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David V. Tansley
David V. Tansley
Dimensiones de la Radiónica.
DAVID V. TANSLEY
en colaboración con 109
MALCOLM RAE e AUBREY T. WESTLAKE
DIMENSIONES DE LA RADIÓNICA
Nuevas Técnicas de Cura
Traducción
HUGO MADER
EDITORA PENSAMENTO
São Paulo
1977
Para Elizabeth Baerlein y Lavender Dower que, con auténtico espíritu de servir al prójimo, tanto
contribuyeron a la Radiónica.
Agradecimientos:
Theosophical Publishing House: The Mystery of Healing. The Astral Body, de A. E. Powell.
Theosophical University Press: The Secret Doctrine, de H. P. Blavatsky. The Lucis Press: A Treatise
on Cosmie Fire, Esoterie Healing and A Treatise on White Magic, de Alice A. Bailey, e The Soul - The
Quality of Life. Wildwood House: Experiments in Distant Influence, de L. L. Vasiliev. Ganesh & Co.:
The Serpent Power, de Sir John Woodroffe. Rider & Co.: Man the Measure of All Things, de Sri
Krishna Prem & Sri Madhava Ashish. Tumstone Press: Dowsini, de Tom Graves. Edgar Cayce
Foundation: Chiropractic Reference Notebook. Routledge Kegan & Paul: The I Ching, tradução de
Richard Wilhebn. Main Currents in Modern Thought: Compute and Evolve, de Jose Arquelles.
Abelard: The Intelligent Universe, de David Foster. Hahnemann Publishing Society: The Organon of
Medicine, de Samuel Hahnemann. C. W. Daniel Co. Ltd.: Heal Thyself, do Dr. Edward Bach.
Cooperative Publishing Co.: The Unseen Link, de Ethel Belle Morrow. University of California Press:
The Yellow Emperor's Classic of Internal Medicine, de I. Veith. L. N. Fowler & Co. Ltd.: The Vital
Body, de Max Heindel. Academy of Parapsychology and Medicine: How to Make Use of the Field of
Mind Theory, do Dr. Ebner Green. Rudolf Steiner Publishing Co.: Spiritual Science and Medicine, de
Rudolf Steiner. H. K. Lewis & Co. Ltd.: Colour and Cancer, do Dr. C. E. Iredell. University Books: The
Odie Force, de Karl Von Reichenbach. Marshall McLuhan Newsletter.
David V. Tansley
Dimensiones de la Radiónica.
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Contenido
Agradecimientos:...........................................................................................................................2
PREFACIO...........................................................................................................................................6
PREAMBULO.......................................................................................................................................7
PRIMERA SECCIÓ N
Algunos Principios Fundamentales
SEGUNDA SECCIÓ N
LA RADIÓ NICA Y SU INSTRUMENTAL
David V. Tansley
Dimensiones de la Radiónica.
TERCERA SECCIÓ N
PATOLOGÍA OCULTA
CUARTA SECCIÓ N
CONSIDERACIONES TERAPÉ UTICAS
David V. Tansley
Dimensiones de la Radiónica.
OTRAS DIMENSIONES
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David V. Tansley
Dimensiones de la Radiónica.
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PREFACIO.
En su primer libro, Radionics and The Subtle Anatomy of Man, el autor apuntaba una
sugestiva relación entre las concepciones teosóficas oriundas del Oriente y el arte de la Radiónica,
esencialmente occidental. Pienso que él fue llevado a esa conclusión por el temor de que la
Radiónica se hiciera demasiado materialista, en el sentido electromagnético, atribuyendo, así, un
papel de compensación a aquellas vibraciones sutiles que nosotros asimilamos al espíritu y al
pensamiento. En su otro libro, Radionics - Interface with the Ether Fields, él señalaba otra
relación, que tal vez venga a mostrarse más importante, a saber, entre la Radiónica y la moderna
biología molecular, postulando que la materia y el pensamiento formarían una interface a partir
de los códigos trínarios y de los términos del ADN. Se prevé que, a determinada altura, los
descubrimientos de la biología molecular vengan a superar, con deferencia, las ideas teosóficas, de
modo que el estudio del etérico pasará a basarse casi que enteramente en la ciencia y en el arte
occidentales.
Quiero creer que mi reciente libro, The Intelligent Universe, haya reforzado de algún
modo la contribución de la ciencia para la explicación de las dimensiones etéricas. Lo que yo
descubrí, después de más de treinta años de investigaciones, fue que el principio fundamental del
Universo es la información y la inteligencia, y que tales categorías psíquicas deberían sustituir
nuestra antigua concepción del Universo como un complejo de energías. No fui yo el creador de
esas teorías que remiten a la Escuela de Cambridge de los años 30 y están asociadas a nombres
célebres como los de Sir Arthur Eddington y Sir James Jeans. Sin embargo, mi atención fue atraída
para el asunto cuando Sir Arthur Eddington afirmó que "Sospechamos que la materia-prima del
Universo es la misma de la mente". Tal es la proposición que exploré y que la ciencia moderna
viene a reforzar a través de dos nuevos datos: en primer lugar, la estructura de la materia es
bastante semejante a la estructuras digitales de los ordenadores electrónicos y, en segundo, que
la fuente de la vida orgánica en la molécula de ADN se reduce a "términos" que poseen un código
trínario especial comparable al código binario utilizado por los ordenadores. Así, podemos ahora
entender perfectamente la afirmación de San Juan de que "En el principio, era el Verbo".
Es este el campo explorado por las técnicas de la Radiónica, siendo que este libro
constituye una importante reconsideración de este arte, tal como existe en el presente. La
Radiónica aún se encuentra en los estados iniciales de explotación, tal como esclarece el autor, y
puede abrigar falacias, tanto cuánto verdades, pero esta es una condición que ella comparte con la
ciencia convencional. La ciencia convencional también investiga lo oculto, aunque para eso ella
necesite, a veces, recurrir la dispendiosos aceleradores lineares para revelar tan-solamente
extravagancias del tipo Augurios y Hechizos.
David V. Tansley
Dimensiones de la Radiónica.
En los próximos cien años, el Hombre ciertamente reformulará sus concepciones acerca de
la realidad, y la naturaleza insólita de lo oculto y del etérico será indudablemente esclarecida.
Quiero creer, también, que el mayor descubrimiento será causado por la biología molecular. La
Radiónica se halla particularmente direccionada para la cura del cuerpo humano, y los programas
de base que mantienen el estado de salud normal del cuerpo humano están basados en los
códigos del ADN. Así, como sugiere el autor, veo la Radiónica, en su próxima etapa de evolución,
fundiéndose con la biología molecular, ya que ambas están fundadas sobre "el poder de la
palabra", el cual constituye la base del pensamiento. Pienso que es significativo el hecho de, en el
método usado por el practicante de la Radiónica, existe la necesidad de una "muestra", tal como
una gota de sangre o un hilo de cabello, perteneciente al paciente. Pero, lo que importa en esta
gota, o en este cabello, es el patrón del ADN que ahí se halla alojado y que contiene todas las
informaciones sobre cualquier función del cuerpo humano. Cada molécula simple de nuestro ADN
contiene el esbozo de toda nuestra existencia física, y pienso que es esta la razón básica para el
éxito de la Radiónica. La biología molecular ya consiguió identificar íntegramente el "conjunto de
recepción" para los mensajes omniscientes de la Mente Cósmica dirigidas a las criaturas vivas... Es
el ADN, sin cualquier sombra de duda.
Recomiendo este libro para todos los lectores interesados en aquellas dimensiones que
transcienden la mera lucha cotidiana por la supervivencia física.
David Foster
PREAMBULO.
Es con profunda satisfacción que escribo un preámbulo para este importante libro, pues él
trata de aspectos de una de las realizaciones fundamentales de los tiempos modernos - el arte y la
ciencia de la Radiestesia.
Tal realización procede de dos fuentes principales, cada una siguiendo su propio camino,
tal vez necesariamente. En la medida, sin embargo, en que ambas emplean la misma facultad en
las que para sus descubrimientos - la Facultad Radiestésica -, poseen obviamente mucho en
común.
La primera se originó del trabajo de investigación del Dr. Albert Abrams y de Ruth Drown,
en Estados Unidos, y, posteriormente, de De La Warr, en Inglaterra, constituyendo lo que ahora
conocemos por Radiónica; la segunda, de las actividades de la rabdomancia medicinal de
sacerdotes franceses y otros, en el inicio de este siglo. Esta última fue desarrollada en Inglaterra
por el Dr. Guyon Richards y su notable grupo de colaboradores médicos que, juntos, investigaron
esa nueva forma de diagnóstico y tratamiento en su "Medical Society sea the Study of
Radiesthesia". Posteriormente, esa tendencia desembocó, bajo la inspiración del Dr. George
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Laurence, en el que se denominó Medicina Psiónica, a la cual fue consagrado un estudio minucioso
y abarcante de J. H. Reyfter, intitulado Psionic Medicine - the study and treatment of the 109
causative factors in illness.
Aunque fuera doctor en Quiropedia, él no poseía habilitación médica regular; por lo tanto,
le sugerí que participara de la Radionic Association para estudiar la materia, en vez de buscar la
Medical Society sea the Study of Radiesthesia, pues esta última solamente aceptaba como
miembros médicos formados.
Todo eso él relata en sus dos libros anteriores: Radionics and the Subtle Anatomy of Man
y Radionics - Interface with the Ether Fields. Y ahora, en el tercer libro de la trilogía, contando con
la fecunda colaboración de Malcolm Rae, añade un conocimiento aún más amplio, tanto de
nociones como de sugerencias prácticas, a través del presente Dimensiones de la Radiónica.
Malcolm Rae llegó a este campo después de una carrera de hombre de negocios con
ancha experiencia en muchos ramos del comercio, experiencia que, naturalmente, poco o nada
condice con su trabajo de investigación, realmente único en el presente, y que tantas
contribuciones enriquecedoras ofrece para la cura. Jamás se debe subestimar las disposiciones de
la Providencia.
Nuestro primer contacto se dio por ocasión de una evaluación de los patrones de cura
descritos en The Pattern of Health - evaluación destinada a verificar si no podría haber otros
mejores y más eficaces. A partir de la investigación que realizamos, él pasó a desarrollar, en el
debido tiempo, su notable descubrimiento de que era posible encontrar radiestésicamente el
patrón arquetípico de cualquier substancia. También, en el debido tiempo, él desarrolló proyectos
perfeccionados de los instrumentos radiónicos de diagnóstico y tratamiento clásicos. Sin embargo,
después de otras investigaciones, abandonó esa línea de conducta en favor de un instrumento que
posibilitara la utilización de los patrones arquetípicos en muchas direcciones, principalmente en
relación a la potencia homeopática mediante patrones geométricos magnéticamente activados, a
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Pero Malcolm Rae sugirió también explicaciones experimentales que, tanto cuanto sé, aún
no habían sido hechas, sobre cómo sus instrumentos radiónicos, conjuntamente con los patrones
geométricos, funcionaban particularmente en la preparación de potencias de remedios
homeopáticos. Eso constituye un progreso real para el conocimiento básico. Se podría, tal vez,
resumir esa contribución conjunta como una manera enteramente nueva de suplir la
"información" en todos los niveles, de modo que el hombre pueda alcanzar la integridad y se
mantenga en un estado de equilibrio dinámico.
Pero, se existe una amenaza, existe también un desafío y una esperanza. ¿Seríamos
capaces de aumentar nuestro nivel de conciencia, de modo a obtener acceso a la esferas del
conocimiento y del saber supra-sensible y actuar de acuerdo? La situación presente no nos está
exigiendo más conocimientos materiales, y sí una nueva dimensión del pensamiento y de la
conciencia en una palabra - una Ciencia Espiritual, para cuya fundación este libro podrá
proporcionar su valiosa contribución.
Aubrey T. Westlake,
Godshill, Hampshire.
Marzo de 1977.
David V. Tansley
Dimensiones de la Radiónica.
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PRIMERA SECCIÓ N
Algunos Principios Fundamentales
William Hazlitt
David V. Tansley
Dimensiones de la Radiónica.
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CAPITULO I
Si, pues, la Radiónica ofrece ventajas tan evidentes, por qué entonces un gran número de
profesionales conectados a la salud y que se empeñan en el estudio de ese método de cura acaban
casi siempre por perder el interés por él? ¿Qué es lo que los detiene? Sé de muchos médicos que,
aunque pudieran haberse beneficiado con la aplicación de la Radiónica a sus prácticas o
contribuido con sus ideas para perfeccionar este arte de curar, acabaron por desinteresarse. Si les
preguntamos por qué razón dejaron de practicar la Radiónica en serio, invariablemente replicarán
que, si no por uno o dos motivos personales, ciertos factores hay que los desaniman. El primero de
todos parece ser la gran cantidad de creencias, casi siempre contradictorias, implicadas en la
práctica de la Radiónica; el segundo es el factor tiempo referente a los métodos cada vez más
complicados de diagnóstico y tratamiento. Ambos problemas pueden ser tranquilamente
superados si el profesional interesado esté preparado para soportar el impacto de las primeras
impresiones y llegar a las premisas básicas subyacentes a la teoría y a la práctica de la Radiónica.
Antes de considerar las premisas básicas de la Radiónica y esbozar un método práctico que
pueda ser utilizado por el profesional conectado a la salud, pienso que será provechoso
extenderme brevemente acerca de la evolución de la Radiónica y esclarecer uno u otro punto para
los que tienden a desilusionar al investigador serio de proseguir con sus esfuerzos.
Del inicio del siglo hasta los años 30, o aún hasta los años 40, periodo de pionerismo en
que se dio la formación de la radiónica, la lista de los profesionales que se utilizaban de la
radiónica, de una forma o de otra, formaba una especie de "Quién es quién" del arte de curar.
Además del Dr. Albert Abrams, a cuyo talento e inteligencia aguda debimos el nacimiento de lo
que ahora denominamos radiónica, había el Dr. Thomas Colson, un osteópata que mucho
contribuyó para esa modalidad de cura a través de sus investigaciones y esclarecimientos, como
también por su asociación con el Dr. Abrams. McMannus era otra personalidad influyente, cuyo
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Dimensiones de la Radiónica.
nombre aún hoy se oye en las discusiones relativas a los métodos de cura naturales, y cuya tabla
para la corrección de la espina es usada por muchas clínicas americanas. De las legiones de 109
médicos, quirópatas y osteópatas que entonces incorporaban la radiónica a sus prácticas, se
destacaba, por su contribución tan o más considerable que a de el propio fundador, Ruth Drown,
una quiropata de Hollywood, California. Cabría a ella demostrar al mundo que pacientes podían
ser tratados a la distancia y, lo que tal vez sea aún más significativo, fotografías de perturbaciones
en el cuerpo etérico podían ser quitadas a la distancia de muchos miles de millas por medio de un
instrumento de su invención, la cámara Radio-Visión.
El trabajo de Abrams despertó la atención de muchos clínicos británicos, entre los cuales
nada menos que Sir James Barr, que procedió a un estudio completo de los descubrimientos de
Abrams y las aplicó anchamente a su práctica. En su libro Abrams Methods of Diagnosis and
Treatment, él pondera haber encontrado en Abrams sus propios ideales, y cuya meta era no sólo
perfeccionar el diagnóstico y tratamiento de la enfermedad, como también prevenirla. Algunos
médicos ingleses siguieron para San Francisco a fin de instruirse directamente con Abrams y
quedaron muy impresionados no sólo con su figura humana, pero también con lo que él tenía a
enseñar.
Para ellos, quedó claro que su trabajo contenía las semillas de un importante progreso
para la medicina. De entre los médicos que, en Inglaterra, se interesaban por el trabajo de
Abrams, Guyon Richards fue probablemente el investigador más persistente. Su perseverancia en
enfrentar los problemas surgidos en el transcurrir de las investigaciones y encontrar soluciones
que le posibilitaran asistir a sus pacientes con mayor eficacia, salta a los ojos cuando se lee su
libro, The Chain of Life, que contiene una buena cantidad de informaciones útiles y un
retrospectiva histórica de las investigaciones en ese campo para todos los médicos que puedan
estar considerando la posibilidad de utilizar la radiónica tal como ella se presenta actualmente.
Otros clínicos, tales como Dudley Wright, Ernest Martin, Hector Monroe, Ernest Jensen,
Hugh Wyllie y Winter Gonin, que desarrollaron la teoría y la práctica de la terapia a través de la
hormona herbórea; Aubrey Westlake, cuyo libro, The Pattern of Health, constituye un clásico en el
campo de la radiestesia médica y, sin duda, lo continuará siendo por mucho tiempo; el Dr. George
Laurence, otro clínico de ancha experiencia, que fue atraído para este campo y cuyas
investigaciones dieron origen al que hoy se conoce por Medicina Psiónica - método de cura que se
vale de la facultad radiestésica y de la homeopatía y, entre otras cosas, ofrece una esperanza para
los muchos que padecen de afecciones hereditarias adversas, miasmas adquiridos y toxinas,
además de los efectos colaterales casi siempre devastadores de la vacunación - juntamente con
otras personalidades, como el Dr. T. Watson y el Dr. Michael Ash, todos esos pioneros integraban
un grupo bastante activo, conocido como "The Medical Society sea the Study of Radiesthesia".
Queda claro, así, que los primeros practicantes que se utilizaban de la radiónica y de la
radiestesia médica habían salido de las hileras de la medicina, de la quiropedia y de la osteopatía.
Los practicantes legos no eran aún muy numerosos y tendían a permanecer en la retaguardia del
movimiento. Desde el inicio, Abrams encontró gran resistencia a sus ideas por parte de los
practicantes más ortodoxos, resistencia esa que no tardaría a transformarse en oposición abierta,
acompañada de ataques infundados, no sólo a su trabajo como así también a su persona. Esas
autoridades conectadas a la salud inmediatamente se juntarían para, en el comienzo de los años
60, concentrar sus ataques, consiguiendo llevar a la prisión a entonces septuagenaria Ruth Drown,
bajo la acusación de fraude. Esta no tardaría a morir, víctima de un ataque cardíaco, sin duda
ocasionado por la crisis nerviosa a que ella se vio sujeta en la época.
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La radiónica fue entonces declarada ilegal en Estados Unidos y ridiculizada como pura
charlatanería. Agentes de los más diversos órganos invadían los consultorios de los practicantes, 109
les confiscaban los instrumentos y los destruían. Como era de esperar, se verificó un éxodo y
muchos dejaron para siempre de utilizar la radiónica; una pequeña minoría prosiguió en sus
actividades secretamente, para evitar persecuciones.
La radiónica es, hoy, en el mejor de los casos, una técnica de cura alternativa, y, como tal,
atrae, naturalmente, aquellos que piensan según los patrones de la cura natural. Siendo eso un
hecho incontestable, no lo hay que lamentar, pero la cuestión es que los pensadores alternativos
poseen hermanos aún más heterodoxos, que se sitúan, por así decir, en el margen del margen, y
son las creencias y concepciones de estos últimos que, asimiladas por la radiónica, tienden a
ahuyentar el estudiante serio, lego u ortodoxo. Si la radiónica hubiera permanecido en el contexto
de la medicina ortodoxa, por ejemplo, muchas, si no todas las contribuciones espurias que a ella se
añadieron no habrían tenido razón de ser y, así, veríamos en acción un arte de la cura nacida de
disciplinas clínicas y científicas.
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Entre los principales factores que contribuyen para desanimar al médico convencional aún
en los primeros pasos de su investigación de la radiónica, está el casi siempre desconcertante 109
complejo de creencias actuantes en este campo. Muchas de ellas son suscitadas por la naturaleza
subjetiva de la radiónica, así como por ciertas especies de rituales comunes tanto a los métodos
ortodoxos como a los métodos heterodoxos de cura. Aunque no estemos habituados a concebirlo
en estos términos, el ritual es un elemento fundamental de cualquier arte de la cura, sea ella la
medicina, la quiropedia, la osteopatía o la radiónica. En el ritual del relato de un caso clínico, por
ejemplo, ocurre una interacción y un intercambio de energías e informaciones entre el clínico y el
paciente. A este, se siguen los rituales de los exámenes, radiografías y pruebas clínicos, los cuales
constituyen factores esenciales para el establecimiento de un área común de comprensión entre
las partes en juego. Una vez claramente definida y establecida esta, se sigue el ritual del
tratamiento propiamente dicho, que puede asumir la forma de cirugía, inyección o ingestión de
medicamentos, masajes, manipulación, acupuntura u otras técnicas requeridas según los casos
particulares. Sea cuál sea el procedimiento que adoptemos, el ritual es un factor indispensable. En
los procedimientos ortodoxos, ese ritual se desarrolla según etapas claramente distinguidas. Un
hueso fracturado, por ejemplo, es suavemente palpado, radiografiado, enderezado, enyesado y,
por fin, inmovilizado. Del éxito de cada una de esas etapas resultará la cura de la fractura. El
proceso entero es una secuencia clara de factores objetivos y comprobabais. Es con esa especie de
cosas que un médico está habituado la lidiar; de ahí el flagrante contraste por él experimentado al
tomar contacto con la radiónica.
Merece la pena detenernos en este punto, a fin de verificar cómo eso se da. La aplicación
correcta de cualquier técnica en el arte de curar depende, en mayor o más pequeño grado, de la fe
que su practicante ha en aquello que hace. Sorprendentemente, eso se aplica a la medicina muy
más del que suponemos y, en tratándose de un procedimiento subjetivo como la radiónica, llega a
ser “aún” un factor capital. Fe en lo que se hace, entusiasmo y un buen conocimiento de las
ciencias clínicas y elementales, además de una aguda sensibilidad, son requisitos esenciales para
que un práctico lego venga a alcanzar éxito en su práctica. El Theosophical Medical Research
Group, en su libro The Mystery of Healing, aborda esa cuestión:
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Dimensiones de la Radiónica.
Puede ser que un otro practicante, que se encuentre en la misma situación de deficiencia
de energías, venga a atribuir su estado a la influencias maléficas oriundas de lugares tan dispares
como las entrañas de la Tierra, el espacio sideral o la acción de los opositores de su trabajo (un
número considerable de practicantes juzga que su trabajo es importante a punto de atraer la
atención de las "fuerzas de las tinieblas"). Ciertos operadores acostumbran pegar rótulos con
"números mágicos" a sus instrumentos de trabajo o balancear alguna chuchería oriental en el aire
a fin de expulsar las fuerzas que juzgan estar interfiriendo en su trabajo o perturbando sus campos
de energía. Un radiestesista, por quien yo tenía el mayor respeto, adquirió el hábito
desconcertante de levantarse en medio a la conversación más banal, coger un péndulo,
balancearlo un poquito para entonces cambiar de posición una bol de vidrio que se encontraba
sobre una mesita al lado del sofá. Por lo que se puede suponer, creía él que ese objeto irradiaba
energías por el aposento, y por eso era preciso mudarlo de lugar de tiempos en tiempos.
Estos son sólo algunos ejemplos de las creencias y prácticas singulares que se confunden
con la radiónica; pero aún existen docenas de otros. Cierta vez, tuve en mi poder dos conjuntos de
instrumentos para tratamiento que habían pertenecido a un reverendo; sí, como probablemente
adivinaron, en vez del formato rectangular normal, ellos habían sido tallados en forma de
púlpitos... Los péndulos personalizados constituyen una otra forma de superstición que recibe la
adhesión de un buen número de practicantes, siendo que algunos de ellos consiguieron ganar
buen dinero con esa “explotación”. El hecho es que un péndulo pura y simplemente funciona, no
importa cómo. Hay también aquellos que no admiten usar un péndulo tallado en plexiglás, bajo la
alegación de que no se trata de una substancia natural, como la madera o el hueso, siendo así
pues inferior y dejando a desear cuánto a los resultados. Siempre utilicé un péndulo de plexiglás y
nunca vi a Malcolm Rae utilizar otra cosa, sin que eso haya representado la más pequeña
diferencia para nosotros o para centenares de otros que no endosan la creencia de que un
péndulo hecho de substancia natural es mejor que los otros. Naturalmente, si el practicante halla
esencial alimentar su sistema de creencias o complicarlo con péndulos personalizados o naturales,
no hay ningún mal en eso; pero el observador imparcial podrá no comprender ese aspecto y
eventualmente podrá perder el interés por la radiónica, engreído de que sus practicantes no pasan
de un bando de excéntricos y de que el método poco tiene que válido a ofrecer.
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Dimensiones de la Radiónica.
torno a un practicante de la radiónica que desarrolló una técnica cualquiera, técnica esta que es
por él impregnada de una aura de misterio y eficacia impar. Ser miembro de uno de esos grupos es 109
algo que exige, en mayor o menor grado, cierta obediencia. Lo que el maestro afirma pasa a valer
como la propia verdad, poco importando si contradice o no la evidencia de los hechos, se va del
encuentro de la verdad o se está basado en procedimientos claramente mágicos y ritualísticos. En
tales grupos, surge inevitablemente una jerarquía, pues el líder, o péndulo-maestro, comienza por
colocar ciertos aspectos del diagnóstico y del tratamiento fuera del alcance de sus acólitos.
Enseguida, procede de forma a admitir gradualmente el acceso de algunos de sus discípulos
favoritos a la materia de su conocimiento, confiriéndoles, así, una ventaja imaginaria sobre el
restante del grupo. Los procedimientos originados de esas actitudes anticuadas, muy propias de
los piscianos, son, vía de regla, complicados y onerosos, exigiendo equipamientos de toda suerte,
tomando felizmente imposible para el investigador serio, profesionalmente conectado a la salud,
considerar siquiera remotamente su adopción.
Una vez hecho eso, el próximo obstáculo que se presenta es el factor tiempo. Conozco
pocos médicos o practicantes de la medicina natural que dispongan de tiempo suficiente para
practicar a la vez la radiónica y la disciplina para la cual fueron originalmente entrenados. Eso
devela la siguiente cuestión: como sería posible a un médico, que tiene su tiempo enteramente
tomado, recurrir a la radiónica? La respuesta depende, en ancha escala, de la necesidad que él
tiene que recurrir a la radiónica cómo uno complemento a su práctica. Si lo que se tiene en vista es
una aplicación extensiva de los métodos de la radiónica, se hace necesario, entonces, contar con la
ayuda de un asistente, de un lego competente, que no tenga tendencias a desarrollar
"comportamientos idiosincráticos" y en cuyo desempeño eficaz y seguro se pueda confiar
plenamente. Si, por otro lado, la radiónica es usada solamente como un recurso para los casos más
espinosos, el médico debe disponer de tiempo para actuar por su propia cuenta, o entonces
solicitar los servicios de un practicante con tiempo integral para hacer las pruebas de que necesita.
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Dimensiones de la Radiónica.
David V. Tansley
Dimensiones de la Radiónica.
concretizar su futuro en este campo. Recuerdo que siempre que yo intentaba conciliar la radiónica
con mis actividades de quirópata, pensaba poder encontrar de algún modo un asistente para 109
cuidar de los pacientes que necesitaban de tratamiento por medio de la radiónica. Creo que
cualquier joven dotado de un buen grado de sensitividad, aún no oprimido por las tradiciones de
los sistemas de creencias vigentes, tiene futuro en este campo como practicante de tiempo
integral, con tal de que emplee una técnica radiónica simple y eficaz y se disponga a aceptar la
gran responsabilidad que esa actividad implica.
Esta bien puede ser la convicción común que llevó Malcolm Rae y mí a intercambiar ideas.
Todas sus investigaciones con la radiónica fueron motivadas por la necesidad de llegar al que él
denomina "la simplicidad esencial", siendo que siempre fue su objetivo simplificar sus métodos y
aumentar su eficacia. Él fue muy favorecido también por la circunstancia de haber realizado gran
parte de sus experimentos en colaboración con médicos activamente interesados por la radiónica
y conocedores de sus problemas en común con la medicina.
Con base en la experiencia, somos llevados a creer que, si la radiónica visa a despertar el
interés del profesional conectado a la salud o del practicante de tiempo integral, ella deberá
conformarse con los siguientes preceptos:
Si esos requisitos sean satisfechos, tendremos como resultado una introducción simple y
directa a la radiónica, que tanto podrá ser asimilada como utilizada por médicos, quirópatas y
osteópatas en sus propios dominios, siendo de utilidad también para el practicante de tiempo
integral que trabaje como asistente o conduzca su propia práctica.
Esperamos que el investigador serio encuentre en las páginas que se siguen una
introducción elemental a la práctica de la radiónica en el que se refiere a principios, técnicas e
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Dimensiones de la Radiónica.
instrumental. Además de eso, este libro fue concebido como un manual de referencia para el
practicante, de modo que este pueda hojearlo en el transcurrir de sus actividades cotidianas para 109
informarse acerca de la terapia por el color, de los remedios, de los cuerpos sutiles del hombre y
así por delante. Hay también informaciones suplementarias acerca de la anatomía sutil del
hombre que no habían sido incluidas en los dos primeros libros de esta serie, especialmente
cuánto al cambio de los centros de energía de los chakras inferiores para los superiores, y su
efecto sobre la salud. Si el lector es, por un lado, contemplado con informaciones minuciosas, yo,
de mi parte, mantendré adhesión irrestricta al principio de la "simplicidad esencial".
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CAPITULO 2
EL CAMPO DE LA MENTE.
Comenzamos a sospechar que la materia-prima del Universo es la misma de la mente.
Sir Arthur Eddington, The Nature of the Physical World.
Siempre que se examinan las Enseñanzas Ocultas preservadas a lo largo del tiempo por las
diversas escuelas esotéricas de todo el mundo, emerge un tema claramente definido la creencia
de que el Universo no es más que la manifestación exterior de una inteligencia infinita, un
producto, por así decir, de la Mente Universal. En el prefacio de su libro La doctrina secreta,
Madame Blavatsky escribió:
Existe un Principio Inmutable e Infinito; una Realidad Absoluta que precede todas las
manifestaciones contingentes del Ser. Él está más allá del alcance y de la concepción de cualquier
pensamiento o experiencia humana.
