ESI Wacquant Unidad 1

Este material es para uso de la Universidad Nacional de Quilmes, sus fines son exclusivamente didácticos.
Prohibida su reproducción parcial o total sin permiso escrito de la editorial.

Traducción: Marcos Mayer
editores
siglo veintiuno
loïc wacquant
gueto, periferias y estado
DE LA CIUDAD
LOS CONDENADOS
grupo editorial siglo
veintiuno
siglo xxi editores, méxico siglo xxi editores, argentina
CERRO DEL AGUA 248, ROMERO DE TERREROS GUATEMALA 4824, d 425BUP
04310 MÉXICO, D.F. BUENOS AIRES, ARGENTINA
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ALMAGRO 38 ALMAGRO 38 DIPUTACIÓN 266, BAJOS
28010 MADRID. ESPAÑA 28010 MADRID, ESPAÑA 08007 BARCELONA, ESPAÑA
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A mi madre, por haberme enseñado
el sentido de la justicia social.
Wacquant, Loïc
Los condenados de la ciudad: Gueto, periferias y Estado. – 2ª ed.-
Buenos Aires: Siglo Veintiuno Editores, 2013.
376 p.; 21x14 cm.- (Sociología y política)
Traducción de Marcos Mayer // ISBN 978-987-629-267-2
1. Sociología. I. Mayer, Marcos, trad. II. Título.

CDD 306
Título original: Parias urbains. Ghetto, banlieues, Etat; publicado por

Editions La Découverte en 2006
© 2007, Siglo Veintiuno Editores Argentina S.A.
Diseño de portada: Peter Tjebbes
1ª edición argentina: 2007

2ª edición argentina: 2013
ISBN 978-987 629-267-2
Impreso en Impresiones Martínez // Camila Quiroga 870, Burzaco

en el mes de febrero de 2013
Hecho el depósito que marca la ley 11.723

Impreso en Argentina // Made in Argentina
Índice
Introducción 13
Gueto, banlieue, favela, etcétera: instrumentos para repensar
la marginalidad urbana 13
Gueto, banlieues, Estado 14
Para una sociología comparada de la marginalidad urbana 19
PRÓLOGO:
UN VIEJO PROBLEMA EN UN MUNDO NUEVO
1. El retorno de lo reprimido: revueltas, etnicidad

y dualización en tres sociedades avanzadas 29
La violencia de abajo: ¿levantamientos raciales o revueltas

intestinas? 33
La violencia de arriba: desproletarización, relegación
y estigmatización 40
La alienación política y los dilemas de la penalización 48
Conclusión: un desafío para la ciudadanía 54
1. DEL GUETO COMUNITARIO AL HIPERGUETO
2. Declinación y destino del gueto negro en el fin de siglo 59

De los disturbios raciales a las explosiones silenciosas 60
El adiós al "gueto eterno" 63
Tres precisiones preliminares 66
Del "gueto comunitario" de los años cincuenta
al "hipergueto" de los noventa 69
Descalabro y peligro en el núcleo de la metrópoli 71
Despoblamiento, desproletarización y naufragio
organizacional 77
10 LOS CONDENADOS DE LA CIUDAD ÍNDICE 11
El "ingenio" y la supervivencia cotidiana en la economía "La gente te desprecia por completo" 206
informal 83 De la estigmatización espacial a la "desorganización" social 209

Las raíces económicas y políticas de la hiperguetización 90 Visión y divisiones sociales en el gueto y en las banlieues
Desinversión, crecimiento polarizado y segmentación racial obreras 215
del salario no calificado 91 Apartheid norteamericano y fractura de la conciencia racial 215
Segregación racial, política de la vivienda y concentración Los jóvenes de las cites contra el resto del mundo 219
de la miseria de los negros 97
Mezcla de categorías, trayectorias colectivas y tensiones

La retirada abrupta de un Estado de Bienestar estancado 104 "étnicas" 222
La marginalidad política y el "estrechamiento planificado" Conclusión: las estructuras mentales de la marginalidad 227
del gueto 107
Conclusión: reconfiguraciones de la dominación 114 7. Lugares peligrosos: la violencia, el aislamiento y el Estado 229
Comparar las "trincheras" urbanas 231
3. El precio de la exclusión racial y social en Bronzeville 117
Delincuencia, violencia callejera y contracción del espacio
Desindustrialización e hiperguetización 121 público 236
El precio de la vida en el hipergueto 130 Delincuencia juvenil y sensación de inseguridad en las cites
Conclusión: estructuración social de la marginalidad 144 del cinturón rojo 236
La violencia callejera y la extinción del espacio público en
4. West Side Story: un barrio de gran inseguridad el South Side de Chicago 242
en el gueto de Chicago 147 Aislamiento institucional contra desertificación organizacional 247
Miseria de Estado y capitalismo de calle 118 Densidad organizacional y aislamiento institucional en la cité
La macabra lotería de los homicidios 154 de Quatre mille 247
"Seis pies bajo tierra o la cárcel" 159 Decadencia del sector público y desertificación organizacional
del gueto 252
Conclusión: reafirmar las obligaciones del Estado 259
II. CINTURÓN NEGRO, CINTURÓN ROJO
5. Banlieues obreras francesas y gueto negro norteamericano: III. LA MARGINALIDAD URBANA EN EL HORIZONTE
de la amalgama a la comparación 165 DEL SIGLO XXI
El pánico moral de las "cités-gueto" 168 8. El advenimiento de la marginalidad avanzada:

Las banlieues no son guetos a la norteamericana 176 características e implicaciones 265
Conclusión: el "gueto francés": un contrasentido sociológico 192
Underclass y banlieue. figuras de la marginalidad 265
Seis propiedades distintivas del nuevo régimen de
6. Estigma y división: del corazón de Chicago a los
marginalidad 269
márgenes de París 195
Implicaciones para la sociología urbana 286
¿Una "norteamericanización" de la pobreza en las ciudades Hacia una revolución de las políticas públicas 291
europeas? 196
La estigmatización territorial: su experiencia y sus efectos 201 9. Las lógicas de la polarización urbana por abajo 295
"Se diría que aquí hay una peste" 201
Los síntomas de la marginalidad avanzada en la ciudad 298
12 LOS CONDENADOS DE LA CIUDAD
Cuatro lógicas estructurales alimentan la nueva pobreza 301 Introducción

El espectro de la convergencia transatlántica exorcizado 312
Frente a la marginalidad avanzada: el giro hacia el Estado
penal 316
Posfacio a la edición francesa 321
Agradecimientos y fuentes 327

Gueto, banlieue, favela, etcétera: instrumentos para repensar la
Bibliografía 331 marginalidad urbana1
Gueto en los Estados Unidos, banlieue en Francia, quartieri periferici

