Sunteți pe pagina 1din 4

DIAGNÓSTICO (mes de agosto)

Texto 1.1 ¿Por qué tiembla?


Herrera, Miguel Ángel. La Tierra.

La corteza terrestre está formada por varios pedazos. Cada uno de ellos es una placa. En
varios lugares, por el espacio entre dos placas está saliendo material fundido del interior. Al
salir, el material empuja las placas hacia los lados, así que las placas se están moviendo
sobre la superficie de la Tierra.
Como los continentes están “montados” sobre las placas, todo el tiempo están en
movimiento. Este fenómeno se conoce como deriva continental. Por ejemplo, América y
África se están separando un centímetro cada año. También, la península de Baja Cali-
fornia se está separando del resto de México, y terminará siendo una isla.
Algunas veces, las placas no pueden deslizarse con suavidad. Se atoran y después se
mueven repentinamente. Así se produce un temblor.

Texto 1.2 La literatura del temblor


Castro, Rocío. Tierra adentro

El 19 de septiembre de 1985 a las 07:19 horas se produjo un sismo en las costas de


Michoacán y Guerrero. Fue el resultado de la convergencia de la Placa Norteamericana y la
Placa de Cocos. Uno de los peores terremotos que ha sufrido la ciudad de México. La
magnitud del temblor fue de entre 7.8 y 8.1 puntos en la escala de Richter. Se calcula que la
energía del choque de las placas tectónicas equivale a la explosión de mil ciento catorce
bombas atómicas de veinte kilotones cada una, el tipo de bombas que se arrojaron en
Hiroshima en el verano de 1945. La duración fue de dos minutos, tiempo suficiente para
acabar con la vida de diez, veinte o treinta mil personas, nunca se supo con exactitud. Dos
minutos fueron tiempo suficiente para convertir al Distrito Federal en una zona de desastre.

De ese septiembre de 1985 a la fecha han pasado veintinueve años. La generación nacida
entonces está a punto de llegar a su tercera década. De los recién nacidos ese día
conocemos una historia: el milagro del Hospital Juárez, que llamó la atención de periodistas
tanto nacionales como internacionales que reprodujeron esta historia. El día del temblor se
cayó la torre de hospitalización. El hospital quedó convertido en un cascarón de polvo y
materiales de construcción. El olor a muerte reinaba en el ambiente; aun así, los rescatistas
seguían levantando escombros sin pausas, haciendo túneles donde solamente cabía su
cuerpo; buscaban entre la oscuridad alguna señal de vida o algún cadáver que rescatar.

Tres días después del temblor, el 22 de septiembre, las tareas de rescate del Hospital
Juárez continuaban; alrededor de la construcción se escuchaban las plegarias que por
momentos albergaban más esperanzas que las propias labores de los rescatistas. Uno de
ellos se percató de que entre grandes pedazos de concreto había un trozo de tela que se
movía; con esfuerzos alcanzo aquello y, para asombro de todos, descubrió que era Víctor
Hugo Hernández, a quien desde ese día lo conocen como “el sobreviviente”. Así como Víctor
logró escapar de la muerte el día del temblor, hubo otros: Juana Jazmín Arias Aguilera,
Araceli Santamaría y Jesús Alberto Martínez, todos conocidos como “los bebés del sismo”.
Texto 2.1 La hormiga león
Froilán Escobar, “La hormiga león” en Secreto caracol, Bs.As., Colihue, 1993.

La verdad es que nunca se ha visto un león que quiera ser hormiga, no porque tenga miedo
a ser tan chiquitito, sino porque el león es el rey de la selva y le quedaría muy grande la
corona.

Ahora, lo contrario sí ha sucedido. Hubo una vez una hormiga que quiso ser león.
La cosa empezó cuando la hormiga se puso la peluca grandulona de su abuela y lanzó un
rugido. En seguida corrió a meterle miedo a los demás.

Aquello era tremendo. Mientras las otras andaban acarreando hojas o pastoreando pulgones
(que son las vacas de las hormigas) para que no faltara la leche en el hormiguero, ella se
pasaba el día como si se tratara de un verdadero león.

