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5º Juz.

Civil
Expte: 4.086
Fojas: 377

SAN RAFAEL, 24 de Septiembre de 2.018.-

Y V I S T O S: Estos autos N° 4.086 caratulados "GONZA-


LEZ ROSA BERTA C/ HOSPITAL TEODORO J. SCHESTAKOW P/ DAÑOS Y
PERJUCIOS", de los que

R E S U L T A:

a) Que a fs. 1/34 se presenta la Sra. ROSA BERTA GONZA-


LEZ, por intermedio de apoderado, promoviendo demanda por daños y perjuicios
contra el HOSPITAL TEODORO J. SCHESTAKOW por la suma de $ 179.404,84
provisoriamente estimados para responder por los daños sufridos y/o lo que en más
o en menos resulte de la prueba a rendirse en autos, con más los intereses legales
tasa activa del Banco de la Nación Argentina a cuyo fin tacha de inconstitucional la
ley 7.198.-
Relata que fue víctima de un lamentable accidente ocurrido
dentro del Hospital público del sur provincial que provocaron significativas
lesiones físicas y psíquicas por el cual éste debe responder.-
Cuenta que se encontraba en la ciudad de San Rafael desde
hacía tres meses debido a que su esposo había sufrido amputación de su pierna iz-
quierda y que estaba internado en el citado nosocomio. Que el día 14 de febrero de
2.014 se dispuso a tomar el ascensor desde el sexto piso para ir al buffet de planta
baja a comprar agua y al regresar volvieron a tomar el mismo ascensor para llegar
al sexto piso. Luego de subir, el ascensor se detuvo en el sexto piso y las puertas del
mismo se abrieron automáticamente. Bajó su hija y cuando se disponía a hacerlo
ella, el ascensor comienza a descender bruscamente con la puerta abierta sin que
tuviera tiempo de descender completamente del mismo.-
Refiere que su cuerpo quedó atrapado y aprisionado desde el
tórax debajo del busto hasta la cadera, provocándole una fuerte presión que hizo
que dejara de sentir las piernas. Aclara que parte de su cuerpo había quedado
atrapado en el sexto piso, sus piernas colgando dentro del ascensor y su tórax
superior y cabeza próximo al techo del mismo, que el cuerpo le había quedado
torcido.-
Continúa su relato señalando que un guardia cárcel Sr. Juan
Andrés Rebollo Martínez, que circunstancialmente se encontraba en el lugar,
procedió a trabar el ascensor con un tronco o madera de algarrobo de 30 cm de
largo desde su techo al piso para evitar que este cayera y ocurriere lo peor. Luego
de momentos de forcejeos y mucha desesperación logró ser rescatada del
aprisionamiento y derivada inmediatamente a la guardia del hospital para su
atención.-
Allí se le diagnosticó traumatismo pelviano y abdominal por
aplastamiento, traumatismo craneoencefálico y fractura de pelvis por aplastamiento
con hematomas en todo su cuerpo, pero principalmente en el lado izquierdo desde
su abdomen hasta sus piernas. Cuenta que padeció fuertes dolores como
consecuencia del accidente durante los días posteriores al mismo, en la zona del
abdomen, pelvis y miembros inferiores, también fuertes dolores de cabeza y
descompostura generalizada. Tuvo que estar internada durante una semana y luego
se le dio el alta médica. Que como consecuencia de la fractura de pelvis tuvo que
estar acostada boca arriba duran-te 40 días sin moverse ni caminar.-
Refiere que debió alquilar una casa ya que debió permanecer
en la ciudad de San Rafael durante tres meses y trasladarse en ambulancia hacia el
hospi-tal Asimismo, señala que debió contratar a dos enfermeras para que se
hicieran cargo de su cuidado y atención.-
Que el Hospital Schestakow es responsable por los daños y
per-juicios sufridos en razón de ser el dueño y guardián de la cosa riesgosa, por lo
que debe responder objetivamente por los perjuicios causados a tenor de lo
normado por los artículos 1757 y 1.758 del C.C.y C. de la Nación, bajo las
directrices del riesgo creado.-
Reclama daño emergente por gastos de alquiler y
contratación de enfermeras y gastos de transporte por la suma de $ 12.500; gastos
médicos por $ 3.500; lucro cesante e incapacidad física por la suma de $
113.404,84 y por último daño moral por la suma de $ 50.000.-
Ofrece pruebas y funda en derecho.-
A fs. 33/34 amplía demanda ofreciendo nuevas pruebas.-
b) A fs. 38/133 el HOSPITAL TEODORO J.
SCHESTAKOW, por medio de su representante legal, contesta demanda
solicitando se rechace la mis-ma y solicita la integración coactiva de la litis con el
Sr. Héctor Lázaro Herrera.-
Por imperativo formal niega todos y cada uno de los hechos
expuestos en la demanda y en especial señala que conforme está acreditado en la
his-toria clínica, la actora volvió un solo día después de su internación para su
revisación, por lo que rechaza los gastos que dice haber realizado en concepto de
alquiler de vi-vienda en la ciudad de San Rafael desconociendo los rubros
indemnizatorios que re-clama.-
Señala que al momento del accidente el Hospital había conce-
sionado mediante Expte. N° 1797/H/13 caratulados: "Llamado a licitación pública
para la contratación del servicio de mantenimiento de ascensores" al Sr. Héctor
Lázaro Herrera, titular de la firma de fantasía Ascensores Herrera.-
Que el ascensor objeto del reclamo se encontraba fuera de
servi-cio y el Sr. Yanzón dependiente o socio de la firma adjudicataria de la
licitación, se encontraba prestando el servicio de reparación sin haber efectuado la
señalización obligatoria de que el ascensor se encontraba fuera de servicio.-
Se adhiere al ofrecimiento de prueba de la actora y además
ofrece prueba instrumental.-
Por otro lado, solicita se cite a integrar coactivamente la litis
con el Sr. Héctor Herrera, titular de la empresa encargada del mantenimiento de los
ascen-sores del hospital, petición que fue rechazada mediante resolución de fs. 134
y vta. donde se dispuso poner en conocimiento del Sr. Héctor Lázaro Herrera, en
los térmi-nos de lo normado por los artículo 106, 107, 109 y 110 del C.P.C. la
existencia del presente proceso en carácter de denuncia de litis.-
c) A fs. 136/140 el Dr. Fabián A. Bustos Lagos, por Fiscalía
de Estado se hace parte y contesta demanda, señalando que al resolver se rechace la
misma con costas.-
Señala que el hecho que motiva la presente causa data del 14
de Febrero de 2.014 por ende resulta aplicable el Código Civil que rigió hasta el 31
de julio de 2.015 y no el Código Civil y Comercial de la Nación tal como peticiona
la actora.-
Refiere que mal puede fallarse un hecho ilícito en función de
normas que no estaban vigentes al momento de su acaecimiento, ya que implicaría
la aplicación retroactiva del nuevo Código a hechos cumplidos y situaciones
jurídicas consolidadas.-
En cuanto a la procedencia de la demanda, manifiesta
Fiscalía de Estado que se limitará al control de legalidad del proceso y a los
términos del res-ponde del nosocomio demandado.-
d) A fs. 181 se realizó audiencia preliminar, se ordenó la
sus-tanciación de las pruebas ofrecidas por las partes y a fs. 314/315 en oportunidad
de la celebración de audiencia final, se ponen los autos en la oficina para alegar,
cumpliendo en derecho la parte actora a fs. 357/362 y la demandada a fs. 367/368 y
Fiscalía de Estado a fs. 371/372, quedando la causa conclusa para definitiva según
llamamiento firme de fs. 376 y

