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UN PAIS DE

ECONOMIA

DESARROLLADA:

JAPON
ESQUEMA

1. INTRODUCCION.

1.1. Explicación del esquema.


1.2. Líneas generales y conexiones del tema.

2. CARACTERES FISICOS: POCO FAVORECEDORES PARA EL DESARROLLO


ECONOMICO.

2.1. Territorio de difícil relieve: insularidad, relieve montañoso y


escasez de llanuras.
2.2. Clima, vegetación y paisajes.
2.3. Los recursos naturales: limitados e insuficientes.

3. LA POBLACION: UN MODELO SOCIOLOGICO FAVORECEDOR DEL "BOOM"


ECONOMICO.

3.1. Evolución demográfica: etapas.


3.2. Densidad y distribución actual: un país densamente poblado,
urbanizado e industrializado.
3.3. Costumbres y tradiciones: sociología del pueblo japonés y su
repercusión en el modelo económico.

4. EL MODELO ECONOMICO JAPONES: MODELO DE ECONOMIA CENTRAL.

4.1. Proceso de crecimiento económico: etapas.


- 1ª etapa: la revolución meiji (1868).
- 2ª etapa: crecimiento económico sin precedentes. Causas.
(1953-73).
- 3ª etapa: coyuntura actual (1973-1993).

4.2. Política económica: el papel del Estado y la concentración


empresarial.

4.3. Los pilares de la economía japonesa:


- La industria.
- El comercio.

5. PERSPECTIVAS DE FUTURO.

6. CONCLUSION.

7. BIBLIOGRAFIA.

8. PLANTEAMIENTO DIDACTICO.

1. INTRODUCCION.

El archipiélago japonés se extiende sobre una superficie de 372000


km2, repartidos entre 3400 islas, de las que sólo cuatro (Honshu, Hokkaido,
Shikoku y Kyushu), reúnen un 97% del total del territorio.

El medio físico japonés se puede calificar de inhóspito: se trata de


un área muy montañosa (el 72% del territorio), en tanto que las llanuras
resultan escasas, fragmentadas y generalmente periféricas. Por estar
situado en el límite entre las placas euroasiática y la del Pacífico, el
territorio japonés se ve afectado por una intensa sismicidad y vulcanismo.
Los recursos naturales también resultan escasos e insuficientes.

No obstante, y a pesar de su marco físico inhóspito, de estar ubicado


en un área dominada por el subdesarrollo (franja sudeste del continente
asiático), Japón es considerado un paradigma del sistema capitalista
de economía desarrollada, y éste será el núcleo o clave del tema: nos
centraremos en el modelo japonés, en descifrar cuáles son los factores del
enorme desarrollo de su economía, que ha convertido a Japón en la
segunda potencia económica mundial, después de Estados Unidos. Ha sido
el país con mayor crecimiento industrial. Su inflación es la más baja del
mundo capitalista y su tasa de desempleo se encuentra en torno a la
reducida cifra del 1%.

Japón es un país superpoblado (125 millones de habitantes),


aunque las mejoras económicas han estado acompañadas de una
reducción de las tasas demográficas, con una natalidad muy baja. Con
todo, la población sigue creciendo a razón de 1 millón por año (1,3%), un
crecimiento muy inferior al desarrollo económico (10%).

El índice de urbanización es de los más elevados del mundo. La


población se concentra en grandes áreas metropolitanas, fruto de la
concentración espacial y económica que culmina con la formación de las
"megápolis japonesa", la aglomeración urbana de mayores dimensiones
del mundo.

Sin ningún género de dudas, Japón es hoy una de las grandes


potencias económicas del mundo. La pregunta que cabe plantearse de cara
al futuro es, ¿hasta cuando podrá mantenerse este desarrollo? La
pregunta es difícil pero está claro que un país que ha alcanzado este nivel
de desarrollo, y con un crecimiento autosostenido competitivo y no
inflacionista, está en condiciones de resistir el embate de las más duras
circunstancias. El margen para el optimismo es muy amplio. El eslogan de
que el siglo XXI será el siglo japonés tiene fuerza propia.

2. CARACTERES FISICOS: POCO


FAVORECEDORES PARA EL DESARROLLO
ECONOMICO.

2.1. TERRITORIO DE DIFÍCIL RELIEVE: INSULARIDAD Y

ESCASEZ DE LLANURAS.

En general, el medio físico japonés se muestra como hemos dicho


inhóspito y poco favorable al crecimiento económico, desencadenando
hace poco más de un siglo. La insularidad, el relieve montañoso y la
escasez de llanuras son los rasgos más definitorios.

El archipiélago japonés está situado al Este de Asia. Este conjunto de


islas se extiende de Norte a Sur, a lo largo de 1.700 km2; desde las regiones
boreales hasta alcanzar latitudes tropicales. Al Este del archipiélago se
extiende el océano Pacífico, y al Oeste el mar del Japón, que forma una
plataforma continental rica en pesca.

