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NÚM 29 TRAGEDIA $

antígona

proemio

S i el llanto nos cubre el rostro desde el primer


momento, si la mirada no puede contener el
mar ni impedir la incursión del día, ¿para qué?
Y si la edad galopa como las nubes en el cie-
lo, si las estrellas están muertas y el universo
entero es misterio y pregunta, ¿para qué? Los
dioses que nos salvarán callan como bosques,
los oráculos son ruinas y el alma es hierva
húmeda en el día y heno brusco en la noche.
Y si la belleza, de tan lejana, vacía en lugar de
llenar; y si tenemos la plenitud en los sueños
y la sospecha en la vigilia, ¿para qué? Si de-
jamos ir esa sonrisa, esa mano delicada, no
será por voluntad: la suerte estaba echada y la
trampa tendida desde el inicio, el error ya se
había cometido en la placenta, en el limbo, y
Imprimimos rebosan.com.mx acaso lo entenderemos todo cuando el telón
Av. Acueducto Nº 115, Col. Huipulco
grandes ideas. Del. Tlalpan, México D.F., CP 14370,
haya caído.
Tel. 62 · 363 · 806 al 12

c m y k
0 60 70 0
DIRECCIÓN Portada • L E O N A R D O G U E R R E R O Ilustrador,
lapeste.com.mx
Daniel Sánchez Poitevin pintor y artista del Estado de México, “Hetwor”
nace en 2006 tomando el movimiento del grafiti
daniel@lapeste.com.mx como un medio de expresión. A través de la in-
fluencia de varios artistas crea ilustraciones llenas
de escenarios surrealistas ligadas al movimiento y
EDICIÓN
la naturalidad.  índice

Michelle Pérez-Lobo
michelle@lapeste.com.mx Contraportada • L AU R I A N N E P O I R I E R Ilustrado-
ra, serigrafista y pintora. Dibuja sobre todo mujeres, negro al color poesía

temas religiosos y pinturas del Renacimiento. Es la


año 6 | número 29 | noviembre - diciembre |

EDICIÓN DE IMAGEN
fundadora de GYMNASE, un estudio de serigrafía
Rodrigo Sánchez Poitevin abierto a artistas. 6 Te saludan Venta de un 8
rodrigo@lapeste.com.mx lauriannepoirier.com los que van apartamento sueco
Representada internacionalmente por la
Anna Goodson Illustration Agency
a morir Rafael Serrano Bello

EDICIÓN GRÁFICA
goodson.com

Israel G. Vargas
e n s ay o imagen
israel@lapeste.com.mx Ilustración de la cita (pág. 4) • C É S A R CA N S E C O
C O M O H D N N Produce piezas personales de
Coral Medrano
ilustración que nacen bajo la no tan pura pero muy 10 Preguntas para mi Espacio sin tiempo 13
coral@lapeste.com.mx sólida empresa de explorar el medio y llegar lo
más lejos posible con cada una, pagando el precio
abuela muerta Marcin Pałaszyński
del insomnio y la locura. Jamila Osman
EDICIÓN DE ILUSTRACIÓN hidennco.tumblr.com
lapeste_

Cecilia Ruiz
ficción biografía
cecilia@lapeste.com.mx
21 Lejos de la El extraño caso de 26
revistalapeste

COORDINACIÓN
atmósfera terrestre William Chester Minor
Fernán A. Osorno Hernández Rogelio Pineda Rojas (1834-1920)
"Este proyecto es apoyado por la Secretaria de Cultura Federal y
alejandro@lapeste.com.mx Secretaria de Cultura CDMX dentro del Programa PECDA CDMX 2017"
Julio María Fernández Meza
“Este programa es de carácter público, no es patrocinado ni promovido apostilla
por partido político alguno y sus ayudas económicas provienen de
revistalapeste

C O N TA C T O los impuestos que pagan todos los contribuyentes. Está prohibido el


uso de este programa con fines políticos, electorales, de lucro y otros
info@lapeste.com.mx distintos a los establecidos. Quien haga uso indebido de las ayudas 31 Hamartía
económicas de este programa en la CDMX, SERÁ SANCIONADO
colaboradores@lapeste.com.mx de acuerdo con la ley aplicable y ante la autoridad competente”. Alicia Montemayor García

Para la composición tipográfica de La Peste se utilizan las fuentes Cultura New, diseñada por Dino dos Santos en 2012,
y Celias de la fundidora Type Dynamic de 2014.

