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los viajes de trueque. Conviene pun- plicaba un viaje hacia el sur previo al
tualizar que los viajeros no ll ega ban a viaje hacia los valks. era sumamente
la ciudad - la que no conocían - , sino apreciada por los vallistos. Una carga
que se detenían a cambiar sus pro- de sal equivalía a una carga de harina:
ductos en los valles circundantes, co- es decir que el cambio se realizaba
mo se puede apreciar en la ruta mar- por partes iguales( 1O).
cada en el mapa adjunto(8). Sal menuda: así se denomina a la
El viaje se iniciaba cada afio a me- sal blanca, más pura que la anterior.
diados de junio, y se regresa ba a me- obtenida d e la superficie del salar y
diados del siguiente mes: ésta era destinada al consumo humano .
considerada la mejor época. ya que Chalona o charqui( 1 1) ele cordero
el maíz estaba seco como para ser o ele llama: por una chalona comple-
molido ; cuando no se había termina- ta se obtenía una carga ele harina .
do la preparación de los productos Picote: la vara( 12) de este tejido
de cambio, se atrasaba la partida has- se cambiaba por un "almudo" de
ta agosto. Calixto recuerda haber maíz( 13 ).
acompafiado a su padre desde peque- A esta lista de productos "tradi-
fío y prácticamente todos los años cionales" se suman, en el caso de Ta-
hasta la década del 30, cuando se rija, otros, obtenidos por medio de la
enroló como combatiente e n la gue- recolección , realizada por encima del
rra del Chaco(9). nivel de altura en el que se habitaba:
El viaje duraba , entre ida y vuelta. Pupusa (Werneria poposa o W. digita-
unos 30 a 38 días, incluyendo los 3 ta): en cada viaje se llevaban de 5 a
o 4 días que los viajeros permane- 1O kg. de este vegetal. Llampa consi-
cían, luego de realizado el trueque, d era un buen negocio el cambio que
cerca de Camacho, para hacer moler se obtenía por él, pues los vallistos
el maíz en un molino de piedra exis- entregaban. a cambio de un puiiado
tente en el lugar. La recua se hallaba de pupusa, la cantidad de maíz con-
compuesta por 60 a 80 llamas ; si se tenida en un plato( 14 ).
calcula qu e éstas pueden cargar hasta Chachacoma ( Senecio gravealens '! ):
30 o 35 kg., significa que el volumen su trueque se realizaba en co ndicio-
de lo traficado anualmente hacia los nes similares a las anteriores( 15 ).
valles tarije11os, sólo desde el pueblo Yuyucha (Nostoc vesiculosos Vauch):
de Lagunilla , oscilaba entre 1,800 y a diferencia de los dos vegetales men-
2,800 kg. de mercaderías. cionados, apreciados por sus virtudes
De los valles tarijelios se traía medicinales, éste es utilizado en la
maíz, harina y, en menor cantidad, alimentación. Se trata de un alga de
papas, mientras que los productos lle- forma globular y consistencia gelati-
vados por los puneños - qu e enumero nosa que crece en las lagunas de altu-
a continuación - eran los más varia-· ra. Su uso en la Puna argentina pasó
dos de los intercambiados en la red en gran medida desapercibido, al me-
de tráfico en la que se hallaban in- nos no lo encuentro mencionado en
mersos: las fuente s( 16). La referencia más
Sal: la sal en panes obtenida de las temprana con respecto a su uso es
Salinas Grandes, cuya recolección im- quizás la de González Holgu ín(l 7)
para el actual territorio peruano . Co- Muy disierto el lugar ... Hay que
cida y condimentada con ají era inge- llevar en parte agua. hay que llevar
rida hasta hace algunas décadas por la leña, de todo ... No hay ni un
los indígenas y era objeto de comer- crestiano por ahí . . . Y hay que
cio en los mercados de la sierra pe- andar con todas las cosas provistas,
ruana ( Yacovlcff y Herrera 1934- que no falte nada. porque si nos
35 :52). falta una cosa, no hay de dónde
sacar ... "
La gente de Lagunilla recogía este
vegetal en las lagunas de la región, lo
dejaban secar y luego lo embolsaban. ¿Qué productos se llevaban para
Lo ingerían agregándolo a la sopa . cambiar?
