Documente Academic
Documente Profesional
Documente Cultură
Estatus social
del músico tradicional
en Asia
Hace treinta años, excepto en el Japón y en la en los países de Asia solían tener un estatus
India, era difícil encontrar en un país de Asia social aparte, generalmente al nivel más bajo
un músico tradicional capaz de ganarse la vida de la escala social. Se los podía quizá buscar o
sólo con la música y que osara declararse estimar, pero por {egla general sufrían más
músico de profesión. bien de cierto desprecio. Raros eran los que
E n la mayoría de los países del sudeste se beneficiaban del favor de los soberanos, o
asiático, el músico tradicional debía desem- los honrados y admirados por los aristócratas.
peñar otra ocupación, por ejemplo, ser arte- Los reyes y los príncipes, los nobles y las
sano o agricultor. E n ocasión de la celebra- capas cultivadas de la sociedad no desdeñaban
ción de una boda o de una ceremonia fúnebre, la música, al contrario, entre ellos se contaban
podía integrar un conjun- músicos de talento, pero
to instrumental organiza- que tocaban sólo para su
do y dirigido por un m ú - Tran Van Khê es director de investiga- propio deleite. E n su cali-
sico "no profesional" o ; ciones del Centre National de la dad de "no profesiona-
i Recherche Scientifique. H a publicado les", eran apreciados y
"semiprofesional", con- numerosos trabajos, sobre todo sobre
junto que ofrecía sus ser- música vietnamita. Su dirección es: respetados. Existía verd a-,
vicios por sumas módi- 44, rue Clément-Perrot, 94400 Vitry- deramente u n a enorme
cas. Al cabo de su actua- sur-Seine (Francia). diferencia entre un m ú -
ción volvía de inmediato sico profesional y uno afi-
a su ocupación principal, cionado.
la artesanía o la agricul- Esta situación social
tura. inferior del músico tradi-
A u n cuando la músi- cional se acentuó aún
ca fuese la principal fuen- m á s en el siglo x x con la
te de ingresos, un músico aparición de los músicos
tradicional prefería ante- asiáticos formados en es-
poner una profesión considerada más "respeta- cuelas occidentales.
ble" que la de músico. Así, hace unos quince] Afortunadamente, desde hace unos diez
años conocimos en Irán a un verdadero maes-i años, los músicos tradicionales han comen-
tro de canto tradicional que utilizaba la "co- zado a salir de su ghetto en muchos países de
bertura profesional" de funcionario de policía | Asia, rodeándose en algunos casos de la
dedicado a perseguir infractores, y a un maes- consideración de sus compatriotas. Cuando, a
tro de zarb, tambor iraní, que "trabajaba en nivel internacional, los promotores o las salas
la televisión", según dijo cuando nos lo presen- de conciertos occidentales reparan en ellos, se
taron. rodean de una nueva aureola que les confiere
Los músicos y los cantantes profesionales una credencial de nobleza. Acaso en un
774 Tran.VanKhê
futuro próximo esto les haga cambiar las menos la misma suerte. Bajo la dinastía
actitudes y les quite el complejo de inferiori- Koryo (918-1392), bailaban y cantaban en los
dad que sienten frente a los músicos de banquetes de la corte, acompañadas por los
occidente. músicos del palacio. Los reyes de esta dinastía:
escogían frecuentemente sus concubinas de¡
entre las kisaeng y podían ennoblecerlas. Pero ¡
a principios del siglo x v , bajo la dinastía dej
Músicos y cantantes en el último los Yi, el rey Taejing (1401-1418) suprimió j
peldaño de la escala social esta prerrogativa. Se reclutaba a las kisaeng a ;
la edad de quince años, entre los ch'onmin\
Las cantantes profesionales han sido conside- que pertenecían a una casta inferior. Debían
radas siempre en Asia c o m o cortesanas o interpretar música y servir de beber en los
esclavas. banquetes de la corte, pero tenían casi la
s
A partir de la dinastía de los Ly (siglo xi), condición de esclavas. A comienzos de este
en el antiguo país Viêt, las cantantes de la siglo se las trataba del mismo m o d o que a las
corte, llamadas xuong nhi o ca nu, eran ip'ae, mujeres de respetabilidad dudosa, o a
reclutadas entre el pueblo. M á s de un cente- las samp'ae, prostitutas.
