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PARCIAL II- Civil II

PAGO POR CONSIGNACION


ARTÍCULO 904. Casos en que procede El pago por consignación procede cuando: a) el acreedor fue
constituido en mora; b) existe incertidumbre sobre la persona del acreedor; c) el deudor no puede
realizar un pago seguro y válido por causa que no le es imputable.

El pago por consignación constituye una herramienta excepcional que faculta al deudor, o a quien esté
legitimado para sustituirlo, a satisfacer compulsivamente al acreedor en la prestación que le es debida
cuando existen circunstancias que obstaculizan seriamente o imposibilitan el pago espontáneo. el pago por
consignación supone la intención de pagar por parte del deudor, el animus solvendi, es decir, la intención
del deudor de cumplir una prestación determinada —que reconoce a su cargo— y de liberarse
precisamente del vínculo obligacional que la contiene.

Constituyan obligaciones de dar, de hacer o de no hacer, más que nada en las obligaciones de dar dinero.

a) determina su procedencia cuando el acreedor fue constituido en mora, o cuando existe


incertidumbre sobre la persona del acreedor, o cuando el deudor no puede realizar un pago seguro
y válido por causa que no le es imputable. la negativa del acreedor de recibir el pago ofrecido por el
deudor (art. 757 cc).
b) cuando el deudor tiene motivos serios que lo hacen dudar razonablemente acerca de quién es el
verdadero titular del crédito, está legitimado para consignar, pues si intenta pagar y lo hace mal, se
verá obligado a pagar nuevamente
c) comprende el conjunto de situaciones diversas que habilitan el pago con intervención judicial en
tanto pueden significar para el deudor la imposibilidad de realizar el pago en forma segura o válida,
por una causa que le es ajena y que constituye un serio y concreto riesgo de que se vea obligado a
pagar de nuevo o responder frente a terceros. por ejemplo, pese al deber impuesto por el art. 897
ccyc, el acreedor no accede a extender el pertinente recibo

ARTÍCULO 905. Requisitos El pago por consignación está sujeto a los mismos requisitos del pago.

ARTÍCULO 906. Forma El pago por consignación se rige por las siguientes reglas:

a) si la prestación consiste en una suma de dinero, se requiere su depósito a la orden del juez
interviniente, en el banco que dispongan las normas procesales;
b) si se debe una cosa indeterminada a elección del acreedor y éste es moroso en practicar la
elección, una vez vencido el término del emplazamiento judicial hecho al acreedor, el juez autoriza
al deudor a realizarla;

c) si las cosas debidas no pueden ser conservadas o su custodia origina gastos excesivos, el juez
puede autorizar la venta en subasta, y ordenar el depósito del precio que se obtenga.

 En el caso de que la obligación a consignar tenga por objeto dar sumas de dinero, debe
procederse mediante depósito en el banco designado al efecto por las normas procesales
de cada jurisdicción.
 En las obligaciones de dar cosas indeterminadas, que tienen por objeto la entrega de una o
varias cosas a elegir, si la opción es a cargo del deudor, este debe efectuar la elección e
intimar como si la obligación fuera de dar cosa cierta; si la elección es a cargo del acreedor
y se encuentra pendiente, el deudor debe intimarlo para que la realice, y si el acreedor no
elige la cosa, entonces el juez puede autorizar a que lo haga el deudor, y la obligación se
rige como si fuera de consignar cosa cierta
 El juez puede disponer, a pedido del interesado —sea el actor o el demandado— y por
resolución fundada, la venta en pública subasta de los bienes involucrados, poniendo a
disposición del acreedor la suma de dinero resultante

A) CONSIGNACION JUDICIAL
ARTÍCULO 910. Procedencia y trámite Sin perjuicio de las disposiciones del Parágrafo 1°, el
deudor de una suma de dinero puede optar por el trámite de consignación extrajudicial. A tal fin,
debe depositar la suma adeudada ante un escribano de registro, a nombre y a disposición del
acreedor, cumpliendo los siguientes recaudos: a) notificar previamente al acreedor, en forma
fehaciente, del día, la hora y el lugar en que será efectuado el depósito; b) efectuar el depósito de
la suma debida con más los intereses devengados hasta el día del depósito; este depósito debe ser
notificado fehacientemente al acreedor por el escribano dentro de las cuarenta y ocho horas
hábiles de realizado; si es imposible practicar la notificación, el deudor debe consignar
judicialmente.