Era un importante artículo de true- Charqui de cordero. llama y vizcacha.
que con la gente de los valles tarije- Este último animal constituía, quizás,
ños( 18). un gran incentivo para el tráfico. ya
Coipa: especie de salitre. Cuando que con él se contaba con carne , por
aflora en la superficie del suelo se la cual se obtenían otros productos
junta con una pajita. tratando de des- sin necesidad de tocar los rebaños.
cartar las impurezas; luego se la em- Sogas: denominación de las riendas,
bolsa. Es utilizada como jabón para fabricadas principalmente con lana
lanas y para uso personal. Según Ca- de llama. Dos cargas de chañar equi-
lix to , en los valles tarijeños era apre- valían a una soga(2 l ).
ciada como abono. La medida de Maíz y trigo:se obtenían en peque-
trueque era de 2 x I ó dos kg. de ña cantidad; eran. pues. productos se-
coipa por uno de maíz( 19). cundarios del tráfico .
El hecho de emprender anualmen-
SAN PEDRO DE ATACAMA te -con 5. 6 y hasta l O recuas de lla-
mas- un viaje tan dificultoso. que
En marzo, hacia el final de la esta- implicaba la precaución de abastecer-
ción lluviosa y cuando aún no se ha- se antes de partir de todo lo necesa-
cía sentir el crudo invierno cordille- rio para la travesía. se explica quizás
rano, se emprendía el viaje anual ha- por la atracción que ejercían (y si-
cia la región de San Pedro de Ataca- guen ejerciendo) los alimentos con
ma. El trueque era aquí beneficioso alto contenido de azúcar en el habi-
a los puneños y la duración del viaje tante de la Puna ; éstas podrían defi-
-unos 14 días entre ida y vuelta par- nirse. en efecto, como "expediciones
tiendo de Lagunilla- (20) relativa- en busca de lo dulce" . Para valorar su
mente corta: las dificultades surgían importancia en el pasado , debe tener-
por la rigurosidad de los parajes a se en cuenta que en la Puna no crece
transitar, cuyo cruce obligaba a llevar prácticamente ningún fruto de estas
prácticamente todo lo necesario para características. De San Pedro de Ata-
la manutención, lo cual expresa Ca- cama se traían:
lixto de la s\guiente manera : Chañar (Gourlinea decorticans): es
una leguminosa arbórea, de fruto co-
" ... Antes iban mucho; ya han de- mestible, muy dulce, que en Chile
jado, porque es mucho sacrificio. crece principalmente en el norte
<O
Charqui
Yuyucha Maíz
yo hasta fines
de agosto. Más
por 1 vara de pi-
cote, 1 carga de
(X) Valles de 30-36 Anual sal por 1 de hari-
.¡:,. Picote Harina de maíz comúnmente
Tarija días . na, 2 medidas de
Pupusa Papas en junio
Chachacoma coipa por 1 de
Coipa maíz
Charqui
Maíz 1 soga por 2
San Pedro
Riendas y sogas Chañar 14 días Marzo Anual
de cargas de
Ata cama Lana Peras secas chañar
Algarrobo
Quebrada Charqui
Maíz
de Picote 24 días Junio Irreg. ?
Harina
Humahuaca Riendas y sogas ~
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o
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....
....
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2
ID
Jujuy, Charqui .J:J
Perico, Maíz ?
e:
Picote Harina 30 días Junio lrreg. (1)
mente hojas de coca, chicha y alcohol Acto seguido se liberaba a las llamas.
de alta graduación(24 ). se comía y bebía y se pasaba a prepa-
La ocasión realmente festiva - la rar las "flores" (borlas de lana) para
denominada "buena llegada" - era la enflorar a las llamas. que volvían a
del regreso al hogar, luego de ausen- ser reunidas con este fin. Luego se las
cias que se prolongaban hasta un mes liberaba definitivamente .
o más. Observese que estas acciones Primeramente se introducía en la
coronaban los viajes de trueque; es casa sólo un costal de maíz y uno de
decir, los que posiblemente enraiza- harina, los cuales eran colocados so-
ban en el pasado prehispánico, pero bre un cuero de llama y a su alrede-
no aquellos que se realizaban para la dor se ubicaban los presentes y co-
venta de mulas. Descripciones de "la queaban.