Muchos siglos antes de la aparición del movimiento teosófico, el sabio chino Lao Tsé
expresaba una concepción similar en el Tao Tê Ching (El libro del camino perfecto):
La Teosofía afirma también que el Universo manifiesto se halla contenido en esa Realidad
Absoluta, de la cual no sería sino la expresión contingente, dando origen a tres aspectos o
principios creativos elementales, a los cuales ella denomina Precursor del Manifiesto, Espíritu del
Universo y Alma Universal. Esos tres principios están en el origen de un sinnúmero de Universos,
Sistemas Solares y Estrellas Manifiestas, siendo cada Sistema Solar la materialización de una
Fuerza Vital Inteligente que contiene el arquetipo de los tres aspectos cuya evolución, desde el
Precursor del Manifiesto, es por ella conducida. En la teología cristiana, tales aspectos son
conocidos como Padre, Hijo y Espíritu Santo; otras escuelas de pensamiento se refieren a ellos
como energía Positiva, energía en Reposo y energía Negativa o, de manera simple y descriptiva,
Vida, Conciencia y Forma. Todos esos tres aspectos se encuentran interrelacionados y
comprenden el vasto océano de las energías cósmicas que dan origen a la vida y la mantienen tal
como a conocemos.
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Dimensiones de la Radiónica.
El Tao produjo el Uno; el Uno produjo el Dos; el Dos produjo el Tres; el Tres produjo
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miríadas de criaturas. Las miríadas de criaturas llevan adelante, a la espalda, el yin y estrechan
entre sus brazos el yang y la combinación de fuerzas que generan el Dos.
El campo de la mente es, en esencia, el del alma Universal, a que se refieren todas las
tradiciones esotéricas. Naturalmente, la diversidad de culturas y creencias dio origen a varias
representaciones de ese campo, algunas de ellas toscas y simplistas, otras complejas y veladas por
un cerrado simbolismo; otras, aún, no pasan de distorsiones acabadas del tema básico, productos
de la imaginación fértil de aspirantes a la sabiduría. La radiónica, y aún las formas aún más
subjetivas de cura son más eficaces cuando el practicante posee algún conocimiento del campo de
energías sobre el cual trabaja. En resumen, el practicante tendrá mejores condiciones de cumplir
su función mientras tenga una comprensión básica del dominio de la mente, especialmente el
practicante de la radiónica, pues esta, en último análisis, es una forma de cura mental a través de
instrumentos. Obviamente, muchos practicantes desempeñaron con éxito su tarea a lo largo de
los años sin necesitar de semejante equipaje de conocimientos; pero yo siento que, a medida que
la radiónica obtenga reconocimiento como un rama de la parapsicología, será de la mayor
importancia poseer esos conocimientos a fin de que podamos aprender de qué modo ella funciona
y como se relaciona con las otras modalidades de cura.
Ya que existe un gran número de modelos del dominio de la mente, ¿cuál de ellos sería
específicamente el más preciso y adecuado para el practicante de la radiónica? ¿Qué criterio
aplicar para hacer una buena elección? Pienso que, así como Le Shan juzgaba los
"comportamientos comunes" esenciales para los fines de la cura en el trabajo de los practicantes
por él estudiados, también nosotros somos llevados, en nombre de la claridad, a aplicar el mismo
procedimiento a las diferentes representaciones del campo de la mente. Debemos considerar los
"factores comunes" y verificar donde se da la concordancia, aprendiendo por ese medio a
discernir los "factores idiosincráticos" postulados por este o aquel gurú, o porque "mi maestro
dice que es así y así". Existen autoridades en cuestión de preceptos espirituales elementales, tales
como la Biblia, los Vedas, los Upanishads y el Tao, para citar sólo algunas, que merecen más
crédito del que la palabra de los últimos heraldos de la verdad surgidos en escena. Si en ellas
encontramos la confirmación que buscamos, podemos dejar de lado las autoproclamadas
autoridades que reflejan sobre la realidad mediante los espejos distorsionados de sus propios
criterios.
Con base en el estudio y en la experiencia adquirida en esa materia específica durante los
últimos siete años, tanto del punto de vista de las prácticas de meditación como de las de cura,
llegué a la conclusión de que la representación propuesta por la Teosofía y presentada
recientemente, con gran riqueza de detalles, por Alice A. Bailey en sus escritos, concluye un gran
número de "factores comunes" y se halla en Concordancia con muchos otros sistemas. Se debe
tener en mente, también, que esta obra fue la última y más actualizada contribución de la Antigua
Sabiduría a salir de la Trans-Himalayan School of Adepts. No habrá pasado desapercibido a nadie
que a haya estudiado la nota acuariana que la colorea, pues que se enfatiza muy más la confianza
en el propio Yo del que las enseñanzas venidas de fuera.
David V. Tansley
Dimensiones de la Radiónica.
La representación de los campos de la mente que se sigue, y que mucho debe a Bailey, fue
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presentada en 1972 por Elmer Green, durante una conferencia intitulada "How te lo make use of
the field of mind Theory". Esta conferencia fue patrocinada por la Academia de Parapsicología y
Medicina de la Universidad de Stanford, California. El diagrama fue idealizado originalmente para
ilustrar y explicar la relación entre las concepciones de Freud y las de Jung sobre la mente; pero,
con el pasar de los años, detalles suplementarios fueron introducidos a fin de ampliar el esquema
inicial. Cuando Elmer Green vino a Inglaterra participar del Ciclo de Conferencias de Mayo de
1974, levanté, en el transcurrir de una discusión con él, la cuestión de las diferencias existentes
entre las varias representaciones de los campos de la mente.
David V. Tansley
Dimensiones de la Radiónica.
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Respondió él que en muchos casos eso se debía más a una cuestión de semántica del que
la diferencias estructurales propiamente dichas; pero que él no tenía ninguna duda de que el
modelo en el cual estaba trabajando acordaba con las concepciones actuales acerca del hombre y,
así pues, poseía valor práctico, lo que fue por él demostrado con las investigaciones en el campo
de la biorregeneración realizadas en la Menninger Foundation. Personalmente, soy de la opinión
de que tanto este diagrama como aquel presentado por Alice Bailey en su libro A Treatise on
Cosmic Fire son esenciales para una comprensión más profunda de la radiónica, suministrando
conocimientos capaces de hacer con que la eficiencia del practicante mejore. El modelo de Bailey
David V. Tansley
Dimensiones de la Radiónica.
ofrece una infinidad de detalles acerca de la constitución esotérica del hombre, que, como
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veremos adelante, constituye un reflejo sobre el campo de la mente.
Mejor del que discurrir prolijamente acerca de los detalles de esa representación del
campo de la mente, sería, en mi entender, transcribir directamente un tramo de la comunicación
de Elmer Green a la Academia. En ella, se puede leer:
Lo más importante en este diagrama es que cada línea representa una demarcación tanto
entre diferentes especies de substancia como entre diferentes especies de, conciencia. Esta idea
notable constituye la propia esencia del Budismo tibetano desnudado de sus singularidades
culturales, representando también los conceptos básicos de la Yoga Integral (Aurobindo), del
Cristianismo Esotérico, del Sufismo, del Zoroastrismo, del Judaísmo Esotérico, de las Sectas Ocultas
Egipcias y Griegas, de la Teosofía, de la Antroposofía, de la metafísica polinesia y de las diversas
religiones precolombinas del hemisferio occidental.
Se hace evidente, pues, que el diagrama satisface el primero y más importante requisito,
en la medida en que él es esencial, que está fundado sobre diversas escuelas esotéricas de
pensamiento religioso. En otras palabras, él contiene múltiples "factores comunes", lo que trae
credibilidad a su esbozo y lo retira del dominio "idiosincrático".
El segundo aspecto importante del diagrama es que las diferentes especies de energías y
estructuras físicas, emocionales, mentales y transindividuales, son partes funcionáis de un campo
mental planetario. Así como el planeta es envuelto por campos magnéticos, electrostáticos y
gravitacionales, el mismo se pasa con un campo mental; además de eso, todos los campos, si bien
diferenciados, son integrantes del campo mental básico. Eso significa que todas las graduaciones
de la substancia física son graduaciones del campo mental. En otras palabras, de acuerdo con esta
teoría, el cosmos entero, en cada uno de sus niveles, no posee consistencia material pero mental,
siendo que, de alguna forma, la evolución de los organismos vivos a partir de las substancias
minerales (que, según esa concepción, no son substancias muertas), pasando por los vegetales y
los animales hasta el hombre, se hace acompañar por una evolución y una expansión
correspondientes de la conciencia.
En las enseñanzas esotéricas, cada uno de esos niveles es designado como siendo un plan,
término este que denota el ámbito o la amplitud de un determinado estado de conciencia, o
entonces la facultad perceptiva de un conjunto determinado de sentidos, pudiendo también
David V. Tansley
Dimensiones de la Radiónica.
La más extraordinaria de las varias ideas que el Swami discutió es aquella implícita en su
concepción del Raja-Yoga, según la cual "El cuerpo está entero en la mente, pero no la mente en el
cuerpo". Esta simple afirmación posee incontables implicaciones teóricas. El control de todas las
células del cuerpo es posible, según el Swami, porque cada una de ellas posee una representación
en el inconsciente. Y no sólo eso, toda célula forma parte del inconsciente. En otras palabras, las
células existen no sólo simbólicamente en la mente, pero también como partes de un verdadero
complejo de energías denominado mente. Cuando accionamos la representación de la célula en el
inconsciente, estamos accionando literalmente la propia célula, pues la célula es parte de la
mente. La segunda parte de la afirmación, "pero la mente no está entera en el cuerpo", se refiere
al prolongamiento de la mente en la naturaleza en general y alude a los casos parapsicológicos, a
la psicoquinesia, a la cura espiritual y a todos aquellos fenómenos "científicamente imposibles". La
razón por la cual la ciencia declara estos fenómenos imposibles es que los científicos, o por lo
menos la mayoría de ellos, no son capaces de concebir la mente como un complejo de energías
interligado a otros complejos de energía tanto en el cuerpo como en la naturaleza "exterior".
Como afirma Elmer Green, la concepción del Swami según la cual "El cuerpo está entero
en la mente, pero no la mente en el cuerpo" posee vastas implicaciones teóricas. Se hace claro,
por ejemplo, que si un individuo puede controlar e influenciar el funcionamiento de las células de
su cuerpo a través de la acción de su mente, no hay razón alguna para que no se pueda ampliar
este concepto de modo a comprender también la acción de la terapia radiónica a la distancia
sobre los campos de células, pues, a fin de cuentas, compartimos el mismo campo mental.
David V. Tansley
Dimensiones de la Radiónica.
Para fines de diagnóstico y de métodos de tratamiento radiónicos, los tres situados debajo
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son de la mayor importancia; los situados encima no desempeñan ningún papel en el proceso de
formación de las enfermedades. La conciencia del ser humano se halla, en ancha medida,
polarizada en aquellos niveles designados como personales, siendo, a partir de ahí, que ella
generalmente actúa cuando se está empleando métodos de tratamiento radiónicos. ES claro que
existen excepciones, de que yo trataré en un capítulo posterior, y que envuelven aspectos
transindividuales de su naturaleza con resultados bastante notables, entre los cuales se incluyen
las curas instantáneas de graves perturbaciones patológicas.
David V. Tansley
Dimensiones de la Radiónica.
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CAPITULO 3
La ciencia ortodoxa los propone la teoría de que la vida y, en última instancia, el hombre,
tendrían se originado cuando un rayo alcanzó casualmente un monte de barro, una mezcla
igualmente casual de moléculas de proteína y detritos químicos de toda suerte. Millones de años
más tarde, surgió el hombre, desprendiéndose de la llamada prehistoria, donde un verdadero
"flash divino" en medio al lodazal, que, a partir de entonces, pasó la deambular por la superficie de
este planeta sin otra finalidad que no comer, dormir, procrear y, por fin, morir. El ingenio humano,
sus facultades de pensamiento y raciocinio, son tenidas sólo como un efecto un tanto singular de
aquellas reacciones químicas que se habrían procesado en el interior de su organismo. Felizmente,
las ciencias espirituales nos ofrecen una imagen más promisora, más significativa y ingeniosa del
hombre, la cual puede ayudarnos a comprender mejor los procesos y métodos de diagnóstico y
cura utilizados por la radiónica.
Entre los escritos más antiguos sobre los orígenes del hombre, hay un intitulado El libro de
Dzyan. Blavatsky tradujo las Estancias que lo componen y las incorporó a su obra monumental, La
doctrina secreta. Más recientemente, Sri Krishna Prem y Sri Madhava Ashish escribieron dos libros
que tratan del contenido de las Estancias de Dzyan, intitulados Man, the Measure of All Things y
Man, Son of Man. En el primero, afirman los autores que, a través de un estudio de las Estancias:
Nosotros, aun, con toda nuestra mezquina vileza, con nuestras crueldades brutales y
dementes, nuestras obscenidades, nuestra búsqueda de placeres mundanos y nuestras ambiciones
equivocadas, traemos dentro de nosotros las semillas de esa perfección.
David V. Tansley
Dimensiones de la Radiónica.
A nuestra vuelta, en toda parte, una miscelánea de voces cuestiona las premisas de esa
109
afirmación. Los materialistas afirman que no pasamos de un epifenómeno de la materia; la teoría
operacional de la verdad afirma que nuestras tesis no tienen cualquier sentido; los biólogos se
refieren a nosotros como un fenómeno superficial. Intencionalmente o no, el mundo parece
inclinado a negar todos los valores inmateriales. El hombre debe vivir sólo para comer. Cuando no
está ocupado a trabajar, el hombre sólo es capaz de complacerse en la agitación. El hombre
deberá retornar al polvo.
Cité este pasaje de Man, the Measure of All Things simplemente para ilustrar el contraste
de las concepciones acerca del hombre, de sus orígenes y finalidades. El materialista no reconoce
el milagro de su propio ser; la vida, para él, es algo bajo y la verdad tiene que ser siempre
necesariamente comprobable. Se trata de una postura inconcebible en la radiónica, pues esta
ciencia del futuro es profunda y abarcante, comprometida por su propia naturaleza con la
posibilidad de ampliar la visión que el hombre tiene que sí mismo y del cosmos. Aunque ellos
puedan existir, nunca encontré un practicante de la radiónica que no estuviera de entrada, y por
encima de todo, preocupado en encontrar la verdad y preparado para juzgar, dentro de los límites
de la razón, que todo es posible. Si la historia del hombre se reduce sólo a unos pocos huesos
resequidos, a uno o dos cráneos fosilizados datando de tres o cuatro millones de años y a un
puñado de vasos de cerámica, entonces estamos completamente perdidos y sin perspectivas.
Personalmente, prefiero tranquilizarme con la hipótesis de que el hombre es un fragmento de la
Mente Universal, de que sus orígenes son divinos y que le está reservado un futuro glorioso,
además de su comprensión actual.
Si el hombre es un producto del campo mental daríamos crédito a aquel pasaje del
Génesis que afirma:
Y creó Dios el hombre a su imagen; a la imagen de Dios lo creó; macho y hembra los creó.
Entonces debemos volver nuestra atención para las concepciones que se pueden
desprender de las enseñanzas de los místicos y profetas a través de los tiempos y en ellas
descubrir de qué modo el hombre emerge del campo y que especie de vehículos él utiliza a fin de
soportar las necesarias restricciones de la forma. En mis dos primeros libros sobre la radiónica, usé
diagramas simple para ese fin; en este, me gustaría recurrir a aquel presentado por Alice Bailey en
suyo A Treatise on Cosmic Fire, que proporciona el máximo de información y suministra una llave
para un minucioso conocimiento de la constitución esotérica del hombre y del flujo de energías a
través de los mecanismos sutiles de los diferentes planes de la conciencia.
Antes de tratar detalladamente ciertos aspectos de la anatomía sutil del hombre, podría
ser útil trazar la trayectoria de origen del Hombre Espiritual. Para ese fin, voy a recurrir a las
informaciones de un libro que hace mucho se encuentra agotado, The Science of The Initiates, en
el cual ese proceso viene descrito de manera simple, sin embargo didáctica. Se afirma en él: la
Mónada (lo Uno: la Unidad), espíritu puro, "desciende" a la materia. En cada uno de los planos,
con sus siete divisiones, la Mónada agrega "corporalidad" a su vuelta, hasta el punto en que pasa a
David V. Tansley
Dimensiones de la Radiónica.
revestirse con la materia más densa de todas - la corporalidad del plano físico. El hombre tal como
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es concebido por nosotros, provisto de sentidos, funciona de manera perpendicular, pero en la
realidad él es un ser esferoidal constituido por siete niveles, dispuestos en series concéntricas de
revestimientos compuestos por las diversas modificaciones de la materia.
David V. Tansley
Dimensiones de la Radiónica.
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David V. Tansley
Dimensiones de la Radiónica.
y de terapia radiónicas, nos interesa básicamente el cuerpo mental inferior, el cuerpo astral, el
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doble etérico y la forma física propiamente dicha. Tratemos, pues, más detalladamente, de cada
uno de ellos.
No viene mucho al caso entrar en mayores detalles acerca del cuerpo físico, pues eso
puede ser conseguido a través de la consulta a cualquier libro de anatomía. La forma física, sin
embargo, es un reflejo de ciertas estructuras espirituales abstractas, y así tal vez sea útil
detenernos momentáneamente a fin de apuntar una o dos analogías interesantes. En su A
Treatise on White Magic, Alice Bailey escribe:
Jesús se refirió al cuerpo como a un templo, y vemos reflejado en la cintura pélvica, con
sus órganos de procreación, el Patio Externo de ese templo. Por encima del diafragma, queda la
cavidad pectoral o el Patio Interno, concluyendo el corazón, símbolo del principio de Cristo. Los
pulmones, por su parte, simbolizan el espíritu, con suyo soplo vital. Encima del tronco, está la
cabeza o el Santo de Santos, depósito de las glándulas pineal y pituitaria, órganos de la percepción
espiritual. El cuello, que actúa como un puente entre el Patio Interno y el Santo de Santos, es un
símbolo importante y a destacar, en la medida en que subraya la existencia de una "laguna de la
conciencia" entre los planos mentales inferior y superior, laguna que debe ser llenada, si
anhelamos entrar en contacto consciente con Cristo en el plano búdico. Si diéramos una mirada en
el esquema presentado por Elmer Green en su conferencia de Stanford, tal laguna es figurada
como el "túnel" que conduce al Lotus. Acerca de este puente, escribe él:
Así como el corazón simboliza el aspecto del amor y los pulmones el espíritu, la garganta
representa el tercer aspecto, lo de la inteligencia activa, siendo estas las tres energías primordiales
de la Mónada. Bailey señala también las tres correspondencias que se siguen:
David V. Tansley
Dimensiones de la Radiónica.
Para los lectores que deseen seguir paso a paso todas las correspondencias entre la forma
física y las realidades espirituales, recomiendo la lectura de Man - Grand Symbol of the Mysteries,
de Manly Palmer Hall, y Occult Anatomy and the Bible, de Corrine Heline; ambos constituyen
estudios exhaustivos y esclarecedores acerca de este importante asunto.
Quiero ahora retornar por un momento a la cuestión del puente para la conciencia, que el
aspirante a la sabiduría necesita construir a fin de conocer Cristo que trae dentro de sí. Al hacerlo,
el propósito es trazar una línea de demarcación además de la cual la radiónica deja de producir los
resultados esperados. El verdadero principiante, después de muchas experiencias de vida,
construye ese puente que conecta su personalidad a los planes situados por encima del nivel
mental. Al punto en que el espíritu y la materia se tocan, se da aquello que el hechicero yaqui Don
Juan llama de "la fisura entre los mundos", los zulús del "portón del además" y los nativos del
Gabón de "ngweI". A ese respeto, los Upanishads dicen:
Allá, donde el cielo (el espíritu) y la tierra (la materia), la gema y la clara del huevo del
universo, se encuentran, se extiende un espacio tan vasto cuanto el hilo de una navaja o el ala de
una mosca, a través del cual se ha acceso al lugar conocido como "reverso de los cielos", donde el
sufrimiento no más existe.
Si leyéramos los libros del Dr. Arthur Guirdham sobre la secta de Cátaros, una minoría
cristiana esotérica diezmada por la Inquisición, veremos que aquellos que eran quemados vivos,
principalmente las mujeres, enfrentaban sus ejecuciones sin temor, lo que mucho impresionaba
los ejecutantes de esos tenebrosos rituales. Eso era posible porque su disciplina espiritual los
había capacitado a cruzar el punto, o antakarana, y retirar la conciencia de las formas de la
personalidad; en otras palabras, a través de un acto de concentración espiritual, ellos
abandonaban el cuerpo, que entonces perecía en las llamas. Muchas de esas mujeres eran
también curanderas de la más alta capacidad, por lo tanto podían atravesar el puente con entera
conciencia.
Este puente, conectando así lo yo inferior a la altas esferas, constituye una sede de
energías donde el tiempo, el espacio y la materia son superados. Es en esta sede que se encuentra
el cuerpo de luz que denominamos alma, el cual es envuelto por el cuerpo causal. El contacto con
este aspecto de nuestra naturaleza puede ser naturalmente establecido a través de la plegaria y
de la práctica de la meditación, pero él también se da en los momentos de extrema tensión,
especialmente cuando la persona se encuentra en los primeros estados de la muerte. Un best-
David V. Tansley
Dimensiones de la Radiónica.
seller reciente, intitulado Life after Life, es un estudio de la autoría del Dr. Raymond Moody Jr., M.
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D., acerca de este fenómeno, en que ciertas personas atraviesan un periodo de cinco a veinte
minutos clínicamente "muertas". Casi todas, sin excepción, cuentan que dejaban sus cuerpos y
atravesaban o eran fugadas a una gran velocidad al largo de un túnel oscuro. De pasada
vislumbraban otras personas, parientes y amigos, que ya habían muerto. Enseguida, se
encontraban con lo que todos describen como un ser de luz, que los envolvía con los más intensos
sentimientos de amor, alegría y paz. A través de telepatía, tal criatura las ayudaba a evaluar la
existencia que habían llevado hasta el momento de abandonar el cuerpo y entonces su vida les era
dada a ver retrospectivamente como en una pantalla de cine. En este punto, eran obligadas a
retornar al plan físico, y muchas lo hacían con reluctancia, de tal modo se sentían transportadas
por la belleza arrebatadora de sus experiencias. Este retorno era marcado, en la mayoría de los
casos, por un estado de inconsciencia, al cual seguía a la vuelta al cuerpo físico. Del punto de vista
esotérico, no resta duda de que estas personas que "murieron" y enseguida retornaron, cruzaron
el puente que, a ejemplo de Elmer Green, todas describen como un túnel. Era entonces que se
encontraban con el ser de luz, descripción clásica del alma o de Cristo interior envuelto por el
cuerpo causal.
Me tardé un poco en este punto porque existe una escuela de pensamiento en la radiónica
que afirma ser posible, e incluso recomendable, diagnosticar y tratar del cuerpo causal. Como no
podía ser de otro modo, estoy en completo desacuerdo con este punto de vista, el cual se origina
de una comprensión errónea del ser espiritual y de sus vehículos. Detengámonos por algunos
instantes, a fin de considerar ciertos aspectos del cuerpo causal.
Me gustaría introducir aquí una serie de citas de los escritos de Alice Bailey encontrados
en el libro The Soul - The Quality of Life, a fin de subrayar la razón de mi discordancia en relación a
cualquier corriente de pensamiento de la radiónica que tenga la pretensión de tratar del cuerpo
causal.
El Cuerpo Causal, considerado a partir del plano físico, no es de modo algún un cuerpo, ni
subjetiva ni objetivamente. A parte, él es centro de la conciencia egotista (alma), siendo formado
por la conjunción de buddhi y manas. ES relativamente estable y consigue atravesar todo el largo
ciclo de encarnaciones, solamente disipándose después de la cuarta iniciación (crucifixión), cuando
la necesidad de renacer ya no existe más para el ser humano. Al considerar el cuerpo causal,
estamos tratando específicamente del vehículo de manifestación de un Ángel solar, el cual
constituye su fuente de vida y se ocupa de construirla, perfeccionarla y expandirla, reflejando así,
en una escala ínfima, la obra del Logos en su propio plano. El cuerpo causal es el vehículo de la
conciencia superior, el templo donde Dios hace su morada, el cual parece ser de una belleza tan
rara y de urna estabilidad garantizada por una base tan sólida que, reducida a la última piedra esa
obra de tantas vidas, aun así amarga es la copa que bebemos e inenarrablemente desolada parece
la unidad de la consciencia.
El modo como los practicantes de la radiónica se ilusionan cuando pretenden tratar de ese
cuerpo, que a fin de cuentas es el "templo de la alma", es algo que escapa a mi comprensión. Pues,
David V. Tansley
Dimensiones de la Radiónica.
con efecto, lo que postulan es que el alma o Cristo interior necesita de sus cuidados, los cuales
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provienen del yo inferior. Ellos parecen suponer también que el Cristo interior puede enfermar.
Eso, para mí, es algo absolutamente inadmisible, y debo añadir que sólo es posible unir el alma y
su vehículo, el cuerpo causal, cuando se cruza el antakarana, y cuando se tiene ese poder ya no
hay necesidad alguna de recurrir a la parafernalia del tratamiento radiónico.
El cuerpo etérico, tal como afirmé anteriormente, tiene una función primordial, que es a
de conducir la energía para el cuerpo físico y vitalizarlo, integrándolo así al cuerpo etérico de la
Tierra y del sistema solar. En el plan etérico, todas las distinciones desaparecen, sin embargo la
individualidad permanece. Bailey afirma:
David V. Tansley
Dimensiones de la Radiónica.
Se trata aquí de la importancia del verdadero cuerpo físico para el discípulo. El aspecto
109
práctico se prende al núcleo del cuerpo etérico y a su relación con el cuerpo físico denso.
1. El núcleo se localiza al largo del canal espinal etérico. Cada núcleo o vórtice de
vitalidad posee su correspondiente en el cuerpo físico denso. Lo importante es que
los núcleos físicos o órganos localizados son efectos de la acción vibratoria de los
núcleos etéricos. Estos, por su parte, son efectos de los núcleos correspondientes
en los niveles emocionales.
2. En nuestra fisiología, existen siete núcleos - tres primarios y cuatro secundarios.
Ellos no solamente poseen sus correspondencias en el organismo físico, como
también en el sistema planetario y en los organismos del sistema solar.
3. Los tres principales núcleos son la cabeza, la garganta y el corazón. Los cuatro
secundarios son el plexo solar, el sacro, el bazo y la base de la espina.
Cosgrove efectúa esta división de los núcleos en primarios y secundarios, basándose en los
tres aspectos de la energía encontrados en el alma. Los núcleos de la cabeza están relacionados
con el principio de la Voluntad, los de la garganta, con la Inteligencia Activa, y los del corazón, con
el Amor-Conocimiento. Los demás no son tan relevantes desde el punto de vista evolutivo. No hay
contradicciones entre este método de división y aquel que estipula que la cabeza, la frente, la
garganta, el corazón, el plexo solar y los chakras de la base y del sacro son los principales núcleos,
y que además de esos existen 21 chakras más pequeños enteramente distinguidos e incontables
núcleos de energía más pequeñas en el mecanismo humano. El núcleo del bazo constituye una
categoría propia, en la medida en que está directamente conectado a la regeneración del yo
inferior, absorbiendo fluidos pránicos del Sol para este fin, antes de distribuirlos a los otros
núcleos y al cuerpo etérico.
Alice Bailey amplía la explicación de Cosgrove cuánto a la importancia práctica del cuerpo
etérico, y que yo voy a citar integralmente sus palabras, pues en ellas concluyen un gran número
de informaciones importantes para el terapeuta de la radiónica. Escribe Bailey:
Son los núcleos que mantienen el cuerpo unido y hacen de él una totalidad coherente,
vitalizada y activa... Una persona puede estar enferma e indispuesta, o fuerte y sana, de acuerdo
con el estado de los núcleos y de sus precipitados, las glándulas. Nunca se debe olvidar que los
núcleos constituyen el principal instrumento sobre el plano físico de que el alma se sirve,
expresando, por su intermedio, vida y calidad, de acuerdo con el estado alcanzado del proceso
evolutivo. Y que el sistema glandular es simplemente una consecuencia - inevitable e irreversible -
de los núcleos a través de los cuales el alma ejerce su acción. Las glándulas, por lo tanto, expresan
plenamente el estado de evolución alcanzado por el hombre, y de acuerdo con este son
responsables por las deficiencias y limitaciones o por la eficiencia y armonía. La conducta y el
comportamiento del hombre en el plano físico son condicionados, controlados y determinados por
la naturaleza, calidad y vitalidad de los núcleos; estos, por su parte, son condicionados,
controlados y determinados por el alma, aumentando su eficacia a medida que el proceso
evolutivo avanza. Antes del alma, ellos son condicionados, calificados y controlados por el cuerpo
David V. Tansley
Dimensiones de la Radiónica.
astral, y posteriormente por la mente. La meta del ciclo evolutivo es llegar a este control, a este
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condicionamiento y determinación por parte del alma; se encuentran seres humanos en todos los
estados imaginables de desarrollo en el interior de ese proceso.
Los métodos de diagnóstico y tratamiento radiónico son, pues, medios a través de los
cuales el practicante puede venir la determinar que factores, en el cuerpo mental y astral, así
como en la forma etérica, causan la obstrucción y el desvío del flujo de energías del alma a través
de los chakras. Así, el practicante tiene el camino abierto para prestar una ayuda efectiva al alma
encarnada, a través de la remoción de esos bloqueos a la expresión de la energía almacenada en
los planos mental, astral y etérico. Puede ser que eso suene de modo un tanto grandilocuente,
pero se debe llevar en consideración que toda cura verdadera implica una modificación en la
conciencia de la persona en tratamiento, pues esta, muy simplemente, es capaz de expresar mejor
lo yo céntrico. Ruth Drown tenía plena conciencia de la importancia del sistema glandular, pues
siempre dedicaba algunos minutos de atención al tratamiento de las principales glándulas antes
de lidiar con los demás problemas. Soy de la opinión de que, si prestáramos un poco más de
atención a los núcleos de fuerza que generan y gobiernan las glándulas, nuestra eficacia como
practicantes de la radiónica ciertamente aumentará.
