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¡a que
cionaj en t é r m i n o s imperativos o normativos de cuencia de la primera, si la psicología so-
Boletrn de AVEPSO, V o l . X I I I , N o . 3, D!c. 1990
tor "1 un "deber ser", nosolros plantearemos cial debe ser h i s t ó r i c a , en consecuencia,
muy d a q u í c i n c o aspectos de un pensamiento en debe atender al reto que la l ú s t o r i a pre-
—con LA PROPUESTA EPISTEMOLOGICA DE IGNACIO MARTIN-BARO t é r m i n o s de lo que "debcn'amos hacer" si sente de ios pueblos latinoamericanos nos
PARA UNA PSICOLOGIA SOCIAL EN AMERICA LATINA * optamos por seguir su propuesta. hace: '.'el reto no se l i m i t a a plantear la
1) D e b e r í a m o s hacer una psicología so- posibilidad abstracta de cualquier aporte
cial " s o c i a l " e histórica psicológico, sino al cuestionamienlo m á s
M a r í a A. B a n c h s
En prmier lugar M a r ü ' n - B a r ó realiza concreto y radical de si esa c o n t r i b u c i ó n
Universidad Central de Venezuela
un esfuerzo enconiiable al iiacer una lec- puede responder a las e.xigcimias de las
No. er escasos meses de su ascsiiiatocn 19S9: Shs- tura diferente de la psicología social con- m a y o r í a s populares" ( 1 9 8 7 , p. 2.')3}. Para
Es dif/cíl pretender resumir lo eseii-
lUOQ tema Grupo y Poder. Psicología Social vcncioiiul, en particular de ia psicología lograr este objetivo M a r t í n - B a r ó nos p r o -
'cial del pensamienlo y de lu postura fren-
te a la psicología social de Ignacio M a r t í n - Desde Centroaméríca í l , se mantiene y ge- social producida en Estados Unidos, redi- pone mirar c r í t i c a m e n t e los conceptos
1 Baró en una conferencia sin tener la sen- nera p r á c t i c a m e n t e una Escuela que in- luensioua'ndola y definiendo de manera que importamos de otras latitudes ya que
s a c i ó n de que quizás dejamos de lado as- fluye sobre algunos de los ma's destacados diferente lo que debe significar para no- ellos responden a necesidades de otras rea-
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pectos fundamentales de su proh'ficaobra. psicólogos sociales latinoamericanos. En sotros el adjetivo social que califica a esta lidades describiendo u n mundo y una rea-
3 q u é consiste'su orighialidud? Cuál es esa disciplina. Insiste en no pocos de sus es- lidad que son " o t r o s " , que contrastan con
Sin embargo hemos asumido este reto ul
4 que nos h a b í a m o s venido negando, con postura? critos en el cara'cter asocia! y ahistórico nuestro propio m u n d o . La tendencia de
toda modestia, y como u n deber ineludi- A lo largo de lo que hemos podido de la psicología social convencional. Esa t o d o estudiante, y de t o d o a c a d é m i c o de
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ble do liaccr un rccoiiocimiciito público a conocer de su obra, Martin-Baró nos hace psicología social, nos dice, "suele tender a buscar en primer lugar u n marco t e ó r i c o
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la'obra de este autor, que constituye un dos tipos de planteamientos. Uno tiene ser psicología en sentido restringido, y que lo ayude a definir su problema de in-
7 l i i t o en la liistoria de la psicología social que ver con la definición de una posición por consiguiente tomar al individuo como vestigación refleja, de acuerdo con él, " u i i
8 •cii .'tmérica Latina. Podemos ¡dentificai epistemológica que el autor nos propone la unidad central de análisis" . , . incu- mecanisiuo de e n a j e n a c i ó n , que mediatiza
en Ignacio M a r t í n - l i a r ó , a uno de los pio- como opción para los psicólogos sociales rriendo en los lies errores del psicologis- el acceso del psicólogo l u t i n o a m é r i c a n o a
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neros que abogaron por una psicología so- latinoamericanos. Otra tiene que ver con mo señalados por Zíiñiga como son el que; su realidad ( y ) la f o r m a como el quehacer
10 la definición de algunas categorías teóri- a) " a l definir un problema o proceso so- psicológico aborda los problemas de la
cial que atendiera las necesidades de los
11 pueblos latinoamericanos y en particular cas que nos p e r m i t i r í a n trabajar desde esa cial con variables psicológicas'se produce propia sociedad . . , Las t e o r í a s y modelos
12 de las m a y o r í a s oprimidas de nuestros o p c i ó n e p i s t e m o l ó g i c a . A q u í nos vamos a una a l t e r a c i ó n esencial en el objeto de es- originabnente elaborados para responder
pueblos. Con sus obras, de 1972 Psico- referir en particular a esta ú l t i m a , m á s t u d i o . No es lo mismo hablar de cambio a unos problemas y desde unos intereses,
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diagnósticQ de América Latina y ma's que traducir en nuestras propias palabras social que de cambio de actitudes, de arrastran sus condicionamientos h i s t ó r i -
14 la propuesta de este autor, y corriendo el ideología que de m o t i v a c i ó n , de aliena- cos al tratar dó aplicarlos a otros proble-
concretamente con la e d i c i ó n en 1976
15 de la c o m p i l a c i ó n sobre Problemas de riesgo de que se nos acuse de abusar de las ción que de imágenes del y o . mas en circunstancias distintas" ( i b i d ) .
