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Desarrollo sexual y el concepto de si mismo

1. 1. DESARROLLO SEXUAL Y EL CONCEPTO DE SI MISMO DESARROLLO SEXUAL La etapa de la


adolescencia es considerada como el periodo de desarrollo más difícil de asimilar por parte de las personas, quizás sea porque esta etapa
psicológica es compleja, ya que en ella existen cambios físicos, sexuales, psicológicos, cognoscitivos y sociales a los que tiene que
ajustarse el joven. Aspecto Físico: Los cambios físicos en las niñas se evidencian por el crecimiento de los senos, se ensanchan las
caderas, la aparición del vello púbico y axilar, la aparición de la primera menstruación o menarquía. Mientras que en los varones se
evidencia por el desarrollo de los genitales, el aumento de la masa muscular, la aparición del vello púbico, axilar y la barba al igual que el
cambio de voz. Aparecen las primeras expulsiones de líquido seminal. Aspecto Psicológico Se producen internamente y se manifiestan en
la forma de ser, pensar y actuar en su entorno Aumenta la capacidad crítica y de observación: -Establece relaciones de amistad con amigos
a la que hace partícipe de sus experiencias personales. -Resistencia ante las imposiciones de los adultos. -Crecen los niveles de exigencia
hacia los padres para que les den independencia de acción. -Necesidad de expresar espontáneamente sus emociones y sentimientos -Se
modifica la imagen de sí mismo y su autoestima. Aspecto Social Son aquellos que tienen que ver con la forma de relacionarse con sus
semejantes, amigos, padres, maestros, y otros miembros de la comunidad., como: -Selección minuciosa de los amigos.
2. 2. -Razonamiento de las preferencias o rechazos hacia las personas o cosas. -Se hace más intensa en cantidad
y en calidad la vida de relación social CONCEPTO DE SI MISMO Es el conjunto de percepciones, ideas o teorías que el individuo posee
acerca de sí mismo, y en cuya construcción intervienen los demás. El adolescente se juzga a sí mismo de la misma forma de cómo es
percibido por los otros, y se compara con ellos. SIGNIFICADO DE LOS PAPELES SEXUALES Son actitudes, patrones de comportamiento
y atributos de personalidad definidos por la cultura en que el individuo vive como papeles sociales estereotipadamente “masculinos “o
“femeninos”. Durante muchos años se consideró la masculinidad y la feminidad como una única dimensión, con dos polos, que hacía
posible clasificar a los individuos en un determinado punto de ese continuo. Es decir, los roles sexuales estaban rígidamente ligados al
género, de manera que el ser masculino o femenino dependía básicamente de ser hombre o mujer. Pero hoy en día esta muy de moda la
homosexualidad y las características de ésta es una mescla entre los dos géneros. Las características propias de cada sexo que
encontramos en las expectativas y prescripciones sociales son: los hombres son más inteligentes, fuertes, hábiles y ágiles que las mujeres;
están interesados en valores teóricos, económicos y políticos, mientras que las mujeres lo están en valores estéticos, sociales y religiosos;
la personalidad del hombre posee como rasgos la independencia, dominancia, motivación por el éxito e inexpresividad, y la de la mujer, la
dependencia, afectividad y expresividad; el hombre tiene una sexualidad poderosa y activa, mientras que en la mujer el desarrollo de ésta
es mínimo y tiene un carácter marcadamente pasivo.
3. 3. LA TIPIFICACIÓN Es el proceso por el que un niño se da cuenta de un género y adquiere los motivos, los
valores y conductas idóneas para los miembros de ese sexo biológico. LOS EFECTOS DE LA TIPIFICACIÓN La interacción con los otros
otorga a esa experiencia contenidos simbólicos y significativos, a través de los cuales es vivido el propio cuerpo. Este trabajo plantea que
los valores y significados que la cultura transmite a través de las normas de género inciden en la vivencia del cuerpo sexuado y dificulta
principalmente en las mujeres- la constitución de una identidad personal autónoma. En determinadas circunstancias evolutivas, sociales,
profesionales..., la presión de las normas genéricas -éticas y estéticas- puede tener efectos perniciosos en los procesos de formación de la
identidad, produciendo alteraciones de la imagen corporal, como las que se manifiestan en los trastornos alimentarios. CAMBIOS
SOCIALES CON RELACIÓN AL GÉNERO La adolescencia presenta para los jóvenes un espacio de búsqueda, de contradicciones y
cambios de vida que definen su vida de adultos. Los adolescentes deben empezar a seleccionar y a prepararse para su papel en el mundo
del trabajo y al mismo tiempo, adquirir el conocimiento y las técnicas necesarias para desempeñarse bien en la sociedad. Algunos cambios