Como la cuestión del cuerpo etérico implica automáticamente los chakras, relacionaré a
continuación los siete principales chakras localizados a lo largo del canal espinal etérico, con las
glándulas correspondientes y las partes del cuerpo por ellas gobernadas.
No suministraré mayores detalles además de estos, pues trato de este asunto más a fondo
en Radionics and the Subtle Anatomy of Man, y no hay razón alguna para volver a hacerlo cuando
el lector puede recurrir fácilmente al primer libro de esta serie. Hay, sin embargo, dos puntos que
me gustaría subrayar: primero, evitar siempre en lo posible el empleo de términos hindúes o
sánscritos para designar los núcleos y los diversos cuerpos del hombre. Son palabras casi siempre
muy largas, de pronunciación variable según cada fuente, y nada se gana con su utilización, a no
ser tal vez la flexión de algunos músculos secundarios del ego inferior. El segundo punto es más
importante y dice respeto a la localización de los núcleos de fuerza. Un sistema de la radiónica
llega aún a afirmar que ellos se hallan localizados a la derecha de la médula espinal, cuando la
evidencia proporcionada por las fuentes auténticas comprueba que ellos se hallan fuera del
David V. Tansley
Dimensiones de la Radiónica.
cuerpo, en el plano etérico. Para dondequiera que nos volvamos, nos topamos también con los
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diagramas divulgados por el teosofista C. W. Leadbeater, los cuales muestran los chakras
distribuidos por la parte frontal del cuerpo. Hay motivos de sobra para sospechar que su visión de
los chakras está lejos de ser correcta. Un contemporáneo de Leadbeater, Sir John Woodroffe,
renombrado especialista en el asunto, expone en su tratado sobre los núcleos, The Serpent Power,
la siguiente crítica a las concepciones de Leadbeater:
Podemos citar aquí el relato de un conocido escritor "teosofista" a propósito del que él
denomina "centros de fuerza", y de la "Serpiente de Fuego", de la cual él afirma haber tenido
experiencia personal. Aunque el autor refiérase también al Yoga-Sastra, sería tal vez útil, a fin de
evitar mayores equívocos, subrayar que su relato no pretende ser una ilustración de las
enseñanzas de los yoguis hindúes (cuya. cualificación el autor desconsidera, de cierto modo, en
favor de su propia concepción de la Yoga), presentándose antes como una interpretación del
propio autor (reforzada, como él juzga, por algunos conocimientos hindúes) de la experiencia
personal por qué (afirma él) pasó.
Lo que Sir John Woodroffe está queriendo decir de manera educada y auténticamente
gentil es que Leadbeater habla de la boca para fuera, o antes, del frente de su cuerpo astral. Pues,
a pesar de su extraordinaria contribución para la divulgación de la sabiduría oriental en el
Occidente, Leadbeater parece haber dejado que sus propias opiniones prevalecieran sobre la
considerable extensión de conocimientos adquiridos sobre el asunto en cuestión. No dudamos de
que él haya tenido una experiencia personal de esos aspectos de su naturaleza intrínseca, pero su
punto de vista es aún el nivel astral y no el mental y, así pues, su visión deformada de los núcleos
no corresponde a los hechos, pues él los sitúa en la parte delantera del cuerpo y no atrás, a lo
largo de la columna espinal. Esta su concepción fue naturalmente divulgada a través de sus
escritos, cayendo, por lo tanto, en el dominio público. El resultado de eso es que muchos autores
que no se dieron al trabajo de confrontar sus afirmaciones a la luz de otros escritos, simplemente
adoptan su modelo, presentando los chakras distribuidos por la parte delantera del cuerpo,
contribuyendo así para difundir y mantener el equívoco, con todas sus secuelas. Un ejemplo
acabado de ese estado de cosas fue la conferencia pronunciada por el profesor William Tiller en el
Simposio de Stanford, intitulada Consciousness, Radiation, and the Developing Sensory System,
que se valía de los diagramas presentados en los libros de Leadbeater para ilustrar los chakras. Si,
de cualquier modo, los diagramas no alteraban lo que el profesor Tiller tenía a decir, daban sin
embargo crédito a la idea de que eran exactos, lo que en la verdad no son.
David V. Tansley
Dimensiones de la Radiónica.
una explicación simple acerca del mecanismo de muchos fenómenos revelados por la psicología
109
moderna.
Annie Besant describe este cuerpo como siendo un tanto semejante, cuanto al formato, al
cuerpo físico, sin embargo extendiéndose además de él a distancias variables. Para el clarividente,
él surge como un campo de colores en constante mutación, materializándose tan solamente para
desvanecerse y ser sustituido por otro. Es un reflejo del pensamiento y de los procesos
emocionales del individuo. Si hay pureza y elevación de pensamiento, los colores serán vivos y
nítidos; por el contrario, si las configuraciones del pensamiento y las reacciones emocionales sean
de orden inferior, entonces el cuerpo astral se mostrará congestionado y los colores turbios. El
común de la gente actualmente se halla polarizada en el cuerpo astral, y este, cuando está
sobrecargado, produce efectos nocivos sobre los cuerpos etérico y físico. Se piensa que 90% de las
enfermedades son originadas en los planos astral y etérico.
Reacciones colectivas cómo las que se pueden observar en los partidos de fútbol
constituyen un óptimo ejemplo de cómo las fuerzas negativas pueden fácilmente manifestarse a
través de un grupo de personas cuyos cuerpos astrales se hallan mezclados. El drogadicto
naturalmente reacciona en ese mismo nivel, siendo que los "viajes", buenas y malos, no son más
que ejemplos de los aspectos superior e inferior del plano astral - el "cielo" y el "infierno". El
vocabulario del drogado o del junkie ofrece una interesante ilustración del que el uso continuo de
tales estimulantes puede acarrear. Por un momento, retornemos nuevamente al diagrama de
Elmer Green y al que él dice acerca de los varios niveles, a fin de verificar como esto se da.
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Esto significa que, si no fuera establecida una conexión apropiada entre los aspectos
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personal y transpersonales del individuo, este podrá, a través del uso de drogas, de las técnicas de
respiración de la Yoga o de métodos inadecuados de meditación, ser proyectado más allá de las
barreras, de entrada en el subconsciente y enseguida en los niveles extrapersonales del campo
planetario de la mente. Cuando un drogadicto dice que está "viajando", hay una gran verdad en su
afirmación, y mientras más drogas él tome, más aumentará su aislamiento, hasta que su
personalidad se vea totalmente tomada por los contenidos del campo planetario. Eso puede
conducir a la muerte física de su organismo o, en el mejor de los casos, llevarlo a una alienación
mental. Finalmente, el cuerpo astral puede ser la fuente de graves perturbaciones, siendo el
conocimiento de este aspecto de los campos del hombre de gran importancia para la práctica de la
radiónica. Se debe tener en mente, también, que existen chakras astrales, de la misma forma
como existen chakras etéricos.
El último de los cuerpos del hombre que debemos considerar es el cuerpo mental. Tal
como el cuerpo físico, con sus aspectos densos y etérico, el cuerpo mental también se divide en
dos partes distinguidas. El aspecto superior o mente abstracta se encuentra por encima de los tres
planes superiores del nivel mental. Es ahí que se encuentra el Lotus solar del alma, envuelto por el
cuerpo causal. El diagrama de Bailey muestra el punto céntrico del Lotus, la gema, localizada en
medio de esos tres planos; además, ella necesita la localización de ese punto como si él estuviera
situado en la conciencia del discípulo de la sabiduría. En la persona no desarrollada
espiritualmente, ese punto se encuentra en el más bajo de los tres planos; en un Maestro de la
Sabiduría él se localiza, lógicamente, en el más alto. El antakarana, con su triple subdivisión,
conecta la unidad mental (que desempeña el papel de átomo permanente para lo yo inferior) al
átomo mental permanente, a fin de proveer un pasaje, o puente del arco-iris (señal de la promesa
divina en los cielos), tal como es también conocida, a lo largo de la cual el individuo (después de
haber establecido el puente y adquirido práctica) pueda desplazarse a voluntad de los niveles
inferiores de la mente concreta para aquellos que se sitúan en la mente abstracta y más allá de
ella.
El cuerpo mental es, con efecto, aquella porción mayor de la mente que el alma encarnada
arrastra a la vuelta del átomo mental permanente, y esta substancia forma un cuerpo que es
usado para los fines del pensamiento racional, lógico y deductivo. A través de él, el Pensador
(alma) funciona con eficacia cada vez mayor a medida que la evolución se procesa. Se debe notar
también que solamente los tres chakras inferiores del total de siete son representados en el plano
mental, los otros cuatro están en función del alma y en ella son encontrados.
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Dimensiones de la Radiónica.
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que esa confusión surgió porque los hindúes atribuyen al hombre cinco revestimientos (koshas) o
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cuerpos, que enumeran de la siguiente manera:
Madame Blavatsky nota, en La doctrina secreta, que esas diferencias de opinión entre las
varias corrientes de pensamiento son generalmente el producto de la multiplicidad de puntos de
vista que los adeptos de cada una de ellas sostienen. Algunas son sólo más abarcantes y próximas
de la realidad que las otras. Acerca de eso, escribe ella:
Así, mientras los hombres formados en el Occidente tenían, y aún tienen, que ocuparse con
el cuatro o materia, los ocultistas orientales y sus discípulos, los grandes alquimistas del mundo
entero se ocupan de todo el Septeto. Así, rezan estos Alquimistas: "Cuando el Tres y el Cuatro se
besan, el Cuaternario junta su naturaleza intermediaria al Triángulo" (o Tríada) "y se transforma
en un cubo; solamente entonces es que él (el cubo extendido) se hace el vehículo y el número de la
VIDA, el Padre-y-Madre SIETE.”
En una nota al pie a este pasaje, Blavatsky afirma que ciertos brahmanes instruidos
protestaron contra la división septenaria que aparece en la Antigua Sabiduría, particularmente
como a expresa la Teosofía. Ella concordaba que ellos tenían razón de protestar, dato su punto de
vista, pues el número más pequeño de factores con que ellos lidiaban era enteramente suficiente
para la especulación puramente metafísica y filosófica, así como para las finalidades de la
meditación. Sin embargo, para los fines prácticos de la instrucción ocultista y para la comprensión
de la naturaleza de la VIDA (y en esta palabra se halla incluido el hombre), ella creía que la división
septenaria era mejor y más fácil de emplear. Estoy seguro de que cualquiera que se disponga a
estudiar la materia acabará por concordar fácilmente con ella.
David V. Tansley
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Sin embargo, creo que sería más práctico, principalmente del punto de vista del
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diagnóstico y del tratamiento radiónicos, hacer una distinción entre los procesos mentales y
emocionales del hombre, especialmente cuando se tiene en cuenta que hoy día ellos se hallan
polarizados de manera tan clara e inequívoca. Pocas personas, por ejemplo, confundirían un
acceso de nervios, que se origina de la actividad del cuerpo astral, con la tesis científicamente
fundamentada de que se trataría inequívocamente de una reacción del cuerpo mental. Concuerdo
que el cuerpo astral y el cuerpo mental se hallan estrechamente relacionados en el hombre; y
más, en muchas personas, hoy, la actividad del aspecto inferior del cuerpo astral es tan intensa,
que llega a afectar el cuerpo mental. Muchos disturbios psicológicos tienen sus raíces en esta área,
donde se registra una fuga de fuerzas astrales negativas sobre el plano mental inferior.
De igual manera, nos parece que sería igualmente práctico distinguir claramente el cuerpo
etérico del cuerpo físico denso, en vez de considerarlos indistintamente como una misma entidad,
o, lo que es peor, negar la existencia del primero. Nadie, estoy seguro, confundiría el contenido de
una fotografía Kirlian o de una fotografía radiónica con la forma física densa. Sería mucho más
pertinente pensarlas en términos de substancias bioplásmicas o etéricas.
Para nuestros propósitos, pues, y por intermedio de un breve resumen, preferimos, por
razones prácticas, la división septenaria, que atribuye al hombre siete vehículos de manifestación,
que son los siguientes:
1. Monádico
Los Tres 2. Espiritual
3. Intuitivo
4. Mental
5. Emocional
Los Cuatro
6. Etérico
7. Físico Denso
Hay una tendencia cada vez más acentuada, en la psicología y en la parapsicología, para
emplear este tipo de división septenaria para ilustrar la forma y las funciones del hombre y de los
campos de que él utiliza y en los cuales vive. Como nota Elmer Green, este modelo es el mejor de
que disponemos cuando se trata de unificar los conocimientos objetivo y subjetivo que poseemos
del hombre. Aquellos que lo utilizan en su abordaje de la radiónica, luego reconocerán la verdad
subyacente a esta afirmación.
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CAPITULO 4
Si los hombres de ciencia y extraordinaria capacidad intelectual, entre los cuales figuras
del porte de Newton, Leibniz, Clarke y Kant, discutieron los pros y los contras de la acción a la
distancia, la creencia en este fenómeno y su demostración forman parte del folclore y de la
medicina popular desde los albores de la Prehistoria. El hecho singular de que una persona pueda
ejercer influencia sobre otra a la distancia, constituye uno de los principios fundamentales de
todas las llamadas formas primitivas de cura, siendo que los chamanes, sea entre los esquimales,
los indios americanos o africanos, testifican este hecho. Por ocasión de una conferencia que
pronuncié en Sudáfrica en 1975, promovida por la Radionic Association, Credo Mutwa, un
conocido Sangoma Zulu, formaba parte de la mesa de debatidores, y vale registrar aquí su
reacción a mi palestra sobre la radiónica y la fotografía radiónica. A finales de mi exposición, él se
levantó en toda su majestad y, su manera distinguida, me dije: "¿Usted está queriendo decirme
que los blancos están finalmente descubriendo aquello que los negros ya sabían a tanto, tanto
tiempo?” Yo sólo podía responder: "Sí, y todo lo que hicimos fue añadir un poco de tecnología a la
cosa." Aunque corriente en las sociedades tribales, la acción a la distancia es señalada por las
tradiciones británica y europea. En muchos condados ingleses, los labradores acostumbran dar
más atención al objeto que hirió la pata de sus caballos del que a la propia área alcanzada. Se
cuenta que Sir Kenelm Digby, el célebre autor de Powder of Sympathy, trató, cierta vez, de un
hombre que fuera gravemente herido en un duelo, tomando un pedazo de paño embebido en su
sangre y juntándolo a una solución de polvillo, y, a consecuencia de eso, el dolor pasó y el hombre
se sintió recuperado. Más tarde, cuando Sir Kenelm retiró el paño de la solución, el hombre volvió
a sentir un dolor lacerante en el lugar de la herida, y entonces despacho un criado para avisarle
que él estaba correcto de que el tratamiento había sido interrumpido y, así, le rogaba retomarlo lo
más deprisa posible. Lo que todo indica, esta forma de tratamiento era bastante común, pues
Francis Bacon escribe que se había observado muchas veces que la herida desaparecía cuando se
pasaba el bálsamo sobre la arma que lo había causado.
Hoy, los parapsicólogos de todo el mundo se deslumbran sobre esa especie de fenómeno.
Durante la década de 60, surgieron evidencias de que Rusia estaba invirtiendo seriamente en
investigaciones científicas a fin de determinar qué factores se hallaban implicados en la acción e
influencia a la distancia. El capitán Edgar Mitchell hizo públicas las experiencias telepáticas por él
realizadas durante su histórico vuelo a la Luna. Así, un dominio que hasta bien poco tiempo era
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Muy antes, en 1869, un médico francés de nombre Dusard descubrió que podía hacer
adormecer una persona por intermedio de sugerencias mentales a la distancia, y, en 1878, otro
médico francés, llamado Héricourt, hizo experiencias semejantes con uno de sus pacientes y
descubrió que podía dictarle que dejara su casa y caminara por ciertas calles hasta un lugar
determinado, sin que él supiera lo que estaba haciendo.
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A partir de estos ejemplos, se hace claro que la mente puede ejercer influencia a la
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distancia. Del punto de vista de la radiónica, interesa particularmente el hecho de que los
individuos, en las experiencias de los soviéticos, sabían cuando estaban siendo influenciados y por
eso los pacientes sometidos a tratamiento radiónico algunas veces registran el momento en que
"entran en sintonía", siendo que un médico hindú, el Dr. A. K. Bhattacharyya, me contó que
algunos pacientes suyos en Canadá percibían de inmediato que sus fotografías estaban siendo
irradiadas por las radiaciones de piedras preciosas a partir de su clínica localizada en Naihati,
Bengala, y podían identificar la frecuencia correcta de transmisión. El símbolo de una línea que
conecta el receptor y el emisor trae a la mente la teoría Kahuna sobre la línea aka, de que se
servían los curanderos polinesios a fin de ejercer influencia a la distancia sobre las personas. De mi
parte, creo que nosotros empleamos líneas o cadenas energéticas semejantes, constituidas por
substancias astrales, mentales y etéricas, cuando sometemos un paciente al tratamiento
radiónico. Examiné esta teoría en mi libro Radionics - Interface with the Ether Fields, en el tópico
intitulado "The Geometric Etheric Links", de modo que no entraré aquí en mayores detalles a
respeto, limitándome a remitir el lector a aquella fuente.
Siguiendo los pasos de Cleve Backster y Marcel Vogel, muchos realizaron, con éxito,
experiencias destinadas a comprobar que las plantas podían reaccionar a la distancia a la
influencia mental del hombre. En San Jose, tuve la oportunidad de presenciar una experiencia
realizada por Marcel Vogel, destinada a verificar el estado de los chakras de una persona, con un
pedazo de hoja de filodendro presa a un puente de Wheatstone y un aparato registrador muñido
de una quita de papel móvil. Habiendo comprobado que varios centros no estaban funcionando
debidamente, Marcel pasó a tratar mentalmente de uno de ellos, buscando equilibrarle las
funciones. En el momento en que el equilibrio del chakra fue restablecido, la aguja pasó a deslizar
horizontalmente por el pedazo de papel, trazando una línea normal. Lo que Marcel realizó con una
planta y equipamiento electrónico el practicante de la radiónica hace con el péndulo y los
instrumentos radiónicos, y si bien en su caso los resultados no sean ilustrados de modo tan
dramático, el principio es prácticamente el mismo. Ambos métodos se valen de preguntas y
respuestas a fin de determinar los factores subjetivos relativos a la condiciones de salud y a la
enfermedades, y ambos proyectan la energía para propiciar la cura - MarceI, directamente, el
practicante de la radiónica, por intermedio de los instrumentos destinados a ese fin. La cuestión
fundamental es, naturalmente, la siguiente: como eso funciona? Y la respuesta es: nadie sabe
realmente, a pesar del hecho de una gran cantidad de personas haber pasado horas incontables
teorizando sobre los mecanismos de ese fenómeno. En 1960, después de haber pasado muchos
años atendiendo según líneas estrictamente ortodoxas, seguidos por un largo periodo de
incursiones e investigaciones en áreas no-ortodoxas, el Dr. George Laurence, en un panfleto
intitulado a Knowing and Affecting by Extra Sensory Means, escribió:
Después de dieciocho años de práctica, no sé se estoy más cerca de saber cómo o por qué,
de cualquier modo, la radiestesia funciona, sin embargo estoy cada vez más convencido de que la
respuesta se encuentra antes en el dominio de la percepción extrasensorial del que en los límites
de las ciencias exactas.
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Yo sé, sin embargo, sin cualquier sombra de duda, que ella funciona, y tengo certeza de
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que podría traer respuesta a incontables problemas médicos y transformar la medicina, de un arte
incierto, en una ciencia exacta, contribuyendo de manera inestimable para mitigar el sufrimiento
humano o animal.
Wilhelm afirma que estos versos se refieren a la influencia involuntaria ejercida por el ser
espiritual de una persona sobre otras de espiritualidades afines. Siempre que alguien expresa
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sinceramente un sentimiento o una verdad, está ejerciendo, de modo misterioso, una influencia
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de gran alcance, cuyas raíces remontan al íntimo de la persona. Confucio dice de estos versos:
Como mencioné anteriormente y repetiré aquí, existe un axioma esotérico que afirma que
la energía acompaña el pensamiento. En Letters te lo la Disciple, Eugene Cosgrove presenta la
siguiente cuestión:
Y él nos responde:
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realidad, de perturbaciones del mecanismo astral; el cuerpo mental del hombre no funciona aún
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suficientemente, ni con la potencia requerida, para llegar a causar propiamente alguna
enfermedad en sí aún. Esto, además, está de acuerdo con las enseñanzas de la Antigua Sabiduría.
Se hizo claro para los soviéticos que alguna forma de interacción telepática intervenía en
sus experiencias de acción a la distancia, y es decir lo aunque se verifica en la radiónica entre el
paciente y el practicante. Alice Bailey señala la existencia de varias formas de telepatía. En el
interior del individuo:
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CAPITULO 5
Tanto los científicos ortodoxos como los científicos espiritualistas concuerdan que las
energías y fuerzas componen todo lo que existe. Según un viejo axioma, no hay nada distinto de la
energía, y todo lo que vemos y observamos a nuestro alrededor es una prueba de esa realidad. La
Dr. Drown, con su amplio conocimiento de la Cábala, es consciente de que la existencia del cuerpo
físico, a partir de los átomos y las moléculas, no se confunda con la vida que anima la carne y el
mantenimiento de un conjunto coherente, y esto se trasluce en por encima de su afirmativa. Es
sólo otra manera de decir que el cuerpo físico no es un principio, pero sólo un autómata
impulsado por las fuerzas que, procedentes de otros vehículos, lo atraviesan. El hombre vive en el
cuerpo etérico del planeta, bajo el incesante flujo de energía y las fuerzas que circulan el sistema
solar. Sus chakras, cada uno de ellos sensible a un determinado patrón de actividad vibratoria,
actúan como conductores de la energía que emanan de las fuentes de nuestro sistema planetario
e incluso fuera de ella. Ellos también se hayan sujetos a las energías que emanan de la propia
tierra y los pensamientos y sentimientos de las criaturas. El bazo es la expresión externa de un
vínculo directo con las fuerzas vitales del Sol, que revitalizan su forma física a través del doble
etérico. La figuras geométricas de todas las formas de vida en todos los reinos de la naturaleza son
el resultado de la acción de cuatro fuerzas etéricas formativas, y el libro del cuerpo humano, con
su sello en la parte de atrás, puede ser prontamente descifrados y revelar sus misterios cuando
alguien posea esta clave.
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agregan una cantidad suficiente de materias etéricas y astrales a su alrededor para que,
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finalmente, se manifiesten en el plan físico. Muchas fuentes esotéricas afirman que todo el medio
ambiente, incluso las casas en que vivimos, no pasa de ser creaciones de la mente sostenida
únicamente por el pensamiento, configurando una verdadera alucinación colectiva, mantenida y
regulada por una instancia telepática inconsciente. Como este no es el lugar adecuado para
examinar más a fondo esta cuestión, remito el lector a los libros de Carlos Castañeda y Jane
Roberts, principalmente.
Al largo de los años, pude observar ese fenómeno con respecto a un cierto número de
prácticas, siendo que dos de ellas ofrecen ejemplos particularmente ilustrativos. El primero es el
Laboratorio De La Warr, donde la sala de tratamiento es equipada con un conjunto transmisor-
receptor radiónica prendido a una muestra de la sangre de un paciente sometido a tratamiento a
la distancia y, prendido con un clip, una tarjeta con seis modalidades de tratamiento y seis áreas
correspondientes de aplicación, representando las partes del cuerpo que se destinan al
tratamiento. Estas son indicadas simplemente por números, sin cualquier referencia a órganos y
terapias específicas. Cada hora y media, el tipo de tratamiento es intercambiado por una persona
que desconoce cuáles son las modalidades correspondientes a los números. Pues bien, este
método contrasta flagrantemente con los procedimientos individuales corrientes, en que el
operador tiene conocimiento de la modalidad de tratamiento que está siendo utilizada y de la
correspondiente área de aplicación en el cuerpo. Mentalmente, él canaliza la energía de cura
(patrón) para un área determinada, y es fácil de comprender el mecanismo de ese proceso. En el
laboratorio, no obstante, no hay ninguna mentalización específicamente dirigida por parte de la
persona encargada de ajustar o intercambiar los tipos de tratamiento, y, no obstante, el
tratamiento es más eficiente. Yo diría que en el Laboratorio De La Warr existe una poderosa
forma-pensamiento, lo que es perfectamente posible cuando se conoce la enorme cantidad de
trabajos ejecutados en el lugar durante años, y cuando se sabe que el levantamiento de cada caso
y la línea de tratamiento correspondiente están a cargo de Marjorie De La Warr, lo que equivale a
decir que la forma-pensamiento capaz de propiciar la cura es contactada con éxito. La persona que
cambia los patrones de tratamiento desempeña simplemente la función de activar la "directriz de
la memoria" de la tentativa de cura inherente a cada tipo, generando así un flujo de pulsaciones
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de energía positiva para el paciente bajo tratamiento durante un ciclo de veinticuatro horas, que
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se repite continuamente hasta que la cura sea alcanzada.
Ahora, lo que el practicante necesita saber para crear una forma-pensamiento y facilitar su
trabajo. Primero, la claridad de raciocinio es absolutamente indispensable, pues sin ella la entidad
no resultará harmoniosa y funcional. El perfecto control del cuerpo astral es también esencial,
para que ella no sea afectada por pensamientos negativos y destructivos. ES preciso purificarla de
todo el miedo, rabia, resentimiento, avidez u otras reacciones emocionales que puedan perturbar
o perjudicar la eficiencia de la entidad mental.
Muchos practicantes que conozco están envueltos de una manera o de otra con la práctica
de la meditación y de la oración como parte de su vida diaria. La radiónica, en virtud de sus
características intrínsecas, atrae ese tipo de personas, y naturalmente ellas son, por muchos
aspectos, justamente del tipo que crea una forma-pensamiento capaz de servir a la cura de modo
totalmente inconsciente. Es cierto, sin embargo, de que si cada mañana" el practicante reserva
algún tiempo para perfeccionar la naturaleza de la entidad, él será bien recompensado, pues no se
debe olvidar que una entidad mental como esta se origina en el alma o en el Pensador, y el
practicante que se vuelve diariamente para la Fuente readquiere fuerzas y encuentra amparo y
orientación para su trabajo diario.
Antes de concluir este breve capítulo, quiero detenerme un poco en las palabras "energía"
y "fuerza". Existe una tendencia, y yo no soy menos responsable por ella, a emplear estas dos
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palabras de modo indistinto. En las enseñanzas esotéricas, se verifica una clara distinción entre los
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dos términos, y como esa cuestión no fue abordada aún en ningún libro sobre la radiónica, tal vez
sea útil aprovechar la oportunidad para abrir un paréntesis aquí.
Referencias a esta distinción pueden ser encontradas en Esoteric Healing, de Alice Bailey,
que escribe:
Fuerzas son aquellas energías contenidas y aprisionadas por alguna especie de forma - un
cuerpo, un plano, un órgano, un centro; energías son aquellas corrientes dirigidas que causan
impacto sobre esas fuerzas represadas (si así puedo llamarlas) a partir de una forma mayor o más
abarcante, a partir de un plano más sutil, estableciendo así un contacto con una fuerza vibratoria
más intensa. Una forma de energía es más sutil y más potente del que la fuerza sobre la cual ella
causa impacto o con la cual ella establece contacto; la fuerza es menos potente, sin embargo
estabilizada. En estas dos últimas palabras, tenemos la llave para el problema de la relación de
energías. La energía libre, del ángulo del punto de contacto estabilizado, es de cierto modo menos
eficiente (dentro de una esfera limitada) que la energía que ahí ya se encuentra estabilizada.
Este pequeño texto nos proporciona un interesante concepto, que ningún practicante de
la radiónica de mi conocimiento había considerado antes. De acuerdo con esa definición, el
practicante de la radiónica ejerce, para los fines de la cura, un dominio efectivo sobre la energía,
en el verdadero sentido de la palabra, siendo que esa frecuencia de energía es simbolizada por el
patrón o tarjeta que esté siendo empleado en el tratamiento en cuestión. Esta energía libre es
direccionada para causar impacto sobre un órgano, un chakra o un punto cualquier afectado por la
enfermedad, que por definición es una energía o una fuerza reprimida. Si, pues, la energía libre es
más sutil y más potente que el campo de fuerza de una enfermedad, por ejemplo, esta última se
encuentra estabilizada y por lo tanto no se halla sujeta fácilmente a la influencias. Esto me sugiere
inmediatamente que es muy importante “hacer pulsar" la energía utilizada en el tratamiento, pues
así las instrucciones codificadas implícitas en el patrón o en la tarjeta adoptada no causarán sólo
un impacto localizado sobre la fuerza estabilizada de la enfermedad o del órgano, pero
ocasionarán constantes estímulos de pulsación, y tarde o temprano habrá alguna respuesta. Por
analogía, si alguien llama a mi puerta sólo una vez, puede ser que yo lo oiga o no, pero, se llama
varias veces, tarde o temprano obtendrá algún tipo de respuesta; así, creo que lo mismo se da con
los tratamientos radiónicos.
Un otro ejemplo de lo que son fuerza y energía es dado por la homeopatía. Una planta
contiene fuerzas positivas presas, que son liberadas por medio de la agitación del remedio durante
el proceso de preparación del remedio. Tales fuerzas son liberadas solamente para ser transferidas
para la solución alcohólica que hará su acción más eficaz cuando son ingeridas en forma sólida o
líquida. La simulación de potencia radiónica toma la energía libera, la convierte en fuerza dentro
de los límites de la substancia portadora, y esta, por su parte, es nuevamente liberada bajo la
forma de energía libre cuando ingerida oralmente por el paciente.
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Aunque este sea un capítulo breve, creo que él ofrece varios elementos para la reflexión y
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posterior aplicación prácticas. El concepto de creación de entidades mentales y la distinción entre
fuerzas y energías ayudan a complementar con la práctica nuestro conocimiento.