nar de estas cantantes estaban al servicio.de la E n el Japón, las geishas, intérpretes del.
reina Thiên C a m , esposa del rey L y Thai shamisen, laúd de tres cuerdas, danzarinas o
T ô n g (1035).1 Las cantantes llamadas a dào, azafatas que servían el sake, una bebida de
que actuaban entre el pueblo, se hallaban alcohol de arroz, no eran prostitutas. Reci-
organizadas en corporaciones giao phuong. bían una educación m u y esmerada y algunas
E n las competiciones se las juzgaba no sólo poseían gran cultura. Sin embargo, en la
por su arte sino también por su conducta.2 E n sociedad se las confundía a menudo con las
la historia del país Viêt, más de una de estas cortesanas.6 E n el siglo v m , las cantantes
cantantes participó de una forma o de otra en tenían en. la corte una "condición idéntica a la
la lucha contra los invasores.3 Sin embargo, de las mujeres empleadas en el taller real de
estaban m u y mal consideradas. Según el artí- costura".7
culo 40 del código de matrimonio del periodo Las antiguas jiniu de China eran cortesa-
H o n g D u c (1470-1497), los dignatarios de la nas que sabían cantar e interpretar música. 8 '
corte que tomaban por esposas o concubinas a Las pinturas murales y los cuadros antiguos
cantantes profesionales eran condenados a dan fe de que estas artistas formaban parte de
una pena corporal de setenta bastonazos, e los conjuntos instrumentales de la corte. Bajo
incluso a deportación. Los hijos de las can- la dinastía de los Ming, en el siglo xv, existía
tantes, de los actores, de las actrices o de los incluso una orquesta compuesta enteramente
rebeldes, los hijos ingratos hacia los padres y por mujeres, el Jiao fang si niu yue. El
los incestuosos no podían presentarse a los conjunto estaba integrado por ciento dieci-
concursos trienales destinados a reclutar doc- séis ejecutantes al servicio de la emperatriz, y
tores en letras, futuros dignatarios de la se advertía su presencia en el sacrificio ofre-¡
corte.4 A comienzos del siglo x x , algunas cido por la emperatriz a la patrona de la
cantantes a dao, en otro tiempo sencillas sericicultura.9
aldeanas, fueron a establecerse en las ciu- A comienzos del presente siglo, en Tai-
dades en barrios reservados donde se las w a n , los gerentes de las mancebías adoptaban1
conocía con el nombre de cô dâu. Las can- a muchachas pobres que, entre los doce y los:
tantes, aunque diferentes de las cô dâu ruou dieciséis años, tenían que aprender a cantar y
que ofrecían alcohol de arroz a los clientes, a tocar instrumentos c o m o el pipa, laúd piri-
eran asimiladas a las cortesanas y m u y mal forme de cuatro cuerdas, y el sanxian, laúd de
consideradas. tres cuerdas. Luego comenzaban su carrera
E n Corea, las kisaeng conocieron m á s o escanciando bebida a los clientes, cantando o
Estatus social del músico tradicional en Asia 775
Concierto de un conjunto de músicos tradicionales coreanos (de la corte) difundido por radio. Musée de
, l'Homme, París.
tarios y obligatorios. E n una palabra, ser gaine, diferente del instrumento indio del
músico de la corte era sufrir condena perpetua mismo nombre. Hace doce años eran más de
20
. a tocar música c o m o esclavos, no solamente dos mil. Recorren los caminos del Nepal
por una generación sino por varias. Unica- central, mendigando, y suelen hacer viajes
mente podían los músicos de la corte ser bastante largos, hasta la India y Birmânia. Sus
liberados de sus cargos si él rey o el gobierno hijos, sin embargo, no podrían "escapar al
21
les concedían esa gracia, si alcanzaban la edad estatus de músicos-mendigos". Pertenecien-
de sesenta años, si se enfermaban y quedaban tes a una casta de las m á s bajas de la escala
inválidos, si habían obtenido buenas notas social, eran "intocables". Algunos gâine han
durante el servicio o realizado acciones consi- llegado a cantar por la radio nepalesa, pero el
deradas como méritos personales.16 término gâine hace siempre pensar en esos
Los músicos profesionales en los países músicos mendicantes que se encuentran en los
árabes, hombres o mujeres, pertenecían tam- pueblos nepaleses o a veces en las inmedia-
bién a la clase de los domésticos y de los ciones de los aeropuertos.
