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EL REINO DE
GRANADA Y LOS MORISCOS
Population, wealth and power: the moorish and the Kingdom of
Granada
Aceptado: 7-10-97.
RESUMEN
Uno de los axiomas más importantes del mercantilismo es que población es poder.
Pero la monarquía de Felipe II considera que sólo es poder si los súbditos son leales
a la fe católica. De ahí que se planifique, primero, la aculturación de los moriscos y,
luego, su expulsión. El problema que se plantea, tras su repartición por la Corona de
Castilla, es el vacío poblacional —la corona trata de cubrirlo con la repoblación— y
el descenso de las rentas reales, asunto especialmente grave. Pues todos sabían que
Granada en buena parte es territorio de frontera y que no podrá autofinanciar su
defensa, simplemente porque no tenía recursos.
Palabras clave: Población. Poder. Moriscos. Granada. Frontera. Repoblación. Fiscali-
dad.
ABSTRACT
One of the most important axioms of mercantilism is that population is power. But
the monarchy of Philip II considers that it is only power when the subjects are loyal
to the catholic faith. From that we can deduce the planning of the integration of the
moorish population and their expulsion afterwards. After their distribution among the
territories of the crown of Castile arosed the question of the population void —the
crown tries to cover it up throught the repopulation— and the descent of the royal
revenue, an extremely serious matter. Everyone knew that Granada was mainly a
border territory and that it would not be able to self-financing its defence, simply
because it did not have the necessary resources.
Key words: Population. Power. Moorish. Granada. Border. Repopulation. Tax system.
28. Es la opinión del doctor Velasco a finales de 1570, cfr. Ibid., p. 217.
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29. VINCENT, B., “La repoblación del reino de Granada (1570-1580): el origen
de los repobladores”, en BARRIOS, M. y ANDÚJAR, F. (eds.), Hombre y territorio en
el reino de Granada (1570-1630), Granada, 1995, p. 47.
30. Cit. por MUÑOZ BUENDÍA, A., op. cit., p. 438.
31. Art. cit. en la nota 29, p. 49.
32. Concretamente el 84%, BRAVO CARO, J. J., Felipe II y la repoblación del
Reino de Granada. La taha de Comares, Granada, 1995, p. 177.
33. El 87,8% según BENÍTEZ SÁNCHEZ-BLANCO, R., Moriscos y cristianos
en el condado de Casares, Córdoba, 1982, p. 237.
34. En torno al 75% en Atarfe y Alfacar, BARRIOS, M., Repoblación de la vega
de Granada en tiempos de Felipe II, Granada, 1985, pp. 102-110, y Alfacar morisca
(un lugar de la vega de Granada en el siglo XVI), Granada, 1984, pp. 107-108.
sumaban 415, en 1578, sólo quedaban 307, de los que 46 eran oriundos
de Almería”35.
La repoblación, por lo que al contingente humano se refiere y vista
desde los lugares a repoblar, no fue un éxito, pero tampoco el fracaso
que tantas veces se ha dicho —el caso de Almería no es el más signi
ficativo—. Si se considera que el reino de Granada pierde con la guerra
y la expulsión un máximo de entre 120.000 y 130.000 personas y se da
por buena la cifra de 47.657 repobladores que dan las autoridades para
1576, incluso admitiendo que disminuyan algo en la última década del
siglo, podría afirmarse que la repoblación había sido un éxito, al menos
relativo, pues según los círculos gubernamentales un cristiano valía (en
términos de poder) por dos o tres moriscos.
Desde el punto de vista de la corona hay que reconocer que fue un
fracaso. El poder pretendía clarísimamente que los que se avecindaran
en el reino de Granada fueran personas de Castilla, sobre todo la Vieja,
de Galicia y de la cornisa Cantábrica y prohibía expresamente que
ningún repoblador fuera del reino de Granada, tanto en 1571 como en
1577 y 1578. La razón es clara: “porque si se diese lugar que se
admitiesen a la dicha poblaçión pobladores naturales dese reyno, sería
causa que por poblar unos lugares se despoblasen otros”36. Ninguna de
las dos condiciones se cumple. La repoblación gallega resulta un fraca
so. Es más, supone la pérdida de un contingente poblacional de cierta
consideración para el estado —y población es poder—. Y los repobladores
del propio reino de Granada representan a la altura de 1580 más del
15% del total. Por otra parte, la inmensa mayoría de los neopobladores
—ya se ha visto— eran andaluces o del cercano reino de Murcia. Poco
se ganaba, como admitía el monarca, en despoblar unos lugares para
repoblar otros.