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SEGUNDA SECCIÓ N
La Radió nica y su Instrumental
Malcolm Rae
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CAPITULO SEIS
Nadie que haya hecho un estudio realmente profundizado de la radiónica daría crédito a la
afirmación de que se trata de un proceso mecánico, en el sentido estricto de la palabra, y tampoco
alegaría tratarse de un proceso científico, en el sentido de que ella es leída con factores objetivos,
más que subjetivos. Al contrario, sí, es que es verdad, pues esta concepción de la cura no hace otra
cosa sino identificar los factores causadores de las enfermedades que se hallan ocultos y pasan
desapercibidos a los exámenes clínicos comunes.
Tom Graves, en su excelente libro Dowsing, trata justamente de este punto, afirmando:
La varilla de mago actual puede ser tanto una horquilla concluida en una "caja", cuanto un
péndulo. El molino pseudo-electrónico de la caja no parece ser esencial - conozco un operador que
simplemente anota los números en un pedazo de papel -, pero parece que ella auxilia algunos
operadores.
Me gustaría añadir que conozco un operador que se vale de algas, piedras, pétalas de rosa
y otras cosas más para efectuar el tratamiento a la distancia, y se cuenta que un norteamericano
descubrió que, diseñando en una hoja de papel el esquema del circuito de un instrumento
radiónico Hieronymous y añadiendo a él un prisma real, la cosa funcionaba como un verdadero
aparato. Está claro que a cierta altura el operador puede dejar los instrumentos totalmente de
lado, e está claro igualmente que muchas personas necesitan de ellos como de un centro focal a
partir del cual trabajar. Si adoptan un procedimiento constituido por una serie de etapas, un ritual
preparado, es porque llegan a una intensa concentración de la mente, que, así, puede funcionar
en consonancia con las normas de operación estipuladas por el método de trabajo requerido por
los instrumentos sin perderse o sin que el operador sienta que sus esfuerzos para conseguir un
diagnóstico preciso se malograron en algún punto. Ciertamente, aquellos operadores que no
poseen una considerable experiencia anterior en la utilización de sus facultades extra-sensoriales
son los que más sentirán la necesidad de usar el instrumento.
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Eso depende del técnico que lo utiliza. Puede ser que el técnico o el médico desarrollen su
capacidad para utilizarlo. Puede ser que para algunos eso sea la solución ideal, llegando a
proporcionar ochenta por ciento de diagnósticos correctos, mientras que otros no consiguen más
que diez por ciento. ES un buen instrumento, pero solamente una en quinientas personas sabría
utilizarlo.
Así, parece que existe un fundamento para la utilización de los instrumentos radiónicos, en
la medida en que ellos suministran un foco para la mente del operador trabajar, pero, ¿será que es
decir todo? Si, retomemos a la cita que abre este capítulo, ella afirma "que ellos (los instrumentos
radiónicos) ilustran la acción de ciertas leyes de la Naturaleza, en gran medida aún obscuras o no
identificadas... Creo que si aceptamos los conceptos de Mente Universal y las enseñanzas ocultas,
comenzaremos a intuir lo que son esta acción y estas leyes de la Naturaleza, y constataremos que,
si no existe ningún fundamento científico ortodoxo para el empleo de estos instrumentos, existe
por lo menos otro, lo bastante respetable para merecer alguna consideración.
Se afirma que existen siete llaves capaces de abrir la puerta para el conocimiento de los
dominios espirituales, siendo que diez llaves posibles fueron relacionadas, y son las siguientes:
Psicológica - Astronomía Física o Fisiológica - Metafísica - Antropológica - Astrológica Geométrica -
Mística - Simbólica y Numérica. Cada una de ellas puede ser interpretada exotéricamente,
esotéricamente o espiritualmente, y puede ser aunque tales interpretaciones discrepen a la
primera vista, concordando sin embargo en sus niveles más profundos. La visión espiritual es
siempre más abarcante que la visión puramente exotérica. Y los instrumentos radiónicos están
conectados los factores número, patrón y símbolo, que los relacionan a la Mente Universal. En un
libro publicado en 1975, intitulado The lntelligent Universe, el autor, David Foster, desarrolla de
manera notable la concepción de que el Universo es una gigantesca mente, en la cual la substancia
del mundo se nutre y es procesada como en un ordenador. Señala él que, en la Biblia, está escrito:
"En el principio, era el Verbo", y "Verbo", ahí, otra cosa no es sino datos e informaciones
codificados. Todas las formas de vida, dice él, se basan en los códigos de información contenidos
en el ADN, y el hombre sería en la verdad una tarjeta de ordenador vivo, programado con base en
los códigos cifrados por alguna potencia cósmica. Dios habría sido Ingeniero (hasta 1900),
Matemático (de 1900 a 1930), Mágico (de 1930 a 1965). Actualmente, Dios es un operador de
software, programando el hardware del Universo. Mucha gente caminará por las paredes delante
de semejantes afirmaciones, especialmente los que integran el batallón "anti-plexiglass" o los
"orgánico o nada", pues encaran ese tipo de elucubración como algo que denigra al hombre y lo
reduce a menos que una cifra programada. La verdad es bien otra, pues el Universo se halla en
proceso de revelarse a sí mismo y su funcionamiento a través del hombre; la tecnología es
simplemente un aspecto de ese desdoblamiento. El uso que el hombre pueda hacer de tal
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revelación es otro asunto, sin embargo él, más que todos los otros seres vivos, fue dotado de
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inteligencia y un correcto grado de voluntad propia que, si son usados correctamente, lo harán
apto a colaborar con la Mente Universal y, así, hacerse el factor-llave para lo que Ella tiene que
revelar. Las personas pueden temer los ordenadores o atribuirles la culpa por muchos equívocos,
pero el hecho es que los ordenadores sólo cometen los equívocos que el hombre les induce a
cometer, no pasando, a fin de cuentas, de un pálido reflejo de las actividades del cerebro humano,
que como ordenador es muy superior a cualquier cosa que el hombre ya haya inventado. Los
sabios de China antigua intuían, hace miles de años, que la Mente Universal guardaba las
características de un ordenador, y eso se refleja en el oráculo conocido como I Ching, o El libro de
las mutaciones, que de hecho es uno de los libros esotéricos más vendidos actualmente y
consultado por mucha gente que se siente impresionada con las analogías hechas entre el
Universo, el hombre y los ordenadores.
Los videntes de China comprendieron perfectamente que la matemática, los símbolos y los
patrones eran aspectos de la Mente Universal, y que esos principios podrían ser usados para
obtener informaciones del campo de la mente la fin de lidiar con ciertas situaciones de la vida
capaces, en última instancia, de ampliar y expandir la conciencia del individuo.
En The Intelligent Universe, David Foster señala la siguiente serie de principios, que él
considera características comunes al campo de la mente y a los ordenadores electrónicos
fabricados por el hombre:
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Aunque yo haya abreviado drásticamente las descripciones que David Foster hace de estos
principios y los haya interpretado con mis propias palabras, a la excepción del cuarto, creo que eso
basta para mostrar que los factores estructura, patrón, datos e digitación, en cuanto aspectos de
la mente universal, son de importancia capital para que podamos comprender algo dos
fundamentos subyacentes en los instrumentos radiónicos. Si, tal como sugiere el autor de The
Intelligent Universe, la estructura entera del Universo es basada en la digitación de la materia
(partículas) y en la digitación de la radiación (ondas), que pueden reflejarse en el patrón, contamos
entonces con una fuerte evidencia de que el uso de los patrones o índices radiónicos para los fines
de analizar los datos relativos a la condiciones de salud de los cuerpos físico y sutil del hombre es
algo de suma importancia. Es ahí, naturalmente, que la necesidad de los instrumentos se hace
sentir, pues los índices o patrones de la tarjeta de proporciones simbolizan las enfermedades o
sistemas orgánicos bajo la forma de dígitos o patrones. Por ejemplo, el índice de cura que Ruth
Drown habría usado para tratar de la ciática es 40.351935, lo que en la terminología de Foster
equivaldría a la digitación de radiaciones (ondas). Una parte del cuerpo físico, sea la mandíbula,
8491736, nada más es del que la digitación de la materia (partículas).
La radiónica postula que es posible transferir los datos de cura [digitación de las
radiaciones (ondas)] a través del espacio, de tal modo que ellos vengan a informar al sistema sobre
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Dimensiones de la Radiónica.
el cual causan impacto, lo que necesita ser hecho a fin de corregir un desequilibrio. Los datos de
109
cura sirven como un patrón o una plantilla capaz de acordar al área atacada su armonía inherente
o su estado normal. La enfermedad, pues, es un desvío de la plenitud orgánica que puede ser
representada por una serie de dígitos o por un patrón geométrico. Por ejemplo, el sacro ilíaco en
su estado normal es expresado por los dígitos o por el índice 849923. Un sacro ilíaco luxado o
afectado sufre, así pues, una alteración en su estructuración digital y tal vez sea representado por
la cifra 847913. A través de la irradiación de la frecuencia de tratamiento 849923 y de la pulsación
a que es sometida la onda correspondiente, estamos recordando continuamente al sacro ilíaco
que su estructuración digital necesita ser notada o reprogramada, especialmente cuando los
valores digitales sufrieron alteración, por ejemplo, de 9 para 7, de 2 para 1.
El artículo que se sigue, de la autoría de Malcolm Rae, intitulado Radionic Instruments and
Rates, fue escrito para los lectores de The Radionic Quarterly. En él, fue adoptada la forma de
"preguntas y respuestas" a fin de transmitir el mayor tenor posible de informaciones con el más
pequeño número de palabras. Veremos que las razones por él ofrecidas para la necesidad de
instrumentación en esta concepción de la cura complementan y amplían aquellas ya enunciadas
en la parte inicial de este capítulo.
David V. Tansley
Dimensiones de la Radiónica.
-No. Así como un receptor de radio tampoco puede transmitir información en la ausencia
de oídos para oírla.-
-No.-
-¿Por qué, entonces, hay necesidad de un instrumento para efectuar las mediciones?-
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capaz de entender lo que está siendo dicho en cada uno de ellos en la presencia
109
de interferencia de los otros.-
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En esta analogía, se acentúa la necesidad que tiene el cerebro activo de descifrar las
"razones numéricas" de la partitura, mientras que el mecanismo del toca-disco es todo lo que se
exige para descifrar la representación geométrica del surco en el disco.-
-¿Los instrumentos radiónicos, muchos de los cuales poseen mostradores numéricos para
afinar el instrumento a un determinado pensamiento, utilizan representaciones numéricas?-
No. En todos los modelos, por lo que sé, la finalidad de la escala numerada es la de
posibilitar la construcción de un patrón de proporciones espaciales conocidas dentro del
instrumento.
Por ejemplo, "5 - 9 - 6" son los números seleccionados en tres mostradores consecutivos
de un determinado instrumento; todos los otros mostradores permanecen estacionados en 0. El
patrón geométrico creado en el interior del instrumento será:
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Dimensiones de la Radiónica.
-Sí. Los dos instrumentos más conocidos que no usan mostradores son el reciente
"Peggoty", fabricado por el Sr. Butcher, y que se vale de un método simple y rápido para ajustar
las proporciones deseadas a través de pinzas presas a terminales apropiadas, y los instrumentos
idealizados por mí para la operación con tarjetas, que emplean figuras geométricas consistiendo
de un correcto número de distribución del círculo a través de líneas que conectan su centro a su
periferia. La tarjeta usada en este tipo de instrumento se asemeja, en la verdad, a la
superposición sobre un centro común de los varios mostradores consecutivos de los
instrumentos, aunque, debido a un correcto número de motivos, la posición de las distribuciones
sobre la tarjeta no coincida exactamente con aquellas estampadas en los mostradores.-
-¿Y qué es exactamente Lo que el practicante mide cuando está haciendo un análisis con su
instrumento?-
-¿Cómo es esto?-
David V. Tansley
Dimensiones de la Radiónica.
-Sí, el péndulo-
-¿Por qué?-
-Sí, es esencial que el "descubridor" entiende que hay una diferencia entre "saber" y de
"inventar". "descubrir" o "tener en la ciencia que ya existe" es la asignación de la intuición,
mientras que "inventar" es un atributo de la imaginación.-
David V. Tansley
Dimensiones de la Radiónica.
1. Los que representan los pensamientos por medio del cual el Creador de este
Universo lo definió, así como cada una de sus funciones y estructuras, inclusive
en relación a sí mismo. En relación a la existencia de cualquier hombre, estas son
permanentes, teniendo probablemente la duración de vida del propio Universo.
Son, así pues, importantes, y podrían ser consideradas como el "programa" del
Universo; están de acuerdo con la Ley Universal y pueden ser descubiertas - pero
no inventadas, aunque ya existen.
2. Los que son inventados por el hombre. Estos, probablemente, son mucho menos
estables y generalmente pierden su sentido tan pronto como su inventor, o
aquellos que creen en él, dejan de mantenerlos vivos. En general, son más
complejos que los símbolos del Universo.
De la siguiente forma:
Creo que ahora el lector podrá sentir que existe una verdadera necesidad y una
justificación para el uso de los instrumentos radiónicos. Surge, entonces, la cuestión de saber cual
David V. Tansley
Dimensiones de la Radiónica.
instrumento escoger de entre los disponibles actualmente en el mercado. Para el novato en este
109
campo, el mejor, ciertamente, es examinar cuidadosamente cada modelo y, si posible, aprovechar
la oportunidad para dar una mirada en el circuito interno y en el cableado general del aparato.
Algunos son atractivos y de fabricación cuidadosa, otros dan la impresión de que su constructor
aprovechó cualquier oferta barata y juntó las piezas del modo más apresurado y descuidado
posible. Busque conversar con varios practicantes, indagándoles sobre sus preferencias y
colectando sugerencias, hasta sentir que dispone de todos los datos para efectuar su propia
elección. No se deje llevar por el entusiasmo, comprando el primer aparato que encuentre. Nunca
se olvide de que en esta materia las preferencias y las elecciones personales son lo que más
cuentan, cada practicante teniendo sus razones para creer que el aparato con el cual trabaja es lo
que mejor atiende a sus necesidades. Esté seguro de escoger con base en sus propias
convicciones, necesidades y creencias, firmando así un punto de partida seguro para desarrollar
eficazmente su trabajo futuro.
David V. Tansley
Dimensiones de la Radiónica.
Principios.
El instrumento adopta el principio bien conocido ahora de magnetogeometria - es decir,
los datos se consignan en forma de tarjetas que representan a los órganos, las enfermedades
específicas y los medicamentos y las mediciones del estado del paciente como las necesidades
terapéuticas se realizan en contra de estas tarjetas.
Por lo tanto, se presenta con precisión la información que el operador procura, que se
obtiene utilizando un péndulo sobre un gráfico de coordenadas en la salida del instrumento.
Construcción.
El analizador consiste en dos componentes a saber:
Dos gráficos laminados lavables son entregado con el instrumento, uno para el análisis,
otro para seleccionar el remedio, pero un practicante experimentado puede diseñar sus propios
gráficos para incluir información específica que puede necesitar, una tarjeta de datos es provista
junto con el instrumento para cada uno de los elementos que figuran en el cuadro de análisis, y
otra tarjeta con la etiqueta "los síntomas de la enfermedad." Tarjetas para un análisis más
detallado y para remedios se pueden adquirir por separado.
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Dimensiones de la Radiónica.
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David V. Tansley
Dimensiones de la Radiónica.
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Operación:
Como el analizador es extremadamente flexible en su aplicación, los usuarios, sin duda,
desarrollaran sus propios métodos para emplearlo. Sin embargo, se presenta un método eficaz a
continuación:
Análisis.
1. Tome la Tarjeta de Datos llamada “Síntomas del Desorden” y introdúzcala en la
ranura “A” (Factor), con la parte impresa hacia el frente.
2. Ajuste la llave A en “ON”
3. Utilizando la escala 6 en el gráfico del analizador y el péndulo centrado en "X"; con
el péndulo medir el porcentaje de la intensidad del estado del paciente (esta
lectura puede reconocer una tasa bastante alta, ya que con la llave "D" en posición
"MAX”, la medida se refiere al punto crítico del estado del paciente). Si lo que
desea saber es el promedio de lectura o intermedio, y poner la llave "D"
temporalmente en "MIN", mientras que una nueva medición se haga.
4. Con el péndulo sobre el testimonio del paciente, determinar qué escala de la
gráfica contiene el siguiente elemento de la información solicitada.
5. Centre el péndulo sobre "X" y, contra la parte inferior de la escala, consulte cual
sector contiene la información buscada por él indicada.
6. Esta información puede ser tanto un factor como una posición. En cualquier caso,
seleccione la tarjeta que es adecuada e introdúzcala en la abertura - la apertura de
"A" para factor (y, en este caso, la tarjeta de los síntomas debe ser retirada antes
de la abertura) en la abertura de "B" para la posición.
7. Lleve la llave correspondiente a la apertura en la que la tarjeta se ha introducido
en la posición "ON" y asegúrese de que todas las otras claves, "A", "B" o "C", están
en posición "OFF”.
8. Con el Péndulo en X marque la intensidad de este dado en la escala 6 y anótela.
9. Repetir la secuencia de las operaciones. Es probable que un "factor" sea seguido
por una "posición" (por ejemplo, la "infección" ... "Sistema Respiratorio") - y, a
continuación, la intensidad de cualquiera de los componentes de la enfermedad y
la propia enfermedad puede medirse en contra de la escala 6, introduciendo la
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Llave A en ON
Para medición de la Infección
Llave B en OFF
Llave A en OFF
Para medición del Sistema Respiratorio
Llave B en ON
Llave A en ON
Para medir la Infección en el Sistema Respiratorio
Llave B en ON
10. Repetir esta serie de operaciones sucesivas hasta que el péndulo, basado en el
testimonio del paciente, indicando “Ningún factor previo detectable”. "En este
punto, la combinación de factor y la posición (por ejemplo," la congestión en el
cuerpo físico-éter) es la principal disfunción, a la que se debe encontrar un
remedio.
David V. Tansley
Dimensiones de la Radiónica.
alejarse de "0". La potencia correcta será, entonces, indica de la por este desfasaje
109
a que fue reducido el control de potencia.
Ejemplo:
Para ilustrar las instrucciones precedentes, se ofrece el siguiente ejemplo de
procedimiento:
Esto puede parecer complicado, pero el registro de este análisis hipotético es simplemente
este:
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Dimensiones de la Radiónica.
Datos 89
Sistema Gastrointestinal 48
Cuerpo Mental 77
87
Congestión 87
Obviamente, es fácil hacer un análisis (o cualquier selección necesaria) de todos los datos
señalados en el gráfico, bastando insertar las tarjetas y midiendo uno por vez; además de eso, es
útil para el practicante probar los efectos del remedio encontrado por el "método del síntoma
simple" con base en otros datos y no en aquellos usados para obtenerlo, hasta que por fin no le
reste cualquier duda de que el sistema del síntoma simple funciona.
Este instrumento, está claro, es meramente un analizador, siendo que los tratamientos
apuntados por él deben ser suministrados a la manera habitual del practicante. Escalas adicionales
son suministradas junto con el gráfico de tratamiento para ayudar a determinar los números y la
periodicidad de las dosis.
El método de análisis esbozado en este capítulo constituye sólo una de las posibles
abordajes, sin embargo él suministra un punto de partida para que el practicante individual pueda
desarrollar sus ideas. También los gráficos pueden ser usados alternadamente con otros
confeccionados por el propio practicante. Malcolm Rae utiliza una interesante analogía para
David V. Tansley
Dimensiones de la Radiónica.
ilustrar las relaciones entre las causas de la enfermedad y sus síntomas, que se presenta bajo la
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forma de un estuario (o delta) de río:
LA TABLA PRESENTA LOS AJUSTES DEL ANALIZADOR PARA CADA UNO DE LAS
OPERACIONES PRECEDENTES
EJEMPLO.
LLAVES
Control de Potencia
Gráficos en Uso:
Escala Usada
Secuencia En la
Lectura
de las Tarjetas para: Abertur
OFF
ON
Obtenida
Operaciones a:
Síntomas de
1&2 A AD BC 0 Análisis 6 99
Disturbios
3&4 Infección A AD BC 0 Análisis 6 89
Sistema
5 B BD AC 0 Análisis 6 48
Gastrointestinal
Infección en el
6&7 Sistema A&B ABD C 0 Análisis 6 89
Gastrointestinal
8&9 Cuerpo Mental B BD AC 0 Análisis 6 77
10 Congestión A AD BC 0 Análisis 6 87
Congestión del
11 a 13 A&B ABD C 0 Análisis 6 87
Cuerpo Mental
6
Congestión del Homeopática
14 a 16 A&B ABD C 0 Tratamiento &
Cuerpo Mental L
5
Congestión del 10
17 Cuerpo Mental ABC ABC D M Análisis 6 87
(Lachesis Muta) M
Congestión del 10
ABC
18 & 19 Cuerpo Mental ABC - M Análisis 6 0
D
(Lachesis Muta) M
Congestión del
ABC
20 Cuerpo Mental ABC - M Análisis 6 Partiendo de 0
D
(Lachesis Muta)
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109
50
60 40
BUDICO
ATMICO
CORAZON 30
70 MENTAL PARASIMPATICO
GARGANTA
BAZO SIMPATICO
AUDITIVO
VISUAL
AJNA
S. NERV. CENTRAL
GENITAL
ENOCRINO MONADA 20
80 PLEXO SOLAR URINARIO
SISTEMA MUSCULAR
ASTRAL
TOXINAS GASTROINTESTINAL
AUTOINTOXICACION CABEZA
SISTEMA OSEO SUPERESTIMULACION RESPIRATORIO
DESCOORDINACION
SACRO
PIEL
INFLAMACION
TOXEMIA
ALERGIA
SANGRE
CARDIO-VASCULAR 10
90 INFECCION
OTROS
LINFATICO
CONGESTION ENVENENAMIENTO
VIRULENCIA
TEJIDOS
SHOCK
ENFERMEDAD
OTROS
DEFICIENCIA NUTRITIVA
CELULAS
DEFICIENCIA CATALIZADORA
BASE
0
OTRAS HIPERSENSIBILIDADES
FISICO-ETERICO
100 FLUIDOS
MIASMAS
ESTRESS
PSICOSOMATIZACION
CENTRO NINGUNO
DERECHA
SEDIMENTOS MUERTOS
5 4 OTROS
6 3
IZQUIERDA
2
FACTOR
DEL PREVIO
LOCALIZACION
DETECTABLE
PACIENTE
INTENSIDAD %
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TRATAMIENTO
50
60
RECKEWEG
GLIBERT (BYOTICO)
GILBERT (Etem-tropel) 40
SCHÜSSLER
VITAMINAS
AJUSTE EN LA DIETA 30
70
RAPIDO
POCOWEDL
OLIGOFLEXO
HIME PESCHELLT 20
80 ACUPUNTURA
CIRUGIA
HOMEOPATIA MASOTERAPIA
ALOPATIA
J K L MNO P QR
"FLOR"
PATRON INDIVIDUAL
I
H 10 u 11 u12 u ST 10
G
F 9u UV
90
PATRON DE MEDIDAS E 8u 6C
12 C W
D 7u 20 C X EJERCICIO
C 6u 100 CM Y
COLOR
B5 u SUPERFICIAL 200 CM
M Z EDUCACION
LUZ
A 10 M
COMBINACIÓN AGUARDAR
4u PROYECCIÓNSEMANAS
DIAS 30 M OTROS 0
100
PIEDRA PRECIOSA
3u MESES
CM
2u HORAS 56 7 89 NINGUNO
% 4 10 MM
3 11
1u 2
DOSIS ORAL 12 10 MM
1
TESTIMONIO
DEL
PACIENTE
1 2 3 4 5 6 7
David V. Tansley
Dimensiones de la Radiónica.
109
Las salidas para el mar (1 - 12) pueden ser consideradas como síntomas, cada uno de los
cuales pueden ser vistos como manifestaciones de los esfuerzos del organismo para compensar un
desorden que se verifica río arriba.
David V. Tansley
Dimensiones de la Radiónica.
David V. Tansley
Dimensiones de la Radiónica.
109
CAPITULO 7
LA CONEXIÓN HOMEOPÁTICA.
Con una resistencia que mal se le iguala, una vez más, la fuerza vital avanza contra la
enfermedad hostil y, sin embargo, ningún enemigo puede ser derrotado excepto por una fuerza
superior. Sólo la medicina homeopática puede proporcionar el principio vital de esta fuerza
superior.
David V. Tansley
Dimensiones de la Radiónica.
naturópatas y osteópata. En efecto, aparte de los profesionales de radiónica, los médicos están
109
utilizando el simulador más que cualquier otra categoría de profesionales relacionados con la
salud, y este hecho es significativo en sí de que tanto en la teoría como en la práctica para la
simulación magneto-geométrica es un método de fabricación de remedios, un método que
realmente proporciona los resultados esperados. El hecho de que la demanda de tarjetas de
remedios es del orden de varios miles por mes sirve para confirmar la eficacia de este método,
porque seguramente los médicos no aumentar su stock de las tarjetas si no les proporcionan
resultados positivos.
De modo muy natural, los profesionales que utilizan el simulador se terminan casi siempre
interesando por el Analizador y comienzan a emplearlo conjuntamente con el primero en sus
actividades. Así pues, aquellos que podrían haber tenido aversión por la radiónica en primera
instancia, descubren, entonces, que es una progresión natural utilizar el analizador para
determinar con precisión los mejores remedios y corregir las potencias de acuerdo a cada caso - y
como los dos instrumentos utilizan la misma partida de cartas, son complementarios. Una vez que
los practicantes hayan entendido y asimilado las posibilidades del simulador, su curiosidad es por
lo general casi siempre volver al origen y la evolución de las tarjetas, hasta que, finalmente,
empiezan a preguntarse cómo funciona el instrumento. En el siguiente artículo, titulado "La
homeopatía hasta la fecha", Malcolm Rae intenta responder a estas preguntas.
Desde que el sistema fue desarrollado por primera vez, el número de situaciones de
presión y de tensión a que están sometidos los seres humanos se ha multiplicado muchas veces. El
método, sin embargo, es válido, a pesar de la extraordinaria complicación añadida a la misma -,
pero cada nueva amenaza para la salud humana requiere su contrapartida - y el practicante
requiere una mayor habilidad en la selección de los remedios y una variedad mucho más amplia de
remedios para ser seleccionados.
Para que el practicante pudiera satisfacer inmediatamente las necesidades que surgen,
sería preciso un enorme stock de remedios, cada cual con variadas potencias. Eso exigiría un
amplio espacio para almacenarlos y, a los precios actuales, una considerable inversión de capital.
David V. Tansley
Dimensiones de la Radiónica.
Los radiestesistas acostumbran usar una regla de 100 cm para medir la “potencia de
energía” de una muestra de medicamento. Habiendo depositado la muestra sobre el marco cero
de la regla, ellos desplazan el péndulo al largo de ella, de la izquierda para la derecha, atentos al
punto en que el péndulo pasa a oscilar exactamente en ángulos rectos con relación a la regla. Este
punto indica una potencia de energía relativa.
Me ocurrió que el punto de equilibrio así detectado era, en la verdad, la 'frontera' entre el
campo de energía local del remedio y un componente del campo magnético de la tierra, opinión
esta que en cierta medida era corroborada por la observación de que las mediciones efectuadas
con la regla diversamente orientada en relación al campo terrestre revelaban diferentes puntos de
equilibrio.
Esto condujo a una serie de mediciones realizadas con varios remedios diferentes, en las
cuales el frasco del remedio era usado como punto céntrico y el punto de equilibrio era
determinado con la regla apuntada sucesivamente para cada punto cardinal e intermedio de la
brújula. Los resultados de estas mediciones fueron entonces representados gráficamente en un
diagrama y los puntos adyacentes conectados por rectas de modo a formar una figura geométrica
correspondiente cada remedio. Se descubrió que cada punto era pertinente a un único remedio.
Si la interacción del campo de energía del remedio con el campo terrestre resultaba en una
figura relacionada con el remedio, entonces no sería improbable que la interacción del campo
terrestre y de la figura pudiera ser usada para crear una réplica del remedio, y las experiencias
demostraron ser este el
caso.
Una característica
interesante que entonces se
descubrió fue que el
alineamiento de la figura
con el sentido de
orientación usado para
diseñarla hacía que la
réplica alcanzara una
potencia bastante elevada
(teóricamente infinita),
mientras que cuánto mayor
fuera la discrepancia en
relación a tal sentido, más
pequeño sería la potencia
replicada.
David V. Tansley
Dimensiones de la Radiónica.
A partir de ahí, fue desarrollada una escala para ajustar la figura a la potencia requerida.
109
En 1966, un correcto número de figuras relativas a los remedios fue producido, cada una de ellas
diseñada sobre un disco circular orientado en el sentido Norte-Sur, y se construyeron algunos
instrumentos experimentales. Los discos correctivos eran semejantes a aquel descrito en la Figura
1, y el 'instrumento' aproximadamente igual al que muestra la Figura 2.
Pruebas realizadas
con un correcto número de
remedios preparados de
ese modo indicaron que
ellos equivalían
radiestésicamente a los
remedios preparados de
modo convencional: y sus
efectos parecieron ser
igualmente similares:
En verdad, los
resultados eran
suficientemente
animadores para estimular
la consideración de un
instrumento menos
grosero. Entre otros
inconvenientes obvios del
modelo inicial, parecía
imperativo que los siguientes fueran eliminados:
Experiencias posteriores mostraron que el campo de la tierra podría ser sustituido por el
campo de un pequeño imán permanente; y, así, se hizo posible acondicionar el instrumento en una
David V. Tansley
Dimensiones de la Radiónica.
caja apropiada. Durante las investigaciones, se descubrió que una tarjeta portando un círculo y
109
magnéticamente energizado podría causar la sustitución de la figura de un medio potencializado
que hubiera sido colocado en el interior del círculo; y también que podría suprimir la potencia de
energía de un medicamento homeopático preparado de manera convencional.
