Sunteți pe pagina 1din 10

INSUBORDINACION FUNDANTE. MARCELO GULLO.

TEORÍA DE LA SUBORDINACIÓN.
La igualdad jurídica de los Estados es una ficción por la sencilla razón de que unos Estados tienen más poder que otros, lo cual lleva a que el
derecho internacional sea una telaraña que atrapa a la mosca más débil pero que deja pasar a la mosca más fuerte. Los estados con poder
tienden a constituirse en Estados líderes o a transformarse en subordinantes y por consecuencia, los desprovistos de los atributos de poder
suficiente para mantener su autonomía tienden a devenir en vasallos o subordinados, más allá de que logren conservar sus aspectos formales
de la soberanía. Los Estados democráticos subordinados poseen una democracia de baja intensidad.
Es importante no confundir dependencia económica con subordinación. EEUU depende del petróleo saudí pero no depende de Arabia Saudita
La interdependencia económica no altera la división fundamental del sistema internacional en Estados subordinantes y subordinados.
El poder como medida de todas las cosas: La riqueza de los Estados que no tienen poder es siempre transitoria, tiende a ser efímera porque la
riqueza de algunas naciones suele despertar en otras el deseo vehemente de poseer los bienes ajenos.
Lamentablemente, la primacía del derecho internacional es una hermosa utopía inalcanzable. La tercera etapa de la globalización nacida con
los grandes descubrimientos marítimos no altera la hipótesis sobre la que reposan conceptualmente las relaciones internacionales que está
dada por el hecho de que las unidades políticas se refuerzan en imponerse unas a otras su voluntad.
En el escenario internacional existen señores y siervos: Estados subordinantes y Estados subordinados; y para el ejercicio de su dominio los
subordinantes utilizan tanto el poder militan, como el económico y el cultural.
Para un Estado periférico, querer decidir sobre su propio destino implica siempre una tensión dialéctica entre el temor a las sanciones y el
deseo de alcanzar la libertad. El temor conduce al realismo colaboracionista, por el cual el Estado abdica de la capacidad de conducir su
destino. Por el contrario, el deseo de alcanzar la capacidad de dirigir su propio destino lleva al realismo liberacionista, partiendo de la situación
real del Estado, a un proceso de transformar la realidad para iniciar un proceso histórico nuevo.
Las reglas de juego del sistema internacional: Que el poder sea la medida de todas las cosas en el escenario internacional, o implica postular la
ausencia de límites como un ideal y una regla de conducta del Estados, ni desconocer la importancia de la moral internacional, la opinión
pública internacional y del derecho internacional como limitaciones del poder.
En el sistema internacional la ley no escita es tanto o más importante que la escrita. El sistema tiende siempre a ordenarse a partir del interés
de las grandes potencias. Cuando están en juego los intereses vitales de las grandes potencias el principio de igualdad jurídica se transforma en
una ficción que apenas sirve a fines decorativos. Los momentos en que las grandes potencias se encuentran enfrentadas, son los momentos
óptimos para que un Estado ubicado en la periferia intente consolidar su poder nacional y alcanzar el máximo de autonomía posible.
¿Cómo comprender la naturaleza del sistema y sus reglas de juego? Resulta evidente que el primer paso para la comprensión del sistema y la
elaboración de una metodología y una teoría no puede partir sino de la observación de la realidad. Cualquier disquisición o elaboración teórica
debe ser hecha a partir de la observación atenta de la realidad, y será, esta última, la que le dé categoría de ser asumida o rechazada.
Haciendo una lectura de las acciones políticas llevadas a cabo por las grandes potencias es posible comenzar a armar el rompecabezas de la
situación mundial. Es aquí cuando entra en juego la historia, porque es a través del estudio histórico profundo que podemos aproximarnos al
conocimiento de la real naturaleza de poder mundial.
Cuando se hace hincapié en la importancia del conocimiento histórico para las relaciones internacionales como disciplina de estudio, es
preciso advertir que solamente se puede comprender la realidad de una época en la totalidad de su proceso.
Los Estados, protagonistas principales del escenario internacional, adquieren un carácter específico según las circunstancias en que se
forman y desarrollan. La importancia recibida por los Estados en su etapa fundacional modela, en cierta forma, su comportamiento posterior
en el escenario internacional.
La comprensión de un fenómeno político o de la política de un Estado pasa por el conocimiento de la historia, pues, si nada es
absolutamente cierto, tampoco, nada es absolutamente contingente o casual.
Estado, cultura y poder. La cultura de los pueblos puede ser definida en términos hegelianos como “espíritu objetivo”. Éste, no puede
expresarse cuando existe una situación de subordinación porque las estructuras de conducción del Estado están ocupadas por una burocracia
político corrompida o por una élite que está subordinada ideológicamente.
En los países periféricos, los Estados solo representan la cultura de sus pueblos cuando se hallan en los estadios que Puig denomina
“dependencia nacional o autonomía”, o sea, cuando intentan la construcción de un proyecto nacional de poder, cuando las élites que toman
en sus manos la conducción del Estado optan por el camino del realismo liberacionista.
Estudiar al sistema en su conjunto. Consiste en la necesidad de estudiar todo el sistema. Resulta imposible alcanzar una visión del conjunto,
comprender la naturaleza del sistema y la acción particular misma de los actores a través de la mera acumulación de estudios monográficos.
El proceso histórico. Los Estados desarrollan su existencia dentro de un proceso histórico que los abarca y los contiene, pero que al mismo
tiempo ellos contribuyen a conformar. Resulta interesante destacar lo que dice Jauribe: la dialéctica interna se derivó no solo de la lucha de
clases, como lo sugiere Marx, sino de todos los motivos e impulsos que mueven a los hombres a perseguir sus objetivos, desde la simple
necesidad de buscar su propia subsistencia hasta su propósito más idealista.
El proceso histórico se ve sometido a un cuádruple régimen de causalidad determinados por: factores objetivos, los reales que abarcan todas
las condiciones naturales y materiales que lo rodean, y los ideales son la cultura y las culturas de las sociedades con que interactúa; y factores
objetivos, el azar y la libertad humana
El Estado sigue siendo el actor central. No hacen falta más argumentos para defender la causa de la decadencia de los Estados y la
difuminación de las fronteras. Además, es indiscutible que los Estados nacionales comparten el escenario internacional con otros actores no
gubernamentales y que estos nuevos actores poseen más poder y participan, en el juego de la política internacional en mejores condiciones
que muchos Estados nacionales.
Es cierto que desde los orígenes mismos del sistema internacional, junto a los Estados, han existido actores internacionales; pero los
interesados puntos de vista desde los países centrales hablan de la desaparición del Estado sin tomar en cuenta que los intereses económicos
de las grandes emperezas siempre estuvieron vinculados a los Estados de una forma u otra. Las megaempresas actuales no tienen cómo
transformarse en organismos legislativos y sancionadores. Por ello las principales funciones del Estado son: legislar, crear normas de
conducta y sancionar o condenar los violadores de dicha conducta.
Estructura hegemónicas. No desconocemos que las empresas, el BM y el FMI, entre otras agencias internacionales, integran un sistema de
subordinación cuya realidad sufren a diario los Estados periféricos. Por ello creemos que el concepto de “estructuras hegemónicas de poder”
es el más apropiado para abarcar los complejos mecanismos de subordinación que existen en el sistema internacional.
Es precisamente a partir a partir de 1942 que se inicia el proceso de subordinación del mundo extraeuropeo. Este proceso se desarrolló en
tres fases: la primera consistió en la subordinación del continente americano, la segunda en la subordinación de Asia y la tercera en la
subordinación de países islámicos y de África subsahariana.
El escenario y la dinámica internacional en que actúan los Estados periféricos se organizan en torno de estructuras hegemónicas de poder
político y económico. Así el concepto de “estructura hegemónica” incluye: vínculos de interés y derecho, organizaciones internacionales,
múltiples actores públicos y privados, la posibilidad de incorporación de nuevos participantes, y la elaboración permanente de normas de
conducta, pero en el núcleo siempre están los Estados nacionales.
La doble subordinación. Las estructuras hegemónicas de poder llevan adelante cuatro estrategias fundamentales:
1. División interna y fragmentación territorial de estados periféricos.
2. Generación de ideologías
3. Formación de élites locales
4. Difusión de ideología.
El proceso de subordinación es permanente, dado que la subordinación de la periferia e la condición necesaria para la subsistencia misma de la
estructura hegemónica de poder.
El objetivo de las grandes potencias en relación con los Estados periféricos consiste en: garantizar que si desarrollo político, militar y
económico no afecte sus intereses locales, regionales y mundiales. Así, procuran inicialmente, a través de los medios masivos de comunicación
y de programas de formación de élites, convencer a la población y cooptar a las elites para un proyecto de comunidad internacional en los que
los grandes Estados de la periferia se contenten con una posición subordinada.
Los Estados periféricos están sujetos a una “doble subordinación”: la general que es la que habla Pinheiro Guimarães y a la específica que los
somete al dominio de la potencia bajo cuya área de influencia se encuentran.
La subordinación ideológica cultura como estrategia principal. Mediante la subordinación ideológica los Estados centrales reemplazan el uso o
amenaza de la fuerza por la seducción y la persuasión.
Los Estados centrales cuentan tanto como instrumentos oficiales como con instrumentos no oficiales para lograr la subordinación ideológica-
cultural de los Estados periféricos. Existen “generadores oficiales” (organismos del Estado) y “generadores no oficiales (Hollywood, Harvard,
etc.) de poder blando. El poder blando debe dirigirse a conquistar las mentes y los corazones tanto de las élites como de las masas populares.
La subordinación ideológica-cultural es la más sutil y en caso de llegar a triunfar por sí sola, es la más exitosa de las estrategias que las
estructuras hegemónicas de poder pueden llevar a cabo para la preservación y la expansión de su poder.
Esta subordinación produce en los Estados subordinados una “superestructura cultural”, que forma un verdadero techo de cristal que impide
la creación y la expansión del pensamiento antihegemónico y el desarrollo profesional de los intelectuales que expresan ese pensamiento.
La vulnerabilidad ideológica. Para imponer su voluntad, los Estados centrales tienden, en primera instancia, a utilizar el poder blando. El
ejercicio de este, de no encontrar adecuada resistencia por parte del Estado receptor provoca una insubordinación ideológica cultural que da
como resultado que el Estado subordinado sufra una especie de síndrome de inmunodeficiencia ideológica, por el cual el Estado receptor
pierde hasta la voluntad de defensa. José Hernández Arregui dice que la política de subordinación cultural tiene como finalidad última no solo
la conquista de las mentalidades, sino la destrucción misma del “ser nacional” del Estado sujeto a la política de subordinación.
Además, desnacionalizados los medios de comunicación, aumenta la posibilidad de que estos sean utilizados para instalar debates superfluos
que desvían la atención de la sociedad de los varaderos problemas esenciales.
Los movimientos antihegemónico. Son los movimientos políticos que se enfrentaron a lo largo de la historia al a estructura de pode; tanto a
nivel local como internacional, como movimientos antihegemónico. Durante el siglo XX, cuando estos movimientos llegaron al poder, dichos
países comenzaron a transitar un proceso de insubordinación política, económica e ideológica. Para quebrar la situación de subordinación
dado que las estructuras hegemónicas de poder habían asignado a estos países el papel de productores de materias primas.
La revolución estadounidense constituyó el primer proceso de insubordinación exitoso producido en la periferia del sistema, y el proceso de
independencia de las colonias hispanoamericanas el primer proceso de insubordinación fallido.
Todos los movimientos antihegemónico producidos en América Latina, cuando llegaron al gobierno, trataron de alcanzar el umbral de poder a
través de la integración regional, dado que comprendían que era extremadamente difícil alcanzar ese objetivo de manera aislada.

