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Adivinanzas 5.

¿Cuál es el animal,
1. As no soy, de campo o corral,
as no fui, que si una zanahoria le das
as no seré
sus dientecitos verás?
hasta el fin.
Respuesto: el conejo.
Respuesta: el asno.

2. Soy un animal muy elegante,


muy veloz y poco fiero; 6. De celda en celda voy
y cuando quiero calzarme pero presa no estoy.
voy a casa del herrero. Respuesta: la abeja.
Respuesta: el caballo.

3. Antes huevecito,
después capullito, 7. En alto vive, en alto mora,
más tarde volaré en alto teje la tejedora.
como un pajarito. Respuesta: la araña.
Respuesta: la mariposa.

4. Soy astuto y juguetón 8. Sal al campo por las noches


y cazar un ratón si me quieres conocer,
es mi mayor afición. soy señor de grandes ojos,
Respuesta: el gato. cara seria y gran saber.
Respuesta: el búho.
9. No lo parezco y soy pez,
y mi forma la refleja 10. Un solo portero,
una pieza de ajedrez. un solo inquilino,
Respuesta: el caballito de mar. tu casa redonda
la llevas contigo.
Respuesta: el caracol.
Uga la tortuga.

- ¡Caramba, todo me sale mal!, se lamenta constantemente Uga, la tortuga.


Y es que no es para menos: siempre llega tarde, es la última en acabar sus tareas,
casi nunca consigue premios a la rapidez y, para colmo es una dormilona.
- ¡Esto tiene que cambiar!, se propuso un buen día, harta de que sus compañeros
del bosque le recriminaran por su poco esfuerzo al realizar sus tareas.
Y es que había optado por no intentar siquiera realizar actividades tan sencillas
como amontonar hojitas secas caídas de los árboles en otoño, o quitar piedrecitas
de camino hacia la charca donde chapoteaban los calurosos días de verano.
- ¿Para qué preocuparme en hacer un trabajo que luego acaban haciendo mis
compañeros? Mejor es dedicarme a jugar y a descansar.
- No es una gran idea, dijo una hormiguita. Lo que verdaderamente cuenta no es
hacer el trabajo en un tiempo récord; lo importante es acabarlo realizándolo lo mejor
que sabes, pues siempre te quedará la recompensa de haberlo conseguido.
No todos los trabajos necesitan de obreros rápidos. Hay labores que requieren
tiempo y esfuerzo. Si no lo intentas nunca sabrás lo que eres capaz de hacer, y
siempre te quedarás con la duda de si lo hubieras logrados alguna vez.
Por ello, es mejor intentarlo y no conseguirlo que no probar y vivir con la duda. La
constancia y la perseverancia son buenas aliadas para conseguir lo que nos
proponemos; por ello yo te aconsejo que lo intentes. Hasta te puede sorprender de
lo que eres capaz.
- ¡Caramba, hormiguita, me has tocado las fibras! Esto es lo que yo necesitaba:
alguien que me ayudara a comprender el valor del esfuerzo; te prometo que lo
intentaré.
Pasaron unos días y Uga, la tortuga, se esforzaba en sus quehaceres.
Se sentía feliz consigo misma pues cada día conseguía lo poquito que se proponía
porque era consciente de que había hecho todo lo posible por lograrlo.
- He encontrado mi felicidad: lo que importa no es marcarse grandes e imposibles
metas, sino acabar todas las pequeñas tareas que contribuyen a lograr grandes
fines.
FIN
El niño y los clavos.

Había un niño que tenía muy, pero que muy mal carácter. Un día, su padre le
dio una bolsa con clavos y le dijo que cada vez que perdiera la calma, que él
clavase un clavo en la cerca de detrás de la casa.
El primer día, el niño clavó 37 clavos en la cerca. Al día siguiente, menos, y así con
los días posteriores. Él niño se iba dando cuenta que era más fácil controlar su genio
y su mal carácter, que clavar los clavos en la cerca.
Finalmente llegó el día en que el niño no perdió la calma ni una sola vez y se lo dijo
a su padre que no tenía que clavar ni un clavo en la cerca. Él había conseguido,
por fin, controlar su mal temperamento.
Su padre, muy contento y satisfecho, sugirió entonces a su hijo que por cada día
que controlase su carácter, sacase un clavo de la cerca.
Los días se pasaron y el niño pudo finalmente decir a su padre que ya había sacado
todos los clavos de la cerca. Entonces el padre llevó a su hijo, de la mano, hasta la
cerca de detrás de la casa y le dijo:
- Mira, hijo, has trabajo duro para clavar y quitar los clavos de esta cerca, pero fíjate
en todos los agujeros que quedaron en la cerca. Jamás será la misma.
Lo que quiero decir es que cuando dices o haces cosas con mal genio, enfado
y mal carácter, dejas una cicatriz, como estos agujeros en la cerca. Ya no importa
tanto que pidas perdón. La herida estará siempre allí. Y una herida física es igual
que una herida verbal.
Los amigos, así como los padres y toda la familia, son verdaderas joyas a quienes
hay que valorar. Ellos te sonríen y te animan a mejorar. Te escuchan, comparten
una palabra de aliento y siempre tienen su corazón abierto para recibirte.
Las palabras de su padre, así como la experiencia vivida con los clavos,
hicieron que el niño reflexionase sobre las consecuencias de su carácter. Y
colorín colorado, este cuento se ha acabado.
FIN
La liebre y la tortuga