Ante la renuencia del acreedor a aceptar el pago, podía el deudor o un tercero depositar la suma
debida en una escribanía de registro o en un banco autorizado del lugar de la ejecución de la
obligación, debiendo acatar dos requisitos: poner en conocimiento del accipiens de modo previo y
detallado el día, la hora y el lugar en que se ejecutaría el pago; y adicionar al monto adeudado los
intereses que correspondiesen. Consignación judicial, cuya ventaja parece evidente a poco que se
repare en que el deudor, dadas determinadas circunstancias, podrá evitar el juicio con el
consiguiente ahorro de dinero y de tiempo que el proceso judicial demanda
PAGO POR SUBROGACION
ARTÍCULO 914. Pago por subrogación El pago por subrogación transmite al tercero que paga todos
los derechos y acciones del acreedor. La subrogación puede ser legal o convencional.

El denominado pago por subrogación tiene lugar cuando un tercero ajeno a la relación obligacional
cumple la prestación comprometida por el deudor y desinteresa al acreedor sustituyéndolo en el
ejercicio de sus derechos. Como consecuencia, el tercero que ejecuta la prestación asume la
posición jurídica del acreedor, por disposición de la ley o por convención. El pago por subrogación
se funda en razones de justicia, equidad y orden práctico. No causa perjuicios ni resulta
desventajoso al interés de los sujetos involucrados ni de terceros. Contrariamente, reporta
beneficios al acreedor originario, al acreedor subrogante y, eventualmente, al propio deudor. La
subrogación estimula el cumplimiento de las obligaciones, al permitir que lo lleven a cabo terceras
personas ajenas a la relación, proporcionando flexibilidad, seguridad y dinamismo al tráfico
jurídico de bienes.

a) Subrogación legal: la transmisión del crédito al tercero opera, como su nombre lo indica, al
cumplirse los presupuestos previstos por la ley. Así, la nota distintiva es que la subrogación
puede tener lugar, cuando es procedente, por la decisión exclusiva del tercero subrogante.
b) Subrogación convencional: la subrogación convencional se produce por acuerdo celebrado
por el tercero, ya sea con el acreedor subrogado o con el deudor de la obligación.

La diferencia entre una y otra clase de pago por subrogación reside únicamente en cuanto a
los requisitos que se exigen para que surtan efectos, mas estos serán idénticos en ambos
casos
ARTÍCULO 915. Subrogación legal La subrogación legal tiene lugar a favor:
a) del que paga una deuda a la que estaba obligado con otros, o por otros;
Son obligaciones en las que cada codeudor está obligado al pago íntegro frente al acreedor,
por lo que, si alguno de aquellos paga toda la deuda, se subroga contra el resto de los
obligados en aquello que exceda su cuota parte, sin depender del asentimiento de los
codeudores. Es el caso de las obligaciones indivisibles o solidarias.
En cuanto al pago que realizan los terceros que están obligados por otros, se puede
mencionar el caso del fiador (supuesto expresamente previsto en el art. 1592 ccyc), y el de
quien constituye una hipoteca u otorga una cláusula penal para asegurar el cumplimiento
de una deuda ajena, entre otros.
b) del tercero, interesado o no, que paga con asentimiento del deudor o en su ignorancia;

c) del tercero interesado que paga aun con la oposición del deudor;
d) del heredero con responsabilidad limitada que paga con fondos propios una deuda del
causante.
Pago realizado por terceros, por ejemplo: El del seguro. Supuesto de que el asegurador, en cumplimiento del contrato
de seguro de responsabilidad civil, indemniza a su asegurado por los daños y perjuicios causados por un tercero. el
pago de la indemnización produce la subrogación y habilita a reclamar al responsable —salvo que sea el propio
asegurado— el recupero de los importes efectivamente abonados.
Como se ve, la subrogación legal se produce por efecto del pago que realiza el asegurador, sin que sea necesario
probar el contrato de seguro ni su correcta ejecución. el asegurador pasa a ocupar la posición del asegurado —
acreedor originario de la indemnización—, recibiendo todos sus derechos y facultades, pero también soportando las
defensas y excepciones que, contra él, pueda oponer el deudor demandado en el juicio de responsabilidad civil.

ARTÍCULO 916. Subrogación convencional por el acreedor El acreedor puede subrogar en sus
derechos al tercero que paga.
Los arts. 916 y 917 ccyc contemplan el pago por subrogación convencional, que puede operar a
instancias del acreedor o del deudor. se trata de supuestos en los que la subrogación no se verifica
por disposición de la ley sino por convención expresa entre el tercero solvens y alguno de los
sujetos que integran la relación obligacional.
Si bien el acreedor puede estar obligado a recibir el pago por parte del tercero, pudiendo
incluso este optar por la vía compulsiva de la consignación, la subrogación convencional es
facultativa para el acreedor. Es decir, que puede estar obligado, según el caso, a recibir el
pago efectuado por el tercero, aun cuando no esté obligado a subrogarlo en sus derechos
contra el deudor.
Esta es la vía que tiene el tercero no interesado para subrogarse en los derechos del
acreedor contra la voluntad del deudor, consecuencia que no puede obtenerse mediante la
subrogación legal (art. 915 ccyc).
Dos son los requisitos para la procedencia de la subrogación convencional: que la voluntad se
manifieste en forma expresa y que lo sea con anterioridad o simultaneidad al acto de pago.

