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Super Objetivo
Lograr encontrar una buena madre para mis hijas
Hubo una vez hace 2 años cuando aun estaba casado con mi primera
esposa y donde sucedió aquel evento que me marco de por vida. Esa
mañana me levante temprano y mi esposa aun dormía. Me gustaba verla
dormir. Mis niñas de apenas 3 meses de edad dormían con esa inocencia
que me llenaba de ternura al solo verlas. Como es de costumbre me
cambié rápidamente y fui a marchar con la brigada. Ese día el clima tenía
un olor extraño y cálido que me hacia sentir muy feliz, estaba de buen
humor. Luego del trabajo pase por una tienda de flores y le compre las
mas lindas rosas para mi amada esposa y un par de osos de peluche para
mis niñas. Traté de llegar rápidamente a mi casa, no podía esperar para
ver la cara que pondrían al ver lo que les había comprado. Al llegar a casa,
encontré la puerta entreabierta. Me preocupe muchísimo, entre
rápidamente, grite varias veces el nombre de mi esposa y no había
respuesta. Al ver al piso encontré una carta que decía “Te dejo, no soporta
vivir mas contigo y nuestras hijas”. Mi corazón quedo destrozado, corrí a
ver a mis niñas en la cuna donde solían dormir. Estaban llorando y tenían
marcas de haber sido golpeadas. Mi esposa las había golpeado dios sabe
por qué. Mis pobres y preciosas niñas habían sufrido por las decisiones
de su padre. Me odie a mi mismo, si no hubiera sido por que me case con
ella esto nunca habría pasado. Me siento muy culpable, qué hice mal para
llegar a este momento. Abrasé duramente a mis hijas y me di cuenta que
el pañal de una de ellas estaba aún mojado. Aquella mujer la había
golpeado porque se había orinado en su pañal. Llore tanto abrazándolas,
cómo dos criaturas con tanta inocencia tenían que sufrir aquel dolor. Si
tan solo pudiera reiniciar mi vida escogería nunca haberme casado y que
esto nunca pase. Mis niñas no se merecen crecer sin una madre que le
de amor y afecto, no importa si yo no soy feliz con ella. No voy a dejar que
mis hijas crezcan en este oscuro mundo sin sus dos padres. Ese día con
mis niñas en brazos les prometí que encontraría a alguien que las quiera
y acepte. No importa si yo no soy feliz con eso.