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PRESIDENTE
Dr. EDUARDO ALFREDO FELLNER
Diputado por Jujuy
VICEPRESIDENTE 1°
Dr. RICARDO LUIS ALFONSIN
Diputado por Buenos Aires
VICEPRESIDENTE 2°
Da. PATRICIA SUSANA FADEL
Diputada por Mendoza
VICEPRESIDENTE 3°
Ing. FEDERICO RAMON PUERTA
Diputado por Misiones
SECRETARIO PARLAMENTARIO
Dr. ENRIQUE HIDALGO
SECRETARIO ADMINISTRATIVO
Dr. RICARDO JOSE VAZQUEZ
PROSECRETARIA PARLAMENTARIA
Da. MARTA ALICIA LUCHETTA
PROSECRETARIO ADMINISTRATIVO
CPN. ANDRES DANIEL ELEIT
PROSECRETARIO DE COORDINACIÓN
Ing. EDUARDO SANTIN
PUIGGROS, ADRIANA
presidente BUENOS AIRES FRENTE PARA LA VICTORIA - PJ
VICTORIA
vicepresidente
1º BENAS, VERONICA CLAUDIA SANTA FE SI POR LA UNIDAD POPULAR
vicepresidente
2º LEVERBERG, STELLA MARIS MISIONES FRENTE PARA LA VICTORIA - PJ
BALDATA, GRISELDA
vocal CORDOBA COALICION CIVICA
ANGELA
TIERRA DEL
vocal CALCHAQUI, MARIEL FRENTE PARA LA VICTORIA - PJ
FUEGO
CIUDAD de
vocal CORTINA, ROY PARTIDO SOCIALISTA
BUENOS AIRES
DAMILANO GRIVARELLO,
vocal CHACO FRENTE PARA LA VICTORIA - PJ
VIVIANA MONICA
FERRA DE BARTOL,
vocal SAN JUAN FRENTE PARA LA VICTORIA - PJ
MARGARITA
GODOY, RUPERTO
vocal SAN JUAN FRENTE PARA LA VICTORIA - PJ
EDUARDO
Introducción …………………………………………………………………………………………………………....................... 8
Proyectos presentados para una nueva Ley Nacional de Educación Superior, entre 2010 y 2011 ……………..…... 12
Proyecto de ley de Puiggrós, Adriana y otros ………………………………………………………………………....... 13
Proyecto de ley de Donda Pérez, Victoria y otros ……………………………..…………………………………..…… 44
Proyecto de ley de Amadeo, Eduardo ……… ………………………………….………………………………….…… 75
Proyecto de ley de Pinedo, Federico ……… ………………………………………………………….……………..…. 92
Proyecto de ley de Barrios, Miguel y otros ………………………………………………………….……..…………....109
Documentos organizaciones-instituciones
Pugliese, Juan Carlos y Pérez Rasetti, Carlos, Compromiso del Estado con las universidades
nacionales. Políticas de mejoramiento de las Capacidades institucionales. ………………………….…………… 311
5
Documento incluido en esta compilación.
CONSULTA HACIA UNA NUEVA LEY NACIONAL DE EDUCACIÓN SUPERIOR
Comisión de Educación – Honorable Cámara de Diputados de la Nación 10
PUNTOS CLAVE DE CONSENSO PARA UNA
LEY NACIONAL DE EDUCACIÓN SUPERIOR
1.- Que la educación sea un Bien Social y no un bien de Mercado.
2. - Que el Estado garantice la inversión necesaria para una Educación Superior e
investigación acordes a las demandas del desarrollo nacional y social.
3.- Sostener la Autonomía y Autarquía universitarias avanzando hacia mayores niveles de
responsabilidad social.
4.- Que el sistema de Educación Superior se articule activamente con la investigación
científica- tecnológica y la innovación productiva.
5.- Constituir un sistema de Educación Superior que articule a los institutos de educación
superior y a las universidades.
6.- Profundizar la articulación entre el nivel Secundario y el de Educación Superior para
mejorar el cursado de los estudios universitarios.
7.- Que se establezca un sistema de créditos académicos que reconozca las sucesivas
etapas de las carreras cursadas, posibilitando a los alumnos concluir los estudios.
8.- Aumentar la ayuda en becas destinadas a los alumnos.
9.- Mejorar las condiciones de acceso a los concursos docentes, fomentando la capacitación
en la docencia universitaria y superior.
SUMARIO
Nº de Expediente 1846-D-2011
Trámite Parlamentario 029 (14/04/2011)
Sumario REGIMEN DE EDUCACION SUPERIOR.
PUIGGROS, ADRIANA VICTORIA - ROSSI, AGUSTIN OSCAR - NEBREDA, CARMEN ROSA
- LEVERBERG, STELLA MARIS - CALCHAQUI, MARIEL - GODOY, RUPERTO EDUARDO -
Firmantes GRANADOS, DULCE - DAMILANO GRIVARELLO, VIVIANA MONICA - ACOSTA, MARIA
JULIA - LUNA DE MARCOS, ANA ZULEMA - QUINTERO, MARTA BEATRIZ - PILATTI
VERGARA, MARIA INES - BERNAL, MARIA EUGENIA - PASINI, ARIEL OSVALDO ELOY.
Nº de Expediente 2794-D-2010
Trámite Parlamentario 046 (03/05/2010)
Sumario LEY NACIONAL DE EDUCACION SUPERIOR.
Firmantes DONDA PEREZ, VICTORIA ANALIA - MERCHAN, PAULA CECILIA.
Nº de Expediente 5430-D-2010
Trámite Parlamentario 103 (02/08/2010)
Sumario REGIMEN DE EDUCACION SUPERIOR.
Firmantes AMADEO, EDUARDO PABLO.
Nº de Expediente 4893-D-2007
Trámite Parlamentario 139 (11/10/2007)
LEY DE EDUCACION SUPERIOR: PRINCIPIOS GENERALES, ESTRUCTURA Y
ARTICULACION, DE LOS INSTITUTOS DE EDUCACION SUPERIOR, DE LOS TITULOS Y
Sumario PLANES DE ESTUDIO, ORGANOS DE GOBIERNO, EDUCACION SUPERIOR A DISTANCIA,
DEROGACION DE LA LEY 24521.
Firmantes PINEDO, FEDERICO.
Nº de Expediente 1134-D-2011
Trámite
0014 (22/03/2011)
Parlamentario
Sumario REGIMEN DE EDUCACION SUPERIOR.
BARRIOS, MIGUEL ANGEL - CORTINA, ROY - CUCCOVILLO, RICARDO OSCAR - FEIN, MONICA
Firmantes HAYDE - VIALE, LISANDRO ALFREDO - CICILIANI, ALICIA MABEL - LINARES, MARIA VIRGINIA.
Texto facilitado por los firmantes del proyecto. Debe tenerse en cuenta que solamente podrá
ser tenido por auténtico el texto publicado en el respectivo Trámite Parlamentario, editado por
la Imprenta del Congreso de la Nación.
Nº de
1846-D-2011
Expediente
Trámite
029 (14/04/2011)
Parlamentario
Sumario REGIMEN DE EDUCACION SUPERIOR.
PUIGGROS, ADRIANA VICTORIA - ROSSI, AGUSTIN OSCAR - NEBREDA, CARMEN ROSA -
LEVERBERG, STELLA MARIS - CALCHAQUI, MARIEL - GODOY, RUPERTO EDUARDO - GRANADOS,
Firmantes DULCE - DAMILANO GRIVARELLO, VIVIANA MONICA - ACOSTA, MARIA JULIA - LUNA DE MARCOS,
ANA ZULEMA - QUINTERO, MARTA BEATRIZ - PILATTI VERGARA, MARIA INES - BERNAL, MARIA
EUGENIA - PASINI, ARIEL OSVALDO ELOY.
Giro a
EDUCACION; PRESUPUESTO Y HACIENDA.
Comisiones
ARTÍCULO 1°: La presente ley regula el ejercicio del derecho de enseñar, aprender y
producir conocimiento por medio de la investigación, la extensión, la innovación
socioproductiva y la creación científicas, tecnológicas, culturales y artísticas, en sus diversas
formas para toda la Educación Superior.
ARTÍCULO 2°: La Educación Superior integra el Sistema Educativo Nacional tal como lo
define la Ley 26.206 y articula sus principios, funciones, objetivos, saberes, prácticas y
producciones con todos los Niveles, Modalidades y Ámbitos educativos. Se estructura y se
basa en las disposiciones de la presente ley y, subsidiariamente, por las Leyes 26.206 de
Educación Nacional y 26.058 de Educación Técnico-Profesional en lo que corresponda.
ARTÍCULO 3°: La responsabilidad principal e indelegable del Estado Nacional, las Provincias
y la Ciudad Autónoma de Buenos Aires, en lo particular de la Educación Superior, se aplica
a:
b. la gestión de los órganos creados por esta ley en los que se debaten y sancionan
ordenamientos generales de las políticas particulares de cada jurisdicción, cada
organismo e institución;
a) quienes hayan sido o sean condenados por delito de lesa humanidad, o hayan
incurrido o incurran en actos de fuerza contra el orden constitucional y el sistema
democrático, aún cuando se hubieren beneficiado o beneficien por el indulto o la
conmutación de la pena,
b) quienes hayan sido o sean condenadas por delitos contra la integridad sexual, aún
cuando se hubieren beneficiado o beneficien por el indulto o la conmutación de la pena.
ARTÍCULO 5°: La Educación Superior tiene como objetivos específicos, además de los
establecidos en la ley 26.206 para la Política Educativa Nacional, los siguientes:
g. Establecer las medidas necesarias para equiparar las oportunidades de las personas
con discapacidad y para incluir las temáticas especificas en el ámbito académico. Para
ello se deben:
a) ORGANISMOS:
b) INSTITUCIONES
2.- Universidades;
ARTÍCULO 7°: Créase el Consejo Nacional de Educación Superior (CNES) como organismo
descentralizado, que funciona en jurisdicción del Ministerio de Educación, con recursos
propios asignados a tal fin en el Presupuesto anual General de la Administración Pública
Nacional.
Está compuesto por dieciocho (18) miembros, presidido por el Ministro de Educación e
integrado por:
b) seis (6) representantes del Poder Legislativo Nacional (tres [3] por cada Cámara,
representando dos [2] a la mayoría o primer minoría y uno [1] a la minoría o segunda
CONSULTA HACIA UNA NUEVA LEY NACIONAL DE EDUCACIÓN SUPERIOR
Comisión de Educación – Honorable Cámara de Diputados de la Nación 15
minoría);
c) un (1) representante del Comité Ejecutivo del Consejo Federal de Educación (CFE);
e. Dictar lineamientos generales para la educación continua, para la articulación con los
Niveles y Modalidades educativas y para la aprobación y evaluación de los sistemas de
educación a distancia en la Educación Superior.
n. Definir, agrupar y/o modificar la composición de las regiones que definen a cada
CRPES.
h. Ser órgano de consulta en las materias y cuestiones que prevé la presente ley.
b. Ser órgano de consulta en las materias y cuestiones que prevé la presente ley.
1.- un (1) representante de cada uno de los gobiernos jurisdiccionales que componen la
región;
4.- un (1) miembro por el organismo que represente a los rectores de los Institutos de
Formación Superior de cada una de las jurisdicciones de la Región, designado por las
autoridades Jurisdiccionales correspondientes;
Sus integrantes duran en sus funciones cuatro (4) años, con sistema de renovación parcial,
la cual es por mitades cada dos (2) años.
a. Coordinar y realizar los procesos de evaluación externa que, cada cinco (5) años como
mínimo, toda Institución de Educación Superior debe cumplimentar, de acuerdo a lo
establecido en la presente ley.
b. Acreditar las carreras de grado y posgrado del Nivel de Educación Superior, cualquiera
sea el ámbito en que se desarrollen, conforme a los estándares que establezca el Consejo
Nacional de Educación Superior (CNES).
e. Asistir a las instituciones de la Educación Superior para que realicen las autoevaluaciones
institucionales.
ARTÍCULO 19: Las Instituciones de Educación Superior deben prestar amplia colaboración
para la realización de las evaluaciones externas, así como realizar de manera periódica
procesos de autoevaluación institucional para examinar el cumplimiento de sus funciones, y
sugerir medidas de mejoramiento. Estas evaluaciones deben atender las pautas definidas
por el Consejo Nacional de Educación Superior (CNES), que abarcan las funciones de
docencia, investigación, extensión, desarrollo socio-comunitario, gestión institucional y el plan
de desarrollo estratégico aprobado vigente.
ARTÍCULO 20: Sustitúyese el artículo 116 de la ley 26.206 de Educación Nacional por el
siguiente:
ARTÍCULO 23: Los docentes de todas las categorías deben poseer título universitario de
igual o superior nivel a aquel en el cual ejercen la docencia. Este requisito sólo puede
obviarse, con carácter estrictamente excepcional, cuando se acreditan méritos sobresalientes
mediante la institución de la especial preparación o formación equivalente otorgada por el
cuerpo colegiado que instruya el acceso al cargo en cuestión, con la excepción de los
ayudantes alumnos.
ARTÍCULO 24: Los estudios de posgrado, según sus propósitos específicos, se clasifican en
carreras de especialización, maestría y doctorado, cuyos títulos son de Especialista, Maestro
o Doctor. Asimismo pueden dictarse cursos de posgrado independientes de cualquier
titulación, o que puedan ser elegibles para ser incorporados a alguna carrera de
especialización, maestría y doctorado, por medio de la autorización de las respectivas
autoridades. También pueden desarrollarse actividades diversas que se certifiquen como
cursos de posdoctorado.
ARTÍCULO 30: Los estatutos y normas de funcionamiento interno son dictados por cada
institución de Educación Superior Universitaria. Éstos deben prever explícitamente su sede
principal, sus objetivos, su estructura organizativa, la integración y funciones de los distintos
órganos de gobierno, así como el régimen de la docencia, de la investigación, de la extensión
y del desarrollo social comunitario, y las pautas de administración económico- financiera.
Cada estatuto, así como sus modificaciones, debe ser comunicado al Ministerio de
Educación, a efectos de verificar su adecuación a la presente ley y demás normativas
concurrentes, en cuyo caso entra en vigencia a partir de su publicación en el Boletín Oficial.
Si el Ministerio considerara que los mismos no se ajustan a la presente ley, debe plantear
sus observaciones dentro de los diez (10) días a contar de la comunicación oficial, ante la
Cámara Federal de Apelaciones con competencia en la Jurisdicción donde tiene su sede
principal la Institución Universitaria, que decidirá en un plazo de veinte (20) días, sin más
trámite que una vista a la misma. Si el Ministerio no planteara observaciones dentro del plazo
establecido, los estatutos se consideran aprobados y deben ser publicados.
ARTÍCULO 34: Todas las personas que aprueben la Educación Secundaria pueden ingresar
de manera libre e irrestricta a la enseñanza de grado en la Educación Superior,
reconociéndosele trayectorias anteriores complementarias bajo el Sistema de Créditos
Académicos que el CNES debe establecer para el reconocimiento de los recorridos,
trayectos, continuidad y actualización de los estudios previos cursados y aprobados. Este
ingreso debe ser complementado mediante los procesos de nivelación y orientación
profesional y vocacional que cada Institución de Educación Superior debe constituir tal como
lo establece el artículo 64 y en función de lo prescripto en el artículo 8 para el CNES, ambos
de esta ley. Los mayores de 25 años que no reúnan esa condición tienen el derecho de
ingreso siempre que aprueben las evaluaciones específicas que establezcan las Provincias,
la Ciudad Autónoma de Buenos Aires, las Universidades, los Institutos Universitarios y los
Centros Nacionales de Educación Superior, Investigación Científica e Innovación
Tecnológica, en el marco de los acuerdos que se efectúen en el CNES.
ARTÍCULO 37: La autonomía, consagrada por el artículo 75, inciso 19, de la Constitución
Nacional, comprende que cada Institución Universitaria Nacional debe:
ARTÍCULO 39: La fuerza pública tiene prohibido el ingreso a las Instituciones de Educación
Superior Universitarias nacionales, excepto que medie orden escrita previa y fundada de un
juez competente y/o solicitud expresa de la autoridad universitaria legítimamente constituida.
ARTÍCULO 40: Contra las resoluciones definitivas de las Instituciones de Educación Superior
Universitarias nacionales impugnadas con fundamento en la interpretación de las leyes de la
Nación, los estatutos y demás normas internas, sólo podrá interponerse recurso de apelación
ante los tribunales federales de primera instancia con competencia en la Jurisdicción donde
tiene su sede principal la institución universitaria.
ARTÍCULO 42: Creada una institución universitaria nacional, el Ministerio de Educación (ME)
debe designar un rector- organizador, con las atribuciones propias del cargo y las que
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Comisión de Educación – Honorable Cámara de Diputados de la Nación 25
normativamente corresponden al Consejo Superior. El rector-organizador conduce el proceso
de instrumentación del proyecto institucional y de formulación del estatuto provisorio, que
pondrá a consideración del ME a los fines de su aprobación y posterior publicación.
Producido el informe de constatación de adecuación del proyecto de estatuto a las normas, el
ME procederá a autorizar la puesta en marcha de la nueva institución, la que deberá quedar
normalizada en un plazo no superior a los tres (3) años a partir de su creación.
ARTÍCULO 46: Los estatutos y/o normativas internas deben establecer la proporcionalidad
de las distintas representaciones y fijar las condiciones que deben reunir los representantes
de cada claustro y/o estamento para ser electos, las que deben asegurar:
a. Que todos los representantes de los claustros tengan voz y voto en todas sus decisiones.
d. Que los representantes de los estudiantes sean alumnos regulares de carreras de grado.
e. Que los graduados, para poder elegir y ser elegidos, sean incorporados automáticamente
al padrón respectivo al momento de obtener su condición de tal.
f. Que en ningún caso se puede integrar simultáneamente los padrones de dos (2) o más
claustros distintos, debiendo las Instituciones de Educación Superior Universitarias
nacionales depurarlos y evitar las posibles superposiciones.
c. El aporte del Estado no puede ser disminuido en ningún caso como contrapartida de
recursos adicionales emergentes de otras fuentes, dado que el aporte del Presupuesto
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Comisión de Educación – Honorable Cámara de Diputados de la Nación 26
Anual General para la Administración Nacional es independiente de los recursos que
puedan generar las Instituciones de Educación Superior Universitarias nacionales por su
propia acción.
b. se ajusten a las normas de esta ley, en tanto su aplicación a estas instituciones no vulnere
las autonomías provinciales y conforme a las especificaciones que establezca la
reglamentación.
ARTÍCULO 52: Las personas físicas o jurídicas reconocidas con personería -confesiones
religiosas inscriptas en el Registro Nacional de Cultos, asociaciones, sociedades, sindicatos,
fundaciones y empresas- podrán crear Instituciones de Educación Superior Universitarias.
Éstas deben constituirse sin fines de lucro, obteniendo personería jurídica como asociación
civil o fundación y dejar expresa indicación de las carreras, grados y títulos que la institución
puede ofrecer y expedir, al momento de la solicitud. Deben promover la excelencia y
asegurar la libertad académica, la igualdad de oportunidades y posibilidades, la
jerarquización docente, la corresponsabilidad de todos los miembros de la comunidad
universitaria, así como la convivencia pluralista de teorías y líneas de investigación, en un
contexto de respeto a las cosmovisiones y valores expresamente declarados en los estatutos
que regulan su funcionamiento.
ARTÍCULO 54: Los establecimientos privados cuya creación no hubiere sido autorizada
conforme a las normas legales pertinentes no pueden usar denominaciones ni expedir
diplomas, títulos o grados de carácter universitario. La violación de esta norma da lugar a la
aplicación de sanciones, conforme lo establezca reglamentariamente el Consejo Nacional de
Educación Superior, las que pueden llegar a la clausura inmediata y definitiva de la entidad y
a la inhabilitación de los responsables para ejercer la docencia, así como para desempeñar
la función pública o integrar órganos de gobierno de asociaciones civiles dedicadas a la
a. formar técnicos, tecnólogos, artistas, profesionales y docentes en todas las áreas del
conocimiento que habiliten para el desempeño laboral;
b. acreditar las carreras y/o ciclos de formación realizados para la prosecución de estudios y
actualización permanente en otros ciclos, instituciones y niveles;
e. estructurar los planes de estudios con base en una organización curricular que facilite a
sus estudiantes la prosecución de estudios y la capacitación permanente a lo largo de toda la
vida;
ARTÍCULO 57: Los planes de estudio de los Institutos Superiores de Formación Docente,
Humanística, Social, Técnico Profesional y Artística son diseñados respetando -en función de
lo establecido en los artículos 74, 75, 76, 77, 78 y 85 de la Ley 26.206- los contenidos
básicos comunes que se acuerden en el seno del Consejo Federal de Educación.
ARTICULO 58: Las instituciones de Educación Superior de las jurisdicciones que se creen o
transformen y que acuerden con una o más universidades del país mecanismos de
acreditación de sus carreras o programas de formación y capacitación, podrán denominarse
colegios universitarios. Estas instituciones deben estar estrechamente vinculadas a
entidades de su zona de influencia y ofrecen carreras cortas flexibles y/o a término, que
faciliten la adquisición de competencias profesionales y hagan posible su inserción laboral
y/o la continuación de los estudios en las universidades con las cuales hayan establecido
acuerdos de articulación.
ARTÍCULO 60: Todos los docentes de la Educación Superior tienen los siguientes derechos
y obligaciones, sin perjuicio de los que establezcan las negociaciones colectivas y la
legislación laboral general y específica:
ARTÍCULO 61: Los estudiantes de las instituciones de Educación Superior tienen los
siguientes derechos y obligaciones:
a. Al acceso libre y gratuito a los cursos, carreras y demás actividades que se realicen en
Institutos de Formación Superior estatales y en Instituciones de Educación Superior
Universitarias nacionales, siempre que cumplan con el requisito de haber aprobado el Nivel
de Educación Secundaria o régimen equivalente de Enseñanza.
e. A acceder a subsidios, comedor estudiantil, residencias para alumnos, guarderías para sus
hijos, bibliotecas, campos de deportes, o becas sustitutivas de estos beneficios, que
garanticen la igualdad de oportunidades y posibilidades, particularmente para el acceso y
permanencia en los estudios de grado, conforme a las normas que reglamenten la materia.
c. A participar en los órganos de cogobierno por sí y/o por medio de sus representantes en la
proporción que fijen los respectivos estatutos.
a. contribuya a determinar las aptitudes del futuro estudiante de Educación Superior respecto
a las diversas áreas del conocimiento y promueva la inscripción en las carreras de mayor
interés para el desarrollo regional y nacional. A tal fin actúa en estrecha vinculación con los
Niveles de enseñanza precedentes.
b. Propiciar mecanismos y/o convenios con los organismos correspondientes y/o empresas
de transporte público de pasajeros, tendientes a crear un boleto con descuento para
docentes, no docentes y estudiantes, o medios alternativos de traslado físico en el territorio.
c. Los cuerpos colegiados establecidos por esta ley (CNES, CU, CRUN, CRUP, CRPES,
CENAEES) se ponen en funcionamiento al momento de la promulgación de presente. El
Poder Ejecutivo Nacional, a través del Ministerio de Educación, será la autoridad de
aplicación y tramitará la citación de sus respectivas autoridades máximas a una reunión
constitutiva. Las diferentes entidades que los conforman deben nombrar sus representantes
definitivos en un plazo no mayor a los tres (3) meses de la primera citación.
d. El CNES comenzará sus actividades a partir del 1 de enero del año siguiente a la
promulgación de la presente ley. Hasta tanto esto suceda, el Ministerio de Educación
designará un delegado organizador con funciones de normalización de las tareas
encomendadas por esta ley.
e. El CU se constituye con los recursos humanos y materiales, así como las condiciones de
funcionamiento, del actual Consejo de Universidades hasta su normalización, que deberá
suceder en un plazo no mayor de doce (12) meses contados a partir de la promulgación y
bajo lo establecido por esta ley.
f. El CRUN se constituye con los recursos humanos y materiales, así como las condiciones
de funcionamiento, del actual Consejo Interuniversitario Nacional, hasta su normalización que
deberá suceder en un plazo no mayor de doce (12) meses contados a partir de la
promulgación y bajo lo establecido por esta ley.
g. Los CRPES se constituyen con los recursos humanos y materiales, así como las
condiciones de funcionamiento, de los actuales CPRES hasta su normalización que deberá
suceder en un plazo no mayor de doce (12) meses contados a partir de la promulgación y
bajo lo establecido por esta ley.
h. El CENAEES se constituye con los recursos humanos y materiales, así como las
condiciones de funcionamiento, de la actual Comisión Nacional de Evaluación y Acreditación
Universitaria (CONEAU) hasta su normalización que deberá suceder en un plazo no mayor
de doce (12) meses contados a partir de la promulgación y dentro de lo establecido por esta
ley.
ARTÍCULO 70: Invítase a las Provincias y a la Ciudad Autónoma de Buenos Aires a adecuar
su legislación educativa en consonancia con la presente ley.
FUNDAMENTOS
Señor presidente:
En el discurso de inauguración de las sesiones ordinarias del Congreso Nacional del 2008, la
Presidenta de la Nación señaló la necesidad de sancionar un nuevo marco normativo para la
CONSULTA HACIA UNA NUEVA LEY NACIONAL DE EDUCACIÓN SUPERIOR
Comisión de Educación – Honorable Cámara de Diputados de la Nación 33
Educación Superior, haciéndose eco de la opinión ampliamente mayoritaria de la comunidad
universitaria y de la educación superior en su conjunto, habida cuenta las sanciones de las
leyes de Financiamiento Educativo, de Educación Técnica Profesional y de la Ley de
Educación Nacional, que, y sobre todo esta última incluía definiciones que entraban en
contradicción con la Ley de Educación Superior vigente.
Se sumaban a estos cuerpos normativos los fallos de la Corte Suprema de Justicia que
dejaban algunos aspectos de la Ley de Educación Superior vigente sin aplicación a raíz de
definiciones de los estatutos universitarios que contradecían el texto normativo.
Esta tarea culmina hoy con la presentación de este proyecto de Ley Nacional de Educación
Superior que recupera las tres ideas básicas que han surgido de los diferentes aportes,
diálogos y debates, así como de nuestras más profundas convicciones:
Así, la estructura que propone este proyecto de Ley Nacional de Educación Superior,
establece el reconocimiento de todas las instituciones que componen el campo de los
estudios superiores sumándole aquellas que aseguren y den sentido a la integración de lo
que hasta hoy tiene vigencia como subsistemas: lo Universitario y la Formación Superior
Docente, Técnico-Profesional, Artística, Social y Humanística de cada Jurisdicción provincial
y dejando abierta la posibilidad de agregar instituciones que atiendan con nuevas
modalidades las demandas de la educación superior y la investigación científica.
Estructuración
Donde se consagran los acuerdos mayoritarios acerca del marco normativo referente y de las
responsabilidades indelegables de los diferentes niveles del Estado.
Donde se establecen los objetivos de la Educación Superior definiendo los más modernos y
completos derechos que desarrollan las pautas constitucionales y profundizan el sentido
inclusivo, democrático y transformador de la normativa educativa sancionada en las
inmediatas administraciones gubernamentales contemporáneas. Asimismo, en el apartado,
también se estructura, mediante organismos e instituciones acreditadas y autorizadas por el
Estado, en cualquier ámbito físico o virtual, el subsistema de Educación Superior,
asegurando los mecanismos y procesos de reintegración entre las tradiciones universitarias y
la formación superior docente, técnico- profesional, artística, humanística y social. En los
sucesivos capítulos 3, 4, 5, 6, 7, 8 y 9 se establecen los alcances, objetivos y funciones del
Consejo Nacional de Educación Superior, del Consejo de Universidades, del Consejo de
Rectores de Universidades Nacionales, del Consejo de Rectores de Universidades Privadas,
de los Consejos Regionales de Planificación de la Educación Superior, del Consejo
Educativo para la Acreditación y la Evaluación de la Educación Superior y lo específico de la
Educación Superior del Consejo Federal de Educación, asegurando el planeamiento,
evaluación, acreditación, provisión de recursos económicos y el contralor de los
procedimientos financieros del conjunto del subsistema.
También se crea el Sistema de Créditos Académicos que debe fijar por decisión del Consejo
Nacional las equivalencias entre los estudios de Formación Superior y los Universitarios,
generando una integración académica cuya calidad esté garantizada por los procesos
continuos y permanentes de evaluación y acreditación.
Donde se prescriben los derechos y obligaciones de los Docentes, los Estudiantes, los
Graduados, los No Docentes y sus condiciones de permanencia y bienestar, asegurando la
estructuración nacional para los tránsitos, reconocimientos y posibilidades de desarrollo
integral.
Es necesario, ahora, apuntar los antecedentes que recogemos sobre el estado actual del
Sistema y que han dado origen a esta propuesta de transformación de la norma legal que lo
rige:
Una profunda crisis atraviesa a las sociedades. En los últimos veinte años asistimos
alternativamente al derrumbe del muro de Berlín, que marcó el término de la experiencia
socialista, y a una crisis del capitalismo globalizado cuyo final es incierto.
Hoy hay un debate sobre nuevos paradigmas políticos, económicos, sociales y culturales,
que debe impactar en las políticas estatales. Hasta dónde se involucren los Estados en su rol
de contralores del mercado y en la implementación de políticas públicas, es la medida de la
posibilidad de salir de la crisis, o sólo de aggiornar con un superfluo maquillaje la situación.
No alcanzan los parches.
La educación superior es uno de los ámbitos más adecuados para la generación de nuevas
ideas, modelos productivos, energéticos y tecnológicos, que permitan ir dando pasos hacia la
construcción de una sociedad distinta, en pos de las estrategias para el desarrollo nacional.
Pero también debe ser un ámbito de oportunidades para el conjunto, para una mayoría
mucho más amplia de la que hoy asiste. Porque en los recursos humanos que allí se forman
también estarán las posibilidades de repensar modelos y soluciones. Hay que fomentar la
generación de una mayor masa crítica en beneficio del conjunto.
La crisis afecta al conjunto del sistema de Educación Superior con sus particularidades
porque la crisis es civilizatoria y las instituciones que conforman el Nivel han sido un
significante fundamental de la civilización que hoy se resquebraja.
En particular, la universidad es reflejo de los resabios del pasado y de las luces del futuro de
cada tiempo, y la forma universitaria de la política es la traducción de los conflictos, las
necesidades y los obstáculos que tiene la sociedad en materia de distribución de la cultura
entre y dentro de las distintas generaciones, clases sociales, sectores étnicos, culturales,
entre otras cuestiones.
Durante el siglo XX, cuando la universidad clamaba o se silenciaba, era necesario prestarle
atención. Hoy es más urgente aún prestar atención a sus silencios y a sus espasmódicas
virulencias. Silencios y protestas suelen articularse repentinamente, si no se los interpreta y
no se resuelven a tiempo los problemas que expresan.
El golpe que el neoliberalismo propinó al sistema capitalista, al cual pertenece, afectó a todas
las formas de producción y transmisión del saber. Tanto la forma de universidad humboltiana
como la napoleónica quedaron descolocadas porque el rumbo que tomaron las cosas les
impidió generar una herencia superadora, adaptarse al progreso con el cual, en buena
medida, habían colaborado aportando conocimientos y mejorando la cultura de sucesivas
generaciones. Esa insuficiencia es notable en el caso europeo, que no ha tenido la
capacidad de generar formas de producción y transmisión del saber universitario dentro de
su tradición cultural, liberal o conservadora.
El Espacio Europeo de Educación Superior se ha constituido sobre una historia, una tradición
y, sobre todo, de alianzas económico-políticas provenientes de la lucha por la hegemonía
dentro de la Unión Europea y entre esta última y los Estados Unidos. A nosotros nos toca
construir un Espacio Latinoamericano de Educación Superior. Si en 1918 la juventud
universitaria latinoamericana emprendió un camino distinto, ¿cómo no podríamos hacerlo
casi un siglo después, en una situación donde se han tensionado fuertemente las
articulaciones internacionales que subordinaban a nuestros países, sometidos mediante
deudas externas impagables, balanzas deficitarias y la lógica de la economía financiera
rigiendo sobre nuestro aparato productivo y nuestra vida social?
CONSULTA HACIA UNA NUEVA LEY NACIONAL DE EDUCACIÓN SUPERIOR
Comisión de Educación – Honorable Cámara de Diputados de la Nación 38
Las sociedades latinoamericanas han acumulado dolorosamente experiencias que les
permiten definir con claridad qué es una crisis; todos nuestros pueblos han desarrollado
saberes de sobrevivencia, tecnologías de subsistencia y, en el presente, no solamente han
ensayado modelos de gobierno orientados hacia la independencia económica, la soberanía
política, la justicia social y la democracia, sino que muchos países lo han hecho con signo
propio, como políticas de Estado, donde la educación ha tenido un trato preferencial.
Probablemente sea América Latina el lugar donde se avanzó más en una educación
superadora del modelo normalista liberal europeo, que recibió como legado. Encontramos
lineamientos, tradición y experiencias desde la reforma educativa mexicana comenzada en
los años veinte, las reformas nacionalistas populares -en especial la del primer peronismo-,
pasando por las grandes campañas de alfabetización en Cuba y Nicaragua, los modelos
educativos de los municipios brasileños, hasta las políticas educativas de gobiernos actuales
como los de Ecuador, Bolivia, Venezuela, Nicaragua y Uruguay, línea en la cual se ubican las
reformas legislativas que se realizaron durante el gobierno de Néstor Kirchner.
Durante los gobiernos de Néstor Kirchner y Cristina Fernández de Kirchner se dieron pasos
importantes para reorganizar el sistema escolar, superando la legislación neoliberal y
poniendo en marcha un sistema cuyo eje ético-político es la educación común ensamblada
con el respeto por las diferencias, que establece articulaciones entre la educación, el trabajo
y la producción y atiende a la integralidad de la formación básica de todos los argentinos.
Durante las consultas y los debates que precedieron a las nuevas leyes nadie se detuvo para
cuestionar el sentido y las finalidades de la educación primaria o secundaria. La pregunta
formulada desde la derecha liberal se refería a la falta de sentido que encuentran a la
inversión del Estado en la educación, pero el pueblo que había votado aquel gobierno no
dudaba de recobrar el control de su educación. Se han dado pasos importantes acercándose
al pueblo en su conjunto y no a fragmentos de población recortados que consolidaban la
diferenciación desigual de los diferentes sectores sociales. La medida estratégica principal
para encaminar la educación hacia aquellas finalidades es la recuperación de la centralidad
del Estado para hacer política y no dejarlo reducido a un administrador de recursos, es decir
lo que el lenguaje neoliberal simplifica denominándolo como "gestión".
El problema es que existe una demanda del sistema productivo distinta a las de las
producciones tradicionales. La necesidad de nuevos paradigmas requiere de investigadores,
científicos, alumnos, docentes y tecnólogos que puedan formular y formularnos nuevos
interrogantes y soluciones; es decir, planificar el futuro. Además, existe una demanda
territorial, porque muchos estudiantes que terminan el secundario golpean las puertas de la
educación superior, y algunas universidades han establecido un ingreso limitado disimulado,
cuestión que no se admite abiertamente, pero que existe en la Argentina.
En un país que considera a la educación como un "bien social", que cuenta con un Estado
que garantiza su gratuidad y acceso y que siendo una Nación con alrededor 40 millones de
habitantes -dicho ahora, que la secundaria es obligatoria-, la tendencia a cursar estudios
superiores irá en aumento. Más cantidad de jóvenes golpearán las puertas de la educación
superior para ingresar y es auspicioso que eso ocurra.
Llegó el momento. Las modificaciones lógicas que sufrió con el tiempo el ideario reformista
de 1918 respondieron al crecimiento de la demanda de educación superior por parte de la
población, hecho alentador que demuestra la eficacia con la cual ha trabajado el sistema
escolar en su finalidad de transmisión de la cultura básica. La insuficiencia académica,
científica y pedagógica de la organización universitaria para responder suficientemente a la
expansión de la demanda por parte de grandes poblaciones juveniles, a la necesidad de
nuevos perfiles profesionales y profesiones, especializaciones y a la necesidad de
transferencia de conocimientos a la sociedad y al Estado, no ha sido aún atendida mediante
políticas de modernización democrática, como lo fueron los demás niveles de la educación.
Las consecuencias de ese descuido se perfilan en toda su gravedad en los momentos en los
cuales nuestros países están intentando despegar de la crisis en la cual los hundieron las
dictaduras militares y el neoliberalismo. Es ahora cuando se requiere de toda la capacidad
intelectual de la sociedad para reconstruir la economía, acordar formas más justas de
organización social y distribución de la riqueza, adecuar la estructura legal, establecer lazos
fluidos entre las instituciones de investigación y enseñanza y el Estado. Es ya cuando se
necesita una transformación político cultural en la cual las instituciones de educación superior
deben jugar un papel irremplazable.
Pero no puede desconocerse que hay voces que repiten que "no existe ningún proyecto para
superar la situación actual de las universidades", o se sostiene que "no habría que tocar la
ley menemista", o que "el gobierno no debe tomar medidas de trascendencia en la educación
superior porque agitaría aguas incontrolables".
Respecto a la educación superior se repite una suposición según la cual no habría horizonte
alguno, ni proyectos, ni ideas sobre sus finalidades, ni posibilidades de llegar a acuerdos.
Transformado este postulado en acto, se deteriora la posibilidad de la planificación de
soluciones, porque su concreción siempre requiere de una voluntad compartida. Como las
soluciones a muchos problemas no pueden posponerse, para escuchar y oír los acuerdos
existentes, es necesario dejar de lado intereses creados y así arribar a una política que
articule y conduzca las múltiples soluciones y experiencias parciales que existen.
La Educación Superior no se reduce a las universidades, como ya quedó dicho. Los 1.990(
(2) ) institutos de Formación Superior Docente y Técnico-Profesional (mal nombrados como
"no universitarios" o terciarios) son los principales responsables de la formación de docentes
para el sistema escolar y de los técnicos y agrotécnicos. Los alumnos de dichos institutos
provienen, en su mayoría, de capas sociales más humildes que quienes pueden sostener
una carrera universitaria. Una de las medidas de la política educativa menemista fue
transferirlos a los gobiernos provinciales, aumentando así su distancia con las universidades,
que siguieron en la órbita nacional. La existencia de una política nacional de formación
docente quedó subordinada a acuerdos bilaterales y a merced de negociaciones de intereses
sectoriales o urgencias económicas de las provincias que dependían de las decisiones
nacionales.
Pero, con anterioridad a esa situación, los institutos ocupaban un lugar descalificado frente a
las universidades, muchas de las cuales aún no reconocen los estudios cursados en ellos
como parte de las carreras de formación docente que a su vez poseen. Al mismo tiempo, han
proliferado innumerables institutos privados que insertan toda clase de títulos en un Mercado
donde se esfuma la formación real que han recibido las personas y se equiparan los
técnicos, docentes o profesionales que poseen las más diversas formaciones.
Son numerosas las municipalidades que se han visto ante la necesidad de atender a miles y
miles de jóvenes de sus distritos organizando actividades de capacitación y formación post
secundaria. Este hecho toma ribetes dramáticos en el conurbano bonaerense, porque el
crecimiento de formaciones educativas suele ser muy rápido y los municipios no pueden
sostenerlo económicamente ni garantizar un nivel académico acorde a las universidades,
pero tampoco pueden desatender el clamor de miles y miles de jóvenes que reclaman que se
los eduque para acceder a puestos de trabajo que requieren capacitaciones de nivel superior
y/o acceder a mayores niveles culturales.
En varios casos los municipios avanzaron en convenios para que las universidades
establezcan carreras en sus territorios, llegándose a generar un nuevo tipo de Centros de
Educación Superior, no considerados en la Ley de Educación Superior vigente. En esos
centros varias universidades establecen alguna carrera o algún tipo de oferta académica,
pero no se prevé la transferencia de profesores, de capacidad de investigación y de
instalaciones como bibliotecas y laboratorios. Algunas de esos centros albergan a miles de
alumnos que tienen sus esperanzas puestas en lograr la continuidad de sus estudios, que
difícilmente podría asegurarse en otros lugares.
La reforma de la educación superior no puede dejarse para otro momento, porque no puede
conducirse el desarrollo sin los recursos humanos, los saberes productivos y la inteligencia
especializada, pertinentes. Por eso la creación del Ministerio de Ciencia, Tecnología e
Innovación Productiva ha sido una medida perfectamente adecuada.
Pero uno de los aspectos más relevante de aquellos proyectos de ley fue la idea de
planeamiento que ordenaba el conjunto de la educación superior y la vinculaba con los
programas de desarrollo, sin menoscabo de la autonomía. La idea de planificación del
desarrollo científico se correspondía con una idea de planificación de la investigación y de la
formación de científicos (no sólo) y dirigentes. Esto ponía la dirección del sistema en clave
política y vinculada con el mediano y largo plazo de la sociedad, y no cortoplacista en la
desesperación por resolver lo que ha rebasado.
Aquel debate culminó con la denominada "Ley Taiana", que contenía gran parte de la
concepción que estamos sosteniendo pero que su sanción no alcanzó a ser claramente
implementada porque devino primero la intervención a las universidades y pronto la
Dictadura del autodenominado Proceso de Reorganización Nacional.
Esto retrotrajo la Universidad a su rincón más oscuro y arcaico. Mientras que, al retorno de la
democracia, las políticas del menemismo, mediante su acción específico- educativa y por el
deterioro que produjo en la sociedad, lejos de retomar las metas de reforma de la Educación
Superior del gobierno peronista de 1974, la llevó a una crítica posición de desintegración.
- la sanción de una Ley Nacional de Educación Superior que asegure que bajo ninguna
circunstancia la Educación podrá considerar como un Bien de Mercado, que preserve
claramente a sus instituciones y órganos de aquellas personas que hayan sido
condenados por delitos de lesa humanidad y delitos sexuales, que establezca los
derechos de las personas con discapacidad, que reconozca el carácter multicultural de
nuestra identidad social y nacional, que determine las condiciones de bienestar y las
garantías de acceso, permanencia y egreso de todos sus miembros;
Texto facilitado por los firmantes del proyecto. Debe tenerse en cuenta que solamente podrá ser
tenido por auténtico el texto publicado en el respectivo Trámite Parlamentario, editado por la
Imprenta del Congreso de la Nación.
Nº de Expediente 2794-D-2010
Trámite Parlamentario 046 (03/05/2010)
Sumario LEY NACIONAL DE EDUCACION SUPERIOR.
Firmantes DONDA PEREZ, VICTORIA ANALIA - MERCHAN, PAULA CECILIA.
Giro a Comisiones EDUCACION; PRESUPUESTO Y HACIENDA.
TITULO I
La Educación Superior
Capitulo 1
Principios Generales
ARTICULO 1º- La Educación Superior es un derecho humano. Se basa en el respeto a todas las
corrientes del pensamiento, con la finalidad de desarrollar el potencial creativo de cada ser
humano y el pleno ejercicio de su personalidad en una sociedad democrática basada en la
valoración ética del trabajo.
b) Igualdad: Todos los habitantes de la Nación tienen derecho al libre acceso a la educación
superior sin ningún tipo de discriminación social, por la nacionalidad, de género, étnica,
religiosa, política y económica. El Estado debe asegurar la accesibilidad al medio físico,
servicios de interpretación y apoyos técnicos necesarios y suficientes para las personas con
capacidades diferentes y movilidad reducida.
d) Inclusión: El Estado debe desarrollar políticas tendientes a incluir dentro del sistema de
educación superior a los sectores económicos más desfavorecidos de la sociedad, a tal
efecto deberá establecer programas específicos y líneas de acción que posibiliten a los
sectores populares acceder a la educación superior.
CAPITULO 2
Finalidad y objetivos
c) Formar profesionales y técnicas/os con una conciencia nacional, apoyada en nuestras raíces
culturales según los requerimientos regionales, nacionales y latinoamericanos. Ello mediante una
educación formativa que fomente en las y los estudiantes su espíritu crítico para actuar con
idoneidad social e intelectual en su profesión, tanto en su actividad pública o privada, orientada
primordialmente por los valores de la justicia social.
e) Orientar el conocimiento adquirido y las investigaciones realizadas por las y los estudiantes a
la satisfacción de necesidades concretas de la población. Tal conocimiento se considera, a los
efectos reales, producto de una práctica social de docentes, estudiantes trabajadores,
trabajadoras y sociedad en general.
f) Promover la cultura nacional y popular, producir bienes y prestar servicios con proyección
social haciendo los aportes necesarios y útiles al proceso de liberación nacional y contribuyendo
a la solución de los grandes problemas argentinos y latinoamericanos.
a) Garantizar el ingreso, permanencia y egreso para todas y todos los estudiantes. El Estado
deberá otorgar becas, subsidios u otra forma de apoyo económico y social como comedores
estudiantiles y albergues que faciliten la terminalidad de los estudios.
c) Preparar para el ejercicio de la docencia en todos los niveles y modalidades del sistema
educativo; con la finalidad de integrar a los mismos en objetivos y criterios comunes de todo el
sistema.
d) Promover una adecuada diversificación de los estudios de nivel superior, que atienda las
expectativas y necesidades de la población;
g) Promover ámbitos de evaluación interna en cada institución que conforma el Sistema para
garantizar su calidad;
CAPITULO 3
ARTICULO 9° - La Educación Superior esta constituida por institutos de educación superior, sean
de formación docente o técnico- profesional y por instituciones de educación universitaria, que
comprende universidades e institutos universitarios.
Las instituciones que conforman el Sistema de Educación Superior, para su acceso, no podrán
establecer ningún tipo de arancelamiento ni restricción mediante mecanismos eliminatorios.
ARTICULO 11- No podrán acceder a ningún tipo de cargo dentro de las instituciones que
conforman el Sistema de Educación Superior:
1) Las personas que hayan sido condenadas como autores, partícipes en cualquier grado,
instigadores o encubridores de los delitos de desaparición forzada de personas, homicidio,
privación ilegítima de la libertad, supresión, sustitución o falsificación de identidad, torturas y
cualquier otro delito que por su entidad constituya graves violaciones a los derechos humanos
y/o delitos de lesa humanidad, como así también las personas que hayan sido condenadas por
los delitos de robo, defraudación, estafa, malversación de fondos públicos o privados y
falsificación de instrumentos públicos o privados, y cualquier otro delito cometidos en ocasión,
o para facilitar, promover o encubrir graves violaciones a los derechos humanos y/o delitos de
lesa humanidad.
2) Las personas contra las que existan pruebas suficientes de participación en graves
violaciones de los derechos humanos que puedan implicar delitos de lesa humanidad;
3) Las personas que hayan usurpado cargos electivos en el período de interrupción del orden
institucional comprendido entre el 24 de marzo de 1976 y el 10 de Diciembre de 1983;
4) Las personas que hayan ejercido los cargos de Ministro, Secretario, Subsecretario o
Director en cualquier dependencia del Estado Nacional, Provincial o Municipal, o equivalentes
en jerarquía y rango, durante el período comprendido entre el 24 de marzo de 1976 y el 10 de
Diciembre de 1983.
5) Las personas que hayan ejercido cargos de rector, vicerrector, decano o vicedecano en
cualquier universidad nacional o provincial, durante el período comprendido entre el 24 de
CAPITULO 4
Docentes
ARTÍCULO 12 - Son derechos del equipo docente de las instituciones estatales de educación
superior, sin perjuicio de lo dispuesto por la legislación específica:
f) Disponer de centros de desarrollo infantil (CDI) para el cuidado de sus hijos e hijas a fin de
posibilitar el cumplimiento del dictado de las clases con regularidad.
h) Acceder al sistema sin ningún tipo de discriminación social, de género, étnica, religiosa,
política, económica o por nacionalidad.
i) Las personas con capacidades diferentes o con movilidad reducida deberán contar con los
servicios de interpretación y los apoyos técnicos necesarios para el normal desarrollo de sus
actividades en las instituciones a las que concurran;
ARTICULO 14. - Las y los docentes deberán ser orientadores promotores y facilitadores del
proceso formativo y cognoscitivo, a través de su participación y conducción en la labor de
enseñanza-aprendizaje, creación intelectual y la difusión del saber. Su actividad estará dirigida a
responder a los requerimientos nacionales en materia socio- educativa y promover el
pensamiento crítico y compromiso social de las y los estudiantes.
CAPÍTULO 5
Estudiantes
ARTICULO 15 -Las y los estudiantes de las instituciones estatales de educación superior tienen
a) Al acceso al sistema sin ningún tipo de discriminación social, de género, étnica, religiosa,
política, económica o por nacionalidad;
c) A obtener becas, créditos y otras formas de apoyo económico y social que garanticen la
igualdad de oportunidades y posibilidades, particularmente para el acceso y permanencia en los
estudios de grado, posgrado y postítulo, conforme a las normas que reglamenten la materia;
e) A disponer de tres franjas horarias en el ofrecimiento de materias que faciliten el estudio para
las y los estudiantes que deban trabajar;
h) A disponer de centros de desarrollo infantil (CDI) que tengan al cuidado los hijos e hijas de las
y los estudiantes, para garantizar su permanencia y cumplimiento de una asistencia regular a las
clases a las que deban concurrir;
i) Las personas con capacidades diferentes o con movilidad reducida deberán contar con los
servicios de interpretación y los apoyos técnicos necesarios para el normal desarrollo de sus
actividades en las instituciones a las que concurran;
ARTICULO 16. - Son obligaciones de las y los estudiantes de las instituciones estatales de
educación superior:
ARTÍCULO 17.- Es obligación de las instituciones estatales de educación superior y del Sistema
de Educación Superior en su conjunto, promover, garantizar y fortalecer la atención integral de
las y los estudiantes y, en ese sentido, deberán garantizarles servicios de apoyo, prevención,
asistencia y proyección institucional, con la finalidad de elevar el rendimiento y desempeño
estudiantil.
c) A disponer de centros de desarrollo infantil (CDI) que tengan al cuidado de los hijos e hijas del
personal;
f) Al acceso al sistema sin ningún tipo de discriminación social, de género, étnica, religiosa,
política, económica o por nacionalidad;
g) Las personas con capacidades diferentes o con movilidad reducida deberán contar con los
servicios de interpretación y los apoyos técnicos necesarios para el normal desarrollo de sus
actividades en las instituciones a las que concurran;
ARTÍCULO 19.- Son obligaciones del personal administrativo, de servicio y técnico de las
instituciones estatales de educación superior, sin perjuicio de lo dispuesto por la legislación
específica:
ARTÍCULO 20.- Las instituciones en donde desempeñen sus cargos, deberán promover y facilitar
la terminalidad de la educación secundaria y el acceso y continuación de los estudios superiores,
para el personal que no haya completado dicho nivel de formación.
ARTÍCULO 21.- Las instituciones universitarias, crearán centros de capacitación para el personal
administrativo, de servicio y técnico de todos los niveles escalafonarios. La capacitación podrá
estar a cargo de los propios trabajadores bajo la dirección de un docente que pertenezca al
personal administrativo, de servicio y técnico.
CAPÍTULO 7
Sección 1
Articulación
ARTÍCULO 23.- El Sistema de Educación Superior debe crear mecanismos eficaces para la
articulación entre las universidades y los institutos de educación superior docente y técnico
profesional, con los siguientes fines:
ARTICULO 24.- A los fines de la articulación de las instituciones que integran el Sistema de
Educación Superior, se crearán Consejos Regionales de Planificación de la Educación Superior,
los cuales estarán integrados por representantes de las instituciones universitarias, de los
institutos de formación docente y técnico-profesional de cada región y representantes del sector
estudiantil.
Sección 2
Investigación
ARTÍCULO 25.- Las instituciones que conforman el Sistema de Educación Superior deben
fomentar el desarrollo de la investigación por los siguientes medios:
g) Los docentes que estén realizando un proyecto de investigación, deberán de tener dedicación
exclusiva a dicha tarea.
ARTICULO 26.- Las instituciones que integran el Sistema de Educación Superior, promoverán la
creación de Consejos de Investigación, que tendrán como finalidad principal preparar y adecuar
planes de investigaciones aplicadas a la resolución de los problemas y necesidades nacionales y
latinoamericanas y mejora de la calidad de vida de la comunidad.
Sección 3
ARTÍCULO 27.- Se entiende por desarrollo social comunitario, la actividad que deberán
desarrollar en las comunidades, a través de organismos del Estado y organizaciones sociales, las
CONSULTA HACIA UNA NUEVA LEY NACIONAL DE EDUCACIÓN SUPERIOR
Comisión de Educación – Honorable Cámara de Diputados de la Nación 50
y los estudiantes de educación superior aplicando los conocimientos científicos, técnicos,
culturales, deportivos y humanísticos adquiridos durante su formación académica, en beneficio
de la comunidad, para cooperar con su participación al cumplimiento de los fines del bienestar
social y creación de un espacio de articulación entre los diferentes saberes de la misma.
ARTÍCULO 28.- Entiéndase por comunidad, el ámbito social de alcance nacional, provincial o
municipal, donde se proyecta la actuación de las instituciones del Sistema de Educación Superior
para la realización de las prácticas comunitarias.
ARTÍCULO 29.- El desarrollo social comunitario de las y los estudiantes, será un requisito para la
obtención del título de educación superior, no creará derechos u obligaciones de carácter laboral
y deberá prestarse sin remuneración alguna.
La duración de las prácticas comunitarias no podrá ser inferior a un (1) año y no deberán en
ningún caso, generar erogaciones económicas a las y los estudiantes. Para el cumplimiento de
las mismas, los estudiantes podrán proponer espacios de desarrollo social comunitario.
ARTÍCULO 31.- El Estado arbitrará los mecanismos necesarios, para solicitar la prestación
gratuita de los servicios de los egresados del nivel superior de enseñanza, cuando considere que
existe una situación que lo amerite.
ARTÍCULO 32.- Los estatutos deberán prever la constitución de un consejo social, en el que
estén representados los distintos sectores e intereses de la comunidad local, con la misión de
cooperar, asesorar y aconsejar a la institución universitaria en su articulación con el medio en que
esta inserta, poniendo especial énfasis en la participación para la formulación, diseño y
evaluación de los planes estratégicos institucionales de las universidades y su vinculación con el
desarrollo científico, socio-productivo, tecnológico y cultural de las regiones de influencia.
Deberá igualmente preverse que el Consejo Social este representado en los órganos colegiados
de la institución. Sus funciones en dichos órganos, serán de carácter consultivo.
Sección 4
Posgrados y Postítulos
ARTICULO 33.- Los posgrados y postítulos tendrán carácter gratuito para todas y todos aquellos
que hayan completado sus estudios de grado en las instituciones estatales de educación
superior.
ARTÍCULO 35.- Las carreras de posgrado deberán ser acreditadas por el Organismo de
Evaluación Universitaria y los postítulos deberán ser acreditados por los organismos provinciales
o nacionales creados con ese fin.
TITULO II
ARTÍCULO 38.- Son funciones básicas de los Institutos de Formación Docente y Técnico-
Profesional:
a) Formar docentes en todos los niveles del sistema educativo, técnicos y profesionales
preparados para contribuir para el desarrollo educativo, cultural, social y económico de la
sociedad.
e) Formar personas con capacidad crítica y comprometidas con la búsqueda del bien de la
comunidad en forma democrática e inclusiva;
ARTÍCULO 42.- Las autoridades competentes de las provincias y la Ciudad Autónoma de Buenos
Aires tienen entre otras las siguientes facultades:
d) Fijar en los planes de estudio materias que abarquen la temática de Derechos Humanos,
Salud sexual y reproductiva y sobre la erradicación de estereotipos de género.
c) Brindar una formación docente del más alto nivel académico asegurando la igualdad en
la vida educativa de las personas, que posibilite una repercusión en la inclusión social, en el
crecimiento y el desarrollo, y en la producción, la distribución, la circulación y la apropiación
de las distintas culturas del país y latinoamerica;
e) Garantizar una educación formativa que fomente en las y los estudiantes su espíritu
crítico para actuar con idoneidad social e intelectual en su profesión, tanto en su actividad
pública o privada, orientada primordialmente por los valores de la justicia social.
ARTICULO 44.- El ingreso, permanencia y promoción a los cargos docentes en los Institutos de
Formación Docente y Técnico-Profesional, se realizará por concurso público y abierto de
antecedentes y oposición, de acuerdo a los criterios que fije el Consejo Federal de Educación.
ARTÍCULO 45.- El Consejo Federal de Educación deberá regular el acceso a cargos directivos
en los Institutos de Formación Docente y Técnico-Profesional atendiendo a las siguientes pautas:
b) Participación en la elección para el acceso a los cargos directivos, de todos los actores
de los institutos de formación docente y técnico-profesional;
c) Renovación periódica de las personas elegidas para ocupar los cargos directivos.
ARTÍCULO 46.- Son derechos de las y los docentes de los institutos privados de formación
docente y técnico-profesional, sin perjuicio de lo dispuesto por la legislación específica:
a) El acceso al sistema sin ningún tipo de discriminación social, de género, étnica, religiosa,
política, económica o por nacionalidad.
b) Las personas con capacidades diferentes o con movilidad reducida deberán contar con los
servicios de interpretación y los apoyos técnicos necesarios para el normal desarrollo de sus
actividades en las instituciones a las que concurran;
ARTÍCULO 47.- Las y los estudiantes de los institutos privados de formación docente y técnico-
profesional tienen los siguientes derechos y obligaciones:
a) Acceder al sistema sin ningún tipo de discriminación social, de género, étnica, religiosa,
política, económica o por nacionalidad;
d) Las personas con capacidades diferentes o con movilidad reducida deberán contar con los
servicios de interpretación y los apoyos técnicos necesarios para el normal desarrollo de sus
CONSULTA HACIA UNA NUEVA LEY NACIONAL DE EDUCACIÓN SUPERIOR
Comisión de Educación – Honorable Cámara de Diputados de la Nación 53
actividades en las instituciones a las que concurran;
TITULO III
CAPITULO 1
Instituciones universitarias
Sección 1
Funcionamiento
ARTICULO 48. - La enseñanza superior universitaria estará a cargo de las universidades y de los
institutos universitarios, ya sean estatales nacionales, provinciales o privados, siendo requisito
para acceder a la educación superior universitaria, el haber finalizado el nivel secundario de
enseñanza o acreditar el conocimiento y experiencia suficientes para su acceso.
b) Autarquía financiera;
ARTICULO 53. - Las instituciones universitarias nacionales solo pueden ser intervenidas por el
Honorable Congreso de la Nación por tiempo determinado y sólo cuando exista un conflicto
Sección 2
ARTICULO 57. - Los títulos deberán ser otorgados en el plazo de ciento veinte (120) días
corridos contados a partir del inicio del trámite de solicitud de los mismos.