buena llegada" son sumamente raras El baile que se hacía a continua-
en la bibliografía (por ejemplo, ción tenía una función esencial den-
Am brosetti 1963: 186 y ss. ). tro del contexto, ya que subyacía en
En esta ocasión se sucedía una se- él la idea de que cuanto más se gol-
rie de actos pautada ritualmente: la peaba los pies contra el suelo, zapa-
familia del viajero salía a esperarlo a teando, más se asentarían y endure-
unos 500 m. de la casa(25). Primera- cerían el maíz y la harina y , por lo
mente se prendía coa en un brasero, tanto , éstos durarían más tiempo:
con cuyo humo sahumaban las lla-
mas, mientras se caminaba alrededor " .. . Estábamos meta a coca, alco-
de ellas(26 ); luego se comenzaba a hol, 'que se cementa , que no se aca-
ingerir bebidas alcohólicas, actividad be', para 'que la mercadería, aguan-
que se continuaba, de manera inter- te dos, tres años'. ·Uyyy! Ahí me-
mitente. durante dos o tres días. ta tomar, meta bahar, y la bailada
era la asentadJ decían .. . La asen-
Al animal más importante de la tada decían. porque pa'bailar za-
recua ,el ''delantero " . de cuya capaci- pateandv, y pa'que se asiente esa
dad para guiar a los restantes anima- mercadería, que no se acabe ... "
les dependía en parte el ritmo y la fa-
cilidad de la marcha, se le hacía be- EL COMERCIO DE
ber un vaso de chicha , con el objeto MULAS Y BURROS
de que él y las restantes llamas con-
servaran su fuerza(27). El ganado europeo arribó tempra-
Los presentes se sentaban allí a namente al Noroeste argentino : en
tomar alcohol y a coquear, narrando 1542 son introducidos, por miembros
el viajero las peripecias del viaje y de la expedición de Diego de Rojas,
proporcionando detalles acerca de los primeros animales de este origen;
los cambios efectuados. Las mujeres pocos años más tarde, en 1555, una
corrían luego hacia la casa, seguidas expedición · conducida por Mejía de
por el arriero conduciendo su recua. Miraval, de regreso de Chile, donde
Delante de la vivienda colocaban cue- había ido a buscar provisiones, trae,
ros de llamas, en los cuales iban api- además de semillas, ovejas, vacas y
lando la mercadería, que luego era otros animales (Fraboschi 1958: 203).
cubierta cuidadosamente con mantas. La cría de mulas destinadas a la
mitaciones impuestas por los bioto- gilando cuatro arrieros unos 50 ani-
pos altiplánicos. La escasez de pastos males. mientras que Concolorcorvo
provocaba que las mulas - de por sí afirma sobre el tráfico principal, en el
grandes caminadoras- se alejaran en siglo XVIII, que cada recua que salía
busca de alimentación durante la no- de Salta en dirección al Alto Perú es-
che si no se las vigilaba continuamen- taba compuesta por unas 1.700 a
te. De ahí que dos arrieros (cuatro 1.800 cabezas de ganado y era condu-
eran responsables de 50 animales) de- cida por 16 hombres (1908 : 98 ).' Con
bieran velar un a noche , mientras los referencia a los datos recogidos en es-
otros dormían. A la noche sigui en te t e trabajo sobre el tráfico vigente a
se invertían los turnos(3 1). principios del presente siglo a partir
El viaje a Huari exigía unos 12 días de Catamarca, salta a la vista que és-
de ida desde Lagunilla y cerca de 25 tos reflejan un comercio cuantitativa-
si se partía de Catamarca. Calixto cal- mente menor, en el que participa
cula que por lo general se conducían -en relación con la cantidad de gana-
unos 200 a 300 burros y mulas. sien- do - un mayor número de arrieros.
