individual cuando se aplica a la titución que no está encargada de pro-
difusión de conocimientos, tiene por ob- pagar doctrinas, no tiene por qué asumir
jeto y por resultado despertar las ener- las funciones educativas. En el hecho, se
gías adormecidas y restituir a los hom- conduce en todas partes a la manera co-
bres y a los pueblos la plenitud de sus mo, según Julio Simón, lo hace la Igle-
fuerzas. Los pueblos ignorantes viven sia anglicana: se pone del lado. de la au-
bajo perpetua tutela. La intervención toridad cuando se trata de disputar la
del gobierno en la educación prepara, enseñanza a las sectas disiden tes, y del
por el contrario, todas las emancipacio- lado de la libertad cuando se trata de
nes". disputarla al Estado.
-=·· r

INSTilCCCIÓ:.:l PÚBLICA 75

Por su parte, los librecambistas com- Iglesia que el Estado para enseñar su
plican el problema, problema por natu- moral, su derecho, su historia, sus dog-
raleza moral, tratando de resolverlo sin mas, no hay razón alguna que autorice
atender más que al respecto económico, para sostener que también es más com-
y al efecto, proclaman que el Estado de- petente para enseñar todo lo demás, aun
be abstenerse de enseñar a fin de que se aquellas ciencias que mira con instintiva
desarrolle la industria docente. desconfianza.
Pero después de lo que dejo estableci- Por último, observaré que en to.dos los
do, nadie podría halagarse con la espe- pueblos cultos la enseñanza fué dirigida
ranza de que, suprimida la intervención por la Iglesia dominante antes que em-
del Estado, se desarrollara la iniciativa pezara a serlo por el Estado; y que en
particular. Lo que ocurriría, sin duda al- todos, sin excepción alguna, o estuvo re-
guna, sería que la Iglesia dominante de ducida bajo aquella dirección a condicio-
cada nación se adueñaría por completo nes realmente vergonzantes, o sólo pros-
de la enseñanza. peró en aquellas ramas del saber que di-
En substancia, cuando se pide que se recta o indirectamente interesaban a la
devuelvan al pueblo las funciones de la profesión eclesiástica.
enseñanza, dice un educacionista, no es En su incomparable capítulo sobre el
una aspiración popular la que se trata desarrollo del intelecto español, Buckle
de satisfacer; es una aspiración de sec- traza a grandes pinceladas el estado de
ta: se pide que la enseñanza se entregue atraso en que España se encontraba ha-
a manos del pueblo, porque las Iglesias cia los siglos XVII y XVIII, esto es, ha-
desean acapararla en su provecho. En cia una época en que si el Estado empe-
otros términos, se demanda en aparien- zaba a intervenir en la administración
cia libertad para constituir en el hecho de la enseñanza, la Iglesia era todavía
un privilegio, y so capa de sujetar la árbitra soberana para elegir sus mate-
enseñanza a la ley de la concurrencia rias y para fijar su espíritu. Un observa·
industrial, lo que se quiere es ponerla dar extranjero que escribía hacia 1619,
en manos de la Iglesia dominante. No notaba q.ue los padres de las familias no-
digo yo que esto sería un mal; pero sí, bles cre1an que sus hijos podían educar-
digo que esto sería el resultado; y de se muy bien sin necesidad de adquirir
consiguiente, no está trabada la lucha instrucción alguna; nadie tenía libros si
entre la autoridad y la libertad; está tra- no eran .devocionarios; y en general, se
bada entre potestad y potestad, porque miraba con recelosa desconfianza a los
si la enseñanza no es dada por el Estado 1 extranjeros que ostentaban alguna ilus-
necesariamente se encarga de darla la tración científica. En la Universidad de
Iglesia. Salamanca, que para los españoles no
Planteado así el problema, la solución era la principal de la península sino la
se encuentra con facilidad averiguando más grande del mundo, no se enseñaron
cuál de las dos potestades puede dar, hasta después de 1788 las leyes inmorta-
atenta la naturaleza de su institución, les de Newton; se negaba la circulación
una e.nseñanza más conforme con las ne- de la sangre cuando ya habían transcu-
cesidades de la sociedad contemporánea. rrido ciento cincuenta años desde que
Al efecto, observaré primeramente Harvey había desaparecido de la escena
que cuando se habla del Estado docente, del mundo; y en una oración apologética
no se alude ni a sus gobernantes, ni a pronunciada en honor de España el mis-
sus jueces, ni a sus legisladores, ni a sus mo siglo XVIII, se dice de las matemá-
empleados de aduana o de tesorería: se ticas, se dice de las ciencias exactas por
alude a es a porción de funcionarios, excelencia, que son si m p 1es artificios
maestros, profesores, miembros de las inventados para pasar el error por la
universidades, directores de la instruc- verdad; se compara seriamente a New-
ción pública que vi ven dedicados a la ton con un tal Mercada, y se demuestra
enseñanza o al estudio de los sistemas que por tales y cuales razones, ¡este mi-
educativos. serable candil de tugurio brilla más que
En segundo lugar, observaré que si aquella lumbrera universal?
con algún fundamento se puede decir Estos hechos, que podrían multiplicar-
que en general es miís competente la se con citaciones análogas, corroboran lo
-- ,X: XC -
A..'IALES DE LA UNIVERSIDAD DE

que insinué en uno de los primeros ca- científica del Estado, decae también la
pítulos, a saber, que la Iglesia católica, de la Iglesia.
la más grande institución docente de la Es lo que ha ocurrido en nuestra pro-
historia, no puede continuar a cargo de pia casa, porque en Chile no se ha me-
la enseñanza de los pueblos contempo- jorado la enseñanza de las congregacio-
ráneos. nes eclesiásticas sino después de haberse
A primera vista, sería de creer que los perfeccionado la del Estado, y mientras
hechos enunciados por Buckle denotan ésta llevó vida lánguida y anémica,
el estado de mayor ignorancia a que un aquélla no dejó de ser mnemónica y
pueblo puede descende:-. Pero aun cuan- verbalista, enteramente inadecuada pa-
do ella era en las clases inferiores ma- ra desarrollar la razón de los educandos.
yor que toda ponderación, no son estos Porque vulgarmente no se acierta a
hechos los que sirven par:i apreciarla. distinguir el Estado del gobierno, se ar-
guye a menudo que él es incompetente
Lo único que ellos revelan es el estado para educar, y que por lo tanto, no tie-
de atraso en que se encontraba el inte- ne derecho para suplantar a los padres
lecto de la porción más culta de la so- de familia en las funciones educaciona-
ciedad española; lo cual no es lo mismo. les. Cuando se oye semejante argume.n-
Los españoles letrados de aquella época, to, no parece ser sino que el personal
que según .se deja ver no conocían las docente .de las escuelas públicas puede
ciencias físicas y matem:íticas, eran so- ser ventajosamente reemplazado por los
bremanera doctos en las ciencias ecle- padres de familía y que la totalidad de
siásticas; y si a nosotros, hombres del éstos viven abnegadamente consagrados
siglo ~"'(, nos parecen muy ignorantes, a la educación de sus hijos, como si no se
no es porque no tuvieran muchos y muy supiera que la enorme mayoría se com-
profundos conocimientos, es porque no pone de iletrados que les dejan priva-
tenían aquellos conocimientos positivos dos hasta de la más elemental instruc-
que al presente caracterizan la verdade- ción si el Estado no les hace fuerza y
r:i ilustración. no se las suministra. La verdad es, como
Ya en los principios de esta obra ob- lo observó Stuart Mill, que todo Estado
servé que no se puede tildar de ignoran- culto puede creer sin presunción que,
tes a hombres que habían dedicado su bajo la inspiración de los educacionistas
vida entera al estudio. Lo único que se y pedagogos más distinguidos, está me..
puede enrostrarles con razón, es el no jor preparado que el promedio de sus
haber adquirido el saber en el estado de súbditos para ejercer la función educa-
mayor perfeccionamiento, en el estado tiva, y que puesto a la obra, sabrá orga-
científico, sino en el estado de mayor nizar un plan de educación mucho más
atraso, en el estado teológico. perfecto que el que se podría proponer
Pero hay más aún: y es que aquella por el pueblo mismo en un plebiscito.
instrucción tan atrasada, que en nues- No está la Iglesia en mejores condi-
tros días casi se confunde con la igno- ciones que los particulares para suplan-
rancia, no es una peculiaridad de las an· tar en estas funciones al Estado. Verdad
ti guas universidades es paño 1as. Es la es que ella tiene doctrinas y que su mi-
instrucción que la Iglesia da siempre sión consiste principalmente en difun-
donde quiera que no se siente estimula- dirlas por medio de la prédica y de la
da por el aguijón de la concurrencia, e.; enseñanza; pero esas doctrinas, de ca-
la instrucción teológica, es la sola ins- rácter religioso, no sirven para consti-
trucción que se conforma con los fines tuir la instrucción de los pueblos civili-
peculiares de la misma Iglesia. No debe- zados. En cambio, el Estado, personifi-
mos paralogizamos imaginándonos que cado por sus maestros, catedráticos e
la instrucción dada en los colegios de la investigadores, no por sus gobernantes,
Iglesia sería tal cual la vemos si no hu- ni por sus jueces, ni por sus legislado-
biera existido o si se suprimiera la del res, enseña, cultiva y desarrolla en sus
Estado. Si en los últimos tiempos la Igle- escuelas, institutos y universidades to-
sia ha mejorado su enseñanza, es porque das aquellas ciencias y artes que al pre-
el Estado ha empezado a competir con sente sirven de base a la educación na-
ella, y siempre que decae la instrucción cional.
L.\ INSTRGCCIÓ:N" 77

En los otros pueblos americanos, don- cación. Para que una Iglesia cualquiera
de el Estado no ha puesto el mismo em- pudiese encargarse .de la educación pú-
peño, la I~;lesi:l no rinde los mismos fru- blica, sería menester que renunciara a
tos; y dondequiera que se fije 1a mirada, la enseñanza de sus propias doctrinas;
la er..señ;..mza cientíiíca, que es la reque- sería menester que se concretase a dar
rida por las soci~dJ.des cultas, ha sido la de aquellas que, por su índole cientí-
fundada por la potestad civil, y no co- fica, sirven de vínculo de unión a todos
nozco un solo ca.so en que la potestad los entendimientos; y entretanto, no po-
eclesiástica haya tomad o la delantera dría descuidar las tareas de la propa·
por impulso espontáneo. ganda sin condenarse a irremediable ex-
No es é::-Jta un:i tacha, es la atestación tinción. Dirigida por una Iglesia cual-
.de un hecho. N adíe podría censurar al quiera, la enseñanza tiene que ser de
zapatero porque no enseña otra cosa que natural teológico.
el arte de l::i zapatería, o al jurisconsul- Ahora bien, si no es razonable exigir
to porque se concreta a enseñar la pro- de la Iglesia que modifique esta ense-
fesión d= bs leyes. ¿Con qué razón ñanza en conformidad a las necesidades
se cens;1raría a una I..;lcsia porque de la cultura contemporánea; si por la
circunscribe su enseñan za a la re li- naturaleza peculiar de los fines que per-
gión y a b moral? No habría ningu- sigue, ella dará siempre a los estudios
na. Pero si cada gremio es competente teológicos más importancia que a los es-
para dar aquella enseñanza que convie- tudios científicos, es evidente que no se
ne a sus propios fines, no lo es por el la puede encargar del servicio de la ins-
mismo hecho para dar la que conviene trucción general; y que si ésta ha de ser
a fines diforentes; y de consiguiente, la pública, por necesidad se ha de enco-
instrucción general, destinada a formar mendar le a la potestad política, esto es,
el hombre, no debe encomendarse a una al profesorado constituído bajo una di-
institución que ante tcdo se empeñ:i en rección superior en verdadero poder es-
formar adeptos. El hecho de que nos pa- piritual, laico e independiente.
rezcan tan ignorantes los doctores de la La mano del Estado se necesita con
antigua Universidad de Salamanca, particularidad en las sociedades contem-
prueba por sí solo que una de las ense· poráneas, porque en ellas las Iglesi'1;,S
ñanzas mis sólidas que se pueden dar propenden a embarazar el progreso poh-
para forrr..ar buenos católicos, es una de tico y no hacen nada para atizar el des-
b3 m:ís inadecuadas que se pueden arrollo de las ciencias. Encomendada la
ide:ir par 3. form:ir hombres instruidos. potestad civil a los elementos laicos, su
Cada Iglesia se propone espontánea- tendencia tiene que ser en el fondo pro-
mente plantear, por medio de la ense- gresista, aun en aquellos casos excepcio-
ñanza, el ideal absoluto de su doctrina, nales en que la dirigen espíritus conser-
y propende sin pensarlo a convertir la vadores. Entretanto, encomendada a los
instrucción general en simple instruc- elementos teológicos, la potestad ecle-
ción religiosa. Sólo el Estado, que es la siástica se caracteriza por una tendencb
resultante de todas las fuerzas sociales, esencialmente reaccionaría, aun en
puede organizar una en::;eñanza que no aquellos casos en que la dirigen espíri-
ofenda a conciencia alguna y que abrace tus liberales. Por tanto, es el Estado, no
en su seno a todos los espíritus. La mis- la Iglesia quien debe pre.sidir la ense-
ma educación que forma al buen ciuda- ñanza en las progresistas sociedades de
dano, decía Aristóteles, forma también nuestros días.
al hombre virtuoso. Las pretensiones del poder teológico a
Toda doctrina teológica es una dcctrina dirigir la educación contemporánea bajo
que aceptan unos y repudian otros; es la inspiración de la ciencia, son pareci-
una doctrina por naturaleza discutible, y das a las que pudo tener el poder paga-
por lo tanto sectaria, y además impropia no en los principios de nuestra Era a
para reconstituir la unidad del intelecto dirigirla bajo la inspiración de la doctri-
contemporáneo. Dejar la enseñanza en na cristiana. El poder caduco no puede
manos de las IglesiJ;; que despedazan la dirigir la enseñanza nueva sin adulterar
sociedad contemporánea es, como se ha el espíritu que debe informarla. Mien-
dicho, establecer el politeísmo en la cdu- tras la Iglesia y el Estado vivieron en
7B ANALES DEL~\ UNIVERSIDAD DE CHILE

amigable consorcio, la enseñanza que cultura como con el sistema político.