ARTICULO 58. - El reconocimiento oficial de los títulos que expidan las instituciones
universitarias será otorgado por el Ministerio de Educación de la Nación. Los títulos oficialmente
reconocidos tendrán validez nacional y latinoamericana en los casos en que se hubieran
celebrado convenios con países de la región.
ARTICULO 59. - Los planes de estudio de todas las carreras universitarias deberán cumplir con
los siguientes requisitos:
a) deberán tener en cuenta los contenidos curriculares básicos y los criterios sobre la formación
práctica que establezca el Ministerio de Educación, en acuerdo con el Organismo de Evaluación
Universitaria y el Ministerio de Ciencia Tecnología e Innovación Productiva;
b) deberán contener materias que abarquen la temática de Derechos Humanos, Salud sexual y
reproductiva y la problemática de género;
Sección 3
Evaluación y Acreditación
Las evaluaciones externas estarán a cargo del Organismo de Evaluación Universitaria, con la
participación de pares académicos de reconocida competencia. Las recomendaciones para el
mejoramiento institucional que surjan de las evaluaciones tendrán carácter público.
b) Acreditar las carreras de grado a que se refiere el artículo 60, así como las carreras de
posgrado, cualquiera sea el ámbito en que se desarrollen, conforme a los estándares que
establezca el Ministerio de Educación en consulta con el Consejo de Universidades y los criterios
establecidos en la presente ley;
c) Pronunciarse sobre la consistencia y viabilidad del proyecto institucional que se requiere para
que el Ministerio de Educación autorice la puesta en marcha de una nueva institución
universitaria nacional con posterioridad a su creación o el reconocimiento de una institución
universitaria provincial;
e) Evaluar los niveles de egreso de las universidades y presentar informes sobre las estrategias
que dichas instituciones utilizan para evitar la deserción de los estudiantes;
f) Definir criterios de evaluación que sobre la función social de la universidad y su relación con la
comunidad en la que esta inserta y el impacto social de los perfiles profesionales de cada
universidad en la sociedad;
ARTICULO 63. - El Organismo de Evaluación Universitaria estará integrada por diecisiete (17)
miembros, designados por el Poder Ejecutivo nacional a propuesta de los siguientes organismos:
tres (3) por el Consejo Interuniversitario Nacional, uno (1) por el Consejo de Rectores de
Universidades Privadas, uno (1) por el Consejo Federal de Educación, tres (3) por cada una de
las Cámaras del Honorable Congreso de la Nación, uno (1) por el Ministerio de Educación, uno
(1) por el Ministerio de Ciencia Tecnología e Innovación Productiva, dos (2) por los gremios
docentes, dos (2) por el sector estudiantil.
El Organismo contará con presupuesto propio y sus dictámenes deberán ser de publicados.
CAPITULO 2
Sección l
ARTICULO 64. - Las instituciones universitarias nacionales son personas jurídicas de derecho
publico, que solo pueden crearse por ley de la Nación, con previsión del crédito presupuestario
correspondiente y en base a un estudio de factibilidad que avale la iniciativa. El cese de tales
instituciones se hará también por ley.
ARTICULO 65. - Creada una institución universitaria, el Ministerio de Educación designara un/a
rector/a- organizador/a, con las atribuciones propias del cargo y las que normalmente
corresponden al Consejo Superior. El rector/a-organizador/a conducirá el proceso de formulación
del proyecto institucional y del proyecto de estatuto provisorio y los pondrá a consideración del
Ministerio de Educación, en el primer caso para su análisis y remisión al Organismo de
Evaluación Universitaria, y en el segundo, a los fines de su aprobación y posterior publicación.
Producido el informe del Organismo, y adecuándose el proyecto de estatuto a las normas de la
CONSULTA HACIA UNA NUEVA LEY NACIONAL DE EDUCACIÓN SUPERIOR
Comisión de Educación – Honorable Cámara de Diputados de la Nación 56
presente ley, procederá el Ministerio de Educación a autorizar la puesta en marcha de la nueva
institución, la que deberá quedar normalizada en un plazo no superior a los cuatro (4) años a
partir de su creación.
ARTICULO 66. - Cada institución dictara normas sobre regularidad en los estudios, que
establezcan el rendimiento académico mínimo exigible, debiendo preverse que los alumnos
cursen por lo menos una (1) materia por año y aprueben dos (2) materias cada dos (2) años.
Las y los docentes designados por concurso deberán representar la totalidad de las respectivas
plantas de cada institución universitaria.
Sección 2
Órganos de gobierno
ARTICULO 68. - Los estatutos de las instituciones universitarias nacionales deben prever sus
órganos de gobierno, tanto colegiados como unipersonales, así como su composición y
atribuciones. Los órganos colegiados tendrán básicamente funciones normativas generales, de
definición de políticas y de control en sus respectivos ámbitos, en tanto los unipersonales tendrán
funciones ejecutivas.
ARTICULO 69.- Los estatutos podrán incluir políticas que coadyuven al ejercicio de una
democracia participativa en el gobierno de las instituciones universitarias, fomentando la
incorporación de prácticas como la convocatoria a consulta estudiantil, la presentación de
propuestas y proyectos mediante iniciativa estudiantil.
ARTICULO 70. - Los órganos colegiados de gobierno estarán integrados de acuerdo a lo que
determinen los estatutos de cada universidad, los que deberán asegurar:
c) Que ningún sector que posea representación en los órganos pueda superar un tercio
(1/3) de la totalidad de sus miembros.
Las y los decanos o autoridades docentes equivalentes serán miembros natos del Consejo
Superior u órgano que cumpla similares funciones. Podrá extenderse la misma consideración a
los directores de carrera de carácter electivo que integren los cuerpos académicos, en las
instituciones que por su estructura organizativa prevean dichos cargos. Para acceder a dichos
cargos no deberá existir ninguna restricción de edad
ARTICULO 71.- Los órganos colegiados convocarán a dos (2) asambleas públicas anuales, en
las mismas informarán sobre los objetivos y balances de la gestión universitaria.
ARTICULO 72.- Los órganos colegiados podrán incluir políticas tendientes a la incorporación del
presupuesto participativo, fomentando la participación de la comunidad educativa en la toma de
decisiones sobre los destinos de los fondos de las universidades
ARTÍCULO 73.- Los estatutos establecerán que en los órganos colegiados deberán tener una
CONSULTA HACIA UNA NUEVA LEY NACIONAL DE EDUCACIÓN SUPERIOR
Comisión de Educación – Honorable Cámara de Diputados de la Nación 57
representación de mujeres en un mínimo de un treinta por ciento (30%).
ARTICULO 75. - Los y las representantes de los docentes, que deberán haber accedido a sus
cargos por concurso, serán elegidos por docentes que reúnan igual calidad. Los y las
representantes estudiantiles serán elegidos por sus pares, siempre que estos tengan aprobadas
un quince por ciento (15 %) de las materias correspondientes a las carreras que cursen.
Sección 3
ARTÍCULO 77.- Las erogaciones corrientes y de capital del Gobierno Nacional, destinadas a la
educación Universitaria tendrán una participación no menor al tres por ciento (3%) en el Producto
Bruto Interno (PBI). Este porcentaje no deberá obtenerse en detrimento de los porcentajes y
montos asignados por el Gobierno Nacional al resto del sistema educativo.
ARTICULO 78.- Cuando la generación de recursos adicionales a los aportes del Tesoro nacional,
provenga de herencias, legados, donaciones o cualquier otra libertad a favor de la Universidad o
de sus unidades académicas u otros organismos que la integren, previo a ser aceptados por el
Consejo Superior deberá oírse al destinatario final y analizarse exhaustivamente las condiciones
o cargos que puedan poner los testadores y benefactores, en cuanto a las conveniencias y
desventajas que puedan ocasionar a la universidad y al establecimiento de esta que ha de recibir
el beneficio.
Iguales recaudos deberán tomarse en los casos de créditos y otras financiaciones, con el fin de
mantener la libertad e independencia de sus actividades docentes y de investigación. En ningún
caso se aceptarán liberalidades provenientes de empresas multinacionales.
ARTICULO 81.- Las y los estudiantes de las universidades nacionales podrán ser parte de
prácticas pre- profesionales con régimen de pasantía, las cuales no podrán tener una duración
mayor a un (1) año, debiendo estar orientadas a la temática específica de la carrera que cursan
las y los estudiantes.
ARTÍCULO 82.- Las patentes y los certificados de los modelos de utilidad de las invenciones, que
se realicen en las universidades estatales no podrán ser objeto de transmisión ni de licencia
alguna sin previa aprobación del Ministerio de Ciencia, Tecnología e Innovación Productiva.
CAPITULO 3
ARTICULO 83. - Las instituciones universitarias privadas deberán constituirse sin fines de lucro,
CONSULTA HACIA UNA NUEVA LEY NACIONAL DE EDUCACIÓN SUPERIOR
Comisión de Educación – Honorable Cámara de Diputados de la Nación 58
obteniendo personería jurídica como asociación civil o fundación. Las mismas serán autorizadas
por ley de la Nación, que admitirá su funcionamiento provisorio por un lapso de seis (6) años,
previo informe favorable del Organismo de Evaluación Universitaria, y con expresa indicación de
las carreras, grados y títulos que la institución puede ofrecer y expedir.
ARTICULO 84. - El informe del Organismo de Evaluación Universitaria a que se refiere el artículo
anterior, se fundamentara en la consideración de los siguientes criterios:
d) El nivel académico del cuerpo de profesores con el que se contará inicialmente, su trayectoria
en investigación científica y en docencia universitaria;
b) Toda modificación de los estatutos creación de nuevas carreras cambio de planes de estudio o
modificación de los mismos, requerirá autorización del citado Ministerio;
c) En todo documento oficial o publicidad que realicen las instituciones deberán dejar constancia
expresa del carácter precario de la autorización con que operan.
ARTICULO 86. - Cumplido el lapso de seis (6) años de funcionamiento provisorio contados a
partir de la autorización correspondiente, el establecimiento podrá solicitar el reconocimiento
definitivo para operar como institución universitaria privada, el que se otorgara por ley de la
Nación previo informe favorable del Organismo de Evaluación Universitaria.
ARTICULO 87. - Los establecimientos privados cuya creación no hubiere sido autorizada
conforme a las normas legales pertinentes no podrán usar denominaciones ni expedir diplomas,
títulos o grados de carácter universitario. La violación de esta norma dará lugar a la aplicación de
sanciones conforme lo establezca la reglamentación de la presente ley, la que podrá llegar a la
clausura inmediata y definitiva de la entidad y a la inhabilitación de los responsables para ejercer
la docencia, así como para desempeñar la función pública o integrar órganos de gobierno de
asociaciones civiles dedicadas a la educación superior.
ARTICULO 88. - Las Asociaciones Civiles o fundaciones que se constituyan como universidades
privadas no podrán recibir subsidios de ningún tipo ni exenciones de impuestos.
a) El ingreso de sus docentes por concurso así como su formación de manera gratuita.
c) El ingreso al gobierno de las Universidades de las y los Estudiantes, las y los docentes, las y
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los graduados y del personal administrativo, de servicio y técnico.
ARTÍCULO 90.- Son derechos de las y los docentes de las instituciones privadas de educación
superior, sin perjuicio de lo dispuesto por la legislación específica:
a) Al acceso al sistema sin ningún tipo de discriminación social, de género, étnica, religiosa,
política, económica o por nacionalidad.
b) Las personas con capacidades diferentes o con movilidad reducida deberán contar con los
servicios de interpretación y los apoyos técnicos necesarios para el normal desarrollo de sus
actividades en las instituciones a las que concurran;
ARTÍCULO 91.- las y los estudiantes de universidades privadas tienen los siguientes derechos y
obligaciones:
a) Acceder al sistema sin ningún tipo de discriminación social, de género, étnica, religiosa,
política, económica o por nacionalidad;
d) Las personas con capacidades diferentes o con movilidad reducida deberán contar con los
servicios de interpretación y los apoyos técnicos necesarios para el normal desarrollo de sus
actividades en las instituciones a las que concurran;
CAPITULO 4
ARTICULO 93. - El Consejo de Universidades será presidido por el Ministro de Educación o por
quien éste designe con categoría no inferior a Secretario, y estará integrado por el Comité
Ejecutivo del Consejo Interuniversitario Nacional, por la Comisión Directiva del Consejo de
Rectores de Universidades Privadas, por un representante de cada Consejo Regional de
Planificación de la Educación Superior -que deberá ser representante de una institución de
educación superior-, por representantes del Organismo de Evaluación Universitaria,
representantes del sector estudiantil y por un representante del Consejo Federal de Educación.
Serán sus funciones:
c) Acordar con el Consejo Federal de Educación criterios y pautas para la articulación entre las
instituciones de educación superior;
ARTICULO 94. - El Consejo Interuniversitario Nacional estará integrado por los/las rectores/as o
presidentes/as de las instituciones universitarias estatales reconocidas por la Nación, que estén
definitivamente organizadas, y el Consejo de Rectores de Universidades Privadas estará
integrado por los/las rectores/as o presidentes/as de las instituciones universitarias privadas.
b) Ser órganos de consulta en las materias y cuestiones que prevé la presente ley;
Cada Consejo se dará su propio reglamento conforme al cual regulara su funcionamiento interno.
TITULO IV
ARTICULO 95. - Cuando una carrera que requiera acreditación no la obtuviere, por no reunir los
requisitos y estándares mínimos previamente establecidos, el Organismo de Evaluación
Universitaria podrá recomendar que se suspenda la inscripción de nuevos/as estudiantes en la
misma, hasta que se subsanen las deficiencias encontradas, debiéndose resguardar los
derechos de los y las estudiantes ya inscriptos que se encontraren cursando dicha carrera.
ARTICULO 96. - Las instituciones universitarias nacionales deberán adecuar sus plantas
docentes de acuerdo a lo previsto en el segundo párrafo del artículo 67 de la presente ley dentro
del plazo de tres (3) años contados a partir de la promulgación de esta. En estos casos, los
docentes interinos con más de dos (2) años de antigüedad continuados podrán ejercer los
derechos consagrados en los artículos 71 y 76 de la presente ley.
ARTICULO 97. - Las instituciones universitarias nacionales adecuaran sus estatutos a las
disposiciones de la presente ley, dentro del plazo de ciento ochenta (180) días contados a partir
de la promulgación de esta.
ARTICULO 99. - Deróguese la ley 24.521 y toda otra norma que se oponga a la presente.
FUNDAMENTOS
Señor presidente:
Este proyecto se presenta con referencia al Expediente 5263-D-2008 que fuera presentado con
anterioridad.
Debemos comenzar, como primera medida para fundamentar este proyecto, por determinar lo
que consideramos por "educación"; desde una mirada nacional y latinoamericana, entendemos a
la educación como una herramienta imprescindible a la hora de la transformación social, aquel
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derecho humano fundamental que se presenta como la condición de posibilidad para el efectivo
goce y ejercicio de todos los restantes derechos fundamentales, particularmente los económicos
sociales y culturales.
Sabemos que la Educación Superior, sea en el ámbito nacional o regional, históricamente ha sido
un reducto de los sectores de altos ingresos y en todo caso, un recurso de ascenso social para
buena parte de las capas medias de nuestras sociedades. En esos términos, el poder simbólico
de la Educación Superior, la convierte en terreno de disputa de cara a la apropiación del
conocimiento y sus lógicas inmanentes.
En este sentido, la educación se constituye como la base sobre la que se asienta la verdadera
distribución de la riqueza de un país, por su condición estructural. Es posible asumir que la
educación opera como instrumento que contribuye a la construcción de la igualdad, aunque al
mismo tiempo puede funcionar a título de brazo ejecutor de la discriminación social. "Se
descubre así una manera de entender la relación entre educación y sociedad que precede los
hechos y por lo tanto los determina." (1)
Así las cosas no podemos dejar de observar que la ley de transferencia a las provincias y a la
Municipalidad -hoy Ciudad Autónoma- de Buenos Aires de servicios educativos (2) ; las normas a
través de las cuales se recogió la "Ley Federal de Educación" (3) , además de ley de Educación
Superior (4) aún vigente, constituyeron -y en muchos aspectos constituyen hoy día- el entramado
legal a partir del cual la lógica neoliberal se impuso en las políticas educativas nacionales.
La redefinición del papel del estado se galvanizó legislativamente a través de normas que no
hicieron otra cosa que actuar como marco regulatorio de la libre oferta y demanda de aquello que
pasó a considerarse "servicio educativo". Con estas lógicas mercantilistas se avanzó sobre la
educación pública y se promovió el acceso de capitales privados que condicionaron planes de
estudio. Por otro lado, se facilitó la creación de Universidades privadas. Se orientaron los perfiles
profesionales de acuerdo a la lógica y necesidades del mercado: "Estos esquemas de la década
pasada se traducen en la consideración de una educación que, lejos de ser entendida como un
bien social inherente al desarrollo de la Nación, aparece como uno más de los servicios que
ofrece el mercado, con o sin intermediación estatal. El argumento central que sostiene a las
políticas educativas neoliberales es que los grandes sistemas educativos son ineficientes,
inequitativos y sus productos de baja calidad. De tal afirmaciones se deduce que la educación
pública ha fracasado y que se justifican las políticas de reducción de la responsabilidad del
Estado en la educación, presentadas como la única forma posible" (5)
La cultura del costo - beneficio alabada en los altares del Dios del Mercado se encargó del resto.
En ese marco, no fue suficiente la resistencia de los docentes agremiados y los sectores
estudiantiles organizados, para detener el ingreso de las lógicas neoliberales en el sistema
educativo. Las comodidades del "plan canje" y las facilidades del "1 a 1" fueron anestesia
suficiente para que los sectores altos y medios de nuestra sociedad consintieran la penetración
económica, social y cultural que hoy nos deja frente a las falencias estructurales del Sistema de
Educación en general y del Superior en particular.
Pero sobrevino la crisis del modelo neoliberal en todas sus dimensiones, lo que se cristalizó en
diciembre del año 2001 y allí se expresó el pueblo argentino contra a un modelo de acumulación
que devastó toda estructura estatal solidaria. Por cierto que la crisis de representación política,
aquella que se venía gestando a partir de las impugnaciones al modelo surgidas de lo sectores
relegados, y anticipadas a principios del los ´90 por los trabajadores de la educación pública
conjuntamente con el movimiento estudiantil y los movimientos sociales, fue la condición de
posibilidad para la emergencia de proyectos políticos que contemplaran las visiones y
fundamentalmente las necesidades de las mayorías populares hacia la construcción de un nuevo
proyecto de país.
Resulta imposible desconocer los avances generados a partir de la nueva normativa como la
definición de la educación como un bien público y derecho personal y social; la reaparición del
Estado como garante del financiamiento de buena parte del sistema educativo; las limitaciones
impuestas para el acceso a la carrera docente de aquellos sujetos condenados por delitos de
lesa humanidad,"la prohibición de suscribir tratados bilaterales o multilaterales de libre comercio
que impliquen concebir a la educación como un servicio lucrativo" (10) ; la definición de una
estructura unificada del sistema educativo nacional; el incremento progresivo de la inversión en el
área hasta alcanzar el seis por ciento (6 %) del Producto Bruto Interno (PBI) en el año del
bicentenario; el establecimiento del salario mínimo docente; y la definición de algunos contenidos
mínimos -golpe de Estado, Malvinas, Historia Argentina y Latinoamericana, etc.-, son buenos
ejemplos cuyo esfuerzo corresponde reconocer, y al mismo tiempo generan las líneas de acción
que nosotros escogemos de cara a la construcción de las política públicas educativas que aún
presentan serias deficiencias.
Somos concientes que en lo que atañe a la Educación Superior, corresponde todavía avanzar en
torno a la democratización y reformulación de sus objetivos principales; incrementar el
presupuesto que se le destina de modo que se permita la regularización de la carrera docente, la
resolución de los problemas edilicios, la asistencia económica que tienda a garantizar el ingreso,
permanencia y egreso de los y las estudiantes de menores recursos. Pero también juzgamos
acertado iniciar el debate acerca de la reformulación de los planes de estudios conforme las
nuevas necesidades económicas y políticas de la nación; la fijación de límites a los capitales
privados que condiciones la formación y, fundamentalmente, la discusión en torno a las
vinculaciones de todo el sistema de educación superior con los sectores populares y en función
de ese objetivo orientar la formación de grado y posgrado en orden a la satisfacción de las
necesidades del pueblo; de la Nación en tanto proyecto de país; y de la región en tanto
necesidad estratégica.
Autonomía Universitaria
El diccionario define la Autonomía como la potestad que dentro de un Estado tienen algunas
entidades para regirse mediante normas y órganos de gobierno propios.
¿Por que se da esta potestad? Pues porque se supone que es necesaria dadas las
características de la entidad a la que se le otorga. Si esto es así, no parece errado suponer la
existencia de un valor estratégico queriéndose proteger. Y quien piensa en estrategia, debe
pensar necesariamente en algún fin u objetivo en virtud del cual aquella potestad adquiriría razón
de ser y sentido. Este objetivo debería entonces estar relacionado con un ente superior capaz no
solo de fijarlo, sino también, de otorgar aquella potestad.
Creemos que el Estado (el poder ejecutivo a través de los Ministerios de Educación y de Ciencia,
Tecnología e Innovación Productiva y el legislativo con representantes de ambas cámaras), las
organizaciones sociales, los sindicatos y la sociedad civil en general deben tener un espacio
donde, conjuntamente con la Universidad, puedan definir, en el marco de una alianza estratégica,
cuestiones relativas a las prioridades de inversión en relación a las ramas o disciplinas de la
ciencia (ciencias básicas, aplicadas, humanas, sociales, de salud, etc.) en virtud de los perfiles
que se establezcan como prioritarios para el desarrollo nacional; el otorgamiento de becas con
sentido estratégico; las características que deberían tener los graduados, etc. Esto incluiría no
solo las actividades de grado, sino también la investigación (a través de la potestad para definir
líneas de investigación prioritarias) y los posgrados.
Los desafíos que la época actual impone a nuestras naciones latinoamericanas nos obligan a
superar aquellas concepciones que entienden el rol de la Universidad en los estrechos términos
de "Soberanía", "Isla democrática" o "Estado dentro de otro Estado".
La Autonomía debe ser pensada hoy, como la capacidad de las Universidades para poder
cumplimentar el papel que la Planificación Nacional de la Educación le asigne.
Esto no significa vaciar de contenido aquel concepto enarbolado por los reformistas del 18 sino,
por el contrario, asignarle un rol que trascienda aquel momento histórico para constituirlo como
una herramienta útil para los desafíos que la actualidad impone. Nada más cercano a un
merecido homenaje, a noventa años de aquella gesta.
En este sentido, creemos que deberían invertirse los términos de la ecuación que define la lógica
de la autonomía: del temor (porque no decirlo) a la injerencia de "elementos extraños" al
quehacer académico-universitario fundado en el valor estratégico de la universidad; deberíamos
marchar hacia un esquema que piense precisamente ese valor como razón última necesaria y
suficiente a la vez, para fomentar la inclusión de los demás actores del juego para el que esa
La Universidad no debe estar al servicio del pueblo por el solo hecho de que este la financie. La
Universidad es del Pueblo porque su propia esencia de parte la coloca en la orbita del todo que le
da sentido y la guía en sus tareas. ¿O debemos suponer que el conocimiento es un fin en si
mismo?
Creemos que los lineamientos propuestos en este apartado son insoslayables para guiar el
debate que permita contribuir a que la Universidad pueda cumplir correctamente su función
social.
A fines de los años 80, en el ámbito educativo comenzaron a adquirir importancia las actividades
de investigación y desarrollo fomentando que las mismas fueran transferidas al sector socio
productivo para su aplicación y explotación. Esta concepción de la transferencia de producción
del conocimiento surge con fuerza durante la década del noventa, influenciada por la teoría
económica neoclásica en Política Universitaria.
El ahogo presupuestario generado por el estado era la otra cara del proceso. En el año 1999,
durante el segundo mandato de Carlos Menem, se anunció un recorte en el presupuesto
educativo de alrededor de cien millones de pesos. La comunidad educativa reaccionó
movilizándose en las calles y el ajuste fue descartado. Sin embargo el embate no cesó y en el
año 2001 durante el breve paso de Ricardo López Murphy por el Ministerio de Economía hubo un
nuevo intento, pero otra vez fue frenado por la participación popular. Esto demuestra "el papel
que la educación conserva en el imaginario de los argentinos (...) en torno a la responsabilidad
indelegable del estado en su promoción".
De todos modos, se construyeron mecanismos más sutiles pero no por eso menos eficaces. Un
estudio realizado por Albretch y Ziderman en el año 1992 (12) muestra que la mayoría de los
países latinoamericanos aplica la "Asignación por negociación presupuestaria" como forma de
financiamiento del sistema Educativo Superior.
El porcentaje del tesoro Nacional se utiliza fundamentalmente para los salarios del personal,
mientras que el "aporte de otras fuentes" es utilizado en investigaciones, bienes de uso y
transferencias. Las fuentes paralelas de financiamiento que provienen de empresas nacionales,
internacionales y organismos de crédito internacional, fueron modificando las orientaciones de las
diversas disciplinas, cerrando el círculo que delinea a la educación como un servicio y no como
un derecho humano.
Son dos las formas adoptadas por Argentina en esta etapa en la que se debatía en América
Latina sobre las diversas formas de financiamiento de la Educación. Por un lado, "El
financiamiento basado en resultados e indicadores de desempeño a través de fondos
concursables" (13) y por otro recursos destinados a "alcanzar objetivos o logros de las
universidades o instituciones de Educación Superior (...) muchos objetivos o metas establecidos
para este propósito tiene que ver con docencia, especialmente tomando en cuenta el número y
calidad de alumnos o con logros en materia de investigación o en cuanto a formación de
posgrado" (14) . Un ejemplo de dicho mecanismo es el FOMEC (15) . La perspectiva que iban
instaurando en el país estos mecanismos era el modelo de educación mixta, que implicaba
directamente el arancel o en ingreso directo de capital privado a la educación como una fuente
de igual magnitud con respecto a la partida presupuestaria del Estado Nacional.
Los servicios -propiedad Industrial e intelectual que son figuras jurídicas del por las cuales la
titularidad pasa a estar en manos de las Universidades y por lo tanto, pueden ser transferidas de
acuerdo con la Ley Nacional de Patentes y las normas propias de cada universidad.
Es importante destacar que desde nuestra concepción, no pueden venderse o transferirse las
patentes sin un nivel de articulación con el Estado Nacional ya que entendemos que la
producción de conocimiento no debe ser el privilegio de unos pocos, sino que debe estar en
función de los sectores populares y por lo tanto de las necesidades estratégicas del país. Lo que
se discute en este punto es, en definitiva quién se apropia del conocimiento producido en una
institución estatal. Por esto, incluimos en el proyecto de ley la articulación entre las instituciones
de educación superior y el Ministerio de Ciencia Tecnología e Innovación Productiva.
Todo ello nos enfrenta con la férrea necesidad de desandar el camino andado en términos de
financiamiento alternativo.
Para proyectar hacia futuro un incremento de los índices de ingreso sin que ello sea un falso
mérito se hace imprescindible un proceso de sustentabilidad económico-financiera. Esto se basa
en una fuerte concepción sobre el rol activo que debe tener el estado en la planificación de la
Educación.
Entendemos que las políticas públicas deben ser orientadas hacia la promoción de la educación
en todos sus niveles, ello incluye a la Educación Superior.
Actualmente los recursos que se destinan a las Universidades Nacionales significan solamente el
0.64% del PBI del país. Por todo lo expuesto, consideramos primordial establecer por Ley un
incremento del PBI llevándolo al tres por ciento 3% anual:
INVERSIÓN PÚBLICA TOTAL EN EDUCACIÓN SUPERIOR COMO PORCENTAJE DEL PIB (17)
La vinculación con los niveles primario y secundario de enseñanza, se ha visto menoscabada por
variadas causas. Producto de ello es que la mayoría de los egresados del nivel medio de
educación no se encuentren preparados para ingresar al nivel superior de enseñanza.
Por los motivos expuestos en los dos parágrafos anteriores, entendemos que desde el Sistema
de Educación Superior se deben trazar estrategias para integrar a los diversos niveles a través
de un trabajo conjunto y articulado, traduciéndose en un proceso de inclusión y mejora de los
niveles educativos, propiciado por la responsabilidad compartida de las autoridades de cada nivel
de enseñanza y con una presencia clara y transparente del Ministerio de Educación, que es
quien tiene la responsabilidad de planificar y llevar adelante políticas públicas homogéneas y
coherentes basadas en diagnósticos serios y profundos sobre las demandas sociales y su
respuesta educativa.
No obstante las marcadas diferencias de estructura entre las distintas instituciones de educación
superior, desde nuestra perspectiva planteamos, como deber de las instituciones, el crear
mecanismos eficaces para facilitar el cambio de modalidad, de orientación o de carrera, la
continuación de los estudios en otros establecimientos sean universitarios o no y el control sobre
la interposición de los planes educativos, tanto entre los mismos institutos de educación superior
como entre estos y las universidades.
Por tal razón, consideramos que deben ser los Consejos Regionales de Planificación de la
Educación Superior los encargados de la articulación entre las instituciones universitarias y los
institutos de formación docente y técnico-profesional.
Este proceso no fue exclusivo de Argentina, esto sucedió en toda Latinoamérica, así lo
demuestra la concepción de la educación para la UNESCO en los años '70, definiéndola como "la
formación, mantenimiento y oferta de los recursos humanos".
Por lo expuesto ut supra, como primera medida, consideramos de vital importancia el cambio de
denominación de la Educación Superior No Universitaria por la de Educación Docente y Técnico
Profesional, ya que la actual Ley de Educación Superior la denomina de forma negativa,
contraponiéndola con la Educación Superior Universitaria, consagrando a esta última como
dominante del nivel superior de enseñanza.
Las autoridades competentes de las provincias y la Ciudad Autónoma de Buenos Aires deben
fijar regulaciones precisas sobre el control y la evaluación de los Institutos de Formación Docente
de gestión privada, ya que en la actualidad el cincuenta y un por ciento (51%) de los Institutos de
Formación Docente y Técnico Profesional pertenecen a capitales privados.
Por esta razón también es necesario crear mecanismos eficaces para la articulación entre las
universidades y los institutos de educación superior docente y técnico profesional, con la finalidad
de garantizar una educación continua.
"Una nueva Ley de Educación Superior debe alentar la concepción de los Institutos de Educación
Superior como espacios públicos de formación cultural en sentido amplio, y articulado con el
resto del Sistema Educativo, en tanto las instituciones educativas públicas siguen encarnando
hoy un rol central en la vida cultural de país y en la democratización del acceso a la cultura" (18) .
Entendemos que es vital, para pensar a la Educación como debe ser, un derecho humano y una
responsabilidad indelegable del Estado para garantizarla en todos sus niveles, empezar a
reconstruir un espacio estratégico como es el de los Institutos de Formación Docente y Técnico
Profesional, en los cuales transitan los futuros educadores de los hombres y mujeres del mañana
y los futuros técnicos y técnicas que respondan a las necesidades del desarrollo de nuestra
sociedad.
A tal efecto la Educación Superior Docente y Técnico Profesional debe garantizar una educación
formativa que fomente en las y los estudiantes su criterio de análisis propio y las cualidades que
lo habiliten para actuar con idoneidad social e intelectual orientada primordialmente por los
valores de la solidaridad social.
Por esto es importante que los Institutos sean ámbitos de participación democrática e igualitaria
de todos los actores que los integran, donde se desarrolle la formación docente que asegure la
igualdad en la vida educativa de las personas, que posibilite una repercusión en la inclusión
social, en el crecimiento y el desarrollo, y en la producción, la distribución, la circulación y la
apropiación de las culturas.
Esta definición invita a algunas preguntas casi obligadas: dónde, cómo y para qué se produce
este conocimiento (que es lo mismo que preguntarse quién es el que lo produce, para quién lo
hace y de qué modo se lleva a cabo este movimiento)
Gran parte de la historia de nuestra comunidad científico- académica esta signada por la
importación de modelos de construcción del conocimiento foráneos, adaptados arbitrariamente a
nuestra realidad particular. El aura de "conocimiento verdadero", "serio" y, finalmente, "único" que
rodea a lo que se produce en los países centrales, ha impuesto una barrera político-
epistemológica que ha impedido el fortalecimiento de variantes nacionales y latinoamericanas
que sin negar el legado universal, intenten concentrarse en la reapropiación y reelaboración del
mismo en función de una realidad distinta y diversa.
Los argumentos que suelen utilizarse para negar estas visiones tienen, más allá de sus variantes,
un denominador común: la supuesta seriedad y excelencia académica.
De este modo, nuestra universidad sería la "única" institución autorizada para importar el "único"
conocimiento verdadero, desde los "únicos" centros de producción legítimos. Este esquema no
parece ser (ni desde su forma lógica, ni desde los resultados concretos que produjo) el mas
adecuado para garantizar una excelencia que se diferencie por su seriedad. En todo caso,
deberíamos ensayar un paso previo: la definición de aquello que denominamos "excelencia",
porque "la profundidad o la excelencia académica como se la llama, no consiste en tecnicismos,
sobreactuación metodológica, utilización de categorías denominadas científicas, sino en la
inmersión profunda en la realidad y sus contradicciones, hasta perderse en ellas, para subir con
propuestas superadoras, con teorías que arrancan desde la raíz de los problemas y
contradicciones reales" (19)
A tal fin, proponemos la creación de Consejos Sociales integrados por los distintos sectores de la
comunidad, que deberán articular las políticas de extensión y desarrollo social para fortalecer el
vínculo entre las instituciones de educación superior y la realidad social de la comunidad, y la
obligatoriedad de realizar prácticas comunitarias para las y los estudiantes de Educación
Superior.
Porque pensamos que esta es una medida que nos acerca al proceso de construcción de
conocimiento que queremos, un proceso colectivo y permanente que capacite tanto a docentes
como a estudiantes, para conformar una visión crítica de la realidad con la firme intención de
transformarla en beneficio de todo el pueblo.
Este punto nos enfrenta con un desafío urgente de la Educación Superior: La democratización y
resignificación de los espacios de representación política.
Creemos necesario fomentar la participación y defender las banderas históricas del cogobierno
universitario. Esto implica repensar las representaciones de los sectores en los órganos
colegiados, las formas de elección de los cargos unipersonales, el cupo femenino en los primeros
y una serie de determinaciones que desarrollamos a continuación:
El primer conflicto que se presenta, es que gran parte de los docentes al no haber sido
concursados, no pueden votar ni ser votados. Esto no quiere decir que el problema está en el
concurso sino en la falta de los mismos. La instancia de concurso es fundamental ya que es
necesario un mecanismo que evalúe la capacidad de los docentes para enseñar, la apropiación
que los mismos poseen de herramientas pedagógicas y conocimientos disciplinarios. Sin
embargo, en un contexto como el actual con mayoría de docentes interinos, propicia la elitización
en los espacios de representación.
Por este motivo, debe resolverse el problema de la falta de concursos. Todos los docentes deben
pasar por instancias de concursos que validen su espacio y pertinencia y les permita votar y ser
votados como los representantes de su sector. Mientras ese proceso no se realice, los docentes
interinos deberían votar y ser votados.
Por otra parte, establecemos la inclusión de un sector históricamente relegado en los espacios de
tomas de decisiones: el personal administrativo, de servicio y técnico, con un porcentaje no
menor al diez por ciento (10%).
Es necesario profundizar en este punto: los mal llamados no docentes son hoy en día el sector
más desaventajado, con pocas o nulas instancias de representación, trabajo precarizado, y sus
reclamos no son tenidos en cuenta así como sus opiniones con respecto al destino de la
Universidad.
A la hora de abordar la cuestión de los graduados, se expresa la necesidad de que todos puedan
votar y ser votados, incorporando de manera automática a quienes egresan al claustro y
permitiendo la ampliación de los padrones. Esto garantiza el voto de todos aquellos que
pertenezcan al sector mencionado.
Los cargos unipersonales deberán ser elegidos por voto directo y ponderado respetando las
proporciones que la ley regula para los órganos colegiados en la ponderación. Asimismo, no
tendrán que tener restricciones de edad para acceder a los cargos institucionales.
Por último, aunque no por orden de importancia, incorporamos que ningún sector que tenga
representación en los órganos pueda superar el tercio de la totalidad de sus miembros.
Entendemos que la defensa del cogobierno implica la eliminación de la mayoría relativa de
cualquier sector. En pos de fomentar los procesos de democratización y participación.
Es evidente que debe haber un organismo que controle, evalúe y acredite a las Universidades.
Lo que hay que discutir es quién debe hacerlo, con qué objetivos y cómo debe accionar.
Lo que la Universidad genera difícilmente pueda ser evaluado de manera correcta si el único
criterio que guía el examen es "la excelencia académica". La función social de la universidad nos
obliga a incluir un criterio de adecuación o congruencia con los objetivos generales propuestos
para la educación superior.
A pesar que la universidad se presenta como un espacio de posible realización para el género
femenino, sigue reproduciendo dentro de su lógica las desigualdades de una sociedad patriarcal.
La universidad pareciera no tener en cuenta esta problemática como un eje fundamental para la
construcción de una sociedad más igualitaria, ni dentro ni fuera de sus muros.
Aunque en las universidades argentinas estudian y egresan más mujeres que hombres
(representan el 55% y el 57% respectivamente), las desigualdades a las que se tiene que
enfrentar el género femenino tanto a la hora de cursar, llevar adelante responsabilidades
profesionales u académicos- o llegar a instancias post graduales son numerosas.
Estos porcentajes aumentan en las Universidades con mayor cantidad de alumnos como la
Universidad de Buenos Aires pero presentan diferencias de acuerdo a las carreras. En las
Facultades con perfiles sociales se hace visible un incremento de la matrícula femenina. Sin
embargo, en las denominadas ciencias duras siguen siendo mayores los estudiantes hombres.
Esto se vincula con una concepción cultural que adjudica a la mujer un rol de contención,
relacionado con la maternidad.
Por esta misma razón, no sorprende que la participación de las mujeres en la vida universitaria
no se vea reflejada en los porcentajes de aquellas que ocupan los cargos directivos de las
unidades académicas (rectores, decanos, vice decanos, etc.). Sólo el 10 % de los cargos de
mayor importancia (Rectores Nacionales por ej.) está representado por mujeres, algo similar
sucede con el porcentaje de profesores que están a cargo de las cátedras. Las mujeres sólo
vuelven a ser mayoría dentro de las categorías más bajas (como por ejemplo auxiliares docentes
de dedicación semi exclusiva).
En cuanto a las mujeres que tienen la posibilidad de acceder a la universidad, muchas veces, a la
hora de alcanzar un título de grado se encuentran ante la disyuntiva que les sigue planteando
toda una sociedad: formar una familia o continuar con la carrera profesional.
Las mujeres atraviesan una serie de dificultades extra en respecto de los hombres. Una mujer
embarazada en general debe dejar de estudiar porque la Universidad no le otorga las
herramientas necesarias para contenerla dentro del Sistema de Educación Superior. Son
contadas las Facultades que poseen Centros de Desarrollo Infantil (CDI) para el cuidado de los
hijos e hijas de las estudiantes que cursan o licencia por maternidad. Hay mucho que avanzar en
este campo.
También desde ese mismo momento sectores cómplices y beneficiarios del modelo impuesto por
el régimen militar, empezaron a plantear que lo que correspondía era un proceso de
Reconciliación Nacional, cuyo supuesto objetivo era sepultar el pasado que nos había dividido,
instalando la impunidad y el olvido como ejes fundamentales. Subsidiaria de esas ideas, fue la
malograda "Teoría de los dos demonios", que pretendió instalar la falsa idea de una "guerra"
entre dos sectores separados de la sociedad, cuando lo que sucedió en verdad fue la puesta en
práctica de un plan sistemático de exterminio de un grupo nacional con el objetivo de instalar a
sangre y fuego un plan económico de concentración y transferencia de recursos desde los
sectores populares hacia los sectores más concentrados del capital nacional y extranjero.
Las llamadas Leyes de Obediencia Debida y Punto Final, y más tarde los indultos, fueron las
herramientas legales utilizadas para imponer, contrariando toda la legislación nacional e
internacional, la impunidad como política de estado y la negación del derecho fundamental a la
justicia a las víctimas y a la sociedad toda. Durante más de 20 años, este andamiaje legal de
impunidad, permitió a miles de genocidas reciclarse y ocupar lugares de relevancia en distintos
sectores del Estado a nivel nacional, provincial y municipal y en las Universidades.
Para concluir, propiciamos este proyecto de ley porque, compartiendo la frase de Paulo Freire,
creemos que: "Si la educación sola no transforma la sociedad, sin ella tampoco la sociedad
cambia. Si nuestra opción es progresista, si estamos a favor de la vida y no de la muerte, de la
equidad y no de la injusticia, del derecho y no de la arbitrariedad, de la convivencia con el
diferente y no de su negación, no tenemos otro camino sino vivir plenamente nuestra opción.
Encarnarla, disminuyendo así la distancia entre lo que hicimos y lo que hacemos. No respetando
a los débiles, engañando a los incautos, ofendiendo a la vida, explotando a los otros,
discriminando al indio, el negro, la mujer, no estaré ayudando a mis hijos a ser serios, justos, y
amorosos de la vida y de los otros" (21) .
Este proyecto de ley no podría haberse realizado sin los aportes, visiones, opiniones y ayuda de
decenas de compañeros y compañeras, con un mismo nivel de compromiso con la educación
pública nacional que creen con convicción en un proyecto de país inclusivo, soberano,
participativo y con justicia social. Agradecemos fraternalmente a todos y todas.
Sr. Presiente, por las razones aquí expuestas, y por las que se darán oportunamente, es que se
solicita la aprobación del presente Proyecto de Ley.
(6) De Souza Santos Boaventura, La universidad en el siglo XXI, México, UNAM, 2005
(13) Luis A. Riveros, Colaboradores Carlos Cáceres, Efraín Medina, Jacques Schwartzman,
"Retos y Dilemas sobre el financiamiento de la educación superior en América Latina y el Caribe"
Capítulo 10, apartado 1.
(14) Op Cit
(15) Fondo para el Mejoramiento de la Calidad Universitaria, integró uno de los 6 componentes
del Programa para la Reforma de Educación Superior (PRES) dependiente de la Secretaría de
Políticas Universitarias y fue una política de incentivo, carente de una concepción integral sobre
las problemáticas de la Educación Superior Argentina. Creado por el Poder Ejecutivo Nacional
mediante decreto 408/1995 y distribuyó fondos en las Universidades Nacionales.
(17) Fuente: IESALC -UNESCO: Informe sobre la Educación Superior en América Latina y el
Caribe 2000-2005. La metamorfosis de la Educación Superior. Caracas, 2006: IESALC-
UNESCO, Informe de varias consultorías efectuadas por el equipo del proyecto MESALC en
Retos y dilemas sobre el financiamiento de la Educación Superior en América Latina y el Caribe.
Autor: Luis A. Riveros.
(18) Huergo Fernández Jorge, Aportes para la discusión sobre la Ley de Educación Superior, s/e,
s/a.
(20) En http://conadu.org.ar/wordpress/?page_id=34
Texto facilitado por los firmantes del proyecto. Debe tenerse en cuenta que solamente podrá ser
tenido por auténtico el texto publicado en el respectivo Trámite Parlamentario, editado por la
Imprenta del Congreso de la Nación.
Nº de Expediente 5430-D-2010
Trámite Parlamentario 103 (02/08/2010)
Sumario REGIMEN DE EDUCACION SUPERIOR.
Firmantes AMADEO, EDUARDO PABLO.
Giro a Comisiones EDUCACION; PRESUPUESTO Y HACIENDA.
TÍTULO PRELIMINAR
Artículo 1º - La educación superior junta- mente con los demás niveles educativos tiene carácter
de prioridad nacional.
Art. 2º - La Educación Superior como inte- grante clave del Sistema Educativo Nacional es
concebido, planificado y organizado al servicio de la sociedad bajo los principios rectores de
equidad social, calidad académica e integración, atendiendo los distintos tipos de necesidades y
derechos individuales y colectivos.
TÍTULO I
De los fines
Art. 4º - Las entidades que integran la Edu- cación Superior tienen como misión la transmisión,
crítica, generación y gestión del conocimiento, el desarrollo de la investigación e innovación y la
producción científica, tecnológica, cultural y artística en todas sus formas, de acuerdo con los
siguientes fines:
b) Elevar y difundir la Cultura Nacio- nal y todos los bienes y formas culturales que hacen a
nuestra identidad;
TÍTULO II
g) Asegurar el desarrollo de la activi- dad física, deportiva y recreativa y de las formaciones que la
complementen;
h) Formar para el ejercicio de la do- cencia, en todos los niveles y modalidades educativas, así
como para la cualificación permanente de quienes habrán de ejercerla de acuerdo con el más
alto nivel de exce- lencia en sus aspectos científicos, creativos y pedagógicos;
i) Contribuir a la distribución equitati- va del conocimiento y al dominio de los códigos por los
cuales circula la información socialmente significativa;
j) Facilitar a los estudiantes el ejerci- cio del derecho a estudiar y formarse profesionalmente,
mediante el establecimiento de Programas de otorgamiento de becas, subsidios y toda otra forma
de apoyo económico, social y tecnológico, con el consecuente cumplimiento de las obligaciones
estudianti- les.
l) Promover la integración con las actividades productivas de nuestro país, procurando la mayor
sinergia entre: i) la forma- ción de competencias laborales, ii) la generación de conocimientos, iii)
las necesidades de generación de empleo y, iv) la productividad de los sectores productivos y de
servi- cios.
TÍTULO III
De la estructura
Art. 7º - La educación superior se articula y relaciona en tres niveles, los cuales constituyen
unidades con fines propios. Estos nive- les son los siguientes:
TÍTULO IV
De los estudios superiores técni- cos, artísticos, docentes, tecnológicos y otras modalidades.
Art. 9º - Los Institutos de Educación Superior (INES) existentes, los que se creen, los que surjan
de la reformulación del terciario, los que se constituyan como Colegios Universitarios (COUN) y
los Centros Nacionales de Educación Superior, Investigación Científica e Innovación Tecnológica
(CENESCIT), poseen autonomía académica y económico-financiera, tienen a su cargo la
formación profesional superior de pre grado, responden a las demandas actuales y prospectivas
de sus zonas de influencia y son factores de desarrollo regional integrado.
Art. 10º - Los Institutos de Educación Supe- rior (INES), los Colegios Universitarios (COUN) y los
Centros Nacionales de Educación Superior, Investigación Científica e Innovación Tecnológica
(CENESCIT), brindan for- mación profesional de alto nivel, competencia, calidad y conocimientos.
Articulan la formación general, científica, tecnológica y posibilita su integración y reflexión a partir
de prácticas profesionalizantes, lo cual posibilita:
Art. 11. - Los criterios pedagógicos y de concertación para implementar el régimen de alternancia
o pasantías responden a lo establecido en la Ley Nº 26.427
Art. 12. - Las acciones enunciadas en el artículo 10 referente a la formación profesional superior
y continua, se ofrecen a través de:
b) Cursos, ciclos o actividades que garanti- cen la equidad social de las poblaciones más
vulnerables mediante la articulación de las necesidades individuales con las demandas del
trabajo y las organizaciones productivas o de servicios.
Art. 13. - Los Institutos de Educación Supe- rior (INES), los Colegios Universitarios (COUN) y los
Centros Nacionales de Educación Superior, Investigación Científica e Innovación Tecnológica
(CENESCIT), desarrollan su vinculación con la producción y el trabajo, en el marco de la
normativa y/o políticas pú- blicas vigentes y orientadas a concertar actividades conjuntas que
favorecen: a) la for- mación, capacitación y práctica profesional, b) el aporte de conocimientos,
innovaciones científico-tecnológicas y c) el desarrollo de programas específicos de carácter
educativo y/o científico y/o de innovación tecnológica, pudiendo percibir subsidios y/o retribucio-
nes por estos servicios.
Art. 14. - Tienen acceso a Institutos de Edu- cación Superior (INES), Colegios Universitarios
(COUN) y a los Centros Nacionales de Educación Superior, Investigación Científica e Innovación
Tecnológica (CENESCIT), quienes han obtenido el título correspondiente a la finalización del ciclo
de educación secundaria. Cada institución decidirá en consulta con su Consejo Educativo -
Social la forma de ingreso de los/as alumnos/as y deberá instrumentar dispositivos remediales
para aquellos/as que presenten dificultades de ingreso originadas en limitaciones físi- cas,
mentales, emocionales, sociales o económico-financieras. La raza, religión, ideolo- gía política,
orientación sexual o condición social, no constituye motivo alguno para im- pedir el ingreso.
Art. 15. - También pueden acceder a los Institutos de Educación Superior (INES), a los Colegios
Universitarios (COUN) y a los Centros Nacionales de Educación Superior, Investigación Científica
e Innovación Tec- nológica (CENESCIT) sin cumplir con los requisitos académicos establecidos
en el artí- culo anterior, las personas mayores de 18 años, siempre que, a través de una prueba
regulada por cada institución, demuestren tener las competencias acordes con los estu- dios que
deseen iniciar, así como los conocimientos suficientes para cursar sin dificulta- des este trayecto
formativo.
Art.16.- Los Institutos de Educación Superior (INES), los Colegios Universitarios (COUN) y los
Centros Nacionales de Educación Su- perior, Investigación Científica e Innovación Tecnológica
(CENESCIT), pueden ser de gestión oficial, privada o mixta. Cualesquiera fuere el carácter de la
gestión se procura que los aportes privados provengan de organizaciones de la comunidad en
especial las del sistema productivo, científico-tecnológico o de servicios vinculados con las
carreras y cursos que ofrezcan.
Art.17. - Cada Instituto de Educación Supe- rior (INES), Colegio Universitario (COUN) o Centro
Nacionales de Educación Superior, Investigación Científica e Innovación Tecnológica
(CENESCIT), organiza un Consejo Educativo - Social del que participan representantes de los/as
alumnos/as, docentes, no docentes, ex alumnos, actores relevantes de la comunidad con la que
se articula y de entidades oficiales e intermedias vinculadas con la producción, la innovación
científico- tecnológica, los servicios y el trabajo. Tiene por misión:
Art.18. - Las jurisdicciones educativas orga- nizan un sistema operativo y efectivo para la
creación, financiamiento, articulación y supervisión de la actividad de los Institutos de Educación
CONSULTA HACIA UNA NUEVA LEY NACIONAL DE EDUCACIÓN SUPERIOR
Comisión de Educación – Honorable Cámara de Diputados de la Nación 78
Superior (INES) y de los Co- legios Universitarios (COUN). Las Universidades Nacionales,
jurisdiccionales o privadas lo harán con los Centros Nacionales de Educación Superior,
Investigación Científica e Innovación Tecnológica (CENESCIT), en acuerdo con lo resuelto por el
Consejo Nacio- nal de Educación Superior (CONES). Sus funciones serán:
TÍTULO V
Capítulo 1
Art.19. - Las universidades oficiales nacio- nales y jurisdiccionales, son personas jurídicas de
derecho público que desarrollan sus actividades con la autonomía establecida en el Art. 75, inciso
19, de la Constitución Na- cional y a los estatutos que en su consecuencia se dicten.
Art.20. - Las universidades privadas que posean reconocimiento oficial, forman parte del sistema
educativo argentino, articulado en todos sus niveles e integrado en sus diferentes ciclos. Tienen
autonomía académica. Dictan sus propios reglamentos de organización interna con ajuste a las
normas vigen- tes. Poseen autonomía financiera, como entidades sin fines de lucro, luego de
otorgada su personería jurídica como asociación civil o fundación.
Art. 22. - Los estudios se organizan en ci- clos, a fin de permitir la movilidad de los estudiantes
entre las distintas universidades, debiendo expedir títulos o certificados de estudios a la
terminación de los mismos.
Art. 23. - El Estado sostiene económica- mente a las universidades oficiales nacionales y
jurisdiccionales, garantizando su fun- cionamiento y el principio general de la gratuidad y equidad
de la enseñanza y el aprendizaje
Art. 24. - Las universidades oficiales nacio- nales y jurisdiccionales pueden percibir
contribuciones, derechos o tasas para su oferta de pos grado con la finalidad de mejorar la
prestación de sus servicios de apoyo, in- fraestructura y funcionamiento operativo, debiendo
establecer exenciones para quienes, por razones justificadas, no puedan sufragarlas.
Art.25. - Las universidades oficiales nacio- nales y jurisdiccionales instituyen un sistema de becas
de ayuda económica para quie- nes, no pudiendo acceder, continuar o finalizar los estudios
universitarios, demuestren capacidad suficiente y respondan adecuadamente a las exigencias
académicas de la carrera elegida.
Art. 26. - Las universidades oficiales nacio- nales y jurisdiccionales organizan servicios de
orientación profesional y académica para atender limitaciones, obstáculos, circunstancias o
condicionamientos sociales de los/as estudiantes y que dificultan el ingreso, permanencia,
egreso, inserción laboral y/o pro- fesional.
Art.27. - En ningún caso puede disminuirse el aporte del Tesoro como contrapartida a la
a) Los aportes que con ese destino se asig- nen en la Ley de Presupuesto
d) Los provenientes del impuesto a las ga- nancias exigido a las familias de altos ingresos
cuyos hijos/as estudien en la universi- dad pública, los que se transferirán directamente a
la respectiva institución;
f) Los derechos o tasas que ellas mismas establezcan como contribución al financiamiento
de los servicios que prestan;
g) Los beneficios que obtengan por sus pu- blicaciones, concesiones y la explotación de
patentes de invención o de derechos inte- lectuales;
h) Los beneficios que obtengan por su par- ticipación en sociedades públicas o privadas
cualesquiera fueren sus formas, cuando el objeto de las mismas sea la investigación
científica, la generación, desarrollo o transfe- rencia de tecnología, la extensión
universitaria y las funciones de consultoría;
l) Todo otro recurso que pudiera corres- ponderles por cualquier título o actividad.
Capítulo II
Intervención y fiscalización
Art. 29. - Las universidades oficiales nacio- nales sólo pueden ser intervenidas por una ley de la
Nación; las oficiales jurisdicciona- les por una ley de su jurisdicción, por un plazo no mayor de
180 días y por las siguien- tes causas:
Art. 30. - Cuando existan las causales pre- vistas en el artículo anterior y el Congreso de la
Nación o las Legislaturas jurisdicciona- les se encontrasen en receso, la intervención puede ser
dispuesta por el Poder Ejecuti- vo. En ese caso el Congreso de la Nación o la Legislatura
jurisdiccional deberán ratificar dicha disposición dentro de los treinta días de iniciado el período
ordinario de sesiones o en el período extraordinario incluyéndolo en el temario por el cual fue
convocado el Congreso o la Legislatura.
Art. 31. - Para garantizar un adecuado fun- cionamiento contable-administrativo, cada universidad
oficial nacional y / o jurisdiccional debe contar con una auditoría externa que anualmente elevará
al órgano de conducción superior una evaluación sobre los estados contables, la utilización de
los fondos, la eje- cución del presupuesto y sobre la forma del proceder administrativo.
Art. 32. - El informe anual del auditor exter- no es remitido al Tribunal de Cuentas, el cual con el
suyo propio, lo remite al Congreso de la Nación o Legislatura jurisdiccional.
Art. 34. - Las funciones inherentes a la mi- sión de control propia del Tribunal de Cuentas son
efectivizadas a posteriori de los ac- tos administrativos. Dicho control se realiza únicamente sobre
aportes del Tesoro na- cional o jurisdiccional. La auditoría externa efectúa el control sobre la
masa global de recursos.
Capítulo III
Art. 36. - En los órganos deliberativos del gobierno universitario la proporción de cada sector
representado es fijado a través de los respectivos estatutos. En ningún caso la representación de
los docentes puede ser inferior al 60 %.
Art. 37. - Los representantes estudiantiles en los órganos deliberativos, son elegidos por sus
pares a través de elecciones abier- tas, libres y secretas. Para ser representante, se debe haber
aprobado el 30 % de las asignaturas que constituyen la carrera y por lo menos dos asignaturas
del año prece- dente. Para ser elector es necesario mantener la condición de alumno regular y
tener aprobadas por lo menos dos asignaturas de la carrera.
Art. 38. - Las normas estatutarias que regu- lan la representación estudiantil en los órganos
deliberativos del gobierno universitario deben garantizar la participación de las minorías.
Art. 39. - El estatuto prevé la constitución de un Consejo Social Consultivo, que es el órgano de
participación de la sociedad en la universidad, y tiene las siguientes funciones:
b) Asesorar, previo análisis de las planificaciones globales, sobre las necesidades actuales y
prospectivas del país, la re- gión, el continente y el mundo, con la finalidad de facilitar la
correspondencia de los di- seños curriculares con las demandas ocupacionales, laborales y
profesionales; las ne- cesidades de investigación y desarrollo; las necesidades de evolución e
innovación científica y tecnológica; la promoción social y desarrollo cultural del las personas y la
comunidad.
Capítulo IV
Art. 41. - Las condiciones de admisión las define cada universidad en función de las necesidades
de calificación nacional o regio- nal.
Art. 42. - El Consejo de Universidades Ofi- ciales (CONUOF) realiza estudios diagnósticos, de
prospectiva, de evolución del em- pleo y de las tendencias mundiales. Los informes resultantes
de estos estudios son pú- blicos. Con dichos resultados y otros indicadores establecidos por los
reglamentos de cada universidad o sus planificaciones, se determinan los planes de estudios y
los cu- pos para cada carrera, en los casos en que las universidades hayan decidido aplicar tales
sistemas.
Art. 43. - Los procesos de ingreso adoptan preferentemente la modalidad de ciclos o cursos, que
implementan orientación profe- sional y universitaria e incluyen la consideración de aptitudes,
preferencias y actitu- des.