sociales que surgen durante el proceso de la adolescencia tanto en hombres como en mujeres pueden ser: La renuncia a la dependencia
de los padres. La búsqueda de la autonomía e independencia. El cuestionamiento de la autoridad de las personas adultas. El interés por
tener amistades. La importancia de pertenecer a un grupo de amigos o amigas. Buscar la aprobación de sus padres. Se esfuerzan por ser
atractivos para el sexo opuesto.
4. 4. Los amigos se convierten en las personas más importantes para ellos. NUESTRO CONCEPTO DE “SÍ
MISMO” El concepto que cada uno de nosotros tiene de sí mismo consiste en quién y qué pensamos que somos. Generalmente todos
tenemos una idea más o menos clara de quiénes somos; de nuestras características físicas y psicológicas; de nuestras virtudes y
deficiencias; de nuestra personalidad en general. Algunas de estas ideas son positivas, algunas son negativas, pero siempre influyen, ya
sea consciente o inconcientemente, en nuestra manera de ser y presentarnos ante el mundo. El concepto de sí mismo está formado por
todas las creencias y actitudes que tiene la persona respecto a sí mismo; abarca un conjunto bastante amplio de representaciones
mentales, que incluyen imágenes y juicios, no sólo conceptos, que el individuo tiene acerca de sí mismo y que engloban sus distintos
aspectos corporales, psicológicos, sociales y morales. Esto determina lo que la persona es, lo que piensa, lo que hace y lo que puede llegar
a ser. Ciertamente el concepto que tenemos de nosotros mismos afecta en nuestro comportamiento porque es parte del núcleo central de
nuestra personalidad, pero ¿cómo y cuándo nos formamos este concepto? Pues bien, en la infancia es cuando empezamos a formar
nuestro carácter y por ende vamos acumulando ideas sobre nosotros mismos a través de la información que recibimos del medio ambiente
y de las personas con quienes interactuamos, principalmente los padres, profesores, compañeros, etc. Cada palabra o estímulo significativo
en nuestra vida nos ha dejado huella en nuestra imagen de nosotros mismos; es así como, por medio de las experiencias vividas, nuestra
personalidad y la idea de quienes somos se ha formado. A nivel de la conciencia todo esto suena bastante lógico, pero debemos tener en
cuenta que siempre hay factores inconscientes que también determinan nuestro comportamiento y que se han adquirido de la misma
manera que aquellos de los que sí somos conscientes, pero que muchas de las veces nos traen inseguridad en lugar de confianza. Es por
eso que algunas personas tienen una autoestima elevada y eficiente y otras no. Si el medio ambiente no nos proporcionó la satisfacción de
nuestras necesidades o la estimulación adecuada de nuestra propia estima (promoviendo valores, actitudes y comportamientos; alentando
habilidades e intereses; apoyando en las deficiencias para superarlas o corregirlas; motivando el
5. 5. desarrollo personal y celebrando logros) el resultado casi siempre será un concepto pobre e ineficiente del sí
mismo. En cambio, si el medio ambiente fue satisfactorio en lo antes mencionado presentaremos una autoestima eficiente y apropiada para
manejarnos en el mundo y relacionarnos de manera estable y funcional. Como vemos, tenemos en nuestra mente una carta de
presentación ante el mundo y es nuestro concepto de sí mismo, que no fue heredado, sino aprendido. Un dato curioso es que la mayoría de
las veces nuestro concepto de sí mismo está distorsionado. Lo podemos observar cuando lo que pensamos no tiene congruencia con lo
que decimos y lo que decimos no tiene congruencia con lo que hacemos. Muchas veces nuestras ideas respecto a nosotros mismos no
tiene parecido con lo que los demás piensan de nosotros, esto quiere decir que dichas ideas se han formado a base de fantasías neuróticas
y disfuncionales, ya que no reflejan la realidad de nuestro comportamiento. En todo caso la solución a esta problemática tiene que ver con
la disposición de revisar nuestros pensamientos y comportamientos, y reflexionar si verdaderamente son congruentes; necesitamos
enfrentar la realidad cuando la imagen que supuestamente presentamos ante el mundo tiene poco que ver con lo que el mundo percibe de
nosotros. A veces pensamos que somos inteligentes, pero el mundo percibe soberbia y desdén, lo que nos formaría una imagen de
inmadurez ante los demás. A veces pensamos que somos amorosos y bondadosos, pero el mundo percibe a una persona necesitada de
aceptación y poco inteligente. Otras veces podemos afirmar que somos correctos y responsables pero nuestras acciones reflejan
ambigüedad, pero el mundo percibiría esto como una manera de evitar responsabilidades, lo cual no sería congruente con nuestro