do 50 animales responsabilidad de 4 Por una parte , esto refleja segura-
arrieros, lo cual permite calcular el mente la decadencia del tráfico de
número de éstos entre 16 y 30 hom- mulas. acaecida entre la época en que
bres. Concolorcorvo hace sus observaciones
El pago se realizaba en bolivianos (segunda mitad del s. XVrII) -en la
de plata, metal que juega aún hoy un cual las mulas eran el único medio de
papel preponderante en la concep- desplazamiento en las zonas monta-
ción de la riqu eza de la gente de la ñosas y , al mismo tiempo, el animal
región(32). La expresión con la que que podía transportar mayor canti-
Calixto hace referencia a estas tran- dad de carga - y la época descrita en
sacciones es que se contaba "hasta el presente trabajo , en la cual las mu-
azul la mano", refiriéndose a la colo- las habían perdido en gran medida su
ración que dejaban las monedas en la importancia. ya sea como animales
palma. de tiro (debido a la decadencia de las
minas de plata). ya sea como anima-
SUCRE les de silla (por la creciente motoriza-
ción). Además, cabe pensar que este
Llampa fue una sola vez a Sucre, a tráfico secundario, basado en la cría
los 1O ó 12 años de edad, acompa- de mulas de Catamarca, también fue
ñando a su padre en un arreo de mu- en siglos anteriores -debido a los bio-
las. En esa oportunidad , cuatro arrie- topos catamarqueños- menor en
ros conducían unos 200 animales. comparación con el que se basaba en
Los muchos años pasados desde en- la cría de mulas obtenida en zonas de
tonces le impiden recordar cuánto ricos pastos. En cuanto al mayor nú-
tiempo demandó el viaje, y de la ruta mero de arrieros que participaban en
recuerda sólo sus hitos principales: estas empresas -siempre en compara-
Tupiza-Huaitiquina. ción con los datos brindados por
Calcula que generalmente se con- Concolorcorvo-, podría explicarse
ducían unos 200 a 300 animales, vi- sobre la base de que mayor cantidad
ADDENDA :
Finalizada la redacción anterior, he tomado conocimiento de dos importantes trabajos,
cuyos temas centrales se hallan muy ligados a los aquí tratados : H.A . Difrieri, en "La po-
blación de Atacama en el siglo XVII" (Boletín del Inst. de Hist. Arg. y Americ. "Dr. E.
Ravignani ", 26, Buenos Aires, 1980), se refiere a un padrón de la zona atacameña , de
1683 , donde consta la actividad realizada por arrieros de mulas en poblados de dicha
zona . A su vez , G.B. Madraza (" Comercio interétnico y trueque recíproco equilibrado
intraétnico", Desa"ol/o Económico, 21 : 82 ; Buenos Aires, 1981) analiza el trueque de
productos y el arreo de mulas vigentes en la Puna argentina desde 1 81 O hasta el presente.
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REFERENCIAS
NOTAS
(1) La historia de su vida está siendo actualmente elaborada por la autora de este tra-
bajo.
( 2) En un trabajo de campo realizado en Hornaditas, en la Quebrada de Humahuaca,
obtuve informaciones análogas (lnf.: Carlos Lamas). Villafuerte (1968 :68) recogió
en Catamarca la creencia de que el cóndor (Vultur gryphus) al envejecer pierde las
plumas, adquiere el plumón característico de los pichones y comienza un nuevo
ciclo vital. De ahí que la sangre de este animal tenga la propiedad de devolver la
juventud.
(3) La organización nacional incidió, según este autor, en la economía puneña, ya que
se impuso un gravamen a la extracción de sal, además de un recargo sobre la que era
llevada a Bolivia (Tarija). También se cobraban multas por introducir maíz o harina,
productos que casi siempre provenían de ese país (Madrazo 1982 : 153).
(4) La vizcacha ( Lagidium sp.) era fuente de alimento en el Perú prehispánico (cf. fuen-
tes en Friederici 1960: 650) ; según Calixto, quien vivía con su hermana en un pues-
to de altura alejado de la casa paterna, ese animal constituía el alimento más impor-
tante en su niñez. En cambio, en algunas zonas de la Quebrada de Humahuaca (Hor-
naditas) , existe repulsión ante su consumo, lo cual se basa en el hecho de que la viz-
cacha está ligada, en cuanto animal silvestre, a Coquena (según algunos informantes,
aquélla es utilizada como mula por este personaje, un "señor de los animales" suma-
mente conocido en la Puna argentina) .
(5) Véase la reproducción de una honda en von Rosen (1957 : 235) ; numerosos datos
sobre ella pueden consultarse en Diessel 1979. Los pastores la utilizan en la actuali-
dad para arrojar piedritas a los animales del rebaño cuando quieren llamar su aten-
ción. Su función como arma de guerra es aún recordada por los ancianos puneños.
(6) Plato a base de maíz en grano cocido en agua y puesto en ceniza ardiente o lejía.
Del quechua muti (cf. Friederici 1960: 432).
(7) Alimento hecho con harina tostada.