(o degradati) en Italia, problemomrade en Suecia, favela en Brasil, villa
miseria en la Argentina, rancho en Venezuela: las sociedades de
Norteamérica, Europa occidental y Latinoamérica disponen en su
repertorio topográfico de un término específico para designar a esos
lugares estigmatizados y situados en lo más bajo del sistema jerárquico de
los sitios que componen una metrópolis. En esos distritos de aura
demoníaca se acumulan y agravan las dificultades, allí viven los parias
urbanos del cambio de siglo. Esto les sirve para concitar una atención
desproporcionada y desproporcionadamente negativa de parte de los
medios, de los dirigentes políticos y de los funcionarios estatales. Se los
conoce internamente y desde afuera como "las zonas de no derecho", "los
sectores en problemas", los barrios "prohibidos" o "salvajes" de la ciudad,
como territorios de privación y abandono a los que se debe temer, de los
que hay que huir y es necesario evitar pues constituyen focos de
violencia, vicios y disolución social; ésta es al menos su reputación pues,
en este terreno, la percepción contribuye, y en mucho, a fabricar la
realidad. Como consecuencia del halo de peligro y de pavor que los rodea
y del desprecio que afecta a sus habitantes —un agregado abigarrado de
viviendas desprovistas de casi todo, de minorías deshonradas y de
inmigrantes indeseables—, se los
1
Se mantendrá la palabra banlieue—que también se puede traducir por
"suburbio"— cada vez que el autor la utilice para referirse a los barrios obreros de
la periferia urbana francesa. El mismo criterio se usará para inner-city en el caso
anglosajón, y para cité. [T.]
14 LOS CONDENADOS DE LA CIUDAD INTRODUCCIÓN 15
suele describir, desde arriba y con mucha distancia, en tonos sombríos y de una manera que, en lugar de oponerlos como es habitual, haga
monocromáticos. Y en su interior, la vida social parece siempre la misma: converger los papeles del mercado de trabajo, las relaciones étnicas y el
desnuda, caótica y brutal. Estado. El segundo se propone destacar las diferencias y similitudes que
Al romper con el sesgo actual del discurso mediático así como con las presentan el "hipergueto" norteamericano y la banlieue francesa a partir
aproximaciones semiacadémicas de las investigaciones habituales, este de los elementos de una perspectiva sociológica de la marginalidad
libro traslada al lector hacia el corazón de estos territorios de relegación en avanzada, es decir, del nuevo régimen de relegación socioespacial y de
dos países desarrollados, a saber, el gueto negro estadounidense y la cerrazón excluyentes (en el sentido señalado por Max Weber)3 que se ha
banlieue obrera francesa, con el objetivo de mostrar que no es eso lo que cristalizado en la ciudad posfordista como efecto del desarrollo desigual
ocurre: la marginalidad urbana no está en todos lados tejida con las de las economías capitalistas y de la desarticulación del Estado de
mismas fibras y, si se lo piensa bien, no es algo sorprendente. Los Bienestar, según modalidades que varían en función de la forma en que
mecanismos genéricos que la producen, así como las formas específicas estas dos fuerzas pesan sobre la clase obrera y las categorías etnorraciales
que reviste, se vuelven plenamente inteligibles cuando uno se toma el que pueblan las zonas inferiores del espacio social y del espacio físico.
trabajo de ubicarlas en la matriz histórica —característica de cada sociedad Luego de diagnosticar el resurgimiento inesperado de las realidades
en una época dada— de las relaciones entre las clases, el Estado y el reprimidas de la violencia colectiva, la indigencia material y las divisiones
espacio. Es decir, debemos ocuparnos de desarrollar imágenes más étnicas en las metrópolis del Primer Mundo a lo largo de las últimas tres
complejas y más diferenciadas de los "condenados de la ciudad" si décadas, la primera parte del libro se ocupa de la interrelación entre la
pretendemos comprender correctamente su situación y elucidar su destino dominación racial, la inequidad entre clases y la acción del Estado en el
colectivo en los diferentes contextos nacionales.2 corazón segregado de la metrópolis estadounidense. Dejando de lado el
lugar común de la "desorganización" que, a partir de los primeros trabajos
de la Escuela de Chicago, domina las investigaciones convencionales
Gueto, banlieues, Estado sobre la pobreza en los Estados Unidos, se desarrolla aquí una concepción
institucionalista del gueto como concatenación de mecanismos de control
Los capítulos que componen este libro disectan y comparan los etnorracial, fundada en la historia y materializada en la geografía de la
grandes cambios de la posguerra y la organización contemporánea del ciudad.4 Recorremos la transición desde el gueto comunitario de mediados
"cinturón negro" estadounidense junto con la estructura, la dinámica y la del siglo xx, formación
experiencia de la desposesión urbana dentro del "cinturón rojo" francés en
fase de desindustrialización. La ambición empírica inmediata y el objetivo
3
analítico ulterior que los animan están estrechamente vinculados. La Por cerrazón (Schliessung), Weber (1971-1995, tomo 2: 55) designa al
primera trata de describir y explicar la transformación institucional que ha conjunto de procesos a través de los cuales un colectivo restringe "el acceso a las
conocido el gueto afroamericano luego de la ola de disturbios de la década posibilidades (sociales o económicas) que existen en un dominio dado": sus
de 1960, consecuencia de la reorganización del régimen de dominación miembros "usan como argumento ciertas características reales o virtuales de sus
adversarios para tratar de excluirlos de la competencia. Esas características pueden
racial, la economía capitalista y las políticas públicas en los Estados
ser la raza, la lengua, el credo, el lugar de origen o la extracción social, la
Unidos
ascendencia, el domicilio, etcétera". Se encontrará una descripción sucinta pero
eficaz sobre este enfoque de la estratificación social y espacial en Mackett (2004).
4
2
También se podrá "ampliar el horizonte de nuestra mirada" sobre los barrios Para una discusión sintética del sesgo perenne y de los límites
relegados de las metrópolis del Primer Mundo ubicándolos dentro de la gama de característicos de la corriente dominante en la investigación sobre la intersección
las variadas formas que revisten las constelaciones citadinas de los desheredados entre división racial y pobreza urbana en los Estados Unidos, remito a Wacquant
atrapados "entre la guerra y la ciudad" en los países del Sur (Agier, 1999: 6-8). (1997 y 2002, en lo que se ocupa del aspecto etnográfico).
socioespacial compacta y claramente circunscripta en la cual los negros de del exilio" del South Side de Chicago y de la periferia parisina en sus
todas las clases sociales se hallaban consignados y ligados entre sí por una respectivas metrópolis. Pone de relieve los efectos antisolidarios de la
amplia gama de instituciones propias del grupo y de su espacio reservado, estigmatización territorial en las estructuras sociales y las estrategias
hasta el hipergueto de fin de siglo, nueva configuración espacial y locales, y actualiza los principios sociales de visión y división que
organizacional descentralizada, caracterizada por la doble segregación de organizan la conciencia y las prácticas de sus residentes, atados a la
raza y clase en el contexto del doble abandono del cinturón negro histórico oposición negros/blancos, del lado norteamericano, y "jóvenes de los
por parte del mercado de trabajo y el Estado de Bienestar, retirada que barrios contra el resto del mundo", del lado francés. Este análisis muestra
exige y suscita en compensación el despliegue de un aparato policial y que la banlieue en decadencia del hexágono y el gueto afroamericano
penal intrusivo y omnipresente. Me apoyo en una variada gama de datos constituyen dos formaciones socioespaciales diferentes, nacidas de
empíricos obtenidos de encuestas cuantitativas, entrevistas en profundidad lógicas institucionales de segregación y de agregación distintas, que se
con sus habitantes y observaciones etnográficas realizadas en el South Side traducen en niveles incomparablemente más altos de degradación,
de Chicago entre 1988 y 1992, para deshilar el tejido de la vida cotidiana en aislamiento y dislocaciones en el caso del gueto norteamericano.
el gueto contemporáneo y delimitar los factores políticos y económicos que La cerrazón social y la relegación espacial en el cinturón negro
han dominado su evolución reciente, cuyo lugar principal está ocupado por operan prioritariamente sobre la base de la pertenencia racial, modulada
la precarización económica y la desproletarización, la persistencia de una por la posición de clase previa a la ruptura de los años sesenta, y ambas
rígida y envolvente segregación social, la erosión de un Estado social en están sumadas y agravadas por las políticas públicas de selección y
retroceso, y las medidas de "estrechamiento planificado" del sector público. abandono urbanos. Un tanto a la inversa ocurre en el cinturón rojo, donde
Finalmente se trata del naufragio de las instituciones públicas como la marginalización es, en principio, producto de una lógica de clase, en
resultado de las políticas estatales de abandono urbano y de contención parte aumentada por el origen nacional y en parte atenuada por la acción
punitiva del (sub)proletariado negro que surge como la causa más poderosa del Estado. De esto se sigue que el hipergueto norteamericano es un
y más evidente de la persistencia de la marginalidad en la metrópolis universo étnica y socialmente homogéneo, caracterizado por una débil
estadounidense.5 densidad organizacional y una menor penetración del Estado en sus
La segunda parte del libro elabora una comparación de la estructura, de componentes sociales y, por lo tanto, por una inseguridad física y social
las experiencias vividas y de los fundamentos político-económicos de la muy fuerte, mientras que la periferia urbana francesa se caracteriza, en
marginalidad en los Estados Unidos y en Francia, a partir de un estudio cambio, por una población profundamente heterogénea según la
empírico centrado en el barrio de Quatre mille en La Courneuve. Traza la procedencia etnonacional (y por la posición de clase) cuyo aislamiento
morfología social, la textura organizacional y las funciones que cumplen los resulta mitigado por una fuerte presencia de las instituciones públicas.
"barrios Esta heterogeneidad interna está reforzada, además, por la heterogeneidad
interna de las banlieues obreras francesas entre ellas, que contrasta
5 fuertemente con la monotonía social y espacial exhibida por los guetos de
La invención de la política de penalización de la inseguridad social en los
las grandes ciudades estadounidenses. Por esto hablaremos, en la medida
Estados Unidos, que se traduce en el hiperencarcelamiento de subproletarios negros
(un afroamericano de cada tres está hoy en manos de la justicia, dos negros no en que sea posible, del gueto en singular de las banlieues en plural.
calificados de cada tres purgan una pena de reclusión en algún momento de su vida), El balance de las similitudes y diferencias entre la "nueva pobreza"
es analizada en Punir os pobres. A nova gestáo da miseria nos Estados Unidos establecida en la periferia obrera francesa y su equivalente estructural en
(Wacquant, 2001a, traducción francesa aumentada a editarse en 2007 bajo el título los Estados Unidos pone en evidencia la dimensión específicamente
Punir les pauvres. Le nouveau gouvernement de l'insécurité sociale), y su racial de la exclusión urbana en la metrópolis nor-
internacionalización en Les Prisons de la misere (Wacquant, 1999).
teamericana. Queda absolutamente refutada la tesis, que domina estos crecientes de la relación salarial, que está cada vez más desconectada de
tiempos, de una convergencia transatlántica que llevaría al surgimiento de las fluctuaciones cíclicas de la economía nacional y tiende a concentrarse
"guetos" en la periferia de las ciudades europeas.6 Y se confirma que las en los territorios despreciados y aislados donde la erosión de la sensación
estructuras y las políticas estatales juegan un papel decisivo en la de un "lugar en común" (como sense of place que remite a la vez a una
articulación diferencial de las desigualdades de clase, de lugar y de origen posición objetiva compartida y al sentimiento subjetivo de disponer de un
(etnorracial o etnonacional), y esto se verifica a ambos lados del Atlántico. sitio, un "entre nos") y la ausencia de un idioma secular de reivindicación,
A contramano de las ideologías políticas y los discursos académicos que se exacerban la experiencia y los efectos de la desproletarización y la
ponen de acuerdo en subrayar el debilitamiento del Estado con el objetivo indigencia.
de que funcione mejor, se constata que el Leviatán sigue siendo el vector Al abrirse un nuevo siglo, la incapacidad de los gobiernos de los
principal de la génesis y la trayectoria de la marginalidad avanzada en cada países avanzados —es decir el rechazo o la reticencia de sus clases
país. Incluso donde parece ausente a primera vista, aunque se muestre dominantes convertidas al neoliberalismo— para detener la acumulación
pasivo o espasmódico, sigue siendo el Estado, por medio de su acción social y espacial de las dificultades económicas, la descomposición social
multiforme, el que determina la forma de los mercados de la vivienda, del y el desprecio cultural dentro de los enclaves obreros y etnorraciales
trabajo y de los títulos educativos y también la distribución de bienes y desheredados de la metrópolis dualizada, amenaza con engendrar
servicios de base, y el que, de este modo, gobierna la conversión del problemas crónicos y plantea un temible desafío para la institución de la
espacio social en espacio físico apropiado. Tanto en los Estados Unidos ciudadanía. Ésa es una de las causas fundamentales de la espectacular
como en Francia, los "efectos de lugar" (Bourdieu, 1993a) demuestran ser expansión y del endurecimiento de las políticas policiales y penales que
esencialmente efectos del Estado proyectados sobre la ciudad. tienen como objetivo al subproletariado urbano de los Estados Unidos y la
Finalmente, la comparación metódica entre el gueto negro Unión Europea, luego de la denuncia del contrato social
norteamericano y las banlieues obreras francesas permite diferenciar las fordistakeynesiano (Wacquant, 1999). Es decir que, para que se produzca
principales características que distinguen a la marginalidad de fin de siglo un impacto significativo, las políticas sociales que pretendan combatir la
de la pobreza "fordista" que había dominado el período de consolidación marginalidad avanzada deberán salir del estrecho perímetro del empleo
industrial de las décadas posteriores a la guerra. El análisis de la asalariado para esforzarse por crear un derecho a la subsistencia por fuera
polarización por abajo, presentado en la tercera parte, destaca, inter alia, el de la tutela del mercado, valiéndose de tal o cual variante del "ingreso
hecho de que la pobreza posfordista se alimentaba de la inestabilidad y la básico" (Van Parijs, 1995).
heterogeneidad
6
Para una sociología comparada de la marginalidad urbana
Esta tesis se basa en un completo contrasentido sociológico sobre lo que
constituye un gueto, contrasentido generado y perpetuado por: 1) la ignorancia de
Al especificar la dinámica causal, las modalidades sociales y las
las realidades históricas de la ciudad norteamericana (cuyo estudio empírico ha sido
ampliamente reemplazado por clichés tranquilizadores que, compartidos por el
formas experienciales distintivas que conforman la relegación en la
periodismo sensacionalista, la trastienda política y los sectores más mundanos de la metrópolis de los Estados Unidos y Francia, este libro se propone forjar
investigación, terminan por parecer fundados en los hechos), y 2) una persistente los instrumentos necesarios para repensar la marginalidad urbana en el
confusión conceptual entre guetización y diferenciación espacial, segregación seno de las sociedades avanzadas. De este modo, pretende contribuir a
residencial, pauperización económica, concentración de extranjeros o inmigrantes, iniciar una sociología comparada de la polarización social, en principio
enclave físico, degradación de la vivienda, violencia criminal, etcétera (tomado in para las ciudades del Primer Mundo pero también para los países del
seratim o bien por tramos). Segundo Mundo, como la Argentina, Sudáfrica y Turquía, y en los
Estados-nación surgidos de las ruinas
del imperio soviético, donde la expansión y la intensificación de la En segundo lugar, es indispensable reubicar el estado y el destino de
miseria urbana en el período reciente son aún más evidentes.7 De esta un barrio (sea aristocrático o desheredado, noble o infame) en la serie
comparación, provisoria y en revisión, entre gueto norteamericano y diacrónica de las transformaciones históricas de las cuales es expresión
periferias obreras francesas en el final del siglo XX, surgen cinco material, transformaciones que jamás hallarán su fuente y su principio en
principios que pueden ser de utilidad para orientar próximas el seno del barrio en cuestión. Ningún "corte transversal" de la metrópolis
investigaciones. se comprende sino como precipitado sincrónico, fijado artificialmente por

