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InterSedes: Revista de las Sedes Regionales

ISSN: 2215-2458
intersed@cariari.ucr.ac.cr
Universidad de Costa Rica
Costa Rica

Rodríguez Barrientos, Francisco


CUENCAS HIDROGRÁFICAS, DESCENTRALIZACIÓN Y DESARROLLO REGIONAL
PARTICIPATIVO
InterSedes: Revista de las Sedes Regionales, vol. VII, núm. 12, 2006, pp. 113-125
Universidad de Costa Rica
Ciudad Universitaria Carlos Monge Alfaro, Costa Rica

Disponible en: http://www.redalyc.org/articulo.oa?id=66612867008

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Inter Sedes. Vol. VII. (12-2006) 113-125. ISSN: 1409-4746

Cuencas Hidrográficas, Descentralización y


Desarrollo Regional Participativo
Francisco Rodríguez Barrientos*

Recepción: 4 de agosto de 2006 • Aprobación: 1 de diciembre de 2006

Resumen
La cuenca hidrográfica presenta características idó-
neas para delimitar espacios territoriales útiles para
la gestión sostenible con amplia participación local
o regional de los recursos naturales, así como para
impulsar el desarrollo regional desde adentro. Esto
requiere de políticas descentralizadoras de parte de
los Estados, quienes tradicionalmente han optado
por un rígido centralismo, que les brinden a las
comunidades la posibilidad de participar en su pro-
pio desarrollo. No puede haber descentralización sin
la participación activa de los ciudadanos en sus regio-
nes o localidades. Descentralización, participación,
democratización y gestión local de recursos son parte
de un todo indisoluble. En el artículo se examina
el uso histórico dado a las cuencas para impulsar el
desarrollo, y las condiciones que posibilitan la par-
ticipación local dentro de políticas nacionales más
amplias conducentes a la descentralización. También
se analiza brevemente el caso de la región Huetar
Norte costarricense, cuya evolución histórica ha veni-
do construyendo una identidad regional que puede
ser útil a la hora de gestionar participativamente los
recursos naturales de esa región.
Palabras claves: cuenca hidrográfica, descentrali-
zación, desarrollo regional, participación, demo-
cratización, gestión local de recursos, comanejo de
recursos, región Huetar Norte.

Abstract
San Carlos River hydrographic basin possesses suit-
able characteristics to delimitate useful territorial
areas for sustainable management with an ample
local or regional participation of natural resources.
All these elements estimulate the regional develop-
ment from in. Local participation needs a decen-
tralizing government policy which has traditionally
chosen for a rigid centralism, policies that give the
communities the possibility of taking part in their
own development. It is impossible to decentralize
* Profesor e investigador en la Escuela de
Ciencias y Letras de la Sede Regional without an active participation of citizens in their
San Carlos del Instituto Tecnológico de regions. Decentralizing, participation, democratiza-
Costa Rica. [franroba@costarricense.cr tion and local management of resources are relevant
/ frodriguez@itcr.ac.cr] elements of a whole. This article examines the
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historical use of hydrographic basins to promote Introducción


development and the conditions that make local
participation possible according to wider national En las cuencas hidrográficas se inte-
policies contributing to to the decentralization. gran sistemas biofísicos, socioeconómicos
It is also analyzed the case of the Huetar Norte
region of Costa Rica and how its evolution has y político-administrativos. Los distintos
contributed to a regional identity in spite of the componentes de una cuenca interactúan
economic, social and cultural conditions. Such entre sí, formando un gran sistema natu-
identity can be useful at the moment of proposing ral. Actualmente se les considera un
policies of regional development and managing
excelente medio para diseñar e instru-
participatively the natural resources this region
possesses. mentar políticas orientadas al desarrollo
Key Words: Hydrographic River Basin, rural y al manejo integral y sostenible de
Decentralization, Regional Development, los ecosistemas (Sepúlveda y Rojas, 2002;
Participation, Democratization, Local Management Jouravlev, 2003).
of Resources, Cohandling of Resources, North
La dinámica sociohistórica suele
Huetar Region.
determinar los diversos usos dados a los
recursos naturales de una cuenca hidro-
gráfica, pero igualmente su diferente
accesibilidad para la población, así como
el grado de deterioro de los ecosistemas
que proporcionan los recursos naturales
más requeridos por la economía o por
la subsistencia humana (bosque, suelos,
ríos, lagos, el subsuelo para el caso de los
recursos mineros o hídricos).
La relación Sociedad / Medio
Ambiente ha sido muy destructiva en
cuanto al uso de los recursos naturales.
Así lo demuestran los bosques arrasados,
la acelerada pérdida de la biodiversidad,
los crecientes problemas con el suelo a
causa de la erosión, la compactación, los
deslizamientos o su envenenamiento por
el uso masivo de plaguicidas y fertilizan-
tes sintéticos, los ríos seriamente conta-
minados y sedimentados, los acuíferos
que se secan o son contaminados por las
actividades antrópicas, los cambios en el
ciclo hidrológico (Rodríguez, 2005).
Tales “problemas ambientales” terminan
afectando las actividades económicas, a
las sociedades que dependen de esas acti-
vidades y a los seres humanos que con-
forman esas sociedades. Esta insensata
destrucción fue atizada frecuentemente