Prevencióó n del danñ ó. (ART 1710)


Deber de prevencióó n del danñ ó. Tóda persóna tiene el deber, en cuantó de ella dependa, de:

a) evitar causar un danñ ó nó justificadó;

b) adóptar, de buena fe y cónfórme a las circunstancias, las medidas razónables para evitar que se
próduzca un danñ ó, ó disminuir su magnitud; si tales medidas evitan ó disminuyen la magnitud de un
danñ ó del cual un terceró seríóa respónsable, tiene derechó a que eó ste le reembólse el valór de lós gastós
en que incurrióó , cónfórme a las reglas del enriquecimientó sin causa;

c) nó agravar el danñ ó, si ya se pródujó.


Incisó A: Aquíó se cónsagra expresamente el deber general de nó danñ ar a ótrós, que tiene rangó
cónstituciónal. La transgresióó n de tal deber, ademaó s de habilitar la accióó n preventiva (art 1711) funda
la antijuridicidad cómó presupuestó de la respónsabilidad civil.

Incisó B: establece el deber geneó ricó de evitar la próduccióó n de un danñ ó, ó de disminuir sus efectós, si
este ya se pródujó. La nórma puede ser erga ómnes, es decir, nó sóló frente a quien causóó el danñ ó pór
medió de alguna accióó n suya, sinó tambieó n cóntra tódó aquel que pueda prevenir el perjuició ó evitar
que se agrave, siempre que hacerló se encuentre en su esfera de actuacióó n.

Incisó C: establece tódas las etapas y supuestós pósibles en que se puede evitar el perjuició, e incluye a
lós danñ ós cóntinuadós. Lós supuestós són: danñ ós ambientales causadós pór la cóntaminacióó n que
cóntinuó a generaó ndóse aun despueó s de descubiertó el perjuició, ó lós supuestós de danñ ós al hónór ó a la
intimidad, que pueden próducirse pór la difusióó n de una imagen córrespóndiente a la esfera privada de
la persóna.

Acción Preventiva (art 1711).


Acción preventiva. La acción preventiva procede cuando una acción u omisión antijurídica hace
previsible la producción de un daño, su continuación o agravamiento. No es exigible la
concurrencia de ningún factor de atribución.

Este artíóculó es una cóncrecióó n del principió general del art. 1708 que establece que en la Argentina la
respónsabilidad civil tiene tres funciónes: indemnizatoria, preventiva y sancionatoria. Ló que se
hace en este artíóculó es reglamentar la fórma de plantear la prevencióó n en un casó cóncretó.

Debe existir una accióó n u ómisióó n antijuríódica. Para póder pedir la accióó n preventiva.

Requisitó de peligró ó de danñ ó: Nó sóló debe existir antijuridicidad, sinó que tambieó n debe
demóstrarse que la accióó n u ómisióó n hace previsible la próduccióó n de un danñ ó.

 Accióó n de cese de cóntinuacióó n de danñ ó. Se puede póner una accióó n preventiva para evitar la
cóntinuacióó n del danñ ó. El danñ ó ya se pródujó. Ej: actó abusivó, actó discriminatórió, actó
cóntaminante, actó viólatórió de la intimidad, etc.
 Accióó n de cese de agravamientó: Casós en lós que se ha próducidó el danñ ó peró es irreversible,
ó bien nó se trate de una cónducta cóntinuada.

Nó se exige ninguó n factór de atribucióó n. La antijuríódicidad es ló uó nicó que requiere ser


próbadó. Y cómó es pósible que un actó antijuríódicó sea imputable, es córrectó que nó se exija
la cóncurrencia de ninguó n factór de atribucióó n.

Sentencia del juez en una accióó n preventiva:


La ley busca que la prevencióó n sea raó pida y eficaz. Nó se busca un culpable especificó, sinó la
prevencióó n del danñ ó. Ejempló: Un danñ ó de canñ eríóas de un inmueble que se filtran puede
próvócar un danñ ó en la salud de lós habitantes, córrespónde admitir la accióó n del danñ ó temidó
cóntra el cónsórció de própietariós y en cónsecuencia órdenar a este que un plazó determinadó
realice lós trabajós necesariós para evitar danñ ós en la própiedad y la persóna habitante del
inmueble.
Factores de atribución (art 1721)
Son los fundamentos que la ley toma en consideración para atribuir la obligación de recuperar
el daño. En la acción preventiva, no se necesita reparar el daño sino preverlo.