El territorio es muy accidentado, de manera que los relieves


montañosos ocupan el 72% del total. Existen más de 500 cimas por encima
de los 2.000 metros. Destacan los "Alpes japoneses" en el centro de la isla
de Honshu, culminados por el cono volcánico Fujiyama, con 3.775 metros.
La proximidad de las montañas a la costa, junto con las fuertes
precipitaciones y la abundancia de materiales de escasa consistencia, han
potenciado una violenta erosión lineal llevada a cabo por los ríos, que
excavan profundos valles y depositan sedimentos en las zonas deprimidas.

La fragmentación y la juventud del relieve explican la escasez de


llanuras, que suponen sólo el 16% del territorio, con apenas 60.000 km 2.
Pese a ello, su importancia es evidente, como espacios ocupados
secularmente por la población, y por su utilidad para el desarrollo de
actividades agrícolas e industriales. Las más extensas e importantes
económicamente son las aluviales, formadas en la desembocadura de los
ríos. La costa es muy recortada, con numerosas escotaduras, bahías y
magníficos puertos.

Por último, la elevada sismicidad hace que sea un territorio


tectónicamente inestable.

2.2. CLIMA, VEGETACIÓN Y PAISAJES.

a) Clima.
A consecuencia de su gran alargamiento latitudinal, las diferencias
climáticas entre el Norte y el Sur son bastante acusadas: desde un clima
siberiano, extremadamente frío en invierno, al Norte de la isla de Hokkaido,
hasta el casi tropical de la región meridional.

Podemos decir que el archipiélago japonés tiene en verano un clima


similar al tropical, y en invierno un clima propio de los países templados.

El régimen térmico es variado y diferenciado estacionalmente. En


general, las temperaturas descienden hacia el Norte y el interior, y la costa
más templada es la oriental (Pacífico).
Pero más que la temperatura, es la humedad el rasgo climático más
característico, a causa de las corrientes marinas que bañan su litoral:
* Una corriente caliente, procedente del Ecuador, la del Kuro-sivo,
que afecta a la costa oriental (océano Pacífico).
* Otra corriente fría, la del Oya-sivo, que viene del Mar de Bering, y
afecta a la costa occidental (Mar del Japón).
De ahí que las diferencias térmicas y pluviales entre el sector Este y
Oeste sean tan acusadas.

Japón posee un clima lluvioso y húmedo. En ningún lugar del


archipiélago existen zonas áridas. Las lluvias de verano son las más
abundantes, excepto en la costa del Mar de Japón, donde en invierno se
registran índices considerables de lluvias, mientras que la zona meridional
es la más afectada por las lluvias de verano, traidas por los vientos
monzónicos.

Consecuencia del clima y del relieve, es el régimen hidrológico de sus


ríos: los cursos fluviales son cortos, rápidos y torrenciales, y de cauce
regular, cualidades que hacen que sus ríos sean aptos para un
aprovechamiento integral.

Resumiendo, en cuanto a clima, encontramos en Japón varios


sectores diferenciados:
* Japón subtropical: zona meridional y central del archipiélago.
Veranos cálidos, inviernos suaves. Precipitaciones superiores a los 1.100
mm. (lluvias de verano monzónicas).
* Cuencas del Japón central: clima continentalizado. Inviernos
secos y fríos.
* Hokkaido Sur: zona de transición entre la zona subtropical y la
zona fría del Norte.

* Hokkaido Norte: clima siberiano. Inviernos muy fríos y veranos


suaves.
b) Vegetación y hombre.
La abundante humedad hace que el país aparezca cubierto por un
rico manto forestal. El bosque ocupa el 64% de la superficie,
proporción similar a la de Noruega o Finlandia.

El relieve, el clima y la hidrología son los factores que provocan su


extensa vegetación. Podemos distinguir tres tipos de bosques:
* Bosque subtropical: dominan las especies de hoja persistente
(perennifolia). Las especies más representativas son el laurel y el bambú.
* Bosque templado, caducifolio, en la península de Osiwa
(Hokkaido) y mitad norte de Honshu, donde aparecen especies como pinos
rojos, arces, hayas, castaños, álamos, etc.
* Bosque de coníferas: en el Norte y el Este de Hokkaido, y en las
montañas de Honshu. Bosque boreal de coníferas (pinos, abetos) y de
frondosas (abedules, fresnos).

2.3. LOS RECURSOS NATURALES.

La economía japonesa ha tenido que salvar uno de los mayores


obstáculos para el crecimiento económico experimentado: la falta de
recursos energéticos y de materias primas.

El país se ve obligado a importar gran parte de estos recursos para


mantener su alta producción y su consumo interno. Cada vez es mayor esta
demanda, pues el crecimiento acelerado de Japón lo exige. Japón
importaba en 1985 el 76% de la energía primaria. La escasez de energías y
materias primas es un factor que le diferencia de las otras grandes
potencias industriales del mundo.

En efecto, si se exceptuan el cobre y el azufre, los recursos


minerales son claramente insuficientes. El hierro también escasea. La
siderurgia japonesa importa minerales del sureste de Asia. Plomo, cinc, oro
y plata son los minerales menos deficitarios.