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por un afán de lucro cortoplacista y por nacimiento hasta su desembocadura, sus


la creencia de que los recursos naturales afluentes, lagos que desagüen en él, y las
eran inagotables, creencia que alumbraba aguas subterráneas que reciben de ellos o
ilusiones sobre un hipotético crecimien- les aportan agua” (Querol, 2002: 8). Las
to económico permanente e indefinido definiciones de Ramakrishna y Querol
(Rodríguez, 2002). aluden a la misma realidad. Por lo tanto,
La denominada “crisis ambiental” en lo que sigue se hablará de cuenca hidro-
enterró semejantes ilusiones e hizo impe- gráfica por ser un concepto mucho más
rativa la integración de la economía en extendido que el de sistema hidrográfico.
la ecología (Capra, 2003); valga decir,
tomar en cuenta los ciclos regenerativos El empleo de la cuenca hidrográfica
de los ecosistemas en el planeamiento en el planeamiento del desarrollo
de las actividades productivas. Como una regional
consecuencia inevitable, actualmente la El empleo de la cuenca como ámbito
gestión de las actividades económicas para la planificación de los recursos natu-
y sociales corre paralela a la gestión de rales y del desarrollo regional ha pasado
los recursos naturales. Este podría ser por diversas etapas. Un ejemplo que tuvo
el núcleo del llamado desarrollo sos- amplia resonancia fue el establecimien-
tenible (junto al énfasis en la equidad to en 1932 durante la Gran Depresión
social y la participación democrática). de la Tennessee Valley Authority (TVA),
Precisamente, como ya fuera señalado, cuyos objetivos eran controlar las inun-
las cuencas hidrográficas constituyen un daciones, reforestar los ríos, lograr el uso
espacio territorial idóneo para impulsar adecuado de las tierras marginales del
políticas orientadas hacia la sostenibili- Valle del Tennessee y mejorar el desarro-
dad con dinámicas descentralizadoras y llo agrícola e industrial de dicho Valle
participativas. (Dourojeanni, 1997).
Concepto de Cuenca Hidrográfica Esta experiencia - llamada por Boisier
“intervención sobre regiones coinciden-
La cuenca hidrográfica es “un área tes con cuencas fluviales” (Boisier, 1996:
natural en la que el agua proveniente de 34) - tuvo gran repercusión en América
la precipitación forma un curso principal Latina y fue replicado en países como
de agua. La cuenca hidrográfica es la uni- Brasil, Colombia y Méjico (de Matos,
dad fisiográfica conformada por el con- 1988). A pesar de algunos éxitos inicia-
junto de los sistemas de cursos de agua les, estas iniciativas tenían debilidades
definidos por el relieve. Los límites de la que finalmente las llevaron al fracaso, y
cuenca o ‘divisoria de aguas’ se definen al abandono de la cuenca hidrográfica
naturalmente y corresponden a las partes como base territorial para planear el
más altas del área que encierra un río” desarrollo regional.
(Ramakrishna, 1997: 19). Carlos de Matos (1988) menciona
Algunos autores emplean también el tres debilidades:
concepto de sistema hidrográfico (o hidro- - Como en los contextos nacionales
lógico) junto al de cuenca hidrográfica, las regiones tenían diverso nivel de
definiéndolo como “un sistema de aguas desarrollo capitalista, las más avan-
que abarca un río principal desde su zadas pudieron apropiarse de los