Se descubrió que este control de potencia podía ser obtenido por medio del uso de un
divisor de potencial, sirviendo para eso un potenciómetro común de radio. Este podía ser instalado
conjuntamente con una escala en la cual estuvieran señaladas las potencias comúnmente usadas -
o, es claro, ser ajustado en cualquier punto entre estas cifras; y en la medida en que el grado de
precisión en el ajuste de potencias es un factor importante, esta facilidad de seleccionar potencias
intermediarias por interpolación encuentra su justificación.
David V. Tansley
Dimensiones de la Radiónica.
paciente que sus contrapartidas convencionales, por otro no se sabía aún se había de hecho otras
109
diferencias además del método de preparación.
El interés por
este modelo,
principalmente en el
extranjero, llevó al
dibujo de una versión
compacta - el Mark III
-, que presenta la
ventaja de un
recipiente mayor y
destacable, de
diámetro equivalente
al de un frasco de
tamaño-patrón de
88cc de capacidad,
posibilitando así la
preparación del
remedio en el propio
recipiente en que será acondicionado, además de la ausencia de cualquier operación complicada,
pues el instrumento es concebido de tal forma que basta que haya una tarjeta de remedio en la
apertura para que él 'potencialice' e, inversamente, 'neutralice' cuando no haya ninguna tarjeta.
Así como los instrumentos eran perfeccionados, lo mismo se daba con las figuras de las
tarjetas correspondientes cada remedio. El formato circular original fue sustituido por tarjetas
rectangulares, a ser introducidos en la apertura situada en lo alto del instrumento, posibilitando
una lectura mejor hecha de la figura de cada remedio. La transición de las primeras a las últimas
formas se dio cuando fue descubierto que las figuras podían ser diseñadas según las orientaciones
arbitrarias de la regla, tal como ya describimos anteriormente, o entonces determinando un punto
fijo sobre la regla, girándola lentamente de grado en grado y señalando los sentidos en que la
oscilación del péndulo registra ángulos rectos en relación a la regla sobre el punto escogido. Este
último método probó ser el más adecuado.
Además de eso, se descubrió que las líneas que conectaban los puntos en las figuras
originales no eran necesarias, pues los propios puntos constituían los factores operantes. Los datos
para las tarjetas son obtenidas radiestésicamente, usándose siempre la fórmula: Las series
ascendentes de ángulos, cada cual expresando lo más posible un grado entero del arco, entre el
rayo vertical representando no los grados del centro del diagrama del simulador de potencia, pero
únicamente el ............. (Nombre del remedio), de tal forma que una potencia perfecta del remedio
pueda ser preparada en el simulador de potencia para el cual la tarjeta fue diseñada.
David V. Tansley
Dimensiones de la Radiónica.
Lo que esta fórmula, expresa como un símbolo, el cerebro responderá de la misma forma
109
como responde a los otros símbolos que lo instruyen como pensar sobre un determinado
contenido, sea, por ejemplo, el signo $, que informa a su lector como considerar el numeral que lo
sigue. Cuando el lector lee ‘$ 5.000', difícilmente él se dará cuenta del signo $, el cual sin embargo
determina el contexto a partir del cual él considera el '5'.
Símbolos informativos de ese tipo pueden ser descritos como 'operadores', siendo que la
fórmula para encontrar los datos para las tarjetas simuladores fue cristalizada en un operador,
para asegurar que, durante la transferencia de los datos para las tarjetas, los pensamientos del
rabdomante sean influenciados solamente por la definición precisa de los datos que él requiere.
Habiendo sido obtenidos los datos, una tarjeta-modelo es diseñada, usándose para eso las
marcaciones de grados de un círculo mucho mayor del de aquellos impresos en las tarjetas de
producción, a fin de posibilitar una precisión mayor. Las tarjetas de producción son entonces
reproducidas fotográficamente a partir de la tarjeta-modelo.
Cada tarjeta puede exigir hasta 6 rayos parciales, siendo interesante notar que las
combinaciones de 6 rayos, a una precisión de 1 grado del arco, suman 467. 916. 713. 911. 200 - no
posibilita, por lo tanto, ningún
margen de error en la
representación del espacio.
David V. Tansley
Dimensiones de la Radiónica.
Una observación interesante es a de que cualquier substancia puede ser activada con su
109
propia potencia de energía, pero únicamente el agua puede ser activada por la potencia de
energía de cualquier otra substancia.
1. Imagine una
vista plana de
dos tanques
concéntricos y
cilíndricos,
ambos casi llenos
de agua.
Suponga que el
tanque externo
presenta una
entrada para el
tubo de una
bomba que
periódicamente aumenta y disminuye la presión en su interior. En esas
condiciones, el líquido del tanque externo será agitado por ondas de presión que,
sin embargo, no llegarán a afectar el líquido del tanque interno debido a su
construcción cilíndrica.
2. Imagine ahora un pequeño tubo con una de sus extremidades apuntada para el
centro del tanque interno
a partir de un agujero
hecho en su cavidad. En la
extremidad interna del
tubo, surgirán
ondulaciones.
3. Añádase a este un
segundo tubo, a partir de
un otro agujero en la
cavidad del tanque
interno; las ondulaciones
formadas en su
David V. Tansley
Dimensiones de la Radiónica.
extremidad se mezclan con las del primero tubo, formando una figura de
109
interferencia.
En la analogía precedente, la
pulsación del agua en el tanque externo
representa las pulsaciones atribuidas al
imán, mientras que el tanque interno y el
tubo representan la tarjeta simuladora,
cuyas líneas impresas sirven para conducir
las pulsaciones magnéticas.
La figura de interferencia no es
afectada por el tamaño, sino únicamente
por la proporción: y puede ser reducida a
una conexión a partir de un punto de su
centro o próximo a él y ser transferida
para un disco, para ahí expandirse por
toda el área del círculo. Un frasco de agua,
colocado sobre el disco, será activado por
la figura de la tarjeta - con tal de que el frasco que contiene el agua posea formato cilíndrico. La
figura en el interior del círculo depende de los siguientes factores:
Sin embargo, en la medida en que las vibraciones magnéticas empleadas constituyen una
faceta del Universo, ellas pueden ser consideradas como constantes, y cuando todos los rayos o
radios parciales son reducidos a la misma longitud, la figura pasa a depender solamente del
número de rayos o radios parciales y de la distancia angular entre ellos.
Excluyéndose las cirugías, la masoterapia y los métodos que implican intervención directa
sobre el cuerpo físico del paciente, parece no haber más que dos maneras básicas por las cuales un
terapeuta puede actuar sobre él. Él puede pasar al paciente instrucciones codificadas destinadas a
indicarle que hacer para sanar sus disturbios (y ahí se incluyen todos los medicamentos
ministrados por vía oral, a la excepción natural de los alimentos), y en este caso, entonces,
prescribirle las substancias materiales que su organismo necesita para ejecutar las dichas
instrucciones. Todos los medicamentos homeopáticos, no importa la manera como son
preparados, con potencia poco superior a 12C, y todos los medicamentos preparados magneto-
geométricamente, de cualquier potencia, no son más del que conductores de mensajes codificadas.
Ellos no cargan el material, pero sólo el patrón de información de la substancia que representada.
David V. Tansley
Dimensiones de la Radiónica.
En la práctica, parece ser sólo el 'mensaje' lo que importa en la mayor parte de las
administraciones de preparados de potencias bajas - no se debe, sin embargo, subestimar las
limitaciones.
Al considerar esas ventajas, somos llevados a volver nuestra atención para dos
insuficiencias serias en las descripciones aplicadas al método de preparación homeopático. Son
ellas:
David V. Tansley
Dimensiones de la Radiónica.
i) Tal como anteriormente se observó, el número usado para describir la potencia de una
109
preparación no describe la propia preparación, pero solamente el número de etapas
de sucussão(maceración???) y el grado de dilución de cada etapa. No admira, pues,
que algunos homeópatas, con experiencia radiestésica, hayan observado a menudo
diferencias entre remedios de diferentes fabricantes que ostentan la misma
descripción - pues la potencia real depende de muchos factores, entre los cuales:
(a) El número de etapas de sucussão(maceración) y dilución;
(b) El número de sucussões por etapa;
(c) El grado de dilución por etapa, normalmente convenido en uno para diez o
uno para cien;
(d) La violencia del impacto de cada sucussão;
(e) El sentido del movimiento anterior al impacto;
(f) La extensión del movimiento anterior al impacto
Existen probablemente otros factores, pero estos son suficientes para dejar claro que, si la
estandarización de todos los productos no es adoptada por los fabricantes, es inevitable que se
verifiquen diferencias entre ellos.
David V. Tansley
Dimensiones de la Radiónica.
David V. Tansley
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que se dedican a investigar las fuerzas vitales. Si esto no deja de ser verdad, yo personalmente soy
109
de opinión de que cuando alguien como Keely consigue dominar una fuerza ilimitada a partir del
aire enrarecido y hacer funcionar un motor a una velocidad tal que por poco él no se desprende de
su base, o hacer con que un zeppelín de ocho libras flote en el espacio, entonces es porque, a
ejemplo de Wilhelm Reich, que también descubrió una "fuerza motriz" en el orgone, él encontró
algo que en mano erradas podría colocar el mundo en apuros. Reich tenía tanta conciencia de eso
que jamás llegó a confiar su descubrimiento al papel, y el secreto murió con él en la prisión.
Blavatsky afirmó, a propósito de Keely, que él fue impedido de hacer cualesquier progresos en sus
investigaciones por la Jerarquía Espiritual de nuestro planeta; el mundo y la humanidad aún no son
capaces de lidiar con fuerzas tan espantosas, y aquellos que consiguen ultrapasar ciertos límites en
sus investigaciones toparon con resistencias en todas las direcciones. La razón de eso es dada por
Alice Bailey en La Treatise on Cosmic Fire, y creo que merecería la pena transcribir sus palabras
aquí, pues ellas comprueban una vez más el concepto del puente que cada individuo debe
construir para conectar los aspectos inferiores y superiores de la mente. Bailey escribe:
Si aún resta alguna duda de que la radiónica es una técnica de cura fundamentalmente
afecta a la manipulación de las fuerzas vitales por medios mentales, basta considerar lo que
sucedió al Dr. Albert Abrams, incesantemente perseguido y difamado en virtud de sus
descubrimientos que condujeron a la radiónica, tal como a conocemos actualmente. O que se
piense en el destino de Ruth Drown, encarcelada en la séptima década de su vida en razón de sus
actividades conectadas a la radiónica. Y aún en Inglaterra, donde la opinión pública es más
tolerante, George De La Warr no dejó de ser indiciado en un proceso judicial que le costó bienes y
energías, de tal modo que él se vio casi obligado a renunciar a la notable obra realizada en ese
terreno. Por su propia naturaleza, las fuerzas vitales conjuran resistencias contra los que se
dedican la investigarlas. El camino a ser abierto no está exento de peligros, y los secretos
arrancados a este aspecto de la Naturaleza solamente son obtenidos a cuesta de grandes
sacrificios de la personalidad o yo inferior, Siempre argumenté que la radiónica es más que una
mera técnica de cura, porque además de divisar los fenómenos, podremos discernirla claramente
como un campo de la experiencia humana capaz de proporcionar los medios para la construcción
de la antahkarana grupal o individual. La radiónica es un puente entre los reinos físicos y
suprasensibles, entre las medicinas ortodoxa y espiritual, y sus practicantes y pioneros, así pues,
son los constructores de ese puente, tengan ellos conciencia de eso o no. Este hecho acarrea las
más profundas implicaciones para aquellos que se hallan preparados para examinar más a fondo
esa concepción.
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Fueron realizados experimentos que mostraron que todos los sólidos y líquidos podían ser
cargados con odilo, pero lo añadido que esta carga deja, es recién perceptible al sensitivo después
de una hora. El trabajo realizado con la simulación de potencia y los resultados obtenidos por los
tratamientos realizados con remedios preparados de ese modo demuestran claramente que el
líquido o "sac lac" retiene la figura a la cual él es expuesto, de modo que, en este caso, la
combinación de fuerza odílica, fuerza magnética y figura tal vez produzcan un efecto más duradero
del que sería obtenido a través de la exposición a una única fuerza.
Los sensitivos de Reichenbach eran capaces de identificar, sin cualquier sombra de duda,
el agua que había sido expuesta a la fuerzas odílicas, así como diferenciar las porciones que habían
sido expuestas a la luz de la Luna o del Sol. Actualmente, en Rusia, los Drs. Shevtsov, Tovstoles y
Grebenschikov realizan en la Academia Militar de Kirov un gran número de experiencias con
pacientes sometidos a tratamiento con agua magnéticamente tratada.
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disturbios del corazón, del hígado y de los riñones y hipertensión; así nació un ramo enteramente
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nuevo de la medicina, conocido como Magneto-Biología.
Los investigadores soviéticos creen ahora que esta especie de tratamiento ejerce su
influencia primaria sobre el cuerpo a través del hipotálamo, que, del punto de vista esotérico, es
una exteriorización o un aspecto del chakra de la cabeza, que regula la pituitaria. Curiosamente, se
dice de la persona que posee una pituitaria altamente activa e integrada que ella posee una
"personalidad magnética".
El tratamiento asume dos formas: el agua magnetizada es introducida en las vías urinarias
por medio de una sonda o sino ingerida por el paciente en mezcla con té, café y sopas. La
preparación del agua magnéticamente tratada presenta un aspecto interesante, pues el agua
jamás llega a entrar en contacto directo con el imán, pero es simplemente goteada entre los polos
de dos imanes adyacentes y recogida en un recipiente. Para un sensitivo, las llamas de energía
odílica emanan de las extremidades de un imán; lo que acontece en las experiencias soviéticas es
que el agua, obviamente, asimila la carga de la fuerza vital a medida que cae entre los imanes. En
algunos casos, el agua circula a lo largo de un tubo de vidrio, para prolongar el tiempo de
exposición al campo de energía, pero, por lo que sé, no existen pruebas de que eso sea capaz de
generar un medicamento más poderoso o proporcionar mejores resultados.
Del punto de vista de la simulación de potencia, esos progresos recientes por parte de los
soviéticos son alentadores, en la medida en que, valiéndose de sólo un aspecto de la Magneto-
Geometría, se consiguen alcanzar resultados comprobables. El Simulador de Potencia, cuanto a
sus otros aspectos de modelación geométrica y control de potencia, puede eventualmente
proporcionar resultados mejores.
David V. Tansley
Dimensiones de la Radiónica.
David V. Tansley
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A. Precisión:
i. Los remedios preparados a través de tarjetas son tan precisos cuanto los
modelos a partir de los cuales las tarjetas son diseñadas, mientras que,
debido al paralaje (la diferencia debida al ángulo a partir del cual el
mostrador es leído), a la imprecisión de las escalas numéricas etc., los
ajustes numéricos están sujetos la variaciones de tiempos en tiempos y de
operador para operador.
ii. Las tarjetas preparadas para ser usados con los instrumentos Rae son
reproducciones impresas de los modelos, que, por su parte, son diseñados
con extrema precisión.
B. Prevención de Errores:
i. La posibilidad de preparar una potencia a partir de la tarjeta errada,
introducido en el instrumento con el nombre correspondiente vuelto para
el operador, es imposible.
ii. La posibilidad de error durante la operación de buscar la representación
numérica correspondiente a un remedio y ajustarla a continuación en una
serie de mostradores es mucho mayor.
C. Una vez que se prescinde de los paneles portando una serie de mostradores con escala
numérica, fue posible hacer los instrumentos Rae más compactos y más simples del que
cualquier instrumento que se utilice de ajustes numéricos. Son, así pues, de coste más
pequeño de producción y no contienen virtualmente nada que dé margen a defectos.
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i. Con el instrumento posicionado de tal modo que la apertura para la tarjeta esté
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del lado opuesto al operador, introduzca la tarjeta correspondiente al remedio
requerido, con el nombre en la extremidad superior de frente para el operador.
ii. Ajuste el selector de potencia para la potencia requerida.
iii. Coloque el vehículo a ser potencializado directamente en el recipiente del
instrumento o entonces en un frasco
previamente neutralizado, y este, por su
parte, en el recipiente del instrumento.
IMPORTANTE: use solamente frascos
cilíndricos.
iv. Si el vehículo a ser potencializado es "sac
lac", las píldoras deben ser humedecidas
antes de ser colocadas en el recipiente
del simulador. Eso porque el proceso de
potencialización depende de la presencia
de humedad en el medio a ser
potencializado, y como las píldoras de
"sac lac" contienen generalmente poca
agua, es aconsejable humedecerlas lo
suficientemente, hasta que ellas parezcan
brillar, teniendo cuidado para que ellas no
comiencen a disolverse. ES aconsejable
DIMENSIONES
humedecer el vehículo, en la proporción
INSTRUMENTO: (aproximada) del 30%, con alcohol, en vez
Largo 152 mm de agua, pues el índice de evaporación
del primero es más rápido. Un poco de
Ancho 80 mm
Gin o de Vodka atenderá esa exigencia sin
Altura 85 mm modificar el "sac lac". Para pequeñas
RECIPIENTE cantidades de píldoras, es más
aconsejable usar un pedacito de alambre
Diá metro Interno 48 mm
que, al ser introducido en el líquido y al
Profundidad Interna 62 mm ser retirado, formará un pequeño glóbulo
Capacidad Interna 125 cc en su extremidad. El volumen del glóbulo
dependerá de la espesura del hilo de
PESO: 625 gr
alambre y de la profundidad por él
alcanzada al ser buceado en el líquido.
Para grandes cantidades de píldoras, un
frasco cuenta-gotas es más adecuado. En ambos casos, las píldoras deben ser
revueltas suavemente después del líquido haber sido vaciado, a fin de
impregnarlas lo más posible.
v. Deje el vehículo en el recipiente como mínimo por un minuto, si el agua esté
siendo potencializada, y como mínimo seis minutos, si el vehículo es "sac lac".
David V. Tansley
Dimensiones de la Radiónica.
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El Simulador de Potencia de Acción Intensiva usa un mostrador digital, con escala de '000'
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a "1000" (aunque lo "1" de la marca "1000" no aparezca en el mostrador), y la largura de suya
escala es aproximadamente 12 veces mayor que lo de Mark III.
Todas las instrucciones para la operación del Simulador de Potencia de Acción Intensiva
son idénticas a la de Mark III, a la excepción de los ítems abajo.
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Dimensiones de la Radiónica.
i. Remedios simples pueden ser preparados con este instrumento, bastando que
todas las llaves, menos una, estén en la posición "OFF" (es decir, con la palanca de
la llave apuntando para el mostrador digital), ajustándose la potencia requerida e
insertando la tarjeta de remedio en la sección cuya llave esté en la posición "ON"
(es decir, con la palanca de la llave apuntando para el lado opuesto del mostrador
digital correspondiente).
ii. Remedios compuestos por hasta cuatro componentes pueden ser preparados con
este instrumento, bastando insertar
una tarjeta para cada componente
en la apertura correspondiente,
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Dimensiones de la Radiónica.
2. Para preparar una potencia a partir de cualquier otra potencia de una dada
substancia:
Coloque la potencia conocida en el "recipiente de entrada" y observe la secuencia de 1. (a)
a 1. (f) descrita arriba. La potencia a ser preparada puede ser mayor o más pequeña que la
potencia conocida.
3. .-
a) En ninguno de los casos la muestra es destruida por el proceso, pero elevada a una
potencia bastante alta (superior a 10MM), no debiendo, pues, ser manoseada más
del que algunos segundos.
b) Esto no a hace inadecuada para ser utilizada en la preparación de otras potencias,
con la salvedad de que ella no debe ser suministrada por vía oral en la suposición
de que no haya sufrido ninguna alteración.
c) Sin embargo, si se quiera despotencializar la muestra de una substancia, basta
depositarIo en el "recipiente de salida", con el "recipiente de entrada"
completamente vacío, libre incluso del frasco cilíndrico, ajustando el selector de
potencias para 10MM durante como mínimo diez minutos.
4. Obviamente, es necesario esterilizar de inmediato el frasco de "salida", si haya sido
depositada en él alguna substancia infecciosa o potencialmente infecciosa.
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Los detalles e instrucciones para el uso del Analizador Magneto-Geométrico, de los varios
Simuladores de Potencia Magneto-Geométricos y del Preparador de Potencia, fueron aquí
presentados porque este libro se destina a servir de manual para que los practicantes puedan
recurrir a él en sus actividades cotidianas. Esto se hará más evidente aún en las últimas secciones y
capítulos del libro, cuando muchos puntos serán abordados cuánto a los aspectos prácticos del
tratamiento a través de la radiónica.
Ya dijimos que el Simulador de Potencia puede ser usado como un instrumento, para el
tratamiento radiónico si es conectado a un interruptor, de tal modo que el paciente pueda ser
tratado a la distancia. Por ejemplo, si el paciente presenta un dolor de oído y el remedio indicado
es la belladona, entonces la muestra del paciente puede ser colocada en el recipiente del
instrumento, la potencia del remedio ajustada en el indicador y el interruptor accionado - así, la
figura de la belladona será efectivamente irradiada sobre el paciente. El simulador también fue
usado en el tratamiento del suelo y de las plantas y, cierta vez, el médico responsable de una mina
en Sudáfrica, preocupado con el alta densidad de mosquitos anofeles en el área, realizó
experiencias utilizando ese método de radiodifusión. El telegrama que envió de Pretória la
Malcolm Rae, datado de abril de 1975, decía:
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Dimensiones de la Radiónica.
No puede haber duda, considerándose las remesas de correspondencia que yo pude ver,
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de que la instrumentación radiónica basada en los principios magneto-geométricos puede ser
usada en una amplia variedad de casos para un número de finalidades igualmente variadas.
Ciertamente ellos podrán satisfacer las necesidades de cualquier practicante diligente y
consciente, no importando cuál sea su especialidad dentro del arte de la cura.
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Dimensiones de la Radiónica.
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TERCERA SECCIÓ N
Patología Oculta
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CAPITULO 8
Si casi todos los practicantes de la medicina alternativa concordaran que las infecciones
causadas por virus y bacterias constituyen un aspecto demostrable de muchos estados de
enfermedad, no cabe duda de que, en su mayor parte, ellos tenderían a argumentar que estas
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solamente aparecen en número suficiente para hacerse nocivas cuando el suelo del cuerpo en que
109
ellas propias se instalan se encuentra en malas condiciones y presenta receptividad para su
avance. En otras palabras, las bacterias y virus no constituyen la causa primaria de las
enfermedades, y sí su efecto, que, al establecerse, pasa a aparecer como causa. Es la causa de la
enfermedad que el practicante de la radiónica debe tener por objeto, siendo que todo el proceso
de análisis de las condiciones de salud tiene el objetivo de identificar las causas básicas por detrás
de cualquier cuadro de síntomas. En muchos casos, la causa se encuentra en los niveles sutiles y
solamente puede ser interpretada en términos de desequilibrio de energía que transtorna los
diversos campos o vehículos del paciente. Naturalmente, estamos lidiando con factores subjetivos
que no se dejan comprobar científicamente y, no obstante, el tratamiento basado en tales
descubrimientos puede mostrarse dramáticamente eficaz.
Nada más natural que el cuerpo físico, con su cuadro de síntomas, acuda al primer plano
de nuestra conciencia, pero se debe comprender que el cuerpo físico y, en ancha medida, el
cuerpo etérico, tan solamente espejar los problemas que yacen en los niveles astral y mental de la
conciencia. Si a decir verdad, la naturaleza de las enfermedades no es en absoluto física, sólo
pudiendo ser comprendida en términos de energías y fuerzas.
En Esoteric Healing, de Alice Bailey, una serie de leyes que dicen respeto al verdadero
médico es esbozada. La quinta ley suministra las causas básicas de las enfermedades, y yo la
transcribo aquí, añadiendo entre paréntesis mi interpretación de su escritura simbólica a fin de
esclarecer su significado. Afirma ella:
Nada hay que no sea energía, pues Dios es Vida. Dos energías (a de el Espíritu y a de la
Materia) se encuentran en el hombre, pero otras cinco también se manifiestan (a de el alma, a de
el cuerpo mental, a de el cuerpo astral y a de el cuerpo físico-etérico, que suman cuatro. La quinta
es la energía que comprende la totalidad del yo inferior). Cada una corresponde un punto céntrico
de contacto. El choque de esas energías con las fuerzas y de las fuerzas entre sí produce las
molestias corporales del hombre. El conflicto entre las primeras y las segundas se extiende por
muchas generaciones, hasta que el tope de la montaña sea alcanzado - el tope de la primera gran
montaña. El conflicto de las fuerzas produce todas las enfermedades. Enfermedades y dolores
corporales que buscan alivio en la muerte. Las dos, las cinco y por lo tanto las siete, más aquella
por ellas producida, poseen el secreto. Esta es la quinta ley de la cura dentro de los límites del
mundo de la forma.
Si esta ley parece un tanto abstrusa, sepa entonces que ella es deliberadamente
formulada de ese modo a fin de ocultar su significado. El Dr. Edward Bach afirma exactamente la
misma cosa en su panfleto intitulado Heal Thyself, por lo tanto citaré sus palabras a fin de
esclarecer este punto y, ojalá, simplificarlo a la vez.
La enfermedad resulta, esencialmente, del conflicto entre el alma y la Mente, y jamás será
erradicada sino por esfuerzos mentales y espirituales.
Y También:
David V. Tansley
Dimensiones de la Radiónica.
Es cuando nuestras personalidades son desviadas del camino dictado por el alma, tal vez
109
en virtud de nuestros deseos terrenos, tal vez en virtud de la persuasión ejercida por otros, que
surge un conflicto.
En esencia, lo que el Dr. Bach y Alice Bailey afirman es que, cuando el flujo de energía del
alma se encuentra con los campos de fuerza de nuestros varios cuerpos (que en sí mismos
contienen otras reservas de fuerzas que nosotros rotulamos a través de las palabras miedo,
resentimiento, odio, ira, celos, orgullo), todos ellos localizados en los cuerpos astral y mental, o
con miasmas, toxinas y otros contaminantes del cuerpo etérico, tenemos una situación que genera
tensión, en la medida en que la energía del alma incida con el foco de fuerza en cualquier vehículo.
La tensión eventualmente genera la enfermedad, que en última Instancia se precipita sobre el
plano físico bajo la forma de lesiones orgánicas o disturbios psicológicos. Si la energía del alma
fluye libremente a través de la personalidad se expresa en forma de amor, paz y armonía en el
plano físico, no habrá enfermedad alguna. ¿Si la fuerza de la vida circula por nosotros en toda su
plenitud, por qué entonces habría ella de manifestarse como enfermedad en los individuos en
toda parte del mundo? Muy simple, porque en el trayecto rumbo a su expresión ella se ve ante
bloqueos que la impregnan con patrones de distorsión, nosotros no nos hallamos contentos, en
muchos casos en que aún no somos capaces de dejar la Mente Universal expresar su propósito a
través de nuestra persona... tenemos nuestros propios designios, nuestra personalidad precisa
afirmarse y luchar con la vida, en vez de permitir que la vida Se exprese dócil y efectivamente. Es
esto que el Dr. Bach denomina el conflicto entre el alma y la Mente, y él tiene razón, pues las
enseñanzas esotéricas expresan categóricamente que la mente inferior es el asesino del Real. Sin
embargo, tenemos que habernos con ella hasta que lo yo inferior se tome una unidad integrada y
plenamente activa, lo que será de utilidad para el alma en su plan proyectado. La enfermedad y el
sufrimiento no pasan, a fin de cuentas, de efectos secundarios que son dejados de lado cuando la
personalidad finalmente capitula ante el alma y la cima de la montaña es alcanzada.
Siempre nos encontramos con el tema del conflicto entre las varias energías y fuerzas en el
hombre como una de las causas de las enfermedades. Ethel Belle Morrow, en su libro The Unseen
Link, escribe:
A medida que piensa, el hombre domina su cuerpo o permite que su cuerpo lo domine. A
través de los efectos de sus propios pensamientos, él produce en sí enfermedad y destrucción, y el
círculo vicioso continúa; las enfermedades y los males físicos producen, a través de reacciones,
emociones, represiones, revueltas e inseguridades, hasta que el ser llegue a la perfección, que el
hombre virtual, es derrotado por los poderes de la carne. Los pensamientos se hacen reflejos
condicionados, así como las características y habilidades del cuerpo, y la carne acaba por dominar
la mente de ese modo, tal como los efectos tomando parte en la causa.
Y:
David V. Tansley
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merced de la enfermedad. Las actitudes y experiencias del hombre constituyen reacciones del
109
pensamiento y resultan de fuerzas conflictivas; al controlar estas, el hombre consigue realizar
cambios bastante significativos.
Y:
Una vez que el campo magnético del hombre se halla continuamente en contacto con
otros campos magnéticos, en los cuales las acciones ejercidas por las fuerzas positivas y negativas
consisten de atraer y repeler unas a la otras, el hombre casi siempre es contaminado por el
intercambio de estas fuerzas, que asume la forma de gérmenes de enfermedades, plagas o
entonces un campo físico subnormal. El hombre necesita neutralizar sus fuerzas internas para que
ellas sean sujetadas a la Fuerza Única.
Y:
Hasta que el combate entre el alma y su mecanismo termine con la rendición de lo inferior
a lo superior, siempre habrá conflicto entre estas fuerzas duales. El tiempo y la experiencia
constituyen factores que eventualmente pueden librar al hombre de esa situación, en la medida
en que él aprende de cada nueva crisis de conciencia a buscar por la Fuerza Única y seguir
conscientemente este sabio consejo: "No resistas al mal. " Un antiguo aforismo trae el mismo
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mensaje de rendición que lleva el hombre de las tinieblas para la luz y de las ruinas de la
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enfermedad para la armonía. Afirma él:
Cesa tus afanes. No apures el Camino hasta que hayas aprendido el arte de quedar
inmóvil. Observa la araña, hermano, que no se enmaraña en su tela cómo tú te hallas hoy
enmarañado en la tela.
El diagrama que se sigue puede ayudar a esclarecer ese punto relativo al choque entre la
energía del alma y las fuerzas contenidas en los vehículos sutiles.
David V. Tansley
Dimensiones de la Radiónica.
