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LA CULTURA EN MEDIO DE LA VIOLENCIA: APATIA POLITICA Y

ABANDONO ESTATAL

CAMILA ANDREA PRISCO VALENCIA

PILAR LONDOÑO

TALLER GESTIÓN TERRITORIAL PARA EL DESARROLLO COMUNITARIO

TRABAJO SOCIAL

FACULTAD DE EDUCACIÓN Y CIENCIAS SOCIALES

INSTITUCIÓN UNIVERSITARIA TECNOLÓGICO DE ANTIOQUIA

2018
LA CULTURA EN MEDIO DE LA VIOLENCIA: APATIA POLITICA Y
ABANDONO ESTATAL

La apatía política es un gran problema, más de la mitad de la población se abstiene


de votar, la población no hace seguimiento procesos públicos y los entes que deben
velar por la garantía de los derechos humanos (personería, defensoría del pueblo)
se están quedando obsoletos. Los ciudadanos están dejando de tener confianza en
el Estado, el cual debería brindar todas las garantías, este ya no brinda ninguna,
por ende, las personas poco conocen los planes de gobierno de turno, no
dimensionan lo que implican, y que muchos de estos son inviables y otros
incoherentes. Los procesos públicos se manejan por “debajo de cuerda”, no hay
nadie que ejerza control sobre procesos como licitaciones, contratos o refrendación
de leyes. la ruralidad del país esta en un estado de abandono gubernamental, El
campo colombiano ha sido el menos atendido de toda la población a pesar de que
alguna vez la economía del país se fundamentó en la agricultura, ha tenido difíciles
condiciones para el acceso a oportunidades de educación y bienestar a esto se le
suma que en estos territorios se desato el núcleo del conflicto armado.

La democracia que en teoría es participativa por la cantidad de leyes que


“garantizan” la participación ciudadana, solo es una representación de un sistema
monárquico, dominado por los medios de comunicación y el clientelismo. La
mayoría de la población no tiene claro que es la democracia o la política y que
implica para la vida cotidiana. Hay hastió a todo lo relacionado con la política, las
personas no participan y las que lo hacen en gran medida no lo hacen de manera
consiente. Los planes, programas y proyectos se hacen desde el escritorio, no se
incluye a la población a intervenir ni siquiera para averiguar por sus necesidades.
Lo mismo ha pasado con todas las leyes y procedimientos que rigen la participación
ciudadana. Así no lo ilustran Velázquez & González en el libro ¿qué ha pasado con
la participación ciudadana en Colombia?

Esta oferta participativa ha sido de iniciativa estatal, con una característica


bien precisa: sus contenidos, en términos de agentes, funciones y alcances,
fueron definidos por los agentes políticos tradicionales, afincados en los
gobiernos de turno y en el Congreso de la República, sin concertación con la
ciudadanía, los movimientos y las organizaciones sociales. Fue el producto
de una iniciativa política de modernización del Estado y de apertura
democrática forzada por las circunstancias, que interpretó más el interés de
un sistema político que había perdido credibilidad y legitimidad, que las
aspiraciones de una población sometida secularmente a la lógica de las
clientelas políticas. (Velazquez & Gonzalez, 2003)

Aunque en Colombia hay plataformas teóricas para la participación, se habla de


leyes y de políticas públicas que garanticen el derecho constitucional a la
participación, no plataformas prácticas para que se lleve a cabo una correcta
participación. Colombia ha sido un país marcado por las violencias, es un país que
ha excluido y violentado a quien se niega a seguir con el legado de corrupción
gubernamental, un caso concreto podría ser el exterminio de la UP.

Colombia no solo ha sufrido violencia por el conflicto armado interno protagonizado


por grupos paramilitares y guerrilleros, también ha tenido violencias intraurbanas
por el control del microtráfico y las vacunas, además se ve una marcada violencia
política, en la cual se asesinan a los líderes que pretenden cambiar el contexto en
el que viven y que solo exigen la garantía de los derechos de su comunidad.

Muchas son las corporaciones culturales que sé que han surgido en el marco de la
violencia urbana en Colombia. A principios del nuevo milenio cuando todavía existía
el legado de narcotráfico y violencia vivida en los 90’s, Itagüí era un municipio que
tendía a formación de grupos ilegales esto afectaba mucho a los jóvenes estos eran
los predilectos para formar parte estas estructuras ilegales en territorios
abandonados por el Estado; un grupo de jóvenes se reunían hacer actos de circo y
comparsa en los semáforos del municipio y esto los hacia estar alejados de los
grupos ilegales. En la vereda los Olivares y el barrio Santa María la nueva, se tejía
un grupo llamado Expresión Juvenil. Este grupo se crea como estrategia para
desviar a los jóvenes del camino violento, poniendo como barrera la cultura y el arte.
Derrotamos eso que se les impregna cuando son poder estatal y lo hicimos
con las mismas armas de siempre: nuestra indignación, nuestros cuerpos,
nuestra dignidad, nuestra palabra, nuestras voces, nuestra generosidad,
nuestra capacidad de decir ¡BASTA! Y ¡ASÍ NO! (Gutierrez & otros, 2011)

Como esta son muchas las corporaciones artísticas que han funcionado de barrera
para los grupos delincuenciales, son estas quienes les han brindado un espacio a
los jóvenes para organizarse y luchar contra la violencia intraurbana. Estas han
tejido el colectivo de jóvenes y les han dado herramientas para empoderarse de su
propio contexto. Estos grupos han gestionado su territorio y han hecho de este algo
diferente. Es así como exponen (Aguilar Forero & Muñoz, 2013) Es frente a la
precariedad, la violencia estructural y los mecanismos judiciales y mediáticos de
impunidad, que irrumpen multiplicidad de acciones colectivas juveniles de
inconformismo y resistencia.

