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LA INTERPRETACIÓN JURÍDICA

PRESENTACIÓN

El presente trabajo tiene como objetivo principal dar un panorama inicial sobre la
interpretación jurídica, esto para mostrar la importancia de la misma en la actualidad, así
como la necesidad de estudiar y actualizarse constantemente respecto a las cambiantes y
evolutivas interpretaciones por parte de los organismos nacionales e internacionales.

En primer lugar se abordan ideas generales sobre interpretación en sentido amplio y sentido
estricto, así como su tres principales teorías, tomando como punto de partida las ideas de
RICCARDO GUASTINI, posteriormente, se analizarán los principales métodos de
interpretación utilizados para desentrañar el sentido de la norma, realizando algunas
reflexiones en torno a su aplicación, luego, se realizará un análisis de los argumentos
interpretativos que se utilizan para resolver casos concretos, identificando la forma del
razonamiento perteneciente a cada uno de ellos; en seguida, se abordarán algunas ideas sobre
la interpretación conforme, entendiéndola como una consecuencia de la apertura del texto
constitucional hacia un sistema de normas de carácter internacional; posteriormente se
realizará una reflexión de la jurisprudencia de la Corte Interamericana de Derechos Humanos
entendida como interpretación del derecho, y la importancia de la misma en la resolución de
conflictos, para después establecer ideas generales sobre la interpretación de los Tratados
Internacionales tomando como referencia a la Convención de Viena sobre el Derecho de los
Tratados, para finalmente, ofrecer un panorama inicial sobre las opiniones consultivas de la
Corte Interamericana de Derechos Humanos como medios de interpretación.

Se insiste que el objetivo sustancial es reconocer la importancia que tiene la interpretación


jurídica en los múltiples campos del derecho (abogados postulantes, investigadores,
docentes, estudiantes de derecho y operadores jurídicos), pretendiendo generar interés sobre
esta materia para adentrarnos a un estudio más especializado, que tenga como resultado un
mejor desempeño laboral y académico.
1. ASPECTOS PRELIMINARES:

Interpretar consiste en determinar o asignar un sentido a ciertos signos, expresiones o


palabras, a fin de hacerlos “comprender” dentro de un determinado objeto.

No puede existir ningún orden jurídico sin función interpretativa, porque las normas están
destinadas a ser cumplidas y, en su caso, aplicadas. Ahora bien, las normas generales -
Constitución, Leyes. Reglamentos - hablan del único modo que pueden hablar: en términos
relativamente generales y abstractos. En cambio, en la vida humana, en las realidades sociales
en las cuales se debe cumplir y, en su caso, aplicar las leyes, son siempre particulares y
concretas. Por consiguiente, para cumplir o aplicar una ley o un reglamento es
ineludiblemente necesario convertir la regla general en una norma individualizada,
transformar los términos abstractos en preceptos concretos. Y esto es precisamente lo que se
llama interpretación".

GUASTINI es muy claro en la explicación de los sentidos con que los juristas han usado el
término que nos ocupa. En primer lugar, se tiene el concepto restringido de interpretación,
según el cual consiste en la atribución de significado a una formulación normativa en
presencia de dudas o controversias en torno a su campo de aplicación. Corresponde al
aforismo "In claris non fit interpretado": no se da ni puede ocurrir interpretación cuando un
texto es claro y no deja dudas o controversias. En segundo lugar, está el concepto amplio de
interpretación, en este caso el término se usa para referirse a cualquier atribución de
significado a una formulación normativa, independientemente de dudas o controversias. Así,
la interpretación se convierte en un presupuesto necesario para la aplicación del Derecho.
Los dos conceptos anteriores parten ya de una idea de interpretación como actividad
dianoética, que es distinta de la definición. Aunque ambas consisten en la reformulación de
una expresión, ésta última busca adscribir un significado con el que se supere la
indeterminación semántica a priori, mientras que la interpretación tiende a reconstruir el
significado a posteriori. Hay también casos en que el término interpretación se refiere al
producto que resulta de dicho proceso, pero el sentido que presenta un mayor interés es el
que considera a la interpretación como una actividad.
2. ¿QUIÉN INTERPRETA?

Con respecto a los sujetos que llevan a cabo la actividad interpretativa suele haber un
consenso más o menos general en la clasificación. Por interpretación auténtica se entiende la
realizada por el autor mismo del documento interpretado. La interpretación oficial es aquella
realizada por un órgano del Estado en ejercicio de sus funciones. La judicial se conoce como
la que llevan a cabo los órganos jurisdiccionales, más fuertes y concretos que la doctrinal,
realizados por juristas y profesores de derecho en obras académicas. Adelantemos aquí que
para Kelsen la interpretación auténtica no es la realizada por el mismo órgano creador, sino
por cualquier órgano de aplicación; como él mismo dice: "De la interpretación efectuada por
un órgano de aplicación del derecho, se distingue aquella otra interpretación que no es
auténtica, es decir, que no crea ningún derecho". Baste añadir que para este autor, es
igualmente auténtica la interpretación que crea derecho para un caso concreto y la que trata
de una ley o tratado internacional con carácter general.

