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Honorable Cámara de Diputados de la Nación

"HACIA UNA NUEVA LEY NACIONAL


DE EDUCACIÓN SUPERIOR"
Consulta realizada por la Comisión de Educación de la
Honorable Cámara de Diputados de la Nación.
Documentos y proyectos (2008-2011).

Ciudad Autónoma de Buenos Aires, Argentina


Abril de 2011

CONSULTA HACIA UNA NUEVA LEY NACIONAL DE EDUCACIÓN SUPERIOR


Comisión de Educación – Honorable Cámara de Diputados de la Nación 1
AUTORIDADES DE LA HCDN

PRESIDENTE
Dr. EDUARDO ALFREDO FELLNER
Diputado por Jujuy

VICEPRESIDENTE 1°
Dr. RICARDO LUIS ALFONSIN
Diputado por Buenos Aires

VICEPRESIDENTE 2°
Da. PATRICIA SUSANA FADEL
Diputada por Mendoza

VICEPRESIDENTE 3°
Ing. FEDERICO RAMON PUERTA
Diputado por Misiones

SECRETARIO PARLAMENTARIO
Dr. ENRIQUE HIDALGO

SECRETARIO ADMINISTRATIVO
Dr. RICARDO JOSE VAZQUEZ

SECRETARIO DE COORDINACIÓN OPERATIVA


Dn. JORGE ARMANDO OCAMPOS

PROSECRETARIA PARLAMENTARIA
Da. MARTA ALICIA LUCHETTA

PROSECRETARIO ADMINISTRATIVO
CPN. ANDRES DANIEL ELEIT

PROSECRETARIO DE COORDINACIÓN
Ing. EDUARDO SANTIN

Esta es una publicación de la Comisión de Educación de la Honorable Cámara de Diputados de la


Nación (HCDN) sobre la consulta a la comunidad educativa y en general, realizada entre 2008 y 2011,
para la elaboración de una nueva Ley Nacional de Educación Superior.

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COMPOSICIÓN DE LA COMISIÓN DE EDUCACIÓN
Período 2010/2011
Cargo Nombre y Apellido Distrito Bloque

PUIGGROS, ADRIANA
presidente BUENOS AIRES FRENTE PARA LA VICTORIA - PJ
VICTORIA

vicepresidente
1º BENAS, VERONICA CLAUDIA SANTA FE SI POR LA UNIDAD POPULAR

vicepresidente
2º LEVERBERG, STELLA MARIS MISIONES FRENTE PARA LA VICTORIA - PJ

secretario BERNAL, MARIA EUGENIA JUJUY FRENTE PARA LA VICTORIA - PJ

secretario GUZMAN, OLGA ELIZABETH NEUQUEN MOV POP NEUQUINO

secretario COSTA, EDUARDO RAUL SANTA CRUZ UCR

ARGUMEDO, ALCIRA CIUDAD de


secretario MOVIMIENTO PROYECTO SUR
SUSANA BUENOS AIRES

vocal ACOSTA, MARIA JULIA CATAMARCA FRENTE PARA LA VICTORIA - PJ

vocal AMADEO, EDUARDO PABLO BUENOS AIRES PERONISMO FEDERAL

BALDATA, GRISELDA
vocal CORDOBA COALICION CIVICA
ANGELA

vocal BARBIERI, MARIO LEANDRO BUENOS AIRES UCR

vocal BARRIOS, MIGUEL ANGEL SANTA FE PARTIDO SOCIALISTA

TIERRA DEL
vocal CALCHAQUI, MARIEL FRENTE PARA LA VICTORIA - PJ
FUEGO

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Cargo Nombre y Apellido Distrito Bloque

CIUDAD de
vocal CORTINA, ROY PARTIDO SOCIALISTA
BUENOS AIRES

DAMILANO GRIVARELLO,
vocal CHACO FRENTE PARA LA VICTORIA - PJ
VIVIANA MONICA

FERRA DE BARTOL,
vocal SAN JUAN FRENTE PARA LA VICTORIA - PJ
MARGARITA

vocal GERMANO, DANIEL SANTA FE PERONISMO FEDERAL

GODOY, RUPERTO
vocal SAN JUAN FRENTE PARA LA VICTORIA - PJ
EDUARDO

vocal GRANADOS, DULCE BUENOS AIRES FRENTE PARA LA VICTORIA - PJ

vocal JURI, MARIANA MENDOZA UCR

vocal LINARES, MARIA VIRGINIA BUENOS AIRES GEN

LUNA DE MARCOS, ANA SANTIAGO DEL


vocal FRENTE CIVICO POR SANTIAGO
ZULEMA ESTERO

vocal MARTINEZ, SOLEDAD BUENOS AIRES PRO

MAZZARELLA, SUSANA DEL


vocal CORDOBA FRENTE CIVICO – CORDOBA
VALLE

vocal MORAN, JUAN CARLOS BUENOS AIRES COALICION CIVICA

vocal NEBREDA, CARMEN ROSA CORDOBA FRENTE PARA LA VICTORIA – PJ

PASINI, ARIEL OSVALDO


vocal BUENOS AIRES FRENTE PARA LA VICTORIA – PJ
ELOY

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Cargo Nombre y Apellido Distrito Bloque

PILATTI VERGARA, MARIA


vocal CHACO FRENTE PARA LA VICTORIA – PJ
INES

vocal PINTO, SERGIO DAMIAN MENDOZA UCR

vocal QUINTERO, MARTA BEATRIZ LA RIOJA FRENTE PARA LA VICTORIA – PJ

vocal SABBATELLA, MARTIN BUENOS AIRES NUEVO ENCUENTRO POPULAR Y SOLIDARIO

vocal STORANI, MARIA LUISA BUENOS AIRES UCR

vocal STORNI, SILVIA CORDOBA UCR

vocal VIDELA, NORA ESTHER SAN LUIS PERONISMO FEDERAL

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INDICE

Introducción …………………………………………………………………………………………………………....................... 8

Puntos de consenso …………………………………………………………………………………………………………..……. 11

Proyectos presentados para una nueva Ley Nacional de Educación Superior, entre 2010 y 2011 ……………..…... 12
Proyecto de ley de Puiggrós, Adriana y otros ………………………………………………………………………....... 13
Proyecto de ley de Donda Pérez, Victoria y otros ……………………………..…………………………………..…… 44
Proyecto de ley de Amadeo, Eduardo ……… ………………………………….………………………………….…… 75
Proyecto de ley de Pinedo, Federico ……… ………………………………………………………….……………..…. 92
Proyecto de ley de Barrios, Miguel y otros ………………………………………………………….……..…………....109

Reuniones realizadas en la comisión de Educación de la HCDN ………………………………………………………… 136

Documentos aportados. Selección …………………………………………………………………………….………………. 138

Documentos organizaciones-instituciones

Consejo Interuniversitario Nacional (CIN) ………………………………………………………………...… 141


Consejo de Rectores de Universidades Privadas (CRUP) ……………………………………………….. 157
Estudiantes: Federación Universitaria Argentina (FUA) ……………………………………………….….. 160
Federación Nacional de Docentes Universitarios (CONADU) ………………………………………...….. 175
Asociación Gremial de Docentes de la Universidad Tecnológica Nacional (FAGDUT) ………………. 181
Unión Docentes Argentinos (UDA) …………………………………………………………………………… 183
Federación Nacional de Docentes, Investigadores y creadores Universitarios
(CONADU HISTÓRICA) ………………………………………………………………………………….……. 186
Movimiento Frente Transversal Nacional y Popular ……………………………………………….………. 199
Movimiento Barrios de Pié …………………………………………………………………………….……… 206
Institutos Universitarios de las Fuerzas de Seguridad …………………………………………….……… 210
Institutos Universitarios de las Fuerzas Armadas ………………………………………………………… 213
Institutos Terciarios Docentes ………………………………………………………………………………. 236
Colegios Preuniversitarios …………………………………………………………………………………….. 238

Documentos aportados en encuentros regionales ………………………………………………………………………… 242

Encuentro Regional Centro Oeste, Universidad Nacional de Córdoba ……………………………………….……. 243


Encuentro Regional Noroeste, Universidad Nacional de Salta …………………………………………………...… 253
Encuentro Regional Centro Este – Noreste, Universidad Nacional de Rosario ………………………………...… 260
Encuentro Regional Sur, Universidad Nacional de la Patagonia San Juan Bosco ……………………………..… 277

Documentos aportados. Autores individuales ………………………………………………………………………….…. 309

Pugliese, Juan Carlos y Pérez Rasetti, Carlos, Compromiso del Estado con las universidades
nacionales. Políticas de mejoramiento de las Capacidades institucionales. ………………………….…………… 311

Pérez Rasetti, Carlos, Motivos para una reforma ………………………………………………………………..…. 315


Puiggrós, Adriana, Articulación de los institutos universitarios de las Fuerzas Armadas y
Su integración en el sistema universitario nacional ………………………………………………………………... 328

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Maidana, Rubén, Aportes a la futura Ley de Educación Superior. Formación docente ……………………….. 334
Pérez Lindo, Augusto, Aspectos relevantes para la reforma de la Ley de Educación Superior …………..…... 339
Rapoport, Mario, Consideraciones en torno al modelo del país que queremos ………………..…………..…... 345
Huergo Fernández, Jorge, Aportes para la discusión …………………………………………………………....... 350
Arreghini, Hugo Ricardo, La educación superior ……………………………………………………………..….... 371
Salibián, Alfredo, Autonomía, autarquía y financiamiento………… ………………………………………..……. 374
Domecq, Roberto, Pertinencia y sentido de la Universidad, ……………………………………………………... 377

Versiones taquigráficas …………………………………………………………………………………………………….... 379

Texto de los Proyectos de Ley Nacional de Educación Superior presentados en la comisión de


Educación entre los años legislativos 2008/2009 …………………………………………………………………….. …. 382

Proyecto de ley de Augsburger, Silvia y otros, ………..…………………………………………………………….. 384


Proyecto de ley de Macaluse, Eduardo y otros ………..……………………………………………………………. 435
Proyecto de ley de Pinedo, Federico, ………………………………………………………………………………… 448
Proyecto de ley de Donda Pérez, Victoria y otros ……………………………………………………………….… 488
Proyecto de ley de Amadeo, Eduardo, …………………………………………………………………………....... 514

Visita a la comisión de Educación del Ministro de Educación de la Nación,


Lic. Juan Carlos Tedesco, ……………………………………………………………………….…………….…………..… 529

Visita a la comisión de Educación del Ministro de Educación de la Nación,


Prof. Alberto Sileoni, …………………………………………………………………………………………………………. 533

Diputados Integrantes de la comisión de Educación, período 2008/2009 ……………………………………….… 541

La consulta en fotos ……………………………………………………………………………………………………….… 543

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Comisión de Educación – Honorable Cámara de Diputados de la Nación 7
4
Protección Social que impacta de manera
directa en la educación generando mejores
condiciones para el ingreso y permanencia
de millones de niños/as y adolescentes en el
INTRODUCCIÓN sistema educativo obligatorio.
La síntesis de las tres leyes educativas -
Por Adriana Puiggrós1
podría decirse- es considerar al Estado como
el garante del derecho personal a la
Desde 2003 a la fecha se han sancionado educación, pero también tienen como eje la
responsabilidad del Estado sobre la provisión
leyes fundamentales para la recuperación de
de una educación integral, gratuita en los
la educación argentina luego de lo que
niveles educativos obligatorios e inclusiva
significaran las décadas en las que la política
para todos los habitantes de la Nación
pública del Estado estuviera dirigida a la
Argentina, haciendo especial énfasis en
desarticulación y desfinanciamiento del
aquellos particularmente desamparados,
sistema educativo. Un sistema educativo que
otrora discriminados.
en algún momento histórico se caracterizó
Sobre este particular las leyes educativas
por ser uno de los de mayor acceso y
sancionadas por el Congreso de la Nación
equidad de América Latina. En este sentido,
entre 2003 y 2006 consideraron a la
la sanción de la Ley Técnico Profesional
educación como un sistema integrado en
26.0582, de la Ley de Financiamiento
articulación con políticas públicas
Educativo 26.0753 y de la Ley de Educación
nacionales.
Nacional 26.206 es un conjunto de normas
Es así que la actual Ley de Educación
de importancia en materia educativa.
Superior 24.521, sancionada en 1995
Puede afirmarse que en la Argentina de los
durante el gobierno de Carlos Saúl Menem,
últimos años se ha avanzado de manera
que careció de los consensos suficientes a
significativa en lo que se refiere a la
esta altura de las circunstancias debe ser
educación como un derecho y un bien social
modificada para adaptarla al futuro educativo
en contraposición a las políticas neoliberales
que viene y también, porque el tema de la
aplicadas en la década del 90, no sólo por el
educación superior viene a cerrar un ciclo de
aumento en la inversión presupuestaria y el
reformas necesarias como lo es el que
haber alcanzado más del 6 por ciento del
iniciaron las leyes mencionadas. En este
Producto Interno Bruto (PIB) para esta área,
sentido, este debate en los últimos tiempos
sino a su vez por las decisiones políticas en
ha pasado de la mera crítica a un terreno de
lo que hacen también al modelo educativo
propuestas e ideas nuevas en discusión.
que los gobiernos de Néstor Kirchner
Es necesario en este particular, luego de
primero y Cristina Fernández después han
alcanzar el consenso necesario, sancionar
tomado en este particular, como lo es la
una nueva ley de Educación Superior que
Asignación Universal por Hijo (AUH) para la
derogue la actual ley 24.521 que lejos está
de los conceptos políticos y estratégicos de
1
Presidenta de la comisión de Educación de la las leyes mencionadas. Por ejemplo,
Honorable Cámara de Diputados de la Nación.
2
Sancionada por el Congreso Nacional el 7 de mientras la ley de Educación Nacional
septiembre de 2005, promulgada el 8 de septiembre de
2005, decreto 1087/05. Publicado en Boletín Oficial Nro. 26.206 dice en su Art. 2 que “la educación y
30.735 del 9 de setiembre.
3
Sancionada por el Congreso Nacional el 21 de
4
diciembre de 2005, promulgada el 09 de enero de 2006, Decreto del Poder Ejecutivo Nacional 1602/09 del 29 de
decreto 7/06. Publicado en Boletín Oficial Nro. 30.822, del octubre de 2009. Publicado en el Boletín Oficial Nro.
12 de enero de 2006. 31.770 del 30 de octubre de 2009.
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el conocimiento son un bien público y un que tener la oportunidad de participar en esa
derecho personal y social garantizados por el construcción.
Estado” y su Art. 4 establece que los estados Para ello la comisión de Educación de la
nacional y provinciales “tienen la Cámara baja, con el acuerdo de los distintos
responsabilidad principal e indelegable de bloques que la integraban, convocó y
proveer una educación integral, permanente realizaron más de 90 encuentros con
y de calidad para todos/as los/as habitantes diversos actores de la comunidad educativa
de la Nación, garantizando la igualdad, universitaria y no universitaria y de la
gratuidad y equidad en el ejercicio de este sociedad en su conjunto, con el fin de
derecho”, la actual ley de Educación intercambiar ideas, recabar información y
Superior 24.521 deja abierta la posibilidad de opiniones del conjunto sobre los
arancelar los estudios de grado académico y lineamientos generales y particulares que
restringir el acceso vía exámenes debería contener una futura LeNES.
eliminatorios de ingreso, tanto en su letra al También la comisión se constituyó en
no prohibir explícitamente la posibilidad de distintas provincias con el fin de hacer
cobrar un arancel a los estudiantes de encuentros regionales con el mismo fin. Es
Licenciatura, Profesorados u otros títulos así que se llevaron a cabo reuniones en las
profesionales al tiempo que propicia provincias de Salta, Córdoba, Santa Fe y
mecanismos de exclusión eliminatoria, como Chubut.
en el espíritu total del Sistema que estatuye Entre otros actores sociales e institucionales
y conforma. se manifestaron al respecto, el Consejo
Interuniversitario Nacional (CIN); el Consejo
Hacia una nueva ley de Educación de Rectores de Universidades Privadas
Superior (CRUP); especialistas y científicos
destacados, investigadores y profesores
En su discurso ante la Asamblea Legislativa eméritos en temas de educación;
del 1 de marzo de 2008, la presidenta de la organizaciones sociales y sindicales;
Nación, Cristina Fernández de Kirchner, representantes del sector productivo,
señaló la necesidad de contar con una nueva industrial y agropecuario; representantes de
legislación en materia de Educación institutos de educación superior de gestión
Superior. estatal y privada; organizaciones de
A partir de allí, la comisión de Educación de estudiantes universitarios; representantes de
la Cámara de Diputados de la Nación, puso las áreas educativas de distintos credos;
en marcha la Ronda de Consultas “Hacia responsables de los institutos de educación
una nueva Ley de Educación Superior” superior de las FFAA y de las fuerzas de
(LeNES) cuyo fin fue el de recoger las seguridad, entre otros.
opiniones de la comunidad educativa en su Una vez recogidas las opiniones de la
conjunto con respecto a los lineamientos que comunidad universitaria y no universitaria a
debe contener una nueva legislación al lo largo y ancho del país, la comisión de
respecto. Educación de la HCDN sistematizó la
Respetando el concepto de que una nueva información con el fin de elaborar una
Ley de Educación Superior implica, tal como síntesis para la elaboración de un
ocurrió con la ley de Educación Nacional documento conjunto como aporte para la
26.206 construir grandes acuerdos sociales, redacción de una nueva normativa.
lograr consensos y para ello todos tienen El 12 de noviembre de 2008, los diputados
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de los diferentes bloques, elaboraron el social y no un bien de mercado.
documento “Aportes para una nueva Ley Por otra parte, otros de los puntos
Nacional de Educación Superior. sobresalientes de contenidos que debería
Antecedentes y Principales Acuerdos” que tener en cuenta una ley, de acuerdo a una
resume los puntos centrales de consenso a primera síntesis que podría hacerse de las
los que se arribó en esa primera etapa el reuniones mantenidas en la ronda de
cual fue entregado al entonces ministro de consultas, es el que se refiere al rol, como
Educación de la Nación, Juan Carlos contribución de cara a un modelo de país,
Tedesco5. que deben cumplir las instituciones de
El debate lejos de estar cerrado, siguió su educación superior.
camino para lograr una ley lo más Gran parte de ese debate se ha ido
consensuada posible con la comunidad incluyendo en la página web de la Comisión
educativa. Además de los 10 proyectos (http://www.diputados.gov.ar/) y, a medida
sobre el particular presentados por los que se fue ampliando para dar cabida a
distintos bloques que fueron analizados, todas las voces que quisieran participar, en
durante la consulta se llevaron a cabo más sintonía con el proceso de democratización
de 90 reuniones, se recibieron más de 50 que se está llevando felizmente adelante en
documentos, que contribuyen a tener nuestro país, la Comisión se constituyó en
distintas ideas y visiones para la elaboración diversos puntos de la Nación para que
de una nueva LeNES. aquellos que no pueden viajar a Buenos
El material que aquí presentamos se Aires no quedaran afuera. Consideramos
propone aportar para el enriquecimiento de que la sociedad tiene mucho para decir.
ese debate, a la vez que dejar como Para finalizar, hay que dar cuenta aquí de los
memoria escrita los aportes que allí se consensos y puntos claves a los que se ha
realizaron, tanto mediante los documentos llegado luego de tres años de trabajo, a
como en las numerosas reuniones con manera de síntesis sobre lo que debería
especialistas, autoridades universitarias; abordar una futura legislación al respecto y
representantes docentes y estudiantiles de los invitamos a analizar este material para
institutos de educación superior técnica y de que puedan hacer uso de éste y enriquecer,
formación docente y de universidades por este medio, nuevos debates para la
nacionales y privadas; sindicatos, conformación de un sistema de educación
investigadores, empresarios, productores, superior integrado a la Nación que favorezca
representantes de los institutos de formación el desarrollo y el bienestar de nuestro
de las fuerzas armadas y de seguridad, entre pueblo.
muchos otros.
En este sentido, a modo de anticipo de lo
que podrá leerse en los documentos y
proyectos que se adjuntan, puede
destacarse que todos han hecho hincapié en
que la educación superior, al igual que el
conjunto de la educación argentina, debe ser
considerada como un derecho y que es el
Estado el responsable de garantizar su
cumplimiento y que la educación es un bien

5
Documento incluido en esta compilación.
CONSULTA HACIA UNA NUEVA LEY NACIONAL DE EDUCACIÓN SUPERIOR
Comisión de Educación – Honorable Cámara de Diputados de la Nación 10
PUNTOS CLAVE DE CONSENSO PARA UNA
LEY NACIONAL DE EDUCACIÓN SUPERIOR
1.- Que la educación sea un Bien Social y no un bien de Mercado.
2. - Que el Estado garantice la inversión necesaria para una Educación Superior e
investigación acordes a las demandas del desarrollo nacional y social.
3.- Sostener la Autonomía y Autarquía universitarias avanzando hacia mayores niveles de
responsabilidad social.
4.- Que el sistema de Educación Superior se articule activamente con la investigación
científica- tecnológica y la innovación productiva.
5.- Constituir un sistema de Educación Superior que articule a los institutos de educación
superior y a las universidades.
6.- Profundizar la articulación entre el nivel Secundario y el de Educación Superior para
mejorar el cursado de los estudios universitarios.
7.- Que se establezca un sistema de créditos académicos que reconozca las sucesivas
etapas de las carreras cursadas, posibilitando a los alumnos concluir los estudios.
8.- Aumentar la ayuda en becas destinadas a los alumnos.
9.- Mejorar las condiciones de acceso a los concursos docentes, fomentando la capacitación
en la docencia universitaria y superior.

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PROYECTOS PRESENTADOS PARA
UNA NUEVA LEY NACIONAL DE EDUCACIÓN
SUPERIOR, ENTRE 2010 Y 2011

SUMARIO

Nº de Expediente 1846-D-2011
Trámite Parlamentario 029 (14/04/2011)
Sumario REGIMEN DE EDUCACION SUPERIOR.
PUIGGROS, ADRIANA VICTORIA - ROSSI, AGUSTIN OSCAR - NEBREDA, CARMEN ROSA
- LEVERBERG, STELLA MARIS - CALCHAQUI, MARIEL - GODOY, RUPERTO EDUARDO -
Firmantes GRANADOS, DULCE - DAMILANO GRIVARELLO, VIVIANA MONICA - ACOSTA, MARIA
JULIA - LUNA DE MARCOS, ANA ZULEMA - QUINTERO, MARTA BEATRIZ - PILATTI
VERGARA, MARIA INES - BERNAL, MARIA EUGENIA - PASINI, ARIEL OSVALDO ELOY.

Nº de Expediente 2794-D-2010
Trámite Parlamentario 046 (03/05/2010)
Sumario LEY NACIONAL DE EDUCACION SUPERIOR.
Firmantes DONDA PEREZ, VICTORIA ANALIA - MERCHAN, PAULA CECILIA.

Nº de Expediente 5430-D-2010
Trámite Parlamentario 103 (02/08/2010)
Sumario REGIMEN DE EDUCACION SUPERIOR.
Firmantes AMADEO, EDUARDO PABLO.

Nº de Expediente 4893-D-2007
Trámite Parlamentario 139 (11/10/2007)
LEY DE EDUCACION SUPERIOR: PRINCIPIOS GENERALES, ESTRUCTURA Y
ARTICULACION, DE LOS INSTITUTOS DE EDUCACION SUPERIOR, DE LOS TITULOS Y
Sumario PLANES DE ESTUDIO, ORGANOS DE GOBIERNO, EDUCACION SUPERIOR A DISTANCIA,
DEROGACION DE LA LEY 24521.
Firmantes PINEDO, FEDERICO.

Nº de Expediente 1134-D-2011
Trámite
0014 (22/03/2011)
Parlamentario
Sumario REGIMEN DE EDUCACION SUPERIOR.
BARRIOS, MIGUEL ANGEL - CORTINA, ROY - CUCCOVILLO, RICARDO OSCAR - FEIN, MONICA
Firmantes HAYDE - VIALE, LISANDRO ALFREDO - CICILIANI, ALICIA MABEL - LINARES, MARIA VIRGINIA.

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H.Cámara de Diputados de la Nación
PROYECTO DE LEY

Texto facilitado por los firmantes del proyecto. Debe tenerse en cuenta que solamente podrá
ser tenido por auténtico el texto publicado en el respectivo Trámite Parlamentario, editado por
la Imprenta del Congreso de la Nación.
Nº de
1846-D-2011
Expediente
Trámite
029 (14/04/2011)
Parlamentario
Sumario REGIMEN DE EDUCACION SUPERIOR.
PUIGGROS, ADRIANA VICTORIA - ROSSI, AGUSTIN OSCAR - NEBREDA, CARMEN ROSA -
LEVERBERG, STELLA MARIS - CALCHAQUI, MARIEL - GODOY, RUPERTO EDUARDO - GRANADOS,
Firmantes DULCE - DAMILANO GRIVARELLO, VIVIANA MONICA - ACOSTA, MARIA JULIA - LUNA DE MARCOS,
ANA ZULEMA - QUINTERO, MARTA BEATRIZ - PILATTI VERGARA, MARIA INES - BERNAL, MARIA
EUGENIA - PASINI, ARIEL OSVALDO ELOY.
Giro a
EDUCACION; PRESUPUESTO Y HACIENDA.
Comisiones

El Senado y Cámara de Diputados,...


TÍTULO I. LA EDUCACIÓN SUPERIOR

CAPÍTULO 1. DISPOSICIONES GENERALES

ARTÍCULO 1°: La presente ley regula el ejercicio del derecho de enseñar, aprender y
producir conocimiento por medio de la investigación, la extensión, la innovación
socioproductiva y la creación científicas, tecnológicas, culturales y artísticas, en sus diversas
formas para toda la Educación Superior.

ARTÍCULO 2°: La Educación Superior integra el Sistema Educativo Nacional tal como lo
define la Ley 26.206 y articula sus principios, funciones, objetivos, saberes, prácticas y
producciones con todos los Niveles, Modalidades y Ámbitos educativos. Se estructura y se
basa en las disposiciones de la presente ley y, subsidiariamente, por las Leyes 26.206 de
Educación Nacional y 26.058 de Educación Técnico-Profesional en lo que corresponda.

ARTÍCULO 3°: La responsabilidad principal e indelegable del Estado Nacional, las Provincias
y la Ciudad Autónoma de Buenos Aires, en lo particular de la Educación Superior, se aplica
a:

a. la organización, el planeamiento y la evaluación del desarrollo académico, científico,


tecnológico, cultural, artístico y de vinculación e innovación socioproductiva de toda la
Educación Superior;

b. la gestión de los órganos creados por esta ley en los que se debaten y sancionan
ordenamientos generales de las políticas particulares de cada jurisdicción, cada
organismo e institución;

c. la garantía de la igualdad de oportunidades y condiciones en el acceso, la


permanencia, la graduación y el egreso en las distintas alternativas y trayectorias
educativas del Nivel para todos quienes lo requieran y reúnan las condiciones legales
establecidas en esta ley;

d. el financiamiento, la supervisión y fiscalización de los organismos e instituciones


educativas estatales, así como la supervisión y fiscalización de las privadas;

e. el carácter gratuito de la enseñanza de grado que se brinde en la Educación Superior


estatal y la prohibición de establecer cualquier tipo de gravamen sobre ésta;

f. la provisión equitativa de becas, condiciones adecuadas de infraestructura y recursos


tecnológicos apropiados que posibiliten el derecho a la Educación Superior en los casos
de aquellas personas que, poseyendo las condiciones legales suficientes, sufran
carencias económicas verificables y/o tengan discapacidades, permanentes o
temporarias; y

g. la prohibición de la Educación Superior estatal para suscribir acuerdos o convenios


con otros Estados o con instituciones u organismos nacionales e internacionales
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públicos o privados, que impliquen ofertar educación como un servicio lucrativo o
alienten formas de mercantilización de la Educación Superior.

ARTÍCULO 4°: Se prohíbe ocupar cargo o desempeñarse como autoridad, en el ejercicio de


la docencia y en la integración de órganos de gobierno de las instituciones de Educación
Superior a:

a) quienes hayan sido o sean condenados por delito de lesa humanidad, o hayan
incurrido o incurran en actos de fuerza contra el orden constitucional y el sistema
democrático, aún cuando se hubieren beneficiado o beneficien por el indulto o la
conmutación de la pena,

b) quienes hayan sido o sean condenadas por delitos contra la integridad sexual, aún
cuando se hubieren beneficiado o beneficien por el indulto o la conmutación de la pena.

CAPÍTULO 2. OBJETIVOS Y COMPONENTES DEL SISTEMA

ARTÍCULO 5°: La Educación Superior tiene como objetivos específicos, además de los
establecidos en la ley 26.206 para la Política Educativa Nacional, los siguientes:

a. Formar científicos, profesionales, docentes, artistas, técnicos y tecnólogos con una


sólida preparación académica y un fuerte compromiso social y ético con la comunidad
de la que forman parte.

b. Formar para el ejercicio de la docencia en todos los Niveles, Modalidades y Ámbitos


del sistema educativo, con la finalidad de integrarlos en objetivos y criterios comunes a
todo el Sistema Educativo Nacional.

c. Promover la investigación científica y artística, la innovación productiva, el desarrollo


tecnológico, los procesos creativos, la extensión y el desarrollo social comunitario.

d. Promover los procesos de democratización internos de cada Institución favoreciendo


la producción y distribución del conocimiento y la igualdad de posibilidades y
oportunidades.

e. Procurar la garantía de condiciones para el ingreso, permanencia, graduación y


egreso de todos los estudiantes, mediante el establecimiento de Programas de
otorgamiento de becas, subsidios y toda otra forma de apoyo económico, social y
tecnológico.

f. Promover las políticas de género, de la multi e interculturalidad y la inclusión de las


minorías, en el conjunto de las prácticas institucionales.

g. Establecer las medidas necesarias para equiparar las oportunidades de las personas
con discapacidad y para incluir las temáticas especificas en el ámbito académico. Para
ello se deben:

1. Garantizar la accesibilidad al medio físico, a los transportes propios y a los


servicios de información y comunicación, brindando los servicios de interpretación,
los apoyos tecnológicos y el personal no docente capacitado para el adecuado
trato a las personas con discapacidad.

2. Realizar las adaptaciones pedagógicas necesarias y proveer el material


didáctico en formatos accesibles con la correspondiente capacitación docente.

3. Brindar a los estudiantes con discapacidad durante las evaluaciones: el tiempo,


los formatos de información accesibles, los servicios de interpretación y los apoyos
técnicos necesarios y suficientes.

4. Formular y desarrollar planes de estudio, de investigación científica y


tecnológica, de extensión y servicios a la comunidad que incluyan la
concientización, formación y capacitación sobre la temática, así como la inclusión
de contenidos específicos en las diferentes carreras y materias.

h. Constituir mecanismos y procesos concretos de articulación entre los componentes


humanos, materiales, curriculares y divulgativos del Nivel y el resto del Sistema de

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Educación nacional, así como propiciar la integración internacional con otros Sistemas
educativos, en particular con los del Mercosur y América Latina.

i. Disponer el aprovechamiento integrado de las capacidades humanas y recursos


materiales que tenga asignados, como resultante concreto de la responsabilidad en el
uso de la autonomía y la autarquía institucionales.

j. Incrementar las oportunidades de capacitación, actualización y perfeccionamiento


técnico y profesional para los integrantes de la Educación Superior y para sus
egresados.

k. Desarrollar mecanismos asociativos que contribuyan a la resolución de problemas


nacionales, regionales, continentales y mundiales, posibilitando el desarrollo armónico
entre la tradición de los saberes académicos y la incorporación plena de los saberes
sociales para potenciar la construcción y la apropiación del conocimiento.

l. Desarrollar procesos de evaluación, internos y externos, en cada institución que la


compone para garantizar la calidad educativa y social de sus prácticas y saberes.

ARTÍCULO 6°: La Educación Superior está constituida por organismos e instituciones


acreditadas y autorizadas por el Estado, en cualquier ámbito físico o virtual.

a) ORGANISMOS:

1.- El Consejo Nacional de Educación Superior (CNES),

2.- El Consejo de Universidades (CU),

3.- El Consejo de Rectores de Universidades Nacionales (CRUN),

4.- El Consejo de Rectores de Universidades Privadas (CRUP),

5.- Los Consejos Regionales de Planificación de la Educación Superior (CRPES),

6.- El Consejo Educativo Nacional para la Acreditación y la Evaluación de la Educación


Superior (CENAEES), y

7.- El Consejo Federal de Educación (CFE), en aquellas funciones concurrentes a la


Educación Superior.

b) INSTITUCIONES

1.- Institutos Superiores de Formación Docente, Humanística, Social, Técnico-Profesional y


Artística de las jurisdicciones provinciales, de la Ciudad Autónoma de Buenos Aires y de la
jurisdicción nacional

2.- Universidades;

3.- Institutos Universitarios Nacionales, provinciales y privados; y

4.- Centros Nacionales de Educación Superior, Investigación Científica e Innovación


Tecnológica.

CAPÍTULO 3. DEL CONSEJO NACIONAL DE EDUCACIÓN SUPERIOR

ARTÍCULO 7°: Créase el Consejo Nacional de Educación Superior (CNES) como organismo
descentralizado, que funciona en jurisdicción del Ministerio de Educación, con recursos
propios asignados a tal fin en el Presupuesto anual General de la Administración Pública
Nacional.

Está compuesto por dieciocho (18) miembros, presidido por el Ministro de Educación e
integrado por:

a) los Secretarios de Educación Superior y de Educación;

b) seis (6) representantes del Poder Legislativo Nacional (tres [3] por cada Cámara,
representando dos [2] a la mayoría o primer minoría y uno [1] a la minoría o segunda
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Comisión de Educación – Honorable Cámara de Diputados de la Nación 15
minoría);

c) un (1) representante del Comité Ejecutivo del Consejo Federal de Educación (CFE);

d) los cinco (5) presidentes de los Consejos Regionales de Planificación de la Educación


Superior (CRPES);

e) un (1) representante de las entidades gremiales de los docentes de Educación Superior;

f) un (1) representante de la Federación Universitaria Argentina (FUA);

g) un (1) representante de las entidades gremiales de los no docentes de la Educación


Superior (personal profesional, administrativo, de servicios y técnico);

Dictará su propio reglamento, conforme al cual regulará su funcionamiento interno,


determinará la conformación de un Comité Ejecutivo y sus Comisiones Permanentes y
temporarias, y sus decisiones se vincularán con los diferentes organismos del Poder
Ejecutivo Nacional cuando corresponda por los objetivos y funciones de cada uno de ellos.
Los Consejos Regionales de Planificación de la Educación Superior (CRPES) y el Consejo
Educativo Nacional para la Acreditación y la Evaluación de la Educación Superior
(CENAEES) tienen dependencia funcional del Consejo Nacional de Educación Superior.

ARTÍCULO 8°: Son funciones del CONSEJO NACIONAL DE EDUCACIÓN SUPERIOR

a. Establecer periódicamente áreas de conocimiento prioritarias de alcance nacional en


la Educación Superior y elaborar e implementar Programas que atiendan su desarrollo.

b. Emitir informes fundamentados para el Congreso de la Nación ante las solicitudes de


creación o cese de instituciones de Educación Superior nacionales, considerando los
informes regionales emitidos en el CRPES correspondiente.

c. Formular informes fundamentados para el Poder Ejecutivo Nacional ante las


solicitudes de creación o cese de instituciones de Educación Superior privadas,
considerando los informes regionales emitidos en el CRPES correspondiente.

d. Propender a la articulación de las diferentes instancias de formación docente de, y


para, la Educación Superior, teniendo en cuenta los informes elaborados por el
CENAEES y los propuestos por los CRPES, definiendo las áreas de posgrado que
deben ser respaldadas de modo prioritario.

e. Dictar lineamientos generales para la educación continua, para la articulación con los
Niveles y Modalidades educativas y para la aprobación y evaluación de los sistemas de
educación a distancia en la Educación Superior.

f. Regular un Sistema de Créditos Académicos que establezca las normas de


reconocimiento de los recorridos, trayectos, continuidad y actualización de los estudios
previos cursados y aprobados, desde el mismo momento del reingreso de cada
estudiante a la Educación Superior, bajo pautas que consoliden los objetivos de justicia
social.

g. Promover que todas las instituciones de la Educación Superior realicen procesos de


transformaciones curriculares mediante:

1. la definición de áreas del conocimiento que contengan conjuntos de carreras


afines en cuanto a sus prácticas y saberes disciplinarios, para la implementación
del Sistema de Créditos Académicos;

2. la formulación de lineamientos para el establecimiento de títulos intermedios y


certificados de reconocimiento de los saberes adquiridos en función de condiciones
de trabajo digno y justo;

3. la emisión de criterios que fortalezcan la formación docente inicial en toda la


Educación Superior, fundamentados en la recuperación de prácticas pedagógicas
solidarias e innovadoras, de mayor participación, democratización y compromiso
con las comunidades.

h. Vincular a la Educación Superior con la solución de necesidades y problemas


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Comisión de Educación – Honorable Cámara de Diputados de la Nación 16
sociales, y asegurar su pertinencia respecto a los derechos y demandas hacia el
presente y el futuro, mediante:

1. el establecimiento, y su regulación, de un Servicio de Prácticas Comunitarias y


Productivas de la Educación Superior, como parte de la carrera académica de
cada estudiante, mediante acuerdos y convenios con organismos e instituciones
del sector productivo, de la sociedad civil y/o de los diferentes organismos
municipales, provinciales, regionales y nacionales del Estado, en el marco de lo
previsto en la presente ley;

2. el fomento y la incentivación a la vinculación y desarrollo de proyectos en red


que involucren a la Educación Superior con organismos, programas e instituciones
de los diferentes niveles del Estado, de los sectores productivos y de la sociedad
civil, en la atención a la población con mayores necesidades, para impactar sobre
ámbitos territoriales con situaciones sociodemográficas más vulnerables;

3. la emisión de criterios de prioridad para el otorgamiento de recursos a procesos


de investigación, transferencia, extensión, innovación y vinculación productiva,
destinados a la solución de problemas sociales acuciantes, así como el estímulo a
la formación de técnicos y profesionales capacitados para el trabajo en zonas con
población con mayores necesidades;

4. la implementación y financiamiento de programas de investigación, extensión,


trabajos de prospectiva y análisis que abran perspectivas de conocimiento de
futuros imaginables o probables.

i. Fijar pautas del régimen de creación y funcionamiento de los Centros Nacionales de


Educación Superior, Investigación Científica e Innovación Tecnológica.

j. Crear y reglamentar el Cuerpo de Docentes Nacionales Universitarios.

k. Crear y reglamentar la gestión y administración del Sistema Integrado de Información


de Infraestructura de la Educación Superior, para proveer al planeamiento,
ordenamiento y mantenimiento edilicio, ambiental y patrimonial.

l. Establecer un Sistema de Información Integral de la Educación Superior, como base


de datos única, actualizada en tiempo real.

m. Fijar pautas obligatorias para garantizar la propiedad estatal sobre lo producido,


material e intelectualmente, por los miembros de la Educación Superior en uso de
recursos públicos en el seno de sus instituciones y/o por convenios con otros
organismos.

n. Definir, agrupar y/o modificar la composición de las regiones que definen a cada
CRPES.

o. Determinar la nómina de los títulos correspondientes a profesiones reguladas por el


Estado cuyo ejercicio pudiera comprometer el interés público y/o poner en riesgo la
salud, la seguridad, los derechos, los bienes o la formación de los habitantes, así como
las actividades profesionales reservadas exclusivamente para ellos.

p. Establecer los criterios acerca de los contenidos curriculares básicos y la formación


práctica que deben incluir los planes de estudio, en el caso de títulos correspondientes a
profesiones reguladas por el Estado, cuyo ejercicio pudiera comprometer el interés
público y/o poner en riesgo la salud, la seguridad, los derechos, los bienes o la
formación de los habitantes.

q. Determinar el régimen de articulación, establecimiento y funcionamiento de las


Instituciones de Educación Superior extranjeras radicadas en el país, sin perjuicio de lo
establecido en la presente Ley, respecto del otorgamiento de reválidas de los títulos
extranjeros que corresponde exclusivamente a las Instituciones de Educación Superior
Universitarias nacionales.

r. Proponer las modificaciones al régimen de sanciones para los infractores a la


presente ley.

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Comisión de Educación – Honorable Cámara de Diputados de la Nación 17
CAPÍTULO 4. DEL CONSEJO DE UNIVERSIDADES

ARTÍCULO 9°: El Consejo de Universidades (CU) es un organismo de concertación dentro


de la jurisdicción del Ministerio de Educación, que está presidido por el Ministro de
Educación, e integrado por el Comité Ejecutivo del Consejo de Rectores de Universidades
Nacionales y por la Comisión Directiva del Consejo de Rectores de Universidades Privadas.
Dicta su propio reglamento de funcionamiento interno y cuenta con recursos propios
asignados anualmente a tal fin en el Presupuesto General de la Administración Nacional.

ARTÍCULO 10: Son funciones del CONSEJO DE UNIVERSIDADES

a. Proponer la definición de políticas y estrategias de desarrollo universitario, promover


la cooperación entre las Instituciones de Educación Superior Universitarias, así como la
adopción de pautas para la coordinación del sistema universitario.

b. Pronunciarse respecto de aquellos asuntos sobre los cuales se requiera su


intervención conforme a la presente ley.

c. Expedirse acerca de otros asuntos que se le remita en consulta por la vía


correspondiente.

CAPÍTULO 5. DEL CONSEJO DE RECTORES DE UNIVERSIDADES NACIONALES

ARTÍCULO 11: El Consejo de Rectores de Universidades Nacionales (CRUN) es un


organismo de concertación dentro de la jurisdicción del Ministerio de Educación y está
integrado por:

1) los rectores o presidentes de las Instituciones de Educación Superior Universitarias


nacionales y provinciales reconocidas por la Nación y que estén definitivamente
organizadas;

2) un (1) representante de las entidades gremiales de los docentes universitarios;

3) un (1) representante de la Federación Universitaria Argentina (FUA); y

4) un (1) representante de las entidades gremiales de los no docentes universitarios


(personal profesional, administrativo, de servicios y técnico);

Dicta su propio reglamento de funcionamiento interno y cuenta con recursos propios


asignados anualmente a tal fin en el Presupuesto General de la Administración Pública
Nacional.

ARTÍCULO 12: Son funciones del CONSEJO DE RECTORES DE UNIVERSIDADES


NACIONALES

a. Participar en el Consejo de Universidades y, a través de los Rectores que presidan


respectivamente los CRPES, del Consejo Nacional de Educación Superior (CNES).

b. Establecer acuerdos para la coordinación de las propuestas académicas nacionales,


los planes y programas de investigación y los objetivos y contenidos de la enseñanza en
las Instituciones de Educación Superior Universitarias Nacionales.

c. Informar, en el mes de marzo de cada año, a las respectivas comisiones de


Educación de ambas Cámaras del Congreso Nacional acerca de carreras, docentes,
alumnos, egresados, ingresos de alumnos previstos, subsidios y recursos no
presupuestarios, ofertas de extensión, proyectos de aperturas o cierres de sedes,
carreras y cursos; orientaciones de los proyectos de investigación en curso y propuestos
para el año; cantidad de investigadores y docentes rentados y ad honorem por cada
universidad.

d. Favorecer la articulación entre las Instituciones de Educación Superior Universitarias


Nacionales y con el resto del sistema educativo.

e. Impulsar la inserción social de las Instituciones de Educación Superior Universitarias


Nacionales.

f. Elevar al CNES informes para recomendar la creación, fusión o cierre de Institutos o


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Comisión de Educación – Honorable Cámara de Diputados de la Nación 18
Universidades Nacionales.

g. Presentarse en licitaciones nacionales o internacionales de programas de desarrollo


académico, científico, económico y social o consultorías en nombre de todas las
Instituciones de Educación Superior Universitarias Nacionales y funcionar como red de
articulación para la vinculación, del conjunto o partes asociadas, de éstas.

h. Ser órgano de consulta en las materias y cuestiones que prevé la presente ley.

i. Ser el organismo consultor prioritario en los convenios y licitaciones internacionales


del Estado Nacional, sin perjuicio de los acuerdos que se establezcan con los gobiernos
jurisdiccionales y municipales.

CAPÍTULO 6. DEL CONSEJO DE RECTORES DE UNIVERSIDADES PRIVADAS

ARTÍCULO 13: El Consejo de Rectores de Universidades Privadas (CRUP) es un organismo


de concertación dentro de la jurisdicción del Ministerio de Educación, está integrado por los
rectores o presidentes de las Instituciones de Educación Superior Universitarias privadas y
es el órgano de representación colectiva reconocido por el Estado nacional. Conforme ese
reconocimiento participa en el Consejo de Universidades.

ARTÍCULO 14: Son sus funciones:

a. Coordinar los planes y actividades en materia académica, de investigación científica y


de extensión entre las Instituciones de Educación Superior Universitarias privadas.

b. Ser órgano de consulta en las materias y cuestiones que prevé la presente ley.

c. Participar en el Consejo de Universidades.

d. Elevar, en el mes de marzo de cada año, al CNES un informe acerca de carreras,


docentes, alumnos, egresados, ingresos de alumnos previstos, oferta de extensión,
proyectos de aperturas o cierres de sedes, carreras y cursos; orientaciones de los
proyectos de investigación en curso y propuestos para el año.

e. Designar a sus representantes ante los respectivos Consejos Regionales de


Planificación de la Educación Superior.

CAPÍTULO 7. DE LOS CONSEJOS REGIONALES DE PLANIFICACIÓN DE LA


EDUCACIÓN SUPERIOR

ARTÍCULO 15: Los Consejos Regionales de Planificación de la Educación Superior (CRPES)


están integrados por:

1.- un (1) representante de cada uno de los gobiernos jurisdiccionales que componen la
región;

2.- un (1) representante de cada una de las Instituciones de Educación Superior


Universitarias nacionales cuya sede central tiene asiento en la región;

3.- representantes de las Instituciones de Educación Superior Universitarias privadas cuya


sede central tiene asiento en la Región designados por el CRUP en número menor al total de
la representación de las Instituciones Universitarias nacionales,

4.- un (1) miembro por el organismo que represente a los rectores de los Institutos de
Formación Superior de cada una de las jurisdicciones de la Región, designado por las
autoridades Jurisdiccionales correspondientes;

5.- un (1) representante de la Secretaría de Educación Superior de la Nación;

6.- un (1) representante del Instituto Nacional de Educación Tecnológica;

7.- un (1) representante del Instituto Nacional de Formación Docente; y

Los Consejos Regionales de Planificación de la Educación Superior (CRPES) dictan su


reglamento interno de funcionamiento y cuentan con presupuesto anual constituido con
aportes de la Nación, las Provincias y la Ciudad Autónoma de Buenos Aires. Es presidido por
CONSULTA HACIA UNA NUEVA LEY NACIONAL DE EDUCACIÓN SUPERIOR
Comisión de Educación – Honorable Cámara de Diputados de la Nación 19
un Rector de Universidad Nacional con asiento en la Región elegido por el plenario de todo el
CRPES con derecho a voto.

ARTÍCULO 16: Son funciones de los Consejos Regionales de Planificación de la Educación


Superior (CRPES):

a. Elaborar bianualmente diagnósticos regionales que indiquen prioridades de formación,


áreas de vacancia y necesidades de cobertura territorial para la Educación Superior.

b. Emitir opinión fundada sobre los proyectos de creación o cese de Instituciones de


Educación Superior Universitarias, la que será elevada al CNES para su consideración en el
trámite de autorización;

c. Confeccionar informes y remitirlos al CENAEES respecto a las condiciones de calidad que


ofrecen las propuestas de nuevas sedes, ofertas y centros de apoyo para educación a
distancia dependientes de instituciones radicadas en otras regiones, y analizarlas
periódicamente.

CAPÍTULO 8. DEL CONSEJO EDUCATIVO NACIONAL PARA LA ACREDITACIÓN Y LA


EVALUACIÓN DE LA EDUCACIÓN SUPERIOR

ARTÍCULO 17: Créase el CONSEJO EDUCATIVO NACIONAL PARA LA ACREDITACIÓN Y


LA EVALUACIÓN DE LA EDUCACIÓN SUPERIOR (CENAEES), como organismo
desconcentrado, con funcionamiento en jurisdicción del Ministerio de Educación y
dependencia funcional del Consejo Nacional de Educación Superior (CNES). Dicta su propio
reglamento de funcionamiento interno y cuenta con recursos propios asignados anualmente
a tal fin en el Presupuesto General de la Administración Pública Nacional.

Está integrado por trece (13) miembros:

1.- un (1) representante de la Secretaría de Educación Superior,

2.- un (1) representante del INET,

3.- un (1) representante del INFOD,

4.- un (1) representante del CRUN,

5.- un (1) representante de cada uno de los CRPES,

6.- un (1) representante del CRUP,

7.- un (1) representante del Ministerio de Ciencia, Tecnología e Innovación Productiva,

8.- un (1) representante del Consejo Federal de Educación,

9.- un (1) representante de la Academia Nacional de Educación,

Sus integrantes duran en sus funciones cuatro (4) años, con sistema de renovación parcial,
la cual es por mitades cada dos (2) años.

ARTÍCULO 18: Son funciones del CONSEJO EDUCATIVO NACIONAL PARA LA


ACREDITACIÓN Y LA EVALUACIÓN DE LA EDUCACIÓN SUPERIOR:

a. Coordinar y realizar los procesos de evaluación externa que, cada cinco (5) años como
mínimo, toda Institución de Educación Superior debe cumplimentar, de acuerdo a lo
establecido en la presente ley.

b. Acreditar las carreras de grado y posgrado del Nivel de Educación Superior, cualquiera
sea el ámbito en que se desarrollen, conforme a los estándares que establezca el Consejo
Nacional de Educación Superior (CNES).

c. Pronunciarse, en un informe ante el CNES, acerca de la viabilidad del proyecto estratégico


institucional de cada institución universitaria propuesta para su creación, cese,
funcionamiento provisorio o reconocimiento definitivo.

d. Promover mecanismos de vinculación externa que articulen los procesos de acreditación y


CONSULTA HACIA UNA NUEVA LEY NACIONAL DE EDUCACIÓN SUPERIOR
Comisión de Educación – Honorable Cámara de Diputados de la Nación 20
evaluación nacionales con entidades similares del Mercosur, de América Latina y del resto
del mundo.

e. Asistir a las instituciones de la Educación Superior para que realicen las autoevaluaciones
institucionales.

ARTÍCULO 19: Las Instituciones de Educación Superior deben prestar amplia colaboración
para la realización de las evaluaciones externas, así como realizar de manera periódica
procesos de autoevaluación institucional para examinar el cumplimiento de sus funciones, y
sugerir medidas de mejoramiento. Estas evaluaciones deben atender las pautas definidas
por el Consejo Nacional de Educación Superior (CNES), que abarcan las funciones de
docencia, investigación, extensión, desarrollo socio-comunitario, gestión institucional y el plan
de desarrollo estratégico aprobado vigente.

CAPÍTULO 9. DEL CONSEJO FEDERAL DE EDUCACIÓN

ARTÍCULO 20: Sustitúyese el artículo 116 de la ley 26.206 de Educación Nacional por el
siguiente:

ARTICULO 116. - Créase el Consejo Federal de Educación, organismo interjurisdiccional, de


carácter permanente, como ámbito de concertación, acuerdo y coordinación de la política
educativa nacional, asegurando la unidad y articulación del Sistema Educativo Nacional.
Estará presidido por el Ministro de Educación e integrado por las autoridades responsables
de la conducción educativa de cada jurisdicción y TRES (3) representantes del Consejo de
Universidades.

En lo referente a la Educación Superior, tendrá funciones de concertación y coordinación de


las políticas educativas interjurisdiccionales, con el objetivo de asegurar la unidad y
articulación de la Educación Superior en lo referido a los Institutos de Formación Superior
Docente, Humanística, Social, Artística y Técnico-Profesional.

TÍTULO II. LA EDUCACIÓN SUPERIOR UNIVERSITARIA

CAPÍTULO 10. DE SU INTEGRACIÓN

ARTÍCULO 21: La Educación Superior Universitaria está constituida por Universidades e


Institutos Universitarios y colegios preuniversitarios nacionales, provinciales y privados, y
Centros Nacionales de Educación Superior, Investigación Científica e Innovación
Tecnológica, reconocidos por el Estado Nacional.

a. Las instituciones que responden a la denominación de "Universidad" desarrollan su


actividad en una variedad de áreas disciplinarias no afines, orgánicamente
estructuradas en facultades, departamentos o unidades académicas equivalentes.

b. Las instituciones que circunscriben su propuesta académica a solo un área


disciplinar, se denominan "Institutos Universitarios".

c. Los "Centros Nacionales de Educación Superior, Investigación Científica e Innovación


Tecnológica" son instituciones que tienen la finalidad de formar profesionales,
tecnólogos y técnicos superiores en disciplinas vinculadas a la producción, recreación,
innovación y aplicación del conocimiento en nuevos procesos tecnológicos. El régimen
de creación y funcionamiento es establecido por el CNES.

CAPÍTULO 11. DISPOSICIONES GENERALES

ARTÍCULO 22: Las instituciones de Educación Superior Universitarias deben promover la


excelencia y asegurar la libertad académica, la igualdad de oportunidades y posibilidades, la
jerarquización docente, la corresponsabilidad de todos los miembros de la comunidad
universitaria, así como la convivencia pluralista de teorías y líneas de investigación.

Son sus funciones: la enseñanza, la investigación, la extensión y el desarrollo social


comunitario.

Sus objetivos son:

a. Formar y capacitar científicos, profesionales, docentes, artistas, tecnólogos y técnicos


superiores, capaces de actuar con idoneidad intelectual, espíritu crítico,
CONSULTA HACIA UNA NUEVA LEY NACIONAL DE EDUCACIÓN SUPERIOR
Comisión de Educación – Honorable Cámara de Diputados de la Nación 21
responsabilidad profesional y solidaridad en el análisis e interpretación de la realidad y
el sentido social de sus prácticas.

b. Procurar la integración social mediante la atención de las demandas individuales -en


particular de las personas con mayores necesidades- y la promoción del desarrollo
económico sustentable, la identidad cultural y la soberanía nacional.

c. Fomentar y desarrollar la investigación y la creación científicas, tecnológicas,


culturales y artísticas, mediante políticas fundadas en la contextualización socio-
histórica de los saberes y las prácticas.

d. Promover la articulación con las necesidades de las comunidades regionales, con el


fin de responder a las demandas políticas, económicas y socio-culturales del medio, a la
vez que a las necesidades propias del desarrollo armónico científico, tecnológico y
cultural.

e. Crear y difundir el conocimiento y la cultura en todas sus formas, sustentados en la


promoción de la distribución social del saber.

f. Generar programas educativos que promuevan -mediante la instrumentación de


opciones presenciales, semipresenciales, abiertas y/o a distancia, en cualquier ámbito
adecuado- la generación de igualdad de oportunidades y posibilidades para todos los
habitantes.

ARTÍCULO 23: Los docentes de todas las categorías deben poseer título universitario de
igual o superior nivel a aquel en el cual ejercen la docencia. Este requisito sólo puede
obviarse, con carácter estrictamente excepcional, cuando se acreditan méritos sobresalientes
mediante la institución de la especial preparación o formación equivalente otorgada por el
cuerpo colegiado que instruya el acceso al cargo en cuestión, con la excepción de los
ayudantes alumnos.

ARTÍCULO 24: Los estudios de posgrado, según sus propósitos específicos, se clasifican en
carreras de especialización, maestría y doctorado, cuyos títulos son de Especialista, Maestro
o Doctor. Asimismo pueden dictarse cursos de posgrado independientes de cualquier
titulación, o que puedan ser elegibles para ser incorporados a alguna carrera de
especialización, maestría y doctorado, por medio de la autorización de las respectivas
autoridades. También pueden desarrollarse actividades diversas que se certifiquen como
cursos de posdoctorado.

ARTÍCULO 25: La formación de posgrado se desarrolla en Instituciones de Educación


Superior Universitarias. Además puede desarrollarse -mediante la suscripción de convenios
con Instituciones de Educación Superior Universitarias- en los institutos y centros de
investigación e instituciones de formación docente y técnico-profesional superior de
reconocido nivel y jerarquía. Las carreras de posgrado deben ser acreditadas y evaluadas
cada seis (6) años por el CENAEES. Los requisitos de admisión son determinados por las
respectivas Instituciones de Educación Superior Universitarias en sus normativas internas.

ARTÍCULO 26: En las respectivas áreas de investigación científica, tecnología e innovación


productiva de las Instituciones de Educación Superior Universitarias, puede impulsarse el
desarrollo de convenios interinstitucionales que propicien:

a. la innovación en los procesos productivos vinculados con el desarrollo científico-


tecnológico, en armonía con la sociedad y el ambiente;

b. la implementación de proyectos que involucren a las comunidades y a las


organizaciones sociales y comunitarias, articulando los intereses colectivos con los
intereses científicos;

c. la constitución de redes que fomenten la actividad científica y tecnológica y la


vinculación con científicos radicados en el exterior.

ARTÍCULO 27: En los programas y proyectos de investigación debe contemplarse y


propiciarse la incorporación de docentes jóvenes y de estudiantes, así como de
procedimientos de articulación y aplicabilidad, en la enseñanza de grado y posgrado, de lo
investigado.

CONSULTA HACIA UNA NUEVA LEY NACIONAL DE EDUCACIÓN SUPERIOR


Comisión de Educación – Honorable Cámara de Diputados de la Nación 22
ARTÍCULO 28: Las Instituciones de Educación Superior Universitarias desarrollan
actividades de extensión, con el objetivo fundamental de vincularlas sistemáticamente con
los procesos sociales, comunitarios y culturales locales, regionales, nacionales y/o
internacionales, a través de la realización de:

a. planificaciones, diseños y ejecuciones de obras y/o trabajos públicos;

b. estudios y aportes para la identificación de tendencias, prevención y solución de


los problemas que afectan a la población;

c. actividades culturales, artísticas y de capacitación, actualización y/o


perfeccionamiento profesional, transferencias de conocimientos y vinculaciones
tecnológicas mediante el desarrollo de programas y la gestión especializada de
servicios acordes a las necesidades sociales y productivas;

d. planes de voluntariado social que permitan atender a los requerimientos de los


sectores de la población con mayores necesidades; y

e. redes que propicien la difusión y gestión de las actividades de investigación,


formación, desarrollo e innovación.

ARTÍCULO 29: La articulación entre la aplicación de los conocimientos adquiridos durante la


formación académica y los saberes de la comunidad constituye la función de desarrollo social
comunitario, cuyos objetivos principales son la alfabetización de todos los habitantes, el
fomento de la integración, la solidaridad y el compromiso como acto de reciprocidad con la
sociedad; y la promoción de espacios de producción colectiva de conocimiento, al recuperar
los saberes sociales de la comunidad.

ARTÍCULO 30: Los estatutos y normas de funcionamiento interno son dictados por cada
institución de Educación Superior Universitaria. Éstos deben prever explícitamente su sede
principal, sus objetivos, su estructura organizativa, la integración y funciones de los distintos
órganos de gobierno, así como el régimen de la docencia, de la investigación, de la extensión
y del desarrollo social comunitario, y las pautas de administración económico- financiera.
Cada estatuto, así como sus modificaciones, debe ser comunicado al Ministerio de
Educación, a efectos de verificar su adecuación a la presente ley y demás normativas
concurrentes, en cuyo caso entra en vigencia a partir de su publicación en el Boletín Oficial.
Si el Ministerio considerara que los mismos no se ajustan a la presente ley, debe plantear
sus observaciones dentro de los diez (10) días a contar de la comunicación oficial, ante la
Cámara Federal de Apelaciones con competencia en la Jurisdicción donde tiene su sede
principal la Institución Universitaria, que decidirá en un plazo de veinte (20) días, sin más
trámite que una vista a la misma. Si el Ministerio no planteara observaciones dentro del plazo
establecido, los estatutos se consideran aprobados y deben ser publicados.

ARTÍCULO 31: Corresponde exclusivamente a las Instituciones de Educación Superior


Universitarias otorgar el título de grado de licenciado y títulos profesionales, así como los
títulos de posgrado de especialista, maestro y doctor. El reconocimiento oficial de los títulos
que expidan las Instituciones de Educación Superior Universitarias es otorgado por el
Ministerio de Educación, a través de un Registro Nacional de Títulos. Los títulos oficialmente
reconocidos tienen validez nacional. Los títulos con reconocimiento oficial certifican la
formación académica recibida y habilitan para el ejercicio profesional respectivo en todo el
territorio nacional, sin perjuicio del poder de control sobre el ejercicio profesional que
corresponde a las Provincias. Los conocimientos y capacidades que tales títulos certifican,
así como las actividades para las que tienen competencia sus poseedores, son fijados y
dados a conocer por las Instituciones de Educación Superior Universitarias, debiendo los
respectivos planes de estudio respetar la carga horaria mínima que para ello fije el Ministerio
de Educación.

ARTÍCULO 32: Cuando se trate de títulos correspondientes a profesiones reguladas por el


Estado, cuyo ejercicio pudiera comprometer el interés público y/o poner en riesgo la salud, la
seguridad, los derechos, los bienes o la formación de los habitantes, se requiere que:

a. El Consejo Nacional de Educación Superior establezca los criterios respecto de los


contenidos curriculares básicos y la formación práctica que deben incluir los planes de
estudio.

b. El Consejo Educativo Nacional para la Acreditación y la Evaluación de la Educación


CONSULTA HACIA UNA NUEVA LEY NACIONAL DE EDUCACIÓN SUPERIOR
Comisión de Educación – Honorable Cámara de Diputados de la Nación 23
Superior acredite y evalúe periódicamente las carreras respectivas.

c. El Consejo Nacional de Educación Superior determine la nómina de tales títulos, así


como las actividades profesionales reservadas exclusivamente para ellos.

ARTÍCULO 33: El ingreso a la docencia universitaria se hace mediante concurso público


abierto de antecedentes y oposición, debiéndose asegurar la constitución de jurados -
integrados por profesores elegidos por concurso o, excepcionalmente, por personas de
demostrada idoneidad- que garanticen la mayor imparcialidad y el máximo rigor académico.
Se puede contratar, al margen del régimen de concursos y sólo por tiempo determinado, a
personalidades de reconocido prestigio y méritos académicos para que desarrollen cursos,
seminarios o actividades similares. También se puede designar temporariamente a docentes
interinos, cuando ello sea imprescindible, mientras se sustancie el correspondiente concurso.
Los docentes designados por concurso deben representar, como mínimo, un porcentaje
superior al setenta y cinco por ciento (75 %) del plantel docente de cada institución de
Educación Superior universitaria.

ARTÍCULO 34: Todas las personas que aprueben la Educación Secundaria pueden ingresar
de manera libre e irrestricta a la enseñanza de grado en la Educación Superior,
reconociéndosele trayectorias anteriores complementarias bajo el Sistema de Créditos
Académicos que el CNES debe establecer para el reconocimiento de los recorridos,
trayectos, continuidad y actualización de los estudios previos cursados y aprobados. Este
ingreso debe ser complementado mediante los procesos de nivelación y orientación
profesional y vocacional que cada Institución de Educación Superior debe constituir tal como
lo establece el artículo 64 y en función de lo prescripto en el artículo 8 para el CNES, ambos
de esta ley. Los mayores de 25 años que no reúnan esa condición tienen el derecho de
ingreso siempre que aprueben las evaluaciones específicas que establezcan las Provincias,
la Ciudad Autónoma de Buenos Aires, las Universidades, los Institutos Universitarios y los
Centros Nacionales de Educación Superior, Investigación Científica e Innovación
Tecnológica, en el marco de los acuerdos que se efectúen en el CNES.

ARTÍCULO 35: Se reconoce a un Centro de Estudiantes o de Graduados por cada Facultad,


Departamento, Instituto Universitario, Colegio preuniversitario, Instituto Superior, Colegio
universitario o Centro Nacional de Educación Superior, Investigación Científica e Innovación
Tecnológica, como el organismo legítimo de representación gremial estudiantil de primer
grado. Asimismo se reconoce a la federación estudiantil de cada Universidad o Jurisdicción
como la organización única de segundo grado representativa de la totalidad del estudiantado
y a la Federación Universitaria Argentina (FUA) y a su equivalente del estudiantado de los
Institutos de Formación Superior Docente, Humanística, Social, Artística y Técnico-
Profesional, como las organizaciones únicas representativas en el país. La agremiación de
los estudiantes será automática desde el momento de su ingreso a cada Institución. Cada
organización estudiantil de cualquier grado dicta sus propias normas de funcionamiento, sin
perjuicio de que sus autoridades deben ser elegidas periódicamente y en forma directa por el
voto universal, secreto y obligatorio de la totalidad de los estudiantes que la compongan.

CAPÍTULO 12. DE LAS INSTITUCIONES DE EDUCACIÓN SUPERIOR UNIVERSITARIAS


NACIONALES

ARTÍCULO 36: Las Instituciones de Educación Superior Universitarias nacionales son


instituciones educativas, científicas y culturales que integran el Sistema de Educación
Nacional en el Nivel Superior, al tiempo que se constituyen en personas jurídicas de derecho
público en ejercicio de la autonomía consagrada por la Constitución Nacional. Sólo pueden
crearse por ley de la Nación, con previsión del crédito presupuestario correspondiente, en
base a un estudio de factibilidad que avale la iniciativa y un dictamen del Consejo Nacional
de Educación Superior efectuado con anterioridad a su creación y autorización,
pronunciándose sobre la consistencia y viabilidad del proyecto estratégico institucional. Su
cese se hará también por ley nacional.

ARTÍCULO 37: La autonomía, consagrada por el artículo 75, inciso 19, de la Constitución
Nacional, comprende que cada Institución Universitaria Nacional debe:

a. Dictar y reformar sus estatutos.

b. Definir los órganos de gobierno, establecer las funciones y decidir la integración


de éstos, así como elegir sus autoridades.

CONSULTA HACIA UNA NUEVA LEY NACIONAL DE EDUCACIÓN SUPERIOR


Comisión de Educación – Honorable Cámara de Diputados de la Nación 24
c. Administrar sus bienes y recursos.

d. Crear, modificar o suspender carreras universitarias de grado y de posgrado.

e. Formular y desarrollar planes de estudio, de investigación científica, de extensión


y de desarrollo social comunitario.

f. Otorgar grados académicos y títulos habilitantes.

g. Impartir enseñanza, con fines de experimentación, de innovación pedagógica y/o


de práctica profesional docente, en los Niveles de educación Inicial, Primaria y
Secundaria.

h. Establecer el régimen de designación, acceso, permanencia, promoción y


remoción del personal docente y no docente (profesional, administrativo, de
servicios y técnico).

i. Establecer el régimen de admisión, permanencia y promoción de los estudiantes,


así como el régimen de equivalencias.

j. Revalidar, sólo como atribución de las universidades nacionales, títulos


extranjeros.

k. Fijar el régimen de convivencia.

l. Desarrollar y participar en emprendimientos que favorezcan el avance y aplicación


de los conocimientos.

m. Mantener relaciones de carácter educativo y científico-cultural con instituciones


del país y del extranjero.

n. Reconocer oficialmente asociaciones de estudiantes, cumplidos que sean los


requisitos que establezca la reglamentación, lo que conferirá a tales entidades
personería jurídica.

ARTÍCULO 38: Las Instituciones de Educación Superior Universitarias nacionales sólo


pueden ser intervenidas, sin menoscabo de la autonomía académica, por el Honorable
Congreso de la Nación, o durante su receso y ad referéndum del mismo, por el Poder
Ejecutivo Nacional por plazo determinado -no superior a los seis (6) meses- y sólo por alguna
de las siguientes causas:

a. Conflicto insoluble dentro de la institución que haga imposible su normal


funcionamiento.

b. Grave alteración del orden público.

c. Manifiesto incumplimiento de la presente ley.

ARTÍCULO 39: La fuerza pública tiene prohibido el ingreso a las Instituciones de Educación
Superior Universitarias nacionales, excepto que medie orden escrita previa y fundada de un
juez competente y/o solicitud expresa de la autoridad universitaria legítimamente constituida.

ARTÍCULO 40: Contra las resoluciones definitivas de las Instituciones de Educación Superior
Universitarias nacionales impugnadas con fundamento en la interpretación de las leyes de la
Nación, los estatutos y demás normas internas, sólo podrá interponerse recurso de apelación
ante los tribunales federales de primera instancia con competencia en la Jurisdicción donde
tiene su sede principal la institución universitaria.

ARTÍCULO 41: El control administrativo externo de las Instituciones de Educación Superior


Universitarias nacionales es competencia directa e indelegable de la Auditoría General de la
Nación, que, a tales efectos, dispondrá de un área específica con los recursos humanos y
materiales adecuados para llevar a cabo esta tarea. Todas las Instituciones de Educación
Superior Universitarias nacionales generarán mecanismos de auditoría interna que
garanticen transparencia en el uso de los bienes y recursos.

ARTÍCULO 42: Creada una institución universitaria nacional, el Ministerio de Educación (ME)
debe designar un rector- organizador, con las atribuciones propias del cargo y las que
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Comisión de Educación – Honorable Cámara de Diputados de la Nación 25
normativamente corresponden al Consejo Superior. El rector-organizador conduce el proceso
de instrumentación del proyecto institucional y de formulación del estatuto provisorio, que
pondrá a consideración del ME a los fines de su aprobación y posterior publicación.
Producido el informe de constatación de adecuación del proyecto de estatuto a las normas, el
ME procederá a autorizar la puesta en marcha de la nueva institución, la que deberá quedar
normalizada en un plazo no superior a los tres (3) años a partir de su creación.

ARTÍCULO 43: En las Instituciones de Educación Superior Universitarias Nacionales los


títulos de cada carrera son habilitantes. Los respectivos planes de estudio deben ser
aprobados por el Consejo Directivo de la Facultad, Departamento o Unidad Académica
correspondiente y, para entrar en vigencia, homologados por el Consejo Superior, de
conformidad con lo que establezca su estatuto. Las Instituciones de Educación Superior
Universitarias nacionales son las únicas que pueden otorgar reválidas de los títulos
extranjeros.

ARTÍCULO 44: El estatuto de cada Institución de Educación Superior Universitaria Nacional


define, complementariamente a lo dispuesto en la presente ley, las características, los
requisitos y las funciones de las personas y cuerpos colegiados de su gobierno que, como
mínimo, deben ser su Rector o Presidente, la Asamblea, el Consejo Superior y los Consejos
Directivos, el Consejo Social Consultivo, el Tribunal Universitario y el Defensor Universitario.

ARTÍCULO 45: Los claustros de las Instituciones de Educación Superior Universitarias


Nacionales son los de docentes, estudiantes, graduados y personal no docente (de apoyo
profesional, administrativo, técnico y de servicios) cuyos representantes integrarán los
órganos, y ejercerán las funciones, de cogobierno, pudiendo conformarse en diferentes
estamentos según se establezca en su respectivo estatuto. Los docentes que desempeñan
cargos en carácter de suplentes, o interinos o contratados, con una permanencia superior a
dos (2) años en la Institución, tendrán derecho a voto.

ARTÍCULO 46: Los estatutos y/o normativas internas deben establecer la proporcionalidad
de las distintas representaciones y fijar las condiciones que deben reunir los representantes
de cada claustro y/o estamento para ser electos, las que deben asegurar:

a. Que todos los representantes de los claustros tengan voz y voto en todas sus decisiones.

b. Que ningún estamento pueda por sí solo tomar las decisiones.

c. Que el claustro docente la tenga la mayor representación relativa de la totalidad de sus


miembros.

d. Que los representantes de los estudiantes sean alumnos regulares de carreras de grado.

e. Que los graduados, para poder elegir y ser elegidos, sean incorporados automáticamente
al padrón respectivo al momento de obtener su condición de tal.

f. Que en ningún caso se puede integrar simultáneamente los padrones de dos (2) o más
claustros distintos, debiendo las Instituciones de Educación Superior Universitarias
nacionales depurarlos y evitar las posibles superposiciones.

ARTÍCULO 47: Corresponde al Estado nacional la responsabilidad indelegable del


financiamiento de la Educación Superior Universitaria Nacional, que garantice la gratuidad de
los estudios de grado y el adecuado desarrollo de sus funciones. Por ello:

a. El porcentaje del presupuesto nacional asignado a las Instituciones universitarias


nacionales en ningún caso puede ser inferior al establecido en el año anterior porcentual
o nominalmente, ni inferior al dos por ciento (2 %) del Producto Interno Bruto (PIB)
previsto por la Ley de Presupuesto General para la Administración Nacional.

b. El diez por ciento (10%) de la recaudación impositiva excedente sobre la prevista


para cada año, si la hubiere, se destina al Fondo Permanente para el Desarrollo de la
Infraestructura y el Equipamiento de las Instituciones Universitarias Nacionales. Los
gastos derivados del funcionamiento administrativo de este Fondo son sostenidos
mediante el presupuesto corriente del Ministerio de Educación.

c. El aporte del Estado no puede ser disminuido en ningún caso como contrapartida de
recursos adicionales emergentes de otras fuentes, dado que el aporte del Presupuesto
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Comisión de Educación – Honorable Cámara de Diputados de la Nación 26
Anual General para la Administración Nacional es independiente de los recursos que
puedan generar las Instituciones de Educación Superior Universitarias nacionales por su
propia acción.

ARTÍCULO 48: Las Instituciones de Educación Superior Universitarias nacionales, previa


aprobación de su respectivo Consejo Superior, pueden incrementar sus fondos con recursos
provenientes de donaciones, legados, herencias y otras liberalidades; de rentas, frutos e
intereses de sus bienes patrimoniales; de derechos de explotación de patentes de invención
o derechos intelectuales que pudieran corresponderles por trabajos en su seno, sin perjuicio
de los derechos similares de los docentes o investigadores derivados de su esfuerzo
personal; de retribuciones que perciban por servicios prestados (incluyendo los servicios
tecnológicos y la provisión de material didáctico) y economías que realicen sobre su
presupuesto anterior. Todos los recursos enumerados deberán tener un origen de público
conocimiento, así como ajustarse a la legislación vigente en la materia. En ningún caso
pueden incrementar fondos gravando, directa o indirectamente, los estudios de grado.
Forman el patrimonio de las instituciones universitarias nacionales los bienes de cualquier
naturaleza que integran su dominio y los que se incorporen a él en virtud de ley o a título
gratuito u oneroso, así como las colecciones científicas, publicaciones y demás bienes que
sus facultades, departamentos o institutos posean o se le asignen en el futuro.

ARTÍCULO 49: Las Instituciones de Educación Superior Universitarias nacionales tienen


autarquía económico- financiera, que ejercen dentro del régimen de la Ley 24.156 de
Administración Financiera y Sistemas de Control del Sector Público Nacional y demás
normas asociadas. El Presidente o Rector y los miembros del Consejo Superior de las
Instituciones de Educación Superior Universitarias nacionales son responsables de su
administración según su participación, debiendo responder en los términos y con los
alcances previstos en los artículos 130 y 131 de la citada Ley 24.156. En ningún caso el
Estado Nacional responde por las obligaciones asumidas por las Instituciones de Educación
Superior Universitarias que importen un perjuicio para el Tesoro Nacional.

En ese marco corresponde a dichas instituciones:

a. administrar su patrimonio y aprobar su presupuesto. Con posterioridad al 31 de


diciembre de cada año no podrán asumirse compromisos ni devengarse gastos con
cargo al ejercicio que se cierra en esa fecha, de acuerdo con lo dispuesto en el artículo
41 de la Ley 24.156;

b. fijar su régimen salarial y de administración de personal;

c. dictar normas relativas a la generación de recursos adicionales a los aportes del


Tesoro Nacional, mediante la venta de bienes, productos, derechos o servicios,
subsidios, herencias, derechos o tasas por los servicios a terceros que se presten, así
como todo otro recurso que pudiera corresponderles por cualquier título o actividad que
no involucre la enseñanza de grado que, por normativa de la presente ley, tiene el
carácter de gratuita. Al menos el diez por ciento (10%) de los recursos adicionales que
se generaren por esta vía complementaria en cada Institución de Educación Superior
Universitaria Nacional debe destinarse prioritariamente a becas, préstamos, subsidios,
créditos u otro tipo de ayuda estudiantil y apoyo didáctico. Los sistemas de becas,
préstamos u otro tipo de ayuda, están fundamentalmente destinados a aquellos
estudiantes que demuestren aptitud suficiente y respondan adecuadamente a las
exigencias académicas de la institución y que, por razones económicas, no puedan
acceder o continuar la Educación Superior, de forma tal que nadie se vea imposibilitado
por ese motivo para cursar tales estudios;

d. constituir personas jurídicas de derecho público o privado, o participar en ellas, sin


que se requiera adoptar una forma jurídica diferente para acceder a los beneficios de la
ley de Promoción y Fomento de la Innovación Tecnológica 23.877 o similares.

e. aplicar el régimen general de contrataciones, de responsabilidad patrimonial y de


gestión de bienes reales.

ARTÍCULO 50: Las Instituciones de Educación Superior Universitarias nacionales pueden


promover la constitución de organizaciones de asociación civil, en el marco de la legislación
nacional que regula en la materia, destinadas a apoyar su labor, a facilitar las relaciones con
el medio, a dar respuesta a sus necesidades y a promover las condiciones necesarias para el
cumplimiento de sus fines y objetivos. De ningún modo estas organizaciones pueden
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estipular o percibir aranceles, tasas, gravámenes o contribuciones por los estudios
universitarios nacionales de grado.

CAPÍTULO 13. DE LAS INSTITUCIONES DE EDUCACIÓN SUPERIOR UNIVERSITARIAS


PROVINCIALES

ARTÍCULO 51: El funcionamiento de Instituciones de Educación Superior Universitarias


provinciales permite otorgar títulos y grados académicos con los mismos efectos legales
previstos en la presente ley, siempre que tales instituciones:

a. hayan obtenido el correspondiente reconocimiento del Poder Ejecutivo Nacional, a partir


del previo informe del Consejo Nacional de Educación Superior;

b. se ajusten a las normas de esta ley, en tanto su aplicación a estas instituciones no vulnere
las autonomías provinciales y conforme a las especificaciones que establezca la
reglamentación.

CAPÍTULO 14. DE LAS INSTITUCIONES DE EDUCACIÓN SUPERIOR UNIVERSITARIAS


PRIVADAS

ARTÍCULO 52: Las personas físicas o jurídicas reconocidas con personería -confesiones
religiosas inscriptas en el Registro Nacional de Cultos, asociaciones, sociedades, sindicatos,
fundaciones y empresas- podrán crear Instituciones de Educación Superior Universitarias.
Éstas deben constituirse sin fines de lucro, obteniendo personería jurídica como asociación
civil o fundación y dejar expresa indicación de las carreras, grados y títulos que la institución
puede ofrecer y expedir, al momento de la solicitud. Deben promover la excelencia y
asegurar la libertad académica, la igualdad de oportunidades y posibilidades, la
jerarquización docente, la corresponsabilidad de todos los miembros de la comunidad
universitaria, así como la convivencia pluralista de teorías y líneas de investigación, en un
contexto de respeto a las cosmovisiones y valores expresamente declarados en los estatutos
que regulan su funcionamiento.

ARTÍCULO 53: La autorización provisoria para su funcionamiento requerirá la sanción de un


Decreto del Poder Ejecutivo Nacional, previo informe del Consejo Nacional de Educación
Superior. Cumplido el plazo de tres (3) años de funcionamiento provisorio, contados a partir
de la autorización correspondiente, el establecimiento podrá solicitar el reconocimiento
definitivo para operar como Institución de Educación Superior privada, el que se otorgará por
ley nacional, previo informe favorable del Consejo Nacional de Educación Superior. Estos
informes deben fundamentarse en la consideración de los siguientes criterios:

a. la responsabilidad ética, financiera y económica de los integrantes de las asociaciones o


fundaciones.

b. la viabilidad y consistencia del proyecto institucional y académico así como su adecuación


a la presente ley;

c. el nivel académico del cuerpo de profesores con el que se cuenta inicialmente, su


trayectoria en investigación científica y en docencia universitaria;

d. la calidad y actualización de los planes de enseñanza e investigación propuestos;

e. los medios económicos, el equipamiento y la infraestructura de que efectivamente se


disponga, para posibilitar el cumplimiento de sus funciones de docencia, investigación,
extensión y desarrollo social comunitario; y

f. sus vinculaciones institucionales y las posibilidades de concreción de acuerdos y


convenios.

ARTÍCULO 54: Los establecimientos privados cuya creación no hubiere sido autorizada
conforme a las normas legales pertinentes no pueden usar denominaciones ni expedir
diplomas, títulos o grados de carácter universitario. La violación de esta norma da lugar a la
aplicación de sanciones, conforme lo establezca reglamentariamente el Consejo Nacional de
Educación Superior, las que pueden llegar a la clausura inmediata y definitiva de la entidad y
a la inhabilitación de los responsables para ejercer la docencia, así como para desempeñar
la función pública o integrar órganos de gobierno de asociaciones civiles dedicadas a la

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Comisión de Educación – Honorable Cámara de Diputados de la Nación 28
Educación Superior.

TÍTULO III. LA EDUCACIÓN SUPERIOR DE FORMACIÓN DOCENTE, HUMANÍSTICA,


SOCIAL, TÉCNICO PROFESIONAL Y ARTÍSTICA

CAPÍTULO 15. DISPOSICIONES GENERALES DE LA RESPONSABILIDAD


JURISDICCIONAL

ARTÍCULO 55: Corresponde a las Provincias y a la Ciudad Autónoma de Buenos Aires el


gobierno y organización de los Institutos Superiores de Formación Docente, Humanística,
Social, Técnico Profesional y Artística, en sus respectivos ámbitos de competencia territorial,
así como dictar normas que regulen la creación, modificación y cese de éstos y el
establecimiento de las condiciones a que se ajustará su funcionamiento, todo ello en el
marco de lo dispuesto en la presente ley, en las leyes 26.206 y 26.058 y en los
correspondientes acuerdos federales.

ARTÍCULO 56: Las jurisdicciones deben:

a. formar técnicos, tecnólogos, artistas, profesionales y docentes en todas las áreas del
conocimiento que habiliten para el desempeño laboral;

b. acreditar las carreras y/o ciclos de formación realizados para la prosecución de estudios y
actualización permanente en otros ciclos, instituciones y niveles;

c. llevar adelante actividades de capacitación, actualización y perfeccionamiento para sus


graduados, estimulando la investigación y la innovación educativas;

d. articular las actividades de formación con el sistema productivo, científico, tecnológico y


laboral;

e. estructurar los planes de estudios con base en una organización curricular que facilite a
sus estudiantes la prosecución de estudios y la capacitación permanente a lo largo de toda la
vida;

f. articular las carreras afines, estableciendo ciclos básicos comunes y regímenes de


equivalencia y opción mediante la aplicación del Sistema de Créditos Académicos que se
organice según lo establecido en la presente ley;

g. propiciar la autonomía de gestión y el cogobierno de las instituciones;

h. prever que sus sistemas de estadística e información educativa incluyan un componente


específico de Educación Superior;

i. establecer mecanismos de cooperación interinstitucional y de recíproca asistencia técnica y


académica, para el mejoramiento de la calidad institucional y la gestión curricular que
garanticen equidad en la formación académica; y

j. desarrollar modalidades regulares y sistemáticas de evaluación institucional, además de los


procesos de evaluación externa que cada cinco (5) años como mínimo toda Institución de
Educación Superior debe cumplimentar de acuerdo a lo establecido por esta ley.

ARTÍCULO 57: Los planes de estudio de los Institutos Superiores de Formación Docente,
Humanística, Social, Técnico Profesional y Artística son diseñados respetando -en función de
lo establecido en los artículos 74, 75, 76, 77, 78 y 85 de la Ley 26.206- los contenidos
básicos comunes que se acuerden en el seno del Consejo Federal de Educación.

ARTICULO 58: Las instituciones de Educación Superior de las jurisdicciones que se creen o
transformen y que acuerden con una o más universidades del país mecanismos de
acreditación de sus carreras o programas de formación y capacitación, podrán denominarse
colegios universitarios. Estas instituciones deben estar estrechamente vinculadas a
entidades de su zona de influencia y ofrecen carreras cortas flexibles y/o a término, que
faciliten la adquisición de competencias profesionales y hagan posible su inserción laboral
y/o la continuación de los estudios en las universidades con las cuales hayan establecido
acuerdos de articulación.

TÍTULO IV. LOS MIEMBROS DE LA EDUCACIÓN SUPERIOR

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Comisión de Educación – Honorable Cámara de Diputados de la Nación 29
CAPÍTULO 16. DE LOS DOCENTES

ARTÍCULO 59: Se establece la conformación del cuerpo de Docentes Nacionales


Universitarios, cuya regulación será establecida por el Consejo Nacional de Educación
Superior (CNES). Este cuerpo está conformado por todos aquellos docentes de Instituciones
de Educación Superior nacionales.

ARTÍCULO 60: Todos los docentes de la Educación Superior tienen los siguientes derechos
y obligaciones, sin perjuicio de los que establezcan las negociaciones colectivas y la
legislación laboral general y específica:

a. Al ejercicio de la docencia, sobre la base de la libertad de cátedra y la libertad de


enseñanza, sin ningún tipo de discriminación.

b. Al acceso a los cargos por concurso de antecedentes y oposición.

c. Al desempeño de la docencia en cualquier jurisdicción mediante la acreditación del título


correspondiente al Nivel Superior, sin perjuicio de las condiciones de acceso legales.

d. A la capacitación y actualización gratuitas, a lo largo de toda su carrera.

e. Al acceso a los cursos y carreras de Especialización, Maestría y Doctorado, sin perjuicio


del cumplimiento de las condiciones académicas de admisión.

f. Al acceso a programas de salud laboral y prevención de las enfermedades profesionales.

g. A participar en los órganos de cogobierno por sí y/o a través de sus representantes, en la


proporción que fijen los respectivos estatutos.

h. A participar y contribuir al logro de los objetivos y finalidades definidos para el Nivel de


Educación Superior establecidos en la presente ley.

CAPÍTULO 17. DE LOS ESTUDIANTES

ARTÍCULO 61: Los estudiantes de las instituciones de Educación Superior tienen los
siguientes derechos y obligaciones:

a. Al acceso libre y gratuito a los cursos, carreras y demás actividades que se realicen en
Institutos de Formación Superior estatales y en Instituciones de Educación Superior
Universitarias nacionales, siempre que cumplan con el requisito de haber aprobado el Nivel
de Educación Secundaria o régimen equivalente de Enseñanza.

b. A asociarse libremente en centros de estudiantes, federaciones nacionales y regionales; a


elegir sus representantes y a participar en el gobierno y en la vida de la institución, conforme
a los estatutos de la misma; a lo que establece la presente ley y, en su caso, las normas
legales de las respectivas jurisdicciones.

c. A solicitar, cuando se encuentren en las situaciones previstas en los artículos 1 y 2 de la


ley de Licencias deportivas 20.596, la postergación o adelanto de exámenes o evaluaciones
parciales o finales, cuando las fechas previstas para los mismos se encuentren dentro del
período de preparación y/o participación.

d. A ser respetados en su libertad de conciencia, sus convicciones y opciones religiosas,


políticas, de género, culturales y a gozar de libertad de expresión, opinión, información y libre
asociación, sin ser discriminados por ningún motivo.

e. A acceder a subsidios, comedor estudiantil, residencias para alumnos, guarderías para sus
hijos, bibliotecas, campos de deportes, o becas sustitutivas de estos beneficios, que
garanticen la igualdad de oportunidades y posibilidades, particularmente para el acceso y
permanencia en los estudios de grado, conforme a las normas que reglamenten la materia.

f. A desarrollar los aprendizajes en edificios que respondan a normas de seguridad, higiene,


salubridad y funcionalidad del espacio, según los fines y objetivos determinados por esta ley.

g. A participar y contribuir al logro de los objetivos y finalidades definidos para el Nivel de


Educación Superior planteados en la presente ley.

CONSULTA HACIA UNA NUEVA LEY NACIONAL DE EDUCACIÓN SUPERIOR


Comisión de Educación – Honorable Cámara de Diputados de la Nación 30
h. A respetar los estatutos y reglamentaciones de la institución en la que estudian.

i. A observar las condiciones de estudio, investigación, trabajo y convivencia que estipule la


institución a la que pertenecen.

j. A cumplimentar curricularmente con el régimen de rendimiento académico mínimo exigible


anualmente que cada institución estipule sobre la base de las regulaciones de la presente
ley.

k. A participar en los órganos de cogobierno por sí y/o a través de sus representantes en la


proporción que fijen los respectivos estatutos.

CAPÍTULO 18. DE LOS GRADUADOS

ARTÍCULO 62: Los graduados tienen los siguientes derechos:

a. A mantener una vinculación permanente con la Institución de Educación Superior donde


realizaron su formación.

b. A acceder a los programas de actualización permanente en las diferentes áreas de


conocimiento.

c. A la participación activa en la actividad académica de las Instituciones.

d. A participar en el fortalecimiento de los mecanismos de actualización académica, la


producción de conocimiento y su difusión, mediante publicaciones especializadas.

e. A participar en los órganos de cogobierno por sí y/o a través de sus representantes en la


proporción que fijen los respectivos estatutos.

CAPÍTULO 19. DEL PERSONAL NO DOCENTE (PROFESIONAL, ADMINISTRATIVO, DE


SERVICIOS Y TÉCNICO)

ARTÍCULO 63: El personal no docente (Profesional, Administrativo, de Servicios y Técnico),


sin perjuicio de los que establezcan las negociaciones colectivas y la legislación laboral
general y específica, tiene los siguientes derechos complementarios:

a. A acceder a los cargos, en las Instituciones de Educación Superior Universitarias


nacionales, por concurso público.

b. A completar sus estudios secundarios y superiores compatibilizando los horarios de


trabajo con los de estudio.

c. A participar en los órganos de cogobierno por sí y/o por medio de sus representantes en la
proporción que fijen los respectivos estatutos.

CAPÍTULO 20. DE LA PERMANENCIA Y EL BIENESTAR

ARTÍCULO 64: Cada institución de Educación Superior Universitaria Nacional y cada


jurisdicción debe contar con un órgano con funciones de orientación profesional y vocacional
que:

a. contribuya a determinar las aptitudes del futuro estudiante de Educación Superior respecto
a las diversas áreas del conocimiento y promueva la inscripción en las carreras de mayor
interés para el desarrollo regional y nacional. A tal fin actúa en estrecha vinculación con los
Niveles de enseñanza precedentes.

b. Investigue las causales de abandono para contribuir a la implementación de políticas de


retención e inclusión.

c. Asesore a los estudiantes con dificultades, a fin de favorecer la continuidad de sus


estudios.

ARTÍCULO 65: Cada Institución de Educación Superior Universitaria nacional y cada


jurisdicción debe contar con un área de bienestar que brinde a todos sus miembros los
siguientes beneficios, o becas sustitutivas, para:

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Comisión de Educación – Honorable Cámara de Diputados de la Nación 31
a. Atender su estado de salud, mediante la implementación de prácticas que mejoren su
calidad de vida, revisaciones médicas periódicas, atención médica integral, así como la
provisión de medicamentos.

b. Propiciar mecanismos y/o convenios con los organismos correspondientes y/o empresas
de transporte público de pasajeros, tendientes a crear un boleto con descuento para
docentes, no docentes y estudiantes, o medios alternativos de traslado físico en el territorio.

c. Habilitar servicios de alojamiento, comedor y guarderías infantiles.

d. Suministrar medios y recursos para la práctica masiva de actividades deportivas y


recreativas.

TÍTULO V. DISPOSICIONES COMPLEMENTARIAS Y TRANSITORIAS

ARTÍCULO 66: Dispóngase la implementación de un plan de cinco (5) años de duración,


prorrogables, que contemple la creación de programas nacionales financiados por Tesoro
Nacional y contrapartes a cargo de las Instituciones de Educación Superior que se postulen
como beneficiarias. Se pueden afectar, a tal propósito, fondos presupuestarios, actividades
de docencia y/o asistencia técnica, asesoramiento, producción de tecnología y/o uso de
infraestructura de uso libre e insumos,, en proporción equivalente a un tercio de los fondos
que se reciban por esta finalidad.

Las áreas, funciones, objetivos y metas a lograr son:

a. Recuperación y retención de la matrícula de la Educación Superior, con el objetivo de que


el porcentaje de graduación del Nivel alcance, por lo menos, al cincuenta por ciento (50 %)
de los estudiantes que ingresaren en cada cohorte.

b. Incremento en la graduación y formación académica, con el objetivo de que los docentes


de la Educación Superior puedan titularse en carreras de posgrado o alcancen méritos
equivalentes.

c. Producción de proyectos institucionales de vinculación de la Educación Superior con la


sociedad civil y el Estado, con el objetivo de aportar al desarrollo educativo, comunitario,
socio- económico, tecnológico, y/o ambiental de los diferentes niveles del Estado y de las
organizaciones sociales y comunitarias

d. Desarrollo de transformaciones curriculares que promuevan el análisis y la revisión y


evaluación periódica de los planes de estudio vigentes en las Instituciones de Educación
Superior.

e. Implementación del Servicio de Prácticas Comunitarias y Productivas de la Educación


Superior, relacionado con las prácticas que realizan los estudiantes en el desarrollo de sus
carreras.

f. Promoción de la inclusión total, para la erradicación del analfabetismo en todo el territorio


nacional.

g. Integración y consolidación de la información pública de la Educación Superior, con el


objetivo de unificar las bases de datos educativos de todas las Instituciones de Educación
Superior.

h. Estímulo a la formulación presupuestaria por programas, pautas de funcionamiento


institucional y resultados, que alcancen como mínimo el seis por ciento (6%) del total del
presupuesto asignado anualmente para las Instituciones de Educación Superior
Universitarias nacionales.

i. Adecuación de las plantas docentes, de acuerdo a lo previsto en la presente ley.

j. Contribuir al desarrollo de la educación nacional de nivel superior en las diferentes


modalidades y ámbitos de desarrollo con especial atención a la población privada de su
libertad.

ARTÍCULO 67: A los efectos del cumplimiento de la presente ley, y a partir de su


promulgación, se establece que:

CONSULTA HACIA UNA NUEVA LEY NACIONAL DE EDUCACIÓN SUPERIOR


Comisión de Educación – Honorable Cámara de Diputados de la Nación 32
a. Las Instituciones de Educación Superior Universitarias deben adecuar sus estatutos y
normativas a las disposiciones de la presente ley, dentro del plazo de dos (2) años contados
a partir de la promulgación de la misma.

b. Se establece un Programa Especial de Acreditación y Evaluación de Institutos Superiores


de Formación Docente, Humanística, Social, Técnico-Profesional y Artística, de los Colegios
Universitarios y de los Colegios Preuniversitarios, nacionales y privados, de todas las
Jurisdicciones, en el seno del CENAEES, a fin de asegurar el cumplimiento de lo prescripto
en la presente ley en un plazo de tres (3) años, contados a partir de la promulgación de la
misma, sin perjuicio de lo establecido en las Leyes 26.206 y 26.058. Cumplida la
acreditación, todas estas instituciones serán evaluadas periódicamente por el CENAEES.

c. Los cuerpos colegiados establecidos por esta ley (CNES, CU, CRUN, CRUP, CRPES,
CENAEES) se ponen en funcionamiento al momento de la promulgación de presente. El
Poder Ejecutivo Nacional, a través del Ministerio de Educación, será la autoridad de
aplicación y tramitará la citación de sus respectivas autoridades máximas a una reunión
constitutiva. Las diferentes entidades que los conforman deben nombrar sus representantes
definitivos en un plazo no mayor a los tres (3) meses de la primera citación.

d. El CNES comenzará sus actividades a partir del 1 de enero del año siguiente a la
promulgación de la presente ley. Hasta tanto esto suceda, el Ministerio de Educación
designará un delegado organizador con funciones de normalización de las tareas
encomendadas por esta ley.

e. El CU se constituye con los recursos humanos y materiales, así como las condiciones de
funcionamiento, del actual Consejo de Universidades hasta su normalización, que deberá
suceder en un plazo no mayor de doce (12) meses contados a partir de la promulgación y
bajo lo establecido por esta ley.

f. El CRUN se constituye con los recursos humanos y materiales, así como las condiciones
de funcionamiento, del actual Consejo Interuniversitario Nacional, hasta su normalización que
deberá suceder en un plazo no mayor de doce (12) meses contados a partir de la
promulgación y bajo lo establecido por esta ley.

g. Los CRPES se constituyen con los recursos humanos y materiales, así como las
condiciones de funcionamiento, de los actuales CPRES hasta su normalización que deberá
suceder en un plazo no mayor de doce (12) meses contados a partir de la promulgación y
bajo lo establecido por esta ley.

h. El CENAEES se constituye con los recursos humanos y materiales, así como las
condiciones de funcionamiento, de la actual Comisión Nacional de Evaluación y Acreditación
Universitaria (CONEAU) hasta su normalización que deberá suceder en un plazo no mayor
de doce (12) meses contados a partir de la promulgación y dentro de lo establecido por esta
ley.

ARTÍCULO 68: La Nación reconoce a las instituciones educativas preuniversitarias creadas a


la fecha de la sanción de la presente ley, dependientes de las universidades nacionales, en
el marco de la innovación pedagógica que llevan adelante estas instituciones, como parte del
Sistema de la Educación Superior, en el marco de las pautas establecidas por la Ley 26.206
para los Niveles y Modalidades de la educación común. En tal sentido los docentes y no
docentes que se desempeñan en estas instituciones gozan de todos los derechos y deberes
aquí establecidos.

ARTÍCULO 69: Deróguese la Ley 24.521.

ARTÍCULO 70: Invítase a las Provincias y a la Ciudad Autónoma de Buenos Aires a adecuar
su legislación educativa en consonancia con la presente ley.

ARTÍCULO 71: Comuníquese al Poder Ejecutivo Nacional.

FUNDAMENTOS

Señor presidente:

En el discurso de inauguración de las sesiones ordinarias del Congreso Nacional del 2008, la
Presidenta de la Nación señaló la necesidad de sancionar un nuevo marco normativo para la
CONSULTA HACIA UNA NUEVA LEY NACIONAL DE EDUCACIÓN SUPERIOR
Comisión de Educación – Honorable Cámara de Diputados de la Nación 33
Educación Superior, haciéndose eco de la opinión ampliamente mayoritaria de la comunidad
universitaria y de la educación superior en su conjunto, habida cuenta las sanciones de las
leyes de Financiamiento Educativo, de Educación Técnica Profesional y de la Ley de
Educación Nacional, que, y sobre todo esta última incluía definiciones que entraban en
contradicción con la Ley de Educación Superior vigente.

Se sumaban a estos cuerpos normativos los fallos de la Corte Suprema de Justicia que
dejaban algunos aspectos de la Ley de Educación Superior vigente sin aplicación a raíz de
definiciones de los estatutos universitarios que contradecían el texto normativo.

En este sentido la Comisión de Educación de la Cámara de Diputados se planteó la tarea de


generar condiciones para sancionar una nueva norma, siguiendo procedimientos orientados
a generar un amplio consenso y que ya fueron puestos en práctica en la sanción de las otras
leyes educativas ya mencionadas. Al respecto se realizaron de manera convergente:

- una Consulta Nacional a la mayoría de los integrantes, las organizaciones e


instituciones de la Educación Superior realizadas en sede de la HCDN y de manera
regional en cuatro Universidades Nacionales: Córdoba, Salta, Rosario y Comodoro
Rivadavia (1) ,

- el análisis de los proyectos con estado parlamentario, y

- el estudio comparado de legislaciones de la Educación Superior en diferentes países a


lo largo de la historia.

Esta tarea culmina hoy con la presentación de este proyecto de Ley Nacional de Educación
Superior que recupera las tres ideas básicas que han surgido de los diferentes aportes,
diálogos y debates, así como de nuestras más profundas convicciones:

1. La integración nacional que es necesario recuperar en la legislación sobre la Educación


Superior en consonancia con el conjunto normativo que, desde 2003, ha reordenado los
asuntos educativos hacia una recuperación de los derechos y responsabilidades que las
políticas neoliberales disgregadoras habían subsumido a intereses del Mercado, apuntando a
considerar a la Educación como bien transable, comerciable;

2. El respeto irrestricto a los dictados constitucionales de la autonomía universitaria de cada


Casa de Estudios y del federalismo jurisdiccional, así como la determinación concreta y
eficaz de dotar con herramientas de gobierno y planeamiento al conjunto del Sistema; y

3. La incorporación, a través de los vínculos más integradores y modernos, de los diferentes


derechos y responsabilidades de todos los habitantes de nuestra Argentina, en tanto sujetos
actuales y/o potenciales de la Educación Superior, recuperando los avances legislativos
sobre políticas públicas de inclusión, sobre el reconocimiento de las múltiples identidades
culturales, sociales y étnicas, sobre el otorgamiento de recursos acordes con las
necesidades particulares, sobre la conformación de un corpus conceptual de definición
nacional, popular, latinoamericanista, transformador, soberano e independiente de toda
dominación.

El presente proyecto de ley también es producto de la maduración y síntesis, mediante la


discusión franca y profunda en el seno de la Comisión de Educación, de diferentes proyectos
que provienen de distintos orígenes políticos y perspectivas. Todo esto sin reemplazar ni
embozar las particularidades partidarias pero logrando una superación sustancial, inclusiva,
con consensos estructurales y estructurantes muy importantes, así como con disensos
claramente definidos y acotados a operatividades y perspectivas de reglamentación o
integración interjurisdiccionales.

Así, la estructura que propone este proyecto de Ley Nacional de Educación Superior,
establece el reconocimiento de todas las instituciones que componen el campo de los
estudios superiores sumándole aquellas que aseguren y den sentido a la integración de lo
que hasta hoy tiene vigencia como subsistemas: lo Universitario y la Formación Superior
Docente, Técnico-Profesional, Artística, Social y Humanística de cada Jurisdicción provincial
y dejando abierta la posibilidad de agregar instituciones que atiendan con nuevas
modalidades las demandas de la educación superior y la investigación científica.

Asimismo, esta integración estructural demanda una reintegración de las posibilidades y


oportunidades de cada recorrido individual de los sujetos de la Educación Superior. En este
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sentido, el proyecto estipula e instituye derechos y responsabilidades personales e
institucionales acerca del reconocimiento de todos los trayectos educativos, la integración de
las carreras profesionales docentes en legajos únicos, la provisión de recursos materiales y
vinculares precisos para el ingreso, permanencia y egreso de acuerdo a cada necesidad.

Este proyecto apunta, además, mediante sus disposiciones complementarias y transitorias, a


la continuidad, profundización y reintegración del Sistema de Educación Superior en nuestro
país, de manera planificada, con las indicaciones precisas de las acciones que, en el proceso
de aplicación de la nueva Ley, posibilitarán un salto cualitativo desde lo formal-operativo
hacia la disposición plena de una Educación Superior profundamente integrada al sentido
histórico con que hemos dado en definir democráticamente las inmensas mayorías del
Pueblo Argentino a nuestro deseo de Futuro.

Estructuración

En un esquema sumario, se organiza en 5 Títulos, 20 Capítulos y 71 artículos.

Los Títulos refieren, respectivamente,

- a la conformación general del subsistema de Educación Superior;

- a las especificidades de los componentes de la Educación Superior Universitaria y de


la Educación Superior de Formación Docente, Humanística, Social, Técnico Profesional
y Artística;

- a la definición, derechos y responsabilidades de los sujetos de la Educación Superior;


y

- a las Disposiciones complementarias y transitorias.

La estructura de Capítulos y Artículos avanza e instituye los núcleos operativos de los


alcances de la norma que, en una rápida vista, se sintetizan en los siguientes conceptos:

DISPOSICIONES GENERALES (Capítulos 1. Artículos 1 al 4°)

Donde se consagran los acuerdos mayoritarios acerca del marco normativo referente y de las
responsabilidades indelegables de los diferentes niveles del Estado.

OBJETIVOS Y COMPONENTES DEL SISTEMA (Capítulos 2 al 9. Artículos 5° al 20)

Donde se establecen los objetivos de la Educación Superior definiendo los más modernos y
completos derechos que desarrollan las pautas constitucionales y profundizan el sentido
inclusivo, democrático y transformador de la normativa educativa sancionada en las
inmediatas administraciones gubernamentales contemporáneas. Asimismo, en el apartado,
también se estructura, mediante organismos e instituciones acreditadas y autorizadas por el
Estado, en cualquier ámbito físico o virtual, el subsistema de Educación Superior,
asegurando los mecanismos y procesos de reintegración entre las tradiciones universitarias y
la formación superior docente, técnico- profesional, artística, humanística y social. En los
sucesivos capítulos 3, 4, 5, 6, 7, 8 y 9 se establecen los alcances, objetivos y funciones del
Consejo Nacional de Educación Superior, del Consejo de Universidades, del Consejo de
Rectores de Universidades Nacionales, del Consejo de Rectores de Universidades Privadas,
de los Consejos Regionales de Planificación de la Educación Superior, del Consejo
Educativo para la Acreditación y la Evaluación de la Educación Superior y lo específico de la
Educación Superior del Consejo Federal de Educación, asegurando el planeamiento,
evaluación, acreditación, provisión de recursos económicos y el contralor de los
procedimientos financieros del conjunto del subsistema.

Consideramos que la creación de un Consejo Nacional de Educación Superior constituye una


forma de asegurar la autonomía del sistema en su conjunto dado que todos los actores
constitutivos de la educación tienen representación en este órgano superior de gobierno, en
donde se tomarán las decisiones de índole más política sobre el Sistema que de esta manera
promovería un proceso de toma de decisiones en las que todos los actores tengan su
participación reproduciendo una forma de gobierno colegiada como es propio de la tradición
del gobierno de las Universidades en la Argentina.

Además se crea un organismo de índole más técnica a los efectos de la acreditación y la


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evaluación y se amplía su alcance a toda la educación superior incluyendo a la formación
docente y la técnica, estatal y privada, lo que procura generar resguardos de calidad y
consistencia interna en la integración para todo el Nivel.

Respecto al funcionamiento de los Consejos Regionales de Planificación se establece su


jerarquización como órganos de planeamiento regional de la educación superior con
participación de los sujetos institucionales de todo el territorio, resguardándose la
preeminencia en la representación del sector estatal.

DE LA INTEGRACIÓN DE LA EDUCACIÓN SUPERIOR UNIVERSITARIA (Capítulos 10 al


14. Artículos 21 al 54)

Donde se dispone la constitución de las instituciones universitarias, contemplando los


desarrollos en los diferentes Niveles educativos, así como las distintas instancias
jurisdiccionales y las modalidades de gestión. En este apartado del desarrollo normativo se
consagran taxativamente las disposiciones constitucionales de la autonomía y la autarquía
institucionales, la integración sistémica entre Instituciones, Niveles, jurisdicciones y tipos de
gestión, así como los procedimientos generales y particulares que deben llevar adelante las
diferentes instituciones para cumplir con las pautas educativas de la Nación.

En este apartado se establece la creación de los "Centros Nacionales de Educación


Superior, Investigación Científica e Innovación Tecnológica" que se constituyen como el
instrumento para que los procesos de la producción de Conocimiento centren la iniciativa a
nivel del territorio en la solidaridad precisa entre producción, formación y transmisión de
aquél. Así se podrá revertir la tendencia que ordena la evolución del conocimiento en un
circuito "antinatural" que presupone primero la formación y luego recién los procesos de
generación de esos conocimientos. En esta iniciativa ser dispone, además, que los Institutos
Superiores que estén en condiciones puedan complementar sus fines y objetivos con otros
aportes territoriales y constituirse como Centros referentes del desarrollo científico y
tecnológico en la región.

Dentro de las estructuras de cogobierno se reconocen los derechos históricos y tradicionales


de los Claustros, pero se incluye la posibilidad de que en los respectivos Estatutos de cada
Institución Universitaria se disponga la subdivisión de éstos en Estamentos que distingan las
representaciones de los diferentes componentes de cada Claustro Universitario, como por
ejemplo las diferentes categorías de Docentes en tanto Profesores, Jefes de Trabajos
Prácticos y Auxiliares Docentes que hasta el presente no se les dejaba margen para elegir y
ser elegidos como integrantes de los cuerpos colegiados de gobierno.

También se crea el Sistema de Créditos Académicos que debe fijar por decisión del Consejo
Nacional las equivalencias entre los estudios de Formación Superior y los Universitarios,
generando una integración académica cuya calidad esté garantizada por los procesos
continuos y permanentes de evaluación y acreditación.

DE LAS DISPOSICIONES GENERALES DE LA RESPONSABILIDAD JURISDICCIONAL


REFERENTE A LA EDUCACIÓN SUPERIOR DE FORMACIÓN DOCENTE, HUMANÍSTICA,
SOCIAL, TÉCNICO PROFESIONAL Y ARTÍSTICA. (Capítulo 15. Artículos 55 al 58)

Donde se especifican las responsabilidades de los diferentes niveles del Estado,


complementando lo establecido por las leyes 26.206 y 26.058 y en los correspondientes
acuerdos federales.

DE LOS SUJETOS MIEMBROS DE LA EDUCACIÓN SUPERIOR (Capítulos 16 al 20.


Artículos 59 al 65)

Donde se prescriben los derechos y obligaciones de los Docentes, los Estudiantes, los
Graduados, los No Docentes y sus condiciones de permanencia y bienestar, asegurando la
estructuración nacional para los tránsitos, reconocimientos y posibilidades de desarrollo
integral.

DE LAS DISPOSICIONES COMPLEMENTARIAS Y TRANSITORIAS (Artículos 66 al 71).

Donde se establece y asegura la viabilidad de las transformaciones establecidas en el plexo


normativo del proyecto

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Antecedentes

Es necesario, ahora, apuntar los antecedentes que recogemos sobre el estado actual del
Sistema y que han dado origen a esta propuesta de transformación de la norma legal que lo
rige:

La Crisis civilizatoria y la educación superior

Una profunda crisis atraviesa a las sociedades. En los últimos veinte años asistimos
alternativamente al derrumbe del muro de Berlín, que marcó el término de la experiencia
socialista, y a una crisis del capitalismo globalizado cuyo final es incierto.

La crisis económica-financiera que afecta al mundo globalizado es una de las más


importantes de los últimos cien años y es, a su vez, una crisis de la sociedad que ha
sostenido un modelo económico que llevó a la desigualdad, a la pobreza y a la explotación
de millones de seres humanos, al mismo tiempo que benefició muchísimo a muy pocos.

Hoy hay un debate sobre nuevos paradigmas políticos, económicos, sociales y culturales,
que debe impactar en las políticas estatales. Hasta dónde se involucren los Estados en su rol
de contralores del mercado y en la implementación de políticas públicas, es la medida de la
posibilidad de salir de la crisis, o sólo de aggiornar con un superfluo maquillaje la situación.
No alcanzan los parches.

En estas circunstancias, y cuando se necesita del aporte de todos en lo que se refiere a la


comprensión de la gravedad de lo que ocurre, de la batalla que se está librando, y de lo que
cada uno puede aportar con perspectivas creativas y superadoras, es imposible pensar que
los espacios institucionales no estén atravesados por ella. Las que conforman el sistema de
educación superior no son la excepción a la regla. Precisamente la educación superior
requiere ser inmediatamente atendida para evitar que los problemas que aparecen hoy
dispersos se condensen de manera irreversible.

La educación superior es uno de los ámbitos más adecuados para la generación de nuevas
ideas, modelos productivos, energéticos y tecnológicos, que permitan ir dando pasos hacia la
construcción de una sociedad distinta, en pos de las estrategias para el desarrollo nacional.
Pero también debe ser un ámbito de oportunidades para el conjunto, para una mayoría
mucho más amplia de la que hoy asiste. Porque en los recursos humanos que allí se forman
también estarán las posibilidades de repensar modelos y soluciones. Hay que fomentar la
generación de una mayor masa crítica en beneficio del conjunto.

Al hablar de Educación Superior nos referimos a las universidades, los institutos


universitarios, los Institutos Superiores de Formación Docente y de Formación Técnico
Profesional, los colegios universitarios y los centros nacionales de educación superior,
investigación científica e innovación tecnológica.

La crisis afecta al conjunto del sistema de Educación Superior con sus particularidades
porque la crisis es civilizatoria y las instituciones que conforman el Nivel han sido un
significante fundamental de la civilización que hoy se resquebraja.

En particular, la universidad es reflejo de los resabios del pasado y de las luces del futuro de
cada tiempo, y la forma universitaria de la política es la traducción de los conflictos, las
necesidades y los obstáculos que tiene la sociedad en materia de distribución de la cultura
entre y dentro de las distintas generaciones, clases sociales, sectores étnicos, culturales,
entre otras cuestiones.

Durante el siglo XX, cuando la universidad clamaba o se silenciaba, era necesario prestarle
atención. Hoy es más urgente aún prestar atención a sus silencios y a sus espasmódicas
virulencias. Silencios y protestas suelen articularse repentinamente, si no se los interpreta y
no se resuelven a tiempo los problemas que expresan.

El mercadeo de la pertinencia, los intereses de Occidente.

La situación actual de las universidades occidentales es desconcertante. Antes que


multiplicarse voces clamando por el rescate de ese interés general, que las habitó durante
casi dos siglos, se ha fragmentado el "demos" universitario confundiéndose con intereses
que la alejan de la universalidad del saber que estuvo en su origen. A la vez que la

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comprometen con intereses particulares y dispersos en el océano del mercado.

El golpe que el neoliberalismo propinó al sistema capitalista, al cual pertenece, afectó a todas
las formas de producción y transmisión del saber. Tanto la forma de universidad humboltiana
como la napoleónica quedaron descolocadas porque el rumbo que tomaron las cosas les
impidió generar una herencia superadora, adaptarse al progreso con el cual, en buena
medida, habían colaborado aportando conocimientos y mejorando la cultura de sucesivas
generaciones. Esa insuficiencia es notable en el caso europeo, que no ha tenido la
capacidad de generar formas de producción y transmisión del saber universitario dentro de
su tradición cultural, liberal o conservadora.

La derrota de los modelos europeos modernos de universidad fue un aspecto de la derrota


de la cultura latina por la cultura anglosajona, de la cultura europea en manos de la
estadounidense. La erosión fue rápida, si se considera la varias veces centenaria edad de las
universidades europeas. Veinte años después del triunfo de los Aliados sobre el más
siniestro intento de control de la humanidad, las universidades europeas vibraban en
movimientos ubicados en el imaginario de la liberación social. Una década más tarde, una
inédita tecnología del control de la enseñanza, el aprendizaje y la investigación invadió las
aulas, generada por grandes entidades financieras internacionales, las mismas cuyo modelo
causaría el crack de todo el sistema económico social a principios del actual siglo. Exigirían
"pertinencia" de las universidades al Mercado.

Herida culturalmente, Europa selló el Acuerdo de Bolonia, reconociendo el agotamiento de


ambos modelos universitarios de la modernidad, puso en una placa de bronce a su
Universidad, e inició la construcción de un sistema de educación superior profundamente
contradictorio con la universalidad del conocimiento. Emprendió la homogeneización de
planes y programas hasta llegar a exigir planillas miméticas que registran al docente, al
investigador y al alumno como números de un presupuesto que consideran el peso muerto
que el Estado debe descargar.

La contradicción es flagrante: el conocimiento debe ser producido y transmitido a medida de


las reglas del Libre Mercado, pero los instrumentos que se utilizan para alcanzar ese
resultado son de un alto control de todas las operaciones de mercadeo de conocimiento. La
irracionalidad del capitalismo neoliberal, el que, empero, ha crecido en la matriz de la más
alta escala alcanzada por la razón humana en materia de ciencia y tecnología, carcomió las
fronteras que diferenciaban la vorágine del mundo económico del espacio de producción y
transmisión de bienes simbólicos, en lugar de actualizar lazos productivos y creadores entre
una y otra tarea humana.

La modernidad propia, el paradigma latinoamericano.

Es conveniente recordar el linaje de las universidades latinoamericanas para sostener que ni


su crisis es idéntica a la de las universidades europeas, ni las soluciones que tengan alguna
viabilidad podrán ser las mismas. Huelga decir una vez más que mirar nuestros problemas
sociales y culturales en espejo ajeno solo nos devuelve una deformación al servicio de
poderes extraños que irremediablemente encuentran cómplices en el sostén de necesidades
y controles externos.

En América Latina la herencia de las viejas universidades de Salamanca y Bolonia fue


atravesada por el liberalismo francés. La orientación de las universidades hacia la formación
de profesiones se adecuó a las vicisitudes de las nuevas repúblicas, que quedaron ubicadas
en la periferia de la sociedad industrial avanzada. El Movimiento Reformista de 1918 puso de
manifiesto que las universidades latinoamericanas estaban descolocadas respecto de sus
pares europeas y norteamericanas para las cuales sus reclamos eran extraños. Detrás de las
universidades latinoamericanas ha crecido siempre la utopía de una modernidad propia.

El Espacio Europeo de Educación Superior se ha constituido sobre una historia, una tradición
y, sobre todo, de alianzas económico-políticas provenientes de la lucha por la hegemonía
dentro de la Unión Europea y entre esta última y los Estados Unidos. A nosotros nos toca
construir un Espacio Latinoamericano de Educación Superior. Si en 1918 la juventud
universitaria latinoamericana emprendió un camino distinto, ¿cómo no podríamos hacerlo
casi un siglo después, en una situación donde se han tensionado fuertemente las
articulaciones internacionales que subordinaban a nuestros países, sometidos mediante
deudas externas impagables, balanzas deficitarias y la lógica de la economía financiera
rigiendo sobre nuestro aparato productivo y nuestra vida social?
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Comisión de Educación – Honorable Cámara de Diputados de la Nación 38
Las sociedades latinoamericanas han acumulado dolorosamente experiencias que les
permiten definir con claridad qué es una crisis; todos nuestros pueblos han desarrollado
saberes de sobrevivencia, tecnologías de subsistencia y, en el presente, no solamente han
ensayado modelos de gobierno orientados hacia la independencia económica, la soberanía
política, la justicia social y la democracia, sino que muchos países lo han hecho con signo
propio, como políticas de Estado, donde la educación ha tenido un trato preferencial.
Probablemente sea América Latina el lugar donde se avanzó más en una educación
superadora del modelo normalista liberal europeo, que recibió como legado. Encontramos
lineamientos, tradición y experiencias desde la reforma educativa mexicana comenzada en
los años veinte, las reformas nacionalistas populares -en especial la del primer peronismo-,
pasando por las grandes campañas de alfabetización en Cuba y Nicaragua, los modelos
educativos de los municipios brasileños, hasta las políticas educativas de gobiernos actuales
como los de Ecuador, Bolivia, Venezuela, Nicaragua y Uruguay, línea en la cual se ubican las
reformas legislativas que se realizaron durante el gobierno de Néstor Kirchner.

Debe admitirse que la extensión de la cultura y la escolarización en América Latina, tuvo


siempre como motor las políticas que representaron a las grandes masas y requirieron de la
educación para poner sostener políticas de desarrollo. Esas políticas forman parte de una
clara concepción educativa, que asume políticas educativas universales, inclusivas, que
otorgan protagonismo a los pueblos, que se vinculan con la producción y el trabajo antes que
con el Mercado, que buscan la producción de saberes para una distribución justa de la
riqueza material y simbólica. En todos los casos, se combinan soluciones a problemas
educativos residuales de la modernidad y se profundiza el destino democrático popular de la
política educativa.

La centralidad del Estado, el presente argentino.

Durante los gobiernos de Néstor Kirchner y Cristina Fernández de Kirchner se dieron pasos
importantes para reorganizar el sistema escolar, superando la legislación neoliberal y
poniendo en marcha un sistema cuyo eje ético-político es la educación común ensamblada
con el respeto por las diferencias, que establece articulaciones entre la educación, el trabajo
y la producción y atiende a la integralidad de la formación básica de todos los argentinos.
Durante las consultas y los debates que precedieron a las nuevas leyes nadie se detuvo para
cuestionar el sentido y las finalidades de la educación primaria o secundaria. La pregunta
formulada desde la derecha liberal se refería a la falta de sentido que encuentran a la
inversión del Estado en la educación, pero el pueblo que había votado aquel gobierno no
dudaba de recobrar el control de su educación. Se han dado pasos importantes acercándose
al pueblo en su conjunto y no a fragmentos de población recortados que consolidaban la
diferenciación desigual de los diferentes sectores sociales. La medida estratégica principal
para encaminar la educación hacia aquellas finalidades es la recuperación de la centralidad
del Estado para hacer política y no dejarlo reducido a un administrador de recursos, es decir
lo que el lenguaje neoliberal simplifica denominándolo como "gestión".

"No se puede", origen de catástrofes.

El problema es que existe una demanda del sistema productivo distinta a las de las
producciones tradicionales. La necesidad de nuevos paradigmas requiere de investigadores,
científicos, alumnos, docentes y tecnólogos que puedan formular y formularnos nuevos
interrogantes y soluciones; es decir, planificar el futuro. Además, existe una demanda
territorial, porque muchos estudiantes que terminan el secundario golpean las puertas de la
educación superior, y algunas universidades han establecido un ingreso limitado disimulado,
cuestión que no se admite abiertamente, pero que existe en la Argentina.

En un país que considera a la educación como un "bien social", que cuenta con un Estado
que garantiza su gratuidad y acceso y que siendo una Nación con alrededor 40 millones de
habitantes -dicho ahora, que la secundaria es obligatoria-, la tendencia a cursar estudios
superiores irá en aumento. Más cantidad de jóvenes golpearán las puertas de la educación
superior para ingresar y es auspicioso que eso ocurra.

En este sentido, la ley universitaria de los 90 quedó desactualizada. Ya hay grandes


universidades con sus estatutos reformados que no se adecuan a esa norma. También en la
comisión de Educación de la Cámara baja se llegó a acuerdos entre los distintos bloques que
apuntan a la necesidad de tener una ley nueva, como ya quedó dicho. Hace falta una política
integral para la Educación Superior que organice y delinee los caminos.

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Comisión de Educación – Honorable Cámara de Diputados de la Nación 39
La articulación necesaria, el planeamiento estratégico.

Llegó el momento. Las modificaciones lógicas que sufrió con el tiempo el ideario reformista
de 1918 respondieron al crecimiento de la demanda de educación superior por parte de la
población, hecho alentador que demuestra la eficacia con la cual ha trabajado el sistema
escolar en su finalidad de transmisión de la cultura básica. La insuficiencia académica,
científica y pedagógica de la organización universitaria para responder suficientemente a la
expansión de la demanda por parte de grandes poblaciones juveniles, a la necesidad de
nuevos perfiles profesionales y profesiones, especializaciones y a la necesidad de
transferencia de conocimientos a la sociedad y al Estado, no ha sido aún atendida mediante
políticas de modernización democrática, como lo fueron los demás niveles de la educación.

Las consecuencias de ese descuido se perfilan en toda su gravedad en los momentos en los
cuales nuestros países están intentando despegar de la crisis en la cual los hundieron las
dictaduras militares y el neoliberalismo. Es ahora cuando se requiere de toda la capacidad
intelectual de la sociedad para reconstruir la economía, acordar formas más justas de
organización social y distribución de la riqueza, adecuar la estructura legal, establecer lazos
fluidos entre las instituciones de investigación y enseñanza y el Estado. Es ya cuando se
necesita una transformación político cultural en la cual las instituciones de educación superior
deben jugar un papel irremplazable.

Pero no puede desconocerse que hay voces que repiten que "no existe ningún proyecto para
superar la situación actual de las universidades", o se sostiene que "no habría que tocar la
ley menemista", o que "el gobierno no debe tomar medidas de trascendencia en la educación
superior porque agitaría aguas incontrolables".

Respecto a la educación superior se repite una suposición según la cual no habría horizonte
alguno, ni proyectos, ni ideas sobre sus finalidades, ni posibilidades de llegar a acuerdos.
Transformado este postulado en acto, se deteriora la posibilidad de la planificación de
soluciones, porque su concreción siempre requiere de una voluntad compartida. Como las
soluciones a muchos problemas no pueden posponerse, para escuchar y oír los acuerdos
existentes, es necesario dejar de lado intereses creados y así arribar a una política que
articule y conduzca las múltiples soluciones y experiencias parciales que existen.

Las alternativas de formación en la actualidad

La Educación Superior no se reduce a las universidades, como ya quedó dicho. Los 1.990(
(2) ) institutos de Formación Superior Docente y Técnico-Profesional (mal nombrados como
"no universitarios" o terciarios) son los principales responsables de la formación de docentes
para el sistema escolar y de los técnicos y agrotécnicos. Los alumnos de dichos institutos
provienen, en su mayoría, de capas sociales más humildes que quienes pueden sostener
una carrera universitaria. Una de las medidas de la política educativa menemista fue
transferirlos a los gobiernos provinciales, aumentando así su distancia con las universidades,
que siguieron en la órbita nacional. La existencia de una política nacional de formación
docente quedó subordinada a acuerdos bilaterales y a merced de negociaciones de intereses
sectoriales o urgencias económicas de las provincias que dependían de las decisiones
nacionales.

Pero, con anterioridad a esa situación, los institutos ocupaban un lugar descalificado frente a
las universidades, muchas de las cuales aún no reconocen los estudios cursados en ellos
como parte de las carreras de formación docente que a su vez poseen. Al mismo tiempo, han
proliferado innumerables institutos privados que insertan toda clase de títulos en un Mercado
donde se esfuma la formación real que han recibido las personas y se equiparan los
técnicos, docentes o profesionales que poseen las más diversas formaciones.

En cuanto a muchas universidades, ante la imposibilidad de canalizar la demanda por falta


de políticas nacionales al respecto, aunque sin admitirlo, han establecido diversas formas de
limitación del ingreso que no responden a criterios uniformes. De todas maneras rebasadas,
han abierto sedes y extensiones siguiendo la lógica de demandas poblacionales, capacidad
de pago y financiamiento, acumulación material de las universidades, de calidades muy
distintas entre sí y respecto a la enseñanza de sus sedes centrales. A esas subsedes
concurre la población de menores recursos económicos, que no puede establecerse en las
grandes ciudades donde están las sedes centrales, no quiere desarraigarse, y busca una
educación superior que le permita insertarse en el medio laboral de su región: hay un nuevo
tipo de demanda que puede denominarse territorial.
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Comisión de Educación – Honorable Cámara de Diputados de la Nación 40
El presupuesto universitario creció significativamente desde 2003 y los salarios de los
docentes por primera vez en muchas décadas alcanzaron un monto digno. Pero todavía falta
inversión para seguir el aumento constante del nivel de necesidades que presenta el nivel
superior, y son los estudiantes de menor nivel económico los que sufren las consecuencias
en la calidad de su educación. Para las universidades no es posible sostener las sedes y
extensiones con el presupuesto que se les asigna, de modo que los estudiantes que
concurren a esos lugares, en muchos casos, deben pagar colegiaturas abiertas o encubiertas
para financiar los salarios de los profesores y otros gastos. Los profesores no se arraigan en
la zona y no se acumula la masa crítica de docentes, equipamiento y procesos de gestión y
administración. Muchas ofertas son de carreras incompletas, sin que existan previsiones
consistentes para que los estudiantes puedan proseguir sus estudios en las sedes centrales
y es constante el riesgo de interrupción de la enseñanza por parte de las universidades
centrales, así como de ruptura de convenios establecidos entre los municipios y esas
instituciones.

Son numerosas las municipalidades que se han visto ante la necesidad de atender a miles y
miles de jóvenes de sus distritos organizando actividades de capacitación y formación post
secundaria. Este hecho toma ribetes dramáticos en el conurbano bonaerense, porque el
crecimiento de formaciones educativas suele ser muy rápido y los municipios no pueden
sostenerlo económicamente ni garantizar un nivel académico acorde a las universidades,
pero tampoco pueden desatender el clamor de miles y miles de jóvenes que reclaman que se
los eduque para acceder a puestos de trabajo que requieren capacitaciones de nivel superior
y/o acceder a mayores niveles culturales.

En varios casos los municipios avanzaron en convenios para que las universidades
establezcan carreras en sus territorios, llegándose a generar un nuevo tipo de Centros de
Educación Superior, no considerados en la Ley de Educación Superior vigente. En esos
centros varias universidades establecen alguna carrera o algún tipo de oferta académica,
pero no se prevé la transferencia de profesores, de capacidad de investigación y de
instalaciones como bibliotecas y laboratorios. Algunas de esos centros albergan a miles de
alumnos que tienen sus esperanzas puestas en lograr la continuidad de sus estudios, que
difícilmente podría asegurarse en otros lugares.

Resulta una reducción apresurada considerar que los proyectos de establecimiento de


nuevas universidades en muchos de los distritos del conurbano sólo responden a intereses
particulares de intendentes o fuerzas políticas. Al mismo tiempo, una cuestión preocupante
es que, a falta de una legislación actualizada y sobre la carencia de una planificación basada
en acuerdos sustantivos entre el gobierno, las universidades y los institutos de educación
superior, se proyecta la creación de nuevas universidades, desde necesidades locales, sin
tener en cuenta la capacidad instalada, la vecindad de otras universidades, la repetición de
carreras cuyos egresados deberán emigrar para insertarse en el trabajo. Es decir, sin ningún
planeamiento estratégico.

En cuanto a la proliferación de maestrías, tecnicaturas y especializaciones estatales y


privadas, se trata de un síntoma muy claro de la caducidad de los diseños curriculares
clásicos, que establecían carreras de alrededor de seis o más años de duración y ofrecían
luego solamente doctorados elitistas de estilo clásico. La irrupción de las maestrías comenzó
en muchos países de nuestra región, como México, Venezuela, Colombia y Brasil, después
de los movimientos estudiantiles de 1968 y constituyeron el cambio más significativo del nivel
en las décadas de 1970 y 1980. En la Argentina su introducción fue más tardía. Con el
avance de las estrategias de Mercado y la consiguiente reducción de la inversión pública en
la educación superior muchas maestrías, tecnicaturas y especializaciones fueron atraídas por
aportes privados o constituyeron una fuente de ingresos complementaria para las
universidades y cobraron una relativa independencia.

En los ejemplos anteriores se observa la manera aleatoria, circunstancial y pragmática que


ha tomado el crecimiento incontrolado de la educación superior, el surgimiento de nuevos
conglomerados que requieren institucionalización y el carácter novedoso de la demanda: ya
no es sólo de una clase media que busca profesiones que otorguen estatus y garanticen el
futuro. El sujeto que reclama una educación superior a su alcance proviene de casi todos los
sectores sociales, habita los grandes conglomerados y las zonas de baja densidad de
población y necesita estudiar en lugares accesibles, se interesa por un amplio espectro de
profesiones, muchas de ellas nuevas, y por carreras de diversa carga horaria y longitud.

La mayoría de los jóvenes que ingresan al mundo de la educación superior no tiene


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condiciones objetivas o subjetivas para sostener largas carreras sin obtener certificaciones
intermedias y requiere un sistema de acreditación que le reconozca y le sume los estudios
que va cursando, así como que se le habilite el tránsito por diversas instituciones de
enseñanza como parte de su educación permanente.

La sociedad sabe qué hacer, la medida de las soluciones.

La situación que hemos enunciado atravesó el límite de lo tolerable. Las grandes


universidades sufrieron crisis graves de gobernabilidad. En 2008 se comenzaron a
manifestar en algunas sedes descentralizadas fuertes y masivos reclamos sobre cuestiones
edilicias, acerca de la falta de garantías de la continuidad de las carreras, etc., que llegaron a
los medios y fueron utilizados políticamente. Pero no sólo las circunstancias políticas
inmediatas nos interpelan para que se active una política amplia de educación superior. La
concepción económico-social y la estrategia con la cual el gobierno de Cristina Fernández de
Kirchner enfrenta la crisis internacional, requiere que el país posea un dispositivo de
investigación y de educación superior adecuado. Actualmente es una meta propuesta por el
Gobierno lograr que todos los jóvenes terminen el secundario. Se logrará en el próximo
quinquenio, mucho más rápido que el casi un siglo que tardó la universalización de la
educación básica, porque las condiciones tecnológicas y académicas son distintas. La
perspectiva es que la demanda de educación superior sea cada año más amplia y compleja.

La reforma de la educación superior no puede dejarse para otro momento, porque no puede
conducirse el desarrollo sin los recursos humanos, los saberes productivos y la inteligencia
especializada, pertinentes. Por eso la creación del Ministerio de Ciencia, Tecnología e
Innovación Productiva ha sido una medida perfectamente adecuada.

Recuperar la propia historia y el sentido del linaje latinoamericanista, la oportunidad de la


hora.

La concepción de autonomía universitaria de los reformistas de 1918 proyectó un Estado


complejo, superador del Estado instrumento y constituido por organismos que cumplen
distintas funciones y sostienen distintos tipos de articulaciones con el conjunto. La autonomía
universitaria pensada de ese modo no conduce a la idea de extraterritorialidad, no estimula el
desprendimiento de la institución productora de saberes respecto del Estado, sino que se
propone como un reaseguro de la posibilidad de producción de conocimientos para la
sociedad por parte del Estado, más allá de las vicisitudes que lo atraviesen. La intención es
generar las condiciones para aportar a la autonomía del Estado nacional y el desarrollo de la
sociedad.

La autonomía, la libertad de cátedra y el cogobierno han estado presentes en los dos


grandes proyectos universitarios en los que encuentra identidad la política de inclusión y
desarrollo. Son ellos la Universidad Latinoamericana que concibió el antropólogo brasileño
Darcy Ribeiro y los proyectos universitarios que en 1974 intentaron reaccionar frente a la
universidad liberal cientificista, impulsada a partir del golpe del 55 que, si bien significó una
modernización en el plano de la producción científica y la vinculación internacional con la
producción científica fue insuficiente en cuanto a su participación política y su vinculación con
el proyecto de desarrollo.

En 1974 se discutieron varios proyectos de Ley de Educación Superior. Muchos de ellos


visualizaban como horizonte de la investigación y la docencia aportar a la independencia
científica, económica y tecnológica del país. Las finalidades que planteaban convergían en la
afirmación de una conciencia nacional solidaria y comprometida con los problemas
nacionales y latinoamericanos, la preparación de técnicos, profesionales e investigadores
adecuados a la resolución de los problemas del país. La educación superior orientada hacia
la prestación de servicios a los sectores más necesitados, se enmarcaba en el estudio de
problemas de la comunidad que requirieran los gobiernos nacional, provinciales o
municipales.

Un concepto importante era la posibilidad de la libre expresión de las ideas, de investigación


y de creación, respetando los principios de la Constitución Nacional, así como la necesidad
de proporcionar una formación en la cultura universal al mismo tiempo que el conocimiento
de la realidad político-social argentina y latinoamericana. La educación política no se
mostraba reñida con la formación científica y artística.

En varios de los proyectos se tomaban prevenciones que, de haberse concretado en su


momento, nos hubiesen posibilitado tener una educación superior mucho más parecida a
CONSULTA HACIA UNA NUEVA LEY NACIONAL DE EDUCACIÓN SUPERIOR
Comisión de Educación – Honorable Cámara de Diputados de la Nación 42
un sistema articulado de alternativas de diverso nivel y carga horaria, y miles de argentinos
hubieran alcanzado certificaciones y titulaciones en el nivel superior.

Pero uno de los aspectos más relevante de aquellos proyectos de ley fue la idea de
planeamiento que ordenaba el conjunto de la educación superior y la vinculaba con los
programas de desarrollo, sin menoscabo de la autonomía. La idea de planificación del
desarrollo científico se correspondía con una idea de planificación de la investigación y de la
formación de científicos (no sólo) y dirigentes. Esto ponía la dirección del sistema en clave
política y vinculada con el mediano y largo plazo de la sociedad, y no cortoplacista en la
desesperación por resolver lo que ha rebasado.

Aquel debate culminó con la denominada "Ley Taiana", que contenía gran parte de la
concepción que estamos sosteniendo pero que su sanción no alcanzó a ser claramente
implementada porque devino primero la intervención a las universidades y pronto la
Dictadura del autodenominado Proceso de Reorganización Nacional.

Esto retrotrajo la Universidad a su rincón más oscuro y arcaico. Mientras que, al retorno de la
democracia, las políticas del menemismo, mediante su acción específico- educativa y por el
deterioro que produjo en la sociedad, lejos de retomar las metas de reforma de la Educación
Superior del gobierno peronista de 1974, la llevó a una crítica posición de desintegración.

Hoy no es posible postergar soluciones. Los consensos diagnósticos alcanzados en el


proceso que la Cámara de Diputados ha llevado adelante en Consulta con el conjunto de las
instituciones de la Educación Superior, los acuerdos operativos mayoritarios, los procesos de
articulación entres las distintas propuestas parlamentarias de diferentes fuerzas políticas y
las demandas permanentes y sistemáticas de la sociedad civil y política, nos enfrentan a una
oportunidad histórica y a una posibilidad única:

- la sanción de una Ley Nacional de Educación Superior que establezca un sistema


integrado, con órganos de Planeamiento para el país y las diferentes regiones
respetando profundamente la autonomía, la autarquía, los órganos preexistentes y su
tradición, que establezca un órgano único de Acreditación y Evaluación para el conjunto
de las Instituciones del sistema;

- la sanción de una Ley Nacional de Educación Superior que asegure que bajo ninguna
circunstancia la Educación podrá considerar como un Bien de Mercado, que preserve
claramente a sus instituciones y órganos de aquellas personas que hayan sido
condenados por delitos de lesa humanidad y delitos sexuales, que establezca los
derechos de las personas con discapacidad, que reconozca el carácter multicultural de
nuestra identidad social y nacional, que determine las condiciones de bienestar y las
garantías de acceso, permanencia y egreso de todos sus miembros;

- la sanción de una Ley Nacional de Educación Superior que represente al conjunto de


los intereses sectoriales desde un paradigma histórico regional latinoamericano y con
precisos instrumentos que aseguren el carácter de bien individual y social de la
Educación, la Inclusión, la Justicia social, la Soberanía política, la Independencia
cultural, la Modernidad científica y la Innovación tecnológico- productiva.

(1) Todo el material, documentos, agenda de reuniones y versiones taquigráficas aportadas


durante esta Consulta puede confrontarse en la página de la Comisión de Educación de la
HCDN, http://www.diputados.gov.ar/.

(2) ) Fuente: Dirección Nacional de Información y Estadística Educativa, Ministerio de

Educación de la Nación, Mapa Educativo, en


http://www.mapaeducativo.edu.ar/index.php/Atlas/superior.html, sitio consultado el 1° de
marzo de 2009. Incluye gestión estatal y privada.

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Comisión de Educación – Honorable Cámara de Diputados de la Nación 43
H.Cámara de Diputados de la Nación
PROYECTO DE LEY

Texto facilitado por los firmantes del proyecto. Debe tenerse en cuenta que solamente podrá ser
tenido por auténtico el texto publicado en el respectivo Trámite Parlamentario, editado por la
Imprenta del Congreso de la Nación.

Nº de Expediente 2794-D-2010
Trámite Parlamentario 046 (03/05/2010)
Sumario LEY NACIONAL DE EDUCACION SUPERIOR.
Firmantes DONDA PEREZ, VICTORIA ANALIA - MERCHAN, PAULA CECILIA.
Giro a Comisiones EDUCACION; PRESUPUESTO Y HACIENDA.

El Senado y Cámara de Diputados,...

LEY NACIONAL DE EDUCACIÓN SUPERIOR

El Senado y la Cámara de Diputados de la Nación Argentina...,

Sancionan con fuerza de Ley

TITULO I

La Educación Superior

Capitulo 1

Principios Generales

ARTICULO 1º- La Educación Superior es un derecho humano. Se basa en el respeto a todas las
corrientes del pensamiento, con la finalidad de desarrollar el potencial creativo de cada ser
humano y el pleno ejercicio de su personalidad en una sociedad democrática basada en la
valoración ética del trabajo.

ARTICULO 2º- La educación superior deberá promover el compromiso de los pueblos en la


búsqueda permanente de la transformación política, social y económica de nuestras sociedades,
siendo un atributo emancipador que abreva en las corrientes de pensamiento latinoamericanistas
y nacionales, con una profunda vocación de participación activa en los procesos de liberación
nacional e integración latinoamericana.

ARTICULO 3º - Están comprendidas dentro de la presente ley las instituciones de educación


superior, sean universitarias, de formación docente o técnico-profesional, nacionales, provinciales
o municipales, tanto estatales como privadas, todas las cuales forman parte del Sistema de
Educación Superior.

ARTÍCULO 4º - Se establece la responsabilidad indelegable del Estado en la planificación del


desarrollo académico, científico y tecnológico y la evaluación de la calidad sobre la totalidad del
Sistema de Educación Superior, así como el sostenimiento económico- presupuestario del
Subsistema Estatal.

El estado promoverá el acceso, la permanencia y el egreso al Sistema de Educación Superior.

ARTÍCULO 5°: Son principios que rigen el Sistema de Educación Superior:

a) Gratuidad: El Estado Nacional garantiza la gratuidad de la educación superior de grado y


posgrado en las instituciones estatales.

b) Igualdad: Todos los habitantes de la Nación tienen derecho al libre acceso a la educación
superior sin ningún tipo de discriminación social, por la nacionalidad, de género, étnica,
religiosa, política y económica. El Estado debe asegurar la accesibilidad al medio físico,
servicios de interpretación y apoyos técnicos necesarios y suficientes para las personas con
capacidades diferentes y movilidad reducida.

c) Democratización: El sistema de educación superior debe organizarse de manera


democrática garantizando la participación activa en la toma de decisiones de los actores

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Comisión de Educación – Honorable Cámara de Diputados de la Nación 44
que lo conforman y la sociedad en su conjunto.

d) Inclusión: El Estado debe desarrollar políticas tendientes a incluir dentro del sistema de
educación superior a los sectores económicos más desfavorecidos de la sociedad, a tal
efecto deberá establecer programas específicos y líneas de acción que posibiliten a los
sectores populares acceder a la educación superior.

e) Pluralidad y Diversidad: La educación superior debe concebir las diferentes culturas de


nuestra sociedad, Latinoamérica y el mundo y reconocer los saberes y prácticas populares,
poniendo especial énfasis en el reconocimiento y respeto a la experiencia de nuestros
pueblos originarios.

f) Articulación: Deben establecerse mecanismos precisos que permitan estructurar una


educación superior vinculada a los demás ciclos educativos para conformar un sistema
coherente e integrado. Asimismo deben constituirse dispositivos que permitan crear vínculos
entre todas las instituciones del Sistema de Educación Superior.

g) Respeto a los derechos humanos y recuperación de la memoria colectiva.

h) El ejercicio de la docencia es considerado de interés público y la formación docente es


entendida como una política educativa prioritaria de estado.

ARTICULO 6º.- El recinto de las Instituciones de Educación Superior es inviolable. Se entiende


por recinto de las Instituciones de Educación Superior el espacio público precisamente delimitado
y destinado a la realización de actividades docentes, estudiantiles, académicas, administrativas,
de investigación, culturales y deportivas, propias de la Institución; y en general, cualquier otra
actividad conducente al crecimiento, al sano esparcimiento e interacción de la Comunidad
Educativa.

CAPITULO 2

Finalidad y objetivos

ARTICULO 7° - La Educación Superior tiene como finalidad:

a) La formación integral, entendida esta como científica, profesional, humanística, artística y


técnica en el más alto nivel de las y los estudiantes, desarrollando valores que requieren la
conformación de personas comprometidas con la búsqueda del bien de la comunidad en forma
democrática y con un marcado criterio de inclusión social;

b) Preparar a las y los estudiantes en el trabajo socialmente productivo para el desarrollo de


actividades cooperativas y asociativistas, y fomentar el desarrollo productivo nacional y regional,
en todos sus niveles, solidario, ecológicamente sustentable.

c) Formar profesionales y técnicas/os con una conciencia nacional, apoyada en nuestras raíces
culturales según los requerimientos regionales, nacionales y latinoamericanos. Ello mediante una
educación formativa que fomente en las y los estudiantes su espíritu crítico para actuar con
idoneidad social e intelectual en su profesión, tanto en su actividad pública o privada, orientada
primordialmente por los valores de la justicia social.

d) Impartir enseñanza, realizar investigaciones científico tecnológicas, dirigiéndolas a los


requerimientos de un desarrollo nacional, así como a la resolución de los problemas en que la
comunidad está inserta.

e) Orientar el conocimiento adquirido y las investigaciones realizadas por las y los estudiantes a
la satisfacción de necesidades concretas de la población. Tal conocimiento se considera, a los
efectos reales, producto de una práctica social de docentes, estudiantes trabajadores,
trabajadoras y sociedad en general.

f) Promover la cultura nacional y popular, producir bienes y prestar servicios con proyección
social haciendo los aportes necesarios y útiles al proceso de liberación nacional y contribuyendo
a la solución de los grandes problemas argentinos y latinoamericanos.

ARTICULO 8° - Son objetivos de la Educación Superior:

a) Garantizar el ingreso, permanencia y egreso para todas y todos los estudiantes. El Estado
deberá otorgar becas, subsidios u otra forma de apoyo económico y social como comedores
estudiantiles y albergues que faciliten la terminalidad de los estudios.

CONSULTA HACIA UNA NUEVA LEY NACIONAL DE EDUCACIÓN SUPERIOR


Comisión de Educación – Honorable Cámara de Diputados de la Nación 45
b) Contribuir al desarrollo de los saberes populares, que sirvan para potenciar la construcción
social del conocimiento; a través de la integración de estos con los saberes de la educación
formal.

c) Preparar para el ejercicio de la docencia en todos los niveles y modalidades del sistema
educativo; con la finalidad de integrar a los mismos en objetivos y criterios comunes de todo el
sistema.

d) Promover una adecuada diversificación de los estudios de nivel superior, que atienda las
expectativas y necesidades de la población;

e) Profundizar los procesos de democratización en la Educación Superior, contribuir a la


distribución equitativa del conocimiento y asegurar la igualdad de oportunidades;

f) Garantizar planes de estudio articulados entre instituciones que conforman el sistema;

g) Promover ámbitos de evaluación interna en cada institución que conforma el Sistema para
garantizar su calidad;

h) Promover las políticas de género a través de la creación de áreas de género en las


instituciones que integran el sistema con el objeto de garantizar una mirada transversal de dicho
enfoque.

CAPITULO 3

Estructura y Composición del Sistema de Educación Superior

ARTICULO 9° - La Educación Superior esta constituida por institutos de educación superior, sean
de formación docente o técnico- profesional y por instituciones de educación universitaria, que
comprende universidades e institutos universitarios.

ARTICULO 10 - El ingreso de la población estudiantil al Sistema de Educación Superior tiene


como único requisito el haber aprobado el nivel medio de enseñanza. Excepcionalmente, las
personas que no reúnan esa condición, podrán ingresar siempre que demuestren, a través de las
evaluaciones que las provincias, la Ciudad Autónoma de Buenos Aires o que las universidades
en su caso establezcan; que tienen idoneidad para cursar los estudios que se proponen iniciar.

Las instituciones que conforman el Sistema de Educación Superior, para su acceso, no podrán
establecer ningún tipo de arancelamiento ni restricción mediante mecanismos eliminatorios.

ARTICULO 11- No podrán acceder a ningún tipo de cargo dentro de las instituciones que
conforman el Sistema de Educación Superior:

1) Las personas que hayan sido condenadas como autores, partícipes en cualquier grado,
instigadores o encubridores de los delitos de desaparición forzada de personas, homicidio,
privación ilegítima de la libertad, supresión, sustitución o falsificación de identidad, torturas y
cualquier otro delito que por su entidad constituya graves violaciones a los derechos humanos
y/o delitos de lesa humanidad, como así también las personas que hayan sido condenadas por
los delitos de robo, defraudación, estafa, malversación de fondos públicos o privados y
falsificación de instrumentos públicos o privados, y cualquier otro delito cometidos en ocasión,
o para facilitar, promover o encubrir graves violaciones a los derechos humanos y/o delitos de
lesa humanidad.

En estos casos, el impedimento tendrá carácter perpetuo;

2) Las personas contra las que existan pruebas suficientes de participación en graves
violaciones de los derechos humanos que puedan implicar delitos de lesa humanidad;

3) Las personas que hayan usurpado cargos electivos en el período de interrupción del orden
institucional comprendido entre el 24 de marzo de 1976 y el 10 de Diciembre de 1983;

4) Las personas que hayan ejercido los cargos de Ministro, Secretario, Subsecretario o
Director en cualquier dependencia del Estado Nacional, Provincial o Municipal, o equivalentes
en jerarquía y rango, durante el período comprendido entre el 24 de marzo de 1976 y el 10 de
Diciembre de 1983.

5) Las personas que hayan ejercido cargos de rector, vicerrector, decano o vicedecano en
cualquier universidad nacional o provincial, durante el período comprendido entre el 24 de

CONSULTA HACIA UNA NUEVA LEY NACIONAL DE EDUCACIÓN SUPERIOR


Comisión de Educación – Honorable Cámara de Diputados de la Nación 46
marzo de 1976 y el 10 de Diciembre de 1983.

No quedarán comprendidas en los incisos 4 y 5, aquellas personas que hubieren accedido a


los cargos de Director Nacional, Provincial o Municipal en virtud de carrera administrativa
previa.

CAPITULO 4

Docentes

ARTÍCULO 12 - Son derechos del equipo docente de las instituciones estatales de educación
superior, sin perjuicio de lo dispuesto por la legislación específica:

a) Acceder a la carrera académica mediante concurso público y abierto de antecedentes y


oposición;

b) Desempeñar los cargos docentes en cualquier jurisdicción mediante la acreditación de los


títulos correspondientes al nivel superior de acuerdo con la normativa vigente;

c) Participar en el gobierno de la institución a la que pertenecen, de acuerdo a las normas legales


pertinentes;

d) Actualizarse y perfeccionarse de modo continuo en su carrera académica. El Estado deberá


garantizar el otorgamiento de becas, crear centros de capacitación y perfeccionamiento docente
o cualquier otro medio de financiamiento;

e) Participar en la actividad gremial;

f) Disponer de centros de desarrollo infantil (CDI) para el cuidado de sus hijos e hijas a fin de
posibilitar el cumplimiento del dictado de las clases con regularidad.

g) Es irrenunciable el derecho a percibir un salario. A tal efecto no podrá ejercerse la docencia ad


honorem.

h) Acceder al sistema sin ningún tipo de discriminación social, de género, étnica, religiosa,
política, económica o por nacionalidad.

i) Las personas con capacidades diferentes o con movilidad reducida deberán contar con los
servicios de interpretación y los apoyos técnicos necesarios para el normal desarrollo de sus
actividades en las instituciones a las que concurran;

j) A desempeñar sus tareas en condiciones seguras y dignas.

ARTÍCULO 13 - Son obligaciones de las y los docentes de las instituciones estatales de


educación superior:

a) Observar las normas que regulan el funcionamiento de la institución a la que pertenecen;

b) Participar en la vida de la institución cumpliendo con responsabilidad su función docente, de


investigación y de servicio;

c) Actualizarse en su formación profesional y cumplir con las exigencias de perfeccionamiento


que fije la carrera académica.

d) Respetar el disenso, las diferencias individuales, la creatividad personal y colectiva y el trabajo


en equipo.

ARTICULO 14. - Las y los docentes deberán ser orientadores promotores y facilitadores del
proceso formativo y cognoscitivo, a través de su participación y conducción en la labor de
enseñanza-aprendizaje, creación intelectual y la difusión del saber. Su actividad estará dirigida a
responder a los requerimientos nacionales en materia socio- educativa y promover el
pensamiento crítico y compromiso social de las y los estudiantes.

CAPÍTULO 5

Estudiantes

ARTICULO 15 -Las y los estudiantes de las instituciones estatales de educación superior tienen

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Comisión de Educación – Honorable Cámara de Diputados de la Nación 47
derecho:

a) Al acceso al sistema sin ningún tipo de discriminación social, de género, étnica, religiosa,
política, económica o por nacionalidad;

b) A asociarse libremente en centros de estudiantes, federaciones nacionales y regionales, a


elegir sus representantes y a participar en el gobierno y en la vida de la institución, conforme a
los estatutos, lo que establece la presente ley y, en su caso, las normas legales de las
respectivas jurisdicciones;

c) A obtener becas, créditos y otras formas de apoyo económico y social que garanticen la
igualdad de oportunidades y posibilidades, particularmente para el acceso y permanencia en los
estudios de grado, posgrado y postítulo, conforme a las normas que reglamenten la materia;

d) A recibir y difundir información con respecto al funcionamiento del sistema de educación


superior;

e) A disponer de tres franjas horarias en el ofrecimiento de materias que faciliten el estudio para
las y los estudiantes que deban trabajar;

f) A solicitar, cuando se encuentren en las situaciones previstas en los artículos 1º y 2º de la ley


20.596, la postergación o adelanto de exámenes o evaluaciones parciales o finales cuando las
fechas previstas para los mismos se encuentren dentro del periodo de preparación y/o
participación;

g) A solicitar permisos especiales en caso de maternidad o paternidad y durante el embarazo,


que garantice tanto la regularidad en la carrera como en la cursada de las materias. A tal fin se
deberán prever mecanismos de evaluación y cursada alternativos;

h) A disponer de centros de desarrollo infantil (CDI) que tengan al cuidado los hijos e hijas de las
y los estudiantes, para garantizar su permanencia y cumplimiento de una asistencia regular a las
clases a las que deban concurrir;

i) Las personas con capacidades diferentes o con movilidad reducida deberán contar con los
servicios de interpretación y los apoyos técnicos necesarios para el normal desarrollo de sus
actividades en las instituciones a las que concurran;

j) A que las instituciones estatales de educación superior reconozcan y promuevan la


participación y el protagonismo estudiantil en el proceso de enseñanza-aprendizaje; en la
actividad cultural y social de dichas instituciones; en los procesos decisorios; en la gestión
institucional y en el esclarecimiento y resolución de los problemas y necesidades nacionales y
latinoamericanas;

k) A disponer sin ningún tipo de arancelamiento, de un sistema integrado de asistencia médica


inmediata;

l) A cursar sus estudios en condiciones seguras y dignas.

ARTICULO 16. - Son obligaciones de las y los estudiantes de las instituciones estatales de
educación superior:

a) Respetar los estatutos y reglamentaciones de la institución en la que estudian;

b) Observar las condiciones de estudio, investigación, trabajo y convivencia que estipule la


institución a la que pertenecen;

c) Respetar el disenso, las diferencias individuales, la creatividad personal y colectiva y el trabajo


en equipo.

d) Promover, coadyuvar y contribuir al desarrollo nacional a través del estudio, la creación


intelectual artística, deportiva y la acción social en cualquiera de los ámbitos de desenvolvimiento
académico, comunitario e institucional.

ARTÍCULO 17.- Es obligación de las instituciones estatales de educación superior y del Sistema
de Educación Superior en su conjunto, promover, garantizar y fortalecer la atención integral de
las y los estudiantes y, en ese sentido, deberán garantizarles servicios de apoyo, prevención,
asistencia y proyección institucional, con la finalidad de elevar el rendimiento y desempeño
estudiantil.

CONSULTA HACIA UNA NUEVA LEY NACIONAL DE EDUCACIÓN SUPERIOR


Comisión de Educación – Honorable Cámara de Diputados de la Nación 48
CAPÍTULO 6

Personal Administrativo, de Servicio y Técnico

ARTÍCULO 18.- El personal administrativo, de servicio y técnico de las instituciones estatales de


educación superior, sin perjuicio de lo dispuesto por la legislación específica, tiene derecho:

a) A acceder a sus cargos por concurso público;

b) A asociarse libremente en federaciones nacionales y regionales, a elegir sus representantes y


a participar en el gobierno y en la vida de la institución, conforme a los estatutos, lo que establece
la presente ley y, en su caso, las normas legales de las respectivas jurisdicciones;

c) A disponer de centros de desarrollo infantil (CDI) que tengan al cuidado de los hijos e hijas del
personal;

d) A Participar en la actividad gremial;

e) A actualizarse y perfeccionarse en su carrera mediante el acceso a becas.

f) Al acceso al sistema sin ningún tipo de discriminación social, de género, étnica, religiosa,
política, económica o por nacionalidad;

g) Las personas con capacidades diferentes o con movilidad reducida deberán contar con los
servicios de interpretación y los apoyos técnicos necesarios para el normal desarrollo de sus
actividades en las instituciones a las que concurran;

h) A cumplir sus tareas en condiciones seguras y dignas.

ARTÍCULO 19.- Son obligaciones del personal administrativo, de servicio y técnico de las
instituciones estatales de educación superior, sin perjuicio de lo dispuesto por la legislación
específica:

a) Observar las normas que regulan el funcionamiento de la institución a la que pertenecen;

b) Participar en la vida de la institución cumpliendo con responsabilidad su función;

d) Respetar el disenso, las diferencias individuales, la creatividad personal y colectiva y el trabajo


en equipo.

ARTÍCULO 20.- Las instituciones en donde desempeñen sus cargos, deberán promover y facilitar
la terminalidad de la educación secundaria y el acceso y continuación de los estudios superiores,
para el personal que no haya completado dicho nivel de formación.

ARTÍCULO 21.- Las instituciones universitarias, crearán centros de capacitación para el personal
administrativo, de servicio y técnico de todos los niveles escalafonarios. La capacitación podrá
estar a cargo de los propios trabajadores bajo la dirección de un docente que pertenezca al
personal administrativo, de servicio y técnico.

CAPÍTULO 7

De la articulación, investigación, desarrollo social comunitario y posgrados.

Sección 1

Articulación

ARTICULO 22.- El Sistema de Educación Superior debe:

a) Garantizar la articulación, coordinación, armonía e integración entre las instituciones que lo


constituyen y de éstas con los otros niveles del Sistema Educativo y demás instancias
pertinentes, así como con el entorno socioeconómico y cultural para procurar la efectividad, buen
desenvolvimiento y logro de los fines de la Educación Superior;

b) Facilitar la integración de programas académicos entre las distintas instituciones; la utilización


compartida y equitativa de recursos y servicios; la movilidad estudiantil y profesoral entre las
instituciones; la creación y unificación de criterios, modelos y programas administrativos
conjuntos;

CONSULTA HACIA UNA NUEVA LEY NACIONAL DE EDUCACIÓN SUPERIOR


Comisión de Educación – Honorable Cámara de Diputados de la Nación 49
c) Coadyuvar a la inserción social, laboral y productiva del egresado;

d) Realizar programas y políticas de intervención comunitaria y desarrollo de investigaciones


orientadas a la resolución de problemas de la comunidad en la que la institución está inserta. En
este sentido deberá contar con la aprobación de los consejos sociales, quienes implementarán
las políticas de integración en la comunidad y evaluarán el desarrollo e impacto de las mismas;

e) Promover la realización de convenios con países latinoamericanos que faciliten la


convalidación de títulos, el intercambio estudiantil, de experiencias y de investigaciones
compartidas en el marco de la integración regional en pos de articular y aportar a todos los
países de Latinoamérica.

ARTÍCULO 23.- El Sistema de Educación Superior debe crear mecanismos eficaces para la
articulación entre las universidades y los institutos de educación superior docente y técnico
profesional, con los siguientes fines:

a) Evitar la superposición de oferta de carreras en las instituciones de la educación superior


de las diferentes regiones del país;

b) Garantizar la movilidad de los estudiantes, permitiendo la continuidad y prosecución de


estudios en todas las ofertas del Sistema de Educación Superior.

ARTICULO 24.- A los fines de la articulación de las instituciones que integran el Sistema de
Educación Superior, se crearán Consejos Regionales de Planificación de la Educación Superior,
los cuales estarán integrados por representantes de las instituciones universitarias, de los
institutos de formación docente y técnico-profesional de cada región y representantes del sector
estudiantil.

La cantidad de representantes en los Consejos Regionales de Planificación de la Educación


Superior, deberá ser proporcional a la cantidad de instituciones universitarias e institutos de
formación docente y técnico-profesional existentes en cada región.

Para el cumplimiento del presente artículo el Ministerio de Educación de la Nación será el


encargado de reglamentar el funcionamiento de los Consejos Regionales de Planificación de la
Educación Superior.

Sección 2

Investigación

ARTÍCULO 25.- Las instituciones que conforman el Sistema de Educación Superior deben
fomentar el desarrollo de la investigación por los siguientes medios:

a) Creación de Institutos de Investigación;

b) Estímulo de la investigación a estudiantes y docentes;

c) Promover la formación de bibliotecas especializadas;

d) Instituir becas, subsidios y premios;

e) Propiciar el intercambio de investigadores;

f) Promover proyectos de investigación o programas colectivos entre docentes y estudiantes;

g) Los docentes que estén realizando un proyecto de investigación, deberán de tener dedicación
exclusiva a dicha tarea.

ARTICULO 26.- Las instituciones que integran el Sistema de Educación Superior, promoverán la
creación de Consejos de Investigación, que tendrán como finalidad principal preparar y adecuar
planes de investigaciones aplicadas a la resolución de los problemas y necesidades nacionales y
latinoamericanas y mejora de la calidad de vida de la comunidad.

Sección 3

Desarrollo social comunitario

ARTÍCULO 27.- Se entiende por desarrollo social comunitario, la actividad que deberán
desarrollar en las comunidades, a través de organismos del Estado y organizaciones sociales, las
CONSULTA HACIA UNA NUEVA LEY NACIONAL DE EDUCACIÓN SUPERIOR
Comisión de Educación – Honorable Cámara de Diputados de la Nación 50
y los estudiantes de educación superior aplicando los conocimientos científicos, técnicos,
culturales, deportivos y humanísticos adquiridos durante su formación académica, en beneficio
de la comunidad, para cooperar con su participación al cumplimiento de los fines del bienestar
social y creación de un espacio de articulación entre los diferentes saberes de la misma.

ARTÍCULO 28.- Entiéndase por comunidad, el ámbito social de alcance nacional, provincial o
municipal, donde se proyecta la actuación de las instituciones del Sistema de Educación Superior
para la realización de las prácticas comunitarias.

ARTÍCULO 29.- El desarrollo social comunitario de las y los estudiantes, será un requisito para la
obtención del título de educación superior, no creará derechos u obligaciones de carácter laboral
y deberá prestarse sin remuneración alguna.

La duración de las prácticas comunitarias no podrá ser inferior a un (1) año y no deberán en
ningún caso, generar erogaciones económicas a las y los estudiantes. Para el cumplimiento de
las mismas, los estudiantes podrán proponer espacios de desarrollo social comunitario.

ARTÍCULO 30.- El desarrollo social y comunitario tendrá como fines:

a) Fomentar en las y los estudiantes, la solidaridad y el compromiso con la comunidad como


norma ética y ciudadana;

b) Hacer un acto de reciprocidad con la sociedad;

c) Enriquecer la actividad de educación superior, a través del aprendizaje servicio, con la


aplicación de los conocimientos adquiridos durante la formación académica, artística,
cultural y deportiva;

d) Integrar las instituciones de educación superior con la comunidad, para contribuir al


desarrollo de la sociedad;

e) Formar a través del aprendizaje-servicio, el capital social, en el país.

f) Incorporar la concepción del profesional como promotor de espacios de construcción


colectiva de conocimiento, recuperando los saberes producidos por la comunidad.

ARTÍCULO 31.- El Estado arbitrará los mecanismos necesarios, para solicitar la prestación
gratuita de los servicios de los egresados del nivel superior de enseñanza, cuando considere que
existe una situación que lo amerite.

ARTÍCULO 32.- Los estatutos deberán prever la constitución de un consejo social, en el que
estén representados los distintos sectores e intereses de la comunidad local, con la misión de
cooperar, asesorar y aconsejar a la institución universitaria en su articulación con el medio en que
esta inserta, poniendo especial énfasis en la participación para la formulación, diseño y
evaluación de los planes estratégicos institucionales de las universidades y su vinculación con el
desarrollo científico, socio-productivo, tecnológico y cultural de las regiones de influencia.

Deberá igualmente preverse que el Consejo Social este representado en los órganos colegiados
de la institución. Sus funciones en dichos órganos, serán de carácter consultivo.

Sección 4

Posgrados y Postítulos

ARTICULO 33.- Los posgrados y postítulos tendrán carácter gratuito para todas y todos aquellos
que hayan completado sus estudios de grado en las instituciones estatales de educación
superior.

ARTICULO 34.- El subsistema de educación superior privada, deberá promover la gratuidad de


los posgrados y postítulos que tengan como fin el perfeccionamiento de sus docentes.

ARTÍCULO 35.- Las carreras de posgrado deberán ser acreditadas por el Organismo de
Evaluación Universitaria y los postítulos deberán ser acreditados por los organismos provinciales
o nacionales creados con ese fin.

A tal efecto se deberán tener en cuenta los siguientes criterios:

a) La promoción de la especialización en investigación y docencia;

CONSULTA HACIA UNA NUEVA LEY NACIONAL DE EDUCACIÓN SUPERIOR


Comisión de Educación – Honorable Cámara de Diputados de la Nación 51
b) Que los posgrados y postítulos tengan por finalidad la resolución de los problemas y
necesidades nacionales y latinoamericanas.

ARTICULO 36.- Para acceder a la formación de posgrado o postítulo, la o el postulante deberá


contar con título universitario de grado o de nivel superior de tres (3) años de duración como
mínimo.

En casos excepcionales de postulantes que se encuentren fuera de los términos precedentes,


podrán ser admitidos siempre que demuestren, a través de las evaluaciones y los requisitos que
la respectiva institución establezca, poseer preparación y experiencia laboral acorde con los
estudios de posgrado que se proponen iniciar. En todos los casos la admisión y la obtención del
título de posgrado o postítulo no acredita de manera alguna el título de grado anterior
correspondiente al mismo.

TITULO II

Educación Superior Docente y Técnico-Profesional

ARTÍCULO 37.-La Educación Superior Docente y Técnico-Profesional estará a cargo de la


formación profesional, la investigación y la extensión, que se cumplirá en los Institutos de
Formación Docente y Técnico-Profesional públicos y privados, nacionales, provinciales y
municipales, la cual se regirá por las disposiciones de la presente ley y en lo que esta no regule,
por las leyes nacionales Nº 26.206 y Nº 26.058.

ARTÍCULO 38.- Son funciones básicas de los Institutos de Formación Docente y Técnico-
Profesional:

a) Formar docentes en todos los niveles del sistema educativo, técnicos y profesionales
preparados para contribuir para el desarrollo educativo, cultural, social y económico de la
sociedad.

b) Garantizar la formación docente y técnico-profesional continua de sus graduados;

c) Desarrollar procesos y proyectos de investigación;

d) Orientar el conocimiento adquirido por las y los estudiantes a la satisfacción de


necesidades concretas de la comunidad donde se encuentra inserto el Instituto;

e) Formar personas con capacidad crítica y comprometidas con la búsqueda del bien de la
comunidad en forma democrática e inclusiva;

ARTÍCULO 39.- Los Institutos de Formación Docente y Técnico-Profesional estarán habilitados


para otorgar títulos profesionales y postítulos a sus graduados.

ARTÍCULO 40.- La Educación Superior Docente y Técnico-Profesional debe tender a la creación


de sus regímenes normativos y administrativos propios, promoviendo la independencia de la
formación superior con respecto a los niveles de enseñanza primario y secundario.

ARTÍCULO 41.- Los Institutos de Formación Docente y Técnico-Profesional, deberán poseer


gobiernos democráticos. A tal fin se deberá garantizar en los mismos, la participación en la toma
de decisiones de estudiantes, docentes, egresados y el personal administrativo, de servicio y
técnico.

ARTÍCULO 42.- Las autoridades competentes de las provincias y la Ciudad Autónoma de Buenos
Aires tienen entre otras las siguientes facultades:

a) Fijar pautas que regulen la creación de Institutos de Formación Docente y Técnico-


Profesional privados;

b) Fiscalizar y regular Institutos de gestión privada existentes;

c) Facilitar el proceso de democratización y participación activa de los actores en el


gobierno de los Institutos de Formación Docente y Técnico-Profesional;

d) Fijar en los planes de estudio materias que abarquen la temática de Derechos Humanos,
Salud sexual y reproductiva y sobre la erradicación de estereotipos de género.

ARTÍCULO 43.- Son funciones de los Institutos de Formación Docente:

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Comisión de Educación – Honorable Cámara de Diputados de la Nación 52
a) Impartir, guiar y supervisar la educación de los y las estudiantes en todos los niveles de
enseñanza;

b) Promover la investigación y especialización técnico-docente;

c) Brindar una formación docente del más alto nivel académico asegurando la igualdad en
la vida educativa de las personas, que posibilite una repercusión en la inclusión social, en el
crecimiento y el desarrollo, y en la producción, la distribución, la circulación y la apropiación
de las distintas culturas del país y latinoamerica;

d) Articular con las Universidades e Institutos Universitarios para facilitar la continuación en


los estudios de las y los estudiantes en dichos establecimientos.

e) Garantizar una educación formativa que fomente en las y los estudiantes su espíritu
crítico para actuar con idoneidad social e intelectual en su profesión, tanto en su actividad
pública o privada, orientada primordialmente por los valores de la justicia social.

ARTICULO 44.- El ingreso, permanencia y promoción a los cargos docentes en los Institutos de
Formación Docente y Técnico-Profesional, se realizará por concurso público y abierto de
antecedentes y oposición, de acuerdo a los criterios que fije el Consejo Federal de Educación.

ARTÍCULO 45.- El Consejo Federal de Educación deberá regular el acceso a cargos directivos
en los Institutos de Formación Docente y Técnico-Profesional atendiendo a las siguientes pautas:

a) Garantizar un concurso público y abierto de antecedentes y oposición para el acceso a


las candidaturas a los cargos directivos;

b) Participación en la elección para el acceso a los cargos directivos, de todos los actores
de los institutos de formación docente y técnico-profesional;

c) Renovación periódica de las personas elegidas para ocupar los cargos directivos.

ARTÍCULO 46.- Son derechos de las y los docentes de los institutos privados de formación
docente y técnico-profesional, sin perjuicio de lo dispuesto por la legislación específica:

a) El acceso al sistema sin ningún tipo de discriminación social, de género, étnica, religiosa,
política, económica o por nacionalidad.

b) Las personas con capacidades diferentes o con movilidad reducida deberán contar con los
servicios de interpretación y los apoyos técnicos necesarios para el normal desarrollo de sus
actividades en las instituciones a las que concurran;

c) Actualizarse y perfeccionarse de modo continuo en su carrera académica.

d) Participar en la actividad gremial;

e) Observar las normas que regulan el funcionamiento de la institución a la que pertenecen;

f) Participar en la vida de la institución cumpliendo con responsabilidad su función docente, de


investigación y de servicio;

g) Respetar el disenso, las diferencias individuales, la creatividad personal y colectiva y el trabajo


en equipo.

ARTÍCULO 47.- Las y los estudiantes de los institutos privados de formación docente y técnico-
profesional tienen los siguientes derechos y obligaciones:

a) Acceder al sistema sin ningún tipo de discriminación social, de género, étnica, religiosa,
política, económica o por nacionalidad;

b) A asociarse libremente en centros de estudiantes, federaciones nacionales y regionales, a


elegir sus representantes y a participar en el gobierno y en la vida de la institución, conforme a lo
que establece la presente ley y, en su caso, las normas legales de las respectivas jurisdicciones;

c) A recibir y difundir información con respecto al funcionamiento la Universidad de la que forman


parte.

d) Las personas con capacidades diferentes o con movilidad reducida deberán contar con los
servicios de interpretación y los apoyos técnicos necesarios para el normal desarrollo de sus
CONSULTA HACIA UNA NUEVA LEY NACIONAL DE EDUCACIÓN SUPERIOR
Comisión de Educación – Honorable Cámara de Diputados de la Nación 53
actividades en las instituciones a las que concurran;

e) Respetar los estatutos y reglamentaciones de la institución en la que estudian;

f) Observar las condiciones de estudio, investigación, trabajo y convivencia que estipule la


institución a la que pertenecen;

g) Respetar el disenso, las diferencias individuales, la creatividad personal y colectiva y el trabajo


en equipo.

TITULO III

Educación Superior Universitaria

CAPITULO 1

Instituciones universitarias

Sección 1

Funcionamiento

ARTICULO 48. - La enseñanza superior universitaria estará a cargo de las universidades y de los
institutos universitarios, ya sean estatales nacionales, provinciales o privados, siendo requisito
para acceder a la educación superior universitaria, el haber finalizado el nivel secundario de
enseñanza o acreditar el conocimiento y experiencia suficientes para su acceso.

ARTICULO 49.- Las instituciones que responden a la denominación de "Universidad" deberán


desarrollar su actividad en una variedad de áreas disciplinarias no afines orgánicamente pero
interrelacionadas en sus objetivos con una perspectiva interdisciplinaria y una visión general de
las problemáticas sociales y las necesidades del país. Las instituciones que circunscriben su
oferta académica a una sola área disciplinaria se denominan Institutos Universitarios.

ARTICULO 50. - Son funciones básicas de las instituciones universitarias:

a) la formación profesional y técnica, la promoción de la investigación científica, el elevado y libre


desarrollo de la cultura y la efectiva integración del hombre y la mujer en su comunidad, que
contribuya al ejercicio de una democracia participativa y en orden a dar satisfacción a las
necesidades educativas, científicas y profesionales de la sociedad;

b) Promover la creación, el desarrollo, la transmisión y la crítica de la ciencia, de la técnica y de la


diversidad cultural;

c) Contribuir al desarrollo educativo, cultural, social y económico de la sociedad, estudiando en


particular los problemas regionales, nacionales y latinoamericanos prestando asistencia científica
y técnica al Estado y a la comunidad.

ARTICULO 51. - Las instituciones universitarias estatales se caracterizarán por tener:

a) Autonomía académica e institucional;

b) Autarquía financiera;

c) Órganos de gobierno democráticos participativos;

d) Ingreso irrestricto de las y los estudiantes;

e) Efectiva permanencia y egreso de las y los estudiantes.

ARTICULO 52.- La autonomía universitaria ejercida responsablemente y reconocida por el


Estado será entendida únicamente como principio necesario para que, docentes, investigadores
y estudiantes cumplan con sus respectivas responsabilidades en orden a la realización de los
objetivos educativos, científicos y profesionales de la comunidad, así como también para que las
universidades rindan cuenta del uso de sus medios y recursos y del cumplimiento de sus fines a
la sociedad.

ARTICULO 53. - Las instituciones universitarias nacionales solo pueden ser intervenidas por el
Honorable Congreso de la Nación por tiempo determinado y sólo cuando exista un conflicto

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Comisión de Educación – Honorable Cámara de Diputados de la Nación 54
insoluble de la institución que haga imposible su normal funcionamiento.

ARTICULO 54. - La fuerza pública no puede ingresar en las instituciones universitarias


nacionales si no media orden escrita previa y fundada de juez competente.

Las instituciones universitarias no podrán contratar servicios de seguridad privada.

ARTICULO 55. - La Auditoria General de la Nación tendrá competencia directa e indelegable


para ejercer el control administrativo externo de las universidades estatales.

Las universidades estatales deberán prever órganos de control administrativo económico y


presupuestario interno, los cuales deberán realizar una auditoria anualmente, con el fin de
garantizar el correcto uso de los recursos.

ARTICULO 56. - Las instituciones universitarias estatales, en el marco de la autonomía


académica e institucional, dictan y reforman sus estatutos ajustándose a lo normado por la
presente ley.

Sección 2

Del régimen de títulos y planes de estudio

ARTICULO 57. - Los títulos deberán ser otorgados en el plazo de ciento veinte (120) días
corridos contados a partir del inicio del trámite de solicitud de los mismos.

ARTICULO 58. - El reconocimiento oficial de los títulos que expidan las instituciones
universitarias será otorgado por el Ministerio de Educación de la Nación. Los títulos oficialmente
reconocidos tendrán validez nacional y latinoamericana en los casos en que se hubieran
celebrado convenios con países de la región.

ARTICULO 59. - Los planes de estudio de todas las carreras universitarias deberán cumplir con
los siguientes requisitos:

a) deberán tener en cuenta los contenidos curriculares básicos y los criterios sobre la formación
práctica que establezca el Ministerio de Educación, en acuerdo con el Organismo de Evaluación
Universitaria y el Ministerio de Ciencia Tecnología e Innovación Productiva;

b) deberán contener materias que abarquen la temática de Derechos Humanos, Salud sexual y
reproductiva y la problemática de género;

c) deberán incorporar en la bibliografía obligatoria en los programas de las materias de las


carreras universitarias a autores y autoras nacionales y latinoamericanas que aborden
problemáticas regionales, nacionales y locales.

d) deberán incorporar materias que abarquen la temática de Historia Argentina y


Latinoamericana.

ARTICULO 60. - Cuando se trate de títulos correspondientes a profesiones reguladas por el


Estado, cuyo ejercicio pudiera comprometer el interés público poniendo en riesgo de modo
directo la salud, la seguridad, los derechos, los bienes o la formación de los habitantes, las
carreras respectivas deberán ser acreditadas periódicamente por el Organismo de Evaluación
Universitaria

El Ministerio Educación de la Nación determinará con criterio restrictivo, en acuerdo con el


Consejo de Universidades, la nómina de tales títulos, así como las actividades profesionales
reservadas exclusivamente para ellos.

Sección 3

Evaluación y Acreditación

ARTICULO 61. - Las instituciones universitarias deberán asegurar el funcionamiento de


instancias internas de evaluación institucional, que tendrán por objeto analizar los logros y
dificultades en el cumplimiento de sus funciones, así como sugerir medidas para su
mejoramiento. Las autoevaluaciones se complementarán con evaluaciones externas que se
harán como mínimo cada cuatro (4) años, en el marco de los objetivos definidos por cada
institución y por la presente ley.

Abarcaran las funciones de docencia, investigación y extensión, y en el caso de las instituciones


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Comisión de Educación – Honorable Cámara de Diputados de la Nación 55
universitarias nacionales, también la gestión institucional, así como la pertinencia de los planes
de estudio y perfiles profesionales con respecto a los principios, finalidad y objetivos
contemplados en la presente ley.

Las evaluaciones externas estarán a cargo del Organismo de Evaluación Universitaria, con la
participación de pares académicos de reconocida competencia. Las recomendaciones para el
mejoramiento institucional que surjan de las evaluaciones tendrán carácter público.

ARTICULO 62. -El Organismo de Evaluación Universitaria es un organismo descentralizado, que


funciona en jurisdicción del Ministerio Educación. que tiene por funciones:

a) Coordinar y llevar adelante la evaluación externa prevista en el artículo 61:

b) Acreditar las carreras de grado a que se refiere el artículo 60, así como las carreras de
posgrado, cualquiera sea el ámbito en que se desarrollen, conforme a los estándares que
establezca el Ministerio de Educación en consulta con el Consejo de Universidades y los criterios
establecidos en la presente ley;

c) Pronunciarse sobre la consistencia y viabilidad del proyecto institucional que se requiere para
que el Ministerio de Educación autorice la puesta en marcha de una nueva institución
universitaria nacional con posterioridad a su creación o el reconocimiento de una institución
universitaria provincial;

d) Preparar los informes requeridos para otorgar la autorización provisoria y el reconocimiento


definitivo de las instituciones universitarias privadas, así como los informes en base a los cuales
se evaluara el periodo de funcionamiento provisorio de dichas instituciones.

e) Evaluar los niveles de egreso de las universidades y presentar informes sobre las estrategias
que dichas instituciones utilizan para evitar la deserción de los estudiantes;

f) Definir criterios de evaluación que sobre la función social de la universidad y su relación con la
comunidad en la que esta inserta y el impacto social de los perfiles profesionales de cada
universidad en la sociedad;

g) Evaluar el cumplimiento por parte de las instituciones de lo dispuesto en el artículo 67 de la


presente Ley.

ARTICULO 63. - El Organismo de Evaluación Universitaria estará integrada por diecisiete (17)
miembros, designados por el Poder Ejecutivo nacional a propuesta de los siguientes organismos:
tres (3) por el Consejo Interuniversitario Nacional, uno (1) por el Consejo de Rectores de
Universidades Privadas, uno (1) por el Consejo Federal de Educación, tres (3) por cada una de
las Cámaras del Honorable Congreso de la Nación, uno (1) por el Ministerio de Educación, uno
(1) por el Ministerio de Ciencia Tecnología e Innovación Productiva, dos (2) por los gremios
docentes, dos (2) por el sector estudiantil.

Durarán en sus funciones cuatro años, con sistema de renovación parcial.

El Organismo contará con presupuesto propio y sus dictámenes deberán ser de publicados.

CAPITULO 2

De las universidades nacionales

Sección l

Creación y bases organizativas

ARTICULO 64. - Las instituciones universitarias nacionales son personas jurídicas de derecho
publico, que solo pueden crearse por ley de la Nación, con previsión del crédito presupuestario
correspondiente y en base a un estudio de factibilidad que avale la iniciativa. El cese de tales
instituciones se hará también por ley.

ARTICULO 65. - Creada una institución universitaria, el Ministerio de Educación designara un/a
rector/a- organizador/a, con las atribuciones propias del cargo y las que normalmente
corresponden al Consejo Superior. El rector/a-organizador/a conducirá el proceso de formulación
del proyecto institucional y del proyecto de estatuto provisorio y los pondrá a consideración del
Ministerio de Educación, en el primer caso para su análisis y remisión al Organismo de
Evaluación Universitaria, y en el segundo, a los fines de su aprobación y posterior publicación.
Producido el informe del Organismo, y adecuándose el proyecto de estatuto a las normas de la
CONSULTA HACIA UNA NUEVA LEY NACIONAL DE EDUCACIÓN SUPERIOR
Comisión de Educación – Honorable Cámara de Diputados de la Nación 56
presente ley, procederá el Ministerio de Educación a autorizar la puesta en marcha de la nueva
institución, la que deberá quedar normalizada en un plazo no superior a los cuatro (4) años a
partir de su creación.

ARTICULO 66. - Cada institución dictara normas sobre regularidad en los estudios, que
establezcan el rendimiento académico mínimo exigible, debiendo preverse que los alumnos
cursen por lo menos una (1) materia por año y aprueben dos (2) materias cada dos (2) años.

ARTICULO 67. - El ingreso a la carrera académica universitaria se hará mediante concurso


público y abierto de antecedentes y oposición, debiéndose asegurar la constitución de jurados
integrados por profesores por concurso, o excepcionalmente por personas de idoneidad
indiscutible aunque no reúnan esa condición, que garanticen transparencia, rigor en la evaluación
y en el nivel educativo. Con carácter excepcional, las universidades e institutos universitarios
nacionales podrán contratar, al margen del régimen de concursos y solo por tiempo determinado,
a personalidades de reconocido prestigio y méritos académicos sobresalientes para que
desarrollen cursos, seminarios o actividades similares. Excepcionalmente podrán prever la
designación temporaria de docentes interinos, cuando ello sea imprescindible y mientras se
sustancia el correspondiente concurso.

Las y los docentes designados por concurso deberán representar la totalidad de las respectivas
plantas de cada institución universitaria.

Sección 2

Órganos de gobierno

ARTICULO 68. - Los estatutos de las instituciones universitarias nacionales deben prever sus
órganos de gobierno, tanto colegiados como unipersonales, así como su composición y
atribuciones. Los órganos colegiados tendrán básicamente funciones normativas generales, de
definición de políticas y de control en sus respectivos ámbitos, en tanto los unipersonales tendrán
funciones ejecutivas.

ARTICULO 69.- Los estatutos podrán incluir políticas que coadyuven al ejercicio de una
democracia participativa en el gobierno de las instituciones universitarias, fomentando la
incorporación de prácticas como la convocatoria a consulta estudiantil, la presentación de
propuestas y proyectos mediante iniciativa estudiantil.

ARTICULO 70. - Los órganos colegiados de gobierno estarán integrados de acuerdo a lo que
determinen los estatutos de cada universidad, los que deberán asegurar:

a) Que estén representados en él el sector docente, estudiantil, del personal administrativo


de servicio y técnico, los graduados y el Consejo Social;

b) Que los graduados se incorporarán de manera automática a los padrones de su sector.

c) Que ningún sector que posea representación en los órganos pueda superar un tercio
(1/3) de la totalidad de sus miembros.

d) Que el sector docente, estudiantil y el personal administrativo de servicio y técnico


tengan una representación no inferior a dos (2) veces la cantidad de decanos integrantes de
los órganos colegiados.

e) La representación del personal administrativo de servicio y técnico, no podrá ser inferior


al diez por ciento (10 %) de la totalidad de la representación del órgano.

Las y los decanos o autoridades docentes equivalentes serán miembros natos del Consejo
Superior u órgano que cumpla similares funciones. Podrá extenderse la misma consideración a
los directores de carrera de carácter electivo que integren los cuerpos académicos, en las
instituciones que por su estructura organizativa prevean dichos cargos. Para acceder a dichos
cargos no deberá existir ninguna restricción de edad

ARTICULO 71.- Los órganos colegiados convocarán a dos (2) asambleas públicas anuales, en
las mismas informarán sobre los objetivos y balances de la gestión universitaria.

ARTICULO 72.- Los órganos colegiados podrán incluir políticas tendientes a la incorporación del
presupuesto participativo, fomentando la participación de la comunidad educativa en la toma de
decisiones sobre los destinos de los fondos de las universidades

ARTÍCULO 73.- Los estatutos establecerán que en los órganos colegiados deberán tener una
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Comisión de Educación – Honorable Cámara de Diputados de la Nación 57
representación de mujeres en un mínimo de un treinta por ciento (30%).

ARTICULO 74. - El/la rector/a o presidente/a, el/la vicerrector/a o vicepresidente/a y los/las


titulares de los demás órganos unipersonales de gobierno, duraran en sus funciones cuatro (4)
años como máximo, período por el cual podrá ser reelegido de acuerdo a lo establecido en los
estatutos de cada institución. La elección de los mismos se realizará por voto directo ponderado.

El cargo de rector/a o presidente/a será de dedicación exclusiva y para acceder a él se requerirá


ser o haber sido profesor/a por concurso de una universidad nacional no pudiendo existir ninguna
restricción de edad.

ARTICULO 75. - Los y las representantes de los docentes, que deberán haber accedido a sus
cargos por concurso, serán elegidos por docentes que reúnan igual calidad. Los y las
representantes estudiantiles serán elegidos por sus pares, siempre que estos tengan aprobadas
un quince por ciento (15 %) de las materias correspondientes a las carreras que cursen.

Sección 3

Sostenimiento y régimen económico financiero

ARTICULO 76. - Corresponde al Estado Nacional asegurar el aporte financiero para el


sostenimiento de las instituciones universitarias nacionales que garantice su normal
funcionamiento desarrollo y cumplimiento de sus fines y asegure la gratuidad de la educación
superior. Para la distribución de ese aporte entre las mismas se tendrán especialmente en cuenta
indicadores de impacto social y calidad educativa.

ARTÍCULO 77.- Las erogaciones corrientes y de capital del Gobierno Nacional, destinadas a la
educación Universitaria tendrán una participación no menor al tres por ciento (3%) en el Producto
Bruto Interno (PBI). Este porcentaje no deberá obtenerse en detrimento de los porcentajes y
montos asignados por el Gobierno Nacional al resto del sistema educativo.

ARTICULO 78.- Cuando la generación de recursos adicionales a los aportes del Tesoro nacional,
provenga de herencias, legados, donaciones o cualquier otra libertad a favor de la Universidad o
de sus unidades académicas u otros organismos que la integren, previo a ser aceptados por el
Consejo Superior deberá oírse al destinatario final y analizarse exhaustivamente las condiciones
o cargos que puedan poner los testadores y benefactores, en cuanto a las conveniencias y
desventajas que puedan ocasionar a la universidad y al establecimiento de esta que ha de recibir
el beneficio.

Iguales recaudos deberán tomarse en los casos de créditos y otras financiaciones, con el fin de
mantener la libertad e independencia de sus actividades docentes y de investigación. En ningún
caso se aceptarán liberalidades provenientes de empresas multinacionales.

ARTICULO 79. - El Congreso Nacional debe disponer de la partida presupuestaria anual


correspondiente al nivel de educación superior, de un porcentaje que será destinado a becas y
subsidios.

ARTICULO 80.- Los estatutos establecerán los mecanismos correspondientes a la regulación de


la venta de servicios en las instituciones universitarias, la cual estará a cargo de sus órganos
colegiados de gobierno, previa consulta al Ministerio de Educación de la Nación y al Organismo
de Evaluación Universitaria.

ARTICULO 81.- Las y los estudiantes de las universidades nacionales podrán ser parte de
prácticas pre- profesionales con régimen de pasantía, las cuales no podrán tener una duración
mayor a un (1) año, debiendo estar orientadas a la temática específica de la carrera que cursan
las y los estudiantes.

ARTÍCULO 82.- Las patentes y los certificados de los modelos de utilidad de las invenciones, que
se realicen en las universidades estatales no podrán ser objeto de transmisión ni de licencia
alguna sin previa aprobación del Ministerio de Ciencia, Tecnología e Innovación Productiva.

A efectos de la aplicación del presente artículo se considerará invención y modelo de utilidad, lo


establecido por la Ley 24.821.

CAPITULO 3

De las instituciones universitarias privadas

ARTICULO 83. - Las instituciones universitarias privadas deberán constituirse sin fines de lucro,
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Comisión de Educación – Honorable Cámara de Diputados de la Nación 58
obteniendo personería jurídica como asociación civil o fundación. Las mismas serán autorizadas
por ley de la Nación, que admitirá su funcionamiento provisorio por un lapso de seis (6) años,
previo informe favorable del Organismo de Evaluación Universitaria, y con expresa indicación de
las carreras, grados y títulos que la institución puede ofrecer y expedir.

ARTICULO 84. - El informe del Organismo de Evaluación Universitaria a que se refiere el artículo
anterior, se fundamentara en la consideración de los siguientes criterios:

a) La responsabilidad moral, financiera y económica de los integrantes de las asociaciones o


fundaciones;

b) La viabilidad y consistencia del proyecto institucional y académico así como su adecuación a


los principios y normas de la presente ley;

c) Su inserción programática y curricular en el marco de la política de planificación Universitaria


Nacional

d) El nivel académico del cuerpo de profesores con el que se contará inicialmente, su trayectoria
en investigación científica y en docencia universitaria;

e) La calidad y actualización de los planes de enseñanza e investigación propuestos;

f) Los medios económicos, el equipamiento y la infraestructura de que efectivamente se


dispongan para posibilitar el cumplimiento de sus funciones de docencia, investigación y
extensión;

ARTICULO 85. - Durante el lapso de funcionamiento provisorio:

a) El Ministerio Educación hará un seguimiento de la nueva Institución a fin de evaluar, en base a


informes del Organismo de Evaluación Universitaria su nivel académico y el grado de
cumplimiento de sus objetivos y planes de acción;

b) Toda modificación de los estatutos creación de nuevas carreras cambio de planes de estudio o
modificación de los mismos, requerirá autorización del citado Ministerio;

c) En todo documento oficial o publicidad que realicen las instituciones deberán dejar constancia
expresa del carácter precario de la autorización con que operan.

El incumplimiento de las exigencias previstas en los incisos b) y c) dará lugar al retiro de la


autorización provisoria concedida.

ARTICULO 86. - Cumplido el lapso de seis (6) años de funcionamiento provisorio contados a
partir de la autorización correspondiente, el establecimiento podrá solicitar el reconocimiento
definitivo para operar como institución universitaria privada, el que se otorgara por ley de la
Nación previo informe favorable del Organismo de Evaluación Universitaria.

El Ministerio de Educación fiscalizará el funcionamiento de dichas instituciones con el objeto de


verificar si cumplen las condiciones bajo las cuales están autorizadas a funcionar. Su
incumplimiento dará lugar a la aplicación de sanciones conforme lo establezca la reglamentación
de la presente ley, la que podrá llegar hasta la clausura definitiva.

ARTICULO 87. - Los establecimientos privados cuya creación no hubiere sido autorizada
conforme a las normas legales pertinentes no podrán usar denominaciones ni expedir diplomas,
títulos o grados de carácter universitario. La violación de esta norma dará lugar a la aplicación de
sanciones conforme lo establezca la reglamentación de la presente ley, la que podrá llegar a la
clausura inmediata y definitiva de la entidad y a la inhabilitación de los responsables para ejercer
la docencia, así como para desempeñar la función pública o integrar órganos de gobierno de
asociaciones civiles dedicadas a la educación superior.

ARTICULO 88. - Las Asociaciones Civiles o fundaciones que se constituyan como universidades
privadas no podrán recibir subsidios de ningún tipo ni exenciones de impuestos.

ARTÍCULO 89.- Las Universidades Privadas deberán promover:

a) El ingreso de sus docentes por concurso así como su formación de manera gratuita.

b) El desarrollo de Áreas a cargo de la Investigación y de la Extensión.

c) El ingreso al gobierno de las Universidades de las y los Estudiantes, las y los docentes, las y
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Comisión de Educación – Honorable Cámara de Diputados de la Nación 59
los graduados y del personal administrativo, de servicio y técnico.

ARTÍCULO 90.- Son derechos de las y los docentes de las instituciones privadas de educación
superior, sin perjuicio de lo dispuesto por la legislación específica:

a) Al acceso al sistema sin ningún tipo de discriminación social, de género, étnica, religiosa,
política, económica o por nacionalidad.

b) Las personas con capacidades diferentes o con movilidad reducida deberán contar con los
servicios de interpretación y los apoyos técnicos necesarios para el normal desarrollo de sus
actividades en las instituciones a las que concurran;

c) Actualizarse y perfeccionarse de modo continuo en su carrera académica.

d) Participar en la actividad gremial;

e) Observar las normas que regulan el funcionamiento de la institución a la que pertenecen;

f) Participar en la vida de la institución cumpliendo con responsabilidad su función docente, de


investigación y de servicio;

g) Respetar el disenso, las diferencias individuales, la creatividad personal y colectiva y el trabajo


en equipo.

ARTÍCULO 91.- las y los estudiantes de universidades privadas tienen los siguientes derechos y
obligaciones:

a) Acceder al sistema sin ningún tipo de discriminación social, de género, étnica, religiosa,
política, económica o por nacionalidad;

b) A asociarse libremente en centros de estudiantes, federaciones nacionales y regionales, a


elegir sus representantes y a participar en el gobierno y en la vida de la institución, conforme a
los estatutos, lo que establece la presente ley y, en su caso, las normas legales de las
respectivas jurisdicciones;

c) A recibir y difundir información con respecto al funcionamiento la Universidad de la que forman


parte.

d) Las personas con capacidades diferentes o con movilidad reducida deberán contar con los
servicios de interpretación y los apoyos técnicos necesarios para el normal desarrollo de sus
actividades en las instituciones a las que concurran;

e) Respetar los estatutos y reglamentaciones de la institución en la que estudian;

f) Observar las condiciones de estudio, investigación, trabajo y convivencia que estipule la


institución a la que pertenecen;

g) Respetar el disenso, las diferencias individuales, la creatividad personal y colectiva y el trabajo


en equipo.

CAPITULO 4

Coordinación de la Educación Superior Universitaria

ARTICULO 92. - Es responsabilidad indelegable del Ministerio de Educación la formulación de


las políticas generales en materia universitaria, asegurando la participación del Consejo de
Universidades, el Consejo Interuniversitario Nacional, el Consejo de Rectores de Universidades
Privadas y los Consejos Regionales de Planificación de la Educación Superior.

ARTICULO 93. - El Consejo de Universidades será presidido por el Ministro de Educación o por
quien éste designe con categoría no inferior a Secretario, y estará integrado por el Comité
Ejecutivo del Consejo Interuniversitario Nacional, por la Comisión Directiva del Consejo de
Rectores de Universidades Privadas, por un representante de cada Consejo Regional de
Planificación de la Educación Superior -que deberá ser representante de una institución de
educación superior-, por representantes del Organismo de Evaluación Universitaria,
representantes del sector estudiantil y por un representante del Consejo Federal de Educación.
Serán sus funciones:

a) Proponer políticas de desarrollo universitario, promover la cooperación entre las instituciones


CONSULTA HACIA UNA NUEVA LEY NACIONAL DE EDUCACIÓN SUPERIOR
Comisión de Educación – Honorable Cámara de Diputados de la Nación 60
universitarias, así como la fijación de criterios para la coordinación de la educación universitaria,
que den cumplimiento a las disposiciones de la presente ley;

b) Emitir pronunciamientos en aquellos temas sobre los cuales se requiera su intervención


conforme a la presente ley;

c) Acordar con el Consejo Federal de Educación criterios y pautas para la articulación entre las
instituciones de educación superior;

ARTICULO 94. - El Consejo Interuniversitario Nacional estará integrado por los/las rectores/as o
presidentes/as de las instituciones universitarias estatales reconocidas por la Nación, que estén
definitivamente organizadas, y el Consejo de Rectores de Universidades Privadas estará
integrado por los/las rectores/as o presidentes/as de las instituciones universitarias privadas.

Dichos consejos tendrán por funciones:

a) Coordinar los planes y actividades en materia académica, de investigación científica de


extensión y de desarrollo social comunitario entre las instituciones universitarias de sus
respectivos ámbitos;

b) Ser órganos de consulta en las materias y cuestiones que prevé la presente ley;

c) Participar en el Consejo de Universidades.

Cada Consejo se dará su propio reglamento conforme al cual regulara su funcionamiento interno.

TITULO IV

Disposiciones complementarias y transitorias.

ARTICULO 95. - Cuando una carrera que requiera acreditación no la obtuviere, por no reunir los
requisitos y estándares mínimos previamente establecidos, el Organismo de Evaluación
Universitaria podrá recomendar que se suspenda la inscripción de nuevos/as estudiantes en la
misma, hasta que se subsanen las deficiencias encontradas, debiéndose resguardar los
derechos de los y las estudiantes ya inscriptos que se encontraren cursando dicha carrera.

ARTICULO 96. - Las instituciones universitarias nacionales deberán adecuar sus plantas
docentes de acuerdo a lo previsto en el segundo párrafo del artículo 67 de la presente ley dentro
del plazo de tres (3) años contados a partir de la promulgación de esta. En estos casos, los
docentes interinos con más de dos (2) años de antigüedad continuados podrán ejercer los
derechos consagrados en los artículos 71 y 76 de la presente ley.

ARTICULO 97. - Las instituciones universitarias nacionales adecuaran sus estatutos a las
disposiciones de la presente ley, dentro del plazo de ciento ochenta (180) días contados a partir
de la promulgación de esta.

ARTICULO 98. - Las autoridades universitarias adecuarán la integración de sus órganos


colegiados de gobierno, a fin de que se respete la proporción establecida en los artículos 70 y 73
en un plazo de ciento ochenta (180) días contados a partir de la fecha de publicación de los
nuevos estatutos, los que deberán contemplar normas que faciliten la transición.

ARTICULO 99. - Deróguese la ley 24.521 y toda otra norma que se oponga a la presente.

ARTICULO 100. - Comuníquese al Poder Ejecutivo.

FUNDAMENTOS

Señor presidente:

Este proyecto se presenta con referencia al Expediente 5263-D-2008 que fuera presentado con
anterioridad.

Debemos comenzar, como primera medida para fundamentar este proyecto, por determinar lo
que consideramos por "educación"; desde una mirada nacional y latinoamericana, entendemos a
la educación como una herramienta imprescindible a la hora de la transformación social, aquel
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derecho humano fundamental que se presenta como la condición de posibilidad para el efectivo
goce y ejercicio de todos los restantes derechos fundamentales, particularmente los económicos
sociales y culturales.

La Educación en tanto Derecho Humano, atraviesa la configuración de otros tantos intereses


jurídicamente protegidos cuya ligazón con aquella, nos remite de forma inmediata a la cuestión
que juzgamos central para esta época: las políticas públicas de inclusión social.

Sabemos que la Educación Superior, sea en el ámbito nacional o regional, históricamente ha sido
un reducto de los sectores de altos ingresos y en todo caso, un recurso de ascenso social para
buena parte de las capas medias de nuestras sociedades. En esos términos, el poder simbólico
de la Educación Superior, la convierte en terreno de disputa de cara a la apropiación del
conocimiento y sus lógicas inmanentes.

En este sentido, la educación se constituye como la base sobre la que se asienta la verdadera
distribución de la riqueza de un país, por su condición estructural. Es posible asumir que la
educación opera como instrumento que contribuye a la construcción de la igualdad, aunque al
mismo tiempo puede funcionar a título de brazo ejecutor de la discriminación social. "Se
descubre así una manera de entender la relación entre educación y sociedad que precede los
hechos y por lo tanto los determina." (1)

Como adelantamos, entendemos a la Educación Superior y a los saberes en general, como


campo estratégico en el que se expresa una disputa. Comprender estos espacios como
elementos dinámicos e inmanentes a la sociedad en los que también acontece la confrontación
en tanto política, nos permite discernir -y por lo tanto poner en debate- actores e intereses,
razones y motivos determinantes de la acción que pretende significar cierta configuración
jurídica.

Asumir este "estado de la cuestión" se convierte en tarea productiva en la medida en que se


complemente con la defensa de los logros alcanzados en todos los niveles educativos y la
posibilidad cierta de pensar, o re pensar colectivamente sobre las falencias del sistema actual.
Los nuevos objetivos que nos coloquen a la altura de las circunstancias, sólo serán alcanzados
asumiendo la política en tanto guía para la acción y herramienta de los sectores populares en pos
de la transformación de la sociedad.