Art. 44.- Las universidades ponen especial atención en remediar todo tipo de condición negativa
para el aprendizaje universitario, en especial las que presentan las personas con algún grado de
discapacidad física, mental o emocional y, aquellos/as que provienen de sectores sociales
desfavorecidos y no han tenido oportunidades de un desarrollo de capacidades que les permitan
Art. 45.- Las universidades no consideran para el ingreso condiciones vinculadas con la raza, la
religión, la orientación e identidad sexual, la ideología, la condición social o cualquier otra opción
personal de vida.
Capítulo V
Art. 46. - Se establece como principio que el estudio y la investigación son derechos, pero
también constituyen deberes para los/as estudiantes.
Art. 47. - Todas las instituciones deben con- templar en sus reglamentos mecanismos científicos
para verificar los conocimientos, habilidades y destrezas, el desarrollo de la formación intelectual
y el rendimiento de los estudiantes.
Art. 48. - Cada institución ofrece servicios de prevención, orientación profesional y ayuda
psicopedagógica a los estudiantes que lo requieran o que presenten dificultades en su progreso
académico.
b) Asociarse;
Art. 50. - Ningún estudiante será objeto de discriminaciones ideológicas, religiosas, económicas,
políticas, culturales, sociales y / o sexuales.
b) Aprobar por lo menos dos asignaturas por año de la carrera, curso o área y/o los
requerimientos mínimos que fijen las univer- sidades;
Capítulo VI
De los docentes
Art. 52. - Todos los cargos docentes de las instituciones oficiales se cubren por concurso público.
El reglamento del concurso lo establece cada institución, la cual determina los procedimientos a
llevar a cabo para evaluar las competencias profesionales y docentes, requisitos para los
aspirantes, perfi- les buscados y mecanismos de selección del jurado.
Art. 53. - Los docentes tienen derecho a un año sabático cada siete años de servicios ejercidos
en instituciones de nivel superior universitario. Las características y ordenamiento de este año
sabático son establecidos por cada institución, debiéndose acordar en el seno de cada consejo u
organismo juris- diccional los requisitos mínimos a considerar para su reglamentación.
Art. 54. - Las instituciones pueden convocar para desarrollar cursos, conferencias o actividades
Art. 55. - Las universidades organizan la carrera docente universitaria, la cual integra formación
específica, pedagógica, capaci- dad interdisciplinaria, perfeccionamiento humanístico y formación
epistemológica.
Art. 56. - La carrera docente universitaria habilita para ejercer la docencia en todo el sistema de
educación superior.
Capítulo VII
Del posgrado
Art. 57. - La educación de posgrado está bajo la responsabilidad de las universidades, institutos
universitarios y de institutos o unidades académico-universitarias, científicas, tecnológicas y
profesionales que reali- zan actividades de investigación y de calificación profesional de
reconocido nivel, auto- rizadas por el Poder Ejecutivo nacional a tales fines.
Art. 58. - Para acceder a los estudios de posgrado es necesario haber concluido la etapa de
grado.
Art. 59. - Una de las modalidades de la edu- cación superior de posgrado posibilita la obtención
del título de doctor.
Art. 60. - Los certificados de posgrado son válidos y obtienen reconocimiento cuando se han
otorgado a través de las entidades enunciadas en el artículo 64 de la presente ley, previa
presentación de un trabajo que haya sido evaluado positivamente.
Capítulo VIII
Art. 61. - La creación, fusión, división o su- presión de las universidades oficiales nacionales es
competencia del Congreso de la Nación, previo dictamen del Consejo de Universidades Oficiales.
Art. 62. - La creación, fusión, división o su- presión de las universidades oficiales jurisdiccionales
es competencia de la Legislatura jurisdiccional, previo dictamen del Consejo de Universidades
Oficiales.
Art. 63. - La creación, fusión, división o su- presión de las universidades privadas es competencia
del Poder Ejecutivo nacional.
Art. 64. - Sólo los establecimientos recono- cidos por ley nacional, jurisdiccional o autorizada por
el Poder Ejecutivo Nacional, que pertenezcan al sistema de educación superior, pueden otorgar
grados y títulos universi- tarios y habilitan para el ejercicio profesional.
Art. 65. - Cada grado conduce al libramiento de diplomas nacionales de acuerdo a las
competencias o a los elementos de cualifica- ción profesional adquiridos.
Art. 66. - Un diploma nacional confiere los mismos derechos a todos sus titulares, sea cual fuere
el establecimiento que lo haya expedido.
TITULO VI
Capítulo I
Art. 67.- La Educación Superior será gober- nada, monitoreada y evaluada por una trama de
instituciones y organizaciones integra- da por: El Ministerio de Educación de la Nación a través
de la Secretaría de Educación Superior; Los Ministerios de Educación de las respectivas
jurisdicciones; El Consejo de Educación Superior (CONES); El Consejo de Universidades
Oficiales (CONUOF); El Consejo de Rectores de Universidades Privadas (CRUP) y el Consejo
Nacional para la Acreditación y Evaluación de la Educación Superior (CONAES)
Capítulo II
Art. 68.- El Consejo de Educación Superior CONES, está presidido por el/la Secretario/a Nacional
de Educación Superior, y lo inte- gran: las máximas autoridades de los Estados Provinciales y de
la CABA encargadas de la educación superior de pre grado; Un (1) representante por las
entidades gremiales de educación superior de pre grado; Un (1) representante de las
organizaciones repre- sentativas de la educación superior de pre grado reconocidas por el
estado; Un (1) re- presentante de las organizaciones estudiantiles reconocidas en los institutos
de educa- ción superior de pre grado; Un (1) representante del consejo de universidades oficiales
(CONUOF) y; Un (1) representante del consejo de rectores de universidades privadas (CRUP).
Dicta su propio reglamento de funcionamiento interno y cuenta con recursos propios asignados a
tal fin en el Presupuesto General de la Administración Pública. El CONES podrá crear Consejos
Regionales, en cuyo caso deberán tener un representan- te por región.
a) Establecer los lineamientos y condiciones para que cada jurisdicción apruebe la creación y
funcionamiento de los INES y los COUN;
b) Adoptar las medidas necesarias para asegurar la unitaria articulación del sistema en sí y
con el universitario;
d) Establecer criterios para la creación, mo- dificación, fusión o supresión de carreras, cursos,
ciclos, niveles o áreas;
f) Establecer mecanismos para que la certi- ficación de cumplimiento de ciclos, niveles, etapas
o cursos, tengan la doble función de: i) certificado de graduación y acreditación a otros
servicios, ciclos, carreras o niveles; y ii) habilitación laboral;
Capítulo III
Art. 71. - El Consejo de Universidades Ofi- ciales (CONUOF), está compuesto por: El/la
ministro/a de Educación de la Nación, quien ejercerá la presidencia; El/la Secretario/a de
Educación Superior de la Nación quien ejercerá la vicepresidencia o la presidencia por ausencia
y/o por delegación del/la ministro/a; Los rectores o presidentes de las universidades oficiales que
hayan sido ele- gidos de acuerdo a lo establecido en los respectivos estatutos; Un (1)
representante de las entidades gremiales de los docentes universitarios; Un (1) representante de
la Fede- ración Universitaria Argentina (FUA); Un (1) representante de la Federación Argentina de
Trabajadores de las Universidades Nacionales (FATUN); Diez (10) miembros elegi- dos entre
especialistas de reconocido prestigio en el campo académico, científico, tec- nológico y / o
cultural. Su mandato abarca un período de cuatro años y son nombrados del siguiente modo:
Tres (3) miembros por el Poder Ejecutivo Nacional; Tres (3) por el Honorable Senado de la
Nación; Tres (3) por la Honorable Cámara de Diputados de la Nación; Uno (1) por el Consejo de
Educación Superior (CONES).
Art. 72. - Para el cumplimiento de sus fines, el Consejo de Universidades Oficiales (CONUOF),
funciona a través del plenario y las comisiones que considere necesarias organizar, para facilitar
su operatoria.
Art. 73. - El Consejo de Universidades Ofi- ciales (CONUOF), se constituye internamente por
regiones, con el fin de atender los asuntos y actividades emergentes de las mismas y
CONSULTA HACIA UNA NUEVA LEY NACIONAL DE EDUCACIÓN SUPERIOR
Comisión de Educación – Honorable Cámara de Diputados de la Nación 84
desarrollar programas de coordina- ción y cooperación inter jurisdiccionales.
Art. 74. - El Consejo de Universidades Ofi- ciales (CONUOF), tiene como funciones:
b) Aprobar el plan de trabajo anual y la memoria correspondiente a las actividades del año
anterior;
e) Designar entre sus miembros al secreta- rio de cada una de las comisiones y a los
coordinadores de las regiones;
l) Definir sobre las incumbencias profesio- nales de los títulos y la habilitación para el
ejercicio profesional;
Capítulo IV
Art. 75. - El Consejo de Universidades Pri- vadas se integra con los representantes
designados por las fundaciones o asociaciones civiles de esas casas de altos estudios. Es
órgano de consulta en lo concerniente al régimen legal de la enseñanza universitaria privada
y al planeamiento educativo de di- cho sector.
Art. 76. - Ambos consejos de universida- des oficiales y privadas CONUOF y CRUP,
compatibilizan perfiles de egresados, planes de estudio, características y exigencias mínimas
que deben reunir ciertas carreras de grado y de posgrado, acordando un sistema de
articulación común en función de los títulos y grados académicos a los que conducen;
incumbencias de títulos, requisitos de habilitación para el ejercicio profesional, condiciones
para la realización de la carrera docente universitaria, y cuando favorezca una adecuada
planificación y organización de los estudios universitarios, evitando superposición de ofertas
idénticas, propuestas y esfuerzos.
TITULO VII
Evaluación Interna
Art. 77. - Cada institución integrante del Nivel Superior prevé la organización del sistema de
auto-evaluación.
b) La tasa de graduación;
d) La proporción de alumnos/as que se gra- dúan en los plazos establecidos para cada
carrera;
k) La capacidad de gestión;
m) Las medidas adoptadas para me- jorar la eficacia en la utilización de los recursos
asignados.
Art. 79.- Los informes resultantes de los pro- cesos de auto-evaluación son públicos y deberán
ser publicados por cada institución con estilos comunicacionales claros y transparentes, a través
de medios que permitan el acceso directo y fácil de cualquier interesado/a.
Capítulo II
Evaluación Externa
Art. 80.- El Consejo Nacional para la Acredi- tación y la Evaluación de la Educación Superior
(CONAEES) es un organismo descen- tralizado, con funcionamiento físico en jurisdicción del
Ministerio de Educación y depen- dencia orgánica y estructural de la Secretaría de Educación
Superior. Dicta su propio reglamento de funcionamiento interno y cuenta con recursos propios
asignados a tal fin en el Presupuesto General de la Administración Pública Nacional. Está
integrado por: Un (1) representante de la Secretaría de Educación Superior; Un (1) representante
del INET; Un (1) representante del INFOD; Un (1) representante del CONUOF; Un (1) re-
presentante del CRUP; Un (1) representante del Ministerio de Ciencia, Tecnología e Innovación
Productiva, UN (1) representante del CONES; Un (1) representante de la Academia Nacional de
Educación; Un (1) representante de las entidades que nuclean a los Institutos Superiores
Privados. Duran en sus funciones cuatro (4) años, con sistema de renovación parcial, la cual es
por mitades cada dos (2) años.
Art. 81. La Misión del CONAEES es obser- var el cumplimiento de los proyectos institucionales
que cada institución del nivel supe- rior estableció para sí, evaluando las áreas académicas,
Art. 82.- Todo dictamen emanado del CO- NAEES es público y se tiene en cuenta, entre otros
indicadores, para la asignación presupues- taria anual de las instituciones cuya principal fuente
de financiamiento sea la estatal.
a. Coordinar y realizar los procesos de evaluación externa que, cada cinco (5) años como
mínimo, toda Institución de Edu- cación Superior debe cumplimentar.
b. Acreditar las carreras de grado y posgrado del Nivel de Educación Superior, cualquiera sea el
ámbito en que se desarro- llen, conforme a los estándares que establezca este Consejo.
c. Pronunciarse ante la Secretaría de Educación Superior y/o ante las comisiones de educación
del Congreso Nacional, acer- ca de la viabilidad del proyecto estratégico institucional de cada
institución universitaria propuesta para su creación, cese, funcionamiento provisorio o
reconocimiento definiti- vo.
d. Promover mecanismos de vincula- ción externa que articulen los procesos de acreditación y
evaluación nacionales con entidades similares del MERCOSUR, de América Latina y del resto del
mundo.
e. Asistir a las instituciones de la Educación Superior para que realicen las autoevaluaciones
institucionales.
TITULO VIII
Normas transitorias
Art. 84. - Las universidades nacionales, ju- risdiccionales y privadas actualmente reconocidas,
convocan a los órganos competen- tes a los fines de elaborar los nuevos estatutos o adecuar los
actualmente existentes, a las normas establecidas por la presente ley. Los nuevos estatutos
deben elevarse al Poder Ejecutivo para su confirmación, dentro del plazo de un año, a partir de la
fecha de promulgación de la presente ley.
Art. 85. - Quedan derogadas, a partir de la promulgación de la presente ley, todas las
disposiciones legales y estructuras que impi- dan la adecuación, de las actuales instituciones de
educación superior, a las disposicio- nes de la presente ley.
Art. 86. - El Poder Ejecutivo nacional y los jurisdiccionales realizan la reglamentación de esta ley
y readecuan o crean las nuevas estructuras que de ella se deriven, en un plazo no mayor a 360
días a partir de la pro- mulgación de la presente ley.
FUNDAMENTOS
Señor presidente:
Pero hasta ahora nada se había produci- do que fuese comparable a las consecuencias de la
denominada revolución científico- tecnológica, la cual se expresa fundamentalmente en el acceso
y gestión del conoci- miento y de la información.
Sólo en fecha relativamente reciente las conquistas de la investigación han llegado al núcleo de
innúmeros problemas, y al mis- mo tiempo se han difundido por aplicaciones cada vez más
rápidas a la vida cotidiana, la cual se ha enriquecido de realidades y potencialidades nuevas que
nos adentran en la era del conocimiento. Sólo quienes los aporten y los difundan podrán ocupar
una po- sición digna en el concierto nacional, continental y mundial. Asistimos a la mayor y más
Debemos adaptarnos a las nuevas carac- terísticas impuestas por la transformación aludida,
caracterizada por su globalidad, complejidad y grado de aceleración. Resulta difícil prever los
escenarios que aguardan a nuestros hijos, lo que sí sabemos es que hay un recurso que les
resultará útil en cual- quier eventualidad, que disponemos de una herramienta adaptable a
cualquier situa- ción: el conocimiento, tomado tanto desde su faz teórica como instrumental, co-
mo el que está dado y aquel que se construye a través de la gestión teórica o em- pírica. El
conocimiento así entendido supone el consecuente soporte de un sis- tema educativo acorde con
las exigencias actuales y prospectivas.
De allí que propongamos a la formación superior, en articulación y juntamente con los demás
niveles y modalidades que inte- gran el sistema educativo, como prioridad nacional. El sistema
educativo constituye una unidad, de tal manera que los aciertos o los fallos de la acción en cada
uno de los niveles y / o modalidades se reflejan en los demás.
Por eso promovemos para el conjunto de la enseñanza pos secundaria, un sistema formal de
educación superior concebido de manera global y con articulación coherente, pues la simple
adopción de medidas aisladas podrá paliar algún problema circunstancial, pero carecerá de la
virtualidad y eficacia que requieren las necesidades que tiene planteadas nuestro sistema
educativo y la amplia acción de conjunto que exige el impulso para mejorar su rendimiento y cali-
dad.
Así el sistema de educación de pre-grado que instrumenta las instituciones como los Institutos de
Educación Superior (INES), los Colegios Universitarios (COUN) y los Centros Nacionales de
Educación Superior, In- vestigación Científica e Innovación Tecnológica (CENESCIT), están
íntimamente arti- culados y comprometidos con el nivel local, territorial y / o regional a la vez que
adecua sus ofertas de carreras cortas y formación profesional a las exigencias de acreditación y
competencias de óptimo nivel.
Asimismo resulta justo destacar que, si- guiendo su tradición pionera e innovadora, las
Instituciones de Educación Superior nun- ca se han opuesto ni se opondrán a la idea de
introducir criterios y reformas que tiendan a mejorar la calidad de la enseñanza. Sin embargo, en
los últimos años, estas mismas instituciones están siendo acosadas por diversas medidas que
tienden a paralizar su desarrollo. Con la actual normativa de la Educación Técnica de Nivel
Superior (período 2003-2009) comenzaron a surgir desajustes y tensiones que han puesto en
alerta no sólo a los alumnos sino también a todas las instituciones y a las asociaciones que las
representan. El "estado de alerta" no es, como se ha dicho, el temor al cambio sino la
consecuencia de una metodología que se viene aplicando para la toma de decisiones sobre
políticas educativas.
La falta de consulta y la exclusión de las ins- tituciones en los procesos de decisión, paradójica y
paulatinamente las han llevado a agruparse en diferentes asociaciones. Puede decirse, entonces,
que las Instituciones de Educación Superior han logrado crear los mecanismos para expresarse
orgánicamente, sumar esfuerzos, defender sus derechos y proyectarse al futuro. Ahora es el
momento desde el Estado, donde necesitamos que esos mecanismos de participación y
articulación se expresen en órganos legitimados desde una normativa como la que estamos
proponiendo.
Estamos convencidos de que es urgente transformar las antiguas estructuras, las estrategias
empleadas, las prácticas académi- cas, el contenido de los diseños curriculares y los métodos de
enseñanza-aprendizaje a la composición más diversificada del nuevo estudiantado, así como a
las necesidades de la reconversión para seguir y anticipar el ritmo de la explosión de nuevos
conoci- mientos y revolucionarios cambios culturales, científicos, políticos, económicos, produc-
tivos y tecnológicos.
Necesitamos concentrar el énfasis en los cambios e innovaciones hacia adentro y hacia afuera
del sistema, orientados por la excelencia educativa con justicia e integración social y a la vez
garantizar una evaluación equitativa de los aprendizajes de los/as estudiantes y de la ges- tión de
las organizaciones, acompañada de métodos transparentes de informa- ción pública a través de
los actuales sistemas de información.
Y ello traerá consigo una redistribución de cauces y reestructuración del sistema. Con vistas a
dispensar una enseñanza real- mente adecuada a mayor y diferenciado número de estudiantes
(jóvenes, adultos, anti- guos diplomados, profesionales, sub-ocupados, desocupados y
trabajadores deseosos de perfeccionarse o de reinsertarse), se impone una mayor diversificación
de las institu- ciones de educación superior.
El siglo XXI es el siglo de la educación supe- rior en este mundo tan inter-dependiente. La
Universidad juega un rol central en de- terminar las posibilidades de cada nación, particularmente
de los nuevos países emergentes, de construir una sociedad no solamente prospera
económicamente sino también socialmente inclusiva y equitativa. Ninguno de los países que
hasta ahora han demostrado capacidad para crecer aceleradamente a lo largo de varias dé-
cadas, mejorando así el nivel de vida de su población y abatiendo sustancialmente la pobreza y
la indigencia, lo ha podido hacer ni marginando la Universidad ni sin prestar atención a la calidad
educativa. Todas las naciones exitosas se han preocupado principalmente por garantizar un alto
nivel en la calidad de su educación superior, procurando además que fuesen cada vez más los
ingresantes provenientes de sectores socialmente postergados. También estos países exitosos
se han preocu- pado por construir una matrícula pos secundario y universitario que apuntara
hacia el futuro y no estuviese anclada en el pasado, es decir han enfatizado las disciplinas cien-
tíficas y las nuevas orientaciones tecnológicas en respuesta a las exigencias de la pro- ducción,
Todas las naciones que hoy lideran el cre- cimiento y la prosperidad mundial apuntan a
incrementar el ingreso a la universidad de crecientes contingentes de estudiantes, pero y esto es
importante que los argentinos lo reconozcamos, ninguna de estas naciones pensó nunca en bajar
el nivel de exigencias académicas, por el contrario apuntaron a incrementar la matrícula uni-
versitaria a partir de un proceso de mejora sostenida de la calidad de la enseñan- za del nivel
secundario, permitiendo así establecer rigurosos criterios para ingre- sar a la Universidad. Cada
vez habrán más estudiantes universitarios, lo cual es un hecho muy positivo, pero es crucial
asegurar que los mismos ingresen al nivel superior de la enseñanza bien preparados, ya que
cantidad sin calidad no es auspicioso. Lo cual hace imperioso también crear sistemas, servicios y
dispositivos para nivelar e igualar distintos tipos de condiciones que puedan incidir negativamente
en los estudios superio- res.
Además, y a contramano del resto del mundo que procura difundir toda la información para
conocimiento de la co- munidad educativa (estudiantes, profesores y padres), nuestra Ley de
Educación Na- cional Nº 26.206, insólitamente, establece en su artículo 97: "La política de
difusión de la información sobre los resultados de las evaluaciones resguardará la identidad....de
los institutos educativos, a fin de evitar cualquier forma de estigmatización....". La eva- luación de
calidad y rendimiento escolar es indispensable para mejorar la ense- ñanza. Pero esta
información debe ser difundida y deber ser transparente, ya que es esencial para conocer si el
funcionamiento de las instituciones es el adecuado. Mien- tras en Chile y Brasil, así como en el
resto del mundo se enfatiza la difusión de la infor- mación acerca de la enseñanza de cada
establecimiento, aquí se oculta por mandato nada menos que del Congreso Nacional. De esta
manera no se reconoce el derecho a la información de los directamente interesados en el
proceso educativo, comenzando por los/as estudiantes y sus familias.
Es necesario reflexionar sobre las exi- gencias que habrá de afrontar cualquier proyecto de
estructuración de un sistema de educación superior si quiere ser fiel a las demandas de la
ciencia, la técnica, la cultura y la sociedad de nuestros días reclaman de las instituciones de
educación superior.
Que la universidad mantenga vigorosa- mente su compromiso con valores y objetivos que dieron
sentido a su nacimiento y que de modo perenne se hallan vinculados con los más altos intereses
del hombre y de su cultura, debe ser compatible con huir de la contradicción de convertirse en
reducto par- ticular de un determinado tipo de saberes, ignorando nuevas perspectivas científicas
y tecnológicas.
Por ello esta ley pretende, fundamental- mente, la preparación para el ejercicio de actividades
que exijan la más elevada aplica- ción de conocimientos y métodos científicos, así como la
participación en la política de desarrollo científico - tecnológico en vinculación con organismos
nacionales e interna- cionales de investigación, con entidades públicas y privadas relacionadas
con la pro- ducción y con el resurgimiento del espíritu emprendedor y la capacidad de gestión
que otrora hizo grande a nuestra Patria.
El sistema de educación superior así concebido es la alternativa válida para responder a las
necesidades que derivan de una agenda concertada para la consolidación de un proyecto
nacional y regio- nal inclusivo y de los procesos de integración continental, los cuales exigen defi-
nir profundos cambios en los estilos de acción educativa a fin de responder a las demandas de
un nuevo modelo de desarrollo basado en las personas y apuntan- do al logro de altos niveles de
competitividad externa con justicia social, en un contexto híper conectado y crecientemente
participativo.
Esta ley se ha pensado en función de posibilitar la movilización en gran escala de recursos que
fomenten la cooperación entre industrias, empresas (micro-medianas y grandes), institutos
superiores, universidades y organismos de investigación, en el marco de proyectos de
integración más desarrollo en su fase precompetitiva, anterior a la puesta a punto de productos
comercializables.
Los distintos consejos que se propo- nen como institucionalidad suprema en el gobierno del
sistema de la educación superior, se organizan como eje de representación, acuerdos y
consensos, son elementos centrales para articular, flexibilizar y dinamizar la política de la educa-
ción superior. Su accionar es determinante para mantener la articulación de las uni- versidades
entre sí y de éstas con el resto del sistema de formación superior y con la sociedad en su
conjunto. Reúnen, periódicamente, a todas las partes relevantes, tanto académicas como
políticas involucradas en el sistema de gobierno de educación supe- rior.
Tanto los consejos de universidades y de la educación superior como el consejo social, son
ámbitos dinámicos de coor- dinación, planificación y participación que contribuyen a superar el
aislamiento de las instituciones de educación superior.
Esto implica ampliar el campo de la autonomía. Del mismo modo que las ciencias y el
conocimiento hoy no pueden parce- larse ni abstenerse en los estrechos límites de una disciplina,
dada su complejidad es- pecífica e intrínseca, sino por el contrario interrelacionarse en una
concepción organiza- tiva común, esta ley articula la educación superior alrededor de principios
federa- tivos. Principios que encuentran un cauce propicio en la autonomía.
Su carácter, consustancial con las insti- tuciones de educación superior, ya tiene categoría
histórica y se renueva únicamente en el respeto a los altos intereses de los alumnos, de la
sociedad, de la ciencia y de la cul- tura. Esa renovación abarca opciones y acciones, puesto que
la autonomía no es un estado sino un compromiso. Las universidades gozan por mandato
constitucional de autonomía, el desafío hoy es responder responsablemente ante la sociedad en
su conjunto, por esa autonomía garantizada constitucionalmente.
El marco autonómico universitario de- biera ser el más ejemplar ámbito de reflexión, de debate,
de crítica y de propuesta que contenga y exprese, con la más alta conciencia y responsabilidad,
las pro- blemáticas que involucran a la sociedad entera. A su vez, como caja de resonan- cia y
protagonismo de los cambios e innovaciones, las universidades, en uso de su autonomía, tienen
la responsabilidad no sólo de contribuir a la generación de conocimientos, sino
fundamentalmente a través de diversos canales, procedi- mientos y / o alternativas, con inclusión
preferencial de la extensión, a distribuir- los.
La preparación para el acceso a los nue- vos códigos y la utilización del conocimiento es una
opción a cuidar, es un ejercicio de ética democrática. Ética que supone también una nueva
perspectiva moral, que se aproxime en su carácter compartido a la universidad del consenso
científico y a la parti- cipación en el desarrollo tecnológico.
Ética con conciencia, para evitar que los múltiples y prodigiosos poderes de manipulación y de
destrucción, nacidos de la tecno- ciencia contemporánea, puedan desbordar al científico, al
ciudadano y a la humanidad entera impidiendo el control ético y político de la actividad científica.
Por ello esta ley concibe a la educación superior como un servicio comprometido con la ética, con
el ser humano y sus sociedades y con el ambiente.
Texto facilitado por los firmantes del proyecto. Debe tenerse en cuenta que solamente podrá ser
tenido por auténtico el texto publicado en el respectivo Trámite Parlamentario, editado por la
Imprenta del Congreso de la Nación.
Nº de
4893-D-2007
Expediente
Trámite
139 (11/10/2007)
Parlamentario
LEY DE EDUCACION SUPERIOR: PRINCIPIOS GENERALES, ESTRUCTURA Y ARTICULACION, DE LOS
Sumario INSTITUTOS DE EDUCACION SUPERIOR, DE LOS TITULOS Y PLANES DE ESTUDIO, ORGANOS DE
GOBIERNO, EDUCACION SUPERIOR A DISTANCIA, DEROGACION DE LA LEY 24521.
Firmantes PINEDO, FEDERICO.
Giro a
EDUCACION; PRESUPUESTO Y HACIENDA.
Comisiones
TITULO I
Disposiciones preliminares
ARTÍCULO 2º- El Sistema de Educación Superior se regula por las disposiciones de la presente
ley, por la Ley Nacional de Educación Nº 26.206 y la Ley de Educación Técnico Profesional Nº
26.058 en lo que corresponda. Comprende la educación impartida por:
TITULO II
Principios Generales
Capítulo I
De la Educación Superior
3. Formar recursos humanos que sirvan al bien común del país y sean agentes de cambio
social, cultural, científico y productivo, permitiendo que nuestra sociedad se adapte a un
mundo en constante evolución, mediante el uso eficiente de todos sus recursos;
6. Formar a los estudiantes, sobre la base de una cultura humanista y crítica, que
consolide los valores de la libertad personal y de la democracia en su forma representativa
republicana federal, erradicando toda forma de autoritarismo.
ARTÍCULO 5º.- Los cargos docentes y de investigador deberán obtenerse por régimen de
concurso público de antecedentes y oposición, que garantice la aptitud docente y científica de los
aspirantes.
Las designaciones interinas se harán por tiempo determinado y convocando en el mismo acto de
designación al respectivo concurso para la provisión ordinaria del cargo.
Capítulo II
Estructura y Articulación
ARTÍCULO 6º.- La Educación Superior está constituida por institutos de educación superior de
formación docente, humanística, social, técnico-profesional o artística y por instituciones de
educación universitaria, comprensiva de las universidades e institutos universitarios.
ARTÍCULO 7º- Tendrá una estructura organizativa abierta y flexible que facilite la incorporación
de nuevas tecnologías educativas. Podrán acceder a la Educación Superior todos aquellos
alumnos que hayan completado los estudios del nivel secundario de enseñanza.
b) Las provincias y la Ciudad Autónoma de Buenos Aires asegurarán en sus respectivos ámbitos
de competencia, la articulación entre las diferentes instituciones de educación superior de
conformidad con los criterios establecidos en el inciso anterior.
ARTÍCULO 9º- A fin de hacer efectiva la articulación entre institutos de educación superior
pertenecientes a las distintas jurisdicciones previstas en el inciso a) del artículo anterior, el
Ministerio de Educación, Ciencia y Tecnología invitará al Consejo Federal de Educación a que
integre una comisión especial con carácter permanente, compuesta por un representante de
cada una de las jurisdicciones.
Derechos y Obligaciones
ARTÍCULO 10º- Los docentes de las instituciones estatales de educación superior, sin perjuicio
de lo dispuesto por la legislación especial, tendrán los siguientes derechos y obligaciones:
Derechos:
c) Gozar de un año de licencia por estudios con goce completos de haberes cada siete años,
para ampliar su formación profesional en los términos y condiciones que establezca cada
institución.
Obligaciones:
c) Cumplir con las exigencias de perfeccionamiento profesional que fije la carrera académica;
ARTÍCULO 11º.- Los estudiantes de las instituciones estatales de educación superior tienen los
siguientes derechos y obligaciones:
Derechos:
a) Al ingreso a los estudios de educación superior en forma directa -una vez concluidos los
estudios de nivel secundarios-, sin discriminaciones de ninguna naturaleza. Es potestativo de
cada institución universitaria establecer ciclos básicos o propedéuticos.
c) A obtener becas, créditos y otras formas de apoyo económico y social que garanticen la
igualdad de oportunidades para el acceso y permanencia en los estudios de grado, de
conformidad con las normas reglamentarias;
f) A que las personas con discapacidad, durante las evaluaciones, dispongan de servicios de
interpretación y los apoyos técnicos apropiados.
Obligaciones:
TITULO III
Capítulo I
De la responsabilidad jurisdiccional
ARTÍCULO 12º.- El Estado nacional, las provincias y la Ciudad Autónoma de Buenos Aires
planificarán la oferta de carreras y de postítulos; el diseño de planes de estudio; la gestión y
asignación de recursos; y la aplicación de las regulaciones específicas, relativas a los Institutos
de Educación Superior en sus respectivos ámbitos de competencia.
a) Estructurar los estudios en base a una organización curricular flexible y que facilite a sus
egresados una salida laboral;
b) Articular las carreras afines estableciendo núcleos básicos comunes y regímenes flexibles de
equivalencia y reconversión;
Capítulo II
ARTÍCULO 14.- Los institutos de educación superior, tienen por funciones básicas:
a) Formar y capacitar para el ejercicio de la docencia en todos los niveles no universitarios del
sistema educativo: la formación docente inicial, la formación docente continua, el apoyo
pedagógico a las escuelas y la investigación educativa.
ARTÍCULO 16.- Los institutos de educación superior podrán proporcionar formación superior en
el área de que se trate y/o actualización, reformulación o adquisición de nuevos conocimientos y
competencias a nivel de postítulo. Podrán desarrollar cursos, ciclos o actividades que respondan
a las demandas de calificación, formación y reconversión laboral y profesional, de conformidad
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Comisión de Educación – Honorable Cámara de Diputados de la Nación 95
con las regulaciones acordadas entre el Ministerio de Educación, Ciencia y Tecnología y el
Consejo Federal de Educación.
ARTÍCULO 18.- Las provincias y la Ciudad Autónoma de Buenos Aires arbitrarán los medios
necesarios para que sus instituciones de formación docente garanticen el perfeccionamiento y la
actualización de los docentes en actividad, tanto en los aspectos curriculares como en los
pedagógicos e institucionales y promoverán el desarrollo de investigaciones educativas y la
realización de experiencias innovadoras.
ARTÍCULO 19.- Las instituciones de nivel superior no universitario que se creen o transformen, o
las jurisdicciones a las que ellas pertenezcan, que acuerden con una o más universidades del
país mecanismos de acreditación de sus carreras o programas de formación y capacitación,
podrán denominarse Colegios Universitarios.
Capítulo III
ARTÍCULO 20.- Los planes de estudio de las instituciones de formación docente de carácter no
universitario deberán adecuarse a los programas diseñados por el Instituto Nacional de
Formación Docente. Los títulos y las certificaciones para el ejercicio de la docencia en los
diferentes niveles y modalidades del sistema educativo tendrán validez nacional.
ARTÍCULO 22.- Los Institutos de formación superior en las áreas humanística, sociales, artística
o técnico-profesional, cuyo ejercicio pudiere poner en riesgo de modo directo la salud, la
seguridad, los derechos o los bienes de los habitantes, estarán sujetos a los criterios definidos en
el artículo precedente respecto de los planes de estudio cuyos títulos habiliten para continuar
estudios en otros ciclos, niveles o establecimientos, o para el desempeño de actividades
reguladas por el Estado.
Capítulo IV
De la Evaluación Institucional
En el caso de carreras cuyos títulos habiliten para el ejercicio de actividades reguladas por el
Estado y que pudieren comprometer de modo directo el interés público, se establecerán las
condiciones y requisitos mínimos a las que tales instituciones se deberán ajustar. La evaluación
de la calidad de la formación docente se realizará con arreglo a las pautas establecidas por el
Instituto de Formación Docente.
TITULO IV
Capítulo I
a. El desarrollo y difusión de conocimientos del más alto nivel con sentido crítico, creativo e
interdisciplinario, en un clima de libertad, justicia, paz y solidaridad, estimulando la
permanente búsqueda de la verdad.
i. Formular planes para su propio desarrollo para ser elevados al gobierno nacional, previa
consideración del Consejo de Universidades.
Capítulo II
ARTÍCULO 26.- Las instituciones universitarias tendrán autonomía académica e institucional, que
comprende básicamente las siguientes atribuciones:
a) Dictar y reformar sus estatutos, los que serán comunicados al Ministerio de Educación, Ciencia
y Tecnología a los fines establecidos en el artículo 31 de la presente ley;
b) Definir sus órganos de gobierno, establecer sus funciones, decidir su integración y elegir sus
autoridades de acuerdo con lo que establezcan los estatutos;
c) Administrar sus bienes y recursos, conforme con sus estatutos y las leyes reglamentarias;
n) Mantener relaciones de carácter educativo, científico-cultural con instituciones del país y del
extranjero;
ARTÍCULO 27.- Es potestad exclusiva del H. Congreso de la Nación intervenir las instituciones
universitarias con el solo objeto de:
Para ser designado interventor se deben reunir las condiciones exigidas para ser rector de la
universidad. La intervención no podrá exceder el plazo de ciento ochenta (180) días y en caso
alguno podrá menoscabar la autonomía académica.
ARTÍCULO 28.- La fuerza pública no puede ingresar en las instituciones universitarias nacionales
si no media orden escrita previa y fundada de juez competente o solicitud expresa de la autoridad
universitaria legítimamente constituida.
ARTÍCULO 29.- No se podrá interponer recurso jerárquico ante el Poder Ejecutivo contra las
resoluciones definitivas de las universidades.
La acción de amparo ante la justicia federal, será procedente cuando las autoridades
universitarias, o los particulares en su caso, violaren o impidieren el ejercicio de los derechos que
poseen quienes integran la comunidad universitaria.
Capítulo III
Sección I
Requisitos generales
ARTÍCULO 31.- Los estatutos, así como sus modificaciones, entrarán en vigencia a partir de su
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Comisión de Educación – Honorable Cámara de Diputados de la Nación 98
publicación en el Boletín Oficial. Los estatutos deben prever explícitamente: la sede principal, los
objetivos de la institución, su estructura organizativa, la integración y funciones de los distintos
órganos de gobierno, el régimen docente y de investigación y las pautas de administración
económico- financiera.
ARTÍCULO 32.- Para ingresar como alumno a las instituciones universitarias, sean estatales o
privadas, deberá tener aprobado el nivel secundario y cumplir con los demás requisitos de
idoneidad establecidos en el sistema de admisión de cada institución.
ARTÍCULO 33.- Los docentes de todas las categorías deberán poseer titulo universitario de igual
o superior nivel a aquel en el cual ejercen la docencia, requisito que sólo se podrá obviar con
carácter estrictamente excepcional cuando se acrediten méritos sobresalientes.
ARTÍCULO 35.- Las instituciones universitarias dictarán normas y establecerán acuerdos que
faciliten la articulación y equivalencias entre carreras de una misma universidad o de instituciones
universitarias distintas, conforme con las pautas a que se refiere el artículo 6º, inciso d).
ARTÍCULO 37.- Para acceder a la formación de posgrado, el postulante deberá contar con título
universitario de grado o de nivel superior no universitario de cuatro (4) años de duración y reunir
los requisitos que determine el Comité Académico o la autoridad equivalente, a fin de comprobar
que su formación resulte compatible con las exigencias del posgrado al que aspira requisito que
sólo se podrá obviar con carácter estrictamente excepcional cuando se acrediten méritos
sobresalientes
Sección II
Régimen de títulos
ARTÍCULO 39.- El reconocimiento oficial de los títulos que expidan las instituciones universitarias
será otorgado por el Ministerio de Educación, Ciencia y Tecnología.
ARTÍCULO 40.- Los títulos con reconocimiento oficial certificarán la formación académica
recibida.
La habilitación para el ejercicio profesional estará sujeta al régimen legal que se establezca a tal
efecto, sin perjuicio del poder de policía que sobre las profesiones corresponde a las provincias y
la Ciudad Autónoma de Buenos Aires.
Los conocimientos y capacidades que tales títulos certifican, así como las actividades para las
que tienen competencia sus poseedores, serán fijados y dados a conocer por las instituciones
universitarias, debiendo los respectivos planes de estudio respetar la carga horaria mínima
establecida por el Ministerio de Educación, Ciencia y Tecnología, en acuerdo con el Consejo de
Universidades.
a) Los planes de estudio deberán tener en cuenta los contenidos curriculares básicos y los
criterios sobre intensidad de la formación práctica que establezca el Ministerio de Educación,
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Comisión de Educación – Honorable Cámara de Diputados de la Nación 99
Ciencia y Tecnología, en acuerdo con el Consejo de Universidades:
b) Las carreras respectivas deberán ser acreditadas periódicamente por la Agencia Nacional de
Evaluación y Acreditación Universitaria, establecida en el artículo 43 de la presente ley.
Sección III
Evaluación y acreditación
ARTÍCULO 42.- Las instituciones universitarias estarán sujetas a las siguientes evaluaciones:
b) Externas que se harán cada 4 (cuatro) años, en el marco de los objetivos definidos por cada
institución.
b) Acreditar las carreras de grado a que se refiere el artículo 41, así como las carreras de
posgrado, cualquiera sea el ámbito en que se desarrollen, conforme a los estándares que
establezca el Ministerio de Educación, Ciencia y Tecnología en consulta con el Consejo de
Universidades;
ARTÍCULO 45.- La ANEAU será conducida por un Director Ejecutivo que tendrá dedicación
exclusiva en sus tareas y durará cinco años en su cargo, el que podrá ser renovado por un
período. Su remuneración será equivalente al cargo de Secretario de Estado. Deberá reunir los
siguientes requisitos:
ARTÍCULO 46.- La ANEAU tendrá un Consejo Consultivo integrada por diez (10) miembros,
designados por el Poder Ejecutivo Nacional a propuesta de los siguientes organismos: tres (3)
por el Consejo de Universidades Nacional, uno (1) por el Consejo de Rectores de Universidades
Privadas, uno (1) por la Academia Nacional de Educación, dos (2) por cada una de las Cámaras
del Honorable Congreso de la Nación, y uno (1) por el Ministerio de Educación, Ciencia y
Tecnología. Durarán en sus funciones cuatro años, con sistema de renovación parcial. En todos
Capítulo IV
Sección l
ARTÍCULO 47.- Las universidades Nacionales son personas jurídicas de derecho público,
creadas por ley de la Nación, con la previsión del crédito presupuestario correspondiente y en
base a un estudio de factibilidad que avale la iniciativa. El cese de tales instituciones se efectuará
por ley. Tanto la creación como el cierre requerirán informe previo del Consejo de Universidades
Nacionales.
Estarán compuestas por facultades o departamentos que reconocen una misma autoridad
superior. La organización departamental es optativa para cada universidad como base del
funcionamiento académico y administrativo, o de cada una de las facultades para su respectivo
ordenamiento interno.
ARTÍCULO 48.- Las Universidades Nacionales se gobiernan por su estatuto orgánico, el que
regulará su organización, programas y actividades, estableciendo los requisitos de regularidad en
los estudios, los estándares de rendimiento académico y el régimen de convivencia, en el marco
de las disposiciones de la presente ley.
ARTÍCULO 49.- Las Universidades Nacionales regularán las relaciones laborales, previsionales y
de asistencia social de su personal docente y científico mediante el dictado de estatutos
especiales. El personal no docente estará sujeto al régimen laboral -salarial y previsional-
aplicable al personal del Estado Nacional.
Sección II
Órganos de gobierno
a) la Asamblea Universitaria,
b) el Consejo Superior,
c) el Rector,
Estos órganos ejercerán las atribuciones que les asignen los estatutos universitarios, en el marco
de la presente ley. El Poder Ejecutivo nacional sólo podrá impugnar los estatutos de las
universidades nacionales mediante acción ejercida ante la Cámara Federal del fuero Contencioso
Administrativo de la jurisdicción correspondiente. Los estatutos estarán vigentes desde el
momento de la publicación en el Boletín Oficial.
ARTICULO 53.- Los órganos deliberativos de gobierno - la asamblea, el consejo superior y los
consejos académicos o directivos - deberán integrarse con representantes de los tres claustros
CONSULTA HACIA UNA NUEVA LEY NACIONAL DE EDUCACIÓN SUPERIOR
Comisión de Educación – Honorable Cámara de Diputados de la Nación 101
que forman la comunidad universitaria. Cada universidad determinará la proporción de dicha
representación conforme a los siguientes criterios. Los estatutos podrán establecer que el
personal no docente tenga un representante en ellos.
a) El claustro de docentes e investigadores serán elegidos por sus pares que revistan la
condición de docentes elegidos por concurso público de antecedentes y oposición. Deberá tener
la mayor representación relativa, que no podrá ser superior al cincuenta por ciento (50 %), ni
inferior al cuarenta por ciento (40%) de la totalidad de sus miembros:
b) Los representantes de los estudiantes, elegidos por sus pares, deberán poseer la condición de
alumnos regulares de la carrera que cursan;
Los decanos o autoridades docentes equivalentes integrarán el Consejo Superior u órgano que
cumpla similares funciones.
ARTICULO 54.- El rector tendrá dedicación exclusiva y para acceder al cargo se requerirá ser o
haber sido profesor - de conformidad con el artículo 5º de la presente ley -, de una universidad
nacional. Durará cinco (5) años en sus funciones y podrá ser reelegido una sola vez. Los
Estatutos Universitarios podrán establecer la elección de un vicerrector en cada universidad, y de
un vicedecano o vicedirector en cada facultad o departamento.
ARTICULO 55.- Los estatutos preverán la constitución de un tribunal universitario, que tendrá por
función entender en toda cuestión ético-disciplinaria en que estuviere involucrado personal
docente. Estará integrado por profesores eméritos o consultos, o por profesores por concurso
que tengan una antigüedad en la docencia universitaria de por lo menos diez (10) años.
Sección III
ARTICULO 56.- La Enseñaza de grado en las Universidades Estatales será gratuita. El Estado
Nacional garantiza el financiamiento del Sistema Universitario Estatal. Cada Universidad tendrá
su propio presupuesto de gastos y recursos, el cual formará parte detallada del Presupuesto
General de Gastos y Cálculo de Recursos del Estado Nacional.
A tal efecto las universidades del sistema quedan facultadas a crear en sus respectivas
jurisdicciones, los instrumentos presupuestarios que le permitan un mejor desenvolvimiento en el
tratamiento de sus recursos. Estos estarán integrados por:
d. Los derechos o tasas que perciban las universidades como retribución de los servicios
adicionales que presten.
ARTICULO 57.- El Estado Nacional, las provincias y la Ciudad Autónoma de Buenos Aires
establecerán un sistema de becas para alumnos que cursen estudios de nivel superior o
universitario que las soliciten, las que se basarán en el rendimiento académico, con el fin de
hacer efectivo el principio de igualdad de oportunidades.
Los recursos del Fondo se distribuirán entre las provincias y la Ciudad Autónoma de Buenos
Aires mediante la asignación de una suma fija por cantidad de habitantes y en función de la
cantidad de alumnos matriculados desagregados por año calendario.
c. Dictar normas relativas a la generación de recursos adicionales a los del artículo 58,
mediante la venta de bienes, productos, derechos o servicios, subsidios, contribuciones,
herencias, derechos o tasas por los servicios que presten, así como todo otro recurso que
pudiera corresponderles por cualquier titulo o actividad.
En ningún caso se podrá disminuir el aporte del Tesoro nacional como contrapartida de la
generación de recursos complementarios por parte de las instituciones universitarias nacionales.
ARTICULO 61.- La ley de presupuesto debe fijar anualmente la contribución del Tesoro nacional
al presupuesto y el plan de trabajos públicos de cada universidad. Dicha contribución se deberá
establecer de acuerdo con el siguiente procedimiento.
a) Cada universidad con intervención del Consejo Superior, elevará los anteproyectos de
presupuesto y su plan de trabajos públicos.
d) En ningún caso la contribución del gobierno federal a las universidades, asignada en la ley
presupuesto nacional podrá ser inferior a la establecida en el año anterior.
ARTICULO 62.- Se establece una contribución adicional para todos los profesionales que
obtengan su título de grado en las Universidades Nacionales, la que será efectiva a partir del
momento en que su situación fiscal esté comprendida dentro de las siguientes categorías:
Dicha contribución adicional estará conformada por el incremento del 10% en el monto tributado
en los todos los casos del presente artículo.
Este aporte adicional que será recaudado por la Administración Federal de Ingresos Públicos
(AFIP), se tributará por el término de siete (7) años a partir de que los profesionales se sitúen en
las categorías fiscales enunciadas en los incisos precedentes, y tendrá como destino el Fondo
Universitario de Fomento de Igualdad de Oportunidades. La AFIP dictará la reglamentación
necesaria para la percepción de los citados gravámenes.
ARTICULO 63.- Es atribución exclusiva del Consejo Superior de cada universidad aprobar el
propio proyecto de presupuesto financiado con los recursos asignados.
Los recursos aportes creados en el artículo anterior se destinarán a las facultades de los
egresados que tributen el gravamen y serán asignados a los fines que sus autoridades
determinen con carácter prioritario;
Los restantes recursos enumerados en los incisos b) a e) del artículo 56 se destinarán a financiar
un sistema de becas, préstamos, subsidios u otro tipo de crédito o ayuda estudiantil y apoyo
didáctico en los estudios de grado y posgrado. Estos recursos estarán fundamentalmente
destinados a los alumnos comprendidos en el artículo 57 de la presente ley de forma de
garantizar el principio de igualdad de oportunidades del sistema.
Capítulo V
ARTICULO 64.- Las instituciones universitarias privadas deberán constituirse como asociaciones
civiles o fundaciones sin fines de lucro, obteniendo la correspondiente personería jurídica.
Deberán ser autorizadas por decreto del Poder Ejecutivo Nacional. Podrán funcionar
CONSULTA HACIA UNA NUEVA LEY NACIONAL DE EDUCACIÓN SUPERIOR
Comisión de Educación – Honorable Cámara de Diputados de la Nación 104
provisoriamente por un lapso de seis (6) años, previo informe favorable de la Agencia Nacional
de Evaluación y Acreditación Universitaria, y con expresa indicación de las carreras, grados y
títulos que la institución puede ofrecer y expedir.
c) El nivel académico del cuerpo de profesores con el que se contará inicialmente, su trayectoria
en investigación científica y en docencia universitaria;
b) Toda modificación de los estatutos, creación de nuevas carreras, cambio de planes de estudio
o modificación, requerirá autorización ministerial;
c) En todo documento oficial o publicidad que realicen las instituciones deberán dejar constancia
expresa del carácter precario de la autorización con que operan.
ARTICULO 68.- Las resoluciones denegatorias del reconocimiento definitivo, así como aquellas
que dispongan su retiro o el de la autorización provisoria, serán recurribles ante la Cámara
Federal del fuero Contencioso Administrativo correspondiente a la jurisdicción de la institución de
que se trate, dentro de los quince (15) días hábiles de notificada la decisión recurrida.
ARTICULO 69.- Los establecimientos privados cuya creación no hubiere sido autorizada
conforme a las normas legales pertinentes no podrán usar denominaciones ni expedir diplomas,
títulos o grados de carácter universitario.
Capítulo VI
ARTICULO 70.- Los títulos y grados otorgados por las Instituciones Universitarias Provinciales
tendrán los efectos legales previstos en la presente ley, cuando previo al cumplimiento de las
disposiciones del artículo 65 obtengan el reconocimiento del Poder Ejecutivo Nacional. Deberán
adecuar sus normas de funcionamiento a los capítulos I, II, III y IV del presente título, en la
Capítulo VII
ARTICULO 71.- Las Instituciones Superiores y las Universidades podrán impartir enseñanza en
sus carreras y especialidades bajo la modalidad educativa a distancia. Deberán ajustarse a las
prescripciones de la presente ley, a la legislación jurisdiccional en los casos que corresponda, y a
los procedimientos de supervisión y control que emanen de los distintos niveles del Estado.
Articulo 72.- Las instituciones de formación docente reguladas en el Titulo III, Capítulo II de la
presente ley, que impartan sus cursos a distancia se ajustarán a los programas que para esa
modalidad de enseñanza diseñe el Instituto Nacional de Formación Docente y a los criterios
establecidos entre el Ministerio de Educación, Ciencia y Tecnología y el Consejo Federal de
Educación.
ARTICULO 73.- Las Universidades Nacionales, Provinciales y Privadas deberán ajustar sus
planes y programas de estudio desarrollados bajo la presente modalidad de acuerdo con las
disposiciones y normas establecidas por el Consejo Universitario Nacional.
ARTICULO 74.- La ANEAU aplicará los patrones y estándares para los procesos de acreditación
de las carreras que se dicten bajo la modalidad a distancia establecidos por el Ministerio de
Educación, Ciencia y Tecnología y, por el Consejo de Universidades.
Capítulo VII
ARTICULO 77.- Serán órganos de coordinación y consulta del sistema universitario, en sus
respectivos ámbitos, el Consejo de Universidades, el Consejo de Universidades Nacional, el
Consejo de Rectores de Universidades Privadas, la Agencia Nacional de Evaluación y
Acreditación Universitaria y los Consejos Regionales de Planificación de la Educación Superior.
c) Acordar con el Consejo Federal de Educación criterios y pautas para la articulación entre
las institutos o colegios de educación superior;
d) Expedirse sobre otros asuntos que se les remitan en consulta por la vía correspondiente.
ARTICULO 79.- El Consejo de Universidades Nacional estará integrado por los rectores de las
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Comisión de Educación – Honorable Cámara de Diputados de la Nación 106
instituciones universitarias nacionales y provinciales reconocidas por la Nación, que estén
definitivamente organizadas. El Consejo de Rectores de Universidades Privadas estará integrado
por los rectores de las instituciones universitarias privadas.
b) Ser órganos de consulta en las materias y cuestiones que prevé la presente ley,
TITULO V
ARTICULO 81.- Los estudiantes que hayan accedido a estudios superiores en virtud de las
situaciones excepcionales autorizadas en los artículos 7 y 39 bis de la ley 24.521, tendrán un
plazo de dos años para culminar sus estudios.
ARTICULO 82.- Todas las normas que eximen de impuestos, tasas y contribuciones a las
universidades nacionales al momento de la promulgación de la presente ley, continuarán
vigentes.
FUNDAMENTOS
Señor presidente:
Debemos destacar que hasta 1995, la Argentina carecía de un instrumento legal que regulara el
funcionamiento de la educación superior en su conjunto. Las normas vigentes hasta entonces
provenían de la agregación y en ocasiones de la superposición de leyes, decretos y resoluciones
ministeriales diversas. La ley n º 24521, fue concebida como un marco regulatorio amplio y
unificador del sistema que facilitara la articulación y el desarrollo de todas las instituciones de
nivel superior, universitarias y no universitarias.
La iniciativa que hoy proponemos plasma en la regulación del nivel superior las disposiciones
establecidas en la Ley Nacional de Educación nº 26206 respecto del Instituto Nacional de
Formación Docente.
Asimismo recoge la experiencia de la última década y cubre las problemática más compleja en
materia universitaria: autonomía, financiamiento y calidad. Entendemos que el concepto de
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Comisión de Educación – Honorable Cámara de Diputados de la Nación 107
autonomía es el principio básico de la universidad pública reformista, ratificado en la Constitución
Nacional desde 1994 y en orden a preservarlo consideramos que debe otorgarse a los estatutos
de cada casa de estudios su verdadera jerarquía: la de regular y establecer la vida universitaria.
En el mismo sentido se establece taxativamente los supuestos y condiciones en los que puede
tener lugar una intervención en las casas de estudios superiores, porque la intervención debe ser
un remedio absolutamente excepcional y autorizado judicialmente.
Otro aspecto central en el debate son los mecanismos de acreditación y evaluación de las
universidades. Deben preservarse y fortalecerse dichos mecanismos y por ello proponemos
jerarquizar más el sistema mediante la creación de una Agencia Nacional de Evaluación y
Acreditación Universitaria (ANEAU), integrada por 12 miembros, designados por el Poder
Ejecutivo nacional a propuesta del Consejo de Universidades Nacional, el Consejo de Rectores
de Universidades Privadas, la Academia Nacional de Educación, las Cámaras del Honorable
Congreso Nacional, y el Ministerio de Educación. Es importe reforzar la cultura de la evaluación,
tanto interna como externa, convirtiéndola en un elemento esencial y continuo, fundamental para
el diseño de proyectos, programas y estrategias de transformación y mejoramiento de la calidad
de la enseñanza impartida y la investigación desarrollada.
Dicha contribución será efectiva a partir del momento en que la situación fiscal de los graduados
alcance quede comprendida dentro de ciertas categorías: contribuyente al impuesto a las
ganancias: contribuyente de la 4ta. categoría de impuesto a las ganancias, monotributistas de
categoría C o superior a ésta; y consistirá en un incremento del 10% en el monto tributado en los
todos los casos.
Finalmente, la presente iniciativa nos permite cumplir con los requerimientos del Consejo de
Universidades nacional (CIN) que en su último documento y con vista al proceso de modificación
del marco legal vigente expresó " la necesidad de establecer un sistema universitario que
garantice la educación pública, libre y gratuita, que asegure condiciones efectivas de inclusión,
que sea proactivo, plural, comprometido, que brinde una formación de calidad en grado,
posgrado, investigación y extensión, que promueva una activa participación de todos los
miembros de la comunidad universitaria y, entre otras cosas, que posea un sistema de
financiamiento público".
Satisfacer esa necesidad nos exige una ley marco flexible, que respete la autonomía universitaria
y que contribuya a sustentar un proceso de transformación en las instituciones de educación
superior para alcanzar mejores resultados y mayor calidad institucional.
La presente iniciativa cumple con estos postulados y por ello solicito a mis pares la aprobación
del presente proyecto de ley.
Texto facilitado por los firmantes del proyecto. Debe tenerse en cuenta que solamente podrá ser
tenido por auténtico el texto publicado en el respectivo Trámite Parlamentario, editado por la
Imprenta del Congreso de la Nación.
Nº de Expediente 1134-D-2011
Trámite
0014 (22/03/2011)
Parlamentario
Sumario REGIMEN DE EDUCACION SUPERIOR.
BARRIOS, MIGUEL ANGEL - CORTINA, ROY - CUCCOVILLO, RICARDO OSCAR - FEIN, MONICA HAYDE -
Firmantes
VIALE, LISANDRO ALFREDO - CICILIANI, ALICIA MABEL - LINARES, MARIA VIRGINIA.
Giro a
EDUCACION; PRESUPUESTO Y HACIENDA.
Comisiones
Título I
De la Educación Superior
Art. 3º.- La educación superior desarrollará vinculaciones múltiples con los niveles educativos
precedentes y con todos los sectores sociales, siendo estas vinculaciones inseparables de los
procesos formativos y ligadas a las funciones de investigación y extensión.
Art. 4º.- La Educación Superior estará conformada por universidades e institutos universitarios e
institutos de educación superior de jurisdicción nacional, provincial y municipal, estatales o
privados, cuyas funciones se orientarán a:
g) El respeto por los derechos humanos y el combate contra cualquier forma de discriminación,
garantizando las condiciones y los medios que posibiliten el acceso de las personas con
discapacidad.
Título II
Capítulo 1
Art. 5º.- Las universidades nacionales son instituciones educacionales, científicas y culturales
que integran el sistema nacional de educación formal en el ciclo posterior al nivel medio. Su
misión fundamental es la formación integral de los estudiantes.
Art. 6º.- En el ejercicio de sus funciones de docencia, investigación y extensión universitaria, las
universidades nacionales respetarán los siguientes principios:
a) Su carácter público y gratuito, debiendo ser dotadas por el Estado Nacional de los recursos
necesarios para el adecuado desempeño de sus funciones.
f) El trabajo conjunto y cooperativo con los niveles anteriores del sistema educativo para evitar
que las limitaciones al acceso se encuentren antes del ingreso a la universidad, articulando con
las escuelas públicas de nivel básico y secundario. En el mismo sentido promoverán la
articulación con otras instituciones de educación superior, abarcando los aspectos de la
producción y difusión del saber pedagógico, la investigación educativa y la formación docente a
fin de contribuir al permanente mejoramiento del nivel académico del sistema educativo en su
conjunto.