La Peste es una publicación bimestral. Editor responsable: Daniel Sánchez Poitevin. Este número se terminó de imprimir en noviembre de 2017.
Número de certificado de reserva del Instituto Nacional del Derecho de Autor: 04-2011-081614485300-12. Certificado de licitud y contenido:
en trámite. Impreso en Offset Rebosan, Av. Acueducto No.115, colonia Huipulco, Tlalpan, Ciudad de México, México, C.P. 14370. Los artículos
firmados son responsabilidad de sus autores y no reflejan necesariamente el punto de vista de La Peste.
"Entre la pena y la nada,
elijo la pena."
w i l l i a m fa u l k n e r
a m e l i a e a r h a rt

{ n e g r o a l c o l o r }

T E S A L U D A N

los que van a morir


Entre los resquicios insondables de la te salve conlleva a su propia muerte,
tierra, acaso nada más comparado a la energía es personal y debe estar
los abismos que habitan en los océa- contenida dentro de uno. Si para en-
nos, el monte Everest ha sido desde tonces no se ha sucumbido a la hipo-
hace tiempo el signo de la voluntad termia, a una avalancha o a un colapso
humana por llegar al extremo de su del hielo, después de los 7,500 metros
naturaleza. sobre el nivel del mar se arriba a la
Oficialmente en 1953 se conquistó Zona de la muerte, un sitio al que sólo de la cima se perdió de vista: Sergei Los cadáveres de esta montaña
la cima más erguida del planeta, alzada la voluntad humana puede llegar, no volvió al campamento base esperando también llamada “La frente del cielo”
a más de 8,800 metros sobre el nivel los helicópteros ni las camillas ni el encontrar a su mujer, pero no fue así. no se descomponen; como en la he-
del mar. En adelante miles de seres oxígeno. La gente va a ser libre ahí –a Cuando la expedición salió a buscarla ladera de un dios, quedan ahí con las
humanos buscan alcanzar la cúspide, veces también a morir–, como si se y la encontró, lo único que pudieron manos extendidas, sentados cabizba-
aun a sabiendas de los más de 250 es- consiguiera ese tesoro sólo humano hacer fue darle consuelo, no tenían jos, en la última reflexión, tendidos es-
caladores que han fallecido en el cami- cuando se extienden los brazos y casi oxígeno ni fuerzas para rescatarla (ha- perando a sus amantes, colgados de los
no, como si las cuerdas que penden de se toca el cielo, esquivando apenas cerlo hubiera supuesto más de cinco riscos, mientras los guías los mueven
los riscos y cañones del monte fueran las inclemencias del tiempo y a los días de maniobras, si la muerte no los de los caminos para no causar espanto
sostenidas por la muerte. muertos que ahí se acumulan. alcanzaba antes). Sergei, sin oxígeno, entre los escaladores y turistas. Y así,
Todo destruye en la escalada del Ese monte que divide las tierras fue a su búsqueda también, a pesar ante este paisaje, van hileras de seres
Everest. El mal de montaña vuelve de China y Nepal guarda aún otro de saber que sería inútil. El amor es ascendiendo, tomados de las cuerdas,
semiloco al hombre entre vómitos, mal, el que separó a los montañistas infinito e inútil. Ambos murieron saludando a esos cuerpos fríos, felices
sueño y agotamiento, y la falta de Francys Arsentiev y a su esposo Sergei en un acto de amor, congelados, sin de encontrarse con el famoso “Botas
oxígeno mengua toda posibilidad Arsentiev para siempre: la ceguera de importar la espera de su hijo en casa. verdes”, un referente para saber si uno
de continuar. Nadie puede salvarse la nieve. Ambos murieron buscán- No comprendieron que a la gente se está por llegar a la cima.
de un cansancio tal; el que un tercero dose. Mientras la pareja descendía le abandona en el Everest.

Nivel
del mar
hamlet { p o e s í a }

V E N T A D E U N

apartamento
sueco

Hay que hacerlo elemento a elemento,


con delicadeza, sin rubor para no incomodar,
ocultando que son escombros lo que se vende.
Primero una mesa, después una silla,
quizás después se llevarán la freidora.
Es la hora de asistir a los compradores
que sin atisbo de prisa
firman y pagan por cada fragmento,
los esconden entre sus ropas que lo engullen todo,
como para atesorarlos como es debido, para siempre,
y salen a la calle y se pierden en la niebla,
uno tras otro, contando previamente hasta cien,
algo avergonzados por haberse zambullido en la intimidad ajena
(son compradores, sí, pero también son suecos),
hasta que el apartamento es sólo un cubo vacío en cuyo centro refulge un recuerdo,
la última pieza,
también a la venta.