esclavos.17 E n India, los hauls, o "locos de dios",
Esclavos en la corte, los músicos profesio- esos "monjes-mendigos", tienen un estatuto
nales eran mendigos entre el pueblo. E n Viet particular. Se les llama "monjes-mendigos"
N a m , los xâm xoan o xâm cho en el norte y el pero a m e n u d o no son ni hindúes, ni musul-
centro, eran músicos ambulantes, ciegos en su manes, ni budistas. Algunos pordiosean
mayoría, que tocaban el dan nhi, vihuela de su puñado de arroz cantando de puerta en
22
dos cuerdas, pero también y sobre todo el puerta. Son ascetas que llevan una existen-
monocorde dàn bâu. Bastaba con que un cia errante. Aunque existe una casta particu-
1
ciego iniciara su canto en la plaza del mer- lar para los músicos, la mayoría de las castas
cado, acompañándose con su monocordio, : de los que se ganan la vida cantando y
para que se agolpara una muchedumbre a su tocando, aunque sólo sea parcialmente, se
alrededor. El público era todo ojos y todo encuentran entre las más bajas. Los músicos
oídos para el "trovador", riendo a carcajadas profesionales son m u y distintos unos de otros:
con cada chiste de las canciones humorísticas ascetas o monjes-músicos como los baúl de
o picarescas. Se sucedían los relatos, las Bengala, cantores como los kauval de Punjab,
epopeyas, la declamación de poesías, y las los bardos de Rajastán, tamborileros y can-
monedas caían en el cestillo. Iban solos o en tantes c o m o los hijra, parejas de homoxe-
23
grupo, correteando de pueblo en pueblo y suales disfrazados de mujeres. Frente a los
viviendo de la caridad pública. brahmanes, los actores, cantantes y músicos
E n Taiwan, los mendigos cantores eran forman "castas impuras y despreciables; son
los zou chang (literalmente, correr y cantar), histriones mercenarios".24 Por fortuna, no
cantores errantes que cantaban acompañán- todos los músicos tradicionales eran sólo escla-
dose con su tambor, el kijia diao (el aire de los vos y mendigos.
mendigos), y cuyos temas se relacionaban con
la propia mendicidad. Algunos tenían un
repertorio bastante rico para poder cantar las
canciones pedidas por los clientes.18 Músicos y cantores
E n Nepal, a los mendigos cantantes y profesionales privilegiados
músicos se les conoce con el nombre de gaine.
Según los escritos de Hodgson de 1834, cita- A pesar de los prejuicios y aun de cánones
dos por Mireille Helffer, los gaine "son descri- religiosos, los músicos de talento y los maes-
tos c o m o una casta que va de casa en casa, tros indiscutibles eran protegidos, estimados,
cantando y tocando para mendigar su ali- recompensados por los reyes y venerados y
mento". 1 9 Cantan acompañándose con la respetados por sus discípulos.
