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50 • Morir en femenino
Paz Balaguer Nadal*
Camila Oliart Caravatti**
Introducción
nes y el menor trabajo requerido al bebé así como la menor duración del segundo
momento del parto (www.update-software.com/abstracts/es/es002006.html).
20. Entralgo, L., Historia Universal de la Medicina, vol 1: "Era pretécnica", 22. De cuya significación hablaremos en el siguiente apartado
Barcelona, Ed. Salvat, 1972, p. 54. 23. A.A.V.V., 1975. op.cit., p. 191 y 250.
21. A.A.V.V., Guía para museos de arqueología peruana, Lima, Ed. Milla 24. Sánchez Arcas, R., 1955, op.cit.,p. 30; Entralgo, P.L., \912, op.cit.,wo\2,
Bartres, 1975, p. 250. p. 300.
La producción de cuerpos Registro osteológico
en el registro arqueológico Ya hemos comentado cómo el hecho de la gestación y el parto com-
portan transformaciones en el cuerpo de la mujer, el cual ha de
En los estudios arqueológicos, al igual que en los económicos, ha
adaptarse a la presencia de un nuevo ser en su interior y hacer un
existido una total invisibilidad de la producción de cuerpos. Las
gran esfuerzo para ayudar a que éste nazca. En el ámbito osteológi-
dos argumentaciones principales justificatorias son: primera, por
co existe gran dificultad en la observación de estas modificaciones
considerarse una cuestión natural y universal, dado su componente
y en la determinación de su etiología específica puesto que, debido
biológico; segunda, por tratarse de actividades cuya evidencia ma-
a las características del cuerpo humano, factores diferentes pueden
terial es considerada inexistente.
haber provocado la aparición de un mismo rasgo.26 La investiga-
Sin embargo, su visibilidad material dependerá de que esta produc-
ción pone de manifiesto que las transformaciones óseas más impor-
ción sea considerada como tal a la hora de realizar los estudios con-
tantes tienen lugar en el tubérculo púbico: la tensión a la que el
cretos. Así, y en palabras de Beausang: "Las relaciones potenciales
músculo abdominus rectus y el ligamento inguial son sometidos en
entre los restos materiales y la práctica de la maternidad dependen
los últimos meses de gestación y durante el parto, influencian en la
de nuestro entendimiento sobre qué es lo que representa esta prácti-
mayor extensión del tubérculo, en donde ambos se insertan, exis-
ca y lo que puede necesitar".25
tiendo una relación estadística entre dicha extensión y el número de
En relación a la producción de cuerpos, su característica princi-
embarazos acontecidos.27
pal es el hecho de que las categorías de fuerza de trabajo, el obje-
Aunque poco desarrollados, los estudios referentes a la relación
to de trabajo y el medio de producción son indisolubles, y se
entre el embarazo, la lactancia y la micromorfología ósea plantean
identifican con el cuerpo femenino, por lo que son en él y dejan
una vinculación entre el parto y el incremento de la masa ósea. Con
de ser en tanto que él. Con ello, ¿qué registro material será visi-
todo, cabe tener en cuenta que la lactancia prolongada disminuye la
ble arqueológicamente para la dilucidación de la producción de
cantidad de masa ósea con lo que es necesario el avance de la inves-
cuerpos?
tigación para establecer variables independientes que permitan ais-
Por un lado, el registro material más directo de esta producción lar un evento de otro.28
estará constituido por las transformaciones acontecidas en el
cuerpo de las mujeres, y la propia producción de cuerpos, es de-
cir, los cuerpos de los agentes sociales, puesto que su propia
existencia implica su producción. No obstante, el registro de di- 26. Así por ejemplo, la mayor o menor profundidad del surco pre-auricular o
chos cuerpos puede tener también otra significación relevante la porosidad dorsal del pubis, en relación a los cuales estudios recientes han demos-
puesto que, en caso de tratarse de niñ@s recién nacidos, su pre- trado la mayor influencia biomecánica, asociada al rol de la cintura pélvica, en la
transmisión del peso del cuerpo desde el tronco a las extremidades inferiores, que no
sencia implica una producción no finalizada en cuanto a agente
el hecho del embarazo, aunque éste influya también en el grado de aparición de es-
social. tos rasgos: Cox, M., "Assessment of parturition", en Cox, M.; Mays, S. (ed.), Hu-
man Osteology in Archaeology and Forensic Science, Londres, Greenwich Medical
Media Ltd, 2000, pp. 132-135.