Capítulo 2
Autonomía
Art. 7º.- Las universidades nacionales son personas jurídicas de derecho público que, de
conformidad con la presente ley y con los estatutos que en su consecuencia se dicten, gozan de:
Art. 8º.- Las universidades nacionales sólo podrán crearse por ley nacional. La sanción de la ley
ha de estar precedida de un informe favorable del Consejo Interuniversitario Nacional elaborado
a partir del análisis del Estudio de Factibilidad y del Proyecto de Desarrollo Institucional que
justifican su creación. El proyecto de Desarrollo Institucional debe establecer las áreas
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Comisión de Educación – Honorable Cámara de Diputados de la Nación 110
disciplinarias sobre las cuales se constituirán la propuesta académica y las líneas de
investigación prioritarias de cada universidad y las estrategias y metas de desarrollo institucional
de corto, mediano y largo plazo previstas. El Consejo Interuniversitario Nacional elaborará, en un
plazo no superior a los 180 días a partir de la reglamentación de la presente ley, las Pautas
Mínimas pala la Elaboración del Proyecto de Desarrollo Institucional de las universidades
públicas.
Art. 9º.- Las universidades nacionales sólo podrán ser intervenidas por ley de la Nación, por
tiempo determinado, el que no podrá exceder los 180 días, con el solo objeto de disponer la
renovación de las autoridades intervenidas, y únicamente por ilegítima remoción de autoridades
elegidas de conformidad al estatuto de la universidad o por conflicto institucional insoluble dentro
de la universidad que impida su normal funcionamiento y el cumplimiento de sus funciones y
objetivos.
Art. 10º.- Los recintos de las universidades nacionales son inviolables, la fuerza pública sólo
podrá ingresar a ellos por orden escrita y fundada de juez competente o a petición expresa de las
autoridades universitarias.
Art. 11º.- Cada universidad nacional se organizará y gobernará de acuerdo con lo establecido en
su estatuto orgánico, el que deberá conformarse a las disposiciones de la presente ley.
Capítulo 3
Gobierno
Art. 12º.- La comunidad universitaria está compuesta por estudiantes, docentes de todas las
categorías, graduados y no docentes, cuyos representantes integran los órganos colegiados de
gobierno de las universidades nacionales.
Art. 14º.- Los órganos de gobierno de las universidades nacionales son la Asamblea
Universitaria; el Consejo Superior y el Rector o Presidente.
Los consejeros son elegidos directamente por el voto universal, secreto y obligatorio de los
miembros de cada uno de los claustros.
Art. 18º.- Cada universidad nacional creará el Consejo Social como órgano que promueva el
diálogo con los distintos actores de la sociedad. El estatuto de la universidad reglamentará su
integración, la designación de sus miembros, sus funciones y las normas de funcionamiento.
Capítulo 4
Art. 19º.- La enseñanza de grado en las universidades nacionales es gratuita y el ingreso a las
mismas directo y sin limitaciones, con el único requisito de haber concluido el ciclo anterior en el
sistema educativo. Excepcionalmente, los mayores de 25 años que no reúnan esa condición
podrán ingresar, siempre que demuestren a través de las evaluaciones que la respectiva
institución establezca, que poseen preparación y/o experiencia acorde con los estudios que
pretenden iniciar.
Art. 20º.- En las universidades nacionales la condición de "estudiante" se adquiere con el ingreso
a la universidad y se mantiene de modo ininterrumpido hasta la graduación. No podrá disponerse
el cumplimiento de condiciones o requisitos que impidan a los estudiantes el derecho a obtener la
inscripción al año lectivo.
Capítulo 5
Docentes
Art. 21º.- Las universidades nacionales organizarán la carrera docente, de conformidad con sus
estatutos, procurando la formación integral del docente, la profundización de su saber específico,
y el mejoramiento de la metodología de la enseñanza y evaluación. Organizarán cursos de
actualización y perfeccionamiento para docentes de todas las categorías, garantizando el acceso
a los cursos de especialización, maestría y doctorado que se dicten en la misma universidad.
Art. 22º.- El acceso a la cátedra en todos los niveles de la docencia ordinaria se hará por
concurso público de oposición y antecedentes, ante un jurado integrado de conformidad con lo
que reglamenten los respectivos estatutos, previendo en todos los casos la participación
estudiantil. En dicho concurso se otorgará preeminencia a la oposición sobre los antecedentes.
De la misma manera, se otorgará preeminencia a la formación general sobre la especializada,
salvo en aquellos casos particulares en que por la naturaleza de las funciones a desempeñar se
requiera de un especialista.
Art. 23º.- Cada universidad nacional deberá prever en su estatuto la forma de evaluación
periódica a la que será sometido el desempeño docente. La evaluación deberá incluir el
cumplimiento de las tareas y los resultados de su actuación, debiendo estar incluidos entre estos,
aquellos correspondientes a: el rendimiento académico de sus alumnos, la producción de
materiales educativos y de estrategias de mejoramiento de la enseñanza, la producción en
investigación, desarrollo, innovación o extensión si correspondiere, y el mejoramiento en su
formación disciplinar y docente, así como la opinión de los estudiantes. El jurado que emitirá el
juicio estará integrado de conformidad con lo que reglamenten los respectivos estatutos,
previendo en todos los casos la participación estudiantil con voz y voto.
Art. 24º.- Las universidades nacionales instituirán el juicio académico destinado a sustanciar la
solicitud de remoción de docentes en los supuestos y con las modalidades que establecerán sus
estatutos, garantizando la participación estudiantil con voz y voto en los tribunales.
Capítulo 6
Estudiantes
Capítulo 7
Graduados
Art. 27º.- Las universidades nacionales establecerán los mecanismos destinados a mantener una
vinculación permanente entre la universidad y sus graduados. Dicho vínculo promoverá la
actualización permanente de los graduados en las diferentes áreas de conocimiento, su
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participación activa en la actividad académica de las universidades, el fortalecimiento de los
mecanismos de actualización académica de las diferentes profesiones y disciplinas científicas, la
producción de conocimiento y su difusión a través de publicaciones especializadas el desarrollo
de una sólida formación de posgrado.
Capítulo 8
No docentes
Art. 28º.- En las universidades nacionales los cargos no docentes serán cubiertos por concurso
público. Los estatutos universitarios regularán el régimen de las relaciones laborales del personal
no docente, el que no podrá desconocer los derechos consagrados a los trabajadores por el
derecho común.
Art. 29º.- Las universidades nacionales posibilitarán a su personal no docente completar sus
estudios secundarios e iniciar sus estudios universitarios en la misma, compatibilizando los
horarios de trabajo con los de estudio.
Capítulo 9
Enseñanza
Art. 30º.- En las universidades nacionales los títulos de cada carrera universitaria serán
habilitantes, debiendo los respectivos planes de estudio ser aprobados por el consejo directivo o
académico de la facultad o departamento correspondiente y, para entrar en vigencia,
homologados por el Consejo Superior de la Universidad, de conformidad con lo que establezca el
estatuto universitario. Las universidades nacionales son las únicas que pueden otorgar reválidas
de los títulos extranjeros.
Art. 31º.- Los estudios de posgrado, según sus propósitos específicos, se clasifican en estudios
de especialización, conducentes a los títulos de especialista o magister y estudios doctorales.
Art. 32º.- Las universidades nacionales, en su carácter de rectoras del sistema de educación
superior, contribuirán a la articulación y movilidad intra-sistema, a través de convenios con otras
universidades y con institutos de educación superior no universitaria. Promoverán la movilidad
estudiantil y docente entre instituciones, así como los mecanismos de articulación que posibiliten
la continuidad de los estudios terciarios para acceder al título de grado universitario.
Capítulo 10
Investigación
Art. 33º.- Las universidades nacionales aportarán al desarrollo científico y tecnológico nacional en
el marco de los lineamientos fijados por la Estrategia de Desarrollo de la Investigación Científica
y Tecnológica en las Universidades Nacionales, elaborada por el Consejo Interuniversitario
Nacional en colaboración con el Ministerio de Educación Ciencia y Tecnología en el marco de los
objetivos establecidos como principios en el artículo 6º de la presente ley.
Art. 35º.- En las respectivas áreas de ciencia y tecnología de las universidades se impulsará el
desarrollo de una cultura científica y tecnológica mediante el desarrollo de estructuras asociativas
que propicien:
Capítulo 11
Extensión universitaria
Art. 37º.- Las universidades nacionales contarán con un área a cargo de la extensión
universitaria, con el objetivo fundamental de vincular sistemáticamente y en forma activa la
universidad y el medio social, a través de las siguientes funciones:
e) Promover planes de voluntariado social que permitan atender a los requerimientos de los
sectores de la población con menores recursos.
f) Integrar redes que propicien la difusión y gestión de las actividades y servicios de investigación,
desarrollo e innovación.
Capítulo 12
Permanencia y Bienestar
a) Contribuir a determinar las aptitudes del futuro estudiante universitario frente a las diversas
ramas de la ciencia y de las actividades profesionales y promover la inscripción en las carreras
de mayor interés para el desarrollo regional y nacional. A tal fin actuará en estrecha vinculación
con los establecimientos educacionales públicos pertenecientes al nivel de enseñanza anterior.
Art. 39º.- Las universidades nacionales deberán tener un área de obra social y bienestar
universitario, con las siguientes funciones:
f) Suministrar los medios necesarios para la práctica masiva de la educación física por parte de
los miembros de la comunidad universitaria.
Art. 40º.- El área de bienestar destinará una partida especial para el otorgamiento de las becas
previstas en el inciso c) del apartado anterior, la cual deberá garantizarse desde el Estado
nacional al momento de realizar las respectivas previsiones presupuestarias.
Capítulo 13
b) El 10% de la recaudación impositiva excedente sobre la prevista para cada año se destinará al
Fondo Permanente para el Desarrollo de la Infraestructura y el Equipamiento de las
Universidades Nacionales. El Consejo Interuniversitario Nacional en acuerdo con el Ministerio de
Educación, Ciencia y Tecnología definirá la asignación de los recursos disponibles en dicho
fondo. Los recursos del Fondo Permanente para el Desarrollo de la Infraestructura y el
Equipamiento de las Universidades Nacionales deberán ser íntegramente asignados a
inversiones en infraestructura y equipamiento de las universidades nacionales. Los gastos
derivados del funcionamiento administrativo del Fondo Permanente para el Desarrollo de la
Infraestructura y el Equipamiento de las Universidades Nacionales serán sostenidos a través del
presupuesto corriente del Ministerio de Educación, Ciencia y Tecnología.
c) El aporte del Estado no podrá ser disminuido como contrapartida de recursos adicionales
emergentes de otras fuentes.
Art. 42º.- Formarán el patrimonio de las universidades nacionales los bienes de cualquier
naturaleza que integran su dominio y los que se incorporen a él en virtud de la ley o a título
gratuito u oneroso, así como las colecciones científicas, publicaciones y demás bienes que sus
facultades, departamentos o institutos posean o se le asignen en el futuro.
Art. 43º.- Las universidades nacionales, previa aprobación del Consejo Superior, pueden
incrementar sus fondos con recursos provenientes de donaciones, legados y otras liberalidades;
rentas, frutos e intereses de sus bienes patrimoniales; derechos de explotación de patentes de
invención o derechos intelectuales que pudieran corresponderles; retribuciones que perciban por
servicios prestados y economías que realicen sobre su presupuesto anterior.
Capítulo 14
Art. 44º.- Las universidades nacionales deberán contar un órgano interno que efectúe el control
económico, financiero, presupuestario, y de gestión de las mismas, con capacidad para proponer
acciones correctivas, debiendo estar dotado de los recursos necesarios para garantizar su
correcto desempeño.
Art. 45º.- El control externo de las universidades nacionales será competencia de la Auditoría
General de la Nación en forma directa, no pudiendo delegarse o terciarizar esta función.
Título III
Art. 46º.- Las universidades privadas son personas jurídicas de derecho privado. Su
funcionamiento debe ser autorizado por decreto del Poder Ejecutivo Nacional, previo informe
favorable de la Comisión de Seguimiento del Sistema de Educación Superior elaborado a partir
del análisis del Estudio de Factibilidad y del Proyecto de Desarrollo Institucional que justifican su
creación. El Proyecto de Desarrollo Institucional debe establecer las áreas disciplinarias sobre las
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Comisión de Educación – Honorable Cámara de Diputados de la Nación 115
cuales se constituirán la propuesta académica y las líneas de investigación prioritarias de cada
universidad y las estrategias y metas de desarrollo institucional de corto, mediano y largo plazo
previstas. La Comisión de Seguimiento del Sistema de Educación Superior elaborará en un plazo
no superior a los 180 días de su constitución las Pautas Mínimas pala la Elaboración del
Proyecto de Desarrollo Institucional de las universidades privadas.
Art. 47º.- El Estado argentino debe garantizar el cumplimiento de los objetivos y funciones
básicas enunciados en el Título I de la presente ley, regulando y fiscalizando el funcionamiento
de las universidades privadas.
Art. 48º- Las universidades privadas preverán en sus estatutos o contratos sociales las normas
de funcionamiento y toma de decisiones que se ajusten a lo dispuesto en la presente ley,
contemplando en su forma organizativa los mecanismos para garantizar la participación de los
miembros de la comunidad universitaria.
Art. 49º.- Para que los títulos de universidades privadas sean habilitantes, deberán previamente
contar con la aprobación del Ministerio de Educación, Ciencia y Tecnología, de acuerdo a lo
dispuesto en el artículo 53 inc. c) y el artículo 58 de la presente ley.
Art. 50º.- Las universidades privadas no podrán ser eximidas total o parcialmente de impuestos o
contribuciones previsionales de ningún tipo, ni podrán acceder a subsidio alguno otorgado por el
gobierno nacional.
Título IV
Art. 51º.- El Consejo Interuniversitario Nacional (C.I.N.) está integrado por los rectores o
presidentes de todas las universidades nacionales. Sus funciones son:
b) Favorecer la articulación entre las instituciones que integran el sistema de educación superior
y de éstas con otros niveles del sistema educativo, así como con el sistema nacional de ciencia y
tecnología.
c) Ejercer el contralor del sistema de educación superior, siendo esta función indelegable,
llevando adelante:
Art. 54º.- La Comisión de Seguimiento del Sistema de Educación Superior estará integrada por
doce (12) miembros a propuesta de los siguientes organismos: seis (6) por el C.I.N., uno (1) por
el C.R.U.P., uno (1) por el Ministerio de Educación, Ciencia y Tecnología, uno (1) por cada
cámara del Congreso Nacional, uno (1) por la Federación Universitaria Argentina y uno (1) por el
gremio docente. Será presidido por un miembro del C.I.N.
Título V
Art. 56º.- El Comité de Especialistas estará integrado en al menos dos tercios de sus miembros
por docentes o investigadores pertenecientes a universidades nacionales, y además de lo
dispuesto en el artículo precedente tendrá a su cargo el análisis de los proyectos de creación de
nuevas universidades privadas.
Art. 57º.- En la evaluación que realice el Comité de Especialistas del Plan de desarrollo plurianual
deberán informarse los niveles de logro en los propósitos institucionales. Toda recomendación
deberá acompañarse con la correlativa indicación de las condiciones necesarias para la
obtención de los resultados deseados, y el detalle de los recursos adicionales que dichas
condiciones demanden.
Art. 58º.- La Comisión de Seguimiento del Sistema de Educación Superior constituirá asimismo
una Junta de Acreditación para carreras de grado y posgrado radicadas en universidades
privadas. En dicha Junta se constituirán comités de pares dando preeminencia a expertos de la
misma disciplina de la carrera a ser evaluada, debiendo necesariamente contar con la
participación de al menos un 50% de docentes o investigadores pertenecientes a universidades
nacionales. La Junta de Acreditación se expedirá asimismo sobre las carreras a ser creadas en el
ámbito privado, siendo su dictamen favorable necesario para la autorización de las mismas por
parte del Ministerio de Educación, Ciencia y Tecnología.
Título VI
Art. 60º.- La Educación Superior No Universitaria se regirá por lo dispuesto en la presente Ley y,
en todo aquello que esta no prevea, por lo dispuesto por las leyes Nº 26.206 y Nº 26.058.
Art. 61º.- La Educación Superior No Universitaria estará a cargo de la formación profesional que
se cumplirá en los institutos de formación docente, técnica, humanística, social, científica,
deportiva y/o artística, y otorgará títulos habilitantes para el desempeño profesional de sus
graduados.
Art. 62º.- Los institutos de Educación Superior No Universitaria de carácter público, dependientes
de las provincias, del gobierno de la ciudad de Buenos Aires, y los que se creen en la órbita del
gobierno nacional, se encuentran alcanzados por lo establecido en el Título I de la presente ley.
Las jurisdicciones respectivas establecerán las pautas de creación y funcionamiento para dichos
institutos.
Art. 63º.- Las instituciones del nivel de Educación Superior No Universitario tienen por objetivos,
además de los definidos en el artículo 4º de la presente ley: formar técnicos, profesionales y
docentes de alto nivel académico en todas las áreas del conocimiento que habiliten para el
desempeño laboral y la acreditación de las carreras y/o ciclos de formación realizados para la
prosecución de estudios y actualización permanente en otros ciclos, instituciones y niveles; llevar
adelante actividades de perfeccionamiento y actualización para sus graduados; articular las
actividades de formación con el sistema productivo, científico, tecnológico y laboral.
Art. 65º.- El Ministerio de Educación, Ciencia y Tecnología en Acuerdo con el Consejo Federal de
Educación fijará los parámetros básicos para la formación de docentes y directivos de todos los
niveles y modalidades del sistema educativo con excepción de la educación universitaria.
Art. 66º.- Los Institutos de Formación Docente podrán elaborar planes, programas, proyectos,
diseños, y modificaciones de las carreras y cursos que dictan, debiendo contar los mismos con la
aprobación de las autoridades educativas de su jurisdicción.
Art. 67º.- El Ministerio de Educación Ciencia y Tecnología en acuerdo con el Consejo Federal de
Educación fijará las bases para el ingreso y la promoción en la carrera docente en las
instituciones de nivel de Educación Superior no Universitario asegurando en las mismas el
mecanismo de concurso público y abierto de antecedentes y oposición.
Las jurisdicciones deberán en un lapso de 180 días presentar un plan para la designación de
profesores por cargo y la concentración laboral en una misma institución. Dicho plan deberá
asegurar establecer metas claras a lograr durante los siguientes cinco años. El consejo Federal
de educación deberá garantizar la difusión y la comparación de los planes presentados por las
diferentes jurisdicciones.
Art. 68º.- El Ministerio de Educación, Ciencia y Tecnología coordinará con las jurisdicciones, en el
marco del Consejo Federal de Cultura y Educación, el establecimiento de parámetros comunes
para las carreras docentes y promoverá la articulación con las universidades nacionales para
garantizar la actualización científica docente. La formación de técnicos deberá brindar
conocimientos ligados al desarrollo local y a la transformación de las economías regionales.
Art. 69º.- Las autoridades competentes de las provincias y de la Ciudad Autónoma de Buenos
Aires, tendrán las siguientes atribuciones y obligaciones:
b) Fijar las urgencias y prioridades en la ejecución de las políticas educativas de nivel terciario,
c) Definir las pautas curriculares básicas para el nivel, d) fijar los parámetros básicos en relación
con la construcción y mantenimiento de los edificios, y e) fijar los lineamientos del
perfeccionamiento y la actualización obligatorios, sistémicos, institucionales, en servicio y
gratuitos.
Título VII
Disposiciones transitorias
Art. 71º.- Derógase la ley 24.521, sus disposiciones complementarias y modificatorias, y toda otra
norma que se oponga a lo dispuesto en la presente ley.
FUNDAMENTOS
Señor presidente:
Esto refleja de alguna manera, uno de los principios con los que encaramos nuestra tarea
legislativa: la idea de que el dialogo, la apertura a la revisión crítica de nuestras propuestas y las
intenciones constructivas, deben imperar a la hora de legislar en función del bienestar de nuestra
sociedad. El avance hacia la libertad y la igualdad de las personas y el futuro de nuestra
sociedad son inconcebibles sin la educación. En total consonancia con este principio básico, el
Estado debe retomar un rol protagónico en la definición de la política educativa y en la promoción
de la Escuela y de la Universidad Pública como espacios fundamentales de construcción y
socialización del conocimiento.
Es necesario realizar un nuevo proceso de reforma universitaria que, con raíces en la tradición de
la universidad pública argentina y el ideario de la Reforma de 1918, mire a los desafíos del
presente y del futuro. Para ello, resulta prioritario la formulación de un nuevo marco legal que
reemplace las definiciones conceptuales del modelo neoliberal de los noventa y que promueva el
establecimiento de medidas tendientes a garantizar la real igualdad de oportunidades en el
acceso y la permanencia en la educación superior, el desarrollo en ciencia, tecnología e
innovación y los más altos niveles de formación profesional, todo ello mediante el adecuado
financiamiento provisto por el Estado.
En función de este objetivo, en una senda reformista de militancia, trabajo y proyectos para la
transformación de la Universidad, presentamos nuestra propuesta de marco legal para la
educación superior.
I. NEOLIBERALISMO Y EDUCACIÓN
De esta forma, es posible observar cómo tiende a profundizarse la brecha existente entre los
"ganadores" y "perdedores" del modelo: entre aquellos que viven positivamente la radicalización
de la individualidad, por un lado, y quienes "por padecer una situación de vulnerabilidad y caída
social tienden a vivir la exigencia de individualización en términos puramente negativos". (2) Todo
esto contribuyó a echar por tierra el poderoso mito integrador del progreso indefinido,
estrechamente asociado a la idea de una clase media fuerte y culturalmente homogénea, que
había convertido a la Argentina en un caso único en el contexto latinoamericano.
Además, como "los derechos sociales han estado históricamente ligados al mantenimiento del
trabajo formal y no en base a una definición en términos universales, su pérdida entraña una
reducción drástica de esos derechos". (3) En la Argentina, el sistema institucional del área laboral
fue fuertemente contenedor, y esto explica lo traumático que resulta el ensayo neoliberal. Pero
estos procesos no sólo entrañaron la pérdida de derechos sociales. En este contexto, "la pérdida
de derechos sociales impacta negativamente sobre la capacidad de ejercicio de derechos
políticos, y ello no sólo ocurre en el plano normativo, sino que al someter a los individuos a una
mayor vulnerabilidad y enfrentarlos con la confirmación de su ineficacia para modificar la
situación, genera escepticismo y desencanto con la política". (4)
Las políticas neoliberales tienen un profundo impacto en los sistemas de enseñanza superior. La
idea de la universidad como un bien público sucumbe ante las presiones del mercado, lo que
pone fin al cuasi- monopolio que el Estado ejercía en materia de oferta universitaria. La retirada
de ese Estado se conforma así como un movimiento estratégico mediante el cual se privilegia
una nueva perspectiva centrada en el rendimiento y el desempeño medido por resultados.
Como señala Krotsch, "esta política de reforma se construyó sobre la base de un paquete de
medidas y propuestas cuyo núcleo político-educativo e ideológico lo constituye la evaluación". (7)
Se instaló entonces la llamada "cultura evaluativa", como elemento destinado a presionar a los
sistemas universitarios con el objeto de incrementar la rendición de cuentas e instalar nuevos
conceptos estelares como el "desempeño" y la "productividad".
Debemos señalar por último que las reformas no produjeron todo el impacto posible que se
predijo en el momento de su puesta en marcha por dos factores fundamentales: la resistencia y
movilización masiva de la comunidad educativa, y en segundo término por la forma colegiada de
cogobierno, lo cual otorga cierta estabilidad a las instituciones y hace que los cambios se
apliquen en forma gradual y consensuada.
En síntesis, la idea de que la universidad es un bien público se vio debilitada, y se pretendió que
las universidades fueran objeto de los mecanismos de transacción, incentivos y presiones
propios de las lógicas de mercado.
Una vez que el proyecto obtuvo media sanción, el movimiento estudiantil, además de la
realización de cinco marchas masivas de protesta, lanzó una campaña de recolección de
ochocientas mil firmas para exigir al Congreso la convocatoria a una Consulta Popular vinculante
sobre el proyecto en cuestión, intentando poner en práctica los nuevos mecanismos de
democracia sem-idirecta consagrados en la recientemente reformada Constitución Nacional. En
ese marco, se convocó a una Asamblea Universitaria Nacional de la que participan Rectores,
Decanos, estudiantes, profesores y graduados de veinticuatro Universidades Nacionales,
Públicas de todo el país. Esta Asamblea rechazó la letra y el espíritu del proyecto, calificándolo
de "inconstitucional, detallista y ambiguo", enviando sus conclusiones al Senado de la Nación.
A pesar de todas las tentativas efectuadas para acercar posiciones, se firmó dictamen sin
cambios con respecto a la media sanción otorgada por Diputados, desechando los acuerdos
CONSULTA HACIA UNA NUEVA LEY NACIONAL DE EDUCACIÓN SUPERIOR
Comisión de Educación – Honorable Cámara de Diputados de la Nación 121
alcanzados. Este despacho fue aprobado por el bloque oficialista.
En las últimas décadas, el sector universitario argentino experimentó una fuerte expansión. Se
crearon una decena de nuevas universidades nacionales y el número de universidades privadas
se duplicó. La matrícula universitaria de grado, que ascendía en 1986 a 581.813 estudiantes,
supera según los últimos datos oficiales disponibles (2004) el millón y medio de alumnos, de los
cuales el 85% se encuentra en el sector público.
La mayoría de los egresados del colegio secundario que deciden estudiar optan por la educación
universitaria. Entre la opción pública-privada el 85% concurre a las universidades públicas y el
15% a las privadas. Respecto de la educación superior no universitaria, también se mantiene la
preferencia de la mayoría de los alumnos por los institutos terciarios del sector público.
La universidad como tal, sus fines, su necesaria reforma, y su rol en la vida social, han venido
debatiéndose desde siempre. Así se ha hablado de la crisis de la universidad para referirse al
desajuste existente entre ella y su contenido histórico social. Realizar un análisis de nuestra
universidad requiere vincularla a la realidad del país.
Hoy vivimos las consecuencias de una profunda crisis económica, que se ha proyectado como
crisis social, política e institucional, y fundamentalmente como crisis de credibilidad y de
legitimidad de las instituciones, que actúa como una fuerza con sentido desintegrador de nuestra
sociedad. Y nuestra universidad es parte de esta realidad de crisis.
En los últimos 15 años Argentina fue uno de los países que menos inversión realizó en la
educación superior en general y en la educación universitaria en particular. El porcentaje que ha
invertido con respecto al PBI es menor que el de otros países de América Latina con menor
ingreso per capita como Chile, Brasil, Venezuela y México.
Desde el punto de vista educativo, los procesos de exclusión social que ya hemos descripto se
materializan en las altas tasas de deserción escolar que se registran en los niveles educativos
previos al superior: el 64% de los argentinos de entre 25 y 34 años no terminó el colegio
secundario y un 77% de jóvenes de entre 15 y 24 años no asiste más a la escuela,
encontrándose en situación de "riesgo educativo", es decir, no tienen posibilidades de
reinsertarse en el circuito educativo.
De esta forma, quienes están en condiciones de elegir una carrera entre las ofertas
institucionales del nivel superior pertenecen al sector que logró sobrevivir a la escuela
secundaria. Los pobres quedan excluidos así del sistema educativo antes de acceder y terminar
el nivel secundario.
Siguiendo a Boaventura de Sousa Santos (11) encontramos que la universidad afronta, en este
contexto de crisis generalizada, su propia crisis de legitimidad frente a la contradicción, por un
lado, de saberes especializados cada vez más complejos y cambiantes, y por otro, las exigencias
sociales y políticas de la democratización de la universidad y la reivindicación de la igualdad de
oportunidades de acceso a la educación superior. Asimismo, existe una crisis institucional,
porque la autonomía científica y pedagógica de la universidad se asienta en la dependencia
financiera del Estado. Esta dependencia no fue problemática mientras que la universidad y sus
servicios fueron entendidos inequívocamente como un bien público que, por lo tanto,
correspondía al Estado asegurar.
En los últimos treinta años, en la mayoría de los países de la región, la crisis institucional de la
universidad fue provocada o inducida por la pérdida de prioridad del bien público universitario en
las políticas públicas y el consiguiente desfinanciamiento y la descapitalización de las
universidades nacionales. Fue ante todo resultado de la pérdida general de las políticas sociales
(educación, salud, seguridad social) generada por el neoliberalismo, bajo la idea de que la
universidad pública es irreformable (así como lo es el Estado) y que la verdadera alternativa está
en la creación del mercado universitario. Con la transformación de la universidad en un servicio al
que se tiene acceso por vía del consumo, y por lo tanto mediante el pago, el derecho a la
educación sufrió una erosión radical.
Si el modelo de Nación no está claro, resulta comprensible que la educación navegue en un mar
de ambigüedades. Como carecemos de proyecto de país, no tenemos política educativa, o mejor
dicho, la que tenemos responde a un modelo de país que queremos superar.
La articulación al interior del sistema universitario también resulta de vital importancia para
compartir recursos y equipamientos, generar la movilidad de docentes y estudiantes entre
instituciones y tender a una compatibilización mínima de los planes de estudio, sin eliminar las
especificidades necesarias para responder al contexto local o regional ni desconocer la
autonomía académica.
V. NUESTRA PROPUESTA
Siguiendo estos lineamientos, hemos estructurado nuestra propuesta en cinco títulos, además de
un sexto título para disposiciones transitorias.
Entendemos que las universidades nacionales constituyen la columna vertebral del sistema de
educación superior, no sólo por el peso proporcional que tienen respecto del número de alumnos,
cantidad y variedad de carreras y actividades de investigación que albergan, sino que por ser
estatales corresponde que sean ellas quienes jueguen el papel fundamental en garantizar que se
Por eso señalamos que la misión "fundamental" es la formación integral de quienes estudian en
ella, teniendo en cuenta que sólo estaremos ante una universidad cuando se de cumplimiento a
la totalidad de sus funciones con la adecuada jerarquización de la función de docencia o
enseñanza.
Por formación integral referimos a lo que ya señalara Paulo Freire (12) advirtiendo sobre el
peligro de la excesiva especialización, proponiendo una "educación técnica y específica que no
oblitere la visión total del hombre. Educación que dé la visión general de un mundo, que siendo
más que "fórmulas" no se reduzca simplemente a ellas".
En igual sentido lo expresaba José Ingenieros (13) : "La Universidad debe ser una entidad viva,
pensante, actuante, capaz de imprimir un ritmo homogéneo a la enseñanza de todas sus
escuelas. Las facultades autónomas tienden a formar especialistas, sin preocuparse de formar
hombres, esta última tarea debe incumbir a la Universidad y es la razón que justifica su
existencia (...) La especialización directa, sin una base previa de cultura general es contraria al
desenvolvimiento de la personalidad. Los especialistas son amanuenses perfeccionados, ruedas
de un vasto engranaje, piezas de un mosaico; pueden ser utilísimos al servicio de otros sin tener
conciencia de la obra a que contribuyen con su esfuerzo".
En este mismo capítulo se establecen los principios que deben guiar a las universidades
nacionales en el desarrollo de sus funciones: la gratuidad, la autonomía, la calidad académica y
científica, la igualdad de oportunidades, la articulación con los demás niveles educativos y al
interior del nivel superior, la vinculación con el medio, la formación integral.
Autonomía y Cogobierno.
En este sentido la autonomía debe ser entendida como la plena capacidad de éstas para
determinar sus propios órganos de gobierno, elegir a sus autoridades, ejercer las funciones de
docencia, investigación y extensión; y las actividades administrativas y de gestión que en su
consecuencia se desarrollen; sin ninguna clase de intervención u obstrucción del Poder
Ejecutivo, y solamente revisables (en caso de arbitrariedad) por el Poder Judicial.
Asimismo se prevé la creación de un consejo social asesor, para favorecer el trabajo conjunto
con la comunidad en la búsqueda de soluciones a los problemas que la afectan.
Si hay un factor que ha contribuido a la movilidad social en nuestro país y ha generado una
sociedad con preponderancia de los sectores medios como signo distintivo en el marco de
América Latina, ha sido el sistema de educación común, gratuita, obligatoria y laica que se
estableciera con la Ley 1.420. Esta norma permitió con su vigencia durante más de cien años
que -a pesar del retroceso en aspectos institucionales, económicos y sociales que ha
experimentado nuestro país- todavía el nivel educativo de nuestro pueblo se encuentre entre los
más altos de la región.
Domingo Faustino Sarmiento publicó en 1849 el libro "De la educación popular", que encierra una
doctrina y una práctica de la educación del pueblo. Su campaña pedagógica que se había
iniciado antes se vigorizó con este libro y se sometió a un pensamiento orgánico. Sarmiento
había elaborado para sí mismo una pedagogía de acción derivada de una pedagogía política,
cuyas fuentes ideológicas se encuentran en las doctrinas del iluminismo francés, sobre todo en lo
que se refiere al poder renovador de la educación y al deber del Estado de asegurar un régimen
de instrucción común que aumentase la ilustración general, suprimiese las desigualdades y
facilitase la educación profesional así como la de la mujer. Es distintiva de Sarmiento, por la
fuerza de su prédica en medio de la indiferencia y la inercia general, la concepción de la escuela
primaria como el órgano supremo de la educación nacional. Tenía fe ciega en el prolongado
poder individual y social de la educación a cargo de la escuela común: lejos de servir para obligar
a cada uno a perpetuarse en el seno de la clase o grupo social en que ha nacido, la escuela es el
ámbito donde se encuentran y conviven sin reservas los hijos de familias pobres y los de familias
pudientes. Aseguró entre nosotros la implantación de la escuela única, no alcanzada plenamente
aún en las +naciones más adelantadas de Europa, y por la cual se facilitó el acceso a los demás
grados y ramas de la enseñanza a los sectores mas relegados, sin discriminaciones previas.
Aplicada al nivel superior, esta concepción implica la efectiva vigencia de dos principios que
CONSULTA HACIA UNA NUEVA LEY NACIONAL DE EDUCACIÓN SUPERIOR
Comisión de Educación – Honorable Cámara de Diputados de la Nación 127
fueran desvirtuados en la Ley 24.521, y que establecemos expresamente en el Capítulo 4: el
ingreso directo y la gratuidad del nivel de grado, como las dos premisas fundamentales para
garantizar la igualdad de oportunidades en el acceso y permanencia.
En los fundamentos de su proyecto de régimen legal para las universidades nacionales del año
1988, Guillermo Estévez Boero lo planteaba con claridad y contundencia: "El imperativo del
sistema democrático no es seleccionar a los mejores, descartando al resto, para desarrollar sólo
las aptitudes de los más dotados, sino permitir el despliegue del potencial de cada miembro de la
comunidad. A la política mezquina y malthusiana en materia de ingreso se opone así la
concepción generosa y superadora que concibe a la educación como un gran servicio público
administrado democráticamente."
Esta democratización del acceso y permanencia no debe contraponerse en una falsa dicotomía
con el logro de altos niveles de calidad en la formación, ambos objetivos deben alcanzarse
simultáneamente a través del adecuado financiamiento por parte del Estado y una correcta
organización pedagógica e institucional de las universidades.
En el mismo sentido se enmarcan las disposiciones del Capítulo 12, donde se plantean
mecanismos concretos para promover la disminución de la deserción a través de la orientación
vocacional, así como cuestiones relativas al bienestar de los estudiantes en materia de salud,
alimentación, vivienda, etc.
"En América Latina y el Caribe, particularmente, se necesita una educación que contribuya
eficazmente a la convivencia democrática, a la tolerancia y a promover un espíritu de solidaridad
y de cooperación; que construya la identidad continental; que genere oportunidades para quienes
hoy no las tienen y que contribuya, con la creación del conocimiento, a la trasformación social y
productiva de nuestras sociedades. En un continente con países que vienen saliendo de la
terrible crisis democrática que provocaron las dictaduras y que ostenta la penosa circunstancia
de tener las mayores desigualdades sociales del Planeta, los recursos humanos y el
conocimiento serán la principal riqueza de todas cuantas disponemos".
Comunidad universitaria
Se fija el régimen de concurso público para acceso a la docencia y la evaluación periódica del
desempeño docente de acuerdo a la modalidad que adopte el respectivo estatuto, exigiendo
únicamente que dicha evaluación no se consista en un mecanismo formal y burocrático, y
previendo en todos los casos la participación estudiantil en los jurados.
Se establece asimismo para los no docentes el acceso por concurso y la implementación de los
medios que permitan la continuación de los estudios secundarios o universitarios.
Historias de prácticas y tradiciones las han separado de un modo irreconocible; las reformas
neoliberales de los noventa han aumentado el distanciamiento tanto en el plano empírico como
en el del reconocimiento simbólico. Si el principal objetivo debe ser la formación científica y el
desarrollo y potenciación de una mentalidad creativa en docentes y estudiantes, las diferentes
actividades universitarias - enseñanza, investigación, extensión y asistencia- no pueden
La velocidad actual en que se generan los conocimientos y tecnologías es más rápida que la de
difusión, por lo que su asimilación ha dejado de ser una solución realista al desarrollo, salvo que
incorpore en su base un importante componente de investigación científica. La investigación no
tiene como único objetivo la generación de nuevos conocimientos sino que, al mismo tiempo, es
un medio para mejorar la calidad de enseñanza, contribuyendo a la formación de docentes y a la
formación metodológica del estudiante.
En este sentido, resulta crucial articular y potenciar los recursos existentes en los organismos de
ciencia y técnica y en los organismos públicos en general a través del desarrollo de una
Estrategia de Desarrollo de la Investigación Científica y Tecnológica en las Universidades
Nacionales que asegure la expansión, consolidación y financiamiento tanto de las formas de
financiamiento que operan en la lógica autónoma tradicional de las universidades nacionales
como aquellas que privilegian formas de investigación dirigida a partir de la definición de
prioridades definidas por el Estado en función de las necesidades de la sociedad.
Financiamiento estatal
Pese a los incrementos nominales del presupuesto, no ha existido una mejora en la participación
respecto del total del PBI, que no sólo es inferior a la que ostentan los países más avanzados
(Estados Unidos 2,8%, Canadá 2,7%, Suecia 2,3%, Dinamarca 2,2%, Holanda y Reino Unido:
1,8%,) sino que se encuentra por debajo de Brasil y Uruguay (0,8% y 0,6% respectivamente).
Además debe contemplarse que, en promedio, cerca del 75% del presupuesto se consume en el
pago de personal (en las universidades tradicionales que atienden mayor número de alumnos
generalmente este porcentaje se eleva). En lo que hace a la distribución de los cargos docentes
por su dedicación, tampoco ha existido recomposición a favor de las mayores dedicaciones ya
que en el año 2000 se contaba con un 14% de exclusivas, 23% semiexclusivas y 62% simples, y
en el año 2004 los porcentajes fueron: 13%, 22% y 63% respectivamente, llegando al 2% otros
tipos de contratos.
No se admite de ninguna manera la posibilidad de que gratuidad más equidad pueda ser
interpretado como arancelamiento para el que pueda pagar. Si la equidad es la manifestación del
sentido de lo justo, y de lo que se trata es de promover la igualdad de oportunidades y
posibilidades, la verdadera justicia pasa por hacer realidad esa igualdad. La gratuidad es una
herramienta para que la igualdad se cumpla. Y si con la gratuidad no alcanza debemos
completarla con la equidad, lo que significa que a nadie debe quedar vedada la posibilidad del
ingreso a cualquier nivel de la educación por razones económicas.
Finalmente, ante la necesidad de rendir cuentas ante la comunidad por la administración de los
fondos públicos, se ordena la existencia de un órgano de control interno y se instituye como
órgano de control externo la Auditoría
El Estado debe asegurar que la provisión de un bien público como la educación superior pueda
ser producido por las entidades privadas respetando niveles de calidad adecuados.
En los países de la región, el desarrollo del sector privado se asentó en tres decisiones políticas:
el estancamiento de la expansión del sector público a través de la crisis financiera; el deterioro de
los salarios de los profesores universitarios que indujo a la búsqueda de empleo parcial en el
sector privado; una laxitud en la regulación del sector privado, que le permitió desarrollarse con
un mínimo de restricciones. De este modo, el sector privado se ahorró la formación de sus
propios cuadros académicos, aprovechando todo el conocimiento y la formación producidos por
la universidad pública. Esto significó una transferencia masiva de recursos.
Compete al Estado fomentar la universidad pública; por ello la relación con la universidad privada
debe ser cualitativamente diferente: una relación de regulación y fiscalización. La regulación debe
ser tanto directa como indirecta. Indirecta, con la expansión y cualificación de la universidad
pública. Directa, con la existencia de condiciones de autorización y acreditación que garanticen
estándares mínimos de calidad en la oferta académica privada.
Por ello es que en el Título III se dispone que su creación se realiza por decreto del Poder
Ejecutivo, previo informe de la Comisión de Seguimiento del Sistema de Educación Superior, se
establece la necesidad de que los programas y planes de las carreras de grado acrediten ante
dicha Comisión y cuenten con la aprobación del Ministerio de Educación, Ciencia y Tecnología
para que los respectivos diplomas sean habilitantes. Por último, se excluye la posibilidad de que
puedan contar con exenciones impositivas y previsionales, o con subsidios del Estado Nacional.
Por lo tanto, el nivel de formación disciplinar, pedagógica y en investigación de los docentes será
el factor determinante para que este proceso pueda ser llevado a cabo con éxito.
De acuerdo con Guy Neave, teniendo en cuenta la escasa posibilidad de ascenso en la carrera
docente y el poder determinante del sector privado, que puede vencer a la universidad cada vez
que compite con ella por profesionales altamente calificados y bien formados, quizás esta sea la
cuestión de la calidad más importante de las primeras décadas del siglo XXI, porque, sin
adecuado personal académico, no habrá ninguna calidad para juzgar, sólo expertos en calidad
que evalúan lo que ellos mismos rara vez enseñan. Asociado al concepto de carrera académica,
cobra gran significación un adecuado sistema de evaluación que asegure la calidad y posibilite la
promoción dentro de esa carrera académica. (17)
Por eso la evaluación formativa busca generar determinados procesos de participación y una
práctica de la evaluación donde la comunidad universitaria sea la principal destinataria de los
resultados. Debemos tener en cuenta que es imposible simplificar el modelo institucional sin
destruir la naturaleza de la misión, desvirtuar el sentido de su estructura interna y desconocer la
verdadera naturaleza del impacto de su actividad. La evaluación y los evaluadores siempre
tienen que unir a su capacidad para producir juicios de valor la conciencia de los límites que
impone la modestia del científico con referencia a los límites y la provisionalidad de sus
conclusiones. La modestia debe ser aún mayor cuando el objeto evaluado es tan difícil de
modelizar como lo es la institución universitaria por su propia naturaleza, el carácter de sus
actividades y la multiplicidad de los intereses que atiende. (19)
Para evitar la burocratización y la ritualización hay que echar a andar mecanismos de evaluación
de la evaluación.
La unidad o agencia que se ocupe de esta tarea tiene que tener fuerte visibilidad y aceptación ya
que sus juicios deben contar no sólo con legitimación formal sino también con la confianza de la
sociedad respecto de su validez.
Por ello es que proponemos que las funciones actualmente asignadas a la C.O.N.E.A.U. se
radiquen en la Comisión de Seguimiento del Sistema de Educación Superior, en la cual se prevé
un peso preponderante de los rectores de Universidades Nacionales y se asegura la participación
de los representantes estudiantiles y docentes. Se establece asimismo el acompañamiento
externo para garantizar el cumplimiento de los objetivos institucionales planteados dentro del
marco de la plena autonomía institucional, se prescribe que toda recomendación de mejora a las
CONSULTA HACIA UNA NUEVA LEY NACIONAL DE EDUCACIÓN SUPERIOR
Comisión de Educación – Honorable Cámara de Diputados de la Nación 132
universidades nacionales deba concomitantemente prever el otorgamiento de los recursos
necesarios para implementarla, se obliga a las universidades privadas a acreditar las carreras de
grado y posgrado, en tanto que las universidades nacionales, sujetas al control estatal, otorgan
títulos habilitantes sin necesidad de someterse a procesos de acreditación.
Producto de la transferencia de los establecimientos educativos del ámbito nacional hacia las
provincias y la ciudad de Buenos Aires, existe en la actualidad una fuerte fragmentación con
realidades disímiles en todo el país. En consecuencia, en nuestra propuesta planteamos algunos
lineamientos generales con la intención de contribuir a su rearticulación planteando la definición
de parámetros comunes en el marco del Consejo Federal de Cultura y Educación.
Asimismo se establece la necesidad de que entre las formas institucionales que se adopten se
contemplen aquellas que permitan un mayor protagonismo de los jóvenes, una creciente
autonomía en la planificación de sus estudios y su participación activa en la democratización
institucional conjuntamente con el cuerpo docente.
V. CONCLUSIONES
En síntesis, entendemos que uno de los puntos fundamentales para contar con una educación
superior de calidad consiste en el correcto financiamiento del sistema, esto implica no considerar
a la educación superior como un privilegio, sino primero como un derecho, y segundo como una
necesidad.
Esto implica buscar nuevas y mejores formas para cumplir la misión de la universidad. El
desarrollo armonioso de la docencia, la investigación y la extensión constituye una difícil tarea en
este contexto de escasos fondos y de alta diversificación y competitividad dentro del sistema.
El presente proyecto reproduce el presentado por la Diputada Silvia Augsburger (MC), en 2007
(Nº de Expte. 5725-D-2007) y en 2009 (Nº de Expte. 342-D-2009), y que a su vez se inspiraba y
reproducía, en la mayor parte de su contenido, el proyecto presentado por el Senador Rubén
Giustiniani a principios de 2006. En relación con este último, hemos realizado algunas
modificaciones resultantes, por un lado, del cambio de escenario generado por la sanción de la
Ley de Educación Nacional y, por el otro, de algunas reflexiones realizadas al calor de debates
recientes.
(1) Castel, Robert. La metamorfosis de la cuestión social. Buenos Aires, Paidós, 1997.
(2) Svampa, Maristella (ed.) Desde abajo. La transformación de las identidades sociales. Buenos
Aires, Biblos/ Universidad Nacional de General Sarmiento, 2000.
(3) García Raggio, Ana María. "Transitando por los márgenes: las transformaciones del trabajo y
el debilitamiento de la ciudadanía", en De Ipola, E. (comp) La Crisis del lazo social. Durkheim,
cien años después. Buenos Aires, Eudeba, 1998.
(6) Mollis, Marcela. "Un breve diagnóstico de las universidades argentinas: identidades
alteradas"; en Mollis, M. (comp) Las Universidades en América Latina: ¿reformadas o alteradas?.
Buenos Aires, CLACSO, 2003.
(9) Mollis, Marcela. La Universidad Argentina en tránsito. Ensayo para jóvenes y no tan jóvenes.
Buenos Aires, Fondo de Cultura Económica, 2001.
(11) de Sousa Santos, Boaventura. "La Universidad en el Siglo XXI. Para una reforma
emancipadora de la Universidad". LPP- Miño y Dávila. Buenos Aires, 2005.
(12) Freire, Paulo. La educación como práctica de la libertad. Siglo XXI Argentina Editores,
Buenos Aires, 1971.
(13) Ingenieros, José. La universidad del porvenir y otros escritos. Ediciones Meridion. Buenos
Aires 1957.
(14) Bidart Campos, Germán. Tratado de Derecho Constitucional. Editorial Ediar, 1995.
(17) Neave, Guy. Educacion Superior: Historia y Política. Barcelona, Gedisa Editorial, 2001.
(18) Díaz Barriga, Ángel. "Organismos internacionales y política educativa" en: Alcántara
Santuario, A., Pozas Horcasitas, R. y Torres, C. (Coordinadores) "Educación, Democracia y
Desarrollo en el fin de siglo". México, Siglo XXI Editores, 1998.
Encuentros Regionales
Movimientos Sociales,
Fecha de entrega: 13 de mayo de 2008.
Ministerio de Defensa;
Instituto de Enseñanza Superior del Ejército;
Instituto Universitario Naval;
Instituto Universitario Aeronáutico;
Encuentro Regional Sur -Universidad Nacional de la Patagonia San Juan Bosco, Fecha de
entrega: 24 de octubre de 2008.
Otros Documentos
ÍNDICE
Antecedentes
Introducción
1.- Conceptos
2.- Características de la ley
3.- Organización y coordinación del sistema de educación superior
4.- Política presupuestaria y administrativa
Temas (en concordancia con declaración del Ac. Pl. Nº 640/07)
Documentos consultados
Cuadro síntesis de las distintas propuestas sobre evaluación y acreditación
Declaración de Horco Molle en Tucumán (Acuerdo Plenario Nº 537/04)
Análisis de la Ley de Educación Superior (Acuerdo Plenario Nº 640/07)
ANTECEDENTES
Transcurridos doce años desde la sanción de la Ley de Educación Superior (20 de julio de
1995), resulta necesario hacer un análisis crítico de sus postulados, desde la rica experiencia
recogida por los distintos actores de la comunidad universitaria.
Podemos decir que para el Consejo Interuniversitario Nacional (en adelante el CIN) el proceso se
inicia con las “Primeras Jornadas de reflexión sobre Educación Superior en la Argentina”,
realizadas el 26 y 27 de agosto de 2004 en Horco Molle, Tucumán. Allí los Rectores se dieron cita
para analizar la nueva situación planteada, producto de las trasformaciones operadas en todo el
mundo: “... el desarrollo de la ciencia y la tecnología que ha contribuido a transformar los
procesos productivos; las condiciones de acceso y los modos de distribución de la información;
las formas de organización de las economías y las dinámicas sociales con desiguales efectos”.6
Y visto desde la perspectiva interna de la Universidad, “... El creciente número de estudiantes y
su heterogeneidad; la multiplicación de sus esferas de actividad; la variedad de instituciones con
fines, funciones y prioridades diferentes, son parte de las nuevas exigencias y desafíos a los que
se enfrenta la educación superior.”7
Por otra parte, nuestro país también impone una agenda que debe ser atendida: “Los altos
niveles de pobreza y de población socialmente excluida en la Argentina, así como la imperiosa
necesidad de reconstruir la economía y los lazos sociales, constituyen una dimensión
fundamental que debe incidir con particular énfasis en la definición de políticas educativas,
científicas y tecnológicas para los próximos años. Al respecto, la universidad debe incrementar su
contribución al cambio socio-económico con justicia social e igualdad de oportunidades y
promover un proyecto de desarrollo sustentable.”8
El encuentro concluyó con una Declaración, en la cual se recogían distintos acuerdos,
compendiando las acciones propias de las funciones esenciales de la Universidad, con miras a
cumplir con los objetivos básicos propuestos.9
Un año después, los días 13 y 14 de diciembre de 2005, se llevaron a cabo las “Segundas
Jornadas de reflexión sobre Educación Superior”, en Mar del Plata, Provincia de Buenos Aires.
En este caso la actividad se centró específicamente en el texto de la Ley de Educación Superior,
eligiéndose algunos temas como ejes de discusión:
I.- Autonomía y autarquía de las Universidades Nacionales en la Constitución Nacional
y en la Ley de Educación Superior (presentación a cargo del Cont. Eduardo Asueta).
II.- Evaluación y acreditación. Régimen de títulos -arts. 42º y 43º-. CONEAU,
composición y funciones (presentación a cargo del Ing. Oscar Spada).
III.- Régimen salarial y de administración de personal. Centralización o
descentralización, autonomía y autarquía (presentación a cargo del Lic. Silvio Feldman).
A partir del mes de febrero de 2007 el Comité Ejecutivo del CIN solicitó a todas las Universidades
que acercaran sus propuestas, trabajos y proyectos de Ley, con la idea de generar un documento
propositivo para una Ley de Educación Superior.
Como producto de dicho proceso, por Acuerdo Plenario Nº 640/07 se aprobó un documento que
recogía el compromiso de los Rectores, conformándose una Comisión especial, integrada por las
6
Ver anexo “Declaración de Horco Molle, Tucumán, 27 de agosto de 2004” .
7
Ídem anterior
8
Ibidem.
9
Ibidem.
CONSULTA HACIA UNA NUEVA LEY NACIONAL DE EDUCACIÓN SUPERIOR
Comisión de Educación – Honorable Cámara de Diputados de la Nación 141
Universidades Nacionales de La Matanza, Lanús, Tucumán, Salta, San Luis y Sur, para la
preparación y elaboración de un documento, que posteriormente sería puesto a consideración del
Plenario (Art. 3º del Acuerdo Plenario 640/07).
Participaron de este trabajo el Lic. Germán Arias (Rector de la Universidad Nacional de San
Luis), el Cont. Juan Alberto Cerisola (Rector de la Universidad Nacional de Tucumán), la Ing. Agr.
Stella Pérez de Bianchi (Rectora de la Universidad Nacional de Salta), la Lic. María del Carmen
Vaquero (Vicerrectora de la Universidad Nacional del Sur), el Dr. Juan Carlos Geneyro
(Vicerrector de la Universidad Nacional de Lanús) y el Dr. René Nicoletti (Vicerrector de la
Universidad Nacional de La Matanza). A ellos se sumó el Lic. Silvio Feldman, Rector de la
Universidad Nacional de General Sarmiento.
La Comisión elaboró un documento preliminar, que se sometió a discusión en una reunión
especial llevada a cabo en Vaquerías, Provincia de Córdoba, los días 23 y 24 de agosto de este
año. Allí todos los miembros del CIN analizaron el documento, enriqueciéndolo con propuestas y
precisiones que fueran retomadas por la comisión.
El presente texto es el resultado de ese trabajo. Esperamos que sea un aporte que contribuya a
la elaboración de un marco normativo que fortalezca a las Instituciones Universitarias y a la
Educación Superior de la Argentina.
INTRODUCCIÓN
En el marco del Acuerdo Plenario Nº 640/07, el CIN decidió impulsar cambios en la Ley de
Educación Superior, en colaboración con los distintos sectores de la vida universitaria, a partir de
una serie de documentos que cada uno de ellos fue elaborando.10
Los nuevos desafíos sociales y la constante generación y transmisión de nuevos conocimientos
científicos y tecnológicos han expandido las fronteras de la capacidad humana y las posibilidades
de su desarrollo. En este marco, la sociedad confía hoy más que nunca en la potencialidad de
sus universidades para afrontar los nuevos escenarios en los albores del presente siglo.
En este contexto, se deben tener en cuenta los aspectos ideológicos, políticos, institucionales y
se deben actualizar las cuestiones académicas de docencia, investigación, extensión y gestión.
De este modo, las universidades estarán en condiciones de proponer una normativa sobre la
Educación Superior, en el marco de la sociedad de la información y del conocimiento, guiadas
por la concepción de la educación como bien público y derecho humano.
En la medida en que las universidades ocupan un papel central en el desarrollo cultural,
económico y social de un país, es necesario reforzar su liderazgo y dotar a sus estructuras de
mayor flexibilidad para afrontar las nuevas estrategias. Deben diseñarse planes específicos
acordes con las propias características de las universidades, con el perfil de sus docentes, su
oferta de estudios de grado y posgrado y sus procesos de investigación, innovación,
cooperación, extensión y gestión, para lograr docencia de calidad, investigación e innovación de
excelencia, cooperación y extensión comprometidas con la sociedad, y gestión transparente, en
el marco del respeto de la autonomía universitaria.
La nueva sociedad demanda profesionales con elevado nivel cultural, científico y técnico, que
sólo la enseñanza universitaria es capaz de proporcionar; exige además una formación
permanente a lo largo de la vida, que atienda las necesidades societales y estructurales, así
como aquellas relacionadas con la autorrealización personal. De este modo, la Ley deberá crear
las condiciones para que los protagonistas de la actividad universitaria, profesores, estudiantes,
egresados, personal administrativo y de servicios, promuevan y desarrollen un sistema
universitario más coordinado, de calidad creciente y con un activo compromiso social.
El presente documento desarrolla principios relacionados con las Universidades nacionales e
Institutos Universitarios públicos y aquellas Universidades Provinciales Públicas que cumplan con
la normativa que habilite a la validez nacional de títulos.
Se destaca la necesidad de que las Instituciones Universitarias privadas tengan secciones
específicas dentro de la Ley, que incluyan aquellos derechos y deberes que le son propios.
Así, las cuestiones referidas a la autonomía, autarquía y gratuidad son propias de las
Instituciones Universitarias Públicas, nacionales y provinciales, en los términos en que lo
dispongan sus estatutos.
En el caso de los Institutos Universitarios dependientes de las Fuerzas Armadas y de los
Servicios de Seguridad se recomienda que se incorpore expresamente la denominación de
“Nacionales”. Éstos establecerán su sistema de gobierno y de administración de acuerdo a sus
propios regímenes institucionales, con las limitaciones a la autonomía que ellos prevean. Le
serán aplicables las normas de la Ley de Educación Superior en todo lo que no se oponga a lo
antes expuesto.
10
El presente documento ha sido preparado sobre la base de las opiniones recogidas de documentos presentados por
distintas universidades, FATUN, FUA y legisladores, cuyo listado obra en el anexo. El desarrollo de los temas propuestos se
hizo compatibilizando las coincidencias. Se agrega el temario sobre el cual se trabajó, surgido de la discusión del Plenario
del 4 de julio de 2007 y un cuadro indicando las distintas propuestas recibidas hasta el 7 de agosto sobre evaluación y
acreditación.
CONSULTA HACIA UNA NUEVA LEY NACIONAL DE EDUCACIÓN SUPERIOR
Comisión de Educación – Honorable Cámara de Diputados de la Nación 142
1.- CONCEPTOS GENERALES.
Tal como establece la Ley de Educación Nacional, “la educación y el conocimiento son un bien
público y un derecho personal y social, garantizado por el Estado” (art. 2º). Por lo tanto, la
educación superior, como parte de aquélla, debe ser considerada del mismo modo.
