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Alumnos:
Adriana Judith Martínez Herrera 1683104
Jorge Luis Robledo Dávila 1646180
Carlos Emiliano Ortega Gutiérrez 1793487
Grupo: G10
En abril del presente año, la cámara baja del Congreso de la Unión aprobó el
proyecto de ley conocido popularmente como “Ley Chayote”, que no es otra cosa
que una ley de publicidad oficial, la cual pretende regular y controlar los
contenidos propagandísticos que utilicen los partidos políticos y gobiernos del
país, por medio de diferentes medios de difusión e información.
¿Qué pasa con la famosa “Ley Chayote”? Como un autentico bache mexicano,
el gobierno todavía vigente “recarpetea” con chapopote de la peor calidad, el
marco legislativo de la constitución, para ser precisos el articulo 134 de la carta
magna. Y es que la sociedad civil acusa con justa razón, la promoción y
activación de la Ley General de Comunicación Social, como una censura a la
libertad de expresión y a la pluralidad de opiniones en los medios informativos.
Parece ser que los principales actores de este “remozado”, son los antagónicos
de toda la vida dentro de la coyuntura política de la sociedad mexicana, así es,
el Partido Revolucionario Institucional, el partido tricolor, irónicamente… Son los
principales gestores de la ahora, nueva ley de comunicación social, pues el
actual gobierno pudo impulsarlo desde Los Pinos, antes de que Morena tomará
por asalto el congreso.
No hay muchas aristas que se puedan observar desde un ángulo por demás
obtuso, es entonces que pensamos ¿Dónde queda la democracia? ¿Cómo es
que la ciudadanía queda representada en la aprobación de esta ley? Pues ya
sea a distancia, o desde afuera de San Lázaro, la “Ley Chayote” es una
prolongación estética de la antigua ley contemplada para “regular” la publicidad
oficial, contundentemente porque no comprende un tope o limitación en los
gastos para dichos conceptos publicitarios o informativos, porque no tiene un
sano proceso de repartición, ni tampoco delega la autoridad de dicha repartición
a un órgano autónomo sino todo lo contrario, lo deja en manos de la Secretaria
de Gobernación y sus secuaces.
La historia y el remate
No es una novedad estos medios de control, como autentica telenovela, los actos
del gobierno mexicano toman un método de solución superficial, inaplicable y
totalmente reprochable. Como si se tratará del viejo PRI, los gestores de esta
“Ley Chayote” pronunciaron en esta disposición, un autoritarismo digno de Diaz
Ordaz o Plutarco Elías Calles. Los gastos exorbitantes del gobierno priista en el
sexenio actual ascienden a mas de 40 mil millones de pesos que se han repartido
entre televisión, radio, periódicos e internet.
El presupuesto aprobado por el congreso en materia de comunicación social ha
ido en aumento año con año, y nunca han existido datos claros y concretos de
como y cuando se gastan estos recursos de por si exacerbados. La gran
oportunidad del presente gobierno para ganar adeptos se resbalo por completo,
cuando se dio a conocer las inoportunas condiciones de este proyecto de ley, y
la antipatía de las masas por la clase política se disparó, una vez mas en un
lapso récord.