27. ídem, ibídem, pp. 135-137.
25. Beausang, E., op.cit.. p. 74. 28. ídem, ibídem, pp. 137-138.
La producción de mantenimiento
en el registro arqueológico
Nos encontramos ante un proceso en el cual la mujer es la pro-
ductora principal, existiendo acciones sociales encaminadas a
su mantenimiento para asegurar la consecución de la produc-
ción. Se trata de aquellos cuidados que la madre requiere duran-
te la gestación y el parto, cuando la colaboración de otras agen-
tes sociales29 se convierte en indispensable tanto para la madre
como para el/la bebé. En el ámbito arqueológico, probablemente
podremos referirnos sólo a aquellos cuidados centrados en el Fie 6. "Ambuk " o masaje obstétrico Japonés (s. XV).3'
cuerpo físico de la mujer. Todas las mujeres viven en un contex-
to social no solamente como productoras, sino también como su-
ción de la mujer frente a las molestias que la preñez puede provocar.
jetos con sus respectivas vinculaciones afectivas, y como tales,
Esta recolocación-relajación suele efectuarse mediante masajes y fric-
frente al temor, dolor... que la gestación y el parto conllevan, ne-
ciones ventrales en los que se usan ungüentos de origen animal (grasa
cesitaron a su lado una comadrona, una amig@, un médic@ o
de marmota, de serpiente, de castor...) e instrumentos para el masaje
chamán para su bienestar emocional/ 0
(rollos cilindricos de madera entre los babilonios o ladrillos en forma
En la producción de mantenimiento el objeto de trabajo es la mujer
de pez entre los filipinos).32 A menudo, estos masajes los realizan las
embarazada, la fuerza de trabajo otr@ agente social, y los medios de
comadronas asistentes al parto33 (figura 6).
trabajo variarán dependiendo del objetivo a seguir. A continuación
ejemplificaremos algunos de estos procesos de mantenimiento, du-
Durante el parto
rante la gestación y el parto, teniendo en cuenta los distintos factores
La práctica totalidad de las actividades llevadas a cabo durante
que intervienen.
el alumbramiento tienen una finalidad doble; por un lado, el apa-
ciguamiento del dolor de la madre y, por el otro, el cuidado
Durante la gestación
del/la bebé en el nacimiento, cuando la criatura se separa defini-
A partir de los diferentes registros etnográficos observamos que exis-
tivamente del cuerpo de la mujer para entrar al mundo social,
ten actividades comunes a muchas sociedades respecto al cuidado de
como cuerpo en sí.
la futura madre en el periodo de gestación. Entre ellos destacan aque-
llos elementos destinados a la recolocación del/la bebé y a la relaja-
31. Sánchez Arcas, R., 1970, Creencias, supersticiones y mitos que fueron
29. La utilización del femenino no es aquí arbitrario sino que la participación considerados inhibidores y facilitadores de la parturición. Madrid, Publicación
de otras mujeres que hayan experimentado ya el momento del parto, y su colabora- Médica Biohorm. 1970, p. 36.
ción en el mismo, es de gran importancia. 32. ídem, ibídem, p. 2.
30. Véase Colectivo del Libro de Salud de las Mujeres de Boston, op.cit. 33. De la importancia crucial de esta figura hablaremos más adelante.
rar la rápida expulsión del/la bebé, ayudando en las contrac-
ciones.