Así lo dicen la Declaración de los Derechos Humanos (art. 26º y 27º) y los principios ratificados y
ampliados por el artículo 13º del Pacto Internacional de Derechos Económicos, Sociales y
Culturales, adoptado por la ONU en 1966, ampliado por la Declaración de CEPAL (2005), la
Conferencia Mundial sobre la Educación Superior – UNESCO (1998) y los objetivos planteados
en la Cumbre de Rectores de Latinoamérica (2006).
En consonancia con ello se reafirma su carácter de bien público y no de bien transable. La
inclusión de la educación superior dentro del rubro servicios, como lo impulsa la Organización
Mundial de Comercio, la concibe a la altura de cualquier mercancía o servicio susceptible de ser
comercializado, lo que resulta inadmisible.
El CIN se pronuncia expresamente por considerar a la educación superior como bien público,
derecho humano, personal y social garantizado por el Estado, lo que debe ser asumido por la
legislación que regule la Educación Superior Pública.
La Constitución Nacional de 1994, prevé en el art. 75º inc. 19) como atribución del Congreso de
la Nación: “... Sancionar leyes .... que garanticen los principios de gratuidad y equidad de la
educación pública estatal y la autonomía y autarquía de las universidades nacionales”.
Por su lado, la Ley de Educación Nacional establece en su art. 4º: “El Estado Nacional, las
Provincias y la Ciudad Autónoma de Buenos Aires tienen la responsabilidad principal e
indelegable de proveer una educación integral, permanente y de calidad para todos/as los/as
habitantes de la Nación garantizando la igualdad, gratuidad y equidad en el ejercicio de este
derecho, con la participación de las organizaciones sociales y las familias”.
Desde estas definiciones, la Ley de Educación Superior debe claramente garantizar la gratuidad
de los estudios de grado, estableciendo la equidad como un principio de justicia en la igualdad.
Se interpreta a la equidad, de un modo subsidiario, como la manifestación del sentido de lo justo.
La ley deberá garantizar y hacer efectivo el principio de equidad mediante la asignación de
recursos suficientes y la prestación de atenciones especiales a los grupos culturales y
socialmente más necesitados. Además, se debe establecer una política universal de becas, que
asegure la inclusión y propenda a efectivizar la igualdad y la justicia social.
El concepto de gratuidad se aplica a todas las carreras de grado que requieren para su ingreso
haber aprobado el nivel medio de enseñanza o equivalente. Cada Universidad fijará las
condiciones y requisitos para el ingreso. Excepcionalmente, podrán ingresar aquellas personas
mayores –hoy se ha establecido los 25 años como base- que no reúnan esa condición, siempre
que aprueben las evaluaciones que las universidades establezcan.
Deberán preverse instrumentos específicos que permitan llevar progresivamente la gratuidad a
otras modalidades y niveles de enseñanza.
1.3. Autonomía
Como se dijo el artículo 75º, inc. 19) de la Constitución Nacional establece el principio de
autonomía de las universidades nacionales. De acuerdo con la definición de este término dada
por la Real Academia Española “es la potestad que dentro de un estado tienen algunas entidades
para regirse mediante normas y órganos de gobierno propios”. El principio constitucional de
autonomía universitaria significa la posibilidad de autodeterminación de las universidades
públicas y comprende lo normativo, lo institucional, lo político, lo administrativo y lo académico.
Normativo: potestad para dictar sus propias normas regulatorias, con la sola exigencia
de respeto de la Constitución Nacional y las leyes.
Institucional: facultad para diseñar el co-gobierno, las formas de evaluación de las
capacidades docentes y no-docentes, el régimen de concursos y de permanencia.
Político: respeto por la función social de la Universidad, potestad de adoptar posiciones
y desarrollar programas con independencia de los poderes económicos y políticos.
Administrativo: potestad para diseñar su organización y formas de gestión.
Académico: libertad desde los puntos de vista científico y político para la organización de
la docencia, la investigación, la extensión, la cooperación y la vinculación.
Si bien se reconoce el rol del Estado como órgano de fijación y control de las políticas
para el sistema de educación superior en su conjunto, la ley no deberá regular aspectos
de funcionamiento interno de las instituciones, particularmente los referidos al gobierno y
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Comisión de Educación – Honorable Cámara de Diputados de la Nación 143
la gestión institucional.
La autonomía implica para las instituciones universitarias la capacidad de resolver los problemas,
promover cambios y lograr una verdadera articulación consensuada con los diferentes actores
sociales y constituye uno de los pilares más importantes de la universidad pública.
La autonomía es un derecho de la universidad como un todo, y no implica una confederación de
facultades, departamentos o unidades académicas, porque fragmentar la autonomía afecta el
funcionamiento interno de las universidades.
El principio de autonomía puede, en el nuevo contexto institucional, entrar en conflicto con el
principio de responsabilidad pública. Para evitarlo no debe entenderse la autonomía no como
simple encapsulamiento de los conflictos de poder internos, sino como la capacidad de la
universidad pública para celebrar contratos y acuerdos con otros actores, que aseguren
la pertinencia social de su accionar.
1.4. Autarquía
2. CARACTERÍSTICAS DE LA LEY
11
Gil Domínguez, Andrés. “Autonomía y Autarquía de las Universidades Nacionales. Un adelanto constitucional, un
retroceso legislativo”. (AGD Consultores, en www.agdconsultora.com.ar).
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Comisión de Educación – Honorable Cámara de Diputados de la Nación 144
La Ley deberá establecer que las formas particulares de gobierno, los sistemas de elección de
las autoridades -que aseguren el pleno ejercicio del derecho de participación de los diversos
claustros en los términos establecidos por cada estatuto- la duración de los mandatos, la
composición de los órganos colegiados y sus distribuciones respectivas, los sistemas de ingreso
y la representación de la comunidad deberán estar normados por los estatutos de cada
Universidad.
2.3. Ley que comprenda a las instituciones universitarias públicas y a las privadas
Como se ha afirmado, la Ley debe comprender a ambos tipos de instituciones universitarias –
más allá de su carácter público o privado -definiendo las misiones y obligaciones comunes, tanto
de carácter institucional y normativo como de política académica, y que fijen sus
responsabilidades y funciones de docencia, investigación y extensión, sin perjuicio de contener
secciones diferenciadas.
La Ley debe establecer que los títulos con reconocimiento oficial, y en tal sentido validados por el
Ministerio de Educación, Ciencia y Tecnología de la Nación, certificarán la formación académica
recibida y habilitarán para el ejercicio profesional respectivo en todo el territorio nacional, sin
perjuicio de la intervención que le competa, en el marco de la Constitución Nacional, a cada
jurisdicción.
Se propone modificar el concepto de carreras de interés público por la definición de carreras
prioritarias, acorde con las necesidades sociales.
4.1. Financiamiento
4.2. Programas
Si bien se reconoce que los poderes públicos pueden orientar recursos para programas
especiales, acordes con sus políticas respectivas, se hace necesario que la Ley de Educación
Superior priorice la asignación de estos recursos a las Universidades, para que éstas los utilicen
para el desarrollo indicado en sus respectivas planificaciones estratégicas.
El presupuesto nacional debe incorporar de manera permanente un programa para financiar el
mantenimiento y desarrollo de la infraestructura de las Instituciones Universitarias públicas,
elemento no menos importante para garantizar un servicio de calidad y excelencia académica.
Cada universidad debe disponer de sus mecanismos de control y auditoría internos. Los
controles externos deben ser los correspondientes a la Auditoría General de la Nación, dado que
las asignaciones presupuestarias provienen del Poder Legislativo y no de la SIGEN.12
Así surge claramente de los arts. 96º y 97º de la Ley que consagra el Régimen de Administración
Financiera y de los Sistemas de Control del Sector Público Nacional Nº 24.156, que dice: “art.
96º: Créase la Sindicatura General de la Nación, órgano de control interno del Poder
Ejecutivo Nacional; art. 97: La Sindicatura General de la Nación es una entidad con personería
jurídica propia y autarquía administrativa y financiera, dependiente del Presidente de la
Nación” Y por si ello no fuera lo suficientemente claro, la Corte Suprema de Justicia de la Nación
interpretó que “surge del propio debate de la constituyente que el objetivo de la autonomía fue
desvincular a la Universidad de su dependencia del Poder Ejecutivo, mas no de la potestad
regulatoria del legislativo”.13
TEMAS
Los temas seleccionados en concordancia con la declaración del Acuerdo Plenario 640/07-
fueron:
1) CONCEPTOS GENERALES:
1.1. La Educación Superior como bien público o como bien de mercado
1.2. Gratuidad y equidad
1.3. Autonomía universitaria
1.4. Autarquía
2) CARACTERÍSTICAS DE LA LEY:
2.1. Consideraciones generales.
2.2. Ley de Educación Superior o Ley Universitaria
2.3. Ley que comprenda a las universidades públicas y a las privadas.
12
Art. 116º: Créase la Auditoría General de la Nación, ente de control externo del sector público nacional, dependiente del
Congreso Nacional…(sigue). Art. 117º: Es materia de su competencia el control externo posterior de la gestión
presupuestaria, económica, financiera, patrimonial, legal, así como el dictamen sobre los estados contables, financieros de
la Administración Central, organismos descentralizados, … (sigue)”. Ley Nº 24156.
13
También se pueden consultar fallos en autos “U. N. de Mar del Plata c/Banco de la Nación Argentina s/daños y perjuicios”
y “U. N. de la Matanza c/Estado nacional – PEN – Dto. 1356/99 s/amparo Ley 16986 (recurso extraordinario)”.
Entregados en Vaquerías:
Universidad Criterios
No puede haber representantes de los
Nacional de Salta generales
poderes políticos encargados de la calidad
para
de los títulos. Propone que el Estado vele por
elaboración
la calidad mediante un órgano que no sea
de una ley
partidario, burocrático, elitista, corporativo o
universitaria
gremial. Rechazan la CONEAU.
Propuesta del
C. S.
Varios
DECLARACIÓN DE HORCO MOLLE EN TUCUMÁN.
Acuerdo Plenario Nº 537/04
Río Gallegos, setiembre 23 de 2004
Visto:
la declaración producida en las Primeras Jornadas de reflexión sobre la Educación Superior en la
Argentina, realizadas los días 26 y 27 de agosto en Horco Molle, Provincia de Tucumán. Y
Considerando:
que allí se recoge el sentir de este Consejo y su compromiso con las necesidades de la
sociedad;
que asimismo y en orden a cumplir con sus objetivos esenciales, a través de ella se
acuerda una serie de acciones para realizar en cada una de las instituciones que integran el
sistema;
que si bien la amplia mayoría de las Universidades participaron de aquella Jornada, y a fin
de darle relevancia formal, corresponde que este Plenario se expida con relación a esta
declaración.
Por ello,
EL CONSEJO INTERUNIVERSITARIO NACIONAL
Acuerda:
Art. 1º: Aprobar por unanimidad la Declaración de Horco Molle, Provincia de Tucumán, que se
agrega como anexo del presente.
Art. 2º: Regístrese, dése a conocer y archívese.
una universidad que forme ciudadanos libres, con firmes convicciones éticas y comprometidos
con una sociedad democrática, con el más alto nivel de calidad y en toda la diversidad de los
saberes científicos, técnicos, humanísticos, y culturales.
una universidad con el afán permanente de ampliar las fronteras del conocimiento, en un
adecuado equilibrio entre la investigación fundamental y la orientada hacia objetivos específicos
para beneficio de toda la sociedad.
una universidad que interactúe con el sector productivo y el Estado, generando un ambiente
propicio para los procesos de innovación científica y tecnológica necesarios para el desarrollo
sustentable del país.
una universidad inclusiva que asuma un rol protagónico en la construcción de una sociedad en la
que la educación, el conocimiento y los demás bienes culturales se distribuyan
democráticamente.
Los altos niveles de pobreza y de población socialmente excluida en la Argentina, así como la
imperiosa necesidad de reconstruir la economía y los lazos sociales, constituyen una dimensión
fundamental que debe incidir con particular énfasis en la definición de políticas educativas,
científicas y tecnológicas para los próximos años. Al respecto, la universidad debe incrementar su
contribución al cambio socio-económico con justicia social e igualdad de oportunidades y
promover un proyecto de desarrollo sustentable.
Asuntos Académicos
LEY DE EDUCACIÓN SUPERIOR.
Considerando:
Que esta reunión se ha convocado para dar inicio a los trabajos que deberán culminar
con una opinión del cuerpo sobre los aspectos a ser reformados –y en qué sentido- en la
normativa que regula el funcionamiento y desempeño de las instituciones universitarias públicas.
Que deberán tomarse en cuenta el material y los proyectos que se reciban de todos los
miembros de este Consejo y de otos actores de la comunidad universitaria.
Que dada la envergadura de la tarea a afrontar resulta conveniente que algunos
Rectores asuman la carga de organizar el trabajo, formulando un listado de temas, de acuerdo a
las opiniones vertidas durante el debate.
Que finalmente habría que llegar a la elaboración de documentos que sirvan de base
para la discusión en una nueva reunión especial como ésta.
Por ello
Art. 1º: Expresar el compromiso del CIN ante la comunidad universitaria de elaborar lineamientos
para una propuesta de reforma centrada en diversos aspectos y capítulos de la Ley de Educación
Superior Nº 24.521, para lo cual se tomará como base el documento adjunto y los diagnósticos,
debates y propuestas que hayan producido o que produzcan las distintas instituciones
universitarias públicas.
Art. 2º: Reafirmar ante las autoridades educativas nacionales la intención del CIN de
comprometer su participación activa en la elaboración de una propuesta de reforma de la Ley de
Educación Superior.
Art. 3º: Conformar una Comisión integrada por los Rectores de las Universidades Nacional de La
Matanza, Lanús, Tucumán, Salta, San Luis y Sur, que tendrá a su cargo la elaboración del listado
de temas respecto de los cuales se elaborarán los lineamientos mencionados en el artículo 1º y
prepararán los documentos base para la discusión.
Art. 4º: Convocar a una nueva reunión plenaria especial, a realizarse en los días 23 y 24 de
agosto de 2007, dónde se considerarán los documentos mencionados en el artículo anterior.
Art. 5º: Regístrese, dése a conocer y archívese.
- Garantice educación pública, libre y gratuita, reconocida por su pertinencia y calidad. Con
capacidad para dar respuesta al fenómeno de la universalización de la educación superior.
- Que asegure condiciones efectivas de inclusión y avance en la formación universitaria.
- Sea proactivo, plural, comprometido, capaz de anticipar las transformaciones y nuevas
tendencias, generando cambios con espíritu innovador y creativo.
- Brinde una formación de calidad en la enseñanza de grado y posgrado, en la investigación, en
la extensión y promocione líneas de excelencia nacional e internacional en temas emergentes.
- Promueva una activa participación de todos los miembros de la comunidad universitaria,
vinculando el esfuerzo conjunto con los desafíos, necesidades y demandas de la sociedad.
-Posea un sistema de financiamiento público, a partir de reconocer que una adecuada inversión
en educación, ciencia, arte y tecnología constituye una condición necesaria para el desarrollo
social, económico y cultural de un país.
- Valore críticamente su propio proceso histórico para proyectar su futuro.
a.- El ideológico
b.- El político
c.- El institucional
d.- El académico
El CIN acordará una agenda de aspectos relevantes para analizar las posibles modificaciones a
la normativa que regula la Educación Superior en nuestro país.
1. Es conveniente que la nueva Ley ratifique que también en el nivel de la educación superior
universitaria tienen plena vigencia los derechos de enseñar y de aprender contemplados en el
art. 14 de la Constitución Nacional, los cuales “no podrán ser alterados por las leyes que
reglamenten su ejercicio”. (art. 28 de la CN)
Por su misma definición, cualquier bien público debe ponerse al alcance de toda la
sociedad. La Ley debe contemplar diversas modalidades y agentes para facilitar el acceso de la
mayor cantidad posible de personas a una educación superior de calidad. Sería difícil que sólo la
iniciativa privada o sólo la oferta estatal bastasen para universalizar el acceso a la educación
superior, vistas las dimensiones que se esperan de la misma.
14
Buenos Aires, 9 de abril de 2008. Documento presentado por el Presidente del CRUP, Horacio O’Donnell.
CONSULTA HACIA UNA NUEVA LEY NACIONAL DE EDUCACIÓN SUPERIOR
Comisión de Educación – Honorable Cámara de Diputados de la Nación 157
• En la actual ley no se define con precisión la función de los Consejos de Planificación
Regional de la Educación Superior (CPRES), lo cual hace sumamente conveniente que la nueva
legislación delimite estrictamente sus funciones en el ámbito de la articulación regional como
espacio de consulta, sin que tengan competencias de evaluación y acreditación, reservadas para
otra instancia del sistema. La presidencia de los CPRES debe ser rotativa y determinada por sus
miembros.
9. Los órganos de gobierno, consulta y coordinación del Sistema, deberían estar compuestos de
manera tal que aseguren una representación adecuada de las instituciones universitarias
estatales y privadas, sin perjuicio de atender a la necesaria relación con las jurisdicciones. Es
deseable que las atribuciones y la mecánica de funcionamiento del Consejo de Universidades lo
capaciten para sesionar como el órgano de más alto nivel de representación del sistema
universitario.
• La CONEAU o las agencias o entes autorizados deberían poder ofrecer sus servicios a las
instituciones universitarias estatales y privadas que concurran a ellas voluntariamente dejando
abierta la posibilidad de que dichas instituciones puedan presentar sus pedidos de evaluación y
acreditación ante entes públicos de evaluación de carácter no estatal.
13. La obligación de acreditar los proyectos de carrera de postgrado introducida por vía
reglamentaria ha demostrado ser engorrosa y poco eficaz para la real mejora de los mismos. La
Ley debe plantear solamente la acreditación voluntaria de carreras de postgrado una vez que
hayan comenzado a funcionar.
14. El concepto de EQUIDAD, que circula en todos los discursos educativos debe traducirse en
acciones concretas a la hora de generar políticas en el sistema y está íntimamente relacionado
con los conceptos de justicia y libertad para que todos podamos ser partícipes de una mejor
educación. Desde este contexto, estamos convencidos de que las Universidades Privadas
constituimos un estamento importante en la formación de ciudadanos y en la construcción de
una sociedad más justa y equitativa.
IV. FINANCIAMIENTO
5 La equidad, la inclusión social y el respeto por la libertad de pensamiento exigen que las
oportunidades de acceso a la educación superior sean mejoradas a través de un sistema
de becas universal y de un sistema de crédito universitario también universal, con apoyo
del Estado.
17. Por el mismo motivo la Ley debería establecer la exención de impuestos de carácter nacional
para todas las instituciones universitarias, cuestión que ahora está al arbitrio del Poder Ejecutivo.
18. La equidad exige que la Ley contemple que el acceso a fondos competitivos -para programas
de apoyo a la mejora de la calidad, para el equipamiento de laboratorios, para investigación y
desarrollo tecnológico y para las actividades de extensión- así como las contrataciones del
Estado, estén abiertas tanto a las instituciones universitarias estatales como a las privadas que
hayan pasado por procesos de evaluación externa.
CONSULTA HACIA UNA NUEVA LEY NACIONAL DE EDUCACIÓN SUPERIOR
Comisión de Educación – Honorable Cámara de Diputados de la Nación 158
19. Las carreras de interés público de instituciones universitarias estatales y privadas que
resulten acreditadas deben ser elegibles para programas de financiamiento destinados a planes
de mejora de la calidad, proyectos de articulación y otros programas destinados a apoyar el
desarrollo del Sistema de Educación Superior.
V. UNIVERSIDADES EXTRANJERAS
20. La Ley debería prever las condiciones de radicación para el caso de que hubiere instituciones
universitarias extranjeras interesadas en radicarse en el país, contemplando no solo el principio
de reciprocidad, sino también todos los requisitos necesarios para garantizar la calidad de sus
ofertas y la adecuada salvaguarda de los otros fines y objetivos del Sistema de Educación
Superior.
21. Las carreras de grado y postgrado ofrecidas por universidades extranjeras, con o sin asiento
en el país, en concurso o convenio con instituciones de educación superior locales, deben contar
con el mismo y equivalente proceso de autorización que el previsto para similares ofertas
educativas nacionales.
VI. CONCLUSIONES
Reiteramos a esta Honorable Comisión de Educación la voluntad del CRUP en nuestro carácter
de órgano de coordinación y consulta del sistema universitario argentino para colaborar con la
tarea legislativa, ampliando los puntos de vista aquí expuestos.
“No se trata de que las puertas de la Universidad se abran al pueblo; eso es una concesión. Es la Universidad
del pueblo; es el pueblo en su Universidad”.
Jorge Taiana, mayo de 1973.
Rol de la Universidad
Ante la crisis de un Estado destruido a partir de la dictadura militar y la entrega menemista,
perforado profundamente en su legitimidad social, cuestionado duramente en diciembre de 2001,
y mellado en cada uno de sus niveles, los sectores populares pusieron de manifiesto su
capacidad y su potencialidad creativa ante la crisis a través de la organización social.
Muestra cabal fueron las fábricas y empresas recuperadas, la búsqueda de soluciones solidarias
ante situaciones críticas como los comedores populares, la organización de los trabajadores
desocupados, los jardines comunitarios, etc.
La Universidad –salvo en casos aislados- no estuvo a la altura de las circunstancias.
La falta de articulación entre las demandas sociales, económicas y culturales reales de nuestro
país (pobreza, desigualdad, concentración de la renta, atraso industrial, dependencia tecnológica,
dependencia cultural, dependencia financiera, etc.) y los fines y prácticas concretas de la
Universidad, muestran una de las principales características de la crisis de la educación superior
actual.
En palabras de Daniel Filmus, la Universidad debe reconstruir su sentido y superar las tensiones
entre excelencia académica y responsabilidad social.
La Universidad debe recuperar su rol fundamental poniendo el conocimiento al servicio de la
sociedad que la sostiene .En este sentido, entendemos que la búsqueda de áreas de trabajo
debe darse a través de una doble articulación: con las políticas públicas y con las organizaciones
sociales.
Es urgente que el país profundo, muchas veces olvidado, se constituya en el objeto de
preocupación para las Universidades Nacionales y para los profesionales que de ellas egresan. Y
la participación popular para encaminarse en este sentido resulta no sólo fundamental sino que
es un imperativo.
La Universidad pública debe concebirse como parte de los instrumentos con que el Estado
cuenta para garantizar una efectiva redistribución de la riqueza.
La posibilidad que se nos presenta de debatir una nueva Ley de Educación Superior, debe ser
aprovechada para dar este debate y en definitiva, discutir el marco jurídico para desarrollar un
nuevo proyecto que convoque al protagonismo de docentes, estudiantes, graduados y no
docentes, tanto como al resto de la sociedad, cada uno expresando sus ideas y propuestas
desde sus distintos canales de representación, pero sin perder de vista la centralidad de la
discusión: cómo pueden contribuir las instituciones universitarias a mejorar la calidad de vida de
la mayoría de la población.
Nuestro aporte para trabajar en la reconstrucción de un Estado que nos contenga a todos como
herramienta del Proyecto Nacional en marcha implica por una parte la democratización del
Estado y por otra, tomar al Estado como herramienta de democratización en el camino de la
reconstrucción del movimiento nacional y popular de liberación de nuestro pueblo.
Esto se traduce en lo universitario en:
• resignificar los saberes en el intercambio para enriquecer el proceso de producción de
conocimiento en un ida y vuelta dinámico y comprometido.
• democratizar los espacios institucionales, reinstalando valores ligados a la equidad y
participación para poder transformar el sentido de las políticas públicas.
• Consolidar las prácticas participativas del movimiento popular a través de las organizaciones
sociales.
La verdadera democratización de la universidad está en relación con la construcción de un
sistema nacional de educación superior con calidad, equidad y pertinencia social en el marco de
un proyecto de país inserto en el escenario latinoamericano.
El mantenimiento y mejora de la calidad va indisolublemente unido al de su pertinencia social,
que se mide por el impacto social que genera, por el flujo de repercusiones y de
transformaciones de sentidos que se producen objetivamente en la sociedad de su entorno.
Extensión
La extensión debe ser re-jerarquizada y las políticas que la reimpulse deben priorizar
problemáticas nacionales y regionales en pos de la creación de programas de intervención social
dirigidos a dar respuestas a las múltiples problemáticas, promover la cultura local, nacional,
regional, fomentar la educación integral de los estudiantes y favorecer las transformaciones
socioculturales comunitarias, alentando una visión integral de cultura que incluya, entre otras, las
dimensiones científica y tecnológica.
Se debe además democratizar el ámbito de discusión y desarrollo de Programas y Proyectos,
teniendo en cuenta las demandas de las organizaciones sociales a quienes se debe asignar un
lugar en el proceso de formulación de los mismos, para tratar las posibles vinculaciones entre la
Universidad y las necesidades productivas, sociales y culturales de la Nación.
Investigación
Debe fomentarse la participación de las organizaciones sociales en el impulso de la investigación
para acercarla a las necesidades de desarrollo del país y propender a institucionalizar su
participación en órganos asesores o consultivos para el otorgamiento de becas y/o subsidios para
la implementación de la política de investigaciones científicas y tecnológicas.
La participación de las organizaciones sociales posibilita partir de las necesidades populares con
un criterio estratégico cual es construir un sistema productivo capaz de satisfacer esas
necesidades sin despilfarrar recursos ni estropear las condiciones del entorno en que deberán
vivir las próximas generaciones.
Universidades Privadas:
La creación de las mismas debe hacerse por Ley. Estas, además, deben cumplir con las mismas
funciones que le compiten a las Universidades Públicas.
El ingreso de los docentes, también deben hacerse por concurso público y garantizar la
autonomía académica en relación con las entidades mantenedoras.
Evaluación y Acreditación:
Deben integrar un sistema nacional que dependa del Ministerio de Educación Nacional.
CONSULTA HACIA UNA NUEVA LEY NACIONAL DE EDUCACIÓN SUPERIOR
Comisión de Educación – Honorable Cámara de Diputados de la Nación 200
Debe ejercerse controles de titulación de maestrías y doctorados.
Prácticas Profesionalizantes:
Las prácticas profesionalizantes deben desarrollarse en espacios comunitarios para que los
estudiantes puedan involucrarse en las realidades sociales.
Institutos Superiores:
Jerarquizar la formación de los institutos terciarios para permitir a sus egresados la posibilidad de
acceder al nivel universitario complementando su carreras. Esto permitiría el acceso a la
capacitación en postgrados, maestrías y doctorados. Evitando la discriminación de los egresados
de terciarios a los circuitos de capacitación.
La Universidad y su rol
Ante la crisis consignada de un Estado destruido a partir de la dictadura militar y la entrega
menemista, perforado profundamente en su legitimidad social, cuestionado duramente en
diciembre de 2001, y mellado en cada uno de sus niveles, los sectores populares pusieron de
manifiesto su capacidad y su potencialidad creativa ante la crisis a través de la organización
social.
Muestra cabal fueron las fábricas y empresas recuperadas, la búsqueda de soluciones solidarias
ante situaciones críticas como los comedores populares, la organización de los trabajadores
desocupados, etc.
La Universidad –salvo en casos aislados-no estuvo a la altura de las circunstancias.18
La falta de articulación entre las demandas sociales, económicas y culturales reales de nuestro
país (pobreza, desigualdad, concentración de la renta, atraso industrial, dependencia tecnológica,
dependencia cultural, dependencia financiera, etc.) y los fines y prácticas concretas de la
Universidad, muestran una de las principales características de la crisis de la educación superior
actual.
La Universidad debe reconstruir su sentido y superar las tensiones entre “excelencia académica”
y “responsabilidad social”.19
paradigmas fundamentales de institucionalidad y políticas publicas ( renovación de la Corte Suprema, verdad y justicia y
reparación en el ámbito de los derechos humanos, reactivación del empleo y lucha contra la pobreza y marginalidad,
recuperación de la soberanía económica y algunos resortes financieros , progresos claros en el rediseño de las fuerzas de
seguridad, entre tantas otras.)//Todo esto indica avances en un proceso de reconstrucción del Estado, recomponiendo su
legitimidad, e incrementando sus posibilidades de autonomía a partir de haber superado la crisis de financiamiento y la
generación de superávit fiscal.//Sin embargo este Estado continua siendo en general un estado neo liberal en su estructura e
institucionalidad, no sólo no ha sido reformulado de raíz sino que no se piensa a sí mismo”. (Documento Comisión nº
8: “Rol del Estado”, Tercer Congreso del Frente Transversal, Nacional y Popular)
17
“EL ESTADO NECESITA DE LA PARTICIPACION DEL PUEBLO ORGANIZADO PARA LA EFECTIVA
DEMOCRATIZACION DE LAS RELACIONES POLITICAS, ECONOMICAS, SOCIALES Y CULTURALES DE LA
NACION.//Creemos que las organizaciones sociales y los trabajadores no hemos podido avanzar demasiado en niveles de
participación activa dentro del aparato del Estado ni en procesos de pensamiento critico y acción concreta que permitan ir
creando un nuevo Estado que de cuenta de las necesidades de las mayorías populares.//Los sectores populares no
debemos asumirnos como “beneficiarios” de políticas públicas sino como pueblo organizado que ejercita sus derechos. En
paralelo, el estado popular debe tender a superar las políticas de asistencia y reparación (aún indispensables) para erigirse
en garante y promotor de los derechos individuales y colectivos.//En este sentido, hay que ampliar la mirada y elaborar
propuestas efectivas de políticas públicas de carácter popular y asumirlas como propias. En esta tarea consideramos que
los trabajadores del Estado también deben participar activamente no solo con más organización gremial sino asumiéndose
como parte del Movimiento Nacional y aportar, en conjunto con las organizaciones sociales, al debate de qué Estado
queremos y necesitamos construir.//Así, también es una tarea pendiente avanzar con decisión sobre los diferentes campos
de la política pública. No limitarnos al acceso parcial a políticas sociales, de salud y educación sino orientar nuestra
perspectiva a la discusión de la economía, infraestructura, justicia, recursos naturales y la representación política
institucional.//Tenemos que tomar conciencia que nuestro objetivo principal no debe ser solo reclamarle al Estado sino
construir poder popular, para en conjunto, darle cuerpo, color y dirección política a un Estado que nos contenga a todos
como herramientas del Proyecto Nacional en marcha. Democratizar el Estado y tomar al Estado como herramienta de
democratización es, quizás la síntesis posible a encarar en esta etapa por los gobiernos populares y conjunto de
organizaciones sociales, políticas, gremiales y culturales en el camino de la reconstrucción del movimiento nacional y
popular de liberación de nuestro pueblo”.(ídem)
18
Mencionamos a título ejemplificativo el desarrollo de Plantas Productoras de Medicamentos Genéricos (Universidad
Nacional de Córdoba, Universidad Nacional de Tucumán) – cuyo antecedente se encuentra en la Planta desarrollada en la
Facultad de Farmacia y Bioquímica de la UBA en 1973-, los Programas de Huertas comunitarias (Universidad de Mar del
Plata), las propuestas económicas surgidas en el marco del Plan Fénix (Universidad de Buenos Aires), la propuesta de los
Decanos de Derecho para trabajar y realizar una presentación conjunta en contra de la Deuda Externa, los trabajos sociales
de extensión y promoción de salud.
CONSULTA HACIA UNA NUEVA LEY NACIONAL DE EDUCACIÓN SUPERIOR
Comisión de Educación – Honorable Cámara de Diputados de la Nación 202
En este sentido, entendemos que la búsqueda de áreas de trabajo debe darse a través de una
doble articulación: con las políticas públicas y con las organizaciones sociales.
Es urgente que el país profundo, muchas veces olvidado, se constituya en el objeto de
preocupación para las Universidades Nacionales y para los profesionales que de ellas
egresan. Y la participación popular para encaminarse en este sentido resulta no sólo
fundamental sino que es un imperativo.
La Universidad debe recuperar su rol fundamental poniendo el conocimiento al servicio de la
sociedad que la sostiene: “no se trata de que las puertas de la Universidad se abran al pueblo;
eso es una concesión. Es la Universidad del pueblo; es el pueblo en su Universidad”20
Extensión
En este ámbito, durante gran parte de los ’90, se produjo una fuerte caída de proyectos al tiempo
que se evidenciaba un fuerte aumento en los ingresos de recursos propios y un notable
crecimiento de la investigación, lo que fue configurando un nuevo patrón de Universidad,
despojada de sus perfiles sociales, y la extensión comenzó a deslegitimarse hasta convertirse en
una actividad prácticamente residual.
La extensión debe ser re-jerarquizada y las políticas que la reimpulse deben priorizar
problemáticas nacionales y regionales en pos de la creación de programas de intervención social
dirigidos a dar respuestas a las múltiples problemáticas, promover la cultura local, regional,
nacional, fomentar la educación integral de los estudiantes y favorecer las transformaciones
socioculturales comunitarias, alentando una visión integral de cultura que incluya, entre otras, las
dimensiones científica y tecnológica.
Se han registrado avances en este aspecto, entre ellos el Convenio Nº 643/03 celebrado entre
el Ministerio de Desarrollo Social, la Secretaría de Políticas Universitarias y el Consejo
Interuniversitario Nacional y refrendado por el Ministerio de Educación, Ciencia y Tecnología,
para otorgar financiamiento a proyectos de extensión universitaria orientados a mejorar la calidad
de vida de la población en situación de vulnerabilidad social y económica.
Pero además debe entenderse el concepto de “extensión” -que remite a una concepción de un
conocimiento superior, jerárquico, que se traslada a la sociedad- como “vinculación”, lo que
necesariamente convoca a la participación.
Se debe democratizar el ámbito de discusión y desarrollo de Programas y Proyectos, teniendo en
cuenta la voz de las organizaciones sociales a quienes se debe asignar un lugar en el proceso de
formulación de los mismos, para tratar las posibles vinculaciones entre la Universidad y las
necesidades productivas, sociales y culturales de la Nación.
Investigación
Debe fomentarse la participación de las organizaciones sociales en el impulso de la investigación
para acercarla a las necesidades de desarrollo del país y propender a institucionalizar su
participación en órganos asesores o consultivos para el otorgamiento de becas y/o subsidios para
la implementación de la política de investigaciones científicas y tecnológicas.21
La participación de las organizaciones sociales posibilita partir de las necesidades populares con
un criterio estratégico cual es construir un sistema productivo capaz de satisfacer esas
necesidades sin despilfarrar recursos ni estropear las condiciones del entorno en que deberán
vivir las próximas generaciones.22
19
“Queremos una universidad con excelencia académica y decimos que no hay excelencia académica si no hay una
preocupación social” (Palabras del Ministro Daniel Filmus en el acto de lanzamiento del Programa de Voluntariado
Universitario, 14 de marzo de 2006).
20
Palabras de Jorge Taiana, mayo de 1973, en VÁZQUEZ, SILVIA ANDREA. La Universidad Nacional y popular. Un espacio
alternativo para la vinculación entre los intelectuales y el pueblo. Proyecto APPEAL, Buenos Aires, marzo de 1987, citado
enRECALDE, ARTIZ E ICIAR. Universidad y liberación nacional. Nuevos Tiempos, Buenos Aires, 2007, pág. 252
21
Una experiencia interesante fueron los Centros Piloto de Investigación aplicada creados en la UBA en julio de 1973, entre
cuyos objetivos estaba investigar el grado de satisfacción de las necesidades populares en donde desarrollaban su actividad
los centros, investigar si la formación proporcionada por la universidad se ajustaba a la plena satisfacción de las
necesidades populares de las zonas investigadas, proporcionar asistencia complementaria a la población de las zonas
investigadas, investigar cuáles son los cambios estructurales que se podían proponer a las autoridades estatales para el
mejoramiento y perfeccionamiento de los servicios prestados por el Estado, etc. Resulta evidente la importancia de la
participación de las organizaciones populares en iniciativas de este tipo.
22
Expresa al respecto el Dr. Oscar Varsavsky: “Se empieza definiendo – con participación popular-, cuales son las
CONSULTA HACIA UNA NUEVA LEY NACIONAL DE EDUCACIÓN SUPERIOR
Comisión de Educación – Honorable Cámara de Diputados de la Nación 203
Programas ministeriales
El Ministerio de Educación, Ciencia y Tecnología de la Nación ha elaborado Programas que
promueven la articulación entre Universidad y sociedad.
Así, desde el Programa Nacional de Educación Solidaria, estimula prácticas solidarias en la
educación superior desde 2004. En ese marco se abre, cada dos años, una convocatoria a
proyectos que participan de un concurso y se reconoce a los mejores con el Premio presidencial
"Prácticas Educativas Solidarias en Educación Superior".
En el año 2006 el Ministerio de Educación, Ciencia y Tecnología lanzó el Programa de
Voluntariado Universitario, que tiene como objetivo promover y fortalecer la participación de los
estudiantes del nivel superior en actividades voluntarias, generando una conciencia de servicio a
la comunidad de parte de los estudiantes, en la inteligencia de que “la universidad es una
herramienta para el desarrollo y el crecimiento del país dentro de un modelo de sociedad que
permita que el conjunto de los argentinos pueda recibir los bienes que ella misma produce”.23
El programa de voluntariado tiene entre sus propósitos: facilitar desde las comunidades
universitarias recursos humanos calificados para actuar sobre las diferentes problemáticas
existentes; promover el compromiso social en los futuros profesionales, a través de la
comprensión de la función social del conocimiento, la ciencia y la tecnología; y favorecer la
articulación de las instituciones educativas de nivel superior universitario con las organizaciones
gubernamentales y no gubernamentales.
En este año, y tras la experiencia obtenida en la primera convocatoria, se identificaron ciertos
ejes temáticos prioritarios con el propósito de impulsar y fortalecer prácticas de voluntariado
universitario comprometidas en la atención de problemáticas en torno a las cuales la articulación
concreta Universidad– Comunidad ha sido menos frecuente.
Estos ejes son: vivienda, infraestructura y servicios sociales básicos; medioambiente y recursos
naturales; economía social (micro créditos, producción, comercialización, etc.); prestaciones
alimentarias; diseño de circuitos turísticos locales; promoción y preservación del patrimonio
histórico y cultural; acceso público a la información y comunicación; educación; participación
ciudadana; promoción y atención de la salud; promoción comunitaria del deporte y la recreación;
y promoción de derechos (civiles, políticos y del consumidor).
necesidades populares, materiales, culturales y políticas, que la sociedad debe atender, con sus prioridades y urgencias
para cada grupo social. El grandioso objetivo de Justicia Social se expresará no sólo anteponiendo las necesidades básicas
de las mayorías al consumo de cúpula, sino también dando normas cualitativas elementales, como quitar prioridad a la
diversificación de modelos, a la terminación y envase, y en general, al “consumismo”.//El sistema productivo entonces debe
hacerse capaz de satisfacer estas necesidades populares, que constituyen su única demanda legítima. Ellas determinan no
sólo qué y cuánto se debe producir, sino cómo, pues entre ellas figuran las condiciones de trabajo, la participación
administrativa y técnica, la desalienación, el ahorro de recursos, la protección del ambiente, etc”. Oscar Varsavsky.
Ponencia“Bases para una política nacional de Ciencia y Tecnología”, Jornadas de Política Científica y Política Tecnológica
para la Reconstrucción y Liberación Nacional”, organizadas por: UBA, UTN, INTI, INTA con el auspicio de la Secretaría de
Estado de Ciencia y Tecnología de la Nación, Facultad de Ingeniería de la UBA, diciembre de 1973.
23
Palabras del Ministro Daniel Filmus en el acto de lanzamiento del Programa de Voluntariado Universitario, 14 de marzo de
2006.
24
La calidad deben entenderse como indisolublemente unida a la pertinencia, que es la adecuación entre lo que la sociedad
espera de las universidades y lo que estas hacen en el marco de normas éticas, compromiso con el proyecto de desarrollo
nacional, capacidad crítica y una mejor articulación con la problemática social, en término de objetivos y necesidades, así
como el respeto a las diversidades culturales y la protección del medio ambiente
CONSULTA HACIA UNA NUEVA LEY NACIONAL DE EDUCACIÓN SUPERIOR
Comisión de Educación – Honorable Cámara de Diputados de la Nación 204
intercambiar saberes para su diseño e implementación y enriquecer la evaluación de la
intervención como parte de un proceso que permita mejorar la tarea.
De esta manera las organizaciones sociales se constituyen en copartícipes del proceso de
planificación. En términos teóricos, deben incluirse desde la etapa del diagnóstico participativo
para avanzar en la construcción de ciudadanía y como garantía de legitimidad de las políticas.25
Los proyectos deberán ser elaborados respondiendo a las necesidades de las comunidades,
ofreciendo soluciones de manera metodológica, tomando en consideración los planes de
desarrollo municipales, provinciales y nacionales. Resulta interesante analizar la posibilidad de
que se abra la presentación de los proyectos, admitiendo que las iniciativas surjan también de las
organizaciones sociales.
Una forma de posibilitar esta participación sería la realización de convenios como alianzas
realizadas entre el Ministerio, las instituciones de educación superior, las instituciones y
organizaciones del sector público y privado y las organizaciones sociales para la ejecución de
este servicio comunitario.
A modo de conclusión
Ante la necesidad de reformular las relaciones que tradicionalmente se han presentado, debemos
trabajar en la reconstrucción del Estado que en lo universitario implica:
• resignificar los saberes en el intercambio para enriquecer el proceso de producción de
conocimiento en un ida y vuelta dinámico y comprometido,
• democratizar los espacios, reinstalando valores ligados a la equidad y participación para poder
transformar el sentido de las políticas públicas.
• consolidar las prácticas participativas del movimiento popular a través de las organizaciones
sociales.26
Es imprescindible entonces fortalecer el vínculo entre las políticas educativas y de investigación y
la producción científica y tecnológica con un proyecto económico-político de efectiva
democratización de la sociedad que supere la dinámica que reproduce y tiende a ampliar la
desigualdad en todos los ámbitos de la vida social.
Los objetivos institucionales de la Universidad deben articularse con las necesidades sociales
establecidas como prioritarias por el conjunto de la comunidad, a través de los diversos modos
en que se constituye y se expresa democráticamente el interés común. Todo esto resalta la
importancia de la participación de las organizaciones sociales en el diseño, seguimiento y control
de las actividades que han sido señaladas.
Entendemos que la Universidad está llamada a impartir enseñanza, realizar investigación,
promover la cultura nacional, producir bienes y prestar servicios con proyección social, haciendo
los aportes necesarios para contribuir a la solución de los grandes problemas nacionales.
Y para reforzar la articulación de la universidad con los sectores populares es fundamental que
se tome conciencia del papel que tienen que cumplir, establecer un diálogo con las mayorías
sociales más golpeadas, que ante la crisis han demostrado grandeza, talento, creatividad,
inteligencia, a través de respuestas colectivas construidas sobre los valores de solidaridad,
cooperación, reciprocidad y pensamiento colectivo.27
25
Discurso de Alicia Kirchner: “Los pobres investigados”, en http://www.desarrollosocial.gov.ar.
26
Documento Espacio Universitario del Frente Transversal, Nacional y Popular.
27
"Muchos expertos hablan de pobreza y lo hacen como aquel sacerdote y escriba en la parábola del buen samaritano como
un fenómeno externo y en tercera persona. Los que tenemos la responsabilidad de conducir las políticas sociales debemos
ser capaces de aprender y asumir la experiencia vital y cotidiana de los que menos tienen para que concretamente, seamos
capaces de hacer".Discurso de Alicia Kirchner, op. Cit.
CONSULTA HACIA UNA NUEVA LEY NACIONAL DE EDUCACIÓN SUPERIOR
Comisión de Educación – Honorable Cámara de Diputados de la Nación 205
MOVIMIENTOS SOCIALES: MOVIMIENTO BARRIOS DE PIE
Presentado el 13 de mayo de 2008
28
PG (RE) Osvaldo D. Tourn, Rector Organizador, Instituto Universitario de Seguridad Marítima.
CONSULTA HACIA UNA NUEVA LEY NACIONAL DE EDUCACIÓN SUPERIOR
Comisión de Educación – Honorable Cámara de Diputados de la Nación 210
permitirá un más dinámico reconocimiento y homologación de títulos entre los distintos
Niveles y Modalidades del SEN.
• Para facilitar la gestión administrativa debería formalizarse para el Nivel un pertinente
sistema de créditos asociado a cada uno de los títulos que emiten sus diferentes
Instituciones (Universidades, Institutos Universitarios e Institutos de Educación Superior) a
los efectos de generar una interpretación homóloga y consensuada del valor asignado a
cada uno de ellos y así poder facilitar los reconocimientos interinstitucionales, interniveles
e interjuridiccionales, así como entre Sistemas. Para la PNA debería contemplarse la
articulación que facilite la integración de las áreas de Formación Técnico Profesional
(algunas de sus previsiones ya se contemplan en la Ley Nº 26.058) y la participación de la
especialidad de Seguridad en el contexto del Sistema de Ciencia, Tecnología e Innovación
(Ley Nº 25.467) en el que no se contemplan procedimientos de investigación articulados
entre los Organismos que lo integran.
Ministerio de Defensa
Subsecretaría de Formación
Índice:
I -Marco Jurídico vigente de los IUFFAA
II -Marco Jurídico vigente de la Escuela de Defensa Nacional (EDENA)
III -Características y funcionamiento actual de los IUFFAA
IV -Características y funcionamiento actual de la EDENA
V -Marco jurídico del Ministerio de Defensa y de la Subsecretaría de Formación como órgano de
gobierno del Subsistema Educativo
VI -Propuestas de Marco Jurídico
En el año 1995 la Ley de Educación Superior Nº 24.521 lo incluye dentro del Art. 77, el que se
transcribe posteriormente (página 2).
El Instituto Universitario Naval (INUN), se creó como Instituto de Estudios Navales y Marítimos,
incorporándose al régimen de la Ley Nº 17.778 de Universidades Provinciales, mediante
Resolución del Ministerio de Cultura y Educación Nº 1531/91.
En el año 1998, por Res. Nº 1194 de dicho Ministerio, se aprobó el cambio de nombre de dicho
Instituto, denominándose Instituto Universitario Naval, aprobando su estatuto por Res. 1364/06
del Ministerio de Educación, Ciencia y Tecnología.
El Instituto Universitario Aeronáutico (IUA), fue creado como Escuela Superior de Aeronáutica
el 13 de diciembre de 1947 por Decreto Nº 144/47, integrándose luego al Sistema Universitario
Nacional a través del artículo Nº 16 de la Ley Nº 17.778 de Universidades Provinciales, con el
nombre de Escuela de Ingeniería Aeronáutica, estableciéndose finalmente su denominación
actual por Resolución del Ministerio de educación Nº 3/03.
Artículo 27 - Las instituciones universitarias a que se refiere el artículo anterior, tienen por
finalidad la generación y comunicación de conocimientos del más alto nivel en un clima de
libertad, justicia y solidaridad, ofreciendo una formación cultural interdisciplinaria dirigida a la
integración del saber así como una capacitación científica y profesional específica para las
distintas carreras que en ellas se cursen, para beneficio del hombre y de la sociedad a la que
pertenecen. Las instituciones que responden a la denominación de "Universidad" deben
desarrollar su actividad en una variedad de áreas disciplinarias no afines, orgánicamente
estructuradas en facultades, departamentos o unidades académicas equivalentes. Las
instituciones que circunscriben su oferta académica a una sola área disciplinaria, se
denominan Institutos Universitarios.
Artículo 77 - Las instituciones constituidas conforme al régimen del artículo 16 de la ley 17.778,
que quedan por esta ley categorizadas como institutos universitarios, establecerán su
sistema de gobierno conforme a sus propios regímenes institucionales, no siéndoles de
aplicación las normas sobre autonomía y sobre gobierno de las instituciones
universitarias nacionales que prevé la presente ley.
Por Decreto Nro. 866 del 24 de diciembre de 1973, se le asignó su actual denominación
de Escuela de Defensa Nacional.
Por Resolución Nº 425 del Ministerio de Cultura y Educación del 12 de marzo de 1992
aprueba la Maestría en Defensa Nacional, a través del IESE.
Por Resolución Nº 277/ 2000 de la CONEAU, acreditó la maestría al IESE
Art. 39. - Para acceder a la formación de posgrado se requiere contar con título universitario de
Por Decreto Nº 788/07 del 27 de junio del 2007, el PEN le asigna a la EDENA la siguiente
Responsabilidad y Acciones:
Responsabilidad Primaria:
Acciones
3. Asesorar tanto a las organizaciones regionales, como a los Círculos de Defensa Nacional, que
se constituyan en las provincias, interesadas en el estudio de la Defensa Nacional.
Los Institutos Universitarios de la Fuerzas Armadas dependen del Ministerio de Defensa a través
de sus respectivos Jefes de Estados Mayores Generales.
Los tres Institutos dictan carreras de Pregrado, Grado y Posgrado, en diferentes áreas
Asimismo estos Institutos han realizado sus respectivas Evaluaciones Institucionales, conforme
con la LES en sus dos fases; primero presentaron sus Autoevaluaciones y luego recibieron la
correspondiente Evaluación Externa tal cual lo establece la mencionada Ley.
los Sistemas Educativos de las mismas, instruirán a sus respectivos Institutos Universitarios, a
ARTÍCULO 2º.- Los Institutos Universitarios de las FUERZAS ARMADAS conformarán las
comisiones de trabajo necesarias y representativas, a efectos de presentar los proyectos
de reformulación de sus Estatutos Universitarios, atendiendo así mismo a lo normado en el
artículo 1º de la presente.
Entre ellos podemos mencionar la Maestría en Defensa Nacional, que se dicta en dos turnos, uno
mañana, intensivo de cursado diario en un año lectivo y otro turno noche en que se cursa dos
veces por semana y su duración se extiende a dos años.
Este Posgrado se dicta a través de un Convenio con el IESE, del cual depende académicamente
en los trámites administrativos de gestión y académicos.
Asimismo dicta un Curso Superior en Defensa Nacional de un año de duración para Oficiales de
las FFAA, argentinas y extranjeras, sin titulación del Ministerio de Educación, pero con
reconocimiento Internacional.
Por Decreto Nº 788/07 del 25 de junio del 2007, el PEN le asigna la siguiente responsabilidad,
Objetivos y Acciones a la Subsecretaría de Formación y sus dependencias:
SUBSECRETARIA DE FORMACIÓN
OBJETIVOS
ANEXO II
RESPONSABILIDAD PRIMARIA
ACCIONES
2. Proponer criterios y contenidos relativos a los planes de formación y capacitación que deben
llevarse a cabo en el ámbito de las Fuerzas Armadas.
4. Articular la enseñanza superior de los Institutos Universitarios de las Fuerzas Armadas con
las políticas del MINISTERIO DE DEFENSA y del COMANDO CONJUNTO DE LAS
FUERZAS ARMADAS; integrando los Institutos Universitarios de las Fuerzas Armadas entre
sí y con el sistema educativo nacional.
13. Asistir en la celebración de convenios bilaterales con estados extranjeros referidos a las
competencias de la Subsecretaría, en el registro de los que se encuentran en vigor y los
programas emergentes de su aplicación y en gestión de las comisiones mixtas de aplicación
de esos convenios.
14. Atender la tramitación y difusión de becas sobre temas específicos de Defensa, ofrecidas
desde el sector externo y supervisar el funcionamiento de las residencias para graduados,
dependientes de las Fuerzas Armadas y del Ministerio y radicadas en el exterior.
- Administrar los bienes y recursos asignados, conforme a sus estatutos y las leyes que
regulan la materia.
- Mantener relaciones de carácter educativo, científico y cultural con instituciones del país
y del extranjero.
En el capitulo VII denominado “Del Gobierno y coordinación del sistema” se propone incluir
el siguiente artículo:
Con respecto a la EDENA, se propone que en el artículo 39 de la LES, que da lugar a estudios
de posgrado en Instituciones Educativas de reconocido prestigio se desprenda uno que
considere a este Instituto:
INTRODUCCIÓN
El Instituto de Enseñanza Superior del Ejército “My FRANCISCO ROMERO” es una institución
universitaria de gestión estatal categorizada en lo que el Artículo 26 de la Ley de Educación
Superior define como Instituto Universitario. Como tal satisface las necesidades de educación
superior universitaria y no universitaria del Ejército Argentino, dependiendo para ello
orgánicamente de este, así como mantiene relaciones funcionales con la Subsecretaria de
Formación del Ministerio de Defensa.
Es por ello que el IESE se enmarca en lo dispuesto en el Articulo 77 de la citada norma legal para
esta categoría de instituciones universitarias, el cual expresa: “… establecerán su sistema de
gobierno conforme a sus propios regímenes institucionales, no siéndoles de aplicación las
normas sobre autonomía y sobre gobierno de las instituciones universitarias nacionales que
prevé la presente ley”. Es decir que cuenta con una autonomía restringida en lo institucional, y en
una menor medida en lo académico, no disponiendo de autarquía económica - financiera.
De acuerdo a lo dispuesto por la mencionada Ley y a los Decretos y Resoluciones Ministeriales
posteriores que la operativizaron, el Instituto se ha sometido al proceso de Evaluación Externa
por parte de la CONEAU en el año 2000 y en Octubre de 2007 firmó con dicho organismo de
evaluación un compromiso para iniciar el proceso de una nueva Evaluación Externa, siendo la
tercera institución universitaria del país en hacerlo.
Por su parte, todas las carreras de grado y posgrado que se dictan bajo su órbita poseen
reconocimiento oficial y validez nacional avaladas por el Ministerio de Educación, Ciencia y
Técnica y acreditadas por la CONEAU, en los casos que así corresponde.
En sus Unidades Académicas se dictan exclusivamente carreras de grado y posgrado
contribuyentes a la formación, capacitación y perfeccionamiento del profesional militar en
temáticas relacionadas con la Defensa Nacional, habiéndose ampliado la convocatoria a alumnos
civiles, desde hace algunos años, en aquellas que se consideran de interés dual, favoreciendo
así su interacción con la comunidad, factor insustituible para el crecimiento institucional.
Es así que en sus aulas, contabilizando exclusivamente los alumnos que cursan carreras de
grado y posgrado se educan en el corriente año 1.720 hombres y mujeres, civiles y militares,
mientras que, por otra parte, 633 Oficiales y Suboficiales cursaban a fines del año 2007 carreras
de grado y posgrado de interés para el Ejercito en Universidades de gestión pública y privada, en
virtud de existir una oferta geográficamente amplia de las mismas y no requerir éstas carreras la
adquisición de conocimientos propios y exclusivos de la profesión militar.
Por otra parte, como Instituto Universitario estatal, integra el Consejo Interuniversitario Nacional y
tres de sus Comisiones permanentes, el Consejo Regional de Planificación de la Educación
Superior (CRPES) Metropolitano, el Consejo Federal de Decanos de Ingeniería (CONFEDI), las
Redes VITEC, REDCIUN, REUN, RUEDA, REDBIEN, ARUNA y otros organismos públicos
vinculados al quehacer universitario.
Finalmente, esta breve introducción permitirá comprender el hecho de que este Instituto no
efectúe aportes o emita opiniones acerca de aspectos que hacen a la autonomía y autarquía
universitaria en los que se encuentra restringido o limitado, o a temas que demandan una opinión
de carácter político, pero si sobre otros temas atinentes a la educación superior que son tratados
en la Ley de Educación Superior y que, sin duda, lo afectan en su futuro y comprometen en su
mejora, así como a las características particulares de los Institutos Universitarios con el mismo
origen y problemática que el IESE, para que estas sean contempladas en el nuevo instrumento
legal que se elabore.
DESARROLLO
La Ley. La reforma de la Ley de Educación Superior Nro 24.521 no debe significar desechar o
desvalorizar todo lo realizado en el pasado sino, por el contrario, aprovechar la oportunidad que
se nos brinda para corregir lo que la experiencia nos dicta que no obtuvo resultados positivos, o
que han sido parciales, e innovar en aquellos aspectos necesarios para adaptar nuestro sistema
universitario a los desafíos del mundo actual en permanente y acelerado cambio.Para ello
creemos indispensable tener en cuenta algunas ideas centrales que deben inspirar la nueva Ley
que se elabore y que posibilitarán, a nuestro juicio, afianzar el desarrollo que el sistema
universitario argentino ha tenido en la última década. Ellas son:
• Pensar a las instituciones universitarias como a aquellas que no sólo proveen al país de
profesionales idóneos y de conocimientos científicos y tecnológicos sino que sustancialmente
tienen que aportar criterios y valores que permitan reconstruir y estrechar los vínculos entre los
CONSULTA HACIA UNA NUEVA LEY NACIONAL DE EDUCACIÓN SUPERIOR
Comisión de Educación – Honorable Cámara de Diputados de la Nación 221
argentinos en un mundo gobernado por el valor del conocimiento.
• La educación superior tiene como finalidad fundamental formar a una masa crítica de
personas cualificadas y cultas, que favorezca y garantice un auténtico desarrollo sostenible para
el país.
• Una sólida formación en valores éticos contribuirá al desarrollo de ciudadanos honrados,
responsables y solidarios.
• En el acceso a la formación superior no puede admitirse ningún tipo de discriminación,
solo basarse en los méritos, la capacidad, los esfuerzos, la perseverancia y la determinación de
los que quieran estudiar.
• La equidad en el acceso a la formación superior debe comenzar por fortalecer los niveles
de enseñanza que la preceden, fundamentalmente la enseñanza secundaria.
• Articular y armonizar la voluntad de cambio del gobierno y las universidades. Tal
coincidencia requiere de una visión compartida sobre las necesidades y requerimientos de la
sociedad respetando y preservando la autonomía de la Universidad de cualquier injerencia del
poder político sin cercenar la posibilidad del Estado de proteger y promover el interés general.
• La generación y difusión del conocimiento en un mundo integrado y fuertemente
comunicado tiene bases, procedimientos, modalidades y características que son universalmente
aceptados y que no se diferencian por las singularidades que se puedan presentar, en cuanto a
la autonomía y autarquía que puedan exhibir las instituciones.
• Es por ello que consideramos conveniente consensuar las voluntades en un único
instrumento legal que rija la educación universitaria estatal y privada así como los institutos
universitarios tanto de gestión pública como privada, con la finalidad de darle un sentido de
unidad al subsistema educativo, independientemente de las características particulares que
definen a cada uno los actores, facilitando así su articulación.
• Finalmente, se debe tener presente que un texto legal es un ordenamiento regulatorio con
fines prácticos por lo que sus conceptos deben ser claros y precisos de modo tal de evitar la
confusión y la ambigüedad.