Estas corporaciones han llegado a ser reconocidas a nivel nacional e internacional


por su obra con y para los jóvenes, sin embargo, ninguna de estas quiere hacer
parte del Estado, ni depender de él, se ha creado una apatía hacia el ente
gubernamental, no solo de parte de las corporaciones sino en general existe una
apatía ciudadana da a la participación política

Una de las causas de que las corporaciones dejen de creer en el Estado y no


quieran pertenecer a el es que cuando no eran reconocidas, el Estado no se intereso
por ellas, ahora solo quieren utilizarlas, no hay continuidad en los proyectos cuando
la gubernamentalidad consigue lo que se propone.

Por otro lado, está la corrupción esta es una problemática que afecta a todo el
mundo, pues esta se evidencia en todos los ámbitos cotidianos y no solo en la
política, de esta manera es importante recalcar el efecto que la corrupción trae a
corporaciones e instituciones sociales, así como a los ciudadanos en general.

La corrupción, los malos resultados que muestran los entes de Gobierno, la


recurrencia de los problemas de todo orden y el vacío generalizado del Estado,
contribuyen a que cada vez sea mayor el distanciamiento con el cotidiano ejercicio
de la política.

En el caso específico la corrupción ha afectado a las corporaciones directamente,


ya que se formula un proyecto y este no se lo dan a quien lo formulo, además donde
hay involucrado dinero los politiqueros que deberían regular el proyecto solo tratan
de apoderarse de este recurso financiero y muchos de los proyectos fracasan por
falta de presupuesto, las políticas no se ajustan en la práctica a las necesidades y
exigencias del grupo, causando así la desintegración en el grupo y complicaciones
en el momento de llevar a cabo diferentes proyectos y eventos.

Otra de las causas de distanciamiento de las corporaciones es la falta de apoyo a


la cultura. Es importante que en un país, los grupos artísticos y culturales tengan un
fuente de apoyo gubernamental que les permita su optimo crecimiento y desarrollo;
pues según (Sanz, 2017) “La cultura es la posibilidad del ser humano de reflexionar
sobre sí mismo, es ella la que hace de nosotros seres específicamente humanos,
racionales, críticos y especialmente comprometidos, a través de ella discernimos
valores y efectuamos opciones, a través de ella el ser humano toma conciencia de
sí mismo y se reconoce en un proyecto inacabado y pone en cuestión sus propias
realizaciones.”

Lo que se debería invertir para el arte, cultura y ocio. Pues el presupuesto está mal
distribuido, dándole prioridad a temas de seguridad e infraestructura, lo cual deja de
lado las necesidades culturales de los individuos.

La mayoría de las corporaciones están constituidas ante la cámara de comercio y


esto lo hacen para adquirir contratos de operadores con el sector publico o privado,
sin embargo, aunque les interese contratar con el Estado no quieren depender de
este.

En síntesis, la población colombiana tiene un hastió general con todo lo que tenga
que ver con la política, los gobiernos se han caracterizado por sus altos índices de
corrupción y esto hace que las personas cada vez confíen menos en el Estado. Las
corporaciones artísticas por medio de acciones colectivas han logrado resistir a los
actos violentos del contexto colombiano y han logrando una transformación en la
vida de los jóvenes que intervienen. A estas les interesa contratar con el estado
algunos proyectos, pero no ser dependiente de este porque sus altos índices de
corrupción e ineficiencia permean las corporaciones.

Bibliografía
Aguilar Forero, N., & Muñoz, G. (2013). La condición juvenil en Colombia: entre
violencia estructural y acción colectiva. Obtenido de Revista
Latinoamericana de Ciencias Sociales, Niñez y Juventud:
http://www.scielo.org.co/pdf/rlcs/v13n2/v13n2a34.pdf

Gutierrez, R., & otros. (2011). Palabras para tejernos, resistir y transformar la
epoca en la que estamos viviendo. Cochabamba.

Holzhey, H. (1970). Kants Erfahrungsbegriff. The University of Michigan.

Sanz, N. (03 de Enero de 2017). UniradioNoticias . Obtenido de


http://www.uniradionoticias.com/noticias/tijuana/384093/unesco-reconoce-
falta-de-apoyo-para-incentivar-cultura-en-la-sociedad.html

Velazquez, F., & Gonzalez, E. (2003). ¿QUÉ HA PASADO CON LA


PARTICIPACIÓN CUIDADANA EN COLOMBIA? Bogotá: Fundación
Corona.

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