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excedentes producidos en las regio- ende las oportunidades de un aprovecha-


nes periféricas. De este modo logra- miento permanente, base del desarrollo
ron neutralizar los efectos positivos sostenible” (Vargas, 1996: 201).
generados en éstas. El concepto de cuenca – y sus deri-
- Las características económicas y mor- vados: subcuenca y microcuenca - es útil
fológicas de las regiones que fueron para gestionar el recurso hídrico. Las divi-
establecidas a partir del criterio de siones históricas, nacionales o político-
cuenca hidrográfica no permitieron administrativas no pueden desconocer la
configurar una estructura de alcance insoslayable realidad física de las cuencas
nacional para la planificación regional. hidrográficas sino al precio de un manejo
- En muchos casos la cuenca hidro- inadecuado del recurso hídrico (y de los
gráfica no fue un criterio correcto restantes recursos, como los mineros, el
para establecer prioridades de desa- suelo, el bosque o la biodiversidad).
rrollo nacional, porque varias regio- La trascendencia de las cuencas hidro-
nes atrasadas en términos económi- gráficas en el manejo del agua ha sido
cos, sociales y de infraestructura no puesta de manifiesto en varias ocasiones.
podían ubicarse dentro del concepto Por ejemplo, la Agenda 21 (producto de la
de cuenca hidrográfica, y por lo Cumbre de Río, junio de 1992) señala que
tanto, carecían de los atributos nece- la gestión integrada del recurso hídrico
sarios para la asignación del carácter debe realizarse en el ámbito de la cuenca
de región-plan. o subcuenca de captación. Jouravlev indica
que “los recursos hídricos tienen características
Pero el abandono de la cuenca hidro- que hacen que la unidad natural de su gestión
gráfica como criterio de planificación del sea la cuenca hidrográfica, que es un territo-
desarrollo regional no sería permanente. rio delimitado por la propia naturaleza,
En ello tiene mucho que ver la preocupa- esencialmente por los límites de las zonas
ción por los temas del medio ambiente de escurrimiento de las aguas superficiales
en la década de 1970 y la aparición del que convergen hacia un mismo cauce”
concepto de sostenibilidad en la siguien- (Jouravlev, 2003: 22. Cursivas del original).
te, en el cual la participación comunal/ De este modo se comprende, en palabras
regional adquiere gran relevancia. Los de este mismo autor, “por que los proble-
recursos naturales no pueden manejarse mas de planificación hidrológica, evalua-
aisladamente sino de modo integral. ción de los recursos hídricos, asignación
Este carácter sistémico de los recur- del agua y control de la contaminación,
sos naturales volvió a poner de relieve entre otros, solo pueden ser racionalmen-
la utilidad de la cuenca hidrográfica te manejados a nivel de cuenca o grupo
como marco geográfico para planificar el de cuencas interconectadas. Una fragmen-
desarrollo comunal/regional. “La cuen- tación de la gestión del agua por jurisdic-
ca hidrográfica constituye una unidad ción local afectaría el sistema de manera
de análisis indispensable para identifi- negativa, promoviendo la transferencia de
car y evaluar los elementos naturales y externalidades entre sus unidades, dificul-
antropogénicos, así como las acciones y tando el manejo de los conflictos por el
tendencias que determinan la calidad y agua e incrementando los costos de tran-
disponibilidad del recurso hídrico y por sacción” (Jouravlev, 2003: 22).

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Para el contexto de la cuenca del asimétrica. Las comunidades locales /