3. EL OBJETO DE LA INTERPRETACIÓN JURÍDICA

Otra ambigüedad que surge con respecto al término interpretación es aquella que se refiere a
su objeto. En un sentido amplio puede ser objeto de la misma cualquier entidad capaz de
portar un sentido, y en un sentido estricto sólo se interpretan entidades lingüísticas. En
términos generales, ISABEL LIFANTE afirma que hay tres respuestas a esta pregunta sobre
qué es lo que se interpreta:

1) disposiciones jurídicas,
2) normas jurídicas, o
3) el Derecho.

Ninguna es una respuesta a plenitud satisfactoria. La primera dejaría fuera a la costumbre, la


tercera traslada el problema a la búsqueda de un concepto claro y compartido de lo que es el
Derecho, y la segunda ha levantado voces que consideran que las normas jurídicas son el
producto de la interpretación y no tanto su objeto (para ellos lo que se interpreta son
disposiciones o expresiones jurídicas). Detengámonos un momento en este último punto.
Dicha posición corresponde a quienes adoptan un concepto amplio de interpretación, e
implica que interpretar es decidir el significado de un texto legislativo, no conocer sino
producir una norma (por eso resulta un proceso necesario en todos los casos). A estos autores,
entre los que se encuentra GUASTINI, les incomoda que se designe con la palabra "norma"
tanto al texto interpretado como al resultado de la interpretación. MICHEL TROPER, en
apoyo a estas ideas, critica la idea KELSENIANA de que la norma es el significado de un
acto de voluntad y dice que si interpretar es determinar el significado de algo, la norma no
puede ser objeto de interpretación. Para él, la idea de que se puede determinar el significado
de un significado es evidentemente absurda. WEYLAND Y RUIZ MANERO ponen de
manifiesto que TROPER se equivoca en su argumentación porque KELSEN toma la
perspectiva de una interpretación auténtica, y su concepción no está ligada al establecimiento
del sentido lingüístico de una norma afectada por la indeterminación semántica, sino que
dicha interpretación permite el tránsito de una grada superior a una inferior del ordenamiento.
LIFANTE, por su parte, afirma que desde la perspectiva de la interpretación no auténtica:
"no hay problema en considerar que el objeto de la interpretación son normas (como
entidades portadoras de significado, y no meros textos) y que dicha actividad consiste en
mostrar o "percibir" ese significado, es decir, que no es la interpretación la actividad que "da
origen" a la norma". Pero la crítica que en este sentido hacen GUASTINI Y TROPER no es
sólo inoperante, sino que aceptarla conduce a graves extremos: no habría norma jurídica antes
de la interpretación auténtica mediante la cual el órgano de aplicación dota de significado a
los enunciados normativos, ¡el órgano aplicador sería el único creador de Derecho! Con obvia
razón, HART también se ocupó de criticar fuertemente esta postura.

4. CONCEPTO

La interpretación jurídica (o del derecho) es una actividad que consiste en establecer el


significado o alcance de las normas jurídicas y de los demás estándares que es posible
encontrar en todo ordenamiento jurídico y que no son normas, como por ejemplo, los
principios.

En consecuencia, hablar de interpretación del derecho es igual a referirse a una actividad que
comprende a todas las normas jurídicas, y no únicamente a las normas legales que produce
el órgano legislativo. De ahí que la interpretación de la ley sea una especie de interpretación
jurídica.
Desde el punto de vista jurídico, entre los autores encontramos diversas definiciones acerca
de lo que es la interpretación.

Así, GUILLERMO CABANELLAS DE TORRES1 afirma que:

“La Interpretación jurídica por excelencia es la que pretende descubrir para sí mismo
(comprender) o para los demás (revelar) el verdadero pensamiento del legislador o explicar
el sentido de una disposición.”

En tanto, el ya clásico tratadista alemán LUDWIG ENNECCERUS define la interpretación


de la norma jurídica escribiendo lo siguiente:

“Interpretar una norma jurídica es esclarecer su sentido y precisamente aquel sentido que es
decisivo para la vida jurídica y, por tanto, también para la resolución judicial. Semejante
esclarecimiento es también concebible respecto al derecho consuetudinario, deduciéndose su
verdadero sentido de los actos de uso, de los testimonios y del “usus fori” reconocido y
continuo. Pero el objeto principal de la Interpretación lo forman las leyes”.

