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FACULTAD DE DERECHO Y CIENCIAS POLÍTICAS

ESCUELA PROFESIONAL DE DERECHO


SEDE - HUARAZ

CURSO : DERECHO DE CONTRATOS


PROFESOR : Dra. ANICETO NORABUENA, Úrsula Rosalía
CICLO : VIII
TURNO : Noche.
SEM. ACADÉMICO : 2018 – II
TRABAJO : Monografía.
TEMA : “Contrato a favor de terceros”
FECHA : 30 de setiembre del 2018
ALUMNOS : VALENZUELA DIAZ, Walter

Huaraz – Perú
2018
PRESENTACIÓN

En el presente trabajo se expone una síntesis del tratamiento dado en nuestro Código Civil
sobre los Contratos a favor de terceros. Presentare panorama del tratamiento dado al artículo
1457 del Código Civil. Nociones generales que enmarcan este tema así como características y
relaciones jurídicas que surgen de este tipo de contratos.
INTRODUCCION
Si bien por el contrato en favor de tercero, el promitente se obliga frente al estipulante o
promisorio a ejecutar una prestación de dar, hacer o no hacer, las partes intervinientes será: el
promitente, el estipulante. Este contrato como cualquier otro contrato entre dos partes se
forma por el acuerdo de éstas para crear una relación jurídica obligacional, con la
particularidad que éste contiene una cláusula llamada estipulación en virtud de la cual los
efectos se producen en vía directa e inmediata en el patrimonio de un tercero.

Ahora bien cualquier contrato nominado o innominado es susceptible de convertirse en un


contrato en favor de tercero. Como el tercero no interviene en la celebración del contrato,
corresponde al estipulante y al promitente, que sí intervienen, modelar el derecho del tercero
como mejor les parezca, en punto a su contenido y alcance. La única limitación que tienen es
que el derecho del tercero debe constituir para éste un beneficio neto.
CONTRATO EN FAVOR DE TERCERO

1. DEFINICIÓN LEGAL:

Artículo 1457º.- Por el contrato a favor de tercero, el promitente se obliga frente al


estipulante a cumplir una prestación en beneficio de tercera persona.
El estipulante debe tener interés propio en la celebración del contrato.

2. NOCIONES GENERALES.-

 Por el contrato en favor de tercero, el promitente se obliga frente al estipulante o


promisario a ejecutar una prestación de dar, hacer o no hacer, en beneficio de tercera
persona que no es parte en la relación contractual, siempre que el estipulante tenga
interés propio en la celebración del contrato.

 Las partes intervinientes en el contrato bajo análisis son: el promitente, que se obliga a
la prestación a favor de tercero, y el estipulante, que designa a la persona del tercero,
quien tiene interés propio en derivar los efectos jurídicos propios del contrato en el
patrimonio del tercero designado.

 El contrato a favor de tercero como cualquier otro contrato entre dos partes se forma
por el acuerdo de éstas para crear una relación jurídica obligacional, con la
particularidad que éste contiene una cláusula (llamada estipulación) en virtud de la
cual los efectos se producen en vía directa e inmediata en el patrimonio de un tercero,
como los contratos de seguros de vida, de renta vitalicia, de transportes de
mercaderías, etc. todos a favor de terceros.

Asi, cualquier contrato nominado (típico) o innominado (atípico) es susceptible de


convertirse en un contrato en favor de tercero si se establece que todos sus efectos
favorables o parte de ellos son para una persona que no ha intervenido en su celebración.
Como el tercero no interviene en la celebración del contrato, incumbe al estipulante y al
promitente, que sí intervienen, modelar el derecho del tercero como mejor les parezca, en
punto a su contenido y alcance. La única limitación que tienen es que el derecho del
tercero debe constituir para éste un beneficio neto, entendido esto en el sentido que no
puede imponérsele obligación alguna, ni aún bajo la forma de carga 1

Según Messineo citado por De la Puente y Lavalle el beneficio a favor de tercero debe ser
intencional, ósea debe ser específicamente tomado en consideración por las dos partes
como objeto de su propósito. Esto en cuanto a la formación teórica del contrato.

