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ACT_Nº 2

LA HUELLA DE LO OTRO
POSTALES URBANAS
Santiago de Chile _ Octubre 2006
www.aparienciapublica.org

La huella y lo otro desde el pensamiento de Emmanuel Lévinas•

____________________________________________
Carolina Bruna Castro
Licenciada en Filosofía de la Universidad de Chile. Magíster (c) en Filosofía política y axiología.
Ayudante de Filosofía de la moral del Departamento de Ciencias del Derecho de la Facultad de
Derecho de la Universidad de Chile. Profesora a cargo de Estética I en la Facultad de Artes sede las
Encinas de la universidad de Chile.

“La huella es la inserción del espacio en el tiempo,


el punto en el que el mundo se inclina hacia un pasado y un tiempo.
Ese tiempo es la retirada al otro, y, por tanto, de alguna manera,
degradación de la duración, que está entera en el recuerdo.”
E. Lévinas

Con el presente texto no propongo más que abordar de manera


introductoria los conceptos de otro y huella en relación con una cierta
concepción estética circunscrita en la obra del pensador francés Emmanuel
Lévinas. Con esta propuesta no me interesa subrayar el trayecto puramente
exegético, sino la relación del hombre con su entorno como una relación
vívida con lo que no se presenta, con la aparición de un desfase del tiempo
que quiebra la actualidad de una posible presencia persistente. En este
contexto podemos decir que el hombre no puede relacionarse con lo


Este texto se presenta como una primera parte introductoria que continuará con una reflexión sobre
Obra y responsabilidad Re-lectura El arte en el espacio público a propósito de la obra de Angela
Ramirez PO-ETICA 2/3 Dossier Obra –tiempo y Espacio.
construido por él (con su fruto, su obra), sino como con aquello que él mismo
ya no es, girando con este movimiento hacia una relación que quiebra el
proceso de identificación totalizante.

El otro, lo Otro.

Hablar de lo otro, implica hablar de la alteridad, de lo que


persistentemente permanece distante para un nominado sujeto que pretende
establecer un objeto conocido. Lo otro se presenta como aquello que no se
presta a ser objeto de conocimiento y ante el cual lo único posible es entablar
una relación sin relación. No se presenta entonces en términos de sujeto y
objeto ni tampoco de un ego y alter ego. Otro es siempre irreducible a la
identificación que se establece respecto de un Yo. Se presenta como aquello
que permanece en la oscuridad, la que se manifiesta como otra cara de la
realidad. Realidad (conformada por nosotros) que es la cara ordenada por
una conciencia.
La relación sin relación a la que se alude, se establece bajo la noción
de proximidad, no es una apropiación, no es apego total sino que conlleva un
distanciamiento. Se refiere al cuestionamiento de la experiencia como fuente
de sentido, se refiere al fin de la sincronía y sus términos reversibles. No hay
posibilidad de retorno a lo Mismo. Quiebre diacrónico. Tiempo de desfase.
Siguiendo el análisis propuesto debemos aclarar que para que
podamos establecer esta relación sin relación, esta proximidad, es necesario
reconocer una conciencia portadora o más aun donadora de sentido,
conciencia que será llamada Mismo, frente al cual se presenta lo
irreductiblemente otro. Para E. Lévinas ser otro es resistirse a toda
tematización y resistirse a entrar en el orden otorgado por una conciencia. Es
permanecer siempre a cierta distancia de lo conocido, es nunca poder ser
evaluado en criterios de verdad, siendo lo otro lo que trunca este esfuerzo.
Un criterio de verdad siempre pone en relación implicante en la que otro es
insertado en un orden que identifica y por lo tanto homogeneiza. Criterio que
otorga una actualidad. En términos más concretos lo actual es lo que se
presenta y lo Mismo podría actualizar homogeneizando, quitando el carácter
de alteridad, sacándolo de lo que fue para que ahora sea activo.
En dicha proximidad dual el Otro supone que el Mismo (conciencia
ante la que se enfrenta) lo acoja, expresión con la que se subraya la dirección
pasiva es decir la no tematización. La experiencia de un yo o conciencia
como mismo se establece ante otro que ha quebrado toda posibilidad de
otorgar orden. No es posible que yo le vuelva objeto de conocimiento y por
tanto pueda ejercer un poder sobre el otro. Al hablar de lo otro se puede
estar aludiendo al otro hombre (a aquellos que no pueden ser incluidos
dentro de un orden, los excluidos), pero no es el único sentido. Este término
se manifiesta de forma un poco más compleja pues es posible que además
de acercarnos a él de modo concreto (quizá encarnado) en un hombre,
pueda presentarse como lo que ha sido hecho por el hombre. Esta alteridad,
la diferencia aquello que no entra en los cánones establecidos y que persiste
por su ser absolutamente exterior. Podríamos decir también que lo esencial
también esta en lo material. Énfasis en lo más vilipendiado y que ha querido
ser desviado por el pensar occidental judeo-cristiano, el cuerpo. La materia.
Es posible explicitar otra vía de aproximación desde lo Mismo y lo Otro
sobre un dualismo que la filosofía muchas veces ha creído superado.
Dualismo al que podemos acceder considerando esto otro que no es el otro
hombre. No es solamente el ser humano haciéndose infinito el que aparece
en el mundo. No solo la idea tiene el carácter metafísico, también lo tiene lo
material sobre lo cual inscribimos la humanidad. El hombre (o así se ha
querido pensar en frecuentes ocasiones) establece una suerte de pugna con
lo que él no es, el intenta construirse y exteriorizarse, exteriorizando algo que
es aún más que él. Tal exteriorización da cuenta de una infinitud
omniabarcante1, totalidad, acabando con lo que se presenta como alteridad.
Aquello que se manifiesta como lo material como lo que persiste en su
materialidad, alteridad ante el esfuerzo espiritual, también puede ser llamado
otro. En las paginas que ha continuación siguen me interesa centrar el punto
en esta posible segunda acepción de lo otro. No en especial como lo otro que
es el otro hombre sino, por decirlo de algún modo, lo otro como el hombre en
general como la humanidad entera en su expresión. La proximidad con