Factóres de atribucióó n subjetivós (dóló y culpa) y a lós factóres de atribucióó n óbjetivós (riesgó creadó
pór las cósas y pór las actividades, garantíóa, equidad, etc.) A pesar de establecer la existencia de lós
factóres óbjetivós de atribucióó n, el art. 1721 dispóne que en ausencia de nórma expresa, el factór de
atribucióó n es la culpa. De módó que, la culpa queda cómó un factór de atribucióó n residual.
En lós supuestós en que tiene lugar la aplicacióó n de un factór óbjetivó de atribucióó n, la culpa queda
fuera de ladó pues la respónsabilidad es óbjetiva. De allíó que, el eventual respónsable deberaó próbar la
ruptura del nexó causal, siendó insuficiente la prueba de la ausencia de culpa. La prueba de la ruptura
del nexó causal se lógra a traveó s de la acreditacióó n de una causa ajena, casó fórtuitó, hechó de un
terceró pór quieó n nó debe respónder, ó el hechó de la própia víóctima.

ANTIJURICIDAD (art 1717)


Cualquier accióó n u ómisióó n que causa un danñ ó a ótró es antijuríódica si nó estaó justificada.

Seguó n el artíóculó, existe una antijuridicidad óbjetiva y material. En cónsecuencia, cualquier accióó n u
ómisióó n nó justificada que causa un danñ ó seraó antijuríódica, cón ló que para que se cónfigure este
presupuestó basta cón que se vióle el deber general de nó danñ ar a ótró. Es decir que, a diferencia de ló
que ócurre en el derechó penal, el ilíócitó civil es atíópicó, pórque nó es necesarió que la ley describa en
cada casó cón detalle la cónducta próhibida.
Pór ótra parte, la antijuridicidad nó requiere, de la cóncurrencia de un factór de atribucióó n, pórque si
bien este uó ltimó es presupuestó de la respónsabilidad civil, para la prevencióó n del danñ ó basta cón la
prueba de un hechó danñ ósó (actual ó inminentemente), sin necesidad de que medie aquel factór (art.
1711 CCyC).

Asimismó, hay que senñ alar que el principió de la atipicidad del ilíócitó tambieó n rige para las ómisiónes,
pues el art. 1710 CCyC (a cuyó cómentarió remitimós) permite afirmar que tóda persóna tiene el deber
de actuar para evitar danñ ós cuandó la abstencióó n pueda cónfigurar un abusó del derechó de nó actuar,
y tal cósa sucederaó , pór regla, cuandó una persóna, sin riesgó de sufrir danñ ós ni peó rdidas, puede cón su
acciónar evitar un danñ ó a un terceró.

Finalmente, es precisó aclarar que en ciertas circunstancias excepciónales puede existir


respónsabilidad pór actós líócitós (respónsabilidad del estadó pór actividad legíótima; danñ ós causadós
en estadó de necesidad —art. 1718, inc. C, CCyC —, etc.)
Causalidad adecuada
Nexo causal: el nexo causal es una relación causa-efecto que permite establecer los hechos susceptibles de ser
considerados determinantes del daño y cuál de ello es el que ocasionó el perjuicio tangible. Esta relación de causalidad
es imprescindible para reclamar los daños causados al autor o responsable.

El nexo causal es la base de la responsabilidad civil. La existencia de relación causal adecuada entre el hecho (u
omisión del demandado) y el daño causado es requisito imprescindible o insoslayable de la responsabilidad civil.
Siempre será requisito ineludible la exigencia de relación de causalidad entre la conducta activa o pasiva del
demandado y el resultado dañoso, de tal modo que la responsabilidad se desvanece si el nexo causal no ha podido
acreditarse. La relación causal consiste en el vínculo objetivo entre dos fenómenos, uno de los cuales (la causa)
engendra otro (el efecto), bajo determinadas condiciones.

ARTICULO 1713. Sentencia La sentencia que admite la acción preventiva debe disponer, a pedido
de parte o de oficio, en forma definitiva o provisoria, obligaciones de dar, hacer o no hacer, según
corresponda; debe ponderar los criterios de menor restricción posible y de medio más idóneo para
asegurar la eficacia en la obtención de la finalidad.