río San Carlos es básico que los actores regionales deben asumir un papel pro-
(públicos, privados, municipales) elabo- positivo y constructivo; empero, es claro
ren y, sobre todo, ejecuten en conjunto que la índole de su inserción en las redes
un plan de manejo de los recursos natu- nacionales y globales (de comercio, comu-
rales para hacer viable la sostenibilidad nicación, cultura, política) depende de sus
en el largo plazo de las comunidades y características, condiciones y cualidades
de las actividades productivas. Como los previas (Olivares, 2001; Pérez, 2001).
recursos naturales son explotados prin-
cipalmente por actores privados (fincas, ¿Centralizar o Descentralizar?
haciendas, empresas) su buen manejo se Durante la segunda mitad del siglo
vuelve indispensable en aras de propiciar XX se hizo evidente que
la sostenibilidad presente y futura.
Las cuencas tienen una historia refe- “la nación-estado ya no sirve como unidad eficaz
rida a la ocupación y uso de sus ecosis- de gobierno: es demasiado grande para ocuparse
de los problemas de la población local y, al mismo
temas, lo cual hace que los pobladores tiempo, está limitada por conceptos demasiado
desarrollen una identidad, es decir, sen- parciales para enfrentarse a los problemas de la
tido de pertenencia y lealtad hacia el interdependencia global. Los gobiernos de hoy
territorio de la cuenca (o subcuenca o – continuaba Capra -, al estar altamente centrali-
microcuenca). Asimismo, en la cuen- zados, no pueden actuar a nivel local ni tampoco
pensar a escala global. Por consiguiente, la descen-
ca existe una organización política del
tralización política y el desarrollo regional se han
territorio (a nivel provincial, cantonal o convertido en una necesidad urgente de todos los
distrital, para mencionar las subdivisiones países grandes. Esta descentralización del poder
políticas prevalecientes en Costa Rica), económico y político tendrá que incluir una redis-
que en la cuenca del río San Carlos y las tribución de la producción y de la riqueza para
diferentes subcuencas que la conforman equilibrar los alimentos y la población dentro de
los países y también entre los países industriales y
está muy determinada por el carácter del los del Tercer Mundo” (Capra, 1998: 470-471).
poblamiento y de las actividades econó-
micas (Rodríguez, 2001). La descentralización es clave en la
Pero las localidades situadas en el agenda contemporánea y va asociada
ámbito territorial de las cuencas disponen a otros temas fundamentales, como el
de un variado capital construido históri- desarrollo equilibrado entre las regiones
camente (social, simbólico, organizativo, de un país, el desarrollo rural y la nueva
político, cultural), y en este capital se ruralidad, el manejo de los recursos natu-
hallan las condiciones que pueden defi- rales, entre otros (Odum y Sarmiento,
nir el modo de insertarse en la globaliza- 2000; Sepúlveda, 2002).
ción (no es posible sustraer ningún tipo La descentralización es un producto
de análisis de este contexto, que puede no querido ni buscado de la globaliza-
influir desde la ubicación de la población ción neoliberal (Beck, 1998). En el caso
hasta el impacto en los ecosistemas). concreto de América Latina a medida
Una comunidad afectada por serias que el Estado se retiraba de los ámbitos
diferencias y conflictos sociales tendrá que había ocupado durante el periodo
muchas dificultades de afrontar los desarrollista (1950-1980 aproximadamen-
retos planteados por una globalización te, con variaciones entre países) se fue

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creando un vacío de poder que paulatina- Un proceso de descentralización


mente fue llenado tanto por actores loca- debe ir acompañado de un modelo de
les/regionales como por actores externos (las desarrollo claramente definido. En otras
organizaciones no gubernamentales, por palabras, carece de sentido si solamente
ejemplo) (Rivera, 1997, 2000). se trata de políticas aisladas y focalizadas
Las medidas descentralizadoras fue- y no de un proceso de cambio (social/
ron a la vez una demanda de los acto- económico/político) mucho más amplio
res locales/regionales y una política del de democratización y, por lo tanto, de
nuevo Estado que renunciaba a muchas participación popular/local/regional.
de sus prerrogativas tradicionales. Por
“En aquellos lugares donde se ha empezado el
supuesto, la celeridad de los procesos des-
proceso de descentralización sin tener en claro
centralizadores dependió mucho de la a dónde se quiere ir como país, como Estado, al
capacidad de presión local/regional, que final la descentralización ha podido ser más un
a su vez estaba muy ligada a sus niveles de problema que un avance democrático y ha creado
conciencia y organización (Sharp, 1997). fuertes fricciones entre el poder central y el poder
En el caso costarricense también ha local. La experiencia parece demostrar que es casi
pesado la “socialización político-adminis- imposible separar la descentralización de la parti-
cipación de los ciudadanos en los asuntos locales”
trativa claramente centralista” (Rivera, (Silvio Prado, citado en Rivera, 2000: 29).
1997: 110) de muchos funcionarios y
políticos locales, centralismo que es más Resulta obvio que el manejo comu-
acusado en la burocracia estatal, temerosa nal/regional de los recursos naturales
de perder prerrogativas y poder de deci- no puede desentenderse de una descen-
sión (Rivera, 1995, Rodríguez, 2001). tralización de las funciones del Estado.
Como quiera que sea, la descentrali- Ambas van asociadas a una mayor demo-
zación es un tema político de fundamen- cratización de la sociedad, que implica
tal importancia actualmente en Costa la participación de los actores regiona-
Rica y otros países latinoamericanos, y les en la decisión de los asuntos que
se encuentra ligada a los procesos de más les conciernen, teniendo el acceso,
democratización y de participación ciu- uso y conservación de los recursos natu-
dadanos fortalecidos después de 1980. rales una relevancia especial (Benatti et
Esta participación se quiere extender a al. 2000).
la gestión del medio ambiente (Jacobs, La apuesta por la descentralización
1997; Mitchell, 1999). parece ser la única manera de hacer
posible la cooperación y la solidaridad,
Descentralización participativa y la
indispensable para las tareas ecológicas (o
gestión de los recursos naturales
programa ecológico) tales como el desa-
Según Rivera (2000), una auténtica rrollo sostenible o la conservación y recu-
descentralización participativa requiere peración de ecosistemas y paisajes. Pero
de al menos tres requisitos básicos. A al mismo tiempo debe existir una coordi-
saber: nación más amplia con otras comunida-
- Un traspaso de competencias. des o regiones vecinas (esto es claro para
- Un traspaso de recursos financieros. quienes comparten cuencas o subcuencas
- Una capacitación previa de los agen- hidrográficas al interior de un país y ni se
tes locales. diga entre países (Querol, 2003).