C O N S I D E R A N D O:

I) La actora Sra. ROSA BERTA GONZALEZ, promueve de-


manda por daños y perjuicios contra el HOSPITAL TEODORO J.
SCHESTAKOW por la suma de $ 179.404,84 en concepto de daño emergente,
lucro cesante e incapa-cidad física y daño moral, todo ello a raíz de un accidente
ocurrido el día 14 de Febre-ro de 2.014 al tomar un ascensor dentro del mencionado
nosocomio, en el que quedó atrapada, provocándole lesiones graves en su salud,
traumatismo pelviano y abdominal por aplastamiento, traumatismo
craneoencefálico y fractura de pelvis por aplastamien-to.-
Por su parte el demandado Hospital Schestakow señala que
no resulta responsable del daño ocasionado en razón de haber formalizado un
proceso que tramitó en Expte. Adm. N° 1797/H/13 de licitación pública para la
contratación del servicio de mantenimiento de ascensores, debiendo recaer la
responsabilidad del evento dañoso en la persona del titular de la empresa de
mantenimiento de ascensores a quien se le concedió la licitación.-
A su vez, Fiscalía de Estado cuestiona la indebida invocación
de aplicación del nuevo Código Civil y Comercial de la Nación, cuando en realidad
corresponde la aplicación del viejo Código Civil en atención a la fecha de
ocurrencia del evento dañoso.-
II) En primer lugar, cabe aclarar que en atención a la fecha
de ocurrencia del hecho (14/02/2.014) corresponde aplicar las normas vigentes en
dicha época, esto es, las normas del Código Civil sancionado por ley 340.-
En este sentido se ha dicho que: “Doctrina y jurisprudencia
coinciden en que la responsabilidad civil se rige por la ley vigente al momento del
he-cho antijurídico dañoso”. “…la ley que rige la relación generada por el hecho
ilícito dañoso es la vigente al momento de la producción del daño. Por eso, la
mayoría de las reglas establecidas en los arts. 1708 y siguientes se aplican sólo a los
daños produci-dos después de agosto de 2015”. (La aplicación del Código Civil y
Comercial a las relaciones y situaciones jurídicas existentes, Aída Kemelmajer de
Carlucci, 1ra ed. Santa Fe, Rubinzal Culzoni, 2015, págs.100 y 158).-
III) Realizada esta aclaración, corresponde señalar que no
existe discrepancia entre las partes en cuanto a las circunstancias de tiempo y lugar
del acci-dente que se indica como ocurrido el día 14 de Febrero de 2.014, a las 21
hs aproxi-madamente en el interior del Hospital Teodoro J. Schestakow, en
oportunidad en que se dispuso la actora salir del ascensor en el sexto piso del
nosocomio.-
Corroborando lo expuesto, el expediente correccional N°
211/141F “Av. Lesiones en accidente graves (Vict. Rosa Berta González Bravo)”,
acta de procedimiento N° 609/14 donde consta la novedad de que
aproximadamente a las 21,30 hs. en el nosocomio local se entrevista personal
policial con la Sra. Tole-dano González Rosana Carina, quien manifiesta que iba en
el ascensor junto con su madre y al llegar al sexto piso se abre la puerta y alcanza a
descender, pero siente el grito de su madre que se encontraba apretada en la mitad
del cuerpo con el ascensor y el piso, comienza a pedir ayuda y se acercan unos
hombres que logran sacarla.-
Todas las constancias del expediente y las testimoniales allí
ren-didas dan cuenta de la ocurrencia del evento dañoso en las circunstancias de
modo y lugar en que han sido relatadas por la actora en los presentes obrados.-
Además, todo el suceso ocurrido ha sido relatado en detalle
por el testigo presencial del mismo Sr. Juan Andrés Rebollo Martínez, quien
expresó con claridad -en razón de encontrarse en el lugar del hecho-, las maniobras
que realizó para poder ayudar a la Sra. González a salir del ascensor.-
De todo lo expuesto surge debidamente acreditado la
ocurren-cia del accidente tal como lo manifiesta la actora en el sexto piso del
Hospital Sches-takow, quedando la controversia centrada en señalar si es o no
responsable el Hospi-tal, ya que éste señala que carece de responsabilidad en la
producción del evento da-ñoso por cuanto mediante el Expediente administrativo
N° 1797/H/13, concedió me-diante licitación pública el mantenimiento de los
ascensores a la empresa que gira bajo el nombre de fantasía "Ascensores Herrera",
indicando que son ellos los encargados del mantenimiento y cuidado de los
ascensores y por ende responsables del accidente acaecido.-
IV) Para determinar si el Hospital Schestakow demandado re-
sulta responsable debemos encuadrar el supuesto de autos en el artículo 1.113
segunda parte del Código Civil agregado por la Ley 17.711, en cuanto disponía
que: " En los supuestos de daños causados con las cosas, el dueño o guardián, para
eximirse de res-ponsabilidad, deberá demostrar que de su parte no hubo culpa; pero
si el daño hubiere sido causado por el riesgo o vicio de la cosa, sólo se eximirá total
o parcialmente de responsabilidad acreditando la culpa de la víctima o de un tercero
por quien no debe responder".-
En función de la teoría del riesgo creado, estamos hablando
de una responsabilidad civil extracontractual en base a la responsabilidad que surge
por el hecho "de" las cosas en materia extracontractual más específicamente del
daño causa-do "por" el riesgo de la cosa consagrado en el Art. 1113, segundo
párrafo, segunda parte, el cual es denominado por selecta doctrina como
