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Los machos o corazones se utilizan en las fundiciones con cavidades o pasajes internos,
como los que se encuentran en un monobloque de motor automovilístico o en el cuerpo de
una válvula. Se colocan en la cavidad del molde para formar superficies interiores de la
fundición, y se retiran de la parte terminada durante el sacudido y procesamiento
posteriores. Al igual que los moldes, los machos o corazones deben poseer resistencia,
permeabilidad, capacidad para soportar el calor y colapsabilidad; de ahí que se produzcan
con agregados de arena. El macho se ancla en plantillas de corazones, que son recesos
agregados al modelo para soportar el macho y proporcionar un respiradero para el escape
de los gases. (Figura 1)
Un problema común con los machos es que (para algunos requerimientos de fundición,
como en el caso de que se requiera un receso) pueden carecer de soporte estructural
suficiente en la cavidad. Es posible evitar que se muevan utilizando soportes metálicos
(soportes de corazones) para fijarlos en su lugar.
Por lo general, los corazones se fabrican como los moldes; la mayoría se elabora mediante
procesos de cáscara (Figura 2), sin cocción, o de caja fría. A los corazones se les da forma
en las cajas de corazones, que se utilizan de manera muy similar a como se usan los
modelos para formar moldes de arena.
Figura 2 (Kalpakjian, 2008, pág. 295)
Poca oposición a la contracción del metal: Los machos deben poseer algo de
“elasticidad” debido a la contracción del metal al solidificarse, una excesiva
compactación hace disminuir la permeabilidad impidiendo que se deslicen entre si
los granos y ocupen los espacios entre ellos.
Friabilidad: Una vez solidificadas las piezas los machos deben ser extraídos
desmoronándolos.
Manual o mecánica;
La temperatura sea en caliente o igual a la del medio;
La arena base utilizada para la preparación.
Machos al aceite
Machos al silicato de sodio – CO2
Machos en cáscara o Shell molding
Machos Al Aceite.
El proceso al silicato de sodio CO2 consiste en preparar una mezcla de arena con silicato de
sodio como aglomerante luego se procede a fabricar el macho compactando la arena sin que
se pierda las propiedades de permeabilidad, en una caja de madera o metálica y luego se
hace pasar una corriente de bióxido de carbono (CO2) directamente sin desmoldear.
Bibliografía
Kalpakjian, S. (2008). Manufactura, Ingeniería y Tecnología. México: Pearson.