1
He agregado el adjetivo omniabarcante porque la infinitud en el pensamiento de E. Lévinas se
aleja del concepto de Totalidad para resaltar la apertura a lo otro, sin embargo la tradición filosófica
idealista –en especial Hegel- expresa una infinitud que es realización y por tanto totalidad.
aquello que hemos supuesto como propio, portador de una homogénea
identidad.
Con esta susodicha idea de otro que puede manifestar la humanidad
entera podemos dar un paso más hacia lo que se manifiesta como
irreductible y no tematizable. Si aceptamos que no es posible de tematizar,
aceptamos que no es posible dar con un criterio de verdad. La verdad
permite que establezcamos un marco reglamentario en el que se puede
poner lo otro en relación con…. Pero en dicha relación estamos además
completando lo que seguramente antes de ser verdadero era aun relativo y
con ello estableciendo que lo otro debe pasar a ser lo idéntico.
Lo otro rompe con la identidad presentándose a nosotros como rostro,
que no es cara si no que es pura expresión. Ser pura expresión es no estar
referido a un tema y por tanto es ser significante sin significado. No es cara
pues es abstracto, no queda fijo, rompe con el tiempo, desarregla la
inmanencia pues no queda establecido en los horizontes del mundo. Al
aceptar como nuestra guía la consideración de lo otro en cuanto lo que no
puede ser tematizado por el Mismo, lo que no es propiamente un hombre,
debemos buscar cuál sería el modo con el que podemos acoger el rostro
como expresión, no siendo la cara de un alguien (características físicas de
alguien).
Arte expresión del rostro
“El arte hace salir del mundo [a los objetos]
los separa así de esa pertinencia a un sujeto”
E. Lévinas2