En cuanto a los recursos energéticos, son insuficientes en relación


a las necesidades nacionales. Japón es uno de los mayores importadores
mundiales de hidrocarburos. Posee algunas zonas petrolíferas
(insuficientes) y cuenta con numerosas refinerías, próximas a los puertos
de descarga. La energía térmica es la más importante, junto con la
hidráulica y la nuclear. Ocupa el tercer lugar del mundo en producción de
energía eléctrica.

La agricultura ha experimentado una gran transformación después


de la segunda guerra mundial, con la introducción de abonos químicos,
semillas seleccionadas, mecanización de labores, empleo de nuevas
tecnologías, etc. Los rendimientos son tan elevados que se consigue cubrir
el 80% de las necesidades alimenticias de la población, y eso a pesar de
ser un país densamente poblado y esencialmente industrial. La agricultura
es de tipo intensivo. Las fincas son pequeñas y de tamaño medio. El paisaje
rural predominante es el de "openfield". Los arrozales ocupan casi la mitad
del suelo agrario. Se cultiva también trigo, cebada y morera, base esta
última de una rica silvicultura. También, hay árboles frutales, en especial
los agrios y el manzano.

La ganadería sigue siendo pobre, aunque en los últimos años se


están mejorando las razas y ampliando los cultivos forrajeros. La demanda
de leche y carne aumenta cada año, ya que el régimen alimenticio de los
japoneses se está pareciendo cada vez más al europeo.

En cuanto a la pesca, decir antes que nada que de esta actividad


procede el alimento básico de la población nipona. Además genera una
importante industria de conservas y de pescado seco que se destina a la
exportación. Japón es en la actualidad el primer país pesquero del mundo.
Los mares que bordean el archipiélago, por coincidir en ellos la corriente
fría de Oya-sivo y la cálida de Kuro-sivo, son de una gran riqueza pesquera.
Pero Japón no sólo explota sus mares, sino que tiene una extensa flota
esparcida por los mares de todo el mundo. La ostricultura (ostras
comestibles y perliferas) sigue ocupando un lugar destacado. Las algas son
actualmente objeto de cultivo.

Desde el punto de vista empresarial, la pesca industrial aparece muy


concentrada: cuatro grandes compañías tienen posición de oligopolio. Ello
ha hecho posible que las técnicas y los métodos sean modernísimos y con
una tecnología puntera en el sector, razón por la cual los rendimientos son
muy elevados.
3. LA POBLACION: UN MODELO SOCIOLOGICO
FAVORECEDOR DEL "BOOM" ECONOMICO.

3.1. EVOLUCIÓN DEMOGRÁFICA. ETAPAS.

Japón ya estaba habitado en tiempos antiquísimos según demuestran


los abundantes restos arqueológicos. Al parecer, a la génesis de la
población nipona contribuyeron de modo decisivo dos corrientes: una
continental de tipo mongol, y otra insular de tipo malayo-polinésica. La
fusión de ambas con los "ainos", daría origen a la raza japonesa, dentro de
la cual existen notables variantes.

La población de Japón ha atravesado por diferentes etapas:

* Hasta 1865, permaneció alejada del mundo occidental, con una


economía de subsistencia y una población estacionada entre 25 y 30
millones de personas.

* Después de 1865, con la introducción de la economía capitalista y


la llamada "revolución meiji", se inició una nueva etapa para el desarrollo
demográfico de este país, traducida en un rápido crecimiento. Esta etapa
muestra gran vinculación con el despegue económico que inició Japón y
que le permitirá situarse entre los primeros puestos como potencias
económica mundial.
Japón inicia a partir de esta fecha un crecimiento poblacional
continuado que sólo se vio truncado por visicitudes históricas como la
segunda guerra mundial, que originó una gran perturbación demográfica:
la natalidad fue debilitándose paralelamenta al incremento de la
mortalidad. La destrucción de muchas ciudades fue también importante y
una gran masa de población volvió al campo. Por otro lado, se produjo una
repatriación de emigrados, ya que la segunda guerra mundial supuso el fin
del Imperio japonés y de la política expansionista.

* A partir de 1953, tras la postguerra, se iniccia el crecimiento


económico más amplio que se conoce en Japón, un crecimiento sin
precedentes. La mejora del nivel de vida, de la situación sanitaria,
produjeron una rápida disminución de la mortalidad, hasta alcanzar uno de
los índices más bajos del mundo. A su vez, la política malthusiana de
restricción de nacimientos, ha hecho que el descenso de la natalidad sea
uno de los más acusados. Esta caída de la natalidad es fruto de una
mentalidad coherente con unas leyes eugenésicas, adoptadas por el
gobierno (medidas anticonceptivas, legalización del aborto, etc.).