EL UMBRAL DE PODER
El concepto de umbral de poder. Consiste en un concepto operativo que nos permitirá exponer, de modo sintético, una serie de parámetros
que existen y se desenvuelven en el transcurso de la realidad histórica de las naciones.
Umbral de poder es el quantum de poder mínimo necesario, por debajo del cual cesa la capacidad automática de una unidad política. Es el
poder mínimo que necesita un Estado para no caer en el estadio de subordinación en un momento determinado de la historia.
Desde el derecho internacional, todos los Estados formalmente independientes son sujetos a derecho. En la Asamblea General de Naciones
Unidas, tiene un voto vale un voto; pero en el Consejo de Seguridad, nos recuerda que todos los Estados son iguales, pero hay algunos MAS
IGUALES que otros…
Solo los Estados que alcanzan umbral de poder vigente en el momento histórico se tratarán de verdaderos sujetos de la política internacional,
los Estados que no llegan, tienden a convertirse en “objetos” de la política internacional, es decir, en Estados subordinados.
Cuando una o varias unidades políticas aumentan considerablemente su poder provocan un cambio sustancial en el umbral de poder que las
otras unidades políticas necesitan para no caer en el estadio de subordinación. Por ejemplo, España y Portugal pasaron a ser de Estados
centrales a ser Estados periféricos.
Alemania pudo superar su estado de subordinación solo cuando la unidad política y la industrialización se hicieron efectiva, llegando así al
nuevo umbral de poder de ese momento histórico; aquel que había marcado Gran Bretaña. La península itálica logro superar la subordinación
cuando el reino de Piamonte y sus industrias, para ampliar sus mercados, generaron la unidad y profundizaron el proceso de industrialización
En Asia, solo Japón logra alcanzar ese umbral y convertirse en la única potencia asiática en no estar sometida al poder europeo.
Estados Unidos, con la victoria del norte industrial sobre el sur esclavista y agrario empieza a engreda un nuevo y gigantesco Estado que
inaugura una nueva categoría de Estado: Estado-nación-continental-industrial, que progresivamente eleva el umbral de poder.
La construcción de poder nacional. El objetivo estratégico fundamental no puede ser otro que alcanzar el umbral de poder. En esos Estados, la
construcción de poder nacional requiere de un enorme impulso Estatal que permite la movilización de recursos para la transformación. Son
todas las políticas realizadas por un Estado para crear o incrementar cualquiera de los elementos que conforman el poder de ese Estado. De
manera restrictiva nos referiremos a las acciones llevadas a cabo por un Estado periférico tendientes a poner en marcha la fuerza necesarias
para superar el estado de subordinación.
El poder de un Estado está conformado por un conjunto de elementos tangibles e intangibles interrelacionados.
Quizá uno de los aspectos que conservan mayor vigencia del pensamiento de la escuela realista sea el de Morgenthau que dice que existen
factores “relativamente estables” que conforman el poder de un Estado, como el geográfico y los recursos naturales. Otros son dinámicos tales
como la población, las fuerzas armadas o la capacidad tecnológica.
La pirámide de Morgenthau aparece más sólida cuanto más importantes son los factores materiales, los elementos tangibles que conforman,
como el tamaño de la población. Sin embargo, la consistencia de la pirámide depende menos de los factores tangibles que de los intangibles.
Las corrientes de poder. Los elementos del poder son dinámicos que la historia puede disolver o solidificar, pero sobre todo, transformar.
Para Morgenthau la evaluación de los factores del poder en el presente y en el futuro siempre es una tarea ideal que cuando se realiza con
éxito constituye el “logro supremo”, aunque nunca sea perfecta, precisamente porque la naturaleza y el hombre son imperfectos.
Morgenthau encuentra el principio de solución para resolver los problemas de la evaluación del poder relativo de las naciones, en el presente
y en el futuro, en la utilización de la “imaginación creativa” que consiste en la combinación de conocimiento y corazonadas con intuiciones de
aquello que podría ser.
Desarrollo económico, riqueza nacional y poder nacional: Suelen confundirse los términos “desarrollo económico” con “poder nacional”. El
último requiere del primero pero el primero por sí solo no garantiza el segundo.

