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Aquí encontrarás una lista completa de los volcanes reconocidos en Guatemala, un país de tierra irregular y repleta de
estas formaciones.
En Guatemala existen aproximadamente 288 volcanes o estructuras de origen volcánico. Solo 8 de estos
tienen reportes de actividad en tiempos históricos y 3 son los más activos en la actualidad.
Aun así, 37 son reconocidos oficialmente como volcanes por la Federación Nacional de Andinismo. En cambio, el
Instituto Geográfico Nacional reconoce 32.
La cantidad de estas formaciones, junto a las 4 fallas tectónicas, convierten al país en una zona sísmica. La
mayoría de volcanes en el país están colocados sobre la Sierra Madre, en las cercanías del océano Pacífico.
(Foto: @josearturo_ r2d2)
Volcanes
Inactivos
Tajumulco: 4,220 msnm.
Tacaná: 4,092 msnm.
Acatenango: 3,976 msnm.
Santa María: 3,772 msnm.
Agua: 3,766 msnm.
Zunil: 3,542 msnm.
Santo Tomás: 3,505 msnm.
Atitlán: 3,537 msnm.
Siete Orejas: 3,370 msnm.
Cerro Quemado: 3,197 msnm.
Tolimán: 3,150 msnm.
(Foto: Gabriel Armira)
San Pedro: 3,020 msnm.
Cuxliquel: 3,050 msnm.
Chicabal: 2,900 msnm.
Lacandón: 2,748 msnm.
San Antonio: 2,550 msnm.
Jumay: 2,176 msnm.
Tobón: 2,087 msnm.
Alzatate: 2,050 msnm.
Suchitán: 2,042 msnm.
Quetzaltepeque: 1,904 msnm.
Tecuamburro: 1,840 msnm.
Jumaytepeque: 1,815 msnm.
Chingo: 1,775 msnm.
Activos
Fuego: 3,830 msnm.
Pacaya: 2,550 msnm.
Santiaguito: alrededor de 2,510 msnm.
Datos curiosos
El volcán más alto de Guatemala es el Tajumulco, ubicado en el departamento de San Marcos, con 4,220 metros sobre
el nivel del mar.
En cambio, el más activo y violento es el volcán Santiaguito, Quetzaltenango.
Los volcanes son formas naturales causadas por procesos tectónicos que influencian
profundamente a las áreas física, climática y cultural de las áreas cercanas. Aunque
pueden ser considerados un peligro por su potencial de destruir comunidades enteras,
también sirven como fuente de suelos fértiles y tienen gran significancia cultural y
religiosa en algunas comunidades. Nuestro país se encuentra en la zona denominada
Círculo de Fuego del Pacífico. La confluencia de tres placas tectónicas (placa
norteamericana, placa del Caribe y placa de Cocos) hace de Guatemala el país con la
mayor densidad de volcanes activos de todo el mundo.
Mientras las placas tectónicas se hunden una debajo de la otra en las profundidades de la
Tierra en un proceso llamado subducción, en la superficie se levantan grandes cadenas
montañosas y grietas por las cuales el magma volcánico puede hacer erupción.
Sin embargo, muchos volcanes han perdido su forma cónica y han sido cubiertos por la
vegetación por lo que fueron identificados como cerros. Por ejemplo, en Chiquimula hay
un cerro conocido como Cerro de Chiramay que en realidad es el volcán Quetzaltepeque.
Y en Santa Rosa se encuentra el volcán La Gabia, el cual no es reconocido como volcán
por el Instituto Geográfico Nacional ni por la Federación Nacional de Andinismo.
6 Agua 3,763
17 Pacaya 2,552
18 Santiaguito 2,550
19 San Antonio 2,514
20 Jumay 2,176
21 Tobón 2,087
22 Alzatate 2,045
23 Suchitán 2,042
24 Tecuamburro 1,962
25 Quetzalpeque 1,904
26 Jumaytepeque 1,815
27 Chingo 1,775
28 Tahual 1,716
29 Cruz Quemada 1,690
30 Moyuta 1,662
31 Ipala 1,650
32 Amayo 1,544
33 Ixtepeque 1,291
34 Monterrico 1,285
35 Cerro Redondo 1,267
36 Las Víboras 1,070
37 Culma 1,027
Focos eruptivos
Focos
Departamento
Eruptivos
Jutiapa 181
Santa Rosa 42
Jalapa 31
Chiquimula 27
Guatemala 13
Quetzaltenango 11
Sololá 7
Escuintla 4
San Marcos 2
Totonicapán 2
Chimaltenango 1
Sacatepéquez 1
El Progreso 1
Zacapa 1
TOTAL 324
Es importante mencionar que este estudio excluyó 3 grandes formas erosivas de rocas
volcánicas más antiguas, por lo que los siguientes no son considerados volcanes:
Lacandón, Zunil y Santo Tomás. Sin embargo, el Departamento de Investigación y
Estudios Geológicos del INSIVUMEH si los considera como volcanes.