Se refiere a las facultades del juez que interviene en la acción preventiva para evitar que concrete el
perjuicio. A tal fin, la disposición confiere un amplio poder a los magistrados para adoptar las medidas que
resulten más apropiadas. El juez podrá actuar de oficio, es decir, podrá apartarse de las pretensiones
esbozadas por las partes y adoptar la decisión que considere pertinente con el objeto de prevenir la
producción del daño. Por otra parte, la norma en estudio consagra la posibilidad de que el juez dicte una
sentencia que imponga obligaciones, ya sean de dar, de hacer o de no hacer. Esta expresa referencia es
consecuencia de las características particulares que tiene la sentencia en la tutela inhibitoria. la acción tiene
la intención de evitar que un perjuicio se produzca. Sin perjuicio de ello, esta disposición podría aplicarse
analógicamente para fundar, en casos excepcionales, un “mandato preventivo”, es decir, una orden judicial
oficiosa, de carácter excepcional, y cuyo objetivo es que, en el marco de un proceso cuyo fin no es la
prevención del daño, y el magistrado tome conocimiento de la posibilidad cierta de que el perjuicio se
produzca, repita o agrave, pueda adoptar las medidas necesarias para que ello no suceda.

Medidas de prevención de daño: ej: medio ambiente. Recomposición del medio ambiente (oblig de hacer).
Las medidas de prevención son provisorias, aunque el juez puede fijarlas como definitivas (como en caso de
discriminación). Pueden cambiar con el tiempo.

FUNCION RESARCITORIA
ARTICULO 1716.-Deber de reparar. La violación del deber de no dañar a otro, o el incumplimiento de una
obligación, da lugar a la reparación del daño causado, conforme con las disposiciones de este Código.

ARTICULO 1718. Legítima defensa, estado de necesidad y ejercicio regular de un derecho. Está
justificado el hecho que causa un daño:
1. En ejercicio regular de un derecho; el ejercicio regular de un derecho funciona como una causa de
justificación de los daños que pudieren resultar de él (por ejemplo, los sufridos por ruidos en inmuebles
vecinos que no exceden la normal tolerancia)

b) En legítima defensa propia o de terceros, por un medio racionalmente proporcionado, frente a una
agresión actual o inminente, ilícita y no provocada; el tercero que no fue agresor ilegítimo y sufre daños
como consecuencia de un hecho realizado en legítima defensa tiene derecho a obtener una reparación
plena;

c) Estado de necesidad: Para evitar un mal, actual o inminente, de otro modo inevitable, que amenaza al
agente o a un tercero, si el peligro no se origina en un hecho suyo; el hecho se halla justificado únicamente
si el mal que se evita es mayor que el que se causa. En este caso, el damnificado tiene derecho a ser
indemnizado en la medida en que el juez lo considere equitativo.

ARTICULO 1719. Asunción de riesgos

1. La exposición voluntaria por parte de la víctima a una situación de peligro no justifica el hecho
dañoso ni exime de responsabilidad a menos que, por las circunstancias del caso, ella pueda
calificarse como un hecho del damnificado que interrumpe total o parcialmente el nexo causal.

La única excepción que contempla son aquellos supuestos en los cuales la supuesta “aceptación de riesgos” pueda
calificarse como un hecho del damnificado que interrumpe total o parcialmente el nexo causal. En este caso, la
exoneración no se producirá a nivel de la antijuridicidad (porque la aceptación de riesgos no es una causal de
justificación), sino de la relación causal, y resultará aplicable el art. 1729 CCyC. Aquí no se trata ya de la mera
exposición voluntaria a una situación de peligro genérico y abstracto, sino de la exposición imprudente a un peligro
concreto, que tiene aptitud para erigirse en causa o concausa adecuada del perjuicio (por ejemplo, aceptar ser
transportado por quien conduce manifiestamente en estado de ebriedad, o en la caja descubierta de una camioneta).

2. Quien voluntariamente se expone a una situación de peligro para salvar la persona o los bienes de
otro tiene derecho, en caso de resultar dañado, a ser indemnizado por quien creó la situación de
peligro, o por el beneficiado por el acto de abnegación. En este último caso, la reparación procede
únicamente en la medida del enriquecimiento por él obtenido.

Actos de abnegación o altruismo: es decir, los supuestos en los cuales la víctima del daño se expone voluntariamente
a una situación de peligro para salvar la persona o los bienes de otro (por ejemplo, quien ingresa en un inmueble
incendiado para rescatar a sus ocupantes, y sufre quemaduras).

ARTICULO 1729. Hecho del damnificado. La responsabilidad puede ser excluida o limitada por la
incidencia del hecho del damnificado en la producción del daño, excepto que la ley o el contrato dispongan
que debe tratarse de su culpa, de su dolo, o de cualquier otra circunstancia especial.

En este caso, la conducta de la víctima ha sido causa o concausa adecuada del daño y, en esa medida, da
lugar a la exoneración (libre de culpa) del sindicado como responsable, o a la disminución de la
indemnización. Hay hecho de la víctima cuando el propio damnificado despliega una conducta que —de
acuerdo al curso normal de los acontecimientos— es apta para producir total o parcialmente el resultado
dañoso. Por ejemplo, el peatón que cruza la calle por fuera de la línea peatonal, el paciente que no sigue las
prescripciones médicas, el esquiador que sale de la pista y pretende descender por una zona no autorizada,
etc.