Luego los rugidos se le fueron a la cabeza, quiso irle arriba a un mosquito chupaflor y
terminó teniendo una reyerta con un gorgojo pendenciero. Así anduvo la hormiga hasta el
día en que se quedó sola en el monte. Sola con su peluca y sus rugidos.

Entonces se dio cuenta que, hasta el mismo león, solo, puede ser una hormiga.
Y aprendió otra cosa más: que a una hormiga cualquiera pueden aplastarla, aunque ruja
como un león. Pero, ¿verdad que un hormiguero, en cambio, es algo respetable?

Texto 2.2 Las Hormigas


paxala.com/las-hormigas/

Las hormigas son unos insectos sociales pertenecientes a la familia Formícidos. Se estima
que hay cerca de 10.000 especies diferentes de hormigas y constituyen cerca del 10% de la
biomasa animal del mundo. Las hormigas viven en lo que denominamos hormigueros,
lugares en las profundidades de las tierras que han ido cavando y preparando, o en los
troncos de los árboles. En un hormiguero pueden llegar a vivir hasta más de 1 millón de
hormigas, y cada una tiene su función. Estos hormigueros pueden estar hechos de
pequeñas ramas, arena o grava. La mayoría son omnívoras, y se alimentan de otros
insectos, flores, hojas, semillas y frutos, aunque algunas sólo se alimentan de algunas
plantas en específico o de la secreción azucarada que producen los pulgones.

En cada comunidad existen una o varias reinas, las cuales son las encargadas de la
reproducción de los huevos. Se encargan de fecundarlos y, de ser necesario, fertilizarlos. Si
los fertilizan nacerá una hembra y si no los fertilizan nacerá un macho.

También están las obreras, las cuales son hembras, y son las que más trabajan dentro de la
colonia. Ellas son las encargadas de recoger el alimento y de cuidar los huevos y las larvas.
Las hormigas soldados son las encargadas de proteger la colonia y el hormiguero en caso
de algún tipo de ataque.

La reina es solitaria y no está acompañada de ningún macho, su tamaño es superior al de


todas, incluido el de los machos. Cuando nacen las larvas, es la reina quien las alimenta
mediante secreciones salivales, y cuando son más mayores salen en busca de alimento
para ellas y para la reina. Una hormiga reina puede vivir hasta 15 años, durante los cuales
siempre pondrá huevos. Una de sus características es que no tienen una gran visión, pero
se guían por sus antenas a través de las cuales son capaces de oler, degustar y tocar.

Texto 3.1 ¡Estoy creciendo!


¡Estoy creciendo! ¡Mírame¡ Mi ropa no me queda bien. Mi camiseta ya no se abrocha. Mis
pantalones son demasiado cortos y me aprietan la cintura. Mis zapatos son muy estrechos y
mi gorra no me cabe. ¡Estoy creciendo!

¡He crecido mucho! Al ver una fotografía de cuando era un bebé. ¡No puedo creer lo
pequeño que era!

Ahora parezco diferente. Las facciones de mi cara han cambiado. Son más grandes, ¡Sobre
todo mi nariz!

Mis brazos y mis piernas son más largos al igual que mi cuerpo y mi cuello. ¡Soy más alto y
peso más!

Voy creciendo por fuera, pero ¡También por dentro! Mis huesos y mis músculos son más
grandes y también lo son mi cerebro, mi corazón, mis pulmones, mi estómago y los demás
órganos.

Y mientras todo lo que está dentro de mí crece, la piel que cubre mi cuerpo ¡también crece!
No importa lo mucho que crezcan los huesos, la piel siempre se adaptará. Puedes hacer
reventar los botones pero, ¡pero no tu piel!

Cuando era bebé tenía dientes de leche. Ahora se me están cayendo. Los dientes nuevos
son más grandes. Se ajustan a mi cara a medida que va creciendo. Tengo que cuidar los
nuevos dientes porque tienen que durar toda la vida.

