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ÓRGANOS FONOARTICULATORIOS
Conjunto de todos los órganos que en mayor medida intervienen en la emisión del sonido.
1. Órganos de articulación
1.1.3. Labios
Su función es facilitar la articulación y manipular los alimentos que llegan a
la cavidad bucal.
1.2.2. Dientes
El papel de los dientes es indispensable en la masticación y deglución de los
alimentos pero igual, o más relevante, es su función a la hora de hablar. Los
dientes son clave en la pronunciación y determinan también nuestra voz, su
tono y características.
1.2.3. Alveolos
Los alvéolos son las pequeñas bolsas de aire al final de las vías aéreas más
pequeñas de los pulmones, los bronquiolos. Estos sacos de aire constituyen
la mayor parte del tejido pulmonar. La función principal de los alvéolos es el
intercambio de dióxido de carbono por oxígeno.
Está formado por los órganos propios de la respiración: pulmones, bronquios, alveolos
y tráquea; los pulmones son los que almacenan y distribuyen el aire suficiente para la
fonación; tienen dos movimientos, inspiración y espiración, siendo en este segundo en
el que se puede producir el sonido articulado. El diafragma, que es un órgano anexo al
respiratorio, es un tabique de tejido muscular y tendinoso que divide la cavidad
torácica de la abdominal, para lograr la fonación, el diafragma realiza una presión
hacia arriba en conjunto con los músculos que están insertos entre las costillas,
llamados intercostales disminuyendo con esto el diámetro vertical de la caja torácica
y logrando con esto un aumento en la presión sobre los pulmones.
TRASTORNOS DE LA FONOARTICULACIÓN
2. Definición
Las alteraciones articulatorias son un trastorno común en la infancia y uno de los más
fáciles de identificar por las repercusiones que generan en la comunicación del menor con
su núcleo familiar, el entorno educativo y social. Estos trastornos se observan también en
adolescentes y adultos, aunque con menos frecuencia, individuos que por diversos
motivos no recibieron atención logopédica oportunamente y por lo tanto, conservan sus
defectos articulatorios y/o resonanciales.
Durante este período de organización y desarrollo del lenguaje oral pueden presentarse
defectos articulatorios que son fisiológicos en esta etapa evolutiva y conocidos como
dislalias de evolución. No obstante, si estos errores de pronunciación se mantienen más
allá de los 4 años de edad, sería conveniente consultar al logopeda. Este profesional luego
de efectuar una valoración del menor y concretar el diagnóstico podrá determinar si el
caso amerita o no una intervención, informando y asesorando adecuadamente a la familia
acerca de los resultados obtenidos (Ayarza, 2013).
Las dislalias se manifiestan por omisión, sustitución o distorsión de los fonemas que
son las unidades más simples de la expresión hablada. Esta dificultad para articular
uno o más fonemas incidirá en la correcta pronunciación de las palabras, alterando en
forma proporcional el lenguaje oral del individuo y en ocasiones también, el
aprendizaje de la lectoescritura en su fase inicial.
Dislalias Disglosias
2.2. Evaluación
2.2.1. Los órganos fonoarticulatorios y el habla
Las características del habla se evalúan desde la primera entrevista a través
del interrogatorio o anamnesis si el consultante es un adulto. En cambio, si se
tratase de un menor aprovecharemos sus intervenciones (lenguaje
espontáneo), entablaremos una conversación informal, un juego, etc., recursos
encaminados a detectar la presencia de dislalias o disglosias.
Para examinar la articulación del sujeto se suelen administrar listas de palabras
donde cada fonema se presenta en posición inicial, intermedia y final, al igual
que los sinfones con “l” y “r”. Estas listas fonemáticas se utilizan a la
repetición (lenguaje repetido), aunque también resulta útil con los niños de
corta edad (2 a 4 años) valorar la pronunciación a través de la descripción de
láminas, dibujos, juguetes, etc., (lenguaje dirigido).
Durante la exploración de los órganos fonoarticulatorios tendremos en cuenta
la morfología (forma orgánica) y la función (tonicidad y motricidad), por lo
tanto, éstos se examinarán en posición estática y dinámica utilizando para ello
praxias orales, faciales y pruebas específicas a elección del terapeuta. Es
conveniente efectuar un examen orofacial completo para asegurarnos que
reeducaremos posteriormente los músculos disfuncionales: musculatura
lingual, orbiculares de los labios, buccinadores, etc.
Por lo antes dicho, debieran examinarse la lengua, los labios, el paladar (duro,
blando y úvula), los maxilares (superior e inferior), las arcadas dentarias, la
articulación temporomandibular (ATM), los músculos buccinadores y
maseteros (de la masticación). Esta valoración nos permitirá relacionar la
forma (anatomía), la musculatura y las funciones orofaciales, para obtener un
diagnóstico certero y encarar un tratamiento eficaz, tanto en las disglosias
como en las dislalias.
Referencias