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La actual Ley 1008, que rige desde el 19 de julio de 1988 y que está calificada como
desactualizada, tipifica sólo 28 tipos delitos y las sanciona con prisión y multas
pecuniarias. Tanto la norma actual como la proyectada contemplan penas de entre dos y
25 años de prisión.
Uno de los artículos del anteproyecto, el 18, señala que cualquier persona que realice
actividades de microtráfico de estupefacientes y sustancias sicotrópicas “será
sancionado con reclusión de cuatro a ocho años”. Lo nuevo es que especifica que ese
delito es cometido cuando la cantidad exceda de 500 gramos de marihuana, 100 gramos
de hachís, 50 gramos de cocaína o sustancias estupefacientes con base en cocaína, 30
gramos de oxi o crack, 10 gramos de derivados de amapola o 100 unidades de drogas
sintéticas.
Desde mediados de este año, autoridades del Gobierno se han pronunciado en favor de
un cambio a la Ley 1008, con 23 años de vigencia para dividirla en dos leyes
específicas: una General de la Coca y otra de Sustancias Controladas.
“Hemos trabajado en dos leyes que remplace la (Ley) 1008 en el entendido de que no se
puede penalizar la coca en sujeción a nuestra Constitución Política del Estado (CPE).
Una será la ley que se ocupe de esta planta tradicional y otra la que sancione el
narcotráfico y el uso de la amapola y la marihuana”, declaró el senador Eugenio Rojas
(MAS).
Dijo que en los últimos meses se realizaron debates y audiencias públicas para
socializar y consensuar el proyecto con organizaciones sociales.
Cultivo
Producción
Fabricación
Tráfico ilícito
Delito conexo
Consumo
Desvío
Posesión
Volteo
Ese Consejo fue creado a través del Decreto Supremo (DS) 28631, el 8 de marzo de
2006, y reestructurado por el DS 649 del 29 de septiembre de 2010, que establece como
cabeza del mismo al Presidente del Estado, que estará acompañado por los ministros de
Relaciones Exteriores, Presidencia, Gobierno, Defensa y Salud.
El artículo 103 del proyecto de norma establece que la FELCN dependa en forma
directa del Ministerio de Gobierno y que su director sea designado por el titular de esa
repartición. Actualmente el jefe de la FELCN es designado a través de la Orden de
Destinos de la Policía boliviana.
Entre las nuevas atribuciones de la FELCN están las de apoyar las labores de
Inteligencia, diseñar y aplicar un plan operativo de seguridad y defensa, y crear un
sistema integral de Inteligencia, en coordinación con las Fuerzas Armadas y otras
instituciones.
Esta entidad, según la norma prevista, debe organizar, planificar, dirigir, controlar,
coordinar, fiscalizar y supervisar las políticas públicas y acciones de prevención
integral, tratamiento, rehabilitación y reinserción social del drogodependiente.