En el momento del alumbramiento se requiere también la colabora-
ción de otras agentes sociales, pues dos son los cuidados impres-
cindibles de cara al/la bebé recién nacid@. Por un lado, la separa-
ción definitiva del cuerpo de la madre por medio del corte del
cordón umbilical. Para tal fin será necesaria la utilización de un ele-
mento afilado, bien sea una simple caña de bambú, bien sea un cu-
chillo o bien los propios dientes.38 Por otro lado, la limpieza del/la
FlG. 7. Fumigación genital durante el parto. Karrie, Nilo Blanco?4 bebé y la madre (restos de placenta y de sangre), que en muchos ca-
sos será considerada como el paso de una condición peligrosa y
En relación al apaciguamiento del dolor de la madre, es común en contaminante a la reincorporación social. Aunque a este proceso se
muchas sociedades facilitar el parto mediante la dilatación del le ha impuesto una carga ideológica, constituye de hecho una acti-
útero a partir de la fumigación de los genitales mediante la aplica- vidad de mantenimiento del cuerpo de la madre, puesto que los res-
ción de vapores herbáceos. Para ello es necesaria la recolección tos de placenta que pueden quedar dentro del útero podrían llegar a
de plantas diferentes, por ejemplo veigel amarilla, ceriante, man- provocar su muerte. De esta manera, el baño-limpieza tendrá una
zanilla, tomillo, cebolla... en Grecia y la India, y el machacado y vertiente doble: funcional (la limpieza física) y simbólica (para
ebullición de las mismas en recipientes cerámicos sobre los que, marcar la transición).39 Dicho baño-limpieza se realiza general-
generalmente, la mujer se acuclilla para facilitar la dilatación35 mente aplicando agua y/o vapor de agua por lo que, en el ámbito ar-
(figura 7). queológico, implicará la presencia de elementos tales como estruc-
De igual manera, la ingesta de infusiones de ciertas plantas, turas de combustión o bien piedras termo-alteradas las cuales son
como las raíces de verbena, de fresno o de percedanum,36 y de introducidas en recipientes cerámicos contenedores de agua.
cannabis satiba o de datura stramonium,1,1 se utiliza para asegu- Los elementos materiales que acabamos de indicar pueden encon-
trarse en contextos arqueológicos distintos. Algunos de ellos qui-
zás no sean productos especializados en este tipo de procesos, sino
34. Sánchez Arcas, R., 1970, op.cit., p. 2. de uso cotidiano. En consecuencia, es necesario efectuar análisis
35. Las implicaciones arqueológicas de esta práctica no son menospreciables. funcionales, espaciales y etnoarqueológicos, siendo probablemen-
A modo de reflexión: ¿Cuál es la interpretación más usual ante la presencia de un
hoyo donde encontramos restos de combustión, cerámica y ciertas plantas?. Con
este ejemplo queremos remarcar la necesidad de ampliar el abanico de interpretacio- mujeres" en el BBB Motor Site (Illinois, fase Mississipian). Galloway, P., "Where
nes posibles a la hora de enfrentarnos al registro arqueológico, y no reducirnos a las have all the menstrual huts gone? The invisibility of menstrual huts in the late
lecturas tradicionales. prehistoric southeast" en Claassen, C ; Joice, R.A. (eds.), Women in Prehistory,
36. Según Plinio, citado en Sánchez Arcas, R., 1970, op. cit., p. 2. North America an MesoAmerica, Philadelphia, PA: University of Pensylvannia
3 7. Estas dos plantas han sido halladas en dos contextos arqueológicos: la pri- Press, 1997, pp. 47-65.
mera en un enterramiento femenino acompañado de un recién nacido en Jerusalén 38. Human Relations Área Filds, https:ets.umdl.umich.edu/e/ehrafe
(400 aC), y la segunda en un conjunto arquitectónico interpretado como "casa de 39. Galloway, P., op.cit., pp. 59-60.
te el contexto arqueológico el elemento clave para ayudarnos a rea- no intervenir ninguna producción de objetos específica, la consta-
lizar dicha correlación. tación arqueológica del mismo deberá basarse exclusivamente en
la propia producción de cuerpos y en las transformaciones morfo-
Espacios en la fase final de la producción de cuerpos lógicas acontecidas en los cuerpos femeninos.