16 psicología social en América Latina, este citas textuales, hemos decidido prestarle b) La a b s t r a c c i ó n de los procesos socia- Pero m á s que de u n problema t e ó r i c o , nos
autor parece inaugurar una nueva psico- nuestra voz para que sea él mismo quien les analizados respecto a los procesos his- explica, se tinta de un problema episte-
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logía social que eincige paulatinamente nos exponga sus ideas, de manera que en tóricos concretos que los producen . . . m o l ó g i c o : " l o que termina por disíonsíonar
16 esta ocasión nuestro trabajo ha sido fun- la vi.sión de la realidad no es tanto la teo-
en diversos países del subcontiiiente des- c) fLa tendencia) a atribuir la causali-
19 de finales de la década del 7 0 . Lo que co- damentalmente el de ordenar, alrededor dad de los lieciios a los individuos y sus ría C]ue se aplica, cuanto el objeTO a] que
20 mienza a desarrollar entonces, cristaliza de algunos rasgos centrales su posición c a r a c t e r í s t i c a s lo que en cu fondo es con- .se pretende aplicar . . . (por ¡o t.mto su
de una manera m á s acabada en 1983 frente a una psicología social pensada en secuencia (je la ideología p o l í t i c a liberal- propuesta es invertir el proceso) que no
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cuando publica el te.xto A c c i ó n c Ideolo- t é r m i n o s de América l_atiiKi. burguesa. Los problemas sociales se con- sean los conceptos los que convorpic-n a
g í a . Psicología Social desde C c n t r o a m é - vierten a s í en problemas de personas y los la realidad, sino hi realidad la que busque
rica. L A l'OSTURA EPISTEMOLOGICA problemas p o l í t i c o s en problemas de ca- a jos conceptos; que no sean las t e o r í a s
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DE I G N A C I O M A R T I N - I Í A R O racteres o personalidades" (1983/85 p. las que definan los problemas. . , sino que
23 Su postura se inaiUieiie a lo largo del
22-24). sean esos problemas los que redamen y ,
tiempo en sus m ú l t i p l e s a r t í c u l o s y po-
Aunque este autor nunca se e.xpic.só por a s í decirlo, elijan su propia teoriza-
nencias hasta su ú l t i m o t e x t o publicado a 2) D e b e r í a m o s iiacer una psicología so-
c i ó n " ( i b i d , p. 2 6 2 ) .
cial que -Jiieuda a los problemas que
nos son propios
Conferencia dictada por María A . BancliK en el acto de homenaje it Ignacio M a r t í n
Bnró en ocasión del primer aniversario de su nuicrte. Caracas, NovÍLMiibre de 1990. Esta segunda propuesta es una conse-

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.|c 3) D e h e r ú i i n o s {Icfinir ciencia y objeti- dad .sino que conriguran iiuríiisicamciuc la entrega a la causa de la comunidad unos determinados intereses sociales liis-
vidad cicntiTica de acuerdo con oíros el mismo saber" (entrevista concedida a frente al individualismo, el saber popular l ó r i c o s " (ch Dables, 1986, p. 7 4 ) .