Además de un horizonte producto del consenso, necesitamos un diagnóstico acertado que se


erija como pilar fundamental a la hora de transitar los nuevos caminos de cara a los objetivos
propuestos.

Así las cosas no podemos dejar de observar que la ley de transferencia a las provincias y a la
Municipalidad -hoy Ciudad Autónoma- de Buenos Aires de servicios educativos (2) ; las normas a
través de las cuales se recogió la "Ley Federal de Educación" (3) , además de ley de Educación
Superior (4) aún vigente, constituyeron -y en muchos aspectos constituyen hoy día- el entramado
legal a partir del cual la lógica neoliberal se impuso en las políticas educativas nacionales.

La redefinición del papel del estado se galvanizó legislativamente a través de normas que no
hicieron otra cosa que actuar como marco regulatorio de la libre oferta y demanda de aquello que
pasó a considerarse "servicio educativo". Con estas lógicas mercantilistas se avanzó sobre la
educación pública y se promovió el acceso de capitales privados que condicionaron planes de
estudio. Por otro lado, se facilitó la creación de Universidades privadas. Se orientaron los perfiles
profesionales de acuerdo a la lógica y necesidades del mercado: "Estos esquemas de la década
pasada se traducen en la consideración de una educación que, lejos de ser entendida como un
bien social inherente al desarrollo de la Nación, aparece como uno más de los servicios que
ofrece el mercado, con o sin intermediación estatal. El argumento central que sostiene a las
políticas educativas neoliberales es que los grandes sistemas educativos son ineficientes,
inequitativos y sus productos de baja calidad. De tal afirmaciones se deduce que la educación
pública ha fracasado y que se justifican las políticas de reducción de la responsabilidad del
Estado en la educación, presentadas como la única forma posible" (5)

Este proceso se desarrolló a escala mundial. Argentina no estuvo exenta de la aplicación de


políticas educativas basadas en los criterios y parámetros que los organismos de crédito
internacionales "sugerían". Un ejemplo de esto fue la transnacionalización neoliberal de la
Universidad que "Ocurre bajo la égida de la Organización Mundial del Comercio en el ámbito del
acuerdo general sobre el comercio de servicios (GATS) (...) la educación es uno de los doce
servicios comprendidos en este acuerdo, el objetivo de este es promover la liberalización del
comercio de servicios a través de la eliminación, progresiva y sistemática de las barreras
comerciales" (6) .

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Para satisfacer estos objetivos, se desarticuló el sistema centralizado dependiente de un garante
efectivo -el Estado benefactor en retirada-, imponiendo en su lugar un esquema descentralizado
que puso a la educación en tanto bien social, al borde del colapso. Testimonio de estas
circunstancias fue la "primarización" de los primeros años del otrora Secundario, la ofensiva
contra la educación técnica y rural, las limitaciones para el acceso a los niveles superiores de
enseñanza, junto con la promoción de la educación arancelada.

La cultura del costo - beneficio alabada en los altares del Dios del Mercado se encargó del resto.

En ese marco, no fue suficiente la resistencia de los docentes agremiados y los sectores
estudiantiles organizados, para detener el ingreso de las lógicas neoliberales en el sistema
educativo. Las comodidades del "plan canje" y las facilidades del "1 a 1" fueron anestesia
suficiente para que los sectores altos y medios de nuestra sociedad consintieran la penetración
económica, social y cultural que hoy nos deja frente a las falencias estructurales del Sistema de
Educación en general y del Superior en particular.

Pero sobrevino la crisis del modelo neoliberal en todas sus dimensiones, lo que se cristalizó en
diciembre del año 2001 y allí se expresó el pueblo argentino contra a un modelo de acumulación
que devastó toda estructura estatal solidaria. Por cierto que la crisis de representación política,
aquella que se venía gestando a partir de las impugnaciones al modelo surgidas de lo sectores
relegados, y anticipadas a principios del los ´90 por los trabajadores de la educación pública
conjuntamente con el movimiento estudiantil y los movimientos sociales, fue la condición de
posibilidad para la emergencia de proyectos políticos que contemplaran las visiones y
fundamentalmente las necesidades de las mayorías populares hacia la construcción de un nuevo
proyecto de país.

En efecto, la Ley de Incremento de la Inversión en Educación, Ciencia y Tecnología (7) , la


normativa que re-instaló la Educación Técnico Profesional (8) , y la nueva Ley de Educación
Nacional (9) marcaron un nuevo campo de acción producto de la modificación de la correlación
de fuerzas propia de la década precedente.

Resulta imposible desconocer los avances generados a partir de la nueva normativa como la
definición de la educación como un bien público y derecho personal y social; la reaparición del
Estado como garante del financiamiento de buena parte del sistema educativo; las limitaciones
impuestas para el acceso a la carrera docente de aquellos sujetos condenados por delitos de
lesa humanidad,"la prohibición de suscribir tratados bilaterales o multilaterales de libre comercio
que impliquen concebir a la educación como un servicio lucrativo" (10) ; la definición de una
estructura unificada del sistema educativo nacional; el incremento progresivo de la inversión en el
área hasta alcanzar el seis por ciento (6 %) del Producto Bruto Interno (PBI) en el año del
bicentenario; el establecimiento del salario mínimo docente; y la definición de algunos contenidos
mínimos -golpe de Estado, Malvinas, Historia Argentina y Latinoamericana, etc.-, son buenos
ejemplos cuyo esfuerzo corresponde reconocer, y al mismo tiempo generan las líneas de acción
que nosotros escogemos de cara a la construcción de las política públicas educativas que aún
presentan serias deficiencias.

Somos concientes que en lo que atañe a la Educación Superior, corresponde todavía avanzar en
torno a la democratización y reformulación de sus objetivos principales; incrementar el
presupuesto que se le destina de modo que se permita la regularización de la carrera docente, la
resolución de los problemas edilicios, la asistencia económica que tienda a garantizar el ingreso,
permanencia y egreso de los y las estudiantes de menores recursos. Pero también juzgamos
acertado iniciar el debate acerca de la reformulación de los planes de estudios conforme las
nuevas necesidades económicas y políticas de la nación; la fijación de límites a los capitales
privados que condiciones la formación y, fundamentalmente, la discusión en torno a las
vinculaciones de todo el sistema de educación superior con los sectores populares y en función
de ese objetivo orientar la formación de grado y posgrado en orden a la satisfacción de las
necesidades del pueblo; de la Nación en tanto proyecto de país; y de la región en tanto
necesidad estratégica.

Definitivamente no propiciamos, un sistema educativo destinado a formar individuos para el


mercado, sino sujetos para la nación. Sujetos que se integren, que comprendan -y que ayuden a
comprender- la especificidad de nuestro ser nacional y realidad latinoamericana. Los desvaríos
intelectuales no nos convocan; ni nos urgen. Nos moviliza la necesidad de resignificar el rol de la
educación como derecho humano fundamental cuyo objetivo central es el de formar hombres y
mujeres cuya acción se defina, citando a Freyre: "No por un simple hacer sino por un quehacer,
por una acción que no se divorcia de la reflexión, pero tampoco deja de ser acción".

Autonomía Universitaria

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Creemos firmemente que las instancias de definición de la Ley que regulará la Educación
Superior en nuestro país, no deben quedar exclusivamente abordadas por los sectores
académico- universitarios. En este sentido, la existencia de instancias de participación que
excedan los límites de la mera consulta, de la sociedad y de las organizaciones sociales aparece
como una necesidad insoslayable si buscamos contar con una Educación Superior que responda
a las necesidades de los sectores populares.

El diccionario define la Autonomía como la potestad que dentro de un Estado tienen algunas
entidades para regirse mediante normas y órganos de gobierno propios.

¿Por que se da esta potestad? Pues porque se supone que es necesaria dadas las
características de la entidad a la que se le otorga. Si esto es así, no parece errado suponer la
existencia de un valor estratégico queriéndose proteger. Y quien piensa en estrategia, debe
pensar necesariamente en algún fin u objetivo en virtud del cual aquella potestad adquiriría razón
de ser y sentido. Este objetivo debería entonces estar relacionado con un ente superior capaz no
solo de fijarlo, sino también, de otorgar aquella potestad.

Este derecho al cual las universidades acceden en su carácter de personas jurídicas no


estatales, no es absoluto. Es decir, debe estar sujeto a una reglamentación que lo sitúe en una
relación de coherencia con la función para la cual dicha Universidad fue pensada. De lo contrario
se convertiría en un privilegio y la Universidad en una privilegiada. Si la autonomía no es
responsable (11) , estaremos hablando de soberanía o de un Estado dentro de otro.

No buscamos, cabe aclararlo, alterar la naturaleza de un derecho legítimo y un mandato


constitucional, sino por el contrario fortalecerlo al asegurarle uno de sus elementos constitutivos.
Y creemos esto porque entendemos que los asuntos de la Educación Superior Univesitaria no
competen únicamente a aquello que se ha dado en llamar "Comunidad Académica" sino que, por
contrario, revisten una trascendencia estratégica para la Nación toda. No parece justo entonces,
para ninguna de las partes, que ese peso de responsabilidad recaiga en unos pocos. La
Universidad pública tiene una responsabilidad pública, pero esta tarea no podrá rendir los frutos
deseados si los demás sectores que conforman esa esfera (lo público) no cuentan con un
espacio de participación genuina.

Creemos que el Estado (el poder ejecutivo a través de los Ministerios de Educación y de Ciencia,
Tecnología e Innovación Productiva y el legislativo con representantes de ambas cámaras), las
organizaciones sociales, los sindicatos y la sociedad civil en general deben tener un espacio
donde, conjuntamente con la Universidad, puedan definir, en el marco de una alianza estratégica,
cuestiones relativas a las prioridades de inversión en relación a las ramas o disciplinas de la
ciencia (ciencias básicas, aplicadas, humanas, sociales, de salud, etc.) en virtud de los perfiles
que se establezcan como prioritarios para el desarrollo nacional; el otorgamiento de becas con
sentido estratégico; las características que deberían tener los graduados, etc. Esto incluiría no
solo las actividades de grado, sino también la investigación (a través de la potestad para definir
líneas de investigación prioritarias) y los posgrados.

A noventa años de la Reforma Universitaria, consideramos de vital trascendencia el debate en


torno al concepto de Autonomía, pues un diagnóstico que quisiera dar cuenta de nuestra realidad
actual, no podría evitar incluir un elemento central, a saber: la desvinculación de nuestro Sistema
Universitario respecto de la Sociedad de la cual forma parte y para la cual debería cumplir una
determinada función.

Los desafíos que la época actual impone a nuestras naciones latinoamericanas nos obligan a
superar aquellas concepciones que entienden el rol de la Universidad en los estrechos términos
de "Soberanía", "Isla democrática" o "Estado dentro de otro Estado".

La Autonomía debe ser pensada hoy, como la capacidad de las Universidades para poder
cumplimentar el papel que la Planificación Nacional de la Educación le asigne.

Esto no significa vaciar de contenido aquel concepto enarbolado por los reformistas del 18 sino,
por el contrario, asignarle un rol que trascienda aquel momento histórico para constituirlo como
una herramienta útil para los desafíos que la actualidad impone. Nada más cercano a un
merecido homenaje, a noventa años de aquella gesta.

En este sentido, creemos que deberían invertirse los términos de la ecuación que define la lógica
de la autonomía: del temor (porque no decirlo) a la injerencia de "elementos extraños" al
quehacer académico-universitario fundado en el valor estratégico de la universidad; deberíamos
marchar hacia un esquema que piense precisamente ese valor como razón última necesaria y
suficiente a la vez, para fomentar la inclusión de los demás actores del juego para el que esa

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estrategia es pensada.

La Universidad no debe estar al servicio del pueblo por el solo hecho de que este la financie. La
Universidad es del Pueblo porque su propia esencia de parte la coloca en la orbita del todo que le
da sentido y la guía en sus tareas. ¿O debemos suponer que el conocimiento es un fin en si
mismo?

Creemos que los lineamientos propuestos en este apartado son insoslayables para guiar el
debate que permita contribuir a que la Universidad pueda cumplir correctamente su función
social.

Financiamiento, ingreso, permanencia y egreso

Para comprender el estado en el que se encuentra el sistema de Educación Superior Argentino


en particular y de América Latina en general, debemos retomar a los hitos que transformaron las
relaciones entre instituciones, estado y sociedad poniendo en discusión el rol que el estado tenía
como mediador y articulador cuyo objetivo era dar respuestas a las necesidades sociales.

A fines de los años 80, en el ámbito educativo comenzaron a adquirir importancia las actividades
de investigación y desarrollo fomentando que las mismas fueran transferidas al sector socio
productivo para su aplicación y explotación. Esta concepción de la transferencia de producción
del conocimiento surge con fuerza durante la década del noventa, influenciada por la teoría
económica neoclásica en Política Universitaria.

La descentralización del sistema de educación y una tendencia al ingreso de capitales privados


se refuerza con el modelo de acumulación basado en el capital financiero y su correlato en el tipo
de estado: el neoliberalismo ingresaba a nuestras instituciones educativas por la puerta grande y
cuando los procesos de movilización lo limitaban, buscaba formas subrepticias de incorporación.

El ahogo presupuestario generado por el estado era la otra cara del proceso. En el año 1999,
durante el segundo mandato de Carlos Menem, se anunció un recorte en el presupuesto
educativo de alrededor de cien millones de pesos. La comunidad educativa reaccionó
movilizándose en las calles y el ajuste fue descartado. Sin embargo el embate no cesó y en el
año 2001 durante el breve paso de Ricardo López Murphy por el Ministerio de Economía hubo un
nuevo intento, pero otra vez fue frenado por la participación popular. Esto demuestra "el papel
que la educación conserva en el imaginario de los argentinos (...) en torno a la responsabilidad
indelegable del estado en su promoción".

De todos modos, se construyeron mecanismos más sutiles pero no por eso menos eficaces. Un
estudio realizado por Albretch y Ziderman en el año 1992 (12) muestra que la mayoría de los
países latinoamericanos aplica la "Asignación por negociación presupuestaria" como forma de
financiamiento del sistema Educativo Superior.

Comienza a declinar el "aporte" del Tesoro Nacional y se incrementan otras fuentes de


financiamiento.

El porcentaje del tesoro Nacional se utiliza fundamentalmente para los salarios del personal,
mientras que el "aporte de otras fuentes" es utilizado en investigaciones, bienes de uso y
transferencias. Las fuentes paralelas de financiamiento que provienen de empresas nacionales,
internacionales y organismos de crédito internacional, fueron modificando las orientaciones de las
diversas disciplinas, cerrando el círculo que delinea a la educación como un servicio y no como
un derecho humano.

Son dos las formas adoptadas por Argentina en esta etapa en la que se debatía en América
Latina sobre las diversas formas de financiamiento de la Educación. Por un lado, "El
financiamiento basado en resultados e indicadores de desempeño a través de fondos
concursables" (13) y por otro recursos destinados a "alcanzar objetivos o logros de las
universidades o instituciones de Educación Superior (...) muchos objetivos o metas establecidos
para este propósito tiene que ver con docencia, especialmente tomando en cuenta el número y
calidad de alumnos o con logros en materia de investigación o en cuanto a formación de
posgrado" (14) . Un ejemplo de dicho mecanismo es el FOMEC (15) . La perspectiva que iban
instaurando en el país estos mecanismos era el modelo de educación mixta, que implicaba
directamente el arancel o en ingreso directo de capital privado a la educación como una fuente
de igual magnitud con respecto a la partida presupuestaria del Estado Nacional.

Por lo expuesto anteriormente creemos necesario mencionar las principales fuentes de


financiamiento denominado "alternativo" que existen en las instituciones de Educación Superior

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en Argentina como son:

Los servicios -propiedad Industrial e intelectual que son figuras jurídicas del por las cuales la
titularidad pasa a estar en manos de las Universidades y por lo tanto, pueden ser transferidas de
acuerdo con la Ley Nacional de Patentes y las normas propias de cada universidad.

Las herencias y donaciones.

Los aranceles abarcando cuotas de ingreso, derecho de examen, gastos administrativos,


eliminación de bibliotecas y obligatoriedad de bibliografía específica paga.

La concesión de bares y fotocopiadoras, empresas editoriales con sede en las instituciones de


Educación.

Es importante destacar que desde nuestra concepción, no pueden venderse o transferirse las
patentes sin un nivel de articulación con el Estado Nacional ya que entendemos que la
producción de conocimiento no debe ser el privilegio de unos pocos, sino que debe estar en
función de los sectores populares y por lo tanto de las necesidades estratégicas del país. Lo que
se discute en este punto es, en definitiva quién se apropia del conocimiento producido en una
institución estatal. Por esto, incluimos en el proyecto de ley la articulación entre las instituciones
de educación superior y el Ministerio de Ciencia Tecnología e Innovación Productiva.

Las fuentes "alternativas" de financiamiento esbozadas en el apartado antepuesto fueron los


mecanismos por los cuales se fue privatizando a la educación superior y generando barreras de
acceso. Entendemos al acceso no como el índice de ingresantes sino como la capacidad de
contención dentro del sistema de todos y todas, garantizando por parte del estado la
permanencia y el egreso.

Sólo a los efectos de aproximarnos a la problemática del acceso a la Educación Superior y


partiendo de la base que no todos los que desean pueden hoy ingresar al sistema, intentaremos
describir una parte del problema;

La proyección de incremento de los índices de ingreso de acuerdo al Informe sobre la Educación


Superior en América Latina y el Caribe 2000-2005 de IESALC-UNESCO, extraído de la
Investigación realizada por Augusto Pérez Lindo en "Prospectiva de la Educación Superior
Argentina 2020" afirma que la Argentina figura entre los países con mejor cobertura o acceso a la
educación superior para jóvenes entre 20 y 24 años. En efecto, tomando en cuenta la relación
entre matrícula universitaria (2.010.830) población (37.870.000), grupo de edad 20-24 años
(3.351.400), la tasa bruta de matriculación resulta ser del %60, la más alta de la región (seguida
por Panamá: (50,5%), Costa Rica: (43,30%), Chile: (46,2%), Uruguay: (40,5%). Sin embargo el
índice de egreso no supera al 20% de los y las estudiantes que ingresan. A continuación
exponemos un cuadro de situación a nivel regional sobre el ingreso a la Educación Superior:

MATRÍCULA BRUTA DE EDUCACIÓN SUPERIOR (EN PORCENTAJES) (16) :

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El argumento neoliberal se expresa en torno al nivel académico y supone que el problema es la
masividad. No incrementa la respuesta de las Instituciones mediante la mejora de la situación
presupuestaria, es decir, no amplia la puerta de salida, reduce la puerta de entrada.

Contrariamente a este razonamiento entendemos que hay que fomentar el ingreso, la


permanencia y el egreso de los y las estudiantes. Más aún considerando proyectivamente el
incremento de la matrícula a partir de la obligatoriedad de la terminalidad del nivel medio, el
paulatino mejoramiento de los índices laborales durante los últimos años, la mayor posibilidad
educativa en regiones o zonas de nuestro país en donde las instituciones universitarias son de
formación reciente, etc. Creemos con firmeza, que debe haber un proceso de nivelación y
planificación presupuestario que pueda dar respuesta a dicha proyección.

En síntesis, consideramos que deben existir políticas estructurales de inclusión, permanencia y


egreso; mejoramiento de la carrera docente, aumento de las investigaciones y políticas
destinadas a la comunidad en la que las instituciones de educación superior se insertan,
eliminación de la figura del docente ad honorem, programas de becas estudiantiles.

Todo ello nos enfrenta con la férrea necesidad de desandar el camino andado en términos de
financiamiento alternativo.

Para proyectar hacia futuro un incremento de los índices de ingreso sin que ello sea un falso
mérito se hace imprescindible un proceso de sustentabilidad económico-financiera. Esto se basa
en una fuerte concepción sobre el rol activo que debe tener el estado en la planificación de la
Educación.

Entendemos que las políticas públicas deben ser orientadas hacia la promoción de la educación
en todos sus niveles, ello incluye a la Educación Superior.

Actualmente los recursos que se destinan a las Universidades Nacionales significan solamente el
0.64% del PBI del país. Por todo lo expuesto, consideramos primordial establecer por Ley un
incremento del PBI llevándolo al tres por ciento 3% anual:

INVERSIÓN PÚBLICA TOTAL EN EDUCACIÓN SUPERIOR COMO PORCENTAJE DEL PIB (17)

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El problema de los altos niveles de deserción y del ahogo presupuestario que ha producido el
devenir del sistema de Educación Superior solo se resuelve con políticas integrales que
necesariamente conllevan un incremento del presupuesto destinado por el Estado Nacional con
miras al desarrollo de mediano y largo plazo tendiente a preparar el camino a la universalidad de
la Educación Superior.

La Educación como un sistema complejo y articulado

Otra problemática que atraviesa la educación en general y la educación superior en particular, es


la falta de articulación entre los componentes de todo el Sistema Educativo.

La vinculación con los niveles primario y secundario de enseñanza, se ha visto menoscabada por
variadas causas. Producto de ello es que la mayoría de los egresados del nivel medio de
educación no se encuentren preparados para ingresar al nivel superior de enseñanza.

Por los motivos expuestos en los dos parágrafos anteriores, entendemos que desde el Sistema
de Educación Superior se deben trazar estrategias para integrar a los diversos niveles a través
de un trabajo conjunto y articulado, traduciéndose en un proceso de inclusión y mejora de los
niveles educativos, propiciado por la responsabilidad compartida de las autoridades de cada nivel
de enseñanza y con una presencia clara y transparente del Ministerio de Educación, que es
quien tiene la responsabilidad de planificar y llevar adelante políticas públicas homogéneas y
coherentes basadas en diagnósticos serios y profundos sobre las demandas sociales y su
respuesta educativa.

Diferente es la situación de la articulación en el interior del Sistema de Educación Superior, ya


que en el mismo coexisten tanto las instituciones universitarias como los institutos de formación
docente y técnico-profesional, estos últimos, poseyendo una estructura diametralmente opuesta a
las primeras, significando ello una ruptura dentro del mismo Sistema.

No obstante las marcadas diferencias de estructura entre las distintas instituciones de educación
superior, desde nuestra perspectiva planteamos, como deber de las instituciones, el crear
mecanismos eficaces para facilitar el cambio de modalidad, de orientación o de carrera, la
continuación de los estudios en otros establecimientos sean universitarios o no y el control sobre
la interposición de los planes educativos, tanto entre los mismos institutos de educación superior
como entre estos y las universidades.

Por tal razón, consideramos que deben ser los Consejos Regionales de Planificación de la
Educación Superior los encargados de la articulación entre las instituciones universitarias y los
institutos de formación docente y técnico-profesional.

Institutos de Formación Docente y Técnico Profesional

Los Institutos de Formación Docente y Técnico-Profesional, se encuentran en un lugar


estratégico de todo el Sistema Educativo, ya que son el principal espacio formador de formadores
para todos los niveles de educación.

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Producto del proceso de mercantilización de la educación que tuvo su punto culminante en la
década del '90, la regulación de estos institutos se descentralizó hacia las provincias y se debilitó,
facilitando las condiciones para la creación de gran cantidad de institutos de gestión privada que
responden sólo a intereses particulares, en detrimento de los intereses de la sociedad en su
conjunto, y en particular, de la región en la que se encuentran insertos.

Este proceso no fue exclusivo de Argentina, esto sucedió en toda Latinoamérica, así lo
demuestra la concepción de la educación para la UNESCO en los años '70, definiéndola como "la
formación, mantenimiento y oferta de los recursos humanos".

Por lo expuesto ut supra, como primera medida, consideramos de vital importancia el cambio de
denominación de la Educación Superior No Universitaria por la de Educación Docente y Técnico
Profesional, ya que la actual Ley de Educación Superior la denomina de forma negativa,
contraponiéndola con la Educación Superior Universitaria, consagrando a esta última como
dominante del nivel superior de enseñanza.

También debemos poner el énfasis en la democratización de los órganos de gobierno de los


Institutos de Formación Docente y Técnico-Profesional y promover una estructura organizativa
autónoma, escindiéndola de los niveles de enseñanza primario y secundario. Ello se consolidaría
garantizando la participación en la toma de decisiones de los estudiantes y docentes en los
órganos de gobierno de las instituciones.

Las autoridades competentes de las provincias y la Ciudad Autónoma de Buenos Aires deben
fijar regulaciones precisas sobre el control y la evaluación de los Institutos de Formación Docente
de gestión privada, ya que en la actualidad el cincuenta y un por ciento (51%) de los Institutos de
Formación Docente y Técnico Profesional pertenecen a capitales privados.

Por esta razón también es necesario crear mecanismos eficaces para la articulación entre las
universidades y los institutos de educación superior docente y técnico profesional, con la finalidad
de garantizar una educación continua.

"Una nueva Ley de Educación Superior debe alentar la concepción de los Institutos de Educación
Superior como espacios públicos de formación cultural en sentido amplio, y articulado con el
resto del Sistema Educativo, en tanto las instituciones educativas públicas siguen encarnando
hoy un rol central en la vida cultural de país y en la democratización del acceso a la cultura" (18) .

Entendemos que es vital, para pensar a la Educación como debe ser, un derecho humano y una
responsabilidad indelegable del Estado para garantizarla en todos sus niveles, empezar a
reconstruir un espacio estratégico como es el de los Institutos de Formación Docente y Técnico
Profesional, en los cuales transitan los futuros educadores de los hombres y mujeres del mañana
y los futuros técnicos y técnicas que respondan a las necesidades del desarrollo de nuestra
sociedad.

A tal efecto la Educación Superior Docente y Técnico Profesional debe garantizar una educación
formativa que fomente en las y los estudiantes su criterio de análisis propio y las cualidades que
lo habiliten para actuar con idoneidad social e intelectual orientada primordialmente por los
valores de la solidaridad social.

Por esto es importante que los Institutos sean ámbitos de participación democrática e igualitaria
de todos los actores que los integran, donde se desarrolle la formación docente que asegure la
igualdad en la vida educativa de las personas, que posibilite una repercusión en la inclusión
social, en el crecimiento y el desarrollo, y en la producción, la distribución, la circulación y la
apropiación de las culturas.

Articulación y formas de Construcción del Conocimiento

La concepción tradicional de la extensión supone que el conocimiento se gesta en los ámbitos de


la educación superior y desde allí se expande hacia el resto de la sociedad. El brazo sapiente
tendría la obligación de llevar aquello que se produce en la arena universitaria hacia el resto de la
comunidad.

Esta definición invita a algunas preguntas casi obligadas: dónde, cómo y para qué se produce
este conocimiento (que es lo mismo que preguntarse quién es el que lo produce, para quién lo
hace y de qué modo se lleva a cabo este movimiento)

La primera conclusión, ubicaría a la comunidad académica en el papel de única autorizada para


definir cuales serían los centros de elaboración del conocimiento legitimo.

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Una segunda conclusión, que se desprende de la anterior, nos invita a pensar en la existencia de
un conocimiento que no es legítimo. Pues si suponemos que hay conocimiento legitimo es
porque suponemos la existencia de su contrario. De esto se deduce que existirían fuentes válidas
e inválidas de conocimiento.

Gran parte de la historia de nuestra comunidad científico- académica esta signada por la
importación de modelos de construcción del conocimiento foráneos, adaptados arbitrariamente a
nuestra realidad particular. El aura de "conocimiento verdadero", "serio" y, finalmente, "único" que
rodea a lo que se produce en los países centrales, ha impuesto una barrera político-
epistemológica que ha impedido el fortalecimiento de variantes nacionales y latinoamericanas
que sin negar el legado universal, intenten concentrarse en la reapropiación y reelaboración del
mismo en función de una realidad distinta y diversa.

Los argumentos que suelen utilizarse para negar estas visiones tienen, más allá de sus variantes,
un denominador común: la supuesta seriedad y excelencia académica.

De este modo, nuestra universidad sería la "única" institución autorizada para importar el "único"
conocimiento verdadero, desde los "únicos" centros de producción legítimos. Este esquema no
parece ser (ni desde su forma lógica, ni desde los resultados concretos que produjo) el mas
adecuado para garantizar una excelencia que se diferencie por su seriedad. En todo caso,
deberíamos ensayar un paso previo: la definición de aquello que denominamos "excelencia",
porque "la profundidad o la excelencia académica como se la llama, no consiste en tecnicismos,
sobreactuación metodológica, utilización de categorías denominadas científicas, sino en la
inmersión profunda en la realidad y sus contradicciones, hasta perderse en ellas, para subir con
propuestas superadoras, con teorías que arrancan desde la raíz de los problemas y
contradicciones reales" (19)

La Educación Superior debe incorporar la concepción de responsabilidad social que permita el


replanteo no solo de la función de las instituciones de educación superior y la comunidad
académica, sino también de las lógicas de construcción de conocimiento y de los actores que
legítimamente estarían capacitados para producirlo, con la finalidad de garantizar la integración
latinoamericana con un fuerte respeto por la diversidad cultural, recuperando los saberes y
prácticas populares, basadas en la construcción colectiva de conocimiento.

A tal fin, proponemos la creación de Consejos Sociales integrados por los distintos sectores de la
comunidad, que deberán articular las políticas de extensión y desarrollo social para fortalecer el
vínculo entre las instituciones de educación superior y la realidad social de la comunidad, y la
obligatoriedad de realizar prácticas comunitarias para las y los estudiantes de Educación
Superior.

Porque pensamos que esta es una medida que nos acerca al proceso de construcción de
conocimiento que queremos, un proceso colectivo y permanente que capacite tanto a docentes
como a estudiantes, para conformar una visión crítica de la realidad con la firme intención de
transformarla en beneficio de todo el pueblo.

Democracia Participativa y nuestras instituciones de Educación Superior

Este punto nos enfrenta con un desafío urgente de la Educación Superior: La democratización y
resignificación de los espacios de representación política.

Creemos necesario fomentar la participación y defender las banderas históricas del cogobierno
universitario. Esto implica repensar las representaciones de los sectores en los órganos
colegiados, las formas de elección de los cargos unipersonales, el cupo femenino en los primeros
y una serie de determinaciones que desarrollamos a continuación:

El primer conflicto que se presenta, es que gran parte de los docentes al no haber sido
concursados, no pueden votar ni ser votados. Esto no quiere decir que el problema está en el
concurso sino en la falta de los mismos. La instancia de concurso es fundamental ya que es
necesario un mecanismo que evalúe la capacidad de los docentes para enseñar, la apropiación
que los mismos poseen de herramientas pedagógicas y conocimientos disciplinarios. Sin
embargo, en un contexto como el actual con mayoría de docentes interinos, propicia la elitización
en los espacios de representación.

Por este motivo, debe resolverse el problema de la falta de concursos. Todos los docentes deben
pasar por instancias de concursos que validen su espacio y pertinencia y les permita votar y ser
votados como los representantes de su sector. Mientras ese proceso no se realice, los docentes
interinos deberían votar y ser votados.

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Como afirma CONADU (Federación Nacional de Docentes Universitarios) "La docencia
universitaria debe ser jerarquizada mediante la implementación de una carrera docente que
incluya concursos públicos de oposición y antecedentes para el ingreso en ella, y mecanismos
periódicos de evaluación para la promoción y permanencia en ellos, con perfeccionamiento
continuo y gratuito. Simultáneamente debe eliminarse el alto grado de precarización laboral
existente derivado de designaciones interinas permanentes, contrataciones abusivas, y debe
suprimirse el uso de la figura de docente ad honorem para cargos que deberían ser de planta"
(20) .

Por otra parte, establecemos la inclusión de un sector históricamente relegado en los espacios de
tomas de decisiones: el personal administrativo, de servicio y técnico, con un porcentaje no
menor al diez por ciento (10%).

Es necesario profundizar en este punto: los mal llamados no docentes son hoy en día el sector
más desaventajado, con pocas o nulas instancias de representación, trabajo precarizado, y sus
reclamos no son tenidos en cuenta así como sus opiniones con respecto al destino de la
Universidad.

A la hora de abordar la cuestión de los graduados, se expresa la necesidad de que todos puedan
votar y ser votados, incorporando de manera automática a quienes egresan al claustro y
permitiendo la ampliación de los padrones. Esto garantiza el voto de todos aquellos que
pertenezcan al sector mencionado.

Los cargos unipersonales deberán ser elegidos por voto directo y ponderado respetando las
proporciones que la ley regula para los órganos colegiados en la ponderación. Asimismo, no
tendrán que tener restricciones de edad para acceder a los cargos institucionales.

Por último, aunque no por orden de importancia, incorporamos que ningún sector que tenga
representación en los órganos pueda superar el tercio de la totalidad de sus miembros.
Entendemos que la defensa del cogobierno implica la eliminación de la mayoría relativa de
cualquier sector. En pos de fomentar los procesos de democratización y participación.

Si esto no sucede, se seguirán generando conflictos institucionales de magnitud, que son


emergentes de una estructura política añeja, en las que existen grupos que desde hace años
definen sin apertura a la sociedad. Las decisiones sobre la Universidad deben dejar de tomarse
entre grupos reducidos sin apoyo de las mayorías, no se puede sostener la situación actual de
concentración de los espacios de poder. La participación es el camino hacia una universidad
integrada y plural, en función de objetivos útiles para el destino de un país, la democratización
debe ser el paso a dar para generarla.

Acreditación y Evaluación: un enfoque propositivo

Mucho se ha discutido en torno al Organismo de Acreditación y Evaluación que instauró la actual


ley. En este sentido se observan dos grandes posturas, la de los que entienden a dicho
organismo como la herramienta para vincular a la Universidad con los requerimientos del Estado
y el modelo de país que el mismo diseña; por otro, quienes suponen que esto no es más que una
herramienta de control y ruptura de la Autonomía de las instituciones universitarias en función de
intereses económicos y políticos sectoriales.

Es evidente que debe haber un organismo que controle, evalúe y acredite a las Universidades.
Lo que hay que discutir es quién debe hacerlo, con qué objetivos y cómo debe accionar.

En este sentido, consecuentemente con el planteo general de participación como medio y


democratización como objetivo, consideramos que hay que repensar la composición actual de la
CONEAU. Su sentido y composición son la discusión que determina su utilidad. Si nos centramos
en la dicotomía anterior perdemos de vista el verdadero problema.

La composición actual no contempla la participación de los estudiantes ni de representantes de


los gremios docentes. En consonancia con la propuesta de democratización de todas las
instancias que conforman el sistema de Educación Superior y teniendo en cuenta la importancia
de dicho organismo, consideramos fundamental incluir a estos sectores en el mismo. Con una
representación de dos estudiantes y dos representantes de los gremios docentes.

Lo que la Universidad genera difícilmente pueda ser evaluado de manera correcta si el único
criterio que guía el examen es "la excelencia académica". La función social de la universidad nos
obliga a incluir un criterio de adecuación o congruencia con los objetivos generales propuestos
para la educación superior.

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Por otro lado, la evaluación del impacto social de los perfiles profesionales debe completarse con
un análisis pormenorizado de aquellos elementos problemáticos de nuestras Universidades,
como pueden serlo la evaluación de los niveles de egreso y las estrategias trazadas para
resolverlo, los salarios docentes y el fomento de la capacitación y perfeccionamiento de los
mismos, evaluar la función social de la Universidad y su relación con la comunidad en la que está
inserta, así como evaluar la articulación entre la Universidad, la comunidad y el Estado, teniendo
en cuenta el impacto social que produce en nuestra comunidad la formación, docencia e
investigación.

Perspectiva de género, las mujeres y la universidad

A pesar que la universidad se presenta como un espacio de posible realización para el género
femenino, sigue reproduciendo dentro de su lógica las desigualdades de una sociedad patriarcal.
La universidad pareciera no tener en cuenta esta problemática como un eje fundamental para la
construcción de una sociedad más igualitaria, ni dentro ni fuera de sus muros.

Aunque en las universidades argentinas estudian y egresan más mujeres que hombres
(representan el 55% y el 57% respectivamente), las desigualdades a las que se tiene que
enfrentar el género femenino tanto a la hora de cursar, llevar adelante responsabilidades
profesionales u académicos- o llegar a instancias post graduales son numerosas.

Estos porcentajes aumentan en las Universidades con mayor cantidad de alumnos como la
Universidad de Buenos Aires pero presentan diferencias de acuerdo a las carreras. En las
Facultades con perfiles sociales se hace visible un incremento de la matrícula femenina. Sin
embargo, en las denominadas ciencias duras siguen siendo mayores los estudiantes hombres.
Esto se vincula con una concepción cultural que adjudica a la mujer un rol de contención,
relacionado con la maternidad.

Por esta misma razón, no sorprende que la participación de las mujeres en la vida universitaria
no se vea reflejada en los porcentajes de aquellas que ocupan los cargos directivos de las
unidades académicas (rectores, decanos, vice decanos, etc.). Sólo el 10 % de los cargos de
mayor importancia (Rectores Nacionales por ej.) está representado por mujeres, algo similar
sucede con el porcentaje de profesores que están a cargo de las cátedras. Las mujeres sólo
vuelven a ser mayoría dentro de las categorías más bajas (como por ejemplo auxiliares docentes
de dedicación semi exclusiva).

El mayor porcentaje de mujeres estudiantes y egresadas de una carrera de grado, se puede


explicar por el hecho de que son muchas las que ven en una carrera profesional la clave para
alcanzar la independencia económica y el desarrollo de un proyecto propio. Este fenómeno de
amplia participación de las mujeres en la vida universitaria es novedoso, recién comienza hace
40 años, contra 700 años que tiene la historia de la universidad (470 años en América Latina).
Sin embargo, esta posibilidad se ve drásticamente reducida dentro de las mujeres de los sectores
más humildes ya que no tienen la posibilidad económica de acceder a la universidad, o se tienen
que hacer cargo de una familia a la edad de poder comenzar sus estudios universitarios.

En cuanto a las mujeres que tienen la posibilidad de acceder a la universidad, muchas veces, a la
hora de alcanzar un título de grado se encuentran ante la disyuntiva que les sigue planteando
toda una sociedad: formar una familia o continuar con la carrera profesional.

Las mujeres atraviesan una serie de dificultades extra en respecto de los hombres. Una mujer
embarazada en general debe dejar de estudiar porque la Universidad no le otorga las
herramientas necesarias para contenerla dentro del Sistema de Educación Superior. Son
contadas las Facultades que poseen Centros de Desarrollo Infantil (CDI) para el cuidado de los
hijos e hijas de las estudiantes que cursan o licencia por maternidad. Hay mucho que avanzar en
este campo.

La Universidad en los últimos años comenzó a elaborar investigaciones tomando la problemática


de género como objeto de estudio. Sin embargo, no puede plantearse la problemática de género
en el sujeto que investiga. Es decir, visibiliza las diferencias, la violencia simbólica, física y
económica en otros sectores y campos sociales. Se realizan estudios de violencia hacia la mujer
en los sectores populares, pero no se analiza la cuestión hacia adentro de la Universidad.

La problemática de género, al formar parte de la perspectiva cultural, atraviesa al campo social


de un extremo al otro. No diferencia entre ricos, pobres o intelectuales pero estas cuestiones se
encuentran naturalizadas en los ámbitos universitarios. El mito de la independencia femenina
suele relacionarse al desarrollo profesional. Lo que no se dice es cuál se presenta como el costo
de ese desarrollo profesional y cuáles son las facilidades para un género y para otro a la hora de

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Comisión de Educación – Honorable Cámara de Diputados de la Nación 72
formarse en la Universidad.

Derechos Humanos y recuperación de la memoria colectiva

Desde la recuperación de la democracia en 1983, el pueblo argentino, encabezado por los


organismos de derechos humanos, reclamó cada vez con más fuerza Verdad y Justicia para con
los crímenes de lesa humanidad cometidos en el marco del genocidio por la Dictadura Cívico
Militar que usurpó el poder el veinticuatro de marzo de 1976.

También desde ese mismo momento sectores cómplices y beneficiarios del modelo impuesto por
el régimen militar, empezaron a plantear que lo que correspondía era un proceso de
Reconciliación Nacional, cuyo supuesto objetivo era sepultar el pasado que nos había dividido,
instalando la impunidad y el olvido como ejes fundamentales. Subsidiaria de esas ideas, fue la
malograda "Teoría de los dos demonios", que pretendió instalar la falsa idea de una "guerra"
entre dos sectores separados de la sociedad, cuando lo que sucedió en verdad fue la puesta en
práctica de un plan sistemático de exterminio de un grupo nacional con el objetivo de instalar a
sangre y fuego un plan económico de concentración y transferencia de recursos desde los
sectores populares hacia los sectores más concentrados del capital nacional y extranjero.

Las llamadas Leyes de Obediencia Debida y Punto Final, y más tarde los indultos, fueron las
herramientas legales utilizadas para imponer, contrariando toda la legislación nacional e
internacional, la impunidad como política de estado y la negación del derecho fundamental a la
justicia a las víctimas y a la sociedad toda. Durante más de 20 años, este andamiaje legal de
impunidad, permitió a miles de genocidas reciclarse y ocupar lugares de relevancia en distintos
sectores del Estado a nivel nacional, provincial y municipal y en las Universidades.

En este sentido, la inclusión de la temática de Derechos Humanos en los planes de estudio de


manera transversal y la imposibilidad de acceder a cargos en las instituciones de educación
superior de las personas que hayan sido condenadas como autores, partícipes en cualquier
grado, instigadores o encubridores de los delitos de desaparición forzada de personas, homicidio,
privación ilegítima de la libertad, supresión, sustitución o falsificación de identidad, torturas y
cualquier otro delito que por su entidad constituya graves violaciones a los derechos humanos y/o
delitos de lesa humanidad

Estas medidas se tornan urgentes y necesarias en el camino hacia instituciones de educación


superior comprometidas, democráticas y participativas.

Para concluir, propiciamos este proyecto de ley porque, compartiendo la frase de Paulo Freire,
creemos que: "Si la educación sola no transforma la sociedad, sin ella tampoco la sociedad
cambia. Si nuestra opción es progresista, si estamos a favor de la vida y no de la muerte, de la
equidad y no de la injusticia, del derecho y no de la arbitrariedad, de la convivencia con el
diferente y no de su negación, no tenemos otro camino sino vivir plenamente nuestra opción.
Encarnarla, disminuyendo así la distancia entre lo que hicimos y lo que hacemos. No respetando
a los débiles, engañando a los incautos, ofendiendo a la vida, explotando a los otros,
discriminando al indio, el negro, la mujer, no estaré ayudando a mis hijos a ser serios, justos, y
amorosos de la vida y de los otros" (21) .

Este proyecto de ley no podría haberse realizado sin los aportes, visiones, opiniones y ayuda de
decenas de compañeros y compañeras, con un mismo nivel de compromiso con la educación
pública nacional que creen con convicción en un proyecto de país inclusivo, soberano,
participativo y con justicia social. Agradecemos fraternalmente a todos y todas.

Sr. Presiente, por las razones aquí expuestas, y por las que se darán oportunamente, es que se
solicita la aprobación del presente Proyecto de Ley.

(1) Lucrecia Gallo, "Marginalidad o Integración Educativa", disponible en


www.alternativabolivariana.org.-

(2) Ley Nº 24.049, B.O. 7/1/1992.-

(3) Ley Nº 24.195, B.O., 5/5/1993.-

(4) Ley Nº 24.521, B.O., 10/8/1995.-

(5) Educación Neoliberal y Alternativas, Puiggrós Adriana,

(6) De Souza Santos Boaventura, La universidad en el siglo XXI, México, UNAM, 2005

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Comisión de Educación – Honorable Cámara de Diputados de la Nación 73
(7) Ley Nº 26.075, B.O., 12/1/2006.-

(8) Ley Nº 26.058, B.O., 9/9/2005.-

(9) Ley Nº 26.206, B.O., 28/122006.-

(10) Artículo 10, Ley N° 26.206, B.O, 28/12/2006

(11) Autonomía responsable: "Las Universidades Nacionales poseen autonomía responsable,


entendida únicamente, como principio y jerarquía que exige y hace posible que docentes,
investigadores y estudiantes cumplan con sus respectivas responsabilidades, en orden a la
satisfacción de las necesidades educativas, científicas y profesionales de la comunidad, así como
que las Universidades Nacionales rindan cuenta del uso de sus medios y recursos y del
cumplimiento de sus fines a la sociedad" Art. 51 del proyecto de Ley, Diputada Nacional Victoria
Donda.

(12) Estudio realizado por la Universidad de Costa Rica, www.ucr.ac.cr.

(13) Luis A. Riveros, Colaboradores Carlos Cáceres, Efraín Medina, Jacques Schwartzman,
"Retos y Dilemas sobre el financiamiento de la educación superior en América Latina y el Caribe"
Capítulo 10, apartado 1.

(14) Op Cit

(15) Fondo para el Mejoramiento de la Calidad Universitaria, integró uno de los 6 componentes
del Programa para la Reforma de Educación Superior (PRES) dependiente de la Secretaría de
Políticas Universitarias y fue una política de incentivo, carente de una concepción integral sobre
las problemáticas de la Educación Superior Argentina. Creado por el Poder Ejecutivo Nacional
mediante decreto 408/1995 y distribuyó fondos en las Universidades Nacionales.

(16) Op Cit: fuente: UNESCO INSTITUTE OF STATISTICS

(17) Fuente: IESALC -UNESCO: Informe sobre la Educación Superior en América Latina y el
Caribe 2000-2005. La metamorfosis de la Educación Superior. Caracas, 2006: IESALC-
UNESCO, Informe de varias consultorías efectuadas por el equipo del proyecto MESALC en
Retos y dilemas sobre el financiamiento de la Educación Superior en América Latina y el Caribe.
Autor: Luis A. Riveros.

(18) Huergo Fernández Jorge, Aportes para la discusión sobre la Ley de Educación Superior, s/e,
s/a.

(19) Dri, Rubén, "Conocimiento y Extensión", año 2001

(20) En http://conadu.org.ar/wordpress/?page_id=34

(21) Peloso Ranulfo, Consideraciones sobre la formación, Pedagogía de la Resistencia, Ed.


Madres de Plaza de Mayo, mayo de 2004, p 114.

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H.Cámara de Diputados de la Nación
PROYECTO DE LEY

Texto facilitado por los firmantes del proyecto. Debe tenerse en cuenta que solamente podrá ser
tenido por auténtico el texto publicado en el respectivo Trámite Parlamentario, editado por la
Imprenta del Congreso de la Nación.

Nº de Expediente 5430-D-2010
Trámite Parlamentario 103 (02/08/2010)
Sumario REGIMEN DE EDUCACION SUPERIOR.
Firmantes AMADEO, EDUARDO PABLO.
Giro a Comisiones EDUCACION; PRESUPUESTO Y HACIENDA.

El Senado y Cámara de Diputados,...

LEY DE EDUCACIÓN SUPERIOR

TÍTULO PRELIMINAR

De los principios fundamenta- les

Artículo 1º - La educación superior junta- mente con los demás niveles educativos tiene carácter
de prioridad nacional.

Art. 2º - La Educación Superior como inte- grante clave del Sistema Educativo Nacional es
concebido, planificado y organizado al servicio de la sociedad bajo los principios rectores de
equidad social, calidad académica e integración, atendiendo los distintos tipos de necesidades y
derechos individuales y colectivos.

Art. 3º - La educación superior es un bien público comprometido con el destino de grandeza y


bienestar de la Nación Argentina y de sus ciudadanos/as. Para ello articula toda su oferta y
servicios sustentada en el compromiso con la investigación, la innovación y la generación de
conocimientos, res- ponsabilidad comunitaria en la administración de sus instituciones,
integración con el sistema productivo, comunicación, transparencia y respeto en el uso de los
bienes natu- rales y por el ambiente.

TÍTULO I

De los fines

Art. 4º - Las entidades que integran la Edu- cación Superior tienen como misión la transmisión,
crítica, generación y gestión del conocimiento, el desarrollo de la investigación e innovación y la
producción científica, tecnológica, cultural y artística en todas sus formas, de acuerdo con los
siguientes fines:

a) Educar a los/as ciudadanos/as en un compromiso personal y colectivo con el destino de la


sociedad local, regional, nacio- nal, continental y mundial;

b) Elevar y difundir la Cultura Nacio- nal y todos los bienes y formas culturales que hacen a
nuestra identidad;

c) Organizar su oferta académica, de investigación y servicios en forma articulada y con sentido


estratégico y prospectivo, considerando las necesidades sociales, productivas y científico-
culturales de la Nación en integración con la región y el mundo;

d) Garantizar los derechos y observar el cumplimiento de las obligaciones de los alumnos/as y de


los/as docentes, el respeto de su integridad, dignidad, libertad de conciencia y de expresión.

TÍTULO II

De los objetivos generales

Art. 5º - La educación superior tiene como objetivos generales:

a) Promover la equidad e integración social y cultural de los/as argentinos/as, respetando la


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Comisión de Educación – Honorable Cámara de Diputados de la Nación 75
singularidad y asegurando a to- dos quienes posean vocación, el acceso a las formas más
elevadas de la cultura, la ciencia, la tecnología, la investigación y la innovación;

b) Preparar con el mayor nivel de excelencia, para el ejercicio de actividades profesionales


superiores de pre-grado, gra- do y posgrado, tecnológicas, de investigación e innovación y de
producción artística, atendiendo las necesidades individuales y colectivas;

c) Promover la diversidad de opinio- nes, el pensamiento innovador, libre, crítico y el


descubrimiento científico;

d) Promover los procesos de demo- cratización internos de cada Institución favoreciendo el


acceso y distribución equitativa del conocimiento y la igualdad de posibilidades y oportunidades

e) Participar en la política de desarro- llo científico y tecnológico en vinculación con los


organismos, instituciones y entidades comprometidas con la innovación tecnológica en la
producción;

f) Promover el correcto uso y enri- quecimiento de la lengua y el habla;

g) Asegurar el desarrollo de la activi- dad física, deportiva y recreativa y de las formaciones que la
complementen;

h) Formar para el ejercicio de la do- cencia, en todos los niveles y modalidades educativas, así
como para la cualificación permanente de quienes habrán de ejercerla de acuerdo con el más
alto nivel de exce- lencia en sus aspectos científicos, creativos y pedagógicos;

i) Contribuir a la distribución equitati- va del conocimiento y al dominio de los códigos por los
cuales circula la información socialmente significativa;

j) Facilitar a los estudiantes el ejerci- cio del derecho a estudiar y formarse profesionalmente,
mediante el establecimiento de Programas de otorgamiento de becas, subsidios y toda otra forma
de apoyo económico, social y tecnológico, con el consecuente cumplimiento de las obligaciones
estudianti- les.

k) Instrumentar servicios estudianti- les, dispositivos pedagógicos, y adecuaciones materiales


para los/as estudiantes que presenten algún tipo de discapacidad física, motriz, mental o
emocional, con el fin de garantizar la igualdad de condiciones para el aprendizaje.

l) Promover la integración con las actividades productivas de nuestro país, procurando la mayor
sinergia entre: i) la forma- ción de competencias laborales, ii) la generación de conocimientos, iii)
las necesidades de generación de empleo y, iv) la productividad de los sectores productivos y de
servi- cios.

TÍTULO III

De la estructura

Art. 6º - El nivel de educación superior es un servicio público que comprende al conjunto de


instituciones nacionales y jurisdicciona- les, de gestión oficial y privada, entendiéndose por tales
a: Institutos de Educación Su- perior (INES); Universidades; Institutos Universitarios y Centros
Nacionales de Educa- ción Superior, Investigación Científica e Innovación Tecnológica
(CENESCIT). Las insti- tuciones de Educación Superior que se creen o transformen y que
acuerden con una o más universidades del país mecanismos de articulación y acreditación de
sus carreras o programas de formación y capacitación, podrán denominarse Colegios
Universitarios (COUN).

Art. 7º - La educación superior se articula y relaciona en tres niveles, los cuales constituyen
unidades con fines propios. Estos nive- les son los siguientes:

a) Estudios superiores de pre-grado técni- cos, artísticos, docentes, tecnológicos,


administrativos, de la comunicación y otras mo- dalidades. Tienen como finalidad
proporcionar estudios avanzados de ciclo corto e in- termedios que brindan formación
profesional superior, tecnológica, artística y docente. Otorgan títulos habilitantes y se
desarrollan como etapa independiente o articulada con estudios de grado. Tienden al
pluralismo y a la diversidad académica. Su organización curricular es flexible, opcional,
dinámica, definiéndose en función de las necesidades y demandas de la comunidad en
que estén insertos. Se relacionan con el mundo del tra- bajo, la producción y la cultura.
Están a cargo de los Institutos de Educación Superior (INES), de los Colegios
Universitarios (COUN) y de los Centros Nacionales de Educa- ción Superior,
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Investigación Científica e Innovación Tecnológica (CENESCIT), bajo los mismos derechos
y obligaciones;

b) Estudios de grado: tienen como finalidad la formación de grado de carácter profesional,


humanístico, científico y tecnológico. También abarcan la formación docente para el nivel
secundario y superior. Desarrollan carreras intermedias y mayores y brindan títulos
habilitantes. Están a cargo de las Uni- versidades e Institutos Universitarios.

c) Estudios de posgrado: su finalidad es la especialización académica, profesional,


humanística, artística, científica y tecnológica. Desarrollan maestrías, especializaciones,
doctorados, pos doctorados, actividades aca- démico-universitarias, científicas,
tecnológicas y profesionales de reconocido nivel. Es- tán a cargo de las Universidades e
Institutos Universitarios. Pueden adoptar carácter interinstitucional.

Art. 8º - Corresponde exclusivamente a las universidades otorgar los grados académicos de


licenciado, magíster y doctor.

TÍTULO IV

De los estudios superiores técni- cos, artísticos, docentes, tecnológicos y otras modalidades.

Organización. Funciones y atribu- ciones.

Art. 9º - Los Institutos de Educación Superior (INES) existentes, los que se creen, los que surjan
de la reformulación del terciario, los que se constituyan como Colegios Universitarios (COUN) y
los Centros Nacionales de Educación Superior, Investigación Científica e Innovación Tecnológica
(CENESCIT), poseen autonomía académica y económico-financiera, tienen a su cargo la
formación profesional superior de pre grado, responden a las demandas actuales y prospectivas
de sus zonas de influencia y son factores de desarrollo regional integrado.

Art. 10º - Los Institutos de Educación Supe- rior (INES), los Colegios Universitarios (COUN) y los
Centros Nacionales de Educación Superior, Investigación Científica e Innovación Tecnológica
(CENESCIT), brindan for- mación profesional de alto nivel, competencia, calidad y conocimientos.
Articulan la formación general, científica, tecnológica y posibilita su integración y reflexión a partir
de prácticas profesionalizantes, lo cual posibilita:

a) La adaptación a las transformaciones industriales, tecnológicas, agropecuarias,


educativas, de la administración pública y de los servicios, mediante la formación
profesional;

b) La formación profesional continua que asegure a los/as ciudadanos/as ocupados/as,


sub-ocupados/as y desocupados/as, la certificación de sus competencias laborales para
facilitar la inserción, la reinserción y la permanencia en el sistema productivo o de
servicios;

c) La movilidad e integración social de las personas en formación, especialmente de los/as


jóvenes en condiciones de vulnerabili- dad y/o situaciones de alto riesgo social;

d) La asunción de responsabilidades de concepción, de administración y / o de gestión;

e) La formación docente para desempañar- se en el nivel inicial y en el nivel primario del


sistema educativo;

f) El intercambio de información y de expe- riencia sobre cuestiones comunes relativas a la


formación profesional a nivel regional y continental;

g) La cooperación en materia de formación, capacitación y alternancia entre los Institutos


de Educación Superior y los distintos tipos de organizaciones que integran el sistema
productivo y de servicios.

Art. 11. - Los criterios pedagógicos y de concertación para implementar el régimen de alternancia
o pasantías responden a lo establecido en la Ley Nº 26.427

Art. 12. - Las acciones enunciadas en el artículo 10 referente a la formación profesional superior
y continua, se ofrecen a través de:

a) Carreras y trayectos de formación cortos, flexibles, altamente diversificados y


articulados a través de las cuales se desarrollen capacidades y conocimientos que
permitan asumir responsabilidades de concepción y / o dirección y / o gestión y/o
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ejecución. Estas propuestas deberán responder a la de- manda de corto, mediano y largo
alcance. La formación adquirida, que debe contener una amplia y sólida base de los
fundamentos científicos de las profesiones y de sus prácticas deberán facilitar la
autonomía de la actividad profesional. Los conocimientos aprobados, certificados y/o
acreditados, son reconocidos por las universidades.

b) Cursos, ciclos o actividades que garanti- cen la equidad social de las poblaciones más
vulnerables mediante la articulación de las necesidades individuales con las demandas del
trabajo y las organizaciones productivas o de servicios.

Art. 13. - Los Institutos de Educación Supe- rior (INES), los Colegios Universitarios (COUN) y los
Centros Nacionales de Educación Superior, Investigación Científica e Innovación Tecnológica
(CENESCIT), desarrollan su vinculación con la producción y el trabajo, en el marco de la
normativa y/o políticas pú- blicas vigentes y orientadas a concertar actividades conjuntas que
favorecen: a) la for- mación, capacitación y práctica profesional, b) el aporte de conocimientos,
innovaciones científico-tecnológicas y c) el desarrollo de programas específicos de carácter
educativo y/o científico y/o de innovación tecnológica, pudiendo percibir subsidios y/o retribucio-
nes por estos servicios.

Art. 14. - Tienen acceso a Institutos de Edu- cación Superior (INES), Colegios Universitarios
(COUN) y a los Centros Nacionales de Educación Superior, Investigación Científica e Innovación
Tecnológica (CENESCIT), quienes han obtenido el título correspondiente a la finalización del ciclo
de educación secundaria. Cada institución decidirá en consulta con su Consejo Educativo -
Social la forma de ingreso de los/as alumnos/as y deberá instrumentar dispositivos remediales
para aquellos/as que presenten dificultades de ingreso originadas en limitaciones físi- cas,
mentales, emocionales, sociales o económico-financieras. La raza, religión, ideolo- gía política,
orientación sexual o condición social, no constituye motivo alguno para im- pedir el ingreso.

Art. 15. - También pueden acceder a los Institutos de Educación Superior (INES), a los Colegios
Universitarios (COUN) y a los Centros Nacionales de Educación Superior, Investigación Científica
e Innovación Tec- nológica (CENESCIT) sin cumplir con los requisitos académicos establecidos
en el artí- culo anterior, las personas mayores de 18 años, siempre que, a través de una prueba
regulada por cada institución, demuestren tener las competencias acordes con los estu- dios que
deseen iniciar, así como los conocimientos suficientes para cursar sin dificulta- des este trayecto
formativo.

Art.16.- Los Institutos de Educación Superior (INES), los Colegios Universitarios (COUN) y los
Centros Nacionales de Educación Su- perior, Investigación Científica e Innovación Tecnológica
(CENESCIT), pueden ser de gestión oficial, privada o mixta. Cualesquiera fuere el carácter de la
gestión se procura que los aportes privados provengan de organizaciones de la comunidad en
especial las del sistema productivo, científico-tecnológico o de servicios vinculados con las
carreras y cursos que ofrezcan.

Art.17. - Cada Instituto de Educación Supe- rior (INES), Colegio Universitario (COUN) o Centro
Nacionales de Educación Superior, Investigación Científica e Innovación Tecnológica
(CENESCIT), organiza un Consejo Educativo - Social del que participan representantes de los/as
alumnos/as, docentes, no docentes, ex alumnos, actores relevantes de la comunidad con la que
se articula y de entidades oficiales e intermedias vinculadas con la producción, la innovación
científico- tecnológica, los servicios y el trabajo. Tiene por misión:

a) Detectar necesidades de investigación, formación, capacitación, reconversión,


actualización, perfeccionamiento y especializa- ción;

b) Intervenir en la definición del proyecto institucional y de los distintos proyectos o


actividades que concretan el mismo;

c) Colaborar en el proceso de evaluación de la calidad educativa aportando elementos


para su mejoramiento;

d) Colaborar en garantizar la igualdad de oportunidades en el ingreso, permanencia,


inserción laboral del egresado o desarrollo de capacidades emprendedoras;

e) Gestionar aportes y recursos que pro- vengan de las organizaciones de la comunidad


con la que se articula, los que de ningún modo pueden sustituir a los que por obligaciones
existentes o futuras provengan del Estado.

Art.18. - Las jurisdicciones educativas orga- nizan un sistema operativo y efectivo para la
creación, financiamiento, articulación y supervisión de la actividad de los Institutos de Educación
CONSULTA HACIA UNA NUEVA LEY NACIONAL DE EDUCACIÓN SUPERIOR
Comisión de Educación – Honorable Cámara de Diputados de la Nación 78
Superior (INES) y de los Co- legios Universitarios (COUN). Las Universidades Nacionales,
jurisdiccionales o privadas lo harán con los Centros Nacionales de Educación Superior,
Investigación Científica e Innovación Tecnológica (CENESCIT), en acuerdo con lo resuelto por el
Consejo Nacio- nal de Educación Superior (CONES). Sus funciones serán:

a) Autorizar la creación de estas institucio- nes de nivel superior, en el ámbito de su


jurisdicción;

b) Intervenir en el sostenimiento económico- financiero, bajo los principios de equidad


social y calidad educativa;

c) Disponer de mecanismos, dispositivos, servicios y toda otra acción orientada a la


igualdad de condiciones para el ingreso, per- manencia y egreso del sistema;

d) Establecer mecanismos de cooperación interinstitucional, de recíproca asistencia


técnica, científica, tecnológica, académica y de colaboración en emprendimientos de
interés común.

e) Colaborar con el CONES, en las tareas de planificación, relevamiento y sistematización


de información referida al nivel.

TÍTULO V

De los Estudios Universitarios

Capítulo 1

Organización y atribuciones de las universidades

Art.19. - Las universidades oficiales nacio- nales y jurisdiccionales, son personas jurídicas de
derecho público que desarrollan sus actividades con la autonomía establecida en el Art. 75, inciso
19, de la Constitución Na- cional y a los estatutos que en su consecuencia se dicten.

Art.20. - Las universidades privadas que posean reconocimiento oficial, forman parte del sistema
educativo argentino, articulado en todos sus niveles e integrado en sus diferentes ciclos. Tienen
autonomía académica. Dictan sus propios reglamentos de organización interna con ajuste a las
normas vigen- tes. Poseen autonomía financiera, como entidades sin fines de lucro, luego de
otorgada su personería jurídica como asociación civil o fundación.

Art.21. - Una estructura dinámica y abierta caracteriza a la organización universitaria, permeable


a la creación de nuevos espacios, que facilitan el desarrollo, aplicación y transferencia de
tecnologías educativas y / o de gestión, considerando los requerimientos de una sociedad
científica y tecnológicamente avanzada.

Art. 22. - Los estudios se organizan en ci- clos, a fin de permitir la movilidad de los estudiantes
entre las distintas universidades, debiendo expedir títulos o certificados de estudios a la
terminación de los mismos.

Art. 23. - El Estado sostiene económica- mente a las universidades oficiales nacionales y
jurisdiccionales, garantizando su fun- cionamiento y el principio general de la gratuidad y equidad
de la enseñanza y el aprendizaje

Art. 24. - Las universidades oficiales nacio- nales y jurisdiccionales pueden percibir
contribuciones, derechos o tasas para su oferta de pos grado con la finalidad de mejorar la
prestación de sus servicios de apoyo, in- fraestructura y funcionamiento operativo, debiendo
establecer exenciones para quienes, por razones justificadas, no puedan sufragarlas.

Art.25. - Las universidades oficiales nacio- nales y jurisdiccionales instituyen un sistema de becas
de ayuda económica para quie- nes, no pudiendo acceder, continuar o finalizar los estudios
universitarios, demuestren capacidad suficiente y respondan adecuadamente a las exigencias
académicas de la carrera elegida.

Art. 26. - Las universidades oficiales nacio- nales y jurisdiccionales organizan servicios de
orientación profesional y académica para atender limitaciones, obstáculos, circunstancias o
condicionamientos sociales de los/as estudiantes y que dificultan el ingreso, permanencia,
egreso, inserción laboral y/o pro- fesional.

Art.27. - En ningún caso puede disminuirse el aporte del Tesoro como contrapartida a la

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generación de recursos adicionales.

Art. 28. - Son recursos de las universidades oficiales nacionales y jurisdiccionales:

a) Los aportes que con ese destino se asig- nen en la Ley de Presupuesto

General de Gastos y Cálculo de Recursos de la Administración Nacional o jurisdicción;

b) Los subsidios, contribuciones, herencias, legados y donaciones que a ellas se otorguen;

c) Los provenientes de la venta de bienes, locaciones de obra o prestaciones de servicios;

d) Los provenientes del impuesto a las ga- nancias exigido a las familias de altos ingresos
cuyos hijos/as estudien en la universi- dad pública, los que se transferirán directamente a
la respectiva institución;

e) Los aportes de los/as graduados/as de la universidad pública recaudados por los


consejos profesionales en donde se hallen ma- triculados/as;

f) Los derechos o tasas que ellas mismas establezcan como contribución al financiamiento
de los servicios que prestan;

g) Los beneficios que obtengan por sus pu- blicaciones, concesiones y la explotación de
patentes de invención o de derechos inte- lectuales;

h) Los beneficios que obtengan por su par- ticipación en sociedades públicas o privadas
cualesquiera fueren sus formas, cuando el objeto de las mismas sea la investigación
científica, la generación, desarrollo o transfe- rencia de tecnología, la extensión
universitaria y las funciones de consultoría;

i) Las rentas, frutos o intereses de sus pa- trimonios;

j) Los provenientes de la utilización del crédito interno o externo, que se obtengan de


acuerdo a las disposiciones de la ley 21.156 sobre la materia;

k) Los beneficios que perciban por aplica- ción de la ley 23.877;

l) Todo otro recurso que pudiera corres- ponderles por cualquier título o actividad.

Capítulo II

Intervención y fiscalización

Art. 29. - Las universidades oficiales nacio- nales sólo pueden ser intervenidas por una ley de la
Nación; las oficiales jurisdicciona- les por una ley de su jurisdicción, por un plazo no mayor de
180 días y por las siguien- tes causas:

a) Incumplimiento de la presente ley;

b) Alteraciones graves de orden públi- co;

c) Conflicto insoluble dentro de la universi- dad o con los poderes de la Nación o la


jurisdicción.

Art. 30. - Cuando existan las causales pre- vistas en el artículo anterior y el Congreso de la
Nación o las Legislaturas jurisdicciona- les se encontrasen en receso, la intervención puede ser
dispuesta por el Poder Ejecuti- vo. En ese caso el Congreso de la Nación o la Legislatura
jurisdiccional deberán ratificar dicha disposición dentro de los treinta días de iniciado el período
ordinario de sesiones o en el período extraordinario incluyéndolo en el temario por el cual fue
convocado el Congreso o la Legislatura.

Art. 31. - Para garantizar un adecuado fun- cionamiento contable-administrativo, cada universidad
oficial nacional y / o jurisdiccional debe contar con una auditoría externa que anualmente elevará
al órgano de conducción superior una evaluación sobre los estados contables, la utilización de
los fondos, la eje- cución del presupuesto y sobre la forma del proceder administrativo.

Art. 32. - El informe anual del auditor exter- no es remitido al Tribunal de Cuentas, el cual con el
suyo propio, lo remite al Congreso de la Nación o Legislatura jurisdiccional.

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Art. 33. - La universidad efectúa la designa- ción del auditor externo mediante un sistema de
selección que garantiza condiciones de idoneidad.

Art. 34. - Las funciones inherentes a la mi- sión de control propia del Tribunal de Cuentas son
efectivizadas a posteriori de los ac- tos administrativos. Dicho control se realiza únicamente sobre
aportes del Tesoro na- cional o jurisdiccional. La auditoría externa efectúa el control sobre la
masa global de recursos.

Capítulo III

De los órganos asesores y de gobierno en las universidades

Art. 35. - El gobierno y conducción de las universidades oficiales y / o privadas, nacionales y


jurisdiccionales, es ejercido según las atribuciones que le asignen sus estatutos, los cuales
deben ser aprobados por el Poder Ejecutivo.

Art. 36. - En los órganos deliberativos del gobierno universitario la proporción de cada sector
representado es fijado a través de los respectivos estatutos. En ningún caso la representación de
los docentes puede ser inferior al 60 %.

Art. 37. - Los representantes estudiantiles en los órganos deliberativos, son elegidos por sus
pares a través de elecciones abier- tas, libres y secretas. Para ser representante, se debe haber
aprobado el 30 % de las asignaturas que constituyen la carrera y por lo menos dos asignaturas
del año prece- dente. Para ser elector es necesario mantener la condición de alumno regular y
tener aprobadas por lo menos dos asignaturas de la carrera.

Art. 38. - Las normas estatutarias que regu- lan la representación estudiantil en los órganos
deliberativos del gobierno universitario deben garantizar la participación de las minorías.

Art. 39. - El estatuto prevé la constitución de un Consejo Social Consultivo, que es el órgano de
participación de la sociedad en la universidad, y tiene las siguientes funciones:

a) Promover la participación de la comunidad en el financiamiento de las actividades de la


universidad;

b) Asesorar, previo análisis de las planificaciones globales, sobre las necesidades actuales y
prospectivas del país, la re- gión, el continente y el mundo, con la finalidad de facilitar la
correspondencia de los di- seños curriculares con las demandas ocupacionales, laborales y
profesionales; las ne- cesidades de investigación y desarrollo; las necesidades de evolución e
innovación científica y tecnológica; la promoción social y desarrollo cultural del las personas y la
comunidad.

Art. 40. - El Consejo Social Consultivo elabora su propio reglamento de funcionamiento de


acuerdo con lo dispuesto por el es- tatuto de su universidad y es presidido por uno de sus
miembros designado en asam- blea del propio Consejo Social Consultivo.

Capítulo IV

Del ingreso a las universidades oficiales

Art. 41. - Las condiciones de admisión las define cada universidad en función de las necesidades
de calificación nacional o regio- nal.

Art. 42. - El Consejo de Universidades Ofi- ciales (CONUOF) realiza estudios diagnósticos, de
prospectiva, de evolución del em- pleo y de las tendencias mundiales. Los informes resultantes
de estos estudios son pú- blicos. Con dichos resultados y otros indicadores establecidos por los
reglamentos de cada universidad o sus planificaciones, se determinan los planes de estudios y
los cu- pos para cada carrera, en los casos en que las universidades hayan decidido aplicar tales
sistemas.

Art. 43. - Los procesos de ingreso adoptan preferentemente la modalidad de ciclos o cursos, que
implementan orientación profe- sional y universitaria e incluyen la consideración de aptitudes,
preferencias y actitu- des.

Art. 44.- Las universidades ponen especial atención en remediar todo tipo de condición negativa
para el aprendizaje universitario, en especial las que presentan las personas con algún grado de
discapacidad física, mental o emocional y, aquellos/as que provienen de sectores sociales
desfavorecidos y no han tenido oportunidades de un desarrollo de capacidades que les permitan

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encarar con éxito los estudios universitarios.

Art. 45.- Las universidades no consideran para el ingreso condiciones vinculadas con la raza, la
religión, la orientación e identidad sexual, la ideología, la condición social o cualquier otra opción
personal de vida.

Capítulo V

De los derechos y obligaciones de los estudiantes

Art. 46. - Se establece como principio que el estudio y la investigación son derechos, pero
también constituyen deberes para los/as estudiantes.

Art. 47. - Todas las instituciones deben con- templar en sus reglamentos mecanismos científicos
para verificar los conocimientos, habilidades y destrezas, el desarrollo de la formación intelectual
y el rendimiento de los estudiantes.

Art. 48. - Cada institución ofrece servicios de prevención, orientación profesional y ayuda
psicopedagógica a los estudiantes que lo requieran o que presenten dificultades en su progreso
académico.

Art. 49. - Son derechos de los/as estudian- tes:

a) Participar en las decisiones instituciona- les según lo establecen la

Presente ley y los estatutos y reglamentos de cada institución;

b) Asociarse;

c) Elegir a sus representantes de acuerdo con los establecido en el artículo 44 de la


presente ley;

d) Obtener ayuda económica y social en caso de ser necesario;

e) Acceder a todo tipo de material de estu- dio, investigación o creación;

f) Desarrollar sus potencialidades físicas, deportivas, creativas, estéticas y espirituales;

g) Ser orientado vocacional, profesional y ocupacionalmente.

Art. 50. - Ningún estudiante será objeto de discriminaciones ideológicas, religiosas, económicas,
políticas, culturales, sociales y / o sexuales.

Art. 51. - Son obligaciones de los estudian- tes:

a) Respetar los estatutos, reglamentos y condiciones de estudio, investigación, trabajo y


convivencia, que estipule cada institu- ción;

b) Aprobar por lo menos dos asignaturas por año de la carrera, curso o área y/o los
requerimientos mínimos que fijen las univer- sidades;

c) Respetar el disenso, las diferencias indi- viduales, la creatividad personal y colectiva y el


trabajo en equipo.

Capítulo VI

De los docentes

Art. 52. - Todos los cargos docentes de las instituciones oficiales se cubren por concurso público.
El reglamento del concurso lo establece cada institución, la cual determina los procedimientos a
llevar a cabo para evaluar las competencias profesionales y docentes, requisitos para los
aspirantes, perfi- les buscados y mecanismos de selección del jurado.

Art. 53. - Los docentes tienen derecho a un año sabático cada siete años de servicios ejercidos
en instituciones de nivel superior universitario. Las características y ordenamiento de este año
sabático son establecidos por cada institución, debiéndose acordar en el seno de cada consejo u
organismo juris- diccional los requisitos mínimos a considerar para su reglamentación.

Art. 54. - Las instituciones pueden convocar para desarrollar cursos, conferencias o actividades

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académicas o de investigación a personalidades nacionales o extranjeras con probada
trayectoria.

Art. 55. - Las universidades organizan la carrera docente universitaria, la cual integra formación
específica, pedagógica, capaci- dad interdisciplinaria, perfeccionamiento humanístico y formación
epistemológica.

Art. 56. - La carrera docente universitaria habilita para ejercer la docencia en todo el sistema de
educación superior.

Capítulo VII

Del posgrado

Art. 57. - La educación de posgrado está bajo la responsabilidad de las universidades, institutos
universitarios y de institutos o unidades académico-universitarias, científicas, tecnológicas y
profesionales que reali- zan actividades de investigación y de calificación profesional de
reconocido nivel, auto- rizadas por el Poder Ejecutivo nacional a tales fines.

Art. 58. - Para acceder a los estudios de posgrado es necesario haber concluido la etapa de
grado.

Art. 59. - Una de las modalidades de la edu- cación superior de posgrado posibilita la obtención
del título de doctor.

Art. 60. - Los certificados de posgrado son válidos y obtienen reconocimiento cuando se han
otorgado a través de las entidades enunciadas en el artículo 64 de la presente ley, previa
presentación de un trabajo que haya sido evaluado positivamente.

Capítulo VIII

De la creación de universidades y titulación

Art. 61. - La creación, fusión, división o su- presión de las universidades oficiales nacionales es
competencia del Congreso de la Nación, previo dictamen del Consejo de Universidades Oficiales.

Art. 62. - La creación, fusión, división o su- presión de las universidades oficiales jurisdiccionales
es competencia de la Legislatura jurisdiccional, previo dictamen del Consejo de Universidades
Oficiales.

Art. 63. - La creación, fusión, división o su- presión de las universidades privadas es competencia
del Poder Ejecutivo nacional.

Art. 64. - Sólo los establecimientos recono- cidos por ley nacional, jurisdiccional o autorizada por
el Poder Ejecutivo Nacional, que pertenezcan al sistema de educación superior, pueden otorgar
grados y títulos universi- tarios y habilitan para el ejercicio profesional.

Art. 65. - Cada grado conduce al libramiento de diplomas nacionales de acuerdo a las
competencias o a los elementos de cualifica- ción profesional adquiridos.

Art. 66. - Un diploma nacional confiere los mismos derechos a todos sus titulares, sea cual fuere
el establecimiento que lo haya expedido.

TITULO VI

Capítulo I

Gobierno, planificación, se- guimiento y evaluación del Sistema Integrado de la Educación


Superior

Art. 67.- La Educación Superior será gober- nada, monitoreada y evaluada por una trama de
instituciones y organizaciones integra- da por: El Ministerio de Educación de la Nación a través
de la Secretaría de Educación Superior; Los Ministerios de Educación de las respectivas
jurisdicciones; El Consejo de Educación Superior (CONES); El Consejo de Universidades
Oficiales (CONUOF); El Consejo de Rectores de Universidades Privadas (CRUP) y el Consejo
Nacional para la Acreditación y Evaluación de la Educación Superior (CONAES)

Capítulo II

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Comisión de Educación – Honorable Cámara de Diputados de la Nación 83
Del Consejo de Educación Supe- rior (CONES)

Art. 68.- El Consejo de Educación Superior CONES, está presidido por el/la Secretario/a Nacional
de Educación Superior, y lo inte- gran: las máximas autoridades de los Estados Provinciales y de
la CABA encargadas de la educación superior de pre grado; Un (1) representante por las
entidades gremiales de educación superior de pre grado; Un (1) representante de las
organizaciones repre- sentativas de la educación superior de pre grado reconocidas por el
estado; Un (1) re- presentante de las organizaciones estudiantiles reconocidas en los institutos
de educa- ción superior de pre grado; Un (1) representante del consejo de universidades oficiales
(CONUOF) y; Un (1) representante del consejo de rectores de universidades privadas (CRUP).
Dicta su propio reglamento de funcionamiento interno y cuenta con recursos propios asignados a
tal fin en el Presupuesto General de la Administración Pública. El CONES podrá crear Consejos
Regionales, en cuyo caso deberán tener un representan- te por región.

Art. 69.- El CONES, tiene las siguientes funciones:

a) Establecer los lineamientos y condiciones para que cada jurisdicción apruebe la creación y
funcionamiento de los INES y los COUN;

b) Adoptar las medidas necesarias para asegurar la unitaria articulación del sistema en sí y
con el universitario;

c) Definir políticas y coordinar concertada- mente con el CONUOF y el CRUP planes y


actividades en materia académica, científi- ca, cultural y de integración con la comunidad;

d) Establecer criterios para la creación, mo- dificación, fusión o supresión de carreras, cursos,
ciclos, niveles o áreas;

e) Determinar los requisitos mínimos para el reconocimiento de carreras, cursos u otras


actividades educativas y para el otorgamien- to de diplomas, títulos, certificados y constancias
en el marco de las Leyes Nº 26.058 y 26.206

f) Establecer mecanismos para que la certi- ficación de cumplimiento de ciclos, niveles, etapas
o cursos, tengan la doble función de: i) certificado de graduación y acreditación a otros
servicios, ciclos, carreras o niveles; y ii) habilitación laboral;

g) Organizar un sistema de comunicación, información, estadística y prospectiva que sirva a la


evaluación y reajuste constante de las propuestas;

h) Establecer lineamientos y mecanismos para refrendar los diplomas, títulos, certificaciones y


constancias que estas instituciones otorguen en el marco de las Leyes Nº 26.058 y 26.206

Capítulo III

Del Consejo de Universidades Ofi- ciales

Art. 70. - El Consejo de Universidades Ofi- ciales, CONUOF, es el máximo organismo de


planificación, coordinación y asesora- miento de las universidades oficiales.

Art. 71. - El Consejo de Universidades Ofi- ciales (CONUOF), está compuesto por: El/la
ministro/a de Educación de la Nación, quien ejercerá la presidencia; El/la Secretario/a de
Educación Superior de la Nación quien ejercerá la vicepresidencia o la presidencia por ausencia
y/o por delegación del/la ministro/a; Los rectores o presidentes de las universidades oficiales que
hayan sido ele- gidos de acuerdo a lo establecido en los respectivos estatutos; Un (1)
representante de las entidades gremiales de los docentes universitarios; Un (1) representante de
la Fede- ración Universitaria Argentina (FUA); Un (1) representante de la Federación Argentina de
Trabajadores de las Universidades Nacionales (FATUN); Diez (10) miembros elegi- dos entre
especialistas de reconocido prestigio en el campo académico, científico, tec- nológico y / o
cultural. Su mandato abarca un período de cuatro años y son nombrados del siguiente modo:
Tres (3) miembros por el Poder Ejecutivo Nacional; Tres (3) por el Honorable Senado de la
Nación; Tres (3) por la Honorable Cámara de Diputados de la Nación; Uno (1) por el Consejo de
Educación Superior (CONES).

Art. 72. - Para el cumplimiento de sus fines, el Consejo de Universidades Oficiales (CONUOF),
funciona a través del plenario y las comisiones que considere necesarias organizar, para facilitar
su operatoria.

Art. 73. - El Consejo de Universidades Ofi- ciales (CONUOF), se constituye internamente por
regiones, con el fin de atender los asuntos y actividades emergentes de las mismas y
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Comisión de Educación – Honorable Cámara de Diputados de la Nación 84
desarrollar programas de coordina- ción y cooperación inter jurisdiccionales.

Art. 74. - El Consejo de Universidades Ofi- ciales (CONUOF), tiene como funciones:

a) Elaborar o modificar el reglamento del Consejo de Universidades

Oficiales y elevarlo al Poder Ejecutivo na- cional para su aprobación;

b) Aprobar el plan de trabajo anual y la memoria correspondiente a las actividades del año
anterior;

c) Establecer los lineamientos y condiciones para la aprobación, la creación y


funcionamiento de los CENESCIT;

d) Definir políticas y coordinar concertada- mente con el CONES y el CRUP, planes y


actividades en materia académica, científica, cultural y de integración con la comunidad;

e) Designar entre sus miembros al secreta- rio de cada una de las comisiones y a los
coordinadores de las regiones;

f) Establecer las bases operativas, criterios e indicadores básicos para la evaluación y


acreditación individual, institucional y del sis- tema global, como mecanismos auto -
reguladores de la autonomía de las instituciones y de promoción del avance de la calidad,
eficiencia pertinencia global de los servi- cios;

g) Establecer criterios para la articulación y reconocimiento de cursos y / o materias y / o


niveles y / o ciclos y / o áreas aprobadas en cualquiera de las instituciones de educación
superior determinadas en el artículo 6º de la presente ley.

h) Establecer los criterios necesarios para institucionalizar la "condición de profesor


universitario";

i) Dictaminar sobre los proyectos de crea- ción de nuevas universidades oficiales y


elevarlos al Poder Ejecutivo Nacional.

j) Determinar una metodología para la eva- luación interna de cada universidad;

k) Constituir un sistema de información so- bre la formación universitaria y de


comunicación constante y pública de los resultados y datos;

l) Definir sobre las incumbencias profesio- nales de los títulos y la habilitación para el
ejercicio profesional;

m) Realizar estudios e informes sobre el estado, evolución, perspectivas y prospectivas de


las universidades oficiales argenti- nas.

Capítulo IV

Del Consejo de Rectores de Uni- versidades Privadas

Art. 75. - El Consejo de Universidades Pri- vadas se integra con los representantes
designados por las fundaciones o asociaciones civiles de esas casas de altos estudios. Es
órgano de consulta en lo concerniente al régimen legal de la enseñanza universitaria privada
y al planeamiento educativo de di- cho sector.

Art. 76. - Ambos consejos de universida- des oficiales y privadas CONUOF y CRUP,
compatibilizan perfiles de egresados, planes de estudio, características y exigencias mínimas
que deben reunir ciertas carreras de grado y de posgrado, acordando un sistema de
articulación común en función de los títulos y grados académicos a los que conducen;
incumbencias de títulos, requisitos de habilitación para el ejercicio profesional, condiciones
para la realización de la carrera docente universitaria, y cuando favorezca una adecuada
planificación y organización de los estudios universitarios, evitando superposición de ofertas
idénticas, propuestas y esfuerzos.

TITULO VII

De la Evaluación de la Calidad de la Educación Superior

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Comisión de Educación – Honorable Cámara de Diputados de la Nación 85
Capítulo I

Evaluación Interna

Art. 77. - Cada institución integrante del Nivel Superior prevé la organización del sistema de
auto-evaluación.

Art. 78. - La evaluación interna es anual y comprende:

a) La producción académica y de investiga- ción científica;

b) La tasa de graduación;

c) La matrícula en carreras científicas y tec- nológicas;

d) La proporción de alumnos/as que se gra- dúan en los plazos establecidos para cada
carrera;

e) La tasa entre estudiantes y gradua- dos/as;

f) La cantidad de estudiantes que no cursa- ron y no aprobaron asignaturas durante un


ciclo académico;

g) La tasa de ingreso, permanencia, egreso e integración laboral de los/as estudiantes con


condicionamientos físicos, motores, emocionales, sociales y económico - financieros;

h) La organización de servicios de orienta- ción profesional y educativa para los/as


estudiantes;

i) Las actividades de integración con la comunidad en general;

j) Las actividades de integración con los sectores productivos, científicos, tecnológicos, de


servicios y culturales;

k) La capacidad de gestión;

l) La organización institucional alcanza- da;

m) Las medidas adoptadas para me- jorar la eficacia en la utilización de los recursos
asignados.

Art. 79.- Los informes resultantes de los pro- cesos de auto-evaluación son públicos y deberán
ser publicados por cada institución con estilos comunicacionales claros y transparentes, a través
de medios que permitan el acceso directo y fácil de cualquier interesado/a.

Capítulo II

Evaluación Externa

Del Consejo Nacional para la Acreditación y la Evaluación

de la Educación Superior (CO- NAEES).

Art. 80.- El Consejo Nacional para la Acredi- tación y la Evaluación de la Educación Superior
(CONAEES) es un organismo descen- tralizado, con funcionamiento físico en jurisdicción del
Ministerio de Educación y depen- dencia orgánica y estructural de la Secretaría de Educación
Superior. Dicta su propio reglamento de funcionamiento interno y cuenta con recursos propios
asignados a tal fin en el Presupuesto General de la Administración Pública Nacional. Está
integrado por: Un (1) representante de la Secretaría de Educación Superior; Un (1) representante
del INET; Un (1) representante del INFOD; Un (1) representante del CONUOF; Un (1) re-
presentante del CRUP; Un (1) representante del Ministerio de Ciencia, Tecnología e Innovación
Productiva, UN (1) representante del CONES; Un (1) representante de la Academia Nacional de
Educación; Un (1) representante de las entidades que nuclean a los Institutos Superiores
Privados. Duran en sus funciones cuatro (4) años, con sistema de renovación parcial, la cual es
por mitades cada dos (2) años.

Art. 81. La Misión del CONAEES es obser- var el cumplimiento de los proyectos institucionales
que cada institución del nivel supe- rior estableció para sí, evaluando las áreas académicas,

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Comisión de Educación – Honorable Cámara de Diputados de la Nación 86
económico-financieras, comu- nitarias y de servicios y contención a los/as estudiantes.

Art. 82.- Todo dictamen emanado del CO- NAEES es público y se tiene en cuenta, entre otros
indicadores, para la asignación presupues- taria anual de las instituciones cuya principal fuente
de financiamiento sea la estatal.

Art. 83.- Son sus funciones:

a. Coordinar y realizar los procesos de evaluación externa que, cada cinco (5) años como
mínimo, toda Institución de Edu- cación Superior debe cumplimentar.

b. Acreditar las carreras de grado y posgrado del Nivel de Educación Superior, cualquiera sea el
ámbito en que se desarro- llen, conforme a los estándares que establezca este Consejo.

c. Pronunciarse ante la Secretaría de Educación Superior y/o ante las comisiones de educación
del Congreso Nacional, acer- ca de la viabilidad del proyecto estratégico institucional de cada
institución universitaria propuesta para su creación, cese, funcionamiento provisorio o
reconocimiento definiti- vo.

d. Promover mecanismos de vincula- ción externa que articulen los procesos de acreditación y
evaluación nacionales con entidades similares del MERCOSUR, de América Latina y del resto del
mundo.

e. Asistir a las instituciones de la Educación Superior para que realicen las autoevaluaciones
institucionales.

TITULO VIII

Normas transitorias

Art. 84. - Las universidades nacionales, ju- risdiccionales y privadas actualmente reconocidas,
convocan a los órganos competen- tes a los fines de elaborar los nuevos estatutos o adecuar los
actualmente existentes, a las normas establecidas por la presente ley. Los nuevos estatutos
deben elevarse al Poder Ejecutivo para su confirmación, dentro del plazo de un año, a partir de la
fecha de promulgación de la presente ley.

Art. 85. - Quedan derogadas, a partir de la promulgación de la presente ley, todas las
disposiciones legales y estructuras que impi- dan la adecuación, de las actuales instituciones de
educación superior, a las disposicio- nes de la presente ley.

Art. 86. - El Poder Ejecutivo nacional y los jurisdiccionales realizan la reglamentación de esta ley
y readecuan o crean las nuevas estructuras que de ella se deriven, en un plazo no mayor a 360
días a partir de la pro- mulgación de la presente ley.

Art. 87. - Comuníquese al Poder Ejecuti- vo.

FUNDAMENTOS

Señor presidente:

Observar la evolución del hecho educati- vo en el transcurso de la historia, nos permite


comprobar que acompaña a los de la so- ciedad, la cultura, la política, la economía y las técnicas
de producción, sin que sea siempre fácil distinguir las causalidades respectivas en la complejidad
de las interaccio- nes.

Pero hasta ahora nada se había produci- do que fuese comparable a las consecuencias de la
denominada revolución científico- tecnológica, la cual se expresa fundamentalmente en el acceso
y gestión del conoci- miento y de la información.

Sólo en fecha relativamente reciente las conquistas de la investigación han llegado al núcleo de
innúmeros problemas, y al mis- mo tiempo se han difundido por aplicaciones cada vez más
rápidas a la vida cotidiana, la cual se ha enriquecido de realidades y potencialidades nuevas que
nos adentran en la era del conocimiento. Sólo quienes los aporten y los difundan podrán ocupar
una po- sición digna en el concierto nacional, continental y mundial. Asistimos a la mayor y más

CONSULTA HACIA UNA NUEVA LEY NACIONAL DE EDUCACIÓN SUPERIOR


Comisión de Educación – Honorable Cámara de Diputados de la Nación 87
profunda transformación de la historia.

Debemos adaptarnos a las nuevas carac- terísticas impuestas por la transformación aludida,
caracterizada por su globalidad, complejidad y grado de aceleración. Resulta difícil prever los
escenarios que aguardan a nuestros hijos, lo que sí sabemos es que hay un recurso que les
resultará útil en cual- quier eventualidad, que disponemos de una herramienta adaptable a
cualquier situa- ción: el conocimiento, tomado tanto desde su faz teórica como instrumental, co-
mo el que está dado y aquel que se construye a través de la gestión teórica o em- pírica. El
conocimiento así entendido supone el consecuente soporte de un sis- tema educativo acorde con
las exigencias actuales y prospectivas.

De allí que propongamos a la formación superior, en articulación y juntamente con los demás
niveles y modalidades que inte- gran el sistema educativo, como prioridad nacional. El sistema
educativo constituye una unidad, de tal manera que los aciertos o los fallos de la acción en cada
uno de los niveles y / o modalidades se reflejan en los demás.

Por eso promovemos para el conjunto de la enseñanza pos secundaria, un sistema formal de
educación superior concebido de manera global y con articulación coherente, pues la simple
adopción de medidas aisladas podrá paliar algún problema circunstancial, pero carecerá de la
virtualidad y eficacia que requieren las necesidades que tiene planteadas nuestro sistema
educativo y la amplia acción de conjunto que exige el impulso para mejorar su rendimiento y cali-
dad.

Numerosos factores culturales, sociales, políticos y económicos concurren a imponer la


transformación de la enseñanza supe- rior. Sin embargo, esta transformación no puede ser el
resultado de la simple adición, superposición o sustitución de normas, instituciones y prácticas
existentes. Una premi- sa esencial que debe animarlo es el equilibrio entre calidad académica,
integra- ción social y equidad social.

Así el sistema de educación de pre-grado que instrumenta las instituciones como los Institutos de
Educación Superior (INES), los Colegios Universitarios (COUN) y los Centros Nacionales de
Educación Superior, In- vestigación Científica e Innovación Tecnológica (CENESCIT), están
íntimamente arti- culados y comprometidos con el nivel local, territorial y / o regional a la vez que
adecua sus ofertas de carreras cortas y formación profesional a las exigencias de acreditación y
competencias de óptimo nivel.

La Educación de Nivel Superior no universi- tario, siempre ha tenido el orgullo de saberse


"pionera" por haber ofrecido, antes que las universidades, carreras de Turismo, Docencia,
Gastronomía, Hotelería, Informática, Di- seño, Locución, Periodismo, Fotografía, Cine, Plástica,
Psicología Social, Teatro, Ex- presión Corporal, Comunicación Gráfica y Visual, entre muchísimas
otras, además de la Educación con Modalidad a Distancia. También siente el legítimo orgullo de
que es lle- vada a cabo mayoritariamente por instituciones especializadas tanto de gestión estatal
como de gestión privada, caracterizadas por sostener un profundo conocimiento y articulación
con las demandas del sistema productivo y las necesidades de traba- jo independiente. Muestra
a su vez muy bajos niveles de deserción, numerosos convenios de articulación con las
universidades y una composición estudiantil mayoritariamente representativa de sectores
sociales bajos y medios-bajos muy demandantes de propuestas educativas que le brinden la
posibilidad de una rápi- da inserción al mundo laboral.

Asimismo resulta justo destacar que, si- guiendo su tradición pionera e innovadora, las
Instituciones de Educación Superior nun- ca se han opuesto ni se opondrán a la idea de
introducir criterios y reformas que tiendan a mejorar la calidad de la enseñanza. Sin embargo, en
los últimos años, estas mismas instituciones están siendo acosadas por diversas medidas que
tienden a paralizar su desarrollo. Con la actual normativa de la Educación Técnica de Nivel
Superior (período 2003-2009) comenzaron a surgir desajustes y tensiones que han puesto en
alerta no sólo a los alumnos sino también a todas las instituciones y a las asociaciones que las
representan. El "estado de alerta" no es, como se ha dicho, el temor al cambio sino la
consecuencia de una metodología que se viene aplicando para la toma de decisiones sobre
políticas educativas.

La falta de consulta y la exclusión de las ins- tituciones en los procesos de decisión, paradójica y
paulatinamente las han llevado a agruparse en diferentes asociaciones. Puede decirse, entonces,
que las Instituciones de Educación Superior han logrado crear los mecanismos para expresarse
orgánicamente, sumar esfuerzos, defender sus derechos y proyectarse al futuro. Ahora es el
momento desde el Estado, donde necesitamos que esos mecanismos de participación y
articulación se expresen en órganos legitimados desde una normativa como la que estamos
proponiendo.

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Comisión de Educación – Honorable Cámara de Diputados de la Nación 88
Otra data importante que surge de una am- plia investigación acerca de las carreras de "pre-
grado" en las universidades estatales y privadas y a partir de información precisa, se ha podido
confirmar la extraña co- existencia en el ámbito de las carreras superiores técnicas en especial,
de una Educación Técnica Superior "regulada" (la de los institutos superiores) y una Educación
Técnica Superior "no regulada" (la de las universidades). Este proyec- to de ley también trata de
remediar tal situación.

Consideramos que la igualdad de condiciones para el aprendizaje superior no se agota en el


acceso ni aun en la perma- nencia y continuidad. Por el contrario; el nuevo y más acabado perfil
de esta igual- dad es la consiguiente calidad que se expresa tanto en lo académico, la investi-
gación y la innovación, como así también y no menos importante, en los servicios de orientación
educativa y profesional a los/as estudiantes, para remediar todo tipo de condicionalidades que
interfieran en un aprendizaje eficaz. En consecuen- cia desechamos todo criterio de
improvisación o de formaciones circunstanciales o im- perfectas o de servicios incompletos o
ficticios.

Estamos convencidos de que es urgente transformar las antiguas estructuras, las estrategias
empleadas, las prácticas académi- cas, el contenido de los diseños curriculares y los métodos de
enseñanza-aprendizaje a la composición más diversificada del nuevo estudiantado, así como a
las necesidades de la reconversión para seguir y anticipar el ritmo de la explosión de nuevos
conoci- mientos y revolucionarios cambios culturales, científicos, políticos, económicos, produc-
tivos y tecnológicos.

Necesitamos concentrar el énfasis en los cambios e innovaciones hacia adentro y hacia afuera
del sistema, orientados por la excelencia educativa con justicia e integración social y a la vez
garantizar una evaluación equitativa de los aprendizajes de los/as estudiantes y de la ges- tión de
las organizaciones, acompañada de métodos transparentes de informa- ción pública a través de
los actuales sistemas de información.

Este criterio subyace, explicita y da sentido a la conceptualización y nominación de la presente


ley como un sistema integrado, coherente, flexible y altamente diversificado de formación
superior. Una de las metas insoslayables y necesarias para construir una Patria Grande. Es el
tránsito de la universidad profesional que se adapta a la demanda de empleo o al ejercicio liberal
a la universidad investigadora, innovadora y creadora de talen- tos y espíritu emprendedor
fundamentado.

Y ello traerá consigo una redistribución de cauces y reestructuración del sistema. Con vistas a
dispensar una enseñanza real- mente adecuada a mayor y diferenciado número de estudiantes
(jóvenes, adultos, anti- guos diplomados, profesionales, sub-ocupados, desocupados y
trabajadores deseosos de perfeccionarse o de reinsertarse), se impone una mayor diversificación
de las institu- ciones de educación superior.

Si el desarrollo más importante es el humano, se convierte en ejercicio de derecho la extensión


de la educación superior al mayor número de población posible durante un período de tiempo
suficiente para que sea el estudiante quien decida, por su propia actuación, sus posibilida- des de
continuación y la naturaleza de sus estudios. Tal proceso de construcción personal del proyecto
vocacional-profesional debe ser asistido y acompañado por distintos servicios que brindan las
instituciones del nivel superior en el caso que los/as estudiantes lo requieran o cuando
limitaciones de todo tipo lo exijan. Por- que, de este modo, se eleva el nivel de un país en lo que
constituye su mayor riqueza: su potencial humano, porque es el propio estudiante quien a lo largo
de un período de tiempo considerable y a la luz de los resultados obtenidos en la carrera u
orientación que él/ella mismo/a eligió, se reconoce con claridad en sus preferencias y aptitudes,
se autoselecciona y opta por continuar en el nivel de grado y aun en el posgrado.

El siglo XXI es el siglo de la educación supe- rior en este mundo tan inter-dependiente. La
Universidad juega un rol central en de- terminar las posibilidades de cada nación, particularmente
de los nuevos países emergentes, de construir una sociedad no solamente prospera
económicamente sino también socialmente inclusiva y equitativa. Ninguno de los países que
hasta ahora han demostrado capacidad para crecer aceleradamente a lo largo de varias dé-
cadas, mejorando así el nivel de vida de su población y abatiendo sustancialmente la pobreza y
la indigencia, lo ha podido hacer ni marginando la Universidad ni sin prestar atención a la calidad
educativa. Todas las naciones exitosas se han preocupado principalmente por garantizar un alto
nivel en la calidad de su educación superior, procurando además que fuesen cada vez más los
ingresantes provenientes de sectores socialmente postergados. También estos países exitosos
se han preocu- pado por construir una matrícula pos secundario y universitario que apuntara
hacia el futuro y no estuviese anclada en el pasado, es decir han enfatizado las disciplinas cien-
tíficas y las nuevas orientaciones tecnológicas en respuesta a las exigencias de la pro- ducción,

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Comisión de Educación – Honorable Cámara de Diputados de la Nación 89
el empleo y las capacidades emprendedoras.

Todas las naciones que hoy lideran el cre- cimiento y la prosperidad mundial apuntan a
incrementar el ingreso a la universidad de crecientes contingentes de estudiantes, pero y esto es
importante que los argentinos lo reconozcamos, ninguna de estas naciones pensó nunca en bajar
el nivel de exigencias académicas, por el contrario apuntaron a incrementar la matrícula uni-
versitaria a partir de un proceso de mejora sostenida de la calidad de la enseñan- za del nivel
secundario, permitiendo así establecer rigurosos criterios para ingre- sar a la Universidad. Cada
vez habrán más estudiantes universitarios, lo cual es un hecho muy positivo, pero es crucial
asegurar que los mismos ingresen al nivel superior de la enseñanza bien preparados, ya que
cantidad sin calidad no es auspicioso. Lo cual hace imperioso también crear sistemas, servicios y
dispositivos para nivelar e igualar distintos tipos de condiciones que puedan incidir negativamente
en los estudios superio- res.

Además, y a contramano del resto del mundo que procura difundir toda la información para
conocimiento de la co- munidad educativa (estudiantes, profesores y padres), nuestra Ley de
Educación Na- cional Nº 26.206, insólitamente, establece en su artículo 97: "La política de
difusión de la información sobre los resultados de las evaluaciones resguardará la identidad....de
los institutos educativos, a fin de evitar cualquier forma de estigmatización....". La eva- luación de
calidad y rendimiento escolar es indispensable para mejorar la ense- ñanza. Pero esta
información debe ser difundida y deber ser transparente, ya que es esencial para conocer si el
funcionamiento de las instituciones es el adecuado. Mien- tras en Chile y Brasil, así como en el
resto del mundo se enfatiza la difusión de la infor- mación acerca de la enseñanza de cada
establecimiento, aquí se oculta por mandato nada menos que del Congreso Nacional. De esta
manera no se reconoce el derecho a la información de los directamente interesados en el
proceso educativo, comenzando por los/as estudiantes y sus familias.

Todo lo anterior constituye el tejido, de urdimbre delicada y compleja, que un sistema de


formación superior a la altura de los tiempos debe elaborar y construir para formar mujeres y
hombres capaces de servir a su pueblo en las distintas funciones sociales específicas de cada
momento y de cada lugar, pero que serán capaces también de revisar la adecuación de sus
propias espe- cialidades y proponer mejoras, porque sólo así configurarán un mundo universitario
realmente implicado en y para el entorno social.

Es necesario reflexionar sobre las exi- gencias que habrá de afrontar cualquier proyecto de
estructuración de un sistema de educación superior si quiere ser fiel a las demandas de la
ciencia, la técnica, la cultura y la sociedad de nuestros días reclaman de las instituciones de
educación superior.

Que la universidad mantenga vigorosa- mente su compromiso con valores y objetivos que dieron
sentido a su nacimiento y que de modo perenne se hallan vinculados con los más altos intereses
del hombre y de su cultura, debe ser compatible con huir de la contradicción de convertirse en
reducto par- ticular de un determinado tipo de saberes, ignorando nuevas perspectivas científicas
y tecnológicas.

Por ello esta ley pretende, fundamental- mente, la preparación para el ejercicio de actividades
que exijan la más elevada aplica- ción de conocimientos y métodos científicos, así como la
participación en la política de desarrollo científico - tecnológico en vinculación con organismos
nacionales e interna- cionales de investigación, con entidades públicas y privadas relacionadas
con la pro- ducción y con el resurgimiento del espíritu emprendedor y la capacidad de gestión
que otrora hizo grande a nuestra Patria.

El sistema de educación superior así concebido es la alternativa válida para responder a las
necesidades que derivan de una agenda concertada para la consolidación de un proyecto
nacional y regio- nal inclusivo y de los procesos de integración continental, los cuales exigen defi-
nir profundos cambios en los estilos de acción educativa a fin de responder a las demandas de
un nuevo modelo de desarrollo basado en las personas y apuntan- do al logro de altos niveles de
competitividad externa con justicia social, en un contexto híper conectado y crecientemente
participativo.

Esta ley se ha pensado en función de posibilitar la movilización en gran escala de recursos que
fomenten la cooperación entre industrias, empresas (micro-medianas y grandes), institutos
superiores, universidades y organismos de investigación, en el marco de proyectos de
integración más desarrollo en su fase precompetitiva, anterior a la puesta a punto de productos
comercializables.

Las universidades no existen en un vacío social, ni en un mundo de abstracciones. El mundo real


que las rodea está lleno de fuerzas dinámicas que influyen directa o indirectamente sobre las
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tareas y operaciones de las universidades y, en último extremo, determinan su importancia,
alcances y viabi- lidad como instituciones sociales.

Los distintos consejos que se propo- nen como institucionalidad suprema en el gobierno del
sistema de la educación superior, se organizan como eje de representación, acuerdos y
consensos, son elementos centrales para articular, flexibilizar y dinamizar la política de la educa-
ción superior. Su accionar es determinante para mantener la articulación de las uni- versidades
entre sí y de éstas con el resto del sistema de formación superior y con la sociedad en su
conjunto. Reúnen, periódicamente, a todas las partes relevantes, tanto académicas como
políticas involucradas en el sistema de gobierno de educación supe- rior.

Asimismo contribuye a asegurar que las universidades, en el marco de su autonomía, satisfagan


no sólo las necesidades de ob- jetivos locales, sino también nacionales. Ofrece un foro abierto
para debatir temas y problemas importantes que afecten a todos, y es el mecanismo institucional
idóneo para canalizar y mediar entre las universidades y las autoridades políticas. Precisamente
porque en su seno hay autoridades políticas, puede asumir facultades de planificación,
coordinación y asesoramiento. Siempre ha estado en el ánimo de las universidades te- ner
vinculación real con el medio. Pero con la sola expresión de deseo no ha bastado. Es necesario
dotarlas de una organización que las impulse a tomar ese contacto. Por ello resulta necesaria la
existencia de un consejo social consultivo que ante todo, debe tener la función de ser el lugar de
participación de la sociedad en la univer- sidad.

Tanto los consejos de universidades y de la educación superior como el consejo social, son
ámbitos dinámicos de coor- dinación, planificación y participación que contribuyen a superar el
aislamiento de las instituciones de educación superior.

Esto implica ampliar el campo de la autonomía. Del mismo modo que las ciencias y el
conocimiento hoy no pueden parce- larse ni abstenerse en los estrechos límites de una disciplina,
dada su complejidad es- pecífica e intrínseca, sino por el contrario interrelacionarse en una
concepción organiza- tiva común, esta ley articula la educación superior alrededor de principios
federa- tivos. Principios que encuentran un cauce propicio en la autonomía.

Su carácter, consustancial con las insti- tuciones de educación superior, ya tiene categoría
histórica y se renueva únicamente en el respeto a los altos intereses de los alumnos, de la
sociedad, de la ciencia y de la cul- tura. Esa renovación abarca opciones y acciones, puesto que
la autonomía no es un estado sino un compromiso. Las universidades gozan por mandato
constitucional de autonomía, el desafío hoy es responder responsablemente ante la sociedad en
su conjunto, por esa autonomía garantizada constitucionalmente.

El marco autonómico universitario de- biera ser el más ejemplar ámbito de reflexión, de debate,
de crítica y de propuesta que contenga y exprese, con la más alta conciencia y responsabilidad,
las pro- blemáticas que involucran a la sociedad entera. A su vez, como caja de resonan- cia y
protagonismo de los cambios e innovaciones, las universidades, en uso de su autonomía, tienen
la responsabilidad no sólo de contribuir a la generación de conocimientos, sino
fundamentalmente a través de diversos canales, procedi- mientos y / o alternativas, con inclusión
preferencial de la extensión, a distribuir- los.

La preparación para el acceso a los nue- vos códigos y la utilización del conocimiento es una
opción a cuidar, es un ejercicio de ética democrática. Ética que supone también una nueva
perspectiva moral, que se aproxime en su carácter compartido a la universidad del consenso
científico y a la parti- cipación en el desarrollo tecnológico.

Ética con conciencia, para evitar que los múltiples y prodigiosos poderes de manipulación y de
destrucción, nacidos de la tecno- ciencia contemporánea, puedan desbordar al científico, al
ciudadano y a la humanidad entera impidiendo el control ético y político de la actividad científica.
Por ello esta ley concibe a la educación superior como un servicio comprometido con la ética, con
el ser humano y sus sociedades y con el ambiente.

Por todo lo expuesto, señor presidente, hemos tratado de transformar el reconocimiento de la


complejidad, los aciertos y las falencias de nuestra educación superior, en una normativa
superadora, pros- pectiva y de consenso, con la vista puesta en una agenda argentina
compartida apuntando a los grandes objetivos que los estudios superiores deben cubrir en
nuestro tiempo y los que previsiblemente le serán exigidos en el futuro.

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H.Cámara de Diputados de la Nación
PROYECTO DE LEY

Texto facilitado por los firmantes del proyecto. Debe tenerse en cuenta que solamente podrá ser
tenido por auténtico el texto publicado en el respectivo Trámite Parlamentario, editado por la
Imprenta del Congreso de la Nación.

Nº de
4893-D-2007
Expediente
Trámite
139 (11/10/2007)
Parlamentario
LEY DE EDUCACION SUPERIOR: PRINCIPIOS GENERALES, ESTRUCTURA Y ARTICULACION, DE LOS
Sumario INSTITUTOS DE EDUCACION SUPERIOR, DE LOS TITULOS Y PLANES DE ESTUDIO, ORGANOS DE
GOBIERNO, EDUCACION SUPERIOR A DISTANCIA, DEROGACION DE LA LEY 24521.
Firmantes PINEDO, FEDERICO.
Giro a
EDUCACION; PRESUPUESTO Y HACIENDA.
Comisiones

El Senado y Cámara de Diputados,...

Ley de Educación Superior

TITULO I

Disposiciones preliminares

ARTÍCULO 1º- La Educación Superior integra el Sistema Nacional de Educación y constituye un


derecho personal y social, garantizado por el Estado.

ARTÍCULO 2º- El Sistema de Educación Superior se regula por las disposiciones de la presente
ley, por la Ley Nacional de Educación Nº 26.206 y la Ley de Educación Técnico Profesional Nº
26.058 en lo que corresponda. Comprende la educación impartida por:

a) Las Universidades e Institutos Universitarios estatales o privados autorizados por la autoridad


nacional correspondiente.

b) Los Institutos de Educación Superior de jurisdicción nacional, provincial o de la Ciudad


Autónoma de Buenos Aires, de gestión estatal o privada autorizados por la autoridad nacional
correspondiente.

TITULO II

Principios Generales

Capítulo I

De la Educación Superior

ARTÍCULO 3º- La educación superior tendrá los siguientes fines y objetivos:

1. Impartir enseñanza superior, terciaria y de posgrado de excelencia, promoviendo la


igualdad de oportunidades; la generación y desarrollo del conocimiento en todas sus
formas y el permanente perfeccionamiento de los miembros de la comunidad educativa.

2. Promover y desarrollar la investigación científica, docente y tecnológica en las distintas


ramas del conocimiento;

3. Formar recursos humanos que sirvan al bien común del país y sean agentes de cambio
social, cultural, científico y productivo, permitiendo que nuestra sociedad se adapte a un
mundo en constante evolución, mediante el uso eficiente de todos sus recursos;

4. Incrementar y diversificar los programas de actualización, perfeccionamiento y


reconversión para los integrantes del sistema educativo y para sus egresados, atendiendo
a las expectativas y demandas de la población y a los requerimientos del sistema cultural y
de la estructura productiva nacional;

5. Promover las condiciones que permitan avanzar en la integración educativa regional e


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Comisión de Educación – Honorable Cámara de Diputados de la Nación 92
internacional

6. Formar a los estudiantes, sobre la base de una cultura humanista y crítica, que
consolide los valores de la libertad personal y de la democracia en su forma representativa
republicana federal, erradicando toda forma de autoritarismo.

ARTÍCULO 4º La enseñanza impartida en las Universidades Nacionales y en los Institutos o


Colegios Universitarios es prescindente en materia ideológica política y religiosa y se asegurará
en sus recintos la más amplia libertad de expresión e investigación de conformidad con lo
dispuesto en el artículo 14 de la Constitución Nacional y la presente ley.

ARTÍCULO 5º.- Los cargos docentes y de investigador deberán obtenerse por régimen de
concurso público de antecedentes y oposición, que garantice la aptitud docente y científica de los
aspirantes.

Los estatutos universitarios y de los Institutos de Educación Superior determinarán la


periodicidad del ejercicio de la función docente y asegurarán la constitución de jurados que
garanticen idoneidad, imparcialidad y rigor académico del concurso.

Las designaciones interinas se harán por tiempo determinado y convocando en el mismo acto de
designación al respectivo concurso para la provisión ordinaria del cargo.

Capítulo II

Del Sistema de la Educación Superior

Estructura y Articulación

ARTÍCULO 6º.- La Educación Superior está constituida por institutos de educación superior de
formación docente, humanística, social, técnico-profesional o artística y por instituciones de
educación universitaria, comprensiva de las universidades e institutos universitarios.

ARTÍCULO 7º- Tendrá una estructura organizativa abierta y flexible que facilite la incorporación
de nuevas tecnologías educativas. Podrán acceder a la Educación Superior todos aquellos
alumnos que hayan completado los estudios del nivel secundario de enseñanza.

ARTÍCULO 8º- El Ministerio de Educación, Ciencia y Tecnología, en acuerdo con el Consejo


Federal de Educación, establecerá las políticas, los mecanismos de regulación, los criterios de
evaluación y articulación de los Institutos de Educación Superior dependientes del Estado
Nacional, de las Provincias y de la Ciudad Autónoma de Buenos Aires.

La articulación permitirá el cambio de modalidad, orientación o carrera, la continuación de los


estudios en otros establecimientos, universitarios o no y la reconversión de los estudios
concluidos, de conformidad con las siguientes competencias y mecanismos:

a) El Ministerio de Educación, Ciencia y Tecnología y el Consejo Federal de Educación acordarán


los mecanismos de articulación entre los institutos de educación superior de las diferentes
jurisdicciones.

b) Las provincias y la Ciudad Autónoma de Buenos Aires asegurarán en sus respectivos ámbitos
de competencia, la articulación entre las diferentes instituciones de educación superior de
conformidad con los criterios establecidos en el inciso anterior.

c) La articulación entre institutos de educación superior e instituciones universitarias, se


establecerá mediante convenios entre ellas, o entre las Instituciones Universitarias y la
jurisdicción correspondiente de conformidad con las disposiciones acordadas en el seno del
Consejo Federal de Educación.

d) A los fines de la articulación entre diferentes instituciones universitarias, el reconocimiento de


los estudios parciales o asignaturas de las carreras de grado aprobadas en cualquiera de esas
instituciones, se efectuará mediante convenio entre ellas, conforme con los requisitos y pautas
acordadas en el Consejo de Universidades.

ARTÍCULO 9º- A fin de hacer efectiva la articulación entre institutos de educación superior
pertenecientes a las distintas jurisdicciones previstas en el inciso a) del artículo anterior, el
Ministerio de Educación, Ciencia y Tecnología invitará al Consejo Federal de Educación a que
integre una comisión especial con carácter permanente, compuesta por un representante de
cada una de las jurisdicciones.

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Capítulo III

Derechos y Obligaciones

ARTÍCULO 10º- Los docentes de las instituciones estatales de educación superior, sin perjuicio
de lo dispuesto por la legislación especial, tendrán los siguientes derechos y obligaciones:

Derechos:

a) Acceder a la carrera académica mediante concurso público y abierto de antecedentes y


oposición;

b) Desarrollar la carrera académica a través de la actualización y el perfeccionamiento.

c) Gozar de un año de licencia por estudios con goce completos de haberes cada siete años,
para ampliar su formación profesional en los términos y condiciones que establezca cada
institución.

d) Participar en el gobierno de la institución a la que pertenecen, de acuerdo con las normas


legales pertinentes;

e) Participar en asociaciones gremiales legalmente reconocidas;

Obligaciones:

a) Observar las normas que regulan el funcionamiento de la institución a la que pertenecen;

b) Participar en la vida de la institución cumpliendo con responsabilidad la función docente, de


investigación y de servicio;

c) Cumplir con las exigencias de perfeccionamiento profesional que fije la carrera académica;

d) Comprometerse a no interrumpir el ejercicio de la función docente, salvo casos excepcionales


de fuerza mayor.

ARTÍCULO 11º.- Los estudiantes de las instituciones estatales de educación superior tienen los
siguientes derechos y obligaciones:

Derechos:

a) Al ingreso a los estudios de educación superior en forma directa -una vez concluidos los
estudios de nivel secundarios-, sin discriminaciones de ninguna naturaleza. Es potestativo de
cada institución universitaria establecer ciclos básicos o propedéuticos.

b) A asociarse libremente en centros de estudiantes, federaciones nacionales y regionales, a


elegir sus representantes y a participar en el gobierno y en la vida de la institución, conforme con
los estatutos, las disposiciones de la presente ley y, en su caso, las normas jurisdiccionales;

c) A obtener becas, créditos y otras formas de apoyo económico y social que garanticen la
igualdad de oportunidades para el acceso y permanencia en los estudios de grado, de
conformidad con las normas reglamentarias;

d) A recibir información sobre la oferta de servicios de educación superior;

e) A solicitar, cuando se encuentren en las situaciones previstas en los artículos 1º y 2º de la ley


20.596 de Licencia Deportiva, la postergación o adelanto de exámenes o evaluaciones parciales
o finales.

f) A que las personas con discapacidad, durante las evaluaciones, dispongan de servicios de
interpretación y los apoyos técnicos apropiados.

Obligaciones:

a) Respetar los estatutos y reglamentaciones de la institución;

b) Observar las condiciones de estudio, investigación, trabajo y convivencia que establezca la


institución a la que pertenecen;

c) Respetar el disenso, buscar la verdad en un marco de pluralismo y respeto por la opinión y

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Comisión de Educación – Honorable Cámara de Diputados de la Nación 94
aportes del otro.

d) Respetar el trabajo en equipo.

TITULO III

De la educación superior no universitaria

Capítulo I

De la responsabilidad jurisdiccional

ARTÍCULO 12º.- El Estado nacional, las provincias y la Ciudad Autónoma de Buenos Aires
planificarán la oferta de carreras y de postítulos; el diseño de planes de estudio; la gestión y
asignación de recursos; y la aplicación de las regulaciones específicas, relativas a los Institutos
de Educación Superior en sus respectivos ámbitos de competencia.

Las jurisdicciones atenderán a las siguientes pautas:

a) Estructurar los estudios en base a una organización curricular flexible y que facilite a sus
egresados una salida laboral;

b) Articular las carreras afines estableciendo núcleos básicos comunes y regímenes flexibles de
equivalencia y reconversión;

c) Prever como parte de la formación la realización de residencias programadas, sistemas de


alternancia u otras formas de prácticas supervisadas, que podrán desarrollarse en las propias
instituciones u otras entidades y en empresas públicas o privadas;

d) Ampliar gradualmente el margen de autonomía de gestión de las instituciones dentro de los


lineamientos de la política educativa jurisdiccional y federal;

e) Prever que sus sistemas de estadística e información educativa incluyan un componente


específico de educación superior, que facilite el conocimiento, evaluación y reajuste del
respectivo subsistema;

f) Establecer mecanismos de cooperación interinstitucional y de recíproca asistencia técnica y


académica;

g) Desarrollar modalidades regulares y sistemáticas de evaluación institucional, con arreglo a lo


que estipula el artículo 21 de la presente ley.

ARTÍCULO 13.- El Estado nacional podrá apoyar programas de educación superior no


universitaria, que se caractericen por la singularidad de su oferta, por su sobresaliente nivel de
excelencia, por su carácter experimental y/o por su incidencia local o regional.

Capítulo II

De los Institutos de Educación Superior

ARTÍCULO 14.- Los institutos de educación superior, tienen por funciones básicas:

a) Formar y capacitar para el ejercicio de la docencia en todos los niveles no universitarios del
sistema educativo: la formación docente inicial, la formación docente continua, el apoyo
pedagógico a las escuelas y la investigación educativa.

b) Proporcionar formación superior de carácter instrumental en las áreas humanísticas, sociales,


técnico-profesionales y artísticas, las que deberán estar vinculadas a la vida cultural y productiva
local y regional.

ARTÍCULO 15.- La formación docente impartida en los distintos niveles de la enseñanza no


universitaria, deberá ajustarse a los planes, programas y acciones de investigación establecidos
por el Instituto Nacional de Formación Docente, creado por la ley 26.206, a efectos de articular la
continuidad de estudios en las instituciones universitarias.

ARTÍCULO 16.- Los institutos de educación superior podrán proporcionar formación superior en
el área de que se trate y/o actualización, reformulación o adquisición de nuevos conocimientos y
competencias a nivel de postítulo. Podrán desarrollar cursos, ciclos o actividades que respondan
a las demandas de calificación, formación y reconversión laboral y profesional, de conformidad
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con las regulaciones acordadas entre el Ministerio de Educación, Ciencia y Tecnología y el
Consejo Federal de Educación.

ARTÍCULO 17.- La estabilidad laboral de los docentes que se desempeñan en el nivel de


educación superior estará sujeta a un régimen de evaluación y control de la gestión docente y,
cuando sea el caso, a los requerimientos y características de las carreras flexibles y a término.

ARTÍCULO 18.- Las provincias y la Ciudad Autónoma de Buenos Aires arbitrarán los medios
necesarios para que sus instituciones de formación docente garanticen el perfeccionamiento y la
actualización de los docentes en actividad, tanto en los aspectos curriculares como en los
pedagógicos e institucionales y promoverán el desarrollo de investigaciones educativas y la
realización de experiencias innovadoras.

ARTÍCULO 19.- Las instituciones de nivel superior no universitario que se creen o transformen, o
las jurisdicciones a las que ellas pertenezcan, que acuerden con una o más universidades del
país mecanismos de acreditación de sus carreras o programas de formación y capacitación,
podrán denominarse Colegios Universitarios.

Capítulo III

De los Títulos y Planes de Estudio

ARTÍCULO 20.- Los planes de estudio de las instituciones de formación docente de carácter no
universitario deberán adecuarse a los programas diseñados por el Instituto Nacional de
Formación Docente. Los títulos y las certificaciones para el ejercicio de la docencia en los
diferentes niveles y modalidades del sistema educativo tendrán validez nacional.

ARTÍCULO 21.- El Ministerio de Educación, Ciencia y Tecnología de acuerdo con el Consejo


Federal de Educación establecerá los criterios de regulación del sistema de formación docente y
la implementación del proceso de acreditación y registro de los institutos superiores, la
homologación y el registro nacional de títulos y certificaciones, se ajustarán a los criterios
establecidos entre el .

ARTÍCULO 22.- Los Institutos de formación superior en las áreas humanística, sociales, artística
o técnico-profesional, cuyo ejercicio pudiere poner en riesgo de modo directo la salud, la
seguridad, los derechos o los bienes de los habitantes, estarán sujetos a los criterios definidos en
el artículo precedente respecto de los planes de estudio cuyos títulos habiliten para continuar
estudios en otros ciclos, niveles o establecimientos, o para el desempeño de actividades
reguladas por el Estado.

Capítulo IV

De la Evaluación Institucional

ARTÍCULO 23.- El Consejo Federal de Educación acordará la adopción de criterios y bases


comunes para la evaluación de los institutos de educación superior.

En el caso de carreras cuyos títulos habiliten para el ejercicio de actividades reguladas por el
Estado y que pudieren comprometer de modo directo el interés público, se establecerán las
condiciones y requisitos mínimos a las que tales instituciones se deberán ajustar. La evaluación
de la calidad de la formación docente se realizará con arreglo a las pautas establecidas por el
Instituto de Formación Docente.

TITULO IV

De la Educación superior universitaria

Capítulo I

De las instituciones universitarias y sus funciones

ARTÍCULO 24.- El Sistema Universitario Nacional está integrado por:

a) Las universidades nacionales,

b) Las universidades provinciales,

c) Las universidades privadas reconocidas por el Estado nacional,

CONSULTA HACIA UNA NUEVA LEY NACIONAL DE EDUCACIÓN SUPERIOR


Comisión de Educación – Honorable Cámara de Diputados de la Nación 96
d) Los institutos universitarios estatales,

e) Los institutos universitarios privados reconocidos por el Estado nacional.

A los efectos de la presente ley, se denominan "Universidad" a las instituciones académicas de


educación superior que desarrollen su actividad en una variedad de áreas disciplinarias no afines
orgánicamente, estructuradas en facultades, departamentos o unidades académicas
equivalentes. Se denominan "Institutos o Colegios Universitarios" a las instituciones que
circunscriben su oferta académica a una sola área disciplinaria.

ARTÍCULO 25.- El sistema universitario nacional tiene por objetivo:

a. El desarrollo y difusión de conocimientos del más alto nivel con sentido crítico, creativo e
interdisciplinario, en un clima de libertad, justicia, paz y solidaridad, estimulando la
permanente búsqueda de la verdad.

b. Ofrecer una formación cultural interdisciplinaria dirigida a la integración del saber,


estimulando la reflexión intelectual sistemática y el estudio de la realidad nacional, regional
y universal.

c. Preparar científicos y profesionales en las distintas carreras que en ellas se cursen,


asegurando la formación y el perfeccionamiento permanente de todos los miembros de la
comunidad universitaria.

d. Desarrollar investigación científica.

e. Difundir el conocimiento científico-tecnológico para contribuir a la mejora de las


condiciones de vida de nuestro pueblo y el desarrollo de la competitividad tecnológica del
país.

f. Ejercer la consultoría de organismos nacionales y privados

g. Expedir títulos académicos de acuerdo con las previsiones de la presente ley;

h. Revalidar títulos extranjeros;

i. Formular planes para su propio desarrollo para ser elevados al gobierno nacional, previa
consideración del Consejo de Universidades.

Capítulo II

De la autonomía, su alcance y sus garantías

ARTÍCULO 26.- Las instituciones universitarias tendrán autonomía académica e institucional, que
comprende básicamente las siguientes atribuciones:

a) Dictar y reformar sus estatutos, los que serán comunicados al Ministerio de Educación, Ciencia
y Tecnología a los fines establecidos en el artículo 31 de la presente ley;

b) Definir sus órganos de gobierno, establecer sus funciones, decidir su integración y elegir sus
autoridades de acuerdo con lo que establezcan los estatutos;

c) Administrar sus bienes y recursos, conforme con sus estatutos y las leyes reglamentarias;

d) Crear carreras universitarias de grado y de posgrado;

e) Formular y desarrollar planes de estudio, de investigación científica y de extensión y servicios


a la comunidad incluyendo la enseñanza de la ética profesional.

f) Otorgar grados académicos de conformidad con las condiciones que se establecen en la


presente ley;

g) Impartir enseñanza, con fines de experimentación, de innovación pedagógica o de práctica


profesional docente.

h) Designar, remover y establecer el régimen de acceso, permanencia y promoción del personal


docente y no docente.

j) Establecer el régimen de admisión, permanencia y promoción de los estudiantes, así como el


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régimen de equivalencias;

l) Fijar el régimen de convivencia;

m) Desarrollar y participar en emprendimientos que favorezcan el avance y aplicación de los


conocimientos;

n) Mantener relaciones de carácter educativo, científico-cultural con instituciones del país y del
extranjero;

ñ) Reconocer asociaciones de estudiantes, que posean la correspondiente personería legal.

ARTÍCULO 27.- Es potestad exclusiva del H. Congreso de la Nación intervenir las instituciones
universitarias con el solo objeto de:

a. disponer la renovación de las autoridades intervenidas;

b. poner fin a un conflicto insoluble dentro de la propia universidad, exigiendo el


cumplimiento de la legislación universitaria.

Durante el receso parlamentario, si un conflicto insoluble generare una situación de emergencia


que impidiere el funcionamiento de una universidad, la intervención podrá ser dispuesta por el
Poder Ejecutivo, medida que deberá ser ratificada por el Congreso dentro de los treinta (30) días
de haber tomado conocimiento, vencido el cual quedará firme.

Para ser designado interventor se deben reunir las condiciones exigidas para ser rector de la
universidad. La intervención no podrá exceder el plazo de ciento ochenta (180) días y en caso
alguno podrá menoscabar la autonomía académica.

ARTÍCULO 28.- La fuerza pública no puede ingresar en las instituciones universitarias nacionales
si no media orden escrita previa y fundada de juez competente o solicitud expresa de la autoridad
universitaria legítimamente constituida.

ARTÍCULO 29.- No se podrá interponer recurso jerárquico ante el Poder Ejecutivo contra las
resoluciones definitivas de las universidades.

Si el agravio se funda en la interpretación de las leyes de la Nación, el estatuto y demás normas


internas, se podrá interponer recurso de apelación ante la Cámara Federal dentro del término de
diez (diez) días hábiles de la notificación de la resolución definitiva de la universidad impugnada.
El recurso de apelación debe interponerse ante la universidad expresando los agravios
correspondientes. Dentro de los treinta (30) días hábiles de interpuesto, la universidad deberá
elevar las actuaciones a la Cámara, con la contestación de los agravios formulados y notificar
fehacientemente al interesado dicha elevación, quedando los autos para resolver en forma
definitiva con o sin contestación de la universidad.

Las actuaciones estarán a cargo de la Cámara Federal Contencioso Administrativo con


competencia en el lugar donde tiene la sede principal la institución académica.

La acción de amparo ante la justicia federal, será procedente cuando las autoridades
universitarias, o los particulares en su caso, violaren o impidieren el ejercicio de los derechos que
poseen quienes integran la comunidad universitaria.

Capítulo III

De las condiciones para su funcionamiento

Sección I

Requisitos generales

ARTÍCULO 30.- Las instituciones universitarias deben promover la excelencia y asegurar la


libertad académica, la igualdad de oportunidades, la jerarquización docente, la responsabilidad
de todos los miembros de la comunidad universitaria, y la convivencia pluralista de corrientes,
teorías y líneas de investigación.

Cuando se trate de instituciones universitarias privadas, dicho pluralismo se aplicará en un


contexto de respeto a los enfoques y valores expresamente declarados en sus estatutos.

ARTÍCULO 31.- Los estatutos, así como sus modificaciones, entrarán en vigencia a partir de su
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publicación en el Boletín Oficial. Los estatutos deben prever explícitamente: la sede principal, los
objetivos de la institución, su estructura organizativa, la integración y funciones de los distintos
órganos de gobierno, el régimen docente y de investigación y las pautas de administración
económico- financiera.

ARTÍCULO 32.- Para ingresar como alumno a las instituciones universitarias, sean estatales o
privadas, deberá tener aprobado el nivel secundario y cumplir con los demás requisitos de
idoneidad establecidos en el sistema de admisión de cada institución.

ARTÍCULO 33.- Los docentes de todas las categorías deberán poseer titulo universitario de igual
o superior nivel a aquel en el cual ejercen la docencia, requisito que sólo se podrá obviar con
carácter estrictamente excepcional cuando se acrediten méritos sobresalientes.

ARTÍCULO 34.- Las instituciones universitarias promoverán el perfeccionamien- to de sus


docentes, cuya capacitación deberá articularse con los requerimientos de la carrera académica.
Dicho perfeccionamiento no se limitará a la capacitación en el área científica o profesional
específica y en los aspectos pedagógicos, sino que incluirá también el desarrollo de una
adecuada formación interdisciplinaria.

ARTÍCULO 35.- Las instituciones universitarias dictarán normas y establecerán acuerdos que
faciliten la articulación y equivalencias entre carreras de una misma universidad o de instituciones
universitarias distintas, conforme con las pautas a que se refiere el artículo 6º, inciso d).

ARTÍCULO 36.- La formación de posgrado se desarrollará exclusivamente en instituciones


universitarias, y con las limitaciones previstas en el artículo 38. Las universidades podrán
suscribir convenios con centros de investigación e instituciones de formación profesional superior
de reconocido nivel y jerarquía, para desarrollar cursos de posgrado. Las carreras de posgrado -
sean especialización, maestría o doctorado- deberán ser acreditadas por la Agencia Nacional de
Evaluación y Acreditación Universitaria, creada en el artículo 43 de la presente ley.

ARTÍCULO 37.- Para acceder a la formación de posgrado, el postulante deberá contar con título
universitario de grado o de nivel superior no universitario de cuatro (4) años de duración y reunir
los requisitos que determine el Comité Académico o la autoridad equivalente, a fin de comprobar
que su formación resulte compatible con las exigencias del posgrado al que aspira requisito que
sólo se podrá obviar con carácter estrictamente excepcional cuando se acrediten méritos
sobresalientes

Sección II

Régimen de títulos

ARTÍCULO 38.- Corresponde exclusivamente a las instituciones universitarias otorgar el título de


grado de licenciado y títulos profesionales equivalentes, así como los títulos de posgrado de
magister y doctor, los que deberán ser expedidos en el plazo que determine la reglamentación.

ARTÍCULO 39.- El reconocimiento oficial de los títulos que expidan las instituciones universitarias
será otorgado por el Ministerio de Educación, Ciencia y Tecnología.

ARTÍCULO 40.- Los títulos con reconocimiento oficial certificarán la formación académica
recibida.

La habilitación para el ejercicio profesional estará sujeta al régimen legal que se establezca a tal
efecto, sin perjuicio del poder de policía que sobre las profesiones corresponde a las provincias y
la Ciudad Autónoma de Buenos Aires.

Los conocimientos y capacidades que tales títulos certifican, así como las actividades para las
que tienen competencia sus poseedores, serán fijados y dados a conocer por las instituciones
universitarias, debiendo los respectivos planes de estudio respetar la carga horaria mínima
establecida por el Ministerio de Educación, Ciencia y Tecnología, en acuerdo con el Consejo de
Universidades.

ARTÍCULO 41.- Cuando se trate de títulos correspondientes a profesiones reguladas por el


Estado, cuyo ejercicio pudiera comprometer el interés publico poniendo en riesgo de modo
directo la salud, la seguridad, los derechos, los bienes o la formación de los habitantes, se
requerirá que se respeten, además de la carga horaria a la que hace referencia el artículo
anterior, los siguientes requisitos:

a) Los planes de estudio deberán tener en cuenta los contenidos curriculares básicos y los
criterios sobre intensidad de la formación práctica que establezca el Ministerio de Educación,
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Ciencia y Tecnología, en acuerdo con el Consejo de Universidades:

b) Las carreras respectivas deberán ser acreditadas periódicamente por la Agencia Nacional de
Evaluación y Acreditación Universitaria, establecida en el artículo 43 de la presente ley.

El Ministerio de Educación, Ciencia y Tecnología determinará con criterio restrictivo, en acuerdo


con el Consejo de Universidades, la nómina de tales títulos, así como las actividades
profesionales reservadas exclusivamente para ellos.

Sección III

Evaluación y acreditación

ARTÍCULO 42.- Las instituciones universitarias estarán sujetas a las siguientes evaluaciones:

a) Internas bianuales con el objeto de analizar los logros y dificultades en el cumplimiento de


sus programas de estudio e investigación así como también sugerir medidas y planes
correctivos;

b) Externas que se harán cada 4 (cuatro) años, en el marco de los objetivos definidos por cada
institución.

Las evaluaciones abarcarán las funciones de docencia, investigación y extensión. Las


evaluaciones externas estarán a cargo de la Agencia Nacional de Evaluación y Acreditación
Universitaria, y contarán con la participación de pares académicos de reconocida competencia.
Las recomendaciones para el mejoramiento institucional que surjan de las evaluaciones tendrán
carácter público.

ARTÍCULO 43.- La Agencia Nacional de Evaluación y Acreditación Universitaria (ANEAU)


aplicará los patrones y estándares para los procesos de acreditación establecidos por el
Ministerio de Educación, Ciencia y Tecnología, previa consulta con el Consejo de Universidades.

ARTÍCULO 44.- La ANEAU es un organismo descentralizado, que funciona en jurisdicción del


Ministerio de Educación, Ciencia y Tecnología y que tiene por funciones:

a) Coordinar y llevar adelante la evaluación externa prevista en el artículo 42:

b) Acreditar las carreras de grado a que se refiere el artículo 41, así como las carreras de
posgrado, cualquiera sea el ámbito en que se desarrollen, conforme a los estándares que
establezca el Ministerio de Educación, Ciencia y Tecnología en consulta con el Consejo de
Universidades;

c) Coordinar y llevar adelante la evaluación externa de la enseñanza impartida bajo la


modalidad a distancia prevista en el capítulo VII del presente título;

d) Preparar los informes requeridos para otorgar la autorización provisoria y el reconocimiento


definitivo de las instituciones universitarias privadas, así como los parámetros sobre los cuales
se valuará el período de funcionamiento provisorio de dichas instituciones.

ARTÍCULO 45.- La ANEAU será conducida por un Director Ejecutivo que tendrá dedicación
exclusiva en sus tareas y durará cinco años en su cargo, el que podrá ser renovado por un
período. Su remuneración será equivalente al cargo de Secretario de Estado. Deberá reunir los
siguientes requisitos:

1. Poseer título universitario de grado.

2. Poseer antecedentes técnicos y profesionales en la materia;

El Poder Ejecutivo cubrirá el cargo mediante concurso público abierto de oposición y


antecedentes, debiendo publicar las fechas de exámenes y condiciones generales por cinco días
en el Boletín Oficial, y dos diarios de alcance nacional.

ARTÍCULO 46.- La ANEAU tendrá un Consejo Consultivo integrada por diez (10) miembros,
designados por el Poder Ejecutivo Nacional a propuesta de los siguientes organismos: tres (3)
por el Consejo de Universidades Nacional, uno (1) por el Consejo de Rectores de Universidades
Privadas, uno (1) por la Academia Nacional de Educación, dos (2) por cada una de las Cámaras
del Honorable Congreso de la Nación, y uno (1) por el Ministerio de Educación, Ciencia y
Tecnología. Durarán en sus funciones cuatro años, con sistema de renovación parcial. En todos

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los casos deberá tratarse de personalidades de reconocida jerarquía académica y científica.

La Agencia contará con créditos presupuestarios asignados en el presupuesto de la Nación


dentro de la jurisdicción Ministerio de Educación, Ciencia y Tecnología.

Capítulo IV

De las instituciones universitarias nacionales

Sección l

Creación y bases organizativas

ARTÍCULO 47.- Las universidades Nacionales son personas jurídicas de derecho público,
creadas por ley de la Nación, con la previsión del crédito presupuestario correspondiente y en
base a un estudio de factibilidad que avale la iniciativa. El cese de tales instituciones se efectuará
por ley. Tanto la creación como el cierre requerirán informe previo del Consejo de Universidades
Nacionales.

Estarán compuestas por facultades o departamentos que reconocen una misma autoridad
superior. La organización departamental es optativa para cada universidad como base del
funcionamiento académico y administrativo, o de cada una de las facultades para su respectivo
ordenamiento interno.

ARTÍCULO 48.- Las Universidades Nacionales se gobiernan por su estatuto orgánico, el que
regulará su organización, programas y actividades, estableciendo los requisitos de regularidad en
los estudios, los estándares de rendimiento académico y el régimen de convivencia, en el marco
de las disposiciones de la presente ley.

ARTÍCULO 49.- Las Universidades Nacionales regularán las relaciones laborales, previsionales y
de asistencia social de su personal docente y científico mediante el dictado de estatutos
especiales. El personal no docente estará sujeto al régimen laboral -salarial y previsional-
aplicable al personal del Estado Nacional.

ARTÍCULO 50.- Los estatutos universitarios determinarán la periodicidad del ejercicio de la


función docente y asegurarán la constitución de jurados que garanticen idoneidad, imparcialidad
y rigor académico en los concursos de oposición y antecedentes. Las designaciones interinas se
harán por tiempo determinado y convocando en el mismo acto de designación al respectivo
concurso para la provisión ordinaria del cargo.

Sección II

Órganos de gobierno

ARTÍCULO 51.- Los estatutos de las universidades nacionales establecerán la composición y


atribución de los siguientes órganos de gobierno y administración:

a) la Asamblea Universitaria,

b) el Consejo Superior,

c) el Rector,

d) el Decano de la facultad o Director de departamento y

e) los Concejos Académicos o Directores de facultad o de departamento.

Estos órganos ejercerán las atribuciones que les asignen los estatutos universitarios, en el marco
de la presente ley. El Poder Ejecutivo nacional sólo podrá impugnar los estatutos de las
universidades nacionales mediante acción ejercida ante la Cámara Federal del fuero Contencioso
Administrativo de la jurisdicción correspondiente. Los estatutos estarán vigentes desde el
momento de la publicación en el Boletín Oficial.

ARTICULO 52.- La Asamblea Universitaria es el órgano supremo representativo de la universidad


encargada de dictar y reformar sus estatutos, de elegir su rector y de ejercer las restantes
atribuciones que les asigne el respectivo estatuto. Sus atribuciones no serán delegables.

ARTICULO 53.- Los órganos deliberativos de gobierno - la asamblea, el consejo superior y los
consejos académicos o directivos - deberán integrarse con representantes de los tres claustros
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que forman la comunidad universitaria. Cada universidad determinará la proporción de dicha
representación conforme a los siguientes criterios. Los estatutos podrán establecer que el
personal no docente tenga un representante en ellos.

a) El claustro de docentes e investigadores serán elegidos por sus pares que revistan la
condición de docentes elegidos por concurso público de antecedentes y oposición. Deberá tener
la mayor representación relativa, que no podrá ser superior al cincuenta por ciento (50 %), ni
inferior al cuarenta por ciento (40%) de la totalidad de sus miembros:

b) Los representantes de los estudiantes, elegidos por sus pares, deberán poseer la condición de
alumnos regulares de la carrera que cursan;

c) Los representantes de los graduados deberán estar empadronados en un registro especial, en


el que serán incorporados automáticamente al momento de la graduación. Para ser elegidos no
podrán tener relación de dependencia con la institución universitaria.

d) El personal no docente tendrá la representación que cada universidad determine, al sólo


efecto de intervenir en las cuestiones que les conciernan en relación con las funciones que
cumplen en la universidad.

Los decanos o autoridades docentes equivalentes integrarán el Consejo Superior u órgano que
cumpla similares funciones.

ARTICULO 54.- El rector tendrá dedicación exclusiva y para acceder al cargo se requerirá ser o
haber sido profesor - de conformidad con el artículo 5º de la presente ley -, de una universidad
nacional. Durará cinco (5) años en sus funciones y podrá ser reelegido una sola vez. Los
Estatutos Universitarios podrán establecer la elección de un vicerrector en cada universidad, y de
un vicedecano o vicedirector en cada facultad o departamento.

ARTICULO 55.- Los estatutos preverán la constitución de un tribunal universitario, que tendrá por
función entender en toda cuestión ético-disciplinaria en que estuviere involucrado personal
docente. Estará integrado por profesores eméritos o consultos, o por profesores por concurso
que tengan una antigüedad en la docencia universitaria de por lo menos diez (10) años.

Sección III

Sostenimiento y régimen económico financiero

ARTICULO 56.- La Enseñaza de grado en las Universidades Estatales será gratuita. El Estado
Nacional garantiza el financiamiento del Sistema Universitario Estatal. Cada Universidad tendrá
su propio presupuesto de gastos y recursos, el cual formará parte detallada del Presupuesto
General de Gastos y Cálculo de Recursos del Estado Nacional.

A tal efecto las universidades del sistema quedan facultadas a crear en sus respectivas
jurisdicciones, los instrumentos presupuestarios que le permitan un mejor desenvolvimiento en el
tratamiento de sus recursos. Estos estarán integrados por:

a. Las contribuciones del Tesoro Nacional,

b. Las rentas de los bienes patrimoniales de cada universidad

c. Las herencias, legados y donaciones de particulares a favor de las universidades,


facultados o dependencias, los que deberán ser aceptados previo beneficio de inventario en
los términos del código civil.

d. Los derechos o tasas que perciban las universidades como retribución de los servicios
adicionales que presten.

e. Los derechos de exportación de patentes de invención o derechos intelectuales que


pudieran corresponderle a cada universidad nacional por trabajos realizados dentro de su
ámbito de estudio y / o investigación.

f. Contribuciones profesionales establecidas en el artículo 61 de la presente ley.

ARTICULO 57.- El Estado Nacional, las provincias y la Ciudad Autónoma de Buenos Aires
establecerán un sistema de becas para alumnos que cursen estudios de nivel superior o
universitario que las soliciten, las que se basarán en el rendimiento académico, con el fin de
hacer efectivo el principio de igualdad de oportunidades.

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Comisión de Educación – Honorable Cámara de Diputados de la Nación 102
ARTICULO 58: A los efectos del artículo anterior créase el Fondo Universitario de Fomento de
Igualdad de Oportunidades a cuyo financiamiento deberán contribuir el Estado Nacional, las
provincias y la Ciudad Autónoma de Buenos Aires. Los recursos del Fondo se destinarán en su
totalidad a otorgar becas y subsidios a los estudiantes universitarios que lo soliciten. Dicho fondo
estará integrado además, por los recursos enunciados en los incisos c, d y e del artículo 56 de la
presente ley.

Los recursos del Fondo se distribuirán entre las provincias y la Ciudad Autónoma de Buenos
Aires mediante la asignación de una suma fija por cantidad de habitantes y en función de la
cantidad de alumnos matriculados desagregados por año calendario.

Cada Universidad incorporará los créditos respectivos en su Presupuesto de Gastos y Recursos


y otorgará a solicitud de los interesados la respectiva beca. Las becas se pagarán en forma
mensual. Los estudiantes que se acojan a éste régimen deberán avanzar en sus estudios de
conformidad con el calendario determinado para cada carrera y deberán ajustarse a la
reglamentación que establezca la autoridad de aplicación.

ARTICULO 59.- Las instituciones universitarias nacionales poseen autarquía económico-


financiera que ejercerán dentro del régimen de la ley 24.156 de Administración Financiera y
Sistemas de Control del Sector Público Nacional. Son sus atribuciones y responsabilidades:

a. Administrar su patrimonio y aprobar su proyecto de presupuesto. Los recursos no


utilizados al cierre de cada ejercicio se transferirán automáticamente al siguiente;

b. Fijar su régimen salarial y de administración de personal;

c. Dictar normas relativas a la generación de recursos adicionales a los del artículo 58,
mediante la venta de bienes, productos, derechos o servicios, subsidios, contribuciones,
herencias, derechos o tasas por los servicios que presten, así como todo otro recurso que
pudiera corresponderles por cualquier titulo o actividad.

d. Garantizar el normal desenvolvimiento de sus unidades asistenciales, asegurándoles el


manejo descentralizado de los fondos que ellas generen, con acuerdo a las normas que
dicten sus Consejos Superiores y a la legislación vigente;

e. Constituir personas jurídicas de derecho público o privado, o participar en ellas, no


requiriéndose adoptar una forma jurídica diferente para acceder a los beneficios de la ley
23.877;

f. Las instituciones universitarias nacionales podrán promover la constitución de


fundaciones, sociedades u otras formas de asociación civil, destinada a apoyar su labor y a
facilitar el cumplimiento de sus fines y objetivos.

g. Aplicar el régimen general de contrataciones y responsabilidad patrimonial del Estado


Nacional, con las excepciones que establezca la reglamentación. El rector y los miembros
del Consejo Superior serán responsables de su administración, debiendo responder en los
términos y con los alcances previstos en los artículos 130 y 131 de la ley 24.156. En ningún
caso el Estado nacional responderá por las obligaciones asumidas por las instituciones
universitarias que importen erogaciones adicionales para el Tesoro nacional.

ARTICULO 60.- El Presupuesto asignado al Sistema Universitario Estatal será distribuido


teniendo en cuenta los siguientes criterios:

a. Distribución Primaria: El 70% del total del Presupuesto aprobado se distribuirá


proporcionalmente a la población estudiantil de cada Universidad Nacional.

b. Distribución secundaria: El 30% restante se distribuirá en base a un índice ponderado,


elaborado por el Ministerio de Ecuación, Ciencia y Tecnología e integrado por los siguientes
indicadores:

I. Porcentaje de egresados en tiempo estimado como regular para cada carrera,

II. Rendimiento académico promedio de los alumnos,

III. Estimulo a la matrícula en carreras definidas como prioritarias por el Ministerio de


Educación, Ciencia y Tecnología,

IV. Eficiencia, equidad y transparencia en el manejo de los recursos humanos y

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Comisión de Educación – Honorable Cámara de Diputados de la Nación 103
materiales a su cargo.

En ningún caso se podrá disminuir el aporte del Tesoro nacional como contrapartida de la
generación de recursos complementarios por parte de las instituciones universitarias nacionales.

ARTICULO 61.- La ley de presupuesto debe fijar anualmente la contribución del Tesoro nacional
al presupuesto y el plan de trabajos públicos de cada universidad. Dicha contribución se deberá
establecer de acuerdo con el siguiente procedimiento.

a) Cada universidad con intervención del Consejo Superior, elevará los anteproyectos de
presupuesto y su plan de trabajos públicos.

b) Los rectores, reunidos a tal efecto en el Consejo de Universidades, elevarán dichos


anteproyectos de presupuestos y planes de trabajos públicos;

c) El Poder Ejecutivo incorporará al proyecto de presupuesto la contribución a cada universidad


en forma global. Cuando las posibilidades financieras no permitan atender la totalidad de los
requerimientos, las cifras definitivas deben ser determinadas en el proyecto de presupuesto por
el Poder Ejecutivo, previa consulta al Consejo Interuniversitario.

d) En ningún caso la contribución del gobierno federal a las universidades, asignada en la ley
presupuesto nacional podrá ser inferior a la establecida en el año anterior.

ARTICULO 62.- Se establece una contribución adicional para todos los profesionales que
obtengan su título de grado en las Universidades Nacionales, la que será efectiva a partir del
momento en que su situación fiscal esté comprendida dentro de las siguientes categorías:

a. contribuyente al impuesto a las ganancias,

b. contribuyente de la 4ta. categoría de impuesto a las ganancias,

c. monotributistas de categoría C o superior a ésta.

Dicha contribución adicional estará conformada por el incremento del 10% en el monto tributado
en los todos los casos del presente artículo.

Este aporte adicional que será recaudado por la Administración Federal de Ingresos Públicos
(AFIP), se tributará por el término de siete (7) años a partir de que los profesionales se sitúen en
las categorías fiscales enunciadas en los incisos precedentes, y tendrá como destino el Fondo
Universitario de Fomento de Igualdad de Oportunidades. La AFIP dictará la reglamentación
necesaria para la percepción de los citados gravámenes.

Los profesionales egresados con anterioridad a la vigencia de la presente ley, podrán


voluntariamente adherir al presente régimen mediante manifestación fehaciente ante la AFIP y
por el tiempo que cada uno de ellos determine.

ARTICULO 63.- Es atribución exclusiva del Consejo Superior de cada universidad aprobar el
propio proyecto de presupuesto financiado con los recursos asignados.

Los recursos aportes creados en el artículo anterior se destinarán a las facultades de los
egresados que tributen el gravamen y serán asignados a los fines que sus autoridades
determinen con carácter prioritario;

Los restantes recursos enumerados en los incisos b) a e) del artículo 56 se destinarán a financiar
un sistema de becas, préstamos, subsidios u otro tipo de crédito o ayuda estudiantil y apoyo
didáctico en los estudios de grado y posgrado. Estos recursos estarán fundamentalmente
destinados a los alumnos comprendidos en el artículo 57 de la presente ley de forma de
garantizar el principio de igualdad de oportunidades del sistema.

Los recursos del Fondo Universitario de Fomento de Igualdad de Oportunidades no podrán


utilizarse en caso alguno para financiar gastos corrientes.

Capítulo V

De las instituciones universitarias privadas

ARTICULO 64.- Las instituciones universitarias privadas deberán constituirse como asociaciones
civiles o fundaciones sin fines de lucro, obteniendo la correspondiente personería jurídica.
Deberán ser autorizadas por decreto del Poder Ejecutivo Nacional. Podrán funcionar
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Comisión de Educación – Honorable Cámara de Diputados de la Nación 104
provisoriamente por un lapso de seis (6) años, previo informe favorable de la Agencia Nacional
de Evaluación y Acreditación Universitaria, y con expresa indicación de las carreras, grados y
títulos que la institución puede ofrecer y expedir.

ARTICULO 65.- El informe de la Agencia Nacional de Evaluación y Acreditación Universitaria a


que se refiere el artículo anterior, se fundamentará en la consideración de los siguientes criterios:

a) La responsabilidad moral, financiera y económica de los integrantes de las asociaciones o


fundaciones;

b) La viabilidad del proyecto institucional y académico.

c) El nivel académico del cuerpo de profesores con el que se contará inicialmente, su trayectoria
en investigación científica y en docencia universitaria;

d) La calidad y actualización de los planes de enseñanza e investigación propuestos;

e) Los medios económicos, el equipamiento y la infraestructura de que efectivamente se


dispongan para posibilitar el cumplimiento de sus funciones de docencia, investigación y
extensión;

f) Su vinculación internacional y la posibilidad de concretar acuerdos y convenios con otros


centros universitarios del mundo.

ARTICULO 66.- Durante el lapso de funcionamiento provisorio:

a) El Ministerio de Educación, Ciencia y Tecnología evaluará en cada institución el nivel


académico y el grado de cumplimiento de sus objetivos y planes de acción, en base a informes
de la Agencia Nacional de Evaluación y Acreditación Universitaria;

b) Toda modificación de los estatutos, creación de nuevas carreras, cambio de planes de estudio
o modificación, requerirá autorización ministerial;

c) En todo documento oficial o publicidad que realicen las instituciones deberán dejar constancia
expresa del carácter precario de la autorización con que operan.

El incumplimiento de las exigencias previstas en los incisos b) y c) dará lugar a la aplicación de


sanciones conforme lo establezca la reglamentación de la presente ley, la que podrá llegar al
retiro de la autorización provisoria concedida.

ARTICULO 67.- Cumplido el lapso de seis (6) años de funcionamiento provisorio, el


establecimiento podrá solicitar el reconocimiento definitivo para operar como institución
universitaria privada, el que se otorgará por decreto del Poder Ejecutivo Nacional previo informe
favorable de la Agencia Nacional de Evaluación y Acreditación Universitaria.

ARTICULO 68.- Las resoluciones denegatorias del reconocimiento definitivo, así como aquellas
que dispongan su retiro o el de la autorización provisoria, serán recurribles ante la Cámara
Federal del fuero Contencioso Administrativo correspondiente a la jurisdicción de la institución de
que se trate, dentro de los quince (15) días hábiles de notificada la decisión recurrida.

ARTICULO 69.- Los establecimientos privados cuya creación no hubiere sido autorizada
conforme a las normas legales pertinentes no podrán usar denominaciones ni expedir diplomas,
títulos o grados de carácter universitario.

La violación de esta norma dará lugar a la aplicación de sanciones conforme lo establezca la


reglamentación de la presente ley, la que podrá llegar a la clausura inmediata y definitiva de la
entidad y a la inhabilitación de los responsables para ejercer la docencia, así como para
desempeñar la función pública o integrar órganos de gobierno de asociaciones civiles dedicadas
a la educación superior.

Capítulo VI

De las instituciones universitarias provinciales

ARTICULO 70.- Los títulos y grados otorgados por las Instituciones Universitarias Provinciales
tendrán los efectos legales previstos en la presente ley, cuando previo al cumplimiento de las
disposiciones del artículo 65 obtengan el reconocimiento del Poder Ejecutivo Nacional. Deberán
adecuar sus normas de funcionamiento a los capítulos I, II, III y IV del presente título, en la

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medida que dicha aplicación no vulnere las autonomías provinciales.

Capítulo VII

Educación Superior a Distancia

ARTICULO 71.- Las Instituciones Superiores y las Universidades podrán impartir enseñanza en
sus carreras y especialidades bajo la modalidad educativa a distancia. Deberán ajustarse a las
prescripciones de la presente ley, a la legislación jurisdiccional en los casos que corresponda, y a
los procedimientos de supervisión y control que emanen de los distintos niveles del Estado.

Articulo 72.- Las instituciones de formación docente reguladas en el Titulo III, Capítulo II de la
presente ley, que impartan sus cursos a distancia se ajustarán a los programas que para esa
modalidad de enseñanza diseñe el Instituto Nacional de Formación Docente y a los criterios
establecidos entre el Ministerio de Educación, Ciencia y Tecnología y el Consejo Federal de
Educación.

ARTICULO 73.- Las Universidades Nacionales, Provinciales y Privadas deberán ajustar sus
planes y programas de estudio desarrollados bajo la presente modalidad de acuerdo con las
disposiciones y normas establecidas por el Consejo Universitario Nacional.

ARTICULO 74.- La ANEAU aplicará los patrones y estándares para los procesos de acreditación
de las carreras que se dicten bajo la modalidad a distancia establecidos por el Ministerio de
Educación, Ciencia y Tecnología y, por el Consejo de Universidades.

La validez nacional de títulos y certificaciones de estudios a distancia se ajustará a las


disposiciones de la ANADEAU y a los circuitos de control, supervisión y evaluación específicos, a
cargo de la Comisión Federal de Registro y Evaluación Permanente de las ofertas de Educación
a Distancia.

ARTICULO 75.- El Estado Nacional y las jurisdicciones deberán supervisar la veracidad de la


información difundida desde las instituciones, la estricta coincidencia entre dicha información y la
propuesta autorizada e implementada y el cumplimiento de la regulación federal y jurisdiccional
correspondiente.

Capítulo VII

Del Gobierno y Coordinación del Sistema Universitario

ARTICULO 76.- El Ministerio de Educación, Ciencia y Tecnología es responsable de la


formulación de las políticas generales en materia universitaria, asegurando la participación de los
órganos de coordinación y consulta previstos en la presente ley y respetando el régimen de
autonomía universitaria.

ARTICULO 77.- Serán órganos de coordinación y consulta del sistema universitario, en sus
respectivos ámbitos, el Consejo de Universidades, el Consejo de Universidades Nacional, el
Consejo de Rectores de Universidades Privadas, la Agencia Nacional de Evaluación y
Acreditación Universitaria y los Consejos Regionales de Planificación de la Educación Superior.

ARTICULO 78.- El Consejo de Universidades será presidido por el Ministro de Educación,


Ciencia y Tecnología, o por quien este designe con categoría no inferior a Secretario, y estará
integrado por el Comité Ejecutivo del Consejo de Universidades Nacional, por la Comisión
Directiva del Consejo de Rectores de Universidades Privadas y por el rector de una institución
universitaria en representación de cada Consejo Regional de Planificación de la Educación
Superior. Serán sus funciones:

a) Proponer la definición de políticas y estrategias de desarrollo universitario, promover la


cooperación entre las instituciones universitarias, y la adopción de pautas para la
coordinación del sistema universitario;

b) Pronunciarse en aquellos asuntos sobre los cuales se requiera su intervención de


acuerdo con la presente ley;

c) Acordar con el Consejo Federal de Educación criterios y pautas para la articulación entre
las institutos o colegios de educación superior;

d) Expedirse sobre otros asuntos que se les remitan en consulta por la vía correspondiente.

ARTICULO 79.- El Consejo de Universidades Nacional estará integrado por los rectores de las
CONSULTA HACIA UNA NUEVA LEY NACIONAL DE EDUCACIÓN SUPERIOR
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instituciones universitarias nacionales y provinciales reconocidas por la Nación, que estén
definitivamente organizadas. El Consejo de Rectores de Universidades Privadas estará integrado
por los rectores de las instituciones universitarias privadas.

Dichos consejos tendrán por funciones:

a) Coordinar los planes y actividades en materia académica, de investigación científica y de


extensión entre las instituciones universitarias de sus respectivos ámbitos;

b) Ser órganos de consulta en las materias y cuestiones que prevé la presente ley,

c) Participar en el Consejo de Universidades,

Cada Consejo se dará su propio reglamento interno de funcionamiento.

TITULO V

Disposiciones complementarias y transitorias.

ARTICULO 80.- El Consejo de Universidades deberá establecer un mecanismo de


empadronamiento de todos los graduados de las universidades estatales a efectos de
incorporarlos al registro especial del artículo 53 inciso c)

ARTICULO 81.- Los estudiantes que hayan accedido a estudios superiores en virtud de las
situaciones excepcionales autorizadas en los artículos 7 y 39 bis de la ley 24.521, tendrán un
plazo de dos años para culminar sus estudios.

ARTICULO 82.- Todas las normas que eximen de impuestos, tasas y contribuciones a las
universidades nacionales al momento de la promulgación de la presente ley, continuarán
vigentes.

ARTICULO 83.- Derógase la Ley Nº 24.521 y sus complementarias.

ARTICULO 84.- De forma.

FUNDAMENTOS

Señor presidente:

A más de una década de su promulgación se encuentra abierto el debate en torno a la Ley de


Educación Superior y el Poder Ejecutivo ha adelantado opinión en el sentido de modificarla,
adecuando su accionar al nuevo marco normativo legal. Al mismo tiempo la discusión sobre el
futuro de la universidad pública ha ganado espacio en los medios de comunicación, resonando
en foros, encuentros y seminarios donde comienzan a plantearse las diferentes estrategias y
posiciones.

Debemos destacar que hasta 1995, la Argentina carecía de un instrumento legal que regulara el
funcionamiento de la educación superior en su conjunto. Las normas vigentes hasta entonces
provenían de la agregación y en ocasiones de la superposición de leyes, decretos y resoluciones
ministeriales diversas. La ley n º 24521, fue concebida como un marco regulatorio amplio y
unificador del sistema que facilitara la articulación y el desarrollo de todas las instituciones de
nivel superior, universitarias y no universitarias.

La ley vigente, aunque controvertida, estableció parámetros de funcionamiento en el sistema de


educación superior que entendemos deben preservarse, como la incorporación de procesos de
evaluación institucional interna y externa, y un mecanismo de acreditación de carreras, y ciertas
herramientas para alcanzar el mejoramiento de la calidad y la modernización de las instituciones
de educación superior.

La iniciativa que hoy proponemos plasma en la regulación del nivel superior las disposiciones
establecidas en la Ley Nacional de Educación nº 26206 respecto del Instituto Nacional de
Formación Docente.

Asimismo recoge la experiencia de la última década y cubre las problemática más compleja en
materia universitaria: autonomía, financiamiento y calidad. Entendemos que el concepto de
CONSULTA HACIA UNA NUEVA LEY NACIONAL DE EDUCACIÓN SUPERIOR
Comisión de Educación – Honorable Cámara de Diputados de la Nación 107
autonomía es el principio básico de la universidad pública reformista, ratificado en la Constitución
Nacional desde 1994 y en orden a preservarlo consideramos que debe otorgarse a los estatutos
de cada casa de estudios su verdadera jerarquía: la de regular y establecer la vida universitaria.

En el mismo sentido se establece taxativamente los supuestos y condiciones en los que puede
tener lugar una intervención en las casas de estudios superiores, porque la intervención debe ser
un remedio absolutamente excepcional y autorizado judicialmente.

Otro aspecto central en el debate son los mecanismos de acreditación y evaluación de las
universidades. Deben preservarse y fortalecerse dichos mecanismos y por ello proponemos
jerarquizar más el sistema mediante la creación de una Agencia Nacional de Evaluación y
Acreditación Universitaria (ANEAU), integrada por 12 miembros, designados por el Poder
Ejecutivo nacional a propuesta del Consejo de Universidades Nacional, el Consejo de Rectores
de Universidades Privadas, la Academia Nacional de Educación, las Cámaras del Honorable
Congreso Nacional, y el Ministerio de Educación. Es importe reforzar la cultura de la evaluación,
tanto interna como externa, convirtiéndola en un elemento esencial y continuo, fundamental para
el diseño de proyectos, programas y estrategias de transformación y mejoramiento de la calidad
de la enseñanza impartida y la investigación desarrollada.

En el presente proyecto abordamos el tema del financiamiento de la educación terciaria,


superando la antinomia gratuidad versus arancelamiento. Los estudios universitarios no son
gratuitos para los ciudadanos, muchos de los cuales no irán ni enviarán sus hijos a la universidad
y los recursos del sector deben ser asignados y utilizados con eficacia y transparencia. Por ello
proponemos que manteniendo la vigencia del principio de gratuidad de la enseñanza y
reafirmando la responsabilidad primaria en el Estado nacional, se establezca una contribución
adicional para todos los profesionales que obtengan su título de grado en las Universidades
Nacionales.

Dicha contribución será efectiva a partir del momento en que la situación fiscal de los graduados
alcance quede comprendida dentro de ciertas categorías: contribuyente al impuesto a las
ganancias: contribuyente de la 4ta. categoría de impuesto a las ganancias, monotributistas de
categoría C o superior a ésta; y consistirá en un incremento del 10% en el monto tributado en los
todos los casos.

El monto recaudado será afectado al Fondo Universitario de Fomento de Igualdad de


Oportunidades, en virtud del cual ningún habitante en condiciones de cursar estudios superiores
se verá impedido de hacerlo por motivos económicos. Por su parte, los profesionales egresados
con anterioridad a la vigencia de la presente ley, podrán voluntariamente adherir al presente
régimen mediante manifestación fehaciente ante la AFIP y por el tiempo que cada uno de ellos
determine.

Asimismo, se establece un sistema objetivo de reparto de recursos con el fin de acotar la


discrecionalidad de Poder Ejecutivo y fomentar la transparentar en la asignación y eficiencia en la
administración de los recursos.

Finalmente, la presente iniciativa nos permite cumplir con los requerimientos del Consejo de
Universidades nacional (CIN) que en su último documento y con vista al proceso de modificación
del marco legal vigente expresó " la necesidad de establecer un sistema universitario que
garantice la educación pública, libre y gratuita, que asegure condiciones efectivas de inclusión,
que sea proactivo, plural, comprometido, que brinde una formación de calidad en grado,
posgrado, investigación y extensión, que promueva una activa participación de todos los
miembros de la comunidad universitaria y, entre otras cosas, que posea un sistema de
financiamiento público".

Satisfacer esa necesidad nos exige una ley marco flexible, que respete la autonomía universitaria
y que contribuya a sustentar un proceso de transformación en las instituciones de educación
superior para alcanzar mejores resultados y mayor calidad institucional.

La presente iniciativa cumple con estos postulados y por ello solicito a mis pares la aprobación
del presente proyecto de ley.

CONSULTA HACIA UNA NUEVA LEY NACIONAL DE EDUCACIÓN SUPERIOR


Comisión de Educación – Honorable Cámara de Diputados de la Nación 108
H.Cámara de Diputados de la Nación
PROYECTO DE LEY

Texto facilitado por los firmantes del proyecto. Debe tenerse en cuenta que solamente podrá ser
tenido por auténtico el texto publicado en el respectivo Trámite Parlamentario, editado por la
Imprenta del Congreso de la Nación.

Nº de Expediente 1134-D-2011
Trámite
0014 (22/03/2011)
Parlamentario
Sumario REGIMEN DE EDUCACION SUPERIOR.
BARRIOS, MIGUEL ANGEL - CORTINA, ROY - CUCCOVILLO, RICARDO OSCAR - FEIN, MONICA HAYDE -
Firmantes
VIALE, LISANDRO ALFREDO - CICILIANI, ALICIA MABEL - LINARES, MARIA VIRGINIA.
Giro a
EDUCACION; PRESUPUESTO Y HACIENDA.
Comisiones

El Senado y Cámara de Diputados,...

Ley de Educación Superior

Título I

De la Educación Superior

Artículo 1º.- La educación superior comprende el conjunto de cursos, carreras e instituciones


especialmente diseñados para la continuación de estudios posteriores a la educación media.
Dado su carácter público, el Estado Argentino garantizará la igualdad de oportunidades y
condiciones en el acceso a las distintas alternativas y trayectorias educativas, siendo
responsable de velar por su nivel académico a través del adecuado financiamiento de las
instituciones a cargo del Estado y del control de las instituciones privadas.

Art. 2º.- La generación de conocimientos, la investigación y la innovación, así como la creación


cultural en sus diversas formas, son actividades fundamentales de la educación superior, y por lo
tanto, constituyen parte de la formación integral de este nivel.

Art. 3º.- La educación superior desarrollará vinculaciones múltiples con los niveles educativos
precedentes y con todos los sectores sociales, siendo estas vinculaciones inseparables de los
procesos formativos y ligadas a las funciones de investigación y extensión.

Art. 4º.- La Educación Superior estará conformada por universidades e institutos universitarios e
institutos de educación superior de jurisdicción nacional, provincial y municipal, estatales o
privados, cuyas funciones se orientarán a:

a) El desarrollo sustentable del país y su inserción autónoma en un mundo que cambia


vertiginosamente

b) La creación científica y tecnológica, la contribución a la innovación productiva del país,


mediante la promoción de la innovación tecnológica y la vinculación con el sistema productivo.

c) La formación integral de personas y profesionales capaces de actuar críticamente, valorando


social y éticamente sus acciones.

d) La consolidación de la cultura política democrática y el fortalecimiento del ejercicio de la


ciudadanía.

e) El mantenimiento de la memoria colectiva y el análisis y comprensión del presente.

f) La valoración del patrimonio cultural en sus diversas expresiones.

g) El respeto por los derechos humanos y el combate contra cualquier forma de discriminación,
garantizando las condiciones y los medios que posibiliten el acceso de las personas con
discapacidad.

h) Los procesos de integración y desarrollo regional.

Título II

CONSULTA HACIA UNA NUEVA LEY NACIONAL DE EDUCACIÓN SUPERIOR


Comisión de Educación – Honorable Cámara de Diputados de la Nación 109
De las Universidades Nacionales

Capítulo 1

Misión, Funciones y Objetivos

Art. 5º.- Las universidades nacionales son instituciones educacionales, científicas y culturales
que integran el sistema nacional de educación formal en el ciclo posterior al nivel medio. Su
misión fundamental es la formación integral de los estudiantes.

Art. 6º.- En el ejercicio de sus funciones de docencia, investigación y extensión universitaria, las
universidades nacionales respetarán los siguientes principios:

a) Su carácter público y gratuito, debiendo ser dotadas por el Estado Nacional de los recursos
necesarios para el adecuado desempeño de sus funciones.

b) La autonomía en su organización, criterios y formas de funcionamiento, planes y programas, y


en sus mecanismos de tomas de decisiones. La autonomía, ejercida en el marco jurídico
nacional, constituye el soporte fundamental de la libertad de cátedra e investigación. Se expresa
en formas democráticas de participación de la comunidad académica, comprende la garantía de
inviolabilidad de los recintos universitarios y supone un ejercicio institucional responsable ante el
Estado y la sociedad.

c) El nivel educativo y científico, desarrollando mecanismos de mejoramiento permanente que


tiendan al logro de la mayor calidad en los procesos educativos, de investigación y de extensión
universitaria.

d) El desarrollo del pensamiento crítico, no sólo como creadoras, transmisoras y difusoras de


conocimientos, sino además para comprender los fenómenos y los cambios del mundo
contemporáneo y producir respuestas a ellos, formando a estudiantes capaces de generar
pensamiento autónomo.

e) La igualdad de oportunidades: tanto en sus prácticas como en sus contenidos las


universidades deben comprometerse activamente para combatir toda forma de exclusión o
discriminación, generando políticas específicas para apoyar el mejoramiento continuo del
desempeño estudiantil, teniendo en cuenta el eje acceso-permanencia-logro, y reforzando la
gratuidad en las universidades públicas con el otorgamiento de becas a estudiantes provenientes
de los sectores sociales menos favorecidos, que permitan una genuina democratización de este
nivel y eviten su estratificación.

f) El trabajo conjunto y cooperativo con los niveles anteriores del sistema educativo para evitar
que las limitaciones al acceso se encuentren antes del ingreso a la universidad, articulando con
las escuelas públicas de nivel básico y secundario. En el mismo sentido promoverán la
articulación con otras instituciones de educación superior, abarcando los aspectos de la
producción y difusión del saber pedagógico, la investigación educativa y la formación docente a
fin de contribuir al permanente mejoramiento del nivel académico del sistema educativo en su
conjunto.

g) La vinculación educativa, científica y tecnológica con la sociedad y el entorno productivo,


participando en un diálogo creativo con los más diversos actores sociales.

h) La formación integral de sus estudiantes, promoviendo en los planes y programas de estudio


la articulación de contenidos científicos, tecnológicos, sociales y humanísticos.

Capítulo 2

Autonomía

Art. 7º.- Las universidades nacionales son personas jurídicas de derecho público que, de
conformidad con la presente ley y con los estatutos que en su consecuencia se dicten, gozan de:

- Autonomía institucional, académica y docente.

- Autarquía administrativa, económica y financiera.

Art. 8º.- Las universidades nacionales sólo podrán crearse por ley nacional. La sanción de la ley
ha de estar precedida de un informe favorable del Consejo Interuniversitario Nacional elaborado
a partir del análisis del Estudio de Factibilidad y del Proyecto de Desarrollo Institucional que
justifican su creación. El proyecto de Desarrollo Institucional debe establecer las áreas
CONSULTA HACIA UNA NUEVA LEY NACIONAL DE EDUCACIÓN SUPERIOR
Comisión de Educación – Honorable Cámara de Diputados de la Nación 110
disciplinarias sobre las cuales se constituirán la propuesta académica y las líneas de
investigación prioritarias de cada universidad y las estrategias y metas de desarrollo institucional
de corto, mediano y largo plazo previstas. El Consejo Interuniversitario Nacional elaborará, en un
plazo no superior a los 180 días a partir de la reglamentación de la presente ley, las Pautas
Mínimas pala la Elaboración del Proyecto de Desarrollo Institucional de las universidades
públicas.

Art. 9º.- Las universidades nacionales sólo podrán ser intervenidas por ley de la Nación, por
tiempo determinado, el que no podrá exceder los 180 días, con el solo objeto de disponer la
renovación de las autoridades intervenidas, y únicamente por ilegítima remoción de autoridades
elegidas de conformidad al estatuto de la universidad o por conflicto institucional insoluble dentro
de la universidad que impida su normal funcionamiento y el cumplimiento de sus funciones y
objetivos.

Art. 10º.- Los recintos de las universidades nacionales son inviolables, la fuerza pública sólo
podrá ingresar a ellos por orden escrita y fundada de juez competente o a petición expresa de las
autoridades universitarias.

Art. 11º.- Cada universidad nacional se organizará y gobernará de acuerdo con lo establecido en
su estatuto orgánico, el que deberá conformarse a las disposiciones de la presente ley.

Capítulo 3

Gobierno

Art. 12º.- La comunidad universitaria está compuesta por estudiantes, docentes de todas las
categorías, graduados y no docentes, cuyos representantes integran los órganos colegiados de
gobierno de las universidades nacionales.

Art. 13º.- Los mandatos de consejeros representantes estudiantiles, docentes, graduados y no


docentes en el gobierno de las universidades nacionales serán periódicos y su duración será
determinada por los estatutos de cada universidad. Los mandatos de los rectores o presidentes
de las universidades nacionales durarán cuatro años como máximo, pudiendo ser reelectos por
un único período.

Art. 14º.- Los órganos de gobierno de las universidades nacionales son la Asamblea
Universitaria; el Consejo Superior y el Rector o Presidente.

Art. 15º.- La Asamblea Universitaria es el máximo órgano representativo de la universidad


nacional, encargado de dictar y reformar sus estatutos e interpretar sus disposiciones; definir la
política universitaria con arreglo a sus funciones y objetivos; y ejercer las restantes atribuciones
que le asigne el estatuto y aquellas no previstas en él, ni atribuidas a ningún otro órgano. Está
integrada por los miembros de los consejos directivos de las facultades y por los miembros del
Consejo Superior. Las atribuciones de la Asamblea Universitaria previstas en esta ley y en el
estatuto universitario son indelegables.

Art. 16º.- El Consejo Superior es el órgano que ejerce el gobierno y administración de la


universidad y dicta ordenanzas generales para dar cumplimiento a la política universitaria
definida por la Asamblea, los estatutos y la presente ley. Está integrado por el rector o presidente,
que lo preside, por los decanos de las facultades o departamentos y por los consejeros
representantes de estudiantes y docentes en igual número, consejeros graduados y consejeros
no docentes. La elección de consejeros se hará del modo previsto en el estatuto de la
universidad.

Art. 17º.- Los órganos de gobierno de las facultades o departamentos de universidades


nacionales son: el Consejo Directivo y el Decano. El Consejo Directivo está integrado por los
consejeros representantes de los estudiantes, docentes, graduados y no docentes y por el
decano que lo preside y ejecuta sus resoluciones. Estudiantes y docentes deberán integrarse con
igual número de miembros.

Los consejeros son elegidos directamente por el voto universal, secreto y obligatorio de los
miembros de cada uno de los claustros.

Art. 18º.- Cada universidad nacional creará el Consejo Social como órgano que promueva el
diálogo con los distintos actores de la sociedad. El estatuto de la universidad reglamentará su
integración, la designación de sus miembros, sus funciones y las normas de funcionamiento.

Capítulo 4

CONSULTA HACIA UNA NUEVA LEY NACIONAL DE EDUCACIÓN SUPERIOR


Comisión de Educación – Honorable Cámara de Diputados de la Nación 111
Gratuidad e Ingreso Directo

Art. 19º.- La enseñanza de grado en las universidades nacionales es gratuita y el ingreso a las
mismas directo y sin limitaciones, con el único requisito de haber concluido el ciclo anterior en el
sistema educativo. Excepcionalmente, los mayores de 25 años que no reúnan esa condición
podrán ingresar, siempre que demuestren a través de las evaluaciones que la respectiva
institución establezca, que poseen preparación y/o experiencia acorde con los estudios que
pretenden iniciar.

Art. 20º.- En las universidades nacionales la condición de "estudiante" se adquiere con el ingreso
a la universidad y se mantiene de modo ininterrumpido hasta la graduación. No podrá disponerse
el cumplimiento de condiciones o requisitos que impidan a los estudiantes el derecho a obtener la
inscripción al año lectivo.

Capítulo 5

Docentes

Art. 21º.- Las universidades nacionales organizarán la carrera docente, de conformidad con sus
estatutos, procurando la formación integral del docente, la profundización de su saber específico,
y el mejoramiento de la metodología de la enseñanza y evaluación. Organizarán cursos de
actualización y perfeccionamiento para docentes de todas las categorías, garantizando el acceso
a los cursos de especialización, maestría y doctorado que se dicten en la misma universidad.

Art. 22º.- El acceso a la cátedra en todos los niveles de la docencia ordinaria se hará por
concurso público de oposición y antecedentes, ante un jurado integrado de conformidad con lo
que reglamenten los respectivos estatutos, previendo en todos los casos la participación
estudiantil. En dicho concurso se otorgará preeminencia a la oposición sobre los antecedentes.
De la misma manera, se otorgará preeminencia a la formación general sobre la especializada,
salvo en aquellos casos particulares en que por la naturaleza de las funciones a desempeñar se
requiera de un especialista.

Art. 23º.- Cada universidad nacional deberá prever en su estatuto la forma de evaluación
periódica a la que será sometido el desempeño docente. La evaluación deberá incluir el
cumplimiento de las tareas y los resultados de su actuación, debiendo estar incluidos entre estos,
aquellos correspondientes a: el rendimiento académico de sus alumnos, la producción de
materiales educativos y de estrategias de mejoramiento de la enseñanza, la producción en
investigación, desarrollo, innovación o extensión si correspondiere, y el mejoramiento en su
formación disciplinar y docente, así como la opinión de los estudiantes. El jurado que emitirá el
juicio estará integrado de conformidad con lo que reglamenten los respectivos estatutos,
previendo en todos los casos la participación estudiantil con voz y voto.

Art. 24º.- Las universidades nacionales instituirán el juicio académico destinado a sustanciar la
solicitud de remoción de docentes en los supuestos y con las modalidades que establecerán sus
estatutos, garantizando la participación estudiantil con voz y voto en los tribunales.

Capítulo 6

Estudiantes

Art. 25º.- Se reconocerá al centro de estudiantes de cada facultad o departamento dependiente


de universidad nacional como el organismo legítimo de representación gremial estudiantil de
primer grado, a la federación universitaria local como la organización única de segundo grado
representativa de la totalidad del estudiantado de la universidad nacional de que se trate y a la
Federación Universitaria Argentina (FUA) como la organización única representativa del
estudiantado universitario del país.

Art. 26º.- La agremiación de estudiantes será automática desde el momento de su ingreso a la


universidad nacional. Las autoridades del centro de estudiantes serán elegidas periódicamente y
en forma directa por el voto universal, secreto y obligatorio de la totalidad de quienes sean
estudiantes de la facultad.

Capítulo 7

Graduados

Art. 27º.- Las universidades nacionales establecerán los mecanismos destinados a mantener una
vinculación permanente entre la universidad y sus graduados. Dicho vínculo promoverá la
actualización permanente de los graduados en las diferentes áreas de conocimiento, su
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Comisión de Educación – Honorable Cámara de Diputados de la Nación 112
participación activa en la actividad académica de las universidades, el fortalecimiento de los
mecanismos de actualización académica de las diferentes profesiones y disciplinas científicas, la
producción de conocimiento y su difusión a través de publicaciones especializadas el desarrollo
de una sólida formación de posgrado.

Capítulo 8

No docentes

Art. 28º.- En las universidades nacionales los cargos no docentes serán cubiertos por concurso
público. Los estatutos universitarios regularán el régimen de las relaciones laborales del personal
no docente, el que no podrá desconocer los derechos consagrados a los trabajadores por el
derecho común.

Art. 29º.- Las universidades nacionales posibilitarán a su personal no docente completar sus
estudios secundarios e iniciar sus estudios universitarios en la misma, compatibilizando los
horarios de trabajo con los de estudio.

Capítulo 9

Enseñanza

Art. 30º.- En las universidades nacionales los títulos de cada carrera universitaria serán
habilitantes, debiendo los respectivos planes de estudio ser aprobados por el consejo directivo o
académico de la facultad o departamento correspondiente y, para entrar en vigencia,
homologados por el Consejo Superior de la Universidad, de conformidad con lo que establezca el
estatuto universitario. Las universidades nacionales son las únicas que pueden otorgar reválidas
de los títulos extranjeros.

Art. 31º.- Los estudios de posgrado, según sus propósitos específicos, se clasifican en estudios
de especialización, conducentes a los títulos de especialista o magister y estudios doctorales.

Art. 32º.- Las universidades nacionales, en su carácter de rectoras del sistema de educación
superior, contribuirán a la articulación y movilidad intra-sistema, a través de convenios con otras
universidades y con institutos de educación superior no universitaria. Promoverán la movilidad
estudiantil y docente entre instituciones, así como los mecanismos de articulación que posibiliten
la continuidad de los estudios terciarios para acceder al título de grado universitario.

Capítulo 10

Investigación

Art. 33º.- Las universidades nacionales aportarán al desarrollo científico y tecnológico nacional en
el marco de los lineamientos fijados por la Estrategia de Desarrollo de la Investigación Científica
y Tecnológica en las Universidades Nacionales, elaborada por el Consejo Interuniversitario
Nacional en colaboración con el Ministerio de Educación Ciencia y Tecnología en el marco de los
objetivos establecidos como principios en el artículo 6º de la presente ley.

Art. 34º.- La Estrategia de Desarrollo de la Investigación Científica y Tecnológica en las


Universidades Nacionales contemplará pautas que garanticen mecanismos de financiamiento a
las actividades de investigación y desarrollo que promuevan la expansión, fortalecimiento y
consolidación de aquellas líneas que se definen en el marco de la autonomía de las instituciones
universitarias y de las que se definan en función de las necesidades de la Nación.

Art. 35º.- En las respectivas áreas de ciencia y tecnología de las universidades se impulsará el
desarrollo de una cultura científica y tecnológica mediante el desarrollo de estructuras asociativas
que propicien:

a) la innovación del tejido productivo en estrecha vinculación con el desarrollo científico-


tecnológico, en armonía con el medio social y ambiental,

b) la implementación de la investigación-acción, consistente en la definición y ejecución


participativa de proyectos de investigación involucrando a las comunidades y a las
organizaciones sociales, articulando los intereses sociales con los intereses científicos,

c) la constitución de redes que fomenten la actividad científica y tecnológica a nivel local,


nacional e internacional. Asimismo, se fortalecerán las vinculaciones con científicos radicados en
universidades del exterior.

CONSULTA HACIA UNA NUEVA LEY NACIONAL DE EDUCACIÓN SUPERIOR


Comisión de Educación – Honorable Cámara de Diputados de la Nación 113
Art. 36º.- En los programas y proyectos de investigación deberá contemplarse la incorporación de
docentes jóvenes y estudiantes, prever mecanismos que garanticen la articulación con la
enseñanza de grado y posgrado de los respectivos resultados que arroje la investigación, así
como aquellos que propicien la aplicabilidad de los resultados generados en la investigación
científica y tecnológica, mediante el desarrollo del perfil emprendedor de tecnólogos y científicos.

Capítulo 11

Extensión universitaria

Art. 37º.- Las universidades nacionales contarán con un área a cargo de la extensión
universitaria, con el objetivo fundamental de vincular sistemáticamente y en forma activa la
universidad y el medio social, a través de las siguientes funciones:

a) Colaborar con la planificación, diseño y ejecución de obras o trabajos públicos, locales,


regionales o nacionales.

b) Realizar estudios y efectuar aportes para la identificación de tendencias, prevención y solución


de los problemas que afectan a la población.

c) Promover la realización de actividades culturales o artísticas y de capacitación o


perfeccionamiento profesional, pudiendo coordinar con organismos nacionales, provinciales y
municipales.

d) Realizar la transferencia de conocimientos y vinculación tecnológica mediante el desarrollo de


programas y la gestión especializada de servicios acordes a las demandas del sistema
productivo.

e) Promover planes de voluntariado social que permitan atender a los requerimientos de los
sectores de la población con menores recursos.

f) Integrar redes que propicien la difusión y gestión de las actividades y servicios de investigación,
desarrollo e innovación.

g) Toda otra función o actividad que prevean los estatutos.

Capítulo 12

Permanencia y Bienestar

Art. 38º.- En cada universidad nacional se establecerá un órgano de orientación profesional, el


que tendrá las siguientes funciones:

a) Contribuir a determinar las aptitudes del futuro estudiante universitario frente a las diversas
ramas de la ciencia y de las actividades profesionales y promover la inscripción en las carreras
de mayor interés para el desarrollo regional y nacional. A tal fin actuará en estrecha vinculación
con los establecimientos educacionales públicos pertenecientes al nivel de enseñanza anterior.

b) Investigar las causales de deserción universitaria para contribuir a la implementación de


políticas de retención.

c) Asesorar a estudiantes con dificultades a fin de favorecer la continuidad de sus estudios.

Art. 39º.- Las universidades nacionales deberán tener un área de obra social y bienestar
universitario, con las siguientes funciones:

a) Atender el estado de salud del estudiantado, implantando prácticas de promoción de la salud y


revisaciones médicas periódicas.

b) Asegurar la atención médica y odontológica y la provisión de medicamentos a estudiantes,


docentes y no docentes.

c) Otorgar becas a estudiantes provenientes de hogares con mayores dificultades


socioeconómicas para permitir la continuidad en sus estudios.

d) Habilitar residencias y comedores para uso de estudiantes, docentes y no docentes.

e) Promover la instalación de guarderías infantiles para los hijos de estudiantes, docentes y no

CONSULTA HACIA UNA NUEVA LEY NACIONAL DE EDUCACIÓN SUPERIOR


Comisión de Educación – Honorable Cámara de Diputados de la Nación 114
docentes.

f) Suministrar los medios necesarios para la práctica masiva de la educación física por parte de
los miembros de la comunidad universitaria.

g) Toda otra función o actividad que prevean los estatutos.

Art. 40º.- El área de bienestar destinará una partida especial para el otorgamiento de las becas
previstas en el inciso c) del apartado anterior, la cual deberá garantizarse desde el Estado
nacional al momento de realizar las respectivas previsiones presupuestarias.

Capítulo 13

Régimen Económico Financiero

Art. 41º.- Al Estado nacional le cabe la responsabilidad indelegable del financiamiento de la


educación pública universitaria, de manera de garantizar la gratuidad de este nivel de la
enseñanza y el adecuado desarrollo de sus funciones, por ello:

a) El porcentaje del presupuesto nacional asignado a las universidades nacionales en ningún


caso podrá ser inferior al establecido en el año anterior porcentual o nominalmente, el que fuere
mayor ni inferior al 2 por ciento del Producto Bruto Interno previsto por la Ley de Presupuesto.

b) El 10% de la recaudación impositiva excedente sobre la prevista para cada año se destinará al
Fondo Permanente para el Desarrollo de la Infraestructura y el Equipamiento de las
Universidades Nacionales. El Consejo Interuniversitario Nacional en acuerdo con el Ministerio de
Educación, Ciencia y Tecnología definirá la asignación de los recursos disponibles en dicho
fondo. Los recursos del Fondo Permanente para el Desarrollo de la Infraestructura y el
Equipamiento de las Universidades Nacionales deberán ser íntegramente asignados a
inversiones en infraestructura y equipamiento de las universidades nacionales. Los gastos
derivados del funcionamiento administrativo del Fondo Permanente para el Desarrollo de la
Infraestructura y el Equipamiento de las Universidades Nacionales serán sostenidos a través del
presupuesto corriente del Ministerio de Educación, Ciencia y Tecnología.

c) El aporte del Estado no podrá ser disminuido como contrapartida de recursos adicionales
emergentes de otras fuentes.

Art. 42º.- Formarán el patrimonio de las universidades nacionales los bienes de cualquier
naturaleza que integran su dominio y los que se incorporen a él en virtud de la ley o a título
gratuito u oneroso, así como las colecciones científicas, publicaciones y demás bienes que sus
facultades, departamentos o institutos posean o se le asignen en el futuro.

Art. 43º.- Las universidades nacionales, previa aprobación del Consejo Superior, pueden
incrementar sus fondos con recursos provenientes de donaciones, legados y otras liberalidades;
rentas, frutos e intereses de sus bienes patrimoniales; derechos de explotación de patentes de
invención o derechos intelectuales que pudieran corresponderles; retribuciones que perciban por
servicios prestados y economías que realicen sobre su presupuesto anterior.

Capítulo 14

Control Económico, Financiero, Presupuestario y de Gestión

Art. 44º.- Las universidades nacionales deberán contar un órgano interno que efectúe el control
económico, financiero, presupuestario, y de gestión de las mismas, con capacidad para proponer
acciones correctivas, debiendo estar dotado de los recursos necesarios para garantizar su
correcto desempeño.

Art. 45º.- El control externo de las universidades nacionales será competencia de la Auditoría
General de la Nación en forma directa, no pudiendo delegarse o terciarizar esta función.

Título III

De las universidades privadas

Art. 46º.- Las universidades privadas son personas jurídicas de derecho privado. Su
funcionamiento debe ser autorizado por decreto del Poder Ejecutivo Nacional, previo informe
favorable de la Comisión de Seguimiento del Sistema de Educación Superior elaborado a partir
del análisis del Estudio de Factibilidad y del Proyecto de Desarrollo Institucional que justifican su
creación. El Proyecto de Desarrollo Institucional debe establecer las áreas disciplinarias sobre las
CONSULTA HACIA UNA NUEVA LEY NACIONAL DE EDUCACIÓN SUPERIOR
Comisión de Educación – Honorable Cámara de Diputados de la Nación 115
cuales se constituirán la propuesta académica y las líneas de investigación prioritarias de cada
universidad y las estrategias y metas de desarrollo institucional de corto, mediano y largo plazo
previstas. La Comisión de Seguimiento del Sistema de Educación Superior elaborará en un plazo
no superior a los 180 días de su constitución las Pautas Mínimas pala la Elaboración del
Proyecto de Desarrollo Institucional de las universidades privadas.

Art. 47º.- El Estado argentino debe garantizar el cumplimiento de los objetivos y funciones
básicas enunciados en el Título I de la presente ley, regulando y fiscalizando el funcionamiento
de las universidades privadas.

Art. 48º- Las universidades privadas preverán en sus estatutos o contratos sociales las normas
de funcionamiento y toma de decisiones que se ajusten a lo dispuesto en la presente ley,
contemplando en su forma organizativa los mecanismos para garantizar la participación de los
miembros de la comunidad universitaria.

Art. 49º.- Para que los títulos de universidades privadas sean habilitantes, deberán previamente
contar con la aprobación del Ministerio de Educación, Ciencia y Tecnología, de acuerdo a lo
dispuesto en el artículo 53 inc. c) y el artículo 58 de la presente ley.

Art. 50º.- Las universidades privadas no podrán ser eximidas total o parcialmente de impuestos o
contribuciones previsionales de ningún tipo, ni podrán acceder a subsidio alguno otorgado por el
gobierno nacional.

Título IV

De la coordinación del Sistema Universitario

Art. 51º.- El Consejo Interuniversitario Nacional (C.I.N.) está integrado por los rectores o
presidentes de todas las universidades nacionales. Sus funciones son:

a) ejercer la representación de las universidades nacionales,

b) coordinar los objetivos y contenidos de la enseñanza y de la acción social de las universidades


nacionales,

c) Elaborar, en el marco de los principios establecidos en los artículos 6, 33 y 34 de la presente


ley y en cooperación con el Ministerio de Educación Ciencia y Tecnología, la Estrategia de
Desarrollo de la Investigación Científica y Tecnológica en las Universidades Nacionales
articulando las actividades de las Secretarías y/o Departamentos de Investigación de las
Universidades Nacionales con las del Consejo Nacional de Investigaciones Científicas y
Tecnológicas (CONICET), las de la Agencia Nacional de Promoción de la Investigación Científica
y Tecnológicas (ANPCyT) y las de las áreas encargadas de las actividades de investigación de
los diferentes organismos públicos.

d) estudiar y elevar anualmente al Poder Ejecutivo Nacional los requerimientos presupuestarios


de las universidades nacionales,

e) emitir informes vinculantes previos a la creación de nuevas universidades nacionales.

Art. 52º.- El Consejo de Rectores de Universidades Privadas (C.R.U.P.) ejerce la representación


de las universidades privadas y está integrado por todos los rectores o presidentes de las
mismas.

Art. 53º.- La Comisión de Seguimiento del Sistema de Educación Superior es un órgano


descentralizado en el ámbito del Ministerio de Educación, Ciencia y Tecnología, y tiene por
funciones:

a) Velar por el mejoramiento permanente en el cumplimiento de las funciones universitarias,


institucionalizando procesos de seguimiento y acompañamiento para asegurar la obtención de
las condiciones necesarias en el desarrollo de la enseñanza, la investigación y la extensión.

b) Favorecer la articulación entre las instituciones que integran el sistema de educación superior
y de éstas con otros niveles del sistema educativo, así como con el sistema nacional de ciencia y
tecnología.

c) Ejercer el contralor del sistema de educación superior, siendo esta función indelegable,
llevando adelante:

1. El estudio y análisis de viabilidad de proyectos de creación de nuevas universidades privadas,


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previo al dictado del respectivo decreto.

2. Procesos de acreditación para otorgar el carácter de habilitante a los títulos de grado y


posgrado de las universidades privadas, previos a la aprobación de los respectivos planes de
estudio por parte del Ministerio de Educación, Ciencia y Tecnología;

d) Instrumentar acciones de apoyo a las instituciones para el mejoramiento del desempeño


estudiantil y la inserción social y productiva del graduado.

e) Establecer pautas académicas, administrativas, de infraestructura y de equipamiento básicas,


de cumplimiento obligatorio para la apertura de sedes temporarias o permanentes de las
universidades nacionales y privadas.

f) Promover la constitución de redes académicas, de investigación y de vinculación social entre


las instituciones, así como los intercambios de información y experiencias entre éstas.

g) Acordar con el Ministerio de Educación, Ciencia y Tecnología las pautas básicas de


organización del Sistema de Estadísticas Universitarias.

h) Crear un Centro de Investigaciones y Estudios sobre la Educación Superior, con el propósito


de consolidar la educación superior como un campo de análisis y reflexión permanente, y
contribuir a la toma de decisiones gubernamentales.

Art. 54º.- La Comisión de Seguimiento del Sistema de Educación Superior estará integrada por
doce (12) miembros a propuesta de los siguientes organismos: seis (6) por el C.I.N., uno (1) por
el C.R.U.P., uno (1) por el Ministerio de Educación, Ciencia y Tecnología, uno (1) por cada
cámara del Congreso Nacional, uno (1) por la Federación Universitaria Argentina y uno (1) por el
gremio docente. Será presidido por un miembro del C.I.N.

Título V

Seguimiento de los niveles de logro en el cumplimiento de las funciones

Art. 55º.- A los efectos de acompañar a las universidades en su permanente mejoramiento, la


Comisión de Seguimiento del Sistema de Educación Superior solicitará a las universidades
nacionales y privadas la elaboración de un plan de desarrollo institucional, plurianual de entre
tres y seis años, en el que se incluya una autoevaluación con el análisis de las situaciones
institucionales, la definición de objetivos y los cursos de acción prioritarios en las funciones
básicas. Dichos planes servirán de referencia para la evaluación por parte de un Comité de
Especialistas designado por la Comisión de Seguimiento del Sistema de Educación Superior.

Art. 56º.- El Comité de Especialistas estará integrado en al menos dos tercios de sus miembros
por docentes o investigadores pertenecientes a universidades nacionales, y además de lo
dispuesto en el artículo precedente tendrá a su cargo el análisis de los proyectos de creación de
nuevas universidades privadas.

Art. 57º.- En la evaluación que realice el Comité de Especialistas del Plan de desarrollo plurianual
deberán informarse los niveles de logro en los propósitos institucionales. Toda recomendación
deberá acompañarse con la correlativa indicación de las condiciones necesarias para la
obtención de los resultados deseados, y el detalle de los recursos adicionales que dichas
condiciones demanden.

La Comisión de Seguimiento del Sistema de Educación Superior encomendará al C.I.N. la


solicitud ante el Congreso Nacional de la inclusión de las partidas presupuestarias
correspondientes, y al C.R.U.P. la toma de medidas necesarias para que las universidades
privadas cumplan con las recomendaciones.

Art. 58º.- La Comisión de Seguimiento del Sistema de Educación Superior constituirá asimismo
una Junta de Acreditación para carreras de grado y posgrado radicadas en universidades
privadas. En dicha Junta se constituirán comités de pares dando preeminencia a expertos de la
misma disciplina de la carrera a ser evaluada, debiendo necesariamente contar con la
participación de al menos un 50% de docentes o investigadores pertenecientes a universidades
nacionales. La Junta de Acreditación se expedirá asimismo sobre las carreras a ser creadas en el
ámbito privado, siendo su dictamen favorable necesario para la autorización de las mismas por
parte del Ministerio de Educación, Ciencia y Tecnología.

Art. 59º.- La definición de los mecanismos y parámetros que se utilicen en la complementación


externa de las instancias internas de autoevaluación institucional, así como aquellos que se
apliquen en los procesos de acreditación de carreras que lleven adelante los órganos creados
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por la presente ley, deberán ser discutidos y acordados con la participación de toda la comunidad
universitaria.

Título VI

De la Educación Superior No Universitaria

Art. 60º.- La Educación Superior No Universitaria se regirá por lo dispuesto en la presente Ley y,
en todo aquello que esta no prevea, por lo dispuesto por las leyes Nº 26.206 y Nº 26.058.

Art. 61º.- La Educación Superior No Universitaria estará a cargo de la formación profesional que
se cumplirá en los institutos de formación docente, técnica, humanística, social, científica,
deportiva y/o artística, y otorgará títulos habilitantes para el desempeño profesional de sus
graduados.

Art. 62º.- Los institutos de Educación Superior No Universitaria de carácter público, dependientes
de las provincias, del gobierno de la ciudad de Buenos Aires, y los que se creen en la órbita del
gobierno nacional, se encuentran alcanzados por lo establecido en el Título I de la presente ley.
Las jurisdicciones respectivas establecerán las pautas de creación y funcionamiento para dichos
institutos.

Art. 63º.- Las instituciones del nivel de Educación Superior No Universitario tienen por objetivos,
además de los definidos en el artículo 4º de la presente ley: formar técnicos, profesionales y
docentes de alto nivel académico en todas las áreas del conocimiento que habiliten para el
desempeño laboral y la acreditación de las carreras y/o ciclos de formación realizados para la
prosecución de estudios y actualización permanente en otros ciclos, instituciones y niveles; llevar
adelante actividades de perfeccionamiento y actualización para sus graduados; articular las
actividades de formación con el sistema productivo, científico, tecnológico y laboral.

Art. 64º.- En la organización de las instituciones superiores se promoverán formas institucionales


que permitan un mayor protagonismo de los jóvenes, una creciente autonomía en la planificación
de sus estudios y su participación activa en la democratización institucional conjuntamente con el
cuerpo docente.

Art. 65º.- El Ministerio de Educación, Ciencia y Tecnología en Acuerdo con el Consejo Federal de
Educación fijará los parámetros básicos para la formación de docentes y directivos de todos los
niveles y modalidades del sistema educativo con excepción de la educación universitaria.

Art. 66º.- Los Institutos de Formación Docente podrán elaborar planes, programas, proyectos,
diseños, y modificaciones de las carreras y cursos que dictan, debiendo contar los mismos con la
aprobación de las autoridades educativas de su jurisdicción.

Art. 67º.- El Ministerio de Educación Ciencia y Tecnología en acuerdo con el Consejo Federal de
Educación fijará las bases para el ingreso y la promoción en la carrera docente en las
instituciones de nivel de Educación Superior no Universitario asegurando en las mismas el
mecanismo de concurso público y abierto de antecedentes y oposición.

Las jurisdicciones deberán en un lapso de 180 días presentar un plan para la designación de
profesores por cargo y la concentración laboral en una misma institución. Dicho plan deberá
asegurar establecer metas claras a lograr durante los siguientes cinco años. El consejo Federal
de educación deberá garantizar la difusión y la comparación de los planes presentados por las
diferentes jurisdicciones.