En primer lugar, resulta imperativo establecer una clara separación el análisis, de las tendencias "longitudinales" de larga duración que
entre, por un lado, los conceptos nativos utilizados por los funcionarios trabajan el espacio social y determinan su proyección en el espacio físico
estatales, los dirigentes de las ciudades y los propios habitantes para apropiado. Así, la implosión brutal del gueto negro, como consecuencia de
designar a los barrios de exilio y, por otro, los conceptos analíticos que las sublevaciones urbanas de la década de 1960, fue determinada desde el
deben construir los investigadores en ciencias sociales para poder dar exterior por la confluencia del descentramiento del sistema político
cuenta de la evolución de su organización interna y de su posición dentro nacional, la profundización del sistema de castas, la reestructuración del
de la estructura socioespacial y el orden simbólico de la metrópolis. Esto capitalismo urbano y la política de regresión social del Estado federal
implica otorgar una atención especial al examen crítico de las categorías sobre el fondo de un proceso permanente de ostracismo de los
y los discursos (incluso los científicos) que, con una pretensión afroamericanos. Lo mismo ocurre con la lenta descomposición de los
descriptiva, contribuyen a delinear la marginalidad organizando su territorios obreros de la periferia urbana francesa (y de modo más general,
percepción colectiva y su tratamiento político. Como corolario, hay que europea) de la era posfordista que, a semejanza de su consolidación
desconfiar especialmente de la circulación internacional de conceptos durante el período 1920-1980, está sobredeterminada por las relaciones
verdaderos-falsos —como el de underclass— que no sólo resultan triangulares entre el Estado, las clases y la ciudad. Olvidar que el espacio
inadecuados para sus contextos de importación sino que también se han urbano es una construcción histórica y política, en el sentido fuerte de la
apoderado de las realidades urbanas de sus países de exportación expresión, es exponerse a quedar atrapado por los "efectos de barrio" que
(Wacquant, 1996a). Y hay que cuidarse de la apelación difusa y confusa no son más que la retraducción espacial de las diferencias económicas y
a nociones, como la de "gueto", que funcionan como simples metáforas sociales.9
que apelan a una imaginería emotiva que oculta las diferencias La tercera de las recomendaciones corresponde al plano
estructurales y funcionales fundamentales, y que, en consecuencia, metodológico: resulta indispensable la observación etnográfica, en
detienen la investigación precisamente allí donde debería comenzar.8 principio, para correr el velo de los discursos tremendistas acerca de los
territorios de perdición urbana que bloquean la investigación en el
7 perímetro sesgado del objeto preconstruido, para luego poder comprender
Cfr. la extensión del vínculo entre pobreza y etnicidad en las sociedades
postsoviéticas del Este (Emigh y Szelényi, 2001; Ladanyi y Szelényi, 2000), el
las relaciones y las significaciones vividas
resurgimiento del debate sobre la marginalidad en las ciudades latinoamericanas
(Auyero, 2000; González de la Rocha et al, 2004; Lago, 2005) y el florecimiento 9
Como lo recuerda con énfasis Pierre Bourdieu (1993a: 250, 256), "no se
de trabajos acerca de la exclusión urbana en Sudáfrica después del apartheid
puede romper con las falsas evidencias y con los errores inscriptos en el
(Robinson, 1996; Gervais-Lambony el al, 1999) y en Turquía en la fase de
pensamiento sustancialista de los lugares, si no se procede a un análisis riguroso
integración a Europa (Erder, 1997; Keyder, 2005). El debate adquiere una intensa
de las relaciones entre las estructuras del espacio social y las estructuras del
actualidad en China (Wu, 2004).
8
espacio físico", relaciones que son el producto histórico de "luchas por la
Esto se tratará de desmontar en Les Deux Visages du ghetto, la obra que
apropiación del espacio", en las cuales el Estado juega un papel doblemente
sigue a ésta, en la cual abordaré frontalmente la polémica cuestión del gueto.
decisivo como territorio de conflicto y protagonista interesado.
que son constitutivas de la ciudadanía marginal en lo cotidiano. Pero, con para dejar de lado los falsos problemas impuestos por la actualidad política
el riesgo de condenarnos a la miopía monográfica, la investigación de y su enfoque administrativo, para luego contrastar la visión desde abajo y
campo no puede prescindir por un momento del análisis institucional y desde lo alto con los datos económicos y demográficos en ciertas zonas
viceversa, aun cuando uno y el otro sean puestos en sordina en algún pauperizadas de la banlieue parisina. Es posible obtener frutos de las
momento de la investigación y de su explicación. Debe estar guiada a teorizaciones más abstractas —como la depuración analítica de la
cada paso por el conocimiento metódico, debe ser ella misma "marginalidad avanzada" a la que llega esta investigación— cuando se las
constantemente revisada y enriquecida por el estudio directo de hace convivir con una aprehensión carnal de la experiencia histórica de la
situaciones concretas, de determinantes macroestructurales que, aunque que se supone han de dar cuenta y razón."
ostensiblemente ausentes del barrio, siguen gobernando las prácticas y las En cuarto lugar, resulta útil establecer una mínima distinción entre la
representaciones de sus habitantes porque están inscriptas en la condición social característica de una zona de relegación y los
distribución material de recursos y de ayudas sociales posibles, en tanto condicionamientos que implica (que a la larga se pueden cristalizar bajo la
que depositados en los cuerpos bajo la forma de categorías de percepción forma de una cultura local y una panoplia de estrategias típicas; cfr.
y de acción (Bourdieu, 1980). No se trata aquí de recopilar los datos Bourgois, 1995), su posición en una estructura jerárquica de lugares,
"frescos" que sirvan de ejemplos "vivientes" de tesis elaboradas fuera de medida al mismo tiempo en lo material y lo simbólico, y la función que
un contacto duradero con la realidad prosaica, sino de usar la observación cumple dentro del sistema metropolitano en su conjunto. Algunos de estos
etnográfica como instrumento y momento necesarios de la construcción distritos sirven como yacimientos activos y duraderos de mano de obra
teórica. poco calificada, otros son simples depósitos para poblaciones
Aun cuando este libro no pertenece al género establecido del estudio supernumerarias que ya no tienen utilidad económica o política
etnográfico, la etnografía juega en él un rol esencial, pues la observación identificable en el nuevo capitalismo polarizado; otros sirven, finalmente,
del campo, el análisis estructural y la construcción teórica pueden avanzar de contenedores espaciales para el ostracismo de categorías sociales y de
de acuerdo y se refuerzan mutuamente,10 en lugar de oponerse en un actividades indeseables. Esto vale para los "barrios bajos" de diferentes
estéril conflicto de prioridades. Sin las informaciones directas obtenidas países o incluso dentro del mismo país o en una metrópolis dada. En Brasil,
por la participación personal en las escenas habituales del gueto de la por ejemplo, la etiqueta favela funde y confunde a los distritos obreros
South Side de Chicago, no habría podido validar mi intuición inicial sobre estables que siguen ofreciendo sólidos puertos de integración proletaria a la
el carácter incoherente e inverosímil de la leyenda académica de la ciudad, las zonas en que las víctimas de la "desindutrialización regresiva"
underclass y rearticular la cuestión de las relaciones entre raza, clase y son abandonadas a su suerte en una economía callejera informal dominada
Estado en el espacio de la inner city (el eufemismo geográfico por medio por las actividades criminales y la violencia entrópica que éstas generan, y
del cual la ciencia convencional estadounidense designa al gueto negro los enclaves de margináis definidos por la experiencia de un estigma
para, justamente, no nombrarlo). Del mismo modo, los datos obtenidos de
primera mano mediante la encuesta realizada en La Courneve y en los
servicios municipales y ministeriales encargados de la política de la
11
ciudad, entre 1989 y 1991, resultaron vitales Esta aprehensión se puede incluso tematizar gracias a la etnografía
comparada, basada en un trabajo de campo paralelo en dos sitios elegidos para
esclarecer las invariantes y las variables teóricamente pertinentes, por oposición al
10 trabajo de "campo multilocalizado" hoy de moda, que resulta, a menudo, una excusa
Se puede encontrar un modelo de integración sinérgica entre estos tres
elementos en el libro de Pereira (2005), Classes e culturas de classe das familias cómoda para escapar a las obligaciones prácticas de la etnografía, no estableciendo
purtuenses (especialmente la tercera parte: "Cidade e Territorio", pp. 479-767). el campo en ninguna parte.
de grupo y una decadencia colectiva.12 Un mismo barrio puede cumplir debe prestar una atención muy particular a la policía. Organismo del
sucesivamente una u otra de estas funciones (o, según los sectores, varias "frente" y rostro ceñudos del Estado dirigido en exclusiva a las categorías
de ellas simultáneamente), según dosificaciones determinadas por la precarias y marginales, la policía experimenta en todas partes una crisis
historia de su composición y de su posición en la jerarquía objetiva y profunda de legitimidad, función y reclutamiento que el reciente giro
subjetiva de los lugares que componen la ciudad. gerencial no puede contener ni enmascarar, pues tiene su origen en la
Finalmente conviene especificar el grado y la forma de la penetración reconfiguración general del Estado, la erosión del monopolio público en los
estatal en los barrios de relegación, así como la relación cambiante —y a sistemas de vigilancia y de sanción de las contravenciones, y una sensación
menudo contradictoria— que mantienen sus habitantes con los distintos de inseguridad social ampliamente extendida a la que los dirigentes
funcionarios y oficinas públicas, escuelas y hospitales, agencias de políticos han elegido responder con la politización a ultranza de la
alojamiento HLM13 y de ayuda social, los bomberos y el transporte inseguridad criminal, lo que desencadena un incremento en las expectativas
público, los tribunales y las fuerzas del orden. No se puede suponer que que las fuerzas del orden no pueden sino terminar por traicionar.
esta relación sea estática, uniforme, unívoca o adecuadamente descripta Sin embargo, mientras se derrumban los fundamentos políticos del
por la expresión multiuso de "clientelismo" o por las figuras familiares del "fetichismo policial" —la ilusión ideológica que querría hacer de él la
conflicto y de la queja. En efecto, aun cuando los citadinos pobres no "solución" al "problema del crimen" (Reiner, 1997: 1003)—, la policía
logran revertir los "rituales de marginalidad" que los vinculan a las élites tiene a su cargo no sólo mantener el orden público sino también —en un
gobernantes, su acción colectiva engendra permanentemente nuevas sentido muy concreto que la remite a su misión histórica de origen—
significaciones e intercambios multiformes que abren un espacio posible a afirmar el nuevo orden social compuesto de vertiginosas desigualdades y
la reivindicación y a la crítica sociales (Vélez-Ibáñez, 1983). Por otra enfrentar las turbulencias nacidas de la explosiva conjunción de una miseria
parte, existe un abismo entre las políticas públicas "en el papel", decididas aterradora y de una riqueza insolente engendrada por el capitalismo
y articuladas por los centros de poder estatal, y las prácticas habituales de neoliberal en las ciudades de los países avanzados o hipócritamente
las street-leuel bureaucracies (Lipski, 1980) que aseguran (o no) los llamados en vías de desarrollo.15 Y si el poner bajo presión policial a los
servicios públicos siempre de manera diferenciada, según las categorías y barrios populares en barbecho económico y social se ha vuelto
los lugares, abismo que únicamente el análisis empírico de casos precisos recientemente tan popular entre los gobernantes, es porque hacerlo permite
y prosaicos puede permitir superar.14 a las altas jerarquías del Estado disfrutar del sentimiento reconfortante de
Entre las instituciones que dejan su sello en la vida cotidiana de las que responden a las expectativas del "pueblo", desprendiéndose de la
poblaciones y el clima de los barrios "con problemas", se responsabilidad histórica que les corresponde en la fabricación de los parias
urbanos del nuevo siglo.
12
Para convencerse alcanza con contrastar a Ribeiro (1996) con Pamuk y
Berkeley y París, marzo de 2006.
Cavalieri (1998); Pino (1997) con Goldstein (2003) y, en una perspectiva histórica
y biográfica, los trabajos recopilados por Zaluar y Alvito (1998). Se podría
realizar la misma demostración a propósito del Problemquartier en Alemania, del
bairro degradado en Portugal y del pueblo joven en el Perú, y así de otros.
13
Habitation á loger moderé: viviendas sociales de renta controlada
mediante subsidio del Estado. [T.]
14
Para un estudio afondo de "la regulación de las tensiones y de la 15
Sobre esta cuestión, consúltese Chevigny (1995), Palidda (2000), Jobard
producción de consenso" por parte de los administradores del Estado encargados
(2002) y Binder (2004), respectivamente, sobre las Américas, Italia, Francia y la
del tratamiento ordinario de la miseria urbana (dos casos de subsidios familiares
Argentina.
en dos ciudades francesas), véase Dubois (1999).
9. Las lógicas de la polarización urbana
por abajo
Todos los fenómenos sociales son, en cierta medida, obra de

la voluntad colectiva, y quien dice voluntad humana dice
elección entre diferentes opciones posibles. [...] El dominio de
lo social es el dominio de la modalidad.
MARCEL MAUSS, "Les civilisations. Eléments el formes" (1929).
A manera de conclusión, este capítulo profundiza el análisis de las

