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III UNIDAD

SISTEMA CONCURSAL EMPRESARIAL Y LA SALIDA AL MERCADO DE LAS


EMPRESAS.
3.1. Principios generales del Derecho concursal.
Concepto: Es aquel que regula los mecanismos de cobranza cuando
concurre más de un acreedor sobre el patrimonio de un mismo deudor, ha
atravesado por distinto tratamientos legales.
Antecedentes: La Ley Procesal de Quiebras N ° 7566 (02.08.32), fue la
primera en tocar el tema del concurso de acreedores pero desde una óptica
judicial e intervencionista, por otra parte, ya en la década del noventa del siglo
pasado, existió un cambio de rumbo legal en cuanto a la forma de cómo regular
la cobranza colectiva , conjunta o sucesiva de acreedores, buscando mantener en
el mercado a las empresas deudoras, en razón a ello se dictó la Ley de
Reestructuración Empresarial, Decreto Ley Nº 26111 (31.12.92).
Durante la vigencia de la derogada Ley de Reestructuración Empresarial, la
posibilidad que una persona natural se acoja a la reestructuración económica y
financiera, le estaba negada . La imposibilidad de acceder a éste procedimiento
por personas físicas se debió principalmente a deficiencias en la regulación, pues
estaba diseñada primordialmente para las empresas con falencia económica
La Ley de Reestructuración Empresarial sirvió de base para la nueva
norma, la Ley de Reestructuración Patrimonial, Decreto Legislativo Nº 845
(21.09.96), la cual se caracteriza por desjudicializar y hacer menos engorroso el
procedimiento, teniendo como innovación el regular expresamente el régimen a
que se someterán las personas naturales en situación de crisis económica y/o
patrimonial. Este régimen legal sobre insolvencia de las empresas, tiene como
principal objetivo jurídico, la continuidad de la empresa por encima de su
liquidación o quiebra. La tutela de intereses no se restringe al acreedor, sino que
busca involucrar a todos los agentes vinculados con la empresa, por lo que la
decisión sobre el futuro de la fallida debe estar en las manos de los propios
agentes interesados.
La Ley General del Sistema Concursal, Ley 27809 (08.08.2002) , sustituye
a la norma sobre reestructuración patrimonial , vigente desde el 08 de octubre del
2002. Esta norma clasifica a los procesos concúrsales en dos: Procedimiento
Concursal Ordinario y Procedimiento Concursal.
PRESUPUESTOS

Presupuestos: El derogado TUO de la Ley de Reestructuración


Patrimonial, Decreto Supremo Nº 014-99-ITINCI, consideraba que para que exista
proceso concursal se requería de tres presupuestos concúrsales : “ un
presupuesto objetivo, esto es, que se verifique la existencia de una causa valida
para que el deudor sea declarado insolvente; el presupuesto activo, en que el
sujeto que solicita la acción se encuentre debidamente facultado; y por ultimo, un
presupuesto pasivo, referido sobre quien recae la acción” .
En el concurso se presenta siempre con dos factores concurrentes: La
insolvencia y la cesación de pagos, o sea que encontramos dos presupuestos
del proceso concursal.
Insolvencia: Para el Derecho italiano, la define como “La situación de
hecho en que se encuentra una persona natural o jurídica cuando su pasivo
excede a su activo y por tal motivo esta imposibilitado de atender al pago de sus
deudas”.
Otros autores sostienen que la insolvencia es “la imposibilidad permanente
y objetiva de pagar sin que sea necesario analizar la razón por la cual no se paga”
Flores Polo Pedro define a la insolvencia como incapacidad de pagar una
deuda. En derecho comercial y tributario, situación de la persona que no puede
pagar sus obligaciones corrientes, cesando en sus pagos. La consecuencia mas
importante sería la declaración judicial de quiebra”.
Cesación de pagos: En el Derecho Romano entendía la cesación de
pagos como una insuficiencia patrimonial de parte del deudor.
Alfredo Ferrero diferencia entre el criterio de insolvencia y el de cesación
de pagos, “la cesación de pago puede ser un hecho aislado y obedecer a un
incumplimiento momentáneo o puede referirse a una obligación determinada con
un acreedor singular”. Asimismo agrega que “la cesación de pagos podemos
considerarla como un modo de manifestar la insolvencia, pero no es el único
modo”.
Por ello resulta necesario precisar en cada caso concreto si tal cesación
tiene como causa la insolvencia del deudor y si ésta posee carácter transitorio o
definitivo.
El problema es acreditar la condición patrimonial del deudor. Como señala
Juan Esteban Puga: “No es posible conocer, al menos conocer por terceros
distintos al deudor, tal estado patrimonial: Simplemente no es posible conocer
ciertos hechos exteriores que acusan tal estado, hechos que nunca o casi nunca
revelan por sí solos la insolvencia”