Comentando el Art. 3° del Código civil español, MANUEL GARCÍA sostiene que: “El
fenómeno de la interpretación de las normas jurídicas es común a todas ellas; queremos decir
tanto a las públicas –ley, costumbre, P.G.D. – como a las privadas –lex negotti–: en ambos
tipos de normas, la interpretación trata de buscar su verdad normativa, para aplicarla, para
que sea ella quien conforme la relación inter-subjetiva de intereses conflictiva”.

Considerándola como toda una Teoría, MARCIAL RUBIO CORREA define la


interpretación Jurídica diciendo:

“La teoría de la interpretación jurídica, es la parte de la Teoría General del Derecho destinada
a desentrañar el significado último del contenido de las normas jurídicas cuando su sentido
normativo no queda claro a partir del análisis lógico jurídico interno de la norma”.

Por su parte ARIEL ÁLVAREZ GARDIOL da la definición siguiente:

1
CABANELLAS DE TORRES, GUILLERMO: “Diccionario Enciclopédico de Derecho Usual”. Editorial
Heliasta. Vigésimo tercera edición. Buenos Aires, Argentina. 1994. Tomo IV, pág. 472.
“La interpretación es la técnica que conduce a la comprensión del sentido de la norma
jurídica”

ÁNGEL LATORRE con gran sencillez, pero muy claramente, se limita a decir que la
interpretación es “determinar el sentido exacto de la norma”, mientras que MARIO
ALZAMORA VALDEZ, refiriéndose al camino a seguir en la tarea de la interpretación de
la norma jurídica, explica que para aplicar las normas a los hechos es necesario descubrir los
pensamientos que encierran las palabras hasta llegar a los objetos; es a este proceso al cual
el maestro San Marquino denomina interpretación. Nos dice además que el intérprete toma
el lenguaje como punto de partida; sigue hasta el pensamiento y de allí al objeto.

En buena parte de las definiciones aquí citadas, y en las que se puede encontrar de entre los
muchos expertos que abordan este tema, se menciona a la palabra sentido (de la norma) como
aquello que se debe encontrar, desentrañar, descubrir o develar a través de la interpretación
jurídica.

En tal sentido estoy de acuerdo a las palabras del DR. ANÍBAL TORRES VÁSQUEZ,
cuando dice: “¿Cómo establece el intérprete el sentido de la norma?

En primer lugar, la labor del intérprete se dirige a descubrir o develar el sentido inmanente
en la norma; en segundo lugar, como por lo general una norma evoca varios sentidos,
selecciona o fija el sentido con el cual se obtenga la solución más justa del caso concreto; y
en tercer lugar, si el sentido o sentidos de la norma no se adecuan a la nueva realidad social,
el intérprete atribuye a la norma el significado que lo actualiza”.

En opinión de KELSEN, interpretar “Es una operación del espíritu que acompaña al proceso
de creación del derecho al pasar de la norma superior a una norma inferior. En el caso normal,
el de la interpretación de una ley, se trata de saber cómo, aplicando una norma general a un
hecho concreto, el órgano judicial o administrativo obtiene la norma individual que le
incumbe establecer”2.

2
KELSEN, HANS, Teoría pura del Derecho, p. 163.
Dado que las normas positivas y el Derecho vigente en general se pronuncian y difunden
mediante el lenguaje, considero que Interpretar no puede ser otra cosa que reconocer,
descubrir, captar o asimilar el auténtico significado, sentido y alcance de la norma jurídica.

5. PLANTEAMIENTO DEL PROBLEMA DE LA INTERPRETACIÓN

Tenemos varios niveles en la problemática jurídica de un caso determinado.

PRIMERO es saber cuáles son las normas existentes. Para dilucidar este primer nivel nos
sirve la teoría de las fuentes del Derecho.

Una vez que hemos definido las normas aplicables Tenemos un SEGUNDO nivel de
problemas que consiste en saber qué dicen esas normas jurídicas. A este efecto nos sirve la
teoría de la norma jurídica.

Superados los dos niveles anteriores, nos encontramos con Un TERCERO que consiste en
averiguar exactamente qué quiere decir la norma. Este nivel debe ser abordado mediante la
teoría de interpretación.

5.1.EL PROBLEMA DE “INTERPRETACIÓN”

Una teoría general de la interpretación3–de ser posible- podría ser útil para encontrar un
parámetro común a la problemática interpretativa que se presenta en las diversas
disciplinas dogmáticas: la interpretación del derecho privado, la interpretación penal, la
interpretación constitucional, etc. Pero al examinar en la literatura estos problemas se
observa un hecho notorio: por interpretación, juristas y jus-filósofos entienden cosas muy
variadas.

