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Existen diferentes formas de venta, estas pueden ser: contado, anticipado y al crédito. Al dar un
crédito a un cliente podríamos decir que se está invirtiendo en él, esta inversión se relaciona a la
venta de bienes y servicios. No todas las empresas dan crédito, pero la mayoría sí, y el motivo es
que el crédito estimula las ventas. Sin embargo, otorgar crédito tiene a la vez riesgos y costos,
como el riesgo de no pago y el costo de mantener las cuentas por cobrar.
La política de créditos implica una compensación entre los beneficios de las ventas adicionales y
los costos de otorgar créditos. La política de crédito debe incluir una forma de cubrir gastos
retrasados, por ejemplo, aplicar una tasa de interés por mora.
1. Control y vigilancia de las cuentas por cobrar: lo principal que hay que monitorear
son las variaciones periodo promedio de la cobranza y es útil un reporte periódico de la antigüedad
de las cuentas por cobrar.
2. Esfuerzos de cobranza: los siguientes son los procedimientos más frecuentes frente
a clientes con atraso en sus pagos:
La administración de cuentas por cobrar es un elemento de vital importancia para asegurar el buen
funcionamiento de la empresa, una mala administración puede provocar falta de liquidez, y que se
deba acudir a financiamiento externo, asumiendo los costos que esto implica. Por lo tanto sugeriría
un software de gestión inteligente, ya que puede facilitar estos trámites de varias maneras,
automatizándolos y simplificando las labores de cobranza. Este tipo de herramientas cuentan con
toda la información sobre los deudores, la cantidad a cobrar, vencimiento de las facturas y permite
la posibilidad de realizar pagos y cobros en línea. Con el software es posible automatizar los
recordatorios a los clientes y que estos puedan revisar online el estado de sus deudas. Este es uno
de los principales puntos fuertes de este tipo de soluciones, porque contribuye a reducir el tiempo
de abono de las facturas.