Art. 68º.- El Ministerio de Educación, Ciencia y Tecnología coordinará con las jurisdicciones, en el
marco del Consejo Federal de Cultura y Educación, el establecimiento de parámetros comunes
para las carreras docentes y promoverá la articulación con las universidades nacionales para
garantizar la actualización científica docente. La formación de técnicos deberá brindar
conocimientos ligados al desarrollo local y a la transformación de las economías regionales.

Art. 69º.- Las autoridades competentes de las provincias y de la Ciudad Autónoma de Buenos
Aires, tendrán las siguientes atribuciones y obligaciones:

a) Cumplir y hacer las leyes vigentes para el nivel,

b) crear instituciones superiores de nivel de Educación superior no universitario, c) desarrollar


líneas de acción destinadas a asegurar el ingreso, la permanencia y el egreso de los
estudiantes al sistema,

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d) regular y fiscalizar los establecimientos de gestión privada.

Art. 70º.- Serán funciones del Consejo Federal de Educación:

a) Elaborar acuerdos que contribuyan a la unificación del Sistema de Educación Superior no


Universitaria y la reducción de las desigualdades existentes dentro del sistema en materia de
calidad educativa y justicia social,

b) Fijar las urgencias y prioridades en la ejecución de las políticas educativas de nivel terciario,

c) Definir las pautas curriculares básicas para el nivel, d) fijar los parámetros básicos en relación
con la construcción y mantenimiento de los edificios, y e) fijar los lineamientos del
perfeccionamiento y la actualización obligatorios, sistémicos, institucionales, en servicio y
gratuitos.

Título VII

Disposiciones transitorias

Art. 71º.- Derógase la ley 24.521, sus disposiciones complementarias y modificatorias, y toda otra
norma que se oponga a lo dispuesto en la presente ley.

Art. 72º.- Se disuelve la Comisión Nacional de Evaluación y Acreditación Universitaria. Su


estructura y presupuesto serán absorbidos por la Comisión de Seguimiento del Sistema de
Educación Superior para el cumplimiento de lo previsto en el art. 53 de la presente ley.

Art. 73º.- Comuníquese al Poder Ejecutivo.-

FUNDAMENTOS

Señor presidente:

Esto refleja de alguna manera, uno de los principios con los que encaramos nuestra tarea
legislativa: la idea de que el dialogo, la apertura a la revisión crítica de nuestras propuestas y las
intenciones constructivas, deben imperar a la hora de legislar en función del bienestar de nuestra
sociedad. El avance hacia la libertad y la igualdad de las personas y el futuro de nuestra
sociedad son inconcebibles sin la educación. En total consonancia con este principio básico, el
Estado debe retomar un rol protagónico en la definición de la política educativa y en la promoción
de la Escuela y de la Universidad Pública como espacios fundamentales de construcción y
socialización del conocimiento.

Es necesario realizar un nuevo proceso de reforma universitaria que, con raíces en la tradición de
la universidad pública argentina y el ideario de la Reforma de 1918, mire a los desafíos del
presente y del futuro. Para ello, resulta prioritario la formulación de un nuevo marco legal que
reemplace las definiciones conceptuales del modelo neoliberal de los noventa y que promueva el
establecimiento de medidas tendientes a garantizar la real igualdad de oportunidades en el
acceso y la permanencia en la educación superior, el desarrollo en ciencia, tecnología e
innovación y los más altos niveles de formación profesional, todo ello mediante el adecuado
financiamiento provisto por el Estado.

En función de este objetivo, en una senda reformista de militancia, trabajo y proyectos para la
transformación de la Universidad, presentamos nuestra propuesta de marco legal para la
educación superior.

I. NEOLIBERALISMO Y EDUCACIÓN

1.La década del noventa y el advenimiento de una "nueva cuestión social".

La catástrofe económica y social que ha dejado el neoliberalismo en América Latina tras


veinticinco años de aplicación de sus devastadoras recetas, ha conducido a un fuerte incremento
de las desigualdades. Durante la década del '90 se consumaría en la Argentina una profunda
transformación de la estructura social y política. Bajo el influjo de la hegemonía neoliberal, y
apuntaladas por el "pensamiento único", las políticas de ajustes estructurales y las reformas
neoliberales, han sido las responsables de un crecimiento generalizado del desempleo, de la
concentración de la riqueza, del desmantelamiento del componente de bienestar del Estado, y
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del aumento dramático en los niveles de pobreza, desigualdad y exclusión social. Asistimos a la
eclosión de un proceso que tuvo sus comienzos en la dictadura militar implementada en 1976 y
su profundización en los '90.

Estos procesos impactaron fuertemente en los mecanismos tradicionales de integración social y


conformación de identidades, especialmente en aquellos vinculados al mundo del trabajo. La
desocupación y los fenómenos de exclusión se tornan estructurales y de larga duración. A ello se
suma la precarización de las condiciones de trabajo de los que permanecen en la condición
salarial, producto de un deterioro de la protección de los trabajadores y la introducción de una
fuerte flexibilización laboral. Emerge así lo que algunos han dado en llamar una "nueva cuestión
social" signada por la fractura, la desintegración del trabajo como criterio de solidaridad y una
vulnerabilidad cada vez más amenazante. Robert Castel ha sostenido al respecto que "la
situación actual está marcada por una conmoción que recientemente ha afectado a la condición
salarial: el desempleo masivo y la precarización de las situaciones de trabajo, la inadecuación de
los sistemas clásicos de protección para cubrir estos estados, la multiplicación de los individuos
que ocupan en la sociedad una posición de supernumerarios, "inempleables", desempleados o
empleados de manera precaria, intermitente. Para muchos, el futuro tiene el sello de lo aleatorio".
(1)

Estas transformaciones operadas en el mercado de trabajo han afectado profundamente el perfil


de la estructura social, ya que el empleo constituye no sólo la principal fuente de ingresos, sino
que representa también el principal vínculo de pertenencia y participación en el colectivo social.
Por esas razones, la degradación de los vínculos laborales que ha caracterizado a la Argentina
de los últimos veinticinco años cuestiona la capacidad integradora de la sociedad y da origen a
procesos de resquebrajamiento del tejido social que culminan en el fenómeno de la exclusión
social.

De esta forma, es posible observar cómo tiende a profundizarse la brecha existente entre los
"ganadores" y "perdedores" del modelo: entre aquellos que viven positivamente la radicalización
de la individualidad, por un lado, y quienes "por padecer una situación de vulnerabilidad y caída
social tienden a vivir la exigencia de individualización en términos puramente negativos". (2) Todo
esto contribuyó a echar por tierra el poderoso mito integrador del progreso indefinido,
estrechamente asociado a la idea de una clase media fuerte y culturalmente homogénea, que
había convertido a la Argentina en un caso único en el contexto latinoamericano.

Además, como "los derechos sociales han estado históricamente ligados al mantenimiento del
trabajo formal y no en base a una definición en términos universales, su pérdida entraña una
reducción drástica de esos derechos". (3) En la Argentina, el sistema institucional del área laboral
fue fuertemente contenedor, y esto explica lo traumático que resulta el ensayo neoliberal. Pero
estos procesos no sólo entrañaron la pérdida de derechos sociales. En este contexto, "la pérdida
de derechos sociales impacta negativamente sobre la capacidad de ejercicio de derechos
políticos, y ello no sólo ocurre en el plano normativo, sino que al someter a los individuos a una
mayor vulnerabilidad y enfrentarlos con la confirmación de su ineficacia para modificar la
situación, genera escepticismo y desencanto con la política". (4)

2. Consecuencias para el sistema educativo.

Las políticas neoliberales tienen un profundo impacto en los sistemas de enseñanza superior. La
idea de la universidad como un bien público sucumbe ante las presiones del mercado, lo que
pone fin al cuasi- monopolio que el Estado ejercía en materia de oferta universitaria. La retirada
de ese Estado se conforma así como un movimiento estratégico mediante el cual se privilegia
una nueva perspectiva centrada en el rendimiento y el desempeño medido por resultados.

El eje de las transformaciones ya no serán entonces las estructuras académicas o la orientación


de las universidades, sino el mercado. Como indica Krotsch, "el objeto de esta intervención no es
ya la institución, sino la propia lógica del sistema". (5)

En este marco, la política educativa se redujo a la administración de un conjunto de reformas


pensadas y ejecutadas desde la perspectiva de los indicadores cuantitativos y resultados de
evaluaciones, abandonando la idea de la universidad como "espacio público... garante de una
cultura democrática". (6)

Se introdujeron así en la Argentina las políticas que el neoliberalismo -a través de la activa


participación de los organismos internacionales como el Banco Mundial- ha promovido para los
sistemas universitarios como los estímulos a la diferenciación inter e intra-institucional, la
apertura de los sistemas universitarios al sector privado, la generación de marcos normativos que
incentivan la diversificación de las fuentes de financiamiento - incluyendo el cobro de aranceles -
y, en términos generales, una profunda redefinición del papel del Estado en la Educación
CONSULTA HACIA UNA NUEVA LEY NACIONAL DE EDUCACIÓN SUPERIOR
Comisión de Educación – Honorable Cámara de Diputados de la Nación 120
Superior.

Como señala Krotsch, "esta política de reforma se construyó sobre la base de un paquete de
medidas y propuestas cuyo núcleo político-educativo e ideológico lo constituye la evaluación". (7)
Se instaló entonces la llamada "cultura evaluativa", como elemento destinado a presionar a los
sistemas universitarios con el objeto de incrementar la rendición de cuentas e instalar nuevos
conceptos estelares como el "desempeño" y la "productividad".

Se intentó achicar de esta forma el sistema de educación superior y desligar al Estado de la


responsabilidad del financiamiento de la educación pública. Se abrió, en simultáneo, una nueva
etapa de creación de universidades, fundamentalmente privadas, partiendo del supuesto de que
el mercado es el mejor regulador de las políticas universitarias.

La Argentina -señala Mollis- cumplió eficientemente las recomendaciones de la llamada "agenda


internacional para la modernización de los sistemas educativos superiores" promovida
fundamentalmente por las agencias de crédito internacional, lo "que implicó un conjunto de
cambios significativos en la histórica relación entre el Estado y la universidad". (8) De esta forma,
se promovió la delegación de ciertas responsabilidades en manos de privados, se promulgó la
Ley de Educación Superior, se pusieron en marcha procesos evaluativos y de acreditación así
como la búsqueda de fuentes alternativas de financiamiento.

Debemos señalar por último que las reformas no produjeron todo el impacto posible que se
predijo en el momento de su puesta en marcha por dos factores fundamentales: la resistencia y
movilización masiva de la comunidad educativa, y en segundo término por la forma colegiada de
cogobierno, lo cual otorga cierta estabilidad a las instituciones y hace que los cambios se
apliquen en forma gradual y consensuada.

En síntesis, la idea de que la universidad es un bien público se vio debilitada, y se pretendió que
las universidades fueran objeto de los mecanismos de transacción, incentivos y presiones
propios de las lógicas de mercado.

Es en este contexto en el que se entienden y derivan los contenidos de la Ley Federal de


Educación y de la Ley de Educación Superior. En el proceso de sanción de esta última norma se
evidencian las tensiones de este debate y la falta de legitimidad en su resolución, por lo cual
entendemos que merece una breve consideración.

3. Sanción de la Ley de Educación Superior Nº 24.521

El tratamiento en el recinto de la Cámara de Diputados del Proyecto de Ley de Educación


Superior se efectuó en el marco de una importantísima movilización del sector estudiantil que se
manifestó en contra del proyecto. Esta movilización que luego se extendió durante el tratamiento
en el Senado, consistió en la realización de marchas, asambleas, debates, conferencias y clases
públicas.

Una vez que el proyecto obtuvo media sanción, el movimiento estudiantil, además de la
realización de cinco marchas masivas de protesta, lanzó una campaña de recolección de
ochocientas mil firmas para exigir al Congreso la convocatoria a una Consulta Popular vinculante
sobre el proyecto en cuestión, intentando poner en práctica los nuevos mecanismos de
democracia sem-idirecta consagrados en la recientemente reformada Constitución Nacional. En
ese marco, se convocó a una Asamblea Universitaria Nacional de la que participan Rectores,
Decanos, estudiantes, profesores y graduados de veinticuatro Universidades Nacionales,
Públicas de todo el país. Esta Asamblea rechazó la letra y el espíritu del proyecto, calificándolo
de "inconstitucional, detallista y ambiguo", enviando sus conclusiones al Senado de la Nación.

Otra respuesta de significativa importancia se observó en una carta pública de docentes


universitarios señalando la existencia de grandes falencias que "...ponen en peligro el desarrollo
futuro de la educación superior en el país..."

Atendiendo al pedido del Senado de propuestas concretas de modificación a la media sanción de


Diputados, el C.I.N. se reunió en Plenario Extraordinario los días 4, 5 y 10 de julio de 1995. En
ese marco y con la presencia del Secretario de Políticas Universitarias, se acordó una propuesta
de reforma a los artículos del Proyecto de Ley con media sanción de la Cámara de Diputados,
que posteriormente fue presentada ante los Senadores. La propuesta, aunque mantuvo el
espíritu original del Proyecto oficial, cambiaba o eliminaba sesenta de los ochenta y un artículos
con media sanción.

A pesar de todas las tentativas efectuadas para acercar posiciones, se firmó dictamen sin
cambios con respecto a la media sanción otorgada por Diputados, desechando los acuerdos
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Comisión de Educación – Honorable Cámara de Diputados de la Nación 121
alcanzados. Este despacho fue aprobado por el bloque oficialista.

Finalmente, con estos antecedentes, el 20 de julio de 1995 se sancionó la Ley de Educación


Superior con la asistencia de muy pocos Senadores durante el debate y con la oposición parcial
de dos miembros del propio bloque justicialista.

Los puntos más cuestionados de la Ley 24.521 al momento de su sanción fueron:

- La norma legisla para todo el sistema de educación superior e incluye en el artículo 1º al


sector público y privado, colocándolos en pie de igualdad. Señala en el artículo siguiente al
Estado le cabe la responsabilidad indelegable en la prestación del servicio de carácter
público, lo que luego será contrarrestado con la "sugerencia" de arancelar la universidad
pública. También se introducen mecanismos de mercado en la distribución del aporte del
Estado al disponer que se efectuará teniendo "especialmente en cuenta indicadores de
eficiencia y equidad".

- En el enunciado de los objetivos de la educación superior, aparecen contradicciones. A la


vez que plantea la "formación de científicos, profesionales y técnicos caracterizados por su
sólida formación y por compromiso con la sociedad" y habla "de profundizar los procesos de
democratización en la Educación Superior, contribuir a la distribución equitativa del
conocimiento y asegurar la igualdad de oportunidades", la introducción del término equidad
debe entenderse en la lógica y alcance que le dan los organismos financieros
internacionales, así como los de diferenciación, diversificación, calidad, excelencia, etc. Lo
mismo sucede al incluir dentro de los objetivos el "propender a un aprovechamiento integral
de los recursos humanos y materiales asignados", siendo que el uso racional de los
recursos no debería entenderse como un fin en sí mismo, sino como un medio para
asegurar que se cumpla la misión de la universidad.

- La inclusión en el artículo 13 de la posibilidad de que los estudiantes obtengan "becas,


créditos y otras formas de apoyo económico y social", no se realiza con el ánimo de una
masificación del acceso a la educación superior, sino que se plantea como mecanismo
moderador del impacto de la implementación del arancel del grado, posibilidad habilitada
por el art. 59 que violenta claramente el principio de la educación entendida como derecho.

- En cuanto a la Educación Superior No Universitaria, el artículo 15 delega toda la


responsabilidad a las provincias y a la Ciudad de Buenos Aires, profundizando la
fragmentación del sistema y sin prever, al menos, algún mecanismo global y participativo
para la definición de la formación docente, mientras que la formación técnica se orienta
claramente a las necesidades de corto plazo del mercado laboral.

Las vulneraciones a la autonomía universitaria se plasman en varios artículos:

- El artículo 52 propone la existencia de órganos "colegiados" a cargo de dictar de


normativas generales, definición de políticas y de control de sus respectivos ámbitos y
"unipersonales" con funciones ejecutivas. Se procura de esta manera agilizar la introducción
de las nuevas reglas en la universidad, relativizando el peso de la comunidad educativa en
la toma de decisiones.

- En el artículo 50 se cae en un exceso de reglamentarismo fijando las condiciones que un


alumno debe tener para ser considerado parte del claustro. En la última parte de este
artículo, se asigna a las facultades con más de 50.000 estudiantes la potestad de resolver
sobre la admisión, permanencia y promoción de estudiantes; lo que de hecho habilita la
implementación de exámenes de ingresos por facultad, siendo que en el artículo 29 inciso j)
se había establecido como atribución de la universidad la admisión, permanencia y
promoción de los estudiantes. Esta disposición se plantea en realidad para resolver el
conflicto existente entre la Universidad de Buenos Aires y su propia Facultad de Medicina,
ya que esta última venía reclamando y finalmente logró implementar examen de ingreso y
cupos para el acceso a la carrera de medicina.

- La autonomía académica se ve limitada en los artículos 42 y 43 de la ley, ya que el


Ministerio de Educación se reserva la potestad de fijar la carga horaria mínima y se
establece que, cuando se trate de títulos correspondientes a profesiones cuyo ejercicio
pudiera comprometer el interés público poniendo en riesgo de modo directo la salud, la
seguridad, los derechos, los bienes o la formación de los habitantes, requerirá que se
respeten, además de la carga horaria fijada, los contenidos curriculares básicos y los
criterios sobre intensidad de la información práctica que establezca el Ministerio.

- La Comisión Nacional de Evaluación y Acreditación Universitaria, encargada de la


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evaluación externa, la aprobación del proyecto institucional de universidades privadas y la
acreditación de carreras de grado y posgrado, está compuesta por siete integrantes del
poder político sobre un total de doce, y apenas tres en representación de las Universidades
Nacionales.

- A la vez que centraliza el control, delega en las universidades la atribución de fijar su


régimen salarial y su administración de personal, desplazando al interior de cada
universidad el conflicto salarial, siendo que éstas no cuentan con la posibilidad de dar
respuesta a los reclamos y promoviendo de esta manera la fragmentación los salarios
docentes.

El hecho de que no se tuvieran en cuenta las modificaciones propuestas, surgidas de un


consenso amplio por parte de los principales interesados (los miembros de la comunidad
universitaria), y de que se aprobara el Proyecto en el Senado tal como salió de la Cámara de
Diputados, dio lugar a la existencia de una norma sin sustento real en el ámbito de su aplicación.
A pesar de la supuesta ambigüedad de la Ley en temas como el ingreso irrestricto y la gratuidad,
las Universidades que modificaron sus Estatutos consagrando los principios reformistas, no
lograron la aprobación de los mismos por parte del Ministerio de Cultura y Educación. Se
buscaba así la sanción de una ley que se convirtiera en herramienta del modelo neoliberal que
imperaba en los noventa. Esto explica que por primera vez en la historia se haya sancionado una
norma de vital importancia para la universidad sin la participación de sus protagonistas.

II. EL SISTEMA DE EDUCACIÓN SUPERIOR ARGENTINO

El sistema de educación superior en la Argentina se configura como un "conglomerado


institucional complejo y heterogéneo" (9) , conformado por unos 1.800 establecimientos de nivel
terciario no universitario, y 100 instituciones universitarias, que en su conjunto recibe a casi 2
millones de estudiantes.

Las instituciones universitarias oficialmente reconocidas en el país- configuran en su conjunto un


mapa cuyos rasgos más característicos son la complejidad, la diversidad y una heterogénea
multifuncionalidad, en el que coexisten universidades tradicionales y nuevas, públicas y privadas,
católicas y seculares, de elite y masivas, profesionalizantes y de investigación. (10)

En las últimas décadas, el sector universitario argentino experimentó una fuerte expansión. Se
crearon una decena de nuevas universidades nacionales y el número de universidades privadas
se duplicó. La matrícula universitaria de grado, que ascendía en 1986 a 581.813 estudiantes,
supera según los últimos datos oficiales disponibles (2004) el millón y medio de alumnos, de los
cuales el 85% se encuentra en el sector público.

La mayoría de los egresados del colegio secundario que deciden estudiar optan por la educación
universitaria. Entre la opción pública-privada el 85% concurre a las universidades públicas y el
15% a las privadas. Respecto de la educación superior no universitaria, también se mantiene la
preferencia de la mayoría de los alumnos por los institutos terciarios del sector público.

III. NECESIDAD DE UNA NUEVA LEY DE EDUCACIÓN SUPERIOR

1. La crisis de la Universidad Argentina

La universidad como tal, sus fines, su necesaria reforma, y su rol en la vida social, han venido
debatiéndose desde siempre. Así se ha hablado de la crisis de la universidad para referirse al
desajuste existente entre ella y su contenido histórico social. Realizar un análisis de nuestra
universidad requiere vincularla a la realidad del país.

Hoy vivimos las consecuencias de una profunda crisis económica, que se ha proyectado como
crisis social, política e institucional, y fundamentalmente como crisis de credibilidad y de
legitimidad de las instituciones, que actúa como una fuerza con sentido desintegrador de nuestra
sociedad. Y nuestra universidad es parte de esta realidad de crisis.

En los últimos 15 años Argentina fue uno de los países que menos inversión realizó en la
educación superior en general y en la educación universitaria en particular. El porcentaje que ha
invertido con respecto al PBI es menor que el de otros países de América Latina con menor
ingreso per capita como Chile, Brasil, Venezuela y México.

En cuanto a la inversión en investigación y desarrollo, según un informe internacional elaborado


hace un par de años por la Red de Indicadores de Ciencia y Tecnología Iberoamericana, la
Argentina invertía menos fondos (0,24% del PBI) que en la década del ochenta (0,37% del PBI),
en menor proporción que los vecinos Chile y Brasil y su inversión es 189 veces menor a la de los
CONSULTA HACIA UNA NUEVA LEY NACIONAL DE EDUCACIÓN SUPERIOR
Comisión de Educación – Honorable Cámara de Diputados de la Nación 123
Estados Unidos. Será necesario observar si algunas mejoras recientes se consolidan y fructifican
con el tiempo.

Si bien con la sanción de la Ley de Financiamiento Educativo a fines de 2005 se definió un


incremento paulatino de la inversión educativa, ratificado y levemente incrementado con la
sanción de la Ley de Educación Nacional aún estamos lejos de disponer de los recursos
necesarios para asegurar una adecuada expansión y consolidación del sistema universitario del
sector público y, cabe señalarlo, son muchos los años de desidia y desinversión que resulta
necesario revertir.

Desde el punto de vista educativo, los procesos de exclusión social que ya hemos descripto se
materializan en las altas tasas de deserción escolar que se registran en los niveles educativos
previos al superior: el 64% de los argentinos de entre 25 y 34 años no terminó el colegio
secundario y un 77% de jóvenes de entre 15 y 24 años no asiste más a la escuela,
encontrándose en situación de "riesgo educativo", es decir, no tienen posibilidades de
reinsertarse en el circuito educativo.

De esta forma, quienes están en condiciones de elegir una carrera entre las ofertas
institucionales del nivel superior pertenecen al sector que logró sobrevivir a la escuela
secundaria. Los pobres quedan excluidos así del sistema educativo antes de acceder y terminar
el nivel secundario.

Siguiendo a Boaventura de Sousa Santos (11) encontramos que la universidad afronta, en este
contexto de crisis generalizada, su propia crisis de legitimidad frente a la contradicción, por un
lado, de saberes especializados cada vez más complejos y cambiantes, y por otro, las exigencias
sociales y políticas de la democratización de la universidad y la reivindicación de la igualdad de
oportunidades de acceso a la educación superior. Asimismo, existe una crisis institucional,
porque la autonomía científica y pedagógica de la universidad se asienta en la dependencia
financiera del Estado. Esta dependencia no fue problemática mientras que la universidad y sus
servicios fueron entendidos inequívocamente como un bien público que, por lo tanto,
correspondía al Estado asegurar.

En los últimos treinta años, en la mayoría de los países de la región, la crisis institucional de la
universidad fue provocada o inducida por la pérdida de prioridad del bien público universitario en
las políticas públicas y el consiguiente desfinanciamiento y la descapitalización de las
universidades nacionales. Fue ante todo resultado de la pérdida general de las políticas sociales
(educación, salud, seguridad social) generada por el neoliberalismo, bajo la idea de que la
universidad pública es irreformable (así como lo es el Estado) y que la verdadera alternativa está
en la creación del mercado universitario. Con la transformación de la universidad en un servicio al
que se tiene acceso por vía del consumo, y por lo tanto mediante el pago, el derecho a la
educación sufrió una erosión radical.

La universidad pública -y el sistema educativo en su conjunto- estuvo siempre ligada a la


construcción del proyecto de Nación. La universidad no saldrá del túnel entre el pasado y el
futuro en que se encuentra si no se reconstruye el proyecto de nación. Esto es justamente lo que
está sucediendo en los países centrales: las universidades globales de Estados Unidos, Australia
y Nueva Zelanda actúan en el marco de proyectos nacionales que tienen al mundo como su
espacio de acción.

En este sentido, la redefinición de la enseñanza superior argentina debe venir de la mano de un


nuevo proyecto de país que se integre a los países de la región. Si queremos un país que
sustente su desarrollo en la industria y en la pequeña y mediana empresa de la ciudad y del
campo, debemos discutir qué profesionales necesitamos para ese modelo productivo.

Si el modelo de Nación no está claro, resulta comprensible que la educación navegue en un mar
de ambigüedades. Como carecemos de proyecto de país, no tenemos política educativa, o mejor
dicho, la que tenemos responde a un modelo de país que queremos superar.

En este contexto, la reforma de la Universidad debe apoyarse y legitimarse en distintas fuerzas


sociales. Los primeros protagonistas deben ser indudablemente la propia universidad pública y el
Estado Nacional. A ellos pueden sumarse los ciudadanos individual o colectivamente
organizados, grupos sociales, sindicatos, movimientos sociales, organizaciones no
gubernamentales y sus redes, gobiernos locales interesados en fomentar articulaciones
cooperativas entre la universidad y los intereses sociales que representan, y los sectores
productivos, prioritariamente la micro, pequeña y mediana empresa.

IV. UNIVERSIDAD Y SOCIEDAD

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Para revertir y evitar las transformaciones dominadas por la mercantilización es necesario
generar alternativas de investigación, de formación, de extensión y de organización que apunten
hacia la democratización del bien público universitario, es decir, que hagan posible la contribución
específica de la universidad en la definición y solución colectiva de los problemas sociales,
nacionales y globales.

Con la explosión de la matrícula hubo masificación en lugar de democratización y, en función del


deterioro del nivel de vida de la mayoría de la población, se produjo una fuerte estratificación de
la educación superior. Debe trabajarse conjunta y cooperativamente con los niveles anteriores del
sistema educativo para evitar que las limitaciones al acceso se encuentren antes del ingreso a la
universidad, y garantizar la gratuidad. A los estudiantes con menos recursos deben asignárseles
becas. Debe tenerse en cuenta no sólo la posibilidad de ingresar a la universidad, sino la de
permanecer y graduarse, ya que no se trata únicamente de garantizar el acceso sino también la
permanencia y el logro de los estudiantes provenientes de los sectores sociales menos
favorecidos.

El rol que cumpla la universidad para la cohesión social, la profundización de la democracia, la


disminución de los niveles exclusión, residirá en la acción que realice con las organizaciones y
movimientos sociales, comunidades locales y regionales, gobiernos locales, el sector público y el
sector privado. Además deberá considerarse a la sociedad en general como destinataria de la
"incubación" de la innovación, la promoción de la cultura científica y tecnológica, las actividades
culturales en el campo de las artes y la literatura, etc. Debe evitarse que la vinculación con el
medio sea fundamentalmente orientada hacia actividades rentables con la finalidad de recaudar
recursos extrapresupuestarios, y por lo tanto su objetivo prioritario, refrendado democráticamente
al interior de la universidad, debe ser el apoyo solidario para la resolución de los problemas
sociales.

En el plano de la investigación, puede reconquistarse legitimidad a través de la definición y


ejecución participativa de proyectos de investigación involucrando a las comunidades y a las
organizaciones sociales, articulando los intereses sociales con los intereses científicos. Los
talleres de ciencia creados a solicitud de ciudadanos o de grupos para el desarrollo de proyectos
que sean claramente de interés público promoverán la solidaridad en la formación de los
estudiantes y contribuirán a relacionar la universidad con la sociedad en la generación de
conocimiento científico. El papel de la universidad en la creación de polos tecnológicos que
articulen los centros de producción del conocimiento con los emprendedores privados y con las
agencias estatales resulta primordial para promover el desarrollo local y regional.

Asimismo, resulta imprescindible vincular la universidad con la educación básica y secundaria,


considerando tres aspectos: la producción y difusión del saber pedagógico, la investigación
educativa y la formación de los docentes de la escuela pública.

La articulación al interior del sistema universitario también resulta de vital importancia para
compartir recursos y equipamientos, generar la movilidad de docentes y estudiantes entre
instituciones y tender a una compatibilización mínima de los planes de estudio, sin eliminar las
especificidades necesarias para responder al contexto local o regional ni desconocer la
autonomía académica.

V. NUESTRA PROPUESTA

Siguiendo estos lineamientos, hemos estructurado nuestra propuesta en cinco títulos, además de
un sexto título para disposiciones transitorias.

1. Lineamientos comunes a todo el sistema de educación superior (Título I)

En el Título I se establece el alcance de la ley, fijándose las funciones y orientaciones básicas


que deben respetar todas las instituciones del sistema, reafirmando el carácter público de la
educación en este nivel y la responsabilidad que cabe al Estado en la garantía de igualdad de
oportunidades. Esta igualdad se entiende tanto en lo que respecta al financiamiento de las
instituciones públicas como en el control de las privadas, e incluye además la coordinación que
tienda a revertir la fragmentación existente y promueva niveles homogéneos de calidad.

2. Universidades nacionales (Título II)

Entendemos que las universidades nacionales constituyen la columna vertebral del sistema de
educación superior, no sólo por el peso proporcional que tienen respecto del número de alumnos,
cantidad y variedad de carreras y actividades de investigación que albergan, sino que por ser
estatales corresponde que sean ellas quienes jueguen el papel fundamental en garantizar que se

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haga efectivo el derecho a la educación en este nivel.

Misión y funciones de la Universidad

En el Capítulo 1 se define a las universidades nacionales como instituciones educacionales,


científicas y culturales, aludiendo a las tres funciones básicas que mencionara Ortega y Gasset
en su clásico libro "Misión de la universidad": transmisión de la cultura; enseñanza de las
profesiones; investigación científica y educación de nuevos científicos; además de su función
social.

Por eso señalamos que la misión "fundamental" es la formación integral de quienes estudian en
ella, teniendo en cuenta que sólo estaremos ante una universidad cuando se de cumplimiento a
la totalidad de sus funciones con la adecuada jerarquización de la función de docencia o
enseñanza.

Por formación integral referimos a lo que ya señalara Paulo Freire (12) advirtiendo sobre el
peligro de la excesiva especialización, proponiendo una "educación técnica y específica que no
oblitere la visión total del hombre. Educación que dé la visión general de un mundo, que siendo
más que "fórmulas" no se reduzca simplemente a ellas".

En igual sentido lo expresaba José Ingenieros (13) : "La Universidad debe ser una entidad viva,
pensante, actuante, capaz de imprimir un ritmo homogéneo a la enseñanza de todas sus
escuelas. Las facultades autónomas tienden a formar especialistas, sin preocuparse de formar
hombres, esta última tarea debe incumbir a la Universidad y es la razón que justifica su
existencia (...) La especialización directa, sin una base previa de cultura general es contraria al
desenvolvimiento de la personalidad. Los especialistas son amanuenses perfeccionados, ruedas
de un vasto engranaje, piezas de un mosaico; pueden ser utilísimos al servicio de otros sin tener
conciencia de la obra a que contribuyen con su esfuerzo".

En un mundo de cambios vertiginosos en el plano de la ciencia y las profesiones, una ancha


base general y flexible permite adaptarse, insertarse y ser partícipe de esos cambios.

En este mismo capítulo se establecen los principios que deben guiar a las universidades
nacionales en el desarrollo de sus funciones: la gratuidad, la autonomía, la calidad académica y
científica, la igualdad de oportunidades, la articulación con los demás niveles educativos y al
interior del nivel superior, la vinculación con el medio, la formación integral.

Autonomía y Cogobierno.

El concepto de autonomía encuentra su fundamento en la posibilidad de autodeterminarse, en la


capacidad para darse sus propias normas sin interferencia de terceros: en esto radica la
etimología de autónomos. En la reforma constitucional de 1994 se estableció claramente
autonomía y autarquía de las universidades nacionales. Al respecto Bidart Campos sostiene que
"la autonomía de las universidades nacionales tiene, automática y directamente por imperio de la
cláusula constitucional, el efecto de erigirlas y reconocerlas como personas jurídicas de derecho
público no estatales lo que, entre otras consecuencias, surte la de colocarlas al margen de toda
clase de intervención respecto del Estado, como no sea en lo que pueda tener vinculación con
los recursos que el Estado les depara a través del presupuesto". (14)

En este sentido la autonomía debe ser entendida como la plena capacidad de éstas para
determinar sus propios órganos de gobierno, elegir a sus autoridades, ejercer las funciones de
docencia, investigación y extensión; y las actividades administrativas y de gestión que en su
consecuencia se desarrollen; sin ninguna clase de intervención u obstrucción del Poder
Ejecutivo, y solamente revisables (en caso de arbitrariedad) por el Poder Judicial.

Esta autonomía es un instrumento de protección de la actividad universitaria, un medio valioso y


necesario para el desenvolvimiento de sus objetivos, pero que no significa una segregación del
resto de la comunidad ni un apartamiento de los fines supremos del Estado. La autonomía pone
a la universidad al amparo de los vaivenes políticos y de los intereses económicos sectoriales.

La Declaración de la Conferencia Regional de la Educación Superior en América Latina y el


Caribe celebrada entre 4 y el 6 de junio de 2008, en la ciudad de Cartagena de Indias, Colombia,
bajo los auspicios del Instituto Internacional de la UNESCO para la Educación Superior en
América Latina y el Caribe (UNESCO- IESALC) señaló que:

Las respuestas de la Educación Superior a las demandas de la sociedad han de basarse en la


capacidad reflexiva, rigurosa y crítica de la comunidad universitaria al definir sus finalidades y
asumir sus compromisos. Es ineludible la libertad académica para poder determinar sus
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prioridades y tomar sus decisiones según los valores públicos que fundamentan la ciencia y el
bienestar social. La autonomía es un derecho y una condición necesaria para el trabajo
académico con libertad, y a su vez una enorme responsabilidad para cumplir su misión con
calidad, pertinencia, eficiencia y transparencia de cara a los retos y desafíos de la sociedad.
Comprende asimismo la rendición social de cuentas. La autonomía implica un compromiso social
y ambos deben necesariamente ir de la mano. La participación de las comunidades académicas
en la gestión y, en especial, la participación de los estudiantes resultan indispensables.

En consecuencia, en el Capítulo 2 se consagra la autonomía y autarquía de las universidades


nacionales, ratificando lo dispuesto por la Constitución Nacional, se establece la creación por ley
nacional -siendo necesario para ello un informe favorable previo del Consejo Interuniversitario
Nacional- y se garantiza la inviolabilidad de los recintos universitarios.

El cogobierno es el correlato de la autonomía, por ello en el Capítulo 3 se establecen normas


generales para la forma de gobierno, dejando librado a los respectivos estatutos la determinación
del régimen electoral, duración de los mandatos, metodología de elección, etc. La única pauta
que se establece es la composición cuatripartita del cogobierno, preservando la igualdad de
miembros entre estudiantes y docentes en los cuerpos colegiados, entendiendo que quienes son
principales protagonistas de la vida universitaria deben tener una participación en las decisiones
representativa de su importancia para la vida institucional.

Asimismo se prevé la creación de un consejo social asesor, para favorecer el trabajo conjunto
con la comunidad en la búsqueda de soluciones a los problemas que la afectan.

Gratuidad e ingreso directo: la educación superior como derecho

Si hay un factor que ha contribuido a la movilidad social en nuestro país y ha generado una
sociedad con preponderancia de los sectores medios como signo distintivo en el marco de
América Latina, ha sido el sistema de educación común, gratuita, obligatoria y laica que se
estableciera con la Ley 1.420. Esta norma permitió con su vigencia durante más de cien años
que -a pesar del retroceso en aspectos institucionales, económicos y sociales que ha
experimentado nuestro país- todavía el nivel educativo de nuestro pueblo se encuentre entre los
más altos de la región.

La concepción de la igualdad que tuvieron los hombres más generosos en la construcción de la


Nación se tradujo en la implantación en nuestro país de las ideas más avanzadas de la época.
Entre ellos, sobresale el ejemplo de Manuel Belgrano y Domigo F. Sarmiento. Belgrano recibió el
influjo de los grandes pensadores y estadistas del reformismo español de fines del siglo XVIII. En
su crítica a la educación colonial, sostenía que no era posible inculcar en los hombres el amor al
trabajo y a las costumbres arregladas y honradas si no había una enseñanza apta y "si la
ignorancia va pasando de generación en generación con mayores aumentos". Concebía a la
escuela como un instrumento de desarrollo social mediante la preparación para el trabajo y la
acción concreta, pues siendo la miseria la fuente de todos los vicios, la educación se erigía como
el medio capaz de conjurarlos. En el ocaso colonial Belgrano señaló la necesidad de renovar la
educación pública, dotándola de un espíritu científico, contrapuesto al formalismo escolástico
dominante. Alentador de la educación de la mujer en una época en que esa idea era rechazada,
y de todas las formas de educación práctica, sentó su optimismo pedagógico en la Memoria del
Consulado de 1796, al decir que "la educación es el principio de donde resultan ya los bienes y
los males de la sociedad".

Domingo Faustino Sarmiento publicó en 1849 el libro "De la educación popular", que encierra una
doctrina y una práctica de la educación del pueblo. Su campaña pedagógica que se había
iniciado antes se vigorizó con este libro y se sometió a un pensamiento orgánico. Sarmiento
había elaborado para sí mismo una pedagogía de acción derivada de una pedagogía política,
cuyas fuentes ideológicas se encuentran en las doctrinas del iluminismo francés, sobre todo en lo
que se refiere al poder renovador de la educación y al deber del Estado de asegurar un régimen
de instrucción común que aumentase la ilustración general, suprimiese las desigualdades y
facilitase la educación profesional así como la de la mujer. Es distintiva de Sarmiento, por la
fuerza de su prédica en medio de la indiferencia y la inercia general, la concepción de la escuela
primaria como el órgano supremo de la educación nacional. Tenía fe ciega en el prolongado
poder individual y social de la educación a cargo de la escuela común: lejos de servir para obligar
a cada uno a perpetuarse en el seno de la clase o grupo social en que ha nacido, la escuela es el
ámbito donde se encuentran y conviven sin reservas los hijos de familias pobres y los de familias
pudientes. Aseguró entre nosotros la implantación de la escuela única, no alcanzada plenamente
aún en las +naciones más adelantadas de Europa, y por la cual se facilitó el acceso a los demás
grados y ramas de la enseñanza a los sectores mas relegados, sin discriminaciones previas.

Aplicada al nivel superior, esta concepción implica la efectiva vigencia de dos principios que
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fueran desvirtuados en la Ley 24.521, y que establecemos expresamente en el Capítulo 4: el
ingreso directo y la gratuidad del nivel de grado, como las dos premisas fundamentales para
garantizar la igualdad de oportunidades en el acceso y permanencia.

En los fundamentos de su proyecto de régimen legal para las universidades nacionales del año
1988, Guillermo Estévez Boero lo planteaba con claridad y contundencia: "El imperativo del
sistema democrático no es seleccionar a los mejores, descartando al resto, para desarrollar sólo
las aptitudes de los más dotados, sino permitir el despliegue del potencial de cada miembro de la
comunidad. A la política mezquina y malthusiana en materia de ingreso se opone así la
concepción generosa y superadora que concibe a la educación como un gran servicio público
administrado democráticamente."

Esta democratización del acceso y permanencia no debe contraponerse en una falsa dicotomía
con el logro de altos niveles de calidad en la formación, ambos objetivos deben alcanzarse
simultáneamente a través del adecuado financiamiento por parte del Estado y una correcta
organización pedagógica e institucional de las universidades.

En el mismo sentido se enmarcan las disposiciones del Capítulo 12, donde se plantean
mecanismos concretos para promover la disminución de la deserción a través de la orientación
vocacional, así como cuestiones relativas al bienestar de los estudiantes en materia de salud,
alimentación, vivienda, etc.

Cabe recordar lo señalado por la mencionada Declaración de la Conferencia Regional de la


Educación Superior en América Latina y el Caribe realizada en el año 2008: "La Educación
Superior es un bien público social, un derecho humano y universal y un deber del Estado. Ésta es
la convicción y la base para el papel estratégico que debe jugar en los procesos de desarrollo
sustentable de los países de la región". Esta idea central se reafirma en la Declaración cuando se
destaca que:

"En América Latina y el Caribe, particularmente, se necesita una educación que contribuya
eficazmente a la convivencia democrática, a la tolerancia y a promover un espíritu de solidaridad
y de cooperación; que construya la identidad continental; que genere oportunidades para quienes
hoy no las tienen y que contribuya, con la creación del conocimiento, a la trasformación social y
productiva de nuestras sociedades. En un continente con países que vienen saliendo de la
terrible crisis democrática que provocaron las dictaduras y que ostenta la penosa circunstancia
de tener las mayores desigualdades sociales del Planeta, los recursos humanos y el
conocimiento serán la principal riqueza de todas cuantas disponemos".

La educación universitaria es un derecho pero, además, en el contexto contemporáneo de


América Latina una necesidad ya que resulta imprescindible para la construcción de un futuro
mejor y más justo para todos.

Comunidad universitaria

En los Capítulos 5 a 8 se establecen disposiciones referidas los cuatro claustros de la vida


universitaria.

Se fija el régimen de concurso público para acceso a la docencia y la evaluación periódica del
desempeño docente de acuerdo a la modalidad que adopte el respectivo estatuto, exigiendo
únicamente que dicha evaluación no se consista en un mecanismo formal y burocrático, y
previendo en todos los casos la participación estudiantil en los jurados.

Se establece asimismo para los no docentes el acceso por concurso y la implementación de los
medios que permitan la continuación de los estudios secundarios o universitarios.

Para los estudiantes se reconoce el derecho a la agremiación y se plantea la necesidad de que


cada universidad cuente con mecanismos de vinculación con los graduados.

Enseñanza, Investigación, Extensión

La investigación y la enseñanza universitarias no son actividades aisladas o diferenciadas de un


modo excluyente.

Historias de prácticas y tradiciones las han separado de un modo irreconocible; las reformas
neoliberales de los noventa han aumentado el distanciamiento tanto en el plano empírico como
en el del reconocimiento simbólico. Si el principal objetivo debe ser la formación científica y el
desarrollo y potenciación de una mentalidad creativa en docentes y estudiantes, las diferentes
actividades universitarias - enseñanza, investigación, extensión y asistencia- no pueden

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concebirse como compartimientos independientes. Así como existen universidades que producen
conocimientos, hay otras en que ese mismo conocimiento es transmitido, siendo ésta la única
actividad que confiere identidad a esas casas de estudio. En las primeras encontramos no sólo
aulas sino laboratorios y talleres, ámbitos en los que se promueve la realización de postgrados,
utilización de currículas flexibles y trabajos fundados en investigaciones interdisciplinarias.

La velocidad actual en que se generan los conocimientos y tecnologías es más rápida que la de
difusión, por lo que su asimilación ha dejado de ser una solución realista al desarrollo, salvo que
incorpore en su base un importante componente de investigación científica. La investigación no
tiene como único objetivo la generación de nuevos conocimientos sino que, al mismo tiempo, es
un medio para mejorar la calidad de enseñanza, contribuyendo a la formación de docentes y a la
formación metodológica del estudiante.

Actualmente es necesaria la capacidad de desarrollar nuevos conocimientos, recombinando los


ya existentes y generando propuestas de innovación derivadas de los problema localmente
contextualizados. Durante mucho tiempo la velocidad de desarrollo de las sociedades históricas
se vinculó con su grado de alfabetización básica. Hoy, la velocidad de desarrollo se vincula
directamente con el acceso universal a los procedimientos de investigación científica articulados
con las demandas locales, nacionales y regionales de resolución productiva de problemas.

Los estudiantes universitarios necesitan aprender a descubrir, apropiarse y utilizar un


conocimiento que puede haber sido producido en cualquier parte del mundo y recombinarlo con
otros, para responder a nuevas preguntas y problemas. La Universidad pública, del mismo modo
que ya aconteció con la escuela primaria ante la circulación de información e imágenes
provenientes de los medios masivos de comunicación electrónica, debe ampliar la visión del
papel que juega en la producción del conocimiento, desde la de ser un proveedor único hasta la
de convertirse en un primero entre pares, o socio privilegiado en contextos locales y globales.

La política de innovación, como espacio propio de investigación y desarrollo (I+D), se alcanza


promoviendo la experimentación y la creatividad - tanto en los sistemas como en los sujetos y las
instituciones- y facilitando el surgimiento de ambientes abiertos para la interacción y el libre
intercambio.

En este sentido, resulta crucial articular y potenciar los recursos existentes en los organismos de
ciencia y técnica y en los organismos públicos en general a través del desarrollo de una
Estrategia de Desarrollo de la Investigación Científica y Tecnológica en las Universidades
Nacionales que asegure la expansión, consolidación y financiamiento tanto de las formas de
financiamiento que operan en la lógica autónoma tradicional de las universidades nacionales
como aquellas que privilegian formas de investigación dirigida a partir de la definición de
prioridades definidas por el Estado en función de las necesidades de la sociedad.

Se trata de construir un equilibrio en el que la comunidad científica no pierda el control de la


agenda de investigación científica que se encuentra enraizada en lo mejor de sus tradiciones
académicas, que la apertura al exterior no se reduzca a la apertura al mercado y que las
agencias públicas de financiamiento contribuyan al desarrollo de líneas de investigación por parte
de la comunidad universitaria en relación con intereses sociales relevantes.

En consecuencia, se procura articular las tres funciones básicas de la universidad, planteando la


plena autonomía en la definición de los contenidos curriculares, la coordinación de la
investigación a nivel nacional y local, la inclusión de jóvenes docentes y estudiantes en los
proyectos, así como la necesidad de que sus resultados se vuelquen en los contenidos del grado
y posgrado, planteando por último distintas modalidades que puede adoptar la vinculación con el
medio social.

Financiamiento estatal

Reiteramos aquí la importancia de que se incremente la participación porcentual del Presupuesto


de las universidades nacionales en el Producto Bruto Interno, objetivo planteado en la Ley de
Financiamiento Educativo Nº 26.075 del año pasado, pero que ya anteriormente se había
expresado como meta a lograr en la Ley Federal de Educación Nº 24.195 (sancionada en el año
1993). Los datos oficiales (15) , indican que en la última década dicha proporción no sólo no ha
aumentado sino que, en algunos años, ha disminuido significativamente.

Pese a los incrementos nominales del presupuesto, no ha existido una mejora en la participación
respecto del total del PBI, que no sólo es inferior a la que ostentan los países más avanzados
(Estados Unidos 2,8%, Canadá 2,7%, Suecia 2,3%, Dinamarca 2,2%, Holanda y Reino Unido:
1,8%,) sino que se encuentra por debajo de Brasil y Uruguay (0,8% y 0,6% respectivamente).

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Pese al esfuerzo por incrementar los ingresos provenientes de recursos propios de las
universidades, el financiamiento estatal representa el 97% de los fondos con que cuentan.

Además debe contemplarse que, en promedio, cerca del 75% del presupuesto se consume en el
pago de personal (en las universidades tradicionales que atienden mayor número de alumnos
generalmente este porcentaje se eleva). En lo que hace a la distribución de los cargos docentes
por su dedicación, tampoco ha existido recomposición a favor de las mayores dedicaciones ya
que en el año 2000 se contaba con un 14% de exclusivas, 23% semiexclusivas y 62% simples, y
en el año 2004 los porcentajes fueron: 13%, 22% y 63% respectivamente, llegando al 2% otros
tipos de contratos.

En cuanto al apoyo económico a los alumnos, el Programa Nacional de Becas Universitarias


destinó en el año 2004 unos 12 millones de pesos y abarcó a 4.750 alumnos (otorgando a cada
uno $ 2.500 anuales en cuotas mensuales), lo cual resulta irrisorio si se contrasta con la
estimación de que un 18% del estudiantado proviene de hogares que no llegan a cubrir la
canasta básica de bienes y servicios necesarios para vivir, es decir, unos 200.000 alumnos. Es
imprescindible destinar mayores fondos a becas para hacer cumplir el principio constitucional de
gratuidad y equidad en la educación.

Respecto de esta disposición, consideramos que un "principio" es algo básico, fundamental,


inmodificable. Es una proposición general, de la que se derivan y a la que se subordinan otras
secundarias. Por lo tanto, cuando se dice que la gratuidad es un principio, no puede haber lugar
a dudas ni a dobles interpretaciones, por más que se acompañe el principio de gratuidad con el
de equidad. La equidad no sólo no disminuye la vigencia del principio de gratuidad sino que lo
fortalece y la verdadera interpretación debe ser en el sentido de que gratuidad más equidad es
igual a gratuidad para todos, más becas para los que aún con la enseñanza gratuita no pueden
acceder a los distintos niveles educativos por problemas económicos.

No se admite de ninguna manera la posibilidad de que gratuidad más equidad pueda ser
interpretado como arancelamiento para el que pueda pagar. Si la equidad es la manifestación del
sentido de lo justo, y de lo que se trata es de promover la igualdad de oportunidades y
posibilidades, la verdadera justicia pasa por hacer realidad esa igualdad. La gratuidad es una
herramienta para que la igualdad se cumpla. Y si con la gratuidad no alcanza debemos
completarla con la equidad, lo que significa que a nadie debe quedar vedada la posibilidad del
ingreso a cualquier nivel de la educación por razones económicas.

Consecuentemente, este proyecto establece la responsabilidad indelegable del Estado en el


financiamiento, debiendo garantizarse un piso presupuestario para las universidades nacionales
equivalente como mínimo al 2% del PBI y crea un fondo especial para la inversión en
infraestructura y equipamiento constituido por el 10% de los excedentes de la recaudación fiscal
de cada año, administrado por el Ministerio de Educación Ciencia y Tecnología y sometido a
control por parte de una comisión ad-hoc integrada por diversos sectores representativos de la
vida política y académica.

Finalmente, ante la necesidad de rendir cuentas ante la comunidad por la administración de los
fondos públicos, se ordena la existencia de un órgano de control interno y se instituye como
órgano de control externo la Auditoría

General de la Nación, atendiendo al carácter autónomo y autárquico que poseen las


universidades.

3. Universidades Privadas (Título III)

El Estado debe asegurar que la provisión de un bien público como la educación superior pueda
ser producido por las entidades privadas respetando niveles de calidad adecuados.

El sector privado es muy heterogéneo y está internamente muy diferenciado: algunas


instituciones son muy antiguas, mientras otras, la gran mayoría, ha surgido en las dos últimas
décadas. Los objetivos de dichas instituciones son diversos. Los niveles de calidad, también.

En los países de la región, el desarrollo del sector privado se asentó en tres decisiones políticas:
el estancamiento de la expansión del sector público a través de la crisis financiera; el deterioro de
los salarios de los profesores universitarios que indujo a la búsqueda de empleo parcial en el
sector privado; una laxitud en la regulación del sector privado, que le permitió desarrollarse con
un mínimo de restricciones. De este modo, el sector privado se ahorró la formación de sus
propios cuadros académicos, aprovechando todo el conocimiento y la formación producidos por
la universidad pública. Esto significó una transferencia masiva de recursos.

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El tratamiento preferencial que se debe dar a la universidad pública no se apoya solamente en el
hecho de que realiza funciones de interés público que, por definición, no pueden ser realizadas
en el mercado de diplomas universitarios; sino en la necesidad de corregir algunos defectos de la
competencia y de la apropiación de recursos a la que se ha visto sometida en los últimos veinte
años.

Compete al Estado fomentar la universidad pública; por ello la relación con la universidad privada
debe ser cualitativamente diferente: una relación de regulación y fiscalización. La regulación debe
ser tanto directa como indirecta. Indirecta, con la expansión y cualificación de la universidad
pública. Directa, con la existencia de condiciones de autorización y acreditación que garanticen
estándares mínimos de calidad en la oferta académica privada.

Por ello es que en el Título III se dispone que su creación se realiza por decreto del Poder
Ejecutivo, previo informe de la Comisión de Seguimiento del Sistema de Educación Superior, se
establece la necesidad de que los programas y planes de las carreras de grado acrediten ante
dicha Comisión y cuenten con la aprobación del Ministerio de Educación, Ciencia y Tecnología
para que los respectivos diplomas sean habilitantes. Por último, se excluye la posibilidad de que
puedan contar con exenciones impositivas y previsionales, o con subsidios del Estado Nacional.

4. Órganos de coordinación y seguimiento del sistema de educación superior (Título IV)

En nuestra propuesta planteamos la existencia del Consejo Interuniversitario Nacional (Rectores


y Presidentes de universidades nacionales) y del Consejo de Rectores de Universidades
Privadas (Rectores y Presidentes de universidades privadas), e introducimos un nuevo órgano: la
Comisión de Seguimiento del Sistema de Educación Superior, integrada por representantes del
CIN (la mitad de sus miembros), del CRUP, del Ministerio de Educación, Ciencia y Tecnología, de
cada cámara del Congreso Nacional, de la FUA y del gremio docente (de estos seis últimos, un
miembro en representación de cada organismo). Con esta composición se intenta dar
preeminencia al perfil académico que debe poseer el órgano que tenga a su cargo la evaluación
del sistema en su conjunto y de cada institución en particular.

Destacamos entre sus funciones la de acompañamiento para el mejoramiento de la calidad, la de


articulación entre las distintas instituciones que integran el sistema, así como con los niveles
anteriores y con el sistema científico nacional.

Se le encomienda además la creación de un Centro de Estudios sobre la Educación Superior


como instancia imprescindible para promover el análisis y reflexión permanente sobre este
campo.

5. Seguimiento en el cumplimiento de las funciones: evaluación de la calidad (Título V)

La misión de la universidad es esencialmente la función de formar. Esta formación profesional


sólo puede lograrse en un medio donde la ciencia sea un acto vivo y los estudiantes se
relacionen con el conocimiento como producto de una construcción en la que pueden participar
activamente. (16)

Por lo tanto, el nivel de formación disciplinar, pedagógica y en investigación de los docentes será
el factor determinante para que este proceso pueda ser llevado a cabo con éxito.

De acuerdo con Guy Neave, teniendo en cuenta la escasa posibilidad de ascenso en la carrera
docente y el poder determinante del sector privado, que puede vencer a la universidad cada vez
que compite con ella por profesionales altamente calificados y bien formados, quizás esta sea la
cuestión de la calidad más importante de las primeras décadas del siglo XXI, porque, sin
adecuado personal académico, no habrá ninguna calidad para juzgar, sólo expertos en calidad
que evalúan lo que ellos mismos rara vez enseñan. Asociado al concepto de carrera académica,
cobra gran significación un adecuado sistema de evaluación que asegure la calidad y posibilite la
promoción dentro de esa carrera académica. (17)

Respecto a la posibilidad de obtener información sobre la eficiencia y calidad de las instituciones


universitarias, existen en el mundo dos tendencias: una de ellas enfatiza el planeamiento y un
marcado control por parte del Estado, efectuado mediante la aplicación de un complejo sistema
de normas y de procesos de evaluaciones externas. Si los resultados no satisfacen a las
autoridades centrales, éstas ordenan reducciones y redistribuciones presupuestarias. La otra
estrategia está encaminada a fortalecer la autonomía y la autorresponsabilidad universitaria,
como una condición importante para obtener mejores resultados en la calidad universitaria.
Demás está decir que la Argentina ha cosechado tres premios Nobel, siendo fiel al segundo
modelo de estrategia autorresponsable. Nuestras universidades han formado profesionales y
científicos reconocidos a nivel internacional mucho antes de que se crearan los actuales
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mecanismos de evaluación y acreditación o siquiera se pensara en su existencia.

En este marco es que proponemos instancias de autoevaluación, entendiendo que es posible y


necesario abordar la autoevaluación institucional más que como una reacción a problemas
puntuales o actividad esporádica planteada por alguna gestión, como una tarea continua,
íntimamente ligada a la acción y a la reflexión constante sobre el sentido de los propósitos y de
las estrategias que se emplean para concretarlos.

Si se considera la evaluación desde una perspectiva sustantiva, esto implica concebir a la


educación como un proceso, reconociendo la dimensión cualitativa de ese proceso que
fundamentalmente produce bienes simbólicos, no tangibles, por lo tanto no medibles. Se
considera que la tarea de la evaluación consiste en aportar elementos para que los actores de la
educación tengan condiciones para mejorar ese proceso, es por tanto un acto con y desde los
actores. (18)

El proceso de cambio en la docencia implica generar programas de formación-evaluación en los


que se acompañe al docente en su trabajo cotidiano, estos programas implican años de trabajo
conjunto, su finalidad no es clasificarlos ni otorgarles un estímulo económico, sino mejorar el
desempeño del trabajo en el aula. Por eso es que como primera medida consideramos que debe
garantizarse a los docentes el acceso a los cursos de posgrado, de manera de promover la
igualdad de oportunidades en la formación y, teniendo en cuenta el magro salario que perciben,
contribuir a que luego no sean castigados por no haber realizado una capacitación de la que el
propio sistema los excluye.

En materia de evaluación externa y acreditación, consideradas en un contexto más abarcador,


las críticas al modelo de evaluación propuesto por la Ley 24.521 se inscriben en la visión de que
en ella está ausente un modelo de desarrollo que responda a las necesidades reales de la
población y que valorice el uso social del conocimiento. La evaluación académica sirve hoy para
clasificar docentes de acuerdo con ciertos tipos de desempeños formales; planes de estudio,
instituciones y profesionales, por medio de programas de certificación y acreditación que
reproducen viejos esquemas ya superados en otros países (número de doctores, número de
publicaciones, número de libros en la biblioteca, etc) para determinar el valor de un programa
educativo. La lógica del modelo educativo es evaluar pero no existe una discusión a fondo sobre
el sentido de la evaluación, se asume que se evalúa para mejorar el sistema, cuando en realidad
la evaluación sólo da cuenta de una medición arbitraria de elementos formales del sistema
educativo.

La agenda pendiente implica la construcción de otro paradigma, centrado en una concepción


formativa de la evaluación, enfocada hacia la mejora in situ de la tarea educativa, no que juzgue
o califique sus resultados cuando el proceso ya ha concluido y esos resultados no pueden
modificarse o que se encuentre ligada a intereses y procedimientos de financiamiento. Por el
contrario, debe detectar las dificultades y carencias del trabajo educativo en el propio proceso, de
manera que la mejora y modificación se den antes de que termine la tarea educacional.

Por eso la evaluación formativa busca generar determinados procesos de participación y una
práctica de la evaluación donde la comunidad universitaria sea la principal destinataria de los
resultados. Debemos tener en cuenta que es imposible simplificar el modelo institucional sin
destruir la naturaleza de la misión, desvirtuar el sentido de su estructura interna y desconocer la
verdadera naturaleza del impacto de su actividad. La evaluación y los evaluadores siempre
tienen que unir a su capacidad para producir juicios de valor la conciencia de los límites que
impone la modestia del científico con referencia a los límites y la provisionalidad de sus
conclusiones. La modestia debe ser aún mayor cuando el objeto evaluado es tan difícil de
modelizar como lo es la institución universitaria por su propia naturaleza, el carácter de sus
actividades y la multiplicidad de los intereses que atiende. (19)

Para evitar la burocratización y la ritualización hay que echar a andar mecanismos de evaluación
de la evaluación.

La unidad o agencia que se ocupe de esta tarea tiene que tener fuerte visibilidad y aceptación ya
que sus juicios deben contar no sólo con legitimación formal sino también con la confianza de la
sociedad respecto de su validez.

Por ello es que proponemos que las funciones actualmente asignadas a la C.O.N.E.A.U. se
radiquen en la Comisión de Seguimiento del Sistema de Educación Superior, en la cual se prevé
un peso preponderante de los rectores de Universidades Nacionales y se asegura la participación
de los representantes estudiantiles y docentes. Se establece asimismo el acompañamiento
externo para garantizar el cumplimiento de los objetivos institucionales planteados dentro del
marco de la plena autonomía institucional, se prescribe que toda recomendación de mejora a las
CONSULTA HACIA UNA NUEVA LEY NACIONAL DE EDUCACIÓN SUPERIOR
Comisión de Educación – Honorable Cámara de Diputados de la Nación 132
universidades nacionales deba concomitantemente prever el otorgamiento de los recursos
necesarios para implementarla, se obliga a las universidades privadas a acreditar las carreras de
grado y posgrado, en tanto que las universidades nacionales, sujetas al control estatal, otorgan
títulos habilitantes sin necesidad de someterse a procesos de acreditación.

6. Educación superior no universitaria (Título VI)

Producto de la transferencia de los establecimientos educativos del ámbito nacional hacia las
provincias y la ciudad de Buenos Aires, existe en la actualidad una fuerte fragmentación con
realidades disímiles en todo el país. En consecuencia, en nuestra propuesta planteamos algunos
lineamientos generales con la intención de contribuir a su rearticulación planteando la definición
de parámetros comunes en el marco del Consejo Federal de Cultura y Educación.

Asimismo se establece la necesidad de que entre las formas institucionales que se adopten se
contemplen aquellas que permitan un mayor protagonismo de los jóvenes, una creciente
autonomía en la planificación de sus estudios y su participación activa en la democratización
institucional conjuntamente con el cuerpo docente.

V. CONCLUSIONES

En síntesis, entendemos que uno de los puntos fundamentales para contar con una educación
superior de calidad consiste en el correcto financiamiento del sistema, esto implica no considerar
a la educación superior como un privilegio, sino primero como un derecho, y segundo como una
necesidad.

En el mundo de hoy el conocimiento es la verdadera ventaja comparativa de las naciones y de


las regiones, por eso consideramos imprescindible que el país apueste al conocimiento y por lo
tanto invierta en educación.

En segundo lugar, consideramos que la gratuidad y el no limitacionismo en el acceso son los


únicos mecanismos que pueden contribuir a una verdadera democratización de la educación
superior y una efectiva igualdad de oportunidades, permitiendo que el mayor número acceda al
nivel y que puedan desarrollarse las mejores capacidades de todos, no solamente las de algunos
pocos.

Esto implica buscar nuevas y mejores formas para cumplir la misión de la universidad. El
desarrollo armonioso de la docencia, la investigación y la extensión constituye una difícil tarea en
este contexto de escasos fondos y de alta diversificación y competitividad dentro del sistema.

Para afrontar exitosamente este desafío, es necesario repensar la institución universitaria,


abrevando con creatividad en su capacidad para sobreponerse a las innumerables
transformaciones sociales a las que se ha visto sometida desde su origen, hace casi mil años. La
universidad del futuro será probablemente distinta, pero no menos necesaria de lo que fue en
siglos anteriores: seguirá siendo la institución que liga el presente con el mediano y largo plazo
por los conocimientos que genera, por la formación que produce y por constituir un espacio
público privilegiado para la discusión abierta y crítica.

El presente proyecto reproduce el presentado por la Diputada Silvia Augsburger (MC), en 2007
(Nº de Expte. 5725-D-2007) y en 2009 (Nº de Expte. 342-D-2009), y que a su vez se inspiraba y
reproducía, en la mayor parte de su contenido, el proyecto presentado por el Senador Rubén
Giustiniani a principios de 2006. En relación con este último, hemos realizado algunas
modificaciones resultantes, por un lado, del cambio de escenario generado por la sanción de la
Ley de Educación Nacional y, por el otro, de algunas reflexiones realizadas al calor de debates
recientes.

Ponemos en consideración de esta Honorable Cámara nuestro proyecto de Ley para la


Educación Superior Argentina, sabiendo que el instrumento legal no puede brindar respuesta a
todos los cambios que deberán emprenderse, pero representa un primer paso en este debate
democrático que deberá darse en el seno de la propia comunidad educativa.

(1) Castel, Robert. La metamorfosis de la cuestión social. Buenos Aires, Paidós, 1997.

(2) Svampa, Maristella (ed.) Desde abajo. La transformación de las identidades sociales. Buenos
Aires, Biblos/ Universidad Nacional de General Sarmiento, 2000.

(3) García Raggio, Ana María. "Transitando por los márgenes: las transformaciones del trabajo y
el debilitamiento de la ciudadanía", en De Ipola, E. (comp) La Crisis del lazo social. Durkheim,
cien años después. Buenos Aires, Eudeba, 1998.

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Comisión de Educación – Honorable Cámara de Diputados de la Nación 133
(4) García Raggio, Ana María. Op cit.

(5) Krotsch, Pedro. Educación Superior y Reformas Comparadas. Universidad Nacional de


Quilmes, 2001.

(6) Mollis, Marcela. "Un breve diagnóstico de las universidades argentinas: identidades
alteradas"; en Mollis, M. (comp) Las Universidades en América Latina: ¿reformadas o alteradas?.
Buenos Aires, CLACSO, 2003.

(7) Krotsch, op cit.

(8) Mollis, op cit.

(9) Mollis, Marcela. La Universidad Argentina en tránsito. Ensayo para jóvenes y no tan jóvenes.
Buenos Aires, Fondo de Cultura Económica, 2001.

(10) Ministerio de Educación, Ciencia y Tecnología. Secretaría de Políticas Universitarias. Anuario


2000- 2004 de Estadísticas Universitarias.

(11) de Sousa Santos, Boaventura. "La Universidad en el Siglo XXI. Para una reforma
emancipadora de la Universidad". LPP- Miño y Dávila. Buenos Aires, 2005.

(12) Freire, Paulo. La educación como práctica de la libertad. Siglo XXI Argentina Editores,
Buenos Aires, 1971.

(13) Ingenieros, José. La universidad del porvenir y otros escritos. Ediciones Meridion. Buenos
Aires 1957.

(14) Bidart Campos, Germán. Tratado de Derecho Constitucional. Editorial Ediar, 1995.

(15) Ministerio de Educación, Ciencia y Tecnología, Secretaría de Políticas Universitarias. Anuario


2000- 2004 de Estadísticas Universitarias, Pág. 147.

(16) Camilloni, Alicia W. de. "Calidad y evaluación de programas universitarios" en Revista


Encrucijadas UBA. Año 1, Número 12. Buenos Aires, 2001.

(17) Neave, Guy. Educacion Superior: Historia y Política. Barcelona, Gedisa Editorial, 2001.

(18) Díaz Barriga, Ángel. "Organismos internacionales y política educativa" en: Alcántara
Santuario, A., Pozas Horcasitas, R. y Torres, C. (Coordinadores) "Educación, Democracia y
Desarrollo en el fin de siglo". México, Siglo XXI Editores, 1998.

(19) Camilloni, Alicia W. de. Op. Cit.

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Comisión de Educación – Honorable Cámara de Diputados de la Nación 134
REUNIONES REALIZADAS EN LA COMISIÓN DE EDUCACIÓN

Las versiones taquigráficas completas de estas reuniones pueden consultarse en


http://www.diputados.gov.ar/

Consejo Interuniversitario Nacional (CIN), 12 de marzo de 2008


Consejo de Rectores de Universidades Privadas (CRUP), 9 de abril de 2008.
Ministro de Educación de la Nación, Lic. Juan C. Tedesco, 16 de abril de 2008.
Federación Universitaria Argentina (FUA), 30 de abril de 2008.

Jornada de debate sobre la nueva Ley de Educación.


Realizada el 6 de mayo de 2008.

Federación Nacional de Docentes Universitarios (CONADU).


Federación Nacional de Docentes, Investigadores y Creadores Universitarios (CONADU
Histórica).
Confederación de Trabajadores de la República Argentina (CTERA Terciarios).
Asociación Gremial de Docentes de la Universidad Tecnológica Nacional (FAGDUT).
Sindicato Argentino de Docentes Privados (SADOP).
Unión Docentes Argentinos (UDA).
Federación de Docentes de las Universidades (FEDUN).
Consejo Nacional de Investigaciones Científicas y Técnicas (CONICET).
Instituto Nacional de Tecnología Agropecuaria (INTA).
Comisión Nacional de Energía Atómica (CNEA).
Comisión Nacional de Actividades Espaciales (CONAE.
Investigaciones Aplicadas (INVAP).

Reuniones con expertos en Educación Superior.


Realizada el 7 de mayo de 2008.

• Prof. Marcela Mollis;


• Dr. Juan Carlos Pugliese
• Dr. Augusto Pérez Lindo
• Dr. Andrés Carrasco
• Prof. Carlos Pérez Rasetti
• Lic. Ernesto Villanueva

Jornada de debate sobre la nueva Ley de Educación.


Realizada el 13 de mayo de 2008.

Unión Industrial Argentina (UIA);


Central de Trabajadores de la Argentina (CTA);
Confederación Intercooperativa Agropecuaria Cooperativa Limitada (CONINAGRO);
Confederación General del Trabajo (CGT);
Confederación General Empresaria de la República Argentina (CGE);
Asamblea de Pequeños y Medianos empresario de la República Argentina (PyME)
Sociedad Rural Argentina (SRA).
CONSULTA HACIA UNA NUEVA LEY NACIONAL DE EDUCACIÓN SUPERIOR
Comisión de Educación – Honorable Cámara de Diputados de la Nación 135
Federación de Tierra, Vivienda y Hábitat
Movimiento Frente Transversal Nacional y Popular
Movimiento Evita
Movimiento Barrios de Pie
Movimiento 26 de Julio
Movimiento de Unidad Popular

Jornada de debate sobre la nueva Ley de Educación. Participación y exposición de las


siguientes instituciones.
Realizada el 27 de mayo de 2008.

Institutos Universitarios de las Fuerzas de Seguridad;


Organizaciones Estudiantes de Nivel Superior

Realizada el 27 de mayo de 2008.

Institutos Universitarios de las Fuerzas Armadas

Realizada el 29 de mayo de 2008.

Institutos Terciarios Docentes

Jornadas de debate sobre la nueva Ley de Educación. Participación y exposición de las


siguientes instituciones.
Realizada durante el mes de junio de 2008.

Colegios Pre Universitarios


Ministro de Ciencia, Tecnología e Innovación Productiva, Dr. Lino Barañao

Encuentros Regionales

Encuentro Regional Centro Oeste, realizado los días 5 y 6 de septiembre de 2008 en


la provincia de Córdoba;
Encuentro Regional Noroeste, realizado los días 22 y 23 de septiembre de 2008 en la
provincia Salta.
Encuentro Regional Centro Este – Noreste, realizado los días 3 y 4 de octubre de 200
en la ciudad de Rosario;
Encuentro Regional Sur, realizado el 24 de octubre de 2008, en la ciudad de
Comodoro Rivadavia.

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Comisión de Educación – Honorable Cámara de Diputados de la Nación 136
DOCUMENTOS APORTADOS. SELECCIÓN

A continuación se han seleccionado los documentos aportados, organizados en dos categorías:


aquellos presentados por organizaciones e instituciones, por un lado, y los aportes de autores a
modo individual.
En la página la página web de la Honorable Cámara de Diputados de la Nación (HCDN)
http://www.diputados.gov.ar, en el botón de composición, botón comisiones ingresando al link
correspondiente a la comisión de Educación de este cuerpo, puede accederse a la totalidad de
los documentos.

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3.1 Documentos de organizaciones e instituciones

Documentos Aportados en Visitas a la Comisión

Consejo Interuniversitario Nacional (CIN), 12 de marzo de 2008.

Consejo de Rectores de Universidades Privadas (CRUP), 9 de abril de 2008.

Estudiantes: Federación Universitaria Argentina (FUA), 30 de abril de 2008.

Gremios Docentes, 6 de mayo de 2008.

Federación Nacional de Docentes Universitarios (CONADU);


Asociación Gremial de Docentes de la Universidad Tecnológica Nacional ( FAGDUT);
Unión Docentes Argentinos (UDA);
Federación Nacional de Docentes, Investigadores y Creadores Universitarios
(CONADU Histórica).

Sector Productivo, 13 de mayo de 2008.

Unión Industrial Argentina (UIA) y Modelo de Gestión de Calidad para Instituciones


Educativas.

Movimientos Sociales,
Fecha de entrega: 13 de mayo de 2008.

Movimiento Frente Transversal Nacional y Popular;


Movimiento Barrios de Pié.

Institutos Universitarios de las Fuerzas de Seguridad


Fecha de entrega: 27 de mayo de 2008.

Instituto Universitario de Seguridad Marítima (PNA)

Institutos Universitarios de las Fuerzas Armadas


Fecha de entrega: 28 de mayo de 2008.

Ministerio de Defensa;
Instituto de Enseñanza Superior del Ejército;
Instituto Universitario Naval;
Instituto Universitario Aeronáutico;

Institutos Terciarios – Docentes,


Fecha de entrega: 29 de mayo de 2008.

Cámara Argentina de Institutos de Educación Superior (CADIES);


Consejo Superior de Educación Católica (CONSUDEC);

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Comisión de Educación – Honorable Cámara de Diputados de la Nación 138
Colegios Preuniversitarios,

Documentos Aportados en Encuentros Regionales

Encuentro Regional Centro Oeste - Universidad Nacional de Córdoba


Fecha de entrega: 5 de mayo de 2008.

Facultad de Filosofía y Humanidades “Hacia una nueva Ley de Educación Superior”;


Documento de la Facultad de Filosofía y Humanidades;

Encuentro Regional Noroeste - Universidad Nacional de Salta,


Fecha de entrega: 22 y 23 de setiembre de 2008.

Consejo Superior de la Universidad Nacional de Salta - Resolución 161/07;


Federación de Entidades Profesionales Universitarias de Salta - F.E.P.U.Sa.
Federación Nacional de Docentes, Investigadores y Creadores Universitarios (
CONADU Histórica).

Encuentro Regional Centro Este - Noreste -Universidad Nacional de Rosario,


Fecha de entrega: 3 y 4 de octubre de 2008.

Instituto de Educación Superior Nº 28 - Olga Cossettini


Universidad Nacional del Litoral - "Bases y Lineamientos (para una Nueva Ley de
Educación Superior"
Federación Argentina del Trabajador de las Universidades Nacionales - F.A.T.U.N.
Movimiento "Martín Fierro" - Apuntes para una nueva LES.

Encuentro Regional Sur -Universidad Nacional de la Patagonia San Juan Bosco, Fecha de
entrega: 24 de octubre de 2008.

Asociación Docentes Universitarios (ADU)


Pueblo Mapuche Tehuelche

Documentos aportados por Universidades

Universidad Nacional de Luján.

Otros Documentos

Instituciones Pre universitarias UN de San Juan,


Honorable Consejo Superior UN de Córdoba.
Rectores del Grupo de Universidades Nacionales del Norte Grande
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Comisión de Educación – Honorable Cámara de Diputados de la Nación 139
Agrupación "22 de Noviembre"
Pueblos Originarios
Comisión Interuniversitaria de Discapacidad y Derechos Humanos
Movimiento Evita - Martorelli, Santiago - Universidad y Organizaciones Sociales: un
camino para la integración de la Universidad en el Proyecto Nacional
Consejo Provincial de Educación Superior de la Provincia de Buenos Aires
Federación de Docentes de las Universidades (FEDUN).
Red Nacional de Cátedras y Carreras Universitarias de Educación Especial (
RUEDES).

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Comisión de Educación – Honorable Cámara de Diputados de la Nación 140
CONSEJO INTERUNIVERSITARIO NACIONAL (CIN)
Fecha: 12 de marzo de 2008

DOCUMENTO LINEAMIENTOS PARA UNA LEY DE EDUCACIÓN SUPERIOR

ÍNDICE
Antecedentes
Introducción
1.- Conceptos
2.- Características de la ley
3.- Organización y coordinación del sistema de educación superior
4.- Política presupuestaria y administrativa
Temas (en concordancia con declaración del Ac. Pl. Nº 640/07)
Documentos consultados
Cuadro síntesis de las distintas propuestas sobre evaluación y acreditación
Declaración de Horco Molle en Tucumán (Acuerdo Plenario Nº 537/04)
Análisis de la Ley de Educación Superior (Acuerdo Plenario Nº 640/07)

ANTECEDENTES
Transcurridos doce años desde la sanción de la Ley de Educación Superior (20 de julio de
1995), resulta necesario hacer un análisis crítico de sus postulados, desde la rica experiencia
recogida por los distintos actores de la comunidad universitaria.
Podemos decir que para el Consejo Interuniversitario Nacional (en adelante el CIN) el proceso se
inicia con las “Primeras Jornadas de reflexión sobre Educación Superior en la Argentina”,
realizadas el 26 y 27 de agosto de 2004 en Horco Molle, Tucumán. Allí los Rectores se dieron cita
para analizar la nueva situación planteada, producto de las trasformaciones operadas en todo el
mundo: “... el desarrollo de la ciencia y la tecnología que ha contribuido a transformar los
procesos productivos; las condiciones de acceso y los modos de distribución de la información;
las formas de organización de las economías y las dinámicas sociales con desiguales efectos”.6
Y visto desde la perspectiva interna de la Universidad, “... El creciente número de estudiantes y
su heterogeneidad; la multiplicación de sus esferas de actividad; la variedad de instituciones con
fines, funciones y prioridades diferentes, son parte de las nuevas exigencias y desafíos a los que
se enfrenta la educación superior.”7
Por otra parte, nuestro país también impone una agenda que debe ser atendida: “Los altos
niveles de pobreza y de población socialmente excluida en la Argentina, así como la imperiosa
necesidad de reconstruir la economía y los lazos sociales, constituyen una dimensión
fundamental que debe incidir con particular énfasis en la definición de políticas educativas,
científicas y tecnológicas para los próximos años. Al respecto, la universidad debe incrementar su
contribución al cambio socio-económico con justicia social e igualdad de oportunidades y
promover un proyecto de desarrollo sustentable.”8
El encuentro concluyó con una Declaración, en la cual se recogían distintos acuerdos,
compendiando las acciones propias de las funciones esenciales de la Universidad, con miras a
cumplir con los objetivos básicos propuestos.9
Un año después, los días 13 y 14 de diciembre de 2005, se llevaron a cabo las “Segundas
Jornadas de reflexión sobre Educación Superior”, en Mar del Plata, Provincia de Buenos Aires.
En este caso la actividad se centró específicamente en el texto de la Ley de Educación Superior,
eligiéndose algunos temas como ejes de discusión:
I.- Autonomía y autarquía de las Universidades Nacionales en la Constitución Nacional
y en la Ley de Educación Superior (presentación a cargo del Cont. Eduardo Asueta).
II.- Evaluación y acreditación. Régimen de títulos -arts. 42º y 43º-. CONEAU,
composición y funciones (presentación a cargo del Ing. Oscar Spada).
III.- Régimen salarial y de administración de personal. Centralización o
descentralización, autonomía y autarquía (presentación a cargo del Lic. Silvio Feldman).
A partir del mes de febrero de 2007 el Comité Ejecutivo del CIN solicitó a todas las Universidades
que acercaran sus propuestas, trabajos y proyectos de Ley, con la idea de generar un documento
propositivo para una Ley de Educación Superior.
Como producto de dicho proceso, por Acuerdo Plenario Nº 640/07 se aprobó un documento que
recogía el compromiso de los Rectores, conformándose una Comisión especial, integrada por las
6
Ver anexo “Declaración de Horco Molle, Tucumán, 27 de agosto de 2004” .
7
Ídem anterior
8
Ibidem.
9
Ibidem.
CONSULTA HACIA UNA NUEVA LEY NACIONAL DE EDUCACIÓN SUPERIOR
Comisión de Educación – Honorable Cámara de Diputados de la Nación 141
Universidades Nacionales de La Matanza, Lanús, Tucumán, Salta, San Luis y Sur, para la
preparación y elaboración de un documento, que posteriormente sería puesto a consideración del
Plenario (Art. 3º del Acuerdo Plenario 640/07).
Participaron de este trabajo el Lic. Germán Arias (Rector de la Universidad Nacional de San
Luis), el Cont. Juan Alberto Cerisola (Rector de la Universidad Nacional de Tucumán), la Ing. Agr.
Stella Pérez de Bianchi (Rectora de la Universidad Nacional de Salta), la Lic. María del Carmen
Vaquero (Vicerrectora de la Universidad Nacional del Sur), el Dr. Juan Carlos Geneyro
(Vicerrector de la Universidad Nacional de Lanús) y el Dr. René Nicoletti (Vicerrector de la
Universidad Nacional de La Matanza). A ellos se sumó el Lic. Silvio Feldman, Rector de la
Universidad Nacional de General Sarmiento.
La Comisión elaboró un documento preliminar, que se sometió a discusión en una reunión
especial llevada a cabo en Vaquerías, Provincia de Córdoba, los días 23 y 24 de agosto de este
año. Allí todos los miembros del CIN analizaron el documento, enriqueciéndolo con propuestas y
precisiones que fueran retomadas por la comisión.
El presente texto es el resultado de ese trabajo. Esperamos que sea un aporte que contribuya a
la elaboración de un marco normativo que fortalezca a las Instituciones Universitarias y a la
Educación Superior de la Argentina.

INTRODUCCIÓN

En el marco del Acuerdo Plenario Nº 640/07, el CIN decidió impulsar cambios en la Ley de
Educación Superior, en colaboración con los distintos sectores de la vida universitaria, a partir de
una serie de documentos que cada uno de ellos fue elaborando.10
Los nuevos desafíos sociales y la constante generación y transmisión de nuevos conocimientos
científicos y tecnológicos han expandido las fronteras de la capacidad humana y las posibilidades
de su desarrollo. En este marco, la sociedad confía hoy más que nunca en la potencialidad de
sus universidades para afrontar los nuevos escenarios en los albores del presente siglo.
En este contexto, se deben tener en cuenta los aspectos ideológicos, políticos, institucionales y
se deben actualizar las cuestiones académicas de docencia, investigación, extensión y gestión.
De este modo, las universidades estarán en condiciones de proponer una normativa sobre la
Educación Superior, en el marco de la sociedad de la información y del conocimiento, guiadas
por la concepción de la educación como bien público y derecho humano.
En la medida en que las universidades ocupan un papel central en el desarrollo cultural,
económico y social de un país, es necesario reforzar su liderazgo y dotar a sus estructuras de
mayor flexibilidad para afrontar las nuevas estrategias. Deben diseñarse planes específicos
acordes con las propias características de las universidades, con el perfil de sus docentes, su
oferta de estudios de grado y posgrado y sus procesos de investigación, innovación,
cooperación, extensión y gestión, para lograr docencia de calidad, investigación e innovación de
excelencia, cooperación y extensión comprometidas con la sociedad, y gestión transparente, en
el marco del respeto de la autonomía universitaria.
La nueva sociedad demanda profesionales con elevado nivel cultural, científico y técnico, que
sólo la enseñanza universitaria es capaz de proporcionar; exige además una formación
permanente a lo largo de la vida, que atienda las necesidades societales y estructurales, así
como aquellas relacionadas con la autorrealización personal. De este modo, la Ley deberá crear
las condiciones para que los protagonistas de la actividad universitaria, profesores, estudiantes,
egresados, personal administrativo y de servicios, promuevan y desarrollen un sistema
universitario más coordinado, de calidad creciente y con un activo compromiso social.
El presente documento desarrolla principios relacionados con las Universidades nacionales e
Institutos Universitarios públicos y aquellas Universidades Provinciales Públicas que cumplan con
la normativa que habilite a la validez nacional de títulos.
Se destaca la necesidad de que las Instituciones Universitarias privadas tengan secciones
específicas dentro de la Ley, que incluyan aquellos derechos y deberes que le son propios.
Así, las cuestiones referidas a la autonomía, autarquía y gratuidad son propias de las
Instituciones Universitarias Públicas, nacionales y provinciales, en los términos en que lo
dispongan sus estatutos.
En el caso de los Institutos Universitarios dependientes de las Fuerzas Armadas y de los
Servicios de Seguridad se recomienda que se incorpore expresamente la denominación de
“Nacionales”. Éstos establecerán su sistema de gobierno y de administración de acuerdo a sus
propios regímenes institucionales, con las limitaciones a la autonomía que ellos prevean. Le
serán aplicables las normas de la Ley de Educación Superior en todo lo que no se oponga a lo
antes expuesto.

10
El presente documento ha sido preparado sobre la base de las opiniones recogidas de documentos presentados por
distintas universidades, FATUN, FUA y legisladores, cuyo listado obra en el anexo. El desarrollo de los temas propuestos se
hizo compatibilizando las coincidencias. Se agrega el temario sobre el cual se trabajó, surgido de la discusión del Plenario
del 4 de julio de 2007 y un cuadro indicando las distintas propuestas recibidas hasta el 7 de agosto sobre evaluación y
acreditación.
CONSULTA HACIA UNA NUEVA LEY NACIONAL DE EDUCACIÓN SUPERIOR
Comisión de Educación – Honorable Cámara de Diputados de la Nación 142
1.- CONCEPTOS GENERALES.

1.1.- La educación superior como bien público y derecho humano.

Tal como establece la Ley de Educación Nacional, “la educación y el conocimiento son un bien
público y un derecho personal y social, garantizado por el Estado” (art. 2º). Por lo tanto, la
educación superior, como parte de aquélla, debe ser considerada del mismo modo.
Así lo dicen la Declaración de los Derechos Humanos (art. 26º y 27º) y los principios ratificados y
ampliados por el artículo 13º del Pacto Internacional de Derechos Económicos, Sociales y
Culturales, adoptado por la ONU en 1966, ampliado por la Declaración de CEPAL (2005), la
Conferencia Mundial sobre la Educación Superior – UNESCO (1998) y los objetivos planteados
en la Cumbre de Rectores de Latinoamérica (2006).
En consonancia con ello se reafirma su carácter de bien público y no de bien transable. La
inclusión de la educación superior dentro del rubro servicios, como lo impulsa la Organización
Mundial de Comercio, la concibe a la altura de cualquier mercancía o servicio susceptible de ser
comercializado, lo que resulta inadmisible.
El CIN se pronuncia expresamente por considerar a la educación superior como bien público,
derecho humano, personal y social garantizado por el Estado, lo que debe ser asumido por la
legislación que regule la Educación Superior Pública.

1.2. Gratuidad y equidad

La Constitución Nacional de 1994, prevé en el art. 75º inc. 19) como atribución del Congreso de
la Nación: “... Sancionar leyes .... que garanticen los principios de gratuidad y equidad de la
educación pública estatal y la autonomía y autarquía de las universidades nacionales”.
Por su lado, la Ley de Educación Nacional establece en su art. 4º: “El Estado Nacional, las
Provincias y la Ciudad Autónoma de Buenos Aires tienen la responsabilidad principal e
indelegable de proveer una educación integral, permanente y de calidad para todos/as los/as
habitantes de la Nación garantizando la igualdad, gratuidad y equidad en el ejercicio de este
derecho, con la participación de las organizaciones sociales y las familias”.
Desde estas definiciones, la Ley de Educación Superior debe claramente garantizar la gratuidad
de los estudios de grado, estableciendo la equidad como un principio de justicia en la igualdad.
Se interpreta a la equidad, de un modo subsidiario, como la manifestación del sentido de lo justo.
La ley deberá garantizar y hacer efectivo el principio de equidad mediante la asignación de
recursos suficientes y la prestación de atenciones especiales a los grupos culturales y
socialmente más necesitados. Además, se debe establecer una política universal de becas, que
asegure la inclusión y propenda a efectivizar la igualdad y la justicia social.
El concepto de gratuidad se aplica a todas las carreras de grado que requieren para su ingreso
haber aprobado el nivel medio de enseñanza o equivalente. Cada Universidad fijará las
condiciones y requisitos para el ingreso. Excepcionalmente, podrán ingresar aquellas personas
mayores –hoy se ha establecido los 25 años como base- que no reúnan esa condición, siempre
que aprueben las evaluaciones que las universidades establezcan.
Deberán preverse instrumentos específicos que permitan llevar progresivamente la gratuidad a
otras modalidades y niveles de enseñanza.

1.3. Autonomía

Como se dijo el artículo 75º, inc. 19) de la Constitución Nacional establece el principio de
autonomía de las universidades nacionales. De acuerdo con la definición de este término dada
por la Real Academia Española “es la potestad que dentro de un estado tienen algunas entidades
para regirse mediante normas y órganos de gobierno propios”. El principio constitucional de
autonomía universitaria significa la posibilidad de autodeterminación de las universidades
públicas y comprende lo normativo, lo institucional, lo político, lo administrativo y lo académico.
Normativo: potestad para dictar sus propias normas regulatorias, con la sola exigencia
de respeto de la Constitución Nacional y las leyes.
Institucional: facultad para diseñar el co-gobierno, las formas de evaluación de las
capacidades docentes y no-docentes, el régimen de concursos y de permanencia.
Político: respeto por la función social de la Universidad, potestad de adoptar posiciones
y desarrollar programas con independencia de los poderes económicos y políticos.
Administrativo: potestad para diseñar su organización y formas de gestión.
Académico: libertad desde los puntos de vista científico y político para la organización de
la docencia, la investigación, la extensión, la cooperación y la vinculación.
Si bien se reconoce el rol del Estado como órgano de fijación y control de las políticas
para el sistema de educación superior en su conjunto, la ley no deberá regular aspectos
de funcionamiento interno de las instituciones, particularmente los referidos al gobierno y
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Comisión de Educación – Honorable Cámara de Diputados de la Nación 143
la gestión institucional.

La autonomía implica para las instituciones universitarias la capacidad de resolver los problemas,
promover cambios y lograr una verdadera articulación consensuada con los diferentes actores
sociales y constituye uno de los pilares más importantes de la universidad pública.
La autonomía es un derecho de la universidad como un todo, y no implica una confederación de
facultades, departamentos o unidades académicas, porque fragmentar la autonomía afecta el
funcionamiento interno de las universidades.
El principio de autonomía puede, en el nuevo contexto institucional, entrar en conflicto con el
principio de responsabilidad pública. Para evitarlo no debe entenderse la autonomía no como
simple encapsulamiento de los conflictos de poder internos, sino como la capacidad de la
universidad pública para celebrar contratos y acuerdos con otros actores, que aseguren
la pertinencia social de su accionar.

1.4. Autarquía

Implica la facultad de las Instituciones Universitarias Públicas de auto administrarse, con


responsabilidad social, transparencia y pertinencia. Atañe tanto a sus afectaciones
presupuestarias como en lo referente a los recursos propios. Estos últimos no irán nunca en
desmedro de la obligación indelegable del Estado de proveer los fondos necesarios para su
funcionamiento.
“La autarquía universitaria es complementaria ...” de la autonomía “... y por ella debe entenderse
–aún cuando tal expresión no fue claramente definida por el constituyente- como la aptitud legal
que se les confiere a las universidades para administrar por sí mismas su patrimonio, es decir, la
capacidad para administrar y disponer de los recursos que” (el Congreso) “les asignará a cada
una de ellas, mediante los subsidios previstos en la ley de presupuesto, como así también la
plena capacidad para obtener, administrar y disponer sobre los recursos propios que se generen
como consecuencia del ejercicio de sus funciones”. 11
Las Universidades deberán contar con un servicio de auditoría interna y el órgano externo
competente de control de la gestión administrativa contable será la Auditoría General de la
Nación, por las razones que se exponen en el apartado correspondiente.

2. CARACTERÍSTICAS DE LA LEY

2.1. Consideraciones generales

La ley deberá garantizar la autonomía y la autarquía universitaria, evitando que las


reglamentaciones avancen sobre las atribuciones de las universidades para decidir sobre sus
cuestiones institucionales y académicas.
La ley, que debe ser consensuada con la comunidad universitaria, tiene la obligación de
promover la igualdad real de oportunidades educativas para toda la población, haciendo efectivo
el valor de la inclusión social, la creación de sistemas que aseguren la calidad y la eliminación de
las inequidades de acceso, y la mejora de la permanencia y graduación.
Debe garantizar la gratuidad de los estudios de grado, fomentar la cooperación institucional
(entre las universidades y con el resto de los niveles educativos), evitar la fragmentación del
sistema y asumir que la Educación Superior, como variable estratégica del desarrollo nacional,
debe responder a los requerimientos de la sociedad, favoreciendo una redistribución educativa
con equidad social.
Debe ser una ley que exprese las particularidades de las universidades públicas, las que tienen
como objetivo prioritario recuperar el lugar de conciencia crítica que les corresponde, como foro
no sólo de educación, sino también de cultura y transferencia de conocimientos, para generar
espacios de investigación y recuperación de los saberes de las propias comunidades, en lo que
atañe a los principales problemas que afectan a los hombres y mujeres de nuestro país, tales
como la exclusión, la pobreza, la educación, la salud, el medio ambiente y los derechos
humanos.
Respete los derechos y garantice los principios de autonomía y autarquía con pertinencia social
propios de las Instituciones Universitarias públicas.
La Ley deberá garantizar el co-gobierno universitario integrado básicamente por docentes
universitarios, alumnos, no docentes y graduados, y disponer que la representación de los
docentes no podrá ser menor al 50 % del número de integrantes en los distintos órganos
colegiados.
Respecto de esto último, cada universidad, de acuerdo con su estatuto y organización
institucional, establecerá la forma de participación de los decanos o autoridades equivalentes en
esos cuerpos.

11
Gil Domínguez, Andrés. “Autonomía y Autarquía de las Universidades Nacionales. Un adelanto constitucional, un
retroceso legislativo”. (AGD Consultores, en www.agdconsultora.com.ar).
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Comisión de Educación – Honorable Cámara de Diputados de la Nación 144
La Ley deberá establecer que las formas particulares de gobierno, los sistemas de elección de
las autoridades -que aseguren el pleno ejercicio del derecho de participación de los diversos
claustros en los términos establecidos por cada estatuto- la duración de los mandatos, la
composición de los órganos colegiados y sus distribuciones respectivas, los sistemas de ingreso
y la representación de la comunidad deberán estar normados por los estatutos de cada
Universidad.

2.2. Ley de Educación Superior o Ley Universitaria

La Ley de Educación Superior, al legislar para el conjunto de la educación superior, se inscribió


en una tendencia que siguieron otros países de la región, como Brasil, Chile y Colombia y, por
primera vez en nuestro medio, permitió tratar en forma conjunta las dos modalidades de
educación post secundaria: las entonces denominadas Educación Superior No Universitaria y
Universitaria.
La falta de articulación histórica entre estas dos modalidades ha sido ampliamente analizada en
los últimos años en la Argentina y, si bien la existencia de una norma que, en parte, comprende a
ambas, no resuelve el problema, es el primer paso para el reconocimiento de que estas
modalidades educativas atraviesan situaciones muy parecidas, deben tener ciertos niveles de
exigencia semejantes y formas de cooperación y complementación.
La Ley de Educación Nacional establece, en su artículo 35º, que la Educación Superior será
regulada por la LES Nº 24521, cuyo análisis es el objeto de estas notas, y el artículo 36º afirma la
competencia del Ministerio de Educación, Ciencia y Tecnología de la Nación, en acuerdo con el
Consejo Federal de Educación, para establecer “los mecanismos de regulación y los criterios de
evaluación y de articulación relativos a los institutos de educación superior dependientes del
Estado Nacional, de las Provincias y de la Ciudad Autónoma de Buenos Aires”. Coincidiendo con
este criterio, se sostiene que la Ley debe efectivamente seguir siendo una Ley para la Educación
Superior.

2.3. Ley que comprenda a las instituciones universitarias públicas y a las privadas
Como se ha afirmado, la Ley debe comprender a ambos tipos de instituciones universitarias –
más allá de su carácter público o privado -definiendo las misiones y obligaciones comunes, tanto
de carácter institucional y normativo como de política académica, y que fijen sus
responsabilidades y funciones de docencia, investigación y extensión, sin perjuicio de contener
secciones diferenciadas.

3. ORGANIZACIÓN Y COORDINACIÓN DEL SISTEMA DE EDUCACIÓN SUPERIOR

3.1. Organismos de coordinación: Consejo Interuniversitario Nacional (CIN) – Consejo de


Universidades (CU) – Consejos de Planificación Regional de Educación Superior
(CEPRES)
La ley debe reafirmar la función del CIN como órgano de coordinación y desarrollo del Sistema
de Instituciones Universitarias Públicas.
Asimismo deberá asegurar que el Ministerio de Educación, Ciencia y Tecnología asigne fondos
para garantizar la participación de las universidades en los órganos de coordinación universitaria.
Se considera que la existencia del CU ha significado un paso adelante en la integración y en la
articulación del sistema universitario. No obstante, se propone una configuración que asigne a las
Instituciones Universitarias Públicas una representación mayoritaria respecto de las
Universidades Privadas, acorde con sus respectivos desarrollos programáticos, actividades
sustantivas (docencia, investigación, vinculación, extensión) y matrícula.
En lo que se refiere a los CPRES, se deberá definir con mayor precisión su competencia,
especialmente respecto de las jurisdicciones provinciales.
También en este caso es preciso que se tomen en cuenta los disímiles desarrollos de las
instituciones públicas y privadas, en consonancia con lo cual la presidencia de los CPRES
deberá corresponder siempre a un representante de las instituciones públicas.

3.2. Articulación con otros niveles educativos, acorde con la LEN

Como ya se indicó, la Ley de Educación Superior ha significado un avance en materia de


articulación entre la educación superior universitaria y no universitaria, y en señalar que esta
articulación constituye un objetivo insoslayable de una política educativa democrática. Ello
significa el reconocimiento de las capacidades adquiridas por aquellos que disponen de una
formación superior no universitaria – que antes eran equiparados a los egresados de la escuela
media – para que puedan continuar sus estudios. Implica, además, un eficaz aprovechamiento de
los recursos públicos invertidos en la formación de dichos profesionales que, en un porcentaje
significativo, han estudiado en instituciones estatales.
En los últimos años, se han multiplicado las experiencias de articulación, entre otras, el
reconocimiento del título superior no universitario para ingresar a un ciclo de licenciatura. Los
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criterios para este tipo de articulaciones dependen de las universidades, habiendo en esta
materia una gran heterogeneidad, que se ha intentado acotar mediante acuerdos en los CPRES,
lamentablemente sin plena efectividad.
Para trabajar en ello, y más allá de que sea necesario proveer una reglamentación en lo referido
al tema, la ley deberá asegurar financiamiento específico para las políticas de articulación con
todos los niveles del sistema.
Junto con lo anteriormente planteado, se destaca la necesidad de establecer claras políticas de
apoyo financiero para el fortalecimiento de la formación docente en el ámbito de las Instituciones
Universitarias Públicas. Además debe considerarse una efectiva participación de estas
Instituciones en los programas de mejoramiento docente previstos por la Ley de Educación
Nacional.

3.3. Instancias de evaluación y acreditación

Se destaca la importancia de la evaluación y la acreditación. En este proceso la autoevaluación


tiene un papel relevante. La ley debe establecer que las evaluaciones externas de las
Instituciones Universitarias públicas se realicen en base de los proyectos institucionales y planes
estratégicos de cada universidad.
Se propone establecer un organismo oficial único de evaluación y acreditación universitaria
cuya integración deberá prever una mayor representación de académicos propuestos por el CIN.

3.4. Sobre el otorgamiento de títulos académicos y habilitaciones profesionales.

La Ley debe establecer que los títulos con reconocimiento oficial, y en tal sentido validados por el
Ministerio de Educación, Ciencia y Tecnología de la Nación, certificarán la formación académica
recibida y habilitarán para el ejercicio profesional respectivo en todo el territorio nacional, sin
perjuicio de la intervención que le competa, en el marco de la Constitución Nacional, a cada
jurisdicción.
Se propone modificar el concepto de carreras de interés público por la definición de carreras
prioritarias, acorde con las necesidades sociales.

4. POLÍTICA PRESUPUESTARIA Y ADMINISTRATIVA

4.1. Financiamiento

El presupuesto universitario debe asegurar la prestación de un servicio de calidad en todas las


funciones universitarias –docencia, investigación, cooperación, extensión y vinculación-. Para ello
su asignación debe ser suficiente, y la distribución realizada a través de mecanismos de
concertación en los que participe el CIN y las Universidades, tomando en cuenta pautas
objetivas.
Deben garantizarse recursos previsibles y estables mediante instrumentos normativos
específicos para la Educación Superior. En este sentido se propone un rubro de afectación
presupuestaria específica para extensión, cooperación y vinculación, actividades íntimamente
relacionadas con el compromiso y desarrollo del medio y con la interacción académica con el
mundo.
El presupuesto deberá incorporar los recursos adicionales asignados a cada universidad por
incrementos salariales, gastos de funcionamiento y necesidades especiales, con incrementos
presupuestarios efectivos respecto del año inmediato anterior.
Bajo ese esquema, se deben considerar como prioritarios los siguientes principios, establecidos
en la Declaración del CIN de Horco Molle (2004):
- El conocimiento distribuido democráticamente en la sociedad es la mejor herramienta para lograr
el bienestar y el desarrollo del país.
- Es imprescindible una mayor inversión en educación universitaria para generar y distribuir
públicamente ese conocimiento.
- Las universidades están comprometidas a orientar sus actividades atendiendo a las expectativas
sociales que la nutren y sostienen en el marco de la calidad académica y científica que les
corresponden.
También la ley deberá contemplar una política de financiamiento sostenida para programas de
articulación entre la universidad y todos los niveles del sistema educativo, tal como se dijo
precedentemente.
La propuesta de creación de nuevas universidades tiene que considerar el financiamiento que les
permitan su funcionamiento, sin que se afecten las disposiciones y los requerimientos
presupuestarios de las universidades existentes. Esas nuevas presupuestaciones deben prever
la cobertura completa y suficiente para el desarrollo de las actividades esenciales de la
Universidad (docencia, investigación, cooperación, extensión y gestión).
Además, la creación de nuevas Universidades no podrá realizarse sobre la base de la
fragmentación de Universidades Nacionales existentes, a menos que las Universidades
CONSULTA HACIA UNA NUEVA LEY NACIONAL DE EDUCACIÓN SUPERIOR
Comisión de Educación – Honorable Cámara de Diputados de la Nación 146
involucradas hayan otorgado el acuerdo para ello.

4.2. Programas

Si bien se reconoce que los poderes públicos pueden orientar recursos para programas
especiales, acordes con sus políticas respectivas, se hace necesario que la Ley de Educación
Superior priorice la asignación de estos recursos a las Universidades, para que éstas los utilicen
para el desarrollo indicado en sus respectivas planificaciones estratégicas.
El presupuesto nacional debe incorporar de manera permanente un programa para financiar el
mantenimiento y desarrollo de la infraestructura de las Instituciones Universitarias públicas,
elemento no menos importante para garantizar un servicio de calidad y excelencia académica.

4.3. Política Salarial

Se reafirma el principio de la intervención de las Instituciones Universitarias Públicas en la


determinación de las condiciones de empleo y salarios de los trabajadores que se desempeñan
en ellas.
Dicha intervención se efectivizará con la participación del CIN en la determinación de las políticas
salariales y en su intervención en la negociación colectiva de alcance nacional para los
trabajadores de las Instituciones Públicas, así como con la dirección de cada universidad en su
paritaria local en aquellas materias habilitadas a tal efecto por la paritaria nacional o no cubiertas
por ésta.

4.4. Intervención y control

Cada universidad debe disponer de sus mecanismos de control y auditoría internos. Los
controles externos deben ser los correspondientes a la Auditoría General de la Nación, dado que
las asignaciones presupuestarias provienen del Poder Legislativo y no de la SIGEN.12
Así surge claramente de los arts. 96º y 97º de la Ley que consagra el Régimen de Administración
Financiera y de los Sistemas de Control del Sector Público Nacional Nº 24.156, que dice: “art.
96º: Créase la Sindicatura General de la Nación, órgano de control interno del Poder
Ejecutivo Nacional; art. 97: La Sindicatura General de la Nación es una entidad con personería
jurídica propia y autarquía administrativa y financiera, dependiente del Presidente de la
Nación” Y por si ello no fuera lo suficientemente claro, la Corte Suprema de Justicia de la Nación
interpretó que “surge del propio debate de la constituyente que el objetivo de la autonomía fue
desvincular a la Universidad de su dependencia del Poder Ejecutivo, mas no de la potestad
regulatoria del legislativo”.13

4.5.- A los efectos de la aplicación de las normas previsionales.


La ley deberá disponer que los cargos de las autoridades universitarias – Rector, Vicerrector,
Decanos, Vicedecanos, o Directores o Vicedirectores de Departamentos o Institutos equivalentes,
así como aquellos Secretarios de Universidad o Facultad o cargos equivalentes – que hayan
accedido como docentes a estos cargos, mantendrán tal condición a los efectos de los aportes y
beneficios jubilatorios correspondientes.

TEMAS
Los temas seleccionados en concordancia con la declaración del Acuerdo Plenario 640/07-
fueron:

1) CONCEPTOS GENERALES:
1.1. La Educación Superior como bien público o como bien de mercado
1.2. Gratuidad y equidad
1.3. Autonomía universitaria
1.4. Autarquía

2) CARACTERÍSTICAS DE LA LEY:
2.1. Consideraciones generales.
2.2. Ley de Educación Superior o Ley Universitaria
2.3. Ley que comprenda a las universidades públicas y a las privadas.

12
Art. 116º: Créase la Auditoría General de la Nación, ente de control externo del sector público nacional, dependiente del
Congreso Nacional…(sigue). Art. 117º: Es materia de su competencia el control externo posterior de la gestión
presupuestaria, económica, financiera, patrimonial, legal, así como el dictamen sobre los estados contables, financieros de
la Administración Central, organismos descentralizados, … (sigue)”. Ley Nº 24156.
13
También se pueden consultar fallos en autos “U. N. de Mar del Plata c/Banco de la Nación Argentina s/daños y perjuicios”
y “U. N. de la Matanza c/Estado nacional – PEN – Dto. 1356/99 s/amparo Ley 16986 (recurso extraordinario)”.

CONSULTA HACIA UNA NUEVA LEY NACIONAL DE EDUCACIÓN SUPERIOR


Comisión de Educación – Honorable Cámara de Diputados de la Nación 147
3) ORGANIZACIÓN Y COORDINACIÓN DEL SISTEMA DE EDUCACIÓN SUPERIOR:
3.1. Organismos de Coordinación: CU - CPRES – CIN
3.2. Articulación con otros niveles educativos acorde a la LEN
3.3. Instancias de evaluación y acreditación
3.4. Art. 42 y 43 de la Ley de Educación Superior.

4) POLÍTICA PRESUPUESTARIA Y ADMINISTRATIVA:


4.1. Financiamiento
4.2. Programas
4.3. Descentralización salarial
Intervención y control

ANÁLISIS DE LA LEY DE EDUCACIÓN SUPERIOR


Documentos consultados
Recibidos antes de la reunión de Vaquerías:

UNIVERSIDAD NACIONAL DEL NOROESTE DE LA PROVINCIA DE BUENOS AIRES: Aportes


para una nueva Ley de Educación Superior: Comentarios referidos exclusivamente a las
Universidades Nacionales.
UNIVERSIDAD NACIONAL DE FORMOSA: Inclusión de un “ombudsman de la comunidad
universitaria” y Análisis para una nueva Ley de Educación Superior
UNIVERSIDAD NACIONAL DE ENTRE RÍOS: exposición de Motivos y fundamentos del
Anteproyecto de Ley de Garantías a la Autonomía y a la Autarquía de las Universidades
Nacionales y Documento Interno (esbozo de anteproyecto) Ley de Garantías a la Autonomía y a
la Autarquía de las Universidades Nacionales.
UNIVERSIDAD NACIONAL DE LA PAMPA: conclusiones preliminares de la Comisión Especial
del Consejo Superior de análisis de la modificación de la Ley de Educación Superior.
UNIVERSIDAD NACIONAL DE VILLA MARÍA: proyecto de modificación de la Ley de Educación
Superior y Reflexiones en torno de la Ley de Educación Superior.
UNIVERSIDAD NACIONAL DE SALTA: Res. 161/07: Criterios generales para la elaboración de
una Ley Universitaria.
INSTITUTO de ENSEÑANZA SUPERIOR del EJÉRCITO: aportes del Instituto de Enseñanza
Superior del Ejército para el debate de la Ley de Educación Superior.
UNIVERSIDAD NACIONAL DE TUCUMÁN: Fundamentos y lineamientos de la Ley.
UNIVERSIDAD NACIONAL LA MATANZA: Aporte al mejoramiento de la Ley de Educación
Superior.
UNIVERSIDAD NACIONAL DE SAN LUIS: Comisión ad-hoc. Documento sobre las reformas a la
Ley de Educación Superior.
UNIVERSIDAD NACIONAL DEL SUR: Cuadro síntesis de las distintas propuestas sobre
evaluación y acreditación.
UNIVERSIDAD NACIONAL DE LANÚS: Cuadro síntesis sobre distintas propuestas referidas a:
1) Ley de Educación Superior o Ley Universitaria, 2) Ley conjunta o particular para las
Universidades públicas y las privadas. 3) Organismos de coordinación 4) Articulación con otros
niveles educativos.
CONSEJO INTERUNIVERSITARIO NACIONAL: Acuerdo Plenario Nº 640/07.
GRUPO DE UNIVERSIDADES DEL NORTE GRANDE: Aportes para la nueva Ley de Educación
Superior. 03/08/07.
ALGUNAS UNIVERSIDADES DEL CONURBANO BONAERENSE: Diez propuestas para el
debate sobre la Ley de Educación Superior.
FEDERACIÓN ARGENTINA DE TRABAJADORES DE LAS UNIVERSIDADES NACIONALES –
FATUN - : Aportes de la Federación Argentina del Trabajador de las Universidades Nacionales al
debate de reformulación de la Ley de Educación Superior.
FEDERACIÓN UNIVERSITARIA ARGENTINA – FUA - : Anteproyecto de Educación Superior.
CONFEDERACIÓN NACIONAL DE DOCENTES UNIVERSITARIOS –CONADU - : Otra
universidad. Posiciones y propuestas de CONADU para el debate político-académico en las
Universidades Nacionales.
Senador Giustiniani: Proyecto de Ley.
Dr. Juan Carlos Pugliese: Estudios sobre cambios a la Ley de Educación Superior. Análisis de
la legislación comparada.

Entregados en Vaquerías:

UNIVERSIDAD NACIONAL DE RÍO CUARTO: Documento Ley de Educación Superior


UNIVERSIDAD NACIONAL DE CÓRDOBA: Ley de Educación Superior. Documento del
Honorable Consejo Superior de la Universidad Nacional de Córdoba.
UNIVERSIDAD AUTÓNOMA DE ENTRE RÍOS: Consideraciones respecto de una nueva Ley de
Educación Superior con relación a las universidades provinciales.
CONSULTA HACIA UNA NUEVA LEY NACIONAL DE EDUCACIÓN SUPERIOR
Comisión de Educación – Honorable Cámara de Diputados de la Nación 148
UNIVERSIDAD NACIONAL DE LANÚS: Res. C.S. Nº 78/07
UNIVERSIDAD NACIONAL DE SALTA: Res. C.S. Nº 292/07 y sus antecedentes.
UNIVERSIDAD NACIONAL DE LA PLATA: Documentos elaborados en la Jornada de discusión
de la Ley de Educación Superior.
UNIVERSIDAD NACIONAL DE LUJÁN: Res. C.S. Nº 328/07 que aprueba el documento
Propuestas de Análisis de criterios para la reforma de la Ley de Educación Superior.
UNIVERSIDAD NACIONAL DE ENTRE RÍOS: Publicación Aportes de la Universidad Nacional
de Entre Ríos para una nueva Ley de Educación Superior. Res. C.S. Nº 130/07
INSTITUTO DE ESTUDIO Y CAPACITACIÓN – IAC- CONFEDERACIÓN NACIONAL DE
DOCENTES UNIVERSITARIOS –CONADU - : Documento “Hacia una nueva Ley de Educación
Superior”.

Recibidos luego de la reunión de Vaquerías:

INSTITUTO UNIVERSITARIO AERONÁUTICO: Propuesta de inclusión de artículo que


contemple un marco jurídico para el desenvolvimiento de ese Instituto.
UNIVERSIDAD NACIONAL DE FORMOSA: documento sobre inclusión de la Educación Física y
el Deporte en la Ley de Educación Superior.
Lic. Ernesto Villanueva: Notas al Documento base elaborado por la Comisión designada por el
CIN.
Diputado Reynaldo Vanossi: Proyecto de Ley Orgánica del Sistema Universitario
Diputado Alberto Cantero Gutiérrez: Proyecto de Ley Nacional de Educación Superior
INSTITUTO DE ESTUDIOS SUPERIORES EN COOPERATIVISMO LA LONJA: Propuesta de
artículo y su fundamentación y Conclusiones del Segundo Encuentro Provincial de Educación
Cooperativa y Mutual.

CUADRO SÍNTESIS DE LAS DISTINTAS PROPUESTAS SOBRE


EVALUACIÓN Y ACREDITACIÓN

UNIVERSIDAD TÍTULO PROPUESTA OBSERVACIONES


Análisis para El centro de la crítica está focalizada
una nueva ley en quien llevará a cabo la evaluación
Universidad
de educación externa de las instituciones
Nacional de superior. universitarias y carreras de grado y
Proyecto de postgrado.
Formosa
rectorado La crítica se centraliza en la
composición de la CONEAU.
“Se rechaza la realización de la
evaluación externa por parte de un
ente que no integre la de su comisión
evaluadora”, poniendo en tela de
juicio los criterios evaluativos
externos que hasta podrían ser
contradictorios con las metas
institucionales de las propias
universidades.

CONSULTA HACIA UNA NUEVA LEY NACIONAL DE EDUCACIÓN SUPERIOR


Comisión de Educación – Honorable Cámara de Diputados de la Nación 149
UNIVERSIDAD TÍTULO PROPUESTA OBSERVACIONES
Proyecto de Se propone cambiar el sistema y que
ley de sea competencia del CIN “promover
Universidad
garantías a la la evaluación académica de las
Nacional de autonomía y a universidades nacionales y de sus
la autarquía carreras, entendida la misma como
Entre Ríos
de las procesos de co-visión horizontal para
universidades la mejora de la institución
nacionales. universitaria”. Acordar criterios de
aprobado por evaluación externa de las
res universidades nacionales,
"CS"130/07 27 implementando sistemas que
/6/ 2007 articulen esta evaluación con los
procesos permanentes de evaluación
interna de cada institución.
Las universidades deben asegurar el
funcionamiento de los procesos
internos de evaluación institucional y
de las carreras de grado y posgrado
para sugerir modelos para su mejora,
integrados con el proceso de
evaluación externa.
Las evaluaciones externas estarán a
cargo de jurados evaluadores ad
hoc., pertenecientes al sistema, con
preeminencia de académicos y con
la participación de los estamentos
universitarios. Los jurados emitirán
dictámenes no vinculantes y públicos
abarcando docencia, investigación
extensión y gestión.
Ley de La única propuesta se refiere a
educación que "la composición de los comités
Universidad
superior, evaluadores debe en su mayor
Nacional de proyecto de número provenir de las mismas
Rectorado universidades públicas" La calidad
Tucumán
debe medirse en función de
parámetros científicos y no por
criterios mercantiles.
Propuestas Propone que se aseguren instancias
para una ley de evaluación interna y de
Universidad
educativa. complementación con evaluación
Nacional de La Proyecto de externa.
Rectorado Las evaluaciones y acreditaciones de
Pampa
carreras se llevarán a cabo por XXX
integrados por representantes del
sistema universitario. Para el caso de
los representantes propuestos por el
CIN para integrar la misma, estos
deberán pertenecer a distintas
universidades nacionales.

CONSULTA HACIA UNA NUEVA LEY NACIONAL DE EDUCACIÓN SUPERIOR


Comisión de Educación – Honorable Cámara de Diputados de la Nación 150
UNIVERSIDAD TÍTULO PROPUESTA OBSERVACIONES
Universidad Aporte al -Reforzar la importancia de la
mejoramiento “evaluación y acreditación” y de la
Nacional de La
de la LES. instancia institucional elegida
Matanza Propuesta de (organismo estatal CONEAU) para la
Rectores de formalización de la garantía pública
las UUNN del sobre la calidad de la formación
Conurbano. universitaria y el logro de confianza
recíproca en el plano internacional.
-Incorporar el principio de elevación
de la calidad de la educación
universitaria en las definiciones
relativas a los mecanismos de
evaluación y acreditación y a los
programas de apoyo al mejoramiento.
- Establecer una nómina de carreras
de grado de interés público.
- Debatir y llegar a un acuerdo sobre
la composición de la CONEAU.

Universidad Criterios
No puede haber representantes de los
Nacional de Salta generales
poderes políticos encargados de la calidad
para
de los títulos. Propone que el Estado vele por
elaboración
la calidad mediante un órgano que no sea
de una ley
partidario, burocrático, elitista, corporativo o
universitaria
gremial. Rechazan la CONEAU.
Propuesta del
C. S.

Proyecto Propone que todas las instituciones evalúen No se expide


su funcionamiento a través de un proceso
Federación sobre
interno y otro externo. La evaluación interna
Universitaria la realiza la propia institución en forma acreditación
independiente, con la participación de todos
Argentina
los claustros. Propone que la evaluación
externa la realice la Agencia Nacional de
Evaluación dependiente del Congreso
Nacional que tiene a su cargo además
dictaminar sobre la creación de
universidades. La ANE sería una entidad con
personería jurídica, con independencia
funcional y financiera. Está integrada por
siete miembros: Presidente y dos vocales los
cuales serán Rectores designados por el
CIN, el vicepresidente y un vocal nombrados
por el congreso y dos vocales, uno por el
gremio docente y otro de FUA. Propone un
régimen de autorización provisoria otorgado
por el Ministerio de Educación para las
universidades privadas.

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Comisión de Educación – Honorable Cámara de Diputados de la Nación 151
UNIVERSIDAD TÍTULO PROPUESTA OBSERVACIONES
Proyecto Senador
Giustiniani Propone crear una Comisión de Seguimiento
de Educación Superior integrada por doce
miembros de los cuales seis serán por el
CIN, uno por el CRUP, uno por el Ministerio
de Educación, uno por cada cámara del
Congreso Nacional, uno por la FUA y uno
por el gremio docente. Será presidido por un
miembro del CIN. Esta comisión solicitará a
las Universidades nacionales y privadas la
elaboración de un plan de desarrollo
institucional plurianual de entre tres y seis
años que incluya una
autoevaluación. Propone la creación de un
Comité de Especialistas, encargado de
evaluar el plan de mejoramiento. Este
comité, integrado por más de dos tercios de
docentes e investigadores nacionales, tendrá
además a su cargo el análisis de los
proyectos de creación de nuevas
universidades privadas. Propone que la
Comisión de Seguimiento de Educación
Superior constituya una Junta de
Acreditación para carreras de grado y
posgrado de universidades privadas,
integrada por expertos de las mismas
disciplinas a ser evaluadas. Esta Junta estará
compuesta por al menos un 50 % de
docentes-investigadores pertenecientes a
universidades nacionales

Varios
DECLARACIÓN DE HORCO MOLLE EN TUCUMÁN.
Acuerdo Plenario Nº 537/04
Río Gallegos, setiembre 23 de 2004
Visto:
la declaración producida en las Primeras Jornadas de reflexión sobre la Educación Superior en la
Argentina, realizadas los días 26 y 27 de agosto en Horco Molle, Provincia de Tucumán. Y

Considerando:

que allí se recoge el sentir de este Consejo y su compromiso con las necesidades de la
sociedad;
que asimismo y en orden a cumplir con sus objetivos esenciales, a través de ella se
acuerda una serie de acciones para realizar en cada una de las instituciones que integran el
sistema;
que si bien la amplia mayoría de las Universidades participaron de aquella Jornada, y a fin
de darle relevancia formal, corresponde que este Plenario se expida con relación a esta
declaración.
Por ello,
EL CONSEJO INTERUNIVERSITARIO NACIONAL
Acuerda:
Art. 1º: Aprobar por unanimidad la Declaración de Horco Molle, Provincia de Tucumán, que se
agrega como anexo del presente.
Art. 2º: Regístrese, dése a conocer y archívese.

NORMA BEATRIZ COSTOYA ANÍBAL BILLONI


Secretaria Técnica Presidente

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Comisión de Educación – Honorable Cámara de Diputados de la Nación 152
PRIMERAS JORNADAS DE REFLEXIÓN SOBRE LA EDUCACIÓN SUPERIOR EN LA
ARGENTINA

La educación superior en los últimos años ha experimentado significativas transformaciones en


todo el mundo. El creciente número de estudiantes y su heterogeneidad; la multiplicación de sus
esferas de actividad; la variedad de instituciones con fines, funciones y prioridades diferentes,
son parte de las nuevas exigencias y desafíos a los que se enfrenta la educación superior. La
universidad se encuentra entre aquellas instituciones del mundo contemporáneo que
experimentan mayores desafíos. Impactan en ella profundos y complejos cambios en múltiples
campos de la vida humana: el desarrollo de la ciencia y la tecnología que ha contribuido a
transformar los procesos productivos, las condiciones de acceso y los modos de distribución de
la información; las formas de organización de las economías y las dinámicas sociales con
desiguales efectos.
Para la universidad argentina estos retos adquieren particular relevancia en virtud de las actuales
circunstancias sociales y económicas que vive el país.
Los rectores reunidos en el Consejo Interuniversitario Nacional asumen el compromiso de
afianzar:

una universidad que forme ciudadanos libres, con firmes convicciones éticas y comprometidos
con una sociedad democrática, con el más alto nivel de calidad y en toda la diversidad de los
saberes científicos, técnicos, humanísticos, y culturales.
una universidad con el afán permanente de ampliar las fronteras del conocimiento, en un
adecuado equilibrio entre la investigación fundamental y la orientada hacia objetivos específicos
para beneficio de toda la sociedad.
una universidad que interactúe con el sector productivo y el Estado, generando un ambiente
propicio para los procesos de innovación científica y tecnológica necesarios para el desarrollo
sustentable del país.
una universidad inclusiva que asuma un rol protagónico en la construcción de una sociedad en la
que la educación, el conocimiento y los demás bienes culturales se distribuyan
democráticamente.

Los altos niveles de pobreza y de población socialmente excluida en la Argentina, así como la
imperiosa necesidad de reconstruir la economía y los lazos sociales, constituyen una dimensión
fundamental que debe incidir con particular énfasis en la definición de políticas educativas,
científicas y tecnológicas para los próximos años. Al respecto, la universidad debe incrementar su
contribución al cambio socio-económico con justicia social e igualdad de oportunidades y
promover un proyecto de desarrollo sustentable.

Para el logro de estos objetivos los rectores acuerdan:


Afianzar la política universitaria como búsqueda de consensos entre la universidad autónoma y
los poderes del Estado, en diálogo con la sociedad.
Actualizar y consolidar los proyectos institucionales de cada universidad como una herramienta
para su desarrollo.
Acrecentar el compromiso de la vinculación de la universidad con la sociedad.
Fortalecer las acciones de difusión de los resultados que obtienen las universidades en sus
distintos niveles de trabajo.
Impulsar la articulación entre las diversas modalidades de educación superior.
Promover la progresiva organización por ciclos que faciliten el diseño de contenidos básicos
disciplinares comunes por familias de carreras.
Construir un sistema de créditos de grado y posgrado, para estimular la articulación en la
universidad y entre universidades.
Mejorar las condiciones y estrategias institucionales para facilitar el tránsito del nivel medio a la
universidad, los procesos de aprendizaje, la calidad de la formación, el progreso en los estudios y
la graduación.
Fortalecer la función docencia en la universidad.
Consolidar y ampliar los sistemas de información universitaria y definir un sistema compartido de
indicadores para mejorar el conocimiento del sistema y la toma de decisiones.
Elaborar a corto plazo un documento de fondo que contenga la propuesta de líneas de acción
para la educación superior en los próximos diez años, en el que se consideren los estudios
realizados por el CIN, por otras instituciones y especialistas.
Contribuir al debate sobre la situación y propuestas para la mejora del sistema educativo en sus
diversos niveles.
Requerir que los sucesivos presupuestos universitarios contemplen incrementos progresivos que
posibiliten el cumplimiento de estos objetivos.

CONSULTA HACIA UNA NUEVA LEY NACIONAL DE EDUCACIÓN SUPERIOR


Comisión de Educación – Honorable Cámara de Diputados de la Nación 153
Queremos reafirmar y compartir con nuestra sociedad que una adecuada inversión en educación,
ciencia y tecnología constituye una condición necesaria para el desarrollo social, económico y
cultural del país.
No podemos dejar de destacar los esfuerzos que la comunidad universitaria en su conjunto ha
realizado en los últimos años sosteniendo, a pesar de las restricciones y de la gran crisis política
y social, su funcionamiento y su viabilidad, contribuyendo positivamente a los esfuerzos de
nuestra sociedad. La ejecución plena del presupuesto universitario y las transferencias
oportunas, como asimismo otras decisiones presupuestarias por parte del Gobierno Nacional han
sido, sin duda, medidas valiosas para la previsibilidad y el funcionamiento del sistema
universitario.
Los noventa años de la Universidad Nacional de Tucumán constituyen un testimonio de la
vigencia de la universidad pública en nuestro país. Como asimismo, el vigésimo aniversario de la
recuperación de la Universidad Nacional de Luján, cerrada por la última dictadura, es una
muestra de la vitalidad de la autonomía.

Horco Molle, Tucumán, 27 de agosto de 2004.

Asuntos Académicos
LEY DE EDUCACIÓN SUPERIOR.

Acuerdo Plenario, Nº 640/07


Buenos Aires, 4 de julio de 2007.
Visto:
El compromiso asumido ante el Ministro de Educación, Ciencia y Tecnología de participar
activamente en la revisión de la Ley de Educación Superior Nº 24.521. Y

Considerando:
Que esta reunión se ha convocado para dar inicio a los trabajos que deberán culminar
con una opinión del cuerpo sobre los aspectos a ser reformados –y en qué sentido- en la
normativa que regula el funcionamiento y desempeño de las instituciones universitarias públicas.
Que deberán tomarse en cuenta el material y los proyectos que se reciban de todos los
miembros de este Consejo y de otos actores de la comunidad universitaria.
Que dada la envergadura de la tarea a afrontar resulta conveniente que algunos
Rectores asuman la carga de organizar el trabajo, formulando un listado de temas, de acuerdo a
las opiniones vertidas durante el debate.
Que finalmente habría que llegar a la elaboración de documentos que sirvan de base
para la discusión en una nueva reunión especial como ésta.

Por ello

El CONSEJO INTERUNIVERSITARIO NACIONAL


Acuerda:

Art. 1º: Expresar el compromiso del CIN ante la comunidad universitaria de elaborar lineamientos
para una propuesta de reforma centrada en diversos aspectos y capítulos de la Ley de Educación
Superior Nº 24.521, para lo cual se tomará como base el documento adjunto y los diagnósticos,
debates y propuestas que hayan producido o que produzcan las distintas instituciones
universitarias públicas.
Art. 2º: Reafirmar ante las autoridades educativas nacionales la intención del CIN de
comprometer su participación activa en la elaboración de una propuesta de reforma de la Ley de
Educación Superior.
Art. 3º: Conformar una Comisión integrada por los Rectores de las Universidades Nacional de La
Matanza, Lanús, Tucumán, Salta, San Luis y Sur, que tendrá a su cargo la elaboración del listado
de temas respecto de los cuales se elaborarán los lineamientos mencionados en el artículo 1º y
prepararán los documentos base para la discusión.
Art. 4º: Convocar a una nueva reunión plenaria especial, a realizarse en los días 23 y 24 de
agosto de 2007, dónde se considerarán los documentos mencionados en el artículo anterior.
Art. 5º: Regístrese, dése a conocer y archívese.

NORMA BEATRIZ COSTOYA OSCAR FEDERICO SPADA

CONSULTA HACIA UNA NUEVA LEY NACIONAL DE EDUCACIÓN SUPERIOR


Comisión de Educación – Honorable Cámara de Diputados de la Nación 154
Secretaria Técnica Presidente

Anexo Ac. Pl. Nº 640/07

ANÁLISIS DE LA LEY DE EDUCACIÓN SUPERIOR Nº 24.521

Este plenario extraordinario sobre la Reforma de la Ley de Educación Superior constituye un


primer paso en un largo camino que el CIN debe transitar para poder iniciar la construcción de un
documento conjuntamente con los distintos sectores que conforman el sistema universitario.
Es evidente que antes de iniciar la discusión específica de los distintos temas enviados debemos
plantearnos qué Universidad queremos para el futuro, sin olvidar que su construcción es un
proceso continuo que implica el trabajo conjunto de todos los integrantes de la comunidad
universitaria y la sociedad.
Esto sólo podrá llevarse adelante con el aporte de todos, porque las aspiraciones del conjunto de
las universidades deben quedar reflejadas e interpretadas, en tanto compartimos el deseo de
vivir y trabajar en una sociedad mejor y más justa, que brinde oportunidades para recuperar un
país integrado, sin exclusiones, con una Universidad protagonista y posicionada en los mejores
niveles nacionales e internacionales.
Así, desde hace varios meses se está trabajando en todos los sectores de la comunidad
universitaria para formular propuestas referidas a los cambios necesarios para adecuarse a la
nueva realidad.
Es necesario debatir el perfil que tendrán las Instituciones Universitarias públicas en las próximas
décadas, teniendo en cuenta el contexto actual. Creemos que en los últimos años ser han
experimentado significativas transformaciones en los procesos intelectuales, que han cambiado
la forma de ver y pensar el entorno. Esta nueva visión se caracteriza por la complejidad, la
diversidad, la interdependencia, la incertidumbre y la inestabilidad, entre otros factores.
Simultáneamente, los procesos de globalización económica y mundialización cultural, abrieron
nuevas fronteras al intercambio humano y a la movilidad mundial, tanto de bienes como de ideas,
cobrando importancia y valorización el conocimiento, las tecnologías de la información, la
comunicación, la educación permanente, haciéndose notar sus efectos en todas las dimensiones
de la vida humana.
A causa de estas transformaciones, actualmente vivimos en un mundo de alta interrelación, en
permanente y cada vez más acelerado proceso de mutación, con tasas de evolución altamente
dinámicas.
En consecuencia estamos inmersos en un mundo nuevo al que debemos integrarnos,
incorporando lo mejor del intercambio, pero preservando nuestra cultura.
Los avances tecnológicos han sido una constante en los últimos doscientos años -aunque la
aceleración observada en las últimas décadas y años resulta asombrosa-, los que deberían, en
teoría, contribuir a mejorar la calidad de vida. Las posibilidades de impacto del desarrollo de la
ciencia y de la tecnología son muy grandes en la transformación de los procesos productivos, los
modos de acceso a la información, las formas de organización de las economías y las dinámicas
sociales.
Estos fenómenos, que han expandido las fronteras de la capacidad del hombre y las
posibilidades de su desarrollo, han tenido sin embargo efectos desiguales; estando
acompañados por situaciones que se ciernen sobre el futuro, más como amenazas que como
esperanzas.
Entender estos cambios tan profundos y de tanto impacto es fundamental para generar
estrategias que nos permitan aprovechar las oportunidades que nos brindan y para minimizar los
efectos negativos que los acompañan. Desconocerlos puede ser desastroso.
Para poder entender estos profundos cambios debemos reflexionar sobre los caminos que nos
han traído hasta aquí, y desde aquí atrevernos a generar nuevos rumbos hacia parajes aún hoy
indefinidos y desconocidos. Debemos crear nuevas lentes para observar un mundo nuevo.
Distinguirlo, configurarlo, reconocerlo, es tarea esencial para interaccionar en la diferencia como
único camino a la evolución.
Actualmente, la sociedad tiende a fundarse cada vez más en el conocimiento. Una de las
condiciones necesarias para cumplir con esa tarea, es que la propia Universidad se analice a sí
misma, junto con la sociedad, lo que daría una enorme capacidad de transformación, de
adaptación y de prever esos nuevos escenarios donde tendrá que desarrollar sus actividades.
Se debe reafirmar la función innovadora de conocimientos, de conciencia crítica de la sociedad y
de inserción socio-productiva de estudiantes y graduados, cuya formación debe estar
comprometida con la sociedad. Debe la universidad ser caja de resonancia de las necesidades
de la sociedad, y espacio de preparación para el cambio social y político. Reencontrar el vínculo
con el mundo del trabajo, formando profesionales comprometidos con los destinos nacionales y
con una moral pública.
CONSULTA HACIA UNA NUEVA LEY NACIONAL DE EDUCACIÓN SUPERIOR
Comisión de Educación – Honorable Cámara de Diputados de la Nación 155
Las Universidades pueden y deben mejorar su organización, de tal manera que la diversidad de
espacios que a su interior se manifiestan, se ordenen en función de los intereses del conjunto y
contribuyan a lograr los fines y objetivos de cada institución. Deben dar pruebas de imaginación,
creatividad, inteligencia y voluntad de cambio.
El mejoramiento de nuestra organización es decisivo para lograr el bienestar de cualquier
sociedad. Una sociedad que cree organizaciones más idóneas puede brindar mejor estándar de
vida a sus ciudadanos.

Finalmente buscamos ser un Sistema Universitario que:

- Garantice educación pública, libre y gratuita, reconocida por su pertinencia y calidad. Con
capacidad para dar respuesta al fenómeno de la universalización de la educación superior.
- Que asegure condiciones efectivas de inclusión y avance en la formación universitaria.
- Sea proactivo, plural, comprometido, capaz de anticipar las transformaciones y nuevas
tendencias, generando cambios con espíritu innovador y creativo.
- Brinde una formación de calidad en la enseñanza de grado y posgrado, en la investigación, en
la extensión y promocione líneas de excelencia nacional e internacional en temas emergentes.
- Promueva una activa participación de todos los miembros de la comunidad universitaria,
vinculando el esfuerzo conjunto con los desafíos, necesidades y demandas de la sociedad.
-Posea un sistema de financiamiento público, a partir de reconocer que una adecuada inversión
en educación, ciencia, arte y tecnología constituye una condición necesaria para el desarrollo
social, económico y cultural de un país.
- Valore críticamente su propio proceso histórico para proyectar su futuro.

En este escenario, el Sistema Universitario debe comenzar a transformarse si pretende ser


también un agente transformador. Desde esta perspectiva es que se propone una reforma de la
Ley de Educación Superior, que podría centrarse en cuatro grandes ejes:

a.- El ideológico
b.- El político
c.- El institucional
d.- El académico

El CIN acordará una agenda de aspectos relevantes para analizar las posibles modificaciones a
la normativa que regula la Educación Superior en nuestro país.

CONSULTA HACIA UNA NUEVA LEY NACIONAL DE EDUCACIÓN SUPERIOR


Comisión de Educación – Honorable Cámara de Diputados de la Nación 156
CONSEJO DE RECTORES DE UNIVERSIDADES PRIVADAS
(CRUP)
Fecha de presentación: 9 de abril de 2008

APORTES DEL CRUP ANTE UNA POSIBLE REFORMA A LA LEY DE EDUCACIÓN


SUPERIOR Nº 24.52114 -9 DE ABRIL DE 2008
La Ley de Educación Nacional Nº 26.206/06 definió marcos conceptuales diferentes a los de la
anterior Ley Federal de Educación Nº 24.195. Con ese motivo parece conveniente realizar
algunos ajustes en la Ley de Educación Superior vigente Nº 24.521, de manera que no quede
aislada dentro del sistema de educación de la República Argentina.
Así lo ha sostenido el Poder Ejecutivo en ocasión del mensaje con que dio apertura al período
ordinario de sesiones del H. Congreso el pasado 1º de marzo, al manifestar su voluntad de
reforma. Por su lado, la Sra. Presidente de la Comisión de Educación de la HCDN, anunció el
pasado 11 de marzo, que en este espacio se trabajará en la formulación de una amplia consulta a
los protagonistas del ámbito de la educación superior, complementando de esa forma, el análisis
de los diversos proyectos legislativos a consideración del Congreso.
Atendiendo a estos antecedentes el Consejo de Rectores de Universidades Privadas aporta los
siguientes puntos de vista:

I. LA EDUCACIÓN COMO BIEN PÚBLICO

1. Es conveniente que la nueva Ley ratifique que también en el nivel de la educación superior
universitaria tienen plena vigencia los derechos de enseñar y de aprender contemplados en el
art. 14 de la Constitución Nacional, los cuales “no podrán ser alterados por las leyes que
reglamenten su ejercicio”. (art. 28 de la CN)

La educación superior es, como el resto de la educación, un bien público y un derecho


personal y social. Entendemos en este sentido, que la educación superior provee a cada persona
y a la sociedad en general de contenidos intelectuales, científicos y culturales que no son
susceptibles de disfrute o aprovechamiento exclusivamente privado ni de provisión
exclusivamente estatal.

Por su misma definición, cualquier bien público debe ponerse al alcance de toda la
sociedad. La Ley debe contemplar diversas modalidades y agentes para facilitar el acceso de la
mayor cantidad posible de personas a una educación superior de calidad. Sería difícil que sólo la
iniciativa privada o sólo la oferta estatal bastasen para universalizar el acceso a la educación
superior, vistas las dimensiones que se esperan de la misma.

Al ser la educación un bien público, el Estado tiene la obligación de promover la igualdad


de oportunidades educativas para toda la población y al ser derecho personal y social tiene que
asegurar las distintas preferencias respecto del modo de recibirla según las personales
convicciones.
A tal fin el Estado debe fortalecer a la universidad argentina tanto de gestión estatal cuanto
privada, promoviendo su contenido sustantivo su pertinencia y su aptitud de innovación.
También debe incluir normas que tiendan a asegurar la calidad, eliminen las inequidades en el
acceso, establezcan programas de ayuda para estudiantes y permitan mejorar las tasas de
permanencia y graduación en el sistema universitario en su conjunto.

5. Establecidas como están la autonomía y la libertad académica de las instituciones


universitarias, la Ley debe evitar caer en el reglamentarismo y afirmar la existencia de distintos
proyectos institucionales, sistemas de gobierno y modos de participación en los mismos.

II. GOBIERNO, CONSULTA Y ARTICULACIÓN DEL SISTEMA

Se apreciará como altamente positivo que la Ley mantenga la existencia de un solo


Sistema de Educación Superior con sus necesarios órganos de consulta y coordinación. Deben
preverse mecanismos de articulación interuniversitarios que faciliten la movilidad de docentes y
estudiantes, resguardando la autonomía de cada una de las instituciones universitarias.

Dadas las circunstancias actuales y previsibles en el futuro, la Ley debe determinar


objetivos de articulación entre el nivel de educación superior y otros niveles en concordancia con
lo establecido en la Ley de Educación Nacional, apoyando financieramente las acciones que
emprendan los actores de las articulaciones, estatales o privados sin fines de lucro.

14
Buenos Aires, 9 de abril de 2008. Documento presentado por el Presidente del CRUP, Horacio O’Donnell.
CONSULTA HACIA UNA NUEVA LEY NACIONAL DE EDUCACIÓN SUPERIOR
Comisión de Educación – Honorable Cámara de Diputados de la Nación 157
• En la actual ley no se define con precisión la función de los Consejos de Planificación
Regional de la Educación Superior (CPRES), lo cual hace sumamente conveniente que la nueva
legislación delimite estrictamente sus funciones en el ámbito de la articulación regional como
espacio de consulta, sin que tengan competencias de evaluación y acreditación, reservadas para
otra instancia del sistema. La presidencia de los CPRES debe ser rotativa y determinada por sus
miembros.

9. Los órganos de gobierno, consulta y coordinación del Sistema, deberían estar compuestos de
manera tal que aseguren una representación adecuada de las instituciones universitarias
estatales y privadas, sin perjuicio de atender a la necesaria relación con las jurisdicciones. Es
deseable que las atribuciones y la mecánica de funcionamiento del Consejo de Universidades lo
capaciten para sesionar como el órgano de más alto nivel de representación del sistema
universitario.

III. ÓRGANOS DE EVALUACIÓN

• La necesidad de la evaluación de la calidad de la educación superior es una realidad


innegable y debe contar con el Estado como garante último de la misma. Así se observa por lo
demás en el ámbito internacional, donde se han generalizado los organismos públicos y privados
destinados a emitir juicios de calidad crecientemente comparativos. La Ley debe confirmar la
continuidad del sistema nacional de evaluación, revisando el cumplimiento de sus funciones y la
organización con que opera para otorgarle mayor eficiencia, considerando en lo posible que el
directorio de la CONEAU tenga una mayor representación específicamente universitaria.

• La CONEAU o las agencias o entes autorizados deberían poder ofrecer sus servicios a las
instituciones universitarias estatales y privadas que concurran a ellas voluntariamente dejando
abierta la posibilidad de que dichas instituciones puedan presentar sus pedidos de evaluación y
acreditación ante entes públicos de evaluación de carácter no estatal.

• Una incorrecta interpretación del artículo 43 de la Ley de Educación Superior vigente ha


conducido a una excesiva inclusión de carreras calificadas de interés público. Sería deseable una
modificación que refuerce el carácter restrictivo de las carreras que necesiten esas garantías a la
vez que estipule el carácter voluntario de la acreditación de las restantes carreras.

13. La obligación de acreditar los proyectos de carrera de postgrado introducida por vía
reglamentaria ha demostrado ser engorrosa y poco eficaz para la real mejora de los mismos. La
Ley debe plantear solamente la acreditación voluntaria de carreras de postgrado una vez que
hayan comenzado a funcionar.

14. El concepto de EQUIDAD, que circula en todos los discursos educativos debe traducirse en
acciones concretas a la hora de generar políticas en el sistema y está íntimamente relacionado
con los conceptos de justicia y libertad para que todos podamos ser partícipes de una mejor
educación. Desde este contexto, estamos convencidos de que las Universidades Privadas
constituimos un estamento importante en la formación de ciudadanos y en la construcción de
una sociedad más justa y equitativa.

IV. FINANCIAMIENTO
5 La equidad, la inclusión social y el respeto por la libertad de pensamiento exigen que las
oportunidades de acceso a la educación superior sean mejoradas a través de un sistema
de becas universal y de un sistema de crédito universitario también universal, con apoyo
del Estado.

• El impulso específico hacia la universalización de la educación superior y el crecimiento


científico y tecnológico del país, debieran contar con una norma que otorgue ventajas impositivas
o de otro carácter a las acciones de mecenazgo, donativos a las instituciones de educación
superior, aportes para becas, desarrollo de infraestructura entre otros cometidos vinculados
directamente al desarrollo y crecimiento de la actividad esencial de las instituciones de educación
superior.

17. Por el mismo motivo la Ley debería establecer la exención de impuestos de carácter nacional
para todas las instituciones universitarias, cuestión que ahora está al arbitrio del Poder Ejecutivo.

18. La equidad exige que la Ley contemple que el acceso a fondos competitivos -para programas
de apoyo a la mejora de la calidad, para el equipamiento de laboratorios, para investigación y
desarrollo tecnológico y para las actividades de extensión- así como las contrataciones del
Estado, estén abiertas tanto a las instituciones universitarias estatales como a las privadas que
hayan pasado por procesos de evaluación externa.
CONSULTA HACIA UNA NUEVA LEY NACIONAL DE EDUCACIÓN SUPERIOR
Comisión de Educación – Honorable Cámara de Diputados de la Nación 158
19. Las carreras de interés público de instituciones universitarias estatales y privadas que
resulten acreditadas deben ser elegibles para programas de financiamiento destinados a planes
de mejora de la calidad, proyectos de articulación y otros programas destinados a apoyar el
desarrollo del Sistema de Educación Superior.

V. UNIVERSIDADES EXTRANJERAS

20. La Ley debería prever las condiciones de radicación para el caso de que hubiere instituciones
universitarias extranjeras interesadas en radicarse en el país, contemplando no solo el principio
de reciprocidad, sino también todos los requisitos necesarios para garantizar la calidad de sus
ofertas y la adecuada salvaguarda de los otros fines y objetivos del Sistema de Educación
Superior.

21. Las carreras de grado y postgrado ofrecidas por universidades extranjeras, con o sin asiento
en el país, en concurso o convenio con instituciones de educación superior locales, deben contar
con el mismo y equivalente proceso de autorización que el previsto para similares ofertas
educativas nacionales.

VI. CONCLUSIONES

Reiteramos a esta Honorable Comisión de Educación la voluntad del CRUP en nuestro carácter
de órgano de coordinación y consulta del sistema universitario argentino para colaborar con la
tarea legislativa, ampliando los puntos de vista aquí expuestos.

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Comisión de Educación – Honorable Cámara de Diputados de la Nación 159
ESTUDIANTES: FEDERACIÓN UNIVERSITARIA
ARGENTINA (FUA)
Fecha de presentación: 30 de abril de 2008.

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Comisión de Educación – Honorable Cámara de Diputados de la Nación 160
CONSULTA HACIA UNA NUEVA LEY NACIONAL DE EDUCACIÓN SUPERIOR
Comisión de Educación – Honorable Cámara de Diputados de la Nación 161
CONSULTA HACIA UNA NUEVA LEY NACIONAL DE EDUCACIÓN SUPERIOR
Comisión de Educación – Honorable Cámara de Diputados de la Nación 162
CONSULTA HACIA UNA NUEVA LEY NACIONAL DE EDUCACIÓN SUPERIOR
Comisión de Educación – Honorable Cámara de Diputados de la Nación 163
CONSULTA HACIA UNA NUEVA LEY NACIONAL DE EDUCACIÓN SUPERIOR
Comisión de Educación – Honorable Cámara de Diputados de la Nación 164
CONSULTA HACIA UNA NUEVA LEY NACIONAL DE EDUCACIÓN SUPERIOR
Comisión de Educación – Honorable Cámara de Diputados de la Nación 165
CONSULTA HACIA UNA NUEVA LEY NACIONAL DE EDUCACIÓN SUPERIOR
Comisión de Educación – Honorable Cámara de Diputados de la Nación 166
CONSULTA HACIA UNA NUEVA LEY NACIONAL DE EDUCACIÓN SUPERIOR
Comisión de Educación – Honorable Cámara de Diputados de la Nación 167
CONSULTA HACIA UNA NUEVA LEY NACIONAL DE EDUCACIÓN SUPERIOR
Comisión de Educación – Honorable Cámara de Diputados de la Nación 168
CONSULTA HACIA UNA NUEVA LEY NACIONAL DE EDUCACIÓN SUPERIOR
Comisión de Educación – Honorable Cámara de Diputados de la Nación 169
CONSULTA HACIA UNA NUEVA LEY NACIONAL DE EDUCACIÓN SUPERIOR
Comisión de Educación – Honorable Cámara de Diputados de la Nación 170
CONSULTA HACIA UNA NUEVA LEY NACIONAL DE EDUCACIÓN SUPERIOR
Comisión de Educación – Honorable Cámara de Diputados de la Nación 171
CONSULTA HACIA UNA NUEVA LEY NACIONAL DE EDUCACIÓN SUPERIOR
Comisión de Educación – Honorable Cámara de Diputados de la Nación 172
CONSULTA HACIA UNA NUEVA LEY NACIONAL DE EDUCACIÓN SUPERIOR
Comisión de Educación – Honorable Cámara de Diputados de la Nación 173
CONSULTA HACIA UNA NUEVA LEY NACIONAL DE EDUCACIÓN SUPERIOR
Comisión de Educación – Honorable Cámara de Diputados de la Nación 174
FEDERACIÓN NACIONAL DE DOCENTES UNIVERSITARIOS (CONADU)
Fecha de presentación: 6 de mayo de 2008

HACIA UNA NUEVA LEY DE EDUCACION SUPERIOR

ICE-CONADU-6 DE MAYO DE 2008

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Comisión de Educación – Honorable Cámara de Diputados de la Nación 175
CONSULTA HACIA UNA NUEVA LEY NACIONAL DE EDUCACIÓN SUPERIOR
Comisión de Educación – Honorable Cámara de Diputados de la Nación 176
CONSULTA HACIA UNA NUEVA LEY NACIONAL DE EDUCACIÓN SUPERIOR
Comisión de Educación – Honorable Cámara de Diputados de la Nación 177
CONSULTA HACIA UNA NUEVA LEY NACIONAL DE EDUCACIÓN SUPERIOR
Comisión de Educación – Honorable Cámara de Diputados de la Nación 178
CONSULTA HACIA UNA NUEVA LEY NACIONAL DE EDUCACIÓN SUPERIOR
Comisión de Educación – Honorable Cámara de Diputados de la Nación 179
CONSULTA HACIA UNA NUEVA LEY NACIONAL DE EDUCACIÓN SUPERIOR
Comisión de Educación – Honorable Cámara de Diputados de la Nación 180
ASOCIACIÓN GREMIAL DE DOCENTES DE LA UNIVERSIDAD
TECNOLÓGICA NACIONAL (FAGDUT)
Fecha de presentación: 6 mayo de 2008.

CONSULTA HACIA UNA NUEVA LEY NACIONAL DE EDUCACIÓN SUPERIOR


Comisión de Educación – Honorable Cámara de Diputados de la Nación 181
CONSULTA HACIA UNA NUEVA LEY NACIONAL DE EDUCACIÓN SUPERIOR
Comisión de Educación – Honorable Cámara de Diputados de la Nación 182
UNION DOCENTES ARGENTINOS (UDA)
Fecha de presentación: 6 de mayo de 2008

CONSULTA HACIA UNA NUEVA LEY NACIONAL DE EDUCACIÓN SUPERIOR


Comisión de Educación – Honorable Cámara de Diputados de la Nación 183
CONSULTA HACIA UNA NUEVA LEY NACIONAL DE EDUCACIÓN SUPERIOR
Comisión de Educación – Honorable Cámara de Diputados de la Nación 184
CONSULTA HACIA UNA NUEVA LEY NACIONAL DE EDUCACIÓN SUPERIOR
Comisión de Educación – Honorable Cámara de Diputados de la Nación 185
FEDERACIÓN NACIONAL DE DOCENTES, INVESTIGADORES Y CREADORES
UNIVERSITARIOS - CONADU HISTÓRICA

CONSULTA HACIA UNA NUEVA LEY NACIONAL DE EDUCACIÓN SUPERIOR


Comisión de Educación – Honorable Cámara de Diputados de la Nación 186
CONSULTA HACIA UNA NUEVA LEY NACIONAL DE EDUCACIÓN SUPERIOR
Comisión de Educación – Honorable Cámara de Diputados de la Nación 187
CONSULTA HACIA UNA NUEVA LEY NACIONAL DE EDUCACIÓN SUPERIOR
Comisión de Educación – Honorable Cámara de Diputados de la Nación 188
CONSULTA HACIA UNA NUEVA LEY NACIONAL DE EDUCACIÓN SUPERIOR
Comisión de Educación – Honorable Cámara de Diputados de la Nación 189
CONSULTA HACIA UNA NUEVA LEY NACIONAL DE EDUCACIÓN SUPERIOR
Comisión de Educación – Honorable Cámara de Diputados de la Nación 190
CONSULTA HACIA UNA NUEVA LEY NACIONAL DE EDUCACIÓN SUPERIOR
Comisión de Educación – Honorable Cámara de Diputados de la Nación 191
CONSULTA HACIA UNA NUEVA LEY NACIONAL DE EDUCACIÓN SUPERIOR
Comisión de Educación – Honorable Cámara de Diputados de la Nación 192
CONSULTA HACIA UNA NUEVA LEY NACIONAL DE EDUCACIÓN SUPERIOR
Comisión de Educación – Honorable Cámara de Diputados de la Nación 193
CONSULTA HACIA UNA NUEVA LEY NACIONAL DE EDUCACIÓN SUPERIOR
Comisión de Educación – Honorable Cámara de Diputados de la Nación 194
CONSULTA HACIA UNA NUEVA LEY NACIONAL DE EDUCACIÓN SUPERIOR
Comisión de Educación – Honorable Cámara de Diputados de la Nación 195
CONSULTA HACIA UNA NUEVA LEY NACIONAL DE EDUCACIÓN SUPERIOR
Comisión de Educación – Honorable Cámara de Diputados de la Nación 196
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Comisión de Educación – Honorable Cámara de Diputados de la Nación 197
Sector Productivo 13-5-08:
Unión Industrial Argentina -UIA- y Modelo de Gestión de Calidad para Instituciones
Educativas
El documento de puede consultarse en
http://www1.hcdn.gov.ar/dependencias/ceducacion/LES/APORTESLES/PDF/FPNC-
Gu%C3%ADaInstitucionesEducativas.pdf

CONSULTA HACIA UNA NUEVA LEY NACIONAL DE EDUCACIÓN SUPERIOR


Comisión de Educación – Honorable Cámara de Diputados de la Nación 198
MOVIMIENTO FRENTE TRANSVERSAL NACIONAL Y POPULAR

“No se trata de que las puertas de la Universidad se abran al pueblo; eso es una concesión. Es la Universidad
del pueblo; es el pueblo en su Universidad”.
Jorge Taiana, mayo de 1973.

Rol de la Universidad
Ante la crisis de un Estado destruido a partir de la dictadura militar y la entrega menemista,
perforado profundamente en su legitimidad social, cuestionado duramente en diciembre de 2001,
y mellado en cada uno de sus niveles, los sectores populares pusieron de manifiesto su
capacidad y su potencialidad creativa ante la crisis a través de la organización social.
Muestra cabal fueron las fábricas y empresas recuperadas, la búsqueda de soluciones solidarias
ante situaciones críticas como los comedores populares, la organización de los trabajadores
desocupados, los jardines comunitarios, etc.
La Universidad –salvo en casos aislados- no estuvo a la altura de las circunstancias.
La falta de articulación entre las demandas sociales, económicas y culturales reales de nuestro
país (pobreza, desigualdad, concentración de la renta, atraso industrial, dependencia tecnológica,
dependencia cultural, dependencia financiera, etc.) y los fines y prácticas concretas de la
Universidad, muestran una de las principales características de la crisis de la educación superior
actual.
En palabras de Daniel Filmus, la Universidad debe reconstruir su sentido y superar las tensiones
entre excelencia académica y responsabilidad social.
La Universidad debe recuperar su rol fundamental poniendo el conocimiento al servicio de la
sociedad que la sostiene .En este sentido, entendemos que la búsqueda de áreas de trabajo
debe darse a través de una doble articulación: con las políticas públicas y con las organizaciones
sociales.
Es urgente que el país profundo, muchas veces olvidado, se constituya en el objeto de
preocupación para las Universidades Nacionales y para los profesionales que de ellas egresan. Y
la participación popular para encaminarse en este sentido resulta no sólo fundamental sino que
es un imperativo.

La Universidad pública debe concebirse como parte de los instrumentos con que el Estado
cuenta para garantizar una efectiva redistribución de la riqueza.
La posibilidad que se nos presenta de debatir una nueva Ley de Educación Superior, debe ser
aprovechada para dar este debate y en definitiva, discutir el marco jurídico para desarrollar un
nuevo proyecto que convoque al protagonismo de docentes, estudiantes, graduados y no
docentes, tanto como al resto de la sociedad, cada uno expresando sus ideas y propuestas
desde sus distintos canales de representación, pero sin perder de vista la centralidad de la
discusión: cómo pueden contribuir las instituciones universitarias a mejorar la calidad de vida de
la mayoría de la población.
Nuestro aporte para trabajar en la reconstrucción de un Estado que nos contenga a todos como
herramienta del Proyecto Nacional en marcha implica por una parte la democratización del
Estado y por otra, tomar al Estado como herramienta de democratización en el camino de la
reconstrucción del movimiento nacional y popular de liberación de nuestro pueblo.
Esto se traduce en lo universitario en:
• resignificar los saberes en el intercambio para enriquecer el proceso de producción de
conocimiento en un ida y vuelta dinámico y comprometido.
• democratizar los espacios institucionales, reinstalando valores ligados a la equidad y
participación para poder transformar el sentido de las políticas públicas.
• Consolidar las prácticas participativas del movimiento popular a través de las organizaciones
sociales.
La verdadera democratización de la universidad está en relación con la construcción de un
sistema nacional de educación superior con calidad, equidad y pertinencia social en el marco de
un proyecto de país inserto en el escenario latinoamericano.
El mantenimiento y mejora de la calidad va indisolublemente unido al de su pertinencia social,
que se mide por el impacto social que genera, por el flujo de repercusiones y de
transformaciones de sentidos que se producen objetivamente en la sociedad de su entorno.

Autonomía, autarquía y financiamiento:


Se debe garantizar explícitamente la gratuidad y establecer la responsabilidad indelegable del
Estado en el sostenimiento financiero de la universidad pública
La asignación de los recursos debe ser el resultado de un debate marcadamente político que no
debe darse solamente entre docentes, estudiantes o no docentes, sino que por el contrario, debe
introducir a todos y cada uno de los actores sociales, económicos y políticos que financian y dan
CONSULTA HACIA UNA NUEVA LEY NACIONAL DE EDUCACIÓN SUPERIOR
Comisión de Educación – Honorable Cámara de Diputados de la Nación 199
sentido a la Universidad. De este debate debe surgir una planificación que en línea con las
políticas públicas nacionales debe indicar claramente la contribución de las instituciones
universitarias para contribuir a mejorar las condiciones de vida de la población.

Funciones de la Educación Superior

Extensión
La extensión debe ser re-jerarquizada y las políticas que la reimpulse deben priorizar
problemáticas nacionales y regionales en pos de la creación de programas de intervención social
dirigidos a dar respuestas a las múltiples problemáticas, promover la cultura local, nacional,
regional, fomentar la educación integral de los estudiantes y favorecer las transformaciones
socioculturales comunitarias, alentando una visión integral de cultura que incluya, entre otras, las
dimensiones científica y tecnológica.
Se debe además democratizar el ámbito de discusión y desarrollo de Programas y Proyectos,
teniendo en cuenta las demandas de las organizaciones sociales a quienes se debe asignar un
lugar en el proceso de formulación de los mismos, para tratar las posibles vinculaciones entre la
Universidad y las necesidades productivas, sociales y culturales de la Nación.

Investigación
Debe fomentarse la participación de las organizaciones sociales en el impulso de la investigación
para acercarla a las necesidades de desarrollo del país y propender a institucionalizar su
participación en órganos asesores o consultivos para el otorgamiento de becas y/o subsidios para
la implementación de la política de investigaciones científicas y tecnológicas.
La participación de las organizaciones sociales posibilita partir de las necesidades populares con
un criterio estratégico cual es construir un sistema productivo capaz de satisfacer esas
necesidades sin despilfarrar recursos ni estropear las condiciones del entorno en que deberán
vivir las próximas generaciones.

Gobierno y administración del sistema de educación superior


La participación de las organizaciones sociales debe institucionalizarse constituyéndolas en
copartícipes del proceso de planificación. En términos teóricos, deben incluirse desde la etapa
del diagnóstico participativo para avanzar en la construcción de ciudadanía y como garantía de
legitimidad de las políticas del sistema de educación superior
La democratización al interior del sistema universitario se verá favorecida incorporando
herramientas para la tomas de decisiones que amplíen la base legitimante (iniciativas popular
universitaria, presupuesto participativo, etc.). consolidar las prácticas participativas del
movimiento popular a través de las organizaciones sociales.
La instancia superior de coordinación del sistema universitario debe tener una estructura
equivalente al cogobierno.

Condiciones de ingreso, permanencia y egreso de alumnos, docentes, no docentes y


personal administrativo y técnico
Estudiantes: el ingreso irrestricto es condición necesaria pero no suficiente.
El acceso a la enseñanza superior debe seguir estando abierto a toda persona que haya
finalizado satisfactoriamente la enseñanza secundaria o estudios equivalentes o que reúna las
condiciones necesarias sin distinción de edad y sin ninguna discriminación. Sin igualdad de
oportunidades la desigualdad es un descarado reflejo de los privilegios de los que más tienen la
simple reproducción de los estratos sociales.
Pero esta democratización en el ingreso no es suficiente para garantizar la igualdad de
oportunidades en el acceso al conocimiento. Debe ser explicitada la necesidad de construir
herramientas para atender a la deserción, equilibrar la calidad y valoración de las distintas
carreras, así como mecanismos que faciliten la nivelación tomando en cuenta diversidades y
heterogeneidades para elaborar propuestas pedagógicas que compensen las desigualdades
articulando calidad con igualdad, (ampliación del cupo de becas, horarios acordes a la situación
laboral de los estudiantes).
Docentes: Garantizar la realización de concursos públicos para el ingreso y mecanismos de
evaluación para la promoción y permanencia en los cargos.
Establecer mecanismos que sostengan la capacitación y perfeccionamiento gratuita y en servicio.

Universidades Privadas:
La creación de las mismas debe hacerse por Ley. Estas, además, deben cumplir con las mismas
funciones que le compiten a las Universidades Públicas.
El ingreso de los docentes, también deben hacerse por concurso público y garantizar la
autonomía académica en relación con las entidades mantenedoras.

Evaluación y Acreditación:
Deben integrar un sistema nacional que dependa del Ministerio de Educación Nacional.
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Comisión de Educación – Honorable Cámara de Diputados de la Nación 200
Debe ejercerse controles de titulación de maestrías y doctorados.

Prácticas Profesionalizantes:
Las prácticas profesionalizantes deben desarrollarse en espacios comunitarios para que los
estudiantes puedan involucrarse en las realidades sociales.

Institutos Superiores:
Jerarquizar la formación de los institutos terciarios para permitir a sus egresados la posibilidad de
acceder al nivel universitario complementando su carreras. Esto permitiría el acceso a la
capacitación en postgrados, maestrías y doctorados. Evitando la discriminación de los egresados
de terciarios a los circuitos de capacitación.

FUNCIÓN SOCIAL DE LA UNIVERSIDAD. ROL DE LAS ORGANIZACIONES SOCIALES


Por Edgardo Depetri-Diputado nacional

La destrucción del Estado


En nuestro país, el modelo neoliberal estalló política, económica y socialmente en diciembre de
2001 marcando el final de dos etapas políticas combinadas. La primera, que se abre a partir del
golpe militar del 76 y la segunda, que continuó con las políticas neoliberales de los 90.
Fue el final de una crisis que se inició en 1955 cuando se empezó a derrumbar el proyecto
nacional, popular y de transformación social del peronismo que, nutrido por diversas vertientes
ideológicas provenientes del anarquismo, el socialismo, el comunismo, el cristianismo y el
sindicalismo, generó un proyecto sindical, económico y cultural de liberación nacional
hegemonizado por la clase trabajadora y el pueblo argentino, modelando una sociedad que ponía
el acento en el desarrollo del mercado interno con justicia social.15
Partimos entonces de un Estado estructurado a partir de la dictadura militar y la entrega
menemista. Un Estado perforado profundamente en su legitimidad social, que tuvo como pico de
cuestionamiento las jornadas de 2001. Un Estado mellado en cada uno de sus niveles por el
neoliberalismo y su consecuente criterio de administración continua de la crisis
Hoy atravesamos una etapa de transición donde se abren opciones para discutir otra sociedad y
tenemos la responsabilidad de continuar desmontando el orden que se estableció en la dictadura
y en los 90 y construir herramientas para profundizar la distribución del ingreso, consolidar la
soberanía nacional, avanzar en democracia y participación, por la efectiva vigencia de los
derechos humanos, por la verdad y la justicia.
El Estado nacional impulsa una serie de políticas que limitan la acción de los sectores
concentrados de la economía, y estimula algunas actividades necesarias para desarrollar una
estrategia de crecimiento con equidad. Son importantes avances en un proceso de
reconstrucción del Estado, recomponiendo su legitimidad e incrementando sus posibilidades de
autonomía a partir de la generación de superávit fiscal y de haber superado la crisis de
financiamiento.

El Estado en disputa y como herramienta de transformación


Sin embargo, la intervención creciente del Estado resulta aún insuficiente, no sólo porque su
capacidad se halla todavía extremadamente limitada como efecto de las decisiones políticas que
caracterizaron la etapa anterior, sino porque el Estado es hoy el terreno de disputa más claro
entre los distintos actores de la sociedad.
Así, en el Estado subyace una tensión constante de poder entre el movimiento popular y los
grupos económicos por el control de las decisiones estatales y el fortalecimiento de su rol de
garante de derechos y, por tanto, la disputa entre aquellos que apuestan a emprender el camino
hacia la consolidación de un proyecto nacional y popular y quienes pretenden retener los resortes
institucionales que les aseguren la perpetuación de los privilegios.
Pero el Estado es también una herramienta fundamental para cambiar las relaciones de
fuerza existentes en la sociedad y debe repensarse a sí mismo.16
15
Documento Político del Tercer Congreso del Frente Transversal, Nacional y Popular, 14 de julio de 2007.
16
EL ESTADO COMO TERRENO DE DISPUTA SUJETO A LAS RELACIONES DE FUERZA SOCIALES Y A SU VEZ EL
ESTADO COMO HERRAMIENTA PARA CAMBIAR LAS RELACIONES DE FUERZA EXISTENTES
“...Entendemos que al Estado hay que pensarlo desde una doble perspectiva. La primera es considerarlo como el
terreno de disputa más claro entre los distintos actores de la sociedad. Así, en él subyace una tensión constante de poder
entre el movimiento popular y los grupos económicos para el control de las decisiones estatales y su rol de garante de
derechos. La segunda es entender al Estado como una herramienta fundamental para cambiar las relaciones de fuerzas
existentes en la sociedad.//Es decir, si esta al servicio de la causa nacional, podrá, además de garantizar una distribución
más justa de la renta, alentar además procesos de democracia participativa a través de plebiscitos y consultas populares, la
indispensable libertad sindical (personería para la CTA), como así también institucionalizar la participación comunitaria y
social en la toma de decisiones, control y ejecución de las políticas públicas. EL ESTADO COMO HERRAMIENTA
PARA CAMBIAR LAS RELACIONES DE FUERZA EXISTENTES El gobierno de Kirchner hoy gestiona un Estado
estructurado a partir de la dictadura militar y la entrega menemista. Perforado profundamente en su legitimidad social, que
tuvo como pico de cuestionamiento las jornadas del 2001, y mellado en cada uno de sus niveles por el neoliberalismo y su
consecuente criterio de administración continua de la crisis.// Del 2003 al presente el presidente Kirchner conduce al Estado
en base a una férrea decisión política de servir a los intereses populares y de reconstrucción nacional y ha avanzado en
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Comisión de Educación – Honorable Cámara de Diputados de la Nación 201
En palabras de Germán Abdala,“El Estado es una herramienta que, según en qué manos esté,
puede servir para liberar o para someter. En las sociedades dependientes en las que estamos
sometidos a reglas de intercambio que nos plantean los países desarrollados, determinados por
la división internacional del trabajo, la única herramienta en la que se puede acumular poder en
forma real y planificar políticas sociales con cierta hegemonía popular es en la esfera estatal.
Esto no quiere decir defender teorías corporativistas o defender un capitalismo estatista.
Necesitamos un Estado que resuelva problemas, un Estado con rol social, un Estado popular, un
Estado que esté al servicio de las mayorías”.
En esta disputa apostamos entonces a la reconstrucción de un Estado al servicio de los
intereses nacionales y populares y sabemos que esta cuestión no se resuelve por decreto ni
con el mero voluntarismo de quienes tienen funciones en el aparato estatal.
Para ello es necesario aumentar la participación popular en el Estado para que cumpla con
su función de guardián de los bienes públicos, pero también de custodio de la efectiva vigencia
de los derechos de los sectores populares.
Esto requiere la institucionalización de la participación comunitaria y social en la toma de
decisiones, control y ejecución de las políticas públicas para permitir el tránsito de los sectores
populares de meros “beneficiarios” a pueblo organizado que ejercita sus derechos y,
paralelamente, para que el Estado pueda superar las políticas de asistencia y reparación -aún
indispensables- para erigirse en garante y promotor de los derechos individuales y colectivos.17

La Universidad y su rol
Ante la crisis consignada de un Estado destruido a partir de la dictadura militar y la entrega
menemista, perforado profundamente en su legitimidad social, cuestionado duramente en
diciembre de 2001, y mellado en cada uno de sus niveles, los sectores populares pusieron de
manifiesto su capacidad y su potencialidad creativa ante la crisis a través de la organización
social.
Muestra cabal fueron las fábricas y empresas recuperadas, la búsqueda de soluciones solidarias
ante situaciones críticas como los comedores populares, la organización de los trabajadores
desocupados, etc.
La Universidad –salvo en casos aislados-no estuvo a la altura de las circunstancias.18
La falta de articulación entre las demandas sociales, económicas y culturales reales de nuestro
país (pobreza, desigualdad, concentración de la renta, atraso industrial, dependencia tecnológica,
dependencia cultural, dependencia financiera, etc.) y los fines y prácticas concretas de la
Universidad, muestran una de las principales características de la crisis de la educación superior
actual.
La Universidad debe reconstruir su sentido y superar las tensiones entre “excelencia académica”
y “responsabilidad social”.19

paradigmas fundamentales de institucionalidad y políticas publicas ( renovación de la Corte Suprema, verdad y justicia y
reparación en el ámbito de los derechos humanos, reactivación del empleo y lucha contra la pobreza y marginalidad,
recuperación de la soberanía económica y algunos resortes financieros , progresos claros en el rediseño de las fuerzas de
seguridad, entre tantas otras.)//Todo esto indica avances en un proceso de reconstrucción del Estado, recomponiendo su
legitimidad, e incrementando sus posibilidades de autonomía a partir de haber superado la crisis de financiamiento y la
generación de superávit fiscal.//Sin embargo este Estado continua siendo en general un estado neo liberal en su estructura e
institucionalidad, no sólo no ha sido reformulado de raíz sino que no se piensa a sí mismo”. (Documento Comisión nº
8: “Rol del Estado”, Tercer Congreso del Frente Transversal, Nacional y Popular)
17
“EL ESTADO NECESITA DE LA PARTICIPACION DEL PUEBLO ORGANIZADO PARA LA EFECTIVA
DEMOCRATIZACION DE LAS RELACIONES POLITICAS, ECONOMICAS, SOCIALES Y CULTURALES DE LA
NACION.//Creemos que las organizaciones sociales y los trabajadores no hemos podido avanzar demasiado en niveles de
participación activa dentro del aparato del Estado ni en procesos de pensamiento critico y acción concreta que permitan ir
creando un nuevo Estado que de cuenta de las necesidades de las mayorías populares.//Los sectores populares no
debemos asumirnos como “beneficiarios” de políticas públicas sino como pueblo organizado que ejercita sus derechos. En
paralelo, el estado popular debe tender a superar las políticas de asistencia y reparación (aún indispensables) para erigirse
en garante y promotor de los derechos individuales y colectivos.//En este sentido, hay que ampliar la mirada y elaborar
propuestas efectivas de políticas públicas de carácter popular y asumirlas como propias. En esta tarea consideramos que
los trabajadores del Estado también deben participar activamente no solo con más organización gremial sino asumiéndose
como parte del Movimiento Nacional y aportar, en conjunto con las organizaciones sociales, al debate de qué Estado
queremos y necesitamos construir.//Así, también es una tarea pendiente avanzar con decisión sobre los diferentes campos
de la política pública. No limitarnos al acceso parcial a políticas sociales, de salud y educación sino orientar nuestra
perspectiva a la discusión de la economía, infraestructura, justicia, recursos naturales y la representación política
institucional.//Tenemos que tomar conciencia que nuestro objetivo principal no debe ser solo reclamarle al Estado sino
construir poder popular, para en conjunto, darle cuerpo, color y dirección política a un Estado que nos contenga a todos
como herramientas del Proyecto Nacional en marcha. Democratizar el Estado y tomar al Estado como herramienta de
democratización es, quizás la síntesis posible a encarar en esta etapa por los gobiernos populares y conjunto de
organizaciones sociales, políticas, gremiales y culturales en el camino de la reconstrucción del movimiento nacional y
popular de liberación de nuestro pueblo”.(ídem)
18
Mencionamos a título ejemplificativo el desarrollo de Plantas Productoras de Medicamentos Genéricos (Universidad
Nacional de Córdoba, Universidad Nacional de Tucumán) – cuyo antecedente se encuentra en la Planta desarrollada en la
Facultad de Farmacia y Bioquímica de la UBA en 1973-, los Programas de Huertas comunitarias (Universidad de Mar del
Plata), las propuestas económicas surgidas en el marco del Plan Fénix (Universidad de Buenos Aires), la propuesta de los
Decanos de Derecho para trabajar y realizar una presentación conjunta en contra de la Deuda Externa, los trabajos sociales
de extensión y promoción de salud.
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Comisión de Educación – Honorable Cámara de Diputados de la Nación 202
En este sentido, entendemos que la búsqueda de áreas de trabajo debe darse a través de una
doble articulación: con las políticas públicas y con las organizaciones sociales.
Es urgente que el país profundo, muchas veces olvidado, se constituya en el objeto de
preocupación para las Universidades Nacionales y para los profesionales que de ellas
egresan. Y la participación popular para encaminarse en este sentido resulta no sólo
fundamental sino que es un imperativo.
La Universidad debe recuperar su rol fundamental poniendo el conocimiento al servicio de la
sociedad que la sostiene: “no se trata de que las puertas de la Universidad se abran al pueblo;
eso es una concesión. Es la Universidad del pueblo; es el pueblo en su Universidad”20

Articulación con los sectores populares. Integración


Para facilitar la articulación debemos hacernos cargo de que el recurso “conocimiento” no es sólo
el conocimiento técnico-académico sino el potencial que alcanza cuando se articula con los
saberes sociales y culturales que vienen de la experiencia, de los conocimientos históricos, etc.
Por otra parte, entre las formas de relación también debe considerarse la integración que se
construye desde la participación y desde las necesidades.

Articulación e integración no sólo son posibles sino necesarias y señalaremos posibilidades


para impulsarlas en distintas esferas.

Extensión
En este ámbito, durante gran parte de los ’90, se produjo una fuerte caída de proyectos al tiempo
que se evidenciaba un fuerte aumento en los ingresos de recursos propios y un notable
crecimiento de la investigación, lo que fue configurando un nuevo patrón de Universidad,
despojada de sus perfiles sociales, y la extensión comenzó a deslegitimarse hasta convertirse en
una actividad prácticamente residual.
La extensión debe ser re-jerarquizada y las políticas que la reimpulse deben priorizar
problemáticas nacionales y regionales en pos de la creación de programas de intervención social
dirigidos a dar respuestas a las múltiples problemáticas, promover la cultura local, regional,
nacional, fomentar la educación integral de los estudiantes y favorecer las transformaciones
socioculturales comunitarias, alentando una visión integral de cultura que incluya, entre otras, las
dimensiones científica y tecnológica.
Se han registrado avances en este aspecto, entre ellos el Convenio Nº 643/03 celebrado entre
el Ministerio de Desarrollo Social, la Secretaría de Políticas Universitarias y el Consejo
Interuniversitario Nacional y refrendado por el Ministerio de Educación, Ciencia y Tecnología,
para otorgar financiamiento a proyectos de extensión universitaria orientados a mejorar la calidad
de vida de la población en situación de vulnerabilidad social y económica.
Pero además debe entenderse el concepto de “extensión” -que remite a una concepción de un
conocimiento superior, jerárquico, que se traslada a la sociedad- como “vinculación”, lo que
necesariamente convoca a la participación.
Se debe democratizar el ámbito de discusión y desarrollo de Programas y Proyectos, teniendo en
cuenta la voz de las organizaciones sociales a quienes se debe asignar un lugar en el proceso de
formulación de los mismos, para tratar las posibles vinculaciones entre la Universidad y las
necesidades productivas, sociales y culturales de la Nación.

Investigación
Debe fomentarse la participación de las organizaciones sociales en el impulso de la investigación
para acercarla a las necesidades de desarrollo del país y propender a institucionalizar su
participación en órganos asesores o consultivos para el otorgamiento de becas y/o subsidios para
la implementación de la política de investigaciones científicas y tecnológicas.21
La participación de las organizaciones sociales posibilita partir de las necesidades populares con
un criterio estratégico cual es construir un sistema productivo capaz de satisfacer esas
necesidades sin despilfarrar recursos ni estropear las condiciones del entorno en que deberán
vivir las próximas generaciones.22
19
“Queremos una universidad con excelencia académica y decimos que no hay excelencia académica si no hay una
preocupación social” (Palabras del Ministro Daniel Filmus en el acto de lanzamiento del Programa de Voluntariado
Universitario, 14 de marzo de 2006).
20
Palabras de Jorge Taiana, mayo de 1973, en VÁZQUEZ, SILVIA ANDREA. La Universidad Nacional y popular. Un espacio
alternativo para la vinculación entre los intelectuales y el pueblo. Proyecto APPEAL, Buenos Aires, marzo de 1987, citado
enRECALDE, ARTIZ E ICIAR. Universidad y liberación nacional. Nuevos Tiempos, Buenos Aires, 2007, pág. 252

21
Una experiencia interesante fueron los Centros Piloto de Investigación aplicada creados en la UBA en julio de 1973, entre
cuyos objetivos estaba investigar el grado de satisfacción de las necesidades populares en donde desarrollaban su actividad
los centros, investigar si la formación proporcionada por la universidad se ajustaba a la plena satisfacción de las
necesidades populares de las zonas investigadas, proporcionar asistencia complementaria a la población de las zonas
investigadas, investigar cuáles son los cambios estructurales que se podían proponer a las autoridades estatales para el
mejoramiento y perfeccionamiento de los servicios prestados por el Estado, etc. Resulta evidente la importancia de la
participación de las organizaciones populares en iniciativas de este tipo.
22
Expresa al respecto el Dr. Oscar Varsavsky: “Se empieza definiendo – con participación popular-, cuales son las
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Programas ministeriales
El Ministerio de Educación, Ciencia y Tecnología de la Nación ha elaborado Programas que
promueven la articulación entre Universidad y sociedad.
Así, desde el Programa Nacional de Educación Solidaria, estimula prácticas solidarias en la
educación superior desde 2004. En ese marco se abre, cada dos años, una convocatoria a
proyectos que participan de un concurso y se reconoce a los mejores con el Premio presidencial
"Prácticas Educativas Solidarias en Educación Superior".
En el año 2006 el Ministerio de Educación, Ciencia y Tecnología lanzó el Programa de
Voluntariado Universitario, que tiene como objetivo promover y fortalecer la participación de los
estudiantes del nivel superior en actividades voluntarias, generando una conciencia de servicio a
la comunidad de parte de los estudiantes, en la inteligencia de que “la universidad es una
herramienta para el desarrollo y el crecimiento del país dentro de un modelo de sociedad que
permita que el conjunto de los argentinos pueda recibir los bienes que ella misma produce”.23
El programa de voluntariado tiene entre sus propósitos: facilitar desde las comunidades
universitarias recursos humanos calificados para actuar sobre las diferentes problemáticas
existentes; promover el compromiso social en los futuros profesionales, a través de la
comprensión de la función social del conocimiento, la ciencia y la tecnología; y favorecer la
articulación de las instituciones educativas de nivel superior universitario con las organizaciones
gubernamentales y no gubernamentales.
En este año, y tras la experiencia obtenida en la primera convocatoria, se identificaron ciertos
ejes temáticos prioritarios con el propósito de impulsar y fortalecer prácticas de voluntariado
universitario comprometidas en la atención de problemáticas en torno a las cuales la articulación
concreta Universidad– Comunidad ha sido menos frecuente.
Estos ejes son: vivienda, infraestructura y servicios sociales básicos; medioambiente y recursos
naturales; economía social (micro créditos, producción, comercialización, etc.); prestaciones
alimentarias; diseño de circuitos turísticos locales; promoción y preservación del patrimonio
histórico y cultural; acceso público a la información y comunicación; educación; participación
ciudadana; promoción y atención de la salud; promoción comunitaria del deporte y la recreación;
y promoción de derechos (civiles, políticos y del consumidor).

Fortalecer la participación activa


Para fortalecer estas iniciativas de vinculación a través de la extensión universitaria, la
investigación y los programas de servicios y voluntariado impulsados desde el Ministerio de
Educación, Ciencia y Tecnología y fortalecer la calidad debemos también,24 como en todos los
ámbitos estatales, avanzar en niveles de participación activa de las organizaciones sociales
dentro del aparato del Estado y en procesos de pensamiento critico y acción concreta que
permitan ir creando un nuevo Estado, que dé cuenta de las necesidades de las mayorías
populares.
Uno de los objetivos específicos del Programa de Voluntariado es facilitar la articulación de las
instituciones educativas de nivel superior universitario con las organizaciones gubernamentales y
no gubernamentales, priorizando proyectos que requieran la colaboración de las mismas en su
diseño e implementación. Pero, dado que el voluntariado también debe entenderse como una
estrategia de participación social, favoreciendo la horizontalidad en la relación con los
destinatarios de las políticas públicas, se debe posibilitar un rol activo de las organizaciones
sociales.
Por otra parte, los proyectos también requieren contar con el compromiso manifiesto de terceros
interesados en su implementación, entendiendo por terceros a gobiernos provinciales,
municipios, entidades intermedias, cooperativas, asociaciones civiles, organismos del sector
público y/o privado y empresas.
En este marco, la participación de las organizaciones sociales debe institucionalizarse de
modo que puedan articularse las demandas sociales con las prácticas de intervención,

necesidades populares, materiales, culturales y políticas, que la sociedad debe atender, con sus prioridades y urgencias
para cada grupo social. El grandioso objetivo de Justicia Social se expresará no sólo anteponiendo las necesidades básicas
de las mayorías al consumo de cúpula, sino también dando normas cualitativas elementales, como quitar prioridad a la
diversificación de modelos, a la terminación y envase, y en general, al “consumismo”.//El sistema productivo entonces debe
hacerse capaz de satisfacer estas necesidades populares, que constituyen su única demanda legítima. Ellas determinan no
sólo qué y cuánto se debe producir, sino cómo, pues entre ellas figuran las condiciones de trabajo, la participación
administrativa y técnica, la desalienación, el ahorro de recursos, la protección del ambiente, etc”. Oscar Varsavsky.
Ponencia“Bases para una política nacional de Ciencia y Tecnología”, Jornadas de Política Científica y Política Tecnológica
para la Reconstrucción y Liberación Nacional”, organizadas por: UBA, UTN, INTI, INTA con el auspicio de la Secretaría de
Estado de Ciencia y Tecnología de la Nación, Facultad de Ingeniería de la UBA, diciembre de 1973.
23
Palabras del Ministro Daniel Filmus en el acto de lanzamiento del Programa de Voluntariado Universitario, 14 de marzo de
2006.
24
La calidad deben entenderse como indisolublemente unida a la pertinencia, que es la adecuación entre lo que la sociedad
espera de las universidades y lo que estas hacen en el marco de normas éticas, compromiso con el proyecto de desarrollo
nacional, capacidad crítica y una mejor articulación con la problemática social, en término de objetivos y necesidades, así
como el respeto a las diversidades culturales y la protección del medio ambiente
CONSULTA HACIA UNA NUEVA LEY NACIONAL DE EDUCACIÓN SUPERIOR
Comisión de Educación – Honorable Cámara de Diputados de la Nación 204
intercambiar saberes para su diseño e implementación y enriquecer la evaluación de la
intervención como parte de un proceso que permita mejorar la tarea.
De esta manera las organizaciones sociales se constituyen en copartícipes del proceso de
planificación. En términos teóricos, deben incluirse desde la etapa del diagnóstico participativo
para avanzar en la construcción de ciudadanía y como garantía de legitimidad de las políticas.25
Los proyectos deberán ser elaborados respondiendo a las necesidades de las comunidades,
ofreciendo soluciones de manera metodológica, tomando en consideración los planes de
desarrollo municipales, provinciales y nacionales. Resulta interesante analizar la posibilidad de
que se abra la presentación de los proyectos, admitiendo que las iniciativas surjan también de las
organizaciones sociales.
Una forma de posibilitar esta participación sería la realización de convenios como alianzas
realizadas entre el Ministerio, las instituciones de educación superior, las instituciones y
organizaciones del sector público y privado y las organizaciones sociales para la ejecución de
este servicio comunitario.

A modo de conclusión
Ante la necesidad de reformular las relaciones que tradicionalmente se han presentado, debemos
trabajar en la reconstrucción del Estado que en lo universitario implica:
• resignificar los saberes en el intercambio para enriquecer el proceso de producción de
conocimiento en un ida y vuelta dinámico y comprometido,
• democratizar los espacios, reinstalando valores ligados a la equidad y participación para poder
transformar el sentido de las políticas públicas.
• consolidar las prácticas participativas del movimiento popular a través de las organizaciones
sociales.26
Es imprescindible entonces fortalecer el vínculo entre las políticas educativas y de investigación y
la producción científica y tecnológica con un proyecto económico-político de efectiva
democratización de la sociedad que supere la dinámica que reproduce y tiende a ampliar la
desigualdad en todos los ámbitos de la vida social.
Los objetivos institucionales de la Universidad deben articularse con las necesidades sociales
establecidas como prioritarias por el conjunto de la comunidad, a través de los diversos modos
en que se constituye y se expresa democráticamente el interés común. Todo esto resalta la
importancia de la participación de las organizaciones sociales en el diseño, seguimiento y control
de las actividades que han sido señaladas.
Entendemos que la Universidad está llamada a impartir enseñanza, realizar investigación,
promover la cultura nacional, producir bienes y prestar servicios con proyección social, haciendo
los aportes necesarios para contribuir a la solución de los grandes problemas nacionales.
Y para reforzar la articulación de la universidad con los sectores populares es fundamental que
se tome conciencia del papel que tienen que cumplir, establecer un diálogo con las mayorías
sociales más golpeadas, que ante la crisis han demostrado grandeza, talento, creatividad,
inteligencia, a través de respuestas colectivas construidas sobre los valores de solidaridad,
cooperación, reciprocidad y pensamiento colectivo.27

25
Discurso de Alicia Kirchner: “Los pobres investigados”, en http://www.desarrollosocial.gov.ar.
26
Documento Espacio Universitario del Frente Transversal, Nacional y Popular.
27
"Muchos expertos hablan de pobreza y lo hacen como aquel sacerdote y escriba en la parábola del buen samaritano como
un fenómeno externo y en tercera persona. Los que tenemos la responsabilidad de conducir las políticas sociales debemos
ser capaces de aprender y asumir la experiencia vital y cotidiana de los que menos tienen para que concretamente, seamos
capaces de hacer".Discurso de Alicia Kirchner, op. Cit.
CONSULTA HACIA UNA NUEVA LEY NACIONAL DE EDUCACIÓN SUPERIOR
Comisión de Educación – Honorable Cámara de Diputados de la Nación 205
MOVIMIENTOS SOCIALES: MOVIMIENTO BARRIOS DE PIE
Presentado el 13 de mayo de 2008

CONSULTA HACIA UNA NUEVA LEY NACIONAL DE EDUCACIÓN SUPERIOR


Comisión de Educación – Honorable Cámara de Diputados de la Nación 206
CONSULTA HACIA UNA NUEVA LEY NACIONAL DE EDUCACIÓN SUPERIOR
Comisión de Educación – Honorable Cámara de Diputados de la Nación 207
CONSULTA HACIA UNA NUEVA LEY NACIONAL DE EDUCACIÓN SUPERIOR
Comisión de Educación – Honorable Cámara de Diputados de la Nación 208
CONSULTA HACIA UNA NUEVA LEY NACIONAL DE EDUCACIÓN SUPERIOR
Comisión de Educación – Honorable Cámara de Diputados de la Nación 209
Institutos Universitarios de las
Fuerzas de Seguridad
Instituto Universitario de Seguridad Marítima- PNA28
PREFECTURA NAVAL ARGENTINA- INSTITUTO UNIVERSITARIO DE SEGURIDAD MARÍTIMA
Informe a la Comisión Parlamentaria de Educación
Ley de Educación Superior

• Autonomía, autarquía y financiamiento


El Estado Nacional, en el contexto del Sistema de Educación Nacional (SEN), debe proveer la
formación básica que permita la existencia de personas calificadas técnica y profesionalmente
para el ejercicio de las actividades prioritarias y los servicios básicos de la Nación, tales como
justicia, salud, empleo, seguridad pública, defensa de la soberanía, infraestructura pública,
seguridad social, resguardo y custodia de un ambiente sano. En este marco se hace necesario
que la normativa que regule la Educación Superior contemple:

La autonomía en la determinación, administración, supervisión, evaluación y acreditación de la


formación que proveen, se encuentra determinada por las Leyes que reglamentan su
accionar Público y las responsabilidades exclusivas y excluyentes delegadas por el Estado.
En el caso de la Prefectura Naval Argentina tales regulaciones se especifican
fundamentalmente en las leyes: Nº 18.398. General de la PNA; Nº 20.094 de la Navegación y
la Nº 24.059 de Seguridad Interior, así como en aquellos Convenios de carácter internacional
a los que la Institución suscribe, representa y resguarda. Sobre la base de ellas, las máximas
autoridades de la Institución fijan las políticas y objetivos, seleccionan conocimientos y
medios más pertinentes e idóneos y estructuran los Planes de estudio que a su juicio y bajo
su determinación estimen esenciales.
En relación con la autarquía, por la dependencia con los Órganos del Estado que determinan
políticas nacionales de impacto institucional y proveen recursos para el financiamiento, debe
sostenerse esta relación -generar recursos propios mediante acciones estrictamente
referidas a su especialidad y ámbito de actuación, permitiendo reglamentar su ejercicio- y, a
partir de ello, la optimización de recursos del Estado, gestión cuya transparencia queda
garantizada por los sistemas de auditoría y control.

• Articulación con los restantes Niveles del Sistema Educativos Nacional.

La articulación interniveles tiene varios aspectos por considerar:

• En el sentido propedéutico de la formación, la facilitación de acceder, desarrollar y


culminar estudios de un Nivel más avanzado, a partir de lo acreditado por el Nivel
precedente, no sólo permite efectivizar la educación permanente sino que garantiza la
igualdad de oportunidades que, en este sentido y para este Nivel, debería incrementar la
infraestructura disponible para que la formación sea accesible a más jurisdicciones, sobre
todo aquellas alejadas de los centros urbanos.
• La integración plena a la estructura formal del Sistema Educativo Nacional de los servicios
educativos que forman, para las tareas vinculadas a la Seguridad Pública las Fuerzas de
Seguridad, organizados bajo la forma institucional y normativa de Institutos Universitarios,

28
PG (RE) Osvaldo D. Tourn, Rector Organizador, Instituto Universitario de Seguridad Marítima.
CONSULTA HACIA UNA NUEVA LEY NACIONAL DE EDUCACIÓN SUPERIOR
Comisión de Educación – Honorable Cámara de Diputados de la Nación 210
permitirá un más dinámico reconocimiento y homologación de títulos entre los distintos
Niveles y Modalidades del SEN.
• Para facilitar la gestión administrativa debería formalizarse para el Nivel un pertinente
sistema de créditos asociado a cada uno de los títulos que emiten sus diferentes
Instituciones (Universidades, Institutos Universitarios e Institutos de Educación Superior) a
los efectos de generar una interpretación homóloga y consensuada del valor asignado a
cada uno de ellos y así poder facilitar los reconocimientos interinstitucionales, interniveles
e interjuridiccionales, así como entre Sistemas. Para la PNA debería contemplarse la
articulación que facilite la integración de las áreas de Formación Técnico Profesional
(algunas de sus previsiones ya se contemplan en la Ley Nº 26.058) y la participación de la
especialidad de Seguridad en el contexto del Sistema de Ciencia, Tecnología e Innovación
(Ley Nº 25.467) en el que no se contemplan procedimientos de investigación articulados
entre los Organismos que lo integran.

• Gobierno y administración del Sistema de Educación Superior


• Favorecer la integración efectiva de representantes de los Institutos Universitarios de las
Fuerzas de Seguridad al Consejo Interuniversitario, entendiendo que la distinción de
denominación entre Instituciones, se debe a la particularidad de las disciplinas de
conocimiento que estos administran y no ha una jerarquía académica diferenciada.

• Condiciones de ingreso, permanencia y egreso de alumnos, docentes, no docentes


y personal administrativo y técnico
• Alumnos: En lo que atañe a la formación policial y a sus especialidades, para la PNA lo
naval, las condiciones deben ajustarse estrictamente a las competencias funcionales que
el servicio exige. En este sentido, a su egreso el ciudadano se halla revestido de estado
policial y su permanencia es directamente proporcional a su capacidad de asumir las
responsabilidades y compromisos que este servicio público esencial exige.
• Docentes: Vale aquí destacar la necesidad de articular entre Sistemas como ya se
mencionara precedentemente, ya que desde el ámbito de la Formación Técnica
Profesional (Ley Nº 26.058) surgen muchos de los idóneos en las especialidades que
atañen a la misión de la PNA y estos deben tener posibilidades de jerarquizar su Carrera
docente aspirando a capacitarse e integrarse luego los ámbitos de la formación Superior.
En cuanto al ingreso, este debe ser, para la Carrera académica, por Concurso de
antecedentes y Oposición, como ya se exigía y la permanencia deberá revalidarse a
través de instrumentos de evaluación y con la frecuencia que cada Institución juzgue
pertinentes en función del estado de la ciencia y la tecnología asociada a su misión
particular. Es fundamental destacar aquí que el acceso a la Carrera Docente Universitaria
en los Institutos dependientes de las Fuerzas de Seguridad contemplará idénticos
requerimientos que los establecidos para las Instituciones Universitarias de Nivel Superior.
• Personal Administrativo y Técnico: para este escalafón debe establecerse la posibilidad de
mejora permanente de su Carrera. En virtud de ello deben preverse Estatutos que regulen
los Concursos y las condiciones de permanencia. Cabe destacar que para el Personal
administrativo pueden incorporarse agentes civiles cuyas condiciones de Carrera se
regularán como lo estipulan las Leyes para el Personal Civil de la Nación y el Segundo
Convenio Colectivo de Trabajo.

• Funciones de la Educación Superior


• Dentro del concepto del derecho a la Educación y el carácter permanente de ésta, debe
garantizarse la gratuidad y el acceso al Nivel Superior para concretar la igualdad de

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oportunidades y la mejora permanente de las condiciones de vida para el ciudadano con
lo que se propicia el bien común y el bienestar general del conjunto de la Nación.
• El Estado, a través de sus Órganos de gestión, debe favorecer el permanente avance de
las investigaciones y propiciar las innovaciones que califiquen la gestión de Seguridad
Pública, así como las formas especializadas de Seguridad que la Nación requiere. Los
Institutos Universitarios deben constituirse en fuentes de estos productos a través de las
funciones de investigación y extensión que como Instituciones del Nivel Superior le
corresponden. Por ello, esta temática, sensible a los intereses superiores de la Nación,
debe articularse internamente en las Fuerzas de Seguridad y con los Organismos
externos dedicados a la mejora y producción de Ciencia, Tecnología e Innovación y junto a
ellos aportar al desarrollo social y nacional.

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INSTITUTOS UNIVERSITARIOS DE LAS FUERZAS
ARMADAS
28 de mayo de 2008

Ministerio de Defensa

Subsecretaría de Formación

PROPUESTAS PARA CONSIDERACIÓN DE LOS INSTITUTOS UNIVERSITARIOS DE LAS


FUERZAS ARMADAS (IUFFAA). EN EL PROYECTO DE LEY DE EDUCACIÓN SUPERIOR

Índice:
I -Marco Jurídico vigente de los IUFFAA
II -Marco Jurídico vigente de la Escuela de Defensa Nacional (EDENA)
III -Características y funcionamiento actual de los IUFFAA
IV -Características y funcionamiento actual de la EDENA
V -Marco jurídico del Ministerio de Defensa y de la Subsecretaría de Formación como órgano de
gobierno del Subsistema Educativo
VI -Propuestas de Marco Jurídico

I -MARCO JURÍDICO VIGENTE DE LOS INSTITUTOS UNIVERSITARIOS DE LAS FUERZAS


ARMADAS (IUFFAA)
El Instituto de Educación Superior del Ejército (IESE), se creó como Instituto Universitario,
incorporándose al régimen de la Ley Nº 17.778 de Universidades Provinciales, mediante
Resolución del Ministerio de Educación y Justicia Nº 2024/90 del 29 de octubre de 1990.

En el año 1995 la Ley de Educación Superior Nº 24.521 lo incluye dentro del Art. 77, el que se
transcribe posteriormente (página 2).

El Instituto Universitario Naval (INUN), se creó como Instituto de Estudios Navales y Marítimos,
incorporándose al régimen de la Ley Nº 17.778 de Universidades Provinciales, mediante
Resolución del Ministerio de Cultura y Educación Nº 1531/91.

En el año 1998, por Res. Nº 1194 de dicho Ministerio, se aprobó el cambio de nombre de dicho
Instituto, denominándose Instituto Universitario Naval, aprobando su estatuto por Res. 1364/06
del Ministerio de Educación, Ciencia y Tecnología.

El Instituto Universitario Aeronáutico (IUA), fue creado como Escuela Superior de Aeronáutica
el 13 de diciembre de 1947 por Decreto Nº 144/47, integrándose luego al Sistema Universitario
Nacional a través del artículo Nº 16 de la Ley Nº 17.778 de Universidades Provinciales, con el
nombre de Escuela de Ingeniería Aeronáutica, estableciéndose finalmente su denominación
actual por Resolución del Ministerio de educación Nº 3/03.

La Ley de Reestructuración de las Fuerzas Armadas Nº 24.948, establece en su TITULO


III: Disposiciones relativas al personal, en el artículo 13 que: “Los sistemas educativos de las
Fuerzas Armadas se adecuarán en consonancia con la estructura educativa nacional, en busca
de un mutuo aprovechamiento de las capacidades disponibles, eliminando superposiciones y
procurando una mejor inserción de sus integrantes en el medio cultural educativo general”.

La Ley de Educación Superior Nº 24.521, contiene las siguientes disposiciones referentes a

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Institutos Universitarios:

TITULO IV - De la educación superior universitaria

CAPITULO I - De las instituciones universitarias y sus funciones

Artículo 26 - La enseñanza superior universitaria estará a cargo de las universidades


nacionales, de las universidades provinciales y privadas reconocidas por el Estado nacional y de
los institutos universitarios estatales o privados reconocidos, todos los cuales integran el
Sistema Universitario Nacional.

Artículo 27 - Las instituciones universitarias a que se refiere el artículo anterior, tienen por
finalidad la generación y comunicación de conocimientos del más alto nivel en un clima de
libertad, justicia y solidaridad, ofreciendo una formación cultural interdisciplinaria dirigida a la
integración del saber así como una capacitación científica y profesional específica para las
distintas carreras que en ellas se cursen, para beneficio del hombre y de la sociedad a la que
pertenecen. Las instituciones que responden a la denominación de "Universidad" deben
desarrollar su actividad en una variedad de áreas disciplinarias no afines, orgánicamente
estructuradas en facultades, departamentos o unidades académicas equivalentes. Las
instituciones que circunscriben su oferta académica a una sola área disciplinaria, se
denominan Institutos Universitarios.

Artículo 77 - Las instituciones constituidas conforme al régimen del artículo 16 de la ley 17.778,
que quedan por esta ley categorizadas como institutos universitarios, establecerán su
sistema de gobierno conforme a sus propios regímenes institucionales, no siéndoles de
aplicación las normas sobre autonomía y sobre gobierno de las instituciones
universitarias nacionales que prevé la presente ley.

II - MARCO JURÍDICO VIGENTE DE LA ESCUELA DE DEFENSA NACIONAL (EDENA)


La EDENA se creo y modificó su dependencia y funciones conforme al siguiente marco
regulatorio:

Por Decreto Nro. 28.525 del 29 de diciembre de 1950 se creó e incorporó a la


jurisdicción de la Secretaría de Estado de Defensa Nacional y que le diera el nombre de
ESCUELA NACIONAL DE GUERRA.

Por Decreto Nro. 866 del 24 de diciembre de 1973, se le asignó su actual denominación
de Escuela de Defensa Nacional.
Por Resolución Nº 425 del Ministerio de Cultura y Educación del 12 de marzo de 1992
aprueba la Maestría en Defensa Nacional, a través del IESE.
Por Resolución Nº 277/ 2000 de la CONEAU, acreditó la maestría al IESE

Finalmente por Decisión Administrativa N° 21/ 2002 del JEFE DE GABINETE DE


MINISTROS, le asigna la misión que luego modificó el Dec. Nº 788/07
La Ley de Educación Superior Nº 24.521, contiene las siguientes disposiciones referentes
instituciones educativas que dictan estudios de posgrado:
TITULO IV - De la educación superior universitaria

CAPITULO I - De las instituciones universitarias y sus funciones

Art. 39. - Para acceder a la formación de posgrado se requiere contar con título universitario de

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grado. Dicha formación se desarrollará exclusivamente en instituciones universitarias, y con las
limitaciones previstas en el art. 40 podrá también desarrollarse en centros de investigación
e instituciones de formación profesional superior de reconocido nivel y jerarquía, que
haya suscripto convenios con las universidades a esos efectos. Las carreras de posgrado -
sean de especialización, maestría o doctorado- deberán ser acreditadas por la Comisión
Nacional de Evaluación y Acreditación Universitaria, o por entidades privadas que se constituyan
con ese fin y que estén debidamente reconocidas por el Ministerio de Cultura y Educación.