modalidades del surgimiento y la expansión de nuevas formas de
desigualdad y marginalidad urbanas en las sociedades avanzadas del
Occidente capitalista a finales del siglo XX. Estas formas alimentan lo que
puede describirse de manera sintética como un proceso de polarización
"por abajo", que multiplica las posiciones sociales inestables y mantiene a
las poblaciones vulnerables a una distancia creciente de las instancias
intermedias y superiores de la estructura de clases y lugares. En el otro
extremo del espacio social y físico se opera un proceso complementario de
polarización "por arriba" que tiende a concentrar y unificar (tanto dentro
de una ciudad y de un país como a través de sus fronteras) los poderes
detentados por los propietarios y administradores de las grandes firmas, los
profesionales del derecho y la cultura, las altas jerarquías del Estado y los
funcionarios y expertos de los organismos internacionales que componen la
nueva clase dominante trasnacional (Sklair, 2001; Dezalay y Garth, 2002;
Bourdieu, 1989). Aunque analíticamente distintos, estos dos procesos están
estrechamente ligados en lo empírico, y se combinan para redefinir la
estructura social y espacial de las ciudades, a la que se abordará aquí por su
polo inferior.1 El argumento se desarrolla en dos etapas.
1
Un análisis más extenso que no es posible desarrollar aquí lograría distinguir
tres modalidades de polarización urbana: 1) la ampliación de la separación objetiva
entre posiciones diametralmente opuestas, medida por la distancia social y espacial
que las separa (arquitectura); 2) el aumento de la desigualdad en el acceso a las
296 LOS CONDENADOS DE LA CIUDAD LA MARGINALIDAD URBANA EN EL HORIZONTE DEL SIGLO XXI 297
En la primera, esbozo una caracterización compacta de lo que considero cité popular del "suburbio rojo" de París presentada en la segunda parte de
como un nuevo régimen de marginalidad urbana. Este régimen ha ganado este libro, sostengo que no es éste el caso, contrariamente a los
fuerza durante las tres últimas décadas, o sea desde el fin de la era fordista superficiales retratos periodísticos y a las declaraciones precipitadas de
definida por la producción industrial estandarizada, el consumo masivo y el investigadores inspirados por el humor político del momento más que por
contrato social keynesiano que ligaba a una con otro bajo la tutela del un sólido trabajo empírico. Aunque esté alimentada por fuerzas
Estado de Bienestar (Amin, 1994; Boyer y Durand, 1998). Por lo tanto, estructurales comunes, la relegación urbana obedece a dinámicas sociales
como lo he señalado en el capítulo anterior, el impacto pleno de este y espaciales diferentes en los dos continentes, cada uno con
régimen aún está por suceder, pues su advenimiento está vinculado al configuraciones estatales, modos de incorporación cívica y legados
desarrollo de los sectores más avanzados de las economías capitalistas; es urbanos diferentes en el Viejo y el Nuevo Mundo.
por eso que le doy el nombre de marginalidad avanzada. No se trata de un Confundir estas dinámicas diferentes bajo la expresión generalizada
vestigio del pasado o de un fenómeno transitorio, como lo querrían los de "norteamericanización" —o algunos de sus derivados, como
teóricos de la desindustrialización, de la inadecuación de las competencias etnicización, guetización o multiculturalismo, tal como lo ha hecho una
(skills mismatch) o de un desajuste espacial entre la oferta y la demanda de cantidad de comentaristas de la actualidad urbana— no es empíricamente
trabajo (spatial mismatch) y ni siquiera de la tesis de una ausencia de esclarecedor ni analíticamente correcto. El resurgimiento de las
"espíritu de empresa" dentro de los barrios pobres (Teitz y Chapple, 1998), desigualdades y la recuperación de hegemonía de conceptos de origen
sino de un signo premonitorio del futuro. Identificar las propiedades estadounidense en el mundo entero (Bourdieu y Wacquant, 1998) no
distintivas de este régimen de marginalidad urbana nos ayuda a especificar deben cegarnos ante las persistentes divergencias con que las sociedades
mejor lo que es verdaderamente "nuevo" en la "nueva pobreza" de la cual producen, organizan y caracterizan la marginalidad y reaccionan ante la
la metrópolis es el escenario y la fuente, y a comprender mejor las razones polarización urbana, aun cuando sus fuentes estructurales sean similares
por las cuales los remedios elegidos no son los adecuados para enfrentar el de una sociedad a la otra. La descomposición de los territorios obreros
problema, aunque preconizan un mayor crecimiento económico y la como espacio físico y social de inserción y de despliegue de estrategias de
ampliación de la esfera de los asalariados, sea por medio de las reproducción del proletariado urbano, por un lado, y la implosión del
desregulación de los segmentos inferiores del mercado laboral, los empleos gueto negro como mecanismo de explotación económica y de ostracismo
subvencionados, la rebaja de los costos de la mano de obra no calificada o social de un grupo étnico despreciado, por el otro, no son procesos
los dispositivos de reinserción forzada del tipo workfare. homólogos, aun cuando produzcan síntomas similares (privación material,
Luego me ocupo de la cuestión que da forma implícitamente u orienta inestabilidad familiar, degradación de las condiciones de vida, violencia
de modo explícito los debates europeos sobre el resurgimiento de la callejera, etc.), y percepciones paralelas como la experiencia de la
miseria, las divisiones y las tensiones en la ciudad: a saber, ¿se observa una indignidad, la estigmatización del lugar y el miedo colectivo. Pero la
convergencia histórica de los regímenes de pobreza urbana a ambas misma persistencia de las diferencias ancladas históricamente entre los
orillas del Atlántico? Al lado de la comparación metódica del gueto negro barrios de relegación estadounidenses y europeos es un fenómeno
norteamericano de Chicago y de una histórico y por lo tanto históricamente reversible, lo que implica que las
élites de los países europeos deben tener cuidado de no emprender o
amplificar políticas públicas, inspiradas por el neoliberalismo, que
posiciones dominantes o dominadas (movilidad), y 3) las variaciones del número de reduplican la fuerza de los mecanismos del mercado y los sesgos
agentes que las ocupan (morfología). Una estructura metropolitana dada puede discriminatorios en la adjudicación del espacio, los empleos, los bienes
polarizarse según uno u otro de estos esquemas, o bien combinarlos.
públicos y las personas. Al contribuir a desestabilizar y a
aislar ciertas zonas urbanas, estas políticas impulsan a sus poblaciones a teras nacionales porosas), y la aparición de nuevas industrias de alta
seguir estrategias de vida diferentes —a veces opuestas— que pueden intensidad de conocimientos fundadas sobre las tecnologías de la
generar círculos viciosos de involución social y clausura cultural que se información y que generan una estructura socioprofesional dual (Castells,
parezcan a los que marcan al gueto en los Estados Unidos. 1989; Fligstein, 1997), estuvo acompañada de lo que podría llamarse la
Se trata entonces de diagnosticar las fuerzas y las formas sociales de modernización, de la miseria: el ascenso de un nuevo régimen de
las que están preñados los dilemas y los problemas urbanos del momento y desigualdad y marginalidad urbanas que contrasta fuertemente con el que
que prometen diseñar la metrópolis del mañana —a menos que ejerzamos ha prevalecido durante las tres décadas de la posguerra (como se lo ha
nuestra "voluntad colectiva", como lo predicaba Marcel Mauss (1929; demostrado en el capítulo anterior).3
1974) y que actuemos de manera que podamos detener los mecanismos y Mientras que en otros tiempos la pobreza en las metrópolis
redirigir las fuerzas actuales por otro camino. Este capítulo subraya el occidentales era un fenómeno esencialmente residual o cíclico inserto en
hecho de que, pese a los discursos sobre el renacimiento urbano y el las comunidades obreras, geográficamente difuso y considerado como
recuperado crecimiento que acompañó la celebración milenarista en el año solucionable por la expansión continua de la forma mercancía, en nuestros
2000, para aquellos que están atrapados en las instancias inferiores de una días aparece como persistente, es decir permanente, desconectada de las
estructura de clases dualizada y en los barrios populares en decadencia de tendencias macroeconómicas y fijada en los barrios de relegación
las antiguas zonas industriales donde se hallan consignados, la prosperidad rodeados de un aura demoníaca, dentro de los cuales el aislamiento y la
de la "nueva economía" se hace esperar y la promesa dorada de la "era de alienación social se alimentan mutuamente mientras que se profundiza el
la información" se convierte en un amargo cuento de hadas.2 abismo que separa del resto de la sociedad a los que son asignados allí. La
consolidación de este nuevo régimen de marginalidad urbana emprende
diferentes caminos y toma distintas formas en los diversos países del
Los síntomas de la marginalidad avanzada en la ciudad Primer Mundo, de acuerdo con la variedad de modalidades nacionales de
organización del capitalismo (Crouch y Streek, 1997). En los Estados
El fin del siglo xx habría sido el teatro de un cambio radical de las Unidos y en el Reino Unido ha estado ampliamente facilitada por la
causas, la fisonomía y las consecuencias de la pobreza urbana en las agresiva campaña de desindicalización llevada adelante por las patronales
sociedades occidentales. La "modernización" de las economías avanzadas, y por la política de mercantilización y de retirada generalizada del Estado,
o sea la aceleración del proceso de racionalización capitalista generado por concretada durante las dos últimas décadas tanto por los partidos
la reestructuración planetaria del sistema de producción y de distribución conservadores como por los llamados progresistas (neodemócratas y
mercantil bajo la égida del "valor accionario", la cristalización de una neolaboristas) luego de su aggiornamiento neoliberal. El esquema
nueva división internacional del trabajo (alimentada por la velocidad norteamericano es también muy particular dado que el rígido y
frenética de los flujos financieros y de la reubicación del factor trabajo a
través de fron- 3
Se puede ver una validación de este análisis obtenido de la comparación
internacional en el hecho de que Roben Castel (1995: 402) llega al mismo
2
Manuel Castells (1998: 128-152) ha visto bien que la aparición de un "modo diagnóstico por la vía histórica: su reconstrucción de la génesis de la "sociedad
de producción informativo" globalizado tenía como corolario la creación de vastos salarial" lo lleva a concluir que "la precarización del empleo y la desocupación se
"agujeros negros" no sólo a nivel internacional sino también en el corazón y la han inscripto en la dinámica actual de la modernización. Son consecuencia
periferia de las ciudades del Primer Mundo. necesaria de nuevos modos de estructuración del empleo, la oscuridad aportada
por las reestructuraciones industriales y la lucha por la competencia".
persistente ostracismo socioespacial impuesto a los negros en las obsoletos la desindustrialización y la evolución tecnológica, o las
metrópolis ha marcado con fuerza, concentrado y exacerbado el aumento estrategias de "externalización" de la mano de obra adoptadas por las
de la marginalidad (Massey y Dentón, 1992). En otras naciones en las que empresas; el sentimiento de decadencia, indignidad e inseguridad que
existe un sólido Estado de Bienestar de tipo corporativo, católico o envuelve los barrios desheredados atrapados en una espiral de deterioro
socialdemócrata y con ciudades claramente menos segregadas, como en el que parece no tener freno ni fin, y el aumento de la violencia pública, la
norte de Europa y Escandinavia, el aumento de la marginalidad avanzada abierta xenofobia y la hostilidad hacia y entre los pobres, que se traduce
ha sido parcialmente contenido, pero no se lo ha eliminado, y de a poco se en, entre otras cosas, la proliferación de medidas legales y tácticas
ha mezclado en todas partes con la candente cuestión de la "integración" policiales destinadas a limpiar la calle reprimiendo el vagabundeo, la
de los extranjeros poscoloniales y los refugiados del Tercer Mundo, como mendicidad y otras "conductas protocriminales" impulsadas por una
lo refleja la angustia pública en torno de la cristalización de "guetos" de "criminología de la intolerancia" (Young, 1999: 121-140).
inmigrantes que ha invadido el continente de Marsella a Malmö y de En todas partes, los responsables del Estado y los expertos en políticas
Madrid a Münich (véanse, por ejemplo, Martiniello, 1995; Hadjimichalis públicas se muestran inquietos y decididos a prevenir o encauzar los
y Sadler, 1995; Pred, 1997). "desórdenes" que fermentan dentro o alrededor de los enclaves urbanos de
Independientemente de las etiquetas utilizadas para designarla — relegación. De allí el florecimiento de las investigaciones sobre la
underclass en Norteamérica e Inglaterra, "nueva pobreza" en los Países indigencia y el deterioro de los barrios pobres, sostenidas por diversos
Bajos, Alemania e Italia del norte, "exclusión" en Francia, Bélgica, organismos nacionales e internacionales, entre ellos la Comisión Europea
España y ciertos países nórdicos—, los signos exteriores de la (con su programa socioeconómico centrado en la exclusión y la
marginalidad avanzada resultan familiares de inmediato, incluso para el integración, por ejemplo), la OCDE e incluso la OTAN del lado europeo,
observador distraído de las ciudades occidentales: hombres y familias y por las grandes fundaciones científicas y filantrópicas (Ford,
enteras en la calle que se debaten en vano por encontrar un techo y volver Rockefe11er, MacArthur, Urban Institute, Social Science Research
a hacer pie en la existencia ordinaria; mendigos que interpretan un tema Council, etc.), del lado norteamericano.
musical, cuentan historias que rompen el corazón en los transportes
públicos o se arrodillan en las aceras para pedir una moneda, armados de
una pancarta de cartón que muestra un lacónico "tengo hambre"; ollas Cuatro lógicas estructurales alimentan la nueva pobreza
populares que hormiguean no sólo de vagabundos y desechos humanos
sino también de desocupados y asalariados en situación de subempleo Pero las propiedades estructurales distintivas de la "miseria
crónico;4 el flujo continuo de crímenes de depredación y la insolente modernizada" en la ciudad son bastante menos evidentes que sus
prosperidad de las economías paralelas (y a menudo ilegales) generadas manifestaciones concretas. En el capítulo anterior hemos separado por
por el tráfico de estupefacientes; el abatimiento y la rabia mezclados de medio de un corte transversal seis propiedades distintivas del naciente
los jóvenes desplazados del empleo asalariado, y la amargura de los régimen de marginalidad, que se observan en casi todos los países
trabajadores veteranos a los que volvieron avanzados, con distintas inflexiones nacionales. Puestas en perspectiva
longitudinal, estas propiedades pueden ser comprendidas como el
4
producto de cuatro lógicas que se combinan para remodelar los rasgos de
Para un retrato caleidoscópico de la vida de los rechazados sociales y
la pobreza urbana en las sociedades ricas y para favorecer la
lanzados a la calle en Europa y Estados Unidos visto desde abajo, y una muestra
multiplicación de las posiciones situadas en lo más bajo de la jerarquía
de las tácticas de supervivencia material y de reconocimiento mutuo que les son
propios, véanse Laé y Murard (1985), Snow y Anderson (1995), Lanzarini (2000),
social y espacial. Estas lógicas de fin de siglo contrastan claramente con
v Hagan y McCarthy (1997). las que gobernaban la
composición y la distribución de la marginalidad urbana durante el al capitalismo de este cambio de siglo, tienden a escindir la mano de obra
período de expansión fordista de finales de la Segunda Guerra Mundial y a polarizar el acceso al empleo duradero y a las retribuciones que éste
hasta mediados de los años setenta. implica. La modernización posfordista se traduce, por un lado, en la
multiplicación de puestos altamente calificados y remunerados para un
personal profesional y técnico surgido de la universidad y, por el otro, en
Dinámica macrosocietal: dualización socioprofesional la no calificación y la eliminación pura y simple de millones de empleos
y resurgimiento de las desigualdades para los trabajadores sin formación (Sassen 1991b; Carnoy et al, 1993;
Gregory et ai, 200Q). La creciente concentración de la riqueza, tanto en
La miseria en la metrópolis del comienzo del siglo XXI no resulta del ingresos como en patrimonio, en lo alto de la estructura de clases, ha
estancamiento, el debilitamiento o la decadencia económicas sino de la llevado incluso a hacer nacer una fuerte demanda de una especie
separación de la escala de las desigualdades en un contexto general de posindustrial de empleos domésticos urbanos, esencialmente provista por
prosperidad y progreso de la economía. De hecho, el atributo sin dudas una mano de obra inmigrante (y mayoritariamente femenina) de bajo costo
más enigmático de la nueva marginalidad es que se ha expandido y que atiende la gama completa de las necesidades hogareñas de la nueva
endurecido en una época de crecimiento económico caprichoso pero aristocracia empresaria: llevar a los niños a la escuela y a sus actividades
sólido que se traduce en una elevación generalizada del nivel de vida y en recreativas, pasear y cuidar a las mascotas, preparar la comida, limpiar la
una mejora espectacular de la situación de los miembros más privilegiados casa y hacer las compras, cumplir con las tareas domésticas y cuidar la
de las sociedades del Primer Mundo. A pesar del discurso ritual de los seguridad de las personas. Lo que se da más hoy en un buen número de
políticos acerca de la "crisis" a lo largo de las décadas, los principales sectores económicos es la producción y el crecimiento sin creación de
países capitalistas han visto aumentar significativamente su riqueza empleos: ya no se trata de posibilidades teóricas sino de una dura realidad
colectiva desde los "problemas petroleros" de los años setenta (Therborn, (Dunkerley, 1996). De esto da testimonio la casi desertificación del puerto
1996, cap. 7). A precios constantes, el producto bruto interno de los de Rotterdam, el más moderno del mundo y uno de los que más ha
Estados Unidos ha crecido un 130% entre 1975 y 2000, y el de Francia, el contribuido al aumento del desempleo por encima del límite del 20% en
Reino Unido y Alemania de 75% a 80%. Pero el enriquecimiento medio esta ciudad holandesa a mediados de los noventa.
no ha impedido la ampliación de las separaciones: la opulencia y la Cuanto más avanza la economía capitalista recompuesta, más se
indigencia, el lujo y las penurias, la abundancia y la necesidad han amplía y profundiza la impronta de la nueva marginalidad y más se
florecido al mismo tiempo e incluso simultáneamente. Así, la ciudad de desarrollan los contingentes de aquellos que se encuentran sumergidos en
Hamburgo, que según ciertos indicadores es la más rica de Europa, las angustias de la miseria y la inseguridad material sin tregua y sin pausa,
muestra a la vez la tasa de millonarios más alta y la mayor incidencia de aun cuando la tasa oficial de desempleo retroceda y aumente el ingreso
beneficiarios de ayuda social de Alemania. Nueva York y Los Ángeles nacional del país. En 1994, la Oficina del Censo anunciaba que la tasa de
albergan las fracciones más adineradas de la clase alta del planeta pero pobreza en los Estados Unidos había alcanzado su nivel más alto luego de
también el ejército más vasto de los sin techo e indigentes del hemisferio una década con el 15,1% (correspondiente a una cifra de 40 millones de
occidental (Mollenkopf y Castells, 1991; Scott y Soja, 1996). pobres en la sociedad más rica del planeta), aun cuando había conocido
Los dos fenómenos, aunque en apariencia contradictorios, están en dos años de fuerte expansión económica. Cinco años más tarde, la tasa de
realidad estrechamente ligados. En efecto, las nuevas vías de búsqueda de pobreza en las grandes ciudades apenas había descendido a pesar de la
rentabilidad y de ganancias dentro de las industrias con alta tecnología, el fase de crecimiento más fulgurante de la historia nacional y de las tasas
sector manufacturero, los servicios a las empresas, los seguros y las oficiales de desempleo más bajas luego de
finanzas, que hacen avanzar
(res décadas (en 2004, se contaban aún 37 millones de pobres para una a la clase obrera, convertir en caduco su modo de reproducción y
tasa del 13% mientras que supuestamente la economía estaba próxima al alimentar el proceso de polarización por lo bajo.
"pleno empleo"). En ese mismo momento, la Unión Europea, compuesta Luego de la época en que Friedrich Engels (1845; 1987) escribió su
por quince países, registraba una cifra récord de 52 millones de pobres, 17 obra clásica sobre la condición de la clase obrera en las fábricas de
millones de desocupados y 3 millones de indigentes, todos números en Manchester, hasta la crisis de las grandes regiones industriales del
alza, aun cuando el continente había retomado el crecimiento económico y capitalismo euroamericano un siglo y medio más tarde, se podría suponer
mejorado su competitividad en la escena mundial. En el momento en que con razón que la expansión del asalariado proveía una solución viable y
grandes firmas multinacionales como Renault, Michelin y Total en Francia eficaz al problema de la pobreza urbana. Bajo el nuevo régimen
mostraban ganancias sin precedentes y veían elevarse su cotización económico, este presupuesto resulta en el mejor de los casos dudoso y en
bursátil, también crecía su apelación al maltrato y se destruían empleos el peor totalmente equivocado, y en ambos casos muy costoso en lo
por millares. social. En principio, una fracción importante de la clase obrera ha sido
Dicho de otro modo, la marginalidad avanzada se ha "desprendido" de transformada en superflua e integra una "sobrepoblación absoluta" que
las fluctuaciones cíclicas de la economía nacional, con la consecuencia de sin dudas jamás encontrará trabajo estable. Esto es particularmente cierto
que las fases de expansión del ingreso y del empleo macroeconómicos para los viejos obreros fabriles despedidos como consecuencia del cierre
tienen escasos o ningún efecto benéfico sobre las condiciones y las de fábricas y las deslocalizaciones: es muy improbable que hayan
posibilidades de vida en los barrios de relegación de Europa y los Estados adquirido o que adquieran las competencias y los contactos necesarios
Unidos, mientras que las fases de recesión generan allí un aumento de las para reconvertirse en trabajadores flexibles en los servicios, aun en fase de
dificultades y la miseria. A menos que se solucione esta desconexión por prosperidad (Dudley, 1994). Es también el caso de los jóvenes salidos
medio de políticas sociales y fiscales que reduzcan la escala de las muy pronto del sistema educativo y sin calificación ni experiencia en el
desigualdades, el aumento del crecimiento promete producir aún más universo de la empresa, pues su aspecto físico (coloide piel) y su manera
dislocaciones y desaliento entre las poblaciones que se hallan inmersas y de hablar y de comportarse ponen en "fila de espera" a los postulantes a
atrapadas al pie del orden urbano emergente. un empleo (Petersen y Mortimer, 1994; McDonald, 1997). En todo caso,
visto el relajamiento del vínculo funcional entre la actividad
Dinámica económica: la fragmentación del asalariado macroeconómica y las condiciones sociales en los enclaves desheredados
de las metrópolis del Primer Mundo, y teniendo en cuenta el aumento de
La nueva marginalidad urbana es el producto derivado, por decirlo así productividad favorecido por la automatización, la informatización y las
filtrado a través de las estructuras espaciales y políticas que modelan a la estrategias de externalización de la mano de obra por parte de las grandes
clase obrera, de una doble transformación de la esfera del trabajo. La firmas, ni siquiera tasas de crecimiento milagrosas podrían alcanzar para
primera es cuantitativa y remite a la desaparición de millones de empleos reabsorber dentro de la población activa a todos aquellos que han sido
de escasa calificación bajo la presión conjunta de la automatización, la desproletarizados, es decir expulsados de manera duradera del mercado
competencia de la mano de obra barata de los países del sur y el de trabajo asalariado para ser reemplazados por una combinación de
desplazamiento del centro de gravedad económica hacia los servicios a las máquinas, mano de obra barata no calificada y trabajadores inmigrantes o
personas y las empresas. La segunda es cualitativa e implica el deterioro y extranjeros (Rifkin, 1995).
la dispersión de las condiciones de empleo, remuneración y protección En segundo lugar, y de manera más crucial, es la propia naturaleza de
social para todos los asalariados, salvo aquellos de los sectores protegidos. la relación salarial lo que ha cambiado en el curso de las dos últimas
Estas dos transformaciones se han sumado para desestabilizar décadas de manera que el empleo ya no ofrece una garantía sólida de
protección contra la amenaza de la pobre-
za, incluso para aquellos que acceden a él. Con el desarrollo en todas ción adecuada (Barker y Christensen, 1989; Osterman, 1999). En resumen,
direcciones del empleo llamado "contingente", del empleo de tiempo mientras que en otros tiempos el crecimiento económico y la expansión
parcial, los horarios rotativos y "flexibles" y los trabajos temporarios, de correlativa del asalariado ofrecían una solución universal a la pobreza, hoy
duración determinada o interinos, asociados a una disminución de los son parte integrante del problema.
derechos y de la cobertura social y médica,5 la erosión de la protección
sindical, la expansión de escalas salariales de dos velocidades, el Dinámica política, o la reconfiguración del Estado social
resurgimiento de los talleres de explotación intensiva (sweatshops), el
trabajo por partes y los salarios de miseria, y la privatización creciente de La fragmentación y la desocialización del asalariado no son los únicos
bienes sociales como la atención sanitaria, el propio contrato de trabajo se factores que alimentan el aumento de la nueva pobreza, pues los Estados de
ha transformado en una fuente de fragmentación social y de precariedad, Bienestar producen y determinan la forma de las desigualdades y la
en lugar de ayudar a la homogeneidad social y a la seguridad de aquellos marginalidad urbanas, con la misma participación que las fuerzas del
que se ven adjudicados a los sectores periféricos de la esfera del empleo mercado. En efecto, los Estados no se conforman con poner en marcha
(véanse Mabit y Boissonat, 1995; MacDonald y Sirianni, 1996; Leonard, políticas destinadas a "enjuagar" (mop up) las consecuencias más visibles
1998). de los sacudones económicos, o a amortiguar (o no) su impacto social y
En la edad de oro del fordismo, el salario homogeneizaba a la mano de espacial. Contribuyen también a determinar desde arriba quién se quedará
obra creando una comunidad de destino forjada a lo largo de un ciclo de relegado, cómo, dónde y durante cuánto tiempo. Los Estados son los
vida arraigado al esquema "40-50-60": cuarenta horas de trabajo semanales motores principales de la estratificación (Esping-Andersen, 1990) y en
por alrededor de cincuenta semanas anuales hasta el momento del retiro ningún lugar con tanto poder como en lo más bajo del orden socioespacial:
hacia los 60 años (para usar un promedio internacional). Con el abren o cierran el acceso a una educación y a una formación profesional
advenimiento del salario desocializado, el empleo ya no ofrece un marco adecuadas; fijan las condiciones de entrada o de salida del mercado laboral
temporal y social común, pues los términos del contrato de trabajo son por medio de las reglas de empleo, de despido o de jubilación; estipulan las
cada vez más volátiles e individualizados, los empleos inestables y de condiciones de trabajo y los criterios de consumo; distribuyen (o no logran
corta duración, y un número creciente de puestos de trabajo no incluye un proveer) los bienes básicos de subsistencia como la vivienda, la salud e
mecanismo colectivo de protección contra la indigencia material, la ingresos complementarios por medio de subsidios, transferencias sociales o
enfermedad o la desocupación, para no hablar de una jubila- servicios públicos; sostienen activamente o por el contrario obstaculizan
ciertas configuraciones familiares y domésticas, y codeterminan a la vez la
5
intensidad material y la exclusividad y la densidad geográficas de la miseria
Recordemos que en los Estados Unidos la legislación no impone ninguna
a través de una multitud de dispositivos administrativos y fiscales que
obligación a los empleadores en materia de cobertura social y médica y tampoco en
cuanto a las vacaciones pagas (o no pagas) y los procedimientos de despido (que,
afectan el uso del espacio (Newman y Thornley, 1996; Cullingworth,
para la mayoría del personal poco calificado, pueden resolverse sin motivo, 1997).
preaviso e indemnización). La existencia de benefits, otorgados por la empresa La retracción y la desarticulación del Estado de Bienestar son dos
según cada caso, suele depender de la calificación del puesto y/o de la presencia causas fundamentales en el deterioro material y la indigencia social que se
sindical (una parte de estas ventajas a veces se trasladan al sindicato, que funciona acumulan en los barrios de relegación de las metrópolis de las sociedades
entonces como una caja de retiro a nivel de la firma o de la industria local). Por lo avanzadas. Esto es particularmente flagrante en los Estados Unidos, donde
tanto, la vasta mayoría de los empleos no calificados no sólo resulta precaria y mal las cifras de la población cubierta por los organismos de seguridad social se
paga sino que otorga cada vez menos derecho a una cobertura: en 1993, el 65% de
han derrumbado en el curso de las dos últimas décadas (menos del tercio de
los asalariados que no habían terminado sus estudios secundarios no tenía seguro
los asalariados despedidos está cubierto por el seguro de desempleo)
de salud y el 79% no tenía aportes jubilatorios (Freeman, 1998).
mientras que los
programas de asistencia pública destinados a los más desposeídos la conversación intelectual en cualquier lugar del mundo. En nuestros días
sufrieron feroces recortes y se fueron transformando en forma gradual en está de moda en los círculos dirigentes lamentarse de la incapacidad de las
instrumentos de vigilancia y control. La "reforma del welfare" decidida instituciones políticas centrales para enfrentar el incremento de las
por el Congreso republicano y rubricada por el presidente Clinton en el dislocaciones sociales resultantes de la reestructuración mundial del
verano de 1996 es emblemática de esta lógica (Wacquant, 1996b). Ha capitalismo. Pero las brechas masivas y persistentes en las tasas y flujos de
reemplazado el derecho a la asistencia pública por la obligación de movilidad ascendente y descendente, en la incidencia y la duración de la
trabajar, tan necesaria en los subempleos públicos precarios y por salarios pobreza y en los grados de aislamiento social de los desocupados y de los
esclavistas, impuesta a todas las personas en condiciones, incluidas las citadinos pobres en los diferentes países, sugieren que el anuncio de la
madres jóvenes con bebés a su cuidado. Ha amputado los fondos muerte del Estado de Bienestar es por lo menos prematuro (Thernborn,
destinados a la asistencia e instaurado un techo que limita a cinco años la 1996; Gallie y Paugam, 2000; Pierson, 2001). Así, alrededor de los años
ayuda social recibida a lo largo de una vida. En fin, ha transferido la noventa, los programas de impuestos y transferencias sociales elevaban a la
responsabilidad administrativa del gobierno federal a los cincuenta Estados mayoría de los hogares pobres a un nivel cercano al ingreso nacional
y a sus 3.034 condados, agravando así la disparidad en el acceso a la promedio en los Países Bajos (62%) y en Francia (52%); en Alemania
protección social y acelerando la privatización rastrera de las políticas Occidental, sólo un tercio de las familias pobres (que disponían de un
sociales (Katz, 1996: 312-321). ingreso anual inferior a la mitad del ingreso promedio nacional) escapaba de
Una lógica similar de retirada y delegación descentralizada (llamada en la pobreza gracias a una ayuda del Estado y, en los Estados Unidos,
inglés devolution) ha presidido este desbarajuste o las modificaciones prácticamente ninguna. La indigencia extrema ha sido erradicada entre los
aportadas golpe por golpe a los sistemas de protección y de transferencias niños de los países escandinavos mientras que afecta a un niño de cada seis
sociales en el Reino Unido, Alemania, Italia y Francia. Incluso los Países (y a la mitad de los niños negros) en los Estados Unidos (McFate et al,
Bajos y los países escandinavos han puesto en marcha medidas pensadas 1995). Se observa también que el tipo de protección social (universalista,
para reducir el acceso a la ayuda pública y detener el crecimiento de los centrado sobre el empleo o liberal) tiene un impacto decisivo sobre los
presupuestos sociales (Leibfried y Pierson, 1995). En todas partes, la desocupados de los países europeos: hacia 1995, el 67% de los desocupados
letanía de la "mundialización" y de las presiones presupuestarias impuestas daneses vivía bajo la línea de pobreza antes de las transferencias sociales,
por el tratado de Maastricht (y los posteriores en el mismo sentido) ha contra sólo el 7% después de las transferencias; esas tasas fueron del 61% y
servido para justificar estas medidas y dar excusas por la desinversión en 51% para el Reino Unido y del 49% y 23% para Francia. Dicho de otro
las zonas antes obreras fuertemente dependientes de la provisiones de modo, los programas estatales "salvaron" de la pobreza al 83% de los
bienes públicos por parte del Estado. Es así que las carencias cada vez más desocupados daneses pero sólo al 38% de sus homólogos franceses y a
agudas de los regímenes nacionales de ayuda social han llevado a las menos del 10% de sus colegas británicos (Nolan et al, 2000: 92-95).
autoridades regionales y municipales a instituir sus propios organismos de En síntesis, los Estados nacionales han ejercido siempre, y lo siguen
ayuda a fin de paliar la urgencia (y sobre todo amortiguar las haciendo, una influencia decisiva sobre la naturaleza y la amplitud de las
consecuencias locales del aumento del número de desocupados de larga desigualdades y sobre la distribución social y espacial de la pobreza, y
duración y de los sin techo), lo que a su vez ha aumentado la complejidad siguen siendo perfectamente capaces de asegurar altos niveles de salario y
administrativa, la heterogeneidad y las desigualdades dentro de la protección social, y de contrarrestar la acumulación de dificultades dentro
protección social (Bagnasco y Le Gales, 1997). de las mismas poblaciones y los mismos espacios, por poco que tengan los
Las referencias a la obsolescencia y, por lo tanto, a la impotencia del dirigentes la voluntad de hacerlo (Gregory et al, 2000; Huber y Stephens,
"Estado nacional" se han convertido en un lugar común de 2001). En
consecuencia, es imperativo volver a ubicar al Estado en el epicentro de la La estigmatización territorial está acompañada de una fuerte
sociología comparativa de la marginalidad urbana como una institución disminución del sentimiento de identificación y de apego a una comunidad
generadora y no sólo curativa de los problemas de los cuales los barrios de de destino que caracterizaba a los antiguos barrios y sectores obreros, salvo
relegación son a la vez el receptáculo, el crisol y el emblema. entre los jóvenes, entre quienes esta identificación con el lugar de residencia
puede adquirir una forma exacerbada que refleja la clausura del universo
vivido (Lepoutre, 1997).