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El flujo de energía del alma se enfrenta con una entidad mental engendrada por la
actividad del pensamiento correlacionada con un determinado factor de la experiencia de vida del
individuo. Eso alcanza proporciones más poderosas cuando la materia astral se encuentra bajo la
forma de aprensión. Cuando suficientemente potente, la energía de esa forma astral imprime su
patrón distorsionado a la matriz etérica, para finalmente emerger en el cuerpo físico como una
úlcera. Toda enfermedad es, en cierto sentido, un "remate" de las distorsiones verificadas en el
flujo de energía sobre los niveles interiores de la conciencia.
Todo el proceso de la enfermedad en los varios cuerpos del hombre es a la vez algo
increíblemente complejo y simple. Cuando se da con semejante paradoja, es difícil saber el camino
a continuación; detalles en demasía sólo confunden, detalles escasos pueden no atender a las
David V. Tansley
Dimensiones de la Radiónica.
necesidades del practicante. Ciertamente, no hay espacio en este libro para tratar este asunto en
109
detalle, de modo que intentaré presentar lo que considero algunos fundamentos, capaces de
suministrar al lector una serie de puntos de partida para materias que podrán ser exploradas más
intensivamente con el correr del tiempo. Por encima de todo, deseo atenerme al tema de la
"simplicidad esencial".
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ley del ritmo que le es inherente, así como al acto sexual. En términos médicos, transcurren unos
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pocos accidentes del uso de la píldora, el más común siendo el estado trombótico pasajero. En
términos estadísticos, y eso raramente nos es dicho, la porcentaje es del 100% para la mujer, que
muere en virtud de los disturbios provocados por el uso de la droga en su cuerpo. Lo que no se
conoce son las repercusiones que podrían tener consecuencias a lo largo del tiempo sobre otras
vidas aún por venir; la Naturaleza posee una memoria infalible y siempre busca traer para casa sus
lecciones más importantes, y una de ellas es a de que la ley de los ciclos no puede ser quebrada sin
acarrear alguna especie de efecto, si no ahora, ciertamente más tarde.
Otra dádiva de la medicina moderna a la humanidad, dádiva que viola frontalmente la ley,
son los partos inducidos realizados en las maternidades de muchos hospitales. Esto, para la joven
futura madre, es hecho en su beneficio, y en algunos casos es lo mismo, o por lo menos parece
que es. En otros, y estos son la mayoría, es sólo para que el médico o el personal del hospital no
sea incomodado por la llegada desordenada de los bebés conforme las disposiciones de la
Naturaleza y del principio vital que en el habita. Ningún médico quiere ser llamado en medio de la
noche o dejar de lado su juego de golf cuando todo el proceso puede ser mecanizado a través de
una simple inyección, sin alterar la rutina del hospital.
Un cuerpo astral que vibra a la razón de cincuenta intensidades por vez no se halla sólo
desfigurado, constituye también una seria perturbación. Se puede compararlo a un cuerpo físico
que padece de una forma agravada de parálisis, con todos sus músculos sacudiéndose
simultáneamente en todas las direcciones. Tales efectos astrales son contagiosos y afectan toda
David V. Tansley
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persona sensitiva que se encuentra en las proximidades, transmitiendo una penosa sensación de
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agitación y ansiedad. Esa es la razón de porque tantos millones de individuos son
innecesariamente afectados por toda suerte de deseos y sentimientos y por que una persona
sensitiva encuentra tanta dificultad en vivir en una gran ciudad o en caminar por entre la multitud.
El Dr. Edward Bach fue una de esas personas que, debido a su sensitividad cada vez más
acentuada, tuvo que dejar Londres y buscar la tranquilidad del campo. Su condición de sensitivo
alcanzó tal intensidad que cuando él colocaba la pétalo de una flor sobre la lengua los
desequilibrios mentales y emocionales que la acción de esta instaba a curar se manifestaban en su
propia persona. A través de ese método desagradable y penoso, él consiguió sin embargo reunir
los medicamentos que más tarde se harían conocidos como los Remedios Bach.
Continúa Powell:
Los continuos disturbios astrales pueden incluso actuar sobre el doble etérico y originar
enfermedades nerviosas.
Los centros de inflamación en el cuerpo astral equivalen a los furúnculos en el cuerpo físico
- no sólo son extremadamente desagradables, como también constituyen puntos débiles a través
de los cuales la vitalidad se expulsa. No ofrecen prácticamente ninguna resistencia a las influencias
malignas e impiden que las influencias benéficas sean provechosas. Infelizmente, tal estado es
bastante común: la solución es eliminar la ansiedad, el temor y el aburrimiento.
Alice Bailey, en su libro Esoteric Healing, afirma a propósito del cuerpo astral:
De esa forma, los factores primordiales a ser considerados por cualquier practicante de la
radiónica al hacer un análisis son aquellos que pueden verificarse en la vida astral del paciente. Si
aversión, ira, pesimismo, miedo, complejos de inferioridad y superioridad, repulsión intensa y
otras incontables reacciones emocionales turban la claridad del cuerpo astral, entonces se debe
checar cuidadosamente esos puntos, y el tratamiento debe buscar ayudar el paciente a remover el
mayor número de ellos de su conciencia. Los Remedios Bach constituyen una excelente forma de
tratamiento para los disturbios astrales, como veremos adelante. De la parte del paciente, el
cultivo de una actitud de honestidad de pensamientos, palabras y actos mucho contribuirá para la
purificación del cuerpo astral y para la libre circulación de las fuerzas vitales.
David V. Tansley
Dimensiones de la Radiónica.
Intente visualizar las energías de la Vida y de la Conciencia fluyendo para abajo, y las del
prana solar atravesando el bazo en ángulo recto con relación a las primeras, formando, con efecto,
una cruz de corrientes de energía. Tales energías se encuentran en la región del plexo solar, que es
la sede de la vida astral del individuo; si las ambiciones de la persona son contrariadas, se carga de
energía que circularía normalmente, si tales ambiciones fueran concretizadas, comienza la refluir y
a acumularse, ya que ella no se exterioriza. Pues bien, como existe en este punto este vínculo
estrecho entre el centro del corazón, la sangre y las fuerzas vitales pránicas que circulan por la
sangre, la carga excesiva de energía que se verifica comienza a afectar la sangre, lo que, en ciertas
condiciones, puede resultar en malignidad. ES inevitable que un compuesto de substancias
mentales, astrales y etéricas ejerza atracción sobre la materia física, y así puede originarse un
tumor como vía de expresión de la energía de la ambición fallida. Eso, claro, es una simplificación
de la dinámica de algunas malignidades; debe haber aún un buen número de otros factores y
variables que nos afectan. La cura de muchas perturbaciones astrales, incluyendo esta, puede ser
encontrada en el cultivo de una actitud de aceptación. Aceptación de lo que somos, del lugar en
que nos encontramos y de las condiciones de nuestra existencia, no en el sentido negativo, pero si
en el dinámico, de conformar nuestro ser a la voluntad superior y permitir que la Vida exprese su
propósito.
David V. Tansley
Dimensiones de la Radiónica.
Gris Depresión
109
Carmesí Amor Egoísta
Rosa Amor Altruista
Rosa y Lila Amor espiritual por la
humanidad
Naranja Ambición y Orgullo
Amarillo Intelecto
Ocre Apagado Intelecto con fines egoístas
Goma Guta Claro Intelecto con fines superiores
Amarillo Palido Intelecto al servicio de fines
espirituales
Dorado Intelecto aplicado a la filosofía
Verde Capacidad de Adaptación
Verde Pardo Falsedad y Astucia
Verde Esmeralda Versatilidad, Ingenuidad,
desenvoltura y Altruismo.
Azul Pálido Verdoso Capacidad de Adaptación,
Compasión, Simpatía Profunda
Verde Manzana Intensa Vitalidad
Azul Suave Devoción a las realidades
espirituales
Violeta Afecto, Devoción
Azul-Violeta Aspiraciones Espirituales
Superiores
Rudolf Steiner nota que, en los términos de la Ciencia Espiritual, la relación entre los
cuerpos etérico y astral presenta una estrecha relación con la proporción de hierro de la sangre y
que el régimen de entrada del hierro afecta la circulación de la sangre y el funcionamiento de los
riñones. Los fenómenos de parálisis de ciertos músculos también están relacionados al mal
funcionamiento de ciertas fuerzas del cuerpo astral, y así vemos que es posible comenzar a
entender estos aspectos sutiles del hombre a través de la observación de varios factores objetivos.
Los escritos de Steiner constituyen uno guía inestimable, capaz de ayudar cualquier practicante a
la ilusoria laguna entre los universos objetivo y subjetivo.
David V. Tansley
Dimensiones de la Radiónica.
Cuando sano, el cuerpo vital desarrolla una superabundancia de fuerzas vitales que,
después de circular por el cuerpo denso, se propagan en línea recta a partir de su periferia en todas
las direcciones, tal como los rayos de un círculo a partir de su centro; sin embargo, cuando
enfermo, el cuerpo vital se ha debilitado y no consigue más proveer la misma cantidad de energías,
con el agravante de que el cuerpo físico denso pasa a nutrirse de él.
Entonces, las líneas del fluido vital que atraviesan el cuerpo decaen y se curvan,
evidenciando la ausencia de energías en su retaguardia. En los estados saludables, la intensa
energía de esas radiaciones elimina gérmenes y microbios prejudiciales a la salud del cuerpo
denso; en los estados de enfermedad, sin embargo, cuando la fuerza vital está enflaquecida, esas
emanaciones no eliminan de inmediato los gérmenes de las enfermedades. Por lo tanto, el riesgo
de contraer enfermedades es mucho mayor cuando las fuerzas vitales se hallan debilitadas del que
cuando estamos sanos.
Traté del dinamismo de la recepción y distribución pránicas en mi libro Radionics and the
Subtle Anatomy of Man; me veo por lo tanto desobligado de suministrar aquí mayores detalles
sobre el asunto. La cuestión que surge a esta altura es la siguiente: ¿si el cuerpo etérico es un
espejo de los estados de desequilibrio verificados en otros cuerpos, no podría la enfermedad
también originarse en él independientemente? La respuesta es simplemente sí! Para eso, hay un
correcto número de razones, siendo importante para cualquier practicante comprenderlas, pues
se trata de factores que se manifestarán en la mayoría de los casos analizados por intermedio de
la radiónica. El primer punto a considerar es que nuestros cuerpos etérico y físico denso forman
parte a la substancia etérica y física del planeta. Esta materia, según la tradición esotérica, posee
orígenes bastante antiguos y, en virtud de eso, se halla altamente contaminada. Durante eras
seguidas, los cuerpos infectados de hombres y animales han sido colocados bajo la tierra, lo que
resultó en una intensa, si bien sutil, polución de la materia que asimilamos para construir nuestros
vehículos de manifestación. La tradición esotérica va más lejos aún y afirma que toda enfermedad
se deja clasificar según tres categorías, las de la sífilis, tuberculosis y cáncer, y que todas estas son
inherentes a la substancia etérica y física de nuestro planeta. Así, todos estamos potencialmente
sujetos a acoger estas predisposiciones a la enfermedad en nuestros cuerpos etérico y físico,
siendo que nuestro régimen de vida podrá contribuir tanto para ponerlas en actividad, cuanto
para mantenerlas latentes. He ahí una indicación segura del valor de un régimen saludable de vida,
capaz de mantener el cuerpo etérico en un estado radiante.
David V. Tansley
Dimensiones de la Radiónica.
Cuando una persona se enferma, sólo esa fuerza vital espiritual, autónoma (automática),
presente en todas las partes del organismo, es perturbada por la influencia dinámica de un agente
morbífico prejudicial a la vida; sólo la fuerza vital, reducida a ese estado anormal, es capaz de
provocar en el organismo sus sensaciones desagradables y predisponerlo al proceso irregular que
llamamos de enfermedad.
David V. Tansley
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La integridad del cuerpo etérico es mantenida e intensificada por una dieta natural. a la
base de alimentación integral, aire puro, Sol, el uso de la miel como endulzante, ejercicios, una
postura de relajamiento, el uso criterioso del agua, tanto ingresa como externamente, y un ritmo
harmonioso de respiración. Disturbios emocionales y mentales debilitarán el cuerpo, el uso de
drogas da a los nadis un aspecto un tanto semejante al de las cuerdas flojas de una raqueta de
tenis, y nunca se debe olvidar que el cuerpo etérico responde de inmediato al pensamiento. Las
advertencias hechas anualmente por "especialistas" de la medicina, a través de las cadenas de
radio y de televisión, de que alguna epidemia de poliomielitis o gripe está en el aire constituyen un
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método seguro para instituir el estado de receptividad ideal a esas enfermedades en la población.
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Inducidos por el miedo a la enfermedad, muchos toman sus dosis de inyecciones tan-solamente
para estimular la propagación de la infección; otros relatan que dejaron de sentirse bien desde
que tomaron las inyecciones, que es muy natural cuando se considera que una substancia
venenosa fue introducida en el cuerpo. La toma de conciencia cada vez más amplia del público
cuanto a los riesgos inherentes a la aplicación de vacunas y a los efectos colaterales de los
remedios recetados es indicativa de cambios en el horizonte. La nueva conciencia que las personas
manifiestan con relación a las vitaminas, alimentos naturales no industrializados y a la práctica de
la Yoga es indicativa de la revelación que se avecina del cuerpo etérico. Cuando eso acontecer, la
propia medicina se transformará radicalmente, tomándose menos materialista en su abordaje de
la cura.
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Dimensiones de la Radiónica.
En este ejemplo, los dos chakras de la cabeza están reducidos a un único círculo, por
simple comodidad de representación. A cierta altura del proceso múltiple de transferencia de
energías, todas las propiedades de las energías encontradas en la base, en el sacro, en el plexo
solar, en el corazón y en la garganta se concentran sobre el chakra de la frente, antes de su
"sumisión" a los chakras de la cabeza.
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Cada caso que se presenta al análisis radiónico implicará en mayor o menor grado
problemas provenientes de la transferencia de energía. Los centros situados abajo del diafragma
muchas veces podrán estar excesivamente activos, y cuando esa energía comenzar a causar
impacto sobre los centros superiores correspondientes, que obviamente no se encontrarán tan
activos, inevitablemente surgirán incontables conflictos, generando toda suerte de problemas
orgánicos y psicológicos. Jamás se debe olvidar que transferencia de energía es transferencia de
conciencia, y, cuando el foco de conciencia de cualquier sistema de energía es desplazado,
inevitablemente surgen problemas. Sepa también que esos problemas no se dejarán atenuar
fácilmente por el empleo de la terapia radiónica, pues ellos forman una parte y una parcela de la
evolución del individuo y no pueden ser barridos simplemente con el girar de la perilla de un
selector. Sin embargo, una vez que el practicante comprende lo que se pasa, él estará en mejores
condiciones para ayudar el paciente. Ahora, no estoy sugiriendo que ayudar el paciente de esa
forma significa darle conocimiento de todos los bloqueos y transferencias de energía que se estén
verificando en sus sistemas, pues eso solamente creará más problemas. Cuando informamos al
paciente que existe un problema en un correcto chakra, estamos concentrando inmediatamente
su atención sobre la naturaleza y la localización de este problema. Eso, a largo plazo, solamente
exacerbará el problema. Los pacientes, a menudo, desean saber lo que hay de errado con ellos, y
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entonces se puede muy bien hablarles acerca de los miasmas y toxinas que estén solapando su
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salud, pero, a partir del momento en que pasamos la discurrir sobre los problemas relativos a sus
chakras, no hacemos más del que injertar energía en entidades mentales de naturaleza patológica
y retardar, así, todo progreso que el paciente podría alcanzar por su propia cuenta. El énfasis debe
recaer sobre el retomo a la salud, las causas subyacentes deben ser relegadas a los archivos y no
impresas sobre la substancia de los cuerpos sutiles del paciente, pues este ya tendrá mucho con
que haberse para que sea preciso arrojar más leña al fuego.
No estoy queriendo sugerir, con ese ejemplo, que todos los portadores de enfisema estén
en la misma situación, lejos de eso, pero él ilustra lo que acontece cuando es realizada una gran
transferencia y de qué modo una persona espiritualmente evolucionada puede quitar partido de
sus deficiencias. Una persona de esa clase aprovecha todas las oportunidades para aprender y no
concentra su atención sobre el problema, pero si en la realidad y en las razones a él subyacentes.
Creo que un tratamiento auxiliar a través de la radiónica pueda ser de utilidad en tales casos, pero
el paciente no debe ser informado de los progresos efectuados por el practicante. En el ejemplo
arriba, el individuo sabía lo que había de errado y como lidiar con eso; otros, sin embargo, pueden
no tener esa capacidad.
Este no es el lugar para tratar de las enfermedades específicas asociadas a los diversos
chakras, ya que este tópico fue hasta cierto punto abordado en mis otros libros y el lector podrá
encontrar mayores informaciones a respeto en varios otros libros esotéricos. Lo que yo me
gustaría acentuar, sin embargo, es que el diagrama que representa los chakras, sus glándulas y las
partes por ellos gobernadas, constituye uno guía simple y excelente. Por ejemplo: si hay algún
problema en la vesícula biliar, quedaremos sabiendo inmediatamente que el chakra del plexo solar
se encuentra sobrecargado, lo que casi siempre acontece. Si ocurren problemas en la vista,
entonces es porque el chakra de la frente debe, de una forma o de otra, estar presentando
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estados de desequilibrio. Examinar siempre el chakra más próximo al área en que la patología se
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manifiesta es un procedimiento simple y práctico a continuación - así, gasto la mitad del tiempo
usado para analizar un problema de salud en la anatomía sutil no será preciso valerse de la
intuición o de la clarividencia, pero sólo del buen sentido común.
Todos los casos deben ser averiguados con base en esos factores, pues, a ejemplo de los
bloqueos y niveles de actividad, se trata de problemas básicos y fundamentales que subyacen al
cuadro de síntomas presentados por los pacientes.
Así, concluimos una explicación básica de los factores que deben ser tenidos en
consideración cuando se emprende el análisis de los estados en los que se encuentran los cuerpos
sutiles del hombre. Estos son los factores causativos o, por lo menos, algunos de ellos, que
nosotros clasificaríamos como problemas orgánicos y psicológicos. Hay otros factores que
intervienen en las causas de las enfermedades, tales como los karmas individual, grupal, nacional,
racial y planetario, que, en mi opinión, están fuera de nuestra competencia, por lo menos por
ahora. Es preferible, en mi entender, lidiar con aquello que en cierta medida nosotros podemos
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comprender, pues intentar menear con causas que se sitúan además de nuestra comprensión es
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buscar problemas.
Estos, pues, son algunos de los conceptos básicos de que el practicante necesitará. Para
comprenderlos más a fondo, el lector tendrá que investigar y estudiar los escritos de Rudolf
Steiner que tratan de la medicina, los de Alice Bailey, o aún otros que hayan abordado con
profundidad el tema de la salud. Seleccione las informaciones que encuentre, elimine las que no
tengan valor práctico y adopte siempre las esenciales. Se trata de un asunto tan vasto, que su
estudio requiere no sólo el tiempo de una vida, como todo día será un día de oportunidad y
preparación para que, en el futuro, si alcance una eficacia y un rendimiento mayores.
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CUARTA SECCIÓ N
Consideraciones Terapé uticas
Alice A. Bailey
Rudolf Steiner
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CAPITULO 9
VIAS DE ACCESO.
¿Quién ya vio un médico aprobar la prescripción de otro médico sin retirar o añadir
algo?
Montaigne
En la radiónica, luego se aprende que, aunque puedan existir unos pocos tratamientos
específicos para casos especiales, el practicante ha, en general, de consentir que la matriz de la
enfermedad seleccione su propia forma de terapia, la cual es suministrada a través de los métodos
de pregunta y respuesta y del Analizador, ajustando ciertos remedios contra el factor causativo a
fin de llegar a una medida que denote un punto de equilibrio. Inevitablemente, cuando si trabaja
con factores subjetivos, algunos remedios excepcionales son a veces indicados, sin embargo, es
más frecuentemente de lo que se piensa, una rápida mira de ella en los "preparados"
correspondientes a ese remedio en la Materia Medica de Boericke revelarán muchos de los
síntomas exhibidos por el paciente en cuestión, confirmando, así, la conveniencia del remedio
radiestésicamente escogido.
La configuración arquetípica del cuerpo es perfecta; los desvíos en relación a ella son los
que originan las enfermedades. El tratamiento, especialmente es tratar de la proporción de un
órgano, es una manera de confrontar el desequilibrio con un modelo, con la inteligencia que
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domina las células que carecen de armonía, rememorándoles así la manera como deberían
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funcionar y la perfecta morfología a ellas inherente. Proyecciones de remedios de flores, sales
minerales o colores son otros tantos modos de alcanzarse la misma cosa; la pulsación del
tratamiento sirve para encaminar el mensaje y garantizar su recepción por parte de la substancia
de los cuerpos.
Y:
En mi opinión, mucha importancia será dada a estos métodos en un futuro no muy lejano.
La terapia en base de colores, y no sólo los tratamientos con luz, en breve desempeñará un papel
esencial.
Uno de los más famosos terapeutas del color de todos los tiempos fue un cierto Dr. Edwin
Babbit, que vivió en América a mediados del siglo pasado. Su libro The Principies of Light and
Colour lo hizo mundialmente famoso al ser editado por primera vez, en 1878. Babbit era una
singular combinación de científica, artista, médico y místico, y queda claro, a partir de sus escritos,
que él tenía libre acceso a conocimientos alcanzados sólo por aquellos que podrían adentrar las
esferas interiores en plena conciencia. Su método de tratamiento se valía de lámparas con lentes
coloreadas especiales de gran efecto, como también sometía comprimidos de "sac lac" y líquidos a
las irradiaciones coloreadas, a fin de fabricar remedios que eran tomados por vía oral por sus
pacientes.
La lista que se sigue de las enfermedades y colores correspondientes por él establecida fue
quitada de su libro y podrá servir cómo uno guía para los practicantes de la radiónica,
especialmente en casos de emergencia o para complementar cualquier forma de terapia radiónica
u otra adoptada por el practicante en los casos a sus cuidados.
David V. Tansley
Dimensiones de la Radiónica.
La primera experiencia con el color consistió en colocar una placa de vidrio de color violeta
sobre el tumor maligno que un paciente presentaba en el cuello y someterla a la irradiación
luminosa de una lámpara eléctrica común durante una hora. El paciente experimentó nítidas
sensaciones de alivio y, así pues, la experiencia fue repetida en otros casos. Fueron también
realizados pruebas con otros colores, especialmente el verde y el azul. Cada color parecía tener un
efecto propio claramente distinguido para un paciente sensitivo, aunque no fuera observada
ninguna disminución apreciable del tamaño del tumor en esa etapa. A veces, sin embargo, la
inflamación circunyacente se reducía, siendo seguida en casi todos los casos por un alivio del dolor
David V. Tansley
Dimensiones de la Radiónica.
y la mejora del estado general del paciente. Merece la pena notar que, mientras más intensas eran
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los colores usados, más eficaces eran los resultados obtenidos.
Algunas veces, el paciente, además de sentirse aliviado del dolor, tenía plena conciencia de
una sensación determinada producida por el color sobre el cuerpo, algo estimulante y
revigorizante. Con menos frecuencia, algún paciente era capaz de distinguir, en la sensación arriba
descrita, los diferentes efectos de los varios colores, cada color poseyendo sus características
propias.
Puede ser de interés dar aquí una idea general de los efectos de los colores usados tales
como fueron descritos por algunos pacientes suficientemente sensitivos para detectarlos. El color
más empleado fue el verde-brillante. La sensación por él producida era generalmente descrita
como agradable, de frescura, sin embargo no muy suave. Tenía un efecto suavizante cuando el
paciente se hallaba agitado. Fue también este el color que resultó ser el más aconsejable para
iniciar y concluir todas las aplicaciones, pues el efecto de los otros colores era intensificado cuando
se complementaba su aplicación con el verde.
La sensación producida por el violeta, que era aplicado después del amarillo, era mucho
más suave y delicado del producido por el verde, al cual se asemejaba bastante en cuánto a todos
los otros aspectos. El uso del violeta dejaba mucho que desear en cuánto a los resultados, a menos
que fuera aplicado conjuntamente con todos los otros colores y seguido a ellos, siendo, en este
caso, sus efectos particularmente notables.
Los dos colores restantes, el rojo y el naranja, eran poco usados, aunque el rojo pareciera
ser útil para el tratamiento de pacientes con anemia, así como para la prevención de
enfermedades. El naranja actuaba como un estimulante general y se mostraba eficaz en los casos
de indigestión. Sus efectos eran más groseros que los del amarillo.
David V. Tansley
Dimensiones de la Radiónica.
Merece la pena notar que la disposición de los colores no era la misma que se verifica en el
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espectro visible, la que es, rojo, naranja, amarillo, verde, azul, índigo y violeta. No hay cualquier
razón evidente para la alteración del lugar del amarillo cuando la posición de los otros colores
corresponde a la disposición del espectro.
No se tuvo la pretensión, con base en los resultados obtenidos, ni mismo cuando las
desregulaciones del aparato fueron corregidas, de que sólo el tratamiento por el color pudiera
traer la cura de una enfermedad maligna. A ese respeto, él se asemejaba bastante a los demás
agentes empleados en el combate al cáncer, cuyos efectos son invariablemente benéficos a
principio, tendiendo, sin embargo, con el tiempo, a anularse. En otras palabras, el cáncer asimila
todas las formas de tratamiento, y, aún en algunos casos, parece ser estimulado por ellas. Pero, los
resultados obtenidos con el uso del color fueron tan alentadores que se juzgó legítimo proseguir
las investigaciones a fin de intentar descubrir algunos medios que, usados conjuntamente,
pudieran superar las dificultades encontradas.
La idea de introducir el ritmo en la medicina no es nueva, siendo que las enfermedades del
corazón constituyen el principal ejemplo de su importancia. La Arritmia cardíaca es considerado
como un síntoma que necesita de tratamiento, siendo que una acentuada mejora en el estado
general del paciente siempre se verifica cuando el ritmo de los latidos del corazón vuelta al normal.
Otros ejemplos de la importancia del ritmo podían ser enumerados. Del punto de vista de la
medicina, es un hecho bastante conocido que todo cuerpo posee un patrón propio de vibración, y,
aunque él sea constituido de diferentes substancias, que por su parte poseen diferentes patrones
de vibración, asimismo el cuerpo, como uno todo, poseerá su propio patrón definido, el cual
dependerá de las características físicas de sus partes componentes. Un ejemplo simple de eso es un
pedazo de gelatina. Es sabido que la gelatina, cuando agitada, vibra rítmicamente, así como es un
hecho que el patrón de vibración será siempre el mismo para toda la gelatina. Si un tubo de goma
es conectado a la gelatina y a una bomba, y si el agua circula por el tubo, toda vez que la bomba
sea comprimida, la gelatina se moverá. Si prestáramos atención, observaremos que cada
movimiento de la bomba no corresponde un único movimiento de la gelatina, y sí a una serie de
vibraciones u ondas decrecientes. Si las terminales de la bomba son conectadas a las extremidades
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Dimensiones de la Radiónica.
del tubo, de modo a posibilitar una circulación continua, tendremos un circuito cerrado
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correspondiente al del sistema vascular del cuerpo humano. Si la bomba registra un ritmo de
compresión y descompresión de setenta u ochenta veces por minuto, tendremos algo semejante a
los latidos del corazón, y entre cada batida urna serie de vibraciones más pequeñas. En casos de
enfermedad avanzada de la aorta o de aneurisma de la aorta puede ocurrir un latejamento en la
cabeza correspondiente cada latido del corazón y, si observarse cuidadosamente, una sucesión de
vibraciones iniciadas cada latido podrá ser ocasionalmente notada. La misma serie de
movimientos puede también ser observada en el pie del individuo normal cuando cruza las piernas.
Presumiblemente, por lo tanto, mientras los huesos, músculos etc., poseen diferentes
patrones de vibración, el cuerpo como uno todo posee un patrón definido de vibración, siendo este
un múltiplo de la pulsación. La pulsación en la arteria femoral es de un sexto de segundo después
de la contracción del ventrículo izquierdo, considerándose el patrón del pulso como siendo de
ochenta, y así se llegó a la cifra 480 (obtenida por la multiplicación de 80 por 6) como hipótesis
para las futuras investigaciones sobre el asunto. No tenemos la pretensión de que esas sugerencias
posean alguna importancia científica, sólo ellas constituyen la base sobre la cual se llegó a una
hipótesis de trabajo. La importancia de tal hipótesis será vista más tarde.
David V. Tansley
Dimensiones de la Radiónica.
Tal patrón, que podía ser fácilmente regulado o corregido, correspondía aproximadamente a 480
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por minuto, confirmando así pues la hipótesis de trabajo a que nos referimos.
A medida que lredell proseguía con sus experiencias, su "Focal Machine" se hacía más
complicada. Los pacientes eran colocados en cabinas circulares a la prueba de luz, y ondas
magnéticas y de radio pasaron a ser utilizadas conjuntamente con el color y se descubrió que se la
irradiación coloreada pasara antes por un embudo rotatorio provenido de una espiral, los efectos
eran ampliados muchas veces. El famoso radiestesista Enel, que se especializó en el tratamiento
del cáncer, también empleaba energías emitidas por espirales, y quienes saben que el movimiento
rotatorio posee alguna conexión directa con la acción de los chakras y sirve para equilibrar su
funcionamiento. Muchos de los pacientes de lredell, cuando bajo tratamiento, acostumbraban
tocar el cuerpo para confirmar la impresión de que él estaba mojado. Parece que la liberación y la
activación del flujo de energías a través del cuerpo les daba la sensación de que el agua corría
sobre él. En mi opinión, el color debe haber liberado el flujo de fuerzas vitales o prana que habían
estado bloqueadas por años seguidos y, tal como los pacientes de Wilhelm Reich, pasaron a
experimentar lo que este denominaba "corrientes orgónicas", el flujo libre y desbloqueado de las
fuerzas vitales del Universo. Aunque la mayoría de los pacientes de Iredell sufriera de cáncer, él no
dejaba de utilizar, de tiempos en tiempos, la cromoterapia para tratar también otras
enfermedades, tales como glaucoma, poliomielitis, neuritis y catarro nasal. Conforme relata,
prácticamente todos los casos de reumatismo reaccionaban bien a los tratamientos hechos con los
colores rosa y azul.