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La descentralización (para no hablar el territorio donde los gobiernos locales


de la autonomía) no significa aislamiento ejercen sus competencias es el de la coti-
ni autarquía, por otra parte impensables dianidad de los ciudadanos y las comu-
en un mundo interconectado (Garrido nidades, aquellos pueden perfectamente
y González de Molina, 1997). La coope- llegar a ser los promotores de un desarro-
ración y la solidaridad – más fáciles de llo que tenga como guía una estrategia
lograr desde los ámbitos locales – deben realista y concreta basada en las necesida-
extenderse a territorios más amplios des humanas reales y en las posibilidades
(desde las microcuencas o subcuencas locales” (Chaves, 2000: 17).
hasta la cuenca que los abarca). Esta Sin embargo, si la toma de decisiones
forma de actuación política de la gestión y su puesta en ejecución excluye a las
de los recursos naturales se aviene perfec- comunidades para favorecer a empresas
tamente con el carácter sistémico de los privadas, fundaciones o ONGS, se atenta
ecosistemas (Capra, 2003). contra toda auténtica descentralización
Según Boisier, el desarrollo regional, que debe propiciar dinámicas democráticas.
del cual la descentralización es solo un Y es que la descentralización supone el
instrumento, es el resultado de la inte- necesario protagonismo de las comunidades
racción del Estado (inversión; políticas (Valverde, 2000 a, b).
económicas y sectoriales) y la Región La descentralización debe plantearse
que funciona como Sujeto Social, capaz de la construcción democrática, es decir, la posi-
transformar el crecimiento en desarrollo. bilidad de que las comunidades tengan
Para Boisier en los procesos descentra- poder para planear y gestionar su propio
lizadores desarrollados en los ámbitos desarrollo (el desarrollo local), lo cual
regionales deben participar activamente implica que los actores comunales elabo-
no solamente las distintas fuerzas locales ren sus propios diagnósticos a partir de
sino también los funcionarios de la admi- sus necesidades, pero también desde sus
nistración regional que, en su criterio, aspiraciones (Campos y Robinson, 1997;
deberían encargarse “de la especificación Sepúlveda, 2002).
sectorial y territorial de la propuesta des- En esta tarea deben participar todos
centralizadora” (Boisier, 1992: 26). los sectores (grupos religiosos, asociacio-
Sin embargo, habría que poner un nes de desarrollo comunal; asociaciones
límite a tal intervención, no sea el caso de campesinos y de empresarios; coo-
de que estos funcionarios impongan mar- perativas; grupos ecologistas, feministas;
cos y directrices, y terminen cooptando/ sindicatos; asociaciones de profesionales;
inutilizando auténticos procesos demo- intelectuales; etc.). En una palabra: toda
cráticos de descentralización (por ende, la sociedad civil, entendiendo por tal
regresando a las viejas prácticas del cen- “aquella esfera de las relaciones sociales
tralismo desarrollista). que permanece fuera del alcance del
En la descentralización se produce Estado y la economía corporativa y que
una redistribución de poder, junto a un está compuesta por estructuras de socia-
proceso democratizador, porque nuevos lización (la familia, principalmente), aso-
territorios, comunidades y personas par- ciaciones (especialmente las voluntarias)
ticiparán en la toma de decisiones y en su y movimientos sociales o de formación de
puesta en práctica. “Por el hecho de que opinión pública” (Sabatini, 1997: 51).