Los sistemas de ingreso Si bien el acceso libre a la educación superior en las instituciones
universitarias nacionales debe quedar claramente plasmado en la nueva Ley, las modalidades de
selección de ingresantes mediante exámenes de ingreso, cursos de admisión u otras
modalidades que pudieran surgir deben quedar a criterio de los Consejos Superiores Académicos
de las distintas instituciones universitarias.
El Articulo 39 bis de la LES El Art 39 bis de la Ley de Educación Superior actualmente vigente
establece que: “Para acceder a la formación de posgrado, el postulante deberá contar con título
universitario de grado o de nivel superior no universitario de cuatro (4) años de duración como
mínimo y reunir los prerrequisitos que determine el Comité Académico o la autoridad equivalente,
a fin de comprobar que su formación resulte compatible con las exigencias del posgrado al que
aspira. Agrega, además, que: “En casos excepcionales de postulantes que se encuentren fuera
de los términos precedentes, podrán ser admitidos siempre que demuestren, a través de las
evaluaciones y los requisitos que la respectiva universidad establezca, poseer preparación y
experiencia laboral acorde con los estudios de posgrado que se proponen iniciar así como
aptitudes y conocimientos suficientes para cursarlos satisfactoriamente. En todos los casos la
admisión y la obtención del título de posgrado no acredita de manera alguna el título de grado
anterior correspondiente al mismo”. Al respecto consideramos que, a la luz de las implicancias
que este Artículo tiene para la excelencia académica que se pretende en el nivel de posgrado,
debería ser revisado profundamente y claramente legislado teniendo en cuenta para ello las
consideraciones y resolución del Consejo Interuniversitario Nacional dictada mediante el Acuerdo
Plenario Nro 559/05 del 28 de abril de 2005, la cual ratificamos.
1. Presentación Institucional
2. Desarrollo
La Ley
La futura reforma de la Ley de Educación Superior Nro 24.521 no debe significar desechar o
desvalorizar todo lo realizado en el pasado sino, por el contrario, aprovechar la oportunidad que
se brinda para corregir lo que la experiencia nos dicta que no obtuvo resultados positivos, o que
han sido parciales, e innovar en aquellos aspectos necesarios para adaptar nuestro sistema
universitario a los desafíos del mundo actual en permanente y acelerado cambio.
Para ello creemos indispensable tener en cuenta algunas ideas centrales que deben inspirar la
nueva Ley que se elabore y que posibilitarán, a nuestro juicio, afianzar el desarrollo que el
sistema universitario argentino ha tenido en la última década y en particular como se insertan los
Institutos Universitarios de las Fuerzas Armadas en la misma. Ellas son:
CONSULTA HACIA UNA NUEVA LEY NACIONAL DE EDUCACIÓN SUPERIOR
Comisión de Educación – Honorable Cámara de Diputados de la Nación 227
• Pensar a las instituciones universitarias como aquellas que no sólo proveen al país de
profesionales idóneos y de conocimientos científicos y tecnológicos sino que sustancialmente
tienen que aportar criterios y valores que permitan reconstruir y estrechar los vínculos entre los
argentinos en un mundo gobernado por el valor del conocimiento.
• La educación superior tiene como finalidad fundamental formar a una masa crítica de
personas capacitadas, calificadas y cultas, que favorezca y garantice un auténtico
desarrollo sustentable para el país.
• Una sólida formación en valores éticos, indispensable para el desarrollo de ciudadanos
honrados, responsables y solidarios.
• En el acceso a la formación superior no debe admitirse ningún tipo de discriminación, solo
basarse en los méritos, la capacidad, los esfuerzos, la perseverancia y la determinación de los
que quieran estudiar.
• La equidad en el acceso a la formación superior debe comenzar por fortalecer los niveles
de enseñanza que la preceden.
• Una visión compartida sobre las necesidades y requerimientos de la sociedad respetando
y preservando la autonomía y autarquía de la Universidad.
• La generación y difusión del conocimiento en un mundo integrado y fuertemente
comunicado tiene bases, procedimientos, modalidades y características que son universalmente
aceptados y que no se diferencian por las singularidades que se puedan presentar en cuanto a la
autonomía y autarquía que puedan exhibir las instituciones.
• Un texto legal es un ordenamiento regulatorio con fines prácticos, por lo que sus
conceptos deben ser claros y precisos de modo tal de evitar la confusión y la ambigüedad.
• Por ello es conveniente consensuar las voluntades en un único instrumento legal que rija
la educación universitaria estatal y privada así como los institutos universitarios tanto de gestión
pública como privada, con la finalidad de darle un sentido de unidad al sistema educativo,
independientemente de las características particulares que definen a cada uno los actores,
facilitando así su articulación.
La CONEAU.
La existencia de un sistema sólido, calificado y prestigioso de evaluación es una condición
esencial en todo sistema educativo que tienda crecientemente a la excelencia.
El trabajo realizado por la Comisión de Evaluación y Acreditación Universitaria (CONEAU), en los
últimos diez años, ha contribuido a que las Instituciones Universitarias hayan podido contar con
una calificada visión externa de sus procesos, siendo el saldo, a nuestro juicio, altamente
positivo.
En nuestro caso particular, la Evaluación Externa producida por dicho organismo, la acreditación
de nuestras carreras de grado y posgrado sujetas al Art. 43 de la Ley de Educación Superior, nos
ha permitido superarnos como institución educativa y mejorar la calidad de nuestra oferta
académica dentro de parámetros comunes con resto del sistema universitario nacional.
Por ello consideramos que tanto la Evaluación Externa como los procesos de Acreditación de
carreras deben realizarse exclusivamente por organismos del Estado, como único árbitro idóneo
para asegurar equilibrio y justicia en sus dictámenes.
Los Títulos.
Sobre el particular ratificamos que su otorgamiento corresponde exclusivamente a las
instituciones universitarias, tanto en materia de grado como de posgrado, con reconocimiento a
cargo del Ministerio de Educación.
RESEÑA HISTÓRICA
La Escuela de Ingeniería Aeronáutica fue creada por Decreto N° 39.144 del Poder Ejecutivo
Nacional, de fecha 13 de Diciembre de 1947, que en su Artículo 3° establecía como misión:
a) Formar Ingenieros Militares de Aeronáutica de acuerdo a las necesidades de la Secretaría de
Aeronáutica.
b) Instruir al personal Superior Técnico en las distintas especialidades de su profesión
c) Contribuir al estudio y conocimiento de la industria nacional a fin de su
adaptación a las construcciones aeronáuticas para hacer frente a las
necesidades de la guerra.
Posteriormente se modificó su denominación por la de Escuela Superior de Aerotécnica y fue
incorporada, al régimen del Artículo 16 de la ley 17.778, por Decreto Nº 3179 del poder Ejecutivo
Nacional de fecha 19 de Agosto de 1971, que en su segundo considerando señala: “ Tiene como
misión capacitar al personal militar superior egresado de la Escuela de Aviación Militar y tiende al
perfeccionamiento de personal militar de otras Fuerzas Armadas nacionales y extranjeras, y de
alumnos provenientes de establecimientos de enseñanza civil que funcionan en el nivel
universitario “.
Por Resolución N° 1279/90 del JEMGFAA, se creó, sobre la base de la Escuela de Ingeniería
Aeronáutica y el Instituto de Investigaciones Tecnológicas de la Fuerza Aérea, el Instituto
Politécnico de la Fuerza Aérea actualizándose su misión, cuya primera parte establece:
“Complementar la formación de los oficiales de la Fuerza Aérea Argentina, perfeccionar sus
conocimientos y los del resto de los cursantes que se ordene incorporar, capacitándolos en las
disciplinas de interés en el campo de las actividades aeroespaciales, mediante cursos
intermedios, de grado, post-grado e investigación”.
Finalmente por Resolución Ministerial N° 3/93 del Ministerio de Cultura y Educación se le dio la
denominación actual de Instituto Universitario Aeronáutico.
Su Estatuto, aprobado por Mensaje del Comando de Personal Nº 3 598 EM GHO 271 230
Agosto/96, fue presentado al Ministerio de Cultura y Educación y aprobado por Resolución
Ministerial N° 628/97, siendo publicado en Boletín Oficial N° 28639 de fecha 5 de Mayo de 1997,
en su artículo 2 establece: “Es finalidad del Instituto Universitario Aeronáutico impartir enseñanza
universitaria, realizar investigación científica y tecnológica, desarrollar acciones tendientes a
establecer acciones de cooperación interinstitucional para trabajos de investigación y desarrollo y
realizar de extensión
2 cultural y de transferencia tecnológica en un todo de acuerdo con los intereses aeroespaciales
de la Nación.”
Mediante su accionar, el IUA brinda actualmente a la comunidad nacional la oferta de sus
servicios educativos permitiendo, con sus modalidades presencial y a distancia, que un amplio
espectro de estudiantes de todas las edades y condiciones sociales, cursen carreras
universitarias, cumpliendo así con una verdadera acción social de educación, generando un
excelente espacio de convivencia, de relación y de integración militar y civil, proyectando a la
Fuerza Aérea hacia la comunidad en forma vigorosa.
MARCO LEGAL
Las leyes Federal de Educación Nº 24.195, de Educación Superior Nº 24.521, de Transferencia
de Servicios Educativos Nº 24.049 y de Reestructuración de las Fuerzas Armadas Nº 24.948, han
producido un nuevo encuadre legal para el sistema educativo de la Fuerza Aérea. La Ley de
Reestructuración de las Fuerzas Armadas en su Art. 14 establece que para el Personal Militar
Superior egresado de los Institutos de formación a partir del año 1992 inclusive, será requisito
una formación de grado universitario para el ascenso a Oficial Superior.
En su Artículo 13 establece: “Los sistemas educativos de las Fuerzas Armadas se adecuarán en
consonancia con la estructura educativa nacional en busca de un mutuo aprovechamiento de las
capacidades disponibles eliminando superposiciones y procurando una mejor inserción de sus
integrantes en el medio cultural educativo general.”
En su Artículo 33 c. 1. “Dentro de un plazo no mayor de tres años 1. Completar la reforma del
Sistema Educativo Militar para ajustarlo a los planes y exigencias del nuevo Sistema Educativo
Nacional en busca de un mutuo aprovechamiento de las capacidades disponibles y la mayor
integración posible.”
Artículos 13, 33, 37, 43, 44, son exigencias que impone la Ley de Educación Superior. Artículo
13. Los alumnos de las instituciones estatales de educación superior tienen derecho:
a) Al acceso al sistema sin discriminaciones de ninguna naturaleza.
En cumplimiento de esta norma, el IUA abrió su oferta educativa a toda la comunidad, lo que está
expresamente manifestado en los artículos 3, 4, 6 y 7 de su Estatuto. Cabe hacer notar que el
CONSULTA HACIA UNA NUEVA LEY NACIONAL DE EDUCACIÓN SUPERIOR
Comisión de Educación – Honorable Cámara de Diputados de la Nación 232
CIN, en oportunidad del acuerdo Nº 379/00, puso al IUA como ejemplo paradigmático de apertura
a la comunidad.
Artículo 33. Las instituciones universitarias deben promover la excelencia y asegurar la libertad
académica, la igualdad de oportunidades y posibilidades, la jerarquización 3
docente, la corresponsabilidad de todos los miembros de la comunidad universitaria, así como la
convivencia pluralista de corrientes, teorías y líneas de investigación.
Este artículo se refiere a los requisitos generales que deben cumplir todas las instituciones
universitarias.
En cumplimiento de esta norma el IUA ha mantenido y mantiene un amplio espíritu de
participación, comunicación y relación con la comunidad, esforzándose por sostener una política
de mejoramiento continuado de la calidad educativa, de la amplitud de criterio en la gestión
académica y de conformación de una comunidad de directivos, profesores y alumnos en la que el
disenso, la confrontación de ideas, el respeto, el espíritu crítico, el equilibrio en la convivencia y la
búsqueda de la excelencia constituyan los cimientos en los que se base todo su accionar.
Artículo 43. Cuando se trate de títulos correspondientes a profesiones reguladas por el Estado,
cuyo ejercicio pudiera comprometer el interés público poniendo en riesgo de modo directo la
salud, la seguridad, los derechos, los bienes o la formación de los habitantes, se requerirá que se
respeten, además de la carga horaria a que hace referencia el artículo anterior, los siguientes
requisitos:
a) Los planes de estudio deberán tener en cuenta los contenidos curriculares básicos y los
criterios sobre la intensidad de la formación práctica que establezca el Ministerio de Cultura y
Educación, en acuerdo con el Consejo de Universidades.
b) Las carreras respectivas deberán ser acreditadas periódicamente por la Comisión Nacional de
Evaluación y Acreditación Universitaria o por entidades privadas constituidas con ese fin
debidamente reconocidas.
En cumplimiento de esta normativa el IUA acreditó oportunamente las carreras de Ingeniería
Aeronáutica, Ingeniería Electrónica, y está en la última etapa el proceso de acreditación la de
Ingeniería en Telecomunicaciones.
La misma Ley de Educación Superior (LES) en sus Arts. 22 y 77 categoriza al IUA como instituto
universitario estatal, dándole de esa manera, en forma definitiva, el carácter de institución
universitaria, razón por la cual debió presentar sus Estatutos al Ministerio de Cultura y Educación
que fueron aprobados por Mensaje del Comando de Personal Nº 3 598 EM GHO 271 230 Agosto
/ 96 y posteriormente por Resolución Ministerial Nº 628/97 y publicados en Boletín Oficial Nº
28.639.
De esta manera el ordenamiento del sistema educativo de la FAA, la validez nacional de sus
estudios en todos los niveles, las relaciones con los organismos oficiales de evaluación,
acreditación y superintendencia educativa y todas las acciones que impliquen vinculaciones con
los demás actores del sistema educativo nacional, solamente tienen vigencia si se efectúan a
través del IUA.
Además, por la LES, todas las instituciones universitarias están sometidas a los procesos de
evaluación institucional en el marco de los objetivos definidos por cada institución y a la
acreditación de carreras de grado y postgrado conforme a los estándares establecidos por el
Ministerio de Educación en consulta con el Consejo de 4 Universidades, todo lo cual comporta, a
nivel institucional, la decisión de llevar adelante un trabajo continuado de mejoramiento
permanente. El IUA completó en el año 2001 su proceso de autoevaluación institucional y
evaluación externa por parte de la CONEAU, y está, en este momento, comenzando su segundo
proceso de autoevaluación.
El IUA ha tomado la responsabilidad de las acciones de coordinación, vinculación,
asesoramiento, representación, evaluación, acreditación, tramitación de carreras y expedición de
títulos habilitantes con validez nacional de todo el conjunto de unidades académicas relacionadas
ya que, como ha sido señalado por la CONEAU en su informe final de evaluación,: "La
responsabilidad final a los efectos administrativos, civiles y penales recae directamente sobre el
IUA y su Rector y por lo tanto se deben
instrumentar mecanismos y procedimientos que aseguren efectivas acciones de seguimiento,
control y evaluación de cada unidad académica".
AUTONOMÍA
Con motivo de la modificación de la Ley de Educación Superior Nº 24.521 se considera
conveniente establecer expresamente el grado de autonomía que corresponde a estos institutos
universitarios, habida cuenta de su dependencia de un ente superior. A los efectos de efectuar un
aporte concreto sobre este aspecto, que reviste singular importancia, se considera conveniente
realizar un análisis a la luz de la normativa vigente, de la gestación de la misma y de las diversas
categorías de autonomía, a fin de partir de una correcta apreciación del mismo.
En los debates de la Convención Constituyente de 1994 fueron tratados aspectos fundamentales
vinculados a la autonomía universitaria:
• La autonomía universitaria y municipal se discutieron en conjunto conforme despachos de las
Comisiones de Competencia Federal y Régimen Federal
• El miembro informante de la Comisión sostuvo que la autonomía universitaria tiene todas las
CONSULTA HACIA UNA NUEVA LEY NACIONAL DE EDUCACIÓN SUPERIOR
Comisión de Educación – Honorable Cámara de Diputados de la Nación 233
atribuciones sin interferencia alguna de los poderes constituidos, es decir el legislativo y
ejecutivo, no así el poder judicial.
• Quiroga Lavié, convencional constituyente, hizo referencia a que el texto habla de la autonomía,
usando esa sola palabra porque en ella están contenidas todas las autonomías.
• Ningún convencional rebatió esta interpretación auténtica del concepto autonomía, ni sostuvo
una posición contradictoria de la misma. De esta manera la autonomía queda definida como una
categoría constitucional, quedando así, la autonomía académica, en el núcleo protegido de la
autonomía institucional.
Es dentro de esta concepción que el Art. 75 de la Constitución Nacional referido a las
atribuciones del Congreso en su Inc. 19 establece “….Sancionar leyes…. Que garanticen los
principios de equidad y gratuidad de la educación y la autonomía y autarquía de las
universidades nacionales”. A partir de aquí, los tratadistas, los autores 5 que han estudiado la
Constitución reformada y los fallos de la Suprema Corte han confirmado el valor de la autonomía
universitaria. Al dictarse la Ley de Educación Superior se está estableciendo un marco regulatorio
para el funcionamiento de las instituciones de educación superior. Ahora bien, si aceptamos la
razonabilidad de una serie de normas que enmarquen la autonomía dentro de un ámbito que
garantice los principios de bien social de la educación, de responsabilidad, ante la sociedad, por
el otorgamiento de títulos habilitantes, etc. debemos tener siempre presente que el principio que
se pretende resguardar es el de la autonomía. Es por eso que la norma deberá realizar las
regulaciones y restricciones realmente imprescindibles y en lo que no se establezca
expresamente como un acotamiento de la autonomía, se deberá estar al principio general.
Aplicando este criterio a los Institutos Universitarios de las Fuerzas Armadas, queda claro que
tienen dependencia de su propia Fuerza y del Ministerio de Defensa de la Nación. En esto debe
la ley establecer una clara limitación en su autonomía institucional para reflejar esta dependencia
Teniendo en cuenta que el objeto de su función es la gestión del conocimiento, es fundamental
disponer de autonomía académica, aun cuando se carezca de autonomía de gobierno, de
manera de tener la independencia necesaria para asumir las responsabilidades propias de la
gestión del conocimiento y el otorgamiento de títulos con validez nacional, propios de las
instituciones universitarias. Téngase en cuenta que para el caso de una intervención, el Art. 30 in
fine de la actual LES establece “La intervención nunca podrá menoscabar la autonomía
académica”. Esto significa que la autonomía académica es un valor irrenunciable para una
institución universitaria.
Es necesario diferenciar la autonomía entendida como "independencia y libertad de organización
y gobierno", que evidentemente está restringida para los IUFA por el ordenamiento legal vigente,
de la autonomía académica, entendida ésta como las formas, los procedimientos y los criterios
institucionales para generar y transmitir conocimiento.
La mayoría de los autores que han estudiado los sistemas universitarios nacionales y
comparados, tanto los que han concentrado sus investigaciones en Estados Unidos (Burton Clark
, March, Olsen) como los que han analizado los sistemas francés y alemán (Friedberg, Musselin)
aún aceptando las diferencias existentes dentro de cada sistema nacional- desde la gran
autonomía y orientación al mercado de las universidades de Estados Unidos a la fuerte tutela del
Estado en Francia- encuentran
dos características comunes a todas las organizaciones universitarias:
a) fuerte autonomía de los actores internos
b) Reconocimiento de la autoridad epistemológica.
Esto se traduce en la necesidad de reconocer un grado importante de autonomía académica, que
permita gestionar el conocimiento de que se trata respetando las características señaladas. Es la
autoridad competente quién deberá determinar en qué campos requiere que se genere y
transmita conocimiento y cuáles políticas generales fijará al 6 respecto, y estará en manos de los
IUFA gestionar la producción y la transmisión social de ese conocimiento. Las formas de gestión
del conocimiento tienen especificidades que la diferencian de otras formas de gestión. Es el
Poder Ejecutivo Nacional (por intermedio de la autoridad competente), quien deberá determinar
en cuáles campos necesita generar y transmitir conocimiento (en nuestro caso conocimiento para
la Defensa), y son los IUFA, como instituciones de educación superior universitaria, las que
deberán generarlo y transmitirlo con los criterios y estándares de calidad exigidos para las
instituciones de este tipo en la Ley de Educación Superior. De esto se desprende que no podrán
tener una autonomía institucional amplia, similar a las universidades nacionales, porque esto
entraría en contradicción con los propios organismos del estado que han decidido su creación:
Las tres Fuerzas Armadas y, actualmente, el Ministerio de Defensa de la Nación a través de su
Subsecretaría de Formación. Es en estas instancias donde deberán formularse las grandes
políticas de formación en el campo del conocimiento para la Defensa, siendo preciso, para que
los IUFA puedan cumplir acabadamente la función para la que fueron creados, en el marco del
Sistema Nacional de Educación Superior, que gocen de la necesaria autonomía académica que
les permita desarrollar sus funciones básicas de docencia, investigación y extensión con los
criterios, los procedimientos y la cultura organizacional propias de todas las instituciones de
educación superior
universitaria.
CONSULTA HACIA UNA NUEVA LEY NACIONAL DE EDUCACIÓN SUPERIOR
Comisión de Educación – Honorable Cámara de Diputados de la Nación 234
También entendemos que lo que los señores Diputados debatirán será una Ley de Educación
Superior, por lo que las definiciones sobre el campo disciplinar, formas de gobierno, etc. que
deberán tener los IUFA corresponden a otro ámbito normativo, propio del Ministerio de Defensa y
de las propias Fuerzas Armadas, quedando en esta cuerpo normativo de educación las
regulaciones mínimas necesarias para que los IUFA funcionen adecuadamente como
instituciones de educación superior, de manera similar a las demás instituciones que conforman
el sistema.
ARTÍCULO 77
El art. 77 forma parte del TÍTULO V de la Ley 24.521 en “Disposiciones complementarias y
transitorias”. Después de trece años de vigencia de la norma sobre educación superior los IUFA
ha demostrado ya su mayoría de edad como para ser encuadrados de pleno derecho dentro de
las normas permanentes del Sistema Nacional de Educación Superior Universitaria.
El TÍTULO IV de la Ley actual, que se refiere a la educación superior universitaria, en su capítulo
1 habla de las instituciones universitarias y sus funciones y establece en su artículo 26: “La
enseñanza superior universitaria estará a cargo de las universidades nacionales, de las
universidades provinciales y privadas reconocidas por el Estado Nacional y de los institutos
estatales o privados reconocidos, todos los cuales integran el Sistema Universitario Nacional”.
Sería conveniente que la figura de los Institutos Universitarios dependientes de las Fuerzas
Armadas y de Seguridad se incorporen, en la redacción definitiva, a este artículo 26 en el
Capítulo 1 del Título IV de la Ley para darle un status jurídico más sólido y permanente a los
mismos.7
PROPUESTA
Compartimos el criterio propuesto por el Consejo Interuniversitario Nacional (CIN) en su
documento “Lineamientos para una Ley de Educación Superior”, aportado a la comisión de
Educación de la HCDN, cuando plantea:
“En el caso de los Institutos Universitarios dependientes de las Fuerzas Armadas y de los
Servicios de Seguridad se recomienda que se incorpore expresamente la denominación de
“Nacionales”. Éstos establecerán su sistema de gobierno y de administración de acuerdo a sus
propios regímenes institucionales, con las limitaciones a la autonomía que ellos prevean. Le
serán aplicables las normas de la Ley de Educación Superior en todo lo que no se oponga a lo
antes expuesto.”
Para intentar plasmar en la práctica los conceptos antes desarrollados, sugerimos que en el texto
de la futura Ley de Educación Superior sobre los Institutos Universitarios de las Fuerzas Armadas
se tengan en cuenta, como mínimo, los siguientes criterios:
1) Incorporar la figura de los Institutos Universitarios dependientes de las Fuerzas Armadas y
de Seguridad, al actual artículo 26 en el Capítulo 1 del Título IV de la Ley.
2) Definir a los Institutos Universitarios de las Fuerzas Armadas como ¨Nacionales¨
3) Definir que el sistema de gobierno y administración de los mismos se establecerá de
acuerdo a sus propios regímenes institucionales, con las limitaciones a la autonomía de gobierno
que ellos prevean.
4) Establecer que con excepción de esta limitación en su autonomía, en todo lo demás les
serán de aplicación las normas de la Ley de Educación Superior.
5) Establecer que los mismos tendrán acceso a fondos del Ministerio de Educación de la Nación,
del Ministerio de Ciencia, Tecnología e Innovación Productiva de la Nación y del Ministerio de
Defensa para proyectos específicos.
Durante los años noventa en el mundo se impulsaron reformas educativas tendientes a satisfacer
las demandas de la nueva revolución tecnológica y de la globalización económica.
a)...;
Hoy se hace necesario profundizar el análisis siendo indispensable que esta nueva Ley
contemple una política educativa que sostenga y fortalezca el ideario pedagógico contenido en
los proyectos fundacionales de los establecimientos preuniversitarios, sus características y
objetivos, de innovación pedagógica con proyección al medio como parte del proyecto de las
universidades públicas.
Artículo Nº..: Las Universidades Nacionales gestionarán ante la autoridad educativa nacional la
validez nacional de títulos y certificados.
Artículo Nº..: Las Instituciones Preuniversitarias tendrán participación con voz y voto pleno en los
consejos superiores.
Asimismo, producto del debate realizado se fueron consensuando posiciones sobre diferentes
aspectos, algunos de los cuales son:
El Estado debe reasumir su rol específico respecto a la educación y ser garante del derecho
constitucional de enseñar y aprender para todos los ciudadanos. También debe garantizar el
financiamiento de la educación universitaria en todos sus niveles.
El sistema universitario argentino cuenta con una larga historia de autonomía que se
mantiene hasta nuestros días. Ratificar la autonomía universitaria tiene sus fundamentos
en los propios objetivos de la Universidad como institución. Si entendemos que entre uno
de sus fines está la generación del conocimiento, la nueva Ley debe proteger que este
objetivo no esté influenciado por intereses particulares o corporativos, sino por el contrario
sea el resultado de las necesidades y los intereses de la sociedad en su conjunto.
g) la articulación entre las distintas modalidades de la Educación Superior, así como con los
otros niveles educativos. Se deben profundizar acciones que apunten al mejoramiento de
la calidad de la enseñanza y a mejorar la permanencia de los estudiantes en los primeros
años de sus carreras. De esta forma se podrán realizar y/o continuar procesos de
intercambio entre los colegios preuniversitarios y las Comisiones de Ingreso que funcionan
en cada Facultad y/o Universidad a fin de armonizar los conocimientos, las actitudes
académicascon actividades que proporcionen al estudiante una ubicación del contexto y
las herramientas formativas e informativas, requeridas para el ingreso y permanencia en la
Universidad.
i) las actividades de extensión a fin de que los estudiantes y las universidades tomen
contacto con el medio social y productivo, reflexionando y aportando soluciones reales a
problemas reales. La nueva Ley debe garantizar como una de las funciones primordiales
de la Universidad, la extensión universitaria puesto que a través de ella la Universidad
difunde, hacia la comunidad, los beneficios de su acción cultural y social, a la vez que se
nutre de la realidad que la rodea interactuando dinámicamente con la sociedad e
involucrando en su accionar el desarrollo de actividades comunitarias, culturales, de
bienestar estudiantil, de acción social, deportivas, de capacitación, de asistencia técnica y
de transferencia de conocimientos hacia la sociedad.
Por último, no se desconoce que la mejora del sistema educativo no depende sólo de una ley
macro. Mejorar el sistema implica preocuparse por las políticas concretas y por los modos de
gobierno de los niveles intermedio y micro.
El presente documento es producto de las discusiones realizadas en las Jornadas “Hacia una
nueva ley de Educación Superior”, llevadas a cabo en la Facultad de Filosofía y Humanidades
(UNC) el día 16 de agosto con la participación de estudiantes, egresados, docentes y no
docentes. Se organizó a partir de cinco comisiones de trabajo: Cogobierno universitario;
Gratuidad, financiamiento y autarquía; Ingreso y permanencia; Condición docente; Autonomía y
evaluación.
Se tomó como documento de base el elaborado y aprobado por el HCD de la FFyH en sesión del
5 de diciembre de 2005, que fue elevado al HCS como aporte a la reunión del Consejo
Interuniversitario Nacional (CIN) que tendría lugar en la ciudad de Mar del Plata a comienzos de
2006;
Por unanimidad, se solicita que en la próxima reunión del CIN, los días 23 y 24 de agosto en
Córdoba, este consejo no se expida sobre proyecto de ley alguno, sin antes haber remitido el
mismo a todas las UUNN para su conocimiento, debate y evaluación.
PRINCIPIOS GENERALES:
- Una nueva ley de educación superior debe constituirse desde una concepción de universidad
inscripta en el interior de una realidad social, política, económica y cultural –en la que debe
reconocerse–, atendiendo a sus necesidades y potenciando su capacidad transformadora.
- La educación pública debe ser entendida y sostenida como un derecho y no como un servicio.
• Destacar que tanto la eficiencia como la equidad deben estar subordinadas a la igualdad
de oportunidades, tal como es definido en el Derecho.
Ingreso y permanencia:
• La figura de “estudiante” con el goce pleno de sus derechos corresponde a todos los
niveles educativos de la universidad, pregrado, grado, postgrado y todo tipo de titulación.
Cogobierno universitario:
• La nueva ley deberá establecer que los estatutos de cada universidad aseguren el
cogobierno en la integración de los cuerpos colegiados, en los que estarán representados
todos los claustros.
• Los estatutos de las instituciones universitarias nacionales deben prever sus órganos de
gobierno, tanto colegiados como unipersonales, así como composición y atribuciones. Los
órganos colegiados deben ser órganos de gobierno y ejecución.
Autonomía y evaluación:
• Considerar la evaluación como una instancia que debe recuperar procesos históricos,
académicos, políticos en las Universidades Publicas en relación con objetivos pautados de
manera colectiva y realidades regionales.
• Rechazar los criterios externos que desconocen esos procesos y proponen la evaluación
desde la situación actual y sobre sujetos particulares.
Condición docente
• Ingreso por concurso: acceso por concurso para universidades públicas y privadas.
La Ley de Educación Superior Nº 24.521, regula la educación superior desde 1995; fue
promulgada sin una consulta extendida y en general, contra los intereses de la comunidad
universitaria que se expresó mediante múltiples manifestaciones públicas e incluso mediante la
presentación de recursos de amparo ante el Poder Judicial, por gran parte de las universidades
nacionales.
Esta ley fue promulgada durante el gobierno de Menem, quien impulsó la profundización de un
modelo social que combinó el clientelismo político y la lógica de mercado, expresada esta última
en las privatizaciones y la apertura cuasi indiscriminada de la economía. En ese marco, el
gobierno nacional inició un proceso de reforma educativa con la transferencia de las escuelas de
Nivel Medio y Superior No Universitario a las jurisdicciones provinciales y posteriormente con la
sanción de la Ley Federal de Educación en 1993.
En ese sentido, la LES propone un modelo de gobierno y coordinación del sistema que incluye la
conformación de múltiples organismos colegiados, todos con funciones consultivas, que se
ocupan de la coordinación del Sistema Universitario en su conjunto (Consejo de Universidades),
de las Universidades Públicas (CIN), de las Privadas (CRUP), de los Institutos de Educación
Superior No-Universitaria (CFCyE) y de las ofertas Universitarias y No-Universitarias en las
diferentes regiones que componen el territorio nacional (CPRES). Las modalidades de
articulación entre el sub-sistema universitario y el no-universitario quedan sujetas a la celebración
de convenios o acuerdos interinstitucionales, sin fijar criterios claros para su realización. De este
modo, los mecanismos de articulación y definición de políticas se mantienen en la esfera del
Poder Ejecutivo Nacional –con la participación de organismos consultivos de escasa eficacia
para orientar estos procesos– y las decisiones operativas que materializan dichas formas de
articulación, quedan libradas al espacio de acuerdo interinstitucional, regido en muchas
ocasiones por una lógica de mercado, que ha dificultado el diseño de modelos de articulación
democráticos, de alta calidad académica y valoración social.
En lo que refiere al Sistema Universitario, la LES pone en pie de igualdad a las universidades
Por otra parte, en aspectos que requerirían de una regulación por parte del Estado, que garantice
principios comunes para todo el sistema, el texto legal amplía los márgenes de autonomía
institucional o deja aspectos sin legislar. Por ejemplo, cuando se dispone que las Universidades
con más de 50.000 alumnos, el régimen de admisión, permanencia y promoción sea definido en
forma autónoma por cada Unidad Académica o Facultad ¿es esta una regulación que atiende al
sistema de educación superior en su conjunto o una forma de intervención en la autonomía de
cada universidad, asignándole mayor autonomía a cada unidad académica? Otro aspecto sobre
el cual el Estado debiera regular el sistema en su conjunto es el régimen salarial docente, que
queda librado a la decisión autónoma de cada Universidad, produciendo de este modo una
mayor fragmentación y diferenciación en el sistema universitario.
29
Estos principios han sido extraídos parcialmente del Documento del Decanato de la Facultad de Derecho de la
Universidad de Buenos Aires “BASES PARA UNA NUEVA LEY DE EDUCACIÓN SUPERIOR“ (Junio de 2005).
CONSULTA HACIA UNA NUEVA LEY NACIONAL DE EDUCACIÓN SUPERIOR
Comisión de Educación – Honorable Cámara de Diputados de la Nación 248
El Art. 70 atribuye al “Ministerio de Cultura y Educación de la Nación la formulación de las
políticas generales en materia universitaria asegurando la participación de los órganos de
coordinación y consulta” Se han planteado críticas respecto a que sea el Ministerio de Educación
en forma unilateral quien concentre esta función, dando a los organismos universitarios
colegiados (Consejo de Universidades, CIN, CRUP) un papel de órganos de consulta. Parece
necesario que el Estado mantenga la responsabilidad de formular políticas generales; sin
embargo sería adecuado -para garantizar la autonomía de las universidades- que dicha
responsabilidad sea asumida conjuntamente con algún órgano colegiado, en el que se
encuentren representados el Ministerio de Educación Ciencia y Tecnología y las Universidades
públicas en forma mayoritaria y que no tenga sólo funciones consultivas. En ese sentido, la
propuesta de creación de un CONSEJO NACIONAL DE EDUCACIÓN SUPERIOR resultaría
más adecuada para la definición de políticas generales con participación de las instituciones
universitarias.30
30
En el citado Documento de la Facultad de Derecho de la UBA “Se propone la creación de un Consejo Nacional de
Educación Superior con funciones de planificación y evaluación, bajo la concepción integral de la oferta académica,
articulado con las funciones del Consejo Federal de Cultura y Educación (CFCE), a efectos de planificar políticas educativas
coherentes para la educación superior.//a. Integración. Sus miembros serían designados por el Congreso Nacional a
propuesta del Consejo Interuniversitario Nacional (CIN), el Consejo de Rectores de Universidades Privadas (CRUP), el
Consejo Federal de Cultura y Educación (CFCE) y el Ministerio de Educación, Ciencia y Tecnología. El Consejo Universitario
Nacional debería tener preeminencia en ese Consejo.//b. Funciones. A fin de coordinar la oferta institucional y académica,
tendría competencia para:- Recoger sistemáticamente información de las instituciones del nivel superior del Sistema
Educativo Nacional a efectos de establecer juicios de valor sobre su cobertura, extensión y rendimiento y demás aspectos
académicos y de gestión de las instituciones, de modo de fortalecer las políticas de planificación integral de la educación
superior.//- Fijar los estándares de calidad educativa para los procesos de acreditación.//- Dar cuenta de la solvencia
académica de las instituciones y programas educativos evaluados, con el propósito de emitir un juicio público de valor sobre
la calidad de sus actividades.//- Proponer el diseño institucional de los diferentes tipos de establecimientos educativos de
nivel superior a crear en cada región, mediante estudios de diagnóstico y factibilidad para la toma de decisiones.//- Promover
la conformación de oferta de nivel superior, racional y efectivamente distribuida en el territorio nacional.//- Llevar a cabo
evaluaciones externas de las instituciones de educación superior a través de la Comisión Nacional de Evaluación y
Acreditación de la Educación Superior, abarcando las funciones de docencia, investigación y extensión” “BASES PARA UNA
NUEVA LEY DE EDUCACIÓN SUPERIOR“ Facultad de Derecho UBA, 2005.
Por otra parte, el Art. 43. Dispone que para las profesiones que comprometen el interés público el
PEN con el acuerdo del Consejo de Universidades determinará los contenidos curriculares
mínimos y los criterios de intensidad de la formación práctica. El texto de la ley no las define,
dejando al arbitrio de la CONEAU la decisión de qué carreras serán consideradas de “interés
público”.
Por otra parte, la ley, en su artículo 50 establece que en las universidades con más de 50.000
estudiantes, el régimen de admisión, permanencia y promoción de los mismos será definido a
nivel de cada facultad o unidad académica; y en su art. 59, inciso c, dispone que las mismas
podrán dictar normas relativas a la generación de recursos adicionales a los aportes del Tesoro
Nacional a través de, por ejemplo, el cobro de contribuciones o tasas por los estudios de grado.
En estos términos, la LES avanza sobre la determinación de las condiciones que un estudiante
debe cumplir para ser considerado alumno regular, sin importar su situación social o económica.
Si bien la ley no obliga, a las instituciones universitarias a establecer algún tipo de restricción
para el ingreso de los estudiantes a las carreras de grado y postgrado (exámenes, cupos, etc.), ni
tampoco determina que se arancelen las ofertas educativas en la universidad, implica un
corrimiento del Estado en su calidad de garante del derecho indelegable a la educación y los
principios constitucionales que la hacen posible: gratuidad y equidad, ya que no garantiza a lo
largo de su articulado, las formas de que los mismos se cumplan. En ese sentido, la nueva Ley
debería garantizar y hacer efectivo el principio de EQUIDAD mediante la asignación de recursos
suficientes y la prestación de atención especial a los grupos cultural y socialmente más
necesitados, a quienes la sola garantía de gratuidad les resulta insuficiente para acceder a la
educación superior y/o continuar sus estudios en ese nivel.
31
“BASES PARA UNA NUEVA LEY DE EDUCACIÓN SUPERIOR“ Facultad de Derecho de la UBA (2005).
CONSULTA HACIA UNA NUEVA LEY NACIONAL DE EDUCACIÓN SUPERIOR
Comisión de Educación – Honorable Cámara de Diputados de la Nación 252
ENCUENTRO REGIONAL NOROESTE - UNIVERSIDAD
NACIONAL DE SALTA
22 y 23 de setiembre de 2008
En conclusión, vemos claramente que, con el agravante de los presupuestos cada vez más
acotados que se les asigna a las Universidades, en las mismas tiende a desaparecer el concepto
de la “extensión universitaria; entendida como la cobertura desde la Universidad a
distintas demandas de los sectores populares, produciendo como consecuencia, avalada por la
ley, el actual concepto de universidad;vendedora de productos;.
Por todo lo anteriormente expuesto, es que consideramos urgente e imprescindible una nueva
Ley de Educación Superior que contemple:
• El desarrollo de profesionales con una formación integral, que no solamente incluya los
aspectos estrictamente técnicos, sino que también incluyan aspectos políticos-
económico-sociales.
• Promover el conocimiento estratégico, es decir la capacidad de diseño, concepción y
planificación estratégica que permita abordar los diferentes problemas.
• Apuntar a la formación de grado sin fragmentación de conocimientos, que garantice
contenidos curriculares completos e integrados.
• Garantizar la financiación de la educación pública y gratuita por parte del estado nacional.
• Que contemple la importancia del financiamiento estatal de la educación (parte del
presupuesto nacional) y su relación directa con la autonomía, la planificación, la extensión
y la investigación universitaria.
• Apuntar a la integración del sistema educativo: inicial, primario, secundario, terciario y
universitario como un todo y no como islas desarticuladas entre si y con la sociedad.
• Estimular las actividades de extensión universitarias, con las cuales los alumnos y las
universidades toman contacto con el medio social y productivo, reflexionando y aportando
soluciones reales a problemas reales.
• Promover y fortalecer articulaciones con cámaras empresariales, industriales, pequeñas y
medianas empresas para entender la problemática de los distintos sectores y por ende
promover desde la universidad la solución de dichos problemas desde lo técnico, político,
económico y estratégico.
• Promover las relaciones y articulaciones con organizaciones de graduados, colegios,
círculos y federaciones de profesionales para mantener un dialogo fluido con dicho sector,
y así poder evaluar en forma permanente y dinámica la problemática del profesional del
medio, que en definitiva será con las que se encontraran los estudiantes y futuros
profesionales, y poder de esta manera, abordar la problemática en forma integral.
• Garantizar la autonomía de la universidad, pilar fundamental de una sociedad
democrática.
• Promover la investigación y el desarrollo tecnológico aplicado.
• Tener a la actividad docente como base fundamental en la formación de los estudiantes.
• Apuntar a la formación de postgrados en forma conjunta con asociaciones, colegios,
federaciones, etc., de graduados para que se interprete la real necesidad de los
profesionales del medio.
• Que las comisiones evaluadoras del sistema de acreditación universitaria este compuesto
solo por representantes de las universidades y del estado argentino, sin la participación
de organismos internacionales.
• Que las universidades internacionales afincadas en el territorio nacional estén bajo el
mismo sistema de acreditación, que las universidades argentinas, tanto estatales como
privadas.
En primer lugar consideramos necesario plantear la reflexión sobre el nivel superior en Santa Fe
en el marco de la discusión iniciada en el Congreso de la Nación respecto a la Ley de Educación
Superior. Esto puede parecer muy general pero si podemos avanzar en la determinación del
“sistema de educación superior” y plantear consideraciones que apunten a la especificidad de los
Institutos de Educación Superior, podremos lograr dos puntos relevantes:
En segundo lugar es importante distinguir los dos elementos que integran la educación superior
La consideración de los dos elementos que integran el sistema de educación superior debe estar
enmarcado en la historia del mismo. Históricamente han coexistido distintos tipos de
instituciones, y también debemos considerar que estos distintos tipos de instituciones se
ocuparon y ocupan de la formación docente y de la formación técnica No es tema de la presente
ponencia pero no debemos omitir la historia de encuentros y desencuentros que en realidad
estaban marcando posiciones políticas diferentes y proyectos políticos marcadamente
distanciados.
Si bien los dos componentes del sistema de educación superior (universidades e institutos)
tienen objetivos diferentes es interesante plantear que la estructura debe pensarse con las
mismas características para los dos ámbitos. ¿Cuáles son esas características?
• Democrácia en su funcionamiento
• Participación
• Autonomía (al menos un cierto grado de autonomía)
• Creatividad
• Dinámica institucional intensa
Si tenemos en cuenta los proyectos de Ley de Educación Superior que están en la Comisión de
Educación de la Cámara de Diputados de la Nación (con estado parlamentario) debemos decir
que no contemplan para los Institutos de Educación Superior estas características. Mencionan de
manera superficial estos aspectos , pero sólo lo desarrollan exhaustivamente para las
universidades. Reproducen, los que se ocupan del tema, lo planteado en la Ley Nacional de
Educación.
Es cierto que los Institutos dependen de las jurisdicciones, pero también es cierto que las
universidades dependiendo del presupuesto nacional tienen un grado de autonomía que les
permite diseñar su política académica en función de criterios propios.
El año 2008 nos encuentra discutiendo una nueva Ley de Educación Superior. Tenemos una
posibilidad histórica de trabajar , consensuando criterios y objetivos, para tener un sistema
integrado de educación. Dejar pasar esta oportunidad es condenar a las próximas generaciones
a vivir sin posibilidades de desarrollo en un mundo cada vez más dependiente de la información,
la comunicación y las posibilidades de crecimiento científico-tecnológico.
CONCLUSIONES
El debate está abierto. Hay mucho escrito y poco que pueda recuperarse para instalar una lógica
de funcionamiento diferente para el sistema. En realidad hay que poder pensar en un sistema y
eso es lo más complejo. La toma de decisiones debe simplificarse, las jurisdicciones deben
comenzar a tener mayor ingerencia y coordinar con el Estado Nacional. Las decisiones que se
toman desde Nación muchas veces confrontan con la realidad de cada provincia. No hay un piso
común para poder comenzar a construir un subsistema que se integre sin confrontación y sin
diferencias con el universitario.
Las demandas de los Institutos de Formación Docente y Técnico Profesional son de diferente
índole-. No todas están contempladas en los proyectos y las que sí lo están , ofrecen dificultades
para su implementación. No sólo debe exponerse discursivamente lo que debe ser, sino que la
ley debería generar las condiciones materiales para el desarrollo adecuado del sistema.
La Ley de Educación Superior en relación con los Institutos de Formación Docente y Técnico-
Profesional debería asegurar:
• Autonomía
• Articulación con otros niveles del sistema educativo y dentro del mismo nivel
también.
• Co-gobierno y elecciones periódicas de los equipos de conducción
• Carrera Docente con ingreso pr concurso de antecedentes y oposición
• Garantizar que las funciones de docencia, investigación, extensión , gestión y
capacitación sean sostenidas con recursos genuinos y no sólo que sean una
expresión de deseos y algo más preocupante que funcionen como criterios de
acreditación .
• Sistema de autoevaluación y evaluación. Criterios claros de acreditación que
efectivamente permitan cambiar lo necesario y reconocer las fortalezas de las
instituciones.
• Una discusión acerca de las funciones del INFOD que aparece como un actor
superdimensionado en la Ley Nacional de Educación y en definitiva define las
políticas a seguir en formación docente y provee los fondos para sostenerlas, en
muchos caspos sin participación adecuada de las jurisdicciones, de los institutos y
con desconocimiento de las diferentes realidades.
Para finalizar tomo unas palabras que Pierre Bourdieiu expresó en una entrevista que le
realizaron sobre educación en el año 1989 en Tokio.: “ si tenemos la voluntad de esta acción, y si
32
Bourdieu, Pierre, Capital cultural, escuela y espacio social, Siglo XXI, Madrid, 1997, pág. 176.
CONSULTA HACIA UNA NUEVA LEY NACIONAL DE EDUCACIÓN SUPERIOR
Comisión de Educación – Honorable Cámara de Diputados de la Nación 263
Universidad Nacional del Litoral - "Bases y Lineamientos para una Nueva Ley de
Educación Superior"
Este documento puede verse en http://www1.hcdn.gov.ar/dependencias/ceducacion/
33
Este texto recoge los planteos presentados en la Jornada de Consulta “Hacia una Nueva Ley de Educación” de la
Región Centro Este y Noroeste, realizada los días 3 y 4 de octubre de 2008, en la Sede de Gobierno de la Universidad
Nacional de Rosario. Movimiento MARTIN FIERRO, Universidad Nacional de Rosario. martinfierro_rosario@yahoo.com.ar;
www.movimientomartinfierro.blogspot.com.ar
b) Redefinición de la CONEAU.
Es central para avanzar sobre la colonización de la Universidad a manos del mercado, el
tecnicismo y el profesionalismo individual que, como mencionamos, atraviesa desde su
funcionamiento interno (organización, burocracias, prácticas, jergas y lenguajes) pasando por la
“meritocracia cuantitativa” (la determinación del “papers” en el currículum para cualquier beca,
concurso o financiamiento) hasta las formas de construcción del conocimiento.
En este sentido, su reformulación debe darse en los siguientes planos:
En primer término, en el replanteo del “criterio meritocrático” con que se realizan las evaluaciones
docentes, se ejecuta el Plan de Incentivos o se aprueban nuevas carreras de grado o post grado.
En segundo lugar, debe quedar bajo la órbita exclusiva del Estado nacional, a través de
un control conjunto entre el Ejecutivo, el Parlamento y la Universidad pública.
En tercer lugar, en lo que concierne a su composición:
-Miembros seleccionados por concurso público.
-Egresados de Universidad pública.
-Incompatibilidad de cargo con la pertenencia a algún organismo internacional
supraestatal o privado.
Proponemos:
-Representación de los 4 claustros (docentes, graduados, estudiantes y trabajadores de
la universidad), con igualdad docente-estudiantil. Ésta aspiración no es caprichosa. La
disminución de la representación de los estudiantes en los órganos de co-gobierno en la
vigente LES se fundó sobre diagnósticos del Banco Mundial que lo aconsejaban por la
excesiva “politización” de los mismos y su “perniciosa” influencia para la Universidad.
-Homogeneidad del mismo co-gobierno y su composición para todas las
universidades nacionales.
-Voto directo ponderado para decanos y rector.
-Prohibición de más de una reelección en todos los cargos.
-Incompatibilidad de cargo entre ser representante en los órganos colegiados y ser
funcionario de la Universidad.
Una nueva Ley de Educación Superior para una Universidad nacional, popular y
latinoamericana.
c) brindar a los estudiantes con discapacidad durante las evaluaciones: el tiempo, los formatos de
información accesibles o alternativos, los servicios de interpretación y los apoyos técnicos
necesarios y suficientes.
ANTECEDENTES
Ley 25.573
ARTICULO 1º— Incorpórase al artículo 2º de la Ley 24.521 el texto que a continuación se
transcribe, el cual quedará redactado de la siguiente manera:
Artículo 2º: El Estado, al que le cabe responsabilidad indelegable en la prestación del servicio de
educación superior de carácter público, reconoce y garantiza el derecho a cumplir con ese nivel
de la enseñanza a todos aquellos que quieran hacerlo y cuenten con la formación y capacidad
requeridas.
Y deberá garantizar asimismo la accesibilidad al medio físico, servicios de interpretación y los
apoyos técnicos necesarios y suficientes, para las personas con discapacidad.
ARTICULO 2º — Incorpórase el inciso f) del artículo 13 de la Ley 24.521, Ley de Educación
Superior, el cual quedará redactado de la siguiente manera:
Artículo 13: Los estudiantes de las instituciones estatales de educación superior tienen derecho:
f) Las personas con discapacidad, durante las evaluaciones, deberán contar con los servicios de
c) Hacer posible que las personas con discapacidad participen de manera efectiva en una
sociedad libre.
a) Las personas con discapacidad no queden excluidas del sistema general de educación por
motivos de discapacidad, y que los niños y las niñas con discapacidad no queden excluidos de la
enseñanza primaria gratuita y obligatoria ni de la enseñanza secundaria por motivos de
discapacidad;
b) Las personas con discapacidad puedan acceder a una educación primaria y secundaria
inclusiva, de calidad y gratuita, en igualdad de condiciones con las demás, en la comunidad en
que vivan;
d) Se preste el apoyo necesario a las personas con discapacidad, en el marco del sistema
general de educación, para facilitar su formación efectiva;
3. Los Estados Partes brindarán a las personas con discapacidad la posibilidad de aprender
habilidades para la vida y desarrollo social, a fin de propiciar su participación plena y en igualdad
de condiciones en la educación y como miembros de la comunidad. A este fin, los Estados Partes
adoptarán las medidas pertinentes, entre ellas:
a) Facilitar el aprendizaje del Braille, la escritura alternativa, otros modos, medios y formatos de
comunicación aumentativos o alternativos y habilidades de orientación y de movilidad, así como
la tutoría y el apoyo entre pares;
c) Asegurar que la educación de las personas, y en particular los niños y las niñas ciegos, sordos
o sordociegos se imparta en los lenguajes y los modos y medios de comunicación más
apropiados para cada persona y en entornos que permitan alcanzar su máximo desarrollo
académico y social.
4. A fin de contribuir a hacer efectivo este derecho, los Estados Partes adoptarán las medidas
pertinentes para emplear a maestros, incluidos maestros con discapacidad, que estén
cualificados en lengua de señas o Braille y para formar a profesionales y personal que trabajen
en todos los niveles educativos. Esa formación incluirá la toma de conciencia sobre la
discapacidad y el uso de modos, medios y formatos de comunicación aumentativos y alternativos
apropiados, y de técnicas y materiales educativos para apoyar a las personas con discapacidad.
5. Los Estados Partes asegurarán que las personas con discapacidad tengan acceso
general a la educación superior, la formación profesional, la educación para adultos y el
aprendizaje durante toda la vida sin discriminación y en igualdad de condiciones con las
demás. A tal fin, los Estados Partes asegurarán que se realicen ajustes razonables para
las personas con discapacidad.
Este artículo fue publicado por el compañero Santiago Martorelli (Secretario de Organización del Movimiento Evita) en
“Participación e Innovación en la Educación Superior. Para que el conocimiento nos sirva a todos” (Programa
Nacional de Voluntariado Universitario, Ministerio de Educación de la Nación, octubre de 2007), y recoge la
elaboración de nuestra fuerza en torno a la problemática universitaria y su relación con los desafíos del proceso
político y social en marcha en nuestro país.
34
Este artículo fue publicado por el compañero Santiago Martorelli (Secretario de Organización del Movimiento Evita) en
“Participación e Innovación en la Educación Superior. Para que el conocimiento nos sirva a todos” (Programa Nacional de
Voluntariado Universitario, Ministerio de Educación de la Nación, octubre de 2007), y recoge la elaboración de nuestra
fuerza en torno a la problemática universitaria y su relación con los desafíos del proceso político y social en marcha en
nuestro país.
CONSULTA HACIA UNA NUEVA LEY NACIONAL DE EDUCACIÓN SUPERIOR
Comisión de Educación – Honorable Cámara de Diputados de la Nación 290
comunidad, lo que lleva a una mirada unilateral y soberbia, y en definitiva a una vía muerta, sin
retorno.
Entendido esto, se abre un enorme campo para la interacción entre las Universidades Nacionales
y la sociedad. El Programa de Voluntariado Universitario es, sin duda, un avance sobre ese
campo. Y un trabajo de sistematización de los resultados de algunas de las experiencias que
desencadenó, nos permitirán entender la dinámica de la relación directa entre la Universidad y
las organizaciones sociales. Y avanzar en una propuesta mucho más integral que nos permita
implementar una política que sirva para que la Universidad al servicio del Pueblo deje de ser una
consigna y se transforme en un avance irreversible.
35
Jauretche, Arturo, “Los Profetas del Odio y la Yapa”, Ed. Corregidor, Buenos Aires, 2004, p. 136.
36
Aa. Vv., “Universidad y Estudiantes. Universidad y Peronismo”, Ed. Libera, Buenos Aires, 1965, p. 52.
CONSULTA HACIA UNA NUEVA LEY NACIONAL DE EDUCACIÓN SUPERIOR
Comisión de Educación – Honorable Cámara de Diputados de la Nación 291
arriba, cómo el peronismo recupera una de las principales banderas reformistas como es la
gratuidad de la enseñanza universitaria, garantizando el acceso al hijo del obrero y sentando las
bases de la universidad de masas, dando por tierra con el fuerte corte elitista que se venía
sosteniendo.
Pero el punto de ruptura más fuerte del primer peronismo se va a dar en el año 1948 con la
creación de la Universidad Obrera Nacional (UON). Esta nueva Universidad tenía sus
antecedentes en el mismo peronismo con la creación y el fomento de las escuelas técnicas
orientadas al modelo industrialista que se venía desarrollando en el país. Los egresados de estas
escuelas tenían un condicionante muy fuerte para ingresar a la carrera de Ingeniería de la UBA,
por disposición de las mismas autoridades que conservaban un fuerte sesgo de elitismo. Su
acceso también se veía restringido por la disposición horaria que tenía la carrera, que obligaba al
obrero a dejar su trabajo para dedicarse exclusivamente al estudio. Sin duda, otro elemento más
de fuerte signo elitista. De allí el origen de la UON, como búsqueda de sortear la contradicción
que impedía colocar la Universidad al compás de las necesidades del país. Siguiendo a Aritz e
Iciar Recalde, “para permitir el ingreso de los sectores populares a la educación superior se
implementarían horarios de clase compatibles con los itinerarios laborales”.37
De todas formas, la UON será otro proyecto inconcluso y obturado por el golpe de Estado del 55.
Hacia 1959, esta institución será rebautizada por la Revolución Libertadora como Universidad
Tecnológica Nacional, alterando fuertemente su función social.
La historiografía liberal ha construido la idea de que del ‘56 al ‘66 existió una Época Dorada para
la Universidad contraponiéndola a la Edad Oscura que suponía la Universidad bajo el peronismo.
Existen muchos debates acerca del acierto de esta idea. Lo cierto es que en este período se
funda el Departamento de Extensión Universitaria de la UBA, cristalizando institucionalmente una
de las banderas del 18: la función social. Pero más importante aún fue la experiencia piloto que
llevó adelante este departamento en la Isla Maciel. En palabras de Carla Wainztock, se trataba
38
de un “proyecto pedagógico político”. Este consistió en una serie de actividades de apoyo
escolar y de recuperación de desertores escolares, en la cual participaron equipos de todas las
facultades de la UBA.
Juan Carlos Marín, uno de los protagonistas de esta experiencia, nos aclara el objetivo que
compartía con sus colegas: “El objetivo hacia dentro de la Universidad era que la Universidad
tuviera una relación permanente con el medio social, en particular con los sectores más
desfavorecidos. Porque la otra forma de relación, con los sectores más favorecidos, la tenía
normalmente. Nosotros lo que queríamos era romper el clima del privilegio universitario. Esa era
la idea-fuerza más importante, era una lucha contra el privilegio. Nuestro programa, por eso, era
esencialmente político; era tratar de que la Universidad tuviera una articulación con los sectores
más desfavorecidos.” 39
De lo citado podemos observar la soledad de la experiencia frente al modelo de Universidad que
se venía forjando en función de otros intereses, más cercanos al de las grandes empresas
multinacionales y más alejado de los intereses populares. Justamente, con respecto a la
injerencia de las empresas y los organismos extranjeros, en los documentos del Seminario
convocado por la FUA en 1962 se planteaba lo siguiente: “Por no responder a una planificación
nacional de las investigaciones el carácter de las misma es totalmente anárquico. Esta anarquía
37
Recalde, Aritz e Iciar, “Universidad y Liberación Nacional”, Ed Nuevos Tiempos, Buenos Aires, 2007, p. 77.
38
Wainztok, Carla, Cendali, Florencia, “Universidad y extensión: un proyecto pedagógico-político” (proyecto de
investigación), en Revista del Seminario “Universidad, Proyecto Nacional y Estado”, Número 1, Septiembre/ Octubre 2004.