Entonces para que “haya contrato a favor de terceros, es indispensable que las partes hayan
expresamente querido la propia capacidad de tercero de la titularidad de un derecho a
poder pretender él mismo, con propia plena discrecionalidad y directamente del obligado la
ejecución de la prestación prometida, con la consecuencia que el tercero podrá hincar un
proceso contra el obligado, independientemente de las iniciativas y del comportamiento del
estipulante”.

3. CARACTERÍSTICAS DEL CONTRATO EN FAVOR DE TERCERO

1) Es un contrato. Pues por este contrato se crea un beneficio o favor económico para
terceros. Esto se presenta en el mundo moderno con particular intensidad, por ejemplo, el
transporte de cosas en favor de tercero, la renta vitalicia a favor de tercero, el seguro de
vida a favor de tercero. El estipulante y promitente celebran el contrato con el fin de crear
un beneficio económico para un tercero.

2) El tercero debe ser extraño al contrato: Se crea un derecho en favor de un penitus


extranei. El tercero, extraño al contrato, pasa a ser beneficiario de la prestación, de dar,
hacer o no hacer, a cargo del promitente, sin haber tenido intervención en el
perfeccionamiento del contrato del que emana su derecho.
Situaciones que no se pueden calificar como un contrato en favor de tercero:

 Si el tercero es una persona autorizada a recibir el pago, no estamos frente a un tercero


beneficiario, sino ante un mandatario (representación pasiva).

 Si el estipulante actúa representando al tercero no estamos frente al contrato a favor de


tercero, sino ante la representación, directa o indirecta según que actúe provisto o no
de poder.

 Si el estipulante actúa como gestor del negocio del tercero no se puede hablar de
contrato en favor de tercero.

 Tampoco hay contrato en favor de tercero si éste ingresa en el contrato porque una de
las partes le ha cedido su posición contractual o en su calidad de heredero universal de
uno de los contratantes.

En cuanto a la extensión subjetiva del contrato en favor de tercero se puede decir que el
tercero beneficiario puede ser un sujeto determinado o determinable e incluso un sujeto
futuro; el principio general establece que se puede crear un beneficio económico en favor
de un sujeto determinable y aun no existente.

Cuando el tercero es persona determinable, la designación puede ser realizada desde el


momento de la celebración del contrato hasta el momento en que deba ser ejecutada la
prestación.

3) La finalidad del contrato consistirá en crear un beneficio a favor de un tercero:


Que exista la voluntad del estipulante de crear un beneficio a favor de un sujeto ajeno a la
relación contractual, y de parte del promitente, quien conociendo tal propósito, asuma la
prestación a favor del tercero.

Dicho contrato, solo debe contemplar un beneficio para el tercero, sin imponerle ninguna
obligación como contraprestación o cualquier otra onerosidad (de lo contrario dejaría de
ser tercero y obtendría la calidad de parte contratante), sin embargo el beneficio del
tercero puede estar sujeto a plazo o ejecución.

4) Contrato Indirecto: Pues sus efectos jurídicos beneficiosos no son para los
contratantes, sino que se desvían oblicuamente para parar en el patrimonio del tercero. Por
medio del contrato en favor de tercero el estipulante puede pagarle una deuda, hacerle una
donación, prestarle una cantidad de dinero, etc.

5) El estipulante debe tener un interés propio. Para la existencia del contrato en favor
de tercero es necesario el interés propio del estipulante. Morales Hervias señala que, “la
doctrina y la jurisprudencia concuerdan en el sentido que cualquier interés, también de
naturaleza no patrimonial, puede ser idóneo para justificar una estipulación en favor de
tercero. Quien estipula a favor de tercero puede ser incitado por un propósito liberal, vale
decir de la intención de efectuar una atribución a titulo gratuito al tercero; o puede ser
motivado por el propósito de extinguir su deuda en relación a terceros, aún de aquel de
conceder un mutuo o financiamiento al tercero. También es indispensable tener en cuenta
el interés del promitente. En realidad, la referencia al “interés del estipulante” alude
propiamente a la causa del contrato4.

La norma contenida en el párrafo final del art. 1457 del Código Civil exige la existencia
de un motivo válido que determine al estipulante a atribuir la prestación al tercero, o sea
es la causa que justifica la atribución patrimonial al tercero. El interés del estipulante
puede consistir en realizar un acto de liberalidad a favor del tercero o en pagarle una
deuda o en obtener una contraprestación del tercero, es decir, el promitente mediante la
relación de cobertura realiza para el estipulante el fin último de la relación de balota.