responsabilidad civil por el riesgo creado por una cosa que entraña un riesgo en sí
misma, intrínseco y normal.-
Además, la situación debe ser justipreciada a la luz de lo que
en doctrina se denomina “responsabilidad por el hecho de la cosa", normado en el
Art. 1113, 2º párrafo, 2ª parte que dice: "... pero si el daño hubiere sido causado por
el ries-go o vicio de la cosa, sólo se eximirá total o parcialmente de responsabilidad
acredi-tando la culpa de la víctima o de un tercero por quien no debe responder".-
En relación a ello, tiene dicho la Corte Suprema de Justicia de
la Nación que "el fin específico del artículo 1113, Código Civil, es posibilitar la
indem-nización del daño causado por el vicio o riesgo de la cosa, en las situaciones
en que éste se produce, con independencia de toda idea de culpa del sujeto".-
Sabido es que al ascensor se le aplica la regla del art. 1.113,
párr. 2, parte 2ª, respecto a la responsabilidad del dueño y del guardián por los
daños cau-sados por la cosa riesgosa (C. Nac. Civ, sala E 2/5/1979, ED 86-329 y
también C. Nac. Civ., sala A, 13/12/2007, LL 2008-A, 127; íd., sala C, 25-9-85, LL
1985-E, 131; íd., sala F, 16/5/1985, LL 1985-E, 237; íd., sala J, 14/8/2006, RCyS
2007, 695; íd., sala G, 6/9/2004, LL 11/1/2005).-
Entonces si el daño es originado por el riesgo o vicio de la
cosa, el factor de atribución es objetivo, basado en el riesgo creado por el sólo
hecho de la tenencia de una cosa potencialmente peligrosa. El dueño y el guardián
para liberarse total o parcialmente de responsabilidad, deberán acreditar en el
proceso de daños el protagonismo de una causa ajena, esto es la intervención del
hecho de la víctima, del hecho de un tercero por quien no deban responder o el caso
fortuito. -
Como consecuencia de ello, el Hospital Schestakow debe res-
ponder en razón de ser propietario o guardián de la cosa riesgosa (ascensor) sin que
sea admisible liberarse de responsabilidad por los daños producidos en razón de
haber concesionado el servicio de mantenimiento de los ascensores a la empresa
que gira bajo el nombre de fantasía "Ascensores Herrera" y que oportunamente
ganara el pro-ceso licitatorio, tal como consta en el expediente administrativo N°
1797 H Año 3.013, "Llamado a licitación pública para la contratación del Servicio
de Mantenimien-to de Ascensores".-
La ley presume que el dueño es guardián de la cosa, pesando
sobre él la prueba en contrario.- Así lo ha sostenido en reiteradas oportunidades la
jurisprudencia nacional al decir que: "La sola circunstancia de la existencia de un
ries-go recíproco no excluye la aplicación de lo dispuesto en el art. 1113, párr. 2°
del Cód. Civil (Adla, XXVIII-B, 1799), -que regula lo atinente a la responsabilidad
civil por el hecho de las cosas- y, de tal suerte, en tales supuestos se crean
presunciones concu-rrentes como las que pesan sobre el dueño o guardián, quienes
deben afrontar los da-ños causados a otro salvo que prueben la existencia de
circunstancias eximentes. (Cá-mara Federal de Apelaciones de San Martín •
26/06/1991 • Fauzón Sarmiento, Jorge R. c. Dirección Nac. de Vialidad. • LA LEY
1992-C, 378 - DJ 1992-2, 277 y Cámara Nacional de Apelaciones en lo Civil, sala
A • 20/06/1990 • Sicilia, Héctor c. Bergés, Rafael y/u otros. • LA LEY 1992-A,
140, con nota de Delia Matilde Ferreira Rubio).- "La responsabilidad objetiva (art.
1113, párr. 2°, 2ª par. -Adla, XXVIII-B, 1799-), sólo resulta generada por la acción
activa de una cosa intrínsecamente peligrosa".- (Cámara Nacional de Apelaciones
del Trabajo, sala V • 27/04/1988 • Lantín, Ramón D. c. Peldaño, S. R. L. y otro •
LA LEY 1989-D, 170 - DT 1988-B, 1847 - DJ 1989-1, 681).-
"Cuando el art. 1113, del Cód. Civil (Adla, XXVIII-B, 1799),
establece que el dueño o el guardián son responsables del daño que deriva del
riesgo o vicio de la cosa, deja de lado la concepción de la culpa, que constituye un
elemento ajeno a tales supuestos".- (Suprema Corte de Justicia de la Provincia de
Buenos Aires • 03/11/1987 • Gutiérrez, Anastacio y otros c. Suria, Elsa N. -Ac.
37.769 • LA LEY 1988-A, 383 - DJ 1988-1, 929 ).-
V) Resuelta la atribución de responsabilidad al Hospital
Teodo-ro J. Schestakow por el evento dañoso, corresponde determinar la
procedencia de los rubros reclamados y su cuantificación.-
La reparación del daño debe ser integral resultando éste
consti-tuido por la diferencia entre el estado patrimonial del damnificado después
del hecho ilícito y el que tendría en caso de no haber ocurrido éste.-
Enseña Orgaz que para el código el daño significa el
menoscabo de valores económicos o patrimoniales (daño material) o la lesión o
menoscabo a las afecciones legítimas (daño moral). Que cuando existe el daño
causado nace la respon-sabilidad civil extracontractual porque como elemento tal
responsabilidad es menester que se pruebe en forma indubitable su existencia y
magnitud a fin de que el reclamo no se convierta en una fuente de enriquecimiento
ilícito.-
Ello quiere significar que el resarcimiento es una reparación
en la medida del daño.-
Los rubros reclamados:
V. I) Daño emergente:
La actora reclama por este rubro indemnizatorio la suma total
de $ 16.000, compuesto por el reintegro de los importes desembolsados para hacer