39
“Recuperando la experiencia del Proyecto Maciel (Entrevista a Juan Carlos Marín)”, en Revista del Seminario
“Universidad, Proyecto Nacional y Estado”, Número 1, Septiembre/ Octubre 2004.
CONSULTA HACIA UNA NUEVA LEY NACIONAL DE EDUCACIÓN SUPERIOR
Comisión de Educación – Honorable Cámara de Diputados de la Nación 292
de la producción intelectual marcha paralela con la anarquía de la producción material, propia de
la ‘libre empresa’ capitalista. (...) Si la investigación de los cientificistas responde a algún plan, es
solamente al de los organismos extranjeros (...) que contratan sus servicios.”40
El golpe de Onganía en 1966 y su correlato en la Universidad, la “Noche de los Bastones
Largos”, intentó imponer una economía sujeta a los designios del capital extranjero, al mismo
tiempo que trató de modelar una universidad para pocos, mediante el establecimiento de
exámenes de ingreso, y desconectada de los dramas del país y de los sectores populares.
Hacia el año 1973, la primavera camporista y la vuelta inminente de Perón planteaban el regreso
a un modelo de desarrollo autónomo con una fuerte presencia del Estado en las definiciones
político-económicas, tendientes a garantizar un mayor porcentaje en el PBI para los sectores
asalariados.
El alto grado de movilización popular y de transformación de las estructuras de la dependencia,
encontraban un fuerte correlato en el Proyecto de Universidad perseguido. Observamos a lo
largo de nuestra historia cómo a cada modelo económico-social corresponde un determinado
modelo de Universidad. En su mensaje a la Asamblea Legislativa, Cámpora definía claramente la
necesidad de que la Universidad se insertara activamente en el proceso de desarrollo social y
productivo del país:
“Nos preocupa, ciertamente, ordenar la universidad en su función social y en su planeamiento
institucional. Porque tenemos una clara idea política del país sabemos que el único
encauzamiento posible puede darse en la medida en que la universidad se realice como
respuesta efectiva dentro del proyecto político nacional. Pero este principio teóricamente válido
no quita las enormes dificultades que se tendrán que salvar, en la realización inmediata, para
superar la encrucijada de la crisis actual. En efecto, más allá de sus cíclicos desplazamientos
docentes como constantes históricas de su pasado, la universidad se nos ofrece en estos
momentos en una caótica coyuntura. Resulta ello lógico si se analiza el proceso de los últimos
años viciado por la falta de una política coherente con el país e incluso consigo misma. Las
medidas aisladas, sin contexto global, los programas segmentados sin visión de conjunto, los
dimensionamientos meramente cuantitativos y geográficos sin esquemas de unidad global ni
ponderación de recursos humanos y financieros, la prevalencia de una tecnocracia vacía por falta
de objetivos, la adopción de resoluciones presionadas por impulsos circunstanciales de intereses
sectoriales, todo ello configura un difícil cuadro de situación que para ser superado necesitará de
un profundo y sistemático esfuerzo que apunta más hacia logros futuros que eventuales éxitos
inmediatos.” 41
La Universidad Nacional y Popular -como fue llamada en esta época- empezaba a proyectarse
claramente como Universidad de masas, rompiendo las barreras del elitismo tradicional. La
enseñanza superior debía abrirse de modo tal de incrementar exponencialmente el número de
alumnos. Por consiguiente, resultaba imprescindible disponer de un sistema de ingreso que no
obturara las posibilidades de estudio para la juventud.42
Partiendo de la concepción de que toda la población tenía el derecho a acceder a la educación,
se impulsó la articulación de las estructuras universitarias “… de manera tal que progresivamente
le permitan acercarse al ideal de llegar a todos los habitantes de la nación.”43 De esta manera, la
40
Documentos del Seminario de Tucumán convocado por la FUA en 1962 en Ceballos, C. “Los estudiantes universitarios y
la política” (1955-1970), Centro Editor de América Latina, Buenos Aires, 1985, p. 63.
41
Cámpora, H. “La Revolución Peronista”, EUDEBA, Buenos Aires, 1973, pp. 158-159.
42
Villanueva, Ernesto, “Una gesta poco conocida”, en Dossier del Movimiento Universitario Evita, 2006.
43
“Bases para la Nueva Universidad”, Cátedra Libre por el Pensamiento Nacional y Popular “Rodolfo Achem y Carlos
Miguel”, La Plata, 2007.
CONSULTA HACIA UNA NUEVA LEY NACIONAL DE EDUCACIÓN SUPERIOR
Comisión de Educación – Honorable Cámara de Diputados de la Nación 293
Universidad debía exclaustrarse, “… llegando con contingentes de sus integrantes a todos los
sectores donde se desarrollen actividades sociales, económicas, políticas, administrativas, etc.,
de las cuales tenga algo que extraer y para actuar sobre ellas, mejorándolas o aumentando su
44
índice de eficacia social.” La consigna era “… convertir a todo el país en el escenario de la
enseñanza…” 45
En consecuencia, el abordaje de las problemáticas sociales era el eje fundante de este modelo
de Universidad al servicio del Pueblo. Se establecieron apoyos jurídicos gratuitos a cargo de
docentes jóvenes y de estudiantes de los últimos años, se dispuso de asistencia sanitaria
preventiva en muchas villas, llegaron a conformarse estructuras de apoyo a las pequeñas
empresas desde el punto de vista contable y administrativo, se desarrollaron fábricas de
genéricos para cubrir las necesidades de los hospitales públicos, y se firmaron convenios de
“Asistencia recíproca para la elaboración y ejecución de proyectos científicos y tecnológicos de
apoyo a los planes de los gobiernos nacional y provincial, en el ámbito de la provincia de Buenos
Aires”. Desde la UNLP, se participó activamente del operativo Plan Provincial de Reconstrucción
“Gobernador de Buenos Aires Coronel Manuel Dorrego”, el cual consistió en una labor conjunta
entre efectivos militares y la Juventud Peronista en las zonas anegadas por las lluvias.
En julio de 1973, se crearon por resolución del Consejo Superior de la UNPBA, los Centros
Pilotos de Investigación Aplicada (CEPIA). Estos funcionaban como equipos interdisciplinarios
conformados por docentes y alumnos, que trabajaban en territorios marginales de la Capital
Federal y Gran Buenos Aires. Aritz e Iciar Recalde sistematizan algunas de sus funciones:
“Investigar el grado de satisfacción de las necesidades populares en donde desarrollan sus
tareas los centros; investigar si la formación proporcionada a los egresados de la UBA, se ajusta
a la plena satisfacción de las necesidades populares en las zonas investigadas; investigar cuales
son los cambios estructurales que deben promoverse en la enseñanza que proporciona la UBA,
para la plena satisfacción de las necesidades populares; investigar cuales son los cambios
estructurales que puede promover la UBA a las autoridades de la Nación para el mejoramiento y
el perfeccionamiento de los servicios que presten los distintos organismos y empresas del
Estado; proporcionar a la población de las zonas investigadas, asistencia complementaria;
desarrollar conclusiones sobre el trabajo interdisciplinario.” 46
La acción de los CEPIA era concebida como complementaria de las organizaciones barriales
representativas, y las tareas realizadas tomaban como punto de partida las necesidades
detectadas junto a las mismas. Esto sin duda, significó una modalidad innovadora de abordaje de
la realidad y la posibilidad de que sujetos no universitarios participaran activamente en el diseño,
ejecución y evaluación de las investigaciones.
En palabras de quien fuera uno de sus principales protagonistas, el rector de la Universidad
Nacional y Popular de Buenos Aires, Rodolfo Puiggrós, el objetivo era claro: “Aspiramos a que el
universitario no sea un ser aislado a la espera de un título. Aspiramos a su compromiso con el
Proyecto Nacional”.
Podemos decir que el profundo vínculo establecido entre la Universidad Nueva y las
problemáticas nacionales y populares, a partir de numerosos proyectos y prácticas, contemplaba
una dimensión política: el relacionamiento de los estudiantes con la realidad del país y sus
44
Idem.
45
Idem.
46
Recalde, Op cit., pp. 305-306.
CONSULTA HACIA UNA NUEVA LEY NACIONAL DE EDUCACIÓN SUPERIOR
Comisión de Educación – Honorable Cámara de Diputados de la Nación 294
problemáticas; una dimensión pedagógica: la integración del conocimiento teórico47 y la
vinculación temprana, en muchos casos a la investigación; y una dimensión social: los aportes
producidos por la acción social y la investigación vinculadas al desarrollo social y productivo del
país devolvían a la sociedad el trabajo que ésta invertía en el sostenimiento de la Universidad.
En 1974 se sancionaba la Ley 20.654, también conocida como Ley Taiana, la cual planteaba la
integración y el compromiso de la Universidad con el desarrollo nacional y regional, al mismo
tiempo que propugnaba la coordinación y planificación conjunta con los diferentes organismos
estatales y organizaciones libres del pueblo. Se definía una orientación “… tendiente a establecer
la independencia tecnológica y económica.” (art. 2, inciso b). La ley prohibía la injerencia dentro
de la Universidad de intereses contrarios al desarrollo y bienestar de la nación: “Es incompatible
con el ejercicio de la docencia universitaria o funciones académicas que le sean correlativas, el
desempeño de funciones jerárquicas o de asesoramiento, remuneradas o no, al servicio de
empresas multinacionales o extranjeras, como así también la pertenencia a organizaciones u
organismos internacionales cuyos objetivos o accionar se hallen en colisión con los objetivos de
la Nación.” (art. 11). Además, establecía la participación docente, estudiantil y no docente en los
órganos colegiados de gobierno universitario; la gratuidad de los estudios superiores; la
responsabilidad estatal en el financiamiento de las Universidades nacionales; y creaba también
un sistema de becas orientado hacia las carreras estratégicas.
Aquella Universidad era posible porque el país atravesaba un proceso de avanzada popular. Pero
pronto fue obstaculizado por el golpe del 76 y la instauración del neoliberalismo.
La Universidad nacional ha sido modelada desde la última dictadura militar hasta nuestros días
bajo una fuerte impronta neoliberal. El trío castrense barrió a fuerza de bayonetas hasta el último
nicho de resistencia existente en las aulas para avanzar en la implementación de un modelo
económico basado en la especulación financiera, un Estado mínimo y una apertura económica
indiscriminada que dio por tierra con nuestra industria nacional. Durante el gobierno militar se
redujo de manera drástica el presupuesto para educación, se cerró la Universidad Nacional de
Luján, se suprimieron carreras y cátedras, se modificaron los planes de estudios, se desfinanció
la investigación y la extensión universitaria, se implementó el arancelamiento, exámenes y cupos
de ingreso, se cerraron los comedores universitarios y se cancelaron las becas estudiantiles, al
mismo tiempo que se alentó el crecimiento de las universidades privadas. Atrás quedaba aquel
Estado de Bienestar que intervenía fuertemente en los destinos de nuestra economía. Atrás
quedaba aquella Universidad Nacional y Popular del ‘73 respaldada por la intransigente Ley
Taiana.
Partiendo de la base de que a cada modelo económico-social corresponde un determinado
modelo de universidad, observamos cómo a partir de 1976 se da un quiebre en el modelo de
acumulación que caracterizó al Estado de Bienestar, dando lugar al modelo neoliberal, con su
correspondiente correlato en la Universidad.
La recuperación democrática del 84 -mal que nos pese- no significó la vuelta a la Universidad con
responsabilidad social. Por decreto del Poder Ejecutivo pusieron en vigencia los estatutos en uso
hasta 1966, omitiendo toda normativa al respecto establecida durante el último período
democrático (1973-1976). Este decreto suscitó grandes controversias, ya que no fijaba plazo a la
intervención, no reincorporaba a los cesanteados y prescindidos, no anulaba los concursos de la
47
“… el trabajo sobre la realidad de barrios obreros y marginales además de aportar en términos de servicio concreto a la
comunidad, estaba concebido como uno de los momentos de integración teórico práctica que era la base de la nueva
formación…”. (Vázquez, S. La Universidad Nacional y Popular. Un espacio alternativo para la vinculación entre los
intelectuales y el pueblo, Informe de investigación. Proyecto APPEAL. Marzo de 1987, p. 71).
CONSULTA HACIA UNA NUEVA LEY NACIONAL DE EDUCACIÓN SUPERIOR
Comisión de Educación – Honorable Cámara de Diputados de la Nación 295
dictadura, y no reestablecía la Ley Taiana, desconociendo el mandato del último Congreso
elegido democráticamente. En este período comenzó a desarrollarse un nuevo concepto de
extensión universitaria: recitales, cursos, cines, etc. La articulación con sindicatos y
organizaciones sociales no tuvo relevancia alguna. El modelo económico-social imperante seguía
siendo el mismo al instalado en la segunda mitad de la década del 70. Por lo tanto el modelo de
Universidad no cambiaría más que en sus formas de elección y de gobierno.
48
Lorca, Javier, “Subsidios para la hermanita pobre de la investigación y la docencia”, Diario Página 12, 22 de junio de 2004.
CONSULTA HACIA UNA NUEVA LEY NACIONAL DE EDUCACIÓN SUPERIOR
Comisión de Educación – Honorable Cámara de Diputados de la Nación 296
paso en ese sentido. Otro aporte importante en dar por tierra con el enclaustramiento
universitario es sin dudas el Programa de Voluntariado Universitario, que vuelve a plantear con
fuerza (esta vez como iniciativa del Ministerio de Educación pero con una importante respuesta
de la comunidad académica) el imbricamiento necesario entre la Universidad y la sociedad,
obligando a pensar desde cada especificidad académica las problemáticas nacionales y
cotidianas de nuestro Pueblo. El Programa fortalece una formación profesional con sentido social
a la vez que implica una devolución en términos institucionales de la Universidad respecto de la
sociedad. Es positivamente disruptivo del modelo enclaustrado y elitista que se venía forjando en
los últimos 30 años.
Democratización.
El proceso de reconstrucción nacional en marcha abre la necesidad de resignificar el rol de la
Universidad y su misión como institución; desarrollar su inmenso potencial en esta nueva etapa
que se abre en la Argentina; repensar la articulación entre extensión, investigación, docencia y
los desafíos de la coyuntura. En suma, poner nuestra ciencia y la capacidad creadora de los
recursos humanos que le dan vida, a disposición de un proyecto de país fundado en valores de
justicia social y soberanía nacional.
La Universidad no fue ajena a la salvaje ofensiva neoliberal que atravesó a nuestra Patria
durante la década de los 90. Al latido de las premisas del Banco Mundial, se produjo un profundo
proceso de mercantilización del conocimiento, desculturización, elitización y progresiva
privatización de la educación pública en todos sus niveles. Revertir este proceso implica no sólo
luchar por mayor presupuesto para la Universidad, por democratizar su estructura o por cambiar
el elenco estable que la gestiona desde hace más de 20 años. La verdadera reforma no es
defender solamente un ingreso formalmente irrestricto (condición necesaria, pero no suficiente),
si no construir una sociedad donde el ingreso a la Universidad sea realmente irrestricto, donde el
hijo del obrero pueda egresar como ingeniero.
Se hace necesaria la construcción de una Universidad donde autonomía signifique la necesaria
independencia de las administraciones de turno, pero nunca la desafección de su
responsabilidad en el devenir de las mayorías sociales y del destino nacional: el reclamo por la
mera autoreproducción de una institución/fábrica de profesionales liberales ya no puede ser el
único norte de las reivindicaciones de sus miembros, sin caer en la negación de la realidad
circundante o en un abierto cinismo.
En este marco, el tan mentado debate en torno a la democratización merece una mirada que dé
cuenta de las contradicciones que atraviesan las visiones más atadas a un autonomismo
conservador; para más de un sector, coartada para recusar el contralor del Estado defendiendo
privilegios y negociados; para otros, y en el mejor de los casos, para sostener posiciones
pretendidamente transformadoras, que en el fondo son emergentes de una concepción elitista
que desconoce la necesaria imbricación entre el proceso de transformación de una institución
estatal (la Universidad), y la dinámica general del cambio social.
Reducir la discusión en torno a la democratización de las altas casas de estudios a la paridad
docente estudiantil en los órganos de co-gobierno, implica ocluir por medio de reivindicaciones
sectoriales, el necesario e ineludible debate en torno a la formidable contradicción que atraviesa
una institución sostenida con el trabajo diario de las mayorías sociales, a la que sólo puede
acceder un sector minoritario de la sociedad.
Objetivos:
Generales:
Libre acceso a los estudios superiores, sin discriminaciones de ningún tipo, para todos los
ciudadanos que acrediten las condiciones de formación requeridas, habilitadas por el nivel de
enseñanza previo.
Planificación que permita un pasaje no traumático entre las Instituciones Educativas. A su vez, el
primer año de las carreras debe ser planificado adecuadamente por el sistema de educación
superior de manera de evitar la deserción que se da en este nivel y lograr una adecuada
orientación de la matrícula, incluyendo programas de orientación vocacional y de tutorías. Las
instituciones universitarias dictarán normas y establecerán acuerdos que faciliten la articulación
académica y equivalencias entre carreras de una misma universidad, de instituciones
universitarias distintas, o de institutos de educación superior, mediante la instrumentación de
diseños curriculares organizados mediante el Sistema de Créditos Académicos.
Los docentes, incluidas todas sus categorías, deben tener el 50 por ciento de la representación
en los órganos del cogobierno. También entendemos que lo que no puede suceder es que una
parte de los docentes integren el claustro de graduados. El claustro de graduados debería estar
representado por quienes no tienen relación de dependencia con la universidad.
Gozar de estabilidad laboral a través del cumplimiento de un régimen de Carrera Docente que
regule los mecanismos de acceso mediante concurso público y abierto de antecedentes y
oposición, los niveles de control de gestión y mantenimiento de la estabilidad en el cargo, y los
sistemas de promoción (concurso abierto o cerrado de antecedentes y oposición) que
correspondan a los diferentes cargos docentes que tenga definidos cada institución universitaria.
Los docentes designados por concurso deberán representar un porcentaje no inferior al ochenta
por ciento (80%) de las respectivas plantas de cada institución universitaria.
Respecto a los derechos laborales generales, los docentes universitarios deben gozar de las
mínimas garantías laborales que fijan la Ley de Contrato de Trabajo, la Constitución Nacional y
los convenios internacionales con la OIT. Deben estar contemplados el derecho a la estabilidad
laboral, la prohibición del trabajo gratuito y el derecho a la indemnización para los docentes que
son despedidos.
Tener una Jubilación del 85% móvil del salario que efectivamente percibe el cargo en actividad.
En todos los ámbitos de participación y/o decisión de la presente Ley, CONEAU, CIN, Consejo de
Universidades, etc. deberá existir un representante de la entidad gremial nacional con personería
gremial tanto docente como no-docente.
Otras propuestas:
Las instituciones universitarias incorporarán la figura del Defensor Universitario, el que tendrá por
función velar por el respeto a los derechos y libertades de los docentes, los estudiantes y el
personal administrativo.
49
1 de diciembre de 2008. Mgter. María Elizabeth Guglielmino, Mgter. Ana de Chein, Universidad Nacional de la
Patagonia Universidad Nacional de Tucumán- Coordinadora Secretaria. Direcciones de mail del equipo de Coordinación:
Coordinador: eligu@uolsinectis.com.ar
Secretario: chein@arnet.com.ar
Documentos
• Pugliese, Juan Carlos - Pérez Rasetti, Carlos, “Compromiso del Estado con las universidades
nacionales-políticas de mejoramiento de las capacidades institucionales”, 2005.
• Pérez Rasetti, Carlos, "Motivos para una reforma", 2007.
• Diputada Adriana Puiggrós: Ponencia en el Seminario-Taller "Articulación de los Institutos
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• Huergo Fernández, Jorge
• Rapoport, Mario - Ciencia, Tecnología y Universidad: Los deberes pendientes
• Rapoport, Mario - Consideraciones en torno al modelo del país que queremos 4-4-08
• Geneyro, Juan Carlos - Algunos Dilemas y Desafíos para la Universidad
• Maidana, Rubén - Aportes a la futura ley de educación superior
• Del Bello, Juan Carlos - Comentarios y Observaciones al "Documento para el debate de una
nueva L.E.S."
•
• Mensi, Roberto - Federación Universitaria de Rosario
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Encuentro Regional Sur -Universidad Nacional de la Patagonia San Juan Bosco 24-10-08
• Dra. Silvia Coicaud - "Organización reticular del sistema de educación superior para la
CONSULTA HACIA UNA NUEVA LEY NACIONAL DE EDUCACIÓN SUPERIOR
Comisión de Educación – Honorable Cámara de Diputados de la Nación 309
formación a distancia y virtual en la Ley de Educación Superior"
• Mg. Alicia J. Tallarico - "Contexto, diagnóstico de dificultades y propuestas para mejorar el
proceso educativo".
Desde esta perspectiva conceptual las objeciones a la norma se centran en un eje que, más allá
de algunas incoherencias y matices producto de la negociación parlamentaria, atraviesa todo el
texto: la concepción de la educación superior, y especialmente de la educación universitaria,
como un bien de mercado cuya calidad se garantiza mediante la competencia y al que la
demanda le asigna pertinencia, y no la sociedad.
Es por eso mismo que la ley presenta alguna aparente paradoja, ya que profundiza la autonomía
pero en su aspecto económico, más como abandono por parte del Estado que como asignación
de nuevas responsabilidades, autorizando a las universidades nacionales a cobrar tasas y
servicios (garantizándoles la intangibilidad de esos ingresos), a establecer los salarios del
personal docente y no docente y facultándolas para dictar normas restrictivas al ingreso.
Por otra parte, el Ministerio de Educación, Ciencia y Tecnología asumió una política de
responsabilidad estatal con la calidad y el mejoramiento de las universidades nacionales,
mediante programas destinados a financiar las acciones de mejoramiento que surgen de los
procesos de acreditación. Estos programas, aplicados a las carreras de medicina e ingeniería,
abarcan a todas las carreras que realizaron el proceso de acreditación, es decir que cuentan con
diagnósticos validados por comités de pares académicos, sin excluir a las carreras no
acreditadas las que, mientras producen las reformas necesarias, no han visto afectada la validez
de sus títulos.
En una decisión aún más ambiciosa, que tiene el objetivo de refundar las relaciones entre el
Estado y las Universidades Nacionales, se está implementando una política para institucionalizar
el diálogo entre las prioridades nacionales expresadas por el MECyT y las de las universidades,
en el diseño y financiamiento de Programas de Desarrollo Institucional dirigidos a reforzar las
capacidades de las universidades para cumplir con los desafíos que le propone su función social.
Esta política de contractualización implica la recuperación del compromiso del Estado con la
universidad y de ambos con la función social del sistema universitario. En este marco las
evaluaciones institucionales resultan un instrumento imprescindible para la búsqueda de una
calidad con pertinencia y adquieren un sentido totalmente diferente del que les asignaba la Ley
de Educación Superior. Son ahora expresión de este compromiso entre el Estado y la
Universidad: la universidad se evalúa respecto de su capacidad para cumplir con calidad su
función social y el Estado se compromete con esos diagnósticos aportando el financiamiento de
En síntesis, las políticas implementadas se han apartado de la concepción ideológica que inspira
la ley 24.521; le han cambiado el significado a los mecanismos que esta establece. Para
completar este cambio de rumbo en la política es necesario oficializar la asignación de nuevos
objetivos a la evaluación institucional y a las evaluaciones de acreditación, explicitándolos en el
marco de una concertación expresa entre el Ministerio de Educación, Ciencia y Técnica, a través
de la Secretaría de Políticas Universitarias, el Consejo Interuniversitario Nacional y la Comisión
Nacional de Evaluación y Acreditación Universitaria. La evaluación tendrá en lo sucesivo
explícitos objetivos de mejoramiento, deberá analizar las instituciones y carreras en su calidad
desde la perspectiva de su función social, su vinculación con las necesidades regionales y
nacionales, su compromiso con el desarrollo del conocimiento, de la sociedad y de la producción.
Las evaluaciones institucionales concluirán, además, con el diseño, por parte de cada
universidad de un Plan de Desarrollo Institucional que servirá de base a la concertación de un
Plan de Mejoras en el marco de la política de contractualización.
2. Autonomía
3. Calidad
Ampliar las garantías de calidad a todo el sistema de educación superior y extender, con
modalidades específicas, a todos las sedes, programas y carreras. Al mismo tiempo se cambia el
objetivo de las evaluaciones, se las establece como parte de un proceso de mejoramiento que
cuenta con el respaldo financiero de Estado y supone un compromiso activo con la función social
de la universidad pública. Con ese objeto se incorpora al texto legal el Fondo Universitario para el
Desarrollo Nacional y Regional (FUNDAR). Se establece el carácter público, estatal y académico
de los procesos de evaluación.
4. Inclusión y gratuidad
Derogar los rasgos de “evaluador” descomprometido de sus propias instituciones que adquiere el
Estado en la ley de 1995. La nueva modalidad de relación supera la desconfianza del Estado
respecto de la Universidad autónoma e instaura mecanismos de concertación de objetivos y
proyectos para el desarrollo integral de la sociedad. El mutuo respeto que postulan los
instrumentos para canalizar la nueva relación, permitirá disipar el clima de sospecha que
generaron en los universitarios estos años de ausencia e, incluso, de agresión del Estado
respecto del sistema.
Reformas y Reforma
Total que podríamos decir que el adjetivo “reformista” alcanza como referencia completa de una
eventual ley, define a la actual por la negativa (no sería reformista), niega ese carácter a la
también reforma que le dio origen y postula una única reforma universitaria posible, instalada en
un pasado originario y destinada a ser míticamente actualizada con el fin de restaurar aquel
difuso orden añorado. Norma Paviglianiti (1996a:74) describe en un contexto militante ese
imaginario reformista y plantea que éste “se da por sentado”; es decir, que su concepción y sus
regulaciones, más allá de no contar con un referente normativo concreto, histórico, son conocidas
y forman parte de la cultura universitaria.
Por eso mismo la Ley de Educación Superior 24.521 es una norma preñada de reforma; no
reformista, claro, sino aquejada, desde su gestación, de motivos para ser reformada. Suele
parecer que, para algunos, la propia existencia de la LES es un vicio de origen, vicio de origen
que atacó, en la opinión de muchos, su legitimidad e, incluso, su fundamento legal (vg Mathov
1995; Storani 1995; Storero 1995).
-las universidades nacionales son personas jurídicas de derecho público cuyo funcionamiento se
define en una ley específica (totalmente diferenciadas de las universidades privadas);
-eligen a sus autoridades, por elecciones de los representantes por los miembros de cada uno de sus
respectivos claustros, que cada universidad define,
-la intervención sólo puede fundarse en problemas internos insolubles, a pedido de sus autoridades, o
por decisión legislativa o judicial,
-el ingreso de la fuerza pública a los recintos universitarios sólo puede ser a pedido de las propias
autoridades universitarias,
Como puede verse a primera vista, nada dice este resumen de dos cuestiones críticas en torno a
la relación entre el Estado y la universidad: el régimen de títulos y el financiamiento. En mi
opinión faltan muchos otros que involucran la necesaria trama de relaciones entre universidad y
sociedad en la que el Estado y, por ende, los gobiernos, tienen roles que resultan inexcusables.
Pero cito estos dos porque pareciera que la Universidad no podría funcionar sin que sean
resueltos y de hecho, tanto la autora citada como el discurso de otros actores que
mencionaremos más adelante, naturalizan tanto la delegación de todo poder sobre las
titulaciones y el régimen de habilitación50 como la provisión de un financiamiento completo.
La verdad es que una autonomía del tipo descrito no existió nunca en la Universidad argentina
porque para verificarse debería haber funcionado de una manera fundacional, ab initio de las
instituciones. Lo que suele proyectarse sobre este ideario es más bien un momento histórico y su
réplica. El momento es el golpe de 1995, en el que se habilitó a las universidades nacionales
para dictar estatutos que derogarían cuanta norma anterior se opusiera a contenido. La réplica es
el momento de la restauración de la democracia en 1984, cuando se reestablecieron los
Estatutos vigentes en 1966 y se los consagró, indirectamente, como normativa universitaria
50
En el origen del pensamiento sobre la universidad moderna, esta autonomía que no se legitima en el poder Papal
frente al poder secular, sino en el propio Estado, Kant advertía que la habilitación para el ejercicio de las profesiones era
facultad originaria de éste y que era necesario que la administrara el gobierno. Admitía, en suma, que la universidad tenía
una responsabilidad frente al Estado en esta cuestión (2004).
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Comisión de Educación – Honorable Cámara de Diputados de la Nación 316
suficiente. En ambos casos la capacidad legislativa de las universidades estaba
sobredeterminada por la estructura interna y la historia de sus propias normas. Ninguna de las
dos etapas explotó el gran margen autonómico con propuestas innovadoras, y en esta línea sólo
podrían inscribirse algunos casos de incremento del porcentaje de participación estudiantil en los
cuerpos colegiados de gobierno.
Es evidente que la Ley de Educación Superior se pretendió parte de una reforma y en eso
hicieron blanco la mayoría de las críticas.
Contrariamente a lo que muchos plantearon y plantean sobre la Ley 24.521, en esa norma
aumentaron decididamente los niveles de autonomía universitaria. Haciendo un balance entre las
pautas reglamentarias, aquellas que establecen criterios para la redacción de los estatutos
universitarios, como el establecimiento condiciones para la regularidad de los estudiantes y para
la participación en los órganos de gobierno, la determinación de los órganos de gobierno y las
orientaciones para las funciones de los órganos unipersonales y colegiados, la obligatoriedad de
los concursos, por nombrar las principales, y del otro lado de la balanza, las que se toman muy
en serio la autonomía y la autarquía plasmadas en la Constitución Nacional reformada, es muy
difícil sostener lo contrario. Así lo advierte en su análisis Jorge Vanossi :
La Ley encubre una dualidad que afecta fundamentalmente a las Universidades nacionales: al
tiempo que garantiza amplia autonomía académica e institucional para que las unidades
académicas definan sus órganos de gobierno y establezcan sus funciones, se prescribe
detalladamente la representación porcentual de docentes, no-docentes y graduados en los
cuerpos colegiados. (1995:24)
Pero en este análisis falta la consideración de la autarquía que la Ley de Educación Superior
(LES) concede a las universidades nacionales. En ese sentido resulta inédito el contenido de la
Sección 3 del Capítulo 4, Sostenimiento y régimen económico financiero en el que se establece
un nivel de autarquía máxima autorizando a las universidades nacionales a administrar su
presupuesto plenamente, a tener pleno dominio sobre los fondos del tesoro que le son
asignados, a producir ingresos propios, a fijar el régimen de salarios, crear personas jurídicas de
derecho público o privado, constituir o participar de sociedades, fundaciones y otras formas de
asociación civil. La autonomía fundada en un régimen de autarquía como el que inauguró la LES
convierte a la autonomía académica e institucional consagrada en el artículo 29 en una
autonomía quasi política. De hecho, es esa autonomía la que ha permitido que muchas
universidades nacionales hayan podido decidir no cumplir con parte de los aspectos
reglamentarios contenidos en la LES, no porque no hayan estado obligados a hacerlo, sino
porque de hecho tenían capacidad política para eludirlos y suficiente autonomía como para
sostener esa capacidad.
En el primer caso aparece una cuestión que resulta extraña porque no tiene antecedentes en
nuestro país, ni siquiera en la tradición de la Reforma. Se trata de la propuesta de reemplazar al
Poder Ejecutivo por el Congreso en la relación funcional con las universidades nacionales, tanto
por el mecanismo de hacer depender de éste la agencia de evaluación, designarlo como
instancia ante la cual se presentan los Estatutos o, directamente, establecer a las Universidades
Nacionales como organismos descentralizados del Congreso de la Nación (Ceballos 1995;
Stubrin 1995; Storani 1995; Paviglianiti, Nosiglia y Marquina 1996:148 y ss; Castro 2005).51
También para las universidades privadas se previó, en el dictamen de la primera minoría, la
intervención del Congreso en última instancia. Aparece, entre las críticas, la idea de que la LES
reemplazó al Congreso por el Poder Ejecutivo Nacional en las funciones políticas respecto de la
educación universitaria e incluso, que esto supone una delegación no autorizada por la
Constitución Nacional (Stubrin 1995; Storero 1995). El otro aspecto impugnado es el referido a
los órganos de coordinación del sistema. Los cuestionamientos al Consejo de Universidades se
centraron en la participación del Ministerio de Educación, la integración de los representantes de
las universidades privadas y su número en relación con los representantes de las UUNN, un
eventual predominio del oficialismo y la ingerencia del Ministerio en las funciones previstas
cuando se exige la articulación entre uno y otro para plasmar una decisión (Bosch 1995;
Marzagalli 1995; Pinard 1995; Castro 2005). En el fondo puede entenderse que se cuestiona la
existencia del órgano en sí, dado que en las alternativas propuestas lo omiten y prefieren un
sistema de Universidades Nacionales coordinado por el Consejo Interuniversitario Nacional (CIN)
cuyas decisiones no son obligatorias hasta tanto las ratifique cada Consejo Superior (Ceballos
1995: 15; Paviglianiti, Nosiglia y Marquina 1996:147).52 Respecto de los Consejos Regionales de
Planificación de la Educación Superior, el único cuestionamiento expreso fue realizado por la
UBA que se opuso a la territorialización de las universidades que suponía su creación (Castro
2005). Como se ve, lo que se estaba cuestionando era la organización del sistema en términos
de distribución de poder. No se acepta ningún orden por encima de cada una de las comunidades
universitarias organizadas institucionalmente.
En la misma dirección se inscriben las críticas a las disposiciones que regulan el gobierno de las
universidades nacionales. Se cuestiona que se inscriban en la ley criterios sobre la composición y
funciones de los órganos de gobierno y se propicia en su lugar una ley marco, de pocos artículos,
que ceda a los Estatutos universitarios estas decisiones (Storero 1995; Stubrin 1995; Borón
1995; Delich 1995; Bosch 1995; Pinard 1995). El sentido de estas impugnaciones aparece muy
claramente en las opiniones de Adolfo Stubrin:
51
Lo que resulta curioso es que los mismos sectores y personas que planteaban esta preferencia por el Congreso Nacional,
cuestionaron su participación en la designación de los miembros de CONEAU Cfr. Stubrin 1995.
52
En el segundo dictamen de minoría reseñado por Paviglianiti, Nosiglia y Marquina (1996) el Consejo de Universidades es
reemplazado por un Consejo Nacional de Educación Superior en el que se reduce a un miembro la representación de las
universidades privadas, se mantienen las del CIN y de los Consejos Regionales de Planificación y se integran
representantes de gremiales docentes y estudiantiles.
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La L.E.S. cuestiona la legitimidad del orden institucional vigente en las universidades nacionales,
intentando refundarlo sobre nuevos criterios. Ello pareciera jugar un propósito de desestabilización
política, tendiente a alterar las bases de representación del gobierno universitario, particularmente
cuando una oficina del Ministerio de Educación interviene como control de legalidad de las
adecuaciones estatutarias. (1995:31)
Y más adelante:
Ya hemos sugerido que la organización universitaria no demanda más que una ley muy concisa, ya que
su normativa era histórica y estaba plenamente operante. (1995:32).
La intención de cambiar las reglas del juego es un aspecto de la LES que se cuestiona más o
menos explícitamente. Se deslegitima desde el principio autonomista toda intención de cambiar
la estructura normativa que legitimaba la distribución del poder en las universidades nacionales.
Un marco normativo que fue establecido por el gobierno surgido del golpe de Estado de
septiembre de 1955 mediante el decreto-ley 10.775 y que fue reestablecido durante la
presidencia de Raúl Alfonsín al reponer los estatutos vigentes al momento del golpe de Estado de
1966.
La propuesta de una ley marco se hace sobre la base de la conformidad con el estado de las
cosas: el orden normativo imperante y la distribución de poder en el sistema. Una ley marco
supone una retirada del Estado y en los dos casos en que existieron esquemas legislativos de
este tipo, el decreto-ley 10.775/56 que establecía que los Estatutos que se aprobaran derogaban
cualquier norma anterior que se les opusiera, y la ley 23.068 cuya vigencia concluía cuando se
normalizaba cada universidad nacional (Sánchez Martínez 2004), existía una consonancia entre
el gobierno de turno y los sectores predominantes al interior de las universidades nacionales. En
1956 en virtud de una alianza (Buchbinder 2005: 169 y ss.) y en 1984 por continuidad político
partidaria entre gobierno y universidad (Stubrin 2001:17 y ss.). La Ley Avellaneda (Nº1597) no
puede, en mi opinión, ingresar a esta lista. En realidad, durante la vigencia de esa norma breve,
la injerencia potencial del poder político era mucha, lo que quedó probado durante el Movimiento
de Reforma del ´18, cuando los cambios impulsados por los reformistas fueron implementados
por el Poder Ejecutivo sin que fuera necesario impulsar modificación alguna de la ley.
La concepción de la LES
Ahora, ¿qué tipo de cambio promovía la Ley 24.521? En qué consistía la “desestabilización
política” que le endilgaban sus detractores y que reconocían, de alguna manera, sus impulsores?
(Del Bello 1995; Sánchez Martínez 2001). No parece que se refieran a lo mismo. Las objeciones
a la LES se concentran, en general, en ver a la ley con una lógica de instrumentalidad político
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partidaria que no puede reconocerse en sus efectos. De hecho, los cambios de manos del poder
en las instituciones universitarias no encuentran explicación en la nueva ley. Comenzaron antes
del gobierno de Menem (Stubrin 2001) y posteriormente encontraron su mejor cauce a partir de la
creación de nuevas universidades en el Gran Buenos Aires, mediante la designación de rectores
normalizadores afines al partido de gobierno. Esta posibilidad existía antes de la sanción de la ley
24.521.53
Una gran parte de los objetores apuntaban a la eliminación de la gratuidad y a una autorización
54
para restringir el ingreso cuando piensan en algunos de los objetivos principales de la LES (Del
Bono 1995; Storero 1995;Borón 1995;Taquini 1995; Zaffaroni 1995; Vanossi 1995; Oteiza 1995;
Filmus 1995; Castro 2005). Respecto del ingreso, ayuda sospechar esta intencionalidad, la burda
y coyuntural redacción del último párrafo del artículo 50 (Shuberoff 1995; Castro 2005).
53
El análisis de la política que llevó a la creación de varias universidades en el Gran Buenos Aires (si la hubo) excede el
marco de estas reflexiones y, entiendo, supone una compleja trama de actores y objetivos. No debe asumirse que concluyo
una mera intencionalidad de copamiento de poder en el sistema universitario por parte del partido gobernante.
54
De hecho la posibilidad de arancelar y de establecer ingresos selectivos estaría incluida en cualquier normativa de amplia
autonomía, o en una norma marco como la ley Avellaneda en cuyo período de vigencia ambas cosas existieron. Pero la ley
no se explica sola y la mención de estas autorizaciones era leída en un contexto en el que, desde la Secretaría de Políticas
Universitarias, se propiciaba el arancelamiento y la selección de postulantes para el ingreso a la universidad.
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Esta es la concepción que está debajo de la Ley de Educación Superior: incrementar los niveles
de autonomía presupuestaria con evaluación externa y publicidad de los resultados de las
evaluaciones. De esta manera, las universidades debían ingresar en las reglas de un mercado
nuevo para nuestra sociedad, un mercado inducido artificialmente por una política pública que
entendía que era la competencia la que asignaba más eficientemente pertinencia a las acciones
de las universidades y la que se convertía en impulsora de la calidad y la excelencia académicas.
Esto es, las universidades y sus ofertas están obligadas a la competencia para obtener sus
recursos, ya provengan estos del Tesoro Nacional o del Mercado. Expuestas por los resultados
de las evaluaciones tendrán que generar recursos propios buscando en el mercado aportes
adicionales para mejorar su calidad, porque lo que el Estado no puede negarles en razón de esos
ingresos, si puede restarlo o no incrementarlo a causa de los malos resultados.
Hasta aquí la concepción implícita en la LES. La realidad a doce años de su promulgación es otra
historia.
58
En todo caso lo que sí sucedió es que se redujo en varias ocasiones el flujo de fondos por el procedimiento de
subejecutor los créditos presupuestarios, ya que las quitas no prosperaron por la resistencia de la comunidad universitaria.
Con todo no queda claro que estas subejecuciones hayan sido parte de una política universitaria activa, sino más bien
coletazos de las políticas más generales de ajuste.
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mejoramiento” que trasladó el resultado del proceso de la calificación (acredita/no acredita) al
mejoramiento ya que el 80% de las carreras que pasaron por el proceso están en esa nueva
categoría que apuesta a la mejora (ver Krostch 2002).
Este proceso puso en evidencia que los sistemas de evaluación no son instrumentos de un solo
sentido. Más bien adquieren su sentido según la política pública en la que están insertos. El
proceso de implementación en nuestro país inició un corrimiento de las políticas referidas a la
evaluación, que primero fue el resultado de una práctica del sistema universitario, de las
instituciones y de los actores y tuvo en los gobiernos una respuesta prudente que se expreso en
una disminución de la presión por el cumplimiento de la ley y finalmente su renuncia. Téngase en
cuenta que nunca le fue quitado el reconocimiento nacional a una carrera de grado no acreditada
ni se tradujo en alguna castigo concreto la falta de adhesión a los procesos de evaluación
institucional para las universidades nacionales o privadas con reconocimiento definitivo. El
sentido de la evaluación y de la acreditación cambió para convertirse, aún con sus defectos, en
un sistema de diagnóstico y diseño de estrategias de mejoramiento.
Pero a partir del año 2002 el Poder Ejecutivo empieza a dar señales de lo que será un cambio
profundo de política y la adhesión a otra concepción de la relación de la universidad con el
Estado. En ese año se asignaron algo menos de $900.000 para el financiamiento de los Planes
de Mejoras de las carreras de Medicina que habían pasado por el proceso de acreditación
(Pugliese 2003; Broto 2003). Esto sucedía en el marco de la crisis cuyo punto abismal no había
cumplido aún un año y mientras se procuraba reparar las deudas generadas por las
subejecuciones presupuestarias de los años anteriores.
A fines del año 2003 la Secretaría de Políticas Universitarias (SPU) presentó en las Jornadas de
Reflexión sobre la Educación Superior organizadas por el CIN en Horco-Molle, en la sede de la
Universidad Nacional de Tucumán, un documento de políticas que fue discutido por los rectores
quienes a su vez generaron su propio texto (CIN 2003), iniciándose un diálogo que enmarcaría el
desarrollo posterior de este cambio de política. Se pactaba un cambio en las relaciones entre las
universidades nacionales y el estado que suponía una práctica de corresponsabilidad y
consenso. El Estado se hacia cargo de la función social de la educación universitaria,
abandonaba el rol de evaluador descomprometido, iniciaba un diálogo con las universidades en
el que la discusión de las políticas asumía a las universidades como sujeto y objeto de políticas
públicas. Las universidades ponían en la mesa sus propias prioridades y acordaban discutir
prioridades nacionales y regionales. Se comenzaba a desandar la desconfianza que signó las
relaciones durante el período anterior, en el que se había hecho cultura institucional la
59
En la negociación lo que si asumieron las instituciones, en general, y en gran medida la comunidad universitaria, es la
implementación de un mercado en un segmento del postgrado, las maestrías y, para muchas disciplinas, también las
carreras de especialización. En este campo puede verse como actúan los mecanismos previstos en la ley: la acreditación
que califica y el mercado que financia mayormente y asigna pertinencia.
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resistencia.
Era necesario que el Estado se hiciera cargo de un proceso en el que, con la participación
protagónica de las universidades, se trabajara para el mejoramiento en torno a objetivos
concertados de interés nacional y regional. A fines del año 2004 se crea un Fondo (FUNDAR)
destinado a financiar esta nueva relación de las Universidades con el Estado.
En este marco puede afirmarse que la Ley de Educación Superior ya no es la misma, primero
porque las propias universidades fueron apartando los aspectos más odiosos, eludiendo su
cumplimiento y resistiendo su implementación. Pero también porque cambió la política y eso no
sólo es una garantía respecto de que no se activarán los mecanismos inertes, sino porque
además aquellos mecanismos de la ley que se intitucionalizaron, concluyeron por integrarse a
una concepción distinta a la que les dio origen (Pugliese; Pérez Rasetti 2005).
Como dijimos arriba, la reforma de la Ley de Educación Superior está pendiente en la agenda
universitaria quizás desde el momento de su sanción. Ahora se hace imprescindible su
modificación porque fue pensada como un instrumento para políticas que hoy no están
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vigentes y que, además, mayoritariamente la sociedad rechaza. Por lo demás, la sanción de la
Ley de Educación Nacional pone un marco a esa política y también reclama la adecuación de la
norma del nivel superior de la educación.
Pero no debe pensarse la reforma en términos de una restauración. La reforma debe constituir a
la norma como un instrumento para una política en la que el Estado se hace cargo de sus
responsabilidades en todo sentido, las responsabilidades políticas y las financieras y
conjuntamente con las universidades se propone institucionalizar esta nueva relación entre
universidad y estado que ya se ha iniciado.
Una nueva legislación debe mantener algunos instrumentos de la ley actual, pero plasmando en
el texto legal el cambio de sentido que la política se ha impreso; debe remover o transformar
otros que no han servido o entorpecen los cambios impulsados y se deberán diseñar algunos
nuevos para contener los desafíos que han cobrado relevancia en los últimos años.
Propongo en esa línea algunos criterios, sobre la base de los que redactamos hace dos años con
Juan Carlos Pugliese (Pugliese; Pérez Rasetti 2005):
-Se deben ampliar las garantías de calidad a todo el sistema de educación superior y
extender, con modalidades específicas, a todas las modalidades, y a las sedes, programas y
carreras. Debe cambiarse el concepto de carrera de interés público por el de carrera prioritaria,
permitiendo de esa manera el desarrollo de un política de atención y estímulo de las áreas según
las necesidades del país. Para las carreras no sujetas a acreditación debe propiciarse la
evaluación por parte del propio sistema universitario, asegurando también el compromiso del
Estado con sus planes de mejoramiento.Debe transformarse el objetivo de las evaluaciones; se
las debe establecer como parte de un proceso de mejoramiento que cuenta con el respaldo
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financiero de Estado y supone un compromiso activo con la función social de la universidad
pública. Debe consagrarse el carácter público, estatal y académico de los procesos de
evaluación.
-Se deben establecer instrumentos que favorezcan la inclusión de todos los sectores
sociales en la educación superior. Para eso deben otorgarse garantías expresas de gratuidad
para la formación de grado, se habrán de incorporar instrumentos concretos que contribuyan a la
nivelación de las condiciones de formación en la articulación entre la educación secundario y el
acceso a la educación superior y otros para el desarrollo de políticas de gestión curricular e
innovación pedagógica que mejoren las condiciones de formación y aprovechamiento en los
primeros años. Se deberán incluir también instrumentos y procedimientos que favorezcan la
articulación entre instituciones y carreras de educación superior, brindando más oportunidades de
formación a los estudiantes.
-Deben diseñarse instrumentos que articulen una nueva relación entre la universidad y el
estado, racionalizando la asignación de fondos para el desarrollo de las universidades en orden a
su función social. Deberán derogarse los rasgos de “evaluador” descomprometido de sus propias
instituciones que adquiere el Estado en la ley de 1995. La nueva modalidad de relación debe
supera la desconfianza del Estado respecto de la Universidad autónoma e instaurar mecanismos
de concertación de objetivos y proyectos para el desarrollo integral de la sociedad. El mutuo
respeto que postulen los instrumentos para canalizar la nueva relación, permitirá disipar el clima
de sospecha que generaron en los universitarios estos años de ausencia e, incluso, de agresión
del Estado respecto del sistema.
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para la Universidad Argentina. Balance de una gestión en el nuevo contexto nacional e internacional. Secretaría
de Políticas Universitarias. Ministerio de Educación, Ciencia y Tecnología. Buenos Aires.
---------; Pérez Rasetti, Carlos (2005): Compromiso del Estado con las Universidades Nacionales. Politicas de
Mejoramiento de las Capacidades Institucionales. Documento de la Secretaría de Políticas Universitarias,
Jornadas de Reflexión CIN, Mar del Plata.
-Sánchez Martínez, Eduardo: “La legislación sobre educación superior en Argentina. Entre rupturas,
continuidades y transformaciones”, en Barsky, Osvaldo; Sigal, Victor y Dávila, Mabel (Coords): Los desafíos de
la Universidad Argentina, Siglo XXI/UB, Buenos Aires.
-Secretaría de Políticas Universitarias (2003), Universidades y Estado: una asociación para responder a los
desafíos del cambio. Políticas de Estado para las Universidades Nacionales. Horco Molle, Tucumán.
-Stubrin, Adolfo L. (1995): La ley de educación superior ignora a la Constitución Nacional en La Universidad
Ahora. Número doble 7 y 8. Buenos Aires. Mayo/ Noviembre de 1995.
-------- (2001): “La política de partidos y las Universidades Públicas en la Argentina. 1983-2000”, en Chiroleu,
Adriana (Org.) (2001): Repensando la Educación Superior, Colección Política y Gestión de la Educación
Superior, UNR Editora, Rosario.
60
Ponencia de la Diputada Adriana Puiggrós. HACIA UNA NUEVA LEY DE EDUCACIÓN SUPERIOR .PENSADA PARA EL
DESARROLLO NACIONAL-Seminario-Taller -Organizado por el Ministerio de Defensa de la Nación. Buenos Aires 3 de julio
de 2008.-
CONSULTA HACIA UNA NUEVA LEY NACIONAL DE EDUCACIÓN SUPERIOR
Comisión de Educación – Honorable Cámara de Diputados de la Nación 328
este crecimiento muy acelerado no se dio sólo en la Argentina, en nuestro país, sino que también
fue en la región, en toda América Latina y en algunos países europeos, como es el caso, por dar
un ejemplo, de España. En este último país, se observa un crecimiento acelerado de ofertas no
sólo privadas, sino de tercerización de las ofertas públicas. Sin plan, sin planificación, sin ideas
estratégicas, sin más perspectivas que las demandas parciales, las demandas locales, las
demandas de diversos sectores y en algunos lugares, sin más que las demandas corporativas.
En ese sentido ha habido un fuerte desarrollo de lo que podemos llamar la clonación de
universidades públicas, instalando otras sedes en diversos lugares del país. En muchos casos se
hace esto para poder subsistir. Muchas veces la idea de iniciar una sucursal universitaria -estatal
o privada- en otra región, en otra zona de la provincia donde está inserta, o cuando se fundan
pequeñas universidades muchas veces, esa decisión se origina en problemas graves como los
son la falta de financiamiento, los bajos salarios docentes, la necesidad de contar con recursos
suficientes que el Estado no otorga para poder subsistir. Este proceso comenzó un poco antes de
dictarse la actual ley. El tema está en que en el curso de estos últimos catorce años, o un poco
antes, como dije, en el que este proceso comenzó a ocurrir no hubo planificación y estrategia.
Comenzó sin ningún tipo de idea eje, y hoy nos encontramos, realmente, con un sistema
bastante caótico. Si esta situación caótica la proyectamos de este presente a diez (10) años nos
vamos a encontrar con que la República Argentina tiende a perder uno de los instrumentos
fundamentales que hacen a la Constitución de la Nación (CN), como es la educación profesional,
la educación técnica a nivel superior, la educación de sus docentes, que deben tener una
educación de nivel superior y la vinculación que debe haber entre la docencia y la investigación.
Un daño, no sólo grave para la docencia sino, además, un daño muy importante para la
investigación que en condiciones de la antigua universidad, necesariamente tiende a convertirse
en una tarea, voy a decirlo así, con una palabra quizás muy fuerte, que es más estética que
vinculada con el desarrollo nacional. Y la universidad tiene que estar, más que estéticamente
vinculada, compenetrada con las necesidades del país, con perspectivas de llegar a ser parte
activa e integrada a una sociedad, no sólo rica para algunos sectores, sino una sociedad
fundamentada en un desarrollo con justicia social e igualdad de acceso a la educación como
derecho ciudadano.
Para eso es necesario que el modelo elitista, casi aristocrático de investigación que ha tenido la
Argentina sea abierto. Muchas veces ha dado un salto y en ese sentido la tarea de las Fuerzas
Armadas ha sido históricamente muy importante en muchos momentos, pero digamos desde
Fabricaciones Militares hacia, mirando hacia el futuro, lo que se debe desarrollar en
investigación, en investigación para la defensa nacional y en todo lo que se pueda aportar para el
sostenimiento de la Nación, a eso nosotros le podemos sumar la necesidad de investigación en
biotecnología, en software y en este preciso momento, podemos sumarle la necesidad de
atender seriamente la investigación en materia agropecuaria, en materia del desarrollo rural, y
que sea realmente entendida como una cuestión, un problema de Estado, una cuestión que hace
a la estrategia política de la Nación.
Entonces, en este conjunto de diversas necesidades que tenemos de investigación, pero de
investigación pensada partiendo de una estrategia, con una perspectiva y no simplemente
estímulo diversificado y, en muchos momentos, anárquicos de distribución de fondos en
universidades que terminan en una situación de autonomía pero de autonomía casi de mercado,
es realmente un motivo para sentarse, debatir, intercambiar opiniones y sugerencias y pensar
cuál es la Ley de Educación Superior (LES) que tenemos, cuál es la política de educación
CONSULTA HACIA UNA NUEVA LEY NACIONAL DE EDUCACIÓN SUPERIOR
Comisión de Educación – Honorable Cámara de Diputados de la Nación 329
superior que a partir de esta ley y de muchos otros acontecimientos de la Argentina de los años
90, quedó planteada.
En este sentido, quiero hacer referencia al discurso de la presidenta de la Nación, Cristina
Fernández de Kirchner del 1º de marzo cuando dio apertura a las sesiones legislativas 2008. La
Presidenta planteó a la asamblea legislativa la necesidad de discutir y aprobar este año una
nueva Ley de Educación Superior. Entonces, desde mediados de ese mes, a eso nos hemos
abocado. Quiero decir que en la Cámara de Diputados hemos estado trabajando y hemos
mantenido con el fin de consultar sobre los lineamientos hacia una nueva Ley de Educación
Superior, más de sesenta (60) reuniones con distintos sectores representativos de la comunidad
educativa universitaria, pero no sólo con ellos hemos conversado e intercambiado ideas, sino,
además, hemos hablado con la muy poco organizada comunidad de educación superior no
universitaria o de educación superior, hemos llamado a diferentes sectores, hemos hablado con
sectores gremiales del mundo de la educación y gremiales en general. Hemos tenido a la
Sociedad Rural y a ConInAgro [Confederación Intercooperativa Agropecuaria Limitada]; hemos
tenido a los representantes de las organizaciones sociales, entre otros. También la comisión de
Educación de la Cámara de diputados, se ha puesto en contacto con la comisión de Educación
del senado. Hemos tenido la semana pasada un foro muy importante, al cual con seguridad se
referirá la Sra. Senadora presente, con invitados internacionales.61 Entonces, se está haciendo
una consulta lo suficientemente amplia como para que nosotros en poco tiempo podamos decir,
al menos los legisladores sabemos, qué es lo que piensa y espera la sociedad de una nueva Ley
de Educación Superior (LES).
De hecho, estamos planificando para que a partir de fines de agosto, principio de septiembre, la
comisión de Educación de la HCDN se constituya en cuatro lugares del interior del país, Salta,
Córdoba, Rosario y en una universidad de la Patagonia que no está todavía fijada, para hacer
consultas regionales.
Entonces, quizás les surjan a ustedes, ahora, algunas preguntas como: ¿Por qué tanta consulta?,
y ¿por qué tanta necesidad de escuchar?, Porque como legisladores que somos, como
ciudadanos que podemos ser parte de la construcción de una nueva LES, es lo que sentimos que
debemos hacer. Es nuestra concepción. La necesidad de escuchar proviene de que la educación
superior de ninguna manera puede ser para un pequeño sector de los argentinos, sino que la
educación superior debe -ya lo marcó nuestra Constitución y lo dice la nueva Ley de Educación
Nacional 26.206- posibilitar el acceso a todos. La educación superior es un derecho de todos.
Cuando la ley de educación nacional del año 2006 estableció la obligatoriedad de la educación
secundaria, en ese mismo momento lo que hizo fue crearle al Estado argentino, la obligación, el
deber de prever para los próximos años la educación superior de una población, de un conjunto
de jóvenes pertenecientes a una población que tiene tan sólo 37 millones de habitantes. Un
académico importante, invitado en una de las últimas reuniones que mantuvo la comisión de
Educación, dijo: “bueno en China hay un terrible examen selectivo para entrar a la educación
superior”. Lo mencionó como diciendo: ¿Por qué acá no? ¿Por qué acá no exigir tanto como en
China? Inmediatamente, mientras él iba mencionado esa frase, pensé. Si, pero en China hay
1300 millones de habitantes o más. La Argentina tiene 37 millones en un enorme territorio, con
una enorme riqueza, riqueza que por supuesto solo lo es en la medida en que se la trabaje, en la
medida en que pase a formar parte de centros productivos del conjunto de la sociedad.
61
Se refiere al foro que tuvo lugar en el Senado de la Nación, “Hacia una nueva Ley de Educación Superior”, organizado por
la Comisión de Educación y Cultura de la Cámara Alta, el 26 de junio de 2008.[N. de E]
CONSULTA HACIA UNA NUEVA LEY NACIONAL DE EDUCACIÓN SUPERIOR
Comisión de Educación – Honorable Cámara de Diputados de la Nación 330
En ese sentido, aquí hay entonces, una primera razón por la cual debemos dar el salto y tenemos
que poder atender al conjunto. La segunda es que el problema de si el ingreso a la educación
superior debe ser restricto o irrestricto es un problema antiguo, porque la tecnología actual lo
permite resolver. Ahí hay un problema de vinculación entre aspectos tecnológicos de la
educación y aspectos pedagógicos. La pedagogía universitaria, y mucho menos la pedagogía de
la educación superior, ha sido muy poco desarrollada. Hay un déficit, lo digo como pedagoga, hay
un enorme déficit por parte de la pedagogía de la educación superior, respecto del avance de las
tecnologías. Tendremos que trabajar más en la articulación de los niveles, para que los chicos
lleguen con la preparación que requiere.