El ESTADO-NACIÓN COMO PRIMER UMBRAL DE PODER Y EL INICIO DE LA GLOBALIZACIÓN


El origen de la globalización. El proceso de globalización es la atmósfera en la cual viven los Estados y el elemento en el cual se produce la
relación entre ellos. Es lo que dio origen al sistema internacional. No es la estrategia de ningún país ni de ningún grupo, aunque algunos traten
de usufructuarlo para su entero beneficio. Es un proceso histórico que comenzó con los grandes hallazgos geográficos realizados por los navíos
portugueses y castellanos.
La península europea. Cercada por el poder islámico, estaba siendo privada por este de las especias, un elemento que entonces tenía un gran
valor estratégico dado que permitía a los europeos la conservación de los alimentos.,
El impulso marítimo de Portugal nace, de una necesidad vital: llegar a Asia bordeando el mundo musulmán. El segundo motivo para la
aventura africana era estratégico-religioso: los miembros de la familia real portuguesa como buenos soldados cristianos, pretendían atacar al
mundo musulmán por su retaguardia.
Los tres grandes estados de la reconquista: Castilla, Aragón y Portugal, se convirtieron en potencias navales en el curso de la guerra contra el
Islam. Digamos a modo de ejemplo que la reconquista de Sevilla producida en el 1248 hubiese sido imposible sin la participación de la flota
castellana que derroto la flota islámica del norte de África.
La aventura portuguesa. El año 1415 es un año clave porque los europeos se van a lanzar a la gran aventura de navegar el Atlántico. Portugal,
lleva a cabo una verdadera política de Estado para fomenta la investigación y construcción de nuevas embarcaciones y brindó todo tipos de
privilegios: desde la reducción de impuestos hasta la entrega gratuita de madera necesaria para la construcción. La construcción naviera nace
del impulso estatal. Es el rey Juan I el que se pone a la cabeza de esta idea: el primer objetivo es Ceuta.
El príncipe Enrique obsesionado con romper el cerco islámico bordeando África sin pasar por ningún territorio musulmán, reúne en Sagres a
sabios de todas las especialidades para emprender la difícil misión de navegar mar adentro. En 1448 Enrique el Navegante manda a construir
un fuerte en Arguim.
Coetáneamente en 1453 los turcos toman Constantinopla. El nuevo asedio a Europa, da un nuevo impulso. El Imperio otomano crea una
especie de muralla que divide en dos el mundo conocido.
En 1479 se firma el tratado de Alcacovas por el cual Portugal reconoce la soberanía castellana sobre las islas Canarias Y Castilla reconoce que la
ruta africana hacia la Isla de las especias asiáticas es de los portugueses.
El 27 de Marzo de 1498 Vasco da Gama llego a Calicut, el puerto indio desde el cual hacía más de mil años los barcos zarpaban. Sin embargo
cuando llegan al Indico encuentran que el comercio que allí se daba también estaba controlado por los musulmanes que intentaron impedir el
comercio con los cristianos portugueses. La superioridad naviera y el mejor empleo de la artillería permitieron el triunfo de los portugueses.
Salto tecnológico, ventaja estratégica e impulso estatal. La empresa de navegar el océano desconocido necesita de un nuevo tipo de
embarcación, completamente diferente al utilizado hasta el momento en Europa. La respuesta tecnológica ante ese nuevo desafío son las
carabelas. Esta respuesta tecnológica le da una ventaja estratégica, primero a Portugal y más tarde a Castilla.
Cada salto tecnológico está relacionado con la urgencia de superar una necesidad y con el impulso estatal que brinda la fuerza inicial
imprescindible para pone en marcha el proceso de investigación y experimentación. Cuando Portugal, gracias al impulso estatal, logó realizar
un salto tecnológico aumentó su poder nacional y elevó el umbral de poder.
La aventura castellana. Cristóbal Colón buscó apoyo de los Reyes Católicos sólo después de que su plan fuese rechazado por la comisión de
expertos del rey Juan I de Portugal. Los portugueses estaban perfectamente conscientes de la posibilidad de llegar a Asia navegando hacia el
oeste, pero los avances que ya habían realizado por la ruta africana los habían convencido de que esa era el mejor camino para “burlar el
poder islámico” y así mismo atacar el imperio otomano por sorpresa.
Fue entonces cuando castilla asumió los mismos objetivos estratégicos que hacía ya setenta y siete años perseguía Portugal. Colon llegó a
Espala y trabó amistad con los raíles Marchena y Pérez, quienes lo urgieron a ir a la corte de castilla y lo recomendaron ante el cardenal
Mendoza. Éste era por aquellos días, la figura más poderosa de España, luego de los reyes. La primera reunión ente Colon y los monarcas tuvo
lugar el 20 de enero de 1486.
Sin embargo, los reyes católicos decidieron da apoyo después de la reconquista de Granada en 1 de enero de 1492. Solo después de haber
eliminado el último enclave musulmán en España los reyes Católicos se sintieron en condicione de impulsar el proyecto colombino.
El declive del poder islámico. El imperativo resultado del esfuerzo castellano por romper el cerco islámico se llamaba América. El
desplazamiento del eje del poder mundial del mediterráneo al Atlántico, dará inicio al declive del poder islámico.
Diametralmente fue opuesto el camino y el destino de Europa. Cabe aclarar, que allí no todas las unidades políticas ese beneficiaron con el
descubrimiento de América. Así, el Sacro Imperio Románico Germánico se desintegró y perdió su significación internacional.
El ocaso del poder de las ciudades-estado de la península itálica. El siglo XV y XVI representanta el origen de las estructuras hegemónicas del
poder mundial y la formación de los grandes Estados naciones: España, Francia, Inglaterra. Quienes fijaron un nuevo umbral de poder y las
unidades políticas que no lograron convertirse en Estados nacionales, como las ciudades-estado de la península itálica, se convirtieron
progresivamente, en Estados subordinados.
Dos siglos fue Italia el campo de batalla de las pretensiones contrapuestas entre franceses y españoles.
Venecia, era la ciudad que poseía todos los factores de poder necesarios para intentar la unidad y en algún momento soñó alcanzarla porque
era el Estado diplomática y militarmente más fuerte. Durante el siglo XV la península se encontraba desde el punto de vista comercial e
industrial notoriamente más adelantada que el resto de las regiones del continente europeo, su agricultura y sus manufacturas eran las
mejores, sus caminos y canales eran los más perfectos, su marina mercante y su flota las más importantes.
Solo una cosa le faltaba, la unidad nacional y la correspondiente fuerza que de ella nace.
Italia era una unidad geográfica y cultural pero no una unidad política. El resultado final del hecho de no haber buscado el momento oportuno
la unidad fue la pérdida de independencia de todas las ciudades-estado, la decadencia económica y la pobreza. De Estados subordinantes a
Estados subordinados.
El significado histórico de los primeros viajes oceánicos. Desde los alrededores de 1500 la humanidad quedó reunida en una única sociedad
universal. Hasta entonces la residencia terrenal del hombre había estado divida en muchas mansiones aisladas.
La revolucionaria invención occidental para vencer al Islam fue sustituir la estepa por el océano como principal medio de comunicación
mundial. Esta utilización del océano, al principio permitió a Occidente unificar la totalidad del mundo habita y habitable, inclusive las Américas.
Pasó a ser en 40 años de un territorio fragmentado en más de quince etnias, lenguas, tribus, a ser un territorio unificado lingüística y
religiosamente.
Se comienza a consolidar así, el Estado Nación que se convertirla en el actor principal de las elaciones internacionales. Las sociedades no
occidentales se vieron obligadas a adaptarse a esa nueva forma organizativa y a la ratio de les da sustento.