daba un:i de estas potestades servía in- Que la educación sea republicana bajo
di.stintamen te a la dos, o sea, a la socie- de la república; que fortifique en los co-
d::id entera. Pero desde el día en que razones el respeto a las autoridades y a
ambas se divorci.J.ron, la instrucción teo- las leyes y el amor a la libertad y a las
lógica se inspiró a menudo en el odio a instituciones; que reprima en la juven-
la potestad antagónicJ; de empresa de tud con igual energía las tendencias re-
armonía se transformó en empresa de accionarias contra los progresos realiza-
guerra, y no se curó ya de formar hom- dos y las tendencias revolucionarias con-
bres para la sociecbd sino soldados para tra el orden establecido; que la forme en
la lucha. ¿No bau tiz;.rn a sus educandos sentimientos de tolerancia, de concordia
con un nombre de combate, con el nom- y d~ patriotismo: tales son las aspiracio-
bre de soldados de [a fe? nes políticas que se deben realizar por
Es lo que en Chile se ha visto durante medio de la enseñanza. Dondequiera que
últimos años. Se ha opuesto aquí la el legislador descuida la educación, dijo
Iglesia a muchos de los grandes progre- ha veinte siglos el .príncipe de los pen-
sos políticos que la República ha reali- sadores, el Estado tiene que sufrir tar-
zado de veinte años atrás; ha combatido de o temprano.
la abolición de 1 fu ero eclesiástico, las
instituciones del matrimonio civil, del
registro civil y del cementerio laico, la V
secularización de L1 ensefi.anza, la liber-
tad de cultos, etc., y cuando las leyes Sin embargo, no todos aceptan la ins-
"""''"""'""''"ª·~.,... se han d:ctado, ha empezado titución del Estado docente. Escuelas po-
a predicar que no deben ser obedecidas, líticas que en otros puntos son antagó-
se ha alzado en arm..1s en contra del Es- nicas se han unido de años atrás en éste
tado, y se ha propuesto educar para la para combatirla con todo vigor.
reacción de las nuevas generaciones que En primer lugar, se han alzado contra
se ponen en sus m:inos. ella los espíritus reaccionarios porque
Cualquiera que sea la manera de apre- han notado que el gobierno temporal de
ciar la razón de bs leyes aludidas, los los pueblos, llamado a dirigir la ense-
hechos enuncio dejan ver la exis- ñanza, va pasando en todas partes a ma-
tencia un antagonismo fundamental nos de los liberales. Es éste un antago-
entre ambas potestades, y la convenien- nismo de intereses que no se puede re..
cia de que el E.stado no se desarme en- solver por medio de discusiones teóricas.
tregando a la Iglesia la educación de la A la vez hace armas contra el Estado
juventud. Aun cuando por la naturaleza docente de esa escuela que, fundada por
de las cosas, la enseñanza corresponde al los librecambistas y por Guillermo de
poder espiritual, no por eso se puede de- Humboldt, ha sido reforzada en nues-
cir que corresponde en las sociedades tros dias con el potente concurso de los
cultas al poder teológico. Es la educa- spencerianos: aludo a la escuela de los
ción un medio poderoso de gobierno que individualistas. Opuesta por inclinación
la potestad civil no podría ceder sin pe- natural a todo lo que importa un ensan-
ligros a la potestad antagónica. Mientras che de las atribuciones de los poderes
el profesorado no acabe de formarse ca.. sociales, esta Escuela querría despojar
mo verdadero poder espiritual, lo razo- al Estado de la investidura de la ense-
nable y lo justo es que esta gran fuerza ñanza para estimular la actividad indi-
social, la enseñanziJ, permanezca en ma- vidual.
nos de la sola potestad que, en el estado El verdadero fin .del hombre, observa
de anarquía de los espiritus, se puede Humboldt, es el desenvolvimiento más
decir, con justo título, genuina repre- amplio de sus fuerzas; y no hay duda
sentante de la sociedad entera. que ellas se desarrollan menos en un
Si se quiere que algún día haya paz, medio uniforme arreglado de antemano,
paz en la socied.'.ld, paz en los espíritus, donde se comprimen las espontaneida-
póngase la enseñanza en 13S solas manos des de la naturaleza humana, que en un
del Estado a fin de que él armonice la estado de libertad, donde la variedad de
educación, a.:.>Í con el dc.sarrollo de la situaciones estimula y vigoriza las facul-
tades inventivas. Ahora bien, toda polí- no es menester hacer sacrificio alguno, ni
tica que encomienda al Estado el servi- el de suprimir la instrucción pública ni el
cio de la enseñanza aparta a los hombres de aceptarla en forma que embarace el
de su fin natural, porque imponiendo a desarrollo de las facultades humanas. Si
la nación entera un solo plan de estudios es un mal imponer la uniformidad en la
y un solo molde a todo el profesorado, industria, no lo es sino con muchas re-
propende sin pensarlo a uniformar los servílS imponerla en la educación ge-
espíritus educandos y a atrofiar el des- neral.
arrollo de la personalidad humana. Sin duda alguna, bajo el respecto in-
Así habla la escuela individualista; pe- dustrial, aquellas sociedades progresan
ro estas objeciones, en apariencia tan más que por gozar de más libertades
graves, no tienen en realidad peso al- pueden dar mayor vuelo al espíritu de
guno. inventiva. No se pueden imponer a la
Desde luego, ellas se dirigen no sólo industria moldes tradicionales sin com-
contra la enseñanza del Estado sino primir la; sin embarazar su desarrollo
también contra la de la Iglesia domi- espontáneo. Sólo la libertad, que hace al
nante. Son objeciones contra toda ense- hombre árbitro de sus fuerzas, de su tra-
ñanza pública y en favor de toda ense- bajo y de sus obras, puede desarrollar
ñanza privada; porque da lo mismo que la personalidad del obrero y la origina-
esté en manos del Estado o en manos de lidad de la industria.
la Iglesia: en uno y otro caso, propende Pero bajo el respecto filosófico, la sa-
a uniformar los espíritus. cie.dad es tanto más perfecta cuanto más
La única enseñanza que de suyo ati- uniforme son las doctrinas dominantes.
zona la anarquía de los espíritus y que Si el objeto de la instrucción especial es
por lo mismo no puede realizar el fin de desarrollar las facultades activas, el de
la instrucción, es la enseñanza privada. la instrucción general es unir todos los
Indudablemente si se cerraran los semi- espíritus con los vínculos de una misma
narios pedagógicos que forman el per- doctrina. Sin duda, la potencia y las
sonal docente; si se declarase que no es fuerzas del espíritu se desarrollan más
menester seguir un plan tal o cual de vigorosamente cuando se ve solicitado
estudios para optar los títulos profesio- por doctrinas contradictorias entre las
nales; si se clausura.sen las escuelas y cuales tiene que buscar por sí misma la
los colegios públicos; si el Estado y la verdad; y éste es uno de los frutos que
Iglesia renunciaran para lo futuro a las se bu.sean cuando en la enseñanza uni-
tareas de la educación, la enseñanza pri- versitaria se provocan la dud~, la con-
vada conseguiría a la vuelta de breves tradicción y las discusiones aun sobre
años el envidiable resultado que la es- aquellas doctrinas que par e ce n estar
cuela individualista sueña, a saber, que m3s sólidamente establecidas. Pero la
no se encontraran en toda la República instrucción general no se instituye con
dos espíritus que pu.dieran entenderse este propósito sino con el de establecer
en cosa alguna. la armonía de los espíritus e o m o base
Pero suponiendo que éste sea un bien fundamental del orden social.
deseable, se ha de advertir que es a la No se confundan los ideales peculia-
vez un bien irrealizable, porque si se res de épocas esencialmente diversas: en
pudiera suprimir la enseñanza del Esta- la Epoca Moderna, cuando se buscaba la
do, no se podría .suprimir la de la Igle- nueva filosofía que ha de presidir al des-
sia; y cuando se suprimieran ambas, la arrollo del espíritu humano por haber
iniciativa individual no las reemplaza- sido derribada la antigua, se necesitaba
ría, y lo que en realidad se suprimiría la más absoluta libertad para que cada
sería la enseñanza misma. cual abriera sin peligros senderos nue-
Siendo así las cosas, se podría creer vos en seguimiento de aquel ideal. Pero
que estamos condenados, o bien a acep- en la Edad Contemporánea, encontrada
tar la enseñanza pública tal cual es, con ya la filosofía definitiva, la de la ciencia,
todos los vicios y defectos que se le lo que se necesita es adoptarla como ba-
achacan, o bien a renunciar a la ventaja se exclusiva y general de la enseñanz".l,
que nos brinda para escapar a los males a fin de restablecer la unidad de las doc-
con que nos amenaza. Pero en realida-::l trinas. Antes convenía atizar la varie-
-7C:~-- :;;;;

ANALES DE LA UNIVERSIDAD DE CHILE

dad; ahora con viene buscar la unidad. la .dirección exclusiva de la instrucción


La uniformidad de doctrinas implica pública, es porque la Iglesia no ha podi-
que la sociedad ha encontrado aquellas do después del siglo XVI dar a los pue-
que más cuadran con el desarrollo ac- blos una enseñanza uniiicante. Sólo el
tual del intelecto; y por el contrario, la Estado podía, por su naturaleza laica,
multi¡:>licidad supone un estado mental ofrecerles una enseñanza neutra que
en que el espíritu no ha encontrado to- evitase una mayor dispersión de los es-
davía una filosofía que la satisfaga. píritus.
Para averiguar qué es lo que más con- No obstante los beneficios que la ense-
viene a las sociedades, no hay sino que ñanza del Estado brinda a las socieda-
determinar los resultados que trae consi- des, se objeta que por medio de esa evo-
go ora la unidad de doctrinas, preconiza- lución se propende a constituir un .des-
da por la filosofía positiva, ora la anar- potismo sin contrapeso, reuniendo en
quía mental, sostenida por la metafísica. una sob. mano las dos potestades funda-
Cuando. no hay una doctrina común que mentales, la tempo r a 1 y la espiritual.
una a todos los espíritus, surgen, se mul- N adíe i,;nora (se o b.serva) que uno de los
tiplican y se agitan sectas enemigas, par- progresos políticos más trascendentales
tidos antagónicos, escuelas adversas; el que se han realizado en el curso de nues-
11obierno temporal se dificulta en la mis- tra Era, ha sido el de la separación de .
~ª proporción en que el fraccionamien- ambas potestades. Si hay en el mundo
to social se aumenta; la autoridad no despotismo ominoso, es el de los empe-
obra como órgano Je todo el pueblo; si- radores-obispos, el de los papas-reyes, el
no como órgano de una simple mayoría; de los sultanes-pontífices, esto es, el de
el poder renuncia a una parte de sus los jefes que, uniendo el poder religioso
funciones para no lastimar a los adver- al poder civil, gobiernan con un solo
sarios, y la política no vive más que cetro los cuerpos y las almas, y .así di-
de transacciones, acomodos y términos rigen las conciencias como los actos ex-
medios. ternos de los hombres. Tal fué el carác-
A la inversa, cuando se presta adhe- ter de la auto<::racia de Constantino el
sión general a unas mismas doctrinas, grande, el cual desempeñó a la vez las
no existen las disidencias de fondo, aun funciones de emperador, las de pontífice
cuando las haya de apreciación; no sur- del paganismo (pontifex maximus) y las
gen partidos antagónicos que se dispu- del obispo (episcopus) del cristianismo,
ten la prerrogativa de imprimir el rum- y con igual autoridad erigió templos ba-
bo a la nave del Estado; hay menos in- jo la advocación de Apolo, presidía el
tereses que conciliar, menos opiniones concilio de Nicea y ponía orden en la
que armonizar; y la política obra, no co- administración de sus E.stados.
mo la resultante de muchas fuerzas con- Pues bien, un sistema semejante de
trapuestas, sino como la suma de todas gobierno fué el que la Iglesia cristiana
las fuerzas socia.les. desterró para siempre de las naciones
De consiguiente, conviene sobremane- europeas, porque formad::i a despecho
ra al gobierno de los pueblos, la difusión del poder político, constituyó desde un
de una doctrina que por su naturaleza principio un poder independiente y san-
sea propia pan. satisfacer las necesida- cionó con su sola existencia la seoara-
des sociales, y que por su homogeneidad ción de ambas potestades. Por consi-
lo sea para estimular la convergencia de guiente, si se entregase al Estado la di-
todos los espíritus a una misma verdad, rección de la enseñanza, tornarían a
la unión de todas las voluntades en un reunirse en una sola mano funciones es-
mismo propósito, y a la larga, el desen· pirituales y funciones temporales, se
volvimiento armónico de todas las fuer- trasladaría a la civilización europea el
zas de la sociedad. Tal es la obra en que despotismo de los pueblos asiáticos, y se
a la sazón están espontáneamente empe- restauraría después de quince siglos la
ñados los Estados más cultos de Europa autocracia de los césares-pontífices de
y América. Roma.
Si en el curso de la Edad Moderna el Pero en realidad la cultura política no
poder temporal ha venido asumiendo, está amagada por tamaños peligros. Así
con tendencia mis y más avasalladora, lo deja colegir por sí solo el hecho de
TEORÍA DE LA INSTRUCCIÓN PÚBLICA 81