criterios Ignacio Dobles, 1986, p. 75-76]. Ese frciTtc a! imperialismo cultural. Dos corrientes teóricas atraviesan, a
I Esto ncs lleva a cuestionar los crite- compromiso es con las aspiraciones y l u - 3 ) La tercera tarca consiste en el análi- nuestro entender, la postura de Ignacio
rios de verdad nornialnienfc utilizados chas de las m a y o r í a s po]Milares, debe ser sis de las organizaciones populares como M a r t í n - D a r ó : por u n lado observamos
para validar nuestra ciencia. " L a espeein- c r í t i c o en dos sentidos, primero porque instnimento de liberación histórica ... dis- una clara influencia del Interaccionismo
cidad (Icl objeto de estudio lie las ciencias " n o hay que ser ingenuo frente a las limi- cernir en cada circunstancia lo que de S i m b ó l i c o , reflejada en su c o n c e p c i ó n
sociales proviene rundanicntalincnte de la taciones históricas que adquieren todos alienante o liberador puede tener cada or- del liombrc como constructor de su reali-
esencial historicidad del ser hununio. La aquellos grupos y partidos que luchan por ganización concreta, su a d e c u a c i ó n inade- dad social y en la importancia que le
verdad social, por tanto, es siempre parcial el pueblo y pretenden representar sus ¡ii- cuación ¡lara avanzar los intereses de Las otorga al lenguaje con todas sus cargas
lal y relativo, y la validación de una tcorfn, terc.scs" y segundo porque " n o hay nada clase oprimidas". simbólicas en la c o n s t u i c c i ó n de !a ideo-
; a principio o modelo psicológico tiene que m á s castrante, menos ciculífico y . en íil- logía y de la a c c i ó n ; por el otro, es claro
Para asumir la psicología social des-
ar( ser de d i s t i i u o orden que en las cioncias tiinn instancia, m á s cmpobrecedoi para qtie Martín-Baró se inspira en concepcio-
de esta perspectiva e p i s t e m o l ó g i c a , Mar-
icii f í s i c o - q u m i i c a s " ( 1 9 8 9 , p . ó ) . " L a rcje- los propios movimientos populares que el nes nuir.xistas y neo-marxislas cuando nos
tíii-Baró no propone rechazar los concep-
ccl vancia social c|uc ilcbe pretender la psi- sometimiento a una presunta orlodo.xia, propone abordar la psicología social des-
tos de la psicología social tradicional sino
in c o l e g í a latinoamericana no puede ser cualquiera ella sea". Nuestra postura lia de una perspectiva dialéctica, cuando u t i -
asumirlos desde una perspectiva dialécti-
uc aséptica c iiidirercnciada, tiene que sei de ser pues la de no cnccgucccnios en liza categorías tales como la i d e o l o g í a
ca. Por otra parte el autor considera que
odi una relevancia directamente orientada a n i n g ú n sentido, la de evitar todo tipo de (que el autor dice tomar fundamental-
debemos cstuaiar 1.a acción en cuanto
le responder a las necesidades de aquellos dogmatismo u o r t o d o x i a . mente de Althusser) y cuando asume la
íacológica y no la conancta en cuanto
i o que han quedado marginados del dcsarro- 5) D e b e r í a m o s cufocar nuestro rol hacia perspectiva concicntizadora fundamenta-
respuesta a un e s t í m u l o . Estudiar la ac-
.ito l i o , qtie en nuestros países son las mayo- una pra.cís transformadora ción en cuanto ideológica implica referir- da en el pcnsaniÍciUQ^.ií;,-^fví;jr|^íejr.VJ5^
n . rías populares" (ibid, p. 16). Esto no sig- la siempre a un contexto y situación con- en la ínvestigación-accíón particíjíatTv'Í^Sií^'*?!
Esto implica optar por la ¡nvcstigación-
u 1 nifica que debemos confundir ciencia con creta ya que la acción está signada por
aceióii en l a n í o tpie mclotlología ]irivllc- Más que por desarrollar nuevas teo-
icrt compromiso p o l í t i c o : "el conflicto entre una carga de significados, por unos c o n t é -
giada. iNo podemos tlcfinir la rcaiiiiad ni rías, M a r t í n - B a r ó es reconocido por ha-
ial ciencia y compromiso se basa en un plan- niaos valorados y referidos h i s t ó r i c a m e n -
las necesidades de las m a y o r í a s po[)iilarcs ber sabido rescatar de cada corriente t e ó -
lue teamicnto falso. I'orquc la objetividad en te a una estnictnra social ( 1 9 3 3 / 9 5 , p. 17).