Por Decreto Nº 788/07 del 27 de junio del 2007, el PEN le asigna a la EDENA la siguiente
Responsabilidad y Acciones:

Responsabilidad Primaria:

Proporcionar la enseñanza fundamental e interdisciplinaria, a nivel universitario, a cursantes de


los sectores público y privado, en un marco de integración entre los distintos sectores de la
comunidad y desarrollar estudios e investigaciones sobre estrategia, planeamiento estratégico y
defensa nacional.

Acciones

1. Dirigir, supervisar y evaluar anualmente los cursos que desarrolle en orden a la


responsabilidad asignada y prestar el asesoramiento técnico o educativo concurrente con el
programa académico que desarrolle, otorgando los títulos, diplomas y constancias que sean
procedentes.

2. Establecer y mantener relaciones con organismos nacionales, provinciales, extranjeros y


multinacionales, coadyuvantes a los fines académicos que le son propios y realizar los
programas de promoción, difusión, publicaciones, intercambio institucional y de enseñanza
pertinentes.

3. Asesorar tanto a las organizaciones regionales, como a los Círculos de Defensa Nacional, que
se constituyan en las provincias, interesadas en el estudio de la Defensa Nacional.

4. Dirigir el planeamiento, programación, ejecución y evaluación de las actividades académicas


y de apoyo educativo que se desarrollen y dictar las disposiciones operativas necesarias para
el mejor cumplimiento de sus acciones.

5. Organizar simposios, seminarios y conferencias, nacionales e internacionales, con


participación de expertos argentinos y extranjeros, e instituciones académicas y
organizaciones no gubernamentales argentinas y extranjeras.

III - CARACTERÍSTICAS Y FUNCIONAMIENTO ACTUAL DE LOS IUFFAA

Los Institutos Universitarios de la Fuerzas Armadas dependen del Ministerio de Defensa a través
de sus respectivos Jefes de Estados Mayores Generales.

Posteriormente en el Ministerio de Defensa, se creó por Decreto del PE Nº 788/07 la


Subsecretaría de Formación, quien es el órgano de formulación de políticas de enseñanza,
supervisión y control de los mismos en el ámbito de la Defensa.

Los tres Institutos dictan carreras de Pregrado, Grado y Posgrado, en diferentes áreas

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disciplinares, como así también utilizando metodologías de enseñanza Presenciales y a través de
Educación a Distancia, dadas las características y necesidades del personal propio de las
Fuerzas que se encuentran distribuidos a lo largo del país y en el exterior.

Asimismo estos Institutos han realizado sus respectivas Evaluaciones Institucionales, conforme
con la LES en sus dos fases; primero presentaron sus Autoevaluaciones y luego recibieron la
correspondiente Evaluación Externa tal cual lo establece la mencionada Ley.

En la actualidad se encuentran en un proceso de reformulación de sus Estatutos y Ofertas


Educativas propias, adaptándose a lo normado por el Ministerio de Defensa en Resolución Nº
871/07, por la que se estableció lo siguiente:

ARTÍCULO 1º.- Los Organismos Superiores de las FUERZAS ARMADAS, responsables de

los Sistemas Educativos de las mismas, instruirán a sus respectivos Institutos Universitarios, a

elaborar sendos proyectos de reforma institucional, que contemplen los


aspectos organizacionales, administrativos y presupuestarios, basados en una nueva
propuesta académica (oferta educativa), la cual deberá estar orientada a la formación y al
perfeccionamiento del conocimiento de sus disciplinas específicas y articulada con el
Sistema Educativo Nacional.

ARTÍCULO 2º.- Los Institutos Universitarios de las FUERZAS ARMADAS conformarán las
comisiones de trabajo necesarias y representativas, a efectos de presentar los proyectos
de reformulación de sus Estatutos Universitarios, atendiendo así mismo a lo normado en el
artículo 1º de la presente.

Asimismo se encuentra en proyecto un Sistema Integrado de Ingreso a los Institutos de


Formación de las FFAA, con la misión de lograr la integración y federalización de los
Subsistemas de Difusión e Incorporación a los Institutos de Formación de las Fuerzas Armadas,
a efectos de lograr un adecuado aprovechamiento de los medios disponibles y brindar una mayor
igualdad de oportunidades a todos los hombres y mujeres de la República Argentina.

IV - CARACTERÍSTICAS Y FUNCIONAMIENTO ACTUAL DE LA EDENA

La EDENA actualmente es una Dirección de la Subsecretaría de Formación del Ministerio de


Defensa y en ella se dictan cursos de formación de civiles para la Defensa.

Entre ellos podemos mencionar la Maestría en Defensa Nacional, que se dicta en dos turnos, uno
mañana, intensivo de cursado diario en un año lectivo y otro turno noche en que se cursa dos
veces por semana y su duración se extiende a dos años.

Este Posgrado se dicta a través de un Convenio con el IESE, del cual depende académicamente
en los trámites administrativos de gestión y académicos.

Asimismo dicta un Curso Superior en Defensa Nacional de un año de duración para Oficiales de
las FFAA, argentinas y extranjeras, sin titulación del Ministerio de Educación, pero con
reconocimiento Internacional.

Finalmente se dictan cursos de Extensión relacionados con la temática de Defensa Nacional y


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Seguridad Internacional en diferentes lugares del territorio argentino.

En la actualidad se está trabajado en un Proyecto de Convenio con la Universidad Nacional de


Tres de Febrero a efectos de articular ambas instituciones educativas para efectuar una
actualización y el dictado de una nueva Maestría en Defensa Nacional.

V - MARCO JURÍDICO DEL MINISTERIO DE DEFENSA Y DE LA SUBSECRETARÍA DE


FORMACIÓN COMO ÓRGANO DE GOBIERNO DE LOS SUBSISTEMA EDUCATIVO
DE LAS FUERZAS ARMADAS

Por Decreto Nº 788/07 del 25 de junio del 2007, el PEN le asigna la siguiente responsabilidad,
Objetivos y Acciones a la Subsecretaría de Formación y sus dependencias:

XIV. MINISTERIO DE DEFENSA

SUBSECRETARIA DE FORMACIÓN

OBJETIVOS

1. Entender en la formulación de políticas de enseñanza, formación y capacitación para la


defensa nacional en todos sus niveles y contribuir para la dirección y coordinación del
funcionamiento de los establecimientos de formación y capacitación de las Fuerzas Armadas
en la órbita del Ministerio de Defensa.

2. Formular las políticas de capacitación y formación de las Fuerzas Armadas, estableciendo


normas y pautas metodológicas acordes con los lineamientos de modernización del Estado;
realizando la supervisión, evaluación y certificación de la capacitación permanente llevada a
cabo en los organismos educativos correspondientes de las Fuerzas Armadas.

3. Atender los asuntos de naturaleza educativa internacional que se relacionen con la


educación, la cultura, la ciencia y la tecnología de la Defensa, y en especial los vinculados
con acciones bilaterales y multilaterales con estados extranjeros, organismos internacionales
y demás instituciones de cooperación técnica y de apoyo al desarrollo de los países en
coordinación con los organismos competentes en la materia.

4. Asistir al Ministro de Defensa en lo relativo a las obligaciones emergentes de su


participación en el diseño de las políticas educativas de formación y capacitación de las
Fuerzas Armadas y del personal civil del Ministerio, en los temas específicos de la Defensa,
prestando el apoyo técnico-administrativo correspondiente, a fin de lograr el cumplimiento de
su cometido.

ANEXO II

DIRECCIÓN GENERAL DE INSTITUTO UNIVERSITARIO DE LAS FUERZAS ARMADAS

RESPONSABILIDAD PRIMARIA

Intervenir en la formulación de las políticas de capacitación y formación de las Fuerzas Armadas,


estableciendo normas y pautas metodológicas acordes con los lineamientos de modernización
del Estado; realizando la supervisión, evaluación y certificación de la capacitación permanente

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llevada a cabo en los organismos educativos correspondientes de las Fuerzas Armadas.

ACCIONES

1. Intervenir en la orientación y formulación de los planes de formación y capacitación que


deben llevarse a cabo en el ámbito de las Fuerzas Armadas y del MINISTERIO DE
DEFENSA.

2. Proponer criterios y contenidos relativos a los planes de formación y capacitación que deben
llevarse a cabo en el ámbito de las Fuerzas Armadas.

3. Participar en la formulación de planes y programas tendientes a promover la


profesionalización del personal del MINISTERIO DE DEFENSA en temas específicos de
Defensa, en coordinación con otras áreas del Ministerio.

4. Articular la enseñanza superior de los Institutos Universitarios de las Fuerzas Armadas con
las políticas del MINISTERIO DE DEFENSA y del COMANDO CONJUNTO DE LAS
FUERZAS ARMADAS; integrando los Institutos Universitarios de las Fuerzas Armadas entre
sí y con el sistema educativo nacional.

5. Supervisar, controlar y evaluar la ejecución de los planes de formación y capacitación en los


temas específicos de Defensa, que se llevan a cabo en el ámbito del MINISTERIO DE
DEFENSA y de las Fuerzas Armadas.

6. Realizar la coordinación del Sistema Integrado de Educación Superior de las Fuerzas


Armadas para asegurar el desarrollo de las competencias requeridas al personal de las
mismas.

7. Realizar y promover actividades de capacitación y formación en temas específicos de


Defensa, destinadas a personal civil de nivel directivo, profesional, técnico y operativo, que
contribuyan a desarrollar sus competencias para la mejora del desempeño de la gestión del
MINISTERIO DE DEFENSA.

8. Elaborar y proponer la normativa que garantice la calidad, pertinencia y compatibilidad de los


distintos planes de capacitación de las Fuerzas Armadas a los efectos de su acreditación,
contribuir a su puesta en práctica y supervisar su aplicación.

9. Generar una Red Institucional de educación a distancia, capacitación y formación en los


temas específicos de la Defensa, que facilite la colaboración y asociación entre instituciones y
áreas de educación y capacitación del Estado, para el intercambio de saberes, experiencias y
tecnología, así como para la difusión de las actividades y el empleo mancomunado de
recursos.

10. Desarrollar instrumentos estadísticos y de información para evaluar en forma periódica la


calidad y el impacto de la capacitación en los temas específicos de Defensa, a fin de dar
cuenta de su correspondencia con las metas, objetivos y necesidades de las Fuerzas
Armadas y de la satisfacción de estándares y resultados.

11. Investigar, diseñar y ejecutar modelos formativos para el desarrollo de competencias de


acción y valores adaptados a las necesidades de la actuación de las Fuerzas Armadas,
incorporando el uso de las tecnologías de la información y la comunicación que faciliten el
acceso al conocimiento y permitan sustentar métodos didácticos innovadores a ser aplicados

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por formadores, instructores, tutores y facilitadores.

12. Propiciar e intervenir en la cooperación con universidades, instituciones académicas,


organizaciones gubernamentales y no gubernamentales del país y del exterior y organismos
internacionales, mediante la realización de pasantías, proyectos, cursos, becas e
intercambios, para fortalecer los programas de formación y capacitación de los integrantes de
las Fuerzas Armadas y de los funcionarios públicos del MINISTERIO DE DEFENSA en los
temas específicos de la Defensa.

13. Asistir en la celebración de convenios bilaterales con estados extranjeros referidos a las
competencias de la Subsecretaría, en el registro de los que se encuentran en vigor y los
programas emergentes de su aplicación y en gestión de las comisiones mixtas de aplicación
de esos convenios.

14. Atender la tramitación y difusión de becas sobre temas específicos de Defensa, ofrecidas
desde el sector externo y supervisar el funcionamiento de las residencias para graduados,
dependientes de las Fuerzas Armadas y del Ministerio y radicadas en el exterior.

VI -PROPUESTAS DE MARCO JURÍDICO

Con vistas al reordenamiento del Sistema de Educación de la Defensa, el Ministerio de


Defensa a través de la Subsecretaria de Formación propone participar de la redacción de la
nueva ley de educación superior conforme a los siguientes aspectos:

En el TITULO IV de la actual ley denominado De la Educación Superior Universitaria se propone


incluir los siguientes artículos que encuadran jurídicamente la misión y dependencia de los
IIUUFA y de la EDENA:

Artículo Nº XX - Los Institutos Universitarios de las Fuerzas Armadas tendrán carácter de


Institutos Universitarios Nacionales, con la misión de impartir enseñanza de pregrado, grado y
pos grado, realizar investigaciones y actividades de extensión en el ámbito específico de la
Defensa, acorde a la Ley Nº 24.948, de Reestructuración de las Fuerzas Armadas.

Artículo Nº XX - Los Institutos Universitarios de las Fuerzas Armadas gozarán de autonomía


restringida y no poseerán autarquía de acuerdo con la legislación vigente. Asimismo podrán
acceder a recursos específicos adicionales (fondos, subsidios y /o programas del Ministerio de
Educación, el Ministerio de Ciencia, Tecnología e Innovación Productiva y otros organismos),
para posibilitar la expansión, el crecimiento universitario y la calidad educativa.

Artículo Nº XX - Los Institutos Universitarios de las Fuerzas Armadas, dispondrán de


autonomía académica e institucional, restringida a las siguientes atribuciones:

- Dictar y reformar sus estatutos, con la conformidad de las respectivas instancias


institucionales de las cuales dependen, los que serán comunicados al Ministerio de
Educación a los fines establecidos en el artículo XX de la presente ley.

- Establecer su sistema de gobierno conforme a sus propios regímenes institucionales


contemplados en sus respectivos estatutos.

- Administrar los bienes y recursos asignados, conforme a sus estatutos y las leyes que
regulan la materia.

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- Crear carreras universitarias de pregrado, grado y posgrado en el ámbito específico de
la Defensa.

- Formular y desarrollar planes de estudio, de investigación científica y tecnológica, de


extensión y servicios a la comunidad, incluyendo la enseñanza de la ética profesional.

- Otorgar grados académicos y títulos habilitantes conforme a las condiciones que se


establecen en la presente ley.

- Impartir enseñanza, con fines de experimentación, de innovación pedagógica o de


práctica profesional docente o atender demandas de instituciones del Estado Nacional
que por su especificidad no puedan ser satisfechas por el sistema educativo nacional,
en los niveles no universitarios.

- Establecer el régimen de admisión, permanencia y promoción de los estudiantes, así


como el régimen de equivalencias.

- Fijar el régimen de convivencia.

- Desarrollar y participar en emprendimientos que favorezcan el avance y aplicación de


los conocimientos.

- Mantener relaciones de carácter educativo, científico y cultural con instituciones del país
y del extranjero.
En el capitulo VII denominado “Del Gobierno y coordinación del sistema” se propone incluir
el siguiente artículo:

Art. Nº XX: Corresponde al Ministerio de Defensa la formulación de políticas, el gobierno y el


financiamiento del sistema universitario de la defensa integrada por los institutos universitarios de
las FFAA en un todo de acuerdo con las disposiciones de la presente ley.

Con respecto a la EDENA, se propone que en el artículo 39 de la LES, que da lugar a estudios
de posgrado en Instituciones Educativas de reconocido prestigio se desprenda uno que
considere a este Instituto:

Artículo Nº XX – A partir de la presente Ley y a los efectos de cumplimentar su misión se


reconoce a la Escuela de Defensa Nacional el carácter de Instituto de Posgrado con capacidad
para impartir carreras de ese nivel y cursos de extensión mediante convenios con instituciones
universitarias nacionales.

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APORTES DEL INSTITUTO DE ENSEÑANZA SUPERIOR DEL EJÉRCITO PARA EL
DEBATE DE LA NUEVA LEY DE EDUCACIÓN SUPERIOR

INTRODUCCIÓN

El Instituto de Enseñanza Superior del Ejército “My FRANCISCO ROMERO” es una institución
universitaria de gestión estatal categorizada en lo que el Artículo 26 de la Ley de Educación
Superior define como Instituto Universitario. Como tal satisface las necesidades de educación
superior universitaria y no universitaria del Ejército Argentino, dependiendo para ello
orgánicamente de este, así como mantiene relaciones funcionales con la Subsecretaria de
Formación del Ministerio de Defensa.
Es por ello que el IESE se enmarca en lo dispuesto en el Articulo 77 de la citada norma legal para
esta categoría de instituciones universitarias, el cual expresa: “… establecerán su sistema de
gobierno conforme a sus propios regímenes institucionales, no siéndoles de aplicación las
normas sobre autonomía y sobre gobierno de las instituciones universitarias nacionales que
prevé la presente ley”. Es decir que cuenta con una autonomía restringida en lo institucional, y en
una menor medida en lo académico, no disponiendo de autarquía económica - financiera.
De acuerdo a lo dispuesto por la mencionada Ley y a los Decretos y Resoluciones Ministeriales
posteriores que la operativizaron, el Instituto se ha sometido al proceso de Evaluación Externa
por parte de la CONEAU en el año 2000 y en Octubre de 2007 firmó con dicho organismo de
evaluación un compromiso para iniciar el proceso de una nueva Evaluación Externa, siendo la
tercera institución universitaria del país en hacerlo.
Por su parte, todas las carreras de grado y posgrado que se dictan bajo su órbita poseen
reconocimiento oficial y validez nacional avaladas por el Ministerio de Educación, Ciencia y
Técnica y acreditadas por la CONEAU, en los casos que así corresponde.
En sus Unidades Académicas se dictan exclusivamente carreras de grado y posgrado
contribuyentes a la formación, capacitación y perfeccionamiento del profesional militar en
temáticas relacionadas con la Defensa Nacional, habiéndose ampliado la convocatoria a alumnos
civiles, desde hace algunos años, en aquellas que se consideran de interés dual, favoreciendo
así su interacción con la comunidad, factor insustituible para el crecimiento institucional.
Es así que en sus aulas, contabilizando exclusivamente los alumnos que cursan carreras de
grado y posgrado se educan en el corriente año 1.720 hombres y mujeres, civiles y militares,
mientras que, por otra parte, 633 Oficiales y Suboficiales cursaban a fines del año 2007 carreras
de grado y posgrado de interés para el Ejercito en Universidades de gestión pública y privada, en
virtud de existir una oferta geográficamente amplia de las mismas y no requerir éstas carreras la
adquisición de conocimientos propios y exclusivos de la profesión militar.
Por otra parte, como Instituto Universitario estatal, integra el Consejo Interuniversitario Nacional y
tres de sus Comisiones permanentes, el Consejo Regional de Planificación de la Educación
Superior (CRPES) Metropolitano, el Consejo Federal de Decanos de Ingeniería (CONFEDI), las
Redes VITEC, REDCIUN, REUN, RUEDA, REDBIEN, ARUNA y otros organismos públicos
vinculados al quehacer universitario.
Finalmente, esta breve introducción permitirá comprender el hecho de que este Instituto no
efectúe aportes o emita opiniones acerca de aspectos que hacen a la autonomía y autarquía
universitaria en los que se encuentra restringido o limitado, o a temas que demandan una opinión
de carácter político, pero si sobre otros temas atinentes a la educación superior que son tratados
en la Ley de Educación Superior y que, sin duda, lo afectan en su futuro y comprometen en su
mejora, así como a las características particulares de los Institutos Universitarios con el mismo
origen y problemática que el IESE, para que estas sean contempladas en el nuevo instrumento
legal que se elabore.

DESARROLLO

La Ley. La reforma de la Ley de Educación Superior Nro 24.521 no debe significar desechar o
desvalorizar todo lo realizado en el pasado sino, por el contrario, aprovechar la oportunidad que
se nos brinda para corregir lo que la experiencia nos dicta que no obtuvo resultados positivos, o
que han sido parciales, e innovar en aquellos aspectos necesarios para adaptar nuestro sistema
universitario a los desafíos del mundo actual en permanente y acelerado cambio.Para ello
creemos indispensable tener en cuenta algunas ideas centrales que deben inspirar la nueva Ley
que se elabore y que posibilitarán, a nuestro juicio, afianzar el desarrollo que el sistema
universitario argentino ha tenido en la última década. Ellas son:
• Pensar a las instituciones universitarias como a aquellas que no sólo proveen al país de
profesionales idóneos y de conocimientos científicos y tecnológicos sino que sustancialmente
tienen que aportar criterios y valores que permitan reconstruir y estrechar los vínculos entre los
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argentinos en un mundo gobernado por el valor del conocimiento.
• La educación superior tiene como finalidad fundamental formar a una masa crítica de
personas cualificadas y cultas, que favorezca y garantice un auténtico desarrollo sostenible para
el país.
• Una sólida formación en valores éticos contribuirá al desarrollo de ciudadanos honrados,
responsables y solidarios.
• En el acceso a la formación superior no puede admitirse ningún tipo de discriminación,
solo basarse en los méritos, la capacidad, los esfuerzos, la perseverancia y la determinación de
los que quieran estudiar.
• La equidad en el acceso a la formación superior debe comenzar por fortalecer los niveles
de enseñanza que la preceden, fundamentalmente la enseñanza secundaria.
• Articular y armonizar la voluntad de cambio del gobierno y las universidades. Tal
coincidencia requiere de una visión compartida sobre las necesidades y requerimientos de la
sociedad respetando y preservando la autonomía de la Universidad de cualquier injerencia del
poder político sin cercenar la posibilidad del Estado de proteger y promover el interés general.
• La generación y difusión del conocimiento en un mundo integrado y fuertemente
comunicado tiene bases, procedimientos, modalidades y características que son universalmente
aceptados y que no se diferencian por las singularidades que se puedan presentar, en cuanto a
la autonomía y autarquía que puedan exhibir las instituciones.
• Es por ello que consideramos conveniente consensuar las voluntades en un único
instrumento legal que rija la educación universitaria estatal y privada así como los institutos
universitarios tanto de gestión pública como privada, con la finalidad de darle un sentido de
unidad al subsistema educativo, independientemente de las características particulares que
definen a cada uno los actores, facilitando así su articulación.
• Finalmente, se debe tener presente que un texto legal es un ordenamiento regulatorio con
fines prácticos por lo que sus conceptos deben ser claros y precisos de modo tal de evitar la
confusión y la ambigüedad.

Los Institutos Universitarios y su oferta académica.En lo particular y sobre la base de la


experiencia deseamos aportar algunas ideas que se derivan de nuestra realidad institucional. El
Articulo 27 de la Ley de Educación Superior establece que “Las instituciones que circunscriben
su oferta académica a una sola área disciplinaria, se denominan Institutos Universitarios”.
Por una parte, nuestro Instituto se encuentra enmarcado en dicho artículo que es el que define a
los Institutos Universitarios pero, por otra, dado que fue creado al amparo de la Ley 17.778 de
Universidades Provinciales, desde sus inicios dicta carreras en áreas disciplinarias no afines.
Es así que en sus claustros se dictan carreras que corresponden a distintas disciplinas,
necesarias todas para la formación del personal militar y que no son ofertadas en otros ámbitos
educativos universitarios o si lo hacen no es con la necesaria orientación que demanda la
profesión militar. Las carreras de Ingeniería en Armamento, en Automotores o Geográfica, el
estudio de la Táctica, la Estrategia y la Geopolítica o la Historia Militar son solo ejemplos de ello.
Por otra parte, es bien sabido que muchas profesiones que no pertenecen a la esfera militar se
nutren de conceptos y teorías elaboradas en este ámbito, lo que ha favorecido un intercambio
sumamente enriquecedor y superador con el medio civil.
El problema de la correcta caracterización de los institutos universitarios se sitúa en la dificultad
de establecer la naturaleza que los diferencie de una universidad. La ley define sucintamente a
los institutos universitarios en el artículo 27 y no ofrece elementos de juicio como para elaborar
un perfil institucional claro y distintivo de ellos, por lo que resulta complicado caracterizarlos con
precisión. Sumado a ello, el artículo 28 les otorga las mismas funciones básicas que a las
universidades, ya que el texto legal no discrimina en universidades e institutos universitarios, sino
que los llama a ambos “instituciones universitarias”. La única diferencia que emana de la ley es
que esas funciones se circunscriben al desarrollo de su oferta académica en una sola área
disciplinaria. Como compatibilizar el concepto de "única área disciplinaria" sin restringir la
indispensable formación cultural interdisciplinaria del graduado universitario es a nuestro juicio la
cuestión que se debe esclarecer.
La formación cultural interdisciplinaria posibilita al graduado el abordaje universal y
transdisciplinario del conocimiento, es por lo tanto un objetivo que deben procurar todas las
instituciones universitarias.
El currículum dentro de un área disciplinaria es normalmente interdisciplinario por cuanto es
posible contemplar la existencia de varias unidades académicas dentro de un instituto
universitario. La unidad se logra cuando el instituto asegura la congruencia entre su estructura y
organización académica con su perfil institucional. En nuestro caso particular el IESE procura
formar profesionales a nivel de grado y postgrado en el campo de la ciencia militar y otras
disciplinas científicas y tecnológicas aplicables a diferentes áreas, todas ellas vinculadas a la
actividad militar. Por cuanto hablar de área disciplinaria conlleva una referencia ineludible al
campo profesional de aplicación.
Es por ello que creemos conveniente que el citado Artículo, o el que se disponga en la nueva Ley,
incluya lo siguiente: “Asimismo, serán también considerados Institutos Universitarios Nacionales
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a aquellos cuya oferta académica es de carácter multidisciplinar pero cuentan con autonomía
institucional limitada y no disponen de autarquía económica financiera”.

Los Institutos Universitarios y la investigación.La investigación en el Ejército tiene una gran


tradición que se remonta a fines del siglo XIX y que cobró especial relevancia con el inicio del
Siglo XX. La función de investigación que se desarrolla en el ámbito universitario del IESE, está
orientada a satisfacer las necesidades propias del Ejército Argentino a la luz de las ciencias
militares, donde la generación del conocimiento tiene impacto directo en las carreras de grado y
posgrado que en sus Unidades Académicas se imparten.
Al respecto, debe tenerse en cuenta que los sistemas de armas, desde un punto de vista general,
requieren para su diseño, desarrollo y producción de la convergencia de determinadas
capacidades multidisciplinarias (mecánica, química, electrónica, etc) que en forma conjunta e
integrada posibilitan la concreción de los objetivos establecidos. Estas capacidades básicas
posibilitan la concreción de proyectos de investigación de naturaleza compleja que, en muchos
de los casos, tienen una aplicación dual (satisface una necesidad de la Fuerza y, paralelamente,
se proyecta a dar respuesta a demandas de la sociedad). Como ejemplo podemos tomar las
carreras de grado que dicta el IESE de Ingeniería Informática e Ingeniería Electrónica, las que si
bien no son exclusivas de la formación del profesional militar y son ofertadas ampliamente por
otras instituciones universitarias, tienen una marcada orientación a atender las necesidades de
formación en estas áreas que requiere el Ejército. Debe tenerse en cuenta que, actualmente,
más del 50% del costo de un armamento moderno (tanques, cañones, misiles, etc) se vincula con
las anteriores especialidades y que la satisfacción de las necesidades de la defensa requiere
disponer de personal con reconocida experiencia en campos tan complejos como la navegación,
control y el guiado de proyectiles como en la lógica de los sistemas informáticos asociados.
Por su parte, estas dos carreras nos brindan la base de sustentación necesaria para desarrollar
carreras de posgrado, tales como las Especializaciones en Criptografía y Seguridad
Teleinformática y en Sistemas de Control que ofertamos. Si a ello sumamos los proyectos de
investigación que se generan partiendo de la masa crítica de docentes – investigadores con que
contamos, se cierra el ciclo de generación de conocimientos a que toda institución universitaria
debe aspirar y que permite el intercambio provechoso con otras instituciones universitarias.
Por su parte, la posibilidad de desarrollar proyectos duales la vincula directamente con distintos
ámbitos de la sociedad, ya sean universitarios o de la producción. En el trabajo se prioriza la
formación y el perfeccionamiento de los docentes investigadores. Para ello se desarrollan
proyectos con estándares de calidad bajo la dirección de personal idóneo y de reconocida
trayectoria en cada una de las disciplinas abordadas.
Por su trascendencia, se vincula directamente con la Dirección de Investigación, Desarrollo y
Producción del Ejército (DIDEP), que es el organismo del Ejército responsable de entender en el
desarrollo de proyectos vinculados a lo operacional militar, a los que transfiere todos aquellos
resultados y prototipos que van más allá de la investigación básica y pueden aportar tecnología al
campo de combate. Además, se realiza un esfuerzo sostenido para incentivar al personal militar
en el trabajo de investigación, a través de proyectos de rápida ejecución, que siendo financiados
por el Comando de Educación y Doctrina del Ejército, permiten obtener resultados concretos a
partir de ideas que surgen en el personal por estar en contacto con el material de guerra, para su
mejor optimización en el empleo.
Por último, cabe señalar que la investigación en el ámbito del IESE es considerada como uno de
los pilares sustantivos de la formación académica universitaria de sus alumnos y de su
perfeccionamiento y que la apertura hacia el medio civil y la sociedad constituye un correlato
imprescindible de los tiempos y las concepciones por donde transita el país y hacia donde se
proyecta.

El nivel no universitario en las instituciones universitarias. El Artículo 29 de la Ley de


Educación Superior establece que “Las instituciones universitarias tendrán autonomía académica
e institucional, que comprende básicamente las siguientes atribuciones: ........ g) Impartir
enseñanza, con fines de experimentación, de innovación pedagógica o de práctica profesional
docente, en los niveles preuniversitarios, debiendo continuar en funcionamiento los
establecimientos existentes actualmente que reúnan dichas características.” Por otra parte,
nuestro Instituto mantiene actualmente bajo su dependencia a la Escuela de Suboficiales del
Ejército “Sargento Cabral”, a seis Liceos Militares y al Instituto Social Militar “Dr Dámaso
Centeno”, todos con una larga y prolífica trayectoria educativa. Tal el caso del último de los
nombrados, el cual abrió sus aulas en 1892 como hogar de huérfanos militares.
En ellos se dictan los niveles inicial, primario, secundario y, en algunos casos, de pregrado. La
Escuela de Suboficiales del Ejército y los Liceos Militares constituyen, respectivamente, la única
fuente de reclutamiento de los Suboficiales y de los Oficiales de la Reserva del Ejército. Es por
ello que se hace necesaria su articulación académica con los institutos de formación y
perfeccionamiento de Oficiales, todos también bajo la dependencia del IESE. Como
consecuencia de ello, se propone incluir al final del apartado g) del Art 29 arriba citado, o donde
lo disponga la nueva Ley, lo siguiente: “o atender demandas de Instituciones del Estado Nacional
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que por su especificidad no puedan ser satisfechas por el sistema educativo nacional”

La CONEAU.Entendemos que la existencia de un sistema sólido, calificado y prestigioso de


evaluación es una condición esencial en todo sistema de tipo universitario que tienda
crecientemente a la excelencia. Independientemente de la composición y origen de los
integrantes de la Comisión de Evaluación y Acreditación Universitaria, aspecto este sobre el cual
el IESE no emitirá opinión, creemos firmemente que su creación y el trabajo que ha venido
realizando en los últimos diez años ha contribuido a que las Instituciones Universitarias hayan
podido contar con una calificada visión externa de sus procesos, siendo el saldo, a nuestro juicio,
altamente positivo.
En nuestro caso particular, la Evaluación Externa producida por dicho organismo, la acreditación
y reacreditación de nuestros postgrados y la acreditación de nuestras carreras de grado sujetas
al Art 43 de la Ley de Educación Superior nos han permitido superarnos enormemente como
institución educativa así como para mejorar la calidad de nuestras ofertas, en el marco del estado
del arte de la educación superior y de parámetros comunes al resto del sistema universitario
nacional. Seguramente, habrá muchos procedimientos de evaluación para mejorar pero creemos
que el iniciado por la CONEAU transita el camino correcto para un progresivo mejoramiento de
nuestro sistema universitario.
Por otra parte, consideramos que tanto la Evaluación Externa como los procesos de Acreditación
de carreras deben realizarse exclusivamente por organismos del Estado, como único árbitro
idóneo para asegurar equilibrio y justicia en sus dictámenes.Finalmente, un sistema con
delegaciones regionales no es de descartar, a condición que los estándares que utilicen puedan
ser uniformemente aplicados en cualquier entidad universitaria.

Los programas de apoyo implementados por el Ministerio de Educación y el Ministerio de


Ciencia, Tecnología e Innovación Productiva.El Estado, a través del Ministerio de Educación y
del Ministerio de Ciencia, Tecnología e Innovación Productiva, ha implementado distintos
programas de apoyo a las instituciones universitarias nacionales. El Programa de Mejoramiento
de las Ingenierías (PROMEI) es un claro ejemplo de ello, siendo el primero en el que participa
nuestro Instituto, y que a nuestro juicio ha obtenido resultados altamente positivos.
Lamentablemente, en otros programas nos hemos visto limitados a participar. En dicho sentido,
consideramos que los citados Ministerios deben mantener esta saludable iniciativa, sin invadir las
decisiones de las universidades ni su autonomía, financiando aquellos programas que tienen que
ver con la mejora de distintos aspectos de la realidad universitaria, lo que debería ser plasmado
en la nueva Ley. En este marco, se considera conveniente que a través de la nueva Ley se
facilite, sin restricciones, a los Institutos Universitarios de gestión estatal el acceso a fondos,
subsidios y programas del Ministerio de Educación, el Ministerio de Ciencia, Tecnología e
Innovación Productiva y otros organismos del Estado, para posibilitar así la expansión, el
crecimiento universitario y la calidad educativa de los mismos en forma similar a lo que ocurre
con las Universidades Nacionales, aunque sin afectar los presupuestos específicos que se le
asignen a estas últimas.

La deserción estudiantil La deserción de alumnos universitarios en el primer año de la carrera,


a nivel nacional, resulta verdaderamente alarmante, llegando en algunos casos al 50 % de la
matricula. Es por ello necesario fortalecer los primeros años de la carrera para evitar los altos
niveles de deserción y fracaso. Tal vez, la adopción de un periodo de adaptación o de apoyo para
los ingresantes previo al primer año de la carrera seria una forma de morigerar el salto brusco
que provoca en el joven el cambio de la educación secundaria a la educación universitaria. En el
mismo se podría completar la formación que deberían poseer los alumnos para iniciar estudios
superiores.En dicho sentido, nuestro Instituto ha elaborado un curso de apoyo a distancia para el
ingreso a sus carreras de Ingeniería, el Colegio Militar de la Nación y la Escuela de Suboficiales
del Ejército “Sargento Cabral” con resultados altamente positivos, el cual ponemos a disposición
de toda la comunidad universitaria nacional.

Los sistemas de ingreso Si bien el acceso libre a la educación superior en las instituciones
universitarias nacionales debe quedar claramente plasmado en la nueva Ley, las modalidades de
selección de ingresantes mediante exámenes de ingreso, cursos de admisión u otras
modalidades que pudieran surgir deben quedar a criterio de los Consejos Superiores Académicos
de las distintas instituciones universitarias.

La articulación Universidad – Universidad y Universidad – Secundario – Pregrado La nueva


Ley de Educación Superior debería permitir articular las distintas modalidades de educación
superior y promover la organización por ciclos en aquellas carreras que así lo permitan. Se
considera que esto facilitaría el diseño de contenidos básicos disciplinares comunes por familias
de carreras y modularía un sistema de créditos de grado y posgrado a los efectos de estimular la
articulación del sistema. Así mismo, se debería fomentar la articulación educativa de las
instituciones de nivel superior con las instituciones de los niveles inferiores del sistema. La
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articulación debe ser tanto curricular, contemplando los contenidos estudiados en la escuela de
nivel medio, cuanto en la formación que se brinda en el nivel superior.

Los concursos docentes La Ley de Educación Superior actualmente vigente establece en su


artículo 11 inciso a), el derecho de los docentes de acceder a la carrera académica mediante
concurso público y abierto de antecedentes y oposición. Esta es y debe continuar siendo la única
vía de legitimación del sistema de Educación Superior pues la evaluación por pares es la única
opción aceptable en las Instituciones Universitarias. En dicho sentido, la nueva Ley debería
prever mecanismos que hagan efectivo el ejercicio de dicho derecho como una forma de
brindarles estabilidad laboral y alternativas de promoción, lo que redundará en un mayor
compromiso del docente con su institución universitaria y en su capacitación. No obstante ello, la
permanencia en el cargo deberá estar sujeta a periodicidad y evaluación, según lo establezca
cada estatuto universitario.
En el caso particular del IESE y en virtud de su falta de autonomía plena, la carrera docente no
se rige por su propio Estatuto Institucional sino que lo hacía hasta hace pocos años por el
Estatuto para el Personal Docente Civil de las Fuerzas Armadas (Ley Nro 17.409), el que fuera
derogado y reemplazado por la Ley 25.164 (Ley Marco de Regulación del Empleo Público
Nacional) del 6 de octubre de 1999. Dicha norma comprendía también a los otros Institutos
Universitarios de las Fuerzas Armadas. No obstante ello, dicha Ley establecía que el citado
Estatuto y su Reglamentación seguirían rigiendo “hasta que se firme el convenio colectivo de
trabajo o se dicte un nuevo ordenamiento legal que reemplace al anterior”. Posteriormente, el 22
de febrero de 2006, se sanciona el Decreto 214/06 mediante el cual se homologa el Convenio
Colectivo de Trabajo General para la Administración Pública Nacional, dentro del cual queda
comprendido el personal docente civil de las Fuerzas Armadas.Una cláusula transitoria de este
Decreto, el Artículo 158, establece por su parte que “Hasta tanto se aprueben los respectivos
convenios sectoriales mantendrán su vigencia los actuales regímenes, sin perjuicio de los
mejores derechos que resultan tanto del presente Convenio en aquellas materias que no son
delegadas y que regirán en forma automática a partir de la entrada en vigencia del mismo, como
de los que resultan de los acuerdos homologados o que se homologuen en el marco de las
actuales negociaciones sectoriales en curso”. Actualmente el IESE se encuentra elaborando un
proyecto de Estatuto para el Personal Docente Civil Universitario de las Fuerzas Armadas, con la
intención de presentarlo a consideración durante el año 2008 en el marco del Proyecto PNUD
“Reforma de la Educación Superior de las Fuerzas Armadas y su articulación con el Sistema
educativo nacional” que se desarrolla en la Subsecretaría de Formación del Ministerio de
Defensa, con la finalidad de contar con un instrumento legal que rija definitivamente la carrera
docente en el ámbito institucional.

El Articulo 39 bis de la LES El Art 39 bis de la Ley de Educación Superior actualmente vigente
establece que: “Para acceder a la formación de posgrado, el postulante deberá contar con título
universitario de grado o de nivel superior no universitario de cuatro (4) años de duración como
mínimo y reunir los prerrequisitos que determine el Comité Académico o la autoridad equivalente,
a fin de comprobar que su formación resulte compatible con las exigencias del posgrado al que
aspira. Agrega, además, que: “En casos excepcionales de postulantes que se encuentren fuera
de los términos precedentes, podrán ser admitidos siempre que demuestren, a través de las
evaluaciones y los requisitos que la respectiva universidad establezca, poseer preparación y
experiencia laboral acorde con los estudios de posgrado que se proponen iniciar así como
aptitudes y conocimientos suficientes para cursarlos satisfactoriamente. En todos los casos la
admisión y la obtención del título de posgrado no acredita de manera alguna el título de grado
anterior correspondiente al mismo”. Al respecto consideramos que, a la luz de las implicancias
que este Artículo tiene para la excelencia académica que se pretende en el nivel de posgrado,
debería ser revisado profundamente y claramente legislado teniendo en cuenta para ello las
consideraciones y resolución del Consejo Interuniversitario Nacional dictada mediante el Acuerdo
Plenario Nro 559/05 del 28 de abril de 2005, la cual ratificamos.

Los Títulos Sobre el particular ratificamos que su otorgamiento corresponde exclusivamente a


las instituciones universitarias, tanto en materia de grado como de posgrado, con reconocimiento
a cargo del Ministerio de Educación.

La inserción de los Institutos Universitarios de las Fuerzas Armadas (IIUUFFAA) en la


nueva Ley de Educación Superior En razón de las dificultades para interpretar y caracterizar
las particularidades de los IIUUFFAA en la Ley de Educación Superior actualmente vigente,
durante los últimos tiempos y mediante un trabajo coordinado con los otros Institutos
Universitarios de las Fuerzas Armadas, hemos consensuado una propuesta de la manera en que
los mismos, a nuestro juicio, deberían verse reflejados en la nueva normativa legal que se
encuentra en estudio y que finalmente se sancione.
Muchos de los aspectos que pretendemos clarificar ya han sido expuestos y fundamentados en
los temas tratados en los puntos anteriores.Creemos que ello contribuirá a nuestra plena
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inserción en el sistema educativo nacional y a un mejoramiento sustantivo de la calidad educativa
de nuestras instituciones. Es por ello que, el articulado que reemplazaría al vigente y que
ponemos a consideración de la Comisión de Educación de la Honorable Cámara de Diputados,
es el siguiente:

Artículo Nº XX - Los Institutos Universitarios de las Fuerzas Armadas tendrán carácter de


Institutos Universitarios Nacionales, con la misión de impartir enseñanza de pregrado, grado y
pos grado, realizar investigaciones y actividades de extensión en el ámbito de la Defensa, acorde
a la Ley Nº 24.948, de Reestructuración de las Fuerzas Armadas.
Artículo Nº XX - Los Institutos Universitarios de las Fuerzas Armadas gozarán de autonomía
restringida y no poseerán autarquía de acuerdo con la legislación vigente. Asimismo podrán
acceder a recursos específicos adicionales (fondos, subsidios y /o programas del Ministerio de
Educación, el Ministerio de Ciencia, Tecnología e Innovación Productiva y otros organismos),
para posibilitar la expansión, el crecimiento universitario y la calidad educativa.
Artículo Nº XX - Los Institutos Universitarios de las Fuerzas Armadas, dispondrán de
autonomía académica e institucional, restringida a las siguientes atribuciones:
- Dictar y reformar sus estatutos, con la conformidad de las respectivas instancias institucionales
de las cuales dependen, los que serán comunicados al Ministerio de Educación a los fines
establecidos en el artículo XX de la presente ley.
- Establecer su sistema de gobierno conforme a sus propios regímenes institucionales
contemplados en sus respectivos estatutos.
- Administrar los bienes y recursos asignados, conforme a sus estatutos y las leyes que regulan
la materia.
- Crear carreras universitarias de pregrado, grado y posgrado en el ámbito de la Defensa.
- Formular y desarrollar planes de estudio, de investigación científica y tecnológica, de extensión
y servicios a la comunidad, incluyendo la enseñanza de la ética profesional.
- Otorgar grados académicos y títulos habilitantes conforme a las condiciones que se establecen
en la presente ley.
- Impartir enseñanza, con fines de experimentación, de innovación pedagógica o de práctica
profesional docente o atender demandas de instituciones del Estado Nacional que por su
especificidad no puedan ser satisfechas por el sistema educativo nacional, en los niveles no
universitarios.
- Establecer el régimen de admisión, permanencia y promoción de los estudiantes, así como el
régimen de equivalencias.
- Fijar el régimen de convivencia.
- Desarrollar y participar en emprendimientos que favorezcan el avance y aplicación de los
conocimientos.
- Mantener relaciones de carácter educativo, científico y cultural con instituciones del país y del
extranjero.

CONCLUSIONES FINALES En 1995, trece años atrás, se sancionaba la Ley de Educación


Superior que aun hoy nos rige, pero las circunstancias del mundo y, por ende, de la educación
superior han cambiado. Como se expresara en la declaración final de la Conferencia Mundial
sobre Educación Superior que se llevara a cabo bajo los auspicios de la UNESCO en Paris en
Octubre de 1998, “se observa una demanda de educación superior sin precedentes,
acompañada de una gran diversificación de la misma, y una mayor toma de conciencia de la
importancia fundamental que este tipo de educación reviste para el desarrollo sociocultural y
económico y para la construcción del futuro, de cara al cual las nuevas generaciones deberán
estar preparadas con nuevas competencias y nuevos conocimientos e ideales”. Han pasado casi
diez años de ese acontecimiento pero los desafíos siguen siendo los mismos. A nuestro juicio,
enfrentamos ahora una nueva oportunidad de superar los errores cometidos, pero rescatando las
mejoras en la educación superior que la Ley actualmente en revisión produjo. Ese es nuestro
compromiso.

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Comisión de Educación – Honorable Cámara de Diputados de la Nación 226
APORTES DEL INSTITUTO UNIVERSITARIO NAVAL PARA EL DEBATE DE LA NUEVA LEY
DE EDUCACIÓN SUPERIOR

1. Presentación Institucional

El INSTITUTO UNIVERSITARIO NAVAL (INUN) es una Universidad de carácter estatal imbricado


dentro de la Armada Argentina.
Desde hace más de setenta años y como consecuencia de las necesidades de formación
académica profesional del personal que integra la estructura de la Armada, se configuró lo que se
denomina el Sistema Educativo Naval el cual contempla todos los niveles de enseñanza que
hacen a la formación, capacitación y perfeccionamiento de los recursos humanos. En dicho
sistema está establecida una estructura de dependencias que parte del señor Jefe del Estado
Mayor General de la Armada y se particulariza orgánicamente en la Dirección de Educación
Naval. La misión educativa de este último se materializa a través del Instituto Universitario
Naval, el cual está conformado por cinco Unidades Académicas que son las responsables de la
educación de nivel universitario y seis Unidades Educativas no universitarias, específicas de
áreas vinculadas al quehacer naval y marítimo.
La denominación actual del INUN como Instituto Universitario, responde a lo establecido en el
Artículo 26 de la Ley de Educación Superior (LES) Nº 24.521, en razón que las autoridades no
son elegidas por los claustros.
La característica particular de ser una Institución Universitaria incluida dentro de una Institución
Estatal de orden superior, crea condiciones que resultan singulares en cuanto a su
funcionamiento y particularmente en cuanto a su administración presupuestaria. En este último
aspecto debe tenerse en cuenta que, a diferencia de las Universidades Nacionales, los recursos
presupuestarios son asignados por la Armada Argentina en función de los recursos que a esta
última le asigna el Presupuesto Nacional.
Es por ello que el INUN se enmarca en lo dispuesto en el Articulo 77 de la citada norma legal
para esta categoría de instituciones universitarias, el cual expresa: “… establecerán su sistema
de gobierno conforme a sus propios regímenes institucionales, no siéndoles de aplicación las
normas sobre autonomía y sobre gobierno de las instituciones universitarias nacionales que
prevé la presente ley”. Es decir que cuenta con una autonomía restringida en lo institucional, y en
una menor medida en lo académico, y no dispone de autarquía económica – financiera.
En cumplimiento a lo dispuesto por la mencionada Ley y a los Decretos y Resoluciones
Ministeriales posteriores que la operativizaron, el Instituto se ha sometido al proceso de
Evaluación Externa por parte de la CONEAU en el año 2006 y todas las carreras de grado y
posgrado que se dictan bajo su órbita poseen reconocimiento oficial y validez nacional avaladas
por el Ministerio de Educación y acreditadas por la CONEAU, en los casos que así corresponde.
De acuerdo con la Misión impuesta al INUN y su Ideario, en sus Unidades Académicas y
Educativas no universitarias se dictan exclusivamente cursos y carreras universitarias de grado o
posgrado específicas del campo naval y marítimo para su personal y sólo podrán
crearse nuevas cuando satisfagan necesidades navales, mercantes y relativas a Intereses
Marítimos de la Nación o en áreas donde la “expertise” propia pueda volcarse a la sociedad y
sean contribuyentes a la formación, capacitación y perfeccionamiento en la temática de la
Defensa Nacional. En todos los casos se procurará que las carreras estén abiertas a la sociedad
en general.
Por otra parte, como Instituto Universitario Nacional, integra el Consejo Interuniversitario
Nacional, el Consejo Regional de Planificación de la Educación Superior Bonaerense
(CEPRESBON) y otros organismos públicos vinculados al quehacer universitario.
Esta breve presentación, que muestra nuestras características particulares, permitirá comprender
el hecho de que este Instituto no efectúe aportes o emita opiniones acerca de los aspectos que
hacen a la autonomía y autarquía universitaria en los que se encuentra restringido o limitado,
pero si sobre otros temas atinentes a la educación superior que son tratados en la Ley de
Educación Superior y que, sin duda, lo afectan en su futuro y comprometen en su mejora.

2. Desarrollo
La Ley
La futura reforma de la Ley de Educación Superior Nro 24.521 no debe significar desechar o
desvalorizar todo lo realizado en el pasado sino, por el contrario, aprovechar la oportunidad que
se brinda para corregir lo que la experiencia nos dicta que no obtuvo resultados positivos, o que
han sido parciales, e innovar en aquellos aspectos necesarios para adaptar nuestro sistema
universitario a los desafíos del mundo actual en permanente y acelerado cambio.
Para ello creemos indispensable tener en cuenta algunas ideas centrales que deben inspirar la
nueva Ley que se elabore y que posibilitarán, a nuestro juicio, afianzar el desarrollo que el
sistema universitario argentino ha tenido en la última década y en particular como se insertan los
Institutos Universitarios de las Fuerzas Armadas en la misma. Ellas son:
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Comisión de Educación – Honorable Cámara de Diputados de la Nación 227
• Pensar a las instituciones universitarias como aquellas que no sólo proveen al país de
profesionales idóneos y de conocimientos científicos y tecnológicos sino que sustancialmente
tienen que aportar criterios y valores que permitan reconstruir y estrechar los vínculos entre los
argentinos en un mundo gobernado por el valor del conocimiento.
• La educación superior tiene como finalidad fundamental formar a una masa crítica de
personas capacitadas, calificadas y cultas, que favorezca y garantice un auténtico
desarrollo sustentable para el país.
• Una sólida formación en valores éticos, indispensable para el desarrollo de ciudadanos
honrados, responsables y solidarios.
• En el acceso a la formación superior no debe admitirse ningún tipo de discriminación, solo
basarse en los méritos, la capacidad, los esfuerzos, la perseverancia y la determinación de los
que quieran estudiar.
• La equidad en el acceso a la formación superior debe comenzar por fortalecer los niveles
de enseñanza que la preceden.
• Una visión compartida sobre las necesidades y requerimientos de la sociedad respetando
y preservando la autonomía y autarquía de la Universidad.
• La generación y difusión del conocimiento en un mundo integrado y fuertemente
comunicado tiene bases, procedimientos, modalidades y características que son universalmente
aceptados y que no se diferencian por las singularidades que se puedan presentar en cuanto a la
autonomía y autarquía que puedan exhibir las instituciones.
• Un texto legal es un ordenamiento regulatorio con fines prácticos, por lo que sus
conceptos deben ser claros y precisos de modo tal de evitar la confusión y la ambigüedad.
• Por ello es conveniente consensuar las voluntades en un único instrumento legal que rija
la educación universitaria estatal y privada así como los institutos universitarios tanto de gestión
pública como privada, con la finalidad de darle un sentido de unidad al sistema educativo,
independientemente de las características particulares que definen a cada uno los actores,
facilitando así su articulación.

Los Institutos Universitarios y su oferta académica


En lo particular y sobre la base de la experiencia deseamos aportar algunas ideas que se derivan
de nuestra realidad institucional.
El Artículo 27 de la Ley de Educación Superior vigente establece que “Las instituciones que
circunscriben su oferta académica a una sola área disciplinaria, se denominan Institutos
Universitarios”.
Por otra parte, nuestro Instituto se encuentra categorizado como tal por haber sido creado al
amparo de la Ley 17.778 de Universidades Provinciales habiendo, desde sus inicios, dictado
carreras en una variedad de áreas disciplinarias asegurando la pertinencia de la oferta educativa
a su ámbito específico.
Es así que en sus claustros se dictan carreras que corresponden a distintas disciplinas,
necesarias todas para la formación del personal naval militar y de la marina mercante y que no
son ofertadas en otros ámbitos educativos universitarios o si lo hacen no es con la necesaria
orientación específica. Por otra parte, es bien sabido que muchas profesiones que no pertenecen
a la esfera militar se nutren de conceptos y teorías elaboradas en este ámbito, lo que ha
favorecido un intercambio sumamente enriquecedor y superador con el medio civil.
El problema de la correcta caracterización de los institutos universitarios, tal como ocurre en los
Institutos Universitarios de las Fuerzas Armadas, se sitúa en la dificultad de establecer la
naturaleza que los diferencie de una universidad. La ley define sucintamente a los institutos
universitarios en el artículo 27 y no ofrece elementos de juicio como para elaborar un perfil
institucional claro y distintivo de ellos, por lo que resulta complicado caracterizarlos con precisión.
Sumado a ello, el artículo 28 les otorga las mismas funciones básicas que a las universidades, ya
que el texto legal no discrimina entre universidades e institutos universitarios, sino que los llama a
ambos instituciones universitarias. La única diferencia que emana de la ley es que esas
funciones se circunscriben al desarrollo de su oferta académica en una sola área disciplinaria.
Compatibilizar el concepto de "única área disciplinaria" sin contemplar la indispensable formación
cultural interdisciplinaria del graduado universitario es, desde nuestra realidad, la cuestión que se
debe esclarecer.
La formación cultural interdisciplinaria posibilita al graduado el abordaje universal y
transdisciplinario del conocimiento, es por lo tanto un objetivo que deben procurar todas las
instituciones universitarias.
El currículum dentro de un área disciplinaria es normalmente interdisciplinario por cuanto es
posible contemplar la existencia de varias unidades académicas dentro de un instituto
universitario. La unidad se logra cuando el instituto asegura la congruencia entre su estructura y
organización académica con su perfil institucional. En nuestro caso particular, el INUN procura
formar profesionales a nivel de grado y posgrado en el campo de la ciencia militar y otras
disciplinas científicas y tecnológicas aplicables a diferentes áreas, todas ellas vinculadas a la

CONSULTA HACIA UNA NUEVA LEY NACIONAL DE EDUCACIÓN SUPERIOR


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actividad militar, naval y marítima, por cuanto hablar de área disciplinaria conlleva una referencia
ineludible al campo profesional de aplicación.
Es por ello que creemos conveniente que el citado Artículo 27, o el que se disponga en la nueva
Ley, incluya lo siguiente: “Asimismo, serán también considerados Institutos Universitarios
Nacionales aquellos cuya oferta académica es de carácter multidisciplinar pero tienen una
restringida autonomía institucional y carecen de autarquía económica financiera”.

Los Institutos de nivel no universitario


El Artículo 29 de la Ley de Educación Superior establece que “Las instituciones universitarias
tendrán autonomía académica e institucional, que comprende básicamente las siguientes
atribuciones: g) Impartir enseñanza, con fines de experimentación, de innovación pedagógica o
de práctica profesional docente, en los niveles preuniversitarios, debiendo continuar en
funcionamiento los establecimientos existentes actualmente que reúnan dichas características.”
Nuestro Instituto Universitario mantiene actualmente bajo su dependencia a la Escuela de
Suboficiales de la Armada, otras Escuelas de Capacitación naval y mercante y dos Liceos
Navales con orientación en Ciencias del Mar, todos con una larga y prolífica trayectoria
educativa.
En ellos se dictan los niveles secundario y terciario y constituyen fuentes de recursos humanos
que integran la Reserva Naval de la Nación. Es por ello que se hace necesaria su articulación en
la formación, capacitación y perfeccionamiento con las Unidades Académicas del Instituto
Universitario Naval.
Como consecuencia de ello, se propone incluir al final del apartado g) del Art. 29 arriba citado, o
donde lo disponga la nueva Ley, lo siguiente: “o atender demandas de Instituciones del Estado
Nacional que por su especificidad no puedan ser satisfechas por el sistema educativo nacional”.

La CONEAU.
La existencia de un sistema sólido, calificado y prestigioso de evaluación es una condición
esencial en todo sistema educativo que tienda crecientemente a la excelencia.
El trabajo realizado por la Comisión de Evaluación y Acreditación Universitaria (CONEAU), en los
últimos diez años, ha contribuido a que las Instituciones Universitarias hayan podido contar con
una calificada visión externa de sus procesos, siendo el saldo, a nuestro juicio, altamente
positivo.
En nuestro caso particular, la Evaluación Externa producida por dicho organismo, la acreditación
de nuestras carreras de grado y posgrado sujetas al Art. 43 de la Ley de Educación Superior, nos
ha permitido superarnos como institución educativa y mejorar la calidad de nuestra oferta
académica dentro de parámetros comunes con resto del sistema universitario nacional.
Por ello consideramos que tanto la Evaluación Externa como los procesos de Acreditación de
carreras deben realizarse exclusivamente por organismos del Estado, como único árbitro idóneo
para asegurar equilibrio y justicia en sus dictámenes.

Los programas de apoyo implementados por el Ministerio de Educación y el Ministerio de


Ciencia, Tecnología e Innovación Productiva.
El Estado, a través del Ministerio de Educación o del Ministerio de Ciencia, Tecnología e
Innovación Productiva, ha implementado distintos programas de apoyo a las instituciones
universitarias nacionales.
En dicho sentido, consideramos que los citados Ministerios deben mantener esta iniciativa,
financiando aquellos programas que tienen que ver con la mejora de distintos aspectos de la
realidad universitaria, lo que debería ser plasmado en la nueva Ley.
En este marco, se considera conveniente que a través de la nueva Ley se facilite, sin
restricciones, a los Institutos Universitarios de gestión estatal el acceso a fondos, subsidios y
programas del Ministerio de Educación, el Ministerio de Ciencia, Tecnología e Innovación
Productiva y otros organismos, para posibilitar así la expansión, el crecimiento universitario y la
calidad educativa de los mismos en forma similar a lo que ocurre con las Universidades
Nacionales, aunque sin afectar los presupuestos específicos que se le asignen a estas últimas.

Los sistemas de ingreso.


Si bien el acceso libre a la educación superior en las instituciones universitarias nacionales debe
quedar claramente plasmado en la nueva Ley, las modalidades de selección de ingresantes
mediante exámenes de ingreso, cursos de admisión u otras modalidades que pudieran surgir
deben quedar a criterio de los Consejos Superiores Académicos de las distintas instituciones
universitarias.

La articulación Universidad–Universidad y Universidad–Terciarios.


La nueva ley de educación superior debe permitir articular las distintas modalidades de
educación superior y promover la organización por ciclos en aquellas carreras que así lo
permitan. Se considera que esto facilitaría el diseño de contenidos básicos disciplinares comunes
por familias de carreras y modularía un sistema de créditos de grado y posgrado a los efectos de
CONSULTA HACIA UNA NUEVA LEY NACIONAL DE EDUCACIÓN SUPERIOR
Comisión de Educación – Honorable Cámara de Diputados de la Nación 229
estimular la articulación del sistema.
Asimismo, se debería fomentar la articulación educativa de las instituciones de nivel superior con
las instituciones de los otros niveles del sistema.

Los concursos docentes


La Ley de Educación Superior actualmente vigente establece en su artículo 11 inciso a), el
derecho de los docentes de acceder a la carrera académica mediante concurso público y abierto
de antecedentes y oposición.
Esta es y debe continuar siendo la única vía de legitimación del sistema de Educación Superior
pues la evaluación por pares es la única opción aceptable en las Instituciones Universitarias.
En dicho sentido, la nueva Ley debería prever mecanismos que hagan efectivo el ejercicio de
dicho derecho como una forma de brindar estabilidad laboral y alternativas de promoción, lo que
redundará en un mayor compromiso del docente con su institución universitaria y en su
capacitación.
No obstante ello, la permanencia en el cargo deberá estar sujeta a periodicidad y evaluación,
según lo establezca cada estatuto universitario.

El Articulo 39 bis de la LES


El Art. 39 bis de la Ley de Educación Superior actualmente vigente establece que: “Para acceder
a la formación de posgrado, el postulante deberá contar con título universitario de grado o de
nivel superior no universitario de cuatro (4) años de duración como mínimo y reunir los
prerrequisitos que determine el Comité Académico o la autoridad equivalente, a fin de comprobar
que su formación resulte compatible con las exigencias del posgrado al que aspira”.
Posteriormente se agregó, que: “En casos excepcionales de postulantes que se encuentren fuera
de los términos precedentes, podrán ser admitidos siempre que demuestren, a través de las
evaluaciones y los requisitos que la respectiva universidad establezca, poseer preparación y
experiencia laboral acorde con los estudios de posgrado que se proponen iniciar así como
aptitudes y conocimientos suficientes para cursarlos satisfactoriamente. En todos los casos la
admisión y la obtención del título de posgrado no acredita de manera alguna el título de grado
anterior correspondiente al mismo”.
Al respecto consideramos que, a la luz de las implicancias que este Artículo tiene, debería ser
revisado profundamente y claramente legislado teniendo en cuenta las consideraciones y
resolución del Consejo Interuniversitario Nacional dictada mediante el Acuerdo Plenario Nro
559/05 del 28 de abril de 2005.

Los Títulos.
Sobre el particular ratificamos que su otorgamiento corresponde exclusivamente a las
instituciones universitarias, tanto en materia de grado como de posgrado, con reconocimiento a
cargo del Ministerio de Educación.

3. Aspectos relativos a la inserción de los Institutos Universitarios de las Fuerzas Armadas


en la nueva LES
Los aspectos relacionados con los Institutos Universitarios de las Fuerzas Armadas que debería
contemplar la nueva Ley de Educación Superior, son los siguientes:
• Hacer expresa mención que los Institutos Universitarios de las FFAA tienen un amplio
conjunto de características comunes a las instituciones universitarias nacionales, pero con
algunas particularidades específicas que los identifican.
• Denominarse Nacionales, en forma similar a las Universidades con el mismo origen, bajo
la jurisdicción del Estado Nacional.
• Dejar establecido que los Institutos Universitarios de las Fuerzas Armadas son
multidisciplinares en razón de satisfacer necesidades educativas de las instituciones en las
cuales se enmarcan, diferenciándose de aquellos Institutos Universitarios que les cabe esta
denominación por circunscribir su oferta académica a una sola área disciplinar.
• Permitir el acceso a recursos específicos adicionales (fondos, subsidios y /o programas
del Ministerio de Educación, el Ministerio de Ciencia, Tecnología e Innovación Productiva y otros
organismos), para posibilitar la expansión, el crecimiento universitario y la calidad educativa de
los Institutos Universitarios de la Fuerzas Armadas, sin afectar los presupuestos específicos que
se le asignan a las instituciones universitarias nacionales.
• Enunciar las atribuciones de la autonomía y autarquía que poseen.

4. Propuesta de artículos para la inserción de los Institutos Universitarios de las Fuerzas


Armadas en la nueva LES
Respecto a las características propias de los Institutos Universitarios de las Fuerzas
Armadas, se propone que los actuales Artículos 26 y 27 se redefinan considerando la jurisdicción
a la que pertenecen:
Artículo Nº XX - Los Institutos Universitarios de las Fuerzas Armadas tendrán carácter de
Institutos Universitarios Nacionales, con la misión de impartir enseñanza de pregrado, grado y
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Comisión de Educación – Honorable Cámara de Diputados de la Nación 230
pos grado, realizar investigaciones y actividades de extensión en el ámbito de la Defensa, acorde
a la Ley Nº 24.948, de Reestructuración de las Fuerzas Armadas.
Artículo Nº XX - Los Institutos Universitarios de las Fuerzas Armadas gozarán de autonomía
restringida y no poseerán autarquía de acuerdo con la legislación vigente. Asimismo podrán
acceder a recursos específicos adicionales (fondos, subsidios y /o programas del Ministerio de
Educación, el Ministerio de Ciencia, Tecnología e Innovación Productiva y otros organismos),
para posibilitar la expansión, el crecimiento universitario y la calidad educativa.
Artículo Nº XX - Los Institutos Universitarios de las Fuerzas Armadas, dispondrán de
autonomía académica e institucional, restringida a las siguientes atribuciones:

• Dictar y reformar sus estatutos, con la conformidad de las respectivas instancias


institucionales de las cuales dependen, los que serán comunicados al Ministerio de Educación a
los fines establecidos en el artículo XX de la presente ley.
• Establecer su sistema de gobierno conforme a sus propios regímenes institucionales
contemplados en sus respectivos estatutos.
• Administrar los bienes y recursos asignados, conforme a sus estatutos y las leyes que
regulan la materia.
• Crear carreras universitarias de pregrado, grado y posgrado en el ámbito de la Defensa.
• Formular y desarrollar planes de estudio, de investigación científica y tecnológica, de
extensión y servicios a la comunidad, incluyendo la enseñanza de la ética profesional.
• Otorgar grados académicos y títulos habilitantes conforme a las condiciones que se
establecen en la presente ley.
• Impartir enseñanza, con fines de experimentación, de innovación pedagógica o de
práctica profesional docente o atender demandas de instituciones del Estado Nacional que por su
especificidad no puedan ser satisfechas por el sistema educativo nacional, en los niveles no
universitarios.
• Establecer el régimen de admisión, permanencia y promoción de los estudiantes, así
como el régimen de equivalencias.
• Fijar el régimen de convivencia.
• Desarrollar y participar en emprendimientos que favorezcan el avance y aplicación de los
conocimientos.
• Mantener relaciones de carácter educativo, científico y cultural con instituciones del país y
del extranjero.

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Comisión de Educación – Honorable Cámara de Diputados de la Nación 231
APORTES DEL INSTITUTO UNIVERSITARIO AERONÁUTICO PARA EL DEBATE DE LA
NUEVA LEY DE EDUCACIÓN SUPERIOR

RESEÑA HISTÓRICA

La Escuela de Ingeniería Aeronáutica fue creada por Decreto N° 39.144 del Poder Ejecutivo
Nacional, de fecha 13 de Diciembre de 1947, que en su Artículo 3° establecía como misión:
a) Formar Ingenieros Militares de Aeronáutica de acuerdo a las necesidades de la Secretaría de
Aeronáutica.
b) Instruir al personal Superior Técnico en las distintas especialidades de su profesión
c) Contribuir al estudio y conocimiento de la industria nacional a fin de su
adaptación a las construcciones aeronáuticas para hacer frente a las
necesidades de la guerra.
Posteriormente se modificó su denominación por la de Escuela Superior de Aerotécnica y fue
incorporada, al régimen del Artículo 16 de la ley 17.778, por Decreto Nº 3179 del poder Ejecutivo
Nacional de fecha 19 de Agosto de 1971, que en su segundo considerando señala: “ Tiene como
misión capacitar al personal militar superior egresado de la Escuela de Aviación Militar y tiende al
perfeccionamiento de personal militar de otras Fuerzas Armadas nacionales y extranjeras, y de
alumnos provenientes de establecimientos de enseñanza civil que funcionan en el nivel
universitario “.
Por Resolución N° 1279/90 del JEMGFAA, se creó, sobre la base de la Escuela de Ingeniería
Aeronáutica y el Instituto de Investigaciones Tecnológicas de la Fuerza Aérea, el Instituto
Politécnico de la Fuerza Aérea actualizándose su misión, cuya primera parte establece:
“Complementar la formación de los oficiales de la Fuerza Aérea Argentina, perfeccionar sus
conocimientos y los del resto de los cursantes que se ordene incorporar, capacitándolos en las
disciplinas de interés en el campo de las actividades aeroespaciales, mediante cursos
intermedios, de grado, post-grado e investigación”.
Finalmente por Resolución Ministerial N° 3/93 del Ministerio de Cultura y Educación se le dio la
denominación actual de Instituto Universitario Aeronáutico.
Su Estatuto, aprobado por Mensaje del Comando de Personal Nº 3 598 EM GHO 271 230
Agosto/96, fue presentado al Ministerio de Cultura y Educación y aprobado por Resolución
Ministerial N° 628/97, siendo publicado en Boletín Oficial N° 28639 de fecha 5 de Mayo de 1997,
en su artículo 2 establece: “Es finalidad del Instituto Universitario Aeronáutico impartir enseñanza
universitaria, realizar investigación científica y tecnológica, desarrollar acciones tendientes a
establecer acciones de cooperación interinstitucional para trabajos de investigación y desarrollo y
realizar de extensión
2 cultural y de transferencia tecnológica en un todo de acuerdo con los intereses aeroespaciales
de la Nación.”
Mediante su accionar, el IUA brinda actualmente a la comunidad nacional la oferta de sus
servicios educativos permitiendo, con sus modalidades presencial y a distancia, que un amplio
espectro de estudiantes de todas las edades y condiciones sociales, cursen carreras
universitarias, cumpliendo así con una verdadera acción social de educación, generando un
excelente espacio de convivencia, de relación y de integración militar y civil, proyectando a la
Fuerza Aérea hacia la comunidad en forma vigorosa.
MARCO LEGAL
Las leyes Federal de Educación Nº 24.195, de Educación Superior Nº 24.521, de Transferencia
de Servicios Educativos Nº 24.049 y de Reestructuración de las Fuerzas Armadas Nº 24.948, han
producido un nuevo encuadre legal para el sistema educativo de la Fuerza Aérea. La Ley de
Reestructuración de las Fuerzas Armadas en su Art. 14 establece que para el Personal Militar
Superior egresado de los Institutos de formación a partir del año 1992 inclusive, será requisito
una formación de grado universitario para el ascenso a Oficial Superior.
En su Artículo 13 establece: “Los sistemas educativos de las Fuerzas Armadas se adecuarán en
consonancia con la estructura educativa nacional en busca de un mutuo aprovechamiento de las
capacidades disponibles eliminando superposiciones y procurando una mejor inserción de sus
integrantes en el medio cultural educativo general.”
En su Artículo 33 c. 1. “Dentro de un plazo no mayor de tres años 1. Completar la reforma del
Sistema Educativo Militar para ajustarlo a los planes y exigencias del nuevo Sistema Educativo
Nacional en busca de un mutuo aprovechamiento de las capacidades disponibles y la mayor
integración posible.”
Artículos 13, 33, 37, 43, 44, son exigencias que impone la Ley de Educación Superior. Artículo
13. Los alumnos de las instituciones estatales de educación superior tienen derecho:
a) Al acceso al sistema sin discriminaciones de ninguna naturaleza.
En cumplimiento de esta norma, el IUA abrió su oferta educativa a toda la comunidad, lo que está
expresamente manifestado en los artículos 3, 4, 6 y 7 de su Estatuto. Cabe hacer notar que el
CONSULTA HACIA UNA NUEVA LEY NACIONAL DE EDUCACIÓN SUPERIOR
Comisión de Educación – Honorable Cámara de Diputados de la Nación 232
CIN, en oportunidad del acuerdo Nº 379/00, puso al IUA como ejemplo paradigmático de apertura
a la comunidad.
Artículo 33. Las instituciones universitarias deben promover la excelencia y asegurar la libertad
académica, la igualdad de oportunidades y posibilidades, la jerarquización 3
docente, la corresponsabilidad de todos los miembros de la comunidad universitaria, así como la
convivencia pluralista de corrientes, teorías y líneas de investigación.
Este artículo se refiere a los requisitos generales que deben cumplir todas las instituciones
universitarias.
En cumplimiento de esta norma el IUA ha mantenido y mantiene un amplio espíritu de
participación, comunicación y relación con la comunidad, esforzándose por sostener una política
de mejoramiento continuado de la calidad educativa, de la amplitud de criterio en la gestión
académica y de conformación de una comunidad de directivos, profesores y alumnos en la que el
disenso, la confrontación de ideas, el respeto, el espíritu crítico, el equilibrio en la convivencia y la
búsqueda de la excelencia constituyan los cimientos en los que se base todo su accionar.
Artículo 43. Cuando se trate de títulos correspondientes a profesiones reguladas por el Estado,
cuyo ejercicio pudiera comprometer el interés público poniendo en riesgo de modo directo la
salud, la seguridad, los derechos, los bienes o la formación de los habitantes, se requerirá que se
respeten, además de la carga horaria a que hace referencia el artículo anterior, los siguientes
requisitos:
a) Los planes de estudio deberán tener en cuenta los contenidos curriculares básicos y los
criterios sobre la intensidad de la formación práctica que establezca el Ministerio de Cultura y
Educación, en acuerdo con el Consejo de Universidades.
b) Las carreras respectivas deberán ser acreditadas periódicamente por la Comisión Nacional de
Evaluación y Acreditación Universitaria o por entidades privadas constituidas con ese fin
debidamente reconocidas.
En cumplimiento de esta normativa el IUA acreditó oportunamente las carreras de Ingeniería
Aeronáutica, Ingeniería Electrónica, y está en la última etapa el proceso de acreditación la de
Ingeniería en Telecomunicaciones.
La misma Ley de Educación Superior (LES) en sus Arts. 22 y 77 categoriza al IUA como instituto
universitario estatal, dándole de esa manera, en forma definitiva, el carácter de institución
universitaria, razón por la cual debió presentar sus Estatutos al Ministerio de Cultura y Educación
que fueron aprobados por Mensaje del Comando de Personal Nº 3 598 EM GHO 271 230 Agosto
/ 96 y posteriormente por Resolución Ministerial Nº 628/97 y publicados en Boletín Oficial Nº
28.639.
De esta manera el ordenamiento del sistema educativo de la FAA, la validez nacional de sus
estudios en todos los niveles, las relaciones con los organismos oficiales de evaluación,
acreditación y superintendencia educativa y todas las acciones que impliquen vinculaciones con
los demás actores del sistema educativo nacional, solamente tienen vigencia si se efectúan a
través del IUA.
Además, por la LES, todas las instituciones universitarias están sometidas a los procesos de
evaluación institucional en el marco de los objetivos definidos por cada institución y a la
acreditación de carreras de grado y postgrado conforme a los estándares establecidos por el
Ministerio de Educación en consulta con el Consejo de 4 Universidades, todo lo cual comporta, a
nivel institucional, la decisión de llevar adelante un trabajo continuado de mejoramiento
permanente. El IUA completó en el año 2001 su proceso de autoevaluación institucional y
evaluación externa por parte de la CONEAU, y está, en este momento, comenzando su segundo
proceso de autoevaluación.
El IUA ha tomado la responsabilidad de las acciones de coordinación, vinculación,
asesoramiento, representación, evaluación, acreditación, tramitación de carreras y expedición de
títulos habilitantes con validez nacional de todo el conjunto de unidades académicas relacionadas
ya que, como ha sido señalado por la CONEAU en su informe final de evaluación,: "La
responsabilidad final a los efectos administrativos, civiles y penales recae directamente sobre el
IUA y su Rector y por lo tanto se deben
instrumentar mecanismos y procedimientos que aseguren efectivas acciones de seguimiento,
control y evaluación de cada unidad académica".
AUTONOMÍA
Con motivo de la modificación de la Ley de Educación Superior Nº 24.521 se considera
conveniente establecer expresamente el grado de autonomía que corresponde a estos institutos
universitarios, habida cuenta de su dependencia de un ente superior. A los efectos de efectuar un
aporte concreto sobre este aspecto, que reviste singular importancia, se considera conveniente
realizar un análisis a la luz de la normativa vigente, de la gestación de la misma y de las diversas
categorías de autonomía, a fin de partir de una correcta apreciación del mismo.
En los debates de la Convención Constituyente de 1994 fueron tratados aspectos fundamentales
vinculados a la autonomía universitaria:
• La autonomía universitaria y municipal se discutieron en conjunto conforme despachos de las
Comisiones de Competencia Federal y Régimen Federal
• El miembro informante de la Comisión sostuvo que la autonomía universitaria tiene todas las
CONSULTA HACIA UNA NUEVA LEY NACIONAL DE EDUCACIÓN SUPERIOR
Comisión de Educación – Honorable Cámara de Diputados de la Nación 233
atribuciones sin interferencia alguna de los poderes constituidos, es decir el legislativo y
ejecutivo, no así el poder judicial.
• Quiroga Lavié, convencional constituyente, hizo referencia a que el texto habla de la autonomía,
usando esa sola palabra porque en ella están contenidas todas las autonomías.
• Ningún convencional rebatió esta interpretación auténtica del concepto autonomía, ni sostuvo
una posición contradictoria de la misma. De esta manera la autonomía queda definida como una
categoría constitucional, quedando así, la autonomía académica, en el núcleo protegido de la
autonomía institucional.
Es dentro de esta concepción que el Art. 75 de la Constitución Nacional referido a las
atribuciones del Congreso en su Inc. 19 establece “….Sancionar leyes…. Que garanticen los
principios de equidad y gratuidad de la educación y la autonomía y autarquía de las
universidades nacionales”. A partir de aquí, los tratadistas, los autores 5 que han estudiado la
Constitución reformada y los fallos de la Suprema Corte han confirmado el valor de la autonomía
universitaria. Al dictarse la Ley de Educación Superior se está estableciendo un marco regulatorio
para el funcionamiento de las instituciones de educación superior. Ahora bien, si aceptamos la
razonabilidad de una serie de normas que enmarquen la autonomía dentro de un ámbito que
garantice los principios de bien social de la educación, de responsabilidad, ante la sociedad, por
el otorgamiento de títulos habilitantes, etc. debemos tener siempre presente que el principio que
se pretende resguardar es el de la autonomía. Es por eso que la norma deberá realizar las
regulaciones y restricciones realmente imprescindibles y en lo que no se establezca
expresamente como un acotamiento de la autonomía, se deberá estar al principio general.
Aplicando este criterio a los Institutos Universitarios de las Fuerzas Armadas, queda claro que
tienen dependencia de su propia Fuerza y del Ministerio de Defensa de la Nación. En esto debe
la ley establecer una clara limitación en su autonomía institucional para reflejar esta dependencia
Teniendo en cuenta que el objeto de su función es la gestión del conocimiento, es fundamental
disponer de autonomía académica, aun cuando se carezca de autonomía de gobierno, de
manera de tener la independencia necesaria para asumir las responsabilidades propias de la
gestión del conocimiento y el otorgamiento de títulos con validez nacional, propios de las
instituciones universitarias. Téngase en cuenta que para el caso de una intervención, el Art. 30 in
fine de la actual LES establece “La intervención nunca podrá menoscabar la autonomía
académica”. Esto significa que la autonomía académica es un valor irrenunciable para una
institución universitaria.
Es necesario diferenciar la autonomía entendida como "independencia y libertad de organización
y gobierno", que evidentemente está restringida para los IUFA por el ordenamiento legal vigente,
de la autonomía académica, entendida ésta como las formas, los procedimientos y los criterios
institucionales para generar y transmitir conocimiento.
La mayoría de los autores que han estudiado los sistemas universitarios nacionales y
comparados, tanto los que han concentrado sus investigaciones en Estados Unidos (Burton Clark
, March, Olsen) como los que han analizado los sistemas francés y alemán (Friedberg, Musselin)
aún aceptando las diferencias existentes dentro de cada sistema nacional- desde la gran
autonomía y orientación al mercado de las universidades de Estados Unidos a la fuerte tutela del
Estado en Francia- encuentran
dos características comunes a todas las organizaciones universitarias:
a) fuerte autonomía de los actores internos
b) Reconocimiento de la autoridad epistemológica.
Esto se traduce en la necesidad de reconocer un grado importante de autonomía académica, que
permita gestionar el conocimiento de que se trata respetando las características señaladas. Es la
autoridad competente quién deberá determinar en qué campos requiere que se genere y
transmita conocimiento y cuáles políticas generales fijará al 6 respecto, y estará en manos de los
IUFA gestionar la producción y la transmisión social de ese conocimiento. Las formas de gestión
del conocimiento tienen especificidades que la diferencian de otras formas de gestión. Es el
Poder Ejecutivo Nacional (por intermedio de la autoridad competente), quien deberá determinar
en cuáles campos necesita generar y transmitir conocimiento (en nuestro caso conocimiento para
la Defensa), y son los IUFA, como instituciones de educación superior universitaria, las que
deberán generarlo y transmitirlo con los criterios y estándares de calidad exigidos para las
instituciones de este tipo en la Ley de Educación Superior. De esto se desprende que no podrán
tener una autonomía institucional amplia, similar a las universidades nacionales, porque esto
entraría en contradicción con los propios organismos del estado que han decidido su creación:
Las tres Fuerzas Armadas y, actualmente, el Ministerio de Defensa de la Nación a través de su
Subsecretaría de Formación. Es en estas instancias donde deberán formularse las grandes
políticas de formación en el campo del conocimiento para la Defensa, siendo preciso, para que
los IUFA puedan cumplir acabadamente la función para la que fueron creados, en el marco del
Sistema Nacional de Educación Superior, que gocen de la necesaria autonomía académica que
les permita desarrollar sus funciones básicas de docencia, investigación y extensión con los
criterios, los procedimientos y la cultura organizacional propias de todas las instituciones de
educación superior
universitaria.
CONSULTA HACIA UNA NUEVA LEY NACIONAL DE EDUCACIÓN SUPERIOR
Comisión de Educación – Honorable Cámara de Diputados de la Nación 234
También entendemos que lo que los señores Diputados debatirán será una Ley de Educación
Superior, por lo que las definiciones sobre el campo disciplinar, formas de gobierno, etc. que
deberán tener los IUFA corresponden a otro ámbito normativo, propio del Ministerio de Defensa y
de las propias Fuerzas Armadas, quedando en esta cuerpo normativo de educación las
regulaciones mínimas necesarias para que los IUFA funcionen adecuadamente como
instituciones de educación superior, de manera similar a las demás instituciones que conforman
el sistema.
ARTÍCULO 77
El art. 77 forma parte del TÍTULO V de la Ley 24.521 en “Disposiciones complementarias y
transitorias”. Después de trece años de vigencia de la norma sobre educación superior los IUFA
ha demostrado ya su mayoría de edad como para ser encuadrados de pleno derecho dentro de
las normas permanentes del Sistema Nacional de Educación Superior Universitaria.
El TÍTULO IV de la Ley actual, que se refiere a la educación superior universitaria, en su capítulo
1 habla de las instituciones universitarias y sus funciones y establece en su artículo 26: “La
enseñanza superior universitaria estará a cargo de las universidades nacionales, de las
universidades provinciales y privadas reconocidas por el Estado Nacional y de los institutos
estatales o privados reconocidos, todos los cuales integran el Sistema Universitario Nacional”.
Sería conveniente que la figura de los Institutos Universitarios dependientes de las Fuerzas
Armadas y de Seguridad se incorporen, en la redacción definitiva, a este artículo 26 en el
Capítulo 1 del Título IV de la Ley para darle un status jurídico más sólido y permanente a los
mismos.7
PROPUESTA
Compartimos el criterio propuesto por el Consejo Interuniversitario Nacional (CIN) en su
documento “Lineamientos para una Ley de Educación Superior”, aportado a la comisión de
Educación de la HCDN, cuando plantea:
“En el caso de los Institutos Universitarios dependientes de las Fuerzas Armadas y de los
Servicios de Seguridad se recomienda que se incorpore expresamente la denominación de
“Nacionales”. Éstos establecerán su sistema de gobierno y de administración de acuerdo a sus
propios regímenes institucionales, con las limitaciones a la autonomía que ellos prevean. Le
serán aplicables las normas de la Ley de Educación Superior en todo lo que no se oponga a lo
antes expuesto.”
Para intentar plasmar en la práctica los conceptos antes desarrollados, sugerimos que en el texto
de la futura Ley de Educación Superior sobre los Institutos Universitarios de las Fuerzas Armadas
se tengan en cuenta, como mínimo, los siguientes criterios:
1) Incorporar la figura de los Institutos Universitarios dependientes de las Fuerzas Armadas y
de Seguridad, al actual artículo 26 en el Capítulo 1 del Título IV de la Ley.
2) Definir a los Institutos Universitarios de las Fuerzas Armadas como ¨Nacionales¨
3) Definir que el sistema de gobierno y administración de los mismos se establecerá de
acuerdo a sus propios regímenes institucionales, con las limitaciones a la autonomía de gobierno
que ellos prevean.
4) Establecer que con excepción de esta limitación en su autonomía, en todo lo demás les
serán de aplicación las normas de la Ley de Educación Superior.
5) Establecer que los mismos tendrán acceso a fondos del Ministerio de Educación de la Nación,
del Ministerio de Ciencia, Tecnología e Innovación Productiva de la Nación y del Ministerio de
Defensa para proyectos específicos.

CONSULTA HACIA UNA NUEVA LEY NACIONAL DE EDUCACIÓN SUPERIOR


Comisión de Educación – Honorable Cámara de Diputados de la Nación 235
INSTITUTOS TERCIARIOS DOCENTES
29 de mayo de 2008

CÁMARA ARGENTINA DE INSTITUTOS DE EDUCACIÓN SUPERIOR -


CADIES PRESENTACIÓN, TABLA Y RELEVAMIENTO

Se recomienda acceder a la tabla y a la presentación en


http://www1.hcdn.gov.ar/dependencias/ceducacion/

APORTES DE CONSUDEC A LA CONSULTA SOBRE LA NUEVA LEY DE EDUCACIÓN


SUPERIOR

• Consideramos que los Institutos de Educación Superior se encuentran actualmente


encuadrados en la Ley de Educación Nacional 26.206.
• Que en el Título II, Capitulo V , Art. 35, se dice expresamente que la Educación Superior será
regulada “por las disposiciones de la presente ley en lo que respecta a los Institutos de
Educación Superior”.
• Asimismo establece en los artículos 36 y 37 la competencia del Ministerio de Educación,
Ciencia y Tecnología en acuerdo con el Consejo Federal de Educación para establecer “las
políticas , mecanismos de regulación y criterios de evaluación relativos a los Institutos” como así
en la planificación de carreras y de postítulos, diseño de planes de estudio, gestión y asignación
de recursos”.
• Por otra parte, la Ley de Educación Nacional le reconoce un espacio diferenciado y propio a los
Institutos al nombrarlos como Superiores, modificando la tradicional designación de “ no
universitario”
Coincidimos en la construcción de una visión compartida de la identidad del Nivel, superando la
tensión instalada entre el peso de las tradiciones de origen en el Nivel Secundario y el imaginario
del modelo universitario, como única alternativa de formación superior. Para ello, se requiere
transitar hacia una institucionalidad específica para la formación profesional docente con
características propias y valor agregado para el desarrollo del conjunto del sistema educativo.
La institucionalidad específica deberá fortalecer la visión de un sistema integrado, superando la
atomización de instituciones y la segmentación interna, con mayores disparidades de recursos en
especial en las localidades del interior de las provincias. Un sistema integrado valorará la
diversidad de aportes, recursos y experiencias y promoverá la articulación entre las instituciones
tanto de gestión estatal como privada asegurando la cohesión, la calidad, el trabajo colaborativo,
las redes de intercambio y los grados de autonomía de gestión pertinentes a estos fines.
En lo particular de la formación docente es importante asegurar el desarrollo de una
institucionalidad específica del sistema formador, que le permita superar la atomización y recibir
un impulso configurador a través de la participación de sus instituciones y de una adecuada
planificación en los niveles correspondientes.
• En el Título IV referido a los docentes se le dedica el Capítulo II a la formación docente. Este
capítulo reviste especial importancia como marco legal de los Institutos de Formación Superior.
Recordamos que establece que la Formación Docente es parte constitutiva del nivel de
Educación Superior, define los objetivos de la política nacional de formación docente, establece
las competencias del Ministerio de Educación y del Consejo Federal al respecto, estructura la
CONSULTA HACIA UNA NUEVA LEY NACIONAL DE EDUCACIÓN SUPERIOR
Comisión de Educación – Honorable Cámara de Diputados de la Nación 236
formación docente en dos ciclos , crea el Instituto Nacional de Formación Docente y su Consejo
Consultivo.
• CONSUDEC integra desde su constitución en Julio del año pasado el Consejo Consultivo del
INFD y en tal carácter a contribuido al Plan Nacional de Formación Docente y a los Documentos
y Lineamientos que ha aprobado el Consejo Federal. Anexamos como ejemplo nuestro aporte al
Plan Nacional.
• Consideramos que la Ley de Educación Nacional es el marco legal adecuado para los Institutos
de Formación Superior y que una nueva Ley de Educación Superior deberá tener en cuenta
dicha ley asumiendo sus postulados y orientaciones, reafirmando el carácter propio de la
educación superior como así la positiva tarea desplegada por el INFD desde su creación. Por
otra parte el carácter federal del desarrollo de los Institutos de Formación Docente hace
estratégico el rol del Consejo Federal en estos aspectos y hace necesario articular la relación
nación –provincias-instituciones de educación superior en un marco institucional adecuado.
• La entidad propia del Nivel Superior, con la relevancia del sistema formador docente, implica
también avanzar en el reconocimiento de las instituciones formadoras como actores que
participen en instancias institucionalizadas de definición de las políticas de formación de los
docentes del sistema educativo y de las acciones destinadas a asegurar la implementación de
esas políticas.
• Compartimos el diagnóstico de la desarticulación existente con la formación docente de las
universidades, la desarticulación entre la gestión pública y la gestión privada y la desarticulación
institucional nación-provincias. Dicha desarticulación se expresa tanto en la falta de información y
comunicación como en la falta de acceso a proyectos conjuntos y a sus correspondientes
recursos.
• Una nueva Ley de Educación Superior podrá sin duda establecer lineamientos para una
adecuada y provechosa articulación y complementación del sistema universitario tanto de gestión
nacional como privada con los Institutos de Formación Superior de gestión estatal y privada,
enmarcados en la Ley de Educación Nacional , asegurando calidad, articulación y autonomía.

CONSULTA HACIA UNA NUEVA LEY NACIONAL DE EDUCACIÓN SUPERIOR


Comisión de Educación – Honorable Cámara de Diputados de la Nación 237
COLEGIOS PREUNIVERSITARIOS
10 de junio de 2008

Aportes de los directores/rectores de instituciones preuniversitarias para la Comisión de


Educación de la HCDN

El presente documento fue elaborado con el objeto de poner a consideración de la Comisión de


Educación de la Honorable Cámara de Diputados de la Nación, nuestras opiniones y sugerencias
respecto a los ejes de discusión propuestos e intentar aportar al debate fundamental sobre los
lineamientos generales de la nueva Ley de Educación Superior, entre los distintos actores de la
comunidad universitaria y de la sociedad en general.

Como Instituciones Preuniversitarias consideramos sumamente importante esta oportunidad que


se nos brinda de poder debatir sobre la educación en general y la universitaria en particular, que
deseamos y queremos para el futuro.

Durante los años noventa en el mundo se impulsaron reformas educativas tendientes a satisfacer
las demandas de la nueva revolución tecnológica y de la globalización económica.

A partir de ese momento, se dijo asistir a la configuración de un nuevo paradigma científico-


tecnológico, que suponía una reestructuración de las relaciones de producción, las cuales
apuntaban a un nuevo modelo de acumulación, afectando los modos de producción y los
procesos sociales a escala planetaria.

Se establecieron nuevas reglas de juego, nuevos mecanismos de regulación bajo la forma de


“recomendaciones” y “consensos”, tomando como base las ideas neoliberales y cuyo resultado
fue la agudización de los conflictos entre países, regiones y también al interior de los estados
nacionales.

En este escenario se instaló la discusión sobre la Ley Federal de Educación y la Ley de


Educación Superior, que a pesar de haberse llamado a la participación de los distintos actores de
la comunidad en general, las decisiones estuvieron a cargo de “especialistas” designados por el
gobierno, quedando las inquietudes y propuestas docentes recogidas en pura declamación de
participación, sin un verdadero reconocimiento y consideración.

Se instala en el Sistema Educativo la cuestión de la calidad educativa vinculada a la evaluación,


siendo la misma uno de los factores más resistido puesto que los parámetros de calidad exigidos
eran formulados por organismos como el Banco Mundial, el Fondo Monetario Internacional, etc.
En lo que respecta al sistema universitario, estos instrumentos fueron cuestionados en virtud de
considerar que afectaban la autonomía universitaria y de alguna manera permitían la intromisión
del gobierno nacional en el funcionamiento de las Universidades.

Previa la promulgación de la Ley de Educación Superior, en la cual no figuraban los Colegios e


Institutos pertenecientes a las Universidades Nacionales, los Directores/Rectores solicitaron al
CIN, a legisladores provinciales y nacionales la inclusión de los mismos en la mencionada Ley. El
reclamo fue atendido y figura expresamente en el artículo 29, inc) g: “Artículo 29: Las
instituciones universitarias tendrán autonomía académica e institucional, que comprende

CONSULTA HACIA UNA NUEVA LEY NACIONAL DE EDUCACIÓN SUPERIOR


Comisión de Educación – Honorable Cámara de Diputados de la Nación 238
básicamente las siguientes atribuciones:

a)...;

g) Impartir enseñanza, con fines de experimentación, de innovación pedagógica o


de práctica profesional docente, en los niveles preuniversitarios, debiendo continuar en
funcionamiento los establecimientos existentes actualmente que reúnan dichas
características; ...”

Hoy se hace necesario profundizar el análisis siendo indispensable que esta nueva Ley
contemple una política educativa que sostenga y fortalezca el ideario pedagógico contenido en
los proyectos fundacionales de los establecimientos preuniversitarios, sus características y
objetivos, de innovación pedagógica con proyección al medio como parte del proyecto de las
universidades públicas.

Por lo expresado precedentemente, los Directores/Rectores de Institutos Preuniversitarios


reunidos en la ciudad de San Juan, los días 17 y 18 de Abril del cte. Año y ratificado en Buenos
Aires el 10 de junio de 2008, acordaron proponer la redacción del siguiente articulado con el fin
de que el mismo sea incluido en el texto del Proyecto de la nueva Ley de Educación Superior:

Artículo Nº..: Desarrollar y sostener el sistema de Instituciones Preuniversitarias, dentro del


sistema Universitario del Estado Nacional.

Artículo Nº .: Las Instituciones Preuniversitarias tendrán como fin primordial:

a) Impartir enseñanza con fines de experimentación.

b) Desarrollar, aplicar y evaluar experiencias de innovación pedagógica y/o de práctica


profesional docente.

c) Mejorar la calidad de los aprendizajes de los estudiantes.

d) Favorecer la articulación con los distintos niveles del sistema educativo.

e) Socializar las experiencias realizadas en el proceso de enseñanza y de aprendizaje de


todo el sistema educativo.

f) Mantener la función propedéutica de estas instituciones universitarias.

Artículo Nº..: Las Universidades Nacionales gestionarán ante la autoridad educativa nacional la
validez nacional de títulos y certificados.

Artículo Nº..: Las Instituciones Preuniversitarias tendrán participación con voz y voto pleno en los
consejos superiores.

Asimismo, producto del debate realizado se fueron consensuando posiciones sobre diferentes
aspectos, algunos de los cuales son:

El Estado debe reasumir su rol específico respecto a la educación y ser garante del derecho
constitucional de enseñar y aprender para todos los ciudadanos. También debe garantizar el
financiamiento de la educación universitaria en todos sus niveles.

El Estado debe garantizar la igualdad de oportunidades y de posibilidades para la formación


docente, el perfeccionamiento y la actualización continua de los mismos, como así también la
investigación y la extensión.

La Ley de Educación Superior deberá garantizar:

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Comisión de Educación – Honorable Cámara de Diputados de la Nación 239
a) la autonomía universitaria, pilar fundamental, tal como lo establece la Constitución
Nacional, en su Artículo 75º, inc. 19. Entendiendo la autonomía como una forma superior
de descentralización política en cuanto traduce el reconocimiento a la entidad autónoma
de la facultad de darse sus propias normas fundamentales e implica una potestad
normativa originaria.

El sistema universitario argentino cuenta con una larga historia de autonomía que se
mantiene hasta nuestros días. Ratificar la autonomía universitaria tiene sus fundamentos
en los propios objetivos de la Universidad como institución. Si entendemos que entre uno
de sus fines está la generación del conocimiento, la nueva Ley debe proteger que este
objetivo no esté influenciado por intereses particulares o corporativos, sino por el contrario
sea el resultado de las necesidades y los intereses de la sociedad en su conjunto.

b) la autarquía universitaria, entendida como la facultad para auto administrarse, con


responsabilidad social, transparencia y pertinencia. Es decir capacidad para obtener,
administrar y disponer sobre los recursos propios que se generen como consecuencia del
ejercicio de sus funciones. El derecho de disponer de mayores fondos económicos para
las instituciones preuniversitarias, es un aspecto de gran importancia para el logro material
de la autonomía universitaria. Disponer libremente de sus fondos, tener capacidad para
dictar sus propias reglamentaciones, designar sus autoridades, poder planificar las
actividades académicas de investigación y extensión es lo que le brinda a las
universidades autonomía. En este contexto las instituciones preuniversitarias necesitan y
afirman la importancia de contar con los recursos financieros suficientes.

c) la relación entre ambos conceptos, cuando se dice que la autonomía implica la


posibilidad de darse sus propias normas dentro de un marco normativo superior, abarca
no sólo a las provincias sino también a los entes autárquicos, pues éstos, dentro del
marco de sus estatutos, también dictan sus propias normas. Dicho de otra manera, la
autarquía no puede concebirse como mera capacidad de administrarse a sí mismo, sin
poder dictarse norma alguna, sino que comprende siempre, necesariamente el dictado de
las mismas para reglar el propio funcionamiento.

d) en el marco de la autonomía universitaria y en función de las necesidades educativas de


cada región, que las Universidades Públicas puedan así poner en funcionamiento nuevas
Instituciones Preuniversitarias y, a través de sus aportes, contribuyan a los intentos de dar
respuestas a la compleja problemática educativa.

e) un mayor presupuesto universitario para asegurar una educación superior de calidad en


todas las funciones de las universidades: docencia (en todos sus niveles educativos),
investigación, desarrollo tecnológico, gestión, extensión y cooperación.

f) la investigación, como uno de los pilares fundamentales dentro de las funciones de la


educación superior.

Una Universidad con buen nivel de investigación es un eslabón esencial de cualquier


definición de un sistema científico técnico confiable para el país. Es sumamente
importante fomentar el desarrollo de líneas de investigación en todas las unidades
académicas preservando su autonomía y bregando por incrementar la capacidad del

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Comisión de Educación – Honorable Cámara de Diputados de la Nación 240
sistema científico nacional, efectivizando el compromiso de la Universidad en la solución
de los problemas y proyectos de nuestro tiempo.

Si bien es indiscutible el incremento en las partidas presupuestarias destinadas a


investigación, se debe continuar apoyando esta línea de acción hasta acortar la enorme
brecha que nos separa de los países desarrollados, en cuanto a recursos que se destinan
a educación e investigación y desarrollo.

En esta línea de análisis, se considera necesario que los organismos de Investigación de


las Universidades habiliten mecanismos institucionalizados para que los docentes de los
Institutos Preuniversitarios puedan contribuir a la producción de conocimiento a través de
la presentación de sus proyectos de innovación pedagógica.

g) la articulación entre las distintas modalidades de la Educación Superior, así como con los
otros niveles educativos. Se deben profundizar acciones que apunten al mejoramiento de
la calidad de la enseñanza y a mejorar la permanencia de los estudiantes en los primeros
años de sus carreras. De esta forma se podrán realizar y/o continuar procesos de
intercambio entre los colegios preuniversitarios y las Comisiones de Ingreso que funcionan
en cada Facultad y/o Universidad a fin de armonizar los conocimientos, las actitudes
académicascon actividades que proporcionen al estudiante una ubicación del contexto y
las herramientas formativas e informativas, requeridas para el ingreso y permanencia en la
Universidad.

h) la igualdad de oportunidades en el ingreso debe estar asociada a una verdadera igualdad


de posibilidades, es decir que se garantice no sólo el acceso sino también la permanencia
en el sistema educativo en las mejores condiciones.

i) las actividades de extensión a fin de que los estudiantes y las universidades tomen
contacto con el medio social y productivo, reflexionando y aportando soluciones reales a
problemas reales. La nueva Ley debe garantizar como una de las funciones primordiales
de la Universidad, la extensión universitaria puesto que a través de ella la Universidad
difunde, hacia la comunidad, los beneficios de su acción cultural y social, a la vez que se
nutre de la realidad que la rodea interactuando dinámicamente con la sociedad e
involucrando en su accionar el desarrollo de actividades comunitarias, culturales, de
bienestar estudiantil, de acción social, deportivas, de capacitación, de asistencia técnica y
de transferencia de conocimientos hacia la sociedad.

Por último, no se desconoce que la mejora del sistema educativo no depende sólo de una ley
macro. Mejorar el sistema implica preocuparse por las políticas concretas y por los modos de
gobierno de los niveles intermedio y micro.

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Comisión de Educación – Honorable Cámara de Diputados de la Nación 241
DOCUMENTOS APORTADOS EN
ENCUENTROS REGIONALES

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Comisión de Educación – Honorable Cámara de Diputados de la Nación 242
ENCUENTRO REGIONAL CENTRO OESTE -
UNIVERSIDAD NACIONAL DE CÓRDOBA,

FACULTAD DE FILOSOFÍA Y HUMANIDADES “HACIA UNA NUEVA LEY DE


EDUCACIÓN SUPERIOR”

El presente documento es producto de las discusiones realizadas en las Jornadas “Hacia una
nueva ley de Educación Superior”, llevadas a cabo en la Facultad de Filosofía y Humanidades
(UNC) el día 16 de agosto con la participación de estudiantes, egresados, docentes y no
docentes. Se organizó a partir de cinco comisiones de trabajo: Cogobierno universitario;
Gratuidad, financiamiento y autarquía; Ingreso y permanencia; Condición docente; Autonomía y
evaluación.

Se tomó como documento de base el elaborado y aprobado por el HCD de la FFyH en sesión del
5 de diciembre de 2005, que fue elevado al HCS como aporte a la reunión del Consejo
Interuniversitario Nacional (CIN) que tendría lugar en la ciudad de Mar del Plata a comienzos de
2006;

Por unanimidad, se solicita que en la próxima reunión del CIN, los días 23 y 24 de agosto en
Córdoba, este consejo no se expida sobre proyecto de ley alguno, sin antes haber remitido el
mismo a todas las UUNN para su conocimiento, debate y evaluación.

A continuación, se ofrece una síntesis de lo debatido en la cual se presentan los acuerdos


generales y se especifican los planteos particulares en disenso.

PRINCIPIOS GENERALES:

- Derogación de la LES y elaboración de un nuevo proyecto de ley.

- Una nueva ley de educación superior debe constituirse desde una concepción de universidad
inscripta en el interior de una realidad social, política, económica y cultural –en la que debe
reconocerse–, atendiendo a sus necesidades y potenciando su capacidad transformadora.

- El sistema de educación superior comprende universidades públicas, privadas e Institutos


Superiores no Universitarios.

- La nueva ley debe garantizar la autonomía, autarquía y gratuidad de la enseñanza en


universidad nacionales públicas.

- La educación pública debe ser entendida y sostenida como un derecho y no como un servicio.

- Son principios irrenunciables en una ley el ingreso libre e irrestricto, la gratuidad y el


cogobierno.

SÍNTESIS DE TRABAJOS EN COMISIONES:


Gratuidad, financiamiento y autarquía:

• Garantizar los derechos de los tres objetivos tutelares de la institución universitaria –

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Comisión de Educación – Honorable Cámara de Diputados de la Nación 243
docencia, investigación y extensión– mediante la exigencia de un presupuesto suficiente e
igualitario (igualdad de oportunidades para todos los claustros).

• Rechazar los Programas Especiales que vulneran derechos y se convierten sólo en


“derechos para algunos”.

• Rechazar la mercantilización del conocimiento y garantizar la formación continua gratuita.

• Destacar que tanto la eficiencia como la equidad deben estar subordinadas a la igualdad
de oportunidades, tal como es definido en el Derecho.

• Establecer, en el marco legal, el porcentaje mínimo del Presupuesto destinado a la


Educación Superior, con relación al PBI.

• Defender el principio de presupuesto participativo, estableciendo claramente las instancias


de participación, para asegurar el control de la asignación y el destino de los recursos
como ejercicio plural de la autonomía, tanto interno como externo a las Universidades
Nacionales.

Ingreso y permanencia:

• La figura de “estudiante” con el goce pleno de sus derechos corresponde a todos los
niveles educativos de la universidad, pregrado, grado, postgrado y todo tipo de titulación.

• Ingreso libre irrestricto garantizando el derecho a contar con espacios opcionales de


nivelación, articulación y tutorías, así como espacios de seguimiento que contribuyan a
asegurar la permanencia. Ninguno de ellos, con carácter vinculante a la condición de
alumno regular.

• Oposición a cualquier tipo de arancelamiento y cobro de tasas en cualquiera de las


instancias de acreditación o certificación.

• Se rechaza la figura de alumno activo.

Cogobierno universitario:

• El Estado debe mantener la responsabilidad de formular políticas generales; sin embargo,


sería adecuado –para garantizar la autonomía de las universidades– que dicha
responsabilidad sea asumida conjuntamente con algún órgano colegiado (con funciones
ejecutivas), en el que las universidades públicas se encuentren representadas en mayoría
y se restrinja la participación de las instituciones privadas y el Poder Ejecutivo Nacional.

• La nueva ley deberá establecer que los estatutos de cada universidad aseguren el
cogobierno en la integración de los cuerpos colegiados, en los que estarán representados
todos los claustros.

• Los estatutos de las instituciones universitarias nacionales deben prever sus órganos de
gobierno, tanto colegiados como unipersonales, así como composición y atribuciones. Los
órganos colegiados deben ser órganos de gobierno y ejecución.

• Trasladar la representatividad estudiantil a distintos espacios políticos, institucionales y


académicos (la participación de los estudiantes con voz y voto en cualquier instancia de
evaluación: concursos, becas, etc.).

Muchos plantearon la necesidad de que la nueva ley incluya consideraciones sobre la

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Comisión de Educación – Honorable Cámara de Diputados de la Nación 244
conformación de los cuerpos colegiados. Las distintas posiciones al respecto fueron:

• 1) mayoría estudiantil en los cuerpos colegiados;

• 2) representación por claustros, no hegemónica para ninguno en particular;

• 3) equidad en número de docentes y alumnos en la representación de los cuerpos


colegiados, en proporción mayoritaria al resto de los claustros (egresados y no docentes).

Autonomía y evaluación:

• Se enfatiza la diferenciación entre autonomía y desregulación, ya que esta última puede


atentar contra un Estado garante de la educación pública.

• Rechazar la injerencia privada en las universidades públicas, en las definiciones de


políticas relacionadas con la docencia, la investigación y la extensión, a fin de preservar la
propiedad estatal de la producción y circulación del conocimiento.

• Considerar la evaluación como una instancia que debe recuperar procesos históricos,
académicos, políticos en las Universidades Publicas en relación con objetivos pautados de
manera colectiva y realidades regionales.

• Rechazar los criterios externos que desconocen esos procesos y proponen la evaluación
desde la situación actual y sobre sujetos particulares.

• Se propone ampliar la regulación en el ámbito de la educación superior de gestión privada


a los fines de preservar criterios de calidad académica.

• Sostener que las universidades públicas tengan la posibilidad de discutir sobre la


composición de los órganos de evaluación, definición de criterios y parámetros de
evaluación, redefiniendo la injerencia del PEN y rechazando los intereses privados.

Condición docente

• Derechos de los docentes y obligaciones del Estado: la discusión giró en torno a la


estabilidad docente. Al respecto, se plantearon dos posiciones: por un lado, la necesidad
de incorporarla a una futura ley; y, por otro, que forme parte de las discusiones internas en
cada universidad y no se incluya en una nueva ley.

• Ampliación de la ciudadanía universitaria: se acuerda en forma unánime que todos los


docentes tienen derecho a ejercer su ciudadanía universitaria, la cual deberá ser
garantizada sin distinciones.

• Ingreso por concurso: acceso por concurso para universidades públicas y privadas.

Se planteó, en disenso, la demanda de garantizar la igualdad en el acceso al postgrado, como


condición previa al concurso.

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Comisión de Educación – Honorable Cámara de Diputados de la Nación 245
DOCUMENTO PARA PRESENTAR AL HONORABLE CONSEJO DIRECTIVO DE LA
FACULTAD DE FILOSOFÍA Y HUMANIDADES DE LA UNIVERSIDAD NACIONAL DE
CÓRDOBA

La Ley de Educación Superior Nº 24.521, regula la educación superior desde 1995; fue
promulgada sin una consulta extendida y en general, contra los intereses de la comunidad
universitaria que se expresó mediante múltiples manifestaciones públicas e incluso mediante la
presentación de recursos de amparo ante el Poder Judicial, por gran parte de las universidades
nacionales.

Esta ley fue promulgada durante el gobierno de Menem, quien impulsó la profundización de un
modelo social que combinó el clientelismo político y la lógica de mercado, expresada esta última
en las privatizaciones y la apertura cuasi indiscriminada de la economía. En ese marco, el
gobierno nacional inició un proceso de reforma educativa con la transferencia de las escuelas de
Nivel Medio y Superior No Universitario a las jurisdicciones provinciales y posteriormente con la
sanción de la Ley Federal de Educación en 1993.

Con la Ley de Educación Superior se pretende conformar un sistema de Educación Superior


integrado, articulando dos subsistemas con tradiciones diferenciales en la historia educativa
argentina: el universitario y el “no-universitario”. Las características de ambos sistemas, sus
formas organizacionales, su régimen de acceso a la docencia y su grado de autonomía respecto
al Estado, son algunos de los elementos que diferencian significativamente ambos tipos de
ofertas formativas. Sin embargo, la intención de articularlas y dotarlas de un marco legal único
puede ser considerada como una primera medida, tendiente a la conformación de un sistema
integrado de educación superior, a condición de comprender que este proceso de integración no
se resuelve exclusivamente en el plano normativo, sino que requiere de políticas claras que,
reconociendo las especificidades y tradiciones institucionales de cada sub-sistema, permita
producir una intregración progresiva.

En ese sentido, la LES propone un modelo de gobierno y coordinación del sistema que incluye la
conformación de múltiples organismos colegiados, todos con funciones consultivas, que se
ocupan de la coordinación del Sistema Universitario en su conjunto (Consejo de Universidades),
de las Universidades Públicas (CIN), de las Privadas (CRUP), de los Institutos de Educación
Superior No-Universitaria (CFCyE) y de las ofertas Universitarias y No-Universitarias en las
diferentes regiones que componen el territorio nacional (CPRES). Las modalidades de
articulación entre el sub-sistema universitario y el no-universitario quedan sujetas a la celebración
de convenios o acuerdos interinstitucionales, sin fijar criterios claros para su realización. De este
modo, los mecanismos de articulación y definición de políticas se mantienen en la esfera del
Poder Ejecutivo Nacional –con la participación de organismos consultivos de escasa eficacia
para orientar estos procesos– y las decisiones operativas que materializan dichas formas de
articulación, quedan libradas al espacio de acuerdo interinstitucional, regido en muchas
ocasiones por una lógica de mercado, que ha dificultado el diseño de modelos de articulación
democráticos, de alta calidad académica y valoración social.

En lo que refiere al Sistema Universitario, la LES pone en pie de igualdad a las universidades

CONSULTA HACIA UNA NUEVA LEY NACIONAL DE EDUCACIÓN SUPERIOR


Comisión de Educación – Honorable Cámara de Diputados de la Nación 246
públicas y a las privadas, aunque en sus disposiciones específicas resulte excesivamente
reglamentarista para las primeras, y desreguladora para las segundas. En efecto, la ley avanza
sobre aspectos centrales de la autonomía de las Universidades Nacionales. Si bien no puede
cuestionarse el rol del Estado como órgano de fijación y control de las políticas generales para el
sistema de educación superior en su conjunto, la Ley regula aspectos del funcionamiento interno
de las instituciones, particularmente los referidos al gobierno y la gestión institucional, dejando
otros aspectos sin regular. En ese sentido, las disposiciones del texto legal no parecen responder
a una intención del Estado de cumplir un rol regulador para el sistema en su conjunto, sino más
bien la de intervenir en decisiones que históricamente le han correspondido a las instituciones
universitarias en forma autónoma. Las disposiciones respecto de la representación de los
diferentes claustros en los órganos colegiados de gobierno (porcentaje de representación del
claustro docente, requisitos para la participación estudiantil y de los egresados, etc.) y las
innovaciones propuestas por la LES (como la posibilidad de crear un Consejo Social que pueda
ser representado en los órganos de gobierno universitario) son injerencias del Estado en la
dinámica política de las instituciones, que no parecen orientarse a conformar criterios comunes
para la organización institucional y el gobierno del sistema (especialmente si se tiene en cuenta
que la gestión institucional no es regulada para las universidades privadas, ni tampoco para los
Institutos de Educación Superior No-Universitaria) Si las Universidades Privadas gozan de total
autonomía para definir sus formas de gobierno, de participación relativa de los diversos sectores
en la vida institucional, de creación de formas unipersonales y colegiadas de gestión, de
participación de otros actores sociales (empresas, organizaciones no gubernamentales,
fundaciones, etc.) en la toma de decisiones, etc. ¿qué impide que las Universidades Públicas
fijen autónomamente sus formas de organización y gestión? En ese sentido, la LES constituye
claramente un avance sobre la autonomía institucional, que no puede ser concebido como
resultante de la integración de las instituciones en un sistema común, que requiere de alguna
regulación por parte del Estado.

Por otra parte, en aspectos que requerirían de una regulación por parte del Estado, que garantice
principios comunes para todo el sistema, el texto legal amplía los márgenes de autonomía
institucional o deja aspectos sin legislar. Por ejemplo, cuando se dispone que las Universidades
con más de 50.000 alumnos, el régimen de admisión, permanencia y promoción sea definido en
forma autónoma por cada Unidad Académica o Facultad ¿es esta una regulación que atiende al
sistema de educación superior en su conjunto o una forma de intervención en la autonomía de
cada universidad, asignándole mayor autonomía a cada unidad académica? Otro aspecto sobre
el cual el Estado debiera regular el sistema en su conjunto es el régimen salarial docente, que
queda librado a la decisión autónoma de cada Universidad, produciendo de este modo una
mayor fragmentación y diferenciación en el sistema universitario.

En un análisis pormenorizado de los distintos artículos de la Ley hacemos nuestras las


expresiones del documento elaborado por la Facultad de Derecho de la UBA cuando afirma que
la Ley de Educación Superior “no satisface debidamente las exigencias constitucionales en
cuanto a la responsabilidad indelegable del Estado y de la Sociedad de promover la efectiva
“igualdad de oportunidades y posibilidades sin discriminación alguna”, así como de garantizar “los
principios de gratuidad y equidad en la educación pública estatal y la autonomía y autarquía de
las Universidades Nacionales”, conforme al inciso 19º del artículo 75 de la Constitución Nacional.
(Documento Bases para una nueva Ley de Educación Superior – UBA, 2005)

CONSULTA HACIA UNA NUEVA LEY NACIONAL DE EDUCACIÓN SUPERIOR


Comisión de Educación – Honorable Cámara de Diputados de la Nación 247
EN RELACIÓN A LO EXPUESTO, ESTA COMISIÓN PROPONE REEMPLAZAR LA LEY Nº
24521 POR UNA NUEVA LEY QUE CONTEMPLE:

a) Con respecto a sus principios generales29


- Contener las bases y la organización de la Educación Superior en su conjunto -tanto
universitaria como no universitaria-, tomando como punto de partida la realidad educativa
institucional existente.
- Respetar puntualmente la autonomía y la autarquía de las Universidades Nacionales:
a. La autonomía institucional exige garantizar la potestad de dictar los estatutos, estableciendo
las formas de gobierno sobre la base histórica de los principios reformistas de cogobierno, y
afirmando la función social de la universidad, consagrada a la docencia, a la investigación y a la
extensión.
b. La autonomía académica exige garantizar la plena libertad científica, ideológica y política para
la organización de la actividad académica, la docencia y la investigación científica, en el marco
del respeto a las instituciones de la República y a la Constitución Nacional.
c. La autarquía exige la provisión de recursos económicos adecuados y suficientes que tengan
relación con el desarrollo del país, y su transferencia mediante asignación directa a las
Universidades Nacionales.
- Organizar el gobierno de las Universidades Nacionales sobre la base de su modelo histórico
que, tenga a la investigación, la docencia y la extensión como funciones principales e
indispensables
- Proveer los cargos docentes por medio de concursos públicos de antecedentes y de oposición.
- Dictar una ley que contenga una regulación razonable del derecho a la Educación Superior, en
términos congruentes con el principio constitucional de autonomía.
- Establecer expresamente como deberes indelegables del Estado:
a. Brindar educación superior de carácter público.
b. Garantizar el derecho a recibir ese nivel de enseñanza a todos quienes requieran hacerlo.
c. Promover la igualdad real de oportunidades educativas para todos los sectores de la
población, tanto en el acceso como en el egreso en carácter de graduados.
d. Garantizar y hacer efectivo el principio de gratuidad de los estudios en las instituciones
públicas de Educación Superior como mecanismo principal para garantizar esa igualdad real de
oportunidades educativas.
e. Garantizar y hacer efectivo el principio de equidad mediante la asignación de recursos
suficientes y la prestación de atención especial a los grupos cultural y socialmente más
necesitados, a quienes la sola garantía de la gratuidad les resulta insuficiente para acceder al
nivel de educación superior.
f. Asegurar la posibilidad de acceso a estudios del nivel de educación superior de alta calidad, en
todos los tipos de instituciones y en todas las regiones, evitando la constitución de circuitos
diferenciados de calidad de la oferta académica en función de las circunstancias sociales y
económicas de la población.

b) Con respecto a la formulación de políticas generales sobre educación superior

29
Estos principios han sido extraídos parcialmente del Documento del Decanato de la Facultad de Derecho de la
Universidad de Buenos Aires “BASES PARA UNA NUEVA LEY DE EDUCACIÓN SUPERIOR“ (Junio de 2005).
CONSULTA HACIA UNA NUEVA LEY NACIONAL DE EDUCACIÓN SUPERIOR
Comisión de Educación – Honorable Cámara de Diputados de la Nación 248
El Art. 70 atribuye al “Ministerio de Cultura y Educación de la Nación la formulación de las
políticas generales en materia universitaria asegurando la participación de los órganos de
coordinación y consulta” Se han planteado críticas respecto a que sea el Ministerio de Educación
en forma unilateral quien concentre esta función, dando a los organismos universitarios
colegiados (Consejo de Universidades, CIN, CRUP) un papel de órganos de consulta. Parece
necesario que el Estado mantenga la responsabilidad de formular políticas generales; sin
embargo sería adecuado -para garantizar la autonomía de las universidades- que dicha
responsabilidad sea asumida conjuntamente con algún órgano colegiado, en el que se
encuentren representados el Ministerio de Educación Ciencia y Tecnología y las Universidades
públicas en forma mayoritaria y que no tenga sólo funciones consultivas. En ese sentido, la
propuesta de creación de un CONSEJO NACIONAL DE EDUCACIÓN SUPERIOR resultaría
más adecuada para la definición de políticas generales con participación de las instituciones
universitarias.30

c) Con respecto a la regulación general del sistema de educación superior


La LES plantea una posibilidad interesante y que no debiera abandonarse sino perfeccionarse,
como es la sistematización del nivel superior de educación integrando universidades públicas y
privadas e instituciones no universitarias. Es una Ley reglamentarista en relación a las
universidades nacionales, desregulatoria con respecto a las privadas y deja aspectos sin regular
para la Educación Superior No Universitaria.

Hay una proliferación de organismos colegiados de consulta, que burocratiza y encarece la


dinámica de gobierno, quedando la decisión en manos del PEN.

La propuesta de creación del mencionado CONSEJO NACIONAL DE EDUCACION SUPERIOR


que integre representantes del Ministerio Nacional, del Consejo Federal de Cultura y Educación y
de las Universidades -con representación mayoritaria de las Nacionales- facilitaría la articulación
de los sub-sistemas Universitario y No Universitario, así como del sector público y privado,
reconociendo además la relevancia del Sistema Universitario Nacional, por su trayectoria
histórica, sus dimensiones, su diversidad institucional y su compromiso social.

d) Con respecto a los Estatutos Universitarios


El Artículo 49 de la LES prevé que los Estatutos Universitarios deben ser aprobados por el
Ministerio de Educación. Esta decisión atenta contra la autonomía política de las Universidades,
quienes deben tener la atribución para fijar sus formas de gobierno y organización institucional.
En ese sentido, y teniendo en cuenta que la nueva ley debería garantizar un amplio margen de

30
En el citado Documento de la Facultad de Derecho de la UBA “Se propone la creación de un Consejo Nacional de
Educación Superior con funciones de planificación y evaluación, bajo la concepción integral de la oferta académica,
articulado con las funciones del Consejo Federal de Cultura y Educación (CFCE), a efectos de planificar políticas educativas
coherentes para la educación superior.//a. Integración. Sus miembros serían designados por el Congreso Nacional a
propuesta del Consejo Interuniversitario Nacional (CIN), el Consejo de Rectores de Universidades Privadas (CRUP), el
Consejo Federal de Cultura y Educación (CFCE) y el Ministerio de Educación, Ciencia y Tecnología. El Consejo Universitario
Nacional debería tener preeminencia en ese Consejo.//b. Funciones. A fin de coordinar la oferta institucional y académica,
tendría competencia para:- Recoger sistemáticamente información de las instituciones del nivel superior del Sistema
Educativo Nacional a efectos de establecer juicios de valor sobre su cobertura, extensión y rendimiento y demás aspectos
académicos y de gestión de las instituciones, de modo de fortalecer las políticas de planificación integral de la educación
superior.//- Fijar los estándares de calidad educativa para los procesos de acreditación.//- Dar cuenta de la solvencia
académica de las instituciones y programas educativos evaluados, con el propósito de emitir un juicio público de valor sobre
la calidad de sus actividades.//- Proponer el diseño institucional de los diferentes tipos de establecimientos educativos de
nivel superior a crear en cada región, mediante estudios de diagnóstico y factibilidad para la toma de decisiones.//- Promover
la conformación de oferta de nivel superior, racional y efectivamente distribuida en el territorio nacional.//- Llevar a cabo
evaluaciones externas de las instituciones de educación superior a través de la Comisión Nacional de Evaluación y
Acreditación de la Educación Superior, abarcando las funciones de docencia, investigación y extensión” “BASES PARA UNA
NUEVA LEY DE EDUCACIÓN SUPERIOR“ Facultad de Derecho UBA, 2005.

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Comisión de Educación – Honorable Cámara de Diputados de la Nación 249
autonomía para las universidades, consideramos necesario que el CONSEJO NACIONAL DE
EDUCACION SUPERIOR revise la adecuación de los estatutos a lo establecido por la ley,
pudiendo realizar observaciones si éstas correspondieran, siempre que dichas observaciones no
limiten la autonomía política de la Universidad y sólo se refieran al cumplimiento de los principios
constitucionales.

e) Con respecto a las formas de gobierno. Órganos de gobierno y elección de autoridades


En este punto la LES plantea restricciones políticas al concepto de autonomía. En el art. 52
avanza sobre las funciones de los órganos de gobierno. No se expresa con claridad que el poder
de decisión radica en los órganos colegiados. Esto pone fin al cogobierno al atribuir a los
órganos unipersonales la función ejecutiva. En la tradición democrática los Consejos Superiores
son los organismos ejecutivos máximos de la Universidad y los Consejos Directivos son los de
las unidades académicas (Facultades). Al separar las funciones se quiebra el principio de
cogobierno al asignarse a los claustros sólo funciones legislativas y de contralor. Si bien
consideramos que las formas concretas de gobierno y elección de autoridades deben ser
dispuestas por cada Universidad en forma autónoma, el principio de co-gobierno debería quedar
garantizado en el texto legal.

f) En relación con los títulos

La LES plantea restricciones académicas al concepto de autonomía. En el art. 42, delega en


el PEN el control académico, puesto que dispone que el Ministerio de Cultura y Educación en
acuerdo con el Consejo de Universidades tiene la facultad de fijar la carga mínima de los planes
de estudios, para que obtengan el reconocimiento oficial de los títulos.

Por otra parte, el Art. 43. Dispone que para las profesiones que comprometen el interés público el
PEN con el acuerdo del Consejo de Universidades determinará los contenidos curriculares
mínimos y los criterios de intensidad de la formación práctica. El texto de la ley no las define,
dejando al arbitrio de la CONEAU la decisión de qué carreras serán consideradas de “interés
público”.

Ambos artículos constituyen una restricción a la autonomía académica de las Universidades, en


tanto el control académico se concentra en el Ministerio de Educación (con acuerdo de órganos
colegiados). Sin embargo al legislar para el sistema universitario en su conjunto (incluidas las
Universidades Privadas) parece necesario que alguna instancia de regulación, permita fijar
criterios comunes sobre la duración de las carreras, su carga horaria, la intensidad de las
prácticas, las incumbencias de los títulos y la calidad de la oferta, como recaudo a la
determinación de patrones de tipo empresarial o mercantiles, más que a su valoración
académica. En ese sentido, la posibilidad de una regulación de estos aspectos por parte del
CONSEJO NACIONAL DE EDUCACION SUPERIOR, permitiría fijar criterios comunes para todo
el sistema, sin que dichos criterios sean definidos de modo casi exclusivo por el Ministerio de
Educación, Ciencia y tecnología, asignando un papel relevante a las propias instituciones
universitarias. La regulación de esos aspectos por parte de un organismo colegiado preservaría
la autonomía universitaria en la medida en que las propias instituciones participarían de esa
instancia regulatoria.

g) Con respecto a los procesos de evaluación

CONSULTA HACIA UNA NUEVA LEY NACIONAL DE EDUCACIÓN SUPERIOR


Comisión de Educación – Honorable Cámara de Diputados de la Nación 250
En primer lugar se considera que las universidades realizan permanentemente procesos de
evaluación interna: concursos, evaluación de planes de estudio, evaluación interna de las
cátedras etc. En relación a la evaluación externa, si bien no se la desecha, se opina que la
CONEAU, no sería el organismo adecuado en el sentido que tiene un fuerte componente político
y está en la órbita del PEN. Se apuesta por otro tipo de organismo más independiente,
descentralizado y autónomo. El documento elaborado por la Facultad de Derecho de la UBA
propone que el mencionado Consejo Nacional de Educación Superior nombre una COMISION
NACIONAL DE EVALUACION, conformada a propuesta del CIN y del CRUP. Por otra parte, se
rechaza la posibilidad de organizaciones privadas para las tareas de evaluación universitaria, lo
que permite el desarrollo de instancias de evaluación y acreditación de escasa transparencia.

h) En relación con las condiciones para ser docente y estudiante


Las condiciones para el ingreso a la docencia en las Universidades Nacionales están planteadas
en el Art. 51 de la LES. Si bien lo que establece el texto legal es lo que de hecho practican las
universidades, se lo ha objetado por reglamentarista. Particularmente porque, mientras la ley
establece en forma precisa los requisitos para el ingreso a la docencia en las universidades
nacionales, no regula con precisión a las instituciones privadas. De este modo, aunque en
múltiples aspectos el sector público y el privado son tratados por la normativa en pie de igualdad,
en lo que refiere a las condiciones para el acceso a la docencia, resulta excesivamente
reglamentarista para el primero y desreguladora para el segundo.

Por otra parte, la ley, en su artículo 50 establece que en las universidades con más de 50.000
estudiantes, el régimen de admisión, permanencia y promoción de los mismos será definido a
nivel de cada facultad o unidad académica; y en su art. 59, inciso c, dispone que las mismas
podrán dictar normas relativas a la generación de recursos adicionales a los aportes del Tesoro
Nacional a través de, por ejemplo, el cobro de contribuciones o tasas por los estudios de grado.
En estos términos, la LES avanza sobre la determinación de las condiciones que un estudiante
debe cumplir para ser considerado alumno regular, sin importar su situación social o económica.
Si bien la ley no obliga, a las instituciones universitarias a establecer algún tipo de restricción
para el ingreso de los estudiantes a las carreras de grado y postgrado (exámenes, cupos, etc.), ni
tampoco determina que se arancelen las ofertas educativas en la universidad, implica un
corrimiento del Estado en su calidad de garante del derecho indelegable a la educación y los
principios constitucionales que la hacen posible: gratuidad y equidad, ya que no garantiza a lo
largo de su articulado, las formas de que los mismos se cumplan. En ese sentido, la nueva Ley
debería garantizar y hacer efectivo el principio de EQUIDAD mediante la asignación de recursos
suficientes y la prestación de atención especial a los grupos cultural y socialmente más
necesitados, a quienes la sola garantía de gratuidad les resulta insuficiente para acceder a la
educación superior y/o continuar sus estudios en ese nivel.

i) Respecto al financiamiento de las Universidades Nacionales

El Estado Nacional debe asegurar el aporte financiero para el sostenimiento universidades


nacionales de modo de garantizar su funcionamiento, desarrollo y el cumplimiento de sus fines y
especialmente la efectiva igualdad de oportunidades para todos los sectores de la población. En
ese sentido, la nueva ley que se sancione debería consolidar el principio de AUTARQUIA
ECONOMICO-FINANCIERA de las Universidades Nacionales. El Congreso Nacional debe

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asegurar una asignación presupuestaria anual para las Universidades Nacionales, que no será
inferior a un porcentaje determinado del Producto Bruto Interno. Los fondos adjudicados por el
Congreso de la Nación con cargo a los recursos del Tesoro Nacional serán asignados en la Ley
de Presupuesto como transferencias directas a las Universidades Nacionales y constituirán una
31
obligación a cargo de la Jurisdicción.

31
“BASES PARA UNA NUEVA LEY DE EDUCACIÓN SUPERIOR“ Facultad de Derecho de la UBA (2005).
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ENCUENTRO REGIONAL NOROESTE - UNIVERSIDAD
NACIONAL DE SALTA

22 y 23 de setiembre de 2008

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Comisión de Educación – Honorable Cámara de Diputados de la Nación 253
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REFORMA DE LA LEY DE EDUCACIÓN SUPERIOR,
SALTA, 03 DE JULIO DE 2008

LEY DE EDUCACION SUPERIOR (L.E.S.) Nº24521


El presente documento fue elaborado con el objeto de exponer nuestro punto de vista sobre los
lineamentos que debe seguir la nueva Ley de Educación Superior. Aportando así, ideas un
debate fundamental que no debe dejar de darse entre los distintos actores de la comunidad
universitaria (docentes, estudiantes, no docentes y graduados) y la sociedad en su conjunto. Hoy
en día se abre nuevamente el debate sobre que tipo de educación en general y universitaria
queremos para el futuro, es por eso que nuestra institución, la cual nuclea a las entidades de
profesionales universitarios de nuestra provincia y de todas las áreas, no puede estar ajena. El
proyecto de educación vigente se encuentra hoy con un desarrollo de trece años, desde 1995
cuando fueron aprobadas la Ley Federal de Educación y la Ley de Educación Superior. Así
mismo para entender la importancia del debate, que necesariamente debe darse, ante este
nuevo desafío, es que no podemos dejar de tener en cuenta que la presente ley fue concebida
bajo políticas neoliberales de profunda exclusión social, que afecto a toda la sociedad argentina
en su conjunto. En un momento histórico en el cual, fruto de una profunda crisis política, social y
económica se llevaron adelante grandes cambios que aun hoy afectan al país, tales como: la
privatización de las bancas provinciales, eje crediticio de las economías regionales; las
privatizaciones, sin mayores miramientos, compulsiva y sistemática de toda empresa estatal
posible, sin contemplación de sectores estratégicos para la Nación como la energía, la siderurgia,
etc.
Todo esto fue acompañado por un marco legal, muchas veces a fuerza de decretos
presidenciales y sin la menor posibilidad de debate o discusión alguna. No solo fueron afectados
sectores estatales, sino que la crisis también calo profundamente en sectores muy importantes
de la actividad privada, como la industria, el comercio y el agro, con el consecuente deterioro de
PyMEs, y la exclusión de grandes sectores de trabajadores. La desocupación y la desesperanza
fue el denominador común de esta etapa, y como si esto fuera poco, se impulsaron leyes de
flexibilización laboral y de desregulación de las actividades profesionales, con la consecuente
precarización de las relaciones laborales tanto de los trabajadores, como los profesionales.
En este marco de profundos cambios, la educación no fue ajena, y se sanciono la Ley Federal de
Educación, y la Ley de Educación Superior que aun siguen vigentes. En las mismas se siguió con
la coherencia del plan político-económico de exclusión social y desentendimiento estatal. Así
mismo, no podemos dejar de tener en cuenta que la actual Ley de Educación Superior fue parte
del pacto de Olivos, o sea, formo parte de un paquete cerrado y de un acuerdo entre dos
sectores de poder político sin discusión alguna. Estas leyes se centraron en pilares tales, como:
La necesidad de homogeneizar la educación básica hasta la edad donde se ingresa,
generalmente como población económica activa, bajo la denominación de E.G.B.
(Educación General básica, de 4 a 15 años).
La particular necesidad de dividir el ciclo secundario de formación técnica: industrial,
normal, bachiller y mercantil, que caracterizo la etapa industrialista de la educación
secundaria, para debilitarlo y desnaturalizarlo, hasta casi hacerlo desaparecer.
El reemplazo de los docente en el ciclo post EGB por profesores de grado

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universitario.
El desarrollo de terciarios como sustitutos del ciclo secundario superior.
Promueve un sistema educativo fragmentado sin integración de los ciclos inicial,
primario, secundario, terciario y superior.
Precarización universitaria de grado, creando planes se estudio con materias
cuatrimestrales en lugar de anuales, promocionales y sin finales, disminuyendo los
contenidos curriculares e impidiendo la integración de los mismos.
El reemplazo de las tesis de grado, por tesinas, monografías o trabajos finales.
A su vez promueve también la fragmentación del ciclo de educación superior, en grado
y post grado. Apuntando de esta manera a una formación de grado de cuatro años
aproximadamente, disminuyendo la currícula de una carrera universitaria de 5 o 6
años, dando lugar a la graduación de nuevos profesionales con conocimientos
parciales, los cuales no podrán insertarse al mercado laboral sin la realización de
“post grados; rentados y excluyentes que completen su formación básica.
Asimismo, y este también es un tema remanido y sobre el que se ha escrito
permanentemente, el camino hacia un arancelamiento de los estudios superiores
universitarios, según surge, entre otros del texto en el cual menciona como derecho de
los estudiantes; obtener becas, créditos y otras formas de apoyo económico y social
que garanticen la igualdad de oportunidades y posibilidades, particularmente para el
acceso y permanencia en los estudios de grado;, con lo cual deja abierta la posibilidad
de arancelamiento para los estudios de grado, y por otro lado no menciona ni
garantiza la igualdad de oportunidades para estudios de postgrado.Tal es así que la
realidad actual nos marca que la mayoría de los postgrados hoy en día son
arancelados.
La sustitución del Estado como único ente de financiación de la universidad publica,
por la de instituciones varias como el FMI, el Banco Mundial, ONGs, empresas
transnacionales, etc., con la consecuente perdida de autonomías. Por otro lado,
también merece un análisis especial el tema de la generación de recursos, por cuánto
del mismo surge claramente que, si bien dice que el Estado sostendrá financieramente
a las universidades, a su vez deviene que el aporte estatal se realizará en función de
la eficiencia de las mismas, con lo cual las Universidades se ven obligadas a generar
recursos complementarios a través de la “venta de bienes, productos, derechos
o servicios, subsidios, contribuciones, herencias, derechos o tasas por los servicios
que presten.

En conclusión, vemos claramente que, con el agravante de los presupuestos cada vez más
acotados que se les asigna a las Universidades, en las mismas tiende a desaparecer el concepto
de la “extensión universitaria; entendida como la cobertura desde la Universidad a
distintas demandas de los sectores populares, produciendo como consecuencia, avalada por la
ley, el actual concepto de universidad;vendedora de productos;.

• Otro aspecto importante, y cuya gravedad es evidente en nuestros días, fue la


reestructuración general del sistema educativo, a tono con las exigencias directas del
Banco Mundial y el BID. En todos los países de Latinoamérica se aplicó un recetario

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Comisión de Educación – Honorable Cámara de Diputados de la Nación 256
similar, cuyos diferentes resultados han dependido de las particularidades históricas de
cada nación. Reformas que fueron evidentes en el nivel básico de la educación, pero que
alcanzaron con su modalidad propia al nivel superior. La reforma consistió, en general, en
una reducción de la inversión pública en educación, que, junto a una reestructuración del
marco jurídico adecuada a aquellos propósitos (Ley de Transferencia de Servicios
Educativos a las Provincias, Ley Federal de Educación, Ley de Educación Superior),
culminó en Federación de Entidades Profesionales Universitarias de Salta.

• una redefinición del papel de Estado en el área. El Estado dejó progresivamente de


invertir recursos en educación, convirtiéndose en un Estado evaluador, y actuando
fundamentalmente como agencia fiscalizadora de la eficacia y la productividad de las
instituciones educativas, en función de criterios en última instancia determinados por
aquellas entidades de las que, directa o indirectamente, dependían los recursos. Al
multiplicar las fuentes de financiamiento, estas transformaciones trazaron un panorama
complejo que aún describe en buena medida nuestra realidad. La implementación del
Programa de Incentivos fue probablemente uno de los medios a través de los cuales más
acabadamente se condicionó la vida de nuestras Universidades, sujetando a los
docentes/ investigadores a un dispositivo burocrático, no democrático, de control de su
tarea, y forzando la adopción de criterios cuantitativistas y productivistas en la evaluación
de la actividad académica que, de este modo, profundizó su dependencia respecto de
una lógica impuesta por los circuitos hegemónicos de producción del saber. En términos
generales, el recurso a fuentes de financiamiento externas y privadas supuso la
fragmentación del sistema y la sujeción de la actividad desarrollada en las Universidades
a intereses particularidades ajenos a una necesaria definición democrática de objetivos
comunes que pudiera priorizar la consideración de las necesidades sociales. La
contrapartida de la implementación de estos dispositivos fue la obligación de adaptar
programas, carreras y proyectos instituciones a aquellas pautas propuestas por los
organismos internacionales que propiciaban en toda América Latina reformas del mismo
tenor: la reducción de las carreras de grado, el arancelamiento de los posgrados, el
establecimiento de mecanismos de evaluación y acreditación basados en criterios que
traducían estándares de calidad propios de una concepción particular del sentido de la
actividad universitaria, impuesta de manera no democrática sobre el conjunto de la
comunidad. Sobre la vas extorsiva del recorte presupuestario que supuso también una
fuerte precarización de las condiciones laborales para los trabajadores universitarios el
programa neoliberal extendió sus efectos en la Universidad.
• La subordinación de la carrera docente y de las instituciones educativas a los organismos
internacionales calificadores de riesgo educativo, que imponen las pautas, la currícula y
las carreras orientadas a potenciar el complejo agroalimentario, el complejo petrolero-
energético y el sistema bancariofinanciero. Reduciendo la educación universitaria
argentina a la formación de técnicos en áreas definidas, aplicadores de recetas
preestablecidas, sin capacidades de generar proyectos estratégicos en diferentes áreas,
fundamentales para el desarrollo e independencia de una Nación.
• Promueve también lahiper-especialización, lo cual supone un proceso de parcialización
de contenidos y simplificación del área de tarea a desempeñar. También implica un bajo

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esfuerzo educativo, y baja inversión, lo cual significa bajar los niveles de calificación,
bajar los niveles de complejidad que maneja el profesional, y por ende, bajar la capacidad
de integración de contenidos y fundamentalmente, bajar la remuneración.

Por todo lo anteriormente expuesto, es que consideramos urgente e imprescindible una nueva
Ley de Educación Superior que contemple:
• El desarrollo de profesionales con una formación integral, que no solamente incluya los
aspectos estrictamente técnicos, sino que también incluyan aspectos políticos-
económico-sociales.
• Promover el conocimiento estratégico, es decir la capacidad de diseño, concepción y
planificación estratégica que permita abordar los diferentes problemas.
• Apuntar a la formación de grado sin fragmentación de conocimientos, que garantice
contenidos curriculares completos e integrados.
• Garantizar la financiación de la educación pública y gratuita por parte del estado nacional.
• Que contemple la importancia del financiamiento estatal de la educación (parte del
presupuesto nacional) y su relación directa con la autonomía, la planificación, la extensión
y la investigación universitaria.
• Apuntar a la integración del sistema educativo: inicial, primario, secundario, terciario y
universitario como un todo y no como islas desarticuladas entre si y con la sociedad.
• Estimular las actividades de extensión universitarias, con las cuales los alumnos y las
universidades toman contacto con el medio social y productivo, reflexionando y aportando
soluciones reales a problemas reales.
• Promover y fortalecer articulaciones con cámaras empresariales, industriales, pequeñas y
medianas empresas para entender la problemática de los distintos sectores y por ende
promover desde la universidad la solución de dichos problemas desde lo técnico, político,
económico y estratégico.
• Promover las relaciones y articulaciones con organizaciones de graduados, colegios,
círculos y federaciones de profesionales para mantener un dialogo fluido con dicho sector,
y así poder evaluar en forma permanente y dinámica la problemática del profesional del
medio, que en definitiva será con las que se encontraran los estudiantes y futuros
profesionales, y poder de esta manera, abordar la problemática en forma integral.
• Garantizar la autonomía de la universidad, pilar fundamental de una sociedad
democrática.
• Promover la investigación y el desarrollo tecnológico aplicado.
• Tener a la actividad docente como base fundamental en la formación de los estudiantes.
• Apuntar a la formación de postgrados en forma conjunta con asociaciones, colegios,
federaciones, etc., de graduados para que se interprete la real necesidad de los
profesionales del medio.
• Que las comisiones evaluadoras del sistema de acreditación universitaria este compuesto
solo por representantes de las universidades y del estado argentino, sin la participación
de organismos internacionales.
• Que las universidades internacionales afincadas en el territorio nacional estén bajo el
mismo sistema de acreditación, que las universidades argentinas, tanto estatales como
privadas.

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Comisión de Educación – Honorable Cámara de Diputados de la Nación 258
• Que la educación universitarias y la investigación certificas sean políticas de estado y no
queden libradas a la buena voluntad del gobierno de turno.

MESA DIRECTIVA CONSEJO DE PRESIDENTES CUERPO DE DELEGADOS F.E.P.U.Sa.


Federación de Entidades Profesionales Universitarias de Salta.

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Comisión de Educación – Honorable Cámara de Diputados de la Nación 259
ENCUENTRO REGIONAL CENTRO ESTE - NORESTE -
UNIVERSIDAD NACIONAL DE ROSARIO
3 y 4 DE OCTUBRE DE 2008

Instituto de Educación Superior Nº 28 - Olga Cossettini-Rosario

DOCUMENTO PARA LAS JORNADAS DE CONSULTA-“Hacia una Nueva Ley de Educación


Superior”

En primer lugar consideramos necesario plantear la reflexión sobre el nivel superior en Santa Fe
en el marco de la discusión iniciada en el Congreso de la Nación respecto a la Ley de Educación
Superior. Esto puede parecer muy general pero si podemos avanzar en la determinación del
“sistema de educación superior” y plantear consideraciones que apunten a la especificidad de los
Institutos de Educación Superior, podremos lograr dos puntos relevantes:

• Construir el espacio del “nivel superior” con identidad, necesidades y derechos y


obligaciones.
• Plantear la modalidad más adecuada para pensar la transición entre lo que tenemos hoy y
lo que consideramos debe ser el nivel.

En segundo lugar es importante distinguir los dos elementos que integran la educación superior

1. institutos de formación docente y los institutos técnicos


2. Las universidades

La consideración de los dos elementos que integran el sistema de educación superior debe estar
enmarcado en la historia del mismo. Históricamente han coexistido distintos tipos de
instituciones, y también debemos considerar que estos distintos tipos de instituciones se
ocuparon y ocupan de la formación docente y de la formación técnica No es tema de la presente
ponencia pero no debemos omitir la historia de encuentros y desencuentros que en realidad
estaban marcando posiciones políticas diferentes y proyectos políticos marcadamente
distanciados.

Si bien los dos componentes del sistema de educación superior (universidades e institutos)
tienen objetivos diferentes es interesante plantear que la estructura debe pensarse con las
mismas características para los dos ámbitos. ¿Cuáles son esas características?

• Democrácia en su funcionamiento
• Participación
• Autonomía (al menos un cierto grado de autonomía)
• Creatividad
• Dinámica institucional intensa

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Comisión de Educación – Honorable Cámara de Diputados de la Nación 260
• Flexibilidad

Si tenemos en cuenta los proyectos de Ley de Educación Superior que están en la Comisión de
Educación de la Cámara de Diputados de la Nación (con estado parlamentario) debemos decir
que no contemplan para los Institutos de Educación Superior estas características. Mencionan de
manera superficial estos aspectos , pero sólo lo desarrollan exhaustivamente para las
universidades. Reproducen, los que se ocupan del tema, lo planteado en la Ley Nacional de
Educación.

Es cierto que los Institutos dependen de las jurisdicciones, pero también es cierto que las
universidades dependiendo del presupuesto nacional tienen un grado de autonomía que les
permite diseñar su política académica en función de criterios propios.

Reclamamos para nuestro espacio la posibilidad de:

• Democratizar las instituciones


• Instalar en todas las instituciones de nivel superior co-gobierno y órganos colegiados de
gobierno
• Poder diseñar y poner en ejecución políticas institucionales que respondan a lineamientos
generales, pero permitan ciertas decisiones en función de la realidad cercana y de las
posibilidades de cada institución.
• Carrera docente con ingreso por concurso abierto de antecedentes y oposición
• Criterios de acreditación que respondan a la realidad del nivel.
• Perfeccionamiento gratuito. Acceso a postgrados, especialización, maestría, doctorado,
para las carreras con 4 años o más de duración.. (Esto está planteado en la LES pero hay
algunas dificultades para su efectivización).
• Participación activa con representantes genuinos de los Institutos en el CFE Hay que
entender que no es lo mismo la representación jurisdiccional (política) o gremial, que la de
los Institutos que llevan la voz de las necesidades del sector.
• Mayor autonomía significa replantear algunas instituciones creadas a partir de la sanción
de la Ley Nacional de Educación. Nos referimos al INFOD. Este replanteo debería servir
para ajustar el funcionamiento del Sistema de Educación Superior que forma docentes en
lo que hace a la integración, presupuesto, programas y mecanismos de articulación con
jurisdicciones y otras instituciones educativas del sistema.
• Articulación con universidades. Articular significa unir, ensamblar dos espacios para un
funcionamiento correcto, no significa yuxtaponer ni cooptar.

El año 2008 nos encuentra discutiendo una nueva Ley de Educación Superior. Tenemos una
posibilidad histórica de trabajar , consensuando criterios y objetivos, para tener un sistema
integrado de educación. Dejar pasar esta oportunidad es condenar a las próximas generaciones
a vivir sin posibilidades de desarrollo en un mundo cada vez más dependiente de la información,
la comunicación y las posibilidades de crecimiento científico-tecnológico.

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COMENTARIOS A LOS PROYECTOS DE LEY DE EDUCACION SUPERIOR- CAMARA DE
DIPUTADOS DE LA NACION.

Con especial referencia a los Institutos de Educación Superior

Lic. Cristina Inés Wheeler

Se presenta una selección de este documento, para verlo completo:


http://www1.hcdn.gov.ar/dependencias/ceducacion/

CONCLUSIONES

El debate está abierto. Hay mucho escrito y poco que pueda recuperarse para instalar una lógica
de funcionamiento diferente para el sistema. En realidad hay que poder pensar en un sistema y
eso es lo más complejo. La toma de decisiones debe simplificarse, las jurisdicciones deben
comenzar a tener mayor ingerencia y coordinar con el Estado Nacional. Las decisiones que se
toman desde Nación muchas veces confrontan con la realidad de cada provincia. No hay un piso
común para poder comenzar a construir un subsistema que se integre sin confrontación y sin
diferencias con el universitario.

Las demandas de los Institutos de Formación Docente y Técnico Profesional son de diferente
índole-. No todas están contempladas en los proyectos y las que sí lo están , ofrecen dificultades
para su implementación. No sólo debe exponerse discursivamente lo que debe ser, sino que la
ley debería generar las condiciones materiales para el desarrollo adecuado del sistema.

La Ley de Educación Superior en relación con los Institutos de Formación Docente y Técnico-
Profesional debería asegurar:

• Autonomía
• Articulación con otros niveles del sistema educativo y dentro del mismo nivel
también.
• Co-gobierno y elecciones periódicas de los equipos de conducción
• Carrera Docente con ingreso pr concurso de antecedentes y oposición
• Garantizar que las funciones de docencia, investigación, extensión , gestión y
capacitación sean sostenidas con recursos genuinos y no sólo que sean una
expresión de deseos y algo más preocupante que funcionen como criterios de
acreditación .
• Sistema de autoevaluación y evaluación. Criterios claros de acreditación que
efectivamente permitan cambiar lo necesario y reconocer las fortalezas de las
instituciones.
• Una discusión acerca de las funciones del INFOD que aparece como un actor
superdimensionado en la Ley Nacional de Educación y en definitiva define las
políticas a seguir en formación docente y provee los fondos para sostenerlas, en
muchos caspos sin participación adecuada de las jurisdicciones, de los institutos y
con desconocimiento de las diferentes realidades.
Para finalizar tomo unas palabras que Pierre Bourdieiu expresó en una entrevista que le
realizaron sobre educación en el año 1989 en Tokio.: “ si tenemos la voluntad de esta acción, y si

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sabemos movilizar las energías y los entusiasmos que ya existen, no tendremos dificultad en
obtener los medios materiales e institucionales para llevar adelante esta empresa”.32

32
Bourdieu, Pierre, Capital cultural, escuela y espacio social, Siglo XXI, Madrid, 1997, pág. 176.
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Universidad Nacional del Litoral - "Bases y Lineamientos para una Nueva Ley de
Educación Superior"
Este documento puede verse en http://www1.hcdn.gov.ar/dependencias/ceducacion/

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Federación Argentina de l Trabajador de la s Universidades
Nacionales - F.A.T.U.N.

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Apuntes para una nueva Ley de Educación Superior33

33
Este texto recoge los planteos presentados en la Jornada de Consulta “Hacia una Nueva Ley de Educación” de la
Región Centro Este y Noroeste, realizada los días 3 y 4 de octubre de 2008, en la Sede de Gobierno de la Universidad
Nacional de Rosario. Movimiento MARTIN FIERRO, Universidad Nacional de Rosario. martinfierro_rosario@yahoo.com.ar;
www.movimientomartinfierro.blogspot.com.ar

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MOVIMIENTO UNIVERSITARIO MARTÍN FIERRO / UNR
Por Sebastián Artola

1) El contexto político nacional y regional. El rol de la Universidad. Ley, proyecto y


construcción política.
La nueva etapa política que atraviesa el país y la región, marcada por la tensión entre la
presencia de gobiernos que intentan ampliar los márgenes de soberanía popular democrática a
través del intento de reponer al Estado en su función social y comunitaria frente al poder del
mercado, y la reacción de los sectores dominantes tradicionales en alianza con los grandes
medios de comunicación privados, plantea en el seno de nuestras sociedades una batalla cultural
e ideológica que ha asumido un carácter estratégico de cara a las posibilidades ciertas de
avanzar en la transformación de la estructura social y económica legada tras décadas de
políticas neoliberales.
En este marco, atravesado por fuertes desafíos culturales e ideológicos y la necesidad de
profundizar el diseño de un modelo de desarrollo integral y nacional, la Universidad pública tiene
un rol fundamental por cumplir en dos dimensiones que hacen a su misma naturaleza
institucional. Por un lado, en su condición de institución educativa y cultural. Por el otro, en tanto
productora de conocimientos.
En el primero de los casos, el desafío será revertir la matriz histórica que ha hecho de la
Universidad una productora de profesionales individuales y ascéticos con la mirada puesta sólo
en las opciones del mercado, para pasar a la formación de profesionales ciudadanos con clara
conciencia pública y nacional cuya realización personal se inscriba en el interés común.
Por el otro, la necesaria superación del “economicismo privado” presente en el vínculo que define
la relación entre la Universidad y sus conocimientos con la estructura económica a través del
diseño de políticas que abonen la elaboración de un concepto de desarrollo integral y
nacional para nuestro país a partir de pensar el mismo desde sus dimensiones sociales,
económicas, políticas, culturales e históricas.
Está claro, por lo antes expresado, que si de una “crisis” podemos hablar respecto a la
problemática de la Universidad pública, lejos está de cerrarse sobre la problemática financiera-
presupuestaria, como afirman el grueso de los diagnósticos “interesados” procedentes de la
propia universidad, por el contrario, se vincula a una cuestión mucho más profunda que nos lleva
al sentido mismo de la educación superior.
Cabe aclarar, también, que los dos planteos realizados no se agotan en una nueva ley para la
Educación Superior, sino que hacen a algo que la excede y contiene como es la definición misma
de un Nuevo Proyecto de Universidad Pública. Es en esta noción de proyecto donde una política
de transformación asume el carácter estratégico y planificado que otorga a la misma la necesaria
consistencia y continuidad para la tarea de concretar los objetivos propuestos.
Por supuesto que la sanción de una nueva ley constituye un paso necesario y fundamental, más
teniendo en cuenta que la vigente se aprobó durante el “menemismo neoliberal”, pero la misma,
para avanzar en la reformulación de la institución universitaria como tal, debe inscribirse en
una política estratégica de transformación que no es otra cosa que partir de la afirmación de un
nuevo modelo de Universidad a través de la construcción de nuevas respuestas a sus preguntas
fundantes:¿Qué Universidad, para qué país? ¿Qué conocimiento, para qué necesidades? ¿Qué
profesionales, para qué intereses?
Si como sostuvimos, la ley conforma el marco normativo necesario pero su posibilidad de cambio
se encuentra en la definición de un nuevo proyecto de Universidad, agregamos ahora, que esta
tarea como toda estrategia es una construcción política que, por supuesto, involucra al Estado, a
la decisión de gobierno manifiesta en las políticas públicas para la educación superior, pero que
también debe encontrar encarnadura social en los más amplios sectores de la comunidad
universitaria.
Sabida es la contradictora historia de la Universidad en relación a los proyectos políticos
populares, más aún en un presente donde la lógica empresarial y eficientista heredada de los ’90
moldea desde su funcionamiento administrativo y organizativo, pasando por los contenidos

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curriculares y la construcción de conocimientos, hasta la dinámica de su vida política y el
concepto dominante sobre lo público, reasegurando así la hegemonía de corporaciones
académico-partidarias que la gobiernan, al menos, desde el retorno de la democracia hasta
nuestros días.
En consecuencia, tenemos por delante el no menor desafío de construir desde el seno de la
comunidad universitaria un nuevo protagonismo político que haga carne una política pública de
cambio para la educación superior, apropiándose de la misma en la práctica cotidiana e, incluso,
superándola desde la experiencia otorgada por la redefinición del lugar de la política en la vida
universitaria.
Partiendo, siempre, de reconocer la dinámica singular que presenta la Universidad, propia de la
historia cultural y social que la constituye, para evitar así “reduccionismos” que nos hagan perder
su especificidad.
Sin esta construcción será muy difícil avanzar en un cambio posible para la Universidad. Al
menos así aleccionan las mejores páginas de la historia política de la Universidad pública
argentina.

2) El debate sobre la autonomía. Universidad, Estado y Nación. “Autonomía responsable”.


Un primer aspecto que nos parece decisivo a la hora de profundizar una política para la
educación superior y afirmar un nuevo proyecto de Universidad es la necesaria redefinición del
concepto de autonomía. La pregunta será acá por cómo pensar una nueva noción. Si bajo esta
bandera la Universidad durante la Reforma del ’18 se libró de la tutela eclesiástica y las castas
oligárquicas de docentes, también es cierto que, con el correr de los años y tras clausurarse la
experiencia reformista, bajo el mismo concepto se delineó una educación superior fragmentada
del sistema educativo en su conjunto y desentendida de su inscripción en las políticas públicas
del Estado nacional.
Bajo la defensa a rajatabla de la autonomía se produjo de hecho una privatización y apropiación
particular del espacio público universitario por un puñado de docentes que estructuraron una de
las instituciones más jerárquicas, excluyentes y desigual del Estado argentino.
Por supuesto que hubo en los años ’90 una política desde el gobierno nacional en este sentido,
pero lo que venimos diciendo no se circunscribe a los saldos de esta década, más bien, lo que
nos interesa señalar es que, precisamente, esta condición previa de la Universidad hizo que
fuera “vulnerable” a la feroz reconversión neoliberal. Su frágil pertenencia al Estado nacional la
hizo, por un lado, maleable a los gobiernos de turno y, por el otro, permeable a los intereses del
sector privado.
Y acá una primera definición: la Universidad debe ser autónoma del gobierno, pero no del Estado
nacional, ni del sistema educativo, ni de las políticas públicas de desarrollo científico.
La pérdida, durante el ciclo neoliberal, de políticas estratégicas de desarrollo nacional disolvieron
las diferencias entre las nociones de gobierno y Estado, domesticando éste último a manos de la
economía de mercado. Lo que redundó, a la vez, en nuevas formas de dependencia de nuestro
país impuestas por la globalización neoliberal.
La posibilidad de un nuevo modelo de acumulación de desarrollo nacional, de una democracia
participativa y de formas plenas de ciudadanía para el conjunto de nuestros compatriotas, son
inherentes a la reposición del Estado en la vida pública nacional.
Porque a diferencia del desarrollo histórico de los países europeos donde el Estado nacional
constituye el punto de culminación en la conquista de derechos tras un proceso de movilización
social ciudadana, nuestra historia latinoamericana encuentra en éste un actor performativo tanto
de la construcción democrática y ciudadana, como de los sujetos públicos y las hegemonías
políticas.
La Universidad debe acompañar decididamente la recomposición del Estado, tarea desde la cual
podrá redefinir su condición autónoma a partir de un nuevo concepto que le permita desplegar
todo su protagonismo al participar activamente del diseño de políticas estratégicas inscriptas en
un modelo de desarrollo integral de la nación.
Para lo cual tenemos por delante el desafío de redefinir el sentido de la autonomía universitaria
en función de emancipar la Universidad de sus ataduras al mercado a través de una noción
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de “autonomía responsable” que nos permita conjugar derechos y libertades con obligaciones y
compromisos.
Sólo así la comunidad universitaria dejará de objeto de la colonización neoliberal para
constituirse en sujeto, desde la educación, la ciencia y la cultura, de la construcción de un
proyecto de nación moderno, democrático y con justicia social.

3) Modelo de acumulación, ciencia y política. Un nuevo paradigma científico.


Un segundo aspecto nos parece central es la pregunta por cómo definir la necesaria relación
entre la educación superior y el sistema productivo o el modelo de acumulación. Para una
respuesta que dé cuenta del concepto de desarrollo integral y nacional debemos partir
de reponer la politicidad del saber, la ciencia y la técnica.
Más aún en países como los nuestros atravesados por el desafío de ampliar los márgenes de
soberanía política y económica, los que siempre van de la mano de la independencia científica,
técnica y cultural.
En palabras de Perón: “En lo científico-tecnológico, se reconoce el núcleo del problema de la
liberación. Sin base científico-tecnológica propia y suficiente, la liberación se hace también
imposible” (Modelo Argentino para el Proyecto Nacional, 1974).
También Arturo Jauretche da una definición que nos interesa retener: “El país necesita una
Universidad profundamente politizada; que el estudiante sea parte activa de la sociedad y que
incorpore a la técnica universalista la preocupación de las necesidades de la comunidad, el afán
de resolverlas, y que, por consecuencia, no vea en la técnica el fin, sino el medio para la
realización nacional" (Los Profetas del Odio y la Yapa. La colonización pedagógica, 1968)
Afirmar la inherencia de los vínculos entre ciencia, técnica, política, poder y cultura, nos permite
sortear los “desarrollismo a-críticos” y los conocidos paradigmas modernizantes que ven en los
avances científicos un valor en sí mismo sin interrogarlos en relación a las propias
particularidades del lugar de aplicación, y, fundamentalmente, sin pensarlos en función de las
necesidades concretas del proceso de desarrollo de cada nación.
Y acá otra apreciación. La afirmación de un modelo de desarrollo integral supone, de la mano de
las consideraciones antes realizadas, el desafío de formular un nuevo paradigma científico que
constituya su fundamento teórico.
En este sentido, debemos superar las dicotomías entre las ciencias naturales y sociales a partir
de interpelar el concepto más estrecho de ciencia que legitima un tipo de saber por encima de
otros en función de supuestos métodos de validación universal.
Un nuevo paradigma debe fundarse sobre la estrecha relación entre ciencia y cultura, partiendo
de cuestionar los límites de la ciencia occidental y la “disciplinarización del saber”, en términos no
de eliminar las “disciplinas” sino de superar los “enfoques disciplinarios”.
Desde una perspectiva que, si por un lado, debe ser autónoma y particular a partir de superar el
eurocentrismo y pensar la región desde sí misma, por el otro, debe permitirnos la aprehensión de
totalidades socio-históricas sobre la base de un nuevo diálogo entre saberes y culturas,
donde diálogo, signifique precisamente, el reconocimiento de que el otro tiene algo por
enseñarnos.
De este modo será posible establecer una nueva relación de complementariedad entre las
llamadas ciencias “duras o exactas” y las ciencias humanas y sociales, decisiva para la definición
de un modelo de desarrollo nacional.

3) Una nueva Ley para democratizar la Universidad. Masividad, conocimiento crítico,


extensión y co-gobierno.
A partir de las referencias conceptuales realizadas en los apartados anteriores, a modo de
aportes para definir un nuevo proyecto de Universidad, marco sobre el cual debe inscribirse el
debate respecto a la nueva ley para la educación superior si aspira a ser efectivamente
transformadora, nos interesa señalar ahora algunas cuestiones concretas que entendemos
importantes para la misma.
La democratización de la universidad debe constituir el objetivo central de la nueva ley, dado que
la misma conforma la piedra de toque para su posible transformación. Está claro que la noción de
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democratización no puede cerrarse sólo sobre alguno de los aspectos de la vida universitaria,
como por ejemplo, aquellas posturas que la circunscriben a la composición de los órganos de co-
gobierno. Por el contrario, una democratización integral hace a un problema más complejo que
necesariamente implica la reformulación de la institución como tal.
La mencionada lógica empresarial, privada y eficientista en la Universidad pública habla las
claras de la inercia neoliberal en su administración y en la definición de sus políticas, a
contramano de los cambios que se expresan en la política nacional.
Esta realidad en buena parte se explica por la presencia de corporaciones que instituyen la vida
política universitaria y que sin dudas conforman el obstáculo decisivo para cualquier política de
cambio de la educación superior.
En este sentido, la democratización de la Universidad debe plantearse en los planos
burocráticos, académicos y políticos, tanto en sus dimensiones cuantitativas como cualitativas.

a) Calidad académica es masividad estudiantil.


En primer término, es necesaria una nueva noción de calidad académica no contradictoria con la
de cantidad. Sobre una realidad estadística donde sólo el 20% de los ingresantes finalizan sus
estudios y sólo el 4% en relación a los estudiantes de grado sigue estudios de postgrado, debe
ser prioritario la definición de una política pública que abra la Universidad al conjunto de la
comunidad a través de políticas para el ingreso, la permanencia, el egreso, el postgrado y la
investigación.

Para lo cual proponemos las siguientes iniciativas:


-Gratuidad e ingreso irrestricto a la Universidad pública. Eliminar todo artículo que
abra las puertas a la restricción del ingreso, la permanencia o al cobro de aranceles, como
son los actuales arts. 50 y 59, inciso c, de la LES. Vale recordar que estas conquistas
fueron decretadas por Juan D. Perón en el año ’49 y ’52 respectivamente.
-Presupuesto universitario definido en términos de un % mínimo en relación al
PBI. Hoy un salto estructural sería establecer un 2 %, tomando en cuenta que el actual
presupuesto raya el 1%.
-“Plan Nacional de Becas” fijando que el 10% del presupuesto universitario se destine a
financiarlo.
-Gratuidad de los Post Grados garantizados por el Estado a través de un % en el
presupuesto universitario.

b) Redefinición de la CONEAU.
Es central para avanzar sobre la colonización de la Universidad a manos del mercado, el
tecnicismo y el profesionalismo individual que, como mencionamos, atraviesa desde su
funcionamiento interno (organización, burocracias, prácticas, jergas y lenguajes) pasando por la
“meritocracia cuantitativa” (la determinación del “papers” en el currículum para cualquier beca,
concurso o financiamiento) hasta las formas de construcción del conocimiento.
En este sentido, su reformulación debe darse en los siguientes planos:
En primer término, en el replanteo del “criterio meritocrático” con que se realizan las evaluaciones
docentes, se ejecuta el Plan de Incentivos o se aprueban nuevas carreras de grado o post grado.
En segundo lugar, debe quedar bajo la órbita exclusiva del Estado nacional, a través de
un control conjunto entre el Ejecutivo, el Parlamento y la Universidad pública.
En tercer lugar, en lo que concierne a su composición:
-Miembros seleccionados por concurso público.
-Egresados de Universidad pública.
-Incompatibilidad de cargo con la pertenencia a algún organismo internacional
supraestatal o privado.

c) La construcción de conocimiento crítico.


Interrogarnos por el qué, cómo, porqué y para qué estamos estudiando o investigando es un
primer paso necesario para reorientar la construcción de conocimiento. Precisamente, en esto
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consiste el ejercicio efectivo de la crítica que se despliega a través de un doble movimiento que
va de la autorreflexión, revisando en sus posibilidades y limitaciones los problemas, temas,
conceptos y métodos que definen un tipo de pensamiento, a la intervención creadora y
transformadora sobre la sociedad concreta en la cual se constituye, para después volver sobre sí
mismo e ir estableciendo el mejor modo de dar cuenta de la realidad social existente.
Una reorientación de las formas de construcción del conocimiento debe redefinirse en dos
planos: por un lado, la relación entre teoría y práctica; por el otro, la relación pedagógica docente
y alumno.
Para lo cual debemos avanzar hacia formas de elaboración del conocimiento más colectivas y
democráticas en el seno de la propia comunidad universitaria pero también en su necesaria
inscripción socio comunitaria e histórica que permita formar definir un nuevo perfil profesional
con conciencia pública, nacional y latinoamericana y, a la vez, con capacidad de aplicación
- Reforma de los Planes de Estudio:
a) a partir de “núcleos problemáticos” por año que articulen las diferentes materias
como método para superar las fragmentación disciplinar.
b) definición de ejes o materias transversales común a todas las carreras de la
Universidad pública nacional: “Derechos Humanos”, “Historia Argentina y
Latinoamericana”, “Economía Política Nacional” y “Realidad Política Argentina y
Regional”.
c) realización de prácticas pre-profesionales como materia curricular de todos los
programas de estudios.

d) Nueva política de extensión.


Promoción activa de una política de extensión renovada e institucionalizada en las carreras de
grado y postgrado como “obligación y deber” de la ciudadanía estudiantil y docente.
Una nueva definición debe pensarse en tanto aporte de la Universidad a la sociedad pero
también como presencia de esa realidad social y comunitaria en la formación profesional, en un
necesario ida y vuelta que permite articular conocimientos y saberes desde la integración de la
Universidad con la realidad social concreta.
Entendiendo la extensión como acción que se orienta a redefinir el vínculo con la comunidad y
los sectores populares, y, a la vez, como parte del proceso de aprendizaje, a partir de revalorizar
la sabiduría existente en las prácticas cotidianas de nuestro pueblo.

e) Reforma del sistema político de la Universidad.


En la mayoría de las universidades nacionales existe una modalidad feudal de funcionamiento
del co-gobierno universitario, a través de una lógica de mayoría y minoría, como en el senado
nacional, que permite sólo a las dos primeras fuerzas políticas tener representación universitaria.

Proponemos:
-Representación de los 4 claustros (docentes, graduados, estudiantes y trabajadores de
la universidad), con igualdad docente-estudiantil. Ésta aspiración no es caprichosa. La
disminución de la representación de los estudiantes en los órganos de co-gobierno en la
vigente LES se fundó sobre diagnósticos del Banco Mundial que lo aconsejaban por la
excesiva “politización” de los mismos y su “perniciosa” influencia para la Universidad.
-Homogeneidad del mismo co-gobierno y su composición para todas las
universidades nacionales.
-Voto directo ponderado para decanos y rector.
-Prohibición de más de una reelección en todos los cargos.
-Incompatibilidad de cargo entre ser representante en los órganos colegiados y ser
funcionario de la Universidad.

Una nueva Ley de Educación Superior para una Universidad nacional, popular y
latinoamericana.

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Comisión de Educación – Honorable Cámara de Diputados de la Nación 276
ENCUENTRO REGIONAL SUR-UNIVERSIDAD NACIONAL DE LA
PATAGONIA SAN JUAN BOSCO
24 de octubre de 2008

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Comisión de Educación – Honorable Cámara de Diputados de la Nación 277
Asociación Docentes Universitarios (ADU)

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Comisión de Educación – Honorable Cámara de Diputados de la Nación 278
Encuentro Regional Sur-Universidad Nacional de la Patagonia San Juan Bosco
Pueblo Mapuche Tehuelche

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DOCUMENTOS APORTADOS POR UNIVERSIDADES

Universidad Nacional de Luján


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OTROS DOCUMENTOS

Instituciones Preuniversitarias-UN de San Juan 18-4-08

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Comisión de Educación – Honorable Cámara de Diputados de la Nación 280
CONSULTA HACIA UNA NUEVA LEY NACIONAL DE EDUCACIÓN SUPERIOR
Comisión de Educación – Honorable Cámara de Diputados de la Nación 281
Honorable Consejo Superior-UN de Córdoba 21-8-07

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007.pdf

Rectores del Grupo de Universidades Nacionales del Norte Grande- 3-8-07


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Comisión de Educación – Honorable Cámara de Diputados de la Nación 282
AGRUPACIÓN "22 DE NOVIEMBRE"
06 de marzo de 2008

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Comisión de Educación – Honorable Cámara de Diputados de la Nación 283
CONSULTA HACIA UNA NUEVA LEY NACIONAL DE EDUCACIÓN SUPERIOR
Comisión de Educación – Honorable Cámara de Diputados de la Nación 284
Pueblos originarios

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Comisión de Educación – Honorable Cámara de Diputados de la Nación 285
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COMISIÓN INTERUNIVERSITARIA DISCAPACIDAD
Y DERECHOS HUMANOS
Propuesta de Articulo sobre Discapacidad para incluir en la Ley de Educación Superior.
PROPUESTA DE LA COMISIÓN INTERUNIVERSITARIA DISCAPACIDAD Y DERECHOS
HUMANOS

LEY DE EDUCACIÓN SUPERIOR

ARTICULO xx- DISCAPACIDAD

Las instituciones universitarias establecerán las medidas necesarias para equiparar en la


Educación Superior las oportunidades de las personas con discapacidad (Docentes, Estudiantes,
No Docentes, Graduados) y para incluir la temática de discapacidad en el ámbito académico.

Para ello deberán:

a) garantizar la accesibilidad al medio físico, a los transportes propios y a los servicios de


información y comunicación, brindando los servicios de interpretación, los apoyos técnicos
necesarios y el personal no docente capacitado para el adecuado trato a las personas con
discapacidad.

b) realizar las adaptaciones pedagógicas necesarias y la correspondiente capacitación docente,


proveer el material didáctico en formatos accesibles o alternativos y brindar a los estudiantes y
docentes con discapacidad los apoyos necesarios para el desempeño de sus actividades.

c) brindar a los estudiantes con discapacidad durante las evaluaciones: el tiempo, los formatos de
información accesibles o alternativos, los servicios de interpretación y los apoyos técnicos
necesarios y suficientes.

d) formular y desarrollar planes de estudio, de investigación científica y tecnológica, y de


extensión y servicios a la comunidad que incluyan la concientización, formación y
capacitación sobre la temática, así como la inclusión de contenidos específicos en las
diferentes carreras y de las temáticas relativas a la discapacidad relacionadas con los
contenidos concretos de cada materia.

ANTECEDENTES

Ley 25.573
ARTICULO 1º— Incorpórase al artículo 2º de la Ley 24.521 el texto que a continuación se
transcribe, el cual quedará redactado de la siguiente manera:
Artículo 2º: El Estado, al que le cabe responsabilidad indelegable en la prestación del servicio de
educación superior de carácter público, reconoce y garantiza el derecho a cumplir con ese nivel
de la enseñanza a todos aquellos que quieran hacerlo y cuenten con la formación y capacidad
requeridas.
Y deberá garantizar asimismo la accesibilidad al medio físico, servicios de interpretación y los
apoyos técnicos necesarios y suficientes, para las personas con discapacidad.
ARTICULO 2º — Incorpórase el inciso f) del artículo 13 de la Ley 24.521, Ley de Educación
Superior, el cual quedará redactado de la siguiente manera:
Artículo 13: Los estudiantes de las instituciones estatales de educación superior tienen derecho:
f) Las personas con discapacidad, durante las evaluaciones, deberán contar con los servicios de

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Comisión de Educación – Honorable Cámara de Diputados de la Nación 287
interpretación y los apoyos técnicos necesarios y suficientes.
ARTICULO 3º — Modifícase el artículo 28 inciso a) de la Ley 24.521, Ley de Educación Superior,
el cual quedará redactado de la siguiente manera:
a) Formar y capacitar científicos, profesionales, docentes y técnicos, capaces de actuar con
solidez profesional, responsabilidad, espíritu crítico y reflexivo, mentalidad creadora, sentido ético
y sensibilidad social, atendiendo a las demandas individuales, en particular de las personas con
discapacidad, desventaja o marginalidad, y a los requerimientos nacionales y regionales.
ARTICULO 4º — Incorpórase al inciso e) del artículo 29 de la Ley 24.521 el texto que a
continuación se transcribe, el cual quedará redactado de la siguiente manera:
Artículo 29: Las instituciones universitarias tendrán autonomía académica e institucional, que
comprende básicamente las siguientes atribuciones:
e) Formular y desarrollar planes de estudio, de investigación científica y de extensión y servicios
a la comunidad incluyendo la enseñanza de la ética profesional y la formación y capacitación
sobre la problemática de la discapacidad.

CONVENCIÓN INTERNACIONAL SOBRE LOS DERECHOS DE LAS PERSONAS CON


DISCAPACIDAD
Artículo 24, Educación
1. Los Estados Partes reconocen el derecho de las personas con discapacidad a la educación.
Con miras a hacer efectivo este derecho sin discriminación y sobre la base de la igualdad de
oportunidades, los Estados Partes asegurarán un sistema de educación inclusivo a todos los
niveles así como la enseñanza a lo largo de la vida, con miras a:

a) Desarrollar plenamente el potencial humano y el sentido de la dignidad y la autoestima y


reforzar el respeto por los derechos humanos, las libertades fundamentales y la diversidad
humana;

b) Desarrollar al máximo la personalidad, los talentos y la creatividad de las personas con


discapacidad, así como sus aptitudes mentales y físicas;

c) Hacer posible que las personas con discapacidad participen de manera efectiva en una
sociedad libre.

2. Al hacer efectivo este derecho, los Estados Partes asegurarán que:

a) Las personas con discapacidad no queden excluidas del sistema general de educación por
motivos de discapacidad, y que los niños y las niñas con discapacidad no queden excluidos de la
enseñanza primaria gratuita y obligatoria ni de la enseñanza secundaria por motivos de
discapacidad;

b) Las personas con discapacidad puedan acceder a una educación primaria y secundaria
inclusiva, de calidad y gratuita, en igualdad de condiciones con las demás, en la comunidad en
que vivan;

c) Se hagan ajustes razonables en función de las necesidades individuales;

d) Se preste el apoyo necesario a las personas con discapacidad, en el marco del sistema
general de educación, para facilitar su formación efectiva;

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Comisión de Educación – Honorable Cámara de Diputados de la Nación 288
e) Se faciliten medidas de apoyo personalizadas y efectivas en entornos que fomenten al máximo
el desarrollo académico y social, de conformidad con el objetivo de la plena inclusión.

3. Los Estados Partes brindarán a las personas con discapacidad la posibilidad de aprender
habilidades para la vida y desarrollo social, a fin de propiciar su participación plena y en igualdad
de condiciones en la educación y como miembros de la comunidad. A este fin, los Estados Partes
adoptarán las medidas pertinentes, entre ellas:

a) Facilitar el aprendizaje del Braille, la escritura alternativa, otros modos, medios y formatos de
comunicación aumentativos o alternativos y habilidades de orientación y de movilidad, así como
la tutoría y el apoyo entre pares;

b) Facilitar el aprendizaje de la lengua de señas y la promoción de la identidad lingüística de las


personas sordas;

c) Asegurar que la educación de las personas, y en particular los niños y las niñas ciegos, sordos
o sordociegos se imparta en los lenguajes y los modos y medios de comunicación más
apropiados para cada persona y en entornos que permitan alcanzar su máximo desarrollo
académico y social.

4. A fin de contribuir a hacer efectivo este derecho, los Estados Partes adoptarán las medidas
pertinentes para emplear a maestros, incluidos maestros con discapacidad, que estén
cualificados en lengua de señas o Braille y para formar a profesionales y personal que trabajen
en todos los niveles educativos. Esa formación incluirá la toma de conciencia sobre la
discapacidad y el uso de modos, medios y formatos de comunicación aumentativos y alternativos
apropiados, y de técnicas y materiales educativos para apoyar a las personas con discapacidad.

5. Los Estados Partes asegurarán que las personas con discapacidad tengan acceso
general a la educación superior, la formación profesional, la educación para adultos y el
aprendizaje durante toda la vida sin discriminación y en igualdad de condiciones con las
demás. A tal fin, los Estados Partes asegurarán que se realicen ajustes razonables para
las personas con discapacidad.

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MOVIMIENTO EVITA - MARTORELLI, SANTIAGO - UNIVERSIDAD Y
ORGANIZACIONES SOCIALES: UN CAMINO PARA LA INTEGRACIÓN DE LA
UNIVERSIDAD EN EL PROYECTO NACIONAL

Este artículo fue publicado por el compañero Santiago Martorelli (Secretario de Organización del Movimiento Evita) en
“Participación e Innovación en la Educación Superior. Para que el conocimiento nos sirva a todos” (Programa
Nacional de Voluntariado Universitario, Ministerio de Educación de la Nación, octubre de 2007), y recoge la
elaboración de nuestra fuerza en torno a la problemática universitaria y su relación con los desafíos del proceso
político y social en marcha en nuestro país.

Universidad y Organizaciones Sociales: un camino para la integración de la Universidad


en el Proyecto Nacional. Tras los muros.34
Más allá de la diversidad arquitectónica de nuestras unidades académicas, tenemos la certeza de
que todas ellas durante gran parte de su historia, han permanecido amuralladas, enclaustradas,
con escaso contacto con la realidad nacional y social.
No desconocemos las implicancias de este debate que volvemos a plantear y la posición que
sostenemos no significa negar que las Universidades Nacionales nos han brindado por años
miles de profesionales sin los cuales nuestro país y nuestra sociedad no serían concebibles,
posibles. Y nuestra Patria es un proyecto posible. Pero en esa posibilidad reside también la
necesidad de derribar los muros que delimitan la función social que las Universidades pueden y
deben tener. Es hora de inculcar un poco de claustrofobia en nuestros claustros, a partir de
ensayar nuevas prácticas que transformen la enseñanza, la investigación, la extensión, la gestión
universitaria, la política estudiantil, y todas las actividades universitarias que concibamos, en
función de insertarlas, en mucho mayor, grado en la realidad nacional y social.
Los límites de éstas prácticas tienen que quedar claros. No sería posible ni deseable que las
Universidades asuman responsabilidades que les competen a otros organismos del Estado. Está
claro que nuestras Universidades Nacionales no pueden hacerse cargo de la salud de toda la
población, de la administración de justicia, de la obra pública, de la alfabetización, de la definición
de la política económica, o de las relaciones exteriores. Estas son funciones del Estado.
Pero eso no implica que no puedan ser parte en la solución de estos problemas, tanto en la
elaboración de propuestas, como en una práctica que les permita ayudar y aprender al mismo
tiempo. Y hay muchos ejemplos históricos y contemporáneos de utilización de la capacidad
instalada universitaria en el aporte o soporte para la resolución de todo tipo de asuntos de la
comunidad. Desde las prácticas más institucionalizadas en los institutos de investigación
universitarios (en aquellos casos en los que los objetivos de la investigación se acoplan a alguna
demanda o necesidad de la sociedad), hasta las iniciativas más cuestionadoras originadas en la
voluntad de docentes, alumnos o investigadores, entre las que podemos incluir ejemplos de los
más diversos, como los talleres para la producción de medicamentos o el Plan Fénix.
También debe quedar claro que la “bendición” académica de una idea, no le otorga categoría de
Verdad absoluta por lo que las ideas propuestas no deben transformarse en ideas impuestas.
Esto que parece una obviedad y que dicho así suena algo trillado, no lo es tanto para quienes
tuvimos la oportunidad de estar de ambos lados del muro. Existe una concepción más o menos
disimulada que equipara democratización del saber con difusión del saber académico hacia la

34
Este artículo fue publicado por el compañero Santiago Martorelli (Secretario de Organización del Movimiento Evita) en
“Participación e Innovación en la Educación Superior. Para que el conocimiento nos sirva a todos” (Programa Nacional de
Voluntariado Universitario, Ministerio de Educación de la Nación, octubre de 2007), y recoge la elaboración de nuestra
fuerza en torno a la problemática universitaria y su relación con los desafíos del proceso político y social en marcha en
nuestro país.
CONSULTA HACIA UNA NUEVA LEY NACIONAL DE EDUCACIÓN SUPERIOR
Comisión de Educación – Honorable Cámara de Diputados de la Nación 290
comunidad, lo que lleva a una mirada unilateral y soberbia, y en definitiva a una vía muerta, sin
retorno.
Entendido esto, se abre un enorme campo para la interacción entre las Universidades Nacionales
y la sociedad. El Programa de Voluntariado Universitario es, sin duda, un avance sobre ese
campo. Y un trabajo de sistematización de los resultados de algunas de las experiencias que
desencadenó, nos permitirán entender la dinámica de la relación directa entre la Universidad y
las organizaciones sociales. Y avanzar en una propuesta mucho más integral que nos permita
implementar una política que sirva para que la Universidad al servicio del Pueblo deje de ser una
consigna y se transforme en un avance irreversible.

Reseña histórica: La función social de la Universidad.


La Reforma de 1918 es tomada como emblema de las luchas estudiantiles en nuestro país y en
Latinoamérica. Un análisis minucioso del periodo quizás podría aportarnos más elementos
comparativos respecto del impacto que tuvo este hecho significativo para la región. Por
momentos, parece haber desencadenado procesos políticos más profundos fuera de la Argentina
que en la Argentina misma. Arturo Jauretche considera que en otros países de Latinoamérica, la
Reforma “representó una aproximación del universitario a la realidad inmediata”.35 Quizás el caso
mas significativo en este sentido sea el del Perú, donde los acontecimientos del ‘18 inspiraron la
creación del APRA, fuerza política de amplia representación popular, con Haya de La Torre como
su principal protagonista.
De todas maneras, la Reforma implicó un importante quiebre en la realidad universitaria nacional,
dando por tierra con la anquilosada estructura de participación y gobierno estatuido, como
correlato del clima de ascenso y participación de las capas medias argentinas cristalizadas en el
yrigoyenismo.
La Reforma marcó la agenda de la política universitaria de los siguientes años. Si bien muchas
de sus reivindicaciones no tuvieron la fuerza para cristalizarse en términos institucionales en
aquel momento, encontrarían gran asidero en momentos de mayor movilización social y
participación popular. Este es el caso de la gratuidad de la enseñanza universitaria, uno de los
principales ejes programáticos del 18, que recién pudo ser implementado bajo el primer gobierno
peronista con la Reforma Constitucional de 1949.
Uno de los elementos novedosos de la Reforma es la extensión universitaria como eje político del
movimiento estudiantil. Es decir que el ideario reformista no sólo planteaba reformas en términos
de representación y gobierno, sino que también ponía sobre el tapete la función social de la
Universidad.36 Por primera vez en la historia universitaria de nuestro país se plantea la
vinculación entre la Universidad y la sociedad. Lamentablemente este será el costado más
deficitario de la Reforma, puesto que no se planteará prácticamente ningún cambio en este
sentido. La responsabilidad social de la Universidad sería una deuda reformista, convirtiéndose
en un ladrillo más en el muro de las luchas inconclusas de los estudiantes y del pueblo.
La vinculación real de la Universidad con las problemáticas nacionales buscará expresarse con
más fuerza recién bajo el peronismo. Con sus contradicciones (un movimiento estudiantil adverso
y sectores poderosos de la jerarquía eclesiástica con el control de la Universidad), el primer
peronismo logrará importantes avances –aunque también inconclusos- en la integración
estratégica de la Universidad al Proyecto Nacional de desarrollo autónomo. Mencionaba líneas

35
Jauretche, Arturo, “Los Profetas del Odio y la Yapa”, Ed. Corregidor, Buenos Aires, 2004, p. 136.
36
Aa. Vv., “Universidad y Estudiantes. Universidad y Peronismo”, Ed. Libera, Buenos Aires, 1965, p. 52.
CONSULTA HACIA UNA NUEVA LEY NACIONAL DE EDUCACIÓN SUPERIOR
Comisión de Educación – Honorable Cámara de Diputados de la Nación 291
arriba, cómo el peronismo recupera una de las principales banderas reformistas como es la
gratuidad de la enseñanza universitaria, garantizando el acceso al hijo del obrero y sentando las
bases de la universidad de masas, dando por tierra con el fuerte corte elitista que se venía
sosteniendo.
Pero el punto de ruptura más fuerte del primer peronismo se va a dar en el año 1948 con la
creación de la Universidad Obrera Nacional (UON). Esta nueva Universidad tenía sus
antecedentes en el mismo peronismo con la creación y el fomento de las escuelas técnicas
orientadas al modelo industrialista que se venía desarrollando en el país. Los egresados de estas
escuelas tenían un condicionante muy fuerte para ingresar a la carrera de Ingeniería de la UBA,
por disposición de las mismas autoridades que conservaban un fuerte sesgo de elitismo. Su
acceso también se veía restringido por la disposición horaria que tenía la carrera, que obligaba al
obrero a dejar su trabajo para dedicarse exclusivamente al estudio. Sin duda, otro elemento más
de fuerte signo elitista. De allí el origen de la UON, como búsqueda de sortear la contradicción
que impedía colocar la Universidad al compás de las necesidades del país. Siguiendo a Aritz e
Iciar Recalde, “para permitir el ingreso de los sectores populares a la educación superior se
implementarían horarios de clase compatibles con los itinerarios laborales”.37
De todas formas, la UON será otro proyecto inconcluso y obturado por el golpe de Estado del 55.
Hacia 1959, esta institución será rebautizada por la Revolución Libertadora como Universidad
Tecnológica Nacional, alterando fuertemente su función social.
La historiografía liberal ha construido la idea de que del ‘56 al ‘66 existió una Época Dorada para
la Universidad contraponiéndola a la Edad Oscura que suponía la Universidad bajo el peronismo.
Existen muchos debates acerca del acierto de esta idea. Lo cierto es que en este período se
funda el Departamento de Extensión Universitaria de la UBA, cristalizando institucionalmente una
de las banderas del 18: la función social. Pero más importante aún fue la experiencia piloto que
llevó adelante este departamento en la Isla Maciel. En palabras de Carla Wainztock, se trataba
38
de un “proyecto pedagógico político”. Este consistió en una serie de actividades de apoyo
escolar y de recuperación de desertores escolares, en la cual participaron equipos de todas las
facultades de la UBA.
Juan Carlos Marín, uno de los protagonistas de esta experiencia, nos aclara el objetivo que
compartía con sus colegas: “El objetivo hacia dentro de la Universidad era que la Universidad
tuviera una relación permanente con el medio social, en particular con los sectores más
desfavorecidos. Porque la otra forma de relación, con los sectores más favorecidos, la tenía
normalmente. Nosotros lo que queríamos era romper el clima del privilegio universitario. Esa era
la idea-fuerza más importante, era una lucha contra el privilegio. Nuestro programa, por eso, era
esencialmente político; era tratar de que la Universidad tuviera una articulación con los sectores
más desfavorecidos.” 39
De lo citado podemos observar la soledad de la experiencia frente al modelo de Universidad que
se venía forjando en función de otros intereses, más cercanos al de las grandes empresas
multinacionales y más alejado de los intereses populares. Justamente, con respecto a la
injerencia de las empresas y los organismos extranjeros, en los documentos del Seminario
convocado por la FUA en 1962 se planteaba lo siguiente: “Por no responder a una planificación
nacional de las investigaciones el carácter de las misma es totalmente anárquico. Esta anarquía
37
Recalde, Aritz e Iciar, “Universidad y Liberación Nacional”, Ed Nuevos Tiempos, Buenos Aires, 2007, p. 77.
38
Wainztok, Carla, Cendali, Florencia, “Universidad y extensión: un proyecto pedagógico-político” (proyecto de
investigación), en Revista del Seminario “Universidad, Proyecto Nacional y Estado”, Número 1, Septiembre/ Octubre 2004.
39
“Recuperando la experiencia del Proyecto Maciel (Entrevista a Juan Carlos Marín)”, en Revista del Seminario
“Universidad, Proyecto Nacional y Estado”, Número 1, Septiembre/ Octubre 2004.
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de la producción intelectual marcha paralela con la anarquía de la producción material, propia de
la ‘libre empresa’ capitalista. (...) Si la investigación de los cientificistas responde a algún plan, es
solamente al de los organismos extranjeros (...) que contratan sus servicios.”40
El golpe de Onganía en 1966 y su correlato en la Universidad, la “Noche de los Bastones
Largos”, intentó imponer una economía sujeta a los designios del capital extranjero, al mismo
tiempo que trató de modelar una universidad para pocos, mediante el establecimiento de
exámenes de ingreso, y desconectada de los dramas del país y de los sectores populares.
Hacia el año 1973, la primavera camporista y la vuelta inminente de Perón planteaban el regreso
a un modelo de desarrollo autónomo con una fuerte presencia del Estado en las definiciones
político-económicas, tendientes a garantizar un mayor porcentaje en el PBI para los sectores
asalariados.
El alto grado de movilización popular y de transformación de las estructuras de la dependencia,
encontraban un fuerte correlato en el Proyecto de Universidad perseguido. Observamos a lo
largo de nuestra historia cómo a cada modelo económico-social corresponde un determinado
modelo de Universidad. En su mensaje a la Asamblea Legislativa, Cámpora definía claramente la
necesidad de que la Universidad se insertara activamente en el proceso de desarrollo social y
productivo del país:
“Nos preocupa, ciertamente, ordenar la universidad en su función social y en su planeamiento
institucional. Porque tenemos una clara idea política del país sabemos que el único
encauzamiento posible puede darse en la medida en que la universidad se realice como
respuesta efectiva dentro del proyecto político nacional. Pero este principio teóricamente válido
no quita las enormes dificultades que se tendrán que salvar, en la realización inmediata, para
superar la encrucijada de la crisis actual. En efecto, más allá de sus cíclicos desplazamientos
docentes como constantes históricas de su pasado, la universidad se nos ofrece en estos
momentos en una caótica coyuntura. Resulta ello lógico si se analiza el proceso de los últimos
años viciado por la falta de una política coherente con el país e incluso consigo misma. Las
medidas aisladas, sin contexto global, los programas segmentados sin visión de conjunto, los
dimensionamientos meramente cuantitativos y geográficos sin esquemas de unidad global ni
ponderación de recursos humanos y financieros, la prevalencia de una tecnocracia vacía por falta
de objetivos, la adopción de resoluciones presionadas por impulsos circunstanciales de intereses
sectoriales, todo ello configura un difícil cuadro de situación que para ser superado necesitará de
un profundo y sistemático esfuerzo que apunta más hacia logros futuros que eventuales éxitos
inmediatos.” 41
La Universidad Nacional y Popular -como fue llamada en esta época- empezaba a proyectarse
claramente como Universidad de masas, rompiendo las barreras del elitismo tradicional. La
enseñanza superior debía abrirse de modo tal de incrementar exponencialmente el número de
alumnos. Por consiguiente, resultaba imprescindible disponer de un sistema de ingreso que no
obturara las posibilidades de estudio para la juventud.42
Partiendo de la concepción de que toda la población tenía el derecho a acceder a la educación,
se impulsó la articulación de las estructuras universitarias “… de manera tal que progresivamente
le permitan acercarse al ideal de llegar a todos los habitantes de la nación.”43 De esta manera, la

40
Documentos del Seminario de Tucumán convocado por la FUA en 1962 en Ceballos, C. “Los estudiantes universitarios y
la política” (1955-1970), Centro Editor de América Latina, Buenos Aires, 1985, p. 63.
41
Cámpora, H. “La Revolución Peronista”, EUDEBA, Buenos Aires, 1973, pp. 158-159.
42
Villanueva, Ernesto, “Una gesta poco conocida”, en Dossier del Movimiento Universitario Evita, 2006.
43
“Bases para la Nueva Universidad”, Cátedra Libre por el Pensamiento Nacional y Popular “Rodolfo Achem y Carlos
Miguel”, La Plata, 2007.
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Universidad debía exclaustrarse, “… llegando con contingentes de sus integrantes a todos los
sectores donde se desarrollen actividades sociales, económicas, políticas, administrativas, etc.,
de las cuales tenga algo que extraer y para actuar sobre ellas, mejorándolas o aumentando su
44
índice de eficacia social.” La consigna era “… convertir a todo el país en el escenario de la
enseñanza…” 45
En consecuencia, el abordaje de las problemáticas sociales era el eje fundante de este modelo
de Universidad al servicio del Pueblo. Se establecieron apoyos jurídicos gratuitos a cargo de
docentes jóvenes y de estudiantes de los últimos años, se dispuso de asistencia sanitaria
preventiva en muchas villas, llegaron a conformarse estructuras de apoyo a las pequeñas
empresas desde el punto de vista contable y administrativo, se desarrollaron fábricas de
genéricos para cubrir las necesidades de los hospitales públicos, y se firmaron convenios de
“Asistencia recíproca para la elaboración y ejecución de proyectos científicos y tecnológicos de
apoyo a los planes de los gobiernos nacional y provincial, en el ámbito de la provincia de Buenos
Aires”. Desde la UNLP, se participó activamente del operativo Plan Provincial de Reconstrucción
“Gobernador de Buenos Aires Coronel Manuel Dorrego”, el cual consistió en una labor conjunta
entre efectivos militares y la Juventud Peronista en las zonas anegadas por las lluvias.
En julio de 1973, se crearon por resolución del Consejo Superior de la UNPBA, los Centros
Pilotos de Investigación Aplicada (CEPIA). Estos funcionaban como equipos interdisciplinarios
conformados por docentes y alumnos, que trabajaban en territorios marginales de la Capital
Federal y Gran Buenos Aires. Aritz e Iciar Recalde sistematizan algunas de sus funciones:
“Investigar el grado de satisfacción de las necesidades populares en donde desarrollan sus
tareas los centros; investigar si la formación proporcionada a los egresados de la UBA, se ajusta
a la plena satisfacción de las necesidades populares en las zonas investigadas; investigar cuales
son los cambios estructurales que deben promoverse en la enseñanza que proporciona la UBA,
para la plena satisfacción de las necesidades populares; investigar cuales son los cambios
estructurales que puede promover la UBA a las autoridades de la Nación para el mejoramiento y
el perfeccionamiento de los servicios que presten los distintos organismos y empresas del
Estado; proporcionar a la población de las zonas investigadas, asistencia complementaria;
desarrollar conclusiones sobre el trabajo interdisciplinario.” 46
La acción de los CEPIA era concebida como complementaria de las organizaciones barriales
representativas, y las tareas realizadas tomaban como punto de partida las necesidades
detectadas junto a las mismas. Esto sin duda, significó una modalidad innovadora de abordaje de
la realidad y la posibilidad de que sujetos no universitarios participaran activamente en el diseño,
ejecución y evaluación de las investigaciones.
En palabras de quien fuera uno de sus principales protagonistas, el rector de la Universidad
Nacional y Popular de Buenos Aires, Rodolfo Puiggrós, el objetivo era claro: “Aspiramos a que el
universitario no sea un ser aislado a la espera de un título. Aspiramos a su compromiso con el
Proyecto Nacional”.
Podemos decir que el profundo vínculo establecido entre la Universidad Nueva y las
problemáticas nacionales y populares, a partir de numerosos proyectos y prácticas, contemplaba
una dimensión política: el relacionamiento de los estudiantes con la realidad del país y sus

44
Idem.
45
Idem.
46
Recalde, Op cit., pp. 305-306.
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problemáticas; una dimensión pedagógica: la integración del conocimiento teórico47 y la
vinculación temprana, en muchos casos a la investigación; y una dimensión social: los aportes
producidos por la acción social y la investigación vinculadas al desarrollo social y productivo del
país devolvían a la sociedad el trabajo que ésta invertía en el sostenimiento de la Universidad.
En 1974 se sancionaba la Ley 20.654, también conocida como Ley Taiana, la cual planteaba la
integración y el compromiso de la Universidad con el desarrollo nacional y regional, al mismo
tiempo que propugnaba la coordinación y planificación conjunta con los diferentes organismos
estatales y organizaciones libres del pueblo. Se definía una orientación “… tendiente a establecer
la independencia tecnológica y económica.” (art. 2, inciso b). La ley prohibía la injerencia dentro
de la Universidad de intereses contrarios al desarrollo y bienestar de la nación: “Es incompatible
con el ejercicio de la docencia universitaria o funciones académicas que le sean correlativas, el
desempeño de funciones jerárquicas o de asesoramiento, remuneradas o no, al servicio de
empresas multinacionales o extranjeras, como así también la pertenencia a organizaciones u
organismos internacionales cuyos objetivos o accionar se hallen en colisión con los objetivos de
la Nación.” (art. 11). Además, establecía la participación docente, estudiantil y no docente en los
órganos colegiados de gobierno universitario; la gratuidad de los estudios superiores; la
responsabilidad estatal en el financiamiento de las Universidades nacionales; y creaba también
un sistema de becas orientado hacia las carreras estratégicas.
Aquella Universidad era posible porque el país atravesaba un proceso de avanzada popular. Pero
pronto fue obstaculizado por el golpe del 76 y la instauración del neoliberalismo.
La Universidad nacional ha sido modelada desde la última dictadura militar hasta nuestros días
bajo una fuerte impronta neoliberal. El trío castrense barrió a fuerza de bayonetas hasta el último
nicho de resistencia existente en las aulas para avanzar en la implementación de un modelo
económico basado en la especulación financiera, un Estado mínimo y una apertura económica
indiscriminada que dio por tierra con nuestra industria nacional. Durante el gobierno militar se
redujo de manera drástica el presupuesto para educación, se cerró la Universidad Nacional de
Luján, se suprimieron carreras y cátedras, se modificaron los planes de estudios, se desfinanció
la investigación y la extensión universitaria, se implementó el arancelamiento, exámenes y cupos
de ingreso, se cerraron los comedores universitarios y se cancelaron las becas estudiantiles, al
mismo tiempo que se alentó el crecimiento de las universidades privadas. Atrás quedaba aquel
Estado de Bienestar que intervenía fuertemente en los destinos de nuestra economía. Atrás
quedaba aquella Universidad Nacional y Popular del ‘73 respaldada por la intransigente Ley
Taiana.
Partiendo de la base de que a cada modelo económico-social corresponde un determinado
modelo de universidad, observamos cómo a partir de 1976 se da un quiebre en el modelo de
acumulación que caracterizó al Estado de Bienestar, dando lugar al modelo neoliberal, con su
correspondiente correlato en la Universidad.
La recuperación democrática del 84 -mal que nos pese- no significó la vuelta a la Universidad con
responsabilidad social. Por decreto del Poder Ejecutivo pusieron en vigencia los estatutos en uso
hasta 1966, omitiendo toda normativa al respecto establecida durante el último período
democrático (1973-1976). Este decreto suscitó grandes controversias, ya que no fijaba plazo a la
intervención, no reincorporaba a los cesanteados y prescindidos, no anulaba los concursos de la

47
“… el trabajo sobre la realidad de barrios obreros y marginales además de aportar en términos de servicio concreto a la
comunidad, estaba concebido como uno de los momentos de integración teórico práctica que era la base de la nueva
formación…”. (Vázquez, S. La Universidad Nacional y Popular. Un espacio alternativo para la vinculación entre los
intelectuales y el pueblo, Informe de investigación. Proyecto APPEAL. Marzo de 1987, p. 71).
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dictadura, y no reestablecía la Ley Taiana, desconociendo el mandato del último Congreso
elegido democráticamente. En este período comenzó a desarrollarse un nuevo concepto de
extensión universitaria: recitales, cursos, cines, etc. La articulación con sindicatos y
organizaciones sociales no tuvo relevancia alguna. El modelo económico-social imperante seguía
siendo el mismo al instalado en la segunda mitad de la década del 70. Por lo tanto el modelo de
Universidad no cambiaría más que en sus formas de elección y de gobierno.