La experiencia de lo otro en este sentido puede provenir de una


experiencia estética. Para Lévinas hablar de estética es hablar de sensación
en el sentido original etimológico del término3. Dicha experiencia estética es
de tal clase que conduce a la materialidad que no puede ser reducida o
completada en la idea, resistiéndose al estatuto de objeto ante un sujeto. El
arte exacerba la materialidad de las cosas, hace énfasis en el movimiento, en
la altura no así en la forma.
La significación del arte se encuentra en lo opaco de su materia
intraducible a un orden, lo que mienta la imposibilidad de transparecia, lo que
significa no representar. El arte no es un medio para expresar sino que es
pura expresión. Nos llevaría a la no verdad a lo otro que la verdad, nos saca
del horizonte del establecimiento de una verdad y una falsedad. Como ha
2
E. Lévinas De la existencia al existente Traducción de Patricio Peñalver Arena Libros Madrid
2000. Pág. 69.
3
La palabra estética viene del griego aisthesis que significa sensación. Las diferentes teorías
estéticas han debatido entre considerar como el objeto de estudio de la estética la sensación o la
belleza, termino que no tiene que ver con el sentido etimológico de la palabra. Lévinas se circunscribe
en una teoría estética que no considera la belleza ni la verdad como criterio. Como es posible entender,
pensar la estética desde el pensamiento de lo bello y la verdad es precisamente considerar el
predominio de un Mismo que hace suyo lo otro. Por otra parte es necesario aclarar como ya lo he
hecho en otros lugares que el término estética esta supeditado a la ética. Lévinas se considera un
pensador ético no en el sentido de normas y valores sino de este singular acercamiento a lo otro desde
la proximidad. La experiencia estética da cuenta de una posible relación sin relación, por tanto ligada a
la ética. Al respecto de esto y la distancia establecida desde Lévinas del arte y el conocimiento, mi texto
La sombra la aventura de lo oscuro en www.levinas.cl
dicho Fraçoise Armengaud “La no verdad, en efecto, no es otra que el
carácter sensible del ser, por el cual hay en el mundo semejanza e imagen.
Si la verdad es luz ¿qué será la no verdad? No la simple tiniebla, sino más
compleja que relativa: la sombra”4.
Que el arte nos lleve a la sombra, que venga de lo opaco, quiere
destacar la imposibilidad de considerar al arte como un modo de
tecnificación o acercamiento científico del mundo. Si el arte es sombra no lo
es en un sentido peyorativo, como algo malo, si no que abre el camino a un
origen an-arquico (sin orden). Sin orden, no hay por tanto tiempo que otorgue
enlace y unidad, quitamos con ello el privilegio de la luz como aquel sentido
que puede mostrarlo todo y con ello quitamos el privilegio de la actitud
cognoscente que instala un determinado sentido. Si no hay orden no hay
sentido ni dirección de tiempo y espacio. Por tanto el sentido del arte se
estructura según la huella de lo enigmático. Con enigmático hacemos
referencia a lo que se sustrae dándose a la mirada del escrutador, lo que
aparece no apareciendo5.

El arte es signo de algo que no se da, pues no se presta para tema.


No puede ser actualizado al modo de orden, por lo tanto es huella.

4
Fraçoise Armengaud « Etique et esthetique: De l’ombre à l’obliteration » en Cahier
de l’Herne Emmanuel Lévinas. France, Editions de L’Herne, 1991 p 609.
5
“Lo enigmático nos aparece de una forma esencialmente diferente. Mientras que la
experiencia de un dado fenomenal tiende ella misma a esclarecerse y a completarse, el
enigma se sustrae al momento mismo en que ella se ofrece a la mirada del escrutador”. S.
Strasser “Antiphénoménologie et phénoménologie dans la philosophie d’Emmanuel
Lévinas ». en Reveu philosophique de Louvain 75, 1997(pp101-125) p111. Respecto del
enigma se puede ver entre otros C. Gutiérrez “Fenómeno y enigma” en La fenomenología y
sus herejías M. López y J. Santos compiladores. Santiago, Universidad Alberto Hurtado,
2004.
La huella de lo otro