desde miestros escritorios, "este ¡iroceso rica lo que tiene de valioso, por haber sa-
le ciencias .sociales, es tiecir, la fidelidad lía- Que debemos estudiar la i d e o l o g í a enten-
exige una continua c o m u n i c a c i ó n y diálo- bido redimcnsionarlas en f u n d ó n de las
me cia lo que la realidad es en .sí misma, no dida " c o m o una lectura del mundo que
go de la psicología coa las personas y grii- necesidades de nuestros países y porque
Haj se logra lauto pretendiendo distanciaise se da en la práctica cotidiana . . . esa lec-
pos del mismo p u e b l o " (1937, p. 261) .... no escatimó esfuerzos en su p r o p ó s i t o de
ron de ella y r e d u c i é n d o l a a su cara'cter de tura o i n t e r p r e t a c i ó n es . . . primero
"la perspectiva popular debe definirse sembrar eil nosotros la conciencia de nues-
le "cosa mensurable", cuanto clarificando la existencial, os decir, vivida por las perso-
desde dentro, no desde fuera, desde una tra responsabilidad frente a la Injusticia
>sic incvilabSc i m b r i c a c i ó n del cientffiico co- nas y sólo luego t e m á t i c a , es decir, elabo-
praxis comprometida, pero sin que el i n - social y , en concreto, frente a esas gran-
rnil mo persona y como miembro de una cla- rada como visión del m u n d o . Pero es ade-
volucramicnto suponga una sumisión doc- des m a y o r í a s marginadas que caracterizan
ogí se social con esa realidad que es también más una lectura determinada por las pe-
trinaría ( i b i d , p , 2 6 7 ) . Esta priuxis supone a América Latina; las m a y o r í a s populares
;n • Iiumana y social" ( i b i d , p. I S ) . culiaridades de la lucha de clases en cada
tres tareas liberadoras: con lodos sus déficits y sus propias rique-
¡e I C o m o consecuencia de esta postura sociedad concreta . . . realizada desde
" I ) Un estudio s i s t e m á t i c o de las for- zas.
nie epistemológica tenemos, en cuarto lugar mas de conciencia poptdar (desde una
.le que; perspectiva no positivista) de ¡nvcstiga-
-ua. 4 ) ni psicólogo d e b e r í a asumir un coin- ción-acción, que supere el dato abstracto
í''"- proitiisn c r í t i c o ante loS procesos de de la realidad inmediata y descubra po-
nua ,sii sociedad tencialidades históricas nuevas . . .
Este compromiso c r í t i c o supone ante 2) La segunda tarca In constituye c!
fien todo " l a a c e p t a c i ó n de que las ciencias so- rescate y p o t e n c i a c i ó n de las .virtudes po-
rien cíales no son asépticas, sino que involu- pulares (con objeto de) . . . prescn'ar to-
eran opciones de valor que no símplcincn- do aquel sedimento luunano que ha he-
+ te entran c i i el momento de aplicar nues- cho hlstÓticamente posible la solidari-
tro c o n u c i m i e n l ü con una u otra finali- dad tle los pobres frente a la e.xplotación,

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3) D.