Por • R A FA E L S E R R A N O B E L LO Ilustración • H A N I E H G H A S H G H A E I 
Doctor en ingeniería industrial (muevo la cabeza Teherán, Irán (1990). Vive en Italia. Graduada de
con disgusto), y novelista para volverme loco con diseño gráfico en Irán, y en ilustración para cómic
cierto rigor y método (Un Papa sevillano, Kilómetro en Bolonia; también practica la fotografía. La
treinta –premio xxi de novela Corta José Luis mayoría de su trabajo se inspira en leyendas y
Castillo-Puche–, WhatsApp Zombi). Criado y la figura de la mujer.
residente en Sevilla, España. Alimento el blog behance.net/HANIEHGHASc8a5
serranobello.com

10
edipo

{ e n s a y o }

P R E G U N T A S P A R A M I

abuela
D ime cómo fue empujar problemas en este país extranjero, en
a mi padre afuera de tu muerta esta lengua extranjera.
cuerpo. ¿Fue un parto in- Abuela, recuerdo lo fuerte que eras
terminable? ¿Tuviste a alguien que cuando yo era joven. Dormía a tu lado cada que
te sostuviera la mano o estuviste volabas hasta los Estados Unidos para visitarnos.
estoica, mordiéndote la lengua tan No conocía el concepto de distancia, no sabía
fuerte que tu boca se llenó con el lo lejos que estabas de nosotros. Cada vez que
punzante sabor metálico de tu pro- te ibas me sentía despojada de algo. La primera
pia sangre? ¿Quién limpió el sudor lección que me enseñó la inmigración fue cómo
que cubría tu frente? Abuela, ¿cómo llorar a una persona antes de que muriera.
se veía mi padre de niño, pequeño Recuerdo ir en el coche con Baba para dejarte
y con dientes de leche? ¿Qué se en el aeropuerto. Te ibas temprano en la mañana,
sentía cargarlo en la articulación y yo insistí en ir. Esa noche dormí con la puerta
de tus brazos, a ese hombre que abierta para que no pudieras marcharte sin mí
toda la vida se ha elevado sobre mí? mientras dormía. A mis seis años ya había pasado
Siempre me sorprendió el hombre demasiado tiempo en el Aeropuerto Internacio-
que era mi padre en tu presencia, de nal de Portland, recogiendo gente o dejándola
nuevo tierno y de voz suave. No un ahí. Abuelas, tías, tíos, primos, amigos de amigos:
hombre endurecido por el tiempo, la diáspora es una red familiar elaborada, exista
no un hombre endurecido por los relación sanguínea o no. Conocía ese aeropuer-
Por • JA M I L A O S M A N to íntimamente: el gris oscuro de su estaciona-
Escritora somalí que vive en Portland, Oregón. Da clases
miento cubierto de concreto; la pendiente hacia
de inglés a nivel preparatoria y organiza talleres de
poesía para jóvenes en la cárcel. Su escritura explora la los niveles superiores donde mi padre siempre
tensión entre ubicación geográfica e historia, la mitología se estacionaba; el olor mohoso del elevador; el
del hogar y la intersección entre comunidad, cultura y
feminidad. Ha publicado en medios como The Toast,
zumbido de los aviones aterrizando; el rugido
Boaat Press, The Establishment y Araweelo Abroad. que hacían cuando despegaban.

12
Volviste, abuela, pero mí. Lavé tu cuero cabelludo, sequé tus inestables
eras diferente de como te piernas, aceité el cabello que peinabas en un
campo de trenzas.
recordaba. Yo estaba más Te enterraron de blanco, abuela, pero yo
grande. Tu cuerpo había te recordaré a color: rojo y guinda, los tonos
sido encogido por el tiempo. de la tierra y la sangre. Abuela, moriste y no
Te bañé como tú me habías pude alcanzarte. No pude nadar a través del
océano que nos distanciaba, no pude desplegar
bañado a mí.
mis brazos y volar a través del cielo que se ex-
Lloré durante todo el trayecto tendía entre nosotras. Era mayor ya, sabía que
hacia el aeropuerto. Abuela, tú te la distancia que nos separaba era insuperable.
sentaste en el asiento delantero del Quiero saber quién lavó tu cuerpo, quién vertió
auto y te inclinaste dando la vuelta la última cubeta de agua sobre él, quién fue la
para darme la mano mientras sollo- última persona en besar tu frente. Quiero saber
zaba. Me prometiste que volverías quién fue el último en aflojar tus trenzas. Quiero
tan pronto como pudieras, pero escuchar tu voz decir mi nombre: su sonido ron-
Traducción •
nada de lo que dijiste detuvo mi co es una memoria borrosa como una ventana
MICHELLE
P É R E Z- LO B O flujo de lágrimas. cubierta de lluvia.
lahijade Más tarde ese mismo día regre- Cuando moriste Baba quedó huérfano. No
bartleby.
wordpress.
samos a una casa sin ti. La mesa de me di cuenta al principio porque mi propia pena
com la cocina estaba vieja y desvencija- era una niebla desde la que no podía ver. Mi
Ilustración •
da. Era de madera, de un tono café padre era, de pronto, hijo de nadie. Abuela, ¿en
ELLEN que el tiempo había desteñido hasta quién nos convertimos cuando mueren nues-
LAMBRICHTS
volverlo color miel. Encima estaba tros padres? Abuela, tú eras el espejo en el que
Vive y trabaja
en Amberes, la taza de donde habías tomado el él se miraba, reflejándole de vuelta la verdad E S P A C I O S I N T I E M P O
Bélgica. Se té esa mañana. Al fondo de la taza de su vida.
especializa en
ilustración de
había un pequeño charco de líqui- Abuela, tengo tantas preguntas sin respues-
libros infantiles, do, oscuro, sin leche, y unas cuantas tas, frascos sin tapas, fantasmas con nombres
en trabajo edi-
torial y diseño
semillas de cardamomo. Ahí en el que suenan demasiado al mío. ¿Es esto dolor, Marcin Pałaszyński
de patrones. borde de la taza estaba tu beso mar- abuela, esta piedra en mi estómago, este calam-
Se inspira en la cado en labial. bre en mi costado, este bulto en mi garganta?
naturaleza, en
Volviste, abuela, pero eras di- ¿Es esto dolor, abuela, este país dentro del cual • C H E R N O B Y L •
las maravillas
de la infancia y ferente de como te recordaba. Yo estoy perdida? ¿Es esto dolor, abuela, esta tierra
en su amor por estaba más grande. Tu cuerpo ha- sin una lengua que conozca?
la literatura.
ellenlambri-
bía sido encogido por el tiempo. Te
chts.com bañé como tú me habías bañado a