Una vez, una liebre se burlaba de las patas tan cortas y de la lentitud al caminar de una tortuga, sin
embargo, esta no se quedó callada y se defendió lanzando una risa y diciéndole a la liebre: –
Puede que seas muy veloz amiga liebre, pero, estoy más que segura de que podré ganarte una
carrera.

La liebre, sorprendida por lo que le dijo la tortuga, aceptó el reto sin pensarlo dos veces, ya que
ella estaba muy segura de que ganaría a la tortuga a ojos cerrados. Entonces, ambos propusieron a
la zorra, que fuese ella quien señalase el camino y la meta.

Días después, llegó el esperado momento de la carrera, y al sonar la cuenta de tres, se inició la
carrera de estos dos contendientes. La tortuga no dejaba de caminar y caminar, pero a su lento
paso, avanzaba tranquilamente hacia la meta.

En cambio la liebre, corrió tan rápido que dejó muy atrás a la tortuga. Al darse la vuelta y ya no
verla, la liebre vió seguro su éxito sobre la carrera y deicidió echarse una siesta.

Poco después, la liebre despertó y vió si por atrás seguía sin llegar la tortuga, pero al mirar hacia la
meta, vió a la tortuga muy cerca de la final, y en un intento desesperado por correr lo más veloz
que pudo, la tortuga llegó y ganó.

Moraleja: la enseñanza es que las metas se consiguen poco a poco, con trabajo y esfuerzo.
Aunque a veces parezcamos lentos, el éxito llegará siempre.

También nos muestra que no tenemos que burlarnos de las personas por sus defectos físicos, ya
que pueden ser mejores en otros aspectos.

Esta fábula tiene un gran valor educativo, ya que hacer las cosas bien hechas es importante en la
educación y para ello es necesario ser pacientes.

El león y el ratón
Érase una vez un león que estaba descansando en la selva, después de un día de caza. Era un día
caluroso y solo le apetecía dormir.

Cuando se encontraba más cómodo, llegó un ratón haciendo mucho ruido. El león era tan grande
que ni si quiera se percató, pero el ratón empezó a subir por su nariz.

El león se despertó con muy mal humor, empezó a gruñir, y agarró al ratón, preparándose para
comerlo.

“¡Perdóname!” suplicó el pobre ratón. “Por favor déjame ir y algún día seguramente te lo pagaré”.

Al león le resultó divertido pensar que un ratón podría alguna vez ayudarlo. Pero fue generoso y
finalmente lo liberó.

Algunos días más tarde, mientras acechaba a una presa en el bosque, el león quedó atrapado en la
red de un cazador.

Era incapaz de liberarse y rugió fuerte para pedir ayuda. El ratón reconoció la voz y acudió
rápidamente para ayudarlo. Mordió una de las cuerdas que ataban al león y este se liberó.

Entonces el ratón dijo:

“Incluso un ratón puede ayudar a un león”.

Moraleja: no menosprecies lo que pueden hacer los demás. Aunque parezca lo contrario todos te
pueden ayudar.

La cigarra y la hormiga

Una cigarra cantaba y disfrutaba durante el verano. Día tras día se despertaba tarde y sólo se
dedicaba a cantar, hasta que un día algo le llamó la atención.

Un grupo de hormigas pasaban por debajo de su rama cargando pesadas porciones de comida
sobre su espalda, entonces la cigarra bajó de su rama y le preguntó a una.

-Amiga hormiga ¿por qué trabajas tanto?-

-El invierno se acerca, debemos guardas provisiones para poder pasar la helada- respondió la
hormiga.

A lo que la cigarra luego dijo:


-¡Bah! Trabajar tanto es para bobos, haz como yo, canta y disfruta del verano.