El tiempo nos ha mostrado que a cada modelo económico-social corresponde un determinado


modelo de Universidad. La década del 90 significó en términos económicos la profundización del
modelo neoliberal imperante desde el 76, teniendo un correlato muy fuerte en la Universidad.
Así, durante los años 90 se fue forjando una Universidad de espaldas al conjunto de la población,
reforzando su corte elitista. No sólo porque buscaba restringir el acceso a los sectores populares
a través del recorte presupuestario y el arancelamiento encubierto, sino porque su sentido
institucional estaba puesto en función de los intereses transnacionales ajenos al fortalecimiento
del Estado y la Nación. La Universidad era una mera reproductora de los preceptos de
Washington, siguiendo los cánones neoliberales de producción de conocimiento, regidos por
planes de categorizaciones y de incentivos, que envuelven a nuestros investigadores en el
estrecho mundo de la producción de "papers" y ponencias sobre infinidad de temáticas que por
su cosmopolitismo y falta de direccionalidad -en muchos casos- no conducen a nada.
El modelo de los 90 era devoto de aquella Universidad Isla que aún hoy se sigue reproduciendo.
Una Universidad autocomplaciente que produce un conocimiento para sí misma, ajena a
cualquier tipo de problemática nacional. La extensión universitaria ocupaba un rol totalmente
secundario. Javier Lorca, periodista de Página/12, graficaba muy bien esta situación cuando
decía que la extensión universitaria era la “hermanita pobre de la docencia y la investigación”. En
todo caso, “la extensión universitaria” había sufrido un proceso de resignificación importante:
“Las actividades de extensión universitaria proliferan en las facultades de la Universidad de
Buenos Aires, con una oferta bastante curiosa: hay desde programas solidarios y comunitarios,
hasta cursos de platería, cría de carpinchos y clases de esloveno, por mencionar algunos. El
problema es que no hay un marco que regule su funcionamiento, ni tampoco cuentan con
financiamiento, por lo que muchas actividades resultan aranceladas a veces para
autofinanciarse, a veces para generar recursos.”48
Si bien este modelo fue resistido por amplias movilizaciones estudiantiles, como aquellas que
resistieran la promulgación de la Ley de Educación Superior en 1995, logró imponerse con
mucha fuerza. También encontró importantes excepciones. Por mencionar algunas, se conforma
en el año 2000 en la Facultad de Ciencias Económicas de la UBA el Plan Fénix como usina de
pensamiento de una planificación económica alternativa al modelo neoliberal. La Universidad
comenzaba a encontrarse con la Nación, pensaba nuestras problemáticas y rompía los moldes
del Pensamiento Único. También expresaron excepciones importantes los modelos de
planificación de algunas universidades como la de Lanús, que desde sus inicios comienza a
romper los muros facultativos para encontrarse con la población y sus problemáticas cotidianas,
incorporándolas a la formación profesional.
Los pilares de este modelo todavía tienen cimientos fuertes en la actualidad, si bien empiezan a
cuestionarse cada vez con más fuerza. El debate en torno a la derogación de la Ley Universitaria
Neoliberal y la implementación de una nueva Ley acorde al Proyecto Nacional en marcha es un

48
Lorca, Javier, “Subsidios para la hermanita pobre de la investigación y la docencia”, Diario Página 12, 22 de junio de 2004.
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paso en ese sentido. Otro aporte importante en dar por tierra con el enclaustramiento
universitario es sin dudas el Programa de Voluntariado Universitario, que vuelve a plantear con
fuerza (esta vez como iniciativa del Ministerio de Educación pero con una importante respuesta
de la comunidad académica) el imbricamiento necesario entre la Universidad y la sociedad,
obligando a pensar desde cada especificidad académica las problemáticas nacionales y
cotidianas de nuestro Pueblo. El Programa fortalece una formación profesional con sentido social
a la vez que implica una devolución en términos institucionales de la Universidad respecto de la
sociedad. Es positivamente disruptivo del modelo enclaustrado y elitista que se venía forjando en
los últimos 30 años.

Democratización.
El proceso de reconstrucción nacional en marcha abre la necesidad de resignificar el rol de la
Universidad y su misión como institución; desarrollar su inmenso potencial en esta nueva etapa
que se abre en la Argentina; repensar la articulación entre extensión, investigación, docencia y
los desafíos de la coyuntura. En suma, poner nuestra ciencia y la capacidad creadora de los
recursos humanos que le dan vida, a disposición de un proyecto de país fundado en valores de
justicia social y soberanía nacional.
La Universidad no fue ajena a la salvaje ofensiva neoliberal que atravesó a nuestra Patria
durante la década de los 90. Al latido de las premisas del Banco Mundial, se produjo un profundo
proceso de mercantilización del conocimiento, desculturización, elitización y progresiva
privatización de la educación pública en todos sus niveles. Revertir este proceso implica no sólo
luchar por mayor presupuesto para la Universidad, por democratizar su estructura o por cambiar
el elenco estable que la gestiona desde hace más de 20 años. La verdadera reforma no es
defender solamente un ingreso formalmente irrestricto (condición necesaria, pero no suficiente),
si no construir una sociedad donde el ingreso a la Universidad sea realmente irrestricto, donde el
hijo del obrero pueda egresar como ingeniero.
Se hace necesaria la construcción de una Universidad donde autonomía signifique la necesaria
independencia de las administraciones de turno, pero nunca la desafección de su
responsabilidad en el devenir de las mayorías sociales y del destino nacional: el reclamo por la
mera autoreproducción de una institución/fábrica de profesionales liberales ya no puede ser el
único norte de las reivindicaciones de sus miembros, sin caer en la negación de la realidad
circundante o en un abierto cinismo.
En este marco, el tan mentado debate en torno a la democratización merece una mirada que dé
cuenta de las contradicciones que atraviesan las visiones más atadas a un autonomismo
conservador; para más de un sector, coartada para recusar el contralor del Estado defendiendo
privilegios y negociados; para otros, y en el mejor de los casos, para sostener posiciones
pretendidamente transformadoras, que en el fondo son emergentes de una concepción elitista
que desconoce la necesaria imbricación entre el proceso de transformación de una institución
estatal (la Universidad), y la dinámica general del cambio social.
Reducir la discusión en torno a la democratización de las altas casas de estudios a la paridad
docente estudiantil en los órganos de co-gobierno, implica ocluir por medio de reivindicaciones
sectoriales, el necesario e ineludible debate en torno a la formidable contradicción que atraviesa
una institución sostenida con el trabajo diario de las mayorías sociales, a la que sólo puede
acceder un sector minoritario de la sociedad.

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Comisión de Educación – Honorable Cámara de Diputados de la Nación 297
La respuesta al problema de la Universidad, articula la necesidad de democratizar su vida interna
y desplazar las camarillas que lucran con su autismo, con la resolución del nudo gordiano que
atraviesa nuestro devenir como Nación: “O inventamos o erramos”. O construimos un proyecto
de país soberano, de y para las mayorías sociales, o volvemos al neoliberalismo excluyente y
desintegrador.
Sin la comprensión de esta disyuntiva del presente, todo intento de “democratización”, merece
ser puesto en cuestión en tanto atajo para la ruptura de una hegemonía al interior del sistema
universitario, para la imposición de otra; ambas, más allá de autodeclamadas pretensiones
transformadoras, ajenas a la resolución del drama social que nos atraviesa como Nación.

Las Organizaciones Sociales.


Para proponer políticas eficaces que relacionen a la Universidad con las organizaciones sociales,
tenemos que profundizar en una definición y una descripción de estas organizaciones, en el rol
que cumplieron históricamente y en su rol actual. También en su grado de inserción social, para
delimitar el alcance de estas políticas en la tarea de relacionar la Universidad con las
necesidades nacionales y sociales.
En un sentido amplio, las organizaciones sociales incluyen a los sindicatos de trabajadores, a los
movimientos de desocupados, a las asociaciones profesionales, a los organismos de Derechos
Humanos, a los movimientos en defensa del medio ambiente, a las organizaciones de género y a
cientos de organizaciones no gubernamentales con distintos objetivos (explícitos o no). Pero si
pretendemos focalizarnos en el desarrollo de propuestas de interacción que permitan derribar los
muros del aislamiento entre la Universidad y la sociedad tendremos que detenernos en el análisis
de las que resultan más relevantes por su grado de inserción social y por el potencial que
podríamos desplegar a partir de vincularlas con nuestras universidades.
Las organizaciones que surgieron de la resistencia al neoliberalismo, principalmente como
movimientos de desocupados, evolucionaron por distintos caminos a medida que la recuperación
del empleo les impuso una transformación.
Durante los años de la hiperdesocupación, se adueñaron de las rutas y de las calles para
reclamar trabajo y confrontar contra un modelo que excluía a la mayoría de la población.
Obtuvieron la implementación de distintos planes de emergencia que fueron inicialmente
otorgados a quienes protagonizaban la confrontación y luego del colapso del 2001 fueron
generalizados a millones de “jefes y jefas de hogar”.
A partir de la salida de la crisis, las organizaciones sociales, algunas oficialistas, otras opositoras,
ampliaron el marco de su accionar, incorporando la implementación de las políticas de inclusión
social que el Estado generó al irse superando la emergencia. Principalmente las políticas de
subsidios y asistencia para emprendimientos productivos, que permitieron la conformación de
cooperativas y la inclusión en el trabajo de miles de personas. Las necesidades que surgen de
estos proyectos son múltiples: se necesita apoyo para la gestión, para la capacitación, para la
incorporación de tecnología, para el estudio de la factibilidad económica de los proyectos, etc. En
este campo, las Universidades pueden aportar a cubrir todas estas necesidades. Ya se han
llevado adelante muchos convenios con distintas universidades y facultades que permiten
demostrar el potencial de esta interacción.

Universidad y Organizaciones Sociales.

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Comisión de Educación – Honorable Cámara de Diputados de la Nación 298
Desde la perspectiva que sostenemos, las organizaciones sociales, entendidas como factor
dinámico emergente del proceso de recomposición social que estamos atravesando en nuestra
Patria, cifran su potencial aporte en la apertura de las universidades al protagonismo tanto de la
comunidad como de otras instancias del Estado, en la definición de sus contenidos, métodos de
enseñanza y definición de líneas de investigación.
De esta manera, la creación de Consejos Sociales, y otras instancias de planificación del sistema
educativo superior en íntima relación con las organizaciones sociales, gremiales, económicas,
entre otras, implicarían un primer aporte en la redefinición de un proceso de democratización
entendido como progresivo involucramiento de los sectores populares en las decisiones del
gobierno universitario, y en la disputa de sentido en torno a la responsabilidad de profesionales y
futuros profesionales en la triada “universidad - reconstrucción nacional - bienestar de las
mayorías populares”.
La implementación del Servicio Social Universitario, una práctica institucionalizada en varios
países de América Latina como México o Venezuela, es otro mecanismo que permitiría
profundizar la interacción entre la Universidad y las organizaciones sociales. El Servicio Social
Universitario permitiría: a) desarrollar en los estudiantes los valores de la solidaridad y el
compromiso con el bienestar colectivo; b) integrar el conocimiento teórico práctico aprendido en
las aulas con una experiencia cognitiva desarrollada de manera interdisciplinaria y en contacto
con las problemáticas más acuciantes del país; c) profundizar la relación entre la Universidad y
los problemas nacionales, permitiendo generar un vínculo de retroalimentación entre las
funciones de extensión, docencia e investigación, que facilitará readecuar los contenidos
curriculares y las tareas de investigación en función de las necesidades y desafíos del proceso
de desarrollo nacional; d) la democratización crecientemente de la Universidad: democratización
de saberes y tecnologías, democratización de las formas de construcción de esos saberes a
partir de incorporar los saberes y experiencias populares, democratización a partir de
reestructurar la Universidad en base a las necesidades nacionales, democratización a partir de
integrar al conjunto de la comunidad universitaria y a la comunidad toda, al proceso de
elaboración de una universidad nueva; e) promover el trabajo interdisciplinario, como forma de
abordaje de la realidad; f) desarrollar conocimiento y tecnologías vinculadas al desarrollo
nacional, ejerciendo una verdadera soberanía cognitiva o autonomía científica; g) promover la
planificación estratégica del Sistema de Educación Superior, detectando las demandas
nacionales y orientándose en función de las mismas, a la vez que incorporando a los distintos
actores sociales y estatales en el diagnóstico, elaboración y ejecución de las distintas políticas.
La relación entre las universidades nacionales y las organizaciones sociales puede, sin duda,
constituirse en una de las claves para la dinamización del proceso de desarrollo social y
productivo del país, generando un vínculo de retroalimentación que permita integrar a la
Universidad de manera activa y crítica en el proceso de reconstrucción nacional, jerarquizándola
y adecuándola en tanto factor de desarrollo social y productivo; y que fortalezca los niveles
organizativos populares, cooperando en la resolución de las grandes problemáticas sociales y
nacionales.
En este sentido, el investigador brasilero Renato Dagnino, propone el concepto de exvestigación,
construir conocimiento “hacia afuera”, junto a los estudiantes y los movimientos sociales, un
conocimiento orientado hacia los problemas. Esto permitirá diseñar una política científica y
tecnológica autónoma, que atienda a nuestras necesidades y que valorice las funciones de

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Comisión de Educación – Honorable Cámara de Diputados de la Nación 299
extensión como creadoras de conocimiento, contra aquellas concepciones de evaluación
académica que sólo privilegian la contabilización de artículos en revistas internacionales.
Por todo esto, el nuevo modelo universitario no puede surgir sino de un intenso vínculo con el
proceso de transformaciones abierto en nuestra patria. Porque, como escribió José Martí en
Impresiones de América: “… al mundo nuevo corresponde la Universidad Nueva…”

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CONSEJO PROVINCIAL DE EDUCACIÓN SUPERIOR DE LA
PROVINCIA DE BUENOS AIRES

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FEDERACIÓN DE DOCENTES DE LAS UNIVERSIDADES -
FEDUN -

PROPUESTAS DE FEDUN PARA UNA NUEVA LEY DE EDUCACIÓN SUPERIOR

Objetivos:

El compromiso de formar profesionales, técnicos y doctores que estén comprometidos con un


modelo de país con desarrollo productivo y justicia social.

Trabajar en los saberes específicos de la formación académica, de la investigación científica y


tecnológica y de la extensión universitaria en los valores de la solidaridad y el progreso social,
atendiendo al desarrollo de los saberes, las actitudes y los valores que requiere la formación de
ciudadanos responsables, emprendedores, proactivos, reflexivos, críticos, capaces de
transformar la realidad, mejorar la calidad de vida, promover la cultura nacional, consolidar el
respeto al medio ambiente, a los derechos humanos, a la vigencia del orden democrático y del
desarrollo integral de la Nación.

Algunos de los puntos que consideramos debiera contener la futura ley:

Generales:

Respeto de la autonomía, con responsabilidad social.

Gratuidad de los estudios de grado, prohibiendo expresamente el establecimiento de rentas,


aranceles, tasas o contribuciones que signifiquen un gravamen implícito o explícito sobre los
estudios universitarios. Vigencia de un sistema de becas. Posibilidades a quienes tienen
necesidades educativas especiales que requieren servicios específicos de enseñanza.

Libre acceso a los estudios superiores, sin discriminaciones de ningún tipo, para todos los
ciudadanos que acrediten las condiciones de formación requeridas, habilitadas por el nivel de
enseñanza previo.

Planificación que permita un pasaje no traumático entre las Instituciones Educativas. A su vez, el
primer año de las carreras debe ser planificado adecuadamente por el sistema de educación
superior de manera de evitar la deserción que se da en este nivel y lograr una adecuada
orientación de la matrícula, incluyendo programas de orientación vocacional y de tutorías. Las
instituciones universitarias dictarán normas y establecerán acuerdos que faciliten la articulación
académica y equivalencias entre carreras de una misma universidad, de instituciones
universitarias distintas, o de institutos de educación superior, mediante la instrumentación de
diseños curriculares organizados mediante el Sistema de Créditos Académicos.

Planificación de la oferta educativa nacional evitando superposiciones y competencias entre


Universidades.

Implementación de títulos intermedios. Actualmente o se sale con un título universitario o sino, no


se tiene nada. Hay muy pocas tecnicaturas y títulos intermedios. Entendemos que debería existir
un sistema que permita acreditar saberes a los alumnos que han hecho una determinada parte
de la carrera y que, por distintos motivos, tuvieron que abandonarla.

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Derechos de los docentes:

Los docentes, incluidas todas sus categorías, deben tener el 50 por ciento de la representación
en los órganos del cogobierno. También entendemos que lo que no puede suceder es que una
parte de los docentes integren el claustro de graduados. El claustro de graduados debería estar
representado por quienes no tienen relación de dependencia con la universidad.

Gratuidad de la formación profesional del docente. No hace falta redundar mucho en la


importancia y la necesidad que tienen los docentes de capacitarse permanentemente. En ese
sentido, entendemos que no puede quedar librado a la capacidad económica de cada docente,
sino que debe haber una política de todo el sistema que permita formar y capacitar
continuamente a todos los trabajadores docentes. Estimulo a la formación continua de los
docentes y a la obtención de títulos de posgrado y de formación docente. Dicho
perfeccionamiento estará en consonancia con los requerimientos de la carrera docente y
contemplará el área científica y profesional específica del área de conocimiento del docente, los
aspectos pedagógicos, e incluirá también el desarrollo de una adecuada formación
interdisciplinaria.

Gozar de estabilidad laboral a través del cumplimiento de un régimen de Carrera Docente que
regule los mecanismos de acceso mediante concurso público y abierto de antecedentes y
oposición, los niveles de control de gestión y mantenimiento de la estabilidad en el cargo, y los
sistemas de promoción (concurso abierto o cerrado de antecedentes y oposición) que
correspondan a los diferentes cargos docentes que tenga definidos cada institución universitaria.
Los docentes designados por concurso deberán representar un porcentaje no inferior al ochenta
por ciento (80%) de las respectivas plantas de cada institución universitaria.

Respecto a los derechos laborales generales, los docentes universitarios deben gozar de las
mínimas garantías laborales que fijan la Ley de Contrato de Trabajo, la Constitución Nacional y
los convenios internacionales con la OIT. Deben estar contemplados el derecho a la estabilidad
laboral, la prohibición del trabajo gratuito y el derecho a la indemnización para los docentes que
son despedidos.

Tener una Jubilación del 85% móvil del salario que efectivamente percibe el cargo en actividad.

Participar en la actividad gremial.

Creación en cada Universidad de una Comisión de igualdad de trato y oportunidades ente


varones y mujeres en el ámbito laboral.

Creación en cada Universidad de una Comisión de condiciones de medio ambiente laboral.

En todos los ámbitos de participación y/o decisión de la presente Ley, CONEAU, CIN, Consejo de
Universidades, etc. deberá existir un representante de la entidad gremial nacional con personería
gremial tanto docente como no-docente.

Otras propuestas:

Las instituciones universitarias organizarán la constitución de un Consejo Social Consultivo, en el


que estén representados los distintos sectores de la comunidad local y regional, con la misión de
cooperar con la institución universitaria en su articulación con el medio en que está inserta,
poniendo especial énfasis en la participación para la formulación, diseño y evaluación de los
planes estratégicos institucionales de las universidades y su vinculación con el desarrollo

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científico, socio-productivo, tecnológico y cultural de las regiones de influencia. Las instituciones
universitarias podrán prever que el Consejo Social Consultivo tenga representación en los
órganos colegiados de la institución.

Las instituciones universitarias incorporarán la figura del Defensor Universitario, el que tendrá por
función velar por el respeto a los derechos y libertades de los docentes, los estudiantes y el
personal administrativo.

Las evaluaciones externas estarán a cargo de la Comisión Nacional de Evaluación y Acreditación


Universitaria.

El reconocimiento de estudios cursados y aprobados (ya se trate de asignaturas, de ciclos de


formación completos previstos por diseños curriculares de planes de estudios, o de carreras
completas de grado o posgrado) en instituciones de Educación Superior, se realizará a través de
un Sistema de Créditos Académicos, el que deberá ser aprobado por el Ministerio de Educación
de la Nación.

Para la articulación entre las instituciones de educación superior pertenecientes a distintas


jurisdicciones, el Ministerio de Educación de la Nación invitará al Consejo Federal de Educación y
al Consejo de Universidades a que integren – a través de la designación de tres representantes
por Consejo- una Comisión Especial Permanente, que será presidida por un representante del
Ministerio y tendrá a su cargo la responsabilidad de regular y evaluar el modelo y la gestión del
Sistema de Créditos Académicos.

Organización de programas estudiantiles de prácticas de voluntariado y servicio social


relacionadas con las carreras que cursan los estudiantes y acreditables curricularmente en el
marco de los respectivos planes de estudio. Esta actividad práctica tendría validez en créditos u
horas cátedras obligatorias para la consecución del título, ya que la responsabilidad social es
práctica y no teórica.

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Comisión de Educación – Honorable Cámara de Diputados de la Nación 306
RED NACIONAL DE CÁTEDRAS Y CARRERAS UNIVERSITARIAS
DE EDUCACIÓN ESPECIAL - RUEDES49

A la Presidenta de la Comisión de Educación

Dra. Adriana Puiggrós

De nuestra mayor consideración:


Tenemos el agrado de dirigirnos a usted y por su intermedio a la Comisión que preside, a fin de
establecer contacto, teniendo en cuenta la apertura demostrada en las Jornadas de Consulta,
que están realizando diferentes regiones del país, valoramos la disponibilidad para recibir aportes
de diferentes Instituciones y Organizaciones.
La Red Nacional de Cátedras y Carreras Universitarias de Educación Especial (RUEDES)
constituida actualmente por 21 Unidades Académicas funciona desde el año 1992, propendemos
a la concreción de acciones, que den lugar al fortalecimiento de la nuestras universidades
públicas, por ello elevamos para su consideración los siguientes aportes:
En las últimas décadas, se aprecia un aumento progresivo de estudiantes con discapacidad, que
se encuentran en condiciones de acceder a estudios universitarios, entre sus antecedentes se
observa que la mayoría ha transitado por experiencias de integración escolar.
El tema involucra una serie de cuestiones muy diversas de carácter ético, legal, presupuestario,
administrativo, edilicios, entre otros. Se trata de situaciones no previstas en las tradiciones de las
prácticas educativas universitarias.
La RED desde sus orígenes, ha contribuido con sus producciones académicas e investigaciones,
a difundir esta temática para buscar alternativas que favorezcan la superación de barreras
pedagógicas, físicas, arquitectónicas y simbólicas, a fin de brindar oportunidades a jóvenes y
adultos que tienen el derecho a transitar por la Educación Superior.
Entendemos como profesionales de la educación pública, que la tendencia actual es buscar
alternativas para avanzar en prácticas educativas inclusivas, en todos los ámbitos de nuestro
sistema educativo.
Nos convoca el desafío de pensar que en la nueva Ley, es importante considerar en su
normativa, la previsión de servicios y recursos de apoyo, dirigidos a ciudadanos y ciudadanas
que dada su situación vital, se enfrentan con barreras que no garantizan el ingreso y
permanencia en la Educación Superior.
Una cuestión a considerar es tener presente, que en mayo del corriente año, nuestro país ha
adherido a la Convención sobre Derechos de las Personas con Discapacidad -aprobada por la
Organización de las Naciones Unidas. Este acontecimiento representa una oportunidad para
habilitar propuestas con nuevos sentidos en la cultura académica; implica una revisión sobre las
normativas vigentes, los principios políticos, éticos y valores históricamente producidos.
Agradecemos la posibilidad que nos brindan para participar y expresar opiniones. Creemos que
lo manifestado, puede contribuir al enriquecimiento de los Proyectos formulados, tendientes a
promulgar la nueva "Ley de Educación Superior".

49
1 de diciembre de 2008. Mgter. María Elizabeth Guglielmino, Mgter. Ana de Chein, Universidad Nacional de la
Patagonia Universidad Nacional de Tucumán- Coordinadora Secretaria. Direcciones de mail del equipo de Coordinación:
Coordinador: eligu@uolsinectis.com.ar
Secretario: chein@arnet.com.ar

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Comisión de Educación – Honorable Cámara de Diputados de la Nación 307
Sin otro particular, quedamos a disposición para seguir brindando aportes a la tarea que están
desarrollando y aprovechamos esta oportunidad para saludarla cordialmente.

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Comisión de Educación – Honorable Cámara de Diputados de la Nación 308
DOCUMENTOS APORTADOS
Autores individuales

Documentos
• Pugliese, Juan Carlos - Pérez Rasetti, Carlos, “Compromiso del Estado con las universidades
nacionales-políticas de mejoramiento de las capacidades institucionales”, 2005.
• Pérez Rasetti, Carlos, "Motivos para una reforma", 2007.
• Diputada Adriana Puiggrós: Ponencia en el Seminario-Taller "Articulación de los Institutos
Universitarios de las Fuerzas Armadas y su integración en el Sistema Universitario Nacional"
del Ministerio de Defensa, 2-7-08
• Huergo Fernández, Jorge
• Rapoport, Mario - Ciencia, Tecnología y Universidad: Los deberes pendientes
• Rapoport, Mario - Consideraciones en torno al modelo del país que queremos 4-4-08
• Geneyro, Juan Carlos - Algunos Dilemas y Desafíos para la Universidad
• Maidana, Rubén - Aportes a la futura ley de educación superior
• Del Bello, Juan Carlos - Comentarios y Observaciones al "Documento para el debate de una
nueva L.E.S."

• Mensi, Roberto - Federación Universitaria de Rosario
• Sebastián Artola -Movimiento Universitario Martín Fierro / UNR
• Yorg - Panzoni - Cooperativismo

Documentos Aportados en Visitas a la Comisión

Expertos en Educación Superior 7-5-08:

Pérez Lindo, Augusto


Villanueva, Ernesto

Profesores Eméritos 22-5-08:


Arreghini, Hugo Ricardo - Universidad Nacional del Centro de la Provincia de Buenos
Aires
Salibián, Alfredo - Universidad Nacional de Luján
Domecq, Roberto N. - Universidad Nacional de General Sarmiento
• Cairo Sastre, María Belén - I.S.F.D. Nº 105, Ciudad Evita, La Matanza

Documentos Aportados en Encuentros Regionales

2. Bonomi, Lucía M., "Sobre la Ley de Educación Superior"


• Bonomi, Lucía M., “La Educación Médica en el último siglo de la Universidad Nacional de
Córdoba”
• Riera, Clelia M., "Hacia una nueva Ley deEducación Superior"

Encuentro Regional Sur -Universidad Nacional de la Patagonia San Juan Bosco 24-10-08

• Dra. Silvia Coicaud - "Organización reticular del sistema de educación superior para la
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Comisión de Educación – Honorable Cámara de Diputados de la Nación 309
formación a distancia y virtual en la Ley de Educación Superior"
• Mg. Alicia J. Tallarico - "Contexto, diagnóstico de dificultades y propuestas para mejorar el
proceso educativo".

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Comisión de Educación – Honorable Cámara de Diputados de la Nación 310
COMPROMISO DEL ESTADO CON LAS UNIVERSIDADES NACIONALES-
POLÍTICAS DE MEJORAMIENTO DE LAS CAPACIDADES INSTITUCIONALES
Por Juan Carlos Pugliese y Carlos Pérez Rasetti, 2005

La política de los años noventa


Desde los debates que dieron marco a su tratamiento en el Congreso, la ley 24.521 de
Educación Superior fue objeto de fuertes y diversos cuestionamientos que actualmente se
renuevan en un contexto diferente, en el que la sociedad y las políticas de Gobierno impugnan
las reformas neoliberales de los años noventa.

Desde esta perspectiva conceptual las objeciones a la norma se centran en un eje que, más allá
de algunas incoherencias y matices producto de la negociación parlamentaria, atraviesa todo el
texto: la concepción de la educación superior, y especialmente de la educación universitaria,
como un bien de mercado cuya calidad se garantiza mediante la competencia y al que la
demanda le asigna pertinencia, y no la sociedad.

Es por eso mismo que la ley presenta alguna aparente paradoja, ya que profundiza la autonomía
pero en su aspecto económico, más como abandono por parte del Estado que como asignación
de nuevas responsabilidades, autorizando a las universidades nacionales a cobrar tasas y
servicios (garantizándoles la intangibilidad de esos ingresos), a establecer los salarios del
personal docente y no docente y facultándolas para dictar normas restrictivas al ingreso.

La introducción de los procesos de evaluación


La ley crea un sistema de evaluación institucional, de acreditación de grado y de postgrado
siguiendo una tendencia internacional que no es, con todo, uniforme en cuanto a los objetivos
que estos sistemas persiguen en los distintos países. Para el nuestro la ley establece
evaluaciones que son obligatorias y es obligatorio también para las instituciones diseñar
programas de mejoramiento a partir de los diagnósticos que las evaluaciones establezcan, pero
está ausente el correlato de un compromiso del Estado con las universidades para el
financiamiento de esos programas. Los procesos de evaluación y acreditación parecen entonces
destinados a calificar los “productos” de la universidad, a exponer esa calificación ante el público
de manera de alentar la competencia y ejercer una presión sobre el mejoramiento que las
universidades sólo podrían resolver buscando financiamiento alternativo en el mercado, esto es,
mediante el arancelamiento de las carreras. Esto se hacía, además, en un contexto de reiterados
intentos de reducción presupuestaria y efectivas sub ejecuciones en las partidas acordadas por el
Congreso a las universidades nacionales.

Si bien la ley crea la Comisión Nacional de Evaluación y Acreditación con el carácter de


organismo público, las mismas funciones (con excepción de la evaluación de nuevas
instituciones a crearse) se asignan también a entidades privadas que tendrán ese carácter aún
cuando en su constitución sólo participen universidades nacionales.

La aparente mayor autonomía, en realidad, menoscaba el propio carácter estatal de las


universidades nacionales, que pasarían a ser reguladas por el mercado, mientras se des
compromete al Estado del destino y de la función social que tienen las universidades.

Entre el Estado evaluador y el mejoramiento


CONSULTA HACIA UNA NUEVA LEY NACIONAL DE EDUCACIÓN SUPERIOR
Comisión de Educación – Honorable Cámara de Diputados de la Nación 311
Con todo, las cosas no sucedieron de acuerdo a las previsiones del texto legal aprobado en
1995. La resistencia de la propia comunidad universitaria en sus distintos estamentos y
expresiones, las respuestas de los diferentes actores tanto en los gobiernos como en los
organismos de planificación y evaluación del sistema universitario, asignaron otros significados a
la ley mediante modalidades de implementación que muestran claramente ser resultado de una
trama compleja y dinámica de tensiones, diálogos y negociaciones en el seno de la comunidad
universitaria. De hecho la educación universitaria estatal en Argentina no asumió nunca las reglas
del mercado (salvo quizás, en lo referido a la oferta de maestrías) y mantuvo su vocación de bien
social. Los dispositivos de la ley que debían apurar ese proceso fueron modificados por la
práctica. Por un lado la Evaluación Institucional se realizó sin que la CONEAU ni el Ministerio
efectuaran presión por su obligatoriedad y las acreditaciones de carreras incorporaron el objetivo
de mejoramiento alejándose de la dicotomía acredita/no acredita mediante la incorporación de
una instancia, la acreditación por tres años con compromisos de mejoramiento, dedicada
especialmente a este objetivo que se volvió, de esta manera, hegemónico.

Resignificación de los procesos de evaluación


Finalmente, con el advenimiento de este Gobierno, se inició una política de recuperación del
compromiso del Estado con la universidad pública evidenciada en decisiones concretas. Por un
lado el gobierno saldo las deudas heredadas de los ejercicios anteriores; por primera vez en
muchos años se alcanzó el cumplimiento de las ejecuciones presupuestarias y se efectuaron
incrementos en la inversión que, aunque no llegan aún al nivel deseable, son la señal de una
voluntad política que puede definirse como opuesta a la que predominó durante la década
anterior.

Por otra parte, el Ministerio de Educación, Ciencia y Tecnología asumió una política de
responsabilidad estatal con la calidad y el mejoramiento de las universidades nacionales,
mediante programas destinados a financiar las acciones de mejoramiento que surgen de los
procesos de acreditación. Estos programas, aplicados a las carreras de medicina e ingeniería,
abarcan a todas las carreras que realizaron el proceso de acreditación, es decir que cuentan con
diagnósticos validados por comités de pares académicos, sin excluir a las carreras no
acreditadas las que, mientras producen las reformas necesarias, no han visto afectada la validez
de sus títulos.

En una decisión aún más ambiciosa, que tiene el objetivo de refundar las relaciones entre el
Estado y las Universidades Nacionales, se está implementando una política para institucionalizar
el diálogo entre las prioridades nacionales expresadas por el MECyT y las de las universidades,
en el diseño y financiamiento de Programas de Desarrollo Institucional dirigidos a reforzar las
capacidades de las universidades para cumplir con los desafíos que le propone su función social.

Esta política de contractualización implica la recuperación del compromiso del Estado con la
universidad y de ambos con la función social del sistema universitario. En este marco las
evaluaciones institucionales resultan un instrumento imprescindible para la búsqueda de una
calidad con pertinencia y adquieren un sentido totalmente diferente del que les asignaba la Ley
de Educación Superior. Son ahora expresión de este compromiso entre el Estado y la
Universidad: la universidad se evalúa respecto de su capacidad para cumplir con calidad su
función social y el Estado se compromete con esos diagnósticos aportando el financiamiento de

CONSULTA HACIA UNA NUEVA LEY NACIONAL DE EDUCACIÓN SUPERIOR


Comisión de Educación – Honorable Cámara de Diputados de la Nación 312
los programas de mejoramiento. Ya no hay evaluación para distribuir premios y castigos, ni para
diferenciar los productos universitarios en un supuesto mercado educativo, sino evaluación para
mejorar un bien social imprescindible para el desarrollo de nuestra sociedad.

En síntesis, las políticas implementadas se han apartado de la concepción ideológica que inspira
la ley 24.521; le han cambiado el significado a los mecanismos que esta establece. Para
completar este cambio de rumbo en la política es necesario oficializar la asignación de nuevos
objetivos a la evaluación institucional y a las evaluaciones de acreditación, explicitándolos en el
marco de una concertación expresa entre el Ministerio de Educación, Ciencia y Técnica, a través
de la Secretaría de Políticas Universitarias, el Consejo Interuniversitario Nacional y la Comisión
Nacional de Evaluación y Acreditación Universitaria. La evaluación tendrá en lo sucesivo
explícitos objetivos de mejoramiento, deberá analizar las instituciones y carreras en su calidad
desde la perspectiva de su función social, su vinculación con las necesidades regionales y
nacionales, su compromiso con el desarrollo del conocimiento, de la sociedad y de la producción.
Las evaluaciones institucionales concluirán, además, con el diseño, por parte de cada
universidad de un Plan de Desarrollo Institucional que servirá de base a la concertación de un
Plan de Mejoras en el marco de la política de contractualización.

Objetivos de las reformas propuestas a la Ley de Educación Superior

1. La educación superior como bien social


Establecer el carácter de bien social para la educación superior, y a ese carácter se remite la
pertinencia de las funciones y acciones de la universidad, convirtiéndose en el criterio desde el
que se asegura la calidad y al que se orienta el mejoramiento. Restablecer y profundizar el
compromiso del Estado como garante de la educación superior y de su calidad frente a la
sociedad y al sistema.

2. Autonomía

Profundizar la autonomía de manera auténtica y jerarquizarla en el nivel institucional. Para eso se


remueven del texto legal las restricciones a la publicación de los estatutos, se devuelven a las
universidades las plenas facultades respecto del régimen de alumnos y de las funciones de sus
órganos de gobierno. Se establecen garantías para el ejercicio de la ciudadanía universitaria con
los mejores niveles de calidad democrática. Se reconoce a las universidades como actores e
interlocutores de las políticas públicas y de su propio desarrollo, con apoyo del Estado. Se
fortalece el protagonismo de la comunidad universitaria en los procesos de evaluación.

3. Calidad

Ampliar las garantías de calidad a todo el sistema de educación superior y extender, con
modalidades específicas, a todos las sedes, programas y carreras. Al mismo tiempo se cambia el
objetivo de las evaluaciones, se las establece como parte de un proceso de mejoramiento que
cuenta con el respaldo financiero de Estado y supone un compromiso activo con la función social
de la universidad pública. Con ese objeto se incorpora al texto legal el Fondo Universitario para el
Desarrollo Nacional y Regional (FUNDAR). Se establece el carácter público, estatal y académico
de los procesos de evaluación.

4. Inclusión y gratuidad

CONSULTA HACIA UNA NUEVA LEY NACIONAL DE EDUCACIÓN SUPERIOR


Comisión de Educación – Honorable Cámara de Diputados de la Nación 313
Establecer políticas e instrumentos para favorecer la inclusión de los sectores sociales en la
educación superior. Para eso se otorgan garantías expresas de gratuidad para la formación de
grado, se incorporan instrumentos concretos que contribuyan a la nivelación de las condiciones
de formación en la articulación entre el nivel medio o polimodal y el acceso a la educación
superior y otros para el desarrollo de políticas de gestión curricular e innovación pedagógica que
mejoren las condiciones de formación y aprovechamiento en los primeros años. Se incorporan
también instrumentos y procedimientos que favorezcan la articulación entre instituciones y
carreras de educación superior, brindando más oportunidades de formación a los estudiantes.

5. Mejoramiento de la coordinación del sistema.

Asignar a los Consejos de Planificación Regional de la Educación Superior responsabilidades


efectivas de coordinación y evaluación del sistema, con mayor protagonismo de todos su
integrantes, jurisdicciones provinciales y universidades.

6. Concertación como modalidad de relación entre la universidad pública y el Estado.

Derogar los rasgos de “evaluador” descomprometido de sus propias instituciones que adquiere el
Estado en la ley de 1995. La nueva modalidad de relación supera la desconfianza del Estado
respecto de la Universidad autónoma e instaura mecanismos de concertación de objetivos y
proyectos para el desarrollo integral de la sociedad. El mutuo respeto que postulan los
instrumentos para canalizar la nueva relación, permitirá disipar el clima de sospecha que
generaron en los universitarios estos años de ausencia e, incluso, de agresión del Estado
respecto del sistema.

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Comisión de Educación – Honorable Cámara de Diputados de la Nación 314
MOTIVOS PARA UNA REFORMA

Por Carlos Pérez Rasetti-Universidad Nacional de la Patagonia Austral

Reformas y Reforma

Hablar de reforma en el sistema universitario argentino supone ingresar al mito e incurrir, al


mismo tiempo y por lo mismo, en una zona de ambigüedad del lenguaje. Eso porque reforma es
La Reforma siempre, en sus resonancias épicas y simbólicas, en sus semiosis y clausuras de
sentido verificadas a lo largo de la historia. Pero reforma son también las reformas que quisieron
alcanzar la mayúscula proponiéndose ya como continuación o actualización, como cambio o
subrayado del sentido de aquella. Hoy mismo la Federación Universitaria Argentina (FUA) alienta
a sus miembros para que “el 2007 sea un año de lucha para consagrar una ley universitaria
reformista” (FUA 2007). Esta invocación, efectuada sin más aclaraciones, expone la intensidad
de las significaciones que se le adjudican a la palabra reforma en ciertos contextos institucionales
y políticos; y esto resulta aún más curioso si se piensa que la Reforma Universitaria del 1918 no
implicó, impulsó o impuso ninguna reforma del régimen legal universitario que pudiera servir hoy
de referencia. Paradójicamente, no fue una política legislativa la que se hizo eco del movimiento
reformista, sino una emanada del Poder Ejecutivo Nacional y que se expreso de un modo que
hoy quizás escandalizaría a los muchos miembros de las comunidades universitarias; el
Presidente de la Nación, como se sabe, intervino dos veces la Universidad Nacional de Córdoba
para hacer posible los cambios.

Total que podríamos decir que el adjetivo “reformista” alcanza como referencia completa de una
eventual ley, define a la actual por la negativa (no sería reformista), niega ese carácter a la
también reforma que le dio origen y postula una única reforma universitaria posible, instalada en
un pasado originario y destinada a ser míticamente actualizada con el fin de restaurar aquel
difuso orden añorado. Norma Paviglianiti (1996a:74) describe en un contexto militante ese
imaginario reformista y plantea que éste “se da por sentado”; es decir, que su concepción y sus
regulaciones, más allá de no contar con un referente normativo concreto, histórico, son conocidas
y forman parte de la cultura universitaria.

Por eso mismo la Ley de Educación Superior 24.521 es una norma preñada de reforma; no
reformista, claro, sino aquejada, desde su gestación, de motivos para ser reformada. Suele
parecer que, para algunos, la propia existencia de la LES es un vicio de origen, vicio de origen
que atacó, en la opinión de muchos, su legitimidad e, incluso, su fundamento legal (vg Mathov
1995; Storani 1995; Storero 1995).

A poco de sancionada la LES la revista La Universidad Ahora, que editaba el Programa de


Estudios sobre la Universidad, PESUN del Centro de Estudios Avanzados de la UBA, publica un
número enteramente dedicado a la nueva norma (La Universidad Ahora Nº doble 7/8, 1995). Allí
se publican breves artículos, investigaciones y entrevistas correspondientes a 48 actores entre
legisladores, funcionarios, docentes, estudiantes, gremialistas, periodistas y especialistas. De
todos ellos no me animaría a afirmar que haya apenas dos que no planteen directamente la queja
por la nueva ley, la insatisfacción por algunos de sus aspectos o la idea de que en un plazo no

CONSULTA HACIA UNA NUEVA LEY NACIONAL DE EDUCACIÓN SUPERIOR


Comisión de Educación – Honorable Cámara de Diputados de la Nación 315
muy extenso será necesario modificarla. El mismo Juan Carlos Del Bello (responsable de la
Secretaría de Políticas Universitarias entre 1993 y 1995, durante el debate previo, el tratamiento
legislativo y la propia sanción de la ley, y señalado como impulsor clave de la nueva legislación)
afirma que muchas cuestiones presentes en la ley no deberían conservarse en una norma
definitiva. Reconoce ante la redacción de la revista que se trata de una sobrelegislación inductora
de cambios. En ese contexto, entonces, es fácil concluir que la reforma de la Ley de Educación
Superior estuvo en la agenda de muchos sectores universitarios desde el mismo momento de su
sanción y que para una parte de ellos, los motivos de esta reforma entrañan una restauración que
en muchos casos se expresa, lisa y llanamente, con la consigna de que la LES debe ser
derogada.

Ahora, ¿qué se pretende restaurar? Volviendo a la concepción reformista según la presenta


Paviglianiti en el texto ya citado (1996a: 74) comprendería los siguientes criterios:

-las universidades nacionales son personas jurídicas de derecho público cuyo funcionamiento se
define en una ley específica (totalmente diferenciadas de las universidades privadas);

-tienen capacidad de dictar sus propios estatutos,

-eligen a sus autoridades, por elecciones de los representantes por los miembros de cada uno de sus
respectivos claustros, que cada universidad define,

-la intervención sólo puede fundarse en problemas internos insolubles, a pedido de sus autoridades, o
por decisión legislativa o judicial,

-el ingreso de la fuerza pública a los recintos universitarios sólo puede ser a pedido de las propias
autoridades universitarias,

-la resoluciones de la universidad sólo pueden apelarse ante el Poder Judicial.

Como puede verse a primera vista, nada dice este resumen de dos cuestiones críticas en torno a
la relación entre el Estado y la universidad: el régimen de títulos y el financiamiento. En mi
opinión faltan muchos otros que involucran la necesaria trama de relaciones entre universidad y
sociedad en la que el Estado y, por ende, los gobiernos, tienen roles que resultan inexcusables.
Pero cito estos dos porque pareciera que la Universidad no podría funcionar sin que sean
resueltos y de hecho, tanto la autora citada como el discurso de otros actores que
mencionaremos más adelante, naturalizan tanto la delegación de todo poder sobre las
titulaciones y el régimen de habilitación50 como la provisión de un financiamiento completo.

La verdad es que una autonomía del tipo descrito no existió nunca en la Universidad argentina
porque para verificarse debería haber funcionado de una manera fundacional, ab initio de las
instituciones. Lo que suele proyectarse sobre este ideario es más bien un momento histórico y su
réplica. El momento es el golpe de 1995, en el que se habilitó a las universidades nacionales
para dictar estatutos que derogarían cuanta norma anterior se opusiera a contenido. La réplica es
el momento de la restauración de la democracia en 1984, cuando se reestablecieron los
Estatutos vigentes en 1966 y se los consagró, indirectamente, como normativa universitaria

50
En el origen del pensamiento sobre la universidad moderna, esta autonomía que no se legitima en el poder Papal
frente al poder secular, sino en el propio Estado, Kant advertía que la habilitación para el ejercicio de las profesiones era
facultad originaria de éste y que era necesario que la administrara el gobierno. Admitía, en suma, que la universidad tenía
una responsabilidad frente al Estado en esta cuestión (2004).
CONSULTA HACIA UNA NUEVA LEY NACIONAL DE EDUCACIÓN SUPERIOR
Comisión de Educación – Honorable Cámara de Diputados de la Nación 316
suficiente. En ambos casos la capacidad legislativa de las universidades estaba
sobredeterminada por la estructura interna y la historia de sus propias normas. Ninguna de las
dos etapas explotó el gran margen autonómico con propuestas innovadoras, y en esta línea sólo
podrían inscribirse algunos casos de incremento del porcentaje de participación estudiantil en los
cuerpos colegiados de gobierno.

Es evidente que la Ley de Educación Superior se pretendió parte de una reforma y en eso
hicieron blanco la mayoría de las críticas.

La ley marco, la reglamentarista y la autonomía

Contrariamente a lo que muchos plantearon y plantean sobre la Ley 24.521, en esa norma
aumentaron decididamente los niveles de autonomía universitaria. Haciendo un balance entre las
pautas reglamentarias, aquellas que establecen criterios para la redacción de los estatutos
universitarios, como el establecimiento condiciones para la regularidad de los estudiantes y para
la participación en los órganos de gobierno, la determinación de los órganos de gobierno y las
orientaciones para las funciones de los órganos unipersonales y colegiados, la obligatoriedad de
los concursos, por nombrar las principales, y del otro lado de la balanza, las que se toman muy
en serio la autonomía y la autarquía plasmadas en la Constitución Nacional reformada, es muy
difícil sostener lo contrario. Así lo advierte en su análisis Jorge Vanossi :

La Ley encubre una dualidad que afecta fundamentalmente a las Universidades nacionales: al
tiempo que garantiza amplia autonomía académica e institucional para que las unidades
académicas definan sus órganos de gobierno y establezcan sus funciones, se prescribe
detalladamente la representación porcentual de docentes, no-docentes y graduados en los
cuerpos colegiados. (1995:24)

Pero en este análisis falta la consideración de la autarquía que la Ley de Educación Superior
(LES) concede a las universidades nacionales. En ese sentido resulta inédito el contenido de la
Sección 3 del Capítulo 4, Sostenimiento y régimen económico financiero en el que se establece
un nivel de autarquía máxima autorizando a las universidades nacionales a administrar su
presupuesto plenamente, a tener pleno dominio sobre los fondos del tesoro que le son
asignados, a producir ingresos propios, a fijar el régimen de salarios, crear personas jurídicas de
derecho público o privado, constituir o participar de sociedades, fundaciones y otras formas de
asociación civil. La autonomía fundada en un régimen de autarquía como el que inauguró la LES
convierte a la autonomía académica e institucional consagrada en el artículo 29 en una
autonomía quasi política. De hecho, es esa autonomía la que ha permitido que muchas
universidades nacionales hayan podido decidir no cumplir con parte de los aspectos
reglamentarios contenidos en la LES, no porque no hayan estado obligados a hacerlo, sino
porque de hecho tenían capacidad política para eludirlos y suficiente autonomía como para
sostener esa capacidad.

Las impugnaciones a la LES en razón de sus eventuales limitaciones a la autonomía fueron (y

CONSULTA HACIA UNA NUEVA LEY NACIONAL DE EDUCACIÓN SUPERIOR


Comisión de Educación – Honorable Cámara de Diputados de la Nación 317
quizás debamos decir que lo son aún) de carácter político. Atañen a las relaciones de poder entre
las universidades y el Estado, en esto coinciden en hacer foco las objeciones provenientes del
sector de las Universidades Nacionales (Castro 2005) y de las Universidades Privadas (Bosch
1995; Marzagalli 1995; Pinard 1995) y al interior de las universidad, a la pretensión de la ley de
regular aspectos del gobierno de las instituciones.

En el primer caso aparece una cuestión que resulta extraña porque no tiene antecedentes en
nuestro país, ni siquiera en la tradición de la Reforma. Se trata de la propuesta de reemplazar al
Poder Ejecutivo por el Congreso en la relación funcional con las universidades nacionales, tanto
por el mecanismo de hacer depender de éste la agencia de evaluación, designarlo como
instancia ante la cual se presentan los Estatutos o, directamente, establecer a las Universidades
Nacionales como organismos descentralizados del Congreso de la Nación (Ceballos 1995;
Stubrin 1995; Storani 1995; Paviglianiti, Nosiglia y Marquina 1996:148 y ss; Castro 2005).51
También para las universidades privadas se previó, en el dictamen de la primera minoría, la
intervención del Congreso en última instancia. Aparece, entre las críticas, la idea de que la LES
reemplazó al Congreso por el Poder Ejecutivo Nacional en las funciones políticas respecto de la
educación universitaria e incluso, que esto supone una delegación no autorizada por la
Constitución Nacional (Stubrin 1995; Storero 1995). El otro aspecto impugnado es el referido a
los órganos de coordinación del sistema. Los cuestionamientos al Consejo de Universidades se
centraron en la participación del Ministerio de Educación, la integración de los representantes de
las universidades privadas y su número en relación con los representantes de las UUNN, un
eventual predominio del oficialismo y la ingerencia del Ministerio en las funciones previstas
cuando se exige la articulación entre uno y otro para plasmar una decisión (Bosch 1995;
Marzagalli 1995; Pinard 1995; Castro 2005). En el fondo puede entenderse que se cuestiona la
existencia del órgano en sí, dado que en las alternativas propuestas lo omiten y prefieren un
sistema de Universidades Nacionales coordinado por el Consejo Interuniversitario Nacional (CIN)
cuyas decisiones no son obligatorias hasta tanto las ratifique cada Consejo Superior (Ceballos
1995: 15; Paviglianiti, Nosiglia y Marquina 1996:147).52 Respecto de los Consejos Regionales de
Planificación de la Educación Superior, el único cuestionamiento expreso fue realizado por la
UBA que se opuso a la territorialización de las universidades que suponía su creación (Castro
2005). Como se ve, lo que se estaba cuestionando era la organización del sistema en términos
de distribución de poder. No se acepta ningún orden por encima de cada una de las comunidades
universitarias organizadas institucionalmente.

En la misma dirección se inscriben las críticas a las disposiciones que regulan el gobierno de las
universidades nacionales. Se cuestiona que se inscriban en la ley criterios sobre la composición y
funciones de los órganos de gobierno y se propicia en su lugar una ley marco, de pocos artículos,
que ceda a los Estatutos universitarios estas decisiones (Storero 1995; Stubrin 1995; Borón
1995; Delich 1995; Bosch 1995; Pinard 1995). El sentido de estas impugnaciones aparece muy
claramente en las opiniones de Adolfo Stubrin:

51
Lo que resulta curioso es que los mismos sectores y personas que planteaban esta preferencia por el Congreso Nacional,
cuestionaron su participación en la designación de los miembros de CONEAU Cfr. Stubrin 1995.
52
En el segundo dictamen de minoría reseñado por Paviglianiti, Nosiglia y Marquina (1996) el Consejo de Universidades es
reemplazado por un Consejo Nacional de Educación Superior en el que se reduce a un miembro la representación de las
universidades privadas, se mantienen las del CIN y de los Consejos Regionales de Planificación y se integran
representantes de gremiales docentes y estudiantiles.
CONSULTA HACIA UNA NUEVA LEY NACIONAL DE EDUCACIÓN SUPERIOR
Comisión de Educación – Honorable Cámara de Diputados de la Nación 318
La L.E.S. cuestiona la legitimidad del orden institucional vigente en las universidades nacionales,
intentando refundarlo sobre nuevos criterios. Ello pareciera jugar un propósito de desestabilización
política, tendiente a alterar las bases de representación del gobierno universitario, particularmente
cuando una oficina del Ministerio de Educación interviene como control de legalidad de las
adecuaciones estatutarias. (1995:31)

Y más adelante:

Ya hemos sugerido que la organización universitaria no demanda más que una ley muy concisa, ya que
su normativa era histórica y estaba plenamente operante. (1995:32).

La intención de cambiar las reglas del juego es un aspecto de la LES que se cuestiona más o
menos explícitamente. Se deslegitima desde el principio autonomista toda intención de cambiar
la estructura normativa que legitimaba la distribución del poder en las universidades nacionales.
Un marco normativo que fue establecido por el gobierno surgido del golpe de Estado de
septiembre de 1955 mediante el decreto-ley 10.775 y que fue reestablecido durante la
presidencia de Raúl Alfonsín al reponer los estatutos vigentes al momento del golpe de Estado de
1966.

La cualidad reglamentarista de la LES tiene por objeto la desestabilización política de


Universidad, y esa intención es lo que se impugna. Para Enrique Mathov fue desplazado el
debate que permitiera mejorar y superar la actual organización de la educación superior y se
impuso “la puja entre el poder gubernamental y la comunidad universitaria” (1995).

La propuesta de una ley marco se hace sobre la base de la conformidad con el estado de las
cosas: el orden normativo imperante y la distribución de poder en el sistema. Una ley marco
supone una retirada del Estado y en los dos casos en que existieron esquemas legislativos de
este tipo, el decreto-ley 10.775/56 que establecía que los Estatutos que se aprobaran derogaban
cualquier norma anterior que se les opusiera, y la ley 23.068 cuya vigencia concluía cuando se
normalizaba cada universidad nacional (Sánchez Martínez 2004), existía una consonancia entre
el gobierno de turno y los sectores predominantes al interior de las universidades nacionales. En
1956 en virtud de una alianza (Buchbinder 2005: 169 y ss.) y en 1984 por continuidad político
partidaria entre gobierno y universidad (Stubrin 2001:17 y ss.). La Ley Avellaneda (Nº1597) no
puede, en mi opinión, ingresar a esta lista. En realidad, durante la vigencia de esa norma breve,
la injerencia potencial del poder político era mucha, lo que quedó probado durante el Movimiento
de Reforma del ´18, cuando los cambios impulsados por los reformistas fueron implementados
por el Poder Ejecutivo sin que fuera necesario impulsar modificación alguna de la ley.

La concepción de la LES

Ahora, ¿qué tipo de cambio promovía la Ley 24.521? En qué consistía la “desestabilización
política” que le endilgaban sus detractores y que reconocían, de alguna manera, sus impulsores?
(Del Bello 1995; Sánchez Martínez 2001). No parece que se refieran a lo mismo. Las objeciones
a la LES se concentran, en general, en ver a la ley con una lógica de instrumentalidad político
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Comisión de Educación – Honorable Cámara de Diputados de la Nación 319
partidaria que no puede reconocerse en sus efectos. De hecho, los cambios de manos del poder
en las instituciones universitarias no encuentran explicación en la nueva ley. Comenzaron antes
del gobierno de Menem (Stubrin 2001) y posteriormente encontraron su mejor cauce a partir de la
creación de nuevas universidades en el Gran Buenos Aires, mediante la designación de rectores
normalizadores afines al partido de gobierno. Esta posibilidad existía antes de la sanción de la ley
24.521.53

Una gran parte de los objetores apuntaban a la eliminación de la gratuidad y a una autorización
54
para restringir el ingreso cuando piensan en algunos de los objetivos principales de la LES (Del
Bono 1995; Storero 1995;Borón 1995;Taquini 1995; Zaffaroni 1995; Vanossi 1995; Oteiza 1995;
Filmus 1995; Castro 2005). Respecto del ingreso, ayuda sospechar esta intencionalidad, la burda
y coyuntural redacción del último párrafo del artículo 50 (Shuberoff 1995; Castro 2005).

Otro de los cuestionamientos preferidos es el de la evaluación. Se cuestiona su carácter externo,


la injerencia del poder político que ya describimos arriba, pero especialmente lo referido al
régimen de títulos de interés público que la LES establece en su artículo 43. Esta cuestión y otra
de carácter evidentemente menor, como es la facultad de establecer la carga horaria mínima de
los títulos, son vistas como limitantes de la autonomía universitaria.

Todos estos cuestionamientos suman a la acusación de limitar la autonomía universitaria, pero


difícilmente cada uno de ellos en particular pueda implicar una desestabilización seria del poder
al interior de las universidades. La intención de cambio tiene que ver con una lectura más
integrada del texto de la ley y aparece en algunos discursos críticos al menos parcialmente.
Walter Ceballos señala que la ley “muestra a la Universidad enfrentada a un Estado con tres
facetas: gendarme en lo político; evaluador en lo pedagógico y desertor en lo económico”
(Ceballos 1995). En principio la primera faceta no parece probada, no en cuanto a que surja del
texto de la ley, al menos. Las otras dos están íntimamente vinculadas entre sí y ambas tienen
que ver con los dos aspectos, el académico, porque se trata de una dimensión más abarcadora
que lo que puede denotar la palabra “pedagógico”, y el económico. Federico Storani plantea la
objeción global: “La educación debe ser considerada como un bien social y por ello el estado
debe garantizar su universalidad y gratuidad en todos los niveles del sistema educativo”. Y de
eso se trata esta ley, de generar reglas que estimulen la creación de un mercado de la educación
universitaria en la Argentina. Del Bello lo dice de manera transparente en la entrevista de la
revista La Universidad Ahora cuando refiriéndose a los cambios en la postura de las
universidades privadas respecto del sistema de evaluación incluido en la ley, afirma:

Cuando nosotros hacemos la apertura e introdujimos la evaluación y la acreditación como forma de


autorregulación, ellos van comprendiendo. Porque es muy difícil oponerse desde la lógica del mercado
a esta postura. A nosotros nos facilitó la propia lógica de los cambios estructurales. Como el tema de la
autonomía. Es decir, máxima libertad, máxima autonomía, pero con evaluación externa, acreditación e
información pública.” (Entrevista a Juan Carlos Del Bello 1995).

53
El análisis de la política que llevó a la creación de varias universidades en el Gran Buenos Aires (si la hubo) excede el
marco de estas reflexiones y, entiendo, supone una compleja trama de actores y objetivos. No debe asumirse que concluyo
una mera intencionalidad de copamiento de poder en el sistema universitario por parte del partido gobernante.
54
De hecho la posibilidad de arancelar y de establecer ingresos selectivos estaría incluida en cualquier normativa de amplia
autonomía, o en una norma marco como la ley Avellaneda en cuyo período de vigencia ambas cosas existieron. Pero la ley
no se explica sola y la mención de estas autorizaciones era leída en un contexto en el que, desde la Secretaría de Políticas
Universitarias, se propiciaba el arancelamiento y la selección de postulantes para el ingreso a la universidad.
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Esta es la concepción que está debajo de la Ley de Educación Superior: incrementar los niveles
de autonomía presupuestaria con evaluación externa y publicidad de los resultados de las
evaluaciones. De esta manera, las universidades debían ingresar en las reglas de un mercado
nuevo para nuestra sociedad, un mercado inducido artificialmente por una política pública que
entendía que era la competencia la que asignaba más eficientemente pertinencia a las acciones
de las universidades y la que se convertía en impulsora de la calidad y la excelencia académicas.

La Evaluación y la acreditación universitarias que es han hecho práctica corriente en todo el


mundo no tienen siempre la misma significación, ni persiguen los mismos objetivos políticos. En
los 90 tomó fuerza en algunos países la instrumentación de estas prácticas como modo de forzar
a las universidades a entrar en el mercado. La evaluación y/o la acreditación funcionaban como
un modo de exponer la situación de las instituciones y carreras frente a la sociedad, de
calificarlas para orientar el mercado tanto de estudiantes, como a las empresas que buscan
profesionales. En esta concepción se instauró el PROVAO brasilero durante el gobierno de
Fernando Henrique Cardoso55 y la Ley de Educación Superior 1995 en la Argentina que
gobernaba Carlos Menem.56 En la LES se establece la obligatoriedad de la Evaluación
Institucional y de la Acreditación de las carreras de grado de interés público. Al mismo tiempo se
habilita a las instituciones a generar recursos propios arancelando sus servicios incluyendo los
estudios de grado y postgrado. Complementariamente se establece la prohibición para el Estado
de reducir los aportes económicos en función de los ingresos generados. Esta cláusula es clave
porque se constituye en un estímulo para generación ingresos adicionales. En la negociación que
tuvo lugar en la Cámara de Diputados se prohibió la utilización de fondos recaudados por
aranceles impuestos a los estudios de grado fueran utilizados para gastos corrientes y se señaló
taxativamente como destino acciones de apoyo a los estudiantes (Nosiglia y Marquina 1996:101).
Este aspecto, levemente incoherente con los fines de la ley, no desvirtúa el conjunto de los
instrumentos que apuntan al mercado. De hecho, la concepción que subyace es que en la
Argentina los problemas de calidad del sistema universitario se deben a la ausencia de un
mercado estricto. Las universidades nacionales funcionan sólo con aportes estatales que resultan
insuficientes y utilizan de manera ineficaz esos fondos provenientes del Tesoro. Subsidian a
estudiantes con recursos y compiten deslealmente con las universidades privadas que, en ese
contexto, no pueden cobrar los aranceles que debieran y por lo tanto terminan también
desfinanciadas. Además, las universidades nacionales generan actividades mediocremente
avaladas por el subsidio estatal, sin planificación y sin necesidad de sujetarse a parámetros de
demanda. Todo el sistema administra títulos habilitantes con respaldo del estado y no existen en
57
el mercado indicadores que permitan distinguir distintos niveles de calidad Es decir, no hay
competencia, no hay estrictamente hablando, mercado.

La introducción de la Comisión Nacional de Evaluación y Acreditación Universitaria en la LES y


de los sistemas de Evaluación y Acreditación que ésta tiene a su cargo, apuntaban a establecer
55
El Examen Nacional de Cursos (PROVAO) era un sistema de evaluación y de jerarquización de las carreras claramente
destinado a calificarlas de cara al mercado.
56
En estas reflexiones no trabajo la hipótesis de la influencia de los organismos multilaterales de crédito en las políticas de
educación superior de la Argentina, porque ya está bastante visitada y porque la considero una hipótesis poco productiva a
la hora de aportar sobre las dinámicas particulares de nuestros procesos nacionales.
57
La fundación F.I.E.L. expuso estas opiniones que luego expresó brevemente en el Ministerio de Economía Ricardo López
Murphi.
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Comisión de Educación – Honorable Cámara de Diputados de la Nación 321
la calidad de las instituciones y de sus ofertas (carreras de grado de interés público y postgrados)
y publicitarlas. Este factor es fundamental para generar la competencia en un régimen de títulos
en el que la habilitación profesional está ligada al diploma académico e, incluso, lo desvirtúa
proyectando la imagen habilitante en carreras que forman en disciplinas no relacionadas con
profesiones reguladas por el estado. La LES prevé un mecanismo adicional para corregir la falta
de dirección del aporte estatal y ponerlo en línea con esta concepción inductora de reglas de
mercado. El artículo 58 establece que en la distribución del aporte financiero para el
sostenimiento de las instituciones universitarias nacionales “se tendrán especialmente en cuenta
indicadores de eficiencia y equidad”.

Esto es, las universidades y sus ofertas están obligadas a la competencia para obtener sus
recursos, ya provengan estos del Tesoro Nacional o del Mercado. Expuestas por los resultados
de las evaluaciones tendrán que generar recursos propios buscando en el mercado aportes
adicionales para mejorar su calidad, porque lo que el Estado no puede negarles en razón de esos
ingresos, si puede restarlo o no incrementarlo a causa de los malos resultados.

Hasta aquí la concepción implícita en la LES. La realidad a doce años de su promulgación es otra
historia.

La implementación negociada corrige la política

Lo cierto es que, más allá de las intenciones plasmadas en la LES, la resistencia de la


comunidad universitaria impuso condiciones, negociaciones y diques a diferentes instrumentos
incluidos en el texto. Por lo pronto, una característica de esta norma (quizás no le sea exclusiva)
es que no se cumple acabadamente. Por lo pronto nunca, ni siquiera durante el gobierno que
impulso la LES, se cumplió la previsión de distribuir los aportes del Estado entre las
universidades teniendo en cuenta indicadores de “eficiencia y equidad”.58 Se trabajó largamente
un modelo de asignación de fondos en el Consejo Interuniversitario Nacional que ha sido
utilizado tibiamente como referencia en ocasiones y otro fue generado por la Secretaría de
Políticas Universitarias. A pesar de eso no fue utilizado sistemáticamente y no resulta tan
amenazador como el artículo 58 in fine parece promover.

En cuanto a la implementación del sistema de evaluación y acreditación, la propia CONEAU,


encargada de llevar a cabo las evaluaciones previstas en la legislación, empezara a cambiar los
objetivos en su instrumentación. Por un lado le quitó de hecho obligatoriedad a la Evaluación
Institucional, permitiendo que las universidades eligieran el momento en que estaban decididas a
encararla, introduciendo incluso una modalidad de acuerdos voluntarios para algo que en la ley
es taxativo y periódico. El Ministerio nunca ejerció algún poder de policía sobre las instituciones
reticentes a cumplir el mandato legal. La CONEAU tampoco diseñó criterios rígidos y estableció
que toda evaluación institucional se hiciera teniendo como referencia el modelo que la
universidad se había propuesto para sí misma. En cuanto a la acreditación de carreras de grado,
habilitó una instancia intermedia, la “acreditacion por tres años con compromisos de

58
En todo caso lo que sí sucedió es que se redujo en varias ocasiones el flujo de fondos por el procedimiento de
subejecutor los créditos presupuestarios, ya que las quitas no prosperaron por la resistencia de la comunidad universitaria.
Con todo no queda claro que estas subejecuciones hayan sido parte de una política universitaria activa, sino más bien
coletazos de las políticas más generales de ajuste.
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mejoramiento” que trasladó el resultado del proceso de la calificación (acredita/no acredita) al
mejoramiento ya que el 80% de las carreras que pasaron por el proceso están en esa nueva
categoría que apuesta a la mejora (ver Krostch 2002).

La Ley de Educación Superior (LES), por la resistencia y la acción de la comunidad universitaria,


incluso expresándose a través de los organismos de coordinación y evaluación que la ley en
59
cuestión instituyó, no logró privatizar o meter “en mercado” a la universidad pública y, al mismo
tiempo, convirtió pretendidos instrumentos de política neoliberal en un excelente dispositivo para
elaborar diagnósticos y propuestas de mejoramiento de las carreras.

Este proceso puso en evidencia que los sistemas de evaluación no son instrumentos de un solo
sentido. Más bien adquieren su sentido según la política pública en la que están insertos. El
proceso de implementación en nuestro país inició un corrimiento de las políticas referidas a la
evaluación, que primero fue el resultado de una práctica del sistema universitario, de las
instituciones y de los actores y tuvo en los gobiernos una respuesta prudente que se expreso en
una disminución de la presión por el cumplimiento de la ley y finalmente su renuncia. Téngase en
cuenta que nunca le fue quitado el reconocimiento nacional a una carrera de grado no acreditada
ni se tradujo en alguna castigo concreto la falta de adhesión a los procesos de evaluación
institucional para las universidades nacionales o privadas con reconocimiento definitivo. El
sentido de la evaluación y de la acreditación cambió para convertirse, aún con sus defectos, en
un sistema de diagnóstico y diseño de estrategias de mejoramiento.

Pero a partir del año 2002 el Poder Ejecutivo empieza a dar señales de lo que será un cambio
profundo de política y la adhesión a otra concepción de la relación de la universidad con el
Estado. En ese año se asignaron algo menos de $900.000 para el financiamiento de los Planes
de Mejoras de las carreras de Medicina que habían pasado por el proceso de acreditación
(Pugliese 2003; Broto 2003). Esto sucedía en el marco de la crisis cuyo punto abismal no había
cumplido aún un año y mientras se procuraba reparar las deudas generadas por las
subejecuciones presupuestarias de los años anteriores.

A fines del año 2003 la Secretaría de Políticas Universitarias (SPU) presentó en las Jornadas de
Reflexión sobre la Educación Superior organizadas por el CIN en Horco-Molle, en la sede de la
Universidad Nacional de Tucumán, un documento de políticas que fue discutido por los rectores
quienes a su vez generaron su propio texto (CIN 2003), iniciándose un diálogo que enmarcaría el
desarrollo posterior de este cambio de política. Se pactaba un cambio en las relaciones entre las
universidades nacionales y el estado que suponía una práctica de corresponsabilidad y
consenso. El Estado se hacia cargo de la función social de la educación universitaria,
abandonaba el rol de evaluador descomprometido, iniciaba un diálogo con las universidades en
el que la discusión de las políticas asumía a las universidades como sujeto y objeto de políticas
públicas. Las universidades ponían en la mesa sus propias prioridades y acordaban discutir
prioridades nacionales y regionales. Se comenzaba a desandar la desconfianza que signó las
relaciones durante el período anterior, en el que se había hecho cultura institucional la

59
En la negociación lo que si asumieron las instituciones, en general, y en gran medida la comunidad universitaria, es la
implementación de un mercado en un segmento del postgrado, las maestrías y, para muchas disciplinas, también las
carreras de especialización. En este campo puede verse como actúan los mecanismos previstos en la ley: la acreditación
que califica y el mercado que financia mayormente y asigna pertinencia.
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resistencia.

El desarrollo del Proyecto de Mejoramiento de la Enseñanza de la Ingeniería (PROMEI) durante


los años 2004 y 2005, que ya contaba con un financiamiento sustantivo para apoyar los planes
de mejoramiento de las carreras de ingeniería que habían pasado por el proceso de acreditación,
marcó el momento de consolidación de esta política y cambió radicalmente el sentido de la
acreditación. El Proyecto tiene características que definen la nueva concepción, apartada ya
definitivamente de la que impulsaba la LES. Los fondos no son competitivos, no hay premios ni
castigos, se asignan a todas las carreras cualquiera sea el resultado obtenido en la acreditación.
Para las carreras que alcanzaron el mejor nivel de acreditación el financiamiento apuntala la
búsqueda de la excelencia, para las que se comprometieron a implementar estrategias de
mejoramiento están destinados a sostener esas iniciativas y en el caso de las que no acreditaron,
los proyecto parten de sus fortalezas y para construir desde ahí condiciones que permitan el
desarrollo de la calidad posible.

Era necesario que el Estado se hiciera cargo de un proceso en el que, con la participación
protagónica de las universidades, se trabajara para el mejoramiento en torno a objetivos
concertados de interés nacional y regional. A fines del año 2004 se crea un Fondo (FUNDAR)
destinado a financiar esta nueva relación de las Universidades con el Estado.

Al mismo tiempo el M.E.C.y T. [hoy Ministerio de Educación] impulsa durante 2005 la


implementación de una política de “contratos programa” que utilizarán como diagnóstico las
evaluaciones institucionales y que servirán para financiar los proyectos institucionales de las
universidades, en una política de concertación de objetivos y prioridades de las propias
instituciones con los regionales y nacionales. Esta política se implementó en carácter de
experiencia piloto primero en tres universidades seleccionadas porque habían realizado ya dos
evaluaciones institucionales (Universidades Nacionales de Cuyo, del Sur y de la Patagonia
Austral). En los años siguientes, más allá de los altibajos financieros se impuso la urgencia de la
recomposición salarial y los cambios de gestión en la Secretaría de Políticas Universitarias, el
Ministerio continuó con esta política acordando otros contratos programa experimentales e
implementando un programa de mejoramiento para las carreras de Agronomía y las ingenierías
faltantes, que fueron finalizando su proceso de acreditación.

En este marco puede afirmarse que la Ley de Educación Superior ya no es la misma, primero
porque las propias universidades fueron apartando los aspectos más odiosos, eludiendo su
cumplimiento y resistiendo su implementación. Pero también porque cambió la política y eso no
sólo es una garantía respecto de que no se activarán los mecanismos inertes, sino porque
además aquellos mecanismos de la ley que se intitucionalizaron, concluyeron por integrarse a
una concepción distinta a la que les dio origen (Pugliese; Pérez Rasetti 2005).

Motivos para una reforma

Como dijimos arriba, la reforma de la Ley de Educación Superior está pendiente en la agenda
universitaria quizás desde el momento de su sanción. Ahora se hace imprescindible su
modificación porque fue pensada como un instrumento para políticas que hoy no están
CONSULTA HACIA UNA NUEVA LEY NACIONAL DE EDUCACIÓN SUPERIOR
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vigentes y que, además, mayoritariamente la sociedad rechaza. Por lo demás, la sanción de la
Ley de Educación Nacional pone un marco a esa política y también reclama la adecuación de la
norma del nivel superior de la educación.

Pero no debe pensarse la reforma en términos de una restauración. La reforma debe constituir a
la norma como un instrumento para una política en la que el Estado se hace cargo de sus
responsabilidades en todo sentido, las responsabilidades políticas y las financieras y
conjuntamente con las universidades se propone institucionalizar esta nueva relación entre
universidad y estado que ya se ha iniciado.

Una nueva legislación debe mantener algunos instrumentos de la ley actual, pero plasmando en
el texto legal el cambio de sentido que la política se ha impreso; debe remover o transformar
otros que no han servido o entorpecen los cambios impulsados y se deberán diseñar algunos
nuevos para contener los desafíos que han cobrado relevancia en los últimos años.

Propongo en esa línea algunos criterios, sobre la base de los que redactamos hace dos años con
Juan Carlos Pugliese (Pugliese; Pérez Rasetti 2005):

-Establecer el carácter de bien social para la educación superior, y a ese carácter se


remite la pertinencia de las funciones y acciones de la universidad, convirtiéndose en el criterio
en el que se funda el aseguramiento de la calidad y al que se orienta el mejoramiento.
Reestablecer y profundizar el compromiso del Estado como garante de la educación superior y
de su calidad frente a la sociedad y al sistema.

-Reponer el concepto de autonomía en su sentido pleno, reconociendo a las


universidades como actores e interlocutores de las políticas públicas y de su propio desarrollo,
con apoyo del Estado. También es necesario que el Estado reconozca a las universidades como
organizaciones en diálogo con la sociedad, construyendo y actualizando de manera continua su
función social. Jerarquizar la autonomía supone remover del texto legal las restricciones a la
publicación de los estatutos, devolver a las universidades las plenas facultades respecto del
régimen de alumnos y de las funciones de sus órganos de gobierno. Deben establecerse
garantías para el ejercicio de la ciudadanía universitaria con los mejores niveles de calidad
democrática y pertinencia académica. Se debe fortalecer el protagonismo de la comunidad
universitaria en los procesos de evaluación permitiendo la incorporación de otros estamentos de
manera pertinente y asegurando su representación en la composición de la CONEAU.

-Se deben ampliar las garantías de calidad a todo el sistema de educación superior y
extender, con modalidades específicas, a todas las modalidades, y a las sedes, programas y
carreras. Debe cambiarse el concepto de carrera de interés público por el de carrera prioritaria,
permitiendo de esa manera el desarrollo de un política de atención y estímulo de las áreas según
las necesidades del país. Para las carreras no sujetas a acreditación debe propiciarse la
evaluación por parte del propio sistema universitario, asegurando también el compromiso del
Estado con sus planes de mejoramiento.Debe transformarse el objetivo de las evaluaciones; se
las debe establecer como parte de un proceso de mejoramiento que cuenta con el respaldo
CONSULTA HACIA UNA NUEVA LEY NACIONAL DE EDUCACIÓN SUPERIOR
Comisión de Educación – Honorable Cámara de Diputados de la Nación 325
financiero de Estado y supone un compromiso activo con la función social de la universidad
pública. Debe consagrarse el carácter público, estatal y académico de los procesos de
evaluación.

-Se deben establecer instrumentos que favorezcan la inclusión de todos los sectores
sociales en la educación superior. Para eso deben otorgarse garantías expresas de gratuidad
para la formación de grado, se habrán de incorporar instrumentos concretos que contribuyan a la
nivelación de las condiciones de formación en la articulación entre la educación secundario y el
acceso a la educación superior y otros para el desarrollo de políticas de gestión curricular e
innovación pedagógica que mejoren las condiciones de formación y aprovechamiento en los
primeros años. Se deberán incluir también instrumentos y procedimientos que favorezcan la
articulación entre instituciones y carreras de educación superior, brindando más oportunidades de
formación a los estudiantes.

- Deben diseñarse instrumentos que faciliten la institucionalización de las tareas a cargo


de los Consejos de Planificación Regional de la Educación Superior, para que puedan ejercer
efectivamente sus responsabilidades de coordinación y evaluación del sistema, con mayor
protagonismo de todos su integrantes, jurisdicciones provinciales y universidades.

-Deben diseñarse instrumentos que articulen una nueva relación entre la universidad y el
estado, racionalizando la asignación de fondos para el desarrollo de las universidades en orden a
su función social. Deberán derogarse los rasgos de “evaluador” descomprometido de sus propias
instituciones que adquiere el Estado en la ley de 1995. La nueva modalidad de relación debe
supera la desconfianza del Estado respecto de la Universidad autónoma e instaurar mecanismos
de concertación de objetivos y proyectos para el desarrollo integral de la sociedad. El mutuo
respeto que postulen los instrumentos para canalizar la nueva relación, permitirá disipar el clima
de sospecha que generaron en los universitarios estos años de ausencia e, incluso, de agresión
del Estado respecto del sistema.

-Deben crearse instrumentos institucionales para el diseño y desarrollo, de manera


concertada con las universidades, de una política de postgrado y de formación de Recursos
Humanos Académicos.

Bibliografía:

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CONSULTA HACIA UNA NUEVA LEY NACIONAL DE EDUCACIÓN SUPERIOR


Comisión de Educación – Honorable Cámara de Diputados de la Nación 327
ARTICULACIÓN DE LOS INSTITUTOS UNIVERSITARIOS DE LAS FUERZAS ARMADAS Y
SU INTEGRACIÓN EN EL SISTEMA UNIVERSITARIO NACIONAL60

Por Adriana Puiggrós, julio 2008.

En principio quiero agradecer especialmente la invitación que me ha hecho el Ministerio de


Defensa para participar de este seminario. Hemos tenido la oportunidad de compartir distintas
actividades educativas con las Fuerzas Armadas y conversar acá en el ministerio, y en otros
sitios sobre, entre otros temas, planificación educativa. Por otra parte, hace pocas semanas,
recibimos en la comisión de Educación de la Honorable Cámara de Diputados de la Nación, la
visita de los representantes de las instituciones de educación superior, en el marco de la consulta
“Hacia una nueva Ley de Educación Superior”, que la comisión que presido está llevando a cabo
con diferentes sectores del quehacer educativo y de la comunidad en su conjunto.
En este sentido, les hago extensivo el saludo de los diputados que conforman la comisión de
Educación, y quiero comentarles que los aportes vertidos en esa oportunidad están en manos del
conjunto de los legisladores. Estas opiniones están siendo cuidadosamente estudiadas, en el
marco de la tarea que está llevando a cabo tanto la Cámara de diputados desde mediados del
mes de marzo, como la que está llevando a cabo el Senado. Ambas cámaras acompañan,
también, la tarea que realiza el ministerio de Educación de la Nación, en dirección a analizar,
entre otras cuestiones, los cuadros de la situación actual de la educación superior en la
Argentina; las posibilidades de realizar cambios legales en ese sentido; es decir, estamos
decididos a avanzar hacia una nueva Ley de Educación Superior basados, fundamentalmente, en
las siguientes cuestiones y hechos.
La Ley de Educación Superior que está vigente, es decir la ley de los años 90, planteó el
concepto de la educación superior que es un concepto que va más allá de la reducción a la idea
clásica de universidad. Ha sido la primera vez en la Argentina que se plantea un cuerpo legal, la
organización de un verdadero sistema de educación superior, que incluya no sólo a las
universidades, y universidades en el sentido más tradicional del término, sino, también, que
incluya a diversas modalidades, en particular, las modalidades de educación superior que se
desarrollaron durante estos años en el marco de la defensa nacional y de la formación de los
miembros de las Fuerzas Armadas, como son los institutos de educación superior mal llamados
universitarios que ya en la ley de los 90 son llamados institutos de educación superior y que
cumplen, como mencionaré luego, funciones muy importantes en la formación de técnicos, de
profesionales, de docentes, de especialistas de nivel superior en diversas áreas y también en
otras modalidades como los institutos universitarios. Es decir la ley de los años 90, vuelvo a decir,
planteó la idea de la educación superior que es un concepto que va más allá de la reducción a la
idea clásica de universidad.
El marco contextual para abordaje de esta primera cuestión nos obliga a analizar ¿qué ha
ocurrido en la aplicación de dicha ley, de la ley de los 90? Por diversas circunstancias de políticas
públicas llevadas a la práctica -que pueden luego enumerarse, pero que en general los que
estamos aquí conocemos-, en realidad no ha habido un desarrollo de ese sistema, sino, por el
contrario hubo, lo que denomino una suerte de caos del espacio de la educación superior
acompañado de un fuerte crecimiento de ofertas provenientes del sector privado. En realidad

60
Ponencia de la Diputada Adriana Puiggrós. HACIA UNA NUEVA LEY DE EDUCACIÓN SUPERIOR .PENSADA PARA EL
DESARROLLO NACIONAL-Seminario-Taller -Organizado por el Ministerio de Defensa de la Nación. Buenos Aires 3 de julio
de 2008.-
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este crecimiento muy acelerado no se dio sólo en la Argentina, en nuestro país, sino que también
fue en la región, en toda América Latina y en algunos países europeos, como es el caso, por dar
un ejemplo, de España. En este último país, se observa un crecimiento acelerado de ofertas no
sólo privadas, sino de tercerización de las ofertas públicas. Sin plan, sin planificación, sin ideas
estratégicas, sin más perspectivas que las demandas parciales, las demandas locales, las
demandas de diversos sectores y en algunos lugares, sin más que las demandas corporativas.
En ese sentido ha habido un fuerte desarrollo de lo que podemos llamar la clonación de
universidades públicas, instalando otras sedes en diversos lugares del país. En muchos casos se
hace esto para poder subsistir. Muchas veces la idea de iniciar una sucursal universitaria -estatal
o privada- en otra región, en otra zona de la provincia donde está inserta, o cuando se fundan
pequeñas universidades muchas veces, esa decisión se origina en problemas graves como los
son la falta de financiamiento, los bajos salarios docentes, la necesidad de contar con recursos
suficientes que el Estado no otorga para poder subsistir. Este proceso comenzó un poco antes de
dictarse la actual ley. El tema está en que en el curso de estos últimos catorce años, o un poco
antes, como dije, en el que este proceso comenzó a ocurrir no hubo planificación y estrategia.
Comenzó sin ningún tipo de idea eje, y hoy nos encontramos, realmente, con un sistema
bastante caótico. Si esta situación caótica la proyectamos de este presente a diez (10) años nos
vamos a encontrar con que la República Argentina tiende a perder uno de los instrumentos
fundamentales que hacen a la Constitución de la Nación (CN), como es la educación profesional,
la educación técnica a nivel superior, la educación de sus docentes, que deben tener una
educación de nivel superior y la vinculación que debe haber entre la docencia y la investigación.
Un daño, no sólo grave para la docencia sino, además, un daño muy importante para la
investigación que en condiciones de la antigua universidad, necesariamente tiende a convertirse
en una tarea, voy a decirlo así, con una palabra quizás muy fuerte, que es más estética que
vinculada con el desarrollo nacional. Y la universidad tiene que estar, más que estéticamente
vinculada, compenetrada con las necesidades del país, con perspectivas de llegar a ser parte
activa e integrada a una sociedad, no sólo rica para algunos sectores, sino una sociedad
fundamentada en un desarrollo con justicia social e igualdad de acceso a la educación como
derecho ciudadano.
Para eso es necesario que el modelo elitista, casi aristocrático de investigación que ha tenido la
Argentina sea abierto. Muchas veces ha dado un salto y en ese sentido la tarea de las Fuerzas
Armadas ha sido históricamente muy importante en muchos momentos, pero digamos desde
Fabricaciones Militares hacia, mirando hacia el futuro, lo que se debe desarrollar en
investigación, en investigación para la defensa nacional y en todo lo que se pueda aportar para el
sostenimiento de la Nación, a eso nosotros le podemos sumar la necesidad de investigación en
biotecnología, en software y en este preciso momento, podemos sumarle la necesidad de
atender seriamente la investigación en materia agropecuaria, en materia del desarrollo rural, y
que sea realmente entendida como una cuestión, un problema de Estado, una cuestión que hace
a la estrategia política de la Nación.
Entonces, en este conjunto de diversas necesidades que tenemos de investigación, pero de
investigación pensada partiendo de una estrategia, con una perspectiva y no simplemente
estímulo diversificado y, en muchos momentos, anárquicos de distribución de fondos en
universidades que terminan en una situación de autonomía pero de autonomía casi de mercado,
es realmente un motivo para sentarse, debatir, intercambiar opiniones y sugerencias y pensar
cuál es la Ley de Educación Superior (LES) que tenemos, cuál es la política de educación
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superior que a partir de esta ley y de muchos otros acontecimientos de la Argentina de los años
90, quedó planteada.
En este sentido, quiero hacer referencia al discurso de la presidenta de la Nación, Cristina
Fernández de Kirchner del 1º de marzo cuando dio apertura a las sesiones legislativas 2008. La
Presidenta planteó a la asamblea legislativa la necesidad de discutir y aprobar este año una
nueva Ley de Educación Superior. Entonces, desde mediados de ese mes, a eso nos hemos
abocado. Quiero decir que en la Cámara de Diputados hemos estado trabajando y hemos
mantenido con el fin de consultar sobre los lineamientos hacia una nueva Ley de Educación
Superior, más de sesenta (60) reuniones con distintos sectores representativos de la comunidad
educativa universitaria, pero no sólo con ellos hemos conversado e intercambiado ideas, sino,
además, hemos hablado con la muy poco organizada comunidad de educación superior no
universitaria o de educación superior, hemos llamado a diferentes sectores, hemos hablado con
sectores gremiales del mundo de la educación y gremiales en general. Hemos tenido a la
Sociedad Rural y a ConInAgro [Confederación Intercooperativa Agropecuaria Limitada]; hemos
tenido a los representantes de las organizaciones sociales, entre otros. También la comisión de
Educación de la Cámara de diputados, se ha puesto en contacto con la comisión de Educación
del senado. Hemos tenido la semana pasada un foro muy importante, al cual con seguridad se
referirá la Sra. Senadora presente, con invitados internacionales.61 Entonces, se está haciendo
una consulta lo suficientemente amplia como para que nosotros en poco tiempo podamos decir,
al menos los legisladores sabemos, qué es lo que piensa y espera la sociedad de una nueva Ley
de Educación Superior (LES).
De hecho, estamos planificando para que a partir de fines de agosto, principio de septiembre, la
comisión de Educación de la HCDN se constituya en cuatro lugares del interior del país, Salta,
Córdoba, Rosario y en una universidad de la Patagonia que no está todavía fijada, para hacer
consultas regionales.
Entonces, quizás les surjan a ustedes, ahora, algunas preguntas como: ¿Por qué tanta consulta?,
y ¿por qué tanta necesidad de escuchar?, Porque como legisladores que somos, como
ciudadanos que podemos ser parte de la construcción de una nueva LES, es lo que sentimos que
debemos hacer. Es nuestra concepción. La necesidad de escuchar proviene de que la educación
superior de ninguna manera puede ser para un pequeño sector de los argentinos, sino que la
educación superior debe -ya lo marcó nuestra Constitución y lo dice la nueva Ley de Educación
Nacional 26.206- posibilitar el acceso a todos. La educación superior es un derecho de todos.
Cuando la ley de educación nacional del año 2006 estableció la obligatoriedad de la educación
secundaria, en ese mismo momento lo que hizo fue crearle al Estado argentino, la obligación, el
deber de prever para los próximos años la educación superior de una población, de un conjunto
de jóvenes pertenecientes a una población que tiene tan sólo 37 millones de habitantes. Un
académico importante, invitado en una de las últimas reuniones que mantuvo la comisión de
Educación, dijo: “bueno en China hay un terrible examen selectivo para entrar a la educación
superior”. Lo mencionó como diciendo: ¿Por qué acá no? ¿Por qué acá no exigir tanto como en
China? Inmediatamente, mientras él iba mencionado esa frase, pensé. Si, pero en China hay
1300 millones de habitantes o más. La Argentina tiene 37 millones en un enorme territorio, con
una enorme riqueza, riqueza que por supuesto solo lo es en la medida en que se la trabaje, en la
medida en que pase a formar parte de centros productivos del conjunto de la sociedad.

61
Se refiere al foro que tuvo lugar en el Senado de la Nación, “Hacia una nueva Ley de Educación Superior”, organizado por
la Comisión de Educación y Cultura de la Cámara Alta, el 26 de junio de 2008.[N. de E]
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En ese sentido, aquí hay entonces, una primera razón por la cual debemos dar el salto y tenemos
que poder atender al conjunto. La segunda es que el problema de si el ingreso a la educación
superior debe ser restricto o irrestricto es un problema antiguo, porque la tecnología actual lo
permite resolver. Ahí hay un problema de vinculación entre aspectos tecnológicos de la
educación y aspectos pedagógicos. La pedagogía universitaria, y mucho menos la pedagogía de
la educación superior, ha sido muy poco desarrollada. Hay un déficit, lo digo como pedagoga, hay
un enorme déficit por parte de la pedagogía de la educación superior, respecto del avance de las
tecnologías. Tendremos que trabajar más en la articulación de los niveles, para que los chicos
lleguen con la preparación que requiere.
Entonces, si nosotros a esto le sumamos que hoy en la Argentina tenemos una demanda nueva,
una demanda de educación superior territorial que hay que analizar profundamente. Quiero decir:
cuando recién mencioné el tema de la clonación de universidades (hoy hay 10 o 12 proyectos de
creación de universidades en ambas Cámaras); la aparición de nuevas formas institucionales de
educación superior, algunas descontroladas, a distancia, etc. Ese problema lo podemos ver
desde dos puntos de vista. Uno desde el punto de vista del mercado, pero el otro desde la
demanda. Y es una obligación preguntarnos ¿qué está queriendo decir esto? Y cuando se
aborda el tema uno se pregunta, entre otras tantas cuestiones, qué es lo que le pasa a una
familia cuyos hijos quieren ir a la universidad, o quieren tener educación superior, pero que sólo
tienen una institución de educación superior mudándose de ciudad y a más de 300 kms. Qué
pasa con el desarraigo de ese estudiante. Surge, también, el tema económico, no sólo el de
desarraigo, porque sostener a un alumno en la universidad de Rosario, o en otra ciudad
universidad, por ejemplo, cuesta como mínimo 1500 pesos por mes. Esto implica, para
comprender la creación de una universidad poner todas estas cuestiones en la balanza de la
planificación estratégica educativa. Cuando la demanda es crear una institución de educación
superior cercana a otra, a no más de 30 kilómetros del lugar de arraigo, entonces hay que
pensarlo de otra manera, hay que empezar a pensar en términos sistémicos, si no esto no se
puede resolver.
Ahora a esto hay que agregarle otra cuestión. Si hablamos de sistema, hablamos de una
complejidad, hablamos de un desarrollo que justamente es contrario a la [omenpereidad] de las
instituciones posibles en la educación superior. La antigua idea de universidad, la idea de
universidad que heredamos, en realidad viene de hace muchos siglos. En el 1200 la universidad,
al contrario, se piensa como una sola institución elitista, homogénea, controlada. Esa es la
universidad medieval, es una secta, es algo cerrado. Esa universidad es muy antigua, es una
universidad que no sólo no cumple una función para la sociedad, sino tampoco cumple una
función para quienes concurren a ella, salvo que avance desde varios puntos de vista, como ha
avanzado la Universidad argentina.
En la actualidad, en universidades como la UBA, por ejemplo, pueden encontrarse dos grandes
sectores. Un sector que es el que llega, los que hemos llegado a ser profesores titulares o
investigadores de carrera y que somos un núcleo muy cerrado. Los investigadores del Consejo
Nacional de Investigaciones Científicas y Técnicas (CONICET) somos un núcleo muy cerrado y
cuando somos investigadores del CONICET y profesor de la universidad, más cerrados. Y luego
hay una cantidad de estudiantes, profesores, etc. que constituyen una masa amorfa sin dirección
y que dan clases y se van y no son parte de la construcción del “colectivo”, del sentido y fin
colectivo de esa universidad, en el marco de un sistema de educación superior.
El otro ejemplo es el de institutos que se desarrollan y que pierden especificidad y al perder
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especificidad, buscando incorporar, creo que es el caso de algunos institutos de las Fuerzas
Armadas, y aquí estoy dando mi opinión, que son muy importantes porque no hay ninguna otra
institución en el país que pueda transmitir los saberes que ustedes tienen y que existen en esos
institutos. Son de un enorme valor y que es muy importante que de ninguna manera se
dispersen, es muy importante que se profundicen, es muy importante que la Nación cuente con
este tipo de especializaciones.
Voy a dar otro ejemplo, un ejemplo en ciencias de la salud. Nosotros necesitamos que haya
instituciones de educación superior especializadas en ciencia de la salud. En la Argentina hay un
jefe de médicos por cada paramédico. En España la relación es inversa. Necesitamos ampliar
enormemente las especializaciones de postgrado. Entonces ¿esto qué significa? Significa que
tenemos que pensar en un sistema de educación superior en donde existan diferentes tipos de
instituciones, en donde no haya desacreditación -y ahora me voy a referir a eso- y donde
realmente sea posible transitar por el conjunto de sistemas.
Primera cuestión: que no haya desacreditación. Tradicionalmente, si, ir a la universidad y a la
universidad estatal o a las más prestigiosas de las universidades privadas, ha sido algo mucho
más prestigiado, da un estatus superior socialmente, que concurrir a un instituto de educación
superior o incluso a un instituto universitario, cuando lo que no se entiende, lo que no se
entendió, es que cumplen funciones distintas pero al mismo tiempo, y este es el segundo
problema, la cuestión es que se ha tendido ha establecer carreras terminales. Durante
muchísimas décadas quienes concurrían, en el caso de la educación secundaria, a una escuela
comercial después no podía entrar a cualquier carrera de universidad, lo que era caso terminal. O
un docente, docente politécnico, todavía tiene enormes dificultades como para poder seguir y
para que le reconozcan lo que ha hecho en la universidad.
Entonces, esto tiene que ver con que tenemos un sistema de cátedras antiguo, un sistema de
acreditación antigua, que ha sido superado en muchísimos países y que en realidad hay que
adaptar a un sistema de créditos, de manera que aquel que hace una especialidad, que cursa
una carrera, obtiene un título de dos años, una carrera de cuatro años en una institución de
educación superior, y que luego quiere continuar quiere obtener una licenciatura, quiere obtener
un título de postgrado o le interesó otra especialidad razonablemente dentro de un área que
pueda ser reconocido lo que él ha hecho, que podamos construir un sistema que acredite, no un
sistema que desacredite. Hoy desacredita. Hoy si alguien no termina la carrera de médico, haber
estudiado cuatro años no puede sumarlo y el país no suma, y el estado no suma el esfuerzo que
ha producido.
Entonces, la acreditación de las instituciones en reconocerle el estatus a las instituciones de
educación superior que son distintas, que son especializadas, pero que, además, tienen
necesariamente una vinculación con los estudios generales. Porque tampoco vamos a hablar de
una hiperespecialización, ahí hace falta un equilibrio, un equilibrio entre la especialización y la
formación general que necesita tener toda persona que cursa educación superior. Hacia ese tipo
de modelo es que nos parece, al menos nos está pareciendo a los diputados, que hay que seguir
trabajando, que hay que seguirlo discutiendo porque es lo que recibimos, las demandas diversas
que recibimos de los diversos sectores consultados, quienes de alguna manera buscan ese tipo
de respuestas.
No quiero extenderme mucho más, pero sí quiero decir por último, que la educación superior no
puede esperar, como piensan algunos sectores, muchos sectores piensan que en realidad
primero hay que solucionar el problema del analfabetismo existente hoy en la Argentina,
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después el de la educación primaria, después el de la secundaria, formar a los docentes y
después atender a la educación superior. Y esto, a mi entender, es profundamente equivocado,
porque en cualquier país, pero además en el nuestro con nuestras características, hay que hacer
todo a la vez. La inversión en recursos, la inversión en recursos financieros, la inversión en
recursos humanos, la inversión en espíritu de aliento y la fuerza de la convicción que debemos
poner en la transformación de la educación argentina en su conjunto que debe ser un esfuerzo
colectivo, no puede esperar esta sucesión, una política que vaya sucesivamente arreglando los
problemas. Así como hay un problema clave en su estructura, en todo el sistema educativo y
también en las universidades; nosotros estamos acostumbrados a ver escuelas rotas. Ahora en
estos días nos están mostrando nada menos que el Colegio Nacional de Buenos Aires con
columnas partidas. Hay un problema en sus estructuras hay universidades chicas nuevas, que
han mejorado mucho su infraestructura y funcionan muy bien; universidades que tienen un tope
ocupacional que es el de 30.000 alumnos, alrededor de 30.000 alumnos como tope. La UBA tiene
380.000.
Entonces hay problemas de infraestructura, hay graves problemas respecto a la capacitación
docente, a la inexistente carrera docente. Hay graves problemas con relación al desarrollo de los
concursos. Y hay graves problemas respecto a la idea que tiene, especialmente gran parte de la
comunidad universitaria, con relación a cuál es el lugar institucional de las universidades respecto
al Estado. Y voy a concluir con esto. Personalmente estoy convencida de que algo que voy a
decir y debiera ser de sentido común, no es de sentido común y hay que sostenerlo: la
universidad es un organismo autónomo y autárquico, como dice la Constitución Nacional, del
Estado Nacional y hay algo muy importante, no confundir gobierno con Estado pero tener en
cuenta que en la época en que vivimos, el Estado tiene que ser más complejo, el Estado tiene
que ser más democrático, el Estado tiene que ser más profesional y tiene que contar con cuadros
más profesionales y el Estado tiene que poder contener a instituciones de muy diferente tipo -
descentralizadas, autónomas, autárquicas- pero no por eso estas instituciones dejan de ser parte
del Estado nacional y con esto no estoy diciendo que no, lo aclaro por las dudas, no estoy
diciendo que no haya actividad de educación superior privada, tiene que haberla, pero las
instituciones de educación superior que están financiadas por el Estado nacional tienen que estar
en línea, en sintonía, con las grandes estrategias de políticas públicas estatales y sociales de la
actualidad tendientes al desarrollo pleno de la Nación.
Muchísimas gracias.

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APORTES A LA FUTURA LEY DE EDUCACIÓN SUPERIOR
TEMA: FORMACIÓN DOCENTE

Por Lic. Rubén Maidana, 2008.

Abordar la temática de la formación del docente de nivel superior constituye un problema


complejo en si mismo, ya que son diversos los enfoques desde los cuales se puede encausar su
análisis. Tal vez el elemento común de estos consista en que, en la casi totalidad de los casos, se
parte de la existencia de una necesaria correspondencia entre el concepto de “formación” y el de
“función docente;” lo que en general compartimos, ya que los programas de formación docente
de nivel superior poseen siempre una direccionalidad específica relacionada con su práctica
académica. Otro elemento común de estos análisis o expresiones compartidas es que, cuando se
parte de perspectivas de futuro o a proyectos de mediano y largo plazo, se pretende que la
formación y la función docente tengan como objetivo la “excelencia académica”, es decir, se
privilegia el concepto de “calidad”. Expresiones que también compartimos. Sin embargo el mayor
problema se presenta, desde nuestro enfoque, cuando se trata de precisar estos conceptos.
Tanto la definición de función docente como las de excelencia académica o específicamente la de
calidad, adquieren significaciones muy diferentes y muchas veces contrapuestas, de acuerdo al
relato del analista o interlocutor. Naturalmente esta disparidad también condiciona y dificulta la
posibilidad de una apreciación común sobre la expresión formación docente. Este problema se
complica y profundiza más aún, cuando observamos que los términos excelencia y calidad, por
ejemplo, tienen que ver únicamente con la profesionalidad del docente, como si en los procesos
que se generan en el desarrollo académico no intervinieran otros factores. Esta apreciación
orienta, sin dudas, a que la calificación positiva o negativa de una cátedra tenga al docente como
responsable exclusivo; con lo cual disentimos.
A pesar de estas argumentaciones no tenemos dudas que, desde cualquier perspectiva o
enfoque, la nueva Ley de Educación Superior no podría dejar de exigir, promover y apoyar los
esfuerzos orientados a lograr el máximo nivel de calidad académica, particularmente en las
universidades.
El problema que nos proponemos dilucidar, dentro de los límites de estas reflexiones
sintéticas, parte de la convicción de que la calidad académica expresa un proceso mucho más
complejo que una apropiada formación disciplinaria y un adecuado equipamiento pedagógico
didáctico por parte del docente.
Desde esta perspectiva entendemos en primer lugar que, hacer referencia a la excelencia
académica, al alto nivel de una cátedra, a la calidad pedagógica o cualquier otra definición
similar, sin la significación precisa de estos conceptos a partir de los elementos y factores que los
determinan constituyen simples tautologías. Esto nos conduce a iniciar el análisis partiendo de la
afirmación de que el concepto de calidad académica debe ser interpretado siempre en el marco
de un contexto mayor, en nuestro caso, dentro de la problemática de la educación superior en su
conjunto; su situación institucional específica, sus relaciones internas y sus tendencias. En otras
palabras, la “calidad” es parte de un engranaje que tiene que ver con actores diversos (no sólo
docentes) pero también con las condiciones infraestructurales e institucionales del propio
organismo, entre otros aspectos. Sabemos que ese contexto nunca es estático sino que siempre
tiene una direccionalidad que se expresa en lo que habitualmente se denomina Proyecto
Universitario o Institucional. (A los efectos de estas reflexiones no interesa si ese proyecto es

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Comisión de Educación – Honorable Cámara de Diputados de la Nación 334
explícito y bien diseñado o si, para entenderlo, hace falta articular manifestaciones dispersas de
sus actores, sus normas y sus procesos internos, si sus expectativas son más académicas que
económicas o al revez; partimos del supuesto de que, en el nivel superior, siempre existe un claro
propósito institucional).
Continuando con el hilo conductor de nuestro análisis debemos plantearnos cuáles
podrían ser entonces las condiciones objetivas que, en la práctica, nos podrían conducir a
apreciar con cierto rigor conceptual y metodológico, la calidad académica de una cátedra e
incluso de una carrera en una institución de nivel superior, ya se trate de estudios de grado o de
post-grado. Cuando hablamos de condiciones objetivas no nos referimos a crear opciones para
que las opiniones deban ser concordantes sino a la necesidad de partir de los mismos criterios
para definir o hacer referencia a un determinado nivel de calidad académica, sean estas
apreciaciones concordantes o no. Naturalmente cada universidad tendrá inicialmente sus propios
criterios, será entonces responsabilidad del CIN, la CONEAU u otro organismo específico
generar los acercamientos y acuerdos que los aproximen a parámetros comunes y factibles.
Mas allá de las opciones creativas que pudieran plantearse es importante, desde nuestra
perspectiva, incorporar concepciones, reflexiones y experiencias ya desarrolladas en otras
disciplinas y que pudieran orientarnos a encontrar esos criterios comunes o condiciones
objetivas. En este sentido consideramos oportuno introducir el concepto de “gestión académica”
en cuanto concepción estructurante e integradora de los diversos factores y elementos que se
entrelazan y ayudan a definir con cierto rigor una idea completa de lo que hemos denominado
calidad educativa. Consideramos que el uso adecuado del concepto de gestión nos ayuda, por
un lado, a superar la idea enraizada de que la calidad tiene que ver de manera excluyente con la
aptitud y práctica docente y, por otro, nos permite articular todos aquellos procesos relacionados
con el accionar académico que operan dentro de una misma instancia pedagógica. De allí la
importancia, desde nuestro enfoque, de la existencia de un proyecto universitario o institucional
que sirva de marco y explique de manera transparente las características de la gestión, sin el
cual sería imposible construir seriamente la presente propuesta.
De esta manera, el concepto de gestión académica nos pone en evidencia que los
procesos de aprendizaje en la educación superior constituyen situaciones complejas que se
desarrollan en espacios institucionales determinados que, por ese motivo, adquieren la condición
de verdaderos “contextos de aprendizaje”. Sin entrar a analizar (por razones de extensión) otros
aspectos institucionales de la gestión (como espacios, equipamiento técnico y salarios
adecuados; fundamentales al momento de apreciar la calidad académica), diremos que, vista
desde sus recursos humanos, en ella intervienen diversos actores (docentes y no docentes) en
una relación de mutua interdependencia y con funciones diferenciadas dentro del proyecto
universitario, cuya actuación permite potenciar o dificultar los climas y procesos de aprendizajes
que allí se desarrollan. De ahí que los diferentes climas que se pueden observar en estos
contextos obedecen, muchas veces, mas a relaciones y estructuras de poder dentro de un
verdadero campo de fuerzas que a los propósitos iniciales de la organización de la cátedra.
De todo lo expuesto podemos deducir que la gestión académica, en cuanto expresión de
procesos simultáneos de aprendizaje, no constituye un conjunto de actos automatizados, no
responde a lógicas cristalizadas ni posee una dinámica propia e independiente de sus actores
sino que requiere ser conducida, de ahí, “gestionada”. Se caracteriza por un sinnúmero de
actividades que se reproducen, retro-alimentan y retro-incentivan permanentemente, lo cual nos
pone en evidencia su alto grado de complejidad. Es la conducción adecuada de esta
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complejidad la que nos permite diferenciar entre una cátedra, una carrera e incluso una
institución bien gestionada de otra que no lo es; por eso afirmamos que el concepto de calidad
está asociado directamente a esta idea de gestión académica.
Pero, como existen diferentes enfoques y definiciones sobre el concepto de gestión
consideramos que, a los efectos del desarrollo de estas argumentaciones, podemos definir a la
gestión académica como un conjunto de funciones articuladas que se ejecutan en una misma
instancia pedagógica. Estas funciones son básicamente las de: planificación, investigación,
acción y evaluación, no como etapas sucesivas sino como “momentos” simultáneos de una
misma dinámica; es decir que el ejercicio de la gestión académica implica un proceso
permanente e integral de planificación, investigación, acción y evaluación.
Desde nuestro análisis, consideramos que estas funciones básicas de la gestión
académica constituyen las condiciones objetivas desde las cuales podemos no sólo dialogar y
emitir juicios de valor sobre la calidad educativa de una cátedra en general, sino también realizar
análisis precisos sobre la vinculación y correlación existente entre cada una de ellas y la calidad.
Si bien, a los efectos del carácter sintético y conciso de las presentes reflexiones no
haremos un desarrollo amplio y suficiente de cada una de estas funciones, en gran medida
conocidas por la comunidad universitaria, queremos al menos precisar el alcance de algunas de
ellas. Cuando hablamos de Planificación, por ejemplo, no nos referimos a la fijación de algunos
propósitos u objetivos generales de una cátedra sino a un proceso sistemático y de rigurosidad
metodológica, en el cual se articulan las metas (cuantitativas o cualitativas) a las cuales se
pretende arribar, los tiempos, los recursos humanos, bibliográficos, infraestructurales etc, y
particularmente, se pone énfasis en la construcción de los Indicadores (transformación de
conceptos abstractos en señales concretos) que nos permitirán saber con certeza si se han
cumplidos los propósitos iniciales. Parámetros estos de gran utilidad no sólo para quién tiene la
responsabilidad de planificar y conducir sino también como guía para el trabajo de los auxiliares,
para los propios alumnos e incluso para los otros niveles de conducción institucional. La
construcción de los Indicadores, que en algunas disciplinas podrán ser más complejas y
cualitativas que en otras, implica en si mismo un momento de gran dinamismo, intercambio y
enriquecimiento entre el titular de la cátedra, adjuntos y ayudantes. Planificar implica, entonces,
no sólo “programar la enseñanza” sino articular todos aquellos aspectos relacionados con la
gestión académica.
Cuando afirmamos la necesidad de la Investigación, dentro de este mismo proceso
integral de aprendizaje, nos estamos refiriendo a las indagaciones, búsquedas y creaciones
permanentes de nuevos contenidos, formas didácticas y tecnológicas que posibiliten el
enriquecimiento y la actualización de los aprendizajes.
La idea de Evaluación, está asociada íntimamente a las otras funciones básicas y está
presente durante todo el desarrollo de la cátedra; lo que implica que existe evaluación no
solamente al final del proceso (el logro de los objetivos e indicadores) o en las etapas intermedias
(seguimiento de logros para eventuales rectificaciones y ajustes) sino desde el mismo momento
del diseño y planificación de la cátedra, especialmente para sopesar la articulación de los
recursos, estrategias y la factibilidad de su desarrollo.
La Acción constituye, naturalmente, el conjunto de las operaciones relacionadas con el
proceso de aprendizaje en las que están involucradas también las otras funciones. De ahí que
hayamos definido a la gestión académica como un proceso integral y permanente, que se
reproduce dentro de una misma instancia pedagógica. Lo cual implica, necesariamente, la
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Comisión de Educación – Honorable Cámara de Diputados de la Nación 336
presencia efectiva de quién tiene a su cargo la conducción de los procesos de aprendizaje en el
marco de principios de participación y transparencia.
Dentro de esta concepción consideramos que es imprescindible salvaguardar la
importancia de la libertad de cátedra y la creatividad de la práctica docente y, en consecuencia,
alejar nuestras argumentaciones de concepciones funcionalistas ya que no estamos proponiendo
con sentido único la simple medición material de productos. Por el contrario, con la idea de
gestión académica, estamos sosteniendo la necesidad de explicitar con precisión las
expectativas de una cátedra de nivel superior en toda su complejidad, para que los miembros de
una comunidad universitaria (o institucional) podamos dialogar y entendernos en el marco de
categorías, metas y enfoques epistemológicos compartidos.
En esta etapa final del análisis corresponde preguntarnos si el “dictado” actual de una
cátedra en el nivel superior se corresponde con las exigencias que estamos señalando como
funciones básicas de la gestión académica y si los docentes poseen la formación necesaria para
asumirlas. Resulta obvio que no es pertinente hacer una generalización de instituciones de nivel
superior y menos aún de docentes, debido a la gran cantidad y diversidad de situaciones. Por
otra parte, es conocida y apreciada la existencia de numerosos investigadores y docentes de
jerarquía internacional que tienen presencia real en nuestras instituciones de nivel superior
quienes, suponemos, cumplen con rigurosidad teórica y metodológica las funciones que estamos
proponiendo como aspectos esenciales de la gestión académica. Sin embargo, tampoco
podemos dejar de reconocer que no existe un generalizado ejercicio de las mismas, sino
marcadas deficiencias y limitaciones. En estos casos, cuando hablamos de Planeamiento por
ejemplo, encontramos demasiados casos en los cuales se establecen los propósitos de la
cátedra a través de objetivos muy generales y abstractos, difíciles de evaluar o apreciar con
claridad sin caer en una alta subjetividad. Conceptos tales como “acercarlos al pensamiento
de...”, “desarrollar ideas y contenidos relacionados con...”, “introducirlos en el conocimiento de los
modelos...”, etc, están lejos de acercarse a la idea de Indicadores comunes y concretos que
estamos sosteniendo, por ejemplo: “sean capaces de identificar las tres principales causas y
consecuencias de ...”, “que el alumno sepa realizar cinco diferenciaciones entre...”, “utilizando los
contenidos desarrollados pueda medir el perímetro de...” etc, en los cuales el nivel de
subjetividad se reduzca al mínimo.
La Investigación, como parte necesaria del enriquecimiento de los aprendizajes, tampoco
se realiza de manera sistemática. En cuando a la Evaluación como instrumento de seguimiento y
ajuste del mismo proceso, cuando se realiza, es poco rigurosa o se efectúa de manera intuitiva y
a título personal por parte del titular de la cátedra o los auxiliares.
Finalmente, consideramos que la futura Ley de Educación Superior debería plantear
expresamente la necesidad de la formación docente como responsabilidad primaria de las
universidades e instituciones de nivel superior, ya sea a través de la organización de estructuras
institucionales específicas o de programas permanentes. En este sentido estamos afirmando que
la práctica habitual de los concursos ratificatorios de la aptitud profesional y las capacidades
pedagógico – didácticas son absolutamente necesarias, aunque no suficientes; es preciso que
estas instituciones aseguren a su comunidad y a la propia sociedad, que el docente tenga una
sólida formación y, en consecuencia, las capacidades para ejercer una gestión académica
apropiada.
(Resulta redundante aclarar que esta propuesta está orientada a realizar un aporte a los
análisis y discusiones de la futura Ley de Educación Superior, poniendo énfasis en la
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formación y función docente de manera específica, sin entrar a indagar sobre los otros aspectos
fundamentales que rodean y están relacionados íntimamente con esta problemática, en especial
lo referido a la dedicación y necesaria jerarquización salarial de nuestros investigadores y
docentes, lo que completaría seguramente nuestra idea de gestión académica).

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ASPECTOS RELEVANTES PAR A LA REFORMA DE LA LEY DE EDUCACIÓN
SUPERIOR

Por Augusto Pérez Lindo-7 de mayo de 200862

Para contextualizar las propuestas relacionadas con la reforma de la Ley de Educación me


parece pertinente retomar algunas conclusiones del informe “Prospectivas Educación
Superior 2020” (www.rapes.unsl.edu.ar) que realizamos para la SECYT en 2007:
el sistema de educación superior se expandirá pasando de los 2 millones de estudiantes
actuales a unos 4 millones para el 2020, donde el 60% estará en universidades
nacionales, el 20% en universidades privadas y el 20% en institutos superiores: este es el
universo para el que se tiene que legislar;
la internacionalización avanza, tanto con el MERCOSUR como con otros países, facilitar
la movilidad de alumnos y profesores, como asimismo asegurar la validez de las
equivalencias de certificaciones es algo que la ley tiene que contemplar;
la educación a distancia, y en particular la enseñanza virtual, tienen y van a tener un
crecimiento exponencial; cabe reconocer esta modalidad y crear mecanismos de
regulación especiales;
con las proyecciones actuales donde sólo un 20% de los ingresantes a la universidad
pública terminan los estudios, la frustración académica va a afectar a millones de jóvenes
en una época donde se necesita más que nunca facilitar la socialización de los jóvenes;
los programas de becas sustantivas y las políticas de retención y mejoramiento académico
deberían ser prioritarias;
el sistema de gestión universitaria nacional es muy deficiente, según reconocen todos los
actores, las universidades nacionales carecen por ello de capacidad de planeamiento y
gastan una parte importante de sus cargos en funciones administrativas o políticas; la
división de poderes, la profesionalización de los funcionarios, el mejoramiento de los
mecanismos de control de gestión, la creación de un sistema de arbitraje interno de
conflictos, son algunas de las respuestas posibles
las demandas masivas de recursos humanos no proviene de las profesiones tradicionales
sino del sector educativo y de la gestión pública, principal empleadora de profesionales.

Desde el punto de vista institucional me parece adecuado conservar dentro de la


denominación “educación superior” a todas las instituciones post-secundarias que ofrecen
carreras de dos, cuatro o más años. La denominación de “universidad” debería estar
reservada para aquellas instituciones que hacen investigación, ofrecen diplomas
profesionales y organizan cursos de posgrado. La distinción o jerarquización de las
instituciones en cuanto a la calidad o naturaleza de sus actividades debería quedar sujeta
a las evaluaciones institucionales de la CONEAU o agencias autorizadas.
Un objetivo fundamental de la ley de educación superior debiera ser la consolidación del
Sistema de Educación Superior que padece de varias
fragmentaciones y desactualizaciones. En este sentido me parece acorde con las
tendencias mundiales marchar hacia un espacio común entre las universidades y los
institutos superiores no universitarios. Existen diferencias en el valor de los diplomas y
62
Dr..Augusto Pérez Lindo, Director de la Maestría en Gestión y Políticas Universitarias del MERCOSUR, Universidad
Nacional de Lomas de Zamora, ex Profesor Titular de Filosofía en la UBA.
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certificados, que también existen entre las mismas universidades. La CONEAU y el
Consejo de Educación Superior son los encargados de establecer los estándares
comunes y los criterios de acreditación de carreras. El sistema de créditos, que ya ha sido
recomendado por la Reunión de Ministros de Educación del MERCOSUR, puede servir
eficazmente para especificar equivalencias y diferencias en las certificaciones. Por lo
tanto, debería estar instituido por la Ley de Educación Superior.
La Ley de Educación Superior debe revalorizar la autonomía de las comunidades
universitarias. En la actualidad la autonomía reposa en las instituciones y en aquellos que
controlan las instituciones. Pero la autonomía se pensó como una conquista para asegurar
que la comunidad académica conservara la libertad de pensamiento y la independencia
frente a todo poder político, gremial, económico o religioso. En la práctica, en muchas
universidades, el espacio público universitario ha sido ocupado por individuos, grupos
políticos, gremiales o religiosos. Las comunidades académicas padecen entonces un alto
grado de heteronomía. Con lo cual, además, se produjo de hecho una especie de
privatización, una apropiación particular, del espacio público universitario.
La Ley de Educación Superior debe afirmar el carácter de servicio público de la
universidad nacional y debe proteger la independencia de la comunidad académica de
todo poder unipersonal, político, gremial, religioso o económico. (Podemos mencionar el
caso de la UBA donde en los últimos 25 años de democracias todos los rectores han
defendido la plena autonomía al mismo tiempo que se le negaba total participación a la
mayoría de los docentes en la toma de decisiones porque no había concursos, porque
eran honorarios o porque no tenían estatus institucional, como los 2.500 docentes del
CBC).
Otro fenómeno que la Ley de Educación Superior debe contemplar es el de la
“endogamia”, o de la “autoreproducción” de los mismos actores que controlan la
universidad. En España la “apertura” del currículo y del claustro de profesores hacia el
mundo fue decisiva para renovar el sistema universitario en la transición democrática. En
Francia luego de 1968 se fueron imponiendo nuevas reglas para evitar que los profesores
y los estudiantes quedaran atrapados en la endogamia. Para asegurar el intercambio
académico y científico la Ley debe establecer que al menos el 10% de los docentes esté
compuesto por profesores externos y que al menos el 10% de las materias de los planes
de estudios puedan cursarse en cualquier universidad del país.
Actualmente el Ministerio de Educación tiene pocas posibilidades para llevar adelante
políticas públicas en educación superior. Se debería reconocer a la Secretaría de
Políticas Universitarias la capacidad para diseñar y promover programas especiales con
financiamiento adicional (como se viene haciendo). También se le debe asignar la
responsabilidad de mediar automáticamente cuando se pone en riesgo la gobernabilidad o
en caso de graves conflictos. En estos casos también sería conveniente promover la
creación del cargo de Mediador (Ombusman) Académico (como existe en España y otros
países) en todas las universidades nacionales a fin de arbitrar la resolución de conflictos
antes de llegar a los enfrentamientos o a los litigios jurídico-administrativos.
La futura Ley de Educación Superior debería establecer formalmente la convergencia
entre el sistema científico nacional y el sistema universitario nacional. Algo que no aparece
en la ley vigente. Esto implica que los institutos del CONICET y sus investigadores tienen
que tener articulaciones con las universidades nacionales (algo que ya se viene
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Comisión de Educación – Honorable Cámara de Diputados de la Nación 340
haciendo). Cuando las universidades establezcan sus propios programas de investigación,
los mismos tienen que ser congruentes con las prácticas científicas en todas las
universidades nacionales (algo que se ha demostrado indispensables en el programa de
Incentivos).
La colaboración científica y académica entre universidades públicas y privadas en función
de políticas públicas de interés científico y académico, debería ser favorecida. Si estamos
tratando de converger con todo tipo de universidades en el MERCOSUR con mayor
sentido deberíamos favorecer la convergencia de todos los actores universitarios y
científicos en el país. La Ley de Educación Superior debe favorecer la cooperación de
universidades públicas y privadas en el plano de los posgrados y de la actividad científica.
Esto puede contribuir a saldar en menos tiempo la brecha que el país tiene en esos
campos.
El sistema de Auditorías y de control de gestión de las universidades públicas es
deficiente y ha dado lugar a irregularidades. Los auditores internos son actualmente
designados por el Rector. Sería razonable volver al sistema de auditorías internas
independientes del Rectorado y establecer una conexión directa de los auditores con la
SIGEN.
La estructura de la CONEAU necesita una reforma para fortalecer su perfil académico y su
independencia de juicio. De hecho, es el tribunal académico superior de las universidades.
Por lo tanto, los miembros del directorio deberían tener el máximo grado académico y
deberían ser especialistas en educación superior en diversas disciplinas. El número de
miembros del directorio debiera ser de seis, como en Francia. Tendrían que ser
seleccionados por concurso público y por antecedentes publicados por lo menos en los
sitios web universitarios.
La CONEAU como órgano encargado de velar por la calidad y las acreditaciones necesita
otras reformas para que la acreditación de las especializaciones, que son muchas y
atascan los procedimientos, vuelvan a ser incumbencia de las universidades. Sería
conveniente también conservar a la CONEAU como única agencia nacional (en la
actualidad existen otras dos privadas) teniendo en cuenta las convergencias en curso
dentro del MERCOSUR universitario.
Un problema agudo es el crecimiento de las ofertas de educación superior a distancia. En
la actualidad hay cerca de 200.000 usuarios de cursos o programas completos de
educación a distancia. Hacia el 2020 podrían ser más de 600.000. La ley de educación
superior, con visión prospectiva, tiene que formalizar el reconocimiento del espacio de
educación superior a distancia y al mismo tiempo tiene que proponer la creación de un
organismo para regular la actividad del sector.
Actualmente existe la Red Universitaria de Educación a Distancia (RUEDA) por donde se
ofrecen cursos y carreras de las distintas universidades nacionales. Sería conveniente
,como en Brasil, formalizar la existencia de una Universidad Virtual Argentina con los
mismos componentes. En la misma línea de Brasil, sería conveniente crear una
Subsecretaría de Educación a Distancia para tratar los problemas específicos del sector.
Por ejemplo: dictaminar sobre la aparición constante, diaria, de ofertas transfronterizas y
mercantiles en el espacio nacional.
El MERCOSUR educativo ha permitido acordar mecanismos para reconocimiento de
diplomas y para acreditación de carreras profesionales. También se ha avanzado en
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Comisión de Educación – Honorable Cámara de Diputados de la Nación 341
términos de intercambios académicos. Brasil ya creó la UNILA, universidad para la
integración latinoamericana. El perfil bilingüe o trilingue (portugués, inglés, castellano) de
los graduados brasileros confiere una ventaja evidente en el mercado profesional y coloca
a los argentinos en desventaja. Por lo tanto, debiera reconocerse como requisito de todas
las carreras de posgrado el aprendizaje del portugués y del inglés para asegurar la
inserción de los graduados en todo el continente americano. El aprendizaje del español
está instituido por ley en las escuelas primarias y secundarias de Brasil. Aquí podría
instituirse como requisito de los estudios de posgrados el conocimiento del portugués,
cumpliendo así con los protocolos del MERCOSUR.
El posgrado se encuentra desfinanciado y desjerarquizado. No forma parte del
presupuesto y del gobierno universitario. Sus alumnos y profesores no tienen claustro ni
ciudadanía universitaria, no votan. El posgrado es el talón de Aquiles de la Argentina en
este momento. Mientras que Brasil gradúa cerca de 10.000 doctores por año, Argentina
forma cerca de 500 doctores por año. El sistema de posgrado y en particular los
doctorados deben ser financiados por el presupuesto universitario nacional y no como en
la actualidad en que la mayoría se costea con los aranceles de los alumnos. Reconocer la
ciudadanía universitaria de los profesores y estudiantes de posgrados sería coherente con
el modelo de co-gobierno que sustenta la gestión en las universidades nacionales.
Otro aspecto importante es la valorización de los títulos de posgrados que no dan lugar a
remuneraciones especiales, como ocurre con los títulos de grado. (Esto se ha planteado
en las paritarias con los gremios universitarios). También es importante afirmar, como se
hace en algunos estatutos universitarios, y en la ley de educación superior vigente, que los
cargos superiores de profesores (profesor titular, asociado) requieren el máximo nivel
académico (el doctorado).
Asegurar la igualdad de oportunidades para acceder a la educación superior es un
principio que tiene consenso universal. Pero, aplicar este principio se requieren fuertes
programas de becas. La experiencia internacional muestra que solo cuando los individuos
discriminados y con bajos recursos disponen de un apoyo económico específico pueden
superar las barreras sociales, culturales o de género. La ley de educación superior puede
establecer que se destine un 10% del presupuesto universitario nacional para un
programa de unas 40.000 becas mensuales equivalentes a un salario mínimo. (En 2007 el
Ministerio de Educación otorgó cerca de 6.000 becas universitarias anuales de $ 2.500).
En EE.UU. y Europa el gasto en becas equivale a más del 30% del gasto en educación
superior.
Salvaguardar las publicaciones científicas, pedagógicas y culturales es de sumo interés
para las universidades y para el país. La ley de educación superior podría alentar la
formación de un consorcio de universidades nacionales para las publicaciones y
producciones multimediales de carácter académico. Ya existe REUN (Red de editoriales
universitarias nacionales) que podría transformarse en una editora universitaria argentina
con capacidad para proyectarse hacia todo el mundo de habla castellana.
La internacionalización académica avanza. La movilidad estudiantil crece. El MERCOSUR
educativo ya ha analizado la conveniencia de instituir el sistema de créditos para facilitar
los intercambios de estudiantes. El Proceso de Bolonia en Europa (54 países) también
incorpora este mecanismo. Convendría adoptar entonces el sistema de créditos para
todas las universidades argentinas, públicas o privadas. Esto permitiría, también,
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Comisión de Educación – Honorable Cámara de Diputados de la Nación 342
flexibilizar el currículo, ya que los estudiantes podrían incorporar a su plan de estudios
materias cursadas en distintas instituciones.
La actual ley de educación superior buscó fragmentar las negociaciones salariales y las
organizaciones gremiales. Con un gran desgaste para todos los sectores involucrados.
Las fuentes principales de recursos de las universidades nacionales provienen del Estado
Nacional y por lo tanto hay que volver a una única paritaria para el personal docente y
empleados. Esto implica establecer también un escalafón único para docentes y para
empleados de las universidades nacionales. Las condiciones de las carreras docentes, del
régimen de concursos y de otros procedimientos tienen que ser coherentes con el carácter
“nacional” de los cargos. O sea, tiene que asegurarse la apertura nacional al concurso de
candidatos de cualquier lugar del país.
Para facilitar la movilidad estudiantil en todo el sistema universitario nacional conviene
instituir un Código Universitario Nacional para el cual ya está preparado el SIU, Sistema
de Información Universitario del Ministerio de Educación. Con este Código se podrán
obtener vía Internet o telefónica todas las informaciones pertinentes del interesado y se
podrán realizar trámites de inscripción y otros.
La internacionalización de la educación superior ya forma parte de la experiencia de casi
todas las universidades. La Ley de Educación Superior, como se está procediendo en
Europa, debe por un lado promover la circulación de estudiantes y profesores; y por otro
lado debe asegurar la correspondencia de las certificaciones académicas. En este sentido
la Ley de Educación Superior española permite que un estudiante universitario elija hasta
un 10% de materias electivas en cualquier universidad del país en acuerdo con sus tutores
académicos. Esta modalidad podría ser adoptado por la LES argentina.
El actual sistema de gobierno en las universidades nacionales padece de una estructura
pre-moderna donde se confunden las funciones ejecutivas, legislativas y arbitrales en los
consejos superiores. Sería absolutamente conveniente delimitar esas instancias y
establecer la división de poderes y de funciones. El Rector y los Decanos tienen que tener
todas las responsabilidades en tanto autoridades electas para tomar las decisiones
administrativas y operativas. Los Consejos Superiores tienen que tener como función
establecer políticas académicas y ejercer el control de gestión. Deben existir mecanismos
de arbitraje de conflictos, para eso se propone la creación de la figura del Mediador
Académico, que debería ser un profesor de máximo nivel y reconocimiento elegido por
todos los miembros de la comunidad universitaria por voto universal.
La distribución de los cupos de participación de los claustros en todas las universidades
tiene que ser igual para todas las universidades nacionales, porque de lo contrario se
crean asimetrías que los distintos sectores consideran injustas (inclusión/no inclusión de
empleados en el gobierno, mayor o menor participación de estudiantes, mayor o menor
participación de profesores, etc.). A mi entender una estructura de participación similar al
de las universidades federales brasileras parece el más adecuado: 60% de votos para los
profesores, 30% del voto para estudiantes y 10% del voto para empleados. La inclusión
del voto de los graduados se ha demostrado redundante e innecesaria. El claustro de
graduados no cumplió con las funciones que se pensaron que podía asumir: conectar a la
universidad con la sociedad, aportar informes sobre las demandas profesionales en el
mercado, procurar recursos extra para las universidades.

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Comisión de Educación – Honorable Cámara de Diputados de la Nación 343
En cuanto a los empleados, pensando en una participación efectiva de los mismos en el
co-gobierno, debiera establecerse la carrera del funcionario universitario que requiere que
todo el personal administrativo, técnico y profesional tenga diploma universitario (algo
usual en universidades norteamericanas, europeas y brasileras). Por otro lado, esto
implica profesionalizar la gestión de las universidades hasta el cargo de los Secretarios de
Facultad. O sea, deben ser personal de carrera. En este momento ya existen programas
de tecnicatura en gestión universitaria que han sido organizadas por los gremios o por
algunas universidades.
El sistema argentino de educación superior ofrece más de 5.000 títulos, con posibilidades
de acceso variadas en todo el territorio nacional y por Internet. Sus problemas principales
radican en los bajos rendimientos académicos y en la incapacidad para planificar y
determinar cambios y objetivos para el futuro. Necesita reforzar la gestión pero también la
calidad académica.
Si el sistema de educación superior mejorara hasta alcanzar un 50% de graduados entre
sus ingresantes, cerca el promedio regional latinoamericano, entonces el problema sería
la capacidad del mercado y de la sociedad para absorber estos graduados (que podrían
ser del orden de los 200.000 por año para el 2020). Argentina ya posee el perfil educativo
más alto de su fuerza de trabajo en América Latina. Por lo tanto tiene una de las
condiciones esenciales para adoptar un modelo de desarrollo con uso intensivo del
conocimiento. Esta es la decisión crucial. Que debería comenzar en el Estado, principal
empleador de profesionales universitarios. La profesionalización de las funciones públicas
y la preparación de funcionarios públicos desde la misma universidad resulta fundamental.
En la perspectiva optimista de un país con un modelo de desarrollo inteligente y solidario,
la función de la ley debe ser la de facilitar, no reglamentar, los cambios y de asegurar
mecanismos que permitan realizar políticas de igualdad de oportunidades, de
transferencias de conocimientos a la sociedad, de producción científica y innovaciones
pedagógicas.
Si tenemos en cuenta que la Educación Superior en general va a atender a cerca de 4
millones de personas en los próximos diez años, de los cuales el 60% corresponderá a la
matrícula de las universidades nacionales, si tenemos en cuenta el alto índice de
deserción que se produce actualmente y los déficit de equipamiento existentes, el
presupuesto de las universidades nacionales no podría ser inferior al 1% del PBI. (en la
actualidad se encuentra cerca del 0,8% para una PBI estimado de unos 250 mil millones
de dólares). Este volumen de inversión se justificaría por el impacto de la educación
superior en el crecimiento económico, porque permitiría mejorar la retención de los
jóvenes en la enseñanza universitaria y porque fortalecería las políticas sociales que
buscan la equidad.

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Comisión de Educación – Honorable Cámara de Diputados de la Nación 344
Consideraciones en torno al modelo del país que queremos
Por Mario Rapoport, 4 de abril de 2008.

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APORTES PARA LA DISCUSIÓN
Por Jorge Huergo Fernández

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Comisión de Educación – Honorable Cámara de Diputados de la Nación
LA EDUCACIÓN SUPERIOR
Por Hugo Ricardo Arreghini, 22 de mayo de 2008.63

Lo que sigue es la opinión, estrictamente personal, de un docente ya retirado de las funciones


que directamente ponen en contacto con la realidad más próxima a la generalidad. En
consecuencia, en la visión del que está más cerca del quehacer cotidiano, pueden mostrarse
teñidas con un color utópico. Por eso, y tal vez porque poner en práctica esos conceptos requiere
la energía y el coraje que es patrimonio de los jóvenes, su expresión está hecha en lenguaje
condicional. Aun así, la acompaña la esperanza que pueden ser apreciadas y tenidas en cuenta
para conseguir la transformación social que todo el mundo anhela.

Si se pretende asegurar la educación, toda la población debería disponer los medios para
conseguirla en niveles que permitieran su acceso al escalón superior. Tener lo necesario significa
no sólo los establecimientos y personal preparados para impartirla. Hasta cumplir la etapa de lo
que se denomina enseñanza secundaria, el individuo debería estar preparado económicamente
para que ello sea posible. Sólo la equidad que proporciona una justa distribución de la riqueza
asegura la perspectiva de la igualdad de oportunidades. Este es un requisito fundamental para
aspirar a la educación para todos.Así como el volumen de riqueza crece con su mejor repartición
en el conjunto de la sociedad, la educación acrecienta sus efectos sociales cuando esa
asignación apropiada de los recursos facilita la introducción de la población en el ámbito que le
permite educarse.

El Estado resigna esta función cuando no es capaz de conseguir el objetivo del bienestar social
que se compadece, únicamente, con que cada individuo disponga lo que exige su subsistencia
digna con suficiente alimentación, indumentaria, vivienda, servicios de seguridad, de salud y
educación que le permita una competencia mínima para proyectarse con su propio esfuerzo.

La incorporación del individuo al nivel superior de enseñanza tendría, sólo de ese modo, la
posibilidad de un ingreso irrestricto y debería afirmarlo demostrando haber asimilado lo que se le
ha brindado sin limitaciones en la etapa anterior en la que el Estado le proporcionó todo lo que su
preparación adecuada exigía.Esto significa que la demostración de haber aprovechado ese
esfuerzo que la comunidad ha realizado para su instrucción básica, compete ya al propio
interesado en su educación superior.

El nivel de excelencia que ella exige, justifica que se compruebe si ha habido, por parte del
interesado en iniciar estudios superiores, el uso debido de los recursos de que dispuso y es
capaz de demostrar que ha obtenido capacidad suficiente para ello y tiene la aptitud para
incorporarse a ese tramo de su desarrollo humano.El Estado, en este punto, no quedaría liberado
de su responsabilidad en la educación, buscaría, en esa instancia, hacer una selección que le
permita ser más eficiente en la gestión que le compete a partir de ella. Implica que podría
obtener, con el mismo costo insumido, beneficios sociales mayores.

Que se logre una buena relación, sobre todo numérica, entre profesores y alumnos en las casas
de altos estudios, no debería depender exclusivamente de la cantidad de los educandos que
hayan logrado superar las pruebas a que son sometidos para ingresar y luego para transitar
hacia la consecución de su graduación, también de la disposición suficiente de los encargados de
63
Prof. Emérito, Universidad Nacional del Centro de la Provincia de Buenos Aires.

CONSULTA HACIA UNA NUEVA LEY NACIONAL DE EDUCACIÓN SUPERIOR 371


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guiar el curso de ese camino.Hasta ahora esa proporción se ha demostrado inconveniente, con
un número de alumnos que no puede ser atendida eficazmente por los profesores, lo que ha
quitado seriedad al desarrollo de los cursos y confiabilidad plena a la evaluación que se hace del
conocimiento asimilado por los alumnos. Al desinterés que promueve en los graduados la falta de
una retribución que los motive para intervenir en la docencia superior se agrega que la
Universidad no alienta, de manera sistemática, su preparación para la carrera docente.

Mientras no se entienda la necesidad de fomentar, permanentemente, la renovación de los


cuadros de profesores de una manera orgánica, que prepare a los graduados otorgándoles las
condiciones pedagógicas que son necesarias para desempeñar una tarea de esa jerarquía, se irá
paulatinamente degradando su calidad.

Una manera de revertir esa tendencia sería instalar, en cada Universidad, la carrera docente que,
a partir de los graduados, impulse la formación de grupos de ellos dedicados, específicamente, a
la enseñanza, de manera que tengan asegurada con esa actividad la base de su sostén
económico y garanticen su retiro digno.El docente tendría siempre, mientras dure su vinculación
activa con la Universidad, que responder periódicamente a pruebas que garanticen el
mantenimiento de sus dotes para cumplir la función y una actualización permanente del
conocimiento que debe transmitir.

El sistema a emplear con ese propósito podría ser el que actualmente es utilizado, concursando
en competencia con otros aspirantes a los cargos que se deban proveer pero considerando,
igualmente, los antecedentes que acrediten su actuación anterior en la carrera que desempeña,
de tal modo que ellos representen una parte importante de los argumentos para retener su cargo
y garantizar con ello el arraigo que los une a la institución donde actúan.

Independientemente del seguimiento que cada profesor haga sobre los avances de la disciplina
que tiene a su cargo enseñar, la Universidad haría reuniones en las que impulse el intercambio
de ideas sobre esos permanentes cambios y motivaría la relación con otras para que sus
profesores estén obligados a mantenerse en permanente acción informativa y de elaboración de
trabajos que afirmen su capacitación sobre los temas de incumbencia de sus cátedras.

La tarea educativa debería desvincular a los docentes en posiciones de conducción (titulares,


directores, consejeros, secretarios académicos, decanos, etc.) de cualquier otra actividad
profesional privada o pública afín con su gestión, para que la dedicación de ellos a la Universidad
sea completa. En contra de esa exclusividad se argumenta entendiendo que con ella el
profesor pierde profesionalismo porque no realiza el ejercicio práctico de la actividad que
concierne a las asignaturas que tiene a cargo. Se sostiene que la afirmación de sus
conocimientos requiere el contacto con la actividad que desarrolla el graduado después de
concluir su carrera porque sólo esa actuación proporciona integralmente la experiencia que da
capacidad plena. Para resolver este inconveniente, antes de otorgar el grado, debería
imponerse una adiestramiento intensivo que diera al estudiante, próximo a obtenerlo, suficientes
elementos que garantizaran que está preparado para profesar (en el sentido de ejercer y también
de enseñar). Esto debería complementarse obligando a que tal ejercicio sólo pueda ser
independientemente realizado después de haber actuado el graduado por lo menos dos años

CONSULTA HACIA UNA NUEVA LEY NACIONAL DE EDUCACIÓN SUPERIOR 372


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bajo la dirección de otro profesional o cuerpo ejecutor debidamente habilitado.

La misma Universidad podría hacerlo, porque ella debería contar con un departamento ocupado
de la prestación de los servicios profesionales ejecutados por sus profesores, que debería ser un
testigo de comportamiento de los que se dedican a ello. Se trataría de influenciar la
actividad profesional desde lo académico y no, como actualmente ocurre en dirección inversa, y
de poner más fuertemente en duda si la educación, la seguridad, la salud, pueden considerarse
objeto de lucro. La acción de la Universidad fortalecería, de tal modo, su relación con la
comunidad, trasladando desde su ámbito, no sólo el conocimiento más reciente, también
recordando las reglas básicas para la convivencia social armónica.

El motor natural del avance científico y tecnológico debe estar en la Universidad, para que ello no
sea una simple declamación que consigue frutos reducidos y esporádicos; la instalación de
institutos de investigación dotados de los medios necesarios es imprescindible. El empuje
debería venir desde el aprendizaje de los alumnos y la investigación ser obligatoria también como
materia de cualquier Facultad. Se trataría de despertar en los jóvenes una cultura en ese sentido,
que facilite luego su participación en el desarrollo orgánico de una tarea que impone la acción
racional porque ayuda a pensar ordenadamente con base sólida y objetivos firmes. También
sería el último servicio que los profesores deban prestar a la Universidad cuando su edad hace
más difícil su contacto con los estudiantes.

La educación, si en sus contenidos se respetan los principios fundamentales de armonización


social, es el único instrumento capaz de modificar el caos que gobierna al planeta y detener la
destrucción a que parece estar sometido inexorablemente.

Puede todavía confiarse en ella porque aun es factible lograr el cambio cultural para que ello no
ocurra. No será un proceso sencillo que requiere ser medular y demandará mucho tiempo
incorporarlo, pero es igualmente axiomático que sólo puede impulsarse desde los niveles más
altos de la educación superior que debería ser la que proporcione los dirigentes sociales
confiables.

En esa dirección, los componentes de cualquier programa de acción no deberían omitir las
normas a que se ha aludido anteriormente que son ineludibles para conseguir el bienestar
general.

Las que se destacan claramente tienen que ver con la defensa de la ética, de la moral, de los
derechos humanos, de la competencia, con la protección del medio ambiente, la equitativa
distribución de la riqueza, la cooperación para resguardo del consumidor, la transparencia del
mandatario y su rendición de cuentas sobre la representación delegada. Entender que de tal
modo será más fácil aspirar a obtener mayor seguridad, mejores índices de salud, superiores
resultados económicos comunes, no demanda esfuerzos especiales.

La educación superior aplicada inteligentemente está aún en condiciones de ser la herramienta


hábil para modificar el triste destino a que se encamina hoy la humanidad.

CONSULTA HACIA UNA NUEVA LEY NACIONAL DE EDUCACIÓN SUPERIOR 373


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AUTONOMÍA, AUTARQUÍA Y FINANCIAMIENTO
Por Dr. Alfredo Salibián, 22 de mayo de 2008.64

La Autonomía y la Autarquía de las Universidad Nacionales deben ser intocables. De la misma


forma, el Financiamiento debe ser provisto por el Estado y los Organismos específicos que
auxilian a las UUNN en el logro de sus finalidades, objetivos y programas.

No obstante, se deben diseñar estrategias que aseguren la formación “homogénea” de los


profesionales de grupos de carreras “críticas”, las que hacen a la seguridad de las personas (por
ejemplo: medicina, ingeniería agronómica). Para ello se requiere de Organismos planificadores
específicos con la misión de articular esas carreras radicadas en las diferentes Instituciones del
sistema nacional (y auditar permanentemente las del sector privado).

Eliminar los mecanismos centralizadores vigentes (por ej., Programa de Incentivos) que
interfieren y deforman el funcionamiento de las UU NN con estímulos económicos “en negro”
(con lo cual el Estado actúa en este aspecto de manera ilegal) y “estimulando” actividades sin
suficiente arraigo intelectual y/o institucional..

La solución a esta observación demandará una re-estructuración de los presupuestos


universitarios, por una revisión de los criterios que determinan los mismos (que no pueden
limitarse o preferenciar a las dimensiones de la matrícula).

ARTICULACIÓN CON LOS OTROS NIVELES DEL SISTEMA EDUCATIVO


Por haber impactado de manera adversa sobre el nivel universitario (debido a la fragmentación-
descentralización intencional que la afectó), es necesario promover la restauración en el nivel
preuniversitario (polimodal) de las características que se le reconocían en el pasado,
especialmente en lo referente a la formación uniforme de sus alumnos, esto último sin ataduras a
los establecimientos educativos o a la localización geográfica.

GOBIERNO Y ADMINISTRACIÓN DEL SISTEMA DE EDUCACIÓN SUPERIOR


La LES debería asegurar la dedicación de los docentes-investigadores a sus funciones
específicas, evitando estimularlos para la búsqueda de alternativas (mal llamadas “genuinas”) de
financiamiento para sus tareas de docencia e investigación, o para ver aumentados sus ingresos,
con los riesgos que acompañan a ese tipo de iniciativas.

A nivel general: que el Estado retome la activa función de proteger y desarrollar el sistema
nacional como alternativa que asegure la igualdad de oportunidades para acceder a la Educación
Superior de calidad uniforme (por encima de los intereses sectoriales de diverso carácter).

Revisar críticamente los aspectos de las política universitaria caracterizados por su fuerte
incidencia centralizadora, que impactan a las UU NN y lesionan su autonomía y autarquía (por ej.
la CONEAU tal como actuó hasta la fecha) y que fueron también demandadas por los
Organismos Internacionales; por el contrario, el Estado debería -a través de su LES- ser la

64
Profesor Titular Emérito, Universidad Nacional de Luján.

CONSULTA HACIA UNA NUEVA LEY NACIONAL DE EDUCACIÓN SUPERIOR 374


Comisión de Educación – Honorable Cámara de Diputados de la Nación
instancia promotora de estrategias y procesos integradores consensuados (y no fragmentadores
sobre supuestos de excelencia difusos).

GOBIERNO Y ADMINISTRACION DEL SISTEMA DE EDUCACION SUPERIOR.


Se considera necesario reprensar el gobierno de las UU NN revisando su estructura de tal forma
que sea factible separar las discusiones político-académicas de las estrictamente administrativas.
La experiencia indica que ambos ámbitos en un mismo escenario, permanentemente compartido,
no en un encuentro fructífero en todos los casos.

Algunos aspectos del sistema de gobierno de las UU NN merecen ser revisados en profundidad a
la luz de la experiencia acumulada. Uno de ellos es la participación de los no docentes: el acceso
activo de ese sector de la comunidad universitaria al Gobierno de la Institución puede brindar
importantes contribuciones, pero ellas pueden concretarse por sendas y espacios diferentes de
los actuales.

El Estado debe retomar el ejercicio del control periódico y regular sobre la habilitación, ofertas
académicas, auditorias y estructura de las UU Privadas.

Un aspecto crítico ineludible es todo lo referente a la normativa para la creación de nuevas


Universidades públicas, que debería requerir estrategias y mecanismos completamente
diferentes de las que se están aplicando en los últimos tiempos.

CONDICIONES DE INGRESO, PERMANENCIA Y EGRESO DE LOS ALUMNOS,


DOCENTES Y NO DOCENTES Y PERSONAL ADMINISTRATIVO Y TÉCNICO.
En el sistema de UU NN pueden apreciarse también –al menos- dos situaciones graves tanto
para los alumnos como para las Instituciones y que la legislación normativa de la futura LES
debería contemplar: a) elevada “mortalidad académica”, especialmente en los tramos iniciales de
los estudios, y b) permanencia de los alumnos por un lapso de tiempo mucho más allá del
correspondiente a la duración prevista para sus carreras.

Todo parece indicar que ambos problemas están ligados al ingreso asegurado por el principio del
acceso irrestricto a la educación superior pública y gratuita (un valor que es necesario custodiar
con el agregado de algunas iniciativas tendientes a su perfeccionamiento). Por otra parte, la
permanencia prolongada parece tener una consecuencia socio-económica perversa: disminuye el
índice de desocupación.

Además, mencionamos otra consecuencia igualmente perversa: después de una permanencia


prolongada en la Universidad egresan, especialmente los graduados de carreras científico-
tecnológicas, con un peligroso grado de desactualización de sus saberes debido, principalmente
a la elevada tasa de renovación y cambios en el conocimiento que muchas veces los obsoletiza
dentro mismo del período de duración de la carrera cursada.

En otras palabras, la Universidad corre el riesgo de estar proveyendo a la sociedad profesionales


desactualizados o en riesgo de serlo en breve tiempo. Esto requiere un urgente abordaje
promoviendo acciones complementarias de la LES (principalmente de índole económica) creando
las condiciones para que el tránsito de los alumnos a través de sus Planes de Estudio sea
factible en los tiempos previstos y razonables.

La Universidad se vería beneficiada con el restablecimiento de la “docencia libre” y una estrategia

CONSULTA HACIA UNA NUEVA LEY NACIONAL DE EDUCACIÓN SUPERIOR 375


Comisión de Educación – Honorable Cámara de Diputados de la Nación
de erradicación de la docencia ad honorem.

FUNCIONES DE LA EDUCACION SUPERIOR: DOCENCIA, INVESTIGACIÓN,


EXTENSIÓN Y GESTIÓN.
La LES debería considerar el papel de las UU NN en nuestra sociedad asegurando,
especialmente, que ellas sean visualizadas como ámbitos democráticos y democratizadores.
Posiblemente ésa sea la función de “extensión” más importante y beneficiosa para la sociedad
que la sostiene.

La LES debe regular la función de la Institución universitaria bajo la premisa irrenunciable de que
la educación es un derecho y su gratuidad debe ser su característica relevante.

Es necesario adoptar todas las precauciones necesarias para asegurar el cumplimiento de las
responsabilidades primarias de la Universidad. En cuanto a la investigación se la deberá
promover en un marco de completa libertad académica, bajo la inspiración de un principio básico:
la Universidad es el ámbito por antonomasia para la creación de conocimientos válidos.

La extensión, en cambio, puede ser un espacio con dinámicas más variadas y flexibles.

La gestión está vinculada a la Autonomía en tanto ella significa disponer y utilizar su capacidad
para diseñar el modelo que considere más apropiado para la Institución.

VINCULACIÓN CON LA NORMATIVA EN VIGENCIA.


Urge promover una LES “propia”. La existencia de las Leyes que regulan la Educación en nuestro
país así como la normativa derivada de ellas conllevan aspectos operativos y concepciones
acerca de la educación, la sociedad y el estado que es necesario revisar críticamente a la luz de
la realidad actual, luego de casi dos décadas de su aplicación.

Conviene recordar que la existencia de esas Leyes fue una condición impuesta del Banco
Mundial para otorgar créditos (que avanzó tanto como para proponer la privatización del
CONICET).Es necesario revertir esa situación. Para poder desprender al sistema de Educación
Superior de ese tipo de dependencia se requerirán –además- ajustes presupuestarios acordes en
los recursos educativos, y permanentemente actualizados mediante mecanismos ágiles.

CONSULTA HACIA UNA NUEVA LEY NACIONAL DE EDUCACIÓN SUPERIOR 376


Comisión de Educación – Honorable Cámara de Diputados de la Nación
PERTINENCIA Y SENTIDO DE LA UNIVERSIDAD
Por Roberto N. Domecq, 22 de mayo de 2008.65

Introducción

En presentaciones anteriores hemos analizado los cambios que debieron enfrentar las
universidades en la década de los 90 y en los primeros años de este siglo.Hemos asociado el
sentido de la universidad al modo de procesar dichas transformaciones. Hemos privilegiado esta
aproximación a la búsqueda de una ontología de la universidad, a la identificación de un espíritu
que la atraviese en sus distintos momentos históricos, a la manera que se desarrolló su
organización y cambiaron sus reglamentos.

Como señala Brical (universidad 2000) “precisamente el prestigio y la importancia que en cada
período han tenido las universidades, depende en gran medida de su capacidad para digerir o
acaso propiciar y entender los cambios”. La universidad tal como la concebimos hoy en día tiene
una historia relativamente reciente que no alcanza a dos siglos. Es la universidad que quedó
fuera de las revoluciones burguesas del siglo XVIII que se adaptó al cambio en el siglo XIX y que
hoy muestra signos ostensibles de perplejidad frente a los cambios recientes. Como señala el
Rector de la universidad de Salamanca (Colombus, 1996) “tampoco era aquella universidad un
lugar para la creación de la ciencia experimental, sino más bien, casi exclusivamente, formadora
de funcionarios para el Estado o de notables para la iglesia.” La universidad de Salamanca – de
manera similar a la de Bolonia, Oxford o la Sorbona – cumplían su cometido aportando al Imperio
notarios, juristas, virreyes, obispos, inquisidores o modestos escribanos. Era en suma
“dependencia de los poderes reales y eclesiásticos, en la que la ortodoxia se mantenían con
dureza”. La universidad como creadora de ciencia no comenzó a ser realidad hasta el siglo XIX.
Salvo unas pocas universidades, la mayoría de las más conocidas desarrollaron un activo papel
anti-ciencia frente a las academias, escuelas y colegios que surgieron con la ilustración. En
Salamanca Newton (1643-1727) recién se enseña en el siglo XIX.

En el minucioso estudio de T.S.Ashton sobre La Revolución Industrial al referirse al proceso de


innovación que acompaño dicho período (1760/1837) no aparecen las universidades inglesas
(salvo Glasgow en la que hacía sus reuniones Watt, si bien no era profesor de la misma). La
crisis de las universidades frente a las revoluciones burguesas y a los cambios científicos de la
modernidad que se acaban de presentar sólo sirven de referencia a esta nueva y “ostensible
dificultad” de las universidades para procesar los cambios recientes. Esta dificultad de la
universidad para procesar los cambios recientes es lo que otorga validez a la reflexión sobre
sentido y pertinencia.

Desarrollar las capacidades para procesar las transformaciones recientes constituye una tarea
política y científica compleja. Siempre existen dos tentaciones fácilmente accesibles: hagamos de
cuenta que la mundialización no existe o enseñemos a adaptarse a la misma. Lo difícil es
ensanchar el campo de lo posible. Desarrollar el espíritu crítico, pensar alternativas.

Se requiere de cierta humildad para entender; para actuar. No ayuda el fundamentalismo, ni las
respuestas mecánicas que simplifican la realidad. El reconocimiento y la incertidumbre de
Hobsbawn son más provocativos que los axiomas metafísicos de los dueños de la verdad. Dice
Hobsbawn:

...el siglo XX corto acaba con problemas para los cuales nadie tenía o pretendía tener una
solución”

65
Prof. Emérito, Universidad Nacional de General Sarmiento.

CONSULTA HACIA UNA NUEVA LEY NACIONAL DE EDUCACIÓN SUPERIOR 377


Comisión de Educación – Honorable Cámara de Diputados de la Nación
“Posiblemente la característica más destacada de este período final del siglo XX es la
incapacidad de las instituciones públicas y del comportamiento colectivo de los seres
humanos, de estar a la altura de ese acelerado proceso de mundialización.”
“..es un mundo en el que no sólo no sabemos a donde nos dirigimos sino tampoco a
donde deberíamos dirigirnos” pero agrega “si la humanidad tiene un futuro no será con el
capitalismo que hoy conocemos.

En esta dificultad de las instituciones públicas, para estar a la altura de ese acelerado proceso de
mundialización se inscribe el problema de la universidad.

No es la inmanencia de una institución. Es su capacidad real de optar, de entender el cambio, de


saber que tiene que enseñar y que tiene que investigar y para quien, con quien y como. No
significa que no sea relevante la administración o la legislación. Lo que queremos remarcar son
los cambios sustantivos que es necesario introducir en la universidad para que sirvan como
términos de referencia al redactor de las normas. Los redactores no crean ni gestionan el
conocimiento.

En primer lugar analizaremos el proceso de organización de la Universidad Nacional de General


Sarmiento para identificar las opciones de investigación y de formación que se adaptaron en el
período 1993/98 y cuales fueron sus implicaciones institucionales. Se tratará de leer en los
hechos que fueron conformando la universidad la pertinencia y el sentido de los mismos como
así también las ambigüedades y los vacíos.

En el análisis de la pertinencia pasaremos revista al desarrollo de estos conceptos en las


universidades de América Latina y Europa tomando en cuenta los cambios recientes que la
involucran, el carácter inédito de los problemas, los nuevos sistemas de relaciones y su dinámica.
¿Y porqué no, la perplejidad ante la naturaleza ubicua y evasiva de los desafíos?

En este trabajo se ha descrito esencialmente su período fundacional; esto en modo alguno


implica desconocer los aportes y los esfuerzos para desarrollar la universidad de las
administraciones que le sucedieron.66

66
El trabajo completo que forma parte del documento puede consultarse en
http://www1.hcdn.gov.ar/dependencias/ceducacion/LES/APORTESLES/Domecq.htm, sitio consukltado septiembre 2010.

CONSULTA HACIA UNA NUEVA LEY NACIONAL DE EDUCACIÓN SUPERIOR 378


Comisión de Educación – Honorable Cámara de Diputados de la Nación
VERSIONES TAQUIGRÁFICAS

En la página de la Honorable Cámara de Diputados de la Nación (HCDN), en el link


correspondiente a la comisión de Educación de ésta, se puede acceder a las versiones
taquigráficas de algunas de las reuniones llevadas a cabo en el marco de la Consulta hacia
una nueva Ley Nacional de Educación Superior. Para ello debe ingresar a la página de
Internet de la HCDN www.hcdn.gov.ar pestaña “composición”, pestaña “comisiones”,
pestaña sitio comisiones, Educación.

Indice versiones taquigráficas disponibles

12-3-08
Visita Consejo Interuniversitario Nacional -CIN-

9-4-08
Visita Consejo de Rectores de Universidades Privadas -CRUP-

16-4-08
Visita Ministro de Educación de la Nación, Lic. Juan C. Tedesco

30-4-08
Visita Federación Universitaria Argentina -FUA-

6-5-08
Visita organizaciones gremiales -14hs.-
Visita investigadores -17 hs.-

7-5-08
Visita expertos en educación superior

13-5-08
Visita Sector Productivo -14 hs.-
Visita organizaciones sociales -17 hs-

22-5-08
Visita Profesores Eméritos

27-5-08
Visita Institutos Universitarios de las Fuerzas de Seguridad -10 hs.-
Visita Organizaciones Estudiantiles de Nivel Superior -14 hs.-

28-5-08
Visita Institutos Universitarios de las Fuerzas Armadas

29-5-08
Institutos Terciarios Docentes

24-9-08
Visita del Colegio Público de Abogados de la Cap. Fed. - C.P.A.C.F.

4-11-08
Visita Coordinadora General del Programa de Construcción de Ciudadanía y Directora del
Observatorio Argentino de Violencia en las Escuelas del Ministerio de Educación de la Nación,
Lic. Mara Brauer

CONSULTA HACIA UNA NUEVA LEY NACIONAL DE EDUCACIÓN SUPERIOR 379


Comisión de Educación – Honorable Cámara de Diputados de la Nación
18-11-08
Visita Ministro de Educación de la Nación, Lic. Juan C. Tedesco

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Comisión de Educación – Honorable Cámara de Diputados de la Nación
PROYECTOS DE LEY DE EDUCACIÓN SUPERIOR

INDICE DE PROYECTOS VIGENTES EN LA COMISIÓN DE


EDUCACIÓN ENTRE 2008 Y 2009

1. 0342-D.-09
Augsburger, Geréz, Viale, Sesma, Zancada, Martín, Cuccovillo, Fein y Barrios: de ley. Educación
Superior. Régimen. Derogación de la Ley 24521. (Educación y Presupuesto y Hacienda.).

2. 0458-D.-09
Puiggrós, Rossi (A. O.), Vaca Narvaja, Damilano Grivarello, Leverberg, Pasini, Acosta, Depetri,
Berraute y Cantero Gutiérrez: de ley. Educación Superior. Régimen. Derogación de la Ley 24521.
(Educación y Presupuesto y Hacienda.).
0615-D.-09 (B.A.E. Nº 3).- Herrera (N.): Comunica su adhesión al proyecto de ley 0458-D.-09. (A
sus antecedentes, Educación.).
0678-D.-09 (B.A.E. Nº 3).- Rico: Comunica su adhesión al proyecto de ley 0458-D.-09. (A sus
antecedentes, Educación.).

3. 0730-D.-09
Macaluse: de ley. Educación Superior. Régimen. Derogación de la ley 24.521. (4.964-D.-07,
Reproducido). (Educación y Presupuesto y Hacienda.)

4. 0801-D.-09
Pinedo: de ley. Educación Superior. Régimen. Derogación de la Ley 24521. (4.893-D.-07 ,
Reproducido) (Educación y Presupuesto y Hacienda.).

5. 1.988-D.-09
Cantero Gutiérrez: de ley. Educación Superior. Régimen. (4.396-D.-07, Reproducido) (Educación
y Presupuesto y Hacienda.).

6. 2.794-D.-10
Donda Pérez y Merchán: de ley. Educación Superior. Régimen. Derogación de la ley 24.521.
(Educación y Presupuesto y Hacienda.)

7. 5.430-D.-10
Amadeo: de ley. Educación Superior. Régimen. (Educación y Presupuesto y Hacienda.)

CONSULTA HACIA UNA NUEVA LEY NACIONAL DE EDUCACIÓN SUPERIOR 381


Comisión de Educación – Honorable Cámara de Diputados de la Nación
INDICE DE PROYECTOS VIGENTES EN LA COMISIÓN DE
EDUCACIÓN EN 2011

2.794-D.-10 (T.P. Nº 46).- DONDA PÉREZ y MERCHÁN, CECILIA: de ley. Educación Superior.
Régimen. Derogación de la ley 24.521. (Educación y Presupuesto y Hacienda.)
Fecha de Ingreso: 5-05-10
Inicio de estudio: 14-9-10

5.430-D.-10 (T.P. Nº 103).- AMADEO, EDUARDO: de ley. Educación Superior. Régimen. (Educación y
Presupuesto y Hacienda.)
Fecha de Ingreso: 4-08-10
Inicio de estudio: 14-9-10

1.066-D.-11 (T.P. Nº 12).- PINEDO, FEDERICO: de ley. Educación Superior. Régimen. Derogación de la
Ley 24.521. (801-D-09, Reproducido). (Educación y Presupuesto y Hacienda.)
Fecha de Ingreso: 23-03-11

1.134-D.-11 (T.P. Nº 14).- BARRIOS, CORTINA, CUCCOVILLO, FEIN, VIALE, CICILIANI Y


LINARES: de ley. Educación Superior. Régimen. Derogación de la Ley 24.521. (Educación y Presupuesto
y Hacienda.)
Fecha de Ingreso: 28-03-11

1.846-d-11 (T.P.N° 029).- PUIGGROS, ADRIANA VICTORIA - ROSSI, AGUSTIN OSCAR -


NEBREDA, CARMEN ROSA - LEVERBERG, STELLA MARIS - CALCHAQUI, MARIEL - GODOY,
RUPERTO EDUARDO - GRANADOS, DULCE - DAMILANO GRIVARELLO, VIVIANA MONICA -
ACOSTA, MARIA JULIA - LUNA DE MARCOS, ANA ZULEMA - QUINTERO, MARTA BEATRIZ -
PILATTI VERGARA, MARIA INES - BERNAL, MARIA EUGENIA - PASINI, ARIEL OSVALDO
ELOY.
De Ley: Régimen de Educación Superior.
Fecha de ingreso: 14-04-2011.

CONSULTA HACIA UNA NUEVA LEY NACIONAL DE EDUCACIÓN SUPERIOR 382


Comisión de Educación – Honorable Cámara de Diputados de la Nación
TEXTO DE LOS PROYECTOS DE LEY NACIONAL DE
EDUCACIÓN SUPERIOR PRESENTADOS ENTRE 2008
Y 2009 EN LA COMISIÓN DE EDUCACIÓN

CONSULTA HACIA UNA NUEVA LEY NACIONAL DE EDUCACIÓN SUPERIOR 383


Comisión de Educación – Honorable Cámara de Diputados de la Nación
H. Cámara de Diputados de la Nación
PROYECTO DE LEY
Texto facilitado por los firmantes del proyecto. Debe tenerse en cuenta que solamente podrá ser
tenido por auténtico el texto publicado en el respectivo Trámite Parlamentario, editado por la
Imprenta del Congreso de la Nación.
Nº de
0342-D-2009
Expediente
Trámite
003 (04/03/2009)
Parlamentario
LEY DE EDUCACION SUPERIOR: DEFINICIONES, DE LAS
UNIVERSIDADES NACIONALES, DE LAS UNIVESIDADES PRIVADAS,
CREACION DEL CONSEJO INTERUNIVERSITARIO NACIONAL, DE LA
Sumario
EDUCACION SUPERIOR NO UNIVERSITARIA, DEROGACION DE LA LEY
24521, SE DISUELVE LA COMISION NACIONAL DE EVALUACION Y
ACREDITACION UNIVERSITARIA.
AUGSBURGER, SILVIA - GEREZ, ELDA RAMONA - VIALE, LISANDRO
ALFREDO - SESMA, LAURA JUDITH - ZANCADA, PABLO V. - MARTIN,
Firmantes
MARIA ELENA - CUCCOVILLO, RICARDO OSCAR - FEIN, MONICA
HAYDE - BARRIOS, MIGUEL ANGEL.
Giro a
EDUCACION; PRESUPUESTO Y HACIENDA.
Comisiones
El Senado y Cámara de Diputados,...
Ley de Educación Superior
Título I
De la Educación Superior
Artículo 1º.- La educación superior comprende el conjunto de cursos, carreras e instituciones
especialmente diseñados para la continuación de estudios posteriores a la educación media.
Dado su carácter público, el Estado Argentino garantizará la igualdad de oportunidades y
condiciones en el acceso a las distintas alternativas y trayectorias educativas, siendo
responsable de velar por su nivel académico a través del adecuado financiamiento de las
instituciones a cargo del Estado y del control de las instituciones privadas.
Art. 2º.- La generación de conocimientos, la investigación y la innovación, así como la creación
cultural en sus diversas formas, son actividades fundamentales de la educación superior, y por lo
tanto constituyen parte de la formación integral de este nivel.
Art. 3º.- La educación superior desarrollará vinculaciones múltiples con los niveles educativos
precedentes y con todos los sectores sociales, siendo estas vinculaciones inseparables de los
procesos formativos y ligadas a las funciones de investigación y extensión.
Art. 4º.- La Educación Superior estará conformada por universidades e institutos universitarios e
institutos de educación superior de jurisdicción nacional, provincial y municipal, estatales o
privados, cuyas funciones se orientarán a:
a) El desarrollo sustentable del país y su inserción autónoma en un mundo que cambia
vertiginosamente.
b) La creación científica y tecnológica, la contribución a la innovación productiva del país,
mediante la promoción de la innovación tecnológica y la vinculación con el sistema
productivo.
c) La formación integral de personas y profesionales capaces de actuar críticamente,
valorando social y éticamente sus acciones.
d) La consolidación de la cultura política democrática y el fortalecimiento del ejercicio de la
ciudadanía.
e) El mantenimiento de la memoria colectiva y el análisis y comprensión del presente.
f) La valoración del patrimonio cultural en sus diversas expresiones.
g) El respeto por los derechos humanos y el combate contra cualquier forma de
discriminación, garantizando las condiciones y los medios que posibiliten el acceso de las
personas con discapacidad.
h) Los procesos de integración y desarrollo regional.
Título II
De las Universidades Nacionales

CONSULTA HACIA UNA NUEVA LEY NACIONAL DE EDUCACIÓN SUPERIOR 384


Comisión de Educación – Honorable Cámara de Diputados de la Nación
Capítulo 1
Misión, Funciones y Objetivos
Art. 5º.- Las universidades nacionales son instituciones educacionales, científicas y culturales
que integran el sistema nacional de educación formal en el ciclo posterior al nivel medio. Su
misión fundamental es la formación integral de los estudiantes.
Art. 6º.- En el ejercicio de sus funciones de docencia, investigación y extensión universitaria, las
universidades nacionales respetarán los siguientes principios:
a) Su carácter público y gratuito, debiendo ser dotadas por el Estado Nacional de los
recursos necesarios para el adecuado desempeño de sus funciones.
b) La autonomía en su organización, criterios y formas de funcionamiento, planes y
programas, y en sus mecanismos de tomas de decisiones. La autonomía, ejercida en el
marco jurídico nacional, constituye el soporte fundamental de la libertad de cátedra e
investigación. Se expresa en formas democráticas de participación de la comunidad
académica, comprende la garantía de inviolabilidad de los recintos universitarios y supone un
ejercicio institucional responsable ante el Estado y la sociedad.
c) El nivel educativo y científico, desarrollando mecanismos de mejoramiento permanente
que tiendan al logro de la mayor calidad en los procesos educativos, de investigación y de
extensión universitaria.
d) El desarrollo del pensamiento crítico, no sólo como creadoras, transmisoras y difusoras de
conocimientos, sino además para comprender los fenómenos y los cambios del mundo
contemporáneo y producir respuestas a ellos, formando a estudiantes capaces de generar
pensamiento autónomo.
e) La igualdad de oportunidades: tanto en sus prácticas como en sus contenidos las
universidades deben comprometerse activamente para combatir toda forma de exclusión o
discriminación, generando políticas específicas para apoyar mejoramiento continuo del
desempeño estudiantil, teniendo en cuenta el eje acceso-permanencia-logro, y reforzando la
gratuidad en las universidades públicas con el otorgamiento de becas a estudiantes
provenientes de los sectores sociales menos favorecidos, que permitan una genuina
democratización de este nivel y eviten su estratificación.
f) El trabajo conjunto y cooperativo con los niveles anteriores del sistema educativo para
evitar que las limitaciones al acceso se encuentren antes del ingreso a la universidad,
articulando con las escuelas públicas de nivel básico y secundario. En el mismo sentido
promoverán la articulación con otras instituciones de educación superior, abarcando los
aspectos de la producción y difusión del saber pedagógico, la investigación educativa y la
formación docente a fin de contribuir al permanente mejoramiento del nivel académico del
sistema educativo en su conjunto.
g) La vinculación educativa, científica y tecnológica con la sociedad y el entorno productivo,
participando en un diálogo creativo con los más diversos actores sociales.
h) La formación integral de sus estudiantes, promoviendo en los planes y programas de
estudio la articulación de contenidos científicos, tecnológicos, sociales y humanísticos.
Capítulo 2
Autonomía
Art. 7º.- Las universidades nacionales son personas jurídicas de derecho público que, de
conformidad con la presente ley y con los estatutos que en su consecuencia se dicten, gozan de:
- Autonomía institucional, académica y docente.
- Autarquía administrativa, económica y financiera.
Art. 8º.- Las universidades nacionales sólo podrán crearse por ley nacional. La sanción de la ley
ha de estar precedida de un informe favorable del Consejo Interuniversitario Nacional elaborado
a partir del análisis del Estudio de Factibilidad y del Proyecto de Desarrollo Institucional que
justifican su creación. El proyecto de Desarrollo Institucional debe establecer las áreas
disciplinarias sobre las cuales se constituirán la propuesta académica y las líneas de
investigación prioritarias de cada universidad y las estrategias y metas de desarrollo institucional
de corto, mediano y largo plazo previstas. . El Consejo Interuniversitario Nacional elaborará, en
un plazo no superior a los 180 días a partir de la reglamentación de la presente ley, las Pautas
Mínimas pala la Elaboración del Proyecto de Desarrollo Institucional de las universidades
públicas.
Art. 9º.- Las universidades nacionales sólo podrán ser intervenidas por ley de la Nación, por
tiempo determinado, el que no podrá exceder los 180 días, con el solo objeto de disponer la
renovación de las autoridades intervenidas, y únicamente por ilegítima remoción de autoridades

CONSULTA HACIA UNA NUEVA LEY NACIONAL DE EDUCACIÓN SUPERIOR 385


Comisión de Educación – Honorable Cámara de Diputados de la Nación
elegidas de conformidad al estatuto de la universidad o por conflicto institucional insoluble dentro
de la universidad que impida su normal funcionamiento y el cumplimiento de sus funciones y
objetivos.
Art. 10.- Los recintos de las universidades nacionales son inviolables, la fuerza pública sólo podrá
ingresar a ellos por orden escrita y fundada de juez competente o a petición expresa de las
autoridades universitarias.
Art. 11.- Cada universidad nacional se organizará y gobernará de acuerdo con lo establecido en
su estatuto orgánico, el que deberá conformarse a las disposiciones de la presente ley.
Capítulo 3
Gobierno
Art. 12.- La comunidad universitaria está compuesta por estudiantes, docentes de todas las
categorías, graduados y no docentes, cuyos representantes integran los órganos colegiados de
gobierno de las universidades nacionales.
Art. 13.- Los mandatos de consejeros representantes estudiantiles, docentes, graduados y no
docentes en el gobierno de las universidades nacionales serán periódicos y su duración será
determinada por los estatutos de cada universidad. Los mandatos de los rectores o presidentes
de las universidades nacionales durarán cuatro años como máximo, pudiendo ser reelectos por
un único período.
Art. 14.- Los órganos de gobierno de las universidades nacionales son la Asamblea Universitaria;
el Consejo Superior y el Rector o Presidente.
Art. 15.- La Asamblea Universitaria es el máximo órgano representativo de la universidad
nacional, encargado de dictar y reformar sus estatutos e interpretar sus disposiciones; definir la
política universitaria con arreglo a sus funciones y objetivos; y ejercer las restantes atribuciones
que le asigne el estatuto y aquellas no previstas en él, ni atribuidas a ningún otro órgano. Está
integrada por los miembros de los consejos directivos de las facultades y por los miembros del
Consejo Superior. Las atribuciones de la Asamblea Universitaria previstas en esta ley y en el
estatuto universitario son indelegables.
Art. 16.- El Consejo Superior es el órgano que ejerce el gobierno y administración de la
universidad y dicta ordenanzas generales para dar cumplimiento a la política universitaria
definida por la Asamblea, los estatutos y la presente ley. Está integrado por el rector o presidente,
que lo preside, por los decanos de las facultades o departamentos y por los consejeros
representantes de estudiantes y docentes en igual número, consejeros graduados y consejeros
no docentes. La elección de consejeros se hará del modo previsto en el estatuto de la
universidad.
Art. 17.- Los órganos de gobierno de las facultades o departamentos de universidades nacionales
son: el Consejo Directivo y el Decano. El Consejo Directivo está integrado por los consejeros
representantes de los estudiantes, docentes, graduados y no docentes y por el decano que lo
preside y ejecuta sus resoluciones. Estudiantes y docentes deberán integrarse con igual número
de miembros. Los consejeros son elegidos directamente por el voto universal, secreto y
obligatorio de los miembros de cada uno de los claustros.
Art. 18.- Cada universidad nacional creará el Consejo Social como órgano que promueva el
diálogo con los distintos actores de la sociedad. El estatuto de la universidad reglamentará su
integración, la designación de sus miembros, sus funciones y las normas de funcionamiento.
Capítulo 4
Gratuidad e Ingreso Directo
Art. 19.- La enseñanza de grado en las universidades nacionales es gratuita y el ingreso a las
mismas directo y sin limitaciones, con el único requisito de haber concluido el ciclo anterior en el
sistema educativo. Excepcionalmente, los mayores de 25 años que no reúnan esa condición
podrán ingresar, siempre que demuestren a través de las evaluaciones que la respectiva
institución establezca, que poseen preparación y/o experiencia acorde con los estudios que
pretenden iniciar.
Art. 20.- En las universidades nacionales la condición de "estudiante" se adquiere con el ingreso
a la universidad y se mantiene de modo ininterrumpido hasta la graduación. No podrá disponerse
el cumplimiento de condiciones o requisitos que impidan a los estudiantes el derecho a obtener la
inscripción al año lectivo.
Capítulo 5
Docentes
Art. 21.- Las universidades nacionales organizarán la carrera docente, de conformidad con sus
estatutos, procurando la formación integral del docente, la profundización de su saber
CONSULTA HACIA UNA NUEVA LEY NACIONAL DE EDUCACIÓN SUPERIOR 386
Comisión de Educación – Honorable Cámara de Diputados de la Nación
específico, y el mejoramiento de la metodología de la enseñanza y evaluación. Organizarán
cursos de actualización y perfeccionamiento para docentes de todas las categorías, garantizando
el acceso a los cursos de especialización, maestría y doctorado que se dicten en la misma
universidad.
Art. 22.- El acceso a la cátedra en todos los niveles de la docencia ordinaria se hará por concurso
público de oposición y antecedentes, ante un jurado integrado de conformidad con lo que
reglamenten los respectivos estatutos, previendo en todos los casos la participación estudiantil.
En dicho concurso se otorgará preeminencia a la oposición sobre los antecedentes. De la misma
manera, se otorgará preeminencia a la formación general sobre la especializada, salvo en
aquellos casos particulares en que por la naturaleza de las funciones a desempeñar se requiera
de un especialista.
Art. 23.- Cada universidad nacional deberá prever en su estatuto la forma de evaluación periódica
a la que será sometido el desempeño docente. La evaluación deberá incluir el cumplimiento de
las tareas y los resultados de su actuación, debiendo estar incluidos entre estos, aquellos
correspondientes a: el rendimiento académico de sus alumnos, la producción de materiales
educativos y de estrategias de mejoramiento de la enseñanza, la producción en investigación,
desarrollo, innovación o extensión si correspondiere, y el mejoramiento en su formación
disciplinar y docente, así como la opinión de los estudiantes. El jurado que emitirá el juicio estará
integrado de conformidad con lo que reglamenten los respectivos estatutos, previendo en todos
los casos la participación estudiantil con voz y voto.
Art. 24.- Las universidades nacionales instituirán el juicio académico destinado a sustanciar la
solicitud de remoción de docentes en los supuestos y con las modalidades que establecerán sus
estatutos, garantizando la participación estudiantil con voz y voto en los tribunales.
Capítulo 6
Estudiantes
Art. 25.- Se reconocerá al centro de estudiantes de cada facultad o departamento dependiente de
universidad nacional como el organismo legítimo de representación gremial estudiantil de primer
grado, a la federación universitaria local como la organización única de segundo grado
representativa de la totalidad del estudiantado de la universidad nacional de que se trate y a la
Federación Universitaria Argentina (FUA) como la organización única representativa del
estudiantado universitario del país.
Art. 26.- La agremiación de estudiantes será automática desde el momento de su ingreso a la
universidad nacional. Las autoridades del centro de estudiantes serán elegidas periódicamente y
en forma directa por el voto universal, secreto y obligatorio de la totalidad de quienes sean
estudiantes de la facultad.
Capítulo 7
Graduados
Art. 27.- Las universidades nacionales establecerán los mecanismos destinados a mantener una
vinculación permanente entre la universidad y sus graduados. Dicho vínculo promoverá la
actualización permanente de los graduados en las diferentes áreas de conocimiento, su
participación activa en la actividad académica de las universidades, el fortalecimiento de los
mecanismos de actualización académica de las diferentes profesiones y disciplinas científicas, la
producción de conocimiento y su difusión a través de publicaciones especializadas el desarrollo
de una sólida formación de posgrado.
Capítulo 8
No docentes
Art. 28.- En las universidades nacionales los cargos no docentes serán cubiertos por concurso
público. Los estatutos universitarios regularán el régimen de las relaciones laborales del personal
no docente, el que no podrá desconocer los derechos consagrados a los trabajadores por el
derecho común.
Art. 29.- Las universidades nacionales posibilitarán a su personal no docente completar sus
estudios secundarios e iniciar sus estudios universitarios en la misma, compatibilizando los
horarios de trabajo con los de estudio.
Capítulo 9
Enseñanza
Art. 30.- En las universidades nacionales los títulos de cada carrera universitaria serán
habilitantes, debiendo los respectivos planes de estudio ser aprobados por el consejo directivo o
académico de la facultad o departamento correspondiente y, para entrar en vigencia,
homologados por el Consejo Superior de la Universidad, de conformidad con lo que establezca el

CONSULTA HACIA UNA NUEVA LEY NACIONAL DE EDUCACIÓN SUPERIOR 387


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estatuto universitario. Las universidades nacionales son las únicas que pueden otorgar reválidas
de los títulos extranjeros.
Art. 31.- Los estudios de posgrado, según sus propósitos específicos, se clasifican en estudios de
especialización, conducentes a los títulos de especialista o magister y estudios doctorales.
Art. 32.- Las universidades nacionales, en su carácter de rectoras del sistema de educación
superior, contribuirán a la articulación y movilidad intra sistema, a través de convenios con otras
universidades y con institutos de educación superior no universitaria. Promoverán la movilidad
estudiantil y docente entre instituciones, así como los mecanismos de articulación que posibiliten
la continuidad de los estudios terciarios para acceder al título de grado universitario.
Capítulo 10
Investigación
Art. 33.- Las universidades nacionales aportarán al desarrollo científico y tecnológico nacional en
el marco de los lineamientos fijados por la Estrategia de Desarrollo de la Investigación Científica
y Tecnológica en las Universidades Nacionales, elaborada por el Consejo Interuniversitario
Nacional en colaboración con el Ministerio de Educación Ciencia y Tecnología en el marco de los
objetivos establecidos como principios en el artículo 6º de la presente ley
Art. 34.- La Estrategia de Desarrollo de la Investigación Científica y Tecnológica en las
Universidades Nacionales contemplará pautas que garanticen mecanismos de financiamiento a
las actividades de investigación y desarrollo que promuevan la expansión, fortalecimiento y
consolidación de aquellas líneas que se definen en el marco de la autonomía de las instituciones
universitarias y de las que se definan en función de las necesidades de la Nación .
Art. 35.- En las respectivas áreas de ciencia y tecnología de las universidades se impulsará el
desarrollo de una cultura científica y tecnológica mediante el desarrollo de estructuras asociativas
que propicien:
a) la innovación del tejido productivo en estrecha vinculación con el desarrollo científico-
tecnológico, en armonía con el medio social y ambiental,
b) la implementación de la investigación- acción, consistente en la definición y ejecución
participativa de proyectos de investigación involucrando a las comunidades y a las
organizaciones sociales, articulando los intereses sociales con los intereses científicos,
c) la constitución de redes que fomenten la actividad científica y tecnológica a nivel local,
nacional e internacional. Asimismo, se fortalecerán las vinculaciones con científicos
radicados en universidades del exterior.
Art. 36.- En los programas y proyectos de investigación deberá contemplarse la incorporación de
docentes jóvenes y estudiantes, prever mecanismos que garanticen la articulación con la
enseñanza de grado y posgrado de los respectivos resultados que arroje la investigación, así
como aquellos que propicien la aplicabilidad de los resultados generados en la investigación
científica y tecnológica, mediante el desarrollo del perfil emprendedor de tecnólogos y científicos.
Capítulo 11
Extensión universitaria
Art. 37.- Las universidades nacionales contarán con un área a cargo de la extensión universitaria,
con el objetivo fundamental de vincular sistemáticamente y en forma activa la universidad y el
medio social, a través de las siguientes funciones:
a) Colaborar con la planificación, diseño y ejecución de obras o trabajos públicos, locales,
regionales o nacionales.
b) Realizar estudios y efectuar aportes para la identificación de tendencias, prevención y
solución de los problemas que afectan a la población.
c) Promover la realización de actividades culturales o artísticas y de capacitación o
perfeccionamiento profesional, pudiendo coordinar con organismos nacionales, provinciales y
municipales.
d) Realizar la transferencia de conocimientos y vinculación tecnológica mediante el desarrollo
de programas y la gestión especializada de servicios acordes a las demandas del sistema
productivo.
e) Promover planes de voluntariado social que permitan atender a los requerimientos de los
sectores de la población con menores recursos.
f) Integrar redes que propicien la difusión y gestión de las actividades y servicios de
investigación, desarrollo e innovación.
g) Toda otra función o actividad que prevean los estatutos.

CONSULTA HACIA UNA NUEVA LEY NACIONAL DE EDUCACIÓN SUPERIOR 388


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Capítulo 12
Permanencia y Bienestar
Art. 38.- En cada universidad nacional se establecerá un órgano de orientación profesional, el
que tendrá las siguientes funciones:
a) Contribuir a determinar las aptitudes del futuro estudiante universitario frente a las diversas
ramas de la ciencia y de las actividades profesionales y promover la inscripción en las
carreras de mayor interés para el desarrollo regional y nacional. A tal fin actuará en estrecha
vinculación con los establecimientos educacionales públicos pertenecientes al nivel de
enseñanza anterior.
b) Investigar las causales de deserción universitaria para contribuir a la implementación de
políticas de retención.
c) Asesorar a estudiantes con dificultades a fin de favorecer la continuidad de sus estudios.
Art. 39.- Las universidades nacionales deberán tener un área de obra social y bienestar
universitario, con las siguientes funciones:
a) Atender el estado de salud del estudiantado, implantando prácticas de promoción de la
salud y revisaciones médicas periódicas.
b) Asegurar la atención médica y odontológica y la provisión de medicamentos a estudiantes,
docentes y no docentes.
c) Otorgar becas a estudiantes provenientes de hogares con mayores dificultades
socioeconómicas para permitir la continuidad en sus estudios.
d) Habilitar residencias y comedores para uso de estudiantes, docentes y no docentes.
e) Promover la instalación de guarderías infantiles para los hijos de estudiantes, docentes y
no docentes.
f) Suministrar los medios necesarios para la práctica masiva de la educación física por parte
de los miembros de la comunidad universitaria.
g) Toda otra función o actividad que prevean los estatutos.
Art. 40.- El área de bienestar destinará una partida especial para el otorgamiento de las becas
previstas en el inciso c) del apartado anterior, la cual deberá garantizarse desde el Estado
nacional al momento de realizar las respectivas previsiones presupuestarias.
Capítulo 13
Régimen Económico Financiero
Art. 41.- Al Estado nacional le cabe la responsabilidad indelegable del financiamiento de la
educación pública universitaria, de manera de garantizar la gratuidad de este nivel de la
enseñanza y el adecuado desarrollo de sus funciones, por ello:
a) El porcentaje del presupuesto nacional asignado a las universidades nacionales en ningún
caso podrá ser inferior al establecido en el año anterior porcentual o nominalmente, el que
fuere mayor ni inferior al 2 por ciento del Producto Bruto Interno previsto por la Ley de
Presupuesto.
b) El 10% de la recaudación impositiva excedente sobre la prevista para cada año se
destinará al Fondo Permanente para el Desarrollo de la Infraestructura y el Equipamiento de
las Universidades Nacionales. El Consejo Interuniversitario Nacional en acuerdo con el
Ministerio de Educación, Ciencia y Tecnología definirá la asignación de los recursos
disponibles en dicho fondo. Los recursos del Fondo Permanente para el Desarrollo de la
Infraestructura y el Equipamiento de las Universidades Nacionales deberán ser íntegramente
asignados a inversiones en infraestructura y equipamiento de las universidades nacionales.
Los gastos derivados del funcionamiento administrativo del Fondo Permanente para el
Desarrollo de la Infraestructura y el Equipamiento de las Universidades Nacionales serán
sostenidos a través del presupuesto corriente del Ministerio de Educación, Ciencia y
Tecnología.
c) El aporte del Estado no podrá ser disminuido como contrapartida de recursos adicionales
emergentes de otras fuentes.
Art. 42.- Formarán el patrimonio de las universidades nacionales los bienes de cualquier
naturaleza que integran su dominio y los que se incorporen a él en virtud de la ley o a título
gratuito u oneroso, así como las colecciones científicas, publicaciones y demás bienes que sus
facultades, departamentos o institutos posean o se le asignen en el futuro.
Art. 43.- Las universidades nacionales, previa aprobación del Consejo Superior, pueden
incrementar sus fondos con recursos provenientes de donaciones, legados y otras liberalidades;

CONSULTA HACIA UNA NUEVA LEY NACIONAL DE EDUCACIÓN SUPERIOR 389


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rentas, frutos e intereses de sus bienes patrimoniales; derechos de explotación de patentes de
invención o derechos intelectuales que pudieran corresponderles; retribuciones que perciban por
servicios prestados y economías que realicen sobre su presupuesto anterior.
Capítulo 14
Control Económico, Financiero, Presupuestario y de Gestión
Art. 44.- Las universidades nacionales deberán contar un órgano interno que efectúe el control
económico, financiero, presupuestario, y de gestión de las mismas, con capacidad para proponer
acciones correctivas, debiendo estar dotado de los recursos necesarios para garantizar su
correcto desempeño.
Art. 45.- El control externo de las universidades nacionales será competencia de la Auditoría
General de la Nación en forma directa, no pudiendo delegarse o terciarizar esta función.
Título III
De las universidades privadas
Art. 46.- Las universidades privadas son personas jurídicas de derecho privado. Su
funcionamiento debe ser autorizado por decreto del Poder Ejecutivo Nacional, previo informe
favorable de la Comisión de Seguimiento del Sistema de Educación Superior elaborado a partir
del análisis del Estudio de Factibilidad y del Proyecto de Desarrollo Institucional que justifican su
creación. El Proyecto de Desarrollo Institucional debe establecer las áreas disciplinarias sobre las
cuales se constituirán la propuesta académica y las líneas de investigación prioritarias de cada
universidad y las estrategias y metas de desarrollo institucional de corto, mediano y largo plazo
previstas. La Comisión de Seguimiento del Sistema de Educación Superior elaborará en un plazo
no superior a los 180 días de su constitución las Pautas Mínimas pala la Elaboración del
Proyecto de Desarrollo Institucional de las universidades privadas.
Art. 47.- El Estado argentino debe garantizar el cumplimiento de los objetivos y funciones básicas
enunciados en el Título I de la presente ley, regulando y fiscalizando el funcionamiento de las
universidades privadas.
Art. 48.- Las universidades privadas preverán en sus estatutos o contratos sociales las normas
de funcionamiento y toma de decisiones que se ajusten a lo dispuesto en la presente ley,
contemplando en su forma organizativa los mecanismos para garantizar la participación de los
miembros de la comunidad universitaria.
Art. 49.- Para que los títulos de universidades privadas sean habilitantes, deberán previamente
contar con la aprobación del Ministerio de Educación, Ciencia y Tecnología, de acuerdo a lo
dispuesto en el artículo 53 inc. c) y el artículo 58 de la presente ley.
Art. 50.- Las universidades privadas no podrán ser eximidas total o parcialmente de impuestos o
contribuciones previsionales de ningún tipo, ni podrán acceder a subsidio alguno otorgado por el
gobierno nacional.
Título IV
De la coordinación del Sistema Universitario
Art. 51.- El Consejo Interuniversitario Nacional (C.I.N.) está integrado por los rectores o
presidentes de todas las universidades nacionales. Sus funciones son:
a) ejercer la representación de las universidades nacionales,
b) coordinar los objetivos y contenidos de la enseñanza y de la acción social de las
universidades nacionales,
c) Elaborar, en el marco de los principios establecidos en los artículos 6, 33 y 34 de la
presente ley y en cooperación con el Ministerio de Educación Ciencia y Tecnología, la
Estrategia de Desarrollo de la Investigación Científica y Tecnológica en las Universidades
Nacionales articulando las actividades de las Secretarías y/o Departamentos de
Investigación de las Universidades Nacionales con las del Consejo Nacional de
Investigaciones Científicas y Tecnológicas (CONICET), las de la Agencia Nacional de
Promoción de la Investigación Científica y Tecnológicas (ANPCyT) y las de las áreas
encargadas de las actividades de investigación de los diferentes organismos públicos.
d) estudiar y elevar anualmente al Poder Ejecutivo Nacional los requerimientos
presupuestarios de las universidades nacionales,
e) emitir informes vinculantes previos a la creación de nuevas universidades nacionales.
Art. 52.- El Consejo de Rectores de Universidades Privadas (C.R.U.P.) ejerce la representación
de las universidades privadas y está integrado por todos los rectores o presidentes de las
mismas.