vihuela de cuatro cuerdas, el sarangi de los E n la antigua Persia, los reyes tenían
Estatus social del músico tradicional en Asia 777
en gran consideración a los cantores. Chos- muerte,' el califa "se sintió m u y apenado y '
roes II Parwiz tenía en su corte dos cantores a encabezó el cortejo en su entierro".30
los que apreciaba m u c h o , Serguech (Sergins) Durante el reinado de los Abasidas en
y Barbad. 2 S Otros monarcas c o m o Abbas y Bagdad (750-847), en particular con H a r u n al
Nasereddin permitieron que numerosos maes- Rashid (786-809), los músicos profesionales
tros tradicionales se dieran a conocer en su poseían "cada u n o un séquito compuesto de
corte.26 varios instrumentistas, cantantes y danzarines,
Bajo el reinado de los O m e y a (661-750), cuyo n ú m e r o variaba de treinta a cincuenta,
los músicos y cantores eran favoritos de los alcanzando a veces el centenar o m á s . " 3 1 El
soberanos. N o sólo recibían honores, sino califa gastó millones de piezas de oro para
importantes recompensas. 27 C u a n d o músicos recompensar a los músicos. L a generosidad de
o cantores se presentaban ante los auditorios, los califas se traducía en sumas fabulosas:
se les autorizaba a ocupar el m i s m o nivel que 150.000 piezas de oro en una sola dádiva del
el califa.28 E n la corte de Al-Walid II (743- califa A l Hadi al célebre músico Ibrahim al-
744), se recibía a los músicos de todas partes Mawsili; 100.000 piezas del califa H a r u n al
con los brazos abiertos. El músico mulato Rashid al músico Mujariq; o 600.000 piezas
M a ' b a d fue acogido con s u m a consideración de plata en dos dádivas de los califas H a r u n e
en la corte del califa Al-Walid Ibn Yazid Ibrahim Ibn al M a h d i al músico H a k a m al-
(707-715), quien no vaciló en recompensarle W a d i . 3 2 Este último, en la corte del califa Al-
con doce mil piezas de oro por su arte.29 A su Hadi (785-786), ganó en un torneo de canto
778 Tran Van Khê
Entrega diplomas a sus discípulos, los cuales los músicos que consagran gran parte de su
, están obligados a respetar escrupulosamente vida al servicio de la música tradicional.
su enseñanza sin poder innovar musicalmente E n Irán, el difunto maestro N u r Ali
ni imprimir un sello personal a la música sin su Borumand fue nombrado profesor de música
autorización. Los discípulos deben a sus maes- tradicional del Departamento de Música de la
tros una especie de "derecho de autor", y la i Facultad de Bellas Artes de Teherán, en los
tradición les obliga a transferirle una parte de años 1972-1976, sin contar con ningún título
los honorarios que obtienen de la enseñanza. universitario que aportar a su expediente,
Existe una auténtica solidaridad entre los ' como los reglamentos de la universidad exi-
músicos de una misma escuela. Desde 1950, la gían. Su prodigiosa memoria, su profundo
Comisión de Protección de los Patrimonios conocimiento del repertorio tradicional y su
Culturales registra la nómina de los maestros, arte para tocar instrumentos como los laúdes
y a los más representativos en cada rama se setar y tar y la cítara de percusión santur
les honra con el título de "Tesoro nacional bastaban para acreditarle c o m o profesor uni-
vivo", lo cual sólo comporta una pequeña versitario. Otro maestro ya fallecido, Abol
pensión vitalicia pero confiere a los que lo ,Hasan Sabá (discípulo dé Mirzâ Abdollâh y de
poseen gran prestigio.39 Darvish K h a n en cuanto atañe al laúd de
E n India, los músicos de la tradición cuatro cuerdas que se puntean con el índice
clásica no sólo se ganan bien la vida sino que (setar), de Hosein K h a n en lo que respecta al
son apreciados por el público. Los grandes kamanche, vihuela de cuatro cuerdas, de Ali
.conciertos llamados "conferencias musicales" Akbar Shâni que fue su maestro de santur,
atraen cada tarde varios miles de oyentes. Ni cítara de 72 cuerdas a percusión y de Hâdji
siquiera los daku, salteadores de caminos, se Khan que le enseñó el tambor zarb), tocaba
atreven a tocar los equipajes de un músico, a la perfección muchos instrumentos, entre
según lo referido por Vilayat K h a n y citado ellos el violin occidental, con una técnica que
por Mireille Ballero.40 Cierto día, Vilayat le permitía dar a la música todos sus sutiles
K h a n se vio obligado a pasar la noche en una matices de ornamentación.41 Después de su
alquería abandonada, porque se había equivo-« muerte, acaecida en 1975, su casa fue transfor-
cado de ruta en su camino de B o m b a y a m a d a en museo para permitir que sus discípu-
Delhi. Los daku le sorprendieron dormido, los y admiradores acudiesen ' a venerar su
con varias maletas. Estaban ya a punto de memoria o a aprender un arte tradicional
repartirse el botín cuando el jefe vio el sitar, impartido por los maestros de la generación
el laúd de siete cuerdas de la India del norte, e actual, la mayor parte de los cuales fueron
inmediatamente pidió al músico que tocara discípulos suyos.