SUJETOS DEL PROCESO


En todo proceso concursal intervienen varios sujetos, quienes actúan
dentro del mismo por encontrarse en situación de concurso o que de alguna
manera se ven afectados y/o beneficiados con el surgimiento del mismo.
Estos sujetos se pueden encontrar en la necesidad de entrar en concurso
por una posibilidad de cobro de lo adeudado o para no ver afectado su patrimonio,
por encontrarse en riesgo de ejecución del mismo o como órgano de control del
proceso concursal.
Se considera como sujetos del proceso concursal los siguientes 1) el
deudor, 2) el acreedor, 3) el órgano administrativo (Comisión de Procedimientos
Concúrsales), y 4) en caso de existir proceso de liquidación, la Comisión
Liquidadora.
El Deudor: La doctrina argentina define deudor como “ el titular del
patrimonio afectado por la quiebra u otro concurso. Tiene interés en que el
proceso se desarrolle respetando la ley y con el menor daño para su esfera
jurídico-economiza. En la quiebra o concurso civil es el sujeto que viene
expropiado (desapoderamiento) para la satisfacción de los acreedores y
eventualmente liberado a través de las relaciones jurídicas creadas por el
concurso. A él se le atribuye todo lo que no haya sido necesario liquidar del
patrimonio para satisfacer a los acreedores. Todos los órganos del concurso
despliegan sus efectos sobre el patrimonio del deudor y sobre su esfera jurídica,
en la cual el patrimonio recae, inclusive, según los casos, en la indisponibilidad
del titular”.
La Ley General del Sistema Concursal considera como deudores a la
persona natural o jurídica, sociedades conyugales, sucesiones indivisas. Se
incluye a las sucursales en el Perú de organizaciones o sociedades extranjeras.
Acreedor: La doctrina argentina define a los acreedores como “parte en el
juicio de convocatoria, pues hacen valer sus créditos, sus pretensiones, y se dice
que son parte individualmente considerados”. Asimismo señala que “los
acreedores no son sujetos vagamente interesados en el proceso de quiebra. Son
antes que nada, los titulares de la acción ejecutiva (o especial) de quiebra (por
excelencia y aun exclusivos “. Con sus decisiones de participar o no en el
proceso, determinan, en cada caso (aunque la quiebra no venga declarada por
iniciativa de ellos) la prosecución del proceso. Son, en sentido económico y
jurídico, los destinatarios directos de los resultados del proceso.
Los acreedores tienen interés en la regulación y desarrollo normal del
proceso. Los acreedores son parte sustancial y activa proceso de quiebra.
Los acreedores son también verdadera parte formal activa. Sus posiciones
sustanciales, como la del fallido, están tutelados por poderes, facultades y
acciones que lo califican como verdaderos titulares de la acción especial
concursal conducida por los órganos de la quiebra.
La participación de los acreedores, como sujetos del proceso, es activa por
su dinamismo, al gozar de modo colectivo del poder de decisión final. Es facultad
de éstos decidir por la continuación de la actividad empresarial del deudor
(reestructuración patrimonial) o por su cierre(liquidación).
La Ley General del Sistema Concursal define acreedor como aquella
persona natural o jurídica, sociedades conyugales, sucesiones indivisas y otros
patrimonios autónomos que sean titulares de un crédito.
Junta de Acreedores: Flores Polo define: “la que constituyen los
acreedores del quebrado, por mandato de la legislación procesal de quiebras,
para reconocer, calificar y rechazar los créditos y celebrar convenios con el
fallido”.
La Junta de acreedores es el órgano que representa al deudor insolvente,
encargándose de la toma de decisiones en el proceso concursal, dentro de los
cuales se incluye el reconocimiento de los créditos sujetos a concurso y la
celebración de convenios o contratos en representación del deudor
Comité Liquidador: Flores Polo define el término Comité como el
“conjunto de personas a quienes la autoridad o algún ente público o privado, les
encarga determinado asunto”
Cabanellas define: “grupo de personas que se nombran o constituyen para
una tarea o gestión, por lo común transitoria y de carácter administrativo,
consultivo, político, legislativo u otro. Suele resultar sinónimo de Comisión, aun
cuando algunos ven en ésta última mayor estabilidad, más jerarquía, composición
mas heterogénea y menor carácter ejecutivo”
Liquidador Flores Polo define: “quien practica la liquidación de una
sociedad, negocio, sucesión o cualquier otra entidad con sustento patrimonial, sea
por mandato legal o convencional”.
En la Ley General del Sistema Concursal el papel del liquidador es muy
importante, pues el proceso de liquidación se ve supervisado enteramente por
éste.
La ley establece que una sociedad no puede ser liquidada por sus socios,
ni por sus acreedores sino que se tiene que escoger entre las empresas
liquidadoras inscritas ante Indecopi