concepto de sí mismo. Es por esto que es necesario revisar si realmente nuestras ideas respecto a nosotros mismos son claras y
funcionales en relación con la realidad, con lo que hacemos y lo que el medio ambiente percibe de nosotros. Es común que teng amos una
imagen ideal de cómo nos gustaría ser y que las personas nos vieran de tal manera, pero a veces la realidad dicta otra cosa, lo importante
es trabajar sobre la aceptación de nuestra personalidad de manera correcta, no en su totalidad cuando presentamos conductas que dañan
a otros o a nosotros mismos, sino haciendo los cambios necesarios en nuestros pensamientos para poder hacerlos en nuestro
comportamiento y vivir de una manera congruente y por ende mucho más felices.
6. 6. El sexo y los papeles sexuales Cada persona nace ya sea con el cuerpo de una niña o con el cuerpo de un
niño. Las diferencias físicas determinan el sexo de una persona. El papel sexual de una persona se refiere a la manera en que una
comunidad define lo que significa ser mujer o hombre. Cada comunidad espera que las mujeres y los hombres parezcan y sientan de
ciertas formas y que piensen y actúen de ciertas maneras, simplemente por el hecho de ser mujeres u hombres. Por ejemplo, en la mayoría
de las comunidades, se espera que las mujeres preparen la comida, que acarreen agua y junten leña, y que cuiden a sus hijos y a su
compañero. En cambio, muchas veces se espera que los hombres trabajen fuera del hogar para mantener a sus familias y también a sus
padres, y que defiendan a sus familias contra los peligros. Al contrario de las diferencias físicas entre los hombres y las mujeres, los
papeles sexuales son creaciones de la comunidad. Algunas actividades, como lavar y planchar la ropa, están consideradas como 'trabajo
de mujer' en muchas comunidades. Pero otras actividades varian de un lugar a otro, dependiendo de las tradiciones, las leyes y las
creencias de cada comunidad. Los papeles sexuales pueden variar dentro de la misma comunidad, con el nivel de educación, estatus social
o la edad de una persona. Por ejemplo, en algunas comunidades se piensa que las mujeres de ciertas clases deben hacer trabajo
doméstico, mientras que otras mujeres tienen mayores opciones en lo que se refiere a su trabajo. En la mayoría de las comunidades, se
espera que las mujeres y los hombres se vistan diferente y hagan trabajo distinto. Esto es una parte de los papeles sexuales. Cómo se
aprenden los papeles sexuales Los papeles sexuales son transmitidos por los adultos a los niños. Desde que sus hijos son muy pequeños,
los padres tratan a los niños de manera diferente que a las niñas—a veces sin darse cuenta. Los niños observan a los adultos
cuidadosamente y notan cómo se comportan, cómo se tratan entre sí y qué papeles juegan en la comunidad. Al ir creciendo, los niños
aceptan estos papeles porque quieren complacer a sus padres y otros adultos y porque estas personas tienen más autoridad en la
7. 7. comunidad.
SEXUALIDAD
Un aspecto central del ser humano, a lo largo de su vida. Abarca al sexo, las identidades y los papeles
de género, el erotismo, el placer, la intimidad, la reproducción y la orientación sexual. Se vive y se expresa a través de
pensamientos, fantasías, deseos, creencias, actitudes, valores, conductas, prácticas, papeles y relaciones
interpersonales. La sexualidad puede incluir todas estas dimensiones, no obstante, no todas ellas se viven o se
expresan siempre. La sexualidad está influida por la interacción de factores biológicos, psicológicos, sociales,
económicos, políticos, culturales, éticos, legales, históricos, religiosos y espirituales.1

Se propone que la sexualidad es un sistema de la vida humana que se compone de cuatro


características, que significan sistemas dentro de un sistema.[cita requerida] Estas características interactúan
entre sí y con otros sistemas en todos los niveles del conocimiento, en particular en los
niveles biológico, psicológico y social.
Las cuatro características son: el erotismo, la vinculación afectiva, la reproductividad y el sexo genético
(genotipo) y físico (fenotipo).

 El erotismo es la capacidad de sentir placer a través de la respuesta sexual, es decir a través del
deseo sexual, la excitación sexual y el orgasmo.

 La vinculación afectiva es la capacidad de desarrollar y establecer relaciones interpersonales


significativas.

 La reproductividad es más que la capacidad de tener hijos y criarlos, incluye efectivamente los
sentimientos de maternidad y paternidad, las actitudes paternas y maternas, además de las
actitudes favorecedoras del desarrollo y educación de otros seres.

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