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Conclusiones y perspectivas
La biotecnología ofrece un número importante de recursos a la industria alimentaria, que comprenden
desde la producción de materias primas y su transformación, hasta el control de la seguridad alimentaria.
En el Eurobarómetro sobre Biotecnología realizado en 2005 los ciudadanos europeos se muestran
optimistas en lo que se refiere a la contribución de la tecnología en general a la sociedad. Ahora bien,
aunque el empleo de la biotecnología moderna en el ámbito de la salud (terapia génica, nanotecnología,
etc.) es valorado positivamente por la mayoría de los encuestados, los consumidores son reacios a
aceptar los alimentos modificados genéticamente. En este sentido, existen numerosos grupos
detractores de esta tecnología, cuya oposición se basa en la existencia de posibles peligros a largo plazo
para la salud de los consumidores y para el medio ambiente. Por otra parte, la mayoría de
los científicos defienden el uso controlado y regulado de los organismos modificados genéticamente,
basándose, fundamentalmente, en razones medioambientales y económicas. La legislación europea
garantiza el derecho de los consumidores a escoger libremente, mediante el correcto etiquetado y la
trazabilidad de los productos alimentarios, si desean o no adquirir alimentos modificados genéticamente.
No obstante, es también de suma importancia que se realice una labor de divulgación acerca de esta
tecnología que asegure que la libre elección de los consumidores se realiza desde el pleno conocimiento
de las posibles ventajas e inconvenientes de este tipo de alimentos.
Bibliografía
- Biotecnología y Alimentos (2003). Sociedad Española de Biotecnología.
- La Biotecnología en el Sector Alimentario (2005). Genoma España.
- Aplicaciones de la Biotecnología a la Seguridad Alimentaria (2005). AESA/Genoma España.
¿Qué es la biotecnología y qué son los alimentos
transgénicos?
Introducción
En la vida actual es cada vez más frecuente que el médico sea consultado acerca de la seguridad u otros
aspectos de la biotecnología y los alimentos transgénicos, o que escuche comentarios o información y no
siempre tenga suficiente conocimiento como para opinar en forma adecuada.
Biotecnología
Biotecnología en la agricultura
El fenotipo de un cultivo depende del genotipo, que determina el “potencial” de la especie cultivada, y del
ambiente dado por suelo (nutrientes y sustrato), luz, temperatura, humedad, competidores (malezas) y
enfermedades (virus, bacterias, hongos, insectos, etc.). Para mejorar el desarrollo de una especie en
cultivo se tiene que manejar el ambiente para que la planta exprese toda su potencialidad, pero para
mejorar esta potencialidad la única alternativa es manipular la composición genética, en un proceso que
se denomina mejoramiento vegetal.
Existen tres tipos de mejoramiento vegetal: el mejoramiento convencional, que se realiza mediante
cruzamiento y selección intra e inter específica y es el que el ser humano utiliza desde la antigüedad para
modificar los distintos productos de la naturaleza; el mejoramiento que se efectúa por mutación inducida
y selección, y el mejoramiento mediante la biotecnología moderna, que pretende mejorar la calidad de
una planta o alimento a través de la manipulación directa de los genes del código genético. El resultado
final, sea por el mecanismo convencional o por biotecnología, es un organismo que nunca antes existió en
la naturaleza.
En la Fig. 1 se muestra el resultado de un mejoramiento por selección natural. El repollo salvaje, que se
encuentra en la naturaleza desde mucho antes de Cristo, originó a la col verde y luego al repollo y al
colirábano, que todavía se usa en sectores de Alemania y Austria. Después el repollo dio origen a la
coliflor y a la brusela, y la coliflor al brócoli, todo a partir de un mismo producto vegetal. De esto se
encargó la naturaleza, con cierta manipulación humana en las últimas etapas, seleccionando las cepas más
sabrosas y comestibles.
El mejoramiento por mutagénesis y selección se hace mediante ciclotrones, aceleradores lineales que
bombardean a los vegetales produciendo mutaciones genéticas al azar, lo que genera una serie de
productos de entre los cuales se selecciona a aquellos que poseen características convenientes para el ser
humano. En el Institute of Radiation Breeding, NIAR de Ibaragi, Japón, existe un invernadero
gamma para irradiación crónica de plantas subtropicales que ha permitido mejorías en cuanto a resistencia
a enfermedades, calidad, rendimiento y adaptabilidad; y el campo de irradiación gamma Cobalto 60 ha
permitido desarrollar más de 2.250 nuevas variedades vegetales, que hoy en día cubren 70% del área de
cultivo del mundo con trigo, cebada, avena, arroz, soya, poroto verde, papas, cebollas, cerezas, manzanas
y vides. Un ejemplo: la cepa original de crisantemo Taihei se irradió en gammacámara, lo que permitió
desarrollar una serie de variantes con diferentes características (Fig. 3).
