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Primera Catedra de América IV

Nombre: Matías Flores Profesor: Eduardo Araya L.

I) Procesos de Cambio político y Estabilidad


Según la propuesta de Huntington, presente en “La tercera Ola”, se puede apreciar una segunda ola
de democratización en América Latina en la época de la Segunda Guerra Mundial y posterior a esta,
es el caso de Uruguay, de Brasil, pero en los casos que nos interesan, Argentina y Venezuela en 1946,
en donde se instauraron gobiernos elegidos democráticamente. Pero también es cierto, siguiendo la
teoría de Huntington, este reconoce la inestabilidad de la democracia que hubo en América Latina, e
identifica una segunda contraola, a fines de los años cincuenta, la cual se caracterizó por la aparición
de regímenes autoritarios, a los cual califica como “autoritarismos burocráticos”, en donde aparece el
ejemplo de Argentina, en que el Golpe militar del 66 derrocaría un régimen democrático.1 Según este
análisis de Huntington, podemos apreciar una gran diferencia entre los procesos de democratización
en Argentina y Venezuela, en el periodo de 1940-1970, ya que a pesar de haber tenido un proceso de
democratización, posterior a la Segunda Guerra Mundial, se diferencian entrando a la década de los
sesentas, debido a que en Venezuela se establece una democracia duradera por décadas, mientras que
Argentina sufre una inestabilidad política, donde la intervención del ejército fue constante. Esto tiene
relación con los aspectos políticos, económicos y sociales que vivían tanto la Argentina, como
Venezuela, en donde los actores políticos, el modelo de desarrollo y los tipos de conflictos generaban
ciertas dinámicas que condujeran a estos países a tener ciertos regímenes durante el periodo
mencionado. Para empezar, es necesario analizar el contexto de cada país, para después analizar en
específico distintas variables que hacen comprender los distintos caminos que tomaron, en relación a
estabilidad democrática.
La década del cuarenta en Argentina, se caracteriza por la aparición preponderante del Ejército en la
escena política, como también los movimientos obreros en su rol de actores políticos. En este contexto
de intervención política por parte del ejército y la aparición de esta clase obrera, se enmarca en el
proceso de industrialización en Argentina, donde esta clase adquiere mayor fuerza y protagonismo.
Ante este contexto interno, surge la figura de Perón, que adoptando referentes del contexto
internacional, como las ideas nacionalistas y fascistas, que se apoyan en la clase obrera para cimentar
su movimiento político que lo llevaría a la presidencia en 1946, en donde establece políticas
económicas que favorecen la industrialización nacional. En Venezuela, el petróleo como producto que
genera mayor ingreso en el país, es tema de discusión entre las autoridades políticas, que toman
mediadas y reformas que apuntan a aprovechar los ingresos de este. Acción Democrática se convierte
en el actor político preponderante que en conjunto con el ejército se asocian con el fin de establecer
un orden y dirección tanto política y económica.2
Esta década se encuentra a Argentina y Venezuela en situaciones parecidas, en donde después de
una intervención del ejército, se inicia un proceso de democratización, pero con dos actores diferentes,
en caso argentino, con Perón y para el caso venezolano, con Betancourt y Gallegos. A pesar de esta
situación, las realidades son distintas ya que los principales conflictos se desarrollaban bajo diferentes
temáticas, debido a que en Argentina, el problema era el modelo de desarrollo y sus ejecutantes, es
decir el gobierno de Perón y su relación con el movimiento obrero; mientras que en Venezuela las
discusiones principales se realizaban en torno al petróleo y el aprovechamientos de los excedentes. Es
decir, los conflictos argentinos eran más complejos, ya que abarcaban diversos actores (ejército,
iglesia, movimientos obrero) y había una clase obrera desarrollada y organizada, mientras que
Venezuela, las elites y el ejército eran los actores que discutían sobre qué hacer con el petróleo. Estos
idearios políticos llegan a reflejarse a través de reformas, tanto en la reforma constitucional de Perón
en 1949, como en Venezuela con la constitución de 1947, como también el contexto internacional