En algunas obras, por ejemplo, encontraríamos que para el autor, el problema de la


interpretación radica en el conocimiento de la ley o en el auténtico conocimiento del
derecho: entonces, interpretar sería para él, conocer. Por lo que el problema de la
interpretación jurídica sería de tipo epistemológico o lógico. Sin embargo, en otras obras,
en cambio los autores pueden llegar a negar el aspecto cognoscitivo; no se trata de conocer
o no la interpretación de una ley o el derecho. Para ellos, la cuestión reside, más bien, en

3
ROBERTO J. VERNENGO “La interpretación jurídica” Libro descargado de la Biblioteca Jurídica Virtual
de la Universidad Autónoma de México (www.unam.mx)
una elección decisoria dentro de un marco de valoraciones. Interpretar sería algo así como
captar o comprender ciertos valores, ciertos sentidos axiológicos o políticos que pueden
darse en determinadas situaciones sociales, y en consecuencia, adoptar decisiones
constituyéndose en estas valoraciones.

KELSEN señala que, los problemas interpretativos no son problemas relativos a la


objetividad del conocimiento ni tampoco a la determinación de valores: el problema de la
interpretación judicial giraría alrededor de la cuestión de racionalizar el ejercicio de un
poder autocrático. Si quienes ejercen la actividad interpretativa son, pongamos, jueces y
éstos, como órganos autónomos del Estado, actúan autocráticamente sin que su actividad
sea controlada por las partes que van a verse afectadas por la decisión, el problema radica
en cómo justificar socialmente esta modalidad del poder que ejercen aquellos
funcionarios.

6. TIPOS DE INTERPRETACION JURIDICA

Las diversas especies o tipos de interpretación existentes, pueden ser ordenadamente


estudiados; clasificando a la luz de determinados criterios que atienden, unos a la persona
que realiza la interpretación, otros al alcance y extensión de la interpretación; y además, al
método que se utilice en la labor Hermenéutica. Atenderemos en este Capítulo los dos
primeros criterios clasificatorios pues el último de ellos, será desarrollado cuando analicemos
cada uno de los métodos y reglas prácticas de interpretación jurídica.

 Según el sujeto, la Interpretación puede ser: Doctrinal; Judicial; Auténtica; Y


Popular.
6.1.INTERPRETACIÓN DOCTRINAL

Aunque carezca de obligatoriedad, dicha forma de interpretar es una de las más importantes,
pues es realizada por personas que se dedican al estudio del fenómeno jurídico, entre los
que encontramos: Magistrados, jueces, Jurisconsultos, Abogados, etc., que en su mayoría
aúnan a su conocimiento teórico sobre el Derecho, una gran experiencia práctica; lo que
permite imprimir a sus obras una categoría intelectual que funciona como directriz
orientadora del Derecho en general.
Este tipo de interpretación ha sido denominada comúnmente “interpretación científica”,
pues aunque carezca de obligatoriedad, no es menos cierto que requiere por parte de sus
elaboradores un conocimiento profundo de los hechos sociales que han dado origen a las
leyes; de las instituciones jurídicas actuales y de las necesidades económicas, sociales y
políticas que originan cambios en el Derecho.

6.2.INTERPRETACIÓN JUDICIAL.

Cuando la interpretación es realizada por Jueces o Magistrados, en su función de


administración de la Justicia para ofrecer una solución determinada a un caso concreto
sometido a su jurisdicción, la interpretación lleva el nombre de judicial. A diferencia de la
anterior, ésta si tiene obligatoriedad, pero únicamente frente a las partes cuya controversia
está siendo sometida a la decisión judicial.

Estas personas, al aplicar las disposiciones de carácter general y abstracto a los casos
concretos en particular, continuamente interpretan no sólo dichas leyes sino el orden
jurídico en general y las conductas de los individuos en particular, pues el Juez no es un
mero espectador en el proceso, su labor no es meramente un acto mecánico, sino que por el
contrario es la labor de un investigador que analiza, valora y somete a un proceso intelectual
de razonamiento la conducta del imputado y las pruebas vertidas en el proceso;
comparándolas con la demanda presentada por el actor, para crear por un acto de su
voluntad, mediante la sentencia, una norma nueva que no existía antes en el ordenamiento
jurídico.

6.3.INTERPRETACIÓN AUTÉNTICA

La autenticidad de este tipo de interpretación radica en que si existe algún órgano con
suficiente autoridad para dar fe del verdadero sentido de una disposición legal, es el órgano
que la creó, el órgano estatal encargado de la elaboración de las leyes.

Ahora, el medio por el cual el órgano legislativo realiza este tipo de interpretación lo
constituyen nuevas leyes o decretos posteriores. Esta especie de interpretación puede
revestir dos formas: Interpretación auténtica Pura y No Pura; estaremos en el primer caso
cuando las personas que constituían el cuerpo colegiado que creó la ley, son las mismas que
integran el mismo cuerpo que interpreta; y en el segundo caso, cuando no son las mismas
personas, aunque el órgano sea el mismo.