CONSULTA HACIA UNA NUEVA LEY NACIONAL DE EDUCACIÓN SUPERIOR 390


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Art. 53.- La Comisión de Seguimiento del Sistema de Educación Superior es un órgano
descentralizado en el ámbito del Ministerio de Educación, Ciencia y Tecnología, y tiene por
funciones:
a) Velar por el mejoramiento permanente en el cumplimiento de las funciones universitarias,
institucionalizando procesos de seguimiento y acompañamiento para asegurar la obtención
de las condiciones necesarias en el desarrollo de la enseñanza, la investigación y la
extensión.
b) Favorecer la articulación entre las instituciones que integran el sistema de educación
superior y de éstas con otros niveles del sistema educativo, así como con el sistema nacional
de ciencia y tecnología.
c) Ejercer el contralor del sistema de educación superior, siendo esta función indelegable,
llevando adelante:
1. El estudio y análisis de viabilidad de proyectos de creación de nuevas universidades privadas,
previo al dictado del respectivo decreto.
2. Procesos de acreditación para otorgar el carácter de habilitante a los títulos de grado y
posgrado de las universidades privadas, previos a la aprobación de los respectivos planes de
estudio por parte del Ministerio de Educación, Ciencia y Tecnología;
d) Instrumentar acciones de apoyo a las instituciones para el mejoramiento del desempeño
estudiantil y la inserción social y productiva del graduado.
e) Establecer pautas académicas, administrativas, de infraestructura y de equipamiento
básicas, de cumplimiento obligatorio para la apertura de sedes temporarias o permanentes
de las universidades nacionales y privadas.
f) Promover la constitución de redes académicas, de investigación y de vinculación social
entre las instituciones, así como los intercambios de información y experiencias entre éstas.
g) Acordar con el Ministerio de Educación, Ciencia y Tecnología las pautas básicas de
organización del Sistema de Estadísticas Universitarias.
h) Crear un Centro de Investigaciones y Estudios sobre la Educación Superior, con el
propósito de consolidar la educación superior como un campo de análisis y reflexión
permanente, y contribuir a la toma de decisiones gubernamentales.
Art. 54.- La Comisión de Seguimiento del Sistema de Educación Superior estará integrada por
doce (12) miembros a propuesta de los siguientes organismos: seis (6) por el C.I.N., uno (1) por
el C.R.U.P., uno (1) por el Ministerio de Educación, Ciencia y Tecnología, uno (1) por cada
cámara del Congreso Nacional, uno (1) por la Federación Universitaria Argentina y uno (1) por el
gremio docente. Será presidido por un miembro del C.I.N.
Título V
Seguimiento de los niveles de logro en el cumplimiento de las funciones
Art. 55.- A los efectos de acompañar a las universidades en su permanente mejoramiento, la
Comisión de Seguimiento del Sistema de Educación Superior solicitará a las universidades
nacionales y privadas la elaboración de un plan de desarrollo institucional, plurianual de entre
tres y seis años, en el que se incluya una autoevaluación con el análisis de las situaciones
institucionales, la definición de objetivos y los cursos de acción prioritarios en las funciones
básicas. Dichos planes servirán de referencia para la evaluación por parte de un Comité de
Especialistas designado por la Comisión de Seguimiento del Sistema de Educación Superior.
Art. 56.- El Comité de Especialistas estará integrado en al menos dos tercios de sus miembros
por docentes o investigadores pertenecientes a universidades nacionales, y además de lo
dispuesto en el artículo precedente tendrá a su cargo el análisis de los proyectos de creación de
nuevas universidades privadas.
Art. 57.- En la evaluación que realice el Comité de Especialistas del Plan de desarrollo plurianual
deberán informarse los niveles de logro en los propósitos institucionales. Toda recomendación
deberá acompañarse con la correlativa indicación de las condiciones necesarias para la
obtención de los resultados deseados, y el detalle de los recursos adicionales que dichas
condiciones demanden. La Comisión de Seguimiento del Sistema de Educación Superior
encomendará al C.I.N. la solicitud ante el Congreso Nacional de la inclusión de las partidas
presupuestarias correspondientes, y al C.R.U.P. la toma de medidas necesarias para que las
universidades privadas cumplan con las recomendaciones.
Art. 58.- La Comisión de Seguimiento del Sistema de Educación Superior constituirá asimismo
una Junta de Acreditación para carreras de grado y posgrado radicadas en universidades
privadas. En dicha Junta se constituirán comités de pares dando preeminencia a expertos de la
misma disciplina de la carrera a ser evaluada, debiendo necesariamente contar con la

CONSULTA HACIA UNA NUEVA LEY NACIONAL DE EDUCACIÓN SUPERIOR 391


Comisión de Educación – Honorable Cámara de Diputados de la Nación
participación de al menos un 50% de docentes o investigadores pertenecientes a universidades
nacionales. La Junta de Acreditación se expedirá asimismo sobre las carreras a ser creadas en el
ámbito privado, siendo su dictamen favorable necesario para la autorización de las mismas por
parte del Ministerio de Educación, Ciencia y Tecnología.
Art. 59.- La definición de los mecanismos y parámetros que se utilicen en la complementación
externa de las instancias internas de autoevaluación institucional, así como aquellos que se
apliquen en los procesos de acreditación de carreras que lleven adelante los órganos creados
por la presente ley, deberán ser discutidos y acordados con la participación de toda la comunidad
universitaria.
Título VI
De la Educación Superior No Universitaria
Art. 60.- La Educación Superior No Universitaria se regirá por lo dispuesto en la presente Ley y,
en todo aquello que esta no prevea, por lo dispuesto por las leyes Nº 26.206 y Nº 26.058.
Art. 61.- La Educación Superior No Universitaria estará a cargo de la formación profesional que
se cumplirá en los institutos de formación docente, técnica, humanística, social, científica,
deportiva y/o artística, y otorgará títulos habilitantes para el desempeño profesional de sus
graduados.
Art. 62.- Los institutos de Educación Superior No Universitaria de carácter público, dependientes
de las provincias, del gobierno de la ciudad de Buenos Aires, y los que se creen en la órbita del
gobierno nacional, se encuentran alcanzados por lo establecido en el Título I de la presente ley.
Las jurisdicciones respectivas establecerán las pautas de creación y funcionamiento para dichos
institutos.
Art. 62.- Las instituciones del nivel de Educación Superior No Universitario tienen por objetivos,
además de los definidos en el artículo 4º de la presente ley: formar técnicos, profesionales y
docentes de alto nivel académico en todas las áreas del conocimiento que habiliten para el
desempeño laboral y la acreditación de las carreras y/o ciclos de formación realizados para la
prosecución de estudios y actualización permanente en otros ciclos, instituciones y niveles; llevar
adelante actividades de perfeccionamiento y actualización para sus graduados; articular las
actividades de formación con el sistema productivo, científico, tecnológico y laboral.
Art. 63.- En la organización de las instituciones superiores se promoverán formas institucionales
que permitan un mayor protagonismo de los jóvenes, una creciente autonomía en la planificación
de sus estudios y su participación activa en la democratización institucional conjuntamente con el
cuerpo docente.
Art. 64.- El Ministerio de Educación, Ciencia y Tecnología en Acuerdo con el Consejo Federal de
Educación fijará los parámetros básicos para la formación de docentes y directivos de todos los
niveles y modalidades del sistema educativo con excepción de la educación universitaria.
Art. 65.- Los Institutos de Formación Docente podrán elaborar planes, programas, proyectos,
diseños, y modificaciones de las carreras y cursos que dictan, debiendo contar los mismos con la
aprobación de las autoridades educativas de su jurisdicción.
Art. 66.- El Ministerio de Educación Ciencia y Tecnología en acuerdo con el Consejo Federal de
Educación fijará las bases para el ingreso y la promoción en la carrera docente en las
instituciones de nivel de Educación Superior no Universitario asegurando en las mismas el
mecanismo de concurso público y abierto de antecedentes y oposición.
Las jurisdicciones deberán en un lapso de 180 días presentar un plan para la designación de
profesores por cargo y la concentración laboral en una misma institución. Dicho plan deberá
asegurar establecer metas claras a lograr durante los siguientes cinco años. El consejo Federal
de educación deberá garantizar la difusión y la comparación de los planes presentados por las
diferentes jurisdicciones.
Art. 67.- El Ministerio de Educación, Ciencia y Tecnología coordinará con las jurisdicciones, en el
marco del Consejo Federal de Cultura y Educación, el establecimiento de parámetros comunes
para las carreras docentes y promoverá la articulación con las universidades nacionales para
garantizar la actualización científica docente. La formación de técnicos deberá brindar
conocimientos ligados al desarrollo local y a la transformación de las economías regionales.
Art. 68.- Las autoridades competentes de las provincias y de la Ciudad Autónoma de Buenos
Aires, tendrán las siguientes atribuciones y obligaciones: a) Cumplir y hacer las leyes vigentes
para el nivel, b) crear instituciones superiores de nivel de Educación superior no universitario, c)
desarrollar líneas de acción destinadas a asegurar el ingreso, la permanencia y el egreso de los
estudiantes al sistema, d) regular y fiscalizar los establecimientos de gestión privada.
Art. 69.- Serán funciones del Consejo Federal de Educación: a) Elaborar acuerdos que
contribuyan a la unificación del Sistema de Educación Superior no Universitaria y la reducción de

CONSULTA HACIA UNA NUEVA LEY NACIONAL DE EDUCACIÓN SUPERIOR 392


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las desigualdades existentes dentro del sistema en materia de calidad educativa y justicia social,
b) Fijar las urgencias y prioridades en la ejecución de las políticas educativas de nivel terciario, c)
Definir las pautas curriculares básicas para el nivel, d) fijar los parámetros básicos en relación
con la construcción y mantenimiento de los edificios, y e) fijar los lineamientos del
perfeccionamiento y la actualización obligatorios, sistémicos, institucionales, en servicio y
gratuitos.
Título VII
Disposiciones transitorias
Art. 70.- Derógase la ley 24.521, sus disposiciones complementarias y modificatorias, y toda otra
norma que se oponga a lo dispuesto en la presente ley.
Art. 71.- Se disuelve la Comisión Nacional de Evaluación y Acreditación Universitaria. Su
estructura y presupuesto serán absorbidos por la Comisión de Seguimiento del Sistema de
Educación Superior para el cumplimiento de lo previsto en el art. 53 de la presente ley.
Art. 72.- Comuníquese al Poder Ejecutivo.-

FUNDAMENTOS
Señor presidente:
El presente proyecto reproduce el que hemos presentado a fines de 2007 que a su vez se
inspiraba y reproducía, en la mayor parte de su contenido, el proyecto presentado por el Senador
Rubén Giustiniani a principios de 2006. En relación con este último, hemos realizado algunas
modificaciones resultantes, por un lado, del cambio de escenario generado por la sanción de la
Ley de Educación Nacional y, por el otro, de algunas reflexiones realizadas al calor de debates
recientes. Esto refleja de alguna manera, uno de los principios con los que encaramos nuestra
tarea legislativa: la idea de que el dialogo, la apertura a la revisión crítica de nuestras propuestas
y las intenciones constructivas, deben imperar a la hora de legislar en función del bienestar de
nuestra sociedad.
El avance hacia la libertad y la igualdad de las personas y el futuro de nuestra sociedad son
inconcebibles sin la educación. En total consonancia con este principio básico, el Estado debe
retomar un rol protagónico en la definición de la política educativa y en la promoción de la
Escuela y de la Universidad Pública como espacios fundamentales de construcción y
socialización del conocimiento.
Es necesario realizar un nuevo proceso de reforma universitaria que, con raíces en la tradición de
la universidad pública argentina y el ideario de la Reforma de 1918, mire a los desafíos del
presente y del futuro. Para ello, resulta prioritario la formulación de un nuevo marco legal que
reemplace las definiciones conceptuales del modelo neoliberal de los noventa y que promueva el
establecimiento de medidas tendientes a garantizar la real igualdad de oportunidades en el
acceso y la permanencia en la educación superior, el desarrollo en ciencia, tecnología e
innovación y los más altos niveles de formación profesional, todo ello mediante el adecuado
financiamiento provisto por el Estado.
En función de este objetivo, en una senda reformista de militancia, trabajo y proyectos para la
transformación de la Universidad, presentamos nuestra propuesta de marco legal para la
educación superior.
I. NEOLIBERALISMO Y EDUCACIÓN
1. La década del noventa y el advenimiento de una "nueva cuestión social"
La catástrofe económica y social que ha dejado el neoliberalismo en América Latina tras
veinticinco años de aplicación de sus devastadoras recetas, ha conducido a un fuerte incremento
de las desigualdades. Durante la década del '90 se consumaría en la Argentina una profunda
transformación de la estructura social y política. Bajo el influjo de la hegemonía neoliberal, y
apuntaladas por el "pensamiento único", las políticas de ajustes estructurales y las reformas
neoliberales, han sido las responsables de un crecimiento generalizado del desempleo, de la
concentración de la riqueza, del desmantelamiento del componente de bienestar del Estado, y
del aumento dramático en los niveles de pobreza, desigualdad y exclusión social. Asistimos a la
eclosión de un proceso que tuvo sus comienzos en la dictadura militar implementada en 1976 y
su profundización en los '90.
Estos procesos impactaron fuertemente en los mecanismos tradicionales de integración social y
conformación de identidades, especialmente en aquellos vinculados al mundo del trabajo. La
desocupación y los fenómenos de exclusión se tornan estructurales y de larga duración. A ello se
suma la precarización de las condiciones de trabajo de los que permanecen en la condición
salarial, producto de un deterioro de la protección de los trabajadores y la introducción de una

CONSULTA HACIA UNA NUEVA LEY NACIONAL DE EDUCACIÓN SUPERIOR 393


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fuerte flexibilización laboral. Emerge así lo que algunos han dado en llamar una "nueva cuestión
social" signada por la fractura, la desintegración del trabajo como criterio de solidaridad y una
vulnerabilidad cada vez más amenazante. Robert Castel ha sostenido al respecto que "la
situación actual está marcada por una conmoción que recientemente ha afectado a la condición
salarial: el desempleo masivo y la precarización de las situaciones de trabajo, la inadecuación de
los sistemas clásicos de protección para cubrir estos estados, la multiplicación de los individuos
que ocupan en la sociedad una posición de supernumerarios, "inempleables", desempleados o
empleados de manera precaria, intermitente. Para muchos, el futuro tiene el sello de lo aleatorio"
(1) .
Estas transformaciones operadas en el mercado de trabajo han afectado profundamente el perfil
de la estructura social, ya que el empleo constituye no sólo la principal fuente de ingresos, sino
que representa también el principal vínculo de pertenencia y participación en el colectivo social.
Por esas razones, la degradación de los vínculos laborales que ha caracterizado a la Argentina
de los últimos veinticinco años cuestiona la capacidad integradora de la sociedad y da origen a
procesos de resquebrajamiento del tejido social que culminan en el fenómeno de la exclusión
social.
De esta forma, es posible observar cómo tiende a profundizarse la brecha existente entre los
"ganadores" y "perdedores" del modelo: entre aquellos que viven positivamente la radicalización
de la individualidad, por un lado, y quienes "por padecer una situación de vulnerabilidad y caída
social tienden a vivir la exigencia de individualización en términos puramente negativos" (2) .
Todo esto contribuyó a echar por tierra el poderoso mito integrador del progreso indefinido,
estrechamente asociado a la idea de una clase media fuerte y culturalmente homogénea, que
había convertido a la Argentina en un caso único en el contexto latinoamericano.
Además, como "los derechos sociales han estado históricamente ligados al mantenimiento del
trabajo formal y no en base a una definición en términos universales, su pérdida entraña una
reducción drástica de esos derechos" (3) . En la Argentina, el sistema institucional del área
laboral fue fuertemente contenedor, y esto explica lo traumático que resulta el ensayo neoliberal.
Pero estos procesos no sólo entrañaron la pérdida de derechos sociales. En este contexto, "la
pérdida de derechos sociales impacta negativamente sobre la capacidad de ejercicio de
derechos políticos, y ello no sólo ocurre en el plano normativo, sino que al someter a los
individuos a una mayor vulnerabilidad y enfrentarlos con la confirmación de su ineficacia para
modificar la situación, genera escepticismo y desencanto con la política" (4) .
2. Consecuencias para el sistema educativo
Las políticas neoliberales tienen un profundo impacto en los sistemas de enseñanza superior. La
idea de la universidad como un bien público sucumbe ante las presiones del mercado, lo que
pone fin al cuasi- monopolio que el Estado ejercía en materia de oferta universitaria. La retirada
de ese Estado se conforma así como un movimiento estratégico mediante el cual se privilegia
una nueva perspectiva centrada en el rendimiento y el desempeño medido por resultados.
El eje de las transformaciones ya no serán entonces las estructuras académicas o la orientación
de las universidades, sino el mercado. Como indica Krotsch, "el objeto de esta intervención no es
ya la institución, sino la propia lógica del sistema" (5) .
En este marco, la política educativa se redujo a la administración de un conjunto de reformas
pensadas y ejecutadas desde la perspectiva de los indicadores cuantitativos y resultados de
evaluaciones, abandonando la idea de la universidad como "espacio público ... garante de una
cultura democrática" (6) .
Se introdujeron así en la Argentina las políticas que el neoliberalismo -a través de la activa
participación de los organismos internacionales como el Banco Mundial- ha promovido para los
sistemas universitarios como los estímulos a la diferenciación inter e intrainstitucional, la apertura
de los sistemas universitarios al sector privado, la generación de marcos normativos que
incentivan la diversificación de las fuentes de financiamiento - incluyendo el cobro de aranceles -
y, en términos generales, una profunda redefinición del papel del Estado en la Educación
Superior.
Como señala Krotsch, "esta política de reforma se construyó sobre la base de un paquete de
medidas y propuestas cuyo núcleo político-educativo e ideológico lo constituye la evaluación" (7)
. Se instaló entonces la llamada "cultura evaluativa", como elemento destinado a presionar a los
sistemas universitarios con el objeto de incrementar la rendición de cuentas e instalar nuevos
conceptos estelares como el "desempeño" y la "productividad".
Se intentó achicar de esta forma el sistema de educación superior y desligar al Estado de la
responsabilidad del financiamiento de la educación pública. Se abrió, en simultaneo, una nueva
etapa de creación de universidades, fundamentalmente privadas, partiendo del supuesto de que
el mercado es el mejor regulador de las políticas universitarias.
La Argentina -señala Mollis- cumplió eficientemente las recomendaciones de la llamada "agenda

CONSULTA HACIA UNA NUEVA LEY NACIONAL DE EDUCACIÓN SUPERIOR 394


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internacional para la modernización de los sistemas educativos superiores" promovida
fundamentalmente por las agencias de crédito internacional, lo "que implicó un conjunto de
cambios significativos en la histórica relación entre el Estado y la universidad" (8) . De esta forma,
se promovió la delegación de ciertas responsabilidades en manos de privados, se promulgó la
Ley de Educación Superior, se pusieron en marcha procesos evaluativos y de acreditación así
como la búsqueda de fuentes alternativas de financiamiento.
Debemos señalar por último que las reformas no produjeron todo el impacto posible que se
predijo en el momento de su puesta en marcha por dos factores fundamentales: la resistencia y
movilización masiva de la comunidad educativa, y en segundo término por la forma colegiada de
cogobierno, lo cual otorga cierta estabilidad a las instituciones y hace que los cambios se
apliquen en forma gradual y consensuada.
En síntesis, la idea de que la universidad es un bien público se vio debilitada, y se pretendió que
las universidades fueran objeto de los mecanismos de transacción, incentivos y presiones
propios de las lógicas de mercado.
Es en este contexto en el que se entienden y derivan los contenidos de la Ley Federal de
Educación y de la Ley de Educación Superior. En el proceso de sanción de esta última norma se
evidencian las tensiones de este debate y la falta de legitimidad en su resolución, por lo cual
entendemos que merece una breve consideración.
3. Sanción de la Ley de Educación Superior Nº 24.521
El tratamiento en el recinto de la Cámara de Diputados del Proyecto de Ley de Educación
Superior se efectuó en el marco de una importantísima movilización del sector estudiantil que se
manifestó en contra del proyecto. Esta movilización que luego se extendió durante el tratamiento
en el Senado, consistió en la realización de marchas, asambleas, debates, conferencias y clases
públicas.
Una vez que el proyecto obtuvo media sanción, el movimiento estudiantil, además de la
realización de cinco marchas masivas de protesta, lanzó una campaña de recolección de
ochocientas mil firmas para exigir al Congreso la convocatoria a una Consulta Popular vinculante
sobre el proyecto en cuestión, intentando poner en práctica los nuevos mecanismos de
democracia semidirecta consagrados en la recientemente reformada Constitución Nacional. En
ese marco, se convocó a una Asamblea Universitaria Nacional de la que participan Rectores,
Decanos, estudiantes, profesores y graduados de veinticuatro Universidades Nacionales,
Públicas de todo el país. Esta Asamblea rechazó la letra y el espíritu del proyecto, calificándolo
de "inconstitucional, detallista y ambiguo", enviando sus conclusiones al Senado de la Nación.
Otra respuesta de significativa importancia se observó en una carta pública de docentes
universitarios señalando la existencia de grandes falencias que "...ponen en peligro el desarrollo
futuro de la educación superior en el país..."
Atendiendo al pedido del Senado de propuestas concretas de modificación a la media sanción de
Diputados, el C.I.N. se reunió en Plenario Extraordinario los días 4, 5 y 10 de julio de 1995. En
ese marco y con la presencia del Secretario de Políticas Universitarias, se acordó una propuesta
de reforma a los artículos del Proyecto de Ley con media sanción de la Cámara de Diputados,
que posteriormente fue presentada ante los Senadores. La propuesta, aunque mantuvo el
espíritu original del Proyecto oficial, cambiaba o eliminaba sesenta de los ochenta y un artículos
con media sanción.
A pesar de todas las tentativas efectuadas para acercar posiciones, se firmó dictamen sin
cambios con respecto a la media sanción otorgada por Diputados, desechando los acuerdos
alcanzados. Este despacho fue aprobado por el bloque oficialista.
Finalmente, con estos antecedentes, el 20 de julio de 1995 se sancionó la Ley de Educación
Superior con la asistencia de muy pocos Senadores durante el debate y con la oposición parcial
de dos miembros del propio bloque justicialista.
Los puntos más cuestionados de la Ley 24.521 al momento de su sanción fueron:
• La norma legisla para todo el sistema de educación superior e incluye en el artículo 1º al
sector público y privado, colocándolos en pie de igualdad. Señala en el artículo siguiente al
Estado le cabe la responsabilidad indelegable en la prestación del servicio de carácter
público, lo que luego será contrarrestado con la "sugerencia" de arancelar la universidad
pública. También se introducen mecanismos de mercado en la distribución del aporte del
Estado al disponer que se efectuará teniendo "especialmente en cuenta indicadores de
eficiencia y equidad".
• En el enunciado de los objetivos de la educación superior, aparecen contradicciones. A la
vez que plantea la "formación de científicos, profesionales y técnicos caracterizados por su
sólida formación y por compromiso con la sociedad" y habla "de profundizar los procesos de
democratización en la Educación Superior, contribuir a la distribución equitativa del

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conocimiento y asegurar la igualdad de oportunidades", la introducción del término equidad
debe entenderse en la lógica y alcance que le dan los organismos financieros
internacionales, así como los de diferenciación, diversificación, calidad, excelencia, etc. Lo
mismo sucede al incluir dentro de los objetivos el "propender a un aprovechamiento integral
de los recursos humanos y materiales asignados", siendo que el uso racional de los recursos
no debería entenderse como un fin en sí mismo, sino como un medio para asegurar que se
cumpla la misión de la universidad.
• La inclusión en el artículo 13 de la posibilidad de que los estudiantes obtengan "becas,
créditos y otras formas de apoyo económico y social", no se realiza con el ánimo de una
masificación del acceso a la educación superior, sino que se plantea como mecanismo
moderador del impacto de la implementación del arancel del grado, posibilidad habilitada por
el art. 59 que violenta claramente el principio de la educación entendida como derecho.
• En cuanto a la Educación Superior No Universitaria, el artículo 15 delega toda la
responsabilidad a las provincias y a la Ciudad de Buenos Aires, profundizando la
fragmentación del sistema y sin prever, al menos, algún mecanismo global y participativo
para la definición de la formación docente, mientras que la formación técnica se orienta
claramente a las necesidades de corto plazo del mercado laboral.
• Las vulneraciones a la autonomía universitaria se plasman en varios artículos. El artículo 52
propone la existencia de órganos "colegiados" a cargo de dictar de normativas generales,
definición de políticas y de control de sus respectivos ámbitos y "unipersonales" con
funciones ejecutivas. Se procura de esta manera agilizar la introducción de las nuevas reglas
en la universidad, relativizando el peso de la comunidad educativa en la toma de decisiones.
• En el artículo 50 se cae en un exceso de reglamentarismo fijando las condiciones que un
alumno debe tener para ser considerado parte del claustro. En la última parte de este
artículo, se asigna a las facultades con más de 50.000 estudiantes la potestad de resolver
sobre la admisión, permanencia y promoción de estudiantes; lo que de hecho habilita la
implementación de exámenes de ingresos por facultad, siendo que en el artículo 29 inciso j)
se había establecido como atribución de la universidad la admisión, permanencia y
promoción de los estudiantes. Esta disposición se plantea en realidad para resolver el
conflicto existente entre la Universidad de Buenos Aires y su propia Facultad de Medicina, ya
que esta última venía reclamando y finalmente logró implementar examen de ingreso y cupos
para el acceso a la carrera de medicina.
• La autonomía académica se ve limitada en los artículos 42 y 43 de la ley, ya que el
Ministerio de Educación se reserva la potestad de fijar la carga horaria mínima y se establece
que, cuando se trate de títulos correspondientes a profesiones cuyo ejercicio pudiera
comprometer el interés público poniendo en riesgo de modo directo la salud, la seguridad, los
derechos, los bienes o la formación de los habitantes, requerirá que se respeten, además de
la carga horaria fijada, los contenidos curriculares básicos y los criterios sobre intensidad de
la información práctica que establezca el Ministerio.
• La Comisión Nacional de Evaluación y Acreditación Universitaria, encargada de la
evaluación externa, la aprobación del proyecto institucional de universidades privadas y la
acreditación de carreras de grado y posgrado, está compuesta por siete integrantes del
poder político sobre un total de doce, y apenas tres en representación de las Universidades
Nacionales.
• A la vez que centraliza el control, delega en las universidades la atribución de fijar su
régimen salarial y su administración de personal, desplazando al interior de cada universidad
el conflicto salarial, siendo que éstas no cuentan con la posibilidad de dar respuesta a los
reclamos y promoviendo de esta manera la fragmentación los salarios docentes.
El hecho de que no se tuvieran en cuenta las modificaciones propuestas, surgidas de un
consenso amplio por parte de los principales interesados (los miembros de la comunidad
universitaria), y de que se aprobara el Proyecto en el Senado tal como salió de la Cámara de
Diputados, dio lugar a la existencia de una norma sin sustento real en el ámbito de su aplicación.
A pesar de la supuesta ambigüedad de la Ley en temas como el ingreso irrestricto y la gratuidad,
las Universidades que modificaron sus Estatutos consagrando los principios reformistas, no
lograron la aprobación de los mismos por parte del Ministerio de Cultura y Educación.
Se buscaba así la sanción de una ley que se convirtiera en herramienta del modelo neoliberal
que imperaba en los noventa. Esto explica que por primera vez en la historia se haya sancionado
una norma de vital importancia para la universidad sin la participación de sus protagonistas.
II. EL SISTEMA DE EDUCACIÓN SUPERIOR ARGENTINO
El sistema de educación superior en la Argentina se configura como un "conglomerado
institucional complejo y heterogéneo" (9) , conformado por unos 1.800 establecimientos de nivel
terciario no universitario, y 100 instituciones universitarias, que en su conjunto recibe a casi 2

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millones de estudiantes.
Las instituciones universitarias oficialmente reconocidas en el país- configuran en su conjunto un
mapa cuyos rasgos más característicos son la complejidad, la diversidad y una heterogénea
multifuncionalidad, en el que coexisten universidades tradicionales y nuevas, públicas y privadas,
católicas y seculares, de elite y masivas, profesionalizantes y de investigación. (10)
En las últimas décadas, el sector universitario argentino experimentó una fuerte expansión. Se
crearon una decena de nuevas universidades nacionales y el número de universidades privadas
se duplicó. La matrícula universitaria de grado, que ascendía en 1986 a 581.813 estudiantes,
supera según los últimos datos oficiales disponibles (2004) el millón y medio de alumnos, de los
cuales el 85% se encuentra en el sector público.
La mayoría de los egresados del colegio secundario que deciden estudiar optan por la educación
universitaria. Entre la opción pública-privada el 85% concurre a las universidades públicas y el
15% a las privadas. Respecto de la educación superior no universitaria, también se mantiene la
preferencia de la mayoría de los alumnos por los institutos terciarios del sector público.
III. NECESIDAD DE UNA NUEVA LEY DE EDUCACIÓN SUPERIOR
1. La crisis de la Universidad Argentina
La universidad como tal, sus fines, su necesaria reforma, y su rol en la vida social, han venido
debatiéndose desde siempre. Así se ha hablado de la crisis de la universidad para referirse al
desajuste existente entre ella y su contenido histórico social. Realizar un análisis de nuestra
universidad requiere vincularla a la realidad del país.
Hoy vivimos las consecuencias de una profunda crisis económica, que se ha proyectado como
crisis social, política e institucional, y fundamentalmente como crisis de credibilidad y de
legitimidad de las instituciones, que actúa como una fuerza con sentido desintegrador de nuestra
sociedad. Y nuestra universidad es parte de esta realidad de crisis.
En los últimos 15 años Argentina fue uno de los países que menos inversión realizó en la
educación superior en general y en la educación universitaria en particular. El porcentaje que ha
invertido con respecto al PBI es menor que el de otros países de América Latina con menor
ingreso per capita como Chile, Brasil, Venezuela y México.
En cuanto a la inversión en investigación y desarrollo, según un informe internacional elaborado
hace un par de años por la Red de Indicadores de Ciencia y Tecnología Iberoamericana, la
Argentina invertía menos fondos (0,24% del PBI) que en la década del ochenta (0,37% del PBI),
en menor proporción que los vecinos Chile y Brasil y su inversión es 189 veces menor a la de los
Estados Unidos. Será necesario observar si algunas mejoras recientes se consolidan y fructifican
con el tiempo.
Si bien con la sanción de la Ley de Financiamiento Educativo a fines de 2005 se definió un
incremento paulatino de la inversión educativa, ratificado y levemente incrementado con la
sanción de la Ley de Educación Nacional aún estamos lejos de disponer de los recursos
necesarios para asegurar una adecuada expansión y consolidación del sistema universitario del
sector público y, cabe señalarlo, son muchos los años de desidia y desinversión que resulta
necesario revertir.
Desde el punto de vista educativo, los procesos de exclusión social que ya hemos descripto se
materializan en las altas tasas de deserción escolar que se registran en los niveles educativos
previos al superior: el 64% de los argentinos de entre 25 y 34 años no terminó el colegio
secundario y un 77% de jóvenes de entre 15 y 24 años no asiste más a la escuela,
encontrándose en situación de "riesgo educativo", es decir, no tienen posibilidades de
reinsertarse en el circuito educativo.
De esta forma, quienes están en condiciones de elegir una carrera entre las ofertas
institucionales del nivel superior pertenecen al sector que logró sobrevivir a la escuela
secundaria. Los pobres quedan excluidos así del sistema educativo antes de acceder y terminar
el nivel secundario.
Siguiendo a Boaventura de Sousa Santos (11) encontramos que la universidad afronta, en este
contexto de crisis generalizada, su propia crisis de legitimidad frente a la contradicción, por un
lado, de saberes especializados cada vez más complejos y cambiantes, y por otro, las exigencias
sociales y políticas de la democratización de la universidad y la reivindicación de la igualdad de
oportunidades de acceso a la educación superior. Asimismo, existe una crisis institucional,
porque la autonomía científica y pedagógica de la universidad se asienta en la dependencia
financiera del Estado. Esta dependencia no fue problemática mientras que la universidad y sus
servicios fueron entendidos inequívocamente como un bien público que, por lo tanto,
correspondía al Estado asegurar.
En los últimos treinta años, en la mayoría de los países de la región, la crisis institucional de la
universidad fue provocada o inducida por la pérdida de prioridad del bien público universitario en

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las políticas públicas y el consiguiente desfinanciamiento y la descapitalización de las
universidades nacionales. Fue ante todo resultado de la pérdida general de las políticas sociales
(educación, salud, seguridad social) generada por el neoliberalismo, bajo la idea de que la
universidad pública es irreformable (así como lo es el Estado) y que la verdadera alternativa está
en la creación del mercado universitario. Con la transformación de la universidad en un servicio al
que se tiene acceso por vía del consumo, y por lo tanto mediante el pago, el derecho a la
educación sufrió una erosión radical.
La universidad pública -y el sistema educativo en su conjunto- estuvo siempre ligada a la
construcción del proyecto de Nación. La universidad no saldrá del túnel entre el pasado y el
futuro en que se encuentra si no se reconstruye el proyecto de nación. Esto es justamente lo que
está sucediendo en los países centrales: las universidades globales de Estados Unidos, Australia
y Nueva Zelanda actúan en el marco de proyectos nacionales que tienen al mundo como su
espacio de acción.
En este sentido, la redefinición de la enseñanza superior argentina debe venir de la mano de un
nuevo proyecto de país que se integre a los países de la región. Si queremos un país que
sustente su desarrollo en la industria y en la pequeña y mediana empresa de la ciudad y del
campo, debemos discutir qué profesionales necesitamos para ese modelo productivo. Si el
modelo de Nación no está claro, resulta comprensible que la educación navegue en un mar de
ambigüedades. Como carecemos de proyecto de país, no tenemos política educativa, o mejor
dicho, la que tenemos responde a un modelo de país que queremos superar.
En este contexto, la reforma de la Universidad debe apoyarse y legitimarse en distintas fuerzas
sociales. Los primeros protagonistas deben ser indudablemente la propia universidad pública y el
Estado Nacional. A ellos pueden sumarse los ciudadanos individual o colectivamente
organizados, grupos sociales, sindicatos, movimientos sociales, organizaciones no
gubernamentales y sus redes, gobiernos locales interesados en fomentar articulaciones
cooperativas entre la universidad y los intereses sociales que representan, y los sectores
productivos, prioritariamente la micro, pequeña y mediana empresa.
IV. UNIVERSIDAD Y SOCIEDAD
Para revertir y evitar las transformaciones dominadas por la mercantilización es necesario
generar alternativas de investigación, de formación, de extensión y de organización que apunten
hacia la democratización del bien público universitario, es decir, que hagan posible la contribución
específica de la universidad en la definición y solución colectiva de los problemas sociales,
nacionales y globales.
Con la explosión de la matrícula hubo masificación en lugar de democratización y, en función del
deterioro del nivel de vida de la mayoría de la población, se produjo una fuerte estratificación de
la educación superior. Debe trabajarse conjunta y cooperativamente con los niveles anteriores del
sistema educativo para evitar que las limitaciones al acceso se encuentren antes del ingreso a la
universidad, y garantizar la gratuidad. A los estudiantes con menos recursos deben asignárseles
becas. Debe tenerse en cuenta no sólo la posibilidad de ingresar a la universidad, sino la de
permanecer y graduarse, ya que no se trata únicamente de garantizar el acceso sino también la
permanencia y el logro de los estudiantes provenientes de los sectores sociales menos
favorecidos.
El rol que cumpla la universidad para la cohesión social, la profundización de la democracia, la
disminución de los niveles exclusión, residirá en la acción que realice con las organizaciones y
movimientos sociales, comunidades locales y regionales, gobiernos locales, el sector público y el
sector privado. Además deberá considerarse a la sociedad en general como destinataria de la
"incubación" de la innovación, la promoción de la cultura científica y tecnológica, las actividades
culturales en el campo de las artes y la literatura, etc. Debe evitarse que la vinculación con el
medio sea fundamentalmente orientada hacia actividades rentables con la finalidad de recaudar
recursos extrapresupuestarios, y por lo tanto su objetivo prioritario, refrendado democráticamente
al interior de la universidad, debe ser el apoyo solidario para la resolución de los problemas
sociales.
En el plano de la investigación, puede reconquistarse legitimidad a través de la definición y
ejecución participativa de proyectos de investigación involucrando a las comunidades y a las
organizaciones sociales, articulando los intereses sociales con los intereses científicos. Los
talleres de ciencia creados a solicitud de ciudadanos o de grupos para el desarrollo de proyectos
que sean claramente de interés público promoverán la solidaridad en la formación de los
estudiantes y contribuirán a relacionar la universidad con la sociedad en la generación de
conocimiento científico. El papel de la universidad en la creación de polos tecnológicos que
articulen los centros de producción del conocimiento con los emprendedores privados y con las
agencias estatales resulta primordial para promover el desarrollo local y regional.
Asimismo, resulta imprescindible vincular la universidad con la educación básica y secundaria,
considerando tres aspectos: la producción y difusión del saber pedagógico, la investigación

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educativa y la formación de los docentes de la escuela pública.
La articulación al interior del sistema universitario también resulta de vital importancia para
compartir recursos y equipamientos, generar la movilidad de docentes y estudiantes entre
instituciones y tender a una compatibilización mínima de los planes de estudio, sin eliminar las
especificidades necesarias para responder al contexto local o regional ni desconocer la
autonomía académica.
V. NUESTRA PROPUESTA
Siguiendo estos lineamientos, hemos estructurado nuestra propuesta en cinco títulos, además de
un sexto título para disposiciones transitorias.
1. Lineamientos comunes a todo el sistema de educación superior (Título I)
En el Título I se establece el alcance de la ley, fijándose las funciones y orientaciones básicas
que deben respetar todas las instituciones del sistema, reafirmando el carácter público de la
educación en este nivel y la responsabilidad que cabe al Estado en la garantía de igualdad de
oportunidades. Esta igualdad se entiende tanto en lo que respecta al financiamiento de las
instituciones públicas como en el control de las privadas, e incluye además la coordinación que
tienda a revertir la fragmentación existente y promueva niveles homogéneos de calidad.
2. Universidades nacionales (Título II)
Entendemos que las universidades nacionales constituyen la columna vertebral del sistema de
educación superior, no sólo por el peso proporcional que tienen respecto del número de alumnos,
cantidad y variedad de carreras y actividades de investigación que albergan, sino que por ser
estatales corresponde que sean ellas quienes jueguen el papel fundamental en garantizar que se
haga efectivo el derecho a la educación en este nivel.
Misión y funciones de la Universidad
En el Capítulo 1 se define a las universidades nacionales como instituciones educacionales,
científicas y culturales, aludiendo a las tres funciones básicas que mencionara Ortega y Gasset
en su clásico libro "Misión de la universidad": transmisión de la cultura; enseñanza de las
profesiones; investigación científica y educación de nuevos científicos; además de su función
social.
Por eso señalamos que la misión "fundamental" es la formación integral de quienes estudian en
ella, teniendo en cuenta que sólo estaremos ante una universidad cuando se de cumplimiento a
la totalidad de sus funciones con la adecuada jerarquización de la función de docencia o
enseñanza.
Por formación integral referimos a lo que ya señalara Paulo Freire (12) advirtiendo sobre el
peligro de la excesiva especialización, proponiendo una "educación técnica y específica que no
oblitere la visión total del hombre. Educación que dé la visión general de un mundo, que siendo
más que "fórmulas" no se reduzca simplemente a ellas".
En igual sentido lo expresaba José Ingenieros (13) : "La Universidad debe ser una entidad viva,
pensante, actuante, capaz de imprimir un ritmo homogéneo a la enseñanza de todas sus
escuelas. Las facultades autónomas tienden a formar especialistas, sin preocuparse de formar
hombres, esta última tarea debe incumbir a la Universidad y es la razón que justifica su
existencia (...) La especialización directa, sin una base previa de cultura general es contraria al
desenvolvimiento de la personalidad. Los especialistas son amanuenses perfeccionados, ruedas
de un vasto engranaje, piezas de un mosaico; pueden ser utilísimos al servicio de otros sin tener
conciencia de la obra a que contribuyen con su esfuerzo".
En un mundo de cambios vertiginosos en el plano de la ciencia y las profesiones, una ancha
base general y flexible permite adaptarse, insertarse y ser partícipe de esos cambios.
En este mismo capítulo se establecen los principios que deben guiar a las universidades
nacionales en el desarrollo de sus funciones: la gratuidad, la autonomía, la calidad académica y
científica, la igualdad de oportunidades, la articulación con los demás niveles educativos y al
interior del nivel superior, la vinculación con el medio, la formación integral.
Autonomía y Cogobierno.
El concepto de autonomía encuentra su fundamento en la posibilidad de autodeterminarse, en la
capacidad para darse sus propias normas sin interferencia de terceros: en esto radica la
etimología de autónomos. En la reforma constitucional de 1994 se estableció claramente
autonomía y autarquía de las universidades nacionales. Al respecto Bidart Campos sostiene que
"la autonomía de las universidades nacionales tiene, automática y directamente por imperio de la
cláusula constitucional, el efecto de erigirlas y reconocerlas como personas jurídicas de derecho
público no estatales lo que, entre otras consecuencias, surte la de colocarlas al margen de toda
clase de intervención respecto del Estado, como no sea en lo que pueda tener vinculación con

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los recursos que el Estado les depara a través del presupuesto". (14)
En este sentido la autonomía debe ser entendida como la plena capacidad de éstas para
determinar sus propios órganos de gobierno, elegir a sus autoridades, ejercer las funciones de
docencia, investigación y extensión; y las actividades administrativas y de gestión que en su
consecuencia se desarrollen; sin ninguna clase de intervención u obstrucción del Poder
Ejecutivo, y solamente revisables (en caso de arbitrariedad) por el Poder Judicial.
Esta autonomía es un instrumento de protección de la actividad universitaria, un medio valioso y
necesario para el desenvolvimiento de sus objetivos, pero que no significa una segregación del
resto de la comunidad ni un apartamiento de los fines supremos del Estado. La autonomía pone
a la universidad al amparo de los vaivenes políticos y de los intereses económicos sectoriales.
La Declaración de la Conferencia Regional de la Educación Superior en América Latina y el
Caribe celebrada entre 4 y el 6 de junio de 2008, en la ciudad de Cartagena de Indias, Colombia,
bajo los auspicios del Instituto Internacional de la UNESCO para la Educación Superior en
América Latina y el Caribe (UNESCO- IESALC) señaló que:
Las respuestas de la Educación Superior a las demandas de la sociedad han de basarse en la
capacidad reflexiva, rigurosa y crítica de la comunidad universitaria al definir sus finalidades y
asumir sus compromisos. Es ineludible la libertad académica para poder determinar sus
prioridades y tomar sus decisiones según los valores públicos que fundamentan la ciencia y el
bienestar social. La autonomía es un derecho y una condición necesaria para el trabajo
académico con libertad, y a su vez una enorme responsabilidad para cumplir su misión con
calidad, pertinencia, eficiencia y transparencia de cara a los retos y desafíos de la sociedad.
Comprende asimismo la rendición social de cuentas. La autonomía implica un compromiso social
y ambos deben necesariamente ir de la mano. La participación de las comunidades académicas
en la gestión y, en especial, la participación de los estudiantes resultan indispensables.
En consecuencia, en el Capítulo 2 se consagra la autonomía y autarquía de las universidades
nacionales, ratificando lo dispuesto por la Constitución Nacional, se establece la creación por ley
nacional -siendo necesario para ello un informe favorable previo del Consejo Interuniversitario
Nacional- y se garantiza la inviolabilidad de los recintos universitarios.
El cogobierno es el correlato de la autonomía, por ello en el Capítulo 3 se establecen normas
generales para la forma de gobierno, dejando librado a los respectivos estatutos la determinación
del régimen electoral, duración de los mandatos, metodología de elección, etc. La única pauta
que se establece es la composición cuatripartita del cogobierno, preservando la igualdad de
miembros entre estudiantes y docentes en los cuerpos colegiados, entendiendo que quienes son
principales protagonistas de la vida universitaria deben tener una participación en las decisiones
representativa de su importancia para la vida institucional.
Asimismo se prevé la creación de un consejo social asesor, para favorecer el trabajo conjunto
con la comunidad en la búsqueda de soluciones a los problemas que la afectan.
Gratuidad e ingreso directo: la educación superior como derecho
Si hay un factor que ha contribuido a la movilidad social en nuestro país y ha generado una
sociedad con preponderancia de los sectores medios como signo distintivo en el marco de
América Latina, ha sido el sistema de educación común, gratuita, obligatoria y laica que se
estableciera con la Ley 1.420. Esta norma permitió con su vigencia durante más de cien años
que -a pesar del retroceso en aspectos institucionales, económicos y sociales que ha
experimentado nuestro país- todavía el nivel educativo de nuestro pueblo se encuentre entre los
más altos de la región.
La concepción de la igualdad que tuvieron los hombres más generosos en la construcción de la
Nación se tradujo en la implantación en nuestro país de las ideas más avanzadas de la época.
Entre ellos, sobresale el ejemplo de Manuel Belgrano y Domigo F. Sarmiento.
Belgrano recibió el influjo de los grandes pensadores y estadistas del reformismo español de
fines del siglo XVIII. En su crítica a la educación colonial, sostenía que no era posible inculcar en
los hombres el amor al trabajo y a las costumbres arregladas y honradas si no había una
enseñanza apta y "si la ignorancia va pasando de generación en generación con mayores
aumentos". Concebía a la escuela como un instrumento de desarrollo social mediante la
preparación para el trabajo y la acción concreta, pues siendo la miseria la fuente de todos los
vicios, la educación se erigía como el medio capaz de conjurarlos. En el ocaso colonial Belgrano
señaló la necesidad de renovar la educación pública, dotándola de un espíritu científico,
contrapuesto al formalismo escolástico dominante. Alentador de la educación de la mujer en una
época en que esa idea era rechazada, y de todas las formas de educación práctica, sentó su
optimismo pedagógico en la Memoria del Consulado de 1796, al decir que "la educación es el
principio de donde resultan ya los bienes y los males de la sociedad".
Domingo Faustino Sarmiento publicó en 1849 el libro "De la educación popular", que encierra una
doctrina y una práctica de la educación del pueblo. Su campaña pedagógica que se había
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iniciado antes se vigorizó con este libro y se sometió a un pensamiento orgánico. Sarmiento
había elaborado para sí mismo una pedagogía de acción derivada de una pedagogía política,
cuyas fuentes ideológicas se encuentran en las doctrinas del iluminismo francés, sobre todo en lo
que se refiere al poder renovador de la educación y al deber del Estado de asegurar un régimen
de instrucción común que aumentase la ilustración general, suprimiese las desigualdades y
facilitase la educación profesional así como la de la mujer. Es distintiva de Sarmiento, por la
fuerza de su prédica en medio de la indiferencia y la inercia general, la concepción de la escuela
primaria como el órgano supremo de la educación nacional. Tenía fe ciega en el prolongado
poder individual y social de la educación a cargo de la escuela común: lejos de servir para obligar
a cada uno a perpetuarse en el seno de la clase o grupo social en que ha nacido, la escuela es el
ámbito donde se encuentran y conviven sin reservas los hijos de familias pobres y los de familias
pudientes. Aseguró entre nosotros la implantación de la escuela única, no alcanzada plenamente
aún en las naciones más adelantadas de Europa, y por la cual se facilitó el acceso a los demás
grados y ramas de la enseñanza a los sectores mas relegados, sin discriminaciones previas.
Aplicada al nivel superior, esta concepción implica la efectiva vigencia de dos principios que
fueran desvirtuados en la Ley 24.521, y que establecemos expresamente en el Capítulo 4: el
ingreso directo y la gratuidad del nivel de grado, como las dos premisas fundamentales para
garantizar la igualdad de oportunidades en el acceso y permanencia.
En los fundamentos de su proyecto de régimen legal para las universidades nacionales del año
1988, Guillermo Estévez Boero lo planteaba con claridad y contundencia: "El imperativo del
sistema democrático no es seleccionar a los mejores, descartando al resto, para desarrollar sólo
las aptitudes de los más dotados, sino permitir el despliegue del potencial de cada miembro de la
comunidad. A la política mezquina y malthusiana en materia de ingreso se opone así la
concepción generosa y superadora que concibe a la educación como un gran servicio público
administrado democráticamente."
Esta democratización del acceso y permanencia no debe contraponerse en una falsa dicotomía
con el logro de altos niveles de calidad en la formación, ambos objetivos deben alcanzarse
simultáneamente a través del adecuado financiamiento por parte del Estado y una correcta
organización pedagógica e institucional de las universidades.
En el mismo sentido se enmarcan las disposiciones del Capítulo 12, donde se plantean
mecanismos concretos para promover la disminución de la deserción a través de la orientación
vocacional, así como cuestiones relativas al bienestar de los estudiantes en materia de salud,
alimentación, vivienda, etc.
Cabe recordar lo señalado por la mencionada Declaración de la Conferencia Regional de la
Educación Superior en América Latina y el Caribe realizada el año pasado:
"La Educación Superior es un bien público social, un derecho humano y universal y un deber del
Estado. Ésta es la convicción y la base para el papel estratégico que debe jugar en los procesos
de desarrollo sustentable de los países de la región".
Esta idea central se reafirma en la Declaración cuando se destaca que:
"En América Latina y el Caribe, particularmente, se necesita una educación que contribuya
eficazmente a la convivencia democrática, a la tolerancia y a promover un espíritu de solidaridad
y de cooperación; que construya la identidad continental; que genere oportunidades para quienes
hoy no las tienen y que contribuya, con la creación del conocimiento, a la trasformación social y
productiva de nuestras sociedades. En un continente con países que vienen saliendo de la
terrible crisis democrática que provocaron las dictaduras y que ostenta la penosa circunstancia
de tener las mayores desigualdades sociales del Planeta, los recursos humanos y el
conocimiento serán la principal riqueza de todas cuantas disponemos".
La educación universitaria es un derecho pero, además, en el contexto contemporáneo de
América Latina una necesidad ya que resulta imprescindible para la construcción de un futuro
mejor y mas justo para todos.
Comunidad universitaria
En los Capítulos 5 a 8 se establecen disposiciones referidas a los cuatro claustros de la vida
universitaria.
Se fija el régimen de concurso público para acceso a la docencia y la evaluación periódica del
desempeño docente de acuerdo a la modalidad que adopte el respectivo estatuto, exigiendo
únicamente que dicha evaluación no se consista en un mecanismo formal y burocrático, y
previendo en todos los casos la participación estudiantil en los jurados.
Se establece asimismo para los no docentes el acceso por concurso y la implementación de los
medios que permitan la continuación de los estudios secundarios o universitarios. Para los
estudiantes se reconoce el derecho a la agremiación y se plantea la necesidad de que cada
universidad cuente con mecanismos de vinculación con los graduados.

CONSULTA HACIA UNA NUEVA LEY NACIONAL DE EDUCACIÓN SUPERIOR 401


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Enseñanza, Investigación, Extensión
La investigación y la enseñanza universitarias no son actividades aisladas o diferenciadas de un
modo excluyente. Historias de prácticas y tradiciones las han separado de un modo irreconocible;
las reformas neoliberales de los noventa han aumentado el distanciamiento tanto en el plano
empírico como en el del reconocimiento simbólico. Si el principal objetivo debe ser la formación
científica y el desarrollo y potenciación de una mentalidad creativa en docentes y estudiantes, las
diferentes actividades universitarias -enseñanza, investigación, extensión y asistencia- no pueden
concebirse como compartimientos independientes. Así como existen universidades que producen
conocimientos, hay otras en que ese mismo conocimiento es transmitido, siendo ésta la única
actividad que confiere identidad a esas casas de estudio. En las primeras encontramos no sólo
aulas sino laboratorios y talleres, ámbitos en los que se promueve la realización de postgrados,
utilización de currículas flexibles y trabajos fundados en investigaciones interdisciplinarias.
La velocidad actual en que se generan los conocimientos y tecnologías es más rápida que la de
difusión, por lo que su asimilación ha dejado de ser una solución realista al desarrollo, salvo que
incorpore en su base un importante componente de investigación científica. La investigación no
tiene como único objetivo la generación de nuevos conocimientos sino que, al mismo tiempo, es
un medio para mejorar la calidad de enseñanza, contribuyendo a la formación de docentes y a la
formación metodológica del estudiante.
Actualmente es necesaria la capacidad de desarrollar nuevos conocimientos, recombinando los
ya existentes y generando propuestas de innovación derivadas de los problemas localmente
contextualizados. Durante mucho tiempo la velocidad de desarrollo de las sociedades históricas
se vinculó con su grado de alfabetización básica. Hoy, la velocidad de desarrollo se vincula
directamente con el acceso universal a los procedimientos de investigación científica articulados
con las demandas locales, nacionales y regionales de resolución productiva de problemas.
Los estudiantes universitarios necesitan aprender a descubrir, apropiarse y utilizar un
conocimiento que puede haber sido producido en cualquier parte del mundo y recombinarlo con
otros, para responder a nuevas preguntas y problemas. La Universidad pública, del mismo modo
que ya aconteció con la escuela primaria ante la circulación de información e imágenes
provenientes de los medios masivos de comunicación electrónica, debe ampliar la visión del
papel que juega en la producción del conocimiento, desde la de ser un proveedor único hasta la
de convertirse en un primero entre pares, o socio privilegiado en contextos locales y globales.
La política de innovación, como espacio propio de investigación y desarrollo (I+D), se alcanza
promoviendo la experimentación y la creatividad - tanto en los sistemas como en los sujetos y las
instituciones- y facilitando el surgimiento de ambientes abiertos para la interacción y el libre
intercambio.
En este sentido, resulta crucial articular y potenciar los recursos existentes en los organismos de
ciencia y técnica y en los organismos públicos en general a través del desarrollo de una
Estrategia de Desarrollo de la Investigación Científica y Tecnológica en las Universidades
Nacionales que asegure la expansión, consolidación y financiamiento tanto de las formas de
financiamiento que operan en la lógica autónoma tradicional de las universidades nacionales
como aquellas que privilegian formas de investigación dirigida a partir de la definición de
prioridades definidas por el Estado en función de las necesidades de la sociedad. Se trata de
construir un equilibrio en el que la comunidad científica no pierda el control de la agenda de
investigación científica que se encuentra enraizada en lo mejor de sus tradiciones académicas,
que la apertura al exterior no se reduzca a la apertura al mercado y que las agencias públicas de
financiamiento contribuyan al desarrollo de líneas de investigación por parte de la comunidad
universitaria en relación con intereses sociales relevantes.
En consecuencia, se procura articular las tres funciones básicas de la universidad, planteando la
plena autonomía en la definición de los contenidos curriculares, la coordinación de la
investigación a nivel nacional y local, la inclusión de jóvenes docentes y estudiantes en los
proyectos, así como la necesidad de que sus resultados se vuelquen en los contenidos del grado
y posgrado, planteando por último distintas modalidades que puede adoptar la vinculación con el
medio social.
Financiamiento estatal
Reiteramos aquí la importancia de que se incremente la participación porcentual del Presupuesto
de las universidades nacionales en el Producto Bruto Interno, objetivo planteado en la Ley de
Financiamiento Educativo Nº 26.075 del año pasado, pero que ya anteriormente se había
expresado como meta a lograr en la Ley Federal de Educación Nº 24.195 (sancionada en el año
1993). Los datos oficiales (15) , indican que en la última década dicha proporción no sólo no ha
aumentado sino que, en algunos años, ha disminuido significativamente.
Pese a los incrementos nominales del presupuesto, no ha existido una mejora en la participación
respecto del total del PBI, que no sólo es inferior a la que ostentan los países más avanzados

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(Estados Unidos 2,8%, Canadá 2,7%, Suecia 2,3%, Dinamarca 2,2%, Holanda y Reino Unido:
1,8%,) sino que se encuentra por debajo de Brasil y Uruguay (0,8% y 0,6% respectivamente).
Pese al esfuerzo por incrementar los ingresos provenientes de recursos propios de las
universidades, el financiamiento estatal representa el 97% de los fondos con que cuentan.
Además debe contemplarse que, en promedio, cerca del 75% del presupuesto se consume en el
pago de personal (en las universidades tradicionales que atienden mayor número de alumnos
generalmente este porcentaje se eleva). En lo que hace a la distribución de los cargos docentes
por su dedicación, tampoco ha existido recomposición a favor de las mayores dedicaciones ya
que en el año 2000 se contaba con un 14% de exclusivas, 23% semiexclusivas y 62% simples, y
en el año 2004 los porcentajes fueron: 13%, 22% y 63% respectivamente, llegando al 2% otros
tipos de contratos.
En cuanto al apoyo económico a los alumnos, el Programa Nacional de Becas Universitarias
destinó en el año 2004 unos 12 millones de pesos y abarcó a 4.750 alumnos (otorgando a cada
uno $ 2.500 anuales en cuotas mensuales), lo cual resulta irrisorio si se contrasta con la
estimación de que un 18% del estudiantado proviene de hogares que no llegan a cubrir la
canasta básica de bienes y servicios necesarios para vivir, es decir, unos 200.000 alumnos. Es
imprescindible destinar mayores fondos a becas para hacer cumplir el principio constitucional de
gratuidad y equidad en la educación.
Respecto de esta disposición, consideramos que un "principio" es algo básico, fundamental,
inmodificable. Es una proposición general, de la que se derivan y a la que se subordinan otras
secundarias. Por lo tanto, cuando se dice que la gratuidad es un principio, no puede haber lugar
a dudas ni a dobles interpretaciones, por más que se acompañe el principio de gratuidad con el
de equidad. La equidad no sólo no disminuye la vigencia del principio de gratuidad sino que lo
fortalece y la verdadera interpretación debe ser en el sentido de que gratuidad más equidad es
igual a gratuidad para todos, más becas para los que aún con la enseñanza gratuita no pueden
acceder a los distintos niveles educativos por problemas económicos.
No se admite de ninguna manera la posibilidad de que gratuidad más equidad pueda ser
interpretado como arancelamiento para el que pueda pagar. Si la equidad es la manifestación del
sentido de lo justo, y de lo que se trata es de promover la igualdad de oportunidades y
posibilidades, la verdadera justicia pasa por hacer realidad esa igualdad. La gratuidad es una
herramienta para que la igualdad se cumpla. Y si con la gratuidad no alcanza debemos
completarla con la equidad, lo que significa que a nadie debe quedar vedada la posibilidad del
ingreso a cualquier nivel de la educación por razones económicas.
Consecuentemente, este proyecto establece la responsabilidad indelegable del Estado en el
financiamiento, debiendo garantizarse un piso presupuestario para las universidades nacionales
equivalente como mínimo al 2% del PBI y crea un fondo especial para la inversión en
infraestructura y equipamiento constituido por el 10% de los excedentes de la recaudación fiscal
de cada año, administrado por el Ministerio de Educación Ciencia y Tecnología y sometido a
control por parte de una comisión ad-hoc integrada por diversos sectores representativos de la
vida política y académica.
Finalmente, ante la necesidad de rendir cuentas ante la comunidad por la administración de los
fondos públicos, se ordena la existencia de un órgano de control interno y se instituye como
órgano de control externo la Auditoría General de la Nación, atendiendo al carácter autónomo y
autárquico que poseen las universidades.
3. Universidades Privadas (Título III)
El Estado debe asegurar que la provisión de un bien público como la educación superior pueda
ser producido por las entidades privadas respetando niveles de calidad adecuados. El sector
privado es muy heterogéneo y está internamente muy diferenciado: algunas instituciones son
muy antiguas, mientras otras, la gran mayoría, ha surgido en las dos últimas décadas. Los
objetivos de dichas instituciones son diversos. Los niveles de calidad, también.
En los países de la región, el desarrollo del sector privado se asentó en tres decisiones políticas:
el estancamiento de la expansión del sector público a través de la crisis financiera; el deterioro de
los salarios de los profesores universitarios que indujo a la búsqueda de empleo parcial en el
sector privado; una laxitud en la regulación del sector privado, que le permitió desarrollarse con
un mínimo de restricciones. De este modo, el sector privado se ahorró la formación de sus
propios cuadros académicos, aprovechando todo el conocimiento y la formación producidos por
la universidad pública. Esto significó una transferencia masiva de recursos.
El tratamiento preferencial que se debe dar a la universidad pública no se apoya solamente en el
hecho de que realiza funciones de interés público que, por definición, no pueden ser realizadas
en el mercado de diplomas universitarios; sino en la necesidad de corregir algunos defectos de la
competencia y de la apropiación de recursos a la que se ha visto sometida en los últimos veinte
años.

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Compete al Estado fomentar la universidad pública; por ello la relación con la universidad privada
debe ser cualitativamente diferente: una relación de regulación y fiscalización. La regulación debe
ser tanto directa como indirecta. Indirecta, con la expansión y cualificación de la universidad
pública. Directa, con la existencia de condiciones de autorización y acreditación que garanticen
estándares mínimos de calidad en la oferta académica privada.
Por ello es que en el Título III se dispone que su creación se realiza por decreto del Poder
Ejecutivo, previo informe de la Comisión de Seguimiento del Sistema de Educación Superior, se
establece la necesidad de que los programas y planes de las carreras de grado acrediten ante
dicha Comisión y cuenten con la aprobación del Ministerio de Educación, Ciencia y Tecnología
para que los respectivos diplomas sean habilitantes. Por último, se excluye la posibilidad de que
puedan contar con exenciones impositivas y previsionales, o con subsidios del Estado Nacional.
4. Órganos de coordinación y seguimiento del sistema de educación superior (Título IV)
En nuestra propuesta planteamos la existencia del Consejo Interuniversitario Nacional (Rectores
y Presidentes de universidades nacionales) y del Consejo de Rectores de Universidades
Privadas (Rectores y Presidentes de universidades privadas), e introducimos un nuevo órgano: la
Comisión de Seguimiento del Sistema de Educación Superior, integrada por representantes del
CIN (la mitad de sus miembros), del CRUP, del Ministerio de Educación, Ciencia y Tecnología, de
cada cámara del Congreso Nacional, de la FUA y del gremio docente (de estos seis últimos, un
miembro en representación de cada organismo). Con esta composición se intenta dar
preeminencia al perfil académico que debe poseer el órgano que tenga a su cargo la evaluación
del sistema en su conjunto y de cada institución en particular.
Destacamos entre sus funciones la de acompañamiento para el mejoramiento de la calidad, la de
articulación entre las distintas instituciones que integran el sistema, así como con los niveles
anteriores y con el sistema científico nacional. Se le encomienda además la creación de un
Centro de Estudios sobre la Educación Superior como instancia imprescindible para promover el
análisis y reflexión permanente sobre este campo.
5. Seguimiento en el cumplimiento de las funciones: evaluación de la calidad (Título V)
La misión de la universidad es esencialmente la función de formar. Esta formación profesional
sólo puede lograrse en un medio donde la ciencia sea un acto vivo y los estudiantes se
relacionen con el conocimiento como producto de una construcción en la que pueden participar
activamente. (16) Por lo tanto, el nivel de formación disciplinar, pedagógica y en investigación de
los docentes será el factor determinante para que este proceso pueda ser llevado a cabo con
éxito.
De acuerdo con Guy Neave, teniendo en cuenta la escasa posibilidad de ascenso en la carrera
docente y el poder determinante del sector privado, que puede vencer a la universidad cada vez
que compite con ella por profesionales altamente calificados y bien formados, quizás esta sea la
cuestión de la calidad más importante de las primeras décadas del siglo XXI, porque, sin
adecuado personal académico, no habrá ninguna calidad para juzgar, sólo expertos en calidad
que evalúan lo que ellos mismos rara vez enseñan. Asociado al concepto de carrera académica,
cobra gran significación un adecuado sistema de evaluación que asegure la calidad y posibilite la
promoción dentro de esa carrera académica. (17)
Respecto a la posibilidad de obtener información sobre la eficiencia y calidad de las instituciones
universitarias, existen en el mundo dos tendencias: una de ellas enfatiza el planeamiento y un
marcado control por parte del Estado, efectuado mediante la aplicación de un complejo sistema
de normas y de procesos de evaluaciones externas. Si los resultados no satisfacen a las
autoridades centrales, éstas ordenan reducciones y redistribuciones presupuestarias. La otra
estrategia está encaminada a fortalecer la autonomía y la autorresponsabilidad universitaria,
como una condición importante para obtener mejores resultados en la calidad universitaria.
Demás está decir que la Argentina ha cosechado tres premios Nobel, siendo fiel al segundo
modelo de estrategia autorresponsable. Nuestras universidades han formado profesionales y
científicos reconocidos a nivel internacional mucho antes de que se crearan los actuales
mecanismos de evaluación y acreditación o siquiera se pensara en su existencia.
En este marco es que proponemos instancias de autoevaluación, entendiendo que es posible y
necesario abordar la autoevaluación institucional más que como una reacción a problemas
puntuales o actividad esporádica planteada por alguna gestión, como una tarea continua,
íntimamente ligada a la acción y a la reflexión constante sobre el sentido de los propósitos y de
las estrategias que se emplean para concretarlos.
Si se considera la evaluación desde una perspectiva sustantiva, esto implica concebir a la
educación como un proceso, reconociendo la dimensión cualitativa de ese proceso que
fundamentalmente produce bienes simbólicos, no tangibles, por lo tanto no medibles. Se
considera que la tarea de la evaluación consiste en aportar elementos para que los actores de la
educación tengan condiciones para mejorar ese proceso, es por tanto un acto con y desde los

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actores. (18)
El proceso de cambio en la docencia implica generar programas de formación-evaluación en los
que se acompañe al docente en su trabajo cotidiano, estos programas implican años de trabajo
conjunto, su finalidad no es clasificarlos ni otorgarles un estímulo económico, sino mejorar el
desempeño del trabajo en el aula. Por eso es que como primera medida consideramos que debe
garantizarse a los docentes el acceso a los cursos de posgrado, de manera de promover la
igualdad de oportunidades en la formación y, teniendo en cuenta el magro salario que perciben,
contribuir a que luego no sean castigados por no haber realizado una capacitación de la que el
propio sistema los excluye.
En materia de evaluación externa y acreditación, consideradas en un contexto más abarcador,
las críticas al modelo de evaluación propuesto por la Ley 24.521 se inscriben en la visión de que
en ella está ausente un modelo de desarrollo que responda a las necesidades reales de la
población y que valorice el uso social del conocimiento.
La evaluación académica sirve hoy para clasificar docentes de acuerdo con ciertos tipos de
desempeños formales; planes de estudio, instituciones y profesionales, por medio de programas
de certificación y acreditación que reproducen viejos esquemas ya superados en otros países
(número de doctores, número de publicaciones, número de libros en la biblioteca, etc) para
determinar el valor de un programa educativo. La lógica del modelo educativo es evaluar pero no
existe una discusión a fondo sobre el sentido de la evaluación, se asume que se evalúa para
mejorar el sistema, cuando en realidad la evaluación sólo da cuenta de una medición arbitraria de
elementos formales del sistema educativo.
La agenda pendiente implica la construcción de otro paradigma, centrado en una concepción
formativa de la evaluación, enfocada hacia la mejora in situ de la tarea educativa, no que juzgue
o califique sus resultados cuando el proceso ya ha concluido y esos resultados no pueden
modificarse o que se encuentre ligada a intereses y procedimientos de financiamiento. Por el
contrario, debe detectar las dificultades y carencias del trabajo educativo en el propio proceso, de
manera que la mejora y modificación se den antes de que termine la tarea educacional.
Por eso la evaluación formativa busca generar determinados procesos de participación y una
práctica de la evaluación donde la comunidad universitaria sea la principal destinataria de los
resultados. Debemos tener en cuenta que es imposible simplificar el modelo institucional sin
destruir la naturaleza de la misión, desvirtuar el sentido de su estructura interna y desconocer la
verdadera naturaleza del impacto de su actividad. La evaluación y los evaluadores siempre
tienen que unir a su capacidad para producir juicios de valor la conciencia de los límites que
impone la modestia del científico con referencia a los límites y la provisionalidad de sus
conclusiones. La modestia debe ser aún mayor cuando el objeto evaluado es tan difícil de
modelizar como lo es la institución universitaria por su propia naturaleza, el carácter de sus
actividades y la multiplicidad de los intereses que atiende. (19)
Para evitar la burocratización y la ritualización hay que echar a andar mecanismos de evaluación
de la evaluación. La unidad o agencia que se ocupe de esta tarea tiene que tener fuerte
visibilidad y aceptación ya que sus juicios deben contar no sólo con legitimación formal sino
también con la confianza de la sociedad respecto de su validez.
Por ello es que proponemos que las funciones actualmente asignadas a la C.O.N.E.A.U. se
radiquen en la Comisión de Seguimiento del Sistema de Educación Superior, en la cual se prevé
un peso preponderante de los rectores de Universidades Nacionales y se asegura la participación
de los representantes estudiantiles y docentes. Se establece asimismo el acompañamiento
externo para garantizar el cumplimiento de los objetivos institucionales planteados dentro del
marco de la plena autonomía institucional, se prescribe que toda recomendación de mejora a las
universidades nacionales deba concomitantemente prever el otorgamiento de los recursos
necesarios para implementarla, se obliga a las universidades privadas a acreditar las carreras de
grado y posgrado, en tanto que las universidades nacionales, sujetas al control estatal, otorgan
títulos habilitantes sin necesidad de someterse a procesos de acreditación.
6. Educación superior no universitaria (Título VI)
Producto de la transferencia de los establecimientos educativos del ámbito nacional hacia las
provincias y la ciudad de Buenos Aires, existe en la actualidad una fuerte fragmentación con
realidades disímiles en todo el país. En consecuencia, en nuestra propuesta planteamos algunos
lineamientos generales con la intención de contribuir a su rearticulación planteando la definición
de parámetros comunes en el marco del Consejo Federal de Cultura y Educación. Asimismo se
establece la necesidad de que entre las formas institucionales que se adopten se contemplen
aquellas que permitan un mayor protagonismo de los jóvenes, una creciente autonomía en la
planificación de sus estudios y su participación activa en la democratización institucional
conjuntamente con el cuerpo docente.
V. CONCLUSIONES

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En síntesis, entendemos que uno de los puntos fundamentales para contar con una educación
superior de calidad consiste en el correcto financiamiento del sistema, esto implica no considerar
a la educación superior como un privilegio, sino primero como un derecho, y segundo como una
necesidad. En el mundo de hoy el conocimiento es la verdadera ventaja comparativa de las
naciones y de las regiones, por eso consideramos imprescindible que el país apueste al
conocimiento y por lo tanto invierta en educación.
En segundo lugar, consideramos que la gratuidad y el no limitacionismo en el acceso son los
únicos mecanismos que pueden contribuir a una verdadera democratización de la educación
superior y una efectiva igualdad de oportunidades, permitiendo que el mayor número acceda al
nivel y que puedan desarrollarse las mejores capacidades de todos, no solamente las de algunos
pocos.
Esto implica buscar nuevas y mejores formas para cumplir la misión de la universidad. El
desarrollo armonioso de la docencia, la investigación y la extensión constituye una difícil tarea en
este contexto de escasos fondos y de alta diversificación y competitividad dentro del sistema.
Para afrontar exitosamente este desafío, es necesario repensar la institución universitaria,
abrevando con creatividad en su capacidad para sobreponerse a las innumerables
transformaciones sociales a las que se ha visto sometida desde su origen, hace casi mil años. La
universidad del futuro será probablemente distinta, pero no menos necesaria de lo que fue en
siglos anteriores: seguirá siendo la institución que liga el presente con el mediano y largo plazo
por los conocimientos que genera, por la formación que produce y por constituir un espacio
público privilegiado para la discusión abierta y crítica.
Es con este espíritu que ponemos en consideración del Honorable Senado de la Nación nuestro
proyecto de Ley para la Educación Superior Argentina, sabiendo que el instrumento legal no
puede brindar respuesta a todos los cambios que deberán emprenderse, pero representa un
primer paso en este debate democrático que deberá darse en el seno de la propia comunidad
educativa.
(1) Castel, Robert. La metamorfosis de la cuestión social. Buenos Aires, Paidós, 1997.
(2) Svampa, Maristella (ed.) Desde abajo. La transformación de las identidades sociales. Buenos
Aires, Biblos/ Universidad Nacional de General Sarmiento, 2000.
(3) García Raggio, Ana María. "Transitando por los márgenes: las transformaciones del trabajo y
el debilitamiento de la ciudadanía", en De Ipola, E. (comp) La Crisis del lazo social. Durkheim,
cien años después. Buenos Aires, Eudeba, 1998.
(4) García Raggio, Ana María. Op cit.
(5) Krotsch, Pedro. Educación Superior y Reformas Comparadas. Universidad Nacional de
Quilmes, 2001.
(6) Mollis, Marcela. "Un breve diagnóstico de las universidades argentinas: identidades
alteradas"; en Mollis, M. (comp) Las Universidades en América Latina: ¿reformadas o alteradas?.
Buenos Aires, CLACSO, 2003.
(7) Krotsch, op cit.
(8) Mollis, op cit.
(9) - Mollis, Marcela. La Universidad Argentina en tránsito. Ensayo para jóvenes y no tan jóvenes.
Buenos Aires, Fondo de Cultura Económica, 2001.
(10) - Ministerio de Educación, Ciencia y Tecnología. Secretaría de Políticas Universitarias.
Anuario 2000-2004 de Estadísticas Universitarias.
(11) de Sousa Santos, Boaventura. "La Universidad en el Siglo XXI. Para una reforma
emancipadora de la Universidad". LPP- Miño y Dávila. Buenos Aires, 2005.
(12) Freire, Paulo. La educación como práctica de la libertad. Siglo XXI Argentina Editores,
Buenos Aires, 1971.
(13) Ingenieros, José. La universidad del porvenir y otros escritos. Ediciones Meridion. Buenos
Aires 1957.
(14) Bidart Campos, Germán. Tratado de Derecho Constitucional. Editorial Ediar, 1995.
(15) - Ministerio de Educación, Ciencia y Tecnología, Secretaría de Políticas Universitarias.
Anuario 2000-2004 de Estadísticas Universitarias, Pág. 147.
(16) Camilloni, Alicia W. de. "Calidad y evaluación de programas universitarios" en Revista
Encrucijadas UBA. Año 1, Número 12. Buenos Aires, 2001.
(17) Neave, Guy. Educacion Superior: Historia y Política. Barcelona, Gedisa Editorial, 2001.
(18) Díaz Barriga, Ángel. "Organismos internacionales y política educativa" en: Alcántara
Santuario, A., Pozas Horcasitas, R. y Torres, C. (Coordinadores) "Educación, Democracia y
Desarrollo en el fin de siglo". México, Siglo XXI Editores, 1998.
(19) Camilloni, Alicia W. de. Op. Cit.

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H.Cámara de Diputados de la Nación
PROYECTO DE LEY
Texto facilitado por los firmantes del proyecto. Debe tenerse en cuenta que solamente podrá ser
tenido por auténtico el texto publicado en el respectivo Trámite Parlamentario, editado por la
Imprenta del Congreso de la Nación.
Nº de
0458-D-2009
Expediente
Trámite
004 (05/03/2009)
Parlamentario
REGIMEN DE EDUCACION SUPERIOR: PRINCIPIOS Y OBJETIVOS,
ESTRUCTURA, DEL CONSEJO FEDERAL, DEL CONSEJO NACIONAL,
DEL CONSEJO DE UNIVERSIDADES, DEL CONSEJO
INTERUNIVERSITARIO NACIONAL, DEL CONSEJO DE RECTORES DE
UNIVERSIDADES PRIVADAS, DE LOS CONSEJOS REGIONALES DE
Sumario PLANIFICACION DE LA EDUCACION SUPERIOR, EDUCACION
SUPERIOR UNIVERSITARIA, DE LOS TITULOS Y PLANES DE ESTUDIO,
DE LOS ORGANOS DE GOBIERNO, REGIMEN FINANCIERO, DE LAS
INSTITUCIONES UNIVERSITARIAS PROVINCIALES, DE LAS
INSTITUCIONES UNIVERSITARIAS DE GESTION PRIVADA,
DEROGACION DE LA LEY 24521 Y LOS DECRETOS 499/95 Y 1232/01.
PUIGGROS, ADRIANA VICTORIA - ROSSI, AGUSTIN OSCAR - VACA
NARVAJA, PATRICIA - DAMILANO GRIVARELLO, VIVIANA MONICA -
Firmantes LEVERBERG, STELLA MARIS - PASINI, ARIEL OSVALDO ELOY - ACOSTA,
MARIA JULIA - DEPETRI, EDGARDO FERNANDO - BERRAUTE, ANA -
CANTERO GUTIERREZ, ALBERTO.
Giro a
EDUCACION; PRESUPUESTO Y HACIENDA.
Comisiones
El Senado y Cámara de Diputados,...
En virtud de las atribuciones del Congreso Nacional estipuladas en la "Segunda Parte. Capítulo
Cuarto. Artículo 75. Incisos 18, 19, 22, 23, 30 y 32" de la Constitución Nacional se presenta para
su consideración el siguiente proyecto de
LEY NACIONAL DE EDUCACIÓN SUPERIOR
TÍTULO I. LA EDUCACIÓN SUPERIOR
CAPÍTULO I. DISPOSICIONES GENERALES
ARTÍCULO 1. En tanto la Educación es un bien público y un derecho humano personal y social,
la presente ley regula el ejercicio del derecho de enseñar, aprender y producir conocimiento a
través de la investigación y la creación científicas, tecnológicas, culturales y artísticas, en sus
diversas formas. Este derecho debe vincularse socialmente mediante la extensión y los procesos
de innovación socioproductivos, en la totalidad de los cursos, carreras y actividades que
componen la estructura general del sistema, las Instituciones y las organizaciones de la
Educación Superior.
ARTÍCULO 2. La Educación Superior forma parte indisoluble del Sistema Educativo Nacional tal
como lo define la Ley 26.206 y articula sus principios, funciones, objetivos, saberes, prácticas y
producciones con los Niveles de Educación Inicial, Primaria y Secundaria, las Modalidades y los
Ámbitos educativos. Se regula por las disposiciones de la presente ley y subsidiariamente por las
Leyes de Educación Nacional Nº 26.206 y de Educación Técnico-Profesional Nº 26.058 en lo que
corresponda.
ARTÍCULO 3. La responsabilidad principal e indelegable del Estado Nacional, las Provincias y la
Ciudad Autónoma de Buenos Aires, en lo particular de la Educación Superior, y dentro de los
derechos instituidos por la Ley 26.206, se aplica a:
a. la organización, el planeamiento y la evaluación del desarrollo académico, científico,
tecnológico, cultural y de vinculación e innovación socioproductiva de todo el Nivel de Educación
Superior;
b. la gestión de los órganos colegiados donde se debatan y sancionen ordenamientos generales
complementarios a las políticas particulares de cada jurisdicción, cada organismo o institución;
c. la garantía de la igualdad de oportunidades y condiciones en el acceso, permanencia,
graduación y egreso a, y de, las distintas alternativas y trayectorias educativas del Nivel para
todos los habitantes de la Nación y para aquellos que sin serlo fueran habilitados a tales fines,
con la sola condición de que certifiquen el egreso del Nivel de Educación Secundaria o el
cumplimiento de las condiciones especificadas en el artículo 8 de la presente Ley;

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d. el financiamiento, la supervisión y fiscalización de las organizaciones e instituciones de gestión
estatal, así como la supervisión y fiscalización de las de gestión privada, en lo referente a las
adecuadas previsiones y provisiones presupuestarias;
e. el carácter gratuito de los estudios de grado, prohibiendo expresamente el establecimiento de
cualquier tipo de gravamen implícito o explícito sobre los estudios que se produzcan en los
organismos e instituciones de la Educación Superior de gestión pública;
f. la provisión de un sistema específico de becas o desarrollos complementarios de enseñanza,
condiciones adecuadas de infraestructura o recursos tecnológicos particulares que aseguren el
derecho a la Educación Superior en los casos de aquellas personas que tengan carencias
económicas estructurales y/o necesidades educativas especiales, permanentes o temporarias; y
la prohibición de suscribir tratados o convenios con otros Estados o con organismos nacionales e
internacionales que impliquen concebir la educación como un servicio lucrativo o alienten
cualquier forma de mercantilización de la Educación Superior pública.
ARTÍCULO 4. No podrán acceder a ningún tipo de cargo dentro de las instituciones que
conforman el Sistema de Educación Superior:
a. Las personas que hayan sido condenadas como autores, partícipes en cualquier grado,
instigadores o encubridores de los delitos de desaparición forzada de personas, homicidio,
privación ilegítima de la libertad, supresión, sustitución o falsificación de identidad, torturas y
cualquier otro delito que por su entidad constituya violaciones a los derechos humanos y/o delitos
de lesa humanidad. Tampoco quienes hayan cometido cualquier otro delito en ocasión, o para
facilitar, promover o encubrir violaciones a los derechos humanos y/o delitos de lesa humanidad,
como así también las personas que hayan sido condenadas por los delitos de robo, defraudación,
estafa, malversación de fondos públicos o privados y falsificación de instrumentos públicos o
privados. En estos casos, el impedimento tendrá carácter perpetuo;
b. Las personas contra las que existan pruebas suficientes de participación en violaciones de los
derechos humanos;
c. Las personas que hayan usurpado cargos electivos en el período de interrupción del orden
institucional comprendido entre el 24 de marzo de 1976 y el 10 de diciembre de 1983;
d. Las personas que hayan ejercido los cargos de Ministro, Secretario, Subsecretario o Director
en cualquier dependencia del Estado Nacional, Provincial o Municipal, o equivalentes en
jerarquía y rango, durante el período comprendido entre el 24 de marzo de 1976 y el 10 de
diciembre de 1983. Quedan exceptuados aquellas personas que hubieren accedido a los cargos
de Director Nacional, Provincial o Municipal en virtud de carrera administrativa previa.
e. Las personas que hayan ejercido cargos de rector, vicerrector, decanos o secretarios (o
equivalentes) en cualquier universidad nacional o provincial, así como en establecimientos
educativos de Nivel Inicial, Primario o Secundario dependientes de esas universidades, durante
el período comprendido entre el 24 de marzo de 1976 y el 10 de diciembre de 1983.
CAPÍTULO II. PRINCIPIOS Y OBJETIVOS
ARTÍCULO 5. Las organizaciones e instituciones de la Educación Superior fomentarán y se
regirán por los siguientes principios:
a. Democracia: La Educación Superior, para el efectivo cumplimiento de sus funciones y
objetivos, se organiza en base a estructuras y funcionamientos democráticos, garantizando la
intervención activa de todos sus integrantes en la toma de decisiones y posibilitando la
participación del conjunto de las personas e instituciones de la sociedad.
b. Igualdad: el Estado Nacional garantiza el acceso y la permanencia a la Educación Superior a
todos los que quieran hacerlo y acrediten la formación y capacitación dispuesta por esta misma
Ley, en igualdad de posibilidades y oportunidades. Las instituciones educativas serán espacios
generadores de los valores de solidaridad, justicia social, memoria colectiva, respeto a los
derechos humanos y libertad crítica.
c. Inclusión: la Educación Superior, en cumplimiento de las garantías constitucionales y los
derechos establecidos en la Ley 26.206 de Educación Nacional, dispondrá de recursos
materiales que aseguren que en la incorporación, la permanencia y el egreso de todos sus
integrantes, no se permitirán causas algunas de discriminación por ningún motivo, en especial
por razones de etnia, género, credo, condiciones físicas, psíquicas, sociales o económicas,
opciones políticas, sociales, éticas, filosóficas o culturales, opiniones y expresiones, salvo en
aquellos casos estipulados por la presente Ley sobre inhabilidades penales, violación de los
derechos humanos o condenas por delitos de lesa humanidad. En particular, el Estado debe
asegurar la accesibilidad a los medios físicos, servicios de interpretación y apoyos técnicos
necesarios y suficientes para las personas con capacidades diferentes y movilidad reducida.
d. Gratuidad: el Estado Nacional garantiza a los estudiantes la gratuidad de los estudios de grado

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en las organizaciones e instituciones de la Educación Superior de gestión estatal.
e. Laicidad: la Educación Superior de gestión estatal es laica. Las organizaciones e instituciones
de gestión privada pueden incorporar orientaciones religiosas de cultos admitidos en el Registro
Nacional de Cultos. Los estudiantes y trabajadores docentes y no docentes estarán exceptuados
de la obligación de profesarlas.
f. Integración: la Educación Superior forma parte del Sistema Educativo Nacional y desarrolla sus
objetivos institucionales en estrecha relación con la totalidad de las prácticas científicas,
tecnológicas, artísticas, sociales, culturales y políticas de la Nación, en el vínculo regional
latinoamericano y en la constitución de las tradiciones humanísticas universales.
g. Pluralidad e interculturalidad: la Educación Superior debe constituirse en un espacio
privilegiado para la convivencia en la diversidad y la pluralidad cultural, al generar climas y
condiciones de respeto irrestricto hacia las diferentes cosmovisiones, la totalidad de las
identidades y los más específicos desarrollos de las comunidades. En particular en el rescate,
conservación y preservación de aquellas más postergadas como las prácticas populares, los
pueblos originarios y otras minorías que se establezcan dentro de las políticas prioritarias.
h. Comprensión y participación crítica: la Educación Superior incentiva y privilegia la
comunicación mediante el diálogo, la participación y la comprensión crítica de la realidad para
comprometer a los sujetos en la construcción de una sociedad justa, igualitaria en sus
oportunidades y posibilidades, al mismo tiempo que sustentable ambiental y culturalmente.
i. Dinamismo en su actualización y permanencia: la Educación Superior desarrolla sus funciones
y objetivos, también, si asegura la actualización de sus conocimientos, la incorporación de los
más modernos debates, el acompañamiento del acervo científico y cultural del conjunto de la
Humanidad, al mismo tiempo que contribuye a la vitalidad de las tradiciones de los Pueblos y el
rescate de las memorias y los saberes ancestrales.
j. Autonomía responsable: Las organizaciones e instituciones universitarias de la Educación
Superior gozan del principio de la Autonomía estipulado por la Constitución Nacional en su
artículo 75 inciso 19, respecto de su organización, criterios y formas de funcionamiento, planes y
programas, y en sus mecanismos de toma de decisiones. Se expresa en formas democráticas de
participación de la comunidad académica, comprende la garantía de inviolabilidad de los recintos
universitarios y supone un ejercicio institucional responsable ante el Estado y la sociedad,
quienes tienen el poder de su control y supervisión. La institución de la Autonomía se rige por lo
dispuesto en el artículo 31 de esta Ley.
k. El trabajo conjunto, solidario y cooperativo con todos los Niveles del sistema educativo.
Asimismo se promoverá la articulación con otras organizaciones e instituciones del propio Nivel,
abarcando los aspectos de la producción y difusión del saber pedagógico, la investigación
educativa, la extensión, el desarrollo social comunitario y la formación docente.
ARTÍCULO 6. La Educación Superior tiene los siguientes objetivos:
a. Formar científicos, profesionales, docentes, técnicos y tecnólogos con una sólida preparación
académica, un fuerte compromiso social y ético con la comunidad de la que forman parte, con los
principios constitutivos de la propia Educación Superior y con el desarrollo integral de la Nación
Argentina.
b. Preparar para el ejercicio de la docencia en todos los Niveles, Modalidades y Ámbitos del
sistema educativo, con la finalidad de integrar a los mismos en objetivos y criterios comunes a
todo el sistema.
c. Promover la investigación científica y artística, la innovación productiva, el desarrollo
tecnológico, los procesos creativos, la extensión y el desarrollo social comunitario.
d. Garantizar los procesos de democratización internos favoreciendo la distribución equitativa del
conocimiento y asegurando la igualdad de posibilidades y oportunidades.
e. Calificar ámbitos y procesos de evaluación, internos y externos, y de autoevaluación, en cada
organización e institución que la compone para garantizar la calidad educativa y social de sus
prácticas y saberes.
f. Constituir mecanismos concretos de articulación entre todos los componentes humanos,
materiales, curriculares y divulgativos del Nivel.
g. Promover una adecuada diversificación en las propuestas educativas que atienda a las
expectativas y demandas de la población y promueva la adecuada respuesta crítica y
transformadora a los requerimientos del sistema cultural y educativo, la estructura social,
económica y productiva de la Nación.
h. Asegurar un aprovechamiento integral de las capacidades humanas y recursos materiales que
tenga asignados, como ejercicio concreto de la responsabilidad institucional en el uso de la

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Comisión de Educación – Honorable Cámara de Diputados de la Nación
autonomía y la autarquía.
i. Incrementar y diversificar las oportunidades de actualización, capacitación y reconversión para
los integrantes del sistema y para sus egresados.
j. Promover y desarrollar mecanismos asociativos que contribuyan a la resolución de los
problemas nacionales, regionales, continentales y mundiales, posibilitando el desarrollo armónico
entre la tradición de los saberes académicos y la incorporación plena de los saberes populares
para potenciar la construcción social del conocimiento.
k. Garantizar las condiciones para el ingreso, permanencia, la graduación y el egreso, de todos
los estudiantes, mediante el otorgamiento de becas, subsidios y toda otra forma de apoyo
económico, social y tecnológico, como comedores estudiantiles, albergues, prótesis y
adecuaciones infraestructurales, que posibiliten la certificación y terminalidad de los diferentes
tramos educativos y la continuidad de los estudios durante toda la vida.
l. Promover las políticas de género, de la multi e interculturalidad, de la inclusión de las minorías
y sectores con discapacidades, capacidades diferentes y necesidades educativas especiales, en
el conjunto de las prácticas institucionales.
m. Establecer las medidas necesarias para equiparar las oportunidades de las personas con
discapacidad, capacidades diferentes y/o necesidades especiales (Docentes, Estudiantes, No
Docentes, Graduados) y para incluir las temáticas especificas en el ámbito académico. Para ello
deberán:
1. garantizar la accesibilidad al medio físico, a los transportes propios y a los servicios
de información y comunicación, brindando los servicios de interpretación, los apoyos
técnicos necesarios y el personal no docente capacitado para el adecuado trato a las
personas con discapacidad, sean estudiantes, docentes o no docentes.
2. realizar las adaptaciones pedagógicas necesarias y la correspondiente capacitación
docente, proveer el material didáctico en formatos accesibles o alternativos y brindar a
los estudiantes y docentes con discapacidad los apoyos necesarios para el
desempeño de sus actividades.
3. brindar a los estudiantes con discapacidad durante las evaluaciones: el tiempo, los
formatos de información accesibles o alternativos, los servicios de interpretación y los
apoyos técnicos necesarios y suficientes.
4. formular y desarrollar planes de estudio, de investigación científica y tecnológica, y
de extensión y servicios a la comunidad que incluyan la concientización, formación y
capacitación sobre la temática, así como la inclusión de contenidos específicos en las
diferentes carreras y materias.
CAPÍTULO III. ESTRUCTURA DE LA EDUCACIÓN SUPERIOR
ARTÍCULO 7. La Educación Superior está constituida por Instituciones de Educación Superior
(Institutos de formación docente, humanística, social, técnica, profesional o artística) y por
Instituciones de Educación Universitaria (universidades, institutos universitarios y Centros de
Educación Superior, Investigación Científica e Innovación Tecnológica para el Desarrollo Integral
de las Regiones, Provincias y la Nación que se creen o reconviertan), de jurisdicción Nacional,
Provincial, de la Ciudad Autónoma de Buenos Aires o de cualquier otro ámbito físico o virtual,
sean tanto de gestión estatal o de gestión privada acreditados y autorizados en su
funcionamiento por el Estado. Asimismo, el ejercicio del Gobierno y Administración del Sistema,
respetando el régimen de autonomía establecido para las instituciones universitarias, se
compone de órganos de concurrencia, concertación, coordinación y consulta, en sus respectivos
ámbitos y funciones, como el Consejo Federal de Educación (CFE), el Consejo Nacional de
Educación Superior (CNES), el Consejo de Universidades (CU), el Consejo Interuniversitario
Nacional (CIN), el Consejo de Rectores de Universidades Privadas (CRUP), los Consejos
Regionales de Planificación de la Educación Superior (CRPES) y el Consejo Educativo Nacional
para la Acreditación y la Evaluación de la Educación Superior (CENAEES).
ARTÍCULO 8. El ingreso de los alumnos a la Educación Superior tiene como único requisito el
haber aprobado el Nivel de Educación Secundaria o régimen equivalente de Enseñanza.
Excepcionalmente, los mayores de 25 años que no reúnan esa condición, podrán ingresar
siempre que demuestren, mediante las evaluaciones que las Provincias, la Ciudad Autónoma de
Buenos Aires, las Universidades y los Institutos Universitarios establezcan, que poseen
preparación acorde con los estudios que se proponen iniciar, así como aptitudes y conocimientos
suficientes para cursarlos satisfactoriamente.
ARTÍCULO 9. El Estado Nacional apoyará programas de Educación Superior que se caractericen
por la singularidad de su oferta, por su excelencia, por su carácter experimental y/o por su
incidencia local o regional. A tal efecto se promocionará la creación y/o reconversión de Institutos
de Educación Superior con estas características en Centros de Educación Superior, Investigación

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Científica e Innovación Tecnológica para el Desarrollo Integral de las Regiones, de las Provincias
y del País, según están definidos en el artículo 21 de esta ley.
ARTÍCULO 10. Se establecen las siguientes responsabilidades, mecanismos y procedimientos
para asegurar la articulación entre las distintas instituciones que conforman la Educación
Superior, a fin de facilitar el cambio de Institución, Orientación o Carrera, la articulación de ciclos
curriculares de formación que impliquen la continuación y/o la prosecución de estudios en otras
instituciones de Educación Superior, así como la reconversión y actualización de los estudios
concluidos:
a. Las Provincias y la Ciudad Autónoma de Buenos Aires promoverán los mecanismos de diseño,
gestión y evaluación curricular de los planes de estudio de sus respectivas carreras y de
organización de las instituciones educativas para asegurar legalmente, en sus respectivos
ámbitos de competencia, el funcionamiento efectivo de mecanismos y procedimientos de
articulación para la continuidad y/o la prosecución de estudios entre los Institutos de Educación
Superior, Universidades e Institutos Universitarios que de ellas dependan.
b. El Consejo Federal de Educación establecerá los mecanismos de articulación entre los
Institutos de Educación Superior que permitan y acrediten legalmente la continuidad y/o la
prosecución de estudios en otras instituciones de Educación Superior de las distintas
jurisdicciones.
c. Las instituciones universitarias y las jurisdicciones que correspondan, establecerán los
convenios institucionales de articulación para asegurar la continuidad de estudios, la terminalidad
de carreras de grado organizadas curricularmente por ciclos de formación, la certificación de
todos los tramos curriculares aprobados y/o la prosecución de carreras articuladas, ya fueren de
grado o de posgrado.
d. El reconocimiento de estudios cursados y aprobados (ya se trate de asignaturas o de espacios
curriculares individuales, de ciclos de formación completos previstos por diseños curriculares de
planes de estudios, o de carreras completas de pre-grado o de grado) en carreras de una misma
institución de Educación Superior o de Instituciones distintas, se realizará mediante la
instrumentación de diseños curriculares organizados en un Sistema de Créditos Académicos, el
que deberá ser promovido y aprobado por el Ministerio de Educación de la Nación, conforme a
los requisitos y pautas que se acuerden en el Consejo Nacional de Educación Superior.
e. La articulación de la Educación Superior en el nivel regional estará a cargo de los Consejos
Regionales de Planificación de la Educación Superior, integrados por representantes de las
instituciones universitarias y de los gobiernos provinciales de cada región, dependientes del
Consejo Nacional de Educación Superior. Los Acuerdos que se logren en dichos Consejos,
tendrán un carácter vinculante para las partes que conforman cada Región.
CAPÍTULO IV. DEL CONSEJO FEDERAL DE EDUCACIÓN
ARTÍCULO 11. El Consejo Federal de Educación es el organismo interjurisdiccional, de carácter
permanente, que tiene las funciones de concertación, acuerdo y coordinación de la política
educativa nacional, y el objetivo central de asegurar la unidad y articulación del Sistema
Educativo Nacional. Se rige por lo establecido en el Título X. CAPITULO III. Artículos 116, 117,
118, 119 y 120 de la Ley 26 206 de Educación Nacional.
En lo atinente a la Educación Superior son sus funciones:
a. Elaborar acuerdos interjurisdiccionales que permitan superar la fragmentación y desigualdad
del sistema, garantizando igual calidad educativa en todas las instituciones equivalentes del Nivel
Superior, en todo el país.
b. Cumplir y hacer cumplir los acuerdos suscriptos entre las jurisdicciones educativas tendientes
a lograr la unificación del sistema educativo nacional.
c. Articular horizontal y verticalmente el subsistema y propender a la unidad en la diversidad.
d. Fijar las urgencias y prioridades en la ejecución de las políticas educativas de Nivel Superior.
e. Establecer los mecanismos y desarrollar negociaciones colectivas de carácter general con las
organizaciones sindicales docentes nacionales, a fin de determinar la base mínima en las
condiciones laborales de los trabajadores de la educación de Nivel Superior en todo el país.
f. Fijar los lineamientos obligatorios, sistémicos, institucionales, en servicio y gratuitos, de la
capacitación y la actualización.
CAPÍTULO V. DEL CONSEJO NACIONAL DE EDUCACIÓN SUPERIOR
ARTÍCULO 12. El Consejo Nacional de Educación Superior (CNES) es un organismo
descentralizado que funciona en dependencias del Ministerio de Educación de la Nación, que
cuenta con presupuesto propio asignado a tal fin en el Presupuesto anual General de la
Administración Pública Nacional. Está compuesto por dieciséis (16) miembros, presidido por el

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Ministro de Educación de la Nación e integrado por los Secretarios de Políticas Universitarias y
de Educación; los Directores del Instituto Nacional de Formación Docente (INFOD) y del Instituto
Nacional de Educación Tecnológica (INET) del Ministerio de Educación de la Nación; por un (1)
representante del Ministerio de Ciencia, Tecnología e Innovación Productiva con rango no menor
a Secretario; cuatro (4) representantes del Poder Legislativo Nacional (dos por cada Cámara); un
(1) representante del Comité Ejecutivo del Consejo Federal de Educación; un (1) representante
del Comité Ejecutivo del Consejo Interuniversitario Nacional; un (1) representante de la Comisión
Directiva del Consejo de Rectores de Universidades Privadas; un (1) representante de las
entidades gremiales de los docentes universitarios; un (1) representante de la Federación
Universitaria Argentina; un (1) representante de las entidades gremiales de los no docentes
universitarios y un (1) representante por las organizaciones sindicales de docentes de los
Institutos Superiores de Formación Docente y Técnico Profesional. Dictará su propio reglamento,
conforme al cual regulará su funcionamiento interno, determinará la conformación de un Comité
Ejecutivo, y sus decisiones vincularán a los diferentes Ministerios del Poder Ejecutivo Nacional
cuando corresponda por los objetivos y funciones de cada uno de éstos.
Son sus funciones:
a. establecer periódicamente áreas del conocimiento prioritarias de formación superior en el nivel
nacional y proponer políticas para atenderlas, así como formular prioridades nacionales de
desarrollo científico-tecnológico, extensión y desarrollo socio-comunitario, en concordancia con
los planes nacionales de las respectivas áreas del Estado, para las instituciones de Educación
Superior, y emitir informes para el Congreso de la Nación ante las solicitudes de creación de
nuevas instituciones de Educación Superior;
b. proponer y revisar periódicamente un programa nacional de formación de recursos humanos
académicos para la Educación Superior definiendo las áreas de posgrado que deben ser
respaldadas de modo prioritario, ya sea para su creación y desarrollo como para su
fortalecimiento;
c. dictar pautas generales para la articulación del sistema de Educación Superior, el
reconocimiento de estudios parciales y la educación continua a fin de regular su expansión de
acuerdo a las necesidades nacionales; para la articulación con la enseñanza inicial, primaria y
secundaria, con el fin de mejorar el acceso, la permanencia y los niveles de graduación de los
estudiantes; establecer criterios para la aprobación y evaluación de los sistemas de educación a
distancia en el Nivel y definir el apoyo financiero del Estado a las propuestas de este tipo que
sean de calidad, innovadoras y que atiendan a prioridades nacionales o de cobertura regional.
d. coordinar los Consejos Regionales de Planificación de la Educación Superior (CRPES) y el
Consejo Educativo Nacional para la Acreditación y la Evaluación de la Educación Superior
(CENAEES).
e. promover procesos de reformas curriculares en todo el Sistema de Educación Superior,
acordando su planificación con criterios nacionales, regionales y en una perspectiva de corto,
mediano y largo plazo. Entre otras medidas a implementar en este sentido, se:
1. Establecerán títulos intermedios y certificados de reconocimiento de los saberes adquiridos en
función de condiciones de trabajo digno y justo;
2. reconocerá los saberes adquiridos en los diversos circuitos y tránsitos entre carreras y
especialidades que realizan los alumnos;
3. facilitará el reingreso al Nivel de Educación Superior sea cual sea el grado de avance en la
respectiva Carrera, con las previsiones de actualización de los contenidos y conocimientos,
dándole características de sistema de educación permanente;
4. fortalecerá la formación docente inicial en los Institutos de Formación Docente y
Universidades, a través, entre otras, de la recuperación de prácticas pedagógicas solidarias e
innovadoras así como de prácticas de mayor participación, democratización y compromiso con
las comunidades;
5. establecerá un sistema de educación permanente, vinculado con la constitución, continuidad y
fortalecimiento de la carrera docente.
f. vincular a la Educación Superior con las necesidades sociales, y asegurar su pertinencia
respecto a los derechos y demandas hacia el presente y el futuro. Para ello es menester:
1. establecer la obligación del servicio social, como parte de la currícula y en coordinación con el
sector productivo, las organizaciones de la sociedad civil y los organismos del Estado;
2. fomentar la vinculación de las Unidades Académicas con programas de atención a la población
con mayores necesidades;
3. priorizar el otorgamiento de recursos a investigaciones y procesos de extensión destinados a
la solución de problemas sociales acuciantes;

CONSULTA HACIA UNA NUEVA LEY NACIONAL DE EDUCACIÓN SUPERIOR 412


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4. fomentar la formación de profesionales capacitados para el trabajo en zonas con población con
mayores necesidades;
5. estimular el desarrollo de investigaciones en red (que involucren instituciones de Educación
Superior y del sistema científico-tecnológico) para impactar sobre ámbitos territoriales con
realidades sociodemográficas más postergadas;
6. priorizar la implementación y financiamiento de programas de investigación, extensión,
trabajos de prospectiva y análisis que abran perspectivas de conocimiento de futuros imaginables
o probables.
g. definir, en el mediano plazo, áreas del conocimiento a las que los alumnos puedan ingresar
antes de quedar inscriptos en una carrera determinada. Ello se complementa con diseños
curriculares adecuados para garantizar que todo alumno que ingrese a la Educación Superior se
dirija hacia alguna carrera del área que elija al inscribirse, condición democrática básica para que
no pierda la posibilidad de acceder al área que más le interesa en algún tramo de su tránsito por
el sistema.
h. propiciar la creación de un Sistema Integrado de Infraestructura de la Educación Superior,
sobre la base de un planeamiento que se sustente en relevamientos sistemáticos y continuos de
actualización e integración de la información ya existente, consolidar la unificación para proveer
al indispensable ordenamiento y mantenimiento edilicio y patrimonial de los recursos de todo el
Sistema de Educación Superior.
i. desarrollar análisis y construcciones curriculares a través de asesoramientos, evaluaciones y
propuestas de transformaciones, para colaborar en las políticas de coordinación e integración de
un sistema unificado de Educación Superior, articulando sus desarrollos con los de los sistemas
científico-tecnológicos y productivos. En cumplimiento de esta función, el CNES enviará un
representante ante el Consejo Interinstitucional de Ciencia y Tecnología, el que modificará su
conformación a partir de esta incorporación.
j. regular y evaluar el modelo y la gestión de un Sistema de Créditos Académicos que permita el
ordenamiento de los recorridos y tránsitos en el conjunto del sistema educativo, definiendo la
pertinencia bajo pautas que consoliden los objetivos de justicia social.
k. reglamentar el régimen de propiedad estatal sobre lo producido material e intelectualmente por
los miembros de la Educación Superior en uso de recursos públicos en el seno de sus
instituciones y/o por convenios con otros organismos.
CAPÍTULO VI. DEL CONSEJO DE UNIVERSIDADES
ARTÍCULO 13. El Consejo de Universidades está presidido por el Ministro de Educación de la
Nación o por quien éste designe temporaria o permanentemente, y estará integrado por el
Comité Ejecutivo del Consejo Interuniversitario Nacional y por la Comisión Directiva del Consejo
de Rectores de Universidades Privadas. Dictará su propio reglamento, conforme al cual regulará
su funcionamiento interno y contará con presupuesto propio asignado a tal fin en el Presupuesto
General de la Administración Nacional.
Son sus funciones:
a. Proponer la definición de políticas y estrategias de desarrollo universitario, promover la
cooperación entre las instituciones universitarias, así como la adopción de pautas para la
coordinación del sistema universitario.
b. Pronunciarse en aquellos asuntos sobre los cuales se requiera su intervención conforme a la
presente ley.
c. Acordar en el seno del Consejo Nacional de Educación Superior los criterios y pautas para la
articulación entre todas las instituciones educativas de Nivel superior.
d. Expedirse sobre otros asuntos que se le remita en consulta por la vía correspondiente.
CAPÍTULO VII. DEL CONSEJO INTERUNIVERSITARIO NACIONAL
ARTÍCULO 14. El Consejo Interuniversitario Nacional (CIN) está integrado por los rectores o
presidentes de las instituciones universitarias nacionales y provinciales reconocidas por la Nación
y que estén definitivamente organizadas, un (1) representante de las entidades gremiales de los
docentes universitarios; un (1) representante de la Federación Universitaria Argentina (FUA); y un
(1) representante de la Federación Argentina de Trabajadores de las Universidades Nacionales
(FATUN).
El CIN es el organismo representativo del conjunto de las Instituciones Universitarias Nacionales
de Argentina. Son sus funciones:
a. Participar en el Consejo Nacional de Educación Superior (CNES) y en el Consejo de
Universidades.

CONSULTA HACIA UNA NUEVA LEY NACIONAL DE EDUCACIÓN SUPERIOR 413


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b. Formalizar acuerdos, convenios y programas con los diferentes poderes y áreas de los
Estados Nacional, Provinciales y de la Ciudad Autónoma de Buenos Aires, para la ejecución de
actividades educativas, científicas, tecnológicas y de desarrollo social.
c. Coordinar la propuesta académica nacional, los planes y programas de investigación, los
objetivos y contenidos de la enseñanza de las Instituciones Universitarias Nacionales.
d. Informar, en el mes de marzo de cada año, a las respectivas comisiones de educación de cada
Cámara del Congreso Nacional acerca de carreras, docentes, alumnos, egresados del año,
ingresos de alumnos previstos, subsidios y recursos no presupuestarios, oferta de extensión,
proyectos de aperturas o cierres de sedes, carreras y cursos; orientaciones de los proyectos de
investigación en curso y propuestos para el año; cantidad de investigadores y docentes rentados
y ad honorem por cada universidad.
e. Favorecer la articulación entre las instituciones Universitarias Nacionales y con el resto del
sistema educativo.
f. Impulsar la inserción social de las instituciones Universitarias Nacionales.
g. Elevar al Poder Ejecutivo Nacional la propuesta de presupuesto anual, así como una
planificación plurianual, para las respectivas instituciones Universitarias Nacionales.
h. Elevar al CNES informes para recomendar la creación, fusión o cierre de Instituciones
Universitarias Nacionales.
i. Presentarse en licitaciones nacionales o internacionales de programas de desarrollo
académico, científico, económico y social o consultorías en nombre de todas las Instituciones
Universitarias Nacionales y funcionar como red de articulación para la vinculación del conjunto, o
partes asociadas, de éstas.
j. Disponer de un Sistema de Información Integral de las Instituciones Universitarias Nacionales,
que mantendrá actualizadas las bases de datos con la totalidad de la información del Nivel de
Educación Superior para posibilitar conocer, en tiempo real, la situación de las instituciones que
la componen.
k. Desarrollar programas permanentes de comunicación institucional; formación de funcionarios
universitarios; cooperación internacional para todas las instituciones Universitarias Nacionales;
vinculación con el cuerpo diplomático y organismos multinacionales en argentina; asociación de
instituciones Universitarias Nacionales para la conformación de acciones de cooperación de
educación, gestión y administración de la investigación y la extensión en red; presupuesto
integrado del sistema universitario con base en programas y pautas funcionales; vinculación con
el Congreso de la Nación para el apoyo técnico y científico en todos aquellos temas que éste
demande para el análisis del sistema universitario nacional.
l. Ser órgano de consulta en las materias y cuestiones que prevé la presente ley.
ARTÍCULO 15. El Consejo Interuniversitario Nacional (CIN) será el organismo consultor prioritario
en los convenios y licitaciones internacionales del Estado Nacional, sin perjuicio de los acuerdos
que se establezcan con los gobiernos provinciales y municipales. Dictará su propio reglamento,
conforme al cual regulará su funcionamiento interno y contará con presupuesto propio asignado a
tal fin en el Presupuesto General de la Administración Nacional. Las decisiones plenarias que
hayan sido tomadas por el acuerdo de las tres cuartas partes del cuerpo, en temas
organizacionales, académicos y científicos serán vinculantes para sus miembros.
CAPÍTULO VIII. DEL CONSEJO DE RECTORES DE UNIVERSIDADES PRIVADAS
ARTÍCULO 16. El Consejo de Rectores de Universidades Privadas (CRUP) estará integrado por
los rectores o presidentes de las instituciones universitarias privadas. Se dará su propio
reglamento conforme al cual regulará su funcionamiento interno.
Son sus funciones:
a. Coordinar los planes y actividades en materia académica, de investigación científica y de
extensión entre las instituciones universitarias privadas.
b. Ser órgano de consulta en las materias y cuestiones que prevé la presente ley.
c. Participar en el Consejo Nacional de Educación Superior y del Consejo de Universidades.
d. Elevar, en el mes de marzo de cada año, a las Comisiones de Educación de ambas Cámaras
del Congreso Nacional un informe acerca de carreras, docentes, alumnos, egresados del año,
ingresos de alumnos previstos, oferta de extensión, proyectos de aperturas o cierres de sedes,
carreras y cursos; orientaciones de los proyectos de investigación en curso y propuestos para el
año.
CAPÍTULO IX. DE LOS CONSEJOS REGIONALES DE PLANIFICACIÓN DE LA EDUCACIÓN
SUPERIOR

CONSULTA HACIA UNA NUEVA LEY NACIONAL DE EDUCACIÓN SUPERIOR 414


Comisión de Educación – Honorable Cámara de Diputados de la Nación
ARTÍCULO 17. Los Consejos Regionales de Planificación de la Educación Superior (CRPES)
tendrán a su cargo la planificación y la articulación del sistema en el nivel regional. Estarán
integrados por representantes de los gobiernos provinciales; de las instituciones universitarias;
del Ministerio de Educación de la Nación, a través de la Secretaría de Políticas Universitarias, del
Instituto Nacional de Educación Técnica y del Instituto Nacional de Formación Docente; y del
Ministerio de Ciencia, Tecnología e Innovación Productiva. El número de representantes de las
instituciones universitarias privadas con derecho a voto nunca será mayor al de las estatales y
guardará relación con su participación proporcional en el sistema regional. Los acuerdos
referidos a temas de planificación del sistema regional de Educación Superior serán vinculantes y
se aprobarán por mayoría, siendo requisito que ésta integre al menos a la mitad de los
representantes provinciales. Los Consejos Regionales de Planificación de la Educación Superior
contarán con un presupuesto anual constituido con aportes de la Nación, las Provincias y la
Ciudad Autónoma de Buenos Aires.
Son sus funciones:
a. consultar en forma periódica a organizaciones, instituciones y personas representativas de la
actividad social, cultural, económica, deportiva, ambiental y todas aquellas que contribuyan a
construir una perspectiva integral sobre la problemática del desarrollo regional
b. determinar periódicamente prioridades de formación superior, áreas de vacancia y
necesidades de cobertura territorial. En este marco emitirán opinión fundada sobre los proyectos
de nuevas instituciones universitarias privadas y sobre los proyectos institucionales de las nuevas
instituciones universitarias estatales, en orden a su conveniencia y a la pertinencia de su perfil y
oferta, la que deberá ser tenida expresamente en cuenta por el Ministerio de Educación de la
Nación en el trámite de autorización.
c. definir las condiciones de calidad y los criterios exigibles para la articulación entre carreras
afines, a través de ciclos, trayectos comunes de formación general o por sistema de créditos. En
cada Consejo se constituirá una Comisión Regional de Evaluación integrada por siete miembros
de reconocida trayectoria académica y o de gestión educativa; tres serán propuestos por las
Provincias, tres por las instituciones universitarias y uno por el Ministerio de Educación. Las
Comisiones tendrán a su cargo la evaluación de los dispositivos curriculares de articulación, de
los convenios de articulación entre instituciones de Educación Superior e instituciones
universitarias, para su autorización previa y periódicamente una vez implementados;
d. evaluar las condiciones de calidad que ofrecen los proyectos de nuevas sedes, ofertas y
centros de apoyo para educación a distancia dependientes de instituciones radicadas en otras
regiones, y las analizarán periódicamente. Los resultados de las evaluaciones serán remitidos al
Consejo Educativo Nacional para la Acreditación y la Evaluación de la Educación Superior
(CENAEES) para su consideración en los procesos de evaluación y acreditación
correspondientes y serán tratados por los Consejos Regionales para integrar un análisis de
conveniencia a efectos de la regulación del sistema regional; estas resoluciones tendrán carácter
vinculante.
CAPÍTULO X. DEL CONSEJO EDUCATIVO NACIONAL PARA LA ACREDITACIÓN Y LA
EVALUACIÓN DE LA EDUCACIÓN SUPERIOR
ARTÍCULO 18. Las instituciones universitarias deberán asegurar el funcionamiento de instancias
internas de evaluación y autoevaluación institucional, que tendrán por objeto analizar los logros y
dificultades en el cumplimiento de sus funciones, así como sugerir medidas para su
mejoramiento. Éstas se complementarán con evaluaciones externas, que se harán como mínimo
cada cinco (5) años. Se realizarán en el marco de las pautas globales definidas por el Consejo
Nacional de Educación Superior (CNES) y abarcarán las funciones de docencia, investigación,
extensión, desarrollo socio-comunitario, gestión institucional y del plan de desarrollo estratégico
que tenga aprobado y en vigencia cada institución universitaria.
ARTÍCULO 19. El Consejo Educativo Nacional para la Acreditación y la Evaluación de la
Educación Superior (CENAEES) es un organismo descentralizado, con funcionamiento físico en
jurisdicción del Ministerio de Educación de la Nación y dependencia orgánica y estructural del
Consejo Nacional de Educación Superior (CNES). Dicta su propio reglamento, conforme al cual
regulará su funcionamiento interno y contará con presupuesto propio asignado a tal fin en el
Presupuesto General de la Administración Pública Nacional. Está integrado por quince (15)
miembros, designados por el Poder Ejecutivo Nacional a propuesta de los siguientes organismos:
dos (2) por el Consejo Interuniversitario Nacional; uno (1) por el Consejo de Rectores de
Universidades Privadas; uno (1) por la Academia Nacional de Educación; seis (6) por cada una
de las Cámaras del Honorable Congreso de la Nación (en razón de 2 por la mayoría y uno por la
minoría); uno (1) por el Instituto Nacional de Educación Tecnológica; uno (1) por el Instituto
Nacional de Formación Docente; uno (1) por las entidades que nuclean a los Institutos
Superiores Privados; uno (1) por el Consejo Federal de Educación y uno (1) por la Secretaria de
Políticas Universitarias. Durarán en sus funciones cuatro años, con sistema de renovación
parcial, la cual será por mitades cada dos (2) años y para el primer período se establecerá un
CONSULTA HACIA UNA NUEVA LEY NACIONAL DE EDUCACIÓN SUPERIOR 415
Comisión de Educación – Honorable Cámara de Diputados de la Nación
sistema de sorteo. En todos los casos deberá tratarse de personalidades de reconocida
trayectoria académica, científica y profesional, en el marco de lo establecido en el Artículo 4 de la
presente Ley.
Son sus funciones:
a. Coordinar y llevar adelante los procesos de evaluación externa que cada Institución de
Educación Superior le solicite, de acuerdo a lo dispuesto por esta Ley.
b. Acreditar las carreras de grado y posgrado del Nivel de Educación Superior, cualquiera sea el
ámbito en que se desarrollen, conforme a los estándares que establezca el Ministerio de
Educación de la Nación a través del Consejo Nacional de Educación Superior.
c. Pronunciarse, a través de un dictamen no vinculante y con anterioridad a su creación o
reconocimiento y autorización, sobre la consistencia y viabilidad del proyecto estratégico
institucional requerido para la creación por Ley del Congreso de la Nación de una nueva
institución universitaria nacional o se reconozca una institución universitaria provincial y el
Ministerio de Educación de la Nación autorice la puesta en marcha de esa nueva institución.
d. Preparar los informes requeridos para otorgar la autorización provisoria y el reconocimiento
definitivo de las instituciones universitarias privadas, así como los informes.
e. Promover mecanismos de vinculación externa que articulen los procesos de acreditación
nacional con entidades de Evaluación del MERCOSUR, con América Latina y con el resto del
mundo.
TÍTULO II. LA EDUCACIÓN SUPERIOR UNIVERSITARIA
CAPÍTULO XI. DE LAS CONDICIONES PARA SU FUNCIONAMIENTO
ARTÍCULO 20. La Educación Superior Universitaria estará a cargo de las Universidades
Nacionales, las Universidades Provinciales, las Universidades Privadas, los Institutos
Universitarios de gestión estatal o privada reconocidos por el Estado Nacional y los Centros de
Educación Superior, Investigación Científica e Innovación Tecnológica para el Desarrollo Integral
de las Regiones, de las Provincias y del País.
ARTÍCULO 21. Las instituciones universitarias deben promover la excelencia y asegurar la
libertad académica, la igualdad de oportunidades y posibilidades, la jerarquización docente, la
corresponsabilidad de todos los miembros de la comunidad universitaria, así como la convivencia
pluralista de corrientes, teorías y líneas de investigación. Las instituciones que responden a la
denominación de "Universidad" deben desarrollar su actividad en una variedad de áreas
disciplinarias no afines, orgánicamente estructuradas en facultades, departamentos o unidades
académicas equivalentes. Las instituciones que circunscriben su oferta académica a solo un área
disciplinaria, se denominan "Institutos Universitarios" y los Centros de Educación Superior,
Investigación Científica e Innovación Tecnológica para el Desarrollo Integral de las Regiones, de
las Provincias y del País son aquellas instituciones que tienen la finalidad de contribuir en la
creación de recursos humanos altamente capacitados, con nuevos perfiles de formación y
desarrollo de competencias para la producción, recreación y aplicación del conocimiento y la
innovación y desarrollo de nuevas tecnologías. Los Centros, con su perfil propio y en el marco de
las estrategias de desarrollo regional, se diferencian de los Institutos Superiores de Formación y
Técnica por su vinculación conveniada con universidades nacionales, e integrados con
programas y proyectos gubernamentales de desarrollo local, regional y nacional.
Son funciones básicas de las instituciones universitarias:
a. Formar y capacitar científicos, profesionales, docentes y técnicos, capaces de actuar con
idoneidad intelectual, espíritu crítico, responsabilidad profesional y solidaridad social para
analizar e interpretar la realidad y el sentido social de sus prácticas. Deberán formarse sobre la
base de una ética solidaria que ponga al conocimiento al servicio del fortalecimiento político,
social, económico y cultural del país, que asegure la integración social, las demandas
individuales -en particular de las personas con mayores necesidades- y promueva el desarrollo
económico sustentable, la identidad cultural y la soberanía nacional.
b. Fomentar y desarrollar la investigación científica y tecnológica, los estudios humanísticos y las
creaciones artísticas, mediante políticas fundadas en la contextualización socio-histórica de las
prácticas.
c. Promover la integración de las instituciones de Educación Superior con las necesidades de las
comunidades regionales, a fin de responder a las demandas políticas, económicas y socio-
culturales del medio a la vez que a las necesidades propias del avance científico, tecnológico y
cultural.
d. Crear y difundir el conocimiento y la cultura en todas sus formas, sustentado en que la
educación para todos y durante toda la vida constituye el resguardo estratégico para garantizar
una sociedad democrática y respetuosa de las diversidades culturales, que promueva la

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distribución social del saber.
e. Generar procesos educativos y programas alternativos que promuevan -mediante la
instrumentación de opciones presenciales, semipresenciales, abiertas y a distancia, en cualquier
Ámbito- para la generación de igualdad de oportunidades y posibilidades para todos los
habitantes.
f. Dictar sus propios estatutos y normas de funcionamiento interno.
ARTÍCULO 22. Los estatutos -que fijan los objetivos y regulan el funcionamiento de las
universidades-, así como sus modificaciones, entrarán en vigencia a partir de su publicación en el
Boletín Oficial, debiendo ser comunicados al Ministerio de Educación de la Nación a efectos de
verificar su adecuación a la presente ley y ordenar, en su caso, dicha publicación. Si el Ministerio
considerara que los mismos no se ajustan a la presente ley, deberá plantear sus observaciones,
dentro de los diez días a contar de la comunicación oficial ante la Cámara Federal de
Apelaciones con competencia en la Jurisdicción donde tiene su sede principal la Universidad que
decidirá en un plazo de veinte días, sin más trámite que una vista a la institución universitaria. Si
el Ministerio no planteara observaciones dentro del plazo establecido, los estatutos se
considerarán aprobados y deberán ser publicados. Los estatutos deben prever explícitamente su
sede principal, los objetivos de la institución, su estructura organizativa, la integración y funciones
de los distintos órganos de gobierno, así como el régimen de la docencia, de la investigación, de
la extensión y vinculación institucional, y las pautas de administración económico-financiera.
ARTÍCULO 23. Los docentes de todas las categorías deberán poseer título universitario de igual
o superior nivel a aquel en el cual ejercen la docencia, requisito que sólo se podrá obviar con
carácter estrictamente excepcional cuando se acrediten méritos sobresalientes mediante la
institución de la especial preparación o formación equivalente otorgada por el cuerpo colegiado
que instruya el acceso al cargo en cuestión, con la excepción de los ayudantes alumnos. Las
instituciones universitarias deberán garantizar la capacitación y actualización de sus docentes, en
consonancia con los requerimientos de la carrera docente. Gradualmente se tenderá a que, para
acceder a la categoría de profesor universitario, todos los aspirantes tengan formación
académica de posgrado, o méritos equivalentes.
ARTÍCULO 24. La formación de posgrado se desarrollará exclusivamente en instituciones
universitarias y en institutos y centros de investigación e instituciones de formación profesional
superior de reconocido nivel y jerarquía, que hayan suscrito convenios con las universidades a
esos efectos. Las carreras de posgrado deberán ser acreditadas cada seis (6) años por el
Consejo Educativo Nacional para la Acreditación y la Evaluación de la Educación Superior. Los
requisitos de admisión serán determinados por las respectivas Instituciones Universitarias en sus
normativas internas.
CAPITULO XII. DE LOS TÍTULOS Y PLANES DE ESTUDIO
ARTÍCULO 25. Corresponde exclusivamente a las instituciones universitarias otorgar el título de
grado de licenciado y títulos profesionales, así como los títulos de posgrado de especialista,
maestro y doctor. El reconocimiento oficial de los títulos que expidan las instituciones
universitarias será otorgado por el Ministerio de Educación de la Nación, a través de un Registro
Nacional de Títulos. Los títulos oficialmente reconocidos tendrán validez nacional. Los títulos con
reconocimiento oficial certificarán la formación académica recibida y habilitarán para el ejercicio
profesional respectivo en todo el territorio nacional, sin perjuicio del poder de control sobre el
ejercicio profesional que corresponde a las Provincias. Los conocimientos y capacidades que
tales títulos certifican, así como las actividades para las que tienen competencia sus poseedores,
serán fijados y dados a conocer por las instituciones universitarias, debiendo los respectivos
planes de estudio respetar la carga horaria mínima que para ello fije el Ministerio de Educación
de la Nación, en acuerdo con el Consejo Nacional de Educación Superior.
ARTÍCULO 26. Cuando se trate de títulos correspondientes a profesiones reguladas por el
Estado, cuyo ejercicio pudiera comprometer el interés público y/o poner en riesgo la salud, la
seguridad, los derechos, los bienes o la formación de los habitantes, se requerirá que se
respeten, además de la carga horaria a la que hace referencia el artículo anterior, los siguientes
requisitos:
a. Los planes de estudio deberán tener en cuenta los contenidos curriculares básicos y los
criterios sobre intensidad de la formación práctica que establezca el Ministerio de Educación de
la Nación a través del Consejo Nacional de Educación Superior.
b. Las carreras respectivas deberán ser acreditadas y evaluadas periódicamente por el Consejo
Educativo Nacional para la Acreditación y la Evaluación de la Educación Superior.
c. El Ministerio de Educación de la Nación determinará, a través del Consejo Nacional de
Educación Superior, la nómina de tales títulos, así como las actividades profesionales reservadas
exclusivamente para ellos. A estos efectos podrá consultar, en forma no vinculante, a los colegios
y consejos profesionales oficialmente reconocidos.

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CAPÍTULO XIII. DE LAS INSTITUCIONES UNIVERSITARIAS NACIONALES
ARTÍCULO 27. Las instituciones universitarias nacionales son instituciones educativas, científicas
y culturales que integran el Sistema de Educación Nacional en el Nivel Superior, al tiempo que se
constituyen en personas jurídicas de derecho público. Sólo pueden crearse por ley de la Nación,
con previsión del crédito presupuestario correspondiente, en base a un estudio de factibilidad que
avale la iniciativa y un dictamen producido por el Consejo Nacional de Educación Superior
efectuado con anterioridad a su creación o reconocimiento y autorización, pronunciándose sobre
la consistencia y viabilidad del proyecto estratégico institucional. Su cese se hará también por ley
nacional.
Desarrollan sus funciones a partir de los siguientes principios:
a. Su carácter público, debiendo ser dotadas por el Estado Nacional de los recursos necesarios
para el adecuado desempeño de todas sus funciones.
b. La autonomía en su organización, criterios y formas de funcionamiento, planes y programas, y
en sus mecanismos de toma de decisiones que supone un ejercicio institucional responsable
ante el Estado y la sociedad. El control administrativo externo de las universidades estatales será
competencia directa e indelegable de la Auditoría General de la Nación. Todas las instituciones
universitarias nacionales generarán mecanismos de auditoría interna que garanticen
transparencia en el uso de los recursos.
c. Un alto nivel educativo y científico, desarrollando mecanismos de mejoramiento permanente
para tener mayor calidad en los procesos educativos, de investigación, de extensión, de
transferencia, de vinculación y de desarrollo social comunitario.
d. El desarrollo del pensamiento crítico, no sólo como creadoras, transmisoras y difusoras de
conocimientos, sino además para comprender los fenómenos y los cambios del mundo
contemporáneo y producir respuestas a ellos, formando a estudiantes que posean y promuevan
pensamiento autónomo.
e. La igualdad de oportunidades en tanto su compromiso activo para combatir toda forma de
exclusión o discriminación, generando políticas específicas para apoyar el mejoramiento continuo
del desempeño estudiantil.
f. El trabajo cooperativo con todos los otros Niveles del sistema educativo para evitar limitaciones
referidas al acceso y promover la articulación.
g. La vinculación educativa, científica y tecnológica con las instituciones de la sociedad,
participando en un diálogo creativo con los diversos sectores sociales y productivos.
h. La formación integral de sus estudiantes, promoviendo en los planes y programas de estudio la
articulación de contenidos científicos, tecnológicos, productivos, innovadores, sociales y
humanísticos.
ARTÍCULO 28. Creada una institución universitaria, el Ministerio de Educación de la Nación
(MEN) designará un rector- organizador, con las atribuciones propias del cargo y las que
normalmente corresponden al Consejo Superior. El rector-organizador conducirá el proceso de
instrumentación del proyecto institucional y de formulación del proyecto de estatuto provisorio
que pondrá a consideración del MEN a los fines de su aprobación y posterior publicación.
Producido el informe de constatación de adecuación del proyecto de estatuto a las normas de la
presente ley, procederá el MEN a autorizar la puesta en marcha de la nueva institución, la que
deberá quedar normalizada en un plazo no superior a los tres (3) años a partir de su creación.
ARTÍCULO 29. Los estudiantes, como correlato de la responsabilidad asumida por el Estado, en
tanto garante del libre acceso y la gratuidad de los estudios de grado en la Educación Superior,
tendrán la responsabilidad personal e individual de cumplimentar anualmente un rendimiento
académico mínimo, estipulado por cada institución a fin de mantener la condición de regularidad.
ARTÍCULO 30. El ingreso a la carrera académica universitaria se hará mediante concurso público
abierto de antecedentes y oposición, debiéndose asegurar la constitución de jurados - integrados
por profesores elegidos por concurso, o, excepcionalmente, por personas de idoneidad
indiscutible aunque no reúnan esa condición-, que garanticen la mayor imparcialidad y el máximo
rigor académico.
Con carácter excepcional, las instituciones universitarias nacionales podrán contratar, al margen
del régimen de concursos y sólo por tiempo determinado, a personalidades de reconocido
prestigio y méritos académicos para que desarrollen cursos, seminarios o actividades similares.
Podrán igualmente prever la designación temporaria de docentes interinos, cuando ello sea
imprescindible, mientras se sustancie el correspondiente concurso. Los docentes designados por
concurso deberán representar un porcentaje no inferior al setenta y cinco por ciento (75 %) de las
respectivas plantas de cada institución.
ARTÍCULO 31. La autonomía universitaria exige y hace posible que docentes, investigadores, no

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docentes, graduados y estudiantes cumplan con sus respectivas responsabilidades, en orden a la
satisfacción de las necesidades educativas, científicas y profesionales de la sociedad, así como
que las instituciones universitarias rindan cuenta del uso de sus medios y recursos y del
cumplimiento de sus fines a la sociedad. En este marco tendrán autonomía académica e
institucional, que comprende básicamente las siguientes atribuciones:
a. Dictar y reformar sus estatutos.
b. Definir sus órganos de gobierno, establecer sus funciones, decidir su integración y elegir sus
autoridades.
c. Administrar sus bienes y recursos.
d. Crear carreras universitarias de grado y de posgrado.
e. Formular y desarrollar planes de estudio, de investigación científica y de extensión y servicios
a la comunidad incluyendo la enseñanza de la ética profesional y la formación y capacitación
sobre problemáticas de discapacidad, las capacidades diferentes, las necesidades especiales y
la interculturalidad.
f. Otorgar grados académicos y títulos habilitantes.
g. Impartir enseñanza, con fines de experimentación, de innovación pedagógica y/o de práctica
profesional docente, en los Niveles de educación Inicial, Primaria y Secundaria.
h. Establecer el régimen de designación, acceso, permanencia, promoción y remoción del
personal docente y no docente.
i. Establecer el régimen de admisión, permanencia y promoción de los estudiantes, así como el
régimen de equivalencias.
j. Revalidar, sólo como atribución de las universidades nacionales, títulos extranjeros.
k. Fijar el régimen de convivencia.
l. Desarrollar y participar en emprendimientos que favorezcan el avance y aplicación de los
conocimientos.
m. Mantener relaciones de carácter educativo y científico-cultural con instituciones del país y del
extranjero.
n. Reconocer oficialmente asociaciones de estudiantes, cumplidos que sean los requisitos que
establezca la reglamentación, lo que conferirá a tales entidades personería jurídica.
ARTÍCULO 32. Las instituciones universitarias nacionales sólo pueden ser intervenidas, sin
menoscabo de la autonomía académica, por el Honorable Congreso de la Nación, o durante su
receso y ad referéndum del mismo, por el Poder Ejecutivo Nacional por plazo determinado -no
superior a los seis meses- y sólo por alguna de las siguientes causas:
a. Conflicto insoluble dentro de la institución que haga imposible su normal funcionamiento.
b. Grave alteración del orden público.
c. Manifiesto incumplimiento de la presente ley.
ARTÍCULO 33. Los recintos físicos de las instituciones universitarias de Educación Superior
constituyen espacios preservados por la autonomía consagrada por el artículo 75 inciso 19 de la
Constitución Nacional y por lo tanto están destinados a la intervención de las actividades de
enseñanza, académicas, administrativas, de investigación, de extensión, culturales, deportivas,
propias de ellas y bajo el arbitrio de los órganos de su comunidad, en consonancia con las
normativas emanadas de los órganos de la representación democrática. La fuerza pública tiene
prohibido el ingreso a las instituciones universitarias nacionales, excepto que medie orden escrita
previa y fundada de un juez competente y/o solicitud expresa de la autoridad universitaria
legítimamente constituida.
ARTÍCULO 34. Contra las resoluciones definitivas de las instituciones universitarias nacionales
impugnadas con fundamento en la interpretación de las leyes de la Nación, los estatutos y demás
normas internas, sólo podrá interponerse recurso de apelación ante los tribunales federales de
primera instancia con competencia en la Jurisdicción donde tiene su sede principal la institución
universitaria.
CAPÍTULO XIV. DE LOS ÓRGANOS DE GOBIERNO
ARTÍCULO 35. Los claustros que conforman la comunidad universitaria son los docentes,
estudiantes, graduados y personal no docente (de apoyo profesional, administrativo, técnico y de
servicios) cuyos representantes integrarán los órganos de cogobierno, pudiendo conformarse en
diferentes estamentos según se establezca en cada Estatuto y/o normativa interna. Los docentes
que desempeñan cargos en carácter de suplentes, o interinos o contratados con permanencia en
la institución superior a dos años tendrán derecho a voto.

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ARTÍCULO 36. Los Estatutos y/o normativas internas establecerán la proporcionalidad de las
distintas representaciones de modo tal que ningún estamento pueda por sí solo tomar las
decisiones. Fijarán también las condiciones que deberán reunir los representantes de cada
estamento para ser electos, las que deberán asegurar:
a. Que el claustro docente tenga la mayor representación relativa de la totalidad de sus
miembros.
b. Que los representantes de los estudiantes sean alumnos regulares de carreras de grado.
c. Que el personal no docente tenga representación en todos los órganos colegiados de gobierno
en la proporción que determine el estatuto de cada institución y su participación será con voz y
con voto.
d. Que los graduados, para poder elegir y ser elegidos, sean incorporados automáticamente al
padrón respectivo al momento de obtener su condición de tal.
e. En ningún caso se podrá integrar simultáneamente los padrones de dos o más claustros
distintos, debiendo las instituciones de Educación Superior prever los mecanismos necesarios a
fin de evitar superposiciones
ARTÍCULO 37. Los estatutos de cada Institución de Educación Superior Universitaria definirán
las características, los requisitos y las funciones que tendrán el Rector o Presidente y todos los
titulares de los demás órganos unipersonales de gobierno, la Asamblea, el Consejo Superior y los
Consejos Directivos y/o Académicos, el Consejo Social Consultivo, el Tribunal Universitario y el
Defensor Universitario.
CAPÍTULO XV. DEL SOSTENIMIENTO Y EL RÉGIMEN ECONÓMICO FINANCIERO
ARTÍCULO 38. Corresponde al Estado nacional la responsabilidad indelegable del financiamiento
de la educación pública Superior, de manera de garantizar la gratuidad de este Nivel de la
enseñanza y el adecuado desarrollo de sus funciones. Por ello:
a. El porcentaje del presupuesto nacional asignado a las universidades nacionales en ningún
caso podrá ser inferior al establecido en el año anterior porcentual o nominalmente, ni inferior al
dos por ciento (2 %) del Producto Interno Bruto (PIB) previsto por la Ley de Presupuesto General
para la Administración Nacional.
b. El diez por ciento (10%) de la recaudación impositiva excedente sobre la prevista para cada
año, si la hubiere, se destinará al Fondo Permanente para el Desarrollo de la Infraestructura y el
Equipamiento de las Universidades Nacionales. El Consejo Interuniversitario Nacional, en
acuerdo con el Ministerio de Educación, definirá la asignación de los recursos disponibles a
inversiones en infraestructura y equipamiento de las universidades nacionales. Los gastos
derivados del funcionamiento administrativo de este Fondo Permanente serán sostenidos a
través del presupuesto corriente del Ministerio de Educación.
c. El aporte del Estado no podrá ser disminuido en ningún caso como contrapartida de recursos
adicionales emergentes de otras fuentes, dado que el aporte del Presupuesto General para la
Administración Nacional es independiente de los recursos que puedan generar las instituciones
universitarias nacionales por su propia acción.
ARTÍCULO 39. Las instituciones universitarias nacionales, previa aprobación del Consejo
Superior, pueden incrementar sus fondos con recursos provenientes de donaciones, legados,
herencias y otras liberalidades; rentas, frutos e intereses de sus bienes patrimoniales; derechos
de explotación de patentes de invención o derechos intelectuales que pudieran corresponderles
por trabajos en su seno, sin perjuicio de los derechos similares de los docentes o investigadores
derivados de su esfuerzo personal; retribuciones que perciban por servicios prestados y
economías que realicen sobre su presupuesto anterior. En ningún caso podrá incrementar fondos
gravando directa o indirectamente los estudios de grado. Formarán el patrimonio de las
universidades nacionales los bienes de cualquier naturaleza que integran su dominio y los que se
incorporen a él en virtud de la ley o a título gratuito u oneroso, así como las colecciones
científicas, publicaciones y demás bienes que sus facultades, departamentos o institutos posean
o se le asignen en el futuro, en el marco de lo prescripto en el Artículo 3, Inciso g) de la presente
Ley.
ARTÍCULO 40. Las instituciones universitarias nacionales tienen autarquía económico-financiera,
la que ejercerán dentro del régimen de la ley 24.156 de Administración Financiera y Sistemas de
Control del Sector Público Nacional y demás normas asociadas. El Presidente o Rector y los
miembros del Consejo Superior de las instituciones universitarias nacionales serán responsables
de su administración según su participación, debiendo responder en los términos y con los
alcances previstos en los artículos 130 y 131 de la ley 24.156. En ningún caso el Estado Nacional
responderá por las obligaciones asumidas por las instituciones universitarias que importen un
perjuicio para el Tesoro Nacional.

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En ese marco corresponde a dichas instituciones:
a. administrar su patrimonio y aprobar su presupuesto. Con posterioridad al 31 de diciembre de
cada año no podrán asumirse compromisos ni devengarse gastos con cargo al ejercicio que se
cierra en esa fecha de acuerdo con lo dispuesto en el art. 41 de la Ley 24.156 de Administración
Financiera y de los Sistemas de Control del Sector Público Nacional.
b. fijar su régimen salarial y de administración de personal.
c. dictar normas relativas a la generación de recursos adicionales a los aportes del Tesoro
Nacional, mediante la venta de bienes, productos, derechos o servicios, subsidios, herencias,
derechos o tasas por los servicios a terceros que se presten, así como todo otro recurso que
pudiera corresponderles por cualquier título o actividad que no involucre la enseñanza de grado
que por normativa de la presente Ley tiene el carácter de gratuito. Al menos el diez por ciento
(10%) de los recursos adicionales que se generaren por esta vía complementaria en cada
Universidad deberá destinarse prioritariamente a becas, préstamos, subsidios o créditos u otro
tipo de ayuda estudiantil y apoyo didáctico; estos recursos adicionales no podrán utilizarse para
financiar gastos corrientes. Los sistemas de becas, préstamos u otro tipo de ayuda estarán
fundamentalmente destinados a aquellos estudiantes que demuestren aptitud suficiente y
respondan adecuadamente a las exigencias académicas de la institución y que, por razones
económicas, no pudieran acceder o continuar los estudios universitarios, de forma tal que nadie
se vea imposibilitado por ese motivo de cursar tales estudios.
d. garantizar el normal desenvolvimiento de sus unidades, asegurándoles el manejo de los
fondos que ellas generen.
e. constituir personas jurídicas de derecho público o privado, o participar en ellas, no
requiriéndose adoptar una forma jurídica diferente para acceder a los beneficios de la ley 23.877
o similares.
f. aplicar el régimen general de contrataciones, de responsabilidad patrimonial y de gestión de
bienes reales.
ARTÍCULO 41. Las instituciones universitarias estatales podrán promover la constitución de
fundaciones, sociedades u otras formas de asociación civil, destinadas a apoyar su labor, a
facilitar las relaciones con el medio, a dar respuesta a sus necesidades y a promover las
condiciones necesarias para el cumplimiento de sus fines y objetivos. De ningún modo dichas
fundaciones, sociedades o formas de asociación civil podrán estipular o percibir aranceles, tasas,
gravámenes o contribuciones por los estudios universitarios de grado que se cursen en las
instituciones universitarias.
ARTÍCULO 42. El Congreso Nacional debe fijar anualmente, en la partida presupuestaria
correspondiente, un porcentaje específico destinado a becas y subsidios estudiantiles para el
Nivel de Educación Superior a efectos de asegurar el cumplimiento de lo prescripto en la
presente Ley.
CAPÍTULO XVI. DE LAS INSTITUCIONES UNIVERSITARIAS PROVINCIALES
ARTÍCULO 43. Los títulos y grados otorgados por las instituciones universitarias provinciales
tendrán los efectos legales previstos en la presente ley, siempre que tales instituciones:
a. hayan obtenido el correspondiente reconocimiento del Poder Ejecutivo Nacional, el que podrá
otorgarse previo informe del Consejo Nacional de Educación Superior.
b. se ajusten a las normas de esta Ley, en tanto su aplicación a estas instituciones no vulnere las
autonomías provinciales y conforme a las especificaciones que establezca la reglamentación.
CAPÍTULO XVII. DE LAS INSTITUCIONES UNIVERSITARIAS DE GESTIÓN PRIVADA
ARTÍCULO 44. Las personas físicas o jurídicas reconocidas con personería - confesiones
religiosas inscriptas en el Registro Nacional de Cultos, asociaciones, sociedades, sindicatos,
fundaciones y empresas- podrán crear instituciones universitarias de Nivel Superior. Éstas
deberán constituirse sin fines de lucro, obteniendo personería jurídica como asociación civil o
fundación y dejarán expresa indicación de las carreras, grados y títulos que la institución puede
ofrecer y expedir, al momento de la solicitud. Deben promover la excelencia y asegurar la libertad
académica, la igualdad de oportunidades y posibilidades, la jerarquización docente, la
corresponsabilidad de todos los miembros de la comunidad universitaria, así como la convivencia
pluralista de corrientes, teorías y líneas de investigación, en un contexto de respeto a las
cosmovisiones y valores expresamente declarados en los estatutos que regulan su
funcionamiento.
ARTÍCULO 45. La autorización definitiva para su funcionamiento requerirá la sanción de un
Decreto del Poder Ejecutivo Nacional, previo informe vinculante del Consejo Nacional de
Educación Superior. Este informe se fundamentará en la consideración de los siguientes criterios:
a. la responsabilidad ética, financiera y económica de los integrantes de las asociaciones o

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fundaciones.
b. la viabilidad y consistencia del proyecto institucional y académico así como su adecuación a
los principios y normas de la presente ley.
c. el reconocido y alto nivel académico del cuerpo de profesores con el que se contará
inicialmente, su trayectoria en investigación científica y en docencia universitaria.
d. la calidad y actualización de los planes de enseñanza e investigación propuestos.
e. los medios económicos, el equipamiento y la infraestructura de que efectivamente se
disponga, para posibilitar el cumplimiento de sus funciones de docencia, investigación y
extensión.
f. su vinculación internacional y la posibilidad de concretar acuerdos y convenios con otros
centros universitarios del mundo, en el marco de las previsiones de esta Ley.
ARTÍCULO 46. Los establecimientos privados cuya creación no hubiere sido autorizada conforme
a las normas legales pertinentes no podrán usar denominaciones ni expedir diplomas, títulos o
grados de carácter universitario. La violación de esta norma dará lugar a la aplicación de
sanciones conforme lo establezca reglamentariamente el Consejo Nacional de Educación
Superior, las que podrán llegar a la clausura inmediata y definitiva de la entidad y a la
inhabilitación de los responsables para ejercer la docencia, así como para desempeñar la función
pública o integrar órganos de gobierno de asociaciones civiles dedicadas a la Educación
Superior.
TÍTULO III. LA EDUCACIÓN SUPERIOR DE FORMACIÓN DOCENTE Y DE FORMACIÓN
TÉCNICO PROFESIONAL
CAPÍTULO XVIII. DISPOSICIONES GENERALES DE LA RESPONSABILIDAD
JURISDICCIONAL
ARTÍCULO 47. Corresponde a las Provincias y a la Ciudad Autónoma de Buenos Aires el
gobierno y organización de los Institutos Superiores de Formación Docente y de Formación
Técnico Profesional en sus respectivos ámbitos de competencia territorial, así como dictar
normas que regulen la creación, modificación y cese de éstos y el establecimiento de las
condiciones a que se ajustará su funcionamiento, todo ello en el marco de lo dispuesto en la
presente Ley y, en todo aquello que ésta no prevea, por lo dispuesto por las leyes Nº 26.206 y Nº
26.058, y en los correspondientes acuerdos federales.
ARTÍCULO 48. Las jurisdicciones atenderán en particular a las siguientes pautas:
a. formar técnicos, profesionales y docentes de alto nivel académico en todas las áreas del
conocimiento que habiliten para el desempeño laboral;
b. acreditar las carreras y/o ciclos de formación realizados para la prosecución de estudios y
actualización permanente en otros ciclos, instituciones y niveles;
c. llevar adelante actividades de capacitación y actualización para sus graduados;
d. articular las actividades de formación con el sistema productivo, científico, tecnológico y
laboral.
e. estructurar los planes de estudios con base en una organización curricular que facilite a sus
estudiantes la prosecución de estudios en cualquier otra institución de Educación Superior y la
formación adecuada para acceder al mundo del trabajo. Al mismo tiempo la organización
curricular debe garantizar su reinserción en programas de estudio, formación académica y
capacitación permanente a lo largo de toda la vida.
f. articular las carreras afines estableciendo en lo posible ciclos básicos comunes y regímenes de
equivalencia, opción y reconversión mediante la aplicación del Sistema de Créditos Académicos
que se organice según lo establecido en la presente Ley.
g. prever en la formación del estudiante la realización de trabajos finales de graduación que
articulen el ciclo de estudios. Podrán consistir en un desarrollo de tipo académico-científico o
tecnológico, residencias programadas, sistemas de alternancia u otras formas de prácticas
supervisadas, curricularmente acreditables, que podrán desarrollarse en las mismas instituciones
o en entidades o empresas públicas o privadas, siempre en acuerdo con la legislación general
que regula esas prácticas.
h. ampliar gradualmente el margen de autonomía de gestión de las instituciones respectivas,
dentro de los lineamientos de la política educativa federal y jurisdiccional así como de los
mecanismos y procedimientos acordados para la articulación de las instituciones promovidos por
esta ley.
i. prever que sus sistemas de estadística e información educativa incluyan un componente
específico de Educación Superior, que facilite su conocimiento, evaluación y reajuste, al tiempo
que garantiza procedimientos informáticos seguros de los historiales de acreditación
CONSULTA HACIA UNA NUEVA LEY NACIONAL DE EDUCACIÓN SUPERIOR 422
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académica de los estudiantes que faciliten la prosecución de estudios. La información así
generada tendrá carácter confidencial y de ninguna manera podrá utilizarse para fines ajenos a
los aquí expresados.
j. establecer mecanismos de cooperación interinstitucional y de recíproca asistencia técnica y
académica entre instituciones de Educación Superior, para el mejoramiento de la calidad
institucional y la gestión curricular que garanticen equidad en la formación académica; y
k. desarrollar modalidades regulares y sistemáticas de evaluación institucional.
CAPÍTULO XIX. DE LOS TÍTULOS Y PLANES DE ESTUDIO
ARTÍCULO 49. Los planes de estudio de los Institutos Superiores de Formación Docente serán
diseñados respetando - en función de los artículos 74, 75, 76, 77, 78 y 85 de la Ley 26.206 de
Educación Nacional- los contenidos básicos comunes para la formación docente que se
acuerden en el seno del Consejo Federal de Educación en tanto éste órgano es el responsable
de establecer las instancias para el reconocimiento de dichos planes y la certificación de la
validez nacional de los títulos y certificaciones de perfeccionamiento y capacitación docente,
expedidos por instituciones de Educación Superior de gestión estatal o privada reconocidas. Igual
criterio se seguirá con los planes de estudio para la formación humanística, social, artística,
técnica y profesional, cuyos títulos habiliten para continuar estudios en otros ciclos, Niveles o
establecimientos, o para el desempeño de actividades reguladas por el Estado, cuyo ejercicio
pudiere poner en riesgo de modo directo la salud, la seguridad, los derechos o los bienes de los
habitantes.
CAPÍTULO XX. DE LA EVALUACIÓN INSTITUCIONAL
ARTÍCULO 50. El Consejo Federal de Educación propondrá, en el seno del Consejo Nacional de
Educación Superior (CNES), la adopción de criterios y bases comunes para la evaluación de los
Institutos Superiores de Formación Docente y de Formación Técnico Profesional, en particular de
aquellos que ofrezcan estudios cuyos títulos habiliten para el ejercicio de actividades que
pudieren comprometer de modo directo los intereses públicos regulados por el Estado. En el
marco del CNES se establecerán las condiciones y requisitos mínimos a los que tales
instituciones se deberán ajustar.
La evaluación de la calidad de la formación docente se realizará con arreglo a lo que establece la
Ley 26.206 en sus artículos 85, 94, 95, 96, 97, 98 y 99.
TÍTULO IV. LOS MIEMBROS DE LA EDUCACIÓN SUPERIOR
CAPÍTULO XXI. DE LOS DOCENTES
ARTÍCULO 51. Se establece la conformación del cuerpo de Docentes Nacionales Universitarios,
cuya regulación será establecida por el Consejo Nacional de Educación Superior (CNES). Este
cuerpo está conformado por todos aquellos docentes que ejercen sus labores en instituciones
universitarias. Los actuales docentes de Educación Superior pertenecientes a las jurisdicciones
no cambian su situación estatutaria ni ven modificados sus derechos y obligaciones. Todos los
docentes de la Educación Superior tendrán los siguientes derechos y obligaciones, sin perjuicio
de los que establezcan las negociaciones colectivas y la legislación laboral general y específica:
a. Al ejercicio de la docencia, sobre la base de la libertad de cátedra y la libertad de enseñanza
sin ningún tipo de discriminación.
b. Al acceso a los cargos por concurso de antecedentes y oposición que garantice la aptitud
docente y científica de los aspirantes y a gozar de estabilidad laboral a través del cumplimiento
de un régimen de carrera docente.
c. Al desempeño de los cargos docentes en cualquier jurisdicción mediante la acreditación de los
títulos correspondientes al Nivel Superior.
d. A la capacitación y actualización integrales, sistémicas, gratuitas y en servicio, a lo largo de
toda su carrera, cumpliendo con las exigencias de perfeccionamiento académico y científico que
fije la carrera docente para el nivel de cargo en que se desempeñe.
e. Al acceso a los cursos y carreras de Especialización y Maestría, y en forma gratuita a los
estudios de Doctorado. Las instituciones universitarias nacionales en su conjunto serán
consideradas como una sola entidad a los efectos de la aplicación de este derecho.
f. A los beneficios de la seguridad social.
g. Al acceso a programas de salud laboral y prevención de las enfermedades profesionales.
h. A participar en el gobierno de las instituciones de la Educación Superior por sí y/o a través de
sus representantes en las proporciones que fijan la ley y los respectivos estatutos.
i. A la negociación colectiva nacional y jurisdiccional de las condiciones laborales.
j. A recibir una digna retribución por su actividad, la que tendrá en consideración además del

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cargo, dedicación y antigüedad, el reconocimiento a su formación académica, tarea docente y
producción científica, técnica y de extensión universitaria.
k. A participar en la actividad gremial.
l. A la libre asociación, y al respeto integral a todos sus derechos como ciudadano.
m. A participar activamente en la vida de la institución cumpliendo con responsabilidad e
idoneidad su función docente, de investigación y de servicio.
n. A participar y contribuir al logro de los objetivos y finalidades definidos para el Nivel de
Educación Superior establecidos en la presente Ley.
o. A cumplir con los lineamientos de la política educativa de esta ley y/o de su respectiva
jurisdicción y de la institución a la que pertenecen.
p. A observar las normas que regulan el funcionamiento de la institución a la que pertenecen.
CAPÍTULO XXII. DE LOS ESTUDIANTES
ARTÍCULO 52. Los estudiantes de las instituciones de Educación Superior tendrán los siguientes
derechos y obligaciones:
a. Al acceso libre y gratuito para todos los estudiantes de las instituciones de gestión estatal, a
los cursos, carreras y demás actividades que conforman el Nivel de Educación Superior, sin
discriminaciones de ninguna naturaleza, siempre que cumplan con los requisitos de ingreso
previstos en esta Ley.
b. A asociarse libremente en centros de estudiantes, federaciones nacionales y regionales, a
elegir sus representantes y a participar en el gobierno y en la vida de la institución, conforme a
los estatutos de la misma, a lo que establece la presente ley y, en su caso, las normas legales de
las respectivas jurisdicciones provinciales.
c. A obtener becas, créditos y otras formas de apoyo económico y social que garanticen la
igualdad de oportunidades y posibilidades, particularmente para el acceso y permanencia en los
estudios de grado, conforme a las normas que reglamenten la materia.
d. A recibir información para su adecuada inclusión en la Educación Superior.
e. A solicitar, cuando se encuentren en las situaciones previstas en los artículos 1 y 2 de la ley
20.596, la postergación o adelanto de exámenes o evaluaciones parciales o finales cuando las
fechas previstas para los mismos se encuentren dentro del período de preparación y/o
participación.
f. A ser respetados en su libertad de conciencia, sus convicciones y opciones religiosas, políticas,
de género, culturales y gozar de libertad de expresión, opinión, información y libre asociación, no
siendo discriminados por ningún motivo.
g. A acceder a subsidios, comedor estudiantil, residencias para alumnos, guarderías, campos de
deportes o becas sustitutivas de estos beneficios.
h. A desarrollar los aprendizajes en edificios que respondan a normas de seguridad, higiene,
salubridad y funcionalidad del espacio según los fines y objetivos determinados por esta ley.
i. A disponer de los materiales de estudio requeridos para desarrollar las prácticas educativas.
j. A participar y contribuir al logro de los objetivos y finalidades definidos para el Nivel de
Educación Superior planteados en la presente Ley.
k. A respetar los estatutos y reglamentaciones de la institución en la que estudian.
l. A observar las condiciones de estudio, investigación, trabajo y convivencia que estipule la
institución a la que pertenecen.
m. A cumplimentar curricularmente con el régimen de rendimiento académico mínimo exigible
anualmente que cada institución estipule sobre la base de las regulaciones de la presente ley.
n. A respetar el disenso, las diferencias individuales, la creatividad personal y colectiva y el
trabajo en equipo.
o. A observar valores de conductas respetuosos y solidarios en el trato con sus compañeros, las
autoridades y la totalidad del personal de la institución.
ARTÍCULO 53. Se reconocerá al Centro de Estudiantes de cada Institución de Educación
Superior como el organismo legítimo de representación gremial estudiantil de primer grado.
Asimismo se reconocerá a la federación o asociación estudiantil local como la organización única
de segundo grado representativa de la totalidad del estudiantado de la jurisdicción de que se
trate y a la Federación Universitaria Argentina (FUA) y a su equivalente en el nivel del
estudiantado de los Institutos Superiores de Formación Docente y de Formación Técnico
Profesional como las organizaciones únicas representativas en el país. La agremiación de

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estudiantes será automática desde el momento de su ingreso a la Institución. Las autoridades de
los Centros de Estudiantes serán elegidas periódicamente y en forma directa por el voto
universal, secreto y obligatorio de la totalidad de los estudiantes de cada Institución.
CAPÍTULO XXIII. DE LOS GRADUADOS
ARTÍCULO 54. Las Instituciones de Educación Superior establecerán los mecanismos
destinados a mantener una vinculación permanente con sus graduados. Dicho vínculo promoverá
la actualización permanente de los graduados en las diferentes áreas de conocimiento, la
participación activa en la actividad académica de las Instituciones, el fortalecimiento de los
mecanismos de actualización académica, la producción de conocimiento y su difusión a través de
publicaciones especializadas el desarrollo de una sólida formación continua.
ARTÍCULO 55. Todos los egresados del Nivel Superior, para formalizar su graduación, deberán
prestar durante el año calendario inmediato posterior al último examen evaluatorio establecido en
el respectivo Plan de Estudios, tareas de carácter social ad honorem. Las mismas se cumplirán
en entidades del Estado o de bien público y deberán tener una duración mínima de seis (6) hs.
semanales, Cuando los estudiantes invoquen la continuidad de sus estudios tendrán hasta cinco
(5) años de plazo para dar cumplimiento a lo prescripto precedentemente. El Consejo Nacional
de Educación Superior establecerá los mecanismos para el cumplimiento y las respectivas
acreditaciones de las disposiciones del presente artículo.
ARTÍCULO 56. Los graduados de la Educación Superior tendrán derecho a participar en los
órganos de cogobierno por sí y/o a través de sus representantes en la proporción que fijen los
respectivos Estatutos.
CAPÍTULO XXIV. DEL PERSONAL NO DOCENTE (PROFESIONAL, ADMINISTRATIVO, DE
SERVICIOS Y TÉCNICO)
ARTÍCULO 57. El personal no docente, sin perjuicio de los que establezcan las negociaciones
colectivas y la legislación laboral general y específica, tendrá los siguientes derechos
complementarios:
a. A acceder a los cargos, en las instituciones universitarias nacionales, por concurso público. Los
estatutos regularán el régimen de las relaciones laborales del personal, el que no podrá
desconocer los derechos consagrados a los trabajadores por la legislación laboral común.
b. A discutir las condiciones laborales y salariales en comisiones paritarias nacionales y
jurisdiccionales.
c. A completar sus estudios secundarios y superiores compatibilizando los horarios de trabajo con
los de estudio.
d. A participar en el gobierno de las instituciones de la educación por sí y/o a través de sus
representantes en las proporciones que fijan la ley y los respectivos estatutos.
TÍTULO V. LAS FUNCIONES DE LA EDUCACIÓN SUPERIOR
CAPÍTULO XXV. DE LA ENSEÑANZA
ARTÍCULO 58. En las universidades nacionales los títulos de cada carrera universitaria serán
habilitantes, debiendo los respectivos planes de estudio ser aprobados por el consejo directivo o
académico de la facultad, departamento o unidad académica correspondiente y, para entrar en
vigencia, homologados por el Consejo Superior de la Universidad, de conformidad con lo que
establezca el estatuto universitario. Las universidades nacionales son las únicas que pueden
otorgar reválidas de los títulos extranjeros.
ARTÍCULO 59. Los estudios de posgrado, según sus propósitos específicos, se clasifican en
estudios de especialización, maestría, doctorado y posdoctorado, conducentes a los títulos de
Especialista, Maestro o Doctor. Asimismo podrán dictarse Cursos de Posgrado que sean
independientes de cualquier titulación, o que puedan ser elegibles para ser incorporados a
alguna Carrera de especialización, maestría y doctorado mediando autorización de las
respectivas autoridades. También podrán desarrollarse actividades diversas que se puedan
certificar bajo el título de estudios de Posdoctorado.
ARTÍCULO 60. Las instituciones universitarias nacionales contribuirán a la articulación y
movilidad estudiantil y docente entre instituciones, así como los mecanismos de articulación que
posibiliten la continuidad de los estudios para acceder a títulos de grado, a través de convenios
interinstitucionales.
CAPÍTULO XXVI. DE LA INVESTIGACIÓN
ARTÍCULO 61. Las Instituciones de la Educación Superior aportarán al desarrollo científico y
tecnológico nacional y, en concordancia con los organismos pertinentes, al desarrollo del
MERCOSUR, en el marco de los lineamientos fijados por el Consejo Nacional de Educación
Superior en su representación ante el Consejo Interinstitucional de Ciencia y Tecnología. Para

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ello se garantizarán mecanismos de financiamiento a las actividades de investigación que
promuevan la expansión, fortalecimiento y consolidación, en el marco de la autonomía de las
instituciones universitarias, de las prioridades educativas jurisdiccionales y de las que se definan
en función de las necesidades del conjunto de la Nación.
ARTÍCULO 62. En las respectivas áreas de investigación científica, tecnología e innovación
productiva de las Instituciones de Educación Superior se impulsará el desarrollo de estructuras
asociativas que propicien:
a. la innovación del tejido productivo vinculado con el desarrollo científico-tecnológico, en
armonía con el medio social y ambiental;
b. la implementación de investigaciones consistentes en la definición y ejecución participativa de
proyectos que involucren a las comunidades y a las organizaciones sociales, articulando los
intereses sociales con los intereses científicos;
c. la constitución de redes que fomenten la actividad científica y tecnológica en el nivel
jurisdiccional, nacional e internacional. Asimismo, se fortalecerán las vinculaciones con científicos
radicados en el exterior.
ARTÍCULO 63. En los programas y proyectos de investigación deberá contemplarse la
incorporación de docentes jóvenes y de estudiantes, mecanismos que garanticen la articulación
con la enseñanza de grado y posgrado de los respectivos resultados que arroje la investigación,
así como aquellos que propicien la aplicabilidad de los resultados generados en la investigación
científica y tecnológica, mediante el desarrollo del perfil emprendedor de tecnólogos y científicos.
CAPÍTULO XXVII. DE LA EXTENSIÓN
ARTÍCULO 64. Las Instituciones de la Educación Superior contarán con un área a cargo de las
actividades de extensión, con el objetivo fundamental de vincularlas sistemáticamente y en forma
activa con el medio social, a través de las siguientes funciones:
a. Colaborar con la planificación, diseño y ejecución de obras o trabajos públicos, locales,
regionales o nacionales.
b. Realizar estudios y efectuar aportes para la identificación de tendencias, prevención y solución
de los problemas que afectan a la población.
c. Promover la realización de actividades culturales, artísticas y de capacitación o
perfeccionamiento profesional, pudiendo coordinar con organismos nacionales, provinciales y
municipales.
d. Realizar la transferencia de conocimientos y vinculación tecnológica mediante el desarrollo de
programas y la gestión especializada de servicios acordes a las demandas del sistema
productivo.
e. Promover planes de voluntariado social que permitan atender a los requerimientos de los
sectores de la población con menores recursos.
f. Integrar redes que propicien la difusión y gestión de las actividades y servicios de investigación,
desarrollo e innovación.
g. Toda otra función o actividad que prevean los estatutos y las leyes.
CAPÍTULO XXVIII. DEL DESARROLLO SOCIAL COMUNITARIO
ARTÍCULO 65. Se entiende por desarrollo social comunitario aquellas actividades que realizan
los miembros de la Educación Superior -a través de organismos del Estado y organizaciones
sociales y de la sociedad civil-, que suponen la aplicación de los diversos conocimientos
adquiridos durante su formación académica en beneficio de la comunidad, de manera articulada
con los saberes de ésta, para generar mayor bienestar social. Entiéndase por comunidad el
ámbito social de alcance nacional, regional, provincial o municipal, donde se proyecta la
actuación de las instituciones del Sistema de Educación Superior para la realización de las
prácticas comunitarias.
El desarrollo social y comunitario tiene como fines:
a. fomentar en los miembros de la Educación Superior, la solidaridad y el compromiso con la
comunidad como norma ética y ciudadana, así como conformar un acto de reciprocidad con la
sociedad que, a través del Estado, sostiene a la Educación Superior;
b. enriquecer las actividades a través del aprendizaje en servicio, con la aplicación de los
conocimientos adquiridos durante la formación académica, artística, cultural y deportiva;
c. integrar las instituciones de Educación Superior con la comunidad, para contribuir al desarrollo
de la sociedad;
d. formar, a través del aprendizaje en servicio, el capital social, e incrementar la masa crítica en

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todo el territorio nacional;
e. incorporar la concepción del profesional, el científico, el docente y el investigador, como
promotores de espacios de construcción colectiva de conocimiento, recuperando los saberes
socialmente productivos de la comunidad.
ARTÍCULO 66. El desarrollo social y comunitario, debe tener como finalidad principal la
eliminación del analfabetismo en nuestra sociedad. El Ministerio de Educación de la Nación
podrá crear programas con la participación de organizaciones sociales, destinados al
cumplimiento de dicha finalidad.
ARTÍCULO 67. El Estado arbitrará los mecanismos necesarios, para demandar la prestación
gratuita de los servicios de los egresados del Nivel Superior de enseñanza, cuando considere
que existe una situación que lo amerite.
CAPÍTULO XXIX. DE LA PERMANENCIA Y EL BIENESTAR
ARTÍCULO 68. En cada universidad nacional y en cada jurisdicción se establecerá un órgano de
orientación profesional y vocacional que tendrá las siguientes funciones:
a. contribuir a determinar las aptitudes del futuro estudiante de Educación Superior respecto a las
diversas áreas del conocimiento y promover la inscripción en las carreras de mayor interés para
el desarrollo regional y nacional. A tal fin actuará en estrecha vinculación con los Niveles de
enseñanza precedentes.
b. Investigar las causales de abandono para contribuir a la implementación de políticas de
retención e inclusión.
c. Asesorar a estudiantes con dificultades con el fin de favorecer la continuidad de sus estudios.
ARTÍCULO 69. Las universidades nacionales y las jurisdicciones deberán tener un área de obra
social y bienestar, con los siguientes beneficios o becas sustitutivas:
a. Atender el estado de salud de todos los miembros de la comunidad educativa, implantando
prácticas de promoción de la salud y revisaciones médicas periódicas.
b. Asegurar la atención médica integral y odontológica más la provisión de medicamentos a
estudiantes, personal docente y no docente.
c. Propiciar mecanismos y/o convenios con los organismos correspondientes y/o empresas de
transporte público de pasajeros tendientes a crear un boleto con descuento para docentes, no
docentes y estudiantes, o alternativas de traslado físico en el territorio.
d. Habilitar residencias y comedores para uso de estudiantes, docentes y no docentes.
e. Promover la instalación de guarderías infantiles para los hijos de estudiantes, docentes y no
docentes.
f. Suministrar los medios y recursos necesarios para la práctica masiva de la educación física por
parte de los miembros de la comunidad educativa, y fomentar la actividad deportiva sistemática,
como medio para mejorar la salud pública de la población estudiantil, la realización de
actividades recreativas y el intercambio y cooperación entre instituciones.
g. Toda otra función o actividad que prevean los estatutos y las leyes.
TÍTULO VI. DISPOSICIONES COMPLEMENTARIAS Y TRANSITORIAS
ARTÍCULO 70. A partir de la sanción de la presente ley, el Estado Nacional deberá promover y
asegurar su implementación integral contemplando, específicamente, la creación de:
a. Programas de recuperación y retención de matrícula universitaria a efectos de que en un plazo
no mayor de cinco años, el porcentaje de graduados universitarios no sea inferior al 50 % de los
estudiantes que ingresaren en cada cohorte.
b. Programas para que en un plazo no mayor de cinco años la totalidad de los docentes del
sistema universitario que revistan en las categorías de profesor tengan formación académica de
posgrado, o méritos equivalentes.
c. Programas de vinculación institucional con gobiernos municipales, provinciales y nacional, con
los cuales las universidades nacionales realizarán proyectos para el desarrollo educativo,
comunitario, socio económico, tecnológico, y/o medioambiental, que fuesen identificados como
prioritarios por el entorno institucional, socio cultural y económico, y se constituya como base de
apoyo para los planes de desarrollo del País. Las instituciones universitarias aportarán
programas para el desarrollo en proporciones equivalentes en utilidades de uno cada dos
millones de pesos del presupuesto que reciben del Tesoro Nacional.
d. Programas de desarrollo y mejoramiento curricular que estipulen la revisión y evaluación cada
cinco (5) años de los planes de estudio vigentes en las instituciones universitarias.
e. Programas estudiantiles de prácticas de voluntariado y servicio social relacionadas con las
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carreras que cursan los estudiantes y acreditables curricularmente en el marco de los respectivos
planes de estudio.
f. Programas para erradicar el analfabetismo en todo el territorio nacional, en los cuales las
instituciones universitarias realizarán un trabajo conjunto con las jurisdicciones provinciales y
gobiernos locales como tarea de extensión.
g. Presupuestos realizados en base a programas y por pautas de funcionamiento institucional y
resultados, que alcancen como mínimo el 6% del total del Presupuesto General de
Administración Nacional.
h. Adecuación de las plantas docentes de acuerdo a lo previsto en la presente ley, dentro del
plazo de cinco (5) años contados a partir de su promulgación. En estos casos, los docentes
interinos que excepcionalmente tengan dos (2) o más años de antigüedad continuados podrán
ejercer los derechos consagrados en la presente ley.
ARTÍCULO 71. Todo dispositivo de la presente ley cuyo cumplimiento no hubiese sido diferido
por la misma, o condicionado expresamente por la propia ley al dictado de una normativa
reglamentaria, se entenderá operativo y de aplicación inmediata.
a. Las instituciones universitarias estatales adecuarán sus estatutos a las disposiciones de
la presente ley, dentro del plazo de 2 (dos) años contados a partir de la promulgación de la
misma.
b. Las instituciones de Educación Superior que al presente ostenten el nombre de "Colegios
Universitarios", por haber sido creados o autorizados con esa denominación y que, por sus
características, deban encuadrarse en lo que en la presente ley se denomina Centros de
Educación Superior, Investigación Científica e Innovación Tecnológica para el Desarrollo
Integral de las Regiones, Provincias y la Nación, tendrán un plazo de un (1) año contado a
partir de la promulgación para adecuarse a la misma y solicitar la nueva categorización
modificando su denominación.
c. Se establecerá un Programa de Acreditación de Institutos Superiores de Formación
Docente y Técnica ante el CENAEES para adecuar su funcionamiento a lo prescripto en la
presente ley en un plazo de tres (3) años. A partir de la Acreditación serán evaluados
periódicamente por ese organismo en los alcances establecidos por esta ley y la 26.206 de
Educación Nacional.
ARTÍCULO 72. Deróguense la Ley 24.521, los Decretos 1.232/01 y 499/95 y toda otra normativa
que contradiga la presente Ley Nacional de Educación Superior.
ARTÍCULO 73. De forma.

FUNDAMENTOS
Señor presidente:
En el discurso de inauguración de las sesiones ordinarias del Congreso Nacional del 2008, la
Presidenta de la Nación señaló, haciéndose eco de la opinión ampliamente mayoritaria, la
prioridad en el trabajo de un nuevo marco normativo para la Educación Superior.
En este sentido a lo largo del año legislativo, la Comisión de Educación de la Cámara de
Diputados ha realizado varios procedimientos confluyentes:
- una Consulta Nacional a la inmensa mayoría de los integrantes, las organizaciones e
instituciones de la Educación Superior (1) ,
- el análisis de los proyectos con estado parlamentario, y
- el estudio comparado de legislaciones de la Educación Superior en diferentes países a lo largo
de la historia.
El análisis resultante recupera aportes y consensos logrados en el proceso (2) , y tiene en cuenta
el proyecto de ley oportunamente presentado por los diputados del Frente para la Victoria, Alberto
Cantero, Mariano West y otros (expte. 4396-D-07), así como todos los proyectos presentados por
miembros de los diferentes bloques.
Estos antecedentes se sintetizan en los siguientes fundamentos:
Los silencios y protestas de la Historia, la Crisis civilizatoria.
Una profunda crisis atraviesa a las sociedades. En los últimos veinte años asistimos
alternativamente al derrumbe del muro de Berlín, que marcó el término de la experiencia
socialista, y a una crisis del capitalismo globalizado cuyo final es incierto.
La crisis económica-financiera que afecta al mundo globalizado es una de las más importantes
de los últimos cien años y es, a su vez, una crisis de la sociedad que ha sostenido un modelo
CONSULTA HACIA UNA NUEVA LEY NACIONAL DE EDUCACIÓN SUPERIOR 428
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económico que llevó a la desigualdad, a la pobreza y a la explotación de millones de seres
humanos, al mismo tiempo que benefició muchísimo a muy pocos.
Hoy hay un debate sobre nuevos paradigmas políticos, económicos, sociales y culturales, que
debe impactar en las políticas estatales. Hasta dónde se involucren los Estados en su rol de
contralores del mercado y en la implementación de políticas públicas, es la medida de la
posibilidad de salir de la crisis, o sólo de aggiornar con un superfluo maquillaje la situación. No
alcanzan los parches.
En estas circunstancias, y cuando se necesita del aporte de todos en lo que se refiere a la
comprensión de la gravedad de lo que ocurre, de la batalla que se está librando, y de lo que cada
uno puede aportar con perspectivas creativas y superadoras, es imposible pensar que los
espacios institucionales no estén atravesados por ella. Las que conforman el sistema de
educación superior no son la excepción a la regla. Precisamente la educación superior requiere
ser inmediatamente atendida para evitar que los problemas que aparecen hoy dispersos se
condensen de manera irreversible.
La educación superior es uno de los ámbitos más adecuados para la generación de nuevas
ideas, modelos productivos, energéticos y tecnológicos, que permitan ir dando pasos hacia la
construcción de una sociedad distinta, en pos de las estrategias para el desarrollo nacional. Pero
también debe ser un ámbito de oportunidades para el conjunto, para una mayoría mucho más
amplia de la que hoy asiste. Porque en los recursos humanos que allí se forman también estarán
las posibilidades de repensar modelos y soluciones. Hay que fomentar la generación de una
mayor masa crítica en beneficio del conjunto.
Al hablar de Educación Superior referimos a las universidades y a los Institutos Superiores de
Formación Docente y de Formación Técnico Profesional, entre otras y que convierten a la
educación post secundaria en un campo poblado de diversas demandas y posibilidades.
La crisis afecta al conjunto del sistema de Educación Superior con sus particularidades porque la
crisis es civilizatoria y las instituciones que conforman el Nivel han sido un significante
fundamental de la civilización que hoy se resquebraja.
En particular, la universidad es reflejo de los resabios del pasado y de las luces del futuro de
cada tiempo, y la forma universitaria de la política es la traducción de los conflictos, las
necesidades y los obstáculos que tiene la sociedad en materia de distribución de la cultura entre
y dentro de las distintas generaciones, clases sociales, sectores étnicos, culturales, entre otras
cuestiones.
Durante el siglo XX, cuando la universidad clamaba o se silenciaba, era necesario prestarle
atención. Hoy es más urgente aún prestar atención a sus silencios y a sus espasmódicas
virulencias. Silencios y protestas suelen articularse repentinamente, si no se los interpreta y no se
resuelven a tiempo los problemas que expresan.
El mercadeo de la pertinencia, los intereses de Occidente.
La situación actual de las universidades occidentales es desconcertante. Antes que multiplicarse
voces clamando por el rescate de ese interés general, que las habitó durante casi dos siglos, se
ha fragmentado el "demos" universitario confundiéndose con intereses que la alejan de la
universalidad del saber que estuvo en su origen. A la vez que la comprometen con intereses
particulares y dispersos en el océano del mercado.
El golpe que el neoliberalismo propinó al sistema capitalista, al cual pertenece, afectó a todas las
formas de producción y transmisión del saber. Tanto la forma de universidad humboltiana como la
napoleónica quedaron descolocadas porque el rumbo que tomaron las cosas les impidió generar
una herencia superadora, adaptarse al progreso con el cual, en buena medida, habían
colaborado aportando conocimientos y mejorando la cultura de sucesivas generaciones. Esa
insuficiencia es notable en el caso europeo, que no ha tenido la capacidad de generar formas de
producción y transmisión del saber universitario dentro de su tradición cultural, liberal o
conservadora.
La derrota de los modelos europeos modernos de universidad fue un aspecto de la derrota de la
cultura latina por la cultura anglosajona, de la cultura europea en manos de la estadounidense.
La erosión fue rápida, si se considera la varias veces centenaria edad de las universidades
europeas. Veinte años después del triunfo de los Aliados sobre el más siniestro intento de control
de la humanidad, las universidades europeas vibraban en movimientos ubicados en el imaginario
de la liberación social. Una década más tarde, una inédita tecnología del control de la enseñanza,
el aprendizaje y la investigación invadió las aulas, generada por grandes entidades financieras
internacionales, las mismas cuyo modelo causaría el crack de todo el sistema económico social a
principios del actual siglo. Exigirían "pertinencia" de las universidades al Mercado.
Herida culturalmente, Europa selló el Acuerdo de Bolonia, reconociendo el agotamiento de
ambos modelos universitarios de la modernidad, puso en una placa de bronce a su Universidad,
e inició la construcción de un sistema de educación superior profundamente contradictorio con la
CONSULTA HACIA UNA NUEVA LEY NACIONAL DE EDUCACIÓN SUPERIOR 429
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universalidad del conocimiento. Emprendió la homogeneización de planes y programas hasta
llegar a exigir planillas miméticas que registran al docente, al investigador y al alumno como
números de un presupuesto que consideran el peso muerto que el Estado debe descargar.
La contradicción es flagrante: el conocimiento debe ser producido y transmitido a medida de las
reglas del Libre Mercado, pero los instrumentos que se utilizan para alcanzar ese resultado son
de un alto control de todas las operaciones de mercadeo de conocimiento. La irracionalidad del
capitalismo neoliberal, el que, empero, ha crecido en la matriz de la más alta escala alcanzada
por la razón humana en materia de ciencia y tecnología, carcomió las fronteras que diferenciaban
la vorágine del mundo económico del espacio de producción y transmisión de bienes simbólicos,
en lugar de actualizar lazos productivos y creadores entre una y otra tarea humana.
La modernidad propia, el paradigma latinoamericano.
Es conveniente recordar el linaje de las universidades latinoamericanas para sostener que ni su
crisis es idéntica a la de las universidades europeas, ni las soluciones que tengan alguna
viabilidad podrán ser las mismas. Huelga decir una vez más que mirar nuestros problemas
sociales y culturales en espejo ajeno solo nos devuelve una deformación al servicio de poderes
extraños que irremediablemente encuentran cómplices en el sostén de necesidades y controles
externos.
En América Latina la herencia de las viejas universidades de Salamanca y Bolonia fue
atravesada por el liberalismo francés. La orientación de las universidades hacia la formación de
profesiones se adecuó a las vicisitudes de las nuevas repúblicas, que quedaron ubicadas en la
periferia de la sociedad industrial avanzada. El Movimiento Reformista de 1918 puso de
manifiesto que las universidades latinoamericanas estaban descolocadas respecto de sus pares
europeas y norteamericanas para las cuales sus reclamos eran extraños. Detrás de las
universidades latinoamericanas ha crecido siempre la utopía de una modernidad propia.
El Espacio Europeo de Educación Superior se ha constituido sobre una historia, una tradición y,
sobre todo, de alianzas económico-políticas provenientes de la lucha por la hegemonía dentro de
la Unión Europea y entre esta última y los Estados Unidos. A nosotros nos toca construir un
Espacio Latinoamericano de Educación Superior. Si en 1918 la juventud universitaria
latinoamericana emprendió un camino distinto, ¿cómo no podríamos hacerlo casi un siglo
después, en una situación donde se han tensionado fuertemente las articulaciones
internacionales que subordinaban a nuestros países, sometidos mediante deudas externas
impagables, balanzas deficitarias y la lógica de la economía financiera rigiendo sobre nuestro
aparato productivo y nuestra vida social?
Las sociedades latinoamericanas han acumulado dolorosamente experiencias que les permiten
definir con claridad qué es una crisis; todos nuestros pueblos han desarrollado saberes de
sobrevivencia, tecnologías de subsistencia y, en el presente, no solamente han ensayado
modelos de gobierno orientados hacia la independencia económica, la soberanía política, la
justicia social y la democracia, sino que muchos países lo han hecho con signo propio, como
políticas de Estado, donde la educación ha tenido un trato preferencial. Probablemente sea
América Latina el lugar donde se avanzó más en una educación superadora del modelo
normalista liberal europeo, que recibió como legado. Encontramos lineamientos, tradición y
experiencias desde la reforma educativa mexicana comenzada en los años veinte, las reformas
nacionalistas populares -en especial la del primer peronismo-, pasando por las grandes
campañas de alfabetización en Cuba y Nicaragua, los modelos educativos de los municipios
brasileños, hasta las políticas educativas de gobiernos actuales como los de Ecuador, Bolivia,
Venezuela, Nicaragua y Uruguay, línea en la cual se ubican las reformas legislativas que se
realizaron durante el gobierno de Néstor Kirchner.
Debe admitirse que la extensión de la cultura y la escolarización en América Latina, tuvo siempre
como motor las políticas que representaron a las grandes masas y requirieron de la educación
para poner sostener políticas de desarrollo. Esas políticas forman parte de una clara concepción
educativa, que asume políticas educativas universales, inclusivas, que otorgan protagonismo a
los pueblos, que se vinculan con la producción y el trabajo antes que con el Mercado, que buscan
la producción de saberes para una distribución justa de la riqueza material y simbólica. En todos
los casos, se combinan soluciones a problemas educativos residuales de la modernidad y se
profundiza el destino democrático popular de la política educativa.
La centralidad del Estado, el presente argentino.
Durante el gobierno de Néstor Kirchner se dieron pasos importantes para reorganizar el sistema
escolar, superando la legislación neoliberal y poniendo en marcha un sistema cuyo eje ético-
político es la educación común ensamblada con el respeto por las diferencias, que establece
articulaciones entre la educación, el trabajo y la producción y atiende a la integralidad de la
formación básica de todos los argentinos. Durante las consultas y los debates que precedieron a
las nuevas leyes nadie se detuvo para cuestionar el sentido y las finalidades de la educación
primaria o secundaria. La pregunta formulada desde la derecha liberal se refería a la falta de

CONSULTA HACIA UNA NUEVA LEY NACIONAL DE EDUCACIÓN SUPERIOR 430


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sentido que encuentran a la inversión del Estado en la educación, pero el pueblo que había
votado aquel gobierno no dudaba de recobrar el control de su educación. Se han dado pasos
importantes acercándose al pueblo en su conjunto y no a fragmentos de población recortados
que consolidaban la diferenciación desigual de los diferentes sectores sociales. La medida
estratégica principal para encaminar la educación hacia aquellas finalidades es la recuperación
de la centralidad del Estado para hacer política y no dejarlo reducido a un administrador de
recursos, es decir lo que el lenguaje neoliberal simplifica denominándolo como "gestión".
"No se puede", origen de catástrofes.
El problema es que existe una demanda del sistema productivo distinta a las de las producciones
tradicionales. La necesidad de nuevos paradigmas requiere de investigadores, científicos,
alumnos, docentes y tecnólogos que puedan formular y formularnos nuevos interrogantes y
soluciones; es decir, planificar el futuro. Además, existe una demanda territorial, porque muchos
estudiantes que terminan el secundario golpean las puertas de la educación superior, y algunas
universidades han establecido un ingreso limitado disimulado, cuestión que no se admite
abiertamente, pero que existe en la Argentina.
En un país que considera a la educación como un "bien social", que cuenta con un Estado que
garantiza su gratuidad y acceso y que siendo una Nación con alrededor 40 millones de
habitantes -dicho ahora, que la secundaria es obligatoria-, la tendencia a cursar estudios
superiores irá en aumento. Más cantidad de jóvenes golpearán las puertas de la educación
superior para ingresar y es auspicioso que eso ocurra.
En este sentido, la ley universitaria de los 90 quedó desactualizada. Ya hay grandes
universidades con sus estatutos reformados que no se adecuan a esa norma. También en la
comisión de Educación de la Cámara baja se llegó a acuerdos entre los distintos bloques que
apuntan a la necesidad de tener una ley nueva, como ya quedó dicho. Hace falta una política
integral para la Educación Superior que organice y delinee los caminos.
La articulación necesaria, el planeamiento estratégico.
Llegó el momento. Las modificaciones lógicas que sufrió con el tiempo el ideario reformista de
1918 respondieron al crecimiento de la demanda de educación superior por parte de la población,
hecho alentador que demuestra la eficacia con la cual ha trabajado el sistema escolar en su
finalidad de transmisión de la cultura básica. La insuficiencia académica, científica y pedagógica
de la organización universitaria para responder suficientemente a la expansión de la demanda
por parte de grandes poblaciones juveniles, a la necesidad de nuevos perfiles profesionales y
profesiones, especializaciones y a la necesidad de transferencia de conocimientos a la sociedad
y al Estado, no ha sido aún atendida mediante políticas de modernización democrática, como lo
fueron los demás niveles de la educación.
Las consecuencias de ese descuido se perfilan en toda su gravedad en los momentos en los
cuales nuestros países están intentando despegar de la crisis en la cual los hundieron las
dictaduras militares y el neoliberalismo. Es ahora cuando se requiere de toda la capacidad
intelectual de la sociedad para reconstruir la economía, acordar formas más justas de
organización social y distribución de la riqueza, adecuar la estructura legal, establecer lazos
fluidos entre las instituciones de investigación y enseñanza y el Estado. Es ya cuando se necesita
una transformación político cultural en la cual las instituciones de educación superior deben jugar
un papel irremplazable.
Pero no puede desconocerse que hay voces que repiten que "no existe ningún proyecto para
superar la situación actual de las universidades", o se sostiene que "no habría que tocar la ley
menemista", o que "el gobierno no debe tomar medidas de trascendencia en la educación
superior porque agitaría aguas incontrolables".
Respecto a la educación superior se repite una suposición según la cual no habría horizonte
alguno, ni proyectos, ni ideas sobre sus finalidades, ni posibilidades de llegar a acuerdos.
Transformado este postulado en acto, se deteriora la posibilidad de la planificación de soluciones,
porque su concreción siempre requiere de una voluntad compartida. Como las soluciones a
muchos problemas no pueden posponerse, para escuchar y oír los acuerdos existentes, es
necesario dejar de lado intereses creados y así arribar a una política que articule y conduzca las
múltiples soluciones y experiencias parciales que existen.
Las alternativas de formación
La Educación Superior no se reduce a las universidades, como ya quedó dicho. Los 1.990 (3)
institutos de Formación Superior Docente y Técnico-Profesional (mal nombrados como "no
universitarios" o terciarios) son los principales responsables de la formación de docentes para el
sistema escolar y de los técnicos y agrotécnicos. Los alumnos de dichos institutos provienen, en
su mayoría, de capas sociales más humildes que quienes pueden sostener una carrera
universitaria. Una de las medidas de la política educativa menemista fue transferirlos a los
gobiernos provinciales, aumentando así su distancia con las universidades, que siguieron en la

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órbita nacional. La existencia de una política nacional de formación docente quedó subordinada a
acuerdos bilaterales y a merced de negociaciones de intereses sectoriales o urgencias
económicas de las provincias que dependían de las decisiones nacionales.
Pero, con anterioridad a esa situación, los institutos ocupaban un lugar descalificado frente a las
universidades, muchas de las cuales aún no reconocen los estudios cursados en ellos como
parte de las carreras de formación docente que a su vez poseen. Al mismo tiempo, han
proliferado innumerables institutos privados que insertan toda clase de títulos en un Mercado
donde se esfuma la formación real que han recibido las personas y se equiparan los técnicos,
docentes o profesionales que poseen las más diversas formaciones.
En cuanto a muchas universidades, ante la imposibilidad de canalizar la demanda por falta de
políticas nacionales al respecto, aunque sin admitirlo, han establecido diversas formas de
limitación del ingreso que no responden a criterios uniformes. De todas maneras rebasadas, han
abierto sedes y extensiones siguiendo la lógica de demandas poblacionales, capacidad de pago
y financiamiento, acumulación material de las universidades, de calidades muy distintas entre sí y
respecto a la enseñanza de sus sedes centrales. A esas subsedes concurre la población de
menores recursos económicos, que no puede establecerse en las grandes ciudades donde están
las sedes centrales, no quiere desarraigarse, y busca una educación superior que le permita
insertarse en el medio laboral de su región: hay un nuevo tipo de demanda que puede
denominarse territorial.
El presupuesto universitario creció significativamente desde 2003 y los salarios de los docentes
por primera vez en muchas décadas alcanzaron un monto digno. Pero todavía falta inversión
para seguir el aumento constante del nivel de necesidades que presenta el nivel superior, y son
los estudiantes de menor nivel económico los que sufren las consecuencias en la calidad de su
educación. Para las universidades no es posible sostener las sedes y extensiones con el
presupuesto que se les asigna, de modo que los estudiantes que concurren a esos lugares, en
muchos casos, deben pagar colegiaturas abiertas o encubiertas para financiar los salarios de los
profesores y otros gastos. Los profesores no se arraigan en la zona y no se acumula la masa
crítica de docentes, equipamiento y procesos de gestión y administración. Muchas ofertas son de
carreras incompletas, sin que existan previsiones consistentes para que los estudiantes puedan
proseguir sus estudios en las sedes centrales y es constante el riesgo de interrupción de la
enseñanza por parte de las universidades centrales, así como de ruptura de convenios
establecidos entre los municipios y esas instituciones.
Son numerosas las municipalidades que se han visto ante la necesidad de atender a miles y
miles de jóvenes de sus distritos organizando actividades de capacitación y formación post
secundaria. Este hecho toma ribetes dramáticos en el conurbano bonaerense, porque el
crecimiento de formaciones educativas suele ser muy rápido y los municipios no pueden
sostenerlo económicamente ni garantizar un nivel académico acorde a las universidades, pero
tampoco pueden desatender el clamor de miles y miles de jóvenes que reclaman que se los
eduque para acceder a puestos de trabajo que requieren capacitaciones de nivel superior y/o
acceder a mayores niveles culturales.
En varios casos los municipios avanzaron en convenios para que las universidades establezcan
carreras en sus territorios, llegándose a generar un nuevo tipo de Centros de Educación Superior,
no considerados en la Ley de Educación Superior vigente. En esos centros varias universidades
establecen alguna carrera o algún tipo de oferta académica, pero no se prevé la transferencia de
profesores, de capacidad de investigación y de instalaciones como bibliotecas y laboratorios.
Algunas de esos centros albergan a miles de alumnos que tienen sus esperanzas puestas en
lograr la continuidad de sus estudios, que difícilmente podría asegurarse en otros lugares.
Resulta una reducción apresurada considerar que los proyectos de establecimiento de nuevas
universidades en muchos de los distritos del conurbano sólo responden a intereses particulares
de intendentes o fuerzas políticas. Al mismo tiempo, una cuestión preocupante es que, a falta de
una legislación actualizada y sobre la carencia de una planificación basada en acuerdos
sustantivos entre el gobierno, las universidades y los institutos de educación superior, se
proyecta la creación de nuevas universidades, desde necesidades locales, sin tener en cuenta la
capacidad instalada, la vecindad de otras universidades, la repetición de carreras cuyos
egresados deberán emigrar para insertarse en el trabajo. Es decir, sin ningún planeamiento
estratégico.
En cuanto a la proliferación de maestrías, tecnicaturas y especializaciones estatales y privadas,
se trata de un síntoma muy claro de la caducidad de los diseños curriculares clásicos, que
establecían carreras de alrededor de seis o más años de duración y ofrecían luego solamente
doctorados elitistas de estilo clásico. La irrupción de las maestrías comenzó en muchos países
de nuestra región, como México, Venezuela, Colombia y Brasil, después de los movimientos
estudiantiles de 1968 y constituyeron el cambio más significativo del nivel en las décadas de
1970 y 1980. En la Argentina su introducción fue más tardía. Con el avance de las estrategias de
Mercado y la consiguiente reducción de la inversión pública en la educación superior muchas

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maestrías, tecnicaturas y especializaciones fueron atraídas por aportes privados o constituyeron
una fuente de ingresos complementaria para las universidades y cobraron una relativa
independencia.
En los ejemplos anteriores se observa la manera aleatoria, circunstancial y pragmática que ha
tomado el crecimiento incontrolado de la educación superior, el surgimiento de nuevos
conglomerados que requieren institucionalización y el carácter novedoso de la demanda: ya no
es sólo de una clase media que busca profesiones que otorguen estatus y garanticen el futuro. El
sujeto que reclama una educación superior a su alcance proviene de casi todos los sectores
sociales, habita los grandes conglomerados y las zonas de baja densidad de población y necesita
estudiar en lugares accesibles, se interesa por un amplio espectro de profesiones, muchas de
ellas nuevas, y por carreras de diversa carga horaria y longitud.
La mayoría de los jóvenes que ingresan al mundo de la educación superior no tiene condiciones
objetivas o subjetivas para sostener largas carreras sin obtener certificaciones intermedias y
requiere un sistema de acreditación que le reconozca y le sume los estudios que va cursando,
así como que se le habilite el tránsito por diversas instituciones de enseñanza como parte de su
educación permanente.
La sociedad sabe qué hacer, la medida de las soluciones.
La situación que hemos enunciado atravesó el límite de lo tolerable. Las grandes universidades
sufrieron crisis graves de gobernabilidad. En 2008 se comenzaron a manifestar en algunas sedes
descentralizadas fuertes y masivos reclamos sobre cuestiones edilicias, acerca de la falta de
garantías de la continuidad de las carreras, etc., que llegaron a los medios y fueron utilizados
políticamente. Pero no sólo las circunstancias políticas inmediatas nos interpelan para que se
active una política amplia de educación superior. La concepción económico-social y la estrategia
con la cual el gobierno de Cristina Fernández de Kirchner enfrenta la crisis internacional, requiere
que el país posea un dispositivo de investigación y de educación superior adecuado. Actualmente
es una meta propuesta por el Ministerio de Educación de la Nación lograr que todos los jóvenes
terminen el secundario. Se logrará en el próximo quinquenio, mucho más rápido que el casi un
siglo que tardó la universalización de la educación básica, porque las condiciones tecnológicas y
académicas son distintas. La perspectiva es que la demanda de educación superior sea cada
año más amplia y compleja.
La reforma de la educación superior no puede dejarse para otro momento, porque no puede
conducirse el desarrollo sin los recursos humanos, los saberes productivos y la inteligencia
especializada, pertinentes. Por eso la creación del Ministerio de Ciencia, Tecnología e Innovación
Productiva ha sido una medida perfectamente adecuada.
Recuperar la propia historia y el sentido del linaje latinoamericanista, la oportunidad de la hora.
La concepción de autonomía universitaria de los reformistas de 1918 proyectó un Estado
complejo, superador del Estado instrumento y constituido por organismos que cumplen distintas
funciones y sostienen distintos tipos de articulaciones con el conjunto. La autonomía universitaria
pensada de ese modo no conduce a la idea de extraterritorialidad, no estimula el
desprendimiento de la institución productora de saberes respecto del Estado, sino que se
propone como un reaseguro de la posibilidad de producción de conocimientos para la sociedad
por parte del Estado, más allá de las vicisitudes que lo atraviesen. La intención es generar las
condiciones para aportar a la autonomía del Estado nacional y el desarrollo de la sociedad.
La autonomía, la libertad de cátedra y el cogobierno han estado presentes en los dos grandes
proyectos universitarios en los que encuentra identidad la política de inclusión y desarrollo. Son
ellos la Universidad Latinoamericana que concibió el antropólogo brasileño Darcy Ribeiro y los
proyectos universitarios que en 1974 intentaron reaccionar frente a la universidad liberal
cientificista, impulsada a partir del golpe del 55 que, si bien significó una modernización en el
plano de la producción científica y la vinculación internacional con la producción científica fue
insuficiente en cuanto a su participación política y su vinculación con el proyecto de desarrollo.
En 1974 se discutieron varios proyectos de Ley de Educación Superior. Muchos de ellos
visualizaban como horizonte de la investigación y la docencia aportar a la independencia
científica, económica y tecnológica del país. Las finalidades que planteaban convergían en la
afirmación de una conciencia nacional solidaria y comprometida con los problemas nacionales y
latinoamericanos, la preparación de técnicos, profesionales e investigadores adecuados a la
resolución de los problemas del país. La educación superior orientada hacia la prestación de
servicios a los sectores más necesitados, se enmarcaba en el estudio de problemas de la
comunidad que requirieran los gobiernos nacional, provinciales o municipales.
Un concepto importante era la posibilidad de la libre expresión de las ideas, de investigación y de
creación, respetando los principios de la Constitución Nacional, así como la necesidad de
proporcionar una formación en la cultura universal al mismo tiempo que el conocimiento de la
realidad político-social argentina y latinoamericana. La educación política no se mostraba reñida

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con la formación científica y artística.
En varios de los proyectos se tomaban prevenciones que, de haberse concretado en su
momento, nos hubiesen posibilitado tener una educación superior mucho más parecida a un
sistema articulado de alternativas de diverso nivel y carga horaria, y miles de argentinos hubieran
alcanzado certificaciones y titulaciones en el nivel superior.
Pero uno de los aspectos más relevante de aquellos proyectos de ley fue la idea de planeamiento
que ordenaba el conjunto de la educación superior y la vinculaba con los programas de
desarrollo, sin menoscabo de la autonomía. La idea de planificación del desarrollo científico se
correspondía con una idea de planificación de la investigación y de la formación de científicos (no
sólo) y dirigentes. Esto ponía la dirección del sistema en clave política y vinculada con el mediano
y largo plazo de la sociedad, y no cortoplacista en la desesperación por resolver lo que ha
rebasado.
Aquel debate culminó con la denominada "Ley Taiana", que contenía gran parte de la concepción
que estamos sosteniendo pero que su sanción no alcanzó a ser claramente implementada
porque devino primero la intervención a las universidades y pronto la Dictadura del
autodenominado Proceso de Reorganización Nacional.
Esto retrotrajo la Universidad a su rincón más oscuro y arcaico. Mientras que, al retorno de la
democracia, las políticas del menemismo, mediante su acción específico- educativa y por el
deterioro que produjo en la sociedad, lejos de retomar las metas de reforma de la Educación
Superior del gobierno peronista de 1974, la llevó a una crítica posición de desintegración.
Hoy no es posible postergar soluciones. Los consensos diagnósticos alcanzados en el proceso
que la Cámara de Diputados ha llevado adelante en Consulta con el conjunto de las instituciones
de la Educación Superior, los acuerdos operativos mayoritarios y las demandas permanentes y
sistemáticas de la sociedad civil y política, nos enfrentan a una oportunidad histórica y a una
posibilidad única: la sanción de una Ley Nacional de Educación Superior que represente al
conjunto de los intereses sectoriales desde un paradigma histórico regional latinoamericano y con
precisos instrumentos que aseguren Inclusión, Justicia social, Soberanía política, Independencia
cultural, Modernidad científica e Innovación tecnológico-productiva.
(1) Todo el material, documentos, agenda de reuniones y versiones taquigráficas aportadas
durante esta Consulta puede confrontarse en la página de la Comisión de Educación de la
HCDN, http://www.diputados.gov.ar/.
(2) El documento de consensos fue entregado al Sr. Ministro de Educación de la Nación el 17 de
noviembre de 2008, en reunión formal de la Comisión de Educación de la Cámara de Diputados
de la Nación. Haber acordado sobre las bases políticas de la educación superior demuestra la
posibilidad de que arribemos al Bicentenario con un acuerdo político- cultural de la mayoría de la
sociedad.
(3) Fuente: Dirección Nacional de Información y Estadística Educativa, Ministerio de
Educación de la Nación, Mapa Educativo, en
http://www.mapaeducativo.edu.ar/index.php/Atlas/superior.html, sitio consultado el 1° de marzo
de 2009. Incluye gestión estatal y privada.

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H.Cámara de Diputados de la Nación
PROYECTO DE LEY
Texto facilitado por los firmantes del proyecto. Debe tenerse en cuenta que solamente podrá ser
tenido por auténtico el texto publicado en el respectivo Trámite Parlamentario, editado por la
Imprenta del Congreso de la Nación.
Nº de
4964-D-2007
Expediente
Trámite
142 (18/10/2007)
Parlamentario
LEY DE EDUCACION SUPERIOR: DEROGACION DE LA LEY 24521,
PRINCIPIOS GENERALES, FINES Y OBJETIVOS, ESTRUCTURA DE LA
Sumario EDUCACION SUPERIOR, UNIVERSIDADES, FINANCIAMIENTO DE LA
EDUCACION UNIVERSITARIA ESTATAL, EDUCACION SUPERIOR DE
GESTION PRIVADA.
MACALUSE, EDUARDO GABRIEL - BISUTTI, DELIA BEATRIZ -
GORBACZ, LEONARDO ARIEL - MAFFEI, MARTA OLINDA - GARCIA
Firmantes
MENDEZ, EMILIO ARTURO - QUIROZ, ELSA SIRIA - GONZALEZ, MARIA
AMERICA.
Giro a
EDUCACION; PRESUPUESTO Y HACIENDA.
Comisiones
El Senado y Cámara de Diputados,...
EDUCACION SUPERIOR
TITULO I PRINCIPIOS GENERALES DE LA POLÍTICA EDUCATIVA
Capítulo I DERECHOS Y GARANTÍAS
Artículo 1º: Derógase la Ley de Educación Superior Nº 24.521 y toda otra norma que se oponga
a la presente.
Artículo 2º: La Educación Superior estará conformada por universidades e institutos universitarios
e institutos de educación superior de jurisdicción nacional, provincial y municipal, estatales o
privadas, cuyas funciones sean la formación de ciudadanía, la investigación, la distribución y
producción del conocimiento y la formación de profesionales y técnicos orientada hacia los
avances académicos, científicos, tecnológicos, artísticos y de la producción y del trabajo.
Artículo 3º: El Estado Nacional, los Gobiernos Provinciales, de la Ciudad Autónoma de Buenos
Aires, como así mismo los municipios que hayan asumido este compromiso, tendrán la
responsabilidad indelegable de asegurar, financiar, organizar, planificar y evaluar la educación
estatal superior, como así también de planificar, supervisar y fiscalizar la educación superior
privada.
Artículo 4º: La Educación Superior se regirá por los principios consagrados en el artículo 75
inciso 22 de la Constitución Nacional y en los Tratados y Convenciones Internacionales
incorporados a ella.
Sin perjuicio de los preceptos contenidos en la normativa mencionada, la Educación Superior
será:
a) Democrática: las instituciones educativas de nivel superior asegurarán a la comunidad
universitaria un funcionamiento democrático y participativo en la toma de decisiones y en la
distribución del conocimiento.
b) Igualitaria: el Estado Nacional asegurará el derecho a la educación superior a todos los
habitantes de la Nación que quieran hacerlo y cuenten con la formación y capacitación requerida,
en igualdad de posibilidades y oportunidades. Las instituciones educativas serán espacios
generadores de los valores de igualdad, solidaridad, justicia y libertad.
c) Gratuita: el Estado Nacional asegurará a los estudiantes la gratuidad de los estudios de grado
y postgrado en la Educación Superior en las instituciones estatales en todas sus sedes y
subsedes.
d) Laica: la educación pública será laica. Las instituciones privadas podrán incorporar
orientaciones religiosas de cultos admitidos en el Registro Nacional. Los estudiantes no estarán
obligados a profesarlas.
e) Abierta: la educación deberá permanecer interrelacionada con las distintas instituciones del
aparato científico-tecnológico nacional, y abierta a las diversas manifestaciones de la
investigación y formación científica y tecnológica, del arte, de la producción y del trabajo.
f) Integrada: con identidad regional en Latinoamérica y el mundo.

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g) Plural e intercultural: asegurará la convivencia en la diversidad y la pluralidad cultural,
generando un clima de respeto hacia las diferentes cosmovisiones y hacia la identidad de los
pueblos originarios.
h) Humanizadora: incentivará la comunicación intersubjetiva mediante el diálogo, la participación
y la comprensión crítica de la realidad, comprometiendo a los individuos en la construcción de
una sociedad justa, igualitaria y sustentable, y permitiendo a los miembros de la comunidad
universitaria el ejercicio efectivo de sus derechos y responsabilidades.
a) Pertinente, dinámica y actualizada: asegurará la pertinencia de los conocimientos brindados a
los estudiantes y su actualización periódica.
b) Inclusiva: el sistema educativo no discriminará a las personas por ningún motivo y en especial
por razones de etnia, género, credo, condiciones físicas o psíquicas, opciones políticas, sociales,
éticas, filosóficas o culturales, opiniones y expresiones.
Capítulo II FINES Y OBJETIVOS
Artículo 5º: Serán fines de la Educación Superior:
a) Educar a los estudiantes en los principios de respeto, promoción y reconocimiento de
las libertades y los derechos en general y particularmente de los derechos civiles,
sociales, políticos, económicos, culturales, ambientales y humanos, la solidaridad y el
compromiso social, los valores éticos, la identidad cultural, la libertad de conciencia,
opinión, información y libre asociación.
b) Formar para la consolidación de la democracia, la república y el ejercicio de una
ciudadanía activa, solidaria y responsable, tanto por sus acciones como por sus
omisiones.
c) Realizar y promover la investigación científico-tecnológica, dirigiéndola a la resolución
de los requerimientos de un desarrollo nacional y local social y ecológicamente
sustentable, así como a la resolución de los problemas de la comunidad en que cada
institución esté inserta.
d) Lograr un porcentaje creciente de población con educación superior completa.
e) Propiciar una vinculación armónica de las personas con el ambiente natural en el que
viven y protegerlo para generaciones futuras en una perspectiva ética de solidaridad.
f) Proporcionar a los estudiantes una formación científico tecnológica pertinente y
desarrollar la capacidad de respuestas sociales y éticas ante los cambios en la ciencia, la
técnica, el sistema productivo y el mundo del trabajo, dirigidos a preservar el
medioambiente, la biodiversidad del planeta el patrimonio natural y cultural y la calidad de
vida, desarrollando sistemas de uso, consumo y producción de bienes y servicios que
reduzcan los impactos del cambio climático y sean además sustentables social, política,
económica y ambientalmente.
g) Preparar a los estudiantes para el trabajo socialmente productivo no sometido a las
lógicas productivistas de las empresas y el mercado y en especial para el desarrollo de
actividades cooperativas.
h) Propender a la apropiación crítica del conocimiento.
i) Incorporar la perspectiva de género que permita la superación de todo estereotipo y
discriminación.
Artículo 6º: Serán objetivos de la presente ley:
a) Comprometer el accionar de la educación superior con la solución de los problemas
concretos del país y de su pueblo.
b) Aportar al desarrollo sustentable a nivel local, nacional y regional.
c) Organizar un sistema nacional de Educación Superior no estratificado para evitar la
discriminación y desvalorización de sus instituciones.
d) Producir conocimiento científico, tecnológico, humanístico y artístico, en interacción
con las necesidades y los saberes sociales y culturales existentes en nuestro pueblo.
e) Garantizar un nivel de excelencia académica en los estudios de grado universitario
asegurando una distribución equitativa y pertinente del conocimiento requerido para el
ejercicio de las profesiones.
f) Facilitar la articulación dentro de la educación superior y con los restantes niveles del
sistema.
g) Asegurar la participación de los estudiantes, docentes, graduados y personal de apoyo
administrativo y de servicios en las distintas instancias del gobierno de la Educación

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Superior.
h) Garantizar la autonomía de las instituciones.
i) Favorecer la autoevaluación y desarrollar sistemas de evaluación interna.
j) Asegurar el financiamiento estatal.
k) Contribuir a la difusión, socialización, desarrollo y adecuada transposición del
conocimiento en los restantes niveles del sistema educativo
Capítulo III FUNCIONES DEL ESTADO
Artículo 7º: El Estado Nacional tendrá la responsabilidad principal e indelegable de fijar y dirigir el
desarrollo de la política educativa para la Educación Superior.
Artículo 8º: El Estado Nacional, las Provincias y el Gobierno de la Ciudad Autónoma de Buenos
Aires, deberán garantizar el acceso a la educación en el Nivel Superior a toda la población. La
educación no será incorporada bajo ninguna forma en tratados bilaterales o multilaterales que la
incluyan como un servicio o mercancía, o que alienten formas de privatización o mercantilización
de la educación pública.
Artículo 9º: El Estado Nacional deberá denunciar todo aquel tratado bilateral o multilateral de
protección de inversiones que se contraponga a lo estipulado en el artículo 8º.
TITULO II ESTRUCTURA DE LA EDUCACIÓN SUPERIOR
Capítulo I EDUCACIÓN SUPERIOR DE NIVEL TERCIARIO
Artículo 10º: El nivel terciario estará a cargo de la formación profesional que se cumplirá en los
institutos de formación docente, formación técnica, formación humanística, social, científica,
deportiva y artística, y otorgará títulos profesionales.
Artículo 11º: Los Objetivos del Nivel Terciario serán:
a) Formar docentes, técnicos y profesionales del más alto nivel académico en las
modalidades existentes y en aquellas que se creen, de acuerdo con las exigencias del
actual desarrollo científico, cultural, económico y social actualizado y con las necesidades
de las jurisdicciones.
b) Proporcionar formación superior en las áreas sociales, científicas, técnicas,
profesionales, humanísticas, deportivas y artísticas, que habiliten para el desempeño
laboral y la acreditación de las carreras y/o ciclos de formación realizados para la
prosecución de estudios y actualización permanente en otros ciclos, instituciones y
niveles.
c) Promover programas permanentes y sistémicos de perfeccionamiento y actualización
científico - técnica y pedagógica para graduados.
d) Consolidar la formación de ciudadanos éticos y solidarios comprometidos con la
realidad social.
e) Articular el proceso de conocimiento con el sistema productivo, científico, tecnológico y
laboral.
Artículo 12º: Los Institutos de Nivel Terciario tendrán una gestión democrática garantizarán la
participación del cuerpo docente, del estudiantado, de los graduados y del personal
administrativo y de servicios en la toma de decisiones y en las definiciones curriculares y
organizativas de las instituciones. Fomentarán la participación de la comunidad y sus
organizaciones. Los alumnos deberán tener distintas opciones para la organización de su
carrera.
Artículo 13º: La formación docente tendrá una duración no inferior a 4 años y habilitará para el
ejercicio de la docencia y para la continuidad de estudios superiores y de postgrado en las
Universidades o Institutos. Vincularán la teoría y la práctica, dirigiendo la actividad pedagógica
hacia la efectiva remoción de los obstáculos pedagógicos, didácticos, metodológicos, curriculares
o administrativos que puedan entorpecer el proceso de enseñanza - aprendizaje.
Artículo 14º: Todas las jurisdicciones educativas organizarán la carrera de formación docente
para desempeñar cargos directivos en los niveles inicial, primario y secundario y superior y para
el desarrollo de carreras docentes que atiendan la complejidad de las actividades curriculares,
pedagógicas, de organización institucional, de articulación con la comunidad y, en general
aquellas requeridas para el mejor desempeño de la actividad escolar o que puedan favorecer el
proceso de enseñanza aprendizaje.
Artículo 15º: Los Institutos de Formación Docente:
a) Organizarán y harán efectiva la actualización y perfeccionamiento sistémicos en el
marco de la formación docente continua con el fin de promover la innovación, recuperar

CONSULTA HACIA UNA NUEVA LEY NACIONAL DE EDUCACIÓN SUPERIOR 437


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las propias prácticas exitosas y favorecer la construcción de colectivos docentes.
b) Articularán horizontal y verticalmente con los restantes niveles del sistema.
c) Incentivarán la investigación curricular y pedagógica.
Artículo 16º: Los Institutos de Formación Docente podrán elaborar planes, programas, proyectos,
diseños, y modificaciones de las carreras y cursos que dictan, debiendo elevarlas a la autoridad
educativa jurisdiccional correspondiente, para su aprobación.
Artículo 17º: El ingreso y la promoción en la carrera docente en las instituciones de Nivel Terciario
se realizarán mediante concurso público y abierto de antecedentes y oposición, de acuerdo con
la reglamentación que se dicte. Las bases de los concursos se fijarán con participación gremial.
Artículo 18º: Se deberá promover la designación de profesores por cargo, la concentración
laboral en una misma institución y una organización institucional y curricular participativa y
dinámica favoreciendo el logro de sus objetivos.
Artículo 19º: Las jurisdicciones educativas favorecerán el efectivo involucramiento,
democratización y participación de la comunidad en las Instituciones de Nivel Terciario.
Artículo 20º: Las autoridades competentes de las provincias y de la Ciudad Autónoma de Buenos
Aires, tendrán entre otras las siguientes atribuciones:
a) Cumplir y hacer cumplir la presente ley de Educación Superior.
b) Crear instituciones Superiores de Nivel Terciario.
c) Establecer, becas, subsidios, entrega de materiales didácticos, creación de bibliotecas,
y otras acciones tendientes a lograr el ingreso, la permanencia y el egreso de los
estudiantes al sistema.
d) Planificar el ofrecimiento de carreras terciarias conforme a las necesidades detectadas
en sus territorios.
e) Organizar, financiar y conducir las instituciones educativas estatales.
f) Regular y fiscalizar los establecimientos de gestión privada.
g) Evaluar periódicamente el sistema educativo en el ámbito de su competencia,
controlando su adecuación a las necesidades de su comunidad, a la política educativa
nacional y a las políticas y acciones concertadas en el seno del Consejo Federal de
Educación.
h) Establecer mecanismos efectivos de participación y democratización.
i) Favorecer la creación de redes y sistemas de comunicación entre las Universidades,
los Institutos superiores y los establecimientos educativos.
Artículo 21º: Serán funciones del Consejo Federal de Educación en lo atinente a la Educación de
Nivel Terciario:
a) Tomar acuerdos interjurisdiccionales que permitan salir de la fragmentación y
desigualdad del sistema, garantizando igual calidad educativa en las distintas
instituciones equivalentes del nivel superior, en todo el país.
b) Cumplir y hacer cumplir los acuerdos suscriptos entre las jurisdicciones educativas
tendientes a lograr la unificación del sistema educativo nacional.
c) Articular horizontal y verticalmente el subsistema y propender a la unidad en la
diversidad.
d) Fijar las urgencias y prioridades en la ejecución de las políticas educativas de nivel
terciario.
e) Establecer los mecanismos y desarrollar negociaciones colectivas de carácter general
con las organizaciones sindicales docentes nacionales a fin de determinar los pisos
mínimos en las condiciones de trabajo para los trabajadores de la educación de nivel
terciario en todo el país.
f) Fijar los lineamientos del perfeccionamiento y la actualización obligatorios, sistémicos,
institucionales, en servicio y gratuitos.
Capítulo II EDUCACIÓN SUPERIOR DE NIVEL UNIVERSITARIO
Artículo 22º: El Nivel Universitario estará bajo la responsabilidad de las universidades y de las
instituciones académicas, científicas y profesionales de reconocido nivel, siendo requisito para
quienes se inscriban el haber terminado el nivel secundario o acreditar conocimiento y
experiencia suficientes para el cursado de la carrera universitaria elegida cuando tenga 25 años o
más.

