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Ventana de los 1000 Días

El programa Ventana de los mil días se da en el marco internacional que busca


erradicar la desnutrición crónica, esto a través de la atención del niño en sus
primeros mil días de vida que inicia con el cuidado de la madre durante su embarazo
hasta los dos años. Es en este período en el que se sientan las bases para su
desarrollo y por lo cual se considera oportuna la intervención.

Esos 1000 días se consideran como una “ventana


de oportunidad” desde el punto de vista nutricional,
pues una adecuada alimentación durante ese
periodo tiene un impacto enorme en la salud,
desarrollo físico e intelectual del niño, y eso aunado
a la estimulación temprana (0 a 3 años) contribuye
positivamente a su rendimiento en la escuela e
incluso en su productividad del mañana así como
en la salud de sus futuros hijos, generando un
impacto positivo a la salud, estabilidad y desarrollo
de comunidades y naciones.

En el documento “Monitoreo de las acciones de la


Ventana de los mil días” del Centro de
Investigaciones Económicas Nacionales, CIEN, se
destacan las acciones vínculadas al problema de
desnutrición crónica de este programa y según la
Red Icean2, la educación nutricional es una de las
soluciones más importantes y que además es
“disponible, asequible, eficaz y rentable” que se
aplica a:

Promoción de prácticas alimentarias adecuadas para la madre durante el embarazo y


la lactancia para asegurar que la madre obtiene todos los nutrientes necesarios.

Promoción de lactancia materna exclusiva


durante los primeros seis meses de vida del
bebé. Promoción de una alimentación
complementaria adecuada a partir de los
seis meses hasta los dos años. En el caso
de Guatemala, el porcentaje de niños con
bajo peso al nacer ha sufrido un aumento
de puntos porcentuales de 2009 a 2015 (ver
Gráfica 1). A ello se suma, el débil funcionamiento de los servicios de salud en el
nivel primario así como la falta de cobertura con calidad de programas que
fomenten la estimulación temprana en los menores, lo cual incluso se puede llegar a
vincular años más tarde, con la baja cobertura en el nivel Preprimario A nivel
internacional, existen instituciones que focalizan sus esfuerzos en este tema, tal es el
caso de la Organización Panamericana de la Salud, OPS y la Organización Mundial
de la Salud, OMS, responsables de desempeñar una función de liderazgo en los
asuntos sanitarios mundiales, configurar la agenda de las investigaciones en salud,
establecer normas, articular opciones de política basadas en la evidencia,
prestar apoyo técnico a los países y vigilar las tendencias sanitarias mundiales.
Como un apoyo a nivel centroamericano se cuenta con Instituto de Nutrición de
Centro América y Panamá – INCAP, el cual está intrínsecamente ligado a la OMS y
que junto con las acciones políticas de los distintos sectores sociales, buscan la
atención de la primera infancia.

El tema de bienestar infantil es un esfuerzo que requiere inversión pero con una tasa
de retorno muy alta, lo cual l es visible a mediano y largo plazo ante el cambio de los
indicadores de salud, nutrición y educación.

Desafíos:
La promoción de la Ventana de los 1000 días debe ser una prioridad nacional, es
un tema no negociable para incluirse en la agenda pública tanto por sus
implicaciones éticas como por los retornos a la inversión que esto implica para el
país.
Implementar con éxito la “Estrategia nacional de prevención de la desnutrición
crónica 2016-2020” para alcanzar la reducción del problema en un 10%.
Se debe garantizar el funcionamiento de los servicios de salud en el nivel
primario.
Dadas las limitantes presupuestarias, es necesario priorizar las acciones e
inversiones dirigidas a la primera infancia en los primeros 1000 días de vida y no
buscar su universalización sacrificando la calidad del servicio brindado a madres e
hijos.
Es necesario focalizar los esfuerzos del programa en las áreas con mayor
vulnerabilidad para los infantes, aquellas áreas con mayores niveles de pobreza
extrema y desnutrición crónica.
El objetivo de aumentar el bienestar infantil en los primeros dos años debe ser un
compromiso por parte de la sociedad civil, actores políticos (diputados, alcaldes,
gobernadores) y los distintos ministerios involucrados (salud, educación, desarrollo,
etc.), la coordinación inter institucional es clave.
Es oportuno incentivar alianzas público-privadas con una definición clara del rol
de cada una, estándares de calidad y una cultura de rendición de cuentas.
Es necesario contar con un mapeo de las organizaciones no gubernamentales,
ONGs, que atienden programas con niños de 0 a 2 años, públicas y privadas.
La calidad de los servicios y el bienestar de los infantes en las distintas
instituciones es esencial, para lo cual se debe de reclutar y finalmente seleccionar a
las personas que se confirme cuenten con la capacidad humana y profesional que
cada puesto requiere.
Cada departamento o municipio debe establecer las mejores estrategias para
atender con mejor acierto las problemáticas locales.

LANZAMIENTO VENTANA DE LOS MIL DÍAS


La Ventana de los mil días, una oportunidad para reducir la mortalidad materno-
infantil. Chiquimulilla, Santa Rosa, 08 de marzo de 2013: El Ministerio de Salud
Pública y Asistencia Social lanzó hoy públicamente la estrategia: Ventana de los mil
días, a través de la cual se busca prevenir la desnutrición crónica con atención
integral en salud y nutrición. La ventana de los mil días es el período transcurrido
desde el embarazo (270 días promedio) hasta los 2 años de vida del niño (730 días).