Un caso de interpretación auténtica No Pura la tenemos en nuestra Ley de Papel Sellado y


Timbres, por medio del Decreto N°21 de fecha veinticinco de marzo de mil novecientos
cincuenta y tres que dice: “Artículo Único: El Art. 3 de dicha Ley debe aplicarse en el
sentido de que cuando en el lugar donde se otorgaren documentos públicos, auténtico o
privados, no hubiere papel sellado del valor requerido o de menor dominación, puede usarse
papel de oficio o papel simple, con los timbres correspondientes. Esta interpretación
auténtica debe considerarse incorporada en la misma Ley”.

Un ejemplo de interpretación auténtica pura la encontramos en el Decreto Legislativo N°.


246 publicado en el Diario Oficial del 15 de enero de 1973 que dice: Art. 1. Interpretase
auténticamente los Arts. 1 por el cual se sustituyeron los Arts. 6, 7, 11, 13 y 14 de la Ley
Orgánica del Poder Judicial y el Art. 4 TRANSITORIO, ambos del Decreto Legislativo N°.
214 de fecha 4 de Diciembre de 1972, publicado en el Diario Oficial No. 232 Tomo 237 del
día 13 del mismo mes y año, en el sentido de que:

A. La actual Cámara de lo Civil de la Primera Sección del Centro se denominará Cámara


Primera de lo Civil de la Primera Sección del Centro.
B. La actual Cámara de lo Penal de la Primera Sección del Centro, se denominará
“Cámara Primera de lo Penal de la Primera Sección del Centro.
C. La actual Cámara Primera de Occidente se denominará Cámara de lo Civil de
Occidente; y la actual Cámara Segunda de Occidente, se denominará Cámara de lo
Penal de Occidente.
D. El actual Juzgado General de Hacienda se denominará Juzgado Primero de Hacienda
y su titular, Juez Primero de Hacienda. El nuevo Juzgado de Hacienda que se crea
mediante el mencionado Decreto, será el Juzgado Segundo de Hacienda y su titular
Juez Segundo de Hacienda”.

Lo relevante de esta interpretación es que la pureza de su autenticidad radica en que fue


dada por las mismas personas que reformaron unos días antes, la Ley Orgánica del Poder
Judicial.
6.4. INTERPRETACIÓN POPULAR

En todos los tipos de interpretación analizados anteriormente, veíamos como las personas
encargadas de realizar la interpretación eran sujetos versados en el conocimiento de lo
jurídico; Jueces, Magistrados, Jurisconsultos, Órganos Legislativos, etc.; sin embargo la
interpretación de tipo popular es realizada por personas que poco o ningún conocimiento
tiene sobre Derecho. Un ejemplo claro de esto lo tenemos en la institución del jurado en el
procedimiento penal, donde los cinco miembros que lo integran deciden sobre la inocencia
o culpabilidad de otra persona atendiendo a su conciencia, convicciones o su sentimiento
popular, y no a razones estrictamente jurídicas. Así lo sugiere el Art. 363 de nuestro Código
Procesal Penal cuando en la parte pertinente dice: “La Ley no les dice tendréis por verdad
tal hecho: ella hace está sola pregunta que encierra la extensión de sus deberes ¿tenéis una
íntima convicción?”.

 Según el sentido y alcance de la Interpretación, esta puede ser: Declarativa;


Restrictiva; Extensiva y Progresiva.

6.5.INTERPRETACIÓN DECLARATIVA

Esta especie se da cuando el resultado de la interpretación se identifica plenamente con el


pensamiento del legislador, plasmado en el texto legal; siendo entonces la interpretación
una mera declaración o repetición de la intención del legislador. Esta situación se da
continuamente en los tribunales, en que el Juez desempeña una labor simplemente mecánica
de aplicación de la Ley a los casos concretos en particular de una manera silogística.

6.6. INTERPRETACIÓN RESTRICTIVA

Se da cuando la interpretación que se hace de una norma jurídica, tiende a reducir su campo
de aplicación que según la letra de la misma abarca más de su verdadero contenido real. Así
por ejemplo, en el caso de excarcelación cuando existe pluralidad de infracciones, el Art.
252 del Código Procesal Penal, dice: “Cuando al procesado se le imputare más de un hecho
delictivo, solo procederá la excarcelación si la suma total del mínimo de las penas no excede
de tres años de prisión”. Con una interpretación amplia de dicha disposición podríamos
argumentar que procede la excarcelación aún en el caso de que uno de los delitos tenga una
pena cuyo máximo exceda de tres años de prisión. Sin embargo, un análisis más detenido
del caso nos llevara a la conclusión de que no procede la excarcelación, pues en el caso de
una sola infracción penal se requiere que el límite máximo de la pena que le corresponde
no exceda de tres años de prisión. Esta última interpretación es Restrictiva.

6.7.INTERPRETACIÓN EXTENSIVA

Estamos en presencia de esta especie de interpretación cuando el sujeto que la realiza,


extiende el alcance de la norma mediante el desarrollo razonable de su campo de aplicación.