Yo quería titular las últimas cosas que he escrito: -Sin mi


E. Lévinas6

La huella significa sin hacer aparecer lo significado, es decir, sin dar la


oportunidad de apropiación de lo que a ella viene. La auténtica huella
deshace el orden del mundo7. Si la huella significa sin hacer presente lo
significado nos pone en directa relación con la pura expresión que hemos
ubicado en el rostro mismo, Lévinas dice:
“El rostro es en la huella de lo Ausente absolutamente cumplido,
absolutamente pasado, absolutamente pasado”8.
La huella, no es el desarrollo de lo representable, sino que muy por el
contrario de lo irrepresentable. Irrepresentable que es lo otro, pero más aún
de lo otro como producto desprendido del hombre. Producto que no es
posible considerar como una manifestación de verdad, sino que se resiste a
ser establecido con dirección en su materialidad. Pero dicha materialidad no
se refiere a una pura empiria sino precisamente a un cierto cruce con la
creación humana9. Que sea producto del hombre no quiere decir que el
hombre le haya ganado el partido a lo material, no quiere decir que se ha
producido un proceso de enajenación ante cuyo producto nos encontraríamos
con lo verdadero. Que conserve su carácter de alteridad, de material significa
no pasar a ser concepto. No habría un deterioro de la obra en sí, sino que
ella permanece distante de su autor y al que le mira. Es el paso de lo que
hago, mi pasar que la deja. Las creaciones, las construcciones se presentan
como otro. Cada obra se desgaja de su autor, se presenta cerrada en
relación al autor y al público. Un ejemplo es la casa, no su diseño aunque sin
excluirlo, esta pasa a ser habitada conllevando todo su significado dispuesto
a la intervención humana. Se presenta como otro en su materialidad. Pura

6
en Obra y alteridad Diálogo entre E. Lévinas y A. Biacofiore (Universidad de Bari)
7
E. Lévinas El Humanismo del otro hombre México, siglo veintiuno, 1993. pp 56-57.
8
Ibid p74
9
“Esta posición en la huella […]no comienza en las cosas, las cuales, por sí mismas no dejan
huellas, sino que producen efectos, es decir siguen estando en el mundo. Una piedra ha rayado a otra.
La rayadura puede ser, ciertamente, tomada por una huella, en realidad, sin el hombre que ha tenido la
piedra, la rayadura no es más que un efecto.” E. Lévinas en El humanismo… p81.
materia que conlleva un sentido que no permanece más que como huella,
presto a ser interpretado.

Imposibilidad de Memoria. Lo in-memorial


¿Se trata del simple fracaso de la sabiduría universal
entendida como esfuerzo sostenido que hace un pensamiento
para penetrar en sí mismo y recobrar ahí el ser como dado en su presencia,
cosa que parece haber pretendido toda la cultura occidental?
(…) Estado inmemorial de carne viva o de encarnación,
concreción anterior a la pura espiritualidad del sujeto idealista y
a la pura materialidad de la naturaleza, ambas constructos abstractos.
En la sensibilidad concreta, la relación inicial entre el yo y lo “otro” del yo
no sería de oposición o de distinción radical,
sino de expresión, expresión del uno en el otro,
acontecimiento cultural, fuente de todo arte.”
10
E. Lévinas

Que se diga que la significancia de la huella radica en su no


significancia quiere decir que ella no presenta actualización alguna. Pensar
en términos de actualización es traer al ahora el pasado y al ahora lo que
vendrá, es precisamente enlazar lo que fue y lo que viene. Por lo tanto es

10
E. Lévinas “Diacronía y representación” en Entre nosotros ensayos para pensar en otro pp
212-213
también superarlo. El que de la huella es también no presentar memoria
alguna, es no poder retomar o representar. “El rostro está en la huella de lo
Ausente absolutamente caduco, absolutamente pasado…”11 la huella nos
remite a un pasado irreversible, sin posibilidad de vuelta atrás, nos presenta
lo que quedó atrás, nos lo hace presente insistiendo en su ausencia.

Lo in-memorial se refiere a esa ausencia de lo que ya fue. De lo que


no es posible actualizar, de lo que, por tanto, no se puede mejorar. La huella
desarregla el mundo por una sobreimpresión. Irreversibilidad que exagera lo
que ya fue, para que quede presente ausentándose. Como un fantasma que
muestra el peligro del desvanecimiento de lo otro. Con ello no nos referimos
más que a un gesto, como ya he destacado en este caso que no hablamos
precisamente de una persona sino de un algo que se presenta como otro.
Edificios que expresan el carácter de alteridad, que con el pasar del tiempo
quieren ser modernizados, actualizados. Un arte como la intervención podría
destacar precisamente este carácter de la huella inmemorial. Para lo cual no
es preciso tener memoria, pues ella es la que hace uno, la que sincroniza.
Que traiga lo in-memorial no quiere decir solamente dejarlo atrás, sino insistir
en su ya no estar. Lévinas dice: “La significancia de la huella nos pone en
relación “lateral”, inconvertible en rectitud […] y que responde a un pasado