que durante la Edad Contemporánea, oral o escrita, son muchos y de muy va-
cuando el Estado ha reasumido en sus ria naturaleza los medios que el Es-
manos la prerrogativa de dirigir la en- tado puede emplear para educar y uni-
señanza pública, es cu.ando han gozado ficar el espíritu nacional sin violentar
los pueblos de más amplias libertades. en lo menor la libertad de conciencia.
Si en las sociedades semicivilizadas la Enunciaré brevemente los de mayor efi-
enseñanza da a los que la dirigen una cacia y de más frecuente empleo.
autoridad moral que subyuga a la con- 19 El medio más directo y más gene-
ciencia, es porque en ellas la instrucción ralmente usado, r:s sin duda, el de mul-
se impone dogmáticamente, a nombre tiplicar las es e u e 1as, colegios, liceos,
de la divinidad; y en esta forma, pone a gimnasios y universidades; y sin perjui-
los pueblos bajo la mano del poder do- cio de la libertad que debe garantizar a
cente. Lo contrario ocurre en las socie- la instrucción superior en interés de las
dades cultas: la enseñanza que en ellas investigaciones y en respeto a la con-
brinda el Estado, o es puramente lite- ciencia, sujetarlos a la obligación de dar
raria, y, en tal carácter, inadecuada pa- una misma instrucción general en todo
ra someter las conciencias; o es esencial- el territorio, en todos los grados y a to-
mente científica, y en tal carácter la dos los educandos.
más propia para vigorizar la razón hu- En ·cuanto sus recursos se lo permitan,
mana contra toda tendencia avasallado- el Estado debe, con este elevado propósi-
ra. Los mismos pueblos que se someten to, proporcionar el número de sus esta-
co.n toda mansedumbre a la autoridad blecimientos docentes a las necesidades
docente cuando reciben una instrucción de la població.n y no dar tiempo a las
teológica, se muestran altivos para ha- empresas particulares par.a que funden
cer uso de su razón cuando reciben una los que falten. A la vez, debe instalarlos
instrucción científica. en edificios especiales, amueblar los con
No obstante estas observaciones, creo mobiliarios de primera calidad y enco-
yo que la enseñanza, que no es una fun- mendar su dirección y sus cátedras a los
ción política, que es una función moral, mejores maestros, de tal manera que
debe estar normalmente a cargo del po- ningún colegio particular pueda compe-
der espiritual; y de consiguiente, no de- tir con ellos. Mediante esta política, se
be permanecer bajo la mano del go bier- impone a la sociedad entera sin violar
no sino por tanto tiempo cuanto las derecho .alguno.
sociedades empleen en reconocer esta 29 El segundo medio de intervención
autoridad a los cuerpos docentes. consiste en fundar escuelas pedagógicas
Renovado con frecuencia el personal para formar maestros y profesores edu-
del gobierno por virtud de las institu- cados en un mismo espíritu, por mucha
ciones democráticas, su intervención en que sea la diversidad de sus creencias,
la enseñanza ha servido para satisfacer propendan en todo el territorio, sin ne-
los anhelos del espíritu nuevo, mucho cesidad de .acuerdo expreso, por impulso
mejor que lo que le habrían podido ha- más bien espontáneo que deliberado, a
cerlo unos cuerpos tan reb~ldes al pro- establecer y mantener la unidad de la
greso corno son los cuerpos académicos. educación nacional.
Pero no es dudoso que esta intervención Desparramados en países más o menos
desaparecerá en un porvenir más o me- vastos e inspirados por doctrinas diver-
nos lejano, cuando las universidades se sas, cuando no contradictorias, los maes-
muestren dignas y capaces de dirigir por tros, aun los solos maestros del Estado,
sí solas la educación y de reemplazar por dan, si no se embeben en un mismo espí-
completo al poder teológico en el go- ritu, enseñanzas por naturaleza anár-
bierno moral de los pueblos. quicas y dispersivas. Desde este punto
de vista, se comprendería que el Estado
VI renunciara a tener enseñanza propia:
pero no que renunciara a la prerrogati-
A diferencia de las empresas particu- va de formar el personal docente de sus
lares, que prácticamente casi no pueden escuelas.
influir en la educación de los pueblos 39 El tercer medio de intervención
sino por medio de la enseñanza directa, consiste en no autorizar para fundar es-
6
82 ANALES DE LA UNIVERSIDAD DE CHILE

cuelas o para enseñar sino exclusiva- Sin duda alguna, si la enseñanza fue-
mente a personas que se hallen premu- se una industria, el Estado no tendría
nidas de algún título de competencia ex- por qué intervenir en la formación del
pedido por alguna institución docente profesorado. Para él sería indiferente en
del Estado. Según lo manifestaré más tal caso que al abandonar la celda de1
adelante, esta regla jurídica se halla es- panóptico, el presidiario estableciera un
tablecida de antiguo en varias naciones, taller de carpintería o una escuela de
y no se dirige a imponer creencias deter- primeras letras. El público sabría a qué
minadas a los maestros particulares sino atenerse en presencia de semejante in-
a someterles durante un tiempo más o dustrial. Tal es el ideal de la escuela eco-
menos largo, a la misma acción educati- nómica. Pero la enseñanza no es una
va que modela a los maestros del Esta- industria; es una misión social; es un
do, sin perjuicio de que cada uno crea sacerdocio cuya investidura debe reser-
lo que quiera. varse para personas realmente dignas de
No obsta esta medida a la institución ejercer funciones morales; y por 'lo mis-
de escuelas pedagógicas particulares; pe- mo, el Estado interviene aun en los co-
ro los .aspirantes al magisterio que en legios particulares, a fin de evitar que
ellas se eduquen, deben quedar obliga- se la encomiende a maestros no dotados
dos en todo caso a certificar su com pe- de tales cualidades. Si en algunas partes
tencia en la del Estado, sometiéndose la Iglesia niega estas facultades al Esta-
por lo menos durante un año al régimen do, es, en el fondo, porque se las disputa
docente y educativo de estas últimas. para ejercerlas ella por su propia cuenta.
Requiérese este tiempo de prueba por- 49 El cuarto medio de intervención
que si es dable concebir algún siste- consiste en reservar al Estado la pre-
ma de exámenes que sirva para averi- rrogativa de la colación de grados y tí-
guar con exactitud el grado de instruc- tulos a fin de establecer en seguida, sin
ción :de 1 examinando, no ha y ninguno violar la libertad de enseñanza, que sólo
adecuado para determinar la calidad de se otorgarán a graduandos que se hayan
su educación, y si en las demás profesio- preparado con arreglo a un determinado
nes lo único que el Estado necesita de- plan de estudios y que hayan acreditado
terminar para expedir el título, es la su- su preparación ante jurados oficiales.
ma de conocimientos, en la de la ense- Merced a esta medida, todos los colegios
ñanza le importa principalmente conocer particulares, o por lo menos todos aque-
el espíritu que anima al que pretende llos que se ofrecen a preparar alumnos
ser maestro. para las carreras universitarias, tienen
Combatido, no por los pueblos, sino que aceptar el sistema de educación que
por aquellos partidos que pretenden ha- el Estado establece para sus propias es-
cer de la enseñanza una vasta empresa cuelas.
de reacción, este medio de intervención Apenas se necesita prevenir que esta
está llamado a generalizarse en todas las imposición no obsta en manera alguna
naciones civilizadas. Un Estado que tie- a que los colegios particulares, sobre to-
ne conciencia de su misión educativa y do aquellos que no persiguen grados ni
pacificadora no puede tolerar que a la títulos, den a sus alumnos otra enseñan-
sombra de la libertad de enseñanza, se za y aun otra educación. E.n los pueblos
eduque a la juventud para rebelarse cultos, educados bajo el régimen de la
contra las autoridades legítimas, para libertad, el Estado tiene que concretarse
desobedecer las leyes en nombre de la a fijar las condiciones de preparación
conciencia ni mucho menos para des- que juzga indispensables para otorgar
quiciar en homenaje al supuesto dere- sus beneficios y reconocer al que no los
cho divino de una familia o de una pretenda el derecho a educarse como le
Iglesia el orden constitucional instituí- .dé la gana. De esta manera, sin coartar
do por la voluntad de los pueblos. Ca- la libertad de enseñanza, el Estado diri-
balmente uno de los fines más elevados ge hacia la unidad todos los espíritus,
de la instrucción general es el de resta- estableciendo, con incontrovertible de-
blecer la armonía social a efecto de que recho, que para él sólo valen sus exáme-
el Gobierno pueda ejercerse sin recurrir nes, sus grados y sus títulos; y sin coa.c-
co.ntinuamente al empleo de la fuerza. ción alguna, a impulso de su propio
TEORÍA DE LA INSTRUCCIÓN PÚBLICA 83