A menudo ocurre que se confunde con la aplicación analógica de la ley, pero en su esencia
son diferentes, pues mediante aquella lo que hace el intérprete es desarrollar la norma
jurídica dentro de un límite que es su radio de acción o su campo de posibilidades; o sea
que la ley tácitamente contempla el caso. Como ejemplo podríamos citar el Art. 1438 de
nuestro Código Civil que dice: “Toda obligación puede extinguirse por una convención en
las partes interesadas, siendo capaces de disponer libremente de lo suyo, consienten en darla
por cumplida.

Las obligaciones se extinguen además en todo o en parte:

1. Por la solución o pago efectivo;


2. Por la novación;
3. Por la remisión;
4. Por la compensación;
5. Por la confusión;
6. Por la pérdida de la cosa que se debe o por cualquier otro acontecimiento que haga
imposible el cumplimiento de la obligación;
7. Por la declaración de nulidad o por la rescisión;
8. Por el evento de la condición resolutoria;
9. Por la declaratoria de la prescripción”.

El artículo en mención no contempla expresamente ciertos casos que son verdaderos


medios para extinguir obligaciones, así tenemos:

1. la muerte del Acreedor o del deudor en los contratos “intuito personae”.


2. La dación en pago.
3. El plazo extintivo.
4. El acuerdo de partes, etc.

Dichas situaciones están comprendidas dentro del radio de aplicación del artículo en
mención y pueden ser fácilmente incluidas mediante una interpretación extensiva.

6.8.INTERPRETACIÓN PROGRESIVA

La interpretación de la Ley según las épocas puede conducir a resultados diversos; con el
transcurso del tiempo las realidades cambian y dichos cambios implican una adecuación de
las palabras de la ley a las necesidades sociales, por lo que se hace necesaria una
interpretación progresiva o evolutiva de la ley, para que esta comprenda esas nuevas
necesidades antes desconocidas para el órgano que creó la ley.

Con el uso de este método se garantiza el desarrollo del Derecho junto con el desarrollo de
la sociedad, pues un buen uso de esta especie de interpretación enriquece el significado de
los términos legales, con conceptos capaces de entrar en la fórmula legal y no situaciones
incompatibles completamente con el texto de la Ley.

7. TEORÍAS DE LA INTERPRETACIÓN JURÍDICA

Tres diversas teorías (o, más bien, familias de teorías) de la interpretación se confrontan en
la literatura jurídica moderna: una teoría “cognitiva” (o formalística), una teoría “escéptica”
y una teoría intermedia entre las dos precedentes.

En este contexto, el vocablo “teoría” se refiere a un discurso en torno a lo que la interpretación


es: otra cosa son las doctrinas sobre lo que la interpretación debe ser (o sea, sobre los métodos
que intérpretes deben adoptar, a los objetivos que deben perseguir y demás).

7.1.TEORÍA COGNITIVA DE LA INTERPRETACIÓN

La teoría cognitiva – o, más comúnmente, formalista – de la interpretación sostiene que la


interpretación es una actividad de tipo cognoscitivo: interpretar es verificar
(empíricamente) el significado objetivo de los textos normativos o la intención subjetiva de
sus autores. Esto equivale a decir que los enunciados de los intérpretes son enunciados del
discurso descriptivo; es decir, enunciados de los cuales puede comprobarse la veracidad o
falsedad.
Este modo de ver se funda sobre asunciones falaces. O sobre la creencia de que las palabras
incorporan un significado “propio”, intrínseco, dependiente no del uso de las palabras
mismas, sino de la relación “natural” entre la palabra y realidad. O sobre la creencia de que
las autoridades normativas tienen una “voluntad” unívoca y reconocible como los
individuos. Se entiende que el objetivo de la interpretación es simplemente “descubrir” este
significado objetivo o esta voluntad subjetiva, anteriores. Está claro también, que todo texto
normativo admite una, y solo una, interpretación verdadera.

Usualmente esta teoría se acompaña de la opinión de que todo sistema jurídico es


necesariamente completo (sin lagunas) y coherentes (sin contradicciones), de modo de que
la controversia cae siempre sobre el dominio de una, y solo una, norma pre-constituida.

Del carácter cognoscitivo de la interpretación y de la necesaria plenitud y coherencia del


derecho se sigue que no hay espacio alguno para la discrecionalidad judicial: las decisiones
de los jueces están determinadas exclusivamente por normas anteriores.

7.2.TEORÍA ESCÉPTICA DE LA INTERPRETACIÓN

La teoría escéptica de la interpretación sostiene que la interpretación es una actividad no de


conocimiento, sino de valoración y de decisión. Esta teoría se funda sobre la opinión de que
no existe algo así como el significado propio de las palabras, ya que toda palabra puede
tener el significado que le ha incorporado el emitente, o el que le incorpora el que la usa, y
la coincidencia entre uno y otro no está garantizada.