frente a los gastos de alquiler de vivienda durante los tres meses que debió
permanecer en la ciudad de San Rafael, por la suma de $ 4.500; gastos por la
contratación de dos en-fermeras por $ 6.000, gastos de transporte por la suma de $
2.000 y gastos médicos por $ 3.500.-
Cabe aclarar que la demandada no ha cuestionado ninguno
de los rubros reclamados, pero además y conforme surge de las pruebas rendidas en
au-tos, el daño que se le ocasionó a la Sra. González por el evento dañoso ha sido
debi-damente acreditado. Los testimonios de las Sras. Teresa Zabala y Paola Suárez
son coincidentes en sus relatos, al expresar que realizaban tareas de cuidado de la
víctima durante los meses de recuperación luego del accidente. Que le brindaron
cuidados ya que la Sra. González se encontraba inmovilizada, acostada de espalda
sin poder mo-verse por sus propios medios. Que tenía lesiones (moretones) visibles
en la pierna iz-quierda y en el abdomen. Circunstancias estas que también fueron
relatadas por la actora en forma coincidente al interponer demanda.-
Las testimoniales agregadas a fs. 294 y fs. 295 de las vecinas
de la actora en la ciudad de San Luis, dan cuenta de las consecuencias sufridas
luego del accidente, la falta de movilidad que le impidió regresar a sus tareas
habituales, el uso de bastón en forma permanente como así también el estado de
depresión y fobias que padeció a raíz del accidente.-
En cuanto al monto por alquiler que reclama, el mismo
aparece razonable atento al tiempo en que debió permanecer en el departamento
para recupe-rarse de las lesiones sufridas a raíz del accidente, por lo que se
considera ajustado otorgar por ese rubro la suma total de $ 10.000 al momento de la
presente sentencia.-
Reclama el gasto que debió afrontar para la contratación de
dos enfermeras que la asistieron durante su estadía en San Rafael y atento a la
naturaleza de las lesiones sufridas, la imposibilidad de movilizarse por sus propios
medios y los padecimientos que debió soportar luego del evento dañoso, el mismo
resulta proce-dente y se considera ajustado concederle la suma de $ 12.000 por el
citado rubro al momento de esta sentencia, conf. art. 90 inc. 7° del C.P.C..-
En cuanto a los gastos de transporte que dice haber realizado,
los mismos resultan procedentes no obstante que la actora no haya acompañado los
comprobantes respectivos, es probable que debió asumir algún gasto de transporte
en taxi o remis para trasladarse de un lado a otro en la ciudad, especialmente
teniendo en cuenta el tipo de lesiones sufridas que afectaron seriamente su
movilidad, por lo que el mismo resulta procedente por la suma de $ 4.000 al
momento de esta sentencia, conf. art. 90 inc. 7° del C.P.C..-
En relación a los medicamentos que sostiene ha debido
consu-mir, si bien la suma reclamada aparece elevada frente a la ausencia de otras
acredita-ciones deberemos tener en cuenta que ha debido ingerir calmantes y
antiinflamatorios para mitigar el dolor ocasionado por el aplastamiento, por lo que
corresponderá hacer lugar rubro medicamentos que reclama por la suma de $
3.500.-
Como conclusión del rubro daño emergente el mismo resulta
procedente por la suma total de $ 29.500 calculado al momento de la presente
senten-cia conforme lo dispone el artículo 90 inc. 7 del C.P.C. y T. de Mendoza.-
V.II) Incapacidad:
Vemos que la actora reclama este rubro indemnizatorio en
vir-tud de la incapacidad física sobreviniente que se traduce en una incapacidad
laborati-va.-
Explica que a raíz de las lesiones padecidas por la Sra.
Gonzá-lez, calculando una incapacidad del 22.94 % por el traumatismo pelviano y
abdominal por aplastamiento. Realiza el cálculo teniendo en cuenta el porcentaje de
incapacidad atribuido, el salario mensual estimado y la edad de la víctima que era
de 62 años al momento del hecho, aplicando la fórmula Méndez.-
En relación a este rubro se ha sostenido que el cuadro de
valora-ción de la disminución de aptitudes "baremo"; significa sólo una referencia
de primor-dial jerarquía; pero condicionada con otros elementos de juicio en cada
caso; como ser: las condiciones personales de la víctima y su vida en relación; no
pudiendo consi-derarse la incapacidad con un criterio puramente tarifario; sino con
un sentido hu-mano. Tampoco puede y por idéntica razón; admitirse la aplicación
de criterios mate-máticos rígidos para la determinación del "quantum", sin que por
supuesto se reconoz-ca su primordial importancia; ni se pregone su descalificación
"per se"; pues puede suceder; incluso; que a través de ella en algunos supuestos se
arribe a lo justo concre-to.( Cam. Civil 4º; Primera Circ. Jud.; LS 141-pag.258).-
A los fines de la acreditación de la incapacidad, la actora ha
ofrecido como prueba la historia clínica de la actora existente en el Hospital
Schesta-kow, obrante a fs. 252/278 resultando de dicha documentación como más
claro y re-levante el diagnóstico y la evolución de la paciente los días que siguieron
al acciden-te.-
Asimismo, se ha rendido a fs. 246/250 prueba pericial médica
en la que se concluye que la Sra. González sufrió fractura de cuello de fémur
izquierdo y de pelvis ósea con asimetría, lo que le provocó mareos e inestabilidad
generando que con posterioridad sufriera una caída con fractura de muñeca. Que