Dinámica espacial: concentración y estigmatización Hace un tiempo, el barrio ya no ofrece protección contra las
inseguridades o las presiones del mundo exterior: ya no es más ese paisaje
Durante el período de expansión industrial de las décadas de posguerra, familiar, unificado por una cultura común, que aseguraba y reafirmaba a los
la pobreza de las ciudades estaba ampliamente diseminada a través de los habitantes en sus significaciones colectivas y sus relaciones mutuas. Se ha
barrios obreros y afectaba al abanico completo de los asalariados sin transformado en un espacio de competencia y de conflictos, un campo de
calificación. Por contraste, la marginalidad avanzada se distingue por su batalla repleto de peligros donde reina una dura lucha cotidiana por la
tendencia a aglomerarse y a concentrarse alrededor de los "núcleos duros" o supervivencia, los recursos colectivos escasos (como el uso de los espacios
de los "barrios prohibidos" que están claramente identificados—tanto por públicos) y, por encima de todo, por encontrar los medios para escapar de
sus habitantes como por la gente de afuera— como purgatorios urbanos allí. Este debilitamiento de los vínculos sociales fundados sobre el territorio,
donde se juntan la indigencia, la inmoralidad, la ilegalidad y la violencia y es decir, su mutación en capital social y simbólico negativo, alimenta como
donde sólo los parias de la sociedad toleran vivir. contrapartida una retirada a la esfera del consumo privatizado y estimula las
El South Side de Chicago y el South Bronx de Nueva York, Moss Side estrategias de distanciamiento ("no soy uno de ellos") que minan aún un
en Manchester y Brixton en Londres, Regent Park en Toronto y Sao Joáo poco más las solidaridades locales y confirman las percepciones
de Deus en Oporto, Gutleutviertel en Hamburgo y Niewe Westen en despreciativas del barrio.7
Rotterdam, Rinkieby en las afueras de Estocolmo y Porta Palazzo en el Por cierto, esta dinámica de concentración podría bien resultar un
corazón de Turín, las Minguettes en el suburbio de Lyon y Cliché-sous- fenómeno transitorio (o cíclico) que conduciría, en su momento, a la
Bois en la periferia parisina: estos barrios marcados por la miseria se han diseminación de la marginalidad en el espacio. Pero todo indica que el
"hecho un nombre" como sinónimos de todos los males urbanos de la estigma territorial adjudicado a esos barrios de perdición urbana sobrevivirá
época, como lugares a evitar, temer y despreciar. Poco importa que los duraderamente a una hipotética disgregación de las poblaciones pobres, y
discursos de demonización que han proliferado a su alrededor no suelan para aquellos que están hoy consignados a lo bajo del sistema jerárquico de
tener vínculos verdaderos con la realidad de la vida cotidiana en su seno. los lugares que constituye el nuevo orden geográfico de la ciudad, el
Un estigma territorial persistente y tenaz se adhiere a los habitantes de esas porvenir ya ha llegado. En fin, conviene recordar que esas zonas de relega-
zonas de exilio socioeconómico y simbólico, que agrega su peso propio a la
deshonra de la pobreza y al resurgimiento de los prejuicios respecto de las
minorías etnorraciales y de los inmigrantes.6
Pred (2000) para las banlieues con fuerte presencia inmigrante de Estocolmo y
Malmó.
7
Olivier Schwartz (1990) rastrea este proceso de repliegue sobre la esfera
6
familiar v privada en el caso de los obreros de una ciudad minera de Nord-Pas-de
Sean Damer (1989) ofrece un análisis preciso de este proceso de difamación
Calais. Charlesworth (2000) describe la desaparición de la cultura obrera y la
pública en el caso de Glasgow, Aleti (1998) para el corazón de Milán, y Allan
destrucción de las solidaridades locales en el caso de los proletarios precarizados de
una pequeña ciudad de Yorshire en Inglaterra.
ción habitualmente vergonzantes son ante todo creaciones de las políticas concertado de políticos, periodistas e intelectuales mediáticos, el cambio en
de Estado en materia de vivienda, de trazado urbano y de desarrollo las estructuras sociales y espaciales de los márgenes de las metrópolis
regional. A fin de cuentas, su posible dispersión o reparación, como la de continentales no ha desencadenado un proceso de guetización. Se lo ha
su aparición o consolidación, son cuestiones eminentemente políticas. demostrado en la segunda parte de este libro con respecto al caso del
cinturón rojo de París: la transformación de las zonas o barrios obreros de la
ciudad europea no ha dado nacimiento a conjuntos socioespaciales