La pequeña hormiga sin decir más nada siguió su camino. En los siguientes días, la cigarra seguía
cantando y muchas veces componía canciones que se burlaban de su amiguita la hormiga.

Pero un día, la cigarra despertó y ya no era verano, el invierno había llegado.

La helada era la peor de todas en muchos años, trató de abrigarse con hojas de su rama, pero no
pudo. Hambrienta buscó comida, pero no encontró nada.

Entonces recordó que su amiguita hormiga había estado guardando provisiones durante el verano
y se dirigió a su hormiguero, tocó la puerta y la hormiguita salió. Entonces dijo:

-¡Hormiga, ayúdame; tengo hambre y tengo frío, dame refugio y comida!

-¿Pero qué estuviste haciendo todo el verano cigarra?- preguntó la hormiga.

-Cantar y bailar- contestó la cigarra.

-¡Pues si eso hiciste en el verano, ahora baila en el invierno!- Dijo la hormiga y cerró la puerta.

Mientras, la cigarra arrepentida se alejaba reflexionando sobre la lección que había aprendido.

Moraleja: la vida consiste en trabajar y descansar. No puedes descansar demasiado porque más
tarde puedes encontrar consecuencias negativas.
Piropos de amor bonitos
1. A lo mejor mi hogar no es un palacio, pero me gustaría que tú fueses mi
princesa.
2. Ojalá fuera el aire que toca tu pelo, el Sol que calienta tu piel, el agua que sacia
tu sed y el amor que en ti encuentra todo su sentido.
3. Quiero saber si puedo estar en tu corazón si tienes un espacio para cumplir mi
ilusión, ilusión de ser tu príncipe azul prometo no fallarte tampoco
desilusionarte pues haré hasta lo imposible para que me dejes amarte.
4. Si Cristóbal Colón te viese, diría: “Santa María, pero que Pinta tiene esta
Niña”.
5. Despierto te pienso, dormido te sueño, ¡invasora de mentes!
6. A tu lado he pasado algunos de los mejores momentos que he vivido, por eso
te digo que te quiero y que si quieres salir conmigo.
7. Sé que no soy ni el más bonito ni el más deseado pero si sé que puedo pasar el
resto de mi vida a tu lado porque te amo.
8. Pequeño es el papelito que hasta tus manos llegó, trátalo bien te lo ruego yo,
ya que el papelito soy yo.
9. Estaba pensando en algún piropo para enamorarte. Te diría que tus ojos me
deslumbran y que tu piel me seduce. Pero no soy un buen poeta, así que
dejemos que sea el amor quien nos conduce.
10. Por la luna daría un beso, daría todo por el Sol. Pero por la luz de tu mirada,
doy mi vida y corazón.
11. De todas las flores, la más bonita es la rosa y de todas las mujeres, tú eres la
más hermosa.
12. De tu boca quiero un beso, de tu camisa un botón, de tu pensamiento un deseo
y de tu pecho el corazón.
13. Tú no has nacido de un hombre y una mujer. Tú vienes del cielo, y yo me siento
agradecido de poder tocarte con mis dedos.
14. Quisiera vivir en tu cabeza y estar dentro de ti para saber en qué momentos
estás pensando en mí.
15. Si fuera al cielo y me convirtiera en ángel, lo primero que haría seria pedir mis
alas para volar a verte.
LI NIMA´
Sa na eek´ank li nima´chiru li pek
Li xyolab´aal li loq´laj nat´ane´
Chiru li tzuul na pojbak x yanq
Saqoonak li xkehil li k´iche´ ut li
Che´ k´aam

At loq´laj nima makajo laaloq´al


Mak´ajo´ laawankilal ut laarahom
Chi anchal aachool naq nasaweqk li kutan

Naqaye naq laa´at maa´ani chik


Jokan maa´ani chik jo´ laa´at naq
Na´lok chaq li saq´e
Nalemtz´uno´ sa´ xyanq li pek
Laayu´am

Ut wi´ laa´at tatkamq tookamq


Chi qajunib
chan xaawil Significa ¿Cómo estás? o ¿cómo te ha ido?
Chan ru wankat
¿Cómo estás?
Taawil aawib'
Te cuidas
Ma sa aach'ool Estás bien?
Estás Feliz?
Te sientes bien?
B'anuu
Buenos dias
Buenas tardes
Buenas noches
Hulaj chik
Es un saludo de despedida, un derivado de "Nos vemos mañana",
también una traducción bien cercana a la literal es "Hasta
mañana". Este es un saludo de despedida muy común.
Us, b'anyox
Bien, Gracias.
Chan ru wank aajunkab'al
¿Cómo está tu familia?

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