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Dimensiones de la Radiónica.
AMARILLO: ESCARLATA:
Activador del tracto digestivo. Afrodisíaco.
Activador Linfático. Activador Renal.
Catártico. (Laxante) Ecbólico. (Abortivo, causador de
Colagogo. contracciones)
Digestivo. Emenagogo. ( Equilibrador de las
Estimulante de los Músculos motores. menstruaciones)
Fortificante de los Nervios. Estimulante Arterial.
Sedativo para el Bazo. Excitante Genital.
Vermífugo. Vasoconstrictor.
AZUL: ÍNDIGO:
Anodino (Analgésico) Astringente.
Antiprurítico. Calmante de Tiroides.
Contrairritante. Calmante Respiratorio.
Emoliente. Estimulante de la Paratiroides.
Sudorífico. Estimulante del Apetito.
Antifebril. Hemostático.
Vitalizador. Lenitivo
Sedativo.
NARANJA: LIMÓN:
Antiespasmódico. Alterante crónico.
Antirraquítico. Antiácido.
Activador de las Tiroides. Antiescorbútico.
Aromático. Activador del Timo.
Calmante de Paratiroides. Estimulante del Cerebro.
Carminativo. Expectorante.
Emetizantes (Provocadores de Fortificante de Huesos.
Vómitos). Laxativo.
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Dimensiones de la Radiónica.
Estimulante Respiratorio.
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Estimulante Estomacal.
Fortificantes de los Pulmones.
Galactagogo (Aumenta la secreción de
leche)
MAGENTA: PÚRPURA:
Activador del Corazón. Anafrodisíaco.
Diurético. Analgésico.
Estabilizador Emocional. Antimalárico.
Estimulador Suprarrenal. Antipirético.
Fortificante Áurico. Calmante Renal.
Dilatador de Vasos.
Estimulante Venoso.
Hipnótico.
Narcótico.
TURQUESA: VERDE:
Ácido. Antiséptico.
Alterante Agudo. Bactericida.
Calmante Cerebral. Desinfectante.
Fortificante de la Piel. Detergente.
Tónico. Estimulante de la Pituitaria.
Fortificante de los Músculos y los
Tejidos.
Germicida.
Purgante.
ROJO: VIOLETA:
Activador del Hígado. Calmante Cardíaco.
Cáustico. Calmante Linfático.
Estimulante Sensorial. Calmante Motor.
Fortificante de la Hemoglobina. Estimulante Esplénico.
Irritante. Fortificante de los Leucocitos.
Pustulante.
Rubefaciente.
Vesicante.
Como todo tratamiento radiónico se pauta por las necesidades específicas de un caso
específico, esta utilización de los colores debe ser tomada como una simple indicación o, como
afirmé anteriormente, como complemento de un otro tratamiento o, aún, en los casos de
emergencia. Si un paciente sufre dolor intenso, entonces el índigo podrá ser usado a título de
tratamiento preliminar, mientras se pondera la utilización de otros remedios. A veces, el
practicante puede encontrarse con un caso de emergencia en su propia familia y no contar con
suficiente tranquilidad para determinar con rapidez y precisión el tratamiento necesario, de modo
que la consulta a la lista anterior podrá serle útil como medio interino de llegarse al tratamiento
adecuado.
La correlación establecida por Dinshah entre los colores y los diversos elementos también
puede mostrarse útil de la misma manera. A menudo los pacientes presentan carencia de ciertos
David V. Tansley
Dimensiones de la Radiónica.
elementos; en el caso de estos sean proyectados o irradiados sobre el paciente, sería de utilidad
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contar con una lista de correspondencia entre los elementos y los colores correlativos,
complementando y ampliando el poder de cura del practicante.
AMARILLO: AZUL:
Berilio Cesio
Carbono Indio
Estaño Oxígeno
Iridio
Magnesio
Molibdeno
Osmio
Paladio
Platino
Rodio
Rutenio
Sodio
Tungsteno
ESCARLATA: ÍNDIGO:
Argón Bismuto
Disprosio Plomo
Erbio Iones
Holmio Polonio
Iterbio
Lutecio
Manganeso
Tulio
NARANJA: LIMÓN:
Aluminio Cerio
Antimonio Azufre
Arsénico Escandio
Boro Hierro
Calcio Fósforo
Cobre Germanio
Helio Iodo
Selenio Itrio
Silicón Lantanio
Xenón Neodimio
Oro
Praseodimio
Plata
Samario
Titanio
Torio
Uranio
Vanadio
David V. Tansley
Dimensiones de la Radiónica.
Zirconio
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MAGENTA: PÚRPURA:
Estroncio Bromo
Irenio Europio
Litio Gadolinio
Potasio Terbio
Rubidio
TURQUESA: VERDE:
Cromo Bario
Flúor Cloro
Mercurio Kashmirium
Niobio Nitrógeno
Níquel Radio
Tántalo Talio
Zinc Telurio
ROJO: VIOLETA:
Cadmio Actinio
Criptón Cobalto
Hidrógeno Galio
Neón Radón
Muchos colorterapeutas usan una gama de colores muy más restricta; en la radiónica, ese
abanico se amplía considerablemente y, si los tratamientos a la base de colores son aplicados por
medio del simulador de potencia magnetogeométrico, el practicante contará con más de 300
tonos de colores bajo la forma de tarjetas de proporción a partir de los cuales escoger el
tratamiento necesario, lo que representa una gran ventaja en relación a los otros métodos.
En Cartas sobre meditación ocultista, Alice Bailey trata extensamente de la utilización del
color en la meditación y en la cura. Ella señala que siete colores del espectro representan las siete
grandes corrientes de energía, conocidas como los "Siete Rayos", que animan nuestro sistema
solar. La Bíblia los denomina “Los Siete Espíritus Ante el Trono de Dios", y el místico cristiano Jacob
Boehme se refiere a ellas como “Los Espíritus de la Fuente". Estos colores poseen ciertos efectos
sobre los varios cuerpos del hombre y están relacionadas a los siete niveles o siete planes de la
conciencia.
Los colores, tal como se manifiestan en el plan físico, son disonantes y rudos comparadas a
su aspecto en las esferas superiores, donde llegan a alcanzar una belleza y una translucidez
inconcebibles. De acuerdo con Bailey:
David V. Tansley
Dimensiones de la Radiónica.
Subraya ella, igualmente, que todo color usado en la cura debe ser manipulado a partir del
plan mental, con las energías direccionadas fundamentalmente para el cuerpo astral, de modo
que sus efectos actúen a partir de ahí sobre los cuerpos astral y físico-etérico. El tratamiento a
través del color en los planos supra-sensibles es aplicado por el poder del pensamiento.
Homeopatía y Radiónica.
Este no es el lugar para discutir sobre las relaciones entre la homeopatía y la radiónica,
pues deseo simplemente señalar que la cura a través de los medicamentos homeopáticos
presenta afinidades bastante estrechas con los procedimientos de la radiónica, pudiendo utilizarse
ambas conjuntamente con óptimos resultados. Todo practicante debe disponer de una Materia
Medica que él pueda consultar en el transcurrir de la selección de remedios. A esta altura, lo que
pretendo es presentar material proveniente de varias fuentes esotéricas, capaz de servir de
referencia para los practicantes y mostrarse útil en la práctica.
Rudolf Steiner contribuyó grandemente para que llegáramos a comprender como ciertos
remedios afectan los cuerpos interiores del hombre. El lector podrá encontrar informaciones en
este sentido en Spiritual Science and Medicine, Anthroposophical Approach te lo Medicine y en
Fundamentals of Therapy, este último en coautoría con el Dr. Ita Wegman. Voy a citar tan-
solamente uno o dos ejemplos de estos libros a fin de ilustrar su comprensión de la materia.
Steiner combinaba plomo metálico, miel y azúcar para restaurar la armonía entre los
varios cuerpos sutiles en el caso de la esclerosis. La miel, afirmaba, transfiere los efectos
desintegrativos del cuerpo astral para los niveles físico-etéricos.
La combinación de sílice, hierro y azufre provee las fuerzas necesarias para restituir el
equilibrio de los sistemas de energía del hombre, cuando estos son perturbados por jaquecas o
dolores de cabeza.
El antimonio reorganiza las fuerzas engendradoras de formas del cuerpo humano para la
sangre y fortalece las fuerzas responsables por la coagulación de la sangre. Enflaquece las fuerzas
astrales que provocan eczemas y es útil en el tratamiento de la fiebre tifoidea.
David V. Tansley
Dimensiones de la Radiónica.
Steiner tiene cosas notables que decir acerca del flúor y que pueden ser de interés para
muchos, especialmente para aquellos que piensan estar haciendo un bien para sus hijos
suministrándoles la substancia bajo la forma de comprimidos. En la distante década de 20, antes
que los intereses investidos y el Sistema hubiera hallado otro método de envenenar legalmente la
población y, aún de quiebra, hacer dinero, Steiner hacía la siguiente observación acerca del flúor:
Una cantidad excesiva de flúor, residualmente un veneno, provoca toda suerte de lesiones
orgánicas, entre las cuales las manchas de los dientes. Los defensores de la fluorización del agua
no desisten de sus esfuerzos para imponer esa forma de medicamento al pueblo bajo el disfraz de
una acción médica preventiva, sin mencionar que la substancia en cuestión, además de inorgánica,
no pasa de mero residuo de la industria de aluminio. El flúor natural tiene su función en la orden
de las cosas, si bien pueda causar problemas si es tomado en exceso. No hay que dejar de
cuestionar lo que estaría por detrás de esa presión en el sentido de una aplicación masiva del flúor
a la población. Serían fuerzas que buscan la destrucción de las facultades mentales de multitudes
de personas, al tiempo que intentan pasar por benefactores públicos?
En el primer capítulo, mencioné un médico de nombre B. Winter Gonin. Él fue uno de los
pioneros en la práctica de la radiestesia, habiendo perfeccionado un remedio hecho de diversos
extractos de plantas denominado hormona herbórea. En 1930, publicó un folleto acerca del uso de
ese remedio, señalando tratarse de un agente bastante eficaz en el tratamiento de apendicitis,
pleuresías, duodenitis y neuritis, además de útil como antiespasmódico. Pruebas comprobaron
que la hormona herbórea actuaba sobre las membranas retículo-endoteliales, los tejidos linfáticos
y el sistema hematopoyético en el sentido de elevar rápidamente el número de leucocitos y
fagocitos, verificándose también un aumento considerable en la tasa de hemoglobina. Otro punto
de interés para el practicante de la radiónica es este a que se refiere el propio Winter Gonin:
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La pérdida del potencial neurológico del sistema nervioso, en los casos en que el
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galvanómetro acusa un derrame, es rápidamente restablecida y, en todos los casos en que la aura
presenta "fractura", la restitución tiene lugar in situ.
Si el Dr. Winter Gonin recurría a la inyecciones de hormona herbórea, eso no quiere decir
que los practicantes de la radiónica deban aplicar la substancia de igual manera; sin embargo yo
sé, por experiencia propia, que la administración por vía oral bajo la forma de comprimido o el
tratamiento mediante la proyección radiónica pueden contribuir mucho para ayudar los pacientes
que estén sufriendo de "fugas" en sus auras. Este remedio restaura el potencial electrodinámico
del cuerpo etérico, siendo esta la razón por la cual lo mencioné aquí.
Otro remedio homeopático que se afirma ejercer un profundo efecto regenerador sobre el
cuerpo etérico es el almizcle (Moschus).
Calc Phos. (Fosfato de Calcio) está presente en todo el cuerpo, siendo un importante
componente de los glóbulos de la sangre, huesos, dientes, jugos gástricos y tejidos conectivos del
cuerpo. ES recomendable en los casos de digestión lenta y, por ser un tónico, en las
convalecencias, como también para algunos tipos de anemia. Debe ser usado también para huesos
fracturados.
Calc Sulph. (Sulfato de Calcio) es uno de los componentes de la sangre y de la piel. Es, por
lo tanto, recomendable en los casos graves y reincidentes de supuración, tales como úlceras,
abscesos y catarros violentos.
Ferr Phos. (Fosfato de Hierro) es uno de los componentes de los glóbulos rojos de la
sangre, siendo, así pues, uno de los medicamentos imprescindibles para los casos de anemia y
carencia de hierro orgánico en la sangre. También fortalece las paredes de las venas sanguíneas.
Es el remedio correcto para las fiebres intensas y las primeras etapas de la inflamación y las
heridas súbitas o sensaciones de frío que pueden redundar en fiebre latente etc.
Kali Mur. (Clorato de Potasio) debe ser usado siempre que verificarse una capa espesa de
color blanco o ceniza recubriendo la lengua, una vez que la deficiencia de este sal acarrea una
superabundancia de albuminas en los tejidos, resultando en catarro o moco. ES recomendable
para los casos de crup, disentería, bronquitis, neumonía, difteria etc.
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Kali Phos. (Fosfato de Potasio) es indispensable para la cura del tejido nervioso, debiendo
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así pues ser ministrado en los casos de agotamiento cerebral y nervioso que redundan en estados
de neurastenia, ansiedad excesiva, cansancio y depresión nerviosas. Tales estados pueden
manifestarse mediante los síntomas de vértigo, excesiva sensibilidad al ruido, disentería etc.
Kali Sulph. (Sulfato de Potasio) provee de oxígeno las glándulas de la piel, siendo por lo
tanto recomendable para algunas enfermedades de la piel; ya que contribuye para abrir los poros
y, así, activar la circulación. Aquellas enfermedades de la piel que se hacen acompañar .de
secreciones amarilladas y viscosas indican la falta de esta sal. Recomendable también cuando los
cabellos o la piel presentan una oleosidad excesiva o la lengua presenta una capa amarillada y
viscosa.
Mag Phos (Fosfato de Magnesio) es indispensable para todos los dolores mortificantes y
espasmódicos tales como neuralgias, cólicas y dolores menstruales. El alivio, en la mayoría de los
casos, es prácticamente inmediato, sorprendiendo a los que nunca habían usado antes esta
substancia. Actúa también como fortificante de las fibras blancas y de los nervios motores.
Nat Mur. (Clorato de Sodio) es agente de la distribución de agua para todo el sistema,
siendo por lo tanto recomendable en los casos de coriza y síntomas de catarro acuoso. Ayuda
también a contener el flujo involuntario de lágrimas o saliva.
Nat Phos. (Fosfato de Sodio) actúa en el sentido de disolver el ácido láctico. y, así, liberar
agua para el sistema. Indicado para los estados de fermentación gástrica, acidez y vómito acre,
gravela, reumatismos gotosos etc.
Nat Sulph. (Sulfato de Sodio) regula el agua del sistema. Es indicado para los problemas de
bilis, ictericia, dolor de cabeza biliosa, disfunciones renales, diabetes y también cuando la lengua
presenta una capa verdosa, turbia y parda.
Silicea (Óxido de Silicio) es uno de los componentes de las cobertura de los nervios y de la
cobertura de los huesos, como también de los cabellos, de las uñas y de la piel. Provoca
supuración y, por lo tanto, ayuda el organismo a librarse de substancias nocivas. Debe ser usado
cuando existe catarro muy espeso, debilidad o transpiración excesiva, principalmente en los pies.
David V. Tansley
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Otro Remedio de Flores que no puedo dejar mencionar es aquel creado por el fallecido
Alick Mcfunes en Geddes, Nairn, en Escocia. Se llama "Exultación de las Flores" y puede ser
encontrado bajo la forma de líquido o ungüento. Este remedio es una combinación de las
propiedades etéricas de cura de cerca de cincuenta o más flores, estimulando intensamente la
reacción positiva del cuerpo contra la enfermedad cuando tomado oralmente o es proyectado.
También las piedras preciosas constituyen un otro poderoso agente de cura. El más
conocido defensor de esta forma de tratamiento es el Dr. A. K. Bhattacharrya, de India. Él enumera
las piedras preciosas y los colores cósmicos que le son correlativos de la siguiente manera:
Rubí – Rojo
Perla – Naranja
Coral – Amarillo
Esmeralda – Verde
Diamante – Índigo
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Zafiro – Violeta
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Ónix – Ultravioleta
Mayores detalles acerca de esta fuente de tratamiento pueden ser encontrados en Gem
Therapy, de la autoría del Dr. A. K. Bhattacharrya, y en The Science of Cosmic Ray Therapy or
Teletherapy, del mismo autor, ambos revisados y actualizados, constituyendo una excelente
fuente de información para cualquier practicante de la radiónica.
El flujo de las energías es otro factor importante a considerar. No basta solamente aplicar
la energía al chakra; es preciso saber también si ella fluye para la glándula endócrina correcta y, de
ahí, para los sistemas de órganos gobernados por el chakra en cuestión, como también si ella
circula a través de los vehículos.
Una tendencia de la terapia radiónica es a que afirma que el chakra de la cabeza no debe
ser tratado. En verdad, esta concepción no posee cualquier fundamento. Se puede clasificarla
como idiosincrática. Esta idea debe haber surgido porque el chakra de la cabeza es, a fin de
cuentas, el centro a partir del cual ser espiritual interior gobierna el yo inferior, pero eso no
constituye absolutamente un obstáculo que podría imposibilitar su tratamiento. La imposición de
las manos, el acto de bendecir una persona, envuelven a ambos, si son ejecutados correctamente,
el pasaje de las energías superiores invocadas a través del centro de la cabeza. Se trata de la vía de
entrada ideal para despertar la voluntad espiritual de cualquier individuo.
En ciertos casos, el practicante podrá creer que algunos de los veintiuno Chakras
secundarios necesitan ser tratados. Cuando haya indicación en este sentido, esto puede ser hecho,
pero nunca se debe olvidar que los Chakras principales son los que gobiernan los restantes, y que
el correcto balance de uno de los chakras mayores generalmente normaliza el funcionamiento del
centro o de los centros más pequeños bajo su influencia.
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seleccionando un tratamiento. Me gustaría concluir con una cita de un libro llamado The Chalice of
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the Heart, de Mary Gray, y que viene a propósito para nuestro asunto:
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QUINTA SECCIÓ N
Otras Dimensiones
Marshall McLuhan
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CAPITULO 10
Aquellos que leyeron los libros de Carlos Castañeda sobre su iniciación como hechicero,
junto al indio yaqui Don Juan, tal vez se acuerden de que el anciano pasó la mayor parte de sus
diez años intentando hacer con que Castañeda abdicara de su manera de ver el mundo para verlo
tal como él realmente lo es. Él enseña la Castañeda que cuando un hombre nace, le es transmitida
una visión del mundo que va siendo gradualmente reforzada, hasta el punto que la realidad es por
ella sustituida. Nadie ve un árbol, sólo intuye el concepto del que eso es un árbol. El hechicero
busca hacer con que Castañeda pase a entrever el mundo real, mediante técnicas que acuerdan
mucho aquellas utilizadas por los maestros zen-budistas. Cuando nuestra visión del mundo cede,
experimentamos el satori o la iluminación, y entonces nada más se interpone entre nosotros y el
mundo tal como es. En cierto sentido, todos somos incapaces de ver el mundo en sí aún. La
formación profesional lleva a consolidar las posiciones establecidas y la adhesión a ciertos puntos
de vista por ella inculcados. Eso hace muy difícil para un médico, por ejemplo, considerar otros
métodos de diagnóstico y tratamiento que no son aquellos situados en su campo de creencias.
Además de eso, él es inducido a creer que, si la medicina moderna se muestra incapaz de resolver
un determinado problema, es porque el problema es insoluble, y no desistirá de esa posición a
pesar de todas las evidencias en contrario. Hay, es claro, excepciones a la regla, y a veces
encontramos muchos médicos que se muestran flexibles en sus concepciones propias acerca de la
cura, admitiendo que puedan haber otras técnicas bastante eficaces en su propio campo de
actividades.
Casi siempre, sin embargo, la mayoría de los médicos, especialmente los que poseen una
formación ortodoxa, encuentran grandes dificultades en lidiar con los aspectos subjetivos de la
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radiónica. Incluso Sir James Barr, que utilizó intensivamente los métodos de Abrams en su
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práctica, afirmó acerca de las concepciones de este:
Teniendo, quien sabe, concordado que pueda haber alguna verdad en eso, el médico se
encuentra ahora con los diagnósticos establecidos a la distancia. El diagnóstico efectuado con el
paciente conectado físicamente al instrumento es una cosa; pretender que él pueda ser hecho a
partir de una gota de sangre en la ausencia del paciente es un concepto enteramente nuevo que,
una vez más, exige flexibilidad de puntos de vista. Y Abrams, al final de la vida, descubrió incluso
que podía identificar la energía proveniente de un paciente a la distancia de una milla. Cabe a Ruth
Drown postular la distancia como factor relativo, demostrando que poco importaba el lugar en
que se encontrara el paciente cuando el diagnóstico y el tratamiento que se le seguían estuvieran
siendo realizados.
Drown vio con absoluta claridad que una nueva era estaba iniciándose para la cura, y
escribió en 1939:
He ahí el ejemplo de una persona actuando a partir de una posición flexible y no rígida.
Tengo certeza de que Marshall McLuhan encontraría en Ruth Drown un verdadero exponente de
la tecnología eléctrica del siglo XX; tal vez ella fuera incluso más que eso, reconociendo y
utilizándose de las fuerzas eléctricas del espacio, de la fohat de la Teosofía o del prana de la
tradición hindú, como hizo. Tal vez Drown haya sido a representante pionera de la tecnología del
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siglo XXI, que sin duda nos revelará aspectos de los fenómenos eléctricos que nos son
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incomprensibles hasta ahora.
Cuando nos sorprendemos en contacto con esa Fuerza Vital, ella nos enseña acerca de
nosotros mismos.
Una cosa es correcta: nadie que se haya ocupado de esa Fuerza Vital por algún tiempo
podrá mantener una posición fija en un sistema de creencias rígido, pues esta fuerza actua sobre
el individuo, si este consentirlo, y se manifiesta para el observador sensible bajo la forma de un
verdadero caleidoscopio de posibilidades y potencialidades. Por su propia naturaleza, ella abre el
individuo para su flujo rítmico expansivo, y mientras más se aprende a su respeto más se aprende
sobre el propio Yo. En estas condiciones, pronto se evidenciara que las posiciones fijas y los
sistemas de creencias estáticos no son aliados de la vida, sino que se le opone.
Ablanda el áspero,
Disuelve la trama;
Templa la luz,
Calma el tumulto.
David V. Tansley
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Y tal vez debiéramos añadir: conociéndolo, será imposible encasillarse en una posición fija;
el cambio es una constante en el Universo y una constante de suma importancia, en cualquier
campo de la cura. Una de las primeras cosas que el practicante ha a aprender con la Fuerza Vital es
que es preciso hacerse él propio eficiente. Con eso, se da a entender que:
Quién cura debe aprender también la irradiar, pues la irradiación del alma estimulará la
actividad del alma del enfermo y desencadenará el proceso de cura, la irradiación de la mente
iluminará a otra mente y polarizará la voluntad del paciente; la irradiación de su cuerpo astral,
controlada y sublimada, impondrá un ritmo a la agitación del cuerpo astral del paciente,
posibilitándole así reaccionar de forma adecuada, mientras que la irradiación del cuerpo vital,
actuando sobre el centro del bazo, contribuirá para recomponer las fuerzas corporales del paciente
y, así, facilitar el trabajo de la cura. Por lo tanto, aquel que cura tiene el deber de hacerse eficiente,
de modo que la acción ejercida sobre el paciente estará a la altura del que él es.
¿De qué modo, pues, el practicante se hace eficiente? Primero, él acumula conocimiento
y, así, purifica sus motivaciones y, enseguida, sus vehículos de manifestación, a través de la
plegaria, de la meditación, de una dieta adecuada y de un régimen de vida equilibrado. Él se hace
magnético y sus cuerpos tan afinados con la Fuente, y todo lo que se imprime a su conciencia
recibe la cura. Pasa a tener en mente que su existencia es un flujo continuo a través de los ciclos
que nosotros denominados vida y muerte, y que todo día es día de preparación y oportunidad. Su
conciencia alcanza, así, aquel punto de eterno poder, Cristo interior, y él aprende a mantenerla
continuamente en ese punto. Nunca es muy pronto o muy tarde para mantener la personalidad en
alineamiento sincronizado con el alma, pues ese es un importante paso al largo de la trayectoria
de su destino. Si el paciente busca auxilio a través de pensamientos, toma el teléfono para
llamarlo o se sienta para escribirle, y, estando su conciencia en sintonía con su alma, el proceso de
cura será inmediatamente desencadenado. Si el lector duda, puedo asegurar que no faltan
anécdotas sobre personas que escribieron a un practicante en búsqueda de ayuda, y este, debido
al exceso de trabajo, dejó la carta sin abrir por un día o dos para inmediatamente recibir un
llamado del paciente afirmándole que "Yo no sé lo que fue que usted hizo, pero estoy pasando
óptimamente bien". Si la conciencia del practicante se halla profundamente concentrada en sí
misma, las curas instantáneas podrán suceder, aún a aquellos que no lo conocen y solamente
buscaron ayuda a través de la oración. Esto no se enseña en las escuelas de medicina, ni en los
colegios de osteopatía o quiropedia o a través del entrenamiento radiónica, apuntando para el
practicante la necesidad de observar con cuidado de que manera él polariza su conciencia en el
transcurrir del día. En su libro The High Walk of Discipleship, Eugene Cosgrove escribe:
Existe una entidad espiritual efectiva y de peso planetario. El médico del alma debería, así
pues, entrañarla en el más hondo de su ser. Su realidad proviene de la existencia subjetiva de
inmensas reservas de fuerzas espirituales concentradas en Cristo y a su vuelta. Seguramente, se
trata de un otro factor de la más alta importancia para todo aquel que intenta alcanzar el poder
de la cura.
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Todo aquel que cura mediante el concurso de las fuerzas espirituales es, por el derecho
divino de su propia alma, miembro de la Iglesia de Cristo que cura, y participa a su medida de la
función de Cristo como curador de los curadores. Tal individuo es ordenado por su propia alma
para el ministerio de la cura. Él no necesita de cualquier otra ordenación, ni cualquier otra
ordenación podrá aumentar (o disminuir) su poder de cura.
Él ya estaba casi a punto de dejar de lado su aparato, pensando que había refutado
efectivamente una fuente de superstición popular, cuando le ocurrió pedir a una persona de
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Si la mano derecha del sensitivo produce una oscilación de 8 líneas, y la mano derecha de
otra persona era colocada sobre ella, las oscilaciones registrarán un aumento para 12 líneas. Si es
la mano izquierda de otra persona la que es colocada sobre la mano derecha del sensitivo, el
movimiento del péndulo cesa de un golpe. Si materiales odicamente negativos, tales como el
selenio, el azufre, el carbón vegetal etc., eran colocados en contacto con la mano izquierda del
operador, las oscilaciones aumentan; si la misma tentativa es repetida ahora con materias
odicamente positivas, tales como hierro, cubre, estaño, plomo, el péndulo frena inmediatamente.
Las fuerzas ódicas negativas fluyen de las manos del sensitivo para la cuerda, que no debe
ser muy fina, y de este hasta la plomada, cuyo peso fijé en 6 onzas, generando una incandescencia
visible a lo largo de la cuerda y en torno a la plomada, acompañada de una luminosidad ódica que
se irradiaba por el cuarto oscuro, produciendo oscilaciones rectilíneas de un largo proporcional a la
cantidad de odilo descargada.
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estamos adscritos, a fin de verificar cuánto hicimos, lo que hacemos en el presente y cuál debe ser
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nuestra contribución para el futuro.
La última vez que hice una tentativa en ese sentido fue en 1955, cuando, en el Congreso,
entonces realizado, pronuncié, de modo un tanto temerario tal vez, una conferencia sobre El
Futuro de la Radiestesia, y a la luz de lo que pasó quedo satisfecho en saber que no fui tan mal
profeta.
La razón para intentar efectuar un balance similar, diecisiete años después, bajo el
presente título, es a de que, en mi opinión, no habíamos aún atinado con la verdadera importancia
del que nosotros, en la B.S.D., nos habíamos unido para practicar y promover estos tiempos
modernos.
Aún estoy convencido, más aún que en 1955, de que tenemos una gran contribución a
hacer, una contribución mucho más formidable de la que suponemos o imaginamos, en la medida
en que nos hallamos de posesión de una llave fundamental, que podría abrir muchas de las
puertas de los problemas aparentemente insolubles en los tiempos actuales, principalmente el de
la polución en escala mundial bajo sus diversas formas.
A partir de ahí, aunque la rabdomancia fuera bien conocida tanto en el Continente como
en este país, no fue sino alrededor del fin del siglo XIX que se emprendió el primer estudio
sistemático a su respeto, siendo que en 1897 el Prof. William Barret, F.R.S., publicó un documento
acerca de las Actas de la Sociedad de Investigaciones Psíquicas, intitulado "Acerca de la así llamada
Varilla Mágica o Vírgula Divina - una investigación científica y histórica sobre la existencia y el valor
práctico de una singular facultad humana, desconocida por la ciencia, conocida localmente como
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Pero los primeros días de la Sociedad fueron tomados por la controversia entre aquellos
que creían que la rabdomancia no era más que un fenómeno físico que podía ser explicado en los
términos de la física moderna, principalmente por el electromagnetismo, y aquellos que sostenían
ser ella esencialmente un fenómeno psíquico. El fallecido Mr. Maby, ese incansable investigador,
fue uno de los grandes abogados de la tendencia física, llegando aún a afirmar que si se partía del
psíquico, "todo es caos, confusión, relatividad y absurdo". Pero él prestó un gran servicio al
rabdomante por insistir en el aspecto físico, presentando sus puntos de vista en el libro The
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Physics of the Divining Rod, publicado en 1949; con este libro, él ponía orden en la casa, por así
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decir. Pues era esencial determinar de entrada la naturaleza y la magnitud de este aspecto físico,
antes que fuera posible obtener un progreso significativo en el que se puede considerar como el
verdadero idioma de la materia.