CONSULTA HACIA UNA NUEVA LEY NACIONAL DE EDUCACIÓN SUPERIOR 438


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Artículo 23º: Las universidades estatales funcionarán bajo los siguientes principios:
a) Carácter de bien social y público.
b) Autonomía en su organización y formas de funcionamiento.
c) Autarquía administrativa, económica y financiera.
d) Ingreso irrestricto.
e) Cogobierno.
Artículo 24º: Son fines de la educación universitaria:
a) Realizar investigaciones, producir y transmitir conocimiento.
b) Formar profesionales, docentes e investigadores.
c) Contribuir al desarrollo económico, social, cultural, político y ambientalmente
sustentable.
d) Promover la extensión universitaria concebida como función social.
Artículo 25º: Las universidades estatales se regirán por sus estatutos orgánicos que serán
dictados y reformados democráticamente conforme a lo dispuesto en la presente ley.
Artículo 26º: El control administrativo externo de las universidades estatales será competencia
directa e indelegable de la Auditoría General de la Nación. Todas las universidades estatales
generarán mecanismos de auditoría interna que garanticen transparencia en el uso de los
recursos.
Artículo 27º: Las carreras de grado tendrán una duración mínima de cinco (5) años, deberán
alcanzar crecientes niveles de excelencia y serán gratuitas en las universidades públicas.
Quienes hayan adquirido títulos universitarios o terciarios no inferiores a cuatro años de duración
podrán acceder a carreras de postgrado.
Artículo 28º: Corresponde a las instituciones universitarias otorgar el título de grado, de
licenciado y títulos profesionales, así como los títulos de postgrado de especialista, magíster y
doctor.
Artículo 29º: El reconocimiento oficial de los títulos que expidan las instituciones universitarias
será otorgado por el Ministerio de Educación, Ciencia y Tecnología de la Nación, a través de un
Registro Nacional de Títulos. Los títulos oficialmente reconocidos tendrán validez nacional.
Artículo 30º: Los órganos de gobierno de las universidades estatales serán:
a) La Asamblea universitaria.
b) El Consejo Superior.
c) El Rector o Presidente
Artículo 31º: Los cuatro estamentos que conforman la comunidad universitaria son los docentes,
estudiantes, graduados y personal de apoyo administrativo y servicios cuyos representantes
integrarán los órganos de cogobierno. Los docentes que desempeñan cargos en carácter de
suplentes, o interinos o contratados con permanencia en la institución superior a un año tendrán
derecho a voto.
Artículo 32º: Los estatutos establecerán la proporcionalidad de las distintas representaciones de
modo tal que ningún sector pueda por sí solo tomar las decisiones. Fijarán también las
condiciones que deberán reunir los representantes de cada estamento para ser electos.
Artículo 33º: La Asamblea Universitaria es el máximo órgano de gobierno de la Universidad
Estatal estando encargada de dictar y reformar sus estatutos y definir la política universitaria en
ejercicio de las atribuciones que le asigne su respectivo estatuto.
Artículo 34º: El Consejo Superior es el órgano que ejerce el gobierno y administración de la
universidad. Está integrado por el presidente o rector quien lo preside, por los decanos de las
facultades o departamentos y por los consejeros representantes de los docentes, de los
estudiantes, de los graduados y del personal de apoyo administrativo y servicios.
Artículo 35º: Cada universidad creará en sus estatutos un órgano colegiado que establezca la
participación de las organizaciones de la sociedad en las definiciones y actualización de planes
de estudio y de la extensión universitaria.
Artículo 36º: Las universidades sólo podrán crearse, fusionarse o suprimirse por ley nacional
previo informe del CIN.
Artículo 37 Las universidades sólo podrán ser intervenidas por ley de la Nación, cuando exista un
conflicto institucional insoluble y cuya gravedad impida su funcionamiento. La intervención será
por tiempo determinado (que no exceda los 180 días) y tendrá como único objetivo restablecer el

CONSULTA HACIA UNA NUEVA LEY NACIONAL DE EDUCACIÓN SUPERIOR 439


Comisión de Educación – Honorable Cámara de Diputados de la Nación
funcionamiento institucional.
Artículo 38º: Los recintos de las universidades son inviolables, la fuerza pública sólo podrá
ingresar a ellos por orden escrita y fundada de juez competente o a petición expresa de las
autoridades universitarias.
Capítulo III COORDINACION DEL SISTEMA UNIVERSITARIO
Artículo 39º: La coordinación y planificación en el sistema universitario estarán a cargo del
Consejo Interuniversitario Nacional (CIN) integrado por los rectores o presidentes de todas las
universidades nacionales, un representante del Conicet, un representante por cada Federación
Nacional Docente con personería nacional, un representante de la Federación Universitaria
Argentina y un representante de la Federación de Trabajadores Universitarios
Artículo 40º: Serán funciones del CIN:
a) Representar a las universidades.
b) Coordinar la propuesta académica nacional, los planes y programas de investigación,
los objetivos y contenidos de la enseñanza.
c) Informar, en el mes de marzo de cada año, a las respectivas comisiones de educación
de cada Cámara del Congreso Nacional acerca de carreras, docentes, alumnos,
egresados del año, ingresos de alumnos previstos, subsidios y recursos no
presupuestarios, oferta de extensión, proyectos de aperturas o cierres de sedes, carreras
y cursos; orientaciones de los proyectos de investigación en curso y propuestos para el
año; cantidad de investigadores y docentes pagos y ad honoren por cada universidad.
d) Emitir informes sobre la necesidad de creación de nuevas Universidades Estatales.
e) Favorecer la articulación entre instituciones de nivel superior y con el resto del sistema
educativo.
f) Impulsar la inserción social de las universidades.
g) Elevar al Poder Ejecutivo Nacional la propuesta de presupuesto anual para las
respectivas universidades.
h) Elevar al Congreso Nacional informes para recomendar la creación, fusión o cierre de
universidades nacionales.
i) Regular en materia de carreras a distancia.
Artículo 41º: La coordinación educativa de las universidades privadas con autorización definitiva,
será ejercida por un Consejo de Universidades Privadas (CUP), el que estará integrado por los
rectores o presidentes de universidades privadas, representantes de los docentes, de los
estudiantes, de los graduados y del personal de apoyo administrativo y de servicios.
Artículo 42º: En el mes de marzo de cada año el CUP elevará a las Comisiones de Educación de
cada Cámara del Congreso Nacional un informe acerca de carreras, docentes, alumnos,
egresados del año, ingresos de alumnos previstos, oferta de extensión, proyectos de aperturas o
cierres de sedes, carreras y cursos; orientaciones de los proyectos de investigación en curso y
propuestos para el año.
Artículo 43º: El Ministerio de Educación, Ciencia y Tecnología convocará a concurso público de
antecedentes y oposición, a expertos de reconocida idoneidad y trayectoria en las áreas sociales,
científicas, técnicas, humanísticas y artísticas a fin de conformar una Comisión de Evaluación
Universitaria autárquica la que estará a cargo de la evaluación externa de las universidades
estatales y privadas. Estará conformada por un mínimo de 7 (siete) miembros y un máximo de 13
(trece) que durarán cuatro (4) años en sus funciones y podrán ser reelectos.
Artículo 44º: La Comisión de Evaluación Universitaria tendrá como funciones:
a) Ejercer el contralor de la educación superior en el nivel universitario privado emitiendo
informes para la creación de nuevos establecimientos, supervisando y fiscalizando las
instituciones autorizadas, así como el proceso de acreditación de títulos habilitantes
expedido por dichas universidades.
b) Fijar criterios y metodologías de evaluación.
c) Generar procesos de evaluación destinados a mejorar la educación superior
universitaria.
d) Dar a publicidad los resultados de la evaluación.
e) Proponer su presupuesto y administrar sus recursos.
f) Dictar reglamento interno.
Capítulo IV DE LA COMUNIDAD EDUCATIVA DE NIVEL SUPERIOR

CONSULTA HACIA UNA NUEVA LEY NACIONAL DE EDUCACIÓN SUPERIOR 440


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Artículo 45º: Los estudiantes tendrán los siguientes derechos y obligaciones:
a) A ser respetados en su libertad de conciencia, sus convicciones y opciones religiosas,
políticas, de género, culturales y gozar de libertad de expresión, opinión, información y
libre asociación.
b) Al ingreso sin otra restricción que el haber terminado el nivel secundario o acreditar
conocimiento y experiencia suficientes para el cursado de la carrera elegida teniendo
como mínimo 25 años de edad.
c) A no ser discriminados por ningún motivo.
d) A acceder a becas, subsidios, comedor estudiantil, residencias para alumnos,
guarderías, campos de deportes que garanticen la igualdad de oportunidades.
e) A desarrollar los aprendizajes en edificios que respondan a normas de seguridad,
higiene, salubridad y funcionalidad del espacio según los fines y objetivos determinados
por esta ley.
f) A contar con los materiales de estudio requeridos para desarrollar las prácticas
educativas.
g) A participar en todas las instancias estatutarias en las cuales se defina la política
educativa de las instituciones, con arreglo a sus estatutos y a la presente ley.
h) A integrar y participar en la vida de los centros de estudiantes, federaciones
estudiantiles y/u otras organizaciones.
i) De tener conductas éticas con sus compañeros, las autoridades y la totalidad del
personal de la institución.
j) De cumplir los objetivos curriculares mínimos por ciclo lectivo establecidos en los
estatutos como requisito para mantener la condición de alumno regular.
Artículo 46º: Los docentes de Educación Superior tendrán los siguientes derechos y obligaciones
sin perjuicio de los que establezcan las negociaciones colectivas y la legislación laboral general y
específica:
a) Al ejercicio de la docencia sobre la base de la libertad de cátedra y la libertad de
enseñanza sin ningún tipo de discriminación.
b) Al acceso a los cargos por concurso de antecedentes y oposición que garantice la
aptitud docente y científica de los aspirantes y a gozar de estabilidad laboral a través del
cumplimiento de un régimen de carrera docente.
c) Al desempeño de los cargos docentes en cualquier jurisdicción mediante la
acreditación de los títulos correspondientes al nivel superior de acuerdo con la normativa
vigente.
d) Al perfeccionamiento y actualización integral, sistémico, gratuito y en servicio, a lo
largo de toda su carrera, definidos en la negociación colectiva.
e) Al acceso a los cursos de especialización, maestría y doctorado que se dicten en la
misma universidad. Las universidades nacionales en su conjunto serán consideradas
como una sola entidad a los efectos de la aplicación de este derecho.
f) A los beneficios de la seguridad social -jubilación, seguros y obra social.
g) A un salario acorde a los requerimientos de formación para el cabal desempeño de sus
tareas, cuyos pisos mínimos para los trabajadores del Nivel Universitario y Superior de
todo el país sean fijados en negociaciones colectivas de carácter general entre las
organizaciones sindicales docentes y el CIN.
h) A participar en el gobierno de la educación por sí y/o a través de sus representantes.
i) Al acceso a programas de salud laboral y prevención de las enfermedades
profesionales.
j) A la negociación colectiva nacional y jurisdiccional.
k) A la libre asociación, y al respeto integral a todos sus derechos como ciudadano.
l) A ejercer su trabajo de manera idónea y responsable.
m) A presentar Iniciativas Docentes o proyectos de tratamiento obligatorio de parte de los
Consejos Superiores si están avalados por la firma de al menos, el 5% del padrón de
docentes votantes en cada universidad.
n) De cumplir con los lineamientos de la política educativa de esta ley y/o de su
respectiva jurisdicción y de la institución a la que pertenecen.

CONSULTA HACIA UNA NUEVA LEY NACIONAL DE EDUCACIÓN SUPERIOR 441


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o) De ejercer su trabajo de manera idónea y responsable.
p) De actualizar y perfeccionar su saber específico.
Artículo 47º: El personal de apoyo administrativo y servicios de Educación Superior tendrá los
siguientes derechos y obligaciones sin perjuicio de los que establezcan las negociaciones
colectivas y la legislación laboral general y específica:
a) A acceder, en las universidades estatales, a los cargos por concurso público. Los
estatutos universitarios regularán el régimen de las relaciones laborales del personal, el
que no podrá desconocer los derechos consagrados a los trabajadores por la legislación
laboral común.
b) A discutir las condiciones laborales y salariales en comisiones paritarias nacionales y
jurisdiccionales.
c) A completar sus estudios secundarios compatibilizando los horarios de trabajo con los
de estudio.
d) A participar de los órganos de cogobierno en la proporción que fijen los respectivos
estatutos.
Artículo 48º: Todos los egresados del nivel superior, deberán prestar durante el año calendario
inmediato posterior a su graduación, tareas de carácter social ad honoren. Las mismas se
cumplirán en entidades de bien público y deberán tener una duración mínima de 10 hs.
semanales, Cuando los estudiantes invoquen la continuidad de sus estudios fuera del país,
tendrán hasta 5 años de plazo para dar cumplimiento a lo prescripto precedentemente. La
reglamentación establecerá los mecanismos que permitirán el cumplimiento y las respectivas
acreditaciones de las disposiciones del presente artículo.
Artículo 49º: Los graduados de educación superior tendrán derecho a participar en los órganos
de cogobierno en la proporción que fijen los respectivos estatutos.
Artículo 50º: Los representantes de los graduados podrán elegir y ser elegidos siempre que no
tengan relación de dependencia con la institución.
TITULO III FINANCIAMIENTO DE LA EDUCACIÓN UNIVERSITARIA ESTATAL
Capítulo I DE LA GARANTÍA DEL FINANCIAMIENTO
Artículo 51º: Las erogaciones corrientes y de capital del Gobierno nacional, destinadas a la
educación universitaria tendrán una participación no menor al uno y medio por ciento (1.5%) en el
Producto Interno Bruto (PIB). Este porcentaje no deberá obtenerse en detrimento de los
porcentajes y montos asignados por Nación al resto del sistema educativo
Artículo 52º: Las erogaciones corrientes y de capital previstas en el proyecto de ley de
Presupuesto de la Administración Nacional destinadas a las universidades estatales deberá
respetar porcentaje establecido en el artículo 51º, calculado respecto del Producto Interno Bruto
(PIB) expuesto en el respectivo mensaje de elevación.
TITULO IV: EDUCACIÓN SUPERIOR DE GESTIÓN PRIVADA
Artículo 53º: Las Personas físicas o jurídicas reconocidas: confesiones religiosas inscriptas en el
Registro Nacional de Cultos, asociaciones, sociedades, fundaciones y empresas con personería
jurídica podrán crear universidades o institutos educativos de Nivel Superior.
Artículo 54º: La autorización definitiva para su funcionamiento requerirá la sanción de una ley del
Congreso de la Nación previo informe de la Comisión de Evaluación Universitaria.
Artículo 55º: Los Agentes mencionados en el artículo 53º tendrán los siguientes Derechos y
Obligaciones:
a) Crear instituciones terciarias o universitarias.
b) Generar, en el ámbito de sus instituciones, mecanismos democráticos de participación
que garanticen el protagonismo de docentes, estudiantes, graduados y personal de
apoyo administrativo y servicios.
c) Nombrar personal docente titulado de acuerdo con el mecanismo de ingreso,
calificación y promoción que se establezcan en el convenio colectivo de trabajo o en la
normativa vigente en las distintas jurisdicciones, para el sector docente.
d) Otorgar certificados y títulos reconocidos por el Ministerio de Educación de la Nación o
de las Provincias y/o Ciudad Autónoma de Buenos Aires.
e) Cumplir con los lineamientos de política educativa establecida por el Estado Nacional,
a través del Consejo Federal de Educación y por las jurisdicciones.
f) Adecuarse a la legislación laboral y educativa vigente.

CONSULTA HACIA UNA NUEVA LEY NACIONAL DE EDUCACIÓN SUPERIOR 442


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g) Brindar información fehaciente para los fines de supervisión, control y evaluación
ejercidos desde el Consejo Federal de Educación, el Ministerio de Educación, Ciencia y
Tecnología la Comisión de Evaluación Universitaria y las autoridades educativas
jurisdiccionales.
Artículo 56º: Las autoridades educativas de la nación y las jurisdicciones, serán las encargadas
de regular y fiscalizar, autorizar la apertura y/o funcionamiento y/o incorporación al sistema oficial
de instituciones educativas terciarias de gestión privada de acuerdo con las normas vigentes.
Artículo 57º: Los instituciones terciarias de gestión privada estarán sujetas a la supervisión
pedagógica, económica y administrativa de la autoridad educativa jurisdiccional.
Artículo 58º: Las instituciones universitarias privadas no podrán recibir subsidios de parte de
ningún organismo estatal, ni contar con exenciones impositivas ni previsionales
Artículo 59º: El personal docente de las instituciones educativas de gestión privada
correspondiente a la Educación Superior deberá poseer el título docente correspondiente que,
según la normativa vigente, lo habilite para su función. Los docentes de establecimientos
privados incorporados a la enseñanza oficial tendrán derecho a una remuneración mínima
equivalente a la que perciba, a igualdad de tareas, el personal docente y auxiliar dependiente del
sistema estatal y le serán aplicables los mismos derechos y obligaciones. También serán
beneficiarios del régimen de jubilación docente correspondiente a la jurisdicción en la cual se
desempeñan.
TITULO V DISPOSICIONES TRANSITORIAS
Artículo 60º: La gratuidad de las carreras de postgrado se alcanzará en el término de 2 (dos)
años a partir de la aprobación de la presente ley.
Artículo 61º: Todas las instituciones de educación superior, deberán modificar sus estatutos
adecuando los mismos al nuevo marco legal, en el término de un (1) año. Vencido dicho plazo,
caducarán y serán de nulidad absoluta todas las disposiciones comprendidas en los estatutos
que se encuentren en contraposición a la presente ley.
Artículo 62º: En el plazo de 1 (un) año finalizarán los contratos y/o convenios comerciales y/o de
servicios con empresas privadas mediante los cuales las universidades estatales obtienen
fuentes de financiamiento externo.
Artículo 63º: De forma.

FUNDAMENTOS
Señor presidente:
La Ley de Educación Superior 24.512 fue sancionada durante el auge del neoliberalismo social,
político y económico para reorientar el proceso educativo y adaptarlo simultáneamente a las
exigencias del mercado y al fuerte debilitamiento del rol del Estado Nacional en materia
educativa. A esto apuntaban también la transferencia de los servicios educativos nacionales a las
provincias y el correlativo desfinanciamiento nacional.
A las características propias de este diseño educativo se agregó la elevada conflictividad social
como producto principal del desempleo devenido de las privatizaciones y de la apertura
indiscriminada de la importación
La Ley Federal 24.195 también acompañó este proceso mostrando su absoluta incapacidad para
producir los cambios educativos que proclamaba. Una realidad que, sin duda, fue abonada por la
falta de voluntad política de dar cumplimiento a aspectos que, como el financiamiento, nunca
contó con la efectiva decisión de implementarlo.
Finalmente sólo condujo a la desestructuración del sistema y al fracaso. Por eso a pocos años de
su implementación, en el 2006 se produjo su derogación.
En cuanto a la modificación o derogación de la ley de Educación Superior, debemos repensar el
rol que le cabe a la educación en el contexto socio político actual. Junto a la crisis del
capitalismo, las debilidades evidentes de las democracias occidentales, los fracasos del
socialismo real, la pérdida de institucionalidad deben nacer nuevos paradigmas civilizatorios para
hilvanar nuevas respuestas a este mundo desafiante, conflictivo, interconectado, injusto casi
siempre, y crecientemente deteriorado por los modos de producción y consumo "legitimados"
desde la óptica de un desarrollo desvinculado de sus consecuencias humanas, sociales,
culturales y naturales.
La educación pública debe arraigar miradas generosas, plurales, éticas, no discriminatorias y
profundamente respetuosas de la vida en la Tierra. Este es el único Planeta que habitamos,
nuestra casa grande y nuestra inteligencia colectiva deberá construir las alternativas para que la

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vida sea posible después de nuestro efímero y, muchas veces, destructivo paso.
Enriquecer la educación significa convertir al proceso educativo en una verdadera herramienta de
cambio, en una oportunidad para todos nosotros hoy y a futuro, en una puerta abierta al espíritu
crítico, constructivo y ético edificado sobres los diversos saberes que hoy circulan y sobre la
creatividad estimulada para la aparición de lo nuevo.
La ganancia y el economicismo propios de los ´90 no han dejado fuera al sistema educativo:
desde la escuela a las universidades se fueron orientando tanto la distribución del conocimiento
como los procesos de investigación, a resolver las problemáticas empresariales y muy alejados
de las necesidades sociales. Sin articulación con la ciudadanía política, ni con la ciudadanía
social, la educación pública y privada se muestra hoy impotente para redefinir una estrategia
socialmente valiosa y contenedora de las demandas y urgencia de nuestra sociedad.
En este marco político-social, bajo la influencia de los dictámenes de los organismos
internacionales de crédito, la universidad de los ´90, lejos de la construcción de un proyecto
nacional y popular, se caracterizó por:
- Estímulo a la diferenciación entre instituciones, estratificando y discriminando a
algunas, y encumbrando otras.
- Impulso a las instituciones privadas como método para desresponsabilizar al
Estado del financiamiento y control de la educación.
- Provisión de incentivos para docentes e investigadores. Adopción de criterios
productivistas en la evaluación de la actividad académica.
- Diversificación de las fuentes de financiamiento, como cobro de aranceles y
búsqueda de fuentes de ingreso externas y privadas, que producen fragmentación y
sujeción a intereses ajenos a las instituciones y al desarrollo nacional.
- Mecanismos de acreditación y evaluación propios de la lógica de mercado, que
generaron competitividad y fuerte individualismo.
- Restricciones al acceso a la universidad. Bajo el paraguas que permitía la ley
24.512, algunas carreras impusieron exámenes de ingreso u otras formas de
condicionamiento. Calidad para pocos, a partir del deterioro de las carreras de
grado, con un fuerte arancelamiento de los postgrados.
- Dispersión salarial.
Si bien estos fueron los objetivos que persiguieron las políticas neoliberales a través de la ley, la
resistencia de estudiantes, docentes y la comunidad educativa en su conjunto, impidieron que se
destruyera más aún la educación pública en el nivel.
Por todas estas razones, este proyecto plantea, desde su primer artículo, la derogación de esta
ley. Porque no creemos posible resolver los problemas que intrínsecamente definen este marco
legal, con soluciones cosméticas que modifiquen aquí un artículo o allá un inciso.
La realidad hoy nos impone la obligación de instalar una sincera reflexión y establecer como
punto de partida de cualquier debate al que nos sometamos, un profundo compromiso social que
reinstale a la educación superior como bien público y derecho social. Una educación que
humanice lo humano, que restablezca la dignidad de los seres humanos y ayude a reconstruir a
partir de la verdad histórica los compromisos sociales que nos eviten tropezar una y otra vez con
la misma piedra.
La nueva ley tiene que estar enmarcada en un proyecto económico, político y social que vincule
la investigación y el conocimiento que producen la universidad y los institutos con la solución de
los problemas que aquejan al país y a su gente, ya sea a nivel nacional como el compromiso de
las instituciones con la problemática local o zonal.
El declarar la educación superior como un bien público preferente es de una marcada
contraposición con la derogada ley neoliberal. La educación superior no debe ser considerada un
servicio a intercambiar como cualquier otra mercancía, dado que su extensión tiene efectos
benéficos tanto en el desarrollo económico como en la equidad social.
Las instituciones de nivel terciario, ya sean institutos superiores o universidades, deben ser
democráticas y democratizadoras. La participación de los estudiantes en la vida de las
instituciones son no sólo un derecho, sino un aprendizaje de vida, la formación para el ejercicio
de una ciudadanía activa, solidaria y responsable. ¿Cómo comprendemos que un estudiante
universitario de 18 años pueda asociarse, participar en sus centros de estudiantes, debatir y
pensar cómo quiere enfocar su formación profesional, mientras los estudiantes de los institutos
superiores padecen un régimen y un tratamiento propio de estudiantes secundarios? Y no sólo
esto, si la práctica de la democracia es un derecho que ayuda a la formación del ciudadano,
también los estudiantes de instituciones privadas deben poder gozar de él.

CONSULTA HACIA UNA NUEVA LEY NACIONAL DE EDUCACIÓN SUPERIOR 444


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Los cuatro estamentos que conforman la comunidad de una institución: los docentes, los
estudiantes, los graduados y el personal de apoyo administrativo y servicios deben tener
participación en la vida institucional, tanto en las universidades estatales como privadas, sin que
ninguno de ellos tenga tal preeminencia sobre los otros que por sí sólo pueda decidir. En cuanto
a la denominación, no hemos querido repetir errores que ya se han hecho una mala costumbre:
designar personas, oficios o instituciones por lo que "no son". No es bueno, y ha sido duramente
criticado por quienes lo padecen, hablar de no docentes, o de no universitario. El personal de
apoyo administrativo y de servicios desarrolla dentro de las instituciones una tarea valiosa, que
debe ser reconocida, y sus organizaciones, escuchadas.
Así mismo, la instancia superior de coordinación interna del sistema, el Consejo Interuniversitario
Nacional, debe reflejar en su composición colegiada la estructura del cogobierno, sumando
además, por las responsabilidades que deben asumir, a representantes del poder ejecutivo y el
legislativo, a más de un representante del Conicet. El papel de las universidades no se limita sólo
a transmitir conocimiento, sino a producirlo. De allí surge la necesidad de incorporar un
representante del Conicet en los órganos colegiados de coordinación, ya que es la autoridad
pública capaz de evaluar lo más calificado de la investigación en la Argentina.
La igualdad de posibilidades está vinculada a la distribución del conocimiento y debe ser una
realidad y no una mera fórmula declamatoria. Para ello, el estado nacional, las jurisdicciones y
los municipios que hayan asumido responsabilidades de educación superior, deberán garantizar
las posibilidades de acceder al nivel mediante la implementación de becas, comedores y
residencias, provisión de libros y materiales de estudio.
En cuanto a la gratuidad, sabemos que, aunque la ley 24.521 abría las puertas al arancelamiento
de las carreras de grado (cuestión que fue resistida por la comunidad universitaria), fue el
arancelamiento de los postgrados lo que más castigó a los profesionales y técnicos que quisieron
acceder así a un título de mayor nivel académico. Esta necesidad se basó, fundamentalmente en
el deterioro de los estudios de grado. De allí que se impulsa, taxativamente, que éstos deberán
alcanzar crecientes niveles de excelencia. El proyecto plantea la gratuidad también de los
postgrados, dando un plazo no mayor a dos años para su concreción. Pero hubo otros
subterfugios que se emplearon para conseguir formas de financiamiento extras para algunas
universidades: arancelar los estudios de grado en subsedes que se fueron creando, muchas
veces como kioscos en ciudades del interior, sin garantizar el nivel adecuado de sus profesores
ni iguales condiciones de aprendizaje o la venta de servicios o consultorías con empresas
privadas mediante los cuales las instituciones obtienen fuentes de financiamiento externo.,
habilitados en el marco legal. Esto último también debe cesar a la mayor brevedad.
La pertinencia de los aprendizajes está vinculada a los fines y objetivos a alcanzar, definidos
puntualmente en el presente proyecto. Instituciones dependientes de intereses económicos o
empresas que las contraten o financien, o de los partidos políticos que impulsen su creación y las
sostengan, no sólo tendrán un enfoque "no pertinente", sino que no serán autónomas en su
funcionamiento. Vale decir, pertinencia entendida como adecuación entre lo que la sociedad
espera de las universidades y lo que estas hacen en el marco de normas éticas, compromiso con
el proyecto de desarrollo nacional, capacidad crítica y una mejor articulación con la problemática
social, así como el respeto a las diversidades culturales y la protección del medio ambiente.
El compromiso de las instituciones debe estar ligado a la resolución de los problemas de la
sociedad, no sometido a la lógica productivista del mercado, teniendo especial cuidado en la
preservación del medioambiente, la biodiversidad del planeta y la calidad de vida de sus
habitantes.
Ante el embate sufrido por las instituciones de nivel superior, ya sea universidades como
institutos, en lo referido a la estratificación devenida del "sálvese quien pueda", nuestra propuesta
tiende a la reunificación del sistema nacional, garantizando a los estudiantes y docentes que, en
todas, gozarán de los mismos derechos.
La autonomía universitaria tiene rango constitucional, fue discutida en los debates previos a la
constitución del ´94 y tiene como objeto poner a la universidad fuera de los vaivenes políticos y
de los intereses económicos sectoriales. Se entiende por autonomía la potestad que, dentro de
un estado, tienen algunas entidades para regirse mediante normas y órganos de gobierno
propios. En este sentido, las universidades gozarán de autonomía administrativa, para darse su
organización y formas de gestión; institucional, respetando el cogobierno; académica, gozando la
libertad, desde los puntos de vista político y científico, para la organización de la docencia, la
investigación y la extensión.
El principio de autonomía fue fuertemente vulnerado en la ley que hoy nos proponemos derogar,
básicamente en lo referido a planes de estudio, títulos y regularidad de los estudiantes. Por ello,
este proyecto de ley es cuidadoso del derecho de las instituciones a darse sus propios estatutos
en los cuales los claustros debatan y decidan democráticamente las normas que las regirán.
La autarquía, es la facultad para autoadministrarse, propia de las universidades públicas. Deberá

CONSULTA HACIA UNA NUEVA LEY NACIONAL DE EDUCACIÓN SUPERIOR 445


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ejercerse con responsabilidad social, transparencia y pertinencia.
Para ello, además del órgano de control externo correspondiente, la Auditoría General de la
Nación, cada universidad definirá, en sus propios estatutos, mecanismos participativos, de
control interno.
En lo referente a las condiciones salariales y laborales de los trabajadores del sector, es preciso
recuperar el principio de igual remuneración por igual trabajo, fijando en negociaciones paritarias
pisos mínimos para todo el país que terminen con la inequidad y fragmentación existentes.
La articulación con los otros niveles del sistema impedirá por un lado, que las limitaciones de
acceso al nivel se produzcan por las falencias educativas de los niveles previos al ingreso, y por
otro, que el apoyo solidario de institutos y universidades atienda la complejidad de las actividades
curriculares, pedagógicas y de organización institucional, y, en general, aquellas que favorezcan
el mejor desarrollo de la actividad docente y del proceso de aprendizaje.
Tal vez uno de los aspectos de la ley 24.521 que resultó más polémico, fue la creación de la
Coneau, tanto por su composición como por las atribuciones que se le asignaron. Históricamente
las universidades estatales han hecho una cerrada defensa de la autoevaluación de su
funcionamiento. Por ello nuestra propuesta incluye la autoevaluación institucional con
participación de los estamentos universitarios. Además, modifica sustancialmente la
conformación de la Comisión de Evaluación Universitaria, la que estará integrada por
especialistas de reconocida trayectoria, elegidos por concurso público de antecedentes y
oposición. Tanto en la forma interna como externa, se considera la evaluación como un proceso
destinado a mejorar la educación superior. Y este proceso no medirá solamente el rendimiento
académico de los alumnos, sino el cumplimiento de todos los fines y objetivos de la presente ley.
Obviamente, el ámbito donde esta comisión cumple más fuertemente su cometido es en la
educación privada, ya que desde principios de los ´90 ha habido un incremento en la creación de
universidades privadas, que alcanzan ya a cincuenta y cinco instituciones. Esto obliga,
necesariamente, a la creación de instituciones de evaluación plurales e independientes, que
puedan ser garantía de la conveniencia de creación de nuevas universidades, de la supervisión y
fiscalización de las instituciones habilitadas y de la validez de los títulos que ellas expiden.
La vinculación del CIN con el Congreso Nacional tiene en este proyecto una importancia
sustantiva. No abarca sólo cuestiones presupuestarias o la creación, fusión o cierre de las
universidades sino, básicamente consigna la obligación anual por parte del CIN de presentar a
ambas Cámaras del Congreso informes sobre la propuesta académica nacional. Sin embargo,
pese al respeto que emana de la norma por los informes del CIN, nos hemos cuidado de no
establecerlos con carácter vinculante, porque esto atentaría contra las atribuciones del Congreso
Nacional.
Para garantizar el cabal cumplimiento de los objetivos planteados para las universidades
nacionales estas deben contar con los fondos suficientes. Es absolutamente necesario un
incremento en la calidad de la educación impartida, lo que implica mayor esfuerzo fiscal. Una
dramática disminución de los requerimientos de formación posterior, los post grados, así como la
imposición de su gratuidad también conllevan un esfuerzo económico.
Pero aun mas importantes es que las universidades deben recuperar su rol de productoras de
conocimiento y transformarse en integrante principal del aparato científico tecnológico nacional,
superando su situación de meras reproductoras del saber existente; lo cual también implica
mayores gastos.
En un país donde hay demasiada experiencia de buenas leyes que no se cumplen, el
establecimiento de estos objetivos requiere de mecanismos que garantice su financiamiento, por
ello incluimos la obligación para el estado nacional de destinar un 1.5% del Producto Bruto
Interno, lo cual implica un incremento de los fondos actuales de mas de un 130%, medido en un
objetivo móvil como es el PIB.
A este efecto incluimos un artículo específico para que el proyecto de ley de presupuesto también
se encuentre alcanzado por esta obligación. Dado que el crecimiento y la inflación han elevado el
PIB un 20% anual en los últimos años, incluimos que la previsión presupuestaria deberá
calcularse sobre el PIB estimado para el año presupuestado.
En la actualidad el conjunto de las erogaciones en el sistema universitario nacional se encuentra
aproximadamente en un 0.65% del Producto Bruto Interno. En 2006 los gastos totales de las
universidades, que además de los fondos nacionales cuentan con ingresos propios, alcanzó el
0.58% del PIB; pero el dato no incluye los gastos directos del estado nacional en infraestructura y
evaluación universitaria. El gasto en "educación superior y universitaria" del gobierno nacional,
según las mediciones de la Dirección de Análisis de Gasto Público y Programas Sociales, en el
mismo año alcanzó el 0.7% del PIB, pero el dato incluye educación superior no universitaria. Al
efecto de la estimación del gasto del gobierno nacional en el sistema universitario consideramos
como mejor aproximación la suma de los principales programas destinados a tal efecto, mas allá

CONSULTA HACIA UNA NUEVA LEY NACIONAL DE EDUCACIÓN SUPERIOR 446


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que puedan omitirse fondos destinados a sistema universitario en otros programas.
Las distintas mediciones, además montos muy similares, coinciden en mostrar una incremento
del gasto universitario en porcentaje del producto, particularmente a partir de 2004. Pese a esto
entendemos para el cumplimiento de las metas planteadas exige un marcado incremento de las
partidas con este destino, por lo cual hemos incluido un incremento presupuestario de tan
marcada magnitud; mas de un 130% en porcentaje de un PIB que se incrementa a un 20% anual.
Por todo lo expuesto, Sr. Presidente, solicitamos la aprobación del presente proyecto de ley.

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H.Cámara de Diputados de la Nación
PROYECTO DE LEY
Texto facilitado por los firmantes del proyecto. Debe tenerse en cuenta que solamente podrá ser
tenido por auténtico el texto publicado en el respectivo Trámite Parlamentario, editado por la
Imprenta del Congreso de la Nación.
Nº de
4893-D-2007
Expediente
Trámite
139 (11/10/2007)
Parlamentario
LEY DE EDUCACION SUPERIOR: PRINCIPIOS GENERALES,
ESTRUCTURA Y ARTICULACION, DE LOS INSTITUTOS DE EDUCACION
Sumario SUPERIOR, DE LOS TITULOS Y PLANES DE ESTUDIO, ORGANOS DE
GOBIERNO, EDUCACION SUPERIOR A DISTANCIA, DEROGACION DE
LA LEY 24521.
Firmantes PINEDO, FEDERICO.
Giro a
EDUCACION; PRESUPUESTO Y HACIENDA.
Comisiones
El Senado y Cámara de Diputados,...
Ley de Educación Superior
TITULO I
Disposiciones preliminares
ARTÍCULO 1º- La Educación Superior integra el Sistema Nacional de Educación y constituye un
derecho personal y social, garantizado por el Estado.
ARTÍCULO 2º- El Sistema de Educación Superior se regula por las disposiciones de la presente
ley, por la Ley Nacional de Educación Nº 26.206 y la Ley de Educación Técnico Profesional Nº
26.058 en lo que corresponda. Comprende la educación impartida por:
a) Las Universidades e Institutos Universitarios estatales o privados autorizados por la autoridad
nacional correspondiente.
b) Los Institutos de Educación Superior de jurisdicción nacional, provincial o de la Ciudad
Autónoma de Buenos Aires, de gestión estatal o privada autorizados por la autoridad nacional
correspondiente.
TITULO II
Principios Generales
Capítulo I
De la Educación Superior
ARTÍCULO 3º- La educación superior tendrá los siguientes fines y objetivos:
1. Impartir enseñanza superior, terciaria y de posgrado de excelencia, promoviendo la
igualdad de oportunidades; la generación y desarrollo del conocimiento en todas sus
formas y el permanente perfeccionamiento de los miembros de la comunidad educativa.
2. Promover y desarrollar la investigación científica, docente y tecnológica en las distintas
ramas del conocimiento;
3. Formar recursos humanos que sirvan al bien común del país y sean agentes de cambio
social, cultural, científico y productivo, permitiendo que nuestra sociedad se adapte a un
mundo en constante evolución, mediante el uso eficiente de todos sus recursos;
4. Incrementar y diversificar los programas de actualización, perfeccionamiento y
reconversión para los integrantes del sistema educativo y para sus egresados, atendiendo
a las expectativas y demandas de la población y a los requerimientos del sistema cultural y
de la estructura productiva nacional;
5. Promover las condiciones que permitan avanzar en la integración educativa regional e
internacional
6. Formar a los estudiantes, sobre la base de una cultura humanista y crítica, que
consolide los valores de la libertad personal y de la democracia en su forma representativa
republicana federal, erradicando toda forma de autoritarismo.
ARTÍCULO 4º La enseñanza impartida en las Universidades Nacionales y en los Institutos o
Colegios Universitarios es prescindente en materia ideológica política y religiosa y se asegurará
en sus recintos la más amplia libertad de expresión e investigación de conformidad con lo

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dispuesto en el artículo 14 de la Constitución Nacional y la presente ley.
ARTÍCULO 5º.- Los cargos docentes y de investigador deberán obtenerse por régimen de
concurso público de antecedentes y oposición, que garantice la aptitud docente y científica de los
aspirantes.
Los estatutos universitarios y de los Institutos de Educación Superior determinarán la
periodicidad del ejercicio de la función docente y asegurarán la constitución de jurados que
garanticen idoneidad, imparcialidad y rigor académico del concurso.
Las designaciones interinas se harán por tiempo determinado y convocando en el mismo acto de
designación al respectivo concurso para la provisión ordinaria del cargo.
Capítulo II
Del Sistema de la Educación Superior
Estructura y Articulación
ARTÍCULO 6º.- La Educación Superior está constituida por institutos de educación superior de
formación docente, humanística, social, técnico-profesional o artística y por instituciones de
educación universitaria, comprensiva de las universidades e institutos universitarios.
ARTÍCULO 7º- Tendrá una estructura organizativa abierta y flexible que facilite la incorporación
de nuevas tecnologías educativas. Podrán acceder a la Educación Superior todos aquellos
alumnos que hayan completado los estudios del nivel secundario de enseñanza.
ARTÍCULO 8º- El Ministerio de Educación, Ciencia y Tecnología, en acuerdo con el Consejo
Federal de Educación, establecerá las políticas, los mecanismos de regulación, los criterios de
evaluación y articulación de los Institutos de Educación Superior dependientes del Estado
Nacional, de las Provincias y de la Ciudad Autónoma de Buenos Aires.
La articulación permitirá el cambio de modalidad, orientación o carrera, la continuación de los
estudios en otros establecimientos, universitarios o no y la reconversión de los estudios
concluidos, de conformidad con las siguientes competencias y mecanismos:
a) El Ministerio de Educación, Ciencia y Tecnología y el Consejo Federal de Educación acordarán
los mecanismos de articulación entre los institutos de educación superior de las diferentes
jurisdicciones.
b) Las provincias y la Ciudad Autónoma de Buenos Aires asegurarán en sus respectivos ámbitos
de competencia, la articulación entre las diferentes instituciones de educación superior de
conformidad con los criterios establecidos en el inciso anterior.
c) La articulación entre institutos de educación superior e instituciones universitarias, se
establecerá mediante convenios entre ellas, o entre las Instituciones Universitarias y la
jurisdicción correspondiente de conformidad con las disposiciones acordadas en el seno del
Consejo Federal de Educación.
d) A los fines de la articulación entre diferentes instituciones universitarias, el reconocimiento de
los estudios parciales o asignaturas de las carreras de grado aprobadas en cualquiera de esas
instituciones, se efectuará mediante convenio entre ellas, conforme con los requisitos y pautas
acordadas en el Consejo de Universidades.
ARTÍCULO 9º- A fin de hacer efectiva la articulación entre institutos de educación superior
pertenecientes a las distintas jurisdicciones previstas en el inciso a) del artículo anterior, el
Ministerio de Educación, Ciencia y Tecnología invitará al Consejo Federal de Educación a que
integre una comisión especial con carácter permanente, compuesta por un representante de
cada una de las jurisdicciones.
Capítulo III
Derechos y Obligaciones
ARTÍCULO 10º- Los docentes de las instituciones estatales de educación superior, sin perjuicio
de lo dispuesto por la legislación especial, tendrán los siguientes derechos y obligaciones:
Derechos:
a) Acceder a la carrera académica mediante concurso público y abierto de antecedentes y
oposición;
b) Desarrollar la carrera académica a través de la actualización y el perfeccionamiento.
c) Gozar de un año de licencia por estudios con goce completos de haberes cada siete años,
para ampliar su formación profesional en los términos y condiciones que establezca cada
institución.
d) Participar en el gobierno de la institución a la que pertenecen, de acuerdo con las normas

CONSULTA HACIA UNA NUEVA LEY NACIONAL DE EDUCACIÓN SUPERIOR 449


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legales pertinentes;
e) Participar en asociaciones gremiales legalmente reconocidas;
Obligaciones:
a) Observar las normas que regulan el funcionamiento de la institución a la que pertenecen;
b) Participar en la vida de la institución cumpliendo con responsabilidad la función docente, de
investigación y de servicio;
c) Cumplir con las exigencias de perfeccionamiento profesional que fije la carrera académica;
d) Comprometerse a no interrumpir el ejercicio de la función docente, salvo casos excepcionales
de fuerza mayor.
ARTÍCULO 11º.- Los estudiantes de las instituciones estatales de educación superior tienen los
siguientes derechos y obligaciones:
Derechos:
a) Al ingreso a los estudios de educación superior en forma directa -una vez concluidos los
estudios de nivel secundarios-, sin discriminaciones de ninguna naturaleza. Es potestativo de
cada institución universitaria establecer ciclos básicos o propedéuticos.
b) A asociarse libremente en centros de estudiantes, federaciones nacionales y regionales, a
elegir sus representantes y a participar en el gobierno y en la vida de la institución, conforme con
los estatutos, las disposiciones de la presente ley y, en su caso, las normas jurisdiccionales;
c) A obtener becas, créditos y otras formas de apoyo económico y social que garanticen la
igualdad de oportunidades para el acceso y permanencia en los estudios de grado, de
conformidad con las normas reglamentarias;
d) A recibir información sobre la oferta de servicios de educación superior;
e) A solicitar, cuando se encuentren en las situaciones previstas en los artículos 1º y 2º de la ley
20.596 de Licencia Deportiva, la postergación o adelanto de exámenes o evaluaciones parciales
o finales.
f) A que las personas con discapacidad, durante las evaluaciones, dispongan de servicios de
interpretación y los apoyos técnicos apropiados.
Obligaciones:
a) Respetar los estatutos y reglamentaciones de la institución;
b) Observar las condiciones de estudio, investigación, trabajo y convivencia que establezca la
institución a la que pertenecen;
c) Respetar el disenso, buscar la verdad en un marco de pluralismo y respeto por la opinión y
aportes del otro.
d) Respetar el trabajo en equipo.
TITULO III
De la educación superior no universitaria
Capítulo I
De la responsabilidad jurisdiccional
ARTÍCULO 12º.- El Estado nacional, las provincias y la Ciudad Autónoma de Buenos Aires
planificarán la oferta de carreras y de postítulos; el diseño de planes de estudio; la gestión y
asignación de recursos; y la aplicación de las regulaciones específicas, relativas a los Institutos
de Educación Superior en sus respectivos ámbitos de competencia.
Las jurisdicciones atenderán a las siguientes pautas:
a) Estructurar los estudios en base a una organización curricular flexible y que facilite a sus
egresados una salida laboral;
b) Articular las carreras afines estableciendo núcleos básicos comunes y regímenes flexibles de
equivalencia y reconversión;
c) Prever como parte de la formación la realización de residencias programadas, sistemas de
alternancia u otras formas de prácticas supervisadas, que podrán desarrollarse en las propias
instituciones u otras entidades y en empresas públicas o privadas;
d) Ampliar gradualmente el margen de autonomía de gestión de las instituciones dentro de los
lineamientos de la política educativa jurisdiccional y federal;
e) Prever que sus sistemas de estadística e información educativa incluyan un componente

CONSULTA HACIA UNA NUEVA LEY NACIONAL DE EDUCACIÓN SUPERIOR 450


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específico de educación superior, que facilite el conocimiento, evaluación y reajuste del
respectivo subsistema;
f) Establecer mecanismos de cooperación interinstitucional y de recíproca asistencia técnica y
académica;
g) Desarrollar modalidades regulares y sistemáticas de evaluación institucional, con arreglo a lo
que estipula el artículo 21 de la presente ley.
ARTÍCULO 13.- El Estado nacional podrá apoyar programas de educación superior no
universitaria, que se caractericen por la singularidad de su oferta, por su sobresaliente nivel de
excelencia, por su carácter experimental y/o por su incidencia local o regional.
Capítulo II
De los Institutos de Educación Superior
ARTÍCULO 14.- Los institutos de educación superior, tienen por funciones básicas:
a) Formar y capacitar para el ejercicio de la docencia en todos los niveles no universitarios del
sistema educativo: la formación docente inicial, la formación docente continua, el apoyo
pedagógico a las escuelas y la investigación educativa.
b) Proporcionar formación superior de carácter instrumental en las áreas humanísticas, sociales,
técnico-profesionales y artísticas, las que deberán estar vinculadas a la vida cultural y productiva
local y regional.
ARTÍCULO 15.- La formación docente impartida en los distintos niveles de la enseñanza no
universitaria, deberá ajustarse a los planes, programas y acciones de investigación establecidos
por el Instituto Nacional de Formación Docente, creado por la ley 26.206, a efectos de articular la
continuidad de estudios en las instituciones universitarias.
ARTÍCULO 16.- Los institutos de educación superior podrán proporcionar formación superior en
el área de que se trate y/o actualización, reformulación o adquisición de nuevos conocimientos y
competencias a nivel de postítulo. Podrán desarrollar cursos, ciclos o actividades que respondan
a las demandas de calificación, formación y reconversión laboral y profesional, de conformidad
con las regulaciones acordadas entre el Ministerio de Educación, Ciencia y Tecnología y el
Consejo Federal de Educación.
ARTÍCULO 17.- La estabilidad laboral de los docentes que se desempeñan en el nivel de
educación superior estará sujeta a un régimen de evaluación y control de la gestión docente y,
cuando sea el caso, a los requerimientos y características de las carreras flexibles y a término.
ARTÍCULO 18.- Las provincias y la Ciudad Autónoma de Buenos Aires arbitrarán los medios
necesarios para que sus instituciones de formación docente garanticen el perfeccionamiento y la
actualización de los docentes en actividad, tanto en los aspectos curriculares como en los
pedagógicos e institucionales y promoverán el desarrollo de investigaciones educativas y la
realización de experiencias innovadoras.
ARTÍCULO 19.- Las instituciones de nivel superior no universitario que se creen o transformen, o
las jurisdicciones a las que ellas pertenezcan, que acuerden con una o más universidades del
país mecanismos de acreditación de sus carreras o programas de formación y capacitación,
podrán denominarse Colegios Universitarios.
Capítulo III
De los Títulos y Planes de Estudio
ARTÍCULO 20.- Los planes de estudio de las instituciones de formación docente de carácter no
universitario deberán adecuarse a los programas diseñados por el Instituto Nacional de
Formación Docente. Los títulos y las certificaciones para el ejercicio de la docencia en los
diferentes niveles y modalidades del sistema educativo tendrán validez nacional.
ARTÍCULO 21.- El Ministerio de Educación, Ciencia y Tecnología de acuerdo con el Consejo
Federal de Educación establecerá los criterios de regulación del sistema de formación docente y
la implementación del proceso de acreditación y registro de los institutos superiores, la
homologación y el registro nacional de títulos y certificaciones, se ajustarán a los criterios
establecidos entre el .
ARTÍCULO 22.- Los Institutos de formación superior en las áreas humanística, sociales, artística
o técnico-profesional, cuyo ejercicio pudiere poner en riesgo de modo directo la salud, la
seguridad, los derechos o los bienes de los habitantes, estarán sujetos a los criterios definidos en
el artículo precedente respecto de los planes de estudio cuyos títulos habiliten para continuar
estudios en otros ciclos, niveles o establecimientos, o para el desempeño de actividades
reguladas por el Estado.
Capítulo IV

CONSULTA HACIA UNA NUEVA LEY NACIONAL DE EDUCACIÓN SUPERIOR 451


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De la Evaluación Institucional
ARTÍCULO 23.- El Consejo Federal de Educación acordará la adopción de criterios y bases
comunes para la evaluación de los institutos de educación superior.
En el caso de carreras cuyos títulos habiliten para el ejercicio de actividades reguladas por el
Estado y que pudieren comprometer de modo directo el interés público, se establecerán las
condiciones y requisitos mínimos a las que tales instituciones se deberán ajustar. La evaluación
de la calidad de la formación docente se realizará con arreglo a las pautas establecidas por el
Instituto de Formación Docente.
TITULO IV
De la Educación superior universitaria
Capítulo I
De las instituciones universitarias y sus funciones
ARTÍCULO 24.- El Sistema Universitario Nacional está integrado por:
a) Las universidades nacionales,
b) Las universidades provinciales,
c) Las universidades privadas reconocidas por el Estado nacional,
d) Los institutos universitarios estatales,
e) Los institutos universitarios privados reconocidos por el Estado nacional.
A los efectos de la presente ley, se denominan "Universidad" a las instituciones académicas de
educación superior que desarrollen su actividad en una variedad de áreas disciplinarias no afines
orgánicamente, estructuradas en facultades, departamentos o unidades académicas
equivalentes. Se denominan "Institutos o Colegios Universitarios" a las instituciones que
circunscriben su oferta académica a una sola área disciplinaria.
ARTÍCULO 25.- El sistema universitario nacional tiene por objetivo:
a. El desarrollo y difusión de conocimientos del más alto nivel con sentido crítico, creativo e
interdisciplinario, en un clima de libertad, justicia, paz y solidaridad, estimulando la
permanente búsqueda de la verdad.
b. Ofrecer una formación cultural interdisciplinaria dirigida a la integración del saber,
estimulando la reflexión intelectual sistemática y el estudio de la realidad nacional, regional
y universal.
c. Preparar científicos y profesionales en las distintas carreras que en ellas se cursen,
asegurando la formación y el perfeccionamiento permanente de todos los miembros de la
comunidad universitaria.
d. Desarrollar investigación científica.
e. Difundir el conocimiento científico-tecnológico para contribuir a la mejora de las
condiciones de vida de nuestro pueblo y el desarrollo de la competitividad tecnológica del
país.
f. Ejercer la consultoría de organismos nacionales y privados
g. Expedir títulos académicos de acuerdo con las previsiones de la presente ley;
h. Revalidar títulos extranjeros;
i. Formular planes para su propio desarrollo para ser elevados al gobierno nacional, previa
consideración del Consejo de Universidades.
Capítulo II
De la autonomía, su alcance y sus garantías
ARTÍCULO 26.- Las instituciones universitarias tendrán autonomía académica e institucional, que
comprende básicamente las siguientes atribuciones:
a) Dictar y reformar sus estatutos, los que serán comunicados al Ministerio de Educación, Ciencia
y Tecnología a los fines establecidos en el artículo 31 de la presente ley;
b) Definir sus órganos de gobierno, establecer sus funciones, decidir su integración y elegir sus
autoridades de acuerdo con lo que establezcan los estatutos;
c) Administrar sus bienes y recursos, conforme con sus estatutos y las leyes reglamentarias;
d) Crear carreras universitarias de grado y de posgrado;
e) Formular y desarrollar planes de estudio, de investigación científica y de extensión y servicios

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a la comunidad incluyendo la enseñanza de la ética profesional.
f) Otorgar grados académicos de conformidad con las condiciones que se establecen en la
presente ley;
g) Impartir enseñanza, con fines de experimentación, de innovación pedagógica o de práctica
profesional docente.
h) Designar, remover y establecer el régimen de acceso, permanencia y promoción del personal
docente y no docente.
j) Establecer el régimen de admisión, permanencia y promoción de los estudiantes, así como el
régimen de equivalencias;
l) Fijar el régimen de convivencia;
m) Desarrollar y participar en emprendimientos que favorezcan el avance y aplicación de los
conocimientos;
n) Mantener relaciones de carácter educativo, científico-cultural con instituciones del país y del
extranjero;
ñ) Reconocer asociaciones de estudiantes, que posean la correspondiente personería legal.
ARTÍCULO 27.- Es potestad exclusiva del H. Congreso de la Nación intervenir las instituciones
universitarias con el solo objeto de:
a. disponer la renovación de las autoridades intervenidas;
b. poner fin a un conflicto insoluble dentro de la propia universidad, exigiendo el
cumplimiento de la legislación universitaria.
Durante el receso parlamentario, si un conflicto insoluble generare una situación de emergencia
que impidiere el funcionamiento de una universidad, la intervención podrá ser dispuesta por el
Poder Ejecutivo, medida que deberá ser ratificada por el Congreso dentro de los treinta (30) días
de haber tomado conocimiento, vencido el cual quedará firme.
Para ser designado interventor se deben reunir las condiciones exigidas para ser rector de la
universidad. La intervención no podrá exceder el plazo de ciento ochenta (180) días y en caso
alguno podrá menoscabar la autonomía académica.
ARTÍCULO 28.- La fuerza pública no puede ingresar en las instituciones universitarias nacionales
si no media orden escrita previa y fundada de juez competente o solicitud expresa de la autoridad
universitaria legítimamente constituida.
ARTÍCULO 29.- No se podrá interponer recurso jerárquico ante el Poder Ejecutivo contra las
resoluciones definitivas de las universidades.
Si el agravio se funda en la interpretación de las leyes de la Nación, el estatuto y demás normas
internas, se podrá interponer recurso de apelación ante la Cámara Federal dentro del término de
diez (diez) días hábiles de la notificación de la resolución definitiva de la universidad impugnada.
El recurso de apelación debe interponerse ante la universidad expresando los agravios
correspondientes. Dentro de los treinta (30) días hábiles de interpuesto, la universidad deberá
elevar las actuaciones a la Cámara, con la contestación de los agravios formulados y notificar
fehacientemente al interesado dicha elevación, quedando los autos para resolver en forma
definitiva con o sin contestación de la universidad.
Las actuaciones estarán a cargo de la Cámara Federal Contencioso Administrativo con
competencia en el lugar donde tiene la sede principal la institución académica.
La acción de amparo ante la justicia federal, será procedente cuando las autoridades
universitarias, o los particulares en su caso, violaren o impidieren el ejercicio de los derechos que
poseen quienes integran la comunidad universitaria.
Capítulo III
De las condiciones para su funcionamiento
Sección I
Requisitos generales
ARTÍCULO 30.- Las instituciones universitarias deben promover la excelencia y asegurar la
libertad académica, la igualdad de oportunidades, la jerarquización docente, la responsabilidad
de todos los miembros de la comunidad universitaria, y la convivencia pluralista de corrientes,
teorías y líneas de investigación.
Cuando se trate de instituciones universitarias privadas, dicho pluralismo se aplicará en un
contexto de respeto a los enfoques y valores expresamente declarados en sus estatutos.
ARTÍCULO 31.- Los estatutos, así como sus modificaciones, entrarán en vigencia a partir de su

CONSULTA HACIA UNA NUEVA LEY NACIONAL DE EDUCACIÓN SUPERIOR 453


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publicación en el Boletín Oficial. Los estatutos deben prever explícitamente: la sede principal, los
objetivos de la institución, su estructura organizativa, la integración y funciones de los distintos
órganos de gobierno, el régimen docente y de investigación y las pautas de administración
económico- financiera.
ARTÍCULO 32.- Para ingresar como alumno a las instituciones universitarias, sean estatales o
privadas, deberá tener aprobado el nivel secundario y cumplir con los demás requisitos de
idoneidad establecidos en el sistema de admisión de cada institución.
ARTÍCULO 33.- Los docentes de todas las categorías deberán poseer titulo universitario de igual
o superior nivel a aquel en el cual ejercen la docencia, requisito que sólo se podrá obviar con
carácter estrictamente excepcional cuando se acrediten méritos sobresalientes.
ARTÍCULO 34.- Las instituciones universitarias promoverán el perfeccionamien- to de sus
docentes, cuya capacitación deberá articularse con los requerimientos de la carrera académica.
Dicho perfeccionamiento no se limitará a la capacitación en el área científica o profesional
específica y en los aspectos pedagógicos, sino que incluirá también el desarrollo de una
adecuada formación interdisciplinaria.
ARTÍCULO 35.- Las instituciones universitarias dictarán normas y establecerán acuerdos que
faciliten la articulación y equivalencias entre carreras de una misma universidad o de instituciones
universitarias distintas, conforme con las pautas a que se refiere el artículo 6º, inciso d).
ARTÍCULO 36.- La formación de posgrado se desarrollará exclusivamente en instituciones
universitarias, y con las limitaciones previstas en el artículo 38. Las universidades podrán
suscribir convenios con centros de investigación e instituciones de formación profesional superior
de reconocido nivel y jerarquía, para desarrollar cursos de posgrado. Las carreras de posgrado -
sean especialización, maestría o doctorado- deberán ser acreditadas por la Agencia Nacional de
Evaluación y Acreditación Universitaria, creada en el artículo 43 de la presente ley.
ARTÍCULO 37.- Para acceder a la formación de posgrado, el postulante deberá contar con título
universitario de grado o de nivel superior no universitario de cuatro (4) años de duración y reunir
los requisitos que determine el Comité Académico o la autoridad equivalente, a fin de comprobar
que su formación resulte compatible con las exigencias del posgrado al que aspira requisito que
sólo se podrá obviar con carácter estrictamente excepcional cuando se acrediten méritos
sobresalientes
Sección II
Régimen de títulos
ARTÍCULO 38.- Corresponde exclusivamente a las instituciones universitarias otorgar el título de
grado de licenciado y títulos profesionales equivalentes, así como los títulos de posgrado de
magister y doctor, los que deberán ser expedidos en el plazo que determine la reglamentación.
ARTÍCULO 39.- El reconocimiento oficial de los títulos que expidan las instituciones universitarias
será otorgado por el Ministerio de Educación, Ciencia y Tecnología.
ARTÍCULO 40.- Los títulos con reconocimiento oficial certificarán la formación académica
recibida.
La habilitación para el ejercicio profesional estará sujeta al régimen legal que se establezca a tal
efecto, sin perjuicio del poder de policía que sobre las profesiones corresponde a las provincias y
la Ciudad Autónoma de Buenos Aires.
Los conocimientos y capacidades que tales títulos certifican, así como las actividades para las
que tienen competencia sus poseedores, serán fijados y dados a conocer por las instituciones
universitarias, debiendo los respectivos planes de estudio respetar la carga horaria mínima
establecida por el Ministerio de Educación, Ciencia y Tecnología, en acuerdo con el Consejo de
Universidades.
ARTÍCULO 41.- Cuando se trate de títulos correspondientes a profesiones reguladas por el
Estado, cuyo ejercicio pudiera comprometer el interés publico poniendo en riesgo de modo
directo la salud, la seguridad, los derechos, los bienes o la formación de los habitantes, se
requerirá que se respeten, además de la carga horaria a la que hace referencia el artículo
anterior, los siguientes requisitos:
a) Los planes de estudio deberán tener en cuenta los contenidos curriculares básicos y los
criterios sobre intensidad de la formación práctica que establezca el Ministerio de Educación,
Ciencia y Tecnología, en acuerdo con el Consejo de Universidades:
b) Las carreras respectivas deberán ser acreditadas periódicamente por la Agencia Nacional de
Evaluación y Acreditación Universitaria, establecida en el artículo 43 de la presente ley.
El Ministerio de Educación, Ciencia y Tecnología determinará con criterio restrictivo, en acuerdo
con el Consejo de Universidades, la nómina de tales títulos, así como las actividades

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profesionales reservadas exclusivamente para ellos.
Sección III
Evaluación y acreditación
ARTÍCULO 42.- Las instituciones universitarias estarán sujetas a las siguientes evaluaciones:
a) Internas bianuales con el objeto de analizar los logros y dificultades en el cumplimiento de
sus programas de estudio e investigación así como también sugerir medidas y planes
correctivos;
b) Externas que se harán cada 4 (cuatro) años, en el marco de los objetivos definidos por cada
institución.
Las evaluaciones abarcarán las funciones de docencia, investigación y extensión. Las
evaluaciones externas estarán a cargo de la Agencia Nacional de Evaluación y Acreditación
Universitaria, y contarán con la participación de pares académicos de reconocida competencia.
Las recomendaciones para el mejoramiento institucional que surjan de las evaluaciones tendrán
carácter público.
ARTÍCULO 43.- La Agencia Nacional de Evaluación y Acreditación Universitaria (ANEAU)
aplicará los patrones y estándares para los procesos de acreditación establecidos por el
Ministerio de Educación, Ciencia y Tecnología, previa consulta con el Consejo de Universidades.
ARTÍCULO 44.- La ANEAU es un organismo descentralizado, que funciona en jurisdicción del
Ministerio de Educación, Ciencia y Tecnología y que tiene por funciones:
a) Coordinar y llevar adelante la evaluación externa prevista en el artículo 42:
b) Acreditar las carreras de grado a que se refiere el artículo 41, así como las carreras de
posgrado, cualquiera sea el ámbito en que se desarrollen, conforme a los estándares que
establezca el Ministerio de Educación, Ciencia y Tecnología en consulta con el Consejo de
Universidades;
c) Coordinar y llevar adelante la evaluación externa de la enseñanza impartida bajo la
modalidad a distancia prevista en el capítulo VII del presente título;
d) Preparar los informes requeridos para otorgar la autorización provisoria y el reconocimiento
definitivo de las instituciones universitarias privadas, así como los parámetros sobre los cuales
se valuará el período de funcionamiento provisorio de dichas instituciones.
ARTÍCULO 45.- La ANEAU será conducida por un Director Ejecutivo que tendrá dedicación
exclusiva en sus tareas y durará cinco años en su cargo, el que podrá ser renovado por un
período. Su remuneración será equivalente al cargo de Secretario de Estado. Deberá reunir los
siguientes requisitos:
1. Poseer título universitario de grado.
2. Poseer antecedentes técnicos y profesionales en la materia;
El Poder Ejecutivo cubrirá el cargo mediante concurso público abierto de oposición y
antecedentes, debiendo publicar las fechas de exámenes y condiciones generales por cinco días
en el Boletín Oficial, y dos diarios de alcance nacional.
ARTÍCULO 46.- La ANEAU tendrá un Consejo Consultivo integrada por diez (10) miembros,
designados por el Poder Ejecutivo Nacional a propuesta de los siguientes organismos: tres (3)
por el Consejo de Universidades Nacional, uno (1) por el Consejo de Rectores de Universidades
Privadas, uno (1) por la Academia Nacional de Educación, dos (2) por cada una de las Cámaras
del Honorable Congreso de la Nación, y uno (1) por el Ministerio de Educación, Ciencia y
Tecnología. Durarán en sus funciones cuatro años, con sistema de renovación parcial. En todos
los casos deberá tratarse de personalidades de reconocida jerarquía académica y científica.
La Agencia contará con créditos presupuestarios asignados en el presupuesto de la Nación
dentro de la jurisdicción Ministerio de Educación, Ciencia y Tecnología.
Capítulo IV
De las instituciones universitarias nacionales
Sección l
Creación y bases organizativas
ARTÍCULO 47.- Las universidades Nacionales son personas jurídicas de derecho público,
creadas por ley de la Nación, con la previsión del crédito presupuestario correspondiente y en
base a un estudio de factibilidad que avale la iniciativa. El cese de tales instituciones se efectuará
por ley. Tanto la creación como el cierre requerirán informe previo del Consejo de Universidades
Nacionales.

CONSULTA HACIA UNA NUEVA LEY NACIONAL DE EDUCACIÓN SUPERIOR 455


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Estarán compuestas por facultades o departamentos que reconocen una misma autoridad
superior. La organización departamental es optativa para cada universidad como base del
funcionamiento académico y administrativo, o de cada una de las facultades para su respectivo
ordenamiento interno.
ARTÍCULO 48.- Las Universidades Nacionales se gobiernan por su estatuto orgánico, el que
regulará su organización, programas y actividades, estableciendo los requisitos de regularidad en
los estudios, los estándares de rendimiento académico y el régimen de convivencia, en el marco
de las disposiciones de la presente ley.
ARTÍCULO 49.- Las Universidades Nacionales regularán las relaciones laborales, previsionales y
de asistencia social de su personal docente y científico mediante el dictado de estatutos
especiales. El personal no docente estará sujeto al régimen laboral -salarial y previsional-
aplicable al personal del Estado Nacional.
ARTÍCULO 50.- Los estatutos universitarios determinarán la periodicidad del ejercicio de la
función docente y asegurarán la constitución de jurados que garanticen idoneidad, imparcialidad
y rigor académico en los concursos de oposición y antecedentes. Las designaciones interinas se
harán por tiempo determinado y convocando en el mismo acto de designación al respectivo
concurso para la provisión ordinaria del cargo.
Sección II
Órganos de gobierno
ARTÍCULO 51.- Los estatutos de las universidades nacionales establecerán la composición y
atribución de los siguientes órganos de gobierno y administración:
a) la Asamblea Universitaria,
b) el Consejo Superior,
c) el Rector,
d) el Decano de la facultad o Director de departamento y
e) los Concejos Académicos o Directores de facultad o de departamento.
Estos órganos ejercerán las atribuciones que les asignen los estatutos universitarios, en el marco
de la presente ley. El Poder Ejecutivo nacional sólo podrá impugnar los estatutos de las
universidades nacionales mediante acción ejercida ante la Cámara Federal del fuero Contencioso
Administrativo de la jurisdicción correspondiente. Los estatutos estarán vigentes desde el
momento de la publicación en el Boletín Oficial.
ARTICULO 52.- La Asamblea Universitaria es el órgano supremo representativo de la universidad
encargada de dictar y reformar sus estatutos, de elegir su rector y de ejercer las restantes
atribuciones que les asigne el respectivo estatuto. Sus atribuciones no serán delegables.
ARTICULO 53.- Los órganos deliberativos de gobierno - la asamblea, el consejo superior y los
consejos académicos o directivos - deberán integrarse con representantes de los tres claustros
que forman la comunidad universitaria. Cada universidad determinará la proporción de dicha
representación conforme a los siguientes criterios. Los estatutos podrán establecer que el
personal no docente tenga un representante en ellos.
a) El claustro de docentes e investigadores serán elegidos por sus pares que revistan la
condición de docentes elegidos por concurso público de antecedentes y oposición. Deberá tener
la mayor representación relativa, que no podrá ser superior al cincuenta por ciento (50 %), ni
inferior al cuarenta por ciento (40%) de la totalidad de sus miembros:
b) Los representantes de los estudiantes, elegidos por sus pares, deberán poseer la condición de
alumnos regulares de la carrera que cursan;
c) Los representantes de los graduados deberán estar empadronados en un registro especial, en
el que serán incorporados automáticamente al momento de la graduación. Para ser elegidos no
podrán tener relación de dependencia con la institución universitaria.
d) El personal no docente tendrá la representación que cada universidad determine, al sólo
efecto de intervenir en las cuestiones que les conciernan en relación con las funciones que
cumplen en la universidad.
Los decanos o autoridades docentes equivalentes integrarán el Consejo Superior u órgano que
cumpla similares funciones.
ARTICULO 54.- El rector tendrá dedicación exclusiva y para acceder al cargo se requerirá ser o
haber sido profesor - de conformidad con el artículo 5º de la presente ley -, de una universidad
nacional. Durará cinco (5) años en sus funciones y podrá ser reelegido una sola vez. Los
Estatutos Universitarios podrán establecer la elección de un vicerrector en cada universidad, y de
un vicedecano o vicedirector en cada facultad o departamento.

CONSULTA HACIA UNA NUEVA LEY NACIONAL DE EDUCACIÓN SUPERIOR 456


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ARTICULO 55.- Los estatutos preverán la constitución de un tribunal universitario, que tendrá por
función entender en toda cuestión ético-disciplinaria en que estuviere involucrado personal
docente. Estará integrado por profesores eméritos o consultos, o por profesores por concurso
que tengan una antigüedad en la docencia universitaria de por lo menos diez (10) años.
Sección III
Sostenimiento y régimen económico financiero
ARTICULO 56.- La Enseñaza de grado en las Universidades Estatales será gratuita. El Estado
Nacional garantiza el financiamiento del Sistema Universitario Estatal. Cada Universidad tendrá
su propio presupuesto de gastos y recursos, el cual formará parte detallada del Presupuesto
General de Gastos y Cálculo de Recursos del Estado Nacional.
A tal efecto las universidades del sistema quedan facultadas a crear en sus respectivas
jurisdicciones, los instrumentos presupuestarios que le permitan un mejor desenvolvimiento en el
tratamiento de sus recursos. Estos estarán integrados por:
a. Las contribuciones del Tesoro Nacional,
b. Las rentas de los bienes patrimoniales de cada universidad
c. Las herencias, legados y donaciones de particulares a favor de las universidades,
facultados o dependencias, los que deberán ser aceptados previo beneficio de inventario en
los términos del código civil.
d. Los derechos o tasas que perciban las universidades como retribución de los servicios
adicionales que presten.
e. Los derechos de exportación de patentes de invención o derechos intelectuales que
pudieran corresponderle a cada universidad nacional por trabajos realizados dentro de su
ámbito de estudio y / o investigación.
f. Contribuciones profesionales establecidas en el artículo 61 de la presente ley.
ARTICULO 57.- El Estado Nacional, las provincias y la Ciudad Autónoma de Buenos Aires
establecerán un sistema de becas para alumnos que cursen estudios de nivel superior o
universitario que las soliciten, las que se basarán en el rendimiento académico, con el fin de
hacer efectivo el principio de igualdad de oportunidades.
ARTICULO 58: A los efectos del artículo anterior créase el Fondo Universitario de Fomento de
Igualdad de Oportunidades a cuyo financiamiento deberán contribuir el Estado Nacional, las
provincias y la Ciudad Autónoma de Buenos Aires. Los recursos del Fondo se destinarán en su
totalidad a otorgar becas y subsidios a los estudiantes universitarios que lo soliciten. Dicho fondo
estará integrado además, por los recursos enunciados en los incisos c, d y e del artículo 56 de la
presente ley.
Los recursos del Fondo se distribuirán entre las provincias y la Ciudad Autónoma de Buenos
Aires mediante la asignación de una suma fija por cantidad de habitantes y en función de la
cantidad de alumnos matriculados desagregados por año calendario.
Cada Universidad incorporará los créditos respectivos en su Presupuesto de Gastos y Recursos
y otorgará a solicitud de los interesados la respectiva beca. Las becas se pagarán en forma
mensual. Los estudiantes que se acojan a éste régimen deberán avanzar en sus estudios de
conformidad con el calendario determinado para cada carrera y deberán ajustarse a la
reglamentación que establezca la autoridad de aplicación.
ARTICULO 59.- Las instituciones universitarias nacionales poseen autarquía económico-
financiera que ejercerán dentro del régimen de la ley 24.156 de Administración Financiera y
Sistemas de Control del Sector Público Nacional. Son sus atribuciones y responsabilidades:
a. Administrar su patrimonio y aprobar su proyecto de presupuesto. Los recursos no
utilizados al cierre de cada ejercicio se transferirán automáticamente al siguiente;
b. Fijar su régimen salarial y de administración de personal;
c. Dictar normas relativas a la generación de recursos adicionales a los del artículo 58,
mediante la venta de bienes, productos, derechos o servicios, subsidios, contribuciones,
herencias, derechos o tasas por los servicios que presten, así como todo otro recurso que
pudiera corresponderles por cualquier titulo o actividad.
d. Garantizar el normal desenvolvimiento de sus unidades asistenciales, asegurándoles el
manejo descentralizado de los fondos que ellas generen, con acuerdo a las normas que
dicten sus Consejos Superiores y a la legislación vigente;
e. Constituir personas jurídicas de derecho público o privado, o participar en ellas, no
requiriéndose adoptar una forma jurídica diferente para acceder a los beneficios de la ley
23.877;

CONSULTA HACIA UNA NUEVA LEY NACIONAL DE EDUCACIÓN SUPERIOR 457


Comisión de Educación – Honorable Cámara de Diputados de la Nación
f. Las instituciones universitarias nacionales podrán promover la constitución de
fundaciones, sociedades u otras formas de asociación civil, destinada a apoyar su labor y a
facilitar el cumplimiento de sus fines y objetivos.
g. Aplicar el régimen general de contrataciones y responsabilidad patrimonial del Estado
Nacional, con las excepciones que establezca la reglamentación. El rector y los miembros
del Consejo Superior serán responsables de su administración, debiendo responder en los
términos y con los alcances previstos en los artículos 130 y 131 de la ley 24.156. En ningún
caso el Estado nacional responderá por las obligaciones asumidas por las instituciones
universitarias que importen erogaciones adicionales para el Tesoro nacional.
ARTICULO 60.- El Presupuesto asignado al Sistema Universitario Estatal será distribuido
teniendo en cuenta los siguientes criterios:
a. Distribución Primaria: El 70% del total del Presupuesto aprobado se distribuirá
proporcionalmente a la población estudiantil de cada Universidad Nacional.
b. Distribución secundaria: El 30% restante se distribuirá en base a un índice ponderado,
elaborado por el Ministerio de Ecuación, Ciencia y Tecnología e integrado por los siguientes
indicadores:
I. Porcentaje de egresados en tiempo estimado como regular para cada carrera,
II. Rendimiento académico promedio de los alumnos,
III. Estimulo a la matrícula en carreras definidas como prioritarias por el Ministerio de
Educación, Ciencia y Tecnología,
IV. Eficiencia, equidad y transparencia en el manejo de los recursos humanos y
materiales a su cargo.
En ningún caso se podrá disminuir el aporte del Tesoro nacional como contrapartida de la
generación de recursos complementarios por parte de las instituciones universitarias nacionales.
ARTICULO 61.- La ley de presupuesto debe fijar anualmente la contribución del Tesoro nacional
al presupuesto y el plan de trabajos públicos de cada universidad. Dicha contribución se deberá
establecer de acuerdo con el siguiente procedimiento.
a) Cada universidad con intervención del Consejo Superior, elevará los anteproyectos de
presupuesto y su plan de trabajos públicos.
b) Los rectores, reunidos a tal efecto en el Consejo de Universidades, elevarán dichos
anteproyectos de presupuestos y planes de trabajos públicos;
c) El Poder Ejecutivo incorporará al proyecto de presupuesto la contribución a cada universidad
en forma global. Cuando las posibilidades financieras no permitan atender la totalidad de los
requerimientos, las cifras definitivas deben ser determinadas en el proyecto de presupuesto por
el Poder Ejecutivo, previa consulta al Consejo Interuniversitario.
d) En ningún caso la contribución del gobierno federal a las universidades, asignada en la ley
presupuesto nacional podrá ser inferior a la establecida en el año anterior.
ARTICULO 62.- Se establece una contribución adicional para todos los profesionales que
obtengan su título de grado en las Universidades Nacionales, la que será efectiva a partir del
momento en que su situación fiscal esté comprendida dentro de las siguientes categorías:
a. contribuyente al impuesto a las ganancias,
b. contribuyente de la 4ta. categoría de impuesto a las ganancias,
c. monotributistas de categoría C o superior a ésta.
Dicha contribución adicional estará conformada por el incremento del 10% en el monto tributado
en los todos los casos del presente artículo.
Este aporte adicional que será recaudado por la Administración Federal de Ingresos Públicos
(AFIP), se tributará por el término de siete (7) años a partir de que los profesionales se sitúen en
las categorías fiscales enunciadas en los incisos precedentes, y tendrá como destino el Fondo
Universitario de Fomento de Igualdad de Oportunidades. La AFIP dictará la reglamentación
necesaria para la percepción de los citados gravámenes.
Los profesionales egresados con anterioridad a la vigencia de la presente ley, podrán
voluntariamente adherir al presente régimen mediante manifestación fehaciente ante la AFIP y
por el tiempo que cada uno de ellos determine.
ARTICULO 63.- Es atribución exclusiva del Consejo Superior de cada universidad aprobar el
propio proyecto de presupuesto financiado con los recursos asignados.
Los recursos aportes creados en el artículo anterior se destinarán a las facultades de los
egresados que tributen el gravamen y serán asignados a los fines que sus autoridades
CONSULTA HACIA UNA NUEVA LEY NACIONAL DE EDUCACIÓN SUPERIOR 458
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determinen con carácter prioritario;
Los restantes recursos enumerados en los incisos b) a e) del artículo 56 se destinarán a financiar
un sistema de becas, préstamos, subsidios u otro tipo de crédito o ayuda estudiantil y apoyo
didáctico en los estudios de grado y posgrado. Estos recursos estarán fundamentalmente
destinados a los alumnos comprendidos en el artículo 57 de la presente ley de forma de
garantizar el principio de igualdad de oportunidades del sistema.
Los recursos del Fondo Universitario de Fomento de Igualdad de Oportunidades no podrán
utilizarse en caso alguno para financiar gastos corrientes.
Capítulo V
De las instituciones universitarias privadas
ARTICULO 64.- Las instituciones universitarias privadas deberán constituirse como asociaciones
civiles o fundaciones sin fines de lucro, obteniendo la correspondiente personería jurídica.
Deberán ser autorizadas por decreto del Poder Ejecutivo Nacional. Podrán funcionar
provisoriamente por un lapso de seis (6) años, previo informe favorable de la Agencia Nacional
de Evaluación y Acreditación Universitaria, y con expresa indicación de las carreras, grados y
títulos que la institución puede ofrecer y expedir.
ARTICULO 65.- El informe de la Agencia Nacional de Evaluación y Acreditación Universitaria a
que se refiere el artículo anterior, se fundamentará en la consideración de los siguientes criterios:
a) La responsabilidad moral, financiera y económica de los integrantes de las asociaciones o
fundaciones;
b) La viabilidad del proyecto institucional y académico.
c) El nivel académico del cuerpo de profesores con el que se contará inicialmente, su trayectoria
en investigación científica y en docencia universitaria;
d) La calidad y actualización de los planes de enseñanza e investigación propuestos;
e) Los medios económicos, el equipamiento y la infraestructura de que efectivamente se
dispongan para posibilitar el cumplimiento de sus funciones de docencia, investigación y
extensión;
f) Su vinculación internacional y la posibilidad de concretar acuerdos y convenios con otros
centros universitarios del mundo.
ARTICULO 66.- Durante el lapso de funcionamiento provisorio:
a) El Ministerio de Educación, Ciencia y Tecnología evaluará en cada institución el nivel
académico y el grado de cumplimiento de sus objetivos y planes de acción, en base a informes
de la Agencia Nacional de Evaluación y Acreditación Universitaria;
b) Toda modificación de los estatutos, creación de nuevas carreras, cambio de planes de estudio
o modificación, requerirá autorización ministerial;
c) En todo documento oficial o publicidad que realicen las instituciones deberán dejar constancia
expresa del carácter precario de la autorización con que operan.
El incumplimiento de las exigencias previstas en los incisos b) y c) dará lugar a la aplicación de
sanciones conforme lo establezca la reglamentación de la presente ley, la que podrá llegar al
retiro de la autorización provisoria concedida.
ARTICULO 67.- Cumplido el lapso de seis (6) años de funcionamiento provisorio, el
establecimiento podrá solicitar el reconocimiento definitivo para operar como institución
universitaria privada, el que se otorgará por decreto del Poder Ejecutivo Nacional previo informe
favorable de la Agencia Nacional de Evaluación y Acreditación Universitaria.
ARTICULO 68.- Las resoluciones denegatorias del reconocimiento definitivo, así como aquellas
que dispongan su retiro o el de la autorización provisoria, serán recurribles ante la Cámara
Federal del fuero Contencioso Administrativo correspondiente a la jurisdicción de la institución de
que se trate, dentro de los quince (15) días hábiles de notificada la decisión recurrida.
ARTICULO 69.- Los establecimientos privados cuya creación no hubiere sido autorizada
conforme a las normas legales pertinentes no podrán usar denominaciones ni expedir diplomas,
títulos o grados de carácter universitario.
La violación de esta norma dará lugar a la aplicación de sanciones conforme lo establezca la
reglamentación de la presente ley, la que podrá llegar a la clausura inmediata y definitiva de la
entidad y a la inhabilitación de los responsables para ejercer la docencia, así como para
desempeñar la función pública o integrar órganos de gobierno de asociaciones civiles dedicadas
a la educación superior.
Capítulo VI

CONSULTA HACIA UNA NUEVA LEY NACIONAL DE EDUCACIÓN SUPERIOR 459


Comisión de Educación – Honorable Cámara de Diputados de la Nación
De las instituciones universitarias provinciales
ARTICULO 70.- Los títulos y grados otorgados por las Instituciones Universitarias Provinciales
tendrán los efectos legales previstos en la presente ley, cuando previo al cumplimiento de las
disposiciones del artículo 65 obtengan el reconocimiento del Poder Ejecutivo Nacional. Deberán
adecuar sus normas de funcionamiento a los capítulos I, II, III y IV del presente título, en la
medida que dicha aplicación no vulnere las autonomías provinciales.
Capítulo VII
Educación Superior a Distancia
ARTICULO 71.- Las Instituciones Superiores y las Universidades podrán impartir enseñanza en
sus carreras y especialidades bajo la modalidad educativa a distancia. Deberán ajustarse a las
prescripciones de la presente ley, a la legislación jurisdiccional en los casos que corresponda, y a
los procedimientos de supervisión y control que emanen de los distintos niveles del Estado.
Articulo 72.- Las instituciones de formación docente reguladas en el Titulo III, Capítulo II de la
presente ley, que impartan sus cursos a distancia se ajustarán a los programas que para esa
modalidad de enseñanza diseñe el Instituto Nacional de Formación Docente y a los criterios
establecidos entre el Ministerio de Educación, Ciencia y Tecnología y el Consejo Federal de
Educación.
ARTICULO 73.- Las Universidades Nacionales, Provinciales y Privadas deberán ajustar sus
planes y programas de estudio desarrollados bajo la presente modalidad de acuerdo con las
disposiciones y normas establecidas por el Consejo Universitario Nacional.
ARTICULO 74.- La ANEAU aplicará los patrones y estándares para los procesos de acreditación
de las carreras que se dicten bajo la modalidad a distancia establecidos por el Ministerio de
Educación, Ciencia y Tecnología y, por el Consejo de Universidades.
La validez nacional de títulos y certificaciones de estudios a distancia se ajustará a las
disposiciones de la ANADEAU y a los circuitos de control, supervisión y evaluación específicos, a
cargo de la Comisión Federal de Registro y Evaluación Permanente de las ofertas de Educación
a Distancia.
ARTICULO 75.- El Estado Nacional y las jurisdicciones deberán supervisar la veracidad de la
información difundida desde las instituciones, la estricta coincidencia entre dicha información y la
propuesta autorizada e implementada y el cumplimiento de la regulación federal y jurisdiccional
correspondiente.
Capítulo VII
Del Gobierno y Coordinación del Sistema Universitario
ARTICULO 76.- El Ministerio de Educación, Ciencia y Tecnología es responsable de la
formulación de las políticas generales en materia universitaria, asegurando la participación de los
órganos de coordinación y consulta previstos en la presente ley y respetando el régimen de
autonomía universitaria.
ARTICULO 77.- Serán órganos de coordinación y consulta del sistema universitario, en sus
respectivos ámbitos, el Consejo de Universidades, el Consejo de Universidades Nacional, el
Consejo de Rectores de Universidades Privadas, la Agencia Nacional de Evaluación y
Acreditación Universitaria y los Consejos Regionales de Planificación de la Educación Superior.
ARTICULO 78.- El Consejo de Universidades será presidido por el Ministro de Educación,
Ciencia y Tecnología, o por quien este designe con categoría no inferior a Secretario, y estará
integrado por el Comité Ejecutivo del Consejo de Universidades Nacional, por la Comisión
Directiva del Consejo de Rectores de Universidades Privadas y por el rector de una institución
universitaria en representación de cada Consejo Regional de Planificación de la Educación
Superior. Serán sus funciones:
a) Proponer la definición de políticas y estrategias de desarrollo universitario, promover la
cooperación entre las instituciones universitarias, y la adopción de pautas para la
coordinación del sistema universitario;
b) Pronunciarse en aquellos asuntos sobre los cuales se requiera su intervención de
acuerdo con la presente ley;
c) Acordar con el Consejo Federal de Educación criterios y pautas para la articulación entre
las institutos o colegios de educación superior;
d) Expedirse sobre otros asuntos que se les remitan en consulta por la vía correspondiente.
ARTICULO 79.- El Consejo de Universidades Nacional estará integrado por los rectores de las
instituciones universitarias nacionales y provinciales reconocidas por la Nación, que estén
definitivamente organizadas. El Consejo de Rectores de Universidades Privadas estará integrado

CONSULTA HACIA UNA NUEVA LEY NACIONAL DE EDUCACIÓN SUPERIOR 460


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por los rectores de las instituciones universitarias privadas.
Dichos consejos tendrán por funciones:
a) Coordinar los planes y actividades en materia académica, de investigación científica y de
extensión entre las instituciones universitarias de sus respectivos ámbitos;
b) Ser órganos de consulta en las materias y cuestiones que prevé la presente ley,
c) Participar en el Consejo de Universidades,
Cada Consejo se dará su propio reglamento interno de funcionamiento.
TITULO V
Disposiciones complementarias y transitorias.
ARTICULO 80.- El Consejo de Universidades deberá establecer un mecanismo de
empadronamiento de todos los graduados de las universidades estatales a efectos de
incorporarlos al registro especial del artículo 53 inciso c)
ARTICULO 81.- Los estudiantes que hayan accedido a estudios superiores en virtud de las
situaciones excepcionales autorizadas en los artículos 7 y 39 bis de la ley 24.521, tendrán un
plazo de dos años para culminar sus estudios.
ARTICULO 82.- Todas las normas que eximen de impuestos, tasas y contribuciones a las
universidades nacionales al momento de la promulgación de la presente ley, continuarán
vigentes.
ARTICULO 83.- Derógase la Ley Nº 24.521 y sus complementarias.
ARTICULO 84.- De forma.

FUNDAMENTOS
Señor presidente:
A más de una década de su promulgación se encuentra abierto el debate en torno a la Ley de
Educación Superior y el Poder Ejecutivo ha adelantado opinión en el sentido de modificarla,
adecuando su accionar al nuevo marco normativo legal. Al mismo tiempo la discusión sobre el
futuro de la universidad pública ha ganado espacio en los medios de comunicación, resonando
en foros, encuentros y seminarios donde comienzan a plantearse las diferentes estrategias y
posiciones.
Debemos destacar que hasta 1995, la Argentina carecía de un instrumento legal que regulara el
funcionamiento de la educación superior en su conjunto. Las normas vigentes hasta entonces
provenían de la agregación y en ocasiones de la superposición de leyes, decretos y resoluciones
ministeriales diversas. La ley n º 24521, fue concebida como un marco regulatorio amplio y
unificador del sistema que facilitara la articulación y el desarrollo de todas las instituciones de
nivel superior, universitarias y no universitarias.
La ley vigente, aunque controvertida, estableció parámetros de funcionamiento en el sistema de
educación superior que entendemos deben preservarse, como la incorporación de procesos de
evaluación institucional interna y externa, y un mecanismo de acreditación de carreras, y ciertas
herramientas para alcanzar el mejoramiento de la calidad y la modernización de las instituciones
de educación superior.
La iniciativa que hoy proponemos plasma en la regulación del nivel superior las disposiciones
establecidas en la Ley Nacional de Educación nº 26206 respecto del Instituto Nacional de
Formación Docente.
Asimismo recoge la experiencia de la última década y cubre las problemática más compleja en
materia universitaria: autonomía, financiamiento y calidad. Entendemos que el concepto de
autonomía es el principio básico de la universidad pública reformista, ratificado en la Constitución
Nacional desde 1994 y en orden a preservarlo consideramos que debe otorgarse a los estatutos
de cada casa de estudios su verdadera jerarquía: la de regular y establecer la vida universitaria.
En el mismo sentido se establece taxativamente los supuestos y condiciones en los que puede
tener lugar una intervención en las casas de estudios superiores, porque la intervención debe ser
un remedio absolutamente excepcional y autorizado judicialmente.
Otro aspecto central en el debate son los mecanismos de acreditación y evaluación de las
universidades. Deben preservarse y fortalecerse dichos mecanismos y por ello proponemos
jerarquizar más el sistema mediante la creación de una Agencia Nacional de Evaluación y
Acreditación Universitaria (ANEAU), integrada por 12 miembros, designados por el Poder
Ejecutivo nacional a propuesta del Consejo de Universidades Nacional, el Consejo de Rectores
de Universidades Privadas, la Academia Nacional de Educación, las Cámaras del Honorable
CONSULTA HACIA UNA NUEVA LEY NACIONAL DE EDUCACIÓN SUPERIOR 461
Comisión de Educación – Honorable Cámara de Diputados de la Nación
Congreso Nacional, y el Ministerio de Educación. Es importe reforzar la cultura de la evaluación,
tanto interna como externa, convirtiéndola en un elemento esencial y continuo, fundamental para
el diseño de proyectos, programas y estrategias de transformación y mejoramiento de la calidad
de la enseñanza impartida y la investigación desarrollada.
En el presente proyecto abordamos el tema del financiamiento de la educación terciaria,
superando la antinomia gratuidad versus arancelamiento. Los estudios universitarios no son
gratuitos para los ciudadanos, muchos de los cuales no irán ni enviarán sus hijos a la universidad
y los recursos del sector deben ser asignados y utilizados con eficacia y transparencia. Por ello
proponemos que manteniendo la vigencia del principio de gratuidad de la enseñanza y
reafirmando la responsabilidad primaria en el Estado nacional, se establezca una contribución
adicional para todos los profesionales que obtengan su título de grado en las Universidades
Nacionales.
Dicha contribución será efectiva a partir del momento en que la situación fiscal de los graduados
alcance quede comprendida dentro de ciertas categorías: contribuyente al impuesto a las
ganancias: contribuyente de la 4ta. categoría de impuesto a las ganancias, monotributistas de
categoría C o superior a ésta; y consistirá en un incremento del 10% en el monto tributado en los
todos los casos.
El monto recaudado será afectado al Fondo Universitario de Fomento de Igualdad de
Oportunidades, en virtud del cual ningún habitante en condiciones de cursar estudios superiores
se verá impedido de hacerlo por motivos económicos. Por su parte, los profesionales egresados
con anterioridad a la vigencia de la presente ley, podrán voluntariamente adherir al presente
régimen mediante manifestación fehaciente ante la AFIP y por el tiempo que cada uno de ellos
determine.
Asimismo, se establece un sistema objetivo de reparto de recursos con el fin de acotar la
discrecionalidad de Poder Ejecutivo y fomentar la transparentar en la asignación y eficiencia en la
administración de los recursos.
Finalmente, la presente iniciativa nos permite cumplir con los requerimientos del Consejo de
Universidades nacional (CIN) que en su último documento y con vista al proceso de modificación
del marco legal vigente expresó " la necesidad de establecer un sistema universitario que
garantice la educación pública, libre y gratuita, que asegure condiciones efectivas de inclusión,
que sea proactivo, plural, comprometido, que brinde una formación de calidad en grado,
posgrado, investigación y extensión, que promueva una activa participación de todos los
miembros de la comunidad universitaria y, entre otras cosas, que posea un sistema de
financiamiento público".
Satisfacer esa necesidad nos exige una ley marco flexible, que respete la autonomía universitaria
y que contribuya a sustentar un proceso de transformación en las instituciones de educación
superior para alcanzar mejores resultados y mayor calidad institucional.
La presente iniciativa cumple con estos postulados y por ello solicito a mis pares la aprobación
del presente proyecto de ley.

CONSULTA HACIA UNA NUEVA LEY NACIONAL DE EDUCACIÓN SUPERIOR 462


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H.Cámara de Diputados de la Nación
PROYECTO DE LEY
Texto facilitado por los firmantes del proyecto. Debe tenerse en cuenta que solamente podrá ser
tenido por auténtico el texto publicado en el respectivo Trámite Parlamentario, editado por la
Imprenta del Congreso de la Nación.
Nº de
4396-D-2007
Expediente
Trámite
118 (06/09/2007)
Parlamentario
Sumario LEY NACIONAL DE EDUCACION SUPERIOR.
CANTERO GUTIERREZ, ALBERTO - WEST, MARIANO FEDERICO -
LOVAGLIO SARAVIA, ANTONIO - MASSEI, OSCAR - RICHTER, ANA
Firmantes
ELISA RITA - ROSSO, GRACIELA ZULEMA - SOLANAS, RAUL PATRICIO -
MONAYAR, ANA MARIA CARMEN - TULIO, ROSA ESTER.
Giro a
EDUCACION; PRESUPUESTO Y HACIENDA.
Comisiones
El Senado y Cámara de Diputados,...
LEY NACIONAL DE EDUCACIÓN SUPERIOR
El Senado y Cámara de Diputados de la Nación Argentina reunidos en Congreso, etc. sancionan
con fuerza de Ley:
TÍTULO I
DISPOSICIONES PRELIMINARES (artículos 1 al 2)
ARTÍCULO Nº 1- Están comprendidas dentro de la presente ley las instituciones de formación
superior, sean universitarias o no universitarias, nacionales, provinciales o municipales, tanto
estatales como privadas, todas las cuales forman parte del Sistema Educativo Nacional regulado
por la ley 26.206 de Educación Nacional.
ARTÍCULO Nº 2 - Se establece la responsabilidad indelegable del Estado en la planificación del
desarrollo académico, científico y tecnológico y la evaluación de la calidad sobre la totalidad del
Sistema de Educación Superior, así como el sostenimiento económico-presupuestario del
Subsistema Público. Estos principios están en consonancia con los explicitados para todo el
sistema educativo en los artículos 2, 3, 4, 5, 6, 7, 8 y 9 de la Ley de Educación Nacional 26.206.
El Estado Nacional asume la máxima responsabilidad, y los Estados Provinciales y Gobierno de
la Ciudad Autónoma de Buenos Aires la corresponsabilidad, en la construcción de un sistema de
Educación Superior con los más elevados niveles de excelencia y pertinencia social, todo ello en
el marco del desarrollo integrado del país en lo cultural, político, social, económico y territorial. En
tal sentido los Estados Nacional y Provinciales garantizan:
a) El carácter gratuito de los estudios de grado, prohibiendo expresamente el
establecimiento de rentas, aranceles, tasas o contribuciones que signifiquen un gravamen
implícito o explícito sobre los estudios universitarios y terciarios que se dicten en las
instituciones estatales de enseñanza superior de carácter público.
b) El libre acceso a los estudios superiores, sin discriminaciones de ningún tipo, para todos
los ciudadanos que acrediten las condiciones de formación requeridas, habilitadas por el
nivel de enseñanza previo y/o por el cumplimiento de las condiciones especificadas en el
artículo 7 de la presente ley.
c) Las condiciones de equidad e igualdad de posibilidades para el ejercicio del derecho a la
educación superior para todos aquellos quienes, acreditando las condiciones de formación
requeridas, no pudieran acceder al nivel de Educación Superior por carencias económicas
estructurales para su sostenimiento, lo que amerita la plena vigencia de un sistema
específico de becas, y/o por tener necesidades educativas especiales que requieren
servicios específicos de enseñanza, condiciones adecuadas de infraestructura o recursos
tecnológicos particulares que posibiliten sus aprendizajes.
TÍTULO II
DE LA EDUCACIÓN SUPERIOR (artículos 3 al 14)
CAPÍTULO 1
DE LOS FINES Y OBJETIVOS (artículos 3 al 4)
ARTÍCULO Nº 3 -En el marco de los artículos generales 2, 3 y 8, y los artículos específicos 34,
35, 36 y 37 de la Ley de Educación Nacional 26.206, se establece que la Educación Superior
tiene por finalidad:

CONSULTA HACIA UNA NUEVA LEY NACIONAL DE EDUCACIÓN SUPERIOR 463


Comisión de Educación – Honorable Cámara de Diputados de la Nación
a) Proporcionar formación humanística, científica, técnica y profesional en el más alto nivel, que
habilite para actuar con idoneidad social e intelectual en el ejercicio de sus actividades, tanto en
la actividad pública como privada.
b) Formar a los estudiantes en los valores de la solidaridad y el progreso social, atendiendo al
desarrollo de los saberes, las actitudes y los valores que requiere la formación de ciudadanos
responsables, emprendedores, proactivos, reflexivos, críticos, capaces de transformar la realidad,
mejorar la calidad de vida, promover la cultura nacional, consolidar el respeto al medio ambiente,
a los derechos humanos, a la vigencia del orden democrático y del desarrollo integral de la
Nación.
c) Promover la generación y desarrollo del conocimiento en todas sus formas, investigar e
impulsar la innovación y desarrollo de tecnologías requeridas para el progreso del País, producir
bienes y prestar servicios con proyección social, realizando los aportes necesarios y útiles para la
igualdad y desarrollo económico y social sustentable de la Nación Argentina y la integración
latinoamericana.
ARTÍCULO Nº 4 - Son objetivos del Sistema de Educación Superior:
a) Formar científicos, profesionales y tecnólogos, que se caractericen por la solidez de su
formación académica y valores sociales con la comunidad de la que forman parte, junto al
compromiso para con el desarrollo integral de la Nación Argentina.
b) Preparar para el ejercicio de la docencia en todos los niveles y modalidades del sistema
educativo.
c) Promover la investigación científica, la innovación y el desarrollo tecnológico y las creaciones
artísticas, contribuyendo al progreso general de la Nación.
d) Garantizar crecientes niveles de calidad, pertinencia y excelencia en todas las opciones
institucionales del sistema.
e) Profundizar los procesos de democratización en la Educación Superior, contribuir a la
distribución equitativa del conocimiento y asegurar la igualdad de oportunidades y posibilidades.
f) Articular la oferta educativa de los diferentes tipos de instituciones que la integran.
g) Promover una adecuada diversificación de los estudios de nivel superior, que atienda a las
expectativas y demandas de la población y promueva la adecuada respuesta a los
requerimientos del sistema cultural, educativo y la estructura social, económica y productiva de la
Nación.
h) Asegurar un aprovechamiento integral de las capacidades humanas y recursos materiales que
tenga asignados.
i) Incrementar y diversificar las oportunidades de actualización, perfeccionamiento y reconversión
para los integrantes del sistema y para sus egresados.
j) Promover y desarrollar mecanismos asociativos para la resolución de los problemas
nacionales, regionales, continentales y mundiales.
CAPÍTULO 2
DE LA ESTRUCTURA Y ARTICULACIÓN (artículos 5 al 10)
ARTÍCULO Nº 5 - El Sistema Nacional de Educación Superior está constituido por Institutos de
Educación Superior (institutos de formación docente, humanística, social, técnica, profesional o
artística y Centros de Educación Superior que se creen o reconviertan) y por Instituciones de
Educación Universitaria (universidades e institutos universitarios).
ARTÍCULO Nº 6 - El Sistema Nacional de Educación Superior tendrá una estructura organizativa
sistémica, abierta y flexible a la creación de espacios y modalidades que posibiliten la
interrelación con todo el tejido social e institucional de la Nación y la incorporación de nuevas
tecnologías educativas.
ARTÍCULO Nº 7 - Para ingresar como alumno a las instituciones de nivel superior, se requiere
haber aprobado el nivel medio o ciclo polimodal de enseñanza. Excepcionalmente, los mayores
de 25 años que no reúnan esa condición, podrán ingresar siempre que demuestren, a través de
las evaluaciones que las Provincias, la Ciudad Autónoma de Buenos Aires o las universidades
establezcan, que poseen preparación acorde con los estudios que se proponen iniciar, así como
aptitudes y conocimientos suficientes para cursarlos satisfactoriamente.
ARTÍCULO Nº 8 - Se establecen las siguientes responsabilidades, mecanismos y procedimientos
para asegurar la articulación entre las distintas instituciones que conforman el Sistema Nacional
de Educación Superior, a fin de facilitar el cambio de modalidad, la orientación o carrera, la
articulación de ciclos curriculares de formación que impliquen la continuación y/o la prosecución
de estudios en otras instituciones de educación superior, así como la reconversión de los

CONSULTA HACIA UNA NUEVA LEY NACIONAL DE EDUCACIÓN SUPERIOR 464


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estudios concluidos:
a) Las Provincias y la Ciudad Autónoma de Buenos Aires promoverán los mecanismos de diseño,
gestión y evaluación curricular de los planes de estudio de sus respectivas carreras y de
organización de las instituciones educativas para asegurar legalmente, en sus respectivos
ámbitos de competencia, el funcionamiento efectivo de mecanismos y procedimientos de
articulación para la continuidad y/o la prosecución de estudios entre los institutos de educación
superior que de ellas dependan.
b) Las distintas Jurisdicciones Provinciales y Ciudad Autónoma de Buenos Aires, acordarán en el
seno del Consejo Federal de Educación los mecanismos de articulación entre sus Institutos de
Educación Superior no universitaria, para la instrumentación de modelos curriculares y de gestión
académica institucional, que permitan y acrediten legalmente la continuidad y/o la prosecución de
estudios en otros institutos de educación superior de las distintas jurisdicciones.
c) Las instituciones universitarias y las jurisdicciones que correspondan, establecerán los
convenios institucionales de articulación que fuesen necesarios a fin de asegurar la continuidad
de estudios, la terminalidad de carreras de grado organizadas curricularmente por ciclos de
formación, o la prosecución de carreras articuladas, ya fueren de grado o de posgrado.
d) El reconocimiento de estudios cursados y aprobados (ya se trate de asignaturas o de espacios
curriculares individuales, de ciclos de formación completos previstos por diseños curriculares de
planes de estudios, o de carreras completas de pre-grado o de grado) en instituciones de
Educación Superior, se realizará a través de un Sistema de Créditos Académicos, el que deberá
ser promovido y aprobado por el Ministerio de Educación, Ciencia y Tecnología de la Nación,
conforme a los requisitos y pautas que se acuerden entre el Consejo de Universidades y el
Consejo Federal de Educación.
ARTÍCULO Nº 9 - Para hacer efectiva la articulación entre las instituciones de educación superior
pertenecientes a distintas jurisdicciones, prevista en el artículo anterior, el Ministerio de
Educación, Ciencia y Tecnología de la Nación invitará al Consejo Federal de Educación y al
Consejo de Universidades a que integren -a través de la designación de tres representantes por
Consejo- una Comisión Especial Permanente, que será presidida por un representante del
MECyT y tendrá a su cargo la responsabilidad de regular y evaluar el modelo y la gestión del
Sistema de Créditos Académicos.
ARTÍCULO Nº 10 - La articulación de la educación superior a nivel regional estará a cargo de los
Consejos Regionales de Planificación de la Educación Superior, integrados por representantes
de las instituciones universitarias y de los gobiernos provinciales de cada región. Los Acuerdos
que se logren en dichos Consejos, tendrán un carácter vinculante para las partes que conforman
cada Región.
CAPÍTULO 3
DERECHOS Y OBLIGACIONES (artículos 11 al 14)
ARTÍCULO Nº 11 - Son derechos de los docentes de las instituciones estatales de educación
superior, sin perjuicio de lo dispuesto por la legislación específica:
a) Gozar de estabilidad laboral a través del cumplimiento de un régimen de Carrera Docente que
regule los mecanismos de acceso mediante concurso público y abierto de antecedentes y
oposición, los niveles de control de gestión y mantenimiento de la estabilidad en el cargo, y los
sistemas de promoción (concurso abierto o cerrado de antecedentes y oposición) que
correspondan a los diferentes cargos docentes que tenga definidos cada institución universitaria.
b) Participar en el gobierno de la institución a la que pertenecen, en función de las normas
legales pertinentes en acuerdo con la presente ley y estatutos de cada institución universitaria.
c) A acceder a programas institucionales de actualización, capacitación y perfeccionamiento de
modo continuo a través de la carrera académica.
d) Recibir una digna retribución por su actividad, la que tendrá en consideración además del
cargo, dedicación y antigüedad, el reconocimiento a su formación académica, tarea docente y
producción científica, técnica y de extensión universitaria en el marco de los planes
institucionales que fije el estatuto de cada universidad.
e) Tener una Jubilación del 85 % móvil del salario que efectivamente percibe el cargo en
actividad.
e) Participar en la actividad gremial.
ARTÍCULO Nº 12 - Son deberes de los docentes de las instituciones estatales de educación
superior:
a) Observar las normas que regulan el funcionamiento de la institución a la que pertenecen.
b) Participar activamente en la vida de la institución cumpliendo con responsabilidad su función

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docente, de investigación y de servicio.
c) Actualizarse en su formación profesional y cumplir con las exigencias de perfeccionamiento
académico y científico que fije la carrera docente para el nivel de cargo en que se desempeñe.
d) Participar y contribuir al logro de los objetivos y finalidades definidos para el Sistema Nacional
de Educación Superior planteados en los artículos 3 y 4 de la presente Ley
ARTÍCULO Nº 13 - Son derechos de los estudiantes de las instituciones estatales de educación
superior:
a) El acceso libre y gratuito al sistema de educación superior, sin discriminaciones de ninguna
naturaleza.
b) La gratuidad de la enseñanza superior y universitaria de grado, sin tributar aranceles, tasas,
contribuciones o gravámenes de ninguna naturaleza.
c) Asociarse libremente en centros de estudiantes, federaciones nacionales y regionales, a elegir
sus representantes y a participar en el gobierno y en la vida de la institución, conforme a los
estatutos de la institución universitaria, a lo que establece la presente ley y, en su caso, las
normas legales de las respectivas jurisdicciones provinciales.
d) Obtener becas, créditos y otras formas de apoyo económico y social que garanticen la
igualdad de oportunidades y posibilidades, particularmente para el acceso y permanencia en los
estudios de grado, conforme a las normas que reglamenten la materia.
d) Recibir información para el adecuado uso de la oferta de servicios de educación superior.
e) Solicitar, cuando se encuentren en las situaciones previstas en los artículos 1 y 2 de la ley
20.596, la postergación o adelanto de exámenes o evaluaciones parciales o finales cuando las
fechas previstas para los mismos se encuentren dentro del período de preparación y/o
participación.
ARTÍCULO Nº 14 - Son obligaciones de los estudiantes de las instituciones estatales de
educación superior:
a) Respetar los estatutos y reglamentaciones de la institución en la que estudian.
b) Observar las condiciones de estudio, investigación, trabajo y convivencia que estipule la
institución a la que pertenecen.
c) Cumplimentar curricularmente con el régimen de rendimiento académico mínimo exigible
anualmente que cada institución estipule sobre la base de las regulaciones de la presente ley.
d) Participar y contribuir al logro de los objetivos y finalidades definidos para el Sistema Nacional
de Educación Superior planteados en los artículos 3 y 4 de la presente Ley.
d) Respetar el disenso, las diferencias individuales, la creatividad personal y colectiva y el trabajo
en equipo.
TÍTULO III
DE LA EDUCACIÓN SUPERIOR NO UNIVERSITARIA (artículos 15 al 23)
CAPÍTULO 1
DE LA RESPONSABILIDAD JURISDICCIONAL (artículos 15 al 16)
ARTÍCULO Nº 15: Corresponde a las Provincias y a la Ciudad Autónoma de Buenos Aires el
gobierno y organización de la educación superior en sus respectivos ámbitos de competencia, así
como dictar normas que regulen la creación, modificación y cese de institutos de educación
superior y el establecimiento de las condiciones a que se ajustará su funcionamiento, todo ello en
el marco de la ley 26.206, de lo que establece la presente y de los correspondientes acuerdos
federales.
Las jurisdicciones atenderán en particular a las siguientes pautas:
a) Estructurar los planes de estudios en base a una organización curricular con flexibilidad que
facilite a sus estudiantes la continuidad y prosecución de estudios en otras instituciones de
educación superior -universitarias y no universitarias- y a sus graduados la formación adecuada
para acceder a una salida laboral inmediata garantizándoles asimismo, desde dicha flexibilidad
curricular, su reinserción en programas de estudio, formación académica y capacitación
permanente a lo largo de la vida.
b) Articular las carreras afines estableciendo en lo posible ciclos básicos comunes y regímenes
flexibles de equivalencia, optatividad y reconversión a través de la instrumentación y aplicación
del Sistema de Créditos Académicos que se organice según lo establecido en el artículo 8 de la
presente Ley.
c) Prever como parte de la formación del estudiante la realización de trabajos finales de

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graduación que articulen el ciclo de estudios, los que pueden consistir en un desarrollo de tipo
académico- científico o tecnológico, o en residencias programadas, sistemas de alternancia u
otras formas de prácticas supervisadas, curricularmente acreditables, que podrán desarrollarse
en las mismas instituciones o en entidades o empresas públicas o privadas, siempre en acuerdo
con la legislación general que regula esas prácticas.
d) Tender a ampliar gradualmente el margen de autonomía de gestión de las instituciones
respectivas, dentro de los lineamientos de la política educativa jurisdiccional y federal en general
y de los mecanismos y procedimientos acordados para la articulación de las instituciones
promovidos por esta ley en particular.
e) Prever que sus sistemas de estadística e información educativa incluyan un componente
específico de educación superior, que facilite el conocimiento, evaluación y reajuste del
respectivo subsistema, y que garantice sistemas de seguridad en los procedimientos informáticos
de los historiales de acreditación académica de los estudiantes, tendientes a facilitar el
reconocimiento de créditos para la gestión de los mecanismos y procedimientos de articulación
interinstitucional para la prosecución de estudios.
f) Establecer mecanismos de cooperación interinstitucional y de recíproca asistencia técnica y
académica entre institutos y universidades, como estrategias para el mejoramiento de la calidad
institucional y la gestión curricular que garanticen equidad en la formación académica recibida
por los estudiantes en todas las instituciones del sistema y, consecuentemente, real igualdad de
posibilidades para la prosecución de estudios.
g) Desarrollar modalidades regulares y sistemáticas de evaluación institucional, con arreglo a lo
que estipula el artículo 25 de la presente ley.
ARTÍCULO Nº 16 - El Estado Nacional apoyará programas de educación superior no
universitaria, que se caractericen por la singularidad de su oferta, por su nivel de excelencia, por
su carácter experimental y/o por su incidencia local o regional.
A tal efecto se promocionará la creación y/o reconversión de institutos de educación superior con
estas características en Centros de Educación Superior, Investigación Científica e Innovación
Tecnológica para el Desarrollo Integral de las Regiones, Provincias y del País.
Estos Centros, si bien se conciben en el marco de las instituciones de educación superior no
universitaria se distinguirán de los institutos de educación superior, pues tendrán la finalidad de
contribuir en la creación de recursos humanos altamente capacitados, con nuevos perfiles de
formación y desarrollo de competencias para la producción, recreación y aplicación del
conocimiento y la innovación y desarrollo de nuevas tecnologías.
Los Centros con su perfil propio y en el marco de las estrategias de desarrollo regional deberán
crearse y estar vinculados con universidades nacionales e integrados con programas y proyectos
gubernamentales de desarrollo local, regional y nacional.
CAPÍTULO 2
DE LOS INSTITUTOS DE EDUCACIÓN SUPERIOR (artículos 17 al 20)
ARTÍCULO Nº 17 - Los institutos de educación superior tienen por funciones básicas:
a) Formar y capacitar para el ejercicio de la docencia en los niveles no universitarios del
sistema educativo.
b) Proporcionar formación superior en las áreas sociales, técnicas, profesionales,
humanísticas y artísticas, que habiliten para el desempeño laboral y la acreditación de las
carreras y/o ciclos de formación realizados para la prosecución de estudios y actualización
permanente en otros ciclos, instituciones y niveles.
c) La oferta de carreras en institutos de educación superior deberá estar vinculada a la vida
cultural y productiva local y regional.
ARTÍCULO Nº 18 - La formación de docentes para los distintos niveles de la enseñanza no
universitaria, debe realizarse en Institutos de Formación Docente en el marco de los alcances,
funciones, planes y programas del Instituto Nacional de Formación Docente en el marco de los
Acuerdos del Consejo Federal de Educación o en universidades que ofrezcan carreras con esa
finalidad, respetando las finalidades prescriptas por los artículos 71, 72 y 73 de la ley 26.206 de
educación nacional.
ARTÍCULO Nº 19 - El ingreso a la carrera docente en los institutos de educación superior de
gestión estatal se hará mediante concurso público y abierto de antecedentes y oposición,
respetando las regulaciones previstas por los artículos 69 y 70 de la ley de educación nacional
26.206. La estabilidad, que constituye un derecho garantizado por el artículo 67 de la misma ley,
estará sujeta a un régimen de evaluación y control de la gestión docente y preverá asimismo
mecanismos que garanticen las dos opciones de la carrera docente admitidas por el artículo 69

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de la misma.
Asimismo, cuando se trate del ejercicio de la docencia en carreras flexibles y a término, las
jurisdicciones deberán establecer regímenes especiales para definir pautas de ingreso y
regulaciones de permanencia en el ejercicio de las funciones docentes en acuerdo con los
claustros docentes.
ARTÍCULO Nº 20 - Las Provincias y la Ciudad Autónoma de Buenos Aires arbitrarán los medios
necesarios para que sus Institutos de Formación Docente garanticen el perfeccionamiento y la
actualización de los docentes en actividad, mediante instancias de implementación gratuita, en
los aspectos curriculares, pedagógicos e institucionales.
Asimismo, para el fortalecimiento institucional deberán promover el desarrollo de investigaciones
educativas y la realización de experiencias innovadoras.
CAPÍTULO 3
DE LOS TÍTULOS Y PLANES DE ESTUDIO (artículos 21 al 22)
ARTÍCULO Nº 21 - Los planes de estudio de los Institutos de Formación Docente, cuyos títulos
habiliten para el ejercicio de la docencia en los niveles no universitarios del sistema educativo,
serán diseñados respetando -en función de los artículos 74, 75, 76, 77, 78 y 85 de la ley 26.206
de educación nacional- los contenidos básicos comunes para la formación docente que se
acuerden en el seno del Consejo Federal de Educación.
La validez nacional de los títulos estará sujeta al previo reconocimiento de dichos planes por la
instancia que determine el referido Consejo.
Igual criterio se seguirá con los planes de estudio para la formación humanística, social, artística,
técnica y profesional, cuyos títulos habiliten para continuar estudios en otros ciclos, niveles o
establecimientos, o para el desempeño de actividades reguladas por el Estado, cuyo ejercicio
pudiere poner en riesgo de modo directo la salud, la seguridad, los derechos o los bienes de los
habitantes.
ARTÍCULO Nº 22. - Tendrán validez nacional y serán reconocidos por todas las jurisdicciones, los
títulos y certificaciones de perfeccionamiento y capacitación docente, expedidos por instituciones
de educación superior oficiales o privadas reconocidas, que respondan a las normas fijadas al
respecto por el Consejo Federal de Educación.
CAPÍTULO 4
DE LA EVALUACIÓN INSTITUCIONAL (Artículo 23)
ARTÍCULO Nº 23 - El Consejo Federal de Educación acordará la adopción de criterios y bases
comunes para la evaluación de los Institutos de Educación Superior, en particular de aquellos
que ofrezcan estudios cuyos títulos habiliten para el ejercicio de actividades que pudieren
comprometer de modo directo los intereses públicos y regulados por el Estado. Para ello
establecerá las condiciones y requisitos mínimos a los que tales instituciones se deberán ajustar.
La evaluación de la calidad de la formación docente se realizará con arreglo a lo que establece la
ley 26.206 en sus artículos 85, 94, 95, 96, 97, 98 y 99.
TÍTULO IV
DE LA EDUCACIÓN SUPERIOR UNIVERSITARIA (artículos 24 al 71)
CAPÍTULO 1
DE LAS INSTITUCIONES UNIVERSITARIAS Y SUS FUNCIONES (artículos 24 al 26)
ARTÍCULO Nº 24 - La enseñanza superior universitaria estará a cargo de las Universidades
Nacionales, de las Universidades Provinciales y Universidades Privadas reconocidas por el
Estado Nacional y de los Institutos Universitarios estatales o privados también reconocidos por el
Estado Nacional. Todos ellos integran el Sistema Universitario Nacional.
ARTÍCULO Nº 25 - Las instituciones que responden a la denominación de "Universidad" deben
desarrollar su actividad en una variedad de áreas disciplinarias no afines, orgánicamente
estructuradas en facultades, departamentos o unidades académicas equivalentes. Las
instituciones que circunscriben su oferta académica a una sola área disciplinaria, se denominan
"Institutos Universitarios."
ARTÍCULO Nº 26 - Son funciones básicas de las instituciones universitarias:
a) Formar y capacitar científicos, profesionales, docentes y técnicos, capaces de actuar con
idoneidad intelectual, responsabilidad profesional y solidaridad social, con las capacidades
necesarias para analizar e interpretar la realidad y encontrar el sentido social de las prácticas
científicas, técnicas, profesionales y culturales en el marco de una sociedad en transformación,
que demanda espíritu crítico y reflexivo, pensamiento colectivo, trabajo en equipo, cooperación y
una formación sustentada en los valores de una ética solidaria que ponga al conocimiento al
CONSULTA HACIA UNA NUEVA LEY NACIONAL DE EDUCACIÓN SUPERIOR 468
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servicio del desarrollo y fortalecimiento político, social, económico y cultural del país, asegure la
integración social, atienda a las demandas individuales -en particular de las personas con
discapacidad, desventaja o marginalidad- y promueva el desarrollo económico sustentable, la
identidad cultural y la soberanía nacional.
b) Promover y desarrollar la investigación científica y tecnológica, los estudios humanísticos y las
creaciones artísticas, concibiendo políticas de desarrollo que prioricen una contextualización
socio-histórica de las prácticas, que promueva la integración de las instituciones de educación
superior con los grupos humanos regionales, sus necesidades, su pasado histórico y su futuro,
como forma de responder a las demandas políticas, económicas y socio-culturales del medio a la
vez que a las necesidades propias del avance científico, tecnológico y cultural.
c) Crear y difundir el conocimiento y la cultura en todas sus formas, concibiendo que la educación
para todos y durante toda la vida, constituye el resguardo estratégico para garantizar una
sociedad democrática, que respete las diversidades culturales y que considere la distribución
social del saber como mecanismo central para fomentar la igualdad, la solidaridad, la integración
social y la calidad de vida que den sustentabilidad a las generaciones futuras.
d) Generar modelos de desarrollo educacional y social, y programas alternativos que promuevan
-mediante la instrumentación de las diversas modalidades de educación formal y no formal,
presenciales, semipresenciales, abiertas y a distancia para la formación, capacitación y
actualización de la ciudadanía- el ejercicio y construcción de espacios educativos para la
generación de igualdad de oportunidades y posibilidades para todos sus habitantes.
CAPÍTULO 2
DE LA AUTONOMÍA, SU ALCANCE Y SUS GARANTÍAS (artículos 27 al 30)
ARTÍCULO Nº 27 - La autonomía universitaria exige y hace posible que docentes, investigadores
y estudiantes cumplan con sus respectivas responsabilidades, en orden a la satisfacción de las
necesidades educativas, científicas y profesionales de la sociedad, así como que las
Universidades rindan cuenta del uso de sus medios y recursos y del cumplimiento de sus fines a
la sociedad. En este marco, las instituciones universitarias tendrán autonomía académica e
institucional, que comprende básicamente las siguientes atribuciones:
a) Dictar y reformar sus estatutos, los que serán comunicados al Ministerio de Educación, Ciencia
y Tecnología de la Nación a los fines establecidos en el artículo 33 de la presente ley.
b) Definir sus órganos de gobierno, establecer sus funciones, decidir su integración y elegir sus
autoridades de acuerdo a lo que establezcan los estatutos y lo que prescribe la presente ley.
c) Administrar sus bienes y recursos, conforme a sus estatutos y las leyes que regulan la materia.
d) Crear carreras universitarias de grado y de posgrado.
e) Formular y desarrollar planes de estudio, de investigación científica y de extensión y servicios
a la comunidad incluyendo la enseñanza de la ética profesional y la formación y capacitación
sobre la problemática de la discapacidad.
f) Otorgar grados académicos y títulos habilitantes conforme a las condiciones que se establecen
en la presente ley.
g) Impartir enseñanza, con fines de experimentación, de innovación pedagógica o de práctica
profesional docente, en los niveles preuniversitarios, debiendo continuar en funcionamiento los
establecimientos existentes actualmente que reúnan dichas características.
h) Establecer el régimen de acceso, permanencia y promoción del personal docente y no
docente.
i) Designar y remover al personal.
j) Establecer el régimen de admisión, permanencia y promoción de los estudiantes, así como el
régimen de equivalencias.
k) Revalidar, sólo como atribución de las universidades nacionales, títulos extranjeros.
l) Fijar el régimen de convivencia.
m) Desarrollar y participar en emprendimientos que favorezcan el avance y aplicación de los
conocimientos.
n) Mantener relaciones de carácter educativo, científico-cultural con instituciones del país y del
extranjero.
ñ) Reconocer oficialmente asociaciones de estudiantes, cumplidos que sean los requisitos que
establezca la reglamentación, lo que conferirá a tales entidades personería jurídica.
ARTÍCULO Nº 28 - Las instituciones universitarias nacionales sólo pueden ser intervenidas por el
Honorable Congreso de la Nación, o durante su receso y ad referéndum del mismo, por el Poder

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Ejecutivo Nacional por plazo determinado -no superior a los seis meses- y sólo por alguna de las
siguientes causales:
a) Conflicto insoluble dentro de la institución que haga imposible su normal funcionamiento.
b) Grave alteración del orden público.
c) Manifiesto incumplimiento de la presente ley.
La intervención nunca podrá menoscabar la autonomía académica.
ARTÍCULO Nº 29 - La fuerza pública no puede ingresar en las instituciones universitarias
nacionales si no media orden escrita previa y fundada de juez competente o solicitud expresa de
la autoridad universitaria legítimamente constituida.
ARTÍCULO Nº 30 - Contra las resoluciones definitivas de las instituciones universitarias
nacionales impugnadas con fundamento en la interpretación de las leyes de la Nación, los
estatutos y demás normas internas, sólo podrá interponerse recurso de apelación ante los
tribunales federales de primera instancia con competencia en el lugar donde tiene su sede
principal la institución universitaria.
CAPÍTULO 3
DE LAS CONDICIONES PARA SU FUNCIONAMIENTO (artículos 31 al 44)
SECCIÓN 1
REQUISITOS GENERALES (artículos 31 al 37)
ARTÍCULO Nº 31- Las instituciones universitarias deben promover la excelencia y asegurar la
libertad académica, la igualdad de oportunidades y posibilidades, la jerarquización docente, la
corresponsabilidad de todos los miembros de la comunidad universitaria, así como la convivencia
pluralista de corrientes, teorías y líneas de investigación. Cuando se trate de instituciones
universitarias privadas, dicho pluralismo se entenderá en un contexto de respeto a las
cosmovisiones y valores expresamente declarados en sus estatutos que regulan el
funcionamiento de las mismas.
ARTÍCULO Nº 32 - Los estatutos - que fijan los objetivos y regulan el funcionamiento de las
universidades- así como sus modificaciones, entrarán en vigencia a partir de su publicación en el
Boletín Oficial, debiendo ser comunicados al Ministerio de Educación, Ciencia y Tecnología de la
Nación a efectos de verificar su adecuación a la presente ley y ordenar, en su caso, dicha
publicación.
Si el Ministerio considerara que los mismos no se ajustan a la presente ley, deberá plantear sus
observaciones, dentro de los diez días a contar de la comunicación oficial ante la Cámara
Federal de Apelaciones la que decidirá en un plazo de veinte días, sin más trámite que una vista
a la institución universitaria. Si el Ministerio no planteara observaciones en la forma indicada
dentro del plazo establecido, los estatutos se considerarán aprobados y deberán ser publicados.
Los estatutos deben prever explícitamente: su sede principal, los objetivos de la institución, su
estructura organizativa, la integración y funciones de los distintos órganos de gobierno, así como
el régimen de la docencia, de la investigación, de la extensión y vinculación institucional, y las
pautas de administración económico-financiera.
ARTÍCULO Nº 33 - Para ingresar como alumno a las instituciones universitarias, sean estatales o
privadas, deberá reunirse como mínimo la condición prevista en el artículo 7 y cumplir con los
demás requisitos del sistema de admisión que cada institución establezca, en el marco del libre
acceso y la gratuidad garantizados por el artículo 2 de la presente ley.
ARTÍCULO Nº 34 - Los docentes de todas las categorías deberán poseer título universitario de
igual o superior nivel a aquel en el cual ejercen la docencia, requisito que sólo se podrá obviar
con carácter estrictamente excepcional cuando se acrediten méritos sobresalientes. Quedan
exceptuados de esta disposición los ayudantes alumnos. Gradualmente se tenderá a que el título
máximo sea una condición para acceder a la categoría de profesor universitario. En el lapso de
10 años de sancionada la presente ley sólo serán reconocidos como profesores universitarios
aquellos docentes que cumplan con este requisito.
ARTÍCULO Nº 35 - Las instituciones universitarias deberán garantizar el perfeccionamiento de
sus docentes. Dicho perfeccionamiento estará en consonancia con los requerimientos de la
carrera docente y contemplará el área científica y profesional específica del área de conocimiento
del docente, los aspectos pedagógicos, e incluirá también el desarrollo de una adecuada
formación interdisciplinaria.
ARTÍCULO Nº 36 - Las instituciones universitarias dictarán normas y establecerán acuerdos que
faciliten la articulación académica y equivalencias entre carreras de una misma universidad, de
instituciones universitarias distintas, o de institutos de educación superior, mediante la
instrumentación de diseños curriculares organizados mediante el Sistema de Créditos

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Académicos adoptado, conforme a las pautas a que se refiere el artículo 8 de la presente ley.
ARTÍCULO Nº 37 - La formación de posgrado se desarrollará exclusivamente en instituciones
universitarias, y con las limitaciones previstas en los artículos 38 y 39 podrá también
desarrollarse en centros de investigación e instituciones de formación profesional superior de
reconocido nivel y jerarquía, que hayan suscrito convenios con las universidades a esos efectos.
Las carreras de posgrado -sean especialización, maestría o doctorado- deberán ser acreditadas
cada seis (6) años por la Comisión Nacional de Evaluación y Acreditación Universitaria.
Para acceder a la formación de posgrado, el postulante deberá contar con título universitario de
grado o de nivel superior no universitario de cuatro (4) años de duración como mínimo y reunir
los prerrequisitos que determine el Comité Académico o la autoridad equivalente, a fin de
comprobar que su formación resulte compatible con las exigencias del posgrado al que aspira.
En todos los casos la admisión y la obtención del título de posgrado no acredita de manera
alguna el título de grado anterior correspondiente al mismo.
SECCIÓN 2
RÉGIMEN DE TÍTULOS (artículos 38 al 41)
ARTÍCULO Nº 38 - Corresponde exclusivamente a las instituciones universitarias otorgar el título
de grado de licenciado y títulos profesionales, así como los títulos de posgrado de especialista,
magíster y doctor.
ARTÍCULO Nº 39- El reconocimiento oficial de los títulos que expidan las instituciones
universitarias será otorgado por el Ministerio de Educación, Ciencia y Tecnología de la Nación, a
través de un Registro Nacional de Títulos. Los títulos oficialmente reconocidos tendrán validez
nacional.
ARTÍCULO Nº 40 - Los títulos con reconocimiento oficial certificarán la formación académica
recibida y habilitarán para el ejercicio profesional respectivo en todo el territorio nacional, sin
perjuicio del poder de policía sobre las profesiones que corresponde a las provincias.
Los conocimientos y capacidades que tales títulos certifican, así como las actividades para las
que tienen competencia sus poseedores, serán fijados y dados a conocer por las instituciones
universitarias, debiendo los respectivos planes de estudio respetar la carga horaria mínima que
para ello fije el Ministerio de Educación, Ciencia y Tecnología de la Nación, en acuerdo con el
Consejo de Universidades.
Las carreras incluidas en el presente artículo serán reconocidas a partir de mecanismos y
procesos de evaluación que estarán a cargo del Ministerio de Educación, Ciencia y Tecnología de
la Nación.
ARTÍCULO 41. - Cuando se trate de títulos correspondientes a profesiones reguladas por el
Estado, cuyo ejercicio pudiera comprometer el interés público poniendo en riesgo de modo
directo la salud, la seguridad, los derechos, los bienes o la formación de los habitantes, se
requerirá que se respeten, además de la carga horaria a la que hace referencia el artículo
anterior, los siguientes requisitos:
a) Los planes de estudio deberán tener en cuenta los contenidos curriculares básicos y los
criterios sobre intensidad de la formación práctica que establezca el Ministerio de Educación,
Ciencia y Tecnología de la Nación en acuerdo con el Consejo de Universidades.
b) Las carreras respectivas deberán ser acreditadas periódicamente por la Comisión Nacional de
Evaluación y Acreditación Universitaria.
El Ministerio de Educación, Ciencia y Tecnología de la Nación determinará con criterio restrictivo,
en acuerdo con el Consejo de Universidades, la nómina de tales títulos, así como las actividades
profesionales reservadas exclusivamente para ellos.
SECCIÓN 3
EVALUACIÓN Y ACREDITACIÓN (artículos 42 al 44)
ARTÍCULO Nº 42 - Las instituciones universitarias deberán asegurar el funcionamiento de
instancias internas de evaluación institucional, que tendrán por objeto analizar los logros y
dificultades en el cumplimiento de sus funciones, así como sugerir medidas para su
mejoramiento.
Las autoevaluaciones se complementarán con evaluaciones externas, que se harán como
mínimo cada seis (6) años, en el marco de los objetivos definidos por cada institución. Abarcarán
las funciones de docencia, investigación y extensión, y en el caso de las instituciones
universitarias nacionales, también la gestión institucional.
Las evaluaciones externas estarán a cargo de la Comisión Nacional de Evaluación y Acreditación
Universitaria. Se realizarán en el marco de las pautas globales definidas por el Consejo de
Universidades y del plan de desarrollo estratégico que tenga aprobado y en vigencia cada

CONSULTA HACIA UNA NUEVA LEY NACIONAL DE EDUCACIÓN SUPERIOR 471


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institución universitaria.
Las recomendaciones para el mejoramiento institucional que surjan de las evaluaciones tendrán
carácter público.
ARTÍCULO Nº 43 - La Comisión Nacional de Evaluación y Acreditación Universitaria es un
organismo descentralizado, que funciona en jurisdicción del Ministerio de Educación, Ciencia y
Tecnología de la Nación, y que tiene por funciones:
a) Coordinar y llevar adelante la evaluación externa prevista en el artículo 42.
b) Acreditar las carreras de grado a que se refiere el artículo 41, así como las carreras de
posgrado, cualquiera sea el ámbito en que se desarrollen, conforme a los estándares que
establezca el Ministerio de Educación, Ciencia y Tecnología de la Nación en consulta con el
Consejo de Universidades.
c) Pronunciarse, a través de un dictamen no vinculante y con anterioridad a su creación o
reconocimiento y autorización, sobre la consistencia y viabilidad del proyecto estratégico
institucional que se requiere para que se cree por Ley del Congreso de la Nación una nueva
institución universitaria nacional o se reconozca una institución universitaria provincial y el
Ministerio de Educación, Ciencia y Tecnología de la Nación autorice la puesta en marcha de esa
nueva institución.
d) Preparar los informes requeridos para otorgar la autorización provisoria y el reconocimiento
definitivo de las instituciones universitarias privadas, así como los informes en base a los cuales
se evaluará el período de funcionamiento provisorio de dichas instituciones.
e) Promover mecanismos de vinculación externa que articulen los procesos de acreditación
nacional con las Comisiones de Evaluación del MERCOSUR, con Latinoamérica y con el resto
del mundo.
ARTÍCULO Nº 44 - La Comisión Nacional de Evaluación y Acreditación Universitaria estará
integrada por doce (12) miembros, designados por el Poder Ejecutivo nacional a propuesta de los
siguientes organismos: tres (3) por el Consejo Interuniversitario Nacional, uno (1) por el Consejo
de Rectores de Universidades Privadas, uno (1) por la Academia Nacional de Educación, tres (3)
por cada una de las Cámaras del Honorable Congreso de la Nación, y uno (1) por el Ministerio de
Educación, Ciencia y Tecnología de la Nación. Durarán en sus funciones cuatro años, con
sistema de renovación parcial. En todos los casos deberá tratarse de personalidades de
reconocida jerarquía académica, científica y profesional, que demuestren no haber estado
incursas en situaciones comprobadas de delitos comunes, atentados a la democracia o delitos de
lesa humanidad.
La Comisión contará con presupuesto propio asignado a tal fin en el Presupuesto Anual de la
Nación.
CAPÍTULO 4
DE LAS INSTITUCIONES UNIVERSITARIAS NACIONALES (artículos 45 al 58)
SECCIÓN 1
CREACIÓN Y BASES ORGANIZATIVAS (artículos 45 al 48)
ARTÍCULO Nº 45 - Las instituciones universitarias nacionales son personas jurídicas de derecho
público, que sólo pueden crearse por ley de la Nación, con previsión del crédito presupuestario
correspondiente, en base a un estudio de factibilidad que avale la iniciativa y un dictamen no
vinculante producido por la Comisión Nacional de Evaluación y Acreditación Universitaria con
anterioridad a su creación o reconocimiento y autorización, pronunciándose sobre la consistencia
y viabilidad del proyecto estratégico institucional. El cese de tales instituciones se hará también
por ley.
Tanto la creación como el cierre requerirán informe previo favorable del Consejo Interuniversitario
Nacional.
ARTÍCULO Nº 46 - Creada una institución universitaria, el Ministerio de Educación, Ciencia y
Tecnología de la Nación designará un rector-organizador, con las atribuciones propias del cargo y
las que normalmente corresponden al Consejo Superior. El rector-organizador conducirá el
proceso de instrumentación del proyecto institucional y de formulación del proyecto de estatuto
provisorio al que pondrá a consideración del Ministerio de Educación, Ciencia y Tecnología de la
Nación a los fines de su aprobación y posterior publicación. Producido el informe de constatación
de adecuación del proyecto de estatuto a las normas de la presente ley, procederá el Ministerio
de Educación, Ciencia y Tecnología de la Nación a autorizar la puesta en marcha de la nueva
institución, la que deberá quedar normalizada en un plazo no superior a los cuatro (4) años a
partir de su creación.
ARTÍCULO Nº 47 - Como correlato social de la responsabilidad asumida por el Estado, en tanto

CONSULTA HACIA UNA NUEVA LEY NACIONAL DE EDUCACIÓN SUPERIOR 472


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garante del libre acceso y la gratuidad de los estudios en el subsistema público de enseñanza
superior, los estudiantes tendrán como responsabilidad personal e individual la obligación de
cumplimentar anualmente con un rendimiento académico mínimo, exigible por parte de cada
institución para mantener la condición de regularidad que habilite a los alumnos a continuar sus
estudios superiores.
Cada institución, ya sea de carácter público o privado, reglamentará normas sobre regularidad en
los estudios, debiendo prever requisitos de rendimiento académico mínimo exigible anualmente a
sus estudiantes, tomando como base que éste no sea inferior a un mínimo de aprobación,
acreditación y/o promoción del 33% de la carga horaria total de obligaciones previstas en los
planes de estudio dividida por la cantidad de años en que se organiza cada plan.
El porcentaje de acreditación y aprobación de la carga horaria promedio anual será determinado
por cada institución en función de las características de las carreras y del modelo curricular
adoptado, sobre la base del mínimo estipulado.
Toda situación que pueda esgrimirse como excepción a este sistema de rendimiento académico
anual exigible deberá ser reglamentada en cada institución para permitir la habilitación de la
continuidad de estudios sin que dichas situaciones constituyan sistemas de readmisión
indefinidos. Las excepciones a este régimen tomarán en consideración la situación ocupacional
de los estudiantes y las responsabilidades asumidas en el cuidado, crianza de hijos o del
sostenimiento económico familiar. Asimismo se estipula la existencia de un régimen de licencia
estudiantil, la que deberá ser tramitada previamente por el alumno y podrá extenderse hasta seis
(6) meses, a fin de suspender los efectos de sus eventuales atrasos académicos cuando sus
causas sean previsibles.
Asimismo se estipula que la duración de años de estudio para alcanzar la acreditación del título y
alcances profesionales de una carrera universitaria no podrá superar el doble de su duración
teórica. En caso de que un estudiante superase ese lapso como alumno regular o pasivo de una
carrera, deberá refrendar su historial académico de asignaturas o espacios curriculares
acreditados mediante la realización de coloquios de actualización de contenidos, aún cuando no
mediaren modificaciones del plan de estudio respectivo.
Las instituciones universitarias, por su parte, deberán implementar planes de organización
académica y proyectos de recuperación y retención de matrícula tendientes a asegurar a la
sociedad el egreso de no menos del 50% de alumnos de cada cohorte que ingresaran a cursar
estudios universitarios.
Anualmente, el Ministerio de Educación, Ciencia y Tecnología de la Nación elevará al Congreso
de la Nación informe del grado de retención y recuperación de matrícula, el que se tendrá en
cuenta a la hora de la distribución presupuestaria.
ARTÍCULO Nº 48 - El ingreso a la carrera académica universitaria se hará mediante concurso
público abierto de antecedentes y oposición, debiéndose asegurar la constitución de jurados
integrados por profesores por concurso, o excepcionalmente por personas de idoneidad
indiscutible aunque no reúnan esa condición, que garanticen la mayor imparcialidad y el máximo
rigor académico.
Con carácter excepcional, las universidades e institutos universitarios nacionales podrán
contratar, al margen del régimen de concursos y sólo por tiempo determinado, a personalidades
de reconocido prestigio y méritos académicos sobresalientes para que desarrollen cursos,
seminarios o actividades similares. Podrán igualmente prever la designación temporaria de
docentes interinos, cuando ello sea imprescindible y no supere en modo alguno el año
académico, mientras se sustancie el correspondiente concurso. Los docentes designados por
concurso deberán representar un porcentaje no inferior al ochenta por ciento (80 %) de las
respectivas plantas de cada institución universitaria.
SECCIÓN 2
ÓRGANOS DE GOBIERNO (artículos 49 al 55)
ARTÍCULO Nº 49 - Los estatutos universitarios deberán adecuarse incluyendo la elección directa
como mecanismo para la designación de sus autoridades unipersonales: rector y vicerrector,
decanos y vicedecanos, y estableciendo una ponderación del voto de todos los claustros sobre la
base del gobierno cuatripartito (docentes, estudiantes, graduados, no docentes o personal de
apoyo) y el porcentaje de representatividad con que se define la composición de los consejos
colegiados, según el modelo de organización adoptado por cada institución universitaria.
Los estatutos de las instituciones universitarias nacionales deben estipular las funciones,
atribuciones y composición de sus órganos de gobierno, tanto colegiados como unipersonales.
Los órganos colegiados tendrán básicamente funciones normativas generales, de definición de
políticas y de control en sus respectivos ámbitos, en tanto los unipersonales tendrán funciones
ejecutivas.

CONSULTA HACIA UNA NUEVA LEY NACIONAL DE EDUCACIÓN SUPERIOR 473


Comisión de Educación – Honorable Cámara de Diputados de la Nación
ARTÍCULO Nº 50 - Los órganos colegiados de gobierno estarán integrados de acuerdo a lo que
determinen los estatutos de cada universidad, los que deberán asegurar:
a) Que el claustro docente tenga la mayor representación relativa, que no podrá ser inferior al
cincuenta por ciento (50 %) de la totalidad de sus miembros.
b) Que los representantes de los estudiantes sean alumnos regulares y tengan aprobado por lo
menos el treinta y tres por ciento (33 %) del total de la carga horaria total del plan de estudios de
la carrera que cursan.
c) Que el personal no docente, o de apoyo, tendrá representación en todos los órganos
colegiados de gobierno en la proporción que determine el estatuto de cada institución y su
participación será con voz y con voto.
d) Que los graduados, para poder elegir y ser elegidos no deben tener relación de dependencia
con la institución universitaria, y que previamente se hayan empadronado como tales, respetando
los cronogramas electorales estipulados por los órganos de gobierno universitario.
Los decanos o autoridades docentes equivalentes serán miembros natos del Consejo Superior u
órgano que cumpla similares funciones. Podrá extenderse la misma consideración a los
directores de carrera de carácter electivo que integren los cuerpos académicos, en las
instituciones que por su estructura organizativa prevean dichos cargos.
ARTÍCULO Nº 51. - El rector o presidente, el vicerrector o vicepresidente y los titulares de los
demás órganos unipersonales de gobierno, durarán en sus funciones cuatro (4) años como
mínimo. El cargo de rector o presidente será de dedicación exclusiva y para acceder a él se
requerirá ser o haber sido profesor por concurso de una universidad nacional.
ARTÍCULO Nº 52 - Los representantes de los docentes deberán haber accedido a sus cargos por
concurso, pero serán elegidos por sus pares docentes, tanto efectivos como interinos. Los
representantes estudiantiles serán elegidos por sus pares, siempre que éstos cumplan con el
rendimiento académico mínimo que establece el artículo 47. Los representantes no docentes, o
personal de apoyo, pertenecerán a la planta permanente de la universidad respectiva, pero serán
elegidos por todos sus pares.
ARTÍCULO Nº 53 - Las instituciones universitarias organizarán la constitución de un Consejo
Social Consultivo, en el que estén representados los distintos sectores de la comunidad local y
regional, con la misión de cooperar con la institución universitaria en su articulación con el medio
en que está inserta, poniendo especial énfasis en la participación para la formulación, diseño y
evaluación de los planes estratégicos institucionales de las universidades y su vinculación con el
desarrollo científico, socio-productivo, tecnológico y cultural de las regiones de influencia. Las
instituciones universitarias podrán prever que el Consejo Social Consultivo tenga representación
en los órganos colegiados de la institución.
ARTÍCULO Nº 54 - Los estatutos universitarios preverán la constitución de un Tribunal
Universitario, que tendrá por función sustanciar juicios académicos y entender en toda cuestión
ético-disciplinaria en que estuviere involucrado personal docente. Estará integrado por profesores
eméritos o consultos, o por profesores por concurso que tengan una antigüedad en la docencia
universitaria de por lo menos diez (10) años. Los miembros del Tribunal serán elegidos cada tres
años por elección directa y voto ponderado, a través de las mismas regulaciones de los actos
eleccionarios del resto de las autoridades universitarias generales.
ARTÍCULO Nº 55 - Las instituciones universitarias incorporarán la figura del Defensor
Universitario, el que tendrá por función velar por el respeto a los derechos y libertades de los
docentes, los estudiantes y el personal administrativo y de servicios. Desempeñará tareas de
mediación interponiendo su función como defensa de actores individuales de la comunidad
universitaria -cuando éstos sientan que se lesionan o vulneran sus derechos- ante las
actuaciones de los diferentes órganos de gobierno universitario, desde los principios de la
autonomía y respeto por las regulaciones legales de la vida universitaria y los principios de
igualdad, ética y justicia.
El Defensor Universitario será elegido cada tres años por elección directa y voto ponderado, a
través de las mismas regulaciones de los actos eleccionarios del resto de las autoridades
universitarias.
SECCIÓN 3
SOSTENIMIENTO Y RÉGIMEN ECONÓMICO - FINANCIERO (artículos 56 al 59)
ARTÍCULO Nº 56 - Corresponde al Estado Nacional asegurar el aporte financiero para el
sostenimiento de las instituciones universitarias estatales que garantice su normal
funcionamiento, desarrollo y cumplimiento de sus fines.
Para la distribución presupuestaria a las instituciones universitarias estatales se tendrá en cuenta
la aplicación del modelo de presupuesto por programas y pautas de funcionamiento y resultados

CONSULTA HACIA UNA NUEVA LEY NACIONAL DE EDUCACIÓN SUPERIOR 474


Comisión de Educación – Honorable Cámara de Diputados de la Nación
que elabore y consensúe el Consejo Interuniversitario Nacional.
El aporte del Presupuesto Nacional a que hacen mención los artículos 74 y 75 de la presente ley
es independiente de los recursos que puedan generar las instituciones universitarias nacionales.
ARTÍCULO Nº 57 - Las instituciones universitarias nacionales tienen autarquía económico-
financiera, la que ejercerán dentro del régimen de la ley 24.156 de Administración Financiera y
Sistemas de Control del Sector Público Nacional. En ese marco corresponde a dichas
instituciones:
a) Administrar su patrimonio y aprobar su presupuesto. Los recursos no utilizados al cierre de
cada ejercicio se transferirán automáticamente al siguiente.
b) Fijar su régimen salarial y de administración de personal.
c) Dictar normas relativas a la generación de recursos adicionales a los aportes del Tesoro
nacional, mediante la venta de bienes, productos, derechos o servicios, subsidios, herencias,
derechos o tasas por los servicios a terceros que se presten, así como todo otro recurso que
pudiera corresponderles por cualquier título o actividad que no involucre la enseñanza de grado
que por normativa de la presente Ley tiene el carácter de gratuito. El 10% de los recursos
adicionales que se generaren por esta vía complementaria en cada Universidad deberá
destinarse prioritariamente a becas, préstamos, subsidios o créditos u otro tipo de ayuda
estudiantil y apoyo didáctico; estos recursos adicionales no podrán utilizarse para financiar
gastos corrientes. Los sistemas de becas, préstamos u otro tipo de ayuda estarán
fundamentalmente destinados a aquellos estudiantes que demuestren aptitud suficiente y
respondan adecuadamente a las exigencias académicas de la institución y que por razones
económicas no pudieran acceder o continuar los estudios universitarios, de forma tal que nadie
se vea imposibilitado por ese motivo de cursar tales estudios.
d) Garantizar el normal desenvolvimiento de sus unidades, asegurándoles el manejo de los
fondos que ellas generen, con acuerdo a las normas que dicten sus Consejos Superiores y a la
legislación vigente.
e) Constituir personas jurídicas de derecho público o privado, o participar en ellas, no
requiriéndose adoptar una forma jurídica diferente para acceder a los beneficios de la ley 23.877
o similares.
f) Aplicar el régimen general de contrataciones, de responsabilidad patrimonial y de gestión de
bienes reales, con las excepciones que establezca la reglamentación.
El rector y los miembros del Consejo Superior de las instituciones universitarias nacionales serán
responsables de su administración según su participación, debiendo responder en los términos y
con los alcances previstos en los artículos 130 y 131 de la ley 24.156. En ningún caso el Estado
nacional responderá por las obligaciones asumidas por las instituciones universitarias que
importen un perjuicio para el Tesoro nacional.
ARTÍCULO Nº 58 - Las instituciones universitarias estatales podrán promover la constitución de
fundaciones, sociedades u otras formas de asociación civil, destinadas a apoyar su labor, a
facilitar las relaciones con el medio, a dar respuesta a sus necesidades y a promover las
condiciones necesarias para el cumplimiento de sus fines y objetivos. De ningún modo dichas
fundaciones, sociedades o formas de asociación civil podrán estipular o percibir aranceles, tasas,
gravámenes o contribuciones por los estudios universitarios de grado que se cursen en las
instituciones universitarias las que por normativa de la presente ley tienen el carácter de
gratuidad.
ARTÍCULO Nº 59 - El Congreso Nacional debe fijar anualmente, en la partida presupuestaria
anual correspondiente al nivel de educación superior, un porcentaje específico destinado a becas
y subsidios estudiantiles en ese nivel a efectos de asegurar el cumplimiento de los prescripto en
el Artículo 2 de la presente Ley.
CAPÍTULO 5
DE LAS INSTITUCIONES UNIVERSITARIAS PRIVADAS (artículos 60 al 65)
ARTÍCULO Nº 60 - Las instituciones universitarias privadas deberán constituirse sin fines de
lucro, obteniendo personería jurídica como asociación civil o fundación. Las mismas serán
autorizadas por decreto del Poder Ejecutivo nacional, que admitirá su funcionamiento provisorio
por un lapso de seis (6) años, previo informe favorable de la Comisión Nacional de Evaluación y
Acreditación Universitaria, y con expresa indicación de las carreras, grados y títulos que la
institución puede ofrecer y expedir.
ARTÍCULO Nº 61 - El informe de la Comisión Nacional de Evaluación y Acreditación Universitaria
a que se refiere el artículo anterior, se fundamentará en la consideración de los siguientes
criterios:
a) La responsabilidad moral, financiera y económica de los integrantes de las asociaciones o

CONSULTA HACIA UNA NUEVA LEY NACIONAL DE EDUCACIÓN SUPERIOR 475


Comisión de Educación – Honorable Cámara de Diputados de la Nación
fundaciones.
b) La viabilidad y consistencia del proyecto institucional y académico así como su adecuación a
los principios y normas de la presente ley.
c) El nivel académico del cuerpo de profesores con el que se contará inicialmente, su trayectoria
en investigación científica y en docencia universitaria.
d) La calidad y actualización de los planes de enseñanza e investigación propuestos.
e) Los medios económicos, el equipamiento y la infraestructura de que efectivamente se
disponga para posibilitar el cumplimiento de sus funciones de docencia, investigación y
extensión.
f) Su vinculación internacional y la posibilidad de concretar acuerdos y convenios con otros
centros universitarios del mundo.
ARTÍCULO Nº 62 - Durante el lapso de funcionamiento provisorio:
a) El Ministerio de Educación, Ciencia y Tecnología de la Nación hará un seguimiento de la nueva
institución a fin de evaluar, en base a informes de la Comisión Nacional de Evaluación y
Acreditación Universitaria, su nivel académico y el grado de cumplimiento de sus objetivos y
planes de acción.
b) Toda modificación de los estatutos, creación de nuevas carreras, cambio de planes de estudio
o modificación de los mismos, requerirá autorización del citado Ministerio.
c) En todo documento oficial o publicidad que realicen, las instituciones deberán dejar constancia
expresa del carácter precario de la autorización con que operan.
El incumplimiento de las exigencias previstas en los incisos b) y c), dará lugar a la aplicación de
sanciones conforme lo establezca la reglamentación de la presente ley, la que podrá llegar al
retiro de la autorización provisoria concedida.
ARTÍCULO Nº 63. - Cumplido el lapso de seis (6) años de funcionamiento provisorio, contados a
partir de la autorización correspondiente, el establecimiento podrá solicitar el reconocimiento
definitivo para operar como institución universitaria privada, el que se otorgará por decreto del
Poder Ejecutivo nacional, previo informe favorable de la Comisión Nacional de Evaluación y
Acreditación Universitaria.
El Ministerio de Educación, Ciencia y Tecnología de la Nación fiscalizará el funcionamiento de
dichas instituciones con el objeto de verificar si cumplen las condiciones bajo las cuales están
autorizadas a funcionar. Su incumplimiento dará lugar a la aplicación de sanciones conforme lo
establezca la reglamentación de la presente ley, la que podrá llegar hasta la clausura definitiva.
ARTÍCULO Nº 64 - Las resoluciones denegatorias del reconocimiento definitivo, así como
aquellas que dispongan su retiro o el de la autorización provisoria, serán recurribles ante la
Justicia Federal correspondiente a la jurisdicción de la institución de que se trate, dentro de los
quince (15) días hábiles de notificada la decisión que se recurre.
ARTÍCULO Nº 65 - Los establecimientos privados cuya creación no hubiere sido autorizada
conforme a las normas legales pertinentes no podrán usar denominaciones ni expedir diplomas,
títulos o grados de carácter universitario. La violación de esta norma dará lugar a la aplicación de
sanciones conforme lo establezca la reglamentación de la presente ley, la que podrá llegar a la
clausura inmediata y definitiva de la entidad y a la inhabilitación de los responsables para ejercer
la docencia, así como para desempeñar la función pública o integrar órganos de gobierno de
asociaciones civiles dedicadas a la educación superior.
CAPÍTULO 6
DE LAS INSTITUCIONES UNIVERSITARIAS PROVINCIALES (artículo 66)
ARTÍCULO Nº 66 - Los títulos y grados otorgados por las instituciones universitarias provinciales
tendrán los efectos legales previstos en la presente ley, en particular los establecidos en los
artículos 39 y 40, cuando tales instituciones:
a) Hayan obtenido el correspondiente reconocimiento del Poder Ejecutivo Nacional, el que podrá
otorgarse previo informe de la Comisión Nacional de Evaluación y Acreditación Universitaria,
siguiendo las pautas previstas en el artículo 61.
b) Se ajusten a las normas de los capítulos 1, 2, 3 y 4 del presente título, en tanto su aplicación a
estas instituciones no vulnere las autonomías provinciales y conforme a las especificaciones que
establezca la reglamentación.
CAPÍTULO 7
DEL GOBIERNO Y COORDINACION DEL SISTEMA UNIVERSITARIO (artículos 67 al 71)
ARTÍCULO Nº 67 - Corresponde al Ministerio de Educación, Ciencia y Tecnología de la Nación la

CONSULTA HACIA UNA NUEVA LEY NACIONAL DE EDUCACIÓN SUPERIOR 476


Comisión de Educación – Honorable Cámara de Diputados de la Nación
formulación de las políticas generales en materia universitaria, asegurando la participación de los
órganos de coordinación y consulta previstos en la presente ley y respetando el régimen de
autonomía establecido para las instituciones universitarias.
ARTÍCULO Nº 68 - Serán órganos de coordinación y consulta del sistema universitario, en sus
respectivos ámbitos, el Consejo de Universidades (CU), el Consejo Interuniversitario Nacional
(CIN), el Consejo de Rectores de Universidades Privadas (CRUP) y los Consejos Regionales de
Planificación de la Educación Superior (CPRES).
ARTÍCULO Nº 69 - El Consejo de Universidades será presidido por el Ministro de Educación,
Ciencia y Tecnología de la Nación o por quien éste designe con categoría no inferior a Secretario,
y estará integrado por el Comité Ejecutivo del Consejo Interuniversitario Nacional, por la
Comisión Directiva del Consejo de Rectores de Universidades Privadas, por un representante de
cada Consejo Regional de Planificación de la Educación Superior -que deberá ser rector de una
institución universitaria nacional - y por un representante del Consejo Federal de Educación.
Serán sus funciones:
a) Proponer la definición de políticas y estrategias de desarrollo universitario, promover la
cooperación entre las instituciones universitarias, así como la adopción de pautas para la
coordinación del sistema universitario.
b) Pronunciarse en aquellos asuntos sobre los cuales se requiera su intervención conforme a la
presente ley.
c) Acordar con el Consejo Federal de Educación criterios y pautas para la articulación entre las
instituciones educativas de nivel superior.
d) Expedirse sobre otros asuntos que se les remita en consulta por la vía correspondiente.
ARTÍCULO Nº 70 - El Consejo Interuniversitario Nacional (CIN) estará integrado por los rectores
o presidentes de las instituciones universitarias nacionales y provinciales reconocidas por la
Nación y que estén definitivamente organizadas.
El Consejo Interuniversitario Nacional será el organismo representativo del conjunto de las
Universidades Nacionales de Argentina. Con la personería jurídica que le otorga la presente Ley,
en nombre de las mismas dispondrá de la legalidad para:
a) Participar en el Consejo de Universidades.
b) Formalizar Acuerdos, Convenios y Programas con los diferentes poderes y áreas de los
Estados Nacional y Provinciales, para la ejecución de actividades educativas, científicas,
tecnológicas y de desarrollo social.
c) Presentarse en licitaciones nacionales o internacionales de programas de desarrollo
académico, científico, económico y social o consultorías en nombre de todo el Sistema
Universitario Nacional y funcionar como red de articulación para la vinculación del conjunto, o
partes asociadas, del sistema universitario nacional.
d) Tener en funcionamiento un Sistema de Información Integral del Sistema Universitario
Nacional, que mantendrá actualizadas las bases de datos con la totalidad de la información del
Sistema de Educación Superior para posibilitar conocer, en tiempo real, la situación de cada una
de las instituciones que la componen.
e) Tener en funcionamiento Programas Permanentes de:
- Comunicación Institucional del CIN,
- Formación de Funcionarios Universitarios,
- Cooperación Internacional para todas las Universidades Nacionales,
- Vinculación con el Cuerpo Diplomático y Organismos Multinacionales en Argentina,
- Asociación de Universidades Nacionales para conformar programas cooperativos de educación
en todas las modalidades,
- Gestión y administración de la investigación y la extensión en red,
- Presupuesto Integrado del Sistema Universitario en base a Programas y Pautas Funcionales,
- Vinculación con el Congreso de la Nación para el apoyo técnico y científico en todos aquellos
temas que la Honorable Cámara de Diputados y la Honorable Cámara de Senadores de la
Nación demanden el análisis del sistema universitario nacional.
f) Ser órgano de consulta en las materias y cuestiones que prevé la presente ley.
El CIN será el organismo consultor prioritario en los convenios y licitaciones internacionales del
Estado Nacional, sin perjuicio de los acuerdos que se establezcan con los gobiernos provinciales
y municipales.

CONSULTA HACIA UNA NUEVA LEY NACIONAL DE EDUCACIÓN SUPERIOR 477


Comisión de Educación – Honorable Cámara de Diputados de la Nación
El CIN se dará su propio reglamento, conforme al cual regulará su funcionamiento interno. Serán
vinculantes para sus miembros las decisiones plenarias del CIN que hayan sido tomadas por el
acuerdo de las tres cuartas partes de los miembros que integran el cuerpo, en temas
organizacionales, académicos y científicos.
El CIN tendrá una asignación anual en el Presupuesto Nacional que no será inferior al 0,1 % del
total asignado al sistema universitario nacional, sin perjuicio de los aportes que realicen las
universidades que lo integran.
ARTÍCULO Nº 71 - El Consejo de Rectores de Universidades Privadas (CRUP) estará integrado
por los rectores o presidentes de las instituciones universitarias privadas. Dicho consejo tendrá
por funciones:
a) Coordinar los planes y actividades en materia académica, de investigación científica y de
extensión entre las instituciones universitarias privadas.
b) Ser órgano de consulta en las materias y cuestiones que prevé la presente ley.
c) Participar en el Consejo de Universidades.
El Consejo se dará su propio reglamento conforme al cual regulará su funcionamiento interno.
TITULO V
DISPOSICIONES COMPLEMENTARIAS Y TRANSITORIAS (artículos 72 al 81)
ARTÍCULO Nº 72: Los Institutos Universitarios de las Fuerzas Armadas y de Seguridad son
instituciones de educación superior de carácter nacional, y como tal integran el Consejo
Interuniversitario Nacional.
ARTÍCULO Nº 73 - La presente ley promueve, apoya y autoriza la creación, funcionamiento y
financiamiento de otras instituciones cuya organización responda a modelos diferenciados según
se estipula en el artículo 16, al promover los denominados Centros Educación Superior,
Investigación Científica e Innovación Tecnológica para el Desarrollo Integral de las Regiones,
Provincias y del País, previa evaluación de su factibilidad y de la calidad de su oferta académica,
sujeto todo ello a la reglamentación que oportunamente dicte el Poder Ejecutivo Nacional.
Dichas instituciones, que tendrán por principal finalidad favorecer el desarrollo de la educación
superior mediante una oferta diversificada pero articulada con la de las universidades, serán
creadas o autorizadas, según corresponda, conforme a las previsiones de la presente ley y serán
sometidas al régimen de títulos y de evaluación establecido en ella.
ARTÍCULO Nº 74 - Corresponde al Poder Ejecutivo, a través del Ministerio de Educación, Ciencia
y Tecnología de la Nación, en acuerdo con el Consejo Federal de Educación y el Consejo de
Universidades, proponer una reglamentación específica que contemple las características de los
denominados Centros Educación Superior, Investigación Científica e Innovación Tecnológica para
el Desarrollo Integral de las Regiones, las Provincias y del País, sus funciones y objetivos, en
orden a las políticas específicas de planificación estratégica para el desarrollo académico,
científico y tecnológico nacional que el Estado diseñe, defina e implemente como modelo para la
educación superior.
En tal sentido, el Estado Nacional fijará, en la partida presupuestaria anual correspondiente al
nivel de educación superior, un porcentaje específico para el desarrollo de programas de
promoción destinados a la creación (o reconversión de institutos de educación superior que
asuman el perfil de desarrollo estipulado) de los denominados Centros Educación Superior,
Investigación Científica e Innovación Tecnológica para el Desarrollo Integral de las Regiones,
Provincias y del País, que contemplen los siguientes lineamientos:
a) El establecimiento de Centros Educación Superior, Investigación Científica e Innovación
Tecnológica para el Desarrollo Integral de las Regiones, Provincias y del País deberá
realizarse por regiones o grupos poblacionales en una proporción que asegure al menos,
seis Centros por Provincia y que su creación, desde la sanción de la presente ley al año
2016 se formule garantizando su vinculación y articulación con universidades nacionales
localizadas en su región de influencia y respondiendo a un plan de localización y desarrollo
con perfil propio por región que tienda al equilibrio territorial de la oferta de educación
superior.
b) La definición de los siguientes productos, como resultados esperados cuando el sistema
esté en pleno funcionamiento en el año 2016: 3.000 proyectos anuales de desarrollo
aplicados en gobiernos nacional, provinciales y municipales, 500 patentes por año, 50% de
la población en edad de cursar estos estudios incorporada a la educación superior en sus
diferentes tramos y/o trayectos o ciclos, una tasa de egreso no inferior al 70% de la
población estudiantil ingresante en la cohorte correspondiente.
c) La implementación de un programa nacional de financiamiento de toda la infraestructura
edilicia, equipamiento organización académica y puesta en funcionamiento en un período de

CONSULTA HACIA UNA NUEVA LEY NACIONAL DE EDUCACIÓN SUPERIOR 478


Comisión de Educación – Honorable Cámara de Diputados de la Nación
8 años. El Estado Nacional hará las previsiones presupuestarias necesarias para afrontar el
esfuerzo financiero correspondiente. Dichos recursos serán asignados en acuerdo con los
proyectos acordados con las jurisdicciones presupuestarias, y lo serán como ampliación del
presupuesto anual destinado a la función educación superior.
ARTÍCULO Nº 75 - A partir de la sanción de la presente ley, el Estado Nacional deberá promover
y asegurar su implementación. Para tal fin, el Ministerio de Educación, Ciencia y Tecnología de la
Nación y las autoridades de las Universidades Nacionales integrantes del sistema universitario
estatal en el Consejo Interuniversitario Nacional (CIN) concretarán un Acuerdo para la
Transformación y Desarrollo Universitario Argentino, para establecer la implementación de los
objetivos y metas de la transformación universitaria en la actividad científica, desarrollo
tecnológico, la organización y desarrollo académico, la vinculación social y la articulación
institucional.
Dentro del mismo estarán específicamente contemplados:
a) Programas de recuperación y retención de matrícula universitaria a efectos que en cinco años,
el porcentaje de graduados universitarios no sea inferior al 50 % de los estudiantes que
ingresaran en cada cohorte, Ello en el marco de un creciente nivel de excelencia y pertinencia.
b) Programas para que en cinco años la totalidad de los docentes del sistema universitario que
revistan en las categorías de profesor tengan formación académica de cuarto nivel, o méritos
equivalentes.
c) Programas de vinculación institucional con gobiernos municipales, provinciales y nacional, por
el cual las universidades nacionales realizarán junto con los mismos programas para el desarrollo
educativo, o comunitario, o socio económico, o tecnológico, o medioambiental que fuesen
identificados como prioritarios por el entorno institucional, socio cultural y económico, y se
constituya como base de apoyo para los planes de desarrollo del País. Las instituciones
universitarias aportarán programas para el desarrollo en proporciones de uno cada dos millones
de presupuesto que reciben de la Nación.
d) Programas de desarrollo y mejoramiento curricular que estipulen la revisión y evaluación cada
cinco (5) años de los planes de estudio vigentes en las instituciones universitarias.
e) Programas estudiantiles de prácticas de voluntariado y servicio social relacionadas con las
carreras que cursan los estudiantes y acreditables curricularmente en el marco de los respectivos
planes de estudio.
f) Programas para erradicar el analfabetismo de Argentina, donde las instituciones universitarias
como tarea de extensión y vinculación social realizarán un trabajo conjunto con las jurisdicciones
provinciales y gobiernos locales, para que en el lapso de cinco años no exista analfabetismo en
Argentina.
El mencionado Acuerdo para la Transformación y Desarrollo Universitario Argentino también
incluirá el financiamiento de los programas de las transformaciones de las universidades
nacionales, para que en el término de cinco años desde la sanción de la presente Ley, la misma
esté en pleno funcionamiento y el presupuesto nacional destinado a la Educación Superior
alcance como mínimo un 6% del total del Presupuesto Nacional. Los presupuestos institucionales
se realizarán en base a programas y por pautas de funcionamiento institucional y resultados.
En el marco del presupuesto total destinado a Educación Superior, el Ministerio de Educación y
Cultura de la Nación orientará programas con partidas presupuestarias específicas para
promocionar las carreras universitarias que los Estados Nacional y Provinciales definan como
prioritarias en la formación de capacidades humanas para el desarrollo del País.
ARTÍCULO Nº 76 - Las instituciones universitarias nacionales deberán adecuar sus plantas
docentes de acuerdo a lo previsto en el segundo párrafo del artículo 48 de la presente ley, dentro
del plazo de tres (3) años contados a partir de su promulgación. En estos casos, los docentes
interinos con más de dos (2) años de antigüedad continuados podrán ejercer los derechos
consagrados en el artículo 53 de la presente ley.
ARTÍCULO Nº 77 - Las instituciones universitarias estatales adecuarán sus estatutos a las
disposiciones de la presente ley, dentro del plazo de 2 (dos) años contados a partir de la
promulgación de la misma.
ARTÍCULO Nº 78 - Los institutos de educación superior que al presente ostenten el nombre de
"colegios universitarios", por haber sido creados o autorizados con esa denominación y que por
sus características deban encuadrarse en lo que en la presente ley se denomina Centros
Educación Superior, Investigación Científica e Innovación Tecnológica para el Desarrollo Integral
de las Regiones, Provincias y el País, tendrán un plazo de un (1) año contado a partir de la
promulgación de la misma, para solicitar la nueva categorización o modificar su denominación.
ARTÍCULO Nº 79 - Todo dispositivo de la presente ley cuyo cumplimiento no hubiese sido diferido
por la misma, o condicionado expresamente por la propia ley al dictado de una normativa

CONSULTA HACIA UNA NUEVA LEY NACIONAL DE EDUCACIÓN SUPERIOR 479


Comisión de Educación – Honorable Cámara de Diputados de la Nación
reglamentaria, se entenderá operativo y de aplicación inmediata.
ARTÍCULO Nº 80 - Deróguense la Ley 24.521, los Decretos 1.232/01 y 499/95 y toda otra
normativa que contradiga la presente ley nacional de educación superior.
ARTÍCULO Nº 81 - De forma.

FUNDAMENTOS
Señor presidente:
Queremos comenzar este análisis refiriéndonos al necesario diálogo sobre el presente y el futuro.
Y decimos futuro porque no de otra cosa se trata la discusión sobre una legislación que avance
sobre la definición de un rol que debe cumplir la Educación Superior de Argentina, en el marco de
la estrategia para lograr un modelo de país con desarrollo autónomo, con justicia social, con
soberanía política e independencia económica y sus políticas de inclusión social, de distribución y
democratización del saber y de la producción y distribución del conocimiento científico,
tecnológico y cultural, útil para el proceso de construcción de la Nación de cara a nuestro
segundo centenario.
Al respecto, un primer aspecto a considerar lo constituye la necesidad de trazar un marco político
para el análisis situacional y la definición de Políticas de Estado tomando en consideración la
Argentina del 2007. Ello nos lleva a destacar que -si bien ingresamos como Nación al siglo XXI
en un contexto de crisis y emergencia política, económica y social- hoy podemos constatar que
las Políticas de Estado desarrolladas en los últimos años introdujeron un giro sustantivo para
enfrentar y revertir ese contexto de emergencia, por:
a) La implementación de un modelo de desarrollo económico de plena producción con
generación de riquezas y empleo, con inclusión social y territorial y con implementación de
políticas de desendeudamiento del país. En síntesis, estímulo a las políticas de producción por
sobre las de especulación para la creación de empleo y erradicación de la pobreza; y,
b) El respeto por los derechos humanos y sociales y la plena vigencia de la democracia,
instrumentando políticas participativas para todos los sectores de la ciudadanía, organizaciones e
instituciones, que enfatizan la participación y responsabilidad social, como valor y eje de la
recuperación de la sociedad en su conjunto.
Estos aspectos nos permiten señalar la existencia de una clara decisión del pueblo argentino y
de todas las instituciones políticas y sociales, de avanzar en la producción de los cambios y
transformaciones del país, para posibilitar el desarrollo integral de la Nación y la construcción de
una sociedad cada vez más justa y participativa.
Simultáneamente con los cambios estratégicos instrumentados en las políticas de desarrollo,
debe reconocerse asimismo trascendentes modificaciones en las políticas educativas operadas
en el mismo contexto, los que también señalan con claridad el cambio conceptual y político que
marcan un nuevo rumbo para avanzar en la transformación de la educación superior, la ciencia y
la tecnología.
A ello nos referimos cuando mencionamos que se sale de un contexto de emergencia educativa,
a partir del diseño e instrumentación de políticas estratégicas para el desarrollo de la educación
nacional, gestionadas desde una serie de leyes fundamentales:
a) La Ley de Educación Técnica, que recupera la estructura institucional y vigencia de la
educación técnica en la formación de recursos humanos especializados;
b) La Ley de Financiamiento Educativo, que determina al 2010 la asignación del 6% del PBI
como presupuesto de base para la educación en nuestro País;
c) La Ley de Educación Nacional, que entre otras cuestiones fundamentales determina la
obligatoriedad del Nivel Medio, es decir la enseñanza secundaria para la totalidad de la población
argentina.
Estas perspectivas a nivel de políticas de desarrollo nacional y de políticas orientadoras de la
educación general, perfilan la necesidad inmediata de generar el análisis y toma de decisiones
para transformar la Educación Superior en una de las herramientas centrales para que la Nación
disponga de las capacidades humanas y conocimientos necesarios para concretar la decisión de
construir un País con pleno desarrollo.
Señor Presidente, en un período de la humanidad signado como el de la sociedad que está
basada en el conocimiento, debemos tomar en consideración como bases fundantes para la
definición de lineamientos que determinen la incorporación de la educación superior a todo el
tejido social e institucional del País, a la explosión de la información, el conocimiento y las
tecnologías, a su rol en el marco de las transformaciones sociales para contribuir a un desarrollo
con equidad, a la revitalización de la necesidad de generar conocimiento útil para el desarrollo

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social, y por otra parte hacer una distribución social del saber para posibilitar la integración e
inclusión social con igualdad de posibilidades para todos.
La educación para todos y a lo largo de toda la vida, parte de una concepción que precisamente
define a la educación como derecho humano y social, que trasciende las etapas iniciales de la
formación y sus funciones acreditadas, para ampliarlas y garantizar su desarrollo durante toda la
vida, a partir de las acciones de actualización y capacitación continuas.
Queremos enfatizar, señor Presidente, el rol importante que tienen las universidades nacionales
en ese contexto, para generar precisamente, por un lado, modelos de alta inclusión social como
política inherente a su condición de educación de carácter público, libre e igualitario para todos
los ciudadanos, y, por otro, estrategias y lineamientos que avancen en el diseño de políticas,
prácticas y programas de integración y educación, actualización y capacitación permanentes.
Interpretamos que es esta la forma de garantizar la progresiva articulación entre esos modelos de
integración social, con la pertinencia y actualización que deben tener el saber científico y
tecnológico que es producido y transferido; ello en orden a un desarrollo nacional sustentable en
lo social y económico.
En este marco, el debate debe partir de un diagnóstico situacional que defina el estado de la
educación superior en el contexto del estado de la educación en Argentina. En dicho sentido es
que queremos reflexionar sobre algunos indicadores de nuestra realidad, tales como:
- 103 Instituciones de Educación Superior (Universidades Nacionales, Universidades Privadas e
Institutos), y 1800 Institutos de Educación Superior.
- 130.000 Docentes- Investigadores en las Universidades Nacionales y 35.000 agentes como
personal apoyo en las Universidades Nacionales.
- 1.700.000 Estudiantes en el nivel de Educación Superior de 6.500.000 ciudadanos entre 18 y 26
años; pero también 1.000.000 de analfabetos totales y 3.500.000 de personas mayores de 14
años sin escolaridad primaria completa.
- De cada 100 alumnos que ingresan al sistema universitario, concluyen sus estudios
aproximadamente 20 y con un 60 % de alargamiento de sus carreras.
- 2.000 gobiernos locales, la mayoría sin programas estratégicos para el desarrollo integral de su
territorio, y con serios problemas de despoblamiento y migración de su juventud hacia grandes
centros urbanos.
- El País en proceso de expansión en todas sus actividades productivas, y severa carencia de los
aportes necesarios para ello desde un sistema científico tecnológico propio que le sirva de
sustentación.
- Abundancia de capacidades humanas en muchas profesiones, pero que en otras profesiones es
la mayor limitante para el avance y desarrollo del País.
Señor Presidente, es por ello que los desfases estructurales, que constituyen uno de los desafíos
a superar en Argentina en pos de una educación superior incluyente, totalmente comprometida
con el desafío que hoy tiene la Nación para terminar de superar una de sus mayores crisis
históricas, se dan simultáneamente en una época del un mundo donde todas las actividades de
la vida social, económica, productiva, de salud de empleo, entre otras, están basadas en la
disponibilidad cada vez mayor de recursos humanos altamente calificados y de conocimientos y
recursos tecnológicos.
También el desafío de una educación superior capaz de diseñar y constituir en sí misma un
modelo de integración y equidad para la igualdad de posibilidades, en un contexto en que gran
parte de la población pone en evidencia la deuda social que la educación tiene para con ella.
Precisamente y en función de ello, el despliegue y el desafío de la educación superior para la
inclusión debe tomar en consideración, en primer lugar, su imprescindible necesidad de contribuir
al desarrollo del país, tanto desde su subsistema universitario como terciario superior.
En dicho sentido, en el marco de objetivos que hacen a principios de formación del ciudadano -
tales como educar para la vida, la paz, la democracia, y los valores y principios de justicia,
igualdad, libertad y solidaridad- también debe educarse en el marco de objetivos que hagan a la
transformación y el cambio, poniendo a la educación superior al servicio del progreso social y el
desarrollo económico del Pueblo todo y la Nación en su conjunto, preocupándose y ocupándose
por ello de generar emprendedores sociales y económicos, educando para el trabajo y con vista
a la empleabilidad actual y futura de los graduados, en relación no sólo a su desarrollo personal,
sino principalmente a las necesidades sociales y comunitarias del progreso general de todos los
ciudadanos y de nuestro territorio.
Por ello, plantear como necesidad a la educación superior, la ciencia, la innovación tecnológica y
el desarrollo integral del país, significa también revitalizar la función de creación de conocimiento
y tecnologías que sean útiles a esos procesos de desarrollo, para lo cual debe revitalizarse la

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estructura institucional de la educación superior como sistema.
En tal sentido revista importancia un gran esfuerzo financiero y organizativo del País para la
lograr el desarrollo e inclusión de nuevos centros de educación superior, que articulados al
sistema universitario nacional, posibiliten ampliar su potencialidad transformadora en función de
los avances científicos y tecnológicos, los que necesariamente deben tener incorporados las
necesidades sociales planteadas desde las estrategias de desarrollo locales, regionales y
nacionales.
Estas perspectivas suponen la necesidad de instituciones -tanto universidades cuanto institutos
de educación superior- que estén efectivamente relacionadas con las organizaciones sociales, en
diálogo institucional y vinculación permanente con los decisores políticos y gobiernos locales,
provinciales y nacionales, de modo que propicien que la creación de conocimiento e
innovaciones tecnológicas se articulen en el diseño de proyectos de gobierno para el desarrollo
sustentable.
Integrar la estructura de la educación como sistema y revitalizarlo, con la incorporación de
nuevos modelos institucionales, constituyen dos metas a que debemos arribar, pasando del plano
del deseo y las intenciones al de las concreciones efectivas: es necesario en este sentido integrar
la educación superior universitaria y no universitaria, los institutos de educación superior con las
universidades. Todo ello a partir precisamente de la articulación de sus carreras, ciclos y
trayectos curriculares, para facilitar que los estudiantes puedan iniciar el cursado de estudios
superiores en institutos y centros de sus localidades y regiones de origen y tengan a la vez la
oportunidad de continuar, complementar y/o actualizar esos estudios en las universidades
integradas y articuladas regionalmente.
Esa articulación curricular de los tramos, ciclos y carreras del sistema de educación superior
puede efectivamente realizarse a escala nacional a partir de la instrumentación de un sistema de
créditos, que facilite el reconocimiento, acreditación y actualización de la formación y los estudios
a lo largo de la vida y de todos los trayectos del sistema de educación superior.
Señor Presidente, más de una vez hemos aludido a una fecha clave en nuestra historia como
Nación, el año 2016. Bicentenario de nuestra Independencia, lo hacemos pensando que en los
procesos históricos y políticos siempre se constituyeron hitos relevantes, cortes transversales de
la identidad creada, desde los cuales poder evaluar y proyectar hacia delante la Nación
Heredada y el País por Crear, desde el diálogo.
En este sentido, hacemos propias las ideas que sostienen que "Toda reforma educativa
acometida sin diálogo político, al que llevar las argumentaciones pedagógicas, tiene pronosticado
su fracaso..." (1) . Es por ello que, nuestra primera convicción en este debate es que "cualquier
reforma educativa requiere para su viabilidad un acuerdo básico entre todos los que están
convocados a participar en ella. Y como se trata de una cuestión que afecta a toda la sociedad,
pues la educación es su más importante 'clave de futuro'... resulta que el acuerdo del que
hablamos hay que extenderlo y profundizarlo para que efectivamente se articule como pacto
social por la educación" (2) , y en tal sentido es valiosa la experiencia lograda con la participación
para la sanción de la Ley de Educación Nacional.
Lo expuesto supone que establezcamos un consenso básico entre todos los sujetos de la
educación superior, sus universidades e institutos y sus actores institucionales y comunitarios, así
como también el Estado, los sectores sociales, las fuerzas económicas, los partidos políticos, las
comunidades y las regiones, en los lineamientos fundamentales de lo que debe constituir una
nueva ley de educación superior desarrollada en función e implicancia teórico-política con el
estado y los valores que queremos para nuestras sociedades y sus ciudadanos.
En esta línea conceptual, consideramos que el H. Congreso de la Nación tiene la responsabilidad
y la legitimidad de ser uno de los ámbitos principales de la Nación para generación del debate y
la concertación, desde los cuales se construya una legislación que verdaderamente conciba y
consecuentemente genere, herramientas y estrategias para que la Educación Superior constituya
una poderosa herramienta social para el desarrollo del País con inclusión.
En este sentido, señor Presidente, debemos volver a instituir en el marco legal de una nueva Ley
de Educación Superior, la presencia activa de la mayor responsabilidad del Estado para ser el
garante y el gestor de la determinación y definición de los grandes lineamientos de La Educación
Superior como Política de Estado, conjuntamente con todos los sectores sociales, en orden
convergente con la definición y construcción de un modelo de país soberano, desarrollado,
integrado y con justicia social.
En función de la construcción de ese modelo de desarrollo nacional, el rol del conocimiento, la
ciencia y la tecnología - cuyo espacio central de producción y gestión sin duda se desarrolla en
nuestras universidades nacionales- constituye la garantía para la generación de un cambio real
que ayude a dar respuesta a las desigualdades y problemáticas económicas, sociales y
culturales que padece nuestra población. Ello supone que necesaria y decididamente la
Universidad y las instituciones del sistema de educación superior, deben rearticular su
CONSULTA HACIA UNA NUEVA LEY NACIONAL DE EDUCACIÓN SUPERIOR 482
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accionar trazando lazos profundos con las necesidades de conocimientos útiles, recursos
humanos altamente calificados, nuevas tecnologías apropiadas al desarrollo integral y
sustentable, que tienen nuestras comunidades, para el progreso social de la Nación.
Esta revalorización del rol del Estado en la definición de la Educación Superior como Política
Pública de Estado, es un aspecto que queda garantizado en el articulado de la Ley que se
proponemos. En la misma, el Estado asume la responsabilidad presupuestaria de destinar
importantes recursos para la invertir en la transformación y desarrollo de las instituciones
educativas y científicas de nivel superior
Con total claridad el proyecto puesto a consideración, reinstaura el proceso institucional del rol
que le cabe al Estado como responsable indelegable en la definición de la planificación
estratégica y del modelo de desarrollo académico, científico, tecnológico y curricular, el
sostenimiento económico-presupuestario y la evaluación de la calidad del subsistema público de
enseñanza superior, en función del cual se debe desarrollar la formación de los recursos
humanos necesarios para la construcción de un país políticamente soberano, socialmente justo y
económicamente autónomo.
Uno de los aspectos básicos del proyecto de ley que proponemos, es ayudar a eliminar el
conflicto social permanente que han ido generando las políticas de destrucción de las dictaduras
militares y de fragmentación y enajenación del neoliberalismo, reflejadas a través de:
a) El desfase instaurado entre lo que el país objetivamente requiere de las universidades, y que
se lo demanda enfáticamente, con los recursos que se transfirieron al sistema educativo, los
problemas de funcionamiento, de retribución correcta al personal, de obsolescencia estructural, y
la falta de vinculación efectiva del sistema de educación superior con las necesidades del País,
entre otros; y,
b) Sistemas restrictivos de acceso a la educación superior a través de políticas de ingreso y
gravámenes de estudio, con segmentación social y fragmentación educativa en los niveles de
formación, según el origen social de los estudiantes.
Es en este sentido el proyecto de Ley de Educación Superior que presentamos, garantiza:
a) El carácter gratuito de los estudios que se cursen en el subsistema público de educación
superior, prohibiendo expresamente el establecimiento de rentas, aranceles, tasas o
contribuciones que signifiquen un gravamen implícito o explícito sobre los estudios universitarios
y terciarios que se dicten en las instituciones estatales de enseñanza superior;
b) El libre acceso a los estudios superiores, sin discriminaciones de ningún tipo, para todos los
ciudadanos que acrediten las condiciones de formación requeridas, habilitadas por el nivel de
enseñanza previo y/o por la democratización del acceso a la educación superior para aquellos
mayores que no habiendo cumplido la enseñanza media demuestren condiciones para continuar
su formación de nivel superior;
c) Las condiciones de igualdad y equidad en el acceso a la educación a todos aquellos quienes,
poseyendo las condiciones, no pudieran acceder a la educación superior por carencias
económicas estructurales para su sostenimiento, incluyendo la organización de un sistema de
becas;
d) Condiciones de igualdad de posibilidades para aquellos que por tener necesidades educativas
especiales también ameritan la disposición de servicios específicos de enseñanza, condiciones
infraestructurales adecuadas o recursos tecnológicos que posibiliten la permanencia y los
aprendizajes;
e) Financiamiento de las transformaciones y desarrollo integral del sistema de Educación
Superior, ;
f) Compromiso del Sistema de Educación Superior para el fortalecimiento institucional, mejorando
su calidad funcional y aportes mejorar la calidad de vida de las comunidades donde están
insertas, provincias y Nación, con proyectos concretos para la transformación educativa,
desarrollo social y económico.
Señor Presidente, el proyecto de Ley que estamos poniendo a consideración sienta las bases
para el contrato social por la Educación Superior a que hacemos referencia en los presentes
fundamentos, por una parte el Estado asume responsabilidad de garantizar el financiamiento del
desarrollo y transformación del Sistema de Educación Superior y conjuntamente también propone
las normativas del correlato de corresponsabilidad social de las instituciones de educación
superior y sus de integrantes para con todo el tejido social de la Nación:
a) Se propone que las instituciones de educación superior den cuenta de su contribución al
cambio y transformaciones requeridas para el desarrollo autónomo e integrado del País, a través
de una rendición de cuentas que debe superar el control de legalidad de gastos, para constituirse
en responsabilidad social a partir de la presentación pública de sus acciones con el cumplimiento

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de los objetivos político-sociales de su contribución a la transformación del país.
b) En este sentido, la nueva ley preserva los sistemas de autarquía financiera y promueve la
información, difusión y evaluación institucional del cumplimiento del compromiso político-
institucional con la sociedad de la región y país que contiene y expresa sus demandas y
necesidades comunitarias para el desarrollo local, tecnológico, productivo y educativo-cultural.
Ello desde la enseñanza superior, la investigación científica, el desarrollo tecnológico-productivo
y la vinculación con la sociedad y sus instituciones.
c) El proyecto de Ley, en consonancia con la responsabilidad social institucional del sistema de
educación superior y sus comunidades académicas, también define un correlato de
responsabilidad social en el estudiantado a través de su rendimiento académico.
d) Ello se plantea desde el establecimiento de la gratuidad de la enseñanza, para que la
responsabilidad social opere como correlato de la igualdad real de posibilidades, del libre acceso
y de la instrumentación de las garantías para que todos quienes quieran estudiar puedan hacerlo
sin limitaciones económicos impuestas por las condiciones sociales o económicas.
e) Es a través de la cabal formación de nuestros estudiantes que la universidad y las instituciones
de educación superior pueden hacer la mayor contribución al cambio, transformación y
mejoramiento de la sociedad que las sustenta,
f) En este marco la nueva Ley de Educación Superior establece claramente que estudiar es un
derecho de los alumnos, y a la vez es también una obligación por parte de ellos como
corresponsabilidad para con la sociedad.
También el proyecto de Ley que proponemos establece y define explícitamente el funcionamiento
de nuevas modalidades de legitimación democrática de los miembros de la comunidad de
educación superior que integrarán los órganos de gobierno del sistema, especialmente del
subsistema público universitario.
Señor Presidente no es necesario brindar ejemplos redundando en la descripción de las crisis
estructurales del sistema, que se reduplican una a una en las universidades argentinas cada vez
que se quiere poner en funcionamiento la maquinaria legal de un sistema ya caduco, que somete
a la exposición pública un sistema de representatividad, divorciado de las mayorías y los sectores
que conforman la comunidad universitaria.
El proyecto de Ley que se eleva a consideración toma las experiencias de Universidades
Argentinas que demuestran que es posible consolidar la armonía institucional interna, que es
imprescindible para acometer el fenomenal desafío de poner todo el conocimiento e inteligencia
de que dispone la Nación a su servicio, y superar las confrontaciones de luchas de
representación en los órganos de gobierno.
La nueva Ley de Educación Superior, que proponemos, estipula la participación de todos sus
sectores en el gobierno universitario: docentes, estudiantes, no docentes y graduados, señalando
claramente que esa participación se organice en un sistema de representación ponderada por
claustro para conformar los órganos de gobierno, y garantiza que esa representación se articule
a través de la elección directa de sus representantes.
En este sentido, la Ley prevé a la elección directa como mecanismo para la designación de sus
autoridades unipersonales: rector y vicerrector, decanos y vicedecanos, y también establece una
ponderación del voto de todos los claustros sobre la base del gobierno cuatripartito.
Porque más allá de la legalidad insita en los mecanismos vigentes, la institución universitaria,
dando muestras de su perfil histórico y su vocación transformadora, debe legitimar su
institucionalidad a través de una profundización democrática significativa y participativa, capaz de
integrar legalidad sistémica y legitimidad moral en un sistema de gobierno representativo y con el
reconocimiento del voto individual y ajustado a derecho, en función de la ciudadanía democrática
de las comunidades educativas.
Proponer un fuerte avance democrático en la universidad desde sus formas de gobierno, implica
apoyar y estimular a que la universidad dialogue desde su autonomía sobre los caminos
concretos que ha de trazar y las estrategias que debe desarrollar para alcanzar sus objetivos, y
junto con las expectativas de la comunidad para su ayuda al logro de un modelo de desarrollo
educativo, científico y tecnológico autónomo y federal.
El proyecto también propone, en este marco de contrato social para la educación, instancias de
participación de las fuerzas sociales y políticas democráticas que están en condiciones de brindar
sus aportes conceptuales y apoyos a las regiones locales con sus demandas de vinculación con
el desarrollo, con sus sistemas productivos, de salud, de innovación y desarrollo para el
crecimiento, y fundamentalmente con sus instituciones educativas superiores como centros de
impulso al desarrollo local y regional.
En este sentido, la propuesta de existencia de los Consejos Sociales Consultivos procura
vehiculizar y canalizar la participación de todos los sectores sociales en el gobierno y

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planificación estratégica de las universidades, entendiendo que es función sustantiva de las
mismas el dar respuesta a las necesidades sociales en orden al desarrollo económico, político,
social y cultural de la Nación, las provincias y sus regiones.
Se parte del convencimiento, Señor Presidente, que desde las universidades argentinas se
pueden proveer los proyectos, planes y programas necesarios para instrumentar cambios y
transformaciones científicas, tecnológicas, productivas y culturales para el desarrollo sustentable
de las regiones, localidades, municipios y gobiernos, y, correlativamente, la articulación de los
sectores sociales para el desarrollo de emprendimientos estratégicos en las universidades,
tendientes a la ampliación de su base social participativa y la incorporación con igualdad de
posibilidades de nuevos sectores sociales a los estudios universitarios.
Ejemplos de la existencia de organismos con estas características pueden encontrarse en
desarrollos de universidades nacionales, tales como la participación de mas de 60 municipios del
sur de la provincia de Córdoba junto con la Universidad Nacional de Río Cuarto en la
conformación de una Asociación para el Desarrollo del Sur (ADESUR) de Córdoba, que
formulando participativamente un Plan Director, dio las bases de la organización territorial y
control de inundaciones en la mencionada provincia.
Desde nuestra perspectiva integradora, la nueva Ley de Educación Superior propone la
articulación del sistema de educación superior con definiciones claves:
a) Una concepción de las instituciones de educación superior articulada sobre la base de
paradigmas que señalan como característica central de las mismas, el estar involucradas
profundamente con el desarrollo y progreso de la sociedad en la que están inmersas, en lo local y
regional. Que también enfatizan como necesidad el fortalecimiento de las comunidades, de los
sistemas productivos, de la formación de capacidades humanas para la instrumentación de
innovaciones tecnológicas, de investigación y de gestión del desarrollo local, y de proyectos
educacionales y de promoción cultural de clara impronta regional;
b) Sobre estas bases, se plantea que la educación superior debe avanzar hacia un concepto
amplio de articulación con las universidades que permita concebir la existencia de Centros de
Educación Superior, Investigación Científica e Innovación Tecnológica para el Desarrollo Integral
de las Regiones, las Provincias y el País. Se propone a los mismos como centros de desarrollo
para la formación y capacitación de recursos humanos para el sistema productivo regional, el
mejoramiento de la formación docente, la facilitación y estímulo para la terminalidad de carreras
universitarias, además de promover la reinserción local de los graduados universitarios en sus
regiones locales;
c) También se considera estratégico para la articulación del sistema de educación superior que
se debe avanzar en la definición legal de los mecanismos que verdaderamente faciliten la
movilidad estudiantil, sin vaciamiento de recursos humanos, ni deserción por desarraigo,
diferenciando ciclos de formación y niveles claros de la pertinencia institucional de la formación
que se debe brindar en ambos subsistemas, terciario y universitario;
d) Se propone garantizar la posibilidad de movilidad y la terminalidad de todos los ciclos de
educación superior, a través de la implementación general de un sistema de créditos académicos
para la educación superior en Argentina, y en el futuro con los países del MERCOSUR. Ello
entendido como unidad aceptada de la medida y calidad del trabajo desarrollado por el
estudiante en las diferentes instancias de acreditación de estudios;
e) La articulación como concepto, también se la concibe a nivel de las políticas educativas: la
nueva ley busca garantizar una mayor articulación entre las jurisdicciones provinciales y de la
ciudad autónoma de Buenos Aires, las Universidades, el Consejo Federal de Educación, el
Consejo de Universidades, los CPRES, para sustanciar acuerdos vinculantes sobre consensos
de política curricular, contenidos, alcances, programas y proyectos de desarrollo que lleguen
efectivamente a establecer mecanismos de reconocimiento macro para la prosecución de
estudios.
Estos aspectos han sido tomados por el proyecto de ley proponiendo estrategias que tienden a
garantizar y facilitar la articulación de las políticas e instituciones:
a) Acreditación y reconocimiento horizontal de de créditos entre los propios Institutos de
Educación Superior y vertical entre los Institutos de Educación Superior con las currículas de las
universidades;
b) Líneas de terminalidad articulada entre Institutos de Educación Superior y Universidades:
- profesorados y postítulos docentes en Institutos de Educación Superior /
especializaciones pedagógicas en universidades;
- tecnicaturas, profesorados y/o postítulos en Institutos de Educación Superior /
licenciaturas disciplinares (ciclos), maestrías y doctorados en universidades
- tecnicaturas en Institutos de Educación Superior / reconocimiento de créditos en

CONSULTA HACIA UNA NUEVA LEY NACIONAL DE EDUCACIÓN SUPERIOR 485


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universidades para carreras profesionales.
c) Vinculación científica y tecnológica de las universidades para el desarrollo de los sistemas
productivos regionales, mediante el apoyo y articulación de los Institutos de Educación Superior
como centros educativos y/o polos de desarrollo científico y tecnológico regional (intercambios y
apoyos docentes, pasantías, proyectos de investigación y transferencia integrados, programas ad
hoc para la formación permanente de presencialidad acotada) y Centros de Educación Superior,
Investigación Científica e Innovación Tecnológica para el Desarrollo Integral de las Regiones, las
Provincias y el País.
d) Nuevos modelos curriculares flexibles aptos y potenciadores de estrategias para la educación
permanente, a partir de la determinación de ciclos articulables mediante el Sistema de Créditos
Académicos, entre el pre-grado, el grado y el posgrado.
e) Nuevos roles para los docentes en los modelos de flexibilidad curricular, los que suponen una
transformación pedagógica en las funciones docentes a la vez que la introducción de nuevas
tecnologías (TICs) como nuevas modalidades de enseñanza, reconocimiento y acreditación.
f) En el propio marco de la flexibilización, la disposición legal de mecanismos de acreditación de
saberes, conocimientos y prácticas adquiridos a lo largo de la actividad profesional, científica y
educacional para la prosecución de estudios y la acreditación de la educación permanente.
El desarrollo de dichos aspectos buscan como objetivo garantizar en el presente proyecto de Ley
la articulación vertical y horizontal del sistema, asegurando su transversalidad vertical entre
niveles e instituciones del subsistema y horizontal entre las regiones del mapa nacional, como
una forma más de gestionar, incluso desde sus propias estructuras, la configuración de un país
federal, con líneas de desarrollo social y económico sustentable para todos sus ciudadanos, y
programas de inclusión, integración y equidad.
Señor Presidente, el proyecto de ley que estamos proponiendo impulsa el desarrollo integral de
la Educación Superior como Política de Estado, en convergencia con el contexto de los grandes
cambios que está atravesando el País en su consolidación y construcción de un futuro cada vez
más integrado.
En relación con este último aspecto, queremos volver a destacar la centralidad de las siguientes
cuestiones:
- Por un lado, la necesidad de establecer un pacto social por la educación superior, en el
que converjan la participación de las universidades nacionales, los gobiernos de las
jurisdicciones provinciales y de la ciudad autónoma de Buenos Aires, el Gobierno Nacional,
las Organizaciones sociales y los sectores de la comunidad interesados, para diseñar un
nuevo Sistema de Educación Superior, Ciencia, Innovación y Desarrollo Tecnológico sobre
la base de programas de desarrollo e indicadores de resultados en función de los fines y
objetivos que se tracen en la construcción de un nuevo proyecto de ley.
- Por otro lado, la necesidad de articular metas en las Políticas de Estado que se tracen a
mediano plazo (2008- 2016), que permitan la concreción de algunas de las líneas trazadas
en el nuevo proyecto de ley, entre las cuales nos interesaría lograr:
1 / a nivel de la educación superior no universitaria:
a) El establecimiento de Centros de Educación Superior, Investigación Científica e
Innovación Tecnológica para el Desarrollo Integral de las Regiones, las Provincias y
el País, a razón de seis por provincia, en función de un plan federal orgánico de
localización que contribuya al equilibrio territorial de la oferta de educación superior
y la existencia de polos de desarrollo científico e innovación tecnológica, articulados
con universidades nacionales.
b) La definición de los siguientes productos, como resultados esperados: 3.000
proyectos de desarrollo aplicados por año en gobiernos nacional, provinciales y
municipales, 500 patentes por año, 50% de la población en edad de cursar estos
estudios incorporada a la educación superior en sus diferentes tramos y/o trayectos
o ciclos, una tasa de egreso del 70% de la población estudiantil.
c) La estipulación de un plan de financiamiento a 2016 para infraestructura
organización, equipamiento y personal de despegue, con financiamiento nacional e
internacional.
2/ a nivel del desarrollo y transformación de la educación universitaria:
a) A partir de la sanción de la presente ley, la concreción de un Acuerdo para el
Desarrollo y Transformación Universitaria entre el Ministerio de Educación, Ciencia y
Tecnología de la Nación y las autoridades de las Universidades Nacionales
integrantes del sistema universitario estatal en el Consejo Interuniversitario
Nacional, el que tendrá por finalidad establecer los objetivos y metas de desarrollo y

CONSULTA HACIA UNA NUEVA LEY NACIONAL DE EDUCACIÓN SUPERIOR 486


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transformación a alcanzar en el término de cinco años en la actividad científica, el
desarrollo tecnológico, la organización y desarrollo académico, la vinculación social
y la articulación institucional.
b) En el marco del mencionado Acuerdo para el Desarrollo y Transformación
Universitaria, el financiamiento de los programas de desarrollo y transformación de
las universidades nacionales, para que en el término de cinco años desde la
sanción de la presente ley la misma esté en pleno funcionamiento y el presupuesto
nacional destinado a la Educación Superior llegue como base al 6% del total del
Presupuesto Nacional.
c) La promoción de las carreras universitarias que los Estados Nacional y
Provinciales definan como prioritarias en la formación de capacidades humanas
para el desarrollo del País.
d) La realización de programas de formación por parte de las universidades que
permitan que la totalidad de los cargos docentes que se desempeñan como
profesores alcancen titulaciones de cuarto nivel o el mérito equivalente al nivel de
posgrado.
e) El desarrollo de programas de recuperación y retención de matrícula universitaria
a efectos de que el porcentaje de graduados universitarios no sea inferior al 50 %
de los estudiantes que ingresaran en cada cohorte, ello en un contexto de un
creciente nivel de excelencia y pertinencia;
f) El diseño e implementación de un programa educativo cada dos (2) millones de
pesos de presupuesto asignados, destinado al desarrollo local, regional o nacional,
en acuerdo con los gobiernos respectivos y a favor de la consolidación de un
desarrollo federal.
g) El compromiso y desarrollo efectivo por parte de las universidades nacionales de
programas institucionales para erradicar el analfabetismo en el país.
Finalmente, en orden a estos fundamentos, queremos destacar que la Universidad Argentina y
las instituciones de educación superior en general, deben enfrentar en la instancia de este
debate, un desafío y una oportunidad histórica, como lo es fundar un pacto social por la
educación superior, para ser partícipes decisivos en la construcción de una Nación desarrollada,
integrada e incluyente, también desde el plano educativo.
Y aunque ello no sea fácil, la participación del sistema de educación superior en el diseño y
construcción de políticas de Estado es una responsabilidad inexcusable aùn màs en esta era de
sociedades basadas y organizadas en base al conocimiento. Ello posibilitarà combinar desarrollo
sostenido y soberano con mayores niveles de justicia social, desde el pensamiento crítico y el
accionar responsable en diálogo de todas las fuerzas sociales y políticas protagonistas de esta
dimensión de cambio y transformación para alcanzar la Nación que queremos ser.
Por las razones expuestas, les solicito a mis pares que acompañen con su voto el presente
proyecto de ley.
(1) Pérez Tapia, José: Educación democrática y ciudadanía intercultural. III Congreso Nacional de
Educación. Córdoba. 2002. P.144
(2) Pérez Tapias, J. Ob. Cit. P. 145.