tiene como secuela del accidente relatado una notable disbasia con inestabilidad
que hizo necesaria la ayuda de otra persona y el uso de bastón para movilizarse,
concluyendo el perito que la actora posee una incapacidad del 49 % de la total
obrera.-
El perito indica en su escrito y en la audiencia final a la que
fue citado a brindar explicaciones aclara que si bien la caída y fractura de muñeca
fue pos-terior al accidente de marras, se encuentra en relación directa con el mismo
porque se produjo como consecuencia de la inestabilidad y mareos que posee la
actora.-
En definitiva, siendo indudable la existencia de la
disminución física y funcional que ha quedado en la Sra. González en forma parcial
y permanente, entiendo que el porcentaje de incapacidad del 49 % al que arriba el
perito médico es acorde a los establecidos en otros baremos sin perjuicio de que la
incapacidad que en definitiva se reconoce y su quantum indemnizatorio queden
sujetos a una valoración integral de las referidas incapacidades.-
En tal sentido, más allá de un porcentual numérico, siempre
inexacto y relativo, sobre todo si lo debemos contrastar con las consecuencias
dañosas sufridas por una persona, tanto en su cuerpo como en su vida cotidiana y
de relación, resulta indudable que en el caso concreto, conforme las pruebas
rendidas, la Sra. Gon-zález ha visto modificada su vida sustancialmente, tanto en lo
físico como en lo men-tal, viendo reducida su capacidad para movilizarse,
dificultades para subir y bajar es-caleras, para desplazase de un lugar a otro,
permanecer parada, caminar con normali-dad o realizar determinadas actividades
físicas, tanto en la órbita de la vida familiar como en su vida social y de recreación.
Asimismo, en la justipreciación de este rubro debe considerarse la edad de la
víctima al momento del accidente que era de 62 años, la posibilidad de obtención
de un beneficio jubilatorio, el desarrollo de tareas domés-ticas conforme
declaraciones testimoniales y si bien no desarrollaba un trabajo formal, sin lugar a
dudas ha sufrido una afectación patrimonial que debe ser reparada en for-ma
integral, ya que al verse disminuida su capacidad para realizar tareas en el hogar,
deberá pagar a otra persona para cumplir con dichas tareas.-
Al respecto, la jurisprudencia ha dicho que: “Si bien el rubro
en cuestión comprende, a los efectos de una reparación plena, la lesión en sí misma,
co-mo ofensa a la integridad corporal del individuo (incapacidad física) al
detrimento que ello produce en su aptitud de trabajo (incapacidad laboral) debe
agregarse el menos-cabo a su vida de relación toda, al dificultar y amenguar sus
interrelaciones con los otros en el plano social, cultural, deportivo, íntimo, etc. Lo
decisivo para fijar el quan-tum no es el porcentaje de incapacidad que se adjudique,
sino su incidencia en la si-tuación actual de la víctima y en sus posibilidades
futuras, máxime cuando ésta sigue desarrollando su actividad habitual. Si el actor
reclamante no tiene disminución de los ingresos, y sigue desempeñándose en la
misma empresa donde estaba cuando acaeció el accidente, la incapacidad a que se
alude en el dictamen pericial, debe repararse en sí misma, mediante una
indemnización prudencial, pero sin referencias a necesarias ganancias o pérdidas
que no existen, o a índices de incapacidad genérica que apare-cen como divorciados
de la concreta realidad que se juzga”. Expte.: 24875 - OLIVE-RA, RAMóN
FLORENCIO GENTILUCCI, NALDO DAñOS Y PERJUICIOSFecha:
02/02/2000 - SENTENCIATribunal: 3° CÁMARA EN LO CIVIL - PRIMERA
CIR-CUNSCRIPCIÓN- Magistrado/s: STAIB-BARRERA-GARRIGOS -
Ubicación: LS087-116.
Asimismo, en el cálculo de la indemnización a otorgar, corres-ponde
incluir la incapacidad total temporaria padecida por la actora, al no poder reali-zar
tarea alguna en forma absoluta durante el tiempo de duración de los tratamientos e
internación que conforme la prueba rendida duraron varios meses (entre dos y tres)
hasta lograr una rehabilitación razonable, sin perjuicio de considerar que no se ha
acreditado mínimamente la realización de tareas como empleada doméstica, sólo
por dichos de testigos.-
Así, se ha dicho que: “Por ello, cuando la invalidez resulta total e
irreversible, es una práctica usual que los tribunales fijen una suma única en
concep-to de incapacidad sobreviniente, que contempla y comprende el
resarcimiento del lu-cro cesante” (Daños resarcibles en los accidentes de tránsito,
Gustavo Milij, Ed. Jurí-dicas Cuyo, Mendoza, 2007, pág. 78).
Por ello, teniendo en consideración que la Sr. González tuvo
secuelas físicas del accidente que afectaron la disminución funcional de movilidad,
lo que genera inconvenientes en actividades cotidianas e importantes tales como el
cami-nar o permanecer de pie, lo que dificulta o impide realizar ciertas actividades
laborales o recreativas, atendiendo a su edad al momento del evento dañoso y la
expectativa de vida, tomando en cuenta los precedentes de casos similares,
haciendo una equivalen-cia entre el valor de la vida humana y el de una incapacidad
importante como la pade-cida de un 49 %, lo justiprecio como razonable y prudente
en la suma de $ 200.000 por el rubro incapacidad física parcial y permanente, todo
ello, conforme la sana críti-ca, según lo autoriza el art. 207 y 90 inc. 7° del C.P.C..