GRAN BRETAÑA Y EL NUEVO UMBRAL DE PODER


Gran Bretaña y la Revolución industrial. En ese momento histórico cuando Gran Bretaña emerge como el primer gran Estado-nación industrial
del mundo. Hecho que eleva el umbral de poder casi a niveles inalcanzables y que convierte a Inglaterra en el gran Estado subordinante del
sistema internacional. Gran Bretaña era “el único taller del mundo´”.
Por lógica consecuencia, todos los otros Estados del sistema internacional que desearan mantener sus respectivas autonomías estaban
obligados a realizar su propia Revolución Industrial.
Durante todo el siglo XVIII y principios del siglo XX Francia había sido la principal rival de Inglaterra, tanto en lo político como en lo económico.
Francia era más rica que Gran Bretaña. Hasta la revolución Industrial, la industria francesa había estado por delante de la inglesa. Pero las
cargas de las prolongadas guerras pesaron muy fuertemente sobre el sistema económico francés e impidieron que la Francia de la posguerra
asimilara o aplicara las nuevas técnicas de producción.
Francia salió francamente empobrecida de las guerras napoleónicas, poseía una burguesía industrial con talento para la producción en
pequeña escala. El país se bastaba a sí mismo en materia de agricultura, de modo que volvió a tener cierto grado de prosperidad.
A pesar de que París era un centro financiero internacional tan importante como Londres, a pesar de que Francia poseía grandes reservas de
capital que exportaba a todo el continente, el empresario francés no invertía en la industria nacional: prefería fabricar productos de lujo a
productos para ser consumidos por las masas.
Sin un efectivo impulso estatal que promoviera el desarrollo de una industria pesada, Francia apenas conseguía alcanzar el umbral de poder
vigentes a niveles como para no convertirse en un Estado subordinado.
Por otra parte, una pequeña parte de la élite política tanto del reino de Piamonte como de la desunida Alemania comprendieron que Inglaterra
había logrado elevar el umbral de poder y que solo los Estados que logran industrializarse podrían mantener su autonomía balo las nuevas
condiciones económicas llegando a la conclusión de que solo en un Estado de dimensiones parecidas a las que poseía Gran Bretaña podían
invertir sus riquezas y obtener buenas ganancias.
Equívocos sobre las causas de la Revolución Industrial. La primera serie de equívocos proviene de las teorías que tratan de explicar la evolución
Industrial en términos de clima, geografía, cambio biológico en la población u otros factores exógenos.
Alemania poseía hierro y carbón pero estaba divida. Suecia poseía una férrea unidad política, tenia hierro pero carecía de una política
económica adecuada.
Hobsbawm sostiene que deben rechazarse las explicaciones de la RI que la remiten a accidentes históricos. Ni los grandes descubrimientos de
los siglos XV y XVI, ni la revolución científica del XVI explican por sí solas la industrialización.
Gran Bretaña como arquetipo. Este país agregó una nueva y determinante característica: la de Estado industrial, elevando de ese modo el
umbral de poder y convirtiéndose en el Estado más poderoso del sistema internacional. El único Estado en condiciones de imponer su
voluntad y por lo tanto de “crear las reglas del sistema” en su entero beneficio.
¿Cuál será la principal lección que GB se encargaba de ocultar? Que prefirió los intereses de la industria por encima de los del comercio. Los
datos objetivos de la historia nos demuestran que la cuestión quedó decidida a fines del siglo XVII cuando los fabricantes de tejidos
apoyándose en la tradicional importancia de los paños de lana para la hacienda británica, obtuvieron la prohibición de importación de lanas
extranjeras. La industria británica pudo crecer en el mercado interior protegido hasta hacerse lo suficientemente fuerte.
La historia británica demuestra que había que aplicar un férreo proteccionismo económico hasta crear una industria fuertemente competitiva
para luego aconsejar al resto “desinteresadamente” por el libre comercio.
En Europa, Alemania e Italia serán los siguientes en convertirse en Estados-naciones industrializados. En América sólo EEUU lo logró.
La segunda ola de globalización. La Revolución Industrial engendró paulatinamente la “segunda ola” de globalización del mundo, que
profundizó con la revolución de los medios de locomoción provocada por el ferrocarril, el barco a vapor y el telégrafo.
Desde el ángulo de la política internacional es preciso tener en cuenta, como dato político fundamental, que Inglaterra intentará en un
principio impedir o retardar la industrialización de otras naciones. Al mismo tiempo predicaba las ventajas de la división internacional del
trabajo para convencer al resto de las naciones que dejaran que GB fuera la única fábrica del mundo.
GB logró organizar el primer “multilateralismo comercial” mediante tratados bilaterales con casi todas las naciones del mundo. El contratante
se comprometía a recibir, libremente las manufacturas inglesas y a exportar, libremente, sus materias primas al mercado ingles.
Ese acuerdo de libre importación mutua deriva, sencillamente, en que la industria británica devasta los brotes incipientes de las manufacturas
locales de las economías menos desarrolladas.
Es durante esta segunda ola de globalización cuando se genera de una manera muy nítida la configuración de centro-periferia. Es durante este
período que la América española lucha por su independencia. La derrota de Bolívar, San Martin, O’Higgins y Artigas, sella el proyecto ingles de
fragmentación y hace de América española, pase de la unidad a la dispersión.
De todas formas, Brasil salva su unidad territorial y por ende nacional. Sin embargo, será igual el destino de las dos Américas: ambas se
incorporarán a la economía internacional como proveedoras de materias primas e importadoras de productos manufacturados, sin realizar
ningún esfuerzo industrializador. Varios países latinoamericanos lograron modernizar sus economías y alcanzar un progreso relativamente
importante, pero el modelo elegido contenía en sí mismo el germen de su propio estancamiento.
Durante la segunda globalización, el ejemplo paradigmático de una gran potencia que quedó rezagada fue el imperio chino agrario. En frente
una pequeña isla, Japón se convertiría en 1870 y en brevísimo lapso de tiempo historio de cincuenta años en una potencia industrial.

LA INSUBORDINACIÓN ESTADOUNIDENSE
Los inicios de la primera insubordinación exitosa.
Entre 1775 y 1783 las trece colonias de América del Norte protagonizaron la primera insubordinación exitosa producida en un sitio que, por
ese entonces, era “la periferia del sistema internacional”. La insubordinación más exitosa de todas las insubordinaciones porque logró crear el
primer Estado-nación-industrial fuera del continente europeo y la primera República de los tiempos modernos.
Estados Unidos no conquistó su autonomía nacional en un acto único, sino mediante un largo proceso que comenzó con la Guerra de
Independencia y terminó, en realidad, con la Guerra Civil, A la insubordinación fundante le siguió un largo y tortuoso proceso de
insubordinación económica e ideológica. Comenzó el enfrentamiento entre el sector que quería complementar la independencia política con la
independencia económica.
El veto británico a la industrialización. Destacar que Inglaterra llevó a cabo una política expansiva para impedir el desarrollo industrial de las
trece colonias. La política inglesa trató de supervisar y boicotear a las pocas empresas manufactureras de las colonias.
Había dos industrias que GB vigilaba por considerarlas estratégicas y vitales para la economía británica: la textil y la siderúrgica.