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Solo en la medida en que logre la par- Por su parte, la gestión estatal con-
ticipación del mayor número de grupos sidera que los recursos naturales son
locales puede hablarse de la descentrali- propiedad del Estado (de hecho así esta
zación como un proceso democrático. Lo contemplado en muchas constituciones
anterior supone los siguientes aspectos y y leyes, como las de Costa Rica) y por
condiciones: eso tiene la responsabilidad de repartir
- Real representación de las organiza- los derechos de uso de los recursos natu-
ciones. rales en beneficio de toda la sociedad
- Incremento de la capacidad de parti- (Ramakrishna, 1997; Mitchell, 1999).
cipación dentro de las organizaciones El auge de la descentralización y de la
y de su capacidad de análisis (acceso participación ciudadana hace inviable la
a la información). exclusiva gestión de los recursos naturales
- Posibilidad concreta de participación por parte de los Estados. Por eso en los
de las organizaciones de la sociedad últimos años se ha extendido el comanejo (o
civil. cogestión) de los recursos naturales. Sin embar-
- Participación en la toma de decisio- go, en todos los casos que sean necesarios
nes de todos los asuntos que afecten a se recomienda la autogestión, pues ésta da
las comunidades o las regiones, espe- mayor poder de gestión a las comunidades
cialmente en lo que tiene que ver con y regiones, poder que debe acompañarse
el acceso y uso de bienes y servicios de una más amplia y extendida conciencia
ambientales (recursos naturales). y responsabilidad ambientales.
- Participación en la ejecución de las Para algunos autores no existe una
acciones (como en planes de gestión definición de cogestión ampliamente
ambiental y de recursos naturales) aceptada. “El concepto se refiere a los
(Valverde, 2000 a). distintos grados de integración existentes
entre un sistema de gestión local y un
Una forma suave de descentralización
sistema de gestión estatal. La cogestión es
socioambiental: Comanejo de
una manera según la cual el gobierno y
recursos naturales en los ámbitos
los usuarios de los recursos comparten el
locales / regionales
poder y la responsabilidad” (Berkes et al.,
En el manejo de los recursos natu- citado por Mitchell, 1999: 193).
les de las cuencas hidrográficas existen Para Valverde “el concepto de coma-
opciones intermedias a la autogestión y a nejo (o cogestión) alude a acuerdos entre
la gestión estatal excluyente. La autoges- actores para posibilitar una real partici-
tión de los sistemas naturales de ámbitos pación comunitaria en el manejo de un
locales se cimenta en los conocimien- recurso o área. Se trata de un arreglo –
tos suministrados por la experiencia, no necesariamente formal – que la mayor
las tradiciones culturales o las prácticas parte de las veces es el resultado de un
agrícolas o de otra índole. Se trata de complejo de luchas – por conflictos de
“una gestión totalmente descentraliza- intereses – en el que los actores se dispu-
da, en que las decisiones se toman por tan el recurso o los recursos con distintas
consenso y la autoridad se hace cumplir finalidades, lo que hace que tales arre-
mediante sanciones sociales” (Mitchell, glos sean comprensibles solamente en su
1999: 193). contexto” (Valverde, 2000 a: 8).

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El comanejo (o cogestión) implica mediante consenso y con una fuerte base