* En la actualidad, Japón ocupa el séptimo lugar del mundo


respecto a cifras de población, cifradas en 122.264.000 millones de
habitantes. Existe por tanto un grave problema de superpoblación, y
aunque el ritmo de crecimiento demográfico es bajo (1%), significa un
millón por año más. Sin embargo, el ritmo de desarrollo económico es del
10%, de ahí que el paro sea prácticamente nulo e incluso la oferta de
empleo supere la oferta de mano de obra. La estructura poblacional tiende
a parecerse a la de los países de Europa occidental, aunque el
envejecimiento es tocavía poco acusado.
El movimiento migratorio es hoy muy bajo, casi nulo, ya que el
japonés es un pueblo poco emigrante. El período interbélico fue el más
favorable a la emigración. El gobierno intentó canalizar la corriente
migratoria hacia los territorios recién conquistados (Corea, Formosa,
Manchuria), pero el intento no dio resultados apetecibles y hoy,
escasamente medio millón de japoneses viven fuera de su patria,
especialmente en Estados Unidos y Brasil.
3.2. DENSIDAD Y DISTRIBUCIÓN ACTUAL: UN PAÍS

DENSAMENTE POBLADO, URBANIZADO E

INDUSTRIALIZADO.

* Densidad: Japón registra actualmente una de las mayores


densidades del mundo: 328 habs/km2. La escasa superficie por habitante
acentua la presión demográfica del país. La densidad, no obstante, varía
notablemente de unas zonas a otras. Así, hay áreas que superan los 5.000
habs/km2, como Tokyo (Osaka tiene 4.676 habs/km2), frente a otras que
escasamente superan los 70 habs/km2 (Sapporo: 72 habs/km2).

* Distribución: la distribución de la población japonesa responde


históricamente a un proceso de concentración geográfica de los habitantes
sobre las llanuras. Las vertientes de las montañas se hallan prácticamente
deshabitadas por ser poco apropiadas para el cultivo y contar con
condiciones climáticas rigurosas. Este hecho ha protegido al bosque de la
congestión de la urbanización. La población aparece fuertemente
concentrada en las grandes áreas metropolitanas y en inmensas
conurbanizaciones. La aglomeración más densa es la de Tokyo Yokohama,
conurbanización integrada por más de 15 millones de habitantes, y que
pronto enlazará con las áreas urbanas de Nagoya, Kioto y Kobe, formando
una gigantesca megalópolis de más de 50 millones de personas.

* Urbanización e industrialización: el fenómeno industrial lleva


consigo la urbanización, dándose por tanto un vínculo directo entre ambos
tipos de espacios. El intenso desarrollo urbano es fruto de la concentración
espacial y económica que culmina con la formación de la megalópolis
japonesa, que constituye la aglomeración urbana de mayores dimensiones
que hay en el mundo, y en gran medida la imagen dinámica y expansiva
del Japón actual.
Los flujos internos y las comunicaciones entre los núcleos urbanos-
industriales, están interrelacionados por una densa red de transportes y
telecomunicaciones que aseguran la fluidez del espacio.
Para dar una idea de la inmensa aglomeración urbana existente en
Japón, sirve el dato de que tres de cada cuatro japoneses viven en una gran
urbe, lo que conlleva a que sean 11 las ciudades japonesas las que superan
el millón de habitantes. Por otra parte, la rápida expansión de las ciudades,
la densa ocupación del suelo, el escaso planeamiento urbano, han
generado una estructura urbana extraordinariamente compleja, donde la
mezcla de usos del suelo, estilos arquitectónicos y grupos sociales se
convierten en una característica generalizada.

3.3. COSTUMBRES Y TRADICIONES: SOCIOLOGÍA DEL PUEBLO

JAPONÉS Y SU REPERCUSIÓN EN EL MODELO ECONÓMICO.

El pueblo japonés ha sabido conservar parte de sus tradiciones y


costumbres, y a la vez conjugarlas y armonizarlas con una forma de
producir y de trabajar al modo occidental, siguiendo unas pautas
capitalistas, lo que les convierte en una sociedad especial y diferente al
resto del mundo desarrollado, al tiempo que explica un de las claves del
"milagro japonés".

Los rasgos culturales heredados de la tradición se pueden resumir en


los siguientes:
- Veneración por la Naturaleza y las cosas bellas.
- Respeto por los mayores y antepasados.
- Sentido del honor. Orgullo nacional.
- Plena identificación con la colectividad.
- Alto grado de sensibilidad, civismo y cortesía.
No hay duda que uno de los factores que hizo posible la rápida
reconstrucción y relanzamiento del país tras la catástrofe de la guerra, fue
el sentido de laboriosidad, disciplina y orden de los japoneses, que
asumieron como tarea colectiva la recuperación de Japón.
Se trata, por tanto, de un pueblo disciplinado y obediente,
reminiscencias de su doctrina nacional, el sintoismo, que prescribía la
obediencia ciega al emperador y a los samurais, y que se traduce en el
aspecto del trabajo, en la práctica ausencia de conflictos laborales, en una
reducida movilidad socio-profesional de los obreros y en un bajo índice de
absentismo, lo que repercute sin duda en una mayor productividad.