1 Huntington, Samuel, La Tercera Ola: la democratización a fínales del siglo XX, Paidos, 1994, pp.30-31.
2 Datos extraídos para Argentina:- Malamud, Carlos, Siglo XX: La búsqueda de la democracia, Editorial Síntesis, 1992.
- Bethell, Leslie (ed), Historia de América Latina, Critica, Tomo XV, 1990.
Para Venezuela: -Ansaldi, Waldo y Giordano, Verónica, América Latina, La construcción del orden (tomo II), Editorial Ariel, 2012.
- Skidmore, Thomas, Smith, Peter, Historia contemporánea de América Latina: América Latina del siglo XX, critica, 1999.
juega un rol importante, tanto a favor de Venezuela con su buena relación con EE.UU, como en contra
en el caso Argentino con una política anti-EE.UU por parte de Perón.
En la Argentina de los cincuentas, se enmarca en un inicio con el liderazgo de Perón y su coalición
compuesta por parte del ejército y principalmente el sector obrero-sindical. Las medidas económicas
de Perón privilegiaban el desarrollo interno de la economía argentina, ya que apuntaba a la
industrialización y a generar un buen nivel de vida a los sectores obreros. Pero al entrar en periodo de
crisis económica, Perón trató de abrir la economía a inversores extranjeros. La crisis se hace
insostenible, tanto económica como socialmente, ya que el autoritarismo y la represión de Perón se
hacen más fuerte. En 1955 los sectores antiperonistas del ejército, realizan un golpe de estado y
asumen el poder bajo el nombre de “revolución libertadora”, en la que establecieron trataron de alejar
al peronismo de la política, considerándolo como ilegal. El 1958 llega Frondizi, con un discurso que
en la práctica se tradujo en un desarrollismo industrial, que no produjo grandes progresos económicos.
En la Venezuela de los cincuentas, se enmarca en un ambiente político conflictivo, tanto en la toma de
poder, proveniente de un golpe de Estado, como en los intereses de la propia junta, que se tradujo en el
asesinato de Delgado y el ascenso de Pérez Jiménez. Todavía las discusiones en torno a la
producción, inversión y utilización de los recursos del petróleo siguen siendo relevantes, ya que en el
tiempo de la dictadura de Pérez Jiménez, el petróleo se encuentra en un auge que le permite la
inversión en obras públicas, pero la mayoría de los ingresos iban a la burguesía nacional y extranjera,
a la que esta última, se le abrieron las puertas para la inversión. Ya para el 1957, los ingresos del
petróleo bajan, y se producen los intentos de derrocamiento de Pérez Jiménez, que ya para el 1958, sin
el apoyo de las FF.AA es derrocado. A los meses se realiza el Pacto de Punto Fijo, en el que instauran
los medios para establecer la democracia Venezuela. Una de las consecuencias de ese Pacto fue la
exclusión del Partido Comunista Venezolano, debido al Contexto de Guerra Fría y el rechazo de la
Iglesia. A partir de las elecciones del 58, asume Rómulo Betancourt de Acción Democrática.3
En los cincuentas, Argentina y Venezuela se encuentran en contextos parecidos, ya que a sus
regímenes democráticos, sufren golpes de Estado, tanto el gobierno de Perón (en el 55), como el de
Gallegos (en el 48). Otra vez el ejército se convierte en el actor principal, ejecutando los intereses de
sectores tradicionales y ejecutando golpes de Estado, ya sea en la “revolución libertadora” Argentina o
el golpe de Delgado Chalbaud. Los conflictos ambos se centran en qué modelo de desarrollo se
ejecuta, en el caso argentino de industrialización con aporte extranjero y en Venezuela, el desarrollo
de la industria petrolera con capital extranjero. La diferencia está en los sectores bajos, ya que el
peronismo y su base sindical, a pesar de ser declarado ilegal, sigue siendo un actor importante,
mientras que en Venezuela existe movimiento obrero, pero no al nivel argentino, por lo que los
conflictos siguen siendo “intraelite”. A finales de los cincuentas existen dos gobiernos
contemporáneos que tendrían finales distintos, Frondizi y su desarrollismo, que no tendría éxito; y
Betancourt y su democracia pactada, que logra sostenerse.
En los sesentas Argentina se encontraba en una inestabilidad política importante debido a la
intervención constante de las FF.AA en la política, en parte, por las elecciones en el modelo de
desarrollo que debiera seguir la Argentina. Frondizi apelaba a un desarrollismo industrial, en que se
impulsa la industria local apoyada en inversiones de capital extranjero, que no produjo grandes
beneficios económicos. El gobierno de Frondizi perdió el apoyo de las FF.AA cuando sus políticas
económicas no funcionaban, además de establecer conversaciones con autoridades cubanas que
condujeron la Revolución en el 58. Además inició la reintegración de los peronistas a la legalidad
(como partido), lo que generó mayor crisis en el gobierno. Después de un golpe militar llega a la
presidencia Guido, que después de las elecciones de 1963, llegaría a la presidencia Arturo Illia, que se
enfrentaría a la misma inestabilidad política de Frondizi, con medidas para mejorar la economía, la
constante presencia y movilización de masas por parte del peronismo y el conflicto interno de las
FF.AA entre azules y colorados. Este contexto, conlleva a que se derroque a Illia, y que Onganía
asuma la presidencia en 1966, bajo el nombre de la “Revolución Argentina”, en donde suprime el