interés, las empresas p articulares se pande al Estado. Entre tanto, a cualquie-


sienten inducidas a conformar sus ense- ra se le ocurre que las subvenciones
ñanzas con la pauta fijada por la potes- atestiguan por sí solas la impotencia de
tad política y a cooperar, acaso impen- la iniciativa individual para fundar la
sadamente, en la tarea de la unificación instrucción que la cultura de los pue-
.del espíritu nacional. Merced .a la misma blos necesita y en la medida que sus ne-
medida, los planes particulares de estu- cesidades la reclaman.
dio aparecen ante el filósofo como sim- En aquellas naciones, como Chile, don-
ples partes de un solo plan general de de la enseñanza se estima función pri-
educadón que atiende a todas las nece- mordial y atención preferente .del Esta-
sidades de la cultura, que se sigue tanto do (art. 144 de la Constitución), el régi-
en los colegios públicos como en los par- men de las subvenciones, sin dejar de
ticulares, y que a pesar de la variedad labrar la unificación de las tendencias
de sus materias y fines, propende in- educativas, denota de suyo que la ins-
variablemente a imprimir a todos los trucción pública no se da en la medida
educandos el sello de la perfecta unidad. o de la calidad que se necesita, porque
TaJinpoco se necesita prevenir quepa- en el caso contrario, no podrían surgir
ra garantizar la adopción general de un aquellos colegios particulares que no
plan de estudios y de educación, y sobre responden a tendencias sectarias. ¿No
todo para garantizar el cumplimiento de sería más cuerdo emplear el dinero de
sus fines de paz y .de unión social, se de- las subvenciones en multiplicar y me-
be eliminar inexorablemente en él toda jorar las escuelas del Estado utilizando
doctrina y toda materia que en el actual las aptitudes de los mismos empresarios
estado de la cultura sea ocasionada .a en·· particulares?
torpecer la convergencia de los espíri- 79 El séptimo medio de intervención
tus. Desde este punto de vista, el plan consiste en instituir becas, pensiones y
general :de estudios se debe siempre for- premios y reservar estos beneficios para
mar ·con el doble propósito de restaurar los alumnos de aquellos colegios que se
la unidad .del intelecto social y de hacer- sometan a los planes de estudio, al régi-
lo servir como sistema de educación na- men educativo y a la mano del Estado.
cio.nal en contraposición a los inevita- Es absurdo ofrecer estos beneficios al
bles planes de educación sectaria. que rinda mejores pruebas en concurso
59 El quinto medio de intervención general, porque, según lo he demostra-
consiste en reservar al Estado la prerro- do, no se ha inventado hasta hoy un sis-
gativa de aprobar los textos que la en- tema de exámenes que garantice el
señanza requiera en aquellos colegios acierto y la justicia, y porque si de algún
particulares cuyos alumnos se eduquen modo se puede apreciar el grado de ins-
con el propósito de optar a los grados trucción de los opositores, no hay modo
y títulos oficiales. Aun cuando la ense- de apreciar la calidad de su educación.
ñanza libresca no sea toda la enseñanza, 89 Por último, el. octavo medio de in-
no tiene el Estado por qué renunciar a tervención e o ns is te en establecer un
la facultad de declarar .cuáles son los plan sistemático de extensión universi-
textos que se conforman, por un lado, taria con el propósito de difundir el es-
con sus programas, y por otro, con los píritu y la cultura de la universidad, re-
fines educativos de la escuela pública. presentante y órgano de 1 Estado, en
6? El sexto medio de intervención con- aquellas clases populares cuyos hijos,
siste e.n dar subvenciones a aquellos co- por cualquier.a causa, no han podido so-
legios particulares que se sometan a la meterse jamás al régimen educativo de
mano del Estado y acepten sus planes de la enseñanza superior.
estudio. Se .da por descontado, que no hay ·que
De manera sistemática y con crecien- esperar que las conferencias, cuyos te-
te largueza, se adoptó este me.dio de in- mas se cambian ordinariamente de se-
tervención en Inglaterra hacia el año sión en sesión, dejen un residuo muy
1833 y ha subsistido mientras sus gober- considerable de nociones en la inteligen-
nantes y legisladores, inspirados en las cia de los oyentes: en los espíritus poco
ideologías .de la economía política, han preparados sólo tiene eficacia la ense-
creído que la función docente no corres- ñanza que se repite. En cambio, las con-
84 ANALES DE LA UNIVERSIDAD DE CHILE

ferencias educan bastante, no sólo por- imponía con carácter obligatorio a to.da
que desarrollan la afición a reuniones la cristiandad.
cultas, sino también porque a la larga Y en nuestros días ¿qué ocurre? Ocu-
hacen ver a los oyentes, por lo común de rre absolutamente lo mismo: dondequie-
condición modesta, que los inge.nios más ra que la instrucción religiosa, por de-
selectos de la república viven consagra- clar.ació.n de la ley o por obra de las cos-
dos al estudio de las necesidades popu- tumbres, se ha convertido en asunto de
lares, que el remedio de los males socia- interés privado, los padres de familia
les no está en el desorden y la anarquía, son libres para darla o no a sus hijos;
y que los verdaderos amigos del pueblo y a la inversa, sólo están obligados .a
que sufre no son los agitadores y los de- dar les una suma determinada de cono-
magogos, desvergonzados pescadores de cimientos a 11 í donde la enseñanza es
todos los ríos revueltos. considerada como una empres.a pública
del Estado.
Hay en cada grado de cultura una
VII cierta educación que todo hombre debe
adquirir para incorporarse en el medio
Demás está advertir que estos medios social. El que no la adquiere parece ser
de i.ntervención no son igualmente adop- un miembro extraño incrustado por la
tables en todas las naciones y que su fuerza en la sociedad, y no sólo ocasiona
adopción se debe subordinar a la orga- a sus semejantes molestias que le hacen
nización del Estado, a sus .antecedentes odioso, sino que además tropieza en su
históricos, al grado de su cultura, etc. existencia con dificultades que le amar-
En todo caso, sin embargo, cualquiera gan la vida, que le confinan a las clases
que sea la manera cómo se ejerce, la ínfimas del pueblo y que no le permiten
intervención del Estado propende por cumplir sus fines sociales ni desempeñar
virtud espontánea, quiera que no quie- sus deberes cívicos. En interés de la so-
ra, directa o indirectamente, a la unifi- ciedad, el poder que la representa impo-
cación del espíritu nacional. ne a todos ·esta educación, que es a la
De manera particular resalta esta in- vez un beneficio para cada uno. La suma
fluencia u.nific.adora del Estado cuando y la naturaleza .de la i.nstrucción cam-
él impone a todos los padres de familia bian; pero a través de todos los cambios,
la obligación de dar a sus hijos un mí- permanece subsistente el deber de ad-
n1mo determinado de instrucción. quirir la. Por eso, la instrucción obligato-
1En la historia de la pedagogía, la· fór- ria, que ha sido el hecho general en los
mula de la instrucción obligatoria es tiempos pasados, es también el hecho
modernísima; pero el hecho que ella sig- general en nuestros días.
nifica es tan antiguo como la educación Si aparentemente no impera este régi-
pública. En efecto, desde los más rerp.o- me.n más que en algunos Estados cultos,
tos siglos, dondequiera que ha imperado es porque en los restantes no se .aplica, o
un sistema cualquiera de educación pú- por falta de sanciones penales que ga-
blica, los hijos de familia han estado ranticen su observancia o por falta de
obligados a recibir la. En Lacedemonia, fu.ncionarios que lo hagan respetar. Pe-
la educación estaba reglada por disposi- ro el prin~ipio de la obligación fué siem-
ciones de la ley, se daba una misma a to- pre ley de todo sistema de educación de-
.dos, sin distinción de clases, y se impo- mocrática, y lo es en nuestros mismos
nía con carácter obligatorio a los hijos días de casi todos los pueblos cultos.
de familia. En los demás Estados grie- ¿Cuál es, pues, el objeto .de esta ins-
gos, tanto como en Roma, la instrucción titución tan antigua, tan universal, tan
literaria era privada y, por lo mismo. li- combatida por el espíritu reaccionario,
bre; pero la educación militar era públi- tan anhelada por el espíritu del progre-
ca y, por lo mismo, obligatoria. Lo pro- so? El objeto más importante de la ins-
pio ocurrió en la Edad Media: la instruc- trucción obligatoria es hacerla univer-
ción literaria estuvo a cargo de h sal, a efecto de formar a todos los ciuda-
familia y nadie era obligado a recibirla; danos en un mismo espíritu y de repar-
pero la instrucción religiosa, que era la tirles por igual la comunión de una
instrucción pública de aquella época, se misma verdad.
TEORÍA DE LA INSTRUCCIÓN PÚBLICA

Destinada por u.na parte a reconstituir para que sea universal se necesita que
la unidad del intelecto contemporáneo, sea obligatoria. O se renuncia a estos
esta .difusión universal de una doctrina beneficios en cambio de esta libertad, o
es además indispensable par.a ilustrar y se renuncia a esta libertad en cambio de
dignificar la conciencia de aquellos que sus beneficios.
por medio del sufragio han de ejercer Es una ilusión imaginar que basta
influencia en la política de los gobiernos multiplicar las buenas escuelas par.a ob-
y en la de los pueblos por medio de la tener la asistencia de todos los niños que
palabra. Es el sufragio universal un ar- llegan a la edad escolar. Los ensayos en
ma cuyo uso puede ser, o una :defensa o grande que se han hecho en Inglaterra,
una amenaza para el orden social, según en Bélgiea y en Norteamérica para ge-
sean los móviles de las muchedumbres neralizar la instrucción sin impon e r 1a
que la manejan. Cuando un pueblo es coercitivamente, han probado que tbdos
ignorante, se convierte en instrumento los otros medios juntos no tienen la efi-
de cualquier demagogo que sabe hala- cacia de éste solo. Sin coerción, no hay
gar sus pasiones, azuzarle contra las educación universal; y sin e d u e a e i ó n
clases superiores, tentarle con el incen- universal, no habrá jamás verdadera
tivo de las riquezas ajenas. Pero el que igualdad.
ha recibido una buena educación, no in- Donde la enseñanza no es obligatoria,
curre por lo común en maldades, aun se consumen más esfuerzos y se obtie-
cuando a las veces incurra en errores; y nen menos frutos; la institución por ca-
si se hace respetar de las clases oligár- beza cuesta más y, sin embargo, se di-
quicas, se cuida con resolución de no funde menos; y aunque se multipliquen
convertirse en amenaza para el orden y las escuelas, a menudo aumenta el nú-
el .derecho. Un pueblo ignorante puede mero de los iletrados; porque el ignoran-
acaso ser gobernado, se ha dicho; pero te no aprecia los beneficios de la ins-
sólo u,n pueblo ilustrado puede gober- trucción y mira ·como desgracia que sus
narse. hijos aprendan a leer y a escribir, cuan-
Si, pues, es dable 1prescindir de la ins- do él no sabe ni lo uno ni lo otro.
trucdón en los Estados autocráticos, se No son las necesidades de la cultura
la debe generalizar mucho, antes de ge-
neralizar el sufragio, en aquellos que semejantes a las necesidades orgánicas,
tienen tendencias democráticas. "Voso- que las siente el que las sufre. Quien ca-
tros pedís el sufragio universal, decía en rece .de cultura, de ordinario ni juzga ne-
1870 un educ.acionista inglés, y yo recla- cesario adquirirla, ni sabe elegir la que
mo la instrucción obligatoria, porque es le conviene; y la mayor parte del tiem-
necesario que a lo menos sepan leer los po, no aprecia el ignorante las ventajas
que mañana serán nuestros amos". de la instrucción sino cuando ha dejado
De antiguo se ha observado que en las de ser ignorante.
democracias propenden .a prevalecer el Es necesario que se aplique durante
número contra el mérito, la cantidad muchos años el régimen de la enseñanza
contra la calidad, contra la virtud la au- obligatoria para que penetre en el espí-
dacia y las bajas pasiones contra los más ritu del pueblo la idea de una necesidad
no bles ideales. Pe 1i gr os semejantes se puramente moral, como la de la instruc-
deben prevenir a toda costa por medio ción, debe ser atendida con tanto celo
de la educación universal. Un Estado se como un.a necesidad orgánica. Para el
encuentra tanto más expuesto a caer en hombre inculto no existe el de be r de
manos de la demagogia cuanto menos convertir a sus hijos en seres humanos.
empeño haya hecho para arrancar al El sólo s.iente la necesidad de aprove-
pueblo de la ignorancia. char los cuanto antes como instrumentos
Ahora bien, .cuando la instrucción no de labranza, y si no se le obliga coerci-
es obligatoria, sólo se aprovecha por una tivamen te a darles educación, él no se
porción diminuta de la sociedad, y en las da. De aquí viene que el régimen co-
siglos de esfuerzos y .de propaganda no ercitivo no ha sido nunca establecido a
logra unificar el espíritu nacional. Para pedido de las muchedumbres, sino por
que la instrucción primaria .alcance sus imposición de las clases directivas, que
fi,nes, se necesita que sea universal; y son las más cultas.
ANALES DE LA UNIVERSIDAD DE CHILE