A diferencia de la industria textil, la fabricación del hierro gozó, durante algunos años, de cierto margen de libertad y alcanzo hacia 1750
proporciones considerables porque Inglaterra necesitaba el hierro, pero en ese año acordó una ley para estimular la producción de materia
prima y obstaculizar la manufacture de objetos de hierro.
Es importante destacar un hecho políticamente significativo: las colonias eran tratadas como “ajenas” al territorio británico a los fines
aduaneros. No se las considerabas incluidas dentro de los límites de las barreras aduaneras británicas y, en consecuencia, sus exportaciones
pagaban los derechos ordinarios de importación en los puertos ingleses.
A partir de 1763, cuando la población de las colonias llegó a ser equivalente a un cuarto de la población inglesa, Inglaterra fue mucho más
estricta en la aplicación de las leyes que había creado para mantener las colonias en una posición económica subordinada.
La lucha por la industrialización. Puede afirmarse, sin temor a exagerar, que Estados Unidos pudo convertirse en un país industrial mediante un
arduo trabajo de insubordinación ideológica-cultural y que la República estadounidense ganó su verdadera independencia económica en los
campos de batalla. Inglaterra, luego de hacer usufructo de los beneficios del proteccionismo económico durante 100 años, se encarga de
oculta a través del ejercicio de lo que Morgenthau denominó imperialismo cultural y que Joseph Nye llama poder blando.
El primer impulso estatal. La industria estadounidense en su primera fase es hija de la Guerra de Independencia. La situación de
insubordinación de hecho ponía fin a las restricciones que el Parlamento británico había impuesto para impedir el desarrollo industrial y limitar
las colonias a la producción de materias primas. Todos los gobiernos de las 13 colonias llevaron adelante una política de impulso estatal en el
intento de lograr el desarrollo industrial. El impulso estatal no solo fue fundamental para la fabricación de material de guerra, sino también en
la fabricación de los productos de “primera necesidad”.
El impulso estatal dirigido a fomentar el desarrollo industrial fue acompañado decididamente por una gran parte de la población. Así, el estado
de sublevación e independencia política preparaba las bases estructurales para la independencia económica que Inglaterra había intentado
impedir a través del dictado de leyes antiindustriales. Por ello la orientación y reorganización económica que siguiese a la guerra constituían
temas clave que determinarían la posición del nuevo Estado en el escenario internacional.
Las primeras leyes proteccionistas
El fin de las hostilidades entre EEUU y GB dio lugar a la importación masiva de las mercaderías manufacturadas de Europa. En 1784 la balanza
comercial de EEUU arrojaba ya un resultado desastroso.
En medio de la situación económica negativa producida por el fin de la guerra, una corriente de pensamiento antihegemónico, conducida por
Hamilton, abogaba por un medio de desarrollo económico en el cual el Gobierno federal ampararía la industria naciente mediante subsidios y
aranceles de protección. En julio de 1789 el Gobierno federal aprobó la primera ley de impuestos, con características proteccionistas.
Favorecieron a la industria naviera. En lo que respecta a los otros sectores industriales, estos solo tendrían su verdadero despegue durante la
guerra de 1812, cuando EEUU vivió un acelerado proceso de sustitución de importaciones.
Divergencia de intereses y subordinación ideológica. El temor de que una vez finalizada la guerra se produjese una invasión de productos
manufacturados británicos hizo que los Estados del norte de EEUU surgiera un fuerte movimiento a favor de que se establecieran nuevos
impuestos de tipo “proteccionistas”.
Los estados del sur deseaban, en cambio conseguir artículos manufacturados baratos. A medida que la exportación de algodón crecía, también
crecía en los ciudadanos del sur la idea de que podían formar con la lejana Inglaterra una asociación más provechosa y mucho más segura que
su asociación con los entrometidos estados del norte.
El temor de que el dumping de mercaderías europeas, puestas en circulación por el fin de la guerra, pudiera aplastar a las jóvenes industrias
estadounidenses hizo que la balanza se inclinara en el Congreso a favor de los proteccionistas y que se aprobara la ley impositiva de 1816 que
imponía gravámenes que oscilaban entre el 7 y el 30% en especial protección del algodón, lanas, hierro, entre otros.
Desde 1816 a 1833 el movimiento a favor del proteccionismo siguió ganando conciencias y los estados industriales noreste presionaron
constantemente al gobierno federal para que efectuase nuevos aumentos de aranceles. Pero los estados del sur que seguían siendo
fundamentalmente agrícolas, estaban cada vez más en contra de tales aumentos. La élite política y económica del sur creía, sinceramente,
que el destino de Estados Unidos era el de ser un país exclusivamente agrícola-ganadero y que toda ayuda estatal al desarrollo industrial
llevaría al país a la ruina económica.
Surgieron, en consecuencia, dos bloques de poder cada vez mas enfrentados: uno luchaba por la industrialización y la democratización,
mientras que el otro entendía que EEUU debía seguir siendo un país esencialmente agrícola y esclavista.
El sur gana la batalla ideológica. En lo esencial puede afirmarse que el sur ganó la batalla para las leyes impositivas porque desde esa fecha, y
hasta la guerra civil, las tasas mostraron una constante tendencia a la baja. La inmensa expansión comercial que tuvo entre 1846 y 1857
parecía dar la razón a todos aquellos partidarios del libre cambio, que sostenían que el futuro de EEUU estaba en la agricultura. La lucha contra
la esclavitud fue la herramienta que le permitió al norte continuar su lucha política por la independencia económica, por otros medios.
El significado económico de la Guerra Civil. Para evaluar la verdadera naturaleza de la guerra civil en EEUU es preciso tener en cuenta que el
sur estaba incorporado al imperio informal británico y que por lo tanto, la guerra, era en última instancia, guerra contra GB.
Después de la clara victoria confederada el dos de septiembre de 1862, GB estuvo a punto de declararse abiertamente por la independencia
de la Confederación. El sur intento una ofensiva fulminante que termino en la batalla de Antietam. Gran Bretaña considero que el empate
producido era en realidad y estratégicamente considerado, una victoria de la Unión. Solo el temor de perder a Canadá inhibió a GB de
participar directamente en la guerra civil estadounidense.
El triunfo del proteccionismo económico. El resultado final fue que el proteccionismo predominó en EEUU como conjunto. Al finalizar,
comenzó una nueva etapa de proteccionismo. EEUU vivió n acelerado proceso de industrialización.
La gran lección de la historia estadounidense. Hasta 1860 EEUU poseía todas las características de un país periférico. Su balanza comercial era
desfavorable. Al igual que a cualquier país de Latinoamérica, Inglaterra le suministraba la mayor parte de las importaciones. En EEUU el 82% de
las exportaciones pertenecían a materia prima.
El proceso de expansión territorial que comenzó en 1803 con la compa de Luisana y que continuo hasta 1848 con el Tratado de Guadalupe de
Hidalgo, hizo que su superficie sea 4 veces más grande que cuando consiguió la independencia formal. El devenir del los primeros años del
siglo XX dejaría en claro que EEUU había llevado su umbral de poder a un nivel superior al que ostentaban los demás actores del sistema.