El vínculo de causalidad se interrumpirá cuando el resultado sea consecuencia de una causa ajena. Los
supuestos de causa ajena que pueden exonerar total o parcialmente al agente son: el hecho de la víctima, el
de un tercero por el cual no se debe responder y el caso fortuito o fuerza mayor.

ARTICULO 1726. Relación causal. Son reparables las consecuencias dañosas que tienen nexo adecuado
de causalidad con el hecho productor del daño. Excepto disposición legal en contrario, se indemnizan las
consecuencias inmediatas y las mediatas previsibles.

 Teoría de la causalidad adecuada: entiende que para la existencia de la relación de causalidad se requiere que
el agente haya determinado o producido el resultado con una conducta proporcionada y adecuada.

ARTICULO 1727. Tipos de consecuencias. Las consecuencias de un hecho que acostumbran a suceder
según el curso natural y ordinario de las cosas,

1. inmediatas: Las consecuencias de un hecho que acostumbran a suceder según el curso natural y
ordinario de las cosas. surgen directamente, como consecuencia del acto mismo

2. mediatas: resultan solamente de la conexión de un hecho con un acontecimiento distinto

3. casuales: Las consecuencias mediatas que no pueden preverse. Entre el hecho originario y el daño
se interponen otro u otros hechos que no son previsibles de acuerdo al curso normal de los
acontecimientos

ARTICULO 1730.Caso fortuito. Fuerza mayor. Se considera caso fortuito o fuerza mayor al hecho que no
ha podido ser previsto o que, habiendo sido previsto, no ha podido ser evitado. El caso fortuito o fuerza
mayor exime de responsabilidad, excepto disposición en contrario.

Pueden ser naturales (inundación, terremoto etc) o del hombre ajenos al demandado (hecho del príncipe).

ARTICULO 1731. Hecho de un tercero. Para eximir de responsabilidad, total o parcialmente, el hecho de
un tercero por quien no se debe responder debe reunir los caracteres del caso fortuito.

De lo contrario, ambos (demandado y tercero) responden frente a la víctima concurrente o solidariamente,


según los casos.

ARTICULO 1737. Concepto de daño. Hay daño cuando se lesiona un derecho o un interés lícito, que
tenga por objeto la persona, el patrimonio, o un derecho de incidencia colectiva.

ARTICULO 1738. Indemnización. La indemnización comprende la pérdida o disminución del patrimonio


de la víctima, el lucro cesante en el beneficio económico esperado de acuerdo a la probabilidad objetiva de
su obtención y la pérdida de chances. Incluye especialmente las consecuencias de la violación de los
derechos personalísimos de la víctima, de su integridad personal, su salud psicofísica, sus afecciones
espirituales legítimas y las que resultan de la interferencia en su proyecto de vida.

 menciona al daño emergente y al lucro cesante —esto es, las consecuencias resarcibles desde el
punto de vista patrimonial—, y también a las consecuencias de la lesión de los derechos
personalísimos de la víctima, que en puridad pueden ser tanto patrimoniales como
extrapatrimoniales (morales).

 Daño emergente: puede producirse tanto por la destrucción, deterioro o privación del uso o goce
de bienes materiales como por los gastos que, en razón del evento dañoso, la víctima ha debido
realizar. Se encuentran comprendidos en el daño emergente los gastos de reparación o reposición
de las cosas menoscabadas como consecuencia del acto ilícito, los gastos médicos, farmacéuticos y
de transporte, los gastos de tratamiento psicológico.

 Lucro cesante: la privación o frustración de un enriquecimiento patrimonial de la víctima.


beneficios materiales susceptibles de apreciación pecuniaria.

 Perdida de chance: es un daño fáctico. surge cuando lo afectado por el hecho ilícito es la
frustración de la posibilidad actual y cierta con que cuenta la víctima de que un acontecimiento
futuro se produzca o no se produzca, sin que pueda saberse con certeza si, de no haberse producido
el hecho dañoso, ese resultado esperado habría efectivamente ocurrido.

 Derechos personalísimos: daño factico.

Requisitos de la indemnización: ARTICULO 1739. Para la procedencia de la indemnización debe


existir un perjuicio directo o indirecto, actual o futuro, cierto y subsistente(debe subsistir al
momento de dictarse la sentencia). La pérdida de chance es indemnizable en la medida en que su
contingencia sea razonable y guarde una adecuada relación de causalidad con el hecho generador.