VIII do su desarrollo en los tres últimos si-


glos, cuando no se las obligaba a estu-
Establecida en casi todos los pueblos diar gramática?
cultos, la instrucción obligatoria suscita, Así hablan los individualistas.
no obstante, en el terreno de la política, Para refutar estas objeciones, obser-
resistencias más o menos vivas, y en el varé en primer término que la libertad
de la doctrina, impugnaciones más o me- no es un principio absoluto, ni es el fin
nos vigorosas. de la política, ni es siquiera la solución
Unos, los reaccionarios, en especial los más general de los problemas de gobier-
que sostienen la prerrogativa de la Igle- no. Es un simple medio que se emplea o
sia para imponer sus enseñanzas a todos no, según que en cada caso y en cada
los cristianos, se han hecho campeones situación convenga o no a los ·fines del
de la libertad de los ·padres contra el Estado. Sobre todo en las sociedades cul-
despotismo del Estado. Al oírles, parece tas, sirve para resolver muchas dificul-
que reconocieran al padre un derecho tades y estimula de manera prodigios.a
singularísimo a dejar sus hijos en la ig- el desenvolvimiento de las facultades
norancia. Pero en seguida se contradicen humanas.
cuando sostienen que ante la Iglesia es- El fin de la política es desarrollar más
tá obligado a darles educación religiosa, y más el orden, satisfaciendo las necesi-
y las penas espirituales con que lo aper- dades sociales, y ellas se satisfacen, ora
ciben convierten este deber en una obli- por me.dio de la autoridad, ora por me-
gación perfecta. Puedo concluir, enton- dio de la libertad. Cada problema tiene
ces, que al hacer armas contra la ins- una solución especial. De consiguiente,
trucción obligatoria, no es el principio uno puede ser partidario de tales o cua-
de la obligación lo que combaten, es la les libertades; pero, a menos que sea un
naturaleza de la enseñanza. insensato o un criminal, no puede ser
Otros, los individualistas, los que sos- partidario de la libertad absoluta. En la
tienen que el Estarlo existe para servir política pasa lo mismo que en la medici-
al hombre antes que a la sociedad, han na: no hay panaceas universales. En un
alzado su voz en defensa de la concien- pueblo crónicamente convulsionado, se
cia humana contra la imposición de cua- necesita más de autoridad que de liber-
lesquiera doctrinas por medio de la en- tad. En un pueblo culto, habituado al
señanza. orden, se necesita más de libertad que
Rota desde el siglo XVI la unidad re- de autoridad. De un extremo a otro de
ligiosa (observan éstos), no hay en la so- Europa, muchos de aquellos repúblicas
ciedad contemporánea sistema alguno más progresistas que defienden con de-
que sea universalmente aceptado. Cuan- cisión inquebrantable las libertades de
tos sistemas se podrían adoptar para la pensamiento, de imprenta, de enseñanza
base de la enseñanza, se han disputado y .de reunión, reclaman con calor inusi-
la universalidad durante las tres últimas tado la vacuna obligatoria, el ahorro
centurias, sin que ninguno la haya con- obligatorio, la instrucción obligatoria, la
quistado. Adoptar uno cua1quiera de temperancia obligatoria. En la aparie.n-
ellos implica en el fondo privilegiar a cia hay en esta conducta una contradic-
una secta con el auxilio de esta podero- ción que la prensa indocta, inclinada a
sa fuerza de la enseñanza, y despojar de personalizar toda cuestión, no deja nun-
ella sin derecho alguno a las restantes. ca de enrostrarles. Pero en el fondo se
Para que la instrucción obligatoria no descubre el propósito invariable de aten-
ofendiese .a las conciencias, sería menes- der a las necesidades sociales antes que
ter hacerla de naturaleza puramente li- a un ideal de perfección absoluta.
teraria, como ha sido durante la Edad De consiguiente, no es poner tachas a
Moderna; y en tal caso no rendiría 1os una política cualquiera el decir que ella
frutos que al imponerla se desea obtener viola la libertad, si a la vez no se de-
de ella. Por otra parte, las sociedades no muestra que es contraria a tales necesi-
necesitan para vivir y prosperar para dades. Si en los Estados que viven ro-
que se les imponga la instrucción por deados de enemigos se acepta como una
medios coer·citivos. ¿Acaso se ha debili- necesidad la obligación del servicio mi-
tado su existencia, acaso se ha paraliza- litar, ¿por qué no se ha de aceptar como
TEORÍA DE LA INSTRUCCIÓN PÚBLICA 87

una necesidad la obligación de la ins- Los Estados han comprendido dónde


trucción en aquellos que viven sumidos está el mal y se han armado para at.acar-
en la ignor.ancia? Tanto se viola la li- lo haciendo un movimiento envolvente.
bertad en un caso como en el otro. Durante siglos buscaron el orden por
Pero (se dice), ¿qué necesidad tienen medio de las leyes que reglan directa-
las sociedades de la instrucción obliga- mente los actos externos .del hombre.
toria? ¿Acaso no basta el amor paterno Ahora tratan de instituirlo de una ma-
para que los padres la den a sus hijos nera indirecta, esto es, dotando a todos
sin necesidad de la coerción del Estado? los hombres, por medio de la enseñanza,
¿Acaso el Estado pretende estar mejor de un mismo espíritu, del espíritu cien-
inspirado y más interesado que los pa- tífico.
dres en la educación de la infancia? Sin Los filósofos de nuestros días :discuer-
la obligación han vivido los pueblos du- dan, sin duda alguna, en muchos puntos;
rante la Edad Moderna; sin ella vivirán pero todos están .de acuerdo en que una
en la edad futura. Abandonemos las no- de las necesidades más profundas de la
vedades, cuyos resultados ignoramos: y sociedad contemporánea es la de recons-
estémonos a lo antiguo, cuyos beneficios tituir la unidad del in te 1e c to. Ahora
conocemos. bien, mientras no se demuestre, o que la
En contra de estas objeciones, obser .. instrucción obligatoria carece de efica-
varé ¡prLmeramente que no es efectivo cia para surtir este efecto, o que hay
que la generalidad de los padres se cure otros medios mejores p.ara alcanzarlo,
de la educación de sus hijos, ni tenga el creo que el Estado debe empeñarse en
menor interés en que la adquieran. Cuan- establecerla, aun cuando tenga que su-
do ciertos publicistas sostienen que la frir la libertad.
coerción del Estado es inútil, porque la No es éste un problema de carácter
solicitud paterna no deja sin educación a doméstico, cuya solución afecte sólo a
la infancia, sufren una paralogización las familias. Es un problema de interés
que consiste en atribuir a la gran masa público, cuya solución afecta a la socie-
ignorante de los padres de familia los dad entera. Siempre que nace un hijo
sentimientos y las aspiraciones que dis- al padre, nace también un individuo a
tinguen a la pequeña fracción de los pa- la sociedad, y la sociedad no puede des-
dres educados. De hecho, cuando el Es- entenderse de este individuo que llega a
tado no interviene en la obra .de difun- incorporarse en ella. Desde que el niño
dir la cultura, la gran mayoría de los nace, ella lo atiende, lo forma bajo su
padres deja a sus hijos en la más abso- amparo, impone a los padres la obliga-
luta ignorancia. ció:n de sustentarlo, de -criarlo, de ves-
Por otra parte, si las sociedades han tirlo; los castiga cuando lo abandonan,
prosperado a rpesar de la anarquía men- cuando lo maltratan, cuando lo corrom-
tal, no por eso es lícito permanecer en pen. ¿Por qué podría castigarlos cuando
ella con resignación musulmana: tam- lo dejan perecer de hambre y no lo po-
bién el niño se desarrolla a pesar de sus dría cuando le echan al mundo como
enfermedades. Prueba irrefragable de víctima indefensa de la ignorancia?
que las sociedades están con su salud Habituados a las consideraciones pu-
quebrantada es que con todas las polí- ramente económicas, los librecambistas
ticas se sienten mal. Multiplican Jos ex- se asemejan en este punto al vulgo igno-
perimentos y nunca llegan a lo definiti- rante; comprenden las obligaciones que
vo. Cambian de Constituciones como por ser de un orden inferior, se hacen
quien se muda de camisa, pero no logran sentir con más imperio: tales son las que
afianzar con solidez el orden. Todas vi- miran a la existencia material; pero no
ven bajo la impresión de lo provisional, comprenden aquéllas que por ser de un
alentadas por la esperanza de que el or- orden superior, sólo se pueden apreciar
den nuevo se acerca. Entretanto, cuando por los espíritus más cultos: tales son las
la industria, y el comercio, y la navega- que miran a la existencia moral.
ción, y el ferrocarril, y el telégrafo in vi- A los ojos de los espíritus cultos, uno
tan a los pueblos .a la confraternidad de los más importantes deberes que el
universal, sólo las doctri,nas los serparan padre tiene para con sus hijos en las so-
y los dividen. ciedades civilizadas es el de darle aque-
88 ANALES DE LA UNIVERSIDAD DE CHILE

lla suma de instrucción que han menes- formal, que enseñándonos a leer, a es-
ter para cumplir sus obligaciones de cribir, y a .contar, nos dota de maravi-
hombres y de ciudadanos; y bajo el res- llosas aptitudes, y la instrucción cientí-
pecto moral, él no está más obligado a fica, que es igual para los hombres de
suministrarles el alimento del cuerpo to.das las religiones.
que el alimento del espíritu. Siendo así La diferencia esencial que hay entre
las cosas, es evidente que la interven- las dos enseñanzas fundamentales, es
ción coactiva de la potestad pública no que la una, por ser subjetiva, consta de
tiene más objeto que hacerlo cumplir es- simples opiniones, y la otra, por ser ob-
ta segunda obligación por las mismas jetiva, consta de observaciones reales; la
razones que lo hace cumplir la primera. primera impone dogmas y la segunda
"Usted no tiene derecho a dejar a sus expone nociones, y cuando .aquélla obli-
hijos en la ignorancia, dice el Estado al ga a creer, ésta obliga sólo a saber. Si
padre; su obligación es educarlos, amol- la imposición de una enseñanza religio-
darles el carácter para que puedan vivir sa puede ofender a la conciencia, es por-
en relaciones con sus semejantes, en una que las verdades teológicas no son uni-
palabra, formar los para la sociedad, a versalmente aceptables. Nadie sosten-
fin de que no sean en ella causa de per- drá que el católico se siente ofendido en
turbación o estorbo. Si usted no cumple su conciencia cuando se le impone el es-
de grado estas obligaciones, yo no violo tudio de la doctrina católica. Análoga-
derecho alguno .de usted cuando inter- mente las verdades científicas, que son
vengo para hacerlo que las cumpla". acepta:das al punto de ser comprendi-
Bien examinadas las cosas, no se ha das, pueden ser también objeto de una
formulado contra la enseñanza obliga- enseñanza coercitiva, sin repugnar ja-
toria más de una sola objeción que pue- más a la conciencia humana.
da hacer vacilar el ánimo de los gober- En suma, la instrucción debe ser laic.a,
nantes; y es que al adoptar semejante formal y científica para que se pueda
principio, el Estado parece re.accionar imponer con carácter de obligatoria.
contra otro más sagrado, cual es el de
respeto a la conciencia. En substancia,
efectivamente, enseñar es adoptar unas
doctrinas en perjuicio de otras; y si la IX
filosofía .de la educación no sugiriese
medio alguno para imponer la enseñan- Establecido, por una parte, que la edu-
za sin ofender a las ·conciencias .disiden- cación gener.al debe constituir un servi-
tes, la política .no debería comprometer- cio del Estado, y por otra que la instruc-
se en una empresa tan contraria al des- ción primaria se debe .difundir univer-
arrollo espontáneo del espíritu. salmente, no ofrece mayores dificultades
En mi entender, la coacción no se jus- la solución del problema político que en
tifica sino en cuanto la enseñanza que todos los pueblos cultos se ha 1plantea-
se imponga sea propia a satisfacer la ne- do bajo el nombre de gratuidad de la en-
cesidad de reconstituir la unidad del in- señanza.
telecto humano o a vigorizar al hombre En realidad, no hay ni puede haber
para las luchas de la vida. Bajo el res- más enseñanza gratuita que aquella que
pecto filosófico, es injustificable que un privada y excepcionalmente se suele dar
Estado emplee la fuerza par.a imponer por amor, proselitismo o filantropía. La
una enseñanza teológica, porque en el instrucción pública nunca es realmente
presente estado mental de los pueblos gratuita, porque jamás cuenta el Estado
las doctrinas subjetivas son más propias con un personal de maestros que se
para ahondar que para cegar las divi- avengan a prestarles sus servicios sin re-
siones. Pero hay enseñanzas que no tie- muneración alguna. La que en el len-
nen los inconvenientes de la enseñanza guaje político se llama instrucción gra-
teológica, que satisfacen todas las nece- tuita es .aquella que exime a los escola-
sidades mentales de los pueblos cultos, res del pago directo de emolumentos
que sirven para unir los espíritus y que porque la costea el Estado con los dine-
se pueden imponer sin ofen:der a c9;i- ros que recibe de todos los contribu-
ciencia alguna: tales so,n la mstrucc10n ye.ntes.
TEORÍA DE LA INSTRUCCIÓN