LOS PRINCIPIOS GEN ERALES DEL DERECHO CONCURSAL

Los principios del Derecho concursal son los siguientes: Principio de


universalidad, Principio de colectividad, Principio de proporcionalidad.
Principio de universalidad: El proceso concursal tiene efectos sobre la
totalidad del patrimonio del deudor. Los acreedores cuentan con todo el
patrimonio del deudor para ejercer las acciones que crean conveniente.
La regla general en los procesos es la afectación de todo el patrimonio del
deudor, por lo que ninguna norma de menor jerarquía puede disponer que ciertos
bienes no sean considerados dentro de la masa concursal.
Al concurso se le conoce como universal porque afecta todo el patrimonio
del deudor.
Principio de colectividad: Los procesos concúrsales persiguen la
participación y beneficio de la totalidad de los acreedores involucrados,
priorizando el interés colectivo de la masa de acreedores ante el interés individual
de cobro de cada acreedor.
El principio de colectividad tiene dos aspectos:
a) Aquel que llama a participar en el proceso concursal a todos los acreedores del
deudor.
b) Aquel que se desarrolla no en beneficio de uno o de determinado grupo de
acreedores, sino de la totalidad de éstos.
El proceso concursal es colectivo porque pueden participar todos los
acreedores
del deudor.
Principio de proporcionalidad: Los acreedores tienen derecho de
participar equitativamente de las ganancias y pérdidas resultantes de los procesos
concúrsales, ante la imposibilidad del deudor de satisfacer con su patrimonio
créditos contraídos. Es aquí donde encontramos el principio de equidad. El
principio señala el modo en el cual los acreedores internalizan la crisis del deudor
y distribuyen las pérdidas del concursado de manera eficiente.
. El principio de proporcionalidad es también conocido en la doctrina
argentina como principio de igualdad pues trata que los acreedores soporten
equitativamente, a prorrata, en proporción a sus respectivos créditos, el impacto
de la pérdida.

COMISION DE PROCEDIMIENTOS CONCURSALES

La Comisión de Procedimiento Concursal del INDECOPI y las Comisiones


creadas en virtud de los convenios que se celebran con las instituciones, son
competentes para conocer los procedimientos concúrsales regulados en la Ley
General del Sistema Concursal (LGSC). Corresponde a la Comisión de
Procedimientos Concúrsales del INDECOPI regular y fiscalizar la actuación de
las Comisiones creadas en virtud de Convenio, Entidades Administradoras y
Liquidadoras, acreedores y deudores sujetos a los procedimientos concúrsales en
el ámbito nacional, para lo cual podrá expedir directivas de cumplimiento
obligatorio. Por su parte, el Tribunal es competente para conocer en última
instancia administrativa.

APLICACIÓN DE LA LEY
Según el artículo 2º de la Ley establece las normas aplicables a la
reestructuración económica y financiera, disolución y liquidación y quiebra de las
empresas o deudores que se encuentren domiciliados en el país, así como los
mecanismos para la reprogramación global de obligaciones contraídas con
anterioridad al estado de insolvencia.
No están comprendidas en la Ley concursal las empresas y entidades
sujetas a la supervisión de las Superintendencia de Banca y Seguros y de
Administradoras de Fondos de Pensiones. La reestructuración y liquidación de las
Sociedades Agentes de Bolsa se rige por las normas especiales y
supletoriamente por la ley concursal en lo que sea aplicable.

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