La gran mayoría de los 324 focos eruptivos de Guatemala se encuentra en el sur oriente del país. Imagen: Google Maps
Los volcanes se clasifican por el tipo de estructura o edificio volcánico y por el tipo de
actividad o de erupción. Ambos aspectos están relacionados al ambiente tectónico que
les dio origen. Sin embargo, estas clasificaciones no son exactas, ya que un mismo
volcán puede combinar diferentes estructuras, así como presentar cambios en el tipo de
erupción.
Calderas. Las calderas son producidas por poderosas erupciones que hacen que se
derrumbe la parte central o todo el edificio volcánico, dejando un enorme cráter llamado
caldera. Las calderas de Atitlán y Amatitlán son buenos ejemplos de este tipo de
estructura.
Domo de lava. Estos volcanes tienen estructuras más pequeñas al compararlas con las
anteriores, con fuertes pendientes producidas por la acumulación de lavas muy viscosas,
flujos de bloques y ceniza incadescente. El Santiaguito en Quetzaltenango es un volcán
con estructura de domo de lava.
Cono de cenizas / escoria / piedra pómez. Los volcanes con estructura de cono de
cenizas o escoria son por lo general bastante pequeños. Se forman debido a la
acumulación de ceniza, escoria o piedra pómez arrojados por el volcán. En Guatemalaa,
casi todos los cerros alineados a la falla de Jalpatagua y del graben de Ipala son de este
tipo.
Tipo escudo. Los volcanes de tipo escudo son grandes montañas con pendiente suaves,
formadas por la superposición de ríos de la lava fluidos. En Guatemala no hay volcanes
de este tipo. Para comparación, los volcanes de Hawaii son de tipo escudo.
Clasificación según su actividad:
Los volcanes también se pueden clasificar según su actividad y patrón eruptivo. Los siete
tipos de erupciones más comunes son:
Tipo Vulcaniano: Las erupciones son menos frecuentes y más violentas debido
principalmente a que el magma es más viscoso y por lo tanto la liberación de los gases
más dificil. Tales erupciones van acompañadas por una gran nube de gases cargados de
ceniza, arena y fragmentos de rocas que alcanza varios kilómetros de altura. Después de
ocurrida la explosión, que limpia la chimenea, aunque poco frecuente una corriente de
lava puede tener lugar, ya sea saliendo por el cráter principal, secundario o por una fisura
lateral. Ejemplo: Volcán de Fuego.
Tipo Pliniano: Son erupciones muy violentas que levantan columnas verticales de gases,
piroclastos y fragmentos de roca a varias decenas de kilómetros de altura. A menudo son
acompañadas por el colapso de la parte superior del edificio volcánico. Ejemplo de este
tipo de erupción fué la del Volcán Santa María el 24 de octubre de 1902.
Tipo Islándico: En este tipo no existe un cono con cráter central, como en todos los
anteriores. La característica principal es la emisión de enormes volúmenes de lava a
través de fisuras o grietas. Algunas forman coladas de poco espesor que cubren áreas
enormes.
Freática o geiseriana: Estas se producen por el contacto de las aguas subterraneas con
la roca y fumarolas todavía caliente dentro del volcán. A diferencia de todas las anteriores
no existe ascenso de magma. Por lo general presenta emanación de vapor de agua y
gases en las proximidades o laderas del volcán que puede durar por mucho tiempo y a
veces se intensifican en la época de lluvia. En algunos casos llegan a producir
explosiones que forman pequeños cráteres. Ejemplo de erupción freática fué la actividad
de los Volcanes Tacaná, en 1986 y Acatenango, en 1972
Tipo Hawaiiano: se caracteriza por una abundante salida de magma muy fluido que
forma grandes ríos, lagos de lava. Los gases son liberados en forma tranquila. Las
erupciones violentas son raras y los gases pueden impulsar fuentes de lava que llegan a
alcanzar los 500 m. de altura.
