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MEDIDAS DE CONTROL DEL TRANSITO

El control de tránsito abarca todas las medidas destinadas a la distribución y el control de los flujos
de tránsito en tiempo y espacio con el fin de evitar la aparición de incidentes o para reducir sus
impactos. El control de tránsito es llevado a cabo por los operadores y los controladores de la red,
en referencia a las políticas de gestión del tránsito predeterminados y sus planes. En la mayoría de
los países, ésta es una actividad realizada coordinadamente con las autoridades encargadas de la
vigilancia del tránsito, a menudo bajo su directo control.

PLANES DE GESTIÓN DEL TRÁNSITO

Un Plan de Gestión de Tránsito (TMP) prevé la asignación de las medidas de control e información
del tránsito en respuesta a un escenario de tránsito específico y predefinido - tales como la gestión
del tránsito en salidas de vacaciones o el cierre de una ruta estratégica debido al mal tiempo,
tareas de mantenimiento o un accidente de tránsito grave. El objetivo es anticipar las acciones a
llevar a cabo, para controlar y guiar los flujos de tránsito en tiempo real y para informar a los
usuarios de la carretera sobre la situación del tránsito de una manera consistente y oportuna.

Los planes, que serán diferentes de acuerdo a las circunstancias locales, se aplican en los
siguientes casos:

Accidentes graves de tránsito.

Tránsito muy denso.

Condiciones climáticas extremas.

Catástrofes naturales o tecnológicas.

Eventos especiales ( deportivos, culturales , de ocio) que nos dan volúmenes de tránsito
inusualmente altos, limitaciones de capacidad o un desplazamiento importante de usuarios de la
vía.

Los Planes de Gestión del Tránsito no resuelven todos los problemas del tránsito, pero disminuyen
sus consecuencias, mejoran la coordinación y cooperación entre los organismos implicados y
facilitan el establecimiento de acuerdos mutuos sobre los requisitos de operación.

Un Plan de Gestión del Tránsito optimizará el uso de la capacidad de la infraestructura de


transportes en respuesta a una situación determinada, además crea una base para un servicio
inter-regional y transfronterizo fluido que proporcione información consistente para el usuario de
la carretera. Las situaciones cubiertas pueden ser imprevisibles (incidentes, accidentes) o
predecibles (eventos no recurrentes o recurrentes). Las medidas a aplicar siempre tendrán una
base temporal - aunque esa base " temporal" pueda ser larga, como en la construcción de una
infraestructura o en una actividad de mantenimiento a largo plazo.

Los Planes de Gestión del Tránsito definen y formalizan:

La toma de decisiones y la coordinación.

La información a dar al conductor y los viajeros.

La coordinación de las medidas de gestión del tránsito y de información de carreteras.

El propósito de este enfoque es limitar los efectos de los eventos que pueden conducir a un grave
deterioro de las condiciones del tránsito y, de esta manera, mejorar la seguridad vial. El objetivo es
la acción coordinada de las distintas autoridades y servicios que participan en la operación de la
carretera.

Los Planes de Gestión del Tránsito pueden estar desarrollados para corredores y redes completas,
con el objetivo de aplicar medidas de control de tránsito, guiado en ruta y de cesión de
información, eficaces para el usuario de la carretera. Es posible mejorar el rendimiento general
asegurando la colaboración y la coordinación efectiva entre las organizaciones directamente
involucradas. Mediante el fortalecimiento de la cooperación y el entendimiento mutuo se logrará
un enfoque más integrado para el desarrollo, el despliegue y el control de calidad de las medidas
de gestión del tránsito. (Ver Funciones TCC (Centro de Control del Tránsito), Operaciónes Urbanas
y Operaciones en Autopistas)

Se pueden considerar cuatro niveles geográficos a la hora de elaborar un Plan de Gestión del
Tránsito:

Plan de Gestión del Tránsito regional: para las redes dentro de las áreas o regiones que se pueden
extender, en determinadas condiciones, enlazando con las regiones vecinas de los niveles
interregionales y transfronterizos.

Plan de Gestión del Tránsito interregional: para redes de área amplia y corredores clave que
abarcan múltiples regiones (a veces todo un país ).

Plan de Gestión del Tránsito transfronterizo: para las redes transfronterizas y corredores clave
entre los diferentes condados o estados / provincias dentro de un país grande.

Plan de Gestión del Tránsito urbano: para las ciudades y las redes de carreteras regionales
asociadas al servicio de larga distancia.
Los múltiples niveles de los Planes de Gestión del Tránsito, si se desarrollan adecuadamente,
proporcionarán respuesta oportuna y eficaz para diversas situaciones de tránsito.

La implementación de los Planes de Gestión del Tránsito alivia trastornos viales incluso si el evento
inicial y sus consecuencias son ligeramente diferentes a los escenarios recogidos en el Plan. Los
operadores pueden poner en práctica medidas no incluidas inicialmente en el Plan de Gestión del
Tránsito - a condición de que las nuevas medidas sean compatibles con el espíritu del plan, previo
acuerdo con la autoridad de coordinación. Para que todas las partes interesadas puedan
entenderse claramente entre sí, es esencial trabajar con una terminología común y un sistema de
referencia acordado para los lugares clave. Es esencial también que todos tengan acceso a la
versión más actualizada del Plan de Gestión del Tránsito, por lo que es muy importante el control
de versiones. La amplia distribución de los documentos asociados al Plan de Gestión del Tránsito
puede dar lugar a que diferentes grupos de trabajo tengan distintas versiones, pero esto se puede
evitar si las versiones actualizadas son siempre depositadas online en una biblioteca virtual.

ASESORAMIENTO A PROFESIONALES

Los Planes de Gestión del Tránsito se producen a partir de un análisis histórico y del estudio de
posibles medidas de funcionamiento acordadas entre todas las partes interesadas. Después de
que un Plan de Gestión del Tránsito se haya activado, tras volver la situación a la normalidad, la
retroalimentación de la experiencia ayudará a mejorar la eficacia y el rendimiento del plan en el
futuro.

El objetivo de la retroalimentación sistemática - a menudo llamado análisis " después de la acción"


- es el de mejorar la eficacia de un plan operativo o de una acción, optimizando el uso de los
recursos. Las situaciones pasadas se utilizan para revisar los factores de organización,
procedimientos de planificación de eventos y planes detallados de respuesta a incidentes.

Para asegurar la retroalimentación al nivel requerido se recomiendan las siguientes medidas:

Durante la respuesta al evento o crisis: almacenar tanta información como sea posible,
manteniendo los registros.

Después de responder al evento o crisis: reunir a todas las partes interesadas para comparar
experiencias y analizar la respuesta de cada participante en el evento (horarios, líneas de tiempo,
métodos, sistemas).
Comprobar la claridad y la aplicabilidad de las Instrucciones.

Controlar las funciones respectivas del centro de gestión del tránsito, la policía de tránsito y los
servicios de emergencia y verificar los intercambios entre todos ellos.

Definir los cambios que deben introducirse en los planes e instrucciones técnicas.

Preparar un informe posterior a la acción que resuma las conclusiones y recomendaciones a las
que se llegó en la reunión de las partes interesadas.

Garantizar que las medidas de seguimiento se completaron.

El uso de la retroalimentación es especialmente importante cuando el plan operativo o la medida


aplicada no había sido previamente implementada o ensayada en un ejercicio a gran escala o test.

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