( 11) Es carne secada y salada, de cualquier animal. Para consumirla se humedece y luego
se la asa brevemente o se la humedece y aplasta con una piedra (cf. Friederici
1960: 166 y ss. y Lenz 1904 : 262).
(12) Medida española utilizada hasta 1863 , año en que se adoptó el sistema métrico deci-
mal. Sigue siendo utilizada en la actualidad en la Puna, especialmente por tejedores
ancianos.
(13) Almud : medida española antigua utilizada para granos, correspondía a media fanega.
(14) Yacovleff y Herrera (1934-3 5: 7 6) describen el uso de las raíces de este vegetal
como febrífugo. Palma (1973 : 100) destacó su utilización en la Puna argentina: en
infusión contra el apunamiento, para enfriamiento de pies como baño; a veces se su-
ministra a los convalecientes de neumonía.
(16) Se consumía también en Susques y las poblaciones cercanas, donde se recogía a par-
tir de mayo (comunicación personal del Sr. Abdón Castro Tolay) .
( 17) Aparentemente es la misma planta la que aparece en las fuentes con distintas deno-
minaciones, quizás regionales : muymünta, llullúch'a, murmunta, morcoto (Gonzá-
lez Holguín 1952, Lira 1944).
(18) También otra alga, el cochayuyu (Ulva purpurea) del Pacífico, fue alimento indíge-
na prehispánico; ambas representaron seguramente una considerable fu ente nutriti-
va en dos ambientes botánicamente pobres como son la Puna y las costas norte de
Chile y sur del Perú. Menos explicable parece ser la predilección de los habitantes de
los valles, donde existían otros recursos, por esta planta.
(19) El trueque sigue vigente en menor escala en la actualidad. Calix to fue en enero de
1983 con 24 kg. de coipa a Yavi y la ofreció de casa en casa, cambiándola en peque-
ñas cantidades - 1 a 5 kg. - por maíz. Obtuvo 6 kg. del cereal, aunque sostiene que
la medida de cambio (2 x l) se mantiene y que el resultado obtenido se debió al he-
cho de que la coipa tenía impurezas. Probablemente a menudo existieron estas va-
riaciones en las medidas de cambio, surgidas de la menor o mayor calidad del pro-
ducto. Las unidades de cambio postuladas en abstracto son probablemente ideales,
mientras que en la práctica existirían oscilaciones debidas a la calidad del producto,
mejor o peor confección de un tejido, etc.
(20) Esta duración está calculada en el caso de que se arree una recua de llamas ; solo, a
lomo de mula, Calixto llegaba de San Pedro a Lagunilla en tres días.
(21) Núñez (1976 : 198) consigna que el cambio vigente en la década del 60 entre llame-
ros del altiplano boliviano y pobladores de oasis atacameños era de una soga por
una carga de chañar. La diferencia a favor de los atacameños en comparación con
los datos del presente trabajo, es apreciable.
(22) Estos viajes eran aprovechados, en años recientes, para obtener ciertos productos no
tradicionales. Dejando los animales en los alrededores de San Pedro de Atacama,
algunos arrieros se dirigían en vehículo a Calama o a Chusque , a comprar platos de
loza y ollas de hierro.
(23) Por el contrario¡ los viajes hacia el norte , motivados por el trueque , son en aquel
pueblo puneño aesconocidos (Inf. : Abdón Castro Tolay y Ricardo Alancay).
(24) Véase una descripción del mismo para una zona de la Puna vecina a la tratada aquí
en Merlino y Rabey 1981 : 6 y ss. Existen también trabajos sobre el llamado challa-
kuy para el Perú (cf., para la zona de Cusco, Gilt Contreras 1956).
(25) Los viajeros se separaban al llegar al caserío, dirigiéndose cada uno a su casa; sólo
después, en el transcurso de los eventos posteriores, las respectivas familias se reu-
nían eventualmente para festejar en común.
(26) Prácticamente en toda la Puna argentina las llamas se sahuman de manera análoga,
utilizando este vegetal ; también con motivo de la "Señalada" de animales (por
ejemplo, cf. para Catua Nachtigall 1965 : 209) y en el momento en que la hacienda
abandona el corral para ser trasladada a otro lugar (Merlino y Rabey 1981: 5) ;
q'oyar se denomina una acción similar realizada por los Aymaraes chilenos (Martí-
nez 1976 : 286). La coa se utiliza también en la Puna argentina para llamar al espíritu
de quien se ha asustado (Palma 1973: 93). En el pueblo atacameño de Socaire,
Munizaga (1958: 32) ha hecho ·observaciones que deben ser testadas asimismo en
la Puna argentina: la chacha y la coa (Lepidophyllum quadrangulare) serían una sola
planta, refiriéndose el primer nombre al vegetal que se halla aún en el campo, el que
se " transforma" en coa al ser utilizado con fines ceremoniales.