REFERENCIAS BIBLIOGRAFICAS B o l e t í n de AVEPSO, Y o l . X l l i , N o . 3, Dic. 1990
. v¡
cr
Ei
D O B L E S , I G N A C I O (19S7). Psicología M A R T I N - B A R O , IGNACIO (1987) El LA PROPUESTA DE IGNACIO MARTIN-BARO:
rios d
para v
Social dcscle Gentroamerica: Retos y reto popular a la Psicología Social en
América Latina. Bolelfn de Psicolo-
UN RECICLAJE CRITICO PARA LA ACCION SOCIAL
Perspectivas. Entrevista con el Dr Ig-
cidad nacio M a r t í n - B a r ó . Revista Cuslarrí- gía, 26, 25 1-270. Universidad Cenlro- TRANSFORMADORA
sociale cense de Psicología, 8-9 71-76. aniericana J o s é Simeón Cañas
esencii M A R T I N - B A R O , I G N A C I O (1972) Psl- M A R T I N - B A R O , I G N A C I O (1989) Siste- Jesús Fííos Brito
verdad c o d i a g n ó s t i c o de América Latina ma, Grupo y Poder. Psicología Social
y relal San Salvador: UCA Editores desde Ceiiíroaniérica I L San Salvador:
M A R T I N - B A R O , I G N A C I O (1976) Pro- UCA Editores Para los psicólogos sociales latino- así como la forma en que los ha estudia-
princii
blemas de Psicología Social en Amé- M A R T I N - B A R O , I G N A C I O (1989) Retos americanos que optamos por las ense- do, han estado definidos tradicionaimentc
ser de
rica Latina. San Salvador: UCA Edi- y Perspectivas de la Psicología en ílaiizas de Ignacio Marti'n-Baró, y que por los centros de poder a c a d é m i c o de la
físico-
tores. Segunda edición en 19S3 América Latina. Conferencia dictada siempre viiitos en él a uno de los más ilus-
vancia sociedad norteamericana y, en consecuen-
M A R T I N - B A R O , I G N A C I O (1983) Ac- en Mayo de 1989 en la Universidad
colegí tres representantes de nuestra disciplina, cia, se han orienlado a atender los proble-
de Guadalajara, México
ción e i d e o l o g í a . Psicología Social su desaparición en medio de un brutal mas de ésta, los cuales son relevantes fun-
ase'ptit
desde Ceniroainérica San Salvador: asesinato perpetrada hace ya un a ñ o , cons- damentalmente en ese contexto.
una re
UCA Editores. Segunda edición en t i t u y ó una pérdida m u y significativa, que,
respoii Silvia L a ñ e , ( 1 9 8 4 ) en una revisión
1985
que In movilizó en nosotros la necesidad tle va- del desarrollo de la psicología social,
lio, q i lorar a ú n m á s sus aportes, de profundizar ilustra h c o n s i d e r a c i ó n anterior al afir-
rías pe cii ellos y de compartirlos con todos aque- mar que la t r a d i c i ó n pragmática de esta
nifica llos (colegas o no; profesionales o no) disciplina en el contexto nortcanierica.no
compr comprometidos con una vida m á s justa ( a ñ o s 50 ) dirigía b á s i c a m e n t e su aten-
cicnciE para nuestros pueblos. ción hacía problemas como el cambio y la
teamie Desde una postura crítica, M a r t í n - creación de actitudes, a s í como a la inter-
cien CÍE Baró con.struyó una psicología social vención en las relaciones grupales con la
cia lo centrada en las circunstancias concretas finalidad de armonizarlas y garantizar la
se log- del contexto que eligió para vivir. Para productividad de las mismas. Explica la
de cll; esto, en lugar de desestimar la p r o d u c c i ó n autora, que el énfasis en este tipo de estu-
"cosa psicDSocial tradicional (léase de raigambre dios se d e b í a a la necesidad de m i n i m i z a r
inevitE psicologista), t o m ó lo que c o n s i d e r ó me- los conflictos, haciendo a los hombres
ino pe j o r de ella, como forma de ofrecer res- "felices"' reconstiuclores de la humanitlad
se soc puestas a las acuciantes preguntas plantea- que acababa de salir de la d e s t r u c c i ó n cau-
Iiumar das por la realidad de los pueblos centro- sada por la n Guerra Mundial.
C. americanos. Este punto de vista es ampliada por
cpistei En su crítica a ia psicología social Banchs (19S7) en su análisis de ia con-
que: imperante, Martín-Baro ( 1 9 8 3 ) scfialaba c e p c i ó n de] hombre subyacente a la psi-
al menos dos limitaciones de ésta, que u cología social psicológica (de tradicirm
4) Ei
mi modo de ver resultan cruciales para ei norteamericana). A p u n t a Banchs, que d i -
P> cita corriente concibe al hombre como un
quehacer psicosoclal en las sociedades la-
su
tinoamericanas y que constituyen el pun- ser sometido a un c o n t r o l social inevita-
H:
to de partida para una redefinicióii críti- ble, al cual debe buscar adaptarse para no
todo'
ca del objeto de estudio de nuestra disci- caer en contradicciones consigo mismo nj
cíales
plina. con los dema's. Es decir, un hombre en l u -
eran o
La primera de estas limitaciones se cha entre la satisfacción de sus deseos per-
te cnti
deriva del hecho de que los temas por los sonales y las exigencias de su medio social
tro ce
que la psicología social se lia interesado, inmediato. A. partir de taJ c o n s i d e r a c i ó n

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