3
Datos extraídos (ver nota 2).
Congreso y la Corte Suprema. La Venezuela de los sesentas, gracias al Pacto de Punto Fijo, se destaca
como una democracia estable, en donde, Betancourt es parte importante de este pacto, a través de su
papel en la presidencia. Betancourt se enfrenta a varios problemas derivados de los excedentes
del petróleo, en que se tratan de imponer barreras arancelarias en el producto, las cuales no son
aceptadas, dada la férrea oposición de los empresario petroleros. La economía venezolana sufría
una gran Dependencia del mercado internacional dada la gran importancia de las empresas petroleras
en la economía venezolana. Y se dificultan los proyectos de gobierno de Betancourt ante las
negativas de las empresas petroleras. Después del gobierno de Leoni (acción Democrática), llega al
gobierno Caldera en 1969 que vuelve a integrar a el Partido Comunista Venezolano y al Movimiento
de Izquierda Revolucionaria.4
En conclusión, esta dispar destino que tendrían las democracias tanto Argentina, como Venezolana,
se debe principalmente a dos principios, Actores políticos y modelos de desarrollo. Ya que en
Argentina el peronismo, a pesar de que su figura se encontrara en el exilio, el movimiento seguía firme
y latente llegado a diversas esferas y movimientos tanto sindicales como guerrilleros (montoneros). Y
el ejército teniendo un rol activo en cada década interviniendo en la política y en la economía de
manera importante. En el caso venezolano, los principales dirigentes políticos, se organizaron y
realizaron el Pacto de Punto Fijo, para proyectar una democracia estable sin intervención militar, y se
logra. El costo sería la exclusión de sectores de izquierda, en el marco de la Guerra Fría y la
Revolución Cubana. El modelo de desarrollo, en Argentina fue siempre una discusión, desde na
industrialización nacional, a un desarrollismo pasando por el libre mercado, y que en los cuales
siempre tuvo presencia el movimiento obrero y el ejército en la toma de estas decisiones. En
Venezuela, el modelo de desarrollo se basaba en la utilización de los excedente del petróleo, que
dependía tanto de la elección en inversiones, como en la apertura o no de inversores extranjeros.
2) Populismo
El populismo en América Latina, ha sido una constante durante gran parte del siglo XX, en distintos
países, en distintos contextos y en distintas fases. Para comprender de mejor manera este fenómeno tan
presente en la política latinoamericana hay que definir qué se entiende por Populismo. Según Flavia
Friedenberg, el populismo se define como un estilo de liderazgo, caracterizado por la relación directa,
carismática, personalista y paternalista entre líder-seguidor, que no reconoce mediaciones
organizativas o institucionales5.El populismo se entiende por esas características, en donde el
liderazgo es cercano y carismático, su relación con el seguidor transmite emociones y considera a este
colectivo como propio, frente a una oposición, principalmente las elites. Además Friedenberg,
menciona que el populismo no tiene una forma de organización específica, ya que puede ser un
régimen, movimiento o partido político y que presentan cierto grado de pragmatismo, tanto político en
que utilizan la democracia representativa y después la hacen desaparecer, y pragmatismo económico
en que no necesariamente sean representantes de un proyecto económico de expansión del Estado o
viceversa.6
Otro punto de suma importancia, es en qué contextos surge más fácil el populismo, y esa respuesta
puede ser variada, ya que no necesariamente surjan en tiempos de crisis. Ejemplo, los populismos
puede surgir en contextos de profundas desigualdades socioeconómicas, en donde la marginalización y
la exclusión socioeconómica se vuelven escenarios ideal para el populismo. También pueden surgir,
en contexto de crisis política, en que la representatividad y la política partidista son claves para
entender el surgimiento de populismos. Otros factores que pueden incluirse la crisis de las
instituciones democráticas o cuando hay debilidad en la constitución del sistema de partidos, entre
otros.7