El espectro de la convergencia transatlántica exorcizado culturalmente uniformes, fundados en la relegación forzosa de poblaciones
estigmatizadas en enclaves dentro de los cuales desarrollarían
Hay una pregunta en todos los espíritus respecto del deterioro de las organizaciones específicas que sustituirían el marco institucional nacional
condiciones y las posibilidades de vida en los "barrios bajos" de las (aunque a un nivel inferior e incompleto).
metrópolis del Primer Mundo: ¿es la aparición de esta nueva marginalidad La demostración en el caso de la periferia parisina vale para otras
el signo de una cercanía estructural entre Europa y los Estados Unidos, a ciudades de Europa: no existe un gueto turco en Berlín, tampoco un gueto
imagen de estos últimos (por ejemplo, Cross, 1992; Musterd, 1994; Van árabe en Marsella, un gueto surinamés en Amsterdam o un gueto antillano
Kempen y Marcase, 1998)? Formulada en términos simples y binarios, la en Liverpool. Los conjuntos residenciales o comerciales fundados sobre la
pregunta no admite una respuesta analíticamente rigurosa, pues los afinidad étnica y la presión económica existen en todas esas ciudades. Los
regímenes de marginalidad urbana son animales complejos y caprichosos; prejuicios, la discriminación por las facciones y los apellidos, y la violencia
se componen de conjuntos articulados de modo imperfecto y compuestos contra los inmigrantes (o quienes son considerados como tales) son también
por categorías de percepción y mecanismos institucionales que se basan en realidades brutas y brutales de la vida cotidiana en todos los centros urbanos
la economía, el Estado, el espacio y la sociedad (concebida como haz de Europa (Wrench y Solomos, 1993; Witte, 1998). Combinada con su
histórico de relaciones materiales y simbólicas), que no evolucionan al composición de clase muy fuertemente popular y con sus elevadas tasas de
unísono y que, además, difieren significativamente de un país a otro en desempleo, por un lado, y con las políticas estatales en materia de vivienda
función de las concepciones y de las instituciones nacionales de la que han facilitado la huida de las clases medias y de la aristocracia obrera
ciudadanía. Es por lo tanto indispensable reformular esta pregunta antes de hacia los barrios de chalets y el abandono de los grandes complejos
poder esperar darle una respuesta razonada y empíricamente fundada. Se (Bachman y Le Guennec, 1996), por el otro, esta discriminación explica la
puede así darle tres sentidos diferentes, del más concentrado al más representación desproporcionada de las poblaciones de origen extranjero en
diluido. los territorios de exilio urbano. Pero discriminación y segregación no deben
confundirse con guetización. Son tres formas de la dominación etnorracial
1. Si por convergencia se entiende la "norteamericanización" en bloque de que aunque encajen estrechamente —la discriminación produce la
las formas socioespaciales de exclusión en las ciudades europeas, que segregación que a su vez sirve de soporte posible a la guetización como
conduce a una guetización que sigue el modelo de encierro impuesto a los inserción en una red institucional paralela— no son menos diferentes una
afroamericanos luego de que se incorporaran a las ciudades industriales a respecto de la otra (Wacquant, 1997c).
comienzos del siglo XX (es decir, que implica la constitución de una Las concentraciones de inmigrantes que aparecen aquí y allá en Europa
formación socioespacial cerrada y paralela que sirve a la doble función de no son producto del encierro organizacional de un grupo fundado sobre un
explotación económica y de ostracismo social de una categoría difamada), confinamiento socioespacial rígido, como lo prueban, entre otros
entonces la respuesta es claramente negativa. Contrariamente a las indicadores, los niveles muy moderados
impresiones rápidas y a las explicaciones superficiales alimentadas por el
tamiz
314 LOS CONDENADOS DE LA CIUDAD LA MARGINAL1DAD URBANA EN EL HORIZONTE DEL SIGLO XXI 315
de segregación, las tasas crecientes de matrimonios mixtos y la expansión existe la menor duda de que la capacidad de los Estados europeos para
en el espacio de los inmigrantes y sus descendientes cuando su nivel de gobernar los territorios de relegación que ellos mismos han diseñado, como
educación y su posición de clase se elevan (Huttman et al, 1991; Tribalat, consecuencia de sus políticas económicas, sociales y urbanas, se encuentra
1995). De hecho, si hay una característica distintiva de los barrios de bajo una dura prueba y podría mostrarse insuficiente si siguen sin detenerse
relegación que han aparecido a través del continente europeo tras el las tendencias recientes que van en el sentido de una concentración espacial
estancamiento y posterior retroceso de los mecanismos de reproducción de del desempleo de larga duración (Engbersen, 1997). Pero es un asunto de
la clase obrera fordista y sus territorios, es claramente su extrema voluntad política y de estrategia estatal y no una tendencia inexorable
heterogeneidad étnica así como su incapacidad institucional para inscripta en la necesidad de una supuesta convergencia transcontinental.
satisfacer las necesidades elementales de sus habitantes y para envolver el
circuito de su vida cotidiana, dos propiedades, entre otras, que los 3. Pero la noción de "norteamericanización" puede servir, más
convierten en antiguetos (Wacquant, 2005). modestamente, para destacar la creciente importancia de las divisiones y
tensiones etnorraciales en las metrópolis europeas. En ese caso, la respuesta
2. Si por convergencia entre Europa y Norteamérica se entienden los ciclos es un sí parcial y provisorio. En principio, la pertinencia de la etnicidad en la
autosostenidos de deterioro de las condiciones de vida, de privación experiencia urbana no implica de manera automática que esté en curso un
material y de violencia que desembocan en la desertificación espacial y el proceso de "racialización" objetiva del espacio ni que las sociedades del
abandono institucionales que se han desencadenado desde hace un tiempo Viejo Mundo asistan a la formación de "minorías" en el seno de,
en el viejo continente, la respuesta sigue siendo negativa, pues las zonas comunidades movilizadas y reconocidas como tales en la esfera pública. En
europeas de exilio urbano siguen estando profundamente penetradas por el efecto, un proceso de etnogénesis no surge prioritariamente de la dinámica
Estado, con unas pocas excepciones como las ciudades del sur de Italia y urbana sino de luchas internas en el campo político: no son los barrios los
con reservas para el caso británico. El tipo de "selección" y de deserción que segregan a las "minorías" sino el Estado con su trabajo de nominación
deliberada de las zonas urbanas que ha remodelado el rostro de las oficial y clasificación eficiente, y las fuerzas que se enfrentan en el campo
metrópolis norteamericanas con el objetivo de "economizar" en servicios burocrático para modificar su acción (Nagel, 1986; Bourdieu, 1993c; Weiss,
públicos es inimaginable en el contexto político europeo donde el control 2001).9
burocrático del territorio nacional extiende siempre y por todas partes su Luego, los conflictos de dimensión étnica no son un fenómeno nuevo en
red densa y persistente (Häußennann, 1998; Hall, 2002: capítulos 6 y 7), y las ciudades europeas: han conocido altos y bajos todo a lo largo del siglo
donde el Estado continúa siendo garante de un sostén mínimo XX, en relación con:
incompresible no reducible a las categorías marginales.8 Al mismo tiempo,
no
por proteger a sus poblaciones de los rigores de la competencia económica y de