V.III) Daño moral:
La actora solicita este rubro por el hecho de haber sufrido
pade-cimientos y angustias pos-traumáticos que le han quedado desde el momento
del ac-cidente, que le han producido una alteración injustificada en su vida familiar
y de re-lación, debido a circunstancias totalmente ajenas a la misma, peticiona la
suma de $ 50.000.-
En relación a este rubro la Doctrina ha dicho que: “Daño
moral es el que hiere o menoscaba los sentimientos, la integridad física o moral, las
afeccio-nes legítimas de una persona, en suma, los llamados bienes
ideales”.(Derecho de las obligaciones, Cazeaux – Trigo Represas, 4ta. Ed. La Ley,
Bs. As., 2010, tomo I, pág. 340).-
También se ha definido al daño moral como: "toda
consecuen-cia perjudicial de una acción u omisión ilícita que, en relación causal
adecuada con ésta hace sufrir a una persona en sus valores no patrimoniales,
actuales o posterior-mente previsibles", …"comprende el dolor o sufrimiento que
causa a la víctima o a su familia en su caso; los hechos ilícitos contra la vida o la
integridad corporal...( AL-FREDO ORGAZ; "El Daño Resarcible"; Ed.Córdoba;
Bs.As; 1980; pag.210/211).-
El suscripto comparte el criterio de la tesis mayoritaria que ve
en la reparación de éste agravio no una pena al ofensor; sino un resarcimiento.-
Frente a tales premisas, se ha comprobado en autos, que
como consecuencia del accidente sufrido por la actora a raíz del indebido
funcionamiento del ascensor la Sra. Rosa González sufrió lesiones graves en su
cuerpo, en su salud, puntualmente la fractura de pelvis y hematomas que le
produjeron el aplastamiento de su abdomen y piernas por el ascensor que
súbitamente se puso en movimiento cuando ella estaba en descenso.-
La importancia de dichas lesiones y los padecimientos que
tuvo que soportar la actora han sido acreditados en los distintos momentos vividos
desde el accidente hasta su recuperación, además de las secuelas que quedaron para
siempre en su cuerpo y en su psíquis.-
Así, hemos visto el contundente testimonio de quien la
ayudara a salir del ascensor, Sr. Juan Andrés Rebollo Martínez, quien también nos
contó el angustiante momento del accidente, con el temor de que sucediera algo
más grave, que la agarró fuertemente de la ropa y del brazo para que no se
desprendiera, que el ascensor subió y bajó y lograba sacarla un poco pero el resto
del cuerpo quedaba atra-pado. Que dichas maniobras de repitieron en tres
oportunidades y sufriendo aplasta-miento en el tórax primero, después en el
abdomen y luego en la pierna.-
También este testigo nos informa de los gritos de dolor, por
lo que no tengo dudas de la sensación de impotencia, dolor y sufrimiento que debe
haber experimentado la actora en esa situación, ante la inexplicable, sorpresiva e
injustifica-da lesión sufrida y ante la inminencia de que el ascensor descendiera
provocándole un corte en su cuerpo.-
Considero que la Sra. González sufrió profundas
consecuencias a raíz del accidente, su esposo a punto de ser amputado y ella que
debió permanecer durante un largo período de tiempo inmovilizada, sin
posibilidades de caminar por sus propios medios, en un estado de reposo absoluto
agravando su estado de preocupa-ción y malestar.-
Tal como nos ha explicado el perito Dr. Maure en la
audiencia final, luego del accidente la Sra. González ha sufrido dos caídas con
consecuencias perjudiciales a su salud, que se debieron a la inestabilidad que le
provocaron las lesio-nes en la pelvis por aplastamiento. Sin lugar a dudas su vida se
ha visto afectada fuer-temente a raíz del accidente, su movilidad, las tareas que
antes realizaba con normali-dad y que se vieron afectadas a raíz de las lesiones
sufridas y la incapacidad sobrevi-niente. En especial, la limitada ayuda que le podrá
brindar a su esposo, quien perma-necía internado al momento del accidente.-
En cuanto a la posibilidad de presunción del daño moral y la
innecesariedad de prueba en determinados casos, la Doctrina ha dicho: “cuando el
daño moral es notorio no es necesaria su prueba y quien lo niegue tendrá sobre sí el
onus probandi. En tales casos su existencia se presume iuris tantum, en razón de
que se lo tiene por probado in re ipsa, por el sólo hecho de la acción antijurídica,
violato-ria de un derecho personalísimo. Así por ejemplo, cuando de un hecho
ilícito deriva la muerte o lesiones físicas o psíquicas de una persona”. (Derecho de
las Obligaciones, Cazeaux – Trigo Represas, 4ta. Ed. La Ley, Bs. As., 2010, tomo
I, pág. 424).
Sin perjuicio de lo expresado precedentemente, en autos se ha
rendido a fs. 231/232 prueba pericial psicológica la que dictamina que la Sra.
Gonzá-lez tiene como secuela psíquica síndrome de estrés postraumático,
caracterizado por una preocupación intensa, excesiva y persistente. Que es una
persona temerosa para todas las situaciones de la vida diaria, requiriendo siempre la
ayuda de vecinos o fami-liares para situaciones de la vida cotidiana. Que el
accidente le ha generado un estado de angustia, que persiste hasta el momento de
realización de la pericia y que se en-cuentra medicada.-
Esta pericia psicológica fue impugnada por el Hospital
Schesta-kow, señalando que la perito omite indicar cuál es el medio científico