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16 17
E S P A C I O S I N T I E M P O

Marcin Pałaszyński
• C H E R N O B Y L •
o l d b oy { f i c c i ó n }

L E J O S D E

la atmósfera
terrestre

E n este momento reposo tendido en la cama, ideando la


forma de librarme de los pensamientos espantosos que
se despeñan por mi cabeza rumbo a la travesura y el gri-
terío, como piedras que rodaran por el barranco hasta
un estanque donde se sumergen emitiendo chapoteos
espesos, de burbujas en las entrañas. Con los brazos cru-
zados por detrás de la nuca, choco las puntas de los pies
desnudos. Después, muevo los dedos al ritmo del canto de
Olga, mi madre, afuera de la casa en el patio de la vecin-
dad, que entra a través de la puerta abierta donde pende
una sábana atravesada sobre un mecate, a manera de
cortina. Veo inclusive el dibujo de muchas sirenitas en
la tela. Es mediodía. Pega duro el calor. Olga aprovecha
para lavar las toallas, que precisan de aquel fuego para
secarse, mientras canturrea “Tiempos mejores” de Yuri.
A cada rato oigo el roce de la jícara contra el fondo de la
pileta y el chorro de agua cayendo de la llave. Sonidos
que hasta hoy relaciono con la frescura y el aseo, con
las manos de mi madre, pecosas y de dedos anchos, heridas
para siempre por la lejía.

behance.net/marcinpalaszynski
Por • R O G E L I O P I N E DA R O JA S
Ciudad de México (1980). Estudió comunicación en la unam y el diplomado
de creación literaria de la SOGEM. Fue becario del FONCA en novela y hoy
trabaja como editor autónomo. Vive en la costera de Tlalpan, por donde le
gusta caminar con sus viejos Jordan puestos.
textonauta.blogspot.mx