Según esta teoría, todo texto puede ser entendido en una pluralidad de modos diversos, y
las diversas interpretaciones dependen de las distintas posturas valorativas de los
intérpretes.

Entonces se dice que los enunciados interpretativos (el texto T significa S) no son ni
verdaderos ni falsos. Tales enunciados tienen la misma estructura profunda de las
definiciones que no describen el uso efectivo de un cierto término o de una determinada
expresión, sino que desean conferir a ese término o a esa expresión un significado con
preferencia sobre otro. Que las estipulaciones no son ni verdaderas ni falsas es algo que está
fuera de discusión.
Se entiende, desde este punto de vista, las normas no preexisten a la interpretación, sino que
son su resultado.

La teoría escéptica es sostenida, en la literatura contemporánea, especialmente por las


corrientes del llamado “realismo jurídico” (americano, escandinavo, italiano).

7.3.UNA TEORÍA INTERMEDIA

La tercera teoría de la interpretación, intermedia entre las precedentes (si se quiere: una
tentativa de conciliación entre las precedentes), sostiene que la interpretación es a veces una
actividad de conocimiento, y a veces, una actividad de decisión discrecional. Esta teoría
subraya la irreducible “textura abierta” de casi todos los textos normativos, que son
habitualmente formulados en lenguaje natural por medio de términos clasificatorios
generales. En el seno del significado de todo texto normativo puede distinguirse un “núcleo
esencial” luminoso y, en torno suyo, una indefinida “zona de penumbra”4.

De ahí se sigue que, para toda norma, existen casos “fáciles”, que seguramente recaen en
su campo de aplicación, como también casos marginales, “difíciles”, respecto a los cuales
la aplicabilidad de la norma es controvertida, ya que esos casos se sitúan en la “zona de
penumbra”. De igual forma, los jueces no ejercen discrecionalidad alguna cuando aplican
una norma a los casos claros; ejercen discrecionalidad solo cuando aplican una norma en
los casos difíciles, ya que en esos supuestos la decisión de la controversia requiere de una
elección entre al menos dos soluciones alternativas.

Es falso que las decisiones de los jueces sean siempre controladas por normas
preconstituidas, sin márgenes de discrecionalidad (como quisiera la teoría cognitiva); pero
es igualmente falso que los jueces decidan discrecionalmente siempre y de cualquier modo
(como quisiera la teoría escéptica).

Según esta teoría, puede distinguirse entre “descubrir” el significado de un texto normativo
y “asignar” significado a un texto normativo. El intérprete decide el significado de un texto
(asigna el significado) cuando se resuelve un caso dudoso. Por el contrario, el intérprete se
limita a describir (o descubrir) el significado de un texto siempre que resuelve un caso claro.

4
GUASTINI, Riccardo, Ob. Cit, cap. I, p. 16
Por tanto, se puede notar dos tipos de enunciados interpretativos, según el significado que
de vez en cuando se le atribuya a un cierto texto normativo.

Esta teoría manifiestamente asume que la distinción entre casos fáciles (que caen en el
“núcleo esencial”) y casos difíciles (que caen en la “penumbra”) es una distinción objetiva,
no fruto a su vez de decisiones interpretativas.

8. INTERPRETACIÓN JURÍDICA: ¿CIENCIA O ARTE?

Aun dentro de cada rama del Derecho, dos juristas pueden discrepar (y a menudo lo hacen)
de la manera cómo enfocar genéricamente la interpretación y más frecuentemente aún de la
manera de hacer interpretación en tal caso concreto.

Esto ocurre así porque la teoría de interpretación no constituye un conjunto de reglas


generalmente admitidas, con unidad metodológica y con capacidad de predecir un resultado
dadas determinadas condiciones. Es decir, la teoría de la interpretación no constituye,
propiamente hablando, una ciencia.

La interpretación jurídica pertenece más al ámbito de las reglas de combinación de colores,


o del juego de ajedrez: establece requerimientos pero permite flexibilidad y creatividad. Por
ello considero que la interpretación jurídica es más un arte que una ciencia. Quien estudia
interpretación va a conocer procedimientos que pueden aplicarse creativamente y no que dan
una sola e inequívoca respuesta.

JOSÉ VILLAR PALASI5 trata esta característica de la interpretación, que consiste en varias
posibles respuestas al mismo caso:

“De todos modos, la paradoja interpretativa, en cuanto a método y en cuanto a vinculación a


la lógica subsiste y ha subsistido siempre y es de presumir que permanezca así también
mientras el Derecho perdure, pues toda interpretación conlleva a cinco características que
son en el fondo axioma-postulados convencionales para una cultura en un ciclo dado.

 Interpretación como conjunto de métodos.


 La imposibilidad de jerarquizar los métodos.