11
E. Lévinas en El Humanismo… p 74
irreversible. Ninguna memoria podría seguir el pasado en la huella. Es un
pasado inmemorial y es probablemente también la eternidad cuya
significancia no es extranjera al pasado. La eternidad es la irreversibilidad
misma del tiempo, fuente y refugio del pasado.”12

La cultura, lo que se ha llamado como tal es un ejemplo del desarrollo


anterior. Cuando hablamos de cultura -de todo aquello que ha sido hecho por
el hombre y que sin ninguna duda esta cruzado por un proceso conceptual
sea este conciente o inconsciente- nos podemos preguntar que es lo que
permanece con carácter de alteridad. El arte al desplegarse históricamente
nos ha presentado ese carácter de huella que se resiste a una sola visión,
que se resiste a la unidad. La actualización, la unidad de lo ya existido podría
haber encontrado su unidad en la cultura, ya Hegel lo enfatizó en su
momento que el hombre al poner su mano sobre la naturaleza y su entorno
da frutos de la libertad, genera lo espiritual y realiza efectivamente (la palabra
efectividad remite siempre a la actualización) al espíritu, sujeto autoconciente
del cual reconocemos el recorrido a través de la historia. Pero ¿acaso aquello
que el hombre crea debe permanecer siempre como fiel reflejo de una
verdad, debe aparecer siempre como persistiendo en una universalidad que
no da cuenta más que de la totalidad? Una cierta preeminencia de la
alteridad podría permitir que se tuviese un encuentro ante toda aquella

12
Ibid p75
creación cultural humana como otro, en su quiebre e imperfección. Otro que
se presta a diferentes relecturas al estar sujeto a aquello que se resiste al
enlazamiento. Diferentes interpretaciones que hacen vivir nuevamente a la
obra, porque ha ido más lejos que la pura exteriorización de un interior
atravesado por un espíritu universal. Dejamos la propuesta, entonces, de que
el producto humano está desprendido de las manos del que le creo, ya no le
pertenece plenamente, y en esa no pertenencia se presta a las nuevas
lecturas que le hacen vivir. Para algunos artistas “El arte está siempre
muerto, es el hombre quien lo insufla, le reanima”13

La escultura la pintura es pura materia no tiene nada de mágico en si


pero presenta la pura huella pura expresión que no representa nada. Es la re-
lectura la que renueva lo
14
percibido .

13
S. Sosno « Oú se trouve l’ouvre d’art? » en Mais oú sont les ouvres d’art ? Variations sur les
cinq sens. Nice, Sosno – Z’éditions, 1993 p 12 (Traducción al español de « ¿Dónde se encentra la obra
de arte ? » por Enoc Muñoz publicada en PO-ETICA Revista del Grupo de Estudios Emmanuel Lévinas
año 1 Nº 1 segundo semestre 2005 Santiago, Chile. pp 54-56
14
Ibid
Para terminar “Cultura en el sentido etimológico del término –
habitación de un mundo que no es una simple inherencia espacial, sino la
creación de formas expresivas sensibles en el ser mediante una sabiduría no
tematizante de la carne que llamamos arte o poesía-.”15 Sabiduría no
tematizante que permite la reinterpretación. Y la alerta que puede dar la
impotencia del artista ante el sobrevenir del tiempo. No poder cambiar la
existencia, la imposibilidad de remontarse en el tiempo no significa no poder
expresar la huella. La posición ante lo otro ante la huella nos puede llevar a
contornear lo que se presenta inmemorial, aquello que no corresponde ni a
un pasado ni a un presente ni a un futuro, nos lleva a contornear lo que
puede desaparecer lo que debe ser reinterpretado nos lleva como en la obra
de Ángela Ramírez a un traslape de un aquí ayer –aquí hoy – aquí mañana16.
Una intromisión del tiempo en el espacio un desfase que muestra lo
perentorio y la posibilidad del hombre de acabar con lo que es su creación o
querer reinterpretar y dar continuidad a lo que ya hay.