22 23
El próximo sábado haré la pri- semana anterior recorrió aquella colonia rica
mera comunión y el reto consiste cercana a la nuestra, donde las familias abren los
en que durante los días previos a la garajes para rematar los juguetes, ropa y zapa-
ceremonia —el párroco me lo ad- tos que ya no usan. Regularmente son artículos
virtió con las manos entrelazadas de vestir pasados de moda, con botonaduras
sobre la barriga— no puedo cometer enormes, de color dorado; los muñecos echan
ningún pecado, debo llegar impo- de menos la pata izquierda o el tiempo les ha
luto al cáliz. Nada de malos pen- arrancado el semblante. Ahí compró esta ca-
samientos, groserías ni faltarle el misa de color negro con triángulos color vitral:
respeto a nadie. Debo ser un santo amarillos, verdes y púrpuras que, si se miran de
y permanecer exento de mancha lejos, semejan una playa con palmeras a la me-
para recibir el cuerpo de Cristo en dianoche. Es espantosa. El resto de mis camisas
toda su magnitud. tiene remiendos o mamá sustituyó alguno de los
Reviso la hora y me siento en la botones extraviados por otro de distinta forma
cama. Estoy a la espera de que apa- y tono, por lo que parecen hechas de retazos y
rezca Nacho, mi compañero de la resultan peores.
primaria. Acordamos ir a montar en Cuando me imagino vestido el sábado con el
bici y traigo puestos un short y una pantalón y la camisa, importándome poco que
playera con un águila al centro que esté fea, llega a mí una gran satisfacción. Estudié
froto con la yema de los dedos. El durante semanas el catecismo. Aprendí el “Yo
estampado es poroso como cáscara pecador”. Leí la Parábola del hijo pródigo. Pasé
Ilustración •
de mamey. el cepillo al final de la liturgia. Me confesé. Estoy
BENE Pienso de nuevo en la primera preparado para tener un sábado lindo. Habrá gen-
ROHLMANN
comunión y en cómo vestiré para te rodeándome y mi madre me abrazará y oleré
Münster, Alema-
nia (1985). Artista la ceremonia. Me levanto. Abro su perfume combinado con el aroma a leche que
e ilustrador que el ropero y extiendo sobre la cama el irradia su cuello desde que recuerdo. Quizá mi
vive en Berlín;
dibuja y hace
pantalón de mezclilla con cierres en papá se aparezca y nos lleve a comer o a pasear
collage. Entre los bolsillos que compramos en una en su coche. Se tomará una cuba con mi padrino.
sus clientes tienda a pesar de las quejas de Olga. Hablará sobre lo que leyó de las Chivas en el Esto.
se encuentran
Rolling Stone Acaricio la pretina con la uña del ín- Mi padrino propondrá que escuchemos en el to-
Magazine, Goo- dice. Aprecio el color ultramarino de cadiscos a Los Escarabajos, la canción “¡Ayuda!”.
gle, Converse,
la tela, sin deslaves ni remiendos, y El espacio donde nos reunamos olerá a lociones
The New York
Times, Face- en el cuerpo siento cosquilleos: es la y a la delicada mezcla de ron con Coca-Cola y
book y Merce- primera prenda que estreno en años. limón. En tanto, miraré a la luz de la ventana la
des Benz.
behance.net/
Mi madre eligió la camisa. Pero esclava de oro con mi nombre. La misma que mi
benerohlmann no lo hizo en la misma tienda. La padrino me regalará ese sábado.

24
Olga entra al cuarto para decirme continúan ahorrando para el mole que servi- antes de hacer la primera comunión, y sobre Esta vez el dolor me traspasa
que Nacho está afuera del portón. rán después de la ceremonia. Su madre, fámula todo si ya me confesé. Nacho se nos queda vien-
Su madre le prohíbe buscarme hasta como casi todas las mujeres de nuestra calle, do. Es güero, de cabello rubio. Sus ojos son gri-
la pelvis, rasga con violencia el
la puerta de mi casa al fondo de la aún debe dinero del bautizo de los hermanos ses y su boca es tan roja que parece untada de recto, y tengo la sensación de
vecindad. Le dice que aquí dentro pequeños de Gerardo, ocurrido meses atrás, y sangre. Comienza a carcajearse forzadamente. que me he hecho del baño.
abundan los mariguanos y rateros, todos cooperan para salir de la deuda —ya sea —Vaya que si son imbéciles los dos. ¡Ja, ja!
que no puede exponerse al peligro. haciendo mandados o tirando la basura de los No me digan que creen en esas estupideces. ¡Ja, entrada y se asoma a la calle. Ge-
Me enfundo los calcetines, los te- negocios que les dan propinas— y preparar de ja! Niños de vecindad. rardo lo franquea—. No manches:
nis, y salgo a la luz lechosa del patio esta manera los próximos festejos. Gerardo y yo nos quedamos mirando uno al ¡es tu papá!
que repentinamente me enceguece. Él y Nacho hablan de ovnis. Hacen visera con otro. Él comienza a reírse también. Cuando me asomo, vuelve a
Camino con la bici al costado. La la mano y otean el cielo en busca de algún plati- —A fin de cuentas, gordo —me dice—, haz lo golpearme bajo. Esta vez es un ro-
rueda trasera chirría, pero después llo volador. Uno señala las nubes a la derecha, el que quieras. Pero creo que deberías guardarte dillazo que considera terriblemente
de varios giros se olvida de hacer- otro le advierte que mire al costado de los rayos antes de tomar la hostia. divertido. Caigo desguanzado, boca
lo. Los plásticos de los manubrios solares. Cuando llego a su lado, levanto la vista —Oigan, hablando de milagros —dice Na- arriba. Cierro los ojos y dentro de los
tienen una consistencia rugosa. El al firmamento pero no encuentro nada, excep- cho—, miren allá, acabo de descubrir un ángel. párpados veo una tela tupida. Voy
dibujo antiderrapante se me clava to el tallón de luz en la pupila. Gerardo tiene —Apunta con el dedo a mis espaldas. separándome de ésta para encon-
en las manos de la misma forma en bajo el brazo un Semanario de lo Insólito. Lo Rápido vuelvo la vista. Tan pronto lo hago, un trarme con que es el mantel color
que pican las cerdas de un cepillo al extiende y pasa varias páginas hasta encontrar dolor terrible sube por mi abdomen. La punzada olivo que el párroco extiende sobre
sobarlo con la palma. En el cielo, el la fotografía de un platillo volador, una campa- caliente salta después a las entrañas, las amasa, el altar. Esta vez el dolor me tras-
Sol aparenta el doble de su tamaño. na plateada, lisa, suspendida en la nada. En el y me dobla. Nacho me dio un manotazo en los pasa la pelvis, rasga con violencia el
A lo mejor el planeta intercambió fondo se ven las montañas. El objeto puede ser testículos y ahora siento como si me hubieran recto, y tengo la sensación de que
órbita con Venus y gira en torno a cualquier cosa, la calidad de la imagen engaña insertado en medio del cuerpo un balón de agua me he hecho del baño.
aquel más de cerca. a quien sea. Pero a los tres, mirando el cielo, de hirviente. En contrapunto, tengo fría la cara. El Oigo pasos estrujando la tierra
Nacho viene con mi vecino Ge- repente nos entusiasma la idea de que exista aire me falta. del piso a la altura de mis oídos.
rardo, que se preparó también para vida lejos de la atmósfera terrestre. Gerardo Lo primero que pienso es reponerme y sur- Abro los ojos. Inclinado hacia mí,
hacer la primera comunión, aunque y yo lo platicamos con frecuencia. Deseamos tirlo a puñetazos. Pero el párroco, la hostia, la tapando los rayos solares, Nacho
él festejará semanas después. Ge- convertirnos en investigadores del fenómeno promesa de no pecar, el día en que mi padre es- pela los dientes, torcidos como los
rardo, sus hermanos y una prima, ovni. Planeamos comprar una cámara de video taría conmigo durante la ceremonia y platicaría de un serrucho. Se acomoda el ca-
en las chácharas del mercado de los domingos con mi padrino; mi madre emperifollada con su bello recortado al estilo príncipe y
Gerardo y yo deseamos para testificar con ella cuanto movimiento se dé vestido color canario, las medias, los tacones, el me dice:
convertirnos en investigadores por encima de nuestras casas. Es un proyecto a olor a leche de su cuello... Puedo soportar el dolor, —Ni tu papá ni Dios existen; los
del fenómeno ovni. Es un largo plazo. Ninguno de los dos tenemos en los puedo… Debo mantenerme ecuánime. Perdonar. ovnis, sí.
bolsillos más que pelusas. Me sobo con ambas manos el abdomen.
proyecto a largo plazo. Ninguno Al fin desatendemos el cielo y Gerardo nos Hago sentadillas.
de los dos tenemos en los pregunta que a dónde vamos. Le respondo. Dice —A ver, pinche gordo, a que no sabes quién
bolsillos más que pelusas. que no debo hacerlo. La diversión está prohibida viene ahí. —Nacho entresaca el cuerpo de la