El mejoramiento mediante biotecnología es mucho más dirigido. Las técnicas convencionales demoraron
siglos en llegar al trigo actual, las cruzas inter-específicas permitieron acelerar un poco estos procesos y la
irradiación aumentó mucho más su velocidad, pero la gran mayoría de las variantes que se obtienen no
son viables, de modo que resulta muy costosa. La biotecnología moderna se basa en la ingeniería
genética, como se denomina a aquella parte de la biotecnología que utiliza técnicas de ADN recombinante
para identificar, cortar y pegar segmentos de ADN. Esto es posible gracias a la universalidad del código
genético, concepto que describe al hecho de que todas las especies tienen un genoma formado por las
mismas bases, adenosina, timina, citosina y guanina en distintas secuencias. Todos los sistemas
biológicos u organismos de la Tierra utilizan el mismo “sistema operativo” para almacenar, transferir,
utilizar y copiar información genética: el ADN contiene los genes o “programas”, que a través de un
“mensaje” contenido en el ARN origina una proteína que permite expresar una función, como el olor, el
sabor o la característica nutricional que se desea aprovechar. La biotecnología ha asimilado este sistema
con un sistema electrónico, donde todas las células (computadores) de un organismo (red computacional)
tienen el mismo ADN (disco duro) que contiene genes (programas) que determinan cada una de las
funciones de ese organismo. Los genes (programas) se pueden transferir entre organismos mediante
sistemas de transferencia (pendrive, CD, disquetes): por ejemplo, el gen humano que determina la síntesis
de insulina se puede transferir a una bacteria para que ésta produzca un insulina recombinante que
servirá para tratar a seres humanos con deficiencias de esta hormona (Fig. 4)
Figura 4. Los genes (programas) son intercambiables entre los organismos vivos.
En resumen, la biología y la tecnología se asimilan y buscan la forma de transferir información según los
procedimientos que la ciencia ha ido desarrollando con el tiempo, para aprovechar lo que todos los seres
vivos tienen en común por naturaleza. Dentro de cada organismo vivo existe infinidad de programas
(genes): los virus tienen entre 10 y 100, las bacterias, entre 2.000 y 8.000, las levaduras 6.000, los
vegetales 25.000 y los ratones y seres humanos, 30.000, es decir, a medida que asciende en la escala
biológica el organismo es capaz de codificar para muchas funciones diferentes. Es interesante pensar que
una sola célula tiene aproximadamente tres metros de ADN y que durante una cena la persona ingiere
millones de kilómetros de ADN de otro organismo.
Para hacer la transferencia de genes de un organismo a otro primero se extrae el trozo de ADN del
organismo donante mediante enzimas específicas para cortar en determinados tramos. Ese trozo de ADN
se incorpora a un transportador, que habitualmente son plasmidios, que aceptan muy fácilmente trozos de
código genético y de esa forma se transfiere a un organismo recombinante (Fig. 5).
El hecho de que los organismos vivos tengan un código genético común en términos de secuencia,
contenido y forma en que se ubica, que son los genes, hace que se pueda transferir parte de este material
de una especie a otra para, en teoría, otorgar a la especie receptora las propiedades o condiciones que
interesan. Sin embargo, esto no es tan fácil: hay que construir el gen de manera que se exprese
adecuadamente en la planta, para lo cual es indispensable que se entregue en cantidad adecuada, en
los tejidos adecuados y en el momento adecuado. Para esto, la técnica de la transgenia utiliza el
conocimiento sobre secuencias regulatorias de la especie, que actúan como promotores,
aumentadores, señales de direccionamiento, secuencias de terminación, etc. En suma, no basta con
transferir un gen, sino que éste se debe insertar en un contexto adecuado para lograr que se exprese la
función deseada.