8
Una reorientación radical de las acciones del Estado de Bienestar central y mantener tanto como se pueda las prestaciones ligadas al Estado de Bienestar, sobre
local pensada para reforzar el atractivo económico de las ciudades en detrimento de todo a nivel nacional. En ese sentido las ciudades suelen estar asociadas al Estado en
los servicios destinados a las categorías vulnerables, del tipo de la que se efectuó lugar de oponerse a él" (Les Gales, 1996: 563).
9
en los Estados Unidos en los años setenta, no resulta políticamente viable en el A este nivel, no se puede dar una respuesta global para Europa pues los países
continente europeo. Con excepción de Gran Bretaña, que se alineó con los Estados de la Unión divergen fuertemente en su tratamiento jurídico y político de las marcas
Unidos al importar del otro lado del Atlántico sus políticas económicas, sociales y de origen y de las diferencias culturales, sean nacionales, regionales, lingüísticas o
penales, el "sombrío pronóstico" de la convergencia transatlántica de las políticas generadas por el pasado colonial.
urbanas "no parece encajar con las ciudades europeas, que se preocupan
i) las luchas entre el Estado central y las culturas regionales, La primera opción, que representa una especie de vía intermedia,
ii) las corrientes de migración internas y externas, consiste en rearmar y redesplegar los programas existentes del Estado de
iii) los ciclos de movilización de clase en los períodos de rápida Bienestar que busquen sostener o volver a ayudar a las poblaciones
reestructuración económica y social (Noiriel, 1992; Macdonald, marginales, por ejemplo extendiendo la cobertura médica, reforzando los
1993).10 dispositivos de urgencia como el SAMU social, "activando" los programas
de ayuda social que sirvan de trampolín al empleo o a la formación, o

