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Ensayo sobre devastación ambiental

Desde el año 1.812 la población humana ha aumentado a 7.000 millones de personas hasta
ahora, por lo que la tasa de consumismo es excesiva y cada vez necesitamos más terrenos,
agua y alimento para criar y generar productos animales para “nuestra sustentabilidad”.

Lo anterior conlleva obviamente a la producción de gas metano por parte de estos sectores
ganaderos en proporciones semejantes a las emisiones de gases expedidas por las grandes
industrias de hidrocarburos alrededor del mundo y todos los medios de transporte juntos.

Teniendo en cuenta que nuestra dieta diaria en cuanto a una persona promedio contiene
derivados de productos animales que nutricionalmente no necesitamos para desarrollarnos o
estar más sanos, como lo hacen las frutas, las verduras y los granos; lo más factible para
solucionar el aumento en la cantidad de animales que incluyen la pérdida de fragmentos de
bosque o selva tropical amazónica que como todos sabemos representa una fuente de
oxígeno importante, que está siendo deforestada con terrenos de dimensiones de una cancha
de futbol por segundo; se plantea por medio de expertos en el tema y conocedores de las
estadísticas, entes como la ONU calculan que el cultivo ganadero emite más gases de efecto
invernadero que todos los medios de transporte reunidos con un gas expedido, 86 veces
más nocivo que el de los vehículos, y otras pocas organizaciones ambientales como la
CDRN, se refieren al tema como un factor contaminante, más no como uno importante o
que represente como es en realidad, un peligro ambiental para nuestra sociedad, debido a
que la mayor parte de los empresarios que patrocinan, subsidian o invierten en asociaciones
ambientales son empresarios que deben tener bajo control los movimientos sociales que
afecten el esquema económico y de desarrollo de dichas empresas de productos animales
que con su incremento, están generando de una u otra manera sobreproducción, en
organizaciones importantes no se encuentra mayor noticia sobre esto, y es este desinterés
del hombre por el cuidado de su medio ambiente quien lo lleva a ignorar datos tales como
el fracking que gasta 100.000 millones de galones de agua para su ejecución, mientras por
la crianza de ganado se gasta 34.000 millones de galones de agua, por lo menos para el caso
de los Estados Unidos, o que se necesitan 2.500 galones de agua para producir medio kilo
de carne dentro del sector ganadero que representa el 55% del gasto total de agua en el país,
mientras su uso doméstico representa una fracción mucho menor reflejada en solo el 5%,
agua que las grandes “asociaciones ambientalistas” nos aconsejan ahorrar cambiando
hábitos milenarios y completamente ajenos a la crianza de la mayoría de las personas de
esta generación, apagando luces, tomando duchas cortas y otras actividades como
transportarse en bicicleta, aun sabiendo que así es imposible disminuir la emisión de gases
como metano y óxido nitroso en la atmósfera de la tierra en una cantidad apreciable.

De acuerdo a lo anterior se espera que las emisiones de CO2 aumenten un 20% para el año
2.040 por industrialización, uso de combustibles fósiles y otros factores menores, mientras
que para la agricultura se prevé un aumento del 80% para el año 2.050 por aumento
poblacional que conlleva a la demanda inevitable de insumos de carne y productos lácteos.

Teniendo en cuenta que las operaciones ganaderas han creado más de 500 zonas muertas
inundadas por nitrógeno alrededor del mundo, principalmente a lo largo de los océanos,
comprendiendo más 250.000 Km cuadrados de tierra carente de vida y otras operaciones
naturales extractivas que se realizan en la selva tropical amazónica, donde el Aceite de
palma es responsable de desaparecer 10 Millones de hectáreas, a diferencia de la actividad
ganadera donde las plantaciones desaparecidas alcanzan los 55 millones de hectáreas hasta
la fecha; es necesario saber exactamente quienes son los entes responsables de realizar un
seguimiento riguroso a las afectaciones ambientales que se están padeciendo actualmente y
concientizar a la sociedad en general acerca de la aberrante devastación ambiental que se
tiene por parte de estos métodos de crianza para animales que a fin de cuentas, tanto
biológicamente como nutritivamente nuestro organismo no necesita para desarrollarse
saludablemente y con una condición física normal o mucho más natural aun.

Finalmente las estadísticas nos demuestran que mientras los humanos hoy en día bebemos
5.200 millones de galones de agua por día y comemos 9.500 millones de comida, 2.500
millones de vacas beben 45.000 millones de galones de agua y también comen 61.000
millones de kilos de comida al día; siendo así un grave problema de humanos que se
preocupan más por generar productos animales a diestra y siniestra en entornos forzados
para su desarrollo, acabando con selvas, desertificando suelos y generando más gases de
invernadero. De lo anterior cabe concluir que en nuestras manos está el poder de disminuir
la generación de productos animales a partir de un cambio en la dieta, hábitos
ambientalistas marcados, ahorrando energía, etc.

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