Es evidente que el estipulante tiene algún interés económico o moral al atribuir


directamente un derecho al tercero frente al promitente, lo que le permite exigir a éste que
cumpla frente al tercero y le pague los daños contractuales.

El estipulante debe tener un interés que justifique el acto de crear un crédito o de atribuir
directamente un derecho real o de liberar de una obligación al tercero, interés que no es
necesario que coincida con el interés que tiene el tercero como acreedor de la prestación.
El interés del estipulante de establecer la prestación en favor del tercero constituye la
causa fin del contrato. Hay que tener en cuenta que para la ley no cuenta la utilidad que
pueda obtener el estipulante, sino la voluntad de éste de beneficiar a un tercero.

El artículo bajo comentario no hace mención alguna sobre el carácter del interés del
estipulante, por lo que esta puede ser económica o moral. Así puede consistir en favorecer
económicamente al tercero, o en liberarse de las obligaciones que tiene frente al mismo, o
en obtener de éste alguna contraprestación.

EJEMPLO: en un contrato de compraventa, el vendedor (estipulante) puede estipular que


el comprador (promitente) cancele el valor del bien a un tercero (beneficiario), quien
obtiene la ventaja derivada de un contrato en el cual no es parte. El estipulante vendedor
quiere de este modo, cumplir con sus obligaciones frente al tercero o realizar a favor de
éste un acto de liberalidad, o hacerle un préstamo, etc.

4. RELACIONES JURÍDICAS QUE SURGEN EN EL CONTRATO EN FAVOR


DE TERCERO.-

Entre los protagonistas de los contratos a favor de terceros pueden surgir las siguientes
relaciones:

a) Entre el estipulante y el promitente

Lo que se denomina “relación de cobertura”, porque generalmente a través de ella recibe


el deudor la provisión equivalente de su prestación, y esta constituida por la relación que
se crea entre quienes celebran el contrato.

El acreedor de la prestación debida por el estipulante es el promitente. El acreedor de la


prestación debida por el promitente es el tercero o puede dividirse entre el tercero y el
estipulante, según se haya convenido en el contrato. El estipulante no es en ningún
momento acreedor del promitente por la prestación o parte de la prestación que éste debe
al beneficiario, pero en todo momento es parte contratante. Como expresa Albadalejo, “el
estipulante puede obligarse o no a favor del promitente, a cambio de lo que éste promete
para el tercero. Es decir, el contrato a favor de tercero puede ser gratuito (el promitente se
obliga a favor del tercero liberalmente) u oneroso (el promitente se obliga a favor del
tercero, a cambio de que se obligue a su favor el estipulante”. Si el estipulante se obliga
frente al promitente, el contrato es con prestaciones recíprocas.

Así, entre el estipulante y el promitente en razón a la celebración del contrato en favor de


tercero surge una relación jurídica patrimonial. En tal virtud, tanto el estipulante como el
promitente pueden exigirse el cumplimiento de sus respectivas obligaciones y la ejecución
de las prestaciones correspondientes, encontrándose entre estas últimas aquélla que es de
cargo del promitente y a favor del tercero.

b) entre el promitente y el tercero.-

El promitente siempre se encontrará obligado al cumplimiento de una prestación a favor


del tercero, el mismo que ha adquirido frente al estipulante.

En otra palabras, el promitente es deudor de una obligación (frente al estipulante) y de una


prestación (frente al tercero)

No obstante que el derecho del tercero contra el promitente nace directa e inmediatamente
de la celebración del contrato celebrado entre el promitente y el estipulante, éste podrá
exigir el cumplimiento de la prestación una vez que haga conocer al estipulante y al
promitente su voluntad de hacer uso del derecho establecido en su favor (art. 1458 del
CC), con lo cual tendrá a su disposición todos los medios compulsivos que corresponden
al acreedor contra el deudor (art. 1219 del CC), pero no siendo parte en el contrato, no
podrá por ejemplo, solicitar la resolución del contrato por incumplimiento. Dicho de otro
modo, el promitente es deudor de la prestación a favor del tercero desde la celebración del
contrato, pero el tercero sólo se convierte en acreedor de esa prestación a partir de su
declaración de aceptación.
c) entre estipulante y tercero.-

En la doctrina es conocida como “relación de valuta” y no fluye directamente del contrato


a favor de tercero sino proviene de una situación anterior a éste.

