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Expl Pl Na, oy ats ase uaa elas _avapadas en lie. No pueden sa ma, pr tno, son ncapaces Sirus Vora tee, Soot obs mses Soomro lara se exende gamete por tio el minds Elio es basa en CARLOS LANES CARO Yau er 1865 aio co pt ie ‘Lengua y Lest y priait, Eccines St be pubtcado tant sus ros. Dla Pasay Rta ae ht, nb en aces Gan nga. A partir de 9 afios RE 1 El canto de las ballenas | Este afo se ha adelantado el tnviemo, tas | ventiscas heladas del Polo Norte han congelado | deprisa ta superficie del mar y sobre su azul in- | tenso ahora se tiende ua maato tan blanco que | iete Jos ojos cuando reverbera con el sol, Ein | pocos dias, la capa de nieve se ha hecho gruesa |v ya puede soportar él peso de un trineo tirado | por ocho perros. Ahora también amanece més tarde, y, al | alba, un lénguido sol, amarillento como deste- fiido, anuncia que soré un dia muy fifo y des- | pelado. | La imadlre de Yak enciende el lixego familiar y, ‘mientras se cocinan Jos alimentos, el padre dis- a | Yak y el abuelo irén de pesca mar adentro, | sobre fa nieve, en el peyueio trineo. La madre | ¥ 108 dos pequeios rnstearén, en ta playa al | 7 borde del acantilado, la pista de los ttimos ni- dos de! otoao. —-Yo me internaré en el bosque en busea de algin reno salvaje dice Roy, ef padre. Mira a Jos ninos, al abuelo, a su esposa y comenta con tristeza—t Este aio no tendremas earne de ba- Nena para et invierno. Ya se han ido todas hacia Jos mares calidos. Yak desayuna cont sus padtest luego se em- bute dentro de sus gruesas ropas esquimales, to- das de cuero y confeccionadas con las pieles de los animales que él mismo can. El muchacho sale al patio llevando los apa- rejos de ta pesca. Le miran sus perros y ladran ansiosamente queriendo soltarse de las correas que los atan a las estacas. Presienten que irén en busca de came y podran darse un festin. Yak se acerca a los animales, los acaricia, —iNo! Ahora no vendréts conmigo —les dice, ¥y deposita sus instrumentos sobre el pequeiio trineo con patines de colmillo de morsa, que avanzaré impulsado por-él mismo. Cuidado con alejaros mucho! —aconseja Roy—. Fl hielo todavia no est4 muy fuerte y puede quebrarse. Lo sé —responde ef abuelo, y sonrie. La nieve esta dura y el trineo se destiza con ‘gran facilidad 8 | | | | | i | £1 abuelo tiene distintos métodos para pescar, y acompanarle siempre ha sido una festa. Co- rnoce muchos secretos de la vida marina y cuen- ta historias cast incresbles, como la de aquella primavera cuando se quedé verado durante va- Has semanas sobre tun blogue de hielo y sobre- vivi6 comiendo pescado crudo. Hay una leyenda que apasiona y ena de or- gullo @ la comunidad. Al joven esquimal se la ha contado el misino Ted Lindsay, ese amigo bueno que también quiere mucho a los anima- les: «Yak, tu abuelo interpreta el canto de las ballenas y sabe ademas qué significan los extra- fios sonidos del mundo submarino. Es un hom- bre sabio». En su juventud, el abuelo fue un gran caza- dor de ballenas. Todos sus secretos se los ensesié @ Roy, el padre de Yak, y ahora el muchacho Jos aprende. En algunos temas Roy es algo es- céptico: por ejemplo, no eree la historia det can- to de I's ballenas, Muchas otras cosas ha enseftado el abuelo 2 Yal., como «el secreto de la renovacion de la na- fnyraleza», que realmente es muy simple: al re- coger huevos, debe siempre dejar la mitad de ellos en el nido, 0 devolver los peces pequeiios all agua, o liberar y curar si estén heridos a fos 9

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