Pero, a lo poco fue constatándose, y por la autoridad de Sir William Barrett, que la
tentativa de explicar el fenómeno de la rabdomancia únicamente en el plan físico debía ser
abandonada; y fue bueno que así fuera, pues se la radiestesia física fuera todo, en la verdad,
veríamos llegar al fin la rabdomancia para el descubrimiento del agua, minerales y petróleo, pues
no hay sombra de duda de que en el campo puramente material el rabdomante sería ciertamente
superado por el perfeccionamiento de instrumentos ultrasensibles capaces de detectar y analizar
todas las radiaciones materiales.
Alrededor de esta época, tal como yo relato en Pattern of Health, encontré Mr. W.L.
Wood, con quien establecí una notable colaboración hasta su muerte, en el otoño de 1957.
Verifiqué que él estaba ansioso por actuar, pues no le restaba dudas de que se resolviéramos el
misterio de la radiestesia, teníamos que ampliar y redireccionar nuestras ideas y concepciones en
un sentido bastante vital y fundamental. La visión física y materialista no era suficiente. Ella posee
validez dentro de sus propios límites, como pudimos ver en el trabajo de Maby, por ejemplo, pero
además de estos existe un vasto mundo que es a un sólo tiempo científico y religioso, y solamente
puede ser entendido a la luz de la "ciencia espiritual", para emplear el término de Rudolf Steiner.
La acción por él ansiada, a la luz del que precede, fue por él finalmente implementada en
el invierno de 1954-55, durante un intenso periodo de trabajo, en el sentido de una explotación en
profundidad de la técnica radiestésica ora conocida como Q & R, de la cual trataré con mayores
detalles inmediatamente adelante.
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escogido fue "Observaciones sobre algunos problemas relativos a la Sociedad". Como observador
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de fuera, él afirmó que por algún tiempo había tenido la impresión de que a B.S.D. no venía
realizando sus potencialidades y posibilidades, teniendo recaído en un estado de estancamiento
científico. Permítanme citar el siguiente pasaje de su conferencia:
La radiestesia ya venía siendo practicada con éxito por muchos sacerdotes franceses,
principalmente por los abades Bouley y Mermet, así como por técnicos renombraados como
Turrene, Lesourd, Bovis y muchos otros.
Felizmente, uno de los miembros del grupo original - el Dr. George Laurence -, no sólo
prosiguió sus actividades y se encuentra aún a nuestro lado, como también durante los años 50 y
60 elaboró y desarrolló una técnica de diagnóstico y tratamiento con base en su trabajo de
investigaciones clínicas y taxonomía, que es actualmente conocida como Medicina Psiônica,
incorporando, entre otras cosas, la Teoría Unitaria de la Enfermedad de McDonagh y la Teoría de
la Enfermedad Crónica de Hahnemann, los resultados de las últimas investigaciones con el ADN y
el RNA y algunos aspectos de la Ciencia Espiritual de Steiner, todos sin embargo subordinados al
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funcionamiento de la facultad radiestésica. En 1969, a "Psionic Medical Society" fue formada tanto
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por médicos como por legos, a fin de fomentar y promover esta nueva concepción de la ciencia y
del arte de la cura, capaz de descubrir a través de la utilización de la facultad radiestésica, la causa
o las causas verdaderas situadas en la raíz del disturbio o de la enfermedad, y a continuación
tratarlas con remedios homeopáticos determinados por la radiestesia - una medicina realmente
creativa. En eso, ella fue auspiciosamente bien-sucedida, y utilizando una técnica de las más
simples - un péndulo, un gráfico de diagnóstico y muestras efectivas, estas para proporcionar
mayor precisión a la lecturas. Así, en este campo, fue posible realizar un gran número de
investigaciones y obtener progresos definitivos gracias a la plena utilización de la facultad
radiestésica.
Me pareció, a la época, que lo más importante a ser hecho era desviar nuestra atención
del mecanismo de la rabdomancia para el factor esencial del fenómeno, a pesar de la multiplicidad
de sus aplicaciones, a saber, la facultad del rabdomante; así, en 1959, en el Congreso realizado en
julio, yo leí un documento intitulado "La Facultad Radiestésica", que era una tentativa de
comprender la naturaleza y la función esenciales de este misterioso sentido.
No intento recapitular aquí mis conclusiones, que podrán de cualquier modo ser
encontradas en el Cap. XII de Patterna of Health, y mis últimos puntos de vista sobre la materia en
el Capo XVI de Life Threatened, limitándome a citar sumariamente el siguiente pasaje:
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Además, es una facultad que puede operar a partir de varios niveles, especialmente del
subconsciente, o Yo Inferior Huna, pero también del superconsciente, o Yo Superior, y de niveles
aún más elevados, conforme las exigencias de la situación y del entrenamiento, de la disciplina y
de la instrucción del operador. Esto quedará claro, espero, cuando pasemos a discutir el método P
& R.
En mi libro Life Threatened, escrito algunos años más tarde, yo explicaba lo que juzgaba
ser el modus operandi de la facultad, sugiriendo, creo que con buenos motivos; que el sistema
nervioso propioceptivo estaría directamente implicado; sin embargo investigaciones posteriores
mostraron que eso era un error y que la secuencia correcta de procesos sería la siguiente: fuerzas
etéricas formativas -> glóbulos rojos -> la sangre en circulación -> el sistema nervioso autónomo ->
músculos voluntarios -> movimiento del péndulo.
Dicho esto, retornemos a la conferencia de Wood. Si en aquella época él sentía con tanta
convicción que los problemas de 1955 necesitaban "de la fuerza máxima de la sensitividad del
rabdomante", para usar sus propias palabras, tal necesidad debe ser mucho mayor hoy, con los
problemas serios y adicionales de 1972.
Consideremos, de entre estos, aquellos para cuya solución y comprensión podríamos tal
vez ofrecer una contribución muy especial y probablemente única, además de aceptable, si es que
libros recientes como The Roots of Coincidence, de Arthur Koestler, y Design sea Destiny, de
Edward Russell, constituyen una indicación efectiva de las preocupaciones e intereses del público.
Ofrecemos a continuación una lista provisional, que podrá y con certeza será aumentada:
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depresiones, caños, drenajes etc. Ninguna habitación debe ser construida antes
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que el terreno haya sufrido un correcto análisis rabdomántico. Los materiales de
construcción también constituyen un elemento importante, a ejemplo de las
substancias empleadas en el mobiliario; el acero, por ejemplo, entorpece el
cerebro - es un mineral con propiedades hipnóticas.
4. La localización de infractores de la ley y criminales, personas desaparecidas,
cadáveres, bienes y dinero perdidos o enterrados. Asume una importancia cada
vez mayor, en vista del gran aumento de la criminalidad registrado los últimos
años. Debería ser usado más intensivamente del que es en casos criminales y
civiles que necesitan de su concurso.
5. En la agricultura y en la horticultura. Para la determinación de las condiciones
óptimas del terreno, fecundidad de las semillas, germinación, estado de las
cambios, y otras aplicaciones generales, tal como la determinación del valor de
todos los aditivos, tanto orgánicos como inorgánicos. Determinación de la calidad,
vigor y salubridad de todos los alimentos, naturales, industrializados, procesados,
artificiales o sintéticos.
6. Pruebas de personalidad, a través de la medición de la "radiación cerebral", tal
como descubrimiento y utilizada por el Dr. Oscar Brunler. Posee múltiples usos,
tanto educacional como industrialmente, en el descubrimiento de talentos,
aptitudes, potencialidades mentales, disturbios de la personalidad etc.
7. Medicina y Veterinaria. Además de la localización de reservas de agua, la medicina
ha recibido una atención mayor de la radiestesia, como yo ya tuve la oportunidad
de señalar, sin embargo existen aún incontables problemas a ser resueltos y la
única respuesta para la mayoría de ellos se encuentra en la Medicina Psiónica,
tanto en el que se refiere a los diagnósticos como a los tratamientos. Ya se conoce
el suficiente para transformar radicalmente las bases del tratamiento médico, pero
el público viene siendo privado de estos beneficios y conocimientos, así como de
las medidas que ya podrían haber sido tomadas en el sentido de la prevención y de
la profilaxis, por la ortodoxia empedernida. En la práctica veterinaria, si es usado
más extensivamente, contribuiría a sin duda para ayudar a prevenir la gradual
deterioración de la vitalidad, fuerza y resistencia de los animales domésticos y de
cría.
8. Homeopatía. La introducción de la radiestesia en la práctica homeopática
provocaría, incontestablemente, una grande revalorización de la medicina
homeopática, tanto de la propia especialidad toma en separado cuánto, más
sensiblemente, bajo la forma de una medicina más abarcante, como es el caso de
la Medicina Psiónica. La radiestesia, en este contexto, soluciona la controvertida e
intrincada cuestión de la selección y preparación de potencia de los remedios.
9. Y ahora llegamos a nuestro dilema moderno - todo el problema de la polución y de
la contaminación, especialmente cuánto a sus aspectos más sutiles e intangibles
relacionados por la medio ambiente semi-intoxicado en que somos todos
obligados a vivir o a sobrevivir. Además de los innumerables factores tóxicos,
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Por lo que sé, la primera utilización conocida de la facultad radiestésica en ese sentido, de
investigación deliberada, se debió al grupo cuyas actividades fueron por mí registradas en el libro
Pattern of Health. El éxito del grupo se debió en ancha medida y en primer lugar a Mr. Wood, a
quién yo describí como un "formulador ideal de cuestiones": "Su habilidad en este sentido era
absolutamente notable, pues él poseía un olfato excepcional para formular la pregunta en un
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enunciado correcto y preciso y, sin perder el hilo de la madeja, hacerla seguir por otras
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exactamente complementarias. Él poseía un raciocinio rápido y ágil, sin embargo a la vez
equilibrado y generalmente bajo el control de su razón altamente informada. La combinación
ideal. " Y, en segundo lugar, a los dos sensitivos suficientemente evolucionados para trabajar en
los niveles requeridos.
Más recientemente, sin embargo, él hizo a florecer con todo vigor, en una formulación
más abarcante, a través del trabajo de dos talentosos investigadores de la radiónica y de las
disciplinas radiestésicas.
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El segundo investigador en este campo es el Sr. Malcolm Rae, que, es interesante notar,
llegó a la Radiónica después de una larga carrera dedicada tanto al comercio cuanto a los
negocios. Siendo, sin embargo, una persona muy práctica e inventiva, él pensó, al principio, que
podría hacer progresos a partir de instrumentos radiónicos más sofisticados y perfeccionado,
habiendo llegado incluso a producir un modelo con 40 mostradores. Pero, en breve, él llegaría a la
conclusión de que no era solamente eso lo que se necesitaba, sino, antes, de un operador humano
calificado que pudiera satisfacer a los siguientes requisitos:
Me veo en dificultades para intentar relatar su trabajo, pues, a medida que intervenían
nuevos conocimientos supra-sensibles, él cambiaba constantemente tanto de forma como de
contenido, a fin de incorporar la verdad adicional revelada. Tales progresos resultaban de su
insistencia en resolver los casos dados como perdidos por los métodos corrientes de tratamiento,
y de los esfuerzos correspondientes para descubrir el porqué, lo que quedó afuera; si hubo alguna
interpretación errónea o si el problema necesitaba ser considerado de otro ángulo.
De ese modo, comenzó a surgir un legítimo método de cura, redimió el máximo posible de
deficiencias. Esto, sin embargo, necesitó un abordaje bastante flexible y el redimensionamiento de
un cierto número de problemas, como, por ejemplo, la naturaleza real de aquellos misteriosos
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índices radiónicos, así como de muchas otras cosas aparentemente aceptadas como la propia
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verdad.
En febrero del corriente año, él hizo una conferencia en la Medical Society sea the Study of
Radiesthesia, intitulada Radiesthesia and Thought, la cual constituye un excelente ejemplo de
cómo, a través del empleo de la facultad radiestésica en la técnica de P & R, esta puede ser usada
como el instrumento por excelencia de las investigaciones científicas de base acerca de la
radiestesia.
Él descubrió que uno de los primeros pasos fundamentales a ser dados era la de distinguir
entre la verdad, es decir, los hechos, y la opinión, sugiriendo que, si la estimativa intelectual
común de la verdad relativa fuera tenida en cuenta, sería muy difícil conseguir eso, sin embargo, a
través del uso de la estimativa radiestésica, la distinción era muy más segura y taxativa. Él
descubrió que eso podía ser hecho a través de un gráfico de la verdad especialmente diseñado,
dispuesto sobre una base de goma magnetizada, la cual tiende a reducir la interferencia del
intelecto.
Esta diferencia o desvío puede ser expresa en términos matemáticos por algo que se
asemeja a conjuntos de coordenadas de naturaleza bastante compleja y, en el caso del Hombre,
implicando seis conjuntos en un dato contexto de referencia, el cual pudo ser determinado
detalladamente a través de medios radiestésicos, y describe todos los aspectos del Hombre en su
medio.
Esta introducción de la matemática es bastante interesante, pues tal como afirma Canon
Galzeswki, en un documento intitulado “The Human Field in Medical Problems", yo cito:
David V. Tansley
Dimensiones de la Radiónica.
medicina. En aquel momento, conforme me dije, él estaba escribiendo una historia de la medicina
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y había tenido la oportunidad de observar que siempre que la matemática era utilizada en este
ramo del conocimiento, la medicina progresaba rápidamente, o entonces decaía, en su ausencia.
Constituía para nosotros dos un problema la manera como eso podía ser hecho adecuadamente.
Malcolm Rae, sin embargo, fue más lejos aún y pasó a investigar de qué modo todo este
proceso actuaría en el ser humano.
Y comenta él:
Simplicidad esencial - no podía haber una descripción más inspirada y, a la vez, más
simple y, así pues, el más eficiente empleo de la esencia del hombre para controlar el
comportamiento de su substancia.
A La luz de todo eso, la "terapia" se esclarece, y cito: "En los hombres, un límite que se
convirtió en obstáculo, una vez correctamente evaluado, puede ser tratado mediante el mensaje
David V. Tansley
Dimensiones de la Radiónica.
Es decir sólo uno resumen superficial y, temo, imperfecto, de este importante documento,
que naturalmente contiene mucho más del que fue mencionado, de modo que se debería leerlo
íntegramente, en la medida en que estos resultados de tantos años de investigaciones parecen
constituir verdades básicas tal como demostradas por el gráfico de la verdad. Un pasaje de una
plegaria de Tomás de Aquino dice así: "Concédame la sabiduría para comprender, la memoria para
preservar, método y facilidad en el estudio, sutilidad de interpretación y abundante gracia de
expresión", lo que va al encuentro de lo que Rudolf Steiner juzgaba necesario para los tiempos
modernos, y lo cito: "..- no será mediante la experiencia mística que se despega de la razón y
menosprecia la lógica, que el hombre reencontrará su herencia espiritual, pero si por vía del
raciocinio puro, concentrado, en el cual la lógica jamás es contradecida. " Jane Wilcox y Malcolm
Rae no habrían llegado a estos importantes descubrimientos y conclusiones si ellos no tuvieran
ejercitado un raciocinio cada vez más claro, preciso y exacto - la formulación de los pensamientos
verdaderos -, en todos sus esfuerzos en tomo de la P & R. Su meta era la verdad, y así ellos
aprendieron la indagar creativamente por la verdad y, por lo tanto, acabaron por recibirla,
obedeciendo a la prescripción: "Indague por ella y ella le será dada. "
Hace dos mil años, Cristo inició el sentimiento y la devoción humanos en la fe, en el espíritu
del mundo y en la realidad del destino espiritual del hombre, y así hizo posible la evolución de su
conciencia de sí y el desarrollo de sus facultades de raciocinio. Hoy, Él haría posible al hombre
recuperar, con conocimiento de causa y comprensión, su verdadero linaje espiritual, iniciando su
pensamiento en la experiencia directa del espíritu. La redención del pensamiento es la conclusión
de la iniciación espiritual de la humanidad por Cristo.
Escogí este pasaje porque él me sonaba profundamente verdadero y poseía a mis ojos la
mayor importancia, aunque yo creyera que solamente una minoría bastante reducida era capaz de
alcanzar un pensamiento desvinculado de los sentidos, lo que se tenía cómo una de las exigencias
para una tal recuperación, a la cual solamente iniciados como Steiner podrían satisfacer. Ella
parece excluir la mayoría absoluta de nosotros, que nos hallamos atascados en nuestros valores
materiales y hábitos de pensamiento, pero, sin embargo, es indispensable que intentemos, a fin
de que podamos descubrir, para citar Steiner, "que además de las posibilidades y facultades del
pensamiento como instrumento del conocimiento, este también poseía funciones de las cuales el
hombre aun no tiene la más pequeña experiencia, como, por ejemplo, una función creativa - pues
él actuaba como una fuerza formadora y creativa en la vida del hombre, tanto en el plan físico
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como en el espiritual. " Al meditar sobre todo esto, se me ocurrió que tal vez la técnica de P & R ya
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constituyera una respuesta, que todo aquel que utiliza de la P & R, en espíritu y en verdad, está de
hecho propiciando la redención del pensamiento y recuperando sus funciones creativas perdidas,
con todas las extraordinarias consecuencias que de ahí vendrían para el bien, tales como la
completa transformación de la ciencia, de modo a que esta se convierta en una "ciencia de la
Realidad, capaz de abarcar tanto la ciencia material como la ciencia espiritual en un único todo
grandioso - una verdadera ciencia del cosmos".
Permítanme concluir con este pasaje de mi libro Pattern of Health, escrito en 1961, pues
quiero creer que ahí prenunciaba el papel y el alcance de la facultad radiestésica, tal como ella se
desenvolvió en los últimos 11 años:
Todo pensamiento humano, desde la Caída del Hombre, es pasible de error y mentira,
solamente a través del Espíritu de la Verdad podemos preservarnos; de estos tiempos materialistas
de falsedad y pensamiento destructivo.
Dios escogió las cosas tontas de este mundo para confundir el sabio, Dios escogió las cosas
insignificantes de este mundo para confundirlas a los que son poderosos.
Y lo que hay de ordinario, y lo que hay de despreciable, fue Dios quién escogió, sí, así como
las cosas que nada son, para reducir al nada las cosas que son.
A los ojos de todo el mundo, la Radiestesia es algo sin la más pequeña importancia, si es
comparada a las investigaciones nucleares, astrofísicas o atómicas, no obstante, como intenté
mostrar, no obstante, como intenté mostrar, ella es capaz, cuando correctamente entendida, de
enseñarnos los misterios tanto de este mundo cuanto del mundo invisible. Ella puede revelarnos la
Verdad, en la medida en que nuestras mentes finitas sean capaces de comprenderla.
David V. Tansley
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conseguían restaurar la armonía del patrón vibratorio de los tejidos de los diversos cuerpos,
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llegando a definir la cuestión:
Aquí, un punto debe ser esclarecido. En un diagnóstico, intentamos atraer la energía que
emana de la propia formación de la enfermedad y nos concentramos únicamente sobre ella. Al
tratar, sin embargo, la energía de la enfermedad no es restituida en su propia vibración, aunque
los ajustes del mostrador sean los mismos estipulados para el diagnóstico. Por el contrario, la
recepción de la energía total del cuerpo se da a partir de las interacciones del tratamiento; los
ajustes del mostrador son un medio de localizar la región para donde la energía está siendo
enviada.
Pues bien, del punto de vista de la ciencia convencional, la exposición y la teoría de la Dra.
Shutt presentan probablemente una serie de lagunas. Si, sin embargo, el practicante esté
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preparado para ultrapasar los límites de esta "postura médica", verá lo que ella dice sobre nuevas
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perspectivas. Por lo que le toca, su teoría, tal como presentada arriba, está comprobada por el
peso de la evidencia clínica; los enfermos se restablecen cuando tratados con base en las premisas
por ella estipuladas. Me gustaría considerar, rápidamente, la utilización que ella hace de la palabra
"luz", para denotar la energía de cura proyectada en el tratamiento radiónico. La ciencia material,
naturalmente, lanzaría mano de aparatos e instrumentos para medir esta "luz" y, al concluir sus
pruebas, afirmaría sin duda alguna que ella no existe; y, así, el asunto estaría concluido para la
ciencia convencional. La luz, en las ciencias espirituales, posee otras connotaciones, debiendo ser
encarada y medida a través de la sensitividad del observador individual. La luz, en estos términos,
es un fenómeno subjetivo, si bien cada una de sus partículas sea tan real como la luz eléctrica, si
no más. Curiosamente, la Dra. Shutt se refiere a la tuberculosis, en su conferencia, en términos
muchos semejantes a los que ella emplea para referirse a la luz. Y qué. Podríamos indagar.
Consideremos, sin embargo, las reflexiones de Steiner sobre el asunto y veremos cómo los
horizontes se ensanchan en la ciencia espiritual, si consintiéramos en eso:
Pero en la frontera que nos separa del mundo exterior, sucede algo bastante significativo a
la luz, es decir, algo puramente etérico; ella se transmuta. Ella tiene necesidad de ser transmutada.
Pues, consideremos como se da el proceso de formación del diseño en el hombre, como este
proceso es, por así decir, interrumpido y contrariado por el proceso de producción del dióxido de
carbono. De la misma forma, el proceso implícito en la existencia de la luz es interrumpido en el
hombre. Y así, si buscáramos por la luz dentro de nosotros mismos, se debe tratar de algo
transformado, se debe tratar de una metamorfosis de la luz.
Cuando un ser humano ofrece condiciones favorables para los bacilos de la tuberculosis, es
porque él se muestra incapaz constitucionalmente, de absorber la luz del Sol, o de absorberla en la
cantidad necesaria. Debido a su régimen de vida. Así no existe un equilibrio adecuado entre la
cantidad de luz solar que él recibe de fuera y la cantidad que él es capaz de transmutar; y esto lo
obliga a disponer de las reservas de luz transmutada que él trae dentro de si.
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Por favor, presten especial atención a esto: el hombre, por el propio hecho de ser hombre,
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está continuamente almacenando en su interior la luz transmutada. Es decir necesario para su
organización. Si el proceso recíproco que se establece entre el hombre y la luz solar externa no se
da correctamente, su cuerpo quedará privado de la luz transmutada.
Otros autores esotéricos argumentan en el mismo sentido que Steiner. Como, por
ejemplo, Ethel Belle Morrow que, en su libro The One Universal Law, afirma:
La gran emanación de luz proveniente de Dios, el Padre, actúa como el neutrón del
Universo; y los rayos de luz, alcanzando las fuerzas, posibilitan el intercambio bajo la forma de
reflexión y absorción de la luz blanca. La energía, almacenada en resultado de la estabilización de
las fuerzas en ambos elementos y en los planos, contribuye para la reconstrucción de las células
somáticas del ser humano, pero los contactos de fuerzas desequilibradas de los elementos son
raramente inertes para admitir el influjo de la vida. El proceso debe darse de acuerdo con los
procedimientos de la Ley, o sea, el equilibrio en los elementos para los minerales utilizados para
restablecer el equilibrio de la vida vegetal corresponde al equilibrio en las plantas que tiende a
restablecer el equilibrio en los animales y en el hombre, antes que la Fuerza del Uno, mientras
espíritu, pueda hacerse la vida de la forma. La energía del Sol, mientras emanación divina, se
manifiesta en todas las fuerzas atómicas, conforme la Ley del Uno.
El hombre irradia colores, como una manifestación de las varias combinaciones de fuerzas
positivas y negativas; estas pueden alcanzar el equilibrio en la luz blanca de la pureza, mediante el
desarrollo del espíritu.
El amor es la fuerza dinámica que contribuye para mantener la luz blanca en evidencia;
pues el amor es una manifestación de las fuerzas divinas que conectan el individuo a la Mente
Universal de Dios, bajo la forma de conciencia espiritual.
En The Theory and Technique of the Drown Radio-Therapy and Radio-Vision lnstruments,
Ruth Drown se refiere a menudo a la Energía Radiante de la sangre. Escribe ella:
Esta es la Energía que forma los individuos en todas las etapas de la vida, la porción de
Fuerza Vital (que es urna luz invisible que pasa por el cerebro, el sistema nervioso y las venas) que
anima todos los cuerpos, haciendo con que unos sean saludables, y otros, debido a su falta,
enfermos.
La concepción de una energía que vitaliza la forma humana a través de la luz puede, a
principio, parecer un tanto extraña. Pero, como señala Drown, la luz puede ser usada para traer
armonía a través de la terapia radiónica a las estructuras celulares del cuerpo. Sus fotografías
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Dimensiones de la Radiónica.
radiónicas de los equivalentes etéricos de los órganos y tejidos, hechas en completa oscuridad,
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comprueban sus teorías sin cualquier refutación. La luz, bajo la forma de una Fuerza Vital
universal, impresionando la película de la película, produce imágenes de extraordinaria nitidez, en
las cuales las áreas sensibilizadas literalmente barren las sombras. Una serie de estas fotografías
etéricas, hechas por Drown, están incluidas en mi otro libro, lnterface, constituyendo un excelente
objeto de estudios en lo que concierne a esta concepción de la luz.
La radiónica, como concepción de la cura, viene siendo sostenida y mantenida viva hace
muchos años por los practicantes no médicos, sin los cuales ella podría haberse extinguido -por el
contrario, ella viene registrando una evolución y un desarrollo de tal forma intensos, que los
profesionales de varias disciplinas conectadas a la salud pasan nuevamente a demostrar un vivo
interés por ella. La radiónica tiene muy a ofrecer para cualquier médico, quiropráctico u osteópata
que se encuentre preparado para cruzar las interfaces que separan las disciplinas y ampliar sus
perspectivas. La cuestión de cómo el practicante estará capacitado a utilizarse de la radiónica en
su práctica dependerá, naturalmente, de muchos factores, pero incluso el análisis restricto a los
casos más difíciles hará mucho a recomendarla. La selección de drogas, remedios homeopáticos u
otros tratamientos, así como la determinación precisa de la potencia y dosis mediante la facultad
radiestésica, pueden constituir una ventaja en cualquier práctica. Todos los practicantes sentirán,
probablemente, que la aplicación de tratamientos radiónicos individuales consume demasiado
tiempo, dificultad esta que puede ser superada tranquilamente mediante el concurso de un
asistente capaz de lidiar con ella bajo el mirar vigilante del médico. El uso de un aparato
automático de tratamiento, juntamente con una tarjeta Comprensiva de Radioterapia (véase
Radionics - lnterface with the Ether Fields), también puede ser adoptado la fin de dispensar
tratamiento para más de un paciente por vez. Yo diría, con base en mi experiencia personal, que si
el practicante contempla - hacer cualquier especie de uso intensivo de la radiónica juntamente con
su propia práctica, ciertamente necesitará de un asistente lidiar con el paciente a través de la
radiónica no es lo aunque, digamos, corregir un desvío en su espina y dispensarlo con una receta
cualquiera. Los pacientes de la radiónica están siempre junto de usted, y usted está tan próximo a
ellos cómo ellos del teléfono, al cual algunos recurren en cualquier emergencia.
Todo aquel que pasa a ocuparse de la radiónica está empeñándose en una jornada que lo
conducirá del mundo de la forma física hasta las esferas transcendentes y, finalmente, a la práctica
de la verdadera cura espiritual. La práctica de la radiónica purifica, afila y prepara la mente de
modo a hacerla un canal absolutamente libre para el tráfico de las energías del alma, y, más
aunque la radiónica sea primordialmente una abordaje mental de la cura, el alma del practicante
David V. Tansley
Dimensiones de la Radiónica.
Claro está que el médico espiritual, a medida que se adiestra en el arte de la cura, tiene
que asimilar clara y perfectamente correctos factores bastante simples, aunque esotéricos:
Si el médico espiritual tomar estos ocho puntos y reflexiona y medita sobre ellos, estará
estableciendo una sólida fundación para todo el trabajo a ser hecho posteriormente, pues es tal su
simplicidad relativa, que no cabe duda de que cualquiera puede tornarse un médico espiritual se
así lo quiere y si se dispone a atender estos requisitos. La idea corriente de que una persona es un
médico espiritual "nato" y, por lo tanto, único, en la realidad indica sólo ser este uno de sus
principales intereses dirigidos. Así, en función de este interés, su atención se volvió para el arte de
la cura y, así pues, para el contacto con los pacientes; debido a la acción inevitable de la ley que
gobierna el pensamiento, él descubre que la energía sigue a sus pensamientos y fluye de él para el
paciente. Cuando él piensa en hacer eso deliberadamente, sus pensamientos resultarán casi
siempre en la cura. Cualquier hombre o mujer, verdaderamente interesado y movido por el
estímulo de servir - capaz de pensar y amar, puede ser un médico espiritual, y es tiempo de las
personas se compenetraren de esa verdad. Todo el proceso de cura es efectuado mentalmente; él
dice respeto a la dirección de las corrientes de energía y a su abstracción, y esta es una otra
manera de hablar acerca de la radiación y del magnetismo.
Los pasajes anteriores presentan mucha cosa de valía para los practicantes de la radiónica,
ofreciendo una cobertura completa de algunos factores básicos que deben ser llevados en
consideración por quienquiera que desee actuar efectivamente en esta área. La radiónica trae en
sí las semillas de una nueva medicina, y yo espero que este libro sirva para estimular a los
profesionales conectados a la medicina a prestar más atención a esta materia y consideren cuánto
ellos podrían beneficiar sus pacientes mediante el uso de las técnicas radiónicas. Se espera,
también, que estas líneas sirvan para animar a muchos jóvenes practicantes legos, con poca
experiencia aún a "hacerse eficaces", de modo a no encontrar cualquier dificultad para asumir la
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radiónica como una ocupación de tiempo integral y a mantener su propia práctica o se empleen
109
como asistentes de practicantes en otras disciplinas. Existe ahí, estoy convencido, un vasto campo
de trabajo, aún inexplorado, para muchas personas con sus dones de sensitividad y cura.
Fin
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