Por lo tanto, ese sentido del trabajo, tan arraigado, sus formas de
cooperación y su tendencia a la disciplina y obediencia, es un rasgo muy
importante para entender el modelo económico japonés. Modelo, además,
que no es imitable o exportable a otros países, ya que está basado en el
sistema social que lo sustenta. Modelo que que se inspira en un
paternalismo empresarial más que en un reparto equilibrado de la riqueza
(sobre todo al principio). El trabajo tiene dimensiones cuasi religiosas,
revestido de una serie de ceremonias (canto mantinal, toma del té,
ejercicios gimnásticos, etc). Las reivindicaciones laborales no existen,
desconociéndose la huelga. En definitiva, son condiciones que serían
impensables imponer en una sociedad como la europea, por ejemplo.
4. EL MODELO ECONOMICO JAPONES:
MODELO DE ECONOMIA CENTRAL Y
DESARROLLLADA.

4.1. PROCESO DE CRECIMIENTO ECONÓMICO. ETAPAS.

Son muchos los historiadores y economistas que se han interesado


por el proceso de crecimiento económico japonés, que lleva consigo una
serie de etapas, pero que llama la atención por su espectacular desarrollo y
por la rapidez con que se ha producido.

1. Primera etapa: la revolución meiji1.


(último tercio del siglo XIX)

En 1868 subió al trono de Japón el joven emperador Mutsuito, el cual


decidió salvar el honor del país y competir con los "bárbaros extranjeros"
con sus mismas armas, es decir, con industria, técnica y ciencia. Fiel a esta
postura, y con ayuda de gran parte de la aristocracia, invirtió el dinero
público en financiar una eficiente red de ferrocarriles y en levantar
numerosas industrias básicas. Cuando estas empresas públicas
comenzaron a ser rentables, las cedió por poco dinero a la naciente

1
Meiji significa "gobierno iluminado". Los ejes de esta etapa son dos: restablecimiento de la
autoridad del emperador y occidentalización del país.
burguesía. Esta revolución industrial desde el poder, dio un impulso
decisivo al Japón, que siguió un proceso rápido hacia el Capitalismo.

2. Segunda etapa (1953-1973): crecimiento económico sin


precedentes.

Los efectos de la guerra supusieron un fuerte retroceso de la


actividad económica, que no volvería a recuperarse hasta 1954. Desde esta
fecha y hasta la actualidad, Japón ha conocido un crecimiento económico
sin precedentes, acompañado por una rápida y profunda transformación de
sus estructuras productivas.

El desarrollo industrial ha sido el motor esencial de este crecimiento.


Hay que tener en cuenta que a partir de 1950 la industria se desarrolló a
un ritmo vertiginoso. Se abrieron de nuevo las fábricas y se reconstruyeron
las técnicas más avanzadas cedidas por los Estados Unidos de América. Al
mismo tiempo, los trabajadores hicieron un gran esfuerzo con salarios
ínfimos.

Debido a la posición estratégica del país, se benefició de la guerra de


Corea (1950-1953), ya que Japón se convirtió en una especie de
"portaviones industrial" donde el ejército americano reparaba sus máquinas
y se abastecía de productos.

Por otro lado, Japón ejerció una política económica expansionista


respecto a sus vecinos: pagaba un canon como compensación de guerra
pero obligaba a estos países (Filipinas, Indonesia, etc.) a comprar con este
dinero productos japoneses. Se pagaba con fondos públicos pero eran las
empresas las que obtenían beneficios (colaboración entre el Estado y las
empresas).

Otro punto a tener en cuenta es la eliminación de los gastos de


defensa, salvándose así la economía nipona de un gran lastre.

Destacamos a continuación algunas claves de esta expansión


económica:

a) Colaboración y perfecto entendimiento entre las grandes


empresas y el Estado: el gobierno ayuda financieramente a las empresas
en crisis, favoreciendo la concentración empresarial. Protege a las
empresas de la competencia exterior a través de una política arancelaria
marcadamente proteccionista y estimula la exportación a través de primas
y subvenciones, y firmando acuerdos comerciales con diversos países, para
evitar dificultades en la venta de los productos japoneses.

b) Gran desarrollo del comercio interior y exterior. Este factor


ha estimulado el crecimiento industrial y la exportación, ya que los
productos japoneses, por su gran competitividad (calidad y bajo coste) han
ido invadiendo poco a poco los mercados mundiales.

c) Potencial demográfico. 122 millones de personas con gran


vocación de trabajo.

d) Elevados índices de inversión. El japonés es en general


ahorrativo y muy dado a la inversión. Las tasas de inversión industrial han
sido muy altas, casi el doble que los índices inversionistas de Europa
occidental.

e) Una población muy culta y civilizada, que ha asimilado


plenamente la moderna tecnología. Japón posee el índice más alto de
estudiantes universitarios y cuenta con una población altamente
cualificada.

3. Tercera etapa (desde 1973 hasta la actualidad).

La crisis energética de 1973 frenó el crecimiento japonés, debido a la


fuerte dependencia exterior en cuanto a recursos energéticos. No obstante,
a partir de 1975, Japón se recuperó rápidamente y se reafirmó como una
importante potencia mundial. Todo este proceso ha llevado a que se
consolide una próspera economía, donde la competitividad de los
productos japoneses en los mercados internacionales y la creciente
participación en estos mercados, ha supuesto la integración de la economía
japonesa en el sistema mundial de relaciones y en el sistema económico
internacional. Dos datos de la economía nipona revelan la importancia y
peso específico que tiene en el mundo:
- El P.N.B. per cápita, en dólares, es de 12.840$
- El volumen de exportaciones (en millones de dólares)
es de 209.151$, y el de importaciones, 126.408$.