Cuando se consume directamente el producto creado mediante biotecnología, como por ejemplo las
frutillas que se mencionaron o los choclos que se hicieron resistentes a la infección por cierto gusano
gracias al agregado de un gen, ciertamente se está consumiendo un organismo transgénico; pero la mayor
parte de las veces no se ingiere el alimento, sino lo que se extrae de él, como el aceite de soya, la fructosa
de maíz y el azúcar de remolacha, y este aceite o azúcar que se extrae no es transgénico porque no
contiene material genético. De la remolacha especial y de la remolacha común y corriente se extrae el
mismo azúcar, la diferencia es que un tipo de cultivo va a generar más azúcar porque es más resistente a
las heladas, o sea, la biotecnología sólo facilitó la producción de la materia prima de la cual se extrajo el
producto.
La biotecnología es mucho más precisa, ya que permite modificar uno o pocos genes a la vez, lo que
implica un conocimiento detallado de cómo este genoma se va a expresar en el fenotipo y del lugar en que
se modificó el genoma del organismo. La otra gran ventaja es que es mucho más rápida: lo que la
evolución tardaría varios miles de años en conseguir se puede lograr en pocos años, y son años no tanto
por el proceso en sí, sino por las pruebas y estudios que se deben llevar a cabo para determinar la
seguridad del producto.
Debido a lo expuesto, se debe tener una serie de cuidados con cada organismo nuevo que se produce. Es
indispensable hacer una evaluación de riesgos, que incluye verificar que el fenotipo sea el deseado y
verificar su inocuidad, tanto alimentaria como ambiental. Esta evaluación se debe efectuar caso a caso;
para ello se ha desarrollado guías de buenas prácticas, reglamentos, leyes y una serie de mecanismos de
control, por eso pasan alrededor de cinco años antes de que un producto de estas características esté
disponible en el mercado.
Probablemente la mayor discusión en torno a los alimentos transgénicos es sobre si son inocuos. Al
respecto es importante mencionar los siguientes hechos:
La transgenia es sólo una técnica más de mejoramiento vegetal, aunque revolucionaria, más
rápida y precisa.
La inocuidad de los genes disponibles en el mercado, tras 16 años de producción masiva a nivel
global, está comprobada.
Sin embargo, la inocuidad debe ser, y es, evaluada caso a caso.
Los transgénicos son los alimentos más estudiados antes a su comercialización, por razones
económicas y políticas.
Alrededor de 70% de los alimentos que se consume en los Estados Unidos son de origen
transgénico y hasta ahora no ha surgido ningún problema específico con ellos.
Hay que recordar, como ya se dijo, que la mayor parte de lo que se consume no es el alimento
mismo sino sus subproductos, que no contienen genes.
Durante toda la historia de la humanidad las personas han ingerido carne y con ella, gran
cantidad de material genético de otras especies, sin daño aparente.
Hasta el momento sólo dos características transgénicas han llegado masivamente al mercado, en
productos que hoy día se comercializan en forma habitual: variedades de vegetales resistentes a
herbicidas (RR) y variedades resistentes a insectos (Bt). Todavía no se ha autorizado la venta masiva de
productos como arroz modificado para contener más beta carotenos, entre otros que todavía están a la
espera de que las legislaciones cambien o demuestren su inocuidad en el tiempo.
Lo mismo ocurre con la resistencia a insectos, o característica Bt, llamada así por el Bacillus
Thuringiensisque se agrega a las plantas, por ejemplo al maíz, para conferirle resistencia contra
la Diatraea Saccharaliso gusano barrenador del tallo (Fig. 8).
Estas dos características se utilizan hoy en día en todo el mundo y también en Chile, donde 90% de la
soya que se utiliza como fuente de aceite es transgénica. Chile produce el grano transgénico, lo exporta y
compra aceite elaborado a partir de ese grano, aunque tal como se dijo, ese aceite en sí no contiene genes,
de modo que no es transgénico propiamente tal.
Está en estudio el uso de ambientes que no pueden ser cultivados por condiciones adversas: se sabe que el
calentamiento global ha aumentado en forma muy importante las áreas no aptas para cultivos y que la
deforestación producida por el avance del ser humano, cuya población aumenta en varios cientos de
millones cada año, ha obligado a utilizar como terrenos habitacionales a sectores en los que antes se
producía alimentos. Gracias a la biotecnología se podrá otorgar a las plantas propiedades que les permitan
crecer en suelos con distintas características y dar más cosechas anuales.
La biotecnología permitirá obtener alimentos más completos y sanos, que contengan mayor variedad de
nutrientes. Un ejemplo es el arroz, pero se está trabajando en este sentido con muchos otros alimentos.
