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Institución: Liceo Laboratorio Emma

Gamboa

Alumna: Montserrat Rojas Jiménez

Sección: 11-2

Materia: Filosofía

Profesor: Rodrigo Zárate Solano

Tema: ¿La Medicina y la Filosofía tienen


relación?
¿Se ha preguntado alguna vez qué tiene que ver la Filosofía en la Medicina, o viceversa?
El tema de interés permite investigar y consolidar si verdaderamente tienen es así en todas
sus representaciones y prácticas, tomando en cuenta el desarrollo de las definiciones
correspondientes, las diversas maneras en cómo son comprendidas y las múltiples
preguntas acerca de ellas que son planteadas. Además, se mencionarán citas, frases y
hechos que respalden no solo un pensamiento en específico, pero todos los que se
mencionen con el objetivo de extraer una conclusión que sea mejor comprensible, que esté
plena de carácter filosófico y reflexivo que ayude a convencer o enseñar al lector sobre el
tema. A continuación, se escribirá sobre la importancia del tema y la capacidad que tiene la
Filosofía para cambiar totalmente la visión del profesional o el aspirante a ser médico, o
simplemente hacer reflexionar al lector sobre lo que debería mejorar el campo de la
Medicina.
Es necesario resaltar que el escribir un ensayo sobre este tema en particular es
importante para mí porque ha formado parte de mis reflexiones diarias, las cuales han
tenido como consecuencia muchas conclusiones y preguntas, e indudablemente gran
cantidad de personas también lo han tomado en cuenta y caminan por el valle de la
búsqueda de respuestas, otras por el valle de creer saberlo todo, y otros en el cual no les
importa tan siquiera filosofar y solo se resignan a lo que saben sin buscar más allá.
Primeramente, es necesario entender los conceptos de ambos elementos involucrados: la
Medicina es la ciencia que estudia las enfermedades que afectan al ser humano, los modos
de prevenirlas y las formas de tratamiento para curarlas, mientras que la Filosofía es el
conjunto de reflexiones sobre la esencia, las propiedades, las causas y efectos de los
sucesos naturales, en específico sobre el hombre y el universo. Caben agregar dos
conceptos que se relacionan con estas mencionadas: la philantropie (la filantropía) –el amor
al hombre en cuanto al hombre- y philotekhníe (la filotecnia) –amor al arte de curar-.
Con respecto a lo anterior, Entralgo, P. L. (1969) afirma “El médico hipocrático siente
philantropie y philotekhníe”, lo que quiere decir que de esta forma será el mejor médico, ya
que siente ambos amor hacia el hombre y hacia el arte de curar, y no solo está interesado en
dotarse de casi incesantes conocimientos sobre anatomía, fisiología, patología, química,
biología y muchas ramas más. Se considera que el ser médico es mucho más allá que solo
recibir un título y estudiar hasta tarde y luego alardear sobre ello, ya que el profesional debe
ser investigador de la naturaleza humana y poner en práctica una sensibilidad
indudablemente humanista, según Hipócrates. Además, el médico no debe perder la
perspectiva filantrópica porque debe saber también lo que caracteriza su identidad y lo que
disfruta hacer, ya sea involucrarse en la música, la literatura, el arte, el de la filosofía, y lo
espiritual, elementos que sin duda nos mantienen vivos.
Es correcto reportar que los hombres, sin importar su clase económica, estatus o
profesión, se podrían describir como sumisos a las palabras que el médico les brinde, o los
consejos que este mismo les da. Es importante reflexionar tanto desde esa perspectiva como
de la del médico, ya que este debe trabajar en igualdad sin garantizarle más beneficios a
una persona de clase económica alta que a otra persona de escasos recursos: aquí es
precisamente en donde entra la Filosofía. Esta misma idea la repite Entralgo, P. L. (1969)
“Muchos hombres, que no siguen ningún tipo de preceptos religiosos, tienen en cuenta las
opiniones del médico a la hora de decidir lo que deben o no deben comer, las sustancias que
pueden consumir y las que deben evitar, las costumbres higiénicas y actividades físicas que
deben cultivar o las precauciones que deben tomar en sus relaciones sexuales”. Ahora bien,
pongámonos en la posición de un estudiante de Medicina, el cual puede ser de distintas
maneras: uno puede tener real dedicación y devoción a lo que significa el ayudar a las
personas y ser más que un graduado y profesional en Medicina que se dedica a recetar
incontables medicamentos y tratamientos sin tan siquiera interesarse por el tipo de persona
que es el paciente. A esto se añade la célebre frase de Osler, W. (1905) “El buen médico
trata la enfermedad; el gran médico trata al paciente que tiene la enfermedad”. Es decir, un
verdadero médico filosofa acerca de gran cantidad de cuestiones que se involucren con las
causas, efectos y consecuencias de la enfermedad; incluso acerca de las medidas de
prevención, mientras que otros se sienten realizados con solo memorizar sin pensar
hondamente. Desde esta perspectiva, aporta también Osler, W. (1905) “La medicina se
aprende al lado de la cama y no en el salón de clase. No deje que sus concepciones de
enfermedad vengan de palabras oídas en el salón de clase o leídas del libro. Vea, y luego
razone y compare y controle. Pero vea primero.” ¿Qué quiere decir esto?
Debo señalar ahora las maneras en que los distintos filósofos nos comprueban que
ambas ciencias se relacionan, por ejemplo: Aristóteles, Empédocles, Pitágoras, Platón y
Wittgenstein, quienes han hecho grandes alusiones a la Medicina, ya que se respaldan en el
saber médico. Dicho sea por Platón "Dondequiera que se ama el arte de la medicina, se ama
también a la humanidad.” Ahora bien, esto mismo se manifiesta inversamente, ya que hubo
también médicos que hacían alusiones a la Filosofía, como Hipócrates, Galeno, Rabelais,
Laín Entralgo, Descartes, Avicena, Erasístrato, Celso y Tagliacozzi. Esto nos trae de nuevo
otra frase famosa, esta vez de Paracelso “ La Medicina descansa sobre cuatro pilares - la
filosofía, la astronomía, la alquimia y la ética." Así mismo, Bunge, M. (2010) afirma
“William Harvey (1578-1657) descubrió que la sangre, en lugar de permanecer quieta o de
oscilar, circulaba por el circuito que llamamos sistema cardiovascular. Llegó a esta
hipótesis haciendo experimentos, ya que la mera disección de cadáveres puede sugerir
hipótesis anatómicas, pero no fisiológicas. Dicho sea de pasada, Harvey estudió en Padua,
la universidad de Galileo, y no sólo medicina, sino también filosofía.”