Pero la corona no tenía otra solución. Hacía mucho tiempo que la
frontera se había trasladado al mar y si se había expulsado a los moriscos,
aparte de consideraciones religiosas, es porque el monarca no los con
sideraba políticamente fiables. Ahora bien, la expulsión conlleva la
despoblación. Y un territorio sin hombres no puede hacer frente a
cualquier enemigo. Sin hombres, o con muy pocos, el reino de Granada
podía convertirse en algo parecido a esa frontera danubiana que descri
be Claudio Magris37, precisamente en un momento en que el estado
40. Cit. por CAMPOS DAROCA, M. L., “Las rentas particulares del reino de
Granada tras la expulsión de los moriscos en 1570. La farda y la renta de población”,
Chronica Nova, nº 16, p. 61.
41. Memoria de la renta de población del Reino de Granada, Granada, 1799, p. 10.
42. VINCENT, B., “Las rentas particulares del reino de Granada en el siglo XVI:
fardas, habices, hagüela”, Dinero y Crédito (siglos XVI al XIX), Madrid, 1978, p. 275.
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tenida por estéril, no es por defecto de la tierra, sino por falta de gente...
que la tierra es acomodada para producir quanto conviene a la vida
civil, y si fuese favorecida la labranza y crianza, podría mantener
innumerable gente”. Y añade: “bien se vio esto en el reino de Granada,
que sustentaba más caballos y gentes contra el reyno católico que agora
hay en toda ella”43. Es decir, el reino de Granada era rico, era poderoso
(podía mantener un gran ejército), porque estaba poblado, —por gente
que se dedicaba a la labranza y crianza—, útilmente poblado. Lo con
trario, se lee entre líneas, es lo que sucede ahora, no sólo en Granada,
sino en toda España.
A pesar de esto, algunos siguen pensando que “en España hay más
de trescientos mil enemigos... todos son moros, tan enemigos como los
que están en Berbería”44, pues viven “en su torpe ley”45. ¿Cuál era la
solución? Por lo que respecta al reino granadino debía completarse la
expulsión. Según estima B. Vincent hacia 1580 permanecen aún de
10.000 a 15.000 moriscos, entre los que se quedan, por la razón que
fuera, y los que vuelven. El 1 de noviembre de 1582 el reymanda al
presidente de la Chancillería que los repatriados “se recojan en la parte
que fuere más conveniente” y “que haviendo començado a caminar los
que se recogieren en el día señalado se an de prender y buscar con
diligencia los que no se hubieren recogido y que los que se hallasen de
17 años arriba hasta los 50 útiles para galeras se lleven a ellas”, quedan
do como esclavos los mayores de 50 años, los inútiles para galeras, los
jóvenes de 14 a 17 años y “todas las mugeres de 14 años arriva que no
se ovieren recogido”46. Poco después, por R.C. de 28 de noviembre de
1583 se ordena que “se sacasen de ese reino todos los moriscos que en
él estaban”. Unas 3.500 personas se ven obligadas a tomar el camino de
Castilla —otras lo habían hecho antes por distintas razones— 47. No era,
ni mucho menos, el remedio. El reino de Granada estaba falto de gente.
Y lo que se hacía era expulsar a unos miles de moriscos que de ninguna
manera eran ya un peligro para la monarquía. Si eran enemigos sólo lo
eran desde el punto de vista de la fe, no desde el político.
La expulsión de buena parte de los moriscos que todavía quedan en
el reino de Granada no hace otra cosa que agravar la situación a que me
48. CONTRERAS GAY, J., “La organización militar de la costa del reino de
Granada y su financiación en la época moderna”, Del Antiguo al Nuevo Régimen.
Estudios en homenaje al profesor Cepeda Adán, Granada, 1986, pp. 13-14.
49. Asciende a 340.000 ducados en 1621, DOMÍNGUEZ ORTIZ, Política y
Hacienda de Felipe IV, Madrid, 1960, p. 217, y a 480.00 en 1629, GÓMEZ, I., “La
intervención de la Chancillería de Granada en el Consejo de Población y en la admi
nistración de la renta de población” (en este mismo volumen).
50. “La nueva frontera. El reino de Granada ante el mundo islámico en el siglo
XVI”, La frontera oriental nazari como sujeto histórico, Almería, 1997, p. 602.
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