Entonces, si nosotros a esto le sumamos que hoy en la Argentina tenemos una demanda nueva,
una demanda de educación superior territorial que hay que analizar profundamente. Quiero decir:
cuando recién mencioné el tema de la clonación de universidades (hoy hay 10 o 12 proyectos de
creación de universidades en ambas Cámaras); la aparición de nuevas formas institucionales de
educación superior, algunas descontroladas, a distancia, etc. Ese problema lo podemos ver
desde dos puntos de vista. Uno desde el punto de vista del mercado, pero el otro desde la
demanda. Y es una obligación preguntarnos ¿qué está queriendo decir esto? Y cuando se
aborda el tema uno se pregunta, entre otras tantas cuestiones, qué es lo que le pasa a una
familia cuyos hijos quieren ir a la universidad, o quieren tener educación superior, pero que sólo
tienen una institución de educación superior mudándose de ciudad y a más de 300 kms. Qué
pasa con el desarraigo de ese estudiante. Surge, también, el tema económico, no sólo el de
desarraigo, porque sostener a un alumno en la universidad de Rosario, o en otra ciudad
universidad, por ejemplo, cuesta como mínimo 1500 pesos por mes. Esto implica, para
comprender la creación de una universidad poner todas estas cuestiones en la balanza de la
planificación estratégica educativa. Cuando la demanda es crear una institución de educación
superior cercana a otra, a no más de 30 kilómetros del lugar de arraigo, entonces hay que
pensarlo de otra manera, hay que empezar a pensar en términos sistémicos, si no esto no se
puede resolver.
Ahora a esto hay que agregarle otra cuestión. Si hablamos de sistema, hablamos de una
complejidad, hablamos de un desarrollo que justamente es contrario a la [omenpereidad] de las
instituciones posibles en la educación superior. La antigua idea de universidad, la idea de
universidad que heredamos, en realidad viene de hace muchos siglos. En el 1200 la universidad,
al contrario, se piensa como una sola institución elitista, homogénea, controlada. Esa es la
universidad medieval, es una secta, es algo cerrado. Esa universidad es muy antigua, es una
universidad que no sólo no cumple una función para la sociedad, sino tampoco cumple una
función para quienes concurren a ella, salvo que avance desde varios puntos de vista, como ha
avanzado la Universidad argentina.
En la actualidad, en universidades como la UBA, por ejemplo, pueden encontrarse dos grandes
sectores. Un sector que es el que llega, los que hemos llegado a ser profesores titulares o
investigadores de carrera y que somos un núcleo muy cerrado. Los investigadores del Consejo
Nacional de Investigaciones Científicas y Técnicas (CONICET) somos un núcleo muy cerrado y
cuando somos investigadores del CONICET y profesor de la universidad, más cerrados. Y luego
hay una cantidad de estudiantes, profesores, etc. que constituyen una masa amorfa sin dirección
y que dan clases y se van y no son parte de la construcción del “colectivo”, del sentido y fin
colectivo de esa universidad, en el marco de un sistema de educación superior.
El otro ejemplo es el de institutos que se desarrollan y que pierden especificidad y al perder
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Comisión de Educación – Honorable Cámara de Diputados de la Nación 331
especificidad, buscando incorporar, creo que es el caso de algunos institutos de las Fuerzas
Armadas, y aquí estoy dando mi opinión, que son muy importantes porque no hay ninguna otra
institución en el país que pueda transmitir los saberes que ustedes tienen y que existen en esos
institutos. Son de un enorme valor y que es muy importante que de ninguna manera se
dispersen, es muy importante que se profundicen, es muy importante que la Nación cuente con
este tipo de especializaciones.
Voy a dar otro ejemplo, un ejemplo en ciencias de la salud. Nosotros necesitamos que haya
instituciones de educación superior especializadas en ciencia de la salud. En la Argentina hay un
jefe de médicos por cada paramédico. En España la relación es inversa. Necesitamos ampliar
enormemente las especializaciones de postgrado. Entonces ¿esto qué significa? Significa que
tenemos que pensar en un sistema de educación superior en donde existan diferentes tipos de
instituciones, en donde no haya desacreditación -y ahora me voy a referir a eso- y donde
realmente sea posible transitar por el conjunto de sistemas.
Primera cuestión: que no haya desacreditación. Tradicionalmente, si, ir a la universidad y a la
universidad estatal o a las más prestigiosas de las universidades privadas, ha sido algo mucho
más prestigiado, da un estatus superior socialmente, que concurrir a un instituto de educación
superior o incluso a un instituto universitario, cuando lo que no se entiende, lo que no se
entendió, es que cumplen funciones distintas pero al mismo tiempo, y este es el segundo
problema, la cuestión es que se ha tendido ha establecer carreras terminales. Durante
muchísimas décadas quienes concurrían, en el caso de la educación secundaria, a una escuela
comercial después no podía entrar a cualquier carrera de universidad, lo que era caso terminal. O
un docente, docente politécnico, todavía tiene enormes dificultades como para poder seguir y
para que le reconozcan lo que ha hecho en la universidad.
Entonces, esto tiene que ver con que tenemos un sistema de cátedras antiguo, un sistema de
acreditación antigua, que ha sido superado en muchísimos países y que en realidad hay que
adaptar a un sistema de créditos, de manera que aquel que hace una especialidad, que cursa
una carrera, obtiene un título de dos años, una carrera de cuatro años en una institución de
educación superior, y que luego quiere continuar quiere obtener una licenciatura, quiere obtener
un título de postgrado o le interesó otra especialidad razonablemente dentro de un área que
pueda ser reconocido lo que él ha hecho, que podamos construir un sistema que acredite, no un
sistema que desacredite. Hoy desacredita. Hoy si alguien no termina la carrera de médico, haber
estudiado cuatro años no puede sumarlo y el país no suma, y el estado no suma el esfuerzo que
ha producido.
Entonces, la acreditación de las instituciones en reconocerle el estatus a las instituciones de
educación superior que son distintas, que son especializadas, pero que, además, tienen
necesariamente una vinculación con los estudios generales. Porque tampoco vamos a hablar de
una hiperespecialización, ahí hace falta un equilibrio, un equilibrio entre la especialización y la
formación general que necesita tener toda persona que cursa educación superior. Hacia ese tipo
de modelo es que nos parece, al menos nos está pareciendo a los diputados, que hay que seguir
trabajando, que hay que seguirlo discutiendo porque es lo que recibimos, las demandas diversas
que recibimos de los diversos sectores consultados, quienes de alguna manera buscan ese tipo
de respuestas.
No quiero extenderme mucho más, pero sí quiero decir por último, que la educación superior no
puede esperar, como piensan algunos sectores, muchos sectores piensan que en realidad
primero hay que solucionar el problema del analfabetismo existente hoy en la Argentina,
CONSULTA HACIA UNA NUEVA LEY NACIONAL DE EDUCACIÓN SUPERIOR
Comisión de Educación – Honorable Cámara de Diputados de la Nación 332
después el de la educación primaria, después el de la secundaria, formar a los docentes y
después atender a la educación superior. Y esto, a mi entender, es profundamente equivocado,
porque en cualquier país, pero además en el nuestro con nuestras características, hay que hacer
todo a la vez. La inversión en recursos, la inversión en recursos financieros, la inversión en
recursos humanos, la inversión en espíritu de aliento y la fuerza de la convicción que debemos
poner en la transformación de la educación argentina en su conjunto que debe ser un esfuerzo
colectivo, no puede esperar esta sucesión, una política que vaya sucesivamente arreglando los
problemas. Así como hay un problema clave en su estructura, en todo el sistema educativo y
también en las universidades; nosotros estamos acostumbrados a ver escuelas rotas. Ahora en
estos días nos están mostrando nada menos que el Colegio Nacional de Buenos Aires con
columnas partidas. Hay un problema en sus estructuras hay universidades chicas nuevas, que
han mejorado mucho su infraestructura y funcionan muy bien; universidades que tienen un tope
ocupacional que es el de 30.000 alumnos, alrededor de 30.000 alumnos como tope. La UBA tiene
380.000.
Entonces hay problemas de infraestructura, hay graves problemas respecto a la capacitación
docente, a la inexistente carrera docente. Hay graves problemas con relación al desarrollo de los
concursos. Y hay graves problemas respecto a la idea que tiene, especialmente gran parte de la
comunidad universitaria, con relación a cuál es el lugar institucional de las universidades respecto
al Estado. Y voy a concluir con esto. Personalmente estoy convencida de que algo que voy a
decir y debiera ser de sentido común, no es de sentido común y hay que sostenerlo: la
universidad es un organismo autónomo y autárquico, como dice la Constitución Nacional, del
Estado Nacional y hay algo muy importante, no confundir gobierno con Estado pero tener en
cuenta que en la época en que vivimos, el Estado tiene que ser más complejo, el Estado tiene
que ser más democrático, el Estado tiene que ser más profesional y tiene que contar con cuadros
más profesionales y el Estado tiene que poder contener a instituciones de muy diferente tipo -
descentralizadas, autónomas, autárquicas- pero no por eso estas instituciones dejan de ser parte
del Estado nacional y con esto no estoy diciendo que no, lo aclaro por las dudas, no estoy
diciendo que no haya actividad de educación superior privada, tiene que haberla, pero las
instituciones de educación superior que están financiadas por el Estado nacional tienen que estar
en línea, en sintonía, con las grandes estrategias de políticas públicas estatales y sociales de la
actualidad tendientes al desarrollo pleno de la Nación.
Muchísimas gracias.
Si se pretende asegurar la educación, toda la población debería disponer los medios para
conseguirla en niveles que permitieran su acceso al escalón superior. Tener lo necesario significa
no sólo los establecimientos y personal preparados para impartirla. Hasta cumplir la etapa de lo
que se denomina enseñanza secundaria, el individuo debería estar preparado económicamente
para que ello sea posible. Sólo la equidad que proporciona una justa distribución de la riqueza
asegura la perspectiva de la igualdad de oportunidades. Este es un requisito fundamental para
aspirar a la educación para todos.Así como el volumen de riqueza crece con su mejor repartición
en el conjunto de la sociedad, la educación acrecienta sus efectos sociales cuando esa
asignación apropiada de los recursos facilita la introducción de la población en el ámbito que le
permite educarse.
El Estado resigna esta función cuando no es capaz de conseguir el objetivo del bienestar social
que se compadece, únicamente, con que cada individuo disponga lo que exige su subsistencia
digna con suficiente alimentación, indumentaria, vivienda, servicios de seguridad, de salud y
educación que le permita una competencia mínima para proyectarse con su propio esfuerzo.
La incorporación del individuo al nivel superior de enseñanza tendría, sólo de ese modo, la
posibilidad de un ingreso irrestricto y debería afirmarlo demostrando haber asimilado lo que se le
ha brindado sin limitaciones en la etapa anterior en la que el Estado le proporcionó todo lo que su
preparación adecuada exigía.Esto significa que la demostración de haber aprovechado ese
esfuerzo que la comunidad ha realizado para su instrucción básica, compete ya al propio
interesado en su educación superior.
El nivel de excelencia que ella exige, justifica que se compruebe si ha habido, por parte del
interesado en iniciar estudios superiores, el uso debido de los recursos de que dispuso y es
capaz de demostrar que ha obtenido capacidad suficiente para ello y tiene la aptitud para
incorporarse a ese tramo de su desarrollo humano.El Estado, en este punto, no quedaría liberado
de su responsabilidad en la educación, buscaría, en esa instancia, hacer una selección que le
permita ser más eficiente en la gestión que le compete a partir de ella. Implica que podría
obtener, con el mismo costo insumido, beneficios sociales mayores.
Que se logre una buena relación, sobre todo numérica, entre profesores y alumnos en las casas
de altos estudios, no debería depender exclusivamente de la cantidad de los educandos que
hayan logrado superar las pruebas a que son sometidos para ingresar y luego para transitar
hacia la consecución de su graduación, también de la disposición suficiente de los encargados de
63
Prof. Emérito, Universidad Nacional del Centro de la Provincia de Buenos Aires.
Una manera de revertir esa tendencia sería instalar, en cada Universidad, la carrera docente que,
a partir de los graduados, impulse la formación de grupos de ellos dedicados, específicamente, a
la enseñanza, de manera que tengan asegurada con esa actividad la base de su sostén
económico y garanticen su retiro digno.El docente tendría siempre, mientras dure su vinculación
activa con la Universidad, que responder periódicamente a pruebas que garanticen el
mantenimiento de sus dotes para cumplir la función y una actualización permanente del
conocimiento que debe transmitir.
El sistema a emplear con ese propósito podría ser el que actualmente es utilizado, concursando
en competencia con otros aspirantes a los cargos que se deban proveer pero considerando,
igualmente, los antecedentes que acrediten su actuación anterior en la carrera que desempeña,
de tal modo que ellos representen una parte importante de los argumentos para retener su cargo
y garantizar con ello el arraigo que los une a la institución donde actúan.
Independientemente del seguimiento que cada profesor haga sobre los avances de la disciplina
que tiene a su cargo enseñar, la Universidad haría reuniones en las que impulse el intercambio
de ideas sobre esos permanentes cambios y motivaría la relación con otras para que sus
profesores estén obligados a mantenerse en permanente acción informativa y de elaboración de
trabajos que afirmen su capacitación sobre los temas de incumbencia de sus cátedras.
La misma Universidad podría hacerlo, porque ella debería contar con un departamento ocupado
de la prestación de los servicios profesionales ejecutados por sus profesores, que debería ser un
testigo de comportamiento de los que se dedican a ello. Se trataría de influenciar la
actividad profesional desde lo académico y no, como actualmente ocurre en dirección inversa, y
de poner más fuertemente en duda si la educación, la seguridad, la salud, pueden considerarse
objeto de lucro. La acción de la Universidad fortalecería, de tal modo, su relación con la
comunidad, trasladando desde su ámbito, no sólo el conocimiento más reciente, también
recordando las reglas básicas para la convivencia social armónica.
El motor natural del avance científico y tecnológico debe estar en la Universidad, para que ello no
sea una simple declamación que consigue frutos reducidos y esporádicos; la instalación de
institutos de investigación dotados de los medios necesarios es imprescindible. El empuje
debería venir desde el aprendizaje de los alumnos y la investigación ser obligatoria también como
materia de cualquier Facultad. Se trataría de despertar en los jóvenes una cultura en ese sentido,
que facilite luego su participación en el desarrollo orgánico de una tarea que impone la acción
racional porque ayuda a pensar ordenadamente con base sólida y objetivos firmes. También
sería el último servicio que los profesores deban prestar a la Universidad cuando su edad hace
más difícil su contacto con los estudiantes.
Puede todavía confiarse en ella porque aun es factible lograr el cambio cultural para que ello no
ocurra. No será un proceso sencillo que requiere ser medular y demandará mucho tiempo
incorporarlo, pero es igualmente axiomático que sólo puede impulsarse desde los niveles más
altos de la educación superior que debería ser la que proporcione los dirigentes sociales
confiables.
En esa dirección, los componentes de cualquier programa de acción no deberían omitir las
normas a que se ha aludido anteriormente que son ineludibles para conseguir el bienestar
general.
Las que se destacan claramente tienen que ver con la defensa de la ética, de la moral, de los
derechos humanos, de la competencia, con la protección del medio ambiente, la equitativa
distribución de la riqueza, la cooperación para resguardo del consumidor, la transparencia del
mandatario y su rendición de cuentas sobre la representación delegada. Entender que de tal
modo será más fácil aspirar a obtener mayor seguridad, mejores índices de salud, superiores
resultados económicos comunes, no demanda esfuerzos especiales.
Eliminar los mecanismos centralizadores vigentes (por ej., Programa de Incentivos) que
interfieren y deforman el funcionamiento de las UU NN con estímulos económicos “en negro”
(con lo cual el Estado actúa en este aspecto de manera ilegal) y “estimulando” actividades sin
suficiente arraigo intelectual y/o institucional..
A nivel general: que el Estado retome la activa función de proteger y desarrollar el sistema
nacional como alternativa que asegure la igualdad de oportunidades para acceder a la Educación
Superior de calidad uniforme (por encima de los intereses sectoriales de diverso carácter).
Revisar críticamente los aspectos de las política universitaria caracterizados por su fuerte
incidencia centralizadora, que impactan a las UU NN y lesionan su autonomía y autarquía (por ej.
la CONEAU tal como actuó hasta la fecha) y que fueron también demandadas por los
Organismos Internacionales; por el contrario, el Estado debería -a través de su LES- ser la
64
Profesor Titular Emérito, Universidad Nacional de Luján.
Algunos aspectos del sistema de gobierno de las UU NN merecen ser revisados en profundidad a
la luz de la experiencia acumulada. Uno de ellos es la participación de los no docentes: el acceso
activo de ese sector de la comunidad universitaria al Gobierno de la Institución puede brindar
importantes contribuciones, pero ellas pueden concretarse por sendas y espacios diferentes de
los actuales.
El Estado debe retomar el ejercicio del control periódico y regular sobre la habilitación, ofertas
académicas, auditorias y estructura de las UU Privadas.
Todo parece indicar que ambos problemas están ligados al ingreso asegurado por el principio del
acceso irrestricto a la educación superior pública y gratuita (un valor que es necesario custodiar
con el agregado de algunas iniciativas tendientes a su perfeccionamiento). Por otra parte, la
permanencia prolongada parece tener una consecuencia socio-económica perversa: disminuye el
índice de desocupación.
La LES debe regular la función de la Institución universitaria bajo la premisa irrenunciable de que
la educación es un derecho y su gratuidad debe ser su característica relevante.
Es necesario adoptar todas las precauciones necesarias para asegurar el cumplimiento de las
responsabilidades primarias de la Universidad. En cuanto a la investigación se la deberá
promover en un marco de completa libertad académica, bajo la inspiración de un principio básico:
la Universidad es el ámbito por antonomasia para la creación de conocimientos válidos.
La extensión, en cambio, puede ser un espacio con dinámicas más variadas y flexibles.
La gestión está vinculada a la Autonomía en tanto ella significa disponer y utilizar su capacidad
para diseñar el modelo que considere más apropiado para la Institución.
Conviene recordar que la existencia de esas Leyes fue una condición impuesta del Banco
Mundial para otorgar créditos (que avanzó tanto como para proponer la privatización del
CONICET).Es necesario revertir esa situación. Para poder desprender al sistema de Educación
Superior de ese tipo de dependencia se requerirán –además- ajustes presupuestarios acordes en
los recursos educativos, y permanentemente actualizados mediante mecanismos ágiles.
Introducción
En presentaciones anteriores hemos analizado los cambios que debieron enfrentar las
universidades en la década de los 90 y en los primeros años de este siglo.Hemos asociado el
sentido de la universidad al modo de procesar dichas transformaciones. Hemos privilegiado esta
aproximación a la búsqueda de una ontología de la universidad, a la identificación de un espíritu
que la atraviese en sus distintos momentos históricos, a la manera que se desarrolló su
organización y cambiaron sus reglamentos.
Como señala Brical (universidad 2000) “precisamente el prestigio y la importancia que en cada
período han tenido las universidades, depende en gran medida de su capacidad para digerir o
acaso propiciar y entender los cambios”. La universidad tal como la concebimos hoy en día tiene
una historia relativamente reciente que no alcanza a dos siglos. Es la universidad que quedó
fuera de las revoluciones burguesas del siglo XVIII que se adaptó al cambio en el siglo XIX y que
hoy muestra signos ostensibles de perplejidad frente a los cambios recientes. Como señala el
Rector de la universidad de Salamanca (Colombus, 1996) “tampoco era aquella universidad un
lugar para la creación de la ciencia experimental, sino más bien, casi exclusivamente, formadora
de funcionarios para el Estado o de notables para la iglesia.” La universidad de Salamanca – de
manera similar a la de Bolonia, Oxford o la Sorbona – cumplían su cometido aportando al Imperio
notarios, juristas, virreyes, obispos, inquisidores o modestos escribanos. Era en suma
“dependencia de los poderes reales y eclesiásticos, en la que la ortodoxia se mantenían con
dureza”. La universidad como creadora de ciencia no comenzó a ser realidad hasta el siglo XIX.
Salvo unas pocas universidades, la mayoría de las más conocidas desarrollaron un activo papel
anti-ciencia frente a las academias, escuelas y colegios que surgieron con la ilustración. En
Salamanca Newton (1643-1727) recién se enseña en el siglo XIX.
Desarrollar las capacidades para procesar las transformaciones recientes constituye una tarea
política y científica compleja. Siempre existen dos tentaciones fácilmente accesibles: hagamos de
cuenta que la mundialización no existe o enseñemos a adaptarse a la misma. Lo difícil es
ensanchar el campo de lo posible. Desarrollar el espíritu crítico, pensar alternativas.
Se requiere de cierta humildad para entender; para actuar. No ayuda el fundamentalismo, ni las
respuestas mecánicas que simplifican la realidad. El reconocimiento y la incertidumbre de
Hobsbawn son más provocativos que los axiomas metafísicos de los dueños de la verdad. Dice
Hobsbawn:
...el siglo XX corto acaba con problemas para los cuales nadie tenía o pretendía tener una
solución”
65
Prof. Emérito, Universidad Nacional de General Sarmiento.
En esta dificultad de las instituciones públicas, para estar a la altura de ese acelerado proceso de
mundialización se inscribe el problema de la universidad.
66
El trabajo completo que forma parte del documento puede consultarse en
http://www1.hcdn.gov.ar/dependencias/ceducacion/LES/APORTESLES/Domecq.htm, sitio consukltado septiembre 2010.
12-3-08
Visita Consejo Interuniversitario Nacional -CIN-
9-4-08
Visita Consejo de Rectores de Universidades Privadas -CRUP-
16-4-08
Visita Ministro de Educación de la Nación, Lic. Juan C. Tedesco
30-4-08
Visita Federación Universitaria Argentina -FUA-
6-5-08
Visita organizaciones gremiales -14hs.-
Visita investigadores -17 hs.-
7-5-08
Visita expertos en educación superior
13-5-08
Visita Sector Productivo -14 hs.-
Visita organizaciones sociales -17 hs-
22-5-08
Visita Profesores Eméritos
27-5-08
Visita Institutos Universitarios de las Fuerzas de Seguridad -10 hs.-
Visita Organizaciones Estudiantiles de Nivel Superior -14 hs.-
28-5-08
Visita Institutos Universitarios de las Fuerzas Armadas
29-5-08
Institutos Terciarios Docentes
24-9-08
Visita del Colegio Público de Abogados de la Cap. Fed. - C.P.A.C.F.
4-11-08
Visita Coordinadora General del Programa de Construcción de Ciudadanía y Directora del
Observatorio Argentino de Violencia en las Escuelas del Ministerio de Educación de la Nación,
Lic. Mara Brauer
1. 0342-D.-09
Augsburger, Geréz, Viale, Sesma, Zancada, Martín, Cuccovillo, Fein y Barrios: de ley. Educación
Superior. Régimen. Derogación de la Ley 24521. (Educación y Presupuesto y Hacienda.).
2. 0458-D.-09
Puiggrós, Rossi (A. O.), Vaca Narvaja, Damilano Grivarello, Leverberg, Pasini, Acosta, Depetri,
Berraute y Cantero Gutiérrez: de ley. Educación Superior. Régimen. Derogación de la Ley 24521.
(Educación y Presupuesto y Hacienda.).
0615-D.-09 (B.A.E. Nº 3).- Herrera (N.): Comunica su adhesión al proyecto de ley 0458-D.-09. (A
sus antecedentes, Educación.).
0678-D.-09 (B.A.E. Nº 3).- Rico: Comunica su adhesión al proyecto de ley 0458-D.-09. (A sus
antecedentes, Educación.).
3. 0730-D.-09
Macaluse: de ley. Educación Superior. Régimen. Derogación de la ley 24.521. (4.964-D.-07,
Reproducido). (Educación y Presupuesto y Hacienda.)
4. 0801-D.-09
Pinedo: de ley. Educación Superior. Régimen. Derogación de la Ley 24521. (4.893-D.-07 ,
Reproducido) (Educación y Presupuesto y Hacienda.).
5. 1.988-D.-09
Cantero Gutiérrez: de ley. Educación Superior. Régimen. (4.396-D.-07, Reproducido) (Educación
y Presupuesto y Hacienda.).
6. 2.794-D.-10
Donda Pérez y Merchán: de ley. Educación Superior. Régimen. Derogación de la ley 24.521.
(Educación y Presupuesto y Hacienda.)
7. 5.430-D.-10
Amadeo: de ley. Educación Superior. Régimen. (Educación y Presupuesto y Hacienda.)
2.794-D.-10 (T.P. Nº 46).- DONDA PÉREZ y MERCHÁN, CECILIA: de ley. Educación Superior.
Régimen. Derogación de la ley 24.521. (Educación y Presupuesto y Hacienda.)
Fecha de Ingreso: 5-05-10
Inicio de estudio: 14-9-10
5.430-D.-10 (T.P. Nº 103).- AMADEO, EDUARDO: de ley. Educación Superior. Régimen. (Educación y
Presupuesto y Hacienda.)
Fecha de Ingreso: 4-08-10
Inicio de estudio: 14-9-10
1.066-D.-11 (T.P. Nº 12).- PINEDO, FEDERICO: de ley. Educación Superior. Régimen. Derogación de la
Ley 24.521. (801-D-09, Reproducido). (Educación y Presupuesto y Hacienda.)
Fecha de Ingreso: 23-03-11
FUNDAMENTOS
Señor presidente:
El presente proyecto reproduce el que hemos presentado a fines de 2007 que a su vez se
inspiraba y reproducía, en la mayor parte de su contenido, el proyecto presentado por el Senador
Rubén Giustiniani a principios de 2006. En relación con este último, hemos realizado algunas
modificaciones resultantes, por un lado, del cambio de escenario generado por la sanción de la
Ley de Educación Nacional y, por el otro, de algunas reflexiones realizadas al calor de debates
recientes. Esto refleja de alguna manera, uno de los principios con los que encaramos nuestra
tarea legislativa: la idea de que el dialogo, la apertura a la revisión crítica de nuestras propuestas
y las intenciones constructivas, deben imperar a la hora de legislar en función del bienestar de
nuestra sociedad.
El avance hacia la libertad y la igualdad de las personas y el futuro de nuestra sociedad son
inconcebibles sin la educación. En total consonancia con este principio básico, el Estado debe
retomar un rol protagónico en la definición de la política educativa y en la promoción de la
Escuela y de la Universidad Pública como espacios fundamentales de construcción y
socialización del conocimiento.
Es necesario realizar un nuevo proceso de reforma universitaria que, con raíces en la tradición de
la universidad pública argentina y el ideario de la Reforma de 1918, mire a los desafíos del
presente y del futuro. Para ello, resulta prioritario la formulación de un nuevo marco legal que
reemplace las definiciones conceptuales del modelo neoliberal de los noventa y que promueva el
establecimiento de medidas tendientes a garantizar la real igualdad de oportunidades en el
acceso y la permanencia en la educación superior, el desarrollo en ciencia, tecnología e
innovación y los más altos niveles de formación profesional, todo ello mediante el adecuado
financiamiento provisto por el Estado.
En función de este objetivo, en una senda reformista de militancia, trabajo y proyectos para la
transformación de la Universidad, presentamos nuestra propuesta de marco legal para la
educación superior.
I. NEOLIBERALISMO Y EDUCACIÓN
1. La década del noventa y el advenimiento de una "nueva cuestión social"
La catástrofe económica y social que ha dejado el neoliberalismo en América Latina tras
veinticinco años de aplicación de sus devastadoras recetas, ha conducido a un fuerte incremento
de las desigualdades. Durante la década del '90 se consumaría en la Argentina una profunda
transformación de la estructura social y política. Bajo el influjo de la hegemonía neoliberal, y
apuntaladas por el "pensamiento único", las políticas de ajustes estructurales y las reformas
neoliberales, han sido las responsables de un crecimiento generalizado del desempleo, de la
concentración de la riqueza, del desmantelamiento del componente de bienestar del Estado, y
del aumento dramático en los niveles de pobreza, desigualdad y exclusión social. Asistimos a la
eclosión de un proceso que tuvo sus comienzos en la dictadura militar implementada en 1976 y
su profundización en los '90.
Estos procesos impactaron fuertemente en los mecanismos tradicionales de integración social y
conformación de identidades, especialmente en aquellos vinculados al mundo del trabajo. La
desocupación y los fenómenos de exclusión se tornan estructurales y de larga duración. A ello se
suma la precarización de las condiciones de trabajo de los que permanecen en la condición
salarial, producto de un deterioro de la protección de los trabajadores y la introducción de una
FUNDAMENTOS
Señor presidente:
En el discurso de inauguración de las sesiones ordinarias del Congreso Nacional del 2008, la
Presidenta de la Nación señaló, haciéndose eco de la opinión ampliamente mayoritaria, la
prioridad en el trabajo de un nuevo marco normativo para la Educación Superior.
En este sentido a lo largo del año legislativo, la Comisión de Educación de la Cámara de
Diputados ha realizado varios procedimientos confluyentes:
- una Consulta Nacional a la inmensa mayoría de los integrantes, las organizaciones e
instituciones de la Educación Superior (1) ,
- el análisis de los proyectos con estado parlamentario, y
- el estudio comparado de legislaciones de la Educación Superior en diferentes países a lo largo
de la historia.
El análisis resultante recupera aportes y consensos logrados en el proceso (2) , y tiene en cuenta
el proyecto de ley oportunamente presentado por los diputados del Frente para la Victoria, Alberto
Cantero, Mariano West y otros (expte. 4396-D-07), así como todos los proyectos presentados por
miembros de los diferentes bloques.
Estos antecedentes se sintetizan en los siguientes fundamentos:
Los silencios y protestas de la Historia, la Crisis civilizatoria.
Una profunda crisis atraviesa a las sociedades. En los últimos veinte años asistimos
alternativamente al derrumbe del muro de Berlín, que marcó el término de la experiencia
socialista, y a una crisis del capitalismo globalizado cuyo final es incierto.
La crisis económica-financiera que afecta al mundo globalizado es una de las más importantes
de los últimos cien años y es, a su vez, una crisis de la sociedad que ha sostenido un modelo
CONSULTA HACIA UNA NUEVA LEY NACIONAL DE EDUCACIÓN SUPERIOR 428
Comisión de Educación – Honorable Cámara de Diputados de la Nación
económico que llevó a la desigualdad, a la pobreza y a la explotación de millones de seres
humanos, al mismo tiempo que benefició muchísimo a muy pocos.
Hoy hay un debate sobre nuevos paradigmas políticos, económicos, sociales y culturales, que
debe impactar en las políticas estatales. Hasta dónde se involucren los Estados en su rol de
contralores del mercado y en la implementación de políticas públicas, es la medida de la
posibilidad de salir de la crisis, o sólo de aggiornar con un superfluo maquillaje la situación. No
alcanzan los parches.
En estas circunstancias, y cuando se necesita del aporte de todos en lo que se refiere a la
comprensión de la gravedad de lo que ocurre, de la batalla que se está librando, y de lo que cada
uno puede aportar con perspectivas creativas y superadoras, es imposible pensar que los
espacios institucionales no estén atravesados por ella. Las que conforman el sistema de
educación superior no son la excepción a la regla. Precisamente la educación superior requiere
ser inmediatamente atendida para evitar que los problemas que aparecen hoy dispersos se
condensen de manera irreversible.
La educación superior es uno de los ámbitos más adecuados para la generación de nuevas
ideas, modelos productivos, energéticos y tecnológicos, que permitan ir dando pasos hacia la
construcción de una sociedad distinta, en pos de las estrategias para el desarrollo nacional. Pero
también debe ser un ámbito de oportunidades para el conjunto, para una mayoría mucho más
amplia de la que hoy asiste. Porque en los recursos humanos que allí se forman también estarán
las posibilidades de repensar modelos y soluciones. Hay que fomentar la generación de una
mayor masa crítica en beneficio del conjunto.
Al hablar de Educación Superior referimos a las universidades y a los Institutos Superiores de
Formación Docente y de Formación Técnico Profesional, entre otras y que convierten a la
educación post secundaria en un campo poblado de diversas demandas y posibilidades.
La crisis afecta al conjunto del sistema de Educación Superior con sus particularidades porque la
crisis es civilizatoria y las instituciones que conforman el Nivel han sido un significante
fundamental de la civilización que hoy se resquebraja.
En particular, la universidad es reflejo de los resabios del pasado y de las luces del futuro de
cada tiempo, y la forma universitaria de la política es la traducción de los conflictos, las
necesidades y los obstáculos que tiene la sociedad en materia de distribución de la cultura entre
y dentro de las distintas generaciones, clases sociales, sectores étnicos, culturales, entre otras
cuestiones.
Durante el siglo XX, cuando la universidad clamaba o se silenciaba, era necesario prestarle
atención. Hoy es más urgente aún prestar atención a sus silencios y a sus espasmódicas
virulencias. Silencios y protestas suelen articularse repentinamente, si no se los interpreta y no se
resuelven a tiempo los problemas que expresan.
El mercadeo de la pertinencia, los intereses de Occidente.
La situación actual de las universidades occidentales es desconcertante. Antes que multiplicarse
voces clamando por el rescate de ese interés general, que las habitó durante casi dos siglos, se
ha fragmentado el "demos" universitario confundiéndose con intereses que la alejan de la
universalidad del saber que estuvo en su origen. A la vez que la comprometen con intereses
particulares y dispersos en el océano del mercado.
El golpe que el neoliberalismo propinó al sistema capitalista, al cual pertenece, afectó a todas las
formas de producción y transmisión del saber. Tanto la forma de universidad humboltiana como la
napoleónica quedaron descolocadas porque el rumbo que tomaron las cosas les impidió generar
una herencia superadora, adaptarse al progreso con el cual, en buena medida, habían
colaborado aportando conocimientos y mejorando la cultura de sucesivas generaciones. Esa
insuficiencia es notable en el caso europeo, que no ha tenido la capacidad de generar formas de
producción y transmisión del saber universitario dentro de su tradición cultural, liberal o
conservadora.
La derrota de los modelos europeos modernos de universidad fue un aspecto de la derrota de la
cultura latina por la cultura anglosajona, de la cultura europea en manos de la estadounidense.
La erosión fue rápida, si se considera la varias veces centenaria edad de las universidades
europeas. Veinte años después del triunfo de los Aliados sobre el más siniestro intento de control
de la humanidad, las universidades europeas vibraban en movimientos ubicados en el imaginario
de la liberación social. Una década más tarde, una inédita tecnología del control de la enseñanza,
el aprendizaje y la investigación invadió las aulas, generada por grandes entidades financieras
internacionales, las mismas cuyo modelo causaría el crack de todo el sistema económico social a
principios del actual siglo. Exigirían "pertinencia" de las universidades al Mercado.
Herida culturalmente, Europa selló el Acuerdo de Bolonia, reconociendo el agotamiento de
ambos modelos universitarios de la modernidad, puso en una placa de bronce a su Universidad,
e inició la construcción de un sistema de educación superior profundamente contradictorio con la
CONSULTA HACIA UNA NUEVA LEY NACIONAL DE EDUCACIÓN SUPERIOR 429
Comisión de Educación – Honorable Cámara de Diputados de la Nación
universalidad del conocimiento. Emprendió la homogeneización de planes y programas hasta
llegar a exigir planillas miméticas que registran al docente, al investigador y al alumno como
números de un presupuesto que consideran el peso muerto que el Estado debe descargar.
La contradicción es flagrante: el conocimiento debe ser producido y transmitido a medida de las
reglas del Libre Mercado, pero los instrumentos que se utilizan para alcanzar ese resultado son
de un alto control de todas las operaciones de mercadeo de conocimiento. La irracionalidad del
capitalismo neoliberal, el que, empero, ha crecido en la matriz de la más alta escala alcanzada
por la razón humana en materia de ciencia y tecnología, carcomió las fronteras que diferenciaban
la vorágine del mundo económico del espacio de producción y transmisión de bienes simbólicos,
en lugar de actualizar lazos productivos y creadores entre una y otra tarea humana.
La modernidad propia, el paradigma latinoamericano.
Es conveniente recordar el linaje de las universidades latinoamericanas para sostener que ni su
crisis es idéntica a la de las universidades europeas, ni las soluciones que tengan alguna
viabilidad podrán ser las mismas. Huelga decir una vez más que mirar nuestros problemas
sociales y culturales en espejo ajeno solo nos devuelve una deformación al servicio de poderes
extraños que irremediablemente encuentran cómplices en el sostén de necesidades y controles
externos.
En América Latina la herencia de las viejas universidades de Salamanca y Bolonia fue
atravesada por el liberalismo francés. La orientación de las universidades hacia la formación de
profesiones se adecuó a las vicisitudes de las nuevas repúblicas, que quedaron ubicadas en la
periferia de la sociedad industrial avanzada. El Movimiento Reformista de 1918 puso de
manifiesto que las universidades latinoamericanas estaban descolocadas respecto de sus pares
europeas y norteamericanas para las cuales sus reclamos eran extraños. Detrás de las
universidades latinoamericanas ha crecido siempre la utopía de una modernidad propia.
El Espacio Europeo de Educación Superior se ha constituido sobre una historia, una tradición y,
sobre todo, de alianzas económico-políticas provenientes de la lucha por la hegemonía dentro de
la Unión Europea y entre esta última y los Estados Unidos. A nosotros nos toca construir un
Espacio Latinoamericano de Educación Superior. Si en 1918 la juventud universitaria
latinoamericana emprendió un camino distinto, ¿cómo no podríamos hacerlo casi un siglo
después, en una situación donde se han tensionado fuertemente las articulaciones
internacionales que subordinaban a nuestros países, sometidos mediante deudas externas
impagables, balanzas deficitarias y la lógica de la economía financiera rigiendo sobre nuestro
aparato productivo y nuestra vida social?
Las sociedades latinoamericanas han acumulado dolorosamente experiencias que les permiten
definir con claridad qué es una crisis; todos nuestros pueblos han desarrollado saberes de
sobrevivencia, tecnologías de subsistencia y, en el presente, no solamente han ensayado
modelos de gobierno orientados hacia la independencia económica, la soberanía política, la
justicia social y la democracia, sino que muchos países lo han hecho con signo propio, como
políticas de Estado, donde la educación ha tenido un trato preferencial. Probablemente sea
América Latina el lugar donde se avanzó más en una educación superadora del modelo
normalista liberal europeo, que recibió como legado. Encontramos lineamientos, tradición y
experiencias desde la reforma educativa mexicana comenzada en los años veinte, las reformas
nacionalistas populares -en especial la del primer peronismo-, pasando por las grandes
campañas de alfabetización en Cuba y Nicaragua, los modelos educativos de los municipios
brasileños, hasta las políticas educativas de gobiernos actuales como los de Ecuador, Bolivia,
Venezuela, Nicaragua y Uruguay, línea en la cual se ubican las reformas legislativas que se
realizaron durante el gobierno de Néstor Kirchner.
Debe admitirse que la extensión de la cultura y la escolarización en América Latina, tuvo siempre
como motor las políticas que representaron a las grandes masas y requirieron de la educación
para poner sostener políticas de desarrollo. Esas políticas forman parte de una clara concepción
educativa, que asume políticas educativas universales, inclusivas, que otorgan protagonismo a
los pueblos, que se vinculan con la producción y el trabajo antes que con el Mercado, que buscan
la producción de saberes para una distribución justa de la riqueza material y simbólica. En todos
los casos, se combinan soluciones a problemas educativos residuales de la modernidad y se
profundiza el destino democrático popular de la política educativa.
La centralidad del Estado, el presente argentino.
Durante el gobierno de Néstor Kirchner se dieron pasos importantes para reorganizar el sistema
escolar, superando la legislación neoliberal y poniendo en marcha un sistema cuyo eje ético-
político es la educación común ensamblada con el respeto por las diferencias, que establece
articulaciones entre la educación, el trabajo y la producción y atiende a la integralidad de la
formación básica de todos los argentinos. Durante las consultas y los debates que precedieron a
las nuevas leyes nadie se detuvo para cuestionar el sentido y las finalidades de la educación
primaria o secundaria. La pregunta formulada desde la derecha liberal se refería a la falta de
FUNDAMENTOS
Señor presidente:
La Ley de Educación Superior 24.512 fue sancionada durante el auge del neoliberalismo social,
político y económico para reorientar el proceso educativo y adaptarlo simultáneamente a las
exigencias del mercado y al fuerte debilitamiento del rol del Estado Nacional en materia
educativa. A esto apuntaban también la transferencia de los servicios educativos nacionales a las
provincias y el correlativo desfinanciamiento nacional.
A las características propias de este diseño educativo se agregó la elevada conflictividad social
como producto principal del desempleo devenido de las privatizaciones y de la apertura
indiscriminada de la importación
La Ley Federal 24.195 también acompañó este proceso mostrando su absoluta incapacidad para
producir los cambios educativos que proclamaba. Una realidad que, sin duda, fue abonada por la
falta de voluntad política de dar cumplimiento a aspectos que, como el financiamiento, nunca
contó con la efectiva decisión de implementarlo.
Finalmente sólo condujo a la desestructuración del sistema y al fracaso. Por eso a pocos años de
su implementación, en el 2006 se produjo su derogación.
En cuanto a la modificación o derogación de la ley de Educación Superior, debemos repensar el
rol que le cabe a la educación en el contexto socio político actual. Junto a la crisis del
capitalismo, las debilidades evidentes de las democracias occidentales, los fracasos del
socialismo real, la pérdida de institucionalidad deben nacer nuevos paradigmas civilizatorios para
hilvanar nuevas respuestas a este mundo desafiante, conflictivo, interconectado, injusto casi
siempre, y crecientemente deteriorado por los modos de producción y consumo "legitimados"
desde la óptica de un desarrollo desvinculado de sus consecuencias humanas, sociales,
culturales y naturales.
La educación pública debe arraigar miradas generosas, plurales, éticas, no discriminatorias y
profundamente respetuosas de la vida en la Tierra. Este es el único Planeta que habitamos,
nuestra casa grande y nuestra inteligencia colectiva deberá construir las alternativas para que la
FUNDAMENTOS
Señor presidente:
A más de una década de su promulgación se encuentra abierto el debate en torno a la Ley de
Educación Superior y el Poder Ejecutivo ha adelantado opinión en el sentido de modificarla,
adecuando su accionar al nuevo marco normativo legal. Al mismo tiempo la discusión sobre el
futuro de la universidad pública ha ganado espacio en los medios de comunicación, resonando
en foros, encuentros y seminarios donde comienzan a plantearse las diferentes estrategias y
posiciones.
Debemos destacar que hasta 1995, la Argentina carecía de un instrumento legal que regulara el
funcionamiento de la educación superior en su conjunto. Las normas vigentes hasta entonces
provenían de la agregación y en ocasiones de la superposición de leyes, decretos y resoluciones
ministeriales diversas. La ley n º 24521, fue concebida como un marco regulatorio amplio y
unificador del sistema que facilitara la articulación y el desarrollo de todas las instituciones de
nivel superior, universitarias y no universitarias.
La ley vigente, aunque controvertida, estableció parámetros de funcionamiento en el sistema de
educación superior que entendemos deben preservarse, como la incorporación de procesos de
evaluación institucional interna y externa, y un mecanismo de acreditación de carreras, y ciertas
herramientas para alcanzar el mejoramiento de la calidad y la modernización de las instituciones
de educación superior.
La iniciativa que hoy proponemos plasma en la regulación del nivel superior las disposiciones
establecidas en la Ley Nacional de Educación nº 26206 respecto del Instituto Nacional de
Formación Docente.
Asimismo recoge la experiencia de la última década y cubre las problemática más compleja en
materia universitaria: autonomía, financiamiento y calidad. Entendemos que el concepto de
autonomía es el principio básico de la universidad pública reformista, ratificado en la Constitución
Nacional desde 1994 y en orden a preservarlo consideramos que debe otorgarse a los estatutos
de cada casa de estudios su verdadera jerarquía: la de regular y establecer la vida universitaria.
En el mismo sentido se establece taxativamente los supuestos y condiciones en los que puede
tener lugar una intervención en las casas de estudios superiores, porque la intervención debe ser
un remedio absolutamente excepcional y autorizado judicialmente.
Otro aspecto central en el debate son los mecanismos de acreditación y evaluación de las
universidades. Deben preservarse y fortalecerse dichos mecanismos y por ello proponemos
jerarquizar más el sistema mediante la creación de una Agencia Nacional de Evaluación y
Acreditación Universitaria (ANEAU), integrada por 12 miembros, designados por el Poder
Ejecutivo nacional a propuesta del Consejo de Universidades Nacional, el Consejo de Rectores
de Universidades Privadas, la Academia Nacional de Educación, las Cámaras del Honorable
CONSULTA HACIA UNA NUEVA LEY NACIONAL DE EDUCACIÓN SUPERIOR 461
Comisión de Educación – Honorable Cámara de Diputados de la Nación
Congreso Nacional, y el Ministerio de Educación. Es importe reforzar la cultura de la evaluación,
tanto interna como externa, convirtiéndola en un elemento esencial y continuo, fundamental para
el diseño de proyectos, programas y estrategias de transformación y mejoramiento de la calidad
de la enseñanza impartida y la investigación desarrollada.
En el presente proyecto abordamos el tema del financiamiento de la educación terciaria,
superando la antinomia gratuidad versus arancelamiento. Los estudios universitarios no son
gratuitos para los ciudadanos, muchos de los cuales no irán ni enviarán sus hijos a la universidad
y los recursos del sector deben ser asignados y utilizados con eficacia y transparencia. Por ello
proponemos que manteniendo la vigencia del principio de gratuidad de la enseñanza y
reafirmando la responsabilidad primaria en el Estado nacional, se establezca una contribución
adicional para todos los profesionales que obtengan su título de grado en las Universidades
Nacionales.
Dicha contribución será efectiva a partir del momento en que la situación fiscal de los graduados
alcance quede comprendida dentro de ciertas categorías: contribuyente al impuesto a las
ganancias: contribuyente de la 4ta. categoría de impuesto a las ganancias, monotributistas de
categoría C o superior a ésta; y consistirá en un incremento del 10% en el monto tributado en los
todos los casos.
El monto recaudado será afectado al Fondo Universitario de Fomento de Igualdad de
Oportunidades, en virtud del cual ningún habitante en condiciones de cursar estudios superiores
se verá impedido de hacerlo por motivos económicos. Por su parte, los profesionales egresados
con anterioridad a la vigencia de la presente ley, podrán voluntariamente adherir al presente
régimen mediante manifestación fehaciente ante la AFIP y por el tiempo que cada uno de ellos
determine.
Asimismo, se establece un sistema objetivo de reparto de recursos con el fin de acotar la
discrecionalidad de Poder Ejecutivo y fomentar la transparentar en la asignación y eficiencia en la
administración de los recursos.
Finalmente, la presente iniciativa nos permite cumplir con los requerimientos del Consejo de
Universidades nacional (CIN) que en su último documento y con vista al proceso de modificación
del marco legal vigente expresó " la necesidad de establecer un sistema universitario que
garantice la educación pública, libre y gratuita, que asegure condiciones efectivas de inclusión,
que sea proactivo, plural, comprometido, que brinde una formación de calidad en grado,
posgrado, investigación y extensión, que promueva una activa participación de todos los
miembros de la comunidad universitaria y, entre otras cosas, que posea un sistema de
financiamiento público".
Satisfacer esa necesidad nos exige una ley marco flexible, que respete la autonomía universitaria
y que contribuya a sustentar un proceso de transformación en las instituciones de educación
superior para alcanzar mejores resultados y mayor calidad institucional.
La presente iniciativa cumple con estos postulados y por ello solicito a mis pares la aprobación
del presente proyecto de ley.
FUNDAMENTOS
Señor presidente:
Queremos comenzar este análisis refiriéndonos al necesario diálogo sobre el presente y el futuro.
Y decimos futuro porque no de otra cosa se trata la discusión sobre una legislación que avance
sobre la definición de un rol que debe cumplir la Educación Superior de Argentina, en el marco de
la estrategia para lograr un modelo de país con desarrollo autónomo, con justicia social, con
soberanía política e independencia económica y sus políticas de inclusión social, de distribución y
democratización del saber y de la producción y distribución del conocimiento científico,
tecnológico y cultural, útil para el proceso de construcción de la Nación de cara a nuestro
segundo centenario.
Al respecto, un primer aspecto a considerar lo constituye la necesidad de trazar un marco político
para el análisis situacional y la definición de Políticas de Estado tomando en consideración la
Argentina del 2007. Ello nos lleva a destacar que -si bien ingresamos como Nación al siglo XXI
en un contexto de crisis y emergencia política, económica y social- hoy podemos constatar que
las Políticas de Estado desarrolladas en los últimos años introdujeron un giro sustantivo para
enfrentar y revertir ese contexto de emergencia, por:
a) La implementación de un modelo de desarrollo económico de plena producción con
generación de riquezas y empleo, con inclusión social y territorial y con implementación de
políticas de desendeudamiento del país. En síntesis, estímulo a las políticas de producción por
sobre las de especulación para la creación de empleo y erradicación de la pobreza; y,
b) El respeto por los derechos humanos y sociales y la plena vigencia de la democracia,
instrumentando políticas participativas para todos los sectores de la ciudadanía, organizaciones e
instituciones, que enfatizan la participación y responsabilidad social, como valor y eje de la
recuperación de la sociedad en su conjunto.
Estos aspectos nos permiten señalar la existencia de una clara decisión del pueblo argentino y
de todas las instituciones políticas y sociales, de avanzar en la producción de los cambios y
transformaciones del país, para posibilitar el desarrollo integral de la Nación y la construcción de
una sociedad cada vez más justa y participativa.
Simultáneamente con los cambios estratégicos instrumentados en las políticas de desarrollo,
debe reconocerse asimismo trascendentes modificaciones en las políticas educativas operadas
en el mismo contexto, los que también señalan con claridad el cambio conceptual y político que
marcan un nuevo rumbo para avanzar en la transformación de la educación superior, la ciencia y
la tecnología.
A ello nos referimos cuando mencionamos que se sale de un contexto de emergencia educativa,
a partir del diseño e instrumentación de políticas estratégicas para el desarrollo de la educación
nacional, gestionadas desde una serie de leyes fundamentales:
a) La Ley de Educación Técnica, que recupera la estructura institucional y vigencia de la
educación técnica en la formación de recursos humanos especializados;
b) La Ley de Financiamiento Educativo, que determina al 2010 la asignación del 6% del PBI
como presupuesto de base para la educación en nuestro País;
c) La Ley de Educación Nacional, que entre otras cuestiones fundamentales determina la
obligatoriedad del Nivel Medio, es decir la enseñanza secundaria para la totalidad de la población
argentina.
Estas perspectivas a nivel de políticas de desarrollo nacional y de políticas orientadoras de la
educación general, perfilan la necesidad inmediata de generar el análisis y toma de decisiones
para transformar la Educación Superior en una de las herramientas centrales para que la Nación
disponga de las capacidades humanas y conocimientos necesarios para concretar la decisión de
construir un País con pleno desarrollo.
Señor Presidente, en un período de la humanidad signado como el de la sociedad que está
basada en el conocimiento, debemos tomar en consideración como bases fundantes para la
definición de lineamientos que determinen la incorporación de la educación superior a todo el
tejido social e institucional del País, a la explosión de la información, el conocimiento y las
tecnologías, a su rol en el marco de las transformaciones sociales para contribuir a un desarrollo
con equidad, a la revitalización de la necesidad de generar conocimiento útil para el desarrollo
FUNDAMENTOS
Señor presidente:
Este proyecto se presenta con referencia al Expediente 5263-D-2008 que fuera presentado con
anterioridad.
Debemos comenzar, como primera medida para fundamentar este proyecto, por determinar lo
que consideramos por "educación"; desde una mirada nacional y latinoamericana, entendemos a
la educación como una herramienta imprescindible a la hora de la transformación social, aquel
derecho humano fundamental que se presenta como la condición de posibilidad para el efectivo
goce y ejercicio de todos los restantes derechos fundamentales, particularmente los económicos
sociales y culturales.
La Educación en tanto Derecho Humano, atraviesa la configuración de otros tantos intereses
jurídicamente protegidos cuya ligazón con aquella, nos remite de forma inmediata a la cuestión
que juzgamos central para esta época: las políticas públicas de inclusión social.
Sabemos que la Educación Superior, sea en el ámbito nacional o regional, históricamente ha sido
un reducto de los sectores de altos ingresos y en todo caso, un recurso de ascenso social para
buena parte de las capas medias de nuestras sociedades. En esos términos, el poder simbólico
de la Educación Superior, la convierte en terreno de disputa de cara a la apropiación del
conocimiento y sus lógicas inmanentes.
En este sentido, la educación se constituye como la base sobre la que se asienta la verdadera
distribución de la riqueza de un país, por su condición estructural. Es posible asumir que la
educación opera como instrumento que contribuye a la construcción de la igualdad, aunque al
mismo tiempo puede funcionar a título de brazo ejecutor de la discriminación social. "Se
descubre así una manera de entender la relación entre educación y sociedad que precede los
hechos y por lo tanto los determina." (1)
Como adelantamos, entendemos a la Educación Superior y a los saberes en general, como
campo estratégico en el que se expresa una disputa. Comprender estos espacios como
elementos dinámicos e inmanentes a la sociedad en los que también acontece la confrontación
en tanto política, nos permite discernir -y por lo tanto poner en debate- actores e intereses,
razones y motivos determinantes de la acción que pretende significar cierta configuración
jurídica.
Asumir este "estado de la cuestión" se convierte en tarea productiva en la medida en que se
complemente con la defensa de los logros alcanzados en todos los niveles educativos y la
posibilidad cierta de pensar, o re pensar colectivamente sobre las falencias del sistema actual.
Los nuevos objetivos que nos coloquen a la altura de las circunstancias, sólo serán alcanzados
asumiendo la política en tanto guía para la acción y herramienta de los sectores populares en pos
de la transformación de la sociedad.
Además de un horizonte producto del consenso, necesitamos un diagnóstico acertado que se
erija como pilar fundamental a la hora de transitar los nuevos caminos de cara a los objetivos
propuestos.
Así las cosas no podemos dejar de observar que la ley de transferencia a las provincias y a la
El problema de los altos niveles de deserción y del ahogo presupuestario que ha producido el
devenir del sistema de Educación Superior solo se resuelve con políticas integrales que
necesariamente conllevan un incremento del presupuesto destinado por el Estado Nacional con
miras al desarrollo de mediano y largo plazo tendiente a preparar el camino a la universalidad de
la Educación Superior.
La Educación como un sistema complejo y articulado
Otra problemática que atraviesa la educación en general y la educación superior en particular, es
la falta de articulación entre los componentes de todo el Sistema Educativo.
La vinculación con los niveles primario y secundario de enseñanza, se ha visto menoscabada por
variadas causas. Producto de ello es que la mayoría de los egresados del nivel medio de
educación no se encuentren preparados para ingresar al nivel superior de enseñanza.
Por los motivos expuestos en los dos parágrafos anteriores, entendemos que desde el Sistema
de Educación Superior se deben trazar estrategias para integrar a los diversos niveles a través
de un trabajo conjunto y articulado, traduciéndose en un proceso de inclusión y mejora de los
niveles educativos, propiciado por la responsabilidad compartida de las autoridades de cada nivel
de enseñanza y con una presencia clara y transparente del Ministerio de Educación, que es
quien tiene la responsabilidad de planificar y llevar adelante políticas públicas homogéneas y
coherentes basadas en diagnósticos serios y profundos sobre las demandas sociales y su
respuesta educativa.
Diferente es la situación de la articulación en el interior del Sistema de Educación Superior, ya
que en el mismo coexisten tanto las instituciones universitarias como los institutos de formación
docente y técnico-profesional, estos últimos, poseyendo una estructura diametralmente opuesta a
las primeras, significando ello una ruptura dentro del mismo Sistema.
No obstante las marcadas diferencias de estructura entre las distintas instituciones de educación
superior, desde nuestra perspectiva planteamos, como deber de las instituciones, el crear
mecanismos eficaces para facilitar el cambio de modalidad, de orientación o de carrera, la
continuación de los estudios en otros establecimientos sean universitarios o no y el control sobre
la interposición de los planes educativos, tanto entre los mismos institutos de educación superior
como entre estos y las universidades.
Por tal razón, consideramos que deben ser los Consejos Regionales de Planificación de la
Educación Superior los encargados de la articulación entre las instituciones universitarias y los
institutos de formación docente y técnico-profesional.
Institutos de Formación Docente y Técnico Profesional
Los Institutos de Formación Docente y Técnico-Profesional, se encuentran en un lugar
estratégico de todo el Sistema Educativo, ya que son el principal espacio formador de formadores
para todos los niveles de educación.
Producto del proceso de mercantilización de la educación que tuvo su punto culminante en la
década del '90, la regulación de estos institutos se descentralizó hacia las provincias y se debilitó,
facilitando las condiciones para la creación de gran cantidad de institutos de gestión privada que
responden sólo a intereses particulares, en detrimento de los intereses de la sociedad en su
conjunto, y en particular, de la región en la que se encuentran insertos.
Este proceso no fue exclusivo de Argentina, esto sucedió en toda Latinoamérica, así lo
demuestra la concepción de la educación para la UNESCO en los años '70, definiéndola como "la
formación, mantenimiento y oferta de los recursos humanos".
FUNDAMENTOS
Señor presidente:
Versión taquigráfica
En Buenos Aires, a los dieciséis días del mes de abril de 2008, a la hora 9 y 30:
jefe de gabinete del Ministerio de criterio que hemos estado siguiendo todo el
Aclaro que están presentes diputados educativas como políticas de Estado. […]
complejo, ya que no habrá sesión esta menos importante, pero quiero también
tarde, entre otros motivos porque hay destacar todo lo que tiene que ver con el
muchos diputados que están en Ciudad del tema universitario. Este es un aspecto con
muy importante. De todas maneras, están involucrados junto con el Poder Ejecutivo y
por lo que cumplimos todos los requisitos y universitaria. Existe una demanda
La idea sería que el señor ministro nos es adecuado a la realidad del país ni
Versión taquigráfica.
En Buenos Aires, a los veintiséis días del mes de agosto de 2009, a la hora 9 y 33:
Diputado Bloque
Empleados: Miguel Abrain; Gloria Alonso Alcorta; María Gabriela Buscaglia; Enrique Claudio
Fernández; Lautaro Pereira; Mirta Radinja; Graciela Raele; Tomás Sarmiento