Al llegar aquí, tenemos que plantearnos la pregunta “Salud, ¿para qué?”, según Siebeck,
R. Esto nos permite pensar en el por qué y en el para qué luchamos tanto por no
enfermarnos o por curarnos para vivir de la mejor manera. Esto se asemeja mucho a la
común, mas conflictiva pregunta “¿Para qué estamos en la Tierra?”. Es lo mismo, ya que
abarca la curiosidad por saber por qué estamos aquí en las condiciones adecuadas que la
Tierra tiene, un cuerpo con todos los órganos necesarios, cada uno con su función
específica y automática, pero también nos hacemos preguntas sobre el por qué nos
enfermamos, cuál es el sentido de ello, por qué algunas personas nacen con mutaciones,
otras sin los órganos completos, entre otros sucesos más. Es definitivo respaldar la idea de
que cada persona tiene una forma de pensar y un punto de vista en el que se sienten seguros
y firmes, y esto mismo tendrá efecto en su salud, ya sea de manera eficaz o destructiva.
Cabe agregar que también se preguntan los pacientes con enfermedades terminales o
crónicas "¿He vivido una buena vida?”, "Nunca le he hecho daño a nadie", "¿Por qué me
ocurre esto a mí?" y "¿Qué he hecho para merecer esto?". Examinemos este proceso: al
entrar a un consultorio, el doctor toma apuntes de los que el paciente siente físicamente,
conversa un poco sobre las posibles causas y tratamientos, recetándole después uno, pero
¿acaso usted ve que preguntan por su salud emocional? O si preguntan aún más allá sobre
las posibles soluciones que no sean medicamentos, pero el ejercitarse, pasear con amigos o
familia, intentar deportes, leer libros que puedan nutrir muchos aspectos de su vida, o
incluso aprender un idioma nuevo? Todo esto depende del tipo de Filosofía que tenga el
médico, sin duda alguna, y qué tanto le importan los valores del ser humano o el dinero que
se gana. Es imposible negar que cualquiera de nosotros con una dolencia o enfermedad no
queremos sentirnos como un objeto o un experimento del doctor.