ARTICULO 1740. Reparación plena. La reparación del daño debe ser plena. Consiste en la restitución de
la situación del damnificado al estado anterior al hecho dañoso, sea por el pago en dinero o en especie. La
víctima puede optar por el reintegro específico, excepto que sea parcial o totalmente imposible,
excesivamente oneroso o abusivo, en cuyo caso se debe fijar en dinero. En el caso de daños derivados de la
lesión del honor, la intimidad o la identidad personal, el juez puede, a pedido de parte, ordenar la
publicación de la sentencia, o de sus partes pertinentes, a costa del responsable.

 El principio de reparación plena se encuentra circunscripto al resarcimiento de los daños que son
admitidos por el ordenamiento jurídico

 la reparación por equivalente se configura cuando el responsable paga a la víctima una suma de
dinero que tiene por función recomponer su patrimonio y compensar el perjuicio extrapatrimonial
que sufrió. En este último caso, la indemnización debe ser equivalente a los valores patrimoniales
menoscabados (consecuencias con repercusión en el patrimonio), pero es imposible establecer una
equivalencia exacta en lo que atañe al daño moral; en ese último supuesto, el dinero es una forma
de procurar a la víctima satisfacciones sustitutivas que compensen las consecuencias espirituales
del hecho ilícito (art. 1741).

 El CCyC prevé que la víctima puede optar por una u otra vía, es decir, por la restitución de las cosas
a su estado anterior, o por una indemnización en dinero. Pero la primera opción no será de
aplicación cuando la reparación in natura se haya vuelto imposible (por ejemplo, porque se trata de
lesiones sufridas por la víctima en su integridad física o moral), o cuando resulte excesivamente
oneroso o abusivo.

 En casos de honor, intimidad, etc: será una condena accesoria de la indemnización, que podrá
computarse como una reparación parcial en especie. Es decir, el magistrado ordenará la publicación
de la sentencia y el resarcimiento en dinero de la porción restante del daño.

RESPONSABILIDAD DIRECTA
ARTICULO 1749. Sujetos responsables. Es responsable directo quien incumple una obligación u
ocasiona un daño injustificado por acción u omisión.

Acción u omisión: Supuestos en que el perjuicio es ocasionado por la acción u omisión propia del agente. Es
decir, solo alcanza a los perjuicios causados sin cosas, o con empleo de cosas meramente instrumentales (es
decir, que carecen de un accionar independiente a la conducta humana propiamente dicha). Puede tratarse
tanto de daños causados mediante el empleo físico del cuerpo (golpes, empujones, manipulación de cosas
instrumentales) como de los resultantes de otra clase de conductas del agente (por ejemplo, injurias o
calumnias). Es por culpa o dolo.

Incumplimiento de una obligación: En este supuesto, para que surja el deber de resarcir el daño es preciso
que se configure un incumplimiento. Acreditado este, el deudor debe resarcir el daño ocasionado, salvo que
demuestre la existencia de una imposibilidad de cumplimiento total, absoluta, objetiva y no imputable.

ARTICULO 1750. Daños causados por actos involuntarios. El autor de un daño causado por un acto
involuntario responde por razones de equidad. Se aplica lo dispuesto en el artículo 1742. El acto realizado
por quien sufre fuerza irresistible no genera responsabilidad para su autor, sin perjuicio de la que
corresponde a título personal a quien ejerce esa fuerza.

 el autor de un daño causado por un acto involuntario (por ausencia de discernimiento o porque el
agente obró en el marco del error, el dolo o la violencia) responde por razones de equidad. Los
jueces deben analizar el caso a la luz de las pautas establecidas, para la atenuación de la
indemnización, es decir, la situación personal de la víctima, el patrimonio del deudor y las demás
circunstancias del caso. El acto es igualmente ilícito.

ARTICULO 1751. Pluralidad de responsables. Si varias personas participan en la producción del daño
que tiene una causa única, se aplican las reglas de las obligaciones solidarias. Si la pluralidad deriva de
causas distintas, se aplican las reglas de las obligaciones concurrentes.
 Obligaciones solidarias: los diferentes vínculos que unen a acreedores y deudores deben tener su
origen en una causa fuente común. en el ámbito de las obligaciones solidarias se encuentran
comprendidas la responsabilidad por hecho propio (cuando distintas personas hayan actuado
como copartícipes o cómplices, art. 1749 CCyC), la de los miembros de un grupo cuando el autor del
daño es anónimo (arts. 1760 y 1761 CCyC) y la de los integrantes de un grupo de riesgo (art. 1762
CCyC).
 Obligaciones concurrentes: son aquellas que tienen identidad de acreedor y de objeto debido, pero
presentan distinta causa y deudor. Es concurrente la responsabilidad del principal y el dependiente
por el daño ocasionado por este último en ejercicio o con ocasión de la función (art. 1753 CCyC), la
de los padres con la de sus hijos por el accionar de estos últimos (art. 1754 CCyC y ss.), o la de los
delegados en el ejercicio de la responsabilidad parental, los tutores y los curadores por el daño
producido por quienes se encuentren bajo su cuidado (art. 1756 CCyC). También lo es la
responsabilidad del dueño y el guardián de la cosa viciosa o riesgosa, o de los que realizaron, se
sirvieron u obtuvieron un provecho de la actividad riesgosa o peligrosa (art. 1757 CCyC y ss.). Es
igualmente concurrente la responsabilidad del dueño y guardián de un vehículo cuando concurre
con la del conductor dependiente —por ende, no guardián— (arts. 1749 y 1757 CCyC), o la del
deudor obligacional, cuando su deber de responder concurre con la responsabilidad por hecho
propio del tercero ejecutor de la obligación (art. 1749 CCyC).