b) El parto al aire libre en lugares apartados (ejemplos etnográfi-
La existencia de un lugar destinado al parto ha de entenderse desde
cos: Aranda (Australia Central), Bororo (Amazonia).43 Si bien
una doble vertiente. Por un lado, el alumbramiento se considera un
existe la separación del lugar de la producción femenina, ésta no
acontecimiento especial, diferenciado de la vida cotidiana, y ad-
implica la construcción de un lugar especializado. Por norma gene-
quiere por esta razón una importancia social destacable. Por el otro,
ral, en las sociedades documentadas, al llegar el momento del naci-
la distinción del lugar ha de entenderse como la separación de la
miento la mujer abandona el poblado, junto con las demás mujeres
producción eminentemente femenina, del resto de producciones,
que la ayudarán, y se dirige hacia un lugar apartado, normalmente
tanto femeninas como masculinas. Este aislamiento de la produc-
el bosque. Este alejamiento tiene como finalidad que ningún hom-
ción femenina implicaría una división entre el mundo de las muje-
bre o ninguna persona no autorizada por las normas sociales esté
res y el de los hombres y, por tanto, un elemento de posible desi-
presente durante el nacimiento.
gualdad.
c) El parto en lugares apartados construidos. A partir de observa-
A partir de la lectura de diversas observaciones etnográficas hemos ciones etnográficas diversas, hemos constatado la existencia de so-
establecido una tipología del lugar del alumbramiento, distinguien- ciedades en las que el parto tiene lugar en edificios restringidos a
do entre: la estructura de habitación de la unidad doméstica, el sitio las mujeres. La existencia de estos edificios ("casas de mujeres" o
alejado de dicha estructura en donde el parto se realiza al aire libre y "casas de menstruación") está en íntima relación con la considera-
la estructura arquitectónica diferenciada de aquella de habitación. ción de la sangre como algo impuro y contaminante. Así pues, en
estas sociedades la separación de todo aquello relacionado con la
a) Parto en la estructura de habitación de la unidad doméstica capacidad reproductora femenina viene dada por ser ésta conside-
(ejemplos etnográficos: Inuit (Groenlandia), Ona (Tierra del Fue- rada como algo impuro y contaminante.
go),40 Yámana (Tierra del Fuego);41 ejemplos históricos: Grecia.42
A nivel social implica la no separación del lugar de la producción Al hablar sobre la importancia de la producción de cuerpos en so-
femenina del resto de producciones. En consecuencia, la produc- ciedades distintas hemos apuntado el hecho de que el parto esté am-
ción será considerada como una más dentro de su sistema producti- pliamente representado por la iconografía, lo que significa para no-
vo. Al producirse el alumbramiento en las unidades domésticas y al sotras un claro signo de la consideración de la misma por parte de
dichas sociedades. No obstante, en el registro arqueológico no sólo
40. Human Relations Área Filds, https:ets.umdl.umich.edU/e/ehrafe hay representaciones del parto en sí, sino también del contexto so-
41. Gusinde, M., Los indios de tierra del fuego. Los Yámana. "Orden social y
cial en el cual éste tiene lugar. Quizás el hallazgo que merece más
costumbres tribales", Buenos Aires, Centro Argentino de Etnología Americana,
CNICT, 1983, pp. 674-685. atención sea la maqueta de una casa de mujeres encontrada en el
42. Blundell, S., Woman in ancient Greece, Londres, British Museum Press,
1995, pp. 110-111. 43. Human Relations Área Filds, https:ets.umdl.umich.edu/e/ehrafe
yacimiento calcolítico de Kissonerga-Mosphila (Chipre)44 (figura
8).
Dicha maqueta fue encontrada en un hoyo junto a piedras rotas, ter-
mo-alteradas y pigmentadas de ocre, y alrededor de ella se hallaron
estatuillas femeninas elaboradas en piedra o arcilla, escenificadas
de pie y los brazos extendidos o bien doblados en sus hombros. En
el interior de la misma aparecieron conchas, la maqueta de un tabu- Maqueta, visión interior superior Maqueta, visión interior inferior
44. Beausang, E., op. cit; Peltenburg, E.J., "A Cypriot model for prehistoric
ritual", en Antiquity, n.° 62 (1988), pp. 289-293. 45. Peltenburg, E.J., art.cit., pp. 289-293
va, aunque sí de consumo, y en la que los elementos artefactuales lugares construidos y especializados en las actividades de mujeres,
(especialmente la cerámica) se encuentran diferenciados del resto la característica común a todos ellos es la exclusión de los hombres
del poblado por medio de una decoración específica, ¿Cuál es la in- en cuanto agentes activos, generalmente mediante la separación
terpretación más habitual? del mundo masculino del femenino.