El lanzamiento de la estrategia se llevó a cabo en el centro de salud de Chiquimulilla


por el doctor Jorge Villavicencio, Ministro de Salud Pública y Asistencia Social; la
doctora Guadalupe Verdejo, Representante de la Organización Panamericana de la
Salud/Organización Mundial de la Salud (OPS/OMS) en Guatemala, y el señor José
Crispín, alcalde de Chiquimulilla, el señor Adelso Salazar, gobernador departamental
y la licenciada Aracely de Recinos, diputada de Santa Rosa, entre otros funcionarios.

La Ventana de los mil días es un paquete de atención en salud y nutrición, que busca
garantizar a las madres y sus hijos, cuidados prenatales, una atención calificada del
parto, buenas prácticas alimentarias incluyendo la lactancia materna, una
alimentación adecuada a los menores, la suplementación con vitaminas y minerales;
y el tratamiento de la desnutrición aguda, entre otras.

"Esperamos que a la Ventana de los mil días se sumen otras organizaciones y


sectores que trabajan en salud, porque esta estrategia es una oportunidad para
reducir la mortalidad infantil y la mortalidad materna. Queremos que las mujeres
tengan un parto seguro", destacó Villavicencio.

La Representante de OPS/OMS manifestó su apoyo a la Ventana de los mil días


porque es una oportunidad de romper el círculo de la pobreza y una de las mejores
inversiones para el desarrollo del país. "La desnutrición en niños menores de 2 años
tiene efectos irreversibles en el desarrollo físico y mental, y atenta contra el futuro de
una sociedad", expresó la doctora Verdejo.

Ventana de los Mil Días


La Ventana de los Mil Días tiene es una estrategia lanzada por el Ministerio de Salud
Pública y Asistencia Social y funciona como un paquete de atención en salud y
nutrición cuyo objetivo principal es reducir y prevenir la desnutrición crónica en
Guatemala (PAHO, 2013). Se le llama “de los mil días” ya que este es el período que
transcurre desde el embarazo -270 días promedio- hasta los dos años de vida del
niño -730 días- (PAHO, 2013).

La Ventana se enfoca en reducir la mortalidad materno-infantil en garantizar


cuidados prenatales a madres, atención calificada del parto, buenas prácticas
alimentarias sin olvidar la lactancia materna, alimentación de menores, suplementos
de vitaminas y minerales, tratamiento de desnutrición aguda, etc. (PAHO, 2013).

La Ventana de los Mil Días busca prevenir y erradicar la


desnutrición
La desnutrición crónica es el retraso en el crecimiento, es decir, cuando un niño es
pequeño con relación a su edad. Se puede determinar cuando un niño no mide como
mínimo 80 centímetros de estatura al cumplir 2 años. La desnutrición crónica causa
daños permanentes en las capacidades físicas e intelectuales de los infantes que la
padecen, no permitiéndoles desarrollar toda su capacidad intelectual y cognitiva. De
acuerdo con el Cuarto Censo Nacional de Talla en Escolares de Primer Grado de
Educación Primaria del Sector Público de la República de Guatemala 2015, la
prevalencia de desnutrición crónica es de 37.6% en niños de 6 a 9 años con 11
meses. Comparado con el Censo realizado en 2008 (45.6%), esta cifra se redujo 8
puntos porcentuales.

Una de las estrategias planteadas para continuar con


dicha reducción es la Ventana de los Mil Días, que es
un paquete de intervenciones encaminado a prevenir la
desnutrición crónica durante los primeros mil días de
vida, es decir, desde el momento de la concepción
hasta los primeros dos años de edad. Estas acciones
incluyen la promoción de prácticas adecuadas para la
nutrición, provisión de vitaminas y minerales para niños
y madres, promoción para el consumo de alimentos
fortificados y prevención y tratamiento de la
desnutrición.
Las intervenciones de la Ventana de los Mil Días empiezan con los cuidados de la
embarazada. La mujer en estado de gestación debe asistir mensualmente al servicio
de salud para evaluarse y saber si su bebé tiene un crecimiento adecuado, así como
para recibir la vacuna antitetánica y micronutrientes como hierro y ácido fólico. Esto
garantiza la buena salud de la madre y el desarrollo del bebé.

Al nacer, se recomienda la lactancia materna exclusiva, es decir, dar únicamente


leche materna durante los primeros seis meses de vida. La leche materna contiene
todos los nutrientes que los niños necesitan para su sano crecimiento. A partir de los
6 meses, se inicia con la alimentación complementaria. Estos alimentos deben ser
machacados o como puré espeso, se debe aumentar en cantidad y frecuencia según
el crecimiento. En este mismo período se inicia también con la ingesta de
micronutrientes en polvo, los cuales contienen una serie de vitaminas y minerales
que el cuerpo de un niño necesita y que se puede mezclar con su comida para que
resulte más nutritivo.

La Ventana de los Mil Días también contempla la desparasitación de los niños a


partir de los dos años de edad y la prevención y tratamiento de la desnutrición aguda
moderada, a través de visitas al servicio de salud para el control de peso y talla de
los infantes. Así, es posible detectar si el niño esta desnutrido o corre riesgo de
estarlo. Asimismo, esta estrategia sugiere el consumo de sal fortificada con yodo en
el hogar para evitar abortos y retardo de crecimiento del niño. También resulta
importante consumir alimentos fortificados, como la harina de trigo que contiene
hierro, ácido fólico y vitaminas del complejo B.

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