LA INSUBORDICANCIÓN ALEMANA: DE LA INTEGRACIÓN ECONÓMICA A LA UNIDAD POLÍTICA


Una Alemania desconocida. Hasta finales del siglo XVIII, el pueblo alemán fue sometido a una esclavitud bruta, un pueblo sometido al capricho
de una élite que vendía a los mejores hombres de su propio pueblo como esclavos. Hasta hace 140 años Alemania estaba dividida en 33
estados independientes y rivales entre sí.
Para dar una pincelada de la corrupta, egoísta y supersticiosa elite dirigente alemana, conviene recordar que cuando en 1840 comenzó el
tendido ferrocarril, la Oficina de Sanidad de Baviera elevó su voz contra ellos alegando causa del desplazamiento veloz eran de temer graves
trastornos cerebrales a los pasajeros. Cuando estas resistencias retrógradas fueron vencidas, una ola de fiebre de ferrocarriles se apoderó de
Alemania y los empresarios del ferrocarril pudieron obtener (mediante corrupción) los derechos para construcción y expropiación.
Durante la primera mitad del siglo XIX Alemania era rural, productora de materia prima y balcanizada en una pluralidad de Estados rivales.
Sin embargo, después de 1812 una corriente política antihegemónica comenzó un proceso de insubordinación ideológica que llevó al país
primero a la integración económica y después a la unificación política.
El despertar de la conciencia nacional y la primera industrialización. Después de la paz de Westfalia en 1648, Alemania quedó dividida en
microestados y la desunión se hizo una enfermedad crónica.
La ocupación francesa contribuyó al desarrollo del sentimiento nacional alemán y al nacimiento de la idea de la insubordinación fundante de la
Alemania moderna. Sin embargo, dado que Francia encarnaba las ideas progresistas, el movimiento nacional no podía dejar de hacer
referencia a la Francia revolucionaria e imperial, pero el hecho de que fuera a la vez modelo y enemiga, complicaba el problema.
Es importante destacar que la confusión de los espíritus se vio favorecida, también, por los efectos económicos de la presencia de Francia.
Subordinación ideológica y desindustrialización. Con la finalización de las guerras napoleónicas de 1815, Alemania desde el punto de vista
económico fue uno de los premios informales que GB recibió por haber derrotado a Francia napoleónica.
Destruido su sistema aduanero, Alemania sufrió una verdadera invasión de productos manufacturados ingleses que arruinó la naciente
industria. Hasta el bloqueo continental napoleónico había sido una región agrícola pastoril. Alemania se industrializó, pero al finalizar este e
imponerse de nuevo el libre comerció, vivió un proceso de desindustrialización, que la retajo al estadio de productora de materia prima.
Al mismo tiempo, la burocracia prusiana entorpecía las aspiraciones de industria nacional alemana, dado que se había impregnado demasiado
de las teorías de Adam Smith. En Prusia, el estado alemán más importante, la política económica después de 1815 se inspiró en las doctrinas
de liberalismo económico. Grandes reformadores agrarios y administrativos fueros partidarios de Adam Smith.
La insubordinación ideológica. El proceso de insubordinación ideológica fue la condición necesaria que posibilitó, primero, la integración
económica de los diferentes estados alemanes y que hizo el nuevo estado, fuese formal y sustancialmente independiente.
List fue el pensador más influyente. El joven alemán pensaba que las ideas de Adam Smith eran pura propaganda ideológica inglesa que la
propia elite política británica se cuidaba bien de no aplicar en el plano interno.
De la fragmentación a la unidad a través de la integración económica. El 1ero de enero de 1834 entró en vigor un tratado de unión arancelaria
entre Prusia, Baviera, Wurtemberg y los dos Hesse. Poco a poco se fueron integrando otros Estados.
A partir de la unión aduanera, rápidamente se evolucionó hacia una nivelación de los precios y se acometió la coordinación de monedas.
A pesar del establecimiento de la unión aduanera y el fracaso del tratado de libre comercio propuesto por Gran Bretaña, los sectores que
pugnaban por la industrialización no ganarán la partida sino hasta 1890.
De país agrícola a potencia mundial. Es preciso aclara que este proceso no fue lineal. Grandes terratenientes pretendían que Prusia siguiera
siendo agrícola y porque la dominación cultural de GB había logrado que gran parte de la sociedad adoptara el librecambismo.
Al tratado sobre unificación aduanera siguió el banco de fomento industrial bajo el control del Estado que desempeñó un papel capital en la
financiación de la industria.
Los industriales alemanes tuvieron la oportunidad de acceder a un financiamiento de largo plazo y bajos intereses. Además el impulso estatal
también fue dirigido a la construcción del tendido férreo. La burguesía alemana respondió positivamente al impulso estatal y utilizó
correctamente los créditos blandos. En 1870 Alemania logró ocupar el tercer lugar en la producción mundial de hierro colado.
Es preciso destacar también que luego de la paz de Frankfurt el Estado alemán unificado emprendió la organización de la investigación
científica y la aplicación de sus métodos en la producción industrial.
Después de la unificación nacional, el nivel superior educó y formó a los investigadores y científicos más cualificados, mientras que los niveles
inferiores produjo la mano de obra más calificada, alfabetizada y culta.
JAPÓN Y EL IMPULSO ESTATAL
Japón frente a las potencias occidentales. No cabe duda de que este país fue el que más sistemáticamente utilizó la herramienta para
construir su poder nacional. Japón estaba al borde de la anarquía feudal cuando en 1542 llegaron los portugueses a sus costas. El país no podía
estar en peores condiciones para recibir una invasión europea.
Para resistir, los japoneses comenzaron una política de severo aislamiento que se extendió por 216 años, durante los cuales el país se cerró
herméticamente al resto del mundo.
Realismo liberacionista y subordinación activa
Cuando el 8 de julio de 1853. Perry entro en la bahía de Uraga con dos fragatas, Japón se encontraba en el mismo estado de desarrollo
tecnológico que en el momento de la llegada de los portugueses. Un atraso de 200 años.
Perry amenazó al shogun japonés de invadir la isla y Japón sabía bien del poder que tenían. Uno de los consejeros, elaboró un documento que
destacaba la imposibilidad de resistir la barbarie occidental, sugiriendo adoptar una actitud complaciente hasta que Jampón pudiera tratar con
este en términos de igualdad.
Kami, aconsejaba desde el realismo liberacionista una política por la cual el Estado japonés partiendo de su situación real, se decidiera a
transformar la realidad para iniciar un proceso histórico. En la construcción de la autonomía, el primer estadio que atravesaba Japón sería el
de la subordinación activa.
El 31 de marzo de 1854 se firma el tratado de “amistad y comercio” entre EEUU y Japón. Japón afrontaba una crisis que le hizo comprender
que la capacidad industrial era el factor decisivo del poder de un Estado.
La insubordinación silenciosa. La segunda derrota de China frente a las potencias occidentales acentuó la crisis política del shogunato, que
había denostado su incapacidad para actúa eficazmente frente a los bárbaros. En 1850 los jóvenes samuráis comenzaron una ola de violencia y
asesinatos que tomaba forma de una restauración del orden imperial. Los propios extremistas samuráis perecieron a causa de su revuelta.
En 1868 se restableció el poder imperial. El emperador Meiji Tenno, se convirtió en el fundador de una nueva etapa para Japón. Su objetivo
fundamental era que alcanzara el umbral de poder del momento.
Mediante el impulso estatal Japón creó en menos de 20 años un aparato industrial moderno y una próspera burguesía nacional. Para ver la
importancia, es preciso recordar que el Imperio japonés en el momento de producirse la Revolución, estaba compuesta por3500 islas, de las
cuales el 34% era habitable y e l14% cultivable con 26 millones de habitantes.
La explotación de los yacimientos de oro y la renta feudal fueron fuentes para la creación de capital nacional para la industrialización.
El desarrollo de la industria naval. Las potencias occidentales sabían que el triunfo de la independencia nipona significaba un cambio en la
distribución de poder en detrimento de su región. Pero Japón pudo darse cuenta de ello.
El gobierno de Meiji dictó una ley que fomentaba la construcción naval. Para ello necesitaba comprar planos a los extranjeros e importar
técnicos. Estafados por Inglaterra que le vendió planos erróneos, comenzaron por la educación. En 1894 ya contaban con barcos a vapor.
En 1911 se prohibió la navegación costera de países extranjeros y se fomentó la navegación propia.
Los primeros empréstitos. Japón consiguió entre 1870 y 1873 dos empréstitos de Inglaterra, bastantes usureros, pero que les permitió
desarrollar la industria nacional y de toda la economía en general, no dejaría nada librado al mercado. Se actuará de forma planificada.
La planificación de la vida económica y política. Japón envió muchas misiones de estudio a Europa que sirvió como modelo para la
modernización selectiva de la economía y la política. Todas ellas confirmaron que Japón solo podría liberarse de la subordinación extranjera
mediante la realización de un acelerado proceso de industrialización y que ese proceso solo podía ser llevado a cabo por el Estado.
Hasta 1884 el Estado se hacía cargo de todo, sin embargo el gobierno sabía que esto no podía ser por siempre así. Durante ese año el Estado
decidió entregar las empresas a manos de particulares. Las empresas habían pasado a manos de las familias que habían colaborado en la
reconstrucción del poder nacional. Así Japón logró crear el núcleo duro de su burguesía nacional.
La industria japonesa, que le debía al Estado todo, estuvo siempre atenta a los consejos del gobierno y siempre siguió las directrices de este en
materia de economía nacional. Como el Estado era uno de los principales compradores de estas empresas, en caso de que se desentendieran
del interés nacional, el Estado japonés quitaba a dicha empresa de su lista de proveedores.
En la segunda ola de industrialización, llevada a cabo por los militares, Japón fracasó y terminó por entrar en una profunda crisis.
De la catástrofe a la recuperación. En 1945 Japón es ocupado por Estados Unidos. El país estaba arruinado, el 50% de su zona urbanas se
encontraban completamente destruidas, una economía paralizada, red de comunicación pulverizada y la industria convertida en escombros.
Con la firma de la rendición japonesa, EEUU se adueñó del país y tuvo a un “virrey”, perdiendo así toda independencia política. Este nuevo
gobernante se encargaría por directrices de Washington de desmantelar la industria japonesa.
La transformación de Japón que consistía en : permitir el voto femenino, la puesta en marcha de una educación liberal, la posibilidad de que
los trabajadores tengan organización propia, la abolición del régimen autocrático y la democratización de la economía; si bien se entendía
como democratización del país, llevaba consigo la desindustrialización. Para concluir con la destrucción de Japón, se ordenó un plan de
resarcimiento por los daños causados en la Guerra a los países asiáticos.
Pero para 1948 el plano internacional cambió, y también cambió la estrategia de los países occidentales. La revolución China, la creación de las
dos coreas y el estallido de la guerra, hicieron que EEUU volviera a erigir a Japón como bastión contra la URSS y China. Las fuerzas
norteamericanas le hicieron grandes pedidos de armamentos a los japoneses. La economía se reimpulsa a través de un inesperado apoyo
estatal. No tuvieron más remedio que apoyarse en los empresarios a los que antes había perseguido. El impulso estatal fue impresionante.
El Ministerio de Comercio Internacional y de la Industria y la planificación del impulso estatal. Después de la 2da GM el ministerio fue el
cuartel general y el motor de la economía del país; jugó el rol de coordinador entre los hombres de negocio y la clase política.
Controlaba numerosas actividades de producción y de comercio. Entre las leyes más importantes estaba la Ley sobre el Control de Cambio y el
control de Comercio Exterior. El éxito japonés fue gracias al impulso estatal y el establecimiento de una economía de mercado planificada.