4.2. POLÍTICA ECONÓMICA: EL PAPEL DEL ESTADO Y LA

CONCENTRACIÓN EMPRESARIAL.

La economía japonesa sigue en líneas generales el sistema liberal


más o menos vigilado por la intervención del Estado. El papel de este
último, sin embargo, ha variado según las épocsas y necesidades,
caracterizándose por la colaboración, sosteniendo y apoyando a la libre
empresa, base fundamental del sistema económico liberal.
Durante la revolución Meiji, el papel del Estado fue fundamental:
gracias a los préstamos de capital público se logró crear una infraestructura
y una industria básica importante, sustituyendo así el Estado la escasez de
iniciativas privadas. Este es el origen de las grandes empresas,
denominadas Zaibatsus (organizaciones fuertes de poder, que dominaban
la mayor parte de las industrias).

Más tarde, el Estado mantuvo una intervención de carácter


asistencial. Tras la segunda guerra mundial, se transformó en una
planificación indicativa.

En la actualidad, existe una planificación flexible, más bien indicativa


que imperativa, y se puede afirmar que el pacto entre el Estado y la
economía privada es una de las claves fundamentales del éxito japonés.
El Estado tiene dos objetivos fundamentales:
- Crecimiento económico.
- Conquista de los mercados mundiales.

El éxito de esta colaboración radica en dos razones:


- El Estado intenta poner las menos trabas legales posibles y reducir
al mínimo los gravámentes para hacer avanzar la industria y el comercio.
- Estado y empresa procuran colaborar, llegar a un acuerdo, actuar
en consenso.

En definitiva, la alianza Estado-negocios-política es completa, y el


Capitalismo japonés, que en muchos casos se identifica con el Estado,
efectua una de las tasas de inversión y crecimiento más elevadas del
mundo.

En 1948 se votó la Ley Antimonopolio, por la cual se produjo la


disolución de los Zaibatsu, pero a pesar de esto no tardaron en
reconstruirse estas sociedades financieras e industriales análogas a los
trusts occidentales. No se pudo evitar la concentración industrial, y todavía
hoy, la economía japonesa se apoya en un número limitado de grandes
sociedades en cuyo seno se encuentra la banca, la gran industria, las
finanzas y el mercado internacional. Ejemplos representativos son Mitsui y
Mitsubishi, que dominan las construcciones navales y el sector
petroquímico; Nippon Stell, Fusi y Yawata, la industria siderúrgica; Toyota y
Nissan, la automovilística; e Hitachi, la electrónica.

La concentración empresarial es tan grande que los seis más


poderosos zaibatsus, controlan un tercio de la economía del país. La política
gubernativa, en un intento de compensación, tiende actualmente a
favorecer a las industrias pequeñas y medianas, con facilidades fiscales y
crediticias, y promoviendo consorcios.

La política económica también se ocupa de un tema clave en el país:


el comercio exterior, que desempeña un papel de gran importancia. Hasta
tal punto que las exportaciones niponas preocupan a los países
industrializados de occidente, que cuentan con una balanza comercial
deficitaria con Japón (La C.E. ya ha marcado restricciones a las
importaciones japonesas). Hay que tener en cuenta que es una industria
"subvencionada" por el Estado, pero que gracias a la excelente "calidad" de
sus productos y a través de ciertas medidas como el "dumping"
(mercancías a bajo precio), sigue competiendo favoreblemente en los
mercados internacionales. La actual política comercial es la de ampliar aún
más sus mercados, sobre todo con los países más próximos: China, Taiwan,
Filipinas, Indonesia y Sureste asiático. Las posibilidades futuras sobre este
gran área comercial son realmente magníficas. También está abriéndose
paso con éxito en los países del Tercer Mundo, a través de su ayuda técnica
y financiera (exporta capital y tecnología a cambio de mano de obra barata
y materias primas).

Otro aspecto a tener en cuenta dentro de la política económica y del


papel del Estado, es la creación por parte de la administración, de los
aikai. Se trata de centros públicos y privados de investigación científica y
tecnológica, que reciben sustanciosas ayudas del gobierno y que están
encaminados a la aplicación práctica para mejorar la producción en las
diferentes empresas que los apoyan. Esta forma cooperativa de
investigación permite obtener el máximo provecho de las investigaciones
realizadas. Así pues, las grandes empresas compiten despiadadamente en
el mercado interior, pero también son capaces de llegar a acuerdos frente
al exterior, cuando con ello pueden obtener ventajas comunes.

4.3. LOS PILARES DE LA ECONOMÍA JAPONESA.

a) La industria.