(34) Calixto calcula que un tambor de coca - unos 20 kg. - le alcanzaba a la familia
- compuesta por cuatro personas- poco más de un año. La coca también se obtenía
en trueque, cambiándola a cambio de burros a gente que llegaba desde el norte.
Lamentablemente no averigüé más sobre el tru eque realizado con viajeros que se
desplazaban de norte a sur, el cual evidentemente también existió.
(3 5) La mta iba de Tupiza a Estela Mayo, Escoriani, Tolar Grande , Quichina, Chorolque ,
Atocha.
(36) Hablar de una personalidad común a los puneños sería seguramente una simplifica-
ción grosera; y sin embargo , en Llampa hay ciertos rasgos -la comunicatividad, la
tendencia a emprender actividades nuevas o diferentes- que parecieran no ser muy
desarrollados en la Puna. Al mismo tiempo, cree profundamente en seres de la con-
cepción del mundo puneña -como Coquena, para nombrar sólo un ejemplo-. Segu-
ramente influyeron en su carácter los numerosos viajes, el contacto con gente de
muy distinta extracción y origen y también las diferentes procedencias culturales
de sus padres.
(37) Este método de sustentación de los viajeros debe haber sido muy común. Concolor-
corvo (1908: 191) presenció cómo se reunían las familias indígenas en la Pampa de
Pacajes (actual Bolivia) para iniciar el largo viaje hasta las minas de Potosí y compa-
ra los perjuicios que ocasionaban con el de las langostas, ya que mataban vacas y
corderos para alimentarse, "sin perdonar las papas que están en sazón". En un docu-
mento emitido en Casabindo en 1681, y citado por Madrazo (1982 : 69), Campero,
el entonces marqués del Tojo, otorga ciertas prebendas a los indígenas de la zona,
porque éstos viven en " . .. camino real donde pasan viandantes y les hacen daños a
los pocos ganados que tienen". La negativa de los dueños a vender animales del re-
baño y la necesidad acuciante de los viajeros han entrado a menudo en colisión. De
los numerosos testimonios citaré sólo el de Ambrosetti (1898: 72), referente a los
Valles Calchaquíes, porque menciona varias causas para esa actitud negativa; el pro-
cedimiento que aconseja el autor no era entonces aparentemente criticable :
"Difícil en alto grado es el conseguir que vendan una cabra , por ejemplo; siempre
encuentran algún pretexto en contra, y si la tropa se compone de cincuenta ani-
males\ para los cincuenta hay algo que alegar en su favor: unos porque son filas
del reoaño, otros por ser hijas de taf cabra que no tuvo más que esa, o de la otra ,
etc.; las que restan por ser propiedad del hijo tal ó cual, o porque se crió con la
criatura menor, etc. ; de modo que el remedio que queda es matar en algunos ca-
sos, de un tiro, a la que parezca mejor, y abonar su importe una vez muerto el
animal . .. "
(38) A los pobladores de habla quechua del Altiplano boliviano se les llamaba así, debido
seguramente al hecho de que ellos se dirigen de esta forma a su interlocutor.
(39) Este e{)isodio da origen a una toponimia que,., según Calixto, era conocida por todos
los viaJeros que cruzaban la zona: "Gaucho Kupachina" se denomina un lugar bajo,
en una vega, mientras que "Tata degollado" se halla muy cerca de allí, sobre una
pequeña loma.
(40) Al narrar este episodio, Calix to comentó las características de la mula, a la cual -en
contraposición con el caballo- se considera el animal más inteligente por su capaci-
dad de intuir el peligro, de caminar despacio si su dueño está enfermo, etc. Esta es
una concepción generalizada en la Puna y la Quebrada de Humahuaca; en este últi-
mo lugar he recogido varias historias que muestran otra característica de este ani-
mal : puede ver o intuir a los muertos, cuando éstos vagan en el mundo de los seres
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