Aquí cabe recordar un incidente que demuestra los cuidados que se deben tener al aplicar estos procesos:
en Brasil se trató de mejorar un tipo de soya agregando genes de la nuez brasileña y se obtuvo un
producto que no logró salir al mercado porque no pasó las pruebas de bioseguridad debido a que era muy
alergénico.
La biotecnología debería otorgar beneficios ambientales gracias al mejor aprovechamiento de los suelos y
al menor uso de productos potencialmente contaminantes, como los herbicidas, los pesticidas y una serie
de otros que hoy en día se aplican para mejorar las producciones o evitar que se dañen. Por ejemplo, antes
de que se firmaran en Chile los tratados de libre comercio se aplicaba a la manzana entre 15 y 22 capas de
insecticidas, mientras que hoy día se usan sólo dos, tanto porque han bajado las exigencias del mercado
internacional como por la mejoría de las características de los cultivos.
Existen tres generaciones de productos genéticamente mejorados, que es el nombre correcto con que
deben denominarse los conocidos como transgénicos, productos genéticamente modificados.
La primera generación de cultivos mejorados mediante biotecnología ha permitido obtener los beneficios
que se ven actualmente:
La tercera generación de cultivos mejorados mediante biotecnología, en una línea más futurista, va
dirigida a:
Ética
Resistencia a antibióticos
Salud y medio ambiente
Legalidad
El cuestionamiento ético surge del hecho de que mediante esta tecnología se manipulan los genes, el
código básico que da la vida y las características a los seres vivos, con el objetivo de obtener otros seres
vivos que pueden ser verdaderas quimeras en la medida en que resultan de la introducción de genes de
una especie en otra. La tecnología convencional también crea productos nuevos, pero lo hace facilitando y
acelerando los procesos de la naturaleza, mientras que con la biotecnología el ser humano interviene
directamente sobre el código genético sin esperar el ciclo natural de adaptaciones. Este cuestionamiento
está muy en boga en estos momentos y es difícil tomar una decisión sobre no utilizar esta tecnología para
producir alimentos, en circunstancias de que millones de personas pasan hambre cada día en el planeta y
la mitad de ellas son niños.
La resistencia a antibióticos es un riesgo potencial. Es lógico pensar que si se introducen cepas resistentes
a pesticidas u otros productos que se usan en forma habitual, esos genes podrían teóricamente transferirse
al ser humano y hacer que, por ejemplo, la microflora intestinal se haga resistente a determinados
antibióticos. Sin embargo, esto no se ha observado nunca en la práctica, ni siquiera con organismos
agresivos como el de la gripe aviar. Pero la posibilidad está presente.
El efecto de la biotecnología sobre la salud y el medio ambiente podría ser deletéreo, en la medida en que
el desplazamiento de los cultivos tradicionales por cultivos modificados cause pérdida de la biodiversidad
a favor de cepas resistentes, algo similar a lo que ocurrió en Chile con la introducción de la avispa
chaqueta amarilla, que desplazó rápidamente al resto y ahora es la dueña y señora de los campos. La
posibilidad de que esto ocurra con alguna especie vegetal también constituye un cuestionamiento al uso
de los transgénicos.
Finalmente, es probable que el aspecto legal sea el más cuestionado. La producción de alimentos podría
quedar en manos de dos o tres grandes productores internacionales de semillas transgénicas. Actualmente
ya existe Monsanto, una gran transnacional que produce 90% de toda la semilla genéticamente
modificada del mundo, lo que puede llegar a ser peor que Microsoft tenga casi el monopolio de los
contenidos informáticos del mundo. El hecho de que productos de primera necesidad queden en manos de
unos pocos capitales en el mundo, sin duda, es preocupante.
Resumen
Desde hace tiempo las aplicaciones de la biotecnología han sido innumerables, desde la
elaboración de quesos, vinos, cervezas y pan, hasta la producción de medicamentos o nuevos
alimentos. El desarrollo de técnicas e instrumentos de investigación biotecnológica han dado
lugar a importantes descubrimientos y además han facilitado las aplicaciones en seres vivos
para beneficio de la humanidad. Los países han adoptado distintos enfoques legislativos y no
legislativos para reglamentar los alimentos obtenidos a partir de Organismos Genéticamente
Modificados (OGM), por lo que los criterios que se utilizan para evaluar la inocuidad de estos
productos suelen ser coherentes entre países. No obstante, la evaluación de la inocuidad de
los alimentos genéticamente modificados son procesos que se sitúan dentro del marco
establecido para la evaluación de riesgos. La evaluación de la inocuidad es,
fundamentalmente, el primer paso en la identificación de cualquier peligro asociado a los
alimentos, tras lo cual se evalúan los riesgos para la salud humana.
