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UNIVERSIDAD NACIONAL DE CHIMBORAZO

FACULTAD DE CIENCIAS DE LA SALUD

ÍNICA

CÁTEDRA DE PSICOTERAPIA DE GRUPOS

Nombre: Joel Cueva

Fecha: Lunes, 9 de Julio del 2018

Tema: Clínicas de Deshomosexualización en Ecuador.

El lesbianismo, la homosexualidad, los transexuales, bisexualidad e intersexuales en


sus siglas conocidos como LGTBI, son grupos de personas con orientaciones sexuales e
identidades de genero relativas a tales siglas. A través de los años estas personas han sido
víctimas de discriminación, vulneración de sus derechos y todo tipo de agresiones por su
orientación sexual, identidad y expresión de género.

En 1990 la OMS retiró a la Homosexualidad de su lista de patologías, desde entonces,


la manera en que se veía y comprendía a este tipo de orientaciones sexuales e identidades de
género ha ido cambiado. Ahora la sociedad es, en cierto modo “más abierta y tolerante” con
las personas que tienen orientaciones sexuales diferentes, pero, la discriminación y violencia
perpetrada hacia estas personas no ha cesado, casos lamentables e inhumanos ocurridos en las
clínicas de deshomosexualización en el Ecuador, son motivos por el cual es necesario
investigar acerca de este fenómeno social que compete tanto a profesionales de la salud mental
como a la sociedad en general.
Centros que prometen erradicar cualquier “desviación sexual”, conocidas como
“clínicas de deshomosexualización” centros donde los familiares de las personas homosexuales
eran ingresadas coaccionadas por sus familiares con el fin de ser “curadas” de su condición
sexual como si de una enfermedad mental o física fuese. Las practicas que se efectuaban en
estos centros para que las victimas pudieran dejar de ser homosexuales consistían desde
terapias de aversión las cuales consistían en que al paciente se le inyectaba adrenalina en
grandes cantidades, que lo llevaba a un estado adrenérgico, que consistía en causar una
sensación de miedo extremo que los médicos aprovechaban para proyectar imágenes de sexo
homosexual al paciente. Se creía que, al hacerlo, los "enfermos" sentían repudio por lo que
veían y, con el tiempo, se curaban.

Terapias de descargas eléctricas en los testículos y en el cerebro, hasta horas de


pornografia heterosexual obligada, condiciones precarias de higiene de los centros, así como
abuso del poder por parte de los guardias que también abusaban sexualmente de “las pacientes”
de las clínicas.

La Asociación Americana de Psicología está preocupada por dichas terapias y el posible


daño a los pacientes. En 1997, el Consejo de Representantes de la Asociación promulgó una
resolución que reafirma la oposición de la psicología a la homofobia en el tratamiento y explicó
en detalle el derecho de un cliente a un tratamiento imparcial y a la autodeterminación.
Cualquier persona que ingresa en terapia para lidiar con problemas de orientación sexual tiene
derecho a esperar que dicha terapia se realice en un entorno profesionalmente neutral, sin
ningún prejuicio social.

En el Ecuador han existido muchos casos lamentables dejados por estas inhumanas
prácticas, tal es el caso del ya clausurado grupo llamado “Camino de Salida”, un ministerio
cristiano con una sede en Quito y otra en Guayaquil. Este grupo ofrecía servicios gratuitos,
voluntarios y ambulatorios (es decir, en la forma de consultas externas y nunca de
internamiento).

Camino de Salida difundía anuncios, mayoritariamente dentro de la comunidad


religiosa, de sus servicios de apoyo para las personas con “problemas sexuales-afectivos”.

Actualmente, en agosto del 2011 el Ministerio de Salud Pública del Ecuador anuncio el
cierre de 30 de estos centros, solo en la provincia del Guayas.
Los psicólogos, psiquiatras y otros profesionales de la salud mental concuerdan en que
la homosexualidad no es una enfermedad, un trastorno mental ni un problema emocional. Más
de 35 años de investigación científica objetiva y bien diseñada han demostrado que la
homosexualidad, en sí misma, no se asocia con trastornos mentales ni problemas emocionales
o sociales. Se creía que la homosexualidad era una enfermedad mental porque los profesionales
de la salud mental y la sociedad tenían información tendenciosa.

En el pasado, los estudios sobre personas gay, lesbianas y bisexuales incluían sólo
aquellos bajo terapia, creando así una tendencia en las conclusiones resultantes. Cuando los
investigadores examinaron los datos sobre dichas personas que no estaban bajo terapia, se
descubrió rápidamente que la idea de que la homosexualidad era una enfermedad mental no
era cierta.

Además, Asociación Americana de Psiquiatría confirmó la importancia de una


investigación nueva y mejor diseñada y suprimió a la homosexualidad del manual oficial que
detalla los trastornos mentales y emocionales. Dos años después, la Asociación Americana de
Psicología promulgó una resolución apoyando esta supresión.

Es indispensable, no solo de las autoridades, sino de la sociedad en general condenen


la discriminación y la existencia de estos centros en defensa de los derechos humanos, sino que
también prevengan, sancionen oportunamente y desarrollen campañas masivas tendientes a
erradicar la homofobia.

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