una cooperación entre el Estado y sus participativa” (Mitchell, 1999: 194).
instituciones, el poder local (municipa-
lidad para el caso costarricense) y los La construcción de identidades
actores locales o regionales (empresarios, locales / regionales y la gestión
organizaciones campesinas, cooperativas, comunal y sostenible de los recursos
grupos ambientalistas, feministas, jóve- naturales. El caso de la región Huetar
nes; etc.) para gestionar los recursos Norte
naturales de una área geográfica deter- En el caso costarricense, tradicional-
minada (Boisier, 1995; Mitchell, 1999). mente los actores locales / regionales
El comanejo se hace entre el Estado y la (asociaciones de desarrollo comunal,
sociedad civil o entre la Municipalidad cámaras de productores, grupos de bene-
(o municipalidades) y la misma sociedad ficencia pública y toda clase de organiza-
civil (Valverde, 2000 b). ciones de la sociedad civil) han sido a la
La cogestión se ve favorecida cuando vez mediados y cooptados, por lo tanto neu-
en los ámbitos locales existe una gran tralizados y subordinados, por las institu-
cohesión social y sólidas tradiciones de ciones publicas y los partidos políticos,
cooperación y organización. También es quienes proporcionan a sus clientelas
muy importante que existan localmente puestos y prebendas en la administración
instituciones o grupos comunales identi- pública, así como recursos gubernamen-
ficados con la gestión compartida de los tales para obras comunales (Rivera, 1997;
recursos naturales y decididos a impulsar- Rodríguez, 2001).
la (Müller, 1997; Sepúlveda, 2002). Semejante modus operandi fue una dis-
Sin embargo, es necesario que la torsión inevitable del excesivo centralis-
cuota de poder entre los actores que mo costarricense, puesto en marcha por
intervienen sea semejante en el proceso el Estado desarrollista en los años 1950,
de toma de decisiones. Si, por ejemplo, el y abortaba cualquier tentativa descentra-
Estado es quien detenta en último térmi- lizadora en las regiones costarricenses.
no el poder de decisión no puede hablar- Incluso la “regionalización” prevaleciente
se de comanejo (Valverde, 2000 a). hoy en día fue decretada por el Estado
Es recomendable que en los procesos costarricense sin que hubiesen existido
de cogestión el Estado vaya cediendo previamente reivindicaciones regionalis-
poder y responsabilidades a la población tas y a veces, incluso, mezclando en la
local/regional como una consecuencia batidora territorios que hasta entonces
de la confianza y respeto mutuos entre poco tenían en común.
los usuarios (locales) de los recursos y los Paradójicamente, con el paso del
funcionarios estatales. tiempo algunas de estas regiones, cons-
De esta manera la cogestión va a tituidas internamente por una variedad
armonizar mejor con el desarrollo soste- de subregiones con distintos orígenes y
nible. “Los planes de cogestión estimulan evoluciones históricas, y que en principio
un desarrollo en el que se tiene en cuenta “poco tenían en común” – a causa de su
a la comunidad y favorece la descentra- tipo de colonización y poblamiento, así
lización del poder y la reducción de los como a su “etnicidad”, factores todos ellos
conflictos, ya que las decisiones se toman que influían en su diversa constitución

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histórica y cultural; pero también exis- frontera agrícola de Costa Rica. En ellos
tían otras razones debidas al relativo se refugiaron los productores de granos
aislamiento en que se encontraban y a su básicos hasta que las políticas aperturistas
diverso grado de integración al mercado neoliberales barrieron con ellos (o están
nacional o internacional – fueron desa- a punto de hacerlo). El capital social de
rrollando una cierta identidad “regionalis- estos cantones hasta fecha reciente no
ta”. Es el caso de la región Huetar Norte. activó su capacidad reivindicativa.
Esta región está conformada por los A pesar de orígenes y realidades tan
cantones de San Carlos, Guatuso, Upala distintas, el hecho de verse incluidos en
y Los Chiles (en un principio también una región Huetar Norte creada a sus
fueron incluidos Sarapiquí de Heredia y espaldas, más la necesidad de actuar en
el distrito de Río Cuarto, que pertenece conjunto a causa de parecidas necesida-
a Grecia, aunque después fueron segre- des y carencias, han venido conformando
gados de la región en términos político- una cierta identidad regional: la norte-
administrativos; pero en la práctica a causa ña. Estas necesidades y anhelos se han
de sus vínculos productivos, comerciales y expresado, por ejemplo, en un ambicioso
sociales forman parte de ella, especialmen- proyecto de desarrollo regional: la Zona
te Río Cuarto). Económica Especial (ZEE).
San Carlos fue colonizado por inmi- Al contrario de hace 30 o más años,
grantes del Valle Central que traían actualmente el sancarleño se percibe
mentalidades y actitudes mercantilistas, también como un norteño (de la región
debidas en buena medida a la caficultura, Huetar Norte); es decir, una persona que
y una acentuada valoración cultural de vive y con-vive en un territorio con una
la persona emprendedora y laboriosa; la historia, características, carencias, frustra-
economía de San Carlos se integró mucho ciones y sueños. Un territorio ya no ima-
antes a los mercados nacional y mundial, ginario sino tangible, concreto, real, por
teniendo un importante capital social en el cual se experimentan sentimientos de
su tradición organizativa, sus medios de lealtad y sentido de pertenencia, germen
comunicación y sus redes sociales. de toda identidad (regional y cultural).
Por su parte, Upala y Los Chiles fueron La realidad inédita de una identidad
poblados por inmigrantes nicaragüenses regional norteña no contradice sino que
que desarrollaron durante mucho tiem- se apoya en las otras identidades locales o
po básicamente actividades de subsisten- localistas (por ejemplo, las muy marcadas
cia; los dos territorios, que obtuvieron el que existen en los distritos sancarleños
status de cantón en fecha tan tardía como de La Fortuna, Pital, Aguas Zarcas y
1970, se integraron al mercado nacional Venecia, o en las cabeceras cantonales de
a finales del pasado siglo. Guatuso, Upala y Los Chiles). Todas estas
Ambos cantones, lo mismo que el realidades identitarias, es decir, sociocultu-
vecino Guatuso, cuyos antiguos pobla- rales, habrán de ser tomadas en cuenta al
dores fueron los indígenas malekus, quie- momento de gestionar con participación
nes están corriendo la misma suerte de local los recursos naturales de las cuencas
aculturación /deculturación de los otros hidrográficas.
pueblos aborígenes del país, se constitu- A su vez, la necesidad de diseñar y
yeron en uno de los últimos reductos de llevar adelante estas acciones de gestión