Ciertamente la interpretación tradicional de un conjunto arqueoló- Ciertas autoras han querido ver en esta apropiación algo "nuevo",
gico con semejantes características distaría mucho de la interpreta- producto de la sociedad occidental capitalista. Se aleja a la mujer
ción como "casa de mujeres" o "casa de menstruación". Con ello del ambiente familiar recluyéndola en espacios impersonales don-
no queremos decir que una u otra interpretación sea más correcta, de la mujer, muchas veces, debe afrontar el parto ante la presencia
sino que ambas son plausibles. En consecuencia, para una interpre- de personas desconocidas. Son hombres-médicos quienes dominan
tación correcta de los conjuntos arqueológicos debemos ampliar el proceso del parto y toman las decisiones sobre cómo éste debe
nuestra reflexión y elaboración teórica y desarrollar una metodolo- desarrollarse, teniendo más en cuenta los intereses propios que los
gía que admita la existencia de la diferencia sexual. de la madre.
Son varios los ejemplos que ilustran esta apropiación a lo largo de
la historia. Así, existen escritos hititas,46 egipcios (papiro West-
La apropiación de "los cuerpos" car47) y los textos hipocráticos griegos,48 en los cuales se recogen
por parte del mundo masculino las prescripciones de los médicos sobre la práctica del parto, so-
bre todo cuando éstos se presentan difíciles. La intervención de
Hasta el momento hemos expuesto someramente las prácticas los médicos, así como de chamanes, usurpa el lugar de las mujeres
sociales más habituales desarrolladas alrededor de la produc- en la colaboración durante el alumbramiento, representando el
ción de cuerpos, los objetos y espacios en ella implicados, el pa- dominio masculino en el momento crucial de creación de una nue-
pel de la mujer en tanto que productora y las características prin- va vida.
cipales del proceso de socialización. A modo de conclusión, y Ya hemos visto cómo la presencia de otras agentes sociales en la fase
retomando el discurso planteado inicialmente, quisiéramos de- final de la producción de cuerpos es indispensable para asegurarse la
tenernos en el modo en que el patriarcado se ha apropiado de la consecución de la misma. Por norma general, dicha colaboración la
producción de agentes sociales. El patriarcado se caracteriza por han efectuado históricamente otras mujeres, normalmente madres,
el control y apropiación tanto de las mujeres como del fruto de que ejecutan tanto las actividades de mantenimiento de la mujer
su trabajo por parte del sexo masculino. En muchas ocasiones como del/la bebé que está naciendo. Estas comadronas continúan
esta apropiación ha sido asociada automáticamente a organiza- existiendo en la actualidad y, según autores como MacCormack,49
ciones de tipo estatal; sin embargo, consideramos que dicha
apropiación está presente en otras formas de organización socio-
políticas. 46. Bexckman, G. M., citado en Beausang, E., op.cit, p. 7 1 .
47. Sánchez Arcas, R., 1955, op. cit., p. 22.
Al analizar los espacios en los que el parto tiene lugar, observamos 48. Dean-Jones, L. A., Women 's bodies in Classical Greek Science, Oxford.
que, independientemente de si éste se produce en la propia unidad Clarendon Press, 1999, p. 34 y ss.
doméstica, en espacios naturales apartados de la misma, o bien en 49. MacComarck, C , op. cit., p. 11.
en sus manos está el nacimiento del 80% de los/las bebés de amplias na,3' el sexo masculino es el que determina si la producción puede
zonas densamente pobladas del mundo, tales como África o la India. llegar a su fin, o bien si debe ser "interrumpida" a partir del
Este tanto por ciento tan elevado es consecuencia de realidades so- no-reconocimiento de la misma como tal mediante la expositio.