4 Datos extraídos (ver nota 2.)


5 Friedenberg, Flavia, La tentación populista: Una via al poder en América Latina, Editorial Sintesis.p.25.
6
Ibíd., p.39.
7
Friedenberg, Flavia, La tentación populista: Una via al poder en América Latina, Editorial Sintesis.pp.45-46.
Ante esas consideraciones iniciales, es necesario establecer la tipología de populismo, que se
entiende como populismo militar. Arturo Fernández, define a ciertos populismos en América Latina,
de los cuales define a un tipo de nacional-populismo, que se denomina “castrense” o de origen militar,
que se caracterizan por sus surgimientos en las FF.AA, en que sus líderes eran principalmente oficiales
del ejército, en donde realizaron programas reformistas que muchas veces se ligaban a distanciarse de
las oligarquías tradicionales. El final de estos populismos, se producían tanto por división interna de
FF.AA y por el apoyo de los sectores altos de la sociedad para la desintegración de ese populismo.8
Los casos a analizar son el Argentino con Perón y de Velasco Alvarado en Perú, en que a pesar de
las distancias temporales entre Perón (1946) y Velasco (1968), tienen elementos importantes en
común. En el caso Argentino9, Perón surge en medio de un contexto en donde el ejército se toma el
gobierno y Argentina estaba inmersa en un proceso de industrialización que provocó un amplia clase
obrera, que empezó a organizarse y a convertirse en un actor político-social importante. También el
contexto internacional es importante para crear la ideología de Perón ya que acoge ideas fascistas y
nacionalistas, como también comienza a acercarse los movimientos obrero-sindicales. Se consolida el
discurso político peronista, con la victoria en las elecciones presidenciales de 1946, en donde fue
apoyado por movimientos obrero-sindicales, presencia considerable de antiguos sindicalistas
anarquistas y socialistas organizado en torno al Partido Laborista; ciertos sectores del nacionalismo y
especialmente el alineamiento junto al peronismo de una fracción considerable del Partido
Conservador de la Provincia de Buenos Aires. Además del apoyo del ejército y la Iglesia.
En el caso del Perú de Velasco Alvarado, llega al poder en 1968, después de derrocar al presidente
Fernando Belaúnde, e inicia un proceso llamado “revolución peruana”, en donde busca movilizar a los
sectores bajos y medios, en que se apela a un discurso nacionalista y confrontacional con respecto a la
oligarquía. Tiene un apoyo considerable del Ejército y de la izquierda peruana, la cual le brinda un
gran apoyo.
En este sentido, las similitudes son mayores en el modelo de desarrollo, ya que Perón buscaba
fortalecer el proceso de industrialización nacional, fomentando el desarrollo local por sobre las
inversiones extranjeras. En el caso de Velasco, fomenta un modelo de desarrollo también nacionalista,
que busca apropiarse de los yacimientos petroleros y una modernización de la sociedad a través del
desarrollo nacionalista. Esta similitud se acrecienta en que ambos se consideran anti-imperialistas, esto
se expresa en que Perón inicia una campaña en contra de EE.UU, durante las elecciones presidenciales
de 1946. Mientras que Velasco, con la idea de superación del capitalismo y de que el Estado tenga un
rol activo en el desarrollo económico, hace que se adopte una posición anti-imperialista, con respecto
a las grandes economías mundiales.
Ambos proyectos de cambio generaban conflictos, con las elites y los sectores altos de la sociedad,
que en un principio encontraban un incipiente apoyo de diversos sectores, pero que encontraron
limitaciones. En el caso de Perón, su apoyo político, social y económico al sector obrero generó
conflictos con la elite, y con las posteriores crisis al modelo de industrialización nacional, y cambios
en la forma de gobernar, introduciendo mayores métodos de represión y autoritarismo, hizo que
perdiera apoyo en el Ejército y en la Iglesia, lo que conduciría a un golpe militar. En el caso de
Velasco, su proyecto nacionalista de cambio, generó conflictos con la elite peruana debido a la
enorme crisis económica generada. Esto llevó a que su gobierno entre en crisis, y los militares le
depondrán invocando la legitimidad revolucionaria. Fuera de la Revolución, alejado del poder,
Velasco poco pudo hacer.

8Fernández, Arturo, El populismo latinoamericano: realidades y fantasmas, Colección, nro.17, 2006.pp.27-28.


9 Datos extraídos de: Malamud, Carlos, Siglo XX: La búsqueda de la democracia, Editorial Síntesis, 1992. (para el caso Argentino)
y Tagle, Alejandro. El Populismo en América Latina: La Experiencia de Caudillos de Formación Militar Perón, Velasco Alvarado y Chávez. En:
DOCUMENTOS DE FACULTAD, Nº 7 Marzo de 2004. (para el caso Peruano)

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