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H.Cámara de Diputados de la Nación
PROYECTO DE LEY
Texto facilitado por los firmantes del proyecto. Debe tenerse en cuenta que solamente podrá ser
tenido por auténtico el texto publicado en el respectivo Trámite Parlamentario, editado por la
Imprenta del Congreso de la Nación.
Nº de Expediente 2794-D-2010
Trámite
046 (03/05/2010)
Parlamentario
REGIMEN DE EDUCACION SUPERIOR. DEROGACION DE LA LEY
Sumario
24521.
Firmantes DONDA PEREZ, VICTORIA ANALIA - MERCHAN, PAULA CECILIA.
Giro a Comisiones EDUCACION; PRESUPUESTO Y HACIENDA.
El Senado y Cámara de Diputados,...
LEY NACIONAL DE EDUCACIÓN SUPERIOR
El Senado y la Cámara de Diputados de la Nación Argentina...,
Sancionan con fuerza de Ley
TITULO I
La Educación Superior
Capitulo 1
Principios Generales
ARTICULO 1º- La Educación Superior es un derecho humano. Se basa en el respeto a todas las
corrientes del pensamiento, con la finalidad de desarrollar el potencial creativo de cada ser
humano y el pleno ejercicio de su personalidad en una sociedad democrática basada en la
valoración ética del trabajo.
ARTICULO 2º- La educación superior deberá promover el compromiso de los pueblos en la
búsqueda permanente de la transformación política, social y económica de nuestras sociedades,
siendo un atributo emancipador que abreva en las corrientes de pensamiento latinoamericanistas
y nacionales, con una profunda vocación de participación activa en los procesos de liberación
nacional e integración latinoamericana.
ARTICULO 3º - Están comprendidas dentro de la presente ley las instituciones de educación
superior, sean universitarias, de formación docente o técnico-profesional, nacionales, provinciales
o municipales, tanto estatales como privadas, todas las cuales forman parte del Sistema de
Educación Superior.
ARTÍCULO 4º - Se establece la responsabilidad indelegable del Estado en la planificación del
desarrollo académico, científico y tecnológico y la evaluación de la calidad sobre la totalidad del
Sistema de Educación Superior, así como el sostenimiento económico- presupuestario del
Subsistema Estatal.
El estado promoverá el acceso, la permanencia y el egreso al Sistema de Educación Superior.
ARTÍCULO 5°: Son principios que rigen el Sistema de Educación Superior:
a) Gratuidad: El Estado Nacional garantiza la gratuidad de la educación superior de grado y
posgrado en las instituciones estatales.
b) Igualdad: Todos los habitantes de la Nación tienen derecho al libre acceso a la educación
superior sin ningún tipo de discriminación social, por la nacionalidad, de género, étnica,
religiosa, política y económica. El Estado debe asegurar la accesibilidad al medio físico,
servicios de interpretación y apoyos técnicos necesarios y suficientes para las personas con
capacidades diferentes y movilidad reducida.
c) Democratización: El sistema de educación superior debe organizarse de manera
democrática garantizando la participación activa en la toma de decisiones de los actores
que lo conforman y la sociedad en su conjunto.
d) Inclusión: El Estado debe desarrollar políticas tendientes a incluir dentro del sistema de
educación superior a los sectores económicos más desfavorecidos de la sociedad, a tal
efecto deberá establecer programas específicos y líneas de acción que posibiliten a los
sectores populares acceder a la educación superior.
e) Pluralidad y Diversidad: La educación superior debe concebir las diferentes culturas de
nuestra sociedad, Latinoamérica y el mundo y reconocer los saberes y prácticas populares,
poniendo especial énfasis en el reconocimiento y respeto a la experiencia de nuestros

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pueblos originarios.
f) Articulación: Deben establecerse mecanismos precisos que permitan estructurar una
educación superior vinculada a los demás ciclos educativos para conformar un sistema
coherente e integrado. Asimismo deben constituirse dispositivos que permitan crear vínculos
entre todas las instituciones del Sistema de Educación Superior.
g) Respeto a los derechos humanos y recuperación de la memoria colectiva.
h) El ejercicio de la docencia es considerado de interés público y la formación docente es
entendida como una política educativa prioritaria de estado.
ARTICULO 6º.- El recinto de las Instituciones de Educación Superior es inviolable. Se entiende
por recinto de las Instituciones de Educación Superior el espacio público precisamente delimitado
y destinado a la realización de actividades docentes, estudiantiles, académicas, administrativas,
de investigación, culturales y deportivas, propias de la Institución; y en general, cualquier otra
actividad conducente al crecimiento, al sano esparcimiento e interacción de la Comunidad
Educativa.
CAPITULO 2
Finalidad y objetivos
ARTICULO 7° - La Educación Superior tiene como finalidad:
a) La formación integral, entendida esta como científica, profesional, humanística, artística y
técnica en el más alto nivel de las y los estudiantes, desarrollando valores que requieren la
conformación de personas comprometidas con la búsqueda del bien de la comunidad en forma
democrática y con un marcado criterio de inclusión social;
b) Preparar a las y los estudiantes en el trabajo socialmente productivo para el desarrollo de
actividades cooperativas y asociativistas, y fomentar el desarrollo productivo nacional y regional,
en todos sus niveles, solidario, ecológicamente sustentable.
c) Formar profesionales y técnicas/os con una conciencia nacional, apoyada en nuestras raíces
culturales según los requerimientos regionales, nacionales y latinoamericanos. Ello mediante una
educación formativa que fomente en las y los estudiantes su espíritu crítico para actuar con
idoneidad social e intelectual en su profesión, tanto en su actividad pública o privada, orientada
primordialmente por los valores de la justicia social.
d) Impartir enseñanza, realizar investigaciones científico tecnológicas, dirigiéndolas a los
requerimientos de un desarrollo nacional, así como a la resolución de los problemas en que la
comunidad está inserta.
e) Orientar el conocimiento adquirido y las investigaciones realizadas por las y los estudiantes a
la satisfacción de necesidades concretas de la población. Tal conocimiento se considera, a los
efectos reales, producto de una práctica social de docentes, estudiantes trabajadores,
trabajadoras y sociedad en general.
f) Promover la cultura nacional y popular, producir bienes y prestar servicios con proyección
social haciendo los aportes necesarios y útiles al proceso de liberación nacional y contribuyendo
a la solución de los grandes problemas argentinos y latinoamericanos.
ARTICULO 8° - Son objetivos de la Educación Superior:
a) Garantizar el ingreso, permanencia y egreso para todas y todos los estudiantes. El Estado
deberá otorgar becas, subsidios u otra forma de apoyo económico y social como comedores
estudiantiles y albergues que faciliten la terminalidad de los estudios.
b) Contribuir al desarrollo de los saberes populares, que sirvan para potenciar la construcción
social del conocimiento; a través de la integración de estos con los saberes de la educación
formal.
c) Preparar para el ejercicio de la docencia en todos los niveles y modalidades del sistema
educativo; con la finalidad de integrar a los mismos en objetivos y criterios comunes de todo el
sistema.
d) Promover una adecuada diversificación de los estudios de nivel superior, que atienda las
expectativas y necesidades de la población;
e) Profundizar los procesos de democratización en la Educación Superior, contribuir a la
distribución equitativa del conocimiento y asegurar la igualdad de oportunidades;
f) Garantizar planes de estudio articulados entre instituciones que conforman el sistema;
g) Promover ámbitos de evaluación interna en cada institución que conforma el Sistema para
garantizar su calidad;
h) Promover las políticas de género a través de la creación de áreas de género en las

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instituciones que integran el sistema con el objeto de garantizar una mirada transversal de dicho
enfoque.
CAPITULO 3
Estructura y Composición del Sistema de Educación Superior
ARTICULO 9° - La Educación Superior esta constituida por institutos de educación superior, sean
de formación docente o técnico- profesional y por instituciones de educación universitaria, que
comprende universidades e institutos universitarios.
ARTICULO 10 - El ingreso de la población estudiantil al Sistema de Educación Superior tiene
como único requisito el haber aprobado el nivel medio de enseñanza. Excepcionalmente, las
personas que no reúnan esa condición, podrán ingresar siempre que demuestren, a través de las
evaluaciones que las provincias, la Ciudad Autónoma de Buenos Aires o que las universidades
en su caso establezcan; que tienen idoneidad para cursar los estudios que se proponen iniciar.
Las instituciones que conforman el Sistema de Educación Superior, para su acceso, no podrán
establecer ningún tipo de arancelamiento ni restricción mediante mecanismos eliminatorios.
ARTICULO 11- No podrán acceder a ningún tipo de cargo dentro de las instituciones que
conforman el Sistema de Educación Superior:
1) Las personas que hayan sido condenadas como autores, partícipes en cualquier grado,
instigadores o encubridores de los delitos de desaparición forzada de personas, homicidio,
privación ilegítima de la libertad, supresión, sustitución o falsificación de identidad, torturas y
cualquier otro delito que por su entidad constituya graves violaciones a los derechos humanos
y/o delitos de lesa humanidad, como así también las personas que hayan sido condenadas por
los delitos de robo, defraudación, estafa, malversación de fondos públicos o privados y
falsificación de instrumentos públicos o privados, y cualquier otro delito cometidos en ocasión,
o para facilitar, promover o encubrir graves violaciones a los derechos humanos y/o delitos de
lesa humanidad.
En estos casos, el impedimento tendrá carácter perpetuo;
2) Las personas contra las que existan pruebas suficientes de participación en graves
violaciones de los derechos humanos que puedan implicar delitos de lesa humanidad;
3) Las personas que hayan usurpado cargos electivos en el período de interrupción del orden
institucional comprendido entre el 24 de marzo de 1976 y el 10 de Diciembre de 1983;
4) Las personas que hayan ejercido los cargos de Ministro, Secretario, Subsecretario o
Director en cualquier dependencia del Estado Nacional, Provincial o Municipal, o equivalentes
en jerarquía y rango, durante el período comprendido entre el 24 de marzo de 1976 y el 10 de
Diciembre de 1983.
5) Las personas que hayan ejercido cargos de rector, vicerrector, decano o vicedecano en
cualquier universidad nacional o provincial, durante el período comprendido entre el 24 de
marzo de 1976 y el 10 de Diciembre de 1983.
No quedarán comprendidas en los incisos 4 y 5, aquellas personas que hubieren accedido a
los cargos de Director Nacional, Provincial o Municipal en virtud de carrera administrativa
previa.
CAPITULO 4
Docentes
ARTÍCULO 12 - Son derechos del equipo docente de las instituciones estatales de educación
superior, sin perjuicio de lo dispuesto por la legislación específica:
a) Acceder a la carrera académica mediante concurso público y abierto de antecedentes y
oposición;
b) Desempeñar los cargos docentes en cualquier jurisdicción mediante la acreditación de los
títulos correspondientes al nivel superior de acuerdo con la normativa vigente;
c) Participar en el gobierno de la institución a la que pertenecen, de acuerdo a las normas legales
pertinentes;
d) Actualizarse y perfeccionarse de modo continuo en su carrera académica. El Estado deberá
garantizar el otorgamiento de becas, crear centros de capacitación y perfeccionamiento docente
o cualquier otro medio de financiamiento;
e) Participar en la actividad gremial;
f) Disponer de centros de desarrollo infantil (CDI) para el cuidado de sus hijos e hijas a fin de
posibilitar el cumplimiento del dictado de las clases con regularidad.
g) Es irrenunciable el derecho a percibir un salario. A tal efecto no podrá ejercerse la docencia ad
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honorem.
h) Acceder al sistema sin ningún tipo de discriminación social, de género, étnica, religiosa,
política, económica o por nacionalidad.
i) Las personas con capacidades diferentes o con movilidad reducida deberán contar con los
servicios de interpretación y los apoyos técnicos necesarios para el normal desarrollo de sus
actividades en las instituciones a las que concurran;
j) A desempeñar sus tareas en condiciones seguras y dignas.
ARTÍCULO 13 - Son obligaciones de las y los docentes de las instituciones estatales de
educación superior:
a) Observar las normas que regulan el funcionamiento de la institución a la que pertenecen;
b) Participar en la vida de la institución cumpliendo con responsabilidad su función docente, de
investigación y de servicio;
c) Actualizarse en su formación profesional y cumplir con las exigencias de perfeccionamiento
que fije la carrera académica.
d) Respetar el disenso, las diferencias individuales, la creatividad personal y colectiva y el trabajo
en equipo.
ARTICULO 14. - Las y los docentes deberán ser orientadores promotores y facilitadores del
proceso formativo y cognoscitivo, a través de su participación y conducción en la labor de
enseñanza-aprendizaje, creación intelectual y la difusión del saber. Su actividad estará dirigida a
responder a los requerimientos nacionales en materia socio- educativa y promover el
pensamiento crítico y compromiso social de las y los estudiantes.
CAPÍTULO 5
Estudiantes
ARTICULO 15 -Las y los estudiantes de las instituciones estatales de educación superior tienen
derecho:
a) Al acceso al sistema sin ningún tipo de discriminación social, de género, étnica, religiosa,
política, económica o por nacionalidad;
b) A asociarse libremente en centros de estudiantes, federaciones nacionales y regionales, a
elegir sus representantes y a participar en el gobierno y en la vida de la institución, conforme a
los estatutos, lo que establece la presente ley y, en su caso, las normas legales de las
respectivas jurisdicciones;
c) A obtener becas, créditos y otras formas de apoyo económico y social que garanticen la
igualdad de oportunidades y posibilidades, particularmente para el acceso y permanencia en los
estudios de grado, posgrado y postítulo, conforme a las normas que reglamenten la materia;
d) A recibir y difundir información con respecto al funcionamiento del sistema de educación
superior;
e) A disponer de tres franjas horarias en el ofrecimiento de materias que faciliten el estudio para
las y los estudiantes que deban trabajar;
f) A solicitar, cuando se encuentren en las situaciones previstas en los artículos 1º y 2º de la ley
20.596, la postergación o adelanto de exámenes o evaluaciones parciales o finales cuando las
fechas previstas para los mismos se encuentren dentro del periodo de preparación y/o
participación;
g) A solicitar permisos especiales en caso de maternidad o paternidad y durante el embarazo,
que garantice tanto la regularidad en la carrera como en la cursada de las materias. A tal fin se
deberán prever mecanismos de evaluación y cursada alternativos;
h) A disponer de centros de desarrollo infantil (CDI) que tengan al cuidado los hijos e hijas de las
y los estudiantes, para garantizar su permanencia y cumplimiento de una asistencia regular a las
clases a las que deban concurrir;
i) Las personas con capacidades diferentes o con movilidad reducida deberán contar con los
servicios de interpretación y los apoyos técnicos necesarios para el normal desarrollo de sus
actividades en las instituciones a las que concurran;
j) A que las instituciones estatales de educación superior reconozcan y promuevan la
participación y el protagonismo estudiantil en el proceso de enseñanza-aprendizaje; en la
actividad cultural y social de dichas instituciones; en los procesos decisorios; en la gestión
institucional y en el esclarecimiento y resolución de los problemas y necesidades nacionales y
latinoamericanas;
k) A disponer sin ningún tipo de arancelamiento, de un sistema integrado de asistencia médica
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inmediata;
l) A cursar sus estudios en condiciones seguras y dignas.
ARTICULO 16. - Son obligaciones de las y los estudiantes de las instituciones estatales de
educación superior:
a) Respetar los estatutos y reglamentaciones de la institución en la que estudian;
b) Observar las condiciones de estudio, investigación, trabajo y convivencia que estipule la
institución a la que pertenecen;
c) Respetar el disenso, las diferencias individuales, la creatividad personal y colectiva y el trabajo
en equipo.
d) Promover, coadyuvar y contribuir al desarrollo nacional a través del estudio, la creación
intelectual artística, deportiva y la acción social en cualquiera de los ámbitos de desenvolvimiento
académico, comunitario e institucional.
ARTÍCULO 17.- Es obligación de las instituciones estatales de educación superior y del Sistema
de Educación Superior en su conjunto, promover, garantizar y fortalecer la atención integral de
las y los estudiantes y, en ese sentido, deberán garantizarles servicios de apoyo, prevención,
asistencia y proyección institucional, con la finalidad de elevar el rendimiento y desempeño
estudiantil.
CAPÍTULO 6
Personal Administrativo, de Servicio y Técnico
ARTÍCULO 18.- El personal administrativo, de servicio y técnico de las instituciones estatales de
educación superior, sin perjuicio de lo dispuesto por la legislación específica, tiene derecho:
a) A acceder a sus cargos por concurso público;
b) A asociarse libremente en federaciones nacionales y regionales, a elegir sus representantes y
a participar en el gobierno y en la vida de la institución, conforme a los estatutos, lo que establece
la presente ley y, en su caso, las normas legales de las respectivas jurisdicciones;
c) A disponer de centros de desarrollo infantil (CDI) que tengan al cuidado de los hijos e hijas del
personal;
d) A Participar en la actividad gremial;
e) A actualizarse y perfeccionarse en su carrera mediante el acceso a becas.
f) Al acceso al sistema sin ningún tipo de discriminación social, de género, étnica, religiosa,
política, económica o por nacionalidad;
g) Las personas con capacidades diferentes o con movilidad reducida deberán contar con los
servicios de interpretación y los apoyos técnicos necesarios para el normal desarrollo de sus
actividades en las instituciones a las que concurran;
h) A cumplir sus tareas en condiciones seguras y dignas.
ARTÍCULO 19.- Son obligaciones del personal administrativo, de servicio y técnico de las
instituciones estatales de educación superior, sin perjuicio de lo dispuesto por la legislación
específica:
a) Observar las normas que regulan el funcionamiento de la institución a la que pertenecen;
b) Participar en la vida de la institución cumpliendo con responsabilidad su función;
d) Respetar el disenso, las diferencias individuales, la creatividad personal y colectiva y el trabajo
en equipo.
ARTÍCULO 20.- Las instituciones en donde desempeñen sus cargos, deberán promover y facilitar
la terminalidad de la educación secundaria y el acceso y continuación de los estudios superiores,
para el personal que no haya completado dicho nivel de formación.
ARTÍCULO 21.- Las instituciones universitarias, crearán centros de capacitación para el personal
administrativo, de servicio y técnico de todos los niveles escalafonarios. La capacitación podrá
estar a cargo de los propios trabajadores bajo la dirección de un docente que pertenezca al
personal administrativo, de servicio y técnico.
CAPÍTULO 7
De la articulación, investigación, desarrollo social comunitario y posgrados.
Sección 1
Articulación
ARTICULO 22.- El Sistema de Educación Superior debe:

CONSULTA HACIA UNA NUEVA LEY NACIONAL DE EDUCACIÓN SUPERIOR 492


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a) Garantizar la articulación, coordinación, armonía e integración entre las instituciones que lo
constituyen y de éstas con los otros niveles del Sistema Educativo y demás instancias
pertinentes, así como con el entorno socioeconómico y cultural para procurar la efectividad, buen
desenvolvimiento y logro de los fines de la Educación Superior;
b) Facilitar la integración de programas académicos entre las distintas instituciones; la utilización
compartida y equitativa de recursos y servicios; la movilidad estudiantil y profesoral entre las
instituciones; la creación y unificación de criterios, modelos y programas administrativos
conjuntos;
c) Coadyuvar a la inserción social, laboral y productiva del egresado;
d) Realizar programas y políticas de intervención comunitaria y desarrollo de investigaciones
orientadas a la resolución de problemas de la comunidad en la que la institución está inserta. En
este sentido deberá contar con la aprobación de los consejos sociales, quienes implementarán
las políticas de integración en la comunidad y evaluarán el desarrollo e impacto de las mismas;
e) Promover la realización de convenios con países latinoamericanos que faciliten la
convalidación de títulos, el intercambio estudiantil, de experiencias y de investigaciones
compartidas en el marco de la integración regional en pos de articular y aportar a todos los
países de Latinoamérica.
ARTÍCULO 23.- El Sistema de Educación Superior debe crear mecanismos eficaces para la
articulación entre las universidades y los institutos de educación superior docente y técnico
profesional, con los siguientes fines:
a) Evitar la superposición de oferta de carreras en las instituciones de la educación superior
de las diferentes regiones del país;
b) Garantizar la movilidad de los estudiantes, permitiendo la continuidad y prosecución de
estudios en todas las ofertas del Sistema de Educación Superior.
ARTICULO 24.- A los fines de la articulación de las instituciones que integran el Sistema de
Educación Superior, se crearán Consejos Regionales de Planificación de la Educación Superior,
los cuales estarán integrados por representantes de las instituciones universitarias, de los
institutos de formación docente y técnico-profesional de cada región y representantes del sector
estudiantil.
La cantidad de representantes en los Consejos Regionales de Planificación de la Educación
Superior, deberá ser proporcional a la cantidad de instituciones universitarias e institutos de
formación docente y técnico-profesional existentes en cada región.
Para el cumplimiento del presente artículo el Ministerio de Educación de la Nación será el
encargado de reglamentar el funcionamiento de los Consejos Regionales de Planificación de la
Educación Superior.
Sección 2
Investigación
ARTÍCULO 25.- Las instituciones que conforman el Sistema de Educación Superior deben
fomentar el desarrollo de la investigación por los siguientes medios:
a) Creación de Institutos de Investigación;
b) Estímulo de la investigación a estudiantes y docentes;
c) Promover la formación de bibliotecas especializadas;
d) Instituir becas, subsidios y premios;
e) Propiciar el intercambio de investigadores;
f) Promover proyectos de investigación o programas colectivos entre docentes y estudiantes;
g) Los docentes que estén realizando un proyecto de investigación, deberán de tener dedicación
exclusiva a dicha tarea.
ARTICULO 26.- Las instituciones que integran el Sistema de Educación Superior, promoverán la
creación de Consejos de Investigación, que tendrán como finalidad principal preparar y adecuar
planes de investigaciones aplicadas a la resolución de los problemas y necesidades nacionales y
latinoamericanas y mejora de la calidad de vida de la comunidad.
Sección 3
Desarrollo social comunitario
ARTÍCULO 27.- Se entiende por desarrollo social comunitario, la actividad que deberán
desarrollar en las comunidades, a través de organismos del Estado y organizaciones sociales, las
y los estudiantes de educación superior aplicando los conocimientos científicos, técnicos,

CONSULTA HACIA UNA NUEVA LEY NACIONAL DE EDUCACIÓN SUPERIOR 493


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culturales, deportivos y humanísticos adquiridos durante su formación académica, en beneficio
de la comunidad, para cooperar con su participación al cumplimiento de los fines del bienestar
social y creación de un espacio de articulación entre los diferentes saberes de la misma.
ARTÍCULO 28.- Entiéndase por comunidad, el ámbito social de alcance nacional, provincial o
municipal, donde se proyecta la actuación de las instituciones del Sistema de Educación Superior
para la realización de las prácticas comunitarias.
ARTÍCULO 29.- El desarrollo social comunitario de las y los estudiantes, será un requisito para la
obtención del título de educación superior, no creará derechos u obligaciones de carácter laboral
y deberá prestarse sin remuneración alguna.
La duración de las prácticas comunitarias no podrá ser inferior a un (1) año y no deberán en
ningún caso, generar erogaciones económicas a las y los estudiantes. Para el cumplimiento de
las mismas, los estudiantes podrán proponer espacios de desarrollo social comunitario.
ARTÍCULO 30.- El desarrollo social y comunitario tendrá como fines:
a) Fomentar en las y los estudiantes, la solidaridad y el compromiso con la comunidad como
norma ética y ciudadana;
b) Hacer un acto de reciprocidad con la sociedad;
c) Enriquecer la actividad de educación superior, a través del aprendizaje servicio, con la
aplicación de los conocimientos adquiridos durante la formación académica, artística,
cultural y deportiva;
d) Integrar las instituciones de educación superior con la comunidad, para contribuir al
desarrollo de la sociedad;
e) Formar a través del aprendizaje-servicio, el capital social, en el país.
f) Incorporar la concepción del profesional como promotor de espacios de construcción
colectiva de conocimiento, recuperando los saberes producidos por la comunidad.
ARTÍCULO 31.- El Estado arbitrará los mecanismos necesarios, para solicitar la prestación
gratuita de los servicios de los egresados del nivel superior de enseñanza, cuando considere que
existe una situación que lo amerite.
ARTÍCULO 32.- Los estatutos deberán prever la constitución de un consejo social, en el que
estén representados los distintos sectores e intereses de la comunidad local, con la misión de
cooperar, asesorar y aconsejar a la institución universitaria en su articulación con el medio en que
esta inserta, poniendo especial énfasis en la participación para la formulación, diseño y
evaluación de los planes estratégicos institucionales de las universidades y su vinculación con el
desarrollo científico, socio-productivo, tecnológico y cultural de las regiones de influencia.
Deberá igualmente preverse que el Consejo Social este representado en los órganos colegiados
de la institución. Sus funciones en dichos órganos, serán de carácter consultivo.
Sección 4
Posgrados y Postítulos
ARTICULO 33.- Los posgrados y postítulos tendrán carácter gratuito para todas y todos aquellos
que hayan completado sus estudios de grado en las instituciones estatales de educación
superior.
ARTICULO 34.- El subsistema de educación superior privada, deberá promover la gratuidad de
los posgrados y postítulos que tengan como fin el perfeccionamiento de sus docentes.
ARTÍCULO 35.- Las carreras de posgrado deberán ser acreditadas por el Organismo de
Evaluación Universitaria y los postítulos deberán ser acreditados por los organismos provinciales
o nacionales creados con ese fin.
A tal efecto se deberán tener en cuenta los siguientes criterios:
a) La promoción de la especialización en investigación y docencia;
b) Que los posgrados y postítulos tengan por finalidad la resolución de los problemas y
necesidades nacionales y latinoamericanas.
ARTICULO 36.- Para acceder a la formación de posgrado o postítulo, la o el postulante deberá
contar con título universitario de grado o de nivel superior de tres (3) años de duración como
mínimo.
En casos excepcionales de postulantes que se encuentren fuera de los términos precedentes,
podrán ser admitidos siempre que demuestren, a través de las evaluaciones y los requisitos que
la respectiva institución establezca, poseer preparación y experiencia laboral acorde con los
estudios de posgrado que se proponen iniciar. En todos los casos la admisión y la obtención del
título de posgrado o postítulo no acredita de manera alguna el título de grado anterior
CONSULTA HACIA UNA NUEVA LEY NACIONAL DE EDUCACIÓN SUPERIOR 494
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correspondiente al mismo.
TITULO II
Educación Superior Docente y Técnico-Profesional
ARTÍCULO 37.-La Educación Superior Docente y Técnico-Profesional estará a cargo de la
formación profesional, la investigación y la extensión, que se cumplirá en los Institutos de
Formación Docente y Técnico-Profesional públicos y privados, nacionales, provinciales y
municipales, la cual se regirá por las disposiciones de la presente ley y en lo que esta no regule,
por las leyes nacionales Nº 26.206 y Nº 26.058.
ARTÍCULO 38.- Son funciones básicas de los Institutos de Formación Docente y Técnico-
Profesional:
a) Formar docentes en todos los niveles del sistema educativo, técnicos y profesionales
preparados para contribuir para el desarrollo educativo, cultural, social y económico de la
sociedad.
b) Garantizar la formación docente y técnico-profesional continua de sus graduados;
c) Desarrollar procesos y proyectos de investigación;
d) Orientar el conocimiento adquirido por las y los estudiantes a la satisfacción de
necesidades concretas de la comunidad donde se encuentra inserto el Instituto;
e) Formar personas con capacidad crítica y comprometidas con la búsqueda del bien de la
comunidad en forma democrática e inclusiva;
ARTÍCULO 39.- Los Institutos de Formación Docente y Técnico-Profesional estarán habilitados
para otorgar títulos profesionales y postítulos a sus graduados.
ARTÍCULO 40.- La Educación Superior Docente y Técnico-Profesional debe tender a la creación
de sus regímenes normativos y administrativos propios, promoviendo la independencia de la
formación superior con respecto a los niveles de enseñanza primario y secundario.
ARTÍCULO 41.- Los Institutos de Formación Docente y Técnico-Profesional, deberán poseer
gobiernos democráticos. A tal fin se deberá garantizar en los mismos, la participación en la toma
de decisiones de estudiantes, docentes, egresados y el personal administrativo, de servicio y
técnico.
ARTÍCULO 42.- Las autoridades competentes de las provincias y la Ciudad Autónoma de Buenos
Aires tienen entre otras las siguientes facultades:
a) Fijar pautas que regulen la creación de Institutos de Formación Docente y Técnico-
Profesional privados;
b) Fiscalizar y regular Institutos de gestión privada existentes;
c) Facilitar el proceso de democratización y participación activa de los actores en el
gobierno de los Institutos de Formación Docente y Técnico-Profesional;
d) Fijar en los planes de estudio materias que abarquen la temática de Derechos Humanos,
Salud sexual y reproductiva y sobre la erradicación de estereotipos de género.
ARTÍCULO 43.- Son funciones de los Institutos de Formación Docente:
a) Impartir, guiar y supervisar la educación de los y las estudiantes en todos los niveles de
enseñanza;
b) Promover la investigación y especialización técnico-docente;
c) Brindar una formación docente del más alto nivel académico asegurando la igualdad en
la vida educativa de las personas, que posibilite una repercusión en la inclusión social, en el
crecimiento y el desarrollo, y en la producción, la distribución, la circulación y la apropiación
de las distintas culturas del país y latinoamerica;
d) Articular con las Universidades e Institutos Universitarios para facilitar la continuación en
los estudios de las y los estudiantes en dichos establecimientos.
e) Garantizar una educación formativa que fomente en las y los estudiantes su espíritu
crítico para actuar con idoneidad social e intelectual en su profesión, tanto en su actividad
pública o privada, orientada primordialmente por los valores de la justicia social.
ARTICULO 44.- El ingreso, permanencia y promoción a los cargos docentes en los Institutos de
Formación Docente y Técnico-Profesional, se realizará por concurso público y abierto de
antecedentes y oposición, de acuerdo a los criterios que fije el Consejo Federal de Educación.
ARTÍCULO 45.- El Consejo Federal de Educación deberá regular el acceso a cargos directivos
en los Institutos de Formación Docente y Técnico-Profesional atendiendo a las siguientes pautas:

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a) Garantizar un concurso público y abierto de antecedentes y oposición para el acceso a
las candidaturas a los cargos directivos;
b) Participación en la elección para el acceso a los cargos directivos, de todos los actores
de los institutos de formación docente y técnico-profesional;
c) Renovación periódica de las personas elegidas para ocupar los cargos directivos.
ARTÍCULO 46.- Son derechos de las y los docentes de los institutos privados de formación
docente y técnico-profesional, sin perjuicio de lo dispuesto por la legislación específica:
a) El acceso al sistema sin ningún tipo de discriminación social, de género, étnica, religiosa,
política, económica o por nacionalidad.
b) Las personas con capacidades diferentes o con movilidad reducida deberán contar con los
servicios de interpretación y los apoyos técnicos necesarios para el normal desarrollo de sus
actividades en las instituciones a las que concurran;
c) Actualizarse y perfeccionarse de modo continuo en su carrera académica.
d) Participar en la actividad gremial;
e) Observar las normas que regulan el funcionamiento de la institución a la que pertenecen;
f) Participar en la vida de la institución cumpliendo con responsabilidad su función docente, de
investigación y de servicio;
g) Respetar el disenso, las diferencias individuales, la creatividad personal y colectiva y el trabajo
en equipo.
ARTÍCULO 47.- Las y los estudiantes de los institutos privados de formación docente y técnico-
profesional tienen los siguientes derechos y obligaciones:
a) Acceder al sistema sin ningún tipo de discriminación social, de género, étnica, religiosa,
política, económica o por nacionalidad;
b) A asociarse libremente en centros de estudiantes, federaciones nacionales y regionales, a
elegir sus representantes y a participar en el gobierno y en la vida de la institución, conforme a lo
que establece la presente ley y, en su caso, las normas legales de las respectivas jurisdicciones;
c) A recibir y difundir información con respecto al funcionamiento la Universidad de la que forman
parte.
d) Las personas con capacidades diferentes o con movilidad reducida deberán contar con los
servicios de interpretación y los apoyos técnicos necesarios para el normal desarrollo de sus
actividades en las instituciones a las que concurran;
e) Respetar los estatutos y reglamentaciones de la institución en la que estudian;
f) Observar las condiciones de estudio, investigación, trabajo y convivencia que estipule la
institución a la que pertenecen;
g) Respetar el disenso, las diferencias individuales, la creatividad personal y colectiva y el trabajo
en equipo.
TITULO III
Educación Superior Universitaria
CAPITULO 1
Instituciones universitarias
Sección 1
Funcionamiento
ARTICULO 48. - La enseñanza superior universitaria estará a cargo de las universidades y de los
institutos universitarios, ya sean estatales nacionales, provinciales o privados, siendo requisito
para acceder a la educación superior universitaria, el haber finalizado el nivel secundario de
enseñanza o acreditar el conocimiento y experiencia suficientes para su acceso.
ARTICULO 49.- Las instituciones que responden a la denominación de "Universidad" deberán
desarrollar su actividad en una variedad de áreas disciplinarias no afines orgánicamente pero
interrelacionadas en sus objetivos con una perspectiva interdisciplinaria y una visión general de
las problemáticas sociales y las necesidades del país. Las instituciones que circunscriben su
oferta académica a una sola área disciplinaria se denominan Institutos Universitarios.
ARTICULO 50. - Son funciones básicas de las instituciones universitarias:
a) la formación profesional y técnica, la promoción de la investigación científica, el elevado y libre
desarrollo de la cultura y la efectiva integración del hombre y la mujer en su comunidad, que

CONSULTA HACIA UNA NUEVA LEY NACIONAL DE EDUCACIÓN SUPERIOR 496


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contribuya al ejercicio de una democracia participativa y en orden a dar satisfacción a las
necesidades educativas, científicas y profesionales de la sociedad;
b) Promover la creación, el desarrollo, la transmisión y la crítica de la ciencia, de la técnica y de la
diversidad cultural;
c) Contribuir al desarrollo educativo, cultural, social y económico de la sociedad, estudiando en
particular los problemas regionales, nacionales y latinoamericanos prestando asistencia científica
y técnica al Estado y a la comunidad.
ARTICULO 51. - Las instituciones universitarias estatales se caracterizarán por tener:
a) Autonomía académica e institucional;
b) Autarquía financiera;
c) Órganos de gobierno democráticos participativos;
d) Ingreso irrestricto de las y los estudiantes;
e) Efectiva permanencia y egreso de las y los estudiantes.
ARTICULO 52.- La autonomía universitaria ejercida responsablemente y reconocida por el
Estado será entendida únicamente como principio necesario para que, docentes, investigadores
y estudiantes cumplan con sus respectivas responsabilidades en orden a la realización de los
objetivos educativos, científicos y profesionales de la comunidad, así como también para que las
universidades rindan cuenta del uso de sus medios y recursos y del cumplimiento de sus fines a
la sociedad.
ARTICULO 53. - Las instituciones universitarias nacionales solo pueden ser intervenidas por el
Honorable Congreso de la Nación por tiempo determinado y sólo cuando exista un conflicto
insoluble de la institución que haga imposible su normal funcionamiento.
ARTICULO 54. - La fuerza pública no puede ingresar en las instituciones universitarias
nacionales si no media orden escrita previa y fundada de juez competente.
Las instituciones universitarias no podrán contratar servicios de seguridad privada.
ARTICULO 55. - La Auditoria General de la Nación tendrá competencia directa e indelegable
para ejercer el control administrativo externo de las universidades estatales.
Las universidades estatales deberán prever órganos de control administrativo económico y
presupuestario interno, los cuales deberán realizar una auditoria anualmente, con el fin de
garantizar el correcto uso de los recursos.
ARTICULO 56. - Las instituciones universitarias estatales, en el marco de la autonomía
académica e institucional, dictan y reforman sus estatutos ajustándose a lo normado por la
presente ley.
Sección 2
Del régimen de títulos y planes de estudio
ARTICULO 57. - Los títulos deberán ser otorgados en el plazo de ciento veinte (120) días
corridos contados a partir del inicio del trámite de solicitud de los mismos.
ARTICULO 58. - El reconocimiento oficial de los títulos que expidan las instituciones
universitarias será otorgado por el Ministerio de Educación de la Nación. Los títulos oficialmente
reconocidos tendrán validez nacional y latinoamericana en los casos en que se hubieran
celebrado convenios con países de la región.
ARTICULO 59. - Los planes de estudio de todas las carreras universitarias deberán cumplir con
los siguientes requisitos:
a) deberán tener en cuenta los contenidos curriculares básicos y los criterios sobre la formación
práctica que establezca el Ministerio de Educación, en acuerdo con el Organismo de Evaluación
Universitaria y el Ministerio de Ciencia Tecnología e Innovación Productiva;
b) deberán contener materias que abarquen la temática de Derechos Humanos, Salud sexual y
reproductiva y la problemática de género;
c) deberán incorporar en la bibliografía obligatoria en los programas de las materias de las
carreras universitarias a autores y autoras nacionales y latinoamericanas que aborden
problemáticas regionales, nacionales y locales.
d) deberán incorporar materias que abarquen la temática de Historia Argentina y
Latinoamericana.
ARTICULO 60. - Cuando se trate de títulos correspondientes a profesiones reguladas por el
Estado, cuyo ejercicio pudiera comprometer el interés público poniendo en riesgo de modo
directo la salud, la seguridad, los derechos, los bienes o la formación de los habitantes, las

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carreras respectivas deberán ser acreditadas periódicamente por el Organismo de Evaluación
Universitaria
El Ministerio Educación de la Nación determinará con criterio restrictivo, en acuerdo con el
Consejo de Universidades, la nómina de tales títulos, así como las actividades profesionales
reservadas exclusivamente para ellos.
Sección 3
Evaluación y Acreditación
ARTICULO 61. - Las instituciones universitarias deberán asegurar el funcionamiento de
instancias internas de evaluación institucional, que tendrán por objeto analizar los logros y
dificultades en el cumplimiento de sus funciones, así como sugerir medidas para su
mejoramiento. Las autoevaluaciones se complementarán con evaluaciones externas que se
harán como mínimo cada cuatro (4) años, en el marco de los objetivos definidos por cada
institución y por la presente ley.
Abarcaran las funciones de docencia, investigación y extensión, y en el caso de las instituciones
universitarias nacionales, también la gestión institucional, así como la pertinencia de los planes
de estudio y perfiles profesionales con respecto a los principios, finalidad y objetivos
contemplados en la presente ley.
Las evaluaciones externas estarán a cargo del Organismo de Evaluación Universitaria, con la
participación de pares académicos de reconocida competencia. Las recomendaciones para el
mejoramiento institucional que surjan de las evaluaciones tendrán carácter público.
ARTICULO 62. -El Organismo de Evaluación Universitaria es un organismo descentralizado, que
funciona en jurisdicción del Ministerio Educación. que tiene por funciones:
a) Coordinar y llevar adelante la evaluación externa prevista en el artículo 61:
b) Acreditar las carreras de grado a que se refiere el artículo 60, así como las carreras de
posgrado, cualquiera sea el ámbito en que se desarrollen, conforme a los estándares que
establezca el Ministerio de Educación en consulta con el Consejo de Universidades y los criterios
establecidos en la presente ley;
c) Pronunciarse sobre la consistencia y viabilidad del proyecto institucional que se requiere para
que el Ministerio de Educación autorice la puesta en marcha de una nueva institución
universitaria nacional con posterioridad a su creación o el reconocimiento de una institución
universitaria provincial;
d) Preparar los informes requeridos para otorgar la autorización provisoria y el reconocimiento
definitivo de las instituciones universitarias privadas, así como los informes en base a los cuales
se evaluara el periodo de funcionamiento provisorio de dichas instituciones.
e) Evaluar los niveles de egreso de las universidades y presentar informes sobre las estrategias
que dichas instituciones utilizan para evitar la deserción de los estudiantes;
f) Definir criterios de evaluación que sobre la función social de la universidad y su relación con la
comunidad en la que esta inserta y el impacto social de los perfiles profesionales de cada
universidad en la sociedad;
g) Evaluar el cumplimiento por parte de las instituciones de lo dispuesto en el artículo 67 de la
presente Ley.
ARTICULO 63. - El Organismo de Evaluación Universitaria estará integrada por diecisiete (17)
miembros, designados por el Poder Ejecutivo nacional a propuesta de los siguientes organismos:
tres (3) por el Consejo Interuniversitario Nacional, uno (1) por el Consejo de Rectores de
Universidades Privadas, uno (1) por el Consejo Federal de Educación, tres (3) por cada una de
las Cámaras del Honorable Congreso de la Nación, uno (1) por el Ministerio de Educación, uno
(1) por el Ministerio de Ciencia Tecnología e Innovación Productiva, dos (2) por los gremios
docentes, dos (2) por el sector estudiantil.
Durarán en sus funciones cuatro años, con sistema de renovación parcial.
El Organismo contará con presupuesto propio y sus dictámenes deberán ser de publicados.
CAPITULO 2
De las universidades nacionales
Sección l
Creación y bases organizativas
ARTICULO 64. - Las instituciones universitarias nacionales son personas jurídicas de derecho
publico, que solo pueden crearse por ley de la Nación, con previsión del crédito presupuestario
correspondiente y en base a un estudio de factibilidad que avale la iniciativa. El cese de tales

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instituciones se hará también por ley.
ARTICULO 65. - Creada una institución universitaria, el Ministerio de Educación designara un/a
rector/a- organizador/a, con las atribuciones propias del cargo y las que normalmente
corresponden al Consejo Superior. El rector/a-organizador/a conducirá el proceso de formulación
del proyecto institucional y del proyecto de estatuto provisorio y los pondrá a consideración del
Ministerio de Educación, en el primer caso para su análisis y remisión al Organismo de
Evaluación Universitaria, y en el segundo, a los fines de su aprobación y posterior publicación.
Producido el informe del Organismo, y adecuándose el proyecto de estatuto a las normas de la
presente ley, procederá el Ministerio de Educación a autorizar la puesta en marcha de la nueva
institución, la que deberá quedar normalizada en un plazo no superior a los cuatro (4) años a
partir de su creación.
ARTICULO 66. - Cada institución dictara normas sobre regularidad en los estudios, que
establezcan el rendimiento académico mínimo exigible, debiendo preverse que los alumnos
cursen por lo menos una (1) materia por año y aprueben dos (2) materias cada dos (2) años.
ARTICULO 67. - El ingreso a la carrera académica universitaria se hará mediante concurso
público y abierto de antecedentes y oposición, debiéndose asegurar la constitución de jurados
integrados por profesores por concurso, o excepcionalmente por personas de idoneidad
indiscutible aunque no reúnan esa condición, que garanticen transparencia, rigor en la evaluación
y en el nivel educativo. Con carácter excepcional, las universidades e institutos universitarios
nacionales podrán contratar, al margen del régimen de concursos y solo por tiempo determinado,
a personalidades de reconocido prestigio y méritos académicos sobresalientes para que
desarrollen cursos, seminarios o actividades similares. Excepcionalmente podrán prever la
designación temporaria de docentes interinos, cuando ello sea imprescindible y mientras se
sustancia el correspondiente concurso.
Las y los docentes designados por concurso deberán representar la totalidad de las respectivas
plantas de cada institución universitaria.
Sección 2
Órganos de gobierno
ARTICULO 68. - Los estatutos de las instituciones universitarias nacionales deben prever sus
órganos de gobierno, tanto colegiados como unipersonales, así como su composición y
atribuciones. Los órganos colegiados tendrán básicamente funciones normativas generales, de
definición de políticas y de control en sus respectivos ámbitos, en tanto los unipersonales tendrán
funciones ejecutivas.
ARTICULO 69.- Los estatutos podrán incluir políticas que coadyuven al ejercicio de una
democracia participativa en el gobierno de las instituciones universitarias, fomentando la
incorporación de prácticas como la convocatoria a consulta estudiantil, la presentación de
propuestas y proyectos mediante iniciativa estudiantil.
ARTICULO 70. - Los órganos colegiados de gobierno estarán integrados de acuerdo a lo que
determinen los estatutos de cada universidad, los que deberán asegurar:
a) Que estén representados en él el sector docente, estudiantil, del personal administrativo
de servicio y técnico, los graduados y el Consejo Social;
b) Que los graduados se incorporarán de manera automática a los padrones de su sector.
c) Que ningún sector que posea representación en los órganos pueda superar un tercio
(1/3) de la totalidad de sus miembros.
d) Que el sector docente, estudiantil y el personal administrativo de servicio y técnico
tengan una representación no inferior a dos (2) veces la cantidad de decanos integrantes de
los órganos colegiados.
e) La representación del personal administrativo de servicio y técnico, no podrá ser inferior
al diez por ciento (10 %) de la totalidad de la representación del órgano.
Las y los decanos o autoridades docentes equivalentes serán miembros natos del Consejo
Superior u órgano que cumpla similares funciones. Podrá extenderse la misma consideración a
los directores de carrera de carácter electivo que integren los cuerpos académicos, en las
instituciones que por su estructura organizativa prevean dichos cargos. Para acceder a dichos
cargos no deberá existir ninguna restricción de edad
ARTICULO 71.- Los órganos colegiados convocarán a dos (2) asambleas públicas anuales, en
las mismas informarán sobre los objetivos y balances de la gestión universitaria.
ARTICULO 72.- Los órganos colegiados podrán incluir políticas tendientes a la incorporación del
presupuesto participativo, fomentando la participación de la comunidad educativa en la toma de
decisiones sobre los destinos de los fondos de las universidades

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ARTÍCULO 73.- Los estatutos establecerán que en los órganos colegiados deberán tener una
representación de mujeres en un mínimo de un treinta por ciento (30%).
ARTICULO 74. - El/la rector/a o presidente/a, el/la vicerrector/a o vicepresidente/a y los/las
titulares de los demás órganos unipersonales de gobierno, duraran en sus funciones cuatro (4)
años como máximo, período por el cual podrá ser reelegido de acuerdo a lo establecido en los
estatutos de cada institución. La elección de los mismos se realizará por voto directo ponderado.
El cargo de rector/a o presidente/a será de dedicación exclusiva y para acceder a él se requerirá
ser o haber sido profesor/a por concurso de una universidad nacional no pudiendo existir ninguna
restricción de edad.
ARTICULO 75. - Los y las representantes de los docentes, que deberán haber accedido a sus
cargos por concurso, serán elegidos por docentes que reúnan igual calidad. Los y las
representantes estudiantiles serán elegidos por sus pares, siempre que estos tengan aprobadas
un quince por ciento (15 %) de las materias correspondientes a las carreras que cursen.
Sección 3
Sostenimiento y régimen económico financiero
ARTICULO 76. - Corresponde al Estado Nacional asegurar el aporte financiero para el
sostenimiento de las instituciones universitarias nacionales que garantice su normal
funcionamiento desarrollo y cumplimiento de sus fines y asegure la gratuidad de la educación
superior. Para la distribución de ese aporte entre las mismas se tendrán especialmente en cuenta
indicadores de impacto social y calidad educativa.
ARTÍCULO 77.- Las erogaciones corrientes y de capital del Gobierno Nacional, destinadas a la
educación Universitaria tendrán una participación no menor al tres por ciento (3%) en el Producto
Bruto Interno (PBI). Este porcentaje no deberá obtenerse en detrimento de los porcentajes y
montos asignados por el Gobierno Nacional al resto del sistema educativo.
ARTICULO 78.- Cuando la generación de recursos adicionales a los aportes del Tesoro nacional,
provenga de herencias, legados, donaciones o cualquier otra libertad a favor de la Universidad o
de sus unidades académicas u otros organismos que la integren, previo a ser aceptados por el
Consejo Superior deberá oírse al destinatario final y analizarse exhaustivamente las condiciones
o cargos que puedan poner los testadores y benefactores, en cuanto a las conveniencias y
desventajas que puedan ocasionar a la universidad y al establecimiento de esta que ha de recibir
el beneficio.
Iguales recaudos deberán tomarse en los casos de créditos y otras financiaciones, con el fin de
mantener la libertad e independencia de sus actividades docentes y de investigación. En ningún
caso se aceptarán liberalidades provenientes de empresas multinacionales.
ARTICULO 79. - El Congreso Nacional debe disponer de la partida presupuestaria anual
correspondiente al nivel de educación superior, de un porcentaje que será destinado a becas y
subsidios.
ARTICULO 80.- Los estatutos establecerán los mecanismos correspondientes a la regulación de
la venta de servicios en las instituciones universitarias, la cual estará a cargo de sus órganos
colegiados de gobierno, previa consulta al Ministerio de Educación de la Nación y al Organismo
de Evaluación Universitaria.
ARTICULO 81.- Las y los estudiantes de las universidades nacionales podrán ser parte de
prácticas pre- profesionales con régimen de pasantía, las cuales no podrán tener una duración
mayor a un (1) año, debiendo estar orientadas a la temática específica de la carrera que cursan
las y los estudiantes.
ARTÍCULO 82.- Las patentes y los certificados de los modelos de utilidad de las invenciones, que
se realicen en las universidades estatales no podrán ser objeto de transmisión ni de licencia
alguna sin previa aprobación del Ministerio de Ciencia, Tecnología e Innovación Productiva.
A efectos de la aplicación del presente artículo se considerará invención y modelo de utilidad, lo
establecido por la Ley 24.821.
CAPITULO 3
De las instituciones universitarias privadas
ARTICULO 83. - Las instituciones universitarias privadas deberán constituirse sin fines de lucro,
obteniendo personería jurídica como asociación civil o fundación. Las mismas serán autorizadas
por ley de la Nación, que admitirá su funcionamiento provisorio por un lapso de seis (6) años,
previo informe favorable del Organismo de Evaluación Universitaria, y con expresa indicación de
las carreras, grados y títulos que la institución puede ofrecer y expedir.
ARTICULO 84. - El informe del Organismo de Evaluación Universitaria a que se refiere el artículo
anterior, se fundamentara en la consideración de los siguientes criterios:

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a) La responsabilidad moral, financiera y económica de los integrantes de las asociaciones o
fundaciones;
b) La viabilidad y consistencia del proyecto institucional y académico así como su adecuación a
los principios y normas de la presente ley;
c) Su inserción programática y curricular en el marco de la política de planificación Universitaria
Nacional
d) El nivel académico del cuerpo de profesores con el que se contará inicialmente, su trayectoria
en investigación científica y en docencia universitaria;
e) La calidad y actualización de los planes de enseñanza e investigación propuestos;
f) Los medios económicos, el equipamiento y la infraestructura de que efectivamente se
dispongan para posibilitar el cumplimiento de sus funciones de docencia, investigación y
extensión;
ARTICULO 85. - Durante el lapso de funcionamiento provisorio:
a) El Ministerio Educación hará un seguimiento de la nueva Institución a fin de evaluar, en base a
informes del Organismo de Evaluación Universitaria su nivel académico y el grado de
cumplimiento de sus objetivos y planes de acción;
b) Toda modificación de los estatutos creación de nuevas carreras cambio de planes de estudio o
modificación de los mismos, requerirá autorización del citado Ministerio;
c) En todo documento oficial o publicidad que realicen las instituciones deberán dejar constancia
expresa del carácter precario de la autorización con que operan.
El incumplimiento de las exigencias previstas en los incisos b) y c) dará lugar al retiro de la
autorización provisoria concedida.
ARTICULO 86. - Cumplido el lapso de seis (6) años de funcionamiento provisorio contados a
partir de la autorización correspondiente, el establecimiento podrá solicitar el reconocimiento
definitivo para operar como institución universitaria privada, el que se otorgara por ley de la
Nación previo informe favorable del Organismo de Evaluación Universitaria.
El Ministerio de Educación fiscalizará el funcionamiento de dichas instituciones con el objeto de
verificar si cumplen las condiciones bajo las cuales están autorizadas a funcionar. Su
incumplimiento dará lugar a la aplicación de sanciones conforme lo establezca la reglamentación
de la presente ley, la que podrá llegar hasta la clausura definitiva.
ARTICULO 87. - Los establecimientos privados cuya creación no hubiere sido autorizada
conforme a las normas legales pertinentes no podrán usar denominaciones ni expedir diplomas,
títulos o grados de carácter universitario. La violación de esta norma dará lugar a la aplicación de
sanciones conforme lo establezca la reglamentación de la presente ley, la que podrá llegar a la
clausura inmediata y definitiva de la entidad y a la inhabilitación de los responsables para ejercer
la docencia, así como para desempeñar la función pública o integrar órganos de gobierno de
asociaciones civiles dedicadas a la educación superior.
ARTICULO 88. - Las Asociaciones Civiles o fundaciones que se constituyan como universidades
privadas no podrán recibir subsidios de ningún tipo ni exenciones de impuestos.
ARTÍCULO 89.- Las Universidades Privadas deberán promover:
a) El ingreso de sus docentes por concurso así como su formación de manera gratuita.
b) El desarrollo de Áreas a cargo de la Investigación y de la Extensión.
c) El ingreso al gobierno de las Universidades de las y los Estudiantes, las y los docentes, las y
los graduados y del personal administrativo, de servicio y técnico.
ARTÍCULO 90.- Son derechos de las y los docentes de las instituciones privadas de educación
superior, sin perjuicio de lo dispuesto por la legislación específica:
a) Al acceso al sistema sin ningún tipo de discriminación social, de género, étnica, religiosa,
política, económica o por nacionalidad.
b) Las personas con capacidades diferentes o con movilidad reducida deberán contar con los
servicios de interpretación y los apoyos técnicos necesarios para el normal desarrollo de sus
actividades en las instituciones a las que concurran;
c) Actualizarse y perfeccionarse de modo continuo en su carrera académica.
d) Participar en la actividad gremial;
e) Observar las normas que regulan el funcionamiento de la institución a la que pertenecen;
f) Participar en la vida de la institución cumpliendo con responsabilidad su función docente, de

CONSULTA HACIA UNA NUEVA LEY NACIONAL DE EDUCACIÓN SUPERIOR 501


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investigación y de servicio;
g) Respetar el disenso, las diferencias individuales, la creatividad personal y colectiva y el trabajo
en equipo.
ARTÍCULO 91.- las y los estudiantes de universidades privadas tienen los siguientes derechos y
obligaciones:
a) Acceder al sistema sin ningún tipo de discriminación social, de género, étnica, religiosa,
política, económica o por nacionalidad;
b) A asociarse libremente en centros de estudiantes, federaciones nacionales y regionales, a
elegir sus representantes y a participar en el gobierno y en la vida de la institución, conforme a
los estatutos, lo que establece la presente ley y, en su caso, las normas legales de las
respectivas jurisdicciones;
c) A recibir y difundir información con respecto al funcionamiento la Universidad de la que forman
parte.
d) Las personas con capacidades diferentes o con movilidad reducida deberán contar con los
servicios de interpretación y los apoyos técnicos necesarios para el normal desarrollo de sus
actividades en las instituciones a las que concurran;
e) Respetar los estatutos y reglamentaciones de la institución en la que estudian;
f) Observar las condiciones de estudio, investigación, trabajo y convivencia que estipule la
institución a la que pertenecen;
g) Respetar el disenso, las diferencias individuales, la creatividad personal y colectiva y el trabajo
en equipo.
CAPITULO 4
Coordinación de la Educación Superior Universitaria
ARTICULO 92. - Es responsabilidad indelegable del Ministerio de Educación la formulación de
las políticas generales en materia universitaria, asegurando la participación del Consejo de
Universidades, el Consejo Interuniversitario Nacional, el Consejo de Rectores de Universidades
Privadas y los Consejos Regionales de Planificación de la Educación Superior.
ARTICULO 93. - El Consejo de Universidades será presidido por el Ministro de Educación o por
quien éste designe con categoría no inferior a Secretario, y estará integrado por el Comité
Ejecutivo del Consejo Interuniversitario Nacional, por la Comisión Directiva del Consejo de
Rectores de Universidades Privadas, por un representante de cada Consejo Regional de
Planificación de la Educación Superior -que deberá ser representante de una institución de
educación superior-, por representantes del Organismo de Evaluación Universitaria,
representantes del sector estudiantil y por un representante del Consejo Federal de Educación.
Serán sus funciones:
a) Proponer políticas de desarrollo universitario, promover la cooperación entre las instituciones
universitarias, así como la fijación de criterios para la coordinación de la educación universitaria,
que den cumplimiento a las disposiciones de la presente ley;
b) Emitir pronunciamientos en aquellos temas sobre los cuales se requiera su intervención
conforme a la presente ley;
c) Acordar con el Consejo Federal de Educación criterios y pautas para la articulación entre las
instituciones de educación superior;
ARTICULO 94. - El Consejo Interuniversitario Nacional estará integrado por los/las rectores/as o
presidentes/as de las instituciones universitarias estatales reconocidas por la Nación, que estén
definitivamente organizadas, y el Consejo de Rectores de Universidades Privadas estará
integrado por los/las rectores/as o presidentes/as de las instituciones universitarias privadas.
Dichos consejos tendrán por funciones:
a) Coordinar los planes y actividades en materia académica, de investigación científica de
extensión y de desarrollo social comunitario entre las instituciones universitarias de sus
respectivos ámbitos;
b) Ser órganos de consulta en las materias y cuestiones que prevé la presente ley;
c) Participar en el Consejo de Universidades.
Cada Consejo se dará su propio reglamento conforme al cual regulara su funcionamiento interno.
TITULO IV
Disposiciones complementarias y transitorias.
ARTICULO 95. - Cuando una carrera que requiera acreditación no la obtuviere, por no reunir los

CONSULTA HACIA UNA NUEVA LEY NACIONAL DE EDUCACIÓN SUPERIOR 502


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requisitos y estándares mínimos previamente establecidos, el Organismo de Evaluación
Universitaria podrá recomendar que se suspenda la inscripción de nuevos/as estudiantes en la
misma, hasta que se subsanen las deficiencias encontradas, debiéndose resguardar los
derechos de los y las estudiantes ya inscriptos que se encontraren cursando dicha carrera.
ARTICULO 96. - Las instituciones universitarias nacionales deberán adecuar sus plantas
docentes de acuerdo a lo previsto en el segundo párrafo del artículo 67 de la presente ley dentro
del plazo de tres (3) años contados a partir de la promulgación de esta. En estos casos, los
docentes interinos con más de dos (2) años de antigüedad continuados podrán ejercer los
derechos consagrados en los artículos 71 y 76 de la presente ley.
ARTICULO 97. - Las instituciones universitarias nacionales adecuaran sus estatutos a las
disposiciones de la presente ley, dentro del plazo de ciento ochenta (180) días contados a partir
de la promulgación de esta.
ARTICULO 98. - Las autoridades universitarias adecuarán la integración de sus órganos
colegiados de gobierno, a fin de que se respete la proporción establecida en los artículos 70 y 73
en un plazo de ciento ochenta (180) días contados a partir de la fecha de publicación de los
nuevos estatutos, los que deberán contemplar normas que faciliten la transición.
ARTICULO 99. - Deróguese la ley 24.521 y toda otra norma que se oponga a la presente.
ARTICULO 100. - Comuníquese al Poder Ejecutivo.

FUNDAMENTOS
Señor presidente:
Este proyecto se presenta con referencia al Expediente 5263-D-2008 que fuera presentado con
anterioridad.
Debemos comenzar, como primera medida para fundamentar este proyecto, por determinar lo
que consideramos por "educación"; desde una mirada nacional y latinoamericana, entendemos a
la educación como una herramienta imprescindible a la hora de la transformación social, aquel
derecho humano fundamental que se presenta como la condición de posibilidad para el efectivo
goce y ejercicio de todos los restantes derechos fundamentales, particularmente los económicos
sociales y culturales.
La Educación en tanto Derecho Humano, atraviesa la configuración de otros tantos intereses
jurídicamente protegidos cuya ligazón con aquella, nos remite de forma inmediata a la cuestión
que juzgamos central para esta época: las políticas públicas de inclusión social.
Sabemos que la Educación Superior, sea en el ámbito nacional o regional, históricamente ha sido
un reducto de los sectores de altos ingresos y en todo caso, un recurso de ascenso social para
buena parte de las capas medias de nuestras sociedades. En esos términos, el poder simbólico
de la Educación Superior, la convierte en terreno de disputa de cara a la apropiación del
conocimiento y sus lógicas inmanentes.
En este sentido, la educación se constituye como la base sobre la que se asienta la verdadera
distribución de la riqueza de un país, por su condición estructural. Es posible asumir que la
educación opera como instrumento que contribuye a la construcción de la igualdad, aunque al
mismo tiempo puede funcionar a título de brazo ejecutor de la discriminación social. "Se
descubre así una manera de entender la relación entre educación y sociedad que precede los
hechos y por lo tanto los determina." (1)
Como adelantamos, entendemos a la Educación Superior y a los saberes en general, como
campo estratégico en el que se expresa una disputa. Comprender estos espacios como
elementos dinámicos e inmanentes a la sociedad en los que también acontece la confrontación
en tanto política, nos permite discernir -y por lo tanto poner en debate- actores e intereses,
razones y motivos determinantes de la acción que pretende significar cierta configuración
jurídica.
Asumir este "estado de la cuestión" se convierte en tarea productiva en la medida en que se
complemente con la defensa de los logros alcanzados en todos los niveles educativos y la
posibilidad cierta de pensar, o re pensar colectivamente sobre las falencias del sistema actual.
Los nuevos objetivos que nos coloquen a la altura de las circunstancias, sólo serán alcanzados
asumiendo la política en tanto guía para la acción y herramienta de los sectores populares en pos
de la transformación de la sociedad.
Además de un horizonte producto del consenso, necesitamos un diagnóstico acertado que se
erija como pilar fundamental a la hora de transitar los nuevos caminos de cara a los objetivos
propuestos.
Así las cosas no podemos dejar de observar que la ley de transferencia a las provincias y a la

CONSULTA HACIA UNA NUEVA LEY NACIONAL DE EDUCACIÓN SUPERIOR 503


Comisión de Educación – Honorable Cámara de Diputados de la Nación
Municipalidad -hoy Ciudad Autónoma- de Buenos Aires de servicios educativos (2) ; las normas a
través de las cuales se recogió la "Ley Federal de Educación" (3) , además de ley de Educación
Superior (4) aún vigente, constituyeron -y en muchos aspectos constituyen hoy día- el entramado
legal a partir del cual la lógica neoliberal se impuso en las políticas educativas nacionales.
La redefinición del papel del estado se galvanizó legislativamente a través de normas que no
hicieron otra cosa que actuar como marco regulatorio de la libre oferta y demanda de aquello que
pasó a considerarse "servicio educativo". Con estas lógicas mercantilistas se avanzó sobre la
educación pública y se promovió el acceso de capitales privados que condicionaron planes de
estudio. Por otro lado, se facilitó la creación de Universidades privadas. Se orientaron los perfiles
profesionales de acuerdo a la lógica y necesidades del mercado: "Estos esquemas de la década
pasada se traducen en la consideración de una educación que, lejos de ser entendida como un
bien social inherente al desarrollo de la Nación, aparece como uno más de los servicios que
ofrece el mercado, con o sin intermediación estatal. El argumento central que sostiene a las
políticas educativas neoliberales es que los grandes sistemas educativos son ineficientes,
inequitativos y sus productos de baja calidad. De tal afirmaciones se deduce que la educación
pública ha fracasado y que se justifican las políticas de reducción de la responsabilidad del
Estado en la educación, presentadas como la única forma posible" (5)
Este proceso se desarrolló a escala mundial. Argentina no estuvo exenta de la aplicación de
políticas educativas basadas en los criterios y parámetros que los organismos de crédito
internacionales "sugerían". Un ejemplo de esto fue la transnacionalización neoliberal de la
Universidad que "Ocurre bajo la égida de la Organización Mundial del Comercio en el ámbito del
acuerdo general sobre el comercio de servicios (GATS) (...) la educación es uno de los doce
servicios comprendidos en este acuerdo, el objetivo de este es promover la liberalización del
comercio de servicios a través de la eliminación, progresiva y sistemática de las barreras
comerciales" (6) .
Para satisfacer estos objetivos, se desarticuló el sistema centralizado dependiente de un garante
efectivo -el Estado benefactor en retirada-, imponiendo en su lugar un esquema descentralizado
que puso a la educación en tanto bien social, al borde del colapso. Testimonio de estas
circunstancias fue la "primarización" de los primeros años del otrora Secundario, la ofensiva
contra la educación técnica y rural, las limitaciones para el acceso a los niveles superiores de
enseñanza, junto con la promoción de la educación arancelada.
La cultura del costo - beneficio alabada en los altares del Dios del Mercado se encargó del resto.
En ese marco, no fue suficiente la resistencia de los docentes agremiados y los sectores
estudiantiles organizados, para detener el ingreso de las lógicas neoliberales en el sistema
educativo. Las comodidades del "plan canje" y las facilidades del "1 a 1" fueron anestesia
suficiente para que los sectores altos y medios de nuestra sociedad consintieran la penetración
económica, social y cultural que hoy nos deja frente a las falencias estructurales del Sistema de
Educación en general y del Superior en particular.
Pero sobrevino la crisis del modelo neoliberal en todas sus dimensiones, lo que se cristalizó en
diciembre del año 2001 y allí se expresó el pueblo argentino contra a un modelo de acumulación
que devastó toda estructura estatal solidaria. Por cierto que la crisis de representación política,
aquella que se venía gestando a partir de las impugnaciones al modelo surgidas de lo sectores
relegados, y anticipadas a principios del los ´90 por los trabajadores de la educación pública
conjuntamente con el movimiento estudiantil y los movimientos sociales, fue la condición de
posibilidad para la emergencia de proyectos políticos que contemplaran las visiones y
fundamentalmente las necesidades de las mayorías populares hacia la construcción de un nuevo
proyecto de país.
En efecto, la Ley de Incremento de la Inversión en Educación, Ciencia y Tecnología (7) , la
normativa que re-instaló la Educación Técnico Profesional (8) , y la nueva Ley de Educación
Nacional (9) marcaron un nuevo campo de acción producto de la modificación de la correlación
de fuerzas propia de la década precedente.
Resulta imposible desconocer los avances generados a partir de la nueva normativa como la
definición de la educación como un bien público y derecho personal y social; la reaparición del
Estado como garante del financiamiento de buena parte del sistema educativo; las limitaciones
impuestas para el acceso a la carrera docente de aquellos sujetos condenados por delitos de
lesa humanidad,"la prohibición de suscribir tratados bilaterales o multilaterales de libre comercio
que impliquen concebir a la educación como un servicio lucrativo" (10) ; la definición de una
estructura unificada del sistema educativo nacional; el incremento progresivo de la inversión en el
área hasta alcanzar el seis por ciento (6 %) del Producto Bruto Interno (PBI) en el año del
bicentenario; el establecimiento del salario mínimo docente; y la definición de algunos contenidos
mínimos -golpe de Estado, Malvinas, Historia Argentina y Latinoamericana, etc.-, son buenos
ejemplos cuyo esfuerzo corresponde reconocer, y al mismo tiempo generan las líneas de acción
que nosotros escogemos de cara a la construcción de las política públicas educativas que aún

CONSULTA HACIA UNA NUEVA LEY NACIONAL DE EDUCACIÓN SUPERIOR 504


Comisión de Educación – Honorable Cámara de Diputados de la Nación
presentan serias deficiencias.
Somos concientes que en lo que atañe a la Educación Superior, corresponde todavía avanzar en
torno a la democratización y reformulación de sus objetivos principales; incrementar el
presupuesto que se le destina de modo que se permita la regularización de la carrera docente, la
resolución de los problemas edilicios, la asistencia económica que tienda a garantizar el ingreso,
permanencia y egreso de los y las estudiantes de menores recursos. Pero también juzgamos
acertado iniciar el debate acerca de la reformulación de los planes de estudios conforme las
nuevas necesidades económicas y políticas de la nación; la fijación de límites a los capitales
privados que condiciones la formación y, fundamentalmente, la discusión en torno a las
vinculaciones de todo el sistema de educación superior con los sectores populares y en función
de ese objetivo orientar la formación de grado y posgrado en orden a la satisfacción de las
necesidades del pueblo; de la Nación en tanto proyecto de país; y de la región en tanto
necesidad estratégica.
Definitivamente no propiciamos, un sistema educativo destinado a formar individuos para el
mercado, sino sujetos para la nación. Sujetos que se integren, que comprendan -y que ayuden a
comprender- la especificidad de nuestro ser nacional y realidad latinoamericana. Los desvaríos
intelectuales no nos convocan; ni nos urgen. Nos moviliza la necesidad de resignificar el rol de la
educación como derecho humano fundamental cuyo objetivo central es el de formar hombres y
mujeres cuya acción se defina, citando a Freyre: "No por un simple hacer sino por un quehacer,
por una acción que no se divorcia de la reflexión, pero tampoco deja de ser acción".
Autonomía Universitaria
Creemos firmemente que las instancias de definición de la Ley que regulará la Educación
Superior en nuestro país, no deben quedar exclusivamente abordadas por los sectores
académico- universitarios. En este sentido, la existencia de instancias de participación que
excedan los límites de la mera consulta, de la sociedad y de las organizaciones sociales aparece
como una necesidad insoslayable si buscamos contar con una Educación Superior que responda
a las necesidades de los sectores populares.
El diccionario define la Autonomía como la potestad que dentro de un Estado tienen algunas
entidades para regirse mediante normas y órganos de gobierno propios.
¿Por que se da esta potestad? Pues porque se supone que es necesaria dadas las
características de la entidad a la que se le otorga. Si esto es así, no parece errado suponer la
existencia de un valor estratégico queriéndose proteger. Y quien piensa en estrategia, debe
pensar necesariamente en algún fin u objetivo en virtud del cual aquella potestad adquiriría razón
de ser y sentido. Este objetivo debería entonces estar relacionado con un ente superior capaz no
solo de fijarlo, sino también, de otorgar aquella potestad.
Este derecho al cual las universidades acceden en su carácter de personas jurídicas no
estatales, no es absoluto. Es decir, debe estar sujeto a una reglamentación que lo sitúe en una
relación de coherencia con la función para la cual dicha Universidad fue pensada. De lo contrario
se convertiría en un privilegio y la Universidad en una privilegiada. Si la autonomía no es
responsable (11) , estaremos hablando de soberanía o de un Estado dentro de otro.
No buscamos, cabe aclararlo, alterar la naturaleza de un derecho legítimo y un mandato
constitucional, sino por el contrario fortalecerlo al asegurarle uno de sus elementos constitutivos.
Y creemos esto porque entendemos que los asuntos de la Educación Superior Univesitaria no
competen únicamente a aquello que se ha dado en llamar "Comunidad Académica" sino que, por
contrario, revisten una trascendencia estratégica para la Nación toda. No parece justo entonces,
para ninguna de las partes, que ese peso de responsabilidad recaiga en unos pocos. La
Universidad pública tiene una responsabilidad pública, pero esta tarea no podrá rendir los frutos
deseados si los demás sectores que conforman esa esfera (lo público) no cuentan con un
espacio de participación genuina.
Creemos que el Estado (el poder ejecutivo a través de los Ministerios de Educación y de Ciencia,
Tecnología e Innovación Productiva y el legislativo con representantes de ambas cámaras), las
organizaciones sociales, los sindicatos y la sociedad civil en general deben tener un espacio
donde, conjuntamente con la Universidad, puedan definir, en el marco de una alianza estratégica,
cuestiones relativas a las prioridades de inversión en relación a las ramas o disciplinas de la
ciencia (ciencias básicas, aplicadas, humanas, sociales, de salud, etc.) en virtud de los perfiles
que se establezcan como prioritarios para el desarrollo nacional; el otorgamiento de becas con
sentido estratégico; las características que deberían tener los graduados, etc. Esto incluiría no
solo las actividades de grado, sino también la investigación (a través de la potestad para definir
líneas de investigación prioritarias) y los posgrados.
A noventa años de la Reforma Universitaria, consideramos de vital trascendencia el debate en
torno al concepto de Autonomía, pues un diagnóstico que quisiera dar cuenta de nuestra realidad
actual, no podría evitar incluir un elemento central, a saber: la desvinculación de nuestro Sistema

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Universitario respecto de la Sociedad de la cual forma parte y para la cual debería cumplir una
determinada función.
Los desafíos que la época actual impone a nuestras naciones latinoamericanas nos obligan a
superar aquellas concepciones que entienden el rol de la Universidad en los estrechos términos
de "Soberanía", "Isla democrática" o "Estado dentro de otro Estado".
La Autonomía debe ser pensada hoy, como la capacidad de las Universidades para poder
cumplimentar el papel que la Planificación Nacional de la Educación le asigne.
Esto no significa vaciar de contenido aquel concepto enarbolado por los reformistas del 18 sino,
por el contrario, asignarle un rol que trascienda aquel momento histórico para constituirlo como
una herramienta útil para los desafíos que la actualidad impone. Nada más cercano a un
merecido homenaje, a noventa años de aquella gesta.
En este sentido, creemos que deberían invertirse los términos de la ecuación que define la lógica
de la autonomía: del temor (porque no decirlo) a la injerencia de "elementos extraños" al
quehacer académico-universitario fundado en el valor estratégico de la universidad; deberíamos
marchar hacia un esquema que piense precisamente ese valor como razón última necesaria y
suficiente a la vez, para fomentar la inclusión de los demás actores del juego para el que esa
estrategia es pensada.
La Universidad no debe estar al servicio del pueblo por el solo hecho de que este la financie. La
Universidad es del Pueblo porque su propia esencia de parte la coloca en la orbita del todo que le
da sentido y la guía en sus tareas. ¿O debemos suponer que el conocimiento es un fin en si
mismo?
Creemos que los lineamientos propuestos en este apartado son insoslayables para guiar el
debate que permita contribuir a que la Universidad pueda cumplir correctamente su función
social.
Financiamiento, ingreso, permanencia y egreso
Para comprender el estado en el que se encuentra el sistema de Educación Superior Argentino
en particular y de América Latina en general, debemos retomar a los hitos que transformaron las
relaciones entre instituciones, estado y sociedad poniendo en discusión el rol que el estado tenía
como mediador y articulador cuyo objetivo era dar respuestas a las necesidades sociales.
A fines de los años 80, en el ámbito educativo comenzaron a adquirir importancia las actividades
de investigación y desarrollo fomentando que las mismas fueran transferidas al sector socio
productivo para su aplicación y explotación. Esta concepción de la transferencia de producción
del conocimiento surge con fuerza durante la década del noventa, influenciada por la teoría
económica neoclásica en Política Universitaria.
La descentralización del sistema de educación y una tendencia al ingreso de capitales privados
se refuerza con el modelo de acumulación basado en el capital financiero y su correlato en el tipo
de estado: el neoliberalismo ingresaba a nuestras instituciones educativas por la puerta grande y
cuando los procesos de movilización lo limitaban, buscaba formas subrepticias de incorporación.
El ahogo presupuestario generado por el estado era la otra cara del proceso. En el año 1999,
durante el segundo mandato de Carlos Menem, se anunció un recorte en el presupuesto
educativo de alrededor de cien millones de pesos. La comunidad educativa reaccionó
movilizándose en las calles y el ajuste fue descartado. Sin embargo el embate no cesó y en el
año 2001 durante el breve paso de Ricardo López Murphy por el Ministerio de Economía hubo un
nuevo intento, pero otra vez fue frenado por la participación popular. Esto demuestra "el papel
que la educación conserva en el imaginario de los argentinos (...) en torno a la responsabilidad
indelegable del estado en su promoción".
De todos modos, se construyeron mecanismos más sutiles pero no por eso menos eficaces. Un
estudio realizado por Albretch y Ziderman en el año 1992 (12) muestra que la mayoría de los
países latinoamericanos aplica la "Asignación por negociación presupuestaria" como forma de
financiamiento del sistema Educativo Superior.
Comienza a declinar el "aporte" del Tesoro Nacional y se incrementan otras fuentes de
financiamiento.
El porcentaje del tesoro Nacional se utiliza fundamentalmente para los salarios del personal,
mientras que el "aporte de otras fuentes" es utilizado en investigaciones, bienes de uso y
transferencias. Las fuentes paralelas de financiamiento que provienen de empresas nacionales,
internacionales y organismos de crédito internacional, fueron modificando las orientaciones de las
diversas disciplinas, cerrando el círculo que delinea a la educación como un servicio y no como
un derecho humano.
Son dos las formas adoptadas por Argentina en esta etapa en la que se debatía en América
Latina sobre las diversas formas de financiamiento de la Educación. Por un lado, "El

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financiamiento basado en resultados e indicadores de desempeño a través de fondos
concursables" (13) y por otro recursos destinados a "alcanzar objetivos o logros de las
universidades o instituciones de Educación Superior (...) muchos objetivos o metas establecidos
para este propósito tiene que ver con docencia, especialmente tomando en cuenta el número y
calidad de alumnos o con logros en materia de investigación o en cuanto a formación de
posgrado" (14). Un ejemplo de dicho mecanismo es el FOMEC (15) . La perspectiva que iban
instaurando en el país estos mecanismos era el modelo de educación mixta, que implicaba
directamente el arancel o en ingreso directo de capital privado a la educación como una fuente
de igual magnitud con respecto a la partida presupuestaria del Estado Nacional.
Por lo expuesto anteriormente creemos necesario mencionar las principales fuentes de
financiamiento denominado "alternativo" que existen en las instituciones de Educación Superior
en Argentina como son:
Los servicios -propiedad Industrial e intelectual que son figuras jurídicas del por las cuales la
titularidad pasa a estar en manos de las Universidades y por lo tanto, pueden ser transferidas de
acuerdo con la Ley Nacional de Patentes y las normas propias de cada universidad.
Las herencias y donaciones.
Los aranceles abarcando cuotas de ingreso, derecho de examen, gastos administrativos,
eliminación de bibliotecas y obligatoriedad de bibliografía específica paga.
La concesión de bares y fotocopiadoras, empresas editoriales con sede en las instituciones de
Educación.
Es importante destacar que desde nuestra concepción, no pueden venderse o transferirse las
patentes sin un nivel de articulación con el Estado Nacional ya que entendemos que la
producción de conocimiento no debe ser el privilegio de unos pocos, sino que debe estar en
función de los sectores populares y por lo tanto de las necesidades estratégicas del país. Lo que
se discute en este punto es, en definitiva quién se apropia del conocimiento producido en una
institución estatal. Por esto, incluimos en el proyecto de ley la articulación entre las instituciones
de educación superior y el Ministerio de Ciencia Tecnología e Innovación Productiva.
Las fuentes "alternativas" de financiamiento esbozadas en el apartado antepuesto fueron los
mecanismos por los cuales se fue privatizando a la educación superior y generando barreras de
acceso. Entendemos al acceso no como el índice de ingresantes sino como la capacidad de
contención dentro del sistema de todos y todas, garantizando por parte del estado la
permanencia y el egreso.
Sólo a los efectos de aproximarnos a la problemática del acceso a la Educación Superior y
partiendo de la base que no todos los que desean pueden hoy ingresar al sistema, intentaremos
describir una parte del problema;
La proyección de incremento de los índices de ingreso de acuerdo al Informe sobre la Educación
Superior en América Latina y el Caribe 2000-2005 de IESALC-UNESCO, extraído de la
Investigación realizada por Augusto Pérez Lindo en "Prospectiva de la Educación Superior
Argentina 2020" afirma que la Argentina figura entre los países con mejor cobertura o acceso a la
educación superior para jóvenes entre 20 y 24 años. En efecto, tomando en cuenta la relación
entre matrícula universitaria (2.010.830) población (37.870.000), grupo de edad 20-24 años
(3.351.400), la tasa bruta de matriculación resulta ser del %60, la más alta de la región (seguida
por Panamá: (50,5%), Costa Rica: (43,30%), Chile: (46,2%), Uruguay: (40,5%). Sin embargo el
índice de egreso no supera al 20% de los y las estudiantes que ingresan. A continuación
exponemos un cuadro de situación a nivel regional sobre el ingreso a la Educación Superior:
MATRÍCULA BRUTA DE EDUCACIÓN SUPERIOR (EN PORCENTAJES) (16) :

El argumento neoliberal se expresa en torno al nivel académico y supone que el problema es la


masividad. No incrementa la respuesta de las Instituciones mediante la mejora de la situación
presupuestaria, es decir, no amplia la puerta de salida, reduce la puerta de entrada.
Contrariamente a este razonamiento entendemos que hay que fomentar el ingreso, la
permanencia y el egreso de los y las estudiantes. Más aún considerando proyectivamente el
incremento de la matrícula a partir de la obligatoriedad de la terminalidad del nivel medio, el
paulatino mejoramiento de los índices laborales durante los últimos años, la mayor posibilidad
educativa en regiones o zonas de nuestro país en donde las instituciones universitarias son de
formación reciente, etc. Creemos con firmeza, que debe haber un proceso de nivelación y
planificación presupuestario que pueda dar respuesta a dicha proyección.
En síntesis, consideramos que deben existir políticas estructurales de inclusión, permanencia y
egreso; mejoramiento de la carrera docente, aumento de las investigaciones y políticas
destinadas a la comunidad en la que las instituciones de educación superior se insertan,

CONSULTA HACIA UNA NUEVA LEY NACIONAL DE EDUCACIÓN SUPERIOR 507


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eliminación de la figura del docente ad honorem, programas de becas estudiantiles.
Todo ello nos enfrenta con la férrea necesidad de desandar el camino andado en términos de
financiamiento alternativo.
Para proyectar hacia futuro un incremento de los índices de ingreso sin que ello sea un falso
mérito se hace imprescindible un proceso de sustentabilidad económico-financiera. Esto se basa
en una fuerte concepción sobre el rol activo que debe tener el estado en la planificación de la
Educación.
Entendemos que las políticas públicas deben ser orientadas hacia la promoción de la educación
en todos sus niveles, ello incluye a la Educación Superior.
Actualmente los recursos que se destinan a las Universidades Nacionales significan solamente el
0.64% del PBI del país. Por todo lo expuesto, consideramos primordial establecer por Ley un
incremento del PBI llevándolo al tres por ciento 3% anual:
INVERSIÓN PÚBLICA TOTAL EN EDUCACIÓN SUPERIOR COMO PORCENTAJE DEL PIB (17)

El problema de los altos niveles de deserción y del ahogo presupuestario que ha producido el
devenir del sistema de Educación Superior solo se resuelve con políticas integrales que
necesariamente conllevan un incremento del presupuesto destinado por el Estado Nacional con
miras al desarrollo de mediano y largo plazo tendiente a preparar el camino a la universalidad de
la Educación Superior.
La Educación como un sistema complejo y articulado
Otra problemática que atraviesa la educación en general y la educación superior en particular, es
la falta de articulación entre los componentes de todo el Sistema Educativo.
La vinculación con los niveles primario y secundario de enseñanza, se ha visto menoscabada por
variadas causas. Producto de ello es que la mayoría de los egresados del nivel medio de
educación no se encuentren preparados para ingresar al nivel superior de enseñanza.
Por los motivos expuestos en los dos parágrafos anteriores, entendemos que desde el Sistema
de Educación Superior se deben trazar estrategias para integrar a los diversos niveles a través
de un trabajo conjunto y articulado, traduciéndose en un proceso de inclusión y mejora de los
niveles educativos, propiciado por la responsabilidad compartida de las autoridades de cada nivel
de enseñanza y con una presencia clara y transparente del Ministerio de Educación, que es
quien tiene la responsabilidad de planificar y llevar adelante políticas públicas homogéneas y
coherentes basadas en diagnósticos serios y profundos sobre las demandas sociales y su
respuesta educativa.
Diferente es la situación de la articulación en el interior del Sistema de Educación Superior, ya
que en el mismo coexisten tanto las instituciones universitarias como los institutos de formación
docente y técnico-profesional, estos últimos, poseyendo una estructura diametralmente opuesta a
las primeras, significando ello una ruptura dentro del mismo Sistema.
No obstante las marcadas diferencias de estructura entre las distintas instituciones de educación
superior, desde nuestra perspectiva planteamos, como deber de las instituciones, el crear
mecanismos eficaces para facilitar el cambio de modalidad, de orientación o de carrera, la
continuación de los estudios en otros establecimientos sean universitarios o no y el control sobre
la interposición de los planes educativos, tanto entre los mismos institutos de educación superior
como entre estos y las universidades.
Por tal razón, consideramos que deben ser los Consejos Regionales de Planificación de la
Educación Superior los encargados de la articulación entre las instituciones universitarias y los
institutos de formación docente y técnico-profesional.
Institutos de Formación Docente y Técnico Profesional
Los Institutos de Formación Docente y Técnico-Profesional, se encuentran en un lugar
estratégico de todo el Sistema Educativo, ya que son el principal espacio formador de formadores
para todos los niveles de educación.
Producto del proceso de mercantilización de la educación que tuvo su punto culminante en la
década del '90, la regulación de estos institutos se descentralizó hacia las provincias y se debilitó,
facilitando las condiciones para la creación de gran cantidad de institutos de gestión privada que
responden sólo a intereses particulares, en detrimento de los intereses de la sociedad en su
conjunto, y en particular, de la región en la que se encuentran insertos.
Este proceso no fue exclusivo de Argentina, esto sucedió en toda Latinoamérica, así lo
demuestra la concepción de la educación para la UNESCO en los años '70, definiéndola como "la
formación, mantenimiento y oferta de los recursos humanos".

CONSULTA HACIA UNA NUEVA LEY NACIONAL DE EDUCACIÓN SUPERIOR 508


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Por lo expuesto ut supra, como primera medida, consideramos de vital importancia el cambio de
denominación de la Educación Superior No Universitaria por la de Educación Docente y Técnico
Profesional, ya que la actual Ley de Educación Superior la denomina de forma negativa,
contraponiéndola con la Educación Superior Universitaria, consagrando a esta última como
dominante del nivel superior de enseñanza.
También debemos poner el énfasis en la democratización de los órganos de gobierno de los
Institutos de Formación Docente y Técnico-Profesional y promover una estructura organizativa
autónoma, escindiéndola de los niveles de enseñanza primario y secundario. Ello se consolidaría
garantizando la participación en la toma de decisiones de los estudiantes y docentes en los
órganos de gobierno de las instituciones.
Las autoridades competentes de las provincias y la Ciudad Autónoma de Buenos Aires deben
fijar regulaciones precisas sobre el control y la evaluación de los Institutos de Formación Docente
de gestión privada, ya que en la actualidad el cincuenta y un por ciento (51%) de los Institutos de
Formación Docente y Técnico Profesional pertenecen a capitales privados.
Por esta razón también es necesario crear mecanismos eficaces para la articulación entre las
universidades y los institutos de educación superior docente y técnico profesional, con la finalidad
de garantizar una educación continua.
"Una nueva Ley de Educación Superior debe alentar la concepción de los Institutos de Educación
Superior como espacios públicos de formación cultural en sentido amplio, y articulado con el
resto del Sistema Educativo, en tanto las instituciones educativas públicas siguen encarnando
hoy un rol central en la vida cultural de país y en la democratización del acceso a la cultura" (18) .
Entendemos que es vital, para pensar a la Educación como debe ser, un derecho humano y una
responsabilidad indelegable del Estado para garantizarla en todos sus niveles, empezar a
reconstruir un espacio estratégico como es el de los Institutos de Formación Docente y Técnico
Profesional, en los cuales transitan los futuros educadores de los hombres y mujeres del mañana
y los futuros técnicos y técnicas que respondan a las necesidades del desarrollo de nuestra
sociedad.
A tal efecto la Educación Superior Docente y Técnico Profesional debe garantizar una educación
formativa que fomente en las y los estudiantes su criterio de análisis propio y las cualidades que
lo habiliten para actuar con idoneidad social e intelectual orientada primordialmente por los
valores de la solidaridad social.
Por esto es importante que los Institutos sean ámbitos de participación democrática e igualitaria
de todos los actores que los integran, donde se desarrolle la formación docente que asegure la
igualdad en la vida educativa de las personas, que posibilite una repercusión en la inclusión
social, en el crecimiento y el desarrollo, y en la producción, la distribución, la circulación y la
apropiación de las culturas.
Articulación y formas de Construcción del Conocimiento
La concepción tradicional de la extensión supone que el conocimiento se gesta en los ámbitos de
la educación superior y desde allí se expande hacia el resto de la sociedad. El brazo sapiente
tendría la obligación de llevar aquello que se produce en la arena universitaria hacia el resto de la
comunidad.
Esta definición invita a algunas preguntas casi obligadas: dónde, cómo y para qué se produce
este conocimiento (que es lo mismo que preguntarse quién es el que lo produce, para quién lo
hace y de qué modo se lleva a cabo este movimiento)
La primera conclusión, ubicaría a la comunidad académica en el papel de única autorizada para
definir cuales serían los centros de elaboración del conocimiento legitimo.
Una segunda conclusión, que se desprende de la anterior, nos invita a pensar en la existencia de
un conocimiento que no es legítimo. Pues si suponemos que hay conocimiento legitimo es
porque suponemos la existencia de su contrario. De esto se deduce que existirían fuentes válidas
e inválidas de conocimiento.
Gran parte de la historia de nuestra comunidad científico- académica esta signada por la
importación de modelos de construcción del conocimiento foráneos, adaptados arbitrariamente a
nuestra realidad particular. El aura de "conocimiento verdadero", "serio" y, finalmente, "único" que
rodea a lo que se produce en los países centrales, ha impuesto una barrera político-
epistemológica que ha impedido el fortalecimiento de variantes nacionales y latinoamericanas
que sin negar el legado universal, intenten concentrarse en la reapropiación y reelaboración del
mismo en función de una realidad distinta y diversa.
Los argumentos que suelen utilizarse para negar estas visiones tienen, más allá de sus variantes,
un denominador común: la supuesta seriedad y excelencia académica.
De este modo, nuestra universidad sería la "única" institución autorizada para importar el "único"

CONSULTA HACIA UNA NUEVA LEY NACIONAL DE EDUCACIÓN SUPERIOR 509


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conocimiento verdadero, desde los "únicos" centros de producción legítimos. Este esquema no
parece ser (ni desde su forma lógica, ni desde los resultados concretos que produjo) el mas
adecuado para garantizar una excelencia que se diferencie por su seriedad. En todo caso,
deberíamos ensayar un paso previo: la definición de aquello que denominamos "excelencia",
porque "la profundidad o la excelencia académica como se la llama, no consiste en tecnicismos,
sobreactuación metodológica, utilización de categorías denominadas científicas, sino en la
inmersión profunda en la realidad y sus contradicciones, hasta perderse en ellas, para subir con
propuestas superadoras, con teorías que arrancan desde la raíz de los problemas y
contradicciones reales" (19)
La Educación Superior debe incorporar la concepción de responsabilidad social que permita el
replanteo no solo de la función de las instituciones de educación superior y la comunidad
académica, sino también de las lógicas de construcción de conocimiento y de los actores que
legítimamente estarían capacitados para producirlo, con la finalidad de garantizar la integración
latinoamericana con un fuerte respeto por la diversidad cultural, recuperando los saberes y
prácticas populares, basadas en la construcción colectiva de conocimiento.
A tal fin, proponemos la creación de Consejos Sociales integrados por los distintos sectores de la
comunidad, que deberán articular las políticas de extensión y desarrollo social para fortalecer el
vínculo entre las instituciones de educación superior y la realidad social de la comunidad, y la
obligatoriedad de realizar prácticas comunitarias para las y los estudiantes de Educación
Superior.
Porque pensamos que esta es una medida que nos acerca al proceso de construcción de
conocimiento que queremos, un proceso colectivo y permanente que capacite tanto a docentes
como a estudiantes, para conformar una visión crítica de la realidad con la firme intención de
transformarla en beneficio de todo el pueblo.
Democracia Participativa y nuestras instituciones de Educación Superior
Este punto nos enfrenta con un desafío urgente de la Educación Superior: La democratización y
resignificación de los espacios de representación política.
Creemos necesario fomentar la participación y defender las banderas históricas del cogobierno
universitario. Esto implica repensar las representaciones de los sectores en los órganos
colegiados, las formas de elección de los cargos unipersonales, el cupo femenino en los primeros
y una serie de determinaciones que desarrollamos a continuación:
El primer conflicto que se presenta, es que gran parte de los docentes al no haber sido
concursados, no pueden votar ni ser votados. Esto no quiere decir que el problema está en el
concurso sino en la falta de los mismos. La instancia de concurso es fundamental ya que es
necesario un mecanismo que evalúe la capacidad de los docentes para enseñar, la apropiación
que los mismos poseen de herramientas pedagógicas y conocimientos disciplinarios. Sin
embargo, en un contexto como el actual con mayoría de docentes interinos, propicia la elitización
en los espacios de representación.
Por este motivo, debe resolverse el problema de la falta de concursos. Todos los docentes deben
pasar por instancias de concursos que validen su espacio y pertinencia y les permita votar y ser
votados como los representantes de su sector. Mientras ese proceso no se realice, los docentes
interinos deberían votar y ser votados.
Como afirma CONADU (Federación Nacional de Docentes Universitarios) "La docencia
universitaria debe ser jerarquizada mediante la implementación de una carrera docente que
incluya concursos públicos de oposición y antecedentes para el ingreso en ella, y mecanismos
periódicos de evaluación para la promoción y permanencia en ellos, con perfeccionamiento
continuo y gratuito. Simultáneamente debe eliminarse el alto grado de precarización laboral
existente derivado de designaciones interinas permanentes, contrataciones abusivas, y debe
suprimirse el uso de la figura de docente ad honorem para cargos que deberían ser de planta"
(20) .
Por otra parte, establecemos la inclusión de un sector históricamente relegado en los espacios de
tomas de decisiones: el personal administrativo, de servicio y técnico, con un porcentaje no
menor al diez por ciento (10%).
Es necesario profundizar en este punto: los mal llamados no docentes son hoy en día el sector
más desaventajado, con pocas o nulas instancias de representación, trabajo precarizado, y sus
reclamos no son tenidos en cuenta así como sus opiniones con respecto al destino de la
Universidad.
A la hora de abordar la cuestión de los graduados, se expresa la necesidad de que todos puedan
votar y ser votados, incorporando de manera automática a quienes egresan al claustro y
permitiendo la ampliación de los padrones. Esto garantiza el voto de todos aquellos que
pertenezcan al sector mencionado.

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Los cargos unipersonales deberán ser elegidos por voto directo y ponderado respetando las
proporciones que la ley regula para los órganos colegiados en la ponderación. Asimismo, no
tendrán que tener restricciones de edad para acceder a los cargos institucionales.
Por último, aunque no por orden de importancia, incorporamos que ningún sector que tenga
representación en los órganos pueda superar el tercio de la totalidad de sus miembros.
Entendemos que la defensa del cogobierno implica la eliminación de la mayoría relativa de
cualquier sector. En pos de fomentar los procesos de democratización y participación.
Si esto no sucede, se seguirán generando conflictos institucionales de magnitud, que son
emergentes de una estructura política añeja, en las que existen grupos que desde hace años
definen sin apertura a la sociedad. Las decisiones sobre la Universidad deben dejar de tomarse
entre grupos reducidos sin apoyo de las mayorías, no se puede sostener la situación actual de
concentración de los espacios de poder. La participación es el camino hacia una universidad
integrada y plural, en función de objetivos útiles para el destino de un país, la democratización
debe ser el paso a dar para generarla.
Acreditación y Evaluación: un enfoque propositivo
Mucho se ha discutido en torno al Organismo de Acreditación y Evaluación que instauró la actual
ley. En este sentido se observan dos grandes posturas, la de los que entienden a dicho
organismo como la herramienta para vincular a la Universidad con los requerimientos del Estado
y el modelo de país que el mismo diseña; por otro, quienes suponen que esto no es más que una
herramienta de control y ruptura de la Autonomía de las instituciones universitarias en función de
intereses económicos y políticos sectoriales.
Es evidente que debe haber un organismo que controle, evalúe y acredite a las Universidades.
Lo que hay que discutir es quién debe hacerlo, con qué objetivos y cómo debe accionar.
En este sentido, consecuentemente con el planteo general de participación como medio y
democratización como objetivo, consideramos que hay que repensar la composición actual de la
CONEAU. Su sentido y composición son la discusión que determina su utilidad. Si nos centramos
en la dicotomía anterior perdemos de vista el verdadero problema.
La composición actual no contempla la participación de los estudiantes ni de representantes de
los gremios docentes. En consonancia con la propuesta de democratización de todas las
instancias que conforman el sistema de Educación Superior y teniendo en cuenta la importancia
de dicho organismo, consideramos fundamental incluir a estos sectores en el mismo. Con una
representación de dos estudiantes y dos representantes de los gremios docentes.
Lo que la Universidad genera difícilmente pueda ser evaluado de manera correcta si el único
criterio que guía el examen es "la excelencia académica". La función social de la universidad nos
obliga a incluir un criterio de adecuación o congruencia con los objetivos generales propuestos
para la educación superior.
Por otro lado, la evaluación del impacto social de los perfiles profesionales debe completarse con
un análisis pormenorizado de aquellos elementos problemáticos de nuestras Universidades,
como pueden serlo la evaluación de los niveles de egreso y las estrategias trazadas para
resolverlo, los salarios docentes y el fomento de la capacitación y perfeccionamiento de los
mismos, evaluar la función social de la Universidad y su relación con la comunidad en la que está
inserta, así como evaluar la articulación entre la Universidad, la comunidad y el Estado, teniendo
en cuenta el impacto social que produce en nuestra comunidad la formación, docencia e
investigación.
Perspectiva de género, las mujeres y la universidad
A pesar que la universidad se presenta como un espacio de posible realización para el género
femenino, sigue reproduciendo dentro de su lógica las desigualdades de una sociedad patriarcal.
La universidad pareciera no tener en cuenta esta problemática como un eje fundamental para la
construcción de una sociedad más igualitaria, ni dentro ni fuera de sus muros.
Aunque en las universidades argentinas estudian y egresan más mujeres que hombres
(representan el 55% y el 57% respectivamente), las desigualdades a las que se tiene que
enfrentar el género femenino tanto a la hora de cursar, llevar adelante responsabilidades
profesionales u académicos- o llegar a instancias post graduales son numerosas.
Estos porcentajes aumentan en las Universidades con mayor cantidad de alumnos como la
Universidad de Buenos Aires pero presentan diferencias de acuerdo a las carreras. En las
Facultades con perfiles sociales se hace visible un incremento de la matrícula femenina. Sin
embargo, en las denominadas ciencias duras siguen siendo mayores los estudiantes hombres.
Esto se vincula con una concepción cultural que adjudica a la mujer un rol de contención,
relacionado con la maternidad.
Por esta misma razón, no sorprende que la participación de las mujeres en la vida universitaria
no se vea reflejada en los porcentajes de aquellas que ocupan los cargos directivos de las

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unidades académicas (rectores, decanos, vice decanos, etc.). Sólo el 10 % de los cargos de
mayor importancia (Rectores Nacionales por ej.) está representado por mujeres, algo similar
sucede con el porcentaje de profesores que están a cargo de las cátedras. Las mujeres sólo
vuelven a ser mayoría dentro de las categorías más bajas (como por ejemplo auxiliares docentes
de dedicación semi exclusiva).
El mayor porcentaje de mujeres estudiantes y egresadas de una carrera de grado, se puede
explicar por el hecho de que son muchas las que ven en una carrera profesional la clave para
alcanzar la independencia económica y el desarrollo de un proyecto propio. Este fenómeno de
amplia participación de las mujeres en la vida universitaria es novedoso, recién comienza hace
40 años, contra 700 años que tiene la historia de la universidad (470 años en América Latina).
Sin embargo, esta posibilidad se ve drásticamente reducida dentro de las mujeres de los sectores
más humildes ya que no tienen la posibilidad económica de acceder a la universidad, o se tienen
que hacer cargo de una familia a la edad de poder comenzar sus estudios universitarios.
En cuanto a las mujeres que tienen la posibilidad de acceder a la universidad, muchas veces, a la
hora de alcanzar un título de grado se encuentran ante la disyuntiva que les sigue planteando
toda una sociedad: formar una familia o continuar con la carrera profesional.
Las mujeres atraviesan una serie de dificultades extra en respecto de los hombres. Una mujer
embarazada en general debe dejar de estudiar porque la Universidad no le otorga las
herramientas necesarias para contenerla dentro del Sistema de Educación Superior. Son
contadas las Facultades que poseen Centros de Desarrollo Infantil (CDI) para el cuidado de los
hijos e hijas de las estudiantes que cursan o licencia por maternidad. Hay mucho que avanzar en
este campo.
La Universidad en los últimos años comenzó a elaborar investigaciones tomando la problemática
de género como objeto de estudio. Sin embargo, no puede plantearse la problemática de género
en el sujeto que investiga. Es decir, visibiliza las diferencias, la violencia simbólica, física y
económica en otros sectores y campos sociales. Se realizan estudios de violencia hacia la mujer
en los sectores populares, pero no se analiza la cuestión hacia adentro de la Universidad.
La problemática de género, al formar parte de la perspectiva cultural, atraviesa al campo social
de un extremo al otro. No diferencia entre ricos, pobres o intelectuales pero estas cuestiones se
encuentran naturalizadas en los ámbitos universitarios. El mito de la independencia femenina
suele relacionarse al desarrollo profesional. Lo que no se dice es cuál se presenta como el costo
de ese desarrollo profesional y cuáles son las facilidades para un género y para otro a la hora de
formarse en la Universidad.
Derechos Humanos y recuperación de la memoria colectiva
Desde la recuperación de la democracia en 1983, el pueblo argentino, encabezado por los
organismos de derechos humanos, reclamó cada vez con más fuerza Verdad y Justicia para con
los crímenes de lesa humanidad cometidos en el marco del genocidio por la Dictadura Cívico
Militar que usurpó el poder el veinticuatro de marzo de 1976.
También desde ese mismo momento sectores cómplices y beneficiarios del modelo impuesto por
el régimen militar, empezaron a plantear que lo que correspondía era un proceso de
Reconciliación Nacional, cuyo supuesto objetivo era sepultar el pasado que nos había dividido,
instalando la impunidad y el olvido como ejes fundamentales. Subsidiaria de esas ideas, fue la
malograda "Teoría de los dos demonios", que pretendió instalar la falsa idea de una "guerra"
entre dos sectores separados de la sociedad, cuando lo que sucedió en verdad fue la puesta en
práctica de un plan sistemático de exterminio de un grupo nacional con el objetivo de instalar a
sangre y fuego un plan económico de concentración y transferencia de recursos desde los
sectores populares hacia los sectores más concentrados del capital nacional y extranjero.
Las llamadas Leyes de Obediencia Debida y Punto Final, y más tarde los indultos, fueron las
herramientas legales utilizadas para imponer, contrariando toda la legislación nacional e
internacional, la impunidad como política de estado y la negación del derecho fundamental a la
justicia a las víctimas y a la sociedad toda. Durante más de 20 años, este andamiaje legal de
impunidad, permitió a miles de genocidas reciclarse y ocupar lugares de relevancia en distintos
sectores del Estado a nivel nacional, provincial y municipal y en las Universidades.
En este sentido, la inclusión de la temática de Derechos Humanos en los planes de estudio de
manera transversal y la imposibilidad de acceder a cargos en las instituciones de educación
superior de las personas que hayan sido condenadas como autores, partícipes en cualquier
grado, instigadores o encubridores de los delitos de desaparición forzada de personas, homicidio,
privación ilegítima de la libertad, supresión, sustitución o falsificación de identidad, torturas y
cualquier otro delito que por su entidad constituya graves violaciones a los derechos humanos y/o
delitos de lesa humanidad
Estas medidas se tornan urgentes y necesarias en el camino hacia instituciones de educación
superior comprometidas, democráticas y participativas.

CONSULTA HACIA UNA NUEVA LEY NACIONAL DE EDUCACIÓN SUPERIOR 512


Comisión de Educación – Honorable Cámara de Diputados de la Nación
Para concluir, propiciamos este proyecto de ley porque, compartiendo la frase de Paulo Freire,
creemos que: "Si la educación sola no transforma la sociedad, sin ella tampoco la sociedad
cambia. Si nuestra opción es progresista, si estamos a favor de la vida y no de la muerte, de la
equidad y no de la injusticia, del derecho y no de la arbitrariedad, de la convivencia con el
diferente y no de su negación, no tenemos otro camino sino vivir plenamente nuestra opción.
Encarnarla, disminuyendo así la distancia entre lo que hicimos y lo que hacemos. No respetando
a los débiles, engañando a los incautos, ofendiendo a la vida, explotando a los otros,
discriminando al indio, el negro, la mujer, no estaré ayudando a mis hijos a ser serios, justos, y
amorosos de la vida y de los otros" (21) .
Este proyecto de ley no podría haberse realizado sin los aportes, visiones, opiniones y ayuda de
decenas de compañeros y compañeras, con un mismo nivel de compromiso con la educación
pública nacional que creen con convicción en un proyecto de país inclusivo, soberano,
participativo y con justicia social. Agradecemos fraternalmente a todos y todas.
Sr. Presiente, por las razones aquí expuestas, y por las que se darán oportunamente, es que se
solicita la aprobación del presente Proyecto de Ley.
(1) Lucrecia Gallo, "Marginalidad o Integración Educativa", disponible en
www.alternativabolivariana.org.-
(2) Ley Nº 24.049, B.O. 7/1/1992.-
(3) Ley Nº 24.195, B.O., 5/5/1993.-
(4) Ley Nº 24.521, B.O., 10/8/1995.-
(5) Educación Neoliberal y Alternativas, Puiggrós Adriana,
(6) De Souza Santos Boaventura, La universidad en el siglo XXI, México, UNAM, 2005
(7) Ley Nº 26.075, B.O., 12/1/2006.-
(8) Ley Nº 26.058, B.O., 9/9/2005.-
(9) Ley Nº 26.206, B.O., 28/122006.-
(10) Artículo 10, Ley N° 26.206, B.O, 28/12/2006
(11) Autonomía responsable: "Las Universidades Nacionales poseen autonomía responsable,
entendida únicamente, como principio y jerarquía que exige y hace posible que docentes,
investigadores y estudiantes cumplan con sus respectivas responsabilidades, en orden a la
satisfacción de las necesidades educativas, científicas y profesionales de la comunidad, así como
que las Universidades Nacionales rindan cuenta del uso de sus medios y recursos y del
cumplimiento de sus fines a la sociedad" Art. 51 del proyecto de Ley, Diputada Nacional Victoria
Donda.
(12) Estudio realizado por la Universidad de Costa Rica, www.ucr.ac.cr.
(13) Luis A. Riveros, Colaboradores Carlos Cáceres, Efraín Medina, Jacques Schwartzman,
"Retos y Dilemas sobre el financiamiento de la educación superior en América Latina y el Caribe"
Capítulo 10, apartado 1.
(14) Op Cit
(15) Fondo para el Mejoramiento de la Calidad Universitaria, integró uno de los 6 componentes
del Programa para la Reforma de Educación Superior (PRES) dependiente de la Secretaría de
Políticas Universitarias y fue una política de incentivo, carente de una concepción integral sobre
las problemáticas de la Educación Superior Argentina. Creado por el Poder Ejecutivo Nacional
mediante decreto 408/1995 y distribuyó fondos en las Universidades Nacionales.
(16) Op Cit: fuente: UNESCO INSTITUTE OF STATISTICS
(17) Fuente: IESALC -UNESCO: Informe sobre la Educación Superior en América Latina y el
Caribe 2000-2005. La metamorfosis de la Educación Superior. Caracas, 2006: IESALC-
UNESCO, Informe de varias consultorías efectuadas por el equipo del proyecto MESALC en
Retos y dilemas sobre el financiamiento de la Educación Superior en América Latina y el Caribe.
Autor: Luis A. Riveros.
(18) Huergo Fernández Jorge, Aportes para la discusión sobre la Ley de Educación Superior, s/e,
s/a.
(19) Dri, Rubén, "Conocimiento y Extensión", año 2001
(20) En http://conadu.org.ar/wordpress/?page_id=34
(21) Peloso Ranulfo, Consideraciones sobre la formación, Pedagogía de la Resistencia, Ed.
Madres de Plaza de Mayo, mayo de 2004, p 114.

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H.Cámara de Diputados de la Nación
PROYECTO DE LEY
Texto facilitado por los firmantes del proyecto. Debe tenerse en cuenta que solamente podrá ser
tenido por auténtico el texto publicado en el respectivo Trámite Parlamentario, editado por la
Imprenta del Congreso de la Nación.
Nº de Expediente 5430-D-2010
Trámite Parlamentario 103 (28/07/2010)
Sumario REGIMEN DE EDUCACION SUPERIOR.
Firmantes AMADEO, EDUARDO PABLO.
Giro a Comisiones EDUCACION; PRESUPUESTO Y HACIENDA.
El Senado y Cámara de Diputados,...
LEY DE EDUCACIÓN SUPERIOR
TÍTULO PRELIMINAR
De los principios fundamenta- les
Artículo 1º - La educación superior junta- mente con los demás niveles educativos tiene carácter
de prioridad nacional.
Art. 2º - La Educación Superior como inte- grante clave del Sistema Educativo Nacional es
concebido, planificado y organizado al servicio de la sociedad bajo los principios rectores de
equidad social, calidad académica e integración, atendiendo los distintos tipos de necesidades y
derechos individuales y colectivos.
Art. 3º - La educación superior es un bien público comprometido con el destino de grandeza y
bienestar de la Nación Argentina y de sus ciudadanos/as. Para ello articula toda su oferta y
servicios sustentada en el compromiso con la investigación, la innovación y la generación de
conocimientos, res- ponsabilidad comunitaria en la administración de sus instituciones,
integración con el sistema productivo, comunicación, transparencia y respeto en el uso de los
bienes natu- rales y por el ambiente.
TÍTULO I
De los fines
Art. 4º - Las entidades que integran la Edu- cación Superior tienen como misión la transmisión,
crítica, generación y gestión del conocimiento, el desarrollo de la investigación e innovación y la
producción científica, tecnológica, cultural y artística en todas sus formas, de acuerdo con los
siguientes fines:
a) Educar a los/as ciudadanos/as en un compromiso personal y colectivo con el destino de la
sociedad local, regional, nacio- nal, continental y mundial;
b) Elevar y difundir la Cultura Nacio- nal y todos los bienes y formas culturales que hacen a
nuestra identidad;
c) Organizar su oferta académica, de investigación y servicios en forma articulada y con sentido
estratégico y prospectivo, considerando las necesidades sociales, productivas y científico-
culturales de la Nación en integración con la región y el mundo;
d) Garantizar los derechos y observar el cumplimiento de las obligaciones de los alumnos/as y de
los/as docentes, el respeto de su integridad, dignidad, libertad de conciencia y de expresión.
TÍTULO II
De los objetivos generales
Art. 5º - La educación superior tiene como objetivos generales:
a) Promover la equidad e integración social y cultural de los/as argentinos/as, respetando la
singularidad y asegurando a to- dos quienes posean vocación, el acceso a las formas más
elevadas de la cultura, la ciencia, la tecnología, la investigación y la innovación;
b) Preparar con el mayor nivel de excelencia, para el ejercicio de actividades profesionales
superiores de pre-grado, gra- do y posgrado, tecnológicas, de investigación e innovación y de
producción artística, atendiendo las necesidades individuales y colectivas;
c) Promover la diversidad de opinio- nes, el pensamiento innovador, libre,
crítico y el descubrimiento científico;
d) Promover los procesos de demo- cratización internos de cada Institución favoreciendo el
acceso y distribución equitativa del conocimiento y la igualdad de posibilidades y oportunidades
e) Participar en la política de desarro- llo científico y tecnológico en vinculación con los

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organismos, instituciones y entidades comprometidas con la innovación tecnológica en la
producción;
f) Promover el correcto uso y enri- quecimiento de la lengua y el habla;
g) Asegurar el desarrollo de la activi- dad física, deportiva y recreativa y de las formaciones que la
complementen;
h) Formar para el ejercicio de la do- cencia, en todos los niveles y modalidades educativas, así
como para la cualificación permanente de quienes habrán de ejercerla de acuerdo con el más
alto nivel de exce- lencia en sus aspectos científicos, creativos y pedagógicos;
i) Contribuir a la distribución equitati- va del conocimiento y al dominio de los códigos por los
cuales circula la información socialmente significativa;
j) Facilitar a los estudiantes el ejerci- cio del derecho a estudiar y formarse profesionalmente,
mediante el establecimiento de Programas de otorgamiento de becas, subsidios y toda otra forma
de apoyo económico, social y tecnológico, con el consecuente cumplimiento de las obligaciones
estudianti- les.
k) Instrumentar servicios estudianti- les, dispositivos pedagógicos, y adecuaciones materiales
para los/as estudiantes que presenten algún tipo de discapacidad física, motriz, mental o
emocional, con el fin de garantizar la igualdad de condiciones para el aprendizaje.
l) Promover la integración con las actividades productivas de nuestro país, procurando la mayor
sinergia entre: i) la forma- ción de competencias laborales, ii) la generación de conocimientos, iii)
las necesidades de generación de empleo y, iv) la productividad de los sectores productivos y de
servi- cios.
TÍTULO III
De la estructura
Art. 6º - El nivel de educación superior es un servicio público que comprende al conjunto de
instituciones nacionales y jurisdicciona- les, de gestión oficial y privada, entendiéndose por tales
a: Institutos de Educación Su- perior (INES); Universidades; Institutos Universitarios y Centros
Nacionales de Educa- ción Superior, Investigación Científica e Innovación Tecnológica
(CENESCIT). Las insti- tuciones de Educación Superior que se creen o transformen y que
acuerden con una o más universidades del país mecanismos de articulación y acreditación de
sus carreras o programas de formación y capacitación, podrán denominarse Colegios
Universitarios (COUN).
Art. 7º - La educación superior se articula y relaciona en tres niveles, los cuales constituyen
unidades con fines propios. Estos nive- les son los siguientes:
a) Estudios superiores de pre-grado técni- cos, artísticos, docentes, tecnológicos,
administrativos, de la comunicación y otras mo- dalidades. Tienen como finalidad
proporcionar estudios avanzados de ciclo corto e in- termedios que brindan formación
profesional superior, tecnológica, artística y docente. Otorgan títulos habilitantes y se
desarrollan como etapa independiente o articulada con estudios de grado. Tienden al
pluralismo y a la diversidad académica. Su organización curricular es flexible, opcional,
dinámica, definiéndose en función de las necesidades y demandas de la comunidad en
que estén insertos. Se relacionan con el mundo del tra- bajo, la producción y la cultura.
Están a cargo de los Institutos de Educación Superior (INES), de los Colegios
Universitarios (COUN) y de los Centros Nacionales de Educa- ción Superior, Investigación
Científica e Innovación Tecnológica (CENESCIT), bajo los mismos derechos y
obligaciones;
b) Estudios de grado: tienen como finalidad la formación de grado de carácter profesional,
humanístico, científico y tecnológico. También abarcan la formación docente para el nivel
secundario y superior. Desarrollan carreras intermedias y mayores y brindan títulos
habilitantes. Están a cargo de las Uni- versidades e Institutos Universitarios.
c) Estudios de posgrado: su finalidad es la especialización académica, profesional,
humanística, artística, científica y tecnológica. Desarrollan maestrías, especializaciones,
doctorados, pos doctorados, actividades aca- démico-universitarias, científicas,
tecnológicas y profesionales de reconocido nivel. Es- tán a cargo de las Universidades e
Institutos Universitarios. Pueden adoptar carácter interinstitucional.
Art. 8º - Corresponde exclusivamente a las universidades otorgar los grados académicos de
licenciado, magíster y doctor.
TÍTULO IV
De los estudios superiores técni- cos, artísticos, docentes, tecnológicos y otras modalidades.
Organización. Funciones y atribu- ciones.

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Art. 9º - Los Institutos de Educación Superior (INES) existentes, los que se creen, los que surjan
de la reformulación del terciario, los que se constituyan como Colegios Universitarios (COUN) y
los Centros Nacionales de Educación Superior, Investigación Científica e Innovación Tecnológica
(CENESCIT), poseen autonomía académica y económico-financiera, tienen a su cargo la
formación profesional superior de pre grado, responden a las demandas actuales y prospectivas
de sus zonas de influencia y son factores de desarrollo regional integrado.
Art. 10º - Los Institutos de Educación Supe- rior (INES), los Colegios Universitarios (COUN) y los
Centros Nacionales de Educación Superior, Investigación Científica e Innovación Tecnológica
(CENESCIT), brindan for- mación profesional de alto nivel, competencia, calidad y conocimientos.
Articulan la formación general, científica, tecnológica y posibilita su integración y reflexión a partir
de prácticas profesionalizantes, lo cual posibilita:
a) La adaptación a las transformaciones industriales, tecnológicas, agropecuarias,
educativas, de la administración pública y de los servicios, mediante la formación
profesional;
b) La formación profesional continua que asegure a los/as ciudadanos/as ocupados/as,
sub-ocupados/as y desocupados/as, la certificación de sus competencias laborales para
facilitar la inserción, la reinserción y la permanencia en el sistema productivo o de
servicios;
c) La movilidad e integración social de las personas en formación, especialmente de los/as
jóvenes en condiciones de vulnerabili- dad y/o situaciones de alto riesgo social;
d) La asunción de responsabilidades de concepción, de administración y / o de gestión;
e) La formación docente para desempañar- se en el nivel inicial y en el nivel primario del
sistema educativo;
f) El intercambio de información y de expe- riencia sobre cuestiones comunes relativas a la
formación profesional a nivel regional y continental;
g) La cooperación en materia de formación, capacitación y alternancia entre los Institutos
de Educación Superior y los distintos tipos de organizaciones que integran el sistema
productivo y de servicios.
Art. 11. - Los criterios pedagógicos y de concertación para implementar el régimen de alternancia
o pasantías responden a lo establecido en la Ley Nº 26.427
Art. 12. - Las acciones enunciadas en el artículo 10 referente a la formación profesional superior
y continua, se ofrecen a través de:
a) Carreras y trayectos de formación cortos, flexibles, altamente diversificados y
articulados a través de las cuales se desarrollen capacidades y conocimientos que
permitan asumir responsabilidades de concepción y / o dirección y / o gestión y/o
ejecución. Estas propuestas deberán responder a la de- manda de corto, mediano y largo
alcance. La formación adquirida, que debe contener una amplia y sólida base de los
fundamentos científicos de las profesiones y de sus prácticas deberán facilitar la
autonomía de la actividad profesional. Los conocimientos aprobados, certificados y/o
acreditados, son reconocidos por las universidades.
b) Cursos, ciclos o actividades que garanti- cen la equidad social de las poblaciones más
vulnerables mediante la articulación de las necesidades individuales con las demandas del
trabajo y las organizaciones productivas o de servicios.
Art. 13. - Los Institutos de Educación Supe- rior (INES), los Colegios Universitarios (COUN) y los
Centros Nacionales de Educación Superior, Investigación Científica e Innovación Tecnológica
(CENESCIT), desarrollan su vinculación con la producción y el trabajo, en el marco de la
normativa y/o políticas pú- blicas vigentes y orientadas a concertar actividades conjuntas que
favorecen: a) la for- mación, capacitación y práctica profesional, b) el aporte de conocimientos,
innovaciones científico-tecnológicas y c) el desarrollo de programas específicos de carácter
educativo y/o científico y/o de innovación tecnológica, pudiendo percibir subsidios y/o retribucio-
nes por estos servicios.
Art. 14. - Tienen acceso a Institutos de Edu- cación Superior (INES), Colegios Universitarios
(COUN) y a los Centros Nacionales de Educación Superior, Investigación Científica e Innovación
Tecnológica (CENESCIT), quienes han obtenido el título correspondiente a la finalización del ciclo
de educación secundaria. Cada institución decidirá en consulta con su Consejo Educativo -
Social la forma de ingreso de los/as alumnos/as y deberá instrumentar dispositivos remediales
para aquellos/as que presenten dificultades de ingreso originadas en limitaciones físi- cas,
mentales, emocionales, sociales o económico-financieras. La raza, religión, ideolo- gía política,
orientación sexual o condición social, no constituye motivo alguno para im- pedir el ingreso.
Art. 15. - También pueden acceder a los Institutos de Educación Superior (INES), a los Colegios

CONSULTA HACIA UNA NUEVA LEY NACIONAL DE EDUCACIÓN SUPERIOR 516


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Universitarios (COUN) y a los Centros Nacionales de Educación Superior, Investigación Científica
e Innovación Tec- nológica (CENESCIT) sin cumplir con los requisitos académicos establecidos
en el artí- culo anterior, las personas mayores de 18 años, siempre que, a través de una prueba
regulada por cada institución, demuestren tener las competencias acordes con los estu- dios que
deseen iniciar, así como los conocimientos suficientes para cursar sin dificulta- des este trayecto
formativo.
Art.16.- Los Institutos de Educación Superior (INES), los Colegios Universitarios (COUN) y los
Centros Nacionales de Educación Su- perior, Investigación Científica e Innovación Tecnológica
(CENESCIT), pueden ser de gestión oficial, privada o mixta. Cualesquiera fuere el carácter de la
gestión se procura que los aportes privados provengan de organizaciones de la comunidad en
especial las del sistema productivo, científico-tecnológico o de servicios vinculados con las
carreras y cursos que ofrezcan.
Art.17. - Cada Instituto de Educación Supe- rior (INES), Colegio Universitario (COUN) o Centro
Nacionales de Educación Superior, Investigación Científica e Innovación Tecnológica
(CENESCIT), organiza un Consejo Educativo - Social del que participan representantes de los/as
alumnos/as, docentes, no docentes, ex alumnos, actores relevantes de la comunidad con la que
se articula y de entidades oficiales e intermedias vinculadas con la producción, la innovación
científico- tecnológica, los servicios y el trabajo. Tiene por misión:
a) Detectar necesidades de investigación, formación, capacitación, reconversión,
actualización, perfeccionamiento y especializa- ción;
b) Intervenir en la definición del proyecto institucional y de los distintos proyectos o
actividades que concretan el mismo;
c) Colaborar en el proceso de evaluación de la calidad educativa aportando elementos
para su mejoramiento;
d) Colaborar en garantizar la igualdad de oportunidades en el ingreso, permanencia,
inserción laboral del egresado o desarrollo de capacidades emprendedoras;
e) Gestionar aportes y recursos que pro- vengan de las organizaciones de la comunidad
con la que se articula, los que de ningún modo pueden sustituir a los que por obligaciones
existentes o futuras provengan del Estado.
Art.18. - Las jurisdicciones educativas orga- nizan un sistema operativo y efectivo para la
creación, financiamiento, articulación y supervisión de la actividad de los Institutos de Educación
Superior (INES) y de los Co- legios Universitarios (COUN). Las Universidades Nacionales,
jurisdiccionales o privadas lo harán con los Centros Nacionales de Educación Superior,
Investigación Científica e Innovación Tecnológica (CENESCIT), en acuerdo con lo resuelto por el
Consejo Nacio- nal de Educación Superior (CONES). Sus funciones serán:
a) Autorizar la creación de estas institucio- nes de nivel superior, en el ámbito de su
jurisdicción;
b) Intervenir en el sostenimiento económico- financiero, bajo los principios de equidad
social y calidad educativa;
c) Disponer de mecanismos, dispositivos, servicios y toda otra acción orientada a la
igualdad de condiciones para el ingreso, per- manencia y egreso del sistema;
d) Establecer mecanismos de cooperación interinstitucional, de recíproca asistencia
técnica, científica, tecnológica, académica y de colaboración en emprendimientos de
interés común.
e) Colaborar con el CONES, en las tareas de planificación, relevamiento y sistematización
de información referida al nivel.
TÍTULO V
De los Estudios Universitarios
Capítulo 1
Organización y atribuciones de las universidades
Art.19. - Las universidades oficiales nacionales y jurisdiccionales, son personas jurídicas de
derecho público que desarrollan sus actividades con la autonomía establecida en el Art. 75, inciso
19, de la Constitución Nacional y a los estatutos que en su consecuencia se dicten.
Art.20. - Las universidades privadas que posean reconocimiento oficial, forman parte del sistema
educativo argentino, articulado en todos sus niveles e integrado en sus diferentes ciclos. Tienen
autonomía académica. Dictan sus propios reglamentos de organización interna con ajuste a las
normas vigentes. Poseen autonomía financiera, como entidades sin fines de lucro, luego de
otorgada su personería jurídica como asociación civil o fundación.

CONSULTA HACIA UNA NUEVA LEY NACIONAL DE EDUCACIÓN SUPERIOR 517


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Art.21. - Una estructura dinámica y abierta caracteriza a la organización universitaria, permeable
a la creación de nuevos espacios, que facilitan el desarrollo, aplicación y transferencia de
tecnologías educativas y / o de gestión, considerando los requerimientos de una sociedad
científica y tecnológicamente avanzada.
Art. 22. - Los estudios se organizan en ciclos, a fin de permitir la movilidad de los estudiantes
entre las distintas universidades, debiendo expedir títulos o certificados de estudios a la
terminación de los mismos.
Art. 23. - El Estado sostiene económica- mente a las universidades oficiales nacionales y
jurisdiccionales, garantizando su funcionamiento y el principio general de la gratuidad y equidad
de la enseñanza y el aprendizaje
Art. 24. - Las universidades oficiales nacionales y jurisdiccionales pueden percibir contribuciones,
derechos o tasas para su oferta de pos grado con la finalidad de mejorar la prestación de sus
servicios de apoyo, infraestructura y funcionamiento operativo, debiendo establecer exenciones
para quienes, por razones justificadas, no puedan sufragarlas.
Art.25. - Las universidades oficiales nacionales y jurisdiccionales instituyen un sistema de becas
de ayuda económica para quines, no pudiendo acceder, continuar o finalizar los estudios
universitarios, demuestren capacidad suficiente y respondan adecuadamente a las exigencias
académicas de la carrera elegida.
Art. 26. - Las universidades oficiales nacionales y jurisdiccionales organizan servicios de
orientación profesional y académica para atender limitaciones, obstáculos, circunstancias o
condicionamientos sociales de los/as estudiantes y que dificultan el ingreso, permanencia,
egreso, inserción laboral y/o profesional.
Art.27. - En ningún caso puede disminuirse el aporte del Tesoro como contrapartida a la
generación de recursos adicionales.
Art. 28. - Son recursos de las universidades oficiales nacionales y jurisdiccionales:
a) Los aportes que con ese destino se asig- nen en la Ley de Presupuesto
General de Gastos y Cálculo de Recursos de la Administración Nacional o jurisdicción;
b) Los subsidios, contribuciones, herencias, legados y donaciones que a ellas se otorguen;
c) Los provenientes de la venta de bienes, locaciones de obra o prestaciones de servicios;
d) Los provenientes del impuesto a las ganancias exigido a las familias de altos ingresos
cuyos hijos/as estudien en la universidad pública, los que se transferirán directamente a la
respectiva institución;
e) Los aportes de los/as graduados/as de la universidad pública recaudados por los
consejos profesionales en donde se hallen matriculados/as;
f) Los derechos o tasas que ellas mismas establezcan como contribución al financiamiento
de los servicios que prestan;
g) Los beneficios que obtengan por sus publicaciones, concesiones y la explotación de
patentes de invención o de derechos intelectuales;
h) Los beneficios que obtengan por su participación en sociedades públicas o privadas
cualesquiera fueren sus formas, cuando el objeto de las mismas sea la investigación
científica, la generación, desarrollo o transferencia de tecnología, la extensión universitaria
y las funciones de consultoría;
i) Las rentas, frutos o intereses de sus patrimonios;
j) Los provenientes de la utilización del crédito interno o externo, que se obtengan de
acuerdo a las disposiciones de la ley 21.156 sobre la materia;
k) Los beneficios que perciban por aplicación de la ley 23.877;
l) Todo otro recurso que pudiera corresponderles por cualquier título o actividad.
Capítulo II
Intervención y fiscalización
Art. 29. - Las universidades oficiales nacionales sólo pueden ser intervenidas por una ley de la
Nación; las oficiales jurisdiccionales por una ley de su jurisdicción, por un plazo no mayor de 180
días y por las siguientes causas:
a) Incumplimiento de la presente ley;
b) Alteraciones graves de orden público;
c) Conflicto insoluble dentro de la universidad o con los poderes de la Nación o la

CONSULTA HACIA UNA NUEVA LEY NACIONAL DE EDUCACIÓN SUPERIOR 518


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jurisdicción.
Art. 30. - Cuando existan las causales previstas en el artículo anterior y el Congreso de la Nación
o las Legislaturas jurisdiccionales se encontrasen en receso, la intervención puede ser dispuesta
por el Poder Ejecutivo. En ese caso el Congreso de la Nación o la Legislatura jurisdiccional
deberán ratificar dicha disposición dentro de los treinta días de iniciado el período ordinario de
sesiones o en el período extraordinario incluyéndolo en el temario por el cual fue convocado el
Congreso o la Legislatura.
Art. 31. - Para garantizar un adecuado funcionamiento contable-administrativo, cada universidad
oficial nacional y / o jurisdiccional debe contar con una auditoría externa que anualmente elevará
al órgano de conducción superior una evaluación sobre los estados contables, la utilización de
los fondos, la ejecución del presupuesto y sobre la forma del proceder administrativo.
Art. 32. - El informe anual del auditor externo es remitido al Tribunal de Cuentas, el cual con el
suyo propio, lo remite al Congreso de la Nación o Legislatura jurisdiccional.
Art. 33. - La universidad efectúa la designación del auditor externo mediante un sistema de
selección que garantiza condiciones de idoneidad.
Art. 34. - Las funciones inherentes a la misión de control propia del Tribunal de Cuentas son
efectivizadas a posteriori de los actos administrativos. Dicho control se realiza únicamente sobre
aportes del Tesoro nacional o jurisdiccional. La auditoría externa efectúa el control sobre la masa
global de recursos.
Capítulo III
De los órganos asesores y de gobierno en las universidades
Art. 35. - El gobierno y conducción de las universidades oficiales y / o privadas, nacionales y
jurisdiccionales, es ejercido según las atribuciones que le asignen sus estatutos, los cuales
deben ser aprobados por el Poder Ejecutivo.
Art. 36. - En los órganos deliberativos del gobierno universitario la proporción de cada sector
representado es fijado a través de los respectivos estatutos. En ningún caso la representación de
los docentes puede ser inferior al 60 %.
Art. 37. - Los representantes estudiantiles en los órganos deliberativos, son elegidos por sus
pares a través de elecciones abiertas, libres y secretas. Para ser representante, se debe haber
aprobado el 30 % de las asignaturas que constituyen la carrera y por lo menos dos asignaturas
del año precedente. Para ser elector es necesario mantener la condición de alumno regular y
tener aprobadas por lo menos dos asignaturas de la carrera.
Art. 38. - Las normas estatutarias que regulan la representación estudiantil en los órganos
deliberativos del gobierno universitario deben garantizar la participación de las minorías.
Art. 39. - El estatuto prevé la constitución de un Consejo Social Consultivo, que es el órgano de
participación de la sociedad en la universidad, y tiene las siguientes funciones:
a) Promover la participación de la comunidad en el financiamiento de las actividades de la
universidad;
b) Asesorar, previo análisis de las planificaciones globales, sobre las necesidades actuales y
prospectivas del país, la región, el continente y el mundo, con la finalidad de facilitar la
correspondencia de los di- seños curriculares con las demandas ocupacionales, laborales y
profesionales; las necesidades de investigación y desarrollo; las necesidades de evolución e
innovación científica y tecnológica; la promoción social y desarrollo cultural del las personas y la
comunidad.
Art. 40. - El Consejo Social Consultivo elabora su propio reglamento de funcionamiento de
acuerdo con lo dispuesto por el estatuto de su universidad y es presidido por uno de sus
miembros designado en asamblea del propio Consejo Social Consultivo.
Capítulo IV
Del ingreso a las universidades oficiales
Art. 41. - Las condiciones de admisión las define cada universidad en función de las necesidades
de calificación nacional o regional.
Art. 42. - El Consejo de Universidades Oficiales (CONUOF) realiza estudios diagnósticos, de
prospectiva, de evolución del empleo y de las tendencias mundiales. Los informes resultantes de
estos estudios son públicos. Con dichos resultados y otros indicadores establecidos por los
reglamentos de cada universidad o sus planificaciones, se determinan los planes de estudios y
los cu- pos para cada carrera, en los casos en que las universidades hayan decidido aplicar tales
sistemas.
Art. 43. - Los procesos de ingreso adoptan preferentemente la modalidad de ciclos o cursos, que

CONSULTA HACIA UNA NUEVA LEY NACIONAL DE EDUCACIÓN SUPERIOR 519


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implementan orientación profesional y universitaria e incluyen la consideración de aptitudes,
preferencias y actitudes.
Art. 44.- Las universidades ponen especial atención en remediar todo tipo de condición negativa
para el aprendizaje universitario, en especial las que presentan las personas con algún grado de
discapacidad física, mental o emocional y, aquellos/as que provienen de sectores sociales
desfavorecidos y no han tenido oportunidades de un desarrollo de capacidades que les permitan
encarar con éxito los estudios universitarios.
Art. 45.- Las universidades no consideran para el ingreso condiciones vinculadas con la raza, la
religión, la orientación e identidad sexual, la ideología, la condición social o cualquier otra opción
personal de vida.
Capítulo V
De los derechos y obligaciones de los estudiantes
Art. 46. - Se establece como principio que el estudio y la investigación son derechos, pero
también constituyen deberes para los/as estudiantes.
Art. 47. - Todas las instituciones deben con- templar en sus reglamentos mecanismos científicos
para verificar los conocimientos, habilidades y destrezas, el desarrollo de la formación intelectual
y el rendimiento de los estudiantes.
Art. 48. - Cada institución ofrece servicios de prevención, orientación profesional y ayuda
psicopedagógica a los estudiantes que lo requieran o que presenten dificultades en su progreso
académico.
Art. 49. - Son derechos de los/as estudiantes:
a) Participar en las decisiones institucionales según lo establecen la
Presente ley y los estatutos y reglamentos de cada institución;
b) Asociarse;
c) Elegir a sus representantes de acuerdo con los establecido en el artículo 44 de la
presente ley;
d) Obtener ayuda económica y social en caso de ser necesario;
e) Acceder a todo tipo de material de estudio, investigación o creación;
f) Desarrollar sus potencialidades físicas, deportivas, creativas, estéticas y espirituales;
g) Ser orientado vocacional, profesional y ocupacionalmente.
Art. 50. - Ningún estudiante será objeto de discriminaciones ideológicas, religiosas, económicas,
políticas, culturales, sociales y / o sexuales.
Art. 51. - Son obligaciones de los estudiantes:
a) Respetar los estatutos, reglamentos y condiciones de estudio, investigación, trabajo y
convivencia, que estipule cada institución;
b) Aprobar por lo menos dos asignaturas por año de la carrera, curso o área y/o los
requerimientos mínimos que fijen las universidades;
c) Respetar el disenso, las diferencias individuales, la creatividad personal y colectiva y el
trabajo en equipo.
Capítulo VI
De los docentes
Art. 52. - Todos los cargos docentes de las instituciones oficiales se cubren por concurso público.
El reglamento del concurso lo establece cada institución, la cual determina los procedimientos a
llevar a cabo para evaluar las competencias profesionales y docentes, requisitos para los
aspirantes, perfiles buscados y mecanismos de selección del jurado.
Art. 53. - Los docentes tienen derecho a un año sabático cada siete años de servicios ejercidos
en instituciones de nivel superior universitario. Las características y ordenamiento de este año
sabático son establecidos por cada institución, debiéndose acordar en el seno de cada consejo u
organismo jurisdiccional los requisitos mínimos a considerar para su reglamentación.
Art. 54. - Las instituciones pueden convocar para desarrollar cursos, conferencias o actividades
académicas o de investigación a personalidades nacionales o extranjeras con probada
trayectoria.
Art. 55. - Las universidades organizan la carrera docente universitaria, la cual integra formación
específica, pedagógica, capacidad interdisciplinaria, perfeccionamiento humanístico y formación

CONSULTA HACIA UNA NUEVA LEY NACIONAL DE EDUCACIÓN SUPERIOR 520


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epistemológica.
Art. 56. - La carrera docente universitaria habilita para ejercer la docencia en todo el sistema de
educación superior.
Capítulo VII
Del posgrado
Art. 57. - La educación de posgrado está bajo la responsabilidad de las universidades, institutos
universitarios y de institutos o unidades académico-universitarias, científicas, tecnológicas y
profesionales que realizan actividades de investigación y de calificación profesional de
reconocido nivel, auto- rizadas por el Poder Ejecutivo nacional a tales fines.
Art. 58. - Para acceder a los estudios de posgrado es necesario haber concluido la etapa de
grado.
Art. 59. - Una de las modalidades de la educación superior de posgrado posibilita la obtención del
título de doctor.
Art. 60. - Los certificados de posgrado son válidos y obtienen reconocimiento cuando se han
otorgado a través de las entidades enunciadas en el artículo 64 de la presente ley, previa
presentación de un trabajo que haya sido evaluado positivamente.
Capítulo VIII
De la creación de universidades y titulación
Art. 61. - La creación, fusión, división o su- presión de las universidades oficiales nacionales es
competencia del Congreso de la Nación, previo dictamen del Consejo de Universidades Oficiales.
Art. 62. - La creación, fusión, división o su- presión de las universidades oficiales jurisdiccionales
es competencia de la Legislatura jurisdiccional, previo dictamen del Consejo de Universidades
Oficiales.
Art. 63. - La creación, fusión, división o su- presión de las universidades privadas es competencia
del Poder Ejecutivo nacional.
Art. 64. - Sólo los establecimientos reconocidos por ley nacional, jurisdiccional o autorizada por el
Poder Ejecutivo Nacional, que pertenezcan al sistema de educación superior, pueden otorgar
grados y títulos universitarios y habilitan para el ejercicio profesional.
Art. 65. - Cada grado conduce al libramiento de diplomas nacionales de acuerdo a las
competencias o a los elementos de cualificación profesional adquiridos.
Art. 66. - Un diploma nacional confiere los mismos derechos a todos sus titulares, sea cual fuere
el establecimiento que lo haya expedido.
TITULO VI
Capítulo I
Gobierno, planificación, seguimiento y evaluación del Sistema Integrado de la Educación
Superior
Art. 67.- La Educación Superior será gobernada, monitoreada y evaluada por una trama de
instituciones y organizaciones integra- da por: El Ministerio de Educación de la Nación a través
de la Secretaría de Educación Superior; Los Ministerios de Educación de las respectivas
jurisdicciones; El Consejo de Educación Superior (CONES); El Consejo de Universidades
Oficiales (CONUOF); El Consejo de Rectores de Universidades Privadas (CRUP) y el Consejo
Nacional para la Acreditación y Evaluación de la Educación Superior (CONAES)
Capítulo II
Del Consejo de Educación Superior (CONES)
Art. 68.- El Consejo de Educación Superior CONES, está presidido por el/la Secretario/a Nacional
de Educación Superior, y lo integran: las máximas autoridades de los Estados Provinciales y de
la CABA encargadas de la educación superior de pre grado; Un (1) representante por las
entidades gremiales de educación superior de pre grado; Un (1) representante de las
organizaciones representativas de la educación superior de pre grado reconocidas por el estado;
Un (1) re- presentante de las organizaciones estudiantiles reconocidas en los institutos de
educación superior de pre grado; Un (1) representante del consejo de universidades oficiales
(CONUOF) y; Un (1) representante del consejo de rectores de universidades privadas (CRUP).
Dicta su propio reglamento de funcionamiento interno y cuenta con recursos propios asignados a
tal fin en el Presupuesto General de la Administración Pública. El CONES podrá crear Consejos
Regionales, en cuyo caso deberán tener un representan- te por región.
Art. 69.- El CONES, tiene las siguientes funciones:

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a) Establecer los lineamientos y condiciones para que cada jurisdicción apruebe la creación y
funcionamiento de los INES y los COUN;
b) Adoptar las medidas necesarias para asegurar la unitaria articulación del sistema en sí y
con el universitario;
c) Definir políticas y coordinar concertada- mente con el CONUOF y el CRUP planes y
actividades en materia académica, científica, cultural y de integración con la comunidad;
d) Establecer criterios para la creación, modificación, fusión o supresión de carreras, cursos,
ciclos, niveles o áreas;
e) Determinar los requisitos mínimos para el reconocimiento de carreras, cursos u otras
actividades educativas y para el otorgamiento de diplomas, títulos, certificados y constancias
en el marco de las Leyes Nº 26.058 y 26.206
f) Establecer mecanismos para que la certificación de cumplimiento de ciclos, niveles, etapas o
cursos, tengan la doble función de: i) certificado de graduación y acreditación a otros servicios,
ciclos, carreras o niveles; y ii) habilitación laboral;
g) Organizar un sistema de comunicación, información, estadística y prospectiva que sirva a la
evaluación y reajuste constante de las propuestas;
h) Establecer lineamientos y mecanismos para refrendar los diplomas, títulos, certificaciones y
constancias que estas instituciones otorguen en el marco de las Leyes Nº 26.058 y 26.206
Capítulo III
Del Consejo de Universidades Oficiales
Art. 70. - El Consejo de Universidades Oficiales, CONUOF, es el máximo organismo de
planificación, coordinación y asesora- miento de las universidades oficiales.
Art. 71. - El Consejo de Universidades Oficiales (CONUOF), está compuesto por: El/la ministro/a
de Educación de la Nación, quien ejercerá la presidencia; El/la Secretario/a de Educación
Superior de la Nación quien ejercerá la vicepresidencia o la presidencia por ausencia y/o por
delegación del/la ministro/a; Los rectores o presidentes de las universidades oficiales que hayan
sido elegidos de acuerdo a lo establecido en los respectivos estatutos; Un (1) representante de
las entidades gremiales de los docentes universitarios; Un (1) representante de la Federación
Universitaria Argentina (FUA); Un (1) representante de la Federación Argentina de Trabajadores
de las Universidades Nacionales (FATUN); Diez (10) miembros elegidos entre especialistas de
reconocido prestigio en el campo académico, científico, tecnológico y / o cultural. Su mandato
abarca un período de cuatro años y son nombrados del siguiente modo: Tres (3) miembros por el
Poder Ejecutivo Nacional; Tres (3) por el Honorable Senado de la Nación; Tres (3) por la
Honorable Cámara de Diputados de la Nación; Uno (1) por el Consejo de Educación Superior
(CONES).
Art. 72. - Para el cumplimiento de sus fines, el Consejo de Universidades Oficiales (CONUOF),
funciona a través del plenario y las comisiones que considere necesarias organizar, para facilitar
su operatoria.
Art. 73. - El Consejo de Universidades Oficiales (CONUOF), se constituye internamente por
regiones, con el fin de atender los asuntos y actividades emergentes de las mismas y desarrollar
programas de coordinación y cooperación inter jurisdiccionales.
Art. 74. - El Consejo de Universidades Oficiales (CONUOF), tiene como funciones:
a) Elaborar o modificar el reglamento del Consejo de Universidades
Oficiales y elevarlo al Poder Ejecutivo nacional para su aprobación;
b) Aprobar el plan de trabajo anual y la memoria correspondiente a las actividades del año
anterior;
c) Establecer los lineamientos y condiciones para la aprobación, la creación y
funcionamiento de los CENESCIT;
d) Definir políticas y coordinar concertada- mente con el CONES y el CRUP, planes y
actividades en materia académica, científica, cultural y de integración con la comunidad;
e) Designar entre sus miembros al secretario de cada una de las comisiones y a los
coordinadores de las regiones;
f) Establecer las bases operativas, criterios e indicadores básicos para la evaluación y
acreditación individual, institucional y del sistema global, como mecanismos auto -
reguladores de la autonomía de las instituciones y de promoción del avance de la calidad,
eficiencia pertinencia global de los servicios;
g) Establecer criterios para la articulación y reconocimiento de cursos y / o materias y / o

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niveles y / o ciclos y / o áreas aprobadas en cualquiera de las instituciones de educación
superior determinadas en el artículo 6º de la presente ley.
h) Establecer los criterios necesarios para institucionalizar la "condición de profesor
universitario";
i) Dictaminar sobre los proyectos de creación de nuevas universidades oficiales y elevarlos
al Poder Ejecutivo Nacional.
j) Determinar una metodología para la evaluación interna de cada universidad;
k) Constituir un sistema de información sobre la formación universitaria y de comunicación
constante y pública de los resultados y datos;
l) Definir sobre las incumbencias profesionales de los títulos y la habilitación para el
ejercicio profesional;
m) Realizar estudios e informes sobre el estado, evolución, perspectivas y prospectivas de
las universidades oficiales argentinas.
Capítulo IV
Del Consejo de Rectores de Universidades Privadas
Art. 75. - El Consejo de Universidades Privadas se integra con los representantes designados
por las fundaciones o asociaciones civiles de esas casas de altos estudios. Es órgano de
consulta en lo concerniente al régimen legal de la enseñanza universitaria privada y al
planeamiento educativo de dicho sector.
Art. 76. - Ambos consejos de universidades oficiales y privadas CONUOF y CRUP,
compatibilizan perfiles de egresados, planes de estudio, características y exigencias mínimas
que deben reunir ciertas carreras de grado y de posgrado, acordando un sistema de
articulación común en función de los títulos y grados académicos a los que conducen;
incumbencias de títulos, requisitos de habilitación para el ejercicio profesional, condiciones
para la realización de la carrera docente universitaria, y cuando favorezca una adecuada
planificación y organización de los estudios universitarios, evitando superposición de ofertas
idénticas, propuestas y esfuerzos.
TITULO VII
De la Evaluación de la Calidad de la Educación Superior
Capítulo I
Evaluación Interna
Art. 77. - Cada institución integrante del Nivel Superior prevé la organización del sistema de
auto-evaluación.
Art. 78. - La evaluación interna es anual y comprende:
a) La producción académica y de investigación científica;
b) La tasa de graduación;
c) La matrícula en carreras científicas y tecnológicas;
d) La proporción de alumnos/as que se gradúan en los plazos establecidos para cada
carrera;
e) La tasa entre estudiantes y graduados/as;
f) La cantidad de estudiantes que no cursa- ron y no aprobaron asignaturas durante un
ciclo académico;
g) La tasa de ingreso, permanencia, egreso e integración laboral de los/as estudiantes con
condicionamientos físicos, motores, emocionales, sociales y económico - financieros;
h) La organización de servicios de orientación profesional y educativa para los/as
estudiantes;
i) Las actividades de integración con la comunidad en general;
j) Las actividades de integración con los sectores productivos, científicos, tecnológicos, de
servicios y culturales;
k) La capacidad de gestión;
l) La organización institucional alcanza- da;
m) Las medidas adoptadas para mejorar la eficacia en la utilización de los recursos
asignados.

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Art. 79.- Los informes resultantes de los procesos de auto-evaluación son públicos y deberán ser
publicados por cada institución con estilos comunicacionales claros y transparentes, a través de
medios que permitan el acceso directo y fácil de cualquier interesado/a.
Capítulo II
Evaluación Externa
Del Consejo Nacional para la Acreditación y la Evaluación
de la Educación Superior (CO- NAEES).
Art. 80.- El Consejo Nacional para la Acreditación y la Evaluación de la Educación Superior
(CONAEES) es un organismo descentralizado, con funcionamiento físico en jurisdicción del
Ministerio de Educación y dependencia orgánica y estructural de la Secretaría de Educación
Superior. Dicta su propio reglamento de funcionamiento interno y cuenta con recursos propios
asignados a tal fin en el Presupuesto General de la Administración Pública Nacional. Está
integrado por: Un (1) representante de la Secretaría de Educación Superior; Un (1) representante
del INET; Un (1) representante del INFOD; Un (1) representante del CONUOF; Un (1) re-
presentante del CRUP; Un (1) representante del Ministerio de Ciencia, Tecnología e Innovación
Productiva, UN (1) representante del CONES; Un (1) representante de la Academia Nacional de
Educación; Un (1) representante de las entidades que nuclean a los Institutos Superiores
Privados. Duran en sus funciones cuatro (4) años, con sistema de renovación parcial, la cual es
por mitades cada dos (2) años.
Art. 81. La Misión del CONAEES es observar el cumplimiento de los proyectos institucionales que
cada institución del nivel superior estableció para sí, evaluando las áreas académicas,
económico-financieras, comunitarias y de servicios y contención a los/as estudiantes.
Art. 82.- Todo dictamen emanado del CO- NAEES es público y se tiene en cuenta, entre otros
indicadores, para la asignación presupuestaria anual de las instituciones cuya principal fuente de
financiamiento sea la estatal.
Art. 83.- Son sus funciones:
a. Coordinar y realizar los procesos de evaluación externa que, cada cinco (5) años como
mínimo, toda Institución de Educación Superior debe cumplimentar.
b. Acreditar las carreras de grado y posgrado del Nivel de Educación Superior, cualquiera sea el
ámbito en que se desarrollen, conforme a los estándares que establezca este Consejo.
c. Pronunciarse ante la Secretaría de Educación Superior y/o ante las comisiones de educación
del Congreso Nacional, acerca de la viabilidad del proyecto estratégico institucional de cada
institución universitaria propuesta para su creación, cese, funcionamiento provisorio o
reconocimiento definitivo.
d. Promover mecanismos de vinculación externa que articulen los procesos de acreditación y
evaluación nacionales con entidades similares del MERCOSUR, de América Latina y del resto del
mundo.
e. Asistir a las instituciones de la Educación Superior para que realicen las autoevaluaciones
institucionales.
TITULO VIII
Normas transitorias
Art. 84. - Las universidades nacionales, jurisdiccionales y privadas actualmente reconocidas,
convocan a los órganos competentes a los fines de elaborar los nuevos estatutos o adecuar los
actualmente existentes, a las normas establecidas por la presente ley. Los nuevos estatutos
deben elevarse al Poder Ejecutivo para su confirmación, dentro del plazo de un año, a partir de la
fecha de promulgación de la presente ley.
Art. 85. - Quedan derogadas, a partir de la promulgación de la presente ley, todas las
disposiciones legales y estructuras que impidan la adecuación, de las actuales instituciones de
educación superior, a las disposiciones de la presente ley.
Art. 86. - El Poder Ejecutivo nacional y los jurisdiccionales realizan la reglamentación de esta ley
y readecuan o crean las nuevas estructuras que de ella se deriven, en un plazo no mayor a 360
días a partir de la promulgación de la presente ley.
Art. 87. - Comuníquese al Poder Ejecutivo.

FUNDAMENTOS
Señor presidente:

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Observar la evolución del hecho educativo en el transcurso de la historia, nos permite comprobar
que acompaña a los de la sociedad, la cultura, la política, la economía y las técnicas de
producción, sin que sea siempre fácil distinguir las causalidades respectivas en la complejidad de
las interacciones.
Pero hasta ahora nada se había producido que fuese comparable a las consecuencias de la
denominada revolución científico- tecnológica, la cual se expresa fundamentalmente en el acceso
y gestión del conocimiento y de la información.
Sólo en fecha relativamente reciente las conquistas de la investigación han llegado al núcleo de
innúmeros problemas, y al mismo tiempo se han difundido por aplicaciones cada vez más rápidas
a la vida cotidiana, la cual se ha enriquecido de realidades y potencialidades nuevas que nos
adentran en la era del conocimiento. Sólo quienes los aporten y los difundan podrán ocupar una
posición digna en el concierto nacional, continental y mundial. Asistimos a la mayor y más
profunda transformación de la historia.
Debemos adaptarnos a las nuevas características impuestas por la transformación aludida,
caracterizada por su globalidad, complejidad y grado de aceleración. Resulta difícil prever los
escenarios que aguardan a nuestros hijos, lo que sí sabemos es que hay un recurso que les
resultará útil en cual- quier eventualidad, que disponemos de una herramienta adaptable a
cualquier situación: el conocimiento, tomado tanto desde su faz teórica como instrumental, co-
mo el que está dado y aquel que se construye a través de la gestión teórica o empírica. El
conocimiento así entendido supone el consecuente soporte de un sistema educativo acorde con
las exigencias actuales y prospectivas.
De allí que propongamos a la formación superior, en articulación y juntamente con los demás
niveles y modalidades que inte- gran el sistema educativo, como prioridad nacional. El sistema
educativo constituye una unidad, de tal manera que los aciertos o los fallos de la acción en cada
uno de los niveles y / o modalidades se reflejan en los demás.
Por eso promovemos para el conjunto de la enseñanza pos secundaria, un sistema formal de
educación superior concebido de manera global y con articulación coherente, pues la simple
adopción de medidas aisladas podrá paliar algún problema circunstancial, pero carecerá de la
virtualidad y eficacia que requieren las necesidades que tiene planteadas nuestro sistema
educativo y la amplia acción de conjunto que exige el impulso para mejorar su rendimiento y
calidad.
Numerosos factores culturales, sociales, políticos y económicos concurren a imponer la
transformación de la enseñanza superior. Sin embargo, esta transformación no puede ser el
resultado de la simple adición, superposición o sustitución de normas, instituciones y prácticas
existentes. Una premisa esencial que debe animarlo es el equilibrio entre calidad académica,
integración social y equidad social.
Así el sistema de educación de pregrado que instrumenta las instituciones como los Institutos de
Educación Superior (INES), los Colegios Universitarios (COUN) y los Centros Nacionales de
Educación Superior, Investigación Científica e Innovación Tecnológica (CENESCIT), están
íntimamente articulados y comprometidos con el nivel local, territorial y / o regional a la vez que
adecua sus ofertas de carreras cortas y formación profesional a las exigencias de acreditación y
competencias de óptimo nivel.
La Educación de Nivel Superior no universitario, siempre ha tenido el orgullo de saberse
"pionera" por haber ofrecido, antes que las universidades, carreras de Turismo, Docencia,
Gastronomía, Hotelería, Informática, Di- seño, Locución, Periodismo, Fotografía, Cine, Plástica,
Psicología Social, Teatro, Ex- presión Corporal, Comunicación Gráfica y Visual, entre muchísimas
otras, además de la Educación con Modalidad a Distancia. También siente el legítimo orgullo de
que es llevada a cabo mayoritariamente por instituciones especializadas tanto de gestión estatal
como de gestión privada, caracterizadas por sostener un profundo conocimiento y articulación
con las demandas del sistema productivo y las necesidades de traba- jo independiente. Muestra
a su vez muy bajos niveles de deserción, numerosos convenios de articulación con las
universidades y una composición estudiantil mayoritariamente representativa de sectores
sociales bajos y medios-bajos muy demandantes de propuestas educativas que le brinden la
posibilidad de una rápi- da inserción al mundo laboral.
Asimismo resulta justo destacar que, siguiendo su tradición pionera e innovadora, las
Instituciones de Educación Superior nunca se han opuesto ni se opondrán a la idea de introducir
criterios y reformas que tiendan a mejorar la calidad de la enseñanza. Sin embargo, en los
últimos años, estas mismas instituciones están siendo acosadas por diversas medidas que
tienden a paralizar su desarrollo. Con la actual normativa de la Educación Técnica de Nivel
Superior (período 2003-2009) comenzaron a surgir desajustes y tensiones que han puesto en
alerta no sólo a los alumnos sino también a todas las instituciones y a las asociaciones que las
representan. El "estado de alerta" no es, como se ha dicho, el temor al cambio sino la
consecuencia de una metodología que se viene aplicando para la toma de decisiones sobre

CONSULTA HACIA UNA NUEVA LEY NACIONAL DE EDUCACIÓN SUPERIOR 525


Comisión de Educación – Honorable Cámara de Diputados de la Nación
políticas educativas.
La falta de consulta y la exclusión de las instituciones en los procesos de decisión, paradójica y
paulatinamente las han llevado a agruparse en diferentes asociaciones. Puede decirse, entonces,
que las Instituciones de Educación Superior han logrado crear los mecanismos para expresarse
orgánicamente, sumar esfuerzos, defender sus derechos y proyectarse al futuro. Ahora es el
momento desde el Estado, donde necesitamos que esos mecanismos de participación y
articulación se expresen en órganos legitimados desde una normativa como la que estamos
proponiendo.
Otra data importante que surge de una am- plia investigación acerca de las carreras de "pre-
grado" en las universidades estatales y privadas y a partir de información precisa, se ha podido
confirmar la extraña co- existencia en el ámbito de las carreras superiores técnicas en especial,
de una Educación Técnica Superior "regulada" (la de los institutos superiores) y una Educación
Técnica Superior "no regulada" (la de las universidades). Este proyecto de ley también trata de
remediar tal situación.
Consideramos que la igualdad de condiciones para el aprendizaje superior no se agota en el
acceso ni aun en la permanencia y continuidad. Por el contrario; el nuevo y más acabado perfil
de esta igual- dad es la consiguiente calidad que se expresa tanto en lo académico, la
investigación y la innovación, como así también y no menos importante, en los servicios de
orientación educativa y profesional a los/as estudiantes, para remediar todo tipo de
condicionalidades que interfieran en un aprendizaje eficaz. En consecuencia desechamos todo
criterio de improvisación o de formaciones circunstanciales o imperfectas o de servicios
incompletos o ficticios.
Estamos convencidos de que es urgente transformar las antiguas estructuras, las estrategias
empleadas, las prácticas académicas, el contenido de los diseños curriculares y los métodos de
enseñanza-aprendizaje a la composición más diversificada del nuevo estudiantado, así como a
las necesidades de la reconversión para seguir y anticipar el ritmo de la explosión de nuevos
conocimientos y revolucionarios cambios culturales, científicos, políticos, económicos,
productivos y tecnológicos.
Necesitamos concentrar el énfasis en los cambios e innovaciones hacia adentro y hacia afuera
del sistema, orientados por la excelencia educativa con justicia e integración social y a la vez
garantizar una evaluación equitativa de los aprendizajes de los/as estudiantes y de la gestión de
las organizaciones, acompañada de métodos transparentes de información pública a través de
los actuales sistemas de información.
Este criterio subyace, explicita y da sentido a la conceptualización y nominación de la presente
ley como un sistema integrado, coherente, flexible y altamente diversificado de formación
superior. Una de las metas insoslayables y necesarias para construir una Patria Grande. Es el
tránsito de la universidad profesional que se adapta a la demanda de empleo o al ejercicio liberal
a la universidad investigadora, innovadora y creadora de talen- tos y espíritu emprendedor
fundamentado.
Y ello traerá consigo una redistribución de cauces y reestructuración del sistema. Con vistas a
dispensar una enseñanza realmente adecuada a mayor y diferenciado número de estudiantes
(jóvenes, adultos, antiguos diplomados, profesionales, sub-ocupados, desocupados y
trabajadores deseosos de perfeccionarse o de reinsertarse), se impone una mayor diversificación
de las instituciones de educación superior.
Si el desarrollo más importante es el humano, se convierte en ejercicio de derecho la extensión
de la educación superior al mayor número de población posible durante un período de tiempo
suficiente para que sea el estudiante quien decida, por su propia actuación, sus posibilidades de
continuación y la naturaleza de sus estudios. Tal proceso de construcción personal del proyecto
vocacional-profesional debe ser asistido y acompañado por distintos servicios que brindan las
instituciones del nivel superior en el caso que los/as estudiantes lo requieran o cuando
limitaciones de todo tipo lo exijan. Por- que, de este modo, se eleva el nivel de un país en lo que
constituye su mayor riqueza: su potencial humano, porque es el propio estudiante quien a lo largo
de un período de tiempo considerable y a la luz de los resultados obtenidos en la carrera u
orientación que él/ella mismo/a eligió, se reconoce con claridad en sus preferencias y aptitudes,
se autoselecciona y opta por continuar en el nivel de grado y aun en el posgrado.
El siglo XXI es el siglo de la educación supe rior en este mundo tan interdependiente. La
Universidad juega un rol central en de- terminar las posibilidades de cada nación, particularmente
de los nuevos países emergentes, de construir una sociedad no solamente prospera
económicamente sino también socialmente inclusiva y equitativa. Ninguno de los países que
hasta ahora han demostrado capacidad para crecer aceleradamente a lo largo de varias
décadas, mejorando así el nivel de vida de su población y abatiendo sustancialmente la pobreza
y la indigencia, lo ha podido hacer ni marginando la Universidad ni sin prestar atención a la
calidad educativa. Todas las naciones exitosas se han preocupado principalmente por garantizar

CONSULTA HACIA UNA NUEVA LEY NACIONAL DE EDUCACIÓN SUPERIOR 526


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un alto nivel en la calidad de su educación superior, procurando además que fuesen cada vez
más los ingresantes provenientes de sectores socialmente postergados. También estos países
exitosos se han preocupado por construir una matrícula pos secundario y universitario que
apuntara hacia el futuro y no estuviese anclada en el pasado, es decir han enfatizado las
disciplinas cien- tíficas y las nuevas orientaciones tecnológicas en respuesta a las exigencias de
la producción, el empleo y las capacidades emprendedoras.
Todas las naciones que hoy lideran el crecimiento y la prosperidad mundial apuntan a
incrementar el ingreso a la universidad de crecientes contingentes de estudiantes, pero y esto es
importante que los argentinos lo reconozcamos, ninguna de estas naciones pensó nunca en bajar
el nivel de exigencias académicas, por el contrario apuntaron a incrementar la matrícula
universitaria a partir de un proceso de mejora sostenida de la calidad de la enseñan- za del nivel
secundario, permitiendo así establecer rigurosos criterios para ingresar a la Universidad. Cada
vez habrán más estudiantes universitarios, lo cual es un hecho muy positivo, pero es crucial
asegurar que los mismos ingresen al nivel superior de la enseñanza bien preparados, ya que
cantidad sin calidad no es auspicioso. Lo cual hace imperioso también crear sistemas, servicios y
dispositivos para nivelar e igualar distintos tipos de condiciones que puedan incidir negativamente
en los estudios superio- res.
Además, y a contramano del resto del mundo que procura difundir toda la información para
conocimiento de la comunidad educativa (estudiantes, profesores y padres), nuestra Ley de
Educación Nacional Nº 26.206, insólitamente, establece en su artículo 97: "La política de difusión
de la información sobre los resultados de las evaluaciones resguardará la identidad....de los
institutos educativos, a fin de evitar cualquier forma de estigmatización....". La evaluación de
calidad y rendimiento escolar es indispensable para mejorar la enseñanza. Pero esta información
debe ser difundida y deber ser transparente, ya que es esencial para conocer si el
funcionamiento de las instituciones es el adecuado. Mien- tras en Chile y Brasil, así como en el
resto del mundo se enfatiza la difusión de la información acerca de la enseñanza de cada
establecimiento, aquí se oculta por mandato nada menos que del Congreso Nacional. De esta
manera no se reconoce el derecho a la información de los directamente interesados en el
proceso educativo, comenzando por los/as estudiantes y sus familias.
Todo lo anterior constituye el tejido, de urdimbre delicada y compleja, que un sistema de
formación superior a la altura de los tiempos debe elaborar y construir para formar mujeres y
hombres capaces de servir a su pueblo en las distintas funciones sociales específicas de cada
momento y de cada lugar, pero que serán capaces también de revisar la adecuación de sus
propias especialidades y proponer mejoras, porque sólo así configurarán un mundo universitario
realmente implicado en y para el entorno social.
Es necesario reflexionar sobre las exigencias que habrá de afrontar cualquier proyecto de
estructuración de un sistema de educación superior si quiere ser fiel a las demandas de la
ciencia, la técnica, la cultura y la sociedad de nuestros días reclaman de las instituciones de
educación superior.
Que la universidad mantenga vigorosa- mente su compromiso con valores y objetivos que dieron
sentido a su nacimiento y que de modo perenne se hallan vinculados con los más altos intereses
del hombre y de su cultura, debe ser compatible con huir de la contradicción de convertirse en
reducto particular de un determinado tipo de saberes, ignorando nuevas perspectivas científicas y
tecnológicas.
Por ello esta ley pretende, fundamental- mente, la preparación para el ejercicio de actividades
que exijan la más elevada aplicación de conocimientos y métodos científicos, así como la
participación en la política de desarrollo científico - tecnológico en vinculación con organismos
nacionales e internacionales de investigación, con entidades públicas y privadas relacionadas
con la producción y con el resurgimiento del espíritu emprendedor y la capacidad de gestión que
otrora hizo grande a nuestra Patria.
El sistema de educación superior así concebido es la alternativa válida para responder a las
necesidades que derivan de una agenda concertada para la consolidación de un proyecto
nacional y regional inclusivo y de los procesos de integración continental, los cuales exigen
definir profundos cambios en los estilos de acción educativa a fin de responder a las demandas
de un nuevo modelo de desarrollo basado en las personas y apuntan- do al logro de altos niveles
de competitividad externa con justicia social, en un contexto híper conectado y crecientemente
participativo.
Esta ley se ha pensado en función de posibilitar la movilización en gran escala de recursos que
fomenten la cooperación entre industrias, empresas (micro-medianas y grandes), institutos
superiores, universidades y organismos de investigación, en el marco de proyectos de
integración más desarrollo en su fase precompetitiva, anterior a la puesta a punto de productos
comercializables.
Las universidades no existen en un vacío social, ni en un mundo de abstracciones. El mundo real

CONSULTA HACIA UNA NUEVA LEY NACIONAL DE EDUCACIÓN SUPERIOR 527


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que las rodea está lleno de fuerzas dinámicas que influyen directa o indirectamente sobre las
tareas y operaciones de las universidades y, en último extremo, determinan su importancia,
alcances y viabilidad como instituciones sociales.
Los distintos consejos que se proponen como institucionalidad suprema en el gobierno del
sistema de la educación superior, se organizan como eje de representación, acuerdos y
consensos, son elementos centrales para articular, flexibilizar y dinamizar la política de la
educación superior. Su accionar es determinante para mantener la articulación de las
universidades entre sí y de éstas con el resto del sistema de formación superior y con la sociedad
en su conjunto. Reúnen, periódicamente, a todas las partes relevantes, tanto académicas como
políticas involucradas en el sistema de gobierno de educación superior.
Asimismo contribuye a asegurar que las universidades, en el marco de su autonomía, satisfagan
no sólo las necesidades de objetivos locales, sino también nacionales. Ofrece un foro abierto
para debatir temas y problemas importantes que afecten a todos, y es el mecanismo institucional
idóneo para canalizar y mediar entre las universidades y las autoridades políticas. Precisamente
porque en su seno hay autoridades políticas, puede asumir facultades de planificación,
coordinación y asesoramiento. Siempre ha estado en el ánimo de las universidades tener
vinculación real con el medio. Pero con la sola expresión de deseo no ha bastado. Es necesario
dotarlas de una organización que las impulse a tomar ese contacto. Por ello resulta necesaria la
existencia de un consejo social consultivo que ante todo, debe tener la función de ser el lugar de
participación de la sociedad en la universidad.
Tanto los consejos de universidades y de la educación superior como el consejo social, son
ámbitos dinámicos de coordinación, planificación y participación que contribuyen a superar el
aislamiento de las instituciones de educación superior.
Esto implica ampliar el campo de la autonomía. Del mismo modo que las ciencias y el
conocimiento hoy no pueden parcelarse ni abstenerse en los estrechos límites de una disciplina,
dada su complejidad específica e intrínseca, sino por el contrario interrelacionarse en una
concepción organizativa común, esta ley articula la educación superior alrededor de principios
federativos. Principios que encuentran un cauce propicio en la autonomía.
Su carácter, consustancial con las instituciones de educación superior, ya tiene categoría
histórica y se renueva únicamente en el respeto a los altos intereses de los alumnos, de la
sociedad, de la ciencia y de la cultura. Esa renovación abarca opciones y acciones, puesto que la
autonomía no es un estado sino un compromiso. Las universidades gozan por mandato
constitucional de autonomía, el desafío hoy es responder responsablemente ante la sociedad en
su conjunto, por esa autonomía garantizada constitucionalmente.
El marco autonómico universitario debiera ser el más ejemplar ámbito de reflexión, de debate, de
crítica y de propuesta que contenga y exprese, con la más alta conciencia y responsabilidad, las
problemáticas que involucran a la sociedad entera. A su vez, como caja de resonancia y
protagonismo de los cambios e innovaciones, las universidades, en uso de su autonomía, tienen
la responsabilidad no sólo de contribuir a la generación de conocimientos, sino
fundamentalmente a través de diversos canales, procedimientos y / o alternativas, con inclusión
preferencial de la extensión, a distribuirlos.
La preparación para el acceso a los nuevos códigos y la utilización del conocimiento es una
opción a cuidar, es un ejercicio de ética democrática. Ética que supone también una nueva
perspectiva moral, que se aproxime en su carácter compartido a la universidad del consenso
científico y a la participación en el desarrollo tecnológico.
Ética con conciencia, para evitar que los múltiples y prodigiosos poderes de manipulación y de
destrucción, nacidos de la tecnociencia contemporánea, puedan desbordar al científico, al
ciudadano y a la humanidad entera impidiendo el control ético y político de la actividad científica.
Por ello esta ley concibe a la educación superior como un servicio comprometido con la ética, con
el ser humano y sus sociedades y con el ambiente.
Por todo lo expuesto, señor presidente, hemos tratado de transformar el reconocimiento de la
complejidad, los aciertos y las falencias de nuestra educación superior, en una normativa
superadora, prospectiva y de consenso, con la vista puesta en una agenda argentina compartida
apuntando a los grandes objetivos que los estudios superiores deben cubrir en nuestro tiempo y
los que previsiblemente le serán exigidos en el futuro.

CONSULTA HACIA UNA NUEVA LEY NACIONAL DE EDUCACIÓN SUPERIOR 528


Comisión de Educación – Honorable Cámara de Diputados de la Nación
VISITA A LA COMISIÓN DE EDUCACIÓN DEL MINISTRO DE
EDUCACIÓN DE LA NACIÓN,
LIC. JUAN CARLOS TEDESCO

Versión taquigráfica
En Buenos Aires, a los dieciséis días del mes de abril de 2008, a la hora 9 y 30:

CONSULTA HACIA UNA NUEVA LEY NACIONAL DE EDUCACIÓN SUPERIOR 529


Comisión de Educación – Honorable Cámara de Diputados de la Nación
Sra. Presidenta (Puiggrós).- Queda abierta
la reunión de la Comisión de Educación.
Contamos con la presencia del señor
ministro de Educación de la Nación,
licenciado Juan Carlos Tedesco, a quien
agradecemos muy especialmente que haya
aceptado nuestra invitación.
Junto con el señor ministro concurren
a esta reunión el profesor Alberto Sileoni,
secretario de Educación; el licenciado Sr. Ministro de Educación.- Señora

Osvaldo Devries, subsecretario de presidenta: en primer lugar quiero aclararle

Planeamiento de Educación; el licenciado que somos nosotros los que agradecemos

Alberto Dibbern, subsecretario de Políticas la invitación. Estamos permanentemente

Universitarias; el profesor Domingo De dispuestos a trabajar junto con ustedes en

Cara, secretario general del Consejo la elaboración e implementación de

Federal, y el licenciado Gustavo Peirano, políticas educativas para el país, con el

jefe de gabinete del Ministerio de criterio que hemos estado siguiendo todo el

Educación. tiempo, de concebir a las políticas

Aclaro que están presentes diputados educativas como políticas de Estado. […]

de todos los bloques. Hoy es un día No porque sea el último punto es el

complejo, ya que no habrá sesión esta menos importante, pero quiero también

tarde, entre otros motivos porque hay destacar todo lo que tiene que ver con el

muchos diputados que están en Ciudad del tema universitario. Este es un aspecto con

Cabo, en una reunión interparlamentaria el cual probablemente estemos más

muy importante. De todas maneras, están involucrados junto con el Poder Ejecutivo y

representados todos los bloques y el Poder Legislativo, porque existe la

contamos con la presencia de taquígrafos, necesidad de sancionar una nueva ley

por lo que cumplimos todos los requisitos y universitaria. Existe una demanda

podremos compartir la información como importante de una nueva ley, porque el

corresponde. instrumento actual en algún sentido ya no

La idea sería que el señor ministro nos es adecuado a la realidad del país ni

contara en líneas generales cuál es la tampoco al futuro, es decir, hacia donde el

visión que existe desde el Ministerio, país se dirige.

cuáles son las actuales líneas de trabajo, y


después tendríamos un lapso para que los
señores diputados planteen los
interrogantes que estimen pertinentes.

Es por eso que ya el año pasado se ha


iniciado la discusión de este tema, y este
CONSULTA HACIA UNA NUEVA LEY NACIONAL DE EDUCACIÓN SUPERIOR
Comisión de Educación – Honorable Cámara de Diputados de la Nación 530
año le queremos dar a esto, junto con formación de nuestros recursos humanos
ustedes, un impulso muy grande, de más alto nivel, y quizás esto pueda
permitiendo una discusión amplia, parecer retórico, pero no lo es.
sistemática y abarcadora de todos los Necesitamos una muy sólida formación
puntos que hacen a los contenidos de la ética; necesitamos una inteligencia cada
ley, de manera tal de llegar a un proyecto vez más responsable, porque la
de ley elaborado conjuntamente y que goce importancia del conocimiento y de la
del mayor consenso posible. información en la sociedad es muy fuerte.
Queremos que esta ley, como todas Hoy en día, la responsabilidad de los
las leyes en materia educativa, refleje el científicos y de los intelectuales es
mayor consenso posible tanto de los muchísimo más importante que en el
actores internos de la universidad como de pasado. Por lo tanto, hoy cualquier
la ciudadanía en general. En ese sentido, profesión necesita estar dotada de una
ya hemos conversado formalmente sobre formación ética que, insisto, permita que el
estos puntos. Es muy importante que esta uso social de los conocimientos esté
ley, por un lado, se anticipe a un fenómeno orientado hacia la satisfacción de
-no hay que ser un adivino para prevenirlo-, necesidades sociales y no de necesidades
que es el de la gran expansión que va a individuales derivadas de la
tener la educación superior en los próximos comercialización o del beneficio y lucro
años. En la medida que se cumpla el privados.
objetivo del secundario obligatorio y También necesitamos fortalecer
universal, vamos a tener una fuerte nuestros sistemas de acreditación, de
demanda sobre el nivel superior, y evaluación, particularmente en el sector
bienvenida que sea, porque el país terciario no universitario que carece de
necesita tener mayor cantidad de población todo sistema de acreditación de
en los niveles de educación superior. evaluación-, la articulación con el sector
Por otro lado, estamos en una productivo, con la innovación, la
sociedad basada cada vez más en el autonomía, el gobierno. Estos son temas
manejo de la información y del que necesitan ser debatidos, actualizados y
conocimiento. Es una sociedad que, traducidos luego en la norma legal y para
además, va a exigir el aprendizaje a lo eso es fundamental, creo que en eso
largo de toda la vida. Ya terminamos con coincidimos, digo esto por las
esa idea de que la educación es una etapa conversaciones que hemos tenido- generar
de la vida en la que lo que uno aprendió le un amplio debate, con participación de
va a servir por muchos años de ejercicio todos, serio, calificado y responsable, que
profesional o ciudadano. Ahora vamos a nos permita llegar a un proyecto de ley
tener que contar con un sistema educativo que, como las leyes anteriores en materia
preparado para esta realidad de una educativa, goce del mayor consenso
sociedad donde el conocimiento y la posible.
información evolucionan rápidamente.
Entonces, debemos contar con un sistema
universitario que se adapte y sea flexible a
esa evolución.
También tenemos una necesidad muy
fuerte de introducir un aspecto en la
CONSULTA HACIA UNA NUEVA LEY NACIONAL DE EDUCACIÓN SUPERIOR
Comisión de Educación – Honorable Cámara de Diputados de la Nación 531
Esta es una síntesis de lo que quería
expresar, por supuesto hay muchos otros
puntos sobre los cuales podemos
conversar. Espero las preguntas de
ustedes pero estas son las grandes líneas
de la política educativa que estamos
encarando y para eso creo que el diálogo
con el Poder Legislativo, con todos
ustedes, permanente y franco como hemos
tenido siempre, es muy necesario y es
fundamental que lo mantengamos. En ese
sentido el equipo del ministerio está
dispuesto a fortalecerlo y a mantenerlo en
forma permanente.

CONSULTA HACIA UNA NUEVA LEY NACIONAL DE EDUCACIÓN SUPERIOR


Comisión de Educación – Honorable Cámara de Diputados de la Nación 532
VISITA A LA COMISIÓN DE EDUCACIÓN DEL MINISTRO DE
EDUCACIÓN DE LA NACIÓN
PROF. ALBERTO SILEONI

Versión taquigráfica.
En Buenos Aires, a los veintiséis días del mes de agosto de 2009, a la hora 9 y 33:

CONSULTA HACIA UNA NUEVA LEY NACIONAL DE EDUCACIÓN SUPERIOR


Comisión de Educación – Honorable Cámara de Diputados de la Nación 533
Sra. Presidenta (Puiggrós).- Damos docentes universitarios, comprendía a titulares
comienzo a la reunión de la Comisión de con dedicación exclusiva y ahora también
Educación prevista para el día de la fecha. considerará a aquellos que tengan cargos con
Precisamente, hoy recibimos al señor dedicación semiexclusiva simple. Así llegamos
ministro del área, profesor Alberto Sileoni, a los 120 mil docentes. En esto, de paso,
quien se encuentra acompañado por la aprovecho para agradecer a esta Cámara.
secretaria de Educación, profesora María Inés Todas estas cosas son logros que la educación
Abrile de Vollmer; el señor secretario de argentina, en algunos casos, había perdido;
Políticas Universitarias, doctor Alberto Ricardo logros que incorporan viejas banderas que
Dibbern; el señor subsecretario de realmente hacen mejor la calidad educativa.
Coordinación Administrativa, arquitecto Daniel Dichos logros no nos impiden ver que tenemos
Iglesias, y la señora María Rosa Almandoz, una gran cantidad de cosas por delante. En
directora del Instituto Nacional de Educación principio, existen problemas y desafíos.
Tecnológica. Todavía tenemos algunas deudas; sabemos,
Agradecemos la presencia del señor por ejemplo, que hay casi 40 mil chicos de
ministro y de sus colaboradores más cercanos. cinco años que deberían estar en la sala de
Vamos a cederle el uso de la palabra para que cinco y no lo están.
brinde un panorama acerca de los temas que Este es el núcleo más duro y, como
atañen a su cartera específica desde su arribo, ustedes saben, el más difícil de encarar.
o mejor dicho, desde que asumió el cargo. Tenemos la obligación de pedirles a estos niños
Ello, señor ministro, porque usted ha que vayan a la escuela.
estado colaborando en las mejores políticas Si bien estamos satisfechos con la
llevadas a cabo en el Ministerio de Educación cobertura del nivel primario, notamos que en
de la Nación en los últimos años. este ciclo hay problemas, sobre todo en lo que
Tiene la palabra el señor ministro de representa esa secuencia lamentable de
Educación. repitencia exasperada en los primeros años.
Por eso necesitamos trabajar mucho más con
Sr. Ministro de Educación.- Buenos días a los docentes.
todos. Para mí es un gusto, un honor y una No estamos satisfechos con la calidad
obligación estar aquí delante de las señoras y educativa de todo el sistema; creemos que
señores diputados. Quiero agradecerles la debemos mejorarla, así como también
invitación.[...] sabemos que tenemos una deuda con los
El presupuesto universitario ha crecido un adultos.
400 por ciento, los salarios han crecido en un Hacemos gestión en una difícil
450 por ciento. En el último tiempo no ha organización política de la educación. Decimos
habido un programa de infraestructura que es difícil en el marco de las características
universitaria como el de estos años, y éstas son del federalismo argentino debido a que cinco
cosas que pueden ser verificadas en cada una jurisdicciones concentran el 80 por ciento del
de las universidades. producto bruto geográfico, y eso se traslada a
Hay otra cantidad de logros que tienen la educación de 24 jurisdicciones que
que ver con toda la sociedad y con esta obviamente no son todas iguales. Como
Cámara, como las leyes de 180 días y garantía gobierno nacional, tenemos el deber de estar
salarial, la ley del Fondo de Incentivo Docente, más atentos y asistir a aquellas que tienen más
la protección integral de los derechos de las dificultades.
niñas, niños y adolescentes, la ley que ha Como balance de los 30 meses de gestión
restituido, después de haber sido derogada y podemos decir que tenemos que profundizar lo
suspendida, la movilidad en la jubilación con el que venimos haciendo. Hay que escuchar a la
82 por ciento. Recordemos que la última ley sociedad y mejorar las leyes. Probablemente
que contemplaba ese 82 por ciento para los debamos crear otro instrumento de

CONSULTA HACIA UNA NUEVA LEY NACIONAL DE EDUCACIÓN SUPERIOR


Comisión de Educación – Honorable Cámara de Diputados de la Nación 534
financiamiento educativo, ya que el que está ciertos sectores, una escuela menos rígida
vigente finaliza el año que viene. pero que no obstante siga siendo exigente.
Hay dos cuestiones que nos preocupan El Estado tiene que abrir puertas y no
fuertemente: todo lo relativo a la ley de debe regalar nada. El desafío es fuerte. Somos
educación superior, por un lado y, por el otro, la primera generación, como sociedad, que se
sentar las bases para una nueva escuela está planteando que sus hijos e hijas vayan
secundaria en la Argentina. No tenemos la trece años a la escuela. Se trata de ir trece
pretensión de decir que vamos a cambiar la años a la mejor escuela y eso es una reserva
escuela en 24 meses debido a que son de la sociedad argentina.
procesos largos, pero sí estamos convencidos Esto lo aprendí en la provincia de Buenos
de que vamos a sentar las bases para una Aires, recorriendo lugares pobres. Veo aquí
nueva escuela secundaria. Hay 5 mil chicos diputados y diputadas que han trabajado en el
fuera del nivel secundario. En términos sector; quien preside esta comisión fue
regionales, la Argentina tiene una tasa de directora general de escuelas.
cobertura inicial del nivel secundario que es En esas recorridas, mientras estábamos
buena y aceptable pues ronda el 79 ú 80 por haciendo alguna escuela en el medio de la
ciento, pero las dificultades empiezan en los nada, venían los papás de esos sectores y nos
primeros años. Si bien tenemos un aumento de preguntaban dónde iba a estar el comedor -eso
matrícula en el ciclo básico, también debo decir me ha pasado y me ha marcado-, y dónde iba a
que ha habido un descenso en la matrícula en estar el gabinete de informática o el laboratorio.
el ciclo orientado. Es decir, tenemos una O sea que hay reservas insospechadas por
educación secundaria con buena tasa de parte de la sociedad argentina sobre estos
ingreso y una pobre tasa de egreso que ronda sectores pobres que piensan que la educación
el 50 por ciento. es una herramienta de movilidad social.
Quiero compartir con ustedes el enorme
desafío que tenemos, y en esto no diluimos las
responsabilidades. El ministerio nacional es el
primer responsable, pero por primera vez la
sociedad argentina quiere y se obliga a que
todos sus hijos vayan trece años a la escuela.
Lo que era universal hace muy pocos
años era la escuela primaria. Hoy lo es la
educación preescolar, la primaria y la
Quiero compartir con ustedes la secundaria, ya sean estas dos últimas de siete
naturaleza de este desafío. A esta sociedad y cinco años, respectivamente, o de seis y seis,
homogénea –como tenía el país hace algunos según la organización de cada provincia.
años le correspondía un modelo de escuela. Simplemente quiero compartir el enorme
Hoy la sociedad es distinta pues está más desafío que nos estamos planteando como
fragmentada, se habla de la infancia y sociedad. Algunas miradas nostálgicas hablan
adolescencia y seguimos teniendo un único de la ley 1.420 –que data de 1884-, que
modelo escolar. Sin embargo, este modelo prescribía que todos los argentinos debíamos
tiene que ser más plural y debe alojar a cursar la primaria, y la sociedad argentina
aquellos que hoy no tienen lugar en la escuela. recién llegó a cumplir ese objetivo en 1960. Es
Asimismo, queremos dar una discusión decir que tardamos setenta y cinco años en
franca y sincera porque sabemos que para hacer cumplir dicha norma.
algunos una escuela menos rígida es sinónimo No estoy diciendo con esto que vamos a
de una escuela más fácil. Nosotros creemos tardar setenta y cinco años en lograr nuestra
que no es así. El desafío es generar, para meta, pero sí que estos son los desafíos que
debemos plantearnos como sociedad.

CONSULTA HACIA UNA NUEVA LEY NACIONAL DE EDUCACIÓN SUPERIOR


Comisión de Educación – Honorable Cámara de Diputados de la Nación 535
Deseo ahora hablar sobre algunas tendencia a la literatura-, y avanza hacia
cuestiones. En primer lugar, debemos romper caminos concretos. Esto ha sido bien recibido.
una representación que está instalada en Cuando el borrador esté más avanzado, me
algunos sectores, personas y educadores –lo gustaría compartirlo con esta comisión.
cual es más peligroso- de nuestra sociedad, y Queremos ampliar la discusión de este asunto.
es que todavía muchos piensan que la escuela Lo nuevo es la obligatoriedad, la inclusión.
secundaria debe ser selectiva. Entonces, ahí Creo que debemos pensar en revisar la
hay una pelea que dar respecto de que la evaluación, en adecuaciones institucionales y
secundaria debe ser universal. Esto último es en algunas cuestiones en debate, como la
nuevo y hay que entenderlo como tal. posibilidad de opción de recorridos diferentes.
La escuela secundaria debe ser universal Si ustedes me permiten decirlo
porque la ley de educación nacional, en su rápidamente, porque esta es una de las cosas
artículo 16 dice que la obligatoriedad escolar en que tenemos por delante, señalaré cuatro o
todo el país se extiende desde la edad de cinco cinco grupos de medidas que queremos
años hasta la finalización del nivel de la adoptar.
educación secundaria. Esto es lo que nos Estamos pensando en mejorar las
hemos impuesto como sociedad. condiciones materiales de las escuelas medias.
Entonces, pensamos brindar una Me refiero a los edificios, a más libros de texto
educación secundaria para todos, universal, y a bibliotecas para todos. También estamos
obligatoria. Nos parece que debemos hacer un pensando en mejorar las condiciones
trabajo fuerte en las aulas, que los docentes institucionales, o sea, en destinar recursos para
enseñen más y que los alumnos aprendan que cada una de las escuelas realice planes de
más. mejoras.
Tenemos 6 mil escuelas secundarias. El
año que viene vamos a comenzar con las
primeras 1.500 o 2 mil. Empezaremos por las
más pobres.
Voy a referirme rápidamente a un tema de
carácter técnico. Estamos trabajando con un
banco de experiencias, porque hay algunas
muy ricas que ocurren en las 24 provincias.
Hay algunas escuelas de provincia que han
adoptado otra estrategia institucional y les va
muy bien. Algunas están en la semiilegalidad;
lo que queremos es que salgan a la luz. Vamos
a pensar en otras estrategias pedagógicas.
Estamos trabajando en ello, como por ejemplo
lo vinculado con aulas de aceleración y
espacios puentes para la inclusión escolar.
También estamos pensando en el
mejoramiento de las condiciones para la
enseñanza. Creemos que debemos tener un
Esto está en línea con un plan de estímulo presupuestario para los equipos de
educación obligatoria; luego vamos a conducción de las escuelas. En este sentido,
distribuirles el material junto con María Inés estamos pensando en un fondo específico.
Abrile de Vollmer. El jueves y viernes pasado Estamos trabajando con los gremios en
hemos trabajado con los ministros sobre este formación en servicio. En el mes de febrero
tema, les hemos hecho circular un documento tenemos quince o veinte días que a veces se
que es menos literario –porque a veces hay subutilizan y en los que se podría trabajar en

CONSULTA HACIA UNA NUEVA LEY NACIONAL DE EDUCACIÓN SUPERIOR


Comisión de Educación – Honorable Cámara de Diputados de la Nación 536
capacitación en servicio en las escuelas. Ya lo lo propio con los jóvenes. Nos parece que
estamos haciendo. también hay un factor ausente, que es el hecho
Vamos a ratificar el valor de las paritarias. de escuchar a los jóvenes. Hay una infinidad de
No nos gusta la forma en que actualmente encuestas y de investigaciones que certifican
están organizadas las paritarias, porque que los jóvenes no se sienten escuchados por
terminamos sacándonos una foto con los cinco el mundo adulto. Me parece que nosotros
gremios nacionales y festejando un arreglo que debemos hacer allí un esfuerzo para pensar y
después no se traduce en una paz gremial y escuchar qué escuela están queriendo. Como
educativa en las provincias. Como ustedes ustedes saben, cuando uno pregunta a los
saben, allí también tenemos que lidiar con una jóvenes qué escuela quieren ninguno dice que
organización gremial federal difícil. La ciudad desea una escuela más fácil, sino una a la que
de Buenos Aires tiene dieciséis gremios y la los docentes concurran a dar clases y les
provincia del Chaco ocho. Digamos que hay exijan. Entonces, me parece que allí hay toda
centenares de gremios que a veces no siguen una tarea para llevar a cabo, como por ejemplo
las directivas de los gremios nacionales. O sea lo que es la generación de orquestas juveniles,
que ahí tenemos un problema, pero estamos los centros de actividades juveniles, el turismo
trabajando en él. escolar, el parlamento juvenil y demás. Creo
Mejoran las condiciones para el que a veces no los escuchamos como
aprendizaje. Creo que tenemos que acompañar deberíamos.
cierta trayectoria de los chicos de sectores más También vamos a mejorar la cobertura en
vulnerables con adultos con tiempo más educación media en las distintas modalidades,
completo en las escuelas. O sea que estamos es decir, la educación secundaria básica en las
trabajando con lo que van a ser los tutores con zonas rurales y en contextos de privación de la
apoyo escolar para los turnos de diciembre y libertad. Queremos alcanzar al ciento por ciento
marzo. Estamos trabajando con 70 distritos en de los discapacitados motores que concurren a
una primera muestra y después con el resto de la escuela secundaria a través de becas, la
los municipios en el control del ausentismo educación artística, etcétera.
escolar. Nos parece que los municipios pueden Nos parece fundamental intentar, como
hacer una tarea fenomenal en torno a esto. Por venimos intentando desde hace mucho tiempo,
supuesto que desde el Estado nacional y como han intentado otros gobiernos, bajar la
tenemos lejos a los chicos, pero a veces ocurre conflictividad gremial. De ningún modo nos
que ellos también lo están para el Estado asustan las demandas por mejor salario. Esto
provincial. Entonces, allí debemos tener un está bien; éste es un Estado de derecho, es un
alerta. Cuando un chico falta cinco días en una Estado democrático, pero la conflictividad
escuela debe haber alguien o un programa que gremial en la Argentina es la más alta de la
reaccione rápidamente y lo vuelva a traer. región. La conflictividad gremial docente en la
Argentina es el 40 por ciento de la conflictividad
regional, siendo que nuestros salarios
promedio están por encima de la media
regional; no son los peores salarios.
Entonces, ahí tenemos que imaginar con
recursos del Estado nacional y las provincias
otras alternativas; por eso estamos citando
para los primeros días de septiembre a la
paritaria para trabajar, en principio, temas de
condiciones laborales, y ver si podemos discutir
en noviembre o diciembre los salarios, ojalá
Vamos a consultar a los docentes a través que no sea sólo una formulación de buena
de sus representaciones gremiales y haremos voluntad para poder saltar la trampa de marzo.

CONSULTA HACIA UNA NUEVA LEY NACIONAL DE EDUCACIÓN SUPERIOR


Comisión de Educación – Honorable Cámara de Diputados de la Nación 537
Febrero y marzo constituyen una trampa sociedad. Esto lo entendemos, lo que también
recurrente que nos pone mal a todos: los decimos es que debería tener cierto orden.
gobiernos, los gremios y los papás que no Debemos analizar otros temas como el de
saben si las clases empiezan o no; ahí la evaluación, el de la reelección de
tenemos que hacer un gran esfuerzo. autoridades, rectores, el de los estudiantes y la
Finalmente, el desafío, supongo que articulación de la Universidad con el sistema
ustedes acompañarán esta preocupación, es educativo.
una nueva ley de educación superior. Yo En este sentido, debo decir que encuentro
reconozco el trabajo comprometido y plural que más responsabilidad en las universidades.
ha realizado esta comisión en relación con un Provengo de la educación básica y en
proyecto. Conocemos, justamente, todas las algún momento veía cierta distancia de la
alternativas, todas las discusiones, todos los Universidad respecto de los problemas del
foros que se han hecho en torno a este asunto. sistema educativo. En relación con este
Vamos a trabajar consensuadamente para aspecto, he notado que la Universidad ha
elaborar el mejor proyecto de ley de educación cambiado y entendido que los problemas son
superior, pero también que deje en claro cuáles sistémicos, que les pertenecen a todos, pues
son algunos de los problemas y las banderas no tiene caso echarle la culpa a la secundaria
que son irrenunciables. Simplemente, voy a por el fracaso universitario en los primeros
mencionar algunas temáticas: los órganos de años. Esto es algo que la Universidad también
gobierno, la representatividad de los órganos puede mejorar.
de gobierno y la autonomía. Todos conocemos Finalmente, quiero decir que nosotros
el juego claro de las autonomías, precepto estamos dispuestos a discutir y debatir sobre la
constitucional y qué significa avanzar hacia una educación como un bien público, la
autonomía responsable. Autonomía no es democratización, el voluntariado y la
extraterritorialidad; autonomía es una responsabilidad social universitaria, entre otros
universidad que esté absolutamente vinculada temas.
con el mundo que la rodea, y en este sentido,
la Universidad lo hace cada vez más y da
cuenta de su responsabilidad social.
Nos preocupa, como les preocupa a
ustedes, la creación de nuevas universidades.
Siempre nos parece que las últimas, o todas en
general, son buenas noticias porque mejoran
sustancialmente los sitios en donde se han
creado y son respuesta a derechos que tienen
los ciudadanos de cada uno de los sitios.

Lo que digo, y me parece que esto es


correspondido, es que tenemos que generar
una suerte de reglas de lo que puede ser un
sistema universitario integrado, con
previsibilidad. Las últimas universidades
creadas, sé que hay muchas que están
esperando ser creadas, son buenas noticias,
porque han mejorado la educación
universitaria; porque en muchas de ellas una
alta proporción de alumnos es primera
generación de estudiantes universitarios, lo
cual democratiza el bien educación en la

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Comisión de Educación – Honorable Cámara de Diputados de la Nación 538
INTEGRANTES COMISIÓN DE EDUCACIÓN
Período 2008/2009

Diputado Bloque

ACOSTA, María Julia Fte. Vict.

AUGSBURGER, Silvia P. Soc.

BALDATA, Griselda Ángela Coalic. Civ.

BENAS, Verónica Claudia Ari Aut. 8 +

BERRAUTE, Ana Fte. Vict.

BISUTTI, Delia Beatriz Ari Aut. 8 +

BULLRICH, Esteban José PRO

CANTERO GUTIÉRREZ, Alberto Fte. Vict.

CARLOTTO, Remo Gerardo Fte. Vict.

DAMILANO GRIVARELLO, Viviana Mónica Fte. Vict.

DE NARVÁEZ, Francisco U. Cel. y B.

DELICH, Francisco José PANU. CCPHT.

DONDA PÉREZ, Victoria Analía Enc. Pop. y Soc.

FERRA de BARTOL, Margarita Fte. Vict.

GARCÍA de MORENO, Eva Fte. Vict.

GODOY, Ruperto Eduardo Fte. Vict.

HALAK, Beatriz Susana Fte. Vict.

HERRERA, Griselda Noemí Fte. Vict.

LANCETA, Rubén Orfeo UCR

LEVERBERG, Stella Maris Fte. Vict.


LUNA de MARCOS, Ana Zulema Fte. Civ. Sgo.
LUSQUIÑOS, Luis Fre. Mo. Po.

MARTÍNEZ ODDONE, Heriberto Agustín UCR

MOISÉS, María Carolina Fte. Vict.

MORÁN, Juan Carlos Coalic. Civ.

MULLER. Mabel Hilda Per. Fed.

PASINI, Ariel Osvaldo Eloy Fte. Vict.

PORTO, Héctor Norberto Fte. Vict.

PUIGGRÓS, Adriana Victoria Fte. Vict.

RICO, María del Carmen Cecilia Per. Fed.

ROMÁN, Carmen Fte. Vict.

ROSSI, Cipriana Lorena Fte. Vict.

STORNI, Silvia UCR

VARISCO, Sergio Fausto UCR

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Comisión de Educación – Honorable Cámara de Diputados de la Nación 539
Diputado Bloque

VILLAVERDE, Jorge Antonio Fte. Vict.

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Comisión de Educación – Honorable Cámara de Diputados de la Nación 540
LA CONSULTA EN FOTOS

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Comisión de Educación – Honorable Cámara de Diputados de la Nación 541
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Comisión de Educación – Honorable Cámara de Diputados de la Nación 542
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Comisión de Educación – Honorable Cámara de Diputados de la Nación 546
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Comisión de Educación – Honorable Cámara de Diputados de la Nación 547
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Comisión de Educación – Honorable Cámara de Diputados de la Nación 550
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Comisión de Educación – Honorable Cámara de Diputados de la Nación 551
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Comisión de Educación – Honorable Cámara de Diputados de la Nación 552
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Comisión de Educación – Honorable Cámara de Diputados de la Nación 553
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Comisión de Educación – Honorable Cámara de Diputados de la Nación 554
CONSULTA HACIA UNA NUEVA LEY NACIONAL DE EDUCACIÓN SUPERIOR
Comisión de Educación – Honorable Cámara de Diputados de la Nación 555
CONSULTA HACIA UNA NUEVA LEY NACIONAL DE EDUCACIÓN SUPERIOR
Comisión de Educación – Honorable Cámara de Diputados de la Nación 556
CONSULTA HACIA UNA NUEVA LEY NACIONAL DE EDUCACIÓN SUPERIOR
Comisión de Educación – Honorable Cámara de Diputados de la Nación 557
CONSULTA HACIA UNA NUEVA LEY NACIONAL DE EDUCACIÓN SUPERIOR
Comisión de Educación – Honorable Cámara de Diputados de la Nación 558
CONSULTA HACIA UNA NUEVA LEY NACIONAL DE EDUCACIÓN SUPERIOR
Comisión de Educación – Honorable Cámara de Diputados de la Nación 559
Esta es una publicación digital de la Comisión de Educación de la Honorable Cámara
de Diputados de la Nación (HCDN).
Este documento contiene una selección de los debates y diversos aportes que
realizaron los diferentes sectores de la comunidad educativa para la elaboración de la
consulta Hacia una Ley Nacional de Educación Superior.
Se autoriza la reproducción parcial o total siempre que se mencionen las fuentes y no
CONSULTA HACIA UNA NUEVA LEY NACIONAL DE EDUCACIÓN SUPERIOR
Comisión de Educación – Honorable Cámara de Diputados de la Nación 560
se altere el contenido.

Coordinación y edición general de la publicación


María Elisa Ghea y Cintia Rogovsky.
Colaboración: Gonzalo Annuasi y Abelardo Lacoa
Fotografías: María Elisa Ghea.

Personal Técnico Administrativo de la Comisión de Educación

Secretaria de Comisión: Ana María Raimondi

Jefa de Comisión: Adriana González

Empleados: Miguel Abrain; Gloria Alonso Alcorta; María Gabriela Buscaglia; Enrique Claudio
Fernández; Lautaro Pereira; Mirta Radinja; Graciela Raele; Tomás Sarmiento

Jefe de asesores de comisión de Educación: Roberto Marengo

Asesores de la presidencia de la comisión de Educación: Adriana Bastos; Ariel Zysman;


Sofía Thisted; Erika Villarruel; Carlos Giordano; Elvira Romera; Alejandra Rico y Cayetano De
Lella.

Ciudad Autónoma de Buenos Aires, Argentina


Abril de 2011.

CONSULTA HACIA UNA NUEVA LEY NACIONAL DE EDUCACIÓN SUPERIOR


Comisión de Educación – Honorable Cámara de Diputados de la Nación 561

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