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del medio ambiente (que implica utilizar los usurpación - por fuerzas externas pierden
recursos naturales locales / regionales, al mismo tiempo la base material que
pero también su conservación o recu- posibilita sus actividades económicas y su
peración) puede verse facilitada por el organización social (Rodríguez, 2001).
capital social y cultural acumulado en las De acuerdo con Dourojeanni (1997)
comunidades; dialécticamente, el trabajo las cuencas hidrográficas constituyen un
solidario y colectivo que se requiere para ámbito para los procesos de gestión des-
esta gestión medioambiental dentro de las centralizada con participación comunal
cuencas hidrográficas deberá potenciar / que busquen el desarrollo humano y la
consolidar las identidades locales / regio- conservación ambiental, aunque en oca-
nales y diversificar su despliegue. Todo un siones no llegan a satisfacer ciertas con-
reto para la región Huetar Norte. diciones de índoles económica, social y
política. Por eso es que se han propuesto
Recapitulación otros espacios para procesos de mane-
La sensibilidad desarrollada y ampli- jo descentralizado denominados regiones,
ficada en las últimas décadas sobre el subregiones o microregiones.
medio ambiente introdujo un nuevo ele- A partir de esta priorización puede
mento a considerar para la participación concentrarse el trabajo de apoyo del
comunal/regional. Efectivamente, nue- aparato estatal presente en los ámbitos
vas cuestiones son parte ahora de la agen- locales / regionales, lo mismo que el
da de lucha y reivindicación política de apoyo municipal o de las organizacio-
las comunidades locales (o al menos de nes no gubernamentales (Chaves, 2000;
ciertos grupos comunitarios), destacando Sepúlveda, 2002).
los temas ligados a los recursos naturales Entre más organizados estén los
y el ambiente. habitantes y comunidades de espacios
Las comunidades locales (o las regio- más o menos pequeños (municipios o
nes) luchan por el acceso al agua o por microcuencas) aumenta su posibilidad
evitar su contaminación; contra la pro- de articularse a espacios mayores. Debe
liferación de represas hidroeléctricas o priorizarse la organización en los sistemas
por evitar en sus territorios explotaciones locales de gestión. De este modo podrán
mineras, petroleras o una mayor defores- articularse e integrarse a instancias supe-
tación. Las reivindicaciones ambientales riores dentro de los ámbitos regionales
se agregan a las más tradicionales por la (Jacobs, 1997; Sepúlveda, 2002). Ejemplo
salud, el empleo, la vivienda, la recrea- de ello sería el plan de manejo de una
ción o la educación (Alger, 1994). microcuenca hidrográfica, que a su vez
Asimismo, la tendencia por una mayor puede (y debe) integrarse al plan de la
autonomía política paulatinamente con- subcuenca a la que pertenece y, posterior-
verge con la gestión comunal/regional mente, al plan de manejo de la corres-
de los recursos naturales propios como pondiente cuenca hidrográfica.
una forma de asegurar la continuidad his- La participación en los ámbitos loca-
tórica de las comunidades locales, pues les y su creciente articulación a espacios
si permiten que sus recursos naturales regionales puede ser uno de los princi-
sean controlados – y en algunos casos pales medios en aras de la autogestión
dicho control significa en la práctica una comunal /regional del medio ambiente.

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