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SECCIÓN DE TEATRO SECCIÓN DE TEATRO

LECTURA DRAMATIZADA LECTURA DRAMATIZADA


DE DE

EL GRAN INQUISIDOR EL GRAN INQUISIDOR


CAPITULO V DE LOS HERMANOS KARAMAZOV CAPITULO V DE LOS HERMANOS KARAMAZOV
DE DE
FEDOR DOSTOIEVSKI FEDOR DOSTOIEVSKI
POR POR
LA CACHARRERIA LA CACHARRERIA
GRUPO DE TEATRO DE LA SOCIEDAD ATENEISTA DE AIRE LIBRE GRUPO DE TEATRO DE LA SOCIEDAD ATENEISTA DE AIRE LIBRE

SABADO 18 Y DOMINGO 19 DE FEBRERO 2012 A LAS 19.30 H SABADO 18 Y DOMINGO 19 DE FEBRERO 2012 A LAS 19.30 H
SALON DE ACTOS C/PRADO 21 SALON DE ACTOS C/PRADO 21
LECTURA DRAMATIZADA LECTURA DRAMATIZADA
DE DE
EL GRAN INQUISIDOR EL GRAN INQUISIDOR
CAPITULO V DE LOS HERMANOS KARAMAZOV CAPITULO V DE LOS HERMANOS KARAMAZOV
DE DE
FEDOR DOSTOIEVSKI FEDOR DOSTOIEVSKI
POR POR
LA CACHARRERIA LA CACHARRERIA
GRUPO DE TEATRO DE LA SOCIEDAD ATENEISTA DE AIRE LIBRE GRUPO DE TEATRO DE LA SOCIEDAD ATENEISTA DE AIRE LIBRE
REPARTO REPARTO
INQUISIDOR JULIO PONCE NARRADOR 1º Mª FERNANDA TRIVIÑO INQUISIDOR JULIO PONCE NARRADOR 1º Mª FERNANDA TRIVIÑO
NARRADOR 2º LUIS VAQUERIZO CRISTO JORGE PIÑA NARRADOR 2º LUIS VAQUERIZO CRISTO JORGE PIÑA
ADAPTACION Y DIRECCION: EDUARDO GONZALEZ ADAPTACION Y DIRECCION: EDUARDO GONZALEZ
FEDOR DOSTOIEVSKI FEDOR DOSTOIEVSKI
Moscú 1821-San Petersburgo 1881 1881.En su literatura, Dostoievski explora la psicología Moscú 1821-San Petersburgo 1881 1881. En su literatura, Dostoievski explora la psicología
humana en el complejo contexto político, social y espiritual de la sociedad rusa del siglo XIX. humana en el complejo contexto político, social y espiritual de la sociedad rusa del siglo XIX.
Walter Kaufmann citó las Memorias del subsuelo, 1864, escritas con la amarga voz del Walter Kaufmann citó las Memorias del subsuelo, 1864, escritas con la amarga voz del
anónimo «hombre subterráneo», como «la mejor obertura para el existencialismo jamás anónimo «hombre subterráneo», como «la mejor obertura para el existencialismo jamás
escrita». En el mismo sentido, Stefan Zweig le consideró como «el mejor conocedor del alma escrita». En el mismo sentido, Stefan Zweig consideró como «el mejor conocedor del alma
humana de todos los tiempos» Sigmund Freud dijo en su obra Dostoievski y el parricidio que humana de todos los tiempos» Sigmund Freud dijo en su obra Dostoievski y el parricidio que
el capítulo de «El gran inquisidor», de la novela Los hermanos Karamázov, era una de las el capítulo de «El gran inquisidor», de la novela Los hermanos Karamázov, era una de las
cumbres de la literatura universal. cumbres de la literatura universal.
EL GRAN INQUISIDOR EL GRAN INQUISIDOR
…..En el mismo momento en que se detiene el cortejo, aparece en la plaza el cardenal gran …..En el mismo momento en que se detiene el cortejo, aparece en la plaza el cardenal gran
inquisidor. Es un viejo de noventa años, alto, erguido, de una ascética delgadez. En sus ojos inquisidor. Es un viejo de noventa años, alto, erguido, de una ascética delgadez. En sus ojos
hundidos fulgura una llama que los años no han apagado. Ahora no luce los aparatosos hundidos fulgura una llama que los años no han apagado. Ahora no luce los aparatosos
ropajes de la víspera; el magnífico traje con que asistió a la cremación de los enemigos de la ropajes de la víspera; el magnífico traje con que asistió a la cremación de los enemigos de la
Iglesia ha sido reemplazado por un tosco hábito de fraile. Sus siniestros colaboradores y los Iglesia ha sido reemplazado por un tosco hábito de fraile. Sus siniestros colaboradores y los