CHINA Y LOS UMBRALES DE PODER CONTEMPORÁNEOS


La reconstrucción del poder nacional chino
Luego de la muerte de Mao y con la asunción de Deng, se produjo un cambio en la metodología del objetivo primordial: la reconstrucción del
poder nacional chino. Es importante tener en cuenta que a comienzos del siglo XX China era un país que se encontraba en situación de
insubordinación con todas las potencias del momento proveyendo materias primas, un campo de batalla propicio para dirimir cuestiones entre
los países subordinante; un objeto manipulable. El estado actual de China se debe a una férrea voluntad nacional y un sólido impulso estatal
que permitieron el gigante oriental pasar del atraso a la situación de interlocutor internacional. Las ideas eran de Sun Yat-sen.
La figura política de Sun Yat-sen. Éste tuvo una educación occidentalizada y se convirtió al protestantismo. Luego de la derrota de los bóxers,
se convirtió en la figura clave de los revolucionarios chinos que pretendían derrocar el régimen de manchú. Se pensaba que culpa la tenia
manchú, no los occidentales. Si China hubiera estado gobernado por chinos, los occidentales no hubieran podido occidentalizar China.
La revolución contra manchú estallo en 1911 y el 1ero de enero de 1912 una asamblea constituyente proclamó a Sun Yat-sen presidente de la
República de China. Aunque fue depuesto muy prontamente.
Este intelectual entendía que para que la independencia sea exitosa había que acercarse a los obreros y campesino, así como a la burguesía
nacional. En 1912 crea el Partido nacional y popular. Unos años después pasa al exilio en una época desastrosa para China.
En 1917, volvió al país y reorganizó el partido obteniendo el apoyo de la URSS y estableciendo contactos con Lenin. Muere en 1925 pero
dejando un partido fuerte, con un ala militar eficaz reforzado por los comunistas.
El pensamiento político de Sun Yat-sen. Su doctrina general se conoce como “los tres principios”: nacionalismo, democracia y bienestar del
pueblo. Era un autor para el cual la teoría debía adaptarse a la realidad y no al revés. Los conceptos “importados” debían estar al servicio de
los objetivos nacionales chinos.
Parte de la idea de que los males de China se deben de la pérdida de la conciencia nacional por parte de la inmensa mayoría del pueblo chino.
Por lo que era preciso trabajar intensamente para lograr la reconstrucción de la conciencia nacional del pueblo chino.
Las potencias dejaron de disputarse territorios chinos por la dificultad que implicaba sostener eso, sin embargo se “trasladaron” desde la
opresión política a la opresión económica, sosteniendo el dominio sobre China. Creando así la ilusión de que China, al no ser una colonia
formal, era una “nación libre”.
Parte de pensar que era una nación dominada que sostenía aspectos formales de la soberanía. Y que de hecho se encuentra en una situación
pero que colonia, porque al menos una colonia formal tiene sustento en su colonizador. China, ni siquiera eso. Sun Yat-sen elabora el concepto
de “hipercolonia” entendido como aquella situación en la que sin ser una colonia formal de una potencia, era una semicolonia de todas las
potencias extranjeras.
China necesitaba un gran plan de reconstrucción nacional. Pero ese plan no podía hacerse en contra sino con occidente porque eran quienes
poseían el capital, el equipamiento industrial, los técnicos que China necesitaba para su desarrollo nacional. Evidentemente la insubordinación
ideológica fue fundamental para emprender el proceso de independencia real.
La materialización de las ideas.
Ahora es importante revisar las políticas aplicadas por China desde 1979. Las compañías multinacionales acogieron con satisfacción el nuevo
modelo de desarrollo chino: un capitalismo nacional conducido, férreamente por el Estado central.
En 1995 las inversiones en China eran 50 veces más altos que en 1980-1985. Fue a partir de 1990 que China comienza su despegue con una
balanza comercial positiva. Ningún país desde entonces ha logrado superar la tasa de crecimiento del PBI de China.
En 1997 comenzó a crear grupos y a fusionar empresas estatales con la intención de crear un monopolio con la capacidad de operar en todo el
mundo. La política de “exportación de capitales” fue acompañada por una política de “exportación de población”. Se orienta a la creación de
colonias chinas. China nunca dejó de planificar la orientación de las inversiones extranjeras. A partir de 1990 exigió a las inversiones
extranjeras que debían hacer transferencia tecnológica y envió a miles de científicos a formarse a EEUU para crear tecnología autóctona.
Hoy en China la mayor cantidad de impulso estatal está dirigido hacia la alta tecnología, en la cual las empresas chinas comienzan a competir
con sus rivales extranjeros.
De convertirse en realidad que en 2030 China será la economía más grande del mundo, elevará nuevamente el umbral de poder vigente.

NUEVOS ACTORES Y NUEVOS DESAFÍOS PARA UN NUEVO ESCENARIO INTERNACIONAL


Las categorías de imperio y multitud
Desde la finalización de la GF, se ha destacado la declinación de la soberanía del Estado-nación y su creciente incapacidad para regular los
intercambios económicos y culturales, así como la pérdida de importancia del concepto pueblo como ser social y la aparición de un nuevo
sujeto social denominado “multitud” que crece al interior del imperio.
Hardt y Negri utilizan el término imperio como un concepto que significa una nueva forma de orden global, un poder en red, que emerge hoy
y que incluye como elementos principales o nodos a los Estados-nación junto con las instituciones supranacionales, las principales
corporaciones capitalistas y otros poderes.
Ningún Estado puede erigirse como centro de un proyecto imperialista porque necesita de la colaboración de las principales potencias de la
red del imperio.
El nuevo sujeto social de la globalización es la multitud que puede ser concebida como una red abierta y expansiva en donde todas las
diferencias pueden expresarse de un modo libre y equitativo. La multitud es plural y se compone de innumerables diferencias internas que
nunca podrán reducirse a una identidad única. La multitud exige una sociedad global democrática abierta e inclusiva.
Para nosotros hay errores. Por la sobreestimación del Estado desde la Paz de Westfalia hasta la tercera globalización, así como la
subestimación del mismo luego de esto. El imperio no es un fenómeno nuevo y aunque aumentó su campo gravitacional haciendo que se
erosione la soberanía de los Estados. Pero es mucho más discutible que haya disminuido la importancia de los Estados continentes.
Al igual, cuando hablan de multitud, nos damos cuenta que su definición lo hacen en base a conceptos occidentalizados. En los países islámicos
parece haber por largo tiempo “pueblo”.
Todo esto se basa sobre la excepción china: el Estado, el pueblo y la nación china están hoy mucho más consolidados que a comienzos del
siglo XX. No hay en China crisis de identidad alguna. El Estado chino no ha perdido poder y le pueblo entra a la globalización en plena
efervescencia nacionalista.
El poder revolotea de nuevo sobre Asia. En la época en que Portugal y Castilla se lanzan al mar a navegar para llegar a las indias, la principal
potencia económica y política del mundo era el Imperio chino con la dinastía Ming. Detentaba la vanguardia tecnológica del momento,
salieron importantes invenciones como la brújula, la pólvora y el papel.
India, contaba con un desarrollo industrial muy similar al chino. Pero su disgregación política hacía que no fuese una potencia geoestratégica.
Persia era la segunda potencia islámica con gran desarrollo en la economía, la política y la cultura. El imperio Turco Otomano era la mayor
potencia islámica, la amenaza de Europa.
Por lo tanto el verdadero centro de poder estaba en Asia, sin embargo a partir de la primera globalización el poder se traslado hacia Europa.
China, un nuevo actor que inspira al protagonismo. A partir de la derrota soviética en la GF, EEUU recuperó la primacía global. Pero que eso
pueda ser efectivo hoy en día no solo depende del poder que acumule sino también de que EEUU juegue en el tablero euroasiático.
Nacionalismo y globalización en China. Es importante tener en cuenta para el análisis de la emergencia de China que entra a la globalización
en pleno auge del nacionalismo. La dirigencia china tiene una vocación imperial histórica y vive los últimos 500 años de predominio occidental
como una humillación profunda.
China era una superpotencia de los mares y hay muchas posibilidades de que haya llegado a América, peo el emperador suspendió los viajes y
ese fue su error estratégico. Aprovechado por Portugal y España.
La posibilidad de que China sea potencia abre la posibilidad de un mundo multipolar, lo que aumentaría el margen de maniobra internacional.

Los desafíos que llegan desde el Lejano Oriente. Que china se convierta en la gran fabrica del mundo y provea de productos manufacturados s
todo el mundo, va a transformarla en una gigantesca aspiradora de materia prima, lo cual hará subir el precio internacional. Entrando así en
una era de oro nuevamente de las materias primas. Lo que podrá ejercer una gran presión sobre la soberanía de los países suramericanos.
Propiciara una mentada desindustrialización a la cual debe agregarse que con la irrupción de China vendedora terminarán por bajar los
precios de las manufacturas a niveles despreciables. América del Sur será el “mercado natural”.

Suramérica entre el retroceso y el desarrollo. Si los países de la América del Sur logran constituir para mediados de la década del 20 una
efectiva unión suramericana de naciones que lleve a implementar un plan económico-diplomático- militar común, estarían en condiciones de
negociar con el resto de las potencias la posibilidad de llevar adelante una política proindustrial. Todo esto para evitar que la inversión externa
se oriente a la realización de actividades extractivas predatorias, incompatibles con el desarrollo sustentable.