En efecto, se trata de una relación anterior al contrato que es irrelevante para el promitente
y que es una situación subyacente que actúa como causa de la prestación que beneficia al
tercero. Esta causa que lleva al estipulante a celebrar el contrato en favor del tercero puede
ser donandi, solvendi o credendi. Será donandi cuando el estipulante realiza un acto de
liberalidad a favor del tercero, solvendi cuando se desea cumplir con una obligación
preexistente frente al tercero, y credendi cuando va a recibir del tercero una
contraprestación8.

Cualquiera de estos tres motivos se manifiesta indirectamente en el contrato a través de la


estipulación en favor de tercero, o sea que la obligación que asume el promitente frente al
estipulante de ejecutar una prestación a favor de tercero constituye, en realidad, el
conducto a través del cual el estipulante satisface su motivo.

5. VENTAJAS

El contrato a favor de terceros en relación a otras figuras contractuales alternativas, otorga


ciertas ventajas. Permite efectuar donaciones indirectas evitando una doble transferencia
del bien, como es el caso de un padre que quiere donar a su hijo un bien, para lo cual
deberá primero adquirir el bien y luego transferirlo. Sin embargo, mediante el contrato a
favor de tercero, bastará con que se estipule que el bien se compra a favor del hijo.

Asimismo, permite superar la necesidad de obtener autorización judicial prescrita por la


Ley para la adquisición de bienes por parte de los incapaces9.

6. JURISPRUDENCIA
Finalmente, nos permitimos transcribir (parte pertinente) la tendencia jurisprudencial
asumida al respecto:

“Conforme al artículo 1457 del Código Sustantivo, por el contrato en favor de tercer, el
promitente asume frente al estipulante un deber de prestación cuyo contenido es la
ejecución, por el promitente, de una prestación en beneficio de una tercera persona
designada en el contrato. De la definición que trae el ordenamiento jurídico, tenemos las
características del contrato en favor de tercero que son:

 Es un contrato que celebran el estipulante y el promitente con el objeto de crear un


derecho a favor de un tercero y como tal está sujeto a las disposiciones contenidas
en los artículos 1373 y siguientes del código sustantivo

 Es un contrato entre dos partes como son el estipulante y el promitente; el tercero


como su nombre lo indica, no es parte en el contrato y, por el contrario, es
necesario que sea extraño a él

 El tercero debe ser extraño al contrato, ya que la característica más típica de este
contrato es que el tercero pese a ser beneficiario de la prestación a cargo del
promitente, no interviene de manera alguna en el contrato del cual emana su
derecho

 La finalidad del contrato es el interés del tercero, ya que para que este contrato
cumpla efectivamente su rol es preciso que se celebre en sentido propio, esto es,
con la finalidad de que el tercero adquiera el derecho a la prestación y en el
ejercicio de este derecho pueda exigir su ejecución; lo que buscan el estipulante y el
promitente al celebrar el contrato es beneficiar directamente al tercero, de manera
que del contrato nazca un crédito en provecho de tercero y en contra del promitente

 Que la prestación en favor de tercero sea de la más variada naturaleza, esto es una
prestación de dar, hacer o de no hacer; si el derecho del tercero nace directa o
inmediatamente de la celebración del contrato en favor de tercero, esto es,
constituye uno de los efectos de dicho contrato, debe tener la misma calidad de los
otros efectos del contrato, por lo cual debe tener carácter obligacional”.

7. NACIMIENTO Y EXIGIBILIDAD DEL DERECHO DEL TERCERO

Artículo 1458.- El derecho del tercero surge directa e inmediatamente de la celebración


del contrato. Empero, será necesario que el tercero haga conocer al estipulante y al
promitente su voluntad de hacer uso de ese derecho, para que sea exigible, operando esta
declaración retroactivamente.

La declaración del beneficiario puede ser previa al contrato.

Conforme se advierte del artículo glosado, el derecho del tercero no depende de su


aceptación, sino que esta emana de la celebración del contrato mismo.