\ para él. Después de un concierto improvisado E n Iraq, el célebre intérprete de ud (laúd
de Vilayat K h a n en el campamento de los de cinco o seis cuerdas) Munir Bashir ocupa
bandidos, el jefe ordenó que devolvieran al posiciones m u y importantes en su país y en las
músico todo lo que le habían quitado. E n el organizaciones internacionales. Presidente del
curso de los quince últimos años, los grandes Comité Nacional de Música de Iraq, es un
maestros como los hermanos Dagar, Ravi asesor m u y respetado del Ministerio de Cul-
Shankar, Ali Akbar K h a n , Vilayat K h a n , tura, secretario general de la Academia de
Imrat Khan, R a m Narayan, el difunto Chatur Música Arabe, miembro del Comité Ejecu-
Lal, Sharan Rani, etc., por no citar más que a tivo de la Sociedad Internacional para la
unos pocos, han llevado el mensaje de la Educación Musical, vicepresidente del Con-
música india a los cinco continentes, y en las sejo Internacional de la Música (Unesco), etc.
emisoras de radio, de televisión, en las salas
de conciertos y en las universidades se les
recibe con mil atenciones. El gobierno indio
confiere el título honorífico de "Padma Shri" a
Cortesana tocando el kokyu, uno de los pocos instrumentos japoneses que se toca con arco. Giiaudon.
782 Tran Van Khê
Músicos mongoles durante lafiestade la cosecha.j 'Emii Schoiters / Back star / Rapho.
Ci
••%. •isä^'ft
W
;<v.
La música asiática llega a Occidente: lección de música en el California Institute of Arts con una orquesta
de instrumentos de percusión (gamelan). Gerg Gerster / Rapho.
786 Tran Van Khê
pal ocupación. Su estatuto es particular, ya se les obliga a tocar piezas o adoptar estilos
que no pueden ser asimilados a los músicos que los directores artísticos de los productores
profesionales. Se les respeta, pues, porque de discos juzgan más accesibles para el gran
son monjes antes que músicos. público y m á s rentables, en vez de lo que a
E n el Japón, bajo el reinado de los ellos les agrada. E n muchos casos la música ha
Tokugawa (1549-1867), ciertos músicos itine- dejado de ser un arte que se ofrece para
rantes, semirreligiosos, los komusô, tocados convertirse en un producto comercial que se
con grandes sombreros en forma de cesto que vende. Algunas geishas de Kyoto que cantan y
les tapaban el rostro, tocaban laflautarecta bailan para los turistas de una gira de "Kyoto
shakuhachi para pedir limosna. Estos " m o n - by night" tienen que ser capaces de mimar un
jes mendicantes" —pero también "monjes partido de béisbol en sus números de danza.
espías"— proporcionaban informaciones Las cantantes-cortesanas se hacen cada vez
secretas al gobierno. Los monjes ciegos se más raras en los países donde antes eran
servían igualmente de un laúd piriforme, el corrientes, lo mismo que ocurre con los músi-
moso-biwa, para acompañar la recitación de cos mendigos itinerantes.
los textos sagrados, los Sutras.51 Los aparatos de transistores, los discos y
Sin ser monjes, los músicos jmers que las casetes que incesantemente inundan los
tocaban durante las ceremonias búdicas mercados de Asia destruyen poco a poco los
tenían que observar una rígida disciplina grupos de músicos ambulantes, que se ven
—invocación, ofrendas y ayuno en los días obligados a buscarse otro trabajo en la agricul-
santos—, pues la música que ejecutaban, tura o en la artesanía. Para amenizar las
c o m o el incienso, tenía una función de fiestas de los pueblos, las comidas de espon-
ofrenda. U n músico jmer dijo cierto día a sales o de bodas, un tocadiscos y unos alta-
Jacques Brunet: "La música sólo es hermosa voces son m á s ventajosos que un grupo de
si es pura, y el músico es el medio de músicos profesionales. Incluso para los fune-
materializar esta música; ¿ cabe imaginar que rales, la simplificación de los ritos y de las
se hagan ofrendas en una bandeja sucia?"58 costumbres suprime muchas orquestas
Estos músicos, no profesionales ya que en fúnebres.