Lo anterior significa claramente que no hay nada allí de
incluso autorizando a los beneficiarios de la ayuda social a acumular
"norteamericano". En fin, a la inversa del escenario estadounidense, las
temporalmente un trabajo y un subsidio, sin olvidar la movilización de redes
divisiones y tensiones de carácter étnico o "racial" en las metrópolis del
asociativas. Resulta claro que esta respuesta es insuficiente, sin lo cual los
Viejo Mundo son alimentadas no por la ampliación de la brecha que
problemas planteados hoy por la marginalidad avanzada no serían tan
separa a inmigrantes (poscoloniales) de nacionales (de origen europeo)
apremiantes y su acumulación en los bolsones desheredados de las ciudades
sino por su proximidad creciente en el espacio social y físico. Más que
habría sido detenido, es decir revertido. También tenemos derecho a pensar
una conversión ideológica a un registro racista (o racialista) que marcaría
que, desprovistas de una filosofía clara y que opere a una escala cada vez
una ruptura histórica en el proceso de formación de los colectivos en el
más subnacional (regional, municipal o barrial), estas respuestas a las
continente, el exclusivismo etnonacional es en principio una reacción
perturbaciones generadas por la polarización urbana por lo bajo pueden, en
"nativista" a la movilidad descendente, individual y colectiva, que han
lo concreto y a corto plazo, contribuir a perpetuarlas al reforzar la confusión
conocido las familias de la clase obrera autóctona. Sean cuales hayan sido
programática y la ineficacia burocrática del Estado, lo que en algún
los cantos de la "mundialización de la raza" (Winant, 1994, capítulo 8),
momento no puede sino terminar por afectar la legitimidad del tratamiento
que confunden alegremente la diseminación planetaria del discurso
social de la pobreza.
estadounidense sobre la división racial con la revelación universal de esa
La segunda solución, regresiva y represiva, consiste en criminalizar la
fractura en la objetividad de las estructuras sociales y mentales, la
pobreza por medio de la "contención punitiva" de los pobres en los barrios
pertinencia y el peso creciente de la etnicidad en el discurso público
decadentes cada vez más aislados y estigmatizados donde están recluidos,
europeo así como en la vida cotidiana del continente dan cuenta tanto de
por una parte, y en los lugares de detención y las prisiones que les sirven de
una política de clase "chauvinista" como de una política de la identidad
hecho de depósito, por la otra. Es el camino emprendido por los Estados
(Patterson, 1977).
Unidos en respuesta a las sublevaciones de los guetos negros de los años
sesenta y a la generalización de la inseguridad social durante las dos décadas
Frente a la marginalidad avanzada: el giro hacia el Estado penal siguientes (Tonry, 1992; Wacquant, 1999 y 2001b). No es casualidad que la
expansión prodigiosa del sector carcelario del Estado norteamericano —la
Enfrentados a la necesidad de reaccionar ante las formas emergentes población encerrada se ha cuadruplicado en veinticinco años y las
de la relegación urbana, aunque sea para contener los efectos administraciones penitenciarias se han convertido en el tercer empleador del
perturbadores y las reverberaciones políticas, los Estados-Nación pueden país, mientras que el nivel de la criminalidad permanecía constante grosso
elegir entre tres estrategias posibles. modo para luego declinar fuertemente durante este período— se emprendió
en el momento en que se expandían la desocupación y el subempleo, o la
ayuda social entraba en caída libre antes de ser "reformada" en un sistema de
10
El recorte de las dinámicas etnorregionales y etnonacionales en la empleo forzado (workfare), y cuando el gueto
construcción de la identidad francesa queda bien demostrado en el estudio de caso
de Lawrence el al. (2001), en la Moselle, Flandes y los Alpes marítimos de la
entreguerra.
318 LOS CONDENADOS DE LA CIUDAD LA MARC1NALIDAD URBANA EN EL HORIZONTE DEL SIGLO XXI 319
implotaba bajo el efecto combinado de la movilización negra, la Francia, Italia y Austria (mientras que no pasaban del 2% al 8% de las
desindustrialización y las políticas públicas de abandono urbano. En poblaciones de estos países).
efecto, la atrofia del Estado social y la hipertrofia del Estado penal en 3) La superpoblación de los establecimientos penitenciarios, que reduce el
Norteamérica son dos transformaciones correlativas y complementarias encierro a su función brutal de almacenamiento de las categorías
que participan de un nuevo gobierno de la miseria, cuya misión es indeseables. En 1997, más de un tercio de los lugares de detención y
precisamente imponer el asalariado desocializado como norma de condena de Francia y Bélgica y la mitad de las prisiones de Italia y
ciudadanía para proveer así un sustituto funcional del gueto como Francia estaban en situación de "superpoblación crítica" (con cifras
mecanismo de control racial. superiores al 20% de su capacidad de ocupación). La saturación de los
Aunque los Estados Unidos sean efectivamente excepcionales por el establecimientos se traduce en la reducción del espacio vital y de la
celo con el cual han adoptado esta "solución" a la polarización social y por intimidad, el deterioro de las normas sanitarias y el estado médico, el
la escala a la que la aplican,11 la tentación de apoyarse en las instituciones aumento de la violencia y de los suicidios, y en la insuficiencia de los
policiales y penitenciarias para detener los efectos de la inseguridad social ejercicios y los programas de educación, formación y preparación para
generada por la expansión del trabajo precario y el retroceso de la reinsertarse.
protección social está presente en todos los lugares de Europa. Se lo puede 4) El endurecimiento generalizado de las políticas penales, más
constatar señalando cuatro tendencias importantes de la evolución abiertamente dirigidas a la neutralización a expensas de la
carcelaria en el continente: rehabilitación, v tácitamente guiadas por el principio de "lesser
eligibility", aunque esto vaya en contra de la reducción de la
1) El fuerte aumento de las tasas de encarcelamiento en la mayoría de reincidencia ulterior.13
los países de la Unión en las dos últimas décadas: entre 1983 y 2000,
esa tasa ha pasado de 70 a 95 detenidos por cada 100.000 habitantes Las recientes inflexiones del discurso público sobre los desórdenes
en Francia, de 73 a 93 en Italia, de 87 a 124 en Inglaterra, de 28 a 90 urbanos muestran una misma deriva hacia el tratamiento penal de la pobreza
en Holanda y de 37 a 114 en España.12 y de las dislocaciones que, paradójicamente, encuentran su origen en la
2) La sobrerrepresentación masiva, dentro de la población carcelaria, amputación de la capacidad de intervención social y económica del Estado.
de inmigrantes no europeos y personas de color, así como de Se puede entonces predecir que un alineamiento "por abajo" de la Unión
revendedores y consumidores de drogas, sin techo, enfermos Europea sobre el frente social, que implique una acentuación de la
mentales y otros desplazados del mercado laboral. Así, en 1997, los desregulación del mercado laboral y un debilitamiento de los sistemas de
extranjeros integraban más de un tercio de las personas que se protección social que no pueden sino amplificar la expansión de la
encontraban tras las rejas en Alemania, Bélgica y Holanda, y cerca marginalidad avanzada, se traducirá ineluctablemente en una adecuación
de un cuarto en penal "por arriba", que alimente un nuevo estallido de inflación carcelaria en
todo el continente (Wacquant, 1999).
11
Con 710 detenidos por cada 100.000 habitantes en 2000, los Estados
13
Unidos se han convertido en el líder mundial de la encarcelación. Encarcelan cinco El criterio benthamiano de least elegtbility (inicialmente introducido durante
a doce veces más que los principales países de la Unión Europea aunque muestran la hambruna irlandesa de 1840 para las personas que pedían que se les otorgara
una tasa de criminalidad comparable (con la exclusión de los homicidios). alguna ayuda) estipula que la situación del detenido más favorecido debe ser menos
12
Estas estadísticas y las de los tres párrafos siguientes están extraídas de las deseable que la del trabajador "libre" menos favorecido, bajo pena de incitar a
ediciones de la Statistique pénale annuelle du Conseil de l'Europe, publicadas en cometer un crimen para mejorar su condición haciéndose apresar.
Estrasburgo por el Consejo de Europa para los años correspondientes.
320 LOS CONDENADOS DE LA CIUDAD
A pesar de los colosales costos sociales y fiscales del confinamiento

de masa de las poblaciones pobres e indisciplinadas, la prisión sigue
siendo un seductor ocultador de miseria o un paliativo del aumento de las
dislocaciones urbanas, aun en las sociedades más tolerantes e igualitarias
como los países nórdicos (Christie, 1999). Pero, además de los fuertes
frenos políticos y culturales a la penalización a ultranza de la pobreza

inscriptos tanto en las propias constituciones de los Estados
socialdemócratas o demócratas cristianos de Europa como en el ethos
nacional de sus poblaciones, la contención punitiva deja intactas las causas
profundas de la nueva marginalidad urbana. Es decir que su puesta en
práctica no puede sino llevar al fracaso y a apuntar en su momento a una

tercera respuesta, progresista, a la polarización urbana por lo bajo: una
reconstrucción activa del Estado social que pondría su estructura y sus
políticas en consonancia con las nuevas condiciones económicas, la
transformación de las formas familiares y las relaciones entre los sexos, y
las nuevas normas sociales de participación en la vida colectiva (Esping-
Andersen, 2002).
Para ampliar la esfera de los derechos sociales y detener los efectos
deletéreos de la mutación del asalariado (Van Parijs, 1995), son necesarias
innovaciones radicales, como la instauración de un salario del ciudadano
(o sea un subsidio básico que provea sin condiciones a todos de un salario)
que separaría la subsistencia del trabajo, el acceso gratuito a la enseñanza
y a la formación durante toda la vida, y la garantía universal de gozar de
esos bienes públicos esenciales que son la vivienda, la salud y el
transporte. Al fin de cuentas, esta tercera opción es la única respuesta
viable al desafío histórico que plantea la marginalidad avanzada a las
sociedades democráticas que atraviesan el umbral del nuevo milenio.

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Este material es para uso de la Universidad Nacional de Quilmes, sus fines son exclusivamente didácticos.

Prohibida su reproducción parcial o total sin permiso escrito de la editorial.

Traducción: Marcos Mayer

salto de página biblioteca nueva anthropos

Traducción de Marcos Mayer // ISBN 978-987-629-267-2

1. Sociología. I. Mayer, Marcos, trad. II. Título.

Título original: Parias urbains. Ghetto, banlieues, Etat; publicado por

© 2007, Siglo Veintiuno Editores Argentina S.A.

Diseño de portada: Peter Tjebbes

1ª edición argentina: 2007

ISBN 978-987 629-267-2

Impreso en Impresiones Martínez // Camila Quiroga 870, Burzaco

Hecho el depósito que marca la ley 11.723

Para una sociología comparada de la marginalidad urbana 19

1. El retorno de lo reprimido: revueltas, etnicidad

La violencia de abajo: ¿levantamientos raciales o revueltas

1. DEL GUETO COMUNITARIO AL HIPERGUETO

2. Declinación y destino del gueto negro en el fin de siglo 59

informal 83 De la estigmatización espacial a la "desorganización" social 209

Mezcla de categorías, trayectorias colectivas y tensiones

El pánico moral de las "cités-gueto" 168 8. El advenimiento de la marginalidad avanzada:

Cuatro lógicas estructurales alimentan la nueva pobreza 301 Introducción

Posfacio a la edición francesa 321

Agradecimientos y fuentes 327

Gueto en los Estados Unidos, banlieue en Francia, quartieri periferici

investigaciones. se comprende sino como precipitado sincrónico, fijado artificialmente por

Todos los fenómenos sociales son, en cierta medida, obra de

MARCEL MAUSS, "Les civilisations. Eléments el formes" (1929).

A manera de conclusión, este capítulo profundiza el análisis de las

vivido (Lepoutre, 1997).

ciudad europea no ha dado nacimiento a conjuntos socioespaciales

por proteger a sus poblaciones de los rigores de la competencia económica y de

de ayuda social que sirvan de trampolín al empleo o a la formación, o

A pesar de los colosales costos sociales y fiscales del confinamiento

frenos políticos y culturales a la penalización a ultranza de la pobreza

práctica no puede sino llevar al fracaso y a apuntar en su momento a una

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