5
VILLAR PALASI, José Luis “La interpretación y los apotegmas jurídico-lógicos”. Madrid, Tecnos, 1975,
cap. I, p. 17
 La reversibilidad de resultados por el uso de métodos diversos.
 Carácter argumentativo y dialéctico de la interpretación.
 Carácter ideológico de la interpretación: la realidad social del tiempo de aplicación de
la ley. ”

Según VILLAR PALASI, “las paradojas del método jurídico de interpretación estriban,
fundamentalmente, en el pluralismo de métodos, en el condicionamiento político de los
mismos, en la relatividad lógica de los resultados alcanzados y en la relación recíproca que
existe entre el método interpretativo y la concepción política y sociológica de los operadores
jurídicos. La misma idea de la interpretación, su misión, límites y su naturaleza son
problemáticamente dados”.
CONCLUSIONES
Quisiéramos concluir en esta monografía los rasgos básicos de la interpretación
jurídica, con dos clases de conceptos esenciales y a la vez difundirlos dentro de esta
problemática.
 Interpretación según el intérprete

Existen tres tipos de interpretación de acuerdo a esta variable. Una es la


interpretación auténtica que es aquella que realiza sobre la misma norma y
siguiendo el mismo procedimiento que se adoptó para producirlo, la autoridad
que tiene la competencia de dictarla o derogarla. Existe también la
interpretación jurisprudencial que es la que realizan los tribunales en el
ejercicio de su potestad jurisdiccional. Finalmente esta la interpretación
doctrinal que es la que se realiza por personas comunes, sin autoridad estatal
formal para producir legislación o jurisprudencia, y que tiene un valor puramente
académico, participando del carácter y manera particular como la doctrina es
fuente del Derecho en cada sistema jurídico.

 Interpretación según el significado:

La interpretación es estricta cuando la conclusión interpretativa final es la que


aparece de la aplicación del método literal sin ninguna otra consideración.
Algunas veces hacer esto es posible, otras no. La interpretación es extensiva
cuando la conclusión interpretativa final es aquella en la que la norma
interpretativa se aplica a más casos que los que su tenor literal estricto parecería
surgir. Y la interpretación es restrictiva cuando la conclusión interpretativa final,
es que la norma interpretada se aplica solo y estrictamente a los casos en los que
no existe ni la menor duda.

La interpretación Jurídica es de vital importancia, pues el Derecho sólo puede ser


aplicado tras ser interpretado. Por tanto, no puede haber Derecho sin
Interpretación.

La interpretación jurídica no sólo permite la aplicación del Derecho, sino que


además va más allá: descubre su mensaje correcta o incorrectamente; le da su
verdadero significado, alcance y sentido o se lo quita; lo acerca a la justicia o a
la injusticia.

El desarrollo de tantos métodos para interpretar la norma, o el derecho en general,


demuestra que el estudio de la interpretación nunca termina por descubrir, ni
totalmente y de manera inequívoca ni satisfactoriamente, el mensaje expresado
en la norma; sólo aspiramos a aproximarnos lo más posible a esta meta.

De lo anterior podemos advertir que la interpretación judicial resulta un tema de


actualidad que debe ser de interés primordial, resultando útil y relevante estar
actualizados constantemente en este amplio margen de criterios interpretativos que
podemos utilizar para el eficiente desarrollo de nuestro campo profesional o
académico.
Así también, se debe colocar en un lugar privilegiado a la interpretación conforme,
pues al estar ubicada a nivel constitucional, se convierte en una pieza clave para la
interpretación de la Constitución y de los Tratados Internacionales en materia de
Derechos Humanos, pues es con base a ella, que se realizará la identificación del
parámetro sobre el cual se definirá la validez o invalidez de un precepto jurídico,
estableciéndose así, un sistema interpretativo desde una perspectiva de Derechos
Humanos.
Se recuerda que el objeto de este texto es ofrecer un esquema general para crear
interés sobre temas específicos de interpretación judicial, siendo pertinente
mencionar que cada uno de los temas aludidos en este texto merece un estudio
particular y complejo.
BIBLIOGRAFÍA

 CABANELLAS DE TORRES, GUILLERMO: “Diccionario Enciclopédico de


Derecho Usual”. Editorial Heliasta. Vigésimo tercera edición. Buenos Aires,
Argentina. 1994. Tomo IV, pág. 472.
 KELSEN, HANS, Teoría pura del Derecho, p. 163.
 ROBERTO J. VERNENGO “La interpretación jurídica” Libro descargado de la
Biblioteca Jurídica Virtual de la Universidad Autónoma de México (www.unam.mx)
 GUASTINI, Riccardo, Ob. Cit, cap. I, p. 16
 VILLAR PALASI, José Luis “La interpretación y los apotegmas jurídico-lógicos”.
Madrid, Tecnos, 1975, cap. I, p. 17

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