tiempo normal ejercían el oficio de agricul- Los músicos tradicionales profesionales
tores, adquirían un carácter sagrado cuando no tocan ya m á s que en los teatros de concier-
tocaban en los templos. tos, los estudios de discos, de radio o de
televisión, en los cabarets, en los institutos de
investigación o en los museos. Sufren la
competencia de los músicos formados a la
Perspectiva de futuro occidental, siempre mejor pagados y m á s
para los músicos tradicionales respetados, y sobre todo de los músicos de la
joven generación, con su música pop que hace
Gracias a las conmociones políticas y a.los estremecer a las multitudes, o su música
cambios de orden sociológico, los "músicos- nueva, un cierto compromiso entre su tradi-
esclavos" no existen ya en Asia. Los únicos ción ancestral y la música occidental, pero que
músicos de corte que quedan, en Japón y en corresponde mejor con el gusto del gran
Tailandia, tienen el estatus de funcionarios. público.
Los soberanos mecenas han sido sustituidos Cierto número de músicos tradicionales
por las emisoras de televisión o de radio, las se ganan confortablemente la vida y han
firmas productoras de discos y los organiza- recibido honores y distinciones, ya lo hemos
dores de festivales. Pero el desarrollo de los dicho en las páginas precedentes. Pero son
medios de comunicación de masas ha dado m u y raros y constituyen una minoría de privi-
origen'a otra categoría de músicos tradicio- legiados. L a mayoría viven aún en la pobreza
nales, las "estrellas", a quienes con frecuencia y tienen un estatus social netamente inferior
Estatus social del músico tradicional en Asia 787
al de los músicos de música occidental. Estos nal, pequeñas, estrechas y mal situadas. E n la
últimos reciben una enseñanza impartida en radio, un intérprete de música nueva ganaba
escuelas especializadas o conservatorios, o el doble que un músico tradicional, y un
regresan del extranjero con diplomas que les intérprete de música occidental todavía más.
confieren gran respetabilidad. Los músicos Las mismas situaciones solían hallarse en
tradicionales aprenden a tocar, o bien en sus muchos otros países de Asia, y los jóvenes
momentos libres, o bien con maestros posee- que piensan dedicarse a una carrera musical,
dores de un arte auténtico pero carentes de atraídos por las remuneraciones y acaso tam-
diplomas oficiales. Hace unos quince años, en bién seducidos por la novedad del lenguaje,
la escuela de música de Saigon, los que musical y de los instrumentos sofisticados de
obtenían buenas notas de solfeo en un examen occidente, suelen dirigirse a m e n u d o a las
de ingreso podían seguir cursos de piano o clases de música occidental con el beneplácito
violin. Los m á sflojosen solfeo eran encamina- de los directores de los conservatorios o
dos a las clases de música tradicional. Los escuelas de música, todos laureados por los
profesores de música occidental llegaban al conservatorios de occidente. Los músicos tra-
trabajo conduciendo su automóvil; los maes- dicionales experimentan un complejo de infe-
tros de música tradicional llegaban en bici- rioridad frente a los músicos de música occi-
cleta. Las salas de clase para la música occi- dental. N o sólo los jóvenes, sino la mayoría
dental eran espaciosas, bien iluminadas y del público, de los responsables de organis-
ventiladas; las destinadas a la música tradicio- m o s de comunicación de masas, incluso los
788 Tran Van Khê
Notas
op. cit., p . 45; J. Rouanet, " L a 28. Farmer, Ibid., p . 68. 46. Grosset, "Inde. Histoire
musique arabe", en: Lavignac de . . .", op. cit., p. 265.