Japón es un país con una industria poderosa y variada, lo cual


constituye una notable excepción en Asia. En estas dos últimas décadas ha
sido el país con mayor crecimiento industrial del mundo (su tasa industrial
ha sido de un 10% anual). Cuenta con una gama completa de industrias: la
industria de base forma importantes complejos siderúrgicos y
petroquímicos; sus astilleros son los más importantes del mundo; es el
primer productor mundial de automóviles, televisiones, transistores,
máquinas fotográficas, etc; es el segundo productor de cemento; el tercero
en volumen de acero y rayon; además, dispones de una importante
industria de precisión como la electrónica y la robótica.

En la actualidad, la industria nipona se orienta hacia la promoción de


los centros de alta tecnología (telemética, biotecnología, etc.) La industria
se concentra en la costa del Pacífico, en la isla de Honshu. Ciudades y
centros industriales se extienden desde Tokyo a Fukuoka, en un tejido
complejo y con grandes densidades humanas.

Antes de hablar de las principales industrias, conviene resaltar la


estructura particular de la empresa japonesa, y más concretamente del
"paternalismo empresarial":

El sistema productivo de Japón funciona de manera muy distina a


como funciona en Estados Unidos, por ejemplo. El sistema japonés prefiere
un trabajo vinculado a la empresa, y el trabajador colabora para que dicha
empresa prospere en beneficio del país. Para estimular esta vinculación,
garantizan a su personal un empleo para toda la vida; ocupan con
preferencia a los familiares de sus empleados, y ejercen un cierto
paternalismo ofreciendo viviendas, deportes, viajes, etc.

La promoción en la empresa japonesa se logra con preparación y


lealtad, y por los años de servicio, de manera que la movilidad de los
trabajadores es mínima. Los sindicatos obreros sólo tienen cierta fuerza en
las grandes empresas. La población activa es instruida y muy disciplinnada.
Actualmente, esta población disfruta de un mercado interno y de un nivel
de consumo importante, aunque las jornadas de trabajo sean largas.

Principales industrias:
* La siderurgia: la poderosa industria siderúrgica japonesa comenzó
en 1901, pero será tras la segunda guerra mundial cuando inicie su gran
crecimiento. Se trata de una industria en pleno desarrollo y cuyo éxito tiene
aún más mérito pues como veíamos Japón es deficitario a gran escala de
carbón y mineral de hierro (así como prácticamente de todo lo que precisa
su industria). Esta dependencia exterior, precisamente, le ha dado fuerza
ya que localiza sus industrias en puntos muy bien comunicados por mar y
pueden hacer llegar las materias primas con mejores precios y calidad, ya
que cuentan con el suministro óptimo que pueden facilitarle los mercados
internacionales, jungando hábilmente con la competencia que entre ellos
existe. Todo esto lo puede hacer, evidentemente, por la gran dimensión de
la empresa siderúrgica.
La producción, muy elevada, va en aumento y se ve obligada a
exportar ya que la demanda interior no es tan grande como para acaparar
toda la producción, algo que pasa en todos los sectores industriales.
Las zonas siderúrgicas más importantes son la región industrial de
Fukuoka-Yahata, con acerías e industrias mecánicas diversas; el grupo
Osaka-Kobe y la aglomeración Tokyo-Yokohama.
Japón es el segundo productor de acero del mundo.

* La industria química y petroquímica: quedó muy dañada tras la


segunda guerra mundial, pero a partir de 1945 los adelantos técnicos, la
renovación de los equipos y la creación de nuevas y modernas fábricas,
dieron el impulso definitivo, especialmente a través de la petroquímica, que
fue fundamental. Localizamos esta industria en las zonas de Kawasaki,
Mizusima y Yokkaichi, así como las industrias de fibras sintéticas del grupo
Osaka-Kobe. Ocupa el primer lugar del mundo en la fabricación de rayón y
fibra artificial.

* La industria naval: ha tenido un crecimiento asombroso: ocupa un


lugar destacadísimo, con cerca del 50% del tonelaje mundial. Sus técnicas
de construcción son modernísimas y revolucionarias (ordenación
fotográfica de las piezas y técnica de grandes elementos prefabricados). Se
ha especializado sobre todo en la construcción de petroleros gigantes y
buques automáticos. Los astilleros japoneses no sólo producen el mayor
tonelaje del mundo, sino también los barcos de mayor capacidad o
innovaciones técnicas y, en todo caso, siempre a precios más bajos que
cualquier país del mundo. Son también exportadores de técnica naval. El
gobierno japonés ayuda a sus astilleros, consciente de que la flota naval
mercante es vital para competir en el mercado internacional.

* Industrias del cemento: la producción japonesa de cemento


comenzó en 1975 y desde entonces ha ido en continuo aumento,
aprovechando para ellos ricos depósitos de tierra caliza. Se trata de una
industria de grandes dimensiones que junto con la renovación y
modernización del equipo, le permite obtener precios de gran competencia
internacional. Es la tercera productora de cemento del mundo. Destacan las
concentraciones de Fukuoka-Yahata, con minas de carbón y cementerias.