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r o m e o y j u l i e ta violencia. Para incurrir en el libertinaje, Mi- but could not apprehend, their wa-
nor se había mudado a este distrito casi un año yward and flickering existence. His
antes, a raíz de su internamiento en el asilo St. own identity was fading out into
Elizabeth’s en Washington debido a la paranoia a grey impalpable world: the solid
que manifestó cuando fue cirujano del Union world itself, which these dead had
Army, ya destituido para entonces. Al igual que one time reared and lived in, was
otros proletarios asentados en Lambeth por ne- dissolving and dwindling (Joyce 412).
cesidad, Merrett, fogonero y padre de una prole
{ b i o g r a f í a } numerosa, salió a trabajar cuando murió de un Su transgresión no obedece a la
disparo en el cuello a causa de Minor. Según arbitrariedad sino a su condición, tal
E L E X T R A Ñ O C A S O D E las declaraciones del acusado, no dudó de que como Hyde se arrostra ante las cir-
el hombre a quien mató solía aguardar por él cunstancias. Se resolvió recluirlo en
William al pie de su cama. Como testimonio, la casera el asilo Broadmoor, en Crowthorne,
añadió que preguntaba de continuo si hospe- Berkshire, hasta que se le otorgara
Chester daba irlandeses, instándola a echarlos, dada su el Placer de Su Majestad, esto es, se
S i Robert Louis Stevenson que guarda cierto vínculo con su ami- abundancia en el distrito. le recluiría por tiempo indetermi-
ambientó el texto sobre Minor go Jekyll. La pesquisa no sólo lo lleva- He ahí uno de sus pánicos: los ataques po- nado, según la sentencia legal en el
Jekyll y Hyde en Londres 1834-1920 rá tras el sospechoso sino a develar la tenciales del otro y en particular las represalias Reino Unido para ciertos oficiales
durante la fecha indefinida identidad cambiante de su camarada. de los irlandeses, porque mientras servía en la de servicio. Tenía 37 años. Perma-
18— para que acaso la anécdota se No es irrazonable conjeturar que si el escrito Guerra Civil de Estados Unidos, se le ordenó necería allí 38 más.
trasluciera como imagen de la era se difundió hacia finales del siglo xix, Steven- marcar con un hierro al rojo vivo a un desertor Al contrario de la ficción, es el
victoriana, donde unos cuantos son bien pudo estar al tanto de la Tragedia de irlandés en la cara. Acaso esto lo marcó más infortunio lo que revela su otra face-
personajes bastan para recrear el Lambeth, según la prensa calificó el asesinato profundamente a él, ya que a partir de enton- ta, a Jekyll y no a Hyde. El encierro
frenesí de la metrópoli y donde de George Merrett que Minor cometió a mano ces su paranoia y delirio de persecución no no lo martiriza, pues, debido a ser
el crimen a la orden del día no pa- armada el 7 de febrero de 1872 en dicho dis- dejarían de manifestarse. Como bien subraya pensionado del ejército, se le asigna
sará inadvertido ante la perspicacia trito de Londres, célebre por sus prostitutas y Winchester, “His life was merely a slow-moving un par de celdas interconectadas del
del abogado Utterson, tal parece que en cuyos arrabales se aglutinaban familias de tragedy”. Presa de las fantasmagorías, Minor bloque dos, reservado para internos
el extraño caso del doble capaz de la clase obrera. El hecho se volvió famoso al zozobra entre la realidad y la alucinación, en sin epilepsia, tendencias suicidas ni
transformarse de uno a otro alude a desacreditar la presunción de los tabloides de aquella ambivalencia donde la mente se pro-
William Chester Minor (1834-1920) que los delitos con arma de fuego no se habían yecta hacia otra realidad allende la realidad
como si de otro doble se tratara. suscitado en Lambeth, a diferencia de Estados cotidiana, como le ocurre a Gabriel Conroy en
La intención era registrar el
Por • J U L I O
Publicado en 1886, el texto de Unidos donde eran del todo comunes. No sin “The Dead” cuando las formas del más allá se carácter vivo de la lengua conforme
MARÍA
FERNÁNDEZ Stevenson fue un éxito inmediato, cierta ironía, el perpetrador provenía de allí. aparecen ante él: a un criterio diacrónico, es decir,
MEZA cuyo argumento gira alrededor de Si bien las fechorías de Hyde se deben a su
(Veracruz,
las averiguaciones de Utterson en impulsividad y fiereza, el deceso de Merrett His soul had approached that region where dwell
indicar la vida de las palabras y su
Veracruz, 1985).
Marrador. torno de Hyde, ya que columbra no se vislumbra como violencia en aras de la the vast hosts of the dead. He was conscious of, uso a lo largo del tiempo.