(dir. publ.), Encyclopédie . . ., 29. Ibid., p . 81-82.
op. cit., t o m o V , p . 2.687, ' 47. Ballero, Musique et
30. Guettât, La musique . . .,
nota 1. société . . ., op. cit., p. 74.
op. cit., p. 56.
18. Ying T a o W u , op. cit., 31. Ibid., p . 61. 48. Tran V a n K h ê , "Confucius,
p. 329-337. musicien et théoricien de la
32. Farmer, A history of. . ., musique", France-AsielAsia,
19. M . Helffer, " U n e caste de op. cit., p. 100. n.° 185 París, primavera de
chanteurs-musiciens, les gaines 1966, p . 313-324.
du Nepal", L'ethnographe, 33. Ibid., p. 124-125.
nueva serie, n.° 73, París, 49. Courant, "Essai
Gabalda, 1977, p. 55-58; 34. Ibid., p . 100.
historique . . .", op. cit.,
T . Bech, "Nepal: the Gaine 35. Ballero, Musique et p . 199.
caste of beggar-musicians", The société. . . , op. cit., p. 74-76.
world of music, n.° 1, 50. Couvreur, Li Ki.
Maguncia, B . Schott's Söhne, 36. Landy, Musique du lapon, M é m o i r e s . . ., op. cit., p. 300.
1975, p. 28-35. op. cit., p. 269.
51. E . Harich-Schneider, A
20. Helffer, op. cit., p . 51. 37. Ibid., p . 285-287. history of Japanese music,
38. Lee, Evolution of the p. 100-102, Londres, Oxford
21. Ibid., p. 72..
University Press, 1973.
role . . ., op. cit., p . 81.
22. Prithwanda Mukherjee,
Bauls. Les fous de dieu, p. 1-3, 39. Landy, Musique du Japon, 52. M a n Young Hahn,
París, Radio France, 1981; op. cit., p. 267-268. "Notational systems", Survey of
Ballero, "Musique et Korean arts. Traditional music,
société. . .", op. cit., p . 90. 40. Ballero, Musique et p. 88-89, Seúl, National
société . . ., op. cit., p. 86-87. A c a d e m y of Arts, 1973.
23. Ballero, Ibid., p . 93.
41. Caron y Safvate, Iran. 53. D o y D o , Viêt-Nam
24. J. Grosset, "Inde. Histoire Les traditions . . ., op. cit., ca . . ., op. cit., p. 25.
de la musique depuis l'origine p. 229.
jusqu'à nos jours", en: Lavignac 54. Ibid., p. 26-27.
(dir. publ.), Encyclopédie . . •,., 42. Cheng Shui-Cheng, "The
op. cit., tomo I, p . 265. role of the traditional musician
55. Tran V a n K h ê , La musique
in China", en: The world of
vietnamienne traditionnelle,
25. M . C . Huart, " L a musique music, op. cit., n.° 2,1979,
p. 107, Paris, Presses
persane", en: Lavignac (dir. p. 85; J. Baily, "Professional
Universitaires de France, 1962.
publ.), Encyclopédie . . ., op. and amateur musician in
cit., t o m o V , p. '3.065; Afghanistan", en: The world of 56. I. Vandor, Bouddhisme
N . Carón, D . Safvate, Iran. music, op. cit., n.° 2,1979, tibétain, p . 21-28, París,
Les traditions musicales, p . 213, p. 47. Buchet/Chastel, 1976.
París, Buchet/Chastel, 1966.
43. Père S. Couvreur, Li Ki.
26. Caron y Safvate, Ibid., 57. Harich-Schneider, op. cit.,
Mémoires sur les bienséances,
p. 237. p. 511-513.
p. 70, H o Kien fou, 1899 (Texto
chino con doble traducción en
27. M . Guettât, La musique francés y en latín). 58. J. Brunet, " L a musique
classique du Magreb, p. 55-56, dans la société cambodgienne",
Paris, Sindbad, 1980; Farmer, A 44. Ibid., p. 71. en: Nikiprowetzky, La musique
history of. . ., op. cit., dans . . ., op. cit., t o m o II,
p. 60-69. 45.- Ibid., p. 49. p . 168.
790 Tran Van Khê
Bibliografía