* Industria automovolística: esta industria, junto con la naval, es la


que ha experimentado un desarrollo más espectacular. Casi nula hasta la
segunda guerra mundial, ha conquistado desde entonces el primer puesto
mundial en 1980, por delante de EE.UU.
La fabricación la controlan cuatro grandes firmas: Toyota, Suzuki, Nissan y
Mitsubishi. Uno de los elementos que han posibilitado el desarrollo japonés
en este sector ha sido el fuerte ritmo de exportaciones, que suponen más
del 50% de su producción, y 1/3 de las exportaciones mundiales. Los
factores del éxito son la elevada productividad, el precio competitivo y la
política comercial agresiva y bien organizada.

* Industrias tecnológicas o de técnicas punta: Japón está empeñado


en dominar por completo el mundo en el campo de la tecnología. Se ha
colocado ya en el primer lugar en las llamadas tecnologías de punta:
electrónica e informática. Está en vanguardia de las investigaciones
relacionadas con el desarrollo0 de la inteligencia artificial (la quinta
generación de ordenadores) y vende robots industriales que realiza todo
tipo de tareas.

b) El comercio.

El comercio interior sigue siendo muy importante ya que cuenta


con un gran potencial demográfico y con un alto poder adquisitivo;
además, tradicionalmente, la política comercial japonesa ha sido muy
proteccionista hacia sus productos. Con un solo dato nos daremos cuenta:
entre los años 1985 y 1990 los consumidores japoneses hicieron un gasto
aproximado del 60% del P.N.B. Aunque también es cierto que el
protagonismo que tuvo el comercio interior durante las primeras fases de la
industrialización, no es ahora tan importante, ya que gran parte de la
producción industrial está orientada actualmente a la exportación, y por
tanto, la participación de Japón en el comercio mundial no deja de
aumentar: las exportaciones japonesas, al igual que las importaciones,
aumentan dos veces más deprisa que el comercio mundial.

Su comercio exterior es muy activo. Por una parte tiene la


imperiosa necesidad de comprar materias primas y, por otra parte, el 90%
de sus ventas con productos manufacturados, con un fuerte valor añadido.
Desde 1960, su balanza comercial ha sido marcadamente positiva.

Los países más importantes en el comercio exterior nipón, por orden


de volumen de dinero, son los siguientes: Estados Unidos, Alemania, Arabia
Saudí, Corea del Sur, China, Reino Unido, Australia, Taiwan y Hong Kong.

Y las principales exportaciones, también por orden de importancia


económica, son: automóviles, hierro y acero, barcos, instrumentos de
óptica, manufacturas metálicas, aparatos de radio, fibras sintéticas,
fertilizantes, televisores, etc.

Entre Japón y Europa existen problemas de competencia que


dominan sus relaciones y explican las menores relaciones que existen entre
Japón y la C.E.E.

Resumiendo, Japón ha invadido el mercado internacional con sus


productos, los cuales se han impuesto por su calidad y por su precio. El
resultado es una balanza comercial muy positiva, de manera que el valor
de lo que vende es muy superior al valor de lo que compra, lo cual implica
unos beneficios que permiten un crecimiento sostenido de su economía.
5. PERSPECTIVAS DE FUTURO.

A pesar de la dura crisis por la que está atravesando la economía


mundial, y que sin ningún género de dudas, afecta a todos los países, en
mayor o menor medida, parece que las perspectivas de Japón de cara al
futuro son optimistas. Como hemos comprobado a lo largo del tema, son
razones de peso las que argumentamos para pensar así. El nivel de
desarrollo adquirido con un crecimiento autosostenido, competitivo y no
inflacionista así lo demuestra. Por otra parte, Japón cada vez está más
volcado en su área de influencia natural: el sudeste asiático, y por este
camino seguirá en el futuro.

Otro aspecto importante es el hecho de que Japón, junto con


Alemania, los vencidos de la segunda guerra mundial, están dejando de
ocupar ese lugar atípico que venían desempeñando de "gigantes
económicos" y "enanos políticos". La actividad de los gobiernos de Tokio y
Berlín les convierte en protagonistas de algunos de los grandes problemas
del mundo contemporáneo. Los dos han trabajado para que el fin de la
guerra fría y del mundo bipolar no se traduzca en la hegemonía exclusiva
de Washinton. En Estados Unidos, la amenaza militar de la URSS ha sido
sustituida por la amenaza económica y comercial de Japón. Está lejos la
época en que japoneses y alemanes eran los aliados más fieles y sumisos
de EE.UU. Sin la URSS, cada cual puede aspirar a ser lo que es.

La firme voluntad de estos países de ser sujetos activos, y no


pasivos, de la política internacional, ha hecho que ambos estrechen
relaciones, y Alemania se ha ofrecido como mediadora en relación con el
conflicto sobre las islas Kuriles (anexionadas a Moscú al terminar la
segunda guerra mundial), y a cuya devolución Tokio condiciona el inicio de
una política de ayuda y cooperación económica con Rusia.

El mayor papel político de ambos países hace cada vez más


injustificable su ausencia como miembros permanentes del Consejo de
Seguridad.

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