15
E. Lévinas “Diacronía y….” p 213
16
Ángela Ramírez obra aquí ayer- aquí hoy – aquí mañana. Traslape de
percepciones de un lugar (Acero, fibra de vidrio, resina, 12 m de altura, 25 m de largo, 8 m de
ancho) 21 de Diciembre 2004 al 27 de Febrero 2005, Santiago. Para dicha intervención la
artista invitó a jóvenes arquitectos -Grace Lagos y Felipe Pérez- a imaginar un museo del
futuro ubicado en el mismo terreno que el actual museo de Bellas Artes, con ello me parece
que logra reflejar el sentido de la huella. El proyecto original pretendía un traslape al pasado
en el nuevo edificio de la Cámara de comercio ubicado casi frente al museo. Dicho proyecto
habría hecho permitido el contorno de lo que se ha borrado en pos del progreso y la
modernidad como un fantasma. Diacronía.
Referencias Bibliográficas

1. Levinas, E. De la existencia al existente Traducción de Patricio Peñalver Arena Libros Madrid 2000.
----------- “Diacronía y representación” en Entre nosotros ensayos para pensar en otro Valencia, Pre-
textos, 1993 pp 185-205.
----------- El Humanismo del otro hombre México, siglo veintiuno, 1993.

2. Armengaud, F. « Etique et esthetique: De l’ombre à l’obliteration » en Cahier de l’Herne Emmanuel


Lévinas. France, Editions de L’Herne, 1991.

3. Barroso, M. Y Pérez, D. Un libro de huellas Aproximaciones al pensamiento de Emmanuel Lévinas


Presentación pp11-18. Madrid, Trotta, 2004
4. Sosno, S. « Oú se trouve l’ouvre d’art? » en Mais oú sont les ouvres d’art ? Variations sur les cinq
sens. Nice, Sosno – Z’éditions, 1993 (Traducción al español de «¿Dónde se encentra la obra de arte ?»
por Enoc Muñoz publicada en PO-ETICA Revista del Grupo de Estudios Emmanuel Lévinas año 1 Nº 1
segundo semestre 2005 Santiago, Chile. pp 54-56
4. Strasser, S. “Antiphénoménologie et phénoménologie dans la philosophie d’Emmanuel Lévinas ». en
Reveu philosophique de Louvain 75, 1997(pp101-125)

Referencias Imagenes

1. Marcela Bruna C. (Fotógrafa) las imágenes fueron facilitadas por la fotógrafa de la serie La huella de
la oscuridad 0, 1, 2 y 3
2. Ángela Ramírez obra aquí ayer- aquí hoy – aquí mañana. Traslape de percepciones de un lugar
(Acero, fibra de vidrio, resina, 12 m de altura, 25 m de largo, 8 m de ancho) 21 de Diciembre 2004 al 27
de Febrero 2005, Santiago Chile Museo de Bellas Artes Imágenes:
4, 5, 6 y 7 facilitadas por Ángela Ramírez. Algunas de ellas se encuentran publicadas en el
catálogo de la intervención disponible en el Museo de Bellas Artes.

Imagen Sacha Sosno Escultor, actualmente vive en Niza www.sosno.com

Como citar este articulo:

BRUNA, carolina “La huella y lo otro desde el pensamiento de Emmanuel Lévinas”. En ACT
plataforma colaborativa [online]. Num. 2, OCTUBRE 2006. Disponible en World Wide Web,
URL: http://www.aparienciapublica.org/ACT0.2/ACT0.2.swf

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Carolina Bruna Castro Licenciada en Filosofía de la Universidad de Chile. Magíster (c) en Filosofía
política y axiología. Ayudante de Filosofía de la moral del Departamento de Ciencias del Derecho de la
Facultad de Derecho de la Universidad de Chile. Profesora a cargo de Estética I en la Facultad de Artes
sede las Encinas de la universidad de Chile.
Áreas de investigación: Filosofía política y estética / Co-editora de PO-ETICA Revista del Grupo de
Estudios Emmanuel Lévinas (GEEL) y del Grupo de Investigaciones Fenomenológicas de la
Universidad Alberto Hurtado (GIF)
brunasoren@gmail.com
www.levinas.cl / www.fenomenologiayhermeneutica.blogspot.com

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