Aclaradas así las cosas, de suyo se in- magno. Empero, de estos y otros casos
fiere que el problema no se debe resol- análogos, no se puede inferir sino que la
ver con el criterio de la caridad, que gratuidad de la enseñanza se solía ofre-
otorga sus beneficios .al pobre y los de- cer por el Estado a impulso de un senti-
niega al rico. Dado que las contribucio- miento de caridad más que de un prin-
nes con que se sostienen to.dos 1os servi- cipio de derecho.
cios públicos, inclusive el de la enseñan- Mucho más liberal que el Estado fué
za, son pagadas exclusivamente por los la Iglesia católica, que e.n su calidad de
poseedores de la fortuna, no habría ab- poder espiritual, monopolizó casi por
surdo alguno en conceder a sus hijos el completo durante los siglos medios la
beneficio de la gratuidad si hubiera ra- función de la enseñanza. Cuando más te-
zones políticas o sociales que aconseja- nebrosas eran las tinieblas de aquella
ran hacerlo. edad, ella apareció empeñada, movida
Veamos previamente los antecedentes sin duda por su propio interés, en la ge-
históricos, los cuales suelen dar no poca nerosa tarea de .difundir la luz fundando
luz para resolver las cuestiones políticas escuelas gratuitas. En c.ada diócesis, en
cuando se los estudia con relación a sus cada monasterio, en cada parroquia, al
causas sociales. costado de cada iglesia, había maestros
Al efecto, observemos ante todo, que eclesiásticos que doctrinaban nidadas de
los primeros sistemas educativos conoci- niños si,n exigir, por lo común, emolu-
dos en la historia son los de e.ducación mentos. Bastaría citar en comprobación
religiosa y de e.ducación militar. En la aquel Sínodo de Orleáns, que hacia el
antigüedad no se conoció otra educación año 800 ordenó al clero regular enseñar
realmente común durante siglos, porque las primeras letras con prevención de no
las letras, las ciencias y la filosofía cons- recibir más retribución que los modestos
tituían un alimento delicado, de hecho regalos con que las familias pudientes
reservado para las clases superiores. quisieran buenamente obsequiarles.
Pues bien, es muy sabido que tanto el Prescindiendo de estos esfuerzos ais-
Estado como los cuerpos sacerdotales lados e intermitentes la enseñanza gra-
instruían gratuitamente a 1os ciudada- tuita se estableció con carácter de gene-
nos en el arte militar y en las leyendas ral y permanente cuando el Concilio de
y prácticas de la religión. No hay en la Trento dispuso que se fundaran cátedras
historia dato alguno .de donde inferir en todos los templos y conventos de la
que en alguna parte estas instrucciones cristiandad que tuviesen asignada pre-
fuesen pagadas por los que las recibían. benda, prestamera o un estipendio cual-
Pasemos ahora a la instrucción clási- quiera. El que la Iglesia procediese, co-
ca. En este orden no ofrece la antigüe- mo es la verdad, movida no por el inte-
dad antecedentes decisivos ni en uno ni rés de la cultura, sino por el .de re-
en otro sentido, porque a causa de una conquistar, mediante 1a enseñanza, el
singular inconsecuencia que sólo el atra- espíritu de los pueblos ganados por la
so social explica, cuando el Estado in- Reforma, no la priva del honor de haber
tervenía en todo, cuando entraba como sido la primer.a entidad que apareció en
en terreno propio en los campos .de la la historia estableciendo a firme un ré-
religión y de la moral, de la higiene pri- gimen docente, cuyos beneficios no cues-
vada y .de la economía doméstica, des- tan nada al rico ni se conceden por ca-
cuidaba casi por completo el fomento de ridad al pobre, porque los ofrece gratui-
la cultura. Verdad es que, según Diodo- tamente al uno y al otro, sin dud.a con
ro de Sicilia, el legislador Charondas, de el propósito de sentar que al repartirlos
Thurium, estableció maestros de lectura gana tanto quie,n los .da como quien los
y escritura retribuídos ¡por el Estado, recibe.
animado por el noble propósito de que La gratuidad, pues, como medida ge-
no quedaran sin educación los pobres neral que abre las puertas de la escuela
que carecían .de recursos para pagarla. a todos los educandos sin distinción de
Verdad es que con el mismo ·propósito fortunas, es calidad que caracteriza y
establecieron escuelas gratuitas en Ro- distingue a la enseñanza púbHca. De la
ma varios emperadores y que gratuitas industria particular, que vive sometida
fueron, si,n duda, las que fundó Carla- a la necesidad .de alime,ntarse a sí misma
90 ANALES DE LA UNIVERSIDAD DE CHILE

porque no tiene a mano el recurso sub- daria y la superior. No se pagan en es-


sidiario de las contribuciones, no se pue- te país ni emolumentos escolares, ni
de esperar que sostenga escuelas gratui- derechos de exámenes, de grados o de tí-
tas si no es por excepción y con c.arácter tulos, y los extranjeros gozan de Las
precario. Esta condición a que nacen su- mismas franquicias que los nacionales.
jetas las empresas particulares es tan Aún hay algunos internados, verbigra-
ineludible, que aun las escuelas y uni- cia, los de las Escuelas Normales, de la
versidades fundad.as en Norteamérica Escuela de Artes y Oficios, de la Escue-
por la más regia liberalidad no pueden la Militar, de la Escuela Naval, de la Es-
sostener a la larga la enseñanza sino cuela de Pilotines, etc., donde el Estado
merced al pago de emolumentos por procura gratuitamente a los internos,
parte de los e.duc.andos que la reciben. además de la educación y la enseñanza,
Sólo el Estado y la Iglesia, que cobran casa, comida y a las veces v,estido, lavado,
tributos para sostener todos sus servi- libros y material de estudio.
cios y cuya mejor recompensa es la di- Dados estos antecedentes, ¿cuál solu-
fusión de sus respectivas enseñanzas, ción se debe dar al problema? ¿Se debe
pueden darse el lujo de ofrecerlas sin resolverlo de manera uniforme para to-
cargo de que les se.an directamente re- das las naciones y para todas las ramas
tribuidas. de la enseñanza? ¿O hay, por el contra-
No obstante las precedentes observa- rio, razones que aconsejen establecer en
ciones, es la ver.dad que en la mayor unos casos la gratuidad, e imponer en
parte de las naciones europeas, la gra- otros el gravamen?
tuidad sólo está est.ablecida por vía de Para acercarnos a la soludón más
caritativa ex,cepción en favor del hijo acertada, notemos primeramente que en
del pobre, no como calidad peculiar de todas las naciones de la tierra, la gratui-
todo servicio público. Fundada como fué dad está llamada a rendir el fruto in-
la instrucción científica literaria por apreciable de difundir la cultura por -el
corporaciones particulares, generalmen- hecho de franquear a todos las puertas
te eclesiásticas, que no podían sostener- de la escuela, sin imponer a ninguno ni
se sin el tributo de emolumentos escola- el gravamen de la entrada ni la ver-
res, el Estado la dejó en las condiciones güenza de la exención. Particularmente,
establecidas de antemano cuando empe- en Estados ignorantes y pobres, como
zó a ponerla bajo su mano. era Chile al tiempo de su independencia,
Sin este .precedente, la exacción sería donde pocos aprecian y pocos pueden
inexplicable y no se comprendería por pagar los beneficios de la educación, el
qué entre todos los servicios públicos régimen de la gratuidad pone el egoísmo
sin carácter industrial, sea el de la ins- al servicio de la cultura, permitiendo a
trucción el único que no se presta gra- muchos padres enviar s~s hijos a la es-
tuitamente por el Estado. Que las em-
presas particulares exijan el pago direc- cuela con el exclusivo propósito de exi-
to de la enseñanza, nada más justo, mirse durante el día de la pesada carga
puesto que carecen de otros recursos pa- de su atención. Por ser de naturaleza in-
r a sostenerse y nadie está obliga do a determinada como todos los fenómenos
servir de balde. Pero cuando el Estado sociales, no se puede medir con exacti-
procede de la misma manera, comete la tud la proporción en que dicho régimen
injusticia de gravar dos veces a los pa- ha contribuído en Chile a difundir y ele-
dres de familia: 19 con los emolumentos var la cultura hasta el grado que hoy al-
que les exige para sostener las escuelas; canza. Pero acaso no está muy lejos de
y, 29 con la cuota tributaria que pagan la ver.dad decir que la mayor parte de
para sostener todos los servicios, inclu- los educandos que han aprovechado los
sive el de la enseñanza. beneficios de la enseñanza pública o no
Por singularísima excepción, en Chile habrían podido pagar emolumentos es-
es gratuita toda la enseñanza adminis- colares, o sólo habrían podido pagarlos
trada por el Estado, así la civil como la imponiéndose sacrificios que les habrían
milit.ar, la especial no menos que la ge- hecho desviarse de la carrer.a de sus es-
neral, y por igual la primaria, la secun- tudios.
TEORÍA DE LA 91

Si a pesar de estas observaciones se te punto de vista, la gratuidad de la edu-


optase por el régimen del gravamen, cación ~omún es roer.a, pero inevitable
hay razones que aconsejan no imponer consecuencia de la obligación que en las
una misma regla en todas las ramas de sociedades dvilizadas se impone a to.do
la enseñanza pública. hombre .de adquirir los elementos del
De las .dos ramas fundamentales, la saber.
instrucción general, que es, por una par- Bien sé yo que en muchas naciones se
te, la que más eleva la cultura de los halla establecida la instrucción obliga-
pueblos, y por otra, la que menos les toria remunerada. Pero una anomalía de
atrae, porque carece de fin utilitario, se hecho, no alcanza a perturbar la lógica
les debe ofrecer con franquicias espe- del desenvolvimiento jurídico. Anoma-
ciales, como la de la gratuidad, que les lías semejantes se notan a menudo en
sirvan de incentivos y tentaciones. A la todas aquellas instituciones que se orga-
invers.a, merced al carácter u t il ita r i o nizan poco a poco, porque sólo la refor-
de sus estudios, la instrucción especial, ma radical permite abrazar todas y ca-
cuyos beneficios son más fácilmente no- da una .de sus partes y establecer entre
tados y más generalmente apreciados, ellas la debida correspondencia y armo-
puede soportar mejor el gravame,n sin nía. En la institución de la enseñanza
perder muchos adherentes. pública, no siempre se ha procedido así:
En la administración pública se sigue establecida de antiguo con carácter de
por la mayoría de las naciones una regla libre y remunerad.a, en algunas nacio-
casi invariable: cuando el Estado pres- nes se ha dado un paso para declararla
ta servicios personales (transporte de obligatoria y se ha dejado para más tar-
pasajeros, de carga, de telegramas, des- de el .dar otro para declararla gratuita.
infección de habitaciones, etc.), cobra Las razones que preceden no justifi-
derechos de las personas que directa- can, sin duda, la exención del pago de
mente los aprovechan; cuando presta emolumentos con que los ricos quedan
servicios generales (desinfección de ciu- favorecidos al igual que los pobres. En
dades, guarda .del orden, alumbrado pú- particular no justifican la gratuidad de
blico, etc.), Ios sostiene con contribucio- la instrucción secundaria, cuyos benefi-
nes generales. Pues bien, mientras la cios no son aprovechados de hecho sino
instrucción especial es un servicio per- por las clases superiores, aun cuando
sonal, de hecho destinado a una porción sus 1puertas se abran de par en par al
reducida de ciudadanos y cuyos benefi- pueblo entero. Pero prescindiendo de
cios aprovechan principalmente los que que si los ricos no pagan directamente
la reciberi: la instrucción general es un la enseñanza que reciben, en el fondo
servicio social, destinado sin excepción, son los únicos que contribuyen con sus
a todos y cuyos beneficios se traducen dineros a sostenerla, porque sólo a ellos
menos en el provecho particular de los gravan los impuestos, baste advertir que
que la reciben que en la difusión y ele- la gratuidad se establece, según el con-
vación .de la cultura nacional. cepto jurídico de nuestros días, no en
Apenas se necesita advertir que si la cumplimiento de un deber de caridad
escasez de recursos no permite otorgar que sólo favorece al menesteroso, como
el beneficio de la gratuidad a todas las lo sostiene Villey, sino en satisfacción
ramas de la enseñanza pública, sin va- de una necesidad social y en respecto al
cilaciones se debe reservarlo preferen- derecho que todos tienen a aprovechar
temente para la instrucción primaria, en gratuitamente los servicios generales
primer lugar, porque siendo la única del Estado.
realmente indispensable a todos sin ex- Sobre todo, en los pueblos democrá-
cepciones ni distinciones, conviene que ticos, no se podrían hacer diferencias
ninguno quede sin recibirla por falta de entre ricos y pobres sin sancionar des-
recursos para pagarla; y en segundo lu- igualdades que infringen peligrosamen-
gar, porque la gratuidad abre las puer- te el régimen común. Cabalmente se es-
tas para que la cultura elemental, que tima con razón que entre los beneficios
es la más necesaria, se .difunda por igual de la gratuidad, no es el menos impor-
en toda la extensión del territorio y en tante el de evitar hasta cierto ·punto que
todas las capas de la sociedad. Desde es- las .diferencias sociales empiecen en la
92 ANALES DE LA UNIVERSIDAD DE