Conclusiones
Bibliografía
Nelkin, D. 1987. Selling science: how the press covers science and
technology. New York, W.H. Freeman and Company.
Powell, D.A. 2000. Food safety and the consumer perils of poor risk
communication. Canadian Journal of Animal Science, 80(3): 393-404
Se comienza aislando al gen que se desea insertar en una planta, por ejemplo, y que le dará la propiedad be
como por ejemplo la resistencia a los herbicidas. El gen aislado se puede obtener de otra planta, de un viru
animal; pero no se inserta directamente en la planta sino que se incorpora en una bacteria que actuará como
Esta bacteria infectará algunos fragmentos de la planta y le transferirá el material genético. Se comprueban
nuevo gen y se hace crecer esa planta. Se podría comparar este proceso realizado en el laboratorio como lo
realizan los agrónomos desde hace ya muchos años.
El objetivo es lograr una vida comercial más larga, resistencia a los herbicidas, a las condiciones ambienta
heladas, plagas de insectos y enfermedades.
Se ha pensado encontrar la solución para el hambre mundial en estos alimentos. Algunos expertos y defensores so
muy valiosa para los países subdesarrollados, carentes de alimentos. Por este motivo una compañía que comercial
enriquecido con vitamina A cedió el uso de este arroz a los países asiáticos consumidores de arroz pero con proble
Areas de aplicación
los aportes de la biotecnología para apoyar los procesos productivos de la industria alimentaria y agroalime
líneas prioritarias de investigación:
El área de tecnología enzimática y biocatálisis incluye el extenso campo de las fermentaciones en procesam
mejora genética de microorganismos de aplicación en tecnología de alimentos y la producción de proteínas
Fermentaciones
- fermentaciones no alcohólicas
- fermentaciones alcohólicas
- fermentaciones cárnicas
- fermentaciones lácticas
· salsa de soya
· miso
· tofu
· otros productos
Biotecnología vegetal:
Durante siglos los productores agrícolas han mejorado los cultivos a través de
la selección y de la hibridación, la polinización controlada de plantas. La
biotecnología en plantas es una extensión de estas técnicas pero con la
importante diferencia que permite transmitir una mayor variedad de
información genética con mayor precisión y control.
Una planta transgénica es nada mas y nada menos que una planta a la cual se
le ha introducido un gen extra (es decir, una porción de DNA que tiene la
información necesaria para que se produzca la síntesis de una proteína)
proveniente de otro organismo, ya sea de otra planta, de una bacteria o,
incluso, de un animal. Por eso se llama transgénica, porque se le ha agregado
un gen nuevo a los más de 100.000 que ya naturalmente tenía.
BioSpain es un evento mundial del sector biotecnológico que se celebrará en Bilbao del 28 al
30 de septiembre, y que incluye en su programa debates sobre enfermedades raras, esclerosis
múltiple, vacunas, alzhéimer, salud y alimentación, entre otros temas.
También participarán en esta mesa de debate Matxalen Uriarte, del centro vasco del AZTI para
tecnología de los alimentos; Iván Montoliú, vinculado al Roura de Nestlé Institute for Health
Science; y Francisco Tomás-Barberán, del CEBAS-CSIC.
A partir de los microorganismos que residen en el tracto digestivo, por ejemplo, “se pueden
desarrollar luego probióticos y utilizarlos como ingredientes funcionales”.
Añade Ramón que “la biotecnología puede ayudar en una serie de microorganismos del tracto
digestivo y ver potenciado su efecto.
No sólo debemos tener en cuenta lo que comemos, sino el papel tan importante que tiene
nuestra flora microbiana en la digestión de los alimentos.
“La biotecnología y la alimentación tienen toda la relación del mundo porque en el fondo todo lo
que comemos es un ser vivo, ya sea un animal, una planta, un sustrato animal o vegetal
fermentado por microorganismos. Los mejillones, los pepinillos en vinagre… todo eso es lo que
consideramos que es la biotecnología. La sociedad interpreta que la biotecnología es hacer
transgénicos, aunque eso es sólo una parte”, ha señalado Daniel Ramón.