Continuando con lo mencionado anteriormente, una persona que se encuentre en una


situación de salud probablemente terminal, hablando en términos de la Medicina Paliativa,
puede refugiar sus esperanzas en el ser más que en el lograr, en las relaciones con otras
personas, ya sean sus amigos o familiares, o la relación con Dios o con un ser superior. Se
entiende que esto da origen a reflexiones teológicas y creencias éticas. En mi opinión, el
área espiritual es lo que realmente aviva las esperanzas de una persona en cualquier
circunstancia porque es la esencia del ser humano; incluye aquellas convicciones y
manifestaciones que probablemente otra persona no puede experimentar a causa de ni
siquiera interesarse por ello, y muchas veces, creído y luego visto, creo firmemente en que
la fe, a pesar de no tener mucho respaldo científico o lógico, es lo que nos garantiza que
podemos ser sanos creyendo en que el Creador lo puede hacer, a pesar de lo difícil que se
vea la situación: he aquí otro tema filosófico involucrado con la Medicina.

En síntesis, es afirmativo manifestar que la Medicina y la Filosofía tienen innumerables


cuestiones en común y ambas se complementan en el propósito de Ser Humano: estar vivos
y sanos, y el otro el por qué. No se debe descartar que el que quiera ser médico, que se lea
de inmediato los consejos de Esculapio, y que tenga en mente que la Filosofía es necesaria
en cada detalle, en cada análisis, diagnóstico, consulta, pregunta médica, y causa. Hoy en
día se necesitan médicos que se preocupen por la manera en que piensan sus pacientes, ya
sea negativamente o positivamente, e iniciar un lazo de amistad no muy frecuente, pero
seguro y que valga la pena de tener cada vez que se vaya al consultorio. Al fin y al cabo,
todo se construye en la mente; en la forma de pensar, de reaccionar y de sentir, y es aquí en
donde la Filosofía juega estos roles más importantes de la vida.
REFERENCIAS BIBLIOGRÁFICAS

Citas

 Mario, B. (1997). Medicina y Filosofía. El Dominical, setiembre, 7, 6.

Recopilado el 22 de setiembre: https://www.intramed.net/contenidover.asp?


contenidoID=68529

 Laín Entralgo P. El médico y el enfermo. Madrid: Guadarrama, 1969. Citado por:


Córdoba Palacio R en: Fundamentación Bioética para el ejercicio de la medicina.
Op. cit., p. 26.

Recopilado el 20 de setiembre:
http://rlillo.educsalud.cl/Capac_Etica_BecadosAPS/El%20Medico%20y%20el
%20enfermo%20Lain%20Entralgo.doc

http://www.redalyc.org/pdf/2611/261120994012.pdf

 Osler, W. (1905). The Principles and Practice of Medicine: For the Use of Students
and Practitioners. Appleton.

 Siebeck R. Citado por: Laín Entralgo P. La relación médico – enfermo. Historia y


teoría. Madrid: Revista de Occidente, 1964. p. 25.

Recopilado el 20 de setiembre: http://www.redalyc.org/pdf/2611/261120994012.pdf

Fuentes secundarias

 http://www.redalyc.org/pdf/2611/261120994012.pdf
 https://scielo.conicyt.cl/scielo.php?pid=S1726-
569X2000000100003&script=sci_arttext&tlng=en
 http://www.saber.ula.ve/bitstream/handle/123456789/32939/12ma_sesion_aforismo.
pdf;jsessionid=DCE2BCE44AC53978944CCF8B1B5DBEE2?sequence=1
 https://www.intramed.net/contenidover.asp?contenidoID=68529

Fuentes primarias

 https://www.lifeder.com/frases-de-medicina/
 http://rlillo.educsalud.cl/Capac_Etica_BecadosAPS/El%20Medico%20y%20el
%20enfermo%20Lain%20Entralgo.doc

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