La mayoría de la gente crece hasta llegar a una cierta edad. Pero, a veces, no es así. Por
alguna razón, una persona puede crecer muy poco, o parar de crecer demasiado pronto.

Muchos de nosotros dejamos de crecer al final de la adolescencia. Luego, uno puede


adelgazar o engordar. Y todos nos hacemos mayores. Entonces, los huesos y los órganos
ya no crecen más. Pero algunas partes no dejan de crecer como el pelo y las uñas de las
manos y de los pies.

Cuando jugamos y cuando crecemos, consumimos energía, por eso sentimos hambre. La
comida –especialmente la comida sana, con proteínas, vitaminas y minerales- nos dan
energía y nos ayudan a crecer aunque no todos crecemos al mismo tiempo. Crecemos cada
quien, a nuestra manera, a nuestro ritmo.

Cuando seamos mayores, quizá tengamos la misma estatura o quizá tengamos estaturas
diferentes. Ahora, tengo la estatura de un chico de mi edad y voy a probarme ropa nueva.
Me va un poco grande pero ¡ya creceré! Y eso ¡también te pasará a ti!

Aluki. (Adaptación).
Al sol solito. Libros del Rincón.

Texto 3.2 La Anorexia y la Bulimia: Trastornos alimentarios.


Frente al ideal de delgadez propuesto en la actualidad por la sociedad, muchos adolescentes inician
una dieta estricta en esa etapa de su vida. Sintiéndose admirados por su entorno, dejan de
alimentarse, adelgazando cada día más.

La anorexia y la bulimia son dos enfermedades que actualmente afectan a gran parte de los jóvenes,
que mueren por tener una figura esbelta.

Un alto porcentaje de adolescentes, en la mayoría mujeres, son anoréxicos o bulímicos y el número


se eleva constantemente. Debido a que el trastorno puede ser fatal, los anoréxicos y bulímicos
necesitan ayuda profesional para recuperarse. Pero son los familiares quienes deben estimular a
estos adolescentes a empezar un tratamiento.

La Anorexia es una enfermedad que se caracteriza por el miedo intenso a ganar peso y por una
imagen distorsionada del propio cuerpo. Conduce a un grave adelgazamiento debido a una dieta
exagerada y a un exceso de ejercicio.

Por su parte, la Bulimia es un trastorno del comer en el cual una persona reiteradamente se atiborra
al comer, luego se autoinduce vómitos, usa diuréticos, laxantes, ayunos o hace ejercicios excesivos
para prevenir el aumento de peso.

El término trastorno alimentario se refiere en general a trastornos psicológicos manifestados con


graves anormalidades en el comportamiento de ingesta. La anorexia y la bulimia son dos de ellos.
Estos trastornos interfieren en el funcionamiento normal de la vida social, de trabajo y de estudio. La
necesidad de dedicar todos los esfuerzos a la pérdida de peso aísla, crea dificultades, entorpece la
adquisición de otros aprendizajes necesarios, e interfiere, causando mucho malestar en el desarrollo
de la propia vida.

Jóvenes que presentan un aspecto esquelético, o sea, que están extremadamente delgados, afirman
con gran convencimiento ̶ ¡Me veo gordo!

La anorexia y la bulimia son enfermedades devastadoras que han cobrado una dimensión inusitada
entre los jóvenes de todo el mundo y de todas las clases sociales, pero atrapan y golpean con mayor
fuerza a las mujeres.

En conclusión se puede decir que con la Anorexia y La Bulimia ¡No se juega! Con estas dos
enfermedades ¡No se puede jugar! Nos pueden llevar hasta la muerte y muchas veces son
provocadas por el qué dirán, la estética y no muchas veces por lo que realmente uno siente hacia sí
mismo.

Mirarse a sí mismo con buenos ojos, aceptar lo que uno es y lo que tiene, y decirse todos los días
frases amables, es la mejor medicina para la salud y el bienestar.

Trastornos de la conducta alimentaria. Anorexia y bulimia. (Adaptación)


Alicia Gorat y María del Carmen Iñarritu. Serie. Espejo de Urania.

S-ar putea să vă placă și