temprana edad de la vida escolar, esta- sente obra con la exposición de su teo-
bleciendo dentro del colegio, por el he- ría, pero no sin pedir antes que se me
cho de no exigir a nadie retribuciones, disculpen las repeticiones en que nece-
una especie de igualdad entre los que sariamente, para ser completo, tengo
podrían y los que no podrían pagarlas. que incurrir.
Según mi modo de ver, no hay en to- En muchas naciones, especialmente en
da la enseñanza pública más que una ra- las naciones católicas, se ha confundido
ma donde sea dable justificar la exac- y complicado este problema con otros de
ción de emolumentos escolares, a saber, muy diversa naturaleza. En Chile, por
la de la instrucción universitaria. No es ejemplo, se ha sostenido siempre por los
que yo crea, incurriendo en el error de conservadores que la libert.ad de ense-
las masas incultas, que la instrucción su- ñanza lleva envueltos los siguientes de-
perior sea una instrucción aristocrática, rechos: 19 el de fundar escuelas, colegios
destinada a pocos y sólo por ellos apro- y universidades; 29 el de dar validez a
vechada. Eso no: mi dictame.n es, por el los exámenes de los colegios particula-
contrario, que no hay servidos públicos res para optar a los diplomas de la Uni-
de carácter más impersonal y de más versidad del Estado; y, 39 el de conferir
universal aprovechamiento que a que 1 grados académicos y títulos profesiona-
que tiene por objeto la formación de les con efectos jurídicos.
profesionales y funcionarios competen- A mi juicio, se pueden resolver estos
tes y el fomento de las i.nvestigaciones tres problemas de las maneras más con-
científicas. Es que en las universidades, tradictorias sin que la solución afecte en
la gratuidad perjudica a la enseñanza y caso alguno a la libertad de enseñanza,
contraría sus fines. la cual, esencialmente no envuelve otro
En capítulos anteriores creo haber de- derecho que el de profesar, desde una
mostrado que mientras el profesorado cátedra escolar, una parte cualquiera
inferior .cumple su obligación cuando re- del saber humano sin sujeción a méto-
corre sus programas sin salirse de ellos, dos ni doctrinas impuestos por la auto-
no la cumple el superior sino cuando ridad.
contribuye con su enseñanza al desarro- En el estado anárquico de las socieda-
llo de las investigaciones de la ciencia. des contemporáneas, la libertad de ense-
Desgraciadame.nte, los catedráticos uni- ñanza es un derecho arrancado a las reli-
versitarios no acometen por lo común giones dominantes en homenaje a 1as con-
estas tareas, tareas que requieren una ciencias libres y a las sectas disidentes.
dedicación casi absoluta, sino cuando Merced .a ella se acometen las más osa-
hay un estímulo que les aguijonee, por das investigaciones, sin peligro de vul-
ejemplo, cuando saben que el mejora- nerar dogmas preestablecidos, se fomen-
miento de su e.nseñanza y los frutos de ta viva competencia en el estudio y com-
sus investigaciones traerán consigo el probación de la verdad y se ·proclaman
aumento de sus remuneraciones. Según nuevas doctrinas que .desarrollan gran-
el común sentir de los pedagogos, nada demente la razón humana.
ha conspirado en mayor grado que los Por su naturaleza, no procede prácti-
emolume.ntos escolares a formar el gran camente la libertad de enseñanza, sino
profesorado de las universidades alema- respecto de aquellas creencias y de aque-
nas y a desarrollar su insuperable acti- llas porciones del saber humano en que
vidad cientüica. no hay consensus universal. Cuando los
pueblos se imaginan estar en posesión
de la verdad definitiva, no toleran en-
X señanzas que la contradigan. Si en la
Edad Media no hubo 'libertad de ense-
De todos los pro b 1e mas educativos ñanza, atribúyese esta falta de derecho
planteados por Ia política contemporá- tan capital menos a la intoler.ancia de la
nea, no hay otro cuya solución interese Iglesia o del Estado que a la lógica, es-
tan gravemente al Estado docente como pontánea e inevitable imposkión de la
el de la libertad de enseñanza. Aun unidad religiosa. En nuestra misma épo-
cuando de paso he tocado varias veces ca, época de amplia libertad, los pueblos
este punto, me propongo rematar la pre- no tolerarían a un maestro que enseñara
TEORÍA DE LA INSTRUCCIÓN PÚBLICA 93

que uno y uno no son dos, que la suma trinas inmorales, ni la .de doctrinas anár-
de los tres ángulos de un triángulo no quicas o subversivas, ni el ataque direc-
equivale a dos rectos, que la tierra no to a las religiones dominantes. Que en
gira alre.dedor del sol. De estos hechos la represión de los abusos de este dere-
se infiere que aun cuando la libertad de cho pueden lleg.ar los gobiernos, por celo
enseñanza se pida y establezca sin res- exagerado, hasta violar la libertad, no
tricciones, prácticamente, sólo procede hay para qué advertirlo. Pero en princi-
respecto de aquellas partes de 1 saber pio, no hay ningún interés moral o po-
que todavía están sujetas a .discusión y lítico que aconseje suprimir estas limi-
se debe, por tanto, suponer siempre im- taciones. La ciencia misma no necesita
plícitamente limitada por aquellas ver- para difundirse y desarrollarse que se
dades que en el respectivo estado men- la arme con el derecho de atacar. Por
tal se suponen definitivas. Cuando las tanto, bajo el régimen de la libertad de
religiones dominan tes exigen que se ense'ñanza, no se puede ni profes.ar la
proscriba to.da enseñanza que no respete inmoralidad, la anarquía o la revolu-
sus dogmas, lo que en el fondo preten- ción, ni atropellar la conciencia religio-
den es que la sociedad entera> inclusive sa; pero es perfectamente lícito exponer
los disidentes y los incrédulos, tengan hechos, observaciones o doctrinas que
sus dogmas por verdades absolutas y de- traigan envuelto el cambio más profun-
finitivas. do imaginable del orden moral, del or-
Cuando se ha entorpecido el desenvol- den político, del orden religioso, y aun
vimiento y sobre todo la difusión del s.a- del orden social entero. Entendida en es-
ber por causa de la imposición de doc- te sentido, que es el sentido propio y
trinas dogmáticas, se apreciará con sólo genuino, la libertad .de enseñanza apa-
saber que cada una .de las ciencias fun- rece en todas partes como indispensable
damentales, desde la astronomía arriba, corolario de las libertades de investiga-
y todas las ciencias naturales y sodales, ción y de pensamiento y no ha podido
desde la sociología abajo, no han podido establecerse nunca sino en desmedro de
nacer y desarrollarse sino b.ajo la hosti- las creencias tradicionales, merced al
lidad y el anatema de las creencias tra- esforzado empeño del espíritu laico, per-
dicionales. Las doctrinas y las investiga- sonificado por los partidos liberales.
ciones más extrañas a los dogmas er.an En contradicción con estos hechos, he-
los pasados siglos implacablemente pros- chos históricos, los partidos católicos han
critas .de las cátedras si en una sola til- pretendido reivindicar para sí el honor
de discordaban de tal versículo del Pen- de haber conquistado la libertad. de en-
tateuco o de cual texto de los Evangelios. señanza con sus solos esfuerzos. Pero
En nuestros días, y sólo en nuestros con sólo saber que la Iglesia niega el
días, abriendo de par en par a la ciencia derecho de enseñar doctrinas que ella
las puertas .de la escuela y sobre todo las juzga erróneas; que sin reserva alguna
de la universidad, la libertad ha estable- tiene por error toda verdad que· n0 con-
cido que todas las doctrinas científicas cuerda con la ver.dad católica, y que des-
tienen igual derecho .a la cátedra, y que de el siglo XV adelante ha condenado
su enseñanza jamás se puede condenar por heréticas las enseñanzas que reco-
e.n principio por ilícita o por errónea y nocían la existencia de los antípodas, la
mucho menos por el inocente pecado de esfericidad y movimiento de la tierra, la
no concordar con dogmas preestable- teoría heliocéntrica, la inmensidad del
cidos. espacio, la existencia preadámica del
Sin perjuicio de estos principios jurí- mundo y del hombre, el transformismo,
.dicos, sea por obra del legislador, sea el origen fetiquista de las religiones, la
por obra de la opinión pública, la liber- formación espontánea del cristianismo,
tad de enseñanza se entiende limitada las leyes sociales, etc., sin saber más (di-
en todos los pueblos cultos por ciertas go), se advierte que cuando hablan de li-
restricciones que las necesidades prefe- bertad de enseñanza, los 1ibera1 es en-
rentes del orden social imponen. Por tienden una cosa y los católicos, otra.
más amplitud, en efecto, que se dé al En efecto, el derecho que bajo este
derecho imprescriptible de enseñar, ja- nombre han reclamado y defendido }03
más se tolera la difusión escolar de doc- católicos no es el de enseñar sobP.rana-
94 ANALES DE LA UNIVERSIDAD DE CHILE

mente toda doctrina que el maestro juz- partes del saber que no han llegado al
gue verdader.a, sin sujeción a dogmas estado plenamente positivo, la de fun-
preestablecidos. Este derecho, que es el dar ·escuelas ocasiona dos graves males:
derecho sancionado por el liberalismo, 19 el de ahondar las divisiones sociales
está expresamente condenado por reite- permitiendo que la enseñanza sectaria
radas declaraciones pontificias, y en de las Iglesias subsista en competencia
aquellas naciones católicas donde se ha- con la enseñanza neutra .del Estado; y
lla establecida la libertad de enseñanza, 29 el de causar la decadencia .de la cul-
los conservadores atribuyen uniforme- tura permitiendo que industriales in-
mente al Estado no sólo la facultad sino escrupulosos se ganen la vida en cole-
la obligación de prohibir y proscribir la gios donde se reduce la educación de los
difusión escolar de to.da doctrina que escolares .a prepararles para rendir exá-
pugne con los dogmas de la Iglesia. La menes y optar a grados académicos. Fru-
libertad que los católicos han conquis- tos genuinos de esta libertad son, por un
tado en algunas naciones, especialmente lado, las insondables divisiones del pue-
en Francia y en Bélgica, contra el mono- blo belga, y por otro, las numerosas uni-
polio instituído por Napoleón I, es la de versidades y escuelas de Norteamérica
fundar escuelas, colegios y universida- que bajo la engañosa apariencia de un
des sin autorización gubernativa ni li- exuberante florecimiento de la enseñan-
cencia universitaria, pero bajo la implí- za, entorpecen gravemente, como la zar-
cita inomisible condición de que en z.amora de nuestros campos, el desarro-
to.das las cátedras se respeten escrupu- llo y la difusión de una cultura sólida y
losamente las creencias tradicionales. elevada. En Chile es notorio que el Con-
Mediante este singular quid pro quo, sejo de Instrucción Pública, órgano del
los católicos conquistan el derecho de Estado, gasta gran parte de sus esfuer-
fundar escuelas, sin aducir en pro de sus zos en la penosa tare.a de impedir que
pretensiones más argumentos que aque- las empresas particulares .de enseñanza,
llos que justifican la verdadera y única alentadas por la indolente connivencia
libertad de enseñanza; y una vez gana- de los padres de familia, adulteren los
do este derecho, pretenden limitar la li- fines de la educación, ora con propósitos
bertad de enseñanza imponiendo el res- sectarios, ora con propósitos mercantiles.
peto a las creencias tradicionales. En el Sin duda, con el propósito de evitar
fondo, por consiguiente, la libertad que males de esta naturaleza, el derecho es-
han obsequiado a los pueblos es la mis- tableció espontáneamente en la E dad
ma de los tiempo~ medios, la libertad de Media, por lo menos desde el siglo XI
fundar escuelas católicas. adelante, las tres siguientes reglas:
Hay dos naciones europeas donde se 1q. sólo podía enseñar el que después de
puede observar cuan diferentes son am- hacer estudios más o menos largos, obte-
bas libertades y sus respectivos frutos. nía licencia de autoridad competente;
En Bélgica, existe fa .de fundar escuelas; 2Q sólo era competente par.a otorgar la
pero a pesar de la Constitución, el dere- licencia la universidad en cuyas aulas se
cho de enseñar sus doctrinas casi no hacían los estudios y se probaba la com-
existe para los disidentes, los incrédulos
1 petencia; antes la licencia había sido ge-
y los librepensadores; de hecho s ó 1o neralmente otorgada por los obispos; y,
existe para los católicos. A la inversa, 3'!- sólo se podían fundar universidades
en Alemania, a nadie se permite fundar con autorización .del Estado o de la Igle-
escuelas sin previa autorización; pero sia. Presumiblemente esta necesidad de
los catedráticos, cualesquiera que sean preparar, graduar y autorizar profeso-
sus creencias, pueden exponer sus ob- res, conspiró en no pequeña parte a la
servaciones y doctrinas sin cortapisa al- creación y multiplicación de aquellas
guna. corporaciones, como lo prueba la deno-
Si se han de apreciar ambas liberta- minación de los grados de doctor, licen-
des en atención a sus frutos respectivos, ciado y maestro.
ciertamente no son ellas en igual grado Riancey dice y repite, muy ingenua-
deseables. Mientras la de enseñanza fo- mente, que .durante los siglos medios
menta el desenvolvimiento de la ciencia, imperó la libertad en enseñanza porque
provocando la .discusión sobre aquellas a condición (agrega en cada caso) de no
95