Volcanes activos
Ocho volcanes tienen reporte de actividad en tiempos históricos y cuatro están activos en
la actualidad en Guatemala: Pacaya, Fuego, Santa María y Santiaguito. Un dato
interesante es que tras las recientes erupciones del volcán de Fuego, el coloso creció 67
metros debido a la acumulación de escombros en la cima, rebasando en altura al volcán
de Agua y al Santa María y convirtiéndose así en el cuarto volcán más alto del país.
Cada cierto tiempo, escupen lava desde sus cráteres y laderas en impresionantes
erupciones, recordándonos desde las profundidades que nuestro planeta está vivo. Si se
encuentra a pocos kilómetros de ellos, muy probablemente podrá observar al menos una
explosión.
Otros volcanes no están del todo activos y se encuentran en estado durmiente, con
campos de lava, gases tóxicos y nubes ardientes que nos recuerdan la actividad
temprana de la Tierra. Si presta atención, quizás pueda ver fumarolas en algunos de
estos volcanes: Acatenango, Agua, Atitlán y Tajumulco.
Los volcanes son una parte importante del paisaje de Guatemala. Crearon una rica zona
costera en el sur del país y permitieron que la agricultura prosperara en una gran parte
del territorio nacional. No han sido, como muchos creerían, responsables por graves
daños y desgracias ni son los causantes de terremotos. De hecho, hacen exactamente lo
opuesto: liberan energía y materia que es buena para nuestros suelos y agricultura.
Los Kakchiqueles llamaban Volcán Hunahpu al Volcán de Agua, que significa “lugar de
las flores” hasta que en 1541 un alud se deslizó por sus faldas destruyendo la antigua
capital de Santiago, donde murió Beatriz de la Cueva, Gobernadora y viuda del
conquistador Don Pedro de Alvarado. El historiador Fray Antonio de Remesal escribió en
1620 que el volcán se había tragado a la población de la capital porque Doña Beatriz no
aceptaba la voluntad de Dios tras la muerte de Alvarado en México.
Croquis del volcán de Pacaya en el Reino de Guatemala y terrenos adyacentes; reventaron en fuego, humo y piedras el día 2 de julio de 1775.
Los volcanes y los escudos de armas de Guatemala
Desde 1532, también han aparecido como símbolo en el antiguo escudo de armas de la
capital del Reino de Guatemala, Santiago de Guatemala, fundada inicialmente en Iximché
en 1524 por el conquistador español Pedro de Alvarado.
En conclusión
Los volcanes son un tema complejo. Son colosos disruptivos e irracionales al mismo
tiempo. Pueden ser muy destructivos y pulverizar ciudades enteras, causando que la
gente deba desplazarse de manera permanente. Pueden destruir los cultivos y matar el
ganado, enterrando la tierra bajo espesas capas de cenizas. Pero al mismo tiempo, los
volcanes nos dan muchos beneficios. Millones de guatemaltecos dependen de la
agricultura, y los cultivos en las tierras fértiles alrededor de los volcanes ayudan a
mantener a flote la economía.
Guatemala no sería la misma sin sus majestuosos volcanes que han contribuido a darle
forma al guatemalteco. Otras naciones miran hoy a nuestra gente buscando copiar las
formas en las que hemos aprendido a utilizar los volcanes a nuestro favor, o nuestra
habilidad para reponernos después de una crisis debido a una erupción volcánica.
Nuestra cultura fue moldeada en gran parte por los volcanes con los que convivimos a
diario, y si de algo podemos estar seguros, es que no importa qué tan terribles o
destructivas sean las próximas erupciones volcánicas, Guatemala se repondrá y seguirá
adelante como país.
Esto, lo hemos demostrado una y otra vez en el pasado. La pregunta es: ¿cuándo será la
próxima vez?
Lo sabías?
Estos son algunos datos interesantes acerca de los volcanes de Guatemala:
Hace 50 años, el volcán de Fuego era el sexto volcán más alto de Guatemala. Sin
embargo, sus erupciones han depositado gran cantidad de roca en la cima,
haciéndolo crecer 67 metros: de 3,763 msnm pasó a 3,830 msnm, rebasando en
altura a los volcanes de Agua (3,766 m) y Santa María (3,830 m). Así, el volcán de
Fuego se convirtió en el cuarto más alto de nuestro país.
La columna de erupción más grande fue lanzada por el volcán de Fuego en 1932,
cuando lanzó una columna de casi 29,000 metros de altura durante una erupción!
El flujo piroclástico más destructor fue generado por el volcán Santiaguito en 1929.
Produjo un flujo piroclástico que mató casi 2,500 personas en el departamento de
Quetzaltenango.