A decir del maestro De la Puente, dicho precepto legal tiene por objeto poner de
manifiesto, en primer lugar, que el derecho del tercero no proviene del estipulante ni del
promitente, sino exclusivamente de la celebración del contrato; y en segundo lugar, dejar
establecido que se trata de un derecho creado por la Ley, aún cuando sólo puede cobrar
vida a través del acuerdo de voluntades, ósea de la celebración del contrato en favor de
tercero

Sin embargo, el derecho del tercero a exigir el cumplimiento de la prestación se torna en


eventual o contingente, pues la norma, precisa que el tercero debe expresar su voluntad de
aceptar el derecho que le asiste. Esto tiene sentido, en la medida que no puede negarse al
tercero la facultad de renunciar al beneficio o por otro lado, que el estipulante pueda
modificar la estipulación a favor de tercero, del cual no hay seguridad que sea aceptada.

En ese sentido, el derecho o la prestación a favor de tercero no nace con la celebración del
contrato entre el estipulante o el promitente sino que nace cuando se ejercita el derecho
potestativo de aceptación. Luego que se ejercite tal derecho el estipulante no podrá ejercer
sus derechos potestativos de sustitución, revocación y modificación de su derecho
potestativo. De la misma manera, si el tercero no ejercita su derecho de aceptación, el
estipulante está legitimado para sustituir, revocar o modificar su derecho potestativo de
aceptación12.

La aceptación del tercero es un acto jurídico unilateral recepticio tanto para el promitente
como para el estipulante, pues es necesario que se comunique al promitente para que en su
calidad de deudor sepa a quien pagar (al beneficiario, no al
estipulante) y debe comunicar al estipulante en su calidad de parte del contrato de
cobertura y también de la relación de valuta, por lo que tiene interés en ambas relaciones
contractuales.

Al no existir forma preestablecida por la ley, la aceptación del beneficio puede hacerse en
forma expresa o tácita (art. 141), debiendo estar dirigida al estipulante y al promitente,
para que ambos conozcan que el tercero tiene un derecho firme que no es de libre
disposición de los contratantes.

Esa es la orientación que se viene estableciendo en nuestra jurisprudencia, conforme se


desprende la sentencia recaída en la Casación 3676-2002-Lima, cuya parte pertinente
transcribimos:

“En los contratos a favor de tercero se tiene que este último debe definitivamente
manifestar su voluntad de aceptar ser beneficiario de las prestaciones a cuyo favor ha
contratado el estipulante, a efectos de que su derecho sea exigible y no se encuentre en la
esfera potestativa del estipulante de revocarlo o modificarlo; siendo adecuado sostener que
dicha declaración puede incluso ser previa al contrato y que la misma debe ser
comunicada necesariamente tanto al estipulante como al promitente. Se entiende que la
manifestación de voluntad podrá ser expresa o tácita, siendo esta última la que se infiere
de una actitud o de circunstancias de comportamiento que revelan su existencia, de
conformidad con lo preceptuado por el art. 141”.

Asimismo en la Casación Nº 078-98-Lima, se señala que “Conforme al articulo 1458 del


Código Civil, el derecho del tercero a beneficiarse de la prestación surge directamente de
la celebración del contrato tiene existencia desde ese momento pero carece de eficacia
jurídica para ingresar a la esfera jurídica del tercero hasta que este declara su voluntad de
hacer uso de él. Una vez efectuada esta aquiescencia del tercero, el derecho se hace
exigible, operando la declaración retroactivamente. Y como nadie puede obligar a aceptar
un derecho que no quiere y por ello mismo el precepto indicado exige la aceptación del
beneficiario, que puede hacerse, al no existir forma preestablecida en el contrato de
compraventa que es consensual, conforme al artículo 141 del Código Civil, en forma
expresa o tácita debiendo estar dirigida al estipulante y promitente, para que ambos sujetos
conozcan que el tercero tiene un derecho ya adquirido que no será revocable y que podrá
exigir el cumplimiento de la prestación. De allí que una vez producida su manifestación de
voluntad, el tercero se coloca respecto al promitente en la condición de acreedor frente al
deudor”

El objeto del contrato en favor de tercero es el derecho de crédito frente al promitente que
adquiere el tercero beneficiario directa e inmediatamente de la celebración del contrato, o
sea tan luego que se perfecciona el contrato, el tercero adquiere la situación jurídica de
acreedor del promitente. Pero si se trata de condonar una deuda que el tercero tiene al
promitente, no nace del contrato un crédito, sino que se extingue la deuda de dicho
tercero, cuya aceptación tiene por finalidad en tornar su derecho en irrevocable e
inmodificable.