utilizado para determinar que tanto el diagnóstico como la sintomatología obedecen
al supuesto ac-cidente en el hospital.-
Dichas observaciones son contestadas por la perito actuante a
fs. 303/304 quien señala que para determinar la relación de causalidad entre el acci-
dente y los padecimientos es necesario mencionar la "teoría del trauma" y explica
los distintos estadios por los que atraviesa el paciente que ha sufrido una lesión
descri-biendo los criterios de diagnóstico que ha efectuado en la pericia.-
De la lectura detenida de la pericia en cuestión vemos que la
perito psicóloga efectuó diversos test que explica, a partir de los cuales obtiene las
distintas conclusiones, además de haber detectado a través de ellos los síntomas
per-cibidos, siendo lo más razonable pensar que sin perjuicio de las particularidades
que pueda tener la personalidad de la actora, los síntomas detectados por la perito
son acordes con el padecimiento sufrido desde la ocurrencia del accidente y las
secuelas que aún permanecen en su vida.-
Por todo lo hasta aquí expuesto, surgiendo de la propia grave-
dad de la lesión física producida la afección a los sentimientos de la actora tales
como angustia, sufrimiento, incertidumbre, temor, fobias a entrar a lugares
cerrados, entre otros que fueran analizadas más arriba, los padecimientos, lo
dramático de la situación vivida desde el momento preciso del accidente conforme
fuera descripto, la existencia de secuelas psíquicas que inciden negativamente en la
cotidianeidad de la vida de la actora y la necesidad por ello de realizar tratamiento
psicológico, permiten tener la certeza de la existencia de un daño moral ocasionado
por el accidente de marras co-rresponderá admitir este rubro solicitado.-
En relación al quantum reclamado, entiendo que el daño
moral reviste una entidad importante, por lo que considero elevar la suma
reclamada, acorde al daño moral padecido en forma razonable y teniendo en cuenta
además los prece-dentes de este tribunal en casos similares, por lo que se admite en
la suma de pesos doscientos mil ($ 200.000) por este rubro al momento de esta
sentencia, conf. art. 90 inc.7º del C.P.C..
VI) Intereses:
Es doctrina reiterada y pacífica del Juzgado que para que la
reparación sea integral, es preciso efectuar el reajuste incluyendo los intereses.-
Que por tanto y habiendo sido oportuna su petición los
mismos resultan procedentes.-
Al tratarse de actos ilícitos no se re¬quie¬re para el curso de los in-
tereses el requisito de la mora, ni de la liquidez del crédito, concordando esta
solu¬ción con el principio de reparación integral ya referi¬do, admi¬tido en la ley
positiva como principio general (doc¬trina de los arts. 886 a 888, 776 a 769, 1716,
1737, 1739, 1748 y concordantes del C.C. y C.).
A tal fin, respecto de la totalidad de los rubros reclamados, ha-
biéndose fijado los montos indemnizatorios al momento de la sentencia,
corresponde aplicar los intereses previstos en la ley 4087, esto es, la tasa del 5 %
anual desde la fecha del accidente (14/02/2014) hasta la presente resolución.-
Asimismo, a partir de esta sentencia se devengarán los intereses
hasta su efectivo pago a la tasa establecida por la ley 9041 correspondiente a la
evolu-ción porcentual que experimente la Unidad de Valor Adquisitivo (U.V.A.)
que publi-ca el Banco Central de la República Argentina.-
VII) Las costas se imponen a la demandada Hospital Teodoro
J. Schestakow que resulta vencida, en cuanto se admite la demanda. (art.36
C.P.C.).-
VIII) Los honorarios devengados por los profesionales intervi-
nientes por la tramitación del principal se regulan a tenor de lo pautado por arts. 2,
3 y concordantes de la ley arancelaria y conforme etapas cumplidas por cada
profesional y por tomando como base el monto por el que se admite la demanda, es
decir la suma de $ 429.500.-
En relación a los profesionales que representaron y/o patrocina-ron
al Hospital Schestakow y Fiscalía de Estado, atento a lo establecido por la Ley
5.394 no corresponde efectuar regulación de honorarios al no existir costas a cargo
de la contraria.-
La regu¬la¬ción de honora¬rios del perito médico debe practicar¬se
en base a la labor desarrollada, la incidencia de dichos trabajos en la resolución del
pleito y la proporcionalidad con la retri¬bución que corres¬ponde a los letrados que
han intervenido en la trami¬tación de todo el proceso y de conformidad con lo
normado por el artículo 184 del C.P.C. y T., es decir 4% del monto del juicio.-
Sobre el particular los Tribunales han dicho que: "Para la regu-lación
de los honorarios de los peritos médicos deben computarse múltiples circuns-
tancias, siendo las más importantes que aquélla guarde adecuada proporción con los
honorarios fijados a los letrados intervinientes en la tramitación del proceso y sobre
todo mantener una relación razonable entre la tarea efectivamente cumplida por el
experto y la retribución que se fija". Expediente:17589 - SIERRA, RAúL PABLO
E. CATANA DAñOS Y PERJUICIOS- Fecha: 29-08-1988 - Ubicación: LS113-
Fs.321- Magistrados: SARMIENTOGARCIA-FLORES-VARGAS - Tribunal:
CUARTA Cá-MARA EN LO CIVIL- PRIMERA CIRCUNSCRIPCIóN
JUDICIAL.-
Las mismas pautas cabe considerar en relación a los honorarios de la
perito psicóloga.-
En mérito de todo lo expuesto y normas legales citadas.