cio-económicas distintas a las de la europea-occidental, donde Este hecho lo vemos claramente reflejado en la descripción etno-
las mujeres-comadronas que intervienen durante el parto no superan gráfica realizada por Lévi-Strauss en su libro sobre l@s Cunas de
el 10%. Panamá.32 Entre este grupo es una comadrona la que asiste el parto;
¿Y ello a qué es debido? Creemos que el "enfrentamiento" entre sin embargo, en el momento en que se producen complicaciones, es
la figura de la comadrona y la del médico expresa la oposición en- el hombre-chamán quien "resuelve" la situación mediante cantos,
tre tecnología y emoción/relaciones personales. El personaje de la "apacigua" el dolor de la mujer y hace que el/la bebé nazca, ocul-
comadrona escapa del sistema establecido e imperante en el mun- tando así la importancia del trabajo realizado por la mujer y la co-
do occidental, no forma parte del mundo académico masculino, madrona.
considerado científico. El ámbito de la medicina ha tendido siem- Pero este no es el único ejemplo conocido de los ritos que rodean el
pre a la tecnología, sin tener en cuenta el componente social y nacimiento de una criatura. A partir de las lecturas etnográficas e
emocional de las personas implicadas.50 La sustitución de las co- históricas realizadas hemos visto que en numerosas sociedades
madronas por la figura del médico significa para nosotras el paso existen elementos rituales (amuletos, mitos, cantos y danzas) utili-
de unas relaciones sociales de autoridad (otorgada por la mujer zados como supuestos "facilitadores" del parto. Estas acciones y
parturienta ante la experiencia y conocimientos acumulados de objetos constituyen un elemento de marginación de las mujeres,
las comadronas) a unas relaciones de poder, impuestas por el sis- puesto que, a partir de la ideología que ellos representan, se consi-
tema occidental. dera que el trabajo de la mujer depende de ellos, con lo que supues-
Pero gracias al registro arqueológico hemos visto como esta usur- tamente la producción de cuerpos no es posible sin el mundo ritual
pación masculina no es un fenómeno nuevo. Quizás el ejemplo establecido.33
más paradigmático sea el de Roma, donde el parto de una ciuda-
dana era considerado un acontecimiento social y público; en tanto
que todo lo privado era en realidad público, todo incumbía a la po- 51. También en Roma la mujer era atendida en el parto por otras mujeres, tan-
lítica (una política dominada por los hombres). Normalmente el to de la familia del marido como de la suya propia. Dixon, S-, The Román Mother,
parto tenía lugar en la casa del marido o de la familia del marido, Londres, Routledge, 1988, pp. 106-108.
puesto que la estructura familiar giraba entorno de la figura mas- 52. Lévi-Strauss, C , Antropología Estructural, Buenos Aires, Editorial Uni-
versitaria de Buenos Aires, 1968, pp. 168-186.
culina del paterfamilias, del cual dependía que el/la bebé recién 53. De todos estos elementos serán los amuletos y las estatuillas las que, des-
nacid@, el cuerpo producido por la mujer, fuera reconocido como de un punto de vista arqueológico, nos ayudarán a identificar el elemento ritual que
miembro de la sociedad y, por tanto, como futur@ agente social. acabamos de analizar. Ejemplos de estos objetos son las denominadas "piedras de
Así pues, nos hallamos ante una situación en la que, pese a ser la águila" (óxido de hierro y aluminio) recomendadas desde la antigüedad para el parto
por Galeno y Plinio, entre otros, y más adelante por Matilus (Gélis, J., History of
mujer la productora, y pese a tratarse de una producción femeni- childbirth. Fertility, pregnancy and birth in early modern Europe, Londres, Polity
Press, 1991, p. 115), o bien las "piedras de sangre" y "piedras de sapo" atadas a los
50. Véase Colectivo del Libro de Salud de las Mujeres de Boston, op. cit. muslos de las mujeres egipcias.
La puesta en escena por parte del sexo masculino en todo lo refe-
rente a la reproducción biológica, no tiene otra finalidad que el
control y el mantenimiento de las estructuras del poder dominante,
pues de otra manera las mujeres tomarían el control de su cuerpo y
del objeto resultante de su producción. Por ello las mujeres debe-
mos tomar conciencia de nuestros cuerpos, nuestra vida y nuestra
libertad para hallar así nuevas formas de incidir en el mundo.