Ahora bien, la declaración de voluntad del tercero solo se encuentra referida al uso del
beneficio establecido a su favor, mas no al contrato mismo, es decir, no se acepta la
relación contractual que emerge del mismo, caso contrario su calidad de tercero variaría a
la de parte contratante. El tercero adquiere un derecho autónomo respecto a la relación
contractual entre el estipulante y promitente, por consiguiente tal tercero puede ejercitar
directamente su derecho de crédito frente al promitente sin necesidad de la intervención
del estipulante y, en caso de incumplimiento, exigirle, judicial o extrajudicialmente, el
cumplimiento, además de la indemnización de daños, pero no puede intentar la resolución
del contrato por no ser parte.
Por otro lado, si bien es cierto “el derecho de tercero surge directa e inmediatamente de la
celebración del contrato”, esto no impide que las partes (estipulante y promitente) puedan
pactar lo contrario, estableciendo que la adquisición de derecho por el tercero se encuentre
subordinada a condición o a plazo.

8. RETROACTIVIDAD DE LA DECLARACIÓN DEL TERCERO.-

La declaración del tercero tiene efecto retroactivo hasta el momento de la celebración del
contrato, puesto que el derecho estipulado nace y se adquiere a partir de ese momento,
salvo que se haya diferido su adquisición al vencimiento de un plazo o a la verificación de
una condición suspensiva.

El tercero, con la declaración en el sentido de que hará uso de su derecho, la misma que
puede ser previa a la celebración del contrato, convierte en definitivo el derecho
estipulado a su favor, sea la relación de cobertura a título oneroso o gratuito, por lo que es
merecida la protección que le confiere la Ley.
BIBLIOGRAFIA

1. Manuel de la Puente y Lavalle, El Contrato en General, Segunda Parte, tomo


V, Fondo Editorial Pontificia Universidad Católica del Perú, Lima 1996, p.430.
2. Manuel de la Puente y Lavalle, El Contrato en General, Op. Cit., p.428.
3. Torrente, Andrea y Schlesinger, Piero citados por Rómulo Morales Hervias en
Código Civil Comentado, Tomo VIII, Gaceta Jurídica, Lima 2007, p. 525.
4. Rómulo Morales Hervias, Código Civil Comentado, Tomo VIII, Gaceta
Jurídica, Lima 2007, p. 526.
5. De la Puente y Lavalle, Manuel, El Contrato en General, Op. Cit. p.430.
6. Alvadalejo, Manuel, Curso de Derecho Civil Español, T. II, Bosch, Barcelona,
1983, p. 372.
7. De la Puente y Lavalle, Manuel, El Contrato en General, Op. Cit. p.432.
8. Arias Schreiber Pezet, Max, Exégesis del Código civil peruano de 1984, en
colaboración con Carlos Cárdenas Quiroz, Angela Arias Schreiber M. y Elvira
Martínez Coco, t. I, Caceta Jurídica, Lima, 2006, p. 238.
9. Franceschetti, Paolo, II Contrato, Edizione Giuridiche Simona, Napoli, 2006,
p.256.
10. Casación Nº 078-98, Dialogo con la jurisprudencia Nº 42, Marzo 2002. p 271.
11. De la Puente y Lavalle, Manuel, El Contrato en General, Op. Cit. p.447.
12. Rómulo Morales Hervias, Código Civil Comentado, Tomo VIII, Op. Cit, p. 531.
13. Artículo 141 del CC.- Manifestación de Voluntad.
La manifestación de voluntad puede ser expresa o tácita. Es expresa cuando
se formula oralmente, por escrito o por cualquier otro medio directo. Es tácita,
cuando la voluntad se infiere indubitablemente de una actitud o de
circunstancias de comportamiento que revelan su existencia.
No puede considerarse que existe manifestación tácita cuando la Ley exige
declaración expresa o cuando el agente formula reserva o declaración en
contrario.

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