Respónsabilidad pór hechós de 3erós


ARTICULO 1753. Responsabilidad del principal por el hecho del dependiente. El principal responde
objetivamente por los daños que causen los que están bajo su dependencia, o las personas de las cuales se
sirve para el cumplimiento de sus obligaciones, cuando el hecho dañoso acaece en ejercicio o con ocasión
de las funciones encomendadas. La falta de discernimiento del dependiente no excusa al principal. La
responsabilidad del principal es concurrente con la del dependiente.

 Una persona (deudor) está obligada frente a otra (acreedor) a desarrollar un determinado plan de conducta.
Ya sea que cumpla esa conducta personalmente, o bien que la haga ejecutar por otro, el eventual
incumplimiento hará, en todos los casos, responsable al deudor original, pues era él y solo él el obligado
contractualmente.
 Esta última idea es la plasmada en el artículo en análisis, que expresamente establece la responsabilidad
objetiva del principal por el accionar de su dependiente. Entonces, el deber de responder del comitente es
inexcusable y debe resarcir el daño ocasionado a la víctima, siempre que se encuentren reunidos los
presupuestos de este tipo de responsabilidad.
 Presupuestos: 1) Debe existir una relación de dependencia entre el dependiente y el principal;
 2) El daño debe haber sido causado en ejercicio o en ocasión de la función; y
 3) Debe existir un hecho ilícito del subordinado.

ARTICULO 1754. Hecho de los hijos. Los padres son solidariamente responsables por los daños causados
por los hijos que se encuentran bajo su responsabilidad parental y que habitan con ellos, sin perjuicio de la
responsabilidad personal y concurrente que pueda caber a los hijos.

ARTICULO 1756. Otras personas encargadas. Los delegados en el ejercicio de la responsabilidad


parental, los tutores y los curadores son responsables como los padres por el daño causado por quienes
están a su cargo. Sin embargo, se liberan si acreditan que les ha sido imposible evitar el daño; tal
imposibilidad no resulta de la mera circunstancia de haber sucedido el hecho fuera de su presencia. El
establecimiento que tiene a su cargo personas internadas responde por la negligencia en el cuidado de
quienes, transitoria o permanentemente, han sido puestas bajo su vigilancia y control.
 En el primer caso, es claro que el establecimiento asistencial responde subjetivamente frente a los terceros,
quienes deben acreditar la negligencia de la institución en el cuidado y control de la persona que se
encuentra a su cuidado.

 Por el contrario, si el daño es sufrido por la persona internada, en principio resulta de aplicación el régimen de
la ley de Defensa del consumidor (arts. 1° y 2° de la ley 24.240), de forma tal que el establecimiento responde
objetivamente por la infracción de la obligación de seguridad

ARTICULO 1757. Hecho de las cosas y actividades riesgosas. Toda persona responde por el daño
causado por el riesgo o vicio de las cosas, o de las actividades que sean riesgosas o peligrosas por
su naturaleza, por los medios empleados o por las circunstancias de su realización. La
responsabilidad es objetiva. No son eximentes la autorización administrativa para el uso de la cosa
o la realización de la actividad, ni el cumplimiento de las técnicas de prevención.
 Responsabilidad por riesgo o vicio de la cosa: el perjuicio es producido por el hecho de la
cosa, interviene activamente en la producción del resultado. La responsabilidad es, en estos
casos, objetiva, es decir que la conducta subjetivamente reprochable del agente es
irrelevante a los fines de imputarle responsabilidad. El factor de atribución aplicable es el
riesgo. Por ende, para eximirse de responsabilidad el sindicado como responsable deberá
acreditar la causa ajena, es decir, el hecho de la víctima, de un tercero por el cual no debe
responder o el caso fortuito o fuerza mayor
 Actividades peligrosas: que pueden ocasionar un daño a un tercero. En estos casos, quien
realiza la actividad, se sirve u obtiene un provecho de ella (art. 1758 CCyC) debe resarcir el
daño ocasionado.

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