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inclinación por dañar al otro. Convierte su cala- Pese al cuerpo de lexicógrafos y
bozo en una biblioteca cuyo acervo se compone expertos bajo su dirección, Murray
sobre todo por libros adquiridos a través de ven- no podría concretar un proyecto de
dedores especializados como Bernard Quaritch. tales dimensiones sin voluntarios.
La rareza de los ejemplares delata su bibliofilia Ofrece proporcionar el material en
y la idiosincrasia del anticuario. Además pinta caso de no contar con él so pretex-
acuarelas y toca la flauta. Inclusive, tras haber to de devolverlo. Cuántos no apro-
sido perdonado por la viuda de Merrett, Eli- vecharon la ocasión para engrosar
za, y una vez que Minor y la madrastra de éste su biblioteca. Minor, por su parte,
acordaron mantener la familia venida a menos, envía al menos 27 entradas sobre
ella lo visita para llevarle los volúmenes que los art recogidas de los Discourses de
libreros no podían enviar de manera directa. Sir Joshua Reynolds, versado en el
Dichos factores no hacen más que develar al tema, mientras que otros aporta-
diletante que orbita entre la psicosis y la sensi- ron a lo sumo dos. Acaso median-
bilidad artística. te sus contribuciones exorcizó los
Precisamente es la palabra arte la que cambia síntomas de su interior. Si Jekyll se
su vida. En 1884, James Murray, editor en jefe transforma en Hyde con pociones y
del Oxford English Dictionary (concebido para polvos, Minor ejerce en sí mismo su
reemplazar lexicones previos), expuso en una terapia como si practicara un arte.
conferencia la dificultad de trabajar con ciertas Hijo de misioneros, desde chico
voces como art en comparación con otras de uso sintió fascinación por otros idio-
más acotado. La metodología para confeccionar mas, por no mencionar su voraci- Ilustración •
el diccionario fue afín a la de Samuel Johnson, dad por leer, ya que la vocación del JENNIFER
TERESA
afamado por elaborar un diccionario cuyas de- padre le dio acceso a edad tempra-
DA H B U R A
finiciones se ilustran además con citas de la lite- na a los libros. Su don de lenguas, Ilustradora free
ratura. Pero, a diferencia del antecedente quien pues, obedece a los años previos a lance de El
Salvador. Me
citó a Shakespeare o Dryden, esta vez se aspiró recibirse de la Yale Medical School gusta dibujar
a citar la mayor cantidad posible de referencias para ejercer como cirujano. Envía desde pequeña.
literarias y otras fuentes. La intención era regis- tal miríada de entradas que Murray Mi trabajo se
basa en el
trar el carácter vivo de la lengua conforme a un afirma que sólo con ello pueden amor propio
criterio diacrónico, es decir, indicar la vida de abarcarse cuatro centurias, de ahí y la igualdad
de género,
las palabras y su uso a lo largo del tiempo. En su idoneidad al confeccionar el te-
representados a
lingüística a este proceso se le llama lematiza- sauro, sin importar su falta de pre- través de figuras
ción, mediante el cual se determina cómo la voz paración como lexicógrafo. Ambos femeninas.
instagram.
se constituye en lema, o sea, en la palabra que entablaron una amistad que no se com/ jenni-
precede a un artículo del diccionario. interrumpió ni siquiera cuando el dahbura