EL ESCENARIO FUTURO
Las coordenadas de nuestro método de análisis. Presente-pasado-presente-futuro son las coordenadas de nuestro método de análisis de las
RRII. Ya analizamos la historia, ahora nos propondremos a analizar el presente y el futuro.
Un análisis objetivo de algunas del as grandes tendencias que actualmente se pueden observar en el mundo. Las estrategias políticas que
podemos trazar para que las naciones suramericanas se suban al tren de la tercera globalización para constituir una economía de alta
tecnología y que les posibilite no quedar rezagados, sabemos que los hechos políticos se ejercen dentro de cierta libertad limitada por un
contexto dado por los factores reales y los ideales, según la configuración ultimas de las circunstancias resultantes del azar.
Estados Unidos y le nuevo umbral de poder. Como ya sabemos, Estados Unidos logró elevar el umbral de poder vigente al convertirse en un
Estado-nación industrial continental y solo puede ser igualado si otro estado logra tener superficie y población similar.
A partir de 1950 EEUU invierte en alta tecnología con la cual pretendía elevar nuevamente el umbral de poder, sin embargo subestimando el
gran poder de la industria como factor de poder. Porque si se sobreestima la alta tecnología y se subestima la industria queda gran parte de la
masa laboral excluida.
Por eso, es errónea la posibilidad de un Estado exclusivamente post-industrial capaz de prescindir de su anterior factor dinámico. Esto es el
principal factor debilitador de la economía estadounidense
La alta tecnología es excluyente de mano de obra por definición y la poca que requiere es de alta calificación. Así, la mano de obra pasa al
sector de servicios, bajando la calidad de su empleo y haciéndose cada vez más difícil el mercado interno.
Por impulso estatal EEUU se está convirtiendo en un estado posindustrial elevando el umbral de poder, sin embargo la tercerización a otros
países de la industria hace que este país se vea sumergido en vaivenes de su economía y que cada vez sea más especulativa sin ingresos
genuinos. Si no recompone a tiempo el sector industrial habrá sacado uno de los pisos fundamentales de su poder.
LA TESIS CENTRAL SERIA QUE EL UMBRAL DE PODER SE ALCANZA CON LA SUMA DE FACTORES Y NO REEMPLAZANDO UNOS CON OTROS-
La vigencia del impulso estatal como acción desencadenada del poder nacional. La revolución tecnología que desató la tercera ola globalizante
se debió a la necesidad de EEUU de superar a la URSS en la conquista del espacio de los años 60, y en la “guerra de las galaxias” de los 80.
El salto y la gran revolución tecnológica pusieron a las empresas estadounidenses a la vanguardia y al mismo tiempo que modificaron la vida
en todo el planeta Tierra.
Esta revolución fue hija directa de la GF y del impulso estatal que recibieron todos los sectores estratégicos de la economía de EEUU. El estado
keynesianismo militar-espacial constituyó la forma alternativa a través de la cual Estados Unidos siguió interviniendo en la economía después
de la 2da GM. Ese keynesianismo consistía en encubrir los subsidios en “gastos para la defensa”.
Las consecuencias de la revolución tecnológica sobre el escenario internacional. Hoy más que nunca es preciso saber que el conocimiento es
poder. Poder militar, económico, político y cultural. Ya sabemos, que solo aquellos estados que tienen poder pueden delimitar su propio
destino. Es importante no confundir la interdependencia económica con la subordinación porque la interdependencia no altera sustancial,
ente la división entre Estados subordinantes y Estados subordinados.
Siempre el conocimiento ha sido importante para la consolidación del poder aunque en la historia oficial siempre se ha ocultado detrás de la
fuerza. Sin embargo, la proporción del conocimiento en cuanto ingrediente del poder es ahora, por cierto, más determinante que nunca.
El conocimiento no es solo sobre la tecnología y la ciencia. Tiene que ver con la lengua, con el conocimiento de otras culturas, con la
información obtenida de otros países, la diversidad de sistema de comunicaciones, y la diversidad de ideas e imágenes que fluyen.
Para que el conocimiento produzca poder necesita de un enorme espacio geográfico y de una importante masa de población. La economía del
saber exige unidades económicas que sean mayores que el Estado nacional sino no habrá competencia y la industria de alta tecnología se
volverá perezosa. Pero también exige la capacidad de proteger la industria y comerciar con otros bloques comerciales sobre la base de la
reciprocidad más que de la protección o el libre comercio. TODO ESTO HACE QUE EL REGIONALISMO SEA INEVITABLE E IRREVERSIBLE.

La crisis del pasaje y el retorno del imperialismo. El hecho de que los recursos naturales son escasos, es importante ya que para el 2075 muy
probablemente falten. En este contexto hay una teoría que dice que en época de escasez los gobiernos buscarán reemplazarlos con
tecnologías nuevas, mientras que otros dicen que esta teoría se saltea el dato histórico de que a lo largo de la historia, los gobiernos han
utilizado las armas para conseguir lo que ellos llaman intereses nacionales vitales: entre los que figuran el abastecimiento de agua potable y
petróleo. Proteger los recursos naturales se ha convertido en un designio de la seguridad nacional.
En el pasaje a las nuevas formas de energía es probable que se produzca una crisis donde los países subordinantes sean llevados a un
imperialismo de suministros para apoderarse por la fuerza de las fuentes de recursos escasos.
El Polo Norte, la Antártida, y América del Sur serán territorios de disputa en este sentido. Nuestro subcontinente cuenta con grandes reservas
de petróleo, gas, y otros minerales así como de agua potable.
La principal preocupación es: la creación de a mediano plazo de las “fuerzas armadas suramericanas” que lleguen a poseer una capacidad
disuasivo-estratégica tal que haga que el costo de una aventura militar contra la región sea mayor que los beneficios que se extraiga de ella.
La IV Flota y la hipótesis del retorno del imperialismo de suministros. En 2008, después de 58 años de inactividad, la IV Flota Marina
estadounidense volvió a patrullar las costas latinoamericanas. ¿qué razones podría tener EEUU para enviar una fuerza naval tan poderosa a
una región que se encuentra relativamente en paz, sin conflictos étnicos ni religiosos explosivos, sin poderío nuclear, ni amenazas militares
reales? Supuestamente es el terrorismo y el narcotráfico, sin embargo la historia demuestra que ninguna potencia mundial hace una jugada
estratégica de tal magnitud sin un propósito de tal tamaño.
Cabe hacer una reflexión sobre la “crisis de pasaje”. La exultante cantidad de suministros básicos existentes en la región, sumado los recientes
descubrimientos de reservas de petróleo, difícilmente sea un elemento ajeno a la decisión estadounidense.

CONCLUSIONES
Pensar desde la periferia para salir de la periferia. El momento que vivimos es crucial para América del Sur, evidentemente vivimos momentos
importantes para nuestro continente y nuestro futuro depende de las acciones que llevemos a cabo “hoy”.
Para ello es necesario pensar las RRII desde la periferia, implica generar ideas, conceptos, hipótesis y. por cierto, como correlato necesario, un
vocabulario propio que sea capaz de dar cuenta de nuestra propia realidad y especificaciones. Por eso nuestro debate debería girar en torno
cómo alcanzar el nuevo umbral de poder. Cuáles son los recursos de poder necesarios.
Todos los Estados suramericanos estamos sometidos en una subordinación general y en otra específica que nos somete al dominio de la
potencia bajo cuya área de influencia se encuentran.
Así como Alemania con una unificación primero económica y luego política logro llegar al umbral de poder marcado por gran Bretaña, los
países suramericanos a través de una unión económica altamente tecnificada y luego en la conformación de un Estado podrá alcanzar juntos
el nuevo umbral de poder marcado por EEUU.
Pero es necesario que cada Estado individual deje de pensar egoístamente. Necesitamos que Brasil, Argentina y Venezuela comiencen a pensar
y a actuar según intereses generales del subcontinente. Pensar en industrializar el conjunto de América del Sur.
Necesitamos pensar en la insubordinación ideológica y un impulso estatal férreo. Esta conjunción debe materializarse en una política
preindustrial activa planificada continentalmente.
El horizonte estratégico no puede ser otro que la conformación de una Unión Suramericana de Naciones. Único camino posible para alcanzar
el nuevo umbral de poder; es decir el mínimo de poder necesario para que no se conviertan en meros segmentos anónimos del mercado
internacional controlados por las grandes potencias.
En el corto plazo es muy necesario fortalecer las relaciones Argentina-Brasil-Venezuela con medidas concretas, así como la alianza alemana-
italiana y francesa se consolido en la Unión Europea.

S-ar putea să vă placă și