contradecir el dogma católico, cualquie- En contra del reg1men aristocrático,


ra podía fundar escuela o cátedra sin que reserva a unas pocas familias el des-
pedir permiso a nadie. En v u e 1ve este empeño de las funciones superiores del
aserto dos errores: r no cualquiera podía Estado, .algunas constituciones democrá-
fundar cátedra o escuela; sólo podía fun- ticas reconocen a todos los ciudadanos el
dar las el que se había licenciado en una derecho .de optar a todos los cargos pú-
universidad o había sido autorizado por blicos; y por cierto, no se lo juzga vio-
el obispo; y 29 el derecho de fundar cá- lando cuando se impone a los aspirantes
tedras o escuelas es uno y el de enseñar la obligación de rendir previamente
libremente es otro. Según lo demostré pruebas de probidad y competencia.
más arriba, en una escuela fundada li- ¿Por qué .decir, entonces, que la libertad
bremente, no hay libertad de enseñanza de elegir profesión se viola cuando se
si los maestros están oblig.ados a respe- exigen pruebas análogas a quien quiere
tar métodos o .dogmas preestablecidos. abrazar una u otra?
Ahora bien, el mismo Riancey advierte Repetidas veces se ha observado que los
que la licencia docendi se otorgaba en requisitos impuestos al ejercicio de algu-
atención menos al saber que a la orto- nas profesiones no tienen por objeto ni
doxia de los graduandos. Por otra parte, aun por efecto, el constituir un privilegio
esta misma patente de autorización y en favor de unos pocos ni el limitar la li-
competencia no garantizaba la libertad bertad que a cada cual corresponde de
de enseñanza; las lecciones de cada cá- abrazar una u otra. Bajo este régimen,
tedra quedaban sometidas a una vigilan- queda incólume el derecho soberano de
cia suspkaz y recelosa como si el licen- elegir profesión, y ningún gremio pro-
ciado no hubiese dado en la confesión, fesional se cierra para nadie. Pero como
en los exámenes y en su vida entera la sociedad entera está interesada que
múltiples pruebas de confianza; y desde ciertas profesiones se mantengan a rela-
Abelardo adelante, fueron innumera- tiva altura, el Estado impone a su ejer-
bles los maestros que la intransigencia cicio los requisitos que juzga indispen-
episcopal persiguió y .anatematizó, ex- sables para que no decaigan. Que ellos
pulsó .de sus aulas y condenó a perpetuo constituyen una traba contra la libertad
silencio por el enormísimo pecado de ha- ¿quién osaría negarlo? Pero no está de
ber enseñado doctrinas que en tales o más advertir que la libertad trabada ;no
cuales tildes no concordaban con el dog- es la de profesiones, es la de la impostu-
ma católico o con las simples leyendas ra y de la charlatanería, .del engaño y
de los libros sacros. de la estafa.
Si no es lícito confundir la libertad de En 1a Edad Media, a lo menos desde los
abrir escuelas con la de enseñanza, tam- siglos XII y XIII, se impuso el ejercicio
poco lo es involucrar en una u otra la de las funciones liberales a un régimen
libertad de profesiones. preventivo semejante al que obligaba a
La expresión libertad de profesiones los profesores, por manera que ninguno
tuvo originariamente un significa.do podía ejercerlas sin previa preparación
muy diferente del que hoy se pretende y licencia. En particular quedaron suje-
atribuirle. Establecida a los principios tas a estas trabas la medicina, compren-
con el exclusivo propósito de abrogar el didas la cirugía y la farmacia, por causa
régimen de castas, bajo de cuyo imperio de los peligros que su ejercicio libre trae
irremediablemente consigo, y la aboga-
to.dos nacen industrialmente clasifica- cía, por causa de la necesidad que tiene
dos, esta libertad no reconocía a cada el Estado de garantizar la competencia
hombre más derecho que el de abrazar y la .probidad del foro y de la judicatura.
la profesión de su preferencia; y hasta Mas, desde la segunda mitad del siglo
que llegaron los economistas a equipa- XVIII, los economistas .de la escuela clá-
rar las profesiones con 1as industrias, sica pusieron en jaque este régimen,
nadie sostuvo que .dicha libertad había porque al equiparar la actividad docen-
de traer .consigo la eliminación de aque- te y la actividad profesional a la .activi-
llos requisitos que se conceptúan indis- dad industrial, sentaban una doctrina
pensables para garantir la competencia que fatalmente llevaba .a condenar por
y la probidad de los profesionales. intrusa la intervención del Estado, a su-
96 ANALES DE LA UNIVERSIDAD DE CHILE

primir por innecesaria la licencia previa do, acaso sin pensarlo ni quererlo, im-
y a proclamar que el ejercicio de la en- plica una reacción contra la libertad ab-
señanza y de las profesiones, como el de soluta.
toda industria, .debía que.dar sujeto a la Aun sin tener cuenta de est.a reacción
ley fundamental del libre cambio, cual saludable, en general no debemos tomar
es la de la oferta y la demanda. por modelo, sino .con muchas reservas,
Inspirados en estas doctrinas, los Es- ningún régimen de los Estados Unidos,
tados Unidos de Norteamérica vienen porque a virtud de sus antecedentes his-
ensayando desde su independencia el ré- tóricos, la Federación allí establecida no
gimen .de la libertad absoluta, libertad es todavía un Estado adulto; ante la
de enseñanza, libertad de fundar escue- ciencia política no pasa .de ser un Estado
las de todos grados, libertad de profesio- embrionario .de organización incomple-
nes. En este grande experimento, han ta, a cuyo desarrollo le falta mucho pa-
sido ¡particularmente auxiliados por la ra integrarse y llegar a su término. En
éste y en todos los casos análogos, debe-
munificencia sin ejemplo de archimillo- mos ir a buscar nuestros modelos a las
narios que con incomparable desinterés naciones europeas, de organización y de
han fundado algunas de las universida- cultura integral, que sin haberse retraí-
des más prósperas de la Unión, univer- do para aceptar las libertades realmente
sidades cuyos títulos y diplomas mere- requeridas por el progreso, han sabido
cen universal confianza. hacerse fuertes contra aquellas que só-
Pues bien, a pesar de las condiciones lo son reclamadas por la lógica de la
excepcionalmente favorables del experi- ideología política o por las exigencias
mento, ha ocasionado tales estragos el ré- insaciables de los intereses sectarios.
gimen de la libertad absoluta que fuera Pues bien, en todas las naciones eu-
de los Estados U nidos se le tiene por de- ropeas, o por lo menos en las más gran-
finitivamente fracasado. Desentendién- des que van a la cabeza de la civiliza-
dose de las necesidades primordiales de ción, rigen los siguientes principios:
la cultura, la industria docente no se cura 19 La enseñanza es libre, sobre to.do
de la educación general .del pueblo por- en las universidades;
que las escuelas destinadas .a los pobres 29 La libertad de enseñanza, corolario
no .dejan rendimiento apreciable y pre- de la libertad de investigación, no auto-
ocupándose sólo de la instrucción espe- riza el ataque ni al régimen constitucio-
cial, por naturaleza más lucrativa, ha nal ni a las creencias dominantes;
propendido a dar carácter utilitario a to- 39 El respeto al régimen constitucio-
da la enseñanza. Ha fundado innumera- nal y a las creencias dominantes no se
bles escuelas industriales y profesiona- opone a la exposición científica de los
les; pero la mayor parte de ellas no sistemas y doctrinas más opuestos;
a tiende tanto a fomentar los estudios y
las investigaciones cuanto a facilitar, 49 El ejercicio de las profesiones libe-
mediante el pago de altos derechos y rales no es libre en parte álguna y sólo
emolumentos, la opción a los grados, a se permite al que da pruebas de compe-
los títulos y a los certificados .de com- tencia;
petencia. Merced a este régimen, los Es- 59 El otorgamiento de los grados aca-
tados Unidos son al presente, a pesar de démicos, como requisitos previos para
sus incomparables grandezas y eminen- optar a los títulos profesionales, es pre-
cias profesionales, la tierra clásica de la rrogativa de las universidades;
charlatanería. Que este régimen no sea 69 Sólo se pueden fundar universida-
definitivo y ni aun duradero, lo prueba des con autorización competente, por lo
por una parte, la intervención incipiente común autorización legislativa;
de los Estados, y por otra, el hecho de 79 También se necesita autorización,
que todas las grandes universidades de por lo común autorización gubernativa,
Norteamérica, esto es, todas las univer- para fundar escuelas, colegios o simples
~idades honradas, la de Columbia, la de cátedras de conferencias;
Pensilvania, la de Harvard, la de Yale, 89 En Alemania y en otras naciones,
la de Wisconsin, la de Berkeley, etc., han sólo pueden ser autorizados para fundar
constituído una asociación que en el fon- escuelas o regentar cátedras .aquellos
TEORÍA DE LA INSTRUCCIÓN PÚBLICA

que están premunidos .de un título o di- dicas y forenses se declaren libres, na-
ploma universitario o pedagógico que die entiende que se haya de permitir
acredite su competencia real y formal. ejercerlas sin necesidad de comprobar
Dados estos antecedentes, ¿cuál solu- la competencia, y de dejarlas sometidas
ción se debe dar en Chile a los proble- a la sola ley de la oferta y la demanda.
mas que venimos estudiando? Para Abogado es el que habiendo estudiado
buscarla con acierto, observemos pre- el derecho sabe defender pleitos, admi-
viamente que nuestra Constitución ga- nistrar justicia, y aplicar en cada caso la
rantiza en absoluto la libertad de ense- ley. Médico es el que habiendo estudia-
ñanza (art. 10); que la ley de 1879 reco- .do la medicina, sabe prevenir y curar
noce a toda persona natural o jurídica las enfermedades. La absoluta libertad
no inhabilitada por causa legal, el .dere- de profesiones daría a todos el derecho
cho de fundar establecimientos de ins- de ejercer ambas profesiones, aun sin
trucción secundaria o superior y de en- preparación jurídica ni médica, o sea,
señar sin sujeción a métodos ni medidas el de ofrecer servicios de abogado quien
preventivas (art. 3); y que la ley de 1860 no es abogado, servicios de médico quien
declara que las escuelas primarias fun- no es médico. Sería autorizar el engaño
dadas por empresas particulares, que- y la superchería sin .dar a las víctimas,
dan sometidas a la vigilancia .del Estado muchas veces arruinadas o fallecidas,
sólo en .cuanto mira a la moralidad y al más que la incierta expectativa de re-
orden, pero no en cuanto a su enseñanza clamar perjuicios. Aun en los Estados
ni a sus métodos (art. 11). Creo poder de- Unidos de Norteamérica hay gran reac-
clarar que las libertades de enseñar y ción contra el arriesgado experimento
de fundar escuelas no son ni pueden se.r de la libertad absoluta. No, no es esto
más amplias en nación alguna. lo que se persigue.
Por otra parte, en el actual estado de Lo que en el fondo se pretende es que
nuestra cultura, cuando hay tantas es- el Estado equipare con sus propios títu-
cuelas y cátedras .del Estado regentadas los los de empresas particulares inde-
por maestros que carecen de to.da pre- pendientes, en cuyos planes .de estudio
paración científica y pedagógica, no se- no tiene ni se le .da intervención alguna,
ría posible exigir títulos de competencia ni podría arrogársela sin atentar contra
a los particulares que pretendan fundar la libertad de enseñanza.
establecimientos de enseñanza. Simplificada así la cuestión, aparece
En cuanto a la libertad de profesiones, clarame.n te: 19 que no hay en tabla pro-
obsérvese primeramente que las únicas blema alguno relacionado con la liber-
cuyo ejercicio no se permite sino a los tad de profesiones; 29 que el problema
titulados por la Universidad de Chile, discutido bajo este nombre es el de la
son la medicina, las relacionadas con equivalencia de títulos; 39 que el Estado
ella y la abogacía. Todas las demás, no puede concederla porque sería ab-
sean o no universitarias, se pueden ejer- surdo que para los efectos jurídicos,
cer libremente, ·sin necesidad de títulos, equiparase sus propias in s ti tu c iones
de requisitos, ni de autorización, si bien con las de empresas particulares, ora
el Estado reserva sus empleos para los industriales, ora sectarias; y, 49 que en
profesionales que se preparan bajo de bien de la sociedad, el Estado no debe
su mano. jamás renunciar a la prerrogativa de
Por último, se ha de observar que conferir los grados y los títulos de las
cuando se pide que las profesiones mé- facultades de derecho y de medicina.

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