31
Así, se castra con un cuchillo para los dos personajes que son uno, puesto que,
para libros intonsos, avisa si hacia el desenlace del extraño caso Jekyll le
formula a Utterson que el hombre “is not truly
H A M A R -
tranqui­l amente al encargado que one, but truly two” (Stevenson 520), dicha
precisa atención e interrumpe
en definitiva la asiduidad con la
duplicidad circunda la vida y obra de William
Chester Minor.
T Í A
que se mastur­b a.
{ apostilla }
editor se percató de que el colabo-
rador era recluso de un nosocomio. Hamartía significa error. En la Poética, Aristóteles la defi-
Ninguno llegaría a ver la concreción ne como falta trágica, un acto cometido por un personaje
del panléxico. noble que no se distingue por su virtud ni cae en el
Esta serie de ambivalencias no infortunio por su maldad, pues la tragedia presenta
sólo exhibe la dualidad de Minor, siempre, a partir de las historias tradicionales de la
similar a la pugna de identidades épica, un conflicto que no busca solucionarse sino
entre Jekyll y Hyde, sino que tam- generar debate sobre el comportamiento humano
bién deja entrever la complejidad y su relación con el mundo divino, así como con
de su condición: así, de noche solía el honor, el deshonor y la justicia. A diferencia
trabar la entrada a sus celdas te- de la época arcaica, en donde la até –que pode-
meroso de que lo envenenaran al REFERENCIAS mos entender como furor– es usada por los
dormir; así, se castra con un cuchillo berrios, Germán E. et al. “Schizophrenia: A Concep- dioses para llevar a la locura y con ello a
para libros intonsos, avisa tranqui- tual History”, International Journal of Psychology la perdición a los hombres, en este ini-
lamente al encargado que precisa and Psychological Therapy, vol. 3, núm. 2, 2003, cio del periodo helenístico Aristóteles
atención e interrumpe en definitiva 111-140. concibe la hamartía como el actuar
la asiduidad con la que se mastur- joyce, James. “The Dead”, A Portrait of The Young humano en términos humanos. La
ba. Por disposición de Churchill Artist as a Young Man y Dubliners. Intr. y notas. ceguera de nuestro actuar todavía
vuelve a su tierra y, al reingresar Kevin J. H. Dettmar. Estados Unidos de América: hace eco de ese mundo antiguo
en St. Elizabeth’s, se le diagnostica Barnes & Noble Classics, 2004, 373-412. con sus oscuras causas divi-
con demencia precoz, redefinida stevenson, Robert Louis. Strange Case of Dr. Jekyll nas, pero la responsabilidad
después como esquizofrenia. Pasó and Mr. Hyde, The Complete Short Stories. Ed. e es toda nuestra.
sus últimos días en la casa de su intr. Charles Neider. Estados Unidos de América:
hermano Alfred, heredero de las Da Capo Press, 1998, 463-538.
compañías productoras de porce- winchester, Simon. The Professor and the Madman. Por • A L I C I A M O N T E M AYO R GA R C Í A
lana de los padres, y murió de una A Tale of Murder, Insanity, and the Making of Doctora en filosofía por la unam, donde imparte Filosofía Antigua y
Arte Griego y Romano. Autora de diversos libros y publicaciones sobre
bronconeumonía. Acaso Stevenson the Oxford English Dictionary. Estados Unidos estética y arte antiguo, entre ellos La trama de los discursos y las artes.
pudo inspirarse en este dúplice real de América: Harper Perennial, 1999. El Canon de Policleto de Argos (DGP/Conaculta).

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