esbirros del Santo Oficio le siguen a respetuosa distancia. El cortejo fúnebre detenido, la esbirros del Santo Oficio le siguen a respetuosa distancia. El cortejo fúnebre detenido, la
muchedumbre agolpada ante la catedral le inquietan, y espía desde lejos. ¡Prendedle! les muchedumbre agolpada ante la catedral le inquietan, y espía desde lejos. ¡Prendedle! les
ordena a sus esbirros, señalando a Cristo. Y es tal su poder, tal la medrosa sumisión del ordena a sus esbirros, señalando a Cristo. Y es tal su poder, tal la medrosa sumisión del
pueblo ante él, que la multitud se aparta, al punto, silenciosa, y los esbirros prenden a Cristo y pueblo ante él, que la multitud se aparta, al punto, silenciosa, y los esbirros prenden a Cristo y
se lo llevan. Como un solo hombre, el pueblo se inclina al paso del anciano y recibe su se lo llevan. Como un solo hombre, el pueblo se inclina al paso del anciano y recibe su
bendición. Los esbirros conducen al preso a la cárcel del Santo Oficio y le encierran en una bendición. Los esbirros conducen al preso a la cárcel del Santo Oficio y le encierran en una
angosta y oscura celda. Muere el día, y una noche de luna una noche española, cálida y angosta y oscura celda. Muere el día, y una noche de luna una noche española, cálida y
olorosa a limoneros y laureles, le sucede. De pronto, en las tinieblas se abre la férrea puerta olorosa a limoneros y laureles, le sucede. De pronto, en las tinieblas se abre la férrea puerta
del calabozo y penetra el gran inquisidor en persona solo, alumbrándose con una linterna. La del calabozo y penetra el gran inquisidor en persona solo, alumbrándose con una linterna. La
puerta se cierra tras él. El anciano se detiene a pocos pasos de umbral y, sin hablar palabra, puerta se cierra tras él. El anciano se detiene a pocos pasos de umbral y, sin hablar palabra,
contempla, durante cerca de dos minutos, al preso. Luego, avanza lentamente, deja la linterna contempla, durante cerca de dos minutos, al preso. Luego, avanza lentamente, deja la linterna
sobre la mesa y pregunta ¿Eres Tú, en efecto? Pero, sin esperar la respuesta prosigue—No sobre la mesa y pregunta ¿Eres Tú, en efecto? Pero, sin esperar la respuesta prosigue—No
hables, calla. ¿Qué podías decirme? Demasiado lo sé. No tienes derecho a añadir ni una sola hables, calla. ¿Qué podías decirme? Demasiado lo sé. No tienes derecho a añadir ni una sola
palabra a lo que ya dijiste. ¿Por qué has venido a molestarnos?… Bien sabes que tu venida es palabra a lo que ya dijiste. ¿Por qué has venido a molestarnos?… Bien sabes que tu venida es
inoportuna. Mas yo te aseguro que mañana mismo... No quiero saber si eres Él o sólo su inoportuna. Mas yo te aseguro que mañana mismo... No quiero saber si eres Él o sólo su
apariencia; sea quien seas, mañana te condenaré; perecerás en la hoguera como el peor de los apariencia; sea quien seas, mañana te condenaré; perecerás en la hoguera como el peor de los
herejes. . Verás cómo ese mismo pueblo que esta tarde te besaba los pies, se apresura, a una herejes. . Verás cómo ese mismo pueblo que esta tarde te besaba los pies, se apresura, a una
señal mía, a echar leña al fuego. Quizá nada de esto te sorprenda... señal mía, a echar leña al fuego. Quizá nada de esto te sorprenda...
Y el anciano, mudo y pensativo sigue mirando al preso, acechando la expresión de su rostro, Y el anciano, mudo y pensativo sigue mirando al preso, acechando la expresión de su rostro,
serena y suave. serena y suave.

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