R E S U E L V O:

1°) HACER LUGAR a la demanda incoada a fs. 1/34 por la Sra.


ROSA BERTA GONZALEZ, en conse¬cuencia, conde¬nar a la deman¬dada
Hospi-tal Teorodo J. Schestakow, para que en el término de DIEZ DIAS (10) de
ejecu-toriada la presente abone a la actora la suma de PESOS CUATROCIENTOS
VEIN-TINUEVE MIL QUINIENTOS ($ 429.500,00), en concep¬to de
indem¬niza¬ción por los rubros y montos admitidos en autos; con más los
intereses, conforme lo establecido en los considerandos precedentes.-
2°) Imponer las COSTAS a la demandada por resultar vencida.-
3°) Regular los honorarios de los profe¬siona¬les intervi¬nientes por
la tramitación del principal para el Dr. Julio Federico Pallares la suma de PESOS
VEINTICINCO MIL SETECIENTOS SETENTA ($ 25.770,00) y para la Dra.
Isabe-lina Lopez Moreno PESOS CINCUENTA Y UN MIL QUINIENTOS
CUARENTA ($ 51.540,00). Omitir regulación a los letrados de la demandada y
Fiscalía de Estado a tenor de lo normado por la Ley 5.394.-
4°) Regular los honorarios del perito médico traumatólogo in-
terviniente Dr. Eduardo A. MAURE en la suma de PESOS DIECISIETE MIL
CIENTO OCHENTA ($ 17.180,00).-
5°) Regular los honorarios de la perito psicóloga interviniente Lic.
MARIA JOSE SUNN en la suma de PESOS DIECISIETE MIL CIENTO
OCHENTA ($ 17.180,00).-
NOTIFI¬QUESE POR CEDULA DE OFICIO

Fdo: Dr. Pablo Augusto Moretti - Juez

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